ENERO CREDO SOCIAL
EL CREDO SOCIAL Y LOS RETOS DEL SIGLO XXI
En el escenario del siglo XXI el Credo Social Metodista es uno de los pocos
instrumentos de lucha cristiana por alcanzar a los pobres, impotentes y marginados con el
amor de Cristo y la promesa fiel de salvación. El Credo Social Metodista no es solamente
una lista de buenas intenciones, sino que integra acciones programáticas.
Hoy como en la época de Juan Wesley el llamado es al orden. Para nosotros es
retomar la esencia del metodismo ante todo ser hacedores de la Palabra de Dios.
En este mundo desordenado con perspectivas futuras de un desorden mayor, se impone la
necesidad de hacer lo que esté en nuestras manos de manera metódica.
Los nuevos retos al Credo Social nos demandan una comprensión amplia de la
problemática y su complejidad; establecer prioridades y rutas. Así para nosotros los
cristianos será prioritaria la oración, la Palabra de Dios nos dice “Orad unos por otros”
amar con misericordia al prójimo y usar como referencia de nuestro hacer a la Biblia,
consideremos por ejemplo lo siguiente: Levítico 19:19 nos dice “Mis estatutos guardaras, no
harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie: tu campo no sembraras con mezcla
de semillas… con esto queremos decir, aquello que no observe el orden natural de Dios no
debe ser considerado correcto, por más que la ciencia lo propague como un gran logro del
avance de la humanidad o que se promuevan las “Falsas libertades” en aras de la tolerancia
nuestro Dios se refiere repetidamente a evitar perversiones humanas a riesgo de
contaminar la tierra y sufrir los efectos que de ella se derivan.
Nosotros sabemos que Dios provee conforme a su bendita voluntad y que no será
por manipulación genética que al lograr más productos de carne y otros alimentos se abata
la pobreza. Conocemos que las raíces de la pobreza más bien son la injusticia, en ello si
tenemos participación, Juan Wesley se pronunció abiertamente contra la injusticia social
Tal como nuestro Señor Jesucristo lo hizo. Sin embargo no se promovió un movimiento
rebelde sino la actitud de amonestación, de defensa y de solidaridad, de ayuda al afectado.
Antes de aplaudir las imágenes y la realidad virtual se impone amar la verdad. El
Salmo 119:30 nos dice “Escogí el camino de la verdad”, y proverbios 23:23 “Compra
verdad y no la vendas”; el Nuevo Testamento nos dice: “Mas el que practica la verdad
viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” (Juan 3:21).
Es incuestionable el negativo efecto que han venido provocando las ideologías
modernas en torno a la flexibilización de las relaciones humanas, ampliamente difundidas
por los medios masivos de información en plena sintonía con la modernidad, el trato a la
mujer, a los niños, a los ancianos, a los necesitados, es producto de ello.
Se precisa entonces que la regulación de nuestros consumos culturales:
mencionemos Música, videos musicales, actitudes, formas de diversión y entretenimiento,
filtrándolos por el tamiz de nuestro Credo y de la razón que Dios nos ha dado. Su Palabra
dice:
“Examinadlo todo, retened lo bueno” (1ª de Tes. 5:21)
es necesario recobrar los valores perdidos tales como el respeto a los ancianos:
“Delante de las canas te levantaras y honraras el rostro anciano, y de tu Dios
tendrás temor” (Lev. 19:32).
El valor del hombre como cabeza del hogar: “Te pondrá Jehová por cabeza y no por
cola, y estarás encima solamente y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de
Jehová” (Deut. 28:13) “El marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
Iglesia” (Efesios 5:23).
Respecto a la pobreza Jesucristo dijo en Betania cuando fue ungido con perfume de
nardo: “Siempre tendréis a los pobres con vosotros y cuando queráis les podréis hacer
bien; pero a mi no siempre me tendréis” (Marcos 14:7).
La pobreza ha aumentado de manera impresionante en los últimos años, a escala
mundial se ha profundizado, complejizado y ciertamente podemos hacerles bien si así lo
queremos con la ayuda de nuestro Señor.
Las nuevas necesidades de la mujer reclaman más que un tratamiento de equidad
de género, la conciencia de la importancia de la mujer en la construcción de hogares
equilibrados a pesar del empleo, de su superación profesional o de su condición de
independencia. Revaloriza la importancia del matrimonio, el hogar y la familia como los
ámbitos óptimos para la formación de individuos socialmente sanos.
La calle se plantea ahora como un espacio de atención social. Los hogares
deshechos se han regalado a la vida pública en subempleo, indigencia y formas de
sobrevivencia ilícitas. La acción social debe entonces instalarse también en las calles.
Recordemos que nuestro Señor Jesús tuvo infinidad de encuentros con los necesitados,
justamente en las calles: recordemos a la mujer adultera, a los leprosos, los niños que
buscaban estar cerca de Él, a la mujer enferma que al paso de Jesús solamente alcanzo a
tocar su manto, etc.
La Palabra de Dios, nuestro más caro tesoro, debe fluir de nosotros para los
necesitados, sean ancianos, trabajadores, prisioneros, en vicios y en prisiones físicas,
marginados sociales, mujeres solas o niños de la calle. En un mundo desesperanzado, las
Palabras del Evangelio son de vida y nutren la fe en nuestro hacedor. Ponerse en manos de
Dios es el mejor principio, ganar la batalla de rodillas y con el poder de su Palabra, siendo
hacedores del servicio como nuestro Señor Jesús lo hizo. Recordemos su andar de pueblo
en pueblo, su fatiga, su ánimo, su valor y persistencia.
Sus decepciones tristezas, pero finalmente su triunfo. Recordemos también a Juan
Wesley y a sus seguidores, su arduo trabajo, las dificultades que enfrentaron, los proyectos
que emprendieron en búsqueda de mejores condiciones de vida para los pobres, enfermos
y víctimas de la injusticia. Sus esfuerzos no fueron en vano. Dios en su gran misericordia nos
ha dado la gracia de servir, nos ha dotado de inteligencia y nos mueve con su Bendito
Espíritu Santo, de manera que como el apóstol Pablo dijo en Mileto, sirvo al Señor con
humildad. “Así que recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud y
mediante ella sirvamos a Dios, agradándole con temor y reverencia” (Hebreos 12:28).
Antropólogo.
José Fernando García Zamudio.
Socióloga
Judith Esther Carro Bautista.
“No nos cansemos, pues de hacer bien; porque a su tiempo segaremos si no
desmayamos, así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos y
mayormente a los de la familia de la fe”.
Apóstol Pablo Gá. 6:9-10
El artículo 595 de nuestra disciplina declara:
La Iglesia Metodista de México A. R. expresará la autenticidad y profundidad de su
vida, su fe y su consagración mediante hechos concretos de amor al prójimo…..por lo tanto
esta área elaborará proyectos que promuevan el desarrollo integral del individuo
procurando que respondan a las necesidades ……..de su entorno social.
Nuestro Credo Social pretende orientar nuestra actuación en la sociedad y dar a
conocer a ésta en cada uno de sus puntos nuestra solidaridad en palabra y actuación a favor
de ésta.
Los metodistas no podemos concebir a una Iglesia indiferente a la problemática de
su entorno social. Desde sus inicios el metodismo ha mostrado una preocupación naciente
desde su corazón y se ha esforzado en responder dedicando recursos humanos, técnicos,
económicos, de estructura, en tiempo; para aliviar las necesidades tanto espirituales como
materiales de los menesterosos sin importar su posición social, educativa, religiosa,
nacionalidad, sexo, etc.
Más no solo el metodismo se ha esforzado por superar su ejercicio hacia la
asistencia social, sino que a través del tiempo su participación, opinión y declaraciones
hacia las diversas injusticias han sido consideradas en diversos foros y han servido para el
establecimiento de programas más justos y de igualdad de derechos.
El compromiso de nuestra Iglesia con las necesidades y movimientos sociales queda
demostrado desde sus inicios y hoy día reiteramos éste, pues confesamos que el Evangelio
del Señor hace bien a las almas y cuerpos de los que tienen hambre y sed de justicia (Mt.
5:6, 10-12)
REFLEXIONES SOBRE NUESTROS
PRINCIPIOS SOCIALES
El metodismo es la única denominación evangélica que ha suscrito documentos de
doctrina social: en 1908, en los Estados Unidos se proclama un Credo Social con 16 puntos.
La Iglesia Metodista de México lo adopta al constituirse en 1930. Ese Credo se actualiza en
1994 con los principios sociales en 11 puntos. Las palabras clave en ambos documentos son
vida (física, temporal) y todos que expresan el énfasis wesleyano de la universalidad de la
gracia (de Dios) a la especie humana toda. En el contexto ecológico actual la vida natural
que incluye la salvaje, son un regalo divino y una responsabilidad humana.
En los documentos leemos que se proyecta a “todos los seres humanos en todos los
estados de la vida”…así como “al uso de todos los medios legítimos”: “El derecho de todos
los humanos de gozar la oportunidad de procurarse su sostenimiento…contra todo abuso o
explotación”…”Del mejoramiento de la vida humana”…y que “Cualquier intento que
perjudique el medio ambiente…es un atentado contra la creación”. Del mismo modo se
declara que “todos los hombres y todas la mujeres…creados a la imagen de Dios tenemos
derechos inalienables” como el de “un trabajo para una vida digna” hacia un mejor nivel y
mejores condiciones de vivienda, salud, alimentación, etc., y para concluir el compromiso
de que “ampararemos el derecho de todos los seres humanos…y desarrollaremos todos
los programas de atención” sin detenernos a la vista de etiquetas convencionales que la
sociedad humana acostumbra poner.
