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LA SANTA MISA LAS DIVINAS LITURGIAS DE SAN JUAN CRISÓSTOMO Y SAN BASILIO EL GRANDE IGLESIA ORTODOXA UCRANIANA EN MÉXICO, A.R.

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  • LA SANTA MISA

    LAS DIVINAS LITURGIAS

    DE SAN JUAN CRISSTOMO

    Y SAN BASILIO EL GRANDE

    IGLESIA ORTODOXA UCRANIANA EN MXICO, A.R.

  • Esta liturgia se imprime con la bendicin de Su Beatitud Daniel,

    Metropolita de Mxico y de Toda Latinoamrica del Patriarcado de

    Kiev y de Toda la Rus-Ucrania.

    La edicin estuvo al cuidado del Muy Reverendo Padre Konstantin,

    Archidicono y Canciller de la Iglesia, y se concluy el 6 de Enero

    de 2013 (19 de Enero, conforme al calendario civil), Fiesta de la

    Teofana de Nuestro Seor Dios y Salvador Jesucristo.

    2013 por La Iglesia Ortodoxa Ucraniana en Mxico, A.R.

    Derechos reservados. Ninguna porcin de esta edicin puede ser

    reproducida, transmitida a medios electrnicos o mecnicos,

    fotocopiada o registrada en cualquier forma sin la autorizacin de

    La Iglesia Ortodoxa Ucraniana en Mxico, A.R.

    La Iglesia Ortodoxa Ucraniana en Mxico, A.R.

    Apartado Postal 175

    91001, Xalapa, Veracruz, Mxico

  • PROSKOMIDIA

    Antes de realizar el Sacrificio Divino, el Sacerdote debe estar

    reconciliado con todos y no tener resentimiento hacia nadie. Debe

    guardar su corazn libre de todo pensamiento impuro, y abstenerse

    de todo alimento desde la noche hasta la hora del Sacrificio.

    Las Puertas Santas estn cerradas.

    El Sacerdote y el Dicono van a la Prthesis. El Dicono dispone

    en orden los Elementos Eucarsticos, as como los diferentes

    objetos necesarios para el Sacrificio Divino (la Patena a la

    izquierda; el Cliz a la derecha; y, con ellos, lo dems).

    Los Elementos Eucarsticos estn constituidos por Pan de levadura

    fermentada y Vino de uva natural. El Pan que sirve para la

    Eucarista se llama Prsfora, que, en griego, significa Ofrenda.

    Se emplean generalmente cinco Prsforas, o, a veces, una sola,

    ms grande.

    El Sacerdote y el Dicono hacen tres reverencias.

    Sacerdote y Dicono: Ten misericordia de m, oh Dios, conforme a

    tu bondad.

    El Dicono presenta sus vestiduras al Sacerdote.

    Dicono: Bendice, Padre.

  • El Sacerdote las bendice. Entonces, ambos, se revisten

    devotamente. El Sacerdote va haciendo la Seal de la Cruz sobre

    cada una de sus vestiduras.

    Sacerdote: Nos has rescatado de la maldicin de la ley por tu

    sangre preciosa. Clavado sobre la cruz y atravesado con la lanza, te

    has convertido para los hombres en fuente de inmortalidad. Oh

    Salvador nuestro, gloria a ti.

    Dicono: Bendice, Padre.

    El Sacerdote sostiene el Pan de la Prsfora con ambas manos, y lo

    eleva haciendo la seal de la cruz sobre el Cliz y la Patena.

    Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios, ahora y siempre, por los

    siglos de los siglos.

    El Sacerdote toma la lanza con su mano derecha y la Prsfora con

    la izquierda. Con la lanza traza tres veces la Seal de la Cruz

    sobre la Prsfora.

    Sacerdote: En memoria de nuestro Seor, Dios y Salvador

    Jesucristo.

    En memoria de nuestro Seor, Dios y Salvador Jesucristo.

    En memoria de nuestro Seor, Dios y Salvador Jesucristo.

    Corta la Prsfora alrededor del sello para recortar, en forma de

    cubo, la parte central, llamada Cordero. Primero el lado derecho

    de la Prsfora.

    Sacerdote: Como cordero, fue llevado al matadero.

    Dicono: Roguemos al Seor.

    Corta el lado opuesto.

    Sacerdote: Como oveja, enmudeci ante Su trasquilador; y ni

    siquiera abri Su Boca.

    Dicono: Roguemos al Seor.

  • Corta el lado superior.

    Sacerdote: Despus de aprehenderlo y juzgarlo, Le dieron muerte.

    Dicono: Roguemos al Seor.

    Corta el lado inferior.

    Sacerdote: Nadie se preocup de Su Descendencia.

    Dicono: Roguemos al Seor.

    Eleva, Padre.

    El Sacerdote eleva el Cordero despus de haberlo separado de la

    parte inferior de la Prsfora

    Sacerdote: Porque Su Vida fue levantada de la tierra.

    Dicono: Sacrifica, Padre.

    El Sacerdote coloca el Cordero al revs, el sello abajo, sobre la

    Patena. Luego, lo corta bastante profundamente en forma de Cruz.

    Ha de tener cuidado, sin embargo en no romperlo, porque no hace

    ms que preparar la fraccin del Pan en cuatro partes, lo cual se

    har posteriormente.

    Sacerdote: Es sacrificado el Cordero de Dios, que quita los pecados

    del mundo, para la vida del mundo y para su salvacin.

    Da la vuelta al Cordero, dejando hacia arriba el sello, y lo sita en

    medio de la Patena.

    Dicono: Hiere, Padre.

    El Sacerdote atraviesa la fraccin IC con la lanza.

    Sacerdote: Uno de los soldados le abri el costado con una lanza, y

    al instante le brot sangre y agua; el que lo vio fue testigo y su

    testimonio es verdadero.

    Dicono: Bendice, Padre, la Santa Unin.

  • El Sacerdote vierte Vino y agua en el Cliz, haciendo la Seal de la

    Cruz.

    Sacerdote: Bendita sea la unin de Tus Cosas Santas, en todo

    tiempo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    1. Cordero

    2. Madre de Dios

    3. Santos

    4. Vivos

    5. Difuntos

    Toma la segunda Prsfora.

    Sacerdote: En honor y memoria de la Santsima, Pursima, Bendita

    y Gloriosa Seora Madre de Dios y siempre Virgen Mara. Por sus

    intercesiones, acepta, Oh Seor, este sacrificio en tu celestial altar.

    Saca con la lanza un trocito triangular que deposita a la derecha

    del Cordero.

    Sacerdote: Se ha presentado a Tu Derecha la Reina, adornada y

    revestida de un manto tejido de oro y diversos colores.

    El Sacerdote toma la tercera Prsfora, de la que sacar nueve

    trocitos que depositar verticalmente, en tres filas paralelas, en el

    lado izquierdo del Cordero.

    Saca el primer trocito.

    Sacerdote: En honor y memoria del Santo Profeta y Precursor Juan

    Bautista.

  • Y sita el trocito al lado del Cordero hacia la parte superior.

    Saca el segundo trocito y lo sita bajo el primero.

    Sacerdote: De los Santos Profetas Moiss y Aarn, Elas y Elseo,

    Isaas, David y Jes; de los tres santos jvenes y del profeta Daniel;

    y de todos los Santos Profetas.

    Saca el tercer trocito y lo sita bajo el precedente.

    Sacerdote: De los Santos, Clebres e Ilustres Apstoles Pedro y

    Pablo; y de todos los Santos Apstoles.

    Saca el tercer trocito y lo sita al lado del primero, comenzando

    as la segunda hilera vertical.

    Sacerdote: De nuestros Padres entre los Santos, los Jerarcas Basilio

    el Grande, Gregorio el Telogo y Juan Crisstomo; Nicols de

    Mira; Miguel y Macario, Metropolitas de Kiev; Teodosio de

    Cherngov; Josafat de Blgorod; y de todos los Santos Jerarcas.

    Saca el quinto trocito y lo sita bajo el precedente.

    Sacerdote: Del Santo Apstol y Protomrtir Archidicono Esteban;

    de los Santos y Grandes Mrtires Demetrio, Jorge, Teodoro de

    Tiro, y Teodoro el Estratega; y de todos los Santos Mrtires; de las

    Santas Mrtires Tecla, Brbara, Ciraca, Eufemia, Paraskeva y

    Catalina; y de todas las Santas Mrtires.

    Saca el sexto trocito y lo sita al final de la segunda hilera vertical.

    Sacerdote: De los Santos Monjes Teforos Antonio, Eutimio,

    Sabas, Onofre, Atanasio del Monte Athos, Antonio y Teodosio de

    Kiev, y de todos los Santos Monjes. De las Santas Monjas Pelagia,

    Teodosia, Anastasia, Eufrasia, Febronia, Eufrosinia y Mara

    Egipcia; y de todas las Santas Monjas.

    Saca el spitmo trocito y comienza la tercera hilera vertical.

  • Sacerdote: De los Santos Taumaturgos y Anrgiros Cosme y

    Damin, Ciro y Juan, Pantalen y Hermolao; y de todos los Santos

    Anrgiros.

    Saca el octavo trocito y lo sita bajo el precedente.

    Sacerdote: De los Santos y Justos Antepasados de Dios, Joaqun y

    Ana; de Jos, el Esposo de Mara; (de San N., a cuya advocacin

    est consagrado este templo; de San N., cuya fiesta celebramos

    hoy); de los Santos Equiapostlicos Cirilo y Metodio, maestros de

    los eslavos; del Santo y Gran Prncipe Vladmir; de la Gran

    Duquesa Olga; y de todos los dems Santos, por sus oraciones

    vistanos, Oh Dios; vistanos por sus oraciones, Oh Dios.

    Saca el ltimo trocito y lo pone al final de la tercera hilera.

    Si se va a usar la Anfora de San Juan Crisstomo, el Sacerdote

    conmemora a este Santo.

    Sacerdote: De nuestro Padre entre los Santos Juan Crisstomo,

    Arzobispo de Constantinopla.

    Si se va a usar la Anfora de San Basilio el Grande, es entonces a

    ste a quien se conmemora.

    Sacerdote: De nuestro Padre entre los Santos San Basilio el

    Grande, Arzobispo de Cesarea en Capadocia

    El Sacerdote toma una cuarta Prsfora y le va extrayendo trocitos,

    que sita debajo del Cordero, sobre el lado izquierdo de la Patena.

    Sacerdote: Acurdate, Oh Soberano, amigo de la humanidad, de

    todo el Episcopado Ortodoxo, de nuestro Patriarca N., de nuestro

    Metropolita N. y de nuestro Obispo N.; de todo el honorable

    Presbiterio, del Diaconado en Cristo y de toda el Clero (si es en un

    monasterio: del Archimandrita N. o del Abad N.); de toda nuestra

    hermandad, que has llamado a tu comunin; por tu inmensa

    bondad, Oh Soberano bondadoso.

  • Coloca, en una lnea horizontal los trocitos por los vivos, segn las

    listas de la Parroquia (Dpticos), incluyendo el Obispo que lo

    orden, si vive; y las de las aportadas por el Pueblo. Comienza por

    conmemorar al pas.

    Sacerdote: Acurdate, Oh Seor, de nuestro pas, de las autoridades

    que nos gobiernan y de todos tus fieles.

    Cuando hace conmemoracin de los vivos, los cita por su nombre,

    en cada trocito.

    Sacerdote: Acurdate, Oh Seor, de N.

