edición 19 | trochando sin fronteras | septiembre 2014

12
Medio informativo del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia DESDE LA CÁRCEL TAMBIÉN SE LUCHA LA LUCHA DE LOS JÓVENES Y ESTUDIANTES DEL CENTRO ORIENTE APUNTES SOBRE LA CRISIS DEL AGUA PÁG. 6 PÁG. 5 PÁG. 8 www.trochandosinfronteras.info / www.centrooriente.org/@trchandosf. Septiembre 2014/Edición 19 UN INSTRUMENTO DE LUCHA DEL CAMPESINADO EN COLOMBIA EL CNA

Upload: trochando-sin-fronteras

Post on 04-Apr-2016

215 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Palestina, Agua, Campesinos, Jóvenes

TRANSCRIPT

Medio informativo del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia

DESDE LA CÁRCEL TAMBIÉN SE LUCHA LA LUCHA DE LOS JÓVENESY ESTUDIANTES DEL CENTRO ORIENTE

APUNTES SOBRE LA CRISIS DEL AGUA

PÁG.6

PÁG.5

PÁG. 8

www.trochandosinfronteras.info / www.centrooriente.org/@trchandosf.Septiembre 2014/Edición 19

UN INSTRUMENTO DE LUCHADEL CAMPESINADO EN COLOMBIA

EL CNA

Las respuestas del Estado colombia-no frente a las acciones guerrilleras, lejos de disminuir la intensidad del conflicto armado, por el contrario aumentan las violaciones a los dere-chos humanos y al derecho interna-cional humanitario.La serie de acciones de guerra desa-rrolladas por la insurgencia durante el último año en todo el país y espe-cialmente en Arauca inquietan a las autoridades civiles y militares, que no encuentran la forma de resolver un conflicto social y armado que ya cumple 50 años.Cada acción insurgente es tomada como excusa para restringir dere-chos y libertades de los habitantes de un territorio. El propio ministro de defensa en sus declaraciones públicas estigmatiza y señala indis-criminadamente a los habitantes de Saravena, ante su incapacidad de disminuir las fuerzas insurgentes en esta parte del país.Luego del homicidio del secretario de desarrollo social del mencio-nado municipio, hecho reconoci-do públicamente por el Ejército de Liberación Nacional – ELN- se aumenta el pie de fuerza en apro-ximadamente 500 efectivos entre

militares y policía. Pero lejos de lo-grar golpes contundentes contra la insurgencia, ha aumentado el núme-ro de denuncias por violaciones a los derechos fundamentales, abuso de autoridad, detenciones arbitrarias y empadronamientos, siendo víctimas principalmente jóvenes y niños de Saravena.Las vías intermunicipales en Arauca se encuentran altamente militariza-das, pero toda esa fuerza desplegada en la región es utilizada para pro-teger la infraestructura petrolera, que se ha visto seriamente afectada igualmente por acciones de la in-surgencia. También ante ello la res-puesta oficial es reprimir, amenazar y señalar a campesinos, mujeres, indígenas, trabajadores, jóvenes que construyen su proyecto de vida en el territorio.Y si la gente se atreve a denunciar la corrupción oficial, la respuesta también es violenta: caso ejemplar es el del ex alcalde de Cubará (mu-nicipio boyacense limítrofe con Arauca) Samuel Bohórquez, quien fue secuestrado, lideraba la veeduría ciudadana respecto de las obras de reparación de la popularmente co-nocida “trocha de la soberanía” que comunica a Arauca con los santan-

deres. Samuel había denunciado al Ejército Nacional -entidad a la cual le fue asignado el contrato de la obra- no sólo por los actos de corrupción, sino por amenazas directas en su contra por parte de militares activos.A pesar de esta situación las comu-nidades, las organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos no han dejado de denunciar y evi-denciar la agresión contra el pueblo.Pero este tipo de hechos no son ex-clusivos de Saravena o Arauca. Éstos van más allá, pues representan los verdaderos intereses que defiende el estado colombiano, que no son otros que los de las compañías trans-nacionales que saquean los recursos naturales de la nación. Y demuestra también que esos intereses van a ser defendidos con todos los medios y recursos (tanto legales como ilega-les) al alcance de la estructura esta-tal y de quienes detentan el poder económico.Mientras se dialoga con la guerrilla de las FARC-EP y se intenta entablar diálogos con el ELN, en las regiones del país la ‘prosperidad democrática’ no resuelve de raíz las contradiccio-nes estructurales que han generado la violencia en Colombia.

LA TOMA DE SARAVENA

El pasado mes de julio en el muni-cipio de Saravena, Arauca, el CNA realizó su Asamblea Nacional Constitutiva y dio paso a la confor-mación jurídica como Asociación Nacional Campesina.

Históricamente el campesinado colombiano viene construyendo escenarios propios de participación política y social siendo un aporte permanente e invaluable para el de-sarrollo de los pueblos y del país; y es que las campesinas y campesinos no solo le proporcionan alimentos a la población, también le procuran experiencias organizativas, formas genuinas de asociación y de trabajo en colectivo para resolver sus proble-mas y construir mejores condiciones de vida; una de estas propuestas es el Coordinador Nacional Agrario -CNA-, organización que se hace a pulso des-de el conuco, la parcela, la vereda, el municipio y la región.

El CNA crece y se nutre con el esfuer-zo de múltiples expresiones campe-sinas, indígenas, de agro mineros, pescadores y negros; aquí se tejen iniciativas encaminadas a la defensa de la tierra, se diseñan propuestas de políticas públicas para la soberanía alimentaria y desde este escenario se lucha y se defiende el territorio; como proyecto agrario sigue juntando vo-luntades y fuerzas en todo el país y hoy se ubica en el contexto jurídico para dar la lucha política y social, para interlocutar con otros sectores de la sociedad y con el gobierno nacional.

