diccionario biogrÁfico de los vÉlez dietmar … · iografía b 179 en diciembre de 2006 se...

44
iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario biográfico de Almería, obra dirigida por un equipo editorial designado por el Instituto de Estudios Almerienses, a cuyo frente estuvo Julián Pablo Díaz López, doctor en Historia. El volumen, en cuya redacción ha participado un centenar de autores, recoge más de 600 biografías de almerienses ya fallecidos a lo largo de la historia. Dado que se incluyen un número importante de velezanos, desde Revista Velezana consideramos que sería oportuno difundir su contenido a través de nuestras páginas, de manera que solicitamos y obtuvimos autorización del IEA y de los autores correspondientes para reproducir sus textos tal cual aparecieron en el citado volumen de biografías. Ahora bien, detectando la ausencia de algunos nombres significativos o recuperando información de otros, hemos aumen- tado la nómina de biografiados con algunas nuevas aportaciones realizadas por Dietmar Roth (para Vélez Blanco) y Pelayo Alcaina (para María). Para tratar de obviar agravios comparativos y justificar la inclusión o exclusión de nombres de personas y familias, convendría puntualizar que, por definición, toda obra de selección de personas a lo largo del tiempo es siempre incompleta y estará sometida a discrepancias por los nombres incluidos o excluidos, por la extensión de los mismos, por la concreción de datos, etc. Entre otras razones, porque se suele primar los nombres más cercanos en el tiempo, puesto que se dispone de mayor información y memoria colectiva de los mismos; de esta manera los periodos más antiguos o peor conocidos suelen aportar menos “personajes”, aunque en su día tuvieran una gran relevancia. De manera que la puesta en escena de muchos antepasados dependerá directamente de la propia investigación desarrollada en cada periodo y la profundidad de la misma. Conscientes, pues, de la provisionalidad de esta primera aportación de biografías, anunciamos que, desde Revista Velezana, estamos abiertos a nuevas incorporaciones y propuestas que puedan hacernos nuestros lectores para futuras colaboraciones, adiciones o correcciones. Para el caso de Vélez Blanco, su principal autor, Dietmar Roth, estima que, “en los últimos años, el interés de los historiadores se está centrando en el ascenso social y las estrategias de perpetuación de las elites en villas y ciudades en el ámbito rural, realizando investigaciones genealógicas como parte de la historia económica, social y política de Vélez Blanco. En este trabajo sólo se han escogido unos ejemplos de familias importantes de la historia de Vélez Blanco durante tres centurias, cuyos nombres perviven en cortijos o pagos, sin ánimo de discriminar a otras no menos interesantes. Aparte de que en breve saldrá publicado nuestro libro “Vélez Blanco en el siglo XVI: desde la época morisca a la sociedad de la repoblación”, donde ofrecemos un estudio pormenorizado sobre la movilidad social de más de cuarenta de familias de Vélez Blanco entre los siglos XVI-XVIII (nuestra tesis doctoral en la Universidad de Almería bajo la dirección de Fran- cisco Andújar Castillo), donde se incluyen las familias Abrujenda, Alazaraque, Albayar, Almadeque, Almorid, Bañón, Belmonte, Casanova, Chelen, Díaz, Dindi, Dirdal, Fernández Mateo, García Abarca, García de Barahona, García Falcón, Gasque, Gea (Egea), Hacén, de la Iglesia, Insausti, Jufre, Laujete, Llamas, López Yáñez, Marín, Marroquí, Martínez de Perona, Merlos, Molon, Moratali, Morcel, Navarro Ropera, Norato, Palomar, Pascual, Pierres, Piñero de Hita, Portillo, Ramí, Ramírez, Rapaupe, Rincón (o Fernández Rincón), Segovia, Soria, Valenzuela, Vandelvira, etc. Otros personajes de indudable interés: el escribano y juez Ignacio Cruzate Valcárcel, el mercader Jerónimo Francés de Ribera, el arquitecto Jerónimo de Urreta, el ingeniero Juan Guaharil, el cura y embajador Diego Marín, el vicario Juan Bautista del Prado, y los componentes de la corte y administración marquesal”. Dicho esto, también nos pareció apropiado encabezar esta considerable aportación de reseñas biográficas con un texto introductorio que nos remite nuestro amigo y colaborador Pedro Perales Larios, doctor y profesor de Lengua y Literatura, quien nos ofrece un rigurosa y concienzuda reflexión sobre el citado Diccionario biográfico de Almería y, más en concreto, analiza las considerables aportaciones de personajes velezanos, de manera que nuestra tierra es la zona más densamente representada del conjunto provincial. La Redacción de Revista Velezana DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Pelayo Alcaina Fernández [P.A.F.] Jesús Bañón Lafont [J.B.L.] Julián Pablo Díaz López [J.P.D.L.] Antonio Gil Albarracín [A.G.A.] José Domingo Lentisco Puche [J.D.L.P.] Antonio Muñoz Buendía [A.M.B.] Dietmar Roth [D.R.] Valeriano Sánchez Ramos [V.S.R.] Norberto Torres Cortés [N.T.C.] Rosario Torres Fernández [R.T.F.] Carlos Vargas Vasserot [C.V.V.]

Upload: phamkhanh

Post on 07-Oct-2018

227 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

179

En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario biográfico de Almería, obra dirigida por un equipo editorial designado por el Instituto de Estudios Almerienses, a cuyo frente estuvo Julián Pablo Díaz López, doctor en Historia. El volumen, en cuya redacción ha participado un centenar de autores, recoge más de 600 biografías de almerienses ya fallecidos a lo largo de la historia. Dado que se incluyen un número importante de velezanos, desde Revista Velezana consideramos que sería oportuno difundir su contenido a través de nuestras páginas, de manera que solicitamos y obtuvimos autorización del IEA y de los autores correspondientes para reproducir sus textos tal cual aparecieron en el citado volumen de biografías. Ahora bien, detectando la ausencia de algunos nombres significativos o recuperando información de otros, hemos aumen-tado la nómina de biografiados con algunas nuevas aportaciones realizadas por Dietmar Roth (para Vélez Blanco) y Pelayo Alcaina (para María).

