Download - La enseñanza del futbol
El futbol es un deporte complejo donde el factor predominante es LA TACTICA.Pero ¿Qué es la táctica? Podemos decir que la táctica es la selección cognitiva y aplicación de la mejor opción
dentro de todas las posibilidades que se presentan en un problema o situación motriz de juego, dicha elección se basa en la comprensión del juego y se lleva a la práctica mediante procesos de ejecución. la táctica posee una forma individual (de cada jugador) y otra colectiva (del equipo), por lo tanto se hace imprescindible la coordinación de las acciones individuales. Todos los aspectos que hemos tratado tienen un punto en común, el cual se refiere a la organización grupal o de equipo, por lo tanto dicho concepto es en definitiva la táctica del juego. Un futbolista eficaz deberá aplicar sus conocimientos tácticos en el menor tiempo posible, dando de este modo más velocidad al juego de su equipo y creando más incertidumbre al oponente. 1.EL SUBSISTEMA ESTRUCTURAL 1.1 DIMENSION ESTATICA Se define por el análisis racional del espacio de juego en términos de pasillos y de sectores y cobra una especial relevancia porque nos posibilita el análisis de la comprensión táctica del jugador en el propio plano de la ejecución motriz, ya que dependiendo del contexto le permite actuar de una manera u otra, relacionando la ejecución con los aspectos perceptivos y decisionales. Así Castelo, establece una división del terreno de juego a efectos de análisis, justificando dichos pasillos y sectores del campo de juego en función del nivel de riesgo que suponen las acciones en cada uno de ellos. A continuación podemos apreciar las figuras
Samuel Olivan
Por lo tanto se establecen claramente dos ejes fundamentales para el juego: el horizontal
(amplitud) y el vertical (profundidad). Ello lo corrobora la bibliografía especializada, aunque no
existe acuerdo en las divisiones de estos ejes.
Bajo mi punto de vista de vista, las consecuencias de este análisis se sitúan a nivel práctico
puesto que nos permite situar en todo momento a cada uno de los jugadores en el terreno de
juego, de manera que nos permite establecer un primer nivel de comprensión táctica, ya que los
principiantes no se sitúan de un modo correcto, sino que se limitan a orientarse en relación al
balón o en una etapa más avanzada de forma individual al oponente directo, obviando el resto de
objetos o jugadores que residen en el campo. Por lo tanto, estos ejes espaciales hay que
enseñarlos, para que los principiantes evolucionen y desarrollen un nivel de descentralización de
la propia acción, para situarse teniendo en cuenta al balón, compañeros, adversarios, porterías,
zonas más relevantes y en función de las posibilidades de acción, tanto las de uno mismo como
las del oponente.
Otro de los aspectos fundamentales en esta dimensión, es la táctica grupal, Castelo defiende
dicho concepto a partir de los enlaces estructurales que se producen en el terreno de juego, los
cuales tienen forma de triángulo. Pero Castelo obvia un concepto básico a este respecto, que es
fundamental sobre todo en las etapas de formación, la variable “distancia de juego”, tanto para
facilitar la comprensión de estas relaciones como para conocer si puede o no, dependiendo de la
fuerza en el tren inferior, llevar a cabo en la práctica dicho enlace estructural (pase de un
jugador a otro). Identificar estas relaciones del juego en forma de triángulo, significa que durante
el desarrollo del juego en la mayoría de los casos sólo voy a interrelacionar con los compañeros y
adversarios que se encuentren en los triángulos de relación inmediatos, y en muy pocos casos se
van a establecer vínculos con jugadores en triángulos más lejanos.
A continuación presento un ejemplo de análisis de la disposición estática de un equipo que
emplea un sistema 4-4-2 tradicional, en el que podemos apreciar que a mayor número de
triángulos anexos a un jugador mayor serán las relaciones que tiene que comprender en el juego
y por lo tanto más complejo es el juego para dicho puesto.