Para alcanzar de mejor manera todos sus propósitos, en los últimos años el CNA con el concurso de sus orga-nizaciones de base realizó una serie de reuniones, talleres y asambleas para la reflexión y el debate a fin de rediseñar y ajustar su plataforma, su estructura organizativa, sus pla-nes y programas de trabajo; fue una fase de preparación en la localidad y en las regiones que culminó en la gran Asamblea Nacional realizada en noviembre del año pasado en San Lorenzo, Nariño, donde cientos de campesinos, delegadas y delegados de todo el territorio, construyeron el programa que hoy se desdobla.

En cumplimiento de lo mandatado en San Lorenzo, el pasado mes de julio en la ciudad de Saravena, Arauca, el Coordinador realizó su Asamblea

Nacional Constitutiva y dio paso a su conformación jurídica como Asociación Nacional Campesina CNA, para obtener otra herramienta que le permitirá ampliar campos de gestión e interlocución en el terreno institu-cional; este reconocimiento jurídico será un elemento más para fomentar la organización en el movimiento agrario y las luchas sociales. El CNA en esta asamblea constitutiva tam-bién formalizó su Junta Nacional, las diferentes secretarías y sus estatutos; además, ajustó su plan y su agenda.

Estos procesos asamblearios, de reflexión colectiva, formación po-lítica y organizativa dan cuenta de altos niveles de crecimiento en el movimiento campesino colombiano. Periódicamente mujeres y hombres se juntan en la escuela veredal, en la casa del vecino, en la esquina de la maicera o del potrero para socializar sus sueños, propuestas y proyectos de vida, eso que llamamos “hacer política”.

Todas estas elaboraciones se expre-san en la concreción de procesos de unidad con otras iniciativas agrarias del país, en la capacidad del CNA para

interactuar en escenarios nacionales y regionales, en contar con propues-tas como la de economía propia, agroecología y soberanía alimentaria y en la apuesta por las zonas agroali-mentarias en el marco de un proyecto de ley que incluya diversas figuras territoriales; es decir, en la partici-pación del diseño y protección de lo agrario.

También hay avances significativos en procesos de formación para nuevos liderazgos, bajo un modelo de Escuela Interétnica Popular Campesina que el CNA sigue construyendo con el aporte de todas y todos.

Seguramente falta bastante camino por recorrer y el Coordinador necesi-ta mejores niveles de comunicación con sus bases, mayor articulación con diversos procesos para responder a las exigencias del actual periodo. Consolidar un proyecto organizativo que unifique el campesinado colom-biano seguirá siendo el gran desafío del CNA, como lo ha sido “la defensa y recuperación del campo colombiano, vida digna y soberanía popular”

un instrumento de lucha del campesinado en colombiael cna:

Hace diez años que Héctor Alirio, Leonel y Jorge Eduardo no nos acom-pañan físicamente. Su entereza, lide-razgo y sobre todo su ejemplo, hoy son símbolo de la resistencia del pue-blo colombiano que sigue exigiendo sus derechos a pesar del ejercicio de terror que impone el Estado y de la impunidad que rodean los crímenes cometidos por este.

Jorge Eduardo Prieto Chamucero, Leonel Goyeneche y Héctor Alirio Martínez, fueron tres líderes popu-lares que desempeñaron un papel fundamental para la constitución de las organizaciones sociales del cen-tro oriente de Colombia. Sus vidas estuvieron trazadas por la resisten-cia del pueblo araucano que durante años ha luchado por transformar sus condiciones sociales y defender su dignidad.

Jorge Eduardo fue miembro de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Trabajadores de Hospitales y Clínicas de Colombia –ANTHOC- seccional Arauca; Héctor Alirio se desempeñaba como presidente de la Asociación Departamental de Usuarios Campesinos ADUC, su participación fue fundamental para el fortalecimiento del Coordinador Nacional Agrario CNA; y Leonel Goyeneche era miembro de la Asociación de Educadores de Arauca -ASedar-.

La madrugada del 5 de agosto del 2005 tropas pertenecientes al Grupo de Caballería Mecanizado Revéiz Pizarro del Ejercito Nacional de Colombia, irrumpieron en la casa donde se encontraba Héctor Alirio, Leonel y Jorge Eduardo, los obliga-ron a arrodillarse a un lado de la casa y dispararon en contra de su huma-nidad. Luego los mismos soldados trasladaron sus cuerpos a un lugar apartado, pusieron en sus manos ar-mas cortas y dispararon una vez más con el fin de simular un combate, que

horas más tarde presentaría a estos tres líderes sociales como guerrille-ros dados de baja.

Este, como otros crímenes cometi-dos por agentes estatales, hace parte de toda una estrategia que durante años ha ejecutado el Estado para in-fringir terror y desarticular el tejido social de las comunidades, con el fin de imponer proyectos económicos dentro del territorio. El único delito que cometieron Leonel, Héctor Alirio y Jorge fue defender los derechos de un pueblo. No es extraño entonces que líderes sindicales, comunitarios, juveniles, populares etc. vean sus vidas sesgadas frente a su partici-pación y liderazgo en sus procesos organizativos, que en últimas luchan por las transformaciones sociales que exige el pueblo colombiano para defender su vida y dignidad.

Acompañado del silenciamiento de las voces de aquellos que se opongan al Estado, existe también una estra-tegia que perpetúa la impunidad e impide el esclarecimiento de los

hechos ocurridos. Hasta el momento solo se ha condenado a 40 años de prisión, por el delito de homicidio agravado, a los autores materiales, a saber: Subteniente Juan Pablo Ordoñez Cañón y los soldados profe-sionales Walter Loaiza y Oscar Saúl Cuta, así como al informante, Daniel Caballero Rozo, que acompañaba a estos miembros del ejército durante la ejecución del crimen. A pesar de que se vincularon a algunos oficiales de inteligencia y operación que pla-nificaron en últimas tal asesinato, sus procesos terminaron con pre-clusión a su favor. En este sentido no se ha investigado debidamente a los autores intelectuales, ni a los beneficiarios del crimen, además de que está pendiente el fallo de segun-da instancia para los miembros del ejército ya condenados.

