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1
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// 1772. C-244.
-
* 7 - c. 1T,
LAS
ILUSTRIES AMERICANAS.
DE LA INFLUENCIA DE LAS MUJERES
EN LA SOCIEDAD;
Y
CARACAs.
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1826.
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ILUSTRES AMERICANAS.si es " e "... I ,
de la influencia de las mujeres en la sociedad, yacciones ilustres de varias americanas.
* " " " Vosotras poseeis el fuerte encanto a
**** De inspirar la virtud una mitada." -sos
IN embargo de que muchos clebres escritores han,
tratado con alguna estension de la influencia que ejerce,
el bello sexo en las qostumbres, la gloriay la felicidad,
de las naciones, nos ha parecido oportuno, tocar esta,
materia, aunque con la posible brevedad, para, tener,
ocasion de consignar en nuestra obra, varias acciones,de nuestras amables, compatriotas, que, por sublimes,
por jemerosas, merecen conservarse en la memoria,
la providencia, al crear a la mujer parece habwe.
propuesto por objeto colocarla como,de mediadora,
entre la aspereza natural y la capacidad sentimental del,
hombre. La belleza y la elegancia desu figura, su gra-,
ciosa vivacidad, su dulzura, encantadora, su prontitud,
en concebir, sufecunda inventiva, y poder de agradar,
son los dotes que recibe la mujer de la naturaleza, cm,cambio del mayor grado de fuerzayrobustez con que
se presenta el hombre.Su imajinacion, mas ardiente,
(9V, contestacion del ejrcito libertador del Pe
.- , , , , y
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2 Luis Tres AmericANAs.
e la de este; autora a veces de sinsaboresy desgracas, en jeneral la hace mas sensible, modesta, docil; la
inspira en mas alto grado sentimientos de benevolen:
ca, de amor, y ternura, y si por una parte la hace mssusceptible de estravos, por otra tambien la predispo
ne ser mas virtuosa que el hombre. Siempre prontaejercitar su beneficencia, se deleita en aplicar un bl
samo saludable las heridas de los desgraciados: la cama del enfermoylos calabozos son antiguos testigosde
subella ndole. Por el Capitan Carver,y otros auto
res que han descrito las costumbrs de las tribus salva
jes del nuevo mundo, dice Gisborne, (t) *tenemos
noticias del afecto conyugaly maternal de las mujeres
entre los indios de la Amrica septentrional;y sta
cualidad es tanto nias sealada en aquellas relaciones,
cuanto que efector no puede dejar de contrastarlaeonltriste apata de los hombres. El Almirante Byron,
en la narracin que "haee de las calamidades que l y
sus compaeros sufrieron despues de su naufrajo cerca del estrecho de Magallanes, menciona varios hechos
de la compasiva benevolencia con que fueron tratadospor las mujeres de las familias indianas que los condu
cian; hechos que, cm los anteriores, se presentan
con todas las ventajas del centraste. Prno multipli
car autoridadesy citas sobre una materia que no es du
dosa en s, ique difcilmente puede serlo para el lec
tor,me limitar a insertar, con preferencia todo otrotestimonio;*ha declaracion de un hombre que, como
()v.Aunquiry into thedules of the females sex.
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Ulises en otro tiempo,* . LMores homimum multorum viditeturbes;
habia viajado por rejiones mui distantes entre s; que
era buen observador,i habia esperimentado en casi to
dos los paises que visit el mayor peso del infortunio.
Espondr su sentir en sus propias palabras. Constan
tenente he notado (1) que las mujeres en todos los
paises son urbanas, atentas, induljentes, i humanas;queestn siempre dispuestas a ser alegresi joviales; que
son medrosasi modestas, imo vacilan, como los hom
bres,para hacer una buena accion. Sin soberbia, sin
arrogancia, sin altaneria, son en estremo corteses, i
amantes de la sociedad; por lo comun sonmas frjiles
que el hombre,pero en cambio tambien son en jeneral
masvirtuosas,i hacen mayor nmero de acciones bue
nas. Jamas mehe dirijido una mujer, salvaje civi
lizada, entrminos decentes i amistosos que no me ha
ya contestado del mismomodo. Con el hombreme ha
sucedido muchas veces lo contrario. Vagando por las
ridas llanuras de la inhospitable Dinamarca, por la
honradaSuecia i lahelada Laponia,por la agreste Fin
landia, la inculta Rusiai las inmensas rejiones delTr
taro errante, sitenia hambre, sed dfrio, si estabamo
jado enfermo, siempre me han socorridoi favoreci
do uniformemente las mujeres. Agregar esta virtud,
tan digna del nombre de benevolencia, que hacian
aquellas acciones con tanta franqueza i cario, que
(1)V.Account of Mr. Ledyard in the proceedings of
the asociation for making discoveries in theinterior
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4 mLusTres AMERICANAs.
cuando estaba sediento, bebia el mas dulce trago, i
cuando hambriento, comia con doblegusto el bocado
Con su trato iejemplo suaviza i mejora la mujerlos
modales, las disposiciones, i la conduota del otro sexo.
Su organizacion mas delicada, hacindola comunmente
mnos apta para perseverar en la ejccucion de empre
sas rduas, que demandan muchoteson ienenjia, le se
ala casisiempreporteatro de sus operaciones el tran
quiloi delicioso crculo de la vida domstica. Ala ma
mera demansos arroyuelos, que amenizan los valles con
un silencioso abandono, el mayor nmero de las mu
jeres recorre la escena del mundo, embelleciendo los
dias de sus padres, hermanosi de cuantos las rodean,
sin otra pretencion que la de agradar. Sus encantos dis
traen al biterato i al hombre de negocios delas ocupa
ciones serias, que quizpor amor ellas emprendieron
estimulndolos,para proseguir sus tareas con nuevo
ahinco. En suma, son las amigas de losjvenes, las
compaeras de los hombres maduros,i las nodrizas de
los viejos i de los nios. , , , , , , ,
... De aqu es que en todos tiempos han tenido tanta
influencia, en el destino de las naciones, cuyo estado
ejerce tambien recprocamente ungrande influjo en la
suerte de las mujeres. La libertad i el dspotismo, la
civilizacioni la barbarie, obteniendo alternativa pose
sion dla tierra, dulcifican acibaran la existencia del
bello sexo. En Francia i en Inglaterra,en donde la so
ciedad ha llegado al nas alto grado de cultura, es uni
versalsu dulce impero; imedida que la educacion
desplega sus grandes disposiciones naturales, vatam
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mILUSTREs AMERICANAs, 5
bien en aumento el justo homenaje de aprecio i de
consideracion que all se tributa la mas bellaparte de
nuestra especie. Pasando al estremo opuesto, vemos
que los salvajes dan lasmujeres el trato masinhuma
mo. Losindios errantes, los hotentotesi demas brba
ros graduan el mrito de la mujer como nosotros el de
la bestia de carga: su constancia en elmas duro traba
jo, i su resistencia en las mayores fatigas, son las cua
lidades requeridas, por susperezosos amos, para con
siderarlas buenas esposas hijas. Aun en semejante estado de dura esclavitudi miseria, manifiestan susupe
rior sagacidadi escelente inclinacion, i pormedio de
ellas obtienen influjo. Su docilidad isumision doman a
veces la ferocidad, de aquellos corazones de piedraCuantoshombres civilizadosno deben su vida la in
tercesion de aquellas desdichadas! Cuando sus ruegos
- eran intiles, cuntas no se han espuesto lavengan
za desus tiranos,porlibertar las vctimas queiban
-sacrificar! ... . . . . .
Mas el caracter de madres instructoras de la juven*ud, es el que acaba de dar a las mujeres la mas alta
importancia entre las naciones civilizadas. Nadie duda
deldominio que ejercen las primeras impresiones du
rante el resto de la vida por consiguiente nada puede"nteresarmas a los estados que el procurarque aquellas
impresiones sean buenas. Elbello sexo viene a ser co
mo el sembrado, en que el otro recoje las semillas de
sus preocupaciones, de sus vieiosi virtudes: de aqu
la necesidad de perfeccionar en lo posible su educacion. Hablando de los franceses, dice as J. J. Rouseau
Nunca sern los hombres otra cosa que lo que quie
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ran las mujeres; i por consiguiente si se aspira que
lleguen sergrandes i virtuosos, es necesario comen
zar por ensenar aquellas en lo que consiste la grande
za i la virtud. Una corta dcis de penetracion basta
para convencernos de que esta verdad es deuna apli
cacion universal. Los ingleses se han esmerado siem
pre mucho en la educacion de las mujeres; i por esto
vemos que sus costumbres eseeden en pureza las de
los otros pueblos. Es un error, que desgraciadamente
tiene todavia bastante aeojida, el suponer qne la ilus
tracion perjudique sumoralidad. En ellas, como en
los hombres,producen las luces unos mismos efectos:las mas instruidas sontambien lasmasvirtuosas: lo son
por conviccion,por el conocimiento quetienen de sus
verdaderos intereses. Las que carecen de estas venta
jas sucumben con facilidad.
No hace sin embargo muchos aos que aun en Hn
glaterra i en Francia se creia que las facultades menta
les de la mujer tenian sobrado campopara su desarro
llo i ejercicio en la estrecha esfera de los asuntos do
msticos; ise creia esto pesar de los repetidos ire
cientes ejemplos quepresentaban las seorasMontagu,
Dacier, Sevign,i otras, de la altura que es capaz de
elevarse su injenio. Se juzgaba que los estudios serios,
no solo eran superfluos sino perjudiciales al bien estar
de la mujer; i estaban casi enteramente monopolizadospor el otro sexo. Al fin se empez hacerlas justicia.
