de puerto rico

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I ~i I I

II '

I '•·. • . . :~i

SOBRE LA

de Puerto Rico

POR

. E. D. Colon

Cantero, Ferninde;o ~ Co,. Inc.

San J,ia11. Pverto Rico

19 3 0

DEDIOADO

A Za memoria d,e mi padre, lridoro

S. OoZ6n 11 Col6n, alma olancG, Biem­

pr6'1iga de simpatia, quien 'Vivi~

co1nsz:an:i;e1neiiie enamorado de la en­

y de loB li'bros.

El Autor, 19!9.

ERT_EN CIA.

: ~t~~l desarrollo de nuestra agricul­~~Q.iS~Rse encuentran al presente . ys y excesiva:mente fraccionados en

~~x.to ~hehan visto la luz hasta ahora; e.niobras hist6ricas de dificil acceso; '*~\f~~arcidas aqui y alla en nuestras

mt~a~ •• Y privadas; y, mucha parte, dencia e informes ineditos en los ar-6t{fofn() Insular. No es de extrafiarse, ~h~ifos hoy generalmente desconocidos

~~[1Wccesibilidad al ciudadano de una ;.c.~ltlll'a antepasada y al preocupado en

... ~,f ~gricolaspresentes de una documen­i:ii~pe11sable a su amplia comprensi6n. PJ~i~?~ por ello, hace unos dos afios, la a.c,~$~laf y resnmir los datos agricolai;i )~11 este trabajo, con notas explicativas 4equiera que ellas han parecido intere-

c~}~[rie I, El Pueblo Golonizador, y la B.i'evei .Resena del Desenvolvimiento Agri­. ·~°:§ha b~nevolencia de los historiadores ~~ [1J por no tratarse de un campo ha­#osotros; · Invadido fue por la imperiosa

"f !It., n&<,~rily an ope• pm~ss. sod · !t?¢>a;nd :~if;tory of. fuH value to men consist

11~rally a11d clearly known; this is sureJy a t.Cwe have still · to · discover how to preserve .tif j>hilosophy and research frolm th-e caking

Jrig ll.Cctimulations of narrow and dingy-spirited \H, 0:. Wells, "The Outline of History."

necesidad en que estabamos de ofrecer al lector un~ relacion ordenada que, dandole una idea general d ·•· las etapas mas sobresalientes de nuestras vicisitu• des agricolas, le sirviera de base para la coordina. ci6n adecuada de los asuntos tratados en la Parte: III. Los hechos relatados en la Parte II han sido tomados de obras aparecidas antes del 1898, las cuales se enumeran en la Parte I, Capitulo II/ Fuentes de Injormaci6n en Relacion con las Diver/ sas Etapas del Desenvolvimiento Agricola antes deii A.no 1898; y de otras publicadas mas luego por Don Salvador Brau, por el Dr. Cayetano Coll y Toste y otros. Hemos procurado hacer referenda a la bk bliografia de la Parte I, Capitulo II, valiendonos de numeros arabigos en parentesis redondos inter• •• calados en el texto. Los numeros en parentesis rec• tangulares se refieren a las notas al pie de cada pa.gina.

En la Parte III, Asuntos Agricolas, hemos tenido el prop6sito de resumir concisamente los particula0

res de nuestro conocimiento y de alguna significa­cion en relacion con cada uno de los temas tratados. No deben considerarse estos todos los posibles, ni los datos que los explican los unicos e:xistentes. En la seleccion de ambos, asuntos y datos, han pesado mucho la importancia actual del tema como asunto de estudio y la originalidad de las observaciones y gestiones desarrolladas en relaci6n con ellos. En cuanto al espacio dedicado a cada tema, quiza si a menudo, han quedado demasiado compendiados aquellos de que mas informaci6n disponemos y tra• tados mas prolijamente los menos nutridos. En to•

II

1fiil~~fildo cl etlmr entrar en dema-¢~;7sii~?lo eldar una idea general con

· · ~pftfsP?:nd.iente, para el que desee re• f ~11~e1{ol'iginales.

'~its~anconsistido de muchas obras pu­. cltt{d~s.ieII.la lista bibliografica de la

oJI,. ya mencionada; per-0 mas es­i~ipedientes manuscritos originales #Jii Junta Provincial de Agricul·

do d~ Fomento, a la Diputaci6n Pro• Esta.~ion:es Agronomicas. Muchos de os: no Se enumeran en la lista arriba

l)~C>lisistir de comunicaciones y otros 6ficiiiles de dificil clasificaci6n.

~•~~§a.pid fos deslices y lagunas que indu­<.~a. li~tllr~n en este trabajo; por lo que l~]µz cc,nfiando en que las faltas habran ~#-it~~ poi' otros cuyo interes haya des­

)1~ lec.tura de las poco conocidas y peor · ·· ·. ~~:fi.0J1es de nuestros antepasados en pro

·. ·· · 11ad poco menos que irrealizable · · .. a politico y econ6mico en que ha,.

.C~?-i•••·••\· ~.ii#tfaida una deuda de gratitud con los

~liillermo Esteves Volckers, Ex-Comi-• terior y Don Jose Gutierrez, Archi vero

.. ,§ l)~partamento, por las cortesias que ).,.I'()~ ~:nJas numerosas veces que hubimos .t\J?~<archivos bajo su autoridad y cus-

EL AUTOR, 1922.

Ill

:i_i/:_i;_:_:_.·_._.·::,:

. 'l'ABLA DB MATERIAS

·:::::::·:•::.:.,_:.-.<:·-.·

\ Bthcolonizador. . . . d.e Infonnaci6n (1500-1898) en Rela-

6rt.las Diversas Etapas del Desenvol­•fo.•Agricola antes <lel Afio 1898.

:·• /~ARTE SEGUNDA

\}#cultura lndigena en 1493 dd6Minero (1510-1530) . .¢ai'fa de Azucar. . la Cana de Azucar al Ca.fiafistolo • J~iigibre.

a.to.<; de Ganado . ~bilCO y el Cacao . ritrabando.

>II~IJa del Yemen . . . . :•.A.gr1c11ltura Puertorriquena en 1765 c~ Anos Des-pues . · as Orientaciones . ftc( Rico en Marcha . .

(C.itc:ufacicin a la Zaga de la Producci6n Cia eLTrabajo Libre . . . . . /lritelecttialidad en la Agricultura

:Pr6blemas de Nuestra Historia 'g#cofa en 1s98. . . . . ~ta.do y Cultura Agricolas a

. del Siglo XIX .

.. PARTE TERCERA .··

< AsuNTos AomooLAs

%\le\ A~~:ivechamiento,

/153 f!~l>j~ic0J~. \5:s

155

y

1

17

34 38 43

46 51 55 59 63 67 71 8ll 93

100 108 117

126

137

Abonos analisis, 159 fabrica, 160 yacimientos de fosfatos, 160

Achiote materia colorante, 162

Aguas ana.lisis, 162

Ajos y cebollas exhibiciones, 163

Alfalfa ensayos de cultivo, 164

Algod6n abonos. 166 gerrninaoon, 166 profundidad de siernbra, 167 proporci6n de fi:bra y

semilla, 167 variedades, 167

Alirnentos analisis de vinagres, 168

Ana.lisis publicos tarifas, 168

Apendice, 289 Arboles

clasificaci6n y descripci6n de especies, 168

exhibici6n de maderas, 169 · " Fiesta del Arbol," 169

Arroz abonos, 169 epocas de siembra, 172

Avena ensayo de cultivo, 172

Azucar fa bricaci6n , 173

Banano abonos, 174

Cacao exhibici6n, 175

Cafe

id. de la guaba, 187 importaci6n de

variedades, 187 sornbra, 187

Cajas de vegetaci6n construcci6n, 187

Canela introducci6n, 189

Cana de Azucar abonos, 190 aglomeraci6n de sernillas, 198 ana.lisis, 199 cuttivos asociados, 202 degeneraci6n y selecci6n

de semillas, 203 deshoje, 203 distancias para la

siembra, 204 estacas de cogollo vs. del

cuerpo de la cana, 205 estudio de las

variedades, 205 importaci6n de

variedades, 209 riego, 211 xiqueza sacarina, 212 zonas cultivadas en 1898, 2

Casabe · preparaci6n, 214

Cebada ensayos <le cultivo, 216

Cebollas exhibiciones, 163

Centeno ensayos de cultiv,o, 216

Cocotero abonos. 217 variedad "macapun6", 217 .

Conservas y dulces exhibiciones, 21t

Chufas

abono, 176 calculos, 177 enfermedad en Adjuntas, 177 id. en Ciales, 186

exhibiciones, 219 Estadisticas, Apendice, Estercolero

construc.ci6n, 220

Mgros :oiejones, 221

ovechamiento por desti• aci6n, 221 ecci6o de frutales, 223 ·aero llStrucci6n, 223 ado redo ·del trabajo, 224 ueba de ~limen·taci6n, 224 ·men alimenticio, 224

banzos tivo, _225 ea, -Yerba de sayo comparativo, 284 talizas _ a.cigps, 225

rotozoarios, 226 lementos agricolas ado de subsuelo, 226 cticid'as tes de 1898, 227

ibiciones, 227 -ctos

hazudo. 228 nga, 229 a.110 blanco, 229 . ·guilla, 229

ga de bormigas y usanos, 230 resas, 231

adro del tallo, 232 adrador del tallo del feto, .232 tuciones relacionadas

la. agricultura teneo Puertorriqueiio." 232

iaci6n <le Agricultores Puerto Rico," 233

nco Territorial y ricola," 233 tro, 234

nias Agricolas, 234 cursos agricolas, 235

E scuelas de agricultura, 235 Estaciones Agr-on6roicas, 237 "Granja Agricola;" -'241 "Jard.in Botani-co," 242 "Junta Califica-dora.- de

Concursos Agricolas," 235 '"Junia de Agricultura,

Industria y Comeri:io, 243 "J un'ta de Comercio y

Fomento," 243 "Junta Provincial de

E-stadistica y Evaluaci6n de Riqueza," 244

"Liga Econ6mica," 246 "Negociado de Agricultura,

Industria y Cornercio," 246 "Negociado de Montes y

Terrenos Baldios," 246 "Observatorio

Metereol6gico," 26-1 " Real Sociedad Econ6mica

de Amigos -del Pais," 244 "Sociedad An6nima para el

Fomento de ta Raza Caballar," 246

"Sociedades de Agricultura," 246

Introducci6n de especies extranjer-as, 246

Jardineria, 254 Laboratorios

equipo, 254 Latifundios, 255 Maguey

cultivo y perspectiva-s, 257

Maiz abonos, 259

Malojillo experiencia comparativa, 259

Mangostan importaci6n, 252

Materias textile-s exhibiciones, 259 calculos industria plataneTa, 260

VII

Medios de represi6n de p!agae naturales, 261 artificiales, 262

Metereologfa registros, 263 estudios regiona1EIB, 264

Mieles fermentaci6n, 264 destilaci6n, 264

Milla de escobas aprovechamiento

en 1882, 266 Palomar

construcci6n, 267 Ramio

aprovechamiento, 268 Revistas Agricolas

"Dia.rio Econ6mico," 2611 "Revista de Agr. Ind. y

Comercio," 269 "La Reforma Agricola," 269

Riego de Guayama, 270 Rotaci6n de cosechas

estudio, 272

sistemas propuestos, 274 en el mafz, 275

Sameviera cultivo y perspectivas, 275

Sericicultura ensayos, 276

Sorgo ensayos, 277

Suelos analisis, 277

Tabaco abonos, 278 distancias de siembra, 288 rendimiento, 288 sistemas de siembra, 281 tiempo de desarrollo y

siembra, 281 Trebol

prueba de cultivo, 282 Trigo

ensayo de cuhivo, 233 Vainilla

cultivo, 284

EPILOGO

Absent.e Reo Coram Nobis Corrigenda.

APENDIC'.11:

Pigina. 285

, 286 . 286

Pigina Estadisticas, Azucar, Cafe y Tabaco

Producci6n (1828-1897) , . . , 290 Val~ de ,la Exportaci6n (1864-1897) . 289

Real Decreto de las Estaciones Agron6micas {188) . . ~2 Ley de Colonias Agricolas (1894) , 295

Sohre la Agricultura de Puerto Rico antes del 1898

PARTE PRIMERA

CAPITULO I

El Pueblo Colonizador

"Los espaiioles fueron al Nuevo Mun­do con el brio que les sobraba despues del exito de la Reconquista. Los hom­bres libres que se llamaron Cortes, Pi­zarro y Alvarado y Cordova no eran Cesares ni lacayos, sino grandes capita­nes que al impetu destructive aduna• ban el genio creador. En seguida de la victoria trazaba:n el piano de las nue­vas ciudades y redactaban los estatutos de su fundaci6n. . .. La obra pe:>rtento­sa iniciada por Jos ferreos conquistado­res y consumada par los sabios y abne­gados rnisioneros fue quedando anula­da." - Jose Vasconcelos en "La Raza C6smica."

improba) en verdad, seria el demostrar que otro pueblo, coetaneo suyo, reunia todaa

condiciones que el ibero-hispanos y lusitanos-­la obra del descubrimiento y la colonizaci6n. saz6n snrgian estas gentes a la vida activa del

adulto despues de una serie de mudas agi-

1

tadas que completaron su tumultuosa ninfosis his­t6rica. Visto desde las alturas ventajosas que nos dau Ios siglos que han pasado, no parece el salto a America sino la jornada 16gica que habia de apla­car sus inquietudes heredadas; inquietudes estas de gamas ricas y complejas, tan ricas y complejas como ricos y complejos habian sido sus contactos huma­nos v su contextura racial. Preponderantemente vasc~s y celtiberos en las lobregueces de la anti­g{iedad; griegos en Rosas y en Ampurias; fenicios en Cadiz; cartagineses en la Betica; romanos de la Espana Citerior y Ulterior; germanicos con Ataulfo; y, por ultimo, arabes con Tarik y los Ab­derramanes, cstaba ese pueblo constitucionalmente preparado para una amplia comprensi6n y esponta­nea tolerancia de los rasgos e idiosincrasias de los grupos etnicos amigos con los cnales habian de con­viYir en el Nnevo Mundo.

No vacilarian tampoco ante los grupos hostiles que les costara domefiar. Poseian en el fisico la reciedumbre adqnirida en casa y fuera de casa du­rante siglos; de constante campafia. Segunda natu­raleza les era la veloz carrera en sus fogosos caba­llos a.rabes. Del beduino habian copittdo la ligereza del movimiento belico desconcertador. Podian · ya confiar en el acero templado en sns fundiciones. Conodan el nso de la polvora. Segnros se sentian

· de sn arrojo indomable. Terrian fe ciega en la Cruz que los acompafiaba en los combat.es, en su heraldo ci vilizador.

Por otra parte, el viaje a America no seria sino

2

una mas aiiadida a su ya larga serie de expedicionet1 maritimas; y las tierras americanas, otros hallazgos a cartografiar por sns experiment.ados cosm6grafos. Los viajes de los catalanes a Oriente databan de mny antiguo. Ellos levantaron quiza si la primera carta geogra:fica plana en representaci6n de un sistema cosmogra:fico y planetario, y cnatro mapas geogra­ficos del mun<lo conocido. Barcelona estaba consi­derada clesde el siglo XII como el primer dep6sito occidental para las mercaderias de la India. Y ya

desde el trece, los reyes de Aragon enviaban y re­cibian c6nsnles y embajadores en reciprocidad con

soldan de Babilonia, y los mogo1es y otros prin­cipes de Oriente. El "Oonsulado de mar" el pri­mer c6d.igo de derecho maritimo, adoptado luego

norma en el iUediterrimeo y el Ocean(), fue redactado por los armadores de la "Oiudad Comlal". Convirti6se despues Lisboa en el lugar de cita de los mas celebres marinas. Juan II, el lusitano, fue el

protector- de los mwegantes. Bartolome Diaz, el portugues, precursor de Vasto de Garnn , regre­

ya en 1487 de su reconocimiento de 1a punfa austral del Africa. Hay autores que afirman que

habia estado ya en Islandia .

Emprenderian tarnbien como de eostumbre la fun­de los nuevos pueblos aquellos quieues, en

historia, habian visto ta.ntos surgir y tantos de­Asirnismo tambien cimentarian en con­

plena sus murallas y torreones, los puentes caminos que habrian de facilitarles la penetraci6n

adentro, y los templos dignos de su fe cato-·

3

· 1

I I

lica ; porque ellos conocian de la solidez grandiosa de las construcciones romanas y del primor y her-. mosura de las niezquitas ar abes.

Con respecto a las leyes que habi_an de darse a los pueblos sojuzgados i, que t ropiezos podian halla~• las gentes qne fueron jurisperitas con los c6digos del Lacio; que vivieron celosos siempre de su rl gimen muu:icipal; que vieron con los godos surgir la monarquia electiva en que Ios reyes reinan pero no gobiernan, y el Fi,,ero Jiizgo en que la fidelidad conyugal -fundamento del hogar y la familia­Y la estabilidad del matrimonio estaban bien garan­t izadas; qne supieron de las hermandade.s de Casti­lla ; quc r cgistraron en H12 el Parlamento de Caspe tlonde los pueblos del cet ro de Aragon supieron ven­cerse a, si mismos acatando el fallo del memorable t ribunal ?

Les respaldaban, ademas, la capacidad y el habito .adquirido al hacerse cargo de la educacion de las nuevas gencr adones latino-americanas. Pensar en esto es pensar en C6rdoba, en A.bderraman, en Ha­kem. Se ha dicho: "Hasta alla muy lejos, en el Norte, en fas celdas del claust ro saj6n de Ganders­h~im penetran hts noticias de la maravillosa ciudad de Gundalqnivir. Mientras que en el resto de Euro­pa casi nadie, salvo los clerigos, sabia leery escribir, el conocimicnto de ambas cosas estaba en Andalucfa. g('Mr almeute divnlgado." Este celo por la instruc­ci6n y sus portavoccs en este periodo de la historia csp:1.f:ola fue en.tusiasticamente puesto de relieve por uu edncador pu"1·torr.if]uefio: Don Isidoro S. Colon

4

y Col6n, en su Memoria Oonsideraciones a los Maes­tros en, los reinados de Alfonso X y Enrique II (1895), que fue premiada en el certamen pedag6gico celebrado por la Academia de Maestros de Lares en Diciembre de 1889. De ella tomamos los parrafos que siguen a continuaci6n:

"Con las escuelas creadas en los anteriores reinados mas otras 27 que fund6 Alhakem, contaba la ilustrada C6rdoba con 80 plante­les de ensefianza, en los cuales se educaban gratuitamente los nifios pobres".

"Fecha luctuosa era para Alhakem II, y en general para la ciudad de Cordoba, el dia que fallecia un profesor distinguido".

"Tambien sabemos por tradici6n que du• r ant e el reinado de Alfonso X los maestros gozaban de muchos honores, exenciones y pre­eminencias, y t anto Profesores como estudian­tes tenian la preferencia en el arriendo de las oasas, de las qite no podfan ser desalojado& ni aun por los individuos de la Corte" .

Tomada de la misma obra transcribimos a conti­nuacion, l'? la orden del privilegio otorgada por el Rey F ernando Tercero el Santo a los estudiantel!! de la renombrada Univ-ersidad de Salamanca :

"Conocida cosa sea., a cuantos esta carta vieren, como yo don Fernando, por la gracia

5

de Dios rey de Castilla, de Le6n, de Galicia, de Sevilla, de C6rdoba, de Murcia, e de Jaen, otorgo, que los escolarea que estudian en Sa­lamanca, que non den portadgo por quantas cosas aduxiesen por si mismos ellos, 6 otros homes por ellos, nin de ida nin de venida. E otro si otorgo y mando que vengan y vayan seguros por todas partes de mfo regno, que ninguno non sea osado de embargarlos, nin de facetles mal ningllllo ; nin de rendrarlos, si non fuere por su debda propia, o por fia­dura qne ellos mismos hayan hecho; ca cual­quier que lo ficiese abrie mi ira, e pecharmie en coto den mrs. e a ellos, 6 a quien su voz toviese todo el daiio duplado."

2~ Lo que el mismo soberano dice acerca de los Maestros en su Ley II, titulo 31, parte 2?:

"Otros1: decimos que los ciudadanos de aquel luga r do fuere el estudio, deben mucho , guardar y honrar a los maestros ea todas sus cosas e non les debe ninguno prendar ni em­barga r por deuda. E esta seguranza les otorga• mos por todos Ios logares de nuestro sefiorfo. E cualquiera que contra esto ficiere, toman­dola por fuerza, debenguel o pechar cuatro doblado, e si lo ficiere e deshonrare, debe ser escarmentado cruelmente como ome que que­branta nuestra tregua e nuestra seguranza."

3~ La prerrogativa otorgada a los Maestros en

6

la Ciudad de Toro, afio 1369, por don Enrique II de Trastamara:

"Por cuanto en los nuestros reinos y se.fio-rios no se pueden pasar sin maestros que en­seiien las primeras letras, por ende ordenamos y mandamos que la Casa que el Maestro eli­giere para su menester y ensefianza non se la quiteis ni hagais quitar, antes la habeis de dar y quitar para el dando y pagando lo que vale la renta de ella, y que sea en parte pu­blica."

"Item : vos ordenamos y mandamos que los Maestros esaminados no sean presos nin mo­lestados por ninguna causa ni raz6n, nin lle­veis a la c{trcel publica sin dar primero cuen­ta a nuestro Consejo y tan solamente si fuese causa de muerte le prended y dad la casa por ca.reel y poned pena no la quebrante, y le remitid a nuestra casa y Corte, y non habeis de conocer de -esta causa nin de lo demas pena de mil doblas de oro al que lo contrario ficiere: y desde luego para entonces vos da­mos por conclenados aplicandolo para nuestra casa y Corte."

"Item: ordenamos y mandamos a las nues­tras Justicias, que si los maestros tuvieren al­gun pleito, lo fagais ver el primero, y a las Jnsticias y escribanos vos mando salgais ::t

recebir a los maestros tres pasos de vuestrae

7

audiencias, y deis asiento; y les oigais y guar­deis justicia so la dicha pena de las mil do­blas de oro a los rebeldes que lo contrario :ficieren contra las nuestras !eyes y pragmati­cas, nin les lleveis derechos en causa ninguna sino antes les haced _pagar."

"Item : vos ordenamos y mandamos que los tales maestros puedan tener armas defensi­vas, y ofensivas, publicas y secretas para en guarda de sus personas, y puedan tener cua­tro lacayos o escolares con espadas y tengan caballos de armas como los han y tiene:D. los hijodalgos, so la pena de las mil doblas de oro a las personas y Justicias que contra es• tas leyes fueren." ·

" Item : ordenamos y mandamos que de nin­guna manera non consintais que en las casas de los tales maestros no se hayan de alojar compafiias ni soldados de repartimiento."

" Item : Vos ordenamos y mandamos que los maestros ante todas cosas no sean quin­tados, y si cayere el quinto en su casa, es nues­tra voluntad pase adelante sin que sean mo­lestados, sino que se pase dejando libre al maestro · en su casa quieto y paci:fico y conce­dido que non le hagais salir por fuerza en actos publicos y alardes, si el de su voluntad non fuere."

8

"Item: por fallarnos bien servidos y pa­gados de nuestros Maestros · que nos ensefia­ron, asi en estos como en los que fueran en adelante, les concedemos que estando en acto de no poder ensefiar y hayan ensefiado cua­renta afios la doctrina cristiana, es nuestra voluntad que gocen de cuantas gracias y pri­vilegios gozan los Duques, Marqueses y Con­des de nuestra casa y se lea de para sustento lo que hubiere menester cada a:iio y de ser de su voluntad el pedir la cantidad que quisieren de la nuestra casa y Corte y ha de durar por todos los dias de su vida."

{Cc Al pasar revista a este periodo hist6rico y a las {S universidades de Espana, con:fiesa H. G. Wells que ) \ su luz brill6 fuera del pais atray,endo estudiantes \ \ del oriente y de occidente, a C6rdoba particular­

/mente; y haciendo sentir considerablemente su in­ifiuencia sobre las ensei'ianzas filos6ficas en las Uni­Cversidades de Paris, Oxford, Italia y, en general, so­bre el pensamiento occidental.

ff La ensefianza que antes se bas6 en los estudios \ / clasicos de los griegos y romanos, pudo haberse, . } ~esde entonces, inclinado a las ciencias ya las artes • .J;ndustriales, como es tendencia en nuestros tiempos; \ .porqp.e ellas tuvieron tambien en la peninsula ibe­

ici\rica SUS representantes distinguidos. Cuenta Cor­.tada q:ne,

9

"muchisimos andaluces emprendian fatigosas peregrinaciones a los mas apartados paises a fin de saciar su sed de ciencia."

Ha.sta entonces, en ning6.n otro pais y en ningun otro periodo cultural habia sido tan comun la afici6n a los largos viajes cientificos como en la Espafia musulmana. Estos viajes llevaban a veces a Samar­kanda tras las -explicaciones de algun sabio, a la India, al .Africa y a la China. La biblioteca de Ha.kem abierta al publico en su palacio de 06rdoba se decia pasaba de 400,000 volumenes. Averroes contribuy6 en este periodo mas que ning6.n otro hombre de ciencias a libertar el estndio cientifico del dogmatismo teol6gico_ que lo apesadumbraba. Re­generaron la medicina y la -cirujia Avenzoar, el medico por excelencia, y Albucasis, el cirujano cordo­b~s. Paso a paso con la medicina adelantaron la botanica, la zoologia, la quimica y la farmacia. A.qui <leben nombrarse muy especiailmente al zo6logo gra­nadino Domairi, y al "Doctor Iluminado", el mallor­quin Raimundo Lulio. Se cultivaron la aritmetica y el algebra, aplicando esta ultima a la geometria, trigonometria y astronomia. Testigo memorable de ello fue la formaci6n de las Tablas astron6micas A.lfonsinas en Toledo, por unos cincuenta ·astr6no­mos presididos por el Rey Sabio. Particularmente entre los hebreos espafioles se cultivaron la fisica y las matematicas, para lo que supieron rodearse de laboratorios, maquinas e instrumentos.

Las fabricas de textiles, sederias y lanas de la

10

:/~spaiia arabe alcanzaron juato renombre. Malaga \ Valencia llegaron ya a ser centros de fabricaci6n · ra.mica. Calatayud y Mallorca descollaron por ' s trabajos de alfareria y loza. Mantenfanse fun• ;ciones, tenerias, tintorerias, azucarerias. Fabri­

" fl.banse azulejos, vinos, vidrios, esencias, papel. Los labajos de adamasquinado de este tiempo fueron

superados. tiJ:Del desarrollo de las artes utiles corresponde al a.rte agricola especial menci6n, no s6lo porque es p:fecisamente una historia agricola -la de Puerto ~ico-- la que nos ha traido hasta aqui, sino por el ~ltisimo nivel a que lleg6 a alcanzar en Espafia antes del descubrimiento. Esencialm.ente agricola Jste pais antes del arribo a sus playas de griegos,

}ienicios y cartagineses, fue mas tarde para la Roma i fuperial el granero de donde se surtia. De ella, y por el riego, convirtieron en su tiempo los .Abderra­

, ilianes muchos eriales en fertiles vergeles. Levan­/f:"taron diques para proteger sus campos de las inun­} d aciones, y desarrollaron sistemas para el avena­

iniento. Muchas de las acequias asi como r estos de las redes de tubos para el desagiie subterraneo se

/ibfrecen aun a la vista del viajero en los campos de {.A.ndalucia. De esta epoca procede el fundamento de { inuchas de las leyes que hoy conocemos para el regi­\-men y distribuci6n de las aguas. El valle del Gua­

\ dalq ui vir diz que se pobl6 de huertas, jardines y {j iublicas alamedas. Se encomia a la Espafia maho­) ii~tana de aquel tiempo por sus extensos campos,

. ./) >ien cultivados, deslindados y divididos por firmes

" 11

cercas. Se utllizaban abonos naturales, se escogian Jos suelos apropiados para cada siembra, se hacia uso del injerto, y se conocia de la producci6n de nuevas variedades de fl.ores y de frutos. E ntre los beneficiados, cuentanse entre otros como importa­dos a la Peninsula de Oriente por los arabes: el granado (Pun-ioa granat-um); el naranjo, el limonc­ro, el cidral o manzano del Yemen (Citrus esps.); el albaricoquero o manzano de Armenia (Prunus (l,'/"­

meniaca); la caiia de az6.car (Saccharum officwna­rW1n}, importada desde el pais del Nilo a Espana y Sicilia; el cafiamo (Cannabis sativa), de Persia o China; el arroz (Oryza sativa), traido a Europa de Egipto; el durrah (Sorghw!n vulgare), tambien pro­cedent.e de Egipto; la rubia (Rubia tinctorum), de Medina; el altramuz (Lupinus albus), de Babilonia; los esparragos ( Aspwragus esp.), de Siria.

Cultivaban, ademas, las espinacas (Spinacea esp.); las berzas y las coliflorcs (Brassica esp.) ; los i·'lba­nos (Raphanus esp.); los nabos (l!rnssica naJ)u.~)j las cebollas ( Allium cepa); los puerros ( Allium po­t·rum); los cohombros (Cucumis esp.); las achico­rias (Ckicorium esps.); y las adormideras (Papaver esps.), blancas y negras.

En su arboricultura descollaban, a mas de las mencionadas ya, el -castafio (OatJtanea esp.); el al­mendro (P. amygdavt.M); los nogales (Juglanda­ceas) ; y el melocot6n (Prunus persica esp.).

E n los campos cosechaban el banano (Musa esp.); el arroz acufttico y de secano; el ajonjoli (Sesamum orientale); el algod6n (Gossypium esp.), en rota-

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ci6n con los trigos (Triticum esp.); el lino (Linmn iisitatissimum) ; los demas cereales; tres variedades de habas (Vici(i esp); y doce de judias (Phaseo­

;~::fiit z'it-s esp.); alimentaban las vacas y las cabras con arvejas negras (Vicici esp.) ; los camellos con alhovas

' ·,,., ( Prigonella faenum graectim); y ntilizaban la al­falfa (Medicago sativa) para todos los cuadt·upedo~ berbivoros.

Ademas de la rubia ya mencionada, explotaban el azafran (Crocus sativus) por sus propiedades tin­

"' t6reas.

Nos viene a la memoria en est.e momento, al pasar · ,i.fevista a estas plantas, la quinta Ruzafa de Ab-

derraman en las ·afueras de C6rdoba. En los jardines f{/; 'ijue se extendian a su rededor hizo el plantar a.rboles

raros de Siria y de otras tierras de Oriente. Una pa.Ima crecia alli como en su patria oriental b_ajo el apacible ci.elo de Andalucl.a, y parece haber s1do la madre de muchas oti·as palmas de Europa. Infun­

f.t:; ,di6 ella en el alma de Abderraman melanc6licos recuerdos del pais natal, inspirandole los siguientes .:•,

versos:

"Tu tambien eres, i oh palma ! En este suclo extranjera. 6 C6mo has de llorar mis penas? Tu no sientes cual yo siento El martirio de la ausencia . Si tu pndieras sentir, Amargo llanto vei:,tieras, A tus hermanas de Oriente

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Mandarias tristes quejas. Llora, pues; mas, siendo muda, A las palmas que el Eufrates Con sus claras ondas riega. Pero tu olvidas la patria Al par que me la recuerdas La patria de donde Abbas Y el hado adverso me alejan."

La endecha transcrita nos ha t rasladado, sin que­rer, a la expresi6n literaria del ~ntir espafiol antes del descubrimiento. Nos invita a mencionar las "Cantigas a la Virgen", el "Romancero del Cid." De ese Romancero es el celebre reto de Diego Ordonez ante la plaza d€ Zamora,

"Yo os repto, los Zamoranos, por traidores fementidos, riepto a todos los muertos, y con ellos a los vivos, riepto hombres y mujeres los por nascer y nascidos, riepto a todos los grandes a los grandes y a los chicos a las carnes y pescados y a las aguas de los rios .. "

Precisamente el delicado sent ido poetico de la en­decha del -califa moro y el valor t emerario que se manifiesta en la estrofa del poema epico espafiol se nos presentan de continuo amalgamados en el

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\~aracter de los conquistador,es espafioles. Crist6bal .Ool6n, el Almirante, dej6 traslucir su vigorosa ima­ginaci6n poeti-ca al dar sus impresiones del Nuevo

\ Mundo en elegante prosa, toda -color. El sacerdote :espafiol solia pasar -de la oraci6n contemplativa al t l:iabito guerrero. El sentido poetico es misticis,mo en la religi6n; en el amor, galanteria; en la luchai (iitballerosidad. Y la fe, la caballerosidad y la ga­fanteria fueron los distint ivos mas notables de la ' raza colonizadora. A cada paso se los encuentra (~xteriorizados en la gran epopeya americana. De 11:qui los modales atentos, la delicadeza de senti­

:/mientos y de palabra, la extremada deferenda para J as mujeres, a 1as que tenia por criaturas de una /[sfera superior al hoa:nbre . Y •Como -serie de secue­\] as, su particularisimo concepto del honor en la /(familia; en el ciudadano, en el militar; su indivi­":dualismo exagerado ; sns 11011ma:s emocionales ; su aprecio del color v de la melodia.

i(\ Todo este acerv~ racial fluy6 al calor del genio de u.n pueblo en movhniento. Brot6 -como por encanto

i ante los a•borigenes de las costas americanas; sal­(pic6 las playas de nuestra Aguada ,con el Descubri­

{ dor un dia de noviembre; se remans6 en Caparra Ti con Ponce de Le6n; oscH6 en vol rumen a diversos \ intervalO'S; rebot6 <le Santo Domingo y Venezuela; ;C\: se tifi6 en SUS ma.rgenes con el rojo del indio ; obs­c e:ureci6se pasajeramente bajo las pardas de la raza %\ ~tiope; y corr iendo, siempre espafiola, predominan­}temente blanca, confundi6 en sus remolinos las par­\'ticula-s flotantes galas, sajonas y germanicas que ii se arrimaron a su alcance.

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Pr6diga de su vida d e multiples fa<!etas, repiti6 en Borinquen su hist6rico festin. Fue emprende­dora <!on Ponce de Le6n; apasionada de Guanina con Sotomayor; astuta y temeraria con Juan Gon­zalez; brava con Salazar; devota con Santa Ro.ea de Lima; aventurera con Cofresi; epica con Juan de Haro; rebelde eon Ruiz Belvia; docta -con A-cos­ta; sencillamente sll!bia <!on Hostos; eadenciosa "alma sublime" con Juan Morell Campos. · Repita­mos con Rnben Darfo:

"Va, -como Don Quijote, en ideal -campafia; Vive de amor de Aim.erica y de pa:si6n de Espana; y envu.elto en armonfa y en melodia yen ,canto, tiene rasgos de heroe y actitudes de Santo."

De fas incertidumbi-es inherentes al comporta, miento de tipos biol6gkamente descentraidos de au nucleo racial; de los dolores de su hiperestesia ; · d•! rms precipitaciones, sus debilidades y omisiones en la gran tarea de crear el cuerpo politico adecuado; de lo que sabian hacer y no hicieron; de. lo que pre­tendieron haeer y no pudieron ;, para que hablar si, pasado el pc-ligro, la es.:peranza es tanta? si como cli-ce el ilustre Vasconcelos,

''Reunidos estan ya en abundancia los ma­teriales biologicos, las predisposiciones, los earacteres, las genas de que hablan los men­deUstas, y s6lo ha estado faltando el impulso organizador .... "

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CAPITUL0 II

Fuentes de Informacion (1526 - 1898) ~n Relacion con las Diversas Etapas del Des­

envolvimiento Agricola antes "'·, del aiio 1898

.1.-"Hi-storia Genera·! y Natural de las Indias,'' ;;,ii ~ i po.r Gonzalo Fernandez de Oviedo (1526-1535). ~ ";.,, }_2~:;_"Historia General de las Indias," por Fray ; ~c'.B;rtolome de las Casas (ES<!rita entre 1527 y 1559). : iC: 3 .~"Historia General de los hechos de los Caste­l '(iuanos en las islas y Tforra l<"'irme del Mar Oceano,'' (Jp()rA. Herrera y Tordesillas (1601) . f J' / 4,:__ccHistoria de] Nuevo l\fundo o Descripci6n de I f1ds Indias 0ccideutales," por Franeisco L6pez de f tkt6mara (1552). ! f fo\-"Historia del Nuevo Mundo o Descripci6n de iJla~ lndias 0 ccidentales,' ' por Jnan de Laet (1640). ~. I f 6,.:.._'•Memorfo. y Descripci6n de la Isla de Puerto f·{Rico," mandada l1aeer por S. M. el Rey Don Felipe ! ;'It el afio 1582. En el Boletin Rist6rico de Puerto

,. ~ ~,!{ico, Afio I _, Som. :J, 1!)14, por el Dr. Cayetano Coll y Toste. (Infonue del 0obernador Melgarejo. ) Ya en 1571 habia emitido Juan Lopez de Velasco, su foforme ''D<'sc·1'ipd6n de la Isla de Puerto Rico."

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7.--"La Toma de la Capital por Oumberland.'' Extra-cto del Informe del Conde de Cumberland (1625). Coll y Toste, ob. cit., Ano V, Num. I, 1918.

8.-"Carta del Obispo de Puerto Rico, Don Fray Dcl!mian Lopez de Haro, a Don Juan Diaz de la Ca­lle (1644) ." Coll y Toste, ob. cit., Afio IV, Nfun. 2, 1917.

9.-"Des-cripcion de la Isla y Ciudad de Puerto Rico ; y de su vecindad y poblaciones,. presidios, go­bernadores y obispos; frutos y minerales (1617) ." Coll y Toste, ob. cit., Afio III, Num. 3, 1916.

10.-"Real Orden prohibiendo la fabricacion de aguardiente de cafia, su venta y uso; y la de sus componentes (1747) ." Coll y rroste, ob. cit., Afio V, Num. I, 1918.

11.-''l\femoria de Don Alexandro O'Reylly a S. M. sobre la Isla de Puerto Rico en 1765." Coll y Toste, ob. cit., Ailo VIII, Num. 2, 1921.

12.-"Real Cedula de Carlos 'J'ercero (Libertad de Comercio, 1765)". Coll y Toste, ob. ·cit., Afio I, Nfrm. 6.

13.- "Land und Susswasser-Schnecken von :Porto Rico," por E. de Martens [1].

H.--''Real Cedula Concediendo la Propiedad de las Tienas de Pnerto Rico (1778) ." Coll y Toste, ob. cit., Aiio I, Nfrm. 6, 1914.

1--Anteriormente el naturalista suizo Schutleworth c1asi­fic6 y describi6 un gran numero de moluscos que le en­viara el Sr. B. Fr. Blauner, suizo que vivi6 algun tiempo en la costa oriental de Puerto Rico.

18

;/ 15.-"Historia Geografica, Civil y Politica de la Isla de Puerto Rico," por Fray Inigo A·bbad y La­~ierra ( 1788) . . /16.-"Historia del Nuevo Mundo," por D. Juan

autista l\'Iufioz (1793). i·.>17.-''Viaje a la Isla de Puerto Rico en el afio >1797, ejecutado por una comisi6n de sabios franee-­$¢~ por orden de su Gobierno y bajo la direcci6n ~el bri.pitan N. Baud.in con objeto de hacer indagac10-

:i~es y colecciones relativas a la Historia Natural," (por D. Andres Pedro Ledr(1. Versi6n espafiola por

D. Julio L. de Vizcarrondo en 1863. 18.-"Diario Econ6mico de Puerto Rico (1814-.

\fs15)." F,und&do por Don Alejandro Ramirez.

>_ 19.~ "Real Ceclula de 1815 ( Ceclnla de Gracias) Y /~rregla,mento para Establedmiento de Colonos Ex­j;ranjeros (187G) ." Coll y Toste, ob, cit., Afio I, ifom. 6, 1914.

i/ 20.-"Coleccion de los viaJes y descnbrimientos }/gne hicieron 11or mar los espafiolcs desde fines del : siglo XV," por Don Martin Fernandez de Navarre­% (1825).

\ . 21.-"G aceta de Puerto Rico (Organo Oficia1 de1 /(tobierno de la Isla)," (1807-1901).

\ 22.-"Memorias geograficas, hist6ricas, econ&rni­\~as y estadisticas de la Isla de Puerto Rico," por D. : Pedro Tomas de Cordo ha ( 1831-1833) .

·Y 23.-"An Account of the Present State of the Is~ <land of Porto Rico," by Colonel Flinter (1834). \\ < 24.- "Memoria sobre todos los ramos de la admi­i\riistraci6n de la Isla de Puerto Rico," POI' Pedro

19

Tomas de C6rdoba (1838). Incluye una memoria por el mismo autor elevada al Gobierno de S. M. en 1818.

25.-"Merrnoria acerca de la agricultura, el eomer­cio y las rentas publicas de la Isla de Puerto Rico," por D. Dario de Ormachea (1847). Coll y Toste, ob. cit., Afio II, N(nn. 4, 1916.

26.-"Cuesti6n de Brazos para el Cu'1tivo Actual de las Tierras de Puerto Rico," por D. Jose Julian Acosta y Calbo (1853).

27.-"Biblioteca Hist6rica de Puerto Rico," por D. Alejandro Tapia y Rivera (1854).

28.-"Programa de la exposici6n, feria y festejos pi1blicos que se celebraran el mes de junio de 1854," Coll y Toste, ob. cit., A:iio III, Nfun. 3, 1916.

29.-"Memoria descriptiva de ,Ia prrmera exposi­ci6n pi-.,blica, de la industria, agricultura y bellas al'tes de la Isla de Puerto Rico, en junio de 1854," Coll y Toste, ob. -cit., Afio III, Nfun. 3, 1916. Con­tiene esta memoria una lista de ciento ochenta ma­deraa del pais con Ios nombres cientificos de las plantas y anotaciones -sobre ellas.

30.-"Relaciones Mercantiles entre Espana y I'uerto Rico; estado actual de la agricultura y co• mercio de la Antilla; producciones, su valoraci6n y proyecto de reforma en los arancele,s de la penin­sula respecto a la importaci6n de los articulos ,colo­niales," por el secretario cesante de la Junta de Co­mercio y Fomento, Don Andres Vifia ( 1855) .

31.-"Programa para la feria, exposici6n y feste­jos pi1blicos, del afio 1855, que tendran luga.r en el

20

mes de junio," Coll y Toste, ob. cit., Afio V, Nl'.tlll. 5, 1916.

32.-"Memoria descriptiva de la segunda exposi­ci6n publica de las bellas artes, agricultura e in­dustria de la Isla •de Puerto Rico, celebrada en junio

1855," Coll y Toste, ob. cit., Num. 5, Aiio V, 1916.

33.-"El Medico Botanico Criollo," por Mr. Rena­to Grossourdy (1860).

34.-"Memoria referente a la Estadistica de la "por D. Ignacio Guasp (1861).

35.-"l\Iemoria referente a la Esta,distica de la Isla de Puerto Rico," por D. Paulino Garcia (1861).

36.-"Estudios Econ6micos," por D. Federico Asenjo (1862).

37.-"Tratado de Agricultma Te6rica con aplka­ci6n a los Cultivos Intertropicales," por Don Jose Julian Acosta y Calbo (1862).

38.-"El Comercio de la Isla v la Influencia aue en el ha de ejercer el Banco Espanol de Puerto Ri­co," por don Federico Asenjo (1862).

39.-"Real Decreto y Reglamento para la Orga­niz.aci6n y Funciones de las Juntas de Agricultura, Industria y Co,mercio (1863) ."

40.-"Programa de la Cuarta Feria y Exposici6n Publica que se ha de celebrar en esta Isla en el mes de jnnio de 1865," por D. Pedro G. Goyco y Don Roman Baldorioty d e Castro.

41.-"Memoria descriptiva tle la Cuarta F eria y Exposici6n PuMica de la Agricultura, la Industria y las Bellas Artes de la Isla -de Puerto Rico," por

21

el Secretario de la Comisi6n, Don Roman Baldo­rioty de Castro ( 1865).

42.-"Historia Geografica, Civil y Natural de la Isla de Puerto Rico, por Fray Inigo Abbad y La­sierra." Nueva edid6n anotada en la parte hist6-rica y continuada en la estadistica y economica por D. Jose J,ulian Acosta y Calvo (1866).

43.-"List of Birds from Porto Rico presented to the Smithsonian Institution by Robert Swifs Esq. ancl George Latimer Esq., with descriptions of new species," by Henry Bryant, M . D., in the Proceed­ings of the Boston Sodety of N'atural History (1866.)

44.-"Exposici6n Universal de Paris en 1867/' 111emoria presentada a la Comisi6n Provincial de Puerto Rico por el Licenciado Roman Baldorioty de Castro (1868).

45.-"Memoria sobre la situaci6n de la I sla de Puerto Rico y reforma,s que deben introducirse en su regimen," por Don Juan A. Hernandez Arvizu (1869).

46.-"Foglarne pa P. Rico (Aves de la Isla de Puerto Rico)," por el naturalista sueco, el Dr. C. ,J. Sundevall. En Anales de la A~ademia Real de Ciencias de Estocolmo, M eddelaclt ( 1869) .

4 7.-"·Monografia del Genero Certhiola,,, por el Dr. C. J . Sundevall. En Anales de la Academia Real de Ciencias de Estocolmo. M eddeladt (1869).

48.-"Bases para la fundaci6n de un banco de emi­si6n y descuento destinado prindpalmente a pres­tamos a la agricultura y el comercio movilizando

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\na parte de la r i,queza rustica y urbana y promo­, iendo la garantia provindal del interes," por Ro­

n Baldorioty de Castro (1871).

'iii 49.-"Memoria descriptiva de la quinta feria y xposici6n publica de la Agricultura, la Industria . las Bellas Artes de la Isla de Puerto Rico (1871) ."

< .50.-"Puerto Rico y su Hacienda," por Don Joa­quin Maria Sanroma ( 1873). ( 51.-"Menwria de las ,causas del estado precario ·• ·· e Ia agricultura en Puerto Rico y medios de sal­arla ·de su ,completa ruina," por D. Melit6n Agui-

.· re y Don Rafael de Le6n. Escrita por encargo de mportantes hacendados de la Isla para elevar al studio y consideraci6n de S. E., el Sr. Ministro de ltramar (1875). 52.-",Sitzung cler physikalisch mathematischen

. alss," por el Dr. Guillermo P eters, Director del 1useo Zoo16gko de Berlin (1876).

53.-"Manual del Cultivo del Ta:ba-co," por D. Ri­c·ardo C. Aguayo. Primera edici6n (1876).

. 54.-"Mittheilungen des Munchener ento:mologis­\~hen Verein," por el Dr. H . Dewitz (1877).

55.-"Memoria sobre la enfermedad de la cafia de a~ucar," presentada a la Excelentisima Diputa­

·• ci6n Provindal por varios ha-cendados del Ouarto • Departamento y redactada por el Ingeniero, Don •• Antonio Ruiz Quinones (1877).

56.-"Memoria leida por el Sr. Presidente de la Sociedad de Agricultura ·de Ponce (1877) ."

57.-"'.Proyecto de Riego," por D . . Adolfo Runge,

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publicado en los num:eros 8 y 9 del "Agente de Ne­gocios," peri6dico de San J1u,an (1877).

58.- "A la Sociedad de Agricultura de Ponce.'' En "La Cr6nica" de Ponce, por el Dr. Domingo Be­Uo Espinosa (1877).

59.-"Apuntes para la Flora de Puerto Rico." En Anales de la Sociedad Espanola de Hi,storia N atu­ral de Madrid, por el Dr. D. Domingo Bello Espi­noga (1881-83).

60.-"A la Sociedad de Agricultnra de Ponce," por D. Santiago McCormick (1877).

* 61.-"Expediente promovido por R. 0. No. 485 de 22 de Setiembre de 1877 disponiendo que por las Corporadones competentes y -por este Gobierno Ge­neral se informe acerca del establecimiento en esta Isla de una Escuela Provincial de Agricultura, con su granja modelo ,experimental y su estaci6n agro­n6mica y de los medios para costearlo." Gobierno General de la Isla -de Puerto Rico. Secretaria (1877-1886) .

62.- "fala de Puerto Ri-co." Estudio Hist6rico, geografico y estadi-stico de la misma, por Don Ma­nuel Ubeda y Delgado (1878).

63.-"Informe sobre la Enfermedad de la Cafia/ ' por la Comisi6n nombrada por el Municipio de Ma­yagtiez. En "La Prensa" de Febrero 1878.

64.-"Paginas para 1os J ornaleros de Puerto Ri-co," por D. Federico Asenjo (1879).

65.-"El Sistema Prohibitivo y la Libertad de Co.merdo en America; Bosquejo Hist6rico," por Don Jose Julian Acosta y Calvo (1879).

24:

66.- "Mitin Libre-Cambista sobre las Reformas Arancelarias en las Antillas (1880) ."

67.-"Informe dado a la Excelentfsima Diputa­ci6n Provincial sobre la Enfermedad de la Cafia de Azucar en el Quarto Departamento de la Isla de Puer to Rico," por los comisionados a:l efecto Dres. S. Grivot Grandcourt y Agustin Stahl, y til Ledo. Jose Julian Acosta y Calvo (1880).

68.-"La Enfermeda,d de la Cana de Azucar," por el Dr. Don Agustin Stahl (1880).

69.-"Factorias Centrales en P uerto Rico," por Don Santiago McCormick (1880).

* 70.-"Informe sobre la Agricultura, Cultivo e Industria del Tabaco," por J. Rodriguez Fuentes, en representaci6n de la Junta de Agricultura, Indus­tria y Oomercio (1880).

