el encadenamiento de los cuentos y los cuentos encadenados: reflexiones sobre una colección de...

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EL ENCADENAMIENTO DE LOS CUENTOS Y LOS CUENTOS ENCADENADOS: REFLEXIONES SOBRE UNA COLECCIÓN DE CUENTOS ORALES DE GUINEA ECUATORIAL José Manuel Pedrosa LABORATORIO DE RECURSOS ORALES La colección de cuentos tradicionales de Guinea Ecuatorial que ha quedado encadenada en este libro es sumamente variada y heterogénea, por las circunstancias en que ha sido registrado y reunido todo el corpus. Los cuentos que se acogen en ella corresponden a tradiciones y a grupos étnicos bien diferentes, reflejan temas y motivos muy diversos, y su reunión en este volumen ha sido dictada por el puramente externo y arbitrario motivo de que todos ellos han sido recogidos en el marco de una encuesta colectiva en que cada encuestador (originario de regiones y de grupos étnicos distintos) ha explorado el entorno familiar y social que le era más cercano. Lo curioso es que de un trabajo y de una recopilación tan asistemática y heterogénea, sin ningún hilo conductor ni criterio de encadenamiento unitario, haya podido surgir un volumen de cuentos que, si no destaca por su cohesión, brilla por lo bien que revela el estado actual, todavía muy vivo y variado, de la tradición oral de Guinea Ecuatorial, y también por su extraordinario interés desde el punto de vista literario y antropológico, ya que reúne una serie de tipos y de motivos cuentísticos de gran rareza, dignos seguramente de un comentario más detallado que el que podremos dedicarle en este simple y breve prólogo. Ahora es el momento sólo de dar algunas rápidas notas sobre estos relatos, y de decir, por ejemplo, que el cuento de Malunga es una estupenda versión

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que resulta de unos parámetros que no todos deben compartir.Indiscutibles, porque es la parte de verdad que cada recopilador ha sidocapaz de aportar. En los momentos actuales, vencidas en parte lasverdades coloniales que intentaban establecer adscripciones «exclusivas»(= no «normales») para las literaturas orales africanas, los nuevoscriterios de recopilación -más abiertos, más conscientes delfuncionamiento del género, de su estructura y de su identidadnarratológica- marcarán una época que futuras generaciones deberántambién superar. ¿Qué quedará, en años venideros, de esta colección?

Creo que, por encima de todo, el regusto dulzón de unos cuentosmagníficos: sorprendentes en muchos casos; harto conocidos en otros;con buenas dosis de influencias culturales europeas, africanas, de lamitología universal y del gran pozo de sabiduría que la literatura oralrepresenta.

En segundo lugar, probablemente, un cierto «retrato» de la sociedadguineana actual: una sociedad repleta de amenazas, de enigmas, de todogénero de avidez, de sufrimiento y de esfuerzo, no siemprerecompensado; una sociedad que, por otro lado, asiste a una decadenciade la propia tradición, desconocida ya por muchos jóvenes, vendida -como el oro, el petróleo o la madera- en aras de un «progreso» que no esni aceptado ni aprovechado por todos de igual manera. Una lectura atentade estos cuentos puede rastrear en ellos algunas de estas ideas y muchasmás: el tono y el planteamiento del relato ndowé «Ibendu en el país delas ninfas», por citar un solo ejemplo, precisamente porque lo conocemosbajo otro tono y otro planteamiento, no como un castigo, puede dar unaligera idea de aquella decadencia.

Finalmente, quedará una sensación -positiva y negativa- deirregularidad: lo cual es inherente a cualquier publicación de aluvión,ciertamente, y se explica por toda suerte de diversidades: en laprocedencia de los autores, en sus culturas de origen, en sus edades, ensus objetivos y planteamientos, en su experiencia vital, en su nivel depreparación, en su dominio del lenguaje literario, en su competencia enespañol... Un español que hemos normalizado ortográficamente, pero queno hemos querido cambiar: porque creemos que, pese a que ennumerosas ocasiones las soluciones adoptadas por los autores no secorrespondan con la normativa académica, las variantes léxicas,sintácticas, morfológicas, lingüísticas en general, que utilizan, son

ilustrativas del español que se habla y se escribe actualmente en Guinea,a veces de manera sabrosa, a veces de manera dolorosa.

Hoy, cuando, como me decía una anciana bubi, «las cosas viejas ya nointeresan a nadie», proclamamos que todas las colecciones de cuentosmerecen nuestro máximo respeto, todas nos transforman en menospobres, en más ricos. Ésta, además, cuenta con nuestro amor.

J.C.B.

