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“Análisis de la brecha entre la situación de la fruticultura de la Región de O´Higgins y las exigencias vigentes del mercado
Europeo, en el marco de la conservación de la biodiversidad predial”
Laboratorio de Vida Silvestre Fauna Australis DEPARTAMENTO DE ECOSISTEMAS Y MEDIO AMBIENTE
Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago, abril de 2016
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Este informe fue financiado con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O’Higgins a través del Proyecto: “Desarrollo de Indicadores de
Biodiversidad para Aumentar la Competitividad de la Fruticultura de Exportación de la Región de O’Higgins a la Unión Europea” (VCE40000016), ejecutado en conjunto con la
Exportadora Subsole S.A. y Primafruit Limited.
En la realización de este informe colaboraron los siguientes profesionales (en orden alfabético
de apellido):
Nicolás Arcos (Ing. Agr.)
Eduardo Arellano (Ing. For., MSc., PhD.)
Cristián Bonacic (Med. Vet., MSc., PhD.)
Benjamín Díaz (Ing. Agr.)
Jorge Leichtle (Med. Vet., MSc.)
Alejandra E. Muñoz (Ing. Agr., MSc.)
Francisco Novoa (Med. Vet.)
Gonzalo Ossa (Ing. Agr., MSc.)
Camila Plaza (Ing. Agr.)
Néstor Ramírez (Ing. Agr.)
Nadia Rojas (Ing. Agr. E Ing. For.)
María José Sandoval (Med. Vet., MSc.)
David Vásquez (Ing. Agr.)
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ÍNDICE
Introducción ………………………………………………………....…………………...................5
Desarrollo ……………………………………………………………..…….…………...………….8
Capítulo 1: Comparación y análisis entre la biodiversidad contenida en agroecosistemas frutícolas y
en ecosistemas de referencia en la Región de O´Higgins……………………………………………..8
1.a. Características de la Región de O´Higgins………………………………………………………..8
1.b. Áreas Silvestres Protegidas (ASP)………………………………………………………………..8
1.c. Flora………………………………………………………………………………………………10
1.d. Fauna……………………………………………………………………………………………..17
1.d.1. Aves……………………………………………………………………………………………..17
1.d.2. Anfibios…………………………………………………………………………………………21
1.d.3. Reptiles………………………………………………………………………………………...24
1.d.4. Mamíferos……………………………………………………………………………………...27
1.d.5. Quirópteros……………………………………………………………………………..……..30
1.e. Discusión ………………………………………………………………………………...............34
Capítulo 2: Actual brecha en actividades e investigación en biodiversidad predial entre la situación
regional versus mercados de destino……………………………………………………………….36
2.a. Introducción…………………………………………………………………………………….36
2.b. Comparación de exigencias en biodiversidad entre distintos protocolos de BPA y su actual
cumplimiento en predios frutícolas…………………………………………………………………36
2.b.1. Metodología…………………………………………………………………………………...37
2.b.1.i. Elección y descripción de protocolos BPA a comparar. ……………………………………37
2.b.1.ii. Selección y clasificación de puntos de control……………………………………………..41
2.b.1.iii. Estandarización de los niveles de exigencia de cada protocolo..…………………………41
2.b.1.iv. Evaluación de PC sobre biodiversidad de protocolos de BPA en predios frutícolas de
exportación. …………………………………………………………………………………………44
2.b.2. Resultados. ……………………………………………………………………………………45
2.b.2.i. Comparación de protocolos BPA respecto a su exigencia en biodiversidad. …………….45
2.b.2.ii. Cumplimiento de exigencias en biodiversidad de protocolos BPA en predios frutícolas de
exportación. …………………………………………………………………………………………56
2.b.3. Discusión. ……………………………………………………………………………………..65
2.c. Brechas en iniciativas e investigación entre Chile y C.E.E. ……………………………….…….66
Capítulo 3: Indicadores de biodiversidal predial…………………………………………………….72
Conclusiones………………………………………………………………………………………..77
Bibliografía…………………………………………………………………...…………….............78
Anexos……………………………………………………………………………………………...88
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ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Formaciones y pisos vegetacionales de Luebert y Pliscoff (2006) de la Región de
O’Higgins, área total y representatividad regional. ………………………………………………..11
Tabla 2. Pisos vegetacionales de las zonas con alta densidad de producción frutícola de la Región
de O’Higgins (Luebert & & Pliscoff, 2006). …………………………………………………….…..12
Tabla 3: Especies de aves presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins. ………...…19
Tabla 4: Especies de anfibios potenciales de encontrar en la Región de O´Higgins. …………….22
Tabla 5: Especies de reptiles presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins……….24
Tabla 6: Especies de mamíferos presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins. ……28
Tabla 7: Especies de quirópteros presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins.….30
Tabla 8: Número de registros por especie de quiróptero en cada punto de muestreo. …………32
Tabla 9: Índices de actividad relativa estandarizados en 10 horas de muestreo para cada sonotipo
identificado en los diferentes sitios de muestreo. ………………………………………………..33
Tabla 10: Temas y subtemas que agrupan PC de biodiversidad de protocolos de BPA. ……...…42
Tabla 11: Tipos de niveles de PC de protocolos BPA. ………….……………………………..…….43
Tabla 12: Criterios de exigencia de PC estandarizados y valorizados. …………………………….43
Tabla 13: Puntuación asignada a los tipos de PC de protocolos BPA…….……… ……………….44
Tabla 14: PC asociados a biodiversidad en Protocolos BPA ………….. ………………………..…45
Tabla 15: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo Global GAP. …….…..…46
Tabla 16: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo Rainforest Alliance. .…47
Tabla 17: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo LEAF Marque. …….…..48
Tabla 18: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo TESCO Nurture. …….…51
Tabla 19: Comparación cualitativa de PC de biodiversidad en protocolos BPA…. ……………….53
Tabla 20: Valorización estandarizada de puntos de control. ……………………………………...54
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Tabla 21: Nivel de aplicación de temas propuestos en protocolos BPA…... ……………………..56
Tabla 22: Actual estado de los predios prospectados respecto a los PC de biodiversidad en
protocolos BPA. ……………………………………………………………………………………56
Tabla 23: Evaluación cualitativa del desempeño por protocolo de los predios bajo estudio. ……58
Tabla 24: Evaluación cuantitativa del desempeño por protocolo de los predios bajo estudio. ….59
Tabla 25: Temas de biodiversidad más abordados en protocolos BPA y su nivel actual de
implementación en predios frutícolas de exportación. ………………………………………….61
Tabla 26: Prácticas recomendadas en tema “Política ambiental”. ………………………………61
Tabla 27: Prácticas recomendadas en tema “Zonas improductivas”. …………………………...61
Tabla 28: Prácticas recomendadas en tema “Hábitat”. ………………………………………….62
Tabla 29: Prácticas recomendadas en tema “Paisaje”. …………………………………………..63
Tabla 30: Medidas a implementar. ………………………………………………………………..64
Tabla 31: Indicadores de biodiversidad predial……………………………………………………77
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Presencia de terrenos agrícolas y Áreas Silvestres Protegidas en la Región de
O´Higgins…….....................................................................................................................................9
Figura 2: Pisos vegetacionales en zonas de alta densidad frutícola en la Región de O´Higgins.
……………………………................................................................................................................13
Figura 3: Predios frutícolas del estudio y su localización geográfica por comunas. ……………...14
Figura 4: Cluster de similaridad de Jaccard entre la flora de los predios frutícolas prospectados y
los pisos de vegetación de Luebert y Pliscoff (2006) en zonas con alta densidad frutícola de la
Región de O´Higgins. ……………………………………………………………………………….16
Figura 5: Predio A. Se muestran los transectos en líneas azules gruesas y las estaciones de
llamados y escucha en estrellas naranjas. ………………………………………………………….18
Figura 6: Abundancia de aves en el interior de los cuarteles frutales de los predios en estudio….
……………………………………………………………………………………............................20
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Figura 7: Abundancia de aves en el borde de los cuarteles frutales de los predios en
estudio…………………………………………………………………………………………….20
Figura 8: Abundancia de anfibios encontrada en cuerpos de agua de cada predio. ……………...23
Figura 9: Abundancia de reptiles en hábitat borde de cuartel en los predios en estudio. ……....25
Figura 10: Abundancia de reptiles en hábitat interior de cuartel en los predios en estudio. ……25
Figura 11: Valorización estandarizada de la biodiversidad de los PC de los distintos protocolos
BPA. ………………………………………………………………………………………………...54
Figura 12: Análisis comparativo de temas de biodiversidad y su valorización entre los distintos
protocolos BPA…... ………………………………………………………………………………..55
Figura 13: Comparación situación actual y situación ideal de cumplimiento de PC de biodiversidad
por protocolo en predios en estudio….... …………………………………………………………60
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INTRODUCCIÓN
Entre los rubros productivos de la Región de O´Higgins destacan la actividad agrícola, y
en particular la fruticultura. La región concentra el 29% de la superficie frutícola nacional, posee
la mayor superficie a escala nacional de uva de mesa y cerezo, y la segunda posición en superficie
de manzana y kiwi, cuyo principal destino es exportación (CIREN, 2014). La agricultura moderna
es cada vez más competitiva, particularmente la de exportación, y las exigencias respecto al
manejo de los sistemas productivos, el bienestar laboral y su impacto al medio ambiente han sido
crecientes desde que se instauró el concepto de Buenas Prácticas Agrícolas.
Es así como los principales mercados de destino de nuestros productos han
desarrollado diversos protocolos que norman estos aspectos. En el último tiempo, la
preocupación por el impacto de la agricultura sobre la biodiversidad y las estrategias para
mitigarlo han tomado particular relevancia. Esto radica en que a nivel mundial la agricultura ha
sido identificada como una de las principales causantes de pérdida de biodiversidad debido a la
pérdida y fragmentación de hábitat que genera, y su deterioro producto de la generalizada
aplicación de pesticidas y fertilizantes sintéticos.
Sin embargo, la realidad actual en Chile es que existe un desconocimiento generalizado
de quienes trabajan en los predios sobre la biodiversidad que albergan y su estado. Esto es una
actual preocupación para profesionales ligados al rubro frutícola de exportación, pues las
señales desde los mercados de destino (y, en efecto, lo que actualmente está ocurriendo en la
Comunidad Económica Europea), es que las exigencias respecto a la conservación de
biodiversidad predial van a aumentar.
Debido a esto se han impulsado iniciativas como este proyecto, que buscan conocer el
tipo de biodiversidad que habita en los agroecosistemas y acercar a la gente ligada al agro a la
biodiversidad de su país en pos de que tomen un rol activo en su conservación y fomento.
El conocimiento de la biodiversidad presente en sistemas agrícolas toma particular
relevancia en un país como Chile, pues el área donde se concentra la riqueza y endemismo de la
biota con alta prioridad en conservación (i.e. el hotspot de biodiversidad; Arroyo, et al., 2006;
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Myers, et al., 2000), también contiene la amplia mayoría de la superficie agrícola (Muñoz y
Vianna, 2012).
La Región de O´Higgins en particular, contenida en dicho hotspot, se desarrolla en el
área Mediterránea la cual posee un alto porcentaje de la riqueza y endemismo de la biota chilena.
No obstante, la región de O´Higgins es una región con escasísima protección de la biodiversidad
(de acuerdo a estadísticas de CONAF, menos de un 3% de su superficie está contenida en alguna
unidad del SNASPE) y, por ende, su conservación también depende de los manejos que se
realicen en la matriz agrícola y productiva (Muñoz y Vianna, 2012).
En consecuencia, promover el conocimiento, conservación y fomento de la
biodiversidad predial en predios frutícolas de la Región de O´Higgins y de la zona central es
relevante. Por una parte, esto aumenta la competitividad del sector frutícola al incluir
requerimientos ambientales que exigen las grandes empresas importadoras a la Unión Europea
y, además, se aporta en conservación biológica en la zona de Chile donde ésta se concentra y
está escasamente conservada.
En este contexto el presente informe tiene por objetivo reportar un análisis de brecha
entre la situación actual de la Región de O´Higgins respecto al estado de su biodiversidad predial,
lo que actualmente se hace en predios por conservarla y lo que exigen países europeos, siendo
la CEE uno de nuestros principales mercados de destino para la fruticultura de exportación.
De este modo, el presente análisis nos permite identificar las actuales falencias y
debilidades y, en consecuencia, poder generar líneas de acción en pos de subsanarlas,
anteponiéndose a los requerimientos futuros de mercado y contribuyendo a la conservación de
nuestro patrimonio natural.
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DESARROLLO
CAPÍTULO 1:
“Comparación y análisis entre la biodiversidad contenida en agroecosistemas frutícolas
y los ecosistemas de referencia en la Región de O´Higgins”
Nicolás Arcos, Benjamín Díaz, Jorge Leichtle, Francisco Novoa, Gonzalo Ossa, Néstor Ramírez, Camila Plaza, Nadia
Rojas, María José Sandoval y Alejandra E. Muñoz
I. a) Características de la Región de O´Higgins:
La Región del Libertador Bernardo O´Higgins se encuentra ubicada en la zona central del
país (entre 33°51’ y 35°01' de latitud Sur y desde 70°02' de longitud Oeste) limitando por el Norte
con la Región Metropolitana y Valparaíso; por el Este con la República de Argentina; por el Sur
con la Región del Maule, por la hoya del río Tinguiririca; y por el Oeste con el Océano Pacífico. Su
superficie, calculada por el Instituto Geográfico Militar, es de 16.387,0 kilómetros cuadrados.
Para el año 2002 poseía 780.627 habitantes con una densidad de 47,63 habitantes por kilómetro
cuadrado.
En su geografía pueden observarse la Cordillera de los Andes, depresión intermedia,
Cordillera de la Costa y planicies litorales. Las diferentes características topográficas de la Región
como cercanía al mar y altitud generan contrastes espaciales en el clima, la vegetación y en las
características del suelo (INE, 2007).
El clima predominante es templado Mediterráneo con lluvias de invierno,
temperaturas moderadas y estación seca prolongada (Sánchez, 2013; BCN, 2015; INE, 2007). En
términos biogeográficos, la Región se encuentra inserta en el macrobioclima Mediterráneo y se
caracteriza por un alto endemismo y riqueza de especies debido, entre otras cosas, a su
aislamiento geográfico.
I. b) Áreas Silvestres Protegidas (ASP):
En la Región de O’Higgins existen contadas ASP: PN Las Palmas de Cocalán (1989), de
carácter privado con 3.709 ha; RN Río Los Cipreses (1985), de carácter estatal con 36.882 ha; y
por último, dentro de la administración de CONAF de la Región de O´Higgins se encuentra la
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Reserva Nacional Roblería de Loncha (1996) con un total de 5.870 ha, pero que en estricto rigor
se encuentra físicamente inserta en la Región Metropolitana. Por lo tanto, el área actualmente
protegida en la Región de O´Higgins es de 40.589 ha, correspondientes a aproximadamente el
2,2% de la superficie regional, cifra que dista de abarcar tanto el total de formaciones y pisos
vegetacionales como su rango latitudinal.
Figura 1: Presencia de terrenos agrícolas y Áreas Silvestres Protegidas en la Región de O´Higgins.
Si bien las ASP de la Región de O´Higgins existen hace al menos 16 años, el siglo XX en
Chile se caracterizó por un marcado crecimiento del sector agrícola en pos de satisfacer
demandas internas y externas (Altamirano y Lara, 2010), lo que sumado a ciertas políticas
gubernamentales que impulsaron el sector forestal y urbano (Aguayo, 2009) han permitido una
alta tasa de sustitución de bosque nativo que amenaza la biodiversidad presente en la zona. De
acuerdo al catastro de uso de suelos del año 2013, proporcionado por el Sistema de Información
Territorial de CONAF, en la Región de O’Higgins existen alrededor de 4.000 km2 destinados a la
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agricultura, lo que corresponde aproximadamente al 25% del área total de la Región. Desde el
punto de vista del paisaje, la baja representatividad de las ASP sumado a la densidad de zonas
agrícolas en los valles de la depresión intermedia, se traducen en una alta presión antrópica a la
biodiversidad nativa de la zona (Figura 1).
I. c) Flora:
En el presente informe se escogió como flora basal de la Región de O´Higgins aquella
propuesta en la Sinopsis Bioclimática y Vegetacional de Chile (Luebert y Pliscoff, 2006). Dicha
sinopsis brinda información respecto a las formaciones y pisos vegetacionales que deberían estar
presentes en una determinada zona según sus registros bioclimáticos; vale decir, estas
formaciones y pisos podrían estar actualmente (y en efecto gran parte lo están) reemplazados
por ciudades, explotaciones agrícolas y plantaciones forestales .
En la Región de O´Higgins, las formaciones vegetacionales descritas corresponden a
bosque caducifolio (3,9%), esclerófilo (51%), espinoso (20,5%), herbazal de altitud (10,2%) y
matorral bajo de altitud (14,3%). En cuanto a los pisos vegetacionales las categorías más
representativas son: Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Quillaja saponaria y Lithrea
caustica (15,2%), Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Lithrea caustica y Azara integrifolia
(12,9%), Bosque espinoso mediterráneo costero de Acacia caven y Maytenus boaria (11,4%),
Bosque esclerófilo mediterráneo interior de Lithrea caustica y Peumus boldus (11,1%) y Herbazal
mediterráneo de Nastanthus spathulatus y Menonvillea spathulata (10,2%) (Tabla 1).
Para poder estimar la brecha existente entre la vegetación actual en los predios frutícolas
de la Región y la que habría de no haber sido reemplazados los hábitats silvestres por
agroecosistemas, se utilizó un procedimiento geoespacial, en el cual se superpusieron los pisos
vegetacionales de la región en formato .shp con los sectores frutícolas, utilizando el programa
ArcGis 9.2
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Tabla 1. Formaciones y pisos vegetacionales de Luebert y Pliscoff (2006) de la Región de O’Higgins, área total y representatividad
regional.
Formación Área (km2) % Piso Área (km2) %
Bosque caducifolio 633,9 3,9
Bosque caducifolio mediterráneo andino de Nothofagus obliqua y Austrocedrus chilensis 376,3 2,3
Bosque caducifolio mediterráneo costero de Nothofagus macrocarpa y Ribes punctatum 127,0 0,8
Bosque caducifolio mediterráneo interior de Nothofagus obliqua y Cryptocarya alba 130,6 0,8
Bosque esclerófilo 8.266,6 51,0
Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Kageneckia angustifolia y Guindilia trinervis 360,2 2,2
Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Lithrea caustica y Lomatia hirsuta 526,7 3,3
Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Quillaja saponaria y Lithrea caustica 2.468,8 15,2
Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Cryptocarya alba y Peumus boldus 496,9 3,1
Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Lithrea caustica y Azara integrifolia 2.094,5 12,9
Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Lithrea caustica y Cryptocarya alba 526,1 3,2
Bosque esclerófilo mediterráneo interior de Lithrea caustica y Peumus boldus 1.793,4 11,1
Bosque espinoso 3.314,0 20,5
Bosque espinoso de mediterráneo andino Acacia caven y Baccharis paniculata 35,2 0,2
Bosque espinoso mediterráneo costero de Acacia caven y Maytenus boaria 1.843,9 11,4
Bosque espinoso mediterráneo interior de Acacia caven y Lithrea caustica 661,5 4,1
Bosque espinoso mediterráneo interior de Acacia caven y Prosopis chilensis 773,4 4,8
Herbazal de altitud 1.664,3 10,3
Herbazal mediterráneo andino de O. adenophylla y Pozoa coriacea 14,0 0,1
Herbazal mediterráneo de Nastanthus spathulatus y Menonvillea spathulata 1.650,3 10,2
Matorral bajo de altitud 2.317,9 14,3
Matorral bajo mediterráneo andino de Chuquiraga oppositifolia y Discaria articulata 0,2 0,0
Matorral bajo mediterráneo andino de Chuquiraga oppositifolia y Nardophyllum lanatum 1.079,3 6,7
Matorral bajo mediterráneo andino de Laretia acaulis y Berberis empetrifolia 1.237,3 7,6
Matorral bajo mediterráneo costero de Chuquiraga oppositifolia y Mulinum spinosum 1,1 0,0
TOTAL 16.196,7 16.196,7
12
Para ello, se descargó un archivo en formato .kmz desde la Infraestructura de Datos
Espaciales (IDE) de la Región de O’Higgins que contenía la localización de los principales predios
frutales de la Región; estos datos fueron transformados a extensión .shp y luego se
determinaron los sectores que poseían una mayor densidad de predios (como parámetro se fijó
como “alta densidad” los sectores que ordenados de menor a mayor densidad fueran superiores
a una desviación estándar del total de datos; Figura 2).
