1999 - si nunca he dicho que estuviera enamorada de él. sobre construcciones independientes...

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.i 'l ;t :l il tt il #u*,{^u * *{, ;" , }?u*, Tfu??-6ry ;S/NI/TúCA HE DICHO QUE EST(NIERA ENAMORADA rin nu soBRE coNsrnÙccloNEs INDEPENDIENTES INTRODUCIDAS POR S/CON I¿ALOR REPLICAIWOI ^'ry#üi?y:H*" l. Pnnsn¡¡-rnclóN Este trabajo se propone describir las características gramaticales y los valores discursivos áe un tipo específico de construcción autónoma que la tradición gramatical def español ha incluido en el heteróclito -y .o.rfuro- gt rpo ã. "construccionãs independientes con s¡l'Z' A prirãeá vista, dos son los rasgos comunes que Presentan las es- ,*.*i-", englobadas bajo tal denominación: todas ellas aparecen in- troducidas pãr el .orr..io, si, ¡ pese a Pre,sentar el marcador subordi- ,r"rrta p.ototípico de las oraciones condicionales, nunca aParecen ligadas ï una åpódosis explícita, sino que se constituyen en fragmentos convencionalizados de caÉcter autónomo' Sin embargo, en el interior de este grupo de constnrcciones indepen- dienæs caUe alstinguh entre estructutas gramatical y pragmáticamente muy diferentes. Así, poiejemplo, pueden identificane, entre otros tipos: (i)prótasismásomenosformulizadasconfunciónmetadiscursiva ii") bien sea de caúcter cortés (como' Por ejemplo' si mc þø- mite, si no tc imþorta); (i5) de mecanismode autoprotección de ft-iåagen del hablante l.o-o si h¿ mtcndidn hien' si no mc equi- uoro¡;\ir) o como comentario metalingtrístico (si lz þtt'alz lla' mar así, si ásø es Ia þol"ahra)3; I Una versión cn inglés, irnterior y más breve de este trab4i-o ni {t ""p?1::ï:" l" obra colectiva ediøda por I sok-Be;.ttte-a, R de Jonge-y I' v:l t"e:ll !!:*::,y difæation (5th hlloqu on Ronancc Linguiltru), Amuterdam' Rodopi (en pren-sa¡' ç¿ursrera o[r"d..., los sugerentes comentariõs que he recibido tanto de Bob de Jonge, como áË rrrir.ot.gt" dl la Univenitat de Baicelonaloseph Hilferty y Mar Garachana' 2 véanse, por ejemplo, iJø, leco, I, 509;-Bell'o, 184?:Si2,i?; 9lT:*' 1960; a- cina y Blecua, lczS: ti3+lts6; Þolo, 1971: 9&112; Alarcos, 1994: 38G83' ¡ ilbre esios úpos de construcciones independientes introducidot-P9t-:1t1".u"1"' metadiscursivo, puede u..r.-f"fã"iofø (1990:'cap'5; 1992; 1993a; 1993L;1999: S 5?'4)' o tm nán N?fa

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;S/NI/TúCA HE DICHO QUE EST(NIERA ENAMORADArin nu soBRE coNsrnÙccloNEs INDEPENDIENTESINTRODUCIDAS POR S/CON I¿ALOR REPLICAIWOI

^'ry#üi?y:H*"l. Pnnsn¡¡-rnclóN

Este trabajo se propone describir las características gramaticales y

los valores discursivos áe un tipo específico de construcción autónoma

que la tradición gramatical def español ha incluido en el heteróclito -y.o.rfuro- gt rpo ã. "construccionãs independientes con s¡l'Z'

A prirãeá vista, dos son los rasgos comunes que Presentan las es-

,*.*i-", englobadas bajo tal denominación: todas ellas aparecen in-

troducidas pãr el .orr..io, si, ¡ pese a Pre,sentar el marcador subordi-

,r"rrta p.ototípico de las oraciones condicionales, nunca aParecen

ligadas ï una åpódosis explícita, sino que se constituyen en fragmentos

convencionalizados de caÉcter autónomo'Sin embargo, en el interior de este grupo de constnrcciones indepen-

dienæs caUe alstinguh entre estructutas gramatical y pragmáticamente muy

diferentes. Así, poiejemplo, pueden identificane, entre otros tipos:

(i)prótasismásomenosformulizadasconfunciónmetadiscursivaii") bien sea de caúcter cortés (como' Por ejemplo' si mc þø-mite, si no tc imþorta); (i5) de mecanismode autoprotección de

ft-iåagen del hablante l.o-o si h¿ mtcndidn hien' si no mc equi-

uoro¡;\ir) o como comentario metalingtrístico (si sø lz þtt'alz lla'

mar así, si ásø es Ia þol"ahra)3;

I Una versión cn inglés, irnterior y más breve de este trab4i-o ni {t ""p?1::ï:" l"

obra colectiva ediøda por I sok-Be;.ttte-a, R de Jonge-y I' v:l t"e:ll !!:*::,ydifæation (5th hlloqu on Ronancc Linguiltru), Amuterdam' Rodopi (en pren-sa¡' ç¿ursrera

o[r"d..., los sugerentes comentariõs que he recibido tanto de Bob de Jonge, como

áË rrrir.ot.gt" dl la Univenitat de Baicelonaloseph Hilferty y Mar Garachana'

2 véanse, por ejemplo, iJø, leco, I, 509;-Bell'o, 184?:Si2,i?; 9lT:*' 1960; a-cina y Blecua, lczS: ti3+lts6; Þolo, 1971: 9&112; Alarcos, 1994: 38G83'

¡ ilbre esios úpos de construcciones independientes introducidot-P9t-:1t1".u"1"'metadiscursivo, puede u..r.-f"fã"iofø (1990:'cap'5; 1992; 1993a; 1993L;1999: S 5?'4)'

o tm nán N?fa

l

38 Estnlla Mmttolío Durán

(ii) estructuras intensiñcativas de la aserción camo ¡(uay) si es l;istoeI niñ,o!, o de la negación, como ¡si t¿ has mdd,o quz te utry a lln-mar yo!;

(iii) estructur.u con valor de contr¿u¡te enfárico coma (þero) si peþe

no es su hmtnanq que constituyen el tipo de esquema que aquínos interesa.

Todos estos diferentes tipos de construcciones "independientes,, in-troducidas por si coinciden en presentar un carácter esencialmente oraly, específicamente, conversacional (lo cual explica, en parte, la escasaatención que hasta muy recientemente les han dedicado los tratadosgramaticales). trgualmente, todo$ ellos se caracterizan también por apor-tar gran contenido pragmático. Por nbco lado, sobre todas estas estruc-turas cabe preguntaße en qué consiste su "autonomía" sinrácdca y, engeneral, cuáles son sus particularidades gramaticales específicas, cuálesson los valores discursivos asociados a cada una de ellas, y en qué me-dida pueden proceder o estar relacionadas con oraciones condiciona-les fragmentadas.

2. Dru¡rlrreclóN DEL oBJETo DE EsruDto

La construcción independiente con si de la que, en concreto, nosocuparemos en €srâq páginas ha sido analizada en los trabajos de Al-mela (1985), Conueras (1960), Montolío (1990: cap.5; 1999: g 57.9.4.b),Porroche (1998) y Schwenter (1996; 1998a y 1998b). Comenzaremospor ejemplificarla a través de los dos siguientes diálogos, el segundo delos cuales procede d,ela C,tamúticade Salvrí (1830: I, 509) y es, a su vez,recogido por Bello (18a7: S l2l2):

(1) -¿Cómo te has podido enamorar de ese bobo?

-Pero si nunca he dicho que restuviera enamorada de él

(2) -¿Y la Inesita?-Si acabo de entrar

El gramático chileno añade como comenrario al último ejemplo"equivale a decir, si acabo de entrar, ¿cómo puedo tener la respuesta,ni saber nada de la Inesita?".

De los ejemplos propuestos y del comentario del gramático puedendeducirse varias de las características fi.rndarnentales de esta estrucrura,que ap¡recen ya señaladas en el rrabqjo de Almela (1985):

¡Si nunca he dicho que estuticra mammada d¿ él! 39

(i) se trata de construcciones de carácter estrictamente conversa-cional. Ello significa que tienen una alta especifrcación de re-gistro, ya que es poco probable que aparezcan en textos escri-tos o en discursos orales de tipo monologal;

(ii) presentan algún tipo de valor contrastivo u opositivo, puestoque, de algún modo, se oponen a lo dicho por el interlocutor(de ahí que Almela hable aquí de un si "responsivo" [1985:II]);

(iii) pueden (y, de hecho, suelen) recibir un refuerzo contrastivomediante la anteposición del conector Pero.

En el apartado siguiente, intentaremos caracterizar de manera ex-haustiva estas construcciones desde un punto de vista gramatical.

3. CAR.,r.crERrzACróN cRAMATTcAL

3.1. Cunta m¿lid,ica

Uno de los rasgos gramaticales identificadores de esta estructura loconstituye su patrón entonativo, caracterizado, de acuerdo con Contre-ras (1960:284), por unâ curva con tonema de semicadencia, realzadocon una fuerte acentuación en la última sílaba -en la última sílaba tónica, cabría especificar-. Sin embargo, el análisis espectrográfico de unejemplo de esta estructura (en concreto, la tercera ocurrencia de estaconstrucción que aparece en el ejemplo de (21); a saber: (pero si yono te pido más tiempo/ yo lo que te pido eE que estés seguro") no re-fleja tanto una eler.ación final como una frecuencia fundamental (Fo)superior a la propia de una prótasis condicional prototípicaa, Es decir,lo que sí parece claro es que esta estructura presenta una entonaciónexpresiva o pragmática:

a El enunciado analizado procede de las grabaciones elaboradas por el grupoVal.Es.Co (véase A Briz [coord.], 19O5) para la obtención de un corpus de conversaciones coloquiales. El análisis es una venión Compuær Speed Lab (CSL) 43008' Qui-siera agradecer la enorme gentileza del profesor Antonio Hidalgo, de la Universiøt deValència, que ha llelado a cabo los an¡ílisis fonéticos de estos enunciados "replicativos",

ii4

Pcro si yo no te þido ruis li¿n|o/lo ln qu tz þifu * qu xtis scgum

40 Estrelt^a Montolío Durán

Resulta de interés distinguir enrre la curva melódica peculiar de lasconst¡r¡cciones que estamos aquí analizando de la propia de prótasis"suspendidas", del tipo: si su ¡narido no þucdz tm.er hijos..., (es norm.øl qtuLo i.nt¿nt¿ Ptî ottos mcdibs), o si no te han þaga.d,o tod.auía...5. (no te þreocuþesþor danlarru eI þrástømo). Como se ve, secuencias come éstas

-también

aparecen desligadas de una apódosis explícita, pero no: de manera sis-temática (es deciç siempre), sino que la omisión de la apódosis es cir-cunstancial, ligada a una situación contextual determinada.

g.2. Rasgos morfosintaãicos

Los ejemplos anteriores de (l) y (2) reflejan que en el interior delas secuenci¿u¡ que estamos analizando pueden aparecer tanto formasverbales de presente como de pasado. Los intercambips siguientes de(3) y de (4) demuestran que, contrariamente a lo que ocurre en el senode las prótasis de las condicionales estándar o prototípic?s, en estâs es-tructuras con s¿' que hemos denominado reþtlcaüvas pueden tambiénaparecer formas de futuro, tanto simple como compuesto:

(3) - ¿No han llegado aún David y Virginia a cenar?

