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EL BANQUETE PROTOCOWRIO 1 D. Mauricio Domínguez Domínguez-Adame, I Jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Sevilla. Resumen: como en cualquier acto protocolario, en los banquetes, el organizador, el invitado de honor, y la mayoría de los asistentes participan en la ceremonia cumpliendo las normas que rigen el ceremonial. El banquete es por tanto un acto social y protocolario completo que se constituye como medio importante de comunicación y fin en sí mismo. Constituye todo un arte el arreglo de la mesa, la presentación de los platos y bebidas, los estilos del servicio, las reglas de ordenación de los invitados, los discursos y los brindis. Palabras clave: banquete, etiqueta, mesa, invitados, acto. EL BANQUETE, ACTO PROTOCOLARIO COMPLETO Pronto se cumplirán treinta y ocho años que sirvo a la Administración Pública y al Protocolo. Si me preguntaran que tipo de acto es el más completo, sin duda respondería que el banquete. Habrá actos de más resonancia, de mayor mensaje, de multitudes, pero en el banquete concurren muchos factores que no están en los otros actos, que lo hacen más entrañable, más participativo, más rico, de más hondo y cálido mensaje. En el banquete protocolario, para que salga perfecto, hay que cumplir muchas reglas de ceremonial de distinta naturaleza, por los que intervienen o participan en su preparación o celebración. Si pensamos en cualquier acto protocolario, salvo el organizador o anfitrión y los protagonistas en la ceremonia, la mayoria de los asistentes son invitados que se limitan a vestir como se les haya indicado, a llegar con puntualidad, a ocupar sus asientos, a saludar, a escuchar, etc. En el banquete se cumplen la mayoria de las reglas que rigen el protocolo: de

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EL BANQUETE PROTOCOWRIO

1 D. Mauricio Domínguez Domínguez-Adame, I

Jefe d e Pro toco lo de l A y u n t a m i e n t o d e Sevi l la.

Resumen: c o m o en cualquier a c t o protocolar io , en los banquetes, e l

organizador, el invi tado de honor, y la mayoría de los asistentes part ic ipan

en la ceremonia cumpliendo las normas que rigen el ceremonial. El banquete

es por t a n t o u n acto social y protocolar io completo que se const i tuye como

medio impor tante de comunicación y f i n en sí mismo. Constituye todo un

ar te el arreglo de la mesa, la presentación de los p la tos y bebidas, los

estilos del servicio, las reglas de ordenación de los invitados, los discursos

y los brindis.

Palabras clave: banquete, etiqueta, mesa, invitados, acto.

EL BANQUETE, ACTO PROTOCOLARIO COMPLETO

Pronto se cumplirán t re in ta y ocho años que sirvo a la Administración

Pública y a l Protocolo. Si m e preguntaran que t i p o de ac to es el más

completo, s in duda respondería que el banquete. Habrá actos de más

resonancia, de mayor mensaje, de mult i tudes, pero en el banquete concurren

muchos fac to res que n o están en los o t ros actos, que lo hacen más

entrañable, más part ic ipat ivo, más rico, de más hondo y cál ido mensaje. En

el banquete protocolario, para que salga perfecto, hay que cumpl i r muchas

reglas de ceremonia l de d is t in ta naturaleza, por los que in terv ienen o

part ic ipan en su preparación o celebración.

Si pensamos en cualquier acto protocolar io, salvo el organizador o

anf i t r ión y los protagonistas en la ceremonia, la mayoria de los asistentes

son invi tados que se l imi tan a vestir como se les haya indicado, a llegar

con puntual idad, a ocupar sus asientos, a saludar, a escuchar, etc. En el

banquete se cumplen la mayoria de las reglas que rigen el protocolo: de

comportamientos, de ordenamientos, de simbología, por los que lo preparan PLACER DE LA COMIDA Y PLACER DE LA MESA

y lo sirven y por los comensales que lo disfrutan. No se debe albergar temor

alguno porque sean muchas reglas protocolar ias a cumplir , ya que éstas Anselmo Bril lat-Savarín fue u n abogado y polí t ica francés que escribió

son la garantía de que resultará perfecto. al f ina l de su vida, en 1825 -mur ió u n año mas tarde- u n l ibro extraordinario:

En muchas ocasiones comentamos que para que u n p ro toco lo se

considere vigente y no ant icuado debe cumpl i r unos principios, como son

los de la representación, t rad ic ión , jerarquizac ión, comun icac ión y

organización. Es decir, que en el banquete protocolar io las personas que

concurren deben tener relación directa con la f inal idad del mismo; que se

deben segui r los mejores pr inc ip ios de la t rad ic ión, po rque los actos

protocolar ios siempre t ienen mucho del ayer; que los invi tados deben ser

ordenados conforme a una normativa, bien legal o consuetudinaria; que se

deben poner todos los medios necesarios para que exista una autént ica y

cordial comunicación entre los invitados; y por ú l t imo, que siendo u n acto

esencialmente formal , la perfecta organización debe br i l lar por encima de

todo. Veremos entonces cómo para que se cumplan estos principios, tan to

en la preparación como en la celebración, todos deben conocer y seguir las

reglas protocolarias que le conciernen, desde el je fe de cocina a l disponer

el menú de acuerdo con el anf i t r ión, pasando por la conf iguración de la

mesa, la ordenación de los asistentes, o los comportamientos de camareros

e invitados, etc.

