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tales. no son verdaderas 0 falsas. Funcionan 0 no juncionan l9. De todos modos, tiene
sentido, en principio, tal propuesta, puesto que la etica, al igual que la neguentropia,
sugiere estructuraci6n y orden, social en este caso. Ademas, es 16gico pensar que una
sociedad etica minimiza la contaminaci6n, tanto material como emocional, con la
consecuente disminuci6n de la generaci6n de entropia dentro del sistema social hasta un
minima acorde con el principio de minima producci6n de entropia de nya Prigogine.
Asi, no parece descabeUada esta propuesta de qwen esto escribe. En una palabra, la
etica como 10 opuesto a la entropia social. Mas au.n, al ser eticos porq ue en ello se juega
la suerte de la especie, los seres humanos conscientes y con amor propio nos movemos
en la direcci6n que aleja al sistema social del indeseable equilibrio tennodinamico, con
10 que el incremento de orden concomitante entrafia la responsabilidad inherente del
hombre etico de entregar el mundo mejor que como 10 encontr6 al iniciar su periplo
vital. De todos mod os, queda una cuesti6n clave: (,C6mo medir la neguentropia social?
De lograr tal mensurabilidad, se contaria con un guarismo asociado a la etica. Sin
embargo, este asunto es harte complejo, reqwere mucha mas reflexi6n, amen de
experimentaci6n ingente para someter a prueba las hip6tesis asociadas a flujos de
materia y energia en relaci6n con el sistema social . En fin, tenemos aqui, en la
perspecti"a tennodinamica que traemos desde el ensayo anterior, un buen acuerdo con
la esencia de 10 planteado por el profesor Zapata, pese a las contradicciones analizadas a
prop6sito de su ensayo.
Tomemos con el papel crucial de los adultos significativos, sobre todo en la
socializaci6n secundaria, asunto sobre el cual dimos un primer avance mas arriba. En el
fondo, tamafio papel, en el ambito de la fonnaci6n de cientificos en agraz, connota la
dimensi6n neurrugica del hondo compromiso intelectual. Sencillamente, un cientifico
carente de tal compromiso no esta en posici6n de educar para 10 superior en virtud del
vacio etico inherente a una carencia tal . (,Por que cientificos como Pauling, C~al,
Sagan, Feynman, Einstein, Oppenheimer, Sakharov, Landau, y otros mas por el estilo,
se han constituido en reales arquetipos? En suma, por dos buenas razones: Su
indiscutible competencia cientifica y su elevada integridad moral. Antes que cientificos,
fueron escepticos, esto es, no comulgaban con el dogma y el principio de autoridad,
genuinos can ceres de la civilizaci6n. Ademas, fueron muy conscientes de la necesidad
19 WAGENSBERG, op. cit , P 48.
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de la formaci6n cientifica del gran publico, por 10 que entrafian la esencia de la erica
cientifica en la 6prica que nos propone Jorge Wagensberg, es decir, solo es concebible
la sociedad democratica en el sene de una ciudadania cientificamente culta En palabras
de Sagan20: ... cuando las debilidades que siempre hemos tenido se unen con una
capacidad de hacer dana a una escala planetaria sin precedentes. se nos exige algo
mas: una crica emergente que tambien debe ser establecida a una escala planetaria sin
precedenres. Ahora bien, la existencia de una sociedad democnl.rica no es garantia de
existencia de un gobierno erico. Sirva de ejemplo de esto la siguiente muestra bnndada
por Sagan2L Die;: mil cient[ficos e ingenieros norteamericanos declararon
publicamente que no rrabajarian en la guerra de las galaxias ni aceptarian dinero de la
organizaeion de la Iniciativa de Defensa Esrratcgica. Eso da un eje1l1plo de la extension
y valenria de la negativa de cooperacion de los cient[ficos (a un coste personal
concebible) con un gobierno democratico que. al menos temporalmente. se habia
desviado de su camino. (,Cuantos cientificos e ingenieros colombianos estarian
dispuestos a un compromiso intelectual de similares proporciones0 ~0 muchos en todo
caso. En suma., y como senala con agudeza Sagan22, cuando la investigacion cientifica
proporciona UJ10S poderes formidables. ciertamente temibles. a naciones y Iideres
politicos falibles. aparecenllluc!1os peligros: uno es que algunos ciel1l[ficos implicados
pueden perder la objetividad. Como siempre. el poder tiende a corromper. [.J La
unica prO/eccion conn-a un mal uso peligroso de la tecnologia sue/e ser el debafe mas
abierto y vigoroso. [ .. j. A 10 que afiade un poco mas adelante Sagan23: Se di ce con
ra:::6n que el diablo puede "citar las Escrituras para su proposifO ". [ .J ... no son los
cieJ7f[ficos los que son moralmente ambiguos. sino la gel1le en general Hasta aqui
Sagan. Por ende, es indudablemente vital el papel de los adultos significarivos en la
fonnacion de cientificos en agraz. De 10 conrrario, saldran, en el mejor de los casos,
acromeglliicos mentales en uni6n con un enanismo moral. Despues de todo, bien 10
decia el Cardena! Cisneros, Fray Ejemplo es el mejor predicador
20 SAGAN, Carl E. EI mundo y sus demonios: La ciencia como una luz en la oscuridnd. Bogota: Planeta, 1997. p 309. 21 Ibid. , P 315. 22 Ibid., p316. 23 Ibid., P 317.
