Transferencia de conocimiento en la creación de unidades productivas de
jóvenes víctimas del conflicto armado a partir de saberes tradicionales en
Colombia
Patricia Rodríguez Sánchez1
Fernando Jiménez Rubio2
Andrea Celis León3
Resumen
Colombia es el segundo país de América Latina con más jóvenes que ni estudian ni trabajan
(“nini”) (de Hoyos; Rogers y Székely, 2016, p. 11). El 35% de los más de 7 millones de
desplazados por la violencia son menores de edad y casi el 32% son adolescentes o jóvenes entre
13 y 26 años de edad (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2015). Esta investigación expone
los primeros resultados de un análisis sobre las herramientas necesarias que requieren estos
jóvenes para la creación de unidades productivas sostenibles que promuevan saberes tradicionales
en sus propios territorios para su autosostenimiento.
Metodológicamente se propone una investigación de carácter etnográfico con enfoque cualitativo,
apoyada en la técnica entrevista a expertos y grupos focales a jóvenes, en donde se indaga desde
el punto de vista antropológico, pedagógico y administrativo sobre la transferencia de
*Artículo de investigación científica resultado del proyecto de investigación con código DIS-PAZ-2464 financiado por la
Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad Militar Nueva Granada para la vigencia 2017. 1Maestra en Economía e Ingeniera Industrial. Docente de la Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá..
[email protected]. Tel:6500000 ext. 8070. 2 Magister en Business Administration y Administrador de Empresas. Docente en la Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá.
[email protected]. Tel:6500000 ext. 8061. 3Administradora de Empresas, estudiante Maestría en Educación. Asistente de investigación de la Universidad Militar Nueva
Granada, Bogotá. [email protected].
Los autores son miembros del grupo de investigación PROPPIO avalado por Colciencias, línea Responsabilidad Social
Empresarial.
conocimiento de saberes ancestrales para la creación de unidades productivas.
Palabras clave: formación, emprendimiento, saberes tradicionales, transferencia de
conocimiento, unidad productiva, víctima del conflicto.
Knowledge transfer in the creation of productive units from young victims of
Colombia's armed conflict based on traditional knowledge
Abstract
Colombia is the second country in Latin America with more young people who neither study nor
work ("nini") (de Hoyos, Rogers and Székely, 2016, p.11). 35% of the more than 7 million
displaced by violence are minors and almost 32% are young people between 13 and 26 years old
(Centro Nacional de Memoria Histórica, 2015). This research presents the first results of an
analysis of the necessary tools required by these young people for the creation of sustainable
productive units that promote traditional knowledge in their own territories for their self-support.
Methodologically, we propose an ethnographic research with a qualitative approach, supported
by the technique of interviewing experts and focus groups on young people, where
anthropological, pedagogical and administrative research is conducted on the knowledge transfer
of traditional knowledge for productive units creation.
Keywords: Training, entrepreneurship, Traditional knowledge, knowledge transfer, armed
conflict, Productive unit.
Introducción
El conflicto armado colombiano, tragedia de todos, ha sido uno de los más sangrientos en la
historia de América Latina y ha dejado cifras devastadoras: 220.000 muertes entre 1958 y 2012,
81.5% de las cuales fueron civiles y 40.787 combatientes. El Centro de Memoria Histórica (2015)
reporta más de 6.400.000 de desplazados, de los cuales el 35% son menores de edad, el 12,4%
son adolescentes entre 13 y 17 años y el 18,8% son jóvenes entre 18 y 26 años de edad; el 87%
de los desplazados son de zonas rurales. El 33% es la cifra de pobreza extrema en víctimas de
desplazamiento. Aunado a esto, en Colombia como en América Latina y el Caribe son más de
20,8 millones de jóvenes entre 15 y 24 años que ni trabajan ni estudian.
Dentro del Plan Nacional de Desarrollo (DNP, 2014), el gobierno identifica una compleja
relación entre pobreza, desigualdad social y violencia que requiere de transformaciones de fondo
para su superación; para ello plantea la educación como el más poderoso instrumento de igualdad
de la sociedad. Desde las entidades de educación superior como la Universidad Militar Nueva
Granada se debe proveer a los ciudadanos de las herramientas necesarias para que puedan
desarrollar su proyecto de vida, las oportunidades de ejercer alguna actividad educativa, y más
concretamente a los jóvenes victimas ya que son una población vulnerable.
