materias primas autÓctonas del paleolÍtico regional. el caso de la cuenca fluvial del guadalete,...

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MINERALES Y ROCAS EN

LAS SOCIEDADES DE

LA PREHISTORIA

Salvador Domínguez-Bella, José Ramos Muñoz

José María Gutiérrez López, Manuela Pérez Rodríguez (Eds.)

© De la Edición: Grupo de Investigación HUM-440. Universidad de Cádiz.

© De los textos: Los autores.

© De las imágenes: Los autores.

Depósito Legal: CA 605-2010.

ISBN: 978-84-9389-45-04

Impresión y maquetación: Encuadernaciones Martínez A.G.S.L. Puerto Real, Cádiz.

Fotos Cubierta: Industria lítica en sílex, Sahara Occidental. Hacha pulimentada en jadeíta, Bretaña.

Cuenta de collar en turquesa, Cultura Tafí, Argentina. Fondo: vista con microscopía óptica de luz

polarizada de radiolarita, Abrigo de Benzú, Ceuta.

Diseño y fotos de Cubierta: S. Domínguez-Bella.

Cádiz, Noviembre 2010.

CAPÍTULO IX

MATERIAS PRIMAS AUTÓCTONAS DEL PALEOLÍTICO REGIONAL.

EL CASO DE LA CUENCA FLUVIAL DEL GUADALETE, SW DE IBERIA

ANTONIO SANTIAGO PÉREZ 1, FRANCISCO GILES PACHECO 2, JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZLÓPEZ 3, LUIS AGUILERA RODRÍGUEZ 4 y FRANCISCO J. GILES GUZMÁN 5

1 Archivo Histórico Municipal de Jerez de la Frontera, Cádiz, España.2 Co-Director Gibraltar Caves Project. El Puerto de Santa María, Cádiz, España.

3 Director Museo Histórico Municipal de Villamartín, Cádiz, España.4Plaza Alcalde José Gonzalez, 7. 11640, Bornos, Cádiz

5 Laboratorio de Arqueología Experimental ERA

RESUMEN

La cuenca del río Guadalete está situada en el extremo suroccidental de Iberia. La investigaciónarqueológica ha confirmado su especial interés para conocer el primer poblamiento humano en estaregión. Los depósitos del Pleistoceno, distribuidos a lo largo de la red fluvial, constituyen un marcode referencia en el que se registran numerosas estaciones del Paleolítico Inferior, Medio y Superior.En este trabajo se hace una aproximación al estudio de los recursos líticos que estaban disponiblespara los humanos del Paleolítico diseminados por la cuenca fluvial. El objetivo es interrelacionar losrecursos con sus áreas de procedencia. Los trabajos de prospección han sido fundamentales paraconocer el verdadero emplazamiento geográfico y geológico de los depósitos de las diversas litologías.Los resultados de estos estudios contribuyen a la renovación conceptual y metodológica de lainvestigación paleolítica en Cádiz.

Palabras clave: Recursos líticos, Río Guadalete, Paleolítico.

ABSTRACT

The river basin of the Guadalete is located in the southernmost part of Iberia. The archaeologicalinvestigation has confirmed its special interest to know the first human settlement in this region. Thedeposits of the Pleistocene, distributed throughout the fluvial network, constitute a framework ofreference in which numerous sites of the Lower, Middle and Upper Palaeolithic are registered. In thispaper an approach to the study of the lithic raw materials that were available for the palaeolithichumans by the fluvial river basin is done. The objective is to interrelate the resources with its areasof origin. The archaeological survey have been basic to know the true geographic and geologic locationthe deposits of the diverse rocks. The results of these studies contribute to the conceptual andmethodologic renovation of the Palaeolithic investigation in Cadiz.

Keywords: Lithic raw materials, Guadalete river, Palaeolithic.

INTRODUCCIÓN

El conocimiento del territorio nos permite identificar la génesis y dinámica de los diferentesmedios naturales, seminaturales o antrópicos de un entorno concreto. Disciplinas científicasintegradas en el estudio del Cuaternario, están aportando nuevos datos tanto en su vertienteestratigráfica como sedimentológica, geoquímica, paleoclimática o cultural, resultado de una dinámicade trabajo interdisciplinar.

Por lo tanto, el conocimiento y estudio del entorno de los yacimientos (topografía y relieve,incidencia del clima, geología, etc.) resulta imprescindible a la hora de poder explicar por qué lascomunidades humanas eligen determinados sitios para establecer sus asentamientos. Con larealización de estos estudios puede verse cómo los elementos geomorfológicos de un área concretajuegan un papel principal no sólo en la caracterización del medio físico, sino además en su granvariedad tipológica. La introducción de los rasgos geomorfológicos, más allá de la percepción

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

CAPÍTULO IX

MATERIAS PRIMAS AUTÓCTONAS DEL PALEOLÍTICO REGIONAL.

EL CASO DE LA CUENCA FLUVIAL DEL GUADALETE, SW DE IBERIA

ANTONIO SANTIAGO PÉREZ 1, FRANCISCO GILES PACHECO 2, JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZLÓPEZ 3, LUIS AGUILERA RODRÍGUEZ 4 y FRANCISCO J. GILES GUZMÁN 5

1 Archivo Histórico Municipal de Jerez de la Frontera, Cádiz, España.2 Co-Director Gibraltar Caves Project. El Puerto de Santa María, Cádiz, España.

3 Director Museo Histórico Municipal de Villamartín, Cádiz, España.4Plaza Alcalde José Gonzalez, 7. 11640, Bornos, Cádiz

5 Laboratorio de Arqueología Experimental ERA

RESUMEN

La cuenca del río Guadalete está situada en el extremo suroccidental de Iberia. La investigaciónarqueológica ha confirmado su especial interés para conocer el primer poblamiento humano en estaregión. Los depósitos del Pleistoceno, distribuidos a lo largo de la red fluvial, constituyen un marcode referencia en el que se registran numerosas estaciones del Paleolítico Inferior, Medio y Superior.En este trabajo se hace una aproximación al estudio de los recursos líticos que estaban disponiblespara los humanos del Paleolítico diseminados por la cuenca fluvial. El objetivo es interrelacionar losrecursos con sus áreas de procedencia. Los trabajos de prospección han sido fundamentales paraconocer el verdadero emplazamiento geográfico y geológico de los depósitos de las diversas litologías.Los resultados de estos estudios contribuyen a la renovación conceptual y metodológica de lainvestigación paleolítica en Cádiz.

Palabras clave: Recursos líticos, Río Guadalete, Paleolítico.

ABSTRACT

The river basin of the Guadalete is located in the southernmost part of Iberia. The archaeologicalinvestigation has confirmed its special interest to know the first human settlement in this region. Thedeposits of the Pleistocene, distributed throughout the fluvial network, constitute a framework ofreference in which numerous sites of the Lower, Middle and Upper Palaeolithic are registered. In thispaper an approach to the study of the lithic raw materials that were available for the palaeolithichumans by the fluvial river basin is done. The objective is to interrelate the resources with its areasof origin. The archaeological survey have been basic to know the true geographic and geologic locationthe deposits of the diverse rocks. The results of these studies contribute to the conceptual andmethodologic renovation of the Palaeolithic investigation in Cadiz.

Keywords: Lithic raw materials, Guadalete river, Palaeolithic.

INTRODUCCIÓN

El conocimiento del territorio nos permite identificar la génesis y dinámica de los diferentesmedios naturales, seminaturales o antrópicos de un entorno concreto. Disciplinas científicasintegradas en el estudio del Cuaternario, están aportando nuevos datos tanto en su vertienteestratigráfica como sedimentológica, geoquímica, paleoclimática o cultural, resultado de una dinámicade trabajo interdisciplinar.

Por lo tanto, el conocimiento y estudio del entorno de los yacimientos (topografía y relieve,incidencia del clima, geología, etc.) resulta imprescindible a la hora de poder explicar por qué lascomunidades humanas eligen determinados sitios para establecer sus asentamientos. Con larealización de estos estudios puede verse cómo los elementos geomorfológicos de un área concretajuegan un papel principal no sólo en la caracterización del medio físico, sino además en su granvariedad tipológica. La introducción de los rasgos geomorfológicos, más allá de la percepción

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paisajística, del soporte geológico como yacimiento paleontológico, prehistórico o delaprovechamiento de los recursos naturales, debe basarse en el conocimiento per se de los caracteresdel relieve y la evolución morfoclimática regional.

En este sentido, abordamos la evolución geomorfológica en relación con la historia del hombreasí como las secuencias de la ocupación humana: procesos geológicos, componentes geológicosaportados por el hombre, transformación del medio, etc.

DESARROLLO DE LAS INVESTIGACIONES

Los estudios de los recursos líticos de la cuenca del río Guadalete durante el Paleolítico seencuadran en un Proyecto General de Investigación Arqueológica, desarrollado a lo largo de lasformaciones cuaternarias de la red fluvial, autorizado y subvencionado por la Dirección General deBienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, realizado durante seiscampañas consecutivas 1989-1995 (Giles et al., 1989, 1991, 1992a, 1992b, 1993, 1995, 1999a,1999b, 2003a, 2007; Gutiérrez et al., 1994; Santiago et al., 2001, 2007). Su puesta en marcha ydesarrollo hasta la actualidad ha permitido llenar un gran vacío existente en la provincia de Cádiz,ante el desinterés que los investigadores habían mostrado por llevar a cabo estudios sobre elPleistoceno y en general sobre el tránsito al Holoceno Antiguo (Fig.1).

Fig.1: Fases del Proyecto (1989-1995) y paisajes fluviales relacionados con el desarrollo de la cuenca delGuadalete.

Paralelamente, el Proyecto "Talleres e industrias líticas postpaleolíticas del Occidente deAndalucía" coordinado por E. Vallespí y J. Ramos de las Universidades de Sevilla y Cádizrespectivamente, confirmaron la riqueza de la cuenca Pleisto-Holocena del Guadalete como área decaptación de recursos líticos (Ramos et al., 1989, 1990, 1991a, 1991b, 1992). Iguales resultadosaportó el Proyecto de Investigación dirigido por P. Aguayo de Hoyos de la Universidad de Granada "LaPrehistoria Reciente en la Depresión Natural de Ronda" (Sierra et al., 1994).

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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paisajística, del soporte geológico como yacimiento paleontológico, prehistórico o delaprovechamiento de los recursos naturales, debe basarse en el conocimiento per se de los caracteresdel relieve y la evolución morfoclimática regional.

En este sentido, abordamos la evolución geomorfológica en relación con la historia del hombreasí como las secuencias de la ocupación humana: procesos geológicos, componentes geológicosaportados por el hombre, transformación del medio, etc.

DESARROLLO DE LAS INVESTIGACIONES

Los estudios de los recursos líticos de la cuenca del río Guadalete durante el Paleolítico seencuadran en un Proyecto General de Investigación Arqueológica, desarrollado a lo largo de lasformaciones cuaternarias de la red fluvial, autorizado y subvencionado por la Dirección General deBienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, realizado durante seiscampañas consecutivas 1989-1995 (Giles et al., 1989, 1991, 1992a, 1992b, 1993, 1995, 1999a,1999b, 2003a, 2007; Gutiérrez et al., 1994; Santiago et al., 2001, 2007). Su puesta en marcha ydesarrollo hasta la actualidad ha permitido llenar un gran vacío existente en la provincia de Cádiz,ante el desinterés que los investigadores habían mostrado por llevar a cabo estudios sobre elPleistoceno y en general sobre el tránsito al Holoceno Antiguo (Fig.1).

