dr. raúl romero ramírez · la tecnocracia nace de un movimiento social originado en los estados...
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Dr. Raúl Romero Ramírez
Módulo III: Dimensiones clásicas de la Región en el México Contemporáneo.
2.1. Dimensiones regionales en el México Contemporáneo
2.1.1 Factores primordiales en la Modernidad (Bassols).
2.1.2 Factores primordiales en la Posmodernidad (Iracheta).
2.2 La región y la dimensión geográfica
2.2.1 Problemas y evolución de la geografía regional (George).
2.2.2 Problemas y evolución de la geografía regional en México (varios).
2.3 La región y la dimensión económica
2.3.1 Sistemas económico-regionales: modelos geográficos y
problemas socioeconómicos combinados.
2.4 La región y la dimensión étnico-cultural
2.4.1 Los estudios regionales y la antropología social en México
(Guillermo de la Peña).
2.4.2 Los congresos nacionales de los pueblos indígenas (Lourdes Arizpe)
Los Factores primordiales en la Modernidad.
La Modernidad se caracteriza por el gobierno Liberal. El liberalismo nace
de un movimiento social originado en Gran Bretaña y los EE.UU., durante
los inicios de 1800, y aboga principalmente por la promoción de las
libertades civiles, el desarrollo de las libertades individuales y la
propiedad privada, considerándolas éstas como formas de progreso de la
sociedad.
Se opone a cualquier forma de despotismo, apelando a los principios
republicanos. Constituye la corriente en la que se fundamentan, tanto el
estado de derecho, como la democracia representativa y la división de
poderes.
El liberalismo político contempla al económico, donde espera que la
intromisión del Estado en las relaciones mercantiles entre los ciudadanos
sea mínima, abogó en su momento, por el Estado de Bienestar a favor del
progreso social.
Dimensiones regionales en el México Contemporáneo
Ante este modelo liberal, Ángel Bassols Batalla, académico de la UNAM,
quien fue uno de los primeros en considerar los factores primordiales en
la época moderna para México a fin de reconocer las regiones y darles la
atención necesaria para su funcionamiento dinámico, orgánico y
productivo, opina que los factores modernos clásicos a considerar son:
1) Población
2) Redes de transporte y vías de comunicación
3) Agricultura, riego y regiones agropecuarias
4) Política económica
5) Intervención del Estado
6) Gran capital Privado y grupos regionales
7) Importancia de las inversiones extranjeras
8) Problemas de la división político-administrativa
Dichos factores ahora deben añadirse a una nueva visión político-
administrativa por parte de los gobiernos neoliberales.
Factores primordiales en la Posmodernidad.
La posmodernidad se caracteriza por el gobierno Tecnocrático y neoliberal
(capitalismo corporativo). La tecnocracia nace de un movimiento social
originado en los Estados Unidos durante la décadas de 1920 y 1930 y
aboga por un sistema social donde el bienestar humano se optimiza
mediante el análisis científico y el uso extendido de la tecnología.
Se opone a un gobierno que no disponga o no implemente la tecnología,
no respalde sus acciones con base a la técnica administrativa y la política
pragmática que deben usarse como herramientas para el progreso del
hombre.
De esta forma, los tecnócratas abogan por la tecnocracia, esto es, una
forma de gobierno en la que los científicos y demás expertos toman las
decisiones al servicio de la humanidad. Los tecnócratas describen la
tecnocracia como una sociedad sostenida por expertos técnicos que
gobiernan, quienes a su vez sustentan sus posiciones mediante
argumentación racional y pensamiento crítico.
Dimensiones regionales en el México Contemporáneo
El neoliberalismo implementado en la economía y sus consecuencias en la
reforma del estado en México, han provocado un retraimiento de éste,
trasladando funciones tradicionalmente públicas a organizaciones,
corporaciones o empresas sociales y privadas.
