Año XI. Número 138 Independencia siempre, neutralidad jamás

Fecha: Enero, 2009 Cooperación: $2.00 Editor: Javier Mireles O. San Fco. del Rincón, Gto.

e-mail: javomir@latinmail.com

EDITORIAL . .

Presupuesto electorero

La Secretaría de Finanzas y Administración del estado anunció en días pasados que el presupuesto asignado a la Prepa-ratoria Regional del Rincón va a

reducirse en por lo menos de 8 a 10 millones de pesos -esto, mientras se da a conocer que el go-bierno del estado tiene un “guardadito” de miles de millones de pesos (a.m., 5/I/09)-. Días antes, la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) ya había pronosticado que habría recortes. Esto significa que las instalaciones se quedarán en el nivel que guardan hasta ahora, es decir, no van a crecer como se les había prometido a los alum-nos de esa institución. Lo mismo ocurrirá con la matrícula. Sin embargo, salta a la vista que en un año electoral se manejen los recursos del era- rio con criterios que tienden a la compra del vo-to y no a satisfacer las necesidades de áreas tan medulares como la educativa: a) las becas no se van a reducir, al contrario, se va a procurar que la cobertura se amplíe a más alumnos con el fin de comprometer a las familias de éstos, para que en el 2009 sufraguen a favor del partido político en el poder; b) representantes de la SEG infor-man que habrá más recursos para las institucio-nes de educación técnica (como los Cecytegs, la UTL), con el fin de llevar equipamiento para que los alumnos “tengan mayor práctica… para salir a competir en la vida dentro de un mundo laboral (sic), y para ello requieren saber dominar y utilizar adecuadamente el equipo”. El mensaje es para aquellos empresarios que se quejan de los bajos índices de productividad en el estado. El gobierno del estado a través de la SEG subsidia a la patronal con educación técnica para que la fuerza laboral joven que se integre al mundo del trabajo tenga un mayor rendimiento; c) habrá mayores beneficios para el magisterio, que se ha convertido en uno de los soportes de la columna vertebral de las políticas estatales para que la oligarquía local siga conservando el control político de la población. Resulta paradójico que a mayores beneficios para la dirigencia sindical y sus agre-miados, mayor atraso en los niveles educativos y mayor cultura basura para niños y jóvenes.

Mientras se hacen recortes a instituciones como la Preparatoria Regional, a) los diputados locales se asignan aguinaldos escandalosos; b) los funcionarios públicos de la presente adminis-tración municipal ya prepararon el terreno para otorgarse un jugoso bono de fin de trienio; c) los dirigentes de los distintos partidos políticos se aprestan a recibir generosos recursos del Instituto del Fraude Electoral (IFE) para diseñar simpáticas y atractivas campañas pletóricas de slogans,

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Editorial: Presupuesto electo-rero, 2; Bernard Madoff, el estafador de Wall Street, 3; El mundo se derrumba, 5; Las penas primero, 7

Municipal: Pasarela de vani-dades, 7 Estatal: Jazzamoart, 16

Nacional: México: hacia la guerra civil, 18

Palestina: Israel: Estado te-rrorista, 24 Cuba: 50 años de revolución en Cuba, 28

Harold Pinter: Harold Pinter, el Nober rojo, 31

bardas y mantas con promesas de un futuro mejor, discursos a favor del medio ambiente, de una mejor calidad de vida, etc., con su ingrediente de temporada: la guerra sucia; d) la camarilla que se hizo del poder político en el municipio seguirá administrando aquellos temas que le reditúen votos a su partido, como el distribuidor vial que, aparentando urgencia para terminarlo, sólo se avanzará lo suficiente para marear al electorado, por lo que se le mantendrá como suculento tema de campaña tanto para las elecciones de este año como para las de 2012; e) la dirigencia estatal del PRI ha revelado (a.m., 11/XII/08) que el gobierno de Oliva tendrá 8 mil 820 millones de pe-sos para gastar de manera discrecional en 2009, es decir, son recursos que se aplicarán en depen-dencias, programas, pro-yectos y partidas, pero sin pedir autorización al Con-greso local. No sólo eso, sino que de acuerdo a lo manifestado por el priís-mo, únicamente 2 mil 18 millones de pesos (5% del total del presupuesto) se destinarán a obra pública. Además, el Centro Patro-nal de León urgió a Oliva a que, “si tienen vergüenza (den) la cara y (digan) que ya van a empezar la obra, que nos digan cuáles son los proyectos, que no nos vengan a decir que van a pintar calles de azul”, (a.m., 6/I/09). Lo anterior deja ver la perversidad del yunquismo al utilizar el erario para fines electoreros y, para alimentar al insaciable, ineficaz y enorme monstruo burocrático (incluidos los magistrados del Poder Judicial del estado, los “defensores” de los derechos humanos, los perso-neros del panismo-yunquismo en el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato y demás instan-cias funcionales a los sectores oligárquicos en el estado).���� (Fuente: a.m., 28/XII/08).

Bernard Madoff, el estafador de Wall Street

Bernard “Bernie” Madoff (se pronuncia made off, que en inglés es sinónimo de esta-fa), corredor de bolsa de Wall Street, antiguo presidente del NASDAQ y venerado inversionista, ha confesado su autoría en el mayor fraude de la historia, un chanchullo de 50 mil millones de dólares. Bernie era conocido por su generosa filantropía, espe-

cialmente a favor de las causas judías e israelíes. Este personaje, que durante los años sesenta había sido socorrista playero, inició su andadura en las finanzas reuniendo ahorros de colegas, amigos y familiares en el entorno de los judíos más ricos de los suburbios de Long Island, Palm Beach, Florida y Manhattan, bajo la promesa de un rendimiento moderado, continuo y seguro de entre el 10 % y el 12 %. Madoff cubría cualquier posible retirada de fondos según el denominado “método de Ponzi” o estafa piramidal, es decir, echando mano del dinero de nuevos inversores. Llegó a gestionar en persona un mínimo de 17 mil millones de dólares. Durante casi cuatro déca-das se creó una clientela que incluía a algunos de los bancos y compañías inversoras más impor-

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tantes de Escocia, España, Inglaterra y Francia, así como los principales fon-dos de inversión libre de Estados Uni-dos. Se hizo con casi todos los fondos de activos netos de prósperos clientes privados, que obtenía a través de co-rredores de bolsa pagados a comisión. Su clientela incluía a muchos multimi-llonarios de Suiza, Israel y otros países, así como los fondos de activos netos más importantes de Estados Unidos. Muchos de los riquísimos estafados ha-bían confiado ciegamente en Madoff, a pesar de que imponía rigurosas condi-ciones a los clientes potenciales: insis-tía en que viniesen recomendados, que depositasen jugosas cantidades y que le garantizasen su solvencia. La mayoría se consideraban afortunados cuando sus fondos pasaban a las arcas del respeta-do estafador de Wall Street. Venían re-comendados por gente del mismo entorno (miembros del consejo de ad-ministración de organizaciones bené-ficas judías, recaudadores de fondos para Israel, country clubs de alta clase, etc.) o eran amigos de un amigo, de un colega o un cliente.

Madoff estableció consejos consultivos con miembros distinguidos, contribuyó enormemente a museos, hospitales y selectas organizaciones culturales. Era un miembro prominente de exclu-sivos country clubs de Palm Beach y Long Island. Su reputación se vio realzada por los resulta-dos de sus fondos, que jamás declararon pérdida alguna, lo cual es un argumento fundamental para atraer a inversionistas millonarios. Compartía con su acaudalada clientela de judíos y “dis-tinguidos inversionistas” un estilo de vida aristocrático, con una mezcla de filantropía cultural y discreta especulación financiera. “Engatusaba” a sus colegas con una suave pero autoritaria apa-riencia de “maestría”, recubierta de un barniz de colegialidad entre ricachones, de una profunda implicación con el sionismo y de amistades de toda la vida.

El megafondo de Bernie compartía muchas características con los recientes fraudes financie-ros: un rendimiento elevado y constante, inigualado por cualquier otro corredor de bolsa; ausen-cia de supervisión por parte de terceros; una compañía de contabilidad en la sombra físicamente incapaz de auditar sus multimillonarias operaciones financieras; un control personal de las opera-ciones de correduría de bolsa comerciante y una confusión absoluta en lo relativo a sus inversio-nes. Los ricos y famosos, los inversionistas más sofisticados, los consultantes de elevado salario, los máster en administración financiera de Harvard y todo el ejército de reguladores de la instan-cia federal US Security and Exchange Commission (SEC) pasaban por alto las similitudes de

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¡Feliz 2009!

Y que el nuevo año abrase los hocicos de algunos de esos cerdos que todos conocemos, y deje sin pezuñas a algún asno y sin lengua a más de una serpiente, y que a los perros les corte los colmillos y, de paso, a las ratas, que el año por venir les lleve el rabo… Y, sobre todo, que la Sociedad Protectora de Animales nos disculpe tanta contenida y necesaria higiene. Un abrazo a todos los demás animales que, aún en la selva, practicamos, a veces, la dignidad humana.

Koldo Campos Sagaseta, rebelión, 1/I/09

“Somos una nación atea, en el peor sentido del término, atea no tanto porque reniegue de dogmas sino porque carece de ideales, porque cuando no nos burlamos del ideal, lo pisoteamos y lo desconocemos. Llámese justicia; llámese libertad; llámese amor, no hay nada sagrado entre nosotros…”.

José Vasconcelos a Romain Rolland, febrero 4, 1924

“El anarquista no sólo se opondrá al trabajo alienado y especializado y aspirará a la apropiación del capital por parte del conjunto de los trabajadores, sino que insistirá además, en que dicha apropiación sea directa y no ejercida por una élite que actúe en nombre del proletariado”.

Noam Chomsky

Madoff con otros defraudadores, y ello porque estaban totalmente implicados en la cultura co-rrupta del “toma el dinero y huye” y del “si sacas tajada no hagas preguntas”. La reputación de suprema sabiduría que aureoló al próspero estafador de Wall Street alimentó el autoengaño y los estereotipos de elegantes multimillonarios.

La estafa y el comportamiento fraudulento de Madoff no se deben a ningún problema ético perso-nal. Son el producto de un imperativo del sistema y de la cultura económica en que se mueven las instan-cias más elevadas de nuestra estructura clasista. La economía de las acciones, de los fondos de inversión libre y de todos los “sofisticados instrumentos finan-cieros” es en su totalidad un sistema piramidal que no se basa en producir y vender bienes y servicios. Se trata más bien de apuestas financieras al creci-miento futuro de un papel, una acción, que sólo re-presenta la promesa de que futuros compradores permitan la distribución de dividendos.

En cuestión de días, un solo individuo, Bernard Madoff, le ha asestado un golpe mucho mayor al ca-pital financiero global, a Wall Street y al lobby sio-nista estadounidense que toda la izquierda norteame-ricana y europea juntas durante los últimos cincuen-ta años. Ha logrado reducir las enormes desigualdades económicas en Nueva York que todos los gobernadores y alcaldes demócratas y republicanos, blancos, negros, cristianos y judíos, refor-mistas y ortodoxos durante los últimos dos siglos…���� (Texto de James Petras, rebelión, 23/XII/08).

El mundo se derrumba

La crisis arrecia. Nombres como Ford, General Motors o Chrysler figuran en primera fila como candidatos a la quiebra. Los economistas neoliberales, que durante tres décadas se autodefinieron como “la única economía”, guardan un oportunista silencio.

Es, naturalmente, la hora de la “heterodoxia”. Pero, como siempre, tenemos que tener cuidado con la nueva oleada de travestismo ideológico que todo cambio trae consigo. ¿Dónde estaban Joseph Stiglitz, George Soros o el propio Paul Krugman a comienzos de la década del ’90? Sus planteos actuales se limitan a un diagnóstico simple y una recomendación. El diagnóstico: faltó regulación en los mercados financieros y así “emergió” la especulación. La salida: dar recursos a los bancos para salvar una quiebra en masa.

Repasemos. Dijo Soros (reportaje en Ámbito Financiero, 22/IX/08): “La culpa de la actual crisis la tiene el fundamentalismo de mercado, que no es otra cosa que el laissez faire (dejar ha-cer) del siglo XXI; las finanzas se han vuelto tan irracionales que habrá que ponerlas nuevamente bajo control; el monetarismo es una doctrina errónea”. Joseph Stiglitz, por su parte, agrega (pá-gina 12, 21/IX/08): “Hemos aprendido que no se puede dejar a los bancos de inversión regularse a sí mismos. No se puede dejar a la Reserva Federal, que está aliada estrechamente a los banque-ros, a cargo de toda la regulación del sistema financiero. Se suponía que la Reserva retiraba el

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ponche cuando la fiesta se volvía escandalosa, pero en su lugar echó más alcohol”. Por último, escuchemos a Paul Krugman (New York Times, 14/X/08): “¿Cuál es la naturaleza de la cri-sis? Los detalles pueden ser demencialmente complejos, pero los rasgos básicos son bastante sencillos. El estallido de la bur-buja inmobiliaria ha producido grandes pérdidas para todos los que compraron activos respalda-dos por hipotecas; estas pérdidas han dejado a muchas institucio-nes financieras con demasiada deuda y muy poco capital para proporcionar el crédito que nece-sita la economía. ¿Qué se puede hacer frente a la crisis? La ayuda a los propietarios, aunque es de-seable, no puede impedir las grandes pérdidas ocasionadas por los préstamos fallidos, y en cual-quier caso, sus efectos serán demasiado lentos para mitigar el pánico existente. Lo natural se-ría, entonces, buscar la solución adoptada en muchas crisis ante-riores, que es enfrentar el proble-ma del inadecuado capital finan-ciero haciendo que los gobiernos proporcionen a las instituciones financieras más capital a cambio de una parte de las empresas”.