Fig.1: Fases del Proyecto (1989-1995) y paisajes fluviales relacionados con el desarrollo de la cuenca delGuadalete.

Paralelamente, el Proyecto "Talleres e industrias líticas postpaleolíticas del Occidente deAndalucía" coordinado por E. Vallespí y J. Ramos de las Universidades de Sevilla y Cádizrespectivamente, confirmaron la riqueza de la cuenca Pleisto-Holocena del Guadalete como área decaptación de recursos líticos (Ramos et al., 1989, 1990, 1991a, 1991b, 1992). Iguales resultadosaportó el Proyecto de Investigación dirigido por P. Aguayo de Hoyos de la Universidad de Granada "LaPrehistoria Reciente en la Depresión Natural de Ronda" (Sierra et al., 1994).

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En la metodología de trabajo, la prospección ha ocupado la primera fase, considerando lareconstrucción geoarqueológica del río y valorando la distribución continua de los artefactos y susvariantes tecnológicas y litológicas, a lo largo del Pleistoceno Medio y Superior. El marco de partidasobre el que nos hemos basado se sostiene sobre el hecho de que los grupos humanos paleolíticosmanifiestan unas necesidades básicas que deben satisfacer prioritariamente, lo cual implicará unaselección previa de los lugares o materiales sobre los que actuarán y una interacción posterior con elmedio natural.

En las terrazas fluviales se suceden diversos agregados como paleosuelos, perfiles de alteración,conglomerados de paleocauces y antiguas llanuras de inundación; el análisis de su mecánicadeposicional permite informarnos de la sucesión de condiciones medioambientales. Estos datos al servertebrados secuencialmente son una de las bases de los esquemas geocronólogicos regionales delCuaternario continental.

Así, la prospección arqueológica sistemática en depósitos de terrazas, debido al marco dereferencia morfoestratigráfico que estas formaciones estructurales proporcionan, ofrece condicionespara articular la secuencia geológica relativa con la de los "artefactos", como acercamiento a lacomprensión del poblamiento durante el Pleistoceno, ya que este tipo de depósitos continentalesretiene frecuentemente registro arqueológico del Paleolítico Inferior y Medio, y en menor proporcióndel Paleolítico Superior.

No obstante, previo a cualquier desarrollo hipotético sobre el poblamiento paleolítico en la cuencadel río Guadalete, ha sido necesaria una fase de registro y control de evidencias que nos ha permitidoconseguir diversos objetivos:

- Delimitar los depósitos del Pleistoceno de la red fluvial así como su evolución geológica ygeomorfológica.

- El estudio sistemático de los tecnocomplejos paleolíticos localizados en dichos depósitosmediante perspectivas metodológicas del Sistema Lógico-Analítico (Carbonell et al., 1992).

- Sistematizar la secuencia paleolítica de la cuenca y sus conexiones regionales con las grandesdepresiones fluviales en Andalucía Occidental.

- Planificación racional de futuros trabajos de investigación.

La interrelación entre este poblamiento y el espacio natural, estaría vinculada básicamente a lossiguientes factores:

1) La red fluvial como arteria fundamental del medio histórico.

2) Coberteras de terrazas como áreas de captación y transformación de recursos líticos.

3) La gran variedad cinegética asociada al río y áreas inmediatas.

4) Acuíferos, surgencias y niveles freáticos.

5) La red fluvial como paso natural de tránsito a través de los relieves subbéticos y las áreasoccidentales de la Depresión del Guadalquivir.

MARCO GEOARQUEOLÓGICO. DETERMINACIÓN DE LAS ÁREAS DE PROCEDENCIA DE LOS RECURSOSLÍTICOS

Desde un punto de vista geoarqueológico, el poblamiento humano del área viene vertebrado porel marco biogeográfico de la cuenca del río Guadalete cuyas raíces evolucionan a lo largo delPleistoceno Medio y Superior (formación de terrazas), transformándose paulatinamente durante elHoloceno con la formación de suelos pardos y rojos (Giles et al., 2003b; Santiago et al., 2001).

El río Guadalete constituye la principal arteria fluvial de la provincia de Cádiz, con un recorridode 170 km y una cuenca aproximada de 3.966 km2. Atraviesa unidades geológicas diferentes,principalmente subbéticas y postorogénicas (Mioceno Superior), que conforman las tres unidadesmorfológicas características del área gaditana: sierra, campiña y litoral (Gutiérrez et al., 1991).

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

En la metodología de trabajo, la prospección ha ocupado la primera fase, considerando lareconstrucción geoarqueológica del río y valorando la distribución continua de los artefactos y susvariantes tecnológicas y litológicas, a lo largo del Pleistoceno Medio y Superior. El marco de partidasobre el que nos hemos basado se sostiene sobre el hecho de que los grupos humanos paleolíticosmanifiestan unas necesidades básicas que deben satisfacer prioritariamente, lo cual implicará unaselección previa de los lugares o materiales sobre los que actuarán y una interacción posterior con elmedio natural.

En las terrazas fluviales se suceden diversos agregados como paleosuelos, perfiles de alteración,conglomerados de paleocauces y antiguas llanuras de inundación; el análisis de su mecánicadeposicional permite informarnos de la sucesión de condiciones medioambientales. Estos datos al servertebrados secuencialmente son una de las bases de los esquemas geocronólogicos regionales delCuaternario continental.

Así, la prospección arqueológica sistemática en depósitos de terrazas, debido al marco dereferencia morfoestratigráfico que estas formaciones estructurales proporcionan, ofrece condicionespara articular la secuencia geológica relativa con la de los "artefactos", como acercamiento a lacomprensión del poblamiento durante el Pleistoceno, ya que este tipo de depósitos continentalesretiene frecuentemente registro arqueológico del Paleolítico Inferior y Medio, y en menor proporcióndel Paleolítico Superior.

No obstante, previo a cualquier desarrollo hipotético sobre el poblamiento paleolítico en la cuencadel río Guadalete, ha sido necesaria una fase de registro y control de evidencias que nos ha permitidoconseguir diversos objetivos:

- Delimitar los depósitos del Pleistoceno de la red fluvial así como su evolución geológica ygeomorfológica.

- El estudio sistemático de los tecnocomplejos paleolíticos localizados en dichos depósitosmediante perspectivas metodológicas del Sistema Lógico-Analítico (Carbonell et al., 1992).

- Sistematizar la secuencia paleolítica de la cuenca y sus conexiones regionales con las grandesdepresiones fluviales en Andalucía Occidental.

- Planificación racional de futuros trabajos de investigación.

La interrelación entre este poblamiento y el espacio natural, estaría vinculada básicamente a lossiguientes factores:

1) La red fluvial como arteria fundamental del medio histórico.

2) Coberteras de terrazas como áreas de captación y transformación de recursos líticos.

3) La gran variedad cinegética asociada al río y áreas inmediatas.

4) Acuíferos, surgencias y niveles freáticos.

5) La red fluvial como paso natural de tránsito a través de los relieves subbéticos y las áreasoccidentales de la Depresión del Guadalquivir.

MARCO GEOARQUEOLÓGICO. DETERMINACIÓN DE LAS ÁREAS DE PROCEDENCIA DE LOS RECURSOSLÍTICOS

Desde un punto de vista geoarqueológico, el poblamiento humano del área viene vertebrado porel marco biogeográfico de la cuenca del río Guadalete cuyas raíces evolucionan a lo largo delPleistoceno Medio y Superior (formación de terrazas), transformándose paulatinamente durante elHoloceno con la formación de suelos pardos y rojos (Giles et al., 2003b; Santiago et al., 2001).

El río Guadalete constituye la principal arteria fluvial de la provincia de Cádiz, con un recorridode 170 km y una cuenca aproximada de 3.966 km2. Atraviesa unidades geológicas diferentes,principalmente subbéticas y postorogénicas (Mioceno Superior), que conforman las tres unidadesmorfológicas características del área gaditana: sierra, campiña y litoral (Gutiérrez et al., 1991).

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Fig.2: Unidades jurásicas en el cañón del Arroyo de los Ballesteros-Bocaleones (Zahara), tributario delGuadalete en el curso alto que aporta calizas y calizas con sílex.

Fig.3: Cañón del Arroyo del Pajarito (Benaocaz), afluente del curso alto del Guadalete que aporta calizas ycalizas con sílex de las unidades jurásicas.

En las proximidades de su nacimiento, la cuenca constituye una red de drenaje de tipo fluvialmás o menos longitudinal, con variaciones direccionales a causa de la tectónica y dureza de la litologíadel paisaje kárstico donde se inserta, que es el característico de la Sierra de Grazalema (Gutiérrez etal., 1991). En este sector se observan los primeros depósitos de acarreo sin estratificación y aluvionesrelativamente gruesos de calizas, calizas con sílex y areniscas en menor representación, con tendenciaa formar terrazas (Figuras 2 y 3).

En su curso medio, desde Puerto Serrano al sur de Arcos de la Frontera, atraviesa la campiñaalta, cuyos materiales más representativos lo constituyen las calcarenitas y margas del Miocenosuperior y unidades triásicas que incorporan a la variedad litológica de los depósitos, bloques y cantosde ofitas. El río discurre por amplios valles con niveles de pendientes muy bajos, lo que permite laacumulación de sedimentos que prefiguran las primeras formaciones de terrazas. Se trata de terrazascolgadas, solapadas en la mayoría de los casos y cuyos escarpes han desaparecido.

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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Fig.2: Unidades jurásicas en el cañón del Arroyo de los Ballesteros-Bocaleones (Zahara), tributario delGuadalete en el curso alto que aporta calizas y calizas con sílex.

Fig.3: Cañón del Arroyo del Pajarito (Benaocaz), afluente del curso alto del Guadalete que aporta calizas ycalizas con sílex de las unidades jurásicas.

En las proximidades de su nacimiento, la cuenca constituye una red de drenaje de tipo fluvialmás o menos longitudinal, con variaciones direccionales a causa de la tectónica y dureza de la litologíadel paisaje kárstico donde se inserta, que es el característico de la Sierra de Grazalema (Gutiérrez etal., 1991). En este sector se observan los primeros depósitos de acarreo sin estratificación y aluvionesrelativamente gruesos de calizas, calizas con sílex y areniscas en menor representación, con tendenciaa formar terrazas (Figuras 2 y 3).

En su curso medio, desde Puerto Serrano al sur de Arcos de la Frontera, atraviesa la campiñaalta, cuyos materiales más representativos lo constituyen las calcarenitas y margas del Miocenosuperior y unidades triásicas que incorporan a la variedad litológica de los depósitos, bloques y cantosde ofitas. El río discurre por amplios valles con niveles de pendientes muy bajos, lo que permite laacumulación de sedimentos que prefiguran las primeras formaciones de terrazas. Se trata de terrazascolgadas, solapadas en la mayoría de los casos y cuyos escarpes han desaparecido.

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El tramo del curso bajo conecta con su principal afluente, el río Majaceite en la zona denominada"Junta de los Ríos", aportando materiales procedentes de los relieves subbéticos de las poblacionesde Ubrique y El Bosque principalmente. Después la red se encaja en el dominio de las moronitas(albarizas), terrenos característicos de la campiña, atravesando también margas del Triásico e inclusolos propios sedimentos de origen fluvio-marino del antiguo estuario en su desembocadura en la Bahíade Cádiz.

