desarrollo rural regional, hoy: tomo i el debate teórico

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Desarrollo Rural Regional, hoy

Torno I: el debate teo rico

Desarrollo Rural Regional, hoy

Torno I: el debate te6rico

Cesar A. Ramirez Miranda Miriam Aide Nufiez Vera

Carlos Guadarrama Zugasti Artemio Cruz Leon

(Coordinadores)

Indice

Introduccion. El debate sobre el desarrollo rural regional en Mexico hoy. Cesar Adrian Ramirez Miranda y Carlos Guada-rrama Zugasti. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Elementos conceptuales y teoricos para el debate sobre el desarrollo rural regional Cuatro argumentos para la epistemologia del desarrollo rural regional. Pedro Muro Bowling. . . . . . . . . . . . . . . . 23 Desarrollo rural: reconstruyendo una utopia. Beatriz de la Tejera Hernandez, Raul Garcia Barrios y Angel Santos Ocampo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 EI panorama teo rico rural contemp0rCmeo. Blanca Rubio . 69 Desarrollo rural regional y enfoque territorial. Cesar Adrian Ramirez Miranda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 Desarrollo regional y sociedades rurales en Mexico. Pablo Torres Lima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115 De la dicotomia ruraVurbana a las articulaciones campo/Ciudad: i una nueva epistemologia? Articulaciones agricultura e industria, entre 10 rural y 10 ur-bano. Jesus Carlos Morett Sanchez . . . . . . . . . . . . . 129 Articulacion entre 10 rural y 10 urbano. Cuatro niveles de re-flexion. Carlos Jimenez Solares . . . . . . . . . . . . . . . 145 Las articulaciones urbano-rurales como expresion de la rees-tructuracion territorial. Hector Avila Sanchez . . . . . . . 161 Los acervos del territorio y sus pobladores ;,Patrimonizalizacion 0 propiedad intelectual? Calificacion y gestion social de los territorios. Thierry Linck . . . . . . . 183 Aproximacion a la construccion de un concepto de etnocom­petitividad y algunos aportes metodologicos para su aplica-cion. Diosey Ramon Lugo Morin . . . . . . . . . . . . . . 195 Conocimiento tecnologico en la agricultura campesina: una aproximacion teorica. Jose Alberto Zarazua Escobar, Jorge Gustavo Ocampo Ledesma y Manuel Angel Gomez Cruz. . 205

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Introduccion

El debate sobre el desarrollo rural regional en Mexico hoy

Cesar Adrian Ramirez Miranda y Carlos Guadarrama Zugasti

Debe encararse la implicacion real de conflicto que es inherente a fa modernizacion: fa probabilidad de que afgunas personas progresen a expensas de otras. Yes preciso reco­

nocer que la modernizacion puede conducir tanto al "subdesarrollo " 0 a un "no desarro­llo" como al desarrollo, 10 que ocasionaria un deterioro relativo y aun absoluto en el

bienestar de grandes masas de poblacion.

Cynthia Hewitt

La cuestion del desarrollo rural a menudo parece desvanecerse de la agenda academica y politica de los paises latinoamericanos, frente a preocupacio­nes sobre temas mas apremiantes, como los vinculados a la integracion eco­nomica, las dinamicas financieras, los equilibrios geopoliticos 0 los temas globales de la seguridad y la proteccion del ambiente. Aun las agendas in­ternas, orientadas a la busqueda de la gobernabilidad, el combate a la po­breza y la gestion de los conflictivos procesos de metropolizacion, sue len perder de vista la cuestion rural y su estrecha articulacion con dichos pro­blemas, hasta que esta se reinstala por derecho propio, poniendo a la vista -mediante la movilizacion social-la vastedad de asignaturas pendientes en los espacios rurales.