NOTA FINAL. Hay referencias a los campesinos, las etnias autóctonas, los ancianos
y los niños como objeto de mayor atención.
Oscar G. Baqueiro
CREDO SOCIAL Nuestro Señor Jesucristo declaró enfáticamente que nosotros sus seguidores somos la sal y la luz en este mundo (Mt. 5:13,14), y que como sus seguidores debemos hacer buenas obras para que otros, al verlas, glorifiquen al Padre (Mt. 5:16). Es decir, que nuestro testimonio como cristianos en el mundo debe ser una señal de que el Reino de los cielos se encuentra ya entre nosotros (Lc. 17:20,21; Mt. 4:17). De aquí, pues, parte nuestra preocupación social, nuestro interés en los acontecimientos que convulsionan el mundo al que nuestro Señor Jesucristo nos ha enviado (Jn. 17:18), y el deseo y responsabilidad de aliviar sus enfermedades, carencias y dolores (Mt. 25:31-46; Mr. 6:7-13; Jn. 20:21,22; Hch. 2:43-47; Ro. 15:26,27; I Co. 16:1-14). El Metodismo ha mostrado esta preocupación social desde sus inicios. Juan Wesley dedicaba sus recursos personales, su tiempo, su dinero y ganancias para aliviar las necesidades tanto espirituales como materiales de los pobres. En sus sociedades, constituidas en su mayoría por pobres, se recogían ofrendas para los más pobres, los enfermos y los extranjeros sin amigos. Pero Wesley también realizaba proyectos tipo cooperativa en los que se les proveía de trabajo a los más necesitados y mediante su labor ganaban un sueldo. Así mismo había una rudimentaria "caja de ahorro" que prestaba dinero a los que deseaban emprender su propio
negocio e ir pagando el préstamo- sin intereses- poco a poco. Proveyó, también, medios para que la gente recibiera atención médica, fundando una "clínica" y escribiendo un manual pequeño de remedios caseros y naturales que tituló Primitive Physick, y que fue uno de sus libros más leídos. Además de este tipo de proyectos para aliviar las carencias y dolores de los pobres, también se pronunció en contra de las personas, profesiones y hechos que corroían a su nación y afectaban a los más débiles: Se declaró, por ejemplo, en contra de los comerciantes deshonestos y los productores de licores que lograban su riqueza aumentando la miseria de los pobres; en contra de los médicos y farmacéuticos que se hacían ricos prolongando la enfermedad de sus pacientes y vendiendo remedios a los que añadían otras cosas para hacerlos más caros pero no más efectivos; en contra de los abogados que obtenían sus ganancias sacrificando y explotando a sus clientes; protestaba contra la guerra a la que consideraba irracional, absurda; también estaba contra el brutal colonialismo que practicaba su nación; y especialmente estaba en contra de la villanía de las villanías que era la esclavitud a la que eran sometidos los africanos. De esta manera vemos cómo Wesley, y con él todos aquellos que se unieron en defensa de los más débiles e indefensos, se convirtieron en la luz y la sal de ese mundo donde Dios le había puesto. Muchos de los convertidos a Cristo y que se unieron al movimiento Metodista siguiendo el ejemplo del compromiso social de Wesley estuvieron dispuestos a enfrentar insultos, acusaciones, a sufrir condenas de trabajos forzados, o incluso a morir por defender aquello que estaban seguros era la voluntad de Dios para todos: Conservar la dignidad de todo ser humano. Su fe, que se concretaba en la preocupación por extender el reino de los cielos en esta tierra, también impulsó a esos Metodistas a luchar por cambiar legislaciones injustas, a unirse en protestas, huelgas e incluso la lucha armada. Allí está Lord Shaftesbury y Ricardo Oastler, quienes trabajaron para emancipar a los "esclavos industriales" y a los menores de edad explotados en las fábricas que provocó la revolución industrial. Tenemos también a tres predicadores locales y dos congregantes de la Iglesia Metodista en la villa de Toldpuddle, Inglaterra, que al fundar un sindicato agrario fueron considerados fuera de la ley y sentenciados a siete años de trabajos forzados en las colonias penales de Australia. Hallamos también a Samuel Fielden, un Metodista que se encontraba entre los huelguistas que ahora son conocidos como los mártires de Chicago de 1886. Cuando examinamos la historia de nuestro propio país, nos damos cuenta de que en el movimiento Revolucionario que se inició en 1910, muchos Metodistas participaron activamente. Por mencionar sólo a algunos de ellos, dirijamos nuestra atención al Pastor José Trinidad Ruiz y al maestro de escuela Metodista Otilio Montaño que ayudaron a redactar el Plan de Ayala; a los maestros de escuela y Pastores Metodistas Andrés y Gregorio Osuna. Más adelante encontramos a Rubén Jaramillo que organizó a una serie de movimientos sociales en el estado de Morelos entre los años 1938 a 1962, cuando sufrió el martirio junto con su familia. El compromiso de la Iglesia Metodista de México, A. R., con las necesidades y movimientos sociales queda demostrado desde Juan Wesley hasta aquellos que han aceptado que el evangelio del Señor hace bien a las almas y cuerpos de los que tienen hambre y sed de justicia. (Mt. 5:6, 10-12). Durante una época en que la situación social requería la influencia de los valores cristianos, la Iglesia Metodista de los Estados Unidos lanzó a en 1908 las dieciséis declaraciones que formaron su Credo Social. En ese tiempo estas declaraciones fueron revolucionarias pues señalan y atacan frontalmente los problemas sociales de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, que fueron: la injusticia, el racismo, la desintegración familiar, la explotación, la corrupción; y define la valiente oposición de un organismo eclesiástico contra todo ello. Precisamente por su valor histórico y porque estas declaraciones marcan la senda para el compromiso social de la Iglesia Metodista desde aquel entonces, queremos presentarlas en su forma original:
a.- Iguales derechos y aplicación por parejo de la justicia a todos los hombres, en todos los estados de la vida. b.- Protección de la familia por la simple norma de la pureza moral. Reglamentación adecuada del matrimonio. Leyes específicas acerca del divorcio. Habitaciones sanas, cómodas, bellas. c.- La mejor oportunidad posible para el crecimiento físico, intelectual y moral del niño y del joven, por todos los medios legítimos que estén a nuestro alcance. d.- Abolición del trabajo dañoso para los niños. e.- Reglamentación adecuada del trabajo de las mujeres, especialmente de las madres, y salvaguardia de su ambiente físico y moral. f.- Disminución y prevención de la pobreza. g.- Protección del individuo y de la sociedad contra la desintegración social, económica y moral que ocasionan las bebidas alcohólicas, el tabaco y la drogadicción. h.- Conservación de la salud. i.- Protección del obrero contra la maquinaria, los elementos y las obras insalubres o que pongan en peligro los miembros o la vida. j.- El derecho de todos los hombres de gozar la oportunidad de procurarse a sí mismos su sostenimiento y asegurarse este derecho contra todo abuso o explotación. k.- Protección de los trabajadores en caso de falta de empleo. Adecuada previsión para la vejez de los trabajadores y para aquellos que hubieren quedado imposibilitados por accidente o por enfermedad profesional. l.- El derecho a organizarse tanto los obreros como los patrones y de usar los medios justos de conciliación y arbitraje en los conflictos industriales. m.- Un día de descanso a la semana, preferentemente el domingo. n.- Reducción razonable de las horas de trabajo para el descanso y recuperación indispensable al mejoramiento de la vida humana. ñ.- Un salario adecuado para cubrir las necesidades del individuo; y el salario máximo que las industrias puedan pagar. o.- Mayor énfasis en la aplicación de los principios cristianos relativos a la adquisición y el uso de la propiedad y finalmente, la repartición equitativa del producto de la industria. La Iglesia Metodista de México, A. R. adoptó dicho Credo voluntariamente y se comprometió a sostener y cumplir esos principios. Sin embargo, la distancia histórica, cultural y contextual, debe ser salvada haciendo una revisión y actualización periódica de los principios que orientan nuestra actuación en la sociedad. Después de hacer dicha revisión, declaramos que actualmente como Iglesia Metodista de México, A. R., profesamos los siguientes principios sociales: 1.- El mundo visible es creación de Dios y nos ha encargado su cuidado. Somos mayordomos de la creación, no sus dueños. Por tanto, cualquier interés o práctica que perjudique el ambiente, la naturaleza, la vida silvestre y la dignidad humana, es un atentado contra la creación del Señor, y debe ser prevenida, detenida y combatida. 2.- Todos los hombres y mujeres, por haber sido creados a la imagen y semejanza de Dios, tienen derechos que son inalienables. Fuera del ambiente de la iglesia cristiana estos son conocidos como derechos humanos. Defenderemos estos derechos. 3.- Realizaremos todos aquellos programas o actividades que prevengan, detengan o combatan intereses y prácticas que lesionen y degraden la dignidad humana, tales como: El tabaquismo, el alcoholismo, la drogadicción, la pornografía, la prostitución, la homosexualidad, el racismo, la discriminación, la explotación humana, la guerra, el terrorismo, la miseria y cosas semejantes a estas. Amamos al pecador, pero no al pecado. 4.- La familia es el fundamento de la sociedad humana. Por tanto, protegeremos y fomentaremos a la familia de manera que cada uno de los miembros que la conforman sea de enriquecimiento y desarrollo el uno para el otro. Prácticas tales como el divorcio, el abuso y explotación sexual y emocional de la pareja o de los menores en la familia, atentan contra esta unidad básica; por lo cual presentaremos un frente unido para prevenir, ayudar a solucionar y acompañar a las familias que estén atravesando por estas situaciones o similares. 5.- Todos los hombres y mujeres tienen derecho a que se imparta por igual la justicia, sin que su situación social o económica, preferencia religiosa o política, ni su raza, ni su grado de educación sea un obstáculo o argumento para negársela. 6.- Deben aplicarse los principios cristianos en justicia, mayordomía y bienestar común en la adquisición y uso de la propiedad.