EL ENCADENAMIENTO DE LOS CUENTOS Y LOSCUENTOS ENCADENADOS: REFLEXIONES SOBRE

UNA COLECCIÓN DE CUENTOS ORALES DEGUINEA ECUATORIAL

José Manuel PedrosaLABORATORIO DE RECURSOS ORALES

La colección de cuentos tradicionales de Guinea Ecuatorial que haquedado encadenada en este libro es sumamente variada y heterogénea, porlas circunstancias en que ha sido registrado y reunido todo el corpus. Loscuentos que se acogen en ella corresponden a tradiciones y a grupos étnicosbien diferentes, reflejan temas y motivos muy diversos, y su reunión en estevolumen ha sido dictada por el puramente externo y arbitrario motivo deque todos ellos han sido recogidos en el marco de una encuesta colectiva enque cada encuestador (originario de regiones y de grupos étnicos distintos)ha explorado el entorno familiar y social que le era más cercano. Lo curiosoes que de un trabajo y de una recopilación tan asistemática y heterogénea,sin ningún hilo conductor ni criterio de encadenamiento unitario, hayapodido surgir un volumen de cuentos que, si no destaca por su cohesión, síbrilla por lo bien que revela el estado actual, todavía muy vivo y variado, dela tradición oral de Guinea Ecuatorial, y también por su extraordinariointerés desde el punto de vista literario y antropológico, ya que reúne unaserie de tipos y de motivos cuentísticos de gran rareza, dignos seguramentede un comentario más detallado que el que podremos dedicarle en estesimple y breve prólogo.

Ahora es el momento sólo de dar algunas rápidas notas sobre estos relatos,y de decir, por ejemplo, que el cuento de Malunga es una estupenda versión

del tipo cuentístico que tiene el número 555 (La ambición castigada) en elmonumental catálogo de cuentos universales de Antti Aarne y de StithThompson1, quienes lo resumieron así: «El pez cumple todos los deseos dela esposa de un pobre pescador. I. Los deseos concedidos, (a) Un pobrepescador pesca un pescado que es un monstruo transformado y lo devuelveal agua; agradecido, el pescado le concede todos los deseos a la esposa; o (b)un pobre se sube al cielo por el tallo de frijol y como recompensa por susrezos consigue la realización de los deseos de su esposa. II. Los deseos. Losdeseos de la esposa se hacen siempre más extravagantes (ser duque, rey,papa, Dios) hasta que por fin pierde todo».

El cuento de Ibendu en el país de las ninfas es, por su parte, unaextraordinaria versión del complejo tipológico que ha sido englobado bajola etiqueta de El matrimonio entre hada y mortal, de arraigo prácticamenteuniversal2. El relato titulado A un solo tiro mató a siete es, casi sin lugar adudas, un cuento introducido en época reciente en Guinea Ecuatorial,procedente seguramente de la tradición europea, y en concreto de laespañola (donde suele estar protagonizado por un sastre que mata a sietemoscas y, como se vanagloria de «haber matado a siete», es emplazado arealizar peligrosas hazañas). Suele ser conocido, en Europa, como Elsastrecillo valiente, y tiene el número 1640 en el catálogo de Aarne-Thompson.

Se puede decir, además, que el cuento de El bueno y el malo tiene entresus motivos el del trickster o burlador que se dedica a seducir mujeres y quees acosado por los hombres de una comunidad, y enlaza, por tanto, con elarraigadísimo complejo mítico-cuentístico relacionado con Don Juan y susinnumerables derivados". El cuento de Mendhim Soho integra, por su parte,el motivo del horóscopo y de las hadas que dictan el destino desde el

'Antti AARNE y Stith THOMPSON, The Types ofthe Folktale: a Classification andBibliography [FF Communications 184] 2a revisión, Helsinki, SuomalainenTiedeakatemia-Academia Scientiarum Fennica, 1981.

2Véase al respecto José Manuel PEDROSA, Las sirenas, o la inmortalidad de unmito (una visión comparatista), in: El libro de las sirenas, ed. J. M. Pedresa,Roquetas de Mar, Excmo. Ayuntamiento, 2002, p. 29-99.

3 Véase Francisco MÁRQUEZ VILLANUEVA, Orígenes y elaboración de «Elburlador de Sevilla», Salamanca, Universidad, 1996.

nacimiento de la persona, que en la literatura española tiene antecedentestan memorables como el cuento de El horóscopo del rey Alcaraz, inserto enel Libro de buen amor de Juan Ruiz, y que conoce también una difusiónprácticamente universal4. El relato de Adea de Nzam Ye Mebegue es unamuy hermosa y original recreación del cuento, de arraigo universal,conocido en la tradición española como El zurrón cantor, que tiene elnúmero 31 IB* en el catálogo de Aarne y Thompson, en el que ha sidoresumido de este modo: «La bolsa cantante: meten a la muchacha en labolsa y la hacen cantar. La bolsa cantante exhibida. Llega a la casa de lamuchacha. La voz reconocida. Un perro o un gato es substituido en la bolsa.El hombre es razguñado o mordido».