Así, se establecieron los pisos vegetacionales contenidos en la Sinopsis Bioclimática, que
se superponían con los sitios que presentaban mayor densidad de explotaciones frutícolas
(Figura 2 y Tabla 2).
Desde la plataforma de la Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) fue posible extraer
un recuento total de 2.463 predios frutícolas presentes en la Región de O’Higgins, los cuales se
encuentran localizados principalmente sobre las categorías de formación vegetacional (Luebert
y Pliscoff, 2006) de Bosque esclerófilo y Bosque espinoso (Figura 2). En cuanto a pisos
vegetacionales, la mayor cantidad de predios se ubica sobre el piso Bosque esclerófilo
mediterráneo andino de Quillaja saponaria y Lithrea caustica (1.688), seguido por Bosque
espinoso mediterráneo interior de Acacia caven y Prosopis chilensis (1.256).
Tabla 2. Pisos vegetacionales de las zonas con alta densidad de producción frutícola de la
Región de O’Higgins (Luebert & & Pliscoff, 2006)
FORMACION PISO
Bosque espinoso
(BP)
Bosque espinoso mediterráneo interior de Acacia caven y Prosopis chilensis
(BPMI de AC y PC)
Bosque espinoso de mediterráneo andino Acacia caven y Baccharis paniculata
(BPMA de AC y Bp)
Bosque espinoso mediterráneo costero de Acacia caven y Maytenus boaria
(BPMC de AC y MB)
Bosque espinoso mediterráneo interior de Acacia caven y Lithrea caustica (BPMI
de AC y LC)
Bosque
esclerófilo (BE)
Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Cryptocarya alba y Peumus boldus
(BEMC de CA y PB)
Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Lithrea caustica y Cryptocarya alba
(BEMC de LC y CA)
Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Quillaja saponaria y Lithrea caustica
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(BEMA de QS y LC)
Bosque esclerófilo mediterráneo interior de Lithrea caustica y Peumus boldus
(BEMI de LC y PB)
Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Lithrea caustica y Lomatia hirsuta
(BEMA de LC y LH)
Bosque
caducifolio (BC)
Bosque caducifolio mediterráneo costero de Nothofagus macrocarpa y Ribes
punctatum (BCMC de NM y Rp)
Figura 2: Pisos vegetacionales en zonas de alta densidad frutícola en la Región de O´Higgins
En estos pisos se buscó la totalidad de las especies de flora características (Luebert y
Pliscoff, 2006), que se emplazaban en zonas de alta densidad frutícola (Anexo 1). Estas especies,
a pesar de no ser todas características de la Región, fueron consideradas como una muestra
representativa de la composición del ambiente natural potencial. Vale decir, esto nos brinda
información acerca de la flora silvestre que potencialmente podría haber en los sitios donde se
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concentra la fruticultura regional, de acuerdo a sus registros bioclimáticos. Luego, para poder
comparar su actual representatividad en agroecosistemas frutícolas se debe conocer el tipo de
flora que estos agroecosistemas actualmente albergan.
Para obtener una estimación de las especies de flora distintas a las cultivadas que hay
presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins, se realizó un estudio a 10 predios
localizados en las comunas de Mostazal, Graneros, San Fernando, San Vicente y Placilla (Figura
3). Las superficies prediales varían entre 15 a 22 ha (Mediana = 41,3 ha) y producen en su conjunto
uva de mesa, kiwi, cereza, manzana y uva vinífera. Los muestreos se realizaron en distintas
estaciones durante el año 2015, en los cuales se recabó información respecto de la vegetación
no cultivada presente tanto en los cuarteles productivos como en las zonas no cultivadas con
vegetación.
Figura 3: Predios frutícolas del estudio y su localización geográfica por comunas
En los 10 predios prospectados se encontró un total de 163 especies de plantas vasculares
(Anexo 1). Las familias más representadas fueron Asteraceae, Poaceae y Fabaceae. Del totalidad
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de las especies 26,4% son nativas (siendo 12,3% endémicas, es decir, presentes sólo en Chile) y el
restante 73,6% exóticas. Esto refleja la baja representación de vegetación autóctona en los
predios frutícolas. La mayoría de la especies (51,5%) son reconocidas en Chile como malezas
(Matthei, 1995). Sólo cuatro de las especies, Adiantum chilense var scabrum, Acacia caven,
Blechnum hastatum y Gethyum atropurpureum se encuentran en categoría de conservación; las
primeras tres clasificadas como “Preocupación menor” (LC) y la cuarta de mayor importancia,
aunque aún en consulta pública para ser clasificada como “En peligro” por transformación de su
hábitat para agricultura, entre otros factores.
En el muestreo de verano-otoño más de la mitad de los predios en hábitats manejados
(entre-hilera, sobre-hilera y borde de cultivo) tuvieron a la correhuela (Convolvulus arvensis), la
pata de gallina (Digitaria sanguinalis) y el hualcacho (Echinochloa colonum) como especies
representativas, mientras que en el canal de riego la galega (Galega Officinalis) y el duraznillo
(Polygonum aviculare), fueron representativas en más del 50% de los predios. Todas estas
especies son consideradas malezas muy serias, con efectos negativos en producción (Mathhei,
1995). En las zonas no productivas hubo heterogeneidad en las especies representativas, entre
ellas algunas nativas como espino (Acacia caven) y boldo (Peumus boldus) y malezas como
zarzamora (Rubus ulmifolius).
Respecto a la variabilidad intra-predial de la flora y la vegetación, tanto la cobertura del
suelo por vegetación como la riqueza de especies fue significativamente mayor en ambientes no
cultivados respecto a los cultivados. Adicionalmente, las especies nativas (y las endémicas entre
ellas) sólo se encontraron presentes en zonas no productivas y en el borde de canales de riego.
Estos patrones son presumiblemente resultado de la ausencia de manejo, la cual incluye la
aplicación de herbicidas.
En el caso de los pisos de vegetación descritos por Luebert y Pliscoff (2006) en zonas con
alta densidad frutícola, el total de sus especies características suman 101 especies donde las
familias más numerosas también fueron Asteraceae, Poaceae y Fabaceae, lo cual es esperable
pues están entre las familias más especiosas a nivel mundial. Del total de especies, 10
correspondieron a especies exóticas. En cuanto al estado de conservación, 14 se encontraban
con alguna clasificación de amenaza. Cabe destacar que éstas no son todas las especies que
componen un piso, sino que las características de cada uno.
A partir de los listados de flora de los predios frutícolas y de los pisos de vegetación, y en
16
forma de poder estimar la representatividad de la flora silvestre de la zona en agroecosistemas
frutícolas, estos listados se compararon utilizando el Índice de similitud de Jaccard (IJ) que va
desde el valor cero, cuando no se comparte ninguna especie, hasta el valor uno, cuando se
comparte la totalidad de la riqueza (Magurran, 1988). Dicha comparación se realizó a través de
un cluster de similitud utilizando dicho índice con el software estadístico BioDiversity
Professional versión 2.0 (McAleece, et al., 1997).
El análisis cluster utilizando el Índice de Jaccard que comparó la similitud de la flora de
los predios con la de los pisos de vegetación relacionó ambos con un 8,96% (Figura 4).
Figura 4: Cluster de similaridad de Jaccard entre la flora de los predios frutícolas prospectados y los pisos
de vegetación de Luebert y Pliscoff (2006) en zonas con alta densidad frutícola de la Región de O´Higgins.
La representación del de las distintas formaciones vegetales y pisos vegetacionales en
los predios frutícolas fue heterogénea. El piso con menor representación fue el Bosque
caducifolio (25%) con tres especies Aristotelia chilensis, Loasa tricolor y Schinus montanus de las
cuales las últimas 2 sólo se encontraban en ese piso vegetacional. La mayor representación fue
de los pisos pertenecientes a la formación vegetacional Bosque espinoso, llegando a valores de
60% en el piso Bosque espinoso mediterráneo costero de Acacia caven y Maytenus boaria.
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Bajo estos patrones observados, escasamente estos predios aportan en conservación de
especies de flora nativa en la matriz agrícola y no cumplen con los requerimientos de normas
exigentes en conservación de biodiversidad (como Leaf y RAS). Sin embargo, los ambientes no
productivos (y, por ende, sin manejo agrícola), tienen el potencial para hacerlo. Para esto,
recomendamos revegetar con especies nativas en bordes de canales de riego y zonas no
productivas. Como criterios de selección de especies proponemos (no necesariamente aplicar
todos): a) considerar especies nativas e idealmente con problemas de conservación; b)
representar distintos tipos biológicos (arbóreo, arbustivo, herbáceo y suculento) dado que
brindan distintos servicios ecosistémicos; y c) escoger especies que en su conjunto presenten
prolongada floración en el año, y así, brinden recursos a polinizadores y enemigos naturales de
plagas como polen floral extra-floral, néctar y sitios de hibernación (Nicholls, 2006).
I. d) Fauna:
Para conocer la fauna que habita en predios frutícolas de la Región de O´Higgins, se
desarrollaron líneas base para establecer la presencia/ausencia para el caso de anfibios, y riqueza
y abundancia de aves, reptiles y mamíferos en los mismos 10 predios agrícolas donde se
prospectó la flora. Para esto se utilizaron transectos, estaciones de escucha y muestreo con
cámaras-trampa según el taxón en particular. En este caso y, a diferencia de la flora, los hallazgos
en los predios de los distintos grupos de fauna fueron contrastados con las especies descritas en
literatura reciente, vale decir, en un paisaje que ya ha sido altamente intervenido. Esto radica en
que es más dificultoso tener información certera de la estructura comunitaria (incluyendo
abundancias) de un ecosistema de referencia en animales que en plantas. Además, se indagó
sobre los potenciales servicios ecológicos de las especies registradas.
I.d.1) Aves
Potencial de especies de aves a encontrar en la región
Las aves son el grupo más numeroso dentro de la fauna. Se estima que hay casi 200
especies que son posibles de avistar en la Región, pero esto puede variar por la alta movilidad y
la variación estacional de estas especies (Estades y Vukasovic, 2007). Según la revisión
bibliográfica (Araya y Millie, 1986; Estades y Vukasovic, 2007; Jaramillo, 2005) alrededor de 60
especies pueden ser encontradas normalmente en lugares cercanos a centros urbanos y
actividades agrícolas. Luego, este fue el número de especies utilizado como potencial, ya que
18
otras aves que si se encuentran en la región difícilmente pueden ser encontrados en predios, ya
sea porque son principalmente costeras o en caso contrario se encuentren a gran altura. Las
especies más representativas de la región pueden encontrarse típicamente en zonas de actividad
agrícola Mediterránea, tales como el zorzal (Turdus falcklandi), la diuca (Diuca diuca), la tortolita
cuyana (Columbina picui) y el chercán (Troglodites aedon) (Estades y Vukasovic, 2007) (Ver anexo
2).
Especies de aves registradas en los predios frutícolas en estudio
Para el muestreo de avifauna, en cada uno de los predios se realizaron 16 unidades
muestrales consistentes en transectos para buscar signos de presencia de aves (egagrópilas,
nidos, etc.) y puntos de conteo (Figura 5; Reynolds, et al., 1980).
Figura 5: Predio A. Se muestran los transectos en líneas azules gruesas y las estaciones de llamados y
escucha en estrellas naranjas.
De las 60 especies potenciales de encontrar de acuerdo a revisión bibliográfica, en el total
de los predios en su conjunto, se registraron 42 especies de aves, de las cuales las 42 se
registraron en bordes de frutales y sólo 25 fueron detectadas al interior de los cuarteles (tabla 3,
19
Figuras 6 y 7). En efecto, tanto la abundancia como la riqueza de especies de aves en los bordes
de cuarteles fueron significativamente mayores a las registradas en el interior de ellos.
Tabla 3: Especies de aves presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins.
Nombre cientifico Nombre común Familia Origen Estado de
conservación*
Anairetes parulus Cachudito Tyrannidae Nativo Sin Clasificar
Aphrastura spinicauda spinicauda Rayadito Furnariidae Nativo B
Ardea cocoi Garza cuca Ardeidae Nativo B, S, R
Athene cunicularia cunicularia Pequén Strigidae Nativo B, E
Bubulcus ibis ibis Garza boyera Ardeidae Nativo B
Cairina moschata Pato Anatidae Doméstico No Aplica
Callipepla californica Codorniz Odontophoridae Introducida No Aplica
Caprimulgus longirostris bifasciatus Gallinita ciega Caprimulguidae Nativo B, E
Casmerodius albus Garza grande Ardeidae Nativo B
Cathartes aura jota Jote de cabeza colorada Cathartidae Nativo B
Colaptes pitius Pitío Picidae Nativo B
Colorhamphus parvirostris Viudita Tyrannidae Nativo B, E
Curaeus curaeus curaeus Tordo Icteridae Nativo Sin Clasificar
Diuca diuca diuca Diuca Thraupidae Nativo Sin Clasificar
Elaenia albiceps chilensis Fio-fio Tyrannidae Nativo B, E
Falco peregrinus cassini Halcón peregrino Falconidae Nativo B, S, E, V
Falco sparverius cinnamominus Cernícalo Falconidae Nativo B, E
Gallus gallus domesticus Gallina Phasianidae Domestico No Aplica
Geranoaetus melanoleucus australis Águila Accipitridae Nativo B, E
Glaucidium nanum Chuncho Strigidae Nativo B, E
Leptasthenura aegithaloides Tijeral Furnariidae Nativo B
Milvago chimango chimango Tiuque Falconidae Nativo B, E
Mimus thenca Tenca Mimidae Endémica B
Nothoprocta perdicaria perdicaria Perdiz Tinamidae Endémica Sin Clasificar
Parabuteo unicinctus unicinctus Peuco Accipitridae Nativo B, E
Pardillarus sanguinolentus Pidén Rallidae Nativo B
Passer domesticus domesticus Gorrión Passeridae Introducida No Aplica
Patagioenas araucana Torcaza Columbidae Nativo S, P
Pavo cristatus Pavo real Phasianidae Domestico No Aplica
Phrygilus gayi gayi Cometocino Thraupidae Nativo E
Picoides lignarius Carpinterito Picidae Nativo B, S
Sephanoides sephanoides Picaflor Trochilidae Nativo B, E
Sicalis luteola luteiventris Chirihue Thraupidae Nativo Sin Clasificar
Sporagra barbata Jilguero Fringillidae Nativo Sin Clasificar
Sturnella loyca loyca Loica Icteridae Nativo E
Tachycineta meyeni Golondrina Hirundinidae Nativo B, E
Troglodytes aedon chilensis Chercán Troglodytidae Nativo B, E
Turdus falcklandii magellanicus Zorzal Turdidae Nativo Sin Clasificar
Tyto alba Lechuza Strigidae Nativo B, E
Vanellus chilensis chilensis Queltehue Charaidriidae Nativo B, E
Zenaida auriculata auriculata Tórtola Columbidae Nativo Sin Clasificar
Zonotrichia capensis chilensis Chincol Emberizidae Nativo B
* según Ley de Caza o RCE; casi todas las aves figuran en la Ley de caza, muy pocas en RCE.
20
Figura 6: Abundancia de aves en el interior de los cuarteles frutales de los predios en estudio.
Figura 7: Abundancia de aves en el borde de los cuarteles frutales de los predios en estudio.
La especie más abundante del muestreo correspondió a tordo (Curaeus curaeus curaeus).
También fueron abundantes queltehues (Vanellus chilensis), tórtolas (Zenaida auriculata) y
tiuques (Milvago chimango), todas especies que pueden establecerse en hábitats disturbados.
Las menos abundantes correspondieron, en orden descendente, a pequén, (Athene cunicularia
cunicularia), perdiz chilena (Nothoprocta perdicaria perdicaria) y Jote de cabeza colorada,
(Cathartes aura jota).
Consistentemente con lo esperado, los predios que muestra una mayor riqueza de
especies (Maitenco y La Punta) son aquellos que contienen áreas de conservación y parches
nativos más extensos y variados con cuerpos de agua abundantes.
Destaca la presencia de rapaces pues confirma la existencia de la relación depredador-
presa en los sitios de interés. Esta interacción es vital en el funcionamiento del ecosistema
aportando en la alimentación de ´´complementariedad´´: plantas y herbívoros y carnívoros
21
menores se nutren con la actividad de un depredador (Naeem y Li, 1998; Schmitz, et al., 2010;
Hooper, et al., 2005). La pérdida de éstos (por caza, perdida de hábitat, especies invasoras)
podría afectar la ´´regulación de arriba hacia abajo´´ al perderse el nivel trófico funcional del
predador (Hooper, et al., 2005), es decir, la disminución de depredadores suele causar un
aumento en la abundancia de las especies presa (Case, et al., 1998).
En sitios agrícolas bajo manejo convencional (como los de este estudio), especies
insectívoras (perdiz, rayadito, viudita, tijeral) pueden resultar afectadas por el uso de insecticidas
en cultivos agrícolas (Devine, et al., 2008; Bernardos y Zaccagnini, 2011). Por su parte, el uso de
herbicidas podría afectar a roedores (Badii, et al., 2015), los que son base de la dieta de especies
como peuquito, bailarín y tucúquere (Altamirano y Ibarra, 2010).
En pos de brindar mejor hábitat a la avifauna en agroecosistemas, de acuerdo a Muñoz
(2011) la mejora e incremento en calidad de los cercos vivos como hábitat para aves, y la
conservación de los sectores con vegetación nativa podría incrementar la riqueza de especies y
la mantención de una metapoblación de aves en ambientes agrícolas. En su estudio de aves en
ambientes agrícolas en la Región Metropolitana, la riqueza de especies se relacionó
positivamente con los cercos vivos arbustivos y los remanentes de vegetación nativa (Muñoz,
2011).
I.d.2) Anfibios
Potencial de especies de anfibios a encontrar en la Región
En el caso de los anfibios son 6 las especies que posiblemente puedan ser avistadas en los predios
(Tabla 4), 4 de ellas endémicas, siendo dos de ellas las más posibles de encontrar en cultivos de
riego: el sapo de rulo (Bufo chilensis) y el sapo de cuatro ojos (Pleurodema thaul) (Nuñez y Torres-
Mura, 2007). Los anfibios son uno de los taxa que han sufrido severas amenazas y que son
afectados mayormente por la actividad agrícola (Norris, 2008), en particular por los químicos, ya
que su piel es extremadamente sensible a estos debido a su permeabilidad (Lobos, et. al., 2013),
por lo cual podrían ser usados como indicadores de salud ecosistémica de los predios.