71.-"Berliner Entom. Zeitschrift," Bd. XXV, 1881. Heft II, por el Dr. H. Dewitz.

72.-"Las Clases J ornaleras en Puerto Rico: su estado actual ; causas que lo sostienen y medios pa· ra el progreso moral y materia:l de estas ultimas (1882) ."

73.-"Las Razas Bovina:s -de Puerto Rico," por D. Eusebio Molina Serrano (1882) .

74.-"Consejo Superior y Juntas Provinciales de Agricultura, Industria y Comercio." Disposiciones referentes a su -0rganizad6n (1883).

75.-"Catalogo del Gabinete Zool6gico," del Dr. Agustin Stahl en Bayaim6n, Puerto Rico, precedido de una clasificaci6n sistematica de ,Ios a'Qimales que corresponden a esta fauna (1882) .

25

76.-"Clases Jornaleras de Puerto Rico,'' por D. Salvador Brau (1882).

77.-"La Cafia Dulce, o de Azucar, y su Enferme­dad en Puerto Rico," por D. Manuel Fernandez Umpierre (1883).

78.-"Memoria dirigida por 1a Sociedad de Agri­cultura del Departamento de Ponce al Excmo. Sr. Gobernador General ,de Ja Provincia, y Real Orden en contestaci6n a la citacla Memoria (1883) ."

79.-"La Exposici6n Agricola e Industrial de Ta­haco." Realizada en Ponce, Puerto Rico, durante el mes de diciembre de 1883, por Don Jose Ramon Abbad (1884).

80-aManual del Cultivo del Tabaco/' por Don Ricardo C. Aguayo. Segunda edici6n revisada y aomentada (1884).

81.-"El Cafe y la Cana de Azticar. Bosquejo Ilist6rico," por Jose J. Acosta y Calvo (1884).

82.-1'Viaje a la Isla de la Mona,'' por Don Juan Brusi y Font (1884).

83.-"l\fanual Practico de fa Agricultura de la Cana de Az(1car," por Don Manuel Fernandez Um­piene (1884) .

* 84.-"Informe .sobre el Estableci:miento de una Escuela de Agricultura en P,uerto Rico/' por Don Enrique Gadea, en su ,capacidad de miembro de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio (1884).

* 85.-"Memoria sobre los :medios de impulsar la construcci6n de las obras publicas de P uerto Rico," por el Ingeniero Don Enrique Gadea (1884).

26

86.-"Puerto Rico en ,la Feria Exposicion de Pon­en 1882," por Don Jose Ram6n Ab bad ( 1885).

87.-"Poblacion y Oomercio de la Isla de Puerto " por D. J. Jimeno Agius-Memoria de 1885. y Toste, ob. cit., Afio V, Nu.m. 5, 1918.

* 88.-"Informe acei~ca de la Producci6n de Hi­.. .. ;,,.,i,n,nt-o en esta Isla, por Don Federico Asenjo, en re­

de la Jlmta Provincial de Agricultura, y Comercio ( 1885) ."

89.-"Las Obras Proyectadas. Importancia rela­de las mis:mas. Los ferrocarriles, base <lel pro­

agricola e industrial. La Crisis y •la Situaci6n pais. Los billetes del tesoro, su forma de pago

.su atraso. Conversion de esta deuda. El credito La Difusi6n, (Colecci6n de articulos,

de "El Asimilista," 1885). 90.-"Las Dos Ori.sis. A,puntes para el Estudio

Malestar de Puerto Rico," por D. Jose G. Prats. 91.-"Viaje por la Costa N oroeste de la Isla de

Rico," por el Ingeniero, Don Mariano Si­( 1886).

92.- "Acta de la ,Junta Magna celebrada en la Villa de Aibonit o por los delegados de los departa­mentos de Puerto Rico." Informes de las Comisio­ues Departamentales ( 1886).

93.-"Campafias Econ6micas", por I. Diaz Can,eja (1886).

93A-"Lecciones de Industrias Quimicas", por D. Aureliano ,Timenez y Sanz (1888).

94.- "Revista de Agricultura", Industr ia y Comer•

27

cio." Publicaci6n mensual, San Juan, Puerto Rico (1885 - 93). .

95.-"A.nuario Estadistico de Puerto Rico", por Don Angel Vasconi ( 1896).

96.-"A.puntes sobre la Flora de Puerto Rico". por el Dr. Agustin Stahl (1883 . 88). ·

97.-"Estudios sobre el Cultivo de la Cafia de Azucar", por Don Manuel Fernandez Umpierre (1886).

98.-"Exposici6n al Excmo. Sr. Ministro de Ul­tramar acompafiando el Acta de la Asamblea de Aibonito" (1886).

99.-"Estudios Econ6micos. El Canje de la Mo­neda de Plata Mejicana en Puerto Rico", por el Ledo. Don Jose J. Acosta y Calvo (1887).

100.-"Los A.nimales Vertebrados Utiles y los Da­fiinos a la Agricultura del Pais," por el Dr. F. del Valle Atiles (1887).

101.-"A.puntes para la Fauna Puerto Riquefia", por Gundlach F. Anales de la Sociedad Espanola de Historia Natural, Vols. 7 (1878), 10 (1880), 12 (1883), 16 (1887).

102.-"L'Ile Mona". Rapport presente en Septem­bre 1887 a Messrs. Porrata Doria et Contreras par Mr. H. Davoine, Inigenieur de L'Ile.

103.-"Almanaque de la Junta de A.gricultura, Industria y Comercio ( 1888-92.)" ·

104.-"El Campesino Puertorriquefio. Sus con­diciones fisicas, intelectuales y morales, causas que las determina.n y medios para mejorarlas", por el Dr. Don Francisco del Valle A.tiles (1889).

28

y. 105.-"Aguas. Su utilidad practica en general; \ especialmente las subterraneas y del Este, Sur y /iNoroeste de Puerto Rico", por el Ingeniero Don Ma­/Hano Sichar (1889). >< 106.-"La Isla de Puerto Rico", por Don Adolfo \Nones (1889). \ 107.-"Los Indios borinquefios," por el Dr. Don ~gustin Stahl ( 1889).

.ii 108.-"El Catastro de Puerto Rico. Necesidad de /~u I<'ormaci6n y Posibilida.des de Hevarlo a cabo", <ipor Don Pederico Asenjo y Arteaga (1890).

•·•·.•.·•··.·• * 109.-"Memoria sobre el Abono mas adecuado al iCJultivo del Maiz en Puerto Rico". (Presentada a }os Jueces de la Peria Agricola llevada a cabo en

• San Juan, Puerto Rico en junio de 1890), por Don .. :Francisco Feliu y Torg. \ . 110.-"Tarifas de A.nalisis para el Servicio Publi­·> co de las Estaciones .Agron6micas de la Isla." Ga­/ceta de Puerto Rico ( 1890).

(\ 111.-"Parte (2] que el Ingeniero Director de la \ Estaci6n Agron6mica de Rio Piedras eleva al Exmo. . Sr. Gobernador General de la Provincia dando cuen­. >ta de los Trabajos verificados en cumplimiento del \Real Decreto de la Creaci6n de las Estaciones Agro­< .Mmicas de la Isla de 3 de agosto de 1888." Primer

•/. 2-Vi_stos las manuscritos originales de los partes agronci• ..... ·•• · • . micas, aunque muchos de los informes de las Estaciones

Agronom:icas espaiiolas de Puerto Rico aparecieron en la Gaceta Oficial de Puerto Rico; otros en la Reforma Agricola-6rgano oficia:l de la Asociacion de. Agricultores.

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Trimestre, desde julio 1, 1890 a septiembre 30 de 1890.

112.-"Memoria Anual q_ue presenta el Ingeniero Director de la Estaci6n Agronomica de Rio Piedras sobre los trabajos verificados en la misma hasta el 15 de julio de 1890", por G. Quintanilla.

113.-"Programa de los Trabajos para el .A.fio 1890-91." (Esta-ci(m de Rio Piedras.) Por el Direc­tor Guiller.mo Quintanilla.

114.-"Parte Trimestral de los trabajos ejecuta-· dos en la Estacion Agron6mica de Rio Piedras". Segundo Trimestre del Afio Econ6mico (1890-91) . Por el Director Fernando Lopez Tuero.

115.-"Parte Trimestral de los Trabajos ejecuta­dos en la Estacion agronomica de Rio Piedras." Tercer trimestre del m1o ecop.omico (1890-91). Por el Director Fernando 'L6pez Tuero.

116.-"Parte Trimestral de los 'l' rabajos ejecuta­dos en la Estacion Agron6mica de Rio Piedras". Cuarto trimestre del a.no economico 1890-91, por el Director Fernando L6pez Tuero.

117.-Memoria Anual de los Trabajos de la Esta­ci6n Agron6mica de Mayagiiez, durante el aiio 1890-91." Por el Director Guillermo Quintanilla.

118.-"Reglarnento para el Regimen y Servicio de las Estaciones Agron6micas de la Isla (1891) ," por el Sr. Fernando Lopez Tuero.

118a.-"Breves Apuntes sobre el Cultivo del Ca~ feto y la i.ndustria de preparaci6n de sus productos" (1892), por Don Guillermo Quintanilla.

119.-"La Reforma Agricola", por . F ernando Lo­pez Tuero ( 1891).

30

120.-"Memoria correspondi-ente al ejerc1c10 de 1891-94." Estaci6n Agron6mica de Mayagiiez. Por el' Director Guillermo Quintanilla.

121.-Idem ( 1895-96) . 122.-"La Exposici6n de Puerto Rico (1892-93) ",

por Don Alejandro In fiesta ( 1895) . 123.-"Teoria Moderna Contraria a la In:fluencia

de la Vegetaci6n en la Producci6n de las Lluviaa Locales", po:r el Ingeniero Agr6nomo Don Fernando L6pez Tuero (1895) .

124.-"Estado Moral de los factores de la produc­ci6n en Ouba y Puerto Rico", por el Ingeniero Agr6-nomo Don Fernando L6pez Tuero.

125.-"Teoria Zootecnica: · Ventaja de los anima­les de pequefia alzada," por el Ingeniero Agr6nomo Don Fernando L6pez Tuero.

126.-"Estudios de Economia Rural", por el In-geniero Agr6nomo Don Fernando L6pez Tuero (1893).

127.-''La Cana de Az11car en Puerto Rico". Me­moria elevada al Excmo. Sr. Ministro de Ultramar por _el Director de la Estacion Agron6mica de Rio Piedras, el Ingeniero Agronomo Don Fernando Lo­pez Tuero ( 1895). Public ad a luego bajo el titulo "Az11car de Cana y Enf.ermedades de la Cafia".

128.-Fabrica de Snperfosfatos y Abonos .Minera­les en Mayagi'tez" ( Tercera Edici6n Corregida). Por el Ingeniero Agr6nomo Dou Guillermo Quin­tanilla ( 1895) .

129.-"La Industria del Alcohol", por Federico Legrand.

31

130.-"Puerto Rico en Exposiciones y Concursos", por el Sr. Jose G. del Valle (1895).

131.-"Tratado de Oultivos Tropicales. Algod6n, Achiote, Afiil, Arroz, Alcanfor, Abaca, Cacao, Cafe, Canela, Cafia d·e Azucar, Curcuma, Jengibre, Maiz, Palma de Coco, Pifia de America, Pimentero, Pla.­tano, Tabaco, V:ainilla," por el Ingeniero Agr6nomo Don Fernando Lopez Tuero (1896).

132.-"Dictamen de 1a Junta Consultiva Agron6-mica sobre la Memoria redactada por el Director de la Estacion Agron6mica de Rio Piedras referente al .cultivo y modo de tratar y combatir la enferme­dad de la cafia de azucar (1896).

* 133.-"Memoria sobre la Produccion Anual de Cacao en Puerto Rico", por Don Rafael Janer y Soler, en su capacidad de miembro de la Junta Pro­vincial de Agricultura, Industria y Comercio (1896).

134.-"El Porvenir d-e Utuado", Imprenta "La Union", Utuado, P. R. (1896).

135.-"Repertorio Hist6rico de Puerto Rico", Coll y Toste ( 1896) .

136.-"Memoria sobre las Pl,;tntas Textiles (Hene­quen y San Severia)". Elevada al Excmo. Sr. Mi­nistro de Ultramar por el Director de la Estacion Agron6mica de Rio Piedras, Fernando L6pez Tnero (1897).

137.-"Observaciones Metereologicas," por el Di­rector de la Estacion Agronomica de Rio Piedras.

* Indica que las obras asi marcadas solo se han visto en su manuscrito original.

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f,ernando L6pez Tuero (1890-97). Gaceta de Puer­to Rico.

\ 138.-"Observaciones Metereol6gicas", por el Di­rector de la Estacion Agron6mica de Mayagiiez, Gui­l_lermo Quintanilla ( 1890-97). Gaceta de Puerto R,ico.

./ 139.-"La Reforma Agricola'', Organo Oficial Aso­.ciaci6n de A,gricultores de Puerto Rico. Colecci6n /(1896-97). \ 140.-"Las Plantas Textiles", por el Sr. Jose Cor­~lobes Berrios ( 1897). > 141.-"Memoria de la Riqueza Rustica de Puerto ~ico por la Comisi6n Inspectora Auxiliar de la Jun­Ja Provincial de los Registros y Amillaramientos de Puerto Rico." Gaceta de Puerto Ri-co ( 1897). > 142.-"Prehistoria de Puerto Rico", por el Dr.

.(:1. Coll y Toste (1897). _______ 143-"Expediente sol.Jre cablegrama a Ministro de pitramar sobre admisi6n libre de otros de los pro­

;dnetm; de Cuba, Pnerto Rico y Filipinas," ,Tunio -1sns.

FIN DE LA P .ARTE PRIMERA.

PARTE SEGUNDA

CAPITULO III

LA. A GRICUL'.l'URA 1:NDIGENA EN 1493

. ... no opusieron resistencia sino des­pues de instigados por la ferocidad y la sensualidad de los usur-padores; no entablaron competencia de territorio, porque lo cedian, ni de productos, por- . que !es sobraban .... " Eugenio Mari.a de Hostos, "Moral S'ocial" (1906) .

Don ,Tuan Bautista Munoz en sn Historia del :i'iuevo Mundo (16) dice ''que los indios in terpretes pintaban la Isla fertil, bien pob.lada y cultivada."

E sa fertilidad nos la recuer-da el Padre Abbad i 15) cuando nos hab-la de la pasmosa frondosidad de sus costas y de la variedad y magni tud de sus :'i.rboles, qne e:s:.cedfan a los vistos por los descubri­dores en Europa.

J<}u cnanto n.l cultivo de sus ca mvos, parece nat u­ral qne, en sn bajo grado de -civilizaci6n, creyeran los aborigenes suficientes sus cortas sementeras, porqne la agricultnra fue ayer -como hoy 1.ma ocupa­ci6n cuyo desarroHo ha dependido exclusiva.mente de mt consumo, y este a su vez, de las necesidades qne en diverso gra<lo tiene -cada pueblo seg(m su

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'.\ .

1ensidad de poblaci6n y su grado de r efin-a.miento social; y -los inclios de Boriquen, a SU descubrimien-\o, segun Coll y Toste, no pasaban mucho de sesen­ta mil, y a travesaban entonces el periodo de la ,pie­.dra pulimentada [ 1).

Pocas eran sus necesidades. A fa corta cantidad ~e ,los alimentos que usaban proveian los hombres ,fon los productos de la caza y de la· pesca y las m11-

J eres ·COO el cuidado de SUS tala-s de maiz [2) , tu­}evculos y raices [3), principalmerite de la bata-

<:t-Coll y Toste. " Prehistoria de Puerto Rico" (1917), no· ta al pie, pag. 92. Pablo Morales Cabrera en "El Agri­cu!tOT Puertorriquefio," N um. 9, Ano III, Vol. VI; N urns. 11 y 12, Afio IV, Vol. VII (1928-29).

:\'"2-Zea Mays. Atd.emas veanse los interesantes articulos de ·· ·. D on Pablo Morales Cabrera, en "El Agrictiltor P uerto­

rriqueifo", Nt\ms. 5 y 6, Afi o III. Vol. VI : y Num . 1, Ano IV, Vol. VII .

3---Los inclios comian las yautias (Xantho.wma esp.) la imo­coma y Jos guayaz,o-.;. Describiendo la imocoma dice Coll y T oste, en el "Boletin H ist6rico de Puerto Rico," Ario I , No. 2, pag. 79, que asada sabe a yuca , con la hoja com o la yautia, aunque no tan ancha y si mas prolongada . Del guayaro explica ahi el mismo autor que •es blanco y echa un bejuquillo o vergueta a lta. A juzgar por la descripci6n de la hoja, habria que situar la imocoma en uno de los generos XANTHOSOMA o CALADIUM (Colocasia, Arum). Barrett, 0 . W., "The Tropical Crops," 1928, pag. 380, d ice que los Aruacas comfan la Canna edulis bajo el neimbre de "miocona." Britton y Wilson en "Botany of Porto Rico and the Virgin Islands," Vol. 5, parte 2, pag. 164, mencionan el guayaro bajo el genero Ra.jania, y sus sin6nimos : bejuco de guaraguao, iiame Gulumbo: Gunda. Apreciaban el Jen~n (Calathea allouya).

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ta [4] y la yuca [5] -con la que fabrica ban el ca­sahe. El algod6n [6], la ,pita [7] y la emajagua [8] les proporcionaban la fibta para sus hamac.as, corde- .· les y delantales. Los arboles [9] y pajaros de sus bo.sques vir-genes les •brindaban las 1plumas, las re• · .. sinas, aceites y tintes con que pintaban, a<lornaban .• y protegian su -cuerpo de la hUim.edad y de los mos- • quitos y otros insectos :moiestosos; la estopa con que · confeccionaban las pelotas para el juego del batey; y la-s .maderas y bejucos para la construcci6n de sus viviendas, ,fa fabricaci6n de sus muebles, uten­silios domesticos, instrumentos musicos, armas, pi­raguas y cayuoos. E n el aji [10] tenian el condi­mento. La fermentaci6n del maiz, fa yuca, las fru­tas y otras snbst a.ncias les <laba las bebidas con que celebraban sus bailes o arei-tos j y el tabaco, [11]

4-Los indigenas d iferenciaban, segun Coll y T oste, ob. cit., cinco especies de batatas (Ipo;moea. ba.t~t.as) _la aniguamar que ,consideraban la meJor; y fas a.t1b1une1.X, guaraca, gui:.ca.rayca. y guana.nagax.

5--Manihot utilissima.. 6--Gossypium esp. 7-Agave esp. 8-­Hibiscus tilliaceus. 9--0tras plantas indigenas que me­recen especial ,mencion son a! achiote (Bixa orellana), la higuera (Cresc,e-ntia cujete), la jagua (Genipa. amerlca.. na) el cuoev (Cluaia rosea), el tartago (Ja.tropha cur­ca.s) , la ta.uttia . (Jatrop,ha g?ssypifolia.), la pina (Anana sativus), y . el mani (Ara.chis hypogea). 10-Caps~cum es.p. 11--Ni.~;Citia-na tabacum. 12- Era un palo- p m,t1agu­do. Los au.st ralianc,s lo usaban analogo. Se usa en el •pais todavia para hacer los hoyitos donde ha de depo­sitarse la sem il'.:a.. No debe olvidarse que el proximo paso lo constitu yo el "garabat.o." El "pico sueco" era en realidad u,, garabato. H echo mas pesado y tirado par el hombr:; abri6 el surco mas primitivo que conoce­m os. Aiiadi,dale una vara que sirviera de guia y una punta de hi~rro, t~nemos casi el arado egipcio.

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ii homo amn6.lico que abso,·bian por la nari, con a.fiutillo-s, tendidos en sus hamaca.s, en sns bailes Y h sus silencios contemplativos.

Satisfecho su frugal consumo sin gran esfuerzo, gue no les exigia la benignidad dal d ima y la fer­ilidad del suelo ; sin estimulo la contratacion ; sin

; deas ningunas del valor de las -cosas; sin moneda, :i pesos, ni medidas; sin aves do.mesticas ; sin cua­r (1pedos domesticables para los trabajos de -campo

.· · ii.a a:limentaci6n; s in otro implemento agricola que la coa [12] ; y des1ll'ovista su flora de la mayor par­te de ,las plantas que mas tarde habian de for.mar ~u mayor riqueza, difki1mente · puede concebirse de ~,Jteriores avances en la agricultura islefia sin el &oncurso de otro pueblo mas cornplejo que trajera

) consigo nuevas ideas, nuevas plantas, nuevos -ani­{males y nuevas relaciones.

OAPITULO IV

PERIODO MINERO (1510-1530)

"Deso-lan, y ya han civilizado. Pero, seres de raz6n, civilizar no es desolar; civilizar no es sustituir la poblaci6n de un territorio con los advenedizos que ponemos en lugar d-e ella. Civilizar es proceder con alta raz6n, con entera y benevola conciencia, con dominio com­pleto de los recursos y el objeto del progreso, y trasmitir, para bien de ellos · y para nuestro bien, atrayendolos a la vida dviliza·da, que es vida de raz6n y de conciencia, a los seres que !la;mamos inferi-ores por solo ser mas novicios en e-1 uso de los recurses -de la asociaci6n." Eugenio Maria. de Hostos, "Moral So­cial" (1906).

Ese pueblo lleg6 en 1493. La busqueda de oro sobre toda otra explotaci6n fue la ocupaci6n a:lre­dedor de la cual se desarroll6 la vida material de] pais por espacio de unos veinte afios, exclusivis,mo por el cual ha merecido este intervalo la designa­ci6n de "periodo minero."

Cuando, agotadas las venas auriferas superficia­les, diezmados los indios encomendados que las ex­plotaban, y endeudados los colonizadores con la ad­quisici6n de los esclavos negros que -los su.stituye­ron, se di6 el grito de "al Peru", aquellos que que-

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· daron en la Isla volvieron sus ojos hacia la agri­cultura -como medio de salvar 1a primera crisis eco­

fh6mica de la Colonia en el aiio 1534. Felizmente para los pobladores en ese difkil mo­

: ;mento de transid6n, la agricultura habia mientras itanto quieta:mente adquirido nuevos elementos de valor.

· Yanez Pinz6n [13], en preparaci6n para dar cum­:plimiento a su acuerdo de colonizaci6n con el Rey

)Don Fernando, habia en 1505 hecho desembarcar y <soltar ,cabro,s y cerdos en las playas de la Aguada. .••·.- El Padre Abbad (15), al referir la instala,ci6n > de Juan Cer6n como gobernador de Puerto Rico,

"Ceron y los suyos se alojaron por enton­ces entre los indios .sin fo~mar establecimien­to ,separado. Algunos se dedicaron a las granjerias -de ganado, cafia de azucar y otras especies que habian Hevado de Santo Domin­go; aunque generalmente todos aplicaban ,su trabajo y el de los indios a beneficiar las minas y sacar oro, que era el principal ob­jeto."

En 1510 autoriz6 el Rey a Ponce de Le6n para adquirir en Santo Domingo, para ·su traslado a Puerto Rico, de las vacas y yeguas que necesitara, y citando a Brau (14],

l~alvador Brau - "Historia de Puer'to Rico," 1914, pagina 19.

14--Brau, S., ob. cit., pag. 116.

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" .... infinitas· son las ·cedufas de vecindacl , concedidas para San Juan, en que se acredi-tan las importaciones de ·-ganado de todas dasea."

Juntamente con el ganado, Ponce de Le6n trajo en ese viaje buena variedad de \Semillas [15].

E l platano dominico o clel Congo [16), llevado de las Canarias a ,la Espafiola por Fray Tomas de Ber­langa en 1516, ,pas6 luego a Puerto Rico; y asimis­mo _ :mas tarde el guineo [17) y el iiame [18] que, con otras plantas mas, fueron introd11cidas del Afri­ca por los barcos importadores de esclavoa.

Ya para este ti~po habia establecido Don Fer­nando el Cat6lico una granja agricola en las orillas del rfo Toa, en el sitio conociclo todavia bajo el nom-bre d-e "Los Reyes Cat6licos" ; donde, segu.n Brau [19), a expensas de las rentas real-es, Iabl'a-

15-R;efiriendose a ordenanzas de! Rey en el Ano 1513 dice Coll y Toste, "Boletin Hist6rico de Puerto Rico ,: Ano !, mun. ~. pag. 244: "A P uerto Rico se import6 la cana de azucar desde La Es-paiiola.; pero en las or• ~enanzas de! Rey, dadas en Val•l adolid el 27 de Sep­t1embre de 1523, para remedio de la poblaci6n de Ia 1s!a de Sa.net Xoan, no se la cita. Unica.mente se dis• po~e, que todo vecino desde que tuviere indios sera obhgado a plantar en espa.cio de dos afios cuatro ar­boles de cada especie, de ~rana-dos, perales, manzanos, camuesas; . duraznos, albancoques, nogales y castanos. Ya_ se cu,t1vaban las hortalizas y el maiz, arroz (Oryza sattva) y .Jos tuberculos farinaceos propios del pais."

16-Musa regia. 17-Musa sapientae. 18-Dioscorea saliva. 19-Brau, S., ob. cit ., pag. 54.

,o

dores expertos ensayaron frutales, .gra,mineas y hor­talizas traidas de Espana y de Oanariaa, dando asi ejemplo y enseiianza practica a -los eolonos. Des­graciadamente la muerte del soberano, ocurr:ida en 1516, no permiti6 la fundaci6n de la otra granja que se le pedia en el di,strito de San German, ni que se mantuvieran largo tiempo las ensei'ianzas de 1a del Toa.

,En 1533, al 3(proximarse nuestra primera crisis economica, la siembra de la variedad de la cafia de azucar Criolla [20), int roducida de Santo Do­mingo, ba·bia tornado algun incremento, existiendo

20-La Cana Criolla fue la variedad que los arabes lleva­ron a Espana antes d e! Ano 1000 de la Era Cristiana. En 1493 la llev6 Crist6bal Colon a ,la Espanola en su segundo viaj-e, de donde pas6 a Puerto Rico. Por espacio de tres sig,los constituy6 esta variedad la base de nuestra industria azu.carera. Hoy ·Se la encuentra todavia en cepas aisladas, y, muy partjcularmente, cerca de los bohfos de nuestros campesinos a quienes gusta conservarla como remedio y golosina, ya que su blandura la bace de facil masticaci6n por los ninos. Un ejem.plar de esta variedad, obtenido por el autor, .a solicitud de! Dr. Noel Deer, sirvi6 de modelo a Don Mario Brau, pintor puertorriqueiio, para la cromolito• grafia que la ilustra en su obra, "Cane Sugar", edici6n de 1921. Hoy crece raquitica, pronunciandose asi mas la finura de sus tallos, el corto desarrollo de sus -ca­nutos y la -estrechez .de sus .bojas verdeclaras, paradas en forma de escobilJ6n. El color de! taHo varia de! verdoso al almarillento, salvo las manchas color ma• rron quc a.parecen a su ma-durez dondequiera que -las castiga excesivamente el sol. De Sornay en su obra "La Canne a Sucre a L'Ile Maurice," la supone identica a . .Ia Tibboo Teelon. descrita po.r Wray, procedente de fas N uevas Hebridas.

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en funci6n en la Isla un trapiche hidranlico [21] y dos movidos por caballos. En dicho afio se envia­ron a Sevilla 952 arrobas de azucar (22].

21-Brau1

S., ~b. cit., _pag. 76. Sin embargo, Coll y Toste, ob. cit., _Ano I, Num. 5, pag. 244, afirma que en el Ano 1549 foe que Don Diego Lorenzo, can6nigo de Cabo Verde, ensen6 a los puertorriquenos c6mo se habian de fabricar los ingenios de agua para hacer azucar.

22--La. primera azucar que se hizo en el Nuevo Mundo lo fue en Santo Domingo par Miguel Ballestero y Gonza. lei: <le Ve,Iora con el auxilio de obreros ca.narios en el pnmer_ ~rnpiche de America, un trapiche de t~s ma­zas, engido en 1506.

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CAPITULO V

LA CANA DE AzucA.R

"Pueblo que no ahorra, pueblo que consU!IDe anualmente todo lo que pro• duce, que no acumula capitales, es pue• blo muerto para la lucha por la pros­peridad nacional. Ese pueblo no pele­chara, ese no ira lejos."-Antonio Jose Restrepo, "El Moderno Imperialismo" (192-1).

Para •contrarrestar la crisis que causaba la mer· ma en la produccion aurifera, no habia otro camino abierto que ,desarrollar la industria sacarina.

Comprendiendolo asi el procurador Juan de Cas­tellanos y no escondiendosele al m:ismo tiempo la necesidad -de recabar protecd6n para la nueva in­dustria por lo ,costoso de la-s instalaciones, march6 a Espana, donde obtuvo del Rey Carlos V en 1536 un emprestito ,de 4,000 pesos para fomentar los ingenios, suma insuficiente que hubo de aumentar el monarca a 6,000 ,pesos en 1546, haciendo al mis• mo tiempo extensiva a Puerto Rico la pragmatica [23] imperial ,que durante siglos prohibi6 trabar

23--Una pragmatica era un decreto solemne expedido por reyes o emperadores en resoluci6n de cuestiones de suma importancia a el sometidas por algunas de sus provincias. Se diferenciaba de los rea1es. decretos y 6rdenes generales en las formulas de su publicaci6n.

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ejecuciones por deudas "en los esclavos, artefactos, pertrechois y demas cosas necesarias al aviamento y molienda de los ingenios."

A la protecci6n oficial agreg6se la ayuda del dero de San Juan, el que empez6 a prestar a los agricul­tores de cafia los sobrantes de sus rentas, oportuno auxilio de,spues de los tres ciclones consecutivos que destruyeron sus propiedades en Julio y Agosto de 1537.

A 1pesar de las perturbaciones causadas por la or­clenanza general de 1541, que declaraba pastos, aguas y malezas de aprovecha;miento comun, en abierto conflkto con la practica establecida desde el princi­pio de la colonizaci6n por la que a cada colono se le sefiaiaba en la •cedula de vecindad la porci6n de tierra q_ue en usufr-ucto le correspondia, no tard6 en sentirse el efecto de la protecci6n lega:l y de las mayores facilidades para obtener credito en el mayor bienestar general y en la fundaci6n de nuevos inge­nios, entre ellos dos de agua -calificados entonces de poderosos; uno por Don Gregorio de Santaolaya en Bayamon en 1548, y otro por Don Alonso Perez Marte1 en 1549. Fue el ,can6nigo Lorenzo quien ,por esta fecha introdujo en la Isla la pa~ma de coco [24] y las gallinas de Guinea [25].

En 1550 el Gobernador Vallejo se referia a la prosperidad nuestra en estos terminos:

24-Coeos nucifera. 25--<Comunmente !lamadas "guineas" en Puerto Rico, Nu­

mida esp,)

44,

"La i<sla andaba decaicla porque andahan flacas la.s minas; agora con el trato del az11-car esta pr6spera ... "

En el ultimo tercio del ,sig'1o XVI los ingenios [26] eran once con una producci6n annal de unas quince mil arrobas de az(war-la (mica producci6n impor­t.ante de la Isla.

26-Lopez Dominguez, F., "Libro Azul de Puerto Rico," 1923, describe las primeras instalaciones azucareras en estos terminos:- ·

"En los albores de la industria, cuando alla por el siglo XVI se empez6 a practicar en la India, la cafia se exprimia en una especie de pilones de madera o piedra, con macetas, y el jugo se sacaba por un agujero en un costado siendo despues filtrado por un tamiz, y luego evaporado en paila·s montadas en hornillas de l a­drillo hasta darJe una consistencia seimis6lida, despues de lo cual se le dejaba enfriar en cubos o se amasaba en bolas. Las impurezas quc flo­taban sabre la superficie del guarapo se remo­vian. Luego se busc6 la manera de operar la maceta po-r fuerza animal. Esta for.ma de ex­primir la caiia evolucion6 despues al trapiche primitivo, que fue el primero conocido en Puer­to Rico, consistente en dos o tres mazas cilin­dricas, dispuestas verticalmente, hecha·s -de ma­dera primero, y mas tarde de hierro, engranadas entre si por m.edio de ruedas tlentadas, de modo que al hacer girar a una scbre su eje longitu­dinal, esta le impartiera su movimiento rotato­rio a la otra. Estos trapiches eran movidos par fuerza animal, hiclraulica, o del viento. Mas tarde se ide6 usar las mazas en posici6n hori­zontal y moverlas por vapor, innovaci6n de don­de arranca la construcci6n de Jos molinos mo­dernos. Los trapiches de madera daban una extracci6n de guarapo de 30 a 40%, mientras que las de vapor alcanzaban a un 62%."

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CAPITULO VI

DEL AZUCAR A LA CANAFISTOLA Y EL JENGIBRE

"E spafia y 1os paises de Ultramar eran, virtualmente, 'J}aises bloqueados, que solo se comwiicaban entre si por medio de expediciones armadas . ... .. .

• • • • • • • • .. • • • • • • • • • ♦ • • • • • • •

.... todo estaba calculado para mante• ner en estado de languidez el cornercio trasatlantico, y asi continu6 duran te eJ periodo de organizaci6n de las nuevas sociedades americanas .. . .. . . .. ....... . ....... ...... ..... .. i Cua] podria ser el coeficiente de pro• greso en un trafico tan restr ingido? Caxlos Pereyra, "El Imperio Espafiol" (Hist . Am. Esp.).

Desgraciadamente la inteligencia e in:iciativa de los hombres que pri,mero levantaron n-u-estra indus­t ria azucarera parece la habian elevado a mayor altura de lo que justificaban las condiciones reinan­tes. Nuevos, insuper-ab-l oo obstaculos fueron en lo stwesivo agregandose a los que ya habian tenido ~ue allanar en el pasado.

Los continuos <lesacuerdos y rivalidades de las agrupa-ciones religiosas entre si y del poder ecle­siastico, el militar y los oficiales reales dieron Jugar

· a ban.derfas que no hadan ciertamente de la Isla.

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G .

; un sitio favorable para practicar las artes de la ·:;::·:·::

/ paz. Ci Empeora,ban esta situaci6n de intraiiquilidad los V continuos ataques y desembarcos de los earibes y > de los -corsarios europeos. Muchos ingenios sucum• < bieron en ocasi6n de esas invasiones. Ni a Santo ' Domingo era fa-cil el 0Ill:barcar productos por el

continuo c-rucero de corsarios.

Qued6 desviada por estas cireunstandas la afluen• cia de -colonos peninsulares ha-cia los menos expues­tos y mas ricos ,paises del continente. La inmigra­ci6n extranjera, como se recordara, estaba prohi• bida. Si encima d e todo esto quedaba reducida la poblaei6n existente - como qued6-por la emigra­ci6n, •las continuas luchas y la pla,ga · de viruelas que en 1596 se ceb6 en negros y blancos, no es de extrafiarse que -finalizara el s iglo XVI con la Isla casi desiert a . No habfa la gente n ec-esaria para producir el azucar.

Tampoco habia ya, como antes, creclito facil para adquirir los esclavos y 1Hiles necesarios. La usnra habia echado sus raices en el suelo fertil que le ofre. cia la agricnltura indpiente de una sociedad sin suficiente moneda circulante. E ste sisterna inicno, especialmente en los llamados prestamos sobre co­sechas en flor, fue denunciado valientemente desde 1523 por el Bachiller Francisco de Guadiana. Tan eseasa lleg6 a estar la moneda, que los tributos se

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satisfac1an en especie; esto es, en azu,car [27] y cueros, .que despues se realizaban en Santo Do­mingo .

Inflado el valor del real en las co1o-nias por esta falta de numerario cir,culante, se autoriz6 en 1544 una aouilaci6n es·pecial por ,casas de moneda en Me­jico y Santo Domingo, con igual ley [28], peso y valor [29] que en la Metr6poli. No result6 ser

27-En aas ,primerias de la industria en el Nuevo Mundo se producian dos clases principales de azucares, la mosc.abada en el que parte de las mieles se separaban drenandolas par gravedad en en vases a prop6sito; o la de pilon en que se obtenia una separaci6n mas im­perfecta hacienda que ,una suspension de barro y agua se percolara por el producto y se llevara consigo parte de las b.nelazas adheridas.

28-La ley o titulo de una moneda es la proporci6n en que se encuentra el metal fino con el cobre, que es la liga o aleaci6n de estos metales ,para formar una. pasta dura. El oro y la plata se consideran hoy di­vididos en 1,000 partes llamadas milesimas de fino. El oro puro tendria 1,000 milesimas de fino. De he• cho, ,los paises de la "U ni6n iVIcmetaria Latina" y paises adherido-s observan las sigui-entes purezas :-

Para las monedas de oro: 900 milesi:mas de fino y 100 de cobPe.

Para las de plata: 835 milesimas de fino y 165 de cobre.

Para las de cobre: 950. milesimas de cobre, 40 d e estafio y 10 de zinc.

En lo,3 sig.Jos ,pasados Esp.aria expresaba la ley de sus monetlas de orn y joyas de este m e tal en quilates finos. El oro pure se representaba por 24 quilates. La ley de la plata se expresaba en dineros teniendo la plata pura 12 dineros.

29--Ei valor de una .moneda depende de la cantidad del metal fino que contenga y de.J valor de ese metal en el mercado.

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a:si, y, depreciada. la monecla, no tuvo aceptaci6n en Espana.

Los tratantes se retrajeron y los barcos redujeron sus visitas. -Si se tiene en cuenta que desde el principio de la colonizad6n se habia prohibido todo comercio -con extranjeros, a ,qnienes se consideraba enemigos, y que se habia concedido a la Compafiia de Indias estab1ecida en Sevilla el monopolio de nuestro ·comercio-pucliendo ,solo ella vencler los escasos artefactos que en P,uerto Rico se consumian en cambio de los cuales adquiria a su vez los fruto-s deJ pais al precio y concliciones que a ella pudieran convenirle--, se formara cabal idea. de lo que para el pais significaba la reducci6n del corto, cortisimo trafico que normalmente .se le permitia.

Mediaba otra ,circunstancia. Desde el afio 1503 el de Sevilla y el cle Cadiz descle 1519 eran los (mi­~os puertos a donde podian exportarse Ios produc­tos coloniales. A ,·ect:s se retanlaha la comunka­ci6n de la Isla con ellos l)Or espacio de todo m1 ai1o. Ni era tampoco el az(lcar en el siglo XVI un articulo de const,mo genera.1.

De manera que i,,in capital, sin brazos y sin mer­cado amplio ni medios de condneir su producto a el, se desalentaron los imlnstriales azucareros ab-.:'tn­donando muchos de ellos el pais.

No es <le extrafiarse, pues, que s6lo fnucionaran ocllo ingenios en 1602 ·con una produccion de menos de I:,000 arrobas-12,000 arrobas menos qne la pro­ducci6n alcanza<la en 1582-, y de que encontraran los hacendados puertorriquefios restantes ma•s ven-

tajoso el aprovechaJmiento de la cafiaff.stola (30] y el jengibre [31]-segun Brau (32], el Curc'Ulma Lon• gci,-siembra la ultima que no i;equeria instalacio­nes -costosais, conocida de los negros africanos, y de gran aceptaci6n en Europa por el excelente tinte que de sus rakes ,se extraia.

30-Cassia fistola. Introducida por los espaiioles a la Es· paiio!a de las Indias Orienta-Jes, y de ahi a San Juan, de donde se exportaba ya en 1540.

31-El jengibrillo o curcuma foe importado de la Oceania a tv!ej ico en 1543 ,per los espafioles. De alli se exten• cli6 a l,i.s Antillas. En 1580 el exportado de San Juan se tenia p or mas fine que el de la E spanola. Se ex­trae de el un tinte amari!lo cuyo principio basico es la curcnmina. En quimica se usa para preparar el papel reactive que se enrojece por las acido,s y el acido b6rico.

32-Coll y Toste en su not a (7), pagina 23 de! "Boletin Hist6rico", Afio X. Num. 4, dice de la curcuma:

"No prendi6 su cultivo e n e:l pais y pronto se abandon6. Por el contrario, el jengibr.e (Zingiber) se extendi6 y di6 grandes rendimientos hasta que el Gobierno prohibi6 ter:minantemente su cultivo."

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CAl'lTULO VII

Los HATos DE GANADO

"Si quereis coger m.is trigo que aho­ra y que os salga, por tanto, imas ba­rato, sembrad menos y criad mas ga,. nado; ....................... . Joaquin Costa, "La F6rmula de la Agricul tura espafiola" (1911).

Aument6 luego la producci6n clel jengibre, a pe­··.·.· r de haberse prohibido su siembra por el Gober•

ador y por el cabildo de San J,ian en 1602 y 1603 espectivamente.

a No podfan, sin embargo, sustraerse la cafia.fistola f el jengibre mejor qne la ~aiia de azucar a la in• puencia depresiva de las condiciones desfavorables feinantes en la Colonia. Al igual qne ella, tuvo el _·engibre su asc-enso hasta el pnnto de qne en 1624, .. · .. falta de 111onecla acufiada, se enviaban a Felipe ,V 119 qnintales 45 libras de jengibre seco, a gra­el [38] , acompaiiauclo .a nnas 175 arrobas de azu.

}ar-la contribuci (m de los vecinos para los prepa­fativos de Ia guerra que amenazaba con Francia.

decadencia fue, emper-0, decididamente mas ra•

. Brau- "Hjstoria de Puerto Rico"-Capitulo X, pag. 116.

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pida que la del azucar, pues ya en 1644 escribia el Obispo Don Fray Damian L6pez de Haro (8) :

"Todo el trato de esta isla y la cosecha es

de jengibre y esta tan de capa caida que na­

die Io compra, ni lo quiere llevar a Espana .. "

En medio de esta l}ancarrota, restaba al pais · sola riqueza: aquella que la naturaleza hahia veni­do casi libremente y por todo ,nn siglo acumulando con la avasalladora rapidez de la progresi6n geo­metrica en sus virgenes bosques y fertiles sabanas.

Las yeguas que Ponce de Le6n introdujera en la Isla a principios del siglo ya proporcionaban en 1534 en la villa de San German las monturas que los a.gentes de Francisco Pizarro adquirian para la eonquista <lel Per{1. Buena parte debi6 ser de muy. buena calidad, pues ya desde 1535 se extendia per­miso para la importacion de !Sernentales andaluces con destino a un potrero de ,J ayuya.

En 1620 la progenie del ganado de cerda arro­jado por Yafiez Pin7,6n a las playas de la Aguada en 1505 constitufa 1a principal riqueza de los es­tancieros del interior.

En cuanto al ganado vacuno, se cakulaban en 100,000 cabezas los .descendientes de las vacas im­portadas por los eolonizadores. Estas reses ~e criaban salvajes en hatos extensisimos que a nadie µertenedan. Para cazarlas o desjarretarlas habia. q11c organizar monterias., aprovechando s6lo el sebo

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La carne se almndonaba a los perros o a 1os negros cimarrones.

Jose Julian Acosta (15, nota 2) ohserva quc, al pais en esta misrna epoca, un escritor

decia que sus habitantes eran: "Todos tratantes en jengibre y •cueros";

las noticias del periodo que estamos con­una interesante cita clcl can6nigo Torres Var•gas :

"Esta isla, dice, en general es fertil para cualesquier frutos que se quieran sembrar en ella y son cle mejor calidad que los de las otras islas, porque el azucar es mas dulce (aunque el de la Habana sea mas du.ro) y asi con el cle Puerto Rico se refina en Se­villa el de las otra,s partes de .Jas Indias y el jengibre tiene mas valor clos clucados en cad.a quintal que el de Santo Domingo, pero el del Brasil es mejor que todos. Los principales frutos en •qne se funda el comercio de esta isla son jengibre, cueros y azi1ear de que hay siete jugenios. Cuatro en el rio de Bayam6n, dos en el rio de Toa, y uno de agua en el rio de Can6bana, que otros cuatro que habia, dos en el rio Luisa, uno en .el pueblo viejo, y otro en el rio de Toa-arriba, ,se ban de-shecho unos por las invasiones de los enemigos y otros por mayores ·conveniencias de sus duefios. Tambien hay otros trapiches que hacen mela­do en ,la villa de San German y valle de Coa­mo, y las .cafias se dan con tanta fertilidad

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,~

que no necesitan riego ni de sembrarlas mas I ·~ de una vez, que en cortandolas, vuelven al .. s

~

afio a crecer de la mesma manera que de an- ;i tes y dura un cafiaveral •sesenta y setenta "'~."::•.'.~ .. ~.~­ai'ios. El gengibre se da en gran ~antidad :; habiendo afio que se han cogido 14,000 quin- .f tales en toda la isla, pero con fa guerra o la ;t,;;,

abundancia, se ,le ha minorado el precio, .I conque ha dejado de sembrarse, y este aiio ;;(C. · "'. de 1646 s6lo se han cogido 4,000 y se ha es- :ii ."'~ forzado la siembra del -ca,cao [34] de que :•~ habra dentro de cuatro aiios cantidad para ,; poder ·cargarse bajeles, y se da con las ven­tajas que los demas frutos, y al presente se coge abo<YUno, ,mas no bastante para poder haeer comercio. Los -cueros suel~n llegar a 8 y 10,000 los que se -cargan cada aiio para Espaiia, y son de con<lici6n razonable y los morrudos ·buenos y todos bien beneficiados. El tabaco [35] de diez aiios a esta parte se ha cornenzado a sembrar y embar carse fuera ,de la isla, da.se eon gran fertilidad y es mejor que el de la Havana, Santo Domingo y 'Mar­garita, exceptuando el de Barinas [ 36] , y vale la libra a dos reales."

~El cacao (Theobroma. cacao) foe t ra(do a Puerto Rico de! continente sudamericano en 1636.

35-El taba.co se empezo a. sembrar en la. I sla en debida forma para. la exportacion en el afio 1627.

36-Ba.rimas: Rio de la Republica de Venezuela, afluen· t e imerid.ional del estuario de! Ori·noco, y valle de! 1mismo nombre.

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CAPITULO VI II

EL TABACO y EL C ACAO

"< Tiene el hombre el derecho de cas­tigar? Y si posee ese derecho, iCual sera la pena? t Cual es la relacion de! delito -al -castigo?" P. J. Proudhon, "De la Creadon del Otden en la Humani­dad."

Por la descripci6n de Torres Vargas que precede vemos q.ue durante la prhnera mitad del siglo XVII se diversific6 fa prod~1cci6n isleii.a con dos cultivos nuevos para la exportaci6.n: -el tabaco y el -cacao. No que el ta•baco se introdujera en esta epoca, pues queda ya dicho que los indios de Borinquen ,con el se emborrachaban al tiempo del descubrimiento, mas ,si que -su siembra con f ines •comerciales se inici6 enton-ces en Puerto Rko.

Antes no hubiera tenido ella raz6n de ser porque su consnmo en Europa, combatido por todos los me­dios de propaganda disponibles y por prohibiciones que castigaban a los fumadores con pen.as severas, no vino a a-brirse paso s ino en las primerias de] sig1o diez y siete. Aun entonces, o ma:s exadamen• te, en 1608--y por mas que no existian aun tales culth'os comer-ciales entre nosotros-se prohibia la siembra del tabaco desde Espana.

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En 1614, por el -contrario, nueva real orden con• cedia permiso para cultivarJ.o, pero sometiendo ese comercio a toda clase de restricciones y rig-ores. Se for1mara mejor idea de ellos y -de las hoy para nos­otros inconcebibles ideas econ6micas y de derecho que imperaban en los gobiernos de aquella epoca si copiamos verbatim la citada orden (15) :

"Don Felipe III, en Ventosilla, a 20 de octubre de 1614.-Sin embargo de la antigua prohibici6n, ocasiona-da del comercio con ex­tranjeros, enemigos de nuestra Real Corona, es nuestra volnntad qne los vecinos de la Isla •de Barlovento, Tierra Firme, y otras partes donde ,se siembra y ,coge tabaco, no pierdan el aprovechamiento que de el tienen, y nues­tra Real H3!cienda goce cl beneficio que re­snlte de su ,comercio. Y tenemos por bien y permitimos que lo puedan sembrar libremen­te, con que todo -el ta·haco que no se -consu­miese, y hubiese de sacarse de cada isla o provincia, donde •se recogiese, venga registra­.do ,directamente a la ciudad de ·Sevilla; y los que trataren en el por otras partes, in• -curren en la pena de la vida y perdimiento de sus •bienes, mitad nuestra Camara y la otra mitad al Juez y denunciador por iguales par­tes. Y mandamos a nuestros gobernadores que la ejecuten inviolablemente; advirtiendo que se les pondra por capitulo de residencia, con pena de privaci6n perpetua de oficio, si

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hicieren lo ,contrario, y perdimiento de la m.i­

tad. de sus bienes, apHcables en la forma re­. ferida."

Fue bajo estos ausp1c1os que se inawg11r6 al fin en esta Isla el camercio del tabaco. Desde entonces ha contribuido el constantemente al mantenimiento de fas dases pobres de nuestra poblaci6n rural, a pesar de la legisJ.aci6n restrictiva dentro de la cual ha tenido que des:arrollarse. Entre estas menciona­remos ahora, par su gran importancia, el estanco en vigor ya en 1646. Dice Brau refiriendose a los ri-gores del est anco [37] que,

" .. . era objeto de fi.scaliza-ci6n tan rigida, que una pohre mujer en Palo Seco, en cuyo bohio se hallaron dos hacecillos de esa plan· ta, fue sometida en 1673 a ignominioso cas­tigo."

