CUANDO UN SUEÑO SE HACE REALIDAD la felicidad se refle-ja en la cara. Y es así, feliz, como acude a nuestra cita la ju-gadora de baloncesto Amaya Valdemoro (Madrid, 1976). La razón de su exultante sonrisa no es otra que el oro que la selección femenina de baloncesto acaba de conseguir en el Eurobasket de Francia. No podría haber un colofón me-

jor para su despedida como capitana del equipo, tras 258 partidos interna-cionales. Pero no hablamos de canchas y puntos con esta grande (y en todos los sentidos, pues mide 1,82 m) del deporte patrio, sino de igualdad y de su apoyo al trabajo que el Comité Español de ACNUR (la agencia de la ONU para los Refugiados) realiza con mujeres desplazadas de la Repúbli-ca Democrática del Congo, víctimas de violencia sexual, para que consigan una vida digna. “La sociedad está cada día más sensibilizada con los pro-blemas de género. En España hay muchos, pero cuando nos acercan los de otros países lo que tenemos aquí se queda pequeño”, reconoce.

“La violencia sexual es un arma de guerra”. Qué verdad más dura.AMAYA VALDEMORO: Se me encoge el estómago. En países como la

República Democrática del Congo es el pan nuestro de cada día. A veces la distancia hace que no lo sintamos, pero ACNUR y otras muchas organiza-ciones nos están acercando la situación. Yo soy afortunada porque me hayan elegido para ayudar a explicar que hay mujeres que padecen mutilaciones

ACNUR &AmayaValdemoro“VIOLAN SU CUERPO, SU MENTE Y SU FUTURO PERO SALEN ADELANTE”

Comité español de

En el Este de la República Democrática del Congo se registran más de 15.000 violaciones al año, pero eso sólo es la punta del iceberg. ACNUR trabaja para dar cobertura a estas mujeres que han tenido que abandonar su hogar en un proyecto que presenta, junto a esta laureada deportista, al Premio Cuida de Ti, creado por Mía y Garnier.texto- Raquel Mulas & fotos- Luis Barta

Del proyecto del Comité Español de ACNUR

se beneficiarán 1.200 mujeres desplazadas, víctimas de violencia

sexual y de género.

IV Premio CUIDA DE TI # 6

República Democrática

del CongoMUJERES

El 15% de las mujeres de la RDC son cabeza

de familia. De ellas ,el 75% son viudas y el 25% han

sido abandonadas por sus maridos. La subsistencia de la familia depende de ellas.

VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL

Las mujeres de RDC son las principales víctimas del conflicto armado del

país . En algunas regiones del Este, el 70% de las

mujeres han sido violadas o mutiladas sexualmente.

La mayoría de las víctimas son menores de edad.

El conflicto armado de la RDC ha socavado los estándares de

protección de la mujer.

sexuales y violaciones a diario. El 70% de las mu-jeres del Este de la RDC las sufren. Es como si aquí pierdes el autobús. ¿Cuánta gente lo pierde? Un montón. Pues eso ocurre con las violaciones allí.

A las mujeres congoleñas se las considera ciudadanas de segunda o de tercera.

Los hombres no tienen respeto a la labor de la mujer. Hacen con ellas lo que quieren y en el momento que quieren. Son como un objeto. Hay mucho por hacer para que la mujer tenga cada vez más relevancia en esa sociedad.

Para que el cambio de mentalidad sea real ACNUR involucra a los hombres. ¿Es necesario?

Creo que tendrían que involucrarse muchísimo más. Son ellos los que provocan estos abusos. Entonces, si hombres importantes, personas con renombre a los que otros puedan seguir, no to-

leran este tipo de actuaciones, será más fácil cambiar de men-talidad. Y sobre todo porque, como consecuencia de estas violaciones, hay hijos que su-fren desde pequeños y son apar-tados de la sociedad. No tienen una infancia normal. Es muy duro asimilarlo.

Hay que tener una fuerza inmensa para superarlo

Son personas hechas de otra pasta. Heroínas. Aquí nos aho-gamos en un vaso de agua y no sabemos cómo salen adelante

en esos países. Son enormes las secuelas físicas y psíquicas que les quedan a estas mujeres.

¿Por qué debe ganar este proyecto del Comité Español de ACNUR?

Porque las mujeres tenemos que ser conscientes de lo que supone una violación para la mente y para el cuerpo y lo duro que es rehacer tu vida tras esto. Estas mujeres congoleñas tienen la fuer-za interior para lograrlo y encima luchar en su país para que todo cambie y que ese porcentaje sea cada vez menor. Lo que más le afecta a una mujer es que violen su intimidad y en este caso violan además su cuerpo, su mente y su futuro. Debemos tomarlas como modelo porque, cuan-do te han agredido de una forma tan brutal, salir adelante es muy complicado. Y ellas lo hacen. n

