dinouchi, el salvaje de aveyron

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El salvaje de Aveyron: el caso víctor María Elena Dinouchi Por lo que en ella se despeja de una concepción del hombre y de la naturaleza, tomaremos como referencia la experiencia del encuentro con el salvaje de Aveyron, niño de entre doce y trece años, hallado en la campiña francesa hacia 1800 y a quien su maestro llamó por el nombre de Víctor. El niño presentaba un aspecto lamentable: sucio, feroz, impaciente, con el cuerpo cubierto de cicatrices; la mirada errante, indiferente e incapaz de prestar atención a nada; privado del uso de la palabra sólo emitía sonidos guturales y uniformes; de movimientos espasmódicos y a menudo convulsos, mordía y arañaba a quienes se le acercaban y buscaba constantemente la forma de escapar. Quienes con gran expectativa habían creído encontrarse frente al hombre natural de Rousseau, contemplaban con repugnancia y aprensión la suciedad y el salvajismo del muchacho. El encuentro del salvaje de Aveyron con el discurso científico de la época No era el salvaje de Aveyron el primer niño que fuera encontrado en tales circunstancias; hallazgos similares se habían producido ya desde el siglo XV. Lo novedoso del caso residía en que no sólo despertaría la piedad de los aldeanos sino también -y he aquí su valor primordial- la curiosidad de los científicos. Ya a lo largo del siglo XVIII, la ciencia afianzaba sus ideales de autonomía al pronunciar su ruptura con la religión y la filosofía; al proclamar la independencia de la investigación científica y la secularización de la cultura. Cuando el azar arroja a Víctor, el discurso científico presto a leer las consecuencias de su encuentro ya tenía dispuestos los términos de la polémica que le darían acogida. Para las nacientes ciencias del hombre, el caso Víctor constituyó una experiencia crucial apropiada para la convalidación de una concepción del hombre y de la naturaleza que no debía realizarse por fuera de la observación positiva de los datos proporcionados por la experiencia. El niño salvaje o el idiota del Aveyron constituyó un

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El salvaje de Aveyron: el caso vctor