    Y coloca los trocitos en lnea horizontal, por debajo del Cordero.

    Seguidamente toma la quinta Prsfora y extrae un trocito, que

    deposita bajo el trocito del Orden Eclesistico.

    Sacerdote: En memoria y remisin de los pecados de los

    Santsimos Patriarcas Ortodoxos, de los bienaventurados

    fundadores de este Santo Templo (o: de este Santo Monasterio).

    Despus conmemora, separando las trocitos correspondientes al

    Obispo que le ha ordenado, si ste ya ha fallecido, y a todos los

    difuntos inscritos en los Dpticos y en las listas aportadas por el

    Pueblo. Deposita estos trocitos en una lnea horizontal, bajo las de

    los vivos.

    Sacerdote: Acurdate, Oh Seor, de N.

    Termina la fila de difuntos, aadiendo un trocito.

    Sacerdote: Y por todos nuestros padres, madres, hermanos y

    hermanas, benefactores y fieles, que se han dormido en la

    esperanza de la resurreccin y de la vida eterna en Tu Comunin,

    Oh Soberano, amigo de la humanidad.

    Vuelve a coger la Prsfora de los vivos, y saca un trocito final para

    su propia intencin, situndola al final de la fila.

  • Sacerdote: Oh Seor, acurdate de m, indigno siervo Tuyo, y

    perdname todos mis pecados, voluntarios o involuntarios.

    El Celebrante (o el Dicono) toma entonces el incensario, y le

    pone incienso.

    Dicono: Bendice, Padre.

    Roguemos al Seor.

    Sacerdote: Te ofrecemos el incienso, Oh Cristo nuestro Dios, como

    aroma de fragancia espiritual, para que lo recibas sobre tu celestial

    Altar, y enves sobre nosotros la gracia de tu Santo Espritu

    Dicono: Roguemos al Seor.

    El Sacerdote toma el asterisco, lo mantiene por encima del

    incensario y lo sita sobre la Patena, encima del Cordero y de los

    trocitos.

    Sacerdote: Vino la estrella y se detuvo donde moraba el Nio.

    Dicono: Roguemos al Seor.

    Cubre, Padre.

    El Sacerdote mantiene por encima del incensario el primer velo,

    con el que recubre la Patena.

    Sacerdote: El Seor es Rey; se ha vestido de esplendor; el Seor se

    ha vestido y ceido de poder. De tal manera afirm el orbe, que no

    se le puede mover. Firme es tu trono desde siempre; t eres

    eternamente. Alzaron las aguas, Oh Seor, las aguas alzaron su

    voz; alzaron sus ondas aplastantes. Ms potente que la voz de

    muchas aguas, ms potente que los rompientes del mar, ms

    potente es el Seor en las alturas. Tus testimonios son muy firmes;

    la santidad es el adorno de tu casa, Oh Seor, por los siglos y para

    siempre.

    Dicono: Roguemos al Seor. Cubre, Padre.

    El Sacerdote mantiene encima del incensario el segundo velo con

    el que cubre el Cliz.

  • Sacerdote: Los cielos estn cubiertos de tu virtud, oh Cristo, y la

    tierra est llena de tu alabanza.

    Dicono: Roguemos al Seor.

    Cubre, Padre.

    El Sacerdote mantiene el Aer por encima del incensario y recubre

    la Patena y el Cliz.

    Sacerdote: Protgenos bajo el amparo de tus alas; aparta de

    nosotros todo enemigo y adversario; da paz a nuestra vida. Seor,

    ten piedad de nosotros y del mundo que te pertenece; y salva

    nuestras almas, porque eres bueno y amigo de la humanidad.

    Inciensa tres veces la Prthesis.

    Sacerdote: Bendito seas, Dios nuestro, que as lo has dispuesto.

    Gloria a Ti!

    Dicono: En todo tiempo, ahora y siempre, por los siglos de los

    siglos. Amn.

    Sacerdote: Bendito seas, Dios nuestro, que as lo has dispuesto.

    Gloria a Ti!

    Dicono: En todo tiempo, ahora y siempre, por los siglos de los

    siglos. Amn.

    Sacerdote: Bendito seas, Dios nuestro, que as lo has dispuesto.

    Gloria a Ti!

    Dicono: En todo tiempo, ahora y siempre, por los siglos de los

    siglos. Amn.

    El Sacerdote y el Dicono hacen tres reverencias. El Sacerdote

    entrega el incensario al Dicono.

    Dicono: Por los dones preciosos que nos han sido ofrecidos,

    roguemos al Seor.

    Sacerdote: Oh Dios, nuestro Dios, que has enviado, como pan

    celestial y alimento del mundo entero, a nuestro Seor y Dios

    Jesucristo, Salvador, Redentor y Bienhechor que nos bendice y

    santifica; bendice T mismo esta Ofrenda y recbela en Tu Altar.

    Acurdate, porque eres bueno y amas a la humanidad, de los que la

  • ofrecen y de aqullos por los cuales es ofrecida; y a nosotros,

    consrvanos sin reproche en la celebracin de Tus Divinos

    Misterios. Porque santificado y glorificado es Tu Muy Honorable y

    Magnfico Nombre, Oh Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y

    siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Gloria a Ti, Oh Cristo

    nuestro Dios, nuestra esperanza. Gloria a Ti.

    Dicono: Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo; como era en

    el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Seor, ten piedad. Seor, ten piedad. Seor, ten piedad. Padre, da tu

    bendicin.

    Sacerdote: Que Aqul que resucit de entre los muertos, Cristo, (o,

    entre semana: Que Cristo) verdadero Dios nuestro, por las

    oraciones de Su Pursima Madre; de Nuestro Padre entre los Santos

    Juan Crisstomo, Arzobispo de Constantinopla (o: de nuestro padre

    entre los santos San Basilio el Grande, Arzobispo de Cesarea en

    Capadocia); y de todos los Santos, tenga piedad de nosotros y nos

    salve, pues l es bueno y ama a la humanidad.

    Se descorre la cortina de las Puertas Santas.

    El Dicono inciensa el Altar, trazando con el incensario el Signo

    de la Cruz sobre cada lado. Primero, ante el Altar.

    Dicono: En el sepulcro, corporalmente.

    Luego, a la derecha del Altar.

    Dicono: En los infiernos, en alma, como Dios.

    Luego, detrs del Altar.

    Dicono: En el paraso con el ladrn.

    Finalmente, a la izquierda del Altar.

    Dicono: Y en el cielo con el Padre y el Espritu, Oh Cristo

    estuviste, llenndolo todo, Oh Indescriptible.

    Despus, el Dicono inciensa todo el Santuario.

  • Sale por la Puerta Norte, inciensa el iconostasio, el Pueblo y la

    Iglesia (al que da la vuelta de derecha a izquierda).

    Entra en el Santuario por la Puerta Sur, e inciensa una vez el Altar

    de cara solamente. Luego, inciensa al Celebrante y, por ltimo,

    coloca el incensario en su lugar.

    Mientras, se puede cantar o decir el Salmo 51.

    Todos: Ten misericordia de m, oh Dios, conforme a tu bondad.

    Sacerdote: Conforme a tu inmensa compasin borra mis rebeliones.

    Pueblo: Lvame ms y ms de mi maldad, y lmpiame de mi

    pecado.

    Sacerdote: Porque reconozco mis rebeliones, y mi pecado est

    siempre delante de m.

    Pueblo: Contra ti, contra ti slo he pecado, y he hecho lo malo

    delante de tus ojos.

    Sacerdote: Por tanto eres reconocido justo en tu sentencia, y tenido

    por puro en tu juicio.

    Pueblo: He aqu, he sido malo desde mi nacimiento, pecador desde

    el vientre de mi madre.

    Sacerdote: Porque he aqu, amas la verdad ms que la astucia o el

    saber oculto; por tanto, ensame sabidura.

    Pueblo: Lmpiame de mi pecado, y ser puro; lvame, y ser ms

    blanco que la nieve.

    Sacerdote: Hazme or canciones de gozo y alegra, y se regocijar

    el cuerpo que has abatido.

    Pueblo: Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis

    maldades.

    Sacerdote: Crea en m, oh Dios, un corazn limpio, y renueva un

    espritu firme dentro de m.

    Pueblo: No me eches de tu presencia, y no quites de m tu santo

    Espritu.

    Sacerdote: Dame otra vez el gozo de tu salvacin; y que tu noble

    Espritu me sustente.

    Pueblo: Ensear a los rebeldes tus caminos, y los pecadores se

    convertirn a ti.

    Sacerdote: Lbrame de la muerte, oh Dios, y cantar mi lengua tu

    justicia, Oh Dios mi Salvador.

    Pueblo: Soberano mo, abre mis labios, y mi boca proclamar tu

  • alabanza.

    Sacerdote: Porque no quieres t sacrificio, que yo dara; no te

    complaces en holocausto.

    Pueblo: El sacrificio que ms te agrada es el espritu quebrantado;

    al corazn contrito y humillado no despreciars t, Oh Dios.

    Sacerdote: Haz bien con tu benevolencia a Sin; reconstruye los

    muros de Jerusaln.

    Pueblo: Entonces aceptars los sacrificios requeridos, holocausto y

    oblacin; entonces ofrecern becerros sobre tu altar.

    Sacerdote: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    Pueblo: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos

    de los siglos. Amn.

    El Sacerdote y el Dicono, de pie ante el Altar, hacen tres

    inclinaciones.

    Sacerdote: Oh Rey Celestial, Consolador, Espritu de Verdad, T

    ests en todas partes y llenas todas las cosas. Oh Santo, Tesoro de

    Bendiciones y Dador de Vida, ven, mora en nosotros, purifcanos

    de toda mancha y salva nuestras almas.

    Gloria a Dios en las alturas, paz en la tierra, y buena voluntad para

    los hombres.

    Gloria a Dios en las alturas, paz en la tierra, y buena voluntad para

    los hombres

    Soberano mo, abre mis labios, y mi boca proclamar tu alabanza.

    El Sacerdote besa el Evangeliario. El Dicono, a su vez, besa el

    Altar; luego, inclina la cabeza ante el Sacerdote.

    Dicono: Es hora de servir al Seor.

    Bendice, Padre.

    Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios, ahora y siempre, por los

    siglos de los siglos. Amn.

    Dicono: Soberano mo, abre mis labios y mi boca proclamar tu

    alabanza.

  • LITURGIA DE LOS CATECMENOS

    El Dicono sale del Santuario por la Puerta Norte y se sita ante

    las Puertas Santas.

    Dicono: Bendice, Padre.

    El Sacerdote toma el Evangeliario con las dos manos y traza el

    Signo de la Cruz sobre el Altar, por encima del Antimensin.

    Sacerdote: Bendito sea el reino del Padre, y del Hijo y del Espritu

    Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    LETANA DE LA PAZ

    El Dicono eleva el brazo derecho, teniendo la estola entre los

    dedos pulgar, ndice y medio.

    Dicono: En paz, roguemos al Seor.

