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SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6NDE PLANTAS CULTIVADAS
DAVID M. SPOONER Y SABINA LARA-CABRERA
Resumen.Las plantas cultivadas poseen una variedad de caracreristicas que lasdistinguen, en general, de las especies silvestres. Dichas plantas evolucionantambien por medio de la seleccion artificial y, en no pocos casos, poseen ca-racteristicas novedosas 0 exrremas en comparacion con su(s) progenitor(es).Es un hecho comun que las plantas cultivadas esten esrrechamente emparen-tadas con sus allegados silvesrres, aunque no todos estos sean conocidos. EIorigen multiple de algunos cultivares y las frecuentes hibridaciones con susparientes silvestres, se rraducen en parrones de diversidad complejos, 10 quedificulta la taxonomfa de muchos cultivos. Los marcadores molecuiares nos
ayudan a desenmaranar la compleja historia evolUtivade los cultivares y a de-finir sus patrones de diversidad. En este articulo se revisan los estudios demarcadores molecuiares llevados a cabo en torno a la sistematica y la evolu-cion de plantas cultivadas, de 1994 ala fecha. Se ha recurrido a los marcado-
res moleculares para resolver muchas interrogantes, por ejemplo, determina-cion de especies, relaciones entre especies, biogeografia, confirmacion dehibridaciones e introgresiones naturales y artificiales, evolucion de la nodula-cion, concordancia de distintos conjuntos de datos, determinacion de marca-dores diagnosticos de regisrros y especies particulares, discriminacion entreherencia aUtopoliploide y herencia alopoliploide, comprobacion de los efectosde la diversidad de los marcadores-moleculares sobre la heterosis, diseno ymantenimiento de bancos geneticos, evolucion de la domesticacion y evolu-cion del genoma.
H.M. HERNANDEZ, A.N. GARcfA ALDRETE, F. ALVAREZ Y M. ULLOA (comps.). 2001. EnfOques contempo-
rtineos para el estudio de La biodiversidad. InsticutD de Biologfa, UNAM, Mexico, pp. 57-114.
[57]
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58 D. SPOONE.R Y S. LARA-CABRERA
INTRODUCCI6N
Las incongruencias y la fit/ta de acuerdo entre los taxonomos
que estudian los mismos materiales son extraordinarias,
por decir 10 men os, y resultan aun mas sorprendentes cuando se establecen
comparaciones entre cultivares distintos (Harlan y De Wet 1971).
Hace ya 25 anos que esta cita goza de fama entre los profesionales en mejora-miento genetico de plantas yagricultura. Se debio a los intentos de Harlan yDe Wet por urilizar las descripciones taxonomicas ordinarias, a modo de guia,
para la eleccion de materiales silvestres emparentados como parte de progra-mas de mejoramiento genetico. Segun observaron Harlan y De Wet, a pesar deque los distintos taxonomos trabajaron con las mismas plantas agrfcolas, estoshicieron descripciones taxonomicas sumamente contradictorias, sobre todo enel caso de la papa, el maiz, el sorgo y el trigo. Fue tanta la frustracion de Har-lan y De Wet, que dio por resultado la "dasincacion de acervos genicos", en laque las plantas cultivadas y sus parientes silvestres se encuentran dasincadas,exdusivamente, por su capacidad de intercambio genetico. A pesar de que lasdiscrepancias destacaron muy daramente esos problemas taxonomicos de lasplantas agrfcolasy su parentela silvestre, aun persisten muchas de ellas entre lasdescripciones taxonomicas de los cultivares (Spooner y Van den Berg 1992).
En este articulo nos hemos centrado en los esrudios moleculares moder-
nos de las plantas cultivadas, muchos de los cuales ruvieron por objeto inves-tigar las causas y la solucion logica de tales discrepancias. Dicha solucion sed.buscada mediante esrudios continuos y cada vez mas rennados sobre los pa-rentescos, que ahora son posibles gracias ala abundancia de informacion mo-
lecular y de otros tipos. Tambien sera abordada por medio de la teOrla filoge-netica y de una mejor interpretacion de 10que constituye una especie.
Desde luego, este enfoque en los esrudios del ADNno signinca, en modo al-
guno, que otras datos mas tradicionales, igualmente urilizados para caracterizarla biodiversidad, tengan menor valor. Por el contrario, los datos morfologicos,
de cruzamiento, ecologicos y de otros tipos "tradicionales", seguiran proporcio-nandonos informacion indispensable para la caracterizacion de los recursos ge-neticos. Sin embargo, el ADNofrece muchas ventajas que 10hacen particular-mente atractivo para los esrudios sobre diversidad y parentescos. Esas ventajashan sido revisadasen otros articulos (p. ej., Crawford 1990). Entre ellas estan:
1) ausencia de efectos ambientales y pleiotropicos. Los marcadores moleculares
" SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6N DE PLANTAS CULTIVADAS 59
no exhiben plasticidad fenotipica, en tanto que los caracteres morfologicos y
bioqufmicos varian en muchos casos con el ambiente. 2) Se dispone de mayor
numero de marcadores independientes que de datos morfologicos 0 bioqufmi-
cos. 3) Es mas ficil delimitar los caracteres del adn como estados definidos en
forma de alelos 0 pares de bases, en tanto que algunos datos morfologicos, bio-
qufmicos y de cruzamiento se comportan como caracteres continuamente va-
tiables y, por 10 tanto, se prestan menos a los metodos analiticos estrictos. 4) Los
caracteres del adn tienen mucho mayores probabilidades de generar caracteris-
ticas homologas. 5) La mayoria de los marcadores son selectivamente neurrales.
Las plantas cultivadas evolucionan mediante los efectos, drasticamente
distintos, de la seleccion artificial en comparacion con la seleccion natural, 10
que puede tener un profundo efecto en su morfologia y, por consiguiente, en
su clasificacion. A menudo se les distingue de sus parientes silvestres por dife-
rencias morfologicas y fisiologicas artificialmente seleccionadas, novedosas y
extremas, relacionadas con la dispersion de las semillas, la estructura de la in-
florescencia, el tamaiio de la semilla y el gigantismo, 10 que puede restarle cla-
ridad al parentesco con su(s) progenitor(es). Algunos caracteres que reducen
la adecuacion en los habitats naturales (p. ej., falta de latencia de la semilla 0
rompimiento de la semilla), confieren una ventaja selectiva en los habitats cul-
tivados, drasticamente distintos de aquellos. Es muy comun que las plantas
agrfcolas y sus parientes silvestres conocidos esten estrechamente emparenta-
dos. Este parentesco, aparentemente cercano, a veces depende mas de concep-
tos taxonomicos que de diferencias reales entre las especies. Con esto queremos
decir que las especies cultivadas son "sobredescritas" (se reconocen demasiadas
especies) con mas frecuencia que en los estudios tradicionales. Muchas plan-
tas cultivadas divergieron recientemente de sus parientes silvestres, yen no po-
cas casos Forman una multitud de hibridos con ellos. Las plantas cultivadas
pueden haber surgido muchas veces de una misma especie 0 de especies dis-
tintas. A menudo Forman acervos genicos reticulares graduales con sus parien-
tes silvestres, de modo que no siempre es ficil distinguir entre las especies.
MATERIALES Y METODOS
Laliteratura molecular que revisamos aqui fue recopilada mediante una bus-
queda en las bases de datos Agris, Agricola, BiologicalAbstractsy OlE,de 1992a lafecha. Lassecuencias de busq ueda crop(cultivo), cultivated (cultivado), do-
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mesticated (domesticado), germplasm (germoplasma), phylogeny (filogenia) y
phylogenetics (filogenetica) fueron combinadas individualmente con las se-cuencias de busqueda AFLP,allozyme (aloenzima), chloroplastDNA(ADNdelcloroplasto 0 CpDNA),isozyme (isoenzima), microsatellite (microsatelite), ISRR,
RAPD,RFLP,singlecopygene (gen de una copia) y SSR.El resultado fue la obten-
cion de mas de 8 000 citas bibliograficas, que se redujeron a 380 artlculos ar-bitrados por colegas y estos se redujeron aun mas al circunscribir las citas bi-bliograficas al periodo de 1994 a la fecha.
Muchas citas no mencionadas aquf son necesarias para entender porcompleto las cualidades y usos de los marcadores moleculares. En Hillis et al.
(1996), Hillis (1997), Staub et al. (1996) y Karp et al. (1997) se presentan(yx-
celentes revisiones de la metodologfa y la interpretacion de datos. Hamrick yGodt (1997) presentan una revision de datos sobre isoenzimas; Doebley(1992) sobre datos moleculares de la evolucion de las plantas cultivadas; Buf-ford y Wayne (1993), Wang et al. (1994), Gupta et al. (1996), Powell et al.
(1994a) y Wiesing et al. (1998) sobre datos de microsatelites, y Wolfe y Lis-ton (1998) sobre datos relacionados con la Reaccion en Cadena de la Polime-
rasa (PCR).Clegg (1993) presenta una revision mas antigua sobre la evaluacionmolecular de recursos geneticos de las plantas. Sytsma y Hahn (1997) presen-tan revisiones sobre esrudios moleculares de plantas agrfcolas y no agrfcolas.
La Seccion 4 (Evolucion de la nodulacion) es distinta de los otros temas
por el uso de un marcador molecular muy conservador, uti! para taxones conparentescos mas distantes, pero decidimos publicarla porque aborda una im-portante cuestion evolutiva relacionada con los cultivos.
Agrupamos los artlculos en forma de 16 preguntas generalizadas y estas secongregaron en cuatro clases: 1) preguntas taxonomicas tradicionales, 2) pre-guntas relacionadas con la administracion de los bancos geneticos, 3) pregun-tas relacionadas con el mejoramiento de las plantas cultivadas y 4) preguntasrelacionadas con la evolucion del genoma.
MARCADORES MOLECULARES UTILIZADOS PARA ESTUDIOS
EN LAS CATEGORfAS TAXON6MICAS INFERIORES
De unos alios a la fecha se han logrado rapidos avances en cuanto a marcado-res moleculares se refiere. En los artlculos de revision antes citados se explicanlas cualidades de esos marcadores, su adecuacion para abordar distintos pro-
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blemas,las metodologias utilizadas para producirlos y el diseno estadistico re-lativoala eleccion de taxones y tecnicas analiticas. Estos marcadores difleren:
1) en cuanto a grado de conservadurismo (los marcadores variables son mas
apropiados para las categorias taxonomicas inferiores), 2) si la herencia esmendeliana0 no, 3) si el caracter es dominante, codominante 0 recesivo, 4) si
la herenciaes por uno 0 dos progenitores, 5) por la facilidad y el costa de ob-tencion de datos, 6) por la disponibilidad de sondas y 7) por la calidad relati-
vade los marcadores en cuanto a deteccion de loci ortologos respecto a los pa-raIogos0 no homologos. Hemos clasiflcado estos marcadores en la tabla 1 por:1)metodo de obtencion (RFLP,determinacion de secuencias, PCR),2) compar-timento celu!ar (organelo nuclear [si no se especiflca otra cosa, se supone quees nuclear] 0 citoplasmico, como los cloroplastos 0 las mitocondrias), 3) nu-mero de copias (una a pocas copias, 0 copias multiples).
