ENSAYO
EL CONOCIMIENTO RELEVANTE
Y EL DESARROLLO CIENTÍFICOY TECNOLÓGICO
ReJevant Knowjedge Jn the FaceüfScienaSc TechnologicalDevelopmene
Abstract. Thisessa^ anafy-:(es sáetiüfic
and tíídjnobgical developmenl in theedttcationalsphen, uéere the cfrpearance ofnew artá cjualitative^ áistincí knov'kdge,the emergence ofneiu occupations as well asdifferent ocatpatmalsCntcluns, and the
conseqmnl outdating ofceticúri Pppes ofknondedge, ocatpalions andprofessions,obüge US toreconsider the exisling relationshetnien the level and lype ofproductivelechnologji.
Introducción
El papel cada vez más importantedel desarrollo científico y recnológi-co en la sociedad contemporánea y
su acelerado ritmo en el contexto de
la globalización, despierta sugestivasreflexiones y preguntas en tomo a
sus implicaciones en el ámbito educativo, a partir de lo cual, es precisoreplantear el quehacer de las instituciones de enseñanza y, sobre todo,repensar la función social de la laboreducativa.
En este ensayo se aborda la posibilidad de concebir al desarrollo
imni 1
Rosario Rogel Salazar*
"Que una nulidad se oadte detrás de lasapariencias es, afin de cuentas, posible; <¡ue ellenguajepuedanpmdncirla, seria ridiada pensarlo. ¿Porqué, pues, adoptar unaopinión en tugar de otra, recular ante lo
banalo ¡o inconcebible, ante eldeber de decirj escribir a/alquier cosa?. Unmínimo de cordura nosobligaría a sostener todas las tesis al mismo tiempo, en tm eclecticismo de la sonrisa de la destrucción."
E. M. Cioran. Silogismos dela amargura.
ciemífico tecnológico, ya no sólocomo insumo, sino también como
fuerza productiva -en tanto implica
el reemplazo progresivo del trabajohumano directo en la producción,por e! ttabajo indirecto de control yregulación—, lo cual conlleva diver
sos efectos sobre las transformacio
nes de la estmctura actual del apa
rato educativo, y, por ende, en loque es considerado como conocimiento relevante.
E1 surgimiento de conocimientosnuevos y cualitativamente distintos,
la aparición tanto de nuevas ocupaciones como de estructuras ocupado-nales diversas y la concomitante obsolescencia de conocimientos, ocu
paciones y de ciertas profesiones,obligan a repensar las relacionesexistentes entre el nivel y tipo de
tecnología productiva con las características que asume actualmente la
división del trabajo y la manera en
que se resuelve e! problema de lacalificación de la fuerza laboral.
Así, el propó.sifo central de esteensayo es plantear la problemáticade lo que se concibe como conocimiento relevante, en el marco de las
actuales transformaciones, donde al
menos resulta claro que asistimos aprofundos cambios; podremos estaro no de acuerdo en llamarlo moder
nidad, postmodemidad, sociedadpostindustrial, contexto ^obalizador,sistema mundial, o de cualqu^ otraforma, lo cierto es que nos obliga aanalizar desde diversas perspectivas
-en este caso la educativa— el papelque se tendrá que afrontar en los albores de un nuevo milenio.
I. La sociedad global, malestar
de fía de siglo
La sociedad de fin de milenio asiste
a importantes transformaciones enlos más diversos ámbitos, situación
que ha sido calificada como malestarde fin de siglo, caracterizada por crisis en el sistema económico y en elrégimen político y social, donde larelación entre estados ha sufrido
cambios significativos; estas modifi
caciones pueden ser entendidas conmun viraje a favorde la sociedad gjobal.
Facultad de Planeación Urbana j Regional,UAEM. Tel.: (72) 19 46 1}. Fax: (72) 12 1938Jeestudiante delDoctorado en Ciencias Sociales,UÁM-XecbimiJco.Como electrónico: [email protected]
QIENaiA EROO SJM 341
CoiTKj todo tema novedoso, la
globalización se extiende, pero sumisma difusión está atada a la con
fusión de muchos planteamientos;todo trabajo que se considere medianamente contemporáneo lo incluye, pero pocos lo definen, y cuandoalguien decide comprometerse contan ardua labor se enfrenta a un sin
fin de complejidades.En la explicación de lo que es la
globalización emergen diversas me
táforas,' tal es el caso de la aldeaglobal planteada por McLuhan, como desvanecimiento de fronteras,
donde lo nacional se convierte en
provincia de lo global, con la consecuente desterritorialización y rete-rritorialización de cosas, gente eideas, promoviendo un redimensio-namiento de espacios y tiempos(lanni, 1996; Bell, 1977).
Desde la perspectiva de lanni lointeresante de las diversas posturasen tomo a la globalización es el reconocimiento de una expansión delcapitalismo a las áreas que no se regían bajo dicho sistema y como expansión hacia aquellas áreas que sele resistían o estaban protegidas. Entodo ello, sobresale la idea de una
economía mundo capitalista permeadapor economías mundo menores o regionales, y por la ascensión y caída degrandes potencias (o centros dominantes) con distintos estadios de organización y dinamismo.
Wallerstein (1996) prefiere adoptarla idea de un sistema mundial ha
ciendo una clara diferenciación entre
la era modema y las edades precedentes. Desde esta perspectiva,mientras las anteriores economías
1. De manera particular laimi (1996), ade
más de la aldea global, se refíere a la
emergencia de varias metáforas que
contribuyen a explicar el nuevo orden
social, tales como: fábrica global, tierra
patria, nave espacial, nueva babel, entre
otras.