Desde mi perspectiva y desde el punto de vista de la comprensión táctica grupal, el máximo nivel
de complejidad en el juego recae en los jugadores del medio centro, debido al mayor número de
triángulos anexos
Bajo esta perspectiva, quiero dejar claro la importancia que un niño en la etapa de formación
debe pasar por todos los puestos que conforman un equipo y no solamente por un sistema de
juego, sino con la mayor parte que pueda, pues la variabilidad en la práctica en una de las
fuentes principales para la comprensión del juego. Mientras que la especialización temprana,
según De la Vega Marcos provoca “una comprensión reducida del juego en tanto que propicia la
comprensión de un reducido número de triángulos respecto a los que se producen en la
globalidad del juego
1.2 DIMENSION DINAMICA
En la mayoría de las publicaciones que encontramos a cerca de la táctica, se distingue entre
táctica ofensiva y defensiva, esta diferenciación no existe como tal en la realidad pues ambas
“están íntimamente relacionadas en la práctica, hasta tal punto que una adquiere sentido y
significado en función de la otra
Esta alternancia de ataque-defensa fue asumida por Martínez de Dios y se puede ver
perfectamente reflejada en la figura
De este modo, Bayer establece los principios fundamentales de ataque y de defensa,
delimitándolos de la siguiente manera:
Ataque:
1º) Conservar la iniciativa (mediante la posesión del balón).
2º) Progresar hacia el objetivo.
3º) Tratar de alcanzar el objetivo.
Defensa:
1º) Recuperar la iniciativa (consiguiendo el balón y contraatacando).
2º) Obstaculizar la progresión hacia el objetivo.
3º) Proteger el objetivo y los caminos que conducen a él.
2. LA ENSEÑANZA DE LA TACTICA
Los aprendices comienzan a dar sus primeros pasos hacia convertirse en “espectadores cultos”,
capaces de comprender, dialogar y disfrutar de los eventos deportivos en relación con sus
iguales (socialización). Y algo que considero más relevante, pueden llegar a ser capaces de ser
“jugadores inteligentes”, dentro de su práctica deportiva, en los distintos niveles de eficacia
que se pueden llegar a alcanzar.
Todo esto sin duda debe ser enseñando, entrenado y fomentado tanto en la enseñanza formal
(Primaria y Secundaria) como en los clubs/asociaciones deportivas.
Una vez que sabemos la existencia de un conocimiento deportivo, nos hacemos una cuestión:
¿Dicho conocimiento podría ser enseñando y entrenado por medio de un programa formativo que
desarrolle las potencialidades que los niños y jóvenes pueden llegar a conseguir? Nuestra
respuesta es un rotundo “sí”
2.1 TEORIA DE ENSEÑANZA
Al hablar de propuesta de intervención didáctica nos encontramos con dos grandes corrientes en
el campo de los aprendizajes: Conductivismo frente a Cognitivismo. Identificadas ambas
corrientes con la dualidad práctica analítica versus práctica globalizada, se advierte que el
éxito de una u otra tiene bastante que ver con el tipo de habilidad a aprender: o En las que hay
un predominio de la regulación interna (autorregulación) sin influencias externas, denominadas
habilidades o tareas cerradas. Están condicionadas especialmente por la ejecución frente a la
menor influencia de la toma de decisiones, siendo orientadas por los modelos conductistas y las
estrategias analíticas.o En las que hay un predominio perceptivo-decisional y por lo tanto de
regulación externa, denominadas habilidades o tareas abiertas. Están condicionadas por la
relación directa y la influencia de otros participantes que pueden colaborar u oponerse y de las
modificaciones del ambiente, sintonizando mejor con los modelos constructivistas y los estilos de
enseñanza globales.