No carecen de sustento los llamados a sepultar el concepto del desarro­llo, en tanto fallida promesa de libertad, igualdad y fraternidad; ni estan fuera de lugar el sefialamiento de que sus multiples adjetivaciones (susten­table, endogeno, local, participativo) solo tratan de maquillar el viejo dis­curso del desarrollo con nuevos matices y epitetos, ni tampoco la sugerencia de que el reto no es buscar un desarrollo alternativo sino altema­tivas al desarrollo (Esteva, 2000; Escobar, 1997, citado por Viola, 2000). Es tal el desencanto con el desarrollismo y los resultados de los procesos de modernizacion en nuestros paises, que existe una justificada desconfianza en torno a que un metaproceso excluyente -como 10 es la globalizacion- se pueda acompafiar de orientaciones conceptuales que atemperen sus perjui-

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Carlos Gadarrama Zugasti y Cesar Adrian Ramirez Miranda

cios sociales y ambientales. No obstante 10 anterior, el debate sobre el desa­rrollo -0 mejor aim, la disputa por el desarrollo (Ramirez, 2006)- existe y mantiene pertinencia, aunque aparezca velado por un discurso dominante 0

la particularizacion de enfoques y metodologias. Uno de los rasgos sobresalientes en la discusion actual sobre la direc­

cion del desarrollo rural regional es sin lugar a dudas su extraordinaria plu­ralidad de enfoques y la participacion creciente de campos del pensamiento y metodos de investigacion que eran impensables hace treinta afios. En con­traste con la situacion actual, en los alios setenta del siglo xx, la atencion se concentro en la critica del crecimiento economico como indicador de desa­rrollo, particularmente en la intensificacion y modemizacion del sector agricola, en el cual descansaban los amllisis de 10 rural. Este enfasis en la produccion y sus implicaciones sociales, caracterizo la argumentacion so­bre los beneficios y exclusiones derivados de la aplicacion de un modelo de desarrollo rural basado en la Revolucion Verde. Trabajos como los de Ingrid Palmer sobre las efectos de la intensificacion del cultivo del arroz en el sureste asiatico (1972), 0 de Cynthia Hewitt sobre la modemizacion de la agricultura mexicana (1978), marcaron una inflexion teorica en el debate, donde la nocion convencional de desarrollo, en este caso del desarrollo agricola, dejo de presidir la agenda academica y de tener la exclusividad en la definicion de las politicas gubemamentales sobre el sector. En Mexico este cambio de enfoque, junto con una amplisima controversia sobre la eco­nomia campesina, logro influenciar algunas de las politicas de desarrollo rural dirigidas a los pequeiios productores en la pasada decada de los seten­ta y aim a inicios de la de los ochenta.

Los terrenos conceptuales y metodologicos que se pisan hoy, a diferen­cia del enfasis en la produccion y la determinacion economica que caracte­rizo el periodo arriba mencionado, involucran un rango de disciplinas y fuentes epistemologicas de la mas variada indole. Se podria decir que a di­ferencia de los alios setenta, estos enfoques mas que confrontarse, coexis­ten, y no se yen intentos de elaborar teorias unificadoras en un ambito en el que el universalismo de la modemidad es desafiado por las posiciones rela­tivistas que caracterizan la llamada postmodemidad. Desde la perspectiva de Araghi y McMichaell (2006) esta circunstancia constituye un verdadero retroceso en los estudios rurales y subraya la necesidad de retomar una epistemologia centrada en la totalidad como unidad de 10 diverso, desde una perspectiva mundial-historica.

La inclusion de la dimension ambiental, de la equidad de genero, de la globalizacion no solo de la economia sino de la sociedad mundial, del naci-

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Introduccion

miento de nuevas ontologias sobre la naturaleza y la agricultura de, en fin, todas las senales que indican, al decir de De Souza (2002) que vivimos un "cambio de epoca" y no una "epoca de cambios", hace dificil una generali­zacion de 10 que sucede en el campo problematico que nos ocupa en esta breve presentacion. Un recuento rapido y no exhaustivo de 10 que implica incursionar en el desarrollo rural regional enumera campos de estudio tales como la globalizacion de sistemas agroalimentarios (Friedland, 1994; McMichael, 1995; Goodman y Watts, 1997), teoria de los actores sociales (Long, 1992); teoria de las cadenas agroalimentarias (Gereffy, 1994); estu­dios sobre el consumo (Fine y Wright, 1996); estilos de agricultura (Van der Ploeg, 1994); estudios culturales (Latour, 1993); teorizacion del espacio (Harvey, 1996); regionalizacion y territorio (Schejtman y Berdegue, 2003; Echeverri, 2006); sostenibilidad (Redcliff 1992), y estudios sobre la pobre­za (Kay, 2006), entre otros, ademas de los metodos y tecnicas especificos a cada una de estas aproximaciones que van desde las historias de vida hasta los sistemas de informacion geografica.