342 CIENCIA ERGO SUM
ENSAYO
mundo esnibtm cetitradas en grandesestados imperitiles ()' sólo cubríanciertas regiones), la llegíida del capitalismo conduce a un tipo de ordenmuy diferente, mundial en su alcance y basado más en el poder económico que en el político.
Por su parte, Giddens (1994) serefiere al proceso de alargamiento enlos métodos de conexión entre dife
rentes contextos sociales o regionales que se convierten en una red a lolargo de la superficie terrestre, identifica así cuatro dimensiones: el sis
tema de estado nacional, el orden
militar, la economía capitalista mundial y la división internacional deltrabajo; desde esta perspectiva, laglobalización puede definirse comola intensificación de las relaciones
sociales en el mundo.
Finalmente, sin que esto signifiqueque la discusión en tomo a lo globalhaya sido agotada, su delimitacióndebe considerar la existencia de una
especie de co/íage que no se limita alas esferas estrictamente económica,
política o tecnológica, abarca también el ámbito cultural, que en la di
námicaparticularde cada sociedad revela la existencia de una sociedad di
ferenciada y heterogénea que vivelos procesos de globalización y modernización de manera y con inten
sidades distintas (Nivón, 1992).
1. Hacia una nueva forma de
acumulación
La intensa y generalizada tendenciahacia un nuevo modelo de acumula
ción capitalisra, significa, simultáneamente, la intemacionalización del
proceso productivo, lo cual implicala extensión de los mercados, la mun-
dialización de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, preconizadas por las grandesempresas transnacionales y los gobiernos del primer mundo (lanni, 1996).
Esta transformación -iniciada en
los albores de los años setenta-, parala octava década del siglo, se en
frentó en i'\mérica Latina a una pnj-fiinda crisis del modelo de desarnj-
11o, impulsado sobre la base de unaamplia participación del Estado en lavida económica de los países. Dichomodelo de crecimiento fiie alentado,
entre otros rasgos, por un régimende acumulación caracterizado p(jr
una política económica de corte key-nesiano, orientada a la expíinsión in
cesante de la demanda agregada, yun sistema de producción basadcjesencialmente en la gran empresaindustrial, las economías de escala
internas a la empresa, y la organización ford-taylorista del trabajo(Albuquerque, 1996).
Fue precisamente en la década delos setenta, cuando las condiciones
que justificaron la existencia de dicho régimen dieron muestras deagotamiento. En el contexto internacional, desde la década anterior, apareció paulatinamente una reestructuración económica que exigía una revisión de los postulados del proteccionismo y el intervencionismo estatal. Dicha forma de actuación gubernamental -que en los años cincuenta y sesenta permitió la expansión de la industria— entraba en una
etapa de agotamiento; aparecía comoun obstáculo para el desarrollo tecnológico industrial y como propicia-dor de un parasitismo monopólicoque debilitaba la expansión y com-petitividad internacional es de la industria, derivando en una profundacrisis económica que se acusa estuvo relacionada —al menos parcialmente- con la burocratización de
la economía.
hí superación de estas condiciones de crisis económica supuso elinicio de un proyecto reestructura-dor que hiciera posible adecuarse a
las exigencias impuestas por la coyuntura económica intemacionalemergente. De esta manera, el desarrollo de las estructuras económicas
se vio afecrado por las tendencias deglobalización y flexibilización de la
Vut. 4 N uii( Hu Thc •, NovilHSNl 1997
1'/ conotimientB rtlevanle ante la tmergentia del desarrollo científico y tecnológico
producción,^ donde yd no opem eltradicional sistema regional/nacional,sino donde cada región compite enel marco de sus ventajas comparativas, con la posibilidad de insertarseoportunamente en el mercado mundial (Hiemaux, 1990).
Hste proyecto reestructurador nosólo sustituyó al proteccionismo poruna política de apermra comercial yde impulso a la inversión extranjera,sino que, contrario al intervencionismo estatal, propició una reestructuración del aparato de gestión eintervención, a través de lo que dioen llamarse un adelgazamiento delaparato gubernamental; mismo quesólo debería cumplir funciones administrativas y de vigilancia. De estaforma, la crisis del fordismo (Boyer,1994) y la emergencia de las formasflexibles de acumulación, provocaron una importante desestmctura-ción y reestructuración a nivel económico y sectorial, así como cambios sustantivos en la organizaciónproductiva y en la gestión empresarial, junto al cuestionamiento de las
anteriores formas de regulación so-cioinstitucional desde las instancias
públicas (Albuquerque, 1996).
2. La sociedad postindustríal y
sus exigencias educativasLa globalización exige a los paíseselevar su competitividad, contexto
bajo el cual la educación reviste un
papel clave en tanto permite ser unfactor para el incremento de la productividad.
Opera a un cambio de paradigna,donde la transición de una sociedad
industrial hacia lo que se ha dado enllamar sociedad postindustríal, bajola cual prima el valor que aporta elconocimiento, y se orienta a responder a una demanda diversificada.
En la sociedad industrial, las exi
gencias básicas hacia la educaciónno iban más allá de un nivel de alfa
betización compatible con la comprensión de procesos mecánicos
Vol 4 NOHCko TwEt. NoviEMniif 1997
elementales y repetitivos, articuladosbajo el contrato social elaborado en
cada una de las naciones. En la era
postindustríal (Dell, 1972), en cambio, esta perspectiva se diversifica;por un lado se considera funda-
menral la creatividad y el conocimiento para generar nuevos productos y servicios, mientras que,paradójicamente, el desarrollo de lamisma tecnología dura no requieremás que círculos cerrados de profesionales en el mantenimiento y reparación del equipo que, dado su amplio desarrollo, pueden ser operadospor una mano de obra que apenas
requiere capacitación para su manejo.^Así cobra importancia, por un la
do, la capacidad de innovación, y lanaturaleza de la calificación requerida en los trabajadores, la cual se circunscribe a la capacidad de adaptación a las condiciones físicas y sociales del trabajo, concibiendo así lacalificación en función de la posibilidad de manejar un pensamientoabstracto, y, por otro, las capacidades básicas del manejo de tecnología(Gómez, 1982b). Esta situación creanuevas exigencias a los sistemaseducativos, que parten de necesidades de capacitación diferenciadas.