Las consecuencias inmediatas en los esquemas de planeación
gubernamental han sido por una parte, el reconocimiento de la
diferenciación y en algunos casos contraposición de los conceptos,
métodos y técnicas de planeación convencionales, con relación a los
planteamientos neoliberales y, por la otra, la sustitución de esquemas de
decisión "empresariales", por aquellos desarrollados por la política
tradicional mexicana.
En México y en diversas entidades federativas, se han elaborado de
manera sistemática los planes y programas de desarrollo, se han creado
áreas institucionales responsables de esta función y se han logrado
avances sustantivos en los procesos de participación de la sociedad,
además de haberse mejorado la legislación y tecnología para planificar.
Sin embargo, existe una apreciación generalizada a nivel público y social
sobre la baja efectividad en el cumplimiento de dichos instrumentos.
El Neoliberalismo ha hecho reconsiderar los factores primordiales en la
época posmoderna para México. Según Alfonso Iracheta Cenecorta,
académico de la UAEM, podemos indicar los siguientes factores como los
fundamentales que determinan esos problemas.
Factores posmodernos:
1) Valoración política que se otorgue al sistema de planeación. La
planeación del desarrollo es entonces una necesidad en el proceso de
gobierno, porque a través de ella se conocen y analizan los fenómenos y
problemas de la sociedad, se prevén escenarios, se determinan rumbos y
sobre todo se acuerdan las acciones a realizar entre sociedad y gobierno y
se comprometen los recursos para su logro.
2) Niveles de obligatoriedad de las políticas, estrategias y acciones
concertadas en planes y programas y de las consecuencias que derivan
de su incumplimiento. La voluntad política de asumir como guía para la
acción pública y social lo acordado en planes y programas de desarrollo,
requiere como contraparte la existencia de estructuras, mecanismos y
procedimientos que garanticen su cumplimiento, a fin de evitar el carácter
voluntarista en su aplicación.
3) Congruencia entre los documentos de planeación y los procesos de
toma de decisiones con relación a la realidad social por planificar. Los
problemas que enfrenta el desarrollo son producto de las contradicciones
sociales que derivan del proceso histórico nacional y estatal. Siendo un
fenómeno que se ubica en el modelo de desarrollo y por lo tanto, por
encima de los procesos de planeación, también es producto de la
insuficiente voluntad política para aplicar y evaluar las acciones
concertadas en planes y programas, y de la existencia de inconsistencias
en el propio sistema de planeación.
4) La aplicación de los factores modernos, pero con el objeto de utilizarlos
para la regionalización como instrumentos mediante los cuales se planeen
acciones específicas con fines determinados en un espacio subnacional o
subestatal. El objetivo de la regionalización es subdividir el territorio de
acuerdo con propósitos específicos. Su definición obedece a la
combinación de características geográficas y socioeconómicas, vocación
productiva y a los propósitos públicos para resolver sus problemas o
poner en valor su potencial.
5) La unidad territorial de regionalización a nivel nacional es el estado y a
nivel estatal el municipio. De ahí que se entiende a la regionalización
también, como subconjuntos de estados o de municipios contiguos, que
configuran un espacio unitario y atienden un propósito específico.
6) En la determinación de una regionalización debe considerarse la
importancia actual, el potencial y la competencia y complementación
existente entre las regiones y sus centros nodales. Es de suma
importancia que al determinarse la región se estudie su capacidad de
atracción de actividad productiva y población.
7) Un elemento fundamental a considerar es la estructura de
comunicaciones y transportes en cuanto a su situación actual y los
proyectos necesarios para dinamizar los espacios que enlazan. Son
estos, elementos de vinculación entre los centros de producción y
consumo, que condicionan de manera fundamental la dinámica de las
actividades productivas.
8) Finalmente, se requiere considerar la capacidad actual y potencial del
sistema urbano-metropolitano y los centros de población que lo integran,
para atender las necesidades de cada región en un marco de
ordenamiento territorial y sustentabilidad ambiental.
Desde la perspectiva de la promoción del desarrollo, las regiones
requieren ser articuladas en torno a sus centros de población
integrados en el sistema urbano, entendido este como una estructura
jerárquica de centros de población de acuerdo con su población,
magnitud de sus funciones económicas, sociales, culturales y políticas
y los enlaces de cada uno con el resto de la red.