Si nos centramos en el fútbol, el jugador participa en un juego con el resultado abierto, pues
según Garganta y Cunha “se presenta como un fenómeno de entornos variables en el cual las
ocurrencias se entroncan unas con otras. Las competencias de los jugadores y de los equipos no
se centran, por tanto, en aspectos puntuales, sino que se dirigen agrandes categorías de
problemas, por lo que se hace necesario percibir el juego en toda su complejidad”. Y, por ello el
jugador ha de poner en práctica todas sus capacidades para, según López Ros, poder provocar
un tipo de motricidad altamente sofisticada y que se caracterice por su alta variabilidad. Los
jugadores deben decidir continuamente su actuación ante un entorno que es permanentemente
inestable. Así, León y Rodríguez nos advierten que el jugador, al enfrentarse a los distintos
contextos de juego en los que se va a encontrar, habrá de solucionar los problemas que estos le
planteen y, “resolver un problema que implica tomar decisiones y poner en marcha
procedimientos y estrategias”. Por lo tanto, entendemos que el juego del fútbol es
eminentemente táctico, sobre todo si acentuamos la idea sobre el comportamiento inteligente
de un equipo, que no actúa como la suma de los comportamientos de los individuos que lo
conforman sino como un todo con estrategias y relaciones comunes.
De este modo y a nivel general, Malho propuso tres fases en todo acto táctico con una serie de
componentes principales en cada una de ellas
Todo ello se ve reflejado en la teoría de la información, en la cual se ha mostrado las limitaciones
de la atención, percepción, memoria, etc. de los sujetos en la realización y aprendizaje de las
habilidades motrices y deportivas. Tanto el exceso como la falta de información pueden
ocasionar pérdida de tiempo o bloqueo en el aprendiz de un deporte, entorpeciendo así su
adquisición del conocimiento, especialmente el táctico. Desde un punto de vista más específico y
partiendo de la idea de que el fútbol es un deporte eminentemente táctico, Rezende y Valdés
establecen los siguientes aspectos para el desarrollo de las habilidades tácticas:
En consecuencia de todo ello, Vegas Haro expone tres factores que nos servirán como conclusión
en relación al fútbol sobre este apartado
2.2 ENSEÑANZA COMPRENSIVA DEL DEPORTE Y ENSEÑANZA TRADICIONAL O TECNICA
La elección de un modelo comprensivo para la enseñanza deportiva lleva implícita una filosofía
educativa y unas prioridades formativas que entroncan con las teorías constructivistas del
aprendizaje (Dodds, Griffin y Placek; Griffin, Dodds, Placek y Tremino; Kirk y McDonald y
Rovegno, Nevett y Barbariaz).
La decisión paracambiar el modelo de enseñanza, desde los enfoques tradicionales o técnicos a
los comprensivos, se debe a la existencia de varias críticas al modelo tradicional o técnico, en
este sentido hemos de destacar las realizadas por Bunker y Thorpe, y que a pesar de haberlas
realizado ya hace más de veinte años, en la actualidad todavía tienen vigencia. Según estos
autores los niños y jóvenes que aprenden con este modelo:
No alcanzan el éxito.
Saben poco acerca de los juegos.
Poseen técnicas que no saben aplicar y una pobre capacidad de tomar decisiones.
Son dependientes del entrenador o el profesor.
Así pues podemos afirmar, traduciendo las palabras de estos autores, que se fracasa en el
intento de formar “espectadores cultos” y “jugadores inteligentes” de los deportes.
Por otro lado y sin pretender ser demagogos en este tema, también existen una serie de
limitaciones para la aplicación de los modelos comprensivos o alternativos, tales como:
Dificultad para el aprendizaje de determinadas habilidades técnicas en situación global.
No existen criterios claros de progresión.
El profesor debe ser buen conocedor del deporte.
El profesor debe estar formado en la utilización de técnicas de enseñanza por
descubrimiento guiado y de reflexión sobre la acción.
Los niños no están acostumbrados a este sistema y les cuesta adaptarse.
En este sentido, en Griffin y Butler se hace especial énfasis en que el profesorado o los
entrenadores para aplicar los modelos comprensivos en la iniciación a los deportes necesitan de
varios factores:
Un mayor conocimiento del contenido que se trata de enseñar.
Mayores habilidades de observación y análisis de las habilidades del alumnado.
Mayores habilidades en la utilización de la técnica de enseñanza mediante la búsqueda.
Así argumentan que la principal causa de la no aplicación de estos modelos es la falta de tiempo
y experiencia, ya sea por parte del profesor o el entrenador en su caso.
En relación a lo anterior Christina afirma que “el efecto que provoca es que el proceso de
transferencia del entrenamiento al terreno de juego no sea el óptimo, porque los
deportistas no pueden aplicar lo que han entrenado (la competencia para decidir)”.