Tanto en los seminarios, como en la enseanza priva
da, se introdujo, al lado de las adquisiciones de mero
adorno, la instruccion slida, que ilumina el entendi
mientoi fortifica el espritu. Ademas de las palpables
-
utilidadesmorales que en ambas nacionesha produci
do este sistema equitativo ibenfico, ha desenvuelto
tambien talentos, estraordinarios: en una i otra se en
cuentra en el dia un nmero, considerable de, seoras
que han brillado en el mundo literario, i aun trepado
el Parnaso competencia de los primeros poetas del
siglo. Es de desear que resultados, tan lisonjeros pro
muevan la adopcion de iguales medios, en otros paises,
El entendimiento de la mujer, mas, fino que el del
hombre, percibe cn, mas rapidez,penetra mejor las
diferencias delicadas de los objetos, i, debidamente
cultivado, suele producir resultados asombrosos,Ador
man el catlogo de los sabios los nombres, de muchas
seoras ilustres, que veces han igualado i, aun esce
dido a los hombres en la epsinosa carrera, de las cien
cias sublimes i de las bellas artes. Una intelijencia
superior, dice el seor Jouy,(1) ha empuado en
todas las edades el cetro delpensamiento; sucesiva
mentes ejercieron este imperio en Francia, Descartes,
Corneille,iVoltaire. A qu hombre pertenece en el
dia? Entre tantos mritos iguales, entre tantas glorias
paralelas no me atrever pronunciar el fallo. Si meobligaran elejir,yo adjudicaria la palma,iproclampas
sia, sin vacilar, por elprimer injenio del siglo, auna
mujer que ya no existe, amadama, de Stael, Norme
alucino mas que otro alguno acerca de los errores deesta clebre escritora, Conozco la estravagancia de ya
nias de sus opiniones en moral, en poltica,en litera:-
-
8 milstESTAMERICAN.As.
tura. Con todo, creo que ningn autor de este tiempo
ha dejado en sus obras huellas mas profundas ilumi
osas. Ella ha sabido vivificar su estilo; ha pintado con
calor, i esplicado con elocuencia algunos de los arca
mos de la metafsica; iha hecho aparecer con brillo
aquella filosfa del septentrion, cuya oscuridad es tanfriste itan descnsoladora. En s misma encontr la
fuente de su talento; i sus ideas independientes han
efectuadounareaccion sobre las ideas delpblico.
* Abrase en cualquier parte la historia antigua mo
derna, imo solo encontraremos all multitud de ejem
plos qu acreditan la influencia del sexo delicado sobre
el fuerte, sino tambien multitud de modelos de cons
tancia, magnanimidad i valor de presencia de nimo;
i sufrimiento en los peligros: " ... ao" , b
" Las sagradas escrituras manifiestan dice Jouy,()*que los judios, hombres sensuales igroseros, mode
rabansus costumbres crueles i fantieas por la atractiva
inocencia de sus mujeres. Las hijas de Sion se pare
cian, segun la comparacion bblica, las fuentes de
agua viva en las rocas deGhizers, sin las Saras, las Ru
tes, las Raqueles, aquellos hombres sanguinarios ha- .
bran sido unos monstruos de crueldad... + x e ico
"*"L ms tierno i amable quese encuentra enla his
toria del pueblo de Dios, se debe a las mujeres era
una madre aquella Eln queno quera la consolases
por la muerte desus hijos: viva solitaria i su dolor te
mia el alivi:Eran tambien hijas de Israel las que en
el cautiveri cantaban tan patticamente lo que sigues
(1) La morale applique la politique, &c., a
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LUSTREs AMERICAN.As. 9)
-- Sentadas la orilla de las aguas deuna tierra estras
a hemos llorado al acordarnos del triste dia en que el
enemigo enrojecido desangre,amonton los cadveres
sobre las alturas de Jerusalen, donde fueron dispersa
das las hijas de Sion, i se espatriaronjimiendo.
*Mirando estbamos las ondas que se deslizabana.
muestros pies; pidinos entnces el estranjero que can
tsemos; mas no, jamas gozar este horrible placer
Antes se estinga mivoz; squese mi mano antes que
pulsar, para que la oigan nuestros tiranos, una sola
cuerda de la harpa de Israel
Harpa santa, colgadate dejo de lasramas delsau
ce";y nuncate descolgar hasta que sea libre: la voz
-de los crueles que me rodean, no se mezclarjamas
con tu dulce armonia.Habria encontrado un hom
bre acentos tan sencillos i afectuosos?
Una sola observacion histrica basta para hacer
palpable lainfluencia del bello sexo entre los antiguos:
todos los pueblos que honraban las mujeres fueron
virtuosos; i al contrario, todos los que las esclavizaban.-vivian envilecidos. Las Persas eran esclavas de sus ma
ridos, i estos lo eran de todo el mundo: las Espartanas
fueron libresiveneradas; tenan hroes por esposos
hijos; todas estaban en el caso de contestar, como lo
-hizo la mujer de Lenidas a un strapa que manifest
su sorpresa alver laigualdad que reinaba en aquella re
pblica:aqu no se echa en olvido, dijo, que nosotras somos las madres de los hombres.
Portodaspartes encontramos la influencia delbello
sexo. Quin inspir los Griegos aquel amor subli
me de la patria, queyalos impeliainmortalizar suva
-
IO, ILUSTRIES AMERICANAS,
lor en la defensa de sus hogares,i ya producir obras
maestras que llenarn de admiracion la mas remota
posteridad? quin debio Roma la espulsion de los
Tarquinos,i su libertad? quin la salv del orgullo i
la venganza de Coriolano?qun disminuy el horror
de las proscripciones de Mario i Sila? Podrn olvi
darsejamas las mrtires del cristianismo? las europeas
de la poca de las cruzadas,i de la caballeria andante;
lasnumantinas, las saguntinas, i las espaolas al tiempo
de la invasion de la Pennsulapor Bonaparte? Las fran
cesas del tiempo de Atila, i deCarlos VII; las suizas,
las holandesas, las inglesasi las alemanas, no sobre
salieron tambien por sus virtudes cvicas, su jenerosi
dad i desprendimiento durante las sangrientas convul
siones poltico-relijiosas de aquellospaises?
Qu lecciones tan admirables, qu ejemplos tan
honorficos nuestra especie nos ofrecen las mujeresen esa revolucion de Francia, tan terrible en sus con
secuencias inmediatas como benficasla presente i
.. las venideras jeneraciones! Las mismas mujeres que
tanto contribuyeron acelerar la poca de aquellarevo
lucion, itantose distinguieron, despues que estall, porsufrentica decision a favor de las formas democrti
cas, son las que en el reinado del terrorismo dieron,
sin renunciar susprincipios, las mas relevantesprue
bas de grandeza de alma. Durante aquellos dias de
luto. dice el seorJouy, se transformaron las mu
jeres en njeles de valori de consuelo; i daban los
hombres ejemplos de las mas hericas virtudes. Aqu
seveia una esposa muriendo con su marido que nopu
do Salvar; mas alluna hija liberta lavida de supadre.
-
ILUSTRES AMERICANAS, III
esponiendo la suya propia; otras mil se disputan el
placer de dar asilo a los proscritos, que apenas cono
cen,i sin detenerse examinar si el cadalso ha de ser
el premio de su jenerosidad. Todas se consagran
porfia al alivio de los desgraciados; su existenciaya no
es mas que unavida de amor: ningun temor las detie
me, ningun riesgo las asusta: no perciben niuno ni
otro; solo ven el peligro ajeno.
Mas, para qu mendigar de la historia de otros
pueblos modelos que ensalzan el caracter del bello se
xo? acaso carece de ellos la de nuestra gloriosa lucha
por la independencia ? Ljos de esto, hallamos cada
paso acciones sublimes que sealan a las americanas un
puesto eminente entre las mujeres mas distinguidas del
mundo. La decision que desplegaronpor la causa de
su pais; sus jenerosos sacrificios para sostenerla; su
impertrrita constancia en los mayores reveces; suvi
vo entusiasmo favor de los defensores de lapatria,
con quienes competian a veces en valor; la noble hu
manidad que sin cesar desplegaron cia los vencidos;
son hechospor s solos suficientes para honrar albello
sexo americano,i hacernos capaces de graduar el in
flujo que ejerce en los destinos de supais. Demasia
dotiempo habeis pasado marchitndoos en la oscuri
dad, oh amables i queridas compatriotas; igualmente
olvidadas porunos, i calumniadas por otros! Ah!
quin pudiera celebrar dignamente vuestras altas vir
tudes! Quin pudiera esclamar con Ossian: El tro
vador conservarvuestros nombres, i los transmitir
las edades lejanas!.
Entre la multitud de acciones interesantes que her
-
11 IEJUSTRIES AMERICANAS,
mosean la carrera de nuestra revolucion, es difcil elea
ir. Aun ntes de aquella poca se proporciona las
bellas arjentimas una ocasion de sealar su consagracion
alpais de su nacimiento. Lainvasion del Rio de la Pla
tapor los ingleses en 1806i 1807, desenvolvi en ellas
eljrmen de estavirtud. *Mujer hubo, dice el doc
tor Fumes,() cuyo postrer adios fu decirsu ma
rido: no creo que te muestres cobarde; pero si por
desgracia huyes,busca otra casa donde te reciban.No satisfechas con exortar i animar a los hombres la
resistencia, seprecipitaban en medio de la carnicera
del campo de batalla; distinguindose entre todas doa
Manuela Pedraza, quien fupremiada, por su heroici
dad, con el grado deteniente. Batidos los ingleses i
prisioneros, tuvieron ocasion de conocer,ihan confe
sado, que no esfcil esceder lajemerosa hospitalidad de
las portuguesas.(2) ..."
Vino luego el dichoso dia en que BuenosAiressacu
di las cadenas que la ligaban a la Pennsula; i desde
entncesse abriun campo inmenso al patriotismo de
sus hijas. Su desinteres yano conoce lmites: las jo
yas de lasricas, el trabajo de las pobres, el entusiasmo
de todas socorren al tesoro nacional. Lospapeles p
blicos,recordando las accionesilustres de aquellos dias
(1) V. Ensayo de la historia civil del Paraguai, Bue
mosAiresi Tucuman; tom. iii. BuenosAires 1817.
(a) V. Narrative of Sir Home Popham's expedition,
tothe RiverPlate,with an account of the events con
nected with the subsequent loss ofBuenosAires,&e.-
-
LuisTres AMERICANAs., 13
en que ray la aurora de la libertad, han conservado
los nombres de tantas seoras que contribuyeron con
mano prdiga la defensa de la causa de la patria. Las
madres escitaban los hijos, las hermanas a los herma
nos, las esposas a los esposos,para que arrostrasen los
peligrosisostuviesen la independemcia. No pudiendo,
por su constitucion, tomar las armas, las Quintanas i
Escaladas, las Buchardos i La Salas, las Castellis i Pe
fas, las SanchezIgarzabal,i otras varias concibieron
la idea depresentar fusiles al gobierno para quese re
partiesen entre los defensores de su pais; suplicando
se gravasen en ellos susnombrespara estimular alguer
rero noperder aquella prenda de la estimacioni con
fianza de sus conciudadanas, ipara conferir estas el
derecho de reconvenir al cobarde que hubiese abando
mado el arma, que debia repeler al enemigo.(1)Las ca
lamidades de esta guerra ofrecieron las porteasnuevos medios de estender su mano consoladora los des
graciados: losprisioneros espaoles, los proscritos de
los diversos partidos, todos sin escepcion recibieron
pruebas de su compasiva beneficencia."