Si bien la condena de los actores materiales es un avance y un re-conocimiento hacia las víctimas, acerca de la autoría del Estado en esta masacre, hace falta camino para esclarecer los verdaderos móviles y por esta vía brindar garantías de verdad y reparación integral para recuperar el buen nombre de estos tres hombres.

Hace 10 años que se cometió una masacre en contra de la resistencia social, popular y las trasformacio-nes sociales. El asesinato de Alirio, Leonel y Jorge muy lejos de desmovi-lizar la lucha que mantiene el pueblo del centro oriente de Colombia, lo ha embestido de una entereza que le ha permitido recuperar la memoria histórica y continuar en su lucha por la vida, la permanencia en el territo-rio y el ejercicio real de los derechos humanos.

El 5 de Agosto el Estado perpetró un crimen no solo en contra de nues-tros tres compañeros, sino en contra de las cientos de víctimas del centro oriente de Colombia, por eso el 5 de agosto exaltamos su vida, memoria y dignidad

10 AÑOS DE UNA MASACRE EN CONTRA DE LA RESISTENCIA SOCIAL, POPULAR Y

LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES

Entrevista con la dirigente juvenil Fernanda Isabel Rojas, presidenta de la Asociación Nacional de Jóvenes y Estudiantes de Colombia – ANJECO.* ¿Desde la perspectiva del movi-miento juvenil y estudiantil, cómo se percibe la situación actual de los jóvenes en Colombia -en relación con las condiciones socio econó-micas, estudio, oportunidades de trabajo y desarrollo integral?La situación de los jóvenes en Colombia es grave, porque no se nos ofrece la posibilidad de establecer nuestra vida en condiciones dignas. Primero, porque es casi imposible establecer actividades autónomas o independientes de subsistencia y se-gundo, porque el tipo de empleo que consigue el joven depende del nivel de estudios que tenga y en un país como el nuestro, el acceso a la educación depende directamente del dinero que uno tenga para pagar el estudio.Además de eso, todo joven que pasa por los colegios públicos tiene que vivir en carne propia su crisis de cali-dad y financiación, y al culminar estos estudios se le presentan en concreto tres posibilidades: la primera, rega-larse al servicio militar obligatorio o a un mercado laboral de venta de servi-cios devengando entre medio y 1 sala-rio mínimo, en su condición de mano de obra no calificada; la segunda, más limitada, ingresar a la educación técnica que le abrirá posibilidades de trabajos técnicos y asistenciales con salarios entre 1 y 2 salarios mínimos; y una tercera, aún más reducida, casi privilegiada, de estudios universita-rios, que probablemente le permitirá devengar más de 3 salarios mínimos. Lo anterior nos demuestra que en Colombia el acceso de la juventud a mejores condiciones de vida digna, tales como vivienda, salud, recreación y espacios de expresión libres depen-den de sus condiciones socioeconó-micas. Y que a falta de estas oportu-nidades se expresan situaciones de violencia, drogadicción, prostitución, entre otras.

militar obligatorio que consideramos un secuestro legalizado por el Estado.Sumado a esto y reconociéndonos como parte de un todo y haciendo valer nuestra consigna “Jóvenes y es-tudiantes por vida y dignidad, luchan-do por la región construimos nueva nación”, hacemos parte del Proceso Nacional Identidad Estudiantil y en nuestra región del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia, desde donde establecemos junto al sector campesino, cívico-popular, indígena y obrero-sindical una lucha por la Soberanía nacional, la defensa, recu-peración y permanencia en el territo-rio por parte del pueblo colombiano. * ¿Los estudiantes vienen de pro-tagonizar importantes jornadas de reivindicación del derecho a la educación en el ámbito nacional, ¿Qué ha pasado con ese proceso?Para responder esta pregunta hay que hablar de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE-, espacio que se creó a partir de una serie de encuen-tros nacionales de estudiantes uni-versitarios desde el año 2010, que se reactivan a partir de la propuesta de reforma a la ley 30 del gobierno Santos a mediados de 2011. Ahí es cuando se decide conformar la -MANE-.Cuando hablamos de la MANE se nos vienen a la cabeza las multitudina-rias, coloridas y creativas marchas de los estudiantes en todo el país, pero el aporte fundamental de la mesa amplia fue dejar en evidencia los in-tereses políticos que estaban detrás de la reforma educativa que impulsó el gobierno. Se trataba de adecuar la educación al ánimo de lucro, entre-garla a los intereses de investigación y desarrollo académico de las empre-sas multinacionales y el modelo eco-nómico, que resultan ser contrarios a los intereses y necesidades del pueblo colombiano.Fue a finales del 2011 que logramos tumbar el proyecto de reforma a la ley 30. Pero esto no se quedó allí, sino que empezamos a discutir el marco

LA LUChA DE LOS jóVENES Y ESTUDIANTES DEL CENTRO ORIENTE

* ¿Cuáles son los motivos de los jóvenes y estudiantes para organi-zarse y qué fines se buscan?Cuando nos damos cuenta de que esos problemas de falta de estudio, trabajo y recreación afectan a la mayoría de nosotros, vemos la necesidad y la im-portancia de unirnos, encontrarnos, reconocernos, articularnos y luchar de manera colectiva; también nos anima el hecho de conocer nuestros derechos tales como salud, trabajo y educación, para defenderlos y exigir-los; a la larga, nos organizamos para construir y proponer las condiciones de vida digna que nos soñamos, es de-cir, reconocer nuestra realidad para transformarla.Por esta razón, como ANJECO no ha-cemos distinción de edad ni de etapas, sino que reconocemos la juventud como un sujeto político determinado por el contexto histórico, social y cul-tural en el que se desarrolla, con un rol fundamental en la transformación de las condiciones actuales del país, y que dadas sus características de beligerancia, creatividad y rebeldía es necesario encausar por el camino de la organización y lucha. * ¿Qué propuestas tiene ANJECO para los jóvenes y estudiantes de nuestro país? Cómo se materiali-zan éstas?La Asociación propone a los jóvenes trabajar en conjunto, independien-temente de que seamos estudiantes de secundaria, de universidad o no estemos estudiando, de que seamos artistas o empleados, citadinos o campesinos. Dejando de lado la dis-tinción organizativa entre jóvenes y estudiantes, pues a todos nos une la condición social de ser jóvenes. Este trabajo colectivo se materiali-za en la conformación de colectivos culturales, de proyectos económicos autónomos, de fortalecer el movi-miento estudiantil para defender la educación pública, de luchar por el desmonte del ESMAD como uno de los principales órganos de represión con-tra la juventud, de eliminar el servicio