Por lo tanto, en los modelos comprensivos, los jugadores a través de sus experiencias y
situaciones de aprendizaje llegan a resolver los problemas planteados, buscando ellos mismos
las soluciones mediante ayudas del profesor o entrenador, desarrollando de este modo una
profunda comprensión del contenido y su problemática. De esta forma, son capaces de dar
significado y generar respuestas con mayor independencia del docente o entrenador
2.2.3 Enseñanza comprensiva del deporte: aprendizaje social e importancia de los juegos
modificados
Siendo conscientes de la necesidad de aprendizaje en un ambiente real, es decir contextualizado,
los modelos comprensivos desarrollan la enseñanza bajo una perspectiva global. Si el contexto
en el que se practican los deportes es a partir de juegos globales, en los que existen infinitas
interacciones o relaciones con compañeros, adversarios, el móvil y el terreno de juego. El
contexto lúdico-práxico de aprendizaje debe ser lo más parecido posible.
Nace de esta forma el concepto de juego modificado.
Así, Bunker y Thorpe confirman la necesidad de que el discente aprenda en situación de juego
global, pero diferente a la propia del deporte reglado (originado para la praxis adulta),
adaptándolo a las posibilidades de comprensión, percepción, decisión y ejecución del alumnado.
Por ello, Thorpe, Bunker y Almond elaboran una propuesta de juegos modificados que
presentamos en la figura
Por tanto, Thorpe y col. aportan las posibilidades básicas de modificación de los juegos a partir
del juego real completo: representación, exageración y la mezcla entre ambos.
En todos los casos, la esencia del juego se mantiene, de tal manera que si seleccionamos el
fútbol como deporte a enseñar, agrupado dentro de los deportes de invasión (juegos más
complejos desde el punto de vista estructural y funcional), el juego modificado deberá mantener
las características de dos equipos disputando un balón en un mismo terreno de juego. En este
sentido, Gréhaigne y col. señalan que la lógica interna se fundamenta en las relaciones de
oposición con los adversarios, así como en el trabajo en equipo (en los deportes que existan). Las
acciones de los jugadores en una situación de juego vendrán determinadas por estos dos
elementos. Por tanto toda conducta motriz realizada en un juego modificado trata de dar
respuesta a los problemas planteados como consecuencia de la lógica interna de un deporte o
grupo de deportes con principios táctico comunes.
Las modificaciones por representación son aquellas que simplemente reducen, simplifican el
juego, pero la complejidad no cambia en ningún otro sentido. Ejemplos de este tipo de
modificaciones son los mini-deportes: minibasket, mini-fútbol (A-5 o A- 7) o floorball. Son juegos
que mantienen la complejidad contextual, aunque reduciendo sensiblemente el tamaño y peso
de los materiales, espacios, tiempo de juego o el número de jugadores. Permitiendo al joven
jugador una mejor adaptación al juego, atendiendo a sus posibilidades cognitivo-motrices y
madurativas (el peso del balón se adecua para la fuerza de las piernas de un niño, los
desplazamientos son más cortos debido al espacio de juego, etc.). Es decir, el principio de
representación táctica, trata de crear un contexto de juego con unas exigencias tácticas
idénticas o muy similares al juego adulto (federativo) pero con adaptaciones a la edad y nivel de
los practicantes.
Por otro lado, se encuentran las modificaciones por exageración, que según Thorpe y col. son las
más interesantes. En estas modificaciones se exagera un elemento del juego pudiendo reducir e
incluso eliminar otros. Así estas modificaciones para lograr la adaptación a los niveles de los
jugadores están elaboradas sobre los elementos estructurales del juego o deporte: los gestos
técnicos-tácticos empleados, el espacio de juego, el tiempo o ritmo (timing), la interacción y
comunicación entre los participantes (colaboración/oposición), el reglamento y el equipamiento
(Hernández Moreno y col y Kirk y McPhail). Ejemplos de este tipo de juegos pueden ser los
conocidos: “juego de los diez pases” o el “balón torre”. De este modo, los jugadores se van
familiarizando con los problemas más relevantes en los que se desglosa el juego deportivo.