Tabla 1. Clasiflcacion de las tecnicas molecu!ares utiles en !as categorias
taxonomicas inferiores. Los mismos codigos se utilizan en la tabla 2
para denominar a los marcadores
Isoenzimas (ISO)
RFLP,Restriction Fragment Length Polymorphisms, 0 polimorfismos longirudinales del fragmemo de resrriccion
Genoma citoplasmico
Cloroplasto (cpDNA; incluye la digesta total del ADN del cloroplastO, tal como se ve en geles tefii-
dos con bromuro de etidio, as! como esrudios mediante sondas heterologas de ADN restringido ob-
tenidas a partir de la tecnica de Southern)
Mitocondria (mtDNA)
Genoma nuclear
RFLP con una a pocas copias (nRFLP)
ADN ribosomico con multiples copias (rDNA)
ADN genomico con multiples copias (nmDNA)
Determinacion de secuencias del ADN
ADN citOplasmico codificado
ADN del cloroplastO codificado (cpDNA-seq)
ADN mitOcondrial codificado (mtDNA-seq)
ADN nuclear codificado
ADN con multiples copias
ITS, Internal Transcribed Spacer, 0 espaciador transcrito interno; regiones espaciadoras
transcritas imernas de los genes ribosomicos nucleares
ADN con una sola copia
nDNA-seq (incluye intrones y exones)
t
..
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PCR, PolymeraseChainReaction,0 reaccionen cadenade la polimerasa;especfficadel sitio (detectavarian-
tes longitudinales en el producto de la PCRde una region secuenciada del ADN;pueden ser sitios mapea-
dos 0 sin mapear)
Cloroplasto
cpSSR,SimpleSequenceRepeats,0 repeticionesde secuenciasimple (microsatelites)del cloroplastoNucleo
ASlJ', Amplified SequenceLength Polymorphism,0 polimorfismo longitudinal de la secuencia am-
plificada (nuclear, como 10han usado Yamamoto 1994 y Maughan et at. 1995, pero puede ser de
cualquier genoma)
nSSR, Simple Sequence Repeats, 0 repeticiones secuenciales sencillas (microsatelites) del nucleo. Es-
ta denominacion abarca las nSSR detectadas mediante iniciadores flanqueadores caracterizados, se-
guidos por la PCR y, asimismo, el sondeo del ADN transferido mediante la tecnica de Southern con
sondas oligonucleotidicas de dos, tres y cuatro nucleotidos. Algunos de estos ultimos permiten de-
tectar las SSR del cloroplasto
MAAP, MultipleArbitrary-PrimedpcR, 0 PCR multiples arbitrariamente iniciadas (polimorfismos no carac-
terizados y no mapeados)
DAF, DNA Amplification Fingerprinting, 0 dactiloscopia por amplificacion del ADN (ocrimeros inicia-
dores corros)
ISSR, Inter-Simple SequenceRepeats,0 variantes longitudinales entre SSR adyacentes, mediante el uso de ini-
ciadores anclados 0 no anclados
MINI, Minisatellite Sequences,secuencias de minisatelites; es decir, traws repetitivos mas largos que los
microsarelites, normalmente presentes en las regiones telomericas
RAPD, Random Amplified Polymorphic DNA, 0 ADN polimorfico amplificado al azar (en general, secuen-
cias aleatorias dec:imetas, pero vease tambien Oebener y Matiesch [1998], quienes utilizaron igual-
mente decipentameros y duodec:imeros)
SCAR, SequenceCharacterizedAmplified Repeat,0 repeticion amplificada de secuencia caracterizada
(conversion de polimorfismos RAPD en una sonda de diagnostico especffica, de una banda, mediante
la determinacion de la secuencia de terminacion del RAPD Y el diseno subsecuente del iniciador)
Combinacion de PCR y RFLP
AFLP Amplified Fragment Length Polymorphism, 0 polimorfismo longitudinal del fragmento ampli-
ficado (digestiones restrictivas seguidas por ligamiento de iniciadores y finalmente, PCR)
STS, Sequence Tagged Site Polymorphism, 0 polimorfismo de un sitio marcado con una secuencia
(PCR de los sitios conocidos, seguido por digestiones restrictivas)
cpSTS, STS del genoma del cloroplasto
nSTS STS del genoma nuclear
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SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 63
Tabla 2. Muestra de estudios moleculares recientes
sobte plantas cultivadas
Cultivar
Marcador
(tabla 1) Referencia
Actinidiaceae
Actinidia
Amatamhaceae
Amaranthus
Annonaceae
Asimina
Bombacaceae
Durio
Bromeliaceae
Ananas
Bursetaceae
Canarium
Cannabaceae
Humulus
Caticaceae
Carica
ChenopodiaceaeBeta
Chenopodium
CompositaeCichorium
Chrysanthemum
CynaraHelianthus
cpSTS
ISO
RAPD
ISO
RAPD
ISO
cpSTS
ISO
ISO
cpDNA
nSTS
RAPD
tDNA
ISO
RAPD
cpDNAISO
nRFLP
RAPD
ISO
AFLP
RAPD
DAF
ISO
cpDNA
ISO
nSSR
RAPD
Cipriana et al. 1998; Kanzaki et al. 1998
Huang etal. 1997
Cipriana etal. 1996
Okeno y Ayiecho 1996; Chan y Sun 1997
Transue et al. 1994; Chan y Sun 1997
Huang et al. 1998
Kanzaki et al. 1998
Aradhya et al. 1994
Sui et al. 1997
Pillay y Kenny 1994
Brady et al. 1996
Brady et al. 1996; Polley et al. 1997
Pillay y Kenny 1996
Jobin et al. 1997
Jobin et al. 1997
Forcioli et al. 1994
Raybould et al. 1996; Reamon et al. 1996
Raybould et al. 1996
Mandolino et al. 1996b; Reamon et al. 1996; Shen et al. 1996
Wilson y Manhart 1993
Koch y Jung 1997
Koch y Jung 1997
Scon et al. 1996
Ronenberg et al. 1996
Schilling 1997
Mosges y Friedt 1994; Carrera y Poverene 1995; Cronn et al. 1997
Mosges y Friedt 1994; Dehmer y Friedt 1998
Mosgesy Friedt 1994; Lawson etal. 1994; Linder etal. 1998
64 D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
Tabla 2. (Continuacion)
CultivarLactuca
Convolvulaceae
IpomoeaCruciferae
Brassica
Cucurbitaceae
Cucumis
Dioscoreaceae
Dioscorea
EuphorbiaceaeHevea
Manihot
Fagaceae
Castanea
Gramineae
Aegilops
Avena
Marcador
(rabla 1)AFLPITS
RAPD
cpDNA
ISO
nRFLP
n55R
RAPD
ISO
nRFLP
RAPD
AFLP
cpDNA-seq
ISO
RAPD
RAPD
AFLP
cpDNAnmRFLP
RAPD
rDNA
RAPD
RAPD
ISO
MINI
ISO
nRFLP
RAPD
Referencia
Hill et al. 1996
Koopman et al. 1998
Janet y Austin 1994; Zhang et al. 1998
Warwick y Black 1997
Dias et al. 1994; Jorgensen y Andersen; 1994, Lamboy et al. 1994;
Sekhon y Gupta 1995; Lanner et al. 1996b
Diers y Osborn 1994; Thorman et al. 1994; Diers et al. 1996; Meng
et al. 1996; Lanner 1997
Charters et al. 1996; Szewc-McFadden et al. 1996
Jorgensen y Andersen 1994; Thorman et al. 1994; Margale et al. 1995;
Lanner et al. 1996a, 1996b; Lazaro y Aguinagalde 1996; Lee et al.
1996; Phippen et al. 1997; Dulson et al. 1998; Zeven et al. 1998
Meglic y Staub 1996; Meglic et al. 1996; Staub et al. 1997a, 1997b
Dijkhuizen et al. 1996
Sraub et al. 1997a
Ramser et al. 1997
Ramser et al. 1997
Ramser et al. 1997
Ramser et al. 1997
Varghese et al. 1997
Rao et al. 1997
Fregene et al. 1994
Haysom et al. 1994
Gomez et al. 1996
Fregene et al. 1994
Galderisi et al. 1998; Oraguzie et al. 1998
Zhang et al. 1996
Dudnikov 1998
Salina et al. 1998
Heun et al. 1994; Hunter et al. 1995
O'Donoughue et al. 1994
Heun et al. 1994
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SISTEMATICA MOLECULAR Y EYOLUCI6N DE PLANTAS CULTIYADAS 65r
Reftrencia
Yamamoto y Duich 1994; Warnke etal. 1997, 1998
Golembiewski etal. 1997
Pillay 1995
Werth etal. 1994
Salimath et al. 1995
Muza et al. 1995
Hilu 1995
Li etal. 1995b
Weaver etal. 1995
Charmet etal. 1997
Charmet et al. 1997
Xu etal. 1994; Charmet etal. 1997
Charmet etal. 1997
Pakniyat etal. 1997; Russell etal. 1997a
Van Himum y Visser 1995; Nevo et al. 1997
Graner eta1.1994; Melchinger etal. 1994; SaghaiMaroofetal. 1995;Meszaros etal. 1996; Russelletal. 1997a; Oemissie etal. 1998
Hang etal. 1996;Marillay Scoles1996;Baum et al. 1997;Ordon et
al. 1997; Russell etal. 1997a; de Bustos etal. 1998; Nevo etal. 1998
Saghai Maroof et al. 1994; Russell et al. 1997a, 1997b; Struss y
Plieske 1998
Charmet et al. 1997
Ursla et al. 1997
Charmet et al. 1997
Charmet et al. 1997
Charmet et al. 1997; Huff 1997
Greef et al. 1997
Von et al. 1994
Yamamoto etal. 1994
Xiao et al. 1996
Provan et al. 1997
Suh et al. 1997; Buso et al. 1998
Parsons et al. 1997
Zhou et al. 1997
Zhuang et al. 1997
Yang et al. 1994; McCouch et al. 1997
Yamamoto etal. 1994; Cho etal. 1995; Martin etal. 1997; Parsons
et al. 1997; Suh et al. 1997; Buso et al. 1998
Liu etal. 1996
Marcador
Cultivar (tabla 1)
Agrostis ISO
RAPD
Bromus cpDNA
Eleusine ISO
ISSR
mtDNA
RAPD
Elymus(Roegneria) ISOEremocho/a DAF
Festuca cpDNAITS
nRFLP
RAPD
Hordeum AFLP
ISO
nRFLP
RAPD
nSSR
Lolium cpDNAISO
ITS
nRFLP
RAPD
Miscanthus AFLP
ISO
Oryza ASLP
cpDNA
cpSSRISO
ISSR
MINI
nRFLP
nSSR
RAPD
rDNA
66 D SPOONER Y S. DARA-CABRERA
Tabla 2. (Continuacion)
Cultivar
Panicum
PaspalumPoa
Psathyrostachys
Saccharum
Secale
Setaria
Sorghum
Triticum
Zea
Grossulariaceae
Ribes
Hamamelidaceae
Hamamelis
Juglandaceae
CaryaLauraceae
Persea
Marcadrir
(tabla 1)
cpDNARAPD
RAPD
RAPD
ISO
RAPD
ISO
RAPD
nSSR
RAPD
RAPD
ISO
ISSR
ITS
nRFLP
nSSR
RAPD
AFLP
ISO
ISSR
nRFLP
nSSR
RAPD
nSTS
ISO
ISSR
nRFLP
nSSR
RAPD
RAPD
ISO
RAPD
Referencia
Hultquist et al. 1996, 1997Gunter et al. 1996
M'Ribu e Hilu 1996
Sweeneyy Danneberger 1995Wei etal. 1996
Wei et al. 1997
Gallacher etal. 1995; Lee etal. 1998
Huckett y Botha 1995; Harvey y Botha 1996; Burner etal. 1997
Harvey y Botha 1996
Iqbal y Rayburn 1994Li et al. 1998
Arriola y Ellmand 1996
Yang et al. 1996Sun et al. 1994
Vierling etal. 1994; Cui et al. 1995; White etal. 1995; Ahnerr et al.1996
Brown et al. 1996
Vierling et al. 1994; Menkir etal. 1997
Ma y Lapitan 1998
Tsegayeet al. 1994; Jaaska1997a
Nagaoka y Ogihera1997
Aurrique et al. 1996; Huang et al. 1996; Pagnotta et al. 1996; Kim
y Ward 1998; Mori et al. 1997; Ward etal. 1998
Bryan et al. 1997; Korzun etal. 1997; Fahima et al. 1998
Koebner y Marrin 1994Chen etal. 1994
Gaur1996;Pflugery Schlatter 1996
Kantety etal. 1995
Smith et al. 1990; Mumm y Dudley 1994; Tsaftarisy Schull1995;Dubreuil et al. 1996
Senior etal. 1996
Lanham et al. 1995
Marquard etal. 1997
Grauke et al. 1995; Marquard et al. 1995
Fiedler et al. 1998
-1
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6N DE PLANTAS CULTIVADAS 67
Cultivar
Marcador
(tabla 1) Referencia
Leguminosae
Arachis
Cicer
Grycine
Labldb
LathyrusLens
Leucaena
Lupinus
Medicago
Phaseolus
AFLP
DAF
ISO
nRFLP
ISO
RAPD
rDNA
AFLP
ASLP
cpDNA
cpSSRDAF
ISO
ITS
mtDNA
nRFLP
nSSR
RAPD
RAPD
cpDNA
AFLP
cpDNA
ISO
RAPD
rDNA
cpDNAISO
nrDNA
ITS
cpDNARAPD
nRFLP
AFLP
ISO
MINI
He y Prakash 1997
He y Prakash 1997
Maass y Ocampo 1995
Stalker et al. 1995
Labdi et al. 1996
Sonnante et al. 1997
Patil et al. 1995
Maughan et al. 1996
Maughan et al. 1995Lee et al. 1994
Powell et al. 1995, 1996c
Prabhu etal. 1997
Griffin y Palmer 1995; Li et al. 1995a; Hirata et al. 1996
Kollipara et al. 1997; Singh et al. 1998
Lee et al. 1994; Tozuka et al. 1998
Manjarrez-Sandoval et al. 1997; Prabhu et al. 1997
Maughan et al. 1995; Powell et al. 1996b, 1996c; Doldi et al. 1997
Mienie et al. 1995; Jianhua et al. 1996; Doldi et al. 1997; Qiu et al.
