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THINK-TANK- 4ª sesión de reflexión 5 de julio de 2018
Construyendo el Futuro de Gipuzkoa en Clave de Sostenibilidad
Antxon Olabe Egaña
Economista ambiental y ensayista, experto en cambio climático. Autor del libro: “Crisis
climática-ambiental. La hora de la responsabilidad”, Galaxia Gutemberg. 2016
A partir de julio se integra en calidad de asesor en el gabinete de la Teresa Ribera,
Ministra para la Transición Ecológica
A solicitud de la DFG este breve informe trata de centrar los elementos que en mi opinión
son más relevantes a la hora de reflexionar sobre el futuro de nuestro Territorio Histórico
en el horizonte temporal 2030, desde la perspectiva de la sostenibilidad ambiental. La
valoración la hago independientemente de que en la actualidad existan o no políticas
públicas y/o proyectos estratégicos en los ámbitos destacados en este escrito.
1.-Asumir nuestra cuota de responsabilidad hacia el cambio climático
El elemento sobre el que la Diputación Foral y la sociedad de Gipuzkoa han de asumir
plena conciencia de su trascendencia, relevancia y perdurabilidad en el tiempo es el
cambio climático. La crisis del clima de la Tierra es, como señalaron en repetidas ocasiones
los secretarios generales de las Naciones Unidas Kofi Annan y Ban Ki-moon, el problema
que va a definir en gran medida el siglo XXI.
El cambio climático no es un problema que quizás ocurra en el futuro, sino que es un
problema que ya está ocurriendo en el presente y que ineludiblemente (por la inercia del
sistema climático y energético) va a empeorar en el futuro. El reto decisivo de la
comunidad internacional en el horizonte 2030 es reconducir la trayectoria de las
emisiones globales de gases de efecto invernadero de manera que exista una probabilidad
razonable de evitar que el incremento medio de la temperatura en la superficie de la
Tierra se eleve por encima del umbral de seguridad, 2ºC (ya se ha sobrepasado1ºC). La
sociedad de Gipuzkoa es parte de la sociedad internacional económicamente más
desarrollada y tiene, en consecuencia, la obligación moral de contribuir a reconducir la
deriva climática para evitar entregar a las generaciones venideras un mundo
climáticamente devastado.
Y es que la desestabilización del clima nos adentra en un territorio ignoto, desconocido,
fuera de la cartografía del Holoceno (los últimos once mil seiscientos años) en la que ha
surgido y se ha desplegado la civilización. Nos confronta con una amenaza cuya escala
espacio-temporal es diferente a lo experimentado con anterioridad. En los próximos años
y décadas, la paz, la seguridad y la prosperidad de los países y las sociedades incluyen
como condición necesaria preservar los umbrales climáticos que han hecho posible el
florecimiento de la civilización, lo que en términos prácticos significa preservar el umbral
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de los 2ºC. Los líderes de las naciones, regiones y ciudades han de prestar, por tanto, una
atención perseverante y prioritaria al tema al objeto de evitar un escenario disruptivo en
el que diversas leyes físicas asuman de forma inexorable el control del sistema climático,
escapando el proceso de nuestras manos. El cambio climático demanda que
comprendamos que está en juego el destino de la humanidad y actuemos en consecuencia.
La creciente alerta climática planteada por la comunidad de la ciencia (IPCC) hace que, en
el horizonte 2030-2050, las emisiones de CO2 serán la principal variable en la ecuación de
la energía, en particular en el contexto de una Unión Europea firmemente comprometida
en continuar liderando la respuesta de la comunidad internacional. Es preciso recordar
que la Unión Europea ha hecho de la lucha contra el cambio climático una de sus señas de
identidad. Ha formulado una hoja de ruta para la descarbonización profunda y acelerada
de su economía en el horizonte 2030-2050, y la ha acompañado de las respectivas
estrategias sobre energía, transporte, eficiencia, renovables, desarrollo tecnológico y
apoyo a la innovación. La UE es desde 1990 la principal impulsora de la respuesta
internacional hacia la crisis climática. Este liderazgo es hoy día compartido con China tras
el anuncio de la retirada del gobierno de Estados Unidos del Acuerdo de Paris. En ese
sentido, el principal logro europeo a lo largo de ese tiempo ha sido desacoplar de forma
sustancial el desarrollo de la economía de la generación de emisiones de gases de efecto
invernadero. A lo largo de esos años, 1990-2016, las emisiones totales han disminuido un
23%, mientras que la economía ha crecido un 53% en términos reales. La mayor parte de
las grandes economías europeas- Alemania, Francia, Italia y Reino Unido- ya han puesto en
marcha sus procesos de transición energética.
