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Núm. 5." ANO IX.—1.» de Marzo de 1860. Págf. 46. REVISTA E TELÉGRAFOS. PRECIOS DE SUSCRICION. lio España y Portugal S rs. al mes. ED el Extranjero y Ultramar 8 rs. id. PUNTOS DE SUSCRICtON. En Madrid, on la Redacción.y Administración, calle de la Aduana, núm. 8, cuarto 3.' En Provincias, fio las estaciones telegráficas. SOBRE EL. MAGNETISMO;-, POR M. G. WIDEMANIÍ. Buscar la agrupación de los átomos simples ó compuestas,, en las diferentes combinaciones quí- micas, las cantidades de estos cuerpos que se equi- valen en peso ó en volumen, son los problemas más importantes de la química moderna. Se ha tratado de resolverlos por el estudio de los calores especí- ficos,'de las formas cristalinas, de las fuerzas re- fringentra, de los fenómenos espectrales; pero hás- la ahora no ha encontrado la ciencia una solución precisa y definitiva. Otra clase de fenómenos se ofrece al hombre entendido para intentar resolver la cuestión, por lo menos bajo un punto de vista particular, y es el estudio de las propiedades mag- néticas. Ciertas sustancias magnéticas conservan Sd carácter magnético a| combinarse con otros cuer- pos ;era por lo tanto,importante investigar qué re- lación podría existir entre las propiedades de los compuestos y las de los componentes bajo este pun- tó d& vista , porque es probable que, mientras los cuerpos conserven su magnetismo específico en las investigaciones, haya derecho para suponer, bajo ft^(|l|elacipn cuando menos, que el átomo atí ha si--' iJlll^iíl),;^ que si =ñay modificación, la molécula ll^ladddav Mi 'Wideaiann, el sabio profesor de Carisruhe, ha continuado las in- vestigaciones que había principiado en 1865 (Ann. de Pogg., CXXVI). El autor había estudiado, en su primer trabajo, la influencia de la concentración do la disolución en su momento magnético, la in- fluencia del disolvente, la del cambio de tempera- tura, y la manera con que obran las distintas sales de un mismo metal magnético. Las medidas se efec- tuaban por medio de la tensión del hilo que soste- nía el vaso que contenia la disolución, tensión me- dida por medio de un espejo y una regla como en el magnetomeíro; El magnetismo de las disoluciones salinas, como ya lo había encontrado Flucker, es igual á la suma del magnetismo del disolvente (agua) y del de la sal disuelta en la cantidad de agua cor- respondiente, y este último es proporcional al peso de la sal contenida en la unidad de volumen. De modo que, el momento magnético desarrollado en el tubo lleno de disolución (-J-) de percloruro de hierro por una fuerza magnética dada M, siendo el producido en el tubo Heno de agua—M' (diamag- netismo), el magnetismo m de la sal disuelta seré . m—M-r-{M')=*M+M', y llamando g al peso de metal contenido en 10 centímetros cúbicos de la di- solución, resulta que -j- es constante para el hier- ro, el manganeso, etc. Para un mismo metal, esta «elación es constante, sea cualquiera la disolución

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Núm. 5." ANO IX.—1.» de Marzo de 1860. Págf. 46.

REVISTA

E TELÉGRAFOS.PRECIOS DE SUSCRICION.

lio España y Portugal S rs. al mes.ED el Extranjero y Ultramar 8 rs. id.

PUNTOS DE SUSCRICtON.

En Madrid, on la Redacción.y Administración, callede la Aduana, núm. 8 , cuarto 3.'

En Provincias, fio las estaciones telegráficas.

SOBRE EL. MAGNETISMO;-,

POR M. G. WIDEMANIÍ.

Buscar la agrupación de los átomos simples ócompuestas,, en las diferentes combinaciones quí-micas, las cantidades de estos cuerpos que se equi-valen en peso ó en volumen, son los problemas másimportantes de la química moderna. Se ha tratadode resolverlos por el estudio de los calores especí-ficos,'de las formas cristalinas, de las fuerzas re-fringentra, de los fenómenos espectrales; pero hás-la ahora no ha encontrado la ciencia una soluciónprecisa y definitiva. Otra clase de fenómenos seofrece al hombre entendido para intentar resolverla cuestión, por lo menos bajo un punto de vistaparticular, y es el estudio de las propiedades mag-néticas. Ciertas sustancias magnéticas conservanSd carácter magnético a| combinarse con otros cuer-pos ;era por lo tanto,importante investigar qué re-lación podría existir entre las propiedades de loscompuestos y las de los componentes bajo este pun-tó d& vista , porque es probable que, mientras loscuerpos conserven su magnetismo específico en lasinvestigaciones, haya derecho para suponer, bajo

ft^(|l|elacipn cuando menos, que el átomo atí ha si--'iJlll^iíl),;^ que si =ñay modificación, la molécula

l l ^ l a d d d a v Mi 'Wideaiann, el

sabio profesor de Carisruhe, ha continuado las in-vestigaciones que había principiado en 1865 (Ann.de Pogg., CXXVI). El autor había estudiado, ensu primer trabajo, la influencia de la concentracióndo la disolución en su momento magnético, la in-fluencia del disolvente, la del cambio de tempera-tura, y la manera con que obran las distintas salesde un mismo metal magnético. Las medidas se efec-tuaban por medio de la tensión del hilo que soste-nía el vaso que contenia la disolución, tensión me-dida por medio de un espejo y una regla como en elmagnetomeíro; El magnetismo de las disolucionessalinas, como ya lo había encontrado Flucker, esigual á la suma del magnetismo del disolvente (agua)y del de la sal disuelta en la cantidad de agua cor-respondiente, y este último es proporcional al pesode la sal contenida en la unidad de volumen. Demodo que, el momento magnético desarrollado enel tubo lleno de disolución (-J-) de percloruro dehierro por una fuerza magnética dada M, siendo elproducido en el tubo Heno de agua—M' (diamag-netismo), el magnetismo m de la sal disuelta seré .m—M-r-{—M')=*M+M', y llamando g al peso demetal contenido en 10 centímetros cúbicos de la di-solución, resulta que -j- es constante para el hier-ro, el manganeso, etc. Para un mismo metal, esta«elación es constante, sea cualquiera la disolución

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es decir, que el magnetismo de la sal disiielta e¡independiente del líquido disolvente. Un los limite!do los experimentos, el magnetismo de la sal disuelta, disminuye en una cantidad proporcional ála temperatura, y á pesar de la gran diferencia de.ks sales ensayadas, el cambio se veJifiStjcbnai'reglo á la misma ley, es decir, q i#s¡ l|in)ány(00 al momento magnético de una sal cualquier!á 0°, á la temperatura t será,

m = 100—0,325 f.

Llamando magnetismo específico de una sal al mo-meiíto magnétiw'temporal-lesaifoila'do In % unídaüV-de* peso de esta sal j)6r, lafjniiáad^le flierzá"Hagnctizatlora-; resulta.qrie parwlaé sate Üe\iomismo metal análogas

(Ni 0. SO,3. — ¿Yí 0. Az O,5—Ni Cl)

(MN O SO,3 Mn O AzO* MnO, A-—Mn Cl)

FeO Ó'O,3 Ff O Ae O/'-F^ Cl)—el producto del magnetismo específico por el pesoatómico o.<f (•.ónstanle"; rpronociéiulosé én esto unaley análoga í\ la de Jos, calores específicos, íiesul-taria que el magnetismo temporal, desarrollado porla unidad (íe fuerza magnetizadora on un ¡Horno ticun grado de'oxidación determinado do'un metalcoiidifereiiteá'áoidoses'dl mismo, ytqne'las óxisálessbn equiv«l'eittos por este concepto oórí'las sales há-loideaa. ' " ' ' ' . ' • ' . •

Debe notarse, que en las sales del'protóxido, losdo manganeso sitó más magnéticos que los do hier-ro', las sales' de un mismo'mehd, pero á distintosgra'dos dé oxidación, tienen momentos magnéticosmiiy diferentes. ••> '" ''Por nitimo, M. Wiflemann ha estudiado las mis-mas sales en el estado sólido, colocándolas empolvolino eii cl ijequefio vaso do-cristal,' después'dé ha-berlaa' me'nclado íntim'ame'ntc con sílice ó clorúi'orio'potasio poríe'tftantpntls'caloina'rló, y!ha éxperi-.mentado las sales' hidratada y anhidra. Él magne-tismo de las salo^ en el estado secó, 'es' ¿asi el mis-mo que c'nando eWtáh disueltas ¡ f i a combinacióndo1 lii sal anhidra con eí'agua de cristalización nocambia esencialmente el magnetismo. ' " ' ' '

Do estos resultados podria dedudiíse'; que sóloel metal comunica á la s¡d su pró'piétlat! magnéticaen los compuestos así constituidos:"cdnsideranilo,por ejemplo, las sales de prolóxido de hierro re-presentadas por "•' ' i i , '-tt > -,

montos unidos al átomo metálico es tan débil, conrelación al del metal, que su influencia en el com-puesto no se advierto en el experimento. Resultara,pues, que en estas sales, el átomo de metal adquie-re el mismo magnetismo temporal bajo la influen-ci**dé l | misma fuerza magnetizadora.