jurídico del país, a fin de elaborar una propuesta de ley alternativa de educación superior desde la MANE. La propuesta se construyó de manera colectiva, pero el gobierno no abrió espacios de discusión de la misma, por lo cual el proceso se estancó un poco.Ahora se vienen nuevos retos de lu-cha para el movimiento estudiantil, porque cada propuesta que el gobier-no presenta para reformar la ley de educación es peor que la que ya tum-bamos a través de la movilización uni-taria de los estudiantes de Colombia.Por eso como ANJECO, haciendo par-te del Proceso Nacional Identidad Estudiantil y de la MANE, hemos insistido en la necesidad de reencon-trarnos en un espacio nacional, donde podamos sintetizar nuestra propuesta alternativa y reactivar la movilización para continuar con la disputa por un proyecto de educación gratuita y de calidad, y en desarrollo de la consigna “por un país con soberanía, democra-cia y paz”. * ¿Qué opinión se plantea desde ANJECO respecto a las posibilida-des de una salida negociada al con-flicto armado en Colombia?Aunque sorprendentemente muchos aún quieran negarlo, nuestro país vive un conflicto social y armado. esto quiere decir que los problemas de la población no se resolverán únicamen-te con una negociación entre las gue-rrillas y el gobierno colombiano, sino que se requiere reconocer las causas sociales y económicas que generaron este conflicto para encontrar una so-lución de raíz. Sabemos que el conflic-to armado es un producto histórico de los múltiples conflictos sociales y po-líticos por los cuales atraviesa el país, y que para su resolución es de vital

importancia la participación del resto del pueblo colombiano, de aquellos que hemos nacido, crecido y vivido en medio de él y de sus consecuencias. Aquí también es vital reconocer el importante papel de la educación en la solución de los conflictos sociales, partiendo de que la paz no es un es-tado de eterna y absoluta armonía, sino que es natural y propio de las sociedades la existencia de contra-dicciones. La cuestión radica en cómo las asumimos y buscamos dar reales soluciones a ellas.En conclusión, la paz para nosotros, es un proceso en el cual se construyen soluciones a los conflictos sociales y políticos que se presentan en nuestra sociedad. La paz es vida digna y vida digna son garantías en educación, salud, trabajo, vivienda, ambiente, permanencia en el territorio, dere-chos humanos y demás condiciones necesarias para el desarrollo integral del ser humano. * ¿Cuál es el papel de la juventud en el contexto actual de exclusión, desigualdad y pobreza en que vive el pueblo colombiano?Parte en primera medida de recono-cer que para alcanzar condiciones de vida digna es necesario una transfor-mación profunda de las causas que generan la exclusión, desigualdad y pobreza, es decir, un cambio en el mo-delo económico. Cambio que no alcan-zaremos solos, sino que en la medida que promovamos la organización de nuestro sector juvenil-estudiantil, la unidad y el trabajo con otras organi-zaciones juveniles y demás sectores sociales podremos avanzar en alcan-zar objetivos comunes. Fundamentalmente está en traba-jar cada día por organizar y generar

mayor conciencia en más jóvenes, porque como tres condiciones para responder efectivamente a la lucha, la movilización y posteriores ganancias de la clase popular están: ser cada día más, con mayor conciencia y ma-yor nivel de organización. Lo planteó Camilo Torres dirigiéndose a un grupo de pobladores en Villavicencio: “no se puede llegar al poder únicamente con el deseo, ni se puede llegar únicamen-te con el deseo de la unidad, tenemos que entrar a una organización muy disciplinada y muy fuerte”. * Acaban de realizar su II Asamblea, ¿Cuáles fueron los principales lo-gros y conclusiones del encuentro?Nuestra Asociación tuvo su asamblea constitutiva en agosto de 2012 en la ciudad de Villavicencio y el pasado 2, 3 y 4 de Agosto en el municipio de Saravena – Arauca, realizamos nues-tra II Asamblea Nacional “Compañero Esmel Hernández” en homenaje a nuestro primer preso político que tenemos como organización juvenil. Esta asamblea nos permitió discutir y reformar la Plataforma Política de Lucha y los Estatutos Generales, los cuales consignan nuestros linea-mientos político-organizativos. De la misma manera trazamos nuestras apuestas para el siguiente periodo de trabajo, a través de las cuales busca-mos fortalecer la lucha juvenil y nues-tra participación efectiva en diversas expresiones nacionales y regionales del movimiento social colombiano. Cada nuevo encuentro de nuestra Asociación, nos permite ganar en cohesión y unidad política del sector a nivel regional y nos reafirma en la tarea de hacer cada vez más claras y alcanzables nuestras líneas políticas de acción como aporte al Movimiento Juvenil del país

Compañeros mi nombre es Esmel Hernández Hernández. Hago parte del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente colombiano y soy líder de la Asociación Juvenil y Estudiantil Regional -ASOJER-, a la cual escribo esta nota, dándoles a conocer lo que

este gobierno tirano y oligarca viene haciendo con nosotros los jóvenes, los que hoy en día emprendemos las banderas de lucha por un mejor país.

