Como el Sol y la Luna
Cuenta la leyenda que Helios, el dios
del Sol, estaba profundamente enamorado de
Selene, la titánide de la Luna. La suerte de
Helios fue que ella también correspondía a su
amor.
Selene era la única en todo el Olimpo que casi igualaba en belleza a Afrodita,
por lo que la mayor parte de los dioses estaban completamente enamorados de ella; mas
los que se encontraban más ciegos por amor eran Ares y Hades. Estos dos, al darse
cuenta de los sentimientos de Helios respecto a Selene, se pusieron furiosos; aliándose
para, así, secuestrarle.
Una vez en el inframundo, le torturaron, dejándole masacrado y este, no
pudiendo más, rogó que le dejaran ir. Ares y Hades aceptaron, aunque con una
condición: tenía prohibido ver a Selene. Lo que Helios no sabía era que Hades,
desconfiado por naturaleza, llamó a las Parcas para que conjurasen el hechizo del fuego;
a través de este conjuro, toda persona que se acercara a alguien maldito con el
encantamiento, ardería también.
Selene, al observar la indiferencia por parte de Helios, se fue alejando de él,
dando lugar así al día y la noche. No obstante, en ocasiones, Selene le extraña
demasiado y se acerca a él, provocando un eclipse -sin que el conjuro les afecte a
ninguno de los dos- ya que el amor que sienten uno por el otro es más fuerte que
cualquier hechizo.
Escanea el código QR y conoce algo más sobre Selene:
Autores: Bárbara Izquierdo, Inés Marrero, Norberto Cruz y Paola Rodríguez