Una primera particularidad que se puede atribuir a esta nueva epoca de estudios rurales es la inclusion de los consumidores como agentes de cam­bio en la modulacion de la organizacion productiva del medio rural. El ejemplo de la agricultura organica y sus formas de certificacion, como re­gulaci6n de las elecciones de produccion en regiones particulares del mun­do a traves de las demandas de los consumidores, nos da la pauta para el entendimiento de la conformacion de nuevas maneras de organizacion para el trabajo e innovaciones tecnologicas que reconfiguran las relaciones entre los actores sociales rurales a diferentes escalas. Una segunda particulari­dad de esta nueva epoca podria ser la fragmentacion y relativizacion de los agentes determinantes en los procesos de desarrollo. A diferencia de los grandes determinismos economic os .a de clase social de los afios 1970-1980, 10 que se ha dado en llamar "agencia", se distribuye entre una gran di­versidad de sujetos sociales y de situaciones que ya no tienen una referencia directa a los grandes movimientos estructurales. Una ultima particularidad serian, las continuas citas a trabajos clasicos como el de de Kaustky sobre la cuesti6n agraria 0 de Polanyi sobre la sujecion de la sociedad a los mercados y la necesidad de revertir estos terminos, de man era que las preguntas basicas de estos autores, y por extension al desarrollo rural, siguen en la mesa.

Desde luego, es necesario preguntarse si tal profusion de enfoques co­rresponde a la complejizacion de los objetos de estudio, 0 al cambio en las condiciones de la produccion cientifica, 0 al reflejo de ambos elementos en

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la subjetividad de los investigadores. De esta manera, el reciente protago­nismo de los consumidores abre importantes posibilidades a traves de los mercados alternativos para formas de produccion agricola no solo respe­tuosas del ambiente, sino tambien de los nifios y las mujeres; sin embargo, la preminencia del mercado sobre los procesos tecnicos agropecuarios era ya evidente desde la decada de los sesenta cuando las agroindustrias impu­sieron la agricultura de contrato y con ella un conjunto de panimetros pro­ductivos. Por ello. resulta interesante dilucidar los elementos de conti­nuidad, tanto como los novedosos, de una hegemonia globalizadora que no reconoce luchas por la tierra, por los procesos productivos 0 por el territo­rio, sino solamente luchas por el anaquel. Desde la misma perspectiva, la fragmentacion y relativizacion de los actores rurales, fundamentalmente estaria dando cuenta de un exitoso proceso de refetichizacion de las relacio­nes de explotacion (Holloway, 1990), de manera que tambien se hace perti­nente interrogar al presente desde los planteamientos de Chayanov y Shanin, para ver que tanto cambio el campesinado durante el siglo xx. Por 10 pronto, en America Latina, la discus ion en torno a la nueva ruralidad (y en menor medida sobre el desarrollo territorial rural) recoge estos ecos, desde quienes la yen como un nuevo paradigma correspondiente a transfor­maciones sustanciales en los espacios rurales, hasta quienes destacan sus inconsistencias y la perciben mis bien como una agenda impuesta por los organismos financiantes y como un estado de animo derivado del desplome de las metanarrativas.

EI hecho es que al haberse dado un despiazamiento en los estudios rura­les del interes sobre la produccion agricola en S1, hacia otras actividades ru­rales y los puntos de cruce con las disciplinas apuntadas arriba, el campo de investigacion sobre el desarrollo rural regional necesita fortalecer su vision sobre 10 que significa la agricultura en este nuevo contexto. Asi como las disciplinas economicas, sociologicas y antropologicas han extendido sus puentes conceptuales para interpretar los avatares de la agricultura en estas nueva perspectiva, hace falta reconstruir el camino inverso: como se yen, desde los estudios de la produccion agricola, los impactos econornicos, so­ciales, ambientales y culturales que las nuevas formas de produccion y las tecnologias agricolas disponibles estan ejerciendo actualmente. Hace falta en surna, una teoria de la agricultura que diluya la divisi6n tradicional entre los "estudios de corte tecnico" y sus implicaciones extern as allugar de pro­ducci6n, que incorpore e interprete los nuevos paradigmas de producci6n agricola, y que vuelva a dar un lugar central a la tecnologia como eje de analisis de 10 rural. Esta no es una mision sencilla, pues la tecnologia es qui-