Llegado el primer ejrcito auxiliar de BuenosAires
unpunto de las inmediaciones de Crdoba, en que
debia mudar de caballos para pasar adelante, se pre
sent al jeneral enjefe, don Antonio Balcarce, con elnmero suficiente de estos animales,la viuda delmaes
tro deposta,i le dijo: Mijeneral, acepte V. S. es
tos caballos para el servicio de la patria. Aquel jefe,
(1) V. Gaceta ministerial de BuenosAires, de Junio36de 1812.
-
14, ILUSTRIES AMERICANAS
sabiendo que ellos constituian todo su patrimonio, ele
jisu desinteres,pero almismo tiempo la hizo ver que
las circunstancias no exijian semejante sacrificio, idi
rden al comisario para que la pagase. Pues bien.
replic, ya que V.S. nolos necesita por ahora, con
sidrelos siempre como propiedad pblica: disponga
de ellos cuando la salud del pais lo exija;yo los cuida
r mucho con este objeto. LlvelosV.S. hasta donde
guste; pero le ruego que no me confunda conla jente
mercenaria, i no me agravie ofrecindome dinero.
Asombrado de este rasgo de patriotismo, quiso el je
neral persuadirla que sus deberes de madre de familia
merecian la preferencia sobre todos los demas. No
le contest, misbienes, mis hijos, mipersona,todo
pertenece la patria: todo lo debo ella, i todo lo
sacrificargustosa por su felicidadipor sugloria. A
esta elocuente esposicion de sus bellos sentimientos no
habia respuesta que dar: se le concedi lo que solici
taba;i al frente de sus peonestuvo ella la dulce satis
faccion de trasportar el ejrcito gratuitamente hasta la
siguiente posta. Un testigo de vista, persona de todo
erdito, que nos ha favorecido con la relacion de este
pasaje, no ha podido,por desgracia, acordarse ni del
lugar de residencia, ni del nombre de aquella buena
EnSeptiembre de 1810, pasaba el ejrcito auxiliar
de Buenos Airespor la posta,de Monogasta, en la ju
risdiccion de Santiago del Esterno. El representantedelgobierno don Juan Jos Castelli, con el jeneral en
jefe i otros oficiales de su comitiva entraron ella
descansar mientrasse hacia el relevo de caballos para
-
1LUSTREs AMERICAN.As. 15
continuar su marcha. La casa de la posta i lasjentes
que la habitaban, eran un retrato de la miseria, que
cadapaso aflije en nuestros campos la vista del viaje
ro, hacindole pensarinvoluntariamente en los efectos
que causa un gobierno establecido a niles de leguas
de distancia, i que,imitando la conducta de los salva
jes delCanad, no conoce otros medios de recojer el
fruto, que destruyendo el rbol que lo produce. Pare
cia imposible que en este asilo de la indijencia, hubie
seuna alma espansiva capaz de salir de la humilde esfe
ra en que se presentaba all la raza humana, i remon
tarse hasta lo sublime del entusiasmo patritico. Entre
los que habitaban aquella choza, llamaba la atencion
por su notable ancianidad una mujer, que desde que
vi la luz, nunca se habia alejado hasta perder de vista.
el lugar de su nacimiento. Trasportada degozo al sa
ber el destino de sus huspedes,tom con su trmula
mano una flor del campo, i la present al seor Cas
telli: este la recibi con espresivo agrado,imovido de
la natural curiosidad que escitaba la abuela de aquella
humilde familia, la pregunt cuantos aos tenia: su
contestacion fuuna sonrisa,i nadie conjetur al prin
cipio su motivo; pero instandola mucho a que no le
dejase en duda sobre su edad, le dijo, seor,yo no
soi tan vieja como parezco: no cuento sino cuatro
meses de edad. Esta respuesta sorprendi a Castella
i a todos los circunstantes; i estrechada la vieja es
plicar el enigma, aadi: S, seor, nac el 25 de
Mayo;(1)hasta entnces no he vivido un solo dia
() Dia en que Buenos Aires hizo, en el ao 1830, su
-
16 TTLUSTRIES AMERICANAS.
Al decir estas palabras, la naturaleza minaba su voz,f
susemblantesurcadopor el tiempo brillaba de una ale
gria, que interesaba aun mas que la que acompaa
veces la belleza en la primavera de la vida. (2)
Antes deproseguircon la relacion de hechospatri
ticos igualmente admirables, no queremos privar
muestros lectores deun rasgo de amor filial, con que
una mujer lav la afrenta de bajeza, quepor lo comun
se suponeinseparable de la servidumbre. En 1815 ha
bia en Buenos Aires,un caballero ingles quetuvo cono
cimiento con una esclava, quien cobrmucha aficion
tanto por su interesante figura como por sus buenos
sentimientos, mui superiores los que en jeneral poseen esas mserasvctimas de nuestra codicia. Porlti
mole ofreci los quinientos pesos en que estaba tasa
da, para que se libertase. Ella le di las gracias, i le
manifest que no podia haceruso del dinero en su fa
vor: masinsistiendo aquel en que aceptase su oferta,
estrechndola que declarase el motivo de su resisten
cia, le dijo, baada en lgrimas: podryo gozar delos beneficios de la libertad, mientras mimadre sea es
clava? Hazpues,uso de este dinero para libertar
tu madre, la contestsorprendido el estranjero: t
malo i cumple tan sagrado deber. Entnces admiti
los quinientos pesos; i enajenada de gozo, vol a ponerlos disposicionde su ama. En consecuencia que
dlibre la madre i esclava lahija, nopor falta de je
gloriosa revolucion. . . . . . . . .
(2) Censor de la revolucion,nmero4 Santiago de
-
1.L.U sTREs AMERICANAS. 17
merosidad de parte de su seora, sinoporque estimaba
tanto sus buenas cualidades, que ningun precio que
ria perderla; asi era tratada en la casa, no como cria
da, sino como compaera.
Qu de ejemplares brillantes de consagracion pa
tritica no ofrecen las mujeres de Chuquisaca, Cocha
bambai la Paz!. Luego que estall la revolucion en es
tas ciudades, se vi al bello sexo animado de un entu
siasmo estraordinario. El jeneral Nieto, (1) instruido
de la adhesion de las chuquisaqueas alnuevo sistema,
proscribi muchasseoras distinguidas, despues que
sofoc laprimera conmocionpopular acaecida enla ciu
dad de la Plata Chuquisaca en 18og. A doaTeresa
Lemoine, deuna de lasprincipales familias ique se habia sealado por su amor los derechos de su pais, le
confisc los bienes; la conden al destierro de Lagumi
llas; (2) ila oblig trasladarse all con nueve criatu
ras, pie, por caminos escarpados i desiertos, sin el
menor auxilio para su manutencion abrigo. La resig
nacion ifirmeza que mostr esta seora, harian honor
una romana del tiempo de la repblica. Noseinmut cuando le intimaron la cruel sentencia: nose humi
ll ante el tirano, en vez de pedirperdon, que quizs
habria obtenido, dijo los que se compadecian de susuerte: La aurora de nuestra felicidad acaba de ma
cer: una nubepasajera la oscurece: para disiparla he
mos menester constancia, i podr haberpatriotismo
(1) Presidente de Charcas en aquella poca.
(2) Horrorosopramo, cincuenta iuna leguas distan
-cui-wwww.org.
-
si se renuncia esta virtud? En efecto, se mantuvo
en su destierro, hasta que los patriotas la sacaron entriunfo.
Cmo se engaaron los jefes espaoles, al figurarso
que medidas de esta clase intimidarian las america
mas! Ellos queran privar la causa de la independen
cia delpoderoso influjo del bello sexo; qupoco co
nocan el caracter de nuestras compatriotas. En lugar
de disminuir, aumentaban su decision con las violentas
inhumanas providencias que espedian.
La victoria deSuipacha,ganadapor el jeneral arjen
tino Balcarce sobre Nieto el 7 de Noviembre de 1810,
abri los patriotas laspuertas de Chuquisaca. Castee
lli, su entrada,fu cumplimentadopor diputaciones
de todas las autoridadesi cuerpos. El bello sexo envi
tambien la suya su encuentro, presidida por doa
Merced Tapia. Esta preciosa jven vestida de blan
co, consu largo cabello de bano suelto sobre sus be
Hos hombros, conun semblante en que estaban impre
sos los sublimes sentimientos que ajitaban su alma, i
con ademanes de una dignidad natural que realzaban
lo interesante de su figura i la elocuencia de sus pala
bras, pronunci en presencia de Castellii de su comi
tiva una arenga, en que recordando los ultrajes de su
patria, arranclgrimas todos los circunstantes: has
ta las encendidas mejillas de los guerreros se sintieron
humedecidas. Cmo ha sidoposible, dijo, que
por tanto tiempo sufrisemos elignominioso espect
culo dever nuestros compatriotas degradados al es
tremo de tener que renunciar las nobles prerogativas
quelos elevan tanto en nuestra estimacion? II qui
-
ILUSTRIES AMERIGANAs 19
mes son los que as encadenaron las fuerzas fsicas i
mentales de muestros padres, hermanos,i queridos?