1997
Liu 1996
Asmussen et al. 1998
Sharma et al. 1996
Mayer y Soltis 1994; Van Oss et al. 1997
Ferguson y Robertson 1996; Ferguson et al. 1998
Abo-elwafa et al. 1995; Sharma et al. 1995; Ahmad y McNei!1996;
Alvarez et al. 1997; Ford et al. 1997; Ferguson et al. 1998Pati! et al. 1995
Harris et al. 1994
Harris et al. 1994
Harris et al. 1994
Kass y Wink 1997
Valizadeh et al. 1996
Crochemore et al. 1996
Pupilli et al. 1996
Tohme etal. 1996
Espejo-Ibanez et al. 1994; Garvin y Weeden 1994; Paredes y Gepts
1995
Sonnante et al. 1994
68 D. SPOONER Y S;"\LARA-CABRERA
Cultivar
Tabla 2. (Continuacion)
Pisum
Trifolium
TJlosemaVida
Vigna
Liliaceae
Allium
Asparagus
Malvaceae
Gossypium
Moraceae
Ficus
Musaceae
Musa
Marcador
(tabla 1)
nRFLP
RAPD
rDNA
ISO
RAPD
rDNA
ISO
ITS
RAPD
RAPD
cpDNAISO
mtDNA
rDNA
ISO
RAPD
cpDNAISO
mtDNA
nrDNA
RAPD
cpDNAISO
RAPD
ISO
nRFLP
RAPD
RAPD
cpDNAMINI
nRFLP
nSSR
RAPD
Referenda
Becerra-Velasquez y Gepts 1994
Beebe et al. 1995; Johns et al. 1997; Skroch et al. 1998
Jacob et al. i 995Samec et al. 1998
Samec et al. 1998; Samec y Nasinec 1996
Sidorenko et al. 1997
Kongkiamgam et al. 1995Steiner et al. 1998
Bullitta 1995; Kongkiatngam et al. 1995 1996; Steiner et al. 1998
Monaghan y Halloran 1996
Raina y Ogihara 1994
Jaaska1997b
Scallan y Harmey 1996
Raina y Ogihara 1995Sonname et al. 1996
Kaga etal. 1996
Havey1997Maass y Klaas 1995; Arifin y Okubo 1996; Bradley et al. 1996;
Maass 1997
Kik et al. 1997
Havey1997Maass y Klaas 1995; AI et al. 1997; Thierry et al. 1997
Lee et al. 1997
Lallemand et al. 1994
Khandka et al. 1996
Sukumar etal. 1998
Brubaker y Wendel 1994
Tatineni et al. 1996
Khadari et al. 1995
Bhat et al. 1994
Baurens et al. 1997
Bhat et al. 1994
Crouch et al. 1998
Bhat y Jarret 1995
.
,SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 69
Cultivar Referenda
MarcaMr
(tabla 1)
Oleaceae
aka
Otchidaceae
CymbidiumOxalidaceae
Oxalis
Palmae
Cocos
Pedaliaceae
Sesamum
Polygonaceae
Fagopyrum
Rosaceae
AmeLanchier
FragariaMalus
Rosa
Prunus
Rubus
Rubiaceae
Coffea
Ixora
RUtaceae
Citrus
FortunelLa
ISO
RAPD
ITS
MINI
nSSR
RAPD
ISO
RAPD
ISO
RAPD
RAPD
cpDNA
ISO
nRFLP
nSSR
RAPD
cpDNA
mtDNA
RAPD
nRFLP
RAPD
RAPD
SCAR
cpDNA-seq
RAPD
RAPD
ISRR
RAPD
ISO
Ouazzani etal 1995
Obara y Kato 1998
Emshwiller y Doyle 1998
Duran et al 1997
Duran et af. 1997
Duran et af. 1997
Isshiki y Umezaki 1997; Parani et al 1997
Parani et af. 1997
Ohnishi 1998
Weir et al 1997
Graham etal 1996; Harrison etal 1997; Degani etal 1998
Matsumoto et af. 1997b
Gardnier et al 1996; Lamboy et af. 1996
Gardnier et aL 1996
Guilford et af. 1997
Dunemann et af. 1994; Durham y Korban 1994; Gardnier et af.
1996
Matsumoto etaf.1997a
Matsumoto et al 1997a
Debener et al. 1996; Debener y Marriesch 1998
De Vincente et al 1998
Pooler y Scorza 1995; Warburton et af. 1996
Graham y McNicol 1995
Parent y Page 1998
Cros et al. 1998
Orozco-Castillo et af. 1994; Lashermes et af. 1996
Rajaseger et al. 1997
Fang y Roose 1997; Fang et al. 1998Machado et al. 1996
Rahman y Nito 1994
70 D. SPOONER Y ~. LARA-CABRERA
Cukivar
Tabla 2. (Conclusion)Marcador
(rabla 1) Referencia
Solanaceae
Petunia
Solanum
I.
Solanum
(Lycopersicon)
Srerculiaceae
Theobroma
Theaceae
Camellia
Umbelliferae
Daucus
Viraceae
Vitis .
~
Zingiberaceae
Siphonochilus
rDNA
AFLP
cpDNA
ISO
mrDNA
nRFLP
nSSR
RAPD
nSSR
RAPD
RAPD
AFLP
RAPD
mrDNA
RAPD
ISO
nrDNA
nRFLP
nSSR
RAPD
ISO
Kabbaj et al. 1995
Milbourne et al. 1997; Kardolus et al. 1998; Kim et al. 1998
Hosaka 1995; Spooner etal. 1996; Casrillo y Spooner 1997; Rodri-
guez y Spooner 1997; Spooner y Casrillo 1997; Yamad et al. 1997
Freyre y Douches 1994; Cisneros y Quiros 1995; Spooner et al.
1966; Thieme et al. 1997
Yamada et al. 1997
Giannarrasio y Spooner 1994; Mandolino et al. 1996a; Miller y
Spooner 1996. 1999; Spooner et al. 1996; Oberwalder et al. 1997;
Clausen y Spooner 1998; Oberwalder et al. 1997; Clausen y Spoo-
ner 1998; Miller y Spooner 1999
Provan et al. 1996a, 1996b, 1996c; Milbourne et al. 1997; Schnei-
der y Douches 1997
Cisneros y Quiros 1995; Mandolino et al 1996a; Miller y Spooner
1996; Sosinski y Douches 1996; Spooner et al1966; Milbourne et al
1997; paz YVilleux 1997; del Rio et al. 1997a, 1997b; Liu et al. 1997;
Thieme et al. 1997; Yamada et al. 1997; Miller y Spooner 1999
Rus- Korrekaas et al. 1997; Smulders et al. 1997
Villand et al. 1998
Whirkus et at. 1998
Paul et at. 1997
Wachira et al. 1995
Nakajima et al. 1997
Nakajima et al. 1997
Royo et at. 1997
Goro et al. 1998
Goro et al. 1998
Vignani et al. 1996; Lamboy y Alpha 1998
Qu et at. 1996; This et al. J 997
Makhuvhaetal. 1997
..
~
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6N DE PLANTAS CULTIVADAS 71
PREGUNTAS ABORDADAS POR LOS ESTUDIOS
MOLECULARES MODERNOS SOBRE PLANTAS AGRfCOLAS
A. PREGUNTAS RELACIONADAS CON LA SISTEMATICA
1. Investigaciones de parentesco intra e interespedficos de los cultivares y
susparientes silvestres. Esta, que es la pregunta que con mayor frecuencia sur-geen los estUdiosaqui revisados, ha sido abordada por medio de casi todos lostiposde marcadores moleculares. Por ejemplo, Roa et aL (1997) recurrieron aanalisisfeneticos de los AFLPpara investigar el origen de la yuca (Manihot es-
culentaCrantz) respecto a otras cuatro especies silvestres y dos subespecies nocultivadasde M. esculenta.Se creia que las subespecies eran las progenitoras deloscultivares0 bien, escapadas de cultivo. Como suele suceder con las plantasde cultivo, los cultivares presentaron menos variacion que sus supuestas pro-genitorassilvestres. Las dos subespecies no cultivadas mostraron una marcadadiferenciacion de los AFLPrespecto a los cultivares, hecho que sugiere que setrata de progenitoras, no de escapadas de cultivo. Los marcadores particularesde las especiespermitieron caracterizar la especie, mas no las dos subespecies.Tarnpoco el analisis morfologico de los mismos registros permitio separar lassubespecies,10 que sugiere que no vale la pena dades identidad taxonomica.De acuerdo con una hipotesis, y en desacuerdo con otra, M tristisMiill Arg.se asernejamas a M. esculenta.
Kardolus et aL (1998) recurrieron a analisis cladisticos y feneticos de los
AFLPpara investigar una pregunta taxonomica, de mayor escala, acerca de lasrelacionesentre especiesde papa silvestre (Solanum sect. Petota Dumort.) y de
tornate (Solanum sect. Lycopersicon[Mill]. Wettst.) como grupos derivados.Los resultados concordaron ampliamente con otros estudios moleculares mo-demos sobre sect. Petota,demostrando asi la utilidad de los AFLPen esta cate-
gada taxonomica. En muchos otras estUdios interespedficos, incluyendo gru-
pos derivados apropiados, se han examinado los parentescos mediante RAPDeisoenzimas (Maass y Klaas 1995; Allium; Chan y Sun 1977, Amaranthus),
nRFLPy RAPD(Miller y Spooner 1999, Solanum).
Los marcadores moleculares urilizados en taxones estrechamente empa-rentados que se revisan en este articulo, presentan muchas herramientas para
investigarlimites y parentescos entre especies.Ademas de una amplia variedadde rnarcadores, existen muchas variantes de metodos de analisis para datos cla-disticos (progenitor-derivado) y feneticos (semejanza general). En muchos es-
I
72 D.\SPOONER Y S. LARA-CABRERA
tudios result a imperativo el uso de grupos derivados, y muchas investigaciones
filogeneticas publicadas en las revistas de agricultura carecen de este enfoque.