Volviendo al cacao, las esperanzas puestas en los nacientes plantios se vieron defraudadas en 1641 por un huracan que arras6 con ellos, y en 1657 por un segundo que acab6 de sembrar el desaliento en· tre los propietarios de cacaotales, los que, por lo

37--El estaneo es un embargo o prohibici6n del curso y venta libre de un articulo. La sal era en Espana un articulo estancado. El tabaco estaba monopolizado por cl gobierno en su fabricaci6n y venta: un mono· polio fiscal como fuente de ingresos. Vease Brau S. ob. cit., Capitulo XIV, pag. 152. ' '

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costosos, nadie se resolvi6 en buen tiempo a resta­hlecer. Por el contrario, Venezuela, cuyas siembras del theobroma se iniciaron por esta misma epoca se "~mriquecia e ilustraba", al decir de un a:utor, a la sombra de sus cacaos y bucares.

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CAPITULO IX

EL CoNTRABANDo

"Revolution does not occur by chance. Social events are the product of definite social causes, and history is too full of exaimples to make it possible to deny the statement that societies which re• fuse to 1make regular and continuous social readjustments or ·changes must pay the penalty of violence and des• traction." Walter G. Beaeh, "An In­trodu-ction to Sociology and S'ocial Pro• blems" (1925).

Oiento noventa afios despues del arribo de Ponce de Leon, ni el azucar, ni la cafiafistola, ni el cu.r­cuma, ni el jengibre, ni el ganado, ni el tabaco, ni el -crucao---'productos estos los ,de Puerto Rico muy apreda,do-s-habian logrado para la colonia nada mas que momentos de fUJg•az prosperidad.

Al fina1izar el siglo diez y siete podemos recons­truir, de las alusiones hechas aqui y alla, el cuadro desastroso que presentaban la agricultura y el co­mercio de la acolonia, y, por ende, la. colonia toda.

Hasta el ca-sabe y el maiz, frutos menores que nunca habian faltado a los colonos, se llegaron a escasear tanto despues -de las tormentas que arrui• naron los plantios de cacao en 1641 y 1657 ,que bubo

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que ir a solicitarlos a la isla de Margarita. Hada once afios, segun el celebre dicho de Don Juan Pe­rez de Guzman en 1662, que no llegaba de Espana nn buque mercante nacional. En 1680 los soldados no asistian a las guardias a causa de su desnudez, y a los paisanos daba lastima verlos. Los soldados se a1imentaban con los productos que les facilitaban los estancieros a plazo ilimitado.

A las peticiones de que se implantasen algunas medidas que favoreciesen el comercio insular, con• testaba el gobierno supremo estableciendo el uso del papel sellado [38] CO'lllO impuesto indirecto, y recordando la prohibici6n de comerciar con extran­jeros; por mas que era de suyo desesperante la -car­ga contributiva de los colonos con el impuesto de almojarifazgo [39] sobre las mercaderias extranje-

38-Desde 1636 constituy6 el papel sellado o t imbre una <le las rentas o recursos con que contaba el gobierno para cubrir el presupuesto de los gastos publicos, Primero se ap1ic6 al impuesto de consumes, ,propa­gandose luego por todas partes, y extendiendose su aplicaci6n a otros actos com,o la formalizaci6n .de con­tratos y u1tiimas voluntades, actuaciones judiciale,;, ti­tulos, diplomas, .documentos de comercio, multas, rein­tegros y derechos de matdcula de los establecimientos de enseiia.nza costeados por el Estado.

39--,El almoja.rifa.zgo era un derecho analogo al de adua­nas que conoce.mos hoy. Se pagaba no s61amente por los generos o m erca.derias que saHan del reino o ,por 1os que se introducian en el sino tambien por aquellos con que se comerciaba de un .puerto a otro dentro de Espana. Dice Pereyra en el tomo II de su "Historia de la America Espanola" que, aun siendo de caracter general, esos derechos tenian ct1otas distinta•s segun las pr~vincias don de se origina ban; por ej€1mplo, en Cataluna se pagaba el 4%; y en Navarra el 5% de las importaciones, y el 3.5% de las exporta;iones.

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n 1s destinadas al consumo colonial, y los 1gravime­nes sobre la prodncci6n de miel, aplicada al ~onsu­rno de aloja [40] y agnardiente.

Fue el contrahando la soluci6n que dieron ext~an­jeros y na turales a esta sitnaci6n insosteni,ble. Yieron primero, inutilmente, de atraerse a l'as au. 1:oridades por medio de "sugestiones me~antiles" hechas por cmisarios especiales enviados de las Te• dnas islas de San Crist6bal y Tortola. Mas lnego, desafiando las leyes y el peligro, -empezaron a co­roerciar por San German, poblado por labradores de ruda entereza; por Mayaguez y Ponce, poblaci6n -esta acabada de fundar y donde aiios mas tarde dio lngar este comercio a un sangriento motin; y con mayor comodidad por Oabo Rojo,

''donde era com(m hallarse tres o cuatro bar­cos, procedentes de Jamaica, en los meses de enero a marzo, cargando cerdos y terneras en pie, tabaco torcido, achiote, jengibre y co­rambres, ·carnbiado todo por negros bozales, Ienceria, y otros productos [41] .''

Denunciados estos hechos en 1683, no se oper6 niug(m cambio en la situaci6n hasta -el aiio 1690 t\11 que -la inflexibilidad del nuevo capitan general Don Gaspar de Arredondo demostr6 que en esas

40-La. aloja, era una bebida compuesta de agua, miel y especias.

41-Brau, S ., ob. cit., pag. HS.

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operaciones ilegales, ya extendidas por toda la isla, se encontraban coroplicados clerigos, frailes, mili­tares, regidores, alcaldes, oficiales reales y hasta el mismo Gobernador.

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CAPITULO X

EL HABA DEL YEMEN (42]

"La Providencia parece haber queri• do que ~ unieran el azucar y el cafe en el suelo portorriquefio de una ma­nera -indisoluble y para el bi,en de la clase trabajadora... Rara, pero admi­rable arrn.onia Ia existente entre estas dos princrpales fue-ntes de nuestra pa-, sada prosperidad, hoy interrum,pida por el quebr.anto que ha sufrido la mas importante <le elJas. tNo sera posible restablecerla? Francisco Ma.riano Qui­iiones, "Conflictos Econ6micos" ( 1888).

Sigui6 toroando incremento el contrabando duran• te el siglo diez y ocho. A ello contribuyeron eficaz­mente las facilidades .que para el comer-do ilicito brinda.ron la concesi6n que en 1713 hizo Felipe V a los ingleses de ,que pudieran entrar libremente en todos los puertos de Indias para la introducci6n cle

42-Coffea. arabica.--Algunos botanicos opinan que 110 exis• te nada mas que este cafe unico con las variaciones consecuentes a las diferencias de suelo, clima y ci1!­tivo. •Otros aceptan dos especies, Coffea Orientalis. y OO'ffea Oc1:identalis. W,alsh, ,pag. 38-"Coffee, its HiJ• t ory, Classification and Description", habla de tres variedades fundamentales de facii distingo, conocidas al comercio bajo los siguientes nombres : Ooffea ara­bica, Coffea Liberica., Coffea Maragogipe,

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144,000 esclavos; y la creaci6n el 1756 de la Real Gompnnia Ban:elo-nesa de Nuestra Senora de Mont­serrat, la que, abo-sando de sus privilegios, se dedk6 al contrabando en Santo Domingo, Curazao y J a­maica.

Gracias a este trato subrepticio fue, no obstante, tiue se disimularon un tanto los rasgos lastimosos del cuadro de pobreza y enfermedad que caracteri­-,;an los relatos de Ja vida puertorriqueiia en el siglo anterior, coartada como estaba ademas en SU es­fuerzo agrkola por la incertidumbre en la tenencia de las fincas.

En medio de este conflicto a1grario originado por nna instrucci6n de 17 46, renovada. en 1758, que de­•claraba nulos y sin valor los titulos de 1618 en ade­lante y exigia la. presentaci6n de los anteriores a e-Ste ultimo afio en el plazo de cuatro dias so pen.a de ser t enidas las tierras afectadas por ellos co'mo baldfas y realengas, -se registl'aron, hasta el aiio de 1765, dos hechos de trascendencia para la agricul­tura del pais. E l primero fue el comienzo de la siembra del -cafe en P nerto Rico en 1755 [ 43] . Esta nneva fuenti: de riqneza se clistribuy6 en buena par­te desde nn priur.ipio entre 1as <:lases pobres y con-

43-EI cafeto fue importado <le Santo Domingo a Puerto Rico en 1736. Estenos imp·u.ls6 su siembra en mayor escala. La Real Cedula de 8 <le junio de 1768 eximia a los cosecheros de cafe en Puerto Rico, Santo Do­min go y Venezuela de pago de derechos por cinco a.nos, privilegio que fue prorrogado ,mas tarde hasta el afio I 77 4.

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tribuy6 por m:u,cho tiempo a su bienestar, compi­tiendo en ello con el tabaco.

Asi narra Brau (44] en breves palabras, la his­toria de paso tan silgnifkativo :-

"Para reparar los daiios cansados en la Martinica por una tormenta que destruy6 en 1718 todos los plantios, especialmente los de cacao, aplicaronse los colonos franceses de aquella isla a otros cultivos, entre ellos al del cafe, arbusto originario de Arabia, cuyo aromatico grano ,era ,conocido en Europa en 1650. Intentada por los holandeses la acli­mataci6n del vegetal arabigo, a ellos d ebi6 el Jardin de Plantas de Paris dos arbolillos, de los cuales procedieron los ejemplares que Mr. Gabriel de Clieu recibi6 el encar,~o de condn­cir a la Martini-ca. A punto de naufragar en la travesia el barco conductor y dism.iuui­da la raci6u de lo-s pasaj~ro-s, de Olien parti6 la suya con los arbolillos qne _se le habian confiaclo, logrando llegar con ellos a su des­tino. Llerndo aiios despues a la colonia francesa de Santo Domingo, de alli se pro­pag6 el -cafe a Cuba, donde Ramirez de Este­nos, emparentado -con una r ica familia de aquella isla, tuvo ocasi6n de conocer 1a plan­ta y apl'eciar el uso a que se destinaba. Norn-

44-Brau, S ., ob. cit., pag. 176.

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brado . Capitan General -de Puerto Rico, por -cuyo progreso mostr6 interesarse, en 20 de junio {le 1775 daba cuenta a la me~r.6poli de haber ,conseiguido con sus exhortac1ones que se empezara a cultivar el ex6tko gra1:o. Quince aiios despues, envia:banse a Espana veintid6s cajas con las muestras de -cafe que se recogia ya en el pais, especialmente en

P " Coamo, Guayama y once.

El segundo fue el reconocimiento en_ 1759 de l~ incuestionable propiedad de las estancw_s de la~?t a todos cuantos las poseian, por :una m_stru,cc1on aue ordenaba, sin eu1ba;rgo, al m1smo. tiempo _ Ia demolicion de los hatosi y sn reduccion a pred10s laborables.

66 .

CAPITULO XI

L.a AGRlCULTUR.a PUERTORRIQUENA EN 1765

"Las indagadones oficiales, Ia acci6n administrativa directa debeo ser la ba, se de la gestion economica, y el Estado solo· debe pedir ilustr-acion o ayuda." Jose Piernas Hurtado, "Tratado de Ha­cienda Publica" ( 1900) .

La memoria del mariscal de •Campo Don Alejandro .. comisionado por el Rey Carlos III para

' ue personalmente inv€st igara e infonnara de las 'ecesidades de la isla y sus veeinos, nos ofrcce una

'byuntura favorable para haeer alto en nuestrn. re­~fia de pl'ogreso agricola y considerar el estatl o de J agri-cultura en 1765. : Inieia el informe de1 mariscal O'Reylly una nueva 'ra £,11 el registro de su desenvoivimiento. En con­';i·aste con los datoo vagos, fragmentarios, .insufi­'.entes sabre los que ha de basarse nuestra aprecia­ion de previos perioclos, opone O'Reylly en sn con­ienzu<lo informe datos mas fidediignos de la pobla­

ikm y de sns necesidac'Les, del n(unero y clase <le fincas, de las clases y nu,mero de ganados en cada fiartido y de los valores de frntos y maderrui ex-. portados. por cada pueblo.

\ Fijanse en ese informe en 5,037 los esclavos, y la

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poblaci6n total en 44,833 almas, de las cuales muy pocas sabian leer; en 20 el numero de aldeas, no contando la Ciudad y la Villa de San German; en 4,579 las estancias -de labranza, y en 269 los hatos y eriaderos para ganado mayor y menor.

En relaci6n con la cafia de azucar, reza asi el mismo informe (11) :

"Hay un numero de trapiches que abastecen la isla con el azucar y miel que ,consume; se saca por­ci6n de aguardiente [ 45] de cafia, pero como el de los e.xtranjeros es mas barato, proveen casi toda la costa del sur y parte de las otras, ganandas que perderan enteramente fomentandose los ingenios de azucar, para los que hay todas las porciones que se puedcn apetecer."

Trasladamos a continuaci6n los totales del resu­men general de O'Reylly relativo a.l ganado enton­ces existente :

Caballos y yeguas Mulas . Burros. Bueyes, vacas y novillos Carneros Cabras. Cerdos.

18,537

1,371 1,031

44,633 5,735 2,683

47,905

15---La fabrica, uso y venta de aguardiente de cafia y de otros licores habfa sido prohibida en 1749 po; bando del Gobernador Don Jose Colomo.

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. , ... ·.·.·.· En la crianza descolla;ba en primer lugar San German: Le seguian luego en la Costa Sur, Coamo,

,;guayama y Ponce; en la Costa Norte, Manati y Are­}cibo ; en la Costa Este, Loiza; en la Oeste, Aiiasco. ii Los val ores to tales de los prod uctos rugricolas ex­/portados eran ,segun el rnencionado informe y como calculo para un quinquenio :

$34,840 Arroz ... ~ ....... $ 400 2,875 Maiz ............ 550

500 Platanos y otras ':Reses vacunas .. 3,400 verduras . ..... 3,212 Tabaco ......... 24,749 · Carneros . ....... 170 'Cafe ............ 3,464 Cerdos . ......... 1,365

2,434 Aves ............ 1,125 Pimienta de N aranjas [50] dul·

tabasco [46] .. 3,300 ces y limo-Palo de mora [47] 21,580 nes [51] ........ 100 Guayacan (48] ... 9,312 Conchas de carey

·.,ucar [49] ....... 650 y tortuga . .... 2,050 200

· 46-Pimenta acris. 47-Machura tinctoria-De un co1or amarillo anaranjado,

jaspeado. De mucha est~maci6n para tinte por lo que se la exportaba para el extranjero. Sirve, ademas, para estantes de casas de campo y para pifias y ray06 de rue­das de carruajes y carretas por su fuerza y resistencia.

48-Guayacum o.ficinalis-Suministra una ;madera muy du­ra, trabada, de grano fino, suscepti,ble de hermosa pu­limento. Se usaba para dientes de trapiche, ruedas de pa1anques, mortarios, ejes de carros de bueyes.

49--Bucida. buceras (alba o nigra)-Arbol alto y corpulen­to, con madera de color rumarillento, muy fuerte y flexible; usada para estantes de casas, mazas de tra­piches, mazas <le rnartinetes; se e,mplea para cabos y pifias de ruedas a falta de capa blanco; en marina se usa para curvas de embarcaciones.

. .. • 50-Citrus sinensis. · ' 51-Citrus Limonia..

69

Demuestr.an los cuadro~ que preceden que en se habian operado algunos -cambios en la agricultura del pais. La cafiafistola y el jengibre habian parecido como productos de exportaci6n, el comercio con otros productos no mencionados hasta aqui, como las naranjas y limones, el arroz y Ia malagueta. La exportaci6n de .azucar se reducido a un valor insignificante en ·contraste la del tabaco que acusaba considerable aumento. Puede decirse en verdad que para este tieirnpo la exportaci6n consistfa principalmente -de (1) produc­tos anim.ales (2) maderas y (3) tabaco; y todo en valores tan infimos, que el valor medio total expor­tado anual:mente, a juzgar por el informe ,que co­mentamos, no llegaba a 24,000 pesos.

La pobreza extrema q-ue acusa esa cifra tiene una consideraci6n atenuante en el contrabando que se seguia haciendo a despecho de las autoridades­movimiento este que no aparecfa naturalmente en las cifras oficiales.

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CAPITULO XII

ONCE ANOS DESPUES

"History is the beginning and core of all sound philosophy and all great literature .. " H. G. Wells, "The Outline of History" (1922).

Se tomaron ,beneficas medidas por el ilustrado go­bierno de Carlos III en el fomento de sus colonias, principales entre las ,cuales se contaron la extensi6n en 1765 a nueve puertos de Espana de la concesi6n de comerciar en las Indias Occidenta1es-concesi6n que habia sido extendida imicamente a Catalufia en 1760-y el establecimiento en 1764 de un servicio de ,b-u-ques correo entre la Corufia y la H abana con escala en Puerto Rico y desde esa ciudad a la Guay­ra y Carta1gena.

Estas faci-lidad,es -de trafico y la mayor amplitud de acci6n comercial fueron un gran desahogo de que por mucho tiempo habian carecido las iniciativas de nuestros paisanos. Subi6 en corto tiempo la po­blaci6n a 70,200 habitantes, y reaccionaron la pro­ducci6n, el -comercio y las rentas, fe de lo cual da el Padre Abbad once afios despues en el cuadro esta­distico de -su Historia ( 15) , "Estado General de la Isla de Puerto Rico, que comprende el numero de

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haciendas, siembra,s eatables, cabezas de ganado, cantidades que produce cada especie en aiios regula­res, leguas que dista una poblaci6n de otras, etc., arreglado hasta fines del aiio 1776."

De ese cuadro solamente trasladamos aqui J.os si-

guientes totales:

Estancias . . . . . . . . . 5,581 Hates . . . . . . . . . . . . . 234 Siembras estables

cafia, cuerdas .. . platano, id . .... . . cafe, pales . .. . . . algod6n, id. . .. . .

3,156 8,315

196,184 1-03,591

Ganado, cabezas Vacuno .... ... . . Mular .. ... .. ... . Caballar ....... . . Menor ......... .

77,384 1,524

23,195 49,050

Productos en Anos Regula.res

Botijas de melado .. Arroz, arrobas . . .. . Azucar, arrobas ... . .Maiz, arrobas ..... . Cafe, arrobas ..... . Algod6n, arrobas .. . T.abaco, arrobas .. . Ganado vacuno,

cabezas . . ... .. . . . Ganado mular, id. . .

caballar id .. menor, id ...

72

78,884 80,386 10,949 02.021 45,049 4,475

28,070

13,614 952

4,334

31,758

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Aeusan la..s cifras de A·bbad algunos cambios fa­,orables en comparaci6n con las de la:s estadisticas

de O'Reylly. Con el progreso en el cultivo habian dismin'lliido

los hatos por 35 y aumentado las estancias por 1,002. La ganaderia habia crecido por 32,751 cabc­zas en el ganado va-cuno; por 4,618 en el caballar ; y por 153 en el roular; pero se habia reducido por

7,273 en el menor. En cuanto a las siembras, vemos que la caiiafis-

tola y el jerugibre, al igual que en los tiempos de O'R-eylly, continuaban en decadencia ,completa. El cafe habia tomado extraordinario incremento du-1·ante el -corto tiempo que se J.e beneficiaba. El ta­baco roantenia su importancia. El algod6n tomaba a:uge por priroera vez -desde la epoca del descubri­miento y eoloniza.ci6n. El ar1·oz y el maiz subve­nian con mayor a,m.plitud a la alimentaci6n de la poblaci6n. La mayor parte de la ,caiia se utilizaba en la fabricaci6n de -melado.

No era.n, sin embargo, estas rouestras de progreso sino relativas. El nivel general de la agricultura seguia muy bajo, hasta el extrema de que los labra­dores puertorriquefios no utilizaban todavia el ara­do [52] . Vivo relato de esa condici6n de atraso nos leg6 el Padre Abbad (15) en su obra, eoroo sigue:

5z_...Indudablettnente que el arado, si no ·tie utilizaba, era, por lo menos, conocido en la isla. Los conquistadores mostraron detmasiada previsi6n en sus importaciones de todas clases con el fin de fomentar la agricultura para haber olvidado el arado que le legaron los roma-

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"La agricultura, que es la primera de las artes y la verdadera riqueza de un eatado, esta muy a los principios en esta isla. Por la mayor parte se reduce al cultivo de ,las legumbres y frutos de primera necesidad, m.n ofrecer al comercio objeto dilgno de aten-ci6n.''

"Apenas eonocen instrumento ni medio util para ejercerla. Con una hacha o, mas regularmente, -con i'uego abaten los arboles.

nos y que mejorado se usaba desde tiempo inmemo• rial en las provincias espaiiolas. Estos tipos, el arado comun romano y el arado timonero espafiol, subsistie• rc>n h.asta las tiempos mode rnos en la mayor parte de las comarcas que formaron el imperio espafiol. En la region de Quebradrllas e I sabela se ve en uso to­davia, especialmente en siembras de tabaco y frc.tos menores, este arado de madera priimitivo . Bien es verdad q ue, para este tiempo, el ~jar arado que se conocia en Europa era una modificaci6n de! tipo ho­landes, resultante de la primera innovaci6n hecha por los europeos en et arado romano de los tiempos de Virgilio. E ste arado ten(a todas las partes esenciales de! arado moderno .porque ya 'tenia la vertedera con• cava, la lanza y ios dos mangos. Vino a ser intr'o• ducido en Inglaterra en 1730. Tambien hay que ad­vertir que la agricultura nQJllada que se practicaba en Puerto Rico con sus siembras en terreno desmontado y virgen hacian poco menos que imposible e innece• sario en nuestro caso el arado de la tierra. La prac. tica ~qui de nuestros antepasatlos ha sido la practica hist6rica de todo pueblo agricultor en tierra virgen. Todavia se hace lo mismo en Cuba y Santo Domingo en las siembras de cafia de azucar en terreno 'Cl.es• montado.

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Un .sable que Haman machete [53] aoCaba de desmontar la -maleza y limpiar la tierra; con la punta del ,sable o de un palo abren peque• iios hoyos o surcos en donde ponen la planta del tabaco, cafe, arroz, eazava, pla.tanos, maiz, fri.joles, batatas u otras legumbres, que -son los objetos de sus cosechas, a las que de• dican •sO'lamente algunos pedazo·s de las tierras Hanas. Tan cortas Iabores les proveen ,los medios precisos a su subsistencia, suplien• do la pesca y raices .su falta cuando un hu• racan u otra desgracia la ocasiona."

"La indolencia, mas bien .que la escasez de medias [54] , reduce -su agricultura a las

53-El machete ostenta diversas formas en distintos pai~es, segun el t rabajo a que se ded1ca. En Puerto Rico, por ejenn,plo, el espadin se distingue del sable que se usa para cortar la cafta. . . ,

54-Don Jose Julian Acosta refuta esta af1rm~~10n en sus anotaciones a la "Historia" de Fray Irugo Abbad atribuyendo la falta de desarrollo ~ m~uy otras causas. El cargo de indo1encia becho· a los _1sleno_s, por el . Padre Abbad no se compagina con su afirrnacion segw~a. de que vencerian todos ,Jos obstaculos que se op~n~an al progrcso d e la industria _azucarera s1 Ee perm1tJese la extracx:i6n de las aguard1ente~. Antes que • Don J ose J . Acosta, Don Julio L. de V1zcarron?o .~n su traduc­ci6n de "Viaje a la Isla de Puerto Rico (17), anota:

"El traductor se creeria c6mplice de la injusticia con que se califica el caracter puertorriquei\o des­de ,muy remotos afios, si al traducir esta fraseJ . no protestara contra su impropiedad. El Padre Im.go, y antes y despues q-ue el otros muchos, h~n ca1do en lo que ha venido a ser hoy una vulgandad: El

15

tierras llanas. Algunos colonos l_)Or falta de inteligencia desmontan los bosques en las fa}. das de la,s montafi.as para establecer en e1las sus sementeras, abandonand:o las vegas a la cria de ganados, disgustados de ver no pro­

ducen tan to como aolian ... "

"El conocimiento de las tierras y del dima, adquiriclo con la experiencia de muchos aiios; fa mayor facilidad de conseguir los inatru­menos necesarios para el cultivo; el crecido numero de caballos, mulas y bueyes para de­dicarlos al arado y demas trabajos de la agricultura; las sabias providencias del go­·bierno para el fomento y extracci6n de sus

puertorriquefio es tan activo y ,Jaborioso como el que mas, .cuando se le coloca y rodea de los ele­mentos indispensables a libertar su movilidad. Aje­na de este sitio seria la completa demostraci6n de esta verdad; baste ·s6lo apuntar que la mayorfa de nuestros oampos estan cultivados por brazos ,libres que atienden con abundancia a su p.ropio sustento, y que los Il/Ueve mil escla.vos que escasoonente es­tan dedicados a las faenas agricolas en las hacien• das de -cafia no pueden ser los que produzcan los seis millones de pesos que aproximadamente ex­porta el pais en azucar, ron y mieles. -La califica­ci6n de perezosos con que se ha querido tildar siempre el caracter de los puertorriquefios es tan vulgar como injusta, y en otrn terreno, y con las estadisticas agricolas de otros paises para compa­rarlas con la nuestra, se demostrara hasta la sa­ciedad con la irresistible 16gica de los numeros que quiza en punto a la laboriosidad estemos muy por encima de muchos pueblos que se titulan activos."

76

producciones, no han sido bastantes para sa­car a estos islefios de la indolencia con que miran la m as interesante de las artes y la primera de las obligaciones del hombre im­puesta por el mismo Dios, que es el cultivo de la tierra. Este lo abandona a los escla­vos que son pocos, mal alimentados y no mas instruidos ,que sus amos en los medios de di, rigir laa Iabores ... "

"El cultivo de la eafia de azucar es muy co, mun en toda la isla: hay pocos hacendados que no tengan alguna porci6n de este plantio, pero son muy contados los qU:e forman su principal cosecha de ella. El mayor n(1mero de esclavos que necesita y los grandes costos que tiene la formaci6n de un ingenio con los utensilios necesarios impooibilitan a muchos aumentar este plantio, -que podia ser rnny in­teresante a la isla; y sin duda vencerian todos los obstaculos que detienen sus progresos, si se permitiese la extracci6n de los a,guardien­tes."

"El algod6n OC'llpa 103,591 cuerdas [55] (le

tinra. . . Esta plan ta es tan propia de este

55---Esto de be de ser error. En su cuadro estadistico dice: 1.196.184 palos de cafe; 103,591 idem, de algod6n. No cicc cuerdas. l C6mo de 103,591 cuerdas se van a e:c­portar s6lo 4,475 arrobas de algod6n?

elima que naee y se eria sin cuidado alguno. Rara es la hacienda en que no se ven algunos arboles de esta especie, pero son poquisiroos aos que se dedican a su •cultivo: estan faltos de instrumentos para limpiarlos, les ocupa mucho tiempo esta labor y sale tan caro, que el comerciante espaiiol no lo quiere, los ex· tranjeros llevan lo que les sobt·a despues de hacer sus hamac.as en que lo emplean. El afiil (56], el te [ 57], y el achiote no merecen atenci6n alguna a estos islefios, nacen por to­das partes y s6lo cogen aquella pord6n q.ue necesitan para sus uso,s dormesticos, dejando lo demas abandonado sobre la tierra."

"El tabaco ,se cultiva general•mente en to­dos los territorios : produ-ce muy ·bieu y en algunos es de excelente calidad ... "

"Dedican su euidado con mas esmero al cafe, que fructifica pasroosamente, pide poco -cuidado y tiene salida segura para los ex­trangei-os, que lo aolicitan con ansia. por su

buena calidad ... "

''Lo venden con la cascara por no tener en esta iala molinos para limpiarlo. . . y esta es su principal cosecha ... "

56-lndigofera argentea: afiil bastardo. 57-Thea chin.ensis, el chino; el de ,las Antillas, Capraria

biflora. 78

"Esto.s •son los objetos qne merecen algun cuidado a los labradores de esta isla, despues del cultivo de las legumbres y viveres de que se alimentan. Los platanos les sirven de

pan ... "

"La yuca de que hacen el pan de cazave, e.s un arbolito -cuya labor ocupa a los esclavos mas .q-ue las de las otras plantas. Despues de de9Dlontar la tierra y limpiarla de toda su maleza , la .sure.an eon un palo puntiagudo y colocan en los surcos pedazos de tronco <lel arbol de yuca y lo cubren con la tierra; estos echan renuevos, de que se forma el arbol, y es preciso cuidar de limpiar la yerba que se cria en su circunferencia, hasta que llegue el tiempo de arrancarlos, que suele tardar a:iio y medio. Del serrin de las raices que cuajan al calor del fuego, hacen tortas de pan, qoe parecen una tabla delgada ·y -i!in cepillar. E s­ta especie de pan es muy usual en toda la isla, y lo estim:an eon preferencia al de mafa. Hacen tambien almid6n de yuca para los planchados de ropa, que da muy bello lustre; para el cultivo de esta planta emplean las tierras .secas y arenosas: por esta raz6n son pocos los pueblos de la isla en donde puedan hacer grandes planteles de este arbolillo."

"Mas abundante es la cosecha de maiz, fri-

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joles (58], y-ai'roz [59). Estas semillas re• quieren mas humedad, ineno·s trabajo y so• corren mas pronto el hambre. Para la siembra de estos granos limpian el terreno que ,quie• ren emplear, cortando con el machete a raiz de la tierra [60] todas las yerbas que hay en ella. Luego hacen surcos con un palo pun-

. tia,gudo, echan el igrano y procuran enterrar­lo con tan po.co primor y cuidado como ~l resto de las labores. Esto no obstante, la fertilidad de la tierra suple los defectOfl y poca inteligencia del labrador. Estas semen­teras dan a 100 y a 200 por uno, y solo tardan en madurar sus frutos dos meses. El maiz solo da una cosecha, pero· muy abundante ... "

"El arroz da tres y aun cuatro: se limpian las ma.las yerbas que se crian con el y lo so­focan; cortada la primera espiga vuelve a echar otra tan buena coma la primera. An­tes cle un mes y meclio cortan esta y arroja la tercera sin diferencia en la buena calidad y si el labrador es aplicado, que se toma el trabajo de limpiar Ia maleza para que no lo sofoque, produce cuarta espiga ... "

"No les mer-ecen mas cuidado los frijoles, sin embargo qne pagan tan hien los sndores

58-Fri;ole~ y habichuelas (Phaceolus) . 59- 0ryza sativa. 60-0p~raci6n conocida hoy bajo el nombre de "chapodo."

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del labrador como el arroz. Mientras la ma­leza que arroja con exceso la tierra no los en• vuelve y arrolla, su planta se ve siempre CU·

bierta de flores y de bainas llenas de granos, que son de buen gusto, de un color encarna­do oscuro, poco agrad.able a la vista, aunque los naturales no se detienen en esto para sa­tisfacerse de ellos. Cuando estas semillas es­tan ya granadas, se ponen los duefios en ata­laya para ahuyentar las bandadas cle cotorras, periquitos, cuervos y otras aves que van a comerla,s; dan voces, tocan eencerros y ha­cen sonar algnnas cafias para espantarlos ... "

"Aun este trabajo, o mas Men diversi6n de muchachos, lo ejecutan con toda comodidad y descanso, clentro de sus casas o a la sombra de los arboles, tirados en sus hamaeas, fu. maudo tabaco: otservan venir las bandadas de aves y sin sa:lir de la hamaca, tiran de una cuer-da para hacer sonar los cencerros que estan coLgaclos de al-gun arbol inmediatfJ a la tala o sementera. Esta es la ocupaci6n de toda. una farnilia, hasta que la eosecha llega a saz6u de cogerse, entonces cortan las espigas o mazorcas, las lian en manojos y las conservan eolga~as de los tecbos de sus ca­sas, lirnpiando cada dia aquella pord(m quc nec-esitan para sn gasto. Si en esta ocasi6n viern~ aig(m acreedor a cobrar lo que se le <folw, el duefio se deshace de toda la cosecha

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y vuelve a sembrar otra, y mientras Bega el tiempo de disfrutarla, los platanos, la lecbe de vaea, el cafe, la miel, los jueyes y pescado le sustentan sin trabajo."

"No -deja de admirar ver tan pasmosa mul­tiplicaci6n de frutos sin abonar ni arar las tierras y casi sin otra labor que echar las se­millas sobre un ca:mpo mal desmontado ... Ademas, que entre la maleza que cubre la tierra -se cria innumerable variedad de insec­tos devorantes q11e •Se suceden sin interrup­ei6n, especialmente los r atones que trasporta­dos en los b.clVlOS _de Europa a America, se_ han multiplicado y apoderado de los campos, cuyos perjuicios se evitarian si arasen -bien la tierra y acompa:iiasen till trabajo regular ejecutado con inteligencia; pero hasta ahora no conocen el arado, ignorau que el a,bono es un gran principio de fecundidad y ni saben preparar las tierras a(m para los frutos CO· mnnes."

"Seria necedad buscar buertas ni jardines en un pais que hasta ahora no ha dado cl prime.t· paso para formar su 8'gricultura., em­pleando instrnmentos y gauados para s u cul­tivo."

La verdad era que mal podia desenvolverse la agri­cultura puertorriquei'i.a con S°U escasa poblaci6n y

un sistema politico en que imperaban el prejuicio, Ja restricci6n y el monopolio.

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CA.PITULO XIII

NUEVAS 0RIENTACIONIDS

. "Such an illustration of wise Jegisla­t1on sugges~ that society is becoming st rongly tehc and constructive in its economic sphere." James Quayle Dealey "Sociology'' ( 1909). '

No se present6 propi-cio el -C1ltimo cuarto del si&'.lo 0

XVIII al sostenimiento de las restricciones que en todos sentidos habiau ejercido los gobie<'nos sobl'e sus colonias.

Las inglesas de Norte America habian hec-ho la t • · declara-ci6n de su independencia. El mundo estaba ~

'I 1 en visperas de la revolnci6n francesa. Agitaban los /:, . animos sentimientos de humanidad y de derecho. f El pais establec-i6 sus protestas de nuevo, porque

,,:- i no habian sido snficientes las reformas iniciaclas ~f .• clurante el rein ado de Carlos Ill. Y, al fin, las vi6,

en parte, satisfechas con una mayor lihertad en el [.. ·comercio yen las siemln·as, una poliiica. mas amplia ~ qae favo1·ec.i6 la inmigraci6n que tanto el paf.s nece-

""'f sita.ba, y la resoluci6n final de la cuesti6n a.graria. r. - Las franquicias de 1760 y 1765 mencionadas en J ~ ,el capitnlo anterior no habian sido snficientes, por­J ,i que, no habiendo en el territorio nada ma.s que un

, ;solo puerto a-bi'erto al camercio, que era el de San

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Juan, quedaban sin salida la mayor parte de los productos del pais, por no poder trasladarse econ6-micamente a esa ciudad por caminos de herradura. Por la misma raz-on no tuvieron el alcance debido las franquicias concedidas por la celebre ordenanza de 1778 para el libre comercio de Indias, ,q.ue abria al trafico coroercial otros puntos de la Peninsula y lo extendia a la mayor parte del continente ameri­

cano. La protesta contra las restricciones comerciales

qued6 establecida -con tanto exito con el contraban­do que, para esta epoca, cuando el valor total del comercio licito llegaba a diez mil pesos anuales, el clandestino con los extranjeros, ,s6lo en la importa­cion de mercaderfas ascendia a cien mil.

Se impuso la habilitaci6n de otros pnertos, me­dida que se tomo en 1804 al autorizarse el comercio por los de :Fajardo, Ponce, Cabo Rojo, l\fayague.z y A.guadilla.

Ya se ha dicho que la cnesti6n agraria habfa man­tenido en continuo sobresalto a los colonos desde anos anteriores. En 1778 dict6 el rey, por petici6n de los vecinos, uua ceclula especial que vino a esta­blccer la fog'itima posesi6n de las tierras en Puerto Rico a camhio de un pequefio impuesto sobre ellas.

Con(:edia al mismo tiempo e,sa cedula permiso par a las siembras de can.as clukes, pimienta mala­gncta, algoMm, a ii il, achiote, cafe y jengibre----por m{ts que Ios -co1onos las had.an ya sin permiso; y lo f{Ue foe atm de mayor trasce.ndencia, el poder para

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-:•·.::;:,::.?}\:/;;:: •·

·.<.:.:.-·:·-

Yintroducir de las islas vecinas obreros cat6licos in-~0' , \teligentes en la elaboraci6n c1el a.zucar. + E,stimulada la vida d-el pais en la forma antedi­

\cha, ascenclia su poblaci6n a 182,984 habitantes /Cuando comenz6 la obra ejemplar de nuestro primer idiputado a Cortes, Don Rwm6n Power, y de nues­}Jro primer Intendente de Hacienda, Don Alejan·dro ?Ramirez. Era el 1811. \ .. Respondi6 a las gestiones de Power la Real Or­/den del mismo afio. Por ella qued6 1a Intendencia ~e Hacienda separada del Gobierno Militar y de la

>papitania General; ordenada la inmediata ejecu­)fi6n de la orden -de 1804 habilitando para el comer-. ~io cinco puertos adicionales de la Isla; suprimido .<el impuesto ,sobre la destilaci6n d e ron; -suspendido r abasto obligatorio d-e carnes [61]; decretada la

\61-De 1as instrucciones a P,ower (Co11 y Toste "Bal. '·.'., Hist.," Afio X, Num. 3) extractamos: '

"Par un abuso antiguo se le obliga al fabrador el abastecer de carnes a la Capital, a una tasa y ,.pr~~io ,m-uy infimo; ~s un,o de. Jos mayores per­Jmmos al labrador, sm mas obJeto que 1a suma baratez... EI consume anual esta calculado en ochenta mjl y mas arrobas de came, las mis:mas que se !es obliga a los labradores, sean o no cria­dores de ganado, a conducir a la Capital. Antigua­mei;ite -~e Jes exigla un manifiesto de todo lo que terna, sm exceptuar el buey destinado al arado ... la casa, ingenio, o trapiche ... to-dos se empadro• naban para ser conducidos a un tiempo al sacri­ficio, sin eximir la vaca de la leche, con la que el pobre labrador nutre y alimenta sus tiernos h.ijos. Sabre el mis:mo padron se Jes sefialaba con los que habia de contri·buir anualmente... El labra•

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libre exporla,ci6n de ganado; abolido el monopolio sobre las ventas de harina de trigo; y prescrita la fundaci6n de la "Real Sociedad Econ6mica de Ami­gos del PailS,'1 a fin de fo1D1entar el desarroHo de la

d,or que no era ganadero, y que s61o tenia bueyes para sus labores, como que no se reproduce, se hallaba en la cruel alternativa de redimirlos del sacrifioio o abandonarlos; de estos dos males abra­zaba el ~enos. Una certificaci6n de! Regidor Di­putado que se conseguia por doce, diez y seis o veinte pesos de cada diez arrobas era todo el secre­to para la redenci6n... A tan alto grado llegaba la barbarie y despotismo que se le hacia garante de la vida del animal. Si por alguna casualidad o .accidente pereda en el trabajo, o moria natural­.mente, se le obligaba al mismo a.mo a reponerlo; todas las razones y clamores de! infeliz que no se desviaba de esta no eran atendidas; llegaba el dia que el Regidor Diputa.do requeria al Juez deal Pue­blo para la conducci6n de reses, y este a todos los vecinos para que lo verificasen. El no feliz la.bra­dor ... que se habia atrevido remedia.rse con alguna de aquella.s, se le apremiaba, vejaba, y oprimia en una carcel como al mayor delincuente y su libertad d.ependia en r.eponer,J.a. .. , to dos los demas debian conducirlas de su cuenta sin que les sirviese de obs­taculo la distancia de 20 ni 30 legua.s, ca.minos in­transitables ni crecientes de rios. La res que el Iabra.dor podia vender sin salir de su casa. le resul, taba un tercio vendida en la Capital."

Como las reses no parecieren al cabo de algunos afios, ya por escasez o por ocultaci6n, se traz6 otro plan por el cual por ca-da caballeria de 200 cuerdas habia que suplir a la Capital ca.torce arrobas de carne al afio.

Sus coinitentes pedian a Power que consiguiese el .abasto se hiciese por subasta publica, dandosele el servicio al que rmas ba.rato las diese. La subasta publica no era, pues, la prac'tica en el abasto abu­sivo que hemos visto explicado, com.o se ha afir• Lmado.

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trafico y a,gricultura, y la propagacion de conocimientos ti.tiles.

No menos acierto tuvo Power al apoyar y obtener no:mbramiento de Don Alejandro Ramirez •para

pusiera en practica esas medidas constructivas. De ellas necesitaba ·urg·entemente el pais, cuyos re­cursos no bastaban a ;cu•brir sus presupuestos; y a ellas dedic6 el su habilidad y sus entusiasmos to­dos, acordando a cada paso arbitrios con que hacer

a las obligaciones de la administraci6n em-' ,i,,,u,.,,u.a a ,cada momento por nuevas· situaciones.

La del Tesoro fue la mas grave, en deficit como lleg6 a estar a falta de cuatro millones de atraso del situado, debido a los movimientos separatistas en Mejico.

Obligado de momento Ramirez a afrontar el pago de haberes pendientes y · ga:stos militares -extraordi­narios, ape16 al recurso de la moneda fiduciaria, haciendo una emisi6n de papel que desde s·u apari­ci6n circul6 con un des-cuento •de 25%, elevandose rapidamente la rmerma a 5/6 <le su valor nominal, hasta que los comerciantes se negaban a aceptarlo.

No tuvo mas remedio, entonces, que aprovecharse de la -coyuntura favorable que le ofrecia la entrada al pais, con los venezolanos expatriados, {le sns ,cau­dales en moneda macuqitina [62]. Suspendi6 la

62-La moneda macuquina. habia sido acuiiada en Costa Firme, antes de la perdida de aquellos territorios. La morfol,ogia de esta. moneda era tan espafiola como la de la peninsular. Solamente estaba un p,oco gastad.a habiendo perdido el cordoncillo, lo cual di6 origen al nombre de macuquina..

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fabricaci6n -de papel moneda y autoriz6 la importa. ci6n y circulacion de la moneda sin cordondllo. Llev6 a eabo, antes de partir de Puerto Rico, la rumortizaci6n -del papel por medio de los productolil de la Real Loteria, de los ingresos de las aduanas organizadas por el, y de otros arbitrios, ·como la con­tribuci6n sobre las fincas urbana-s <le la Capital.

Fue en tiempo de este funcionario ilustre que so­n6 por vez primera en Puerto Rico el establecimien• to de un banco comercial. Quedaron echadas las bases de la "Real Sociedad Eeon6mica de Amigo2 del Pais", previa aprobaci6n, por el Rey, de los es­tatutos formados por el. Esta instituci6n coadyuv6 extraordinarirumente al fomento de la agricultura y de la industria -desde ,su fundaci6n en 1814 hasta el afio 1898.

Para dar mayor impulso a la riqueza publica y diseminar los principios de la Sociedad, estableci6 el tambien, en 1814, eon la ayu<la de Don Jose An­dino, un periodico titula-do "Diario Econ6mico de Puerto Rico", euyos avisos y articulos de proprug.an­da .agricola [63) en la Isla son los mas antiguos que

63-Par las avisos de ese misma "Diario" a los agricultares sa-bemos que se estaba. procurando ensayar las siem• bras de dos especies de triga; de semillas de chicharos y habichuelas traidas de! Norte de America; de au­mentar las siembras y variedades de ·ta,ba.co, cuyo apravechamiento se hacia entonces en pequefia escala; y ·de excitar al cultivo de la "yuca blanca" o "Maran­ta" (yuquilla: Canna edulis ; Ma.ran ta. a.rundmacea). En carta al redactor de! "Diario" decia un agricwtor:

"Yo en mi propia hacienda cogi papas tan gran-

88

hemo.s visto. Una de las recomendaciones que cons­tantemente endosaba ese diario era la de que los prodtiwtores puertorriquenos de'bia-n prestar mas atenoi6n al oomercio interior de su., cosecha,s en lo., . a,rtioulos de prim era necesidad; y en seg1indo lugar, al comerc·fo emterior, JYU,es wn pueblo-deoiar-que se sostiene y alimenta con extranos bastimentos seni 8-iemp,·e rico en apariencia, (18).

Dice Aeosta (15) :

"La administraci6n de Don Alejandro Ra­mirez, digno discipulo del ilustre Jovellanos, •cooper6 eficazmente a los progresos del cul­tivo; ora porque removi6 muehos de los obs­taculos que entorpecian su marcha, abriendo nuevos puertos al comerdo y libertan<lo al agricnltor -de fas vejaciones de los arrendata• rios del impuesto sobre el producto de la tierra; ora porque fa voreci6 a sus agen tes de­darando libres de derecho la introducci6n de :maquinas y utiles rurales, propagando el co• noci'ID.iento de cartillas rusticas y promovien­do el asiento de f.a.milias 1abradoras de Ca­narias."

Hacia dos afios que Ramirez, nombrado Intenden• te <le la Isla de Cuba, abandonara su labor entre

des y sabrosas como las de Irlanda, carte espigas sumamente cargadas y bien hechas del mejor trigo, cebada y abena, y un convecino mio residente en el in'mediato pueblo vi6 crecer y -semillar con perfec­ci6n el lino y el ca.iiamo."

89

nosotros, cuahdo se consigui6 en la Isla la <¼lebre Real Cedula de Gracias de 1815, documento en que culminaron las concesiones iniciadas en el gobierno de Carlos III para compensar la vida miserable que habia propordonado al pais par espacio de trei siglos tanto prejuicio y tanta Testriccion.

"Esta:bleci6 la libertad de comercio con los espaiioles; la exenci6n de derechos para la iimportaci6n <le esclavos, maquinas y artefac­tos a1g:ricolas ; y la H-bre admisi6n de colonos extranjeros -cat6licos (64] con sus esclavos, concediendoseles terrenos para cultivar y per­lJlliso para regresar a su pais con las caudales adquiridos al ter.minar el primer quinquenio [65] _,,

La influencia que esa cedula tuvo en el numero y cali.dad <le la poblaci6n puer torriqueiia se vera mAs adelante cuan-do comparemos las cifras de afios ve·

64-El "Diario Econ6mico .de Puerto Rico," lomo 2, pags. 305-306 (18) da cuenta de los contratos celebrados por varios hacendados de Trujillo con labradores casados procedent es de las Islas Canarias. La contribuci6n de los p ropietarios consistia en :

"bueyes: arado : · bacha: azada: tierras: habi ta­d6n: media fanega de arroz: una de maiz: y ;u.n almud de cafe en pergamino: otro mensualmente. Una botijttela de melado cada semana: cuyo ali­roento se suministra hasta · que el Islefio haga el primer cosecho de su valor."

65-Coll y Toste, "Bal. Hist.," Ano I, num. 6, (1914) .

90

nideros -con la <le la poblaci6n de 220,892 habitantes al finalizar el 1815 y las de los valores y cantidades de los productos agrarios co1.nputados por el Gobier­no para graduar la tributaci6n para 1814, que se dan a continuacion :

Produotos Quin-tales Peso, azu-car. 19,554 117,324 -cafe. 44,461 267,966 algod6n. 1,896 11,376 tabaco . 11,234 44,936 ,rom, bocoyes 6,320 94,800 ar roz, fanegas 65,621 164,052 maiz, fanegas 103,267 206,534 melado, botijas 104,271 104,271 casabe, q-s .. 22,050 22,050 becerros 19,947 199,470 potros . 5,685 4.5,480 mulas . 1,227 30,675 menestras [ 66],

fanegas . 2,429 7,287 platanos, fiam.es, •bata-

tas y otros viveres 170,000

Total . 1,486,221

En el apendice a la memoria de Don Pedro Tomas de C6r-doba (24) oo mencionan entre las exporta­ciones de 1815 a 1827 alguno,s frutos no enumera-

66--Legumbres secas.

·91

dos en el c6mputo del gobierno para 1814; y que creemos interesantes; a saber,

a,guacates .. habkhuelas, fanegas a}mid6n, lbs. -cebollas, lbs. . . . can.as de azucar cocos. limones, barriles li.mones en zumo, bocoyes ma-deras, _piezas maderas de tinte, lbs .. mangos cascara de mangle, barriles. piiias. ., . n-aranjas dulces platanos . ,sombreros de ·paja .

987,000 1,799.5 24,560

4,650 302,600 188,048

249 10

112,748 8,896,441

3,600 2,318 1,088

1,223,270 10,855,280

1,930

Si comparaooos, por otra parte, estos nti.meros con Ios vi-stos anterio-rmente para 1776, notaremos que la poblaci6n se hwbfa triplicado y la producci6n au­mentado varias veces.

92

CAPITULO XIV

PumRTO Rrno EN MARCHA

"El pueblo es la base de ~ economia nacional. . . Prospera. un pueblo fuerte, sano, act1vo, emprendedor, mientraii que la economia de otro que esta en decrepitud moral y fisica se estaciona o retrocede." F. von Kleinwachter, "Eoonomfa Politica" (1925).

Fav-0recida la corriente inmigratoria y el trat-o comercial desde principio,s del siglo diez y nueve _por -las gestiones de Ramirez, la Cedula de Gracias, las provisiones que autorizaron finalmente el trato con €xtranjeros, y la admisi6n de los c6nsules de las naciones amiga,s (1816-1829); e impulsad'a esa corriente aun en mayor escala por los vaivenes po­liticos en Santo Domingo y Cost a Firme, aument6 la poblaci6n a paso a·celerado, y asimismo la rique­za islefia al sumarsele -las propiedades y exp,erien­da que trajeron ,consigo los inmigrantes.

