la cova de son pellisser (calvià, mallorca) sala 1 (niveles inferiores) y 3
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LA COVA DE SON PELLISSER (Calvià, Mallorca)
SALAS 1 (NIVELES INFERIORES) Y 3
JAVIER ARAMBURU-ZABALA HIGUERA
JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ SÁNCHEZ
Mayo, 2015
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ÍNDICE
I. Introducción .............................................. 5
II. Análisis y conclusiones ........................... 6
III. Unidades estratigráficas ....................... 15
III. La cerámica .......................................... 24
IV. Industria lítica ...................................... 88
V. Industria ósea ......................................... 92
VI. Análisis de carbones ............................. 93
VII. Análisis carpológico ........................... 93
VIII. Análisis de fauna ............................... 95
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Fig. 2. Sección de la sala 1 y 3
I. INTRODUCCIÓN
En una reciente publicación (Aramburu/ Martínez, 2015) presentamos la cueva de Son Pellisser y
dimos a conocer las investigaciones en la sala 2. A continuación exponemos los hallazgos de los
niveles inferiores de la sala 1, así como los de la sala 3.
Como ya describimos en la publicación citada, la cueva de Son Pellisser se encuentra en lo alto de la
Serra de Na Burguesa (Calvià, Mallorca), con boca orientada al norte y cuenta con varias salas.
La sala número 1 mide 18 metros en dirección SE-NO y 4/5 metros en su perpendicular, sin cambios
de nivel. El techo, abovedado, alcanza un máximo de cuatro metros en la zona exterior. Originalmente
era un abrigo, cuya visera cayó tras su uso como necrópolis, bloqueando casi completamente la
entrada. Cuando iniciamos las excavaciones en la sala 2, apenas había restos superficiales de su uso
prehistórico: los bloques caídos del techo provocaban unas condiciones de uso bastante precarias, lo
que sin duda contribuyó a su preservación, de manera que podemos decir que esta sala nos llegó
intacta.
La sala 3, de unos 55 metros cuadrados es completamente interior. Su acceso más fácil es desde la sala
1, pero también se comunica por una gatera con la sala 2. Su interior estaba casi completamente
ocupado por escombros procedentes de la sala 1. Se realizaron catas para comprobar su yacimiento,
resultando materiales rodados desde la sala 1, sin que parezca que fuera utilizada a lo largo de la
ocupación de la cueva.
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II. ANÁLISIS Y CONCLUSIONES I. La estructura sedimentaria
Sobre un fondo plano de arcilla encontramos un paquete de 50-60 cm de litofacies horizontales típicas
de la formación denominada “foumier” (UE 16-18) Se pueden observar hasta seis niveles negros, finos
(2-3 cm) separados por otros niveles grises y blancos.
Se intentó separar unidades estratigráficas (UE) según los cambios de color y textura, pero resultó
imposible debido a que las capas no tenían continuidad, apareciendo claramente en una zona, pero
perdiéndose y mezclándose unos metros más allá, fruto de que la quema que originó sus separaciones
no fue uniforme. Por ejemplo, se observó la siguiente evolución de colores en el cuadro 17b:
UE 15
negro +59 cm (UE 16 superior)
amarillo
gris
negro
blanco-amarillo + 46 cm
gris
amarillo
gris
marrón-negro + 30 cm
blanco
gris
marrón
blanco-amarillo
gris
marrón + 10 cm
amarillo
blanco
negro
SUELO
Mientras que en el cuadro 7d:
UE 15 + 56 cm
negro +52 cm (UE 16 superior)
blanco + 44 cm
negro + 36 cm
amarillo + 28 cm
negro +23 cm
blanco, con cerámica y huesos.
SUELO
O en el cuadro 12 b, con un total de 65 cm: UE 15
negro (UE 16 superior)
amarillo
7
negro
amarillo
negro
blanco
negro
SUELO
Por ello se optó por dividir los aproximadamente 60 cm de espesor en 3 niveles artificiales separados
por niveles de color negro: 16 (superior) 17 (medio) y 18 (inferior) En la UE 16 se separaron los
primeros 5 cm, correspondientes a la primera de las incineraciones de la UE 15, porque en esa capa
aparecieron abundantes troncos carbonizados y parte del ajuar depositado con las primeras
incineraciones y parcialmente enterrados en el sedimento subyacente. Esta UE 16 superior se estudiará
con las incineraciones en cal. En las capas inferiores apenas había carbones seguramente porque la
quema correspondió a la propia materia orgánica de origen animal y a paja.
