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Bol. San. Veg. Plagas, 28: 347-355, 2002 Diocalandra frumenti (Fabricius) (Coleoptera: Curculionidae), nueva plaga de palmeras introducida en Gran Canaria. Primeros estudios de su biología y cría en laboratorio M. GONZÁLEZ NÚÑEZ, A. JIMÉNEZ ÁLVAREZ, F. SALOMONE, A. CARNERO, P. DEL ESTAL, J.R. ESTEBAN DURÁN Diocalandra frumenti, curculiónido plaga de palmeras en diversas áreas litorales de los océanos Pacífico e índico, ha sido recientemente introducido en la Isla de Gran Ca- naria, constituyendo un claro peligro para la palmera Canaria y otras palmáceas. En este trabajo se presentan los resultados obtenidos con distintos métodos decría en laborato- rio ensayados. Utilizando fragmentos decaña de azúcar, sobre la que se colocaban 10 parejas de adultos durante una semana, se obtuvo una media de 4,2 adultos por caña, con una duración del desarrollo de7,8 días para los huevos, de76,2 días para la larva y de 10,2 días para la pupa. Mediante la utilización de 4 diferentes dietas artificiales se obtuvieron porcentajes de supervivencia de 0%, 15,6%, 11,1% y 37,8% y una duración del periodo larvario de 73,2, 69,2 y 60,9 días. M. GONZÁLEZ NÚÑEZ, A. JIMÉNEZ ÁLVAREZ, J.R. ESTEBAN DURAN: Departamento de Protección Vegetal. INIA. Carretera de La Corana Km 7,5. 28040-Madrid. F. SALOMONE: Departamento de Ornamentales y Horticultura. ICIA. Valle de Gue- rra, La Laguna. 28200-Tenerife. A. CARNERO: Departamento de Protección Vegetal. ICIA. Valle deGuerra, La La- guna. 28200-Tenerife. P. DEL ESTAL: Unidad de Protección de Cultivos. E.T.S.I.Agrónomos. 28040- Madrid. Palabras clave: Diocalandra frumenti, Phoenix canariensis, Curculionidae, pal- meras, cría en laboratorio INTRODUCCIÓN En Marzo de 1998 era detectada, atacando ejemplares de palmera canaria (Phoenix cana- riensis Hortorum ex Chabaud) en Maspalomas (Isla de Gran Canaria), el curculiónido Dioca- landra frumenti (Fabricius), siendo ésta la pri- mera cita de dicha especie en la zona paleártica (SALOMONE et al, 2000) (Fig. 1). Hasta ese momento D. frumenti había sido descrita ata- cando diferentes palmáceas en zonas ribereñas de los océanos índico y Pacífico (HILL, 1983; CAB Internacional, 2001) (Figura 1). La larva de D. frumenti excava galerías en las hojas y en el fuste de las palmeras cau- sando en primer término la desecación de las hojas de la corona y el desplome de los ejemplares cuando el fuste ha sido muy da- ñado (Figura 2). Hasta ahora la plaga no ha invadido nue- vas zonas del Archipiélago Canario, pero se ha producido un claro avance en el área afectada de Maspalomas. Dado el extraordinario valor de la pal- mera canaria (paisajístico, ecológico y sim- bólico) y el serio peligro de una posible ex-

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Bol. San. Veg. Plagas, 28: 347-355, 2002

Diocalandra frumenti (Fabricius) (Coleoptera: Curculionidae),nueva plaga de palmeras introducida en Gran Canaria.Primeros estudios de su biología y cría en laboratorio

M. GONZÁLEZ NÚÑEZ, A. JIMÉNEZ ÁLVAREZ, F. SALOMONE, A. CARNERO, P. DEL ESTAL,

J.R. ESTEBAN DURÁN

Diocalandra frumenti, curculiónido plaga de palmeras en diversas áreas litorales delos océanos Pacífico e índico, ha sido recientemente introducido en la Isla de Gran Ca-naria, constituyendo un claro peligro para la palmera Canaria y otras palmáceas. En estetrabajo se presentan los resultados obtenidos con distintos métodos de cría en laborato-rio ensayados. Utilizando fragmentos de caña de azúcar, sobre la que se colocaban 10parejas de adultos durante una semana, se obtuvo una media de 4,2 adultos por caña,con una duración del desarrollo de 7,8 días para los huevos, de 76,2 días para la larva yde 10,2 días para la pupa. Mediante la utilización de 4 diferentes dietas artificiales seobtuvieron porcentajes de supervivencia de 0%, 15,6%, 11,1% y 37,8% y una duracióndel periodo larvario de 73,2, 69,2 y 60,9 días.