Marx y Keynes. Mientras la crisis arrecia, los neoliberales se esconden y los “heterodoxos” ofrecen estas tibias salidas, donde ni siquiera hay un salvavidas para los que pierden sus casas. Algunas otras noticias llaman la atención: en Alemania se ha transformado en best seller, nada menos que “El Capital” de Carlos Marx. Las revistas de todo el mundo desempolvan, a la vez, y hacen conocido para el mundo, el viejo rostro del economista inglés John Maynard Keynes. Todo esto merece, sin duda, una reflexión.

Ambos, Marx y Keynes, comparten algo que los hace atractivos. Demostraron, cada uno en su momento y con distintas herramientas teóricas, la realidad de la crisis en el capitalismo, frente a los que creían que se la podía exorcizar simplemente haciendo como si no existiera. Los dos, también, se mostraron escépticos frente a lo que siempre se vendió desde la ortodoxia económi-ca: la mano invisible del mercado como mejor asignador de los recursos. La reaparición de estos

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Ahora no nos enfrentamos a una crisis, sino a una miríada de crisis interrelacionadas. No sólo a una crisis de los mercados financieros internacionales y del sector bancario, sino también a una crisis mundial de sobreproducción que ha alcanzado ya a las principales industrias de exportación de alta tecnología de la economía capitalista mundial y arrastrará al resto durante los próximos meses. Estamos en medio de una crisis ecológica mundial con un período que cada vez se estrecha más rápidamente (espacios de cada vez menos años) en que debemos emprender acciones decisivas a gran escala. Nos enfrentamos a una crisis mundial de alimentos estrechamente relacionada con el actual modelo de producción agrícola mundial y de comercio, que ha convertido a algunos de los países más pobres del tercer mundo en importadores de alimentos y ha puesto a una ingente y creciente proporción de la población rural y campesina a merced de un puñado de enormes complejos agroindustriales del norte y a merced de unos cuantos mercados de mercancías a futuro, también ubicados en el norte. Nos enfrentamos a una serie de conflictos militares irresueltos e insertos en otra guerra mundial, la “guerra contra el terrorismo” emprendida por el poder imperialista dirigente de nuestros días. Que ese poder esté en declive no sirve realmente de mucho consuelo. Y por último, pero no menos importante, la era del neoliberalismo nos ha legado una duradera crisis de la democracia tal y como la conocíamos. Gracias a la política neoliberal aplicada por gobiernos electos una y otra vez, y bien a menudo sin la aquiescencia de la mayoría del electorado, la democracia política ha sido profundamente desacreditada. Basta mencionar un hecho cuidadosamente soslayado por la ciencia política oficial: el mayor y más rápidamente creciente partido en todas las democracias parlamentarias occidentales es el partido de los “no votantes”. Entre los votantes, la confianza general en los asuntos de la política oficial es permanente-mente baja.

Michael R. Krätke, Sin Permiso, rebelión, 24/XII/08

viejos iconos es un verdadero cross en la mandíbula a tantos economistas del establishment que se autodefinían como los baluartes de “la” economía, remitiendo a todos los que tenían ideas diferen-tes al destierro de “las ideologías arcaicas”.���� (Texto de José Castillo, rebelión, 1/I/09).

Las penas primero

Paradojas del sistema capitalista. La libertad cautiva, encierra. Cuanto más libres, más cárceles. Y más llenas. A este desenfrenado paso, llegará el día en que seamos más dentro que fuera. Por primera vez en su historia, el 1% de la población estadouniden-

se, dos millones y medio de personas, está presa. La tierra del liberalismo infinito presenta la tasa de encarcelados más alta del mundo.

Por aquí también presumi-mos de libertades. El Estado español ostenta este año, tras desbancar a Gran Bretaña, la tasa de reclusos más alta de Europa: 157 por cada 100 mil habitantes. En la última déca-da, su comunidad penitenciaria ha aumentado un 60%, una media de 4 mil internos por año. En 2008, serán 7 mil. Y no hay cama libre para tanta gente. Para 2012, el gobierno español construirá once prisio-nes, alrededor de 9 mil celdas. Cada nuevo catre enchironado costará 120 mil euros, manutención de los presos y sueldos de sus carceleros aparte. La libertad vale mucho y se paga muy cara.

Quien hace la ley, hace la cárcel, la trampa. Los Presupuestos Generales del Estado de 2009 consideran las obras de construcción y reforma de las prisiones de “interés general”. Siempre que el gobierno quiera, no habrán de someterse a evaluaciones de impacto ambiental. Da igual dónde se levanten. Como los nuevos presidios de Iruña de Oca, en Araba, y Santa Lucía, en Nafarroa, los dos primeros indultados. Ambos, finalmente, ocuparán espacios naturales protegidos porque su construcción es “urgente y perentoria”. ¡Salvemos a los presos! ¡Repoblemos con cárceles los pueblos! ¡Apadrinemos bebés cautivos! Nuestra libertad siempre merece la pena.���� (Texto de Gorka Andraka, rebelión, 27/XII/08).

MUNICIPAL .

Pasarela de vanidades

El año 2008 fue generoso respecto de a) escándalos de la farándula política local, b) renuncias forzadas de funcionarios corruptos -el caso más representativo es el de Joel Alférez, cercano al yunquismo local, que se fue sin despedirse, dejando una estela de rumores y que, envuelto en un velo

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de impunidad, se le tiene judicialmente olvidado como si nada hubiera pasado-, c) asesinatos de gente presuntamente ligada al narco -el más relevante fue el ajusticiamiento de “El Chicago” que dio origen a todo tipo de versiones, al grado que al día de hoy, hay gente que le guarda respeto y veneración-, d) promesas y discursos grandilocuentes de parte de la camarilla en el poder en el municipio, e) persona-jes vedettes que, en busca de reflectores, dieron material suficiente para el señalamiento. A estos últimos nos referiremos:

1. El pasado 27 de julio, en una extensa carta pú-blica titulada “Responde a La Olla” (diario a.m.ari-llista, 27/VII/08), Jesús Verdín, quien fungía como cronista desde la administración de Eusebio Moreno (nombrado en una sesión de ayuntamiento por deda-zo y por mandato del entonces Ejecutivo Municipal; quien, junto a otros nueve, integraron el pomposa-mente llamado Colegio de Cronistas), se muestra molesto por la “poca objetividad y ética” de parte del, en aquel entonces, autor de la columna domini-cal “La Olla”, quien una semana antes había hecho comentarios en ese mismo espacio periodístico acerca de “la cartita (dirigida al H. Ayuntamiento) de (su) renuncia como ‘cronista’”. En su carta pública, Verdín aprovecha para ilustrar al respetable sobre todo lo que ha hecho en su incomprendida labor de cronista: “Los que nos dedicamos a esto sabemos que es elemental que un cronista tenga publicacio-nes” (afirmación que nos fuerza a pensar que aquellos que en el pasado fueron considerados cronistas como Tobías Sáinz Pacheco, o Francisco Garibay o José Ángel, de quienes no conocemos libro algu-no, sean, digamos, de menor calidad que aquél que sí tiene publicaciones). Pero dejemos que Verdín nos siga ilustrando: “Un servidor ha escrito diez libros, cinco de ellos en coautoría con Jesús Zamora, los restantes los he realizado solo. Debo aclarar que escribir un libro implica otros trabajos: de inves-tigación en los archivos, en documentos complicados (o sea que no es una cuestión que cualquier ciu-dadano de a pie pueda realizar, precisamente por la complejidad que encierra el interpretar un docu-mento), de investigación heurística (término que usa Verdín para adornarse y que se refiere a la disci-plina que tiene que ver con las fuentes, principalmente las documentales), monumental (referente a vestigios antiguos, ruinas arqueológicas, edificaciones con valor histórico), etc. No podemos (primera persona del plural, o sea que, ¿ya está incluyendo a alguien más?) concebir a un cronista que no tenga publicaciones, que no investigue en los archivos, que ‘conozca nada más de oídas’, o que se plagie el trabajo de otros sin otorgar el crédito. Eso (sic) no es un cronista; tampoco puede serlo por decreto”. Sin embargo, hay que decir que Verdín fue nombrado cronista por mandato del ayuntamiento 1998-2000, es decir, en su momento, fue tentado -lo acepte o no- por la fascinación de estar cerca de quien detentaba el poder político.

La expresión del autor de la columna “La Olla” que al parecer molestó a Verdín fue: “Sólo él (Verdín) tiene la verdad absoluta”. Evidentemente dolido, la respuesta de Jesús Verdín trata de ser ácida, pero lo que logra es mostrar su verdadero talante, pues deja traslucir ciertos rasgos acerca de su personalidad: “No es cuestión de ‘decir’: tener o no la verdad absoluta, es cuestión de investigar, de documentarse en los archivos, de recurrir a la hermenéutica (es decir, a la interpretación de lo que se estudia). Ese es el meollo del asunto, porque ‘la historia no se inventa’… La objetividad es una de las

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aspiraciones de la historia; también lo es del periodismo. Mis libros los he realizado yendo a las fuen-tes primarias, a los archivos, investigando. En cambio usted (refiriéndose al autor de la columna ‘La Olla’) es proclive a las afirma-ciones gratuitas, a los ‘comenta-rios de pasillo’, como usted lo ha manifestado reiteradamente en su columna, ¿eso es objetivi-dad?”. Aquí, rotundamente se equivoca Verdín, porque la his-toria la hacen los vencedores -un claro ejemplo es el libro “San Francisco. Su historia”, sufraga-do por la administración panista 2000-2003, realizado por Jesús Zamora, para quien una de “las fuentes primarias” fueron los “muy objetivos” informes de gobierno- y, por lo tanto, a na-die se le puede exigir “objetivi-dad” en un trabajo periodístico, literario o histórico. Es una falacia eso de que “la objetividad es una de las aspiraciones de la historia”, porque la objetividad es y siempre será subjetiva. Y esto último lo sabe hasta un regidor, o un diputado.

Luego, viene la parte de “las precisiones”, que son una delicia, un monumento a la pedantería: “Soy el francorrinconés que más libros ha publicado en la historia de nuestra ciudad (¡Órale! No espe-rábamos semejante perla). Esto, evidentemente, lo puedo demostrar (¡Sí, sí, por favor!). Además lo reconocen personas de la talla de don Ramón Ascencio (personaje considerado como el intelectual más preciado y mejor cotizado por los liberales-conservadores ligados al panismo, individuo que no pudo saltar de la presidencia municipal a una diputación local allá por 1994, y que en estos días vive pegado a la gran ubre del erario prestando sus servicios al gobierno del estado; en efecto, una persona de una gran talla: ¡vaya contradicción!) una de las personas más cultas de nuestra ciudad (¿por qué Verdín nos deja en ascuas y no nos dice quiénes más integran ese selecto grupo de “las personas más cultas de nuestra ciudad”? ¿Será que su modestia lo obliga a no incluirse?)… Soy el único francorrinconés al que el Gobierno (así con mayúscula) del Estado (también con mayúscula) le ha publicado un libro en su Editorial La Rana, libro que para ver la luz pública fue sujeto a la revisión de un consejo editorial. El libro en cuestión a la fecha se encuentra agotado y ya se prepara la segunda edición… En cuanto a mi labor como promotor cultural, desde 1995 a la fecha, un servidor y mi hermano Jaime Verdín hemos presidido la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana de forma ininterrumpida, realizando eventos con algunos de los intelectuales más connotados de nuestro País (¡Oh, estamos a punto del orgasmo cósmico! ¡Detén tu chocantería que vas a matar las pasiones vulgares de escri-torcillos, intelectualoides y periodistillas de pacotilla!)… (Gran) satisfacción personal ha sido el con-tar con la amistad de algunos artistas e intelectuales, de los que mucho he aprendido además, como es el caso de Jesús Gallardo, Carlos Prieto, Carlos Martínez Assad, Arturo Azuela, ¿los conoce Sr. Pe-droza? El último es nieto de Mariano Azuela y actual presidente del Seminario de Cultura Mexicana (¡Seguid, seguid, para que las mieles que salpicáis nos impregnen de vuestra sabiduría mientras goza-mos extasiados el bello espectáculo que nos ofrecéis!)… En cuanto al Museo de la Ciudad, el modesto acervo con que cuenta es el que yo recopilé durante mi gestión y me causa tristeza ver que hay muy

