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I. INTRODUCCION: La displasia de cadera es una enfermedad ósea, congénita, hereditaria y degenerativa; producida por una malformación de la articulación coxofemoral (unión del acetábulo de la cadera y la cabeza femoral); que puede producir dolor e incluso cojera en el animal que la padece, y dificultad para sentarse o subir escaleras. La edad de presentación varía entre los 3 meses y los 3 años y, por lo general, suelen ser bilaterales. Afecta principalmente a razas caninas grandes o gigantes en las que hay un rápido aumento de peso y volumen corporal en un esqueleto inmaduro y a la vez con mineralización y calcificación tardías. En la presentación de la displasia de cadera también intervienen factores ambientales como la alimentación, el ejercicio físico intenso, especialmente en edades juveniles, sobrepeso y alteraciones hormonales. II. OBJETIVOS

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I. INTRODUCCION:

La displasia de cadera es una enfermedad

ósea, congénita, hereditaria y degenerativa; producida por

una malformación de la articulación coxofemoral (unión del

acetábulo de la cadera y la cabeza femoral); que puede

producir dolor e incluso cojera en el animal que la padece, y

dificultad para sentarse o subir escaleras. La edad de

presentación varía entre los 3 meses y los 3 años y, por lo

general, suelen ser bilaterales.

Afecta principalmente a razas caninas grandes o gigantes en

las que hay un rápido aumento de peso y volumen corporal en

un esqueleto inmaduro y a la vez con mineralización y

calcificación tardías.

En la presentación de la displasia de cadera también

intervienen factores ambientales como la alimentación,

el ejercicio físico intenso, especialmente en edades

juveniles, sobrepeso y alteraciones hormonales.

II. OBJETIVOS

- Conocer las generalidades de la displasia de cadera

tales como etiología, características, síntomas,

tratamiento. Así como la clasificación de esta

patología y como reconocerlas.

- Detallar los diversos tratamientos quirúrgicos que

se emplean para la mejora de la calidad de vida de

un animal con displasia de cadera.

III. REVISION BIBLIOGRAFICA

3. DISPLASIA DE CADERA.

III.1. ANATOMÍA ARTICULAR

La articulación de la cadera es una articulación

esferoidea diartroide que une el fémur al hueso

coxal. Las superficies articulares comprenden el

acetábulo y la cabeza femoral tapizadas de cartílago

articular y completadas por un reborde acetabular.

El acetábulo o cavidad cotiloidea es una cavidad amplia y

profunda, orientada ventrolateralmente, bordeada en

su periferia por un labio regular, interrumpido

ventrocaudalmente por una incisura acetabular.

La superficie articular o superficie semilunar, bordea la fosa

acetabular que se abre sobre la incisura

acetabular.

La cabeza femoral esferoidea, unida al cuello del fémur

esta en posición medial, dirigida

dorsocranealmente. Presenta medioventralmente una

fosa ligamentosa: la fóvea capitis. El eje del

cuello forma un ángulo de 135º con el eje de la

diáfisis femoral; una fosa trocantérica profunda y

caudal al cuello, separa la cabeza femoral del gran

trocánter. El pequeño trocánter o trocánter menor

está en posición medial bajo la cabeza del fémur. 

El cartílago articular está recubriendo la superficie

semilunar y la cabeza femoral. Su espesor es

proporcional a la intensidad de las presiones que

soporta, con un espesor más importante en la

periferia del acetábulo, y en el centro de la

convexidad de la cabeza femoral.

Los medios de unión están formados por una cápsula

articular, un ligamento articular y medios

complementarios.

La cápsula articular forma un tapiz fibroso que recubre

completamente el reborde acetabular, toda la cabeza del fémur y

una parte del cuello se inserta en la base externa del reborde, a unos

pocos milímetros de su borde y se termina cerca de la base del cuello

del fémur, a 1 cm del cartílago articular de la cabeza y

aproximadamente a 2 cm distalmente. Tiene dos porciones delgadas

próximas a sus inserciones acetabular y femoral, y una zona

intermedia más gruesa.

 El ligamento de la cabeza femoral o ligamento redondo tiene su

origen en la fóvea capitis y se termina en la fosa acetabular. Este está

constituido de un haz fibroso retorcido en espiral de 1,5 cm de

longitud por término medio en razas grandes tiene un aspecto

cilíndrico cerca del fémur con un diámetro aproximado de 0,5 cm.

 La sinovia tapiza toda la cara interna de la cápsula así como las dos

caras y el borde libre del reborde acetabular; se refleja por otra parte

alrededor del ligamento de la cabeza, y en estado normal la sinovia

es poco abundante, 0,3 mm en promedio.

Medios complementarios de unión, están constituidos por las masas

musculares importantes que rodean la articulación, formados

cranealmente por el origen del músculo recto de la cadera y el

pequeño músculo articular de la cadera; dorsalmente por los

músculo glúteos; caudalmente con la terminación de los obturadores

y gemelos de la cadera; y medialmente por el origen de los aductores

y terminación del psoas iliaco. 

FIG. N° 01

Esquema de la anatomía normal de la

articulación coxo-femoral

III.2. DEFINICION:

El término displasia procede del griego “dys”

dificultad y “plasso” o “platto” formas,

consecuentemente el término displasia hace referencia

a la dificultad en formarse bien.

La primera descripción de la displasia de cadera (DC)

fue realizada por Schnelle en 1935, en Estados

Unidos, describiéndose poco después en Europa. Fue

este mismo veterinario quien estableció la primera

clasificación de las displasias de cadera según su

gravedad. A finales de los cincuenta, se constata que

nos hallamos ante una patología de origen genético

con lo que, a mediados de los sesenta, empiezan los

programas de lucha contra la displasia de cadera. La

asociación para la crianza de pastores alemanes fue

pionera en la materia.

En 1966, se llega a la conclusión de que la displasia

de cadera es una enfermedad del desarrollo: los

cachorros nacen normales y con caderas normales; las

anormalidades de la displasia aparecen durante el

crecimiento.

Ha sido asociada siempre con las razas grandes y

medianas, de rápido crecimiento y maduración, dietas

de alto valor calórico, disminución de las masas

musculares pélvicas y anormalidades del músculo

pectíneo.

FIG. N° 02 Articulación coxofemoral

Se trata de una mala congruencia de la cavidad

acetabular (cadera) con las cabezas femorales que

pueden aparecer luxadas o sub luxadas. En

articulaciones con alguna alteración, se observa

desde un ligero a grandes desplazamientos laterales

de las cabezas femorales - subluxaciones - que

permiten el "juego articular". El efecto es dañar,

inflamar y finalmente debilitar la articulación de la

cadera. La cantidad de líquido sinovial aumenta y el

ligamento redondo se hincha y se estira. El cartílago

normalmente liso, que cubre los extremos de los

huesos opuestos, es desgastado y la cápsula articular

se inflama y se vuelve gruesa. - cambios

degenerativos de Osteoartrosis –

III.3. CLASIFICACIÓN POR GRADOS DE LA DISPLASIA DE CADERA:

Valoración de la DC según MUELLER y SAAR (1966)

MUELLER y SAAR propusieron una clasificación en los

siguientes grados,

- Sin indicio de DCF 0-0.