M. GONZÁLEZ NÚÑEZ, A. JIMÉNEZ ÁLVAREZ, J.R. ESTEBAN DURAN: Departamento deProtección Vegetal. INIA. Carretera de La Corana Km 7,5. 28040-Madrid.

F. SALOMONE: Departamento de Ornamentales y Horticultura. ICIA. Valle de Gue-rra, La Laguna. 28200-Tenerife.

A. CARNERO: Departamento de Protección Vegetal. ICIA. Valle de Guerra, La La-guna. 28200-Tenerife.

P. DEL ESTAL: Unidad de Protección de Cultivos. E.T.S.I.Agrónomos. 28040- Madrid.

Palabras clave: Diocalandra frumenti, Phoenix canariensis, Curculionidae, pal-meras, cría en laboratorio

INTRODUCCIÓN

En Marzo de 1998 era detectada, atacandoejemplares de palmera canaria (Phoenix cana-riensis Hortorum ex Chabaud) en Maspalomas(Isla de Gran Canaria), el curculiónido Dioca-landra frumenti (Fabricius), siendo ésta la pri-mera cita de dicha especie en la zona paleártica(SALOMONE et al, 2000) (Fig. 1). Hasta esemomento D. frumenti había sido descrita ata-cando diferentes palmáceas en zonas ribereñasde los océanos índico y Pacífico (HILL, 1983;CAB Internacional, 2001) (Figura 1).

La larva de D. frumenti excava galerías enlas hojas y en el fuste de las palmeras cau-sando en primer término la desecación de lashojas de la corona y el desplome de losejemplares cuando el fuste ha sido muy da-ñado (Figura 2).

Hasta ahora la plaga no ha invadido nue-vas zonas del Archipiélago Canario, pero síse ha producido un claro avance en el áreaafectada de Maspalomas.

Dado el extraordinario valor de la pal-mera canaria (paisajístico, ecológico y sim-bólico) y el serio peligro de una posible ex-

Figura 1.—Distribución de D.frumenti. Arriba: distribución mundial hasta 1998 (Hill, 1983), (CAB Internacional,2001). Abajo: Localización de la plaga en las Islas Canarias (Gran Canaria) hasta octubre de 2001.

tensión de la plaga desde dicha zona a otrasáreas cálidas, donde son frecuentes sus hués-pedes, como el Norte de África, la Europamediterránea y América tropical, es urgenteabordar estudios que permitan determinarlas necesarias medidas de control y cuaren-tena. En este sentido la escasez de informa-ción referente a la biología de la plaga y atécnicas de seguimiento y control disponi-bles supone un grave problema y para reali-zar dichos estudios se hace imprescindible lapuesta a punto de un método de cría en labo-ratorio.

Ante la dificultad de contar con un sumi-nistro fácil y continuo de los huéspedes pri-marios de D.frumenti (palmeras) y basándo-nos en nuestra experiencia en la cría sobrecaña de azúcar de algunos otros curculióni-

dos plaga de palmeras (género Rhynchopho-rus), intentamos en primer lugar criarla sobrematerial vegetal procedente de dicha planta.

Posteriormente, con el fin de salvar los di-versos inconvenientes que ofrecía dicho mé-todo se hicieron distintos ensayos para pro-bar la aptitud de distintas dietas artificialespara dicho fin.

MATERIAL Y MÉTODOS

Cría sobre caña de azúcar

En primer lugar se confinaban grupos de10 parejas de adultos en el extremo de por-ciones de caña de azúcar, utilizando paraello una tela de visillo sujeta con una goma

Figura 2.—Daños producidos por D. frumenti en Phoenix canariensis en la zona de Maspalomas (Gran Canaria).Superior e inferior izquierda: seca de hojas exteriores de la corona y rotura del fuste. Inferior derecha: galerías en los

cortes de las hojas afectadas.