La actividad emprendedora se ha afianzado como uno de los principales motores de desarrollo
económico en todas las economías del mundo, principalmente por su función en la creación de
empleo y en la expansión de sectores económicos y regiones emergentes (Hidalgo, G. & Reyes,
M., 2014, p.13)
Por esta razón, este artículo se propone investigar, en una primera entrega, acerca de la
transferencia de conocimiento de saberes tradicionales que desde las comunidades puede
realizarse a los jóvenes para la creación de unidades productivas y de esta forma contribuir con
soluciones a las necesidades sociales, al desarrollo económico del país y a la participación activa
en la construcción de una paz duradera y con oportunidades de acceso a los recursos financieros.
El etnocentrismo cultural presente en las prácticas pedagógicas ha impedido reconocer la
diversidad cultural como una fortaleza de la otredad. Surge entonces la necesidad de analizar el
reconocimiento de la diversidad cultural como elemento esencial de la formación académica y la
articulación del conocimiento científico y los saberes tradicionales, en busca de dar significado a
los conceptos de vida que no suelen ser explicados por la academia o ninguna entidad científica.
Partiendo de la identificación de los saberes tradicionales que se han trasmitido de generación en
generación propios de ciertas regiones de Colombia, se ha buscado información necesaria para,
en una segunda parte del proyecto, diseñar y proponer un proyecto de transferencia de
conocimiento, construido sobre bases pedagógicas a partir de saberes tradicionales, que ofrezca
las competencias necesarias en emprendimiento a los jóvenes víctimas del conflicto.
Para entender la sostenibilidad de unidades productivas desde el campo y los componentes de
ciencia y tecnología, se debe entender y definir los conceptos de saberes tradicionales,
transferencia de conocimiento, emprendimiento social y apropiación social, estos conceptos
permitirán a las diferentes entidades del sector público y privado entender la metodología para
una adecuada intervención con acción sin daño a las comunidades.
En miras de comprender la importancia de los Conocimientos o saberes tradicionales y, por ende,
de su transferencia, es pertinente definir estos conocimientos en base a los contextos que los
protegen.
La Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) generó en 2002 una serie de
conceptos en relación a conocimientos tradicionales, entre los cuales señala que se refieren a las
obras literarias, artísticas o científicas basadas en la tradición, trasmitidas a través de las
generaciones perteneciendo a una población determinada. Posteriormente, en 2012, agrega que
generar conocimientos, mantenerlos y transmitirlos a su población, forma parte de la identidad y
patrimonio cultural. Los indígenas son considerados los guardianes de este patrimonio, y se
considera tradicional por el enlace y dinámica que adquiere con la población (Olivé, 2007). Por
consiguiente, la OMPI define estos conocimientos tradicionales como habilidades, y enseñanzas
que están en continuo avance, las cuales emanan de sus antepasados y se desarrollan en un
contexto indígena o local y son:
La sabiduría, experiencia, aptitudes y prácticas que se desarrollan, mantienen y transmiten
de generación en generación en el seno de una comunidad y que a menudo forman parte de
su identidad cultural o espiritual (OMPI, 2017, n.a)
Los saberes tradicionales son redundantes, en el sentido de que se repiten con frecuencia y son
ampliamente compartidos de acuerdo a categorías sociales de edad y género, rangos de autoridad
política, religiosa, etc. (Ellen, Parker y Bicker, 2000, pp. 4-5). Se distinguen por su naturaleza
colectiva, son el resultado de un proceso conjunto y de libre intercambio por parte de una o varias
comunidades en un territorio determinado, que ha permitido su acumulación a través del tiempo
(Ruiz, 2006; Ribeiro, 2008). Asimismo, se caracterizan por su modo de transmisión oral y por ser
eminentemente empíricos, es decir, elaborados a través de la experiencia práctica como
consecuencia de ensayo y error. Suelen ser conocimientos tácitos que se enseñan mediante el
hacer, y en general son intuitivos, holísticos y experimentales (Vermeylen, Martin y Clift, 2008);
consisten en un know how (saber hacer) o en ideas no desarrolladas que se comunican de persona
a persona.