- Sospecha de DCF 0-1 -- Forma de Transición.

-  Ligera DCF 1º.

- Mediana DCF 2º.

- Grave DCF 3º y 4º

Las alteraciones de los distintos grados de DC fueron

descritas por una Comisión de la FCI (FEDERACIÓN

CINOLÓGICA INTERNACIONAL) en los siguientes términos: Se

actualizan permanentemente. Lo que llamamos índice de

Norberg es lo que aún está en vigencia y es lo que

adoptamos como referencia para el diagnóstico. 

III.3.1. CARACTERÍSTICAS DE LOS GRADOS DE DISPLASIA:

a. Sin indicio de displasia de la articulación

coxofemoral 0-0:

La cabeza del fémur y el acetábulo son congruentes, y

el ángulo según NORBERG (en posición: miembros

extendidos) es de 105º o más. El reborde

craneolateral del acetábulo está afilado o

ligeramente redondeado. El intersticio articular

es estrecho y uniforme.

La radiografía ventrodorsal de una cadera normal

muestra una cabeza femoral bien formada, con una

perfecta adaptación a la superficie articular

del acetábulo, que a su vez es profundo y abarca o

recepciona más de la mitad de la cabeza del fémur.

b. Forma de transición (sospecha de Displasia de Cadera

en perros) 0-1:

La cabeza del fémur y el acetábulo son en un escaso

grado incongruentes con un ángulo Norberg de 105º o

más, o bien el ángulo Norberg es inferior a

105º, siendo congruentes la cabeza femoral y el

acetábulo. Puede haber pequeñas faltas de precisión

en el borde craneal, caudal o dorsal del acetábulo.

El concepto de «sospecha de DC» ha sido ampliamente

reemplazado por la expresión de «forma de transición»

o «caso limite». Quiere decirse con ello que en

tales casos no se trata de animales con una DC

diagnosticada, sino más bien de formas articulares

todavía dentro del marco de la zona de variación

anatómica.

c. Displasia de Cadera en perros Ligera 1º :

La cabeza del fémur y el acetábulo son incongruentes,

el ángulo Norberg es alrededor de 100º y/o el reborde

cráneo lateral está ligeramente aplanado. Puede haber

faltas de precisión o como máximo, ligeros indicios

de alteraciones osteoartrósicas en el reborde

craneal, caudal o dorsal del acetábulo.

Una displasia leve muestra un ligero desplazamiento

lateral de la cabeza femoral, permitiendo movimiento

o juego dentro de la articulación, lo que podría

provocar con el tiempo, una osteoartritis

degenerativa secundaria, con signos de artrosis y

cambios en la imagen de la articulación.

Muchas veces este estado puede no ser acompañado por

signos clínicos.

d. Displasia de Cadera en perros Mediana 2º :

Clara incongruencia entre la cabeza del fémur y el

acetábulo, con sub-luxación. El ángulo Norberg es

superior a 90º (sólo como referencia). Aplanamiento

del reborde craneal del acetábulo y/o señales

osteoartrósicas.

La cabeza del fémur puede no ser esférica.

El cuello del fémur adopta a menudo una forma

cilíndrica y puede verse más corto.

FIG N°03

DISPLASIA DE CADERA

e. Displasia de Cadera Grave 3º y 4º:

Llamativas alteraciones displásicas en las

articulaciones de la cadera, así como, p.

ej., luxación o acentuada sub-luxación, ángulo

Norberg inferior a 90º, claro aplanamiento del

reborde craneal del acetábulo, deformación de la

cabeza del fémur (forma de seta, aplanada) u otras

señales osteoartrósicas.

En casos de sub luxación o luxación completa, donde

las cabezas femorales mantienen una muy escasa

superficie de contacto con los acetábulos, los

signos clínicos se presentan con todo el abanico de

posibilidades.

Radiológicamente los cambios son muy evidentes:

Osteoartritis degenerativa de los

acetábulos, tendencia al aplanamiento, artrosis y

osteofitos alrededor y en la superficie articular,

deformación de las cabezas y cuellos femorales,

refuerzos de la cápsula articular y resistencia a la

extensión y a la buena posición de los miembros. Los

animales que lamentablemente se encuentran dentro de

este grupo, son los que más necesitan que sus dueños

comprendan la relación de sus manifestaciones

clínicas, con la gravedad de la enfermedad, para

poder ayudarlos y así mejorar su calidad de vida.

III.4. SINTOMAS:

Generalmente los propietarios de un cachorro con

displasia, consultan al veterinario por las

dificultades que presenta el cachorro para pararse,

el tambaleo de las patas traseras al caminar.

Presentan caderas anchas, cuadradas, son cachorros

bastante sedentarios, algunos comen sentados, pueden

ser agresivos o demasiado “buenitos”.

Algunos cachorros no manifiestan síntomas y llegan a

la edad adulta conviviendo bastante bien con la

afección pero son los portadores genéticos y los

posibles transmisores a sus crías. La manifestación

con todos sus signos va a aparecer tarde o temprano.

Los hallazgos históricos incluyen: intolerancia al

ejercicio, cojeras, se incrementa la dificultad para

saltar o para echarse, incremento de la agresión

debido al dolor.

Los hallazgos clínicos incluyen: dolor al examen

ortopédico de la articulación coxo-femoral, sonidos

de chasquido en movimientos forzados o en el andar,

atrofias musculares, restricción de los movimientos

de la cadera y cojera en frío.

FIG N° 04 Displasia de cadera con Angulo de Norberg de 105°

III.5. TRATAMIENTO MÉDICO

El tratamiento depende de la edad del paciente y su

incomodidad, los hallazgos físicos y radiológicos, y

las expectativas y capacidad económica del cliente.

Existen opciones conservadoras y quirúrgicas para los

animales jóvenes y maduros con dolor de la cadera

debido a displasia. Aunque la intervención quirúrgica

temprana puede mejorar el pronóstico de la

funcionalidad clínica aceptable a largo plazo,

aproximadamente el 75% de los pacientes jóvenes

tratados de forma conservadora recuperan una

funcionalidad clínica aceptable en la madurez. El

resto necesitará otro tratamiento médico o quirúrgico

en algún momento de su vida. La cirugía está indicada

en los pacientes más mayores cuando el tratamiento

conservador no es eficaz, o en los pacientes jóvenes

que van a dedicarse a actividades deportivas, o

cuando los dueños desean ralentizar la progresión de

la Artropatía degenerativa (AD) y mejorar la

probabilidad de que la funcionalidad de la extremidad

sea buena a largo plazo. (1)