El banque te es p o r t a n t o u n a c t o social y p ro toco la r io completo.

Medio impor tante de comunicación y f i n en sí mismo, al cubrir una necesidad

v i ta l cual es la de alimentarse. Const i tuye todo u n ar te el arreglo de la

mesa, la presentación de los platos y bebidas, los estilos del servicio, las

reglas de ordenación de los invitados, los discursos y los brindis.

Fisiología delgusto1, u n t ra tado de gastronomía, rico y variado. En una de

sus máximas se af irma: "Convidar a alguien equivale a encargarse de su

felicidad en tanto este con nosotros". Dirá que el placer de la comida es la

sensación actual y directa que se satisface; el placer de la mesa es la

sensación reflexionada que nace de las diversas circunstancias, situaciones,

cosas y personas que acompañan al sustento. El placer de la comida es

común a hombres y animales, sólo requiere apeti to; el placer de la mesa

es peculiar de la especie humana, supone cuidados en preparar los manjares,

elegir l ugar y reun i r a los convidados. Después de u n banquete b ien

dispuesto, cuerpo y alma gozan de un bienestar especial. Dirá Bril lat- Savarín

que alrededor de una misma mesa se encuentran a menudo juntas todas

las manifestaciones que entre nosotros ha in t roducido la mas avanzada

sociabi l idad: amor, amistad, negocios, especulaciones, poder, empeños,

protecciones, ambiciones e intr igas; véase porqué los convites de t o d o

tienen; véase por qué producen f ru tos con toda clase de sabores.

LOS COMPORTAMIENTOS

Decía Monta igne en sus Ensayos:

"No sólo cada país, sino cada ciudad y profesión tienen sus

normas de t ra to social. Yo recibí en m i infancia una

educación bastante esmerada y he vivido en un ambiente lo

suficientemente bueno para no ignorar las leyes de nuestro

1 BRlLLAT-SAVAR~N, Anselmo (1979) 2 MONTAIGNE, Miguel de (1962)

acatarlas, aunque no tan ciegamente que sufra por ello. se recogen las bestias tras el banquete y se llevan al lavadero, su hedor

Todas las normas tienen aspectos molestos pero si se saben impregna las demás ropas con las que se los lava".

eludir éstos, con tacto y nunca por ignorancia, no se pierde Da Vinci dará una alternativa a los manteles sucios: " h e ideado que a

nada con ello. He visto a muchos cometer torpezaspor exceso cada comensal se le dé un paño que después de ensuciado por sus manos y

de amabil idad y a otros ser inoportunos por exceso de su cuchillo podrá plegar para de esta manera no profanar la apariencia de

cortesía. El dominio del trato social constituye una ciencia la mesa con su suciedad Pero, ¿cómo he de l lamara estos paños?. Leonardo

utilísima. Facilita nuestras relaciones -lo mismo que Iagracia acababa de inventar la servilleta, pero al ponerla en práctica sufrió el

o la belleza- y así nos permite aprender con los ejemplos de rechazo, lo que le produjo honda amargura.

los otros y ayudar a los demás con el nuestro'". Pietro Alemani, embajador de Florencia en Milán, comentaba en una

Hermosa forma ésta de definir la naturalidad el famoso filósofo francés

a la hora de aplicar las normas de comportamiento social. Deben acatarse

pero sin exageración y desterrar las que verdaderamente han quedado "el maestro Leonardo ha descuidado sus esculturas y

anticuadas y ridículas. geometrías y se ha dedicado a los problemas de mantel de

Si repasamos la amplia bibliografía que sobre protocolo y ceremonial su Señor Ludovico cuya suciedad le angustia grandemente.

ha salido en los úl t imos años, toda ella dedica un gran espacio a los Presentó en la mesa el paño individual frente a cada invitado

comportamientos personales en los actos oficiales y fundamentalmente en destinado a ser manchado en sustitución del mantel; pero

el banquete. Pero no siempre ha sido así. con gran inquietud del maestro Leonardo algunos de los

No hace mucho t iempo cayó en nuestras manos un pequeño libro invitados se dispusieron asentarse sobre él, otros se sirvieron

titulado Notas de Cocina de Leonardo Da vinci3 (1452-1519) que incluía del paño para sonarse las narices, otros se lo arrojaban como

el famoso Codex Romanoff; desconocido hasta su aparición en 1982 que porjuego, otros envolvían en él las viandas que ocultaban

recoge preciosos dibujos de Leonardo para aplicar a la cocina. Desde 1482 en sus bolsillos y faltriqueras; acabó la comida y el mantel

estará al servicio del gobernador de Milán, Ludovico Sforza "El moro", principal quedó ensuciado como en anteriores ocasiones y

donde desempeñará múltiples actividades y sobretodo será maestro de el maestro leonardo desesperanzado de que su invención

lograra consolidarse ". En uno de sus capítulos habla Leonardo de los modales en la mesa y

dirá " la costumbre de mi señor Ludovico de amarrar conejos adornados con En 1495 encargará Ludovico "El moro", el fresco para el comedor del

cintas a las sillas de los convidados a su mesa, de manera que puedan Monasterio de Santa María de la Gracia que ha inmortalizado a Leonardo:

limpiarse las manos impregnadas de grasa sobre los lomos de las bestias, se l a ú l t ima cena. Refleja el momento psicológico más angustioso en la

comida más importante de toda la historia: cuando Jesús anuncia a sus

3 DA VINCI, Leonardo 119931 discípulos que muy pronto va a ser traicionado. Leonardo reflejará de

forma magistral las actitudes de cada personaje. Cuánto es de admirar esta En muchas ocasiones los que asumen la apasionante, pero muchasveces polifacética figura cumbre en la historia del arte de todas las épocas. ingrata, tarea del protocolo piensan que lo peor que le puede pasar a un

