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MAQUILLAJES
SU TÉCNICA Y MODO DE TRANSMISIÓN AL LABORATORIO
Siguiendo con la manera de transmitir al laboratorio los datos recogidos
durante el examen y la determinación del color, entramos en un capítulo
extraordinariamente delicado, muy subjetivo y, por lo tanto, difícil de trasladar a
terceras personas. Es por ello que nuestras Indicaciones deberán ser muy
explicitas y claras, evitando confusiones y errores.
Partimos de un color base, elegido del muestrario que acostumbramos a
utilizar. Sobre éste procedemos a señalar las variaciones de tono, saturación o
valor, así como las irregularidades de forma y textura que pueden presentarse
en cada una de las nueve partes en que dividiremos el diente y que incluiremos
en el volante que va a ir al técnico.
Llegados a este punto, debemos hablar de coloraciones extrínsecas e
intrínsecas o de maquillaje profundo y Superficial.
MAQUILLAJE SUPERFICIAL
La aplicación del maquillaje Superficial exige como condición básica
habilidad, tanto por parte del profesional, para transmitir las particularidades de
maquillaje, como por parte del técnico para poder ejecutarlas. Una vez
terminado el trabajo de porcelana y llevado a la boca, estaremos en
condiciones de realizar las modificaciones necesarias. Estas pueden afectar
bien a la forma y contorno del diente, bien a la adaptación a la ancla, bien al
correcto modelado de los espacios lnterdentarios, bien a su ajuste marginal. El
último paso consistirá en dar forma a la cara bucal, empezando por el perfil de
emergencia de la corona y terminando por el borde incisal.
La gran ventaja que presenta el maquillaje superficial es que permite
realizar modificaciones una vez la restauración está terminada sabiendo que es
muy Improbable que se produzcan distorsiones en ella. El maquillaje superficial
se realizará aplicando los colorantes sobre la porcelana y comparando el color,
la saturación; el valor con los demás dientes naturales. Una vez corregidos,
pasaremos a introducirlo en el horno para su cocido.
Si tuviéramos que eliminar algún contacto prematuro, alguna
interferencia o si alguna caracterización es demasiado marcada, seria preciso
retocar la zona correspondiente mediante un disco: le carborundum o una fresa
de diamante de grano fino y pulirlo luego. Si la corrección es extensa lo más
conveniente será corregir la zona y glasear de nuevo.
La principal desventaja del maquillaje superficial radica en su menor
capacidad de reproducir las caracterización es con exactitud, ya que no son
realiza das en profundidad. Otro de los inconvenientes tiene su origen en la
necesidad de hacer compatible el CET de la porcelana y el de la aleación. Una
de las formas de conseguirlo es añadir a la porcelana sales alcalinas que
aumentarán el CET a la vez que disminuirán la temperatura de fusión. Pero
estas sales disminuyen la estabilidad del vidrio. Haciéndolo más sensible a las
altas temperaturas, con lo que tiende a recristalizarse.
Es la llamada desvitrificación. Con ella la porcelana pierde su
translucidez y sus propiedades ópticas. Es obvio que la realización de más
cocciones para el maquillaje superficial y para el glaseado después de retocar
pueden llevar a esta des vitrificación. Por tanto, será Interesante saber cuántas
veces puede llevarse al horno una porcelana, ya sea para cocer los maquillajes
o para realizar glaseados. Dependiendo de algunas variables, en principio
puede afirmarse que, si para la construcción de la porcelana se han hecho ya
tres cocciones (una por cada capa), admitirá tres cocciones más en el horno. El
exceso de cocciones puede producir ligeros cambios en el color dependiéndolo
del tipo y marca de la porcelana.
En el momento de plantearnos la realización de maquillajes tenemos que
saber que, sise trata de un puente y se han hecho soldaduras postcerámicas,
los fragmentos del puente se separarán ya que el glaseado se produce a una
temperatura bastante superior ata que soportará la soldadura. Si en cambio, se
ha colado de una sola pieza o la soldadura es precerémica, no habrá ningún
tipo de problema.
A continuación, vamos a estudiar la forma de variar el tono, la saturación
y el valor en un diente con un color determinado.