El alivio del dolor y la mejoría clínica que se

asocian al tratamiento conservador derivan de la

proliferación fibrosa de la cápsula articular, que la

fortalece y evita que la cápsula se disloque más. A

la vez, el aumento del espesor de las trabéculas

esponjosas en el hueso subcondral fortalece las

trabéculas óseas y previene las fracturas. Pero estos

pacientes siguen teniendo displasia de cadera y

disminución de la superficie del área funcional de la

articulación. Los signos clínicos que aparecen cuando

el animal madura pueden atribuirse al desgaste del

cartílago articular y a osteoartritis progresiva. El

tratamiento conservador se divide en fases a corto

plazo y a largo plazo. Al principio, estos pacientes

deben tratarse de un esguince agudo. El reposo

absoluto es imprescindible, y debe durar entre 10 y

14 días. (1)

La rehabilitación física de apoyo es útil para

mantener el rango de movimiento y proporcionar

bienestar durante este período. La rehabilitación

física intensiva debe concentrarse en el

fortalecimiento de las estructuras peri articulares,

que puede disminuir la cojera y el malestar. (1)

Para aliviar el dolor y hacer más tolerable la

rehabilitación física se administran analgésicos. Los

antiinflamatorios pueden conseguir que el paciente

esté más cómodo, lo que hace más difícil conseguir

que haga reposo. Hay que advertir a los clientes que

el animal debe seguir haciendo reposo aunque parezca

que ha recuperado la funcionalidad normal.(1)

Existen muchos AINE que pueden dispensarse con receta

o sin ella. Hay una lista de los que más se utilizan

en medicina veterinaria. Hay que advertir a los

clientes de que eviten dar AINE a sus mascotas sin la

recomendación de un veterinario. Cuando se

administran AINE, hay que comenzar con la dosis

terapéutica más baja posible y administrarlos con

pequeñas cantidades de comida. (1)

Siempre bajo control veterinario y vigilando posibles

efectos secundarios en el digestivo, como

gastroenteritis, pérdida de apetito u otras

alteraciones digestivas o hepáticas. (4)

- ASPIRINA: 15 mg/Kg/8horas como máximo

- FENILBUTAZONA: 1mg/Kg/día divida en tres veces.

- ACIDO MECLOFENAMICO: 1,1mg/Kg/día, dividido en 3

veces

- CARPROFEN: 2mg/Kg/12 horas

- BUPROFEN: 5mg/Kg/dia

- NAPROXEN: 1.2 á 2.8mg/Kg/día

- MELOXICAM: 1 gota /Kg/dia

- PIROXICAN: 0.3mg/Kg/día dividido en 2 veces.

- GLYCOSAMINOGLICANOS: 60 mg/Kg/dia/varios

meses/oral. También existe para administrar

intramuscular.

- ORGOTEINA: 4mg/IM/semanal.

El tratamiento conservador a largo plazo para el

dolor asociado a la AD incluye aplicar los cinco

principios del tratamiento médico de la

osteoartritis. (1)

- Controlar el peso es el aspecto más importante. El

animal debe pesarse todas las semanas y hay que

determinar su ingesta calórica.

- Las dietas comerciales bajas en grasas y proteínas

son una buena opción. En muchos casos son útiles

los suplementos nutricionales de ácidos grasos

omega 3 y glucosamina/condroitín.

- El ejercicio (p. ej., nadar y los paseos largos) es

importante para mantener el peso adecuado. La

actividad intensa sólo debe permitirse durante

períodos cortos y después de un calentamiento

adecuado.

- Sólo deben administrarse antiinflamatorios cuando

sea necesario y no deben ser un sustituto del

control del peso y de un programa de ejercicios

moderado.

- La rehabilitación física puede consistir en

ejercicios de sentarse y levantarse, y en terapia

acuática, especialmente en una cinta sin fin

subacuática.

III.6. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Ningún tratamiento quirúrgico va restaurar la función

normal de una cadera displásica pero sí evitará el

dolor y ofrecerá una nueva configuración anatómica

que permitirá al animal una vida normal como animal

de compañía

e incluso alguna actividad mayor en perros de caza o

guarda siempre que la mentalidad del dueño colabore

con el veterinario aparte del coste económico que

requiere la intervención y el postoperatorio más el

tiempo de recuperación que variará con cada animal.

En los cachorros de menos de 20 semanas de edad,

puede realizarse la SINFISIODESIS PUBIANA JUVENIL

(SPJ) para modificar el crecimiento de la pelvis y el

grado de ventroversión del acetábulo. La mayoría de

los cachorros de esta edad no muestran signos

clínicos de displasia de cadera, por lo que el

diagnóstico depende de las técnicas de detección

selectiva, como la técnica de Penn Hip, para

determinar qué animales pueden ser candidatos para

esta intervención. (1)

Aunque no se han desarrollado criterios específicos

para realizar la SPJ, puede tenerse en cuenta en los

cachorros de menos de 20 semanas de edad con pruebas

palpables y radiológicas de laxitud en las

proyecciones en tracción de la cadera. El riesgo de

que se produzcan complicaciones al realizar esta

intervención es bajo, y el fracaso para reducir la

subluxación de cadera no impide realizar otro

tratamiento quirúrgico en el futuro.(1)

En los perros inmaduros, hay que decidir pronto si se

va a realizar una OSTEOTOMÍA PELVIANA para obtener

los máximos beneficios, pero para tomar esta decisión

también hay que considerar que muchos perros a los

que se les diagnostica displasia de cadera a una edad

temprana no presentan signos clínicos en el

seguimiento a largo plazo. La osteotomía pelviana es

útil en los pacientes más jóvenes para girar

axialmente y lateralizar el acetábulo con el fin de

aumentar la cobertura dorsal de la cabeza femoral.

Esta intervención está indicada en pacientes que van

a realizar actividades deportivas (es decir, razas de

trabajo) o cuando el cliente desea detener o

ralentizar el progreso de la osteoartritis. (1)

El pronóstico más favorable tras la osteotomía

pubiana se observa en los pacientes con:

a. Pruebas radiológicas de subluxación de cadera con

cambios degenerativos mínimos junto.

FIG N°05

Radiografía

ventrodorsal de un

perro inmaduro con

subluxación de las

cabezas femorales

y signos mínimos

de AD, lo que lo

hacen el candidato

típico para la

osteotomía

pelviana triple.

b. Un ángulo de reducción inferior a 30° y un ángulo

de subluxación inferior a 10°;

c. Una sensación consistente de reducción de la cabeza

femoral dentro del acetábulo; y

d. Si en la artroscopia de la cadera se observan

lesiones mínimas del cartílago.

El ángulo de subluxación aumenta a medida que el

borde acetabular se va perdiendo cuando se desgasta.

Además, la pérdida del anillo acetabular puede

apreciarse como una sensación chirriante o de

crepitación cuando la cabeza femoral se desliza sobre

el borde acetabular hacia el acetábulo.