II. El redimensionamiento del
significado del saber
Si bien el papel cada vez más importante del desarrollo científico ytecnológico en la sociedad contemporánea y su acelerado ritmo en elcontexto de la globalización, sugieren un redimensionamiento de la
estructura actual del aparato educativo, conviene repensar lo planteadopor Neave (1983): ¿para qué tiposde trabajo se están formando -y sedebe formar- a los jóvenes?, ¿cuál esla formación más útil?, ¿se debe distinguirentre un criteriode relevanciay uno de pragmatismo?
Al respecto, Gómez (1982a) plantea que una de las dimensiones más
importantes de la relación entre educación y sociedad es la referida al
grado de adecuación (o desfase) entre el producto del sistema educativoy la realidad del mundo del trabajo,lo cual se mide en términos de las
relaciones entre el perfil profesional(cognitivo y de habilidades) del egresado y la naturalezade las tareas quedesempeña en su puesto de trabajo,profesión u oficio. Cada una de lasinterpretaciones acerca de estudiossobre el mercado de trabajo y lapráctica profesional, se proponencomo objetivo identificar las formas,modalidades y contenidos que debería asumirla educación superior paracontribuir, de la manera más ade
cuada, a los fines del estilo o modelo
de desarrollo que se adopte.Por tanto, lo que podría definirse
como conocimiento útil o no, se en
frenta a un elemento interno de ob
solescencia. Dado que el conocimiento es un proceso, los campos deestudio relevantes se modifican; y,
2. El término producción flexible se refie
re, entre otros elementos, a la tendencia
a producir crecientemente productos
más variadosy especializados, Dussel et
al, 1997. Sin embargo, se extiende tam
bién al trabajo; desde la perspectiva for-
dista este proceso se acompaña de un
ajuste en las relaciones salariales y en la
mediación de los sindicatos, desde la vía
neotayloriana consiste en la desintegra
ción territorial de los procesos de tra
bajo, que distribuye territorialmente los
niveles de caliñcación y aprovecha dife-
rencialmcnte las ventajas comparativas
de los espacios de integración (Hier-
naux, 1990).
3. Un ejemplo del grado de simplificación
y fragmentación es mencionado por
Gómez (1982b) quien encontró que el
adiestramiento para las ocupaciones de
la industria moderna, puede ser rápida
mente efectuado en cuestión de horas o
en algunos dias como máximo.
CIENCIA ERGO SUM 343
por lo tanto, también su relevanciasocial, definida a partir de su significado económico e industrial. De
manera particular, Dmcker (1993)menciona tres fases históricas en la
aplicación del saber y su relacióncon las modificaciones científico
tecnológicas:Primero, desde mediados del sigjo
XVIII, gracias al impulso de losavances tecnoló^cos de la Revolución Industrial, se produjo una ruptura en las concepciones tradicionales del significado del saber. Previo aello, las únicas funciones del saber
parecían ser las del desarrollo intelectual, moral y espiritual del individuo, donde el saber era al^ diferente a la capacidad de hacer otransfonnar el medio, lo cual corres
pondía a las artes y oficios que seadquiríanmedianteel aprendizaje dedestrezas o habilidades manuales al
pasar por un periodo de aprendizcon un maestro.
Posteriormente, la aplicación delsaber se llevó a cabo sobre el propioproceso de trabajo, generando unarevolución de la productividad,misma que posibilitó la reduccióndel poder de los trabajadores manufactureros y la posibilidad de someterlos a la disciplina de la fábrica.Así, la confomiación del modelo
fordista se complementó con la organización científica del trabajo (otaylorismo) mediante el establecimiento de un régimen de acumulación y modo de regulación keynesia-nos, facilitando el consumo de ma
sas; requiriendo para ello aumentoen los salarios, ampliación de mercados y estímulo a la producción.De este modo, pese al conflicto laboral, este pacto social implícito enel fordismo, aparentemente funcionóal mostrar cómo la aplicación delsaber al proceso de trabajo incrementaba de forma importante laproductividad.
La tercera fase se distingue poruna aplicación del saber al saber
344 CIENCIA EROO 8UM
ENSAYO
mismo, lo cual da paso a una revolución en la gestión; es decir, la aplicación y rendimiento del saber. Noobstante, la gestión no se consideróuna clase específica de trabajo hasradespués de la Segunda Guerra Mundial, cuando empezó a concebirse como el recurso estratégico en el conjunto de los factores de producción.
Esta adecuación -o desfase— entre
el producto del sistema educativo yla realidad del mundo del trabajo esanalizada por Neave (1993) bajo lacategoría de vocacionalismo, comoentrenamiento en el manejo de técnicas específicamente orientadas hacia una ocupación precisa, dondetanto las estructuras, como a menu
do el contenido de lo que se enseña,son acumulaciones sucesivas de vo
cacionalismo que se han desarrollado en la educación superior, entanto que la economía -que una vezlas demandó- cambia de dirección.
De esta forma, emergen las tensiones entre la formación y la capacitación que han caracterizado a la educación superior en los últimos dos otres siglos.
Es por eso que -siguiendo almismo autor- el impulso vocacionales dinámico y cambiante; lo cual,permite explicar que a la educaciónsuperior se le critique por sus limitaciones en la capacidad para satisfacer demandas de difusión de cono
cimientos nuevos. Pese a ello, es
importante reconocer que el vocacionalismo ha cumplido y continuarásatisfaciendo una función muy significativa en la dinámica de ajuste de
la educación al cambio conducido
externamente.