- Si aend,nín mañana

(4) - Ya me explicarás el lunes qué tal es la última película deJulioMedem

- Si todavía no la habé ukto

Otra característica morfosintáctica que parece igualmente alejar aesras estructuras independientes con si de la naturaleza condicional essu incapacidad de combinación con el modo prorotípico de la hipóte-sis, es deci¡ el subjuntivo, tel çq¡1e muestra la inadecuación de la res-puesta (b) del ejemplo que sigue:

(5) - ¿Qpé tal? ¿Cómo re va tu coche nuevo?(a) -Pero si me compré una moto(b) -*Pero si me ctnþøra una moto

¡Si nunca h¿ di¡ho qru utuaizra mammal,a d¿ él! 4l

El rechazo a las formas verbales ligadas a la expresión de 'hipóte-sis' se extiende al condicional, tiempo igualmente inaceptable en lasprótasis condicionales6:

(6) - ¿Por qué no habrá venido Ricardo hoy a trabajar?

- *Si estaría enfermo

Esta imposibilidad de combinarse con las formas verbales propias dela 'no aserción' se explica por el propio valor discursivo de este es-

quema, consistente, como se verá con más detalle en los epígrafes si-

guientes, en refutar algún elemento de un enunciado gue ha sido pre-viamente .asertado. La rectificación de una premisa ya enunciada oestablecida constituye una aserción que no puede llev¿rse a cabo me-diante una expresión de 'virtualidad', Diríase, pues, que este esquemacon sd no comparte la misma naturaleza semántico.pragmáúca que el sicondicional, )"a que se aleja de la noción de hipótesis para acercarse almodo de la aserción plena, a la expresión de la factualidad de los he-chos en el mundo real.

3.3. Caract¿rßticas sintá.cticøs

Contrariamente de nuevo a lo que ocurre con las prótasis de las

condicionales prototípicas, estas construcciones replicativas no prredenalargarse mediante coordinación7, tal y como demuestra la diferenteaceptabilidad de la respuestz (7a: estructura condicional) frente a (7b:

esquema replicativo):

(?) - ¿Vendrás a la reunión de mañana?(a) - Si he acabado la traducción y si puedo enconrar a al-

guien que me sustituya en Ia clase, sí que iré;(b) - #(Peroi si no es mañana y si no estoy convocadas.

Sin embargo, el alargamiento de dos o más de estas estructuras au-

tónomas con si es posible cuando no se relacionan mediante coordi-nación, sino que se yuxtaponen:

5 Nótese que deliberadamente no tomarnos en consideración condicionales sus-pendida.s que prcsentån en la prótasir 'fragmentada" el modo subjuntivo, como, porejemplo: si lÐ hubi¿m súidn ante¡,.. o si aI mmos æhtvisra él a4uí conmigo..., J¡e que nuncapodrían confundirse con el esquema con si que estamos

"i.'¡ir."¿ó, ¿ebiaå, precisa-

mente' a la prerencia del subjuntivo, modo que rcchazan las construcciones con si decarácter replicativo que estamos analizando.

'

6 Nos referimos a las estructuras condicionales del español estándar y' Por tanto'no consideramos aquf el esquema dialectal que acePta la presencia de las formac del

condicional en la próøsis, del tipo si t¿ndría dirun sufuicnlt, me comþtada un d'cscøþo'

la^blz.7 Observ'¿ción que agradezco aJoseph Hilferty.8 Utilizamos el iigno # para indicar que un enunciado es correcto desde el punto

de vista gramatical, pero resulta pragmáticamente inadecuado'

42 Eshella Montol;ío Durán

(8) - Dale recuerdos a Ana de mi parte esta tarde cuando la veas.

- Si no voy a verla. Si voy a salir con Marga.

Este diferente comportamiento sinrácüco del si condicional frenteal si replicativo acerca el valor de este último al de los marcadores deldiscurso, f¿ que éstos, igualmente, no pueden tampoco coordinarseentre ellos, aunque sí )r¡xtaponerse (Martín Zorraquino, lggS: 3g)s.

Por otra parte, como muestran los ejemplos analizados hasta el momento, la conjunción þercpuede también aparecer integrada en esta es-tructura. Ahora bien, la presencia de esta partícula adversativa no cons-tituye una condición necesaria para expresar la oposición o contraste,que queda suficientemente manifestada a tr¿vés de la combinación desi más la entonación expresiva. Es decir, parece evidente que no es elconector þao el que aporta el r¡alor contrastivo o contraarg'umentativoa esta estructura. El papel de pao aquí es el de ejercer de refuerzo delcontraste expresado por la construcción con silo. Ello explica que la se-cuencia þero siaparezca en las situaciones en las que el desacuerdo entrelos interlocutores es mayor (a este respecto, véa*se, por ejemplo, el frag-mento conversacional que aparece en (21) y que constituye un ejem-plo procedente de corpus).

Por otro lado, aunque ambos conectores, þero y si, expresan un sig-nificado semejante de 'oposición', no son conmutables en muchos deestos contextos (aspecto que ya señaló Almela (1985)), de Io que esfácil concluir que no constituyen conectores contraargumentativos idén-ticos. Véase como ejemplo la diferente adecuación de las respuesres (a:sr) y (b: pero) en el intercambio de (8'):

e De hecho, dentro del repertorio de categorías que pueden ser marcadores deldiscurso, el sí replicativo presenta un funcionamiento sintáctico m:ís semejante al deconjunciones que fr.mcionan como marcadores discursivos (como I o pøo) que, porejemplo, al dc los adverbios marcadores (en este sentido, véanse lan pruebas que pre-senta Portolés (1998:$ 3.a).

l0 Para Schwenter (1996a: 326), la venión "reforzada- de .ri, es decir, la secuencia¡ôøu si tiende a aparccer cuando el hablante que replica --el que, por tanto, utiliza esteesquema- zlsume que su interlocutor )¡a conoce la premisa que él está manejando -aun-que parece haberla olvidado-, Sin embargo, si bien es quizá correctå la idea de quela combinación pøp si resulte especialmente frecuente en dicho contexto pragmático(es decir, cuando el 'rcplicador" sabe que está recordando a su interlocuior una in-formación que- )a conoce), también es cierto qva þâro si puede igualmente apareceren contcxtos di¡cursivos cn los que el "rcplicador" introduce una premisa nuãv., .errigiendo con clla algr.rna auposición errónea de su interlocutor, como puede verse enel siguiente diálogo:

4u - Para eer deportisø fumas demariado ¿no?V'. - Paa si en mi vida he hecho deporæ. ¿Qué te Io había hecho pensar?

¡Si nunca h¿ dicho quz estuaicra matnoraila d¿ ól! 43

(8') - Dale recuerdos a Ana de ini parte esta tarde cuando la veas(a) * Si no he quedado con Ana(b) - #Pero no he quedado con Ana

El conector subordinante si en este esquema replicativo señala, notanto subordinación sintáctica de tipo oracional, como, más bien, rela-ción de dependencia discursir"¿. Como muestra Ia diferente aceptabili-dad de las respuestas (a) y (b) del diálogo de (8'), donde si es acepta-ble en un contexto en el que þeruresultz inverosímil, þeroy si no siempreson idénticos en un nivel discursivo; por otro lado, cuando se trata derelacionar dos proposiciones de un mismo hablante a nivel oracional,estos dos conectores no son nunca conmutables, ya que como conectororacional el uso de þmt resulta adecuado, mientras que el de si no loes en ningún caso. De este modo, un enunciado como es un þoco tontín

Pero ,rr¿ gzsúa resulta perfectamente aceptable ¡ sin embargo, *¿s un þocotontín, si mz gusta constituye un enunciado inadecuado.' En este sentido, un aspecto que resulta de interés para la investiga-ción en el campo de las parrículas discursivas es averiguar hasta quépunto existen marcadores que funcionan a nivel estrictamente discur-sivo (en este caso, sl), que expresan los mismos contenidos semántico-pragmáticos que otros conectores identificados por la tradición exPre-san en el nivel fi'ástico (por ejemplo, þav)tt.

De hecho, la combinación de partículas pero y si en el esquema queestamos analizando muestra un proceso de gramaticalizac\ôn, de cons.tructivización, de tal modo que, en primer lugar, pøo ha de aparecer ne-cesariamente a la izquierda de sl, y no a la inversa, tål y como demues.t¡a lo inadecuado de la versión (b) de la respuesta del diálogo de (1):

(1) : ¿Cómo te has podido enamorar de ese bobo?(a) - Pem si nunca he dicho que estuviera enamorada de

él 12.

(b) - *Si pero nunca he dicho que estuviera enamorada de

él'

ll A esta cuestión dedica Schwenter su trabqio de 1998b.l2 Un aspecto de interés, que no podemos desarrollar ahora aquí y que reservamos

para un posible desarrgllo futuro de este trab{o, lo constituye el hecho de que el aná-

lisis de ejemplos procedeñtes de corpus parece reflejar una esFecha relación entre esta

estructura y la moda.lidad negatila. De este modo, de las dieciocho ocurrencia.s de este

esquema replicativo introducido por sd que aparecen en dicho tipo de ejemplos, desdeel de (18) hasø el de (26), doce consdnryen enr¡nciados de modalidad negativa Täl coin-cidencia probablemenæ tenga que ver con el hecho de que, como f¿ señaló Moeschler(f982: 82), la negacióri es un marcador privilegiado de refuøción, dado que explicitauna relación lógicosemántica de contradicción.