Unos hombres vulgares, rapaces, sin educacion, sin
moral. Os someterispor mas tiempo al oprobio de
ser esclavos de jente advenediza? Consentiris que
vuestras madres, vuestras hijasi queridas se abatanpor
mastiempo ante esos estranjeros, tan orgullosos cono
avaros ignorantes? No, yo leo en vuestros varoniles
rostros que estais determinados sacudirpara siempre
tan humillanteyugo. En cuanto nosotras, no habr
sacrificio que no hagamos gustosas: mientras lostira
nos ocupen un solopalmo de nuestro pais, nada nosdistraer de los medios de salvarlo. Aqu estn nues
tras alhajas, las prendas de vuestro amor, Podemos
acaso emplearlas mejor que en vosotros mismos? Si
volveis vencedores, no os contentaris con nuestras
virtudes?Si sois vencidos, habr americana que quie
ra adornarse para agradar los esterminadores de sus
compatriotas? Pero al desprendernos devosotros,no
renunciamos todo?... Corred, pues, a las armas, id,imostrad en el campo de batalla, hasta dejar sellada
con sangre vuestra libertad i la nuestra,que sois los de
fensores de nuestros hogares, de nuestros derechos, los
sostenedores de la inocente Amrica, sus dignos hijos,
Sifuere necesario, cooperarmosnosotrastambien con
elfusilal hombro, con el sable en mano. En vuestra
ausencia tejermos guirnaldas con que orlar vuestrasvalientes siens; cuidarmos delos enfermosi heridos;
trabajarmos pormuestra subsistencia i la delos huer
fanitos que dejareismuestro cargo. Marchad, ivolved
victoriosos.? Al escuehar semejantes palabras, quin
-
38- ILUSTRIES AMERICAN.As.
creera que se pronunciaban en un lugar largo tiempo
dominado por el despotismo inquisitorial? Los efectos
del discurso de la hermosa Merced Tapia, sobre
aquella reunion,fueron como los del trueno acompa
ado delluvia en un caloroso dia. Despues del desgra
ciado suceso de Guaqui,(1) se posesionaron los espaoles de Chuquisaca; i como era natural, una de las
seoras masperseguidasfu nuestra oradora. No ostam
te, vivi lo suficiente para morir consolada: idlatra de
su patria, cuando recibi la noticia de la victoria gana
da prlospatriotas en Salta, (2) espir en el acto de
puro gozo. Parece que el cielo sepropuso conservar
aquella benemrita americana, solopara darle este pla
cer pasajero, i que quiso aorrarle las angustias que lehabran ocasionado los grandesi repetidos reveces que
posteriormente sufrieron los independientes. "
*Nos estremecemos al recordar las escenas cruentas
de los espaoles en la Paz; mas sin ellas, no habria bri
llado tanto la virtud de sus hijas. Haban estas abraza
do con ardor la causa de la independencia,i coopera
do a ella por cuantos medios estaban su alcance; as
fu que los opresores de Amrica las hicieron sufrir las
mas crueles persecuciones, i los mayores padecimien
tos que puedehaber para corazones sensibles. Desgra
cadas paceas: "Co que solo sobrevivsteis para llorar los infortmios i desolacion de vuestra patria? para
(1) Accionganadapor las tropas espaolas mandadas
por el indigno americano Goyeneche, el 20 de Junio
(a) El ao de Febrero 1815, por el jeneral Belgrane.
-
1ILUSTREs AMERICAN.As. 21
ver arrancar de vuestro seno los que os habian dado
el ser, a los que tenian los ttulos mas sagrados vues
tra ternura? para verlos arrastrar de suplicio ensuplicio
hasta el patbulo? No lleg la cruoldad de aquellos
monstruos hasta el punto de ofreceravuestros ojos los
palpitantes miembros de los dolos de vuestro corazon,
obligndoos acompaar su brbaro triunfo mientras
lospaseaban elevados en las bayonetaspor las calles en
sangrentadas?
La conducta de las paceas en aquellos diasde dolor
no se puede alabar lo bastante: en ellos, como en los
de prosperidad, siempre fieles sus principios, hicie
ron los ltimos esfuerzos,yapara restablecer el simu
Ilacro de la patra, ya para aplacar la ira del desnatura
lizadoGoyeneche: con unamano remitian secretamen
te auxilios los patriotas, con la otra prodigaban oro
los espales parasalvar de su venganza sus conciu
dadanos. Antes i despues de la batalla de Guaqui, an
tes i despues de las de Vilcapujo()iWiluma, (a) aun
que observadas en sus menores movimientos ivejadas
por los espias de Ramirez, de Sanchez Lima,(3) del
feroz Ricafort, (4) se mantuvieron siempre firmes, siem
pre fuertes. Todavia despues delltimo desastr que
(1) Ganada por eljeneral espaol Pezuela, elprimero de Octubre 1813.
(2) Perdida por el jeneral arjentino Rondeau, el28de Noviembre 1815.
(3) Gobernadores espaoles de la Paz.
(4) Brigadier espaol i presidente del sanguinario
tribunalde purificacion, establecido por Pezuela.
-
oblig al grueso del ejrcito independiente. evacuartodo el Alto Per, tuvieron valor de mantener comu
nicacion oon los vencidos,i siguieron contribuyndo
su reorganizacion. Unas equipaban i aconsejaban sus
hijos que pasasen reunirse aquellos, otras fomenta
ban la intrepidez de las guerrillas que haban quedado
en las cercanias: todas empleaban los mayores sacrifi
cios, i apuraban su natural injenio para enganar el ene
migo isalvar la patria. Si nos abstenemos de nombrar
aqu las seoras de la Paz que mas sobresalieron, es,
por temor de comprometerlas. Quierapreservarlas el
cielo para quevean libre su pais,ipara que, publica
dos sus nombres, les ofrezca todo americano el tributo
de admiracion i de respeto que ciertamente son
Ascomo en la Pazi Cochabamba,gustaba tambien
en Potos el brbaro Goyeneche de aplaudir desde el
balcon desu casa los horrorosos atentados con queul
trajaba la naturaleza. Asen aquellos lugares como
en este ltimo se complacia su enconosa rabia en hacer
que los presenciasen las inocentes compaeras de sus
vctimas. El sabio mineralojista, el justificado Matos
fuuna de las que alltuvieron que espiar el delito de
haber sido til su patria con sus conocimientos, i
honrdola con sus virtudes. La esposa de aquelhom
bre meritorio participaba de sus sentimientos,i debia,
segn las mximas que,profesaban los tiranos, tener
parte tambien en sus agonias. Un destacamento de sok.
dados la condujo al lugar donde su infeliz marido de
lvia exalar el ltimo aliento, i decirla el ltimo adios.
Levanta la cabeza, ergullosa rebelde" la decian aques
-
ilustres AMERICAN.As. 23
fos monstruos: mrale, mirale espirar. Una mujer
comun no habria podido resistir tan amargo trance;
masla esposa de Matos no se manifest indigna de l,
aun depues de haber agotado el cliz de la adversidad
i de la humillacion. Mi querido, dijo con voz ente
ra a su moribundo esposo, "tu me enseaste vivir;i ahora me enseas morir. Sube al cielo, martir de
la patria; queyo no tardar en seguirte. Aun respi
rando aquel, he separaron hachazos la cabeza del tron
co, la clavaron en una pica vista de su mujer,i la lle
varon en procesionpor las calles de Potos hasta la ca
sa del difunto, cuyapuerta la fijaron. Sirva esto de
escarmiento t i los que piensan como t, le dije
ron, echndola a empujones en su casa. Pronto vino lamuerte libertarla de su dolor, i de los insultos de
aquellasfieras. Elenlace del os sucesos nos conduce ahora a Cocha
bamba,teatro quiz el masfecundo en acciones memo
rables de patriotismo i valor, que presentan las provin
cias Unidas. Con decir que el espritu marcial de sus
habitantes ha contenido engran parte los progresos de
las armas victoriosas de los espaoles en el Alto Per;
i que, insensibles a las incesantes i cada vez mayorescrueldades de los tiranos, se sublevaron seis veces en
masa, gasi a la vista del ejrcito enemigo; con agregar
quejamas ha logrado el gobierno opresor domarlos en
teramente,ique desde 18o9hasta la fecha han sabido
sostenerse en parte, en el centro del Per, incomuni
cados, destituidos detodo, sin mas auxilio que su arro
jo, contra fuerzas infinitamente superiores; con decir
esto, repetimos, habr quien quiera disputar la palma
-
24 1LUSTREs AMERICANAS
de constancia i heroismo los cochabambinos? Las cs
nizas de las vctimas que sacrificaba el dspotismo pa
recia enjendrar nuevos defensores de los derechos deAmrica.
*No, no defienden los injustos fueros
De un avaro seor, ni los palacios
De un dspota orgulloso......
. . . . . . . . . Sus hogares,Su rstica inocencia, sus costumbres,
Se 9 5 g. G.
Tales son los derechos, que inflamand
Su puro corazon,a guerra eterna.
A la lid los provocai la venganza.(1)Hemostraido colacion los antecedenteshechos con
el intento deponer aun mas en claro elpoderoso influ
jo que tuvieron las mujeres durante esa carniceria interminable lucha."Muial principio de ella habian lascochabambinas demostrado con ardor su adhesion alnuevo rden de cosas. A la mano tenemosun sin n
mero de rasgos eminentes i verdicos, que nos autori
zan asegurar que las seoras de Cochabamba hanso
lbrepujado en virtudes, si posible es, las demas ame
ricanas. Ellas promovieron con su ejemplo las nclitas
proezas delos hombres; han sido sus rivales; i se han
inmortalizadoporundenuedo que, en nuestro concep
to, carece de paralelo. He aquuna prueba.
, Obligado el jeneral Pezuela en 1815, hacerun mo
vimiento retrogrado con el grueso de su ejrcito por
las operacionees del jeneral Rondeau, i precisado
(1)V. El Espaol constitucional, nm.XIV..
-
LUSTRIES AMERICANAs. 25
concentrar todas susfuerzaspara resistir los patrio
tas, solo pudo dejar enCochabambaunapequeaguar
nicion de tropa veterana: todos los cochabambinos,
capaces de disparar un fusil estaban ya, incorpora
dos, contra su voluntad, a las filas del enemigo, in
quietandole en partidas de guerrilla; pero los mas se
haban agregado al ejrcito independiente. En resu
minen, en aquella ciudad solo quedaban (si csceptuamos
las mujeres, los decrpitosi nios,) algunos vecinos
espaoles i la guarnicion. Esta fu la ocasion que ellas
elijieron para sealar supatriotismo. Resolvieron apo
derarse del cuartel de la tropa, i lo consiguiron. A
pesar de no haber en todo el lugarunnmero de hom
ibres suficiente para dar cuidado los soldados, est
ban estos recelosos ivijilantes,porlo que ya sabian de
la intrpidez de las mujeres. Aguardan ellas las son
bras de la noche; i armadas del mejor mod posible,
se presentan, en buen rden delante del cuartel: inti
man rendicion,i recibiendoporrespuesta el silvido de
las balas, acometen al enemigo: tres veces son recha
zadas, i otras tantas vuelven al asalto; hasta que al fin
logran tomarposesion de un punto fortificado con pa
rapetos, i triunfan completamente. Tanjenerosas co
mo osadas, trataron los prisineros con la mayor hu
manidad; i en sus propias caballerias los enviaron
disposicion del jeneral Rondeau. Varias de las heroi
nas murieron consecuencia de las heridas que recibieron en el combate.