Del cuento de Nzama Ye Mebegue se puede decir que es un asombroso yrarísimo paralelo de una viejísima fábula grecolatina de Esopo (la de Lacomadreja y Afrodita), que ha conocido innumerables reescrituras en latradición occidental5. El relato acerca de Vamovoho parece tener relacióncon el tipo cuentístico universal de Juan el Oso (30IB en el catálogo deAarne y Thompson), y el de La hija del rey parece pertenecer a la familia decuentos conocidos como La hija del diablo (313C en el mismo catálogo). Elegoísmo de Beme evoca la celebérrima fábula de la codicia de El rey Midas,mientras que Binguru en el bosque perdido parece tener relación con el mitoconocido en España como de La Santa Compaña, relacionado con unaprocesión de ánimas en pena que anda reclutando nuevos miembros en sus

4Véase al respecto: Franjois DELPECH, De l'enigme de l'Hermaphrodite au mystérede la Triple Mort: remarques sur les avatars d'une épigramme médiévale, in: Tigre,n° 9, 1997, p. 13-42; José Manuel PEDROSA, Del Himno a Démeter pseudo-homérico al romance de La nodriza del infante: mito, balada y literatura, in:Historia, reescritura y pervivencia del romancero: Estudios en memoria de AmeliaGarcía- Valdecasas, Valencia, Universitat de Valencia, 2000, p. 157-185; y JoséManuel PEDROSA, Las tres hilanderas: memoria oral y raíces míticas de algunosensalmos hispánicos y paneuropeos, in: Entre la magia y la religión: oraciones,conjuros, ensalmos, Oiartzun, Sendoa, 2000, p. 172-206.

5Véase al respecto: José Manuel PEDROSA, La bestia metamorfoseada en novia:una fábula de Esopo y un cuento de los fang de Guinea Ecuatorial, in: Oráfríca, n°

1, en prensa.

correrías nocturnas, y que deriva de diversos mitos de origen supuestamentegermánico6.

De cada uno de estos cuentos, y de otros que integran esta colección,podría escribirse un extenso artículo que atendiese a sus paralelos, a sudifusión, a sus motivos, a sus símbolos constitutivos. Su heterogeneidad, lavariedad de sus orígenes, tradiciones y temas, obligaría a hacer todo unejercicio de eclecticismo y de flexibilidad a la hora de comentarlos. Pero noes éste el lugar más adecuado para hacerlo, sino sólo para ponerlos alalcance de un público amplio del que, quizás, algún día pueda salir quienpueda desvelar más secretos de los que atesoran estos relatos.

Vamos nosotros ahora a realizar el único ejercicio comparatista que nospermiten las limitaciones de espacio para analizar un poco más por extensoel relato de El cuento de un niño pobre a niño rico y constatar que, bajo suetiqueta de cuento tradicional fang, tras sus alusiones a personajes, animales,realidades y paisajes propios y típicos de aquella tradición, bajo su carácteretiológico o explicativo del origen del instrumento musical fangdenominado nkun y de la actividad de los juglares-músicos que formanparte de las señas de identidad más arraigadas de este grupo étnico, seesconde en realidad la estructura de un cuento formulístico de tradiciónprácticamente universal.

Podemos sintetizar el argumento de nuestro cuento diciendo que estáprotagonizado por un joven, llamado Grigrid, al que su tío le regala el brazode «un animal de tamaño enorme, de nombre uvín». Grigrid emprende unviaje y, en el camino, una vieja se come el brazo de uvín. El joven loreclama infructuosamente, y la vieja le entrega a cambio una botella deaceite de palma. Al pasar por una montaña, se rompe la botella, y Grigridreclama ante la montaña. La montaña le da frutos, pero se los comen losmonos. Grigrid llora, y los monos le dan otros frutos. Unas muchachas selos comen, y cuando Grigrid llora, le dan a cambio pescados. Una mujer selos come, y cuando Grigrid llora, le da un cacahuete. Los pájaros se locomen. Grigrid llora, y los pájaros le dan plumas. Unas mujeres que deseanbailar necesitan plumas, y se las quitan a Grigrid. Éste vuelve a llorar: «¡Lasmujeres me gastaron plumas, plumas de los pájaros, los pájaros [se] me