¿IEIÍIJIOÍ termina su primera Memoria, estudian-do si (Toarían relacionarse estos fenómenos á la teo-ría de las moléculas magnéticas dando vueltas al-rededor de su centro de gravedad por la accioa dela fuerza magnetizadora exterior, teoría que tanbien ha, deprrjillailo.en^u obra sobws el galvanis-mo, á ¡ttopósitp'de \i imantación del hierro dulce ydel. acflíí).,

Eh lá segunda Memoria, que contiene un consi-derable número de medidas sobre una gran variedadde sales, M. Widemann ha obtenido los resultadossiguientes:

Ha probado, en las sales da cerio, de didimio ydo cobre, la ¡ u.aldai} muy aproximada del magne-tismo atómico do las sales oxacidas ó hidráciilas, yaun de los óxidos hidratados de un mismo metal.Si se mezclan díís disoluciones salinas, cuyos ele-nentos pueden sustituirse unos á otros por via de

doble descomposición, cl magnetismo, después dela doble descomposición, os el misnío que antes.Be modo que, llamando

m y m' ' ' ' ->"!í'' ' o*f-6 ' c-i-d

al magnetismo de dos oantidades equivalentes de,

r si, después de la mezcla,'W;oblienen las sales

. „ • a+díj b+c, , ,Ujio .magnetismo seria

«i 1 ,y 1» ,a-hd b-

« iendrá:

+ m

él rtágnelislno '(6 el- diíimagilela&ino')

. , a-t~b , c-4-d a-f-d b-hc.oquedenótala constancia del magnetismo atómicoicios iiaelales magnéticos y de los grupos atómicos[ue los contienen, en su paso por dobledescomposí-ionldo un compuesto binario á olí» de constitución

semejante; de manera, que el magnetismo atómicodo las combinaciones binarias es producido por lasimplo adición do los' magnetismos atómicos de loselementos. , ::- Ed los cianuro» dobles dolos metales-magnéticos,

eí'HiagneMstno-aetítbmo metálico^ miidbiülgrupoatómicos oiá'á¡co|fes el mismo qus en las .ííalesisim-

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pies, mientras que los grupos ciánicos atómicostienen un magnetismo mucho más débil y aun po-seen el diamagnelisipo. Las propiedades magnéti-cas de los oxalatos dobles de protóxido y de peróxidode hierro, demuestran que estas sales, en estadosólido, tienen una constitución semejante á la de lasdemás sales de hierro. Del mismo modo, la dife-rencia de color de las modificaciones de las salesde cromo, no deberían atribuirse á una agrupaciónparticular de los átomos que, en cada molécula sa-lina, determinan el magnetismo de estas salesPero el protóxido de hierro (separado por análisis),tiene un magnetismo atómico que sólo es 0,21 deldo las sales de peróxido de hierro y del peróxidohidratado.

Mientras que las propiedades magnéticas délascombinaciones amoniacales de cobre y de riíqgelteniendo en cuenta la influencia de los cambios dedensidad, son casi las mismas que las de las demásoxisalcs ó sales haloideas; y que, por consiguiente,en las do3 series, los grupos atómicos magnéticosson esencialmente los mismos, los compuestos pur-púreos y luteocobáltieos, muy poco magnéticos,presentan agrupaciones atómicas que difieren esen-cialmente de las sales simples.

En cambios notables de densidad, puede sucederen casos particulares, que el magnetismo de loscompuestos en el estado sólido difiera mucho dolque tienen en disolución, por ejemplo, en el bro-muro de cobre, en el prolocloruro de cobalto, etc.

Los óxidos de los metales magnéticos son muchomenos magnéticos que sus hidratos y sus sales; sinembargo, la experiencia no establece aún de unamanera bien segura si esta diferencia proviene deun cambio de densidad ó de una diferencia en laagrupación atómica.

Los sulfuros son, en general, menos magnéticosque las sales correspondientes.

Dos cuerpos simples diamagnéticos (al bromo yel cobre) pueden dar una combinación magnética,mientras queá la inversa, un elemento magnético,uniéndose con un radical casi indiferente 6 débil-mente diamagnético (azufre cianogeno en los cia-nuros dobles), puede perder su magnetismo.

[Les Mondes.)

CHISPA ELÉCTRICA.

NOTA Y EXPERIMENTOS DE M. ¿. SEGMN.Muchos físicos se han ocupado en distinguir las

dos parles dé una chispa de inducoion, que se lla-man él rasgo de fuego y la aureola. '

Al

Se pueden aumentar ó atenuar las diferencias queexisten entre una y otra, variando las condicionesdel experimento, entre otras la naturaleza y dis-tancia de los electrodos, la naturaleza y la presióndel gas ambiente.

Entre, los caracteres más distintivos existen, ade-más de la diferencia de aspocto, la manera con quelas dos partes de la descarga se producen bajo laacción de una corriente de aire, bajo la influenciade un imán y en un espejo qus dé vueltas. Esto»caracteres desaparecen enrareciendo el medio; voyá añadir algunos nuevos experimentos á los que yabe descrito sobre este punto. • •

1. Se hace sallar una chispa, de uno ó muchoscentímetros de longitud, producida por una. bobinaRuhmkorff, entro los extremos de dos hilos de pía*tino, dentro de un globo, dol que puede retirarse elaire por medio de una máquina pneumática. DesdoIss primeros golpes de pistón va tomando más brillola aureola; el rasgo de fuego brilla,cada vez menosy se desvanece, La chispa no os más que un rayoluminoso de color rojizo, qiie parece emanar delelectrodo positivo. Inútil es insistir sobre estos cam-bios, que son bien conocidos. Dicho rayo luminosotiene todos los caracteres que correspondían exclu-sivamente á la aureola antes de la rarofaeeion.'Es1

desviado por la acción de los electro-imanes, y cedetambién á una corrionte trasversal do airo. La cor-riente de aire se obtiene por medio de dos tubosque entran en el globo; uno más gruoso, por el quese aspira; otro más fino, por el que entra el airoexterior. El rayo luminoso completo sufre una in-flexión, como para introducirse on el tubo de aspi-ración, y hasta sucede á veces que aparece cortadoen dos partes por la corriente de aire. :

2. He observado con un espejo la imagen delrayo luminoso, en el momento en que el rasgo defuego acaba de borrarse. M. Fernet ha señalado laprolongación que experimenta en este caso la luzazul del electrodo negativo; el rayo rojo que saledel electrodo positivo se prolonga también; vién-dose asi que la incandescencia tiene cierta duraciónen toda la descarga, como ya M. Lissajous lo hablanotado para la aureola. ' •'•

5. Se ha ensayado la acción del imán sobreuna chispa producida al través de la columna déaire muy caliente, que se eleva por Cima de unallama. La chispa loma casi el mismo aspecto queen el aire enrarecido; y si se la hace saltar fras-versalmente entre los dos polos de un electro-inia)),se la ve encorvarse por completo en un plano-per-', pendicular 4 la línea de los polos,' ouan'do éstos és-

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tan en actividad. El sentido de la curva dependedel sentido de la imantación. La chispa de éstfr ex-perimentó era débil y venís á tener en el gas ca-liente un centímetro de longitud. !• ; : -

Puesto que las dos partes de la chispa de induc-ción se funden tan fácilmente una en otra; no es ex-Iraflo que los físicos no hayan podido pronunciarsede una manera absoluta cuando se ha tratado de sa-ber si debía atribuirse al medio ambiente ó ala sus-tancia lie los electrodos el brillo det rasgo del fuegoy el resplandor de la aureola. Ettgerieral,' se ;ha