Victoriosos los espaoles en Wiluma volvieron
* apoderarse de Cochabamba,itomarontan biensus me
didas que lograron prender a doce de las seoras que
-
26 1 LuisTREs AMERICAN.As.
se habian hallado en el ataque. Todas docefueron con
denadas la horca; sus cuerpos descuantizados, i los
pedazos colocados en jaulas de hierro, sobre altos pa
los en losparajes mas frecuentados de los caninos pblicos, i al rededor de la ciudad. Todas doce observa
ronuna enerja asombrosa: Viva la patria, repetan,
ya con el cordel ajustado; viva balibutia su mori
bunda lengua. Es sensible que no hayamospodido ad
quirir los nombres de estas bellas mrtires de la liber
tad tan dignos de eternizarse. Las senoras del Tucuman, las de Salta i Santa Cruz
de la Sierra, merecen tambien adornar las pjinas de
nuestra historia. Muchos testigos de sus gloriosas vir
tudes i azanasviven aun. Ojal nos comuniquen cuan
to sepan acerca de los pormenores de ellas, para publi
arlas! Nosotroslas conocemosimperfectanente, i con
sentimiento tenemos que ceninos tributarlas el ho
menaje de nuestra admiracion en trminos jenerales;
dejando para mejor oportunidad el hacerlas justicia,
con dedicar sus acciones heroicasun captulo separa
do. La nica vez que los espaoles lograron penetrar
al Tucuman, (en 1812) no se debi cn mucha parte
lavictoria la cooperacion de sus denodadas hijas? No
se las vio engrupos de caballo recorrer el campo, i
escitar el entusiasmo de los defensores de la patria? Ja
mas se olvidar la decision toda prueba que siempre
manifestaron por la causa de supais, las seoras Araoz,
Molinas, i otras. Esprobable que alguna vezse piense en Santa Cruzsin recordar la devocioni el entusias
mo de sus mujeres? Precisados repetidas veces los mo
radores de aquella ciudada enmigrarpara sustraerse -
-
Ilustres AMERICAN.As. 27
la venganza del encnigo, ellas les acompaaron las
ardientes i despobladas selvas de la frontera del Brasil;
las elevadas sierras i hondas quebradas del Per; so
brellevando con resignacion en sus espediciones mili
tares enormesfatigasiprivaciones, consolndolosi animndolos.
Durante los pocos meses que el jeneral San Martin
estuvo encargado del mando de los restos del ejrcito
arjentino que se haban salvado de la catstrofe de Wi
luma,recibia con regularidad noticias exactas de la si
tuacion i fuerza del enemigo por conducto de una se
ora de Salta, cuya ciudad estaba la sazon en poder
de los espaoles. Esta seora era obsequiada por el
coronel Castro, americanoiluso, que mandaba la van
guardia de los realistas, i que habia contribuido, quiz
mas que otro alguno, las desgracias de los patriotas,
asporsuvalor personal, como por el completo cono
cimiento que tenia del terreno en que se hacia la guer
ra. Pero su orgullo, sus esperanzas de ascenso, todo
cedia las lgrimas desu amada, que de acrrimo ene
migo de nuestra causa le convirti en uno de sus masdecididos defensores. La mutacion de Castro habria
puesto degolpe trmino la guerra, si un compaero
no hubiese revelado el secreto. Descubierta la conspi
racion, casi en el instante de estallar, fupreso aquel
ipasado por las armas.
Cuando el jeneralSan Martin hacia en Mendoza, es
fuerzos inauditos para formar el ejrcito que despues
libert Chile, hall en las mujeres (segun supropio,
testimonio), el apoyo mas firme. En aquella poca
aciaga de la revolucion, cuandolos cspaoles eran due
-
os deVenezuelaiCundinamarca, de casi todo Mji
co, del PeriChile,las seoras i las criadas de Men
doza, las hacendadas i las jornaleras, mozas iviejasse
disputaban el honorde ser las primeras en mejorar la
condicion de los defensoras del pais. Las dificultadesacrecentaban su entusiasmo: unas renunciaban sus
placeres, otras las ocupaciones de quesacaban la sub
sistencia, para consagrarse enteramente al servicio de
la patria. Por medio de una subscripcion lograron reu
mirun completo i magnfico servicio para el hospital:
las delicadas manos de las seorasprepararon las hilas,
los vendajes &c. las madres defamilia erogaban dona
tivos cuantiosospara la manutencion, el aseo,i aun las
comodidades del ejrcito: sus casas eran talleres en
que gratuitamente asistidas de las pobres, se cosian las
camisas i demas ropa. Quhumanidad no manifesta
ron los emigrados deChile, imas tarde los prisio
neros deguerra espaoles! Muchos existen aun;ellos
apelamos para que certifiquen la jenerosa compasion
con quefueron tratados por las sensibles mendozinas.
Entre las seoras que masse acreditaron porsus virtu
des, merecen particular mencion, la esposa del jeneral
San Martin, (1) las Corbalanes, las Correas, las Orti
ces, i otras varias. " " -
Al otrolado de la cordillera ofrec laguerra deeman
(1) DoaRemedios Escalada de la Quintana, hija deBuenos Aires,dilas demas seoras el noble ejemplo
de vender sus aderezos de diamantes i otras joyaspara
subvenir las necesidades pblicas. V. Biografa del
jeneral San Martin. Lond. 1825. " - es
-
ILUSTRIES AMERICAN.As. 29
cipacion resultados no menos admirables. Sacrificios
sin nmero, igual entusiasmo i constancia aseguran
las chilenasla reputacion de buenas patriotas. Despues
de la funesta jornada de Rancagua, (1) ellas mostraron
una resignacion ejemplar, prefiriendo abandonar sus
hogares, mas bien que someterse sus brbaros inva
sores. Entnces se convirti su entusiasmo, intil ya
para escitar losguerreros, enun esmeroincesante pa
ra aliviar los sufrimientos de sus compatriotas. En el
paso de los Andes, atravesaron la nieve i padecieron las
mas crueles privaciones con entereza. Durante aquella
penosa emigracion i prolongado destierro, (2) quin
os igual en actividad industria,nclitas chilenas, pa
ra socorrer a los compaeros de vuestra triste suerte?
Restituidas a Chile qurazon tenanlos asoladores de
vuestro suelo, para esperar la jenerosidad con que lostratsteis? Inexorables en la victoria hasta con el sexo
dbil, hallaron en l, despues devencidos, los mejores
imastiernos abogados. Elgobierno babria descargado
repetidas veces la espada de la justicia sobrelas crimi
nales cabezas de los espaoles i satisfecho la vindicta
pblica, no haber intercedido por ellos las mismas
(1) Los patriotas de Chile perdieron esta accion el
primero de Octmbre de 1814; i en su consecuencia se
posecionaron los espaoles de todo el pais, de que to
m el mando el jeneral Osorio.
(2) No regresaron Chile hasta despues de la me
morable batalla de Chacabuco, ganadapor el jeneral
SanMartin, el 12 de Febrero de 1817. En el campo de
batalla se hall una nujer muerta de un balazo.
-
30 mil USTREs AMERICANAS
mujeres que tanto habian ultrajado con suinicua comducta. .
Cuando oeupOsorio aChile, varios patriotas distin
guidos habian tenido que quedarse ocultos,unos por
sus achaques,i otrosporfalta de cabalgaduraspara po
merse en salvo;mas habindose publicadouna amnista
jeneral volvieron algunos al seno de sus familias. De
all pocos dias, cuando aquel jefe crey asegurado el
fruto de su usurpacion, di conocer superfidia imalafe imitando los demas de su nacion en su conduc
ta respecto de los americanos, un mes despues de ha
berganado la batalla de Rancagua, bizo prender a los
principales vecinos de la capital. Temeroso, empero,
de exasperar al pueblo, que impaciente sufriasuyugo,
no se atrevi derramar la sangre de sus vctimas,i se
propuso inmolarlas de un modo menos violento; a
fuerza de molestias iprivaciones. Los mas acreditados
patriotas fueron enviados la desierta isla de Juan Fer
mandezsin permitrseles otro recurso para satisfacer las
primeras necesidades de la vida que una racion de sol
dado raso porpersona; i neg sus hijas i esposas el
permiso de consolarlos con su compaa. Cuarenta i
seispadres de familia, ancianos los mas,(1) iacostum
brados las comodidades de la vida social, fueron
(1) No habia diez cuya edad nopasase de cincuenta
aos. Entre otros mencionaremos al sabio donJosAn
tonio Rojas, paraltico de 74 aos, quepara moverse
en su cama necesitaba del auxilio de tres hombres: A
don J.A. Ovalle, de72 aos,i enigual condicion que
-
1.LUSTREs AMERICAN.As., 31
amontonados en dos pequeas camaras abordo de la
corbeta deguerra espaola Sebastiana, de donde no
se les dejaba sacar siquiera la cabeza para respirar, (1)
mi salir desempear las mas urjentes funciones de la
naturaleza. La infeccion del aire causada por clgran
nmero de personas i la acumulacion de inmundicias
cn tan estrecha habitacion, afect de tal modo la salud
de los deportados que si elviaje, en lugar de una sema
na,hubiese durado dos,seguramente habrian todos pe
Desde 1815 estaba abandonado el presidio de Juan
Fernandez, i solo servia de guarida a milares de ratas.
(2) A estas iban los despatriados disputar el terreno.
Qu perspectiva para las chilenas! Pero el conoci
miento de la miseria que las aguardaba no pudo arre
drarlas; cubiertas de luto, se presentan aquellas tiernas
hijasi amantes esposas los tiranos; no omiten ruegos,
ni cohechos; mas todo es en vano para mover com
ibicion de acompaar los objetos de su carino, se
aadi la de todaespecie de comunicacion con ellos bajo
los ms graves castigos. El dejar escapar, presencia
(1) En las puertas de cada cmara habia centinelas
con rden de hacer fuego cualquiera que se asomase.
(2) Era tal la abundancia de estos asquerosos anima
les que puede asegurarse, sin exajeracion, que se co
mian la cuarta parte de los vveres que introdujeron los
espaoles para sus nuevos colonos. A millares se mata
ban, sin que por esto se experimentase una divinasensible.
-
de aquellas fieras, los sentimientos que abrigaban, era
bastante para esponer las afectuosas chilenas sus in
Una sola mujer pudo vencer las dificultades que se
presentaban,ilogr acompaar al destierro al autor de
sus dias. Contrariandola rden espresa de este, que te
de lospadecimientos de aquella jven, obtuvo a fuer
za de lgrimas i ruegos, ivalida de la amistad de Sir
ThomasStaines, comandante de la fragata de S.M.B.
la Bretona, que el capitan de la corbeta Sebastiana la
permitiese seguirsupadre.