Cada centro de población por región debe tener asignado un papel en
el desarrollo, de manera que sea posible localizar con mayor eficiencia
los equipamientos de nivel local (centro de población), municipal,
microregional (y metropolitano), estatal, regional y nacional, y
administrar las inversiones públicas por su mayor impacto.
La premisa fundamental parte de la necesidad de asociar el
crecimiento económico con la urbanización como parte de la política
de desarrollo. Por lo que cabe al desarrollo rural, éste debe asumirse
bajo nuevas políticas que incorporen la producción agraria a la
dinámica del desarrollo bajo un enfoque regional.
Los objetivos generales del enfoque regional del desarrollo son:
1) Elevar el nivel de bienestar de la población, implantando un modelo de
desarrollo de la economía y un modelo de ingreso público integral y de
largo plazo, que facilite el abatimiento de la pobreza, la reordenación
territorial, urbana y ambiental, la integración de las actividades rurales
al desarrollo y la promoción del crecimiento de la economía. En este
sentido, se requiere hacer del empleo y del bienestar social de la
población asentada el hilo conductor de los programas, desarrollando
proyectos productivos, de infraestructura y de desarrollo social.
2) Modificar las tendencias de localización de las actividades económicas
y de población para disminuir la híperconcentración del Valle de México
y la que está emergiendo en otras metrópolis, las disparidades
regionales y así inducir un desarrollo regional y un sistema urbano más
equilibrado.
3) Conjuntar los esfuerzos y recursos tanto del gobierno en sus tres
ámbitos, como de los promotores-inversionistas y de las
organizaciones sociales, con el propósito de generar un proceso de
desarrollo en cada región que sea ‘apropiado’ y ‘asumido’ por su
población y que tenga una visión de largo plazo.
4) Promover programas de desarrollo y en general, acciones públicas y
privadas, que tengan como meta el desarrollo regional equilibrado,
tanto en lo social como en lo territorial. Para ello es necesario
realizar proyectos en las regiones, cuidando el debido
encadenamiento entre ellos y que sus impactos sean positivos en la
región como un todo.
5) Conducir todas las acciones en la región hacia su ordenamiento
territorial y su sustentabilidad ambiental. Por ello toda acción de
desarrollo contemplará sus consecuencias en el ordenamiento del
territorio en general, en el sistema urbano y en la sustentabilidad de
un ambiente renovado.
6) Ejecutar en plazos breves los programas de desarrollo de cada
región. Estos se integrarán por proyectos involucrando a todos los
sectores y centros de población de las regiones, lo que implica crear
condiciones particulares para incentivar la procuración y obtención
de recursos y la aplicación de obligaciones fiscales para ampliar las
fuentes y los montos de recursos financieros, considerando además
de manera vital el papel de los promotores, inversionistas y
productores, para alcanzar amplios niveles de inversión en períodos
cortos de tiempo.
7) Propugnar por un modelo integral y de largo plazo para el
desarrollo regional, con la participación amplia y directa de los
actores sociales involucrados, especialmente la sociedad local y sus
organizaciones. Esto implica una amplia difusión de los programas y
proyectos regionales, altos niveles de educación en la sociedad,
múltiples oportunidades de capacitación del personal involucrado en
su ejecución y creciente productividad de las inversiones para
enfrentar competitivamente nuevas actividades en cada región
adecuadas a sus vocaciones económicas.
El diseño y ejecución de estos programas, debe realizarse de forma
‘matricial’ con los programas sectoriales, de manera tal que mientras
estos últimos tienen como enfoque y rumbo el cumplimiento de
objetivos y metas del sector correspondiente, los primeros se
orientarán a garantizar que cada acción sectorial responda a los
objetivos y prioridades de desarrollo determinados para la región.