Es preciso reconocer que, actualmente, el saber (o la aplicación tecnológica del mismo) se transformaen un factor de producción más decisivo que la mano de obra y el capital -que son los factores de producción convencionales en la teoría
económica-, removiendo con ello
las raíces y los planteamientos de la
ciencia económica, lo cual obliga arepensar las bases mismas de la productividad y competitividad en laestrategia de desarrollo (Albuquer-que, 1996).
L Del conocimiento relevante a
la obsolescencia del conocimiento
I-a creciente tecnificación y complejidad del proceso de trabajo adquieremayor importancia en el sector moderno de la economía; sin embargo,se presenta por etapas cualitativamente distintas entre sí -dada la
naturaleza discontinua del progresocientífico tecnológico-, con distintasimplicaciones para la calificación dela fuerza laboral, lo cual, contribuyea explicar la obsolescencia de ungran número de conocimientos, habilidades productivas y gmpos ocu-pacionales y, por tanto, la descalificación relativa de gran parte de la
fuerza laboral.
Dada la obsolescencia de conoci
mientos y habilidades, también setoman obsoletos los sistemas y
contenidos tradicionales de educa
ción y formación profesional. Deigual forma, la creciente automatización potencia nuevas formas de organización del trabajo, que implicanel reemplazo progresivo del trabajohumano directo de control y regulación, lo que genera una reducción enel volumen total del trabajo humanonecesario en la producción. De modo tal que conduce a la sustituciónpaulatina de los trabajadores manuales por sistemas de máquinasautoreguladas, situación que también se manifiesta en el sector servi
cios (Gómez, 1982b).Esta tendencia se expresa actual
mente en muchos países industrializados en términos de una rápidadisminución del volumen total de
empleo en el sector industrial, altiempo que es posible aumentar significativamente el volumen total de
la producción. En este aspecto, es desuma impommcia el trabajo de Rif-
VoL. 4 Nuhi:no Tres. NuviEMoac >997
I l •: o n o f i m i i n I o relavante ante 11 em e rge n(i a del desarrollo ei e n t if i c o y tecnológico
km (1996), donde -advierte que 1-asmáquinas inteligentes sustituyen,poco a poco, a los seres humimos en
rodo tipo de tareas, y agrega:
"Ciento cu-arenta y siete años des
pués de que KarI Marx recordase alos trabajadores del mundo que debían unirse, el francés Jaques Attali(...) prochuno con tot-al seguridad el
final de la era de los trabajadores de
<m"ib(js sexos. «Las máqum-as son elnuevo proletariado» (...) «A la clase
trabajadora se le est-á dando el pa
saporte.»".
Esto permite relativizar las afirma
ciones de Michael Dertouzos (director del laboratorio de computacióndel Instituto Tecnológico de Massa-
chusetts) quien, -,ü ser cuestionadostjbre las posibles implicaciones de
la inteligencia -artificial menciona:
"Una computadora será inteligente
cu-ando pueda comport-arse con lo
que nosotros llam-amos sentido co
mún (...) que la máquina entienda loque le dices y -actúe en consecuencia;
[y] aún est-amos lejísimos de que esosuceda e ignoramos cómo lograrlo.
.\liora bien [en caso de que eso ocurriera] la humanidad siempre ha an
tepuesto la consen'-ación de su especie ante todo. Nunca hemos permi
tido que 1-as m-áquinas nos pongan
en peligro o que tomen el control de
nuestras vidas, porque nos interesamimtcnernos a salvo" (Reforma, 13
de julio de 1997).
A partir de las evidencias quemuestra Rifkin (1996) sobre los
inextricables c-ambios producidos en
la era de la información, cabría preguntar a los cientos de miles de tra-b-ajadores cuyos puestos han qued-a-do eliminados: si es posible m-ante-nerse a s'alvo del avance tecnológi
co"^ pues:"... mientras las primeras tecnolo
gías reemplaz-ab-an la capacidad física del trab-ajo hunrano sustiaiyendocuerpos y brazos con máquinas, 1-asnuevas tecnologías basadas en computadoras prometen la sustitución
de la propia mente humana" (Rifkin, 1996).
Lo anterior remite a una descalifi
cación técnica y cognitiva de amplios sectores de la fuerza laboral,
como uno de los principales problemas a los que debe enfrentarse elsistema educativo y el de formaciónprofesional extr-aescolar. Ante ello,es posible pbmtear que -ambos sis
temas pierden su funcionalidad eco
nómica, y se convierten en artificios
institucionales con objetivos fales
como: prolongar el momento de la
inserción en el mercado laboral, fa
cilitar su eficaz adecuación a los di
ferentes destinos ocup-acionales quecorresponden a la jerarquía socioeconómica, o bien, actuar como me
canismos reguladores de la oferta de
fuerza de trabajo en un contexto ca
racterizado por la incap-acidad de ofrecer empleo a amplios sectores de la
pobl-ación (Gómez, 1982b).
Al respecto, algunos especialistasconsideran que durante la etapa en
que el modelo económico se caracterizó por la acumulación y la concentración del ingreso, y en que el
modelo político fue restrictivo encuanto a participación, se le dio a laeducación el papel de dimensiónblanda en los procesos de gratificación soci-al. Era más factible brind-ar
educación que generar empleo, distribuir ingresos o admitir un sistemapolítico que diera cabida a los diferentes grupos de la sociedad, puesno puede olvid-arse que la educacióntiene la característica de diferir la
demtmda de empleo y de ingresos
(Rama, 1986).