Especies de anfibios registradas en los predios frutícolas en estudio
Para el muestreo de anfibios se inspeccionaron los cuerpos de agua de cada predio, en
transectos crepusculares y nocturnos. El esfuerzo de muestreo fue proporcional al área del
cuerpo de agua del predio. Adicionalmente, se realizaron transectos de 100 m dentro de los
22
cuarteles frutales para establecer la presencia – ausencia.
Tabla 4: Especies de anfibios potenciales de encontrar en la Región de O´Higgins
Fuente: Nuñez y torres-Mura (2007).
Se detectaron 3 de las 6 especies de anfibios posibles de encontrar, correspondientes a
Pleuroderma thaul, Calyptocephalella gayi y Xenopus laevis; esta última es una especie introducida
en el país, habitando desde Coquimbo hasta precisamente la Región de O’Higgins. Cabe destacar
que no se registró la presencia de ningún individuo en el interior del cultivo.
La especie más abundante correspondió a P. thaul, ocupando el 100% de los sitios
muestreados con una abundancia total de 123 individuos, siendo el predio G el que contiene
mayor cantidad de registros (20 individuos) correspondiente a un 16,3 % del total de los registros.
Esto no es sorprendente pues P. thaul ha sido descrito como el batracio que mejor tolera el
efecto antrópico (Rabanal y Nuñez, 2008) pues habita todo tipo de ambientes acuáticos,
incluyendo canales, tranques y otras construcciones humanas. Esta capacidad de adaptación
ecológica, probablemente, la razón de su abundancia y amplia distribución en Chile (Correa, et
al., 2007).
Nombre científico Nombre común Origen Estado Conservación
Servicios a la
Agricultura
Alsodes nodosus Sapo popeye, sapo arriero Endémico Casi amenazada Carnívoro generalista
Batrachyla taeniata Rana de ceja, ranita de antifaz Endémico Preocupación menor Carnívoro generalista
Calyptocephalella gayi Rana chilena, rana grande Endémico Vulnerable
Invertebrados y
vertebrados (peces,
micro mamíferos)
Pleurodema thaul Sapito de cuatro ojos del norte Nativo Preocupación menor
Carnívoro: Artrópodos
y una fracción de
componente vegetal
Rhinoderma rufum Rana de Darwin del norte, sapito vaquero Endémico En peligro crítico Carnívoro generalista
23
Figura 8: Abundancia de anfibios encontrada en cuerpos de agua de cada predio.
Se destaca el registro acústico de C. gayi en el predio G, como la única especie endémica.
Por su gran tamaño es capaz de atrapar pequeños roedores, aportando en el control de plagas.
Sin embargo, su extracción para consumo humano, introducción de peces foráneos y drenajes
de lagunas y pantanos por urbanización son considerados como amenaza para esta especie
(Rabanal y Nuñez, 2008). Las condiciones de amenaza recién mencionadas fueron un hallazgo
constante en los predios agrícolas muestreados, por lo que es esperable su baja abundancia.
Es preocupante la presencia de Xenopus laevis en el predio H, dado que este último puede
depredar sobre especies endémicas y nativas de anfibios, coleópteros, moluscos e insectos. Se
ha propuesto que la expansión de la industria vitivinícola en la zona centro del país podrían
promover la expansión de esta invasor (Lobos y Measey, 2002).
Como fue mencionado, a nivel mundial los anfibios conforman en nuestros días uno de
los grupos de vertebrados más amenazados por efecto antrópico, cambio climático y
contaminación dado su alta dependencia de cuerpos de agua. Desde el punto de vista ecológico,
los anfibios juegan un rol muy importante en los ecosistemas, debido a que controlan insectos,
sirven de alimento para otros animales, incrementan la dinámica de sedimentos en los cuerpos
de agua, y generan un vínculo de materia y energía entre ambientes acuáticos y terrestres
(Lobos, et al., 2013).
0
5
10
15
20
25
A B C D E F G H I J
N°
ind
ivid
uo
s
Predio
Abundancia de Anfibios
Pleuroderma tahul Abundanci
Calyptocephalella gayiAbundanci
Xenopus laevis Abundanci
24
I.d.3) Reptiles
Potencial de especies de reptiles a encontrar en la Región
En el caso de los reptiles, se han descrito alrededor de 20 especies para la Región de
O’Higgins (Anexo 3), en su mayoría del género Liolaemus (Mella, 2007), conocidas comúnmente
como lagartijas. La mayoría de ellas son insectívoras, pudiendo ser beneficiosas para los cultivos;
esto depende de la alimentación particular de la especie y su preferencia por un tipo de insectos
u otros, ya que no todos los insectos son dañinos para los cultivos, muchos pueden actuar como
controladores biológicos, por lo que el hecho de que una especie sea insectívora no la hace per
se beneficiosa para la agricultura, aunque esta sea nativa y colabore con la biodiversidad en el
predio (Nuñez y Torres-Mura, 2007).
Especies de reptiles registradas en los predios frutícolas en estudio
En los predios se registró un total de 7 especies de reptiles. Seis de ellos pertenecen a la
Familia Liolaemidae y uno a la familia Colubridae. Las especies en cuestión se presentan en la
tabla 5.
La totalidad de estas especies fueron detectadas en los bordes del cultivo, con una
abundancia total de 78 individuos (Figura 9). Por su parte al interior de los cuarteles se registró
un total de seis especies y 13 individuos (Figura 10), siendo en consecuencia la abundancia en los
bordes de cuarteles significativamente mayor que al interior.
Tabla 5: Especies de reptiles presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins.
Nombre científico Nombre común Familia Origen Estado
Conservación
Fuente
Liolaemus lemniscatus Lagartija ledmiscata Liolaemidae Endemica Preocupación menor
RCE
Liolaemus tenius Lagartija de paredes Liolaemidae Nativo Preocupación menor
RCE
Liolaemus fuscus Lagartija oscura Liolaemidae Endemica Preocupación menor
RCE
Liolaemus nigroviridis Lagartija negro-verde Liolaemidae Endemica Preocupación menor
RCE
Liolamus chiliensis Lagarto chileno Liolaemidae Nativo Preocupación menor RCE
Liolaemus schroederi Lajartija de Shröeder Liolaemidae Nativo Sin clasificar
Philodryas chamissonis Culebra de cola larga Colubridae Endemica
Vulnerable (IV-XIV); Rara (III)
Ley de Caza
25
Figura 9: Abundancia de reptiles en hábitat borde de cuartel en los predios en estudio.
Figura 10: Abundancia de reptiles en hábitat interior de cuartel en los predios en estudio.
En general, la baja diversidad de reptiles puede explicarse principalmente por el grado
de perturbación. En Chile, existe un alto endemismo y baja riqueza de reptiles (Simonetti, 1999),
0
5
10
15
20
25
Ab
un
dan
cia
Abundancia en Borde de Cultivo
012345678
Ab
un
dan
cia
Abundancia dentro del Cultivo
26
en donde dominan las especies del género Liolaemus (CONAMA, 2008). Esto explica la
dominancia de dicho género en las especies registradas en los predios frutícolas. Al respecto,
pudo apreciarse que la detección de este género Liolaemus estuvo, sin lugar a dudas, sujeta a las
condiciones climáticas del muestreo; de esta manera la baja abundancia y riqueza registrada en
el predio I, está marcada por la T° (promedio 22°C) y la alta nubosidad, al momento de muestreo;
lagartijas del género Liolaemus tienen un Tsel (Selected Body Temperature) de 34 – 36 °C
(Valencia y Jaksic, 1981; Marquet, et al., 1989; Cortés, et al., 1992; Nuñez, 1996).
Respecto a características particulares de algunas especies registradas, Liolaemus
schröederi es una especie endémica, vivípara (Donoso-Barros, 1966) de mucha versatilidad
ecológica, siendo frecuente su hallazgo en cercos de madera en zonas rurales, y en pastizales, o
cerca de formaciones de zarzamora (Rubus ulmifolius) (Pincheira-Donoso y Núñez, 2005).
Por su parte el lagarto chileno (Liolaemus chiliensis) es un reptil nativo del cual se
encontró una baja abundancia (< 5). Esta especie es insectívora, ovípara y prefiere áreas con
matorrales xerofíticos y esclerófilos, siendo una especie frecuente pero poco abundante, tal
como se observó en un estudio realizado en el cerro la campana donde se encontraron 3
individuos de un total de 211 lagartijas registradas (Mella, 2005).
Liolaemus tenuis fue altamente detectada en el predio H, debido principalmente a la gran
cantidad de casonas antiguas, con poca perturbación, hábitat ideal para esta especie, también
llamada lagartija de paredes. También habita en árboles y al igual que las demás especies del
género es insectívora (Mella, 2005). Esta condición convierte a los representantes del género en
potenciales buenos controladores de insectos plagas en predios agrícolas.
No se detectó la presencia de Tachymenis chilensis (culebra de cola corta), pese a estar
descrita para la región de O´Higgins (Ortiz, 1973; Veloso y Navarro, 1988). Por su parte, Mella
(2005) señala que es poco frecuente y muy poco abundante con frecuencias de 3 observaciones
sobre 807 en río Clarillo y en El Morado 1,2% de abundancia relativa. Es además, una especie que
prefiere las proximidades de los bosques y en las orillas de la costa (Donoso-Barros, 1966). Vive
de preferencia en lugares que presentan una cierta humedad (Ortiz, et al., 1994). Luego, podrían
explicar su no detección factores como la presencia de poblados humanos, donde es atacada y
muerta por ser considerada una plaga (Greene y Jaksic, 1992). Además, esta especie es
susceptible de ser depredado por perros y gatos (N. Sallaberry comunicación personal. 2015),
animales domésticos que se vieron sueltos en algunos predios en los muestreos. Además, la
destrucción de sus hábitats naturales merma sus tamaños poblacionales (Ibarra-Vidal, 1989). A
27
pesar de su amplia distribución, su alto nivel trófico hacer esta especie altamente susceptibles a
la alteración de su hábitat.
P. chamissonis (culebra de cola larga) por su parte, fue detectada en tres predios. Es una
especie poco frecuente pero en comparación a T. chiliensis su detectabilidad es mayor, es
además, menos especifica en su uso de hábitat y se encuentra principalmente en lugares secos,
bajo rocas y matorrales (Mella, 2005). Se alimenta de anfibios, otros reptiles y roedores como
Octodon degus, Mus musculus e incluso conejos juveniles (Lobos, et al., 2010). Siendo un potencial
excelente controlador de plagas en predios agrícolas.
Tampoco se detectó la presencia de Liolaemus nitidus (Lagarto nítido). Este reptil utiliza
de preferencia hábitats de matorral con presencia de Puya sp. (chagual), generalmente en
laderas xerófitas, así como en sectores rocosos.
Finalmente, dada la condición insectívora de la mayor parte de los reptiles detectados,
se debe considerar que si la depredación sobre ciertos insectos por parte de reptiles o bien se
aumenta o se reduce, esto podría alterar los niveles de competencia inter-específica entre
insectos y conllevar efectos en cascada a nivel de la comunidad y de los ecosistemas (Smart, et
al., 2005). En agroecosistemas, la estructura de la comunidad de artrópodos es fuertemente
influida por los manejos agrícolas, y esto podría impactar a las áreas no manejadas adyacentes.
i.d.4) Mamíferos
Potencial de especies de mamíferos a encontrar en la región
Según la bibliografía consultada (Muñoz y Yañez, 2000; Serey, et al., 2007; Iriarte, 2008)
se podrían encontrar unas 35 especies de mamíferos en la Región de los cuales muchos no se
encontrarían en los predios por razones de localización y ámbito de hogar, algunas de estas
especies no se encuentran cerca de centros urbanos o lugares con tránsito constante de
personas, y en el caso de estos predios algunos se encuentran cercano a centros urbanos (Ver
Anexo 4).
Especies de mamíferos registradas en los predios frutícolas en estudio
Para el muestreo de mamíferos se utilizaron estaciones de cámaras-trampa los cuales son
equipos que capturan imágenes de elementos en movimiento donde son instaladas. Estas se
instalaron en los predios en puntos con mayor probabilidad de detección de los animales (signos
indirectos de presencia, senderos, etc.). Además, se consideraron registros directos en los
28
muestreos.
Solo dos especies de carnívoros silvestres fueron detectadas al exterior y borde de
predios durante el periodo de muestreo: zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) y quique (Galictis
cuja). Este último se registró mediante observación directa detectándose cuatro ejemplares de
G. cuja (grupo familiar) en el predio I. Éstos se observaron en un fragmento de bosque esclerófilo
mediterráneo andino que colinda con el Predio. L. culpaeus, por su parte, fue detectado en
registros fotográficos de dos estaciones de cámaras trampa, instaladas al exterior de los cultivos
de los predios G y H. La estación cámara del Predio H registró un solo evento de L. culpaeus en
un sitio de quebrada al interior de fragmento de bosque esclerófilo. En la estación cámara del
Predio G se observaron dos eventos independientes de L. culpaeus en ambiente de matorral
espinoso (Tabla 4).
Tabla 6: Especies de mamíferos presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins.
Nombre científico Nombre común Origen Estado de
conservación
Fuente
Canis lupus familiaris Perro Introducido No aplica
Ecus ferus caballus Caballo Introducido No aplica
Bos taurus Vaca /Novillo Introducido No aplica
Mus musculus* Laucha Introducido No aplica
Ratus ratus* Rata negra Introducido No aplica
Oryctolagus cunilculus* Conejo Introducido No aplica
Lepus capenis* Liebre Introducido No aplica
Myocastor coypus Coipo Nativo VU Ley de Caza
Galactis cuja Quique Nativo VU Ley de Caza
Pseudalopex culpaeus Zorro culpeo Nativo VU RCE
*: Se permite su caza en todo el territorio y épocas del año, sin cuota máxima de individuos (según Ley de Caza).
Un estudio sobre el ensamble de carnívoros silvestres presentes en el paisaje agrícola de
Reserva de la Biósfera La Campana-Peñuelas de la R. de Valparaíso, reportó que éstos han
logrado adaptarse a las actividades antrópicas utilizando los mejores hábitats nativos
disponibles, según biología y sensibilidad de cada especie. L. culpaeus fue el carnívoro más
frecuente del ensamble y utilizó sitios tanto de matorral espinoso como fragmentos de bosque
29
esclerófilo, incluso adyacentes a predios agrícolas y vitivinícolas (Beltrami, 2014). La amplia
distribución y capacidad de utilizar ambos ambientes, sugiere que L. culpaeus tiene una
plasticidad y adaptabilidad conductual a paisajes antrópicos (e.g. Crooks, 2002).
En el presente estudio, con un total de 124 días/cámara, L. culpaeus fue detectado
también en ambos ambientes, pero en muy pocas ocasiones. Lo anterior podría deberse a la falta
de corredores biológicos en la zona, aislamiento de los parches y quebradas por la antropización
e incluso la persecución por parte de perros cazadores y/o feralizados (Bonacic, et al., 2013).
Para otros cánidos silvestres generalistas en ambiente Mediterráneo (e.g. Canis latrans),
se ha demostrado que necesitan de suficientes áreas naturales y corredores para persistir,
sugiriendo que poseen un bajo umbral de tolerancia a la antropización (Crooks, 2002; Crooks y
Soule, 1999; Tigas, et al., 2002; Ordeñana, et al., 2010).
L. culpaeus como especie generalista y oportunista, puede encontrar oportunidades para
alimentarse cerca de zonas antropizadas (Novaro, 1997; Acosta-Jamett y Simonetti, 2004; Rubio
et al., 2013). Los roedores, liebres (Lepus europeus) y conejos (Oryctolagus cuniculus) son
abundantes en zonas agrícolas y usualmente se concentran en bordes de hábitats y diversos
cultivos.
Un estudio reciente sobre los hábitos alimenticios de L. culpaeus, reveló un alto consumo
de conejo en ambientes altamente perturbados de la zona central de Chile (Rubio, et al., 2013).
Por lo tanto, L. culpaeus podría explotar estos ambientes para obtener presas, cumpliendo un
importante rol como controlador biológico de especies plaga, demostrando su beneficio para la
actividad silvoagropecuaria.
La presencia de quebradas con bosques bien conectadas a un cordón montañoso son un
factor importante en la detección de mesocarnivoros, tal como se observó en un estudio
realizado en paisaje agrícola de la región de Valparaíso (Beltrami, 2014). El predio H en el presente
estudio cuenta con detección de zorro culpeo en un la quebrada aledaña a dos km del centro del
cultivo y a un km del borde del cultivo. Futuros estudios que examinen el uso de corredores
riparianos podrían revelar su función y relevancia tal como se ha demostrado en valles viñateros
de otras zonas mediterráneas (Hilty y Merenlender, 2004).
30
I.d.5) Quirópteros
Potencial de especies de quirópteros a encontrar en la región
Los quirópteros (murciélagos) son también un tipo de mamíferos pero dadas sus
características particulares (mamíferos voladores) y su método específico de muestreo son
reportados como un grupo aparte.
Para la Región de O’Higgins se ha descrito la presencia de 6 especies de quirópteros o
murciélagos (Tabla 7). Las especies potencialmente presentes en la zona corresponden a
Tadarida brasiliensis, Lasiurus varius, Lasiurus cinereus, Histiotus montanus, Histiotus macrotus y
Myotis chiloensis (Diaz, et al., 2011; Galaz y Yáñez, 2006; Mann 1978; Muñoz y Yáñez 2009; Ossa y
Díaz, 2014).
Tabla 7: Especies de quirópteros presentes en predios frutícolas de la Región de O´Higgins.
Especie Clasificación ley de
caza
Estado de conservación
RCE
Estado de conservación
IUCN
Myotis chiloensis B No clasificado Preocupación menor
Lasiurus varius B En Clasificación Preocupación menor
Lasiurus cinereus B En Clasificación Preocupación menor
Histiotus montanus B No clasificado Preocupación menor
Histiotus macrotus B No clasificado Preocupación menor
Tadarida brasiliensis B No Clasificado Preocupación menor
B: Especie catalogada como beneficiosa para la actividad silvoagropecuaria
Tres de estas especies (T. brasiliensis, L. cinereus y L. varius) poseen probablemente
hábitos migratorios en Chile (Cryan, et al., 2004; Shump y Shump, 2009; Wilkins, 1989), por lo que
su presencia en el sector podría presentar patrones estacionales, en cambio el resto de especies
se cree que poseen hábitos sedentarios, entrando en hibernación durante la época invernal
(Galaz y Yáñez, 2006).
Las especies de los géneros Myotis e Histiotus presentan vuelos de alta maniobrabilidad,
permitiéndoles forrajear a baja altura dentro del dosel, en cambio las especies del género
Lasiurus y Tadarida presentan morfologías adaptadas a vuelos de gran velocidad y, por lo tanto,
de gran altura y por consecuencia, son especies difíciles de capturar con redes de neblina (Canals,
et al., 2005; Carroll, et al., 2002; Iriarte-Díaz, et al., 2002; Mann, 1978).
La totalidad de las especies de quirópteros presentes en la Región de O´Higgins poseen
31
hábitos insectívoros, razón por la cual han sido clasificados por la Ley de Caza como beneficiosos
para las actividades silvoagropecuarias, al ser controladores de plagas.
Si bien no existen estudios sobre la dieta de las diferentes especies de quirópteros
insectívoros presentes en el país se ha reportado, por ejemplo, que la especie M. chiloensis preda
sobre nematóceros en vuelo (Galaz, et al., 2009), y en el sur de Chile ha sido observado cazando
moscas de la Familia Tipulidae (Koopman, 1967; Ossa y Rodríguez-San Pedro, 2015).