44 Estrella Montolío Durán

En segundo lugaS no puede introducirse ningún elemento que seaun constituyente oracional entre ambos conectores, como muestrå igual-mente la nueva, y de nuevo inadecuada, versión (b) de la respuesta de(1). Sin embargo, las versiones de la misma respuesra que aparecen acontinuación revelan que sí es posible la inseición de detËrminadosconstituyentes no oracionales, como apelativos de diferente ripo ((c)),e inte rjeccionesls ( (d) ):

(1 ) - ¿Cómo te has podido enamorar de ese bobo?(a ) - Pero si nunca he dicho que estuviera enamorada

de é1,

(b') - *Pero yo si nunca he dicho que estuviera enamorada deé1.

(c ) - Pero Lota/mujer/oye/uamos a uer, si nunca he dicho queestuviera enamorada de é1.

(d ) - Pero ¡carørnba!/¡joùr!, si nu¡rca he dicho que esruvieraenamorada de é1.

De hecho, el análisis espectrográfico corrobora la hipótesis del pro-ceso de gramaticalización de la secuencia pero si, ya que, como reilejael siguiente análisis del enunciado þero siyo no le þido qw m¿ ln demu¿s-lrøs (segunda ocurrencia de este tipo de estructura que aparece en eldiálogo de (21) ), se produce una asimilación del conecror þøo al cuerpoentonativo global; es decir, þøo pierd,e en la construcción .replicativanIa autonomía entonativa que presenta en otro tipo de enunciãdos.

!'it

tffiË--*--:'..:\:_i.

T

¡Si nunca h¿ dicho qu.e atuviera mamorada d¿ éI! 45

4. Cenecr¡ru2¿.clót-¡ pRAcMÁrlc,q,

4.1. Alcanc¿ d¿l aak¡t contrastiao

I.a partícula si conlleva en este tipo de construcciones un Valor ad-versativo, pues estas estructuras constituyen siempre enunciados que ex-presan algún tipo de oposición o contraste. Ahora bien, adviértase queel contraste que llevan a cabo dichas construcciones no se estableceentre dos cláusulas de una misma oración, o, en general, entre estruc-turas oracionales, sino que la contraarg'umentación se plantea entreenunciados procedentes de hablantes diferentes, Es decir, como se se-ñaló en el epígrafe anterior, el contraste que expresa este esquema consi no es de nivel oracional, sino estrictamente conversacional o discur-sivo; esto es, esta constmcción expresa el desacuerdo del hablante antela inconveniencia de algún elemento del enunciado de su interlocutor,o incluso la extrañeza por lo sorprendente de éste.

l,a refutaciónl4 que expresan estas construcciones es de carácter muyamplio, ya que alcanza a unidades de muy diferente nivel, tal y comomuestran los siguientes intercambios, muy semejantes entre sí desde elpunto de vista de la forma:

(9) - Prísame otro trozo de pastel, por favor.

- (Pero) si está ahí.l

(i0) - Prísame otro trozo de pastel, por favor.

- (Pero) si esrás a régimen.

(11) - Pásame otro trozo de pastel,Javie¡ por favor.

- (Pero) si me llamo Xavi.

(12) - P:ísame otro trozo de pastel.

- (Pero) si no soy tu criado.

(13) - Pásame otro trozo de pastel, por favor.

- (Pero) si esrá malísimo.

I-a oposición, invalidación o discusión crítica que lleva a cabo in-defectiblemente esta estructura puede afectar a cualquier elemento dela intervención precedente; asÍ, en (9) afecta al contenido del verbo (lapanífrasis de la respuesta þero si está ahí podría muy bien ser "si lo tie-

Pero si yo no te pido que

ls Que resulte posible la inserción entre ambas parúculas de unidades de nivel ex-traoracional parece reflejar que la secuencia þuo si no ha consolidado su proceso degramaticalización.

\1_

lo demuestres

1

la "Refutatilz" es, precisamente, Ia denominación que sugiere Schwenter en su tra-bajos pam este ripo de construcción.

46 Bstnlln Montolío Durán

nes ahí, a tu lado, ¿por qué quieres que ,¿ lo þase?". En (10) la discu-sión crítica se plantea sobre el objeto directo o complemento suhate-gorizado (ahora la paráfrasis de la réplica vendría ser "si estás a régi-men ¿por qué quieres que te pase otro trozo d¿ þa^ttcl, qve engorda?").

[,a respuesta de (11) no afecta al contenido informativo del enun-ciado, sino que la construcción con si objeø contra la formulación lin-güística, y, por lo tanto, constituye un comentårio metalingüístico. Larespuesta que aparece en dicho diálogo es parafraseable por "si n¡: mellamo Javier ¿por qué me llamas asíi". En (12) la estructura con si in-valida, no un elemento cualquiera del dictam, sino la modalidad de Iaenunciación tomada en su globalidad; adviértase que en este caso laglosa correspondiente de la respuesta sería "si no soy tu criado, ¿porqué me das una mbn?". Por último, el intercambio de (i3) muestra lasorpresa del hablante ante el deseo que expresa su interlocutor de se-

guir comiendo ese dulce en cuestión; una paráfrasis aproximada de larespuesta que allí aparece sería "pero si ese pastel está malísimo ¿cómoes posible que a ti t¿ grst"?"

Por otro lado, todos estos ejemplos nos permiten comprobar queeste esquema replicativo sirve, indistintamente, tanto para introducir in-formación sobre el mundo (véanse, entre otros, (l), (2), (3), (4) y (5)),como para expresar opiniones -véase el diálogo de (13)-, así como sen-

timientos -(aid l2)-.Al igual que ocurre, en general, con los marcadores del discurso

(Berrendonner, 1983), el sl introductor de estas estructuras puede co-nectar la información que Ie sigue con otros signos informativos pre-vios, no necesariamente codificados lingirísticamente, como muest¡a elejemplo de (14), en el que la construcción analizada replica un gritodel interlocutor. El conector puede, incluso, relacionar la informaciónque él introduce con un signo anterior de carácter no verbal, como re-flejael enunciado cle (15), en el que este esquema con sirefuta el con-tenido de un silbido:

(I4) - l{aaaaayyyl- Si ya te he avisado de que la camisa llevaba alfileres.

(15) - (Ante un admirativo silbido masculino.)

- Si este vestido tiene más de diez años

Sí bien hasta el momento hemos analizado ca-sos en los que este es-

quema forma parte de una interacción dialógica (que son, sin duda, losmás frecuenæs y prototípicos), esta misma estn¡ctura puede encontrarsetambién en enunciaciones aparentemente aisladas, sin relación conenunciaciones previzrs <asos que, lógicamente, no aparecen recogidosen los corpus-,

¡Si nunca h¿ dicho quz utuaizra enamorad,a d¿ él! 47

(16)- (Un hablante a sí mismo.)- ¡Si me he dejado los donuts en casal

(17) - (ante el d.esierto hogar familiar.)- ¡Si se han ido al cine sin míl

Como acertadamente señala Porroche (1998: 235), en estos casos,el esquema con (þero) si indica la inadecuación, no del enunciado delinterlocutor, sino de la suposición contraria a la expresaila por la pro-posición qúe :introduce el propio esquema, suposición que constituía lacreencia inlcial del hablante, o su expectativ¿ de acuerdo con su expe-riencia del mundo ("creía que había cogido los donuts"; "creía que nose irían al cine sin mí"), y que resulta invalidada por los datos ("no hecogido los donuts"; "ya se han ido al cine aunque yo no estaba").Eneste tìpo de enunciados "aislados", la estructura con si sigue presen-tando, pues, carácter de refutación, si bien en estos casos contradiceuna premisa anterior del propio hablante y no la intervención de uninterlocutor.

4.2. Ubica.cién m eI intercamhio conaersacional

Dado que se trata de una construcción que discute el enunciadoprevio del interlocutor, esta estn¡ctura replicativa depende necesaria-mente de una enunciación anterio¡ aquella a la que responde. Se trata,pues, de una construcción "ligada al discurso", eue sólo puede apare-cer en relación con un enunciado o signo informativo previosls / gue,por tanto,,no suele inaugurar un intercambio conversacional o consti-tuir la primera parte de un par adyacentelo.

Por ot¡o lado, puesto que se trata de una estructura a través de lacual el hablante expresa su objeción respecto de algo dicho por su in-

15 Como se señaló ã traves de los intercambios de (14) y (f5), el signo informativoal que objeta o ânte el que mueßFa la sorpresa el esquema con si no tiene por quéser un enunciado codificado lingùísticamente, sino que puede ser, sin ir más lejos' unaescena cinematográfica, Éste es el caso del ejemplo siguienæ, procedente de un re'porqie periodístico sobre una sencilla y exitosa película sobre mujeres: "Solas", de Benito Zambràno. Una de las actrices, Ana Fern¡índez, declara ante el periodistal "E¡ unahistoria muy universal, porque Ìa a los senúmientos. Hay muchas mujeres castradas,maltratad"", solas, que no tienen la oportunidad de elegir (...) También hay cosas enesta historia que llegan mucho a los hombres. Un amigo me decía: Perc si es mi inad¡tÍEI Pøís, domingo 7 de mar¿o de 1999: 'El espectador",pág. 31.

16 Como se ve, compartimos el presupuesto metodológico según el curl la Sramá-ticajuega un papel decisivo en el sistema de turnos de habla (en este sentido, véanse,por ejemplo, Ford (1993: 5) y Schegloff ¿f ¿lii (1996)).

48 Eshylla, Montolío Dwón

terlocutol e€te esquema suele constituir una respuesta despreferidalz enun intercambio conversacional. Este carácter "desþreferido" se debe a quela opción de no estar de acuerdo con el interlocutor es la respuesta ne-gatilamente "marcada" en la inter¿cción dialógicat(L,evinson, t-ese: azt¡.

- El carácter replicativo de este esquema explica que, por lo general,

o tien constituye por sí mismo, aislado, una intervencióñ de ..ãprr.rt",tal y como muestran los ejemplos manejados hasta el momento, o bienaparece al inicio del turno de respuesta, como reflejan Ios siguientesejemplos procedentes de corpus (Briz [coord.ì, l9g5:l18)ts;

(18) - E, = Pero yo que lo conozco * ¿tú lo conoces? el chaval que(( )) tantas veces/ no me digas que Do es +.