Para explicar la presencia de cantos de cuarcita en la Bahía de Cádiz, en la zona del estuario delGuadalete, distribuidos por todo el litoral atlántico gaditano, algunos autores (Zazo, 1985) planteabanla existencia de una comunicación entre la antigua cuenca del Guadalquivir y el área de la Bahía deCádiz durante el Plioceno superior al Pleistoceno antiguo, en base a datos sedimentológicos ypaleogeográficos.

Por lo tanto, el río Guadalete sería durante ese período el afluente de un brazo del Guadalquivir.Posteriormente se origina la falla del Bajo Guadalquivir y otras próximas a la región de la Bahía deCádiz y la actual cuenca del Guadalete, que provocan una nueva distribución hidrográfica,individualizándose ambas cuencas al final del Pleistoceno. Dicha relación entre los dos ríos explicaríala presencia de los cantos de cuarcita en el curso bajo del Guadalete. Recientes investigacionesllevadas a cabo por el Profesor F. Javier Gracia de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz,plantean nuevas interpretaciones sobre estos depósitos cuarcíticos que se distribuyen por la Bahíade Cádiz con afloramientos estratificados en La Florida (El Puerto de Santa María) y Sancti Petri. Losresultados de estas investigaciones sitúan a los depósitos en momentos de altos eustáticos delPleistoceno Medio entre los estadios isotópicos 7 y 9 (Gracia et al., 2010). Nuevos estudios llevadosa cabo por el CENH de Burgos en el yacimiento del Aculadero (El Puerto de Santa María) cuyo soportelitológico de las industrias que contiene son principalmente cantos de cuarcita, han proporcionadouna cronología en torno a los 110 ka. B.P. (Santonja y Pérez-González, 2010).

La naturaleza de los aportes arrastrados por el río Guadalete determinada por las unidadesgeológicas por las que discurre, caracteriza a los conjuntos líticos de los yacimientos localizados enla cuenca fluvial. La selección de las materias primas se realiza sobre los materiales preorogénicos,pertenecientes a las formaciones del Subbético y de la Unidad del Aljibe (calizas y areniscas). Lamayor parte de los terrenos de la provincia de Cádiz están constituidos por rocas sedimentarias. Noexisten rocas metamórficas y las ígneas aparecen muy escasamente. No hay materiales anteriores alTriásico aunque éstos se hallan ampliamente representados en las provincias de Málaga, SierraMorena, y Sierras de Huelva y Sevilla.

Por lo tanto, en el estudio de los recursos líticos nos interesa el conocimiento de las formacionesgeológicas que actúan como fuentes de aprovisionamiento durante el Paleolítico, que pertenecenprincipalmente a la Cordillera Subbética Occidental y Unidades del Campo de Gibraltar, directamenterelacionadas con los depósitos fluviales del río.

Las investigaciones destinadas a estudios geológicos, rasgos geomorfológicos y karstológicos dela Sierra de Cádiz no han sido muy afortunadas, y las que se han llevado a cabo responden acontextos evolutivos regionales (Lhènaff, 1977, 1986a, 1986b; Rodríguez Vidal et al., 1993) o avisiones de carácter general (Delannoy, 1984; Delannoy y Díaz del Olmo, 1986; Gutiérrez et al.,1991). En esta última década, un equipo de geólogos cuaternaristas de las Universidades de Huelvay Cádiz (Campus de Puerto Real) en colaboración con los Grupos de Espeleología GEOS de Sevilla,G.I.E.X. y Sección de Espeleología ALTA RUTA de Jerez de la Frontera, han iniciado nuevas líneas detrabajo dedicadas al estudio geomorfológico de los poljes de la Sierra de Líbar (Gracia et al., 2000)y al reconocimiento de fases de karstificación cuaternarias en la Sierra del Endrinal, en el TérminoMunicipal de Grazalema y en las Sierras del Caillo y El Chaparral (Villaluenga del Rosario). Susresultados han permitido disponer de una secuencia cronoestratigráfica (Pleistoceno medio-superior)mediante dataciones radiométricas de U/Th de 270 ka B.P. hasta 30 ka B.P. (Rodríguez Vidal et al.,1999a, 1999b).

En rasgos generales, entre las Unidades Subbéticas se distingue la siguiente secuenciaestratigráfica:

Triásico: se pueden distinguir dos conjuntos litológicos: una formación carbonatada constituidapor calizas y calizo-dolomías más o menos arcillosas (Trías medio-Muschelkalk) y otra arcilloso-yesífera, que ocupa mayor extensión (Trías superior-Keuper). Los materiales triásicos contienenmasas de rocas ígneas de origen sub-volcánico, las ofitas, las únicas rocas magmáticas que afloranen la provincia de Cádiz (Fig.4). Petrológicamente son diabasas con textura ofítica, microcristalina ya veces porfídica. Estas rocas fueron ampliamente explotadas durante la Prehistoria Reciente (Ramoset al., 1989, 1990, 1991, 1992).

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

El tramo del curso bajo conecta con su principal afluente, el río Majaceite en la zona denominada"Junta de los Ríos", aportando materiales procedentes de los relieves subbéticos de las poblacionesde Ubrique y El Bosque principalmente. Después la red se encaja en el dominio de las moronitas(albarizas), terrenos característicos de la campiña, atravesando también margas del Triásico e inclusolos propios sedimentos de origen fluvio-marino del antiguo estuario en su desembocadura en la Bahíade Cádiz.

Para explicar la presencia de cantos de cuarcita en la Bahía de Cádiz, en la zona del estuario delGuadalete, distribuidos por todo el litoral atlántico gaditano, algunos autores (Zazo, 1985) planteabanla existencia de una comunicación entre la antigua cuenca del Guadalquivir y el área de la Bahía deCádiz durante el Plioceno superior al Pleistoceno antiguo, en base a datos sedimentológicos ypaleogeográficos.

Por lo tanto, el río Guadalete sería durante ese período el afluente de un brazo del Guadalquivir.Posteriormente se origina la falla del Bajo Guadalquivir y otras próximas a la región de la Bahía deCádiz y la actual cuenca del Guadalete, que provocan una nueva distribución hidrográfica,individualizándose ambas cuencas al final del Pleistoceno. Dicha relación entre los dos ríos explicaríala presencia de los cantos de cuarcita en el curso bajo del Guadalete. Recientes investigacionesllevadas a cabo por el Profesor F. Javier Gracia de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz,plantean nuevas interpretaciones sobre estos depósitos cuarcíticos que se distribuyen por la Bahíade Cádiz con afloramientos estratificados en La Florida (El Puerto de Santa María) y Sancti Petri. Losresultados de estas investigaciones sitúan a los depósitos en momentos de altos eustáticos delPleistoceno Medio entre los estadios isotópicos 7 y 9 (Gracia et al., 2010). Nuevos estudios llevadosa cabo por el CENH de Burgos en el yacimiento del Aculadero (El Puerto de Santa María) cuyo soportelitológico de las industrias que contiene son principalmente cantos de cuarcita, han proporcionadouna cronología en torno a los 110 ka. B.P. (Santonja y Pérez-González, 2010).

La naturaleza de los aportes arrastrados por el río Guadalete determinada por las unidadesgeológicas por las que discurre, caracteriza a los conjuntos líticos de los yacimientos localizados enla cuenca fluvial. La selección de las materias primas se realiza sobre los materiales preorogénicos,pertenecientes a las formaciones del Subbético y de la Unidad del Aljibe (calizas y areniscas). Lamayor parte de los terrenos de la provincia de Cádiz están constituidos por rocas sedimentarias. Noexisten rocas metamórficas y las ígneas aparecen muy escasamente. No hay materiales anteriores alTriásico aunque éstos se hallan ampliamente representados en las provincias de Málaga, SierraMorena, y Sierras de Huelva y Sevilla.

Por lo tanto, en el estudio de los recursos líticos nos interesa el conocimiento de las formacionesgeológicas que actúan como fuentes de aprovisionamiento durante el Paleolítico, que pertenecenprincipalmente a la Cordillera Subbética Occidental y Unidades del Campo de Gibraltar, directamenterelacionadas con los depósitos fluviales del río.

Las investigaciones destinadas a estudios geológicos, rasgos geomorfológicos y karstológicos dela Sierra de Cádiz no han sido muy afortunadas, y las que se han llevado a cabo responden acontextos evolutivos regionales (Lhènaff, 1977, 1986a, 1986b; Rodríguez Vidal et al., 1993) o avisiones de carácter general (Delannoy, 1984; Delannoy y Díaz del Olmo, 1986; Gutiérrez et al.,1991). En esta última década, un equipo de geólogos cuaternaristas de las Universidades de Huelvay Cádiz (Campus de Puerto Real) en colaboración con los Grupos de Espeleología GEOS de Sevilla,G.I.E.X. y Sección de Espeleología ALTA RUTA de Jerez de la Frontera, han iniciado nuevas líneas detrabajo dedicadas al estudio geomorfológico de los poljes de la Sierra de Líbar (Gracia et al., 2000)y al reconocimiento de fases de karstificación cuaternarias en la Sierra del Endrinal, en el TérminoMunicipal de Grazalema y en las Sierras del Caillo y El Chaparral (Villaluenga del Rosario). Susresultados han permitido disponer de una secuencia cronoestratigráfica (Pleistoceno medio-superior)mediante dataciones radiométricas de U/Th de 270 ka B.P. hasta 30 ka B.P. (Rodríguez Vidal et al.,1999a, 1999b).

En rasgos generales, entre las Unidades Subbéticas se distingue la siguiente secuenciaestratigráfica:

Triásico: se pueden distinguir dos conjuntos litológicos: una formación carbonatada constituidapor calizas y calizo-dolomías más o menos arcillosas (Trías medio-Muschelkalk) y otra arcilloso-yesífera, que ocupa mayor extensión (Trías superior-Keuper). Los materiales triásicos contienenmasas de rocas ígneas de origen sub-volcánico, las ofitas, las únicas rocas magmáticas que afloranen la provincia de Cádiz (Fig.4). Petrológicamente son diabasas con textura ofítica, microcristalina ya veces porfídica. Estas rocas fueron ampliamente explotadas durante la Prehistoria Reciente (Ramoset al., 1989, 1990, 1991, 1992).

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Jurásico y Cretácico: ocupan el sector occidental de la Cordillera Bética donde se encuentran losconjuntos Penibético y Subbético sensu strictu. El Penibético, que aflora en las Sierras del Endrinal,de Ubrique y de Líbar, todas ellas en la Serranía de Grazalema, se caracteriza por una serie jurásicay cretácica enteramente carbonatada (Moreno Serrano, 1990), de 400 a 600 m de espesor (Fig.5).Superpuesta a ella reposan unas arcillas y margocalizas, típicamente rojizas, que abarcan desde elCretácico hasta el Oligoceno (capas rojas).

Fig.4: Dentro del curso medio, en el sector de Villamartín se concentran aportes de ofitas procedentes desubstrato triásico inmediato a las formaciones de terrazas cuaternarias.

El Lías inferior está constituido por dolomías sobre las que suelen aparecer calizas blancas, enbancos de 0'5 a 3 metros de espesor, con una potencia total de la serie del orden de 200 m. A partirdel Lías medio, los sedimentos cambian netamente y las calizas son reemplazadas por margas,margo-calizas y calizas con nódulos de sílex. En estas series están representados el Lías medio ysuperior, el Dogger y el Malm y su espesor sobrepasa los 400 metros. Como producto de la erosiónde las calizas, los nódulos de sílex incluidos en ellas se encuentran diseminados a lo largo de los ríosque las atraviesan aportando el mayor número de soportes líticos potenciales para la explotación yproducción tecnológica (Giles et al., 1992b, 1993a, 1999b, 2003a, 2007).