Casi parece coincidi6 con esta afluencia de capital, · de hrazo e inteligencia, el arribo a nu-estras playas en manos benefactoras, desgraciadamente descono­ci<las hoy, de dos plantas cuya influencia en el des­arrollo agricola del pais seria dificil exagerar. E llas fueron 1a soberbia varied'ad de caiia de Ota-

93

hiti (67], cuyos caiiavera:les se veian en algunaa propiedades no hace todavia ocho afios, y la yerba

67-Stahl, Grand-Court, y Acosta (67) dic~m:

"En 1793 la Uev6 a la isla de Cuba el ilustre ha­banero Don Francisco de Arango y Parreno; y tristeza da el no poder escribir aqui, para honrarlo cual merece, el nombre de su introductor en Puer­t o ,Rico, por ser completamente desconocido."

Lopez Tuero (127) la describe asi:

"Es de las cai'ias mas corpulentas, mide con fre­cuencia de 2 a 3 metros de tallo aprovechable y algunas veces mas en !os terrenos buenos; su sis­tema foliaceo no es tan exuberante como en otras varietlades; el peciolo envainador de las hojas est a cubierto de una vellocidad punzante que se adhiere a la epidermis al menor contacto."

"Rinde la cai'ia de 0 tahiti de 11.5 a 12 grados Baume de jugo azucarado, y su limpieza y faci l preparacion, ademas de la blandura de! tallo, ha­cen de esta raiia J,i. variedad mas estimable ... Re­siste has ta 18 meses en los terrenos secos y altos en el clima de Puerto Rico, pero en los b ajos o hu­medos, debe cortarse a los 14 meses. Es la cai'ia que desprende m as pronto las hojas secas, conside­randose, en fin, como la reina de las c.ai'ias."

Desde un punto de vista contemporaneo esta caiia ha sido discutida por F. S. Earle en !Slugar Cane Varieties of Porto Rico, (1921 ), The Journa.l of the Department of Agriculture of Port-o Rico, Vol. 5, No. 3, pa.gs. 53.54; y por Arthur H. Rosenfeld in A Mo:n,ogra.ph of Sugar

Cane Varieties (1927) in the same Jour-nal, Vol. XI, · Nos. 1-4.

94

de Guinea [68], hasta. el dia insuperada en los pa­rajes secos o esc11:brosos.

68--En el informe de Melgarejo (6) en 1582 se ibace men­ci6n <le yerba cortada que· bajaba en bote a la. bahia de San Juan por los rios que en ella desembocan. En otro informe de ese tiempo .se ha.ce referencia a los ,pas• tos de Coaimo como las mejores dehesas <le la Isla. Don Pedro Tomas de Cordoba en 1818 se expresa asi:

"Contiene (Puerto Rico) gran numero de vegas con frondosos bosques y pastos para la crianza de ganado cuyas carnes se tienen por las mas exqui­-sitas de todas las de las Antillas y aun de las de la Costa Firme."

En ninguno de estos casos se especifica la especie de graminea beneficiada.

El malojillo o yerba de! Para (Pa.nicum barbinode) se considera, generalmente, oriunda del Brasil. Don Antonio Jose Restrepo en su obra "El Modemo Impe­rialismo", pag. 182, anota.:

"A este prop6sito dice Daniel Mendoza, escritor Yenezolano, en una obra •que diz que public6 el afio de 1846, segun afirman ms editores matritenses posteriores, intitttlada. "El Llanero", lo que copia­mos en seguida, por lo que pueda valer, aunque ni el autor explica, ni el hecho parece bien estableci­<lo: "La yerba de! Para, oriunda del Asia Men-or, e introducida por .!os conquistadores espafioles a mediados del siglo XVI. Esta yerba se ha propa­gado por si sola y hoy es silvestre en "Los Llanos."

De la yerba de Guinea (Panicum maximum) dice Charles V. Piper, en su obra "Forage Plants and their Culture", que segun Frimen fue in troducida en Jamaica en 1774, por John Ellis, del Africa Occidental como ali­-mento para unos pajaros que habia i.mportado. Afir­ma que se conoda en Cuba en 180!. Flinter (23) la encontr6 ya en Puerto Rico en 1834, pero no sen-brad.a generalmente.

95

Bien pronto, en 1846, los 220,892 habitanteis de 1815 ascendian a 443,139; llegaba el nfunero de in­genios de vapor [69] a 257, •a 211 el numero de tra­piches 1:on •bueyes, y a 5 el de m-0lin-0{!1 de agua; los cafetales se desarrollaban magnificos en las alturas; y los tabacales esca-laban el tercer puesto entre ,nues­tras fuentes de riqueza.

A prop6sito vienen los <l'atos de producci6n y las l,alanzas mercantiles, em{){lzadas estas ultimas a pu­blicarse en Puerto Rico desde 1828, ·para formarse idea del incremento que tuvieron los valores ag-ri­culas no bien cesaron muchas de las cortapisas que los mantenian estacionados. En este periodo la ex­portaci6n del azucar, ,cafe y tabaco presenta los a.umentos siguientes:

69-N eel Deer en su libro " Cane Sugar" edici6n de . 1921, pag. 198, acepta la a.plicaci6n del vapor a la mohenda de cafia como ocurr ida en Jamai-ca en 1769, segun la memoria leida per el Marques de Casaux en 1780 a.:1te la Real Sociedad Pasaron muchos a.fios <iespues de e·sto antes de que se generalizara este use del vapor . En 1840 el Capitan de Artilleria, Don Jose de la Pe-7Uela, present6 ante la Real Sociedad Econ6mica de Amigos de! Pais un ,proyecto para fa aplicaci6n del vapor a la molie~1da de caiia de los ingenios. Desde luego, que para que hubicra 257 ingenios de vapor en 1846, tenia que haber pasado mucho tiempo dewe la introducci6n de la, prir.1era maquina de vapor. Luego hemes visto que Flinter informa que habia 6 ineenios de vapor en 1834.

96

~

~

"" Tf -/Ii /F/

1828-32 1833-37 1838-42 1843-47 1848-52 1853-57 1858-62

Promedio Anual en Quintales Azucar Cafe Taha.co

291,892 415,144 793,283 874,046

1,052,437 1,046,446 1/075,680

125,176 97,802

104,687 101,188 106,990 116,381 129,801

33,634 43,646 46,070 55,071 40,210 35,268 50,656

Para ali.mentar es ta exporta.ci6n y .el -consumo del i/ pais habia en 1854 en toda la Isla,

f:

~.-::•:

ga'Ilado vacuno 130,398 ca'bezas " caballar . 50,024 " caiia de azucar 55,941 cuerdas

cafe. 33,965 " ta baco . 5,289 " algod6n 1,493 " frutos menores 89,573 "

Por las memorias de las ferias de este tiempo te­nemos noticias de nuevos esfuerzos para levantar siembr.as <le cacao y dar mayor extensi6n a las de cafe; del estancamiento en las de algod6n cuya fl. bra, aunque de buena calidad, habia de ~om:p-etir con el "Caroli'lla" norteamericano en los mercados; y del naciente interes en las .de arroz. La casta Se­negalesa de ganado fue importada en esta epoca y cuudi6 ra pidamente por las estancias. La zona cul­tivad a, qne hasta entonces se habfa mantenido den-

97

tro de las llanuras del litoral, ,comenz6 a trepar ha­cia los altos del interior.

El . progreso material ha:bia sido relativamente grande, habiendo quedado nivelados desde 1827 los presupuestos del pais, y trayendo este bienestar con­sigo cierto grado de intelectuahdad.

Surgieron entonces en Puerto Rico dos ill!stitu­ciones que marcan la incepci6n de una opinion pi."1-blica favorable al fomenfo agricola: los concursos :1gricolas y las juntas de agri,cultura. La Junta de :D'omeuto fund6 en 1854 la escnela de Comercio, Agricultura y Nautica. En ese mismo afio se ce­lebr6 en la Capital nuestra primera feria agricola, seguida de cuatro mas en los afios 1855, 1860, 1865 y 1871. En 1863 vinieron las Juntas de Agricultu­ra, Industria y Comercio a sustituir a las de Go­mercio y Fomento, snprimidas como habian sido estas por el Real Decreto de 1861. Unido al Semi­nario Conciliar, habia empezado a funcionar el Colegio de los J esuitas en 1851, y la Real Sociedad Econ6mica de Amigos del Pais ereado catedras de matematicas puras, geografia, mecanica aplicada, fisica, quimica, dibujo e idiomas.

Tres obra,s sobre temas agrfoolas aparecieron en cste periodo d<:J Ia pluma de lm puertorriquefio Hus-• tre, Don Jose Julian Acosta: "Cnesti6n de Brazos para el Cultivo Actual de las Tierras de Puerto Ri­co" (26), en 1853; "'fratado de Agricnltura Te6ri­ca con Aplicaci6n a lo.s Cu:ltivos Intertropicales" (37), en 1860; y sus "Anotaciones" a la Historia de Abbad (15), en 1866. Don Ramon B-aldorioty de Oas-

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prestaba su talento al exito de las ferias y exhibi­. ·.,,,~,,,,", y redactaba su pensada memoria ( 44) sobre

exposici6n universal de Paris de 1867, obra en •• ,.n,uc,,;:; por prim era vez que sepamos en nuestra his­

agricola se discute concretamente la alterna­<le cosechas apropiadas al cultivo de la cafia

az1icar en Puerto Rico. El movimiento comer­de este period:o qued6 registrado en las obras

estadistica.s de Cordoba (24), Ormachea (25), (34) y Garcia (35).

las postrimerias de esta etapa :figur6 nueva­el algod6n (uplana y sea-isw1id) entre los

exportados con el estimulo que ofrecia su a -consecuencia de la guerra civil estallada

Norte America.

Y Ledru (17) en 1797:

"Al ver la multitud; de abejas silvestres que s~ multiplican en la Isla con tanta facilidad, no podia menos que lam.entar la negligencia de los habitantes que no se les ocurre utili• zarse de ese precioso insecto cultivand-0lo en colmenas, ,como hace tiempo lo practican los colonos de 1a Isla de Cuba, y de lo que obtie• neu felices resultados. En Puerto Rico se contentan -con coger deutro de las cavidades <l:e los a:rboles, en los bosques, la cera y miel que depositan alli las abejas silvestres: son estas de un color negruzco y brillante; se ft. jan en los troncos de los arboles viejos, y cambian facilmente de domicilio; la cera que producen es de un color oscuro, y los natura­les la solidifican, mezclandola con cera blan­ca, pero la luz que de ella se obtiene es. algo debil, y la miel, que se aplica a los m1smos usos que la de Europa ·se agria al poco tiem­po de extraida."

Emhibioiones. En la cuarta feria y exposici6n publica ( 41) celebrada en la Is~a en 1865, e~hibi6 Don Alejo Fernandez de Aguad1lla cera y m1el co­mo producto de doscientas cincuenta colmenas que beneficiaba.

En ocasi6n de la Feria de Ponce, afio 1882, pre• sent6 Don Domingo del 'Toro, de Cabo Rojo, una memoria escrita acerca de los procedimientos que

156

se empleaban en aquella jurisdicci6n para la crian­za de las abejas y el aprovechamiento de la miel

de la -cera. Tambien · se exhibieron muestras de cera virgen y labrada, blanca y amarilla, y <le miel. Abad (86) lla,ma la atenci6n hacia lo lucrativa que puede ser la apicultura y da consejos para su explo­taci6n en los siguientes terminos:

" ... conviene introducir algunas mejoras con­cernientes a la cria de las abejas, sustitu­yendo los barriles por cajas de fond-0, movi­ble, en las que puede hacerse la castracci6n sin molestar -el enjambre, y atendiendo a que nunca les falte el alimento necesario porque por la boca se hace el a1ii'rnal y en el estado de semidomestici,dad en que deben explotar­se las colmenas, preciso es que el hombre re­emplace con sus •Cuida<:fo,s los recursos ·que les quita, al procurar disminuir sus habitos emigrantes."

"Situense las colmenas en sitios abrigados, defendidos por peiiascos, paredes o copiosos arboles, de la impetuosidad de los vientos y del .a.ano que les causan las aguas torrencia­les; procurese que nunca les falte agua corriente, y si en el sitio del -colmenar no hubiese alguna quebrada o fuente, atiendase a tener siempre una vasija con agua, en lu­gar sombreado, y cuidese de cultivar algunos arbustos y plantas aromaticas en el sitfo don­de se establezca el colmenar. Debera estar

157

tiien cercado, para evitar que los animales domestkos perjudiquen las eolmenas,. reci­biend-0, a la vez, dafios consi.d.erables, porque las abejas, -si -bien llegan a familiarizarse y c-0nocen a la persona que las cuida, atacan con furor a todo el -que las molesta, y eon sus picadas, pueden producir la muerte [5) de una res o de una bestia, si sobre ellas caen los millares de insectos ·que -pueblan un en­

jambre." "No aconsejamos tampoco que nadie em­

prenda esta industria en grande escala, s in tener antes los conocimientos tecnicos pro·­pios de la apicultura, y ad:emas la segurida<l obtenida en previos ensayos practicos."

"En la Isla -se conocen dos clases de abe­jas: una, la eri-0lla, que es niuy n'.lstica, pero poco productiva, y otra, la de Espana [6] , que fue antes aclimatada en Ia: Florida, des­de donde se importaTon aqui algnnos enja.m­bres, alla po_r los aiios de 1764, en q,ue Espa-

--5-Los accidentes graves ocasionados por las abejas son

excepcionales, pero se 'han registrado oficiabnente casos mortales.

6-Probablemente la abeja negra o comun (Apis mellifiea,), Vease el extracto de Busck en el Boletin No. 15 de la "Porto Rico Agr. Exp. Sta.," 1914, pag. 6; y "La Abeja Domestica" por M. Lucien Iches, donde en la .pag. 368 afirma que la primera abeja importada a Puerto Rico y Cuba fue esa, pero que posteriormente se importaron a Norte America de las razas italiana y egipcia.

158

··•

., t ~t ·f · I.'

fia ~edi6 a Ingfaterra aquella regi6n del -con~ente. Esta ultima abeja se reprodujo rap1dament~ e~ nuestros fron-doaos bosques, y alguno~ islenos se dedicaron a explotarla, aunque Siempre mezquinam-ente, y po-r lo tan­to ·con escaso benefido ... n

. En el Concurso Agricola de 1895, celebrad-0 en la cn1dad de Mayaguez, present6 Don Juan Bautista Ayala cera Y pan ales de m.iel de. abejas [7).

ABONOS

Analisis. Los primeros hechos lo fueron de las materias· utilizadas en los ensayos en curso en am­b~s estaciones agron6micas. En sus informes apa­recen lo~ resuJta-dos obtenidos con estiercol, guano 11:le murc1elag,o, fosfato de la Mona y residuos de tcneria.

Refiriendose a f6rmulas para abonos de -caifa ha-ce notar Lopez Tuero (127) : '

"Lo . l s agr1cu tores pueden pedir a las fabri-cas este abono hec'ho, o bien adquirir los elc­mentos Y hacer la .mezcla en las fincas - en el

• I prl.IDCl' ·caso, al recibir el abono debe mandar-se una muestra a la E-staci6n Agron6mica

7-Expe~ent.e rela~vo al <:oncurso agricola de 1895. Se­cretan_a de! Gob,erno General de la I sla de Puerto Rico NeiOC1ado 39, .num. 143, 1895. ,

159

mas pr6xima, para que lo analicen y den un certificad-0 de su composici6n para, en caso de que no ,corresponda a la clase que se pidi6, devolverlo como cualquier mercancia inaidmi­sible; en el segundo caso, hacer la mezcla de estos cuerpos, que han de estar finamente pulverizados y quedar intimamente unidos; hecho el batido y uni6n de estos -cuerpos, -conviene :miezclair ;_Ia masa rooultante, ,con igual o mayor cantidad de tierr-a fina para aplicarlo luego en el campo con mayor faci­lidadl y perfecci6n."

Fabrica. La primera fabrica de abonos en Puer­to Rico fue erigida en Mayagiiez (128), bajo la di­recci6n del Ingeniero Agr6nomo Don Guillermo Quintanilla a la saz6n Director de ,la Estad6n Agron6mica de Mayaguez. En 1895 esa fabrica ex­hibi6 los productos que fabricaba y las materias primas que empleaba [8]. Las primeras formulas fueron designadas ,con las letras A, B, C. No se importaba el ,superfosfato que estas mezclas conte­r..ian como ingrediente, ,sino que se elaboraba en la misroa planta, ,de las fosforita-s del pa1s (128) .

Yacimientos ,d:e fosfatos. Entre las muestras de abonos minerales presentadas en la feria de Ponce de- 1882 se contaron fosforitas de las cuevas de los

8-Expediente relativo al concurso agricola ~e 1~5. ~­cretaria del Gobierno General de Puerto Rico, N egoc1a­do 39, num. 143, 1895.

160

:.--:-.

•i~lotes de Mona y Manito. Los fosfatos se presen­.fan ahi en la forma de guano [9] conso-lidado, y #n cantidad en muchos casos. Para este tiempo una ~hnpresa particular habia obtenido ya la concesi6n

el gobierno para explotar esos dep6sitos. Abad ( 86) el analisis de los expresados guanos verificado

un Sr, Schuze; a saber,

Hnmedad . ma terias organicas sustancias insolubles. acido fosf6rico acido sulfurico carbonato de cal cal . sesqui6xido de hierro sales alcalinas

Total

11.90% 24.23" 6.85"

14.64 " 2.73" 6.09"

28.00" 1. 59 " 3.97"

100.00

"La existencia de la fosforita en el :inte­rior de la Isla par,ece comprobada, pnes, en

9--El Inca, Garcilaso de la Vega, en sus "Comentarios," da pormenores <kl uso que hacian de! estiercol de los pajaros marinos los indlgenas del Peru, para fertilizar sus tierras; y de la protecci6n que daban a esas aves, con el fin de que ni las mat aran en ningun tiempo ni las "asombrasen y echasen" de sus nidos en tiempo de cria. U tilizaban, adernas, en la serranla el estiercol de ganado y el de gente, hecho polvo, para el malz. En Mejico -los aztecas vendian en los tmercados la hienda <le gente, testigo de lo cual fue Bernal Diaz del Cas• tillo,

161

la exposici6n bubo una muestra palmeada, de un-0s dep6sitos ,de Aguas Buenas, yes muy probable que en ot ras cuevas grandes, en las que se encuentran dep6sitos organicos, estos se hallen conver tidos en masas fosfatadas, pues todas ellas, -con corta diferencia, con­tienen los mismos elemenros y obedeceu a la misma formaci6n."

ACHIOTE (Bia;a orella,na)

Matoria colo-ra,nte [10]. En evacuaci6n de una consnlta hecha en 1890 por la Camara Oficial de Comercio, Industria y Navegaci6n al Director Quin­t anilla, entonces en la Estaci6n Agron6mica de Rio Piedras, sobre el valor industrial de las tres mues­tras de achiote negr o, ,colorado y amarillo que si­mnlt{rneamente se le enviaban, dice, entre otras co­sas, qne seg(m los analisis hechos en los l aborato­r ios de la Ii!staci6n la variedad negra a rroj6 un 6% rle materia color-ante (-bixina y crellina); l a coloradn, 8.20%; y la amarilla, 10.40%. L6pez Tue­r-o no recono-cia la ex:istencia de la variedad ne­gra (130).

AGUAS

Anali.sis. Por Real Orden del Ministerio .de Ul­t ramar de ocho de euero del afio 1890 se disponia

IO-La manteca de vaca (mantequilla) se tine comunmen­te de amarillo con este 'tinte, que ademas es una de las m aterias colorantes substant ivas del algod6n y de la lana.

162

....

\ gue las Estaciones Agron6micas hicierau el anali­J,is hidrotimetrico [11] de las aguas de los manan­t iales Y pozos, rios y a1·:royos de la Isla. De ellos

. se esperaba pocler bacer d educcion es desde los pun­tos .de vista geologico y agricola.

Ur En SU cumplimiento, se completaron .cerca de cua­ff: trocientos analisis de ejemplares de aguas •represen-

t ativas d e todas las m unicipalidades de Ia Isla, . nota detallada de las cuales s.e hallaran en los pa r­; t es correspondientes a las precitadas instituciones.

Las agnas termales de Coamo habian sido some­desde mucho antes a estuclio quimico por el

quedaron cou'firmadas sus propiedades curati­( 42, 94).

AJOS Y CEBOLLAS (Allium esps.)

E xhibioiones. E n la primera feria y exposici6n publica de 1854 (29) se relata bajo el epigrafe uAjos" : ·

"Dou Nemesio Diaz, vecino de Trujillo, Al­to, preseut6 cuatro r istras de las cosechadas en su posesi6n, sita en el mismo punto. La presencia de este articulo ha merecido la atenci6n de todos porque comienza a nacer entre nosotros la oostumbre de esta siembra,

11- La bidrotimetria mide la dureza de las aguas. El uso del hidrotim etro o bu reta en I.a dete11minaci6n volume­'trica ha dad o nombre al estudio analitico.

163

y porque, segun las muestras, nuestras ticrras se prestan favorablemente a su cul­t ivo ... y si su buen ejemplo cunde entre los agricultores de esta Antilla, exten.diendose las siembras hasta satisfacer la demanda de nuestro mercado, quedara libre del .censo que ha mucho tiempo paga a los de a.fuera .. . "

El Jurado examinador de los productos presenta­clos en el concurso agricola de 1895, celebrado en la ciud:ad de Mayaguez, inform6 favorablemente la adjudicaci6n del premio de cincuenta pesos al c•on­currente, Sr. Poncio Suria, por las muestras de los ajos y .cebolla•s cosechadas en su finca de Palm.as A.ltas, Manati Abajo [12].

ALFALFA [13] (Medioago sativa)

Ensayos de oultfoo. La Revista de Agricultura, Indt1stria y Comercio (94) ya se ocupa en 1888-1891 de rouestras de alfalfa procedentes de Aguas Bue­nas y Naranjito. Don Salvad-0r Carhouell fue el que facilit6 al Director Quintanilla la semilla de

12---Hoy Barceloneta. l~Palabra espafiola, en su origen •· alfalfez." No empezo

a llarn.ar la a tenci6n e n Estados Unidos hasta su intro­ducci6n en California desde la cost a occidental de Sud Am erica a mediados de! siglo X1X. En 1873 la volvi6 a introducir Mr. Henry Miller en el Valle de San Joa­q uin, tralda dirnct amente de Chile. ("The Forage and Fiber Crops of America" por Thomas F. Hunt, 1910, pags. 174 y 179,)

164.

alfalf~ eon que se inici6 l a primera prueba de esta ~rgunnnosa en la Estaci6n Agron6mica de Maya­

,.g~ez en el a~o 1890. No habiendo germinado la si­• !luente, se h1zo un nuevo pedido a Valencia. ./.A mec1iados de nov:iembre del mismo afio con el .}i,nico fin de e<mocer el modo de Tecorrer

1

las dis­.,pntas fases ,de vegetaci6n de esta planta-y del t ri­.~?, _eeba~a, y treool-en el clima de la Isla, sembr6

/i .9umtarulla semillas de alfalfa en cilindros de ve­•\•·gctaci6n a los que se aplicaron diferentes clases de

abono, o ningun o. Cred6 la alfalfa hasta una al-

••· ~ora media de 63 centimetros. i\ S:guro ya de que •resistia e1 clima tropical, pro­' eed16 a ·nuevas experiencias con el prop6sito de lle­

,. gar a eonocer si debia r ecomendarse, eoon6mica­.mente hablando, el cultivo aqui. Una tentativa pa­

establecer un prado artificial en que la alfalfa sembr6 mezclada con semillas de avena, centeno,

.,maiz, cebada y trebol di6 por resultado la subs:hs­,; tencia de solo la aven a y el maiz, y alguna que otra

mancha de alfalfa. . -Creyendo que los terren os de la Estaci6n no eran

.; r,ropios para el desarr-0110 de esta planta, por lo + impermeables y compactos, se implant6 un ensayo

•.·•. fnera, en la :finca vecina del Sr. Cartagena. Se ijeID-

>· braron parcelas de alfalfa, trebol, trigo, cebada, centeno y avena. En el primer co.rte, en marzo, la alfalfa di6 a raz6n ,de 19,500 kilogramos por hecta­rea [14]. ,Como a l as cinco semana:s, en abril, el

14-El kilogramo .equivale a 2.204 libras comerciales; la hectarea a 2.47115 acres, o sean 10,000 metros cuadrados.

165

segun~o e-orte Tindi6 a raz6n de 2,450 kilogram-OS por hectarea.

Se repitieron estos ensayos de nuevo y en mayor escala en lqs -campOB de la Estaci6n, obteniendo co­secbas a raz6n de 1,050 y 2,240 kiloigramos por hec­tarea en los dos pri.meros cortes; pero reduciendose a 970 en el tercero, ,cuando ya era evidente que la planta perdia su lozania. Quintanilla, tras algunas observadones atribuy6 la causa a la impevmeabili­dacl del subsuelo.

ALGODON ( Gossypiumi esps.)

Abonos. En la memoria del Director L6pez Tue­ro, correspondiente al 4° trimestre de 1890-91, se da cuenta de una prueba de b-onificaci6n del algod6n con guano, estiercol, y guano y estier-col. No se han hallado los informes sobre los resultados obte­niclos. Parece que se hizo otr a siembra en tres parcelas en que ,se aplicaron por hecta.rea a raz6n de 20,000 kilo.gramos de estiercol a Ia pri.mera ; una mezcla ,de guano y estiercol en proporci6n de 20,100 kilogramos del segundo y 500 -del primero a la se­gunda parcela; y nada a la tercera. N-o se dan los resultados obtenidos [15].

Germmaci6n. Para determinar la infl.uencia de !a sumersion en varias ·soluciones en la germinaci6n

15~Estos ensayos en que se opera con fertiliz_antes de composici6n variable y desconocida, poT lo que no son calculables las materias nutritivas que contienen, no son eo realidad ensayos ·comparables.

166

fa semilfa, practic6 L6pez Tuero algunos expe­·entos. Los di.solventes emplea<los fueron el agua un, el agua de cenizas, el agua de sal comun, el

ua de potasa y la 1de mar. Sus resultaidos indi­.. ban que la sumersi6n de la s.emilla por 24 horas _ eleraba la germinaci6n, re,sultando el agua com-Cm

ti mas apropiada al caso de todas la-s probadas. ( Proporci6n de fibra y smniila. La determin6 L6-}z Thero en aJgod6n cultivadio li.sto para embar­

e, montan-do a 41 % de fl.bra y 59% <le :semilla 6]. Tambien hizo determinaciones sobre la com­

pilski6n quimica de la fl.bra y .d:e l as semilla.s. i\Profw-n,rlidad de la .9·iembra,, De s.us pruebas de­·\1jo L6pez 'l'uero que la siembra al voleo -es incon­·eni~mte y que se realiza mejor germinaci6n a una \rofundi.dad de 4 a 8 centimetr-os o 5 centimetros h promedio. S varie<looes [17] (Especies?) . Abad (86) dice que i algod6n cn'ltivado en Puerto Rico en su tiempo fa el llamado de "Siam". L6pez Tuero (130) des­\:ibe cinco clases de algod6n vivaz conocidas por if-como cultivaclas en PuertQ Rico ; a saber: algo­-~6n ,comun, seda, morado, ,d·e ril'i6n y ~ncarnado.

'16-En el Sur de los Estados Unidos la proporci6n se dice > -ser el 66% de semma y el 33% de fibra empacada.

\17-,-Dr. Britton en su "Survey" ya ~itado descr,ibe cin:o ? · especies vistas en la I sla, y roenc1ona dos mas no vis­.. tas: Hirsutum; peruvia.num, purpurasee.ns, barbadense,

bra.siliense · y janip,haefolium y mierocarpum. El algod6n "sea i,sland" fue el hall_ad? por Colon en

las Antillas en la epoca del descubr~miento, el ba.rba-c dense, segun varios autores.

167

Cordoves Berrios (139) ;menciona las siguientes variedades: la blanca, carmelita, pepitosa, seda, sil­vestre y la "sea island". ,Por la exhi:bici6n de muestras de esta ultima especie se otorg6 un pre­mio en la feria agricola de 1865.

ALIMENTOS

Analisis de vi-nagres. En su parte correspon­diente a 1890 informa L6pez Tuero de diez y ocho analisis do vinagres verificados en la Efltaci6n de su direcci6n, en muestras tomadas a los .i::omercia.otes . · · · de San Juan para pr-0tecci6n del publico. '"

ANALISIS PUBµICOS

T(l!rif-0,s. De acuerdo con lo prescrito en el Real Decreto de Creaci6n de las Estaciones Agron6mi­cas, se sometieron, a 4: de agosto de 1890, a la apro­baci6n del Gobel'Dador General de la Isla las tari­fas por las que se habian de regir los pagos por los anali'Sis de tierras, aguas, abonos y otros productos agricolas remitidos a los laboratorios por el publi­co.

ARBOLES

Clasificaci6n y descripc-i6n. Vease la Memoria de C6rdova ( 24). El au tor de 1as descripciones ahi enumeradas se cree fue el disnnguido patricio ve- · nezolano Dr. D. Jose Maria Vargas, quien convivi6 una temporada entre los puertorrlquefios.

168

,,., ., '{\.::

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.

EJa,h,ibioi6n de madera.s. Frecuentemente en los concursos agrlc-0las del pasado se •hicieron exhibi­ciones, a veces nutridas, de las maderas importan­tes del ·pais. V ease el Boletin Hist6rico de Coll y Toste, Afio III, Numeros 3 y 4:, en el informe de la

feria de 1854. Fiesfo tl,el Arbol. La primera de su clase de que

tenemos eonQcimiento en nuestra bistoria se celebr6 en esta Isla en mayo de 1897, a iniciativas del Ex­celentisimo Sr. D. Ricardo Ortega.

ARROZ

Abonos. En 1891 se comenz6 una prueba de abo­nos para arroz en los terrenos de la Estaci6n Agro­n6mica de Rio Piedras. La siembra se hizo en hi­leras espaciadas 65 centimetros unas de otras, de­jandose una separaci6n entre las plantas de 35 cen­timetros. Aplicaronsele 20,000 kilogramos de es­tiercol a la primera parcela, 500 kilogramos de gua­no a la segunda, y nada a la tercera. Cada parcela media un area de extensi6n. La variedad sembra­da foe "de secano". No ha sido posible dar con los resultados de esta experiencia, por mas que cienti­fi~amente es de poco valor o ninguno . .

Las experiencias de abonos hechas con esta EJi.em­bra en la Estaci6n de Mayaguez duraron desde 1891 a 1896. En la siembra del 91, la primera, s6lo se hicieron observaciones preliminares. La · cosecha en cascara, sin abono, rindi6 a raz6n de 10-1/ 3 quin·

tales por cuerda. En 1893 el mismo terreno se subdividi6 en tres

169

parcelas iguales. Se dej6 una .como testigo, la nu.­me.ro 3, y se aplic6 a cada una de las otras 1100 . ' hbras de superfoafato del 12%, a la numero 1; y

del fosfato natural pulverizado del 20%, a la nu­mero 2. La producci6n por cuerda, en cascara, fue de unas 1,149 libra,s en la 'Parcela numero 1 unas

. ' 946 libras en la nfunero 2, y unas 833 en la parcela numero 3. El resultado econ6mico de eata prueba se consider6 dudoso este primer afio [18).

En 1894 se sembraron las tres parcelas de nuevo . ' aplicando a la parcela numero 1 abono fosfatado

a:rooniacal, .compuesto del 12% de acido fosf6rico y 5% de amoniaco, a ra-z6n de unas 595 libras por cuer­da; a la parcela numero 2, acido fosf6rico -en la misma proporci6n; y a la nfunero 3, nada. Se re­g6 semilla a raz6n •de 137:5 libras por cuerda. La producci6n de arroz en cascara por parcela fue:

Nfun. 1 2 3

1,457 libras 1,143 "

844 "

En 1895 se repiti6 el experimento en las mis.mas

lS-Natur.almen·te queen los ensayos en que no se ha usado en las parcelas pesos eq uivalentes de las substancias fertilizantes, la comparaci6n debe hacerse solo con la pan:ela testigo en r-elaci6n con la c\ase de abono. Pa­ree~ que el abono 5-12-0 di6 mas resultado que los ma• tenales fosfatados; y, entre estos, produjo mas el su­perfosfato. En los paises orientales se abona mucho el arroz; no asi generalmen te en E stados U nidoo. Sin em­•bargo, en Luisiana, los ensayos con acido· .fosf6rico au­mentaron el rendiim.iento.

170

~"

iarcelaa semilla.

usando las mismas cantidades de· abono y El rendimiento por cuerda fue:

Num. 1 2 3

2,379 libras 1,716 " 1,271 "

"' .~ - "- .. Se con,cluye que los resultados de los cuatro afios • (1893-1896) juntos han sido favorables, a los pre­

"' .. ,, cios del abono en aquel tiempo. La opini6n emitida ·· d-e que la influencia ,del acid•o fos-f6rico sobre la ni-

, ,,. t'rifi.caci6n del suelo ha contribuido a hacer la a-pli­caci6n beneficiosa parece interesante. En cuanto

abono fosfatado amoniacal, -el beneficio medio en cuatro afios fue de mas de un 100-o/o del costo

del abono, sobrepujando asi en mucho el resultado obtenido con el acido fosf6rico solo.

En 1896 se redujo un tanto la extension de las parcelas para dar lugar a paseos intermedio.s, y se sembr6 nuevamente arroz sin abonos, despues de haber cogido de la:s parcelas dos cortes de maloji­Uo. El arroz en dl.scara producido esta v-e1., fue:

. I _, ~ts~

,..

Num. 1 2 3

1,645 libras 1,403 ,,

959 "

Se procedi6 asi con la intenci6n de esquilmar el terreno con el malojillo y observar en la siembra de arroz 1a influencia de los abonos aplicados en

aiios anteriorea. Siendo el efecto residual grande, se aconseja cul•

171

tivar el mismo campo varios afios consecutivos, no menos 1e tn~s, no abonando el ultimo eon objeto de aprovechar bien el abono. Se _cree u.til el probar de obtener dos cosechas por afio sobre el mismo t erre­no, una d,e arroz y una de tabaco, combinando los sistemas de abonos convenientemente, porque son perfectamente .compatibles las epocas mas oportu­na-s para el cultivo de cada p1anta. Incidentalmen, te a la discusi6n de estas -experiencias se aduce~ otros datos en relaci6n con el arroz.

Epocas de S'ienibr-a. Las siembras mas tempra­nas hechas en abril y mayo dieron mas producto que las hechas en junio, por haber sido seco el mes de ooptiembre. Citando a Quintanilla:

"El arroz se produce en Puerto Rico a la perfecci6n en seaano; es decir, sin la necesi­dad de 1a aplicaci6n artificial del agua corrien­te y estancada, resiste tempora-das -de re­lativa sequia; pero le es indispensable que la lluvia le proporcione agua suficiente en dos circunstancias de su vida; en la germinaci6n, y al granar la espiga (120, 121).

AVENA (Avena sat-i-va)

Ensayo de cultivo. Sinmltaneamente con las ex­periencias llevadas a cabo con la alfalfa y el trebol, y ~iguiendo la misma pauta, hizo Quintanilla ensa­yos con la avena en los mismos afios 1890-1891. Se recordara., pag. 165, que fue ,la avena juntamente

172

ft> _{

\\ con el maiz y la alfalfa la que subsisti6 en su tenta­} tiva de formar un prado artificial. En la siembra / hecha en la finca d-el s enor Cartagena la avena lle­\ g6 en junio a sa maduraci6n completa, granando las espigas regularmente.

AZUCA.R

.. Fabricaci6n. No figuran en sus memorias aatos ··•· que poseia el Director Quintanilla sobre la fabrica­> ci6n de azu.car, porque esperaba repetir las observa­: ciones y experiencias para poder juzgar de au exac­

\ titud antes de -publicarlas. Incidentalmente a la \ discusi6n de sus estudios de las variedades de cafia, \ pone la extracci6n de las haciendas en 60 a 65% y \ las de las centrales modernas con molinos de sim­\ ' ple y doble presi6n e imbibici6n en hasta 85% [19] ·••• de guarapo. Pregunta por que no se obtiene sino \ del 7% al 8% de azu.car. Atribuye a la presion de­

fectuosa una perdida del 4 al 5% y en las demas manipulaciones del 3 al 4% especialmente en la coc­ci6n del guarapo [20]. Hace aSicender el rendimien-

19--Cifra induclable mente err6nea tratandose de guara_po normal. E staria bien si fuera 85% de! guaraJ)o en la cafia.

20-Aunque no esta claro a veces a que han de aplicarse los por ci-entos mell'Cionados, es evidente que Quintanilla se babia percatado de las grandes perdidas liabidas en el proceso industrial. E-n cuanto al engaiio en relaci6n con el dulce medio de la materia prima, todavia boy operamos a menudo sobre material no maduro, por m.as que el maximo oontenido de sucrosa de las buenas va­riedades ,de hoy en dia sobrepasa a menudo de 20% en jugo.

173

to en centrales <:on triple efecto de un 9 a 10% co­mo maximo. Apunta el error, comun en Puerto Ri­co entonces, de creer que las caiia.s contenian alre­dedor de 18% de azficar en jugo, no habiendo el hallado nunca mas de 15½% de promedio en eafias de primer corte y de las mejo:r,es variedades. Cree el, al .contrario, que en grande escala. no podria contarse sino con un 13 al 13½%-

BANANO (Musa esps.) .

Abonos. En vista de que la. sombra de platanos sembrada en preparaci6n del terreno para la siem­bra de cafe y cacao no prosperaba, compuso el Di­rector Quintanilla y l es aplic6 en Abril de 1891 la siguiente mezcla bonificante l)Or cepa : estiercol co­mun de cuadras, 52.8 libras; residuos de te.neria, 35.2 libras; fosfato de la Isla Mona, 2.20 libras [21 J. En sus propias palabras :

"En el mes de julio el platanal 1habia cam­biado ;eompletamente de aspecto. Los que antes eran raquiticos individuos han tornado gran vuelo y gran altura, viendose el cerro

21--La potasa no ·se ha usado en este caso, a pesar de lo indiocada que esta en relacion con el abono del platano. Tampoco se ha usado en ninguno de los ensayos de abono hasta ahora revistados -en esta obra. Hay que tener en cuenta que en 1861 fue que se empezaron a explo tar comercialmente las minas de Stassfurt: y que el primer sindicato potasico se vino a fundar en 1879.

174

cubierto de una vegetaci6n verdaderamente lujuriosa y ha-ciendose dificil distinguir desde 1a llanura las ,calles que an­tes formaban. El efecto del abono aplicado ha sido tan patente que habiendose dejado de aplicar a una calle de 22 _platanos, estos si­

,guen raquiticoa, no J.evantando d,el suelo mas de 80 centimetros''. (Partes d,e la Est. Agr. de Mayaguez) .

CACAO (Theobrorrna oa~ao) [22]

E111hibici6n. EI Jurado examinador de los pi·o­ductos pr,esentados en el Concurso Agricola de 1895 celebrado en la ciudad de Mayagiiez, inform6 favo'. rablemente la adjudicaci6n del premio de cien pesos a don F. Gregory, por ser el productor en mayor es­cala Y quien al mismo tiempo present6 muestras de buen aspecto y calidad (23). En este y otros con­cursos, anteriores y posteriores, fueron exhibidas

de cho,colate de buena calidad fabricadas con el cacao de Puerto Rico. En 1897 •Se adjudic6 el premio a 10s sefiores Olivas & Cia., de San Juan, por la buena •calida-d <lel chocolate que fabricaban en grande escal-a. Hubo un expositor de mas de 18,000

22-Cortes satisfacia la curiosidad de su -capellan, L6pez de Gomara ( 4), con tan dole c6mo los aztecas hacian correr la almendra de! caca.huatl como dinero.

~Expediente relative al Concurso Agricola de 1895 Se­cretaria de! Gobierno de la Isla de Puerto Rico' Ne-gociado 3o, Num. 143, 1895. '

175

arboles. Las variedades en el pais eran la morada y la amarilla.

CAFE ( Coffea a,rabica,)

Abono. En 1891 abonaba L6pez Tuero con es­tiercol ciertas paroolas de la Esta.ci6n de Rio Pie­dras, a raz6n de unas 18,333 libras por cuerda; cal y cenizas en otras a raz6n de 11,333 lililras, y en la proporci6n de unas 6 centesimas de cal por unidad de estiercol ; y nada en los testigos. No se encon­contraron datos sobre los resultados, que de todos modos no tienen mas valor que el demostrar que se sentia la necesidad de abonar el cafeto tambien.

En el Concurso Agricola de 1897 [24], celebrado en San Juan, la Junta Calificadora concedi6 a Don Buenaventura Marin; de Aguadilla, el premio de cien 1>esos por presentar dicho senor una memoria en que describe el procedimiento que emplea para abonar los terrenos de su fin ca destinada a cafe ; por lo cual di ce haber logrado hacer fertil un suelo completamente esteril; el cual procedimiento, a mas de ser sencillo, econ6mico y eficaz, consiste en for­mar mezclas de fosfato de cal del pais con materias organicas procedentes de estiercoles comunes, em­pleando un metodo racional paTa efectuar la mez­cla por medio de estratos, o sean capas alternadas de una y etra materia, en estercoleros previamente

24--Expediente sobre la celebraci6n del Concurso Agrkola de! presente afio (.1897), Secretaria del Gobierno Ge· neral de la I sla de Puerto Rico, Negociado 39, Nfun. 145.

176

," trufdos, abono que es luego aplicado a los cafe-~s empleando para ello zanjas equidistantes y ti·ibuidas en la plantaci6n que sirven de dep6si­\h1 abono, el cual con la acci6n d,e las aguas es srielto y 1levado a disposici6n de las rakes. :Oaloulos. Las cifras que se dan a continuaci6n l{ el promedio de varias experiencias hechas por }ntanilla en 1893-94 en Ciales, Maricao y Maya-, z. El peso de 100 litros de cafe maduro en la

fue de 65 kilogramos, distribuibles asi (Par• ' -de la Est. Agr. de May!llgfiez) :

cara en endocarpio carnoso '< uido mucilaginoso . ano en blanco, verde

21.43 Kgms. 8.92 "

34.65 "

kgms. secados convenientemente pro-

<i ano limpio y seco J~cara (-segunda) seca Jquido ~vaporado .

11.72 Kgms. 3.50 ,,

19.43 "

l un litro eontiene, segun e1, 356 gramos en uva ; 520 gramos en blanco, verde; y 3,080 gramos lim­·o y seco.

\ Jilnfermedad de los cafetos en Adjumtas [25] .

Hemos reproducido e-ste informe in extenso porque da idea del estado de la entomologfa econ&nica en la Isla en esa epoca. Indudablemente que falta precision en las descripciones, lo q ue da .Jugar a confusion. Hoy sa• bemos que las dos "vaquitas" (gorgojos) ,principales que

177

"A consecuencia de la orden que recibiera el que suscribe del Excmo. Gobernador Ge­neral para tras'ladarse a Adjuntas, accedien­do a la petici6n he,cha · a su Excelencia por gran numero de agricultores de aquel termi: no municipal, salimos para la referida po. blaci6n el dfa 15 d,e Abril d e 1895 llegando el 17 y comenzando el 18 los estudios e investiga­ciones sobre el terreno, que nos condnjeran a conocer la importancia y el caracter de los dafio.s sufridos en los cafotales d,el mismo."

"Los dias 18, 19, 20 y 21 · fueron dedicados a visitar algunas fincas enclavadas en dis4n· tos Iugares cleteniendonos principalmente en las pertene.cient,es a Jos sefiores. Don Celso Caballero, Don Santos Palmieri y l\Ialdona· do Hermanos, recorriendo otros lugares para

atacan el cafe en Puerto Rico son de los generos Dia,. prepo y Lachnopo. En ellas hay variaciones. q~e con­fundieron a Quintanilla, que no era un especiahsta en entomologia. Imprecisas fueron asimismo mas luego las de otros distinguidos agr6nomos: El Profesor F .. S. Earle dice, refiriendose a los insectos del cafeto en "Rep-ort on Observations in Porto· Ri·co" (1903) :-"A small gray bee tle belonging to the Curculionidae is doing much harm by gnawing the expanding t ernninal buds on the young twigs." Mr. D. W. May. en "Annual Report of Porto Rico Agricultmal Experiment Station" (1904, pag. 396) dice: "This weevil and a smaller species and closely related are ,common in some coffee ,plan· t ations where t<hey do considerable injury to buds and y.oung leaves." Vease, ademas, G. Wolcott's "Insec:tae Portorricensis" en "The Journal of the Department of Agriculture of Porto Rico," Vol. VII, N·o. I, 1922, pa.gs. 126-130.

178

examinar s6lo la importancia de los estragos cai:;_sados".

"El dia 22 fueron citados los agricnltores al Ayuntamiento, a donde concurrieron en buen numero y alli <limos una Conferencia cuya tesis queda desarrollada en general en esta memoria".

"La enfermedad puede mas propiamente llamarse p.Jaga, puesto que consiste en el ef.ecto causado al arbusto "cafeto" en sus ho­jas y tallos verdes, yemas, flores y frutos por un insecto que en gran abundancia vive en ellos por lo menos en el estado perfecto o de adulto, y al que en la ,comarca dan la deno­minaci6n vulgar de vaqiiitci".

"Esta plaga no es nueva ni mucho menos en Adjuntas; pues, segim testimonio de los agricultores todos, se conoce desde haoe 14 afios."

"Parece que al principio se present6 con caracteres poco graves debido quiza al pe­quei'io m'.1mero y quiza a otras circunstancias; pero es lo cierto que en los ultimos afios ha atacado a las fincas de tal modo y 1os ·. dafios causados se han deja.do sentir en tal gran m'.1-mero, tradt1eiendose en un gran descenso de las cosechas, que los agricnltores por fin se determinaron a acudir al Gobierno en solici­tud de que se esti:tdiara el asunto, ruego que fue atendido por el Excmo. Sr. Gobernador General con previsor interes, pues si grave

179

es hoy la plaga mucho ma:s pudiera serlo el dia en que se extendiera a otras ,comarcas de

la Isla." "Descrip<:·i.61·i d,el i1isecto. Bajo el califica-

tivo vulgar de V<t([Uita, comprenden los agri­cultores de Adjuntas varios insectos cuyos caracteres varian algo en general siendo es­ta variaci6n mas acentuada entre dos grupos principales, uno po,co numeroso y otro nume-

rosisimo." "La diferenda entre estos dos gru-pos no

se refiere en realidad mas que a caracteres especificos y quizas genericos, pero todos per tenecen a la misma familia."

"Son est-0s distintos caracteres, · primero el tamaiio y ademas la coloraci6n y la forma de los elitros que es un poco diferente. El ta­mai'io de los primeros es variable entre 12 y 30 milimetros, segun el sexo y aun la varie­dad a que los individuos ·pertenezcan. Su co­lor general es el amarillo, verde o verdoso con ,cierto nUlffiero de estrias negras en los elitros, corselete verde metalico brillante y cabeza negra. Los elitros tienen, algo con· centrada, en sus bordes externos y a los dos t ercios de su inserci6n una pequefia depre-si6n obtusa."

"Las pertenecientes al segundo grupo tie­nen un tamafio entre 5-9 milimetros como li­mite. El color de los mayores es en general amarillo e-n el fondo, pero m.uy velado por

180

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infinidad de puntos, rayas y estrias dbiemi­•nada;~ de color negro, achocolatado y rojo. Los mas pequefios aon en general verdosos o rojizos conterizos con mo.chos pequefios pun­t-0s a:marillos, como por efecto de una inver­si6n de la que la Naturaleza presenta nume­rosos ejemplos en insectOIS congeneres."

"Bien examinados, el fondo de todos es o.bscuro con los div-ersos matices apun:tados; pero la circunstancia de estar •SU cuerpo re­v,~stido de pequefilsimas escamas y placas a:marillas y daras ya permanentes ya caedi­zas, pudieramos decir, visible solo al mi.cros­eopio, hace en apariencia un efecto {)Qp.tra-

rio". Clasificooioo. Pero sefialadas -las filfe­

riencias que a la virsta curio~a presentan, de­bese proceder a la clasificaci6n del insecto ' para _lo que s6lo nos fijaremos en ,el que for-ma ,el aegundo grupo descrito, en el mas pe­quefio, po»que es ,el que en realidad c.onstitu­ye la plaga y porque, ademas, todos los ca­racteres !Il'lenos los particularisimos apunta­dos son comunes a ambos."

"El insecto en cuesti6n, lla:mado vaquita, tiene cuatro alas desenvueltas. Las superio­rea son estuchelil c6rueos o elitros, impropios para el vuelo, del mismo espesor en loo dos bordes, acoplandose fongitudinalmente por una sutura recta y sin cruzarse. Debajo de estos elitros se encuentran doa alas membra-

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nosa,s que le sirven para iel vuelo, y mas lar­~as que los elitros que, sin embargo, las re­cubren, merced a ,que 1se repliegan transver­salmente de tal modo que la parte exterior del ala -se coloca bajo la part,e basilar."

"La boca esta organi~ada para la tritura­d6n o masticaci6n, con mandibulas, maxilas, labios y demas piezas propias para este ob­jeto".