(ver figura 3). De esta forma se perseguíaque los individuos se aparearan y que lashembras depositaran sus huevos en los teji-dos de la caña. Los trozos de caña utilizadostenían entre 20 y 30 cm de longitud (dos otres entrenudos) y un diámetro de 25-40mm. Utilizando porciones más pequeñas secorría el riesgo de que se desecaran total-mente antes del desarrollo completo de laslarvas, lo que causaba su muerte.

Para evitar el desarrollo de hongos en lascañas durante el desarrollo preimaginal delos insectos, previamente a su utilización,éstas se desinfectaban mediante su inmer-sión en agua con hipoclorito de sodio (10%)durante 2h, enjuagándolas a continuación

con abundante agua para evitar la permanen-cia de residuos de NaOCl que pudieran per-judicar a los insectos.

Después de 7 días se retiraban los adultosde las cañas y se pasaban a otras porciones,considerando que era éste un tiempo lo bas-tante largo como para que las hembras hu-bieran depositado suficiente número de hue-vos y a la vez lo bastante corto como paraque la descendencia no fuera demasiado he-terogénea en cuanto a edad.

Las cañas así expuestas a los adultos secolocaban en bandejas, dentro de jaulas,manteniéndolas en el insectario para queevolucionen en su interior los huevos, larvasy pupas. En esta experiencia se realizaron

Figura 3.—Cría de D. frumenti en Laboratorio sobre caña de azúcar. Arriba: Trozos de caña con adultos confinadosmediante un trozo de tela de visillo y una goma. Abajo: trozos de caña con larvas y pupas desarrollándose en su interior.

observaciones sobre un total de 140 trozosde caña infestadas con D. frumenti siguiendoel método descrito anteriormente. Tras la ex-posición de las cañas a los adultos, cada se-mana se diseccionaban 10 cañas anotando n°de formas vivas y estado de desarrollo. Paraver si durante el desarrollo de los insectos seproducían variaciones significativas el n° deindividuos (mortalidad). Los datos obtenidosse sometieron a análisis de varianza (ANOVA,ps 0,05, LSD).

Cría sobre dieta artificial

Para los ensayos de cría de D. frumentisobre dietas artificiales se partió de huevos olarvas sacados del interior de cañas de azú-

car (obtenidos mediante el método descritoanteriormente), ya que hasta el momento nose ha conseguido que las hembras pongansus huevos sobre las dietas artificiales ensa-yadas. Con la ayuda de unas finas pinzas ybajo la lupa binocular se van separando loshaces de fibras de la caña de azúcar hastaunos 3 mm de la superficie del extremo ex-puesto a los adultos, hasta encontrar los hue-vos que la hembra suele depositar mediantesu ovipositor, de forma aislada, en el interiorde los tejidos (a 1-2,5 mm de profundidad).Dichos huevos se retiran de la caña medianteun fino pincel y con sumo cuidado se ponensobre papel humedecido en cajas herméticasde plástico, hasta su eclosión. Una vez emer-gidas las larvas se colocaban éstas individua-lizadas (para evitar pérdidas por caniba-

Figura 4.—Cría de D. frumenti en dieta artificial: Tubos de plástico con larvas sobre Ia dieta.

lismo), en viales de plástico de 55 mm delongitud y 12 mm de diámetro, introdu-ciendo una pequeña porción de dieta y ta-pándolos mediante un algodón (figura 4). Ladieta se cambiaba periódicamente cuando sedesecaba o cambiaba su color (cada 4-7días), hasta la pupación del insecto. Las pu-pas se dejaban en el vial hasta que salen losadultos, los cuales se pasaban a las cañas deazúcar para que se reprodujeran.

Las observaciones se realizaron sobre 45individuos para cada una de las 4 dietas en-sayadas. La composición de las distintas die-tas aparece en el cuadro 2.