Fig.5: Nódulos de sílex incrustados en las calizas jurásicas de Sierra Alta.

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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Jurásico y Cretácico: ocupan el sector occidental de la Cordillera Bética donde se encuentran losconjuntos Penibético y Subbético sensu strictu. El Penibético, que aflora en las Sierras del Endrinal,de Ubrique y de Líbar, todas ellas en la Serranía de Grazalema, se caracteriza por una serie jurásicay cretácica enteramente carbonatada (Moreno Serrano, 1990), de 400 a 600 m de espesor (Fig.5).Superpuesta a ella reposan unas arcillas y margocalizas, típicamente rojizas, que abarcan desde elCretácico hasta el Oligoceno (capas rojas).

Fig.4: Dentro del curso medio, en el sector de Villamartín se concentran aportes de ofitas procedentes desubstrato triásico inmediato a las formaciones de terrazas cuaternarias.

El Lías inferior está constituido por dolomías sobre las que suelen aparecer calizas blancas, enbancos de 0'5 a 3 metros de espesor, con una potencia total de la serie del orden de 200 m. A partirdel Lías medio, los sedimentos cambian netamente y las calizas son reemplazadas por margas,margo-calizas y calizas con nódulos de sílex. En estas series están representados el Lías medio ysuperior, el Dogger y el Malm y su espesor sobrepasa los 400 metros. Como producto de la erosiónde las calizas, los nódulos de sílex incluidos en ellas se encuentran diseminados a lo largo de los ríosque las atraviesan aportando el mayor número de soportes líticos potenciales para la explotación yproducción tecnológica (Giles et al., 1992b, 1993a, 1999b, 2003a, 2007).

Fig.5: Nódulos de sílex incrustados en las calizas jurásicas de Sierra Alta.

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Los depósitos del Cretácico se caracterizan por margas y margocalizas de colores claros que enel Cretácico medio pasan a adquirir tonos oscuros y a intercalar niveles con sílex. En el CretácicoSuperior las margas adquieren colores rosados característicos, denominadas "Capas rojas".

Terciario: en contacto tectónico cabalgante y recubriendo a los materiales mesozoicos, aflorauna serie flysch de alternancias entre areniscas y lutitas, con una edad Aquitaniense-Burdigaliense(Sierra Peralto, Las Cumbres, Alcornocales). A partir del Eoceno superior aparecen intercalaciones deareniscas calcáreas con nummulites, finalizando la sedimentación en el Mioceno inferior.

Las Unidades del Campo de Gibraltar, compuestas por materiales de facies flysch, forman laentidad geológica más característica y ampliamente representada en la provincia. Dichos materialesestán constituidos principalmente por arcillas y areniscas de edad cretácica y terciaria. Entre lasunidades tectónicas diferenciadas, es la Unidad del Aljibe la que se relaciona con la cuenca del ríoGuadalete (Fig.6). Destacan del conjunto litológico las areniscas silíceas, muy puras y compactas, degranos bien redondeados de tamaño medio a grueso y por lo general de colores blanquecinos oamarillentos (Gutiérrez et al., 1991).

Fig.6: Muestras de areniscas compactas de edad Terciaria pertenecientes a la Unidad del Aljibe de parte de lacuenca del Guadalete.

Una vez delimitadas las fuentes geológicas y a falta de una concluyente determinación analítica,actualmente en estudio por el Departamento de Ciencias de la Tierra (Area de Cristalografía yMineralogía) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz, los datos que a continuaciónpresentamos sólo son una primera parte del trabajo emprendido para la identificación y clasificaciónde los materiales líticos y su procedencia geológica.

LOS RECURSOS LÍTICOS. PROCESOS DE PRODUCCIÓN

El río Guadalete y extensiones contienen en sus depósitos de terrazas una gran cantidad deguijarros y bloques de componente silíceo, destacando diversos tipos de calizas y dolomías, areniscas,sílex y en menor cantidad ofitas y cuarzo, que han sido utilizados por los grupos humanos de unamanera continua a lo largo del Pleistoceno y Holoceno. Pero el aprovechamiento intensivo de estos

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

Los depósitos del Cretácico se caracterizan por margas y margocalizas de colores claros que enel Cretácico medio pasan a adquirir tonos oscuros y a intercalar niveles con sílex. En el CretácicoSuperior las margas adquieren colores rosados característicos, denominadas "Capas rojas".

Terciario: en contacto tectónico cabalgante y recubriendo a los materiales mesozoicos, aflorauna serie flysch de alternancias entre areniscas y lutitas, con una edad Aquitaniense-Burdigaliense(Sierra Peralto, Las Cumbres, Alcornocales). A partir del Eoceno superior aparecen intercalaciones deareniscas calcáreas con nummulites, finalizando la sedimentación en el Mioceno inferior.

Las Unidades del Campo de Gibraltar, compuestas por materiales de facies flysch, forman laentidad geológica más característica y ampliamente representada en la provincia. Dichos materialesestán constituidos principalmente por arcillas y areniscas de edad cretácica y terciaria. Entre lasunidades tectónicas diferenciadas, es la Unidad del Aljibe la que se relaciona con la cuenca del ríoGuadalete (Fig.6). Destacan del conjunto litológico las areniscas silíceas, muy puras y compactas, degranos bien redondeados de tamaño medio a grueso y por lo general de colores blanquecinos oamarillentos (Gutiérrez et al., 1991).

Fig.6: Muestras de areniscas compactas de edad Terciaria pertenecientes a la Unidad del Aljibe de parte de lacuenca del Guadalete.

Una vez delimitadas las fuentes geológicas y a falta de una concluyente determinación analítica,actualmente en estudio por el Departamento de Ciencias de la Tierra (Area de Cristalografía yMineralogía) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz, los datos que a continuaciónpresentamos sólo son una primera parte del trabajo emprendido para la identificación y clasificaciónde los materiales líticos y su procedencia geológica.

LOS RECURSOS LÍTICOS. PROCESOS DE PRODUCCIÓN

El río Guadalete y extensiones contienen en sus depósitos de terrazas una gran cantidad deguijarros y bloques de componente silíceo, destacando diversos tipos de calizas y dolomías, areniscas,sílex y en menor cantidad ofitas y cuarzo, que han sido utilizados por los grupos humanos de unamanera continua a lo largo del Pleistoceno y Holoceno. Pero el aprovechamiento intensivo de estos

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recursos líticos no ha sido siempre igual, pudiéndose diferenciar distintos modelos de explotación queresponden a estrategias que por el momento nos son poco conocidas.

De forma provisional exponemos algunas categorías que parecen responder a patrones fijos yque a lo largo de las investigaciones desarrolladas nos han permitido diferenciar los yacimientosdistribuidos a lo largo de toda la cuenca fluvial. Estas categorías están determinadas por lapresencia/ausencia de las categorías estructurales del análisis morfotécnico (Carbonell et al., 1992;Laplace, 1973), de acuerdo al grado de intervención o selección a que han sido sometidos lossoportes.

1. Áreas de Captación de recursos líticos: Terraza fluvial, lecho fluvial y glacis o conos arroyada.

2. Áreas de Captación y Transformación: las terrazas fluviales.

3. Áreas de Transformación: en glacis y terrazas fluviales.

4. Áreas de Captación, Transformación y Configuración Lítica Final: caracterizan los diferentestipos de asentamientos y algunas terrazas fluviales.

Se han localizado numerosas estaciones correspondientes al Pleistoceno Medio y Superior dondeestán presentes los procesos de selección, captación (proceso lito-técnico) y configuración de losmodelos psicotécnicos, cuya área fuente es la propia gravera o lecho fluvial (Giles et al., 1989, 1991,1992a, 1992b, 1993, 1995, 1999a, 1999b, 2007; Santiago et al., 2001, 2003b, 2007).

Como modelo diferencial también están representados diversos yacimientos que responden aestrategias de transformación de los recursos previamente seleccionados de los depósitos fluvialescercanos y por lo tanto alóctonos a la formación geológica sobre la que se encuentran los yacimientos(Gutiérrez et al., 1994).

SECUENCIA PALEOLÍTICA DE LA CUENCA DEL GUADALETE

El estudio de los materiales líticos de los yacimientos de la cuenca del Guadalete permiteestablecer la secuencia fluvial y paleolítica de un importante sector del territorio gaditano, si biendeberá ser matizada en función de los conocimientos que puedan aportarnos futuras campañas deinvestigación. No obstante, el control estratigráfico y el análisis tecno-morfológico de estos conjuntoslíticos nos permiten avanzar un modelo de caracterización secuencial.

Las formaciones fluviales más antiguas (T1, +60 m.) de las localizaciones de Berlanga I y Lomade las Monjas, fechadas de manera relativa en el Pleistoceno Inferior, no han proporcionado industriascon segura relación estratigráfica, aunque tecnológicamente las halladas no se apartan, a grandesrasgos, de las conexiones detectadas en la T2 (Laguna de Medina).

Las terrazas altas (T2, +50-40 m.) donde se sitúan las estaciones de Laguna Medina (tramobasal), Casa Colorá y Cerro de la Batida, en el curso bajo de la cuenca, contienen industriascaracterizadas por la talla bifacial y trifacial de las BN1G y BN1G de utilización directa, (Giles et al.,1989, 1991, 1993b, 1995, 1996; Santiago et al., 2001). Entre las BN2G destaca la representatividadde hendedores Tipo 0. La materia prima casi con exclusividad es caliza, formatizada en cantos rodadosde gran tamaño, cuyo modelo de obtención de productos desbastados se sostiene fundamentalmentesobre una tecnología expeditiva, en la que está presente de forma importante la percusión proyectada(Santiago et al., 2007). Las dataciones paleomagnéticas obtenidas del nivel fluvial situado sobre eltramo basal que contiene la industria permitían atribuirla a los episodios 8 y 9 de la secuencia O-16/O-18 (Shackleton y Opdike, 1973), con una datación propuesta anterior a 0'3 m.a., que la situaríaen una etapa antigua del Paleolítico Inferior correspondiente al Achelense Antiguo terminal (Giles etal., 1996). No obstante, esta propuesta inicial está sometida a revisión y debe ser mantenida ensuspenso hasta la confirmación de nuevas pruebas.

Por la amplitud del conjunto y la homogeneidad numérica de las categorías BN1G y BP, así comoel peso de los T.O.T.D. y T.O.T.I., proponemos para Laguna de Medina una interpretación como lugarde captación, transformación y configuración lítica final, relacionada con actividades destinadas a laexplotación del entorno inmediato en un medio estuarino. Dado el estado actual de conocimientossobre las primeras ocupaciones humanas en la Península Ibérica, Laguna de Medina debe situarseentre las primeras industrias con bifaces que caracterizan al Achelense. Las observaciones de caráctergeomorfológico, deformacional y prehistórico de la terraza, suponen en conjunto una aportaciónsignificativa a la cronología de los procesos geológicos recientes y al conocimiento de las ocupacioneshumanas más antiguas del valle del Guadalete y del sector atlántico (Fig.7).

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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recursos líticos no ha sido siempre igual, pudiéndose diferenciar distintos modelos de explotación queresponden a estrategias que por el momento nos son poco conocidas.