Véase al respecto : Le Mythe de la Chasse Sauvage dans l'Europe Médiévale, ed. P.WALTER, París, Honoré Champion, 1997; y Carmelo LISÓN TOLOS ANA, LaSanta Compaña: Fantasías reales. Realidades fantásticas, Madrid, Akal, 1998.

comieron el cacahuete, el cacahuete de la mujer, la mujer [se] me comió lospescados, los pescados de las chicas, las chicas [se] me comieron achilim,las andjim de los monos, los monos [se] me comieron las frutas bisan, frutasde la montaña, la montaña [se] me comió el aceite, el aceite de la vieja, lavieja [se] me comió uvín, el uvín de mi tío, ya!». Entonces, sucedió que «lasmujeres le dieron un instrumento musical fang (el nkun) y con ello, por fin,llegó a su pueblo. Como tanto supo tocar aquel instrumento, la gente veníade diferentes puntos de la geografía a escucharle tocar y le donaban grandescantidades de dinero, comida, minerales, etc. Grigrid se convirtió en unhombre importante, con mucha fortuna, en fin, un hombre rico».

Tal y como apunté antes de trazar este resumen argumental, es difícilimaginar un cuento más típicamente fang que éste, al menos si atendemos alambiente y a las realidades que evoca y, sobre todo, a su sentido etiológico,explicativo de los orígenes de un instrumento musical y de una actividadjuglaresca absolutamente típicos y además muy arraigados en lastradiciones y en la identidad de aquel pueblo. Y, sin embargo, este relato nodeja de ser una adaptación de una familia de tipos cuentísticosprácticamente universal, que solemos denominar cuentos acumulativos, yque, en el catálogo de Aarne y Thompson, suelen encuadrarse bajo losnúmeros 2000 al 2075. Comparémoslo, por ejemplo, con el siguiente relato,tradicional en el pueblo de Almadén, en la provincia de Ciudad Real:

Era una mujer que iba a misa y -dice- entra en una casa y dice:—Aquí te dejo este garbancito, que voy a misa.Y cuando salió de misa dice:—Pues mire usté, se le ha comido mi pollito, se ha comido su garbancito

mi pollo.Dice:—Pues me tiene usté que dar el pollo.Y le dio el pollo. Pues llega a otro sitio y dice:—Aquí le dejo mi pollo, que voy a misa.Y cuando salió de misa se lo había comido el cerdito.Dice:—Pues me tiene usté que dar el cerdo.Y luego hizo lo mismo. Fue a otra casa y dijo:—Aquí me dejo este cerdito, que voy a misa.Y se lo comió la vaca. Y entonces dice:—Oiga, pues me tiene usté que dar la vaca.Y después llevó la vaca a otro sitio. Y dice:—Pues mire usté, mi moza se la ha llevado.—Pues me tiene usté que dar la moza.

Y entonces subió a una montaña muy alta y dice:—Por un garbanzo, un pollo,por un pollo, un cerdo,por un cerdo, una vaca,por una vaca, una moza.La cortó el cuello y dice:—Mírala cómo retoza7.

Conoceremos a continuación una versión tradicional del cuento de Elturiquín, registrado en la región ecuatoriana de Loja:

Una viejita vivía junto a un camino. Y allí, para deleite de los que andabanpor él, sembró una plantita de turiquín. Todo el que pasaba tomaba unaramita de la planta medicinal. El turiquín era de todo el que pasa por elcamino. Pero, un día, se acercó una chiva y se comió las hojitas y ramitas delturiquín. La pobre viejita, llorando, decía:

—Chiva, chiva, devuélveme turiquín. Turiquín no fue mío. Es del que pasapor el camino.

La chiva, arrepentida, le regaló un cacho. La viejita se fue al río para traeragua en el cacho y regar la plantita. Pero el cacho se le fue en el río. Laviejita, otra vcx, llorando dijo:

—Río, río, devuélveme cacho. Cacho no fue mío, sino de chiva. Chivacomió turiquín, turiquin no fue mío. Fue del que pasa por el camino.

Entonces, el río, en reconocimiento, le regaló un pescado. Corriendo se fuea la casa, y lo puso en la olla para prepararlo. Pero, ¡oh!, la candela quemó elpescado. Otra vez la viejita, llorando, repetía:

—Candela, candela, devuélveme pescado. Pescado no fue mío, sino de río.Río llevó cacho, cacho no fue mío sino de chiva, chiva comió turiquín,turiquín no fue mío, sino del que pasa por el camino.