Estos divertidos episodios del mantel, ya tan lejanos en el tiempo, nos acto es que precisamente por temor a su ceremonial llegue incluso a recuerdan como ha sido una lenta evolución la que a través de los siglos suprimirse, a no celebrarse. En muchas ocasiones oímos: ipara qué el se ha ido experimentando hasta llegar a nuestros días, donde curiosamente banquete; mejor la recepción!, olvidando la categoría que tiene el primero, se pierden muchas reglas que verdaderamente eran las que sostenían los aunque sea más complicado y a veces incómodo, comparado con el segundo. banquetes protocolarios. Volveremos sobre los comportamientos en la Debemos luchar hasta conseguir que ese aperitivo previo al banquete mesa.

LA MESA DE HOY Y SUS PELIGROS

No hace mucho tiempo, en 1994, apareció un libro muy difíci l de

encontrar, agotado hacía muchos años, pues se publicó en 1888, t i tulado

La mesa moderna. En él se recogía la correspondencia sostenida en aquella

maravillosa publicación del pasado siglo llamada La Ilustración Española y

Americana en los años 1876-77, entre D. Mariano Pardo de Figueroa, un

hidalgo andaluz de vasta cultura, hi jo de Medina Sidonia donde en su

Huerta de Cigarra, vivió y murió, que firmaba con el seudónimo El Doctor

~ h e b u s s e m ~ y su oponente que firmaba con el seudónimo "Un Cocinero de

Su Majestad" que en realidad era D. José Castro y Serrano, hombre político

y académico de la Historia y de la Lengua. Los temas que se discuten en

esa época son de lo más variado, pero destaca sobre todo el afán por

conservar las mejores costumbres en la mesa y salvar por encima de otras

cocinas internacionales, la verdadera cocina española. Si hoy levantaran la

cabeza se quedarían mucho más preocupados, porque el banquete solemne

tiene hoy un enemigo muy peligroso: la recepcion previa, aperitivo o como

se le quiera llamar que precisamente por sus excesos relegan a segundo

plano la verdadera comida.

sea lo que fue siempre: una ligera copa de espera hasta reunir a todos los

comensales. De no ser así, el exceso de bebidas y aperitivos que a veces se

prolongan durante una hora y a veces hora y media, con todos los invitados

en pie, que empiezan a cansarse, cuando se sientan para la comida ya no

tienen el normal apetito porque ha pasado la hora.

Afortunadamente, en la vida oficial no se producen estas circunstancias

con la asiduidad del banquete privado; pensemos en las bodas, homenajes,

bautizos, etc. porque en el banquete oficial el horario hay que cumplirlo

rígidamente. Pero precisamente está el peligro en que esas recepciones

previas por ser muy cómodas y sencillas e incluso más económicas, pero

evidentemente menos protocolarias, lleguen a anular el banquete.

Otro peligro derivado del anterior es la pérdida de buenos platos en el

menú. Bastaría comparar un cubierto de hace cincuenta años con los que

ahora se sirven.

Un tema también preocupante es el de la mujer en el protocolo. Si en

verdad hay que señalar los momentos estelares y definidores del siglo XX,

junto a los inventos que todos conocemos y que han cambiado la forma y

duración de la vida, está la emancipación de la mujer en casi todo el

mundo civilizado, con el acceso a todas las profesiones y su equiparación

absoluta con el hombre. Esta circunstancia motiva que peligre la ordenación

clásica de los comensales en la mesa solemne: la alternancia del hombre

y la mujer. Muchas mujeres que ostentan cargos importantes, son ellas las

1 autoridades, exigen su puesto como autoridad y no como mujer, lo que 4 DA VINCI, Leonardo (1993) lleva consigo que en una aplicación estricta del Reglamento de precedencias

estarían varias

además lo que

mujer.

mujeres juntas o varios hombres jun tos y no se cumplir ía

ha sido costumbre siempre, el que nunca cierre la mesa una

Hay que ve lar porque se mantenga en la mesa protocolar ia la

alternancia hombre y mujer; por ser más estético, por ser más natural, por

ser de t rad ic ión y porque vencidas todas las barreras que en los derechos

había entre hombre y mujer -al f i n ya están igualados- en el banquete se

aprec ian las d i ferenc ias natura les que son m u y necesarias hoy, en u n

mundo t a n desorientado y fa l to de valores, entre u n hombre y una mujer,

en la forma de vestir, en el trato, en def ini t iva en la cortesía.

Un banque te para que pueda l lamarse p ro toco la r io requiere su

documentación. A l menos cuatro impresos son necesarios: la invi tación, el

menú o minuta, la tar je ta de si tuación en la mesa y la tar jeta de mesa.

En la inv i tac ión se debe preparar con el mayor cuidado el texto, el

formato, el envío y la conf irmación. Previamente y con una semana de

an te lac ión el a n f i t r i ó n cursa u n t a r j e t ó n a sus inv i tados ind icando el

mot i vo del banquete, el lugar, día y hora del mismo, con indicación de la

etiqueta. El envío debe hacerse con acuse de recibo. La conf irmación de la

asistencia debe ser comunicada a l anf i t r ión lo antes posible.