- G: sl yo también lo conozco.

- E: þno si es corto J cerrao J mal ((criao)) t yo qué sé.

(f9) - C: y luego he estao fumando hastaa haceee dos años o así 1

peroo no- no me gustaba nadaa (...)- J: sí/ / y eh que sobran muchos J yo que fumo 1,/ee- de dis-

frutar pocos,/ lo otro eh nervios/ ¿sabes?- C: ya yaa

J: sr al quc noo/ te pones nervioso 1 y en seguida vas por ahí1 llevo tres duros suelros 1 un paquete/ y ((uno de estos))¿sabes?,/ ni lo disfrutas ((es))/ ee- el de la comida después/

l? Ahora bien, no sería exacto establecer una correlación sistemática entre el uso deesta estruchlra y un contexto conversacional de desacuerdo agrio o desconsiderado, Dehecho, la refutación que expres¡r este eequema puede usarse también para llerar a caboun lcto de habla de réplica informal de canícær cortés, como refleja el siguiente inter-cambio (¡ también, especialmenæ, el fragmentcr de conversación que ap...ã" en el ejem-plo de (23)):

- IQFé horrorl He engordado y ahora estos pantalones rñe quedan fatal.- IQ¡ré val Si te dan un aire muy deportivo.18 Los signos de transcripción manejados en dicho corpur son los siguientes (pre-

senta¡nos sólo los que ap¿uecen en los fragmentos urilizados en este üa64io):¡\: Turno de palabra de un hablante identificado como A= Mantenimiento del turno de un participante en un solapamiento/ Pawa corta, inferior al medio segundo// Pausa entre medio segundo y un segundo/ / / Pausa de un segundo o már1 Entonación ascendenteI Entonación descendente+ Entonación mantenida o suspendidaEII-AS Pronunciación marcada o enfática(( )) Fragmentò indescifrablet!- )o Fragmento pronunciado en un tono de voz miís b4io, próximo al susurro(El wo de la cursi\¡å y de la negrita en el inærior de los iragmentos seleccionados

"r lÌgloo, y se limita a destaca¡ de entre el resto los elemenios que son objeto deanáIisis),

¡Si nunca lu d,icho quz esluaiera mamorad,a d¿ él! 49

el almuerzo pero Io otro está f/ ld,e sobra ¡coñol] (Brizlcoord.l, 1995:165)

Resulta menos frecuente que esta estructura repricativa aparezca in-serta en el interior de la respuesta del hablante y no introduciendo lamisma. sin embargo, esto es lo que ocurre en el intercambio siguiente,en el que una amiga le explica a otra sus apuros cuando encuentra asu compañera de piso con el novro (ibid": ll1):

(20) - E: al verlos a ellos-me dio una vergüenza 1/ te lojuro J devergüenza 1 cerré la puerta/ pero no la puerta- por ver-gúenza ajena J de verdad dd- no porque lo que yo diga *bueno mejor que eso (( )) de eso nada J que tengan cui-dao ellos J NOO ni beata ni no beata ¡coñol pero cada cosaa su tiempo I no si yo n(}- no es que yo rechazo eso ¡quéva! ¡sd esrá de puta madre! pero bueno que no lcoñot

4.3. Rzgistros dz rso

Los ejemplos procedentes de corpus conversacionales coloquiales de-muestran que ésta es una construcción muy productiva, especialmenterecurrente en las conversaciones en las que existe un alto grado de in-formalidad entre los hablantes y se produce algrin tipo de desacuerdoentre ellos. El carácter de refutación informal*que ionlleva la estruc-tura explica su frecuencia de uso en conversaciònes como las que si-g'uen: una disputa enLre novios (Briz [coord.], IggS:82-86), y una charlahumorísúca entre amigos (ibid.: lI4):

(21)- Bl t.rr] sÈ es que no me cuentaq nada,/no me cuentas (.,.)- A: mira J yo te quiero/ / y_cre- creo que lo SABES/// pero

NO/no puedo DEMOSTRARTELO I o sea no no puedo de-dicarte todo lo que tú necesites

- B: þero siyo no re pido que me lo demuestres (...)- A: no yo SE que debería darte miís tiempo J del que te doy

ç B: þøo si yo no te pido más tiempo I yo lo que te pido es' que estés SEGURO (...)

B: además parece que te enfades conmigo todo el rato y/o(no sé)o// 7o pienso que tampoco me he porrado tan mal

- A: no si/ TU NO TE tlAS PORTADO MAI-/ / pero + no losé (...)

- A: MIRA/VAMOS A DEJARLO/VAMOS A PASAR LO QUEQIJEDA DE ACAMPADA BIEN PORQUE/NO ES PI-AN DEJODER EL AMBIE,NTE QUE T{AY AHÍ BAJO.

- B:þero si es quz yo no he jodido nada ¿eh?

50 Eshella Montolío Durdn

(22) - E: entonces yo qué sé/ / / címete el yoguuur/ ahí tienes na-tural

- L: no tía no/ sd lo que no quiero es comer/ yo creo eu€ +es peor

- Et sfl bueno- G: cómete elyogur/ que ella lo que quiere es las tapas paraa

los vasos

- L: ¿síi?

- E: n lo hago por las tapa.:s/ no por otra cosa/ no creas quelo hago porque quiera que te comas el yogur J

La correlación ent¡e esta estructura y el registro conversacional co-loquial resulta esperable si se tiene en cuenta que esta construcciónsirve por lo general para contradécir algo dicho previamente por el in-terlocutor. L,a protesta, la réplica o, sim¡rlemente, la contraargumenta-ción constituyen funciones discursivas due amenazan las imágenes so-

ciales de los interlocutores. Los principios de la cortesía lingüística nospermiten entender que una estructura claramente especializada en lle-var a cabo una refutación -estructura en lá que, por tanto, no existeposible indirección bajo la cual "camuflar" o mitigar el desacuerdo, yaque muestra de manera transparente cuál es el efecto perlocutivo quequiere llevar a cabo- apàrezca esencialmente bien en contextos dial&gicos en los que existe asimetría entre los interlocutores y en los que,en consecuencia, sólo uno de ellos ostenta la capacidad de "replicar" alotro (por ejemplo, en conversaciones marcadas sociolingüísticamentetales como jefe*ubordinado; médicepaciente; profesor-alumno, etc.),bien en contextos conversacionales en los que se da máxima confianzaent¡e los hablantes y, en consecuencia, ambos interlocutores pueden re-

ot-åT".tÏ:Ëä;:t";"*" culta manejado (Essueva y cantarero, lesl),

elaborado a partir de diálogos dirigidos, consistentes en entrevistas sortenídas entre un investigador universitario y un informante seleccio-nado, y no mediante grabaciones secretrs, la estructura que estamos anelizando apatece raramente, Cuando ello ocurre, el esquema con si nose llsa para contradecir la intervención previa del interlocutcir -€n estecaso, el entrevistador-, tal como se ha vi.sto en los ejemplos analizadosha¡ta el momento, sino que el hablante lo utiliza en fragmentos de dis.curõo referido, en los que está narr'¿ndo un diálogo sostenido en el pæsado con un interlocutor, arxente durante la entrevista, que es a quienesrá dirigida la refutación expresada por esta estructura replicativa:

(23) - Y además, como estabâ en estado y ade..,, pues, nada, muchí-simo menos, muchísimas veces me decía: "Pero ven más tarde,

¡Si nunca he d,icha quc estuaizra matnmad,a d¿ él! 51

n no hay nada que hacer, sl no importa que vengas a las diezy media o asf'. Y yo le decía: "No, papá, si me encuentro muybien", y es verdad (Esgueva y Cantarero [coords.], fgSl: B5g).

(24)- AsÍ, que .es que yo mi Madrid es éste. Y le advierto a ustedque prefiero, ¿eh? Que lo sea, y me alegro muchísimo de quelos comercios se hayan venido todos para acá, para no tenerque iç como antiguamente mi madre, aún Ie queda de eso,de coger el autotjús, "tengo que ir al centro a cornprar". "Peroqué centro, mamá, si el centro es éste" (Esgueva y CantareroIcoords.], 1981: 206).

Nótese que los diálogos ya sucedidos que narran los informantes enestos dos fragmentos tuvieron lugar entre miembros de una misma fa-milia; es deci¡ entre interlocutores que comparten máxima esponta-neidad en sus interacciones comunicativas. La conversación que el ha-blante relata ante el entrevistador en el ejemplo siguiente se caracterizatambién por la informalidad de la interacción, ya que se produjo entredos estudiantes, compañeros del mismo curso (ibid: 32ß);

(25) - Inf. B: Y el chico se puso de pie, me lo dejó [e] papelitoljusto encima de mi... encima de mi mesa. Dice: "Ésa es la de

Química, cuando acabes me la pasas, que yo mientras copiola de Física". ¿Tú sabes lo que es encontrarte un montón depapeles ahí, que yo no había copiado en mi vida, que nosabía lo que era eso? Pero un montón... pues de chuletas allíencima de tu..., encima de tu pa..., de tu hoja, de tu folio,que no había puesto ni mi nombre yo en el folio todavía, yque no sabía qué hacer con aquello, y me dice el otro: "Quepongas la hoja encima". "Si no puedo fe, jel"."Que sí, hom-bre, que pongas la hoja". Y yo pongo la hoja encima y se que-daba toda la hoja abultadita (...).

Resulta de interés advertir que en este mismo corpus de lengua cultala est¡uctura replicativa con si aparece también utilizada no en frag-mentos de discurso referido, sino en la interacción directa; ahora bien,no en las entrevistas guiadas, sino en las conversaciones correspon-dientes a "grabaciones secretas", durante las cuales los hablantes nosaben que están siendo grabados, por lo que interactúan con muchamayor informalidad y fluidez -los turnos de habla son notoriamentemás cortos que en los diálogos dirigidos-. Los participantes en las con-versaciones (secretas> son estudiantes que han sido convocados y char-lan espontráneamente entre ellos mientras esperan para realizar más

52 EsteUa Montolío htrá

tarde la entrevista "seria" que ha de servir para recoger el corpus corres-pondiente a la norma lingúística culta de la ciudad. El intercambio si-guiente procede de tales diiilogos "secretos" (ibid.: 400):

(26) - A; Oye, yo a las seis también me quiero ir. Que me gustaríair a buscar a mi madre a cuuia, Si no, me voy directamente alteatro.