La candela le dijo:—Llévate la olla.Y así lo hizo la viejita. Y se iba por el camino y, al pasar, una vaca tropezó

con la olla, y se la rompió. Nuevamente la viejita repetía:—Vaca, vaca, devuélveme olla. Olla no fue mía, sino de candela. Candela

quemó pescado. Pescado no fue mío, sino de río. Río llevó cacho, cacho nofue mío, sino de chiva. Chiva comió turiquín. Turiquín no fue mío, sino delque pasa por el camino.

La vaca, entonces, le regaló un hermoso queso. Y lo colocó sobre laalpacas, desde donde goteaba el suero, y corría hasta regar la raíz de laplantita de turiquín. La viejita, [de] tanto llorar, casi había perdido su vista.

7La informante Alfonsa Medina, nacida en 1916 en Almadén (Ciudad Real), fueentrevistada por mí en Madrid el 3 de julio de 1990.

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Pero, un día, vio cómo mucha gente se reunía junto a la plantita y aplaudía yfelicitaba. Es que el turiquín había retoñado, regado por las lágrimas de laviejita. Y también por el duero del agradecimiento de todos quienes habíantenido que ver con la plantita de turiquín.

Y, desde entonces, la plantita de turiquín es de todo el que pasa por el

Un paralelo muy estrecho de este tipo de relatos lo encontramos tambiénen el siguiente cuento, que forma parte de la gran colección de Cuentospopulares rusos que editó A. N. Afanásiev a mediados del siglo XIX:

Iba la zorra por un caminito y encontró una alpargata de corteza de tilo.Llegó a la casa de un muzhik y le pidió:

—Señor, déjame pasar una noche aquí, en tu casa.Le dice el campesino:-No hay sitio, zorrita. Estamos apretados.-¡Pero yo no necesito mucho sitio! Me tumbo encima de un banco y el rabo

lo meto debajo.Por fin, la dejaron pasar una noche allí y entonces dijo la zorra:-Poned mi alpargata donde tenéis vuestras gallinitas.

1 Colocaron la alpargata donde la zorra quería que la pusieran, pero ésta selevantó por la noche y la tiró. A la mañana siguiente, todos se levantaron; lazorra preguntó por su alpargata y los dueños de la casa le dijeron:

-¡Ay, zorrita! Tu alpargata ha desaparecido.-Entonces, dadme una gallinita por ella.Le dieron a la zorra una gallina, y la zorra llegó a otra casa, y pidió que

metieran a su gallinita con los gansos que tenían los dueños en la casa. Por lanoche, la zorra escondió la gallinita. Y, a la mañana siguiente, pidió que ledieran un gansito.

Llegó a otra casa, pidió que le dejaran pasar allí una noche y que metieransu gansito junto a los corderos. Hizo lo mismo que en las casas anteriores:recibió un cordero por el gansito y fue a una casa más. Se quedó a pasar lanoche y pidió que pusieran a su corderito con los novillos de los dueños dela casa. Por la noche, la zorra robó su corderito y, por la mañana, pidió que ledieran un novillo por su corderito.

La zorra mató a todos los animales que tenía, a la gallinita, al gansito, alcorderito y al novillo, escondió la carne y, después, rellenó la piel del novillocon paja y lo colocó en el camino.

De repente, aparecieron un oso y un lobo, y les dijo la zorra:-Idos, robad por ahí un trineo y vamos a dar un paseo.

8 Texto que me ha sido cedido amablemente por Salomé González Pórtela, queprepara su tesis doctoral sobre la narrativa oral en Loja (Ecuador).

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Entonces el oso y el lobo robaron un trineo y un cabezal, engancharon alnovillo y se metieron todos en el trineo. La zorra empezó a conducir el trineoy gritó:

-¡Arre, arre, novillo de paja relleno! El trineo es robado, el cabezal también,¡Arre, arre, novillo, que vamos bien!

Pero el novillo no se movía, entonces la zorra saltó del trineo y gritó:-¡Quedaos aquí, tontos! -y se marchó.El oso y el lobo se pusieron muy contentos con la presa y empezaron a

descuartizar al novillo hasta que, por fin, se dieron cuenta de que el novillono era más que una piel rellena de paja; se lamentaron sacudiendo la cabezay se marcharon cada uno a su casa9.

Otro de los cuentos rusos de la colección de Afanásiev tiene gran interéscomparativo en relación con nuestro cuento:

Andaban una gallina y un gallo por el granero de un pope, y se atragantó elgallito con un haba. La gallina se compadeció del gallo y fue a pedirle aguaal río.

El río dice:-Vete y pídele una hoja al tilo; entonces te daré agua.-Oye, tilo, dame una hoja. Se la llevaré al río y el río dará agua para

llevársela al gallito. El gallito se atragantó con un haba, ni mira, ni respira,no tiene aliento y está como muerto.