La m inu ta se si túa a l lado derecho de cada cubierto, donde f igura la

persona que ofrece el banquete, en honor de quien, el motivo, así como los

platos que se van a tomar y los vinos. Volveremos sobre su contenido.

En la tar jeta de si tuación en la mesa f igura el nombre de la persona.

Es u n plano reducido de la mesa con indicación del acceso al salón y lugar

aproximado donde se va a si tuar el invi tado. Este se entrega momentos

antes de pasar a l salón y su finalidad consiste en conocer previamente el

lugar y ocupar el s i t io en el menor t iempo posible.

En la tar jeta de mesa aparece el nombre y cargo del inv i tado y está

colocada previamente delante del cubierto.

CLASES DE MESAS Y usos5

La mesa imperial es la más protocolaria. Es una mesa rectangular cuya

longi tud dependerá del número de comensales y cuyos extremos terminan

en semicírculo. El ancho dependerá de su longi tud y varía entre dos metros

en las más largas a 1 '50 metros en las más pequeñas.

La mesa en "U" t iene esta forma y en la parte de presidencia su ancho

es de 75 centímetros. Los dos brazos t ienen u n ancho de un metro.

La mesa en peine deriva de la mesa en "U". A la presidencia que se

sitúa en mesa rectangular alargada se añaden varios brazos en disposición

vertical. Tienen los anchos de la mesa en "U".

Mesas alternadas, circulares y rectangulares con presidencia en mesa

rectangular o circular son propias de banquetes con muchos comensales.

Las circulares no deben sobrepasar los ocho comensales y las rectangulares

doce. Si la presidencia se dispone en forma rectangular no deben sobrepasar

los veinte comensales pues se vería excesivamente larga. Si es circular el

máximo deben ser diez. Un mayor numero sería aumentar el diámetro y no

sólo sería poco estética sino incómoda a l no poder hablar bien n i escucharse

los invitados.

Usos.- En la Imperial todos se encuentran en una sola mesa y la doble

presidencia se si túa f rente a frente. En España las presidencias se colocan

en el centro de la mesa siguiendo el esti lo francés a diferencia del esti lo

inglés donde quienes presiden se si túan en los extremos. Es curioso que en

España la mesa fami l iar se disponga a l esti lo inglés, pues los padres se

5 URBINA. iose Antonio de (1990) s ientan en las esquinas. En la mesa en "U", anf i t r ión e inv i tado de honor

quedan jun tos en el centro de la mesa y sirve para banquetes donde esté se colocan separados salvo los homenajes a matr imonios y cuando asiste

previsto a lgún t ipo de espectáculo. La mesa en peine a l quedar muchos el Jefe del Estado y su esposa. En esta doble presidencia, cuando se sientan

invi tados de espaldas rara vez se ut i l iza en banquetes protocolarios. Las juntos la señora ocupa el lado derecho y el caballero el izquierdo, salvo el

mesas alternadas son las propias de banquetes con número elevado de Jefe del Estado que siempre ocupa la derecha.

invi tados y m u y apropiadas en congresos.

Cuestión m u y impor tan te es el lado preferente de la mesa. En la mesa

imperial la presidencia de mayor rango, si la mesa se encuentra dispuesta LAS PRESENTACIONES

vert icalmente hacia la puerta de acceso, será al lado derecho entrando. Si

se encuentra paralela a la puerta, la mayor presidencia estará a l fondo,

esto es, al sentarse, se mira a la puerta. Cuando en el salón hay u n paramento

con deta l les a rqu i tec tón icos u o rnamenta les impor tan tes (chimeneas,

retablos, etc.) en ese lugar se si túa la presidencia de mayor rango.

En la mesa imperial , anf i t r ión e inv i tado de honor estarán f rente a

frente. En las mesas en "U", en peine, y en las al ternadas con presidencia

rectangular, anf i t r ión e inv i tado de honor o los homenajeados, siempre van

juntos y ocupan el centro de la mesa presidencial.

Los extremos de la mesa generalmente no se cubren aunque depende

de las costumbres de cada lugar. En la mesa imperial más impor tante del

país, la del Palacio Real, que admi te hasta c iento cincuenta comensales los

ext remos son ocupados en las cenas de Estado por el i n t r o d u c t o r de

embajadores y un a l t o cargo de la Casa de S.M.

En toda reunión social, y el banquete lo es, de no conocerse la persona

con la que se ha de conversar se debe procurar ser presentado. El anf i t r ión

se encarga de hacer las presentaciones. Deben hacerse siempre de pie,

salvo que se t ra te de personas de mucha edad que podrán hacerlo sentadas.

Para presentar a alguien se presenta pr imero la persona menos impor tante

a la más importante. Se consideran importantes a efectos protocolar ios la

mujer a l hombre; la mayor a la menor edad; el cargo o t í tu lo superior.

Siempre se presenta un hombre a una mujer salvo en caso de autoridades

rel igiosas o Jefes de Estado. N o debemos temer a ser pesados en la

presentación: deben darse nombre, apellidos, profesión, cargo, t í tulo, etc.

Si presentas a a lgu ien de la fami l i a n o dudes en deci r el nombre y a

cont inuación "m i marido, m i mujer, m i hijo, etc."