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(,Que cabe recoger de todo 10 dicho en este aparte? Cerremos con una reflexion
provocativa del director del Museo de la Ciencia de Barcelona, Jorge Wagensberg24: EI
problema etico es cada vez mas irnportante en el sene de una sociedad cada dia mas
dependiente de la ciencia y la tecnologia, amen de una sociedad que pretende avanzar
progresivamente en su autogestion democnitica. Ahora bien, el problema antedicho se
m~onifica porque la comunidad cient~fica genera muy poca opinion cie17l[fica. Y si la
comunidad en cuestion no la genera, aI no tener la costumbre de debatir dentro de si los
temas eticos, entonces, dificilmente se generara opinion cientifica en la sociedad. He
aqui, en consecuencia, la necesidad de la etica cientifica como la concibe Wagensberg,
que, en otros terminos, y a manera de hipotesis de trabajo, equivale a decir que todo
(absolutameme rado) 10 cient[ftco es lransmisible y comprensible. Sin duda, es una
buena hipotesis de trabajo para apuntalar la educacion hacia 10 superior tanto de los
cientificos en agraz como del gran publico. AI respecto, quien esto escribe condena la
reclusion de la ciencia en el sene de elites socioeconomicas, rasgo que, por desgracia,
ha caracterizado la historia de la ciencia en nuestro pais, como bien 10 muestra, por
ejemplo, Diana Obregon25
Esta era acielltijica
A primera vista, diriase que la nuestra es una epoca
caracterizada por la impronta de la ciencia, que esta
impregna las dimensiones esenciales de nuestra vida, y
que la humanidad ha dejado atras tristes recuerdos de
edades barbaras. En esta vision de las cosas, se tendria tal
ilusion ante la proliferacion de artilugios tecnologicos
maravillosos como ellos sotos, 10 mismo que por el hecho
que algo asi como el 90% de los cientificos que ha tenido
la humanidad son, para efectos practicos, nuestros
coetaneos. Sin embargo, quien piense a tone con tal vision
peca de ingenuo sin dud a alguna En realidad, la
24 WAGENSBERG, op. cit., p 46-47. 25 OBREGON T., Diana. Sociedades cientificas en Colombia: La invencion de una tradicion: 18591936. Bogota: Banco de 1a Republica, 1992. 341 p.