Por ello, es posible afirm-ar junto
con Pries (1994) que los nuevos
modelos de producción y trabajo,•aparte de un -aumento signific-ativoen la productividad, calidad y flexi-bilid-ad, no siempre corresponden auna mejoría de las condiciones y relación de trabajo. Pues si bien -ante
el proceso de globalización y lastendencias crecientes de intern-acio-
naliz-ación de los procesos de aprendiz-aje, la comunic-ación y el inter-cíunbio entre filiales de las multina-
cion-,iles es nrás intenso, esta tenden
cia aún no encuentra una contra-
p-arte igu-almente preparada e inter-
nacioiralizada en el lado de los tra
bajadores. Si la política industriíd yde rel-aciones industriales de los países huéspedes de las empresas, losorganismos internacionales y lasmismas multinacionales no encuen
tran una solución a esto, va a ser ca
da vez m-ás difícil que la modernización productiva realmente beneficie
y sir\'a a los seres hum-anos, sino -al
revés, los trabajadores se verán cada
vez m-ás afect-adüs y serán víctimas
de este proceso global.Si ubicamos el análisis en el con
texto actu-al, caracteriz-ado por gr-aves
rezagos económicos y soci-ales en un
marco de profund-as desigualdades,resulta evidente que si bien el incremento de la participación general delos individuos en el sistema educati
vo no implica necesariamente la existencia de mayor equidad social, espreciso reconocer que sin ello el pro
pósito es m-ás lej-ano -aún. De esta for
ma, la posibilíd-ad de que el sistema
educativo responda a las expectativas
sociales y económic-as, rebasa el terre
no de lo propiamente educativo parasituarse en el ámbito de las relaciones
entre lo social, lo económico, lo político y sus desiguald-ades regionales;se suman así, nuevos desafíos a los
retos ya de por sí pendientes.
4. Al respecto, Rifkin (1996) señala una
gran cantidad de empresas que, como
consecuencia de sus programas de rees-
trucliiración, recurren a masivos recor
tes de personal; y menciona que un es
tudio de la Inteniatioiial Metalworkers
Federation de Ginebra pronostica que
en los próximos 30 años, líui sólo un
2% de la acmal fuerza laboral "será sufi
cienteparaproducb todos los bienes nece
sarios parasatisfacer la demanda total".
CIEMCIA ERGO SUM 345
2. Una estructura ocupacional
emergente
Desde el planfeamiento de Neave(1993), la ideología del vocaciona-lismo tiene características con dis
tintas aplicaciones en la educaciónsuperior y en la sociedad. Dentro deesas características sobresale la idea
de que aquello que ofrece la educación superior como conocimiento,debe ser detemiinado externamente,
5. Suái'cz (199.'5) observa que el porcentaje
de población ocupada con estudios pro
fesionales que en 1987 recibió ingresos
por debajo de los tres salarios mínimos
file mayor a 70Vo.
6. Por ejemplo, a partir de algunos análisis
particulares se ha logrado concluir que,
para los puestos de confianza, los em
pleadores requieren un nivel mínimo de
calificación educativa foniial; sin embar
go, existe una gran vaiiación de nivel
educativo entre las personas que de
sempeñan un mismo puesto de trabajo
(Gómez, 1982a).
7. Acerca de la relación de la profesión
con el mercado de trab.ijo, se habla de
un alto porcentaje de químicos que de
sempeñan funciones administrativas, de
lo que deriva un ¡dto grado de subeiii-
pleo, pues en el desempeño de sus labo
res tío utilizan los conocimientos adqui
ridos en su preparación profesional (el
hecho de que los hayan adquirido o no,
es parte de otra discusión). Esto se rela
ciona t:mto con los efectos de la dife
renciada innovación tecnológica en las
empresas y de la forma en que las em
presas seleccionan, promueven y remu
neran a su personal. Quizá ello contri
buya a explicarel hecho de que la mayo
ría de los quimicos obtuvieron el grado
de maestría en áreas de administración
industrial y no en ingeniería química
aviuizada, nivel al que se reserva la ca
pacitación en cuestión de itinovación
tecnológica (Gótiiez, 1982a).
346 CIENCIA ERGO SUM
ENSAYO
y se expresa mediante adjetivos talescomo relevante, pertinente o entérminos de competencia o aprendizaje de habilidades relacionadascon aquella.
El equilibrioentre el conocimientorelevtmte ofrecido y el requerido depende, por un lado, de que la educación superior cumpla con su papelde sociíJización previa y limite elntjmero de egresados; y, por otro lado, que la economía ofrezca suficientes oportunidades de empleo. Sila escuela no cumple, tendría queenfrentarse a una reorientación de su
quehacer,más hacia la docencia quea la investigación, y si la economíano cumple, la universidad se en-frenfa a la demanda pública que exige una formación relacionada con elempleo más que con el conoci-mitmto (Neave, 1993).
Esta relación puede asumir unaestrecha congruencia o una inadecuación total, pero entre ambos extremos hay diferentes formas de so-brecalificación o subutilización; o
bien, se pueden encontrar necesidades ot:upacionales no cubiertas por elsistema educativo y ofertas de diversos tipos de profesionales que no sondemandados en el mercado de trabajo.