Para tratar de obviar agravios comparativos y justificar la inclusión o exclusión de nombres de personas y familias, convendría puntualizar que, por definición, toda obra de selección de personas a lo largo del tiempo es siempre incompleta y estará sometida a discrepancias por los nombres incluidos o excluidos, por la extensión de los mismos, por la concreción de datos, etc. Entre otras razones, porque se suele primar los nombres más cercanos en el tiempo, puesto que se dispone de mayor información y memoria colectiva de los mismos; de esta manera los periodos más antiguos o peor conocidos suelen aportar menos “personajes”, aunque en su día tuvieran una gran relevancia. De manera que la puesta en escena de muchos antepasados dependerá directamente de la propia investigación desarrollada en cada periodo y la profundidad de la misma. Conscientes, pues, de la provisionalidad de esta primera aportación de biografías, anunciamos que, desde Revista Velezana, estamos abiertos a nuevas incorporaciones y propuestas que puedan hacernos nuestros lectores para futuras colaboraciones, adiciones o correcciones.

Para el caso de Vélez Blanco, su principal autor, Dietmar Roth, estima que, “en los últimos años, el interés de los historiadores se está centrando en el ascenso social y las estrategias de perpetuación de las elites en villas y ciudades en el ámbito rural, realizando investigaciones genealógicas como parte de la historia económica, social y política de Vélez Blanco. En este trabajo sólo se han escogido unos ejemplos de familias importantes de la historia de Vélez Blanco durante tres centurias, cuyos nombres perviven en cortijos o pagos, sin ánimo de discriminar a otras no menos interesantes. Aparte de que en breve saldrá publicado nuestro libro “Vélez Blanco en el siglo XVI: desde la época morisca a la sociedad de la repoblación”, donde ofrecemos un estudio pormenorizado sobre la movilidad social de más de cuarenta de familias de Vélez Blanco entre los siglos XVI-XVIII (nuestra tesis doctoral en la Universidad de Almería bajo la dirección de Fran-cisco Andújar Castillo), donde se incluyen las familias Abrujenda, Alazaraque, Albayar, Almadeque, Almorid, Bañón, Belmonte, Casanova, Chelen, Díaz, Dindi, Dirdal, Fernández Mateo, García Abarca, García de Barahona, García Falcón, Gasque, Gea (Egea), Hacén, de la Iglesia, Insausti, Jufre, Laujete, Llamas, López Yáñez, Marín, Marroquí, Martínez de Perona, Merlos, Molon, Moratali, Morcel, Navarro Ropera, Norato, Palomar, Pascual, Pierres, Piñero de Hita, Portillo, Ramí, Ramírez, Rapaupe, Rincón (o Fernández Rincón), Segovia, Soria, Valenzuela, Vandelvira, etc. Otros personajes de indudable interés: el escribano y juez Ignacio Cruzate Valcárcel, el mercader Jerónimo Francés de Ribera, el arquitecto Jerónimo de Urreta, el ingeniero Juan Guaharil, el cura y embajador Diego Marín, el vicario Juan Bautista del Prado, y los componentes de la corte y administración marquesal”.

Dicho esto, también nos pareció apropiado encabezar esta considerable aportación de reseñas biográficas con un texto introductorio que nos remite nuestro amigo y colaborador Pedro Perales Larios, doctor y profesor de Lengua y Literatura, quien nos ofrece un rigurosa y concienzuda reflexión sobre el citado Diccionario biográfico de Almería y, más en concreto, analiza las considerables aportaciones de personajes velezanos, de manera que nuestra tierra es la zona más densamente representada del conjunto provincial.

La Redacción de Revista Velezana

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Pelayo Alcaina Fernández [P.A.F.]Jesús Bañón Lafont [J.B.L.]

Julián Pablo Díaz López [J.P.D.L.] Antonio Gil Albarracín [A.G.A.]

José Domingo Lentisco Puche [J.D.L.P.]Antonio Muñoz Buendía [A.M.B.]

Dietmar Roth [D.R.]Valeriano Sánchez Ramos [V.S.R.]Norberto Torres Cortés [N.T.C.]

Rosario Torres Fernández [R.T.F.]Carlos Vargas Vasserot [C.V.V.]

Page 2: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

180

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

I. Aspectos generales

La grandeza de los pueblos nace, crece y se ali-menta en sus individualidades, algo así como decir –parafraseando a Unamuno en la definición de su concepto de intrahistoria- que la Historia en general es un gran mosaico formado por pequeñitas piezas o retazos históricos, cada uno con su propia singu-laridad, pero que en su interrelación dan sentido al conjunto. Si bien la definición de este concepto se la debemos a Unamuno, lo cierto es que el hombre es consciente de ello desde el momento en que es capaz de percibir la realidad que le rodea como una sucesión de acontecimientos en cuyo desarrollo él juega un papel de capital importancia. Desde que el hombre se sabe manipulador de su propio devenir como realidad global, se da cuenta de la necesidad de dejar constancia material de este proceso y de la existencia de las individualidades que sucesivamente lo van generando y transformando.

De ahí el nacimiento de la biografía, que, si bien como género literario su definición está rela-tivamente próxima a nosotros (siglo XVII), como género autónomo viene siendo cultivada desde muy antiguo. Sin hacer mención a constancias no sistemáticas de vidas de determinados personajes desde que se inventó la escritura, los compendios sistematizados desde que Plutarco escribiera su obra Vidas Paralelas se han ido sucediendo con distintos enfoques epistemológicos hasta llegar a nuestros días.