La eleccion de los metodos analfticos adecuados para investigar los Ifmites en-
tre especies esta. sujeta a un ininterrumpido debate aun par resolverse. Las espe-
cies se definen de distintas maneras mediante criterios morfologicos, biologicos
y cladfsticos. Las especies morfologicas han sido definidas con base en criterios
feneticos intuitivos 0 compurarizados (Sokal y Crovello 1970). Las especies
biologicas (Mayr 1969) dependen de su capacidad real 0 potencial de cruza-
miento. Recientemente se han aplicado alas especies los conceptos cladfsticos
(Hennig 1966). Los cladistas investigan el parentesco entre progenitor y deri-
vado con base en el grado en que estos comparten un caracter derivado, deter-
minado a partir del grado de proximidad de los taxones emparentados (gru-
pos derivados). Puesto que la capacidad de cruzamiento puede ser un caracter
primitivo compartido, los cladistas consideran que este caracter puede ocasio-
nar errores al evaluar el parentesco. Por ejemplo, dos especies muy estrecha-
mente emparentadas pudieron haber divergido a causa de un mecanismo de
aislamiento que les impidio seguir cruzandose, en tanto que otras especies del
mismo grupo, aunque mas lejanamente emparentadas, quiza conserven la ca-
pacidad de cruzarse. En tales casos, los conceptos biologico y cladfstico de las
especies nos ofrecen delimitaciones muy distintas entre especies.
El intento de aplicar los criterios cladfsticos a la definicion de especies, ha
suscitado muchas crfticas en cuanto alas limitaciones teoricas y practicas del
metodo. Uno de los mayores problemas es que los metodos cladfsticos buscan
patrones de divergencia, pero las especies constan de poblaciones que poten-
cialmente pueden cruzarse (reticulares). Teoricamente, los marcadores taxono-
micos utiles para definir especies y taxones subespedficos, pueden dar resul-
tados cladfsticos diferentes, segun los grados potenciales de entrecruzamiento
y relaciones de ligamiento (Maddison 1995). Debido a ello, se ha recomenda-
do que, para la busqueda de grados de concordancia, los estudios se basen en
el uso de multiples genes utiles para estudios en categorfas inferiores (Baum y
Donoghue 1995). Creemos que una de las aplicaciones mas fructfferas de los
marcadores moleculares aquf explicados, sera la de ayudarnos a encontrar con-
cordancias taxonomicas, definir especies, y reducir las "incongruencias y la fal-
ta de acuerdo entre los taxonomos" (Harlan y De Wet 1971).
2. Preguntas biogeogd.ficas. La biogeografia es la ciencia que intenta funda-mentar y conocer los patrones espaciales de la biodiversidad. Abarca el estu-
--r
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6N DE PLANTAS CULTIVADAS 73
dio de los efectos hist6ricos y climaticos sc.bre la distribuci6n de las plantas
(Brown y Lomolino 1998). De vez en cuando, en la literatura se observa que
los parentescos basados en el ADN se relacionan con la geograffa, pero a veces
no se observan tales asociaciones. Un estudio en el que se demuestran tales re-
laciones es el de Whitkus et al. (1998), quienes investigaron los origenes de va-
rios cultivares del cacao (Theobroma cacao L.). Las poblaciones silvestres del
cacao estan ampliamente distribuidas, desde la cuenca del alto Amazonas (po-
blaciones sudamericanas) hasta el sur de Mexico (poblaciones mesoamerica-
nas). Los cultivares mesoamericanos se denominan "criollos", en tanto que los
sudamericanos se llaman "forasteros". Segun una hip6tesis, los cultivares tu-
vieron un solo origen en Sudamerica, con dispersi6n humana y diferenciaci6n
posteriormente hacia Mesoamerica, mientras que la hip6tesis alternativa sena-
la origenes independientes en ambas regiones, a partir de las poblaciones sil-
vestres nativas. Whitkus et al. (1998) evaluaron esas hip6tesis alternativas me-
diante marcadores RAPDprocedentes de una amplia variedad de poblaciones,
silvestres y cultivadas, geogrificamente diversas. Sus resultados apoyaron la hi-
patesis del origen unico de los cultivares modernos en Sudamerica. Sin embar-
go, tambien descubrieron relaciones entre ciertas poblaciones definidas de los
antiguos huertos mayas del sur de Mexico y las poblaciones mesoamericanas
silvestres. Si esas antiguas poblaciones mayas realmente son los restos de sitios
de cultivo inmemoriales, el apoyo se inclina a favor de la hip6tesis de origenes
distintos en ambas regiones.
Cronn et al. (1997) evaluaron la variabilidad de las isoenzimas de 146 re-
gistros de girasoles silvestres y malezoides (Helianthus annuus L.), as! como de
dos especies derivadas, que representan los lfmites geogrificos de la especie en
gran parte de Norteamerica. La enorme variaci6n genetica de esta especie ha
dado pie a infinidad de nombres. Los objetivos del estudio fueron cuantificar
los lfmites de la diversidad, la divergencia y la redundancia genetica de la co-
lecci6n, as! como dilucidar posibles patrones de variaci6n ecogeografica que
pusieran en claro las relaciones y ellugar de origen de las formas domestica-
das. Las hip6tesis precedentes sugerian que la domesticaci6n tuvo lugar en el
centro de Estados Unidos, con dispersi6n posterior a partir de ese origen, 0
bien, la domesticaci6n ocurri6 en el sudoeste de Estados Unidos. Los resulta-
dos indicaron mayor diversidad en los registros silvestres que en los cultivados.
Hubo relaci6n geogrifica con la variabilidad, con la maxima diversidad en las
gran des planicies. Los registros domesticados son mas semejantes a los de la
Gran Planicie, hecho que sugiere que la domesticaci6n tuvo lugar allf. No obs-
..
74 D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
tante, si se hiciera una introgresion de los cultivares primitivos con el germo-
plasma del sudoeste de Estados Unidos, no se podrfa descartar la hipotesis al-ternativa de que el origen fue esa region.
Orros estudios en los que se ha demosrrado que hay relacion entre la varia-
bilidad molecular y la geograffa 0 la ecologia son: Espejo-Ibanez et a!. (1994),Garvin y Weeden (1994), Giannattasio y Spooner (1994), Yang et a!. (1996),Lanner eta!. (1997), Nevo eta!. (1997,1998) y Fahima eta/. (1998). Los es-
tudios que han encontrado poca 0 nula concordancia son: Maass y Ocampo(1995), Lanner eta!. (1996b), Ursla eta!. (1997) yVarghese eta!. (1997).
3. Investigaciones sobre hip6tesis de supuestos hibridos naturales. La idea delsurgimiento de nuevas especies por hibridacion natural, empezo a ser conside-rada seriamente a partir de Anderson (1949). Se piensa que la hibridacion es unafuerza evolutiva mayor en las categorias diploide y poliploide (Rieseberg 1995).Es posible que los principales datos utilizados para inferir la hibridacion hayansido los rasgos morfologicos aditivos. No obstante, Rieseberg y Ellstrand (1993)demostraron que las probabilidades de que los hibridos exhiban estados inter-medios de un caracter no son mayores que las de los progenitores y, ademas, queaquellos expresan una variedad de caracteres transgresivos 0 novedosos. Asimis-mo, han sido cuestionadas las creencias, por largo tiempo sostenidas, de que loshibridos son siempre menos aptos que sus progenitores y exhiben coherencia de
caracteres (las caracteristicas paternas siguen asociadas) (Rieseberg 1995).Los marcadores moleculares aqui mencionados constituyen nuevas y po-
derosas herramientas para reinvestigar las hipotesis de hibridacion. Una ma-nera de utilizarlos, es buscar en los hibridos capacidad de adicion de marcado-
res espedficos para cada progenitor. La utilidad de este metodo depende deldescubrimiento de marcadores unicos de cada especie; sin embargo, esto pue-de ser dificil porque muchos hibridos se Forman entre taxones esrrechamenteemparentados y que no han divergido 10suficiente para formar marcadores es-pedficos.
Clausen y Spooner (1998) apoyaron, mediante datos sobre nRFLP,una hi-potesis previa acerca de la hibridacion en la especie de papa silvesrre Solanum
x rechei.Miller y Spooner (1996), por el contrario, no lograron apoyar la ge-neralizada hipotesis de introgresion de la especie de papa silvestre Solanum mi-
crodontum hacia S. chacoensemediante los datos sobre RAPDy nRFLP.En am-
bos estudios se recurrio, asimismo, ala morfologia, pero en ninguno de ellosse observaron caracteres morfologicos aditivos. La utilidad de los marcadores
~ ""
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCl6N DE PLANTAS CULTIVADAS 75
moleculares para fundamentar la hibridacion, disminuye a medida que pasa el
tiempo desde el momenta de la divergencia, ya que los marcadores de ambos
progenitores pueden alterarse por recombinacion 0 mutar hacia marcadores
nuevos. Esto puede suceder muy ripidamente, tal como 10 demostraron Song
eta!. (1995). Ellos probaron la perdida generalizada de marcadores, asi como
la aparicion de nuevos marcadores en tan solo la generacion F5 de un hibrido
interespedfico de Brassica. Dicho hibrido fue constituido como un alopoli-
ploide homocigotico, demostrando asi que, al menos en el ambito de la poli-
ploidia, las especies pueden generar considerable diversidad genetica en un
lapso muy corto.
Un metodo experimental clisico para reinvestigar los origenes de los hibri-
dos, consiste en volver a sintetizar un hibrido artificial y compararlo con el hi-
brido natural, en cuanto a morfologia, exito reproductor 0 capacidad de adicion
de caracteres moleculares, bioquimicos 0 ecologicos. Rieseberg et aL (1996) in-
vestigaron el origen hibrido diploide de una especie de girasol silvestre, He!ian-
thus anoma!us, derivada de dos especies paternas cromosomicamente divergen-
tes, H. annuus y H. petiolaris. En los estudios previos, el origen hibrido de H
anoma!us quedo confirmado mediante combinaciones de las repeticiones del
ADNribosomico paterno, isoenzimas, haplotipos del ADN del cloroplasto y RAPD
(Rieseberg 1991; Rieseberg eta!. 1995). Ademas, Rieseberg etaL (1996) inves-
tigaron la composicion del genoma mediante el mapeo delligamiento molecu-
lar con RAPD.Los investigadores produjeron, mediante distintos patrones de re-
trocruzamiento, tres linajes hibridos independientes en la generacion F3' Yluego
compararon los genomas de esos tres linajes con el hibrido natural. Asombrosa-
mente, las composiciones genomicas de los tres hibridos artificiales y el hibrido
natural resultaron extraordinariamente semejantes. Ademas de aportar mayores
evidencias de hibridacion, este estudio demostro la seleccion de bloques cromo-
somicos particulares, reordenados como unidades. Se comprobo, asimismo, la
resistencia de ciertos genes a larecombinacion, y se planteo que las interacciones
genicas positivas promueven, en el hibrido, la seleccion de esas redistribuciones.
4. Evolucion de la nodulacion. La nodulacion es una simbiosis compleja entre
lasplantas y ciertas bacterias fijadoras de nitrogeno. Este caracter, de relevanciaagronomica, contribuyo a que las Leguminosae se volvieran una de las familiasagricolasmas importantes. Aunque por 10general relacionamos la nodulacioncon las leguminosas, otras nueve familias de angiospermas poseen taxones quenodulan, si bien muchas de 'susespeciesno 10hacen: Betulaceae, Casuarinaceae,
76 D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
Coriariaceae, Datiscaceae, Elaeagnaceae, Myricaceae, Rhamnaceae, Rosaceaey
Ulmaceae. Las bacterias simbioticas pertenecen al genero Rhizobium (forman
nodulos en las leguminosas y las ulmaceas) 0 al genero Frankia (forman nodu-los en las otras ocho familias). Ademas, el genero Gunnera (Gunneraceae) par-
ticipa en simbiosis de fijacion de nitrogeno con las cianobacterias de las glan-dulas foliares, en vez de hacerlo en los nodulos de la raiz (Soltis et a!. 1995).