Era este septuajehario don Juan Henrique Rosales,
ciudadano respetable que haba llenado los primeros
empleos enChile,i estaba la sazonmui enfermo. Ro
sario es el nombre de su hija, de este modelo de amor
filial, cuyos desvelos, as en la navegacion como en el
destierro, fueron inscesantes para aliviar los padeci
mientos de aquel infeliz, que se haban acrecentado dresultas de una cada que le oblig a hacercama po
pacio de seis meses. Cuando ella supo la derrota de
chilenos en Rancagua, fu acometida de una enfermes.
dad de nervios que desde entnces la atormenta casi
sin interrupcion; mas pesar de esto, nsensible sus
Con una solicitud infatigable, le hacia de comer en la
isla, le lavaba ile curaba; con sus delicadas manos la
br la tierra para sustentarl; se despoj de su ropa pa
ra preservarle de la intemperie. En ranchos de paja,
destechados, espuestos a las fluvias que all caen lomas
del ao, los recios temporales que soplan de conti
-
1LUSTREs AMERICAN.As. 33
nuo, malprovistos de ropa, sujetos una escasa racion
de frijoles i charqui, pasaron aquellos desventurados
mas de dos aos con la mayor constancia, consolndo
sei ayudndose mtuamente; i la jven Rosales ani
maba a todos con su ejemplo.
Afuerza de dinero lograron las chilenas burlar algu
navez la vijilancia del gobierno,i remitir a los dester
rados vveres i ropa: una sola escepcion hicieron los
opresores, concedindolaspermiso para estraeruna li
mitadaporcion de aquellos artculos.Pero de qu ser
via? Lo que no robaban los conductores, lo guardaba
elgobernador de la isla; i este i aquellos, con licencia
superior, los vendian pblicamente precios enor
mes. (1)
(1) En otra ocasion, cuando dediquemosun artculo
separado a la relacion de las crueldades de los espao les en Anrica, detallarmos este hecho i otros mu
chos mas atroces. Porahora solo diremos que en aque
lla isla habian prohibido los gobernadores, spena demuerte, la introduccion de lo mas mnimo: todo tenia
que pasarpor su mano: todo lo tenan monopolizado.
Un 5oopor 1oo era pocaganancia. No es estrao, pues,
que con sus robos i estorsiones ganase uno de ellos, en
menos de un ao, mas deveinte mil pesos. No crean
nuestros lectores, que no han presenciado los horroro
sos crmenes de los espaoles durante laluchapornues
tra independencia, que en este cuadro nos hayamos
propuesto trazarlos: solo hemosinsertado lo indispen
sable para nuestro objeto, que es unaimjenimperfec
wwwwww ,
-
34 mLUSTREs AMERICAN.As.
Alos dos aos se incendiparte de la poblacion de
Juan Fernandez,i con ella el rancho que ocupaba Ro
salesi su virtuosa hija, i lo poco que tenian adentro
para su abrigo. Reducidos dormir cielo raso, re
mov aquel anciano los ruegos que repetidas veces ha
bia hecho su amada Rosario, para que regresase a
Chile. No, mipadre (contest), la suerte deV.de
be ser la mia. Permtame que siga acompandole: no
puedosepararme deV.: elpensamiento solo de aban
donarle me es menos soportable que la muerte. En
hernecido, accedi Rosales su splica; i ella conti
nu consolandole hasta que la batalla de Chacabuco
puso trmino tan larga serie de infortunios. La pro
videnciapremi sus afanes. Esta escelente hija, estima
da detodos,goza en l dia, al lado de supadre i apre
ciable familia, del dulce espectculo de ver libre su
patria.
Unpoco antes de aquella accion,perpetr el gober
nador espaol en Chile un hecho atroz en la personade una seora. Doa Mara Cornelia Olivares, vecina
de aquella ciudad, se distinguia porsu amorpatrio.Sa
bido es que en concepto de los tiranosno podia haber
mayor delito. Sin embargo, contenidos por el temor
de la influencia que tenia la familia de aquella seora,
en razon de sus muchos parientes i de su fortuna, se
contentaron por algun tiempo conperseguirla oculta
mente. Mas al fin se sobrepuso el despotismo agoni
zante toda consideracion. Cuandosesupo en Chillan
que los libertadores estaban salvando los Andes, no le
fu posible a la patriota Olivares reprimir su entusias
mo. Enmedio de los enemigos, irritados mas que num
-
ILUSTRIES AMERICAN.As., 35
capor la tentativa de losindependientes,tuvo ella va
lor de pronunciarpblicamente sus sentimientos, sus
deseosi esperanzas; idepronosticar el glorioso xito,
quemas tarde logr aquella espedicion en la cuesta do
Chacabuco. Entnces la aprisionaron, le raparon el
cabello i las cejas, i la tuvieron espuesta en Chillan
a la verguenzapblica desde las diez de lamaanahas
ta las dos de la tarde, cuyos ultrajes sufri con inalte
rable firmeza de animo. Su heroicidad fu premiada
luego por el supremo gobierno de Chile, el cual en
decreto de 2 de Diciembre de 1818,(1) declar a do1a Mara Cornelia Olivares una de las ciudadanas
mas benemritas del estado, en atencion sussobre
salientes virtudes cvicas, , , ,
Despues de la dispersion de Cancha Rayada, acaeci
da el 19 de Marzo de 1818, entr eljeneralSan Mar
tin, muienfermo, descansar en un rancho que seha
llaba sobre el camino de la capital. Aun no hacia mu
chosmomentos que estaba recostado, cuando la seora
de una hacienda inmediata, doa, Paula de Jara Que
mada, se lepresenta con el semblante encendido, los
ojos despidiendo rayos, i le dice con vehemencias
Con que ha sido V. desgraciado, querido libertador
de mipatria? le han batido los espaoles? volvern
dominarnos esos crueles amos? hai algun remedio?
cual es?... DgameV.por Dios, puedo servirde al
go? Disponga V. de mis bienes, de mis criados i peo
mes, de mis hijos, de mipropiapersona,todo lo sacris
()V Gaceta ministerial de Chile, de 5 de Diciens
bre de 1898. ..."
-
36 TLUSTRES AVITAICANAs.
ficar gustosa en las aras de la patria San Martin atmito con la sbita efusion de los jenerosos sentimientos
de aquella seora, logra al fin calmarla un poco,per
suadindola quefiado en la proteccion de la providen
cia esperaba escarmentar al enemigo en breve. Algo
calmada,prosigui: Antes mandel resto de miga
mado en auxilio del ejrcito; ahora traigo cincuenta de
mis inquilinos, patriotas toda prueba,para que lesin
corpore V. sus filas. Tambien le presento aqumis
dos hijos con igual objeto; ivolvindose ellos, les
dijo en untono decidido ifuerte: hijos mios, sabed
que sino cumplis con vuestro deber, dejareis de lla
marme madre: acordaos de que la muerte es preferi
ble la ominosa esclavitud que nos quieren deparar
los espaoles. Yo os dar el ejemplo; seguidmeive
reis que arrostrarlos peligros hasta el ltimo estremo,
antes que doblar la cerviz esos malvados. I dirijien
do la palabra San Martin: buen animo,mijeneral,
el reves que V. ha sufrido harver que somos dignos
deser libres: pronto acreditarmos los invasores que
merecemos tener una patria. Aquel jefe tuvo queva
lerse de toda su afabilidad i destreza para persuadirla
que se retirase Santiago,por ser este el punto de reu
nion para reorganizar el ejrcito.
Sentimos que nuestros lmites no nos, permitan refe
rir ahora todo lo que debe la Amrica al entusiasmo, i
al desprendimiento que desplegaron las chilenas du
rante los preparativos de la espedicion destinada libertar el Per. Mientras tenemos la satisfaccion de ha
cerlo, baste decir que en esta, como en las pocas an
teriores, sobresalen por aquellas cualidades las Larrai:
-
1LUSTREs AMERICAN.As. 37
mes, Trucios. i Rosales; las Rojas, Vicuas,i Perez;
las Sanchez. Mascallanos,iGuzmanes. "
Al mismo tiempo que los reveses i las glorias de las
armas independientes, despertaban en las provinciasUnidas i en Chile-todos los sentimientos delicados ik
hericos de que es susceptible el eorazon de la nujer,
se ajitabatambien enVenezuelaiCundinamarca lagran
cuestion de si la Amrica se hallaba, dno, en estado de
pertenecer smisma. Tuvieron entnces las mujeres
de todas clases ocasion de desplegar su civismo. Les
fuyapermitido llamarse patriotas,i la transformacion
poltica produjo all los mismos efectos que en la parte
meridional del continente: su consagracion fu com
pleta, unos mismos sus sacrificios,su constancia, su humanidad.Tanto maslaudable ha sido su conducta cuan
to que en Venezuela iCundinamarca lleg su colmo
la medida del encarnizamiento de los espaoles; los
horrores de la conquista no solo se renovaron sino que
se escedieron con mucho: la manera de los tigres
derramaban la sangre de sus vctimasporplacer: nadalos saciaba,
Ni el sexo,ni la edadfuperdonada:
Los nios tiernos, la belleza misma,
Las gracias que desarman al soldado,
Todo sufrisus vengativas iras. (1)
A discrecion de los Montes,Samanos,Zuazolas; de
los Boves,Morales,Mnteverdes;()perseguidas tam
() V. El canto titulado Campaa de Bogot.
... en la gaceta de este nombre de 18 de Julio 182o.
(2) Algunos de los jefes espaoles que en Venezue
-
38 milustres AMERICANAs.
bienpor el brbaro Morillo cuando ocup este todo el
pais, quinvijamas desmayar las hijas de Colom
bia? Los mas crueles tormentos, la muerte misma, en
vezde apagar, aumentaban el sagrado fuego que ardia
ensus pechos: su alrededor espiraban los hroes dela independencia, sus padres,sus hermanos, sus espos:
sos hijos, cuyos miembros mutilados se ostentaban
en los caminospblicos: ellas eran de mil modosvc
timas de sus sentimientos; masnunca pudo intimidar
las ni lo esquisito de lostormentos, ni la vista misma
Mucho antes de la revolucion de Carcas tenan los
patriotas reuniones secretas en aquella ciudad; siend9
la principal en casa de doa Juana Antonia Padron, madre de los clebresjenerales colombianos donMariano
i donTomas Montilla. Afin de burlar la vijilancia del
gobierno, se valia aquella seora de dar convites para
poder celebrar juntas patriticas, que asistian ella,
sus hijas i amigas,i en las cuales se discutian i concer
taban las medidas mas adecuadas para libertar al pais
del yugo peninsular. El entusiasmo de aquellas cara
queas era tan grande que manifestaban francamente
sus opiniones sin temor de peligro,i sin consideracion
ninguna dificultad;i sostenian que era preciso con
seguir la independencia, perecer en la tentativa. Des
pues de efectuada la revolucion, han dado las hijas de
Venezuela mil pruebas de patriotismo, que nos abste
la iCundinamarca sobresalieron maspor sus horrendos
atentados, hasta quevino Morillo disputarles la pre
ferencia en el arte de atormentar la humanidad.