Pues bien, en ese contexto, hay que señalar que la trayectoria de las emisiones del País
Vasco en general, y la de Gipuzkoa, en particular, desde 1990 a 2016 no es especialmente
positiva, tal y como puede comprobarse en las figuras 1 y 2. Mientras que la trayectoria de
las emisiones de la Unión Europea (línea azul, figura 1) ha sido de constante disminución
desde 1990 hasta la actualidad, la del País Vasco (línea granate) aumentó sus emisiones de
forma extraordinaria entre 1995 y el año 2000, las emisiones se mantuvieron muy
elevadas hasta el inicio de la Gran Recesión económica en 2008 y desde entonces han
disminuido.
La trayectoria de emisiones Gipuzkoa se sitúa por debajo de lo logrado por el conjunto del
País Vasco como puede observarse en la figura 2. Y es que las emisiones totales de nuestro
Territorio al finalizar 2016 ni siquiera eran menores que las del año de referencia 1990
(en ese período la UE-28 había disminuido un 23% y las del País Vasco un 12%). Ese dato
se complementa con el hecho de que en la actualidad, ver tabla 1, nuestras emisiones per
capita de Gipuzkoa son 26% superiores a las de Bizkaia y 43% superiores a las de Álava.
En consecuencia, no hay motivo para la complacencia.
De esos datos se desprende que tanto la Diputación Foral de Gipuzkoa como el conjunto de
la sociedad habrían de impulsar en los próximos años una importante transformación en
ámbitos clave, por ejemplo el transporte, al objeto de que la trayectoria de las emisiones
cambie de forma cualitativa en los próximos años. Es preciso pasar a la acción. Tenemos
que asumir nuestra cuota de responsabilidad.
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Figura 1. Evolución de las emisiones en la Unión Europea, España y País Vasco, 1990-2016
Figura 2: Evolución de las emisiones de Gipuzkoa, 1990-2016
Fuente: Estrategia guipuzcoana de lucha contra el cambio climático
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Tabla 1: Comparativa de emisiones entre los tres Territorios Históricos, datos 2015
Fuente: Estrategia guipuzcoana de lucha contra el cambio climático
2. Preparar a Gipuzkoa para una adaptación integral y a largo plazo al cambio climático El segundo ámbito al que se habría de prestar una atención prioritaria es la adaptación del
Territorio a las presiones e impactos derivados de la alteración climática.
El incremento medio de la temperatura respecto a los tiempos preindustriales que ya ha tenido
lugar en el País Vasco se sitúa, aproximadamente, en 1,4ºC1. En la figura 3, elaborada por la
Agencia Europea del Medioambiente, se puede ver cómo nuestro Territorio se integra en una
región que previsiblemente recibirá un impacto negativo calificado de “medio”, sólo por debajo
de las zonas del “más alto” nivel de impacto (por ejemplo, el mediterráneo de España). Es
importante tener presente, en ese sentido, que incluso en un escenario muy optimista en el
que la comunidad internacional consiga limitar el incremento medio de la temperatura de la
superficie de la Tierra a los 2ªC para finales del presente siglo XXI (objetivo operativo del
Acuerdo de París), lo más razonable, a la vista la región biogeográfica y climática en la que se
encuentra el País Vasco/ Gipuzkoa, es prever un aumento medio de la temperatura en Gipuzkoa
1 Este dato es el resultado de sumar los 0,8ºC de incremento que ha tenido lugar en años recientes respecto a la media de 1971-2000 (ver
tabla 2) al incremento de temperatura que tuvo lugar entre finales del siglo XIX (período preindustrial a efectos del cambio climático) y
el año 1970, que se sitúa alrededor de 0,6ºC.
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a finales de este siglo en torno a los 3ºC (sobre los tiempos preindustriales). Y un incremento de
la temperatura media de 3ºC significa que hay que prepararse para un cambio muy
significativo de los patrones climáticos. Es preciso, en consecuencia, abordar con
antelación de forma sistemática, ordenada y planificada una respuesta integral
adaptativa a nivel del conjunto de Gipuzkoa y, por supuesto, d el conjunto del País Vasco.