Se pensaba que muchas de esas diez familias estaban lejanamente empa-rentadas. Soltis et a!. (1995) analizaron, mediante las secuencias del rbcL (el
gen del doroplasto que codifica la subunidad grande de la ribulosa-1 ,5-difos-fato carboxilasa/oxigenasa, que es la principal enzima fijadora de carbo no dela fotosintesis), las relaciones filogeneticas de esas y otras familias emparenta-das. Las secuencias del rbcL constituyen el principal conjunto de datos mole-
culares para investigar hipotesis filogeneticas en las categorias taxonomicas su-
periores de las plantas terrestres (p. ej., Chase eta!. 1993). Soltis eta!. (1995)demostraron que estas diez familias (excepto la Gunneraceae) integran un da-do monofiletico basado en los datos del rbcL, junto con otras familias que no
Forman nodulos, 10 que sugiere un parentesco mas cercano entre ellas de 10
que se pensaba hasta ahora. Los investigadores interpretaron esos resultadossugiriendo que la predisposicion ala nodulacion radicular tuvo un origen evo-lutivo unico, con multiples perdidas de caracteres en el dado nodulante. Noobstante, conduyeron que no podian exduir la posibilidad de que los orige-nes fueran independientes. En un analisis posterior del rbcL (Swensen 1996),se induyeron aun mas especies emparentadas con las ocho familias que for-man simbiosis con Frankiay se pasaron por alto los rasgos morfologicos y ana-tomicos de los nodulos del arbol. Segun conduye Swensen (1996), es proba-
ble que la nodulaci6n haya surgido mas de una vez.Doyle et a!. (1997) ampliaron enormemente los analisis del rbcL de lasle-
guminosas. Las muy conservadoras secuencias del rbcL no produjeron una
gran resoluci6n filogenetica en esta familia, pero el mapeo mas parsimoniosode la nodulaci6n en los arboles rbcL indica que el sindrome aparecio en tres li-
najes independientes. Esto sugiere que la nodulacion pudo haber surgido in-dependientemente en las leguminosas. Los investigadores sefialaron el muycomplejo sfndrome de nodulaci6n, en el que intervienen organos, organelosy protefnas especiales, y mencionaron la hipotesis, al parecer improbable, de
origenes independientes en la familia. Sin embargo, plantearon que es casi se-gura la existencia de origenes independientes en las otras nueve familias nodu-lantes. En tanto no sepamos mas acerca de la genetica de la nodulacion, asico-
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 77
mo de la sistematica de las leguminosas y sus familias emparentadas pertene-
cientesa otras arboles genicos, el origen de este caracter seguira sin resolverse.
5. Investigacionessobre las diferencias genomicas en los parientes silvestres de
lasplantas de cultivo. Se entiende por genoma el conjunto de genes de cada in-dividuo.En general, las diferencias genomicas mayores se representan median-te letrasmaytisculas (como los genomas AA,BBYABpara las especies diploides,0 AAAAYAABBpara las tetraploides), con una letra por juego genomico haploi-
de.Lasdiferenciasgenomicas menores se expresan, tfpicamente, como variantesde losgenomas individuales, pero con Formatode superfndice (p. ej.,NN y AlAI).Debido ala importancia practica del entrecruzamiento para la mejora de los cul-tivos,el descubrimiento y la manipulacion de diferencias genomicas particula-res de las especies han abierto grandes campos de investigacion para los agro-nomos (Smartt y Simmonds 1995). Aunque los genomas se definen en primerlugarpor su facilidad de cruzamiento, se han inferido genomas, en ausencia detalesdatos, por medio de la deduccion filogenetica. Por ejemplo, Kollipara et aL
(1997),Singh etaL (1998) y Hymowitz eta/. (1998) investigaron colectivamen-te, mediante ITS(tabla 1), las relaciones cladisticas de las 18 especiesde Glycine,
y Ie asignaron sfmbolos genomicos, por deduccion filogenetica, a las especiesdesconocidas.En Glycine,los metodos bioqufmicos, citogeneticos y molecularesson congruentes con las denominaciones genomicas. Sin embargo, Singh ySmartt (1998) sefialan la incongruencia entre la evidencia citogenetica y la mo-lecularen el cacahuate cultivado (ArachishypogaeaL., un tetraploide de consti-tuci6n genomica AABB).La evidencia citogenetica apoya a A. batizocoiKrapov yWe. Gregory,como la especie diploide de genoma Bmas cercanamente empa-rentada con A. hypogaea,pero los datos de RFLPsugieren que A. batizocoiestamas lejanamente relacionada con A. hypogaeaque otras especies de la seccionArachis.En este caso, por tanto, los datos moleculares pueden no ser un buen in-dicadorde genomas. Los autores sugieren que es necesariaevidencia adicional de
cruzarnientos para sugerir progenitores del genom a en este cultivo.
6. Concordancia de los juegos de datos. La sistematica ha progresado por me-
dio de una gama de avances conceptuales y de procedimiento, como los datosde cruzas experimentales, los datos qufmicos e isoenzimaticos secundarios ylos datos moleculares. A cada avance Ie ha sucedido una conmoci6n suscitada
por la primada de la nueva tecnica, y 10 mismo cabe decir de las muchas y
grandes ventajas de los datos moleculares. Sin embargo, en no pocos casos, el
78 " D, SPOONER Y S. LARA.CABRERA
uso de marcadores moleculares independientes para los mismos taxones ha
dado resultados hlogeneticos discordantes, cuestionando asf la utilidad de
cualquier juego individual de marcadores. En una excelente revision de la con-
cordancia (Wendel y Doyle 1998) se resumen sus causas y su interpretacion
biologica. Aunque la discordancia de datos puede ocasionar problemas cuan-
do se traducen de manera estricta los resultados moleculares en hipotesis acer-
ca de la evolucion y los tratamientos taxonomicos, tambien tiene la potencia-
lidad de mostrarnos posibles problemas con los marcadores individuales 0 los
fenomenos evolutivos (Wendel y Doyle 1998).
Aquf resumimos algunos estudios en los que se examina estadfsticamen-
te la concordancia. Powell et al. (l996b) examinaron diez registros de la soya
cultivada (Glycine max [L.] Merrill) y su especie progenitora, G. soja Hort.,
elegida para representar la maxima diversidad presente en la coleccion de so-
yas de Estados Unidos. Los investigadores examinaron la heterocigosis (poli-
morhsmo de las bandas individuales), las relaciones multiples y la concordan-
cia de los AFLP, RAPD, RFLPY nSSR.El grado de heterocigosis se calculo con
base en las frecuencias alelicas reales. Las relaciones multiples se calcularon a
partir del numero de bandas analizadas simultaneamente en cada experimen-
to, es decir, el numero de bandas resueltas por cada gel. El fndice marcador
fue el producto de una heterocigosis y una relacion multiple, yes una medi-
da global de la ehcacia de cualquier sistema para detectar la heterocigosis. Se
descubrio que la heterocigosis promedio fue en aumento de AFLPy RAPD(de
magnitUd similar)<nRFLP<nsSR. La relacion multiple efectiva fue en aumentode nRFLP<nSSR<RAPD<AFLP.El fndice marcador aumento de nRFLP<RAPD
<nSSR<AFLP.A pesar del bajo grado de heterocigosis del AFLP, su alto fndice
marcador se debe a una muy considerable relacion multiple (se detectan mu-
cho mas bandas en cada experimento). Los alelos hipervariables nSSR resulta-
ron optimos para detectar diferencias geneticas individuales. Los nSSR exhibie-
ron su maximo poder de resolucion al diferenciar entre registros individuales
(semejanza genetica promedio entre genotipos: 0.341), mientras que los AFLP,
nRFLPy RAPDno permiten distinguir con claridad entre los genotipos (0.64 a
0.66). Todos los tipos de marcadores resultaron muy ehcaces en el ambito in-
terespedhco y permitieron diferenciar a G. max de G. soja, pero tUvieron
marcadas diferencias en concordancia dentro de cada especie. En el ambito
intraespedhco (cuando se considero exclusivamente G. max), solo las seme-
janzas entre AFLPy nRFLP tuvieron correlaciones signihcativas.
Otros estudios comparativos sobre taxones estrechamente emparentados
~
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SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 79
han sido los de Thorman et al. (1994; nRFLPy RAPO)en Brassica;Milbourne
etal. (1997; AFLP,RAPOYnssR) en Solanum; Spooner et al. (1996; cpONA,ISO,
nRFLPy RAPO)en Solanum, y Russell et al. (1997 a, AFLP,RAPO,nRFLPy nSSR)en Hordeum.EIpolimorfismo de los marcadores se mantuvo, en general, den-tro de los mismos Ifmites sefialados por Powell et al. (1996b); el cpONAy lasisoenzimasexhibieron el polimorfismo mas bajo. Todos los marcadores permi-
tieron distinguir mejor entre los registros lejanamente emparentados, que en-tre los cercanamente emparentados. Milbourne et al. (1997) estudiaron 16cultivaresde Solanum tuberosum. En este estudio, el fndice marcador aumen-
to de esta manera, nSSR<RAPO<AFLP.Los tres marcadores exhibieron escasa co-
rrelacion, pero la mejor de ellas se observo entre AFLPy RAPO.Russell et al.
(1997a) analizaron 18 registros cultivados de la cebada, y la mayor correspon-dencia de !as estimaciones de semejanza ocurrieron entre los AFLPy los nRFLP.
Spooner et al. (1996) examinaron la concordancia como una funcion del nu-mero de marcadores por tipo de marcador, y demostraron que, en el ambitointerespedfico, existe una graduaci6n de !a resoluci6n que va de las isoenzimas
(baja)<RAPO<RFLP,mientras que, en el ambito intraespedfico, esa correlaci6nfuenRFLP<RAPO(no hubieron suficientes isoenzimas marcadoras para resolver
cuestiones intraespedficas).Otra comparaci6n de la concordancia tiene que ver con los datos del pe-
digri (coancestralidad). Existen problemas potenciales en esas comparaciones,que esran basadas en registros incompletos 0 incorrectos sobre el pedigri, ensuponer una contribuci6n paterna equivalente al genoma del cultivar y la se-lecci6n neutral de las generaciones subsecuentes, yen diferentes metodos pa-ra encontrar estimadores del pedigrf y compararlos con las estadfsticas de iden-
tidad genetica. Los resultados varian considerablemente de un estudio a otro.Par ejemplo, Graner et al. (1994, Hordeum, nRFLP),O'Donoghue et al. (1994,Avena, nRFLP)y Ahnert et al. (1996, Sorghum, nRFLP)demostraron la existen-cia de correlaciones bajas, pero significativas, entre el pedigri y la semejanza
genetica. Existen correlaciones "razonables a buenas" entre el pedigrf y la se-mejanzagenetica, segun 10demostraron Mumm y Dudley (1994, Zea, nRFLP),Hill et al. (1996, Lactuca,AFLP),Doldi et al. (1997, Glycine,RAPO,nSSR),Huff
(1997, Lolium, RAPO),Paz y Villeux (1997, Solanum, RAPO)y Prabhu et al.
(1997, Glycine,OAFy nRFLP).La elecci6n de los marcadores para los estudios filogeneticos 0 sobre la di-
versidad, depende de muchos facrares. Entre otrps, de la diversidad geneticaentre los registros. Debido al extenso polimorfismo y a la escasa concordancia
80 " D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
de los nSSRcon otros marcadores, su utili dad se relaciona con la investigaci6n
de taxones muy estrechamente emparentados. El uso de nRFLP 0 SSRse veri li-
mitado ala disponibilidad de sondas 0 al conocimiento de los sitios de inicia-ci6n de los SSR.Gracias a su facilidad de conservaci6n, los marcadores nRFLP
son mas Miles para estudios comparativos sobre los genomas. Debido al bajo
costa y la rapida generaci6n del RAPD,este es particularmente apropiado para
ciertas aplicaciones, aunque se han expresado dudas en cuanto a su reprodu-
cibilidad y su homologia. Ai parecer, en el caso de registros estrechamente em-
parentados en el ambito intraespedfico, la concordancia perfecta de cualquier
marcador sera un objetivo elusivo.
