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LA EFICACIA DEL DOCENTE.
Autor: Raymundo Carmona Jasso.
INTRODUCCIÓN.
Agradezco la oportunidad de disertar acerca de esta importante temática y me permito iniciar el
presente ensayo ubicando la conceptualización de las palabras que utilizo como eje rector de mi
discurso.
Eficacia.
La etimología de la palabra “eficacia” nos remonta al análisis de sus partes: “ex” que significa hacia
fuera, “fic” que significa facere= hacer e “ia” que significa cualidad (Etimologias).
Según (Real Academia Española) eficacia proviene del lat. “efficacĭa” capacidad de lograr el efecto
que se desea o se espera; para (Thefreedictionary) es la capacidad para obrar o para producir el
efecto deseado; para (Definicion.de) es la capacidad de alcanzar el efecto que espera o se desea
tras la realización de una acción.
Según (Andrade, 2005) es la actuación para cumplir los objetivos previstos; para (Robbins &
Coulter, 2005) se define como hacer las cosas correctas; para (Chiavenato, 2004) es una medida
del logro de resultados; para (Koontz & Weihrich, 2004) es el cumplimiento de objetivos; para
(Oliveira Da Silva , 2002) es la medida en que alcanzamos el objetivo o resultado.
La palabra “eficacia” se puede encontrar en los distintos idiomas del mundo con sinónimos de:
efectividad, eficiencia, competencia, capacidad, aptitud, validez, operatividad, fuerza y poder
(Sinónimo). En los idiomas del continente americano se traduce de la siguiente manera: “efficacy”
para aquellos de habla inglesa (Traslate google), “eficacia” para los de habla hispana y “eficácia”
para los hablantes de portugues (Traslate google).
Las características y criterios de diversas investigaciones permiten realizar una definición concreta
de Eficacia como “la capacidad óptima para lograr un objetivo”
Docente.
La etimología de la palabra “docente” proviene del latín “docere” enseñar. A su vez la palabra
“docere” tiene una raíz indoeuropea “dek” que significa pensamiento o aceptación. De la palabra
“dek” se desprenden otras derivaciones como: dokein= opinar, decet= ser apropiado, dignus=
digno, disco=discípulo y dokos=viga (Etimologías)
La conceptualización de la palabra “docente” es utilizada para nombrar cualquier individuo que se
dedica a enseñar ya que el diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.) permite esa
generalización.
Para los Conductistas el docente es un ingeniero educacional, administrador de contingencias y
manejador hábil de recursos tecnológicos conductuales (Hernández, 1997).
Para los Constructivistas el docente es un promotor de atmosferas de reciprocidad, respeto,
autoconfianza, desarrollo y autonomía; conocedor a profundidad de los problemas de sus
alumnos; conocedor a profundidad de los aprendizajes de sus alumnos; promotor de aciertos; y
explorador que descubre y construye una nueva manera de pensar (Hernández, 1997).
Para los Cognitivistas el docente es un confirmador del aprendizaje significativo del alumno;
confeccionista y organizador de experiencias didácticas; promotor del aprendizaje significativo;
conocedor de estrategias significativas; procurador del desarrollo, inducción y enseñanza de
habilidades y estrategias cognitivas y meta cognitivas (Hernández, 1997).
Para los Humanistas el docente es un individuo que establece relaciones de respeto; parte de las
potencialidades y necesidades individuales de sus alumnos; facilita la autorrealización; fomenta el
autoaprendizaje, la creatividad, el espíritu cooperativo; se interesa en la totalidad de la persona;
es abierto a nuevas formas de enseñanza; es auténtico, genuino, sensible, perceptivo y empático;
y rechaza el autoritarismo y el egocentrismo (Hernández, 1997).
Para el periodista y catedrático universitario Francisco Sosa Grandón “ser docente es más que
enseñar”. En un breve articulo periodistico (Sosa Grandón, 2012) identifica que ser docente es
más que enseñar conceptos pues mediante sus responsabilidades cotidianas, el docente expresa,
transmite y propone una manera de ser en el mundo y se convierte en un arquetipo para los
estudiantes.
Los criterios que se han vinculado a la palabra docente nos brindan elementos para definirla como
“el individuo promotor y procurador de la enseñanza”.
Conceptualización de la eficacia docente.
Existen condiciones para conceptualizar la eficacia docente como: “La capacidad óptima del
individuo, promotor y procurador de la enseñanza, para lograr un objetivo”
DESARROLLO-
Desde que se perdieron las fronteras geográficas con el uso del internet, los ciudadanos del
mundo están comprometidos a ser día a día mucho más competentes. Y como dice el dicho “para
uno que madruga siempre hay uno que no duerme”
Ahora podemos ver a los docentes a nivel mundial procurando hacer su mejor esfuerzo por
garantizar que los niños del país que representan sean los más adelantados.
Por lo antes expuesto, se hace necesario identificar los factores asociados a la eficacia docente.
El primer factor, sin duda alguna, es la auto-eficacia.