    Todos se persignan y hacen una pequea inclinacin al final de

    cada plegaria.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

  • Dicono: Por la paz que de lo alto viene y por la salvacin de

    nuestras almas, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Dicono: Por la paz del mundo entero, por la estabilidad de las

    Santas Iglesias de Dios, y por la unin de todas, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Dicono: Por esta santa casa y por todos los que en ella entran con

    fe, devocin y temor de Dios, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Dicono: Por los piadosos Cristianos Ortodoxos, roguemos al

    Seor

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Dicono: Por nuestro Patriarca N., por nuestro Metropolita N., por

    nuestro Obispo N., por la venerable orden de los Presbteros, por

    los Diconos que sirven en Cristo, por todo el Clero y todo el

    Pueblo, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Dicono: Por el Presidente N., por el Gobernador N., por toda

    autoridad civil y por las fuerzas armadas, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Dicono: Por este lugar, por toda ciudad y pas y por los fieles que

    en ellos habitan, roguemos al Seor.

    Dicono: Por un clima favorable, por la abundancia de los frutos de

    la tierra, y por tiempos de paz, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Dicono: Por los viajeros, por los enfermos, por los que sufren, por

    los pobres, por los cautivos y por su salvacin, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Si hay intenciones particulares, se dicen en este momento.

    Dicono: Para que nos libre de toda afliccin, ira, peligro y

    necesidad, roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Dicono: Ampranos, slvanos, ten misericordia de nosotros y

    gurdanos, oh Dios, por Tu gracia.

    Pueblo: Seor, ten piedad

    Dicono: Conmemorando a nuestra Santsima, Pursima, Bendita y

    Gloriosa Seora Madre de Dios y siempre Virgen Mara, y a todos

  • los santos, encomendmonos todos, los unos a otros, y cada

    instante de nuestra vida a Cristo nuestro Dios.

    Pueblo: A Ti, Seor.

    El Dicono entra al Santuario por la Puerta Sur, y permanece de

    pie a la derecha del Sacerdote.

    Se pueden cantar o decir las Bienaventuranzas.

    Todos: Acurdate de nosotros, Seor, cuando vengas en tu reino.

    Sacerdote: Dichosos los pobres en espritu.

    Pueblo: Porque el reino de los cielos les pertenece.

    Sacerdote: Dichosos los que lloran.

    Pueblo: Porque sern consolados.

    Sacerdote: Dichosos los humildes.

    Pueblo: Porque recibirn la tierra como herencia.

    Sacerdote: Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia.

    Pueblo: Porque sern saciados.

    Sacerdote: Dichosos los compasivos.

    Pueblo: Porque sern tratados con compasin.

    Sacerdote: Dichosos los de corazn limpio.

    Pueblo: Porque ellos vern a Dios.

    Sacerdote: Dichosos los que trabajan por la paz.

    Pueblo: Porque sern llamados hijos de Dios.

    Sacerdote: Dichosos los perseguidos por causa de la justicia.

    Pueblo: Porque el reino de los cielos les pertenece.

    Sacerdote: Dichosos sern ustedes cuando por mi causa la gente los

    insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de

    calumnias.

    Pueblo: Algrense y llnense de jbilo, porque les espera una gran

    recompensa en el cielo. As tambin persiguieron a los profetas que

    los precedieron a ustedes.

    Sacerdote: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    Pueblo: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos

    de los siglos. Amn.

    Sacerdote: Seor, Dios nuestro, cuyo poder es incomparable, y

    cuya gloria trasciende nuestro entendimiento; cuya misericordia no

    conoce lmites, y cuyo amor por nosotros es inefable: pon los ojos

  • de tu majestad con ternura sobre nosotros y sobre esta santa casa; y

    concdenos a nosotros y a aquellos que oran con nosotros, los

    dones infinitos de tu misericordia. Porque a Ti corresponde toda

    gloria, honor y adoracin, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y

    siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    O bien: Seor, Dios nuestro, salva a Tu pueblo y bendice Tu

    heredad; preserva la unidad de Tu Iglesia; santifica a aquellos que

    aman la belleza de Tu morada; glorifcalos por Tu poder divino, y

    no abandones a los que ponemos nuestra esperanza en Ti. Porque t

    eres bueno y tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y

    Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amn.

    O bien: Dios todopoderoso, que nos diste la gracia para unirnos en

    este momento, a fin de ofrecerte nuestras splicas en comn; y que,

    por tu muy amado Hijo, nos prometiste que, cuando dos o tres se

    congregan en su Nombre, t estars en medio de ellos: realiza

    ahora, Seor, nuestros deseos y peticiones como mejor nos

    convenga; y concdenos en este mundo el conocimiento de tu

    verdad y en el venidero, la vida eterna. Porque eres un Dios bueno

    y amas a la humanidad, y te glorificamos, Padre, Hijo y Espritu

    Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    PEQUEA ENTRADA

    Dicono: El Seor ha construido una casa y preparado la mesa. l

    nos invita a participar del banquete real y a andar por el camino de

    la sabidura.

    Los Celebrantes se inclinan tres veces. El Sacerdote toma entonces

    el Evangeliario y lo entrega al Dicono, quien, rodeando el Altar,

    sale del Santuario por la Puerta Norte, y lo lleva en procesin

    hasta el centro de la Iglesia, frente a las Puertas Santas. El

    Dicono permanece de pie, a la derecha del Sacerdote.

    Mientras, se puede cantar algn Himno; o se puede decir el Salmo

    95 (1-7).

    Todos: Vengan, cantemos alegremente al Seor; aclamemos con

    jbilo a la Roca que nos salva.

  • Sacerdote: Lleguemos ante su presencia con alabanza, vitorendole

    con cnticos.

    Pueblo: Porque el Seor es Dios grande, y Rey grande sobre todos

    los dioses.

    Sacerdote: En su mano estn las profundidades de la tierra, y las

    alturas de los montes son suyas.

    Pueblo: Suyo el mar, pues l lo hizo, y sus manos formaron la

    tierra seca.

    Sacerdote: Vengan, adoremos y postrmonos; arrodillmonos

    delante del Seor nuestro Hacedor.

    Pueblo: Porque l es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su dehesa,

    y ovejas de su mano. Ojal escuchen hoy su voz.

    Sacerdote: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    Pueblo: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos

    de los siglos. Amn.

    Tambin aqu se pueden decir o cantar el Troparion o el

    Kondakion que corresponda.

    El Dicono presenta el Evangeliario al Sacerdote para que lo bese.

    Luego, se coloca delante del Sacerdote, de frente a las Puertas

    Santas, y alza las manos para mostrar el Evangeliario.

    Dicono: Sabidura. Estemos atentos.

    Entonces, el Dicono, habiendo hecho una reverencia, entra por

    las Puertas Santas en el Santuario, seguido del Sacerdote, y

    deposita el Evangeliario sobre el Altar. El Sacerdote bendice al

    pueblo.

    EL TRISAGIO

    Se canta o se dice el Trisagio.

    Todos: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de

    nosotros.

    Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

    Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.

  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo, como era en el

    principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Para Navidad, Epifana, Pentecosts, Sbado de Lzaro, Sbado

    Santo y toda la Semana de Pascua, el Trisagio se sustituye con el

    siguiente Himno.

    Todos: Ustedes que en Cristo se han bautizado, de Cristo se han

    revestido. Aleluya.

    Ustedes que en Cristo se han bautizado, de Cristo se han revestido.

    Aleluya.

    Ustedes que en Cristo se han bautizado, de Cristo se han revestido.

    Aleluya.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo, como era en el

    principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    De Cristo se han revestido. Aleluya.

    Ustedes que en Cristo se han bautizado, de Cristo se han revestido.

    Aleluya.

    Para la Exaltacin de la Cruz y en el Tercer Domingo de la Gran

    Cuaresma, se usa el siguiente Himno.

    Todos: Adoramos tu Cruz, Seor, y Tu Santa Resurreccin

    alabamos y glorificamos.

    Adoramos tu Cruz, Seor, y Tu Santa Resurreccin alabamos y

    glorificamos.

    Adoramos tu Cruz, Seor, y Tu Santa Resurreccin alabamos y

    glorificamos.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo, como era en el

    principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Y Tu Santa Resurreccin alabamos y glorificamos.

    Adoramos tu Cruz, Seor, y Tu Santa Resurreccin alabamos y

    glorificamos.

    El Sacerdote y el Dicono hacen tres reverencias al Altar. Luego,

    se dirigen hacia el Lugar Alto (reservado al trono del Obispo),

    colocndose a ambos lados (el Sacerdote, en el Sur; el Dicono, a

    la derecha del Sacerdote).

  • EPSTOLA

    Dicono: Estemos atentos.

    Sacerdote: La paz est con ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    Dicono: Sabidura. Estemos atentos

    Un Lector, de frente al Altar, se dispone a leer la Epstola.

    Lector: Lectura de

    Dicono: Estemos atentos.

    El Lector lee la Epstola correspondiente. Mientras el Dicono,

    habiendo recibido la bendicin del Sacerdote, inciensa al Altar

    (alrededor), al Santuario y al propio Sacerdote.

    Cuando el Lector concluye la lectura de la Epstola, el Sacerdote

    lo bendice.

    Sacerdote: La paz est contigo.

    Lector: Y con tu espritu.

    Dicono: Sabidura. Estemos atentos.

    Se procede, entonces, con el canto del Aleluya.

    EVANGELIO

    El Sacerdote va frente al Altar.

    Sacerdote: Haz brillar en nuestros corazones, Seor que amas a la

    humanidad, la luz pura de Tu Divino Conocimiento, y abre los ojos

    de nuestra mente a la inteligencia de Tu Mensaje Evanglico.

    Infndenos el respeto a Tus Benditos Mandamientos, para que,

    venciendo los deseos mundanos, llevemos una vida espiritual,

    pensando y haciendo todas las cosas que Te agradan. Porque T

    eres la luz de nuestras almas y de nuestros cuerpos, Oh Cristo Dios,

    y Te glorificamos, con Tu Eterno Padre y Tu Santsimo, Bueno y

    Vivificador Espritu, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

  • El Dicono, habiendo colocado el incensario en su lugar, se

    acerca al Sacerdote, y los dos hacen tres reverencias al Altar. El

    Sacerdote toma el Evangeliario y se lo da al Dicono.

    Sacerdote: Que Dios, por las oraciones del Santo, Glorioso e Ilustre

    (Apstol y) Evangelista San N., te conceda anunciar dignamente

    las buenas nuevas de Su Amado Hijo, nuestro Seor Jesucristo.

    Dicono: Amn.

    El Dicono sale del Santuario para leer el Evangelio.

    Sacerdote: Sabidura. De pie. Escuchemos el Santo Evangelio. La

    Paz est con ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    Dicono: Lectura del Santo Evangelio segn San N.

    Pueblo: Gloria a Ti Seor, Gloria a Ti.

    Dicono: Estemos atentos.

    El Dicono lee el Evangelio correspondiente.

    Dicono: Gloria a Ti Seor, Gloria a Ti.

    Sacerdote: La paz est contigo.

    Dicono: Y con tu espritu.

    Sacerdote: Sabidura. Estemos atentos.

    El Dicono se acerca a las Puertas Santas y le da el Evangeliario

    al Sacerdote, para que bendiga al pueblo.

    Se cierran las Puertas Santas.

    LETANA DE LA FERVIENTE SPLICA

    El Dicono sale del Santuario por la Puerta Norte y se sita ante

    las Puertas Santas. Luego, eleva el brazo derecho, teniendo la

    estola entre los dedos pulgar, ndice y medio.

    Dicono: Digamos todos, con toda nuestra alma y con toda nuestra

    mente.

  • Todos se persignan y hacen una pequea inclinacin al final de

    cada plegaria.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Dicono: Seor Todopoderoso, Dios de nuestros Padres, te

    suplicamos, escchanos y ten piedad.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Dicono: Ten misericordia de nosotros, oh Dios, conforme a tu

    inmensa bondad, te suplicamos, escchanos y ten piedad.