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Introduccion

za el espacio de mayor fetichizacion de las relaciones sociales capitalistas, aim mas que el mercado y el Estado, dentro de cuyas formas aparecen como iguales los explotados y los explotadores, ya sea como compradores-ven­dedores 0 como ciudadanos con derechos y obligaciones iguales ante la ley. Por si esto fuera poco la tradicion sociologica dominante subordina a la tec­nologia ante cuestiones que Ie parecen mas urgentes, como la politica, la cultura, la identidad y los flujos de personas y mercancias. No obstante, existe una variedad de trabajos que desde los campos de la agroecologia y la agronomia pueden ayudar a esta integracion. En Mexico, a partir de la critica de la Revolucion Verde se ha generado una importante tradicion de investigacion en esta perspectiva que se desprende de los trabajos pioneros del maestro Hernandez Xolocotzi (1977) sobre la tecnologia agricola con­vencional y de su convergencia con pioneros de la agroecologia como Stephen Gliessman (1990), quien establece la necesidad de la aplicacion de la ecologia para el manejo sostenible de la produccion agricola. El paradig­rna de la agroecologia se presenta como una veta conceptual interesante para construir estas interacciones entre la produccion agricola y el desarro­llo rural. Asi, Francis et al. (2003), lanzan una definicion amplia de agroe­cologia donde establecen que esta disciplina es el estudio integrativo de todo el sistema alimentario incluyendo sus dimensiones ecologicas, econo­micas y sociales; Norgaard (1987) ha establecido las bases epistemologicas de la agroecologia, privilegiando el conocimiento acumulado por los gru­pos agricolas en el manejo de los recursos naturales para la produce ion agricola en el proceso que llama "co-evolucion"; y Altieri (1987) sefiala la importancia del manejo agroecologico para la salud ecologica del sistema pero sin reducirlo a una tecnica de cultivo, sino como resultado de la diver­sidad cultural y de las aportaciones de las agriculturas locales. Una sintesis interesante de las relaciones entre la base material de la produccion desde la agroecologia, y la sociologia rural, la ha generado el grupo de la Universi­dad de Cordoba, Espafia, (Guzman et al. 2000), con un fuerte basamento en la teoria de la economia campesina y sus formas de produccion. Otra tenta­tiva se da en el grupo coordinado por Torres (2005) en Mexico, abordando la diversidad regional con un enfoque de desarrollo y sostenibilidad que en­fatiza la necesidad de reformular las formas de intervencion en el desarrollo a la luz del preocupante deterioro ambiental. En ambos trabajos se aprecia una conexion mas clara entre agroecologia, sostenibilidad y desarrollo ru­ral. En fin, la integracion de estudios de la agricultura con un enfoque eco­logico y de sostenibilidad, puede ayudar a reinterpretar los carninos que sigue el desarrollo rural a traves de la critica de los nuevos paradigmas de

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produccion agricola iconvencional, organico, sostenible, transgenico, entre otros! (Guadarrama, 2004) y reconstruir una teoria de la agricultura que en­fatice la base material y las tecnicas de produccion con las implicaciones para las formas de organizacion del trabajo, los impactos ambientales y la reconfiguracion de los paisajes rurales. Desde esta perspectiva, restituir a la cuestion tecnologica su lugar como eje de los amilisis sobre la problema­tica rural - ya debidamente prevenidos sobre los riesgos del tecnocentris­mo, tanto como de las limitaciones del optimismo tecnologico- puede resultar una apuesta promisoria hacia el fortalecimiento de un campo inter­disciplinario por antonomasia.

Los trabajos que ofrecemos allector en este primer volumen se benefi­cian tanto de la tradicion critica al desarrollo convencional como de la di­versificada oferta conceptual que ya hemos apuntado, y evidencian de algun modo los intereses y problemas que se viven en un medio rural aque­jado por una multitud de conflictos que hacen temer por su viabilidad en el futuro cercano. Reflejan, tambien, solo una porcion del vasto campo de es­tudios que venimos sefialando y, aun asi, tal variedad nos empuja a hacer una acotacion de los temas tratados dividiendo esta obra en cinco seccio­nes, articuladas por el objetivo comun a este primer volumen relativo a pre­sentar una aproximacion al debate teo rico sobre el desarrollo rural regional.