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poco incremento a la fecha en el mismo. El museo en cuestión no es propiedad del Municipio, sola-mente se le ha otorgado un espacio, razón por la cual nadie puede ni debe aspirar a cobrar por dirigirlo (parece que ahí le hablan al señorito José Ángel, quien hoy goza de la amistad del alcalde y de distin-guidos miembros del H. Ayuntamiento, que no han dudado en darle apoyo en metálico para efectos distintos del quehacer museográfico, como pago por los favores recibidos)… También le aclaro que no aspiro a dirigirlo nuevamente (al museo, que en esta administración se convirtió en la manzana de la discordia entre algunos de los cronistas colegiados). Esa es otra de sus afirmaciones gratuitas y prejuiciados, pues, ¿cuándo me preguntó? (lo dicho: ha causado mucho escozor el que José Ángel siga en la jefatura del tan traído y llevado mu-seo, pues lleva más de dos lustros ostentando tan honora-ble encargo, ¡Ay, todo lo que provoca el acendrado amor por la cultura y la conservación de lo mejor de nuestras tradiciones!)… Sólo le quiero aclarar que el verdadero motivo de mi renuncia a mi labor (protocolaria) como cronista fue el escaso apoyo de nuestras autoridades (ex-ceptuando a Eusebio Moreno y a Eduardo Arroyo) (Cla-ro, el primero fue el que lo nombró cronista y el segundo los apoyó con recursos del erario para llevar a cabo va-rios de sus proyectos. Nótese: “los apoyó con recursos del erario”). Aclaro que no me refiero a apoyo económi-co, nunca lo hemos solicitado, sino institucional (¿“Apo-yo institucional”? ¿Y eso en qué consiste? Es lo malo de no entender el lenguaje críptico de quienes se dedican al difícil arte de las letras, porque en párrafos anteriores de su carta pública, Verdín dice: “los que realizamos esta labor (cultural), lo hacemos con gusto, sin esperar reconocimiento y sacrificando el patrimonio personal, pero lo hacemos con gusto”; ¿por fin?, si no renunció por falta de apoyo económico ni tampoco porque la autoridad no le reconoce sus méritos, ¿entonces por qué? ¡Señor de la Misericordia, ilumínanos y cúbrenos con tu sabiduría para que nuestro entendimiento logre descifrar los oscuros y complejos vericuetos de los razonamientos del hoy ex cronista!)… También quiero informarle que otro de los motivos de mi renuncia como cronista es que actualmente fui requerido por las autoridades culturales del estado de Aguascalientes para formar parte del Consejo Consultivo del Museo José Guadalupe Posada, dedicado a este ilustre grabador (¿Entonces “el verdadero motivo” no fue la falta de “apoyo institucional”, sino el último mencionado? ¡Oh, cuán difícil es entender a los incomprendidos!)”.

2. Jesús Zamora, director del Archivo Histórico Municipal (AHM), desmintió en cuestión de tres semanas a Jesús Verdín, cuando por medio del diario a.m.arillista (agosto 16, 2008) dio a conocer que la dirección editorial del Instituto Estatal de la Cultura, a petición del AHM, donó una colección de sus ediciones, consistente en 209 volúmenes. Entre ellos se incluyen a autores francorrinconeses como Pascual Aceves Barajas y el crítico de arte Gutierre Aceves, también, y como parte del elenco de auto-res de Editorial La Rana, se dedica espacios a autores de la localidad como Pedro José Márquez, Vi-cente González del Castillo, Francisco Orozco Muñoz y Juan Antonio Hernández Pacheco. Con lo an-terior se viene abajo la presunción de Jesús Verdín acerca de que es “el único francorrinconés al que el Gobierno del Estado le ha publicado un libro en su Editorial La Rana” (Una pregunta: ¿la omisión del libro de Jesús Verdín que no fue incluido en “el elenco de autores de Editorial La Rana” fue por

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parte de Jesús Zamora o por parte de a.m.? Salta a la vista que no aparezca su nombre como uno de los autores de la localidad).

3. Sergio Maldonado, ni tar-do ni perezoso, pronto encontró la oportunidad de entrarle al due-lo de egos cuando, molesto, re-clama con carta pública de por medio (diario a.m.arillista, 29/VII/08), a Jesús Zamora y a Jesús Verdín, autores de La his-toria de la Cruz Roja en San Francisco, publicada un día an-tes en ese diario (julio 28).

Resaltamos las partes más suculentas, dejando intacta la sintaxis para goce de nuestros lectores: “Motiva esta misiva mi molestia e indignación por la distorsión tendenciosa y dolosa de La historia de la Cruz Roja en San Francisco (¡Qué delgada tenían la piel por esos días nuestros ilustres personajes!)… Mi moles-tia se exacerba luego de haber conocido la reclamación directa que el segundo de los mencionados (Jesús Verdín), envió a a.m. el domingo pasado donde exige objetividad, investigación, documenta-ción para no ventilar la historia de oídas (por lo visto el entonces autor de la columna “La Olla” ya tenía quien lo defendiera: ¡Bienvenido al cuadrilátero donde rabiosamente pasean nuestros vedettes, señor exacerbado!). Omito referirme al vituperio y engreimiento mostrados por el ‘promotor de cul-tura’ en cuestión en su carta, pero en lo que a mi persona respecta, considero necesario precisar algu-nos puntos y aclarar las distorsiones que directamente me dañan y demeritan mi prestigio (nótese la bilis secretada por este individuo que desde hace tiempo ha insistido en lavar su imagen a punta de baños de pureza y autoelogios, y de retar en público y en privado a aquellos que dañan su “muy buena reputación”)… La primera falsedad publicada dice textualmente: ‘Cruz Roja dejó de ser delegación en el periodo del Dr. Maldonado B. por falta de continuidad en la información (en otro párrafo se alude a que los anteriores directivos rendían informes oportuna y periódicamente al Delegado Estatal); se le clasificó como puesto de socorro’ (el propio Maldonado en párrafos subsecuentes dice: ‘temporal-mente se determinó en consenso con la delegación estatal, bajar a León a subdelegación y a San Fran-cisco y otros centros se les pasó a la clasificación de puestos de socorro’; nótese: ¡él mismo está rati-ficando que San Francisco pasó a ser ‘puesto de socorro’!)… Operativamente todo continuó igual co-mo antes. Esto dio lugar a que el suscrito (Maldonado) fuera integrado al consejo directivo de la Cruz Roja de León y donde posteriormente fui nombrado Director Médico y luego Director General (¡Ala-bado sea el Crucificado! ¡Ah, pero cómo no: toda buena labor rastrera tiene su premio: el ascenso al paraíso! Obviamente nada dice del desbarajuste que reinó durante su gestión en Cruz Roja: desbanda-da de socorristas, oscuridad en el manejo de fondos, muertes de pacientes por negligencia, roces per-sonales con otros médicos, desaparición misteriosa de equipo médico, etc.)…No puedo otorgar cer-teza a los señores Cronistas con mi silencio, la información distorsionada (sic) no sólo afecta a su servidor, tengo una familia y una trayectoria de servicio social que puede ser documentada en miles de fotografías, crónicas y actividades diversas que permitieron en su momento que la Cruz Roja San

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Francisco tuviera una transformación radical (de ser cierto lo anterior, ¿a qué se debe que de todas las instituciones en que ha participado este individuo ha salido de mala manera? Sólo hay que ver en qué estado se encuentra el Partido de la Recolección de Desechos (PRD) en el municipio: dividido, sin trabajo político, convertido en vehículo de oportunistas y en una ‘oposición leal y bien portada’)”…

Meses después, encuentra la oportunidad para vol-ver a pelearse con sus anteriores correligionarios “leo-nes”, cuando en la segunda quincena de octubre pasa-do, en la prensa se trató el tema de “la condonación del impuesto predial al Club de Leones” (diario a.m.arillis-ta, 26/X/08): “(No me importa) el qué digan esos seño-res, antiguos compañeros míos, ya que hace años dejé de hacerle al zonzo, arando en el desierto con la ilusión de servir al prójimo, sin que alguien quisiera hacer caso… No escribe esto cualquier pluma (por supuesto que no, sabemos que es usted una verdadera chingone-ría), sino alguien que conoció los clubes de Leones en todos sus ángulos, alguien que se involucró tanto en jalar una carreta de bueyes (¿bueyes? ¿Esa visión tenía de sus ex correligionarios? ¡Qué hígado, señores!) des-vencijada, que llegué a ser gobernador de distrito y pre-sidente del consejo de gobernadores a nivel nacional, es decir no fui cualquier socio (si no fue cualquier so-cio, ¿significa que pertenecía a la categoría selecta y encumbrada?)… (Yo) era visto como bicho raro por el resto de amantes de la fiesta y del status social (no comments)… Escribo esto para desenmascarar una imagen falsa de un grupo de notables que bebe de la ubre del pueblo por supuestas limosnas (Wow, Mr. Maldonado, you’re really something!)”.

4. Luego viene el representante de los poderes fácticos en este distrito: Jaime Verdín, quien tam-bién se molestó por las opiniones vertidas por el autor de la columna “La Olla” en el sentido de que busca la Presidencia Municipal (cosa que reiteradamente ha negado) y que ha organizado comidas y reuniones en busca de apoyos (también negado por Verdín; aunque se sabe que bastante seguido su casa es lugar de cita de políticos y funcionarios de distintos niveles, que no creemos que se reúnan para rezar el “santo rosario” o para jugar a las canicas). El citado columnista se convirtió en una suerte de fiscal todopoderoso para Verdín. Este último mostró tal disgusto y nerviosismo, que tuvo que ir ¡tres veces tres! a la oficina del autor de “La Olla” para explicarle, con documentos en mano, sobre “todo el trabajo realizado” en la presente legislatura; para convencerlo de que comprendiera que su trabajo es de tal envergadura, que es el diputado por este distrito que más veces ha subido a tribuna, el que más puntos de acuerdo ha logrado sobre temas que afectan a la industria zapatera regional, a la población y la generación de empleos (en pocas palabras: que ha sido el más chingón hasta ahora). En una extensa carta pública (12/X/08), Verdín da a conocer en “brevísimo resumen”, lo realizado tan sólo en el periodo 2007-2008: a) cinco iniciativas en tribuna (todas ellas pendientes de dicta-minar); b) varios puntos de acuerdo y, sobre todo, la c) gestión de recursos: tres millones y medio de pesos para este municipio y 30 millones para el CINVESTAV-Irapuato; d) trabajo en comisiones; e) trabajo en la Oficina de Enlace.

Lo anterior es sólo para apantallar y deslumbrar al que se deje, porque el diario El Universal (ene-ro 1º, 2009) dio a conocer que en la Cámara de Diputados hay un enorme rezago (más de 2 mil inicia-tivas están archivadas), compuesto principalmente por iniciativas “basura” desarrolladas a partir de

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“ocurrencias” que atoran temas relevantes. En esa Cámara, de los proyectos que esperan ser discuti-dos, muchos fueron del pleno directamente a la congeladora. Gran parte del rezago se compone de propuestas sin sustancia, de pequeño alcance, que se refieren a cambiar comas o palabras. El panista Juan José Rodríguez Prats afirmó que “la mayoría de las iniciativas que presentan todos los grupos parlamentarios son de ocurrencias, de compromiso a querer reflejar una imagen a la opinión pública”. Así que Verdín pudo haber subido a tribuna varias decenas de veces, ¿y?, ¿en qué se ha beneficiado la población?

