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Carta abierta al Señor Presidente del PAR

33LaCOMARCA I VIERNES, 25 DE JULIO DE 2008

80.000El número de hablantes de catalán y aragonés se situa en unas80.000 personas en toda la Comunidad Autónoma, sin incluir los

nuevos hablantes que no tienen como lengua materna ninguno de estos dos idiomas.

La cifra“Los que afirman que lo que hablamos no escatalán no tienen ni idea de lo que estándiciendo” Francisco Domenech. Alcalde de Fabara

Ha dicho

Ángel Giner, primer edil de To-rre de Arcas.

La posición contraria esadoptada por muchos alcal-des del PAR. Si bien, entreellos hay diversos grados re-chazo a la normativa y a la de-nominación realizada por laDGA. Por un lado, algunos al-caldes como Carmen Agud,Fuentespalda, o María JoséGascón, La Codoñera, mani-festaron que sí que es necesa-ria una ley que regule la mate-ria. En cambio, Andres Cros,Monroyo, o Fernando Cavero,Ráfales, creen innecesaria larealización del texto legal. “Nosé de qué van, nosotros noqueremos una ley. Cada unoque hable lo que quiera”,afirmó Cros.

En cuanto a la posibilidadde que el catalán sea cooficialy que este sea el idioma usadopor vecinos de sus munici-pios, los representantes delPAR manifestaron su total de-sacuerdo. “Aquí la gente siem-pre ha hablado chapurriau, nocatalán” expresó Agud, alcal-desa de Fuentespalda.

Por su parte, todos los al-caldes populares, a excepciónde Antonio Bergós, Torre delCompte, rechazaron expresar-se sobre el tema porque “haypoca información sobre el tex-to”. Si bien, previsiblementecompartan la posición expre-sada por Bergós, que rechazafrontalmente tanto la regula-ción como la cooficialidad y ladenominación única.

Por comarcas, la situaciónes similiar en el Matarraña y elBajo Aragón Caspe, donde laslíneas a favor y en contra delos diversos postulados estánequilibradas manteniendo latendencia favorable del PSOEy la negativa del PAR, a pesarde que varios de los miembrosde esta última agrupaciónpolítica coincidan plenamen-te con los socialistas.

En la zona del Mezquín, laigualdad de opiniones se de-canta hacía los no partidariosni de la normativización de lasituación, ni de la cooficiali-dad del catalán, ni de ésta de-nominación para el habla queutilizan los vecinos de sus mu-nicipios. “Aquí no se habla ca-talán”, afirmó Luis Bricio, al-calde de Aguaviva. Con lasmismas palabras se expresóBlas Villanova, alcalde de LaGinebrosa. La única excep-ción en este territorio es Car-los Martín, alcalde socialistade Torrevelilla, que aunque nose mostró a favor de la coofi-cialidad, sí que reconoció queen su localidad se hablaba unavariante del catalán muy simi-lar al valenciano.

La única idea compartidapor todos los alcaldes bajoara-goneses es que la polémica entorno a la futura ley ha sidocreada por los partidos políti-cos.

M. M. B.

Señor Presidentedel Partido Ara-gonés Regionalis-ta y Vicepresiden-te del Gobierno deAragón, José An-

gel Biel Rivera: Me podría diri-gir a usted en calidad de Presi-dente de la Associació Culturaldel Matarranya, dado que lasmanifestaciones que voy a ha-cer, así como las peticionesque le voy a formular, estoy se-guro, las comparten los casicuatrocientos asociados. Noobstante, prefiero hacerlo a tí-tulo personal, dado que, en es-te momento, me mueven máslos sentimientos íntimos quelos concretos objetivos cultu-rales de la asociación.

