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Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura
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Caamao - Frankel - Hillar - Pennac - Silberleib
culturalij
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Edicin digital
sumario / 1
Reflexiones sobre la literatura infantil y su culturaAo 5 Nmero 26 Mayo / Junio 2014Cultura LIJ es una publicacin de Editorial La Bohemia.Vuelta de Obligado 3567 PB "C" (1429) CABA. Tel: (011) 3534-1975culturalij@editoriallabohemia.comwww.culturalij.worpress.com www.editoriallabohemia.com
Directoras responsables: Laura Demidovich y Valeria SornEdicin: Valeria SornArte: Laura DemidovichDiseo grfico: Valeria Goldsztein
Ilustracin de Tapa: Yael Frankel
Fotografa: Laura DemidovichISSN: 1852-298XDistribucin a kioscos CABA: SIN FINRincn 1407 (CABA) 4308-1813
Agradecimientos: A Yael Frankel por la ilustracin de tapa. Y a todos los lectores que nos siguen luego de cinco aos.
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EditorialLa cultura de la infanciaLaura Demidovich y Valeria Sorn
ReportajeLecturas invlidas
Con lupaLibros que muerdenDaniela Azulay
Desde el aulaUn cuento para armar
Paka PakaLa experiencia de crecerVernica Rivas
Biografia lectoraBiografas no autorizadas Valeria Sorn
ContextoLeer o no leer
Daniel Pennac
Novedades
La voz del ilustradorLos 5 mandamientos Yael Frankel
Al rescateOtros libros de miedo
1 a 1Elige tu propia aventura
Daniela Azulay
Biblioteca protagonistaBanquete de lecturas al aire libre
Vernica Cantelmo
TrayectoriaSeis aos de Cultura LIJ
En escenaTeatro a upa
Estela Vega
AcademiaHacia una historia de la literatura
para nios en la ArgentinaOscar H. Caamao
Con lupaLibros de mgicas lecturas
Diego Javier Rojas
EDiToriaL / 3
Hoy los limites de la literatura se desfiguran.
Todo lo slido se desvanece en el aire, deca Marshall Berman a principios de los aos ochenta. Este filsofo pretenda revisar certezas estancas literarias y dogmti-cas, y adverta que al pasarlas por el filtro de la moder-nidad, toda su solidez perda sentido.
Cambiamos de siglo, cambiamos de era, por lo que ser Zygmun Bauman quien nos reclame abandonar los lmites precisos de lo slido para entregarnos al fluir l-quido de nuestro tiempo.
La cultura en el mundo de la modernidad lquida pier-de la rigidez. Concebida originalmente como un agente de cambio, una misin emprendida con el objeto de educar a las masas y refinar sus costumbres, en nuestro mundo contemporneo ha perdido su rol: ya no busca ilustrar e iluminar al pueblo sino seducir al pblico.
Les proponemos tomar el rumbo de Hauman y de Marshall para dar un paso ms.
Cultura propiaHablar hoy, en el siglo XXI, de literatura para nios, es-cindida de su relacin con otros productos culturales, sin registrar las relaciones de ida y vuelta con su tiem-po, con su historia e inclusive sin prever en qu medida puede ser precursora de otros discursos, de todas clases de textos, empobrece la cuestin.
Para hablar de la cultura de la infancia, deberamos tomar en cuenta la mirada infantil, holstica, adoradora del todo. En este sentido, la intertextualidad es un re-curso que le pertenece al nio, que lo ejerce libremente y sin temor, hasta el punto de saltar en el medio de la conversacin entre los objetos ms diversos. Si la litera-tura infantil se define por su pblico, deberamos pres-tarle mayor atencin a la forma de relacionarse de este pblico con su porcin de cultura.
Sostiene Bauman que vivimos en un mundo marcado por las nuevas y poderosas fuerzas de la globalizacin, las migraciones y la interaccin de poblaciones, que ponen en cuestin los lazos bsicos entre identidad y nacionalidad.
En la infancia, esta continuidad se aplica tambin a su capacidad de generar sentido con sus consumos. Es cierto que no es lo mismo todo, pero si de productos culturales se trata (en tanto concepto propio de la Antropologa, aquello en que desde la naturaleza devino produccin cocida, cultura de los pueblos), cada da se dificulta ms pensar en la literatura de la infancia sin entender los fen-menos conexos al campo estrictamente literario.
Proponemos entonces abandonar la categora litera-tura infantil para adentrarnos en la cultura de la infan-cia, donde esperamos renovar las preguntas para obte-ner nuevas suculentas respuestas.
Laura Demidovich y Valeria Sorn
La cultura de la infancia
Editorial
Produccin de alumnos de nivel primario expuesta en el Museo Svori (ao 2012)
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Lecturas invlidas
A propsito del debate que tiene lugar en Chile por las
compras directas de libros para las bibliotecas pblicas,
Cultura LIJ dialog con su director, Gonzalo Oyarzn..