Publicaciones a nivel internacional indican que las especies de los géneros Lasiurus y
Tadarida predan sobre una gran variedad de insectos, preferentemente de los órdenes
Coleóptera y Lepidóptera. Se sabe que en EEUU, la especie T. brasiliensis preda sobre la especie
Helicoverpa Zea (Lepidóptera, Noctulidae), generando enormes beneficios económicos en
cultivos extensivos de maíz (Federico, et al., 2008; McCracken, et al., 2012).
Tadarida brasiliensis es una especie gregaria, que forma colonias que pueden alcanzar
varios millones de individuos (Wilkins, 1989), lo cual resulta atractivo para predios agrícolas dado
los beneficios económicos antes expuestos.
Para las especies del genero Lasiurus se ha descrito la presencia en sus dietas de
Coleópteros; Hemípteros y Lepidópteros (Kunz, et al., 2011), todas correspondientes a plagas
agrícolas.
Especies de quirópteros registradas en los predios frutícolas en estudio
Para la prospección de quirópteros se realizaron muestreos nocturnos acústicos en
primavera utilizando equipos detectores de ultrasonidos autónomos. Estos fueron instalados al
centro de cuarteles y en zonas no productivas de los predios, como bosquetes, espinales o
bordes de tranques. No todos los predios fueron muestreados pues algunos estaban
geográficamente muy cercanos luego se escogieron seis de los diez predios que representaban
las distintas zonas geográficas.
En total se obtuvieron 1.905 registros de audio de quirópteros correspondientes a cinco
especies (Tabla 8), de los cuales el 86,5% fueron obtenidos en zonas no productivas (ZNP) y el
13,5% restantes en áreas de cultivo. Dentro de las áreas no productivas, se observó que el 71.3%
de los registros fueron obtenidos en zonas no productivas dentro del predio (i.e. con vegetación
espontánea y sin manejo agrícola) que se encuentran conectadas a una matriz de tipo natural,
en cambio sólo un 28,7% de los registros fueron obtenidos en zonas no productivas que se
encuentran aisladas dentro de una matriz agrícola.
32
Tabla 8: Número de registros por especie de quiróptero en cada punto de muestreo
Punto Predio Sector Registros por especie
Tadbra Myochi Hismon Lasvar Lascin X Total
1A H Cultivo 7 0 0 3 0 0 10
1B H ZNP 210 176 3 25 72 0 486
2A A Cultivo 109 0 1 0 35 0 145
2B A ZNP 229 2 11 10 101 0 353
3A G Cultivo 6 0 0 0 0 0 6
3B G ZNP 21 4 0 0 26 0 51
4A J Cultivo 34 0 0 2 2 0 38
4B J ZNP 41 0 1 28 15 2 87
5A E Cultivo 33 0 0 4 4 0 41
5B E ZNP 286 7 5 8 332 0 638
6A D Cultivo 16 0 0 2 0 0 18
6B D ZNP 27 1 2 2 0 0 32
Tadbra = Tadarida brasiliensis; Myochi = Myotis chiloensis; Hismon = Histiotus montanus; Lasvar = Lasiurus varius; Lascin = Lasiurus
cinereus; X = especie no identificada
Se observa que el mayor número de registros pertenece a las especies T. brasiliensis
(53,5%) y L. cinereus (30,8%). El resto de las especies detectadas, fueron M. chiloensis (10,0%), L.
varius (4,4%) y H. montanus (1,2%). Se registró igualmente un sonotipo no identificado “X” (0,1%)
en una muy baja proporción.
En la tabla 9, se presenta la actividad de especies según el sitio de muestreo. Se puede
observar que los sitios que mostraron una mayor actividad relativa fueron las zonas no
productivas de los predios E, D, H y A, y que esta actividad se vio concentrada en las especies T.
brasiliensis y L. cinereus.
33
Tabla 9: Índices de actividad relativa estandarizados en 10 horas de muestreo para cada sonotipo
identificado en los diferentes sitios de muestreo.
Predio Sector Registros por especie
Tadbra Myochi Hismon Lasvar Lascin X
H Cultivo 5.15 0.00 0.00 2.57 0.00 0.00
ZNP 76.33 51.46 1.72 14.58 33.45 0.00
A Cultivo 53.17 0.00 0.86 0.00 17.15 0.00
ZNP 90.91 1.72 6.00 8.58 49.74 0.00
G Cultivo 5.15 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
ZNP 11.15 3.43 0.00 0.00 7.72 0.00
J Cultivo 17.15 0.00 0.00 1.72 0.86 0.00
ZNP 32.59 0.00 0.86 18.87 11.15 1.72
E Cultivo 20.58 0.00 0.00 3.43 3.43 0.00
ZNP 113.21 5.15 4.29 6.86 123.50 0.00
D Cultivo 10.29 0.00 0.00 1.72 0.00 0.00
ZNP 198.97 0.86 1.72 1.72 0.00 0.00
Tadbra = Tadarida brasiliensis; Myochi = Myotis chiloensis; Hismon = Histiotus montanus; Lasvar = Lasiurus varius; Lascin = Lasiurus
cinereus; X = especie no identificada
La mayor proporción de registros de todas las especies en zonas no productivas dentro
de los predios (Tabla 8), sobre áreas de monocultivo es un resultado esperable, dada la baja
oferta de insectos en ambientes agrícolas sometidos a control fitosanitario (Clawson y Clark,
1989; Federico, et al., 2008) y, además, debido a la poca protección que este tipo de ambientes
ofrece frente al viento y depredadores (Gruver, 2002; Menzel, et al., 1999). Por otra parte, resulta
interesante la diferencia en el número de registros acústicos observada entre sitios naturales que
se encuentran conectados a grandes áreas naturales, y aquellos que se encuentran inmersos en
zonas agrícolas. Frey-Ehrenbold, et al., (2013) destaca la importancia de la conectividad
paisajística en ambientes agrícolas para los murciélagos, puesto que muchas especies de
murciélagos insectívoros se desplazan en el ambiente apoyándose en la estructura de la
vegetación de este, y esto es consistente con los patrones observados en este estudio. Del
mismo modo, Oprea, et al., (2009) entregan evidencia de que la homogeneización del paisaje
influye negativamente en la abundancia de especies especialistas, y favorece a especies
generalistas de murciélagos insectívoros, lo cual se refleja en nuestros resultados, donde en
ambientes homogéneos como los cultivos de los predios G, H y D se registró únicamente una
especie, Tadarida brasiliensis, y al contrario, en ambientes heterogéneos con flora nativa y
exótica (H, E) se registró cinco especies de quirópteros.
34
I.e) Discusión
Los predios prospectados aportan escasamente a conservación biológica hoy, siendo
esta zona del país un área prioritaria en conservación. Este es el resultado de diez predios de
distintas zonas frutícolas de la Región, y si bien en la Región hay predios que albergan laderas no
cultivadas con significativa biodiversidad, la situación presentada es bastante representativa de
valles, con predios en zonas planas, en donde casi la totalidad de la explotación descontando
infraestructura y caminos, está plantada.
Aun siendo en general baja la biodiversidad en los predios, se pueden detectar
diferencias en los distintos hábitats intra-prediales; en la generalidad de los taxa estudiados,
riqueza (cuántas especies) y/o abundancia (de las determinadas especies presentes) es
significativamente mayor en sitios sin manejo agrícola respecto a los sitios bajo manejo.
Las especies que dominan son especies de hábitos generalistas (como se observó en
quirópteros, reptiles, aves y la dominancia de malezas de gran distribución en flora), es decir,
especies que no tienen requerimientos muy específicos, lo que les permite establecerse bajo
distintas condiciones ambientales y dotación de recursos. En contraposición, especies más
especialistas y generalmente de menor abundancia en forma natural no se ven representadas.
En efecto, es muy baja la representatividad de los distintos grupos en estos predios respecto a
los ecosistemas de referencia. Esto es esperable considerando que los agroecosistemas son
ecosistemas bajo manejo en pos de la cosecha de biomasa de una o unas pocas especies, por lo
cual suelen ser ecosistemas con baja diversidad respecto a la situación sin manejo. La escasa
presencia y prácticamente ausencia de especies nativas de flora en hábitats manejados se podría
explicar pues las especies nativas encontradas corresponden principalmente a plantas arbóreas
y arbustivas, tipos biológicos que no suelen estar presentes dentro de los cuarteles. Esto, además
denota que los sitios manejados son un ambiente hostil para la flora nativa y en donde dominan
las especies reconocidas como malezas, las cuales en general tienen distribución cosmopolita y
diversos mecanismos que las hacen altamente competitivas (Baker, 1974). La baja diversidad en
el caso de la fauna puede explicarse principalmente por el grado de perturbación, el cual es muy
alto en sitios cultivados; la dominancia de la biomasa vegetal en una o pocas especies cultivadas
(lo cual reduce considerablemente la disponibilidad de recursos vegetales), la aplicación de
pesticidas y fertilizantes, el tránsito de maquinaria, el laboreo del suelo, etc. puede apreciarse
que disminuye esperablemente la fauna siendo, al actuar en conjunto, difícil identificar la
35
preponderancia de cada factor.
No obstante lo anterior, la buena noticia es que estos predios tienen el potencial de
mejorar su condición de hábitat de vida silvestre. Las zonas a donde destinar el esfuerzo son las
zonas no productivas donde pueda desarrollarse vegetación. La restauración de la vegetación
(correspondiente a la producción primaria en ecosistemas terrestres y sostén del resto de la
cadena trófica) es la base para dar recurso a la fauna. En el caso de aves en particular como fue
mencionado, cercos vivos y remanentes de vegetación nativa en predios agrícolas se han
correlacionado positivamente con riqueza de aves en predios agrícolas de la zona central
(Muñoz, 2011). Se debe considerar también la importancia de la conectividad de parches entre
predios, contemplando la generación de corredores, y no solamente enfocarse en mantener la
vegetación intra-predial. En quirópteros pudo observarse como la conectividad del paisaje puede
afectar riqueza y abundancia de especies.
Igualmente, medidas como mantención de pircas para reptiles, perchas para rapaces,
prevención de contaminación de cuerpos de agua para anfibios y prohibición de caza, son
medidas factibles de implementar, muchas a bajo costo y que tendrían un impacto favorable en
la conservación/fomento de fauna. Una mención especial debe hacerse a la tenencia responsable
de mascotas; pese a que las BPA lo prohíben, es común ver a perros y gatos domésticos
circulando libremente en los predios. Ambos tienen severos impactos sobre la fauna nativa por
depredación, transmisión de enfermedades, competencia, etc. (Kays y DeWan, 2004; Silva-
Rodríguez y Sieving, 2011; Nogales, et al., 2013), en efecto, son considerados actualmente como
una de las principales amenazas a nuestra fauna nativa (Bonacic y Abarca, 2014). Esta medida es
de bajo costo pero requiere de un cambio cultural en los trabajadores en el cual se conozca los
potenciales efectos de una tenencia irresponsable y se esté dispuesto a hacerse cargo del
cuidado en forma debida.
36
CAPÍTULO 2:
“Actual brecha en el manejo de predios agrícolas y la investigación en biodiversidad
predial entre la situación regional versus mercados de destino” David Vásquez, Eduardo Arellano, Cristián Bonacic y Alejandra E. Muñoz.
2.a) Introducción
La pregunta de qué actualmente se está haciendo sobre la brecha existente en las
acciones de manejo de biodiversidad predial en predios frutícolas en la Región de O´Higgins con
los países de destino de las exportaciones de mercados exigentes como el europeo, puede
abordarse de distintas formas. Dada la clara capacidad exportadora de la fruticultura regional (el
56,5% de la fruta producida es exportada; CIREN, 2014), el conocimiento/fomento de la
biodiversidad puede evaluarse a través de los requisitos de las normas de gestión exigidas en la
comercialización; eso es la mayoría de las veces condición necesaria para poder exportar y en
producción primaria los más requeridos son protocolos de BPA. La brecha se genera pues las
exigencias en esta temática se han ido y se espera sigan incrementando, y esto ocurre a través
de actualizaciones a los protocolos o porque un determinado mercado solicite un protocolo más
exigente en biodiversidad. Este capítulo se aborda comparando exigencias y actual
cumplimiento de protocolos distintos.
Respecto a indagar ¿qué es lo que se conoce y se está investigando?, esta perspectiva se
escoge pues la investigación permite generar las líneas base que representen cuál es el actual rol
de las explotaciones agrícolas como hábitat de biota autóctona, y el porqué de los patrones
observados, ya sea un hábitat adecuado o inadecuado. Lo anterior permite orientar
recomendaciones y propuestas de manejos. Estas corresponde a la segunda perspectivas de
cómo se abordará la brecha en el presente capítulo.
2.b) Comparación de exigencias en biodiversidad entre distintos protocolos BPA y su actual
cumplimiento en predios frutícolas
Como ha sido mencionado, la producción frutícola de la zona central se destina
principalmente a exportación, siendo los principales mercados Norteamérica, Europa y a una
tasa creciente los últimos años, Asia. Para poder exportar, las producciones frutícolas deben
implementar y certificar protocolos que aseguren Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), inocuidad,
calidad y/o buenas prácticas laborales. La elección del protocolo depende de las exigencias del
mercado de destino y existe una amplia gama; la generalidad es que las BPA sean exigidas en
huerto (certificaciones de inocuidad se exigen cuando hay proceso), siendo algunas
ampliamente implementadas como GlobalGap (protocolo abierto y obligatorio para ingresar a la
37
C.E.E.) mientras hay protocolos privados desarrollados por cadenas de supermercados y luego
obligatorios para los productores que deseen acceder a esos mercados.
En el presente capítulo nos avocaremos a los protocolos de BPA (Buenas Prácticas
Agrícolas). Estos protocolos surgen en Europa y E.E.U.U. de manera independiente hacia fines
de la década de los 90, por la necesidad de uniformizar estándares mínimos en producción
primaria. Si bien distintos protocolos tienen énfasis diferentes, el objetivo final de todos es
asegurar la inocuidad del producto, la protección al medio ambiente y el bienestar laboral. En
efecto, la FAO (2012) define las BPA como un conjunto de principios, normas y recomendaciones
técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a cuidar
la salud humana, proteger al medio ambiente y mejorar las condiciones de los trabajadores.
Desde que surge el concepto han surgido muchos protocolos y los niveles de exigencia han
tendido al aumento mientras las versiones de éstos se van actualizando.
Entre las exigencias (“Puntos de control”) de los protocolos BPA se consideran aspectos
relativos al cuidado del medioambiente y, en específico, a la biodiversidad predial. En este
contexto, el objetivo de este capítulo es comparar las exigencias respecto a biodiversidad entre
distintos protocolos BPA, algunos ampliamente implementados en la actualidad en Chile y otros
de mayor exigencia hacia donde el mercado europeo, en particular, desea que vayan migrando
sus proveedores.
2.b.1) Metodología
i. Elección y descripción de protocolos BPA a comparar
Se efectuó un análisis del apartado de medioambiente de cuatro protocolos de Buenas
Prácticas Agrícolas (BPA), Global GAP, TESCO, LEAF y Rainforest Alliance, con el fin de establecer
un marco comparativo respecto a la exigencia de cada protocolo en relación a la conservación
de la biodiversidad y, por otro lado, determinar la brecha que existe entre lo exigido por los
protocolos LEAF y Rainforest Alliance y lo que actualmente se lleva a la práctica en los predios
frutícolas bajo estudio.
Los criterios de elección de los protocolos analizados fueron, en el caso de Global GAP
y TESCO Nurture la exigencia impuesta por el mercado europeo a las exportaciones de productos
agrícolas. GlobalGap es además un protocolo ampliamente implementado a nivel mundial y en
fruticultura a nivel nacional. En el caso de la norma LEAF, la importante cadena de
supermercados del Reino Unido Waitrose, apunta a que sus proveedores de productos agrícolas
38
tiendan a lo exigido por este protocolo. Finalmente el protocolo de Rainforest Alliance fue
elegido porque es reconocido como uno de los protocolos de BPA más exigentes en términos de
biodiversidad.
Rainforest Alliance (Norma RAS)
En el año 1987, en Latinoamérica y en Estados Unidos un grupo de ambientalistas en
conjunto a Daniel Katz, escritor estadounidense, ecologista y activista, crean la organización
llamada Rainforest Alliance que nace de la preocupación por el modelo de desarrollo agrícola
imperante, el cual amenaza los recursos naturales y es deficiente en cuanto al trato laboral y a
las comunidades rurales (USAID, 2006).
Posterior a la creación de los lineamientos de las BPA, esta organización crea su propia
certificación la que tiene como misión transformar las prácticas de uso de suelo y prácticas
empresariales para conservar la biodiversidad y asegurar medios de vida sostenible.
En 1990, Rainforest Alliance comenzó a desarrollar normas de agricultura sostenible para
el cultivo de plátano en América Central, lo que condujo a la formación de la Red de Agricultura
Sostenible. Esta red maneja criterios para la producción de más de 100 cultivos así como
ganadería sostenible. Actualmente, más de 735.000 predios alrededor del mundo poseen la
certificación Rainforest Alliance cubriendo un área total de dos millones de hectáreas (Rainforest
Alliance, 2015).
Rainforest Alliance fue cofundadora del Consejo de Manejo Forestal (FSC) en 1993 y
actualmente existen más de 76 millones de hectáreas de bosques manejados sosteniblemente y
miles de empresas manufactureras de productos forestales alrededor del mundo certificadas
(Rainforest Alliance, 2015).
Finalmente, cabe destacar que las empresas forestales certificadas por Rainforest
Alliance cumplen un rol de protección de sitios de patrimonio de la humanidad de UNESCO, dado
que se ha visto que han mejorado el hábitat para la vida silvestre, proporcionan fuentes de
material genético, disminuyen el ingreso de especies invasoras y previenen incendios forestales
(Newsom y Hughell, 2011).
39
LEAF Marque
Con una lógica similar a la de Daniel Katz, en el año 1991 el sector público en conjunto con
productores agrícolas, supermercados y ONG británicas forman la organización LEAF (Linking
Environment And Farming), organización que tiene como visión de negocio fomentar un mundo
en el que la agricultura, el comer y el vivir se lleven a cabo bajo una lógica de sustentabilidad
(LEAF, 2013).
Bajo esta visión la organización LEAF crea la certificación LEAF Marque que consiste en
una certificación de índole principalmente ambiental, considerando aspectos relacionados con
la flora, fauna y ruralidad, entre otros.
La misión de esta certificación es alentar a los agricultores a llevar a cabo prácticas con el
fin de proteger y mejorar el medio rural. Estas prácticas apuntan a que los agricultores adhieran
a ciertos principios de una producción integrada, producción de alimentos de calidad, de forma
respetuosa tanto con la salud del trabajador como del medio ambiente, logrando a largo plazo
una agricultura sustentable.
Para obtener esta certificación es necesario cumplir con las exigencias de ésta y además
estar certificado por alguna certificación de BPA, ya que de este modo, el proceso de certificación
abarca toda la cadena de producción del producto y todas las actividades agropecuarias
subsiguientes, hasta el momento en que el producto es retirado de la explotación.
El objetivo de esta certificación es proporcionar confianza a los consumidores de cómo
ha sido llevado a cabo todo el proceso productivo (Centro Nacional de Información de la Calidad,
2012).
En Abril de 2011, LEAF Marque contaba con más de dos mil miembros a nivel mundial.
Para el año 2011, existían 19 organismos de certificación autorizados para conceder la
certificación LEAF Marque (International Trade Centre, 2011).
TESCO Nurture
Un año después de la aparición de LEAF en el Reino Unido, la línea de supermercados
TESCO Nurture empezó a exigir a sus proveedores de frutas y hortalizas que cumplieran con
40
ciertos estándares en cuanto a seguridad laboral, calidad y medio ambiente en la producción,
exigencias que nacieron producto de interpelaciones de los consumidores (Subsole, 2014).