- B: ilol Tampoco nos vamos a poner a hablar de trapos.- A: ¡Ahí esuíl Es que, o sea, lo ideal sería buscar un tema así,

þm si no tenemos nada preparado! Lo podría haber (...) Es-

tamos a tiempo.

4.4. Val,or argumm.tatiao

4.4.1. Så reþlicøtiao: intuoductor dz argtmmtos

Desde el punto de vista de la Teoría de la Argumentación (Ans-combre y Ducrot, 1980), el conector si de estas estructuras introduceargumentos, y no conclusiones. El hecho de que este si replicati-vo sea

un introductor de argumentos implica que esta construcción manejesiempre información implícita, f" qr. la conclusión no suele aparecerlingirísticamente explicitada, sino que el oyente ha de iecorrer de ma-nera inferencial el procFso interpretativo que ha de llevarle desde lapremisa que le proporciona la estructura con si hasta la conclusión a

la que debe llegar é1. La glosa de cualquiera de los ejemplos utilizados,por ejemplo, la del intercambio "clásico" procedente de la C¡a¡ná,tica deSalvá, permite comprobar la naturaleza inferencial de la conclusión ala que indirectamente conduce esta estnrctura replicativa:

(2) - ¿Y la Inesita?

- Si acabo de entrar

El hablante que responde "si acabo de entrar" no expresa una pro-posición conclusiva, como sí lo sería una explicación del tipo "no puedoresponder:te nada acerca de la Inesita, porque acabo de entrar y, enconsecuencia, no sé nada acerca de ella". En síntesis, la estrategia ar-gumentativa que llevan a cabo estas estructuras podría representarsecomo siguelg:

¡Si nunca lu dicho qw estuaiøø mamorada d¿ él! 5Z

(27) - A: Q- B: -(pero) si p

De donde ambos interlocutores, A y B, interpretan:

(28)- tsi P (argumento explícito), enronces e es incorrecta, ine-xacta, sorprendente o no es compartida por B (conclusiónimplícita¡ lzo.

O, formulado en orros rérminos: [si þ, ¿þor quz has d.icho q?]. (Sobrela paráfrasis general de esta estructura volvèremos en $ 6.1).

Adviértase que, de hecho, la estructura replicativa con si no sueleser compatible con la expresión explícita de una conclusión, comomue$tra la inadecuada versión (b) del intercambio siguiente:

(29) - ¿Por qué has abierto la ventana?(a) - Pero si no he sido yo(b) - #Pero si no he sido yo; por tanto/entonces, no tienes

que preguntarrne a mí nada acerca de esa ventana,porque nada sé.

L,a respuesta de este intercambio aparece marcada con el signo #Porque resulta un tanto extraña. sin embargo, el mismo enunciadã queaparece en la respuesta de (29) resultaría perfectamente posible si enlugar de considerar la estructura con si entoñadvamente .oiro rr" .o.rr-trucción replicativa, la tomáramos como una prótasis condicional ,,es-

le Tomo el esquema b¿ísico de Schwenrer (1996: 340)

20 Puesto que la conclusión a Ia que induce esta construcción es de carácter infe.rencial, debe ser cognitivamente accesible para el oyente; esto signifìca que en el con-texto ment¡l del receptor (es decir, el conjunto de conocimientd, suposíciones, creen-cias y expectativas.de los que er hablanæ ãirpone y que utiliza a la hór¿ de interpretarun enunciado) debe estar integrada la relación informatir¡¿ que permita derivar Iä con-clusión adecuada. a partir de ia premisa que le proporcio"i la estn¡cturÀ replicatilacon si fuí, por ejemplo, en el siguiente dielogo ie produce un .corrocircuiton comu-nlcauvo porque el hablante ha err¿luado erróneamente læ posibilidades de las que die-ponía su oyente para relacionar la premisa int¡oducida a través de si con la ionclu-sión (implícita) que el hablante esperaba (incorrectarnente) que su oyenæ podríadeducir:

- ¿Þé øl la clase de Tai{hi de hoy?- Si hoy no iba a inglés,

¿'t?

- Pues qu_e I! plo voy al gimnasio los díar que voy a Ia academia de inglés, por-que están al ladtr.

- .Aâaahhh, bueno. No Io sabía.

54 EstnIIa Montolío Drrán

tándar", en Ia que, en consecuencia, se produce un mantenimiento deltono, Nótese que cuando interpretamos la construcción con si comouna estructura condicional y no como una construcción replicaúva, se

deshace la unidad entonativa de la combinación de partículas þao y si,

que p¿u¡an ahora a constituir dos unidades tonales diferentes:

(29c) - Pero, si no he sido yo, entonces no tienes que preguntarmea mí nada acerca de esa ventana, porque nada sé.

Adviértase que, en cierto modo, el esquema replicativo con si cons-

tituye una estructura de razonamiento, ya que se Presenta una premisade la que se derila una conclusión. La característica argumentatil"a de

constituir una estmctura de razonamiento deductivo por el cual la cláu-

sula que aparece explicitada (þero si no lw sido 1o) inuoduce un argu-mento que conduce (de manera inferencial) a una conclusión implí-ciø (¿þm qui has dicho Ql) relaciona estrechamente las .construccionesreplicativas con el tipo de construcción condicional que Sweetser (1990)distingue como condicionales Eßtimica#t, caracterizadas, Precisamente,por el hecho de constituir un mecanismo de razonamiento por el cual

la prótasis expresa la condición suñciente que permite al hablante con-cluir la verdad de la apódosis (cfr. 1990: 124). En este sentido, Sweet-

ser (1990: 128) parafrasea el significado de tal tipo de condicionales enlos siguientes términos: usi sé que X es verdad, entonces, conchryo queY' (la cursiva es de la autora).

uEpistémica" es el tipo de construcción condicional a la que res-

ponde la oración siguiente: si Paco no fue a esa fustø, es þøquc no qttøíaencontrorse con su ex mujø. Como refleja este ejemPlo, en las condicio-nales epistémicas el contenido de la próøsis no constituye una infor-mación hipotética, sino factual: el hablante realmente søbe -no suþow,

como en el caso de una condicional prototípica y, por tanto, hipoté-tica- que Paco, efectivamente, no fue a Ia fiesta, y utiliza ese dato, que

constituye una aserción y no una suposición, Para presentar el razona-

miento bqjo forma condicionaln.

¡Si nunca h¿ di¡ho quc estuaiøa mammada, d¿ ét! 55

La coincidente naturaleza factual, es decir, de información "dada",que presentãn tanto la estructura replicativa con si que estamos anali-rando como las prótasis epistémicas (también las condícionales þara a.ctosd¿ habla o condicionales "indirectas", como veremos) será utiiizada denuevo en el apartado 6, cuando argumentemos a favor de la originariafiliación condicional de este esquema replicativo.

4.4.2. Si ¡r pero como conectmes contrøørgumentatiuos

- También con respecto a su naturaleza argumentativa, sa'presenta r"¿-lores en común co.' þerc, Ha de recordarse que er conectof adversativoperc puede introducir tanto directamente la conclusión, como la premisapresentada como más "fuerte" desde el punto de vista argumentativo deentre las manejadas, Y gue, por tanto, inclina hacia una determinadaconclusiónz3. Así, por ejemplo, si una amiga formula ante nosotros elenunciado "Roberto está casado, percme gusta", fácilmente podemos con-cluir que aunque se acepta la existencia de un obstáculo posible para larelación (a saber: "él está casado"), se desprende que lJpremisà.gurtar" es más fuerte que el obsráculo posible, / gue, en conìecuencia, esprobable que nuestrzt amiga continúe su relación con Roberto.

Sin embargo, los valores contraargumentativos de si y þerc se drfe-rencian en que el conector p¿ro presenta el argumento más fuerte deentre todos cuantos están en liza, aunque admite ømbién al mismotiempo la coexistencia de otros argumentos o premisas posibles (así,por ejemplo, en el enunciado del último ejemplo, ibøro introducía el ar-gumento más fuerte (*me gustau); ahora bien, se admitía la existenciadel cont¡aarg-umento posible para la relación sentimental que consti-tuía el estado civil de Roberto).

Por el contrario, el si replicativo no concede la existencia paralelade otras premisas aceptables diferentes de la que él introduce, sino quepresenta la única información considerada relevante de entre todas lasmanejadas, sin conceder plausibilidad a otras, ni siquiera entendiéndo-las como argumentos "débiles". Nótese que, en efecto, la construcción

2l L¡s otros dos tipos dc estructuras condicionales diferenciados por esta especia-

lista ¡on (i\l conhú cotttlitionak (o condicionales hipotéticas) y (íi\ sþæch a¿l conditionah(o condicionalcs píua actos de habla).

?2 [,a natur¿leza de información "dada" que tiene la próøsis en las condicionalesepistémicas se corrobora ante la facilidad con la que este tipo de cláurulas subordina-da¡ admiæ l1a inscrción de ¡ccuencla¡ "evidenciales" tales como efccthtamatte/corø ata,bas ù fuir/tzly cottoþtditþs conþmùm, etc.; compruébese en el ejemplo propuesto: si

Pa¿o, ¿læthta¡w¡tt¿ /como acabas il¿ fuci¡ /tal y como þudimas comþrobdl 'ito fiiz a esa fiesø,cs þorflu ru qteña ct¿tllrzrse con su æ muiar.

De hecho, como señala Akatsuka (1986), el carâcter no hipotético, gino semifactualde la prótasis caracæitza, muchas construciones condicionales tlpicas de la lengua oralcomo, por ejemplo, si qa h¿blanos ù "fuh|, lrq hablßrânôs d¿ balmæstn o si ao chicø esguaþa tú aa Cl¿udi¿ Sehiffa, C-lcrmo se ve, amba.s esructuñß condicionales manejan enlas próøsis aserciones, y no suposiciones ("ayeç en efecto hablamos de fritbol"; "esa chicano es guapa" (dado que tú, indudablemenre, no eres claudia schiffer)). sobre estos tiposde estructura¡ condicionales en español puede verre Montolío (lggg: $ 57.9.1).l! En este sentido, véase, por ã¡.-pto, portolés (lgg8: tGll).