En el interior de las UE 16-18 se encuentran escasos restos de fauna y de cerámica, además muy
fragmentada. Tan sólo se documentó, en la parte norte, lo que parece restos muy destruidos de una
estructura, quizás un enlosado, donde se concentraba la mayor parte de la cerámica y huesos.
Existen discrepancias entre los sedimentólogos acerca de la formación de este tipo de niveles tipo
“foumier” que encontramos en la cueva, aunque hay unanimidad en considerar que se trata de
alteraciones térmicas de estiércol de ganado y vegetación (forraje, camas para los animales) Para la
mayoría son fruto de la quema intencionada del estiércol para destruir parásitos: el uso del sitio era
estacional y una vez concluido cada episodio de ocupación, se saneaba, acumulando los desperdicios y
quemándolos si no podía sacarse para abonar campos cercanos, mientras que para otros (Alday et al,
2003: 219-220) pudieran no ser intencionados, ya que la putrefacción del estiércol, produce un
aumento de la temperatura, que pueden alcanzar la temperatura de ignición sin fuego vivo, mientras
que la quema de importantes cantidades de estiércol debería producir residuos fácilmente perceptibles:
restos de carbón, piedras con síntomas de rubefacción, marcas de fuego sobre la cerámica y huesos.
También indican que, en los ejemplos por ellos estudiados, falta el hierro: a una temperatura superior a
los 400º las partículas de hierro contenidas en las arcillas se atraen y concentran debido al magnetismo
termo remanente. Las delgadas capas negras se formarían por concentración de materia orgánica en un
medio húmedo. Sería, por tanto, un origen químico en medios encharcados y ácidos, sin necesidad de
fuegos.
En Mallorca, se han localizado y estudiado niveles semejantes en Son Matge y Sa Bassa/Sa Tossa Alta
(Bergadà et al, 2005; Valenzuela el alii, 2010) y en Menorca en Monfragüe (Bergadà, 2005)
señalando ocupaciones de estabulación, con incendios con temperatura superior a 500º. El análisis
micromorfológico de las litofacies de son Matge (Bergadà et al, 2005) sí reflejó la presencia de
nódulos de hierro, componentes de origen vegetal como carbones, esferolitas, fitolitos de formas
alargadas, cenizas y cristalizaciones calcíticas, así como componentes de origen animal como masas
fosfatadas cristalíticas gris-amarillentas (coprolitos de herbívoros) y huesos.
Este tipo de paquetes sedimentarios se han documentado en la parte norte de la cuenca mediterránea,
desde Grecia, incluyendo la vertiente norte de los Alpes, a la península ibérica -Alicante y Atapuerca
(Burgos) son sus extremos de difusión- atribuyéndose esta distribución, al menos parcialmente, a la
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presencia de rocas carbonatadas y con una cronología desde el neolítico a la edad del Hierro
(Angelucci, 2009)
II. La cronología
La única datación radiocarbónica que aquí presentamos constituye un hito en la larga serie de las
dataciones mallorquinas por un doble motivo: se trata de la más antigua presencia humana en
Mallorca y es también un anclaje para la datación de las cerámicas campaniformes en la isla.
En cuanto a la primera aseveración, hasta el momento las dataciones1 no discutidas más antiguas para
la presencia humana en Mallorca eran las siguientes (referencias en Alcover, 2008, Calvo/ Guerrero,
2002 Coll, 2014 y Aramburu-Martínez, 2015)
KIA 17389 Ca Na Cotxera 3770 ± 30 2290-2050 BC
RICH 20205 Son Pellisser 3760 ± 35 2290-2040 BC
KIA 15726 Coval Simó 3740 ± 30 2280-2030 BC
Beta 154196 Coval Simó 3760 ± 40 2300-2030 BC
Beta 155645 Cova des Moro 3750 ± 40 2290-2030 BC
Algunos autores aceptan también dos dataciones de cova des Moro: UtC-7878 sobre hueso humano,
que a dos sigma resulta 2470-2130 BC, pero con incerteza respecto a su tipo de alimentación, por lo
que otros autores (Alcover, 2009) la rejuvenecen un centenar de años y KIA 30020: 2470-2290 BC,
con alimentación que podría ser en parte marina. Corrigiendo este efecto, el límite inferior de esta
datación se rebajaría - a dos sigma- a 2030 BC.