De hecho, algunas investigacionescentradas en las características de la
economía y la devaluación educativadan muestra de esta situación. Se ha
encontrado, por ejemplo, que en uncontexto marcado por la crisis, losbajos niveles educativos de la población resultaron funcionales a la eco
nomía; mientras que aquellos quelograron acceder a niveles educativos superiores tuvieron que resignarse al desempleo y a la desocupación, ya que las tasas de ocupaciónpor niveles de instrucción en las tresmás grandes metrópolis del país,muestran que la proporción de desocupados tiendea ser mayor para lapoblación con escolaridad que paraaquella que no la tiene o que apenascursó los primeros años de enseñan
za básica (Muñoz y Suárez, 1992).En conclusión, podría afirmarse
que tras los efectos de la llamadadécada perdida, ya era evidente queconfiar con educación superior no
representaba una garantía para la
obtención de mejores salarios,^ lo
cual es un síntoma de la escasa sig
nificancia de la educación superioren las esferas del proceso de acumulación (la producción de bienes y
su apropiación).Al respecto, diversos estudios so
bre el fúncionamientcj cualitativo del
mercado de trabajo permiten identificar y comprender, no sólo los diferentes modos de utilización de los
recursos humanos en las empresas,sino, además, las razones, objetivos
y lógica formal de ellos.^ Los empleadores asignan gran importanciaa la selección de personas que compartan normas de socialización ycultura con la organización, elementos como: presencia física, raza,etnia, nivel de educación fonnal, ca
racterísticas socioeconómicas de la
institución educativa de la que seegresó, recomendaciones y experiencia previa (Gómez, 1982a). Por tanto,el nivel de educación formal es sólo
uno de los diversos indicadores de
confíabilidad, homogeneidad socio-
cultural y adaptabilidad a la empresa.Si bien, entonces, la obtención de
un título que certifique haber concluido algún estudio de educaciónsuperior no garantiza la obtenciónde mayores niveles de sueldo, sí encambio ofrece mayores probabilidades de emplearse. De esta forma, seadvierte una escasa relación entre el
nivel educativo de la fuerza laboral,
su nivel de remuneración y su ubicación en la jerarquía ocupacional; aunado a ello es importante mencionarque personas con el mismo perfileducativo desempeñan tareas y funciones productivas muy diferentesen términos de calificación requerida, autonomía, creatividad, nivel de
remuneración entre otros elementos '
VOl . 4 Nu«t»u The». N»
=•/ ionúcim i tntú r 11 e va n t { ante la emergencia de! desarrollo ei entijleo y lee nológict
iinrerior permire cuesticjnar loscoiiCL-pros y mérod<JS vigentes que seapoyan en la idea de que la mejorplvuieación de la educación es aquella basada en la búsqueda de la ma-vor adecuación de la oferfa educati
va a las peculiaridades del mercadode trabajo. Ejemplo de ello son las[políticas de vocacionalización de lasecundaria, y la creación de modalidades educativas terminales, estre
chamente relacionadas con los
puestos de trabajo, las carreras in
termedias o nuevas licenciaturas con
enfoques mucho más prácticos.T(jdo ello es criticado desde esta
postura, pues se advierte que son losempleadores y patrones quienes definen la calidad y el alcance de losdiversos puestos de trabajo y lesasignaiv detemúnados niveles de remuneración y jerarquías; y, además,identifican los requisitos educativosmás deseables en sus empleados.Por lo que se plantea como falaciaeducativa la búsqueda de una mayoradecuación de su oferra a las de-
msindas supuestamente objetivas delmercado de trabajo, las que no sonsino expresión de los objetivos ypreferencias particulares de quienescontrolan los medios de producción.
3. El conocimiento relevante y laevolución tecnológica
La evolución tecnológica, al ser ad-v^errida en sus distintas fases, en
cuentra amplias desigualdades; donde al menos resulta claro que las referidas a la investigación y desarrollo, orientadas fundamentalmente
hacia el producto, son monopolizadas por los países más desarrolla
dos,® mientras que la fase de producción, dirigida al proceso, es laque se difunde en el contexto de laseconomías menos desarrolladas.
Es precisamente en esta última fase, bajo una situación de profundadependencia en cmuito al conocimiento y desarrollo tecnológico,donde el papel del trabajo cobra ma
4 Numero Toei, VIC MONI 1*97
yor importancia, y donde una proporción cada vez más significativade los estratos profesionales se involucra en un proceso de amplia
descíilificación y obsolescencia técnica y congnitiva, que afecta a unporcentaje creciente de la fuerza la
boral, al tiempo que concentra elconocimiento en un reducido sector.
En este sentido, la calificación re
querida para la mayoría de las ocupaciones puede ser rápidamente adquirida a través de múltiples mecanismos de adiestramiento en el tra
bajo, a partir de la condición de quelos trabajadores posean los conocimientos y habilidades mentales básicas adquiridas a lo largo de ocho,nueve ó diez años de escolaridad
formal (Gómez, 1982b). En estepunto, cabría preguntar entonces;¿cuál es el papel que debe asumir laeducación superior ante los embatesdel desarrollo científico y tecnológico?, ¿qué nuevos objetivos de formación deberían asumir las institu
ciones educativas?, ¿que resultarámás pertinente: una formación previa al trabajo, la formación continua,u oportunidades de recalificación yactualización?
En el supuesto que una posiblealternativa a ello fuera la reeduca
ción para permitir un mayor y mejoracceso a los empleos derivados delas altas tecnolo^as, las amplias diferencias en los niveles educativos
entre quienes requieren un empleo yel tipo de puestos que se ofrecen, dificultan el establecimiento de programas educativos con el objetivodelograr una adecuada actualización.Incluso, si los programas de reeducación fuesen puestos en marcha, noexistirían suficientes puestos de trabajo de alta tecnología en la economía automatizada, como para absorber el gran número de trabajadoresdespedidos; pues en el marco de lareciente evolución histórica, si algunos empleos se crean, correspondena los sectores peor pagados y, en ge
neral, sobre la base de una contrata
ción temporal, ante la pérdida y reducción de puestos de trabajo bienremunerados (Ilifkin, 1996).