Esta cadena de supermercados, considerada la más grande en el Reino Unido, creó su
propio protocolo de BPA en el año 1992-“TESCO Nurture”- apuntando a la conservación de la
flora, fauna y hábitat. Si bien TESCO Nurture posee criterios de certificación independientes es
considerado un protocolo complementario al protocolo de Global GAP, dado que ambos
apuntan al mismo resultado, no obstante, los puntos de evaluación de TESCO Nurture son más
claros y específicos (Gálvez, 2003).
Se considera que esta certificación establece un estándar de calidad que le asegura al
consumidor que las frutas y hortalizas de TESCO se cultivan de una manera responsable
ambientalmente.
Este protocolo tiene una característica particular, ya que no hace referencia directa a la
inocuidad alimentaria, más bien se centra en aspectos ambientales y éticos, sin embargo, hace
alusión a la inocuidad de manera implícita en los aspectos antes mencionados.
Sólo aquellos productores que apuntan a entrar en la cadena de supermercados TESCO
deben obtener esta certificación.
Global GAP
En respuesta a la inocuidad alimentaria, los procesos bajo los cuales es llevada a cabo la
producción agropecuaria, la seguridad laboral en esta área y el medio ambiente, la biodiversidad
y el paisaje, los consumidores europeos reconocieron que la producción agrícola requería de
políticas que ampararan estas exigencias (Gálvez, 2003). De este modo en el año 1997, se funda
la organización Euro-Retail Produce Working Group (EUREP), la que posteriormente pasaría a
llamarse Gobal GAP, estableciéndose así los lineamientos de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA)
(Global GAP, 2015).
Esta iniciativa es creada por minoristas británicos en conjunto con supermercados de
Europa continental. Esto llevó a que decidieran armonizar sus propios estándares, muchas veces
muy diferentes entre sí. También era de interés de los productores el desarrollo de protocolos
comunes de certificación. Tomando esto en consideración, EUREP comenzó a trabajar en
referenciales y procedimientos armonizados para desarrollar BPA en agricultura convencional,
41
lo que puso de manifiesto la importancia del Manejo Integrado de Cultivos y un enfoque
responsable con respecto al bienestar del trabajador y el cuidado del medioambiente.
Durante los siguientes diez años, un número creciente de productores y minoristas en
todas partes del mundo se fue uniendo a la iniciativa, ya que ésta iba de la mano con una nueva
tendencia del comercio globalizado. Global GAP comenzó a adquirir relevancia a nivel mundial.
En consecuencia, con el fin de alinear el nombre de EUREPGAP con la propuesta de crear una
referencia internacional de BPA el Consejo decidió dar un importante paso y cambiar de marca.
Esto fue fruto de una evolución natural que resultó en que EUREPGAP se convirtiera en Global
GAP. La decisión fue anunciada en septiembre de 2007, en la 8ª conferencia global realizada en
Bangkok (Global GAP Argentina, 2013).
ii. Selección y clasificación de puntos de control
Del total de Puntos de Control (PC) de cada protocolo se revisaron aquellos que
pertenecían a la sección de medio ambiente, luego se seleccionaron aquellos PC que hicieran
alusión de manera explícita a exigencias que apuntaran a la conservación de biodiversidad. Entre
los PC seleccionados, se identificaron las temáticas comunes que abordaban los protocolos a
comparar. Así se identificaron 9 grandes temas de los cuales 2 fueron a su vez divididos en 4
subtemas más específicos (Tabla 10). Estos subtemas fueron escogidos, ya que a pesar de no ser
abordados por todos los protocolos, son considerados de especial importancia en cuanto a la
biodiversidad en predios agrícolas según diversos estudios (Secretaría del Convenio sobre la
Diversidad Biológica, 2008; Jackson, 2011; Cenjor, 2012; B. Arroyo, et al., 2013).
iii. Estandarización de los niveles de exigencia de cada protocolo
En cada protocolo los PC tienen distintas categorías (niveles de exigencia); y el umbral de
cumplimiento para poder aprobar la auditoría y obtener la certificación también difiere entre
ellos. En consecuencia, la comparación de sus exigencias en biodiversidad requiere una
estandarización.
42
Tabla 10: Temas y subtemas que agrupan PC de biodiversidad de protocolos BPA.
Tema Subtema
Plan de biodiversidad
Zona improductiva
Hábitat
Hábitat acuático
Hábitat edáfico
Flora
Fauna
Avifauna
Artrópodos
Separación entre área cultivada y no cultivada
Transmisión de información
Política ambiental
Paisaje
Entonces, luego de realizar la comparación cualitativa de los PC, el siguiente paso fue
generar una estandarización entre los “tipos de nivel” utilizados para clasificar los PC en los
protocolos, para poder generar una valorización homologable y posterior comparación
cuantitativa entre protocolos y determinar la relevancia que le adjudica cada protocolo al tema
de biodiversidad.
Como primer paso en esta etapa se tabularon los “tipos de nivel” empleados por cada
protocolo (Tabla 11). Posteriormente se contrastó esta información con los criterios de exigencia
de cada protocolo, para así obtener una escala de puntuación única en la cual estuviesen
reflejados todos los criterios de estandarización de los cuatro protocolos en su conjunto (Tabla
12). Esta escala es lineal en donde la menor exigencia (i.e. recomendación, no es necesario
cumplirla) recibe la menor puntuación, mientras la máxima exigencia (i.e. obligatoriedad de
cumplir el determinado PC para obtener certificación) recibe la mayor.
43
Tabla 11: Tipos de niveles de PC de protocolos BPA.
Protocolo Niveles Tipo de nivel de PC
TESCO Nurture 3 Obligatorio Crítico Standard
Global GAP 3 Obligación Mayor Obligación Menor Recomendación
RAS 2 Criterio crítico Aplicable
LEAF Marque 2 Punto crítico de
control
Recomendada
En el protocolo de TESCO Nurture hay una particularidad. Este protocolo posee tres niveles de
certificación: Nivel Bronce, Platino y Dorado siendo Dorado el más exigente y Bronce la menos
exigente. Estos niveles varían en su Criterio de certificación en cuanto al porcentaje de
cumplimiento requerido por cada tipo de nivel de PC. Sin embargo, para esta comparación se
utilizó la exigencia del nivel Bronce, dado que es el nivel al cual optan los productores a nivel
nacional. Esto radica en que el mercado de destino no hace diferencia entre un nivel u otro, por
lo que obtener un nivel más alto no genera ningún beneficio económico al productor e implica
un trabajo mucho más exhaustivo y en algunos casos mayores costos (A. Araya, comunicación
personal, 1 de septiembre de 2015).
Tabla 12: Criterios de exigencia de PC estandarizados y valorizados
Valor Criterio
1 Los "Tipos de niveles" incluidos en esta categoría de valorización son aquellos que:
Los PC no deben ser cumplidos necesariamente para obtener la certificación.
2 Los "Tipos de niveles" incluidos en esta categoría de valorización son aquellos que: Requieren
un 50% de cumplimiento de estos PC para obtener la certificación.
3 Los "Tipos de niveles" incluidos en esta categoría de valorización son aquellos que: Requieren
un 75% de cumplimiento de estos PC para obtener la certificación.
4 Los "Tipos de niveles" incluidos en esta categoría de valorización son aquellos que: Requieren
un 95% de cumplimiento de estos PC para obtener la certificación.
5 Los "Tipos de niveles" incluidos en esta categoría de valorización son aquellos que: Requieren
un cumplimiento del 100% de estos PC para obtener la certificación.
44
Una vez estandarizados y valorizados los “tipos de niveles” se asignó la puntuación del
criterio de valorización estandarizado para cada PC de biodiversidad de cada protocolo (Tabla
13).
Tabla 13: Puntuación asignada a los tipos de PC de protocolos BPA.
Valor %
cumplimiento Global GAP
TESCO Nurture
RAS LEAF
Marque
1 0 R A CFP
2 50 S
3 75 O
4 95 m
5 100 M C Cc
Tipo de nivel de PC en cada Protocolo, TESCO Nurture: O: Obligatorio; C: Crítico; S: Standard, Global GAP: M: Mayor; m: Menor; R: Recomendación, RAS: C: Criterio crítico; A: Aplicable, LEAF Marque: CFP: Puntos críticos de peligro
Una vez reemplazados los valores se realizó una sumatoria de todos los valores por
protocolo obteniendo como resultado una “valorización de la biodiversidad” de cada
certificación, con la cual se pueden realizar comparaciones entre protocolos con la finalidad de
determinar qué protocolo es el que le da más relevancia a esta área, en cuanto a exigencia y a
amplitud de temas relativos a biodiversidad.
iv. Evaluación de PC sobre biodiversidad de protocolos de BPA en predios frutícolas de
exportación
Con el fin de poder conocer la situación actual respecto a las medidas que están
tomando los predios frutícolas de exportación de la Región de O´Higgins, se trabajó con los
mismos diez predios frutícolas descritos en el capítulo 1. Para esto, se evaluó el cumplimiento de
los puntos de control de los protocolos de BPA asociados a biodiversidad, seleccionados en la
etapa anterior. Para auditar los PC de los distintos protocolos se visitaron los predios, se
recorrieron (hay PC que pueden auditarse mediante inspección visual) y se llevaron a cabo
encuestas semi-estructuradas a distintos actores relacionados con la cadena productiva, es decir,
45
desde trabajadores agrícolas hasta gerentes incluyendo encargados de certificación de BPA. Una
encuesta semi-estructurada tiene preguntas preparadas, sin embargo, a medida que se
desenvuelve la conversación se puede adicionar nuevas interrogantes, esto da pie para que el
encuestado tenga la libertad de abordar otras materias, manteniéndose siempre dentro del tema
general (Mancuso, 1999).
2.b.2) Resultados
i. Comparación de protocolos BPA respecto a su exigencia en biodiversidad
En la siguiente tabla se expone la cantidad de PC que podían ser asociados a
conservación de biodiversidad y el porcentaje que abarca respecto al total de PC de cada
protocolo.
Tabla 14: PC asociados a biodiversidad en Protocolos BPA.
Protocolo PC
totales
PC de
Biodiversidad
% de
representatividad
LEAF Marque 104 25 24%
Rainforest Alliance 99 9 9,1%
TESCO Nurture 208 9 4,3%
Global GAP 234 3 1,3%%
La descripción de los PC seleccionados por protocolo se presenta en las tablas 15, 16, 17
y 18. Una vez sistematizada la información se agruparon los PC de cada uno de los protocolos,
bajo los distintos temas propuestos con el fin de poder analizar el nivel de cumplimiento de cada
certificación en biodiversidad (Tabla 19). Finalmente, en la Tabla 20 los PC son reemplazados por
su valor obteniendo como resultado una “valorización de la biodiversidad” de cada certificación,
con la cual se pueden realizar comparaciones entre protocolos con la finalidad de determinar
que protocolo es el que le da más relevancia a esta área. En la figura 11, se puede apreciar la
valorización a la biodiversidad que le da cada protocolo, bajo la metodología propuesta.
46
Tabla 15: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo Global GAP.
Norma Criterio de certificación Apartado Sigla Extracto de la exigencia Tipo de nivel
Global
GAP
(V 4.0.2)
Obligaciones Mayores: cumplimiento
del 100% de los PC aplicables.
Obligaciones Menores: Cumplimiento
del 95% de los PC aplicables.
Recomendaciones: No hay
porcentaje.
AF 6.1 Impacto
de la
producción en
el ambiente y
en la
biodiversidad
AF 6.1.1 Tener plan de gestión de flora y fauna y de
conservación de ambiente.
Obligación
Menor
AF 6.1.2
Plan de acciones para mejoramiento del
hábitat para la flora y la fauna y minimizar
impacto ambiental.
Recomendación
AF 6.2 Zonas
improductivas AF 6.2.1
¿Se considera transformar áreas
improductivas en áreas de conservación para
el desarrollo de la flora y fauna natural?
Recomendación
47
Tabla 16: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo Rainforest Alliance.
Norma Criterio de certificación Apartado Sigla Extracto de la exigencia Tipo de nivel
Rainforest
Alliance
(V 3.0)
Cumplimiento General: Para
obtener y mantener la
certificación, los predios deben
cumplir como mínimo con el 50%
de los criterios aplicables de cada
principio y como mínimo con el 80%
del total de los criterios aplicables
de Norma para Agricultura
Sostenible. Existen no
conformidades, situaciones en las
que no se cumple la totalidad de un
criterio, pueden ser No
conformidad Mayor (NCM):
cumplimiento de menos del 50%
del criterio y No conformidad
menor (ncm): Cumplimiento del
criterio por sobre un 50% pero bajo
un 100%. Por otro lado existen los
criterios críticos los cuales se
encuentran en la Norma para la
agricultura sustentable (16 CC),
cada uno de estos criterios
requiere un cumplimiento total.
Principio 2:
Conservación de
ecosistemas.
2.1
Identificar, proteger y recuperar mediante un Programa de
Conservación los ecosistemas naturales existentes en el
predio y sus límites.
Criterio crítico
2.2 No se debe destruir ningún ecosistema natural de alto valor
en los bordes del predio. Criterio crítico
2.3
Áreas productivas no afectan negativamente Corredores
Biológicos, y áreas de conservación biológica pública o
privada.
Aplicable
2.5 y 2.6
Disminuir el impacto de la aplicación y posible deriva de
plaguicidas/agroquímicos en animales, plantas y otros
organismos de ecosistemas naturales terrestres/acuáticos.
Aplicable
2.7 El predio debe mantener barreras de vegetación entre el
cultivo y áreas no productivas. Aplicable
2.9
Proteger los corredores de movimiento para especies
animales y plantas y conectar los recursos naturales del
predio con los ecosistemas del paisaje.
Aplicable
Principio 3:
Protección de la vida
silvestre.
3.1 Enriquecer el programa de conservación de ecosistemas, con
énfasis en la lista UICN. Aplicable
3.3 Prohibir la cacería de animales silvestres en el predio. Criterio crítico
48
Tabla 17: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo LEAF Marque.
Norma Criterio de certificación Apartado Sigla Extracto de la exigencia Tipo de nivel
LEAF
Marque
(V 12.0)
Para tener derecho a
utilizar el logotipo LEAF la
empresa debe cumplir
completamente con todos
los Puntos Críticos de
Peligro (CFP) incluidos en
estas normas, y solamente
tras la inspección y
certificación por un
organismo de certificación
autorizado que haya
emitido un certificado
para la explotación. Los
puntos de Control
Recomendados (R) ya
sean nuevos o puntos de
control establecidos
pueden convertirse en el
futuro en Puntos Críticos
de Peligro (CFP). También
hay Puntos de Control No
1.Organización y
Planificación
1.6 ¿Tiene una política medioambiental de la explotación? Puntos críticos
de peligro
1.7 ¿Tiene un plan documentado estableciendo sus objetivos
medioambientales a corto y largo plazo?
Puntos críticos
de peligro
1.8 Como parte del plan, ¿se han establecido los objetivos para mejorar
y enriquecer el medioambiente?
Puntos críticos
de peligro
1.10 ¿Los miembros del personal de la explotación han comprendido y
firmado la política medioambiental de la explotación?
Puntos críticos
de peligro
3. Protección de
Cultivos 3.7
Medidas para minimizar el daño a los organismos beneficiosos y a
la flora y fauna silvestre.
Puntos críticos
de peligro
5. Cría de ganado y el
medioambiente.
5.1 ¿Toma medidas para evitar daños por el pastoreo indebido el cual
conduce a la erosión del suelo y a la escorrentía?
Puntos críticos
de peligro
5.2 Si se siega el forraje, ¿usted asegura que las aves en anidación y la
vida silvestre estarán protegidas?
Puntos críticos
de peligro
5.6
¿Se aseguran de que las zonas medioambientalmente sensibles,
como se identifica en su Plan de mejora y conservación de la
naturaleza y el paisaje, son protegidas y gestionadas
adecuadamente?
Puntos críticos
de peligro
8. Paisaje y
conservación de la
naturaleza.
8.1 ¿Ha realizado una Auditoría de Conservación de la naturaleza y el
paisaje y un mapa descriptivo?
Puntos críticos
de peligro
8.2 Tener un Plan de Mejora y Conservación de la Naturaleza y el Puntos críticos
49
Aplicables (N/A). Paisaje. de peligro
8.6
Realizar una Evaluación de Impacto Ambiental para considerar los
efectos ambientales potenciales del cambio de uso de tierra (sin
cultivar o áreas seminaturales).
Puntos críticos
de peligro
8.7 Conservar los cercos de los campos, las características
medioambientales del paisaje y otros hábitats naturales.
Puntos críticos
de peligro
8.10 Los árboles deben ser conservados siempre que sea posible para
mantener el carácter del paisaje.
Puntos críticos
de peligro
8.11 Mantener todos los setos, cercos vivos y árboles de los bordes y
dentro del terreno.
Puntos críticos
de peligro
8.13
Todos los márgenes de las parcelas deben ser de 2 metros. No se
debe hacer ninguna aplicación u operación en este margen (el
margen de los dos metros no se aplica cuando las parcelas tienen
menos de dos hectáreas).
Puntos críticos
de peligro
8.14 ¿Los márgenes de sus campos están siendo mantenidos
adecuadamente?
Puntos críticos
de peligro
8.15 Poseer bandas de hábitats naturales en parcelas de más de 20 ha. Recomendada
8.16 ¿Utiliza especies autóctonas y adecuadas si siembra los márgenes
de las parcelas y otros hábitats?
Puntos críticos
de peligro
8.17 Evitar realizar aplicaciones y operaciones a todos los límites del
campo y márgenes y minimizar la conducción sobre ellos.
Puntos críticos
de peligro
8.19 Permitir a la flora y fauna la posibilidad de prosperar en el terreno
a través de la rotación y el no cultivo. Recomendada
8.20 Ajustar las operaciones para evitar daños en los sitios de anidación Puntos críticos
50
conocidos. de peligro
8.22
¿Controla Ud., su personal o cualquier otra persona la flora/fauna,
la vida silvestre y/o más ampliamente el medioambiente de su
explotación?
Recomendada
8.23 Disponer de un área mínima de un 5% disponible como hábitat, no
utilizado para cultivos o producción de alimentos. Recomendada
8.24
Proporcionar un hábitat de anidación, comida en verano y en
invierno para aves de las tierras de cultivo o lleva a cabo otras
actividades para enriquecer el hábitat para la fauna autóctona.
Puntos críticos
de peligro
8.25 Las abejas y polinizadores deben formar parte de las especies clave
en el Plan de Mejora y Conservación de la Naturaleza y el Paisaje.
Puntos críticos
de peligro
51
Tabla 18: Descripción de los PC asociados a biodiversidad del protocolo TESCO Nurture.
Norma Criterio de certificación Apartado Sigla Extracto de la exigencia Tipo de nivel
TESCO
Nurture
(V 2.0)
Nurture Gold Level: 100% de cumplimiento de los
puntos de control Críticos el día de la auditoría, el
100% Obligatorios y el 90% Estándar.
Conservación
del Paisaje y de
Fauna y Flora -
Documentació
n
7.1
¿Existe en la finca una política de empresa con los
objetivos de la gerencia para la conservación y mejora
del medio ambiente y evidencia clara de su
implantación?
Obligatorio
7.2 ¿Se ha clasificado a la finca en la categoría apropiada
para la conservación y mejora del medio ambiente? Obligatorio (Si o No)
7.3
¿Se ha diseñado y documentado un plan de Gestión
integrado para proteger y aumentar la diversidad de
flora y fauna?
Crítico.
(Si/Parcial/No)
Nurture Silver Level: 100% de cumplimiento de los
puntos de control Críticos, el 90% Obligatorios y el
75% Estándar.