1. Variación del tono o matiz
El uso de colorantes superficial es para variar un tono tiene sus
limitaciones. Por ejemplo, es Imposible efectuar variaciones Importantes
de un color C o D a otro A o B a menos que se retire totalmente la
porcelana y se vuelva a iniciar todo el proceso. Sí, en cambio, existe la
posibilidad de llevar a cabo pequeños cambios, tanto si el diente está
glaseado como sino lo esté. Podemos pasar de un A a un B cuando
ambos presentan Idénticos niveles de saturación, de un B a un A si éste
tiene mayor saturación y de un A a un B si este último tiene también una
mayor saturación.
Cuando el diente no está glaseado apreciar tales variaciones
resultará difícil puesto que este tipo de superficies tiene una textura
mate. Aplicando una capa fina del líquido usado para los colorantes
lograremos devolver el brillo a la superficie de la porcelana, lo que
permitirá efectuar una valoración adecuada del color. Para esta
operación no conviene utilizar ni agua, ni la propia saliva del paciente.
Lo primero que debemos determinar es si el color es o no
aceptable. En caso de no serlo, deberemos observar si el defecto está
en el tono, en la saturación o en el valor o es el resultado de una
combinación de varios de ellos, circunstancia que se da con mayor
frecuencia. Para poder dar con la solución correcta a todos los defectos,
conviene contar con un conjunto de colorantes. La mezcla de estos debe
tener cierta consistencia, sin ser demasiado espesa, ni tampoco
excesivamente liquida Esta debe poder fluir con facilidad,
permaneciendo en el sitio asignado sin influir e inundar las vecindades
del punto elegido. La superficie en que se trabaja debe estar limpia, seca
y sin glasear.
2. Variación del color y dela saturación
Siguiendo la técnica de ajustar el color en la boca mediante un
pincel y colorantes, expondremos a continuación el método seguido por
Jack Prestan para elevar la saturación de un color determinado. Una vez
obtenida la mezcla de los óxidos colorantes, se pasa a pincelar el diente
a la par que se van efectuando las modificaciones - basadas en
concentraciones o diluciones - hasta dar con la tonalidad exacta del
diente contiguo.
Dado que los dientes se mueven en la franja colorimétrica entre el
amarillo-rojizo y el amarillo, las variaciones de color son limitadas. Por lo
tanto, si lo que se pretende es cambiar de un color amarillo B a uno
anaranjado A, bastará con añadir al amarillo un tono rosado o rojo poco
saturado. Del mismo modo, cuando se añade amarillo disminuye
proporcionalmente el rojo contenido en un anaranjado. Estas son las dos
variaciones posibles que se pueden llevar a cabo a partir de un color o
tono.
El aumento de la saturación es una de las variaciones más
sencillas de llevar a cabo. Así, si tenemos un color de saturación baja,
por ejemplo A2, añadiendo el color naranja conseguiremos elevarla. Lo
mismo puede hacerse con un tono amarillo claro, como el B1 al cual, si
se le añade amarillo conseguiremos aumentar su saturación.
En cambio, es más complicado disminuir la saturación. Si el color
de un diente es demasiado saturado, lo podemos neutralizar con su
complementario, por ejemplo si se trata de un 83, añadiremos violeta
para pasar a un B2. La unión del amarillo con una ligera cantidad de
violeta tomará una tonalidad grisácea bajando su saturación. Sin
embargo. si el color tiene un predominio de anaranjado, utilizaremos azul
y, algunas veces, verde. Estos cambios conllevarán la disminución del
valor (el tono se vuelve más grisáceo) con lo cual la porcelana será más
metamérica.
3. Variación del valor.
¿Cómo se puede disminuir el valor? El ajuste del valor también se
basará en la mezcla de los colores primarios con los complementarlos
proporcionándole un aspecto más grisáceo. El complementario más
utilizado es el violeta, que actúa neutralizando el amarillo y
disminuyendo su valor. Aplicado a nivel incisal, este color proporciona a
la corona la translucidez necesaria. Sabemos que el violeta se obtiene
con la mezcla de azul y rojo.