Bajo este criterio, corresponderá a las dependencias y organismos
sectoriales ejecutar las políticas, proyectos e inversiones y a las
coordinaciones regionales, orientarlos y coordinarlos en el ámbito de
cada región.
Según Alfonso Iracheta Cenecorta, los programas
regionales contienen las estrategias que identifican
la corresponsabilidad de acciones de los ámbitos
federal, estatal y municipal para la consecución de
los objetivos y políticas de desarrollo, teniendo
como ‘hilo conductor’ el desarrollo de la región. Alfonso Iracheta Cenecorta
El reto consiste en contar con programas integrales de desarrollo para
cada región, asumidos por los gobiernos de las unidades político
territoriales que los integran, con visión amplia y de largo plazo, pero
que aterricen con propuestas concretas para el periodo de
administración gubernamental.
El diseño y ejecución de los programas, implicará además varios
esquemas de coordinación:
1. Con las políticas y acciones de desarrollo urbano y de protección al
ambiente que, más que sectores, son ámbitos de actuación
gubernamental.
2. Entre los estados de la región (o los municipios) para garantizar su
participación y un verdadero enfoque interestatal (intermunicipal).
3. Entre el gobierno federal, por un lado, y los gobiernos estatales y
municipales por el otro, armonizando inversiones, prioridades,
encadenamientos y plazos de actuación, de manera de multiplicar el
valor de las inversiones que cada ámbito de gobierno maneja.
4. Entre el gobierno y las empresas y organizaciones de la sociedad,
para sumar esfuerzos en la dirección de las estrategias aprobadas
en el plan.
Los programas regionales deben sintetizar las previsiones, no sólo del
sistema nacional (y estatal en su caso) de planeación, sino también de
los estatales y municipales correspondientes; igualmente, requieren
estar plenamente coordinados con los planes y programas urbanos y
ambientales.
Por lo mismo, requieren hacia el interior de la administración pública,
de acciones intersecretariales congruentes y hacia el exterior, de
acciones concertadas con los diferentes sectores.
Es de fundamental importancia establecer que los programas de
desarrollo regional deben ser también de ingreso público, ya que se
orientan a fomentar y facilitar acciones productivas en favor del
empleo y del bienestar social, teniendo en mente que dichas acciones
repercuten favorablemente en la hacienda pública mediante la
tributación y las aportaciones, las que a su vez derivan del desarrollo
económico y las acciones de ordenación territorial y ambiental.
Para impulsar el desarrollo regional es indispensable emprender una
estrategia que haga énfasis en la descentralización, que apoye la
desconcentración de la actividad económica y promocione el
desarrollo urbano y rural.
La descentralización implica la voluntad política de trasladar recursos,
funciones y competencias a las entidades federativas y a los
municipios.
Finalmente, en la elaboración de los programas regionales, será
fundamental la evaluación de las condiciones de cada región, para
dimensionar los distintos grados de desarrollo alcanzado, sus
fenómenos y problemas particulares y sus perspectivas y potencial de
desarrollo económico, social, territorial y ambiental.
La región y la dimensión geográfica
Problemas y evolución de la geografía regional
Como en la elaboración de los programas regionales, será fundamental la
evaluación de las condiciones de cada región, para dimensionar los
distintos grados de desarrollo alcanzado, sus fenómenos y problemas
particulares y sus perspectivas y potencial de desarrollo económico, social,
territorial y ambiental, es necesario estudiar los problemas y evolución de la
geografía regional.
Como regla general, se admite que no es posible presentar y explicar las
redes, sistemas o ciclos en su conjunto hasta después de haber expuesto
las características y dinámicas de cada uno de los elementos que entran en
su composición, de tal manera, cualquier estudio regional comprende un
balance analítico previo y unas síntesis parciales sucesivas cada vez más
intangibles, hasta la síntesis final.
Un método para elaborar esta tarea, es la realización de mapas regionales,
que en síntesis se reducen a los atlas regionales.