La dieta 1 está basada en la descrita porREHALKAR et al. (1985) para Rhynchophorusferrugineus Oliver (otro curculiónido plagade palmeras). La dieta 2 se basa en la utili-zada por FARINÓS et al. (1999) para la críadel curculiónido de la remolacha Aubeony-mus mariaefranciscae Roudier, suprimiendoel concentrado de remolacha de mesa y elhomogeneizado de remolacha azucarera ysustituyendo el azúcar de remolacha por elde caña. La dieta 3 tiene una composiciónintermedia entre las dos anteriores y la dieta4 es parecida a la dieta 3 pero más rica ennutrientes (azúcar de caña y levadura de cer-veza) y con una dosis menor del conservanteformaldehído.

Las condiciones de la cámara de cria utili-zada en ambos métodos de cría eran 25±1 °Cy70%±10HR.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Cría sobre caña de azúcar

La disección periódica de las cañas permi-tió obtener información sobre el desarrollo ycomportamiento del insecto en este sustrato.Las hembras efectúan la puesta de huevos ais-lados que mediante su ovipositor introducen a1 -2,5 mm de profundidad, quedando coloca-dos éstos entre las fibras de la caña sin quedesde el exterior se advierta ningún indicio desu presencia. Los huevos eclosionana los 7-10 días y la larva penetra en los tejidos de lacaña realizando galerías que respetan las fi-bras de la caña. Una vez que la larva ha alcan-zado su máximo desarrollo, practica una cá-mara de pupación cerca de la epidermis de lacaña, dejando a modo de salida un pequeñoagujero circular de 1,5 mm. que tapa con res-tos y dejando también, en muchas ocasiones,la fina epidermis sin perforar, como protec-ción. El adulto recién formado, para salir alexterior, elimina estos pequeños obstáculoscon su aparato bucal. En la figura 5 se presen-

Figura 5.— Estados de desarrollo de Diocakmdra frumenti.

Cuadro 1.— Formas vivas de D. frumenti (valores medios) encontradas en las cañas que se diseccionaronsemanalmente después de haberlas expuesto a los adultos

* los valores seguidos de distinta letra son significativamente diferentes (Anova ps 0,05, LSD).

Semana n (cañas) Huevos/caña Larvas/caña Pupas/caña Adultos/caña . . _ 'v ' F _ _ ^ was/cana *

tan los distintos estados del insecto extraídosde los trozos de caña.

En el Cuadro 1 se recoge el n° de huevos,larvas y pupas encontrados en las cañas disec-cionadas y el n° de adultos vivos que habíansalido de la caña (n° de orificios abiertos) máslos que habiendo terminado la ninfosis per-manecían en la cámara de pupación.

El n° medio de huevos encontrados porcaña (7,3 ± 1,58) equivale a una fecundidadmedia de 0,13 huevos/hembra y día. Estevalor tan bajo quedaría, en teoría, compen-sado con la gran longevidad de los adultos(mayor de 3 meses de media), si bien cabetambién la posibilidad de que alguna otravariable haya influido negativamente en di-cho factor (idoneidad del huésped, tempera-tura, n° de individuos por caña...), cuestio-nes sobre las que no hay hasta el momentoinformación que sirva de referente y sobrelas que sería también interesante investigar.También puede observarse que a lo largo deldesarrollo hay una significativa disminucióndel n° de individuos por caña (desde 7,3huevos a 4,2 adultos) y parece que los mo-mentos críticos en este sentido son el iniciodel período larvario (2 primeras semanas) yel paso de pupa a adulto. En relación coneste último caso se ha observado que unaparte importante de los adultos son encon-trados muertos dentro de la cámara de pupa-ción sin que se observe ninguna malforma-ción aparente. Una de las causas que podríaimpedir a estos adultos terminar de perforarla epidermis de la caña y salir al exterior, se-ría una hipotética excesiva dureza de la epi-dermis, bien por que el huésped no sea elidóneo o por una excesiva desecación de lascañas en las condiciones de ensayo. Por otrolado los insectos podrían encontrar en estehuésped alguna deficiencia nutricional(quizá como consecuencia de la degrada-ción de los tejidos de la caña tras un largoperíodo larvario).