Tabla 2: Incremento de la temperatura media en el País Vasco (2000-2014), respecto a 1971-2000
Figura 3: Riesgo y capacidad de adaptación al cambio climático, Agencia Europea del Medioambiente
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Figura 4: Impactos derivados del cambio climático en Gipuzkoa
Fuente: Estrategia guipuzcoana de lucha contra el cambio climático, 2050. DFG
Del análisis realizado por la propia DFG en el marco de la elaboración de la Estrategia de lucha
contra el cambio climático, 2050, (ver figura 4), se deduce la necesidad de planificar una
adaptación sistemática especialmente en los siguientes ámbitos (en los que el impacto esperado
se califica de alto):
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Impactos en la geomorfología del litoral, en especial las playas, como consecuencia
de los temporales más frecuentes e intensos.
Problemas de deslizamientos de laderas como consecuencia de las precipitaciones
torrenciales, cuya frecuencia e intensidad será mayor. Atención especial a las
laderas de las infraestructuras lineales de transporte.
Incidencia sobre la salud de las personas de las recurrentes olas de calor en los
entornos urbanos. Preocupación preferente hacia las personas más vulnerables:
mayores, mujeres embarazadas y niños. Fortalecer la resiliencia de los pueblos y
ciudades mediante soluciones basadas en la naturaleza.
Proteger el abastecimiento del agua dado que las sequías serán más severas y
recurrentes, si bien éste será un problema más preocupante en la vertiente
mediterránea del País Vasco.
Presiones e impactos negativos sobre la diversidad biológica tanto en el ámbito
terrestre como marítimo, como consecuencia de incremento de la temperatura
media y una mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos.
A la vista de estas consideraciones considero muy acertado que la Diputación Foral haya
puesto en marcha una iniciativa estratégica en torno a la vigilancia y observación de
las presiones e impactos en Gipuzkoa mediante la creación de un observatorio.
Construyendo sobre esa iniciativa será necesario implicarse e imbricarse en la amplia red
científico-técnica ya existente a nivel del País Vasco, España y Europa, así como ir creando
una estructura de gobernanza apropiada para abordar de forma integrada la adaptación
del Territorio a los sucesivos y crecientes impactos derivados de la alteración del clima.
Señalar finalmente que el conjunto de la sociedad de Gipuzkoa se ha de sentir interpelada
por este desafío. Para ello es necesario informar, formar, concienciar y educar a la
población de una manera más sistemática y exigente pues este es un reto que no puede ni
debe dejarse de forma exclusiva en las manos de las administraciones. La sociedad civil
organizada –organizaciones empresariales, centros tecnológicos y de investigación,
organizaciones no gubernamentales, universidades, centros de formación profesional,
asociaciones vecinales, etcétera-, han de acompañar a la Diputación Foral FG y a los
Ayuntamientos en ese crucial desempeño.
3.- Preservar el Capital Natural de Gipuzkoa
El tercer ámbito al se habría de prestar una atención especial en el horizonte 2030 es el de
la preservación del capital natural de nuestro Territorio (bosques, ríos, acuíferos,
humedales, prados de siega, pastos de montaña, marismas, litoral, calidad del aire,
servicios de los ecosistemas, etcétera). No sólo como garantía de una mejor adaptación al
cambio climático (punto anterior), sino porque constituye un elemento esencial de un
modelo de desarrollo ambientalmente sostenible.
Un elemento clave del mencionado capital natural son los ríos. Si bien en la última década
y media se ha avanzado de forma notable en la recuperación de la calidad ambiental de
nuestros ríos, el propio Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico
Oriental, Revisión 2015-2021, elaborado conjuntamente por la Agencia Vasca del Agua y la
Confederación Hidrográfica del Cantábrico, reconoce que los riesgos de no alcanzar los
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objetivos de recuperación integral de los ríos según exige la Directiva del Agua son
muy elevados para el 42% de las masas de agua de Gipuzkoa, incluyendo la
totalidad de las rías y estuarios. Las principales razones que se aducen para esa visión
no muy optimista son la contaminación de origen urbano, la contaminación puntual de
origen industrial, las alteraciones morfológicas, la ocupación del dominio público, la
extracción de aguas y el consiguiente mantenimiento de los caudales ecológicos.