Por eso, todo el “trabajo legislativo” del que presume Jaime Verdín es de ensueño; tal pareciera que se dirigiera a los ciudadanos de otro país. ¿Por qué? Porque el resul-tado de su trabajo sólo queda en discursos, en planes, en pura saliva. Verdín representa una farsa. Verdín no pro-mueve el debate ni la discusión en su propio municipio, se concreta a repetir los mismos esquemas de todos los de su clase, siguiendo los dictados de su partido, sin con-sultar a sus electores, distante de los problemas de la po-blación, repartiendo migajas a los que acuden a su “Ofi-cina de Enlace”, aparentando que su “trabajo” es en bene-ficio de la población de este distrito. Bullshit. ¿Será que no puede arriesgarse a que en asambleas públicas se dis-cutan sus planteamientos porque son tan profundos que serían incomprensibles para el ciudadano común y corriente? ¿Por qué no dice nada sobre las corrup-telas de Fox y la familia de su esposa? ¿Por qué nada sobre la ficción de que en México se vive en un “Estado de derecho”? ¿Por qué no ha dado a conocer públicamente su opinión acerca del llamado decretazo foxista que cedió tiempo oficial al duopolio televisivo? ¿De qué sirve plantear ante el direc-tor del CONACyT sobre “la necesidad de dar más impulso a la investigación aplicada en el área de las Ciencias Sociales”, si de cualquier manera se fomenta la sumisión y el miedo en la población trabaja-dora con técnicas persuasivas con el fin de mejorar la tan ansiada y nunca satisfecha “competitividad”, reclamo éste de la patronal para ejercer una explotación laboral suave y tersa? Nosotros le reprocha-mos a este diputado fantoche que “su trabajo legislativo” no se refleje en la educación, que está por los suelos en este municipio; que en nuestro estado el fracaso de las políticas educativas que surgen de acuerdos cupulares SEP-SNTE, se refleja en la gran cantidad de jóvenes con preparación universitaria que están buscando otros horizontes en el extranjero (Canadá se agrega como el nuevo destino para muchos de ellos); que en su propio municipio la actividad cultural está caída por el desinterés de las autoridades, por la falta de apoyo y estímulo a los nuevos talentos artísticos; que no muestre la más mínima sensibilidad a los problemas sociales de su propio municipio: a) los altos índices de insegu-ridad pública son consecuencia de las políticas erradas aplicadas por los gobiernos corruptos surgidos del PRI-PAN, incluido el actual; b) la violación a los derechos humanos sigue siendo una constante; c) hay un desastre ecológico en este mismo municipio; d) el índice de embarazos de mujeres meno-res de edad va a la alza ante la falta de una efectiva educación sexual en las escuelas; e) el trabajo infantil es preocupante, pues se traduce en deserción escolar en primaria y secundaria (ni para qué hablar de la explotación sexual de niños y niñas que se da en este municipio); f) la tasa de analfa-betismo roza el 15% de la población (sin contar el analfabetismo funcional que es alarmante). ¡Que Jaime Verdín no nos venga con cuentos de hadas!

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5. Marcelo Salas, dirigente del panismo local, a nombre de la camarilla en el poder, ha mantenido en los pasados meses un constante roce con Efraín Dávalos G. y Ma. de Jesús Vázquez, los dos regi-dores priístas en el actual ayuntamiento -el tercero dice ser un “priísta a la antigüita”, porque le ofende que “siempre se esté atacando a la respetabilísima autoridad”-. Ellos tres, junto con el alcalde, el con-tralor y el dirigente priísta en el municipio (el actual y el anterior), han mantenido un incesante inter-cambio de obuses mediáticos. Es de esperar que del actual roce se pase a escenarios de mayor rispidez conforme nos acerquemos a las elecciones del próximo 5 de julio. En un desplegado de media plana (diario a.m.arillista, 5/X/08), los panistas dan respuesta a ciertas críticas que los citados regidores habían formulado días anteriores a través de la prensa y de un “panfleto”: a) el regidor priísta es evi-denciado como incongruente al valerse de su puesto para realizar el típico tráfico de influencias cuando, mediante un escrito dirigido al tesorero municipal, solicita un descuento en recargos y multas en beneficio de su papá Efraín Dáva-los Padilla; b) se exhibe al regidor Dávalos G. como un in-cumplido al no atender a sus obligaciones en las comisiones a las que está integrado, aduciendo supuestos “motivos per-sonales”; c) para mitigar la ineptitud del actual Departa-mento Jurídico que perdió un juicio por 300 mil pesos, los panistas tramposamente sacan a relucir que se ganó un jui-cio promovido por ex funcionarios priístas de la anterior administración municipal -juicio que de antemano se tenía ganado porque la demanda carecía de los elementos jurídi-cos que le dieran soporte para llegar a una resolución favo-rable a los intereses de tales ex funcionarios- en el que pretendían obtener un total de poco más de un millón de pesos como indemnización para reparar el supuesto daño sufrido en su perjuicio al término de la “relación laboral con el municipio”; d) de nueva cuenta restriegan en la cara de los regidores priístas su falta de pertinencia: “les satisface tanto el trabajo en Seguridad Pública, que cada fin de año pretenden otorgar dádivas económicas (sic) a los policías, sin embargo, no se les ha permitido”; e) co-mo cada administración, los panistas presumen que “en la actual administración se ha invertido más recursos que en ninguna otra”; f) sacan a relucir la solicitud de condonación de multa por parte de Roberto Rocha, “quien violó el Reglamento de Ecología”; g) tan decentes y pulcros son los panistas, que hacen resaltar que “se reintegró en su momento el dinero del festejo del alcalde”, es decir, aquellos poco más de dos mil pesos gastados -“escandalillo” que dio cuerda suficiente para una trama de dimes y diretes entre panistas y priístas que, durante varios días mantuvo expectan-te a la “opinión pública”- para agasajar al alcalde en su cumpleaños con recursos del erario.

En una plana entera y a todo color (diario a.m.arillista, 12/X/08), los priístas contra atacan y le res-ponden a los panistas: a) vuelven sobre el tedioso asunto del “festejo del alcalde”; b) reconocen que, como “la delincuencia va en aumento y los altos mandos no se preocupan por establecer estrategias reales (sic, por eficaces) que resuelvan la problemática… es necesario reconocer el esfuerzo y valor de los elementos policiacos… por lo que SÍ otorgamos un estímulo económico el fin de año pasado prácticamente a la totalidad de los elementos”; c) “las calles del municipio están en malas condicio-nes…” (Claro que nada dicen sobre la pésima administración pasada, que no se diferencia en mucho de la actual: los baches abundaban por doquier, igual que ahora); d) dicen que se oponen “a los incre-mentos de los sueldos a altos funcionarios y miembros del ayuntamiento”, pero entonces, ¿cómo

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explican que ex funcionarios priístas de la pasada administración hayan demandado al municipio, pre-cisamente para arrancarles una tajada del pastel presupuestal?; e) les reprochan que “todos los edifi-cios públicos sean pintados con colores que identifican al PAN”, pero, ¿no es eso mismo lo que hacen los gobernantes de TODOS los partidos políticos?; f) les reprochan la insensibilidad de los actuales fundamentalistas panistas que “dejan sin empleo a personal que por décadas han demostrado un traba-jo responsable y eficaz (sic)”, además de otorgar “apoyos a funcionarios o a sus familiares”. Que les crean los que no los conocen: ¿Ahora resulta que el PRI es el partido de la legalidad, la honestidad y del respeto a las opiniones de los distintos? Ja, ja, ja. Además, sabido es que, Toño, el alcal-de, se luce en las sesiones de Cabildo para evidenciar la falta de compromiso social y la carencia de una estrategia política inteligente de parte de los regidores priístas.

6. José Velázquez, cabeza de la administración 2003-2006, administración que se caracterizó por su grisura, por las corruptelas de varios miembros de su círculo cercano, por otorgar privilegios a amigos y recomendados y, por pelearse con distinguidos miembros de su partido, quiere, ¡de nueva cuenta!, la presidencia municipal. En “reuniones de convivencia”, a las que han acudido algunos de sus cóm-plices en la anterior administración: ex colaboradores, ex delegados y hasta quienes fueron proveedores y prestadores de servicios (diario a.m.arillista, 12/X/08), ha resaltado la “gran unión que existe entre la militancia priísta”. Sin embargo, se muestra dolido porque no se reconoce que “él tuvo una destacadísima labor” para que la Preparatoria Regional esté hoy funcionando. Desde luego que a este tipo de eventos no puede faltar el público cautivo: desde estudiantes acarreados hasta niños, para llenar salones grandes que simulen el “tremendo poder de convocatoria de Pepe Velázquez”.

7. Después de dos años de iniciada la presente administración municipal, y por presiones del go-bierno estatal, se creó el Consejo Municipal de Cultura; integrado por gente ligada al oficialismo; per-sonajes conversos al panismo algunos de ellos (lo que demuestra que la edad no tiene nada que ver con la “oportunidad de cambiar de orientación ideológica”); otros, acudieron porque se les invitó, pero sin tener arraigo, carentes de compromiso social, e intolerantes a expresiones culturales “indecentes”. En fin, el alcalde convocó a formar parte del tal Consejo de Cultura a personas movidas por el sólo interés de quedar bien con el preciso, sin contar con un lineamiento propio que vaya de acuerdo a la realidad del municipio. El Consejo será sólo de ornato, difícilmente logrará que en efecto se logre “la preser-vación de la cultura en cualquiera de sus expresiones y manifestaciones” (diario a.m.arillista, 8/X/08). Algunos de sus integrantes resaltan por su oportunismo: a) No podía faltar esa mujer de pequeña estatura moral, insensible e incapaz: Chayito Uresti, quien supuestamente está a cargo de la Dirección de Educación y “dirige” la Casa de la Cultura. Su gestión se ha caracterizado por la intolerancia, la indolencia, la falta de promoción de los nuevos valores artísticos (la queja más reciente provino de Amaury Garibay, reconocido por su talento musical) y por realizar cambios de personal para favo- recer a recomendados y amigos. Por eso actualmente la cultura en varias de sus expresiones se encuentra en tinieblas en el municipio; b) Carlos Hernández A., quien desde la regiduría ha promo-vido a parientes y familiares para engrosar las filas de la burocracia en el municipio, es el mejor ejem-plo de la insensibilidad que caracteriza a esta administración; c) Jesús Zamora y José Ángel, represen-tan el agua y el aceite, pues es conocida la animadversión que existe entre ambos. Celosos de su pe-

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queño espacio de poder (el Museo de la Ciudad y el AHM), se disputan exhibiciones pictóricas, pre-sentaciones musicales o literarias. Conocidos por su intolerancia y por su criterio estrecho, el primero se dice “juarista” mientras que el segundo se reconoce como “liberal”, pero en los hechos, los dos navegan con la bandera que mejor convenga a sus personales intereses.���� ESTATAL .

Jazzamoart

El siguiente texto corresponde a la presentación del libro Jazzamoart, que próximamente publicarán Ediciones La Rana y el Instituto de Cultura de Guanajuato.

La cuna de Diego Rivera fue también la de Jesús Chávez Morado. Igualmente la de Jazzamoart. Tres pintores diferentes. Tres generaciones. Tres vastas tendencias y escuelas. Dife-rentes momentos históricos y políticos. Diversas participaciones sociales e ideológicas, más semejantes los casos de los dos primeros. Los tres, necesarios para entender la plástica del México que nace en el Bajío, que desde el centro del país llama, crea, concluye con sus colores de mine-rales y de agricultura, de sierras y valles, de llanuras y presencias humanas.

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En Irak nació la escritura, y en Irak la princesa Sherezade contó las mil y una noches que es el libro que nos enseñó a todos el arte de contar, porque yo aprendí lo que aprendí en los cafés pero también porque Sherezade me enseñó que si el rey se aburría, le cortaba la cabeza y que por lo tanto está prohibido aburrir. Y me enseñó el arte del suspenso porque siempre dejaba los cuentos sin terminar para que el sultán no la matase. Entonces para saber cómo terminaba la historia tenía que llegar a la noche siguiente. Así te enseña la técnica del tigre en el aire, cómo se puede lograr mantener la tensión del lector. Bueno, eso fue escrito en Bagdad, a partir de una cantidad inmensa de historias que circulaban en la época. Bagdad era el cruce de todos los caminos, allí se encontraban las cosas y las palabras: las cosas porque era un centro comercial importantísimo y las palabras porque era el centro cultural más importante del mundo, por lejos. Esta misma Bagdad ahora bombardeada, despreciada, triturada por Occidente que, entre otras cosas, aniquila lo que ignora. Qué nivel de ignorancia. Seguramente Bush cree que la escritura fue inventada en Texas, estoy seguro. Qué nivel de brutalidad, qué nivel de patanería que tienen los amos del mundo, es algo que te deja visco. (Ellos) tienen el complejo mesiánico de que son los salvadores del mundo, de blancos, negros, rojos, violetas. Bush hablaba con Dios, nunca aclaró si era por fax, por mail y tampoco qué días se comunicaba, pero él dijo que la orden de invadir Irak se la había dado Dios. Lo que quiero decir es que ellos tienen una vieja costumbre, insana costumbre, tóxica para la humanidad, peligrosa para la humanidad, de sentir que tienen que salvarte. Yo no quiero que me salven, qué mierda. Además todos los que vienen a salvarte terminan chupándote hasta la última gota de tu sangre y exprimiéndote hasta la última gota de tu sudor. Estos salvadores... Además, (noten) la importancia que tienen en Estados Unidos todas estas sectas evangélicas desde donde irradian esas ideas que insisten con la idea de la salvación. Salvar a los otros en lugar de respetarlos, de escucharlos. En lugar de decir “señores, por ahí ustedes tienen algo interesante que decir”, no: el mensaje siempre es al revés. Es unidireccional, del que manda al mandado, del que opina al opinado. “Yo te voy a decir cómo son las cosas, te voy a explicar cómo es el mundo, te voy a dar la receta para que te vaya mejor en la vida”.