Hoy me encuentro recluido en la cárcel de Arauca privado de mi libertad, debido a que la justicia

de este país (como así se hace llamar) ha hecho un vil montaje en mi contra, sindicándome por el delito de rebelión. Debido a este motivo tomé la decisión de presentarme públicamente, primero ante mi pueblo y después ante las autoridades que me requerían, para demostrarles que soy inocente y que desde la defensa jurídica desmentiremos las supuestas versiones o pruebas que no son más que una farsa, lo único que ellos buscan es tratar de desgastarnos, pero la verdad es más que suficiente.

Seguiré fortaleciéndome, así sea desde los espacios más opresivos del estado, para así continuar luchando por una mejor calidad de vida de nuestro pueblo que lucha y avanza.

Por eso hoy más que nunca me siento orgulloso y estoy con la frente en alto por ser un líder social de un pueblo y sé que muy pronto estaré otra vez acompañándolos para seguir con esta lucha social que nos identifica.

¡No estoy preso, el gobierno también secuestra!

desde la cÁrcel tambiÉn se lucha

La más reciente agresión militar de Israel contra el pueblo palestino dejó más de 2.000 muertos (75% eran civiles y al me-nos 450 de ellos niños), 10.000 heridos, 450.000 desplazados, 17.200 destruidos. Por el lado del agresor se contaron 64 víctimas mortales, todos ellos soldados del ejército israelí que participaban directa-mente en la confrontación militar.

Claro que tal confrontación no se podría asemejar a lo que normalmente se conoce como un conflicto armado internacional, dada la desigualdad de los contendores: por un lado el ejército de Israel armado, entrenado y financiado por la mayor poten-cia capitalista de la actualidad (los Estados Unidos) y por el otro, la nación Palestina, que cuenta con algunas organizaciones que ejercen una precaria resistencia arma-da ante la ocupación, bloqueo y asedio que hace más de 50 años oprime a su pueblo.

Los resultados evidencian que todo ese poderío militar de Israel y su padrino esta-dounidense se han dirigido a atacar, prin-cipalmente, a la población civil, las mismas “personas protegidas” calificadas así por el Derecho Internacional Humanitario. Y la excusa para ello es un supuesto dere-cho a la “defensa propia” que ha alegado absurdamente el agresor. Decimos que es absurdo, porque precisamente Israel, el estado judío o el sionismo es quien ha invadido el territorio palestino desde hace más de medio siglo. Basta echar un vistazo al mapa de Palestina y la forma en que ha venido siendo despojado el pueblo de su territorio; desde antes de la creación del estado de Israel en 1948 por intermedio de la ONU ya se venían organizando colonias judías al interior del país, pero a partir de esa fecha y con el respaldo de los Estados Unidos y Europa, Israel se apropió de mas del 80% de Palestina.

Entonces, si es el puebo palestino el que ha sido despojado de su territorio, y para ello ha sido masacrado, encarcelado, blo-queado por Israel, ¿cómo podría hablarse seriamente de que al estado judío le asiste un ‘derecho a la defensa’?

palestina: las dos caras de la moral capitalista

Pues bien, así ha estado la situación en esa pequeña pero importante porción del me-dio oriente, que representa nada menos que el puente entre los países árabes asiá-ticos y africanos y entre éstos y el continen-te europeo; también posee importantes puertos naturales en el Mar Mediterráneo y una salida al Mar Rojo (desde donde se accede al océano índico). Por esas y otras condiciones, el territorio palestino ha sido codiciado por imperios de todas las épocas (asirios, romanos, egipcios, bizantinos), especialmente por las potencias capitalis-tas que se afanan por el control de las rutas comerciales y los yacimientos de recursos naturales como el petróleo que también allí se encuentra.

Aunque Palestina es la cuna de las tres religiones monoteístas del mundo (Islam, judaísmo y cristianismo), por lo cual es conocida como la Tierra Santa, no es el aspecto religioso el principal factor del conflicto. el control de Palestina resulta fundamental para garantzar los intereses europeos y estadounidenses en el Golfo Pérsico y el Canal de Suez, y de paso im-pedir cualquier atisbo de unidad árabe que posibilitara el levantamiento y progreso los pueblos árabes opuestos a laspotencias occidentales.

¿Y qué dice la ‘comunidad internacional’ sobre este conflicto? en primer lugar hay que resaltar que fue esa comunidad inter-nacional, representada en la ONU, la que concedió a los judíos el establecimiento de un estado en territorio perteneciente a otra nación (como si tuviera autoridad para ello); esa decisión del organismo interna-cional no fue otra cosa que el resultado de una intención que ya venían trabajando las potencias capitalistas del siglo 19, es-pecialmente Inglaterra y Francia, quienes se comprometieron con los empresarios y banqueros judíos a regalarle una porción de las tierras que a sangre y fuego habían logrado dominar .

No resulta curioso, entonces, que en no-viembre de 1917 el ministro inglés de rela-ciones exteriores expresara que la corona británica estaba de acuerdo con la cons-titución de un ‘hogar judío’ en Palestina, en carta enviada al dueño de la poderosa compañía bancaria judía Rothschild.

Luego de esto, cuando Estados Unidos heredó el liderazgo capitalista que antes ostentaba Inglaterra, esa nueva potencia

continuó los planes que en oriente medio habían iniciado los ingleses. La élite eco-nómica estadounidense vio en Israel un conveniente aliado para mantener una base política y militar en esa región, no sólo para mantener divididos los pueblos árabes de Asia y África (y así controlar su petróleo), sino para contrarrestar la inci-dencia que allí se empezaba a generar por parte de la Unión Soviética.