De forma provisional exponemos algunas categorías que parecen responder a patrones fijos yque a lo largo de las investigaciones desarrolladas nos han permitido diferenciar los yacimientosdistribuidos a lo largo de toda la cuenca fluvial. Estas categorías están determinadas por lapresencia/ausencia de las categorías estructurales del análisis morfotécnico (Carbonell et al., 1992;Laplace, 1973), de acuerdo al grado de intervención o selección a que han sido sometidos lossoportes.

1. Áreas de Captación de recursos líticos: Terraza fluvial, lecho fluvial y glacis o conos arroyada.

2. Áreas de Captación y Transformación: las terrazas fluviales.

3. Áreas de Transformación: en glacis y terrazas fluviales.

4. Áreas de Captación, Transformación y Configuración Lítica Final: caracterizan los diferentestipos de asentamientos y algunas terrazas fluviales.

Se han localizado numerosas estaciones correspondientes al Pleistoceno Medio y Superior dondeestán presentes los procesos de selección, captación (proceso lito-técnico) y configuración de losmodelos psicotécnicos, cuya área fuente es la propia gravera o lecho fluvial (Giles et al., 1989, 1991,1992a, 1992b, 1993, 1995, 1999a, 1999b, 2007; Santiago et al., 2001, 2003b, 2007).

Como modelo diferencial también están representados diversos yacimientos que responden aestrategias de transformación de los recursos previamente seleccionados de los depósitos fluvialescercanos y por lo tanto alóctonos a la formación geológica sobre la que se encuentran los yacimientos(Gutiérrez et al., 1994).

SECUENCIA PALEOLÍTICA DE LA CUENCA DEL GUADALETE

El estudio de los materiales líticos de los yacimientos de la cuenca del Guadalete permiteestablecer la secuencia fluvial y paleolítica de un importante sector del territorio gaditano, si biendeberá ser matizada en función de los conocimientos que puedan aportarnos futuras campañas deinvestigación. No obstante, el control estratigráfico y el análisis tecno-morfológico de estos conjuntoslíticos nos permiten avanzar un modelo de caracterización secuencial.

Las formaciones fluviales más antiguas (T1, +60 m.) de las localizaciones de Berlanga I y Lomade las Monjas, fechadas de manera relativa en el Pleistoceno Inferior, no han proporcionado industriascon segura relación estratigráfica, aunque tecnológicamente las halladas no se apartan, a grandesrasgos, de las conexiones detectadas en la T2 (Laguna de Medina).

Las terrazas altas (T2, +50-40 m.) donde se sitúan las estaciones de Laguna Medina (tramobasal), Casa Colorá y Cerro de la Batida, en el curso bajo de la cuenca, contienen industriascaracterizadas por la talla bifacial y trifacial de las BN1G y BN1G de utilización directa, (Giles et al.,1989, 1991, 1993b, 1995, 1996; Santiago et al., 2001). Entre las BN2G destaca la representatividadde hendedores Tipo 0. La materia prima casi con exclusividad es caliza, formatizada en cantos rodadosde gran tamaño, cuyo modelo de obtención de productos desbastados se sostiene fundamentalmentesobre una tecnología expeditiva, en la que está presente de forma importante la percusión proyectada(Santiago et al., 2007). Las dataciones paleomagnéticas obtenidas del nivel fluvial situado sobre eltramo basal que contiene la industria permitían atribuirla a los episodios 8 y 9 de la secuencia O-16/O-18 (Shackleton y Opdike, 1973), con una datación propuesta anterior a 0'3 m.a., que la situaríaen una etapa antigua del Paleolítico Inferior correspondiente al Achelense Antiguo terminal (Giles etal., 1996). No obstante, esta propuesta inicial está sometida a revisión y debe ser mantenida ensuspenso hasta la confirmación de nuevas pruebas.

Por la amplitud del conjunto y la homogeneidad numérica de las categorías BN1G y BP, así comoel peso de los T.O.T.D. y T.O.T.I., proponemos para Laguna de Medina una interpretación como lugarde captación, transformación y configuración lítica final, relacionada con actividades destinadas a laexplotación del entorno inmediato en un medio estuarino. Dado el estado actual de conocimientossobre las primeras ocupaciones humanas en la Península Ibérica, Laguna de Medina debe situarseentre las primeras industrias con bifaces que caracterizan al Achelense. Las observaciones de caráctergeomorfológico, deformacional y prehistórico de la terraza, suponen en conjunto una aportaciónsignificativa a la cronología de los procesos geológicos recientes y al conocimiento de las ocupacioneshumanas más antiguas del valle del Guadalete y del sector atlántico (Fig.7).

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Las conexiones estratigráficas de la T3 (+30 m.) en el yacimiento de Majarromaque (tramobasal) presentan una tecnología encaminada a la obtención de BP para la conformación dehendedores, en consonancia con el aumento del porcentaje de éstos común a las series del Achelensemedio peninsular (Giles et al., 1993c). Los formatos de las materias primas son igualmente cantosrodados y soportes subangulosos, de gran tamaño en el caso de las calizas, con menor presencia delsílex, en nódulos de menores dimensiones, idénticos a los no intervenidos incluidos en los depósitosfluviales (Santiago et al., 2007).

Procedente del nivel inferior del depósito de la terraza, se ha analizado una cadena operativadirigida a la explotación de BN1G de gran formato para obtener BP homólogas en dimensiones yformatos en relación con los negativos de las Bases. Extraídas mediante percusión proyectada, hansido elaboradas principalmente para la configuración de BN2G (hendedores), dado el escasoporcentaje de bifaces, en consonancia con el aumento del porcentaje de las primeras, común enseries análogas que caracterizan al Achelense Medio primitivo de la Península. La industria estárealizada sobre Bases subangulosas, mayoritariamente calcáreas, con una relativa representación desoporte silíceos (protocuarcitas, sílex, areniscas), que comienzan a seleccionarse, dadas lasdimensiones de gran formato en los depósitos de la terraza de este nivel (Santiago et al., 2007).

Fig.7: Temas Operativos Técnicos Indirectos y Directos sobre cantos rodados de caliza. Achelense antiguo de Laguna de Medina.

Atendiendo al carácter facial de las BN1G, están presentes las cuatro categorías, destacando latalla bifacial en primer lugar, seguida de la unifacial y trifacial y esporádicamente algún morfotipo detalla multifacial. Del análisis morfotécnico del conjunto lítico del tramo inferior de Majarromaquepodemos observar una notable desigualdad entre las BN1G y BP junto a una escasa diversificaciónde BN2G (Fig.8). Estas características de la cadena operativa podrían interpretarse como un modelode especialización funcional de ocupaciones secundarias de actividades restringidas, conectada a unCentro de Intervención principal desde donde se organizaría la explotación del entorno.

Siguiendo la secuencia cronoestratigráfica del Guadalete, en las terrazas de + 20 m. (T-4) losregistros que disponemos pueden adscribirse al Achelense medio evolucionado, representado en lacuenca media del río por los enclaves de Arcos de la Frontera, La Herradura, El Santiscal, Caserío delCoto, La Torrecilla y Casa de la Mesa, este último con fósiles de Palaeoloxodon antiquus (Giles et al.,1995). En el Término Municipal de Jerez, también en la cuenca media destacan las localizaciones deGarrapilo (Giles et al., 1993a) con fósiles de Palaeoloxodon antiquus, Lomopardo, Graveras del Portal,El Tesorillo y el Palmar del Conde (Giles et al., 1989, 1993a; Santiago et al., 2001).

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

Las conexiones estratigráficas de la T3 (+30 m.) en el yacimiento de Majarromaque (tramobasal) presentan una tecnología encaminada a la obtención de BP para la conformación dehendedores, en consonancia con el aumento del porcentaje de éstos común a las series del Achelensemedio peninsular (Giles et al., 1993c). Los formatos de las materias primas son igualmente cantosrodados y soportes subangulosos, de gran tamaño en el caso de las calizas, con menor presencia delsílex, en nódulos de menores dimensiones, idénticos a los no intervenidos incluidos en los depósitosfluviales (Santiago et al., 2007).

Procedente del nivel inferior del depósito de la terraza, se ha analizado una cadena operativadirigida a la explotación de BN1G de gran formato para obtener BP homólogas en dimensiones yformatos en relación con los negativos de las Bases. Extraídas mediante percusión proyectada, hansido elaboradas principalmente para la configuración de BN2G (hendedores), dado el escasoporcentaje de bifaces, en consonancia con el aumento del porcentaje de las primeras, común enseries análogas que caracterizan al Achelense Medio primitivo de la Península. La industria estárealizada sobre Bases subangulosas, mayoritariamente calcáreas, con una relativa representación desoporte silíceos (protocuarcitas, sílex, areniscas), que comienzan a seleccionarse, dadas lasdimensiones de gran formato en los depósitos de la terraza de este nivel (Santiago et al., 2007).

Fig.7: Temas Operativos Técnicos Indirectos y Directos sobre cantos rodados de caliza. Achelense antiguo de Laguna de Medina.

Atendiendo al carácter facial de las BN1G, están presentes las cuatro categorías, destacando latalla bifacial en primer lugar, seguida de la unifacial y trifacial y esporádicamente algún morfotipo detalla multifacial. Del análisis morfotécnico del conjunto lítico del tramo inferior de Majarromaquepodemos observar una notable desigualdad entre las BN1G y BP junto a una escasa diversificaciónde BN2G (Fig.8). Estas características de la cadena operativa podrían interpretarse como un modelode especialización funcional de ocupaciones secundarias de actividades restringidas, conectada a unCentro de Intervención principal desde donde se organizaría la explotación del entorno.

Siguiendo la secuencia cronoestratigráfica del Guadalete, en las terrazas de + 20 m. (T-4) losregistros que disponemos pueden adscribirse al Achelense medio evolucionado, representado en lacuenca media del río por los enclaves de Arcos de la Frontera, La Herradura, El Santiscal, Caserío delCoto, La Torrecilla y Casa de la Mesa, este último con fósiles de Palaeoloxodon antiquus (Giles et al.,1995). En el Término Municipal de Jerez, también en la cuenca media destacan las localizaciones deGarrapilo (Giles et al., 1993a) con fósiles de Palaeoloxodon antiquus, Lomopardo, Graveras del Portal,El Tesorillo y el Palmar del Conde (Giles et al., 1989, 1993a; Santiago et al., 2001).

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Los tecnocomplejos de las T-4 muestran un perfeccionamiento de los artefactos que semanifiesta en la configuración de T.O.T.D. y T.O.T.I., primeras evidencias de estandarización, y unamayor diversificación de la categoría estructural BN2G, pudiéndose situar esta cadena operativa enel Achelense Pleno.

De todos los enclaves localizados destaca Palmar del Conde, de donde procede un registroarqueológico que presenta la asociación de un numeroso conjunto lítico con restos faunísticos enposición estratigráfica (Giles et al., 1989, 1990a, 1990b; Santiago et al., 2001). En cuanto a laselección de soportes utilizados para la talla son los propios de la formación fluvial, cantos rodados ymínima representación de placas. La materia prima predominante continúa siendo la caliza, seguidadel sílex y la protocuarcita, y esporádico el empleo de dolomías y cuarcitas. Esta distribución respondea grandes rasgos al reparto proporcional que contienen los paquetes detríticos de la red fluvial. Sinembargo, se observa una predilección por los soportes calcáreos silificados que permiten una fracturaconcoidea más perfecta debido a sus características de isotropía (Santiago et al., 2007).