Existen por lo menos dos características que aparecen en cada definición de conocimiento
tradicional o saber tradicional y que son claves: 1. el hecho de que se transmita de generación en
generación, por vía oral generalmente y, 2. la relación con el territorio y sus recursos naturales
(véase de la Cruz et al, 2005; Unesco 2017; OMPI, 2017; CIG, 2010). Habría también una tercera
característica, de gran importancia, y es la identidad que generan estos conocimientos con su
comunidad, su cultura y su territorio.
Se considera que los principales saberes tradicionales estan relacionados con los componentes
agrícolas, ecológicos, recursos naturales, medicinales, espirituales y culturales. Los saberes
tradicionales, como tienden ser de propiedad colectiva, adquieren la forma de historias,
canciones, folklore, proverbios, valores culturales, creencias, rituales, leyes comunitarias,
idiomas, etc. Algunas veces se le llama tradición oral por la exposición oral tradicional que se
practica, cantado, bailado, pintado, esculpiendo, tallando y se lleva a cabo a lo largo del tiempo.
Estos saberes tradicionales son valiosos, no solo porque la vida de las personas rurales depende
de ellos sino porque también la modernidad y con ella todos los proyectos de desarrollo que se
llevan a cabo en estos territorios requieren estos conocimientos para garantizar su éxito.
Según la UNESCO, los conocimientos locales e indígenas:
Hacen referencia al saber y a las habilidades y filosofías que han sido desarrolladas por
sociedades de larga historia de interacción con su medio ambiente…Este conocimiento
forma parte integral de un sistema cultural que combina la lengua, los sistemas de
clasificación, las prácticas de utilización de recursos, las interacciones sociales, los rituales
y la espiritualidad. Estos sistemas únicos de conocimiento son elementos importantes de la
diversidad cultural mundial y son la base de un desarrollo sostenible adaptado al modo de
vida local. (UNESCO, 2017, n.a)
El proceso de transferencia del conocimiento debe ser situado como uno de los ejes de la vida y
del tejido social, en tanto condición que posibilita la comunicación social, la inscripción en el
mundo social y la consolidación de identidad cultural. En este sentido, entendemos la
transferencia como un proceso no mecánico, pues es un acto que, mediado por la palabra, da
lugar a la intersubjetividad, colectivizando las diversas visiones de mundo.
Encontramos pues, dos condicionamientos sociales del conocimiento. Por un lado, porque su
expresión es un lenguaje social, y por otro, porque crea tradiciones y acumulación, a lo que
llamamos saber. La existencia de ese saber depende de la forma en que es gestionado:
transmitido, comunicado, protegido, etc. Y dicha gestión, depende de la organización social. Las
organizaciones se convierten en constructos sociales que acumulan todo un conjunto de
conocimientos que le permiten al individuo construir sus relaciones sociales.
Se puede comprender el emprendimiento social como actividades y procesos realizados para
descubrir, definir y aprovechar las oportunidades, a fin de aumentar la riqueza social mediante la
creación de nuevas empresas o la gestión de las organizaciones existentes de manera innovadora
(Zahra, Gedajlovic, Neubaum y Shulman, 2009), cuyos fines se encuadran en la necesidad de
restablecer relaciones sociales, como es en el caso colombiano, que fueron rotas por la guerra. El
interés del emprendimiento social se resume en la posibilidad de hacer uso de los saberes, de los
conocimientos que surgen de la acumulación generacional que se encuentran fuera de los
científicos o técnicos dominantes, para crear alternativas económicas y productivas.
De esta forma,
el emprendimiento es llamado a presentar soluciones concretas, frente a los desafíos
económicos y sociales con los que se enfrenta la sociedad. Como campo de conocimiento,
es considerado emergente y complejo, además su enseñanza requiere de una visión
interdisciplinaria y contextualizada (…) Ante este reto, el emprendimiento al igual que la
administración, tiene la necesidad de hacer una ruptura con la dimensión funcionalista y
economicista y en este sentido, asumir la enseñanza desde un enfoque humano,
considerando que el sujeto está en la búsqueda de sentido, sorprende con su inventiva e
innovación con el propósito de mejorar su condición humana en la relación consigo mismo,
con el otro y con la naturaleza (Orrego, 2008, p. 234).