7.- Estaremos atentos a las necesidades de los campesinos e indígenas en su lucha por una vida digna, y declaramos el respeto al estilo de vida de los diferentes grupos étnicos del país. 8.- Declaramos que todos los hombres y mujeres tienen derecho al trabajo como una manera de obtener un mejor nivel de vida. Por tanto, se protegerá al trabajador y su libertad para organizarse en pro de la defensa de su trabajo y su demanda de salarios que le permitan mejores condiciones de vida. 9.- Defenderemos el derecho a la información de todos los habitantes del país. Dado que los medios masivos de comunicación son un instrumento que influye en la educación, cultura y formas de entretenimiento de la población, se hace necesario que éstos sean democráticos para asegurar que la información sea veraz, esté al alcance de todos y tenga una influencia positiva en la población. 10.- Afirmamos que los ancianos y los niños tienen derecho a la vida en las mejores condiciones de vivienda, salud, alimentación, educación, seguridad y protección. 11.- Ampararemos el derecho de todos los seres humanos de recibir atención en favor de su salud, y desarrollaremos todos aquellos programas de atención Pastoral, médica y psicológica que tiendan hacia el cuidado, la consolación y solidaridad aun con aquellos que padezcan enfermedades terminales tan terribles como el cáncer, SIDA, ébola, entre otras.
FEBRERO
REFLEXIONES A NUESTROS PRINCIPIOS SOCIALES.
El mundo visible es creación de Dios y nos ha encargado su cuidado. Somos
mayordomos de la creación, no sus dueños. Por tanto, cualquier interés o práctica que
perjudique el ambiente, la naturaleza, la vida silvestre y la dignidad humana, es un
atentado contra la creación del Señor, y debe ser prevenida, detenida y combatida.
NUESTRO TRASFONDO BÍBLICO:
Estamos conscientes que la tierra, los cielos y todo lo que en ella se mueve es creación de
Dios (Gn. 11:1) y al término de ésta se afirma que ha sido creada “Buena en gran manera”
(Gn.1:31) y fue a través de su creación como Dios revela su Grandeza y Gloria (Sal. 19:1). Y
en un gesto de amor y bondad, Dios hizo al hombre y lo puso sobre su creación para que
ésta señorease sobre ella con un espíritu de sojuzgadla, fructificarla con la
responsabilidad de cuidar de ella. (Gn. 1:28, 2:15).
Durante el tiempo que la humanidad ha estado aquí, se ha servido del aire, las aguas y la
tierra, junto con todos sus recursos naturales y este servicio ha traído resultados
desastrosos para la naturaleza como producto de su falta de una sana mayordomía y una
precaria ascendente del mal. (Is. 24:3-8) y con ello la calidad de vida ha decrecido
(Lv.18:25).
Mayordo
mos de la
Creación
Hoy día nos hemos dado cuenta que estamos a punto de crear una hecatombe ya que hemos
saqueado los recursos de la tierra y nos acercamos a pasos veloces a una amenaza de
sobrevivencia de la vida vegetal y animal.
Hoy en día hacemos un llamado a retomar conciencia sobre nuestra responsabilidad hacia
la tierra, la cual no nos pertenece, pues es de Dios (Lv. 25:23). Creemos que la creación no
solo se resume en “seis días” la creación es un proceso que continúa (Sal. 104:30, Col. 1:17).
Reconocemos nuestra responsabilidad en participar en la re-creación ya que ésta aguarda
la participación de los hijos de Dios (Rom.8:19) haciendo énfasis que Cristo no solo es el
Redentor del mundo sino que es el Creador y Sustentador del mismo (He. 1:3) y Él nos ha
otorgado esta creación para habitarla reconociendo su presencia (Is. 45:18).
NUESTRA HERENCIA:
En cierta ocasión un rector anglicano le preguntó a Juan Wesley cuál era su parroquia, se
dice que éste le contestó “Considero al mundo mi parroquia”, y este pensamiento absorbió
todo el tiempo, energía y recursos de Wesley; hizo del mundo su área de acción, no
mirándolo como un espacio integrado por almas, sino viendo al hombre en su totalidad,
llevando el Evangelio de revelación no sólo a las almas, sino aún a su entorno social. En 1744
declaró: Todo proyecto para reconstruir la sociedad que pase por alto la redención del individuo es inconcebible… y toda voluntad para salvar a los pecadores que no tiene el propósito de transformarlos en cruzados contra el pecado social es igualmente inconcebible.
Ciertamente es difícil encontrar escritos de Wesley donde se toquen temas sobre el
ecosistema y la relación del hombre con éste; más si lo encontramos trabajando, luchando
y haciendo declaraciones a favor de la dignidad humana y el bienestar social. Hablando en
contra de todo ejercicio de injusticia.
NUESTRA TAREA:
Los metodistas somos un pueblo con conciencia y herencia social que entiende el llamado
que Dios nos hace. Las siguientes actividades pueden ayudar a enriquecer el programa
local:
Iniciativas:
1. Promover el ser agentes de cambio por medio de nuestra propia actuación en conservar
los recursos naturales a nuestra disposición.
2. Conservación de los recursos naturales por medio de una utilización sabia de la gasolina
y la energía en sus diversas manifestaciones.
3. Participar en programas para sembrar y conservar los árboles, reciclaje de plásticos,
papel y metales.
4. Dar un ejemplo en vivir un estilo de vida que afirme la importancia de compartir con
otros.
5. Unir esfuerzos con organizaciones que promueven el bienestar ecológico y del hombre.
6. Dando testimonio, teniendo un programa permanente de limpieza y forestaciones desde
nuestro templo y hogar hacia la comunidad.
7. Celebrar el día mundial del medio ambiente (5 de junio).
MARZO
Deben aplicarse los principios cristianos en justicia, mayordomía y bienestar común en
la adquisición y uso de la propiedad. TRASFONDO BÍBLICO:
Este principio tiene que ver con nuestro proceder responsable en lo que adquirimos,
vendemos, con aquello que se asigna a nuestro cuidado; como también el correcto proceder
del servicio que ofrecemos y la justa respuesta al servicio que recibimos.
Las leyes establecidas por Dios, son con el fin de reconocer y respetar el derecho a la
justicia, a la propiedad y prestación del servicio, para la sana convivencia entre los
hombres. (Éx. 20:12,17).
Es interesante ver cómo los diez mandamientos son la base de la diversidad de leyes, entre
ellas, aquellas que se relacionan con la mayordomía y respeto a la propiedad y el uso de
ésta. Se establecieron leyes respecto a la propiedad privada, (Éx. 21:12-16); se
establecieron leyes para la buena relación entre los amos y sus trabajadores (Éx. 21:26-32)
y podríamos mencionar una diversidad de principios que narran los libros de Éxodo y
Levítico.
El problema que contemplaba Dios venir respecto a la mala mayordomía, es que el hombre
sintiera que, gracias a sus logros, alcanzó el bienestar y luego se creyera dueño de todo;
por lo que en Deuteronomio 8:11-20, Dios nos hace un llamado a no olvidarnos de Él como
principio a nuestra conciencia en la mayordomía (Dt.24:6,14).
Dios es Señor Creador y dueño de todo cuanto existe (Ex.19:5, Lv.25:23, Sal. 24:1, Hag.2:8)
el mundo físico, como de los hombres (Dt. 32:6, Ro.14:8) y por lo tanto Él nos pedirá
cuentas del manejo de la propiedad, si hemos obrado con justicia y en bien para otros, (Mt.
12:36, 18:23, Lc.12:20,48 Ro.14:12), y en forma responsable (Job 19:4, Pr.9:12, Ro.18:20).
¿Cuántas veces hemos mentido al Espíritu Santo, y nos hemos engañado a nosotros mismos
al hacer un mal manejo de las propiedades que Dios nos ha asignado administrar (Hch.5:1-
11).