B. PREGUNTAS RELACIONADAS CON EL MANEJO DE BANCOS GENETICOS
7. Busqueda de marcadores de diagn6stico particulares de cada especie.Una de las grandes responsabilidades de los bancos geneticos es la clasificaci6ne identificacion de muchos de sus registros, algunos de los cuales son morfo-
logicamente muy semejantes. Ademas, muchos bancos geneticos carecen desuficiente experiencia taxonomica para identificar con precision todo su ma-terial. Los errores de identificacion son comunes en los bancos geneticos, 10
que da por resultado confusiones entre los usuarios de ese germoplasma y per-petua, en las publicaciones, los equivocos que de ello se derivan.
Los marcadores moleculares son herramientas que permiten probar la va-
lidez taxonomica de las especies, y sirven como marcadores de diagnosticoparticulares de cada especie. Por ejemplo, Martin et at. (1997) utilizaron elRAPDpara examinar la identidad de 93 registros de Oryza presentes en los ban-cos geneticos y, como resultado, identificaron correctamente algunos registrosque fueron descritos de manera equivocada en un principio. Lee et at. (1996)se sirvierondel RAPDpara discriminar entre variedades de Brassica.Sharma et
at. (1995) utilizaroneficazmenteel RAPDpara identificar los marcadores par-
ticulares de las especiesde Lens.Asimismo, se han descubierto marcadores par-
ticulares de cada especie que tienen minisatelites (Baurens et at. 1997, Musa);
por su parte, Zhou et at. (1997) emplearon secuencias de minisatelites paradescubrir fragmentos particulares del genoma de Oryza.
8. Identificaci6n de registros individuales por dactiloscopia del ADN.En no
pocos casos, los cultivares avanzados de muchos cultivos tienen grandes seme-
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 81
janzas morfologicas, y quiza se derivaron de sus progenitores mediante muta-
ciones somaticas unicamente. La "dactiloscopia del ADN" es un intento por
descubrir marcadores moleculares particulares de cada especie. Ciertos culti-
vares tienen enorme importancia economica y constituyen la columna verte-
bral de ciertas industrias de orden regional. £1 cultivar Sangiovese de la vid, es
un buen ejemplo. Se trata de uno de los cultivares de uva de mayor importan-
cia economica en Italia y es el principal cultivar de la region vitivinicola de la
Toscana. Existen muchas variantes fenotfpicas del Sangiovese, y la identifica-
cion y el mantenimiento de esos linajes es fundamental para la industria. Se
sabe de otras miembros del grupo Sangiovese que son variantes locales y reci-
ben nombres diversos. Se desconoce el parentesco de estos con la uva Sangio-
vese, sea como variantes somaticas de un solo genotipo original que divergio
en el transcurso de siglos de propagacion vegetativa (origen monoclonal), 0
como orfgenes en comun derivados de genotipos estrechamente emparentados
(origen policlonal). Asf pues, la identificacion de estas variantes es tan impor-
tante para identificar los clones que serviran como sarmientos, como 10 es pa-
ra la conservacion del germoplasma. La vid exhibe enorme diversidad alelica
en las nSSRy se han identificado algunos sitios de iniciacion (Vignani et al.
1996; Lamboy y Alpha 1998), de modo que las nSSR son la opcion logica pa-
ra investigar diferencias en las categorfas taxonomicas cercanas de clones estre-
chamente emparentados. Vignani et al. (1996) recurrieron a siete nSSR para
investigar 12 clones Sangiovese. Once de estos resultaron identicos en los sie-
te loci, pero uno difirio, pOt un alelo, en cuatro loci. Los resultados apoyan la
indole clonal de esos 11 clones. Aunque los investigadotes no son concluyen-
tes en cuanto al parentesco entre el decimosegundo clon y la vid Sangiovese,
cabe concluir que se trata de parientes cercanos, puesto que comparten la ma-
yoria de sus alelos con los otras clones.
La papa es otro cultivo clonal de enorme importancia economica, con
muchos cultivares morfologicamente semejantes. Schneider y Douches
(1997) lograron diferenciar 24 de los 40 cultivares de la papa mediante siete
pares de iniciadores de nSSR.Al combinar los datos de nSSRcon la morfologfa
del tuberculo, solo cinco pares de cultivares no pudieron ser diferenciados.
Del mismo modo, Mandolino et al. (1996a) diferenciaron ocho cultivares de
la papa mediante dos sondas nRFLPde tipo sonda-enzima, y tres iniciadores de
RAPD.Tambien se han diferenciado cultivos propagados por semiUa, conjun-
tando para eUo el ADN de distintos individuos del mismo cultivar. Por ejem-
pIa, Charters et al. (1996) demostraron que, mediante el uso de solo dos son-
82 D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
das nSSR,es posible distinguir los 20 cultivares de Brassicaexaminados. Se hanllevado a cabo otras estudios sobre las huellas digitales del ADNmediante dac-
tiloscopia por amplificaci6n del ADN(Weaver et al. 1995, Eremochola;Scott et
al. 1996, Chrysanthemum), RAPD(Lee et al. 1996, Brassica;Golembiewski et
al. 1997, Agrostis;Degani etal. 1998, Fragaria)y nSSR(Guilford etal. 1997,Malus; Russell et al. 1997b, Hordeum; Lamboy y Alpha 1998, Vitis; Struss yPlieske 1998, Hordeum).
9. Diseno 0 evaluaci6n de medidas de conservaci6n en los bancos geneticos.
Al saber que el mundo estaba perdiendo buena parte de su biodiversidad, mu-
chas organizaciones iniciaran la colecci6n y conservaci6n de germoplasma.Esas colecciones fueran impulsadas aun mas al confirmarse, paulatinamente,
que la base genetica de la agricultura avanzada es muy estrecha y existe el ries-
go de fallas en los cultivos (National Research Council 1972). Se estableci6 unsistema de bancos geneticos nacionales e internacionales que cuenta con 6.1millones de ejemplares, almacenados en 1 300 bancos geneticos del mundo(FAO1996).
El inmenso exito de esta fase inicial de colecci6n, represent6 nuevos retos
para los administradores de los bancos geneticos, quienes tienen que determi-nar la necesidad de nuevas colecciones, mantener las existentes, establecer me-
todos de regeneraci6n 6ptimos, identificar los caracteres agran6micos utiles,clasificar las colecciones y reducir a un tamano manejable la colecci6n de tra-
bajo (el concepto de colecci6n medular; Frankel 1984; Hamon et al. 1995).Una de las grandes cuestiones que encaran los administradores de bancos ge-neticos es, ~que tanto material es necesario colectar en la naturaleza para con-servar una muestra representativa de la diversidad? Asimismo, ~que tanto de ladiversidad genetica presente en las colecciones originales se conserva luego devarios ciclos sucesivos de incremento? En algunas colecciones, el germoplasma
se almacena en forma de semillas y, en condiciones adecuadas de baja tempe-
ratura y humedad, estas permanecen viables por 20 anos 0 mas; sin embargo,otras colecciones tienen semillas que pierden ripidamente su viabilidad y de-
ben ser regeneradas en forma vegetativa. Cada vez que una colecci6n se rege-nera a partir de semillas, se corre el riesgo de que pierda viabilidad, sobre todosi el incremento se lleva a cabo en las condiciones de regeneraci6n "estiticas" de
muchos bancos geneticos, donde no existen fuerzas evolutivas naturales (Bret-
ting y Duvick 1997). Otras expertos cuestionan el tamano de la poblaci6n conla cual se realizan los ciclos de incremento (Brawn et al. 1997), as! como las es-
SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 83
trategias de polinizacion e incremento de semillas (Crossa y Vencovsky 1994)
y las muraciones nocivas de las semillas almacenadas por largo tiempo (Schoen
etal. 1998). Schoen y Brown (1993) demostraron que las tecnicas de marca-
dares moleculares son una estrategia optima para muestrear los materiales de
poblaciones de parientes silvestres, a fin de elevar al maximo el numero de ale-
los. Hamilton (1994) aduce que la simple diversidad de los marcadores es una
medida insuficiente del mantenimiento de la diversidad, y plantea la necesidad
de estUdios mas detallados acerca de las correlaciones geneticas de la variacion
genetica cuantitativa y la interaccion de los genes con el ambiente.
En vista de que el RAPDnos proporciona informacion relativamente rapi-
da y economica, a menudo se Ie emplea para evaluar, grosso modo, las enormes
colecciones de los bancos geneticos. Del Rio et al. (1997 a) utilizaron el RAPD
para cuantificar la perdida de diversidad, en las muestras de papas silvestres de
los bancos geneticos, luego de uno a cuatro ciclos de incremento de semillas.
La mayoria de las poblaciones presentaron poca 0 ninguna perdida significa-
tiva, y los investigadores concluyen que la metodologfa de incremento de se-
millas urilizada (se emplearon 20 individuos y la polinizacion se llevo a cabo
can el conjunto de polen obtenido de estos) fue una estrategia de incremento
adecuada. Asimismo, Del Rio et al. (1997b) recurrieron al RAPDpara medir las
diferencias geneticas entre muestras de bancos geneticos sometidas a un ciclo
de incremento de semillas, y muestras tomadas de los sitios naturales decolec-
cion original. Las colecciones presentaron diferencias significativas, mismas
que pudieron deberse a deriva genica, a flujo genico desde las poblaciones ad-
yacentes 0 a diferencias de muestreo en condiciones naturales. Steiner et al.
(1998) urilizaron el RAPDpara medir la diversidad genetica de las colecciones
de germoplasma de Triftlium incarnatum L. Demostraron, en combinacion
con los datos sobre el pedigri, que hay poca diversidad en los cultivares exis-
tentes e identificaron germoplasma que requiere mas muestreos. Phippen et al.
(1997) utilizaron el RAPDpara cuantificar y dividir la variacion molecular de
14 colecciones fenotfpicamente uniformes de Brassica. Los datos de RAPDper-
mitieron diferenciar todos los registros, pero se demostro que algunos de ellos
difieren tan escasamente, que muy bien podria combinarseles y hacer un solo
registro, dando por resultado considerables ahorros en el costa de operacion
de los bancos geneticos. Zeven et al. (1998) demostraron la existencia de du-
plicaciones similares en las colecciones de Brassica. Skroch et al. (1998) recu-
rrieron al RAPDpara comparar la estructura genetica de una coleccion medu-
lar de Phaseolus vulgaris L., con una muestra aleatoria de la coleccion entera.
l
84 D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
Sorprendentemente, no encontraron diferencias significativas en RAPDentre la
coleccion medular y la coleccion total (reserva).Van Hintum et aI. (1995) utilizaron datos sobre la localidad y las isoenzi-
mas para investigar la duplicacion en cuatro colecciones europeas de cebada yencontraron duplicaciones significativas entre las colecciones. Lamboy et aI.
(1994) estudiaron, mediante cuatro sistemas enzimaticos, 56 registros deBrassicaoleraceaquecomprenden 14 variedades botinicas distintas y represen-tan la diversidad del tipo de cultivo, su origen agroecologico y sus condicio-nes de mejoramiento. Como era de esperarse, descubrieron que las Hneas co-merciales avanzadas exhibfan menos diversidad que las plantas criollas y las
Hneaspoco seleccionadas. Los alelos aparecieron en su totalidad nada mas enseis de los 56 registros. No obstante, los investigadores plantearon que si solose mantuvieran esos seis registros, unicamente se conservarfan alelos, mas nin-guna combinacion de estos. En su mayor parte, la diversidad se debio a la di-versidad entre los registros, no a diferencias entre las variedades botinicas. Sifuera necesario tomar decisiones para reducir la coleccion a un volumen repre-
sentativo de su diversidad, el curador tendrfa que reunir una coleccion basa-da en criterios agroecologicos, botinicos y de mejora de los cultivos.