Produce un gran impacto saber que a Goma, ciudad al Este de la República

Democrática del Congo (RDC), se la conoce como la “capital mundial de las violaciones”. Así la definió Margot Wallstrom, representante especial de Naciones Unidas para la violencia sexual en conflicto. En esta región congoleña especialmente golpeada por la guerra, muchas mujeres (el 70%) han sido violadas o mutiladas sexualmente, la mitad de ellas siendo menores de edad. Las cifras oficiales corresponden únicamente a las que han recibido asistencia. Son la punta del iceberg, ya que la mayoría de los casos no se registra por miedo a las represalias (las fuerzas armadas y la policía son responsables aproximadamente de un 20% de los abusos ) y, sobre todo, por el enorme estigma social que supone una

violación: las víctimas son rechazadas por sus maridos y los hijos nacidos como consecuencia de este acto violento son expulsados de la comunidad. Muchos de esos niños acaban malviviendo en prostíbulos, mientras que las niñas violadas no pueden casarse, y una mujer sin marido no tiene sitio en la sociedad congoleña. El germen de los abusos contra la mujer lo sustentan creencias profundamente machistas: el 76% de las congoleñas considera que está justificado que un marido golpee a su mujer si ésta quema la comida, discute con él, sale a la calle sin decírselo o se niega a tener relaciones sexuales. Y aunque existen leyes que protegen a la mujer, la gran mayoría las desconoce. Esta situación se ha visto agravada por años de conflicto armado que han hecho de la violencia sexual un arma de guerra.

La estrategia que ACNUR desarrolla junto al Ministerio de Género de la RDC para restituir los derechos de las víctimas de violación y devolverles su dignidad se efectúa en varias áreas (médica,

jurídica o psicosocial), más allá de una primera asistencia de urgencia. Se trata de que, a través de la formación y la educación, estas mujeres desarrollen sus capacidades para que en el futuro participen activamente en sus comunidades. Como la mayoría ha tenido que huir de su hogar, ACNUR las ayuda a identificarse como refugiadas, retornadas o desplazadas. La organización también realiza un importante trabajo de prevención de la violencia de género enseñando a las víctimas que tienen derechos y que pueden luchar por ellos con objeto de cambiar la mentalidad de su entorno. Pero para que ese giro se produzca de verdad es fundamental conseguir que los hombres se involucren. “Lograr que se declaren en contra de la violencia hacia las mujeres es un

paso importante para avanzar hacia una sociedad más justa, respetuosa e igualitaria entre los sexos. Desde esta perspectiva, se requiere no sólo atender a las mujeres violadas, sino además, reeducar a los hombres agresores y a toda la sociedad”, puntualizan los responsables del proyecto.

1.200 mujeres desplazadas víctimas de violencia sexual y de género, además de mujeres locales en situación de especial vulnerabilidad de la provincia de Kivu Sur (al Este de la RDC) –que recibirán nociones para poner en marcha oficios que les permitan ganarse la vida– y 15 mujeres víctimas de violencia sexual de la provincia de Katanga (al Sur de la RDC) –cuyos casos serán presentados ante la justicia congoleña–, se beneficiarán

directamente de este proyecto del Comité Español de ACNUR. Las acciones también se dirigen a los miembros de los comités de desplazados internos, las asociaciones locales y las autoridades de las provincias Oriental y Katanga. Todos podrán formarse sobre cómo prevenir la violencia sexual y de género y sus consecuencias para que cada uno, en la medida de sus posibilidades, se convierta en motor de cambio. Aunque sin duda la verdadera transformación social llega al dar a las víctimas la oportunidad de tener un papel activo en su comunidad. Para ACNUR, “este proceso de empoderamiento beneficiará, concretamente y a largo plazo, a las hijas de estas mujeres. Es un paso hacia una sociedad más igualitaria”.

Con los 20.000 euros del Premio Cuida de Ti, 241 víctimas de violación podrían crear pequeños negocios agrícolas y ganaderos.

Las víctimas de violación y los hijos nacidos como consecuencia de ella son rechazados socialmente.

IV Premio CUIDA DE TI #6

COMITÉ ESPAÑOL DE ACNUR

No al abuso, sí a la dignidad

MENSAJE DESDE EL TERRENO Un ejemplo de superación Grace (la segunda en la foto de la izda, con nombre falso por motivos de protección), nos cuenta el drama que vivió y cómo lo está superando: “Entraron en mi casa, le cortaron los brazos a mi hija de 17 años y se la llevaron. Los hombres que se quedaron me violaron, eran del ejército. No fui al hospital, estaba aislada, sentía mucho miedo y vergüenza, tuve que huir. Como mujer refugiada he podido formar parte de un programa de capacitación y eso me permite avanzar y reinsertarme en la comunidad. Gracias a la ayuda de ACNUR he aprendido un oficio con el que puedo ganarme la vida”.

DESPLAZADAS Y REFUGIADAS

“Lograr que los hombres congoleños se declaren en contra de la violencia hacia las mujeres es un paso importante para avanzar hacia una sociedad más justa”.

Cómo puedes colaborarQUIÉNES SON : El Comité Español de ACNUR (la agencia de la ONU para los Refugiados) lleva desde 1993 apoyando el trabajo de la organización, es decir, protegiendo y ayudando a los refugiados y desplazados internos en todo el mundo. Asimismo, recauda fondos para atender las necesidades de los colectivos más vulnerables. Tiene más de 155.000 socios.CONTACTA: Web: www.eacnur.org. Tel.: 91 369 70 56SU CUENTA: TRIODOS BANK nª: 1491 0001 21 206878841927

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La estigmatización social de la

violación obliga a que muchas

mujeres de la RDC y de países vecinos

huyan de sus hogares. ACNUR les da cobertura .

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