El tilo dijo:-Pídele hilos a una moza; entonces te daré una hoja.-Moza, oye, moza, dame hilos y se los llevaré al tilo. El tilo me dará una

hoja, que llevaré al río, que me dará agua, que llevaré al gallito. El gallito seatragantó con un haba, ni mira, ni respira, no tiene aliento y está comomuerto.

La moza dice:-Pídele leche a la vaca y entonces te daré hilos.La gallinita fue donde estaba la vaca:-¡Hola, vaca! Dame un poco de leche y se la llevaré a la moza. La moza

me dará hilos y se los llevaré al tilo. El tilo me dará una hoja, que llevaré alrío. El río me dará agua para llevársela al gallito. El gallito se atragantó conun haba, ni mira, ni respira, no tiene aliento y está como muerto.

La vaca dice:

Alexandr Nikoláievich AFANÁSIEV, El pájaro de fuego y otros cuentos popularesrusos, ed. E. BOULATOVA, E. de BEAUMONT ALCALDE y J. M. PEDROSA,Oiartzun, Sendoa, 2000, cuento n° 2.

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-Vete a ver a los segadores, gallinita, y pídeles hierba; entonivs U- dinleche.

Llegó la gallinita donde estaban los segadores.-Hola, segadores. He venido a pedir un poco de hierba para llevársela n I

vaca. La vaca me dará leche para llevársela a la moza. La moza me dinhilos para llevárselos al tilo. El tilo me dará una hoja para llevársela al río. Irío me dará agua para llevársela a gallito, que se ha atragantado con un haby ni mira, ni respira, no tiene aliento y está como muerto.

Los segadores dicen:-Vete, gallinita, a los herreros, y pídeles que te forjen una guadaña.Llegó la gallina a la herrería:-Buenos días, herreros, vengo a pediros que me forjéis una guadaña, qu

llevaré a los segadores. Los segadores me darán heno, que llevaré a la vacíLa vaca me dará leche, que llevaré a la moza. La moza me dará hilos, y lellevaré al tilo. El tilo me dará una hoja, que llevaré al río. El río me dará aguque llevaré al gallito. El gallito se atragantó con un haba y ni mira, ni respinno tiene aliento y está como muerto.

Los herreros dijeron:-Vete, gallinita, a ver a los láyanos, y pídeles que te den carbón, entonces I

forjaremos una guadaña.Llegó la gallinita al pueblo de Laya:-Hola, láyanos, dadme un poco de carbón, que llevaré a la herrería. L<

herreros me forjarán una guadaña, que llevaré a los segadores. Los segadortme darán un poco de hierba, que llevaré a la vaca. La vaca me dará lechique llevaré a la moza. La moza me dará hilos, que llevaré al tilo. El tilo mdará una hoja, que llevaré al río. El río me dará agua, que llevaré al gallitoEl gallito se atragantó con un haba y ni mira, ni respira, no tiene alientoestá como muerto.

Los láyanos le dieron carbón. La gallinita llevó el carbón a la herrería y liherreros forjaron una guadaña. Llevó la guadaña a los segadores, y ksegadores le dieron hierba; llevó la hierba a la vaca y la vaca le dio lechillevó la leche a la moza y la moza le dio hilos; llevó los hilos al tilo y el tille dio una hoja; llevó la hoja al río y el río le dio agua; le llevó el agua igallo: y el gallo ni mira, ni respira, ni tiene aliento, porque está muerto, yque se atragantó con un haba1 .

El siguiente es otro cuento, muy difundido en la tradición panhispánicique fue recogido en el pueblo de Peñahorada (Burgos):

"AFANÁSIEV, op. cit, cuento n° 21, El pájaro de.fuego.

Pues era un gallo que iba a ir a las bodas de su tío Perico. Y en la mañanase levantó pronto. Se lavó, se limpió bien el pico y las patas, y todo, y se fuepara allá. Madrugó un poco, y el camino pensaba que iba a ser más corto delo que era, y él tenía hambre, tenía hambre... Y veía granos, y decía:

-¡ Ay Dios, y que no les pueda comer, pa no mancharme!Y venga, y andar y andar y andar. Y vio una cagadita de buey, que tenía

allí todos los granos de trigo o cebada que había comido...Dice:-¡Menudo banquete que me puedo dar! -Dice- ¿Y por ensuciarme no voy

a comer? -dice.Total, que empezó y se lo comió. Y dice:-Ahora, a ver quién me limpia el pico.Y claro, llegó [y dice]:-¡Hierba!-¿Qué?-Límpiame el pico pa las bodas de mi Tío Perico.Y dice la hierba:-¡No quiero!Va más alante, y encuentra a una oveja, y dice:-¡Oveja!Dice:-¿Qué?-Pace la hierba, que la hierba no me ha querido limpiar el pico pa ir a las

bodas de mi tío Perico.Y dice:-¡No quiero!Y algo más alante se encuentra un perro, y dice:-¡Perro!Dice:-¿Qué pasa?-Que mates a la oveja, que la oveja no ha querido pacer la hierba, que la

hierba no ha querido limpiarme el pico pa ir a las bodas de mi tío Perico.-¡No quiero!Y va más alante y se encuentra al lobo, y dice:-¡Lobo!Dice:-¿Qué?-¡Mata el perro, que el perro no ha querido matar la oveja, que la oveja no

ha querido pacer la hierba, que la hierba no ha querido limpiarme el pico palas bodas de mi tío Perico!

Dice:-¡No quiero!Y va más adelante y encuentra una estaca. Y dice:-¡Estaca!

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-¿Qué?Dice:-¡Que mates al lobo, que el lobo no ha querido matar al perro, que el perro

no ha querido matar la oveja, que la oveja no ha querido pacer la hierba, quela hierba no ha querido limpiarme el picopa las bodas de mi tío Perico!

Dice:-¡No quiero!Y va más alante y encuentra una fogata. Y dice:-¡Lumbre! -Dice- ¡Quema la estaca, que la estaca no ha querido matar al

lobo, que el lobo no ha querido matar al perro, que el perro no ha queridomatar la oveja, que la oveja no ha querido pacer la hierba, que la hierba noha querido limpiarme el plcopa las bodas de mi tío Perico!

Y dice:-¡No quiero!Y va más alante y encuentra el agua. Y dice:-¡Agua!Dice:-¿Qué?-¡Apaga la lumbre, que la lumbre no ha querido quemar la estaca, que la

estaca no ha querido matar al lobo, que el lobo no ha querido matar al perro,v que el perro no ha querido matar la oveja, que la oveja no ha querido pacer la

hierba, que la hierba no ha querido limpiarme el pico pa las bodas de mi tíoPerico!

-¡No quiero!Pues ya, en vista de que no quería nadie, pues así que se presentó [con el

pico sucio]".

Hay otro cuento, muy bien conocido en la tradición hispánica, que sueleestar protagonizado por una hormiga que se rompe la pata en la nieve y quese dedica a reclamar lastimera e insistentemente, que pertenece a la mismafamilia textual. Las limitaciones de espacio nos aconsejan que, en vez dereproducir una versión tradicional, demos como ejemplo una preciosarecreación literaria que, con el título de Historia de la pájara que perdióuna pata escribió el gran autor uruguayo Eduardo Gaicano:

"Elias RUBIO MARCOS, José Manuel PEDROS A y César Javier PALACIOS,Cuentos burgaleses de tradición oral: teoría, etnotextos y comparatismo. Burgos,Colección Tentenublo, 2002, n° 196.

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Ya sus hijos habían quebrado los huevos y asomaban chillando en el nido.La Tenquita voló a buscarles comida. Era invierno en Colchagua y la nievele heló una pata. La pájara protestó:

-¿Por qué me has dejado coja?Y la nieve:-Porque el sol me derrite.Y la Tenquita se quejó al sol, y el sol:-Porque la niebla me tapa.Y la niebla:-Porque el viento me corre.Y el viento:-Porque la pared me ataja.Y la pared:-Porque el ratón me agujerea.Y el ratón:-Porque el gato me come.Y el gato:-Porque el perro me corre.Y el perro:-Porque el palo me pega.Y el palo:-Porque el fuego me quema.Y el fuego:-Porque el agua me apaga.Y el agua:-Porque la vaca me bebe.Y la vaca:-Porque el cuchillo me mata.Y el cuchillo:-Porque el hombre me afila.Y el hombre:-Porque Dios me hizo.Andando a los tumbos, la Tenquita cantó en busca de Dios. Y Dios la

escuchó, y entonces ella le preguntó por qué hizo al hombre que afila elcuchillo que mata a la vaca que bebe el agua que apaga el fuego que quemael palo que pega al perro que corre al gato que come al ratón que agujerea lapared que ataja al viento que corre a la niebla que tapa al sol que derrite la

nieve que me ha helado la pata.-Ay, Tenquita -dijo Dios-. Yo tuve que hacer al hombre para que el

hombre me hiciera a mí12.

'2Eduardo GALEANO, con grabados de J. Borges, Las palabras andantes, Madrid

Siglo XXI, reed. 2001, p. 220-221.