Eduardo Galeano, rebelión, 28/XII/08

Rivera y Chávez Morado estuvieron atentos al paisaje y a numerosos motivos del México popular. Jazzamoart también, pero al paisaje social que se descubre y emerge desde un motivo central del México que sigue siendo asimismo popular: la música. Jazzamoart, como el tercer “grande” de los pintores del Bajío, obtuvo en 1982 la mención honorífica en el Salón Nacional de Pintura. En 1985 obtuvo el Premio internacional de dibujo Joan Miró, en Barcelona. Ese mismo año expuso en México, en el Museo Tamayo, y recibió la mención honorífica en el Salón Nacional de Escultura. En 1986 mereció el Gran Premio en la Bienal de Miami, y una mención honorífica en la Bienal Rufino Tamayo. En 1987 obtuvo el Premio del Salón Nacional de Pintura y en 1989, con otro premio, instaló un taller en París. Jazzamoart ha presentado su obra en 200 muestras colectivas y 70 individuales en museos y galerías de varios continentes, como uno de los más importantes valores del arte contemporáneo y ha sido acreedor a más de 20 reconocimientos nacionales e internacionales.

Su arte se ha volcado en numerosos materiales: óleo, gráfica, tinta, acrílico, acuarelas, pastel, lápiz, carbón, madera, metal, cerámica, juguetes, judas, tapices, máscaras, escenografías, ofrendas, piñatas, tótems, arte objeto, cajas, maletas de viaje, corbatas, vestidos, muebles. En los años 90, Jazzamoart realizó obras monumentales de pintura en la Universidad Autónoma Metropolitana y de escultura en West Hollywood, California, y en 1992 creó escenografías para los legendarios B.B. King y Ray Charles.

La música es un motivo esen-cial en su arte, a grado tal que lo ha incorporado en su nombre artís-tico. A ello se debe que haya pro-ducido una pintura vertiginosa en muchas facetas: por sus trazos, su cromatismo, su rapidez visual, su compleja pero siempre tensa y móvil composición; por la atmós-fera donde se fusionan tiempo, música, movimiento, color. Es la pintura concierto, la pintura audi-tiva, la urdimbre del silencio fugaz que antecede o que en verdad su-cede al compás vívido de la músi-ca que avanza en los instantes mí-nimos y vertiginosos de silencios y voces, de timbres y tonalidades.

El vértigo de esta pintura es su resonancia auditiva, que envuelve las imágenes y los colores en los lienzos de sueños, de humo, de luz, de brillantez, de júbilo, con que la pintura crece y se entrega como un gran surtidor de vida, de juego, de agua viva que llena de color la vida, que llena de color la música, que nace del color y para el color, que se debe a ese universo bri-llante y altivo, íntimo y público, alborozado y locuaz. Nunca la pintura había sido, como en el arte de Jazzamoart, fiesta y júbilo, un encuentro a puerta cerrada y a tambor batiente con la música de la vida colectiva y ruidosa; la música como lluvia que desciende sobre las almas que en estos cuadros viven y se reúnen, que desde esos cuadros alcanzamos a oír en su día de fiesta, su día del arte, la fiesta colec-tiva y generosa de la pintura. En esa danza, en esa música, en esa libertad firme del color y la sabidu-ría, la pintura de Jazzamoart es una celebración para todos, el día de fiesta que nos reúne a todos.

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En América Central las atrocidades siguen invisibles debido a que los Estados Unidos son directamente responsables, así que por lo tanto están fuera de la agenda de los intelectuales, medios de comunicación y de la clase política en general; y las sociedades son relativamente débiles y han sido tan devastadas por la política de terror de los Estados Unidos, que les ha sido difícil ir más allá de las Comisiones de Verdad. En Sudamérica (en cambio), el rol de los Estados Unidos fue crucial pero más indirecto y las sociedades están menos sujetas a la dominación de Estados Unidos y tienen muchos más recursos internos, en todo ámbito. No obstante, aún en Sudamérica el progreso hacia esa responsabilidad está limitado. En Chile, por ejemplo, bastante después de la caída de la dictadura, médicos que estuvieron involucrados en tremendas atrocidades, en las torturas de Pinochet, siguen atendiendo en Santiago, abiertamente. La cuestión es que todo lo anterior ha sido reconocido por académicos serios, incluyendo aquellos que se autoidentifican como neoreaganianos, como Thomas Carothers. A pesar de sus claras convicciones, él reconoce que hubo progreso hacia la democracia en Sudamérica a pesar de los esfuerzos de Reagan por evitarlo, pero poco en América Central, donde la influencia de los Estados Unidos era mayor. Él es el más respetado académico de la “promoción de la democracia”, pero reconoce la realidad.

Noam Chomsky, rebelión, 30/XII/08

Como la música que se tiende en el espacio que ella misma crea y en sí misma avanza, busca, reco-bra en el vacío primordial la escala exacta, sorpresiva, los ecos y silencios que la forman y la pro-nuncian y la tornan sonora, así, de semejante manera, la pintura de Jazzamoart avanza en sí mis-ma, busca, recobra las escalas cromáticas y naturales del mundo. Su búsqueda musical, su fino oído, su atención renovada es su propio arte, su propia revolución plástica, su propio concierto constante y permanente que nos congrega y nos festeja.���� (Texto de Carlos Montemayor, La Jornada, 24/XII/08).

NACIONAL .

México: hacia la guerra civil

La situación actual del país se caracteriza por una polarización política entre los distintos actores de la vida pública, una irritación social cada vez mayor entre las masas explotadas y las oligarquías explotadoras y un avance en los índices delictivos que, configuran un panorama de inestabilidad so-cial. Para nosotros, la percepción de este proceso nos lleva a concluir que el país marcha de manera decidida hacia una guerra civil. No se trata de una profecía alarmista, sino que vemos el problema de la violencia que ya se ha arraigado en México, como un fenómeno previo a un estallido social de pro-porciones inimaginables. Tampoco es nuestra intención espantar a los sectores de la clase media que, históricamente, han sido ideológicamente conservadores. Lo hacemos, porque hay sectores de la inte-lectualidad mexicana que ya empiezan a hacerse la pregunta: ¿Va México hacia una guerra civil?

Considerada desde un punto de vista psicológico-sociológico, la función de todo sistema social es: obtener un determinado comportamiento del individuo sujeto a un orden normativo; provocar que ese individuo se abstenga de ciertas conductas consideradas perjudiciales socialmente -la privación de bienes como la vida, la libertad, el honor, valores económicos- , y en cambio realice ciertas conductas consideradas como socialmente útiles (Hans Kelsen, Teoría Pura del Derecho, Porrúa, México, 2002). Contrario a lo anterior, en México, “estamos divididos, quebrados, apartados, sin reconocerlo. Vivi-mos en una familia disfuncional que no quiere encarar sus problemas” (Esteban Moctezuma, El Uni-versal, 26/XII/08).

En el caso de México, es evidente que el sistema social no funciona como debiera. Por eso es que la posibilidad de una guerra civil está planteada. En el sentido más amplio, guerra civil es una contienda armada entre grupos nacionales de un mismo Estado, surgida por motivos políticos o sociales. Consti-tuye una manifestación lamentable de la falta de espíritu cívico y del egoísmo de las minorías privi-legiadas que aspiran a imponer a las mayorías, por la fuerza, un régimen de gobierno que no cuenta con el ascenso de éstas (Diccionario de Derecho, Rafael de Pina, Porrúa, México, 2007). También, guerra civil significa guerra interna en la sociedad dividida en bandos contrapuestos que combaten entre sí. Como toda guerra, obedece al choque de intereses económicos concretos. Sin embargo, el concepto de guerra civil no debe confundirse con la acción misma del choque armado entre los ban- dos en pugna, es más amplio que eso.

Trotsky, nos da mucha claridad al respecto: “(se confunde) la guerra civil con la lucha de clases y la insurrección con la guerra civil. La verdad es que la guerra civil constituye una etapa determinada de la lucha de clases, cuando ésta, rompiendo los cuadros de la legalidad, viene a colocarse en un pla- no de confrontación pública y en cierta medida física, de las fuerzas en lucha. Concebida de esta ma-nera, la guerra civil abarca las insurrecciones espontáneas determinadas por causas locales, las inter-venciones sanguinarias de las hordas contrarrevolucionarias, la huelga general revolucionaria, la insu-rrección para la toma del poder y el periodo de liquidación de las tentativas de sublevación contrarre-

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volucionaria. Todo esto entra en el marco de la noción de la guerra civil, todo es más amplio que la insurrección y de la misma manera, infinitamente más estrecho que la noción de lucha de clases que se sucede a través de la historia de la humanidad” (Problemas de la Guerra Civil).

La violencia imparable en nuestro país pone de manifiesto que nos encontramos “en un contexto en que se han roto los cuadros de la legalidad, colocándonos en un plano de confrontación pública y física de las fuerzas en lucha”, que empuja hacia un estado de caos generalizado, es decir, hacia la guerra civil. Por ejemplo, el hallazgo de 13 decapitados en el estado de Guerrero el pasado 21 de diciembre, entre los que se identificaron a ocho militares y un ex director de la policía preventiva estatal, constitu-ye una nueva demostración del fracaso del Estado mexicano en su lucha en contra de lo que se ha dado en llamar “crimen organizado”. Constituye una más de las distintas consecuencias de las disputas de bandos contrapuestos que combaten entre sí: las fuerzas del Estado oligárquico y las fuerzas del “crimen organizado” que, como lo reconocen algunas autoridades, tienen base social. Por lo tanto, nos encontramos en una etapa de la lucha de clases. Y esto es así a pesar de los espectaculares operativos y los cons-tantes anuncios sobre capturas de delincuentes y decomisos de droga, armamento y dinero en efectivo.

En Estados Unidos cunde la alarma: desde el 12 de diciem-bre circula en Estados Unidos un estudio que, publicado por el influyente CQ Researcher, descarta que Calderón pueda ganar en 2009 la guerra contra el narcotráfico, minimiza los logros de la Operación Limpieza y advierte que la corrupción del narco-tráfico entre las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiacos es de tal magnitud que la actual Presidencia de la República ha perdido credibilidad. Ante la corrupción y la narcoviolencia en México, agrega el reporte, los legisladores estadounidenses temen que estos males contagien a varias regiones de su país (J. Jesús Esquivel, proceso, no. 1678).

El fracaso de la cruzada emprendida desde el inicio de la actual administración -en el contexto de la cual se han militarizado vastas zonas del territorio nacional y se ha inyectado dinero proveniente de grupos de poder relacionados con ese ente llamado “narco” hacia los partidos políticos y en conse-cuencia, hacia las campañas electorales- la que no sólo no ha logrado disminuir el sentir de inseguri-dad que recorría el país antes de ponerse en marcha, sino que lo ha incrementado, es más que eviden-te: hasta hoy, las acciones del gobierno federal no han debilitado, ni siquiera reducido el margen de maniobra de los grupos que confrontan al Estado; antes bien, tales grupos perpetran acciones cada vez más bárbaras y macabras (decapitados, descuartizados, cuerpos calcinados, enterrados vivos, etc.) que, además de sembrar temor, zozobra y angustia en la población, constituyen mensajes de abierto desafío a las fuerzas del Estado. Durante los meses recientes, la sociedad mexicana ha atestiguado con espanto un incremento inusitado de la violencia en el país -la cifra de asesinatos en los dos años recientes asciende a más de 10 mil quinientos, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (Reforma, 16/XII/08)- y una erosión sostenida de las instituciones de seguridad pública. Tales elementos, en conjunto, ponen en severo entredicho las afirmaciones de que el gobierno “tiene rumbo”.

La actual situación, sin embargo, no debería sorprender si se toma en cuenta que la estrategia gubernamental nace de un gobierno débil y ampliamente repudiado, eso sin contar que, acusó de ori-gen errores en la planificación, ausencia de definiciones y concepciones integrales en torno a la cri-minalidad y sus causas -sociales, económicas e institucionales-, y una falta de coherencia inadmisible

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por cuanto se avanzó en una opción policiaco-militar sin emprender antes una depuración profunda de las corrompidas corporaciones de seguridad pública. Además, la cúpula militar sabe que el Ejército Mexicano está cumpliendo un papel anticonstitucional al actuar como Ministerio Público y policía ministerial o judicial, que si su papel lo entendieron, equivocadamente, como “una guerra”, la están perdiendo; que han co-metido innumerables violaciones a los dere-chos humanos, y, lo más grave, que han su-frido más de 100 mil deserciones por lo que la lucha contra el narco es en buena medida una serie de absurdos en-frentamientos armados entre militares y ex mi-litares ahora al servicio de los capos (Luis Ja-vier Garrido, La Jor-nada, 26/XII/08).

Cierto es que el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina cum-plen las labores que les encomienda su coman-dante en jefe; sin em-bargo, entre los milita-res priva la convicción de que Calderón los metió en un enfrenta-miento con un enemigo muy distinto al que en teoría han sido prepara-dos para combatir. En la práctica, fuerzas re-gulares se enfrentan a grupos irregulares que en momentos han de-mostrado superioridad de fuerza, gran flexibi-lidad y una capacidad de reclutamiento ma-yor. En el recién terminado 2008, las organizaciones delincuenciales demostraron una peligrosa capa-cidad de innovación: organizaron ataques con explosivos improvisados en contra de jefes policiales y, peor aún, iniciaron ataques contra la población civil (Jorge Carrasco Araizaga, proceso.com, 7/I/09). La anticonstitucional reforma a la Ley de Seguridad Pública polarizará aun más al país, porque se

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incrementará la militarización de amplias zonas del país, aumentarán las violaciones a los derechos humanos y la impunidad criminal seguirá paseándose por plazas y avenidas sin nada que la detenga.