56 Estrclla Montotío Durán

replicativa con si no admite la existencia simulránea como argumentoaceptable de otra premisa que no sea la que introduce la propia cons-trucción. La inadecuación de la respuesta del intercambio que-sigue ra-dica, precisamente, en la imposibilidad de combinar la proþosición queintroduce si con otros argumentos:

(20) - ¿Por qué has abierto la ventana?(c) - #la habitación olía raro. Pero si no he sido yo

5. SosRE EL MEcANrsMo DE LA nÉpucn.Cor.¡sIorRAc¡oNEs rEóRrcAs

La réplica realiza una función interactiva caracterizada por ser unenunciado que remite a la enunciación; es, por tanto, de naturaleza me.tacomunicativa (Moeschleq 1980, 1982). Ahora bien, la réplica no siem-pre es un fin en sí misma. Así, por ejemplo, cuando se interpela al ha-blante para llevar a cabo una acción (como en los intercambios (4),(8), (9), (10), (f f) y (12), la réplica expresa también unajustificación:el hablante justifica mediante lo expresado en esta estructura por quéno va a realizar lo que se le ha solicitado; de ahí la frecuente presen-cia de la secuencia justificativa si es qu en esrls construcciones. Obsér-v€se que en algunos caqos (cuando está implicada una primera personagra¡natical) la introducción de es quz luauza o mitiga el carácrer refu-tativo de la estructura:

(30) - ¿No haces fotos?

- Si es que tengo la cámara estropeada.

(8') - Dale recuerdos a Ana de mi parte esta tarde cuando la veas

- Si es que no he quedado con Ana.

(9') - Prísame un trozo de pastel.

- (Pero) si es que esrii ahí.

La construcción (þem) si es qu suele expresar, pues, una objecióncon la que el hablante justifica por qué no va a ller¡¿r a cabo lo que seespera de é1, En otras ocasiones, en cambio, y cuando no se solicita unaacción del interlocutoç la réplica parece ir encaminada a recordar alreceptor un dato o información que no parece tener en cuenta o quecontradice su posición, por lo que la inserción de es qru en ese cnso yano resulta tan verosfmil, como demuestra lo inadecuado de Ia siguienteversión de (3):

¡Si nunca lu dicho qtu estuaiøa mamo¡ada d¿ ét! 57

(3') - ¿No han llegado aún David y Virginia para cenar?- #Pero si es que vendrán -.á.rr..-

Dado que el hablante que abre er intercambio no solicita una ac-ción del interlocutor -más allá de responder "sí" o 'no'-, ni está inte-rrogando al interlocutor acerca de uná acción de éste, no tiene sen.tidoque_el hablante se justifi.que; de ahí la inadecuación del uso de es quê4.

I-a réplica que expresa este esquema encabezado por si .o.rrút ry."".b.":1 ejemplo de la negociación conversacional que subyace bqjo laactividad dialógica. cuando el hablante utiliza esta estructura está co.municándole a su interlocutor que debe reconsiderar alguna de las pre-misas o presuposiciones pragmáticas que estaba manãjando ha¡ta ermomento, porque hay algo en ella inadecuado o chocantess.

[,os mecanismos de réplica, en general, y este esquema con si, en con_creto' muestran la agilidad y fluidez de la continua construcción conjuntadel significado conversacional que ller¡an a cabo los interlocutorei; lascláusulas con si de v¿lor refutativo sirven tanto para recordar una pre-misa compartida que el interlocutor parece habei olvidado (como mues-tral, por ejemplo, los intercambios de (2), (10) o (14)), como para in-troducir una información nueva, que resulta desconocida por

"qnél 1ué"".diálogo de (13)), como, muy esþecialmente -puesro q"à ert" parece lafunción más frecuenre-, para iorregir ,rtt" p..r.tposición inädecuada(como reflejaban,..tt. oúo*, los ejeäptos ae 1t¡, iS), (¿), (b) y (g)zo.

En todos los casos, la enunciación de la premisa introducidá por slconstituye una solicitud por parre del hablänte hacia su interlocutorpan que éste revise alguna de las suposiciones que eetaba manejando.Ello puede fácilmente adverrirse en là discusión ãe pareja q.r" "þr."."

2{ I-os. an¡ilisis espectrogníficos de enunciados replicatìvos int¡oducidos por la se-cuencia s!.es quz en los que,, por conr.rasrre con los a¡rreriores de (t0), (g') y (9'), apa-rece implicada una seg'nda peßone gramatical (por ejemplo en el enunciadó queconstituye la primcra ocurrencia de estc tipo de eitructura-en el diálogo de (2li asaber: s¡ es {rt no nu cucnta' na.da/w nu amtas¡ mue¡tran un realce påsódico de æ

fq q)e sc demuestr¿ en la elevación de Ia cun¡a melódica precisamente sobre la rea-lización de esta secuencia. Ello parece reflejar el r¡alor pogáti.o de la migma. Dirfa-se, Pues, que en erte tipo de casos (si es qu + 2.r pcnona gramatical) la presencia deæ qtu refuerza el contrastc contraargumenativo gui expresa-la estructura, iefuerro quese refl eja entonativamente.

s como señala schwenter (1996; 328): "the conrmon thread running through theexamples presented in this s€crion is thar they all deat with correcting orìnoairyiig ,r"-derlying pragmatic pressuposiriorx that have been evoked (or inferred-) in conveí¡aùon'.

zo !-n este senddo, resulta especialmente revelador el fragmento de convcrsaciónque aparece en (21), ya que de las cinco ocurrencias q,r.

"p"îe.en de esta estructura,

cuatro -todas excepto la primera- tienen como funcióñ corregir una presuposición in-correctå que estaba manejando el intcrlocutor.

58 F.stnlla Montolía Durán

en (21), a lo largo de la cual la muchacha utiliza la esrrucrura con (þøo)si para indicarle a su oyente que está manejanclo una presuposiciónpragmática equivocada (como, por ejemplo, que ella estií pidiendo mrísseñales de demostración de afecto, o más tiempo, que esrá acusándolode portarse mal con ella, etc,).

5,1. El esqøna reþlicatiao il¿Ãd¿ t^a Teoría d¿ la, R¿leuancia

Desde la perspectiva de la Teoría de la Relerancia (Sperber y Wil-son, 1986), se puede interpretar la función de esta constnrcción, re.mada en su globalidad (en concreto, la conjunción de los rasgos gra-maticales siguientes: (i) si como partícula inrroductoria; (ii) frecuenteanteposición enfática de pøu, (iii) patrón ronal caracrerísrico; (iv) pre-sencia exclusiva del modo indicativo) como un indicador de ostensióninformativa, ya que la combinación -o "constructivización"J1 de todosestos ra¡¡gos sirve para señalar la importancia informativa de la propo-sición que se introduce, de la que se indica que constituye la única pre-misa relevante de todas las procesables en el contexto conversacional.De hecho, como se ha expuesto, la introducción de la proposición quese presenta como "la" relertante indica, al mismo tiempo; que alguna delas suposiciones manejadas en la conversación -sea implíc1ta*.rrt., ,."de manera explicita (por ejemplo, por haber sido recién enunciada porel interlocutor)- es errónea, sorprendente, absurda o, simplemente, nocompartida por el hablante que replica.

Desde el punto de vista del modelo relevantista, presenta especialinterés el aniílisis de la señal de ostensión que conforma esta construc-ción. Primero, porque $e trata de un indicador que pone de relieve no

27 En este punro, comparto la hipótesis de Fillmore, Kay & connor (1988) segrinla cual: "It ha¡ secmed to us that al large part of a language user's competence isto be described as a repertory of clusters of information including, simultaneously,morphoryntåctic patterns, scmantinc interpretation principles to which these are de-dicated, and, in many cases, specifìc pragmatic functions in whose service they exist"(1988: ó34) ["Nor ha parecido que una buena parre de la competencia del hablantedeberfa ¡er dcscrita como un rcpertorio de "racimos" de información quc incluyen,simultáneamcnte, (i) regularidadec morfosintácticas; (ii) principios de interpreta-ción gemántica relacionadog con aquéllas, y muy frecuentemente, (iii) funcionespragmáticac cspecfficas al ¡ervicio de las cuales existen tanto unos como otras (estoes, tanto los principios semántico¡ como las regularidades morfosintácricas)"]. Lamisma idca expreoa Goldberg cuando expone al inicio de su trabajo: "That is, it isargued that con¡tructions them¡elve¡ carry meaning, independently of the words intåe ¡entence" (1995:1).

Esø micma perapectiva teórica sc explica en nuestros trabajoa (Montolío, lgg6,1998) al análi¡i¡ de algunas estructu¡Írs adverbiales impropias, caracterlsticas del es-pañol converuacional.

¡Si nunca h¿ dicho qtu estuuina ntamoraÅ.a d¿ éI! 59

sólo la relevancia informarila de la proposición que.le sigue (aspectoal que se dedican, en general, en general los trabajos realizados àesdeesta teoría), sino también porque señala, al mismo tiempo, la impro-piedad o inadecuaéión de alguna premiEa manejada por.i int.tlocutoren la conversación. En segundo lugar, el análisis ds esta construcciónreviste interés desde esta perspectiva teórica porque se trata no del aná-lisis de una unidad lingirística aislada, sino del esrudio de toda una cons-trucción, entendida como la combinación sistemática de una serie derasgos fon ológicos, mo rfológicos, sin rácdcos y semántico-pragmáticos.

6. ¿Sr rnera DE coNsrRUccroNES coNDrcroNALES?

6.1. Sobre cond.icional¿s ind,irectøs

La hipótesis que aquí defendemos es que estos esquemas con sa'pro-ceden originariamente de estructuras condicionales cuyas próøsis hanllevado a cabo un proceso de gramaticalización. A nuestro juicio, y con-trariamente a lo sostenido por oros tratadistas que defienden que esrasestructuras no se relacionan con la .expresión condicional (por ejem-plo, Contreras, 1960), es posible considerar esres construcciones cämoprimitivas estructuras condicionales sistemáticamente fragmentadas, enlas que, aisladamente, primero, y de manera sistemática, después, em-pezó a aparecer sólo la prótasis y a omitirse sistemáticamente la apódosis. La elisión sistemática de la cláusula principal se hizo posible por-que la reconstrucción de ésta resultaba sencilla para el interlocutor, porser siempre Ia misma; a saber: ¿pü qIß has dicho Ia quz acabas d¿ d¿cir?