Otras dataciones de Son Ferrandell-Son Olesa y Son Matge no se aceptan (Alcover (2009) por no
conocer el tipo de muestra: CAMS 7072 (antes de 2050 BC) CAMS 7244 (antes de de 2040 BC) y
CAMS 7073: antes de 2150 BC
Para Alcover (2009), teniendo en cuenta estos datos y otros de cronología relativa, la llegada de los
primeros pobladores se situaría entre 2350 y 2150 cal AC. Tras la datación de Son Pellicer que
presentamos, este intervalo se ha reducido en su límite inferior a 2210 cal AC, pero en lo substancial
sigue inalterado.
1 Un detallado análisis de estas dataciones en Alcover et al, 2001 y Alcover, 2009
9
Respecto a la datación de las cerámicas campaniformes, hasta ahora se contaba con tres yacimientos
con dataciones generalmente aceptadas (Alcover, 2009; Calvo/ Guerrero, 2002; Coll, 2001, 2014):
Coval Simó BETA 154196 3760± 40 2290-2040 BC
Coval Simó KIA 15726 3740 ± 30 2280-2030 BC
Coval Simó KIA 14323 3670 ± 30 2139-1957 BC
Coval Simó BETA-161787 3650 ± 40 2140-1916 BC
Coval Simó KIA-29166 3625 ± 25 2116-1911 BC
Ca Na Cotxera KIA 17389 3770 ± 30 2290-2050 BC
Ca Na Cotxera KIA17390 3710 ± 25 2200-2030 BC
Arenalet de Son Colom KIA-26226 3670 ± 35 2200-1940 BC
Arenalet de Son Colom KIA-26215 3660 ± 35 2150-1930 BC
Por lo que la fecha más alta segura era 2.050 cal AC, límite que se eleva ahora a 2210 cal AC
Las campaniformes en Mallorca
Decía Fernández-Miranda (1985: 31) que “no son ciertamente muchos ni muy variados los objetos que
pueden ser claramente relacionados con las producciones consideradas característicamente
campaniformes” Para este autor ésta era una de las causas de que los estudios en las islas se centraran
en la tipología, especialmente cerámica. E incluso que se ocultara el nombre de campaniforme,
sustituyéndole por el menos comprometido de “incisas”.
Al escribir esas líneas, tenía en mente los estudios de Rosselló-Bordoy (1960), Veny (1968) y
Cantarellas (1972) El primero creó dos tipos: el A, con decoración más compleja y factura de mayor
calidad y el B, más tosco. Veny (1968: 407 y ss.) mantiene los dos tipos, aunque con más variantes y
considerando a los primeros campaniformes y a los segundos, postcampaniformes. Posteriormente,
Cantarellas (1972) distingue entre Incisa I (2.00-1.800 a.C.) e incisa II (1900-1450 a.C.)
Fernández Miranda (1985) distinguía entre producciones campaniformes (2030-1750 a.C.) e incisas
no campaniformes, con decoraciones a base de incisiones verticales normalmente sobre vasijas
troncocónicas, como en Sa Canova, Corral d’es Porc, Son Bauça, Can Massac, Sa Sinia, Coval Simó,
Son Sunyer 7 o Son Maiol.
Waldren (1987) agrupa las incisas en tres grupos según su decoración: Campaniforme Temprano
(Tipo 1) Campaniforme de Apogeo (tipo 2) y Campaniforme Tardío) En 1998 (p. 43 y ss) establece la
cronología para el campaniforme en dos fases entre c. 2450 cal BC y 1450 cal BC: temprana (EBP) y
10
tardía (LBP), ésta a partir de 2050 cal CB, pero ya hemos comentado que sus interpretaciones son
ampliamente puestas en duda.
Los campaniformes de Son Pellisser no permiten distinguir dos grupos según su calidad, a pesar de
que hay algún fragmento con rayas incisas (17-228) que dudamos se puedan englobar en el término
campaniforme, por lo que apuntalan la existencia de un solo tipo, aunque hemos de tener en cuenta
que no se encuentran los troncocónicos con decoraciones verticales que menciona Fernández-Miranda,
que pueden ser, por tanto, posteriores.