En esta línea de investigación y difusión, el Instituto de Estudios Almerienses publicó en diciem-bre de 2006 su Diccionario Biográfico de Almería (DBA)�, en el que se ofrece una relación ordenada alfabéticamente de notas biográficas y semblanzas de familias, linajes y personajes cuya obra les ha

1 Diccionario Biográfico de Almería.JuliánPabloDíazLópez,coord..Almería,2006.459p.:fot.;29,70x21cm.Laediciónseharealizadobajo el patrocinio de la Fundación Cajamar y fue presentada enAlmeríaeldía14dediciembrede2006.

hecho entrar, a criterio del Equipo Editorial, en la Historia de nuestra provincia. No es el propósito de estas líneas ofrecer una reseña general de la obra, sino tan sólo presentar una serie de datos básicamente estadísticos referidos a la comarca de Los Vélez, con el objetivo principal de hacernos, por deducción, una idea de la importancia que ésta ha tenido y viene teniendo en la construcción de la Historia de la provincia de Almería, prescindiendo de las causas que han motivado la inclusión de los personajes y sin detenernos en el estudio de sus personalidades ni obras.

No obstante el propósito a que acabo de aludir, creo conveniente realizar unas breves pinceladas de

Pedro PERALES LARIOS

LA COMARCA DE LOS VÉLEZ EN EL DICCIONARIO BIOGRÁFICO

DE ALMERÍA

Page 3: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

181

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

la obra en general por entender que serán de ayuda al lector para una mejor comprensión de la presen-cia en la misma de los personajes de Los Vélez.

Al igual que hicimos con la publicación de Almería hombre a hombre, del padre Tapia, y de Perfiles, semblanzas y notas biográficas de cuevanas y cuevanos ilustres, de Pedro Enrique Martínez, los almerienses hemos de congratularnos de nuevo y felicitar a los promotores por la excelente y opor-tuna idea de facilitar a quienes tengan interés en la Historia de Almería un instrumento de consulta del que muy pocas provincias disponen, y es, sin lugar a dudas y como Juan del Águila dice en la Presentación, “la obra de referencia biográfica más ambiciosa e imprescindible que hasta el momento se ha llevado a cabo en Almería”, y ha sido confec-cionada, además, con el muy buen criterio, como dice el Equipo Editorial en el Prólogo, Introducción y Agradecimientos, de hacer “una obra definitiva, pero pensada desde su inicio para ser, en un tiempo razonable, enriquecida con nuevos hallazgos sobre los biografiados y con la incorporación de aquellas biografías que en su día el I.E.A. considere relevan-tes para figurar en el Diccionario”.

El DBA, en el que han colaborado �04 au-tores, consta en total de 633 entradas, 74 para linajes, sagas y familias, y 559 para personajes, hombres y mujeres, que han nacido, vivido y muerto en el periodo de tiempo comprendido entre los siglos II y XX de nuestra era. Genérica-mente podemos afirmar que se trata de un libro formal y materialmente bien elaborado, aunque consideramos que en algunos casos podría haber-se mejorado el tratamiento fotográfico. Como es lógico esperar en una obra de tales características y abierta para ser enriquecida paulatinamente, podemos echar en falta algunos personajes, e incluso sopesar si los méritos atribuidos a otros son suficientes para incluirlos; pero lo que no encontramos lógico es que figuren en ella determi-nados personajes de cuya vinculación con nuestra provincia no queda constancia alguna en su sem-blanza o nota biográfica, de manera que quien no tenga sus propios conocimientos sobre ellos no podrá encontrar explicación a su inclusión.

Un aspecto que llama la atención es la ausencia entre los autores de nombres relevantes en el pano-rama actual de la investigación y difusión histórica provincial. En cambio hay otros cuya reiteración puede parecer a simple vista excesiva si nos limita-mos a efectuar una comparación porcentual con el total de personajes biografiados. Sin entrar en un análisis de las causas de este doble aspecto, creo

que esto debería ser objeto de debate para futuros enriquecimientos y ediciones.

En otro orden de cosas y como última observa-ción que merece hacerse constar antes de pasar a la exposición estadística objeto de estas líneas, llama también la atención el desequilibrio entre el número de personajes de unas determinadas localidades y comarcas con respecto a otras. Sin que nos deten-gamos tampoco en las posibles causas que hayan motivado esta diferencia, creemos que también sería conveniente en el futuro buscar una mayor equidad provincial en este sentido.

No obstante esta breve exposición de aspectos que podríamos denominar como menos positi-vos desde nuestra óptica, es obligado insistir en el acierto de la iniciativa y del patrocinio y en el buen trabajo de coordinadores y autores para que Almería pueda disponer de una obra que, como el ya citado Juan del Águila ha dicho, “ayude a superar las actuales ficciones y fábulas, que llaman milagro económico al resultado del trabajo de miles de familias. Hombres y mujeres que son los prota-gonistas ilustres y anónimos de la transformación de una tierra tan árida y yerma que lo que produce no es el fruto generoso de la naturaleza, sino la consecuencia del tesón, del ingenio y la sabiduría derramada sobre ella. Sirva el Diccionario no sólo como una obra de referencia necesaria, sino como un carné de identidad colectivo para saber y mos-trar quiénes somos”.

II. Los personajes de Los Vélez

Si tuviéramos que valorar la importancia del papel desempeñado en la historia de una provincia, región o país por el número de nombres de una de sus localidades, pueblos, ciudades o comarcas que, según los criterios de un determinado estudioso o grupo de estudiosos en un momento concreto, merecen figurar en una relación específica, sin lugar a dudas las comarcas de Los Vélez y de la Axarquía (Levante) son las más importantes de la provincia de Almería. Limitándonos a Los Vélez, recordaremos como preámbulo que entendemos por esta denominación la comarca constituida por los términos municipales de cuatro pueblos: Chirivel, María, Vélez Blanco y Vélez Rubio, si bien hay quienes consideran que también forman parte de ella Oria y Taberno, localidades estas dos últimas que en el estudio que nos ocupa no aportan ningún personaje a nuestra relación.