Lamboy et aI. (1996) examinaron, mediante seis sistemas enzimaticos, 291plantulas pertenecientes a 31 familias hermanas de Malus sieversiiL., el proge-nitor primario del manzano cultivado, M. x domesticaBorkh. Las familias sederivaron de 14 poblaciones coleccionadas en cuatro regiones del oriente deKazajstin. Los investigadores descubrieron que solo existe una escasa corres-pondencia de las frecuencias aIelicascon la region geografica, que la mayorfa delas familias hermanas estan mas estrechamente emparentadas con las familiashermanas de otras regiones, y que no hay alelos que esten fijos y sean, simulti-neamente, caracterfsticos de una region. Concluyeron que las poblaciones deesta especie formaron una enorme poblacion panmfctica, de modo que elmuestreo completo de unas cuantas poblaciones numerosas les permitirfa co-leccionar, de manera eficazy casi completa, la diversidad genetica de la especie.
C. PREGUNTAS RELACIONADAS CON EL ME]ORAMIENTO
DE LAS PLANTAS AGRfCOLAS
10. Investigacion de las aportaciones paternas de los hibridos artificiales. Losmarcadores del ADNson muy utiles para confirmar la hibridacion de los hfbri-
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SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 85
dos sexuales artificiales, asi como la de los hibridos de fusion somatica. Los
marcadores moleculares son particularmente utiles cuando se cuestiona la hi-bridacion por razones morfologicas 0 cuando se requiere la depuracion tem-
prana de grandes poblaciones supuestamente hibridas. Thieme et al (1997)utilizaron datos sobre las isoenzimas y el RAPDpara depurar centenares de hi-bridos de fusion somatica de primera generacion y, posteriormente, las gene-
raciones de retrocruza sexual entre especies cultivadas y silvestres de la papa(Sohnum). La tecnica permitio distinguir entre los descendientes hibridos y nohfbridos. Parani et al (1997) utilizaron, asimismo, las isoenzimas y el RAPDpa-
ra confirmar la hibridacion de las generaciones F2de Sesamum cuando se cues-tiono, por razones morfologicas, la identidad de los hibridos. Lee et al. (1998)emplearon el RAPDpara refutar la hibridacion de supuestos hibridos de Saccha-
rumy Erianthus. Durham y Korban (1994) recurrieron al RAPDpara identifi-car clones del manzano (Malus x domesticaBorkh.) con genes introgresivos deuna especie silvestre (M floribunda Sieb.), misma que fue utilizada para trans-mitir la resistencia a la costra del manzano, mediante muchos ciclos de hibri-
dacion introgresiva. Oberwalder et al (1997) utilizaron sondas de nRFLPynSSRpara investigar la contribucion del genoma a los hfbridos de fusion soma-ticaasimetrica. Estos ultimos difieren de los hibridos de fusion somatica sime-
trica porque se elimina parte del genoma de uno de los progenitores antes dela fusion, sea por radiacion 0 por tratamiento quimico, en un esfuerzo por eli-minar caracterfsticas indeseables. Los investigadores descubrieron que losnRFLPpermiten distinguir mas ficilmente entre los hibridos de fusion simetri-cay asimetrica. Yamada et al (1997) recurrieron al cpDNAy al mtDNApara in-vestigarlos hibridos de fusion somatica simetrica de la papa cultivada y una de
sus especies silvestres. Los resultados sugieren que los genomas cloroplasticosde los progenitores respectivos se segregaron al azar, en tanto que los genomasmirocondriales favorecieron al progenitor cultivado. Provan et al (1996c) de-mostraron, mediante el uso de nSSR,como se pueden depurar ripidamente loshibridos de fusion somatica en estadio de callo, a fin de distinguir, de manerarapida y definitiva, los productos fusionados de los no fusionados.
Las lfneas de sustitucion cromosomica son materiales geneticos diferentes,
que se distinguen porque se les quitaron cromosomas y se utilizan en estudiosgeneticossobre la herencia de caracteres cuantitativos. Korzun et al. (1997) hi-cieron uso del mapeo de las nSSRpara autenticar distintas lfneas de sustitucion.£1alto grado de polimorfismo de las nSSR,a diferencia de las isoenzimas y los
nRFLP,hace de aquellas los marcadores ideales para tal fin. Crouch et al
L
86 , D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
(1998) utilizaron las nSSRpara investigar la constitucion genetica de los hfbri-dos tetraploides del platano (Musa). Como en los patrones de reproduccion
anteriores no se tomo en cuenta la presencia de gametos diploides que permi-
tirian una gama mas amplia de estrategias reproductoras, se usaron las nSSRpa-ra inferir el grado de ploidfa de los gametos que dieron origen a tales hfbridos.
11. Flujo genico entre cultivos y malezas. Hace mucho que el flujo genico en-tre los cultivos y \as malezas se considera un fenomeno comun en la naturale-za, asf como una Fuente inagotable de variaciones Miles entre las plantas crio-llas (Van Raamsdonk y Van der Maesen 1996). Sin embargo, el flujo genico
entre cultivos y malezas recibio recientemente mucha atencion debido ala in-troduccion generalizada de cultivos transgenicos y a la preocupacion por el es-cape de caracteres transgenicos, como la resistencia a herbicidas 0 insectos, quepudieran llegar alas poblaciones de malezas. La causa de tal preocupacion esque, como esos caracteres pueden ofrecer grandes ventajas selectivas, Ie permi-tirian alas malezas convertirse ripidamente en plagas dominantes y ecologi-camente dafiinas. Existen opiniones discrepantes en cuanto alas posibilidadesde un escape transgenico. Por ejemplo, segun el National Research Council
'. (1.989), el flujo genico entre cultivar y malezas es raro y nocivo para las pobla-ciones de malezas; por el contrario, otros expertos consideran que el flujo ge-nico desde las plantas domesticadas hacia las malezas es perfectamente posible(Harlan y De Wet 1965; Barrett 1983).
EI flujo genico ha sido investigado mediante marcadores moleculares.Arriola y Ellstrand (1996) estudiaron, por medio de una isoenzima marcado-ra, la hibridacion entre el sorgo cultivado (Sorghum bicolor[L.] Moench) y po-blaciones malezoides adyacentes de un pariente de aquel, S. halepense (L.)Pers. Los investigadores demostraron la existencia de plantulas hfbridas a dis-tancias de hasta 100 m en tomo al cultivo, mas no hubo hibridacion de la ma-
leza hacia el cultivo. Como era de esperarse, los hfbridos fueron mas abundan-
tes en las cercanfas del cultivo. Aunque los progenitores diferian en grado deploidfa y no quedo demo strada la fecundidad de los hfbridos, los investigado-res citan otros estudios en los que se demuestra la fecundidad mutua de otras
cruzas de Sorghum.Wilson y Manhart (1993) verificaron, mediante isoenzimas y marcadores
morfologicos, la existencia de hibridacion generalizada entre las poblacionescultivadas de Chenopodium quinoa Willd. y las poblaciones malezoides simpa-tricas de C berlandieri Moq. Ambas especies tienen el mismo nivel cromoso-
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SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCION DE PLANTAS CULTIVADAS 87
mica tetraploide. Los hfbridos tuvieron niveles reducidos de tincion al polen
en comparacion con los progenitores, pero las generaciones de retrocruza pre-sentaronmayores niveles de tincion.
Jorgensen y Andersen (1994) demostraron, mediante el uso de isoenzi-mas,RAPD,marcadores morfologicos y conteos cromosomicos, la hibridacion
entreel nabo cultivado (Brassicanapus L.) y las poblaciones adyacentes de B.
campestrisL. £1 primero es un anfidiploide (2n = 38), mientras que el segun-do es uno de los progenitores diploides (2n = 20). La formacion de hfbridosentreel cultivo y !a maleza ocurrio en ambos sentidos. £1 retrocruzamiento deloshfbridos con el malezaide B. campestrisfue demostrado mediante un mar-cador isoenzimatico, fundamentando asf !a existencia de una avenida para el
escapetransgenico.Los estudios recien mencionados demostraron la introgresion en las pri-
merasgeneraciones. Brubaker y Wendel (1994) investigaron la persistenciade mas largo plaza de genes de cultivares en !as poblaciones silvestres del al-
god6n (Gossypiumhirsutum L.). Linder et al. (1998) demostraron, por mediodel RAPD,la persistencia prolongada (quiza hasta por 40 anos) de marcado-resespedficos del girasol cultivado (Helianthus annuus L.) en !as poblacionessilvestresadyacentes a dicha especie. Todos esos estudios comprobaron la hi-bridacion 0 introgresion de los cultivares hacia las malezas, pero aun no sedescubren casos de escape transgenico hacia la naturaleza.
12. Diferenciacion entre las herencias autotetraploide y alotetraploide. Se
entiende por autopoliploidfa la multiplicacion del juego cromosomico de unamismaespecie, en tanto que alopoliploidfa se refiere ala multiplicacion de los
juegoscromosomicos de especies distintas. Algunos expertos utilizan este con-cepto para referirse, asimismo, alas distintas bases geneticas de cada especie.Esfundamental conocer las constituciones genomicas y los patrones heredita-riosal disenar cruzas encaminadas ala mejora genetica. Los datos geneticos de
los marcadores codominantes, permiten distinguir claramente entre alo y au-
topoliploidfa mediante las clases de progenie observadas entre cruzas caracte-rizadas geneticamente. Un organismo diploide con dos alelos distintos en elmismo locus (A y a), produce una clase heterocigotica (Aa). La autofertiliza-cion de este individuo dara origen a una distribucion de tipo lAA:2Aa: 1aa en
la progenie. Sin embargo, en el caso de la herencia tetrasomica, un autotetra-
ploide puede producir tres clases de heterocigo~os (AAaa), (Aaaa) y (AAAa).La autofertilizacion de un individuo con el genotipo (AAaa) dara por resulta-
88 " D. SPOONER Y S. LARA-CABRERA
do una distribucion tipo 1AAAA:8AAAa: 18AAaa:8Aaaa: 1aaaa en la proge-
nie. En contraste, el pareamiento preferente de los genomas de un alotetra-
ploide que tiene alelos AA en un par cromosomico y aa en el otro, produciriexclusivamente una progenie AAaa, 10que da por resulrado una heterocigosis
"fija" que no cabe esperar de un aurotetraploide (Warnke et al. 1998).
El pasto grama (Agrostispalustris Huds.) es una importante especie culti-vada de pasto. Es un tetraploide (2n = 4x = 28) pobremente caracterizado des-de el punto de vista genetico. Warnke et al. (1998) evaluaron, mediante 12 sis-temas enzimaticos, 650 clones de A. palustris con el fin de evaluar elpolimorfismo y unos supuestos estados alelicos dobles selectos (es decir, AAaa)
que permitian diferenciar, mas claramente, entre las herencias disomica y te-
trasomica de las progenies obtenidas por aurofecundaciones y cruzas de prue-ba. Los investigadores encontraron solidas pruebas de que A. palustris es unalotetraploide, via patrones de segregacion, en cuatro loci que exhibieron pa-trones de segregacion suficientemente claros para inferir tal estado.