El exceso de uno de estos dos colores en el violeta influirá en el
resultado obtenido al disminuir el valor. Así, si aparece un tono verdoso
será indicativo de un exceso de azul en el violeta; si en cambio aparece
un amarillo anaranjado, será debido a un exceso de rojo. Para
compensar esta situación y conseguir disminuir el valor sin cambiar el
tono deberemos, en el primer caso, añadir el color rosa (ya que si
añadimos rojo dará lugar a un color anaranjado) y, en el segundo caso.
Añadir azul.
Si el diente tiene un color amarillo anaranjado (A), utilizaremos el
azul en lugar de violeta, ya que el anaranjado es complementarlo de 1
azul. Cuando el color tiene un aspecto exageradamente gris, lo más
conveniente es eliminar toda la porcelana y hacerla de nuevo.
Si consideramos que los dientes deben tener un color más
grisáceo, es conveniente abstenerse de utilizar en ellos el color gris. Al
carecer prácticamente de translucidez y ser semiopaco, el gris
proporcionará a la superficie de la porcelana una tonalidad oscura o
velada.
Finalmente, otra forma de disminuir el valor es utilizando el color
marrón. Cuando se precise simultáneamente aumentar la saturación y
disminuir el valor se utilizará el marrón en pequeñas cantidades.
¿Cómo aumentar el valor? Es decir. ¿De qué manera se puede
obtener una tonalidad más blanca o más clara? La condición
indispensable para elevar que vamos a añadir posea un valor superior al
de la restauración cerámica. Si se añade amarillo a la porcelana, un tono
con un valor de por si alto, puede tener como consecuencia un cambio
en el tono de la porcelana, una elevación de la saturación, así como un
aumento del valor.
El mejor color para elevar el valor es el blanco. Sin embargo,
todos los colorantes derivados de él tienden a ser más opacos El blanco
proporciona opacidad.
Otra forma de lograr un valor más alto consiste en realizar varias
cocciones para aumentar la formación de vidrio. Con ello la superficie de
la porcelana será más lisa, disminuyendo la Intensidad del color.
A pesar de las posibilidades mencionadas, lo Ideal es fabricar una
restauración con un valor más alto, pues éste siempre podrá disminuirse
fácilmente en caso de necesidad. El procedimiento Inverso, en cambio,
es mucho más difícil de conseguir por lo que, en la mayoría de casos
será preciso repetir la porcelana.
Caracterizaciones
Se denomina "caracterización" al arte de reproducir y simular defectos o
anomalías en las restauraciones cerámicas, la adición de colorantes en el
maquillaje superficial requiere ciertas dosis artísticas si no se quiere tener como
resultado unas restauraciones poco naturales. Es aquí donde la conocida frase
de "el mayor arte consiste en disfrazarlo" cobra un sentido pleno.
Jack D. Preston clasifica las anomalías de la siguiente forma:
1) Zonas hipocalcificadas
Constituyen un defecto fácilmente visible en una gran mayoría
de personas. Se trata de unas manchas blanquecinas de forma
redondeada, Irregular o en forma de líneas. Su simulación se realiza
mediante un colorante blanco. El grado de opacidad varía según
cada fabricante, aunque podemos variarlo algo en función de la
cantidad de material aplicado. Conviene tener en cuenta que, una
vez realizada la cocción, el color se manifestará con un tono más
Intenso.
2) Coloraciones proximales
Los dientes naturales presentan una coloración proximal
característica que da profundidad, marca la separación interdentaria
y evita la monotonía de color en una visión frontal. En las
restauraciones se utilizan mezclas de naranja y marrón. Se consigue
una gran variedad de intensidades de color que pueden adaptarse
tanto a la edad del paciente como al color de los dientes.
Esta coloración se extenderá más allá del punto de contacto.
Es ligeramente visible desde bucal aunque no invade la cara
vestibular. Recordemos que los colorantes tienden a intensificarse
durante la cocción, por lo que conviene evitar darle una excesiva
intensidad.
3) Reproducción de fisuras o grietas del esmalte
Se trata de un defecto frecuente, sobre todo en pacientes
adultos y bruxistas cuyo esmalte está muy abrasionado. En ellos, la
presencia de una grieta interrumpe la transmisión de los haces de
luz a través de la superficie del esmalte (conlleva el reflejo de una
parte de la luz y la refracción del resto al pasar por el espacio de la
grieta, lo que da lugar a una sombra).