Fig.8: Temas Operativos Técnicos Directos y BN2G sobre cantos rodados de caliza con presencia de ítem ensílex. Achelense medio de Majarromaque.

La cadena operativa registrada en El Palmar del Conde arroja nuevos datos sobre la evoluciónde los procesos tecnológicos que caracterizan a los grupos humanos que poblaron las cuencas fluvialesdel suroeste peninsular en momentos avanzados del Pleistoceno Medio. El análisis del conjuntomuestra una importante representación de BN1G destinadas a T.O.T.I. donde se aprecia un gradoparcial de intervención que confiere a la explotación un carácter de aprovechamiento no exhaustivo.Esto queda reflejado en la mayoría de las BP con caras dorsales corticales o amplias franjas de córtex.Los T.O.T.D. presentan igual proporción de talla bifacial y unifacial aunque el gran peso de los bifaciales(bifaces, triedros y hendedores) caracterizan al conjunto. Los morfotipos de la categoría BN2Gmuestran un amplio abanico de útiles bien configurados de raspadores, perforadores, etc., lo quesitúa a la industria en un momento avanzado del Modo 2 (Fig.9).

Un amplio número de yacimientos diseminados a lo largo del curso bajo y medio del río, entrelos que destacan San Isidro-Rancho Perea, Laguna de Medina-Casa Colorá (tramo superior) y graverasde Bornos-Villamartín, se enmarcan dentro del Achelense Superior (Giles et al., 1992b, 1993a;Santiago et al., 2001). Como se observa en Laguna de Medina y graveras de Bornos, hay unaselección más diversificada de las materias primas: sílex, protocuarcitas y areniscas. En la categoríaestructural de las BN1G predominan los Temas Operativos Técnicos Indirectos relacionados con laobtención de BP. Se trata de elementos de talla bifacial centrípeta junto a BN polarizadaslongitudinalmente, con planos de golpeo preparados. También son significativas las BN que respondena Temas Operativos Técnicos de tipo Levallois. El conjunto de las BN2G constituye la categoría demayor representatividad.

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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Los tecnocomplejos de las T-4 muestran un perfeccionamiento de los artefactos que semanifiesta en la configuración de T.O.T.D. y T.O.T.I., primeras evidencias de estandarización, y unamayor diversificación de la categoría estructural BN2G, pudiéndose situar esta cadena operativa enel Achelense Pleno.

De todos los enclaves localizados destaca Palmar del Conde, de donde procede un registroarqueológico que presenta la asociación de un numeroso conjunto lítico con restos faunísticos enposición estratigráfica (Giles et al., 1989, 1990a, 1990b; Santiago et al., 2001). En cuanto a laselección de soportes utilizados para la talla son los propios de la formación fluvial, cantos rodados ymínima representación de placas. La materia prima predominante continúa siendo la caliza, seguidadel sílex y la protocuarcita, y esporádico el empleo de dolomías y cuarcitas. Esta distribución respondea grandes rasgos al reparto proporcional que contienen los paquetes detríticos de la red fluvial. Sinembargo, se observa una predilección por los soportes calcáreos silificados que permiten una fracturaconcoidea más perfecta debido a sus características de isotropía (Santiago et al., 2007).

Fig.8: Temas Operativos Técnicos Directos y BN2G sobre cantos rodados de caliza con presencia de ítem ensílex. Achelense medio de Majarromaque.

La cadena operativa registrada en El Palmar del Conde arroja nuevos datos sobre la evoluciónde los procesos tecnológicos que caracterizan a los grupos humanos que poblaron las cuencas fluvialesdel suroeste peninsular en momentos avanzados del Pleistoceno Medio. El análisis del conjuntomuestra una importante representación de BN1G destinadas a T.O.T.I. donde se aprecia un gradoparcial de intervención que confiere a la explotación un carácter de aprovechamiento no exhaustivo.Esto queda reflejado en la mayoría de las BP con caras dorsales corticales o amplias franjas de córtex.Los T.O.T.D. presentan igual proporción de talla bifacial y unifacial aunque el gran peso de los bifaciales(bifaces, triedros y hendedores) caracterizan al conjunto. Los morfotipos de la categoría BN2Gmuestran un amplio abanico de útiles bien configurados de raspadores, perforadores, etc., lo quesitúa a la industria en un momento avanzado del Modo 2 (Fig.9).

Un amplio número de yacimientos diseminados a lo largo del curso bajo y medio del río, entrelos que destacan San Isidro-Rancho Perea, Laguna de Medina-Casa Colorá (tramo superior) y graverasde Bornos-Villamartín, se enmarcan dentro del Achelense Superior (Giles et al., 1992b, 1993a;Santiago et al., 2001). Como se observa en Laguna de Medina y graveras de Bornos, hay unaselección más diversificada de las materias primas: sílex, protocuarcitas y areniscas. En la categoríaestructural de las BN1G predominan los Temas Operativos Técnicos Indirectos relacionados con laobtención de BP. Se trata de elementos de talla bifacial centrípeta junto a BN polarizadaslongitudinalmente, con planos de golpeo preparados. También son significativas las BN que respondena Temas Operativos Técnicos de tipo Levallois. El conjunto de las BN2G constituye la categoría demayor representatividad.

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Industrias atribuibles al Paleolítico Medio se localizan en las terrazas de +5/+10 m. (T6), enJunta de los Ríos, El Alcornocalejo, Vega de Albardén, Majarromaque, Torrecera-Dehesa del Boyal, ElTorno, Palomar de Zurita, Palmar del Conde y Los Repastaderos (Giles et al., 1989, 1993a; Santiagoet al., 2001). La utilización del sílex, adquiere un carácter casi exclusivo, con escasa presencia decalizas y areniscas (Fig.10). En este sentido, el profesor E. Vallespí (1985) ha puesto en relación elpoblamiento del gran eje de las Cordilleras Béticas con la captación de los depósitos de sílex de susunidades geológicas, así como el comienzo de la ocupación humana en la vertiente mediterránea enlos yacimientos de Coto Correa en Marbella (Vallespí et al., 1989-90). Este hecho se generalizaríadurante el Paleolítico Medio. A favor de esta perspectiva sitúa las industrias líticas localizadas en losrebordes de las Sierras Subbéticas exteriores (Los Corrales, Sevilla), cuenca media y alta y tramomedio-bajo del Genil (Fuente Camacho, Loja, Santaella, Córdoba). En la cuenca del río Guadaleteesta selección de recursos se encuentra ya en el poblamiento del Achelense Medio evolucionado(Santiago et al., 2001, 2007), como se ha señalado para un marco regional más amplio (Vallespí etal., 1989-1990), que documenta un aprovechamiento intensivo de las rocas silíceas en el AchelenseSuperior.

Fig.9: Temas Operativos Técnicos Directos sobre matrices de cantos rodados de caliza y areniscas. En el Achelense pleno de Palmar del Conde queda patente una selección de las

materias primas presentes en el depósito fluvial.

A esta paulatina ocupación de las Béticas podemos aportar el control de algunas evidencias quemanifiestan cómo a favor de las cabeceras de las redes fluviales comienza a detectarse unpoblamiento del Achelense Superior hacia las áreas Subbéticas de Grazalema-Ronda.

Como evidencias de ocupación a través de las cabeceras de las redes fluviales hacia las áreassubbéticas, se pueden interpretar los testimonios recogidos en los tramos altos y medios de los ríosGuadalete (Giles et al., 1999a, 1999b, 2003a, 2007; Santiago et al., 2007), Hozgarganta (Giles etal., 2000a; Santiago, 1983) y afluentes del mismo como el Arroyo de Pasada Blanca en el término deJerez (Santiago et al., 2001), que comunican los rebordes occidentales de las sierras de Cádiz-Málagacon la Depresión de Ronda y extensiones a través del valle alto del Guadalete, Manga de Villaluenga,Garganta de la Barrida y Valle del Guadiaro (Giles et al., 2003a).

En el marco geoarqueológico de la costa atlántica y mediterránea del sudoeste peninsular, elyacimiento de El Chaparral (Los Barrios) situado en la T-3 de la cuenca baja del sistema fluvio-continental del río Palmones, aporta un notable conjunto lítico del Achelense evolucionado en conexión

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

Industrias atribuibles al Paleolítico Medio se localizan en las terrazas de +5/+10 m. (T6), enJunta de los Ríos, El Alcornocalejo, Vega de Albardén, Majarromaque, Torrecera-Dehesa del Boyal, ElTorno, Palomar de Zurita, Palmar del Conde y Los Repastaderos (Giles et al., 1989, 1993a; Santiagoet al., 2001). La utilización del sílex, adquiere un carácter casi exclusivo, con escasa presencia decalizas y areniscas (Fig.10). En este sentido, el profesor E. Vallespí (1985) ha puesto en relación elpoblamiento del gran eje de las Cordilleras Béticas con la captación de los depósitos de sílex de susunidades geológicas, así como el comienzo de la ocupación humana en la vertiente mediterránea enlos yacimientos de Coto Correa en Marbella (Vallespí et al., 1989-90). Este hecho se generalizaríadurante el Paleolítico Medio. A favor de esta perspectiva sitúa las industrias líticas localizadas en losrebordes de las Sierras Subbéticas exteriores (Los Corrales, Sevilla), cuenca media y alta y tramomedio-bajo del Genil (Fuente Camacho, Loja, Santaella, Córdoba). En la cuenca del río Guadaleteesta selección de recursos se encuentra ya en el poblamiento del Achelense Medio evolucionado(Santiago et al., 2001, 2007), como se ha señalado para un marco regional más amplio (Vallespí etal., 1989-1990), que documenta un aprovechamiento intensivo de las rocas silíceas en el AchelenseSuperior.

Fig.9: Temas Operativos Técnicos Directos sobre matrices de cantos rodados de caliza y areniscas. En el Achelense pleno de Palmar del Conde queda patente una selección de las

materias primas presentes en el depósito fluvial.

A esta paulatina ocupación de las Béticas podemos aportar el control de algunas evidencias quemanifiestan cómo a favor de las cabeceras de las redes fluviales comienza a detectarse unpoblamiento del Achelense Superior hacia las áreas Subbéticas de Grazalema-Ronda.

Como evidencias de ocupación a través de las cabeceras de las redes fluviales hacia las áreassubbéticas, se pueden interpretar los testimonios recogidos en los tramos altos y medios de los ríosGuadalete (Giles et al., 1999a, 1999b, 2003a, 2007; Santiago et al., 2007), Hozgarganta (Giles etal., 2000a; Santiago, 1983) y afluentes del mismo como el Arroyo de Pasada Blanca en el término deJerez (Santiago et al., 2001), que comunican los rebordes occidentales de las sierras de Cádiz-Málagacon la Depresión de Ronda y extensiones a través del valle alto del Guadalete, Manga de Villaluenga,Garganta de la Barrida y Valle del Guadiaro (Giles et al., 2003a).

En el marco geoarqueológico de la costa atlántica y mediterránea del sudoeste peninsular, elyacimiento de El Chaparral (Los Barrios) situado en la T-3 de la cuenca baja del sistema fluvio-continental del río Palmones, aporta un notable conjunto lítico del Achelense evolucionado en conexión

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estratigráfica (Castañeda, 1999; Giles et al., 2000a, 2000b). Éste a su vez, se relaciona con lasestaciones paleolíticas de la Laguna de la Janda (Giles y Sáez, 1980; Ramírez et al., 1989) yGuadalquitón-Borondo (Giles et al., 2000c), como localizaciones más cercanas, abriendo al mismotiempo interesantes perspectivas para la interpretación del poblamiento paleolítico en un marcoregional más amplio, vinculado a las más importantes cuencas fluviales hacia el área occidental delas Cordilleras Béticas.