7.4
¿Se respetan las zonas oficialmente declaradas de
interés medioambiental y se cumple con la legislación
vigente sobre fauna y flora y con cualquier otra
legislación pertinente?
Obligatorio
(Si/Parcial/No/ N/A)
7.5
¿Los hábitats de interés medioambiental se protegen y
gestionan de forma responsable cumpliendo con la
legislación nacional y local pertinente?
Obligatorio
(Si/Parcial/No/ N/A)
7.6
¿Se han creado nuevos hábitats en los últimos 24 meses
en la explotación para incrementar la flora y la fauna
natural?
Estándar
(Si/parcial/No/ N/A).
Nurture Bronze Level: 100% de cumplimiento de los
puntos de control Críticos, el 75% Obligatorios y el 7.7
¿Se han identificado, gestionado y conservado
debidamente las principales características del paisaje?
Estándar
(Si/parcial/No/ N/A).
52
50% Estándar.
7.9
¿Las nuevas instalaciones cumplen con los requisitos de
planificación locales y están en armonía con el paisaje
de forma que representan una amenaza para los
hábitats de fauna y flora?
Obligatorio
(Si/Parcial/No/ N/A)
7.10
Cuando la tierra se arrienda, ¿existe información para
demostrar la gestión previa de los campos, y si estos
habían evaluado e implementado consideraciones
ambientales básicas?
Estándar
(Si/parcial/No/ N/A)
53
Tabla 19: Comparación cualitativa de PC de biodiversidad en protocolos BPA.
Protocolo
TESCO
Nurture
Global GAP RAS LEAF
Marque
Tema PC Nivel PC Nivel PC Nivel PC Nivel
Plan de biodiversidad 7.3 C AF 6.1.1 m 3.1 Cc 8.2 CFP
Zonas improductivas
AF
6.2.1 R 2.1 Cc 8.7 CFP
Hábitat 7.5 O
AF
6.1.2 R 2.1 Cc 8.1 CFP
Hábitat acuático 2.6 A
Hábitat edáfico 2.5 A
Flora 7.4 O
AF
6.1.2 R 3.7 CFP
Fauna 7.4 O
AF
6.1.2 R 3.3 Cc 3.7 CFP
Avifauna 5.2 CFP
Artrópodos 8.25 CFP
Separación entre área cultivada y no cultivada 2.7 A
Transmisión de información 7.5 O 1.1 CFP
Política ambiental 7.1 O 6.1.1 m 2.1 Cc 1.6 CFP
Paisaje 7.7 S 2.9 A 8.7 CFP
*Tipo de nivel de PC en cada Protocolo, TESCO Nurture: O: Obligatorio; C: Crítico; S: Standard, Global GAP: M: Mayor;
m: Menor; R: Recomendación, RAS: C: Criterio crítico; A: Aplicable, LEAF Marque: CFP: Puntos críticos de peligro,
Cuadros en blanco: No posee punto de control referente al tema.
54
Tabla 20: Valorización estandarizada de puntos de control.
Protocolo TESCO
Nurture
Global
GAP
Rainforest
Alliance
LEAF
Marque
Tema Valor Valor Valor Valor
Plan de biodiversidad 5 4 5 5
Zonas improductivas 1 5 5
Hábitat 3 1 5 5
Hábitat acuático 1
Hábitat edáfico 1
Flora 3 1 5
Fauna 3 1 5 5
Avifauna 5
Artrópodos 5
Separación entre área cultivada y no cultivada 1
Transmisión de información 3 5
Política ambiental 3 4 5 5
Paisaje 2 1 5
Valorización de la biodiversidad 22 12 29 50
Cuadros en blanco: No posee punto de control referente al tema.
12
22
29
50
0
10
20
30
40
50
60
GLOBAL GAP TESCO NURTURE RAINFOREST ALLIANCE LEAF MARQUE
VA
LOR
IZA
CIÓ
N D
E LA
BIO
DIV
ERSI
DA
D
PROTOCOLO
Figura 11: Valorización estandarizada de la biodiversidad de los PC de los distintos protocolos BPA.
55
Para poder realizar un análisis comparativo entre los distintos protocolos de BPA se
presentan los siguientes gráficos del tipo ameba (Figura 12). De esta forma, visualmente se puede
apreciar la amplitud de temas acerca de la biodiversidad predial que abarca cada protocolo, y
cuánto peso relativo tiene cada tema en cada protocolo.
Figura 12: Análisis comparativo de temas de biodiversidad y su valorización entre los distintos protocolos
BPA.
0
1
2
3
4
5Plan de…
Zonas…
Hábitat
H. Acuático
H. Edáfico
Flora
FaunaAvifauna
Artrópodos
Separación…
Transmisión…
Política…
Paisaje
R ainforest A l l i ance
0
1
2
3
4
5Plan de…
Zonas…
Hábitat
H. Acuático
H. Edáfico
Flora
FaunaAvifauna
Artrópodos
Separación…
Transmisión…
Política…
Paisaje
TESCO N urture
0
1
2
3
4
5Plan de…
Zonas…
Hábitat
H. Acuático
H. Edáfico
Flora
FaunaAvifauna
Artrópodos
Separación…
Transmisión…
Política…
Paisaje
Globa l GAP
0
1
2
3
4
5Plan de…
Zonas…
Hábitat
H. Acuático
H. Edáfico
Flora
FaunaAvifauna
Artrópodos
Separación…
Transmisión…
Política…
Paisaje
LEAF Marque
56
En base a esta comparación entre los protocolos de BPA se identificó los aspectos más
abordados y menos abordados, los cuales son presentados en la tabla a continuación:
Tabla 21: Nivel de aplicación de temas propuestos en protocolos BPA.
Temas y sub-temas menos abordados Temas y sub-temas más abordados
Hábitat acuático Plan de biodiversidad
Hábitat edáfico Hábitat
Separación entre zona productiva y no productiva Flora
Avifauna Fauna
Artrópodos Política ambiental
Transmisión de información Zonas improductivas
Paisaje
ii. Cumplimiento de exigencias en biodiversidad de protocolos BPA en predios frutícolas de
exportación
A continuación en la Tabla 22, se expone una síntesis del actual cumplimiento de los
predios prospectados, respecto a los temas seleccionados para la comparación de protocolos.
La situación de cumplimiento de las explotaciones resultó ser bastante homogénea entre ellos.
Tabla 22: Actual estado de los predios prospectados respecto a los PC de biodiversidad en
protocolos BPA.
Tema Observación
Plan de biodiversidad
Si bien todos los predios poseen un plan de biodiversidad o conservación, el
conocimiento sobre estos, sobre la forma en la cual han sido diseñados o si
realmente se llevan a cabo, es muy escaso y restringido a personas en cargos
específicos.
Zonas improductivas
La mayoría de los predios posee un sector improductivo, considerando dichos
sectores como zonas en la cuales se evitaba el laboreo agrícola y posee
vegetación no productiva (sin considerar caminos, bordes de canal o bordes
de cultivo), sin embargo en la mayoría de los casos estas zonas improductivas
correspondían a zonas erosionadas, descuidadas, con abundancia de
especies exóticas, etc.
57
Hábitat
Los predios no poseen información respecto a qué tipo de hábitats poseen y
por ende no llevan a cabo prácticas culturales específicas para mejorar
características de dichos sectores.
Hábitat acuático
No existen medidas para evitar la deriva de productos fitosanitarios a cursos
de agua (canales, acequias o ríos). En algunos casos la aplicación de herbicidas
era al borde de los canales.
Hábitat edáfico
Se detectaron medidas para evitar la erosión de los caminos y entre hileras de
los cultivos utilizando “Mulch”, lo que genera una disminución en la emisión
de material particulado (pérdida de suelo).
Flora
No existen planes de acción respecto al tema específico de flora. En un solo
predio existía el registro de la flora que debería haber por las condiciones
edafoclimáticas.
Fauna
No existen planes de acción para mejorar el hábitat para la fauna o minimizar
el impacto sobre éste.
Por otro lado la cacería de fauna silvestre dentro del predio estaba prohibida
en algunos predios, no obstante los trabajadores continuaban llevando a
cabo prácticas de caza intra-predial.
Aves No existe conocimiento ni planes de cuidado de avifauna.
Insectos
En un predio se mencionó que existía un aumento en la cantidad de abejas y
la explicación que se daba a esto era el cambio de productos fitosanitarios
aplicados.
Separación entre área
cultivada y no cultivada
Ningún predio poseía barreras físicas (árboles, arbustos, mallas, etc.) para
evitar posibles derivas de productos fitosanitarios a zonas no productivas.
Política ambiental En un predio se menciona la existencia de una política ambiental, sin embargo
no se encontró en los registros el documento aludido.
Transmisión de
información
En un predio se realizaban reuniones periódicas que permitía flujo de
información entre distintos cargos (más allá de los cargos con relación más
frecuente), respecto a diversos temas dentro de los cuales estaba el tema
ambiental (no necesariamente sobre biodiversidad). En el resto de los predios
no existía traspaso de información.
Paisaje
El concepto de paisaje es muy escaso en todos los predios, no se tiene noción
de corredores biológicos ni por encargados. No se considera la estructura el
paisaje en ninguno de los predios.
58
Para evaluar el nivel de cumplimiento que arrojó la auditoría de estos predios en PC de
biodiversidad, se aplicó la misma matriz que se utilizó para la comparación de protocolos en
forma cualitativa y cuantitativa (Tablas 23 y 24).
Tabla 23: Evaluación cualitativa del desempeño por protocolo de los predios bajo estudio.
Protocolo TESCO Global GAP RAS LEAF
Tema Aplica Aplica Aplica Aplica
Plan de biodiversidad SI SI SI NO
Zonas improductivas NO NO NO
Hábitat NO NO NO NO
Hábitat acuático NO
Hábitat edáfico NO
Flora SI NO SI
Fauna SI NO SI NO
Aves NO
Insectos NO
Separación entre área cultivada y no cultivada NO
Transmisión de información NO NO
Política ambiental NO SI NO NO
Paisaje NO NO NO
Nota: cuadros en color no cuenta con puntos de control para esa variable.
Para la evaluación cuantitativa se le asignó el puntaje correspondiente a los PC que si
cumplían en base a las prácticas que realizaban (Tabla 24, Figura 13).
59
Tabla 24: Evaluación cuantitativa del desempeño por protocolo de los predios bajo estudio
Protocolo TESCO Global GAP RAS LEAF
Tema Aplica Aplica Aplica Aplica
Plan de biodiversidad 5 4 5 0
Zonas improductivas 0 0 0
Hábitat 0 0 0 0
Hábitat acuático 0
Hábitat edáfico 0
Flora 3 0 5
Fauna 3 0 5 0
Aves 0
Insectos 0
Separación entre área cultivada y no cultivada 0
Transmisión de información 0 0
Política ambiental 0 4 0 0
Paisaje 0 0 0
Total 11 8 10 5
Nota: cuadros en color no cuenta con puntos de control para esa variable.
A partir de este diagnóstico se pueden identificar aquellos temas y subtemas que eran
más abordados y a su vez implementados por los predios y, por otro lado, aquellos temas y
subtemas más abordados y que no eran implementados por los predios (Tablas 25).
Esto permite generar recomendaciones en pos de acortar la actual brecha (Tablas 26-29).
En algunos casos se debería recurrir a un asesor en el reconocimiento inicial de especies, hábitats,
elementos de paisajes pero las medidas a implementar en pos de mejorar la gestión no son
necesariamente de alto costo. En la tabla 30 se presentan las medidas específicas a implementar
para acceder a un protocolo en específico.
60
05
101520253035404550
Ideal Actual
TESCO
05
101520253035404550
Ideal Actual
GLOBAL G.A.P
05
101520253035404550
Ideal Actual
RAINFOREST ALLIANCE
05
101520253035404550
Ideal Actual
LEAF
Figura 13: Comparación situación actual y situación ideal de cumplimiento de PC de biodiversidad por
protocolo en predios en estudio.
61
Tabla 25: Temas de biodiversidad más abordados en protocolos BPA y su nivel actual de
implementación en predios frutícolas de exportación.
Temas Más Abordados Implementados Temas Más Abordados No Implementados
Flora Zona improductiva
Fauna Hábitat
Plan de biodiversidad Política Ambiental
Paisaje
61
Tabla 26: Prácticas recomendadas en tema “Política ambiental”.
Tema Medidas sugeridas a implementar y consideraciones
Plan para minimizar emisión de contaminantes (al agua, suelo, aire y la mitigación de Gases de
efecto invernadero)
Optimizar eficiencia energética e hídrica
La política debe poseer objetivos y metas anuales
Implementar y registrar resultados de Manejo Integrado de Plagas
Conocer requerimientos de nutrientes por cultivo (Para evitar sobre fertilización)
Principio directriz:
La implementación correcta de una política ambiental, teniendo registros de las actividades realizadas,
implica una mejor gestión de los recursos naturales dentro del predio así como una optimización en la
producción. Asimismo, el poseer objetivos y metas requiere una planificación estratégica la que conlleva una
ventaja competitiva de mejora continua.
Tabla 27: Prácticas recomendadas en tema “Zonas improductivas”.
Tema Medidas a implementar y consideraciones
Zonas improductivas
Identificar y registrar tipos de hábitats, tanto acuáticos como terrestres
Mantener vallados tradicionales (setos o pircas)
Mantener hábitats naturales de la zona
Transformar áreas no productivas en zonas de conservación
Principio directriz: Las zonas improductivas deben ser consideradas como zonas con un potencial en conservación, ya que de
esta forma se compatibilizan criterios de conservación de la biodiversidad con aspectos productivos,
62
logrando así una agricultura más sustentable que apunta a las exigencias actuales y futuras del mercado
internacional.
Tabla 28: Prácticas recomendadas en tema “Hábitat”.
Tema Medidas sugeridas a implementar
Hábitat
Identificación y registro de tipos de hábitats intra-predial, idealmente en base a la utilización de
tecnología SIG
Creación de un mapa del predio en el cual se tenga información tal como ubicación de cuerpos de
agua, hábitat semi-naturales, caminos, setos, pircas, etc.
Transmisión de información a trabajadores del predio respecto al cuidado y manejo de hábitats
sensibles
Implementar un plan de gestión de hábitats con metas anuales de mejora continua
Principio directriz:
Para poder llevar a cabo la correcta implementación de medidas de conservación tanto de flora como de
fauna es necesario el reconocimiento de los hábitats existentes en los predios, ya que de esta forma de
focalizan las medidas a implementar lográndose resultados que favorecen a las especies que son propias del
territorio.
63
Tabla 29: Prácticas recomendadas en tema “Paisaje”
Tema Medidas a implementar
Paisaje
Generar un plan para restaurar conectividad de los ecosistemas naturales (corredores biológicos,
bordes del predio, zonas de conservación, etc.)
Mantener vallados tradicionales (Setos o pircas)
Identificar características principales del paisaje (por ejemplo bosques, lagos, ríos, etc.) y realizar
un cuidado y/o manejo específico para ese elemento.
Principio directriz: La fragmentación del paisaje es un factor que afecta directamente la conservación y la capacidad de
adaptación de las especies, por lo que un aumento en la conectividad del paisaje minimiza efectos deletéreos
de su fragmentación antrópica. (Blanché, 2011)
77
Tabla 30: Medidas específicas a implementar para alcanzar un cumplimiento satisfactorio en
exigencias de biodiversidad de distintos Protocolos BPA.
Tema Medidas a implementar Protocolo
Política ambiental
Identificación de tipos de hábitats intrapredial RAS2
Reforestación con especies autóctonas en zonas no
productivas
RAS
Minimizar la emisión de contaminantes (al agua, suelo,
aire, incluyendo la mitigación de GEI1)
LEAF
Optimizar eficiencia energética e hídrica LEAF
La política debe poseer objetivos y metas anuales TESCO
Realizar MIP3 Global GAP
Conocer uso de nutrientes por cultivo (Para evitar sobre
fertilización)
Global GAP
Zonas
improductivas
Identificación de tipos de hábitats, tanto acuáticos como
terrestres
RAS
Recuperación de ecosistemas naturales RAS
Mantener vallados tradicionales (setos o pircas) LEAF
Mantener hábitats naturales LEAF
Transformar áreas no productivas en zonas de
conservación
Global GAP
Hábitat
Creación de un mapa del predio en el cual se tenga
información tal como ubicación de cuerpos de agua,
hábitat seminaturales, caminos, setos, pircas, etc)
LEAF
Registro del manejo del correcto manejo de los hábitats
existentes
TESCO
Transmisión de esta información a trabajadores del
predio (Para evitar deriva de productos fitosanitarios) TESCO
Implementar un plan de gestión de hábitats con metas
anuales de mejora continua
Global GAP
Paisaje Generar un plan para restaurar conectividad de los
ecosistemas naturales (corredores biológicos)
RAS
65
Mantener vallados tradicionales (Setos o pircas) LEAF
Identificar características principales del paisaje (por
ejemplo bosques, lagos, ríos) y realizar un manejo
responsable de estas
TESCO
1: Gases de Efecto Invernadero; 2: Rainforest Alliance; 3: Manejo Integrado de Plagas
2.b.3) Discusión
En general, puede apreciarse que las medidas de conservación y fomento de
biodiversidad en los predios frutícolas prospectados son casi nulas o inexistentes. Las
exigencias del protocolo en comparación más implementado (GlobalGap) son las menores y
pueden ser cumplidas con un mínimo nivel de exigencia sin conseguir su objetivo. Un
productor puede cumplir con presentar un plan de gestión de biodiversidad, pero el
contenido de ese plan o su cumplimiento no son auditados.
Por un lado, esto implica que el aporte de estos predios en conservación biológica
es también escasa pero, además, la situación actual no permitiría optar a certificaciones de
mayor exigencia en estas temáticas. En un escenario de potenciales cambios hacia una mayor
rigurosidad en conservación y fomento de biodiversidad predial en mercados exigentes como
el europeo, una amplia mayoría de los predios frutícolas de la Región de O´Higgins no
cumpliría. En efecto, mercados ingleses ya han manifestado interés en normas exigentes
como LEAF (com. Pers. G. Neira, 2015; profesional de Primafruit Ltda., empresa intermediaria).
La escasa preocupación sobre conservación de biodiversidad de quienes trabajan en predios
agrícolas no es a propósito; sino más bien una falta de conocimiento sobre el nuevo desafío
para la agricultura moderna (Vandermeer y Perfecto, 1997). Los productores están
preocupados de obtener buen rendimiento, calidad y una comercialización exitosa; eso es la
base de su negocio. Desde la generación de las BPA a fines de los 90´ las exigencias en
producción frutícola de exportación han ido en franco aumento, lo cual ha significado
claramente en un aumento de estándar promedio en distintos ámbitos (tanto buenas
prácticas laborales como inocuidad alimentaria), pero eso implica un costo adicional a los
productores. No es sólo que el foco de los productores esté en otro lado, es que además
existe un desconocimiento de que la zona frutícola en particular se desarrolla en la zona de
66
mayor diversidad y amenaza en el país, por lo cual la concientización en profesionales ligados
al agro sobre estas temáticas es fundamental.
2.c) Brechas en iniciativas e investigación entre Chile y C.E.E.