El ángulo de reducción indica el grado de laxitud

capsular, que aumenta cuando aumenta la subluxación

de la cadera y disminuye con el tiempo cuando la

cápsula se engrosa debido a la fibrosis. La reducción

de la cabeza debe producir un «clic» audible. (1)

La reducción imperceptible indica llenado del

acetábulo. El método más eficaz para conseguir la

rotación axial y la lateralización acetabular es

utilizar una placa de osteotomía pelviana canina. Con

esta intervención, la cantidad de rotación axial se

ajusta eligiendo una placa con un ángulo que depende

de los ángulos de reducción medidos previamente

(cantidad máxima de rotación) y de subluxación (grado

mínimo de rotación). El ángulo de rotación acetabular

que suele utilizarse es ligeramente inferior al

ángulo de reducción medido, generalmente no supera

los 30°. Con un ángulo de 20 a 30° de rotación

acetabular se aumenta al máximo el área de contacto

articular de la cadera. Las placas TPO de 8 orificios

o las placas dobles limitan la pérdida del implante

en los pacientes grandes. (1).

La SUSTITUCIÓN COMPLETA DE CADERA (SCC) es una

técnica muy avanzada que sólo deben realizar los

cirujanos experimentados. Se considera una

intervención de salvamento en la que la articulación

coxofemoral se elimina y se sustituye porque no puede

repararse. (1)

Suele realizarse cuando ya no se pueden mantener la

funcionalidad de la extremidad y la calidad de vida

del paciente con el tratamiento médico para la

osteoartritis de la cadera. Debido al coste, los

riesgos y las complicaciones de la cirugía, la SCC

sólo se realiza tras haber aplicado los cinco

principios básicos del tratamiento médico sin obtener

resultados. Tradicionalmente, se realiza lo más tarde

posible en la vida del paciente. Esta filosofía se

basa en las intervenciones parecidas realizadas en

los humanos, teniendo cuenta el concepto de que las

prótesis se degeneran constantemente, y colocarlas lo

más tarde posible disminuye la necesidad de revisar o

sustituir la prótesis original. Algunos dueños y

cirujanos prefieren la sustitución de la cadera en

vez del tratamiento médico para los pacientes con

complicaciones importantes debido a los AINE o cuando

los clientes están extremadamente preocupados por las

complicaciones posibles de los AINE. El desarrollo de

las prótesis sin cemento también ha modificado las

indicaciones de la SCC. Estas prótesis tienen menos

tendencia a aflojarse con el tiempo, por lo que su

uso en los pacientes más jóvenes es más común y

aceptable. Como mínimo, la SCC debe retrasarse hasta

que se ha intentado que el paciente adelgace,

especialmente en el caso de pacientes obsesos.

Corregir el peso corporal puede eliminar o retrasar

la necesidad de la SCC y disminuye los riesgos de

complicaciones cuando se realiza la intervención. (1)

Las contraindicaciones de la SCC incluyen la artritis

séptica y los trastornos neurológicos significativos

o progresivos. La sepsis de la articulación

coxofemoral, aunque es rara, es una contraindicación

absoluta para colocar prótesis cementadas. Se han

utilizado prótesis sin cemento en los casos de

pérdida de la prótesis cementada debido a sepsis.

- Diseño del implante. Las prótesis caninas se dividen en

cementadas y no cementadas. Las prótesis cementadas

se han utilizado mucho más en los perros que las

prótesis sin cemento. El cemento actúa como mortero

entre el implante y el hueso. El cemento que se

utiliza en medicina es un polimetacrilato (PMMA)

que se une de forma cohesiva y no adhesiva (es

decir, queda retenido en las irregularidades del

hueso y el implante en vez de formar un enlace

químico). (1)

FIG

06

A.

Implantes caninos cementados para la SCC.

B. Implantes caninos no cementados para la SCC.

La mayoría de los implantes cementados

contemporáneos son modulares, es decir, tienen

partes intercambiables, lo que permite al cirujano

adaptar el tamaño del vástago, la longitud del

cuello, el diámetro de la cabeza y el tamaño de la

bóveda para cada paciente. Generalmente, la

preparación del hueso (acetábulo y fémur) es más

simple si se va a utilizar una prótesis cementada

que una sin cemento. Sin embargo, el uso del

cemento requiere prestar mucha atención a la

asepsia, las características de manipulación y la

colocación del implante. Las prótesis cementadas

son las más fuertes a partir del segundo día desde

que se implantan, pero después pueden debilitarse y

aflojarse con el tiempo debido a que el cemento no

puede adaptarse a los cambios del hueso o a la

alteración de las cargas. (1)

FIG N°

07

Radiografía de un perro después de colocarle un

implante cementado para la SCC. Obsérvese la capa

de cemento opaco que rodea la prótesis femoral y

acetabular.

Los implantes sin cemento pueden fijarse mediante

ajuste por presión y crecimiento interno o

estabilizarse mediante tornillos monocorticales.

Todas las bóvedas acetabulares sin cemento caninas

se ajustan mediante presión y crecimiento interno,

lo que significa que la estabilización inicial se

consigue incrustando la bóveda dentro del lecho

acetabular preparado previamente para que tenga un

diámetro menor que la bóveda, produciendo una

fricción muy intensa entre la bóveda y el hueso una

vez que se haya forzado (incrustado) en el lecho

óseo. La estabilización a largo plazo se consigue

por el crecimiento del hueso dentro de la

estructura de la bóveda. La mayoría de las bóvedas

protésicas caninas tienen una estructura metálica y

un recubrimiento de polietileno. La estructura se

diseña para fomentar el crecimiento interno del

hueso que fijará el implante en su sitio. (1)

Primero se estabiliza el componente femoral de las

prótesis sin cemento, mediante ajuste por presión o

con tornillos monocorticales, dentro de la corteza

femoral medial. Existen pocos informes sobre los

resultados a largo plazo de estos diseños, y la

selección entre uno de ellos se basa principalmente

en las preferencias del cirujano y en su

experiencia. En ambos casos, la estabilización a

largo plazo se consigue por crecimiento interno del

hueso dentro del implante o alrededor de los

tornillos. (1)

La selección del implante se basa principalmente en

las preferencias y la experiencia del cirujano. El

desarrollo de implantes sin cemento se basó en los

problemas que suponía la pérdida aséptica de los

implante cementados. Para los cirujanos que

utilizan tanto implantes cementados como sin

cementar, la edad del paciente influye mucho en su

decisión. En los pacientes más mayores suelen

colocarse implantes cementados, ya que su esperanza

de vida es limitada y su nivel de actividad es

inferior, por lo que el implante cementado durará

toda su vida. Estos pacientes también tienen una

proporción de crecimiento óseo menor y un riesgo

más alto de fractura si se utilizan implantes sin

cemento. Los implantes sin cemento son más

adecuados para los pacientes más jóvenes, porque su

metabolismo óseo más alto produce un crecimiento

interno de hueso más rápido y seguro, mientras que

su esperanza de vida más larga y su nivel superior

de actividad puede producir la pérdida aséptica de

las prótesis cementadas. (1)

En general, la preparación del hueso para colocar

prótesis cementadas es menos precisa que para

colocar prótesis sin cemento por presión. Puesto

que el cemento actúa como mortero entre el implante

y el hueso, no es necesario preparar con tanta

precisión el acetábulo y el canal femoral, mientras

que si el implante se ajusta por presión, debe

adaptarse con precisión para impedir que migre el

implante durante el período inicial antes del

crecimiento interno del hueso. Los componentes

femorales no cementados que dependen de los

tornillos de fijación tampoco requieren una

preparación tan precisa del canal femoral como los

diseños que se colocan por presión. (1)

Para preparar el cemento es necesario conocer las

propiedades químicas y mecánicas del cemento óseo.