Exagerar uno u otro problema táctico dependerá del momento de aprendizaje y principio de
juego que se quiera trabajar.
Finalmente, la otra posibilidad de modificación es la combinación de las dos anteriores.
Fundamentalmente consiste en exagerar un elemento de un juego modificado por
representación, focalizando la atención selectiva del aprendiz sobre este aspecto en cuestión. Un
ejemplo de ello, sería introducir en un partido de fútbol A-5 tres áreas o pasillos marcados en el
campo de juego a nivel transversal, para que cada jugador, una vez que su equipo roba el balón
en defensa, se distribuya rápidamente para la elaboración de un contraataque, con lo cual
estaríamos potenciado la distribución espacial en este tipo de jugadas.
Por lo tanto, establecemos el juego modificado como fuente de comprensión en la iniciación
deportiva, siendo según Kirk y McPhail el eje central de todo modelo comprensivo. Thorpe y col.
lo definen como la ejemplificación de la esencia de uno o de todo un grupo de juegos deportivos
estándar, y la abstracción global simplificada de la naturaleza problemática y contextual de un
juego deportivo que exagera los principios tácticos y/o reduce las exigencias o demandas
técnicas de los grandes juegos deportivos.
Así, la presentación de los juegos modificados en la práctica de los alumnos o jugadores debe
cumplir el principio de complejidad táctica, el cual hace referencia a la progresión desde los más
sencillos a los más complejos. Los modelos comprensivos que basan su progresión hacia el
aspecto estructural, no plantean el juego modificado como herramienta fundamental, al menos
en los términos aportados por Thorpe y col. (mantenimiento de la esencia del juego deportivo que
se pretende ayudar a enseñar). Sin embargo, no por ello dejan de destacar la relevancia de la
riqueza contextual para un adecuado proceso de aprendizaje. Aparece en consecuencia el
término de forma jugada, acuñado por Lasierra Aguilá y Lavega Burgués, para designar aquellas
tareas que no llegan a ser juegos modificados puros, pero que sí mantienen una dinámica de
juego y una riqueza contextual importante.
El aprendizaje desarrollado a partir de un ambiente social deportivo global, es aquel que permite
las interacciones de los tres mecanismos del procesamiento de la información (percepción,
decisión y ejecución), tanto a nivel individual como colectivo si lo hubiere.
2.2.4 Enseñanza comprensiva del deporte: lenguaje, participación activa y conocimientos
previos del aprendiz
Como ya hemos dicho el deporte se desarrolla en un contexto propio y el aprendizaje se debe
elaborar a partir de la práctica en el mismo, siendo de este modo más efectiva. Los deportes
tienen un lenguaje específico y que el niño no conoce, por lo tanto hay que enseñárselo
progresivamente, tanto cuando se habla de un juego o deporte permaneciendo en el rol de
espectador como cuando se está jugando (ejemplo: cuándo levantar un brazo para pedir un pase
porque te encuentras libre de marca o poner un símbolo con nuestra mano para marcar una
jugada ensayada en un corner). El profesor o entrenador debe de dar ayudas al alumno o
jugador para familiarizarse en el nuevo lenguaje deportivo, focalizando su atención sobre los
aspectos más relevantes en cada momento del juego, dotando así de un aprendizaje completo.
Sin embargo, según García López las aportaciones de la enseñanza comprensiva de los deportes,
en cuanto al lenguaje y la participación, “no se limitan sólo a las ayudas orientadas al
entendimiento y establecimiento de nuevas relaciones conceptuales con los nuevos códigos. El
lenguaje, por medio de la verbalización, se convierte un medio fundamental de aprendizaje
dentro de los modelos comprensivos”.
De este modo, los jugadores están siempre en un proceso de búsqueda y resolución de
problemas motores que se concluye con reflexiones individuales y grupales guiadas por el
entrenador o profesor (ver figura ). En este modelo, el joven jugador a través de sus experiencias
y situaciones de aprendizaje llega a resolver los problemas planteados, desarrollando una
profunda comprensión del contenido y su problemática, tomando mayor conciencia de lo
aprendido. De esta forma, son capaces de dar significado y generar respuestas con mayor
independencia del docente o entrenador.