Como consecuencia de lo anterior, hay una expropiación de los modos de vida y lo común, se es-tán generando otras opciones de vida alternativas y, en el seno de la sociedad, es decir, abajo, se está desarrollando un nuevo modo de cooperación y de resistencia, como respuesta ante la pretensión de la oligarquía de imponer su disciplina clasista. Por lo que, se ha creado un cóctel social explosivo. ¿Cuá-les son sus elementos? Básicamente seis. Primero, la creciente precarización y polarización social que el modelo neoliberal creó en todo el mundo. Desmanteló re-des de protección social, adelgazó los sectores medios y fabri-có una nueva camada de ricos inmensamente ricos. Segundo, la cancelación de un horizonte de bienestar o de ascenso so-cial para muchos jóvenes; ellos son los nuevos desposeídos. Tercero, el divorcio creciente de los políticos profesionales y la democracia representativa con respecto a amplias franjas de la población. Cuarto, las migraciones desde los países coloni-zados a las metrópolis, que ha creado una clase de trabajado-res no ciudadanos. Quinto, la emergencia de lo plebeyo en defensa de lo común. Sexto, la autoorganización en forma de red de los nuevos sujetos que expresan su cólera, facilitada por los teléfonos móviles y la Internet (Luis Hernández Nava-rro, La Jornada, 30/XII/08).

Ante este apabullante panorama social y de violencia, ante la sangría imparable que se ha desatado en el territorio nacio-nal, y ante la desarticulación que acusan los órganos de segu-ridad pública, resulta inexorable deducir que nos encontramos en la antesala de una confrontación de mayor envergadura, en la que ya no sólo se enfrenten fuerzas del Estado en contra de delincuentes, sino que dado el sombrío panorama que se vislumbra para los próximos meses y años, el surgimiento de grupos armados revolucionarios, de organizaciones de todo tipo (estudiantiles, colonos, comercian-tes, campesinos, obreros, empresariales, etc.) en demanda de solución a sus problemas más inmedia-tos, harán que lo que hoy se vive sea la pálida sombra de lo que viene. Un dato que ilustra lo anterior es que el grupo conocido como La Familia, surgido en 2006 con apoyo inicial del cártel del Golfo, considera sus acciones un “trabajo social” en el cual su objetivo es “defender a ciudadanos, comer-ciantes, empresarios y agricultores”, como si se tratara de un gobierno legalmente instituido (El Uni-versal, 1/I/09). Para amainar el torbellino social que se vislumbra, urge una política económica viable, que ayude a resarcir un tejido social desgarrado por más de dos décadas de neoliberalismo y a dismi-nuir, en ese sentido, las inmorales condiciones de pobreza, desigualdad y marginación que recorren el país, para que el empleo de la fuerza policial y militar por parte del Estado sea el último recurso, no el primero.

Reflexiones sobre el concepto de guerra civil. La guerra es la máxima expresión posible de una confrontación armada, tanto por el tipo de actores que intervienen (desde fuerzas policíacas o milita-res hasta grandes instituciones y/o vastos grupos sociales, estén éstos organizados o no), como por la cuantía y calidad de los recursos desplegados (desde el grado de apoyo social e institucional al control de recursos materiales como dinero y armamento, o recursos de influencia como la movilización de combatientes, las alianzas con fuerzas interiores o exteriores o el control de los espacios clave del po-der político), y por la trascendencia de los objetivos que persigue, que son la conquista total del Esta-do, la transformación profunda de las reglas del juego político, la realización de cambios sustanciales

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en la organización social en su conjunto o, como mecanismo de autodefensa en los casos en que la ciudadanía se vea obligada a armarse para defender su vida, su patrimonio o repeler una agresión -en América Latina hay entre 40 y 65 millones de armas, que son usadas no sólo por el llamado “crimen organizado”, sino que contribuyen a feminicidios, violencia juvenil y la resolución de “conflictos cotidianos” (El Universal, 26/XII/08)-. En tanto que es una forma de llegar a la solución de conflictos pero utilizando la vía armada, la guerra es una especie de género de violencia colectiva, directa, ma-nifiesta, personal, intencional, organizada, institucionalizada, instrumental, sancionada, y a veces ritualizada y regulada.

Estudiosos del tema, como Eduardo González Calleja, afirman que existe una peculiar relación entre la guerra y la paz: “Algunos autores han advertido que no son conceptos antagónicos, sino que su base común es la búsqueda del poder, lo que convierte a la guerra y la paz en partes inseparables de una misma actividad política”. Barringer considera que la guerra es “un posible modo de actividad política orientada a resolver eficaz y favorablemente un determinado conflicto de intereses… En este sentido, la guerra es solamente una de las muchas formas de resolución de un conflicto”. Otros, co-mo Eric Lair, proponen una visión articulada en torno a la participación de la población en el conflic-to. La contribución masiva del pueblo al esfuerzo de guerra, con procesos de división y polarización claros del tejido social en distintos bandos. Esta participación no es totalmente espontánea y volunta-ria ni exenta de prácticas de terror por parte de los beligerantes.

Waldmann y Reinares aplican el término guerra a un conflicto violento que reuniría varias carac-terísticas fundamentales, las cuales encajan perfectamente en la situación mexicana: 1) un conflicto manifiesto de considerable magnitud (es decir, con muchas personas involucradas y una elevada tasa de víctimas mortales); por ejemplo, el mal llamado crimen organizado acabó con 213 vidas en siete días (noviembre 29-diciembre 5 de 2008), la cifra más alta en una semana en nuestro país desde que Calderón asumió de manera espuria la titularidad del Ejecutivo (Reforma, 6/XII/08), al tiempo que la CNDH informa que en México se cometen 43 mil 835 delitos diarios (Reforma, 16/XII/08); 2) un enfrentamiento entre dos o más bandos militares que mantienen un equilibrio mínimo de fuerzas, y uno de los cuales al menos combate en nombre de la autoridad establecida; la revista Forbes señala en su edición del 22 de diciembre que, “atenazado por el narcotráfico y el crimen organizado y víctima de los efectos de la recesión en Estados Unidos, México se dirige hacia el ‘caos criminal y económico’ (un dato: en 1982 se podía adquirir 94% de los productos de la canasta básica con un salario mínimo general; en 2008, con el mismo salario, sólo puede adquirirse menos de 10%, Carlos Fernández-Vega, La Jornada, 29/XII/08), por lo que, podría convertirse en un ‘Estado fallido’” (Reforma, 16/XII/08); 3) una mínima organización centralizada de la lucha y de los combatientes; el propio procurador general Eduardo Medina reconoció que los homicidios dolosos aumentaron en un 117% en 2008 respecto del año anterior, atribuyó la violencia a una disputa entre dos facciones del cártel del Pacífico y, advirtió que “todavía vemos una tendencia ascendente en la curva, todavía no hemos llega-do al pico de la violencia” (Reforma, 9/XII/08); y 4) una cierta coordinación y planificación de las acciones militares en ambos bandos, con cargo a una estrategia global de lucha; tan sólo para el año 2008 se reportan más de 6 mil ejecuciones, de las cuales, el 86% son civiles que han sido víctimas de “los distintos cárteles de la droga”, 12% son servidores públicos -agentes policiacos y funcionarios-, y 2% son menores de edad (Reforma, 16/XII/08). Soberanía en disputa, organización extensa e intensa de la violencia y amplia duración serían las características esenciales de la guerra como arquetipo de conflicto político.

La esencia de la naturaleza histórico-política de la guerra civil radica en su carácter de conflicto político en gran escala, de lucha en máximo grado para conservar o conquistar el poder de un Estado. A nuestro entender, la verdadera trascendencia de una guerra civil reside en la pretensión de dar solu-

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ción a una crisis política marcada por la aguda polarización, la marcada hostilidad entre las fuerzas enemigas y la gran cantidad de recursos (humanos, económicos, propagandísticos) movilizados para solventarla. En nuestro país el antagonismo aparece cuando persisten la injusticia y la desigualdad, y el gobierno impone medidas restrictivas y discriminatorias, sin poner en práctica ninguna política de consenso. La protesta popular puede emprender una escalada hacia la guerra intestina como resultado de una fuerte represión gubernamental, ya que el aumento de la coerción no ofrece garantías de un reforzamiento del orden público, sino que, por el contrario, tiende a minarlo. En nuestro país, las heri-das por las terribles acciones represivas en contra de ciudadanos de San Salvador Atenco y en Oaxaca en contra de miembros y simpatizantes de la APPO, siguen abiertas.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que nos encontramos en una situación prerrevolucionaria, cuya característica es el intenso grado de descontento que afecta a amplias capas de la sociedad por muy distintas razones: crisis económica, ruptura de la organización y normas de muchas comunida-des, incapacidad manifiesta del gobierno para mantener el orden social o dar satisfacción a las exigen-cias de justicia de amplios sectores de la población. En México, los delitos van a la alza, lo que signi-fica que va a la alza la descomposición social. Los delitos que más afectan a la ciudadanía son robo a transeúnte, 42%; robo parcial de vehículo, 20%, y robo a casa habitación, 10%. En uno de cada tres delitos el delincuente portaba un arma. Una de cada diez víctimas fue agredida con arma. Y sólo una de cada cinco víctimas denunció el delito (Federico Reyes Heroles, Reforma, 2/XII/08).

Ted R. Gurr considera que una crisis como la que vivimos puede derivar en guerra interna cuando el descontento o la privación relativa que afectan a la elite y a las masas son intensos y comprenden un gran número de bienes o valores; si la clase dirigente es particularmente ineficaz, y si existen grandes facilidades para emprender una acción violenta a gran escala. Si se da este cúmulo de circunstancias, los inconformes podrían tratar de controlar el liderazgo de grandes organizaciones sociales y políticas, y adquirir la capacidad militar que haga posible la acción armada.

Autores como K. J. Holsti han planteado que el terror en contra de los civiles es una característica básica de las “guerras civiles” contemporáneas. Es decir, la victimización de civiles no es algo que diferencie a México de “las guerras” que han padecido países como Colombia, Perú, El Salvador, Guatemala, y tantos otros.

Cuando se obstruyen los canales pacíficos (como los procesos electorales o las negociaciones y las mediaciones) para llegar a acuerdos consensuados, cuando ninguna de las partes está dispuesta a reco-nocer un resultado adverso, la tensión se incrementa en un proceso cíclico y espiral de animosidad creciente. Basta entonces un acontecimiento puntual (crisis política, conspiración, atentado, insurrec-ción, magnicidio) para precipitar o justificar la crisis violenta, que deriva en conflicto militar, es decir, en una guerra civil, en la que los grupos sociales quedan enajenados dentro de la misma comunidad, y hasta los grupos menores (familias, redes de amistad y afinidad, comunidades, etc.) aparecen divi-didos.

Vivimos en una contradicción profunda y temible: México es uno de los países con mayor desi-gualdad entre pobres y ricos, entre asalariados y propietarios, entre poseedores y desposeídos, entre los pueblos maya, yaqui, zapoteco, mixteco.... y los blancos y los mestizos; entre mujeres y hombres; entre jóvenes y personas con los relativos privilegios que da la mayoría de edad; entre personas con prefe-rencias sexuales “admitidas” y “no admitidas” socialmente. Somos, como pocos países, la viva imagen de la primera oración del Manifiesto del Partido Comunista: “La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. Ése es nuestro México, por más que quisiéramos que las cosas no fueran tan terribles y dolorosas (Jaime González, miembro de la LUS, 29/XII/08).

En todo caso, la guerra civil se origina en un contexto de grave enfrentamiento doméstico, que puede adquirir tintes religiosos (como las guerras europeas entre católicos y protestantes de 1550 a

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1649, o la guerra “cristera” que asoló México entre 1926 y 1929), político-ideológica (como la guerra civil inglesa de 1641 a 1651, la guerra de secesión norteamericana de 1861 a 1865 o la guerra civil española de 1936-1939), social (como las guerras campesinas alemanas del siglo XVI, la rebelión zapatista de 1911-1919 o la guerra civil rusa de 1918-1921), étnica (como la que sacudió a la ex-Yugoslavia entre 1991 y 1995) o de otro tipo, aunque las más cruentas y duraderas presentan un combinado muy diverso de fracturas internas.

