Download - Reflexiones de La Obra Sangre de Campeon
Análisis de la Obra:
“Un campeón acepta las consecuencias de sus
actos”
Los errores cuestan, al incurrir en
alguno, debemos aceptar su resultado y reflexionar mientras
pagamos el precio.
“Un campeón nunca desea mal a nadie ”
Jamás desees el mal, pues cada pensamiento es
como un bumerán que siempre
regresara para golpearte.
“Un campeón valora a sus hermanos”
Jamás cientas celos de tu
hermano. Amalo, ayúdalo. Si algún día tienes riqueza
y el no, compártesela.
Tiéndele la mano.
“Un campeón elige bien a sus amigos”
No hagas amistad con
quien no quieras llegar llegar a parecerte. Por
tu propia iniciativa, aléjate de
quienes no te conviene. .
“Un campeón tiene capital de autoestima”
Tu tienes ahorros de autoestima. Cada vez que emprendes una actividad, apuestas
parte de tus ahorros. Si todo sale bien, ganas autoestima; si te va mal, pierdes la que
apostaste.
“Un campeón no se queda postrado”
Elimina de tu vocabulario la frase “no puedo”. Cuando
estés a punto de decirla, cámbiala por
“volveré a intentarlo” o “tengo
que lograrlo”
“Un campeón nunca dice mentiras”
Es fácil decir mentiras. Muchos
lo hacemos pensando que nos
evitaremos problemas, pero
es exactamente lo contrario.
“Un campeón comprende a sus
padres”
Ayuda a tu madre en sus labores; se un
hijo que resuelva
problemas, en vez de
causarlos.
“Un campeón se esfuerza por ser
feliz”
Sonríe con frecuencia, entusiásmate con las pruebas y las tareas.
Conviértete cada instante en un alegre
reto.
“Un campeón tiene integridad”
Cuando eres honesto, ganas pocas veces porque
compites contra demasiados tramposos, pero no te
obsesiones con la idea de obtener todos los premios.
Esmérate siempre y colecciona alegrías por
haber hecho lo correcto.
“Un campeón es capaz de dar su vida
por amor”
Un verdadero campeón sabe dar
las gracias a quienes lo ayudaron
a triunfar, pero también apoya a otros para que
triunfen, sin esperar que le den las
gracias.
“Un campeón reconoce que sus
poderes provienen de Dios”
Tienen poderes extraordinarios, si, pero no provienen de ustedes sino de
la sangre que el creador ha dado, para regalarles
vida.
Un campeón no se queda con los sueños en la
mente. Actúa y los convierte en
realidad.