Fue así como, utilizando a la ONU, median-te la resolución 181 de 1947, se asignó el 55% del territorio palestino a una comu-nidad judía colonizadora que representaba sólo un tercio de la población. Una de las principales raíces del conflicto en Oriente Medio está en ese hecho: un pueblo fue despojado de su patria, de su territorio, para que éste fuera ocupado por gentes venidas de distintos países que sólo tenían algo en común, la religión judía (y el poder capitalista, claro). A partir de la aprobación del plan de partición contenido en la men-cionada resolución de la ONU se desenca-denó una guerra civil entre la comunidad judía y la palestina. También comienzan las primeras operaciones de “limpieza étnica” por parte de las organizaciones paramilita-res sionistas.

Así funciona el imperialismo. Por la mis-ma razón, resulta más que lógico que hoy, un siglo después, los gobiernos de Reino Unido (Inglaterra), Francia, Alemania y especialmente Estados Unidos, sigan brin-dando su apoyo incondicional a Israel para continuar con la masacre del pueblo pales-tino y el descarado robo de su territorio.

Y ese apoyo no es sólo moral o político. No se limita a mandar cartas de respaldo o emitir declaraciones públicas. Se expre-sa en miles de millones de dólares, euros y libras, armas y entrenamiento militar. También en vetar cualquier decisión que en el seno de los organismos internacio-nales se tome contra Israel, tal como ha sucedido en varias ocasiones dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Israel ha asesinado a familias enteras, des-truido casas, escuelas y hospitales, pero esa tan mentada comunidad internacional no ha tomado ninguna medida eficaz para castigar esa criminal conducta. Las reac-ciones internacionales se han limitado a las resoluciones de la ONU, los informes de algunos organismos especializados y la

solidaridad expresada por muchos de los países del mundo subdesarrollado.

Por ejemplo, el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya declaró ilegal la construcción del muro en Cisjordania. Eso sucedión en julio de 2004, tras consulta que hiciera la asablea general de la ONU respecto a la arbitraria medida que tomó Israel para separar a los habitantes pales-tinos de los israelíes. Ese muro, que ya su-pera los 700 kms de longitud, le ha valido a Palestina la calificación de ‘cárcel a cielo abierto más grande del mundo’.

Así mismo, la Misión de Investigación de los Hechos de la ONU sobre el conflicto de Gaza tras la ‘Operación Plomo Fundido’ de Israel denunció que: “Aunque el go-bierno israelí ha tratado de que parezca que sus operaciones eran esencialmente una respuesta a los ataques de cohetes en ejercicio de su derecho a la autodefensa, la Misión considera que el plan ha ido dirigi-do, al menos en parte, a un objetivo bien distinto: El pueblo de Gaza en su conjunto”. Esa misión internacional también recono-ció que “La prolongada situación ha crea-do una crisis de la justicia en el Territorio Palestino Ocupado que necesita de urgente actuación” (A/HRC/12/48, par. 1958).

Al actuar de esa manera, Israel está violan-do sistemáticamente el derecho de los con-flictos armados (dIH), que establece que

pueden atacarse combatientes y objetivos militares, pero que prohíbe expresamente el ataque a bienes y población civiles. En eso consiste uno de los más importantes elementos de esa legislación internacio-nal: el principio de distinción. Este prin-cipio se establece en los Artículos 48, 51 y 52 del Protocolo Adicional I de 1977 a los Convenios de Ginebra de 1949. Ese régimen equivale a una forma de castigo colectivo que viola la incondicional prohi-bición estipulada en el Artículo 33 del IV Convenio de Ginebra y ha sido condenado internacionalmente por su ilegalidad.

Esto pasa, como decíamos antes, a pesar de los repetidos llamamientos que represen-tantes de la ONU han hecho a Israel para que acate el principio de precaución al lan-zar ataques en la franja de Gaza, dado que allí el peligro es mayor, dado que se trata de uno de los lugares más densamente poblados del mundo (4200 personas por kilómetro cuadrado).

Pero si sólo atacara objetivos claramente militares, es decir, si no se afectaran los bienes y la integridad personal de la pobla-ción civil, Israel también estaría violando el DIH en su principio de proporcionali-dad: ellos mismos han reconocido que han bombardeado edificios y barrios enteros a fin de eliminar a uno o dos militantes de la organización Hamas.

A raíz de esto, y gracias a la presión que la mayoría de países miembros de Naciones Unidad (latinoamericanos y africanos, principalmente), el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU adoptó la Resolución del 23 de julio de 2014 por la que se establece una comisión inter-nacional independiente para investigar las violaciones del Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos en el Territorio Palestino Ocupado.

Pero ¿por qué en el caso palestino la co-munidad internacional se limita a emitir resoluciones y en otros casos como el de Ucrania se imponen drásticas sanciones económicas y políticas a Rusia por apoyar a los independentistas? ¿Por qué no se suspende el envío de armas desde Estados Unidos hacia Irsael para así disminuir su capacidad militar y con ello la magnitud de la masacre? ¿Por qué no se sanciona a Israel por el bloqueo económico que ha impuesto sobre Palestina? ¿Por qué no se inicia en la Corte Penal Internacional una investigación contra los líderes judíos que han ordenado los bombardeos contra po-blación civil?

Las respuestas a esos interrogantes po-drían encontrarse en la doble moral capitalista

A los hermanos campesinos, indígenas y afrodescendientes de Colombia. A todo el hermano pueblo de Colombia en lucha.

En esta hora de extremo sufrimiento para nuestro pueblo, víctima de un nuevo embate del gobierno sionista de Israel que ha asesinado a 1901 civiles, incluyendo 432 niños y bebés, 243 mujeres, 79 ancianos, y herido de gravedad a 9567 personas, un tercio de ellas niños y mujeres, nuestra voluntad de lucha y resistencia está más fuerte que nunca.

En este contexto, recibimos con gran emoción el saludo de nuestros hermanos campesinos, indígenas y afrodescendientes de Colombia. Nuestros pueblos tienen un enemigo en común: el imperialismo y sus intereses económicos. En su ilimitado afán por dominar el mundo, el imperialismo americano, sionista y europeo, representado en nuestra tierra por el ejército de ocupación israelí, no tiene reparos en masacrarnos. En su arrogancia, sus canales de televisión muestran el genocidio en nuestra tierra en vivo y en directo.