En definitiva, el propósito es dar significado a los juegos a través del planteamiento de
preguntas del tipo: “¿qué está ocurriendo?; ¿cómo puedo intervenir de forma positiva o colaborar
con mis compañeros?; ¿hacia dónde me muevo?”; etc. Por lo tanto, la comunicación entre el
docente y discente en el modelo comprensivo del deporte es bidireccional, en oposición al modelo
técnico que es de único sentido.
En este sentido, González considerando los resultados de su estudio, recomienda a los
formadores estimular la verbalización de los niños sobre las estrategias en los juegos, “como
forma de conocer cual es el nivel de coordinación cognitiva que estos presentan sobre los
elementos del juego y sus posibilidades tácticas y también como forma de activar el proceso de
introspección de los niños, lo que los torna más conscientes de los motivos de sus acciones,
facilitando el proceso de desarrollo de estrategias para los juegos de situación”.
Por tanto, el uso de la verbalización para la búsqueda de soluciones, nos lleva a los docentes o
entrenadores a utilizar estrategias didácticas como las de Mitchell y col.:
Congelar el juego. El alumno/jugador debe saber en cualquier momento lo que puede ocurrir,
por lo que es necesario parar el juego cuando no entiendan la situación contextual en la que se
encuentran. Para utilizar con eficacia esta estrategia, los alumnos deben colaborar y pararse de
inmediato (para no perder el contexto de juego que se quiere analizar), por lo que se debe
establecer previamente algún tipo de señal fácilmente reconocible por los alumnos (la palabra:
“stop”, una palmada o un silbido son fácilmente reconocibles, según donde se practique el
deporte).
Reconstruir y practicar el juego. Una vez congelado, podemos analizar lo que sucedía y si las
soluciones aportadas por los jugadores eran adecuadas o no (situación espacial, timing, apoyos
al jugador con balón, etc.). Así, reconstruimos de forma crítica los entornos de aprendizaje y el
conocimiento, desarrollando en cada situación congelada la posibilidad de mejorar sobre la toma
de decisiones tanto a nivel individual como colectiva.
Por otro lado, como consecuencia de la gran implantación socio-cultural del fenómeno deportivo
en el mundo contemporáneo, y el fútbol en particular, pues “presenta características que lo
convierten en un fenómeno más que deportivo, raro es el niño o joven que asiste a clase de
Educación Física o por primera vez a un club de fútbol sin un conocimiento previo en este
deporte. Según Langley y Knight el propio juego constituye una fuente de información y
conocimientos que facilitan el aprendizaje, aunque éste en ocasiones puede resultar erróneo si la
práctica no está bien contextualizada. Pero la praxis no es el único medio de información o
aprendizaje, sino que como nos advierten Viciana Ramírez y Zabala Díaz: “no debemos olvidar el
importantísimo papel que tienen los medios de comunicación, fundamentalmente la televisión y
la prensa, a los cuales se les unen los contenidos de internet e incluso el cine…”, así como el
entorno social más cercano, la familia y amigos.
En consecuencia, Hare y Graber señalan que las teorías constructivas de aprendizaje enfatizan
la importancia del conocimiento previo de los jugadores que se inician al deporte. Estos autores
destacan también que los momentos de práctica formal, como por ejemplo en las clases de
Educación Física, pueden aportar conocimientos erróneos en los discentes. El lenguaje, si está
poco adaptado al nivel comprensivo de los niños, y la memorización de contenidos sin previa
comprensión, son otras fuentes que pueden dificultar en gran medida el aprendizaje. Estas
falsas creencias o conocimientos erróneos, procedan de la vía que sea, son muy difíciles de
detectar y erradicar, pudiendo ayudar a comprender las explicaciones aportadas por French y
Thomas sobre los errores cometidos en situaciones de juego relacionados con la falta de
conocimiento.
Espero que después de este enfoque sobre el proceso de enseñanza del futbol haya
contribuido a facilitar una guía de base para poder formar JUGADORES INTELIGENTES.