NUESTRA HERENCIA:
Existen diversos pensamientos de Juan Wesley sobre nuestra responsabilidad como
mayordomos de la propiedad que Dios nos a asignado. “Esta es la parte de un mayordomo FIEL Y PRUDENTE,
La
Mayordomía
y el uso de la
propiedad
No vender su casa o sus terrenos, ni sus valores a no ser que esté obligado por razones muy poderosas; no desear ni procurar aumentarlos, ni desperdiciarlos en vanidades, sino emplearlos enteramente con fines sabios y racionales para los cuales el Señor los ha puesto en sus manos”
En el sermón “El Buen Mayordomo” Juan Wesley señala:
“Hermanos ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre su sabiduría de lo alto, caminando de acuerdo a su carácter; si ha de dar cuenta de si mismo como mayordomo de los múltiples dones de Dios, que se vea que todos sus pensamientos, palabras y trabajos concuerden con la posición que Dios le asignó. No es cosa fácil poner en las manos de Dios todo lo que has recibido de Él; requiere toda tu sabiduría, toda tu resolución, toda tu paciencia y constancia”.
Juan Wesley y los metodistas del siglo XVIII lucharon por los derechos a la propiedad y el
correcto uso de ésta, oponiéndose a toda clase de injusticia en el acaparamiento de bienes,
pues solo estaba ocasionando un distanciamiento más marcado entre el pobre y el rico, con
un latifundismo vergonzoso para un país que se sentía con una alta moral.
NUESTRA TAREA:
- Ser instrumentos de justicia en nuestras relaciones con los demás, en el trato de
compra-venta justa, no hacer en los negocios lo que no queremos que otros nos hagan.
Debemos considerarnos como ejemplo hacia los demás; no es posible que la justicia
resplandezca cuando la familia de Dios no proceda con justicia en sus tratos con los
demás y muchas veces entre nosotros mismos.
- Fomentar la cultura de apreciar los bienes materiales que Dios nos ha brindado, como
mayordomos debemos darle cuidado o mantenimiento a la propiedad que Dios nos
proporciona, pues Él nos la brinda para nuestro bienestar.
- Fomentar la justicia, patrón-obrero, vendedor-comparador, patrón-proveedor de
servicio.
ABRIL
Ampararemos el derecho de todos los seres humanos de recibir atención en favor de
su salud, y desarrollaremos todos aquellos programas de atención Pastoral, médica y
psicológica que tiendan hacia el cuidado, la consolación y solidaridad aun con aquellos
que padezcan enfermedades terminales tan terribles como el cáncer, SIDA, ébola,
entre otras.
TRASFONDO BÍBLICO:
Atención a favor
de la salud
Abogamos a la luz de la Palabra de Dios por una mejor calidad de vida en relación con
pacientes sin importar la enfermedad que vivan. Creemos en la santidad de vida y por lo
tanto mientras haya esperanza se debe luchar por el enfermo hasta que recupere su
salud, con el fin de que sea un ser que se manifieste en toda su vida por si mismo y por
su prójimo.
En el antiguo Testamento existen diversidad de versículos que nos enseñan el plan de
Dios para traer sanidad al hombre, pues Él la ha prometido a todos los que se vuelven a
Él, (Ex. 23:25, Dt. 32:39, 2 R. 20:5) y no sólo se acerca a sanarles, sino a consolarles en
todas sus dolencias (Sal. 41.3) pues es nuestro Dios quien escucha
el clamor de los enfermos y podemos afirmar que Dios los ama tanto, que sus ojos están
puestos sobre ellos (Is. 38:5, Sal. 30:2, 107:18-20) y revela su poder y compasión
sanándoles.
Jesucristo expresó profundo interés en uno de los problemas de aquellos tiempos:
atender a un sinnúmero de personas que eran atormentadas por diversas enfermedades.
Él mismo afirmó que vino para traer libertad, sanidad, y que el Padre lo envió a los
enfermos.- Debemos hacer notar que en los tiempos de Jesucristo las condiciones de
vida para Israel, como pueblo cautivo, no eran muy favorables, y los enfermos se
encontraban en muy diversos lugares inspirando lástima y clamando misericordia.
Las manifestaciones de sanidad que Cristo ejerció fueron diversas, físicas, mentales,
emocionales, y por supuesto espirituales. Cabe mencionar que aunque Él tenía el poder
para sanar, también se dio el tiempo para escuchar y atender a los enfermos (Mt.4:23-
24, Lc. 4:40, Mr. 1:37, Lc. 14:39, Mr. 6:5, Mt. 8:3, Lc. 8:44, Mr. 3:5). Y la Iglesia
primitiva, siguiendo el ejemplo de Cristo, ejerció el ministerio de la sanidad (Hch. 5:15,
19:12, 1 Cor. 12:9, 28). De esta manera, gozando de una herencia y enseñanza tan
hermosa, comprometida y llena de consuelo, hoy en día como Iglesia tenemos un llamado
de solidaridad hacia los enfermos.
NUESTRA HERENCIA:
El trabajo del Reverendo Juan Wesley fue muy intenso a favor de los enfermos y el
derecho que éstos tenían por recuperar su salud, por lo que implementó programas de
asistencia social, médica, pues consideraba que una enfermedad prolongada sin importar
fuera dolorosa o no, produce en quien la vive, efectos que vienen a deteriorar el estado
de ánimo del mismo; atormentar su alma, depresión del espíritu; aunque la misma fe se
mantenga activa. Sin lugar a dudas en tiempos de Juan Wesley se manifestaban
enfermedades terminales entre ellas la “Tisis” y la “Fiebre”; ante las cuales luchó por
rescatar a los enfermos de su estado.
NUESTRA TAREA:
- Establecer y fomentar la pastoral hacia los enfermos y sus familias a través de llevar
palabra de consuelo y esperanza, inspirando a todos los afectados a vivir el momento
de una manera digna.
- Programas de visitación pastoral y congregacional.
- Apoyo a programas ya existentes, como la visita periódica a hospitales, clínicas
oficiales y de beneficencia.
- Tener programas preventivos, como talleres, conferencias impartidos por especialistas
en las organizaciones y a nivel Iglesia
- Tener una pastoral especializada en llevar un mensaje de amor y solidaridad con
aquellos que viven enfermedades terminales.
- Ser instrumentos de orientación o canalización para buscar las mejores posibilidades
de una restauración pronta hacia aquellos que no cuentan con recursos.
- Buscar la sanidad integral del enfermo, buscando la restauración de su espíritu, alma y
cuerpo.
MAYO
La familia es el fundamento de la sociedad humana. Por tanto, protegeremos y
fomentaremos a la familia de manera que cada uno de los miembros que la conforman
sea de enriquecimiento y desarrollo el uno para el otro. Prácticas tales como el
divorcio, el abuso y explotación sexual y emocional de la pareja o de los menores en la
familia, atentan contra esta unidad básica; por lo cual presentaremos un frente unido
para prevenir, ayudar a solucionar y acompañar a las familias que estén atravesando
por estas situaciones o similares.
TRASFONDO BÍBLICO:
Creemos firmemente que la familia es el fundamento de toda sociedad; y que el hogar ha
sido establecido por Dios (Gn. 2:22-24; Éx. 12:24-27; Mt. 19:4-6; Ef. 5:21), y así lo
entendieron los hombres de Dios. Encontraron que el hombre era el centro de la formación
del hombre en su diversidad, Josué nos enseñó al decir “Yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24.15). Job, velando por su familia, encuentra riqueza y fortaleza en cada uno de sus
integrantes donde cada quien toma su responsabilidad; la esposa amando y respetando a su
marido (Tit 2:4; Ef. 5:33), El esposo amando y dando un trato de cariño y protección. (Ef.
5:25-33) y los hijos honrando a su padre (Pr. 6:20, Ef. 6:1, Col.3.20).
La Familia como
fundamento de
la Sociedad
Humana
Creemos firmemente en el ejercicio de la paternidad como base de unidad para la familia,
bajo una cobertura de amor (Tit 2:4), temor de Dios (Gn. 18:19, Dt. 32:46, Pr. 4:1-4);
enseñando la obediencia (Pr. 4:3,4; Ef.6:4, 1 Ti. 3:4); bendiciendo a la familia (Gn. 48:15,16;
He. 11:20).
La familia ha sido centro de ataque a una diversidad de elementos que si no velamos, éstos
la pueden dañar y ha sido causante de la destrucción de muchos hogares; por lo cual
debemos promover que éstos no lleguen a morar entre ninguna de las familias, entre ellos:
el odio, Gn. 27:41, la envidia Gn.37:11, el adulterio Éx. 20:14, 2 S. 11:2-4, el ser
contenciosos Pr. 21:19, Is.25:25, la ingratitud Dt. 21:20, 25:15,16, avaricia Ro. 15:27,
pereza Ec. 10:18.
Sin lugar a dudas, el fomentar el amor (Gn. 24:67, 1 Co. 13) el cuidado, crianza de los hijos
y compañía de éstos (Gn. 21:6, Job. 29:5, Sal.127:4,5), enriquecido esto en el temor de
Dios, hará de cada familia, una familia bienaventurada (Sal. 128). Debemos luchar por cada
hogar y que Dios nos permita escuchar de éstos “Yo y mi casa serviremos a Jehová”. Esto
sucederá en la proporción en que nuestros hogares den testimonio.