Puede ser aquí comprendido el emprendimiento social como una forma de la gestión del
conocimiento alrededor del que se estructuran relaciones sociales, donde se articulan las metas
individuales con las colectivas. En el contexto de una economía mundial que da valor al
diferencial y a lo local, los conocimientos tradicionales aplicados en emprendimientos sociales
tienen la condición de posibilidad de crear valor protegiendo los saberes y reivindicando su papel
en la historia.
La Comisión Europea define una empresa social como:
aquélla cuyo objetivo primario es lograr impacto social más que generar beneficio para sus
propietarios; que opera en el mercado a través de la producción de bienes y servicios de un
modo emprendedor e innovador; que utiliza sus excedentes para alcanzar estos objetivos
sociales; y que es gestionada de un modo responsable y transparente, involucrando a los
trabajadores, clientes y grupos de interés afectados por su actividad empresarial (2011, n.a)
Desde el punto de vista administrativo, el emprendimiento social es la fusión entre una solución
innovadora a un problema de desarrollo socio-económico y una estrategia sostenible con impacto
medido. La mayoría de los emprendedores sociales viven en la zona, conocen el territorio, son
ambiciosos y persistentes, buscan atacar serios problemas de desarrollo social, cultural y
económico desde los saberes tradicionales de la comunidad. Un emprendedor social busca crear
solución a un problema o una necesidad de su comunidad, utiliza herramientas que no requieran
mayor inversión tecnológica y reconoce que no debe esperar la ayuda para crear y fortalecer su
negocio de parte del sector público o privado. Un emprendimiento o una iniciativa tienen fines
sociales en naturaleza (Díaz, Mancuello, Mancuello, 2012).
La apropiación social debe ser entendida como un proceso que implica la disposición de los
conocimientos científicos y tecnológicos y lenguaje común para la sociedad para que el ser
humano se empodere de dichos conocimientos y los adopte como elementos útiles para su
beneficio y provecho en condiciones de vida comunes.
Desde la óptica de la sociedad del conocimiento, significa, entonces, la democratización del
acceso y uso del conocimiento. Para ello, es necesaria la articulación entre distintos actores que
permita el intercambio de conocimientos y experiencias que atiendan las necesidades e intereses
específicos de los distintos actores.
Metodología
La investigación parte de un análisis descriptivo con enfoque cualitativo, bajo una metodología
etnográfica, entendida como “una concepción y práctica de conocimiento que busca comprender
los fenómenos sociales desde la perspectiva de sus miembros” (Guber, 2001, p. 12).
La recolección de información estuvo apoyada por dos técnicas, la entrevista y el grupo focal.
Para la técnica de entrevista, se hizo uso del instrumento cuestionario abierto a expertos
institucionales, con experiencia en proyectos a víctimas del conflicto, procesos de apropiación
social y educativos de desarrollo local, y expertos locales, quienes debían tener conocimientos de
liderazgo, procesos educativos, promoción y ejecución de proyectos de saberes tradicionales y
trabajo con población víctima. Las entrevistas a expertos partieron de una muestra selectiva a
cinco expertos institucionales del sector público y privado, y dos expertos locales de Tenjo y
Cajicá, Cundinamarca.
Los cuestionarios comprendían 24 preguntas abiertas en los que se indagaba sobre datos del
encuestador y objetivos de la institución, emprendimiento y apropiación social del conocimiento,
saberes tradicionales, transferencia de conocimiento a jóvenes víctimas y sostenibilidad de
unidades productivas. Las preguntas fueron sistematizadas en una matriz para la triangulación la
información proveniente de expertos locales e institucionales, lo que permitió hacer inferencias y
caracterizaciones generales de la población estudiada.
La técnica de grupo focal se uso con el fin que surgieran actitudes, sentimientos, creencias,
experiencias y reacciones en los jóvenes participantes entrevistados. El grupo focal se centra en la
interacción dentro del grupo, la dinámica social entre los miembros del grupo, no existe una única
realidad sino que se construye a través de las vivencias grupales. (Powell et al., 1996 citado por
Gibb, 1997)
Se realizaron dos grupos focales, uno en el municipio de Tenjo y dos en el municipio de Cajicá,
ambos en Cundinamarca, para un total de 20 jóvenes entre 15 y 24 años de edad. Los grupos
focales se dividieron en dos secciones, la cartografía social y después la interacción grupal con el
cuestionario semi-estructurado, en donde se trabajaron cinco ejes centrales de la investigación:
Ubicación del territorio, interés de jóvenes víctimas en unidades productivas, elementos que
influyen en la sostenibilidad en una unidad productiva, metodologías de enseñanza y
competencias básicas para el aprendizaje.