LOS TEMAS DE CONVERSACI~N

En la mesa protocolar ia hay que ev i ta r e l hab la r de temas que

A par t i r de presidencia única o de doble presidencia, se si tuarán los socialmente se consideran prohibidos como sería la política, las razas, los

invi tados por orden de precedencia a derecha e izquierda de forma alternada. problemas conyugales, los chistes de ma l gusto, etc.; no incurr i r en los

Esto lleva consigo preparar una relación de caballeros y otra de señoras temas que socialmente se consideran aburridos como son las enfermedades,

por orden de precedencia y con u n p lano preparado ad hoc i r pasando el servicio doméstico, los impuestos, etc; tampoco hay que pasarse en las

despacio a l papel y a su lugar a cada invi tado. aficiones particulares de cada uno salvo que t e pregunten. Hay por tan to

Las señoras t ienen el mismo rango que sus esposos. Los matr imonios un ampl io margen de temas relacionados con el propio objeto del banquete

LA SELECCI~N DEL MENÚ invitados.

Digamos algo más sobre los comportamientos en la mesa de lo que En l íneas generales las m i n u t a s protocolar ias requieren unas

nos hablan la mayoría de los manuales que nos recuerdan todas las reglas, condiciones especiales:

m u y numerosas, para part ic ipar d ignamente en el banquete. Esperar a que - Calidad: evitar sucedáneos.

t e si túen; nunca sentarse antes que la presidencia; no empezar a comer - Cantidad: proporción en cada p la to y equi l ibr io en el conjunto.

antes que todos los comensales estén servidos; no hablar al to, no dejar los - Presentación: vistoso y elegante.

cubiertos cruzados a l terminar el p la to; no poner los codos encima de la - Puntual idad: el banque te p ro toco la r io t i ene su t i e m p o que no

mesa; encender los c igarr i l los después del post re; servirse lo que puede demorarse; lo que impl ica que debe ser fáci l de cocinar, fáci l

verdaderamente se va a comer; beber con moderación y nunca levantarse de servir y fáci l de comer. Se descartan por t a n t o los platos que

antes que el anf i t r ión. pueden demorarse en la cocina, los platos complicados de servir

porque pierdan presentación o porque sean incómodos y por ú l t imo

los platos con d i f icu l tad para comer (los que t ienen espinas, huesos

INTERVENCIONES Y DISCURSOS o con d i f icu l tad para tomar, como pueden ser determinados mariscos

o f ru tas naturales).

Se in ic ian siempre después del café salvo cuando este se sirve en salón El tar je tón donde va impreso el menú debe cuidarse mucho. Recuerdo

aparte. Nunca deben faltar, salvo cuando hay ceremonia de clausura previa al embajador Churruca en una magníf ica conferencia que pronunció en la

a l banquete. El orden de in tervenciones siempre es de menor a mayor Escuela Diplomática hace unos años recomendar varios puntos a tener en

rango, cerrando las intervenciones quien preside, salvo cuando se t ra ta de cuenta al redactarla:

un homenaje ya que el homenajeado será el ú l t imo para dar las gracias. - En primer lugar seguir u n cr i ter io internacional en relación con los

i platos, pues si son de sobra conocidos resulta una cursilería ponerle

i u n añadido de t ipo local (consoméTorre del Oro o consomé Giralda).

EL SERVICIO DE CAMAREROS - En segundo lugar ev i ta r poner a lgún nombre que pueda ser ! incorrecto o contraproducente. Una minuta que diga solomil lo al

En los banquetes of ic ia les se sirve pr imero a todas las señoras de estilo de Gibraltar no sólo es una cursilería sino que puede ser una

mayor a menor rango y a cont inuación a los caballeros por el mismo orden. ofensa para ciertas personas que part ic ipen en el banquete.

Los camareros irán perfectamente uniformados. El comportamiento en la

mesa de protocolo debe ser impecable: servir protocolar iamente por las

precedencias t a n t o de señoras como de caballeros; no hablar salvo que le DECORACIÓN DE LA MESA

pregunten; n o hacer ru ido con la vaji l la, cristalería o cubiertos; no derramar

nada a l servir o re t i ra r los p la tos y estar en t o d o m o m e n t o a t e n t o a l En los almuerzos los manteles deben ser blancos o de colores pálidos;

por la noche s iempre blancos. Las f lores deben ser s iempre naturales,

huyendo de las excesivamente olorosas, especia lmente las silvestres.

También se puede adornar la mesa con frutas. Los candelabros deben llevar

velas blancas y se ut i l izan sólo de noche. Los bronces o porcelanas deben

i r alternados con las f lores a lo largo de la mesa en la zona central. Las

banderas se colocan cuando asiste una personalidad extranjera invi tada;

bien en astas detrás de la presidencia b ien con banderines de mesa o cintas

de los colores nacionales en las flores.

En este sent ido recuerdo que nos visi tó durante la Exposición Universal

u n a l t o representante de u n pais le jano que hacía pocos meses había

cambiado de bandera. Afor tunadamente y a t iempo se pudo cambiar la

bandera pues se había colocado la del régimen polí t ico anterior. También

en esa época me comentó u n diplomático de la Jefatura de Protocolo de

la Presidencia del Gobierno que en una visita de Estado a u n pais exótico,

aquí fue peor, izaron la bandera de España pero la del General Franco.