Consiste, en definitiva, en una combinación de sombras y de
luces de cierta intensidad. Estas fisuras pueden tener mucha
profundidad o, por el contrario, ser meramente superficiales.
Para realizar estas caracterizaciones los colorantes utilizados
son el blanco, el amarillo y el gris. En una primera etapa se mezclan
el blanco y el amarillo en una proporción de 4:1 y se traza una línea.
Si la línea resultante es excesivamente ancha, procederemos a
estrecharla eliminando el exceso mediante el pincel. Terminada la
línea blanco-amarillenta, se dibuja otra grisácea y fina, a distal de la
anterior.
Si lo que pretendemos es simular alguna grieta teñida por
efecto de los alimentos, el tabaco u otras pigmentaciones naturales,
recurriremos a una mezcla de colores naranja y marrón. Estas líneas
no tienen la misma saturación en toda su longitud, sino que
presentan distintas intensidades. Para reproducir la progresión de la
grieta y simular que se ha hecho más profunda hasta llegar la unión
amelodentinaria, crearemos un área anaranjada de baja saturación
alrededor de la grieta. Estas líneas se realizan con un pincel muy
fino.
Con la punta de dicho pincel y de un sólo trazo se dibuja la
grieta, o sea, una línea marrón-anaranjada que se adelgazará con
un pincel más fino. Podrá ser vertical o incluso presentar cierta
inclinación. Luego pintaremos la zona anaranjada a lo largo de la
anterior línea para que simule la infiltración a nivel dela unión
amelodentinaria.
Normalmente, no realizaremos tales caracterizaciones en
incisivos a menos que queramos reproducir detalles presentes en el
diente adyacente. En todo caso, se ubicarán en el tercio distal.
4) Desgastes Incisales
Se trata de desgastes propios dela edad y por ello, frecuentes
en pacientes adultos o ancianos. Este tipo de dientes adquiere unas
tonalidades grisáceas con un valor generalmente bajo y una
saturación alta. En apariencia son amarillentos, con alguna grieta y
coloraciones oscuras y finas a nivel superficial. Las abrasiones
incisales profundas dan lugar ala exposición de la dentina, que
aparecerá mucho más saturada.
Para reproducir estos efectos es preciso utilizar un disco o una
fresa con el fin de rebajar el borde incisal y aplanarlo y se maquillará
la zona correspondiente a la dentina con tonos anaranjados,
amarillos o marrones o, también, con mezclas de ellos. Esta
tonalidad se otorgará también a la unión amelodentlnaria.
5) Halo incisal
Es una caracterización típica de los pacientes jóvenes y se
ubica en el borde incisal. Este es translúcido, aunque en el mismo
borde aparece una línea opaca. Para reproducirla utilizaremos la
misma mezcla utilizada para simular grietas (blanco y amarillo en
una proporción 4:1}.Estos colorantes se aplicarán por la cara lingual
e incisal, extendiéndose muy ligeramente sobre la cara bucal.
6) Reproducción de obturaciones.
Para reproducir obturaciones de composite usaremos una
pequeña cantidad de marrón que puede enmarcar una coloración
amarillo-anaranjada. La situaremos en el área interproximal,
ligeramente se insinuará por vestibular y tendrá forma semilunar con
a convexidad hacia la cara vestibular. Puede enmarcarse
ligeramente, ya sea con una línea de tonos marrones simulando la
Unción de los márgenes de algunas zonas de la periferia con el fin
de simular la línea blanca que a veces se observa en las
obturaciones de composite.
Las restauraciones metálicas se reproducirán con colorante
gris al que, si conviene, se añadirá algo de negro para dar al
conjunto una tonalidad de amalgama oxidada. Ahora bien, rara vez
se realizará endientes anteriores.
7) Superficies oclusales de molares
La reproducción de surcos, puntos y fisuras debe realizarse
con el maquillaje superficial utilizando mezclas de naranja y marrón
diluidos en distintas proporciones. De este modo, los puntos se
reproducirán con un color marrón más saturado y ligeramente diluido
con algo de color naranja, mientras que para los surcos y las fisuras
se utilizarán una mezcla menos saturada. Las líneas deberán ser
irregulares, trazadas con pinceladas muy ligeras.