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Muchos más cuentos seriados y acumulativos de este tipo, y procedentesde tradiciones tan diversas como exóticas, podríamos traer a colación parademostrar que lo que aparenta ser un relato típicamente fang, basado en larealidad y en la cultura fang, evocador de tipos y de caracteres fang,ambientado en la geografía ambiente de este pueblo, es en realidad uneslabón más de una cadena complejísima, universal, que trasciendecualquier límite local y forma parte de un fondo folclórico común a pueblos,a tiempos y a lugares absolutamente insospechados13. Pero basta este simpleejemplo para que podamos constatar que en los cuentos reunidos en estacompilación, pese a lo diverso de sus orígenes, a lo heterogéneo de sustemas y a la falta de criterio unitario en la recolección, hay algo muyimportante que les une: el hecho de ser, todos ellos, testigos de laextraordinaria riqueza cultural de cada uno de los pueblos que todavía hoylos recuerdan, y, al mismo tiempo, piezas indispensables de una red derelaciones con otros pueblos, con otras tradiciones, con otras culturas, encuyo marco es preciso contemplarlos para poderlos entender de la formamás plena.

J.M.P.

. OTRA MIRADAVirginia Fons

LABORATORIO DE RECURSOS ORALES

En este breve comentario, sólo quiero exponer, a modo de ejemplo, otralectura de los cuentos: otra mirada que puede ayudarnos a buscar susingularidad y constatar que, bajo su apariencia, se esconde una manerade representarse el mundo.

'3Sobre estos y otros muchos cuentos con series acumulativas, pueden verse misartículos Plurilingüismo y paneuropeísmo en la canción tradicional de «El buenviejo», in: Romanía, n° 113, 1992-1995, p. 530-536; y ¿Dónde están las cosas?: una

canción-cuento tradicional en Navarra y sus paralelos hispánicos, europeos y

árabes (AT 201 J), in: Cuadernos de Etnología v Etnografía de Navarra, 30:71,1998,p. 19-37.

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DE POBRES A RICOS:RELATOS ORALES DE GUINEA

ECUATORIAL

MANUEL ABA OKIRIDOMINGO ASUMU ABESO

ANTONIO RIGOBERTO EBERE OKOMOGERVASIO EDU NSUÉ ANGUÉ

BRUNO ETINGÜE MOSAKAANDRÉS-MANUEL MORO MBA

MIGUEL NDONG OBONOLUCIANO NTUTUMU OBONOANTONIO OWONO OBIANG

CEIBALABORATORIO DE RECURSOS ORALES:

LITERATURA ORAL BREVE, 3

© de los textos:

© de esta edición:

sus autores

CEIBAProvidencia, 2308500 Vic (Barcelona)

ISBN: 84-933643-9-8

Depósito Legal: B-14393-2005

Edición realizada con la colaboración de los CentrosCulturales Españoles de Guinea Ecuatorial

ÍNDICE

Jacint Creus, Presentación 3

José Manuel Pedrosa, El encadenamiento de los cuentos y los cuentosencadenados: reflexiones sobre una colección de cuentos orales deGuinea Ecuatorial 5

Virginia Fons, Otra Mirada 17

DE POBRES A RICOS: CUENTOS ORALES DE GUINEAECUATORIAL

1. Domingo Asumu Abeso, Malunga 232. Bruno Etingüe Mosaka, Evusú 273. Bruno Etingüe Mosaka, Ibendu en el país de las ninfas 424. Luciano Ntutumu Obono, El bueno y el malo 555. Manuel Aba Okiri, Mendjim Soho 576. Manuel Aba Okiri, Adea de Nzam Ye Mebegue 597. Manuel Aba Okiri, El que obra mal obra para sí, el que obra

bien obra para sí 638. Manuel Aba Okiri, Por desprecio se destruyó el cielo 669. Manuel Aba Okiri, Adjam Anguan murió de una enfermedad que

ya tenía curada 6810. Manuel Aba Okiri, La propia costumbre está en contra de sí

mismo 7111. Manuel Aba Okiri, AdangÑamory Adang Mong 7312. Andrés-Manuel Moro Mba, Nzama Ye Mebegue 7613. Andrés-Manuel Moro Mba, Vamavoho 7914. Andrés-Manuel Moro Mba, La hija del rey 8215. Antonio Owono Obiang, El pájaro y el niño 8616. Miguel Ndong Obono, Egoísmo de Beme 8717. Antonio Rigoberto Ebere Okomo, Binguru en el bosque

prohibido 8918. Gervasio Edu Nsué Angué, A un solo tiro mató a siete 9119. Gervasio Edu Nsué Angué, El cuento de niño pobre a niño rico 94

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