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comunidad cientifica intemacional, frente a la poblaci6n de la Tierra, es apenas un
0,075%. Como bien 10 diagnostica Paul Kurtz, presidente del Comite para la
Investigaci6n de Supuestos Fen6menos Paranormales (CSICOP), pareee evidenle que
en eslos liempos exiSlen varios siSlemas de valores en crisis. No solo el eiem[fieo liene
que a/i'onrar un eierro auge de la superslieion, lambien las religiones rradicionales
asiSlen alonilas a esle fenomeno. (Neeesilamos una vue/la a siSlemas de valores mas
poderosos?26. Hasta aqui Kurtz. Salta a la vista, entonces, que el auge presente de la
superstici6n es un obsticulo de padre y senor mio para el arranque y puesta en marcha
de una genuina educaci6n para 10 superior, puesto que la superstici6n esta amancebada
con la ignorancia. Es mas, todos los defectos imaginables son propios del hombre
ignorante, como afirm6 con tino Condorcet en el Siglo de las Luces. En efecto, el
ignorante es, ante todo, credulo y supersticioso, fanatico y desp6tico, arrevido e
insolente, amen de ser esencial para instaurar la tirania, la injusticia y toda dase de
abusos. En fin, existe desde los albores de la humanidad un lazo sataruco entre el tirano
o el demagogo y el hombre credulo y fanatico, ambos se buscan y se necesitan para
ejecutar sus felonias~7
(,Ha logrado resolver la humanidad a estas alturas el problema inherente a la ignorancia')
Es menester responder a esta cuesti6n con un rotundo no, habida cuenta de 10 que se
acaba de decir, amen de una precisi6n aportada por Feynman, quien nos dice 10
siguiente28 : En algun mome11l0 se penso que las posibihdades que len ian las personas
no se habian desarrollado porque lodos eran ignorames. y que esle problema se
solueionaria con la edueaeion: si ,odas las personas reeibieran insrrueeion. qUi::.a lodos
podrfamos ser Voltaire. Pero. reslIlta que la falsedad )' el mal pueden ensciiarse Ian
facilmeme como el bien. La edueaeion es unafoer::.a poderosa. pero puedefuncionar en
una direeeion 0 en orra. Hasta aqui Feynman. Decididamente, la proverbial condici6n
lupina del hombre aflora por doquiera
La nuestra no s610 no es una era cientifica, sino que ha retrogradado al oscurantismo . En
las actuales circunstancias, y es justo la advertencia que nos hace Sagan en su libro El
26 ALCALDE, Jorge. ElltrevisLa a Paul J.:.urtz, investigador de 10 supuestamenle paranol7nal. En: Muy Especial. N° 45 (ene-feb, 2000); p 48-51. 27 ARANGO, hcill D. Condorcet y las condiciones de la libertad. En: . EI enigma del espirilU moderno-(ensayos). Medellin: Universidad de Antioquia, 2000. p 72-87. :IS FEYNMAN, op. cit. , P 43-44.
mundo }-' sus demonios, la Uniea luz con que contamos para protegemos de la oscuridad
circundante esta representada en la ciencia, su metodo y su filosofia. La funci6n
liberadora de la ciencia, suprema aspiraci6n del Siglo de las Luces, sigue vigente porque
el proyecto modemo mantiene su vigencia seglin 10 demuestra el profesor Arango~9.
Bueno, y en ultimas, i,por que no es la nuestra una era cientifiea? Dejemos que
Feynman nos aterrice sobre el particular30: Pero, si af deeir que esta es una era de
eieneia se quiere decir que la eieneia desempena un papel desraeado en el arte. en la
hleratura J' en las aetitudes y los eonoeimientos de fa genIe. no pienso que esta sea una
era eienl!(ica en absolulO. Si uSledes loman, por ejemplo. la edad heroica de los
griegos. habfa entonees poemas sobre los heroes mihlares. En el periodo religioso de la
Edad _Hedia. el ane eSlaba refaeionado direetamenre eon la religion. y las aelirudes
vilales de la gente esraban muy eSlree/7amente relaeionadas a los PUl110S de ,·iSla
religiosos. Era una edad religiosa. Desde ese punro de viSfQ. esta no es una era
cienrinca. Hasta aqui Feynman. Y si reflexiones de esta indole, ora de Feynman, ora de
Sagan. ora de Pauling, ora de Cajal, y tantos otros cientificos de primera linea y de un
espectro variopinto de lugares y epocas, escritores de pluma galana sin Jugar a dudas,
reflejan la crisis en los paises hiperb6reos, i,que no diremos a prop6sito de la barbarie
con la que hemos de comivir los del tropico') En cualquier caso, en circunstancias como
las actuales, adquiere mayor relevancia el papel de las sociedades cientificas
intemacionales en 10 que atane a la educacion cientifica del gran publico, en intima
colaboracion con los medios de comunicacion de masas. He aqui una labor de un
alcance mucho mayor comparada frente a la de la escuela ante el mayor nUmero de
personas a las que puede Uegar. En otras palabras, los buenos programas cientificos de
la radio y la television, la disponibilidad de excelentes paginas cientificas en la Red, Ja
illnllgacion cientifica acometida por docentes uniyersitarios comprometidos
intelectualmente, entre otras estrategias por el estilo, ostentan una eficacia mucho mayor
que 10 puesto al uso por la escuela a 10 largo de su historia Esto Ultimo no es otra cosa
que una consecuencia elemental del hecho que la escuela carece hoy por hoy del poder
de monopolizar el conocirniento. En esta perspectiva, la nuestra es una epoca
maravillosa desde el punto de vista de la disporubilidad de excelente y amplia
informacion cientifica El reto, desde la aptiea de la educacion para 10 superior, reside
29 ARANGO, Ivim D. La \7gencia del proyecto modemo. En: . EI enigma del espiritu moderno.(ensayos). Medellin: Uruversidad de Antioquia, 2000. p 156-161. JO FEYNMAN, op. cit., p 75.