¿Está usted seguro de quela lengua propia de La Franjade Aragón no es el catalán ensus diferentes modalidades?Manifiéstese públicamente yaporte algún razonamientoacadémico o científico. Digatambién lo que piensa del ara-gonés, la otra lengua minorita-ria de Aragón. ¿Por qué haabierto las puertas de su parti-do, para que algunos militan-tes de ideologías secesionistase integristas monten realmen-te una plataforma política yuna manifestación, coreadasambas, por las juventudes desu partido, Rolde Choben, paraque la lengua catalana no figu-re en la Ley de Lenguas y con-tra [sic] “las agresiones quevenimos sufriendo desde haceaños por los denominados Paï-sos Catalans, capitaneadospor el nacionalismo catalán yapoyados por algunos arago-neses catalanizados” ¿Cómopueden apreciar usted y la ciu-dadanía, una pura y explícitareivindicación cultural ylingüística. Más de uno con-vendrá conmigo que cuando lapolítica se aplica a la regula-ción o tratamiento de las len-guas, se convierte en mero po-litiqueo? ¿Por qué, los políticosen general, no hacen caso a lasvoces de las universidades, desus académicos, de los filólo-gos, de los lingüistas y de losescritores? Para la búsqueda oconservación del voto, no sedeberían traspasar los límitesde la dignidad. ¿Está usted deacuerdo con las querellas cri-minales que interpusieron al-gunas personas, entre ellas,militantes de su partido, comorepresentantes de una federa-ción cuyo nombre intentan di-fuminar, contra tres defenso-res activos del catalán y susvariantes en Aragón? No pue-do menos que mencionar auno de los encausados, por losentrañables lazos que nosunen, el doctor Artur Quintanai Font, miembro del Institut deEstudis Catalans, Presidente

de la ICF, profesor, escritor,enamorado de Aragón, y tan-tas cosas más… Desde hace untiempo, por fin, le llueven loshomenajes: miembro del Co-mité d'Honor de Rolde de Estu-dios Aragoneses, miembro deHonor de la Academia de laLengua Aragonesa, publica-ción de Xandra -colección tri-lingüe de sus trabajos- publi-cación de Miscel · lània -artículos y ensayos de presti-giosos escritores en su honor-etcétera. Señor Biel, militantesde su partido y/o auspiciados,hace un tiempo, le dedicabanun “sentido homenaje” através de una querella crimi-nal, ahora justamente archiva-da. ¿Le gusta el sustantivo fe-lonía?, pues, aplíquelo.

¿Sabe que Aragón es la úni-ca comunidad autónoma es-pañola que no tiene reguladala cooficialidad de las lenguaspropias, incumpliendo grave-mente el artículo 2 (apartado3) de la Constitución Españo-la? ¿Qué quota parte de res-ponsabilidad adjudicaría a supartido?

A todo este gran pastel lepondré una guinda. ¿Sabe, cla-ro que lo debe saber, que esaplataforma política contra elcatalán y la manifestación deldía 4 de julio han sido jaleadaspor la “imparcial” cadena de laConferencia Episcopal, insul-tando groseramente a todoslos aragoneses que hablamos yensalzamos la lengua catalana,y a las asociaciones aragone-sas que la defienden? ¿Se sien-te cómodo, Señor Biel? Me de-claro profundamente ara-gonés, hablo y escribo el ca-talán de la Codonyera, el delMatarranya, el de la Franja y unpoco más allá, y lo siento comolengua propia, fruyéndolo enmi modesta creación literaria.Ni su partido, ni sus “egregios”militantes anticatalanistas, consus difamaciones y declaracio-nes carentes de todo rigorcientífico y académico, y ensal-zados además por todas lastierras españolas, con las vi-llanías de los predicadores dela cadena episcopal, ni quienfuere, van a menguar un ápicemi aragonesismo. (Afortunada-mente no existen todavía orga-nismos oficiales, encargadosde expedir el carnet que loacredite). Siento también co-mo patrimonio mío, el ara-gonés, y obviamente, el caste-llano. Si, ni Vd. ni su partido loentienden, es su problema. Siahora tuviese más tiempo y es-pacio, podría explorar los lími-tes y la aplicación del conceptoanalphabetus. Y para acabaruna cosa más al respecto: meduelen profundamente los si-lencios de nuestro presidente ylos de su partido en general.

Opinión | María Herrero. Portavoz del PAR en la Comisión de Educación y Cultura de las Cortes de Aragón

La pluralidad lingüís-tica de nuestro te-rr itor io, Aragón,constituye una in-discutible riquezacultural que no de-

bería convertirse nunca en unproblema.

Tras dos intentos frustra-dos (por la polémica suscitadaen cad auno) de legislar sobrelas lenguas de Aragón, próxi-mamente podemos afrontarun tercer proyecto que, ojalállegue a buen puerto y acabesiendo un plan logrado y satis-factorio para todosa.