Figura 5: Estado biológico de los ríos de GIpuzkoa
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Tabla 3: Ríos de Gipuzkoa
Figura 6: Red Natura 2000 en Gipuzkoa
Además de los ríos, los espacios de la Red Natura 20002 son un componente esencial del
capital natural de Gipuzkoa. La Red Natura 20000 es una red de espacios naturales de alto
valor ecológico que recorre Europa con un objetivo común: garantizar la protección, en un
estado favorable, de determinados tipos de hábitats y especies en sus áreas de
distribución natural por medio de zonas especiales para su protección y conservación.
Estamos ante la principal apuesta de las instituciones y la ciudadanía europeas para la
protección de la biodiversidad. Se configura como la principal herramienta de
conservación de la Unión Europea, y a la vez, como una oportunidad para fomentar el
2 Los principales espacios de la Red Natura 2000 en Gipuzkoa son Arno, Izarraitz, Pagoeta, Hernio-Gazume, Jaizkibel, Aiako
Harria, Aralar y Aizkorri-Aratz.
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desarrollo sostenible de las poblaciones humanas más directamente relacionas con ella.
Estimula el equilibrio entre las actividades económicas, sociales y la naturaleza con el fin
de mejorar la calidad de vida de las personas que la habitan.
En una perspectiva de futuro Gipuzkoa habría de prestar una atención especial a la
recuperación integral y en la medida de lo posible paisajística de sus seis ríos, verdaderas
arterias ecológicas que vertebran el territorio natural, configurando los valles en los que
desde tiempos inmemoriales se han asentado las poblaciones humanas. La recuperación
integral de los ríos de Gipuzkoa y su conexión mediante corredores ecológicos apropiados
con la Red Natura 2000 del Territorio permitiría crear en el plazo de 10-15 años una
extraordinaria malla de alta calidad medioambiental, que fortalecerá la resiliencia de los
sistemas naturales y la biodiversidad multiplicando de forma notable las posibilidades de
adaptación de las especies de flora y fauna a las presiones que sufren en la actualidad y
que se exacerbarán como consecuencia del cambio climático.
Entregar a las generaciones venideras un Territorio de Gipuzkoa con unos ríos
recuperados de forma integral y ecológicamente conectados con la red de espacios
protegidos pertenecientes a la Red Natura 2000 supondría una mejora cualitativa respecto
al capital natural que recibió mi/ nuestra generación. Un motivo para sentirnos orgullosos
por las cosas que de verdad importan.
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4.-PREGUNTAS PARA EL DEBATE
Como miembro de la sociedad de Gipuzkoa ¿qué crees que podrías hacer en tu
calidad de ciudadano/ ciudadana, consumidor de alimentos, textiles y otros
bienes de consumo, vecino de un pueblo o ciudad, usuario de transporte,
miembro de una cuadrilla de amigos, socio de una empresa, estudiante de una
facultad, etcétera?
¿Qué consideras que debería hacer la Diputación Foral de Gipuzkoa para facilitar
la implicación de la sociedad guipuzcoana en un mayor compromiso y
responsabilidad hacia la mitigación de las emisiones que están provocando la
alteración del clima? Por ejemplo, la DFG tiene amplias responsabilidades
propias en ámbitos como el transporte por carretera, la fiscalidad, las políticas
agrícolas y forestales, la gestión de los residuos… ¿qué iniciativas, proyectos o
políticas te parecen más relevantes en ese sentido?
¿Crees que la sociedad de nuestro Territorio está informada y concienciada sobre
las alteraciones que va a provocar el cambio climático en nuestro litoral, sistemas
naturales, entornos urbanos, infraestructuras lineales… ¿Cómo se podría
preparar mejor la sociedad de Gipuzkoa para minimizar los impactos derivados
de la alteración del clima? ¿Qué proyecto o proyectos de largo alcance podría en
tu opinión liderar la DFG en esa dirección?
Desde el punto de vista de la naturaleza de nuestro Territorio ¿cómo te gustaría
que fuese en 2030? ¿Qué podríamos mejorar colectivamente el estado de
nuestros ríos, de nuestros bosques, de nuestro litoral, de nuestros pastos de
montaña, etcétera? Qué Gipuzkoa te gustaría en ese sentido entregar a tus hijos
y/ o a tus nietos?
Donostia-San Sebastián junio de 2018