El mapa regional es un documento complejo y, tanto por necesidad
técnica de representación como por deseo de expresividad, es
selectivo. Por ello, es el resultado de una selección entre factores de
una situación y las fuerzas en juego (o los flujos), y sólo retiene los
elementos más importantes y también los más indicativos de las
tendencias evolutivas, en sus respectivas relaciones representadas del
modo más claro y reclama la presentación de las síntesis parciales de
un todo; por lo que supone un buen estudio cartográfico que muestre
el máximo número de datos correlativos en el mismo mapa.
Los cartógrafos optan por presentar sus mapas deductiva o
inductivamente, así como optan por una delimitación objetiva de
acuerdo a los elementos mostrados seleccionando rasgos que son de
carácter natural hacia lo social (escuela francesa) o bien de carácter
político-administrativo hacia lo natural (escuela norteamericana).
En ambos casos, el cartógrafo, en su interpretación espacial, reconoce
que el espacio regional esta guiado por la idea de territorialidad, por lo
que el poder público y la administración pública son guía en su
elaboración.
El cartógrafo debe mostrar ese territorio, a veces, incluso las zonas
que lo componen de acuerdo a sus criterios, factores y variables;
pero la delimitación debe ser entendida en una región de una manera
muy particular.
La superficie delimitada de una región, obedece al movimiento
dinámico de sus criterios, factores y variables, por lo que esta idea
significa flujo y tensión; en otras palabras, la región posee un espacio
determinado por un complejo de fuerzas de acción, tal como lo
indican la teoría del espacio polarizado y la teoría de los modelos
geométricos o de armonización.
La teoría de la polarización, supone una ciudad o un par de ciudades
al interior de una región que centralizan urbanamente las relaciones
productivas atrayéndolas en modelo de ciclos, sistema o red urbana
que difunde el poder de mando y la acción movilizadora dentro de un
área o zona de influencia compitiendo una con la otra generándose
una acción voluntarista de ordenación de territorio donde sólo se
concentra el estudio en la unilateralidad de las relaciones: metrópoli-
provincias.
Mapas de acuerdo a la teoría de la polarización.
Macro, por ciclos (izq) y Micro, por sistema o red (der).
Modelos polarizados basados en Grupos, Categorías y Tipología regional, uso de tablas y gráficos. Búsqueda de un ciclo, sistema o red de metrópolis o ciudades urbanas que difunda el poder de mando y la acción movilizadora dentro de un área o zona de su influencia a fin de lograr un equilibrio para el sostenimiento del crecimiento económico y el fortalecimiento del bienestar social.
La teoría de los modelos geométricos, supone unos sistemas
abstractos de relaciones de fuerzas teóricas estableciendo una
especie de equilibrio invisible, que se impone a más o menos largo
plazo a la organización de las relaciones regionales.
El modelo bajo esta teoría puede determinar de antemano, o explicar
a posteriori, los privilegios de que se benefician ciertos puntos o
ciertos ejes, pues su estudio conduce a una determinada
convergencia de las decisiones relativas a las localizaciones de
diversas actividades específicas que pueden ser aprovechadas como
elementos o ejes de crecimiento (producción) y desarrollo
(bienestar).
El modelo, pues, se presenta como un instrumento natural para crear
unos espacios organizados, un esquema de ordenación del territorio.
Mapas de acuerdo a los modelos geométricos.
Modelos geométricos basados en Categorías, Denominación en nodos y Tipología.
Uso de tablas y gráficos geométricos. Búsqueda de un ciclo, sistema o red de puntos o ejes que sostengan el equilibrio para el sostenimiento del crecimiento económico y el fortalecimiento del bienestar social.
Sea pues bajo modelos de polarización o geométricos, el cartógrafo
puede mostrar regiones de gran vitalidad, las más fáciles de exponer
debido a la serie de criterios, factores y variables que se movilizan.
Sin embargo, las más difíciles de mostrar, son las regiones sin gran
vitalidad, débilmente organizadas y que han experimentado
influencias diversas y a menudo contradictorias, por lo que
complican el uso de los criterios, factores y variables que delimitan el
mapa.