Son varios los criterios que hemos seguido para establecer que los personajes seleccionados pertene-

Page 4: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

182

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

los encargados de dar forma a las notas biográficas, perfiles y semblanzas de las familias y personajes que, según los criterios establecidos por el Equipo Editorial, se ha considerado oportuno que pasen a formar parte de la Historia de nuestra provincia o que han contribuido con su trayectoria vital y profesional a construirla.

Teniendo en cuenta que algunos de estos perso-najes o familias tuvieron relación con más de uno de los cuatro municipios pertenecientes a Los Vélez, hemos encontrado que a cada uno corresponde el siguiente número de entradas: Vélez Rubio: 42 (7 son linajes), Vélez Blanco: �2 (3 son linajes), María: 4, Los Vélez (sin especificar): 3, y Chirivel: �.

Entre los oficios, ocupaciones y profesiones de todos ellos encontramos una amplia gama de lo más variopinta que va desde aventureros, filántropos y propietarios hasta moriscos y repobladores, y que podemos resumir de la siguiente forma, teniendo en cuenta que a algunos hay que adscribirlos a más de una: �4 políticos, �0 eclesiásticos, 7 aristócratas, 6 juristas, 5 militares, 4 médicos y 3 arquitectos. Con el número 2 encontramos las siguientes dedi-caciones: escritores, poetas, organeros y propieta-rios. Y con el � estas otras: aventurero, cantante, diplomático, comerciante, filántropo, historiador, farmacéutico, anticuario, alarife, músico, morisco y repoblador.

Autor

José Domingo Lentisco Puche 44

Antonio Gil Albarracín 5

Dietmar Roth 2

Valeriano Sánchez Ramos 2

Antonio Muñoz Buendía 2

Rosario Torres Fernández 2

Vargas Vasserot, Carlos �

Dietmar Roth y Jesús Bañón Lafont �

Julián Pablo Díaz López �

Norberto Torres Cortés �

Redacción �

cen a Los Vélez, al igual que ha sucedido con los se-leccionados por el Equipo Redactor para que entren a formar parte del DBA en general, pero resumiendo podemos afirmar que el principal ha sido que exista vínculo directo de los mismos con nuestra comarca, bien sea debido a nacimiento, muerte, residencia o cualquier otro tipo de relación personal o laboral. De esta forma encontramos un total de 62 entradas, 52 para personajes y �0 para familias, hermanos, sagas o linajes, lo cual, teniendo en cuenta el número general de entradas del DBA, supone el 9’79% del total, porcentaje bastante considerable, más aún te-niendo en cuenta que es un tanto desproporcionado si observamos que el porcentaje de localidades de Los Vélez con respecto al total almeriense es del 3’92%, y más considerable aún si añadimos que de las 62 entradas, sólo una, la correspondiente a Domingo Tomás, arquitecto del siglo XVIII, es la única que hemos encontrado que guarde relación con uno de los cuatro municipios, Chirivel, estando los 6� res-tantes vinculados a los otros tres. Y mayor aún es la desproporción entre el número de personajes de Vélez Rubio (35 individuos más 7 linajes) y el de las demás localidades, si bien esta última desproporción no es sino una consecuencia de la mayor importancia de esta localidad en el conjunto de la comarca.

Más desproporcionado nos resulta aún el hecho de que de los 52 personajes sólo dos son mujeres, lo que supone un exiguo 3,84% del total de bio-grafías, frente al 96’�6% de hombres. Pero esto, contextualizado en el papel que nuestra sociedad y cultura ha querido atribuir a la mujer, no es sino una más de las consecuencias de una actitud exclu-sivista, acaparadora y discriminatoria que afortu-nadamente se va superando y contra cuyos restos todas y todos tenemos el deber de luchar.

Tal y como puede verse en la siguiente relación, han sido en total �0 los autores más la Redacción

Page 5: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

183

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Linaje/familia VínculoAbduladín o Aduladín Vélez BlancoAndreo Vélez RubioBeyca, los Vélez RubioCarrasco Muñoz, linaje Vélez RubioFajardo, los Vélez BlancoFalces Ladrón de Guevara, hermanos

Vélez Rubio

Pérez Suárez, hermanos Vélez RubioSánchez Hortal, hermanos Vélez RubioSerna, linaje de los Vélez RubioTorrente-Villena, los Vélez Blanco

PersonajeAlcayna Guirado, Antonio MaríaAliaga Serrano, Juan MaríaÁlvarez de Toledo y Osorio, Antonio Vélez BlancoArcas Lacal, Julián MaríaArenal y Fernández, Juan Miguel Vélez RubioBelmonte Díaz, Ginés María Vélez BlancoCarrasco Guirao, Fernando Vélez RubioCarrasco Molina, Joaquín Vélez RubioCarrasco Serna, Antonio Vélez RubioCarrasco y Pérez, Joaquín Vélez RubioChico de Guzmán y López, Andrés Vélez RubioDenoyen, Guillermo Vélez RubioEgea Tortosa, Marcos Vélez RubioFajardo Chacón, Pedro Vélez BlancoFajardo de la Cueva, Luis Vélez BlancoFalces Ategui, Martín Vélez BlancoFernández López, Francisco Vélez RubioGarcía de Ortega, Martín Vélez RubioGuirao Alcázar, Fernando Vélez RubioGuirao Gea, Miguel Vélez RubioHeredia, Jerónimo de Vélez RubioLópez Ballesteros, Luis Vélez RubioLópez de Robres, Juan Los VélezMachuca y Vargas, Manuel Vélez RubioManchón Carrasco, Manuel Los VélezMarín García, José Vélez RubioMarín, Diego Vélez BlancoMartínez Laroca, Salvador Vélez RubioMartínez y Laso de la Vega, Francisco Los VélezMartínez, José Manuel Vélez RubioMéndez Asensio, José Vélez RubioMorales Sánchez, José Vélez RubioMorales Sicluna, Pascual Vélez RubioMoreno Jorge, José Vélez RubioMotos Fernández, Federico Vélez BlancoMotos Guirao, Miguel Vélez RubioMotos y Serrano, Dionisio de MaríaNavarro López, Antonio Vélez RubioNieto Oliver, Laura Vélez RubioPalanques Ayén, Fernando Vélez RubioPérez Sánchez, Ambrosio Vélez RubioRodríguez Sopeña, Dolores Vélez Rubio