Otro problema ampliamente tratado es el origen de los campaniformes mallorquines y, por lo tanto, el
origen del primer poblamiento insular, tema que está vinculado a su cronología
Fernández-Miranda ya señalaba (1985: 32) la mezcla de estilos y formas que se encuentran en la isla,
que configuraban un grupo con personalidad propia. En cualquier caso las mayores semejanzas
parecen darse, en su opinión, con el grupo Salamó, de Cataluña y con el pirineo francés.
Lull et alli (2008) sitúa un “Grupo arqueológico campaniforme” (ca.2.300-2.100/ 2.000 cal ANE) con
afinidades con el estilo Pirenaico y un “Grupo arqueológico epicampaniforme” (ca.2.100/ 2.000-1.600
cal ANE), momento en que se erigirían los dólmenes baleáricos.
Alcover (2009) sitúa el origen en la zona este de Languedoc, probablemente en alguna cultura
relacionada con la cultura Fontbouisse, tal como el grupo Ródano-Provençal (Bronce antiguo o
Calcolítico final) con una cronología para el primer contacto en torno a 2300 cal AC. Y ello a pesar de
que la distancia (360 km) es el doble que con la costa catalana.
Coll (2014) establece un grupo baleárico de campaniforme (c. 2450-1950 cal BC) con tipos parecidos
a los más antiguos del grupo Salomó (Cataluña) y los más recientes del estilo Bois Sacré (sur de
Francia). Encuentra paralelos en las vasijas de gran tamaño y la cerámica carenada con el grupo de
Fontbuisse y el área pirenaica.
La actividad del grupo humano en la cueva.
Sabemos que también se utilizó en esa época la sala 2 de la cueva, pero con mucha menor intensidad.
Si la sala 1 se tuvo compartir entre una zona para los pastores y otra para el rebaño y a pesar de que la
visera de la cueva permitiría una superficie útil mayor que la actual, no parece que éste fuera
numeroso, lo que apuntaría a un grupo pequeño.
Si la cueva era el lugar de estabulación del ganado, el análisis de la fauna resulta del mayor interés:
encontramos básicamente ovejas y cabras, con algún ejemplar de vacuno y cerdo. Los primeros se
sacrificaban entre 6 meses y 2 años, aunque alguno alcanza más de 4 años, lo que nos indica un
aprovechamiento para carne, con la reserva de algún ejemplar para cría y leche.
Se han encontrado todas las partes anatómicas y un solo hueso con señales de descarnamiento, lo que
nos indica que algún animal era consumido en el propio lugar, pero también alguno quedaría muerto y
abandonado en el lugar, como suele suceder hoy en día en estos tipos de cuevas.
11
Hay que mencionar también la aparición de una quesera, por lo que en la cueva se realizaron
actividades de transformación láctea.
En cambio, no hay rastro de cereales, lo que podría indicar un grupo dedicado en exclusiva al
pastoreo.
De los materiales que suelen acompañar el campaniforme mallorquín (útiles metálicos muy sencillos,
muñequeras de arquero, botones con perforación en V, de forma piramidal o triangulares, alisadores
líticos, cuchillos en sílex) tan sólo encontramos en Son Pellisser algún instrumental macrolítico, por
otra parte similares a los aparecidos en Ca Na Cotxera.
No hay rastro de metales ni de fabricación de los mismos, pero hay que tener en cuenta que la cueva
está lejos de las fuentes conocidas de cobre en la isla.
Finalmente, indicar que el análisis de carbones y semillas ha ofrecido muy pocos restos y éstos
señalan la presencia de pino y acebuche como árboles y mata como arbusto, un panorama no muy
diferente a la vegetación actual.
Conclusión
Los niveles inferiores (16-18) de la sala 1 de la cova de Son Pellisser documentan el uso como redil y
lugar ocasional de habitación por parte de un grupo de pastores de la etapa campaniforme de la
prehistoria mallorquina2. Esta ocupación es anterior a 2.210 cal AC y con una certeza del 91,5%,
anterior al 2270 cal AC. por lo que no es aventurado dar como muy probable la presencia humana en
Mallorca c.2.300 AC.
2 Subsiste la duda del encuadre de esta etapa en el Calcolítico o en el Bronce Antiguo (Alcover, 2009)
12
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15
III. UNIDADES ESTRATIGRÁFICAS
SALA 3
Interior de la Sala 3. Vista hacia el nordeste. En primer plano, derrumbes procedentes de la sala 1, que se encuentra a la izquierda.