La primera parte consistió en la aplicación de un taller de cartografía social en grupos,
entendiendo la misma como un trabajo colectivo y participativo donde la comunidad plasma en
un mapa la experiencia, concepción y percepción sobre su territorio, en este caso el espacio en el
que se movilizan (Barrera Lobatón, 2009). Posteriormente un representante de cada grupo
realizó una descripción del mapa realizado, la situación actual del territorio y las expectativas que
generan proyectos productivos.
Los resultados de los grupos focales se analizaron de manera comparativa entre los diferentes
municipios y la población participativa de jóvenes, esto con el fin de lograr un análisis completo
de las variables y la noción de cada persona en su territorio, teniendo en cuenta el conocimiento y
la experiencia de las víctimas como eje fundamental.
Resultados
En este documento se presentan los resultados de algunas preguntas seleccionadas ya que realizar
la triangulación de las 24 preguntas del cuestionario y los grupos focales requiere de un
documento más extenso.
Resultados de entrevista a expertos institucionales y locales
Los cinco expertos entrevistados laboran con entidades distintas a lo largo del territorio nacional,
entre ellas Colciencias (en Bogotá), Organización de Naciones Unidas para la alimentación y la
agricultura (FAO), la ONG Acdi Voca (en Putumayo), la institución Fundación para el desarrollo
agrícola social y tecnológico (FUNDASET) (en Boyacá) y la Fundación para el desarrollo
educativo de Caldas (Fundeca) (en Caldas).
De la experiencia laboral de los encuestados se encuentra que:
Existen programas de inclusión de las víctimas a la productividad, pero no son del todo
efectivos ya que no se ajustan a las diferentes necesidades y circunstancias. No hay
programas que tengan temas específicos en las víctimas y su gran mayoría tiene enfoques
de organización de formación empresarial dejando temas de gran importancia como la
atención, los problemas psicosociales y de promoción de unidades productivas.
Los expertos coinciden en que procesos de apropiación social de conocimiento va de la
mano con la construcción comunitaria y el fortalecimiento participativo de los miembros
sociales.
Los proyectos de fortalecimiento de saberes tradicionales que conocen son relacionados
con seguridad alimentaria, culinaria, agrícolas y de cultivos, fortalecimiento de la cultura.
Para los expertos locales, quienes tienen el conocimiento tradicional son los artesanos,
agricultores, personas nativas de la región y adultos quienes conservan la cultura
indígena, específicamente Médicos tradicionales, Taitas, Profesores, Mujeres (Parteras,
rezanderas y lideres).
En Cundinamarca, las instituciones que promocionan los saberes tradicionales son:
gobernación de Cundinamarca, la secretaría de competitividad y desarrollo económico,
oficinas de equidad y género, las oficinas de desarrollo económico de los municipios, las
áreas de emprendimiento, las áreas de turismo, la alcaldía municipal, la casa de la cultura
y la secretaria de educación.
La mejor manera de transferir el conocimiento es a través de la experiencia y el ejemplo y
se requiere la motivación e incentivos ya que, manifiestan, algunos de los jóvenes carecen
de sentido de pertenencia.
Recomiendan para la transferencia de conocimiento la identificación de contexto, conocer
el hecho victimizante, reconocer grado de apropiación de los jóvenes con su comunidad.
identificar el aporte bidireccional entre jóvenes y docentes y construir procesos de
participación con la comunidad.
Algunas barreras para el aprendizaje mediante ambientes virtuales son el lenguaje
utilizado, lengua, tiempo la lengua, el conocimiento en uso de tecnologías, el tiempo
disponible, diferentes niveles educativos, recursos financieros.