Rubio de la Serna de Falces, Juan Vélez RubioRubio de la Serna, Pedro Vélez RubioSan Agustín, Fray Pedro de Vélez RubioSerna y La Fuente, Agustín José de la Vélez RubioSerna y López de la Hoz, Agustín Fernando

Vélez Rubio

Serrabona Fernández, Miguel Vélez RubioTesta, Francisco Antonio de Vélez RubioTomás, Domingo ChirivelTuzaní, El Los Vélez

Aunque una localidad almeriense de Cuevas del Almanzora, en la comarca de la Axarquía, cuenta desde �99� con un trabajo que llena en cierta medida el mismo hueco que para la provin-cia representa el DBA, el ya mencionado de Pedro Enrique Martínez, lo cierto es que el conjunto de esa comarca así como la de Los Vélez necesitan de estudios similares y que, mientras no se realicen, el DBA suplirá dignamente esta necesidad.

Como colofón, y para facilitar una más rápida localización a quienes en el Diccionario se interesen por los personajes y linajes de la Axarquía, ofrece-mos una relación de los mismos ordenada alfabéti-camente y con la expresión de las localidades con la que están vinculados.

Page 6: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

184

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

ABDULADÍN o ADULADÍN Familia de aristócratas árabes. Los hermanos Alí

(yerno de Abenamar) y Mohamed Aduladín, siendo uno alcaide y el otro alguacil de los Vélez, acogieron a Boabdil en Vélez Blanco, rindiéndole homenaje (�485) y ayudándole a introducirlo en el Albaicín, donde estalló el levantamiento en apoyo de Boabdil (�486).

El �7-VI-�488 pactaron con los Reyes Católicos la entrega de Vélez Blanco y Vélez Rubio, comprometiéndose a convencer a sus familiares, los mandatarios de Huéscar, Orce, Galera y Benamaurel, para que también entregaran sus fortalezas. Recibieron a cambio remuneraciones en dinero, cereal, paños y, como merced, la villa de Castilleja y el cortijo de Cortes de Baza. Mohamed Abduladín fue nombrado alguacil mayor de los Vélez, sierra de los Fila-bres, río de Almanzora y hoya de Baza; su hermano Alí, alcadí mayor de los mismos lugares para entender en los pleitos entre los mudéjares.

Intervinieron en apoyo de los Reyes Católicos durante la rebelión de gran parte del Reino de Granada (�499/�500), acompañó Mohamed Aduladín al condestable de Navarra y murió en el asedio de Laujar. Alí vivía desde hacía años en Granada y fue asesinado por los mudéjares sublevados (�500). Mahomad Abduladín tenía dos hijos que, bautiza-dos, tomaron los nombres de Fernando y Garcilaso. Alí, casado con Aldonça, viuda de Alhache Abenziete, y con Isabel, tenía tres hijos ya con nombres cristianos: Isabel, Rodrigo y Juan. Las viudas y los hijos fueron recompensa-dos con rentas vitalicias por los Reyes Católicos. El 26-II-�50� el alguacil Hamete Abduladín firmó la capitulación de los mudéjares de Vélez Blanco, tomando como nombre cristiano el del señor territorial: Luis de Beaumont. En �5�3 y �527 Juan Aduladín era alcalde de Vélez Blanco; en �5�4 lo era Hernando Aduladín y, en �5�5, Rodrigo Aduladín, siendo Luis Aduladín alguacil mayor (�5�5).

El último descendiente residente en Vélez Blanco fue Luis Aduladín. El bautizo de su hijo Juan (�552) lo ofició el vicario Juan Chacón, siendo los padrinos los regidores Ginés Guillén y Martín Valera. Expulsado con los demás moriscos, primero, a Albacete, y, luego, a Huete. Denuncia-do a la Inquisición por un asunto amoroso durante su vida en Vélez Blanco, fue procesado y condenado a penitencia pública, azotes y destierro. Otro Aduladín Mendoza apa-rece como vecino de Murcia. Una alianza matrimonial se detecta por los enlaces de un tal Juan Abduladín, el menor, con Catalina Laujete; y de Hernando Abduladín con Juana Laujete, ambos en �550. [D.R.]

GRIMA CERVANTES, Juan Antonio (�987); TAPIA GARRIDO,

José Ángel (�986).

ACOSTA, familia (Vélez Blanco)La administración de las rentas de los Fajardo en su

marquesado estuvo durante más de 40 años en manos de Diego de Acosta Moreno, hijo de Jaime de Acosta e Isabel Moreno, y hermano de Lorenzo y Juana. Estaba casado con Juana Ruiz de Urrutia, hija de Francisco Martínez de Urrutia (o Rutia) y Gregoria de Mena. Fue alcalde en �620 y también administrador de los bienes de Juan de Argote, hijo de Tello de Argote, alcaide del castillo de Vélez Blan-co, y de Marina de Aguino, hermana de Isabel de Aguino Retama.