Tanto los rebordes marginales como las cúspides serán más
translúcidos, por lo que se precisará añadirles tonalidades violetas.
De este modo, al mezclarse con el amarillo del diente
proporcionarán esta sensación transparente grisácea ligera tan
propia de las cúspides. En la punta se le añadirá color blanco.
Glaseado
Se denomina glaseado a la formación de una superficie lisa y brillante que
sella las Irregularidades y porosidades superficiales de a porcelana, redondea
los bordes, aumenta la dureza superficial y le otorga una belleza estética y
duradera.
Concluido el proceso de modelado de la porcelana y aplicados los
colorantes finales ya podemos proceder a realizar el glaseado. Este
procedimiento debe valorarse de manera distinta según se trate de una jacket
de porcelana o de una prótesis ceramometálica. Ya hemos visto que las sales
alcalinas presentes en la porcelana para metalcerámica limitan el número de
cocciones, lo que también afectará al glaseado. En cambio, las porcelana a
para jackets no necesitan Incorporar sales alcalinas por lo que admiten
múltiples glaseados.
Para glasear, se calienta la porcelana a una temperatura Igual a la
temperatura de cocción o ligeramente superior y durante 1-2 minutos
solamente. En este proceso la superficie de la porcelana se funde ligeramente
y se vitrifica. No se añade porcelana para glasear, por lo que también recibe el
nombre de autoglaseado. Tanto la temperatura para glasear como el tiempo
durante el cual debe permanecer la restauración en el horno son característicos
de cada tipo de porcelana y vendrán Indicados por el fabricante.
En algunos casos la temperatura será algo mayor siendo entonces el
tiempo menor o al revés. Si la temperatura y/o el tiempo son excesivos, la
porcelana puede empezar a fluir, perderá los contornos modelados, se volverá
más opaca y puede llegar a desvitrificarse. Se ha dicho, y no sin razón, que la
porcelana es el resultado de su historial térmico y que las características del
producto final dependerán del número de veces que se la hornee y de las
temperaturas que se alcancen durante la cocción.
Otra opción para conseguir una superficie lisa y brillante es el llamado
sobreglaseado. Consiste en la utilización de porcelana para glasear, que es un
tipo de porcelana cuya temperatura de cocción es 20 – 60 ºC menor que la de
cocción de la porcelana cuerpo. Estará indicado cuando se utilicen
caracterizaciones superficiales o si el hombro es cerámico, para evitar
someterlo a elevadas temperaturas. En los demás casos es mejor realizar un
autoglaseado ya que el acabado es mejor, las propiedades mecánicas son
superiores y el proceso es más sencillo.
Caracterización profunda
La ventaja del maquillaje profundo reside en la mayor calidad estética que
se obtiene, ya que con este procedimente el color sale desde la profundidad de
la porcelana. Si se quiere corregir un color, también será preferible hacerlo
desde la profundidad de la masa de porcelana. Para ello podemos utilizar
modificadores del opáquer, modificadores de la porcelana dentina y, también,
colorantes intensivos.
Es difícil que las porcelanas opáquers se asemejen a las que se
presentan en los muestrarios, aunque el grado de exactitud varía según la
marca de porcelana utilizada. El defecto más común es su valor.
Excesivamente elevado, además de una saturación Inadecuada. Para
compensarlo se utilizan el gris, el marrón y el naranja o el amarillo.
A continuación, pasaremos a exponer los distintos modificadores que
pueden utilizarse en el maquillaje profundo.
1. Modificadores del opáquer.
Se trata de simples polvos que se añaden al opáquer estándar y
su eficacia depende de cuan diluido se halle, de la Intensidad de su
color y de los grosores de las dos capas que vamos a poner encima,
dentina y esmalte. Si la tonalidad obtenida no ofrece los resultados
deseados, será necesario añadir colorantes Intensivos capaces de
proporcionar el efecto deseado.
Ahora bien, en este último caso es deseable cocer el opáquer en
dos capas, la primera muy fina (washbrand), será la responsable de la
unión a la cofia metálica, y la segunda con uno o varios de los
colorantes intensivos añadidos.