Estos detalles de simbología revelan el que se debe estar a tento hasta el

u l t imo momento repasando y poniendo a punto todo. Como vemos cualquier

regla protocolar ia por sencil la que parezca cuando se omi te puede traer

consecuencias insospechadas siempre desagradables para la autor idad

anf i tr iona.

señalizado y con aparcamientos, a perderse y no saber dónde dejar e l

coche.

Las fechas y las horas son también a tener en cuenta. Señalar sábados,

festivos, domingos o en horas con impor tantes celebraciones televisivas o

de o t r o orden mu l t i tud inar io siempre es peligroso así como f i j a r horas

inapropiadas.

Nunca podemos olvidar que el protocolo t iene su economía; así que

un presupuesto económico, que. no sea cicatero pero que tampoco t i re la

casa por la ventana, que esté en u n pun to medio, es el que dará la buena

imagen.

Debe cuidarse en la de fase de preparación el acondicionamiento del

ed i f i c io y el salon a l banque te a celebrar; hab i l i t a r los accesos y

aparcamientos; adoptar las medidas de seguridad que muchas veces pueden

determinar lo anter ior y preparar una zona de espera de autoridades que

permit i rá recibir d ignamente a todos.

El garant izar que func ionen bien los elementos auxil iares puede in f lu i r

en el éxi to: la buena i luminación, la temperatura adecuada, la insonorización

que impida ruidos exteriores, el guardarropas, la cal idad de sonido a la

hora de los discursos, la comodidad de los asientos en correspondencia con

la al tura de la mesa, todos ellos medios materiales que no pueden fallar.

No o lv idemos tampoco los med ios personales: porteros, ordenanzas y

ujieres necesarios sin olvidar todo el servicio de camareros cuyo número

debe ser siempre ampl io y suficiente.

Si todo acto protocolar io debe llevar previamente un proyecto, en el banquete con mucha más razón. Definir el lugar adecuado impl ica que tenga EL BANQUETE Y LOS MEDIOS DE COMUNICACI~N dignidad, espacio y acceso, porque no es lo mismo comer en un hermoso

salón decorado de u n palacio, a comer en un restaurante; porque no es lo Varios l ibros se han escr i to en los Últ imos años sobre protocolo y mismo comer en una mesa donde se está estrecho y es desproporcionada medios de comunicac ión. El banquete hasta hace poco t i e m p o estaba a l número de inv i tados, a sentarse en una mesa con sus espacios práct icamente vedado a los medios informativos. Hoy en cambio hay que reglamentarios; porque no es lo mismo llegar a u n lugar perfectamente tener muy en cuenta que los banquetes oficiales entran las cámaras para

recoger los primeros momentos y las intervenciones. Conviene establecer

una zona de trabajo que no invada ni moleste a los invitados. No hace mucho

tiempo todos recordamos que en la visita del presidente Clinton a Madrid

por vez primera pudimos ver por televisión no sólo la llegada de los

invitados al Palacio Real sino como estaba dispuesta la mesa y como se

fueron situando todos los invitados.

LAS INCIDENCIAS

Si todo acto protocolario lleva consigo elementos de riesgo en algunas

de las previsiones, en el banquete el incidente puede revestir mayor l

gravedad. El primero el de la falta de puntualidad. Gravísimo porque en

cualquier otro acto siempre hay alguna forma de incorporarse el invitado

retrasado. Sentados todos los invitados a la mesa resulta muy desagradable

pedir permiso para ocupar el asiento vacío.

I ; Los fallos en las confirmaciones, bien por ausencia o por presencia no 1 esperada puede obligar a correr puestos en el orden de precedencia a

últ ima hora o añadir asientos que en todo caso deben estar disponibles y

con espacio suficiente para incorporarse a la mesa.

Como en cualquier acto protocolario y en el banquete mucho más,

debe cumpl i r la máxima de su cometido: "estar en todo y pasar

desapercibido"; demostrar siempre serenidad, nunca precipitación; actuar

con discreción ante los invitados, al saludar, presentar, acompañar, informar

y despedir; nunca familiaridades ni confianzas; ayudar en todo momento

al anfi tr ión que debe estar siempre informado de todo. Causa una mala

I'Ii, ' impresión cuando éste pregunta qué es lo que hay que hacer desde su puesto

tan enormemente sacrificado. El anfitrión llega el primero y se marcha el

últ imo y el jefe de protocolo debe procurar que esté siempre despreocupado,

relajado y optimista.

Por ello debe ocupar un lugar en el salón que pueda tener fácil salida

para cualquier emergencia y pueda estar en todo momento a disposición

del anfitrión.

Queda por tocar el tema de la protesta protocolaria, siempre

desagradable cuando el invitado no está conforme con el lugar que se le

ha asignado y formula su queja. Puede ser fundada o infundada. En el

primer caso el jefe de protocolo debe presentar excusas e intentar resolver

la precedencia correcta, aunque nunca debe olvidar el invitado que la

deferencia y cortesía prestigian a la persona y al cargo. La queja debe

presentarse al término del banquete o al día siguiente. Cuando es

infundada procede el razonamiento y la explicación por parte del jefe de

protocolo para convencer o intentar convencer al invitado que la ha

formulado.

Todo lo que hemos dicho hasta ahora tiene un denominador común y

es el convencimiento de que la regla protocolaria sea cual sea su naturaleza,

siempre ejercida con naturalidad, es beneficiosa para todos.