Si bien es cierto, tanto en América
Latina como en México, la mayorparte de las empresas aún no se insertan en procesos altamente tecnifi-cados, es preciso reconocer unafuerte tendencia de las empresasmodernas por alcanzar mayores niveles de mecanización, ya sea por elincremento en la transferencia de
tecnología productiva entre la matrizy las filiales de las transnacionales, opor la reestructuración de la divisiónintemacionsil del trabajo que potencia la inversión en los países menosdesarrollados, donde la mano de
obra es más barata, o bien, gracias a
las condiciones de la oferta tecnoló
gica, que la hacen cada vez más accesible (no sólo a la gran empresa,sino también a la mediana y pequeña), pues tanto el ritmo de innovación como el de diversificación de
su oferta tienden a disminuir sus
precios en el mercado, y facilitan laintroducción de procesos automatizados, aunque sea sólo en algunaserapas de la producción (Gómez,1982b).
El estudio de las consecuencias
sociales y económicas del continuoprogreso técnico de los medios deproducción es cada vez más importante para el sistema de educaciónformal y de formación profesional,así como de los efectos de la intro
ducción de sistemas productivosautomatizados (o cualquier otra, innovación productiva) en la calificación de la fuerza laboral, en el vo
lumen de empleo generado y en loscambios en la estructura ocupacional.
8. Y en particular por algunas empresas
dentro de esos países, concentradas
principalmente (aunque no únicamente)
en el campo de la microelectrónica y stis
aplicaciones.
CIENCIA EROO SUM 347
III. La política educativa y las
exigencias de un nuevo orden
mundial
El proyecto de desarrollo impulsado por el gobierno mexicano en elmarco de las actuales tendencias
globalizadoras, plantea serias demandas y complejos retos al sis
tema educativo del país.^ Asimis-
9. Son muchos los problemas que se le
atribuyen a la educación superior, algu
nos se relacionan con los mismos alum
nos; desde su preferencia por alguna
opción, ocasionando desigualdades en la
dinámica de la matrícula, hasta el alar
gamiento de su estancia para concluir la
carrera. Otros problemas se encuentran
referidos al sistema educativo en cu;mto
a planes y programas de estudio, desdi-
bujamiento del cuerpo magisterial, debi
lidades en el proceso enseñanza-
aprendizaje, aislamiento en la investiga
ción, desequilibrios en la excelencia aca-
dcnúca. A ello se suman los problemas
derivados de los resultados extemos del
sistema, como las dificultades en la co
locación de los egresados y titulados, la
relación de los conocinuentos adquiri
dos con las habihdades profesionales.
10. En esta visión, la educación se convierte en
tm bien en sí, más allá de su uifluencia en la
economía, posibilitando así, una incorpora
ción actívay productivaen lasociedad.
11. Conjunto de conocimientos y destrezas
necesarias para participar en la vida pú
blica y desenvolverse productivamente
en la sociedad moderna, lo que exige el
manejo de las operaciones aritméticas
básicas, la lecttira y comprensión de
textos, la comunicación escrita efectiva,
la descripción, observación y amüisis
crítico del entorno, la recepción e inter
pretación de los mensajes de los medios
modernos de comunicación y la ejecu
ción y participación de trabajos en gm-
po {ibid^.
348 CIENCIA ERGO SUM
ENSAYO
ino, las tendencias que se perfilan
en este sector, permiten advertir laimportancia de su papel en las estrategias del modelo de desarrollopor el que se ha optado.
Pese a que siempre se ha manifestado —sin ponerlo en duda— quela educación tiene una contribu
ción de gran importancia en el desarrollo, no puede dejarse de lado
que el nivel de desarrollo y crecimiento de un país condiciona lasmodalidades impulsadas de laciencia, la tecnología y el montodel presupuesto asignado, la interdependencia parece evidente: sinriqueza económica y excedentesno puede impulsarse la educación;pero sin educación, capacitación ytecnología no puede generarse riqueza económica.
Si se concibe al desarrollo en
términos de calidad de vida para lamayoría de la población, se enfati-za el desarrollo humano no sólo
en términos de los potenciales be
neficios económicos en la socie
dad, sino también en la esfera so
cial, cultural y política.^® En losúltimos años, no sólo ha cambiado
el paradigma del desarrollo, sinotambién el papel de la educación
en este proceso, la Comisión Eco
nómica para América Latina y elCaribe (CEPAL, 1992) consideraque para alcanzar el desarrollo es
necesario arribar a una moderna
ciudadanía (democracia, cohesión
social, equidad, participación), para lo cual se requiere que la pobla
ción domine los códigos de la mo
dernidad,^^ bajo este planteamientola educación y el conocimientoconstituyen el eje de la transformación productiva con equidad.
Por lo que toca al caso mexicano, durante varias décadas se ha
aplicado una política educativaque ha buscado contribuir al desarrollo general del país y ha intentado favorecer una redistribución
del ingreso. Sin embargo, la falta
de capacidad de la educación paracontribuir a que el desarrollo eco
nómico constituya una vía condu
cente hacia una sociedad más
igualitaria y democrática, tienemucho que ver, por un lado, conlas pautas conforme a las cuales sehan distribuido las oportunidades de
recibir educación; y, por otro, con
los efectos que la escolaridad ha generado en el empleo (Muñoz, 1994).
Ante esta situación, mejorar la
formación de habilidades y cono
cimientos a nivel superior se convierte en una cuestión inaplazable,pues permite conformar las condiciones para la inserción de los individuos en la sociedad, y a su
vez, la inversión en educación es
necesaria para la formación de losrecursos humanos semicahficados
y calificados, que permitirán impulsar el crecimiento económico.