Existen estudios de
regiones en transición en
donde se observa al
cartógrafo cómo elabora un
sistema regional y lo vincula
a otro para hacer entender
el cambio, movimiento y
transición que vive dicha
región. Estos estudios son
por demás interesantes.
La región y la dimensión geográfica
Problemas y evolución de la geografía regional en México.
1) La dimensión geográfica vista como un problema de flujo de capital.
Ángel Bassols Batalla, para el caso de México, considera que solo
aplicando los principios del materialismo histórico y dialéctico se pueden
descubrir realmente las leyes o reglas que rigen el espacio social, espacio
que va más allá del crecimiento económico basado únicamente en
elementos productivos, incorporándose los agentes de transformación y
sus relaciones de producción e intereses sociales legítimos.
Mediante este planteamiento, siguiendo a Raúl Huerta García, en México,
para abordar a la región económica y avanzar hacia la dilucidación de la
problemática del desarrollo económico regional, es necesario precisar y
definir en términos teóricos y metodológicos el elemento central que en el
curso de su devenir histórico-concreto, proporcione una orientación nítida
de la complejidad regional y sus vínculos externos (nacionales o
internacionales).
El proceso de producción y reproducción de los capitales de la sociedad
actual o proceso de acumulación capitalista, es el elemento articulador
del desarrollo económico nacional y regional y se constituye así mismo
en la guía apropiada para delimitar y analizar la problemática del
desarrollo regional.
Los fenómenos de índole social que el movimiento de los capitales
imprimen a una connotación particular y su delimitación espacial está
sujeta a la influencia que ejercen las corrientes de capital, en tanto
recursos de inversión, a los flujos de mercancías y a las corrientes
demográficas.
2) La dimensión geográfica vista como un problema medio ambiental.
José David Lara González, para el caso de México, considera que solo
aplicando los principios, primero de entendimiento y luego de
comprensión de los asuntos y problemas ambientales, para que con ello,
tales rubros se asuman y asimilen en el grado necesario por todos los
que intervienen en su conservación y fortalecimiento, podrá considerarse
como internalizada primero a nivel de individuo y en seguida a nivel
comunitario y social.
Mediante este planteamiento, es la degradación la principal amenaza
biológica y ecológica que sufre México en el ámbito regional, esto es, una
degradación por definición es una transformación negativa del entorno,
el cual se caracteriza por contaminación, desertificación, desertización,
simplificación, erosión, inundación, sequía, sobrepoblación, cambio de
uso, modo de manejo, etc., esto aparejado con un verdadero déficit en la
cultura (ambiental, científica, tecnológica, etc.).
El proceso de transformación para la producción económica, ha creado
una degradación que implica que los principales problemas ambientales
del país son de manufactura humana en mayor grado, y que esto esta
relacionado a la carencia de una educación que genere una
comportamiento basado en el entendimiento y comprensión cabal hacia
el cuidado, la preservación y fortalecimiento del medio ambiente,
evitando el déficit cultural que posee gran parte de la población.
Los fenómenos de índole social que el movimiento educativo imprima
hacia esta labor, deben verse no sólo en el orden ecológico, sino en el
entendido que son el espacio de las interrelaciones entre sistemas
naturales (medio ambiente) y sistemas sociales (contexto social), para
evitar que los serios problemas tradicionalmente conocidos como
sociales, estén quedando fuera de la esfera de lo ambiental.
3) La dimensión geográfica vista como un problema gubernamental.
Eduardo Galeno, para el caso de México, considera que deben
rechazarse los tópicos gubernamentales de corte tecnócrata que solo
aplican los principios de especialistas y “expertos” que fabrican el
brumoso lenguaje de las exhortaciones al ’sacrificio de todos’ en las
declaraciones de los gobiernos y en los solemnes acuerdos
internacionales que nadie cumple. El lenguaje oficial ahoga la realidad
para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen
por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le
sacan el jugo.