    Todos se persignan tres veces y hacen una pequea inclinacin al

    final de cada plegaria.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por nuestro Patriarca N., por nuestro

    Metropolita N., por nuestro Obispo N., por todos los que sirven en

    esta Santa Iglesia, por nuestros padres en la fe y por todos nuestros

    hermanos en Cristo.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por nuestro pas, por el Presidente N.,

    por el Gobernador N., por toda autoridad civil y por las fuerzas

    armadas.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por quienes caminan en la oscuridad,

    para que puedan encontrar a Cristo, la Luz.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por tu bendicin sobre todo trabajo

    humano; y por el uso debido de las riquezas de la creacin.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

  • Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por los hurfanos y por los hijos de

    hogares rotos; por los no nacidos y por los no deseados; por

    quienes, a causa de la verdadera fe, estn en el exilio o en la

    prisin; por los desamparados y por los hambrientos; por las

    personas con discapacidad; por los ancianos y por los enfermos;

    por los refugiados y por todos los que estn en peligro; por los

    pobres y por todos cuantos sufren.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por nuestros enemigos y por cuantos

    nos desean el mal; y por aquellos a quienes hemos agraviado y

    ofendido.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por quienes se han encomendado a

    nuestras oraciones; por nuestras familias, amigos y vecinos.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Si hay intenciones particulares, se dicen en este momento.

    Dicono: Tambin rogamos por los difuntos que piadosamente

    reposan en la verdadera fe, aqu y en todo lugar.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Tambin rogamos por los que se apiadan de nosotros, por

    todos los Cristianos Ortodoxos, y por todos los aqu presentes, que

    esperan de Ti grande y abundante misericordia.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

  • El Dicono entra al Santuario por la Puerta Sur.

    Si se ofrece la Divina Liturgia por algn difunto, el Dicono, en

    lugar de las plegarias anteriores y con el incensario, dice las

    siguientes.

    Dicono: Ten piedad de nosotros, oh Dios, por tu inmensa bondad.

    Te suplicamos, que nos escuches y que tengas piedad.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Te rogamos por el descanso del alma de tu(s) siervo(s) N.

    (y N.) difunto(s), a fin de que le(s) perdones todos sus pecados,

    tanto voluntarios como involuntarios.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Seor, ten piedad.

    Dicono: Para que el Seor Dios lleve su alma donde los justos

    descansan, imploremos a Cristo, Rey Inmortal y Dios nuestro, la

    misericordia divina, el reino de los cielos y el perdn de sus

    pecados.

    Pueblo: Concdelo, Seor.

    Dicono: Roguemos al Seor.

    Pueblo: Seor, ten piedad.

    El Dicono entra al Santuario por la Puerta Sur y da el incensario

    al Sacerdote, quien concluye la Letana.

    Sacerdote: Dios de las almas y de los cuerpos, que venciste la

    muerte, abatiste al demonio y diste al mundo la vida, dgnate,

    Seor, hacer des cansar el alma de tu(s) siervo(s) difunto(s) N. (y

    N.) en el lugar de luz, de tranquilidad y de paz, donde no hay dolor,

    ni tristeza ni angustia. Perdnale(s) todos los pecados que haya(n)

    cometido, de pensamiento, palabra u obra, pues T eres un Dios

    bueno y amas a la humanidad. No hay nadie en este mundo que no

    peque. Slo T ests exento del pecado. Tu justicia es eterna y tu

    palabra es verdad. Y T eres la resurreccin, la vida y el descanso

    de Tu(s) siervo(s) difunto(s) N. (y N.), Oh Cristo nuestro Dios, y Te

    glorificamos a Ti y a Tu Eterno Padre y a Tu Santsimo, Bueno y

  • Vivificador Espritu, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    El Sacerdote devuelve el incensario al Dicono.

  • LITURGIA DE LOS FIELES

    El Sacerdote desdobla el Antimensin sobre el Altar.

    Se abren las Puertas Santas.

    El Dicono toma el incensario, lo hace bendecir por el Sacerdote e

    inciensa el Altar, la Prthesis, el Santuario, el Iconostasio, el

    Pueblo y, entrando de nuevo en el Santuario, al Sacerdote.

    El Sacerdote besa el Antimensin, y el Dicono, el ngulo del

    Altar. Luego, se dirigen a la Prthesis.

    GRAN ENTRADA

    El Sacerdote inciensa los Santos Dones. Eleva el Aer y lo coloca

    sobre el hombro izquierdo del Dicono. El Dicono recibe del

    Sacerdote la Patena y la lleva a la altura de la cabeza con todo

    temor y devocin (manteniendo el incensario en la mano derecha).

    El Sacerdote toma el Cliz. Salen ambos del santuario por la

    Puerta Norte y hacen una procesin.

    Mientras, se puede cantar o decir el Himno Querbico.

    Pueblo: Nosotros, que msticamente representamos a los

    Querubines y cantamos el himno tres veces santo a la Trinidad

    vivificadora, pongamos a un lado las preocupaciones de esta vida

    para que podamos recibir al Rey del universo, invisiblemente

    escoltado por los ejrcitos anglicos.

  • Aleluya, Aleluya, Aleluya.

    El Jueves Santo se canta el siguiente Himno.

    Pueblo: Acptame hoy en tu Cena mstica, Hijo de Dios, pues no

    revelar el Misterio a tus enemigos, ni te dar el beso de Judas, sino

    que, como el ladrn, te suplico: acurdate de m cuando vengas en

    tu reino.

    Aleluya. Aleluya. Aleluya.

    El Sbado Santo se canta el siguiente Himno.

    Pueblo: Que enmudezca toda carne humana y que permanezca

    inmvil con estremecimiento y temor, y que no piense en nada

    terrenal; ya que el Rey de reyes y Seor de seores viene para

    sacrificarse y darse en alimento a los fieles.

    A l preceden las legiones Anglicas, con los Principados y las

    Potestades, con los querubines y los serafines, clamando: Aleluya.

    Aleluya. Aleluya.

    Cuando la procesin llega al centro de la Iglesia, el Sacerdote y el

    Dicono se colocan de cara al pueblo.

    Dicono: Que el Seor Dios se acuerde de todos nosotros en su

    reino, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    El Sacerdote y el Dicono entran en el Santuario por las Puertas

    Santas. El Dicono se coloca a la derecha del Sacerdote.

    El Sacerdote coloca el Cliz sobre Altar (en la parte derecha del

    Antimensin ) y tomando la Patena de la cabeza del Dicono, lo

    coloca tambin sobre el Altar (en la parte izquierda del

    Antimensin).

    Retira los velos de la Patena y del Cliz, colocndolos a un lado.

    Toma el Aer del hombro del Dicono y, habindolo incensado,

    cubre con l los Santos Dones.

    Sacerdote: El noble Jos de Arimatea y Nicodemo bajaron del

    madero tu inmaculado cuerpo, lo envolvieron con aromas en un

  • lienzo limpio y le dieron sepultura, colocndolo en una tumba

    nueva.

    El Sacerdote toma el incensario de la mano del Dicono, e

    inciensa tres veces los Santos Dones. Luego, devuelve el incensario

    al Dicono, quien lo lleva a su lugar.

    Sacerdote: La paz est con ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    SALUDO DE LA PAZ

    El Dicono sale por la Puerta Norte y se coloca en el centro de la

    Iglesia.

    Dicono: El Santo Apstol Pablo llam a los miembros de la

    Iglesia a examinarse a s mismos, para no participar indignamente

    del Cuerpo y la Sangre del Seor. Y Nuestro Salvador dijo: si

    ests presentando tu ofrenda en el altar y all recuerdas que tu

    hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda all delante del altar;

    ve primero y reconcliate con tu hermano, luego vuelve y presenta

    tu ofrenda.

    Ammonos, pues, los unos a los otros, para que unnimemente

    confesemos al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, Trinidad

    consubstancial e indivisible.

    Pueblo: Te amar, Seor, fuerza ma; el Seor es mi fuerza, mi

    refugio y mi libertador.

    Sacerdote: Somos un pueblo reconciliado. Dios Padre nos

    reconcili consigo mismo por medio de Jesucristo nuestro Seor.

    Pueblo: Tambin nos reconciliamos los unos con los otros, a

    medida que caminamos juntos en la luz.

    Dicono: Compartamos el signo de paz.

    Se intercambia el saludo de paz. Quien lo da, dice: Cristo en medio

    de nosotros. Quien lo recibe, responde: Estuvo, est y estar.

    Desde el Da de Pascua hasta el Da de Pentecosts, inclusive,

    quien da el saludo dice: Cristo ha resucitado. Quien lo recibe,

  • responde: En verdad, ha resucitado.

    En la Natividad, quien da el saludo dice: Cristo ha nacido. Quien lo

    recibe, responde: Glorifiqumoslo.

    En la Teofana, quien da el saludo dice: Cristo ha sido bautizado.

    Quien lo recibe, responde: En el ro Jordn.

    El Sacerdote besa los Santos Dones, todava cubiertos, as:

    primero la Patena, luego el Cliz y despus el borde del Altar ante

    s mismo.

    Dicono: Est la Iglesia de L. en paz?

    Pueblo: Estamos en paz.

    Dicono: Cristo en medio de nosotros.

    Pueblo: Estuvo, est y estar.

    Desde el Da de Pascua hasta el Da de Pentecosts, inclusive, el

    saludo se modifica.

    Dicono: Est la Iglesia de L. en paz?

    Pueblo: Estamos en paz.

    Dicono: Cristo ha resucitado.

    Pueblo: En verdad, ha resucitado.

    En la Natividad, el saludo se modifica.

    Dicono: Est la Iglesia de L. en paz?

    Pueblo: Estamos en paz.

    Dicono: Cristo ha nacido.

    Pueblo: Glorifiqumoslo.

    En la Teofana, el saludo se modifica.

    Dicono: Est la Iglesia de L. en paz?

    Pueblo: Estamos en paz.

    Dicono: Cristo ha sido bautizado

    Pueblo: En el ro Jordn.

  • CREDO

    Dicono: Confesemos nuestra fe.

    El Dicono, habiendo hecho una reverencia hacia el Altar, entra

    en el Santuario por la Puerta Sur, y se coloca a la derecha del

    Sacerdote.

    El Sacerdote levanta el Aer y, elevndolo con las dos manos, lo

    agita sobre los Santos Dones durante el Credo.

    Todos: Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del

    cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Creemos en un

    solo Seor, Jesucristo, Hijo nico de Dios, nacido del Padre antes

    de todos los siglos. Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero,

    engendrado, no creado, consubstancial al Padre, por quien todo fue

    hecho; que por nosotros y por nuestra salvacin baj del cielo y por

    obra del Espritu Santo se encarn de Mara, la Virgen, y se hizo

    hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio

    Pilato, padeci y fue sepultado. Resucit al tercer da, segn las

    Escrituras, subi al cielo y est sentado a la derecha del Padre, y de

    nuevo vendr con gloria para juzgar a vivos y a muertos, y su reino

    no tendr fin. Creemos en el Espritu Santo, Seor y dador de vida,

    que procede del Padre; que con el Padre y el Hijo recibe una misma

    adoracin y gloria, y que habl por los profetas. Creemos en la

    Iglesia que es una, santa, catlica y apostlica. Confesamos que

    hay un solo bautismo para el perdn de los pecados. Esperamos la

    resurreccin de los muertos, y la vida del mundo futuro. Amn.