Para que el proyecto productivo se pueda sostener, debe contar con el apoyo económico
de alguna entidad, como el Sena, fondo emprender, etc. Finalmente, lo que se quiere es
conservar esos conocimientos tradicionales trasmitiéndolos entre la comunidad y
proporcionándoles profesionales idóneos para apoyar estas ideas.
Respecto a otros procesos de formación que conocen plantean importante el crear
procesos educativos y de formación flexibles y participativos, en los que se involucren el
contexto de los jóvenes, el no idelizar a las comunidades, no estandarizar modelos, poner
a las comunidades a crear y organizar (participar) en torno a un objetivo común, no re-
victimizar y comunicarse permanentemente con las comunidades.
Con respecto a la creación de unidades productivas ellos opinan que deberían ir enfocadas
a los saberes tradicionales que conocen como: la agricultura, incentivándolos nuevamente
cultivar su propio alimento como se hacía anteriormente y también las artesanías para
comercializarla y contribuir al turismo.
En cuanto a capacitación en los saberes, es necesario establecer bases claras en
emprendimiento y administración ya que se cuenta con la materia prima, una gran
infraestructura, equipos de cómputo y todo lo necesario (en Tenjo).
Los expertos coinciden en que los principales saberes a fortalecer en los jóvenes son los
relacionados con uso y aprovechamiento del campo tales como gastronómicos o
culinarios, oficio agrícolas como la siembra, huertas, agropecuarios. También
recomiendan el incursionar en temas de medio ambiente y turismo ecológico.
Respecto a qué aprender/enseñar manifiestan que los jóvenes requieren conocimientos en
administración, elaboración de proyectos, cómo ahorrar, administración, gestión y
liderazgo, cooperación y compromiso. También indican la importancia de las prácticas
supervisadas por parte de los docentes o tutores.
Resultados de grupos focales
En relación a los grupos focales realizados con los jóvenes víctimas del conflicto armado, se
identificaron los siguientes resultados:
De los participantes el 50% viven en territorio rural (veredas).
Piensan que el municipio de Cajicá tiene trabajo en empresas grandes como Alquería, la
empresa de helados San Gerónimo, Imusa, Arboleda. La cercanía con Bogotá la favorece
ya que se puede alquilar habitaciones y hay construcción de proyectos para vivienda.
Identifican los siguientes saberes tradicionales: la costura, promoción de la cultura
orgánica y creación de huertas caseras. También manifiestan interés en otras actividades
de generación de ingresos tales como seguridad y vigilancia, clasificación de residuos
sólidos, la creación de pistas musicales y composición de canciones.
Manifiestan no conocer instituciones que los capaciten en formación empresarial.
El 90% no desea volver a su tierra de origen. Esto debido a la falta de oportunidades de
estudio, trabajo y de seguridad. Una persona manifestó querer volver pero desea formarse
primero como profesional.
Respecto a la didáctica y pedagogía de aprendizaje manifiestan que los cursos deberían
ser interactivos, cercanos al docente con interacción directa, acompañamiento en la
formación de negocios.
Con respecto a la enseñanza virtual, la mayoría piensa en los videos como un medio de
aprendizaje. La mayor dificultad que se presente en el aprendizaje virtual es la falta de un
computador y de conocimiento en su uso.
Debido a su proceso de formación se identifica que siempre es necesario un
acompañamiento directo del docente, sin embargo, se evidencia un alto interés y deseo de
estudiar y prosperar.
Discusión
Antes de acercarse a una comunidad para la creación e implementación de cualquier tipo de
proyecto, es importante tener algunas pautas que permitan desde el inicio el trabajo participativo,
el intercambio de experiencias entre expertos y no expertos y la vinculación de diferentes actores
del territorio que serán pieza clave y garantía para la sostenibilidad.
Los siguientes principios deben ser tenidos en cuenta desde el momento de la planificación de un
proyecto y serán claves para entender los procesos, las transformaciones y finalmente los
resultados de los proyectos.
1. Complejidad: Se debe tener en cuenta que todos los procesos que incluyen relaciones
sociales de por medio son procesos complejos en sí mismos los relatos, discursos, y la
producción de conocimientos entre expertos y no expertos, debe generar un intercambio
de experiencias y finalmente puntos de convergencia, estas experiencias deben ser
documentadas.