El análisis de la brecha entre la Agricultura Europea y la regional se hace desde tres
perspectivas distintas: a) Histórico, b) Normativo, c) Cultural/Tecnológico.
a.- Histórico: Desde el punto de vista histórico reciente, la Unión Europea ha desarrollado su
agricultura bajo el concepto de seguridad alimentaria desde la II Guerra Mundial, cuando la
hambruna y falta de conectividad con proveedores desde otras regiones del mundo se hizo
crítica. Bajo esa condición, se desarrolló la agricultura intensiva que modificó en forma masiva
el paisaje agrícola y fragmentó los ambientes naturales llevándolos a su mínima expresión. El
Reino Unido, España e Italia, prácticamente perdieron todas sus áreas naturales. Bajo ese
contexto, la preocupación por el medio ambiente y la naturaleza llevó desde hace 40 años a
desarrollar legislación y planes de sensibilización de la sociedad acerca de las amenazas a la
fauna y biodiversidad en general, que se debían a la intensificación de la agricultura. La
existencia de cotos de caza, jardines de familias reales y zonas de conservación privadas
fueron las bases para extender la protección de biodiversidad mediante pequeños
fragmentos reforestados (woodlands) y la protección de bordes de cursos de agua. La
combinación de libre acceso a los predios y creación de zonas de recuperación ambiental ha
contribuido a la mejora en la situación de la fauna en muchas zonas donde prácticamente se
extinguieron especies de gran valor. En el Reino Unido, existen programas nacionales de
conservación y recuperación de fauna y flora nativa a escala predial privada, ya que
prácticamente no existen parques nacionales o áreas silvestres protegidas como en Chile.
Dichos planes han permitido salvar de la extinción a especies como el water vole (nutria de
río) y proteger a los murciélagos que producen importantes servicios a la agricultura. Este
tipo de acciones de conservación y fomento de la biodiversidad a escala predial privada con
un enfoque regional (comunas) no existe en Chile. Lo mas cercano a ello, son las zonas de
67
conservación de fauna que decreta el Servicio Agrícola y Ganadero, pero son meros actos
administrativos sin incentivos asociados para los propietarios privados. En Europa existen
incentivos monetarios y presión social para proteger la naturaleza en los predios.
b) Normativo: Los instrumentos legales y de fomento de la biodiversidad son numerosos y de
índole global (Unión Europea) y locales para cada país. Dichos incentivos van desde pago por
destinar un porcentaje del predio a conservación, así como otros subsidios a agricultores que
hacen viable las prácticas agrícolas en un mundo altamente competitivo. En Chile no hay una
asociación directa entre estímulos monetarios, préstamos, subsidios, créditos agrícolas ni
transferencia tecnológica que considere la protección de biodiversidad como un eje de las
políticas de incentivos.
A nivel mundial, la creación de iniciativas como el Plan de Acción 2020 publicado por
la Convención sobre la Diversidad Ecológica (CBD), el cual ayudará a restaurar al menos el 15%
de los ecosistemas degradados del mundo (Barral et al., 2015; CBD, 2010), o de otros planes
de investigación e innovación como el denominado Horizonte 20201, han generado el interés
y compromiso de investigadores en el desarrollo de nuevas estrategias para lograr un mayor
equilibrio entre la economía y la protección de la biodiversidad en sistemas
silvoagropecuarios.
El año 2011 la Comisión Europea publicó un borrador de propuestas legislativas para
el futuro de la política agraria común de la Unión Europea (CAP), que planteaban medidas que
pretendían contribuir hacia los objetivos medioambientales y climáticos de Europa (Allen et
al., 2012). Una de estas medidas sugería el uso de las áreas de interés o foco ecológico (AFE),
como una reforma para lograr la protección del agua y suelo, y aumentar la biodiversidad en
el paisaje agrícola (German Federal Environmental Agency, 2014)
Para asegurar que las AFE logren los objetivos de mantención de la biodiversidad, y
los recursos naturales, la propuesta incluye criterios mínimos que deben ser aplicados a nivel
1 Horizonte 2020, es un programa de la Unión Europea, que se entiende entre 2014 y 2020, el cual propone entre sus objetivos específicos el “desarrollo de sistemas de producción primaria que sean productivos, sostenibles y eficientes en recursos, el fomento de los correspondientes servicios ecosistémicos y la recuperación de la diversidad biológica” (Horizonte2020, 2015).
68
nacional. Algunos de estos criterios (German Federal Environmental Agency, 2014; Scottish
Government, 2015) son los siguientes:
I. Las propiedades con más de 15 hectáreas de tierra arable deben asegurar al menos,
un 5% de esa tierra sea destinado a AIE. Este requerimiento podría aumentar a un 7%
después del 2017, según la evaluación de la Comisión Europea.
II. Hay seis opciones que pueden ser usada por sí mismas o en combinación, para cumplir
el compromiso de las AFE, dentro de las cuales se encuentran: (1) tierras de barbecho
(permite actividades como: siembra de cultivos que provean néctar/polen, riego,
control de malezas) (2) franjas de protección, (3) bordes del campo (permite el uso
de setos), (4,5) cultivos de crecimiento rápido (“catch crops”) y/o cultivos de
cobertura (ej: cebada, centeno, mostaza), (6) cultivos fijadores de nitrógeno. Si se
cumple el primer criterio, el 5% del área calculada debe ser asociada a uno de los seis
tipos de AFE.
III. No se debe realizar aplicaciones de fertilizantes o pesticidas, como una cuestión de
principios, por al menos un año completo.
IV. Se debe presentar la especificación y/o límites de tiempo y extensión del manejo y la
cosecha, u otra forma de uso de las AFE.
c) Cultural/Tecnológico: La brecha cultural, transferencia de información y estructura de
sociedad rural privada chilena es muy distinta a la cultura y manejo de la ruralidad de Europa
y en particular con el Reino Unido. No obstante, los esfuerzos por conservar la biodiversidad
en Europa y en particular en el Reino Unido, el estado de la fauna es crítico y los porcentajes
de especies en peligro de extinción por taxa son muy altos. El avance de la urbanización y la
infraestructura han generado una situación de pérdida de habitat muy grande en Europa. Sin
embargo, existe la preocupación y cultura rural de que la biodiversidad es importante y que
se ve amenazada. El número de observadores de avifauna, personas que practican actividades
de observación de la naturaleza y cazadores deportivos es superior per capita en Europa y el
Reino Unido a la realidad de Chile. El cumplimiento de las normas de protección ambiental y
la fiscalización de las mismas se aplica a escala local y hay seguimiento de especies y
69
ambientes indicadores en prácticamente todos los países de Europa occidental. Esto no
ocurre en Chile y en particular en la Región de O´Higgins. La carencia de áreas protegidas del
Estado y el fuerte impacto de la intensificación de la agricultura en el valle central ha llevado
a una gran pérdida de biodiversidad en el centro del hotspot mediterráneo de Chile central.
Solamente ahora, casi 30 años después de la privatización y desarrollo de la agricultura
empresarial de exportación, se están empezando a visualizar estos temas de conservación
como emergentes. No existe conciencia, cultura ni práctica en el sector privado de
exportación de la región que incluya este aspecto. En el sector minero hace 20 años y forestal
en la última década se ha desarrollado una cultura y política tendiente a incluir la conservación
de biodiversidad en las acciones de monitoreo y producción. Esto se debió a la presión
internacional y el fuerte desprestigio interno de dichas actividades productivas que son
consideradas detrimentales para la biodiversidad. Paradojalmente, la agricultura de
exportación no ha estado en la mira de los grupos ambientalistas y no ha sido sujeta a críticas
por su escaso aporte a la conservación de habitats y biodiversidad. Esta situación puede
cambiar rápidamente y transformarse en un problema estratégico para el sector frutícola de
exportación si caen en descrédito y se ve afectada su imagen como sector productivo como
ha ocurrido con la salmonicultura en el sur de Chile (huella ecológica, enfermedades y
contaminación).
La brecha en investigación científica de la realidad nacional para este tema es total.
Existen iniciativas puntuales como el Programa Vino, Cambio Climático y Biodiversidad, del
Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad Austral de Chile, el cual busca
desarrollar estrategias de conservación en la industria vitivinícola de Chile (www.vccb.cl). A
través de este programa se ha levantado información sobre la biodiversidad contenida en
algunas viñas del país. Esto no es al azar, pues las viñas en el mundo se desarrollan
principalmente en ecosistemas mediterráneos los cuales son altamente ricos y endémicos en
plantas vasculares y de interés en conservación. Además el rubro vitivinícola tiene más
recursos que otros rubors agrícolas y sus consumidores tanto nacionales como extranjeros,
valoran otros aspectos de un producto más allá de su calidad, como lo son las prácticas
70
laborales y el cuidado al medio ambiente en las labores productivas, en el contexto de
Responsabilidad Social empresarial. Esta tendencia es mundial en el mundo del vino y se le ha
apodado como “vinecology” (la integración de prácticas ecológicas y vitivinícolas),
reconociendo que los viñedos pueden contribuir y beneficiarse de la conservación biológica,
pues el el compromiso con el medio ambiente es cada vez más valorado por consumidores y
productores (Viers et al., 2013).
Es así como hay viñas que tienen espacios improductivos de interés en conservación
y conocen la biodiversidad que albergan (ver como ejemplo,
http://monteswines.com/sustentabilidad/conservacion-del-habitat.php), pero la amplia
generalidad es que la investigación sobre el tipo y estado de la biodiversidad en
agroecosistemas chilenos y los factores que la condicionan, es muy escaso.
Además de viñedos los productores orgánicos en Chile (fruticultores y de viñas
orgánicas) tienen mayor preocupación sobre su biodiversidad y en donde en ocasiones se
hacen esfuerzos de re-vegetar bordes y corredores en los predios, buscando no
necesariamente conservar sino que algún servicio ecosistémico al agro (como fijación
biolpogica de N, brindar recursos florales a polinizadores y enemigos naturales de plagas,
entre otros). Sin embargo, como fue señalado, no hay a disposición actualmente
investigación aplicada que apoye la toma de decisiones al momento de enfrentar un re-diseño
predial en nuestros agroecosistemas; si poco se conoce de lo que habita, la investigación
sobre los potenciales servicios que las especies o comunidades brinden (biodiversidad
funcional) es más escasa aún. Los criterios con que se han establecido algunas especies o
protegido algunas zonas intra-prediales han sido principalmente paisajísticos (Fernández
2003).
Es así como prácticamente no hay estudios a largo plazo ni por sector productivo
agrícola sobre los taxa, hábitats o intervenciones prediales para conservar la biodiversidad.
La investigación sobre el impacto de la biodiversidad en agricultura reúne sobre 1.200
publicaciones ISI en la última década y prácticamente no hay estudios en Chile y menos en la
fruticultura de la Región de O´Higgins. Frente a esta realidad, los trabajos realizados en este
proyecto son los primeros en su género que abordan desde el paisaje y suelos hasta los taxa
71
de flora y fauna. Existe una brecha muy grande entre lo que se conoce en Europa sobre el
estado de la biodiversidad, el impacto de la Agricultura, la respuesta a manejos ambientales y
la valoración de las funciones ecológicas en comparación a Chile.
Hay amplia evidencia que las áreas de interés ecológico tienen la capacidad de proveer
servicios ecosistémicos sobre y bajo el suelo (Tscharnekte et al. 2005) y por lo tanto, una
estrategia de este tipo tiene el potencial de ser aplicada y adecuada a la realidad de los
productores de la Región de O´higgins que persigan objetivos de producción sustentables. El
éxito de la incorporación de medidas como ésta, debe ser medido a largo plazo y en gran
parte estará dado por la adecuada implementación, comunicación y participación de todos
los actores del programa.
72
CAPÍTULO 3:
“Indicadores de biodiversidad predial”
Cristián Bonacic, Eduardo Arellano y Alejandra E. Muñoz
Finalmente y a partir de las observaciones en los predios frutícolas más la revisión de
bibliográfica, en el presente capítulo se presentan “Indicadores de biodiversidad predial”,
desarrollados acorde a nuestros agroecosistemas y sus características.
Estos indicadores están desarrollados de modo que un mismo productor pueda realizar una
evaluación inicial de cómo aborda el tema de biodiversidad en su predio y cómo poder ir
mejorando en esta temática a través del tiempo. Es decir, estos indicadores no generan una
puntuación o valoración que sea comparable entre predios sino que instan a cada productor
a mejorar desde su situación inicial. La razón de esto radica en que justamente hay predios
frutícolas en la zona central con realidades muy distintas. Hay algunos que dentro de sus
límites posees laderas de cerro no cultivados con bosques esclerófilos muy bien conservados
mientras otros tienen muy pocas superficies no productivas y éstas con escasa o nula
vegetación. Desde nuestras observaciones consideramos que cada uno puede mejorar
partiendo por conocer lo que alberga, y las amenazas y oportunidades para mejorarlo.
A continuación se presentan las tablas con indicadores generales e indicadores específicos
(para fauna, flora y suelos), los cuales debieran ser evaluados en el predio al menos una vez
por temporada, realizando comparaciones respecto al estado de avance.
77
Tabla 31: Indicadores de biodiversidad predial.
NOMBRE INDICADOR DESCRIPCIÓN/OBSERVACIÓN JUSTIFICACIÓN VALOR
Indicadores generales
1 Zona de conservación predial
¿Posee zonas de conservación de biodiversidad en su predio? Estas son zonas no productivas donde habita flora y fauna nativa, y que son destinadas a conservación.
Zonas de conservación se refieren a sitios dentro del predio no productivos con vegetación y fauna, idealmente nativos. Su tamaño debiese ser suficiente para poder albergar varios individuos de flora de distintos tipos biológicos (entre ellos árboles) y poder observar fauna al interior.
si/no
2 Inventario flora y fauna ¿Posee un inventario de las especies de flora y fauna que habitan en sus predios?
Para poder conservar la biodiversidad de un predio es básico conocerla (número de especies nativas), saber su origen y estado de conservación, potenciales amenazas u oportunidades.
1. No
2: sólo flora
3: sólo fauna
4: flora y distintos grupos de fauna
5: flora y fauna clasificados por origen y estado de conservación
3 Plan de conservación ¿Posee un plan de conservación?
La existencia de un plan es esencial para definir las acciones de conservación y comienza con un inventario de especies y descripción de estado de zonas no productivas.
si/no
4 Flujo información dentro del personal
¿Hay conocimiento de las políticas de la empresa respecto a la conservación de la biodiversidad y el plan de conservación por todos los trabajadores? ¿Desde los altos mandos hasta los trabajadores de temporadas?
Para que tanto el plan como las políticas de conservación de bdioversidad de la empresa se hagan efectivos, deben ser conocidos, entendidos y respetados por todo el personal de su empresa.
si/no
5 Deriva de agroquímicos ¿Evita deriva de agroquímicos a zonas no cultivadas?
Tanto por eficiencia económica como por el impacto ambiental, la aplicación de agroquímicos debe llegar al lugar objetivo y en la dosis justa; se debe evitar realizar aplicaciones con vientos superiores a 6 km/h.
si/no
74
NOMBRE INDICADOR DESCRIPCIÓN/OBSERVACIÓN JUSTIFICACIÓN VALOR
Indicadores Fauna
1 Prohibición caza ¿Está prohibida la caza al interior de su predio? Se respetan las especies prohibidas de caza, vedas de caza y controla a las especies plaga o dañinas.
si/no
2 Tenencia responsable de mascotas
¿Prohibe la libre circulación de perros, gatos u otro animal doméstico al interior del predio? ¿Los mantiene en condiciones sanitarias adecuadas?
Perros y gatos de vida libre son actualmente considerados una de las principales amenazas a la fauna nativa, principalmente por depredación, pero también la ahuyentan y también pueden transmitir enfermedades.
si/no
3 Hábitat para fauna ¿Realiza acciones para fomentar presencia y/o abundancia de fauna nativa benéfica?
La extensión de la actividad agrícola ha sido muchas veces a costa de áreas naturales que eran el hábitat de fauna. Para algunas especies de animales nativos las explotaciones agrícolas son hábitats hostiles, Luego para aumentar riqueza y/o abundancia se debe intervenir en pos de brindar hábitat (recursos y condiciones favorables).
1. no
2. sí: avifauna
3. sí: reptiles
4. sí: murciélagos
5. sí: mamíferos
6. sí: la combinación de cualquiera de los grupos anteriores
4 Control fauna dañiña ¿Realiza control de fauna dañina para la vida silvestre, los cultivos y/o la salud humana?
Animales como la cotorra argentina, palomas domésticas, roedores comensales, perros asilvestrados y la rana africana son perjudiciales; si se constata su presencia debieran tomarse medidas de control o erradicación
si/no
75
NOMBRE INDICADOR DESCRIPCIÓN/OBSERVACIÓN JUSTIFICACIÓN VALOR
Indicadores flora
Extracción material vegetal ¿Prohíbe extracción de leña, tierra de hojas o propágulos de flora (como tubérculos y cormos) en las zonas de conservación?
En las zonas de conservación justamente el objetivo es conservar e idealmente restaurar la vegetación que contiene. Luego cualquier acción que implique extracción de material vegetal, aún en descomposición debe ser prohibida.
si/no
Exclusión herbívoros
¿Excluye ganado doméstico de las zonas de conservación y/o protege plántulas en estrategias de revegetación contra lagomorfos (conejos y liebres).
Animales herbívoros exóticos como liebres y conejos deben ser exlcuidos de las zonas de conservación de la vegetación en buen estado y resguardar su propagación.
si/no
Reforestación/revegetación ¿Implementa planes de reforestación y/o revegetación de zonas no productivas en el predio?
Algunos predios poseen zonas no productivas con escasa o nula vegetación que idealmente debiesen ser revegetadas/reforestadas con especies idealmente nativas de la zona.
si/no
Bandas de flores ¿Establece en el predio especies vegetales de vistosa y profusa floración?
A nivel mundial y en Chile se ha reconocido una declinación de la población de polinizadores tanto silvestres como manejados (abeja melífera). Las bandas de flores han sido documentadas como una herramienta eficiente para brindar recursos florales (polen y néctar) a polinizadores, enemigos naturales de plagas y otros artrópodos. La selección de especies debiese considerar sus períodos de floración de manera de tener flores abiertas la mayor parte del año.
si/no
Limpieza de canales y secado de tranques
Se prohibe el control químico de malezas en canales no revestidos cuando se realiza la limpieza de canales previo al inicio de la temporada de riego? Además, se debe evitar el secado de tranques donde flora y fauna nativa acuáticas habitan.
El control químico de malezas en canales no debiese ser realizado con herbicidas por potencial contaminación de aguas y por la posible deriva y consecuente daño en especies vegetales y otros seres vivos que habitan aledaños al curso de agua. Los tranques constituyen habitat claves para flora y fauna nativa (aves y anfibios principalmente). Deben ser manejados para eliminar malezas exóticas y especies dañinas como la rana africana, pero se debe proteger las áreas de nidificación y calidad del agua.
si/no
76
NOMBRE INDICADOR DESCRIPCIÓN/OBSERVACIÓN JUSTIFICACIÓN VALOR
Indicadores suelo
1 Propiedades del suelo ¿Conoce las propiedades físico-químicas de su suelo?
Características básicas como contenido de N, P y K; contenido de Materia Orgánica; Conductividad Eléctrica debiesen ser conocidas en pos de un manejo eficiente del suelo y de los insumos que se le apliquen.
si/no
2 Materia Orgánica ¿Realiza acciones tendientes a mantener (si es adecuada) o incrementar (si es deficiente) el contenido de materia orgánica en el suelo?
La materia orgánica en el suelo entrega propiedades benéficas para la agricultura (mejora agregación de suelos y desarrollo radicular, aumenta porosidad, CIC y resistencia a cambios de pH) y además funciona como fuente de carbono para el desarrollo de los organismos en el suelo. Luego, acciones como re-incorporación de rastrojos y residuos de poda, aplicación de compost, humus o establecimiento de abonos verdes son beneficiosas para la vida en el suelo.
si/no
3 Conductividad Eléctrica ¿Realiza acciones para mantener la C.E. en niveles inferiores a 3mmhos/cm?
La C.E. en el suelo está correlacionada con su salinidad. Suelos altamente salinos son nocivos tanto para las plantas como para la vida en el suelo.
si/no
4 Prohibición quemas ¿Prohíbe quemas de rastrojos, residuos de poda, basura, envases de pesticidas u otro tipo de material al interior del predio?