    El sacerdote besa el Aer, y lo coloca a un lado del Altar.

    Dicono: De pie. Permanezcamos con orden y reverencia. Estemos

    atentos, para que podamos presentar la santa ofrenda en paz.

    Pueblo: Una ofrenda de paz, un sacrificio de alabanza.

  • GRAN PLEGARIA EUCARSTICA (ANFORA) DE SAN JUAN

    CRISSTOMO

    Sacerdote: La gracia de nuestro Seor Jesucristo, el amor del Padre

    y la comunin el Espritu Santo estn con todos ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    Sacerdote: Levantemos el corazn.

    Pueblo: Lo tenemos levantado hacia el Seor.

    Sacerdote: Demos gracias al Seor, nuestro Dios.

    Pueblo: Es justo y necesario.

    Sacerdote: En verdad es justo y necesario adorar al Padre, y al

    Hijo, y al Espritu Santo, Trinidad consubstancial e indivisible.

    En verdad es justo y necesario cantarte, bendecirte, alabarte,

    agradecerte y adorarte en todo lugar. Pues T eres el Dios inefable

    e incomprensible, invisible e inconcebible, que existes dese

    siempre, inmutable, con Tu Hijo Unignito y tu Espritu Santo.

    T nos sacaste de la nada a la existencia; y, cuando camos, nos

    levantaste de nuevo; y nada has dejado de hacer, para llevarnos al

    cielo y darnos Tu Reino futuro. Por todo esto, Te damos gracias a

    Ti, a tu Hijo Unignito y a tu Espritu Santo: por todas las

    bendiciones que nos has dado, conocidas de nosotros o ignoradas,

    manifiestas o secretas.

    Te damos gracias tambin por esta celebracin que te dignas

    aceptar de nuestras manos, aunque tienes ante ti miles de

    Arcngeles, innumerables ngeles, Querubines y Serafines,

    entonando el himno de alabanza.

    El Dicono, levantando el Asterisco de la Patena, hace sobre sta,

    con l, la Seal de la Cruz, lo besa y lo coloca a un lado.

    Todos: Santo, Santo, Santo es el Seor, Dios del universo. Llenos

    estn el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el

    que viene en nombre del Seor.

    Sacerdote: Con estos ejrcitos bienaventurados, Oh Soberano que

    amas a la humanidad, tambin nosotros, pecadores, te aclamamos y

    decimos.

  • El Dicono toma uno de los velos y lo agita quietamente, con toda

    atencin y temor, sobre los Santos Dones; luego, lo coloca a un

    lado.

    Todos: Santo eres, Santsimo, T con Tu Hijo unignito y Tu

    Espritu Santo. Santo eres, Santsimo, y magnfica es Tu Gloria.

    Sacerdote: Tanto has amado este mundo Tuyo, que diste a Tu Hijo

    unignito para que todo el que crea en l no se pierda, sino que

    tenga vida eterna. Y l, consumando con su venida todo el plan de

    nuestra salvacin, en la noche en que iba a ser entregado, o ms

    bien, en que l mismo iba a entregarse por la vida del mundo, tom

    Pan en Sus Santas e Inmaculadas Manos, dio gracias, lo bendijo, lo

    santific, lo parti, y lo dio a Sus Santos Discpulos y Apstoles,

    diciendo (seala con la mano derecha el Cordero):

    Tomen, coman, ste es Mi Cuerpo que por ustedes es partido para

    la remisin de los pecados.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: Del mismo modo, acabada la cena, tom el Cliz, dio

    gracias, lo bendijo, lo santific, y lo dio a Sus Santos Discpulos y

    Apstoles, diciendo (seala con la mano derecha el Cliz):

    Beban todos de ella, sta es Mi Sangre, la del Nuevo Testamento,

    que por ustedes y por muchos es derramada para la remisin de los

    pecados.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: As pues, recordando este mandamiento de salvacin y

    todo cuanto ha sido hecho por nosotros, la Cruz, el Sepulcro, la

    Resurreccin al tercer da, la Ascensin al cielo, la Entronizacin a

    la derecha del Padre, y la Segunda y Gloriosa Venida.

    El Dicono, cruzando los brazos, toma la Patena y el Cliz y los

    eleva.

    Sacerdote: Lo tuyo de lo tuyo te ofrecemos, por todo y para todos,

    siempre y en todas partes.

    Pueblo: Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias, Oh Seor;

    y a ti rogamos, Oh Dios nuestro.

    El Dicono devuelve los vasos a sus respectivos lugares.

    El Sacerdote y el Dicono hacen tres reverencias.

  • Sacerdote: Te ofrecemos este sacrificio espiritual e incruento, y te

    pedimos, te rogamos y te suplicamos: enva tu Espritu Santo sobre

    todos nosotros y sobre estos dones que te presentamos.

    El Dicono, inclinando la cabeza, seala con la estola el Cordero.

    Dicono: Bendice, Padre, el Santo Pan.

    El Sacerdote hace sobre el Cordero la Seal de la Cruz.

    Sacerdote: Y haz de este Pan el Cuerpo precioso de tu Cristo.

    Pueblo: Amn.

    El Dicono, inclinando la cabeza, seala con la estola el Cliz.

    Dicono: Bendice, Padre, el Santo Cliz.

    El Sacerdote hace sobre el Cliz la Seal de la Cruz.

    Sacerdote: Y de lo que est en este Cliz, la Sangre Preciosa de tu

    Cristo.

    Pueblo: Amn.

    El Dicono, inclinando la cabeza, seala con la estola el Cordero

    y el Cliz.

    Dicono: Bendice ambos, Padre.

    El Sacerdote hace sobre el Cordero y sobre el Cliz la Seal de la

    Cruz.

    Sacerdote: Transformndolos por la virtud de tu Santo Espritu.

    Pueblo: Amn, Amn, Amn.

    El Dicono agita el flabelo sobre los Santos Dones

    Sacerdote: De modo que sirvan, a los que de ellos participaren,

    para la limpieza del alma, para la remisin de los pecados, para la

  • comunin en tu santo Espritu, para la plenitud del reino de los

    cielos, para la confianza filial ante ti, y no para juicio y

    condenacin.

    Te ofrecemos este culto espiritual por todos aquellos que han

    descansado en la fe: nuestros Antepasados, Padres, Patriarcas,

    Profetas, Apstoles, Predicadores, Evangelistas, Mrtires,

    Confesores, Ascetas, y toda alma justa fallecida en la fe.

    El Sacerdote toma el incensario.

    Sacerdote: Especialmente por nuestra Santsima, Pursima, Bendita

    y Gloriosa Seora Madre de Dios y siempre Virgen Mara.

    El Sacerdote inciensa tres veces el Altar. Luego, da el incensario al

    Dicono, quien inciensa alrededor del Altar, para despus

    devolverlo a su lugar.

    Se puede cantar o decir el Himno a la Madre de Dios.

    Todos: En verdad es justo bendecirte, bienaventurada, inmaculada

    y madre de nuestro Dios. Ms honorable que los Querubines, y sin

    comparacin ms gloriosa que los Serafines, que siendo Virgen,

    diste a luz al Verbo Dios, la Palabra. Te glorificamos, verdadera

    Madre de Dios.

    Sacerdote: Por el Santo Profeta y Precursor Juan Bautista; por los

    Santos Apstoles, dignos de toda alabanza; por San N.; y por todos

    tus Santos, por cuyas splicas asstenos, Oh Dios.

    Acurdate tambin de los que han dormido con la esperanza de

    resurreccin a la vida eterna, y concdeles el descanso donde

    resplandece la luz de tu Rostro.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: Y concdenos que con una sola voz y un solo corazn

    glorifiquemos y alabemos Tu Santsimo, nombre, digno de todo

    honor y grandeza, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre y

    por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

  • El Sacerdote se vuelve el pueblo y lo bendice.

    Sacerdote: Que la misericordia de nuestro gran Dios y Salvador

    Jesucristo estn con todos ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    El Dicono sale del Santuario y se coloca en el centro de la

    Iglesia.

    Sacerdote: Concdenos que con confianza y son condenacin

    podamos llamarte Padre, Oh Dios del cielo, como nuestro salvador

    nos ense.

    Todos: Padre nuestro que ests en el cielo. Santificado sea tu

    nombre. Venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra

    como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da. Perdona

    nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos

    ofenden. No nos dejes caer en la tentacin y lbranos del mal.

    Sacerdote: Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo

    y Espritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: La paz est con ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    Dicono: Inclinemos nuestras cabezas ante el Seor.

    Pueblo: Ante Ti, Seor.

    Sacerdote: Te damos gracias, Oh Dios invisible, que con Tu Poder

    Infinito creaste todas las cosas, y por Tu Inmensa Bondad hiciste el

    universo de la nada. Mira desde el cielo a los que inclinamos

    nuestras cabezas ante Ti, porque no las inclinamos ante la carne y

    la sangre, sino ante Ti, Dios admirable. Distribuye los Dones que te

    hemos ofrecido, de acuerdo con las necesidades de cada uno, ya

    que T eres el Mdico de nuestros cuerpos y de nuestras almas. Por

    la gracia, la misericordia y el amor a la humanidad de tu Hijo

    Unignito, con Quien eres bendito, junto con Tu Santsimo, Bueno

    y Vivificador Espritu, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn. Seor Jesucristo, Dios nuestro, escchanos desde

    Tu Santa Morada y desde el Trono de gloria de tu Reino, y ven a

    santificarnos; Oh T, que ests sentado en las alturas con el Padre,

    y que invisiblemente ests aqu presente con nosotros. Dgnate

  • concedernos, por Tu Poderosa Mano, Tu Inmaculado Cuerpo y Tu

    Preciosa Sangre.

    GRAN PLEGARIA EUCARSTICA (ANFORA) DE SAN BASILIO EL

    GRANDE

    Sacerdote: La gracia de nuestro Seor Jesucristo, el amor del Padre

    y la comunin el Espritu Santo estn con todos ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    Sacerdote: Levantemos el corazn.

    Pueblo: Lo tenemos levantado hacia el Seor.

    Sacerdote: Demos gracias al Seor, nuestro Dios.

    Pueblo: Es justo y necesario.

    Sacerdote: En verdad es justo y necesario adorar al Padre, y al

    Hijo, y al Espritu Santo, Trinidad consubstancial e indivisible.

    Oh Soberano, Seor Dios, Padre Todopoderoso: es justo y

    necesario, y conviene a la magnificencia de Tu Santidad, que te

    alabemos, que te cantemos, que te bendigamos, que te adoremos,

    que te demos gracias, que te glorifiquemos, a Ti, el nico Dios vivo

    y verdadero que existes desde siempre y vives para siempre; y que

    te ofrezcamos nuestro culto espiritual con un corazn quebrantado

    y un espritu de humildad. Porque T eres Quien nos ha concedido

    la gracia de conocer Tu Verdad.

    Quin es capaz de describir Tu Poder, de dar a conocer todas Tus

    Alabanzas o de contar todas las maravillas que has realizado a los

    largo de los tiempos?

    Oh Dueo de todas las cosas; Seor del cielo, de la tierra, y de todo

    lo creado, lo visible y lo invisible; que ests sentado sobre el trono

    de gloria y miras los espacios infinitos; que no tienes comienzo, Oh

    Invisible, Inconcebible, Indescriptible, Inmutable, Padre de nuestro

    Seor, gran Dios y Salvador Jesucristo, nuestra Esperanza.

    l es la imagen de Tu Bondad, la impronta igual a su modelo, que,

    en s mismo, te muestra a Ti, el Padre. l es Verbo vivo, Dios

    verdadero, Sabidura eterna, Vida, Santificacin, Poder, Luz

    verdadera.