Con conocimiento de lo que la Comisin Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) viene realizando desde hace ya ms de un lus-tro en la Argentina, Gonzalo Oyarzn, director del Sistema Nacional de Bibliotecas Pblicas de Chile, promovi la asistencia de represen-tantes de todas las bibliotecas pblicas del pas para seleccionar ttulos para sus acervos en forma directa. La seleccin era completa-mente libre y complementaria de las provi-siones habituales de ttulos que se realizan de forma centralizada.
El eje en este tipo de prcticas es el reco-nocimiento de que los bibliotecarios, quienes estn en el da a da de cada espacio, tienen conocimiento, saben hacer, reflexionan acerca de los diferentes abordajes de los desafos que enfrentan.
En el caso de la experiencia argentina, el di-nero para estas compras se adelanta a los bi-bliotecarios, quienes realizan las compras con el 50% de descuento en la Feria del Libro de Buenos Aires y luego rinden las facturas a la
CONABIP. Pero en esta primera experiencia chilena, los bibliotecarios seleccionaron y encargaron, y las com-pras finales fueron concretadas desde las mismas ofici-nas del Sistema Nacional de Bibliotecas Pblicas.
En esta prueba piloto participaron trescientas biblio-tecas pblicas, de las cuatrocientas cincuenta que de-penden del sistema. A travs de aplicaciones descarga-das a sus mviles, cada una de las bibliotecas seleccion libros por un valor de U$S 2000. Este monto representa el 30% de las inversiones habituales en dotacin de li-bros que desde hace aos se mantiene en Chile. Solo que en esas compras centralizadas, un comit de es-pecialistas selecciona hasta 4000 ttulos por ao para abastecerlas a todas.
Elegir es decidirPero los lectores no gustan todos de lo mismo. La va-riedad de la seleccin realizada por los bibliotecarios en la feria demostr la diversidad de intereses de los lecto-res de las diferentes regiones: ms de doce mil ttulos diferentes fueron adquiridos por este sistema, pero del ms solicitado por los bibliotecarios, se compraron 200 ejemplares.
Como corresponde a la accin del Estado, los ttu-los y el proceso de compra se hicieron pblicos. Luego el debate lleg a los medios grficos y de all salt a la televisin. Nunca es malo que la cuestin de la lectura le robe centimetraje a los crmenes o a la vedette de moda, excepto tal vez si el mismo debate se vuelve ve-detezco, frvolo y efectista, como la prensa amarilla.
El conflicto estall porque, entre la gran cantidad de ttulos solicitados, algunos de ellos pertenecan a lo que los editores llamamos instant books, libros de una sola temporada que responden a situaciones especficas (en 2011 y 2012 fueron sobre las predicciones mayas; an-tes de las elecciones aparecen biografas de polticos, o casos similares). Dentro de esta seleccin, los bibliote-carios haban incluido tambin libros de autoayuda. En ambos casos, productos editoriales poco relacionados para la elite intelectual con la alta cultura.
Diversos editores cuestionaron la seleccin, critican-do el proceso y afirmando que la biblioteca est re-produciendo lo que sale en televisin. Que llegue un libro de Rivera Letelier, Allende, o un libro de comics, cambia el panorama cultural de una localidad, sostiene Oyarzn.
La idea era que participaran quienes trabajan en las bibliotecas de la regin, comuna o localidad, debido a que conocen mejor a sus usuarios. A estos se les dio una capacitacin y se los invit a participar en diplomados de gestin de bibliotecas pblicas.
El gusto en la sociedad de masas En particular, la polmica se ha centrado en la inclusin de dos biografas del presentador de televisin Felipe Camiroaga, muerto en 2011; dos novelas de Isabel Allende; el ltimo libro de Hernn Rivera Letelier y otros
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El eje en este tipo de prcticas es el re-conocimiento de que los bibliotecarios, quienes estn en el da a da de cada espacio, tienen conocimiento, saben
hacer, reflexionan acerca de los diferentes abordajes de los desafos que enfrentan.
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de Pablo Simonetti, escritor y activista por la igualdad de derechos de la diversidad sexual, o de Pilar Sordo, psicloga y autora de libros de autoayuda.
No digo agrega Oyarzn que la mentada biografa del malogrado animador sea el Desayuno sobre la hier-ba. Solo sealo que las reglas conservadoras del campo intelectual no siempre son las ms apropiadas para eva-luar los procesos de formacin del gusto, en este caso del gusto por la lectura. Lo mismo que ocurri cuando en 1824 el Himno de la alegra, en la Novena Sinfona de Beethoven, fue considerada por los crticos expertos como una obra escandalosa e incomprensible.
La autora ms leda segn el ranking de prstamos de las bibliotecas es Isabel All