Además de la contaminación atmosférica que las quemas generan, son dañinas para la vida en el suelo, particularmente en los primeros centímetros del suelo.
si/no
5 Erosión ¿Tiene un plan de restauración de zonas dentro del suelo con evidencia de suelos degradados?
La erosión del suelo implica una pérdida de material mineral superficial con efectos negativos para la productividad agrícola como para la vida en el suelo; acciones como reincorporación y manejo de rastrojos, revegetación y obras de control de erosión deben ser realizadas para prevenir degradación de estas zonas..
si/no
77
CONCLUSIONES
Los predios prospectados aportan escasamente a conservación biológica. Las
especies que dominan son especies de hábito generalista y en efecto es muy baja la
representatividad de los distintos grupos en estos predios respecto a los ecosistemas
de referencia.
Los sitios bajo manejo agrícola convencional mostraron ser un hábitat hostil para la
vida silvestre autóctona, tanto flora como fauna nativa.
Los diferentes protocolos prospectados (LEAF, RAS, GlobalGap y Tesco) difieren
ampliamente tanto en amplitud de temas respecto a conservación de biodiversidad
en predios como en su nivel de exigencia. GlobalGap, uno de los protocolos más
implementados en Chile, es el de menor exigencia.
La actual situación de los predios frutícolas prospectados no permitiría acceder a
certificaciones exigentes como Leaf o RAS.
No obstante todo lo anterior, los predios presentan un alto potencial para mejorar en
fomento de biodiversidad predial y estos esfuerzos en manejos deben enfocarse en
sitios no productivos. Hay varias medidas de bajo costo que pueden resultar en
mejoras significativas.
La brecha en investigación, adopción de estrategias de conservación y capacitación a
todo nivel es máxima entre los predios del sector frutícola y los productores
europeos. Se requiere una política pública activa de promoción y apoyo al sector
productivo frutícola nacional para pasar de una agricultura empresarial intensiva de
exportación a una agricultura sostenible amigable con la biodiversidad y con una
nueva imagen corporativa.
Se presentan “Indicadores de biodiversidad predial”, desarrollados acorde a nuestros
agroecosistemas y sus características. Estos debieran ser evaluados en el predio al
menos una vez por temporada, realizando comparaciones respecto al estado de
avance con el predio mismo (y no entre predios), dada la muy distinta situación entre
predios de la zona central respecto a su biodiversidad.
78
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V. Anexos
Anexo 1: Especies características de los pisos vegetacionales presentes en los sitios de alta
densidad frutícola en la Región de O´Higgins.
Nombre científico Familia Origen Estado Conservación RCE
Acacia caven (Mol.) Mol. Fabaceae Nativa
Adesmia denticulata Clos Fabaceae Endémica
Adesmia phylloidea Clos Fabaceae Endémica
Adiantum chilense Kaulf. var. hirsutum Hook. et Grev. Adiantaceae Nativa Preocupación menor
Adiantum scabrum Kaulf. Adiantaceae Endémica Preocupación menor
Adiantum sulphureum Kaulf. Adiantaceae Nativa
Agrostis capillaris L. Poaceae Exótico
Alstroemeria haemantha R. et P. Amaryllidaceae Endémica
Alstroemeria revoluta R. et P. Amaryllidaceae Endémica
Alstroemeria zoellneri Ehr.Bayer Amaryllidaceae Endémica Vulnerable
Aristotelia chilensis (Mol.) Stuntz Elaeocarpaceae Nativa
Avena barbata Pott ex Link Poaceae Exótico
Azara celastrina D. Don Flacourtiaceae Endémica
Azara dentata R. et P. Flacourtiaceae Endémica
Azara integrifolia R. et P. Flacourtiaceae Endémica
Azara petiolaris (D. Don) Johnst. Flacourtiaceae Endémica
Baccharis linearis (R. et P.) Pers. Asteraceae Nativa
Baccharis paniculata DC. Asteraceae Nativa
Baccharis rhomboidalis Remy Asteraceae Nativa
Berberis actinacantha Mart. Berberidaceae Endémica
Berberis chilensis Gill. ex Hook. Berberidaceae Endémica
Blechnum hastatum Kaulf. Blechnaceae Nativa Preocupación menor
Bomarea salsilla (L.) Herb. Amaryllidaceae Endémica
Briza minor L. Poaceae Exótico
Bromus berteroanus Colla Poaceae Nativa
Bromus hordeaceus L. Poaceae Exótico
Calceolaria dentata R. et P. Scrophulariaceae Nativa
Calceolaria glabrata Phil. Scrophulariaceae Endémica
Cardionema ramosissimum (Weinm.) Nels. et Macbr. Caryophyllaceae Nativa
Centaurea melitensis L. Asteraceae Exótico
Cestrum parqui L'Hérit. Solanaceae Nativa
Chusquea cumingii Nees Poaceae Endémica
Cissus striata R. et P. Vitaceae Nativa
Colletia hystrix Clos Rhamnaceae Nativa
Colliguaja odorifera Mol. Euphorbiaceae Endémica
Cryptocarya alba (Mol.) Looser Lauraceae Endémica
89
Cynanchum pachyphyllum (Dcne.) Schum. Asclepiadaceae Endémica
Cynara cardunculus L. Asteraceae Exótico
Dasyphyllum excelsum (D. Don) Cabr. Asteraceae Endémica Vulnerable
Eccremocarpus scaber R. et P. Bignoniaceae Nativa
Eryngium paniculatum Cav. et Domb. ex Delar. Apiaceae Nativa
Escallonia pulverulenta (R. et P.) Pers. Saxifragaceae Endémica
Eupatorium glechonophyllum Less. Asteraceae Nativa
Eupatorium salvia Colla Asteraceae Endémica
Gnaphalium robustum Phil. Asteraceae Endémica
Gochnatia foliolosa (D. Don) D. Don ex H. et A. Asteraceae Endémica
Helenium aromaticum (Hook.) Bailey Asteraceae Endémica
Jubaea chilensis (Mol.) Baillon Arecaceae Endémica Vulnerable
Kageneckia oblonga R. et P. Rosaceae Endémica
Lardizabala biternata R. et P. Lardizabalaceae Nativa
Ligaria cuneifolia (R. et P.) Van Tiegh. Loranthaceae Nativa
Lithrea caustica (Mol.) H. et A. Anacardiaceae Endémica
Loasa tricolor Ker-Gawl. Loasaceae Nativa
Lobelia excelsa Bonpl. Campanulaceae Endémica
Lomatia hirsuta (Lam.) Diels ex Macbr. Proteaceae Nativa
Luma apiculata (DC.) Burret Myrtaceae Nativa
Madia sativa Mol. Asteraceae Nativa
Maytenus boaria Mol. Celastraceae Nativa
Medicago polymorpha L. Fabaceae Exótico
Misodendrum linearifolium DC. Misodendraceae Nativa Vulnerable
Moscharia pinnatifida R. et P. Asteraceae Endémica
Muehlenbeckia hastulata (J.E. Sm.) Johnst. Polygonaceae Nativa
Myrceugenia obtusa (DC.) Berg Myrtaceae Endémica
Nassella chilensis (Trin.) Desv. Poaceae Endémica
Nothofagus obliqua (Mirb.) Oerst. var. macrocarpa (A. DC.) Reiche Fagaceae Endémica Vulnerable
Oxalis laxa H. et A. Oxalidaceae Nativa
Pasithea caerulea (R. et P.) D. Don Liliaceae Nativa
Persea lingue (R. et P.) Nees ex Kopp Lauraceae Nativa Vulnerable
Peumus boldus Mol. Monimiaceae Endémica
Phacelia brachyantha Benth. Hydrophyllaceae Nativa
Plantago hispidula R. et P. Plantaginaceae Endémica
Podanthus mitiqui Lindl. Asteraceae Endémica
Porlieria chilensis Johnst. Zygophyllaceae Endémica Vulnerable
Prosopis chilensis (Mol.) Stuntz Fabaceae Nativa Vulnerable
Proustia cuneifolia D. Don Asteraceae Nativa
Proustia cuneifolia D. Don f. cinerea (Phil.) Fabris Asteraceae Nativa
Proustia pyrifolia DC. Asteraceae Endémica
Psoralea glandulosa L. Fabaceae Nativa
Quillaja saponaria Mol. Rosaceae Endémica
90
Ribes punctatum R. et P. Saxifragaceae Nativa
Rosa rubiginosa L. Rosaceae Exótico
Rubus ulmifolius Schott Rosaceae Exótico
Satureja gilliesii (Graham) Briq. Lamiaceae Endémica
Schinus latifolius (Gill. ex Lindl.) Engler Anacardiaceae Endémica
Schinus montanus (Phil.) Engler Anacardiaceae Endémica
Schinus polygamus (Cav.) Cabr. Anacardiaceae Nativa
Schizanthus hookeri Gill. ex Graham Solanaceae Nativa Vulnerable
Senecio anthemidiphyllus Remy Asteraceae Endémica
Solanum ligustrinum Lodd. Solanaceae Nativa
Solenomelus pedunculatus (Gill. ex Hook.) Hochr. Iridaceae Endémica
Sophora macrocarpa J.E. Sm. Fabaceae Endémica
Talguenea quinquenervia (Gill. et Hook.) Johnst. Rhamnaceae Endémica
Teucrium bicolor J.E. Sm. Lamiaceae Endémica
Trevoa trinervis Miers Rhamnaceae Endémica
Trichocereus chilensis (Colla) Britton et Rose Cactaceae Endémica
Triptilion spinosum R. et P. Asteraceae Endémica
Tristerix tetrandus (R. et P.) Mart. Loranthaceae Nativa
Tropaeolum ciliatum R. et P. Tropaeolaceae Endémica
Valeriana lepidota Clos Valerianaceae Endémica
Viola portalesia Gay Violaceae Endémica
Vulpia myuros (L.) C.C. Gmel. Poaceae Exótico
91
Anexo 2: Especies de aves posibles de encontrar en la Región de O´Higgins.
Nombre científico Nombre común OrigenEstado Conservación Ley de
caza
Geranoaetus melanoleucus australis Águila Nativo Población estable
Georanoaetus polyosoma polyosoma Aguilucho Nativo Menor riesgo
Elanus leucurus leucurus Bailarín o Peuco blanco Nativo Menor riesgo
Anthus correndera chilensis Bailarin chico Nativo Menor riesgo
Theristicus melanopis melanopis Bandurria Nativo Menor riesgo
Gallinago paraguaiae magellanica Becacina Nativo Menor riesgo
Nycticryphes semicollaris Becacina pintada Nativo Vunerable
Podiceps occipitalis occipitalis Blanquillo, pollo, hualita Nativo Menor riesgo
Anairetes parulus parulus Cachudito Nativo Sin categoría
Pseudasthenes humícola humícola Canastero Posiblemente Endémico Sin categoría
Asthenes pyrrholeuca sordida Canastero de cola larga Nativo Sin categoría
Phalcoboenus megalopterus Carancho cordillerano Nativo Sin categoría
Veniliornis lignarius Carpinterito Nativo Sin categoría
Falco sparverius cinnamominus Cernícalo Nativo Sin categoría
Troglodytes aedon chilensis Chercán Nativo Sin categoría
Cistothorus platensis hornensis Chercán de las vegas Nativo Sin categoría
Zonotrichia capensis chilensis Chincol Nativo Menor riesgo
Ochetorhynchus melanurus melanurus Chiricoca Endémica Menor riesgo
Sicalis luteola luteiventris Chirihue Nativo Sin categoría
Enicognathus leptorhynchus Choroy Endémica Menor riesgo
Glaucidium nanum Chuncho Nativo Sin categoría
Cincloides oustaleti oustaleti Churrete chico Nativo Menor riesgo
Phrygilus patagonicus Cometocino patagónico Nativo Sin categoría
Strix rufipes rufipes Concón Nativo Insuficientemente conocida
Diuca diuca diuca Diuca Nativo Sin categoría
Xolmis pyrope pyrope Diucón Nativo Sin categoría
Muscisaxicola macloviana mentalis Dormilona tontito Nativo Sin categoría
Elaenia albiceps chilensis Fio fio Nativo Sin categoría
Systellura longirostris bifasciatus Gallina ciega Nativo Sin categoría
Bubulcus ibis ibis Garza boyera Nativo Menor riesgo
Hirundo rustica erythrogaster Golondrina bermeja Nativo Menor riesgo
Tachycineta meyeni Golondrina chilena Nativo Menor riesgo
Pygochelidon cyanoleuca Golondrina de dorso negro Nativo Menor riesgo
Falco peregrinus cassini Halcón peregrino Nativo Sin categoría
Sporagra barbata Jilquero Nativo Sin categoría
Cathartes aura jota Jote de cabeza colorada Nativo Sin categoría
Coragyps atratus foetens Jote de cabeza negra Nativo Sin categoría
Tyto alba tuidara Lechuza Nativo Sin categoría
Sturnella loica loica Loica Nativo Menor riesgo
Agriornis livida livida Mero Nativo Menor riesgo
Molothrus bonariensis bonariensis Mirlo Nativo Sin categoría
92
Fuente: Araya y Millie, 1986; Jaramillo, 2005; Estades y Vukosovic, 2007.
Athene cunicularia cunicularia Pequén Nativo Sin categoría
Nothoprocta perdicaria perdicaria Perdiz Endémica Sin categoría
Parabuteo unicinctus unicinctus Peuco Nativo Sin categoría
Sephanoides sephanoides Picaflor Nativo Menor riesgo
Patagona gigas gigas Picaflor gigante Nativo Menor riesgo
Colaptes pitius Pitio Nativo Menor riesgo
Phrygilus alaudinus alaudinus Platero Nativo Sin categoría
Vanellus chilensis chilensis Queltehue, tero Nativo Menor riesgo
Phytotoma rara Rara Nativo Menor riesgo
Scelorchilus albicollis albicollis Tapaculo Endémica Sin categoría
Mimus thenca Tenca Endémica Sin categoría
Leptasthenura aegithaloides aegithaloides Tijeral Nativo Menor riesgo
Milvago chimango chimango Tiuque Nativo Menor riesgo
Patagioenas araucana Torcaza Nativo Menor riesgo
Curaeus curaeus Tordo Nativo Menor riesgo
Zenaida auriculata auriculata Tórtola Nativo Sin categoría
Columbina picui picui Tortolita cuyana Nativo Sin categoría
Caracara plancus Traro Nativo Sin categoría
Bubo magellanicus Tucúquere Nativo Sin categoría
Cyanoliseus patagonus bloxami Tricahue Nativo Vulnerable
Pteroptochos megapodius megapodius Turca Endémica Sin categoría
Phrygilus fruticeti fruticeti Yal Nativo Menor riesgo
Turdus falcklandii magellanicus Zorzal Nativo Menor riesgo
93
Anexo 3: Especies de reptiles posibles de encontrar en la Región de O´Higgins.
Nombre científico Nombre común Origen Estado Conservación Fuente
Liolaemus altissimus Lagartija parada de santiago o lagartija de altura
Endémica Rara Ley de Caza
Liolaemus ceii Lagarto ceii Nativa En Peligro RCE
Liolaemus chiliensis Lagarto chileno, chillón, llorón Nativa Preocupación menor RCE
Liolaemus curis Lagarto negro Endémica En Peligro Crítico RCE
Liolaemus fuscus Lagartija oscura o parda Endémica Preocupación menor RCE
Liolaemus gravenhorsti Lagartija de Gravenhorst Nativa En peligro Ley de Caza
Liolaemus hernani Lagartija de Hernán Endémica Fuera de peligro Ley de Caza
Liolaemus lemniscatus Lagartija lemniscata Nativa Preocupación menor RCE
Liolaemus leopardinus Lagarto leopardo Endémica Rara Ley de Caza
Liolaemus nigroviridis Lagartija negro verdosa Endémica Preocupación menor RCE
Liolaemus nitidus Lagarto nítido Endémica Casi Amenazada RCE
Liolaemus shroederi Lagartija de Shröeder Endémica Inadecuadamente conocido
Liolaemus tenuis Lagartija tenue o esbelta Endémica Preocupación menor RCE
Liolaemus valdesianus Lagarto de Lo Valdés Endémica Rara Ley de Caza
Phymaturus flagellifer Matuasto Endémica En peligro Ley de Caza
Pristidactylus torquatus Gruñidor del sur o Lagarto de corbata Endémica En peligro
Ley de Caza
Callopistes palluma Iguana chilena Endémica Vulnerable Ley de Caza
Philodryas chamissonis Culebra de cola larga Endémica Vulnerable (IV-XIV); Rara (III)
Ley de Caza
Tachymenis chilensis Culebra de cola corta Endémica Vulnerable Ley de Caza
Fuente: Mella, 2007; Nuñez y Torres-Mura, 2007.
94
Anexo 4: Especies de mamíferos posibles de encontrar en la Región de O´Higgins.
Nombre científico Nombre común Origen Estado conservación Fuente
Thylamys elegans Llaca Endémica Rara Ley de Caza
Myotis chiloensis Murciélago oreja de ratón Nativo LC
IUCN
Histiotus montanus Murciélago orejudo Nativo LC IUCN
Histiotus macrotus Murciélago orejón Nativo LC IUCN
Lasiurus borealis Murciélago colorado Nativo LC IUCN
Lasiurus cinereus Murciélago gris Nativo LC IUCN
Tadarida brasiliensis Murciélago cola de ratón Nativo LC
IUCN
Pseudalopex culpaeus
Zorro culpeo Nativo I Ley de Caza
Psudalopex griseus Zorro chilla Nativo LC IUCN
Galictis cuja Quique Nativo VU Ley de Caza
Conepatus chinga Chingue Nativo Rara Ley de caza
Lontra felina Chungungo Nativo EN IUCN
Leopardus colocolo Gato colocolo Nativo EN Ley de Caza
Leopardus guigna Gato güiña Nativo EN Ley de Caza
Puma concolor Puma Nativo EN Ley de Caza
Lama guanicoe Guanaco Nativo EN Ley de Caza
Oligoryzomys longicaudatus
Ratón colilarga Nativo LC IUCN
Abrothrix longipilis Ratón de pelo largo (lanudo)
Nativo I Ley de Caza
Abrothrix olivaceus Laucha olivácea Nativo LC IUCN
Abrothrix andinus Laucha andina Nativo LC IUCN
Chelemys macronyx Ratón topo del matorral Endémico LC
IUCN
Phyllotis darwini Lauchón orejudo Darwin Nativo LC
IUCN
Phyllotis xanthopygus
Lauchón orejudo andino
Nativo LC IUCN
Loxodontomys pikumche
Lauchón picunche Nativo LC IUCN
Euneomys mordax Lauchón sedoso nortino
Nativo I Ley de Caza
95
Lagidium viscacia Vizcacha Nativo EN Ley de Caza
Octodon bridgesi Degú del matorral Nativo VU Ley de Caza
Octodon lunatus Degú costino Endémica VU Ley de Caza
Spalacopus cyanus Cururo Endémica EN Ley de Caza
Aconaemys fuscus Tunduco Nativo LC IUCN
Abrocoma bennetti Ratón chinchilla Nativo I Ley de Caza
Myocastor coypus Coipo Nativo VU Ley de Caza
Fuente de mamíferos presentes en Región de O´Higgins: Muñoz y Yañez, 2000; Serey, et al.,2007;
Iriarte, 2008.