La temperatura, la velocidad de endurecimiento y

las condiciones de manejo son las características

básicas que deben tenerse en cuenta para que las

prótesis cementadas tengan éxito. Las complejidades

del PMMA y la imposibilidad de modificar el cemento

una vez que se ha secado son otras razones que han

popularizado las próstesis sin cemento. (1)

LA ESCISIÓN DE LA CABEZA Y EL CUELLO DEL FÉMUR

limita el contacto óseo entre la cabeza femoral y

el acetábulo, y permite que se forme una

articulación fibrosa falsa. Esta intervención puede

utilizarse cuando el tratamiento conservador ha

fracasado y cuando existen limitaciones económicas,

médicas o de tamaño que excluyen otros métodos

quirúrgicos alternativos. Hay que tener cuidado al

utilizar esta técnica en los animales jóvenes,

porque un porcentaje significativo de estos

pacientes mejoran cuando llegan a la madurez. No

puede predecirse la funcionalidad clínica

postoperatoria, ya que la pseudoartrosis fibrosa es

una articulación inestable. (1)

FIG N° 08

Radiografía

de un perro

tras la

ostectomía

de la

cabeza y el

cuello del

fémur.

Obsérvese que se ha eliminado todo

el cuello femoral.

Por ello, la mayoría de los cirujanos considera que

esta intervención es de salvamento. La

funcionalidad de la extremidad y la calidad de vida

de muchos pacientes con artritis dolorosa de la

cadera mejoran cuando se someten a esta

intervención. No existen pautas específicas para

realizar la ostectomía de la cabeza y el cuello

femorales (OCF). Aunque se obtienen mejores

resultados en los pacientes pequeños que en los

pacientes más grandes, esta intervención también

está indicada para los pacientes de razas grandes o

gigantes en los que no pueden realizarse otros

tratamientos o han fracasado. (1)

III.6.1. Tratamiento preoperatorio

Debe realizarse una exploración ortopédica y

neurológica completa para poder atribuir

correctamente el problema clínico a la displasia de

cadera. Si se va a realizar una osteotomía pelviana

o una SCC, deben administrarse antibióticos

sistémicos antes de la intervención.

III.6.2. Anestesia

Los perros tratados mediante sinfisiodesis pubiana

u osteotomía pélvica suelen ser animales jóvenes y

sanos, y pueden utilizarse distintos protocolos de

anestesia. Los perros más mayores en los que se va

a realizar una SCC o la escisión del cuello y la

cabeza femorales deben evaluarse con cuidado y

modificar el protocolo anestésico cuando sea

necesario. Los analgésicos epidurales antes de la

intervención (v. capítulo 13) son útiles para

reducir las dosis necesarias de anestésicos y las

molestias postoperatorias. (1)

III.6.3. Anatomía quirúrgica

Las consideraciones anatómicas especiales para la

sinfisiodesis pubiana incluyen la identificación de

la sínfisis del pubis y la protección de la uretra

y el colon. Las consideraciones anatómicas

especiales para la osteotomía pelviana incluyen la

identificación del músculo pectíneo como marca de

referencia para el abordaje ventral del pubis y

evitar el nervio obturador en el límite caudal de

la osteotomía pubiana. En página 1093 se describe

la anatomía quirúrgica importante para el abordaje

del cuerpo del ilion. Es importante proteger el

nervio ciático ventralmente al cuerpo del ilion

cuando se realiza la osteotomía. Las

consideraciones anatómicas especiales para la OCF

son importantes en los pacientes con displasia de

cadera. (1)

En los pacientes con atrofia de la musculatura de

la cadera, la cápsula articular puede verse en

cuanto se retira el músculo glúteo profundo. Si la

subluxación de la articulación de la cadera es

moderada o grave, la cápsula articular suele

parecer más gruesa y sobresale. En los pacientes

maduros, el engrosamiento de la cápsula articular

es incluso más pronunciado. Para poder visualizar

correctamente la cabeza y el cuello femorales, el

músculo vasto lateral debe liberarse y reflejarse

ventralmente. La cabeza y el cuello femoral suelen

ser cortos y están deformados.

Para realizar una OCF en estos pacientes, la unión

entre el cuello y la diáfisis femoral debe verse

claramente. En los pacientes jóvenes, el ligamento

redondo puede estar intacto, y debe escindirse; en

los pacientes mayores suele estar ausente. (1)

III.6.4. Posición

Para realizar la sinfisiodesis pubiana, el animal

debe colocarse en decúbito dorsal. Para realizar una

artroscopia de la cadera o la osteotomía pelviana,

coloque al paciente en decúbito lateral. La

extremidad se afeita y se prepara para la cirugía

aséptica desde la línea media hasta la articulación

tarsiana en las superficies medial y lateral de la

extremidad. Para la escisión de la cabeza y el cuello

femorales, coloque al animal en decúbito lateral, y

se afeita y se prepara para la cirugía aséptica desde

la línea media dorsal hasta la rodilla. El paciente

debe prepararse de forma que pueda manipularse la

extremidad durante la cirugía. (1)

III.7. TÉCNICA QUIRÚRGICA

III.7.1. SINFISIODESIS PUBIANA JUVENIL

En muchos casos, se esteriliza o se castra al

paciente en la misma intervención. La incisión

quirúrgica debe adaptarse para combinar las dos

intervenciones. En las perras, primero se las

esteriliza y después se extiende la incisión sobre el

pubis, y se realiza la SPJ antes de cerrar el

abdomen. Esto permite palpar la pelvis desde dentro.

En los perros machos, primero se realiza la SPJ, ya

que es una cirugía más limpia que la castración.

Con el paciente en decúbito dorsal, haga una incisión

en la línea media ventral sobre la sínfisis del

pubis. En los perros machos, haga la incisión cutánea

paralela al pene, extendiéndola desde el escroto

hasta 3 cm craneal al pubis. Haga una incisión en la

fascia subcutánea, y ligue todas las ramas

colaterales de la arteria y la vena pudenda. Retraiga

el pene más allá de la línea media. Exponga la

sínfisis pubiana haciendo una incisión en la fascia

profunda, seguida por la elevación subperióstica de

los músculos aductor y gracilis. Introduzca un

retractor maleable de caucho fino o el dedo en el

canal pelviano para proteger el recto y la uretra de

las lesiones térmicas. Utilizando un electrodo de

tipo espátula ajustado a 40 vatios, realice la

ablación apoyando el electrodo en la sínfisis durante

unos 10 segundos, y repitiéndolo cada 2-3 mm a lo

largo de la sínfisis. (1)

FIG 09

La

sínfisis del pubis se expone haciendo una incisión en

la línea media ventral sobre el pubis. Utilizando un

electrodo de tipo espátula ajustado a 40 vatios,

realice la ablación tocando la sínfisis con el

electrodo aproximadamente durante 10 segundos, y

repitiéndolo cada 2-3 mm a lo largo de la sínfisis.