Fig.10: Paleolítico Medio del Guadalete. La industria presenta un mayoritario porcentaje de sílex como materiaprima. BN1G Levallois (1-2). BN2G (3-7). T-5 Graveras de Bornos (1 y 7); Glacis de las Arenosas (2 y 4);

Glacis de la Escalera (3, 5-6).

El Paleolítico Medio representa una fase evolutiva dentro del desarrollo tecnológico de los gruposhumanos caracterizada principalmente por la generalización de la explotación de núcleos, orientadaa la predeterminación morfológica de las piezas (técnica levallois). Aunque se mantiene elaprovisionamiento simultáneo de diversas materias primas, destaca la selección del sílex que llega aser predominante en los conjuntos líticos. Los instrumentos de gran tamaño, los Temas OperativosTécnicos Directos (bifaces y triedros) transfieren su potencial a otras morfologías de bases positivas.La sistematización de las técnicas de talla da como resultado producciones altamente estandarizadas.En la categoría de BN2G hay un predominio de raederas, denticulados, muescas y abruptos;igualmente importantes son las piezas no retocadas. El desarrollo tecnológico se podría vincular a lamayor especialización de los instrumentos, de sus funciones, lo que estaría relacionado con un cambioen las estrategias de caza que se hace más especializada.

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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estratigráfica (Castañeda, 1999; Giles et al., 2000a, 2000b). Éste a su vez, se relaciona con lasestaciones paleolíticas de la Laguna de la Janda (Giles y Sáez, 1980; Ramírez et al., 1989) yGuadalquitón-Borondo (Giles et al., 2000c), como localizaciones más cercanas, abriendo al mismotiempo interesantes perspectivas para la interpretación del poblamiento paleolítico en un marcoregional más amplio, vinculado a las más importantes cuencas fluviales hacia el área occidental delas Cordilleras Béticas.

Fig.10: Paleolítico Medio del Guadalete. La industria presenta un mayoritario porcentaje de sílex como materiaprima. BN1G Levallois (1-2). BN2G (3-7). T-5 Graveras de Bornos (1 y 7); Glacis de las Arenosas (2 y 4);

Glacis de la Escalera (3, 5-6).

El Paleolítico Medio representa una fase evolutiva dentro del desarrollo tecnológico de los gruposhumanos caracterizada principalmente por la generalización de la explotación de núcleos, orientadaa la predeterminación morfológica de las piezas (técnica levallois). Aunque se mantiene elaprovisionamiento simultáneo de diversas materias primas, destaca la selección del sílex que llega aser predominante en los conjuntos líticos. Los instrumentos de gran tamaño, los Temas OperativosTécnicos Directos (bifaces y triedros) transfieren su potencial a otras morfologías de bases positivas.La sistematización de las técnicas de talla da como resultado producciones altamente estandarizadas.En la categoría de BN2G hay un predominio de raederas, denticulados, muescas y abruptos;igualmente importantes son las piezas no retocadas. El desarrollo tecnológico se podría vincular a lamayor especialización de los instrumentos, de sus funciones, lo que estaría relacionado con un cambioen las estrategias de caza que se hace más especializada.

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En los conjuntos líticos de la cuenca del Guadalete, se aprecia una mayor diversificación en elaprovisionamiento de las materias primas, seleccionadas de los mismos depósitos fluviales dondesiendo más abundantes las bases calizas, se observa un incremento gradual del uso del sílex(Santiago et al., 2001, 2007).

En Laguna de Medina, junto a las materias primas más frecuentes como las calizas y el sílex, seseleccionan también protocuarcitas, areniscas y presencia testimonial de rocas ígneas.Tecnológicamente, destacan en este yacimiento las Bases Negativas de 1ª Generación (BN1G) parala extracción de lascas, con un porcentaje ya significativo de los métodos de talla centrípetos ypreconfigurados. Las Bases Negativas de 2ª Generación (BN2G) con bifaces y hendedores, demorfologías más simétricas, se diversifican con una mayor presencia de raederas, siendo másrepresentativos los grupos de denticulados y muescas (Mata et al., 1991; Santiago et al., 2001).

De todos los enclaves conocidos, el yacimiento de Majarromaque, en su tramo superior, ha sidohasta la fecha el que más datos ha proporcionado (Giles et al., 1992a, 1993c, Santiago et al., 2001).El registro arqueológico estudiado presenta la asociación de un conjunto lítico con restos faunísticoslocalizados en un área restringida. Junto a fragmentos óseos de bóvido (Bos primigenius) y de cérvido(Cervus elaphus) aparecieron en una zona adyacente restos de elefante (Palaeoloxodon antiquus).La conservación de partes anatómicas muy perecederas como vértebras y fragmentos deextremidades junto a otras que soportan mejor el transporte fluvial (defensas y molares), sudiferencia de tamaño y el nulo rodamiento de las piezas líticas apoyan la posición primaria delyacimiento. Este carácter se confirma por la presencia de la serie dental superior del bóvido enconexión anatómica.

En el registro lítico de la categoría BN1G corresponden a unifaciales y bifaciales con predominioen las estrategias de talla de los métodos levallois y discoidales. Las BP son productos no corticalesen su mayoría, con módulo largo-plano dominante. El modo abrupto es el más utilizado en latransformación a BN2G con un número de tipos primarios muy reducido.

Otro modelo de ocupación está caracterizado por aquellos yacimientos localizados en áreasperiféricas del ámbito fluvial, en contextos de depósitos de glacis. En esta situación se incluye elyacimiento de Las Arenosas, San José del Valle, La Escalera 1 - 3 y El Pinar en Arcos de la Frontera(Giles et al., 1989, 1992b, Gutiérrez et al., 1994; Santiago et al., 2001), vinculados directamentecon el espacio biogeográfico de la Depresión del Guadalete en el aprovechamiento de sus recursoslíticos. En estos yacimientos puede apreciarse el carácter alóctono de las Bases intervenidas,principalmente sílex y en menor proporción areniscas y cuarcitas, ya que no corresponden a la litologíadel lugar. Estos sitios de ocupación podrían relacionarse, bien con manufacturas puntuales dirigidashacia actividades de subsistencia, o bien con áreas de transformación para el aprovisionamiento deotros espacios subsistenciales.

El yacimiento de Las Arenosas se localiza en los glacis de la Sierra del Valle, muy cercano a lasprimeras formaciones de terrazas del Guadalete y Majaceite, y a los macizos cársticos del dominiosubbético del área geográfica. Sobre un substrato geológico del Plioceno, se dispone una secuenciaestratigráfica con la superposición de niveles de arenas rojas con evidencias de circulación hídrica,arcillas de encharcamiento, y otros niveles de arenas. El yacimiento se sitúa en la superficie del nivelde arenas rojas. Para estos momentos del Paleolítico Medio los testimonios aportados por LasArenosas son muy escasos. Únicamente han podido ser individualizadas algunas áreas dentro delyacimiento que aportaron BN1G centrípetas y una BN1G para la explotación de puntas previamenteconfiguradas, además de BN2G correspondientes a morfotipos muy variados de raederas. Debido ala sobrerrepresentación de BN2G frente a BN1G, la escasa corticalidad de las BP y el predominio deconfiguraciones finales, la interpretación del yacimiento debe ser relacionada con una explotaciónpuntual del medio.

Es también durante el Paleolítico Medio cuando se va a generalizar la ocupación de otros ámbitosgeográficos. A través de las vías naturales, redes fluviales y depresiones intrabéticas, se observa unaclara tendencia al uso de las cuevas localizadas en las unidades calizas del Sistema Subbético (Gileset al., 1997, 1998). Esta ocupación de las cavidades está presumiblemente conectada con elenfriamiento climático gradual que se produce durante los Estadios Isotópicos 4 y 3. La frecuentaciónde diversos ecosistemas refleja la flexibilidad del comportamiento de los grupos humanos y suorganización en los procesos de aprovechamiento y búsqueda de recursos faunísticos, vegetales ylíticos (prioritariamente sílex) en las áreas-fuente del sistema montañoso. El conocimiento de lasfluctuaciones climáticas interanuales y su reflejo en el número de presas disponibles, hizo de losneandertales especialistas en los recursos estacionales, capaces de cazar grandes mamíferos, avessalvajes, tortugas, así como recolectar plantas y recursos marinos (Borja, 1989; Finlayson y Giles,2000; Finlayson et al., 2001; Giles et al., 2003b).

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Materias primas autóctonas del paleolítico regional A. Santiago, F. Giles Pacheco, J.M. Gutiérrez López, L. Aguilera y F. J. Giles Guzmán

En los conjuntos líticos de la cuenca del Guadalete, se aprecia una mayor diversificación en elaprovisionamiento de las materias primas, seleccionadas de los mismos depósitos fluviales dondesiendo más abundantes las bases calizas, se observa un incremento gradual del uso del sílex(Santiago et al., 2001, 2007).

En Laguna de Medina, junto a las materias primas más frecuentes como las calizas y el sílex, seseleccionan también protocuarcitas, areniscas y presencia testimonial de rocas ígneas.Tecnológicamente, destacan en este yacimiento las Bases Negativas de 1ª Generación (BN1G) parala extracción de lascas, con un porcentaje ya significativo de los métodos de talla centrípetos ypreconfigurados. Las Bases Negativas de 2ª Generación (BN2G) con bifaces y hendedores, demorfologías más simétricas, se diversifican con una mayor presencia de raederas, siendo másrepresentativos los grupos de denticulados y muescas (Mata et al., 1991; Santiago et al., 2001).

De todos los enclaves conocidos, el yacimiento de Majarromaque, en su tramo superior, ha sidohasta la fecha el que más datos ha proporcionado (Giles et al., 1992a, 1993c, Santiago et al., 2001).El registro arqueológico estudiado presenta la asociación de un conjunto lítico con restos faunísticoslocalizados en un área restringida. Junto a fragmentos óseos de bóvido (Bos primigenius) y de cérvido(Cervus elaphus) aparecieron en una zona adyacente restos de elefante (Palaeoloxodon antiquus).La conservación de partes anatómicas muy perecederas como vértebras y fragmentos deextremidades junto a otras que soportan mejor el transporte fluvial (defensas y molares), sudiferencia de tamaño y el nulo rodamiento de las piezas líticas apoyan la posición primaria delyacimiento. Este carácter se confirma por la presencia de la serie dental superior del bóvido enconexión anatómica.

En el registro lítico de la categoría BN1G corresponden a unifaciales y bifaciales con predominioen las estrategias de talla de los métodos levallois y discoidales. Las BP son productos no corticalesen su mayoría, con módulo largo-plano dominante. El modo abrupto es el más utilizado en latransformación a BN2G con un número de tipos primarios muy reducido.

Otro modelo de ocupación está caracterizado por aquellos yacimientos localizados en áreasperiféricas del ámbito fluvial, en contextos de depósitos de glacis. En esta situación se incluye elyacimiento de Las Arenosas, San José del Valle, La Escalera 1 - 3 y El Pinar en Arcos de la Frontera(Giles et al., 1989, 1992b, Gutiérrez et al., 1994; Santiago et al., 2001), vinculados directamentecon el espacio biogeográfico de la Depresión del Guadalete en el aprovechamiento de sus recursoslíticos. En estos yacimientos puede apreciarse el carácter alóctono de las Bases intervenidas,principalmente sílex y en menor proporción areniscas y cuarcitas, ya que no corresponden a la litologíadel lugar. Estos sitios de ocupación podrían relacionarse, bien con manufacturas puntuales dirigidashacia actividades de subsistencia, o bien con áreas de transformación para el aprovisionamiento deotros espacios subsistenciales.