    Por medio de l se ha manifestado el Espritu Santo, Espritu de

    Verdad, Don de Filiacin, Promesa de herencia futura, Principio de

    los Bienes Eternos, Fuerza vivificadora, Fuente de santificacin.

  • Por este mismo Espritu, toda criatura racional e inteligente recibe

    la fuerza de rendirte culto y de elevar hacia ti la eterna

    glorificacin. Porque todo el universo est a tu servicio. Es a ti, en

    efecto, a quien alaban los ngeles, los Arcngeles, los Tronos, las

    Dominaciones, los Principados, las Potestades, las Virtudes y los

    Querubines. Alrededor tuyo se encuentran los Serafines,

    exclamando uno despus del otro, con ininterrumpidas voces,

    glorificaciones incesantes, entonando el himno de alabanza.

    El Dicono toma uno de los velos y lo agita quietamente, con toda

    atencin y temor, sobre los Santos Dones; luego, lo coloca a un

    lado.

    Todos: Santo, Santo, Santo es el Seor, Dios del universo. Llenos

    estn el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el

    que viene en nombre del Seor.

    El Dicono toma un flabelo (o uno de los velos) y lo agita

    quietamente, con toda atencin y temor, sobre los Santos Dones.

    Sacerdote: Con estos ejrcitos bienaventurados, Oh Soberano que

    amas a la humanidad, tambin nosotros, pecadores, te aclamamos y

    decimos.

    Todos: Santo eres en verdad y Santsimo; y no existe medida para

    la grandeza de tu Santidad.

    Sacerdote: T eres Santo en todas tus obras, porque, en justicia y

    en juicio verdadero, todo lo has conducido hacia nosotros.

    A imagen tuya modelaste al ser humano, tomando polvo de la

    tierra; y lo colocaste en el paraso de las delicias, prometindole

    inmortalidad de vida y goce de bienes eternos si guardaba tus

    mandatos. Pero l te desobedeci a ti, Oh Dios verdadero que lo

    habas creado; y atrado por la serpiente, se gan la muerte por sus

    propias culpas. Entonces T, Oh Dios, con justa sentencia, lo

    desterraste del paraso a este mundo, y le hiciste volver a la tierra

    de que haba salido; pero, a la vez, planeaste para l la salvacin

    mediante la regeneracin en Tu Cristo.

    Porque no rechazaste a tu creatura, Oh Padre Bueno, ni te olvidaste

    de la obra de tus manos, sino que, por la ternura de Ti Misericordia,

    la asististe de muchas maneras. As, enviaste profetas, por cuya

  • boca nos hablaste, anuncindonos la salvacin que vendra; hiciste

    milagros por medio de los santos que, en cada generacin, te

    agradaron; nos diste la ayuda de la Ley; y pusiste ngeles como

    guardianes nuestros.

    Y al cumplirse la plenitud de los tiempos, nos enviaste a Tu Hijo,

    por quien habas creado todos los siglos; el cual, siendo esplendor

    de tu gloria e impronta de tu sustancia, el que sostiene todas las

    cosas con la fuerza de Su Palabra, no acapar celosamente el rango

    que lo igualaba a Ti, Dios y Padre. Antes bien, el que es Dios desde

    antes de los siglos se dej ver en la tierra y convivi con los

    hombres; y encarnndose de la Virgen Santa, se anonad a s

    mismo tomando la forma de siervo, hacindose conforme al cuerpo

    de nuestra pequeez para hacernos a nosotros conformes a la

    imagen de Su Gloria.

    Y puesto que por un hombre haba entrado el pecado en el mundo,

    y por el pecado la muerte, le agrad a tu Hijo Unignito, que est

    en tu seno, Dios y Padre, condenar al pecado en su propia carne,

    naciendo de una mujer, la santa Madre de Dios y siempre Virgen

    Mara, y sometindose a la Ley, a fin de que los que estaban

    muertos en Adn fueran vivificados en l, Tu Cristo.

    Y mientras viva en este mundo, nos leg sus mandamientos de

    salvacin, nos apart del engao de los dolos, nos llev a

    conocerte a Ti, el verdadero Dios y Padre, y nos adquiri para s

    mismo, como pueblo escogido, sacerdocio real, nacin santa.

    Habindonos purificado por el agua y santificado en el Espritu

    Santo, se entreg a s mismo como rescate de la muerte, de la cual

    ramos cautivos, vendidos como estbamos al poder del pecado; y

    descendi a los infiernos, por medio de la Cruz, para llenarlo todo

    de s, desatando los lazos de la muerte. Y al resucitar al tercer da y

    abrir a toda carne al camino de la resurreccin de los muertos, pues

    no era posible que la corrupcin se apoderara del propio Origen de

    la vida, se convirti en primicia de los que han fallecido, en el

    primer nacido de entre los muertos, para que l mismo sea todo,

    siendo el primero en todo. Y subiendo a los cielos, se sent a la

    derecha de Tu Majestad, de donde habr de venir para retribuir a

    cada uno segn sus obras.

    De Su Pasin Salvadora, nos dej esta memoria, que hemos

    presentado segn los que l nos mand.

  • Porque, en efecto, cuando iba a ir a Su Muerte, voluntaria,

    vivificante y eternamente digna de ser alabada, la noche en que se

    entreg a s mismo para la vida del mundo, tom Pan en Sus Santas

    e Inmaculadas Manos, y elevndolo hacia Ti, Dios y Padre, dio

    gracias, lo bendijo, lo santific, lo parti, y lo dio a Sus Santos

    Discpulos y Apstoles, diciendo (seala con la mano derecha el

    Cordero):

    Tomen, coman, ste es Mi Cuerpo que por ustedes es partido para

    la remisin de los pecados.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: Del mismo modo, tom el Cliz con el fruto de la vid y,

    preparndolo, dio gracias, lo bendijo, lo santific, y lo dio a Sus

    Santos Discpulos y Apstoles, diciendo (seala con la mano

    derecha el Cliz):

    Beban todos de ella, sta es Mi Sangre, la del Nuevo Testamento,

    que por ustedes y por muchos es derramada para la remisin de los

    pecados. Hagan esto en Conmemoracin Ma. Porque cada vez que

    comen de este Pan y beben de este Cliz, anuncian Mi Muerte y

    proclaman Mi Resurreccin.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: Recordando, pues, tambin nosotros, Oh Soberano, Su

    Pasin Salvadora, Su Cruz Vivificadora, Su Sepultura de tres das,

    Su Resurreccin de entre los muertos, Su Ascensin al cielo, Su

    Entronizacin a Tu Derecha, Dios y Padre, y Su Gloriosa y

    Temible Segunda Venida.

    El Dicono, cruzando los brazos, toma la Patena y el Cliz y los

    eleva.

    Sacerdote: Lo tuyo de lo tuyo te ofrecemos, por todo y para todos,

    siempre y en todas partes.

    Pueblo: Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias, Oh Seor;

    y a ti rogamos, Oh Dios nuestro.

    El Dicono devuelve los vasos a sus respectivos lugares.

    El Sacerdote y el Dicono hacen tres reverencias.

  • Sacerdote: Te ofrecemos este sacrificio espiritual e incruento, y te

    pedimos, te rogamos y te suplicamos: enva tu Espritu Santo sobre

    todos nosotros y sobre estos dones que te presentamos.

    El Dicono, inclinando la cabeza, seala con la estola el Cordero.

    Dicono: Bendice, Padre, el Santo Pan.

    El Sacerdote hace sobre el Cordero la Seal de la Cruz.

    Sacerdote: Y haz de este Pan el Cuerpo precioso de tu Cristo.

    Pueblo: Amn.

    El Dicono, inclinando la cabeza, seala con la estola el Cliz.

    Dicono: Bendice, Padre, el Santo Cliz.

    El Sacerdote hace sobre el Cliz la Seal de la Cruz.

    Sacerdote: Y de lo que est en este Cliz, la Sangre Preciosa de tu

    Cristo.

    Pueblo: Amn.

    El Dicono, inclinando la cabeza, seala con la estola el Cordero

    y el Cliz.

    Dicono: Bendice ambos, Padre.

    El Sacerdote hace sobre el Pan y sobre el Cliz la Seal de la

    Cruz.

    Sacerdote: Transformndolos por la virtud de tu Santo Espritu.

    Pueblo: Amn, Amn, Amn.

    El Dicono agita el flabelo sobre los Santos Dones

    Sacerdote: Y a todos nosotros, que participamos de un solo Pan y

    de un solo Cliz, nenos los unos a los otros en la Comunin del

    nico Espritu Santo; y haz que ninguno de nosotros participemos

  • del Santo Cuerpo y Sangre de Tu Cristo para juicio o condenacin,

    sino que encontremos misericordia y gracia con todos los santo

    que, en el correr de los siglos, te fueron agradables: Antepasados,

    Padres, Patriarcas, Profetas, Apstoles, Predicadores, Evangelistas,

    Mrtires, Confesores, Doctores y toda alma justa fallecida en la fe.

    El Sacerdote toma el incensario.

    Sacerdote: Especialmente con nuestra Santsima, Pursima, Bendita

    y Gloriosa Seora Madre de Dios y siempre Virgen Mara.

    El Sacerdote inciensa tres veces el Altar. Luego, da el incensario al

    Dicono, quien inciensa alrededor del Altar, para despus

    devolverlo a su lugar.

    Se puede cantar o decir el Himno a la Madre de Dios.

    Todos: Por ti se alegra toda la creacin, Oh llena de gracia: las

    legiones de los ngeles y el gnero humano. Oh templo

    santificado, jardn espiritual y gloria de la virginidad, de la cual se

    encarn Dios y se hizo Nio. l que es nuestro Dios, antes de los

    siglos, convirti tu seno materno en Su Trono e hizo que tu vientre

    contuviera los cielos. Por Ti, Oh llena de gracia, se alegra toda la

    creacin. Gloria a ti.

    Sacerdote: Con el Santo Profeta y Precursor Juan Bautista; con los

    Santos Apstoles, dignos de toda alabanza; con San N.; y con todos

    tus Santos, por cuyas splicas asstenos, Oh Dios.

    Acurdate tambin de los que han dormido con la esperanza de

    resurreccin a la vida eterna, y concdeles el descanso donde

    resplandece la luz de tu Rostro.

    Pueblo: Amn.

    Sacerdote: Y concdenos que con una sola voz y un solo corazn

    glorifiquemos y alabemos Tu Santsimo, nombre, digno de todo

    honor y grandeza, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre y

    por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

  • El Sacerdote se vuelve el pueblo y lo bendice.

    Sacerdote: Que la misericordia de nuestro gran Dios y Salvador

    Jesucristo estn con todos ustedes.

    Pueblo: Y con tu espritu.

    El Dicono sale del Santuario y se coloca en el centro de la

    Iglesia.

    Sacerdote: Haznos dignos, oh Soberano, de que con confianza y sin

    condenacin podamos invocarte a Ti, Padre Celestial, con las

    palabras que nuestro Seor nos ense.

    Todos: Padre nuestro que ests en el cielo. Santificado sea tu

    nombre. Venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra

    como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da. Perdona

    nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos

    ofenden. No nos dejes caer en la tentacin y lbranos del mal.