Bandura se consolidó como uno de los teoricos clasicos más populares al integrar el concepto de
“auto-eficacia” a la teoria social. Auto-eficacia es una palabra compuesta por el prefijo “auto” que
significa propio o que funciona por uno mismo (Definicion.de) y el fijo “eficacia” (citado
anteriormente).
Según (Bandura, Self- efficacy: Toward a unifying theory of behavioral change, 1977) se le llama
“auto-eficacia” a las creencias en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones
requeridas para manejar las situaciones futuras. Dicho de una forma más simple, la autoeficacia
hace referencia a la confianza que tiene una persona, de que tiene la capacidad para hacer las
actividades que trata de hacer.
En terminos educativos, Zimmerman (1995. Citado en Canto y Rodríguez), dice que la autoeficacia
son "los juicios personales acerca de las capacidades para organizar y conductas que sirvan para
obtener tipos determinados de desempeño escolar". Dicho de forma más simple, la autoeficacia es
un concepto muy específico que se refiere a la evaluación.
Bardales, Díaz, Jiménez, Terreros, y Valencia (2006. Citados en Velásquez Fernández, 2012)
identifican la autoeficacia como un estado psicológico en el cual la persona evalúa su capacidad y
habilidad de ejecutar determinada tarea, actividad, conducta, entre otros, en una situación
específica con un nivel de dificultad previsto.
Según Olaz (2003. Citado en Velásquez Fernández, 2012), las personas utilizan señales para
evaluar su eficacia en actividades futuras y de este modo se forman juicios de autoeficacia.
Por lo antes expuesto (Velásquez Fernández, 2012) menciona que estamos enfrentados dos
situaciones totalmente diferentes, que son reciprocas y se retroalimentan conjuntamente.
“Eficacia” es la actuación real que estamos capacitados y provistos de realizar y “autoeficacia” es
un proceso metacognitivo acerca de nuestras capacidades y posibilidades de acción, basado en las
creencias y sentimientos provocados internamente en torno a posibilidades de actuación externa.
Dadas las investigaciones, anteriormente analizadas, existe la posibilidad de concretar el concepto
de auto-eficacia como “la medida individual de la capacidad óptima para lograr un objetivo”
Cuadro 1.- Resumen del factor Auto-eficacia y sus elementos.
Auto-eficacia.
Preconcepciones.
Orientaciones.
Conocimientos.
Interpretación.
Actitudes.
En segundo lugar tenemos el factor legislación vigente.
Sí bien es cierto que la auto-eficacia es un factor decisivo para lograr la eficacia docente, otro
factor importante son las legislaciones vigentes en materia de educación, ya que estás nos
permiten identificar cuáles son los objetivos específicos de cada entidad geográfica (Municipio,
Estado o país). Dicho en palabras más simples, es necesario que alguien (o algo) determinen los
objetivos que se deben lograr de manera óptima.
En México la máxima que nos rige es la Constitución Política, y en ella se expresan todos los
derechos y obligaciones de los ciudadanos mexicanos (Gobierno Federal, 2014). Como es lógico
cada Municipio, Estado y País en el mundo tiene sus propias máximas educativas que fungen como
proceso de legislación vigente.
Cuadro 2.- Resumen del factor Legislación Vigente, su elemento y sus máximas.
En México las máximas que denotan la
Legislación Vigente son:
Legislación Vigente. Aplicación.
Artículo 3º Constitucional.
Ley General de Educación.
Leyes educativas Estatales.
Los acuerdos de cabildo Municipales.
Se obvia mencionar que cada Municipio,
Estado y País extranjero tiene sus propios
indicadores
En tercer lugar tenemos el factor: condiciones contextuales.
Sí la auto-eficacia es el “inicio y vehículo” para llegar a la eficacia; y cumplir óptimamente los
objetivos del Sistema Nacional de Educación son “el destino”; conviene pues en este apartado
identificar “el camino”, que según esta analogía está representado por las condiciones
contextuales.
Las condiciones contextuales en la geografía mundial son múltiples y ninguna se parece entre sí,
sería imposible encontrar dos contextos idénticos. Atendiendo a la afirmación axiomática anterior
conviene utilizar como elementos del contexto los expresados en las leyes locales, que, a nivel
internacional bien pueden ser los mismos que expresa el artículo tercero constitucional, párrafo
tres, en México, y son:
Cuadro 3.- Resumen del factor Condiciones Contextuales y sus elementos.
Condicione
s
Contextual
es.
Materiales.
Métodos.
Organizació
n.
Infraestruct
ura.
Idoneidad.
CONCLUSIÓN.
Sin lugar a dudas uno de los temas con mayor interés de la comunidad internacional es la eficacia
de sus docentes, ya que “la educación es el génesis de cada cultura” y todos los oficios y
profesiones han pasado por las manos de un maestro. No importa pues, en manera alguna, el
género, el país, la lengua, ni la raza si no los resultados que se pueden lograr en los niveles locales,
nacionales e internacionales.
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