Estas consideraciones nos llevan a concluir que no existe un solo tipo de guerra civil, ni en su ori-gen ni en su desarrollo, aunque la mayor parte se deben a fracturas de la identidad nacional (de tipo étnico, cultural, religioso, nacionalista, etc.), a la pérdida grave de legitimidad del sistema político o al desmoronamiento del Estado. Las guerras civiles se caracterizan por la profundidad y el arraigo de los sentimientos (la necesidad perentoria de optar por un bando para evitar estar entre dos fuegos) y por la fuerza y barbarie con que se lucha.���� (Fuentes: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2006092812, 23/XII/08; Eduardo González Calleja, http://gladius.revistas.csic.es/index.php/gladius/article/view/76/77, 23/XII/08; Revista de Estudios Sociales, no. 15, junio; 2003 Editorial, La Jornada, 22/XII/08).

PALESTINA .

Israel: Estado terrorista

A poco más de una semana de haber concluido la tregua de seis meses entre el gobierno de Israel y la organización palestina Hamas (orga-nización político-militar que controla el gobier-no de Gaza), un bombardeo ordenado por Tel Aviv sobre la franja de Gaza dejó más de 230 muertos y centenares de heridos -al 8 de enero, después de intensos bombardeos durante varios días, iban más de 760 muertos y más de 3 mil heridos, al tiempo que los dirigentes israelíes recrudecieron sus declaraciones. El viceprimer ministro Haim Ramon afirmó desde el primer día: “el objetivo de la operación es derrocar al régimen de Hamas”-, entre los que se cuenta un núme-ro indeterminado de civiles. El ataque, uno de los más cruentos perpetrados por Israel en Gaza desde la Guerra de los Seis Días, en 1967, fue objeto de condena por parte de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), encabezada por Al Fatah, rival de Hamas; por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), que demandaron el cese del fuego. Según el Ministerio de Defensa israelí, el ataque fue en respuesta a “unos 470 disparos de mortero y cohetes artesanales Qassam” de combatientes de Hamas, desde que terminó la tregua de seis meses (diciembre 18). La última vez que fuerzas militares israelíes se involucraron en una guerra fue en el verano de 2006, cuando Tel Aviv invadió Líbano con el fin de acabar con el movimiento Hezbollah. En 33 días de combates murieron 300 militantes islámicos y 900 civiles. Cuando Hamas asumió la jefatura de gobierno de Gaza a mediados de 2006, Israel advirtió que no reconocería al gobierno de Hamas, encabezado por Ismail Haniyeh, si esa organización no eliminaba de sus principios la determinación de acabar con el Estado israelí, constituido en 1948. Además de bloquear recursos fiscales para el gobierno encabezado por Haniyeh y de promover que

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otros países detuvieran sus fondos, Tel Aviv mantuvo el bloqueo naval y terrestre a la franja de Gaza, lo que varias organizaciones que han llevado ayuda humanitaria han denominado “castigo colectivo” de Israel, que incluye la limitación de todo tipo de combustibles. Desde Siria, donde vive exiliado el máximo dirigente de Hamas, Jaled Meeshal, instó al pueblo de Palestina que reside en Cisjordania “a demostrar su apoyo a sus hermanos en Gaza lanzando una ter-cera intifada (levantamiento), porque la vic-toria sólo puede ser lograda con la resisten-cia y las operaciones de la jihad”. La primera intifada se llevó a cabo a finales de los años 80, lo que propició el retorno de Arafat a Ramallah; la segunda tuvo lugar en septiembre de 2000. En tanto, fiel a su política, Estados Unidos culpa a Hamas por los ataques y se ha limi-tado a convocar al gobierno de Israel -su aliado regional y su punta de lanza ante el mundo árabe- a evitar la muerte de civiles, como si esto fuera posible cuando se lanzan misiles en uno de los territorios más densa-mente poblados del mundo. La acción emprendida por Israel en territorio palestino, resulta particularmente artera en el momento actual, cuando el gobierno de Egipto se ha enrolado como mediador para un posible diálogo entre israelíes y palestinos, y cuando las propias autoridades de Tel Aviv habían permitido la apertura de algunos pasos fronterizos al flujo de víveres y ayuda humanitaria en la franja de Gaza. Adicionalmente, los bombardeos -con armas con fuerte poder explosivo llamadas DIME (Dense Inert Metal Explosive) constituidas de una aleación de tungsteno, diseñadas para ser utilizadas en zonas con fuerte densidad de población. Los israelíes también están usando bombas de fósforo y uranio (Alfredo Embid, la haine, 8/I/09)- se dan días después de las ad-vertencias lanzadas a Hamas por el todavía primer mi-nistro israelí Ehud Olmert, que hicieron eco entre los candidatos punteros de cara a las elecciones parlamen-tarias que habrán de realizarse en Israel en febrero pró-ximo: tanto Tzipi Livni, ministra de Relaciones Exte-riores y aspirante de Kadima -partido en el poder-, co-mo Benjamin Netanyahu, del ultraderechista Likud, se manifestaron por derrocar al gobierno de Hamas en Gaza -emanado de elecciones ejemplares, libres y democráticas- y dieron su apoyo a la posibilidad de una incursión militar israelí en territorio palestino, como fi-nalmente ocurrió desde el pasado 27 de diciembre. La fuerte presencia de Hamas en los escenarios electoral e institucional palestinos, en particular en la franja de Gaza, se explica principalmente por las bases de apoyo creadas en torno a esa organización en los territorios ocupados, producto de la exasperación de la ciudadanía ante el fracaso de los proce-sos de paz impulsados por Al Fatah y la corrupción y descomposición de las autoridades de la ANP, pero sobre todo por el descontento generado por la violencia y la crueldad de Israel. El ataque contra civiles es el postrero, más desesperado y básico método de resistencia cuando se

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enfrentan probabilidades aplastantes y la erradicación inminente. La tierra de Palestina es robada día tras día; el pueblo palestino está siendo erradicado día tras día. Como resultado, reaccionan como pue- den para aplicar presión a Israel. Los poderes coloniales utilizan estratégicamente a los civiles, esta-bleciéndolos para reivindicar tierras y desposeer a las poblaciones nativas, sean los indios en Nortea-mérica o los palestinos en lo que es ahora Israel y los Territorios Ocupados. Cuando la población nati-va ve que existe una dinámica irreversible que se apodera de su tierra e identidad con el apoyo de un poder abrumador, es obligada a recurrir a cualesquiera métodos de resistencia que pueda utilizar. No hace mucho, Qassem al-Mughrabi, de diecinueve años, un palestino de Jerusalén estrelló su coche contra un grupo de soldados en una intersección. “El terroris-ta,” como lo llamó el periódico israelí Haaretz, fue muerto a tiros. En dos incidentes separados en julio pa-sado, palestinos de Jerusalén también usaron vehículos para atacar a israelíes. Los atacantes no formaban parte de una organización. Aunque esos palestinos también fueron muertos, altos funcionarios israelíes llamaron a que demolieran sus casas. Las autoridades israelíes, con respaldo de Washington, han erigido a su país en potencia ocupante en la región, han mostrado desprecio profundo por las consideracio-nes humanitarias más elementales -así lo confirma la reciente expulsión de Richard Falk, relator de derechos humanos de la ONU- y se han vuelto practicantes siste-máticos del terrorismo de Estado. Con escalofriante similitud, el gobierno israelí tiene las mismas pretensiones que Hitler en 1943, sólo que aho-ra el objetivo es el pueblo palestino en la Franja de Ga-za. Bloqueo, muros, alambradas, condiciones infrahu-manas, hambre y enfermedades encierran a ese peque-ño territorio, tal cual procedieron las huestes invasoras contra los judíos polacos en aquel entonces. Por cierto, a los hitlerianos también les dio por destruir sinagogas. Los escasos 360 kilómetros cuadrados de la Franja de Gaza (equivalentes al 1.6% del territorio de Israel), y su millón 500 mil habitantes (4 mil 166 por kilómetro cuadrado, 13 veces más que en la nación de su agresor) son los objetivos militares del desproporcionado gobierno israelí (con un gasto militar equivalente a 7.3% de su producto interno bruto, lo que lo convierte en la quinta potencia militar del mundo), que de dicho territorio ha hecho una gran prisión. Sin embargo, parece que no funcionó su estrategia de enclaustramiento, hambre y enfermedades, por lo que ahora, a sangre y fuego, recurre al “asalto final”, como lo hicieran los hitlerianos en aquellos primeros meses de 1943 en Varsovia, en un gueto previamente rodeado de un muro de casi 20 kilómetros de largo, con más de tres metros de altura. Israel es el único país del Medio Oriente que cuenta con bombas nucleares, que ascenderían a un máximo de 400 ojivas (Boletín de Científicos Estadounidenses: FAS.org), y goza de selectivas canonjías celestiales para ser dispensado en no firmar el Tratado de no Proliferación de Armas Nu-cleares, que se exige a todo el mundo, y evadir la inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Su dotación nuclear sería impensable sin el financiamiento del exterior, proyecto que rebasa su exigüidad económica.

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En la actual circunstancia, no basta la condena mundial a los ataques perpetrados. La hipo-cresía de la comunidad inter-nacional es tal que, no exige y presiona a Tel Aviv y a la cla-se política israelí a terminar con el saqueo y la ocupación de los territorios palestinos y la devolución de éstos a sus legítimos dueños; para que ce-se de la aplicación, en la por-ción oriental de Jerusalén (Al Qods) y en Cisjordania, de prácticas de limpieza étnica que son genocidio puro; para que se de cabal cumplimiento de las resoluciones 242 y 338 de la ONU; el reconocimiento pleno del derecho de los pales-tinos a conformar un Estado nacional, libre y soberano, y la entrega de tierras o de indem-nizaciones a los palestinos condenados al éxodo a partir de 1948, cuando se fundó el Estado de Israel. El asalto al gueto de Gaza, planificado durante seis meses y ejecutado con perfecta sin-cronización fue diseñado prin-cipalmente para ayudar a los partidos israelíes a triunfar en las próximas elecciones de es-te estado. Los palestinos asesi-nados son poco más que un triunfo electoral en la lucha desvergonzada entre la dere-cha y la extrema derecha en Israel. Washington y sus alia-dos de la Unión Europea, per-fectamente conscientes de que Gaza iba a ser asaltada, como lo eran que el Líbano lo sería hace pocos años, se sentaron y observaron. Los políticos de la Unión Europea, sabían del sitio, el castigo colectivo infligido a Gaza,

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Gaza: crimen y vergüenza

No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza. No es una represalia , no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque. No es la respuesta al fin de la tregua , porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamas. ¿Acaso ser miembro de Hamás despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más? No es un estallido de violencia . Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso más en la estrategia de aniquilación de la voluntad de resistencia de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería que en estos días asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navideños. No es un fracaso de la diplomacia internacional . Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüedad, hipocresía, de la diplomacia europea. Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza e s que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Más bien, al contrario, parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en la OCSE. Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo. En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podr á decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabía mos.

José Saramago, Teresa Aranguren, Belén Gopegui y otros, Público, rebelión, 4/I/09

los civiles elegidos como objetivo, etc. (Véase el ensayo refrescante de la profesora de Harvard, Sara Roy, en el último London Review of Books), pero instaron a “ambas partes” para poner fin a la vio-lencia, con efectos nulos. El dictador apolillado Mubarak en Egipto y los islámicos preferidos de la OTAN en Ankara, ni siquiera se tomaron la molestia de hacer una protesta simbólica llamando a sus embajadores de Israel. China y Rusia no convocaron una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la crisis. Ante el sufrimiento del gueto palestino de Gaza, a manos del colonialismo sionista, parecen proféticas las palabras del “Himno de los partisanos del gueto de Varsovia”, que resistieron heroicamente a las tropas nazis en 1943: Nunca digas que esta senda es la final,/ porque el cielo gris cubrió la luz del sol. El momento tan ansiado llegará/ y el sonar de nuestra marcha escucharán. El clamor por tanta angustia y el dolor/ desde el trópico hasta el polo sonará,/ y al regar con sangre nuestra heredad,/ la esperanza fuerte y pura crecerá. No es un canto alegre, es canto de fusil,/ no es tampoco pájaro de libertad,/ es canción de un pueblo obligado a sufrir,/ que con sangre y plomo el verso escribirá.���� (Fuentes: Editorial, La Jornada, 28/XII/08; Nir Rosen, The Guardian, rebelión, 31/XII/08; Heinz Dieterich, rebelión, 31/XII/08; Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada, 31/XII/08; Tariq Ali, rebelión, 5/I/09; Carlos Fernández-Vega, La Jornada, 5/I/09).

CUBA .