Agradecemos especialmente su saludo porque sabemos que el pueblo Colombiano se encuentra en lucha por sus derechos y su plena libertad hace más de medio siglo. Esperamos que esta muestra de solidaridad sea el comienzo de un diálogo entre pueblos en lucha contra un enemigo común.

Hermanos Colombianos, los palestinos somos los refugiados y desplazados más antiguos del mundo. Hace 56 años nuestras familias campesinas fueron brutalmente expulsadas de sus casas y fincas por el ejército israelí, a través de una campaña militar terrorista, ante la indiferencia del mundo. Desde entonces no hemos cesado

en luchar por todos los medios para retornar a nuestros hogares, acabar con la ocupación militar que sufrimos y lograr la libertad de nuestro pueblo, que como todos los pueblos de la Tierra tiene derecho a autodeterminarse y gobernarse según su voluntad. No es otra nuestra lucha.

Y hoy como ayer, ante la inacción de la mayoría de los gobiernos del mundo, incluyendo los gobiernos árabes aliados al imperialismo, con la complicidad de Estados Unidos y Europa, seguimos resistiendo y luchando por todos los medios. Porque nuestra lucha pasa de generación en generación, como las llaves de las casas de las que fueron expulsados nuestros abuelos, y que atesoramos como símbolo de resistencia y esperanza.

Desde nuestras calles y veredas, el pueblo resiste el genocidio que hoy perpetra el sionismo, armado por los Estados Unidos, cuyos intereses representan en nuestra región de Medio Oriente. Hace dos días, a pesar de los misiles que llueven sobre nosotros cada minuto, cientos de miles de vecinos tomaron las calles, llevando en andas a nuestros mártires, unidos por

un solo grito: “resistencia, resistencia, resistencia!” Celebrábamos la retirada de los soldados israelíes de Gaza, tras haber sido claramente superados en los combates casa por casa por nuestras milicias y facciones armadas, unidas en el Comité de Resistencia Palestina. La muerte de 64 soldados enemigos fue suficiente para lograr la victoria. el sacrificio de 580 milicianos en los últimos 27 días no será olvidado nunca por nuestro pueblo. Ahora nos toca vencer en la batalla política. Sólo tenemos dos opciones: la dignidad o la muerte. Elegimos la dignidad. Nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos deben ser libres, nunca esclavos del invasor sionista. El enemigo nos pide que dejemos las armas para dejar de masacrarnos.

Resistir la ocupación es nuestro derecho inalienable. Hermanos Colombianos, queremos manifestar y ratificar, como lo hacen ustedes, que solo la unidad de los pueblos derrumbará los imperios que nos oprimen.

Comités de Resistencia Popular Palestina Ciudad de Gaza, 09 de agosto de 2014

Agradecimiento del Comité Popular de Resistencia Palestino en Gaza y Rafah al Coordinador Nacional Agrario de Colombia - CNA

desde palestina

apuntes sobre la crisis del aGua

Primero en Yopal, luego en la Guajira, miles de personas en las calles, bloqueos de vías, confrontaciones, represión, palo y gases para el pue-blo; el motivo por el cual se llegó a esta situación: la sed. Por lo menos en 12 departamentos hay desabas-tecimiento de agua, problema que es más grave en el campo que en la ciudad y que pone en riesgo nuestra seguridad y soberanía alimentarias y, en últimas, nuestra vida. ¿Cómo pasó esto en un país del cual se dice que posee grandes cantidades de reservas hídricas, manantiales, ríos, selvas y páramos?Los medios masivos de comunica-ción y las autoridades ambientales nacionales y regionales dicen que las principales causas de la sequía en nuestro país son fenómenos climáti-cos como el del niño o cambios en los vientos. Convenientemente dejan de lado la responsabilidad directa y evidente que tienen los proyectos extractivos -mineros y petroleros-, el latifundio y los monocultivos en el desecamiento de fuentes de agua tanto superficiales como subterrá-neas. También es de anotar que el ca-pitalismo, como modo de producción fundamentado en la acumulación, ha llevado al despilfarro, la inequidad y la superexplotación de la natura-leza y de la clase trabajadora, con consecuencias tan palpables como el calentamiento global.Las temporadas seca y lluviosa en nuestro país son naturales, pero el

equilibrio ambiental que hacía que los acuíferos, humedales, páramos, lagunas, esteros, morichales, pan-tanos y demás reservorios de agua se recargaran en época de lluvias y fuesen liberando aguas en épocas de escasez se ha roto. Esto, a causa de los millones de barriles de agua que se usan para la explotación pe-trolífera que han alterado la hidrodi-námica, mientras que las toneladas de carbón arrancadas al suelo, son extraídas por medio de explosiones que quiebran los mantos rocosos cambiando el curso y secando las aguas subterráneas. La agricultura extensiva, el acapa-ramiento de tierras y los cultivos agroforestales, como el pino y el eucalipto secan los nacimientos y cursos de agua, otros como la palma y el maíz para agrocombustibles re-quieren grandes cantidades del pre-ciado líquido para su sostenimiento. Además, dependen de los productos como herbicidas, fungicidas, pestici-das y abonos químicos , productos que contaminan las fuentes de agua.Mientras los habitantes se quedan sin agua, las autoridades ambienta-les y las encargadas de administrar los recursos minerales e hidrocarbu-ros, abren concesiones en todos los lugares que pueden, incluso en terri-torios de ecosistemas frágiles como los páramos. Con ello se busca saciar la voracidad delas multinacionales y el Estado colombiano bajo el nombre