- probado la presencia de materias en cada una delas partes. La influencia preponderante depende deJaS mismas circunstancias que hacen variar el as-pecto de las descargas (1),, y aun ésta no-tiene lamisma constitución en todos los puntos de su'longi-tud: Pon mi parte, he observado particularmente lainfluencia del gas ambiente sobre el rasgo de fue-go, puesto que he visto en muchos casos cambiarcon la naturaleza del gas. el brillo, el color y los ca-racteres prismáticos del rasgo. Por otra parte, headmitido la intervención de la materia de los elec-trodos en la aureola, después de haber notado quela chispa producida entre un hilo de platino y otrode cobre amalgamado daba en la aureola las rayasbrillantes del- meteurio, y que laaureola estaba tam-bién coloreada do diversas tintas en la chispa quesalta entre,un hilo de platino y-la"superficie de unadisolución salina, hasta el punto de que el vientodo un soplo esparce la aureola en una balsa colo-reada y arrastra las rayas brillantes á la base dela sal.

listos últimos experimentos, repetidos en distin-tas condiciones, demuestran bien la influencia delas condiciones experimentales en la constitución dela descarga. El hilo de platino y la disolución estándispuestos comoha prescrito M. Ed, Becquerel¡,.yla disolución.está en ;el polo negativo, porque estopolo es el más favorable para la coloración de laschispas, contra una indicación que había yo hecho.Sólo el hilo y el líquido están contenidos en un glo-bo en que puede enrarecerse el aire. Por el enrare-cimiento, el rasgo brillante se funde en la aureolacoloreada por lasal, y la coloración abandona cadavez más la parle superior de la.chispa, para confi-narse cerca de la disolución. Las rayas espectralespropias de la sal acaban por desaparece,;»- o se niues-

( I ) M. Van de í Williñgén Iiá¡ reconocido ¿fui l i s rayas

bri l lantesde la chispa, pertenecen al airo ó ai ¡metal, Stígnñ la

di s tanc iado los electrodos. ,-•. . •.- ¡i :¡¡ ;, , . . , - , - . I Í ; , ¡ .,:

tran con intermitencias. Otras rayas distintas délasal persisten en la imagen de la chispa.

Habiendo llamado con justicia M; Ed. Becquérella atención de ios físicos sobre el partido que élanálisis1 espectral podría sacar de las chispas produ-cidas en la superficie de las disoluciones salinas, iñépermito recordar que,'verificando la descarga,"fióeri la superficiedelas disoluciones, sino, como 10habiahecho M. Daniel; al través dé!iíquidosn0 cori-dHCto'resVf añadiendo á estos líquidos sales en polivo 'ó en disolución, he observado las rayas propiasá la base deicadasal. •- •• '• •••'•' : ' " ( ' '

ALEJANDRO VOLTA'.

álOGRAFU I EN LA SESIÓN PTJBLICA DE L4 ACADE-

MrA'.bE'cIÉNCÍAS^E.PABIS, EL ?6 DE JUUO'OE , 1 8 3 1 ,

POR FRANCISCO ARAGO. . .

. . . ( C o n t i n u a c i ó n . ) . . . . . ¡ •

La,carta á Lichtemberg, fecha dé 1786, en I»quo Volta estableció con : numerosos éxperiinen-:tos las propiedades de los .electrómetros de paja,contiene interesantes ideas, de las que es extra-ño no se encuentren huellas en lais obras másrecientes, ideas que se refieren á los medios de .hacer ¡comparables dichos instrumentos, á la me-<dida délas más: fuertes cargas, y á ciertas combí-naciones;de! electrómetro y del condensador. Nuncase recomendará' lo sufieiénteestacarta 4 los jóve-nes físicos. Ella los iniciará en el difícil :arte de losexperimentos; los ensenará ¿desconfiar de loqueá primer* vista aparezca, y á variar continuamentela forma délos aparatos; y sí una imaginaciónviva hubiera :de hacerlos, aban1 donar eNamínoiefl-to, pero seguro, de la observación, para.¡seguirsueflos:seduotoresi quizás se contengan en'taares-baladizo terreno al ver á un hombre de genio queno (Jesdefia el menor detalle. ¥: por otra partvj'enuna-époQa.-en.que, salvo ¡Ironrosas excepciones, I.Tpubücaeipn de un libro es una operación puramentemercantil, en que los tratados de: ciencia, sobretodo,¡cortados por él mismo patrón, no difierenentres! más que poncambios deredacoioh, a veces-imperceptiblesy en que cada autor descuida bienescrupulosamente todos los experimentos, todas las.,teorías, tpdos los instrumento^»,; que .su predecesor :inmediato olvidó ó desconoció; creo en mí un de-ber el llamar la ateiícion, de;;losjp'F¡neipiantes so-bre est|S;Obi;as ,o.rjgin9les.,.Allí.,, y.;so|amente allí, i

| i | f | ; j q ; j É | n,stigac¡oínés; allí- *^erán, la ¡ notoria , fiel;: dg, los, desjeubi

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mientos, aprenderán á distinguir claramente loverdadero'de lo inseguro, y á desconfiar de lasteorías aventuradas que los compiladores sin dis-cernimiento adoptan con ciega confianza.

Cuando aprovechando la gran acción que laspuntas ejercen sobre el Huido eléctrico, logró Saus-sure (1783), con la simple adición de una varillade ocho á nueve decímetros de largo, aumentarmucho la sensibilidad del electrómetro de Cavallo;cuando, después de minuciosas pruebas, los hilosmetálicos que llevaban bolas de médula de saúco,fueron reemplazados por pajas secas, debió creerseque este pequeiío apáralo no podía recibir ya invportantes mejoras, Yolla logró, sin embargo (1787,),extender considerablemente su poder sin cambiaren nada la construcción primitiva. Recurrió paraesto, al mis extraflo de los expedientes; adaptó ala punta de la varilla metálica introducida porSaussure, ya una bugía, ya una mecha inflamada.

I Nadie, a la verdad, hubiera previsto un resul-tado semejante I Los experimentadores babian dcubierto que la llama es un excelente conductor dola electricidad; pero esto, al parecer, debía alejarla idea de emplearla como fuerza colectora. Ade-más , Volta, dotado de un sentido tan recto, de unalógica lan severa, no se abandonó enteramente alas consecuencias del hecho extraño que acababade ofrecérsele hasta después de haberle explicado.Encontró, que si una bugía atrae á la punta sobreque se encuentra tres ó cuatro veces más electri-cidad que la que de otro modo se recogería, es ácausa de la corriente de aire que engendra la lla-ma, es por las multiplicadas comunicaciones que seestablecen de este modo entre la punta de metal ylas moléculas atmosféricas.

Volta dijo: puesto que las llamas arrebatan elec-tricidad ál aire mucho mejor que las varillas metá-licas puntiagudas, ¿rió debe creerse que el mediomejor de prevenir las tormentas; ó de hacerlaspoco temibles, seria encender enormes fuegos enmedio de los campos, ó mejor aún, en los sifioselevados? Después de haber reflexionado sobre losgrandes efectos de la pequeña luz del electrómetro,no falta razón para creer que una gran llama pue-da, en pocos momentos, despojar de todo fluidoeléctrico inmensos volúmenes de aire y de vapor.

Yolta deseaba que se sometiese esla idea á laprueba de un experimento directo. Hasta ahora nose han cumplido.sus deseos.1 Quizás ..podrían obte-ner, } sobre, este punto algunas buenas nociones, si.se comparasen las observaciones meteosqlogicas.delo$,;omiílado¡¡ 4e Inglaterra, trasformadps, noche y

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dia en océanos de fuego por multitud de altos hor-nillos , con las de los próximos condados agrícolas.

Los fuegos pamrayos hicieron salir i Volta dela gravedad severa que constantemente se habíaimpuesto. Trató de hacer amena esta cuestión ácosta do los eruditos que, como el famoso Dutens,encuentran siempre en algún autor antiguo los des-cubrimientos de sus contemporáneos. Volta los in-vita á llegar á los tiempos fabulosos de Grecia yBoma; llama su atención sobre los sacrificios,encampo descubierto, sobre las llamas de los altares,sobre las' negras columnas de humo que dosdo elcuerpo de la víctima se elevaba en los aires; enfin, sobre todas las circunstancias de las ceremo-nias que el vulgo crera destinadas á apaciguar lacólera de los dioses, á desarmar el brazo fulminantedo Júpiter. Todo esto no seria más que un simpleexperimento de física, cuyo secreto poseían los sa-cerdotes, y destinado á traer silenciosamente sobrela tierra la electricidad del aire y délas nube3. LosGriegos y los Romanos, en las épocas más brillan-tes desu historia, hacían, es verdad, los sacrificiosen templos cerrados; pero no falta réplica, añade-Volta, para esta dificultad, puesto que puede de-cirse que Pilágoras, Aristóteles, Cicerón, Plinto,Séneca, oran tan ignorantes, que ni aún por tradi-ción tenian los conocimientos científicos de sus an-tepasados.