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en mutar tantas montanas de informacion en conocimiento propiamente dicho. Tratase,
en todo caso, de una labor hercwea, puesto que, en el fondo, 10 que hay de por mectio es
la aniquilacion de una servidumbre mental que se remonta a los dias de nuestros
antepasados simiescos. En clave psicoanalitica, una aniq uilacion tal entraiia el
advenimiento del yo sobre el ello merced a la desaparicion del superyo cultural
freudiano. Y la ciencia, es menester decirlo y repetirlo hasta el cansancio, apenas lIeva,
entre los que la conocemos y amamos, unos cuatro siglos. Aim no desarrolla nuestra
especie una real sed de conocimiento, vital para su continuidad en el Planeta. Y
desarrollar los estimulos respectivos es la labor de la pedagogia segUn 10 sugerido por
Wagens b erg3 ) .
La incertidumbre de los valores
En estes tiempos que corren, la axiologia se ha vuelto un asunto tan complejo que no es
prudente dejar en manos de los axiologos la reflexion en tome a los problemas
asociados. Es menester, desde la perspect1ya del compromiso intelectual, que los
hombres de ciencia tomen cartas en el asW1!O en la direcci6n de la etica cientifica
ma:xime ante el c1ima de oscurantismo en el que vlve sumida nuestra civilizaciOn. Pocas
lineas atras, se afirmo que los medios de comunicacion tienen un papel importante por
desempeiiar en la educacion cientifica del gran publico. i,Por que? Como nos dice
Feynman32, la comunicacion es unafi.ler::a poderosa. pero puede serlo para bien 0 para
mal. Duranfe un fiempo. se penso que las ciencias ap/icadas iban a liberar al hombre al
menos de las d~ficulrades maferiales: y hay exifos. especialmenfe. por ejemplo. en
medicina. Pero, en el exrremo opuesfo. hay cienr!ficos n-abajando ahora en
laboralorios secretos para desarrollar el~rermedades simi/ares a las que fenian tanto
cuidado en conn-olar. Hasta aqui Feynman. ResuJta apenas obvio que la forma optima
de controlar los desmanes de una ciencia doblegada ante el poder estriba en una
ciudadania culta cientificamente hablando. Despues de todo, como sostiene Sagan-'-'.
parte de la obligacion del ciudadano es no dejarse intim.idar ni resignarse al
conformismo. Inevitablemente, decia Thomas Jefferson, si una nacion espera ser
31 W AGENSBERG, op. cit., P 127. 32 FEYNMAN, op. cit., p 44. 33 SAGAN, op. cit., P 460.
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ignoranle y libre en un eSlado de chilizacion, espera 10 que nunca foe y 10 que nunca
seri/4.
"En que sentido la ciencia puede orientar la soluci6n para la actual crisis de val ores?
Desde la 6prica de su metodo y filosofia En efecto, ante la ignorancia del genero
humane para el uso adecuado de la llave que abre las puertas tanto del cielo como del
infiemo a causa de la inexistencia de un manual de instrucciones para la misma, el rasgo
de incertidumbre del metodo cientifico es esencial en tal situaci6n. En palabras de
Feynman35 : Admitir que nosotros no 10 sabemos y mantener perpetuamenle la aclitud
de que no conocemos la direccion a seguir Ilecesariamellte. permile la posibilidad de
cambio. de reflexion. de nuevos descubrimienlos y nuevas contribuciones al desarrollo
de una via para Iwcer 10 que queremos. en ultima inslancia. inc/uso cuando no sabemos
10 que queremos. En suma, admitir la propia ignorancia es un primer paso hacia la
sabiduria al dar inicio a la eliminacian del estado de ofuscaci6n mental propio del
hombre ignorante. Ahora bien, no significa 10 previo que la ciencia afecte de una
manera muy fuerte a las ideas eticas, sino , mas bien, que sugiere un camino para ajustar
desaguisados y entuertos en las mismas. Como bien senala Feynman36, las cuestiones
morales no cabe decidirlas merced ala tecnica cientifica per se.