Nótese que, en efecto, todos y cada uno de los ejemplos sincróni-cos de esquemas replicativos con si que se han analizado en las páginasprecedentes pue.den ser "reconstruidos" como oraciones condicionalesesrándar insertando esta misnia secuencia anterior ('¿po. qué has dicholo que acabas de decir?") en la apódosis:

(2') - ¿Y la Inesita?

- Si acabo de entrar... l¿por qué me preguntas acerca de la Ine-sita?/(¿por qué has ¿iitro io qu. àcaÈas de decir?)l

(8') - Prásame el pastel, por favor- Si estás a régimen,.. l¿por qué me pides que re pase más pas-

tel?/(¿por qué has dicho lo que acabas de decir?)l

(15') - Mira, yo te quiero, pero no puedo demostrártelo- Pero, si yo no te pido que me lo demuestres... [¿por qué me

dices que el problema es la demostración?/(¿por qué hasdicho Io que acabas de decir?)l

60 htnEt Mantotln Durán

De hecho, la archipanífrasis correspondiente a todas y cada una deIas estructuras replicativas analizadas aquí, como ya adelanrábamos enel esquema de (28), es: "si p (cualquier p), ¿por qué has enunciado loque acabas de ênunciar?", o, formulado en otros términos; [sl' þ, ¿þøquz dices q?l

La estructura condicional lsi þ, ¿þor qu,e dices l?l no es sino un suþtipo de las condicionales indirect?q -es deci¡ condicionales no están-dar-; en concr€to, el subtipo de condicionales indirecus en el que laprótasis acompaña a una apódosis no asertivazs. Éste es el caso tanto delas estructuras condicionales con una cláusula principal imperativa (porejemplo, si quicre mantøtsrse informødo sohe su ciudø,tL, lpø

-Metwþotitan),

como de las estructuras con apódosis interrogatiVâ, ra¡¡o total (áet tipo:si eI jueues os uø biøt, ¿aendriæ a, cenar con nosotros?), como parcial (si erestøn listo, ¿þØ N no øtvgla.s tti el orilenadm?).

- En general, las prótasis de las condicionales indirectas, de las queforman parte las estructunrs con si de apódosis no asertivas, se caracte-rizan desde el punto de vista lógicesemántico por el hecho de que laverdad de la cláusula principal o apódosis no depende del previo cum-plimiento de la condición expresada por la prótasis. De hecho, se trarade condicionales de la enunciación, y no del enunciado, lo que explicaque en ellas la prótasis no esté subordinada con respecto de la apódosis, sino que ocupa una posición sintáctica por encima de la oración,ya que funciona como un comentario metadiscursivo, al estilo de lo quela tradición gramatical anglosqjona ha denominado l'disjuntos estilísti-cos" (srylø d,isjuncß) (Q¡rirk et ølü: 1986), y la escuela;funcionalisra ho-landesa "satélites ilocutivos" (illncationøry søteltit¿s ) (Dik, I 990) .

Así pues, en las condicionales indirectas las cláusulas concurrentesno están ligadas por una relación de implicación o dependencia lógicadesde el punto de vista semántico, y tarnpoco por una relación de su-bordinación en el nivel sintáctico, ya que la cláusula subordinada man-tiene una mayor independencia. Tal independencia sintáctica entre cláu-sulas se traduce en el nivel morfosinrácdco en el hecho de que no seestablece una correlación modal-temporal estricta entre prótasis y apôdosis, a diferencia de lo que ocurre en el caso de las condicionales pro,totípicas. La libertad en la correlación de tiempos y modos que mues-tran las condicionales indirectas puede comprobarse en la nueva versiónde la paráfrasis del ejemplo de (15):

I

(15") - Si yo no te pido que me lo demuest¡e$, ¿por qué me di-jirt¿/ d¿cíøs/has dfuho/di¡es/uas a dzcir/d,irtu eso?

¡Si nunca h¿ dicha que estuuiera mamorad,a d¿.él! 6lPor otro lado, las condicionales indirectas se caracterizan también

Po^r presentar bqjo forma hipotética (es decir, introducida jo.-rf ,rruinformación que, de h::1", .fú yu asertada conrexrualmente _sea porla enunciación previa del interlocútor, sea por la situación_, al iguat qu.ocurre también en el caso de las prótasis äe condicionales epii.émicas,como se vio en S 4,4.1.

La naturaleia "dada" de la información que aparece en la prótasisdr. *-* subtipo de condicionales explica que, como en el caso de lasepistémicas (u'id^ notz t2), las condicionaie, 'rJi...*,

."yJ på"rf_presentån siempre carácter asertivo, es deciç informacián ,r'o ,,ip,raro,sino ya aslmjda, acepten la inserción de secuencias "evidenciales,i comomuestra el siguiente diálogo:

(31) * trlaRan,a iré a correr a primera hora- Pues si, como tú dices/m efecto, vas a irlirásze a correr a pri-

mera hora, ¿por qué has quedado .o., loììIi.nËiã lu, o.hode la mañana?

El intercambio de (3r) nos sirve iguarmente para señalar otro delos rasgos peculiares de las condicionaËs indirecrÅ que compar,. o--bién el .esquema replicativo con si. El carácter no sórå asertivå (en con-creto, de aserción encubierta b4io si), sino también ecoico de la infor-mación introducida por la prótasis en la respuesta de (31), permite Iaaparición de tiempos de fururo tras la partíclla condicion^il'1riaøs o ¿,a conn), combinación que no resulta aãmisible en las estructuÃcon-

dicionales prototípicas. De ahí que ra inserción poriut.-ãet-tur*" ""las construcciones replicativas nä constituya en rearidad un contraar-gumento respecto de su originaria filiación condicional, ya que, comose ve' no son desconocida-s ras estructuras condicionaler a' i* que esposible encontrar también tiempos de futuro en la prótasis.

_Nótese que además de la aCeptación de los tiempos de fururo, lasprótasis de las condicionales indirãcøs rechazan el subjuntivo, de nuevoal igual.que el esquema replicativo con si {omo refle¡aba er intercam-bio de (5)-, tal .omo muerira lo inadecuado de Ia sigriiente versión deldiálogo de (31):

(31') - Mañana iré a correr a primera hora.- *Pues si aaya.s a ir/jtcras a correr a primera hora, ¿por qué

has quedado con los clientes a las oåho de la mañña?

28 ltd Quirk et alü, 7985; para el español, véase Monrolío (1999:g57.4.3.1)_-"Ï_YTt: que, de hecho, la presencia del futuro sintédco, aunque posible, resultaDirsÞnte más fonada que Ia del fururo analítico.

62 Estrella Montolío Durán

Desde el punto de vista semántico-pragmático, las condicionales in-directas de apódosis no asertivas (imperativas o interrogativas) se ca-

racterizan porque en todas ellas la prótasis desempeña la función dis-cursiva de introducir una información que justifìca y, por lo tanto,presenta como comunicatir¡amente relelante, la interpelación impera-tiva o interrogativa que le sigueå0. Así, por ejemplo, en la respuesta queaparece en el enunciado de (31), en caso de que la apódosis hubieraaparecido sola (¿þor quá has qwdado con lns climles a las ocho d¿ la rna-

ñ.ana?), sin estar precedicla de la próusis si uas a ir a correr a primøahøø, el interlocutor fácilmente habría podido responder algo así como"¿y por qué no iba a quedar?", o "ya sabes que cada lunes quedo a las

ocho de la mañana", o algún enunciado semejante. Como se ve, pues,la anteposición de la próusis si uas a ir aI girnnasio a þrimma hora rtenecomo función guiar al oyente en su proceso de interpretación del enun-ciado siguiente, con el objeto de que entienda el porqué de la inte-rrogación que se le plantea. Es en este sentido que los especialistas con-sideran que este tipo de prótasis funcionan a modo de garantes de larelevancia del enunciado contenido en la cláusula principal3l.

Nótese que en el caso del esquema replicativo la claúsula con s¿ de-sempeña esta misma función periférica, supraoracional, de guiar el pro-

30 [.a interpreøción de que algunas prótasis tienen como $rnción salrraguardar larelevancia del contenido de la apódosis -o, en otros términos, de que tales prótasis se

encargan de garantizar las condiciones de felicidad de lo expresado por la cláusula

principal- aparece ya en Ducrot (1972: 155) en relación a enunciados condicionalespopularizados en la bibliografia especializada por Austin (1962) tales como si litttcs xd,høy cøra.a an In n¿uera. Resulø de interés señalar la relación de este tipo de enun-ciados condicionales'à la Austin' con los de apódosis no asertiras que estamos anali-zando,ya que el primero es fácilmente parafraseable en términos de condicionales in-directas de apódosis imperatira o interrogativa; compruébese: si times sed, ha1 c?r'uøÃ,

m Ia na)ara/ coge una cmteza ¡l¿ Ia nete¡a / ¿þor qui no coges una centez,a d¿ la nanra?- Ad'viérUse quc los tres enunciados compart€n un mismo ralor ilOcutivo de invitación o

"permiso"; igualmente, en los tres cagos la próøsis cumple la misma función de "ga-

rante" de la relevancia comunicativa de la apódosis o cláusula principal'ta distinción de un tipo de estructura condicional en la que la prótasis Provee una

base para llcr"a¡ a cabo de maner¿ comunicatiy¿mente afortunada el acto de habla ex-

presado por la apódosis explica la extendida denominación de condicionales "para

ãctos de habla" (sþach act conditionak), denominación utilizada, por ejemplo, y entreôtros especialistås, Por van der Auwera, 1986; Dancygiea 1990 y Sweetser, 1990 -y tam-

bién en los diferentes trabajos comunes posteriores de estas dos autorar)' En la t¡a-

dición hispánica, se han ProPuesto los términos condicionales ilocutiaos (Moreno Ca-

brera, 1990: 202, siguiendo a Dik' 1990: 2b2), así como condicionales nguløtiaas(Montolío, 1993a, inspirado en Caron, 1988).

5l Una explicación del v'alor procedimental de esøs prótasis desde la penpectirade la Teorfa de la Relevancia, aparece en Haegeman (1984). Véase Montolío (1990,

1992, 1999:$57.4.3), para el español.

¡Si nunca he d,icho qru estuvie.ra mamarad,a d¿ ál! 6g

ceso interpretarivo del oyente. fuí, por ejemplo, y retomando una vezmás el ejemplo clásico aportado por Salvã:

(2) - ¿Y la Inesita?