La crítica no podia ser más iniciativa; pero paraesperar algún efecto seria necesario olvidar que,los zoilos de todos los tiempos, al censurar en anti-guos- libros los primeros rudimentos verdaderos ófalsos de los grandes descubrimientos, se proponenminos honrar á un muerto, que hacer perder lacoiisidercion á alguno de, sus contemporáneos.

Casi todos los físicos atribuyen los fenómenoseléctricos a dos fluidos de naturaleza distinta que,en ciertas circunstancias van á acumularse separa-damente en la superficie de los cuerpos. Esta hipó-tesis conducía naturalmente á investigar el origende la electricidad atmosférica. El problema era im-portante. Un experimento delicado, aunque muy.sencillo, puso en el camino de la solución.

En este experimento, un vaso aislado de dondese evaporaba el aguadió, por medio del condensadorde Volta, indicios manifiestos cte electricidad ne-gativa.

Siento no poder decir, con entera certeza, á quién,corresponde este experimento capital.

Volta refiere en una de sus Memorias, .que, habíapensado,en él desde el año 1778, pero, que no ha-biéndole sido posible intentarlo, por diversas, cic»,

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50constancias, no lo llevó á efecto'hasta el mes doiifarMe 1780, enParis, y en compañía de algu-nos ¡miembros de la Academia de Ciencias. Porotra parte, Lavoisier y Laplace, en la última líneade la Memoria que publicaron sobre el mismo asun-to;; dicen tan sólo: Vollajuvo á bien asistir á nues-tros experimentos, en lasque noSfuéútil.

'¿Cómo conciliar dos versiones tan contradicto-rias? tina nota histórica, publicada por el mismoVólta, está muy lejos de disipar todas las dudas;estsiiiota, examinada atentamente,"no dice de unmodo expreso, ni a quién corresponde la ¡dea delexperimento, ni cuál délos tres físicos adivinó q«etendría buen éxito por medio del [cohdensadór. Elprimer ensayo hecho en París por Volta y los dossabios franceses reunidos, fue infructuoso, porqueelestádo higrométrico de la atmósfera no era favo-rabié. ¡Pocos días después se manifestaron las se-fiaies eléctricas, aun cuando no se variaron los tüe-dios1 de Observación. Volta no asistió á la últimaprueba. . ;

Esta circunstancia ha sido el origen de todas lasdificultades. Algunos físicos, en tesis general, con-sideran como inventores, sin más amplio examen,á ios primeros que, llamandoen su auxilmá la expe-riencia, lian probado la existencia <Ie un hecho.Otros ño venmásqúe un mérito secundario en eltrabajo, según ellos casi material, que los experi-montos necesitan. Reservan su estimación para losque los han proyectado. : • • < . • • . , .

(Se continuará.)

Consideraciones sobre la descarga eléctrica en elaire enrarecido, por M. C. Sekults.—El paso de laelectricidad al través del aire enrarecido, dependedeltt'itísnsidú; así es que, háciSiido el vacío en untUbMIéfeissIer, con una bomba'de Géisslér; hasta((Uéla corriente de una máquina de JRuhmkoi'ff nopiíéítópasar,' reaparecería' ia corriente si se aunién-•táWlii: inlensidáil de la corriente primaria; • conesta nueva intensidad, podía también hacerse unnuevo4 vacío'que detuviera de; nuevo la corriente,péró éiitóifeés la chispü dé laniAquina Hollí podríaaútf pissáf; Páfd estudiarla' félac!ff&!féhtre la tea-sion eléctrica y la densidad del aire en distintascondicioné^,;'se valió;' pa'l'a medir" lá'jsfiinéra^de unprocedimiento análogo' áPélhpleádo por Faráday onsiis investigaciones sobré el' pasó de la cliispá'énili-férórités gasea. Para estoy deUo's5 poloste una^qiülía'Hollz jiartísn cuatro hilos; dósibaná liise

trodos de ún tubo de tíeíssler y dos á las bolas déun micróBietro de chispas; no püdiendo medirse di-rectamente la densidad del gas en estos tubos, secalculaba con arreglo á la medida de los volámenesdel tubo y de los recipientes de la bomba de mercu-rio. Empleando tubos distintos; bajo presiones que»variaban de 157 milímetros á 0,006 milímetros 6de 50,5 milímetros á 0,004 milímetros, se encuen-tra que, para atravesar un espacio en que la densi-dad del gas es cada vez más débil, la electricidaddebe tener una tensión que disminuya primero, des-pués llegue á un mininium para cierta rarefaccióndel aire, y principié luego i crecer, si sé continuahaciendo el vacío, para llegar ;á un máximum delque no se puede pasar, probablemente porque no sépuede, haser mejor el vacío. Cóntubos más estre-chos, el mínimum se manifiesta á una presión algomayor, yes también algo mayor que los tubos an-chos, pero el máximum á que sé puede llegar, noes sensiblemente distinto. Para presiones que des-cienden hasta un milímetro, la tensión necesariapara el pasó de la chispa crece flotablemente con ladistancia de los electrodos; éiá partir dé éste limitéde densidad, ¡a tensión necesaria'crece de nuevo;el aumento de tensión es sensiblemente el mismopara los electrodos próximos que para los sepa-

La Compañía del cable trasatlántico anglo-ame-ricano ba publicado un balance generaldí sus ope-raciones, del cual extractamos los siguientes curio-sos detalles: '¡ . , ! "", . '

Al principiar la explotación de la linea, se fijó d,precio de cada despacho sn 20 libras esterlinas, ydurante los cinco meses que estuvo en vigor estatarifa se expidieron 29 despachos diarios, qué pro-,dujeron S80 libras esterlinas.

En i 867 se reclujo e l precio á-1 jihras,: y so tras-mitieron por di;i i51 despachos, que produjeronpor término m^dípjS? libras; v , '

Desde c l j . ' : de Setiembre último se redujo elprecio á 3 Übs,, 7 sh. y 6 d., y aun criando losin-gresos han disminuido un p.ORo(6l|'libras dijtrías)los <lflspac(íoa han subicío á 206 diarios, !'•

Entré1 los hombresMéciéñBms'in'áSteábles qitáfállecíefbn'én él ano p'i>iiiño p'a'sadtff"récopdáinos1

f Áf graf PSuceíétí créaíl8r'íÉ6fÍ& miéc;áñicáaitídüs¿

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SíIrial al par que eminente geómetra; á los físicosPouillet y Fouoault, apreoiable autor el primero ysagaz inventor el segundo; á Breuster, físico ini-ciador de una parte de las cuestiones de física mo-lecular y elegante escritor; á los químicos Schoen-beiuy Porsoz, y al gran matemático alemán Plucker,autor sumamente original en geometría y física.En nuestra patria hau fallecido, el físico Valledor,decano de la facultad de Ciencias, distinguido pro-fesor y correcto escritor; y el Sr. Saavedra Me-tieses, que tanto nombre alcanzó dentro y fuera deEspala por sus trabajos geodésicos.

Investigaciones sobre la deoilüacion mutua de losimanes reunidos en haces, por M. L. Kulp.—Estosefectos, observados ya por Coulomb, son nueva-mente estudiados en esla Memoria por el métodode las compensaciones, que consiste en compararlas dos barras que han de compararse á cada ladode una pequeña brújula, de manera que la agujapermanezca en cero. Con barras de acero de lasmismas dimensiones, de igual fuerza magnética,tn'=Bi,=»i,, reuniendo dos en una sola, si no hu-biera debilitación mutua, se tendría —=—,' sien-do r y B las distancias á que se colocan á derecha éizquierda de la brújula, por una parte, una sotabarra normal, y por otra, el haz para traer la agujaá cero. R seria por lo tanto igual a r *\/~%~- Perola experiencia da siempre una distancia menor, yseparando las barras vuelvo 4 encontrarse su inten-sidad primitiva. De modo que, reuniendo dos ima-nes de igual fuerza en el mismo sentido, la intensi-dad total no es la suma de las intensidades parcia-les; hay una pérdida, y separando los imanes noquedan debilitados. Silos .imanes, aun teniendo lasmismas dimensiones están desigualmente imanta-dos, la acción total es también menor que la suma;puro al separar las barras, quedan debilitadas deuna manera permanente. Empleando imanes en for-ma de herradura iguales en intensidad, lo que esbastante difícil do obtener, se llega al mismo resul-tado que con los imanes rectilíneos; hay debilitaciónmientras que están reunidos, pero vuelve i encon-trarse la misma fuerza después de la separación.Pero con imanes de herradura desiguales en fuerza,la idebililacjon también es permanente y menorcuanto mayor es el ¡man.