Avanzando más en el orden espiritual nunca podemos olvidar las

enseñanzas de Jesús en la mesa que nos narran los evangelistas y que

hacen al banquete trascendente. La parábola de los primeros puestos que

refiere San Lucas en el capítulo catorce:

"Habiendo notado como los invitados elegían los primeros

puestos les dijo esta parábola: cuando alguno te convide a

6 LEAL, Juan (1961)

un banquete n o te sientes en e l pr imer puesto no sea que

haya otro invitado más digno que t ú y tengas con vergüenza

que ocupar e l último. Por e l contrario, cuando te conviden

ponte en e l ú l t imo lugar; de esta manera cuando venga e l

que te convidó te dirá: amigo sube más arriba. Y entonces

quedarás bien delante de todos los convidados. Porque todo

e l que se ensalza será humil lado y e l que se humi l la será

ensalzado I ' . ~

Es curioso ver la frecuencia con que Jesús, bien en sus hechos o en

sus parábolas, recurre al banquete. Su primer milagro en la boda de Cana

de Galilea cuando a petición de su madre convierte el agua en vino; el

banquete que Mateo, ya convertido y agradecido, le ofrece a Jesús en su

casa; el l lamamiento de purificar no sólo el exterior sino el interior de la

persona que hace en el banquete en casa del fariseo; la parábola del gran

se levantó de l a mesa, dejó su manto y tomando un lienzo se lo ciñó, echó

después agua en u n ja r ro y se puso a lavar los pies a sus discípulos y a

secarlos con e l lienzo con que estaba ceñido".

Todo para exaltar la pureza del corazón. Después instituye la Eucaristía que

hará eterno un banquete que se perpetúa diariamente en la misa. Y el

mandamiento último: "amaos los unos a los otros como yo os he amado ... No cabe amor más grande que e l de dar la propia vida po r los amigos".

LOS BANQUETES RECORDADOS

Decíamos al principio que en mis casi treinta y ocho años de servir al

protocolo, primero en la Diputación Provincial, más tarde en el Gobierno

Civil, en la Junta de Andalucía, y ya para siempre en el Ayuntamiento de banquete que lo compara con el reino y rechaza las excusas de los que no 1 Sevilla. he comprobado que el banquete es el acto protocolario más quieren asistir; la parábola del hi jo pródigo en la que el padre, dichoso completo. Por ello quisiera evocar en estos minutos finales algunos que me porque vuelve el hijo perdido, piensa que lo mejor es celebrado con una han impresionado de los cientos en los que he participado. En primer lugar espléndida comida; la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro que evocar los grandes escenarios históricos donde se han desarrollado los refleja lo desgraciado que es el que no comparte su comida; el banquete banquetes. Recordar el Salón Gótico de Alfonso el Sabio, en el Real Alcázar, en casa de Simón el leproso, que exalta la generosidad de María al derramar Rey que me gustaría recordar por lo que amó a mi ciudad y porque en ella el perfume; el banquete en casa de Marta y María, las hermanas de Lázaro quiso ser enterrado. En las Cantigas de Santa María se narra un precioso el resucitado, episodio no bien comprendido el de Marta, la que prepara la milagro que lo atribuye a Santa María del Puerto. Se celebraron Cortes en comida y María que escucha las palabras de Jesús y fáci l de entender, Sevilla y queriendo el Rey en sábado invitar a sus huéspedes en el Alcázar, porque en definitiva las dos actitudes son complementarias y se plasman le dicen que no hay pescado; tras rezar a Santa María, envía a sus en el dicho "ora e t labora" (reza y trabaja). despenseros a ciertos canales del río donde encontrarán maravillados

Y La úl t ima cena, que fue en un piso alto y en una sala alfombrada: cuatro barcas cargadas de peces, que permitirá a don Alfonso celebrar la "He deseado ardientemente comer esta Pascua con vosotros ... ¿Quién es el comida. Este gran salón, testigo de importantísimas ceremonias y banquetes mayor e l que manda o e l que sirve? ... Yo he venido a servir...". Después será en todos los tiempos, se sigue actualmente utilizando para estos fines. el lavatorio que tan emotivamente narra San Juan y la hermosa lección de El Salón de Embajadores, cumbre de la arquitectura mudéjar española, humildad que da a sus discipulos. "Mientras cenaban sabiendo que e l Padre escenario de grandes banquetes y donde se casó el emperador Carlos V en había puesto todas las cosas en sus manos y que salió de Dios y a Dios volvía 1526; aquí en 1970 se ofreció un almuerzo al emperador de Etiopía Haile

Selasie que comió con cubertería de plata dorada y obsequió a los flamencos casa Grifé y Escoda de Barcelona. Todo se conserva con el mayor cariño

al finalizar su actuación con monedas de oro; el Cuarto del Almirante, que para que los banquetes se sigan celebrando y la ciudad siga con su

recuerda las estancias de los Reyes Católicos y el banquete que en 1490 tradicional hospitalidad acogiendo a las altas personalidades que cada día

se ofreció por el compromiso matr imonial de la Infanta Isabel con el con mas frecuencia la visitan.

príncipe portugués D. Alonso; la larga estancia de la corte, durante el

lustro (1 729-1733) que permaneció Felipe V en Sevilla; la época de Alfonso

XII y el casamiento con su prima la lnfanta Dña. María de las Mercedes y

los banquetes que se ofrecieron en el Real Alcazar y en el Palacio de San

Telmo; el rey Alfonso XIII, rey enamorado de Sevilla, que organizó - BENITO SACRISTÁN, Pilar (1996): Manua l de Protocolo en las

innumerables comidas desde 1910 a 1930; la boda de la Infanta Dña. Elena Corporaciones Locales, Madrid, Comunidad de Madrid.