de “confianza inversionista” o “loco-motoras del desarrollo”.De la poca agua que nos está quedan-do se están lucrando los de siempre, los privados, dueños de empresas y políticos corruptos. Yopal -capital del Casanare- municipio rico en petróleo, no tiene acueducto hace tres años debido a la corrupción y a la politiquería. La Guajira tiene en su territorio la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo operada por Glencore-Xtrata, Alngo American y BHP Billiton que consu-me cerca de 15 millones de litros de agua diarios, mientras los indígenas Wayuú y otros pobladores de la región sufren una de las peores se-quías. Del lago de Tota en Boyacá se capta agua para acueductos munici-pales y veredales que están en racio-namiento, mientras que la concesión de aguas (actualmente 80 litros por segundo a bajísimo precio) que tie-nen los brasileros de Votorantim a perpetuidad, hasta ahora se piensa en replantear. El pueblo ha dado batallas como paros, manifestaciones, bloqueos y acciones de hecho, algunas de las cuales han aportado soluciones tem-porales a los problemas, que si bien son necesarias no van a la profundi-dad del problema. También se han intentado luchas jurídicas, como la iniciativa del referendo por el agua, pero a pesar del masivo respaldo que se obtuvo, su texto -que exigía míni-mos vitales y políticas de acceso al agua potable para toda la población- fue manipulado por el Congreso de la República y no terminó en nada. Por eso pensamos que es necesario insistir en una política mineroener-gética justa, respetuosa del medio ambiente y soberana; una reforma agraria integral y sobre todo una transformación radical en el modelo económico de desarrollo y de la so-ciedad misma que nos permita vivir y permanecer en nuestro territorio, con justicia social, económica y am-biental para no quedarnos llorando sobre la leche derramada y engro-sando los bolsillos de los ricos más ricos que se lucran con la explotación de nuestros recursos y de nuestra gente

Por ASONALCA - Casanare

paz, la construcción de un proyecto alternativo popular, la articulación con el movimiento social, el diseño de una propuesta para la educación liberadora, el fortalecimiento de la investigación, la defensa de la salud como derecho del pueblo, el fortale-cimiento de la conciencia de clase, la denuncia y confrontación a las polí-ticas neoliberales y la defensa de la educación digna financiada, ejercida y administrada por el Estado, cientí-fica, laica, popular y pertinente.El evento arrojó como resultado la conformación de un equipo nacional de dirección, compuesto por las di-ferentes regiones y organizaciones presentes, cuya tarea fundamental es establecer una dinámica que reco-ja las diferentes regiones y expresio-nes de la base de nuestro magisterio.Finalmente queremos decirles, apreciados compañeros lectores, que el sector magisterial vuelve a tomar la batuta, que asume las rien-das y el compromiso histórico con el pueblo colombiano y la educación de las nuevas generaciones y que “el maestro-a luchando, también está educando”

Durante los pasados días 27 y 28 de junio, en la ciudad de Pereira (Risaralda), nos reunimos alrededor de cuarenta maestros delegados de diferentes regiones del país con un propósito: discutir el posiciona-miento que debemos hacer como sector magisterial colombiano y, en especial, la creación de la Fuerza Nacional Magisterial -FUNAMA-.La expectativa era muy grande. En la mañana del sábado ya arribábamos a la sede del sindicato de maestros de Risaralda delegados de Antioquia, Arauca, Nariño, Valle, Cundinamarca, Bogotá, Pereira y Santander; otras regiones estuvieron a la expectativa y pendientes de los acuerdos para ser socializados en sus regiones, pues no pudieron asistir al encuen-tro. Se dio inicio a la presentación de las diferentes delegaciones asis-tentes, posteriormente la actividad contó con un análisis de coyuntura nacional e internacional, el cual nos dio luces para ir perfilando las ban-deras de lucha de la FUNAMA. Los maestros tuvimos la oportuni-dad de expresar nuestra posición frente a la crisis sindical por la que atraviesa el magisterio; al respecto, pudimos ubicar que tal crisis ha sido

generada en gran parte por la buro-cracia y, sin lugar a dudas, el impe-dimento que ésta ha representado para las nuevas generaciones de cuadros políticos que se perfilan ha-cia el relevo generacional que debe renovar al sindicalismo colombiano. Analizamos el caso de FECODE y las últimas negociaciones con el gobierno, encontramos una falta de beligerancia y reivindicación que motive a las bases en la lucha por los derechos del magisterio colombia-no y, frente a tal hecho, dimos paso a la materialización de la Fuerza Nacional Magisterial Poder Popular, nombre que cogió forma a medida que se desarrollaba el evento.El encuentro con los maestros de las diferentes regiones es un hecho sin precedentes, pues es la primera vez que se da paso a la unificación de un movimiento que dé respuesta a to-dos aquellos sectores independien-tes e inconformes del magisterio que exigen trabajo desde una base dinámica, renovada y con poder de decisión. Esta fuerza naciente se ha trazado como reto, entre otras líneas de acción, la contribución al proceso

nace la FuerZa nacional maGisterial

El pasado 5 de agosto, en el marco de la conmemoración de la masacre de los tres sindicalistas Alirio, Jorge y Leonel se presentó públicamente el álbum musical Nuestras Voces, Cultura Popular Vol 1.Esta producción musical fue di-rigida por la Corporación de Comunicaciones Trochando Sin Fronteras y el Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia. Allí se recoge el sentir, las problemáticas y las pro-puestas de vida que construyen en el territorio hombres y mujeres.Diferentes ritmos, géneros y voces se unen para contar la historia de explotación y despojo que preten-den implantar las transnacionales en Colombia, pero también se exalta la resistencia y lucha de indíge-nas, campesinos, trabajadores y la juventud.Buscamos visibilizar las voces de nuestros compañeos que, con su talento artístico, van dejando un mensaje de arraigo a su territorio, de lucha por la soberanía nacional.Con la imagen del revolucionario comunero José Antonio Galán Zorro y el paisaje del Nevado del Cocuy esta producción musical pretende ser un aporte a la recuperación de la identidad y la memoria histórica del pueblo colombiano

identidad cultural en el centro oriente se construYe con la mÚsica