Nuevo elemento voltaico, por M. n . E w o Dtubo de cristal de 15 á 20 centímetros de largo y-de 2 centímetros de diámetro, lleno hasta las *¡partes de ácido sulfúrico extendido, ó de una diso-lución de sal, se introduce hasta el fondo un peque-,fio vaso en forma de dedal hecho de hoja delga-da de plata pura, y que tenga unos 6 centímetros'cuadrados de superficie, y contenga una cantidadcualquiera de cloruro de ptata. Un hilo de cobre,perfectamente aislado; sea con cristal 6 con gutta-percha, está soldado á la plata y sale del tubo a t e 1

vesando el tapón que le cierra. Este mismo tapónestá asimismo atravesado por otro hilo de cobre tara-'bien aislado, al que va soldado un pedazo de sino,de cualquier forma, de unos 6 centímetros Cuadra-dos. El zinc está dentro del liquido, pero se le puedeseparar más ó menos de la plata y aun sacarle dellíquido.

Un elemento desvia con bastante fuerza la agujade un galvanómetro ordinario; tres ó cuatro ele-mentos descomponen el aire. La resistencia es muygrande; la corriente puede vencer grandes resisten-cias-en. el circuito; cuatro elementos son suficientespara hacer funcionar un telégrafo de la estación deInsterbourgá la deKoenigsberg^Lá fuerza electro--motriz del elemento queino se ha medido directa-mente, se aproxima más á la de un elemento Groveó Bunsen que á la de uno Daniell. En cuanto á laresistencia del elemento, puede hacérsela variaraproximando ó separando el zinc de la plata. Estaes la pila de cloruro de plata cuya prioridad corres-ponde á los Sres. Warren de la Rué y Muller.

Huevos experimentos sobre la luz eléctrica, porM. B. Geissler.—Kl hábil físico de Bonn ha cons-truido tubos que se hacen luminosos por el, sjntplefrotamiento. En el interior de un tubo bastínfe.an-;cho, se suelda un tubo estrecho en forma de espi-ral:, en esté último se hace el vacío, p*ro,,A?, s?,quíta el aire entre él y el tubo exterior. Frqtandosobre todo con una piel de gato eltubo.exterioj;,[oda la espiral se hace luminosa y del color, corres-pondiente at gas que la llena. El fenomeao és Um,-,bien .más brillante cuándo, después de haber frota-,do el tubo, se le aproxima y separa unaplap*,?-?cáutotiouc endurecido. como el de las nia|BÍaas(ae,Holtz, y también frotado. M. Geissfer ha buscado

ttafc foHoltz, y también frotado. M. Geissfetambién, pero hasta ahora sin resqltado sattafc^fo-rió/las mejores condidWs'para'có'nst'rivr 'B í°f¿?,tos^ue se' tótee brillar'el mercurio W t » 1 * 1 ^ H a

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52construido sin embargo tubos de estos bastantegrandes y: bastante luminosos para iluminar un lo-cal completamente oscuro i pero no ha podido reco-nocer en qué consistía que, de dos tubos idénticos,el uno era brillante y el otro no; ni por qué había áveces más luz cuando se dejaban en el tubo dos mi-lésimas de presión, que cuando se efeotuabael va-cío perfecto;.• .,•.:•: •'

influencia del magnetismo sóbrela fundición dehierro, por M. Treve,—M. Treve, deseando some-ter, la fundición auna influencia magnética:, hizo, dis-poner en el eje de una fuerte bobina un molde dearena, en el <|ue se precipito un caño de fundiciónde hierro, cuando circulaba por él una enérgica cor-rlente.de doce elementos Bniisen, Se obtenía no íé-jos.de: allí, libre de toda influencia magnética, uncilindro igual do la misma fundición para comparar-le con el primero. Guando se efectuó el enfriamien-to se rompieron los moldes, sacando los dos eilín-dros.de.fundicion, que se rompieron en pedazos" parapoder examinar su contextura. M. Donzel, fundidorde hierrot: encuyacasa se hacia esté experimento,estudió minuciosamente los distintos pedazos, sin ob-servar en ellos ninguna diferencia. Dos de estos pe-dazos , de calibre, exactamente igual, fueron pesa-dorson, todo,:el.cuidadoi]5o.s¡ble!por 11. Deleuily pe-sador de la, comisión ¡de monedas de.ParKvy.delamínima diferencia observada onlos pesos, no puedeinferirse lina diferencia: de densidad. ¡

El cilindro, magnetizado durante su solidifica-ción, ha permanecido siendo después un imán dé-bil, es verdad, pero caracterizado por la presen-cia de sus dos polos. Un hecho importante ha re-velado sin embargo este experimento; desde elestado de fusión, correspondiente á la temperaturadeí .300 grados'¿asta el,de"la solidificación efecr

tuaili'á' la'íétílpéraliiráaínbierité de doce grados,el cilindro sómetídtí a*lá influencia niágnéíica hasirftf ¿ñ Vjftílii jktdtrb'sb, que atraía durante todo eseperiodo'dé formación y enfriamiento lina pesadafiarííídé.líiérro. Éste hecho es análogo alque Mori-siéür Paye dio á conocer en la sesión dé la Aca-demia'dé Cienéiás de Paris.él 14 de Abril de 180S.

Esto parece'indicar que no .existe incompatibili-dad ninguna éntWel magnetismo y'et calor, y que

• el mérró puede peínianeeér y permanece magné-tico, Cualquierafqüé ifú su;témperáíuráj si 1 | causa

ttf;yüb*tói"^ { ' ' ' V ' l ' ' ! V ' ! ' ' " ' '

c | t o p o u o ^ t

ruro de amonio, qi¡» contiene una lámina de zincamalgamado; 2.° de un cilindro,poroso Heno de cai>Donato de cobre, en el que se sumerge una láminade, cobre. Para mantener la batería en acción, nohay más que añadir, de-, tiempo.en tiempo, clorurode amonio sólido. Para la telegrafía militar, en quela pila tiene que trasportarse, debe llenarse el vasoexterior de arena impregnada de disolución de clo-ruro de amonio. Esta nueva pila se recomienda porsu baratura. El carbonato, de cobre eVinsoluble enla disolución i de cloruro de amonio; pero cerrandoel circuito, el cloruro:se descompone en ácido hi-droclórico y en amoniaco. El acido biilroclórico seacumula en el polo zinc, y el amoníaco en el polocobre. El carbonato de cobre, se. hace soluble, y sudisolución da lugar á una corriente secundaria, que.tiene la fuerza de un elemento Daniell. Esta clasede batería da una corriente perfectamente cons-tante. - . . . : . -

Del periódico Le Public, deParís,; tomamos lo sJ-;,guíente: ..-. , ;... , ": ..[.,.. , :

Luí eléctrica..—Después de la,gran campaña de.la adjudicación del pequeño y del gran Moniteur,tan felizmente llevada acabo., M. Wittersheims veialevantarse ante sí dos obstáculos insuperables.: ¿Dónde encontrar disponible, próximoá las Tu-jleríasy álos Ministerios, el inmenso téh'eno ne-cesario para la adjficaeion dé los edificios dé lá im-prenta? ! ' ' ':"'' 'I;."'' ' '•: ¿Cómo terminar estás cóhsírucciones én el corlo• intervalo de tres meses? : ' ,''",';."'','"'"I El terreno sé. íe presentó, con la cesión, del anti-cuo local del círculo agrícola. ?'.

Pero faltaba que ios tres meses durasen como;seis; este problema no tenia más que una solución:"hacer del (lía y de la noche días claros de vointi-ícuatro horas. Y las noches no podían céhvertirseen' 'días,, á no ser por medio del milagro de la' luzeléctrica. . ' • . ' : . , . , ? . • ; " ' . ' . ')...