Las hermana de Diego, Juana de Acosta Moreno, se casó con Ginés García Fajardo; y su hermano, Pedro de

Acosta Moreno, pasó a las Indias y trabajó en la Ciudad de los Reyes (Lima) como cirujano.

Su hijo, el capitán Diego de Acosta Moreno (¿-�644), era entre �638 y �640 teniente de alcalde mayor de Vélez Blanco. Fue velado y desposado el 9-IX-�629 con María de Gea (o Egea), hija y heredera universal de Quiteria Martínez y Bernabé de Gea, hermano de Pedro de Gea. Don Diego intervendría como capitán de la milicia de Vélez Blanco en Fuenterrabía y heredaría nada menos que cuatro haciendas de población, de las que se habían repartido entre los nue-vos pobladores en mayo de �574, después de la expulsión de los moriscos. Sustituiría a Sebastián Fernández de Ochoa como administrador de los bienes del marqués de los Vélez. En �642 era también alcaide del castillo de Vélez Blanco.

El segundo hijo de Diego de Acosta y Juana de Rutia, el Ldo. Juan de Acosta Moreno, era primero alcalde mayor de Antequera y, más tarde, vecino de Madrid, consultor del Santo Oficio y teniente de corregidor. Se casó con Marina de Sotelo y Cisneros, camarera de Mencía Pimentel, condesa de Oropesa.

La hija de Diego de Acosta y Juana de Rutia, Isabel de Acosta, “casada conforme a su calidad y con persona de letras y de mucha calidad, como lo es el dicho licenciado Juan Correa de Tapia”, abogado en la Real Chancillería de Granada, recibió de sus padres 4.000 ducados en bienes dotales.

Juana de Acosta era hija de Hernando de Acosta y de María de la Bastida. María de Escámez, hija de Antonio Aparicio y Juana de Acosta, se fue a Lucena al servicio de Gonzalo de Aguayo y Mercado, mayordomo del marqués.

En �669 se veló a Diego de Acosta Moreno (¿-�69�), hijo de Diego de Acosta Moreno, y a María de Gea, con Mariana de Meneses y Monroy, hija de don Esteban de Meneses y de Ana María Monroy. Habían sido desposados en Caravaca el ��-I-�666 en presencia del presbítero Ginés de Robles, Ignacio Cruzate y Valcárcel, el beneficiado Ldo. Juan de Villalta y Jerónimo Calvo.

Sus dos hermanas eran María y Ana de Acosta Mo-reno, la última, “privada de la vista, ambas de estado doncellas”. María de Acosta falleció en �697, fundando un vínculo a favor de su sobrino Diego de Acosta Moreno y Meneses.

En �705, Diego de Acosta Moreno, hijo de don Diego de Acosta Moreno y de María Ana de Meneses y Monroy, se casó con Rosa López Ruiz, hija de Asensio López Ruiz y de Rosalía Mellado. La rama velezana de la familia Acosta se extinguió a principios del siglo XIX. [D.R.]

AGUINO, familia (Vélez Blanco)Pedro de Aguino (I) nos consta como alcalde de Vélez

Blanco (�570-�573) y propietario de un mesón en Huéscar, junto a la Puerta El Sol, arruinado ya a mediados del siglo XVII, herencia de sus padres, Machín de Aguino y Mada-lena de la Retana. También tenía un molino “en la huerta de esta villa, bajo de la ermita de la Concepción”. Pedro de Aguino estaba casado con la hija de Juancho de Lizarán y fundó un vínculo sobre su casa, el mesón de Huéscar y sus tierras en Topares.

El hijo de Pedro de Aguino, Pedro de Aguino de Liza-

rán (II), bautizado en �559, llegó a ser el administrador de la hacienda de la encomienda de Caravaca. Su hijo, también llamado Pedro (III), se casó con Petronila de Vitoria; mien-tras que a su hermano, Andrés de Aguino y Lizarán, se le embargó el molino por causa de pérdidas en la administra-

Page 7: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

185

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

ción de las salinas del partido de Almería. Dos familiares, Luisa y María de Aguino, eran vecinas de Huéscar.

En abril de �667, Juan de Heredia y Mateos, vecino de Vélez Rubio e hijo de Andrés de Heredia y de Isabel Mateos, se casó con Bernarda de Aguino, hija de Andrés de Aguino y de María Ballesteros.

Pedro de Aguino Ballesteros (IV) se casó con Marina Bermúdez y Beica, vecina de Vélez Rubio. El hijo de ambos, Pedro de Aguino y Bermúdez (V), se casó con Quiteria Sánchez Arroyo. Su hijo, Pedro de Aguino y Sánchez (VI), se casó en �707 con Mariana Miñano de Arce, hija de Pedro Miñano de Arce y de María de Acosta. El hijo de ambos, Pedro de Aguino y Miñano (VII), se casó en �740 con Teresa Martínez Miñano, natural de Mula, hija de Fernando Martínez, originario de Mula y vecino de Vélez Blanco, y de Agustina Miñano, natural y vecina de Vélez Blanco. En �749, Pedro de Aguino Miñano, viudo de Te-resa Martínez, se casó con Rosalía López Acosta, hija de Alfonso López Yáñez y de Mariana de Acosta y Soto. La familia se extingue en Vélez Blanco a principios del siglo XIX. Todavía algunos cortijos llevan el nombre de esta importante estirpe. [D.R.]