El yacimiento de Las Arenosas se localiza en los glacis de la Sierra del Valle, muy cercano a lasprimeras formaciones de terrazas del Guadalete y Majaceite, y a los macizos cársticos del dominiosubbético del área geográfica. Sobre un substrato geológico del Plioceno, se dispone una secuenciaestratigráfica con la superposición de niveles de arenas rojas con evidencias de circulación hídrica,arcillas de encharcamiento, y otros niveles de arenas. El yacimiento se sitúa en la superficie del nivelde arenas rojas. Para estos momentos del Paleolítico Medio los testimonios aportados por LasArenosas son muy escasos. Únicamente han podido ser individualizadas algunas áreas dentro delyacimiento que aportaron BN1G centrípetas y una BN1G para la explotación de puntas previamenteconfiguradas, además de BN2G correspondientes a morfotipos muy variados de raederas. Debido ala sobrerrepresentación de BN2G frente a BN1G, la escasa corticalidad de las BP y el predominio deconfiguraciones finales, la interpretación del yacimiento debe ser relacionada con una explotaciónpuntual del medio.

Es también durante el Paleolítico Medio cuando se va a generalizar la ocupación de otros ámbitosgeográficos. A través de las vías naturales, redes fluviales y depresiones intrabéticas, se observa unaclara tendencia al uso de las cuevas localizadas en las unidades calizas del Sistema Subbético (Gileset al., 1997, 1998). Esta ocupación de las cavidades está presumiblemente conectada con elenfriamiento climático gradual que se produce durante los Estadios Isotópicos 4 y 3. La frecuentaciónde diversos ecosistemas refleja la flexibilidad del comportamiento de los grupos humanos y suorganización en los procesos de aprovechamiento y búsqueda de recursos faunísticos, vegetales ylíticos (prioritariamente sílex) en las áreas-fuente del sistema montañoso. El conocimiento de lasfluctuaciones climáticas interanuales y su reflejo en el número de presas disponibles, hizo de losneandertales especialistas en los recursos estacionales, capaces de cazar grandes mamíferos, avessalvajes, tortugas, así como recolectar plantas y recursos marinos (Borja, 1989; Finlayson y Giles,2000; Finlayson et al., 2001; Giles et al., 2003b).

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Por último, completan la secuencia pleistocénica los yacimientos localizados en formaciones deglacis tributarios a la red fluvial del Guadalete con la excepción de la terraza de Cerro Barranco Blanco(Villamartín) y los situados en medios kársticos como la Cueva del Higueral de Valleja (Arcos de laFrontera), Cueva de Las Motillas, Abrigo del Bombín, Cueva de los Marques, Cueva del Higueral (Jerezde la Frontera), Cueva VR-7, VR-8, VR-15 (Villaluenga del Rosario), que han proporcionadoestratigráfías del Pleistoceno Superior-Holoceno, registrándose en el nivel inferior de la Cueva delHigueral de Valleja, Las Arenosas y El Pinar, una ocupación del Paleolítico Medio (Giles et al., 1997,1998; Gutiérrez, 1994; Jennings et al., 2009; Santiago, 2001).

Los enclaves localizados en formaciones de glacis nos permiten conocer la presencia de modelosocupacionales, de regularizada frecuentación, caracterizados por una fragmentación espacial de lacadena operativa técnica. El carácter alóctono de las bases materiales intervenidas indica que no setrata de lugares donde se aprecia el primer paso en la selección e interacción de los recursos(aprovisionamiento), y la existencia de un porcentaje significativo de BN que pueden considerarseagotadas, atestiguan una explotación intensiva de los soportes transportados.

Estos yacimientos, distribuidos entre la red fluvial, donde se identifican las áreas-fuente de losrecursos líticos y los rebordes de las Sierras que rodean la Depresión, responden a un nuevo modelode captación, acumulación y transformación de recursos silíceos hasta ahora novedoso. A escalaregional, estas localizaciones permitieron por primera vez plantear perspectivas de estudio sobre lasrelaciones de movilidad y estacionalidad de las comunidades de cazadores-recolectores del PaleolíticoSuperior en el territorio de la actual Andalucía Occidental.

Los análisis realizados sobre estas industrias nos han permitido identificar unas secuenciasprincipales de producción de instrumental lítico, atribuidas al Solutrense en sentido amplio y alPaleolítico Superior final y Epipaleolítico. Los soportes utilizados son principalmente sílex procedentesde las terrazas fluviales con formatos de cantos rodados contenidos en los niveles de gravas yplaquetas de las Unidades Subbéticas. En menor número se usan soportes de arenisca y otraslitologías.

CONCLUSIONES

El análisis de las industrias líticas de los centros de intervención, así como el estudio de losprocesos geomorfológicos y áreas fuentes de recursos litológicos, experimentan un nuevo impulsoen el marco de las investigaciones que realizamos sobre el poblamiento humano durante el PleistocenoMedio y Superior en la Depresión del Guadalete y apuntan a un importante aprovisionamiento local(Geneste, 1988).

Respecto a las estrategias de captación de materias primas en los complejos industriales delPaleolítico Inferior de la cuenca del río Guadalete, se utilizan preferentemente las calizas. Lasareniscas, sílex, protocuarcitas y cuarcitas se encuentran representadas en menor proporción. Estaselección preferencial de los soportes calcáreos está en función de la adecuación de manufacturas degran formato, en contraposición con los tamaños de los nódulos de sílex, areniscas y protocuarcitasexistentes en los paquetes detríticos.

A partir del Achelense Medio se diversifican los recursos aunque las calizas continúanmanteniendo su prioridad sobre las demás litologías. Durante el Paleolítico Medio - Paleolítico Superiorse intensifica progresivamente el aprovechamiento del sílex así como la utilización de nuevosmateriales como la calcedonia, ofitas y cristal de roca. A lo largo del Pleistoceno Superior, se lleva acabo una selección y explotación sistemática casi exclusiva de los afloramientos de sílex de lasUnidades Subbéticas, que tendrá continuidad durante la Prehistoria Reciente.

Confiamos que las analíticas que se llevan a cabo, análisis macroscópico, análisis por difracciónde rayos X, microanálisis por sonda de electrones y estudios de los procesos de alteración, precisenla relación de las materias primas utilizadas y las fuentes de aprovisionamiento así como elaprovechamiento diferencial de estos recursos líticos durante el paleolítico en la cuenca del ríoGuadalete.

MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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Por último, completan la secuencia pleistocénica los yacimientos localizados en formaciones deglacis tributarios a la red fluvial del Guadalete con la excepción de la terraza de Cerro Barranco Blanco(Villamartín) y los situados en medios kársticos como la Cueva del Higueral de Valleja (Arcos de laFrontera), Cueva de Las Motillas, Abrigo del Bombín, Cueva de los Marques, Cueva del Higueral (Jerezde la Frontera), Cueva VR-7, VR-8, VR-15 (Villaluenga del Rosario), que han proporcionadoestratigráfías del Pleistoceno Superior-Holoceno, registrándose en el nivel inferior de la Cueva delHigueral de Valleja, Las Arenosas y El Pinar, una ocupación del Paleolítico Medio (Giles et al., 1997,1998; Gutiérrez, 1994; Jennings et al., 2009; Santiago, 2001).

Los enclaves localizados en formaciones de glacis nos permiten conocer la presencia de modelosocupacionales, de regularizada frecuentación, caracterizados por una fragmentación espacial de lacadena operativa técnica. El carácter alóctono de las bases materiales intervenidas indica que no setrata de lugares donde se aprecia el primer paso en la selección e interacción de los recursos(aprovisionamiento), y la existencia de un porcentaje significativo de BN que pueden considerarseagotadas, atestiguan una explotación intensiva de los soportes transportados.

Estos yacimientos, distribuidos entre la red fluvial, donde se identifican las áreas-fuente de losrecursos líticos y los rebordes de las Sierras que rodean la Depresión, responden a un nuevo modelode captación, acumulación y transformación de recursos silíceos hasta ahora novedoso. A escalaregional, estas localizaciones permitieron por primera vez plantear perspectivas de estudio sobre lasrelaciones de movilidad y estacionalidad de las comunidades de cazadores-recolectores del PaleolíticoSuperior en el territorio de la actual Andalucía Occidental.

Los análisis realizados sobre estas industrias nos han permitido identificar unas secuenciasprincipales de producción de instrumental lítico, atribuidas al Solutrense en sentido amplio y alPaleolítico Superior final y Epipaleolítico. Los soportes utilizados son principalmente sílex procedentesde las terrazas fluviales con formatos de cantos rodados contenidos en los niveles de gravas yplaquetas de las Unidades Subbéticas. En menor número se usan soportes de arenisca y otraslitologías.

CONCLUSIONES

El análisis de las industrias líticas de los centros de intervención, así como el estudio de losprocesos geomorfológicos y áreas fuentes de recursos litológicos, experimentan un nuevo impulsoen el marco de las investigaciones que realizamos sobre el poblamiento humano durante el PleistocenoMedio y Superior en la Depresión del Guadalete y apuntan a un importante aprovisionamiento local(Geneste, 1988).

Respecto a las estrategias de captación de materias primas en los complejos industriales delPaleolítico Inferior de la cuenca del río Guadalete, se utilizan preferentemente las calizas. Lasareniscas, sílex, protocuarcitas y cuarcitas se encuentran representadas en menor proporción. Estaselección preferencial de los soportes calcáreos está en función de la adecuación de manufacturas degran formato, en contraposición con los tamaños de los nódulos de sílex, areniscas y protocuarcitasexistentes en los paquetes detríticos.

A partir del Achelense Medio se diversifican los recursos aunque las calizas continúanmanteniendo su prioridad sobre las demás litologías. Durante el Paleolítico Medio - Paleolítico Superiorse intensifica progresivamente el aprovechamiento del sílex así como la utilización de nuevosmateriales como la calcedonia, ofitas y cristal de roca. A lo largo del Pleistoceno Superior, se lleva acabo una selección y explotación sistemática casi exclusiva de los afloramientos de sílex de lasUnidades Subbéticas, que tendrá continuidad durante la Prehistoria Reciente.

Confiamos que las analíticas que se llevan a cabo, análisis macroscópico, análisis por difracciónde rayos X, microanálisis por sonda de electrones y estudios de los procesos de alteración, precisenla relación de las materias primas utilizadas y las fuentes de aprovisionamiento así como elaprovechamiento diferencial de estos recursos líticos durante el paleolítico en la cuenca del ríoGuadalete.

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BIBLIOGRAFÍA

BORJA BARRERA, F. (1989) - Evolución del litoral y síntesis climática. Paleoensenada y llanuradel Guadalete (Castillo de Doña Blanca). Jornada de Campo. Geografía Física (Bahía de Cádiz-Guadalete-Grazalema), Sevilla. pp 25-35.

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MINERALES Y ROCAS EN LAS SOCIEDADES PREHISTÓRICAS S. Domínguez-Bella, J. Ramos, J.M. Gutiérrez y M. Pérez (Eds.)

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