de Borbón con el almuerzo de cerca de mi l quinientos invitados que ocuparon - (1 998): M a n u a l de Protocolo, Ceremonial y Actos

todos los salones y estancias del palacio bajo; el comedor del cuarto real Públicos, Barcelona, Film Ideal 2000.

a l to donde tan pocos banquetes se han ofrecido y del que existe una - BRILLAT-SAVAR~N, Anselmo (1979): Fisiología delgusto, Barcelona,

fotografía de 1968 con la mesa preparada para la ú l t ima estancia en Editorial 1 beria.

Sevilla del general Franco; la cena que en honor del sultán de Marruecos, - DA VINCI, Leonardo (1993): Notas de cocina, Madrid, Ediciones

Mohamed V, se celebró en 1956 en el Salón Colón del Ayuntamiento que Temas de Hoy.

quedó para siempre en el anecdotario sevillano, pues hubo que tapar el - DEVALLS, Natal ie (1 990): La et iqueta hoy, Borcelona, Editorial

monumental cuadro de la Paz de Wad-Ras representativo de la derrota Acervo.

marroquí que se encuentra en la escalera, para que no se disgustara el ilustre - DOCTOR THEBUSSEM (1994): Lo mesa moderna, Sevilla, Cerro Alto

invitado; la cena ofrecida en 1971 a los entonces Príncipes de España en

el mismo Salón Colón donde todavía se organizó la ceremonia del brazo - GLASS, Lill ian (1 995): Hablar en sociedad, Barcelona, Ediciones

entrando así las ilustres personalidades que ocupaban la presidencia; así

podríamos seguir evocando tantos almuerzos y cenas que se han ofrecido - GONZÁLEZ TURMO, lsabel (1 996) : Sevilla. "Banquetes, tapas, cartas

a las mas altas representaciones de países extranjeros que han honrado la y menús". 1863-1 995. Sevilla, Ayuntamiento.

ciudad y de las que hemos sido testigos en los Últimos treinta años. - LAFORET, Juan José (1997): Protocolo y Medios de Comunicación

Con sumo cuidado el servicio de protocolo municipal conserva todos Social, Gran Canarias. Insti tuto Canario de Admón. Pública.

los elementos antiguos y de gran valor sentimental que pueden incorporarse - LEAL, Juan (1 961 ): Sinopsis de los cuatro evangelios, Madrid, B.A.C.

en la mesa. Los manteles bordados por monjas de clausura para la Exposición - LÓPEZ, Camilo (1990): El l ibro del saber estar, Oviedo, Ediciones

Iberoamericana de 1929; la vajilla de Sévres y de Limoges del mismo año,

con el precioso escudo municipal a diez colores del siglo XVI; la cubertería (1 992): El libro del buen estar 2: La urbanidad y los

de plata y la cristalería en parte ya rota pero completada en 1987 por la usos sociales, Oviedo, Ediciones Nobel.

,ri 1 i l 1 1

1 ¡ (1 997): El libro de oro del saber estar. Guía práctica

de las buenas maneras", Madrid, Coleccionable de Prensa Española.

- LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco (1 995): Manual de Protocolo, 4

i b l

I ' Barcelona, Editorial Ariel. I 1 1 'j I

- MARCHESI, María Rosa (1992): Elprotocolo hoy, Madrid, Ediciones 1 El País-Aguilar.

- M A R ~ N CALAHORRO, Francisco (1997): Fundamentos de Protocolo

en la comunicación institucional, Madrid, Síntesis. 1 - MONTAIGNE, Miguel de (1962): Ensayos, Buenos Aires, M. Aguilar

Editor. - RUEDA, Fernando y SANJUÁN, José Carlos (1996): Protocolo en la

sociedad y en la empresa, Madrid, Unión Fenosa. - SOTO D~EZ, Carmen (1 992): Las buenas maneras. Usos y costumbres

sociales. El Protocolo, Madrid, Ediciones La Palabra.

- URBINA,JoséAntoniode (1990): Elartedeinvitar.Suprotocolo, 2a

ed., Barcelona, Consejo Superior de Relaciones Publicas de España. - (1991): Manual de protocolo diplomático, Madrid,

M.A.E. - (1994): El protocolo en los negocios, Madrid, Ed.

Temas de Hoy. - (1 995): El protocolo en casa, Madrid, Ed. Temas de

Hoy. - USS~A, Alfonso (1992 y 1994): Tratado de las buenas maneras 1 y 11,

Barcelona, Planeta. - VILARRUBIAS SOLANES, Felio (1 992): El Protocolo en los actos de

la Administración, de las Corporaciones y de las Empresas, Oviedo,

Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo.

- (1994): Tratado de Protocolo del Estado e

Internacional, Oviedo, Ed. Nobel, S.A.

i Aarodezco o mi coloborodor v omioo Antonio Guillén Rodriquez su eficaz trabajo de conversión, de lo que fue uno . - conferencio pronunciodo en Arcos de la Frontero, con opoyo de diopositivas -repetido en la Escuela de Hostelerio de lo Fundocion Cruzcampo un ano mas tarde- o este orticulo que ohoro se publico