13. Demostraci6n de la influencia de la diversidad de los marcadores mole-
culares en la heterosis. La heterosis, 0 vigor hibrido, se referfa originalmenteala superioridad selectiva de los heterocigotos en cuanto a los caracteres, inin-terrumpidamente variables, de tamano, rendimiento y vigor. Ese concepto fueexpandido para incluir ventajas adaptativas, selectivas y reproductoras (Dob-zhansky 1950). Aunque aun se desconocen las bases biologicas de la hetero-sis, Tsaftaris y Shull (1995) resumieron los estudios de mapeo genetico de losnRFLPdel maiz, para sugerir que unos cuantos loci, correspondientes a carac-
teres cualitativos importantes que se encuentran dispersos en el genoma, ex-plican algunos de los atributos de la heterosis. La heterosis es importante pa-ra los expertos en mejoramiento genetico, pues comunmente se supone que lacruza de progenitores distintos, mas no la de semejantes, promueve el exito ge-
netico. Buena parte de la caracterizacion genetica del germoplasma de lasplantas agdcolas, tiene por objetivo prictico el descubrimiento de llneas gene-ticamente diversas para las cruzas experimentales (Mumm y Dudley 1994;Abo-elwafa etal. 1995; Maughan et al. 1995; Dubreuil etal. 1996; Yang etal.
1996; Menkir et al. 1997). Un importante articulo de revision de este efectoes el de Smith et al. (1990), quienes demostraron que existe una firme corre-lacion entre la distancia genetica y la heterosis en el maiz. Melchinger et al.
(1994) informaron que las distancias geneticas de las lineas endogamicas delmaiz, evaluadas mediante datos de nRFLP,no se correlacionan con la hetero-
-
-SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6N DE PLANTAS CULTIVADAS 89
sisde la productividad. paz y Veilleux (1997) informaron que, en las cruzasentre la especie diploide de papa cultivada S.phureja y clones diploides de hf-
bridosinterespedficos complejos de la papa, la mayor produccion total de tu-berculostuvo relacion con progenitores distintos, segun los datos del RAPD.
Cuando Manjarrez-Sandoval et al. (1997) compararon las estimaciones de la
semejanzade los nRFLPde los progenitores y la productividad de la soya (Gly-cine max L.), tambien encontraron una correlacion positiva. Diers et al.
(1996)examinaron el efecto de los nRFLPsobre la heterosis de Brassica,y rela-cionaronesa informacion con la capacidad general de combinacion de los pro-
genitores(la capacidad de cada regisrro para transmitirle una caracterfstica deinteresa una gama diversa de descendientes). Descubrieron, asimismo, que ladistanciagenetica solo se relaciona con la heterosis en algunas cruzas, y con-
cluyeronque la distancia genetica no basta, por sf sola, para identificar de ma-nerauniforme las combinaciones heteroticas. Por 10tanto, los datos nos dan
una idea de la importancia de la diversidad genetica, medida por marcadoresneutrales, respecro a la heterosis; sin embargo, al parecer, la relacion no esconstante en todos los casos, de modo que se requiere mas investigaci6n parasabercuando ocurrira dicha relacion. Un aspecto esencial de estos estudios
puedeser la eleccion del germoplasma urilizado para el analisis. El germoplas-ma que se urilice en tales estudios puede tener un efecto importante sobre lacorrelacion de la distancia genetica y la productividad. Si bien Smith et al.
(1990) recurrieron a un germoplasma bastante selecto (agron6micamenteavanzado),otros estudios no 10hicieron asf, de modo que es necesario inves-
tigarlos efectos del avance del germoplasma.
D. PREGUNTAS RELACIONADAS CON LA EVOLUCI6N DEL GENOMA
14. Investigacion de las regiones genomicas sujetas ala influencia de la se-
leccion. Se piensa que la mayorfa de los marcadores moleculares urilizados enlascategorfas taxonomicas inferiores son selectivamente neurrales; es decir, se
supone que las variantes alelicas no Ie confieren ninguna ventaja competitivaalorganismo. Es, precisamente, esta propiedad la que los hace utiles para el es-tudio de la diversidad y la filogenia. No obstante, algunos marcadores han au-
mentado al parecer su frecuencia genica de manera no aleatoria, 10que indi-ca ligamiento a regiones del genoma posiblemente infhiidas por la seleccion.
Por ejemplo, Saghai Maroof et al. (1995) revisaron las nSSRde poblaciones sil-
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vestres y criollas de la cebada (Hordeum vulgareL. ssp. vulgarey H. vulgaressp.
spontaneum). En este estudio se incluyeron 105progenitores y las generaciones
F 8 Y F 53de una poblacion experimental de "cruza compuesta", formada parintercruzas aleatorias de 28 cruzas de cebadas diversas, procedentes de las
gran des regiones productoras de este cultivo en el mundo. Los investigadores
descubrieron un enorme polimorfismo en las nSSRde todas las cebadas exami-
nadas, pero este es aun mayor a medida que aumenta la longitud de la repeti-cion nSSR; un locus presento 37 alelos. En cuanto ala cruza compuesta, solo
una fraccion de 105 32 alelos presentes en cuatro loci paternos sobrevivieron
hasta la generacion F 53'yalgunos alelos poco frecuentes alcanzaron altas fre-
cuencias. El gran tamano de las parcelas de incremento (> 15 000 adultos con
capacidad reproductora) excluyo la deriva genica como una posible explica-cion del dristico cambio en las frecuencias alelicas. Los auto res sugieren que
el aumento de las frecuencias alelicas de las nSSR senala regiones del genoma
que estin bajo la influencia de la seleccion natural.
Gaut (1996) llego a una conclusion similar en 10 que respecta a la diver-
sidad alelica en ellocus de un gen regulador de la via de la biosintesis de la an-
tocianina en el maiz (Zea mays L.). Gaut comparo 105alelos de este locus del
maiz con su especie progenitora silvestre, el teosinte (Zea mays L. ssp. mexica-
na [Schrader] Utis). Quedo demostrado que este locus es menos diverso que
en el teosinte y menos diverso que cualquier otro locus del matzo El investiga-
dar atribuye esta perdida de diversidad a la seleccion artificial durante la do-mesticacion del matzo
15. Investigacion sobre el control genetico de la domesticacion. La evolucion
de las plantas cultivadas, a partir de sus parientes silvestres, significo un con-
junto de stndromes de adaptacion relacionados con caracteres morfo16gicos y
fisiologicos que varian de un cultivo a otro. Por ejemplo, la domesticaci6n delos cere ales abarco caracteristicas como el desarrollo determinado de las inflo-
rescencias, la floraci6n insensible a la duraci6n del dia, la reducci6n de la ar-
ticulaci6n de la inflorescencia madura (resistencia a la rotura), el incremento
porcentual de la produccion de semillas y el aumento del tamano yel peso delas semillas (Harlan 1992). Segun la teoria neodarwiniana de la evolucion, la
adaptaci6n es controlada por un gran numero de genes, cada uno con un pe-
queno efecto (Fisher 1959). Segun estudios recientes acerca de la estructura
del genoma, esas caracteristicas dependen al parecer de relativamente pocos lo-
ci de caracteres cuantitativos (QTL), pero con efectos relativamente grandes
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SISTEMATICA MOLECULAR Y EVOLUCI6N DE PLANTAS CULTIVADAS 91
(Doebleyy Stec 1993). Esos estudios sobre el control genetico de la domesti-cacionestan cambiando nuestro conocimiento actual acerca del modo y el rit-
mo de la evolucion de los cultivos, y sugieren que la evolucion puede ser ripi-
da, graciasa los ambientes cambiantes 0 a la seleccion artificial de las plantas
agrfcolas.Patterson et al. (1995) estudiaron el control genetico de tres caracteres
que se heredan independientemente (la floracion insensible a la duracion deldfa, la masa de las semillas y la resistencia a la rotura), en las cruzas de sorgo
(Sorghum)cultivado y silvestre, de mafz (Zea) cultivado y silvestre, y de espe-ciesdivergentesdel arroz (Oryza). Los QTLfueron rastreados en los mapas cro-mosomicoshasta unas cuantas regiones correspondientes en cada uno de esos
cultivos,mismos que guardan entre sf enormes distancias filogeneticas. Esto
sugiereque, en el mapa cromosomico, los QTLcorresponden a genes homolo-gasen esosloci, y que la domesticacion afecto muraciones convergentes de di-chosgenes.
Koinange et al. (1996) investigaron el sfndrome de domesticacion del fri-jol comun (PhaseolusvulgarisL.). El sfndrome incluye cambios en la surura ylasfibrasde la pared de la vaina, un habito de crecimiento determinado, en-trenudos largos, menor latencia de las semillas, menos vainas de mayor tama-
no ycon semillas mas pesadas, menos dfas hasta la floracion y la madurez y de-saparicionde la sensibilidad al fotoperiodo. Oescubrieron que una proporcionconsiderable (40 a 50 por ciento 0 mas) de la variacion fenotfpica observada
enla mayorfa de los caracteres cuantitativos podfa explicarse geneticamente, y
que esoscaracteres estaban, en su mayorfa, congregados en tres grupos de li-gamiento. Segun los investigadores, el control genetico del sfndrome de do-mesticacion del frijol comun es relativamente sencillo en comparacion conotras caracteres supuestamente complejos.
16. Direcciones futuras. La investigacion genomica nos ha permitido ver nue-
vas aspectosde los patrones y procesos evolurivos, ha estimulado el desarrollode nuevas tecnologfas moleculares, esta revolucionando ripidamente la direc-
cion de la investigacion futura y es el punto focal de gran parte de los recursosfinancierasotorgados por concurso en el mundo entero. Para darse una idea delavancede la investigacion genomica, pueden consultarse los resumenes anualesde lasconferencias sobre genomas de plantas yanimales (Plant and Animal Ge-nomeConftrences).Uno de los principales objetivos de esta investigacion son losestudioscomparativos sobre genomas, basados en el descubrimiento de la con-
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servacion de genes 0 bloques de genes en todos los organismos vivos. Por ejem-
plo, se sabe que existen grandes semejanzas entre los bloques de ligamiento delos pastos (Paterson et al. 1995; McCouch 1998) y se estan descubriendo simi-litudes de funcionamiento genico entre las monocotiledoneas y las dicotiledo-neas (Harberd 1999, Matern et al. 1999). La informacion filogenetica es indis-
pensable para interpretar esas comparaciones de los genomas (Kellogg 1998).El conocimiento de esta semejanza entre los organismos, ha impulsado la
caracterizacion genetica de organismos modelo, incluyendo la determinacionde las secuencias de nucleotidos de genomas completos. Posteriormente, los da-tos de los organismos modelo Ie son aplicados a parientes cercanos de estos.Debido ala pequefiez de sus genomas, 10que simplihca la determinacion de lassecuencias de nucleotidos, el arroz y Arabidopsisson el punto de enfoque degrandes proyectos de investigacion de secuencias sobre las monocotiledoneas ydicotiledoneas, aunque se estan llevando a cabo proyectos similares en otrasplantas y animales. Las etiquetas de secuencia expresada (expressedsequencetags
0 EST)son fragmentos secuenciales del ADN(unos 500 pares de bases de largo)que se mantienen dentro de clones bacterianos. Esas secuencias de ADNclona-do, son comparadas con secuencias de regiones conocidas y caracterizadas delADN.Si se descubre alguna semejanza, esas sondas se utilizan posteriormente
para facilitar la localizacion y caracterizacion de genes en otros organismos(Kerlavage 1999). Estas y otras novedosas tecnologfas genomicas, esran revolu-cionando las tecnicas, los descubrimientos y las preguntas que se plantea laciencia. Debido a ello, se ha vuelto cada vez mas dificil, pero imperativo, que
nos mantengamos al ritmo de los nuevos descubrimientos para seguir siendocompetitivos en un entorno cientfhco que esra en ripida evolucion.
Agradecimientos
Le agradecemos a Meredith Bonierbale, Jeff Doyle, Irwin Goldman, TheodoreHymowitz, Thomas Osborn, Warren Lamboy, Loren Rieseberg,Ronald Van den
Berg y Scott Warnke, el haber revisado parcial 0 totalmente nuestro articulo.
LITERATURA CITADA
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