Realice la ablación principalmente sobre la mitad

craneal de la sínfisis.

Como alternativa, puede insertar un electrodo de

aguja o una aguja de metal dentro de la sínfisis cada

2-3 mm, utilizando 40 vatios durante hasta 30

segundos.

Cierre en capas de la forma habitual, colocando

primero los músculos aductor y gracilis a través de

la sínfisis pubiana.

III.7.2. PECTINECTOMÍA.

Se conoce también como Tenotomía o miotomía del

músculo pectíneo. Esta técnica se utiliza para

reducir el dolor articular. El pectíneo actúa como un

tendón abductor, que presiona la cabeza femoral

contra el acetábulo. El músculo se inserta

próximamente en el saliente íleo pectíneo del pubis y

distalmente en la línea media de la diáfisis femoral.

En su porción proximal forma un uso muscular ancho y

redondo. La función del músculo básicamente es la de

aducir la extremidad hacia el cuerpo.

En la cadera displásica, la tenotomía de este músculo

permitirá la disminución del estrés articular por

presión de la cabeza femoral sobre el acetábulo. El

abordaje es ventral y se recomienda cortar al máximo

para evitar su remodelación. La intervención se

recomienda hacerla bilateral, notándose la mejoría

del animal a las 48 horas, aunque los resultados sean

más palpables a partir de las dos semanas. Tras la

tenotomía no aparecen cambios radiológicos ni

anatómicos. Es un tratamiento paliativo, pero puede

ayudar mucho en animales jóvenes en periodo de

remodelación. Con esta técnica evitamos la

utilización masiva de antiinflamatorios. La

liberación de la cabeza femoral, y la disminución del

rozamiento excesivo, favorecerá la reestructuración

de la arquitectura ósea de la cadera.

FIG N°

10

Esquema

de la

inserciones del musculo pectinio

III.7.3. OSTEOTOMÍA TRIPLE DE CADERA

La triple osteotomía pélvica es un procedimiento

quirúrgico, correctivo, que reorienta el acetábulo

para establecer una congruencia entre la cabeza

femoral y el acetábulo. Aprovechando la propia

conformación anatómica de la articulación de la

cadera se realiza un desplazamiento lateral del

acetábulo, que ha sido previamente liberado mediante

tres osteotomías en ilion, isquion y pubis,

respectivamente. De esta manera, y mediante una

rotación axial del acetábulo, se corrige la

subluxación típica de la displasia de cadera y se

aumenta la estabilidad de la articulación. (2)

Está indicada en perros jóvenes con

displasia caracterizada por subluxación incompleta y

sin signos degenerativos. (2)

III.7.3.1. Técnica quirúrgica:

- Osteotomía del pubis:

Con el animal en decúbito lateral, abducir el

miembro, localizar el origen del músculo pectíneo y

realizar una incisión cutánea de unos 5 cm.

Profundizar hasta delimitar la eminencia iliopúbica.

Desinsertar el músculo pectíneo. A continuación se

extirpa un pequeño fragmento de la rama púbica: para

ello se realiza un primer corte en la zona lateral de

la eminencia iliopúbica y un segundo a un cm del

primero en dirección medial. Finalmente se sutura.

(2)

A la hora de la intervención habrá que identificar el

triángulo femoral (cranealmente al músculo pectíneo,

con arteria y vena femoral y nervio safeno), los

vasos circunflejos mediales y laterales femorales

(cara lateral de las porciones proximales y medias,

respectivamente, del músculo), vasos caudales

proximales del muslo (que cursan por la cara medial

de las porciones distales del músculo) y nervio

obturador, que emerge entre los músculos pectíneo y

aductor. (2) - Osteotomía del isquion (abordaje caudal):

Se mantiene el miembro pelviano en aducción. Se

incide la piel perpendicularmente al borde

caudolateral del isquion, medial a la tuberosidad

isquiática. Desinsertar el músculo obturador interno

de la tabla isquiática dorsalmente, y el

semimenbranoso, obturador externo y cuadrado femoral

ventralmente. Identificar el agujero obturador. Pasar

una sierra de Gigli y realizar un corte de proximal a

distal paralelo al eje de la columna. El corte no

será completo, extrayendo la sierra cuando quede

aproximadamente medio cm. De esta manera pueden rotar

las dos superficies de corte y no es necesaria la

colocación de un cerclaje, como en otras técnicas.

(2) - Osteotomía del ilion (abordaje lateral):

Se realiza un acceso lateral al ilion, identificando

la arteria, vena y nervio glúteo craneal. La línea de

osteotomía debe ser el punto más caudal de la zona de

contacto entre el ala del sacro y el ala iliaca,

justo caudal a la articulación sacroiliaca. Esta

línea debe ser transversal a una línea imaginaria,

que transcurre desde el punto medio de la cresta

iliaca a la zona dorsal de la tuberosidad isquiática.

(2)

Al hacer la osteotomía, tener precaución con los

nervios ciático y obturador para no lesionarlos con

la sierra.

Una vez recolocado el acetábulo se coloca el

fragmento de hueso púbico osteoctomizado sobre la

osteotomía del ilion para evitar así que quede a modo

de punta y pueda lesionar la musculatura glútea.

El acetábulo recolocado se estabiliza colocando una

placa y tornillos en el ilion. Existen placas

diseñadas específicamente para esta técnica. Se

aplican sobre la osteotomía iliaca.

FIG N° 11

Situación

de las

osteotomías para realizar una OP (A) y estabilizarla

con una placa ósea (B). Obsérvese la rotación axial y

la lateralización de la hemipelvis.

III.7.3.2. Postoperatorio (2)

Los primeros días tras la cirugía será necesario un

reposo absoluto del animal. Deberá realizarse un

control radiográfico a las 3 o 4 semanas para evaluar

la estabilidad y osificación y observar la otra

cadera. El control radiográfico se repetirá cada mes

hasta que la osificación sea completa. A pesar de la

cirugía es conveniente realizar un control

radiográfico anual para observar la posible

osteoartrosis de la articulación.

III.7.3.3. Complicaciones (2)

- Estrechamiento del canal pélvico, cuando la

triple osteotomía se realiza en ambas caderas o se

utilizan placas convencionales en lugar de placas

específicas.

- Lesión del nervio ciático: habrá que

identificar este nervio cuando se practique la

osteotomía del ilion.

- Seromas.

- Aflojamiento de los tornillos.