Hemos intitulado a la primera seccion Elementos conceptuales y teori­cos para el debate sobre el desarrollo rural regional. Aqui se incluyen con­tribuciones de reconocidos colegas de la Universidad Nacional Autonoma de Mexico, la Universidad Autonoma Metropolitana y la Universidad Au­tonoma Chapingo, cuyas aportaciones resultan sugerentes y polemicas.

Pedro Muro Bowling al proponer Cuatro argumentos para la epistemo­logia del desarrollo rural regional conceptualiza a este como un conjunto de disciplinas y estrategias para interpretar, explicar y transformar una rea­lidad con la que no estamos de acuerdo: plagada de injusticia y de inequi­dad en las relaciones entre seres humanos, y de estos con la naturaleza. Parte de que toda nocion de desarrollo se basa en un componente utopico y postula como argumentos validos para enriquecer la teoria y la praxis del desarrollo rural regional los siguientes: (1) La necesidad de que la utopia prevalezca sobre el pensamiento ideologico; (2) la necesidad de hacer uso de la politica para construir el desarrollo; (3) el desarrollo social como vi­sion antropocentrica y biocentrica que busca incluir aspectos sociales, eco­nomicos, politicos, culturales y ambientales, y (4) el componente etico ecologico indispensable para romper con el desarrollismo.

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lntroduccion

En su contribucion Desarrollo rural: reconstruyendo una utopia, Bea­triz de la Tejera, Raul Garcia Barrios y Angel Santos, en dialogo con el ar­ticulo precedente, sefialan que la reconstruccion utopica del desarrollo debe incorporar principios que ayuden a reformular las distintas perspectivas teoricas mediante una dinamica constante de confrontacion empirica. Entre estos principios se encuentran, entre otros, la auto-reflexion, la diversidad, el dialogo y el disenso, 10 que conduce - desde su perspectiva- a diferentes caminos y mundos posibles, as! como a diversas propuestas sobre el desa­rrollo.

Blanca Rubio Vega en su ensayo EI panorama tearico rural con tempo­raneo explica las causas del predorninio de 10 que denomina las teorias postmodernas en e1 ambito academico y politico del campo mexicano, de la ausencia de un debate teorico real y de la escasa influencia de las teorias cri­tic as del capitalismo en el ambito social. Sugerente y polemica, realiza un analisis critico de las teorias dominantes en el ambito rural con el fin de in­dagar como han permeado e influenciado la vision contemporanea sobre el campo, asi como la practica y el discurso de los academicos.

En su contribucion Desarrollo rural regional y erifoque territorial, Ce­sar Adrian Ramirez cuestiona los planteamientos del Desarrollo Territorial Rural -y de la llamada nueva ruralidad-, en tanto enfoques prescriptivos para el disefio de politicas publicas en America Latina que resultan funcio­nales a la logica exc1uyente de la globalizacion neoliberal. En cambio, rei­vindica la pertinencia del anaIisis regional y llama la atencion sobre la necesidad de fortalecer un enfoque territorial critico, capaz de articular las dinamicas locales con las relaciones globales a que estas dan sustento.

Cierra esta seccion Pablo Torres Lima con su articulo Desarrollo regio­nal y sociedades rurales en Mexico, en el que invita a incorporar los datos y la informacion socioeconomica, de la calidad de vida y del medio ambiente en una formula para entender el desarrollo sustentable de cada espacio y so­ciedad rural. Esto resulta indispensable para encarar los problemas de com­petitividad, pobreza y empleo, deterioro ecologico y desarrollo regional a traves de politicas necesariamente diferenciadas.

La segunda seccion de este libro reune tres articulos bajo el titulo De la dicotomia rural/urbana a las articulaciones campo/Ciudad: .!.una nueva epistemologia? Vistas en su conjunto, estas contribuciones nos perrniten visualizar algunas inflexiones teoricas y metodo16gicas en tomo a uno de los ambitos mas dinamicos de transformacion de las sociedades ruraJes lati­noamericanas: el de su relacion con los procesos urbanos.