"Las patas, en numero d·e .sei•s e i guales, son de regular tamafio relativamente a •su volumen, con ancas homheadas en su medio, r edondas; tibias cilindricas y un poco arque­adas y largas, compuestas en toda•s, de ,cua­tro artejos, el primero y segundo en cufia, el t ercero profundamente bilobado, el cuarto ,estrecho y terminado por una ufia ganchuda bifida. Los tres primeros artejos son espon­josos y peluclos por la parte inferior."

"Con estas patas de tal modo conforma­das se agarra perfectamente •el insect o a lo,s tallos y hojas por el horde mas generalmente, resi,stiendo los embates del viento y las sa­cu,didas ·mas fuer tes sin caerse."

"Las antenas ,son acodadas a par tir del se­gundo art ejo, terminadas en maza, y estan insertas en el. rostro cer,ca <le su extremidad. El primer artejo o esoapo es wlargado. El numero total de artejos es de onc,e, •el prime­ro alargado, siete intermedios cuneiformes y tres soldados al final, formando la maza".

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"Los elitros cubren todo el abdomen, y dan al cuerpo del insecto forma ovalar, puntia­guda, convexa, bombeada, con dos pequefias protuberancias laterales posteriores".

"El corselete es mas estrecho en la base que los elitros, deprimido, tronco c6nico li­geramente combado a los lados."

"La ,cabeza c6nica es continuaci6n perfecta del corselete y a partir de este tiene dos ojos laterales, -couvexos, ,grandes, faceteado.s, des­pues sigue el rostro o prolongaci6n tubular de la caheza [26] ... subcilindrico e inclinado in­feriormente. Oerca del extremo de este tienen ,su inserci6n las antenas, y ter:rninando en la •boca, de 6riganos poco visibles, encerrados puede decirse por los labios."

"Abdomen. De cinco anillos inferior­mente y esattdo triangular, obtuso bien dis­tinto."

"Del estudio del .conjunto de todos estos caracteres, se deduce que el hexapo-do o in­secto en cuesti6n, llamado por los agriculto­res de Adjuntas, vaqu,ita o vaquilla, pertene­ce a,l orden de los Cole6pteros, tribu de 105

Curculi6nidos y grupo de lo•s gonat6ceros o fraotioorn-ios de Blanchard, genero Gosono [27] de Clain."

2&-;-Aqui falta una palabra de1 manuscrito que no hemo! •·····.. p odido descifrar. · 27-Quintanilla err6 al contar cua tm artejos en e1 farso.

.·,· Los curculi6nidos son criptopentameros; es decir, que

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"Del insecto en si estos son los unicos da­tos que poseemos, pues en iel ~orto tiemp0 que permanecimos en Adjunfa.s no pudimos adquirir la plena seguridad de haber · en,.eon­trado sus ZMvas ni sus ninfas. Quizas no era epoca propicia para ello."

"Con objet-0 de estudiar mas despaicio el immcto y sus ,cootumbr,es, se nos ocYrri6 Ile­var muestra,.s vivas cenvenfontemente acon­dicionadas del insecto y de algunas larvas que encontramos y quie sospechamos por sus car acteres que pud1eran ser el primer estado ,de la vaquita Cosonos; peiro asi eomo es de fuerte para causar los daiios y destruir los ar.bustos, asi es de debil al trasportarse de los lugar-es doude vive, por lo que no hemos podido sostener vivos ni el inaecto adulto ni 1,us presuntas larvas."

"Espeoies mi que viv~ la vafUit@, pMte ti~­

getal a que ataoa y epoo.(;fl eri, que efeotua eD dano. No vive la vaquita, nutriendose de sus partes blandas, UBkamente en el cafeto; vive tambien en otros Vtitgetales, sobre tQdo

tieoen muy a:trofiado, casi oculto, el cuarto artejo. Hoy en dia, se considera el insecto del genero Lachnopo. El genero Cosono esta mu:y cercano •a los gener,os Dia.prepo y La.chnopo, abarcando especies originarias en su mayor parte de la America Central y de las Antillas. Wolcott G. N. en "Insectae Portorricencis," The J our. Dept. Agr. P. Rico, Vol. VII, No. I, 1923 cataloga tres especies del genero Cosono »in que aparezcan noticias de ejelll()lares exa:minados en la I sla en afios recientes.

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en la guaba que se emplea como aombra del arbusto. La que en ella se encuentra presen­ta algunas -diferencias de .color, que es mas obscuro, y de tamafio ·con la que vive en el primero. La especie de mayor tamafio que ya hemos •descrito vive indistintamente en mayor numero d,e plantas ,sobre todo en el naranjo." · "Oircunscribiendonos al cafeto, el insecto ataca las hojas mas ,blandas y sobre todo los bretes de primavera, precisamente cuando estos se van a abrir dando l:ugar a un par de hojas, produciendo asi gran daii.o, no porque desprovea a la planta ·de estos 6rganos esen­dales, pues g,eneralment9 respeta a las mas antiguas a no s,er que por au abundancia ata­que tambien a estas, sino pox,que destruye e.f brote terminal de las r amas impidiendo el crecimiento de estas. Entre los brotes que destruye tambien lo hace e:a la mayor parte de los ,casos con el del tallo principalmente, impidiendo el crecimiento y dando lugar con los ataques •sucesivos de varios aii.os a un gra­ve estado morboso, a la atro:fia y a la muer• te".

"P.ero los daiios que causa son mas graves todavia porque no se limita a atacar los 6r­ganos del crecimiento y la cQnaervad6n del individuo, ,sino que tambien ataca a los de la i'eproducci6n, ;eausando pena o.bservar que, a medida que van apareciendo 1~ :fl.ores en los

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capullos, las muerde por el pedunculo ha­ciendolas caer. De las que se salvan, dando lugar a los frutos, al grano, aun ataca a este · por el mismo lugar, cayendo,se •tambien a consecuencia de la mordedura que sufre. De modo que p11ed,e decirse qu,e no •s6lo ataca al capital, a la planta, ,sino tambien a Ios pro- · ductos, la ,cosecha."

"Aparecen los primeros individuos adultos hacia el mes de marzo, y van creciendo en numero a medida que la estaci6n avanza has­ta el mes de junio en que llega al maximo. Se estaciona y despues comienza a descender ·hasta que en octubre quedan pocos. Estos datos oon adquiridos ·por referencias. A me­diados de abril, epoca ,en que hicimos las ob­·servaciones, ,su numero era muy cre.cido."

Enfermedad de los ca,fetos en Giales. A petici6n del Ayuntami~mto de Ciales, ,en 1893, se person6 Quintanilla en el barrio Oialitos de esa jurisdicci6n, en la :6.nca de don Lo·renzo P'oy para ,estudiar una enfermedad que decian haberse prooentado en los cafetos, Y a ver si procedia establ,ecer alli un cam­po experimental. La ~mfermedad no tenia impor­tancia en cuanto a ,su ertensi6n, pues se ti'ataba de unos cien arbustos enfermos nada ma,s, que se des­arrollaron bien hasta · los cin.co y seis afios en que repentina:mente ,comenzaron a amarillar.se y a perder sus ,hojas. Los insectos y vegetaciones criptogami-

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,Ji! l as que se encontraron ,eran las comunes a todas las

\otras regiones cafeteraa de la Isla. Se lleg6 a la Conclusi6n de que, por varias causaa, la raiz ex,hi­ifa 1>oco desarrollo en los cafetos dor6ticos.

i \ Enjermedad de ia ,guaba, (Inga vera,). Planellas, {d,e Cayey, estudi6 los arboles de guaba que persis­\ tian en secarse en los cafetales. Localiz6 el dafio ( concretamente atribuyendolo a la "polilla", un co­:1eqptero diminuto que agujerea el tronco de los ar->/ boles, perteneciente al genero Xyleborus esp.

y Importaoi6n de va-ried<tdes. La Diputad6n Pro­\ vfocial en 1S79 ,comision6 a Don Santiago Mc­

Cormick para ir en persona a la Isla de Trinidad en \ lrnsca -de nuevas variedades de can.a. De paso, tra­... jo consigo, entre otras plantas, semillas de las va­

riedades de cafe Moca y Liberia. Scnnbra. Con el obj-eto de -estudia.r, al mismo

tiempo que otros asunto.s, la influen;cia que sobre la v-egetaci6n del cafeto ejercen los rayos -solares1 ve­rific6se en 1891 por el Di.rector Lopez Tuero una aiembra de cafe al descubierto; es decir, sin la pro­t ecci6n de sombra alguna. Al priucipio, el a.specto lozano que presentaba el plantio se declaraba en fa. vor de las siembras a cielo abierto, pero finalmente las plantas que no perecieron quedaron en un estado raquitico y miserable.

CAJA:S DE VEGElrA:OION

Oonstmooi6n. Estaban a fines de 1891 acopiados ya los materiales para la construcci6n de las cajas

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de vegetaiei6n para investigaciones fisi.ol6gicas en la Es~aci6n Agron6mica de Rio Pfodras, y abierta, ademas, la fosa en -dond-e habian de ir empotradas dichas cajas. El foso tenia seis metros y veinte y seis -cen timetros de largo, un metro y veinte y seis centimetros -d:e .ancho y sesenta centimetros de fon­do; y las cajas mismas quedaron descrita-s por Quintanilla, asi :

"Estas ,cajas son de sistema Grandeau y seis de ellas estan constituidas por un cubo d-e un metro de lado, conteniendo por tanto, un metro cu.bico. Las doce restantes son cu­bos de 60 centimetros de lado. Las primeras fueron las destinadas a experimentar con la cafia de aziicar y las otras doce para otra,s gra­mineas, por w menor cabida. Estan separa­das unas de otras por un pasillo de servicio, mas profundo que el suelo de las cajas gran­des, el cual tiene unoa po,cillos a donde des­emboca:ra los tubos de desagiie provistos de su .correspondiente embud8 invertido y de Have para -desaguar a voluntad en un frasco t,

cualquier otro recipiente." "ill ancho del pasillo es de un metro y se

deS'Ciende a el por una escalerilla constraida de ladrillos a sardinel."

"Los muros de las .grandes cajas tienen 30 centimetros de espesor; los aisladores de terre­no · y los di visorios, 15 centimetros."

"'.t'odos los muros de las pequefias cajas son

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de 15 c.entimetros de espesor." "Tanto unos como otros estan perfecta·

mente enlucidos con cemento Portland inte­rior y exteriormente, y toda la construcci6n se apoya en un cimiento formado 'POr una gruesa capa de hormig6n hidraulico. Las coraciones de los muros que estan a fl.or de tierra estan rematadas por ladrillos a sardi­nel rejuntados con cemento".

"Resultando que las cajas reun~n todas las condLciones exigidas a este genero de cons• trucci6n tanto de -solidez, como de i.mperme­abilidad' y propiedades para la alimentaci6n, puesto que estan aisladas dal terreno Y e_n­tre si; pueden recogerse las aguas de los ne· gos, y las plantas queen ellas vivan resultan al nivel del suelo, •como si estuvieran en terre-no franco."

CANELA ( Cina:momurn zeylaniou,rn) [28]

J-ntrodtuoci6n. M:uestra,s de canelas coseehadas en la finca tle D. ,Juan Basilio N11fiez fueron pre-

28-En el Vol. I , Nu-m.. 3, aiio 1910, de "Bull7tin, Dep~ .. Agr. of Jamaica,'' relatase el inciden_te _de la 1n_tro?ucc'.o°:, de la canela en esa Isla en los sigu1ent&s tecrmnos.- La canela fue encontrada junto con el mango Y otras :Ptf" t as a bordo de un barco £ranees que, yendo de la s a de B,groon a Santo Doroiago, foe apresado p~r el Ca• pitan Marshall del barco Flora de la A_rroada mglesa-:­del escuadr6n de Lord Rodney-en Jumo de 1782 Y fue remitida al "East's Garden" de Mr. Hinton, en Gordon Town.

189

sentadas en la Feria-Exposici6n de 1860. Todavfa existia en Bayam6n en 1880, un arboll de canela. Su importador fue. un subdito ingles. Dice L6pez Tue­ro que,

"la planta arraig6 y ,se desarroll6 '{)erfec­tamente llegando a utilizarse su canela, pero el que la import6 se march6, la finca donde estaba qued6 abandonada, y el canelero mu­ri6 ,sin que ·dejara renuevo ni simiente re­producida".

El autor vi6 hace varios afios un esplendido ejem­plar de un canelero en e'l pueblo· de Lares.

CANA DE AZUCAR (Saoahwrutn offiaina,rum)

Abonos. En 1890 emprendi6 Quintanilla en la Estacion Agron6mica de Rio Piedras pruebas com­parativas del valor bonificante d·e las cenizas, a ra­z6n de unas 733 libras por cuerda, y dd guano, a raz6n de 275 libra,s por cuerda, •en relaci6n con el crecimiento de la variedacl de caiia de azucar Ota­hiti. Apunta que, como a los tres meses de edad, el tlesarroHo de la caiia co,rrespondia al ,signiente orden desceudente: (1) la parcela abonada con guano, (2) la parcela abonada con cenizas, ( 3) la parcela no abonada.

Lopez Tuero informa en enero de 1892 de los re­sultados o.btenidos con una mezcla de estierco1 (9,250 librais) y guano (29] (275 libras) por cuerda

%9-Lopez Tuero da el siguiente analisis centesi-mal del gua­no en conexi6n con esta experiencia; a saber, materias volatiles, 14.597; aimoniaco, 0.118; acido fosf6rico,. 8.1;

190

en comparaci6n con una aplicaci6n de 733 libras por cuerda de ceniza de bagazo de cafia y con una parcela sin abono alguno. La variedaid s&nbrada fue la de Otahiti o Blanca. A los di,ez y siete meses las parcelas sin abono dieron, por cuerda, a raz6n de unas 14.116 toneladas; las abonadas con ceni­zas, a · raz6n de 22.586 tonelada:s; y las abonadas con .estiercol y guano, a raz6n de 33.880 toneladas.

En· 1891 [lama la atenci6n el Director Quintani­lla sohre los resultados obtenido-s en una prueba de bonificaci6n de la caiia de la variedad Otahiti he­cha en Ia · fine a de la Estaci6n ,de Mayagiiez en terreno bastante agotado por las continua,s cosechas de cafia. En sus propias palabras:

"La parcela numero 3, abonada con estier­col y fosfato natural ·de la Isla de la Mona, fue la que mayor producci6n alcanz6, supe­rando a 11a numero 2, •que fue la que le sigui6 -en producci6n, en 2,003.50 kilogramos; y al-

. canzando con la numero 4, que no estaba abo­nada una difer:encia a favor de 3,801.50 ki-

' logramos ( en seis areas). Es decir, su pro-ducci6n fue de tres veces mayor. La parce­la numero 2 estaba abonada con estiercol co­mun y r-esiduos de teneria [30), y la numero

cal, 37-.80; silice, 13.48; hierro, 9.0; alumina, 10.8; mag­nesia, 3.5; acido sulfurico, 0.857; potasa, 0.098.; sosa, 1.650.

30-Analisis % de estos residuos, segun. Q1,1intanilla:-a.cid~ fosf6rico total, 1.08; potasa, 0.53; mtrogeno total, 2.16, tanino, 1.50; agua, 18.00.

191

1 con estiercol comun en igual cantidad que la anterior. Cada parcela estaba snbdividida en seis lotes iguales ( cuarteles), haciendo un total de 24 lotes".

Se ampliaron las experiencias anteriores aiiadien­do dos par,celas mas, subdivididas del mismo modo, lo que hfao llegar a 36 el numero total de parcelas, recibiendo cada dos ,el mismo tratamiento; a saber: estiercol comun, guano natural de la Mona (31], guano de la Mona converti:do en superfosfato, gua­no de la Mona y estiercol, guano de Ila Mona con­vertido en superfosfato y estiercol (32]. Probable-

31-Analisis centesi,mal del fosfato de la Mona utilizado en las exp7riencias, cedido a la Est. Agr. de Ma.yagiiez por Don Miguel Porra ta Doria: acido fosf6rico 24.51 · fos­fato de cal tribasico, 53.52; carbonato de c~l 6.80; oxi­_d_os de hierro y alumfoio, 2.15; agua a 110 grados cen• hgrado, 6.10.

32-1:,9pez Tuer-0 obtuvo la siguiente composici6n de es­t1ercol de buey y de! de caballo, al estado seco y puro:-

Humedad y mats. volats .. Nitr6geno Cal Magnesia Alumina Hierro . Potasa . Sosa . . . . Acido sulfurico Acido fosf6rico Cloro. Silice. . Perdidas.

192

Buey 97.21 0.16 0.09 0.09 0.05 0.04 0.08 0.16 0.07 0.13

trazas 1.66 9 .16

Oaballo 96.64 0.49 0.10 0.09 0.07 0.03 0.12 0.08 0.06 0.40 0.07 1.69 0.11

quedaron incompleto.s estos experimentos por a paralizaci6n forzosa que a la saz6n ,sufrieron los rabajos de ambas Estaciones a falta de asignaci6n

._._ __ presupuesto; porque en 1893 informa Quintani­

.ga de un nuevo proyecto de experiencia en el que, (utilizando las mayores facilidades disponibles y el .mejor equipo, corrige el deficiendas de que adole­cian los ,ensayos anteriores. ,. La impol/tancia que tiene es-ta nueva prueba cuya /siembra se hizo en junio de 1893, unida a otra sub• .siguiente coimenzwd;a en mayo de 1894, justifica el

/que nos ocupemos en ella con mayor detenimiento. / El Ensayo Prfunero (1893) se hizo en seis cuar­:\teles de 300 metros cuadrados cada uno, con unas >190 cepas, a una distancia entre si de 1.25 x 1.25 \ metros. El tratamiento fue:

Cuartel l.-962.5 libras de superfosfato de cal, sul­fato de potasa, y nitrato am6nico com, lbinados en una 11'6~mula 2.70-10-10.50.

Cuartel 2.-962.5 libras por acre de nitrato de po­tasa y de superfos.fato de cal combina-1d;os en una £6rmula 2.10-13.00-4.50.

Cuartel 3.-94.42 libras de nitrato de potasa de an/ilisis 13.70-0-45.

Cua1,t,el 4.-75.16 libras por cuerda de nitrato am6-nico de 33.50% de nitrogeno.

Cuart€l 5.-702.16 libras de superfosfato de cal del 15% de addo fosf6rico total.

193

Cuartel 6.-Nada. Se obtuvieron tres cosechas de este Ensayo Pri­

mera, toclas con riego; a saber: en toneladas de ca­fia por acre [33]. ·

1894 1895 1896

1l 12½ 12 Ouarteles meses meses meses

1 34.998 52.356 46.699 2 24.232 50.950 29.727

3 17.815 48.766 27.345 4 16.730 40.776 24.857

5 12.896 4.4.275 29.017 6 9.241 29.761 28.166

Redujo Quintanilla esto,s tonelajes por acre a to­neladas de azucar a base de un 8% de rendimiento total ; a saber :

1894 1895 1896

11 12½ 12 Cuarteles meses meses meses

1 2.660 3.969 3.588 2 1.848 3.864 2.28-3 3 1.358 3.724 2.100 4 1.267 3.094 1.905 5 0.980 8.360 2.228 6 0.700 2.247 2.163

33-Las cifras originales son metricas, hectareas y kiio a­mo~.. Las he-mos reducido a las unidades in lesas rra fac1htar las comparaciones mentalmente. g p

194

El plan del Ensayo Tercero [34] proveia ocho cuarteles de 175 metros cuadrados de superficie cad a uno, con 110 cepas · por lot e 'flemb:radas a una distancia ,de 1.25 x 1.25 metr-0s. El tratamiento

fue: Cuartel 1.-Mezcla de superfosfato, sulfato amo·

nico y cloruro potaisico· de analisis

4-10~6.50. 2.~Mezcla de superfosfato, cloruro po­

tasico y arena est eril de analisir.

0-10-6.50. 3.-l\fezcla de superfosfato, sulfato amo­

nico y arena esteril de analisis

4-10-0. 4.-Mezcla de sulfato· am6nico, cloruro

potasi-co y arena esteril de anaUsis

4-0-6.50. 5.-l\Iezcla de arena esteril y cloruro po•

tasico con 6.50% de potasa (K20). 6.-Mezda cle arena esteril y snlfato am0•

nico con nn 4% de nitr6geno (N) . 7.-I\Iezcla de arena esteril y superfosfa­

to con un 10% ,die acido fosf6rico

(P205)-8.-Arena esteril sin abono.

Se obtuvieron dos cosechas de este Ensayo Terce­l'O, la de 1895 y 1896. La de 1897, si se cosech6, no -entr6 en los registros antes de la claH.sura de

34-En estos ensayos tos ingredientes am(imiacales y nitricos estan expresados co.mo nitr6geno, no com0 Mnoniaco, en las formulas de los abonos.

195

las Estaciones Agron6micas en ese ultimo aiio. Aquellas fueron como signe, en toneladas de cafia por acre:

1895 1896

12 Cuarteles meses

1 34.638 61.876 2 29.757 52.863 3 29.156 58.963 4 32.528 53.261 5 21.565 36.137 6 30.166 53.323 7 29.82-0 56.662 8 24.817 48.242

El calculo de rendimiento de azi'tcar se hizo es• te ano; pero se reglstr6, en union de las mieles, en pesos y centavos con el fin de valorar la ganan• cia o perdida ocasiona-clia por el uso de lo.s abonos.

Entre el Ensayo Tercero y el Ensayo Primero que acabamos de descrihir, hubo 1.m Ensayo Segun­do, el que no consicleramos de bastante tamaiio en sns lotes para comparar:se con los Primero y Ter­cero descritos arriba. Solo comprendia seis cepas r,or cada lote, muy apartaclas nnas de otras, y con cautidades de abono muy pequefias. Sirv.io a Quin­tanilla, sin embargo, de preparaci6n preliminar pa• .ra el proyecto de mfo, empefio qne le siguio. En el fne q ne Quintanilla not6 la inutilidad del uso de <-antidades infimas de abono, la desventaja de siem­liras demasiado apartaclas, el efecto residual ,d:el SU·

Ul6

perfosfato, cierta diferencia de acc10n en las ma• terias fertilizantes nitrogenadas y la superioridad de los abonos completos.

Simultaneamente llev6 Quintanilla estudios de abono y alimentaci6n de la cafia de azucar en cajas de vegetaci6n ,d,e un metro cubico de capacidad, seis en numero, las que encontr6 poco numerosas para sus estudios por lo que pas6 a usar cilindros de su• :ficiente espesor, de 1.20 metros de profundidad y 0.80 metros de diametro. A esta altura [35] !Se ha bia llegado cuando se decret6 el cierre de las Es­taciones Agron6micas.

Fundamentandose en los ensayos qne prececlen y otros datos que incidentalmente recogia, dedujo Quintanilla justificadas, · hasta que fneran modifi­cadas luego, las siguientes normas tentativas:

1.-El abono de lais tierras a ca:iia cleja, en ge· neral, un balance monetario favorable.

2.-Los abonos completos dieron generalmente mejor resnltado que los incompletos.

35-Desde el punto de vista cultural el valor del trabajo del Director Quintanilla es innegable. Es claro que, juzgado ahora por nosotros adolece de muches defecto·s. Las parcelas eran muy pequefias y caredan de repeti­ci6n. Las ~antidades de los elementos nutritivos vi­•nieron a ser equivalentes para las comparaciones solo en el Ensayo Tercero. La disposki6n de las parcelas y su tratamiento fue a menudo poco afortunado. Pero todos los principios son laboriosos, y esas fueron las primeras pruebas de abono comparables con las de hoy en dia: por la variedad de abonos industriales utiliza• dos, por 1o sistematico y cornpleto de! estuclio hecho, que abarc6 desde el analisis del suelo hasta el de la •cafia, y por los Tesultados obtenidos, confirmados en su mayor parte en nuestros dias.

197

3.-Si se hubiera U£1ado mas nitr6geno, mas eo­secho hubiera dado la cafia.

4.-Las aplicaciones de superfosfato fueron un rocito econ6mico, especialmente en el ae-gUll!dJO afio. ··

5 .-El sulfato de amoniaco di6 buenoo resul­-tados, que el -cree ·aminoran en aiios suce­sivos.

6 . - El uso del cloruro de -potasa se estima in­convenien te en aquellas tierras.

i.-Nota que los superfosfatos llevan cal con­sigo, que es tambien necessaria a las tierras.

8.-Llego a recomendar un analisis 5-10-8 6 uno 6-10-8 para el abono de l a can.a [36] .

Aglomerooi6n de semillas en los hoyos. Cree Umpierre (97) que esa aglomeraci6n es perjudicial ya que -conduce al "amache" de los brotes y al ra­quitismo final d e las can.as que .sobreviven. Como conclusi6n, a-conseja en 1887 :

36-,En "Reports of the Association ,of Hawaiian Suaar Technologists," Seventh Annual Meeting. Oct. 15-18, 1928, pp. 34-45, se catalogan 32 formulas <le abo!l.os usadas en 37 plantaciones. Para ilustra r la No. 1 es de ana­lisis 2N-13½P

20

5- 12½ K

20; us;da al sembrar la. cai'ia

. o en el retoiio inmediatamente despues del corte en terrenos flojos en ac_ido fosf6rico y potasa; a complemen• t'.1r.se luego con la N um. 14 ; 9-~. La 15, para suelos de­f1CJentes e n p o1'.'-sa:~½-17½_. La 9 : 11--6-6, para sue• los no pobres ru en a-c1do fosf6nco ni potasa. Para tierras defic1entes en a cido fosf6rico, la No. 19: 6-9%-8¼ su­plement ada por la No. 21: 11- 6.6--0. Se <lan las canti­dades extremas de m.aterias nutri tivas en uso por acre· N, de 62 a 280 lib ras; P O 0 a 296 · K O 0 a 308 ·

2 r,' ' 2 ' '

198

" . . . que jamas se establezcan en los hoyos mas de ,d10s semillas ; cuando estas, por sus -condiciones, sean de dudoso exito, podra. lle­gar~ hasta tres, pero nunca a menor distan­cia de un pie unas de ot ras , .. "

~ . Proclama finalmente, como sintesis de este estu­'':.'''.':'''c1io la conveniencia de establecer en el terreno el :~,:•

1:':\wa~or -n-umero de cevas y en estas el menor numerro ... ,., ... ,, .. , .... <le semiUas .

. An,a,lisis. Bajo el titulo "-estudio die va:riedades" ''~os referiremos a los analisis de las cafias en ob· ' ;ervaci6n verificadoo por Quintanilla. Hubo deter·

,,.,,minaciones de azu.car, lefioso, -materia-s minerales, Y

; grados aereometrieol!I. . . . En relaci6n con los ensayos de abonos, •h1zo Qmn-'tanilla las ~iguientes determinaciones :

., .. ,, (1) Analisis [37] de ios 1'aUos Utile&

Oa,ri,ci Bla.4ica de Otahit4 (Primavera d e 12 meses)

Agua .Azucar. Leiioso. ,Materias organicas . Materias minerales .

T-o-tal.

74.80 15.19

9.13 .37 .51

100.00

37-En 1899 el Dr. W. -Maxwell hacia analogos ~studios en Hawaii. Sus resultados para la cana d e OtahiU sembra.j-a en 1897 y cosechada en 1899, fueron: sacaro5'.1 en. -cana, 15.21 % ; agua, 71.24%; lefioso, 10.48%; matena m1nera~, 0.48%, en " Reports of the :Yea: 1899, Bull. No. ,?• Di­vision of Agriculture and Chemistry, H. S . P. A.

199

(2) Composici6n Oentesim.al de las Oeni;ta,s

de ios Tailos Utues

-Sesqui6xido ide hleno Cal . Magnesia Addo fosf6rico A.cido -sulfurico Cloro . Potasa. Sosa Silice, carb6n y materias no

determinadas y p~rdidas.

Total.

7.90 5.30 4.54: 8.60 3.43 3.23

10.09 1.93

64.98

100.00

(3) 0,orm,posici6n Oentesimal de las O&n,izas

d,e Zas Hoja.s

·Sesqui6xido c1e hforro Cal Magnesia. Addo fosf6rico A.cido sulfur ico Cloro . Potasa. Sosa Slice, carb6n, materias no

-determi,naidia-s y perdidas .

Total.

200

2.32 6.54 3.37 4.23 2.65 2.83

11.24 1.35

65.47

100.00

(4) Nitr6geoo en cw» Pa-rtes il,e TaU01 y H.o;as

0.035 0.112 Tallos utiles .

Rojas verdes .

(5) 001t,tenido de Oie11, [38) Libras de Tai-Los Util.e-8 0.044 libras 0.051 " 0.027 " 0.035 "

A.cido fosf6rico Potasa . Cal . Nitr6geno

(6) Idem de Hofas Ver.des

Acido fosf6rico PotaBa . Cal . Nitr6geno

0.073 libras 0.193 " 0.110 ll

0.112 "

En los cosech-0,s de las -parcelas del En.sayo Tercero, desde 27 a 44 toneladas ,cor-tas de caiia -por acre, estim6 Quintanilla los siguientes extremos [39) de

3s-Generalmente estas cifras se dan a base de materia seca. En ese casa habrla que recalcularlas sabre esa base a las efectas comparativos. Tengase en cuenta el corto perlodo de -crecimiento <le la cai'ia, 12 meses.

39-Con cosechas de caiia Otahiti de un-as 77 toneladas, promedio de veinte parcelas experiroentales, el Dr. Max• we'll obtuva las siguientes tatales de materias nut1:itivas levaniadas por la cafia -cl.el suelo :-

nitr6gena . . 119 libras par acre acida fosf6rico 51 " " " potasa . . . 121 cal . . . . 50

Vea~ el Boletin 5 mencionado en la nota 37, pags. 5-15.

201

ruaterias nutritivas levantadas en la can.a. Las he­mos reducido aqui a libras por acre y a numeros redondos:

Nitr6geno Acido fosf6rico Potasa Cal .

29 a 46 28 a 45 46 a 74 25 a 40

No se incluye en esa,s cifras la perdida en los :eo­go11los Y hoja-s. Quintanilla encontr6 que ellos pe­saban aproximadamente el 28% del peso de la ca­fi.a. Teniendo en ,cuenta su analisis, podria enton• ces calcularse el levaute total en cualquier momen­to. La materia seca <le hojas y co,gollos es mayor que la de la cafia.

Ou.ltfoos asooiados. Sohre ciertos practicados entre las ca.files de cafia, se expresaba Quintanilla en los siguien tes terminos :

"Una practica que hemos observado en mu­ch8s haciendas de San German, Ca.ho Rojo y Afiasco; y que, por lo perjudicial, es necesa­rio desterrar en absoluto, consiste en asociar al cultivo de la cafia y en los primeros tiem­pos de SU Cl'eCimiento el del maiz, otra gra­minea _de exigencias semejantes a la primera, de rapido desarrollo, y que por estos motivos extrae del suelo cfor ta cantidad de las subs­tan.cias disponiblles de este, precisamente en la epoca. en que la cafia mas necesita de su eoncurso para poder tener un buen principio

202

de desarrQllo que la haga capa.z de ser resis­tente y de producir ulteriorID.ente tallos bien desarrollados."

"Discutible seria esta practica si el cultivo que •se asocia al de la cafia produjera algftn rendimiento de consideracion, pues a pesar de ello no se lograria -con ella mas que tener dos malas cosechas en lugar de una buena y remuneradora ·de cafia. Pero e5 el caso, que lo que ~ obtiene es de tan poca importancia que hay veces que apenas paga los gastos de siembra, semilla y recolecci6n."

/l/ 11egeneraci6n y selecci6n de semillas. Se pregun­);ai Quintanilla (120) : ;,degeneran Qa~ variedades de cf~iia de azucar cultivaclas? Se queja de que la fal-Y.f:a de ciencia aplicada a la explotaci6n de la indus­tria de la cafia en el pasado, en contraste con la r e­

/fuolachera, haya sido causa de la escasez de acu-Vihula.ci6n de datos ciertos y precisos. Meuciona, sin \einbargo, la aparente degeneraci6n en la Isla de las yariedades Criolla y Otahiti Blanca. Trae a cola­

}\ci6n Ia practica, muy generalizada en el pais, <le es­;\~~ger para semillas las piezas que menos prometen

?(para el negocio por su mala condici6n y raquitismo. f ~ecomienda se destinen las mejores piezas para se­) fumas, tan to por su vigor vegetativo como por su i\(:aJ?titud para producir azucar, ya que debe aumen• / tarse todo lo que sea factible la riqueza de 13 a 14% C de azucar en ju.go que segun el alcanzan.

Deshoje. Se expresa Umpierre (97) sobre la

203

practica del deshoje en el sentido de que sus venta­jas o inconvenientes son afectados por la distancia a que se haga la sigmbra; es decir, lo cree inconve­niente en las siembras apartadas y provechoso en las estr~chas.

Distanoia p.ara la siembra. EI Director Quinta­nilla inici6 -en 1890 ensayos a tres distancias 5x5

' cuartas, 7x7 y 8x4. No hemos dado con los porme-nores de los resultados, aunque se men.cion6 ya en ocas~~n de sus experiencias con abonos, que se con­venc10 de lo apartado de las siembras del Ensayo Segundo. ·

En siembras hechas po,r Lopez 'ruero en Rio. Pie­d r as en 1890-91 a distancias de 1.20 m. de lado en cuadro; 1.40 m. d,e lado en cuadro; y 1.70 m. entre line_as ~ 0.90 m. de planta a planta, no influy6 el es­pac1am1ento en el rendimiento, aunque encontr6 mas econ6mica la siembra en cuadro de 1.20 m. de lado (Partes de ,la Est. Agr. de Rio Piedras).

Las observaciones de don Manuel Fernandez Um­pierre (97), en su larga experiencia en el cultivo de la ca:iia de azucar en la Isla, lo llevaron a Ia con­clusion de que el aprovechamiento del terreno es sin duda alguna uno de los factores de mas impor­tancia en el rendimiento d-e las cosechas. En 1887 llama el la atenci6n a la inconveniencia de las siembras apartadas. Expresa su opinion ,de que ,so~ pocos los terrenos de la Isla cuya pobreza aco.lil­seJe a .sembrar a una distancia de s6lo una vara co­mo _ se di<le s: ·hace en la Guayana Inglesa, y qu; los meJores adm1ten perfectamente 2,150 cepas o sea una

204

.\:::./:/::

\~Inbra a una distancia de 7 cuartas, unos 5 pies y iito. Su cuadro de cabida de cepas por cuerda ritiene hasta 4,500 cepas a 5 cnartas de distancia

#:ts de otras. JJ}sta-cas de cogoUo versU,'/ esta,oas del ouerpo. d,e la

>iia. L6pez 'l'uero realiz6 algunas experiencias so• . ei-este pun to en cajas de vegetaci6n. De los resul­

•t~dos dedujo que las yemas de todo el cuerpo de la iafia, desde la base al cogollo, en circunstancias ig11ales germinan simultaneamente; y que el vigor )Wlos retofios, al nacer, depende ex◊lusivamente de la.)ozania de las yemas y del nudo donde ellas van )in.plantadas. Advierte, sin embargo, que las cafias (].estinadas a la reproducci6n deben escogerse de Jdad apropiada, no utilizandose para la plantacion

<:Illa·S que las cafias cuyas yemas esten sanas y bien \eonformadas, qu.e no hayan germinado en el pie ma­:(lre, ni esten por el contrario desecadas.

; . E studio d,e las variedad-es [40]. Hay que dar < credito a QuintaniJla ( 120) por haber iuiciado p0r i primera vez en Puerto Rico, en el afio 1893, •el es­tudio comparativo y sistematico de las distintas va- ·

\riedades de cafia cultivadas a la saz6n, segun en• i tendemos este ~tudio hoy en dia. Con este fin hi­"i zo dos siembras: una en 1893 de cuyos resultados ./inform6 hasta su tercer corte; y otra de 1895 a 1896. < "De las observaciones he.chas en esta ultima siembra

· • ::' '40--En este resumen no se abarcan los estudios rclativos a 1a alime ntaci6n y abono de la cafia de azucar. Vease Cafia de Azucar, Abonos, pags. 190-l!i8.

205

y en el cuarto de la primera no ,existen pormenores en nuestra posesi6n, por lo que a continuaci6n s6lo nos referimos a la J)rimera.

Las cepas se sembraron a cuatro metros unas de otras. Se regaron y abonaron oportunamente. Las variedades comparadas fueron las Salangore Blan­ca, Scavengerie Rayada, Otoohiti Blanca, Salangore Rayada, Otahiti Rayada, Reina Ca:ledonia Morada, Rosa Morada y Cristalina Morada.

Desde el punto de vista cultural -de cada variedad, tom6 Quintanilla afio tras afio datos en relaci6n con el numero de can.as por cepa; numero de :eanu­tos por cafia; longitud media de los canutos; cir­cunfe.rencia, 1ongitud y peso medio de las cafias; pesos medios de }as cepas; y de sus caiias. sanas, cogollos, retofio'S y hojas. Bajo la,s condieiones d:el experimPnto y afio tras afio se observ6 qne todas las variedades, con excepci6n de la Reina. Caledonia Morada, rindieron un mayor nfunero de tallos y peso en los ultimos cortes que en el prime­ro, que es lo eontrario de lo que generalmente ocurre en las haciendas [ 41]. Las siembras, en gene-

41-iMr. R. C. McComiie, Superintendente de Cultivo de la Fa­jardo Sugar Co., en una conferencia que di6 a~te la Asociaci6n de Tecnicos Azucareros de Puerto Rico en 1928, rnform6 que algunas propiedades de Hawaii, se­gun pudo atestiguar en su visita a ellas, esta.ban obte­niendo sus grandes tonelajes rnedios con una proporc.i6n grande de retofios, pero de muy alto rendimiento de .ca.fia por a.ere. En los ultimas afios el autor ha nnid0 . obteniendo tonelajes no habituales en piezas de primer retofio en las tierras de Compafiia Dlorgetti, S. en C., en B'arceloneta- hasta cincuenta toneladas con la va­riedad Barbado Hi·brida 10/12.

206

ral, no empezaron a acanutar hasta los tres meses, siendo la Salangore Rayada de las mas precoces en este concepto. Las varied ad es Scavengerie [ 42) , Otahiti Blanca, Cristalina Morada y Otahiti Raya­da se disputaron siempre el primer lugar en los ensayos culturales en progreso. La dureza excesi­va de la Scavengerie la hizo bajar en merito. Tam­bien result6 la Otahiti Rayada algo dura y obscura, Jo que se creia hacia desmerecer el azucar; pero mos• tro ser buena variedad. Mostraron mayor ana1o­gia la Cristalina Morada y la Blanca de Otahiti. La mayor producci6n de esta ultima le di6 la preferen­cia. Descollaron tambien la Salangore Blanca y la Salangore Rayada. Mostraron el inconveniente de revolcarse, pudriendose con facilidad. La Reina Caledonia y la Rosa Morada se qnedaron atras, so­.bre todo la primera que dnrante las experiencias mostr6 su poco porte, es.cnrrimiento y raquitismo comparado -con el exuberante desarro1lo de las de­mas. La Rosa Morada, <le gran follaje, produjo tallos en ,exceso, muy ti.nos, raquiticos y cortos, pe­ro pareciendo muy ru.stica y probablemente resis­tente al mal terreno y al mal cultivo. Por excelen­cia fue la Blanca d~ Otahiti la que di6 los mejores resultados en cre,cimiento.

En el estudio quimico d-e esas mismas variedades se hicieron J)0r Quintanilla numerosos ana1isis en

4:t--:-Indudablemente por aferesis convertida luego en Ca­venger,ie, .la cafia de fondo rojo conocida hoy en a.lgu• nas zonas bajo el nombre de ''Sangre de Toro".

207

diversas epocas de desarrollo de las plantas y bajo las mismas condicienes de edad y cuido. Particular­mente alrededor de los siete. y doce meses de edad se hicieron por tres aiios consecutivos determinacio­nes del agua, azucar, leiioso, y materias solubles y minerales en las distintas variedades. Tambien se hicieron determinacioues de la extr~ci6n obtenida en el molino de mano usado, proporci6n de bagazo y rendimiento en azucar. Se determin6, ademas, la composici6n de un guarapo en su azucar crista­lizable e incristaliza.ble, agua, materias minerales y organicas, y perdid•as.

Deduce de todos los ana:lisis y experiencias veri­ficadas que, aunque la cafia Blanca de Otahiti no es la mas rica, seg{m sus analisis, industrialmente re­sulta la de mayor rendimiento, lo .cual se explicaba por la blandura de los te.jidos, que hacia posible una mayor extracci6n. Di6 segundo lugar a la Otahiti Rayada, y tercero a la Oristalina Morada.

Race notar Quintanilla que sus analisis no se hi­cieron nunca en cafias de "gran cultura," por lo qae no puede asegurar cual es la verdadera riqueza de las cafias en Puerto Rico; que las menos ricae ca­n.as de "pequeiia cultura" y "primavera" s6lo alcan­,canzan de hecho del 11 al 15% entre nosotros, aien­do err6nea la idea-muy arraigada por cierto-de que se manipulen cafias con riqueza sacarina de1 18 al 20%,

Llama la atenci6n al hecho de que, segun sus da­tos, las cafia.s mas ricaa a los siete meses lo fueron tambien a los doce. De la dulzura relativa de las

208

\:/ii

'.:;Jtintas variedades a diversas edades sospecha que iy cafias precoces y tardias. Opina que la canti-litl de azucar que contiene una ieafia es indepen­~~i:ite del por ciento de agua, leiioao y materias mi­

·Qrales que contenga; pero que guarda, sob re todo 'ii una misma variedad, relaci6n intima y hasta di~'rto ·punto constante con la densidad de su jugo, \% lo que tenia en proyecto un tab-la de riquezas ' earinas equivalentes a densidades del aere6metro. De las limitaciones en sus trabajos parece Quin­

h11illa haberse dado cuenta. Se lamenta de las di­fttltades que ofrece la determinaci6n de la verda­era ,composici6n de la can.a, la selecci6n de tallos ipreaentativoa de la condici6n general, el cuidado

~ffe requiere la eliminaci6n de cafias enfermas o ~tacadas por insectos u otros animales, y las va-·ia;ciones climatol6gicas. ) Importa.oi6n d.e variedades. Se trajo la caiia de

/:1.iucar "Criolla" a-qui de la isla de Santo Domingo, ' donde habia sido llevada por Colon en 1493. En 533 ya funcionaban t res trapiches en Puerto Rico. l cafia Blanca o de Otahiti, encontrada por los

itanceses en el Archipielago de la Sociedad en 1768, 1:he introducida en Cuba en 1793 de donde pas6 a ):foer-to Rico alla por la segunda decada del siilo :~ix, sin que haya llegado a conocerse su int roduc­tor.

, En 1878, al agitarse la cuesti6n de las variedades }fo cafia en relaci6n con SU resistencia a "la enfer-51rtedad de la cai'ia" que se habia presentado en aque­/ifa epoca, e1·a en la .caiia de Otahiti que dea.cansaba .-.:.:;·,

209

casi totalmente la producci6n azucarera entre nos­otros.

Coe.xistian con ella en los cafiaverales, en mucho menor escala, la Carandali o Calancana; la Mora­da o Prieta; la Rayada, Cinta o Lista Morada; la Cristalina; y la Cana Verde ( Bambu). Segun afirmacion general las Gristalina y Rayada habian sido importadas de Cuba. P'or este mismo tiempo foe traida, se opina que de Jamaica, Ia caiia Salan­gore; de Barbados, por Don Jose Annoni, la cafia Borbon; y por el doctor 01<ivot Grand-Court unas cuan tas variedades n nevas de la India; y otras de las Antillas inglesas y francesas.

En 1879, comisionado por la Diputaci6n Provin­cial, trajo Don Santiago l\1c Oormick de la Isla de Trinidad las siguientes variedades: Salangore Ver­de, Salangore ·vioJeta, Cristalina (Claret) Gigante, Reina Caledonia; caiia de listas de Mauricio ( cuan­do madura algo moradas); cafias verdes y amari­Ilas de Mauricio; y semillas mezcladas de diferen­tes variedades.

Otrns importaciones adicionales deben de haberse hec-110 para este tiempo, porque en 1880 el doctor Agustin Stahl ofreci6 a la Diputacion Provincial, para que se ahorrara los gastos de otra gesti6n im­portadora inuti1, sus semilleros de 23 variedades de cafia. Las, entre ella,s, no m<:!'ncionadas arriba eran: Palo Rojo, Palo Rojo Claro, Salangore Blanca, Sa­langore Roja o Morada, Cavengerie, Tamarin, Gi­gante, Saconi o Sacuri, Kakok, Diard, Lousier, Bambu Rosada de Rayas Moradas, Pinang y Verde

210

. d .. nales sobre las variedades existen. ,..,.._, g,u rnformes ~. ,c10 1878 e importaciones hechas en-

tes en Puerto ico e_n Carta del autor a Don F. S. tonces hasta 1880, ve;;ed ~

921 ~n "The Journal of the

Earle de fecha may? e 1 f p to Rico" Vol. V, No. Department of Agriculture o ~r ' 3 J,u!y 1921, Footnote 1, pages 3u-11. ,

' ue se regara durante ocho _:11eses, est~na 44--t,up,on: . q .. 52 u]o-adas al ano qu e umdas

usando Qurntarn;;a d~al~uviap q;e arroja ron sus reg~stros a unas 40 pulgad s ,. 1895 subirian a mas de en esos m1smos ocho mese.: en '

92 pulgadas en total por arf4 ulgadas las usadas para O'Shaughnessy pone en :Aawaii sin cont ar las f>O

una cuerda de 18 mi,ses en iodo por mas que el Dr. de 11uvia en ese mismo per

1 adas Las cifras estima­

Maxwell hab_la de unasd_lOO tit Je ?5-80 pulgadas de riego das por Mollison ~n 11 ia s "idad maxima de las aguas y unas 39 de lluvia. a -~~~' legalmente para fines de de los nos que s~ conce d 7 decimas de litro por se­riego en Puert o ~,co, ei5 ~ calculo que Quintanilla gundo ,Y por he~i~rea, ~O m1t'1;~ perdidas en transito se expreso en centi itros, . · di s en aproxim.adamente un han calculado e~ nueS

t:

05 g:neraJ.mente por surcos, no 20%. Hoy en dia se nega

por inundaci6n.

211.

a creer que en las mayores sequias el intervalo con­veniente entre los riegos debe ser de 10 dias.

Calcula que para cada riego habria de disponerse del agua suficiente para cubrir la tierra con una capa de seis ,centimetros de altura, siendo los rie­gos-como 'Se ha advertido ya-tres por mes.

El volumen para regar una hectarea seria de 60 metros cubicos por dia, correspondiendo en final a llll gasto de agna (le 70 centilitros por segundo y por heetarea (Partes de la Est. Agr. de Mayagi.iez).

Riqtieza sa-oarvna. Aunque indudablemente las . importaciones de nuevas variedades de cafias hechas

en la Isla para sustituir a la cafia Criolla respon­dian al deseo de mejorar la producci6n de cafia y azu.car, no hembs encont-rado, sin embargo) Hamada la atenci6n especifica a la cuesti6n del dulce de la cafia, desde el punto de vista del campo, hasta. el afio 1887 ,cua.ndo <lon Manuel Fernandez Umpierre (88, fH) insiste en la importancia del asnnto en cl

t;ampo a diferencia. de la extracci6n de azti,car en l(l. fa-brica. Acha.ca el bajo duke del guarapo en las fabricas, en comparaci6n con el 18% a que pueden llegar las caiias al madurar completamente, al he­cho de que se corten cafias cuando han tenido mu­cho crcce sin darse cnenta de que en ese estado de loz.ania no han alcanzado su ma:x:imo de dulce, y a imperfecciones del cult.ivo que permiten que las ce­pas, al cortarse, se compongan de can.as deooe las embrionarias hasta las completamente maduras.

Zonas cu,lt-i·vculas at11.te.8 cle 18.98. Se desprende del interrogatorio clirigido en 1878 por la· Comisi6n

212

P,ermanente de la Diputaci6n Provincial en animo de solucionar el problema de la enformedad de la caii.a que a la saz6n confrontaba el pais, que habia siembras importantes en las siguierites jurisdiccio­nes:

Ponce, Sta. Isabel, Salinas, Guayama, Arroyo, J uana Diaz)

Yauco, Aguadilla, ,San German, Ardcibo, Cabo Rojo, Manati, Hormigueros,Vega Baja, Mayagiiez;, V,ega Alta, Ailasco, Dorado,

Toa Alta, Caguas, Carolina, Loiza, Rio Grande, Humacao.

Como algunos hacendados no contestaron al in­terrogatorio ;citado, no cabe duda de que es por ello que en esa enumeraci6n faltan algunos otros pue­blos en donde sabemos se producia eaiia desde m11-cho antes de 1878.

El estudio hecho en 1880 por el Gobierno Gene­ral de la Isla para determinar el numero de facto­rias centrales de. una capacidad anual de 4,000 bo­coyes (unos 50,000 quintales) cada una que pudie­ra ser a.limentada por las siembrafl de cafia en ca­da departamento de la Isla arroja nueve µueblos caiieros en adici6n a los anteriores: Bayamon, Fa­jardo, Yabucoa, Pefiuelas, Ceiba, Naguabo, Guaya­nilla Aguada y Maunabo.