El salvaje de Aveyron: el caso vctorMara Elena DinouchiPor lo que en ella se despeja de una concepcin del hombre y de la naturaleza, tomaremos como referencia la experiencia del encuentro con el salvaje de Aveyron, nio de entre doce y trece aos, hallado en la campia francesa hacia 1800 y a quien su maestro llam por el nombre de Vctor. El nio presentaba un aspecto lamentable: sucio, feroz, impaciente, con el cuerpo cubierto de cicatrices; la mirada errante, indiferente e incapaz de prestar atencin a nada; privado del uso de la palabra slo emita sonidos guturales y uniformes; de movimientos espasmdicos y a menudo convulsos, morda y araaba a quienes se le acercaban y buscaba constantemente la forma de escapar. Quienes con gran expectativa haban credo encontrarse frente al hombre natural de Rousseau, contemplaban con repugnancia y aprensin la suciedad y el salvajismo del muchacho.El encuentro del salvaje de Aveyron con el discurso cientfico de la pocaNo era el salvaje de Aveyron el primer nio que fuera encontrado en tales circunstancias; hallazgos similares se haban producido ya desde el siglo XV. Lo novedoso del caso resida en que no slo despertara la piedad de los aldeanos sino tambin -y he aqu su valor primordial- la curiosidad de los cientficos. Ya a lo largo del siglo XVIII, la ciencia afianzaba sus ideales de autonoma al pronunciar su ruptura con la religin y la filosofa; al proclamar la independencia de la investigacin cientfica y la secularizacin de la cultura.Cuando el azar arroja a Vctor, el discurso cientfico presto a leer las consecuencias de su encuentro ya tena dispuestos los trminos de la polmica que le daran acogida. Para las nacientes ciencias del hombre, el caso Vctor constituy una experiencia crucial apropiada para la convalidacin de una concepcin del hombre y de la naturaleza que no deba realizarse por fuera de la observacin positiva de los datos proporcionados por la experiencia. El nio salvaje o el idiota del Aveyron constituy un campo privilegiado de observacin, experimentacin y validacin de hiptesis.Cuando Louis-Franois Jauffret, secretario de la Socit des Observateurs de I'Homme solicita a las autoridades del Hospital de Rodez el envo del nio a Pars para su estudio, lo hace acompaado de la siguiente justificacin: "Sera muy importante para el progreso de los conocimientos humanos que un observador pleno de celo y de buena fe pudiera, apoderndose del muchacho y retrasando su proceso de civilizacin, controlar el conjunto de sus ideas adquiridas, estudiar el modo segn el que las expresa y ver si la condicin humana, abandonada a s misma, es contraria por completo al desarrollo de la inteligencia (Montanari, 1978: 9).Las preguntas formulables y a la espera de respuesta eran: Cmo se originan las ideas? Cul es su vnculo con las sensaciones? Cmo se adquiere el lenguaje? Cmo se desarrollan las facultades de la mente? Qu puede dificultar su crecimiento? Cules son las posibilidades que la ciencia -pedagoga o psiquiatra- tiene de incidir sobre las determinaciones naturales? Cul es la influencia del medio y cul el papel de la sociedad?Los trminos de la polmica: Pinel versus ItardPodra ser Vctor la expresin del hombre natural no contaminado an por los hbitos de la vida social, con sus sentidos no despiertos frente a los estmulos del mundo exterior? El testimonio de un estado anterior del hombre, manifestacin de la primitiva constitucin del ser humano? Un ser de facultades disminuidas, un idiota acaso? O tal vez un sordomudo? Tales eran los interrogantes abiertos en la polmica que tuvo sus aristas ms representativas en las figuras de Philippe Pinel y de Itard. Pinel, idelogo, mdico-filsofo, amigo ntimo de Cabanis y Desttut de Tracy era director y promotor de reformas en los manicomios de Pars donde se desarrollaban nuevos mtodos para el tratamiento de la locura. Sus observaciones le permitieron hacer una clasificacin de las enfermedades mentales de las que ubica la causa en desequilibrios fsicos y fisiolgicos. Jean Itard era un joven mdico perteneciente a la escuela de Sicard, especialista e innovador en materia de reeducacin de sordomudos y en cuya trayectoria se incluye tambin una vinculacin al hospicio para locos de Pinel.Pinel, ante quien el salvaje ha sido presentado, analiza por separado los sentidos del muchacho concluyendo que en varios y determinados aspectos, Vctor presenta rasgos comunes con los nios deficientes o idiotas. Al carecer de sentidos -levemente desarrollados- y privado del uso de la palabra carece de ideas y afectos y su universo se limita a las formas ms elementales. Vctor no es de ningn modo el prototipo del hombre natural sino un desecho de enfermedad fsica y mental. Acentuando la organicidad del vnculo entre lo fsico y lo moral, estableciendo la superioridad de lo fsico y lo fisiolgico como fundamento del desarrollo intelectual, Pinel descarta la educabilidad del salvaje: Vctor padece de idiotismo incurable, la reeducacin por tanto, no puede restaurarle facultades y sentidos lesionados y la reclusin en un hospicio es todo cuanto puede proponerse la sociedad.Contra el peso de la autoridad de Pinel, Itard sostendr que el salvaje es normal y que slo resta incorporarlo a la cultura pero como las condiciones de su vida han daado su desarrollo, necesita cuidados mdicos. De esta manera el proyecto de Itard, apoyado en su afirmacin de la primaca de lo social sobre lo natural, realiza una conjuncin de medicina y pedagoga. Considera adems que la sociedad, al atraerlo a su seno, ha contrado con el nio obligaciones ineludibles; deuda que debe ser saldada, la educacin del salvaje se impone como un deber social y moral.La pedagoga mdica de Itard: apuesta y fracasoPasada la momentnea curiosidad, el salvaje de Aveyron es enviado al Instituto Nacional de Sordomudos dirigido por Sicard y confiado a los cuidados de Jean Itard quien se propondr la tarea de ser ese investigador que, "...reuniendo con cuidado la historia de un ser tan sorprendente, llegara a determinar qu es y deducira de lo que le falta la suma hasta ahora incalculable de los conocimientos y de las ideas que el hombre debe a la educacin: (Itard, 1978: 55).Durante cerca de diez aos Itard se dedic casi exclusivamente a las experiencias con el niosalvaje, cuyo registro qued fijado en las dos Memorias que redact y de las que relevaremos slo algunos puntos. El plan mdico-pedaggico de reeducacin que elabora Itard consta, tal como lo describe en sus primerasMemorias, de cinco objetivos principales. Si bien el salvaje le es confiado como mudo sucede que Vctor no es sordo y, por lo tanto, se impone la pregunta: por qu no habla? Itard reconoce que hay una diferencia radical entre un individuo sordo de nacimiento pero que ha vivido en una sociedad organizada por el lenguaje y otro no hablante por haber vivido siempre en el interior de la naturaleza muda o en la reunin de la soledad y el silencio. Por lo tanto, el primer objetivo del plan consiste en "Vincularlo a la vida social, hacindosela ms dulce que la que haba conocido, y, sobre todo, ms similar a la vida que haba abandonado (Itard, 1978: 62). El segundo objetivo es "Despertar la sensibilidad nerviosa mediante los estimulantes ms enrgicos y provocar, de vez en cuando, los afectos ms vivaces del espritu (op.cit.: 64). Contrariamente a la opinin de Pinel, Itard considera que an no puede comprobarse que Vctor padezca algn tipo de disminucin congnita o adquirida sino que su sensibilidad est precariamente desarrollada como consecuencia del estado de salvajismo, donde slo unas pocas facultades le fueron necesarias para asegurar su supervivencia. Ampliar su sensibilidad es la va que lo conducir al progreso del resto de sus facultades y a la adquisicin de las primeras ideas y afectos, as como del lenguaje que es, de manera esencial, un medio de comunicacin y de desarrollo del pensamiento. El caso Victor: Un nio salvaje