- Si acabo de entrar

parece-claro que Ia cláusula introducida por si ("acabo de entrar,') tienecomo función señalar por qué no es relãlante el enunciado previo delinterlocutor ("¿dónde esrá Inesita?"); esto es, si inrroduce la ini'ormaciónque. explica por qué el hablante esrá llevando a cabo una réplica (¡siacab.l dz.ytryr!,'"así que ¿cómo quieres que sepa algo de la Inesita?,;),explfuación ésta que ya se postulaba en el årqr.-" prãsentado bdo (2g).

Como se ve, en las €structuras replicativas, la ,;pista" o .,guíi' inter_pretativa que lleva a cabo la prótasis consiste en señalar al iãterlocutordónde debe buscar las razones de lo inapropiado del enunciado queacaba de expresar.

6.2' sobre el þroc¿so dc gramnticalización d¿sd¿ r.a condicional indirectahasta eI esqutma reþlicatiuo

Tal como expusimos en el apartado anterior, nuestra hipótesis esque la construcción replicativa con si se ha gramaticalizado desde suprimirivo origen de condicional indirecta hasta constituirse en una con-trucción autónoma. De hecho, las estructuras replicativas muestran losrasgos característicos del proceso de gramaticalización identificados porlos especialistas (aid., especialmente, Hopper, 1gg1, y Hopper y Trau-gott, 1993)32. De esre modo, en primer luga¡ es de'notaique el co-nector si ha perdido transparencia semántica; en concreto, hà ido des-dibujando su capacidad para expresar 'hipótesis'. Ahora bien, la pérdidadel contenido semántico de la partícula se ha visto compensada por eldesarrollo de un significado de tipo discursivo, ya que la estructura, ensu totalidad, se ha especializado en una determinada función discursivaclaramente intèractiva: la réplica, Los especialistas asumen que el pro-ceso de gramaticalización se caracteriza desde el punto de vista semán-tico-pragmático precisamente por el hecho de que se produce una sub-jetivación del significado (Traugon, lg89; Traugott y Kénig, 1988, 1gg1),tal como ocurre en el esquema que estamos analizando.

. . El proceso de gramaticalización conlleva paralelamente a la adqui-

sición de un dèterminado signifìcado discursivo un reflejo en el nivelmorfosinrácdco, que suele consistir en el bloqueo de la capacidad de

-_ll_fub.:þ teoría de la gramaticalización, en español, véase especialmente Cuencay Hilferty (1999: g 6).

64 htnlln Montolío Durán

flexión. Esto es lo que de algún modo ocurre con la forma verbal im-plicada en la estructura replicativ¿ con si, ya que, como se ha visto,pierde la capacidad de flexión en subjuntivo (proceso ésre de rutiniza-ci6n morfológica que ya se advierte en las propias condicionales indi-rectas originarias). Como ya se señaló, esta pérdida de morfología modales¡á obviamente relacionada con la paralela pérdida semántica de la ca-pacidad de expresar la noción de 'virtualidad'.

La gramaticalización suele afectar también al plano fonológico, Ioque generalmente se traduce en una reducción dãl cuerpo fón"ico deltérmino afectado. En este caso, sin embargo, la afección del nivel fo.nológico consiste en la "adquisición" de una curv-¿ entonativa peculia¡diferente de la propia de una claúsula subordinada como es una prótasis condicional.

En realidad, el proceso de "independización" desde una originariaprótasis condicional hasta una estnrctura autónoma especializadaìn lle-var a cabo una determinada función discursiva no es desconocida en elámbito de las oraciones condicionales. Piénsese, por ejemplo, en se-cuencias como si tts þlau o s'il aous plnît del catãlán y del francés, res-pectivamente, que muestran su origen condicional ¡ de hecho, puedentodavía funcionar como prótasis de condicionales indirecras, como seaprecia en: sTl voru þl.aît, approch.a-moi ce libre, si bien se han convertidotambién en esquemas más o menos formulizados que pueden funcio.nar autónomamente,

Del mismo modo, las estructuras autónomas características para prc.poner un plan común, del tipo ¿y si fuésanos/vømos esta noclte aI ciræ?,úenen probablemente, en su origen, una condicional "truncada" del es-tilo: 1 sr fuésetnos/aamas aI cine esta noclu ¿qui os pareceríø/þarece?, en laque la prótasis desempeña la función de atenuar la invitación o prGpuesta a fin de que no resulte excesivamente imperatilass.

Tanto en el origen de si ¿s þl"u y s'il oous þla,ît, como,en el de ¿1s¿....? nos encontramos ante prótasis de condicionales indirectas frag-mentadas'4. Las condicionales indirectãs, como se dijo, constituyen es-tructuras condicionales periféricas, no centrales o prototípicas, caracte-

¡Si nunca h¿ d.icho qtu esluubra mamorada d¿ él! 65

rizadas por una relación más libre entre las cláusulas, así como por -lores funcionales esencialmente pragmáticos.

Fl hecho de que sean precisà*"nte las condicionales indirectas lasprincipales "proveedoras" de estnrcturas independientes con sl especia-lizadas en funciones discursivas de tipo interactivo puede también serexplicado desde la teoría de la gramaticalización.

En efecto, esta teoría ya considera la tendencia a que sean justa-mente los elementos que se encuentran en la periferia y no en la zonaprototípica de un determinado iimbito semántico los que experimen-ten desplazamientos semánticos de subjetivación, así como los corres-pond,ientes reflejos gramaticales.

Por otro lado, téngase en cuenta que resulta esperable que, dentrodel espectro de condicionales indirectas, sean, en concreto, las indi-rectas de apódosis no asertilas las que con mayor frecuencia den lugara construcciones independientes, caracterizadas siempre por su impor-tante contenido perlocutivo, es decir, por acarrear gran especializacióndiscursiva. En efecto, dada la naturaleza de la apódosis de este tipo decondicionales (formas del imperativo y de interrogación directa), éstassólo pueden aparecer en registros conversacionales, en los que la ape-lación al interlocutor -función de la que la pregunta directa y el im-perativo son dos formas posibles- constituye uno-de los rasgos distinti-vos. De hecho, el análisis de ejemplos procedentes de corpus parecedemostrar que las condicionales indirectas de apódosis no asertivas se

usan básicamente en los fragmentos de conversación más interactivos,menos monológicos; esto es, cuando los hablantes están negociando,esrán intentando conseguir algo del interlocuto¡ y el turno de hablafluye entre ellos, sin que ninguno lo acapare.

De hecho, en el paso desde una condicional indirecta de apódosisno asertiva hasta un esquema autónomo con si de carácter replicativose observa Ia veta común de que ambos tipos de estructura aportan grancontenido conversacional, pero se advierte también que la diferencia-ción o individualización de la específìcamente replicaúra respecto de Iacortdicional se ha llevado a cabo a través de un proceso que ha impli-cado la especialización y la subjetivación del valtrr discursivo expresadopor el esquema independiente.

Ambas estructura.s -condicional indirecta y esquema replicativo-comparten, como se ha visto, (i) Ia independencia sinráctìca de la cláu-sula con s¿; (ii) la parcial fosilización de la morfología del verbo; (iii)la función pragmática de la proposición introducida por usi" como ga-rante de la relevancia de la conclusión; ambas estructuras comPartenigualmente (iv) el contenido no hipotético, sino factual de la cláusulacon sq es clecil en ambas construcciones si þ equivale a dado Eu p,

Ahora bien, mientras que en la construcción condicional indirecta

s3 M, Grevisse (1988: 630) ee muestra de la misma opinión acerca del origen deestas estructuras en francés: "Nous avons sûrerûent, du point de nre de I'origine, uneproposition conditionnelle à laquelle on a eu recours pour ne pas présentei I'in.,rirr-tion d'une manière tr¿nchante ou imperieuse",s No deja de resultar de interés para el investigador que enrre diferenres tipos deconstrucciones subordinadas adverbiales (en concreto: temporales, condicionaleì, cau-sales y concesivas), cuyo funcionamiento ha sido analizado en corpru¡ de lengua oralespontánea, sean, con mucho, precisamente las condicionales, las' estructurai en lasque más frecuentemente aparece una cláusula subordinada aislada, sin cláusula prin-cipal (cfr. Ford, lggS: 24).

66 ] tt¿lla Montolío Dunín

la prótasis "asertiva" implica la realización pragmáticamente ,.feliz,, de

Ia apódosis {sto es: si þ @aù que p), mtottces f, es relcuante_; en el e,-quema replicativo, en cambio, la claúsula con si implicu, pr".ir"*..r,",la improcedencia o n<¡ relevancr¡ de q _es decir: sj p (¿ado Çuc þ), m-lùnces q es inexacto, nsulta sotþrcndtnt¿ o no ¿s conlþarr;d) por a ¡nøríacutonesto es, no es reler¿ante, como se ve, 5e produce .rn *"yo. grado de es-pecialización pragmática (q no es relevante) en las construcciones -de-rivadas", es deci¡ en las replicativas.

- Ynu cuestión que constituye un ¿Npecto de interés desde el puntode vista intrateórico es que estamos tratando con el proceso ae grama-ticalización no de un solo elemento (como es lo cornún en los"tr¿ba_jos especializados), sino de toda una estructura, en la que quedan in-volucradas varias unidades lingúísticas, no sóro la partÍcura intioductora,sino también la forma verbar que le sigue y ra curva entonativa qu. aa-quiere todo el esquema.

De interés resultâ también advertir y señalar que toda la estrucrura,entendida òomo un conglomerado de rasgos gramaticales asociados demanera sistemáti'ca, se especializa en expreìar una función discursiva ca_racterísticamente interactiva. EIlo p"re.. apoyar la idea, por un lado,de que las construcciones gramaticales así eniendida¡, qrirá .ro consti-tuyen un mero epifenómeno de ros principios sintácticos básicos, sinol1e {orman parte propiamente de la gramática. por otro lado, ei

^rrá_lisis desarrollado a lo largo de las páginas precedenres demuestã (o asílo esperamos) que las llamadas construcciones "independientes", lejosde constituir \r¿gns expresiones de "afectividad" o "eipresividad" de lalengua coloquial, son un útil instn¡mento interactiûo, á. g..., potencialpragmático, por lo que r€visten gran interés para el inveitigadoç tantocon el objeto de describir las regularidades gramaticales ciracterísticasde cada uno de estos esquemas "independientes", como para describirde manera precisa y exhaustiva cuáles son sus funciones en el discurso.

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