NUESTRA HERENCIA:
Es interesante notar como Juan Wesley, en sus diversos sermones y escritos da un lugar
primordial a la familia y a su participación en la sociedad. Consideraba la importancia de
que la familia y la religión formaran una unidad; pensaba que la religión es un freno y a la
vez un motivador a la armonía familiar y asimismo el agente que puede frenar influencias de
desgaste para el hogar.
Con referencia a la decisión de Josué “Yo y mi casa serviremos a Jehová” Wesley decía
¡Cuán deseable sería que todos aquellos que han gastado la benignidad del Señor; todos los que fueron sacados de la tierra de Egipto, los librados del pecado, y especialmente aquellos que integran la comunidad cristiana adoptaran la misma actitud!
Respecto al alejamiento de la religión por parte de las familias dice:
¡Cuántos de ellos son completamente ajenos a la religión verdadera, a la vida y el poder que ello brinda! Y no son pocos los que se han entregado a toda clase de maldad…. Generalmente la maldad de los hijos, se debe a los errores y negligencia de los padres.
En el sermón 95 Juan Wesley, habla de una serie de consejos para la instrucción de los
niños (hijos) y nos vuelve a presentar al hogar como el centro de la formación de todo
principio de valores.
“A todos ustedes padres, que en verdad aman a sus hijos e hijas; les digo de mañana,
tarde y durante todo el día…insten a sus hijos a andar en amor, como también Cristo
nos amó…y a tener siempre presente que Dios es amor y el que permanece en amor, permanece en Dios y Dios en él”.
NUESTRA TAREA:
Existe una diversidad de actividades que se pueden promover en favor de la familia;
creemos firmemente en programas preventivos, mas esto no nos limita a realizar programas
de remedio en una pastoral hacia la restauración familiar.
1. Realización de programas-dinámicas hacia la pastoral familiar como:
- Encuentros familiares, días de campo, cena familiar.
- Retiros espirituales-escuela para padres.
- Talleres de información preventivos sobre agentes que disuelven los lazos familiares.
- La Sociedad Misionera Femenil; Fraternidad de Varones, matrimonios., Legión Blanca o
Ligas de Jóvenes e Intermedios pueden realizar actividades o talleres preventivos.
- La Pastoral familiar desde el púlpito.
2. Nos podemos apoyar en instrucciones y organismos que promueven programas de
restauración familiar.
3. Tener una pastoral sin prejuicios en defensa de la unidad y valores familiares dando
conciencia y ofreciendo alternativas bíblicas a quienes viven un trance de
desintegración familiar.
4. Pastores y Líderes congregacionales deben recibir capacitación continua que nos brinde
herramientas de consejería familiar.
JUNIO
Todos los hombres y mujeres, por haber sido creados a la imagen y semejanza de
Dios, tienen derechos que son inalienables. Fuera del ambiente de la iglesia cristiana
estos son conocidos como derechos humanos. Defenderemos estos derechos.
TRASFONDO BIBLICO:
Al hablar de derechos humanos debemos partir del hecho de que hemos sido creados por un
mismo Dios que en cada uno de nosotros depositó su imagen y semejanza (Gn. 1:27-28,
Is.43:1).
El apóstol Pablo afirma que lo creado por Dios ha sido por naturaleza bueno. Y es por eso
que en el hombre se encuentran sentimientos y emociones que expresan actitudes como de
bondad, amor, respeto, solidaridad, etc. (1 Ti. 4:4).
Es conocido que cuando la desobediencia entró en el corazón del hombre, éste comenzó a
tomar actitudes egoístas en contra del mismo hombre (Gn. 3), al grado que dio lugar a la
maldad. (Ez.28:15) y ésta nos ha llevado a tomar actitudes que van en contra de la buena y
sana relación entre los hombres, faltándonos al respeto (Mal. 2:10)
Los
Derechos
Humanos
Es en el Evangelio de la redención en Cristo Jesús como el hombre viene a obtener vida
abundante (Jn. 3:16) y esa vida nos lleva a rescatar los valores que ahora en Cristo Jesús
los podemos entender y vivir (Gá.3:18, Lc.10:25-37, Stg. 2:16, 1 Jn.4:7).
En Cristo Jesús somos uno, y Él nos llama a honrar, respetar y dignificar al hombre y a la
mujer (Ro. 12:10, 15:7) procurando vivir en paz con todos aquellos que nos rodean (Ro.
12.18). Y entendemos que esto sólo es posible cuando respetamos el derecho de los demás;
bajo la regla de que así como nosotros deseamos que nos hagan o se comporten, así hacerlo
nosotros (Lc. 6:31); sobre todo en la proporción en que respetemos o dignifiquemos la
integridad de nuestros semejantes. Sin lugar a dudas lo podemos hacer en Cristo Jesús
(Mt. 25:41).
NUESTRA HERENCIA:
La obra de Juan Wesley, dio a la Iglesia de Cristo una diversidad de ejercicios espirituales
como fruto de la fe depositada en Cristo. No únicamente le dio su riqueza teológica,
revolución espiritual y evangelizadora, sino que llevó a la Iglesia a ser la voz del
menesteroso, a levantarse en favor de las causas justas; a oponerse a todo aquello que
afectara la dignidad y derechos de los humanos.
Heredó a los metodistas ese distintivo que nos debe caracterizar como parte de nuestra
vida y culto, el de ser portadores de las buenas nuevas, buenas nuevas de redención y
libertad, de santidad y justicia, de amor y respeto, de perdón y abogacía.
Dice Brendy…. Wesley, fue un vigoroso reformador social pues iniciando y dirigiendo un maravilloso movimiento espiritual, con imperativos morales latentes, abrió los manantiales de la simpatía y la comprensión humana, que a su vez inspiraron y nutrieron una sucesión gloriosa de reformas sociales.
Juan Wesley no perdía ocasión para manifestarse en sus sermones y escritos en contra de
las grandes injusticias y de los enormes pecados sociales de su época, e insistía en los derechos de toda criatura en cuanto empieza a respirar. Entre ellos la libertad, contra las
injusticias laborales en la industria, luchó por los derechos de las mujeres, niños,
campesinos, obreros y presos. El metodismo tiene una herencia de predicar el Evangelio de
redención al hombre, más un evangelio con humanización.
NUESTRA TAREA:
Como metodistas encontramos nuestro deber de respetar y defender los derechos
humanos cuando Dios nos dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv. 19:18). Y los
escritos del Nuevo Testamento nos inspiran y nos hacen que el verdadero amor hacia el
prójimo es el elemento distintivo del cristiano.
Iniciativas:
1. Difundir estudios bíblicos donde se resalte los derechos humanos, se podrían hacer
bajo la siguiente temática:
- Cristo y su Evangelio de justicia y dignidad humana.
- Las cartas paulinas y la defensa a los derechos humanos.
- Levítico y el pueblo de Dios, y su proceder hacia los demás.
2. Difundir los derechos universales del hombre y ciudadano; éstos se podrían poner en la
pizarra de avisos o en el boletín dominical.
JULIO
Defenderemos el derecho a la información de todos los habitantes del país. Dado que
los medios masivos de comunicación son un instrumento que influye en la educación,
cultura y formas de entretenimiento de la población, se hace necesario que éstos sean
democráticos para asegurar que la información sea veraz, esté al alcance de todos y
tenga una influencia positiva en la población.
TRASFONDO BIBLICO:
Es la palabra de Dios nuestra máxima norma para regular las diversas vías de
comunicación.- La comunicación entre Dios y los hombres, y la comunicación entre los
hombres en todos sus niveles sociales (2 Ti. 3:16-17) y en la forma en que apliquemos sus
normas de comunicación, en esa proporción la vida del hombre será prosperada (Sal.1).
En la inspiración de la Palabra de Dios, nos esforzaremos para que la información que se
brinde contribuya a resaltar los valores bíblicos, la educación, la cultura y sano
entretenimiento, pues lo que hemos recibido de la Palabra de Dios ha venido a nosotros no
únicamente para salvarnos, sino también para restituirnos y llevarnos a un proceso de mejor
calidad de vida.
El rey Salomón es quien usando los medios de comunicación de aquella época, nos enseña las
características que deben reinar en la información y cómo ésta debe ser democrática con
el fin que el mayor número de lectores se beneficiaran, y a la vez que transmitiera valores
para una mejor calidad de vida.
El libro de Proverbios nos brinda enseñanzas prácticas, información que da consejos para
vivir felices. Este libro toca los problemas comunes con los cuales luchamos todos los días,
brindándonos como tema central para nuestra vida, la sabiduría, bajo un cuadro informativo
teocéntrico. Ser sabios nos conduce a una madurez tanto intelectual como moral y
espiritual, también proporciona exhortaciones para la juventud, conducta correcta sobre lo
sexual, asuntos económicos, y nos brinda información sobre ser prudentes e ingeniosos, el
uso correcto de la lengua, el problema del orgullo y la jactancia, el divorcio, y resalta la
importancia de la disciplina.
Al escribir el apóstol Pablo a una Iglesia naciente, lo hizo con la información necesaria para
brindar los elementos de orden que afianzaron la presencia de Dios entre su Iglesia,
tocando temas sobre la unidad de la Iglesia, la familia, virtudes cristianas, etc. (Efesios, 1
y 2 Corintios, 1 Tesalonicenses, etc).