La longitud media del período de desarro-llo de los estado inmaduros observada fue de7,8±1,2 días para los huevos, de 76,2±13,1días para la larva y de 10,2±l,4 días para lapupa. De ello resulta una duración del ciclo

más larga que la indicada en otras publica-ciones (6-10, 35-40 y 10,16 días respectiva-mente según CHUNG-TA y CHING-CHUNG(1997) y 4-9, 56-70, y 10-12 días respectiva-mente según HILL (1983), si bien hay que te-ner en cuenta que en estas publicaciones nose aclara cueles fueron las condiciones enque se midieron dichos tiempos.

Como conclusión puede decirse que estemétodo de cría presenta algunos inconve-nientes para la realización de estudios sobrela biología del insecto ya que éste es muypequeño y el huevo, la larva y la pupa per-manecen permanentemente dentro de los te-jidos, siendo muy difícil su localización yobservación sin llegar a dañarlos. Por otrolado, aunque sí puede ser apropiado para unacría de mantenimiento en laboratorio, no pa-rece que sea fácil la obtención de altos nú-meros poblacionales, teniendo en cuenta elbajo rendimiento y el gran volumen de cañade azúcar que sería necesario manejar.

Cría sobre dieta artificial

En el Cuadro 2 aparecen los resultadosobtenidos con las dietas ensayadas. De to-das ellas la dieta 1 es claramente la más des-favorable para el insecto a pesar de ser utili-zada con éxito para criar R. ferrugineus,otro parásito de las palmeras muy cercanofilogenéticamente a D. frumenti. La muertede todas las larvas criadas sobre esta dietaes muy probable que esté relacionada con lapresencia en ella del conservante ácido sór-bico, sustancia sobre cuya toxicidad para in-sectos hay copiosa información (DUNKEL yREAD, 1991).

Los porcentajes de supervivencia obteni-dos con las dietas 2 y 3 (15,6% y 11,1% )pueden considerarse muy bajos, observán-dose, por un lado, una alta mortalidad de lar-vas de primer estadio (47,3% y 54,5% res-pectivamente) y por otro, un númeroimportante adultos malformados (individuosque tras la ninfosis son incapaces de despren-derse bien de la exubia y mueren) (28,6% y25,4% respectivamente). Con la dieta 4 se

Cuadro 2.—Cria de D.frumenti en dieta artificial: composición de las dietas artificiales probadasy resultados obtenidos

* los valores seguidos de distinta letra son significativamente diferentes (Anova ps 0,05, LSD).p el peso medio de las hembras de campo fue 6,91+1,52 b.

consigue mejorar significativamente la su-pervivencia de individuos (37,8%) si bienésta puede considerarse todavía insuficiente.No se reduce en este caso la mortalidad delarvas neonatas (45,9%) pero si la proporciónde adultos malformados (14,2%). Es lógicopensar que la mortalidad de larvas de primerestadio puede estar relacionada con un posi-ble efecto tóxico de las dosis de conservantesutilizados (formaldehido y metil p-hidróxidobenzoato) o bien por la manipulación de lasneonatas. La aparición de adultos malforma-dos parece estar más bien causada por lascualidades nutritivas de la dieta ya que éstees el único factor modificado en la dieta 4. Elpeso de los adultos obtenidos con las dietas 2y 3 es significativamente inferior al de los decampo pero no hay diferencias entre estos ylos procedentes de la dieta 4, lo que de al-guna forma corrobora la hipótesis de que lascualidades nutritivas de las dietas ensayadasson en este caso un factor clave. También ladieta 4 es la más favorable en cuanto a dura-

ción del desarrollo larvario con 60,9 díasfrente a los 73,2 y 69,2 días transcurridos conlas dietas 2 y 3 respectivamente.

En resumen, si bien la dieta 4 se muestramuy superior a las demás en casi todos los pa-rámetros observados, con ninguna de las die-tas utilizadas hasta el momento se han conse-guido resultados plenamente satisfactorios,por lo que habrá que continuar investigandoen busca de la composición ideal. En este sen-tido una de las cosas que convendrá probar essi se mejoran los resultados disminuyendo lasdosis de conservantes, si bien parece presumi-ble que en este caso se perjudicaría la estabili-dad de la dieta, haciendo necesario aumentarla frecuencia en el cambio de la dieta.