E~ el 1896, segun el reparto d·e la ,contribuci6n territorial, figuraba Ponce en primer termino en la producci6n de a.zucar; Juana Diaz en segundo h1-ga.r; ~n tercer lugar, Arecibo; Manati, cuarto; Y

Vieques quinto. De acuerdo con el reparto par.a 1896-97, no pro-

213

ducian cafia los distritos municipales de la Capital Naranjito, Aguas Buenas, Cayey, Oidra, Comerio'. Barros, Ciales, Lares, Maricao, Aibonito y Barran­quitas_

En abril de 1897, en los resumenes para el ami­llaramiento, aparecian una,s 61,972 cuerdas cultiva­das a .cafia, superando Ponce con unas 6 466 si-

. ' ' gmendo luego Juana Diaz con mas de 4,199, Vi.e-ques con 3;458, Arecibo con otras tantas, y San German con unas 2,699. ·

En 1899 el m1mero de ing-enios (trapiches ha­cienditas) era de 249 y el de factorias centrale~ 22 con las 61,000 a 73,000 cuerdas de caiia que los sos'. tenian distribuidas en fincas de 31 cuerdas de ex­tensi6n media ,cada una.

Es evidente, pues, que antes de la dominaci6n norteamericana, nuestras haciendas radicaban prin­cipalmente en aquellos terrenos m{t.s propios para ello: los cercanos al Iitoral.

CAiSABE

PrepClh·a,oi6n,. Por mas que el proceso para ,au preparaci6n es conocido de todos, su omisi6n en es­ta obra seria imperdonable, ya que la preparaci6n del "pan de la tierra" fue la primera industria agri­cola importante de nuestro suelo. No creemos pue­da mejorarse la descripci6n que de ella ha.ce el Dr . Coll y Toste (45] :

45-.Prehistot!-a de Pui,rto Rico, por el ;Dr. C . Coll y Toste (190?), P_ag~. 13,2-133 ; y articulos en "El Agricultor Puer• t~rnqueno, numeros 11, de! ano III, Vol. V y 10 del ano IV, Vol. VII, por Don P ablo Morales Cabrera (1928 y 1929.)

214

"El horinquefi.o, ayudado de las mujeres1

trabajaba el venenoso tuberculo de la yoou­bia para obtener su alimenticia harina. La­vada la yuca y raspada la pelicula externa con una conchita de almejas, llamada cagua­r(;i, reducianla a una grosera harina, La cati­·bia, rayando el tnbercnlo en las asperezas de una tabla cuadrilonga de palma de yagua, sembrada de . piedrecitas l!lili.ceas, que llama­ban guayo. ·Recogian los borinquefios la ha­rina d·e la yuca en un sitio o artesa, llamado guarilciten~ segun iban rayando los tubercu­los. Luego echaban esta harinosa masa en un saquito h echo de empleita de palmera, llamado sib-ucan, el cual colgaban de un ar­bol, y dos indios o indias, mediante un palo enganchado en el otro ertremo de la manga, segun refiere Las Casas, o ayudado del peso de arandes piedras como dice Oviedo, espri-

o . mian cl saqnito para extraer de la yuca el JU-go venenoso, llamado naiboa . Retirado el mor­t ifero zumo, tomaban el farinaceo producto y lo cernian eu el jib-i, una especie de ·cedazo he­cho de cafiitas muy finas de carrizo, obte­niendo asi muy buena harina, la que exten­dian en panes redondos, del grueso de dos de­dos, en una caznela o plato llano de barro, llamado 1:ru,.ren, -que ponian al .fuego sob.re piedras, dando vueltaca a las tortas con maa tablilla, llamada wuisa,, hasta que el pan ca­sabi quedaba hecho. Con la mejor fl.or de ba-

215

rina de yuca hacian un casabe selecto, muy blanco, que llamaban xau-xau/,

CEB.AD A ( H orde,u,m sa,tivitm)

Ensayos d,e cultivo. Sigui6 Quintanilla el mis­mo metodo de ensayo que con la alfalfa. Por el mal resultado obtenido en los cilindros, desisti6 el de 1contin11ar la prueba en ellos con la cebada. En la primera prueba en el campo de la Estacion,, la cebada fue una de las que no subsisti6. En la fin. ea del Sr. Cartagena, la cebada di6 abundante can­tidad de tallos y ho,jas, pero no espigo [46].

CENTENO (Secale cereale)

Ensayo de cultivo. Sobre las ex,periencias de Quintanilla con el centeno pueden aducirse analo­gas consideraciones a las I1echas con respecto al trigo en la _pagina 283. Copiamos a cont-inuaci6n sus palabras te:xtuales eli relaci6n con sus tentati­vas de cultivo del trigo, centeno, avena, cebada, al­falfa y trebol :

"A instancias de muchos agricultores de la regi6n se emprendieron estas ~xperiencias;

46-1:a Instrucci6n de 1513 a que habia de sujetarse Pedra­nas en 2u _gobernaci6n de Castilla de! Oro exigia que llevara_ ~ngo y cebada nuevos y trigo tremesino, y otras_ s1m1ente~. . . y se sepa claramente alla que si nom acud1ere o nac1ere, que no es por defecto de la simiente,"

216

-pero siempre con el objeto de no continuar · formalmente mas que las que se relacionan

con las •do.s leguminosas tan utiles y tan be­neficiosas como plantas forrajeras, la alfal­fa y el trebol, a no ser que el rendimiento de las otras gramineas hubiera inducido a creer que pudiera ser economico su cultivo en es­tas latitudes, lo cual no ocurre" (Partes de la Est. Agr. de May~iiez).

OOCOTERO (Oooos wu,cijera).

Abeinos. Lopez Tuero (130) recomienJa toda clas~ de estiercoles y basuras. Mendona muy espe­cialmente el uso de las algas y •despojos marinos, los residuos de las tenerias ; y condena la creencia de que ,el abo:a.o eon sales necesario al cocotero [47~-

V,ariedad Maoapun6 . Aecedi,endo a una peb­,ci6n hecha por el Presidente de la Real Sociedad Econ6miea de Amigos del. Pais, hizo traer en 1895 el Obispo d,e Puerto Rico dos mil cocos apro::rim~­damente de la variedad Maoapun6 de las Islas F1-liptnas, -para su re-partici6n gratuita entre lo~ pro­pietarios y hacendados de la Isla. Esta sem1lla, Y la de abaoa, que la acompaii6, fueron profusamente distribuidas -por todas partes [ 48].

47_,En 1913, "Ann. Rept. of the P. R. A9r. Exp. St.", pa~. 20 se afirm6 tambien que la sal comun no es n~cesana al' cocotero. Sin embarg@, en ;in ensayo_ posterior, las parcelas abonadas con sal comun aventa13;ron, 45 .. a 11, las parcelas con aJbonos de otra clase. Vease el Ann, Rept. of the P. R. Agr. Exp. S_t.", pag. 8,. 1922 ...

48-'Expediente Num. 3~6, Secretana de la D1putac1on Pro-vincial de Puerto Rico.

217

La comunicaci6n del Director de la Escuela de Manila, al anunciar su envio en parte decia asi [49):

"Los cocos, ya .. germinados en su mayorfa., se envian en seis cajones, y algunos van con tallo y Jiojas de unos treinta centimetros de longi tud".

"El cocotero macal)un6 corresponde a una variedad unica y exclusiva de una reducida zona de l a provineia de La Laguna, y se di­ferenciia de los demas cocoteros en que pro­pende al abo1·to de la mayoria de sus frutos, lo que es cansa de ~ne en vez de ser la almen­clra dura, hueca y llena en su parte interior de liquido, es mas tierna, y macrsa por com­pleto, por curo motivo son muy estimados estos cocos para la confecci6n de dukes."

"Los cocos de esta variedad producen mas aceite que los or.dinarios. En cada racimo de estos cocoteros se l>roducen uno o dos a lo mas tres cocos de almendra hueca, con liqui­do en su interior, iguales por completo a los cocos ordinarios."

"Todos los demas cocos de estos racimos son macisos, y, si se s iembran, no germina ninguno, por lo cual los que sirven para la

49-Expediente sobre Real Orden de! Ministerio de Ultra• mar participando el envio de sernillas de abaca y de coco~ macapun6 ,hecho por la Escuela de Agricultura de ,~amla, S'ec~etana del Gobierno de Puerto Rico, N ego­c1ado 39, N umero 494, 1895.

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propagaci6n d~ esta variedad son los huecos, procedentes de cocoteros que los dan macizos, los que una vez germinados y desn1Tollados1

producen cocoteros de la variedad Maeapu-

n6." "Sin embargo, hasta ahora y fuera de la

zona de la provincia de ,La J,aguna en que es­ta variedad se produoo1 no se ha conseguido su reprodu.cci6n, pues si,empre que se ha in­tentado, -solo se han obtenido cocoteros ordi-

narios". "La expedencia dira si en Puerto Rico

puede perpetuarse esta variedad con los ca­racteres expuestos."

CON-SERV AS Y DULOES

Exhi.biciones. Muestras de •dulces y conservas, fueron presentadas frecuentemente en los eoncursos agricolas antes de 1898, contandose entre ellas la pasta y jalea de guayaba [50) , la pasta de naranja y las pifias conservadas en su jugo .

CHU.FAS [51] (Oype1'U8 escW-len tu.s)

50-La guayaba (Psidium esp.) es indigen_a ,de las An~illas y de Tierra Firme. Oviedo (1), descnb1endo el sist ema wonticular de los edificios azt ecas (Mejicol, dice: "las torres estaban cubiertas de paja, y que en lo alto de algunas de ellas avia verduras de arbo!es de fructa, pe­q uefios, c.omo guayabos e otras arvoledas." En las cprimeras d escripciones hechas de la I sla de San Juan de Puerto Rico hay quejas c-0ntra los guayabos por su rapida propagaci6n, a lo que ayudaban los animales que de ellos se aliment aban, dando por resultado la invasion de los pastes en perjuicio de\ forraje (6).

51-Tuberculos de la Juncia avellanada.

219

Emhi,biaio,ies. En el concurso agricola de 1895, celebrado en la eiudad de. Mayagiiez, fueron presen­tadas muestras de chufas por Don Antonio Brunet.

ESTADISTICAS

Produccion de -az·ucar, cafe y t(ibcwo (1828-1897) ; Valores exportados de azuoar, cafe y tabaco (1864-1897). V ease el A pen dice, pags. 289-291.

ESTERCOLERO

Oonstrucoi6n. De acuerdo con \a asignaci6n he­cha en presu puesto para la obra, se tenia a fines de 1891 bastante adelantada la constr.ucci6n de un es­tercolero modelo en la Estacien Agron6mica de Rio Piedralil.

FRIJ OLES NEGROS [52] (Pltaseolitts esp.)

52-En el "Prime; Informe de la Comision de Alimentos" (1918), se repartieron semillas de una habicbuela negra cedida por Jos -senores Lluberas de Guayanilla; y que se decia ser mas rustica y productiva que ,las blanca y colorada ordinariamente cultivadas en el pais.

Juntamente con el maiz y el chile, estaba el const1-m0 de la ~luvi~ o judia (o frijol, frisol o frejotl , como lo llaman mvanablemente en Mejico, muy generalizad'o ei:i la N ueva E spana preoortesiana. Se ha opinado que solo per el 1,1~0 extenso de esta leguminosa de elevado poder nutritivo pudo alcanzar la cultura azteca su· sor­prendente desarrollo careciendo como careci6 de cua­drupedos productores de .Jeche y carne. Veas~ fa "His­'tOria de America Espanola," Torno JII, por Carlos Pereyra.

220

< Emhibiciones. En el concurso agricola de 1895, CE'lebrado en la ciudad de Mayagi.tez, fueron pre­sentadas muestras ,die frijoles negros por D. Lucia­

no Velez.

FRUTAS

\ A.provechamiento por destilaci6n. Considerando ) ia abundancia en que se producen en la I sla frutos \ cuya mayor parte no pueden ser utilizados por va­\ 1-ias causas, ent re las que se cuentan, en algunos, la

mala calidad; en otros, el que la madurez se verifi.­f ca tan simultaneamente, que, a uo tener medios de f ronservarlos y exportarlos, se pierden, por l as \ grandes cantidadcs en que se proclucen, se -pro­\· cedi6 por Quintanilla en 1890-91 a ensayar l a ) fermentaci6n y destilaci6n de un buen n(1mero de , productos. De este modo se fermentaron y destila­u on el tamarindo (53), el eaimito [54] , el nispero

[55], el guiueo "guarano" [56) , la guanabana [57] ,

/ 53-Tamarindus indica. Se tiene por indigena del Viejo .Mundo. El hecho de que difieran mucho los metodos de p reparar la pulpa en distintos continentes parece apoyar la opinion.

" 54-Chrysophyllum caimito. Segun Coll y Toste, de el ha-. cian arcos los indi-0s.

,_ 55-Sa.pota Acra.s, el zapotillo de Mej ico. ' 5&-Musa. sa.pientwn. 5i-Annona. murica.ta.. Segun Coll y Toste, en su " Prebis­

toria" ya citada, los A.r-uacas de! continente Sur Ame­ricana tenian -las mismas viandas y frutas que {os indo­antilfa.nos; y les aplicaban los mismos nombres a las batatas, boniatos, maiz, guaya.bas, guanabanas, bicacos. tunas, pinas, jobos, etc.

221

la naranja duke (58), el mamey [59], la pomarro• sa [60], las piiias carrasquefias [61], el mango "ro-

58-Citrus sinensis. Bernal Diaz del Castillo hace el siguien­te relate de la introduccion de la naranja a la Nueva Espana alla por 1518 (Pereyra, ob. cit., Torno III. pags. 54..55).

"Bernal llevaba en su escarcela unas pepitas de naranjas, que habia sacado de Cuba, 'pues era fama que iban a poblar,' y como ya estaba de regreso, ocurriole la idea de sembrar aquellas pepitas junto al cu en que iban a dormir el y sus compaiieros. Los naranjos nacieron muy bien y se lograron, por­que los papas de aquellos idolos, viendo las extrafias plantas, -oornenzaron a beneficiarlas, regandolas y lim-piandolas, para ver que saHa. 'De alli se hicieron de naranjos toda aquella provincia' ."

"Despues de escribir este delicioso pasaje, Bernal Diaz lo remata asi: 'Bien se que diran que no hace al .prop6sito de mi relaci6n estos cuentos viejos, e dejallos he'. Medita un memento, y tacha todo lo que a los naranjos se refiere. i Si solo se escribieran cuentos viejos como este ! "

59-Mam.mea. a.mericana.. Segun el Padre Francisco Javier, en "Histoire de L'Ile Espagnole ou de S. Domingue", Torno I, pag. 59, los indios alli tenian la creencia de que el mamey era el arbol delicioso que poblaba las llanuras del lago Tiburones, -donde residian los espiri­tus; y que estos ultirnos salian sigilosamente de noche a buscar la. fruta ,para su sustento. De aqui el respeto con el que se dice mira,ban los indigenas al mamey, hasta el punto de abstenerse de comer1o por ternor de que luego pudieran carecer de el las espiritus.

Sugerimos nosotros que quiza sea este el origen del "rnamey" come simbolo de canongfa en nuestro pais.

60-Jambos jambos. 61-Anana.s sativus. Las Casas -dice que no las habia en

Haiti sine que las importaron de Puerto Rico. Ademas de la Espanola y la Cabezona, que son las que se cul­tivan boy en grande escala, ~ conocen aqui la pan de a.ziica.r, Ja negrita. y .Ja carra.squeiia. Los espafioles las llama.ran pifias por s-u parecido con los conos fructiferos de los pines.

222

sa" [62), y el guarapo de cafia de azu.car. En es• tos ensayos intervinieron en cooperaci6n los sefio­res Masferrer y Rosell, director y profesor del Li­ceo respectivamente, y el senor Marin, en su cali• dad de ayudante de la Estaci6n Agron6mica.

Colecci6n de fnitales. Existian en 1891 siembras de diversos frutales en la Estaci6n Agron6mi,ca de Rio Piedras con ,el objeto de estudiar las exigencias y necesidacles de cada uno, habiendose encargado al extranjero, ademas, otras especies mas. Se conta­ban en la colecci6n o ar-l)or·etum unas veinticuatro especies del pais.

Don Francisco Berreteaga, de Arroyo, present6 ante el Jurado examinador de los productos en el concurso agricola celebrado en Ponce en 1896 certi­ficaci6n de tener un manzano muy frondoso con tres frutas y siete mas desarrollandose. Don Jose Cos­ta, de Coamo, -solicitaba premio por tener en su fin­ca ciento treinta y tres arboles frutales, del pais y extranjeros, aunque no todos estaban con frutos [63].

GALLINERO

Construcoi6n. Describe el Director L6pez Tuero en 1891 la planta que, para gallinero con capacidad para cincuenta gallinas, habia hecho constrnir en la Estacion Agron6mica de su direcci6n.

62-cMangifera indica. Originario de la India. . 63-Expediente relative al concurs◊ agricola de 1896, Se­

cretaria del Gobierno General de la Isla de Puerto Rico, Negociado 39 , Num. 1'14, 1896.

223

GANADO

P-rueba de aivme1itaoi6n. Por mera curiosidad, segun sus propias palabras, ya que no constituia objeto de la Estaci6n a pesar de 1;1er la cuesti6n de vital interes a lf\s ganaderos de la Isla, hizo ensa­yos Quintanilla, en 1890-1891, d{mdole a un caballo una raci6n de alfalfa verde y seca. A mas de ha­berla comiclr . no facilmente sino ~on ansia verda­dera, gan6 mucho en peso. Tambien pudo observar que la comia bien el ganado vacuno.

Regimen aZime11,ticio. L6pez Tuero (126) lo de­ja registrado, para su tiempo, al especificar que la alimentaci6n de loo {!aballos era mixta, de las yer­bas malojillo o guinea y grano (maiz, cebada o ave- · na). Se le estabulaba durante el dia, y se le per­mitia el libre pastoreo durante la noche. En cuan­to a los bueyes, dice no recibian otro alimento q1:1e el malojillo en libre pastoreo.

_La cuesti6n del grano a dar al ganado vacuno co­mo complemento del forraje usual sigue sin resol­verse en Puerto Rico. Los millos estan siendo en­sayados en Haiti al presente, con trazas de exito. Uno de ellos importado rulli de Estados Unidos r.e­siste la ,seca, madurando a los tres meses. El gra­no es mas tierno que el del millo iniligena, y le gus­t a mucho a los animales.

Precio dei trabajo. Valor6 el del caballo en 62 centavos diados, incluyendo el costo de amortiza­ci6n en siet~, aiios; y en 48 centavos el del buey, sin amortiza 1i6n a lguna, explicando (126) :-

224

"Cuando -el buey Uega a la edad de la re­forma, esto es, que haya de ser reemplazado 1)0 1' otro mas joven y vigoroso, no se tiene en ,cuenta lo que da por el el matadero o el mer­cado ; valdra ca-si tanto como al principio, y para ,esto bastara roejorarle '{)Or algun tiem­po la alimentaci6n, aligerarle el t rabajo y otorgarle algunos cuidados de -predilecci6n para que engor cle ; a:si entre su valor de ad­quisici6n y de <le!echo la diferencia sera in­significante cuando la haya, que otras veces no existe; 1)01' este motivo, en la ,contabiiidad no se consigna partida alguna por el concep-to de amortizaci6n."

GARBANZOS ( Cicer arietin1Us)

~,- < Cult·ivo . En su buerta tenia en 1891 el Director << Lopez Tuero dos cahallones l(le garbanzos, sembra­

,,dos a 25 centimetro-s de separaci6n.

HORTA.LIZAS

Aim,OA,>igos. Se sostenia.n en la Estaci6n Agro­n6mica de Rio Piedras en 1890 almacigos cuyas si-mientes eran importadas de las provincias meri­dionales de la Peninsula, ,con el objeto de repartir semilla-s mejoradas entre los agricultores Y com­

. probar las ventajas de los 1>rocedimientos racio­

.· ~ales aconsejados. Vease mas adelante "Intro­

.. cluccion cle Especies Extranjeras." pag. 246.

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peos que vivian en la-s colonias que se abstuviesen de comer verduras y legumbres que no estuviesen co­cidas. Fundam.entaban este consejo en el temor de que contrajesen enfermedades al comerlas crudas. Rntre esos males se contaban la disenteria amibica (Amoeba dysenter-i,a,e), la coccidiosis (Ooccidiwm vu-

11i-culi; y la disenterfa infusoria ( Ba-lanN-dvu,m ool·i). Quiza si esto explique la poca inclinaci6n de nues­tro pueblo, en el pasaclo, a las ensaladas de verdu­ras crudas. No conocemos datos ningunos que apo­:yen este temor.

IMPLEMENTOS AGRIOOLAS

A.rado del subsuclo. En -el estudio emprendido por Quintanilla de los procedimientos culturales en las ha.ciPIHlas de la zona c-en'Pspondiente a la Esta­cion a sn cargo, lleg6 a la conclusion de que la cau­sa com(m de lo.s bajos rendimiento.s de can.a se de­bfa a la falta de porosidad y consiguiente apelma­zamiento y la falta de desague en las capas inferio­res. Ensay6 el valo-r de las labores de d-esfonde en dos parcelas. Aro nna con el arado topo; otra, sin el. En sus propias palabras,

"Los efectos de esta operaci6n han podido apreciarse a la simple vista y sin necesidad de recurrir al peso: mas temprano desarro­llo, mayor lozania en las epocas en que se- se­caba excesivamente el suelo, y mayor rendi-

226

llo visible de las cepas y de las can.as."

INSECTICIDAS

.... Antes d-e 1898. Lopez Tuero (127) menetiona ya fas siguientes substancias en uso: el petr6leo, el §itlfuro de carbono liquido o en capsulas, el arse­

i hico blanco, los polvos de piretro, "rough on rats'', .petr6leo-jabonoso, naftalina y brea.

•. /<.lnintanilla roenciona (120) el nso, por agriculto­}tes de Adjuntas, de distintos insecticidas, ya liqui­)ios, ya pulverulentos, aplicaclos por aspersion. }~numera el petr6leo, el aeido fenico y el hipoclo•

(fito de calcio. Dice del uso del sulfo-carbonato de i J_fotasio en relaci6n con la represi6n del gusano

<\blanco. . E:r:hil>'iciones. La Junta Oalificadora de Con-

• cursos Agricolas resolvi6 conceder a Don Buena­ientnra Marin, de Aguadilla, el vremio de cien pe­

\ sos, ofrecido en el .concurso de 1897 celebrado t'n · San ,Tuan, por haber comprobado [64),

«que teni€ndo en sn finca cle cafe nna deso1a­dora plaga de gusanos radicicolas qne ha­cian estragos en la plantaci6n, ensay6 ei em­pleo de varias snstancias insectiridas sln r-e-

64--Expediente sobre la celebracion del Concurso Agricola del presente afio ( 1897), Secretaria del Gobierno Gene­ral de la Isla de Puerto Rico, Negocia.do s~, Nt11n. 145, 1897.

227

sultado practico, como el empleo de azufre, que quemaba al aire libre, por lo que tuvo que discurrir nuevos procedimientos de ex­iind6n, atinando con uno de excelentes re­sultados por su facil aplicaci6n y costo eco­n6mico, que consiste en la mezcla interna de la brea mineral con tierra famizada, en la proporci6n de dos por ciento cuya mezcla se efect(1a en recipientes adecuados al aire li­bre y sin gasto alguno. Este insecticida es depositado en el suelo infectado por el cole-6ptero que c:a origen al gusano blanco, tan perjudicial como abundante. Esta materia ejerce su acci6n mas que como anestesico co­mo ahuyen tadoi-, por sn hediondez, del insec­to que se persigue."

INSECTOS

Ottchazudo. Descrito por Lopez Tuero como un insecto n o.cturno de -color pardo que hace sus des­trozos en las hojas del tabaco en las horas de pri­ma noche y las de madrugada, e l cual combati6 busc{mdolo -debajo -de la tierra, junto al pie de ca­da planta y matandolo, por carecerse entonces de un insectic:ida ccon6mico y eficaz [65].

65-Hay varias clases d~ orugas que se esconden en el terre­no durante el dia y salen de noche a alimentarse de las hojas de! tabaco. La mas comun es de color castaiio, con marcas i rregulares de color castafio os­curo, la Feltia a.n.exa. En Puerto Rico se le llama "cue­rudo." El apelativo de "cachazudo" se ha usado mas en Cuba. Vease la Ci rcular 53, Est. Exp. Insular Los Gusa.nos de la Hoja d-el Tabaco, por George N W o'icott 1922. . • '

228

':' 't g } . Chwnga. Mencionada por el Director Quintani­Uli bajo e: nombre de Grillotalpa vulgaris (66] co­fud l a causa del gran numero de marras en una de :~iis siembras de can.a de azucar en 1890, y de Ia ne­:t esidad de que ·sean los semilleros mayores de lo diieesario, numericamente hablando, ,en sus siem­btas <Je tabaco. \ Gusano bl<inco. Estudiado extensamente por Lopez Tuero (131) quien atribuy6 a esta larva re­

}iaci6n causal con la celebre enf.ermedad de la .cafia ·en 1878. Quintanilla no dice que sea la. causa de

) aquella enfermedad; pero -si cree que hace mucho / dafio a la caila, por lo que ha visto. ·•·· L6pez Tuero situ6 el "cacuJo" del gusano blan-co en

d orden de los Oole(wteros, .familia de los Esomra­beidos, grupo de los Rutilados, genero Leucotiro [ 67] . En relaci6n s<'.On las medidas para reprimir­

: lo fue que se us6 por primera vez entre nosotros el \ . farol caza insectos.

H ormiguilla. De la pla-ga de hormigas de ca-

00-Scapteriscus vicmus. Se lleg6 a decir que este _in­secto habia sido introducido en la Isla en guanos 1m­portados alla p or el 1850. No fue asi, porque ya en 1797 (17) la Comisi6n de! Capi tan Baudin lo encontr6 en la I sla. Veru;e el Bulletin No. 2, Porto Rico Agri­cultural Exp. St., 1902, por 0 . W . Barrett, The Cha.uga or Mole Cricket in Porto Rico.

67-,Mr. Eugene G. Smyth segreg6 di-ez especies de g1,1sanos blancos en Puerto Rico, situando cuatro de e llas, en el genera Filogafo o La.chnostenia y una en el genero Fi­ta.lo de la tribu de los Melolontinos. Vease "The Jour­nal of The Department of Agriculture of Porto Rico", Vol. I , No. 2, The White-Grubs Injuring Sugar Cane in Porto Rico, 1917.

229

be:m negra de Aibonito da cuenta la Revista de Agricultura (94) en el tomo de 1889. Luego (1908) fue clasificada bajo la denomiuaci6n Myrm.elachista c:rnbig'tUI, Forel subespecie r.a,rnulorum Wheeler.

Plaga de hormigas y g1,1,sanos. La primera plaga en Puerto Rico de que tengamos -conocimiento, ocu­rri6 en el siglo diez,y seis. La descripci6n de H errera (3) pinta los estragos ;eausados por las hormigas en las raices de los ar.boles, al punto de destruirlos, los sufrimientos de los labradores con sus picadas, y hasta las precauciones indispensables que hubo que t omar con los nifios hasta que cedi6 el azote [68] .

68-Tomada de "Histoire de L'Ile Espagnole ou de S. Do­mingue" par le P. Pierre Francois Xavier de Charleroix <le la Compagnie de Jesus, Tome Premier, pp. 350-351-remitidanos (1929) por el s·r. Jorge Serralles desde San Pedro de Macoris, en su entusiasmo por estas materias -copiamos la pintoresca descripci6n. Advertimos que, segun los 'historiadores, -el cafeto no existi6 en Santo Domingo hasta despues de ii18.

"A cette triste F leau, qui n'etoit t-om-be que sur !es Indiens, mais dont le contre-coup fut la ruine de not~e Isle ; il en succeda une autre (1518), qui pour avo1r en une cause fort legere en apparence ne laissa pas de produ.ire des effets tres f.unest es. II parut toute a coup dans I sle Espagno"le, e t clans celle de Portoric, une quantite si p rodigieuse de Four• mis, que la surface de -la Terre en fut couverte. Gelles de Port:oric avoit des aiguillons, dont Jes pic­queures ~aus01ent ,une douleur plus vive que celles des Abe1lles ; clans l'Espagnole elles n'avoient pas ~et_te_ incommod.ite, m ais elles y furent un dommage 1nf1m. Dans l'une et clans l'autre on etoit contraint quand on vo:-1Iois prendre un peus de repos, de p ose; Jes quatre p1eds du lit clans quatre grands bassins remplis d 'eau. Tous !es Orangers moururent dans

230

:-.; ­

,:::

} •~orres Vargas (42) informa de la destrucci6n de JA. ;ruca por ias horm.igas, y por otro gusano, ade­.JJlas. E l ataque del gusano dice haberse repetido ~n 1641. '} Que:resas. L6pez Tuero {127) hace menci6n de 1~ta cochinilla o "'piojo de bolsa blanca", y des.cri-

l'Espagnole, aussi bien que !es Cannes de Sucre dont la Ve?'a•Real etoit deja tellement re-mplie, qu'e11e pouvo1t esperer d'etre bientot en etat dit un Auteur Espagn~l, .de fou~nir du Su~re a t out~ !'Europe, et a t oute 11!sie; ma1s cette H1storien n'a pas aparem­ment pretendu qu'on prit se proposition a la lettre La perte des Caffiers, ou Canefficiers. fut encor~ plus considerable. C'etoit al<>rs le plus grand com­merce de !'Ile, et ii n'en resta pas un pied. On avoit beau noy~r les .Fourmis, dont on voyer !es arbres toutes n01rs, un moment apres c'etoit a recommen­cer. , On auroi t dit q ue tous Jes arbres avoient pas~e par )e feu; q_ua,ntite meme secherent para la racme, et 11 est. arnve plusieurs fois, q,u'apres brule de monce~ux d oeuf,s de ces I r:sectes, qu'on t rouvoi t clans la terre Jusqu a_ la ha:-1teur de quatre palmes, le le_ndemam on voyo1t sortir de memes endroits nn a~ss1 ~and nombre de Fourmis, que si !'on avoit n en fa,1t."

"I:es P . P . de Saint Francois firent en cette oc­cass1on une experience, q ui leur reussit, mais que tout )e monde n'etoit pas aparemment pas en etat de faire. Ils mirent trois ou ouatre liv res de mer­cure sublime sur une terrasse de· leur C-Ouvent toutes Jes Fourmis d'une demie lieue a la ronde y ;ccouru­rent, et y moururent dans le moment qu'elles tou­c~erent a cette composition. On eut enfin recous au C1;e), apres avoir. tente t outes les autres voyes de ce dehvrer de un s1 terrible Fleau; il le fit partout de Processions generales, mais comme on ne pouvoit convenir du mediateur, qu'on devoit se choisir au­pres de Dieu, po-ur appaiser sa colere, on le tira au sort, et le •sort t omba sur S. Satumin; on lui fit des voeux, et le Fourmis disparurent peu a peu."

231

be sus habitos y metamorfosis. Lo clasific6 como el Ooccus sa,c1Lari del orden de los hemipteros [ 69]. Recomienda el deshoje de la cafia como gran a uxi. liar para su represi6n.

Taladro del tallo. E numerado por L6pez Tuero entr.e los enemigos de la cafia de azucar (127) hajo la denominaci6n de Toru-iw sacarifaga [70]. Des­cribe los da,fios que causa y se refiere a sus enemi­gos y medidas d·! represi6n.

Taladrador del tallo del cafeto. I nformado en la Revisb de Agricultura, Industria y Comercio, tomo d e 1889. El A patc c(i,rmcl-itet Fabr. de Stahl y Gundlach, Apate fram,cisca, Fabr.

INSTITUCIONES RELA.CIO'NADAS CON LA

AG RICULTURA.

Ateneo Puertorr·iqueno. Fundado en 1878 por Don Manuel de Elzaburu, con quien cooper6 en la

69-Esta es la cochinilla de la caiia de azucar, conocida hoy bajo el nombre de Pseudoe<>ccus sac.earl, el Dactilopto sacchari de Busck, de los Coccidos. Vease J ones, T. H. ; .A List of t he Coccidea of Porto Rico, Journ. of the Board of Coonm. Agr. P. R., Vol. I, 1917.

70-Hoy dia conocemos el "taladro" bajo el nombre de Dia­trea sa.ccaraJis Fabr., de! grupo de los Crambidos fami­lia de los Piralidos. En la Guayana Holandesl se le habia ya asignado al genera Falena, por Fabricius. Vease ,el Bui. 12, Board of Commissioners of ~ariculture, "The Sugar-Cane Moth .Stalk-Borer," by T. H. J ones, 1915.

El genero Piralis de Linneo ha sufrido infinidad de se­gregaciones. Duponchel form6 luego eon ellas la familia de. l_os Piralid-0s. Algunos entom6logos, entre ellos Fa• bn c10, form6 con ellas, sin embargo, los generos Falena Y Cra.mbo. La denominaci6n Linneana es la mas a n'ti• gua.

232

Don Alejandro Tapia y Rivera. Estimu­aJ pueblo en el pasado al cultivo de las ciencias

las artes. En el presente es su casa el refugio de historia que guardan los libros de los autores

Asociaci6n de Agricult-ores de P,uerto Rico. Agosto de 1892, y a iniciativas d el Ecmo. Sr .

Marques de Arecibo, qued6 organizada esta insti­tuci6n cuyo 6rgano oficial fue "La Reforma Agri­cola" (138), revista de seriedad y merito, particu­larmente devota a las cuestiones econ6micas.

Banco Territorial y A gricola. Fue fundado en 1894 por el esfuerzo admir.able de un pufiado de paisanos ilustres, entre los que se destac6 Don Ju­lian Blanco. Las vicisitudes por las que atraves6 en su genesis han quedado r egistradas en la prensa de su tiempo, notablemente en "La Reforma A.gri­cola" del afio 1897 de la que nos permitimos trans­cribir el siguiente fragmento :

"No son casos foFtuitos e illevitables en todo establecimiento de eredito los que ban ocasionado el peligro y los perjuicios que han estado a punto de convertirse en un ver­dadero desastre. No es tampoco la causa generadora <le esos males que el Banco Terri­torial se constituya con un •ca pital in-1mficiente en relaci6n a las grandes necesi­dades de la pros-peridad agrkola en este pais. Las causas positivas ban sido otras muy dis· t intas, entre las que descuella como ca-pital

233

y madre de todas las demas la guerra sorda e implacable que ha venido haciendose al re­ferido l3anco, a(m desde antes de su funda­ci6n, por los que, mas atentos a sus egoistas conveniencias que al bien general, compren­dieron desde un principio que la existencia de un Banco habia de dar en breve tiempo un golpe mortal a la in~cua explotaci6n que venian haciendo del infeliz agricultor, con­denado aqui mas que en ninguna otra parte del mundo civilizado a ·ser la victima propi­ciatoria de todas las concupiscencias."

Bl Ccttcistro. Desde 1830 se trat6 de levantar el plano topografico catastral sin que llegara nunca a realizarse; por mas qne desde 1885 se aprob6 en nuestro presupuesto .de gastos del Gobierno la can­tidacl de 20,000 pesos para su ej~cuci(m, y se empe­fi6 la ayuda del Instituto Geografico [71) . Vease la obra de Asenjo (108).

Colonias .. :'Lgricolcis. Bajo fecha de mayo 1894., qued6 ext,endida a Puerto Rico por Real DecJ.'leto la "Ley de Colonias Agricolas" de 3 de junio de 1868, vigente en la Peninsula, con las mismas mo­dificaciones que -en ella se introclujeron al aplicar­la a la Isla d,e Cuba.

Esta Ley tendia al desarrollo de los distritos, es­tablecimientos , rurales y granjas mediante la con-

71-Gandia Cordova, R. V ease su articulo citado N ota 80 de la S'.egunda Parte. '

li . J

234

de exenciones contrioutivas y otras venta­adicionales. La Imp11enta del Gobierno edit6

Ley siendo Se.cretario del Gobierno General Angel Vasconi.

Conowrsos Agricolas. Por Real Orden de 27 de die 1853 se orden6 que peri6dicamente lile

y costearan con fondos del Estado ex­'"~·""·'"" publicas de la industria y de la agricul-

Hasta 1882 ,se habian efectuado cinco : las tres primeras en 1854, 1855 y 1860, bajo el patronato de la J unta de Oomercio y Fomento, y las dos ulti­mas en 1865 y 1871, organizada-s por la "Real Socie­dad Economica de Amigos del Pais." Por Real Or­den de agosto de 1888 se ,crearon en Puerto Rico los concursos agricolas anuales y la Junta Oalificado­ra correspond:iiente. A -esos fines se mand6 incluir en el presupnesto del afio un credito de 12,000 pe­sos.

En otras partes de esta obra hemos mencionado en distintas ocasiones los concur.sos cele.brados del 1882 en adelante.

E sc,uela de Agr-icu.lt1.N'{r, y G-ret-n,ia.s Agr-ioolas.­En 1854 la "Sociedad Propagadora de la Instruc­

ci6n", de 1\/Iayagiiez, solicit6 del Gobierno de Puer­to Rico su ayuda moral y material para fundar una secci6n de agricultura an€xa al Licea de Mayaguex.

Don Antonio Alfau y Baralt instaba al Ministe­r io de Ultramar en 1876 a la fundaci6n de una es­cnela provincial de agricultnra en Ponce en relaci6n con una estaci6n agron6mica, seguri s,e explica al tratar de estas ultimas inatituciones.

235

Don Calixto Romero y Togo res igestion6 se . esta­bleciera una escuela de agricultura bajo los auspi­cios de la Real Sociedad Econ6mica de Amigos del Pais y del Ateneo de Puerto Rico.

Se expidieron las Rea:les Ordenes de abril de 1879 y •de enero <le 1880 disponiendo el planteamiento por el Estado y su sostenimiento por la Diputaci6n Pro­vincial de un a granja modelo en la Isla.

En 1884 hallabase funcionando en la Isla una Escuela Profesional.

En febrero de 1884 Don Francis.co Hernandez present6 al Gobierno una memoria y programa re­lativo al establecimiento de una. granja modelo en la Isl a, y de los estudios correspondientes a la carre­ra de ingeniero agr6nomo que ·se habfan de ·cursar eu la Escuela Profesiona l.

Este proyecto fue referido a la Junta Provincial de Agricultura cuyo ponente, f'J sefior Don Enri­que Gadea, emiti6 un magni1ico informe, recomen­dandolo y sugiriendo modificaciones. Este informc debiera -ser lei.do detenida-mente por los interesa<los en ~l ram.o.

En 26 de junio de 1897 se acord6 por la Diputa­ci6n Provincial la creaci6n de nna escuela te6rico­practica de agricultura y el nombramiento de una comi&i6n con el fin de que esfodiase el proyecto y prestlpuesto de instalaci6n y el reglamento a que babia de sujetarse su organizaci6n y enseiianza.

En noviembre de 1897, Don Angel Vicente de Fa­no y Marxuach, natural de Ponce, ingeniero agr6-

236

c• .. ·,~;)t••·i_• .

.... -....

/_:_:

)i•bmo e1e la Escuela Superior de Agl'icultura del ]!]stado, en Gembloux, Belgica, elev6 a la Diputa­ci6n Provincial una instancia para que se le enco­iliendara la organizaci6n de una escuela te6rico-.p'1;actica de agricultura, ntilizando a este fin el edi­ftcio, efectos y demas dependencias afectas a l a su­

•)primida Estaci6n Agron6mica de Rio Piedras.

.) Estacfones Agron6,m-ica.~. En 1876 Don Antonio /':Alfau y Baralt, abogado representante de la So• }iedad de Agricultura de Ponce, elev6, en nombre

i de la sociedad, una instancia al Ministerio de Ul­t tramar para que se hiciera extensiva a la Provin­. cia de Puerto Rico la Ley de Fomento de ago.sto de / 1876 por la que se crearia una Escuela Provincial :i de Agricultura con su granja modelo experimental ( y su estaci6n agron6mica. Se pedl.a, ademas, que / fnera Ponce el lugar donde se estableciera. Q.ued6

eerrado el expediente en 1883 sin la fundaci6n de estas instituciones, por no estar la Corporaci6n Provincial en condiciones de poder afrontar los gastos necesarios para ello. El ayuntamiento de Cayey pidi6 tambjen en 18S3 el establecimiento de la granja agricola experimental en su localidad.

En el afio de 1886 -elevo la Provincia otra peti­d6n al Gobierno de Espana aleganclo la necesidad de que se establecieran dos estaciones agron6micas en P uerto Rico ( 94) . Estas fueron creadas por Real Decreto en agosto de 1888 (94) .

Uno de los .centros se estab1eci6 desde un princi­pio definitivamente en los terrenos ocupados hoy 1)01' la Estaci6n Experimental Federal. El decreto

237

disponia el establecimiento de la otra en Bayamon; pero no habiendose podido conseguir un lugar a pro­piaclo cerca de este termino municipal, se acept6 la oferta hecha por Don P,ablo Ubarri de la cesi6n gratuita de la tierra necesaria cerca de Rio Pie­dras, en la intersecci6n de las lineas ferroviarias del este y del oeste. El lugar forma parte de la fiuca conocida bajo el nombre de "Las Monjas", en Hato Rey.

Para hacerse cargo de las Estaciones se destina­ron finalmente a Puerto Rico por el Gobierno Su­premo, en octubre de 1888, a dos ingenieros agr6-nomos espafioles, Don Guillermo Quintanilla J D. Fernando Lopez Tnero. Despues de una permuta entre ellos, qued6 definitivamente situado, el pri­mero al frente de 1a instituci6n cle Mayagi.tez, y el

segundo al frente de la de Rio Piedras.

Como es natural en centros de esta clase, trans­c-urrio alg-Crn tiempo despues de su creaci6n ant es de que se encontraran aen condiciones de cornenzar a rendir servicio_ El equipo hubo de importarse de Europa, y hubo qne ha,cer las instalaciones preli­minares necesarias. Quintanilla empez6 a traba­jar en Rio Piedras en febrero de 1890. Lopez Tue­ro le sucedi6 en abril del mismo afio.

Facil-e,s sou de auticipar los tropiezos que halla­rfan estos centros en su carrera en aquella epoca para Ios qne se hau familiarizado con la historia del clesenvolvimiento cientifico agricola en todos los paises.

En el 1892 se orden6 el pase de estas estaciones a

238

i cargo de la Diputaci6n Provincial, y, ya en 189:1, /}~s personas interesadas ·en su progreso se veian

ol:Jligadas a solicitar (94) de las autoridades mayo­/ fe.s fondos para SU so.stenimiento •Con provecbo para

( el pais. En relaci6u con este cambio estuvil':ron \imbas instituciones desprovistas cle recu11sos por ~spacio de nueve meses. El presupnesto annal, en

/ 1894 a 1895, para sn sostenimiento fue de 12,500 >pesos para ambos centros; 9,300 para per.sonal y /3,200 para material (21) . < . El reglamen to general por el cnal se regian las < Estaciones Agron6mkas estaba comprendido en el

Real Decreto que las creaba, y que estipulaba al ... Illis:mo tiempo sus propo.sitos y obligaciones. E,ste > reglamento se pnblic6 en la Gaceta de Puerto Rico / (21) y en la R evista de Agricnltura, Indnstria y

Comercio (94). Mas tarde se -di6 a la publicidad (21) la tarifa

de analisis para el servicio pi'.1blico por el cual ha­biau de regirse esa clase de trabajos.

No proveyendo,se otros medios de pnblicaci6n, los infor:mes-trimestrales, annal-es y especiales-de las Estaciones s61o vieronse publica<los, en su mayoria, w la Gaceta Oficial (21) , y algunos pocos en al­gunas cle las revista,s ,de su tiempo.

Las memorias escritas eran tramitadas al Minis­terio de Ultramar para .su ,conocimiento y dictamen, a cuyos efectos se utilizaban lo.s servicios de la Junta Consultiva Agron6mica del Gobierno. E·st-0s dictamenes solian publicars-e tarnbien en la Gace­ta (21).

239

Las Estadones Agron6micas cesaron en sus fun­ciones en julio de 1897.

En sus siete aiios escasos de servicio activo, ini• ciaron estudios experimentales sobre los siguiente,s temas:-

Estaci6n Agron6mica de Rio Piedras, Di.i·eotor F . Lopez Tuero . Genia. de azttcar: abonos, distan­cias de siembra, enfe11medad de la -can.a, el gusano blanco, analisis de suelos y de las cenizas de 1a eafia, pruebas con siembras de semiHas de tallos y con semillas de co.gollos. Taba.co : abonos, &istemas de ,siembra, analisis de tierras. Bananos : abonos. Cafe: sistemas de siembra, sombra, cultivo, abonos, analisis de tierr as. Cacao: cultivo. Alfalfa, trebol, trigo, ceb(tda, avena y centeno: ,cultivo. Materiaa fertilizantes : analisis. A.guas : hidrotimetrla. Arro::c : cultivo, abonos. A rbol-es frutales: colecci6n.Plan­t,M ornarnentales: colecci6n. T exti-les : estudios del henequen y la Sanseviera. Algod6n,s germinaci6n, profundidad de siembra, analisis del produeto. Abu­ca: aclimataci6n. V ainilla: cultivo. Observ"<lcione, mete1·eoT6gicas: precipitaci6n, temperatura, grado higrometrico, grado actinometrico, estado del cielo, a nemometrfa, altura barometriea, tensi6n del vapor de agua, grado ozonometrico, graflo elect rico de la atm6sfer a. A1;icuZm.irn: crianza. Aahiote : compo­si-ci6n de variedades. Pinas : 'Sistemas <le siembras.

Est1wi6n Agron6miaa de Mayagiiez, D•irectm· Don Guillermo Quintanilla. Ca.fi-f.i de azuca,r: abonos, variedades, analisis de tier r as, sistemas de cultivo, compilaci6n de datmi •'lel estado d~ la fabrkad6n

240

:;-,/ / :-:-·

:r;/

.\ su estudio. Tabaco : abonos, estaciones pro:pias a.ra la siembra, rendimiento y perdidas de peso @ •la ,curaci6n. Bana,nos: cultivo y abonos. Cafe:

~Jisis de las t ierras, las vaquitas daiiinas o enfer­edad ·de Adjuntas, rendi·mientos. Alfalfa, trebol, :go, cebada, avena, centeno: aclimataci6n y -cul­

.yo. M ateria.s f ertilizantes : analisis. Frutas : des­Iaci6n, analisis de los productos. Aguas: hidroti­etria. Arroz: cultivo. Observaoiones metereol6-: s: precipitaci6n, temperatura, grado higr omc-

,'tico, grado adinometrico, estado del cielo,· d irec­)6:n y velocidad del viento, altura baroonetrica, ten­·on del vapor de agua, evaporaci6n, grado ozono-ietrico.

Ambas estaciones sostuvieron, ademas, un servi­·o pu,blko-mediante pago de acuerdo con l a tarifa stablecida-para los analisis d,e aguas, tierras, ce­

·• izas de vegetales, abonos, forrajes, plantas, flor es, >itos, semillas, vinos, alcoholes, vinagres, azucar,

pfantas textiles, leches, quesos y mantecas. )\ G-ranja Agricola.. E n el primer cuarto del siglo ~iez y se1s, y por orden del Rey, Don Fernando el r at6lico, se estableci6 una granja en las riberas del fo Toa o d e la Plata, en el sitio que aun lleva el

#ombre de "Los Reyes 0at61icos." En ella y,

"a expensas de las rentas reales se eB.saya­ron y ·fom.entaron, por labradores e:x::pertos, los cultivos d e frutales, gram.ineas, . hortali­zas, y otras plantas u tiles traidas de Espafia

- 241

y de Canariae y aclimatadas en la Isla, dandl > asi ejemplo y ensefi.anza practica a los -colo­nos. Pocos meses antes de morir el so·bera: no, se le pedia la insta:laci6n de otra granja .·. identica en el distrito de San German ; pero .• ni esta concesi6n lleg6 a utilizars-e, ni la ha­cienda del Toa, priva-da de regia protecci6n, mantuvo sus ensefianzas largo tiempo (72)."

Jat·din Botani,eo. En noviembre de 1876, el Go• bernador General de 1a· Isla inforroaba -al Ministerio ·.·. de Ultramar de ,m jardin botanico que existia en . • San Juan. El inform.e iba acompafiado :del plano <lel jardin y de la correspodiente memoria descrip• t i,,a.

Pareci6 impropio al Ministerio y a S. M. el Rey de Espana el apellidar "Jardin Botanko" a

" una. snperficie pequefia y arrinconada entre la mnra.lla y el presi<lio, con suelo de poco fondo y mala calidad, sin fadlidad para el l'iego y sin ventilaci6n suficiente ... "

y se dispnso, en vista de ello, bajo f~ha 17 de di­cicmbre de 1876, que se d ieran los pasos necesarios para. la fumlaci6n de un "verdadero" jardin bota-

nico. No sabemos que la orden se ejecutara en ningun

tiempo. Lamentandose de la falta incomprensible

72-Brau, S . "Historia de Puerto Rico," Capitulo V, pag. 64.

242

I de tal Jardin en la Isla, dke Don Ram6n Abad en fr~t{ya tantas veces citada obra (86) :- _ _ _ .

·.\.\ .( :::=;- 1::

: .'.t:

" ... no sabem.os ,c6mo iio se han -colecciona<lo todavia en nn jardin botanico, que para ve1·­giienza nuestra no existe en la I sla , a pesar de que la fundaci6n -de los Jardines de Con~ valecencia en Rio Piedras parece que obede­cia a la idea de crear esa MH instituci6n, y n<> a formar una simple q11inta de recreo para los gobernadores generales de la Isla."