NUESTRA HERENCIA:
El Derecho a
la
Información
El metodismo se caracterizó desde sus inicios por estar a favor y promover hacia la
sociedad una ilustración que proporcionara las herramientas necesarias para salir del
oscurantismo en que se encontraban, desde la clase “obrera”, hasta la clase “alta”. El
metodismo estaba ofreciendo un nuevo concepto de espiritualidad que se caracterizaría por
difundir la educación y la buena lectura.
Juan Wesley fue un apasionado de la lectura, pero también del arte de escribir y muchos
de sus escritos los hizo llegar a sus predicadores, seguidores, a las autoridades y pueblo en
general. Escribió sobre una diversidad de temas que iban desde la teología hasta las
ciencias, literatura, filosofía, vida familiar, etc.
Juan Wesley estableció cuartos de lectura en donde el pueblo, aun los mas pobres y
humildes tenían acceso al estudio, lo cual los inspiraba a formar pequeñas colecciones de
libros – cosa que no era común – Al ver Juan Wesley cómo la difusión de la lectura
demandaba más escritos, formó un fondo especial para popularizar los conocimientos y
doctrinas; fundó la “Revista Arminiana”.
El metodismo fue en una palabra, el primer gran movimiento moderno de educación de los
adultos y la difusión popular de la lectura.- En fin, Juan Wesley hizo de la información una
fuente de formación; a través de ella hizo llegar los elementos necesarios para
contrarrestar el analfabetismo, las injusticias, fomentando en sus escritos los valores
necesarios para la superación de aquellos que los leyeran.
NUESTRA TAREA:
No hay nada más peligroso para nosotros como Iglesia, como el querer ocultar verdades,
mentiras o situaciones de injusticia, con palabras “pías”.
- Como Iglesia debemos dejar ya de disimular o ser indiferentes y debemos hacer
llegar a nuestros oyentes y comunidad la información necesaria que venga a enriquecer la
vida de nuestras comunidades, con valores que promuevan la cultura y la educación.
- Debemos promover la buena lectura, ya sea a través del establecimiento de bibliotecas
locales, así como también recomendar la lectura de buenos libros.
- Aprovechar los boletines dominicales con una sección, resaltando el valor de la buena
lectura desarrollando síntesis de libros o pensamientos.
- Crear el campo o rincón de lectura en las Iglesias locales.
- Promover la lectura en los hogares, difundir esta cultura.
- Se puede promover el establecimiento de una “beca literaria”
- En cuanto sea posible, manifestar nuestra postura en los diversos asuntos que vive la
sociedad y publicarlos.
- Ser promotores de la sana información y a la vez críticos de ésta.
- Apoyar a nuestro órgano oficial informativo, promoviéndolo, participando como
corresponsales.
AGOSTO
Afirmamos que los ancianos y los niños tienen derecho a la vida en las mejores
condiciones de vivienda, salud, alimentación, educación, seguridad y protección.
TRASFONDO BÍBLICO:
Sin lugar a dudas, entendemos como Iglesia, que es Dios quien viene al auxilio de las
personas menos protegidas, nuestro Dios es el Dios de los menesterosos (Sal.9:18,
69:33, Jn. 22:16) y hace un llamado a la Iglesia, para que ésta sea el instrumento que
manifieste su misericordia (Dt. 15:7-11, Hch.6:1-7).
Cuando hablamos de éstos dos grupos primero mencionaremos a los niños, recordando que
éstos son amados por Dios y bendecidos (Mt.19:13-15, Mr. 10:13-16) y cuando hablamos de
bendecirlos, nos referimos a que Dios espera que se provea de un status de protección y
seguridad para ellos, el cual lo debe otorgar la familia (Ef. 6:4).
Mas lamentablemente no todos los niños gozan del núcleo familiar, por lo que como Iglesia
estamos llamados a latir conforme al corazón de Dios, quien es el Padre de los huérfanos
(Sal. 10:14) oyendo su clamor y haciendo justicia a favor de estos. (Éx.22:23, Dt. 10:18).
Por lo cual nosotros abogamos por un programa que revele el corazón de Dios, evitando
todo acto de injusticia o explotación (Éx. 22:22-24, Jer. 5:28) proporcionando iniciativas
que vengan a mejorar el estado en que viven (Dt. 14:29).
También es triste en este tiempo la falta de dignidad con que se trata al anciano, - le
hacemos sentir que es un estorbo –. Cuando Dios constituyó su pueblo no estableció leyes
u ordenanzas para dignificar al anciano, Dios daba por hecho que Israel, las familias de
Judá, deberían incluir al anciano no únicamente como un miembro más, sino que se le debía
tener en un lugar de honor (Pr. 20:29). Existen más de 120 referencias bíblicas desde
Génesis hasta 3ª de Juan donde se expresa la participación del anciano en la vida de la
familia y sociedad.
NUESTRA HERENCIA:
Ya lo hemos mencionado en otras reglas que se han referido a los derechos, para Juan
Wesley y sus seguidores siempre fueron motivo de trabajo en su ministerio, los ancianos
y los niños. Luchó por un mejor estado de vida para ellos, promoviendo no solo el impulso
de leyes a favor de un mejor trato en las áreas de trabajo, sino que también promovió la
creación de centros de asistencia para ellos.
NUESTRA TAREA:
Parecerá que existen muchos ministerios a favor de estos grupos, pero no alcanzan a dar
protección a tantos ancianos y niños desprotegidos; cada día es mayor el número de
El Adulto en
Plenitud y los
niños
familias que se desintegran por diversos motivos y son generadores de niños huérfanos
y ancianos desprotegidos. Y como Iglesia debemos respaldar o crear programas en favor
de éstos.
- Fomentar aquellos programas que vengan a fortalecer los núcleos familiares y que
provean la información necesaria para valorar a cada miembro de la familia.
- Apoyar aquellos programas o instituciones que ya están trabajando a favor de éstos
grupos; podemos organizar visitas semanales y elaborar paquetes de apoyo cuando les
visitemos.
- Establecer programas de respuesta a favor de ancianos y niños huérfanos de nuestra
congregación, como: visitarlos periódicamente, que la Iglesia provea de becas para los
niños, que las organizaciones realicen programas de visitación, compañía, limpieza, a
favor de los ancianos de la Iglesia.
- Estar pendiente para celebrar el día del anciano y el día del niño, - 28 de agosto y 30
de abril respectivamente-
- Estar atentos a los Pastores ancianos de nuestra Iglesia; que la Iglesia donde ellos se
congreguen sepa aprovechar la bendición de tenerlos entre la congregación.
- Dar a conocer los derechos del anciano y del niño.
SEPTIEMBRE
Todos los hombres y mujeres tienen derecho a que se imparta por igual la justicia, sin
que su situación social o económica, preferencia religiosa o política, ni su raza, ni su
grado de educación sea un obstáculo o argumento para negársela.
TRASFONDO BÍBLICO:
Cuando hablamos de igualdad de justicia, sin lugar a dudas, es que somos inspirados en un
Dios que no hace acepción de personas (Ro. 2:11) el cual hace salir el sol tanto para buenos
como para malos (Mt. 5:45) y que su misericordia se manifiesta para todos cada mañana
(Lm. 3:22, Jer. 33:11, Dt. 10:12).
La Iglesia Metodista reconoce que cada hombre y mujer tienen los mismos derechos de
defender, defenderse, apoyarse y demandando de la justicia, la impartición de ésta cuando
siente que sus derechos o los de otros han sido vulnerados por alguna situación. Amamos el
país que Dios nos ha brindado como nación, oramos por ella, y pedimos que Dios brinde
entendimiento y discernimiento para que aquellos que han sido puestos en eminencia
impartan justicia (Sal. 51:14, 71:2, 82:3, 143:11, Pr. 11:6, 14:34, Ro. 13:1-8).
Impartición por
igual de la
Justicia
La Iglesia es y debe seguir siendo promotora de la justicia (Is. 1:17) y luchar para no caer
en uno de los grandes pecados del pueblo de Israel, que no solo fue insensible a la justicia,
sino que obró injustamente (Is. 1:23); pero Dios en infinita bondad para con su pueblo lo
hace retornar a la práctica de la justicia como un fruto de su comunión privada con Dios.
(Is. 58:1-12).
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” (Mt. 5:6), este versículo no debe
de ser independiente del resto del sermón del monte para la Iglesia, esta hambre de
justicia nos debe de llevar a soportar las pruebas que vivamos por causa de la justicia.
(Mt.5:10)
Teniendo una actitud más allá del entendimiento humano (Mt.5:20) en una búsqueda
continua del Reino de Dios (Mt. 6:33), como testimonio de nuestro nacimiento en Jesucristo
(1 Jn.2.29,3:7,3:10).
NUESTRA HERENCIA:
El Reverendo Juan Wesley en su predicación y ministerio integral, siempre defendió las
causas justas, fue un insistente y decidido hombre que se enfrentó a toda injusticia que
aun el mismo sistema, la misma ley protegía, - Se opuso a la esclavitud, la cual denigraba la
dignidad humana de los que la vivían – y luchó para erradicarla, encontrando seguidores que
supieron interpretar sus causas justas. Decía Wesley ¿Puede la ley humana convertir las tinieblas en luz o el mal en bien? A pesar de diez mil leyes, el bien sigue siendo bien, y el mal sigue siendo mal… Con este pensar Wesley afirmaba que ninguna ley debe estar sobre la dignidad y respeto
hacia el hombre, y cuando se crean leyes o se manejan éstas en forma parcial es oír que hay
detrás ganancias ilícitas.