La realidad linguística esdiferente si nos referimos a ladel norte de la ComunidadAutónoma de Aragón (muyminoritaria y en peligro de ex-tinción si no la protegemos) oa la de la zona oriental colin-dante con Cataluña y Cas-tellón.

En el segundo caso, con unnotable número de hablantes,la situación es vivida mayori-tariamente con naturalidad,paz y sin problema alguno enla vida cotidiana de los pue-blos bilingües. El conflicto sesuscita, como si se abriera lacaja de los truenos, cada vezque se habla de hacer una leyal respecto. Y, al final, en miopinión, creo que la denomina-ción de la lengua es el únicogran escollo que levanta tem-pestades; nada más.

Todos podemos (y debe-mos) opinar, cierto; pero en-tiendo y juzgo que es necesa-rio, ante todo, respetar y valo-rar la opinión de sus parlantes,de la gente que ha construidosus primeros pensamientos ysus primeras frases en esa len-gua, de las personas que vivenallí.

La lengua es un rasgo deidentidad fundamental, por loque la carga afectiva y emo-cional que conlleva es absolu-tamente considerable. A ellose suman otras connotacioneshistóricas y políticas, hacien-do, todo ello, que este sea unode los asuntos sobre los quese debate con más pasión yvisceralidad. En este caso,además, las relaciones entreAragón y Cataluña (en lo posi-tivo y negativo) no son un de-talle nimio.

Las lenguas no entiendende fronteras. Son un vehículode comunicación, un instru-mento de construcción de lapersonalidad, una herramientade aprendizaje y de relacionesinterpersonales. Es una suertecrecer en un contexto bilingüe.No ha sido fácil para las len-guas minoritarias sobrevivir alos procesos de castellaniza-ción. Su Fortaleza se demues-tra con su superviviencia. Pro-

tegerlas, promoverlas y digni-ficarlas es, hoy en día, una res-ponsabilidad ineludible paracualquier gobierno. Los habi-tantes de la zona oriental deAragón, en mi humilde pare-cer, han tenido que demostrarmás que muchos otros su con-dición de aragoneses por larazón de su lengua. Nunca handejado de sentirse aragone-ses. Muchas de las personasde la zona reconocen innece-saria cualquier ley. Viven contranquilidad y normalidad laconvivencia lingüística en sudía a día; no constituye un te-ma sobre el que debatir en losbares ni ocupa un lugar impor-tante entre sus inquietudes.Los niños tienen la oportuni-dad voluntaria de estudiar enla escuela una asignatura deesa lengua. Normalmente sonmuy pocos (respetables, cla-ro) y curiosamente "gente defuera" quienes les provoca-mos debates al respecto. Portodo ello, y así las cosas, laprimera reflexión que debo ha-cerme y me hago es la s i-guiente: ¿vale la pena generarun problema donde no lo hay?.La segunda reflexión, en tantoque el problema no es lingüís-tico sino político y social, melleva a pensar en que la solu-ción debe integrar las tresperspectivas significadas.

Los políticos estamos re-presentando a una parte de lasociedad. Es nuestra razón deser y por ello debemos saberaunar técnica con realidad so-cial. Cualquier ley que provo-que una fractura social habránacido fracasada: máxime enun tema tan sensible y emo-cional comoel que estamostratando. El reto radica, ahora,en ser capaces de sumar vo-luntades, de flexibilizar postu-ras, de entender las divergen-cias y las emociones encon-tradas, de legislar para avan-zar, de solucionar problemas,responder a necesidades, re-flejar realidades, y no legislar,por el contrario, para generarconflictos donde predomina lapaz. Este es mi objetivo comoportavoz del Partido Aragonés(PAR ) en las Cortes de Aragónen materia de lenguas. Debe-mos conocer la realidad denuestra gente, de nuestra his-toria, de nuestros pueblos… ytrasladarlo a las leyes y no a lainversa. Y, eso sí, son inacepta-bles todas aquellas opinionesque menosprecian a las con-trarias por el mero hecho deserlo. El pueblo aragonés es unpueblo sumamente rico encultura. Nuestro deber es po-nerlo en valor, sentirnos orgu-llosos de ello, y asegurar supervivencia como legado paralas futuras generaciones.

La riqueza de las lenguas

Opinión | José Miguel Gracia Zapater. Presidente de la Associació Cultural del Matarranya

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