"Que implica en si la formaci6n de una ciudadania cientificamente culta desde la aptica
de la responsabilidad gubemamental? La verdad sea dicha, este es un aspecto que ha
motivado la escritura de muchas paginas por parte de cientificos de primera linea como
los que hemos mencionado antes. Bot6n de muestra, Sagan Ie dedica a un asunto tan
relevante capitulos enteros en sus Iibros y en las entrevistas que concedi6 en vida
Parecida cosa cabe decir de Linus Pauling. Y asi por el estilo . De todas formas, para las
necesidades de este ensayo, bastara con una cita breve de Feynman, que compendia 10
esencial de tan espinosa cuesti6n. AI respecto, decia este 10 siguiente37, justo al concluir
una celebre conferencia suya del ano 1963: Ningun gobierno tiene el derecho a decidir
sobre la verdad de los principios cienr~ficos. ni a prescribir en ningun modo el caracler
de las cuestiones investigadas. Ni tampoco puede un gobierno delerminar el valor
esterico de las creaciones arlisficas. ni limitar l.as rormas de expresion arlistiea 0
~ Ibid. , P 463. 35 FEYNMAN, op. cit., p 46. 36 ' - IbId., P 58. 37 Ibid., P 69-70.
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literaria. Ni deberfa pronunciarse sobre la validez de las doctrinas economicas.
historicas, religiosas 0 filoso.ficas . En lugar de ello, tiene el deber para con sus
ciudadanos de mantener la fibertad. de dejar que aquellos ciudadanos conrribuyan a la
posterior aventura y al desarrollo de la especie humana. Hasta aqui Feynman. En
cualquier cas 0, la anterior idea del celeberrimo fisico es peIfectamente valida para el
ambito universitario en 10 que ataI1e ala correspondiente administraci6n. Desde luego,
estas ideas de Feynman y Sagan, entre otros, han nacido en el seno de un sistema de
gobierno, el de los Estados Unidos de America del Norte, que, mal que bien, es el
segundo mejor sistema de gobierno del planeta, despues del britanico. Decimos que mal
que bien habida cuenta del hecho que el coloso del norte es una criatura de la ciencia en
el sentido que los padres de la naci6n norteamericana fueron hijos de la llustraci6n y
buscaron elaborar una constituci6n a prueba de las debilidades humanas, esto es, con un
mecanismo de correcci6n de errores. Empero, la realidad colombiana es otra muy
distinta, tanto en 10 gubernamental como en 10 universitario, pese a que nuestra
constituci6n dizque esta inspirada en la estadounidense. AUn no manejamos en nuestra
cultura la noci6n de incertidumbre de los valores, noci6n con real semiosis en el seno de
una naci6n inspirada en el metodo cientifico. que no es el caso de la nuestra, maxime
que Colombia no es una naci6n , sino un pais de regiones.
En el terreno de 10 practico, se impone ahora la siguiente pregunta: (.Son real mente
competentes los medios de comunicaci6n en materia cientifica a :fin de coadyuvar en la
educaci6n cientifica del gran publico'! Comencemos por responder desde 10 nuestro . En
cierta ocasi6n, un conocido de quien esto escribe, el ingeniero Antonio Bernal, ex
director de nuestro Planetario Municipal y miembro de la Academia de Ciencias de
Nueva York, accedi6 a una entrevista para la emisora cultural de la Universidad de
Antioquia. EI tema respecti\"o versaba sobre el fen6meno OVJ\TI. La entrevistadora,
candida a mas no poder, Ie espet6 a Bernal 10 siguiente, palabras mas, palabras menos:
Pero. (.no Ie parece. Dr. Bernal. que si. alguna vez. fuese posible volar mas rapido que
la luz. serio logico pensar en la posibilidad de visitas extraterrestres a nuestro planeta?
Ante tamaiio desparpajo, con su tipica ironia, Antonio Ie respondi6 como sigue: Vea.
senorita: Para todo oquel que conoce las feyes de la fisica. esta muy claro el porque de
la imposibilidad de ir mas rapido que la vefocidad de fa luz. Con el piso movido, la
turbada entrevistadora se limit6 a decirle a Bernal: Muchas gracias por fa flor. Y si esto
acontece en el seno de los medios de comunicaci6n de una de nuestras primeras