M.' Witíérsheim' llamó al jiomBré por excelencia;de la"luz eléctrica, á;MV Serrín ,.'e\ prjméi'o qué hasabido haberla práctica i inaépéndienlé dé la mano;del hombre, el primero que ha sabido Kácéfla bri-llar a distancia djirante noches e;nteras,'sin fiesg'od e q u é s é 3 p a : g a s é . ' • ;" .'";,'"'•. '•'•'•'•"•:'-\ ' :t-;-'--': M. SerHri puso en seguida jíjanlis á tai obra,; tó-vanío'la 'garitaqué háb|a de^eytiir 'su 'regulató¡automático; montó sus baíéfias'y' sel'hííó; la';íiii!í.'^Diariamente, desde las:cinco de la tarde á las seisjde la mañana, :¡l¡j.m,inab.a ;con,,profusión aquellas¡ v a s t a s o b r a s . ' , - ' ' . ; :; •'••' -;,.; ,: '••;,:~.

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}M, Serrín ha hecho más; por un mecanismonuevo ha logrado mejorar mucho su invento, ya tanperfecto; hapriesío la luz al abrigo de las fluctuacio-nes incesantes producidas por la c.lliee que siemprevamezclada con el carbón.

Esta Tez la ciencia ha conseguido un triunfo tancompleto, que los curiosos no han dejado de asistiruna sola noche á admirar esa interesante aplica-ción deila luz eléctrica. ^ :

SírCh. Wheatstótíe. ha sido agraciado por la ReaSociedad de Ciencias de Lóhdres, con la medalla deCopley, el non plus ultra de la§ recompensas queconcede la ilustre Comparta. La medalla de Copleyle' ha sido concedida por «sus trabajos en la acús-tica , la óptica, la electricidad y el 'magnetismo:enunciado de motivo^ conciso, pero que representauña masa incalculable de trabajos. M. /WTieatstonelía inventado muchísimos instrumentos, de los que,los más notables son: el réoslato, el cronoscopo; élreloj electro-magriélieo, y el puente dé "Wheátstone»indispensable para poder apreciar la resistencia delos hilos ó de los cables telegráficos.

-ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS,' ' • F Í S I C A S T N A T U R A L E S . ;..;< :

(Continuación.) -

DISCURSO I.K1OO ANTE LA MI?MA POU D. MAGÍN UONET Y DON-

F l t X , KN Sü UECEl'Clbíí'CÓMO INDIVIDUO !)K NÚMERO I>!¡ DI-

CHA ICORPORACIO.V. :

•y. Nacerán los de tercer órdenite la mutua combi-nación de los que acabamos de ver, por ejemplo:cuando se combinaran los suIfatosi potásicos y cró-nico, para dar origen al: sulfato doble subsiguiente,llamado también alumbre de orono. Si este alumbreanhidro se combina con el agua paraiformaf el cris-talizado, los átomos de éste serán á su vez de cuartoorden, y así sucesivamente, u ::

Estas consideraciones, y:otras que, callamos porser bien conocidas de. tan distinguido auditorio,prueban lo minucioso y lógico que era Bercelius altratar de oimentar bien su sistema. La acción de lapila, en particular, y la de otros agentes sobre loscuerpos compuestos, estaban acordes con sus resul-tados sobre esta constitución de los cuerpos en laquímica inorgánica,. Pero Bercelius, generalizandoso;; sistema, le extendió á los productos de origenorgánico. Haciéndose eco de una predicción del des-venturado Lavoisier, consignó yaen 1817, en lase-gitnda edición suecadesui tratado dé.nufmica; «que

3lí§dj|i!rencfa, entrejos cuerpos orgánicos é inorgári í f ^lijon^jste'j en:.que en,estos todos los cuerpos

&iinrgflwfilisimple,!mientras que el

rfe aquellos es cokptíeslo. Los factores dé esté radi-eálcompuesto en los productos, de las plantas, de-bian ser el carbono y el hidrógeno; á los qúeásasu-oiaba el nitrógeno en los de origen aninial.....»En este puntóle vemos eliminar cuidadosamente alóxido de los factores del radical, para permanecerconstante con su sistema electro-quimico. Siendo, enefecto, dicho oxígeno el más electro-negativo (feio-dos los cuerpos, le; poneen; frente deliradibal, queá su vez (simple' ó compuesto) ¡tóriaá él íadicalelectro-positivo. •'•••; : - ;'!'. . . - . - •

La determinación delbs pesos atómicos, que yahabiá llevado á cabo por métodos peeuliares'suyos,teniendo siempre, á la vista la éstoquitanetríadeRichter; la rectificación que habia hecho dé lasideas de Wollastoh, que 4 la vez se ocupaba en elmismo trabajo; la distinción clara y terminante delo que debe entenderse por equivalente y porspesoatómico de los cuerpos, confundidos por''muchosquímicos ingleses j, la precisión y sagacidad "hastaentonces1 jamás vistas que introdujo en el análisisquímico on toda su extensión!;'la autoridad verda:j

deray legítima, en fin, que le habia con (jaistadósu gran génio: en todo Id que con la química se ro-zaba, hicieron; que'í las ideas de Berzeliús mérabíesran una general acepción. En prueba de ello,«bás- ,teuos recordar quo Liebig, a quien por algunos séconsidera como fundador de la química orgánicasdefine á ésla llamándola simplemente la química delos radicales compuestos, y que Dumas, con el ta-lento y sagacidad qué caracterizan todos sus escri-tos, decia en muñóla que leyó á la Academia déCiencias de París el 23: de Octubre del837ventreotras cosas: «La química orgánica debe reunir iodoslos seres formados por cuerpos compuestos queífonteionan como los elementos: en la< química; miti'enllos radicales son simples, en la orgánica c0mpum4tos; lié aquí toda su diferencia. Las leyes; de combi.jnación y de reacción son, por lo demás, las mismas-!B los dos ramos.de.la química.'.» Y ¡más .adelanteconcretaba aún, mejor su pensamiento uuandor de^cia : «Tal como la concebimos, la/químiOíi orgáni-ca nos presenta, pues¡ unos radicales que ¡gozan ;elmismo papel que los metales, y otros que.so con-ducencomo el oxígeno, el cloro, el azufre, etc.Estos;radicales se combinan:entre sí ócon. 1"S ele-mentos propiamente dichos,. y;de^ este modo, obe-deciendo á las más: sencillas leyes ;:de la,,((iiÍTn¡camineral, dan origen á todaslas combinaciones or-gánicas,:Bescubrir estos ,rádioaleg,¡(8s(níiarlos ycaracterizarlos t tal ha sido hace.• die*a]tosj nuestro.estudio cotidiano»».;;;!.-.; ,; Jívifíi^ív/k í ' í

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<; .Este completo acuerdo entre dos hombres de tatalla de: Liebig y Dumas, constituye el más bellotriunfo de Berzelius, si se recuerda que sólo vinie-ron a. él después de una viva o interesantísima dis-cusión suscitada á propósltotle la constitución delos éteres, sobre la'cual se sostienen dosopiniones j6leorias distintas.: Una dé ellas admitia.ijueen lo-dos los compuestos orgániooíoxidados, ylotí losété-rea por lo mismo, existia un radical compuesto coneljOual se hallaba oombinado.el óxigetio,. al pasoque la otra sostenía, quo las materias en cuestióndehiap considerarse mas bien como el resultado decombinaciones binarias de cuerpossimplés.esdécir,como reuniones de átomos de primer- orden. Masterciando Bercelius! en el debate, hizo ver que to-dos loseompueslos del éter con los oiaculos y loscuerpos halógenos coheuerdan del mismo modo, talvez mejor, conla tooría que considera á dicho étercomo el oxido de íunradical oí gánicoi'demostrandoque este óxido, ¡V la manera que sus 'análogos or-gánicos puede uhirsocon losoxacidos, anhidros lo-dos,-y que bajo el influjo délos hidrácldos, el hi-drógeno de éstos so combina con el oxigeno del óxi-do, al paso que el cuerpo halógeno lo hace con elradical del otólo orgánico para formar una especiede éter que so conduoe con los éteres formados porlos oxácidos como una sal halúidea con una oxisaliObservó; además; que si bien por entoncesnosü co-nocían las combinaciones del radical del éler cóii' elMufreyiel selenio, debían de existir, lo que la expe-riencia mis larde comprobó plenamente. Al prohi-jar la Academia de Ciencias de l'an's la nota de l)u-raas, no líacia pues otra cosa queacoptár lisa y lla-namente las opiniones del inmortal Secretario per-petuo de su hermana de Stoclcolmo:

El> triunfo-de Béraelius era completo. Sus riva-les.iijtde gran valía por cierto,' acataban1por'- con-ducto' del órgano mas 'autorizada que se conoce enet mundo cionlíficó. sus opiniones sobre la existen'ciado los radicales compuestos, ysobre el i m por-1

tanie papel qt# so les hacia fepresoniai' en la qilí-iiiica Orgánica. iAl lado del cianóge'no, radical com-puesto, qué'desde l!8t5 se conocí» aislado y, repre-sentando las funciones do ira cilefpo' simple; se¡licierórftigiirár muchos otros radicales puramentehipotéticos, qué minea han sido aisladOsv no obs-tante los continuos trabajos qne para conseguirlo sélian hecho por diversos medios y por las manos másexperimentadas; Fue, pues, admitido generalmenteque en' los individuos químicos' procedentes ;ídelreino organizado; dcbiancoiisiÜefáfserfteellos que los componen, á lamanefS quéios'que1

estudia la química mineral, formando los más ungrupo que recibió el nombre de radical compuesto,con el que se combinaba otro elemento como el oxí-geno, el cloro, etc. De esta manera se aplicaba ógeneralizaba á los cuerpos orgánicos la misma cons-titución que rijo ó se admite para los de proceden-cia mineral, haciendo de cuerpo ó elemento electro^positivo el radical compuesto (binario, ternario ,ócuaternario), y representando el papel ó función, de

¡einento electronegativo el oxígeno,¡ifloro, etc.ísíqueclaba .bpmpletaja teoría electro-quimica. .