17
UE 7. Cota superior: 10-20 cm Espesor: 15 cm Composición: 7a: sedimento gris 7b: capa blanca discontinua.
Sala 3. UE 7-8. Jalón: 20 cm
UE 8. Cota superior: 35 cm Grosor excavado: 10-13 cm Composición: sedimento arenoso Interpretación: nivel natural de fondo
18
SALA 1
Fig. 4. Sección de la sala 1
UE 16-18 Cota superior (W-E):170-220 cm Cota inferior: (W-E): 225-268 cm El paquete de foumier se divide en 3 niveles de profundidad similar para expresar la profundidad relativa de los hallazgos, ( 16, 17, 18, de superior a inferior). En todo el paquete se detectan 6 litofacies discontinuas. Grosor medio: 55 cm Composición: litofacies horizontales: -litofacies negra -litofacies gris -litofacies blanca Alteraciones: algunas raíces delgadas y “tubos” rellenos de arena por descomposición, posiblemente, de ramas. Estructuras: enlosado en la parte superior de la UE 17 en los sectores Interpretación: “foumier”
19
Datación radiocarbónica: Nivel: 17 en su parte inferior. Profundidad: 204 cm. (profundidad máxima del foumier en el sector: 225 cm) Sector 7d
Código Material Fecha 2 sigma δ 13C C/N δ 15N Ratio colágeno
RICH 21853
CADO 3884±36 2460-2210 -20,2‰ 3.2 +5,4 ‰ 6%
%N %C
12,7 34,6
Material datado: epífisis proximal (60% de la pieza entera) de radio derecho de ovicáprido. Sin signos
de alteraciones por fuego.
22
UE 16-18. Sector 12d
UE 16. Superficie superior tras retirar los niveles de enterramientos en cal. Parte norte de la sala.
24
IV. LA CERÁMICA
La cerámica de las UE 16-18 presenta los dos tipos habituales en este tipo de conjuntos: lisa y, en
menor número, incisa. En total son 362 fragmentos, de los cuales sólo 10 (2,76%) tienen decoración
incisa. Por comparación, el porcentaje en el Coval Simó es del 5,7% del total de material (Coll, 2014:
443)
Tipos:
Para el estudio contamos con los antecedentes de Cantarellas (1972) que define 7 tipos para la
cerámica lisa y cuatro para la incisa (cuenco, troncocónico, globular y bitroncocónico) y de Calvo/
Guerrero (2002) que definen dos tipos campaniformes: vasos carenados y cuencos hemiesféricos,
mientras que para la cerámica lisa definen los siguientes:
- grandes contenedores toneliformes con bocas de gran diámetro ligeramente entrante y grandes
muñones alargados junto al borde, algunos perforados verticalmente. Bases planas.
- cuencos hemiesféricos, de altura variable y más o menos abiertos.
- vasos carenados con fondos convexos.
- cuencos troncocónicos con muñones o cordón bajo el borde.
- escudillas o cazuelas de gran diámetro y poca altura
- queseras, fusayolas y vasijas-horno
Nosotros consideramos los siguientes tipos:
Tipo Número
Cuenco cilíndrico 35
Cuenco abierto 3
Cuenco troncocónico 1
Vaso troncocónico 1
Olla globular 12
Olla bitroncocónica 4
Cuenco cerrado 10
Plato 1
Quesera 1
25
Plato Son Matge (Cantarellas, 1972)
Olla globular (Son Maiol) Cantarellas, 1972: 42
Cuenco troncocónico Sa Canova (Cantarellas, 1972: 30)
Fig 6. Modelos de cerámica campaniforme en Mallorca
26
Fig. 7. Formas de la cerámica lisa. Sa Canova (Cantarellas, 1972: 26, rectificado)
1 y 3- cuenco abierto 2. Cuenco cerrado 4 y 5. Olla globular 6-8. Olla bitroncocónica. 9-
10. Cuenco troncocónico.
27
El número de carenas es de 10.
Las bases son planas, excepto el plato, que tiene base curvada.
En cuanto a las asas y adornos similares:
Tipo Número
Agarraderas horizontales 23
Pezón simple 16
Agarraderas perforadas 6
Banda continua 5
Pezones múltiples 1
Número de vasijas:
Según el número de bordes, el máximo es de 107, aunque con más del 5% del diámetro, son 68.
Según las bases serían 20. Hay que recordar que sólo se ha excavado una parte del yacimiento ya que
se ha calculado que alrededor de un tercio del mismo permanece bajo el derrumbe de la visera.