-
rLUSTREs AMERICAN.As. 39
miemos de particularizar,pues que el hacerlo seriaun
repeticion de lo que queda referido de las americanasde otras secciones del continente. No ostante, citar
mos el adios de la seora Padron sus hijos, cuando
iban partiren defensa de la patria. Nohaique com
parecer en mipresencia (les dijo), sino volveis victoriosos.
Batido el jeneral Bolivar por el execrable Boves
medados de 1814, amageste Carcas. En semejan
tes circunstancias no quedaba las patriotas otro arbi
trio que el someterse los ultrajes de aquel monstruo,
buscarun asilo en la fuga. La eleccion no era difcil:
prefirieron lo ltimo; escondironse muchas en el
monte; i las quepudieron, se embarcaron en las na
ves que habia la sazon en la Guaira. Errantes de isla
en isla; sin entender otro idioma que el suyo; ajenas
sus usos, costumbresi relijion; las Montillas, las To
bares, las Palacios i otras muchs seoras habituadas
la delicadeza i al regalo, sobrellevaron con la ltima re
signacion todas las penalidades de un destierro, que
dur mas de siete as. Las hijas de los primeros ha
cendados de Caracas, las de mediana fortuna,i las que
carecian de ella, todas indistintamente se vieron en la
necesidad de trabajar con la aguja para ganar su sub
sistencia; todas dieron ejemplos de honradez,i de virtud.
Cuando casi todaVenezuelafusubyugada en 1814,
una caraquea, la seora doa Josefa Palacios, viuda
del benemrito jeneral don JosFelix Rivas, prefiri
enterrarse viva, antes que soportar la presencia de los
devastadores de su pais. Bajo los trpicos, sujeta aV
-
4o 1LUSTREs AMERICANAS
achaques de hidropesa, se mantuvo aquella venerable
seora por seis aos encerrada en un cuarto pequeo,
acompaada de solas sus criadas; sin recibir otra visita
que la del mdico que la asistia, ignorada de todos.
Eljeneral Bolivar que sabia su paradero, en la memo
rable entrevista quetuvo en SantaAna con Morillo, le
habl de esta seora, i le suplic que su regreso
Carcas, la persuadiese salir de su encierro i la pu
siese casa por cuenta suya; en suma se la recomend
delmodo mas estrecho. Morillo, que pareci entnces
arrepentido de sus crmenes i querer reconciliarse con
la humanidad que tanto habia ultrajado, cumpli lapa
labra que diera Bolivar. Cuando volvi Carcas,
envi un edecan manifestarla el encargo que el jeneral Bolivar habia hecho Morillo, i los deseos que este
tenia depoderserla til, i acreditar la sinceridad de sus
promesas. De nada sirvieron las invitaciones de Mori
Ilo, repetidas por su edecanipor otras personas. Su
contestacion fu siempre la misma. Digan VV. su
jeneral que Josefa Palacios no abandonar este lugar
mientras su patria sea esclava; no lo abandonar sino
cuando los suyos vengan anunciarla que es libre,i la
saquen de l. As lo ha hecho. Qu virtud!
En 1816sospecharon las autoridadesespaolasdeCu
man que la bellaLuisaArrambide,(1) confidenta de los
patriotas quienes habia prestado eminentes servicios,
tenia intelijencia secreta con los independientes; i sin
otro motivo la condenaron ser azotado en laplazap
* (t) Laseora azotada en Cumana,se llamaba Leonor
Guerra. Vase el apndice.
-
blica hasta rendir el postrer aliento. **Confiesa tus
cmplises, le decian sus verdugos despues de cada
descarga: Viva la patria, mueran sus tiranos,
prorrumpia ella. El pudor tan solo pudo arrancar l
grimas esta jven, mrtir de su patriotismo.
Mientras que el jeneral Morillo se hallaba empeado
en el sitio de Cartajena, los habitantes de la isla de
Margarita levantaron el estandarte de la libertad conun
heroismo de que la historia presenta pocos ejemplares:
capitanebalos el jeneralArizmendi. La esposa de este,
doa Luisa Cceres, se hallaba la sazon en la capital
de la isla, llamada la Asuncion, dominada por las ar
mas espaolas. Luego que el comandante enemigo en
aquella ciudadtuvo noticia de la insurreccion de Ariz
mendi, hizo llamar su linda esposa, que no contaba
mas de diez inueve aos; i la mando que escribiese
su marido, incitndole a traicionar la causa que haba
abrazado, i ofrecindole no solo el perdon, sino re
compensas nombre del rei de Espaa. Aquella jven
se neg resueltamente a dar semejante paso; i en con
secuencia la enviaron presa Carcas. All volvicron
a instarla para que escribiese su marido en los trmi
nosya indicados; mas su contestacionfu siempre la
misma, Cargada de prisiones, encerrada en un oscuro
calabozo, nopor eso desmay su constancia. Al cabo,
la anuncian que seria condenada a pasar Espaa bajo
partida de rejistro (1), si no se prestaba los deseos
(1), Castigo mui comun, que empleaban los visires
espaoles en Amricapara deshacerse de aquellas per
-
42 - Luis TREs AMERICANAs.
de la autoridad i tomando la mascara de la compasion
i la indijencia los satlites del despotismo, la pintan con
los colores masvivos cual era la suerte miserable que
la aguardaba en caso de ser ostinada; la amenazan con
separarla para siempre de los suyosi de su esposomis
mo, que no tardaria en ser sacrificado la justicia; la
alhagan, hacindola ver cuan diferente podia ser,por
el contrario, la fortuna de ambos si ella hacia lo quese
le pedia,i l entraba en su deber. Su deber, contes
t, es servirsu patria, i libertarla: me congratulo de
que as lo haga; i la esposade Arizmendi no olvidar
jamas lo que debe a s misma, lo que debe a aquel
nombre, aconsejndole un crmen. Enviadme aEspa
a; 6 adonde gusteis: en cualquier lugar, en cualquie
ra situacion ser feliz, si poseola estimacion de mpro
pia; si s que mi marido ha vengado los ultrajes de
muestro pais, muerto como hroe. En vista de su
resolucion, la remitieron, en efecto la Pennsula; i
as en la navegacion como durante su residencia en Es
paa sufri las mayores penalidades, hasta que pudo
denados esta pena eran por lo regular, encadenados
durante la navegacioni tratados barbaramente. A su
llegada Espaa iban aumentar, con solo elinformes.
del mandatario que los remitia, el nmero de los des
dichados que jemian en los presidios de la Carraca,
Ceuta,&c. De este modofueron trasportados itrata
dos, cl hermano del inca Tupac-Aru durante mas de
treinta aos; el jeneral Miranda que muri en uno de
aquellos; el ilustre don Antonio Nario, infinitos
-
figar Francia en 1817. De allpas los EstadosUni
dos,i al siguiente ao tuvo la felicidad de abrazar su
Lainsurreccion de Margarita que acabamos de aludir,
es de lo mas estraordinario que presenta la historia de
nuestra revolucion,Atacada la isla repetidasvecespor
el ferozCanterac,ipor el mismo Morillo, con mas de55oo hombres; cuando los habitantes carecian de ar
mas,i de lo maspreciso la defensa, son sin embargo,rechazados losinvasores. Entncesfu cuando tanto se
distinguieron las margariteas. Comolos patriotas eran
en tan corto nmero,itenian variospuntos queaten
der, no podian ni sobrellevar la fatiga militar, ni pro
veer su subsistencia en aquella isla tan escasa de to
do. Mas las mujeres vinieron en su auxilio; ellas la
braban los campos de dia;i de noche,para que aque
los pudiesen descansar un rato, velabani hacian cen
tinela. Lleg tal grado su patriotismo, que se adies
traron tambien en cargari disparar los caones. A su
valor, constancia, i enerja se debi en gran parte el
triunfo de los margariteos, quienes al cabo obligaron
a Morillo evacuar toda la isla,incluso el castillo de
Pampatar, dejando aquellosvalientes habitantes en el
goce de su libertad.
En el sitio de la ciudad de Valencia, en laplaza de
Cartajena, estrechamente bloqueada por maritierra,
resaltaronigualmente el valori entusiasmo de las muje
res: con su ejemplo enseaban los ciudadanos so
brellevar gustosos las mayores fatigasi escaseces. En
Cartajena,trasformadas en esqueletosvivos,ya espiran
tes exortaban sus compaeros aperecer, antes que en
-
tregarse los sanguinarios sitiadores. Reducida la plaza
al ltimo estremo, imitaron aquellassenoras el ejemplo
delas caraquenas: todas las que pudieron obtenerpa
saje se embarcaron; las Revollos, Narvaez, Lasas,
otras mil anduvieron errantespor las Antillas, sujetas
a milpenalidades hasta 1821, en que los patriotas re
cuperaron Cartajena. Varias seorasque mo lograronembarcarse, buscaron un asilo en los conventos, al
tiempo que el enemigo se posesion de la ciudad.Una
de ellas fu doa Isabel Blasco. Esta jven, llena de
gracias, de amabilidad,i de dulzura, debiaprometerse
que los conquistadores la tendran algnna consideracion, pasado que fuese el primermpetu de su furia
En efecto, hallando los espaoles que ua gran partedel bello sexo habia abandonado la ciudad, estaba re
fujiado en los conventos, solicitaron, entre otras, a la
seorita Blasco para que saliese. Sus atractivos la ase
guraban un lugar distiguido en la sociedad, de que era
el adorno; mas su patriotismo la hizo renunciar todo
trato con los opresores,i se mantuvo encerrada en el
retiro que habia elejido, sin dejarse ver de nadie,
mo ostante las reiteradas instancias de hos jefes, hasta
queCartajenavolvi a poder de los patriotas.