Pero, rió obstante! la indisputable autoridad deBérzelius.en la materia, pronto surgieron dudas so-bre la constitución de los radicales compuestos um-versalmente admitidos, üno-de sus alumnos predioíeoíos y epioboradqr no menos entendido que infa-tigable en, muchos dé sus trabajos, fue el primeroque modificó esta parle del sistema de su maestro yamigo. Federico Woehler, en efecto, profesor de laUniversidad de GoUriga, estudiando los desdobla-mientos que experimenta' el ácido benzoico cuan-do se le somete á la acción de ciertos reactivos,admitió que su radical, el benzoüo, estaba formadopor un carburó de hidrógeno oxidado; cuya opiniónfue luego aceptada y sostenida por otro químico deno menos valía, que muy pronto tomó las propor-ciónesele un verdadero atleta en la ciencia, cual eraJusto Liebig, a. I9 sazón profesor de la Universidadele Giessen. Según esto, pues, el oxígeno, el máselectro-negativo dé todos1 los elementos que segúnBerzelius nunca entraba en la radical^ formabaparle de él; siendo este el primer ataque formalqué recibió el sistema dualístico en química orga-

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Por otra parte; Dumas, el defensor de los radi-cales compuestos ante la Academia de Ciencias dé:

París, según liemos visto, les dirigió otro ataque nomenos profundo. Repitiendo los experimentos quehabia publicado Gay-tussac en 1854, acerca de laacción del cloro sobre la cera, observó qieél vo-lumen gaseoso, después que lareaccionihabiacon-cluido, permanecía el mismo que antes de empezar;pero como notára'que el residuo gaseosowstaba;for-mado de ácido clorhídrico dedujo, natúralfnénte, queel hidrógeno de la cera,' necéáarlo para la forina-Cioüide este ácidb, habia sido reemplazado en ellapor sú'propío volumen de clofoiquese debió alojaren el'sitio desocupado por'dicho hidrogenó: IgualConsecuencia dedujo de la acción del mismo cloró:sobreél ácido acético y otros cuerpos; naciendo de'

a^aíhidrógeno é^ ote d¿los elementos más'el'éctró''¡)bsiJ»

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tivo s,al paso que el cloro lo es de I os más electro-negativos , la. mutua sustitución del uno por el otrosin, que por ello sufriera «n lo más mínimo el grupomoltoular en ¡|ue tenia lugar, fue la herida másgrave que recibieron los radicales compuestos, oomosi dijéramos c>l «olpe de gracia; siendo sustituido«u consecuencia el sistema duallslloo de'que Watrepresentantes, poriol miliario que hoy impera enia química orgánicaÉobre

Rolo de este modo el prltíeipio'de autoridad, pro-testando los míümos discípulos de la doctrina delmaestro, era natural y lógico que naciese ciertaconfusión en ql campo de la leoría, Dumas la,n oo-Utaiasta detensor de los radicales compuestos en unprincipio, como diligente y entendido demoledor ílelos mismos mis larde, filé ql primero que, dos-puósdeiüalier perfeccionado y retocado.su leoríadelas sustituciones, inventó la dtí los. lijios. Los ele-mentos constitutivos del individuo, según esta loo-ría, cslán agrupados en Irn lodo que llalna tipo.Onu (¡c ellos piínte ser ,re.empl¡|2ado por otro, deltodu ó qn parle, sin que se destruya el grupo pri-mitivo, líl liidiófíeno es el primero de los (¡lómenlosen ser sihliluidns por otro; pero también puedenserlu el oxígeno j los demás elementos, excepto eloarbonó; siendo de advertir qiie, el cuerpo quereemplaza al qun so elimina, alomo por ¡'Homo, i'molécula por molécula, podrá ser de muy distintinaturaleza, y hasta dts divorsa composición, puesunas veces seri simple, i'omoelcloro, bromo, yodoazufre, oxígeno, arsénico, antimonio, etc., etc.,y oirás coinpuislo, como el óxido nítrico, el ácidoliiponiln'co, la imida, la amida, el amoniaco y ruu-choj otros cuerpos igualmente compuestos. Esta tanvaria sustitución de un demonio por un cuerpo de

algunos casos, este raícteo sufriráclones; pero no serán tales (jue so 'desconozca' ódestruya en núcleo generador ó primitivo, naciendoó formándose entóneos un pdeloo dertpculo., Paraacomodar todas las combinaciones ó cuerpos que re-sudando estas'suslituclones'al sistema de tos nlí-cleos qusinventa, admite además Laurent-,Slo oleenlales ó1 conslitukiyosentrar!1 G

propiedades tnn desemejantes, lodo lo más que pro-duce , según Dianas, es que el primitivo grupo óUpo químico sea cambiado en otro que denominamecánico ó melecular, pero uno y otro forman ó per-tenecen á la misma serie.

Laurcnl va más allá que Dumas. No sólo admileel grupo constante en los elemenios que entran en elIndividuo químico, sino que da forma al mismo in-dividuo. Dicha forma es la de un sólido regular ógeométrico, en cuya estrucltira ocupan un cierlo ydeterminado lugar los factores, que le eonsliluyen.Podrá uno ó más do ésíos ser reemplazado o susti-tuido por olro, del todo ó ea parle, siendo simple ócompuesto el que le reemplace; pero ocupará; en elcuerpo el mismo lugar del reemplazado, permane-ciendo por lo mismo Inalterable la forma primitivaó el núcleo Sel cuerpo compuesto. Todo lo más, en

íiomos oíéménlá(e| 6 .conltiíiífiyiisjéfljfaff tjUJjJlvjj.en general por náiiieros pares, réfonñantfo eí'f Ife"¡

•do, losipe^ps atómicos-r^jMljjío?., ,,d^,m|(noi^tieIOSJ resultados; obtenidas,por^iianAÜsjs/l^gll.ljis'hipótesis adnritidas haslailáiCpooai.én .queliúiysRjjí,su slslema; cbncjiordáfi coiftos qufíresultaban;p^1',el Cáleujo do los ini8iuos'>cucrp*dá:'i^rií^ai(l'dÉ| ^J|i-vnados conforme á sus ideaíiv ,'¡. „•• ..i!!i ..¡'. '"..;''~'i^ •

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,'_'. ' PÓDÉtt-.EJÉÍBüTO'üli-.-,.-írnt';ífi>.! MINISTERIO flü ULTRMrtAfli --'¿mfi¡.