Decoración incisa:
Los fragmentos recogidos corresponden a vasijas de formas indeterminados, excepto un borde (17-
232) correspondiente a una vasija de borde entrante. Todos aparecieron en la UE 17.
Los tipos de decoraciones presentes (Cantarellas, 1972) son los siguientes:
17-229/236: franja triangular
17-231: franja enmarcada de líneas
17-232: franjas horizontales de líneas diagonales sin enmarcar.
17-233: peine angular
17-235: reticulado
17-244: triangular. Corresponde a una gran vasija.
28
Distribución por Unidades Estratigráficas:
UE FRAGMENTOS %
16 57 15,74
17 243 67,13
18 62 17,13
En cuanto a la dispersión vertical de los fragmentos, ocho vasijas tienen piezas en diferentes niveles.
Pasta
La pasta de las vasijas estudiadas incluye desgrasante mineral (cuarcita, caliza) machacada, pero
algunos ejemplares tienen componentes vegetales carbonizados, como el 17-28. En un caso la arcilla
incluye nódulos férricos.
Acabados
Aunque la mayoría son alisados a mano o con alisador, hay ejemplares con bruñido exterior/interior,
como el ejemplar 16-45 o raspado, como el 18-13.
Varia
El ejemplar 16-50 tiene una perforación del tipo de las realizadas para reparar con lañas, que en este
caso serían de cuerda.
Paralelos
Los parecidos con Ca Na Cotxera son abundantes, repitiéndose los mismos tipos, aunque algunos
como el plato 17-85 y, sobre todo, el vaso 17-22, son originales.
Las diferencias con Sa Canova son algo mayores, faltando en ésta los cordones alrededor del cuello,
mientras que en Son Pellisser no hay bases con concavidad en esta sala.
Las decoraciones incisas son similares en todos estos yacimientos, con las diferencias de que en Son
Pellisser no hay impresiones digitales, que sí aparecen en Ca Na Cotxera y tampoco hay en Son
Pellisser los troncocónicos con incisiones alineadas en el borde.
90
UE 17. Sector 10a
Caliza. 0,68 kg. Sin señales de uso.
Además de estos dos dibujados, se encontraron dos cantos rodados de caliza y una loseta de arenisca roja, sin señales de uso, en la UE 17, sector 10a, cuatro fragmentos de canto rodado (tres de caliza y uno de arenisca) en la UE 17-7b y un canto rodado de caliza en la UE 17-7d.
91
V. INDUSTRIA ÓSEA
Sólo se ha localizado un punzón sobre diáfisis, en la UE 17, sector 11 a.
Punzón. UE 17. 11a
93
VI. ANÁLISIS DE CARBONES
Sólo se han recogido tres fragmentos de carbones en la UE 17, dos de ellos corresponden a Olea europea y uno a Pinus sp. En la UE 18 no se han podido recoger carbones y en la UE 16 sólo en la UE 16 superior, que no se consideran aquí por tener relación con las cremaciones en cal.
El procedimiento de estudio ha sido el habitual: se analizan los planos radial, transversal y tangencial, comparando con la colección de referencia.
VII. ANÁLISIS CARPOLÓGICO
El método seguido para el análisis carpológico lo hemos descrito en anteriores ocasiones (Aramburu/ Martínez, 2015 ) siempre basándonos en el empleo de máquina de flotación.
Se recogieron para flotación únicamente 100 litros de sedimento de las UE16-18 y los resultados fueron extremadamente pobres: tan sólo una semilla de acebuche (Olea europea), otra de mata (Pistacia lentiscus) y un indeterminado.
Olea europaea
95
VIII. ANÁLISIS DE FAUNA
I. METODOLOGÍA
Muestreo
Los materiales que componen la muestra se recogen a mano durante el proceso de excavación. Se
espera, por tanto, cierta infrarrepresentación de los fragmentos de elementos pequeños e individuos
jóvenes.