    Sacerdote: Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo

    y Espritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    Dicono: Inclinemos nuestras cabezas ante el Seor.

    Pueblo: Ante Ti, Seor.

    Sacerdote: Oh Seor y Soberano, Padre de misericordia, y Dios de

    todo consuelo, bendice, santifica, protege, fortalece y afirma a los

    que inclinan la cabeza ante Ti. Aljalos de toda obra mala, y nelos

    a toda obra buena. Concdeles participar, sin reproche, de estos

    Misterios Tuyos, inmaculados y vivificadores, para la remisin de

    los pecados y para la comunin del Espritu Santo.

    Por la gracia, la misericordia y el amor a la humanidad de Tu Hijo

    Unignito, con Quien eres bendito, junto con tu Santsimo, Bueno y

    Vivificador Espritu, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn. Seor Jesucristo, Dios nuestro, escchanos desde

    Tu Santa Morada y desde el Trono de gloria de tu Reino, y ven a

    santificarnos; Oh T, que ests sentado en las alturas con el Padre,

    y que invisiblemente ests aqu presente con nosotros. Dgnate

    concedernos, por Tu Poderosa Mano, Tu Inmaculado Cuerpo y Tu

    Preciosa Sangre.

  • COMUNIN

    Dicono: Estemos atentos.

    Sacerdote: Lo santo, para los santos.

    Se cierran las Puertas Santas.

    El Dicono entra al Santuario y se coloca a la derecha del

    Sacerdote.

    Pueblo: Un solo Santo, un solo Seor, Jesucristo, en la gloria de

    Dios Padre. Amn.

    El Sacerdote, con muchsima reverencia, parte en cuatro

    fracciones el Cordero.

    Sacerdote: Partido y dividido es el Cordero de Dios, El que se parte

    sin dividirse, El que siempre se come pero jams se consume, El

    que santifica a los que lo reciben.

    El Sacerdote Coloca el Cordero en la patena, con el sello hacia

    abajo y con la parte cortada hacia arriba: la fraccin IC, al lado

    superior de la Patena hacia el oriente; la XC, al lado inferior, es

    decir, al occidente; la NI, al lado norte; y la KA, al lado sur.

    IC

    NI KA

    XC

    Dicono: Completa, Padre, el Santo Cliz.

    El Celebrante toma la fraccin IC del Cordero, hace la Seal de la

    Cruz con ella sobre el Cliz, y la deja caer en l.

    Sacerdote: Este cliz est lleno de fe y del Espritu Santo.

    El Dicono presenta al Sacerdote la cucharilla con agua caliente.

    Dicono: Bendice, Padre.

  • El Sacerdote bendice el agua caliente.

    Sacerdote: Bendito sea el fervor de Tus Santos en todo tiempo,

    ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    El Dicono derrama el agua caliente, en forma de cruz, dentro del

    Cliz.

    Dicono: Fervor de fe lleno del Espritu Santo.

    Se abren las Puertas Santas.

    El Dicono, entonces, llama a la Comunin.

    Dicono: Gusten, y vean que es bueno el Seor.

    En temor de Dios, con fe y con amor, acerqumonos y recibamos el

    Cuerpo y la Sangre de nuestro Seor, Dios y Salvador Jesucristo.

    Pueblo: Bendito el que viene en nombre del Seor. El Seor es

    Dios y se nos ha manifestado.

    Creo, Seor, y confieso que T eres Cristo, el Hijo de Dios vivo,

    que viniste al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo

    soy el primero. Creo tambin que ste es tu Cuerpo inmaculado y

    sta tu preciosa Sangre.

    Te ruego, pues, ten piedad de m, y perdname las faltas que

    comet voluntaria o involuntariamente, en palabras o en acciones,

    con conocimiento o por ignorancia. Hazme digno de recibir sin

    condena tus misterios puros, para el perdn de los pecados y para la

    vida eterna.

    Acptame hoy en tu Cena mstica, Hijo de Dios, pues no revelar el

    Misterio a tus enemigos, ni te dar el beso de Judas, sino que, como

    el ladrn, te suplico: acurdate de m cuando vengas en tu reino.

    La Comunin de Tu Cuerpo y de Tu Sangre, Seor, no sea para m

    un motivo de condenacin, sino que me aproveche para la salud de

    mi alma y de mi cuerpo.

    El Sacerdote y el Dicono se disponen reverentemente a comulgar.

    Dicono: Dame, Padre, el Sagrado y Precioso Cuerpo de nuestro

    Seor Dios y Salvador Jesucristo.

  • El Sacerdote da al Dicono un trozo de la fraccin XC.

    Sacerdote: El Dicono N., recibe el Sagrado y Precioso Cuerpo de

    nuestro Seor, Dios y Salvador Jesucristo, para el perdn de sus

    pecados y para la vida eterna.

    Dicono: Amn.

    El Sacerdote, a su vez, toma un trozo de la fraccin XC.

    Sacerdote: Yo, N., recibo el Sagrado y Precioso Cuerpo de nuestro

    Seor, Dios y Salvador Jesucristo, para el perdn de mis pecados y

    para la vida eterna. Amn

    Y comulgan ambos lo que tienen en la mano, con temor y con todo

    cuidado. Luego, con la esponja y sobre la Patena, purifican sus

    palmas.

    El Sacerdote toma el Cliz y comulga tres veces.

    Sacerdote: Yo, N., recibo la Sagrada y Preciosa Sangre de nuestro

    Seor, Dios y Salvador Jesucristo, para el perdn de mis pecados y

    para la vida eterna.

    El Sacerdote purifica tantos sus labios como el borde de Cliz, y

    besa ste.

    Sacerdote: Esto que tocaron mis labios borra mis culpas y me

    limpia de pecado.

    Luego, ve al Dicono.

    Sacerdote: Dicono, acrcate.

    Dicono: De nuevo, me acerco a Cristo, nuestro Rey inmortal y

    Dios.

    Dame, Padre, la Sagrada y Preciosa Sangre de nuestro Seor, Dios

    y Salvador Jesucristo.

    El Sacerdote acerca el Cliz al Dicono.

  • Sacerdote: El Dicono N., recibe la Sagrada y Preciosa Sangre de

    nuestro Seor, Dios y Salvador Jesucristo, para el perdn de sus

    pecados y para la vida eterna.

    Dicono: Amn.

    El Dicono comulga tres veces, reverentemente. Despus, purifica

    tanto sus labios como el borde del Cliz, y besa ste.

    Sacerdote: Esto que tocaron tus labios borra tus culpas y te limpia

    de pecado.

    El Sacerdote divide las fracciones NI y KA en trocitos pequeos,

    para que haya suficientes para todos los comulgantes, y los pone

    en el Cliz.

    Los que desean comulgar se acercan. Vienen uno por uno y hacen

    una reverencia con toda contricin y temor, teniendo cruzadas las

    manos sobre el pecho. As participan de los Divinos Misterios.

    Sacerdote: El siervo de Dios N. recibe el Cuerpo y la Sangre de

    Cristo, para el perdn de los pecados y la vida eterna

    Mientras, se puede cantar algn Himno apropiado.

    ACCIN DE GRACIAS

    Despus de la comunin, el Sacerdote y el Dicono entran en el

    Santuario. El Sacerdote coloca los Santos Dones sobre el Altar.

    Luego el Dicono vierte en el Cliz todo lo que queda en la

    Patena, y enjuaga sta con la esponja.

    El Sacerdote, entonces, inciensa tres veces.

    El Sacerdote toma la Patena, la pone sobre la cabeza del Dicono,

    y ste, tomndola con reverencia, mira hacia el Pueblo y va a la

    Prthesis, donde la deposita.

    El Sacerdote, habiendo hecho una reverencia toma el Cliz, se

    vuelve entonces hacia las Puertas Santas y, mira hacia el pueblo.

  • Sacerdote: Bendito sea nuestro Dios, ahora y siempre, por los

    siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    El Sacerdote va hacia la Prthesis, donde deposita los Santos

    Dones. Y el Dicono sale del Santuario por la Puerta Norte, para

    colocarse en el centro de la Iglesia.

    Todos: Que nuestra boca se llene con Tu alabanza, Seor, para que

    cantemos Tu Gloria, porque nos hiciste dignos de comulgar Tus

    Santos, Divinos, Eternos y Vivificadores Misterios. Consrvanos

    en Tu Santidad, para que todo el da meditemos Tu Verdad.

    Aleluya. Aleluya. Aleluya.

    Dicono: Habiendo recibido los Divinos, Santos, Puros, Eternos,

    Celestiales Vivificadores y Asombrosos Misterios de Cristo, es

    justo dar gracias al Seor.

    Todos: Te damos gracias, Oh Soberano que amas a la humanidad,

    benefactor de nuestras almas, porque en este da nos hiciste dignos

    de Tus Celestiales e Inmortales Misterios. Haz rectas nuestras

    sendas, fortalece a todos en Tu Temor, protege nuestras vidas, y

    danos seguridad en las obras que emprendemos, por las oraciones y

    splicas de la Santsima, Pursima, Bendita y Gloriosa Seora

    Madre de Dios y siempre Virgen Mara y de todos Tus Santos.

    El Sacerdote dobla el Antimensin; toma el Evangeliario y, con l,

    traza sobre el Altar el Signo de la Cruz.

    Sacerdote: Porque T eres nuestra santificacin y a Ti damos

    gloria, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre, por los siglos

    de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    El Sacerdote besa el Altar y sale por las Puertas Santas al centro

    de la Iglesia, al pie del Ambn.

    Sacerdote: Oh Seor, que bendices a los que te bendicen y

    santificas a los que confan en ti, salva a Tu Pueblo, bendice a Tu

    Heredad, y protege a toda tu Iglesia. Porque todo don bueno y

    perfecto procede de Ti, Oh Padre de las Luces, a quien rendimos

  • gloria y adoracin, junto a Tu Hijo Unignito y a Tu Espritu Santo,

    ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Pueblo: Amn.

    En algunas Fiestas, esta Oracin se modifica (como est indicado

    a partir de la pgina 55).

    Al terminar, el Sacerdote entra por las Puertas Santas, y el

    dicono, por la Puerta Sur.

    Todos: Bendito sea el nombre del Seor desde ahora y para

    siempre. Bendito sea el nombre del Seor desde ahora y para

    siempre. Bendito sea el nombre del Seor desde ahora y para

    siempre.

    Mientras, el Dicono se inclina al lado izquierdo del Altar y el

    Sacerdote lo bendice.

    Sacerdote: Oh Cristo, Dios nuestro, que eres la plenitud de la Ley y

    los Profetas y que has cumplido el plan del Padre, llena nuestros

    corazones de alegra, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

    Dicono: Amn.

    Sacerdote: Gloria a Ti, Oh Cristo nuestro Dios y nuestra esperanza.

    Gloria a Ti.

    Todos: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo, como era en

    el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn

    Sacerdote: Que Aqul que resucit de entre los muertos, Cristo, (o,

    entre semana: Que Cristo) verdadero Dios nuestro, por las

    oraciones de Su Pursima Madre, de los Santos, Clebres e Ilustres

    Apstoles, de nuestros Padres y Madres entre los Santos, de San

    Juan Crisstomo (o: de San Basilio el Grande) cuya Liturgia hemos

    celebrado hoy, de San N. y de todos los Santos, tenga piedad de

    nosotros y nos salve, pues l es bueno y ama a la humanidad.