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Articulaciones agricultura e industria, entre 10 rural y 10 urbano, es el titulo del articulo de Jesus Carlos Morett, en el que nos ofrece una recapitu­lacion sobre las articulaciones clasicas entre la agricultura y la industria, basadas en el dominio de esta ultima sobre la primera; en estas articulacio­nes, la agricultura lej os de cumplir funciones -10 que significaria una repro­ducci6n armonica, apunta Morett- mas bien realiza aportes al proceso de industrializacion que sefialan su lugar subordinado.

Para Carlos Jimenez Solares, ante los modemos cambios sociales, esta­mos obligados a recuperar la especificidad de los conceptos, sus grados de abstraccion y la particularidad de su elaboraci6n como productos mentales de conocimiento, no como realidades empiricas. Por ello, en su ensayo Articulaci6n entre 10 rural y 10 urbano. Cuatro niveles de reflexi6n, destaca que los problemas, cambios y situaciones contemporaneas nos obligan por igual a recuperar y buscar nuevos caminos e instrumentos teorico-metodo­logic os de interpretacion y comprension de nuestras nuevas, complejas y vertiginosas realidades.

Hector Avila titula a su contribucion Las articulaciones urbano-rurales como expresi6n de la reestructuraci6n territorial y sefiala que hasta el mo­mento la discusion se ha centrado en caracterizar dicho proceso, por 10 que se han generado mas preguntas que respuestas, entre ellas: l,las mutaciones urbano-rurales son nuevos fenomenos, 0 mas bien modalidades temporales de la dinamica territorial?,l,como se articulan dichas mutaciones en el con­texto de la globalizacion de la economia en las escalas local, regional y mundial?; l, hay 0 no una Nueva Ruralidad ?,l, existen planteamientos dife­rentes frente a las nociones clasicas de 10 rural y 10 urbano?; l, las escalas de analisis son las adecuadas?; l,es valida la adopcion de conceptos como pe­riurbanizaci6n, rurbanizacion, interfase urbano-rural 0 frontera urbano-ru­ral, en la identificacion de los procesos territoriales que inciden en esos ambitos?

La tercera seccion intitulada Los acervos del territorio y sus pobladores, da cuenta de la pertinencia del enfoque territorial y su potencial analitico, asi como de la preocupacion por incorporar los saberes locales y campesi­nos a la busqueda de opciones frente a los procesos de globalizacion.

Thierry Linck nos ofrece una contribucion intitulada ;,Patrimonializa­ci6n 0 propiedad intelectual? Calificaci6n y gesti6n social de los territo­rios. Aqui concluye que el tema de la patrimonializacion revel a que aunque el territorio no tiene las propiedades de una mercancia, constituye un auten­tieo recurso economico, en tanto se produce y se destruye, se maneja y su activacion genera valor agregado, ademas que es objeto de codicia, de aca-

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Introducci6n

paramiento y de rivalidades, sobre to do en un contexto marcado por el de­senvolvimiento de los intercambios, la unificaci6n de los mercados y el peso creciente, en la economia real, de los bienes no materiales (informa­cion y valores simbolicos). Por esta razon -apunta-la lucha por la apropia­cion de los territorios se convertinl en un eje rector de las transformaciones agrarias que tenemos por delante, a semejanza de 10 que fueron las luchas por la tierra a 10 largo del siglo pasado.

Bordando sobre la misma linea, Diosey Ramon Lugo contribuye con su articulo Aproximacion a la construccion de un concepto de etnocompetiti­vidad y algunos aportes metodologicos para su aplicacion, en el que se propone construir un concepto de etnocompetitividad con base en el siste­ma artesanal indigena zapoteca, que sirva como herramienta de analisis para comprender las dinamicas sociales y las estrategias de reproduccion en los territorios indigenas, asi como dar algunos aportes metodo16gicos para su aplicacion en campo.

Para Jose Alberto Zarazua, Jorge Ocampo y Manuel Angel Gomez Cruz, las normas de convivencia comunitaria, asi como los usos y costum­bres para la toma de decisiones sobre el uso de los recursos y el mejora­miento de los sistemas de producci6n, son la base de la reproduccion y sobrevivencia de la unidad de producci6n campesina. Por ello, en su contri­bucion Conocimiento tecnologico en la agricultura campesina: una apro­ximacion teo rica, sefialan que con miras al acortamiento de la brecha tecnologica entre la agricultura empresarial y la campesina, debe conside­rarse que mejorar su competitividad conlleva un cuestionamiento al mode-10 lineal y de creaci6n de oferta tecnologica que ha prevalecido en el sistema nacional de investigacion y extension agricola, ya que este tipo de productores requiere una estrategia institucional distinta que puede concep­tualizarse como de demanda, 10 que implica diseiiar un sistema de innova­cion tecnologica que responda a sus condiciones ambientales, economicas y sobre todo socioculturales.