Mediante este planteamiento tecnócrata, emanado de un largo proceso
de pensamiento civilizatorios del occidente cristiano, la naturaleza era
una bestia feroz que había que domar y castigar para que funcionara
como una máquina, puesta a nuestro servicio desde siempre y para
siempre, creyendo que la naturaleza era eterna y nos debía esclavitud.
El proceso de destrucción de la naturaleza para la producción económica
del consumismo, ha creado un palabrerío tecnócrata neoliberal que con
cinismo y desfachatez, los “Siete Grandes”, supuestos países
industrializados, revela que el 20 por ciento de la humanidad comete el 80
por ciento de las agresiones contra la naturaleza, crimen que los
asesinos llaman suicidio y es la humanidad entera quien paga las
consecuencias de la degradación de la tierra, la intoxicación del aire, el
envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y la dilapidación
de los recursos naturales no renovables.
Los fenómenos de índole social son visto por estos tecnócratas como
“altibajos del mercado” y detallan programas tendientes a crear “vías de
desarrollo” siendo que solo la sobrexplotación, el saqueo y la
destrucción con fin de lucro desmedido, son sus intenciones que hacen
realidad gracias a las herramientas tecnológicas que “maravillan” a la
humanidad.
La región y la dimensión económica
Sistemas económico-regionales: modelos geográficos y problemas socioeconómicos combinados.
De acuerdo con Carol A. Smith, la región, en primerísima instancia, esta aproximada a los problemas económicos, pues media entre las aproximaciones a nivel local y las del macronivel, con el cual se complementan una y otra permitiendo la conceptualización concreta de problemas económicos de acuerdo a su ciclo, sistema o red; y presta atención tanto a las variables económicas como aquellas que no son variables económicas.
Siguiendo a Smith, las unidades de análisis regional, según ha desarrollado y elaborado la geografía económica son cinco: región, sistema de intercambio, lugares centrales, niveles sistémicos y relaciones de ubicación.
Unidades de análisis regional.
1) Regiones:
a) formales.- bajo la homogeneidad de un elemento en un territorio dado. b) funcionales.- bajo un sistema de relaciones funcionales de elementos dentro de un sistema territorial integrado.
2) Sistemas de intercambio
Donde las comunidades o asentamientos de un territorio se interrelacionan por vínculos entre sí, mediante una simple red o por arreglos jerárquicos con algún lugar en común.
3) Lugares centrales
La unidad regional parte de un lugar en común de muchos otros, con la capacidad de centralizar la mayoría de las funciones económicas, siendo éste el eje de un sistema jerárquico que incluye otros asentamientos o comunidades relacionadas con él de modo permanente, donde mercancías, personas e información fluyen principalmente en dicho centro y su poco diferenciado hinterland.
Unidades de análisis regional.
4) Niveles Sistémicos
Un sistema regional simple sólo posee un lugar común a otros que centraliza las funciones económicas (lugar central), pero un sistema regional complejo posee al menos dos lugares centrales, por lo tanto se esta ante niveles sistémicos.
Entonces, los sistemas pequeños encajan en los hinterland (zonas relacionadas aledañas) de los sistemas más complejos y el lugar central más grande abarca todo el sistema regional en cuestión.
5) Relaciones de ubicación
El análisis de las relaciones de ubicación entre los centros y sus hinterlands, provee el marco metodológico en el que los sistemas regionales y sus niveles sistémicos son delimitados, descritos y explicados.
Entonces, las unidades de análisis regional (región, sistema de intercambio, lugares centrales, niveles sistémicos y relaciones de ubicación), suponen la manera en que el sistema se integra , esto es, una influencia en el modo de operación de sus elementos (los lugares centrales, sus hinterlands, y los agentes económicos), cuyo funcionamiento forma el sistema regional.
Por consiguiente, mientras “la economía” se vea como enraizada en el sistema y no en sus elementos (y como cualquier economista dará testimonio, esto cambia considerablemente la naturaleza de un análisis económico), no debe de perderse de vista los procesos locales al tratar con el sistema.
Smith reconoce que deben usarse ciertos modelos básicos partiendo de las unidades de análisis regional.