J ·untas de AgriotiZt>wra,, Tndust-ria y Oo1nercio. El .Real D ecreto d e 4 de julio de 1S61 declar6 sup:rimi­das las Juntas -de Comercio y F omento existentes ~n las Islas de Cuba y Pnerto Rico. En 11 <le di­Ciembre de 1863 se dispuso por Real Decreto el es­fablecilmiento, en cada una -de las jurisdicci.ones tle la I sla de Cuba, de nna corporacj6n denominada i',Junta Jurisc1ic-cional de Agricnltura, I ndustria y Comercio"-'lllandato que ~e hizo -extensivo a la Is1a de Puerto Rico. Esta innovaci6n babia -de plauteal'• se con arreglo al Reglameuto aproba-do por sn Ma-

jestad. Dos aiios mas tarde, en 1863, s-e ordeno establecer

estas juntas s6lo en las cabeceras d epartamentales. Eran corporaciones <:onsultivas del Gobierno Supe­r ior <le la I sla y de la autoridad <lepartamental en Ios asuntos de su juris(licci6n. Entre stts .mnchas funciones se ,contaba la introdncci6u y propagacion de ·semillas y metodos de -cultivo, mejora -0e las e:ristentes y propagad6n d e nociones utiles para los

243

agrieultores; fomento de lo,s ganados existentes; jut roducci6n y diseminaci6n de maquinas y aparatos destinados a facilitar y mejorar las operaciones · a:grkolas e idustriales; la considerad6n del proble­ma de es·casez de hrazos [73] ; y fomento de carre­teras y otros medios que tendieran directamente al desarrollo de la agricultura, industria y comercio.

Tanto la I sla como los ayunta:mientos habfan de contribuir para los gastos •de material de las Juntas . y par a gastos de adqnisici6n .de semillas, animales, .aparato,s y demas objetos de sn instituto.

En 1879 se gestion6 l a modifica,ci6n del Regla­mento del afio 1863 para mejor adaptarlo a las ne' cesidades <le Puerto Rico.

Juntci Provincial de EstacUstica y Evaluaci6n de Hi q·ueza. En 1885 se ocupaba el gobierno de esta­blecer una para lo que habia sido facultado por Real Orden de fines del m ismo aiio. El Gobernador Da­M.n disponia en agosto 10 de 1885 que por la Junta Provincial <le Agricultura se formulara el reglamen­to por el cual habfa de regirse la nueva eorpora­ci6n.

La R e1~l Socieda.d Econ61nica de Amigos del Pais. J~n 28 de noviembre de 1811, por acuerdo de las Cortes,

"prescribi6se la funda-ci6n de una Sociedad EconOmica de Ami.gos del Pais ·a fin de pro-

73--Este problema no existia en Puerto Rico.

24(

mover el desarrollo de la industria, trafico y •agricultura, y la propagaci6n de conocimien­tos utiles . . . " (74).

I *-autado en ella, establecio Don Alejandro Ra.mi­'f 'una analoga en Puerto Rico en 1813, euyos esta­tos fueron aprobados por Su j\fajestad en 1814.

\ ~u labor ordinaria se encornendaba a cuat ro co­}siones permanentes : una de P oblaci6n, que cui-; pa de atraer, colocar y socorrer a inmigrantes <ilrados y laboriosos, y de combatir el ocio y la ,endicidad; otra de Instrucci6n Publiea, que fomen­

)tria la ensefianza de -las primeras letras y la moral, / procuraria la r enovaci6n d e metoclos pedag6gicos,

. : establecimiento de una libreria cir,culante, de un t>"E!ri6dico econ6mico y clases o es-cuelas de estudios ~!~ntificos; ·una tercera de Industrias, ,que •estimn­J~:fia la implantad6n de n uevas artes y oficios fa. p:i:iles para dar util ocupa-ci6n a las manos ociosas

} .de uno y otro sexo, y de una escuela d-e dibujo y de :rp.ejoras industriales; y una cuarta cle Agricultura,

\ para la introducci6n de semillas, instrumentos v ?)naquinas para los trabajos agrarios, el sostenimie;. do -de ,un campo de ensayos, la publicaci6n de .carti­ilas rusticas y la creaci6n de premios que tendiesen a, aumentar l a producci6n agricola (74] .

. Para vulgarizar los princ:i,pios que eran la base : i de l a Asociaci6n, se fun do el "Diario Econ6mico de

7~Coll y TO$te, "Bol. Hist. ·de P. R.," afio No. 1, pag. 59.

245

Puerto Rico," a que hicirmos referenda en el Capt• · tufo XIII de la Segunda Parte.

La gesti6n hecha por esfa instituci6n hasta cambio de ;d,omiuaci.611 es harto conocida.

Liga Eoon6mioa. La prim.era de su clase en pais su:r,gi6 en Ponce en 1889.

N egooiado de Agri()Ultwra, Indiustria y Oomercfo. Entendia ~sta oficina del gobierno en cuestiones puramente administrativas.

Negooiado de Montes y Terrenos Baldios. Exis• ti6 esta oficina gubernalmental que entendia en las cuestiones administrativa,s que se suscitaban en re­laci6n con esta -clase de terrenos. Los pliegos de condiciones expedidos por este negociado para el aprovechamiento de la leiia y cortezas son muy in­te1santes. Vease la Gaceta de 1891, No. 27, (21).

Sociedad An6nirn-a para el Fomento de la Raza Caballar. Por el afio 1886 ,se fund6 una en San ,Juan, a iniciativas del Excmo. Sr. Don Juan Con­treras.

Sociedades de .A.gricuUura. Ponce fue la primera ciudad de la Isla que -constituy6 su priiroera asocia• ci6n agricola, la que contaba y.a tres afios de exis'. tencia en 1878. La siguieron ,despues las de Maya­

. giiez y Guayaima.

INTRODUCCION DE ESPECIES

EXTRANJERAS

Ya en su segundo viaje, en 1493, habia Orist6bal Colon llevado a la Espanola simientes de trigo, arroz,

246

sarmientos [75], la variedad "Criolla" de de azucar, legumbres y ejemplares de vacas, ovejas, cabras, cerdas y asnas. Mucha.a de

especies pasaron luego ,de esa Isla a Puerto

dej6 ,dicho en la Parte Segunda~ Otipitulo IV, ..Il 1505 Yanez Pinz6n introducia cabros y cerdos Aguada. Ponce de Le6n importaba nuestras eras cabezas de ganado vacuno y caballar, tam­de la Espanola, en 1510. ·Al.· :mismo · tiempo

a en ese viaje consigo diversa-s s~illas. ti las ordenanzas d-adas por el Rey en 1513 no

~/.nienciona todavia fa cafia de azucar en la Isla tnSan Juan, aunque indudablemente por esta epo­?, ya ella habia sido sembrada en Puerto Rico. i§e disponia en •ellas ,que todo vecino, desde que i-viere indios, estab,a en la obliga-ci6n de plantar, ~( espacio de dos aifos, cuatro arboles de cada es­. 9cie de granados ( .fv,11:ioa granatum), perales ( Py­ff3 communis), manzanos (Pyrwi malus), camuesos

trigo y la vid eran cultivos de simple curiosidad. poco aprecio con que se !es vela daba materia · a di­

senciones. Algunos de los mas expertos, como Oviedo, afirmaba que podian hacerse rentables las dos especies. Oviedo decla: 'Las uvas e pan que faltan en la tierra es a culpa de los moradores della.' Las Casas llevaba en los bolsillos illgunos granos de trigo para demostrar que pod.fan levantarse cosechas, y sabre. esto sosti.tvo Uila violertta disputa con el obispo de Panama, hallan­d,Q~ la Corte cerc.a de B1;1rcelona. La experiencia pri­rn,ero y la, ciencia despu~s <l,i~ron la raz.6t1 a los qu~ se abstuvieron c1e plantar yid~s y sembra.r tl'igo." Itel"~yra Hist. Am. Esp., Tomo V, pa,g, 44. ·.. . . . . . .

247

(w,,a especie de manzano) ,duraznos (Prunus 1Jer-·; sica) , albaricoques ( Pr1,tt11Us armeniaca), neg ales} ( Juglans, esps,) y castaiios ( Ca.stanea vulgaris) < l 76]. Esto dara una idea de algunas de las plantas cuyo eultivo probablemente se ensay6 por labra,do~t res expertos en la -Granja del Toa alla por el 1516 • . •·.

Se •sembraban, ademas, por este tiempo las hor- i \ talizas y el arroz, plantas primeramente ensayadas /i en la Espanola. De ISU cu.ltivo en la isla vecina dice \ Pedro Martir en 1495:

"Las hortalizas y demas cosas sembraidas, que se llevaron alla, erecen con admirable . : ;brevedad de tiem.po : las calabazas, melones, cohombros y dema.s cosas de estas, a los trein- . ta y seis dias de .sembradas, se comen; las lechugas, rabanos, borrajas, y demas horta­lizas de esta especie, a lo-s quinee dias; al segundo afio de puestas las vides dicen han eomido uvas dulce.s (76] ."

Los escritos de los pri,meros aiios de la co1oniza­ci6n mencionan, como importados 4e Europa, las li:mas, limones, cidra.s, tpronjas, naranjas dulces, naranjas agrias, el tamarindo, la higuera, el olivo, d melocot6n, el alberchigo, el guindo, la -berenje-

7S-Coll y Toste, "BoL Hist. de P. R.," afio I , num. 5, pag. 244; y num. 6, pag. 256. S'iguen a continuaci6n las nombres Jatinos ce las especies enumeradas par Pedro Martir, en el mismo orden: Cucurbita pepo, CucumiB melo, Cucumis esps, L&ctuca sa.tiva, Bapha.nus satiVUll, Borrago oficinalis, Vitis vinifera.

248

:rn Kha las judias, nabos, sandias, pepinos y las aves ····· ·· .l, dii corral, menos el pavo [77] . \ Recordaremos de la Parte II, Capitulo IV, que el

., ;iatano fue introd,uddo de _ la Gran Canaria en :f 1516; y, mas tarde, el guineo (78) , las gallinas de ( -Guinea, el flame, el cocotero y otras .planta,s de \ Africa por los •barcos importadores de esclavos. Ten-(dl'emos asimrismo presente que a mediados del siglo XVI se trajeron a las Antillas el -cafiafistolo, el cu.r­

f ~uma y el jengibre, plantas estas originarias de las / 111-dia,s •Orientales; ,el cacao, de Tierra Fil.I.me, en Ui636; y el ,cafeto de Santo Domingo en 1736.

/\ Sin pod.er precisar la fecha, diremos que el pa­( payo, la yuca duke, el tomate, la papa o patata, Y el

/' aguacate se trajeron a las .Antillas del continente / americano (79]. No ha de -0lvidarse que la papa se

/Y ensayaba, en su cultivo, aqui en la Isla en tiempos < de Ramirez; asimismo el lino y el .cafiauno, y que

77-En el orden observado arriba: Citrus a?ran~ifolia, C Limonia, c. maxima, var. uva.ca.rpa, C. smens1s, C. au­rantium Tama.rindus indica., Ficus carica, Olea europea, Prunus 'persica Prunus arme•iaca, Prunus eerasus, So­lanum melo111g~a, Phaseolus, esps., Brassica napus, Cu­cumis citrullus, Cucumis sativus.

Una hermosa higuera, tan frondosa quiza comi; las que hernos visto en la Luisiana, y bastante fructifera, crecia en el patio de! edificio del "Hotel F rances" en Ponce frente al Parque de la Abolici6n.

En Bayaney, frente a los estableci~ientos de la Co~­pafiia Giorgetti, hemos vista un ohvo ya grande, sm fouto.

78-L6pez Tuero afirma que posteriormente al 151~ se hicie- . ron nuevas importaciones -directamente de Africa.

249

<le 1815-1827 se export(> cerca de un mill6n de ag,ua•

eates [79]. Nones (106) da como importadas algunas otras

plantas adidonales, como las parchas (80], dati~ les [81], frijoles (82], guisantes, variedades blanca y negra de la vid, casi tod·as las flores de parterre que en el pais se cono·cen, la col, la cebolla, el aiiil, Y el mango, del ,cual dke, en 1889, que fue introdu­-eido en Puerto Rico "hace un siglo apenas [83] ." Parece que el mango fue primeramente llevado a Jamaica desde Rio J•aneiro alla por los afios 1742-1743. En 1782 (Vease la nota 28 de la Pwrte Ter• oera), al quedar a:presado el barco frances que los traia, aument6se la colecd6n jamaiquina con los

i9-Siguiendo el mismo orden en que se mencionan: Ca.rica papaya, Ma.nihot esc\tlenta., Lycopersicum esculentwn Sola.num iuberosum, Persea gra.tissinia, Linum usita.tissi'. mum, Cannabis sa.tiva.. El aguacate fonnaba parte i~portante de la c?cina azteca en la epoca del desoubri­m1ento. Se le cult1vaba con esmero en Mejico.

8~Nombre generic.a de varias plantas pertenecientes a las Pasiflora.s, entre :las que se cuentan las "granadillas."

81-Phoenix da.ctylifera. i2--EI frijol de careta es probablemente originario del Asia.

Se dice que los incas habian domesticado algunas varie• dades de habichtielas, judias de Lima: otras, se cree, procedan de Oriente. Los Dollchos, como el lablab o •haba de Egipto, parecen mas bien indigenas del Viejo Mundo. Se desconoce el origen del Ph~lus -~aris, la verdadera habichuela. Parece que los' indigerias de las Antillas y paises del Golfo de Mejico tenian de ella al tiempo del descubrimiento.

83--En el orden en que se men<;ionan: Bras~ca capita.ta, Allium cepa; Indigofera., esps. ; Mangilera fudica ; ·

250

injertos nfuneros 11 y 32. Consi,dera que el pavo [84] fue importado aqui del continente americano.

Probablemente a principios del siglo XIX se im­portaron a Puerto Rico: la varied~d de ca:ii'a' Bla11ca de Otahiti, de C~ba; y l a yerba de Gub1ea, de' no

.··•· se sabe d6nde. Trumpoco hay seguridad de los por• "" ,'., menores relativos a la importa:ei6n de la ye~ba del -- Para. A este respecto, vease el Oapitulo XIV de la

Segund,a Pat·te. En ocasi6n de la feria de 1854, el Comisionado de

Trinidad, el botanico, senor Purdre, trajo consigo de esa isla v exhibi6 un bnen numero de plantas interesantes_" Entre ellas se contaban: el cidro o cidral ( 01,t•rus medica) , la pompelmusa de los ita· 1ianos ( Citrus ,ma,aJwna) , la vain ill a ( V e1nill,a, aro­mati.oo) , la uuez moscada (Myristica fragams), la guayaba mo rad a ( Psid,iUtm aa,ttieyanivm), el bi tan· gol o flacurcia (Ji'lacowrtia, Ramontcn,i) , el clavo ( E1,,genia [ Owriophillus] arom,atioo), la. pimienta ne­gra (Piver nigru1n), el carapa ( Oa,rapa giiiamensis), el balata (A.allff'a.s balata), la zapotilla (Aohras za­potilla), el saman (Juga Zaman) ; y otras muchas que se especifican en 'la lista que aparece en el in­forme de nuestra primera feria agrkola. Vease el "Bol. Hist. de Coll y Toste," afio III, Num. 4:, pagl-l.

.<\=;; ,.:_,~,= 214-217.

En 1878 babia ya en nuestros caiiaverales de las variedades Carandali o Oalancana ; la :Morada o

· ··}~?

. .. ;~•, ··••· i :·;,,r ~· .

84--Mellea,gri& gallc,pavua, ·' (:'~t-

251

Prieta; la Hamada Verde, quiza Ei identica con nuestra "Ba:mbu," y d,escrita a nuestro juicio equi­vocadamente por Mr. F. S. Eade bajo el nombre de Pinang.

Mas luego se introdujeron las variedades Salan• gore, Borbon, Reina Caledonia, Palo Rojo, Caven• gerie o Scavengerie, Pinang, Bambu Rosada; y va­rias mas de India, de las A.ntillas inglesas y france­sas y de la Isla -cl-e Mauricio.

En una de nuestras primeras ferias •se presen­taron muestras de canelas de las cercanias d,e Ba­-yam6n. Todavia en 1880 se menciona, como cu­riosidad, el canelero existente alli.

En 1879 trajo ,de Trinidad Don Santiago Mc Cormick, ,comisionado por la Diputaci6n Provincial, semilla de las variedades de •Cafe Moka y Liberia; y ejemplares-entre otros-de Ravanella Madagas­cariensis, el mangostan ( Garcinia mangostwna), Ia pimienta del coonercio (Piper nigrum) y la nuez moscada (Myristica fragans).

Don F e11min Martinez Villamil •cultiv6 el millo (85] de es,cobas en la Isla en 1882.

Se recibieron en lVIayaguez, de Paris, tres arboli­tos de coca (Erythiroxylon coca) en 1885 (94).

Hubo importaci6n de ,semillas de las especies ,que sedan a continuaci6n a fines del siglo XIX, aunque algunas habian sido ya introducidaa antes y, en cuanto al resto, no precluye la posibilidad de ha-

85--Sorghum vulga.re.

252

sido tambien. De abaca fneron importadaa '"''"u"'" por Don Pablo Ubarri antes de 1880. Por

1882 lleg6 a Puerto Rko semilla de raroio. En importaron Lopez Tuero y Quintanilla se­

para sus ensayos y para distribuir entre los agricultores: a saber, alfalfa, trigo, cebada, mijo, habas, nogal [86], a1mendra [87), avellana [88], fresno [89], arroz, sorgo [90], hortalizas, trebol y centeno. Se tendra muy presente lo dicho en la

88-SS de los ensayos con trigo, cebada y avena en 1814-15.

Parece que durante la guerra civil en los Estados Unidos del Norte America se trajeron a Puerto Rico tipos mejorados de nuestro algod6n "sea island". Asi lo hace constar Abad (86). Cordoves Berrios menciona el tipo "sea island'' como en cnltivo en 1897 (139).

Los cocos "macapun6" llegaron de las Islas Fili­pinas en 1895.

En ese mismo afio se exhibieron chufas [91] en el concnrso en Mayagtiez; y tambien frijoles negros, presumimos que co:mo curiosid,ad, por su color.

Es lastima que no haya hoy a mano registro mas pormenorizado de todas las importaciones de especies extranjeras. Es evidente qne quedan mu­chas por mencionar. El aeerofo ( C,meteg™ ciz(l;rolo) , ~J ajonjoli (Seu1wurn orientale) y la Sanseviera,

86-Juglans regia. 87-Prunus amygdalus. 88--0orylus a.vella.na. 89---Fra.xinus, esp. 90-Sorghum vulga.re, variedad azucarada. 91-Juncia. a.vella.na.da.

253

plantas conocidas de touos, no son ant6ctonas. Di­cen que nuestro grosello ( Cicca <Usticha) es origi­nario de la India. Los pinos australianos ( Ca,.su,ari­na eqtllisetifolia) eran eomunes en la I'Sla ya en la otra dominaci6n. Es mas, se disemino el genero ·por :las cotonias t.ropicales bajo el nombre de Filao.

JARDINERIA

Ja-rdin. Se sostenia uno en la Estaci6n Agrou◊­

mica de Rio Piedras, para ensayos de jardiner ia, para est:i!Inular la afici6n a este ramo y para ornato del establecimiento.

En el informe anual correspondiente a 1891 se incluye una lista de unas euarenta y seis especies ornamentales en la co1ecci6n.

El Jurado exa,minador de los produ<!tos presen­tado& en -el concurso agricola de 1895, celebrado en }fayag'iiez, inform6 favorablemente una gratifica­ci6n de veinticinco pesos a !O's dos concurrentes, por ser "preciso fomentar la jardineria y estimular el cultivo -de las flores (92) ."

LABORATORIOS

Equipo. Como principio, estaban los laborato­r-ios de las Estaciones Agron6mkas regularmente

92-Expediente relativo al Concurso Agricola de i895. S'e­cretaria <lei Gobiemo General ae la I sla de P . R. Neg. 39, Nun1. 143, 1895.

254:

equipadol!I, seg(m se podra ver recorriendo los in­ventarios de materiales que aparecen en sus partes _anuaJ.es. Remos visto alli aparatos para analisis mecanicos de suelos; de destilaci6n continua, siste•

·•.· ma Deroy; el de Salleron, par•a la .Jeterminaci6n de ,.i los nitratos y acido fosf6rico; el ozotimetro; el ace­

tiIDetro; un miscroscopio Na-ch tel, modelo recto; •un . polarimetro Soleil ,reformado; balanzas sensibles: · probetas gra.duadas; vidrios de reloj; navecil1as d~ {?Orcelana; reactivos; term6metros y bar6metros or­

. dinarios y de maxima y m1nipna; el higrometro de · Saussure; el pskr6metro de August; el electr6metro

Peltier; y una ,biblioteca profesional escogida.

Municipal. Su Director, Don J ose Ledesma da­ba cuenta en 1885 (94) de analisis de leche ~eri­ficados en el.

LATIFUNDIOS [93]

El peligro del latifundio habia sido considerado por Abad { 86) en los siguien tes terminos :-

"Esta tenden-cia a fo11mar grandes hacien­das, ha -sido una necesi<lad impuesta por las

93-N~ basta ser propie tario para ser independiente. Para ev;t~ los male,s :del mini.fundio seria necesaria Ia gesti6n de asocmcrnnes cooperativas hbres y el con­curso de!,. Estado ~or !a via legislativa, Carlos Gide. en su obra Las_ Insti.tu~1on~s de Progreso Social," sugiere algunas . n;eclidas _leg1~lattvas: Impedir la expropiacion de! pequeno prop,etano, creando una propiedad no em•

255

grandes maquinas montadas aisladamente, sin previo aumento de las -cosechas por la me­jore. del cultivo, y el resultado ha sido mejo­rar los medios industriales insufi-cienteIJ?-ente y descuidar los medios agricolas. El progre­so real y efectivo que esto representa es nulo; lo poco bueno no recompensa lo mucho ,malo que resulta; aunque las ma,quinas exprimeu mas, las tierras producen menos, y el total obteni-do con mayores gastos es iio"llal o menor que el antes alcanzado, ,con el perjuicio incal­•culable de haber dis,minuido el n<unero de cul­tivadores .con independencia legitima, y, por consiguiente, la suma de a-ctividades e inteli­gencias movidas por interes propio en solici­tud del mayor producir de sus tierras."·

"La propiedad antes repartida en pequeiia!3 haciendas se ha ido acumulando en menos ma•

bargable dentro de ciertos limites; facilitar la reconsti­tuci6n de la propiedad original, allanando obstacl:1os al carnbio de parcelas dispersas contra. parcel~~ conti~as; impedir la pulv~rizaci6n ~e la _pr~p!e~ad ftian_do cierto minimo que sena la particula indiv1s1~le de b erra: ~or debajo de la cual no podria hacerse i:ungu?.a part1c1on, ni por via de herencia ni por la de enaJenac1on; comprar la tierra a Jos que la poseen a fin de venderla a lo? que no la poseen, o arrendarsela a largo plazo cen ciertas garantias contra la evicci6n. .

Norman Scott Brien Grass, en "A History of Agn­cu}ture in Europe and .America", capitulo V1II, pag. 189, explica: . . .

"From the standpoint of agncultural techruque, the curse of Ireland has been its small holdings . . . about 200,000 of such tiny farms are said to· be uneconomical."

256

nos, y si .con esto la industria azucarera ha perfeccionado un tanto su elaboraci6n, la in _dustria agricola, que es la base fundamental de aquella. no ha iganado na.da, y la armonia econ6mica de las fuerzas productoras ha pe1·­dido mucho."

"En efecto, ,cada nucleo formado por la ab­-sorci6n o la ruina de cuatro o cinco pequeiias ha,cienclas ha cau-sado una perturbaci6n en la distribuci6n de la r iqueza, un malestar en la comarca donde se ha realizado y un perjuicio al bie:nestar social, ·bienestar que es tanto ma­yor enanto mas dividida -se halla la propiedad territorial, sin qlle, por regla general, la com­pensaci6n de semejantes males se haya encon­trado, ni en el aumento de la produccic'.m to­tal, ni en la economia de los medios, ni si­quiera en la satisfaocio.n personal del exito en la empresa acometida; que ejemplos sobra­dos hay en la Isla de -caidas estrepit9sas en· tre los autores de tales ·procedimientos."

MAGUEY (A.gave america.no)

Est•u.dio de su ou.z.tfoo y perspectiva.s. Lo conside­ra L6pez Tuero susceptible de eompetir ·con el he­nequen [94] de Mejico por su adaptabilidad a toclos

94-Agave sisala.na.

257

los lugares de la Isla y la posibilidad de su ci6n en grande escala a bajo -costo.

Particularmente seria su explotaci6n ventajosa oportuna, segun el, para salvar al pais de una sis por falta de mevcado ventajoso para su cafe y tabaco.

Estas eircunstancias lo llevaron al estudio de

planta textil. En la memoria que sobre el

elev6 al lVIinisterio de Ultramar, se extendio consideraciones sobre sus ·caracteres ·botanicos y tribnci6n geografica, su -cultivo, extracci6n de

fibra, aplicaciones y gastos y productos. Veanse para pormenores los Partes de la Estacion Agron6-mica de Rio Piedras. Hernos visto recientemente en Santo Domingo -y Haiti siembras preciosas de sisal. ·

Corclobes Berrios (140) menciona "la lechuguilla

de Mejico" y la com.para con la "hierba marina" de Manila ( Ul1)a ?) . El au tor visit6 una ex,plotaci6n de "lechng·nilla" en los alrededores de Saltillo, capital del estado de Coahuila, :M:ejico, en 1920. Pudo notar fa destreza del inclio mejicano en la extracci6n de

la fibra a mano, ayudaclo por nna especie de machete que cierrn sobr-e una pi,eza de madera, a manera del

que corta bacalao. Oprime asi, snjetandola, la pen­ca de leehugnilla, y al halar, se trae el manojo •d.e fi. bra en la mano. La fibra se exporta bajo el nombre de isUc o fibra de Tampico. Las plantas que pro­ducen los ·isties (,Tav,m,a.ve, Tuht, Palm.a) son de pa­rentesco cercano al sisal.

258

l\'IAIZ (Zea, 1nays)

Entre las experiencias sobre el -cultivo emprendidas en 1890 por el Director Quin­

se cuenta la consistente en la aplicaci6n a raz6n de unas 900 libras ; de una,s 3,600

de cenizas; y de unas 18,QO0 libras de estier-

M:ALOJILLO (Paniou~n barbinode)

co-nipwratwa. Lopez . Tuero realizo contrastandola con la yerba de Gui­

nto de vista de una prod11cci6n facil de su valor nutritivo.

:M:ATERIAS TEXTI LES

Signe a ,continuaci6n la exposi­que apreci6 las muestras presenta­

en la feria de 1854 por Don ,Julio Darra:s :-

"Aparecen con brillantes probabilidades de bnen exito: conocidos son de nuestro co­mercio los tejidos de la fibra de pifia, pro­dudo de la industria asia tica, tan celebrada en el mundo : analoga a esta es la fibra de la Pita-haya. Pero mas importante aun por la :naturaleza de sus aplicaciones, por . su abun­dancia, por la facilidad de su cultivo y de sus preparaciones, es l a fibra del platano,

259

planta indigena que lleva en SU fruto un ali• m ento sano y suculento para las clases es­dava y proletaria, una fecula abunclante que tal vez se aislara con el tiempo, y por ultimo las hebras mismas de -su tallo que se prestan a la fabrica:ci6n de -cuerdas, a la confecci6n de papel, como ya tenemos eje,mplo, y que tal vez estan destinadas a los telares, cuando una prepara-ci6n mas es:merada las aproprie a la construcci6n de telas, ya delicadas ya groseras, abriendo un nuevo -cauce a la rique­za del paui."

· OaJculos de la ,ini!11~stria del pl<i-ta,no. Asi los ha•

ce el ·Sr. Darras:-

" Supongo que una ,cuerda de tierra sem­brada de pla.tanos contenga 625 matas y por calculo prudente qne cada cepa de tres cose­chas al afio. Cada cuerda dara 1,800 matas y 1,800 racimos de platanos. En 1851, c-0n la maquina imperfecta, cada :mata rue produjo 2 o 2¼ libra.s de hilo. Hoy dia, con la nueva m{1:quina s610 me da 1¼ libras, advirtiendo que el primero se vendi6 a 3 pesos el quintal y el s~gundo tiene comprador a 5 pesos. Asi es que una cuerda cle platanos dara 18 quin­tales de hilo q ue vendido a 5 pesos el quintal son 90 pesos; y suponiendo que el trabajo pa­ra extraerlo cueste 30 pesos .·, . q uedan 60 pe­sos anuales; producidos pot· mi objeto entera-

260

/--;:

mente nulo o perdido, y roe a trevo a asegurar que es perjudicial al -abono del terreno, ·por­que la mata de platano no tiene fermentaci6n por si sola, y no puede ,servi'r para abonar la tierra." .. .. ......... . .. , . , . .. . . ........ . .. .

"400 platanos de un tamaii.o regular -dan un quintal -de harina o 55 a 60 libras de fecula."

"Y ademas 1,800 ra-cimos <le platanos cal­culados a lO platanos cada racimo harain el numero de 18,000 platanos o ,sean 45 quintales ,de harina que a dos pesos de utilid-ad por quinta1 'SOn 90 ,pesos [95]."

MEDIOS DE REPRESION DE PLAGAS

)} Natumles. Ell procedimiento natural fue utiliza­<l.o por Don Guillermo Llllmb en 1877 al traer la

/'hiangosta ( H erpestes ich,n,eumon) de Jamaica para ) comb a tir la rata ( Mtws rattus), cuyos estragos en el ;'campo era,n ya -considerables. Luego ,se sucedieron / otras importaciones. Conocidas son las desventajas cde este paso, dado sin to.mar en · cuenta suficiente­' ifuente los habitos declarados y potenciales de la

,:-:·:\

{ 95-Coll y Toste, "Bal. Hist. de Puerto Rico", Afio III, Num, · 3, pag. 181. El valor de 1a cita estriba en sus sugeren­

das mas bien que en algunos de los asertos ·que com• prende, no siempre exactos.

261

L6pez Tuero reconoce en su tratado sobre la cafia de azucar (127) 1os efectos beneficiosos de Jos pa­jaros, lagartijos y reptiles en la dismiuuci6n de los insectos parasitos.

En relaci6n con el " borer" o taladro de la caiia de azucar llama la atenci6n a ciertos insectos hime­n6pteros que -los parasitizan, de las familias de los Icneum6nidos y Cakididos [96].

Artifioialea. Las practicas en uso en la Isla a fines del siglo XX era..n las descritas por L6pez Tue­ro en sus obras sobre cultivos tropicales (128, 130).

Aparte de los procedimientos -culturales ,como cortes de arado, binazones, labores cle desfonde, etc., el recomienda los siguientes :-

Ohanga. Siembra en caballones, y la semilla en• cajada en la tierra formaudo un angnlo cle 45 gra­dos con el plano del suelo ; usar semilla sin desho­jar; o -la prote~ci6n · -con anillos de yagua, hoja de platano, mamey, uvero y otras.

Qiieresa. El ,deshoje de la caiia.

96-EI calcidido entomofago a que se refiere Lopez Tuero se conoce hoy bajo el apelativo de Tricograma. minutum; y queda clasificado entre los Tricogramidos no entre los Eulofinos Como se aceptaba en otros sistemas. Es un parasito -de los huevos del Dia.trea..

El otro parasito de! borer no pertenece a Jes Icneum6-nidos, como escribi6 Lopez Tuero. E s una -rnosca ta­quinina, la Euze11illiopsis diatrea. Townsend, cuya larva vive en la oruga de! taladro.

Remitimos al interesado a "Insectae Portorricensis" por G. N. Wolcott, ya citado; y al Bul. 12 of 'the Bd. af Com. of Agr. P. R., por T. H . Jones, 1923 y 1913 respectivamente.

262

·' Oaculo y gwsa,no bl,anco. Inyecci6n de su1furo de ·carbono en las galerias; o las capsulas de ese liqui--90 preparadas al efecto; la caza y re-cogido de ellos por la noche con faroles a prop6sito o sobre lienzos extendidos al pie de las plan tas ,que, sacudidas, los

.,dejaran caer; tambien el sulfocarbonato de potasa. Ratas. Con escopetas, -cepos y trampas; perros

ratoneros; o con una -mezcla de arsenico blanco, una parte, y 1harina de maiz, ocho partes.

El oangrejo de la tierni o juey. El mis.mo vene­..no que para las ratas.

Horrrrtiga-s. Cree que el addo arsenioso y el az(1-- car molido, mi tad y mitad, es mejor que otras sus­tancias ensayadas: "rough on rats," petr6leo jabo­noso, los polvos de piretro, las bolas de naftaHna, o Ja brea.

METEREOLOG IA

__ Registros. Los primeros registros del tiempo fue. _,:ron, entre nosotros, los pluviometricos. Algunas

f personas aficionadas los llevaron, mas o menos cou­,;: tinuos. La Compafiia -de Jesus hada observaciones ,i· tambien en su Colegio de Santurce. ..:i; La J efatura de Obras Publicas, por iniciativa del ,,)lustre Ingeniero Don Evaristo de Churruca, y con { el auxilio de varios particulares que hicieron dona­:i: cion de varios instrumentos, inici6 una serie de ob­ii servaciones met6dicas referentes a la presi6n at­

{2'mosferka, temperatura del aire, fuerza y direcci6n Ade Joa vientos y cautidad d-e agua caioo y evapo­

Dichas observaciones, que se publicaron en

263

la Gaceta Ofkial (21) y se cambiaron con las de varios observatorios nacionales y extranjeros, han proporciona<lo los primeros ele,mentos para el estu­dio de la climatologia de la Isla.

El Gobierno Nacional autoriz6 a esa Jefatura des­pues para adquirir nu.evos aparatos de precision y construir una torrecilla u observatorio.

En la Revista de Agricultura, Industria y Co­mercio del ailo 1891, paginas 13 y 14, se dan datos de lluvia en San Juan que abarcan ,desde 1872 hasta el 1890.

En septiembre a octubre de ese mismo ailo 1890, principiaron las observaciones registradas en las Estaciones Agron6micas, segun se detall6 al tratar de ellas anteriormente, paginas 240-241.

Estwdios regiona-les. Lo.s estudios del clima de la regi6n de Mayagiiez por Don Guillermo Quinta­nilla durante los afios 1891-1896 fueron los prime­ros de su clase en el ·pais; en mucho, analogos a los registros modernos. V eanse los Partes de la Est. Agr. de Mayagiiez de 1891-94 y de 1895-96.

MIELES

Fermentaci6n y destila-ci6n (97]. Cada qui:ntal

97-Deer, Noel--.Cane 6ugar, 1921-dice: "In the very best practice employing pure, specially selected yeast, as much as 90% of the theoretical yield -may .be obtained; falling to . 70% with the indifferent methods usually found. Referred to volume measurements and to a

· molasses containing 55%. of sugars, superior, good and

264,

azucar centrifl.1gado dejaba, segun Lopez Tuero (127),. 2½ galone-s de :miel. No t enia esta miel de la.-s ·centrifugas m{ts aprovecha.miento que su fer.men• taci6n y destilaci6n para la fabricaci6n de ron. Este negocio era pro-ductivo. A veces se vendia el gal6n de ron a 40 centavos. Esto equivalia a ·unos 19 centavos por gal6n de miel, ya que estas eran rkas en azucar y producian alrededor <lel 53% de su vol umen en ron. En estas mieles de purga solia perderse casi un 3% -de sacarosa. Las ca,chazas y espumas entraban tambien como materia pri.ma en la fabricaci6n de aguardiente. ·

Muchos alambiques era:n de cuello de dgiiefia con quemadores a fuego ,desnudo. Don Justo Skerrett tenia montado 'Uno en Vega Alta, alla por los ochen• tas, de cohunna destilatoria, al "\'.apor. Empezaban ya a instalarse alguno que otro de los .sistemas Eigrot y Savalle.

Los procedimientos de fermentaci6n eran muy de­fectuosos, especialmente en las haciendas de cafia; por lo que se preferia vender la miel, si el precio no era m uy malo.

Don Federico Legrand -public6 en aquel tiempo una obrita sobre la fabricaci6n de alcdhol cuyos pormenores no nos 1han ,sido dable obtener.

jndiHerent operation is represented by 2, 2.5 and 3 gal• Ions of .molasses per gaUon of 95% alcoho.J."

En la pag. 568, el mi~mo autor expresa su creencia de que la prodticci6n t6fal de ron no puede · ser ·menos de 20,000,000 de galones · con un . 75.% <le alcohol.

265

~ULLO DE ESCOBAS (Sorglvwm oo.lga-re)

(No azucarado, panoja,s larguisi11ias y reoia.B)

Apr01Jeohamwnto en 1882. Habiendo el senor D. Fermin Martinez Villamil presentado a la Diputa, ci6n Provincial una solicitud de su ayuda IMral J material para poder proseguir fomentando el cul• tivo del sorgo, mijo o millo de eacoba&-planta sembrada por el con exito en Puerto Rico-y seguir fomentando la industria de manufactura de esco­bas, la Comisi6n d:e Fomento, encargada de emitir dictamen ac-erca de la susodfoha solicitud y de las muestras de la planta y escobas que la acompafia­ban, opin6 -co-mo se expresa a rengl6n seguido :

"En tal concepto, la Comisi6n cree que D. Fermin Martinez y Villamil ha prestado un 'servicio notable a la Provincia, y que asi de­be consignarse en acta, dandole copia certi­ficada, para •su satisfacci6n. Al propio tiem­po, cree que-mas bien como demostraci6n material de su agradecimiento que como pre mio o recompensa de aquel servicio, que va­le mucho mas-se le den a dicho sefior Mar­tinez Villamil doscientos pesos -con clestino a un torno y cepillo mecanico para la elabo­raci6n de las escobas cuya muestra ha pre­sen tado. Los informantes seiialarian de ,buen grado una cantidad mayor, sino estuvieran persuadidos de la imposibilidad en que se halla la Diputaci6n de consagrar este aiio

266

crecidas sumas a objetos analogos, max:ime cuando tiene ya formados y en ejercicio sus presupuestos. Tambien cree la Comisi6n que se pudiera adquirir una cantidad regu­lar de semillas de sorgo y las noticias ne.ce­saria•s para su siembra y cultivo, y distri­buirlas gratis a los agricultores que las de­seen para su explotaci6n industrial y agri­cola".

Puerto Rico, Agosto 31, 1882. E·usebio F,er-nLvndez Costas,

M(///VU6l Ji'.e11iandez Zmw, SQlntiago Eoheveste.

El autor eucontr6, en reciente visita a Haiti, sorgos de gran-0, azucar y escoba ensayandose

, plantados en grandes extensione.s d:e la parte -cen­. tal de la Republica en tierras de muy poca ferti­).idad. En el caso del millo de -escobas, la 11aja pro­/aucida alli se ha ·considerado de magnifica calidad; Vf se tiene la esperanza de poder establecer una in­) dustria lucrativa de escobas y cepillos s;in grandes \ gastos, utilizando maquinas de mano.

PALOMARi

f :_ 0-0nstruooi6n. Describe el Director L6pez Tue­\\ to en 1891 la planta que, para palomar, con capa­\ cidad para -sesenta pares, habia hecho construir en \ Ta Estaci6n Agronomica de Rio Piedras.

267

RA.MIO (Bowrner-ia esp.)

Aprovecliamiento. De "Nociones sobre vo y aprovec-hamiento del Ramio" por Don cisco Flotats Obiols, Barcelona, 1888, copiamos :~

"En el aiio 1882, el ilustr ado doctor en Medicina, senor Betances, remiti6 desde Pa­r is a Puerto Rico, su ·pais natal, algunos ·· millares de plantas de las cultivadas en . l<.,rancia, y a pesar de que llegaron la mayor parte alteradas, l as pocas que resistieron la .· travesia se •han desarrollado de una manera admirable; y parece in<ludahle que en esta localidad puede adquirir este ,cultivo gran importancia, •Si los procedimientos modernos del descortezado mecanico producen .buen resultaclo. Race dos afios que el mismo ,doc­tor Betances, entusiasta decidido por el cul­tivo d el ramio, sali6 para America con el fin · de llevar dos de las maquinas modificadas de los sefiores Laberie y Berthet, la una con destino a Puerto Rico y la otra, a la isla de Santo Domingo, donde tambien se cultiva esta planta."

En 1886, escribia al Gobernador General de Puer­to Rico, el Sr. Don Anturo Baldasano y Topete, desde el Consulado d e E spana en Nueva . Orleans, ·d{mdole cuenta de las .pruebas satisfa!,".torias de de­corticaci6n del ramio y del yute hechas en la E,xpo-

268

!:1t. Americana celebrada en Nueva OrleariS du• ltnte el mismo afio por Mr. Juvenet, inventor de la )quina decorticadora exhibicla. Prometia al mis­

<'o tiempo remitir raices y semillas, por si los agri­lltores de la Isla cleseahan ensavar el menciona­

\f -cu1tivo. De esto se .cli6 avis~ oportunamente ·t la Ga,oeta Oficial. {En la R evista de Agricultu1·a, Industria y Oo­

' ercio (94) se hallaran numerosas noticias sobre 'is gestiones y ensayos hechos para implantar la in­hstria del ramio.

REVISTAS A.GRICOLAS

>niario E con6rni,eo (1814-15) .- Ya se ha hecho enci6n r eiterada de est.a publicaci6n, la prim.era e su d ase en el pais. Aparecieron dos volumenes,

lino de los cuales existe, muy averiado, en la colec-ffi6n del "A.teneo Puertorriquefio". · D Revista de Agriciiltura, Industric, y Comercio :\ ('i885-93) .-Pue fundada en 1884-85. Su director { fue Don Federico Asenjo. Cont6 entre sus redac­}:fores a los hombres mas avisados del pais en las ,\materias tratadas. El .Alteneo posee una colecci6n { practicamente completa de esta obra, donde puede

/ el amante de estas cuestiones darse cuenta de la ( :actividad de nuestros dirigentes en esa epoca . .. {. La R 6forma Agricolci (1892-97) .-Fue el 6rgano / 'oficial de la Asociaci6n de Agricultores de Puerto .\ Rico. Las colecciones de los afios 1896 y 1897 con­< tienen notables articulos en relaci6n con · lo.s pw-

269

blemas econ6micos coetaneos: arancelea, impuestois sobre consumos y credito agricola.

RIEGO

En G-uayama.-Desde antes del 1883 habia sido proyectado, estudiado y concedido el llamado riego de Guayama. Se encontraron en Inglaterra los ca­pitales necesarios para ejecutar la obra. Se habla­ba de la derivaci6n de los rios Matrullas y Toro Negro y de su encauzamiento, dirigido a regar las tierras de Juana Diaz y Santa Isabel. Eran afl.uen­tes del rfo Manati (86). Don Adolfo Runge (57) tuvo que ver con el proyecto. Nada se hizo al fin.

Abad (86) estaba convencido de la existencia en toda la comarca de Ponce a Salinas de aguas sub­terraneas someras. Cuenta del manantial que bro­taba en Santa Isabel, a la misma orilla del mar; y del pozo que se llen6 de agua hasta el brocal, al abrirlo_, en una finca de la misma comarca. Se im­pacienta de que no se s iga el ejemplo de la Mancha cuyo suelo estepario, salpicado de pozos y norias, sonrie en sus cosechas baratas.

Don Marial'lo Sichar estudi6 este asunto mas de­tenidamente, y desde el punto de vista de la inge­nieria. Advierte (105) :

"Que lo mejor seria traer aguas corrientes, taladrar las montaii.as, y hacer correr por el sur las ricas y frescas aguas del Norte; es cierto: es mas, sabemos que alguien lo estn­-di6, y que alguno lo estudia en estos mom1!n•

270

tos. Que la misma zona Norte puede fertili­zarse, y que no es dificil ( con capital), de­rivando agua de los rios, construir un canal que cir-cunvale la I sla, tam po co lo ignoramos; pero todo eso tiene que venir de fuera ... "

Por lo tanto, busc6 el remedio en el mejor nso de los procedimientos hidraulicos para la elevaci6n de las aguas subterraneas. La existencia de estas, aparte de otras consideraciones, la fundamentaba en datos de sonda que acusaban, en casi toda la costa, terrenos de acarreo, arcilla compacta, · capas per­meables de arena, lemosas, arcillas rojas y bancos de piedra caliza, debajo de la, cual surge el agua. en profundidad variable de 13 a 16 metros, en la ma­yoria de los casos.

Algunas de las otras consideraciones a que hici­mos referencia en el parrafo anterior se e:x:presan por Si char { 105) en el siguiente extracto:

"La ejecuci6n de recientes obras, tales co­mb el puente en el Gua.m.ani en la carrete:ra de Cayey a Arroyo, que ha hecho ver en los

. cimientos de la pila central un volumen tal de aguas subterraneas que dos puls6metros y una bomba "Letest(1" no pudieron agotarla; la construcci6n de la represa en la toma de agua de la H acienda Amelia, en ,el rio Jaca,guas, como ·a.simismo la rep.resa de la tercera toma de riegas en el rio Inab6n han corrobo-rado y confirmado la existencia de caudales de

271

agua en el subsuelo cascajoso de los rios. prueba ademas evidenciada por el caudal que, en estos mismos rios, se manifiesta en su des­em bocadura al mar."

Luego, hace Sichar su propuesta, de rie:N de unas !iiete mil 1:1eiscientas y pico de cuerdas de l;1 costa sur a base. de doce elementos hidraulicos qne him de (llevar el agua a suficiente altura en cada desembo­cadura .de rio, para su curso hacia el pie de las mon­tafias y su distribuci6n, paralelamente a ellas, en la acequia madre.

Calculaba el costo en unos seiscient()S mil pesos; el que subiria a ,cerca de miJ16n y medfo, si escasean­do el agua en el plan expresado-lo que no creia probable-, se viera forzado a adop:tar el de fabricar ochocientos pozos entre Ponce y · Guayama que . ha­bfo,n de moverse por locomot oras del ferrocarril en­tre estos dos pueblos, pagando, por supuesto, el ·pea­je a la companfa conoosionaria.

Veia arriesgado y costosisimo el proyecto de cons­:truir p.antanos en las montafias sin suficientes datos geol6gicos de la Isla, sin poder predecir el efect.o de 'ias nuevas presion~s sobre las capas terrestres, y 1;1ieiiq_o evidente la . necesidad de construir tuneles, :tubos y canales de material hidraulico en longitudes ,q:ue el tenia por respetables (105). ·

ROTACION DE COSECHAS

Estudio.-Don Rom!m Baldorioty de Castro (44) rcecomendaba este principio de cultivo a la atenci6n del pais en los siguientes terminos de prudencia :

272

"Preciso es, pues, ir esitudiando esa labo­riosa cuesti6n de la Rotaci6n o Alternativa d_e las cosechas, que, por lo mismo que con­s1enten una infinidad de combinaciones en el cultivo simultaneo de numerosas plantas, im­pone la obligaci6n de conocer minuciosamen­te la accion de cada una sobre el terreno y ~us efectos ,econ6micos en los mercados, su 1mportancia para el consumo, su importancia para la exportaci6n, el orden de sucesi6n en el cultivo, las transformaciones que sus pro­~uctos requieren para darles duraci6n y sa­hd~, su destino en la alimentaci6n de Ios ga­nattos y las mil concli-ciones que de estas i n­dicaciones se derivan."

"Ninguna observaci6n se ha publicado en­rt:re nosotros en este orden de ideas, o, a lo menos, no tenemos de ello conocimiento. Ca­rece~os nosotros por otra. parte de la gran pr{i:ctica lo~al y de la experiencia agricola no meno-s grancle que requier~ un plan acertado en esta materia; con todo, como objeto de es­tudio, como simple estimulo a fa. discusi6n, nos aventuramos a traza.r uno, persuadidos de que si un dia se entrase en el pais en los ensayos que deben conducirlo a la mejor solu­ci6n de tan complicado problema, no sera s6lo el nuestro, sino otros y otros los que se habran desechado antes de acertar con el mas con veniente.''

Sistemas propuestos. - Hechas por Don Roman •·.. - En el maiz.-Da como hecho cierto que no se ne­

Cesitan teorias para convencerse -cloe que el maiz, si ·~e siembra varias veces seguidas en un mismo punto,

:-::;;,c. ! por bondad que rt.enga la tierra, por abono que se le .~! ~i'' ponga y por muchos cuidados que se otorguen al

una serie de advertencias como base, propuso uno para frutos menores, en periodos trienales, el cin­cuenta por ciento de la tierra a pastos, y el otro cincuenta por ciento en frutos menores: tuberculos, arroz y maiz, legumbres y pla:tanos; y, luego, va­riando el orden de sucesi6n de estos frutos en el se­gundo y tercer afio. Pasados los tres afios habia cle derlicarse a pasws el otro dncuenta ·por cfonto de l::i. tierra, y empezar la practica de nnevo en la otra mitad.

Penso que acaso pudiera servir de base una rota­ci6n en periodos cuat rienales, para la cafia de azt'i­car. Esto es, que la cafia ocuparia el terreno en su mitad, como (1) cafia de plantilla (2) cafia de cose­cba (Pla.ntillas y Retoiios) {_3) el 30% estaria en pastos ( 4) el 20% en frutos meno1·es1 raices, mafa, anoz y leguminosas. El orden de los frutos meno­res hahia de variar en los dist intos afios.