Al tender la vistapor las escenas de Amrica desde
principios de la revolucion, se diria que sus hijas han
revivido el siglo de las mrtires. Constantes toda
prueba, prdigas, como ellas, de su sangre, lashemos
visto sellar con esta en los suplicios la independencia
de su patria. Aqu, la sombra de una vctima ilustre
sale de la tumba para escitar la admiracion de todas
"las edades; es de la virtuosa, la inmortal Policarpasa
-
1usTres AMERICAN.As., 45
havarrienta. Esta seora era natural de Bogot; distin
guasepor sus sentimientos patriticos, que ni los ene
migos ocultaba, ino es estrano que llegase ser el blan
co de la rabia de aquellos desalmados. Toda la vijilan
cia inquisitorial del gobierno opresor habia ella burla
do, instruyendo circunstanciadamente los patriotas,
dispersos por las tropas de Morillo, del estado de la
opinion pblica, de las fuerzas i operaciones del ene
migo. Su amante, empleado porfuerza en 1818 en el
estado mayor del ejrcito espaol, le daba noticias de
cuanto pasaba; i ella las transmitia al jeneral Santan
der, que entnces a la cabeza de unos cuantos bravos,
se sostenia en la provincia de Casanare, en los cnfines
de Venezuela i Cundinamarca. Fuertes sospechas in
dujeron al vireiSamano (1) allanar varias veces la
casa de nuestra heroina: por algun tiempo fu vano
su empeo de encontrarla delincuente; mas habindo
se encargado aquel mismo jven, con quien deba casarse en breve, de llevar una comunicacion interesan
te los patriotas, fu sorprendido por los enemigos
en elpramo de Toquillo, i conducido Bogot con
el cuerpo del delito, tomado sobre su persona. Luego
que Policarpa supo esta ocurrencia, se present con en
tereza al viei, i le dijo que su amante era inocente;
que ella misma habia estraido los papeles,ipersuad
dole que emprendiese el viaje,pero sin imponerle
el contenido de lo que llevaba. Interrogado el jven
conductor sostuvo, al contrario, que l era el delin
cuente, i que aquella no tenia conocimiento alguno de
(). Ultimo vincide la Nueva Canada "
-
46 ILUSTREs AMERICAN.As.
sus intenciones. Confrontados ambos, se mantuvieron
firmes en el propsito de salvarse mtuamente. Segun
costumbre en estos casos, sentenciaron aljven a sufrir
lapena capital; i sentado ya en el banquillo, llevaron
Ila Salavarrieta su presencia; la ofrecieron el perdon,
i aun que protejeran los dos, siempre que declarase
los cmplices: maslos espaoles no lograron otra co
sa que renovar el conflicto entre dos corazones jemero
sos, que se amaban entraablemente, i que estaban de
oididos atodo sacrificio antes quetraicionar la causa de
su patria. Viendo los tiranos lo intil de sus esfuerzos
para arrancar almas de semejante temple un secreto
de tanta importancia, ordenaron la ejecucion del intr
pido mensejero,i le arcabucearon en presencia de su
amada. Volvieron conducirla la prision; i cons
tantemente se neg revelar los nombres de las perso
nasque en secreto estaban trabajando favor de la libertad. En consecuencia, fu calificada de traidora,i
condenada a muerte.
Su conducta hasta elmomento mismo de espirar, en
se susverdugos el grado de enerja de que es ca
paz elverdadero patriotismo: solo la aflijian las desgra
cias de su pais natal; mas la consolaban los servicios
que ella le habiaprestadoi la certidumbre de quepron
to se veria libre, mientras su espritu iba unirse al de
su amante. Cuando caminaba (1) al fatal lugar donde
debia ser sacrificada, exort al pueblo, que lloraba des
consolado itriste, del modo mas enrjico. No lloreis
por m, les dice, lloradpor la esclavitud i opresion
(1)V. Correo del Orinoco.
-
1LUSTREs AMERICAN.As. 47
de vuestros abatidos compatriotas; sirvatos de ejem
pio mu destino; levantaos i resistid los ultrajes que
sufris con tanta injustcia. Llegada al patbulo, pi
diunvaso de agua; mas observando que era un espa
ol quien se lo traia,se nega admitirlo diciendo: Ni
un vaso de agua quiero beber a un enemigo de mi pa
tria. El comandante del destacamento que la custodia
ba, la inst entnces para que nombrase ella misma al
guna persona de su estimacion que la hiciese aquel ser
vicio. Milgracias (contest),poruna bondad que no
puede aprovechar,pues que el pasajero alivio de esta
mi ltima necesidad podria quizs comprometer ante
los tiranos quien quiera que yo dispensase tal pruebade amistad..... Vamos morir. Un momento antes
de darse la seal de ejecucion, sevuelve sus crueles
verdugos, icon espritu tranquilo esclamo: Asesinos.
temblad al coronar vuestro atentado: pronto ven
dr quien venguemimuerte.Tuprediccion se cum
pli, ilustre cundinamarquesa: desde la morada de los
anjeleste complaces en lasglorias detu patria: tu san
gre pura fecund su suelo: cada gota ha brotado unhroe; i todos ellos han heredado tus sentimientos.
Por una coincidencia singular, el nombre i apellido de
esta esclarecida jven se prestan a perpetuar la memo
ra de su heroismo en este bello anagrama:
Policarpa Salavarrieta.
*Yace por salvar la patria" "
Asombrados de semejante mezcla de herosmoide
barbarie, sevuelven nuestros ojos hcia el sur; escalansegunda vezlosAndes: se elevan hasta su nevada cum
bre, i se trasportan la tierra de los antiguos incas. A
-
48 LUSTRIES AMERICANAS
lo lejos se aparecen clamando venganza los manes de
Atahualpa, de Tupac Amaru, Pumacahua; los de An
gulo, Muecas,i otros insignes peruanos, vctimas de
la ferocidad espaola. En las revoluciones emprendidas
de 1815 i en 1814, tuvieron las hijas del Cuzco i de
Arequipa una oportunidad de sealar su patriotismo.
En la descripcion que el doctor Funes hace de la des
graciada jornada deMananchili, (1)perdidaporTupacAmaru, se lee: Murieron en este combate mas de
370 patriotas, inclusas las mujeres que peleaban como
auxiliares de sus maridos. El mal xitq de ambas re
voluciones atrajo sobre ellas todo el odio de los ene
migos del nombre americano. Sin embargo, nopor eso
desistieron: no se hizo tentativa alguna hcia la liber
tad que no contara peruanas entre suspartidarios: casi,
no hubo asociacion secreta en que no sobresaliesenpor
su ardor, en que no se haya prestado atencion sus in
sinuaciones para promover la independencia. No pu
diendo obrar cara descubierta contra su gobierno
sanguinario, que castigaba severamonte todo cuanto
contrariaba sus miras, recurri el bello sexo toda la
astusia de que es capazpara animar sus compatriotas
i protejerlos en las desgracias. Las limeas, bajo los
ojos del cruel Abascali delfiero Pezuela, (2) arros
traron todos los peligros; se burlaron de la vijilancia,
de sus satlites; menospreciaron la insolencia de las
guardias fin de suavizar con sus socorros i cuidados
(2) Los dos ltimos vireyes del Per,
()y Ensayo de la historia civil del Paragua, se
-
1.LUSTRES AMERICAN.As. 49
consoladores elinfortunio de los prisioneros de Casas
Matas. (1) Ellas inspiraban aquellos constantes ameri
canos nuevovalor para que no sucumbiesenbajo elpe
so de los indecibles males que sufrian.
Di, al fin, la hora dela retribucion. Aparcese, cual
lluvia al viajero en elabrasado desierto, la deseada es
pedicion libertadora: pisar la playa de Paracas,i des
pertar el adormecido patriotismo de los peruanos fu
obra del momento. A la manera de un torrente impe
tuoso, largo tiempo contenido, as rompi entnces el
bello sexo todos los diques que el despotismo opusiera
sus sentimientos. La historia no dejar de referir
las edades futuras el uso que hizo de su imperio: tras
mitir con fidelidad la relacion de su espritu pblico:
detendra maravillada su buril cuando llegue indivi
dualizar las acciones con quesellsu consagracion la
causa americana: ella le presentar,ya desprendindo
se desus bienes;ya renunciando lo que es mas caro
a su corazon; ora escitando el entusiasmo de suspa
dres, de sus hermanos, esposos hijos, hasta en el
campo de Marte; ora estendiendo indistintamente su
mano bienhechora al enfermo i al prisionero.
Durante la gloriosa campaa que termin en la ocu
pacion de la capital del Per, se desenvolvieron de tal
modo los fecundosi bellos jrmenes abrigados en el
() Calabozos subterraneos donde jamas penetra la
luz del sol, hmedos, estrechos, infectos; en que, en
un clima ardiente, fueron encerrados durante siete aos
los patriotas que los espaoles tomaron prisioneros enel Alto Per.
-
5o ILUSTREs AMERICAN.As.
alma de la mujer, queprodujeron hechossublimes. En
la sierra i en la costa, enGuayaquil i en Huamanga, en
Trujillo i en Tarma, donde quiera que reson el grito
consolador de libertad, fu siempre mezclado con losmelodiosos acentos del bello sexo.Aun en elterritorio
de que estaban enposesion los enemigos, habia muje
res que se sobreponian a todotemorpara demostrarsu
adhesion la justa causa. El siguiente hecho no neceSita COmmento.
En un pueblo de la jurisdiccion de Pataz, sobre la
ribera oriental delMaraon,departamento deTrujillo,llegunaproclama del jeneral San Martin manos de
una anciana, al parecer heladaya por el tiempo. Mas,
cunto engaan las apariencias! Hallndose esta res
petable matrona en un territorio dominado por las ar
mas espaolas, trescientas leguas de los libertadores
no vacila en poneral jeneral San Martin una carta, en
que, despues de desahogarsupecho del vivo amorpa
trio en que se abrasaba, le dice: S que te (1)faltan
hombresicabalgaduras: tengo un hijo nico i cinco
caballos; con estos i su trabajo me procuraba la sub
sistencia: en adelante, mientras t libertas mipais
de sus opresores, la buscaryo. Ya va emprender el
viaje,para ponerlos, con su persona, a tu disposicion.
Esta es la rden que lleva,iva resuelto no descansar
hesta encontrarte. Admtelos, pues; emplelos en el
servicio de lapatria, que es cuanto aspiro.A los diez
(1) Las lenguas aborjenes, usadas porun gran n
mero de los habitantes del Per, carecen del equ