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Por el art.',i.°ílet'real tléci^o doiofej'dlciertv-btó de'!| §67 se autorizo,; ai_ Gobei'naddi*; sirp'ef¡oréívil'<¡¿ lid Islas Filipinas' para-áprtíríaf oferás'jíú*bffl&'cííyo' cbstrjíb'excédale •ÍOO.éQO;*éscíidOs\ .SW200.000' srse'rnlíéreii'S- üh f tíerite'l'tín farbíftotro trabajo aislado; y por él íih; 5.("de'lá nítórttadt.s(iosici(m se imponía la obligación de remitir elexpediente al Gobierno supremo, no anunciando elremate hasla cinco meses después';-1 y cónió quieraque, 'córt está medida no se haya conseguido fílétta1-menle el objeto qui? se deseaba,1 cuáf'Ofa'daráaquella' Autoridad amplias facultades para el másrápido (lésárrollO íle las dbiwndbReW, püéstij qáe, ,no fijándose limile inferiqr,,14' ejé^uciott Uéf.íí'ál-(¡tüerá de'eliáé:,'por1" pequeña <júefftére'su'íñipor-t3nc¡a;.!está'sujela.-i- esperar cinc.0,msses p.ajr,a lasislas Filipinas y dos para Cuba y Púerid-Ricó, séhace indispensable modificar et "decreto de í(í-deDiciembre cilado, según lo reclama el Gobernadorsuperior civil de Filipinas en caria de 2 de Diciem-bre último, admitiendo las bases que propone, yhaciéndolas extensivas á las demás provincias ul-tramarinas, loda vez que rigen en ellas disposicio-

Fundado en estas razones, y én uso de las facul-tades que me competen como individuo del Gobier-no Provisional y Ministro d,e Ultramar,

Vengo en decretar lo siguiente: •A rlíeulo 1.° Se autoriza á los Gobernadores su-

periores civiles de Cuba, Puerto-Rico y Filipinaspata disponer desde luego la ejecución de obraspúblicas cuyos expedientes oslen terminados enaquellas localidades, siempre que su presupuestóno exceda de 80.000 escudos, sean cuales .íuerenlos fondos de que se costeen, y con arreglo alasdisposiciones vigentes respecto á toda clase-déobrai

Art. 2." Quedan en su consecuencia derogados

Page 12: E TELÉGRAFOS.archivodigital.coit.es/uploads/documentos/revtelegrafos/1869/01031869...Núm . 5." ANO IX.—1.» de Marzo 1860 Págf. 46. REVISTA E TELÉGRAFOS. PRECIOS DE SUSCRICION

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losüártículos de los decretos de 10 de.Diciembrede 186-7 enlo que se refieren á impouer á aquellasAutoridades la obligación de esperar para el rematede todaclase dé obvas hasta cincd meses después dehaber didó"'mienta al Gobierno para Filipinas, ydos fueses para Cuba y Puerto-IUco, siempre queel¡ coste no exceda del tipo marcado, en el artículoanterior.; ... . •..Madrid 26, de Febrero de 1869.—El Ministro dePltramar, Adétórdo López de Ayalá:.

/ ¿Visto el decreto dé 27 de Noviembre últitaó, porel'qfe se reducía el personal1 del cuerpo'de Telé-grafos de la isla de Cuba, suprimiéndose dosJefesde línea de primera clase, tres de segunda, 26 te-legrafistas primeros, nueve celadores montadosy 52 de k pié, y en él que sé encarecía íá cónve-niencia.de introducir nuevas economías, ya dismi-nuyendo él úúmeró de estaciones, si se considera-ban algunas innecesarias, ó ya por otros mediosque se creyera oportuno emplear: i

Visto el informe emitido por el Inspector de Te-légrafos dé la isla de Cuba, en el que manifiestaque la reducción tal cual se prescribe en el decretode 11 de ¡Noviembre último podría afectar el ser-Vicio, por lo que propone se lleve acabo gradual-mente, dejando subsistentes cuatro Jefes de linea,cuatro de estación, 35 telegrafistas primeros, 57segundos, 51 ordenanzas y 67 celadores montados,con lo cual, y con la supresión de 15 estaciones queindica, no sólose.disminuye el importe del presu-puesto en los .70.600 escudos queresultaban porel,decreto antes citado, sino en 72,720; púdiendpaumentarse esta cifra en otros 25.000 escudos in-troduciendo nuevos aparatos y baterías eléctricascuya, adquisición y entretenimiento menos costoso.ocasionaría una notable disminución en el materialtelegráfico, y con la traslación de estaciones y ena-jenación de; edificios:. ¡.Yistaia carta del Gobernador superior civil de

f ! MOVIMIENTO DEL PERSONAL EN LA SEGUNDA QUINCENA DEL M)?S DE FEBRERO.

aquella isla, núm. 1.°, fecha 14 de Enero próximopasado; en la que se expresa es sensible la supre-sión de estaciones y propone el aumento de tarifas:

Considerando que el extenso informe del referidoInspector se halla fundado en razones de alta con-veniencia.

En uso de las facultades que me competen comoindividuo del Gobierno Provisional y Ministro deultramar.

Vengo en decretar lo siguiente:Artículo 1." Se aprueba la propuesta del Ins-

pector de Telégrafos de la isla de Cuba relativa alpersonal del ramo y supresión de 15 estaciones, fi-jándose en cuatro el número de Jefes dé línea, cua-tro de estación, 33 telegrafistas primeros, 57 segun-dos, 51 ordenanzas y'67 celadores montados, que-dando por tanto modificado en éste sentido el de-cretode 27 de Noviembre último........

Árt. 2." Por el Gobernador superior civil sefacultará al referido Inspector para llevar por si acabo las economías que se indican en su informe.

Art. 3." Para el servicio de telégrafos se con-siderará al expresado funcionario con las mismasfacultades, y atribuciones quo los Inspectores doObras públicas.

Art. i,,.° Cuando se hallen planteadas Jodas lasreformas do que tratan los artículos anteriores, seabrirán nuevas estaciones conforme vaya exigién-dolo el mejor servicio.

Art. 5." No sufrirá alteración alguna la tarifa,pues si bien el tipo es más barato que en la Penín-sula, en cambio la red telegráfica es más pequeña.

Madrid 26 de Febrero de 1869.—El Ministro deUltramar, Adélardo López de Ayala.

¡SUMARIO.Sobre el Magnetismo.— Chispa eléctrica. — Alejandro

Voltá.—Sueltos.—Academia de Ciencias exactas^ físicas ynaturales.—-Ministerio de Ultramar.—Movimiento del per-souaí. . • ' •' •

Esmaa, KM», I.~

. ' CLASKS. ;

Si binspector 1.°.... Idun2.\ . ,ídem . . . . . . . . ; .Oicfal 2 . " . . . . . . . .itfemIileiiiAuxiliar 2 . ° . , .

'lité rtl. ¡.......'.'....M í n t i V , : . . . .

"lílis¿i.'£Vviri <•• *•'• .'V.I d e m w . . ¿ i . . . . / .

;id0«i..iy,v;.-;.p.._».,i;.

n v TRASLACIONES;

). José C i a r e s ! . ' . ; . . . , . . . . . .) . Miguel Navarro y Padilla..X Leopoldo Dalraau. « . . . • . . , •[). Demetrio G a r d a . . . . . * , . . .0. Federico Pa redes . . , . . , . . . .Ü.. Pablo H e v á d o ; . . . . . . . . . . .D. José SI. Hernández Feüú. .D . T o í n á s S . Martin . i . . . . . . . .ü . Domiüg;) M o r a l e s . , . , . ; . . .D, Antonio A l c a l á . . . . . . . . . . .D. Alejandró Izquierdo . . . . .

D: Indalecio Hervía^!í 1 \...D. Casto Mor*asügastt. ¿¿;. •./.Ü. Félix T o r r e s . . ; . . . ¿ , . . . . . .D. D o m i n g o ' A y u s b , , ; , . ' . ; , . .D. Estaóisíáb' 'Carreiíb;;^•'}','V

PROCEDEMCU.

M a d r i d . . . .B a d a j o z . ' . ! . . . .H u e s c a . . . . . . . .Cáceres ;M a d r i d . . . . ; . . .T r u j i l l o . . . . . . . .Excedente, , . . . -,BurgosBioseco. . . .SalamancaValládóííd. . . . . . .

Í d e m . . . . . - - - . vSupernumerarioMáfagsr : í ' :

VeVez-Siálaga.,.,Valládóltd;. . . -

DESTIKO;

i a d a j o z . . . . . . . . .á c e r e s . . . . . . . . . .MSdrid. . . . . . . . . .Trujillo - . . .BadajozEdém..- . . . . . . • . . .Lora del Riotíuesea.VaHadolidÍdemS&íamanca . . . . . . .

B u r g o s . . . . . , . . . ,Al^eciras. ,'•.. < . .VpJéz;*MálaRa • . • .

OBSERYACIONES.

Accediendo á sus deseos.ídem.ídem.Por razón del! servicio.Accediendo á sus deseos.í d e m ^ 1 • / . . - •PUF razón del servicio.ÍUém.,Accediendo á sus deseos.ídem.ídem.1

Ideifc. •Por razóa del servicio.ídem.ÁcÉedíeíidó 6; sus ídeseos.,;

i a t ó - i i ' " ^ - v 'l ^'••:-'::••-