En esta misma perspectiva, Jesus Madera Pacheco destaca que la con­cepcion 'modemizadora' del sector agrario ha intensificado las tendencias hacia la insustentabilidad, manteniendo las zonas rurales en una profunda crisis en 10 ecologico, social, economico y cultural, por 10 que es necesario repensar un modelo desde y para el desarrollo de la comunidad, que ademas de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de sus habitantes impJique un retorno al "terrufio", la revalorizacion y rescate de los saberes y practicas campesinas que les permita hacer frente al modelo imperante, y a la vez te­ner una mejor convivencia con la sociedad y la naturaleza. En su articulo

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Carlos Gadarrama Zugasti y Cesar Adrian Ramirez Miranda

Cuando se acallan los silencios: un acercamiento a los recovecos del saber ser campesino en Castril de la Pena, Espana, este autor apuesta por la agroecologia en tanto reivindica el concepto de identidad para, al vincular­se al agroecosistema, transmitir la necesidad de su preservacion como lega­do a las generaciones futuras.

En la seccion cuarta de este libra, intituladaLos saldos del neoliberalis­mo: migracion, pobreza y transicion gemirica, podemos apreciar la preocu­pacion por capturar el pulso de la diaspora rural que sacude a las unidades familiares y a las relaciones de genero, expresada objetivamente en un flujo de remesas, que este ano rebasara los 24 000 millones de dolares (Quila­queo y Ramirez, 2006), al mismo tiempo que subjetivamente en las razones de los emigrantes. Cuatro articulos integran esta seccion sobre un problema que requiere de solidos cuerpos teoricos como de acercamientos empiricos diversos.

En Motivos de migracion rural. Interpretacion de la percepcion de los migrantes laborales mexicanos en Estados Unidos, Ricardo Contreras Soto expone los resultados de una exploracion -basada en 1 018 entrevistas se­miestructuradas- que se centra en los motivos de emigracion rural del mi­grante del corredor Bajio guanajuatense. Contreras parte de la subjetividad del migrante, las "necesidades economicas" y algunos de los problemas que hay en los paises perifericos como factores de expulsion. La investiga­cion aborda los fenomenos migratorios laborales desde la perspectiva cul­tural, basados en los planteamientos verstehen, que se retoma de la percepcion y participacion de los agentes migrantes para entretejer de ma­nera mas integrada los elementos subjetivos con las estructuras sociales re­tomadas de los planteamientos teoricos de Bourdieu (1995 y 2001) sabre conceptos del campo y del habitus, y de Wallerstein (1999) sabre el sistema mundial.

Por su parte, Lorena Cortes Espinoza, en su contribucion El impacto de las remesas en las economias de los grupos domesticos rurales y las rela­ciones de genero. Estudio de caso en GervasioMendosa, Municipio de Sal­vatierra. Gto. , hace un esfuerzo por identificar entre las remesas que se destinan a los gastos cotidianos y aquellas que se dirigen a la inversion, a la vez que pone especial atencion en la diferenciacion generica de roles al in­terior del grupo domestico como consecuencia de la emigracion.

En esta misma linea, pero refiriendose al Valle del Mezquital, Luis Alberto Luna destaca en Mujeres rurales, emigracion y transicion generica en el campo mexicano, que tanto la migracion como las redes de solidaridad e informacion praducen nuevas experiencias en las mujeres, puesto que la

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Introduccion

multiactividad y la jefatura de la unidad domestica ya no constituyen su unico destino generico tradicional, sino que ahora se presentan su fortaleci­miento como sujetos individuales, la participacion en el espacio publico y e1 ejercicio del poder, a 10 cual se Ie ha denominado transici6n generica. Sin embargo -prop one Luna- hay algunos obstaculos que impiden y debilitan el proceso de fortalecimiento en las mujeres, como son los rumores y chis­mes que la misma comunidad construye con la finalidad de mantener el or­den patriarcal.