III.7.4. OSTECTOMÍA DE LA CABEZA Y EL CUELLO DEL FÉMUR

Esta técnica es empleada para eliminar la cabeza y el

cuello del fémur, eliminando el contacto físico entre

las superficies óseas del fémur y del acetábulo, y

por lo tanto los puntos de contacto doloroso que

pudieran existir en la articulación. De esta forma,

se permite que el tejido articular fibroso sustituya

a la articulación esferoidal, formándose una falsa

articulación. . (2)

III.7.4.1. Técnica Quirúrgica

La articulación es visualizada empleando un abordaje

craneolateral. La incisión cutánea es comenzada en

dorsal y algo en craneal del trocánter mayor y se

extiende hacia distal un tercio o mitad del largo

femoral. Los tejidos subcutáneos son disecados con

cuidado desde la fascia superficial, la cual es

seccionada para permitir la retracción caudal del

músculo bíceps femoral. Luego es seccionada la fascia

profunda, liberando el músculo tensor de la fascia

lata. La incisión en la fascia profunda es extendida

proximalmente entre los músculos tensor de la fascia

lata y glúteo superficial. El glúteo superficial se

retrae hacia dorsal y caudal y el tensor de la fascia

lata es separado hacia craneal. Un separador

autoestático es de utilidad para mantener esta

exposición. El músculo glúteo medio es retraído

hacia dorsal, exponiendo el tendón del músculo glúteo

profundo y éste es separado de la cápsula articular

subyacente con un elevador perióstico o tijera roma.

Si la hemorragia en este punto es profusa se puede

utilizar un electrocauterio o impregnar la zona con

adrenalina, que es un potente vasoconstrictor. . (2)

Cuando se logra la exposición dorsal y se controla la

hemorragia, se inicia la capsulotomía radial en el

margen acetabular con extensión a lo largo del cuello

femoral.

El cirujano debe estar atento a la localización del

nervio ciático para protegerlo durante todo el

proceso. Además, un separador manual puede ser

colocado debajo de la cabeza y cuello femoral luxado

para estabilizar y proteger los tejidos blandos

circundantes. El corte en el cuello femoral puede

hacerse con sierra mecánica, osteotomo o alambre

obstétrico, siendo este último relativamente más

seguro porque el movimiento cortante se dirige hacia

fuera, con lo cual se previene el daño de nervios y

otros tejidos blandos. . (2)

Una sierra mecánica, si está disponible, es preferida

debido a la rapidez, facilidad y precisión. Un

osteotomo es efectivo, pero se debe tener la cautela

de no lesionar las partes blandas contiguas o rajar

la diáfisis femoral. La colocación del osteotomo o

la hoja de la sierra es importante. Los mismos se

colocan sobre la superficie lateral del cuello

femoral y el instrumento es sostenido cranealmente,

dirigiendo el corte hacia caudal y medial. El

objetivo es quitar todo el cuello femoral que sea

factible, para evitar el contacto posterior con el

margen acetabular. El trocánter menor es preservado

para mantener la función del músculo iliopsoas. . (2)

Después de cortar el cuello femoral, la cabeza es

tomada con pinza de campo y se eliminan las

inserciones capsulares remanentes, para facilitar la

extracción de la cabeza y del cuello. Cualquier

proyección o irregularidad ósea sobre la superficie

de corte del fémur debe ser eliminada con gubia o

raspador óseo. La herida es irrigada por completo con

solución salina y se controla el sangrado remanente.

Los músculos vastos son suturados a la cápsula y si

es necesario, al tendón del músculo glúteo profundo.

Las capas profunda y superficial de la fascia lata

son afrontadas de manera independiente, utilizando

hilo absorbible fino. El tejido subcutáneo y la piel

también se suturan. . (2)

Tras la intervención, se debe animar al uso de la

extremidad operada de 3 a 7 días después de la

misma, haciendo ejercicios pasivos en el arco de

movilidad en los animales que no quieran usar la

extremidad durante al menos 10 minutos 4 veces al

día.

La natación es la mejor actividad, porque fuerza el

uso del miembro sin la necesidad de sostener peso.

La extremidad tardará una media de 2-3 meses en

conseguir un nivel funcional satisfactorio, y

mientras en algunos animales la marcha es

indistinguible de la normal, en otros hay una

anomalía obvia de la marcha. Debido a que se forma

una falsa articulación tras la cirugía, todos los

animales tienen un arco de movilidad limitado. El

significado clínico de esta limitación depende de la

actividad del animal y del tamaño y cantidad de

tejido de cicatrización restrictivo presente. Un

hecho que hay que tener en cuenta es que debido a que

no se consigue una masa muscular normal puede haber

una marcada atrofia de la extremidad. Otro hecho es

que el fémur puede desplazarse en sentido dorsal

respecto de la pelvis, y si el desplazamiento es

grande, puede producirse una marcha zancuda con la

rodilla casi en extensión completa. (2)

Para

exponer la

cabeza femoral para realizar la ostectomía, haga una incisión en la piel

craneolateral centrada sobre la articulación de la cadera. A. Retraiga el

músculo bíceps femoral caudalmente y el músculo tensor de la fascia

lata cranealmente. B. Corte el músculo vasto lateral y se refleja

ventralmente. C. Haga una incisión en la cápsula articular y se realiza la

ostectomía girando la extremidad hacia fuera hasta que la línea

articular de la rodilla sea paralela a la mesa de operaciones. Identifique

la línea de ostectomía perpendicular a la mesa de operaciones en la

unión del cuello femoral y la metáfisis del fémur.

III.8. MATERIALES DE SUTURA E INSTRUMENTAL ESPECIAL

Para la artroscopia de la cadera se necesita un

artroscopio de 2,7 mm de longitud. Para la

sinfisiodesis pubiana juvenil (SPJ), se necesita un

electrocauterio. Para la osteotomía pelviana se

necesitan una sierra oscilante, una sierra

alternante, o un osteótomo y un martillo,

retractoresautorre tenedores, retractores de Hohmann

e instrumental para insertar placas y tornillos

óseos. Para realizar una ostectomía de la cabeza y el

cuello femorales (OCF), se necesita un osteótomo y

un martillo o una sierra oscilante. (1)

III.9. CUIDADOS Y EVALUACIÓN POSTOPERATORIOS

Después de realizar la artroscopia diagnóstica no es

necesaria ninguna restricción. Después de la

sinfisiodesis prepubiana, el cachorro debe confinarse

hasta que le quiten los puntos, y después no necesita

cuidados postoperatorios especiales. Puede

determinarse la eficacia de la intervención

utilizando las radiografías de seguimiento en el

momento de la madurez esquelética, aunque para

determinar exactamente si tras la intervención la

ventroversión es adecuada, se requiere la tomografía

computarizada (TC). Las complicaciones son poco

frecuentes, e incluyen lesión de la uretra o el colon

o fracaso para conseguir la sinfisiodesis. Tras una

osteotomía pelviana, el paciente sólo puede hacer

ejercicio sujeto con una correa hasta que se observen

pruebas radiológicas de que la osteotomía ha

cicatrizado por completo, generalmente a las 6

semanas. La duración del ejercicio (paseos con

correa) debe aumentarse gradualmente según la

tolerancia del paciente. Si se va a realizar un

tratamiento quirúrgico en el lado contralateral, la

segunda cirugía debe realizarse cuando el perro

tolere bien el malestar asociado a la primera

cirugía. Las complicaciones que se han observado

incluyen fracaso del implante, pérdida de la

abducción de la extremidad y estrechamiento de la

salida de la pelvis. Sin embargo, la incidencia de

complicaciones es baja, y los informes sobre la

funcionalidad clínica a largo plazo son de buenos a

excelentes. (1)

El uso activo precoz de la extremidad es benefi cioso

tras la OCF. En la tabla 33-13 se ofrece un protocolo

de fi sioterapia recomendado para los pacientes que

se han sometido a una OCF. La recuperación de la

funcionalidad de la extremidad depende de la duración

del trastorno patológico de la articulación de la

cadera y de la gravedad de los cambios degenerativos.