En su escrito “Reflexiones sobre la libertad” Wesley es insistente en que ésta es base
para la realización del hombre, el cual pide respeto a su derecho, por lo tanto debe
respetar, en su escrito:
“Apacibles palabras a nuestras colonias amenazadas” Entre los diversos temas que toca
hace ver la necesidad que para la armonía entre los ingleses que viven en Alemania, éstos
deben ser gobernados bajo los mismos derechos de Inglaterra. “Un contrato original claramente nos concede los mismos privilegios civiles y religiosos de que gozan nuestros hermanos en Inglaterra….Ningún poder sobre la tierra tiene autoridad sobre nuestra propiedad sin nuestro consentimiento.” NUESTRA TAREA:
- Levantar vigilias de oración pidiendo por nuestras autoridades,
- Participar en foros locales donde se promuevan los derechos humanos y la justicia.
- Practicar la justicia desde el hogar, iglesia y en nuestras relaciones.
- La pastoral en asesoría para quien vive en problemas con la justicia o estén faltos de
justicia en sus vidas.
- Dar a conocer los derechos humanos y responsabilidades civiles.
OCTUBRE
Declaramos que todos los hombres y mujeres tienen derecho al trabajo como una
manera de obtener un mejor nivel de vida. Por tanto, se protegerá al trabajador y su
libertad para organizarse en pro de la defensa de su trabajo y su demanda de
salarios que le permitan mejores condiciones de vida.
TRASFONDO BÍBLICO:
¿Qué entendemos por trabajo? Para acercarnos a la respuesta de esta pregunta diríamos;
que es todo aquello que realizamos a través de nuestros talentos, habilidades, virtudes o
capacidades físicas; y que nos trae una ganancia para nuestro sostenimiento y el de
nuestros familiares, y beneficia a quien nos contrata, como también al entorno social.
¿Quienes ejercen el trabajo? Sostenemos que tanto hombres como mujeres, expresan en
su actividad trabajo. A ambos Dios les brindó la capacidad de expresión creativa y
productiva, y ambos pueden ejercerla en el nivel profesional, técnico, laboral, artesanal,
científico, en el hogar, etc.
Los campos de expresión del trabajo son diferentes; mientras que el agricultor labra la
tierra para una mejor cosecha y fruto de su trabajo, el científico trabaja para mejorar la
semilla, el financiero para conseguir un mejor precio y el ama de casa para hacerlo rendir.
Expresiones diferentes de trabajo, mas la motivación es igual, obtener ganancia con la
participación de su trabajo.
Las Sagradas Escrituras nos revelan a un Dios creativo, que con su palabra y sus manos ha
creado nuestro “hábitat” y lo hizo bueno en gran manera (Gn.2:2, 1:31), mas nosotros no
hemos valorado la bendición de ser “socios” con Dios en su programa de “Re-creación”, al no
ser buenos mayordomos “al cultivar y guardar” como es debido a través de nuestro trabajo
(Pr.24:30-34).
El hombre y la mujer estamos hechos para el trabajo (Gn.1:28), al colocarnos en su
creación, Dios nos diseñó para trabajar en forma física y mental y de esta manera ejercer
el dominio sobre la creación en forma positiva. Por lo tanto los metodistas afirmamos que
el trabajo, es un derecho divino y que se debe dignificar con una justa retribución.
Es interesante ver cómo los grandes reformadores evangélicos, vinieron a darle al trabajo
una idea distinta y rescataron el concepto bíblico, el cual se oponía al establecido
anteriormente por el catolicismo. Lutero, Calvino y Wesley, consideraron la vocación como
un llamado de Dios, y es que Dios es quien ha dado a cada persona cierta habilidad para
expresarla en un determinado trabajo, con el propósito de cumplir con el cometido divino:
servir a los semejantes y contribuir al propio desarrollo de los seres humanos.
En relación al
Trabajo y la
dignificación
del trabajador
NUESTRA HERENCIA:
El Reverendo Juan Wesley y sus seguidores dejaron una gran herencia sobre la
dignificación del trabajo y del trabajador. Juan Wesley luchó no únicamente por cambiar
las “reglas del juego” sobre el trato a los trabajadores, sino que también trabajó y luchó
por cambiar las condiciones en que se desarrollarían las áreas de trabajo. La compensación
justa por el trabajo, como también la superación misma del trabajador.
Fue el movimiento encabezado por Wesley, el que llegó a los lugares donde la justicia hacia
el obrero no había llegado, se luchó por una correcta justicia del obrero, minero, agrícola,
artesanal; se luchó por la dignificación de la mujer obrera; se establecieron programas para
crear sociedades cooperativas en las cuales los trabajadores se organizaron para obtener
productos a mejor precio y el apoyarse mutuamente. No sólo se establecieron cooperativas;
sino también se sentaron las bases para que los trabajadores se organizaran en sindicatos
para la defensa del trabajo.
Se cuenta que en cierta ocasión Wesley visitó a la familia Oastler, en esa ocasión Wesley
tomó a un niñito llamado Ricardo y lo bendijo, ya grande este niño se transformó en el
apóstol de la emancipación de los menores de edad empleados en las fábricas se le llamó;
“El rey de los niños obreros”.
NUESTRA TAREA.
- Se pueden establecer bolsas de trabajo con el fin de recibir información de agencias
proveedoras de empleos; como tener viables candidatos a éstos.- Para esto se puede ir
a todas las agencias posibles y ofrecer este servicio.
- Ser instrumentos de justicia como pueblo de Dios hacia nuestros obreros, o hacia
nuestros patrones poniéndonos como ejemplo de que respetamos el derecho al trabajo.
- Que nuestras instituciones sean testimonio viviente de este principio, dignificando a
sus trabajadores, y que también las Iglesias locales den un trato justo a sus
empleados, como aquellas personas que sean contratadas para una labor determinada;
un trabajo definido, un salario justo.
- Como congregantes, cuando recurramos a los servicios de un obrero, técnico, o
profesionista; debemos dar la retribución justa a su trabajo; no retener su salario,
entender la diferencia entre lo que es ser hermanos en la fe y patrón-obrero.
- En el momento oportuno, promover y dar a conocer aquellas leyes que norman la
relación obrero-patronal.
- Promover la responsabilidad de los obreros para con sus patrones, que como cristianos
demos testimonio de nuestra fe con la calidad de nuestro trabajo, nuestra
responsabilidad, eficiencia y productividad.
NOVIEMBRE
Estaremos atentos a las necesidades de los campesinos e indígenas en su lucha por una
vida digna, y declaramos el respeto al estilo de vida de los diferentes grupos étnicos
del país.
TRASFONDO BÍBLICO:
El asunto de la falta de respeto a la dignidad del campesino indígena, y a las diferentes
etnias; para justificarlo hay quienes se respaldan en los hechos manifestados sobre Caín o
sobre Canaán (Gn. 4:11-16, 9:24-27), quienes fueron marcados; mas esto resulta una mala
interpretación.
En los tiempos de Jesús existía mucho prejuicio racial, manifestándose divisiones entre
judíos y gentiles, los samaritanos y otras personas de las demás naciones. El relato del buen
samaritano puso de manifiesto el corazón de Dios hacia la humanidad (Lc. 10:25-37) y cómo
Él espera que sea el trato de los unos para con los otros. Aquí se nos describen las
decisiones de uno que no permitió que las diferencias raciales impidieran la oportunidad de
servir a otros en sus necesidades. Cuando Pedro en su espíritu celoso de judío
manifestando sus prejuicios; Dios le hizo ver en visión que el amor de Dios es para todos
(Hch. 10).
El libro de Ruth es una preciosa historia de amor, que sin lugar a dudas tenía como base
principios de humanidad y respeto hacia los demás dados por Dios; principios que se
manifestaban en abogacía y respeto hacia el campesino y clases sociales desprotegidas.
Sin lugar a dudas el extendimiento del Evangelio y su viviencia puede ayudar a acabar con la
injusticia y el prejuicio racial. Los cristianos tienen el deber de seguir la enseñanzas de
Cristo, y aceptar a todo ser humano como igual a uno mismo, a pesar de las diferencias de
raza, color, posición social, etc. (Hch. 17:26) teniendo como principio inspirador el gran
mandamiento.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón…y a tu prójimo como a ti mismo”
NUESTRA HERENCIA:
Cuando Wesley comenzó a hacer del mundo su parroquia, inició una lucha de justicia a favor
de las clases desprotegidas; reinició programas de asistencia social y abogacía a favor de
los campesinos, llevó el evangelio hasta los lugares más necesitados, organizando a los
campesinos en sociedades para defender sus derechos a vender sus productos a quienes
mejor quisieran, llegó a darles instrucciones de cómo mejorar la tierra en busca de un
mejor cultivo. Fue tan grande su esfuerzo, que uno de los primeros sindicatos activos, fue
el de los agricultores.