Identificación taxonómica y anatómica
La identificación taxonómica y anatómica se lleva a cabo mediante comparación visual de los
materiales con colecciones de referencia y atlas como los de Hillson (1986 y 1992), Schmid (1972),
Barone (1976) y Sisson y Grossman (1953) y Cohen y Serjeantson (1996)
Distinción entre oveja y cabra
La distinción entre oveja y cabra se realiza sobre determinados elementos anatómicos, siguiendo las
indicaciones descritas en Boessneck et al. (1964), Boessneck (1980), Prummel/ Frisch (1986)
Kratochvil (1969), Payne (1969 y 1985) y Halstead, Collins e Isaakidou (2002) y principalmente en
Popkin et al. (2012). Las medidas según von den Driesch (1976) y Davis (1992). Para el esqueleto
postcraneal se han tenido en cuenta los márgenes más amplios (Popkin et al. (2012) debido a que se
ignora la presencia de castrados y se presume que la alimentación era pobre.
Cuantificación
Acerca de las cuantificaciones se emplea el número de restos (NR) número mínimo de individuos
(NMI), según Bokonyi (1970) y número total de fragmentos identificados (NISP)
Medidas
Se toman siguiendo a Driesch (1976) y Davis (1992).
Edad
96
- Por dentadura (Ovejas/cabras)
1) Secuencia de erupción
La secuencia de erupción de definitivos es un buen indicador, que aquí se utiliza en sus
márgenes más amplios.
2) Por desgaste
Tienen en cuenta el molar deciduo 3 (m3), los molares permanentes y el cuarto premolar
permanente (PM4)
Se utiliza el método Grant (1975, 1982) con la asignación de edad de Jones (Jones, 2006)
En este trabajo se ha seguido para suidos y bóvidos el método Grant, con la correlación según
Grigson (1982)
3) Por tamaño de las mandíbulas Se incluye este sistema dado que hay algunos fragmentos de mandíbula que permiten la
comparación con ejemplares completos.
- Edad por fusión de epifisis
Para la fusión de las epífisis empleamos los métodos de Schmid (1972) Barone (1976) y Silver (1980),
adoptando los valores más amplios.
Sexo
El sexo se determina por el estudio morfológico de las pelvis (Grigson 1982) y la presencia de cuernos
(ovicápridos). En el caso del cerdo, por los colmillos (Schmid 1972). No se emplea el análisis metrico
de conjuntos por el escaso número.
Marcas
Se examinan los restos óseos en busca de marcas de mordisqueo producidas por carnívoros y roedores,
así como marcas de corte. Se buscan marcas de agentes biológicos, químicos o geológicos, como
weathering, marcas de erosión, o concreciones metálicas. Se examina la superficie cortical para
observar cómo las condiciones del suelo han afectado severamente a los restos.
Fragmentación
97
En la tabla general se incluye el grado de fragmentación. Se mide calculando el porcentaje sobre el
total de la parte anatómica. En general, el nivel de fragmentación es muy alto: % de media, con sólo
ejemplares intactos.
II. ESTUDIO
Se han recogido 257 restos óseos de fauna, toda ella doméstica. De ellos 141 son determinados
(54,86%) y 116 no determinados (45,14 %) y de estos, 26 (10,11 %) son costillas y 89 fragmentos de
diáfisis no determinadas (34,63%).
Tabla 1. Fauna doméstica. Perfiles taxonómicos
SIGLA NR %
Caprino CADO 127 90,08
Ovis aries OVIS 2 1,41
Capra hircus CAHI 5 3,55
Bos taurus BOTA 5 3,55
Sus SUDO 2 1,41
TOTAL 141 100,00
Tabla 2. Fauna doméstica. Número mínimo de individuos
ESPECIE NMI
Caprino 7
Capra hircus 2
98
Ovis aries 1
Sus 1
Bos 1
El NMI de caprino se ha contado por mandíbula derecha. Capra por cuerno izquierdo.
Tabla 3. Perfiles esqueléticos por especie
CADO BOTA SUDO
Cráneo 2
Cuerno 4
Mandíbula 14 1
Maxilar 3
Dientes 15 3 1
Hioides
Vértebras 12
Escápula 6
Húmero 9
Radio 10
Ulna 5
Carpos
Metacarpos 7
Coxal 11
Fémur 6
99
Tibia 8
Rótula
Fíbula
Astrágalo 3 1
Calcáneo 2
Tarsos
Metatarsos 5
Metápodo 5
Falange 1ª 5 1
Falange 2ª
Falange 3ª
Esternón
Radio-Ulna
Sesamoides
atlas 1
axis 1
Otros
TOTAL 134 5 2
Tabla 4. Perfil esquelético de CADO.
CABEZA 38
CUERPO 31
EXTREMIDADES 65
100
Tabla 5. Ovicápridos. Nº de restos epifisarios.