50 años de revolución en Cuba

El primero de enero pasado se cumplieron 50 años del triunfo de la revolución en Cuba. El proceso de transformación económica, social, política, ideológica y cultural que da inicio en 1959 en la mayor de las Antillas no tiene parangón en América Latina. Con una permanente movilización y protagonismo del pueblo cubano -en sintonía con una dirigencia sensible y consensuada-, esta revolución ha tenido la habilidad y la fortaleza de resistir con éxito al poder imperialista más poderoso y destructivo que haya conocido la humanidad, el cual ha pretendido someterla por las vías militares abiertas y encu-biertas, bloqueos económicos, políticos y diplomá-ticos, y por medio del apoyo permanente a grupos contrarrevolucionarios que actúan en el interior y fuera del país. Cuando se observa en retrospectiva esta resistencia a la acción demoledora de Estados Unidos y a sus aliados; cuando se hace recuento de los numerosos procesos revolucionarios, democráticos y aún tímidamente nacionalistas abortados por la acción conjunta de fuerzas internas y los conocidos instru-mentos subversivos estadounidenses, se constata lo inconmensurable de la tarea realizada por este pequeño país que ha decidido soberanamente su destino durante cinco largas décadas. La revolución cubana tuvo que enfrentar también la desaparición de la Unión Soviética y del bloque económico y político de Europa del este, aliados político-militares y socios comerciales vitales para su seguridad y economía. Cuba salió airosa de esta prueba porque la experiencia socialista desarrollada en la isla se fundamenta en la realidad nacional y se enraíza en la ética y en el internacionalismo como

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políticas de Estado. Este factor ha sido la base de la importante ayuda solidaria brindada a los movimientos de liberación nacional en América Latina, África y Asia, misma que se expresa en la actualidad en la presencia de técnicos y médicos cubanos en decenas de naciones en el mundo entero, todo lo cual ha redundado también en el cono-cimiento de las realidades trágicas del capita-lismo y el imperialismo de los cubanos que han participado en tareas internacionalistas a lo largo de estos años. El secreto de la longevidad del proceso revo-lucionario cubano se encuentra en su capaci-dad para hacer coincidir la radicalidad estra-tégica en el rumbo colectivista, con el mayo-ritario apoyo popular a las medidas tomadas en cada etapa de la revolución: las reformas agraria y urbana, la nacionalización de las empresas mayoritariamente estadounidenses, la declaración del ca-rácter socialista de la revolución en el marco de un cruento sabotaje del imperio, la campaña de alfa-betización, la edificación de fuerzas armadas, milicias y de seguridad pública de extracción y conte-nido nacional-popular, la gratuidad de los servicios públicos y la búsqueda de la excelencia en ámbi-tos básicos de la vida humana: salud, educación, cultura, arte, deporte, ciencia, técnica, investigación científica, etc. Sin el apoyo popular mayoritario al régimen socialista y sin la participación de la población en la defensa, la economía y el bienestar social, no es posible comprender la vitalidad de una revolución que no ha traicionado los principios martianos que constituyen la levadura de su identidad fundacional. Siendo el pueblo cubano el principal artífice de esta gesta, es necesario reconocer el papel jugado por Fidel Castro, quien como revolucionario, estadista e intelectual orgánico ha estado siempre a la altura de las necesidades y los intereses del proceso de transformaciones. En permanente lucha contra todo conformismo, Fidel educó a varias generaciones de cubanos en las cualidades que el canciller Pérez Roque identificó en inspirado discurso: su concepto de la unidad como precondición del triunfo; el desprendimiento por las cosas materiales, los homenajes y las vanidades; la solidaridad entregada como deber y no como arma de influencia política o instrumento del interés; la coherencia en los principios y los principios por encima de los intereses; el ejemplo personal, no pedir a la gente lo que no se está dispuesto a hacer antes; asumir las responsabilidades con derecho a más sacrificios y restricciones, y no a prebendas y canonjías; la verdad como arma y condición para ser respetado; la sensibilidad de sentir por los otros: nunca dejar de sentirse un ser humano capaz de comprender por lo que pasan los demás; la modestia, la ausencia de vanidad como aspiración de los revolucionarios; el afán de leer, estudiar y aprender; el rigor personal, el deber con las responsabilidades, de que las cosas salgan bien porque es el compromiso con el pueblo, con la causa que se defiende; la derrota no es tal hasta que no es aceptada, siempre existe la posibilidad de revertir una derrota; la aspiración a la justicia para todos, sin fronteras, como causa universal; la fuerza de las ideas, la convicción de que una idea justa puede más que un ejército; la ausencia total de odio hacia cualquier persona; odio profundo hacia la injusticia, la explotación, la discriminación racial, pero no hacia las personas, aun si son o han sido enemigos. Este legado, que forma parte sustancial de la actual “batalla de las ideas”, es la clave para entender

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este 50 aniversario de la revolución cubana que se conmemora en el mundo entero y que para los latinoamericanos es motivo de orgullo y de compromiso solidario. (Gilberto López y Rivas, La Jornada, 26/XII/08). El significado de la Revolución Cubana es tan especial, que el viejo Hegel no hubiera dudado un instante en caracterizar como un aconteci-miento “histórico-universal”. Una revolución que destruyó mitos y prejuicios profundamente arraigados: que la revolución jamás podría triun-far en una isla situada a 90 millas de Estados Unidos; que el imperialismo jamás permitiría la existencia de un país socialista en su patio trase-ro; que la revolución era impensable en un país subdesarrollado y, para colmo, sin el protagonis-mo de un partido “marxista-leninista” condu-ciendo la insurrección de las masas. Todos estos pronósticos, y muchos otros que sería largo enu-merar, fueron refutados por el triunfo del Movi-miento 26 de Julio y la consolidación y heroica sobrevivencia de la Revolución Cubana. (Atilio Boron, rebelión, 2/I/09). La Revolución cubana le ha otorgado al género humano una lección de vida, decoro y resisten-cia, algo llamado heroísmo inigualable. ¿De dónde proviene esta cátedra? La isla se montó en un caballo para cabalgar en Dos Ríos, donde entregó su sangre el joven poeta, orador y patriota José Martí. Se podría sospechar que buscó el martirio para que Cuba fuera posible. Después de Martí los revolucionarios cubanos han desafiado el peligro tan sólo para convertir a esa isla insolente y dulce, con vocación de antor-cha, en deseo vehemente de ser ejemplo. Fidel no se explica sin Martí. Fidel -luminoso, terco, irreprochable, de lágrima fácil y a ratos enojado- puso deliberadamente en peligro su vida -igual que Martí- no sólo durante la guerra, desafió huracanes e incendios y explosiones y se empecinó en decir siempre la verdad y ver bas-tante más allá de las próximas fechas. Aunque Raúl Castro brilla con luz propia no se-ría explicable sin Fidel. Nada sería explicable ni siquiera el faro aventajado del Che, o la singular solidaridad de Cuba, o la protección excepcional durante ciclones y epidemias de la vida humana, sin Fidel. Más aún: los cambios de América Latina -Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y otros- nacieron

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en Dos Ríos y en la Sierra Maestra. 50 años es un parpadeo en la historia pero es mucho también por tanta acumulación de júbilo, recie-dumbre, lágrimas y sangre. Algo parecido ocurrió en Venezuela. Sin Bolívar la revolución sería imposible: pero se sabe, Chávez es posible por Bolívar y Fidel. En Nicaragua el FSLN no sería explicable sin Sandino. Pero, Carlos Fonseca -su principal fundador- fue posible por Sandino y por Fidel. Cuba es la razón de un abrazo para siempre.���� (Tomás Borge, cubadebate, 27/XII/08).

HAROLD PINTER .

Harold Pinter, el Nobel rojo

El Premio Nobel de Literatura Harold Pinter, dramaturgo, escritor, guionista, director, actor e intelec-tual de izquierda, falleció el miércoles 24 de diciembre a los 78 años de edad. Pinter padecía cáncer de laringe, enfermedad que le impidió acudir a Estocolmo a recibir el Nobel en 2005. En su discurso, titulado Arte, verdad y política, que fue transmitido en video, criticó al gobierno de George W. Bush y del entonces ministro bri-tánico Tony Blair por la invasión a Irak. Harold Pinter (Londres, 1930) escribió 29 obras de teatro y comenzó a ganar fama a principios de los años 60 con The caretaker (El portero, traducido también como El guardián nocturno). En 1958 escribió La fiesta de cum-pleaños y después le siguieron The homecoming y Betra-yal, obras en las que reflexionó sobre lo cotidiano, el len-guaje y el ser humano. En Betrayal (1978) utiliza senci-llos diálogos de su propia -y larga- crisis matrimonial con la actriz Vivien Merchant, de quien se divorció en 1980, año en el que se casó con Antonia Frasier, una historiadora perteneciente a la “alta sociedad”. Pasión, vigor moral, ironía, brillante retórica y humor negro dominaban sus diálogos con pausas. Un estilo que fue definido como “pinteresque”; no concebía la escritura de obras felices y sus referentes fueron Samuel Beckett, Franz Kafka y Ernest Hemingway. Cuando en octubre de 2005 se anunció que era el nuevo Premio Nobel de Literatura algunas voces calificaron la decisión como “un insulto para la literatura mundial”, mientras otros afirmaron que fue “una decisión correcta”. Cuando la prensa lo cuestionó, afuera de su casa, por qué creía que había ganado el premio, simplemente respondió: “eso me pregunto yo”. Otros galardones en su haber fueron el Shakespeare, el Europeo de Literatura, el Molière y el de literatura británica David Cohen, entre otros. Un radical. Harold Pinter, era un radical que no temió nunca decir lo que pensaba o enfrentarse a la injusticia allá donde estuviese. Atravesó los mundos del cine y de la escena y en ambos géneros pro-dujo clásicos que han resistido la prueba del tiempo. Las obras de Pinter, que ya se representaban a finales de los años cincuenta, se hicieron famosas por sus pausas frías y amenazadoras. Era un hombre politizado que rechazó la oferta de John Major de concederle el título de Sir y que arremetió contra Tony Blair cuando la OTAN bombardeó Serbia. También criticó acerbamente la invasión de Irak, calificándola de “acto de bandidaje, acto de ostensible terrorismo de Estado, que demuestra un desprecio absoluto del concepto de Derecho internacional”.

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Se ganó muchas críticas por las posiciones que defendió a lo largo de su vida, pero una vez dijo en una entrevista: “Cualquier escritor que asoma su cabeza por encima de las trincheras y se atreve a hablar en este país se convierte en un indeseable”. Sobre sus obras expresó: “¿Cómo podría escribir una obra feliz? Todo drama trata de conflictos y grados de perturbación, de desorganización. Nunca he sido capaz de escribir una obra feliz, pero en cambio mi vida siempre lo ha sido”. Nunca tuvo una buena relación con los críticos y una vez se preguntó para qué servían: “Me parece que los críticos en general son una tropa bastante innecesaria”. Poco a poco la poesía fue ganando terreno en su escritura. En 2003 publicó un poemario, War, que expresaba su posición contra la guerra de Irak. “Hay quien ni siquiera los considera poemas”, dijo. “Los hay que piensan que son porquerías de niño de escuela... pero yo voy a seguir escribiendo lo que escribo hasta el día de mi muerte”. También había decidido dar un uso político a sus capacidades de oratoria y escritura. Fustigó a Tony Blair llamándolo “idiota iluso”, mientras que a George W. Bush lo calificó de “asesino de masas”. Tampoco el Estado de Israel se vio libre de la condena de este judío atípico por la política genocida que practica contra el pueblo palestino. Tras un tratamiento con quimioterapia en el 2002 por su cáncer de laringe, dijo: “Ahora soy más viejo y la complicada operación que me hicieron el año pasado fue como atravesar el valle de la sombra de la muerte. Aunque en muchos aspectos sigo siendo el mismo, también soy un hombre muy cambiado… No creo que pueda decir con precisión en qué”. A principios del pasado diciem-bre debía recibir un doctorado honoris causa de la Central School of Speech and Drama in London, pero su enfermedad le impidió asistir al acto. El Nobel rojo. El 13 de octubre de 2005 la Academia sueca le concedió el premio Nobel de literatura a Harold Pinter, uno de los escritores más grandes y rojos de las últimas décadas, que no ha dudado nunca en poner su arte al servicio del socialismo. Los medios convencionales de comunicación publicaron en sus páginas principales el carácter políti-camente incorrecto de las manifestaciones públicas de este poeta y dramaturgo inglés durante los últimos años. En una época como la actual, que se caracteriza por la desbandada casi absoluta de los intelectuales lejos de cualquier implicación política, Harold Pinter fue una brisa de aire fresco en un caluroso día de verano. Su lengua, su pluma, fueron látigos que no se limitaron a señalar las injusticias, sino que lle-gaban hasta los culpables de éstas, los citaban por su nombre y luego los fustigaba sin descanso. Es verdad que el arte o la palabra no cambian el mundo, pero sí ayudan a moldear conciencias, sobre todo si proceden de alguien prestigioso como Pinter, que si bien pudo vivir de los laureles trabajosa-mente conseguidos -como hacen tantos otros-, decidió ser la voz que grita en el desierto. Otro aspecto del militantismo de Harold Pinter que llena de orgullo fue su inquebrantable amistad hacia la Revolución cubana y su defensa sin matices de Hugo Chávez y la Revolución bolivariana de Venezuela.���� (Fuentes: La Jornada, 26/XII/08; Tony Jones y Chris Moncrieff, The Independent, rebelión, 26/XII/08; Manuel Talens, rebelión, 15/X/05).

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