Por otro lado este método resulta dema-siado laborioso para ser empleado en la pro-ducción de gran número de individuos, al sernecesarias la cría individualizada de los in-sectos y la engorrosa extracción de los hue-vos del interior de los tejidos del huésped(caña de azúcar).

Agua (mi)Agar (g)Azucar*(g)Levadura de cerveza(g)Salvado de trigo (g)Coco rayado (g)Ac. ascórbico (g)Ac sórbico (g)Nipagín (metil p-hidroxibenzoato) (g)Formaldehido (mi)Sales Wesson (g)Mezcla de vitaminas (mg)

n° de larvas% de supervivencia*Peso de las hembras adultas (mg)*p

Longitud periodo larvario (días)*

ABSTRACT

GONZÁLEZ NÚÑEZ, M., A. JIMÉNEZ ÁLVAREZ, F. SALOMONE, A. CARNERO, P. DEL ES-TAL, J.R. ESTEBAN DURAN, 2002: Diocalandra frumenti (Fabricius) (Coleóptera: Curcu-lionidae), a pest of palms recently introduced in Gran Canaria. First investigations aboutits biology and rearing in laboratory. Bol. San. Veg. Plagas, 28: 347-355.

The Four-spotted Coconut Weevil (Diocalandra frumenti (F)) has been recently in-troduced in the Gran Canaria Island from Pacific and Indie areas and means an impor-tant risk for Canary Palm and other palms in the Canary Islands and others areas ofAfrica, Europe and America. In this work results of two laboratory rearing methods arepresented. Using pieces of sugarcane (with ten couples during a week) an average of 4,2adults/cane were obtained with durations of egg, larval and pupal development of 7,8,76,2 and 10,2 days respectively. Rearing isolated larvae with four different artificialdiets survival averages were 0%, 15,6%, 11,1% and 37,8% with larval development pe-riod of 73,2, 69,2 y 60,9 days.

Keywords: Diocalandra frumenti, Phoenix canariensis, Curculionidae, palms, rea-ring methods.

REFERENCIAS

CAB INTERNATIONAL. 2001. Crop Protection Compen-dium (CD). Wallingford, Oxon.

CHUNG-TA, L., CHING-CHUNG, C. 1997. Primary studythe insect pests, hosts and ecology of weevil attac-king ornamental palm seedlings. Bulletin ofTaichungDistrict Agricultural Improvement Station: 57:43-48

DUNKEL, F. V., READ, N. R. 1991. Review of the effectof sorbic acid on insect survival in rearing diets withreference to other antimicrobials. Am. Entomol, 37:172-178.

FARINÓS, G.P., TABERNER, A., MARCO, V., CASTAÑERA,P. 1999. Development of an artificial larval diet for anew sugar beet pest, Aubeonymus mariaefranciscae(Coleóptera: Curculionidae), and its ovipositing be-havior. /. Econ. Entomol. 92(2): 351-356.

HILL, D. 1983. Agricultural insect pests in the tropics

and their control., Cambridge University Press. Cam-bridge. 746 pp.

REHALKAR, G.W., HARWALKAR, M.R., RANANAVARE,H.D., TAMHANKAR, A.J., SHANTHRAM, K. 1985. Rhin-chophorus ferrugineus. En: Handbok of Insect Rea-ring, pp 279-286. SINGH, P. & R.F. MOORE (Ed.). El-sevier. The Netherlands.

SALOMONE SUÁREZ, F., CARNERO HERNÁNDEZ, A., GON-ZÁLEZ HERNÁNDEZ, A., MARRERO FERRER, M. 2000.Presencia en la zona palearctica de Diocalandra fru-mentii Fabricius, (Coleóptera, Curculionidae). Bole-tin de la Asociación Española de Entomologia 24(1-2): 263-264.

(Recepción: 16 enero 2002)(Aceptación: 31 enero 2002)