AntecedentesA finales de septiembre de1799, tres cazadores encontraron en los bosques deCaune(en elLanguedocfrancs, cerca de losPirineos) a un nio completamente desnudo, al que lograron capturar y al que dejaron al cuidado de una viuda, encerrado en una cabaa cercana. Aparentaba unos once o doce aos y ya haba sido avistado antes por la zona recogiendo bellotas o buscando tubrculos con los que alimentarse. Al cabo de una semana logr escaparse, retornando a las montaas, donde soport el riguroso invierno de aquel ao apenas cubierto con una camisola desgarrada. Por las noches se ocultaba, pero durante el da se acercaba a veces a algn pueblo de los alrededores, en uno de los cuales, del cantn deSt. Sernin, se introdujo en una casa deshabitada, donde volvi a ser capturado. All se le atendi y se le vigil durante varios das, siendo llevado luego al hospital de Saint-Afrique y posteriormente aRodez, donde estuvo varios meses. Durante todo este tiempo se mostr salvaje y esquivo, impaciente e inquieto, siempre atento a la posibilidad de escapar nuevamente.

La noticia de su existencia se difundi rpidamente por la Francia recin salida de larevolucin, provocando todo gnero de conjeturas y expectativas. Un ministro del gobierno con inclinaciones cientficas orden el traslado del muchacho a Pars, adonde lleg a finales de septiembre de 1800, con la esperanza de que el estudio de su caso pudiese ampliar los conocimientos sobre la mente humana.

Estudio y tratamiento Convertido as en asunto pblico, los sabios del momento le reconocieron atenta y cuidadosamente y llegaron a la conclusin, expresada por el ms calificado de ellos,Philippe Pinel, director delasilo o manicomio de Bictre, de que "el salvaje de Aveyron" no era ms que un deficiente mental incurable. Pero un joven mdico recin doctorado,Jean Marc Gaspard Itard, al que le fue permitido asistir a estas sesiones, ms optimista, propuso la elaboracin y ejecucin de un programa de tratamiento y educacin del nio, lo que fue aceptado, proporcionndosele los medios pblicos requeridos para realizarlo. El muchacho qued desde entonces bajo la custodia de Itard, siendo atendido por Madame Gurin en los aspectos fsicos y materiales, mientras que Itard elaboraba y aplicaba el programa de su tratamiento psicolgico y readaptacin.

Itard escribi dos memorias o informes dirigidos al ministerio patrocinador (al parecer el de Interior) donde relat minuciosamente sus observaciones, propsitos y experiencias. Ambos textos fueron publicados inmediatamente por considerrselos de inters general. El primero data de 1801, pocos meses despus de haberse emprendido el experimento, y el segundo se escribi en 1806, cuando Itard dio por conclusa su actuacin. Ambos trabajos son modelos de rigor cientfico, metodolgico y claridad expositiva.

La descripcin que Itard realiz de la primera impresin que le caus su pupilo rezaba: "un nio desagradablemente sucio, afectado por movimientos espasmdicos e incluso convulsiones; que se balanceaba incesantemente como los animales del zoo; que morda y araaba a quienes se le acercaban; que no mostraba ningn afecto a quienes le cuidaban y que, en suma, se mostraba indiferente a todo y no prestaba atencin a nada." Algo bastante diferente, pues, del "buen salvaje"rousseaunianoque el pblico de la poca esperaba.El infortunado muchacho era delgado y ms bien bajo para su supuesta edad. Su rostro, redondeado e infantiloide, presentaba marcas de haber sufrido laviruelay lo surcaban varias cicatrices. Su nariz era larga y puntiaguda y su mentn hundido. Tena un cuello largo y esbelto, pero otra gran cicatriz le atravesaba la garganta.

Las atenciones y cuidados que se le dispensaron a partir de entonces mejoraron su estado fsico y su sociabilidad, pero los progresos fueron muy escasos, una vez superada la fase inicial. Itard le puso el nombre deVctor. Por esta poca se present la pubertad sexual del muchacho, lo que cre problemas adicionales a su educador. Las esperanzas de Itard de ensearle a hablar y a comportarse de manera civilizada resultaron frustradas, y en el segundo informe Itard se daba por vencido y manifestaba su preocupacin por el futuro del joven.

Parte del proceso puede verse en una pelcula deFranois Truffautbasada en esta historia, tituladaL'Enfant Sauvage.

EplogoElMinisterio del Interiorprovey, sin embargo, para su ulterior cuidado (que Madame Gurin sigui realizando durante veinte aos ms, gracias a la pensin de 150 francos que se le asign para ello) y de que otros profesores continuasen su educacin. Pero un informe elaborado por alguien que vio a Vctor hacia 1815 no reseaba ninguna mejora de su situacin.

Vctor de Aveyron muri en1828.