Edad (meses )
Fus No Fus. Fus. No Fus.
Húmero distal 3 10 1 2
Húmero prox. 25 42 1
Radio distal 23 42 2
Radio prox. 3 10 3
Escápula (T.Bi) 6 8
Falange 1ª 6 16 4 1
Falange 2ª 6 16
Tibia distal 12 24 2 4
Tibia prox. 20 42 2
Fémur distal 18 42 1
Fémur proximal 20 42 2
Metacarpos 16 28 5 2
Metatarsos 16 28 2
Metapodos 16 28 1
Ulna (prox.) 25 42
Calcaneo 30 36
Vértebras 48 60 2
101
NMI:
Húmero izquierdo distal, no fusionado : 1
Fémur izquierdo proximal: no fusionado: 1
Metacarpo derecha proximal: fusionado: 3
Metatarso izquierdo proximal fusionado: 2
Radio izquierdo proximal no fusionado: 3
Radio izquierdo distal no fusionado: 2
Tibia izquierda distal fusionado: 1
Tibia izquierdo distal no fusionado: 2
Tibia derecha distal fusionado: 1
Tabla 6. Edad ovicápridos por fusión epifisaria
meses Nº de restos
+3 16
+6 15
+12 11
+16 9
+48 2
meses Nº de restos
-10 6
-16 7
-24 11
-28 13
-42 16
102
Como puede verse, el número mayor se obtiene entre los animales de entre 6 meses y 2 años, aunque
alguno alcanza más de 4 años.
Tabla 7. Desgaste de los molares inferiores de ovicápridos.
P4 M1/2 M3 TOTAL
2 años 1 1
2-3 años 1 1
3 años 1 1
2,5-4,5 años 1 2 3
Por el desgaste de molares inferiores, puede verse que la edad de sacrificio de los ovicápridos se
extiende más allá de los dos años.
Tabla 8. Edad según el tamaño de las mandíbulas. Ovicápridos.
Años Nº
c. 1 año 2
c. 1,5 años 2
c. 2 años 1
c. 3 años 2
Total 7
103
Tabla 9. DISCRIMINACIÓN CABRA-OVEJA
NR NMI
CAHI 5 3
OVAR 2 2
Tabla 10. COLOR
Color Número
Marrón 25
Gris 13
Negro 7
Marrón- negro 5
Parte negro 4
Blanco 2
Gris-marrón 1
Marcas
Sólo se ha localizado un hueso, de color negro, con dos incisiones paralelas.
104
Otros (malacología)
Se localizó un fragmento de nacra (Pinna nobilis) Este molusco de gran tamaño se utilizó históricamente y de forma ocasional, como alimento. En Ca Na Cotxera, en el interior de la isla, también aparecieron placas de nacra. (Cantarellas, 1972: 51)
Nacra. UE 17
Conclusiones
El estudio de la fauna nos muestra un conjunto correspondiente a un establo de pastores del último tercio del tercer milenio A.C. en la sierra de Na Burguesa.
Los animales que componían el rebaño eran ovejas y cabras, siendo la presencia de vacuno y cerdo meramente testimonial (un diente y una falange de cerdo y mandíbula, dientes y un astrágalo de vacuno)
Aunque son muy pocos los restos que se pueden adscribir a Capra /Ovis, las cabras doblan a las ovejas, lo que es fácil de entender en un entorno agreste como es el de la cueva.
Las partes anatómicas que se encuentran indican que los animales están completos, por lo que parece que se consumieron en el lugar, aunque hay que señalar que apenas hay marcas de carnicería. En este sentido, también parece que los animales sacrificados fueron pocos. Parece que los que encontramos no eran todos los del rebaño sino únicamente los que se consumieron en el lugar, además de los muertos y abandonados.
105
Muchos huesos aparecen quemados, seguramente a consecuencia de la quema de los suelos de estabulación.
La edad a la que murieron la mayoría de los animales es entre 6 meses y dos años, aunque alguno alcanza más de 4 años. Esta apreciación se confirma por el tamaño de las mandíbulas. El desgaste de molares inferiores sólo se ha podido medir en muy pocos casos, que indican que había ovejas/cabras que se sacrificaban más allá de los 2,5 años. Con estos datos, se puede aventurar una gestión de la manada para su aprovechamiento principalmente cárnico (animales jóvenes), aunque también para leche (animales mayores).
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