Abad (86 ) crey6 que quizas esas alternativas, su~ geridas como estudios por Don Roman, no eran las <Jue debieran ado1)tarse. Preferia el rotaciones de m{1 s larga fecha: de por lo menos cinco o siete afios, . con una leguminosa, alfalfa o el pipirigallo (98] como prados intercalados, y una rafa o tuberculo como cul ti Yo de limpieza que precediera a 1a ca,.,,,,, fia [99]. "''

98- El pipirigallo o esparceta: el "comun", Onobrychis lla; tiva, Lama ; el "de Espana", Hedysarwn coro~arium, L.

!l!l-Bricn Gras, ob , cit., Capitulo VIII, paginas 190, 192! 196, ;c da el punto de vista moderno en los siguientes temunos:. ••~

274

"' ':i'cultivo, acabara tarde o temprano por producirse J-'i

0

raquitico, enfermo y ruinoso. Propon-e como reme­~J clio la alternativa de cosechas de manera que no se

en cada parcela sino cada cuatro o

SANSEVIERA

( Sanseviera gwi,ne,{Jnsi.s)

,> Estudios de sii oultivo y perspeotii>as.-En una t extensa memoria al Ministerio de Ultramar, trat6

"In the sixth and latest s tage of agriculture, how, ever, there is a p artia l return t o the conditions of the first. Again animal and plant culture are sepa­rated, and the land is used indefinitely for one purpose. This stage may be called specialized in­tensive agriculture .... " ........ .. ......... .. .... .. ...........

"The physica l possibilities of intensive agricu lture, as found in the sixt h stage, are astonishingly grea\',' .. ........... ' .. .. .. .......... .. ... .

"Scientific rotation produces a large surp lus for sale in normal years and therefore enough for sub­sistence in times ~f dearth and p erhaps enough for survival in periods of famine; specialized in tensive, when· well balanced between the elements of labor, capital, and management, promises even more. With its drainage system the excess •Of moisture can be mitigated, With its irrigation possibilities the ex­treme of drought can be alleviated. With its system of warming by fires the evil of frosts can be com­batted. With the accumulation of knowledge of biology, the insects, fungi, and other pests and pa­rasites, can be battled with more or less succesfully."

275

L6pez Tuero de esta planta tex;til, y la consider6 de gran promesa desde -el punto de vista de sus carac< .• teres botanicos; cultivo, aprovechamiento y gastos;

y productos.

SERICICULTURA

Ensayos.-Despues de hacer constar que esta in~iC' dnstria es susceptible de establecerse en el pais, dice. >

.A.bad (86): .

"En la primera E~posici6n publica, reali-}: zada en la Capital en 1834, present6 Don Si-•\ m6n Boyer muestras de seda cosechadas por el mism.o en Gua.yarna. La indiferencia con-•·•· que aqui se m.irau algunas cosas muy u.tiles di6 fin, con la muer1t.e del Sr. Boyer, a su bien >>. atendido estahlecimiento."

"La Morera nv1,,Uica,i1,le, que es la variedad f mas recomendable, existe aclimat acla en los / campos de Cuba; se cree que la ho3a del moral y la de la gullsima pueden utilizarse para ali • mento del gusano de seda. Tambien la pal" ma "christi" o higuereta mantiene una ma"'./ riposa euyos productos se exhibieron en la/ primera e:xposici6n de Londres."

SORGO

( l~orghwm vi~lgare)

(Sorgo azucarado, panoja abierta)

Plnsayos.- Pa.ra comprobar su importancia como anta forrajera, hizo L6pez Tuero siembras de ella :,- 1891. A los tres meses habia adquirido un com­eto desarrollo, rindiendo a raz6n de 22 kilogramos ,: g.rano y 8 -de paja por -cada kilogramo de simiente · pleado. Recientemente el au tor tuvo ocasi6n de .

en H aiti extensa:s ·plantaciones de sorgos. El _ucaraclo y el millo enan-o ind:igena estan siendo sayados alli como ensilaje para la alimentacion · ganado. Los negros del Sur de Estados Unidos

diestros en la fabricaci6n del jarabe de sorgo.

SUELOS

Analisis.-Como era natural, los primeros anali­s hechos lo fueron los fisicos y quimicos del suelo

/ subsuelo de Ios campos de experiencias en ambas ~t aciones agron6micas, y en los de la Isla relacio­a.dos con ellas. Algunos de los procedimientos

' kados en las determinaciones analiticas aparecen n el informe de la Estaci6n de Mayaguez para los

kfios 1891-94.

<; Comenz6 mas tarde el Director Quintanilla un ~studio bastante simmatico de la fertilidad de las t:ierras de la Isla en 1895-96. Aunque lleg6 a operar

277

con suelos de cafe y de tabaco, sin embargo, informa sobre los examen.es fisicos y quimicos chos de las tierras destinac1as al cultivo c1e la -cafia, en su mayor parte vegas, por municipios ; por mas que no considera completo el trabajo. Las tablas ana1iticas cuentan unos 84 analisis distribuidos tre unos 25 municipios.

Lopez Tuero, por otra parte, enumera una de analisis de tierras de cafia en su obra "La Cafia ·

de Azucar en Puerto Rico" (127). :E:n la lista de libros existentes en la biblioteca de

la Estacion de Rio Piedras en 1891, aparecen dos obras clasicas en la quimica analitica, "Analisis Quimicos", de Fresenius, y "Analise de Matieres Agricoles", de Grandeau. P resumimos se hayan se­guido los procedimientos en ellos contenidos en la practica analitica en sus laboratorios.

TABACO

(Nicotiarw, tabacum)

Abovos. - Las experiencias bonificantes con el tabaco durante el afio economico de 1890-91 · en la Estacion de Rio Piedras envolvian una paracion entre el estiercol de cuadra, el mezclado con guano, el guano, las cenizas, y la y el abono verde.

El teJTeno deinde se llev6 a cabo era una Hann· ra baja poco pingiie, salobre, por ser de da maritima, y falta de mantillo. Los mejores re· f<nltados fneron obtenidos en el orden descendente

278

: estiercol y guano, estiercol, guano, ceni­··· y cal y abono verde. Los dos 1'.lltimos no clieron

¢dsecha ninguna. Esto puede haberse debido pro­.~ablemente al mal desagile en siembra plana, en el fual caso la comparacion pierde SU valor. De todos

odos, el mejor abono par~e haber dado la mejor . osecha. < Perdidas las primeras pruebas iniciadas pGr L6-pez Tuero en su corta estadia en Mayagiiez, Quin­tanilla opto por emprenderlas de nuevo. Se com­paraban el estiercol, las ,cenizas y el abono verde. El fu.al tiempo y las fallas restaron el poco valor que ·~e por si tenfa este ensayo, por lo que el s,egunc1o

/corte hecho en el no podia ser conducente a ninguna •Cc:mclusi6n aceptable. ) Un segundo ensayo consistio de nueve parcelas abonadas con residuos cle teneria, snlfato cle cal, estiercol, fosfato y estiercol y residuos de teneria, y fosfato solo. Se reservaron tres parcelas testigos. Se repitio la abonada con residuos de teneria. La cosecha, que fue calificada de mediana en las pri-

\meras pruebas del parrafo anterior, en estas segun­\I,as fne mala. El peso meclio de las hojas verdes por

< hectiirea fue de solo unos 856 kilogramos cuando > en la anterior habia sido de unos 1,397. Se explica · que el tiempo no fue propicio, y que los insectos hi­i cieron mucho dafio. De 1todos modos, el rendimiento

<i mas alto fue el del lote que recibio los tres abonos.

<\ Paralelamente a estos experimentes verifi.cados en i plena tierra, se realizaron otros en doce cajas de < vegetaci6n con los mismos abonos de los ensayos

279

anteriores, excepto dos nuevos: el superfosfato de .··• cal y el nitrato de potasa. Consideramos sin valor · estos ensayos desde el punto de vista de los abonos usados y sus efectos sobre el rendimiento, por con­tener cac1a caja -Cmicamente dos matas. Si son interesantes los pesos proporcionales obtenidos: de las matas, tallos y hojas verdes.

En 1896, L6pez Tuero informa de ,los malos efec­tos de la mucha cal en los terrenos, natural o afia­dida, en relaci6n con la calidad del tabaco. Crea la condici6n de jorro, que no a rde, infumable, s in valor alguno.

Distancias para la siembra. Quintanilla ,sembro eus experimentos a 63 centimetros~tres ,cuartas­entre una y otra planta en lineas espaciadas 83.6 cent1metros-una vara.. Infor:ma, ademas, de su.s ensayos a 5 cuartas entre lineas por dos cuartas en las lineas; a 4 x 2; y a 2.5 x 2.5.

R endi1niento. Quintanilla (120) obtuvo en un en sayo desde 282.88 k)gms. hasta 425 kgms. de ho­jas curadas por hectarea, produccion .calificada de mediana; y de ma.la en otro ~nsayo en que obtuvo nada mas qne d e 72 a 276 kgms. por hectarea.

Como dato adquirido en los campos, consigna ahi el mismo autor la producci6n de una hecta­rea de tabac-0 de m:ascar en P uerto Rko, en una cosecha regular, en la rforma siguiente :-

Cabeza, 18 rollos de 9.20 kilos Medio, idem de idem. . Tercero, 14 rollos de 9.20 kilos. Boliche ..

280

165.50 kilos 165.60 " 128.80 "

46,00 "

De modo, que el total de la cosecha ascenderia a 504 kilos que valor6 en unos 459.00 pesos.

En ocasi6n de las experiencias de abonos ya narra­das, obtuvo Quintanilla los sigu ientes datos :

Proporci6n Oosechada

Tallos verdes H ojas verd,es Hoja seca, :util.

Tallos secos .

38.35%

67.65 " 12.00 "

7.47 "

Sisternas de siembra. Operando en -los t errenl)s bajos de la Estacion, ce!'ca de Martin Pefia, fue pa­tente a L6pez Tuero la ventaja de la siembra en caballones en oposici6n a la siembra plana. Para pormenores ,sobre el •cultivo del tabaco en Puerto Rico, procurese la obra de Don Ricardo Agua­yo (80) .

Tiempos de iLesm·roUo y sfombra. Quintanilla se ocup6 de dilucidar la oportunidad de las siembras.

Es,parci6 la semilla en el pdmer semillero el 31 de .agosto de 1892. Comenz6 a germinar a los cinco dias. Se complet6 la germinaci6n a los nueve.

Estaban de trasplantarse a los 46 -dias de sem­bradas, lo que termin6 de hacer el 24 de octubre.

El dia 30 de diciembre se di6 principio al eorte de las plantas maduras. En enero 16 estaban todas en cujes para su ,desecaci6n, y los picos aterrados para que produjeran la segunda ,cosecha.

El tiempo transcur rido desde la ,siembra en semi•

281

Ilero-s hasta la recolecci6n fne de 4 me;ies ; des:de su trasplante, 82 dias.

Hubo unos 16 dias de diferencia entre el tabaeo mas temprano y el mas tardio.

Las mancuernas, puestas a secar, tardaron 27 dias en estar Iista•s para apearlas.

Se deshizo el pil6n, y se separ6 la capa de la tri.­pa a los diez y ocho dias de haber em:pilonado el tabaco.

El retofio emple6 en ,su desarrollo un mes y doce dias.

Esparci6 la semilla en el ~egundo semiller o en diciembre de 1892. Trasplant6 41 diaa despues. Transcurrieron 89 dias desde el trasplante a la re­colecci6n, en marzo 28 a abril 9.

Afiadiendo los 40 dias que permaneci6 en el se­millero, el ciclo econ6mico fue de unos 129 dfas.

TRE BOL [100] (Trijoliu,m esp.)

Pruebas de oultivo. Las experiencias con el tre• .bol en la Estaci6n de Mayagiiez se hicieron simul­taneamente ,que las de alfalfa, pagina 165; y si­guiendo el mismo metodo.

No .se pudo cortar este por vez primera sino al tiempo del segundo corte de la alfalfa, rindiendo

100-Por. la forma en que sembr6 y cultiv6 este trebol Quin• tamlla, Y la altura que alcanz6, entre otras razones pa• rece pro?able que se t ratara del trebol comun o vio'.ieta el Trifoliu:m pratense. Esta especie ya se cultivaba mu'. cho en Flandes en el siglo XV.

282

solo a raz6n de 11,300 kilos por bectarea en la prue­ba hecha en la finca del Sr. Cartagena.

En la segunda prueba, vuelta a hacer en los terre­nos de la Estacion en mayor escala, creci6 el trebol con mucha dificultad. Al mes de ·sembrado ya comenzaba a desaparecer.

TRIGO (Tritioum- esp.) [101]

Ensa.,yos d,e cmltivo. Quintanilla sigui6 el mismo metodo de cultivo que con la alfalfa, pagina 165.

Basado -en los resultados de los cilindros de ve­getaci6n, desisti6 de continuar cultivando el trigo y la cebada. En l a primera experiencia en los terre­nos de la Estacion, el trigo fue de los que no sub­sisti6. En la prueba en la :finca del ,sefior Carta­gena, el trigo se di6 raquitico, arrastrandose por el suelo y terminando por desaparecer.

101- En la feria de Ponce de 1882, present6 Don Domingo Benitez Mojica muestras de trigo candeal (Triticum MiStivum, L.) Abad (79) menciona Ia fabrica de ha­rina de trigo establecida en Ponce por Don Alfredo Casals y la repartici6n de semilla de trigo que hizo, en la esperanza de levantar siembras que la alimentaran. Abad recomendaba que se probaran los trigos de pri­mavera o los de! Norte de Africa, quiza de 1os tipos durum y turgidum. El primero se cultivaba mucho en Espana, y, luego, pas6 a Sur y Centro America, de donde fue llevado a Tejas, bajo el nombre de trigo de Nicaragua.

En 1582, en el informe de Melgarejo (6), refidendose a los campos de Coamo, se dice:

" .. _ .dase alli el trigo, porque se ha hecho 1a ex• periencia en poco."

283

VAINILLA ("~amilla planijolia) (102] Gultivo. Oonsiderada por L6pez Tuero como de

posible adaptaci6n en Puerto Rico, pero solo como producto secundario, po-r su cultivo costoso y sn naturaleza delicada.

YERBA DE GUINEA (Pan/4oMrn mcu»irnum)

Ensayo comparativo!. Lopez Tuero emprendi6 uno entre esta yerba y la malojilla fln 1891. No he­mos encontrado los resultados. No obstante, el exi­to de su aclimata.ci6n en las tierras altas y secas, no se ha dnplicaclo todavia en el pafa. Hay quien afirma t ener documentos d-e familia para demostrar que la yerba de Guinea entr6 por Arroyo en paja qne sirvi6 ,d!e ,cama en unos ·barcos negreros que provflnian del Africa.

FIN DE LA P ARTE 'l'EROERA.

102-Hernan Cortes hallo la esencia de esta planta en uso ,par Jos aztecas de la N ueva Espana para aromatizar sus brebajes de chocolate.

284:

EPILOGO ABSENTE REO

El laboriosamente paulatino desarrollo de la agri­cultura y de la prosperidad puertorriquefias que acabamos de revistar someramente, debi6se, a juz­gar por la evidencia, a un estaclo mental, a un con­cepto erroneo sustentado a traves de los tiempos por todos lns regimenes colonizantes del papel que en el mundo corresponde a los pueblos colonizados.

Desdobl6se Ja vida de varios siglos en nuestro territorio con miras extraterriforiales. Allende los mares -surgian los motivos. Aquen dellos, haciendo un alto en la faena rle su vkla, respondia el colono, dernto impenitente a la tierra de la sofiada residen­cia permanente.

Bien visto, no hubo culpa nadie. Fue ideolog'.ia espaiiola de todos, -colonizantes de un dia y colonos del otro; ideologia de lealtades seculares a Ia Cruz y a la Corona, siempre admirable, aun dentro de sns fatales resultados desintegrantes.

En largo parentesis, adurmi6se luego ese espiritu a medida que el mundo se hizo grande y caro. Sm­o-i6 el derecho del hijo .frente al derecho del padre. ~as rancias convicciones vacilaron al crudo soplo

285

de los tiempos. Se aflojaron los la zos de familia. bajo el mis.mo techo. Se qued6, por ultimo, ,s,ola la casa solariega.

CORAM NOBIS

Por caminos carreteros y por veredas cansinas -avanzan los hermanos por la ancha America en busca de pan y de vida. Y se encuentran ... , y pre• gun tan.-.; La casa solariega ?-La casa ,solariega esta aJla . . . -l. Y el huerto rico'?-En pleito el titu• lo; premiosa la posesi6n; y esperantes los meno• res de que resurjan .d,e la muehedumbre adulta las sobrias virtu<les ciudadanas sobre que se asent6 ~iempre la salud de los pueblos ...

CORRIGENDA

Nada se habra perdido, si logramos mantener nuestra mente en la serena -comprensi6n de las al­tnras que dominan l-0·s paisajes y nos -brindan el atisbo -d·e la sutil polvareda que a los lejos marca el curso de la carroza triunfal de las a lbricias; y si, corriendo parejas con esa alteza, conservamos informado y agil el entendimiento para domeiiar la disciplina ineludible de las cosas; vivo el senti­m.iento que ha de deshacer con su calor primaveral los hielos bajo los cuales tiemblan impacientes las corrientes de los eorazones ; y recia, sana y activa

. la. voluntad imperterrita de la vanguardia que, ha­cha en mano, ha ,de trozar obstaculos y jalonar las encrucijadas peligrosas para que de ellas se aparte

286

el grueso de las huestes, que el sufrimiento inoon­sentido de muchos es ya hoy, prima faoie, suficien­te evidencia de la ineptitud del dogma.

El primer jalon debera orientarnos derechamente al reconocimiento y t rillado de los pasos interame­ricanos que pt'Ometen en escala continental la con­ftuencia bienvenida, servicial y considierada de las dos civiliza:ciones que plugo a la Historia sobrepo­ner en nuestl·-0 suelo.-.

Nadie podria explicar a_ las Americas, mejor que d puertorriquefio, hasta que extremos es la inglesa complementaxia de la hispana.

En la escuela y en la vida ha palpado el la soli• dez ajustable de las instituciones politicas y so­dales de Esta.dos Unidos ; la pletora de sus empre­sas financieras, comerciales e 'j.ndustriales; la am­plitud d;e sns empefios en l a ordenacion y divulga­d6n del saber, y en la propulsi6n de las indagacio­nes cien tificas .

Ha conocido tambien el, por otra pa.rte, de las inquietudes de los grandes pensadores de habla in­glesa. Acaso su t emperamento ha.ya acogido mas intimamente -esa filosofia que las mas ostensibles, pero menos sutiles, manifestaciones de progreso material.

Y, hoy en dia, la mente Islefia Hora con Tenny­~on el fin del Lor.d Arturo; medita .con e.l Sarto,· ResMt1.ts de Carlyle; sabe ·con Rns~ll Lowell de los ac-ercamientos de coraz6n; y espera inquieto con _Sir

l'hilip Gibbs ... .. - .. . .... ... . • ·· ... .

287

* * * ''Ah! my Lord Arthur, whither shall I go? . . . . . . . . '.I'he old orde; °Ch;n~~th; ;i~l~in~ · pi~c~ · t~ ·n~~ And God fulfills himself in many ways ' Lest one good custom should corrupt the world/'

"Th + • • e cur.ams of Yesterday drop down, the curtains of To-morrow roll up; but Yesterday and To-morrow both are."

.,,, .,,, .,,,

''The Grail in my castle here is .found! Hang my idle armor up on the wall Let it be the gpider's banquet hall· ' He must be fenced· with stronger ~ail Who would seek and find the Holy Grail."

"People of destiny, they have the choice of arrang­ing the fate of many peoples."

288

APENDICE VALOR DE LA EXPORT~CION

1864-1897

AZUCAR

$ 3,765,659.64 3,631,618.89 3,340,762.95 3,607,553.88 3,702,445.86 4,348,518.63 5,749,492.10 6,198,203.33 5,343,575.26 5,715,608.52 4,679,703.45 4,865,808.03 4,429,776.54 5,542,041.95 7,4-87,211.97 4,645,186.86 3,016,948.55 3,741,351.93 5,431,833.69 5,182,978.62 6,433,340.52 o,782,316.72 4,145,521.42 5,251,504.53 4,029,180.77 4,134,683.86 3,782,465.50 3,126,136.57 4,038,158.46 2,944,432.13 3,191,855.51 4,047,399.51 3,734,569.34 4,007,992.08

CAFE

S 1,012,450.86 1,137,615.12

895,488.60 1,153,211.64

963,805.86 944,179.68

1,045,005.70 1,249,337.94 1,101,307.90 1,550,431.98 1,066,151.70 1,569,761.40 1,249,583.40 3,010,338.53 3,325,039.77 5,189,443.17 3,077,304.00 7,077,304.3,5 3,791,285.40 4,779,742.10 3,317,451.48 6,067,185.72 4,693,055.96 3,514,210.28 6,503,107.80 4,858,306.04 5,577,166.56 5.297,563.88 9,452,999.60

11,611,215.72 11,912,038.26 9,492,212.03

13,864,340.88 12,222,599.4-8

289

TABACO

$ 152,741.36 190,431.60 135,198.60 65,093.76

106,359.40 143,159.32 238,012.88 215,243.24 247,571.78 199,963.44 167,100.48 227,662.08 127,015.00 431,219.80 894,630.66 594.,194.70 831,035.45

1,054,559.45 761,382.76 408,129.17 573,129.17

1,139,498.11 662,433.82

1,128,772.06 495,053.81

1,144,210.34 589,465.37 781,871.58 763,363.20 801,651.90 641,942.28 698,225.22 422,912.28

1,194,318.30

TOTAL

$ 4,940,551.86 4,950,665.61 4,371,450.15 4,825,859.28 4,772,611.12 5,435,857.63 7,032,510.68 7,662,784.51 6,692,454.84 7,466,003.94 5,912,955.63 6,663,231.51 3,806,374.94 8,983,628.78

11,706,888.04 10,429,124,73 6,925,288.00

11,873,215.73 9,984,501.85

10,370,849.89 10,323,921.17 12,989,000.59 9,501,011.20 9,894,486.87

11,027,342.38 10,137,200.24 9,949,097.43 9,205,572.03

14,254,521.26 15,357,299.75 15,749,836.05 14,237,836.81 18,021,822.50 17,424,909.86

PRODUCCION PRODUCCION 1828-18H7

A:&O AZUGA.R CAFE TABACO AZUCAR CAFE TABACO TOTAL

lbs. lbs, lbs. lbs. lbs. lbs, lbs.

1828 18,782,675 11,160,950 2,406,100 32 349'> 1866 111.358,765 14,924,8'10 3,379,966 · 129,663,541

1829 27,715,450 12,186,000 2,377,100 42:278'.5 1867 120,251,796 19,220,194 l,627,314 141,099,304

1830 34,016,375 16,911,925 3,490,200 54,418, 186S 123,414,862 16,063,431 2,558,985 142,137,278

1831 30,778,300 10,485,850 4,941,750 46,205, .•. ~ 1869 144.950,621 15,736,163 3,578,983 16i,265,767

1832 34,653,400 16,819,100 3,602,400 55,074, . 1870 191,649,670 17,4'16,762 5,950,322 215,016,754

1833 34,279,450 10,286,200 4,952,600 49,518, 1871 206,606,711 20,822,229 5,381,081 232,810,021

1834 35,881,850 16,730,350 4,056,850 56,669, · 1872 178,II9,242 18,355,133 6,189,296 202,663,671

1835 43,857,450 7,262,350 5,755,150 56,874, 1873 190.520,284 25,840,533 4,999,086 221,359,903

1836 49,888,850 5,277,250 4,954,200 60.120, 1874 155,990,115 17,769,195 4,177,512 177,936,822

1837 45,664,422 9,345,063 2,104,215 :57,113, 1875 162,193,601 26,162,600 5,691,552 194:047,753

1838 69,138,503 9,554,643 2,386,618 81,079 1876 147,659,218 20,826,390 3,175,375 171,660,983

1839 69,245,783 8,538,362 4,320,339 82,104 1877 123,196,488 15,843,887 5,797,998 144,798,373

1840 81,793,693 12,450,114 4,227,484 98,471 1878 166,833,955 17,051,486 5,237,961 189,123,402

1841 84,557,106 8,921,760 5,406,725 98,885, 1879 340,647,036.4 67,161,383.2 8,714,855.6 416,523,274.2

1842 91,906,688 12,878,953 6,693,953 111,479, 1880 221,220,894.4 48.032,296. 4 12,188,517. 0 281,441,707.8

1843 71,039,913 7,756,335 7,453,145 86,249, 1881 126,208,826.8 47,748,210.4 7,661,348.2 181,618,385.4

1844 81,160,611 12,501,680 6,358,778 100,021, 1882 183,846,680. 6 29,788,671.0 5,138,166.0 218,773,517.6

1845 92,904.423 6,795,769 7,518,630 107,218, 1883 195,423,826 .6 37,555,117. 6 3,S67 ,362. 4 236,846,306. 6

1846 87,740,014 10,473,886 3,934,538 102.148, 1884 117,743,834.0 26,065,690 .2 2,754,246.0 i.46.563,770.2

1847 104,178,232 13,466,369 2,270,652 119,915 1885 184,710,198.2 47,670,741.8 7,689,864.6 24-0,070,804. 6

1848 101,298,754 9,613,074 2,457,449 113,369, 1886 140,309,936.6 36,742,010. 8 4,517,651.6 181,569,599.0

1849 100,742,217 8,615,311 2,430;540 111,788, 1887 177.74--1,340 A 27,611,652.2 7,617,4:lO. 2 212,973,472.8

1850 112,129,432 11,783,684 2,973,308 126,886, 1888 136,372,19'1. 2 51,095,847.0 3,340,854.0 190,808,895. 2

1851 118,416,304 12,111,971 6,478,084 137,006 1889 139,943,146. 2 37,952,398 .0 7,721,665.6 185.617,209.8

1852 93,631,396 11,370,763 5,565,739 110,567, 1890 128,021,909.4 43,822,794. 4 3,977,987 .2 175,822,691 .0

1853 110,605,859 11,580,604 3,703,457 125,889; 1891 105,807,699.8 41,623,716.2 5.276,414. 0 152,707,830.0

1854 107,870,197 11,271,969 3,971,887 123,115; 1892 148,065,590.2 47,264,998.0 4,198,497.6 199,529,(:)85. 8

1855 101,437,866 13,642,264 2,476,687 117,556 1893 94,792,832. 4 49,124,374.2 4,199,119.(J 148,116,325.6

1856 116,937,822 10,555,814 3,453,019 130,9~6; 1894 106,500,048. 6 50,401,309.2 3,362,554.8 · 160,263,912.6 1895 131,870,349.6

1857 86,391 ,546 11.139,691 4,028,921 101,560; 1896 40,159,358 .8 3,667,370.2 17:3,697,078. 6

1858 123,542,292 9,229,483 4,115,373 136,8$7, 122,688,689. 2 58,656,826. 8 2,215,254 .8 183.560,770.8

1859 88,444,323 13,265,231 2,147,778 103,857 1897 126,827,472 .2 51,710,997. 8 4,055,953.0 182,594,423.0

1860 116,015,181 15,924,524 2,360,498 134,300, 1861 131,035,471 13,902,296 7,753,821 152,691, 1862 128,802,537 12.578,727 fS,950,725 150,33!, 1863 116,245,504 16,698,808 4,518,507 137.462 1864 92,511,988 16,874,231 · 3,458,600 112,844, 1865 121.053.963 18,960,252 4,760,790 144,175,

290 W I

REAL DECRET0 DE LAS ESTACI0NES AGRONOMlCAS (1888)

La "Gaceta" de Madrid de! 7 de! proximo pasado p u,blica el Real Decre to siguiente:

A propuesta de! Ministro de Ultramar; e n nombre de mi augusto Rijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente de! Reino,

Yengo a decretar lo siguiente : Art. I .-Se crean en la isla de P uerto Rico dos estaciones

· agron6micas, una en Bayamon, lo mas cerca posible de la capital , y otra en Mayagiiez.

Art. 2.-E stas estaciones t endra.n por objeto la investi• gacion de los problemas cientificos que se relacionan con la produccion· agricola en general, contribuyendo por una _parte al progreso de la ciencia en el t erreno especulativo, y por otra a la propagacion por diversos medios de las conocimientos adquiridos en el terreno practico.

Art. 3.- Para conseguir estos fines, las Estaciones agro­.nomicas se dedicaran:

Primero : Al analisis de las tierras, abonos, enmiendas, aguas, p lantas y productos de la industria agricola.

Segundo: A los e nsayos de connaturalizacion y cu1tivo de nuevas plant.as y mejoramiento de las ya conocidas en la region.

Tercero: Cuarto :

colas m as Quinto:

Al estudio de la alirnentaci6n vegetal y animal. Al ensayo y propagacion de las maquinas agri­adecuadas para aquellos cam_pos y cultivos. Al est udio de las enfermedades de las plantas,

y de los insectos perjudiciales. Sexto: Al estudio de las industrias rurales ya estable­

cidas y que pudieran i.ntroducirse. Septimo: A la creacion de campos de experiencias en

las explotaciones· agricolas de ·1a regi5n, cuyos propietarios . lo solici taren o cediesen ten-enos para hacerlos a instancias de los Directores de las Estaciones.

Octavo: A la instruccion de 12 aspirantes a Capataces, que sostendra.n !os M unicipios o particulares.

292

Art. 4.- Los obreros aspiran:tes a Capataces que, habiendo permanecidos t res afios en las E staciones, hayan trabajado con aprovechamiento, a juicio del Director, obtendran una certificacion de suficiencia expedida p o~ aquel con el Vto. Bno. de! S'ecretario del 'Gobierno General, que !es servira de recomendaci6n para las plazas de may0rales, h ortelanos, jardineros y arboristas y para todos los dema.s destinos propios de su. clase y categoria dependientes del E stado, Provincia, o Municipio.

Art. 5.-Las Estaciones constaran de los medias mate­riales s.iguien tes:

Primero: De un campo propio y . anejo de experimentos y ensayos, de tres a cu.atro hectareas de extension.

Segundo: De las correspondientes cajas de vegetacion para los estu dios de fisiologia v egetal.

Tercero: De un laboratorio quimico y fisiol6gico. Cuarto: De un observatorio metereol6gico. Quinto: Coleccion de vegetales conservados, muestra-

rios de la tierra, y productos de la region. Cuan<lo los recurses <lel erario .Jo permit.an, se instalaran

establos de experimentacion y un museo de maquinas y productos agricolas.

Art. 6.-El personal de cada E stacion constara de : Un Director con 1200 pesos de sueldo y 800 de sobre-

sueldo. Un Preparador Ayudante con 500 pesos. Un Capataz con 400 pesos. Un Escribiente, con el caracter de Conserje, con 300 Id. Un Mozo de Laboratorio, con 250 Id. Los peones necesarios en las epocas que los trabajos lo

reclamen. Art. 7.- Los Directores de las Estaciones seran Ingenieros

Agr6nomos, los Preparadores-Ayudantes deberan poseer el titulo profesional que acredite su suficiencia en qui~ca, Quimica anaHtica, o ser Peritos industriales de Escuela profesional; los Escribientes deberan acreditar por medio de examenes, que precedera.n a la posesi6n, su aptit ud para el desempefio de! cargo; el nombrarruento de Ca1>ataces

293

debera recaer en personas reconocidamente versadas en la practicas y faeuas agncolas usuales.

Los Directores seran nombrados por el iMinistro de Ul­tramar; los Preparadores-Ayudantes, los Capataces, los Es­cribientes, y los mozos de laboratorio por el Gobemador General.

Art. 8.-Ademas de las atribuciones que determinen los Reglamen:tos, los Directores de las Estaciones estaran obJi, gados:

Primero: A dar conferencias publicas dentro del local de las Estaciones, siempre que este lo permita, o en caso contrario en locales apropiados, acerca de los trabajos que en ellas se realicen.

Segundo: A publicar en la "Gaceta" de la isla resume­nes de los trabajos que ejecuten; y las observaciones me­tereolog,icas diarias en resumenes mensuales y anuales.

Tercero: A redactar anualmente una Memoria que pre­sentaran al Gobernador General, acerca de los trabajos eject1tados durante el ai\o en las Estaciones. Esta memo­ria se publicani en la "Gaceta oficial."

Cuarto; Auxiliaran tambien a las .autoridades judiciales y gubernativas de 1as provincias cuando reclamen sus co­nocimientos tecnicos, devengando en los asuntos de interes privado los hon.orarios correspondientes.

Art. 9.-'Hasta tanto que los recursos del · Estado permi­tan mayores consignaciones en los Presupuestos, en armo­nia con la necesidad del servicio, los gastos de material para cada estaci6n se fijan en 1,650 pesos anuales, que se dis­tribuiran en la forma que determine el Gobemador General previa ptopuesta de los Directores respectivos.

Art. 10.-La tarifa par.a el anilisis y los tr.abajos que se efectuen en las E staciones Agron6micas a petici6n de los particulares se fonnari por los Directores de aquellas, y Bera .aprobada por el Gobernador General previo infor:rne de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio de la pro­vincia y de.mas corporaciones que dicha autoridad juzgue oportuno consultar.

Art. 11.-En cada uno de los Distritos Departamentales

294

en que se dividira oportunamente la provincia, se fonnara una Junta protectora de Agricultura, de 1a que -sera presi­dente nato el Director de la Estacion Agron6mica que corres­ponda.

La misi6n de estas Juntas seri la de poner en relacicin .inmediata a los Cen:tros agroncimicos con los agricultores de toda la provincia.

Art. 12.-Para el regimen y servicio de las Estaciones agron6micas de la isla de Puerto Rico se observaran las prescripciones de1 Reglamento dicta-do para las de · Cuba en 22 de abril de 1887.

. El Gobernador General formulari y elevari a la aproba-• ci6n del Ministro de Ultramar e1 proyecto de Reglamen­to para las Juntas Departamentales de que trata el arti-

• culo anterior. Art. 13.-El Gobernador General de la isla dictani. las

providencias que juzgue necesarias para el pronto y exacto cumplimiento de lo preceptuado en este decreto.

Dado en San Sebastian, a tres de agosto de 1888-:M:aria Cristina-El Ministro de Ultramar, Trinitario Ruiz y Cap­dep6n.

LEY ,DE COLONIAS AGRI COLA$

REAL DECRET,0

Conformandome con -lo propuesto por el Ministro de Ul­tramar, de acuerdo c.on el Consejo de 'Mi.nistros;

En nombre de Mi Augusto Hijo el Rey Don Alfonso XIII , y como Reina Regente de! Reino,

Ven.go en decretar lo siguiente: Articulo 19 . Los que construyan una 6 mas casas en el

campo 6 hagan en el otras edificaciones con destino a la agricultura 6 a otras industti·as, los que las habiten, profe­siones u oficios que en ella:s se establezcan y las tietras que les estuvieren afectas y que no excedan de 200 -hectateas,

295

disfrutaran de las ex.enciones y ventajas que se expresan en los parrafos siguientes, segun la distancia de la casa 6 · edificaci6n de fa poblaci6n mas inmediata.

1Primero. Si la casa 6 edificaci6n (una 6 varias) distasen de uno a dos kil6metros de la extremidad de la poblaci6n . que cae hacia aquel !ado y determina la linea mas corta entre ambos objetos, el propietario de la finca no pagara durante veinte afios mas contribuciones que las directas que hubiese .pagado por las mismas tierras el afio anterior a la construcci6n .

La casa 6 Casas y otras edificaciones nada pagaran en el transcurso de los veinte afios.

Segundo. Si la distancia rfuese de dos a cuatro kil6metros unicamente pagarii el propietario durante los veinte afio~ primeros la ·contribuci6n de inmuebles que por aquellas tierras hubiese satisfecho antes de la construcci6n de la ca­HI 6 casas.

Tercero. Si la distancia -fuese de cuatro a siete kil6me, tros, durara veinticinco afios el unico pago de la contribu­ci6n de inmuebles que por aqueUas tierras hubiese satisfe­cho anteriormente.

Cuarto. Y si fue·se mayor la distancia de siete ki16metros se extendera a treinta afios -por todo pago el de la contribu­ci6n de inmuebles que hubiese el propietario satisfecho anteriormente.

Q.uinto. Las industrias propiamente agricolas que se eje r­cieren en e l campo para poner los productos de las mismas finca-s en estado de conducirse a los mercados como parte Y complemento de la producci6n rural, no estaran sujetos a contribuci6n de ninguna dase en fos plazos que se d ice en los parra.fos anteriores.

.Sex.to. Observando el mismo metod~ gradual de afios y distancias expresadas, fas industrias que se ejercieren en el campo estaran exentas de la contribuci6n industrial siem­pre que formen parte de una poblaci6n rural. Si estuvie­s~ deshabitada una casa por mas de dos aiios el propieta­no lo pondra en conocimiento del Gobernad;r de la pro­vincia, exponiendo el motivo, y si en lo suce'Sivo llevase de

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su cuenta el cultivo de las tierras eonservara las ventajas qu.e se conceden en esta ley,

Art. 29• Si el propietario de una finca de mayor super­ficie que la · de 300 hectareas hubiese construido casas a que estuviesen afectas la mitad de las trerras de la misma finca con ar.reglo a la .presente ley, podra con la otra mitad cons­tituir y establecer una Granja de cultivos extensivos, y disfrutara respecto de esta Granja las mismas exenciones y ventajas que se conceden a los establecimientos agricoUas, cuyas tierras exceden de 200 hectareas.

Art 39. S'i en una finca rural se construyesen casas de iabor para colonos, se procurara que cada una de ellas ten­ga reunidas y agrupadas las tierras que constituven la do­t aci6n respectiva; mas si las circun.stancias locales, las de salubridad, la situaci6n de agua para bebida, abrevaderos y riegos 6 la diferente calidad de las mismas t ierras acon­sejasen 6 exigiesen como excepci6n la disgregaci6n 6 dise­minaci6n de algunas hazas de tierra, no servira esto de obs­taculo para el disfrute de fos beneficios de la presente Ley.

Art. 49• Los propieta·rios que vivan en casas 6 edifica­ciones comprendidas en la .presente Ley, los Adrninisfrado­res 6 Mayordomos, que se hallen en el mismo caso, asi co­mo los Mayorales y Capataces, estaran exentos de toda carga concejil y obligatoria, a excepci6n de la de Alcalde pedaneo y su similar en Cuba, hasta que el numero de casas Jlegue a constituir una poblaci6n .con derecho a Ayun­tamiento propio.

Art. 5'> Se concedera gratuitamente el uso ~ armas a los propietarios que vivan en fincas comprendidas en la presente .Jei, como igua1mente a los Administradores 6 Mayordomos, Mayorales, Capa:taces y demas personas de la finca que a juicio de! propietario y de la Autoridad gu­bernativa de ,La pob1aci6n mas pr6xima inspirasen c.omple­ta confianza.

Art. 69 . Los hijos de los propietarios y Administradores 6 Mayordomos que viviesen en la finca rural beneficia-da por la presente ley, los de las arrendatarios y colonos y los de los Mayorales y Capataces a quienes cu,piere la suerte

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de soldados despues de dos afios de residencia en la finca, seran destinados a la .segunda reserva. Igual ventaja dis­frutaran los demas mozos sorteables despues de lleva. cua­tro aiios consecutivos de habitar en la finca, si les cayere la suerte de soldados. Mas si durante el tiempo que les tocare servir en el Ejercito ac.tivo fuesen despedidos de la finca 6 voluntariamente pasasen a otro sitio que no disfru• tase de los beneficios dispen,sados por la presente .Jey, e~tin­guiran el tiempo que les faltase de servicio militar como si h ubiesen hasta en tonces estado en filas.

Art. 79 . Los te rrenos desecados y saneados por el d~sa­giie de lagurras, ,pantanos y sitios encharoados, estara.n exentos de toda contribuci6n por t iempo de diez af10s desde el clia que se pusieren en cultivo de huerta, de cereailes, de prado, legumbres, raices y plantas industriales 6 textiles, )' por quince anos si se plantasen de arboles frutales y por veinte y cinco afios cuando se p lantasen de cafetales, ca­caos, cocoteros u otros analogos.

S·i en terrenos desecados y saneados se construyesen Ca­sas a mas de un kil6metro de una poblaci6n, la casas y las tierras a ellas afectas disfrutaran cinco afios mas de exenci6n, respectivamente en cada uno -de los tres casos del parrafo anterior.

Art. 89 • Los terrenos que desde tiempo inmemorial hu• biesen ,permanecido sin aprovec.hamiento, 6 los que hu­biesen tenido inte rrumpido el cultivo por espacio de quince afios consecutivos, solo pagaran al ser roturados y cultiva­dos la contribuci6n de inmuebles que hubiesen satisfeoho e l aiio anterior por tiempo de diez afios desde el dia que pusiesen en cultivo de huerta, d e cereales, de prado, legum­bres, rafces y ,plantas indust riales: por quince afios si se plantasen de plarrtas textiles 6 arboles frutales, y por vein­tioinco afios cuando se plantasen de cafetales, cacaos y cocoteros.

Art. 99• Si ademas de la roturaci6n se construyesen una 6 mas casas a mas de un kil6metro de la poblaci6n en los casos de los dos articulos precedentes, las casas y las

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tierras a ellas afectas tendran cinco afios mas de exenci6n / que los .que en ellos respectivamente se determina. , • Art. 10. L as tierras que estando en cultivo de huerta o

de c,ereales, de prado, legumbres, raices y plantas indus• triales, se plantasen de plantas textiles 6 de arb~l;s frut_a­

. les, a cualquier distancia que se :hallen de poblac1on, sans­

. faran unicamente, y por espacio de quince aiios, la contribu­ci6n que anteriormente pagaban como de cultivo peri6dico.

Si se plantasen de cafe.ta les, cacaos, cocoteros_ u ot~os anafogos, 6 de arboles de construcci6n, sera de tremta anos el tiempo que se concede para continuar pagando unica­mente la contribuci6n que satisfacian en su anterior gene• ro de cultivo.

Art. 11. Los terrenos cereales que se cubriesen con ar­bolado de construc.ci6n estan exentos de t oda contribucion por espacio de veinticinco ai\os a orillas de los rios Y en parajes de riego; por cuarenta en ,planicies de secano, Y por cincuenta en . las cimas y faldas de los montes.

Ar t. 12. L as tierras afoctas a cada casa de labor no po­dran dividirse ni segregarse durante el tiempo que, segun sus condiciones, disfruten de los beneficios que les concede la presente Jey. Se ran libremente transmisibles e1: su. c?;1· jun to, asi por contra to entre vivos ~omo por . dispos1c1on test amentaria. Sin embargo, si por c1rcunstanc1as especia­les, como adquisici6n de riegos 6 por las mejoras qu~ .hu­biese recibido la finca y cuidados exquisites que ex1g1ese fuese {itil su division en dos 6 mas •porciones, podra hace~lo el propietario con aprobaci6n de! Gobernador de la_ pq:,vm­cia, previo inforrne d e la Junta Provincial de Agncul~ura, Industria y Comercio, sin que ninguna de tales porc1ones sea menoscabada en los derechos que asistan al con!unto. Estas porciones quedara.n indivisibles p ara el cult1vo Y

arri·endo. Art. 13. Para la construcci6n de casas y edifioaciones en

cl cam po se confieren los derechos siguientes: ,Primera. La obtenci6n de maderas de los mantes de!

Es tado 6 de las dehesas comunales de los pueblos en cuyo

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termino :hayan de hacerse J.as edificaciones, a 13. mitad del precio corriente en cada m onte.

Segundo. El disfrute de lefias, -pastos y demas aprove­chamie.ntos vecinales en el radio de su termino municipal, cu yo d isfrute sera extensivo a los dependientes y trabaja­dores de la finca, asi como los abrevaderos para 1os ganados.

Tercero. La facultad de e xplotar canteras. corustruir hornos de cal, de yeso y Jadrillos, depositar materiales y establecer taller-es en terrenos del E stado .6 del comun de vecinos.

Art. 14. Los extranjeros que vavan a la I sla de Cub a en clase de colon.os ci trabaj adores · en el campo, segun la p resente 1ey, pueden introducir Jibremente y sin pago de derechos de Aranc.el todos los efectos de su equipaje e ins trumentos y utensilios de su oficio, y ademas cada uno de ellos dos cabezas de ganado mayor y cuatro de menor. Los hijos que trajeren las extranjeros al ir a colonizar 6 t rabajar en e l campo, estaran exentos de entrar en quintas para •el servicio militar. Lo estaran igualme9te los ·hijos que Jes naciesen en Cuba, siempre que estos se hubiesen ocupado en faenas rurales por espacio de cuatro afios.

Art. 15. Cuando u n propietario, despues de construir dos ci mas casas en el campo, aplican-doles las tierras corres• pondientes, poseyere ademas una dehesa, cuyos pastas pue­da aprovechar el ganado de labor, :podra •hacerlo libremen­te considerandose la dehesa coma parte integrante de la finca en cultivo con los beneficios de la presente ley, siem­pre que sumada la superficie 6 cabida del terreno labrado y de los pastos no exceda <le 200 hectareas por cada casa.

Art. 16. :Siempre que un cortijo 6 granja, 6 algun edi­ficio de antigua 6 moderna construcci6n, situado en el campo a las distandas seiialadas en el articulo l9 se u tili­zase fonnandose cinco 6 seis h abitaciones separadas 6 in­dependientes ocupadas por otras tantas familias, bien para el cultivo de las tierras, bien para ejerce r ~ualquiera otra industria, disfrutara su propiet ario ci moradores todos los beneficios que segun los casos se conceden por la presente le y a los que viven en el campo y en casas separadas.

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Art. 17. Las casas de recreo que se establecieren tenien­do a lo menos una hectarea de terreno cultivado disfrutaran de las ventajas y exencione•s concedidas en el art!oulo 1 •.

Art. 18. Cuando una colonia 6 un nuevo grupo de Ca­sas construidas · en una finca a mayor distancia de siete kil6metros de u na poblacion cuente 100 6 mas casas 6 edi­ficaciones. aunque no esten en contacto unas con otras, sera. auxiliada por el Gobierno c.on I glesia y Parroco como Jos demas pueblos, y ademas con Medico, Veterinario, Maes• tro y Maestra de primera ensefianza, pagados durante diez afios con los fondos del Estado.

Ar.t. 19. Si una finca de campo que no exceda de 200 hecta.reas, con una 6 ma.·s casas a mayor distancia de dos kil6metros de una poblaci6n y beneficiada p or la presente ley colindase con tierras pert enecientes al Estado 6 a un comun de vecinos, tendra derecho el duefio de ella a que se deslinde y saque a publico remate la porci6n que desig­nare de] terreno vendible de igual ci menor superficie que

el suyo. Art. 20. Los propietarios de fi!lcas rurales e n posesion

de los beneficios de la presente ley que Jes dieren ensanche adquiriendo tierras colindant es por compras, pennutaci6n con otras de su propiedad, .sitas en parajes distintos, esta­ran exentas de! pago de derecho de t ransmision de domi­nio e inscripci6n en ambos casos durante los prazos expre­sados en el articulo 19, y partic.i-paran de ellos mientras durase el derecho de antemano adquirido por la fi.nca.

Art. 21. Los propietarios de fincas rurales que constru­yan en ellas una 6 mas casas 6 edificaciones, segun 1~ pre­sente Jey, podran redimir los censos con que aquellas tierras estuvieren gravadas en favor del Estado page.ndo su capi­talizaci6n en veinte plazos, e n vez de los determinad-OS por la legislacion v igente.

Art. 22. Todas las ventajas y facul tades q~e en la pre­sente ley se conceden a los propietarios de fmca.s rurales y de establecimientos industriales, sit.os ,en el camp~, se hacen extensivas a los arrendatarios y colonos de las fmca.R y de las fabricas.

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Art. 23. El procedimiento para solicitar la declaraci6n-de la colonia agricola sera el siguiente : .·

.Primero. El propietario presentara al Gobernador civiL de la provincia una solicitud, acompafiada de los planos de .. la finca o de los terrenos que quiera que se le adjudiquen . y de una Memoria en donde especifique la cabida, _los linde- : ros, el numero de trabajadores que piensa establecer y los .; cultivos objeto de la explotaci6n.

Segundo. El Gobernador de la provincia dara un recibo _al peticionario y pasara el el!:pediente al Gobernador gene- . . ral que a su vez comisionara al Ingeniero agr&nomo de la estaci6n agronomica mas cercana con objeto de que de su conform;idad.

Tercero. Dada la conformidad por el I ngeniero agrono­mo en el improrrogable plazo de dos meses, el Gobernador general oira el dictamen de la J u nta de Agricultura, Indus­t ria y Comercio, y en el plazo de un mes acordarii la con­cesion, d el titulo de colonia agricola: pasado el tiempo mar­cado en los diferentes plazos de este articulo la colonia se c.onsiderara concedida de hecho, y el Gobernador general dara cuenta a l Ministerio <;le Ultramar de la resolucion que haya_ r ecaido.

Art. 24. Las franquicias arancelarias de que trata el ar­t iculo 15 <le la ley <le Colonias agricolas vigente eri la Penini;ula se regira·n por Real orden de 19 de Octubre de 1882 y aclaratorias de 7 y 13 de Mayo de 1883, dictadas por el Minis terio de Ultramar. ·

Art. 25. Quedan derogadas todas las disposiciones, de cualquier c!ase que sean, en cuanto se opongan directa <:>

indirectamente al presente <lecreto, de! cual el Minii,tro de Ultramar dara oportunamente cuenta a los Cuerpos GOle­.gisladores.

Dado en Palacio a diez y seis de Mayo de mil ochocientos noventa.

El Minisko de Ultramar, MAXOEL BEC&RRA.

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MARIA CRISTINA.