La modificación del color del opáquer constituye la base para la
posterior caracterización de la porcelana dentina, bien sea
Intensificando o modificando el color en una zona, o bien para
compensar la falta de espacio para poner el grosor necesario de
porcelana (cuando el tallado no ha sido suficientemente agresivo nos
permitirá conseguir el color deseado sin producir un sobre contorneo).
Cuando se trata de maquillar el tercio incisal, será preciso
recurrir a los modificadores violeta o gris. Estos también serán usados
en interproximal con el fin de dar profundidad a la zona de los
conectores. La zona cervical es probablemente la zona más difícil de
colorear, ya que la delgadez de los materiales hace que, en muchas
ocasiones, se transparente un opáquer excesivamente blanco y poco
natural, cuando en realidad esta zona se caracteriza por la existencia
de una franja mucho más saturada que el resto del diente.
Si el opáquer es correcto, la capa de dentina podrá ser muy
delgada, pues el color ya emerge de la profundidad. Si la zona a
reproducir es radicular, el modificador de opáquer debe situarse
justamente donde termina el contorno coronal; esto es, en el perfil de
emergencia de la corona.
El modelado de márgenes totalmente de porcelana en metal
porcelana conlleva la aplicación de modificadores del opáquer para
evitar el brillo poco natural que aparece en el área cervical.
Los modificadores del opáquer resultan muy útiles para dar
naturalidad a las superficies oclusales de los molares, por ejemplo
utilizaremos un modificador naranja claro, ocre o marrón claro para
las fosas centrales o, también, un modificador violeta para as puntas
cuspídeas y los rebordes marginales para resaltar la translucidez.
2. Modificadores de la porcelana dentina o cuerpo
En este ámbito, los principios básicos de la manipulación de la
porcelana no cambia y las variaciones son fruto del tipo de porcelana
que se utiliza. La técnica del maquillaje profundo precisa de un gran
cui dado al aplicar los colorantes en el sitio que les corresponde con
el fin de obtener el máximo efecto.
Si se quiere simular una restauración cervical utilizaremos
modificadores blancos. El proceso es el siguiente: Primero se elimina
una parte de la dentina colocada previamente a ese niveloepositando
en su lugar una capa de modificador blanco. Seguidamente. se
procede a pincelar el perímetro del área rebajada con color ocre o
marrón claro obteniendo así una suave pigmentación de los
márgenes. Finalmente, se pone incisa! o porcelana neutra, se vibra
ligeramente y se cuece.
Es posible dar una mayor translucidez interdentaria rebajando la
zona proximal y añadiendo intensivo azul diluido con polvo de
porcelana neutra. Se pincela el área proximal con la dilución del
Intensivo y se acaba de reconstruir ya sea con porcelana neutra o
incisal.
Para marcar una línea vertical sobre la cara bucal, por ejemplo
blanca, es necesario efectuar un corte longitudinal en forma de "V"
dejando una pared del corte perpendicular a la cara vestibular y
quitando la porcelana afectada. Luego, se pincela con el pigmento
blanco esa pared y se resitúa en él la porcelana que hablamos
retirado. Esta técnica debe hacerse con cierta rapidez para evitar el
secado de la mezcla.
La adición de intensivos en el borde incisal ayuda a dar vida y
profundidad a la restauración. El maquillaje tendrá una apariencia
más natural si se efectúa desde la cara lingual y procederemos de la
misma manera que se acaba de describir para las líneas verticales. Si
lo que se desea es una menor saturación del colorante, lo
mezclaremos con porcelana neutra. Si, por el contrario, se pretende
subir la saturación, bastará con añadirle los óxidos correspondientes.
Resumiendo, con estos cuatro maquillajes se ha pretendido
describir cuatro caracterizaciones: una restauración cervical, un área
azulada interproximal, una línea blanca vertical y una zona
anaranjada Incisal.
Con la descripción de las principales caracterizaciones en los
maquillajes extrínseco e intrínseco se ha pretendido dar una idea
general de la manera de finalizar un modelado con maquillaje. Una
vez más, se ha puesto énfasis en la necesidad de ofrecer un
conocimiento general de las distintas técnicas existentes con el fin de
poder exigir al laboratorio hasta el mas pequeño detalle que hemos
captado subjetivamente de la boca del paciente.
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