La orientación de la política
educativa del país ha partido de laidea de que el sector puede contribuir al desarrollo del país, si aquél
cumple ciertas funciones relacionadas con la preparación técnicade la fuerza de trabajo, con el re
clutamiento y formación de los
cuadros dirigentes y con la sociali
zación de las nuevas generaciones,
y que, tras una expansión creciente
de los sistemas educativos, sería
posible lograr una mejor distribución de las oportunidades educativas, lo cual facilitaría abrir cada vez
más el sistema escolar a las capas
sociales que, durante muchos años,han permanecido al margen de estos
beneficios (Muñoz, 1994).
Desde la década de los cincuen
ta, la inversión y expansión educativas fueron constantes de las po
líticas de gobierno y de las demandas de los sectores con meno
res ingresos, quienes veían en laobtención de una escolaridad cre
ciente, la principal seguridad demovilidad social. Sin embargo, la
expansión educativa produjo un
el «K6i-¡mienta relevante ante la emergencia tie l tiesarrallo ci entiji ta y teenalágico
ffccto no deseado, al ser imposibleconrrolar la calidad del servicio,
donde lo más importante era quela educación llegara a los lugaresmás alejados y marginados. Pasaron muchos años para que se reconociera que la calidad del servicio no sólo no corría paralela alproceso de expansión, sino que laexpansión permitía ocultar el verdadero mecanismo diferenciador al
expandir cuantitativamente la ma
trícula, pero proporcionando unaeducación de muy baja calidad ymuchas veces irrelevante para lasnecesidades inmediatas.
Paralelíimente, la disminución de
las oportunidades de empleo setradujo en un aumento significati-vtj de los requisitos educacionales
de inserción laboral, aun con bajos
salarios. .Aunque la educación todavía es necesaria para emplearse,ya no siempre satisface las expectativas de progreso social o demejoramiento del ingreso. La crisiseconómica de los años ochenta
debilitó la capacidad de la educación para mantener o mejorar posiciones económicas (CEPAL,1992), ampliando así los márgenesde la desigualdad.
Es aquí donde se involucran di
versas esferas que rebasan la posibilidad de incidencia del sistema
educativo, y hacen referencia a lascaracterísticas del mercado, del
funcionamiento global de la economía y de la sociedad en su conjunto. El que la educación sirvacomo un canal de movilidad so
cial, debe conjugarse con una expansión del empleo, una políticade salarios y de gasto público,factores que se encuentran caracterizados por su fragilidad; la articulación de estos fenómenos con
la educación han hecho que existaun relativo agotamiento del papelde la educación como canal de
movilidad social (CEPAL, 1992).Pese a ello, el discurso del actual
4 numfno Trci. Noviimamc IttT
régimen recupera la visión de laeducación superior, como genera
dora de una movilidad social queproporcionar:'! mejores niveles devida; ello se encuentra plasmadoen el Plan Nacional de Desarrollo
1995-2000, donde se reconoce que"... El conocimiento es factor de
terminante del desarrollo, generaoportunidades de empleo, mejoresingresos y mayores beneficios sociales", y agrega que para ello sonnecesarios "planes y programasde estudio pertinentes y flexibles,que ofrezcan c<jntenidos relevantespara la vida profesional y técnica".
De esta forma, en el discurso
oficial la visión de la educación
como mecanismo de movilidad
social se asocia íntimamente con la
necesidad de reformar planes yprogramas de estudio cuyos contenidos sean relevantes para lasnecesidades inmediatas de los grupos sociales. Sin embargo, el mismo Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000 reconoce que laeducación media superior y süpe-rior "no ha logrado ofrecer respuestas pertinentes y efectivas alas necesidades del mundo del tra
bajo". En este punto, resulta urgente preguntar ¿qué se concibecomo conocimiento relevante?,
sobre todo ante la emergencia deun desarrollo científico y tecnológico que no parece tener intenciónalguna de detener su ritmo.
1. Una agenda de investigaciónpendiente
Las reflexiones aquí presentadas,han tenido como intención fun
damental poner de manifiesto quela creciente importancia del desarrollo científico tecnológico -propio de las recientes tendenciasglobalizadoras-, encuentra un correlato directo en la estructura yfuncionamiento del sistema edu
cativo nacional, pero principalmente en la educación superior.
De manera particular, el surgimiento de conocimientos nuevos ycualitativamente distintos, queorillait a una progresiva descalificación de la fuerza laboral con el
desuso de ciertas profesiones yemergencia de otras nuevas, obli-g:in a replantear lo que es considerado como relevante en el cono
cimiento transmitido vía la educa
ción formal, de lo cual se derivan,
más que respuestas a las cuestionesplanteadas, nuevas preguntas acerca
de las cuales es urgente indagar:¿Cuál es la estructura de cono
cimientos más adecuada para laformación actual de la futura fuer
za laboral?, ¿cuál es el valor quedebería tener la formación teórica
general, y la técnica instrumentalocupacional, en el contexto de rápido progreso actual de la cienciay la tecnología?, ¿qué relevanciatiene actualmente la formación de
conocimientos y habilidades técnicas y ocupacionales de carácterpráctico, no teórico, en el contextode la rápida obsolescencia técnicaocupacional?, ¿qué estructura deformación es la más adecuada paragenerar desarrollo científico y tecnológico?, ¿qué nuevos objetivosde formación deberían asumir las
instituciones de formación profe
sional?, ¿qué papel debería desempeñar la educación superior: laformación previa de trabajo, la formación continua, u oportunidadesde recalificación y actualización?
Si la formación profesional debieraorientarse a la provisión de oportunidades de formación continua y recalificación de la fuerza laboral em
pleada: ¿cuál sería entonces el papelde la educación escolar formal? y¿qué tipo de relaciones deberíanexistir entre el sistema educativo
formal y el sistema de formaciónprofesional? Pero, principalmente:¿qué tipo de sociedad es la que deseamos y, sobre todo, estamos dispuestos a construir ydefender?!
CIENCIA EROOSUM 349
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