2. Límites: Se debe tener en cuenta los riesgos y limitaciones del proyecto a lo largo del
tiempo para no generar falsas expectativas en la comunidad.
3. Transferencia: El carácter polémico de todo conocimiento complejo y en acción con la
ciencia y la investigación.
4. Intercambio democrático: Es indispensable entender que la planeación diseño e
implementación debe ser concertada entre todos los actores.
5. Principio de conocimiento social incluyente: Todos los conocimientos locales serán
tenidos en cuenta en cualquier fase del proceso y tendrán que ser validados por la
comunidad científica.
Desde el enfoque de investigación social existen diferentes metodologías a tener en cuenta para la
sostenibilidad de las unidades productivas. Es importante tener claridad que todos los proyectos
productivos serán manejados por el hombre, su labor en el campo depende y está relacionada con
múltiples componentes y relaciones complejas en sí misma, por esta razón es necesario tener en
cuenta que las relaciones productivas o de negocio tienen un espacio, tiempo y una cultura que
hay que tener en cuenta, esto permitirá a los actores reconocer aspectos importantes del contexto
que adquirir herramientas que garanticen la sostenibilidad.
Desde el enfoque antropológico la primera metodología que debe ser utilizada en cualquier tipo
de proyecto es el perfil etnográfico o formato de recolección de contexto, esto permitirá a los
actores del proyecto a ejecutar conocer cuáles son las características, necesidades, fortalezas,
debilidades, nociones de vida, etc. que tiene la comunidad o población con la que se va a trabajar.
El perfil etnográfico tiene igualmente un enfoque diferencial para la población étnica del país que
permite evidenciar diferencias de pensamiento y de cultura con otras comunidades. La realización
de este perfil etnográfico debe estar acompañado de registro fotográfico y grabaciones de voz,
herramientas que aseguran la validez de la información recolectada.
Conclusiones
Finalmente se debe tener en cuenta que el éxito de las unidades productivas debe estar en
construcción colectiva desde la base, entendiendo el contexto, las necesidades, la zona de
ejecución, factores económicos de la zona. Adicionalmente deben crearse cadenas productivas
para generar asociaciones y cooperativas de trabajo que permitan el intercambio de experiencias
y la cooperación entre asociaciones. Los sectores públicos y privados deben promover los
emprendimientos sociales. Los emprendimientos deben ser documentos y tener seguimiento para
conocer los avances y limitaciones.
Las unidades productivas deben asegurar la agricultura familiar y la seguridad alimentaria de las
familias de la comunidad. Se debe tener en cuenta que el saber debe ser igual a la práctica y a la
teoría, la historia de los procesos de las comunidades con cualquier tipo de proyectos debe ser
registrada, documentada y generar una memoria para uso colectivo.
Es importante tener en cuenta las preocupaciones de los jóvenes en relacion al acceso al
financiamiento, en donde el acceso al micro crédito o fondos de ahorro comunitario podría
determinar uno de los motivos por los cuales se dificulta la permanencia en el tiempo de las
unidades productivas.
A la hora de implementar un saber aprendido no debe olvidarse el aticular lo aprendido con la
prácitca; la historia de los procesos de las comunidades con cualquier tipo de proyectos debe ser
registrada, documentada y generar una memoria para uso colectivo.
Referencias
Albino, V., Garavelli, A.C. & Gorgoglione, M. (2004). Organization and technology in
knowledge transfer. Benchmarking y International Journal, 11(6), 584-600.
Barrera Lobatón, S. (2009). Reflexiones sobre sistemas de información geográfica participativos
(sigp) y cartografía social. Cuadernos de geografía - Revista colombiana de geografía,
18, 9-23.
Bueno, Plaz y Albert, Jun-Dic 2011. Transferencia de conocimiento orientada a la innovación
social en la relación ciencia-tecnología y sociedad. Revista científica Pensamiento y
Gestión, No 31, 2.