ALCAYNA GUIRAO, Antonio (María, �755 - Orihuela, �826). Eclesiástico y dipu-

tado a Cortes. Colegial en San Miguel de Orihuela, donde realizó los estudios de bachiller y licenciado; doctor en Sa-grada Teología en la Universidad de dicha ciudad. Se ordenó presbítero en el 79 y predicó en el 82 en la iglesia Catedral de Almería. Opositó al concurso general de los curatos del obispado de Almería, siendo nombrado párroco de Vícar (�783-�79�) y Roquetas (�790). En �788 hizo oposición a la Canongía Magistral de la Colegiata de Baza, cuyos ejercicios le fueron aprobados némine discrepante. Por espacio de casi un cuarto de siglo (30-I-�79� a V-�8�5), ocupó el curato de Cuevas de Vera, dio muestras patentes de su celo pastoral, regido sabiamente y donde disponía de una considerable y variada biblioteca: Teología, Derecho Canónico, Historia y Santos Padres, Oratoria. Tenía fama de estudioso, “limosnero, penitente y celoso del bien espi-ritual y material de sus feligreses”.

A comienzos de �8�0, invadida España por los ejérci-tos imperiales franceses, es designado diputado, probable-mente, por las juntas parroquiales y de distrito. En diciem-bre abandona Cuevas por espacio de 3 años. Dadas sus ideas, sentimientos y educación, no tardó en adherirse a los grupos tradicionalistas defensores del Trono y la Religión; oponiéndose a la venta de Melilla y los presidios menores al Emperador de Marruecos.

Finalizada la Guerra de la Independencia, queriendo premiar sus méritos, al parecer, le fueron propuestas algu-nas prebendas y cargos eclesiásticos que él rechazó, hasta que, por R.O. de 29-V-�8�5, fue nombrado chantre de la Catedral de Orihuela, en cuyo cargo permaneció hasta su fallecimiento. En su testamento (�6-X-�826), entre otras disposiciones, legó a la parroquia de Cuevas 4.000 reales de vellón y un cáliz de plata sobredorada; a la de Vícar y Roquetas, 2.000 r.; a la de María, �.000 r.; al cabildo de Orihuela, casullas, alba... y 2.000 r. [J.D.L.P.]

BERNABÉ Y LENTISCO, Antonio María (�93�); PALANQUES

AYÉN, Fernando (�9�7); QUIRÓS, Paulino (�9��).

ALIAGA SERRANO, Juan (María, �849 – ca. �930). Maestro. En �868 obtuvo el

título de maestro elemental, comenzando a impartir clases el

6-VII-�870. Tomó parte en los ejercicios de oposiciones de marzo de marzo de �87� ante el tribunal de Murcia, obteniendo el número pri-mero en orden de méritos de los opositores, y ocupó el primer lugar de la segunda clase en el escalafón. Du-rante casi 49 años (�868-�9�9) ejerció como maestro y funcionario modelo en la escuela municipal de Ma-ría, “sin haber disfrutado ninguna licencia y sin haber

sido objeto de ninguna corrección disciplinaria”; y recibió a lo largo de vida profesional numerosas distinciones en reconocimiento a su labor: 8 votos de gracia por la Junta Provincial, 3 por la Inspección, �8 de la Junta Local, 9 comunicaciones laudatorias y la Cruz de Isabel la Católica, concedida por R. O. de �6-XII-�889, un oficio del rector de la Universidad Literaria de Granada en �9-V-�909 “a fin de que se formase expediente para concederle al Gran Cruz de Alfonso XII”, como consecuencia de una visita de inspección girada a su escuela.

Fue alcalde después de su jubilación. En reconocimien-to a su labor educativa, en abril de �924 se le dio su nombre a una calle del pueblo y fue objeto de un multitudinario homenaje por parte del Ayuntamiento, antiguos alumnos y el pueblo en general. [J.D.L.P.]

BALLESTEROS MARTÍNEZ, Miguel (2002).

ANDREO, los (Vélez Rubio) Oriundos de las montañas de Burgos y Navarra, los

primeros Andreo vinieron a poblar Vélez el Rubio en el s. XVI, pero los posteriores procedían de Jijona (Alicante); destacando, en primer lugar, Francisco Andreo y Benito (Fuente Grande, Vélez Rubio, �774 - Granada, �848), hijo de unos acomodados labradores (Francisco Andreo Urrutia y María Benito Andreo), estudió en los franciscanos de Vé-lez Rubio y cursó jurisprudencia en Granada. Jurisconsulto, relator, oidor y presidente de sala de la Real Chancillería de Granada, profesor catedrático de la Universidad granadina de Derecho y miembro de la efímera Diputación Provincial de Granada en �8�3; tuvo relación administrativa con la primera frustrada autonomía de Chirivel, segregándose de su matriz Vélez Rubio e incorporando territorios de María y Orce. Como escritor parece ser que el Sr. Andreo Benito dejó publicada una erudita monografía, relativa a un im-portante hallazgo arqueológico registrado en un pueblo de las cercanías de Granada.

Casado en Granada, en �808, con Genoveva Dam-pierre y de Huet, una distinguida señorita de nacionalidad francesa, prima hermana del Sr. Barón de Spau, coronel jefe de las fuerzas imperiales que estuvieron acantonadas en esta villa de Vélez Rubio en �8��, tuvieron siete hijos, cinco de ellos varones, el mayor de los cuales fue Salvador Andreo Dampierre (Granada, ¿ - Madrid, �879). Jurisconsulto, auditor de Guerra, fiscal y ministro togado del Consejo Supremo de Guerra y Marina, diputado a Cortes por el dis-trito de Vélez Rubio (�85�-52) y gentil hombre de Cámara de S.M. Como abogado, defendió y ganó ante el Tribunal Supremo en provecho de un opulento cliente cubano un fa-moso pleito llamado de los doscientos millones; valiéndole, a más de la consiguiente gloria profesional, el pingüe regalo

Page 8: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

186

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

de un “ingenio” en Cuba valuado en dos millones de reales. Se le conoce alguna colaboración literaria; por ejemplo, un opúsculo sobre Baza primitiva y romana, según autores antiguos, publicado a mediados del s. XIX. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�9�7).