Para concluir esta secci6n Francisco Cabrera y Miriam Aide Nunez rea­lizan en Mujeres, pobreza y una ruralidad que se desvanece, un an.Hisis de la pobreza femenina y las estrategias que adopta la mujer para acceder a mejores niveles de bienestar, destacando la forma en que se establece su participaci6n y los cambios producidos en sus roles dentro de los ambitos privado y publico. Su trabajo es significativo pues se ubica en un entorno caracterizado por representar fielmente las interacciones entre 10 rural y 10 urbano, en dos colonias marginales del municipio de Morelia, Michoacan.

Hemos denominado a la ultima secci6n de este volumen Las herramien­tas para el desarrollo: academia, instituciones y politicas. En buena medi­da se trata de un puente hacia el segundo volumen de nuestra serie, el cual lleva como titulo: Desarrollo rural regional hoy: las politicas publicas. La raz6n par la que aparecen aqui es que, pese a referirse al tema de las institu­ciones y de las politicas publicas, los tres articulos tienen un marcado enfa­sis conceptual en el tratamiento de sus respectivas problematicas. EI primer articulo de esta secci6n establece lma agenda para la investigaci6n y el pos­grado en desarrollo rural en America Latina, mientras que los otros dos dis­cuten las condiciones para mejorar las intervenciones publicas orientadas a la sociedad rural.

Abre esta secci6n eI articulo de Edelmira Perez, intitulado El mundo ru­rallatinoamericano y los postgrados, que por su contenido dialoga perfec­tamente con los articulos de la secci6n primera, tanto como se despliega en esta ultima. En esta contribuei6n, la autora se inscribe en el enfoque de la nueva ruralidad y se esfuerza por ubicar las permaneneias y los cambios mas significativos de la sociedad rurallatinoamerieana en las decadas re­cientes, para terminar destacando las que, a su juieio, eonstituyen las princi­pales tareas para los posgrados en desarrollo rural regional.

Buscando una nueva institucionalidad en las aceiones para el desarrollo local es el titulo de la eontribuci6n de Enrique Trigueros, quien sefiala que entre los faetores de exito, que hoy contienen la mayor parte de los progra­mas auspieiados por organismos multilaterales y agencias de desarrollo

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Carlos Gadarrama Zugasti y Cesar Adrian Ramirez Miranda

intemacional destacan: el dialogo y comunicacion real con los sujetos so­ciales; que las demandas no sean filtradas por los mismos programas 0 por los instrumentos de politica publica; que se concreticen las acciones en un plan 0 programa, y finalmente -y sobre todo- que exista tambien, un sustra­to teorico metodologico que de cuerpo y sirva de referencia conceptual. Para Trigueros, existe en el espacio de 10 publico, un vado instrumental para acercar los acervos de servicios de promocion social y economica a las comunidades marginadas y que se particulariza en los muchos casos en que no se cuenta con un «vinculo efectivo y directo» que posibilite la incidencia de los programas de intervencion social.

Finalmente, Jose Luis Mora Fausto y Benjamin Ramirez Funes, expo­nen una experiencia michoacana en su articulo Planeacion participativa para el desarrollo municipal, donde se preocupan por mostrar el enfoque teorico y metodologico que posibilito la elaboracion de un plan de desarro­llo municipal con base en un proceso colaborativo. Los autores describen los fundamentos de intervencion cualitativa y los procesos para la elabora­cion de un diagnostico colaborativo que nutri6 la emision de politicas pu­blicas municipales de las cuales se desprendieron programas y proyectos, asi como estrategias para su implementacion y seguimiento; describen ade­mas un enfoque de la planeacion de nuevo tipo, asi como los avances obte­nidos a 10 largo de este proceso.

El presente volumen - es importante senalarlo- es resultado de un es­fuerzo colectivo e interinstitucional encabezado por la Maestria en Cien­cias en Desarrollo Rural Regional de la Universidad Autonoma Chapingo y acompanado por la Secretaria de Desarrollo Agropecuario del Estado de Michoac{m, as! como el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnologia, la LXX

Legislatura y el Centro Estatal de Desarrollo Municipal de esa misma enti­dad federativa, con la colaboracion de la SAGARPA y el INIFAP. Estamos seguros que su contenido -como el de los dos volumenes subsiguientes­resultant relevante y util para los divers os actores relacionados a la cuestion rural.

Bibliografia

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