Los pacientes con la enfermedad crónica (atrofi a

muscular y AD proliferativa) tardan más en recuperar

la funcionalidad que los pacientes con cojera aguda.

(1)

III.10. COMPLICACIONES

Las complicaciones de la SCC canina varían

dependiendo del tipo de implante que se coloque. Las

complicaciones comunes a todos los diseños incluyen

luxación, infección y pérdida aséptica. La incidencia

de luxación después de la SCC canina es de

aproximadamente el 5%. Las luxaciones pueden estar

causadas por la laxitud intrínseca de la cadera, una

luxación preexistente, la selección o colocación

incorrectas del implante, o un traumatismo. (1)

Los tratamientos de la luxación incluyen la reducción

cerrada con colocación de una férula, la reducción

abierta con estabilización quirúrgica (v. la sección

sobre la luxación de cadera), la modificación del

implante (alteración de la posición de la bóveda,

alargamiento del cuello) o retirar el implante.

La infección es un problema más importante con las

prótesis cementadas que con las no cementadas; al

parecer, las bacterias colonizan el cemento con más

facilidad que el metal. La mayoría de los cirujanos

mezclan antibióticos en polvo con el cemento óseo,

pero esto no previene la infección en un pequeño

porcentaje de los casos. El tratamiento de la pérdida

séptica de las prótesis cementadas siempre requiere

quitar el implante y el cemento para que se resuelva

la infección. En algunos casos, se ha sustituido la

prótesis cementada infectada por otra prótesis sin

cemento. No existe información sobre la incidencia y

el tratamiento específico de la infección de las

prótesis no cementadas. La pérdida aséptica de las

prótesis cementadas puede producirse en el lado

acetabular, femoral o en ambos. (1)

Las causas pueden ser biomecánicas o citológicas. Las

causas biomecánicas se producen cuando la

remodelación del hueso provoca la pérdida de la unión

entre el hueso y el cemento o cuando se agrieta el

cemento. Las partículas de desgaste de polietileno,

metal o, raramente, cemento, inician las causas

citológicas, provocando la migración de macrófagos y

el aumento de la resorción ósea. La pérdida aséptica

de las prótesis cementadas suele producirse años

después de implantarlas, y sólo en casos raros se

produce unos meses tras el implante. (1)

La pérdida aséptica de los implantes sin cemento es

más frecuente durante la fase de ajuste por presión

de la estabilización. Los implantes acetabulares

pueden girar o salirse del lecho óseo. Los

componentes femorales del ajuste por presión pueden

rotar o reducirse y pueden producirse fracturas

graves de la diáfisis femoral. Los tornillos de

fijación del fémur pueden salirse de la pared medial,

o pueden producirse fracturas a través de los

orificios de los tornillos o los orificios de acceso.

No existen informes sobre la incidencia de pérdida

retrasada de los implantes no cementados, pero parece

que es baja. (1)

Los resultados tras la OCF varían. El pronóstico

depende mucho del tamaño del paciente y de la fi

sioterapia postoperatoria. En los pacientes grandes,

aproximadamente el 50% de los animales tienen una

funcionalidad de buena a excelente. El resto

presentan diversos grados de cojera, pero la

funcionalidad suele mejorar si se compara con el

estado preoperatorio. Generalmente, en los pacientes

medianos y pequeños la funcionalidad de la extremidad

es de buena a excelente. (1)

III.11. PRONÓSTICO

Tras la SPJ, el pronóstico depende de la edad en que

se realice el tratamiento y de la gravedad de la

displasia. Los perros tratados cuando tienen más de

20 semanas de edad tienen un pronóstico del aumento

de la ventroversión malo. El grado de ventroversión

en los perros tratados antes de tener 20 semanas es

variable y, a veces, impredecible.

El pronóstico tras la osteotomía pelviana depende

mucho de la selección del caso. Los mejores

resultados se consiguen en los pacientes con

hallazgos físicos aceptables (v. comentario anterior)

y pocos o ningún cambio degenerativo. La

funcionalidad a largo plazo es de buena a excelente.

Aunque los cambios degenerativos son evidentes

radiológicamente tras esta intervención, son

inferiores a lo que podría esperarse sin cirugía. (1)

Radiografía

en la que

se aprecia

la pérdida

aséptica de

una

prótesis

cementada.

Tras la sustitución completa de cadera (SCC), la

recuperación de la funcionalidad es excelentea no ser

que se produzcan complicaciones. Se ha observado que

la proporción de éxito de las prótesis cementadas

varía del 75% al 95% (Braden y cols., 2004). Hasta la

fecha, no existen informes sobre los resultados de

las prótesis sin cemento. En la mayoría de los casos,

el resultado de la SCC es la resolución completa de

la cojera o el fracaso de la técnica (en este caso,

hay que retirar el implante). En un pequeño

porcentaje de casos puede haber cojera crónica tras

la SCC. (1)

IV. CONCLUSIONES

La displasia de cadera es una enfermedad ósea,

congénita, hereditaria y degenerativa; producida por

una malformación de la articulación coxofemoral.

La displasia de cadera se clasifica según MUELLER y

SAAR en los siguientes grados,

- Sin indicio de DCF 0-0.

- Sospecha de DCF 0-1 -- Forma de Transición.

- Ligera DCF 1º.

- Mediana DCF 2º.

- Grave DCF 3º y 4º.

La displasia de cadera afecta principalmente a razas

caninas grandes o gigantes en las que hay un rápido

aumento de peso y volumen corporal en un esqueleto

inmaduro y a la vez con mineralización y

calcificación tardías

Pectinectomía, es una técnica que siempre mejora la

funcionalidad y disminuye el dolor, cumple al 100% su

propósito. La duración variará en cada caso.

V. REFERENCIA BIBLIOGRAFÍA

1. Welch Fossum T. , “Cirugía de pequeños animales”,

tercera edición, 2009, editorial Elservier,

Barcelona-España, 1233-1244 pág.

2. Autor: Gámiz Ramírez P. “La luxación de la

cadera”, 2004,

disponible en:

http://www.uco.es/organiza/departamentos/anatomia-y-

anat patologica/peques/curso01_05/dadera_lux_2004.pdf

3. VASSEUR PB.-Evaluation of carprofen.A nonsteroidal

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(abst) Vet. Surg 21: 409 ,1992willis mb.- A review of

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Britain. JAVMA 210: 1480-1482 ,1997

4. Font y Closas, Revista AVEPA vol 21, 2001,

Totusaus et al. Revista portuguesa de veterinaria,

2001 y disponible en

www.traumatologíaveterinaria.com.