    Pueblo: Amn.

    En algunas Fiestas, esta Despedida se modifica (como est

    indicado a partir de la pgina 55).

    Dicono: Vayamos en paz, para amar y servir al Seor.

    Pueblo: Amn.

  • Puede cantarse un Himno apropiado.

    El Sacerdote y el Dicono hacen una reverencia al Altar; van,

    entonces, a la Prthesis, donde el Dicono consume los Santos

    Dones, con todo temor, para que ninguna partcula caiga ni quede;

    luego vierte agua y vino en el Cliz y los consume, para despus

    purificarlo.

    Sacerdote y Dicono: Ahora, Seor, segn Tu Promesa, puedes

    dejar a Tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a Tu

    Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para

    alumbrar a las naciones y gloria de Tu Pueblo Israel.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo, como era en el

    principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

  • TROPARIOS DE RESURRECCIN

    Tono 1

    Cuando la piedra fue sellada por los judos y tu pursimo cuerpo fue

    custodiado por los guardias, resucitaste al tercer da, oh Salvador,

    concediendo al mundo la vida; por lo tanto los poderes celestiales

    clamaron a Ti, oh Dador de Vida. Gloria a tu resurreccin, oh

    Cristo, gloria a tu reino. Gloria a tu plan de salvacin, oh nico

    amante de la humanidad. Amn.

    Tono 2

    Cuando descendiste a la muerte, oh Vida Inmortal, mataste al

    Hades con el rayo de tu divinidad, y cuando levantaste a los

    muertos del fondo de la tierra, todos los poderes celestiales

    clamaron: oh Dador de Vida, Cristo Dios, gloria a ti. Amn.

    Tono 3

    Que se alegren los celestiales, y que se regocijen los terrenales,

    porque el Seor despleg la fuerza de Su brazo, pisoteando la

    muerte con Su muerte. Y siendo el primognito de entre los

    muertos, nos salv de las entraas del Hades y concedi al mundo

    la gran misericordia. Amn.

    Tono 4

    Las discpulas del Seor aprendieron del ngel el alegre anuncio

    de la Resurreccin; la sentencia ancestral rechazaron, y se

  • dirigieron con orgullo a los Apstoles diciendo: Fue aprisionada

    la muerte! Resucit Cristo Dios y concedi al mundo la gran

    misericordia!. Amn.

    Tono 5

    Al coeterno con el Padre y el Espritu, nacido de la Virgen para

    nuestra salvacin, alabemos, oh fieles, y prosternmonos. Porque

    se complaci en ser elevado en el cuerpo sobre la cruz, y soportar

    la muerte, y levantar a los muertos por su Resurreccin gloriosa.

    Amn.

    Tono 6

    Los poderes celestiales aparecieron sobre tu sepulcro, y los

    guardias quedaron como muertos; Mara se plant en el Sepulcro

    buscando tu Cuerpo Pursimo; sometiste al Hades sin ser tentado

    por l, y encontraste a la Virgen otorgndole la vida, Oh

    Resucitado de entre los muertos, Seor, Gloria a Ti! Amn.

    Tono 7

    Destruiste la muerte con Tu Cruz y abriste al ladrn el paraso; a

    las mirforas los lamentos trocaste, y a tus Apstoles ordenaste

    predicar que resucitaste, oh Cristo Dios, otorgando al mundo la

    gran misericordia. Amn.

    Tono 8

    Descendiste de las alturas, oh Piadoso, y aceptaste el entierro de

    tres das, para librarnos de los sufrimientos. Vida y Resurreccin

    nuestra, Oh Seor, gloria a Ti! Amn.

  • CANTOS DE ENTRADA, TROPARIA, KONDAKIA,

    ORACIONES ANTE EL AMBN Y DESPEDIDAS PARA

    LAS PRINCIPALES FIESTAS DEL AO

    8 DE SEPTIEMBRE: NATIVIDAD DE NUESTRA SEORA

    Troparion (Tono 4)

    Tu Nacimiento, oh Virgen Madre de Dios, anuncia el gozo a todo

    el universo; porque por ti resplandece el Sol de Justicia, Cristo

    nuestro Dios, Quien rompe la maldicin y nos da la bendicin;

    Quien destruye a la muerte y nos concede la vida eterna.

    Kondakion (Tono 4)

    Joaqun y Ana fueron librados de los reproches de la esterilidad, y

    Adn y Eva de la corrupcin de la muerte, por tu santo nacimiento,

    oh Pursima. Por eso tu pueblo celebra este acontecimiento, pues

    por l ha sido rescatado de la culpa de sus transgresiones,

    exclamando: La estril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora

    de nuestra vida.

    14 DE SEPTIEMBRE: EXALTACIN DE LA SANTA CRUZ

    Canto de entrada

    Exalten al Seor nuestro Dios; adrenlo ante el estrado de Sus Pies:

    l es santo!

  • Tropario (Tono 1)

    Salva, Seor, a tu pueblo y bendice a tu heredad. Concede la

    victoria a la Iglesia contra sus enemigos, y protege a tu pueblo, por

    la fuerza de Tu Cruz.

    Kondakion (Tono 4)

    Oh T, que por Tu propia voluntad fuiste levantado sobre la Cruz,

    Cristo Dios, Ten misericordia de Tu nuevo pueblo llamado por Tu

    nombre, alegra con Tu poder a todos los creyentes, dndoles el

    triunfo sobre sus enemigos, para que con Tu ayuda haya paz y

    victoria irrebatible.

    Despedida

    Oh Cristo nuestro Dios verdadero: por intercesin de Tu Pursima

    Madre; con el poder de Tu Cruz Preciosa; por la virtud de la

    preciosa Cruz que da vida; por las oraciones de las venerables

    legiones anglicas; del santo glorioso Profeta y Precursor San Juan

    Bautista; de los santos, clebres e ilustres Apstoles; de los santos

    mrtires gloriosos y triunfadores; de los Santos y Justos Ancestros

    de Dios San Joaqun y Santa Ana; de San N. (Patrono); y de todos

    los Santos: ten piedad de nosotros y slvanos, pues eres bueno y

    amas a la humanidad.

    21 DE DICIEMBRE: PRESENTACIN DE NUESTRA SEORA EN EL

    TEMPLO

    Tropario (Tono 4)

    Hoy, el preludio de la buena voluntad de Dios, el anuncio de la

    Salvacin para los hombres, La Virgen se presenta en el Templo de

    Dios y preanuncia a Cristo a todos. Exclammosle con Gran voz

    diciendo: Algrate, oh cumplimiento de la Providencia del

    Creador!

    Kondakion (Tono 4)

    Sagrado Templo del Seor y pursimo, preciosa cmara nupcial y

    santsima, cofre venerable de la Gloria de Dios, en la casa del

    Seor, la Virgen hoy es presentada y con ella la gracia del Espritu

  • Divino. Albenle los ngeles de Dios porque ella es la tienda

    celestial.

    25 DE DICIEMBRE: NATIVIDAD DE NUESTRO SEOR JESUCRISTO

    Canto de entrada

    De las entraas de la aurora recibirs el roco de tu juventud. El

    Seor ha jurado y no cambiar de parecer: T eres sacerdote para

    siempre, segn el orden de Melquisedec.

    Tropario (Tono 4)

    Tu Nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, ilumin al mundo con la

    luz de la sabidura, pues los que adoraban a los astros, por la

    estrella aprendieron a adorarte, oh Sol de Justicia, y a conocerte,

    Oriente de lo alto. Oh Seor, gloria a Ti!

    Kondakion (Tono 3)

    Hoy la Virgen da a luz al inefable verbo; y la Tierra provee al

    inasequible la gruta; los ngeles con los pastores lo glorifican; los

    magos con la luz del astro se encaminan. Pues, por nosotros ha

    nacido el nuevo Nio, el eterno Dios.

    Oracin tras el ambn

    Oh Cristo Dios nuestro, que del seno del Padre eterno resplandecas

    pursimamente antes de todos los siglos, y que en los ltimos

    tiempos te hiciste hombre y naciste de la Virgen Santa: T fuiste

    pobre para enriquecernos con tu pobreza; recin nacido, te

    envolvieron en paales y, aunque eras Dios, te acostaron en un

    pesebre. Seor que cuidas de todo, acepta nuestras pobres

    alabanzas y ruegos, como aceptaste la alabanza de los pastores y la

    adoracin y los dones de los magos. Concdenos que exultemos

    con el ejrcito celestial, y que heredemos la celeste alegra que est

    preparada para los que celebran dignamente Tu Nacimiento.

    Porque eres Bueno y amante de la humanidad y Te glorificamos

    con Tu Eterno Padre, y con Tu Espritu Santo, ahora y siempre, por

    los siglos de los siglos

  • Despedida

    Oh Cristo nuestro Dios verdadero, que para salvarnos naciste en

    una cueva: por intercesin de Tu Pursima Madre Inmaculada; por

    la virtud de la preciosa Cruz que da vida; por las oraciones de las

    venerables legiones anglicas; del santo glorioso Profeta y

    Precursor San Juan Bautista; de los santos, clebres e ilustres

    Apstoles; de los santos mrtires gloriosos y triunfadores; de los

    Santos y Justos Ancestros de Dios San Joaqun y Santa Ana; de San

    N. (Patrono); y de todos los Santos: ten piedad de nosotros y

    slvanos, pues eres bueno y amas a la humanidad.

    1 DE ENERO: CIRCUNCISIN DE NUESTRO SEOR JESUCRISTO

    Tropario (Tono 1)

    Oh Compasivo Seor, Dios en esencia, t has asumido la

    naturaleza humana sin mutacin; y, dando plenitud a la Ley,

    humildemente has aceptado la circuncisin en el cuerpo, para con

    tu poder anular las sombras y recorrer el velo de nuestras pasiones.

    Gloria a tu divinidad. Gloria a tu compasin. Gloria a tu inefable

    condescendencia, oh Verbo!

    Kondakion (Tono 4)

    El Seor de todo, sufre la humillacin circuncidando los pecados

    de los hombres; y como bondadoso que es, otorga hoy la salvacin

    al mundo. Se alegra en las alturas el Jerarca del Creador, el

    revestido de luz, el que alegra a Cristo, el Santo Basilio.

    Despedida

    Oh Cristo nuestro Dios verdadero, que para salvarnos aceptaste ser

    circuncidado en Tu Carne al octavo da: por intercesin de Tu

    Pursima Madre Inmaculada; por la virtud de la preciosa Cruz que

    da vida; por las oraciones de las venerables legiones anglicas; del

    santo glorioso Profeta y Precursor San Juan Bautista; de los santos,

    clebres e ilustres Apstoles; de los santos mrtires gloriosos y

    triunfadores; de los Santos y Justos Ancestros de Dios San Joaqun

    y Santa Ana; de San N. (Patrono); y de todos los Santos: ten piedad

    de nosotros y slvanos, pues eres bueno y amas a la humanidad.

  • 6 DE ENERO: TEOFANA DE NUESTRO SEOR JESUCRISTO

    Canto de Entrada

    Bendito el que viene en nombre del Seor. Dios es el Seor y se

    nos ha revelado

    Tropario (Tono 1)

    Al bautizarte, oh Seor, en el Jordn se manifest la adoracin a la

    Trinidad: pues, la voz del Padre dio testimonio de ti nombrndote

    su Hijo amado; y el Espritu, en forma de paloma, confirm la

    certeza de la palabra. T, que te has revelad