Centro Nacional de Memoria Histórica (2015) Una Nación Desplazada. Recuperado de
http://centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/desplazamientoForzado/
Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos Conocimientos
Tradicionales y Folclore CIG (2010). Lista y breve descripción técnica de las diversas
formas que pueden presentar los conocimientos tradicionales. Ginebra: OMPI
Comisión Europea (2011). Definición de emprendimiento social.
http://ec.europa.eu/internal_market/social_business/index_en.htm
Comunidad Andina de Naciones (1996). Decisión 391. Régimen Común sobre Acceso a los
Recursos Genéticos. Caracas: C.A.N.
www.wipo.int/edocs/lexdocs/laws/es/can/can011es.pdf)
De Hoyos, Rafael, Halsey Rogers y Miguel Székely (2016) “Ninis en América Latina: 20
millones de jóvenes en busca de oportunidades.” Banco Mundial, Washington, DC.
Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CC BY 3.0 IGO.
De la Cruz, Rodrigo; Muyuy Jacanamejoy, Gabriel; Viteri Gualinga, Alfredo; Flores, Germán;
González Humpire, Jaime; Mirabal Díaz, Gregorio; Guimaraez, Robert (2005). Elementos
para la protección sui generis de los conocimientos tradicionales colectivos e integrales
desde la perspectiva indígena. Caracas: Norma Color.
Departamento Nacional De Planeación. (2014). Bases del plan nacional de desarrollo.
Departamento Nacional De Planeación, 861.
Díaz Fonseca, M., Marcuello C. y Marcuello G. (2012). Empresas sociales y evaluación del
impacto social. Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa. Volumen I.
Universidad de Zaragoza CIRIEC-España.
Ellen, R., Parkes, P. y Bicker, A. (Eds.). (2000). Indigenous environmental knowledge and its
transformations: critical anthropological perspectives. Amsterdam. Holanda: Taylor &
Francis.
Gibb, A. (1997). Focus group. Social Research Update, 5 (2), 1-8.
sru.soc.surrey.ac.uk/SRU19.html - 23k
Guber, R. (2001). La etnografía; método, campo y reflexividad. Buenos Aires, Argentina: Grupo
Editorial Norma.
Hidalgo, G., K., M., & Reyes, M. (2014). Emprendimientos dinámicos en América Latina.
Avances en prácticas y políticas. Banco de desarrollo de América Latina. Recuperado de
http://scioteca.caf.com/bitstream/handle/123456789/371/emprendimientos_dinamicos_am
erica_latina.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Olivé, L. (2007). La ciencia y la tecnología en la sociedad del conocimiento. Ética, política y
epistemología. México: Fondo de Cultura Económica.
OMPI (2017) Conocimientos tradicionales. Recuperado el 27 de julio de 2017 de
http://www.wipo.int/tk/es/tk/
Orrego, C.I. (2008). La Dimensión Humana Del Emprendimiento. Revista Ciencias
Estratégicas, Julio-Diciembre, 225-235.
Powell, R. y Single, H. (1996). Focus groups. International Journal for Quality in Health Care,
8(5), 499-509. Base de datos Celsius.
Ribeiro, S. (2008). Propiedad intelectual, recursos y conocimientos tradicionales. En E. Leff y M.
Bastida (Coords.), Comercio, Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable: perspectivas de
América Latina y el Caribe (pp. 363-380). México: Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente, Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Serie Foros y
Debates Ambientales 2. Disponible
en http://www.ambiente.gov.ar/infotecaea/descargas/leff07.pdf
Ruiz Muller, M. (2006). La Protección Jurídica de los Conocimientos Tradicionales: Algunos
Avances Políticos y Normativos en América Latina. Quito. Ecuador: Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza, Oficina Regional para América del Sur.
UNESCO (Julio de 2017). Sistemas de Conocimientos Locales e Indígenas. Recuperado de
http://www.unesco.org/new/es/natural-sciences/priority-areas/links/related-information/what-is-
local-and-indigenous-knowledge/
Vermeylen, S., Martin, G. y Clift, R. (2008). Intellectual Property Rights Systems and the
Assemblage of Local Knowledge Systems. International Journal of Cultural Property,
15, (2), 201-221
Villoro, Luis (1982). Creer, saber, conocer. México, Siglo XXI.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=4201313&pid=S0185-
2698201100020001000031&lng=es
Zahra, S., Gedajlovic, E., Neubaum, D., & Shulman, J. (2009). A typology of social
entrepreneurs: Motives, search processes and ethical challenges. Journal of Business
Venturing, 24(5), 519–532. doi: 10.1016/j.jbusvent.2008.04.007