De los
campesinos e
indígenas
En relación al trabajo con las diferentes etnias, Wesley en sus diversos escritos,
manifiesta en ocasiones altercados o falta de entendimiento para el progreso del Evangelio
en América. Más también revela su interés pidiendo paciencia y comprensión por parte de
sus predicadores hacia los indios con el fin de que éstos lleguen a cultivar la fe.
Aunque diversos seguidores de Wesley se oponían al trabajo hacia los indios; Juan Wesley
les insistía que ellos también son creación de Dios y debe buscarse el mejor bienestar para
ellos, pues su temor era que con el tiempo llegaran a desaparecer. El Evangelio debía llegar
a estas clases como un agente de salvación, mas también de restauración y motivador para
una mejor calidad de vida.- Aunque su contacto más directo fue con los indios de América,
Juan Wesley también sentía una profunda preocupación por aquellas etnias que se
encontraban en Europa o Asia.
¡Cuán poco mejor es el estado civil o religioso de los pobres indios americanos! Más bien el miserable remanente de ellos, porque en algunas comarcas no ha quedado respirando ni uno de ellos. En España, donde primero llegaron los cristianos; había tres millones de habitantes, apenas sobreviven doce mil; actualmente. ¿Y en qué condiciones están?… no tienen religión…Dios no está en sus pensamientos….y la mayoría de ellos no tienen gobierno civil, no tienen leyes, ni magistrados, pero cada persona hace lo que bien le parece, por lo tanto disminuye su número.
Este es uno de las tantas formas de pensar de Juan Wesley, que refleja su preocupación
por éste grupo de personas.
NUESTRA TAREA:
Cuando el metodismo se asentó en México, el ferviente espíritu evangelizador iba
acompañado de un espíritu de servicio, que llevó a los antiguos predicadores al ejercicio de
programas que ayudaron a contrarrestar la pobreza, el analfabetismo en que estaban
sumergidos diversos pueblos, y fueron testigos de cómo varias comunidades pudieron salir
adelante.
Hoy día, como metodistas debemos seguir emprendiendo todo esfuerzo que nos ayude a
estar atentos a las carencias de estos grupos y poner en práctica iniciativas de trabajo
para ayudarles a superarse.
Ejercicio:
- La pastoral hacia los campesinos que hoy más que nunca se están viendo obligados a
dejar sus tierras por las diversas crisis en que está sometido el campo. Sería bueno
conocer las diversas leyes que protejan al campesino y difundirlas y promover que se
respeten.
- Sería interesante que desde el Gabinete General hasta cada cargo pastoral, se
manifestaran los derechos de justicia, respeto y dignificación del campesino y del
campo, y hacer declaraciones, ya sea en la prensa u otro medio sobre nuestra postura.
- Recibir en un espíritu abierto, lleno de amor y atención a las diversas etnias, que
visiten en nuestros cultos o llevar el Evangelio hasta ellas, respetando su cultura,
ayudándoles a promover una mejor calidad de vida.
- Promover la adquisición de productos elaborados por nuestras etnias y evitar todos
aquellos que promuevan un monopolio comercial.
-
DICIEMBRE
Realizaremos todos aquellos programas o actividades que prevengan, detengan o
combatan intereses y prácticas que lesionen y degraden la dignidad humana, tales
como: El tabaquismo, el alcoholismo, la drogadicción, la pornografía, la prostitución, la
homosexualidad, el racismo, la discriminación, la explotación humana, la guerra, el
terrorismo, la miseria y cosas semejantes a estas. Amamos al pecador, pero no al
pecado. TRASFONDO BÍBLICO:
Cuando se inicia el ministerio de Cristo en la tierra, el apóstol Juan dice de él. “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29). Creemos que el pecado se ha expandido en diferentes prácticas esclavizando a quien lo
practica (Rom. 3:12-23) mas el Cordero de Dios – Cristo Jesús – vino a proclamar el año
agradable del Señor pregonando libertad, restauración, sanidad, buenas nuevas hacia los
cautivos (Lc. 4:18-19).
Por eso decimos que amamos al pecador, pues Dios nos enseñó a amarlo (Jn. 3:16, 1 Jn.
3:16), mas rechazamos toda práctica esclavizante del pecado que atenta contra la dignidad
humana y su deterioro y aunque el pecador en su estilo de vida se aferre al pecado (Jn.
3:19) nosotros proclamaremos el Evangelio de Dios, pues Cristo desea salvarlos (Jn. 3:17).
El libro de Levítico, en sus diversos temas, ofrece un modelo de conducta para el hombre;
modelo que debe reflejar los mejores hábitos. Por eso debemos abstenernos de toda
aquella práctica que vaya en contra de la salud, y como pueblo de Dios no conocemos otro
modelo de vida que practicar e inspirar hacia los demás.
Fue en Cristo Jesús como la samaritana, la señalada por la sociedad, encontró la
confrontación consigo misma y con la verdad libertadora. (Jn. 4). Y la Iglesia primitiva
entendió este mensaje de restauración y redención al llevar a los salvos a una nueva
estructura de vida, marcada desde la Iglesia, afectando a la misma comunidad por donde se
iba expandiendo (Hechos).
De la
Dignidad
Humana
NUESTRA HERENCIA:
Juan Wesley nos enseñó que el cristianismo es el defensor de la pobreza en la sociedad; y
si existiera algo que provoque la desintegración y calidad de la sociedad, el cristianismo
debe levantarse como atalaya, llegando al mismo núcleo del problema. Es muy conocido el
trabajo de Juan Wesley en contra del alcoholismo, contra la pereza, explotación infantil,
etc. su trabajo fue insistente en la humanidad del hombre en un Evangelio integral.
“Dad libertad a quien tienen derecho a la libertad, es decir a todo hijo de hombre, a todo el que participa de la naturaleza humana”… Fue la persecución de la Iglesia Metodista lo que contribuyó a que la Inglaterra del siglo
XVIII y XIX pudiera sobrevivir a diversas influencias decadentes y deteriorantes para el
hombre.
NUESTRA TAREA:
Sin lugar a dudas, Juan Wesley, impulsaría y aprobaría que la Iglesia del siglo XXI
reestructurara su trabajo con el fin de llegar a este grupo de hombres y mujeres por los
que Cristo murió, y está en la espera de que sus almas confíen en Él, para su regeneración y
restauración.
Iniciativas:
- Establecer programas antialcohólicos tanto preventivos como regenerativos;
procurando que éstos programas lleguen primero a la Iglesia y de ésta a la sociedad.
La iglesia no puede evadir ésta responsabilidad, el uso de bebidas alcohólicas acarrea
una diversidad de dificultades desastrosas a la persona, a la familia, a la comunidad y a la
nación; debido a la manera que denigra, destruye y acarrea otros problemas
– Estamos obligados a oponernos y apoyar todo esfuerzo que la sociedad ejerza en contra.
- Trabajar en combinación con Alcohólicos Anónimos.
- Unirse y apoyar (se) en los esfuerzos que realiza la Asociación Nacional Anti-Vicios la
cual tiene entre sus propósitos trabajar unidos con la Iglesia para la protección del hogar,
para abolir el uso del alcohol, las drogas, y luchar por la dignidad humana (Mt. 7:1-12). A
través del programa educativo e información en relación a los males sociales que se derivan
de éste vicio, suicidios, delincuencia, divorcios, enfermedades venéreas, pornografía,
abortos entre muchos.
APOYO BÍBLICO HACIA LOS
ALCOHOLICOS.
1. Nos sentíamos como condenados a muerte. Pero esto nos sirvió para enseñarnos a no
confiar en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos (2 Co. 1:9; Ro. 9:23,24;
2 Co. 12:9).
2. Sólo un necio confía en sus propias ideas; el que actúa con sabiduría saldrá bien librado.
(Pr. 28:26; Ro. 5:8; Sal. 30:2,3; Mt. 8:1-3; Mr. 9:24).
3. Confía de todo corazón en el Señor, y no en tu propia inteligencia. Ten presente al
Señor en todo lo que hagas. Él te llevará por el camino recto. (Pr. 3:5-6; Gá. 2:19,20; Ro.
12:1; Sal. 40).
4. Reflexionemos seriamente en nuestra conducta, y volvamos nuevamente al Señor.
Elevemos al Dios del cielo nuestros pensamientos y oraciones. (Lm. 3:40,41; Sal. 139:23 y
Mt. 7:1-5).
5. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados.
La oración fervorosa del hombre bueno tiene mucho poder (Stg. 5:16; 1 Jn. 1:9; Sal. 32:1-5;
Gá. 6:2,3).
- Recibir en un espíritu de amor abierto para reconocer a toda persona – promoviendo
entre la congregación la cultura de que todos somos iguales ante los ojos de Dios, sin
importar la condición en que lleguemos suplicando el perdón divino –
MATERIAL DE APOYO UTILIZADO
- Santa Biblia, reversión 60
- Genio y espíritu del metodismo wesleyano
Gonzalo Báez Camargo.
Casa unida de publicaciones.
- Juan Wesley, su vida y su obra
Mateo Lelieure
Casa Nazarena de publicaciones.
- Bases Bíblicas de la ética
James E. Giles
Casa Bautista de publicaciones.
- Obras de Juan Wesley
Providence House Publishers.
COMISIÓN NACIONAL DE PROGRAMA 2002-2006 COMISIÓN ACIONAL DE ACCIÓN SOCIAL 2002-2006