ARCAS LACAL, Julián (María, �832 - Ante-

quera, �882). Guitarrista, concertista y compositor. Recibe muy pronto sus pri-meras clases de guitarra de mano de su padre, Juan Pedro Arcas Arjona, buen aficionado, seguidor de la escuela de Dionisio Agua-do, que también instruye a Estanislao y, sobre todo, a Manuel, hermanos de Ju-lián que alcanzaron cierta

notoriedad. Después de instalarse en Barcelona, su familia se traslada a Málaga y Julián, con doce años, pasa a recibir clases de José Asencio, discípulo directo de Aguado. Lo es-cucha el célebre guitarrista Trinitario Huerta, que le anima a emprender una carrera de concertista, dando su primer concierto en Málaga, con �6 años, y otros en Granada, a finales de los 40.

A comienzos de la década de los 50 se halla en Madrid para escuchar a los guitarristas más notables de la Corte y tocar luego en público en varios teatros y salones par-ticulares, consiguiendo el reconocimiento de profesores y aficionados. De esta época datan sus primeras composicio-nes, entre ellas, el arreglo para guitarra Sueño de Rosellen (Madrid, �852), u otras tan importantes en su repertorio como un arreglo del Aria de tiple de la ópera Hernani, la Jota aragonesa, la Rondeña, la Gallegada o El carnaval de Venecia. En �855 inicia su carrera internacional que lo llevará a Italia, acompañando a los duques de Montpensier a bordo de un vapor. Lo encontramos en �857 en Palma de Mallorca y en diferentes provincias españolas, donde da varios conciertos. En �858 se puede seguir la pista de sus actuaciones en Córdoba, Málaga y Sevilla, ciudad donde se documenta su primer encuentro con el guitarrero también almeriense, Antonio de Torres Jurado, calificado de “histó-rico” para la guitarra y la música española, ya que Arcas animaría a Torres a dedicarse plenamente a la construcción de guitarras, iniciando sus importantes experimentaciones que dieron como primer fruto el famoso instrumento “La Leona”. Arcas sigue ampliando su repertorio con nuevas composiciones, siguiendo las pautas de los concertistas-compositores contemporáneos, con arreglos de fragmentos de óperas italianas de moda en esta época, y un incipiente nacionalismo con arreglos de aires populares, con títulos como Boleras de la ópera las “Vísperas sicilianas” o La murciana, Fantasía de aires nacionales, tan recurrentes en los programas de sus conciertos, constituyen un buen ejemplo. Lo vemos instalado en Barcelona a principios de los años 60, en Madrid en �862, con una actividad frenética de giras en toda la geografía española. Durante una de ellas, la del verano 62, en Castellón, se produce otro encuentro providencial para la guitarra: el del niño prodigio Francisco Tárrega con Julián Arcas. Éste le anima a dedicarse plenamente al concertismo y se ofrece incluso a darle clases particulares en Barcelona, hecho que no lle-gará a materializarse por la intensa actividad concertística

de Arcas. Al final del verano del 62 lo vemos poner rumbo a Inglaterra, lugar donde cosechará sus máximos éxitos y dónde recibirá el apoyo de la aristocracia. Regresa a Barcelona y lo encontramos en �865 de gira en Córdoba y en Madrid, tocar en presencia de SS.MM., ser nombrado maestro honorario del Real Conservatorio de Música y ser condecorado con la Cruz de Carlos III. En �866 está en Granada y Murcia para dar conciertos, y reaparece en Sevilla para ofrecer varias audiciones. Sigue en Sevilla el año siguiente, donde interpreta por primera vez su famosa Soleá y su trascripción de la célebre Marcha fúnebre, del pianista alemán Sigismond Thalberg. Viaja también a Lis-boa. La tradición historiográfica lo presenta como padrino de la segunda boda de Antonio de Torres, que se casa en Sevilla con Josefa Martín Rosado (7-XI-�868). En �869 lo vemos de paso por Valencia para dar varios conciertos; en Madrid, donde se edita su famosa Colección de tangos, y tocar después en Murcia y Cartagena, interpretando por primera vez su arreglo del popular Los Panaderos. �870 marca su regreso a Málaga para ofrecer cinco actuaciones que se verán ampliadas a siete, dado el éxito y reconoci-miento allí conseguidos.

Después de referencias en Murcia en �87�, donde actúa casi de incógnito, llega el periodo más sorprendente en su biografía: el abandono de su carrera artística para montar en �872 un comercio de petróleos en Almería, situa-do en el nº 54 de la calle Granada. Sin embargo, le vemos simultanear el negocio, convertido rápidamente en fracaso empresarial, con su habitual dedicación a la guitarra y con conciertos en Jerez (�873) y en Almería, Jaén, Granada, la región murciana y Alicante (�876-�880). Una nota publi-cada en La Crónica Meridional (�0-VIII-�878) aclara que las constantes idas y venidas a Almería de Arcas durante este periodo de retiro eran motivadas por la salud precaria de su madre, Antonia Lacal París, ya viuda por entonces. Fallecida ésta, en �880 regresa Arcas a Cataluña y Mallor-ca, ofreciendo numerosos conciertos y audiciones privadas. Lo seguimos de nuevo en Murcia y Almería (�88�) en su actividad concertística. A principios de febrero �882 se encuentra enfermo en Antequera y tiene que guardar cama, falleciendo en esta ciudad el �6 de febrero.

Su música, apenas editada en vida, pasó a manos de su hermano Manuel, residente en Barcelona, heredero de sus bienes (Julián era soltero). La esposa de Manuel, después de enviudar, dio los manuscritos de su marido y de su cuñado a la casa editorial catalana Hijos de Vidal y Roger. Es así como, entre �89� y �892, se publicaron dos series con el título general de “Colección de piezas para guitarra”, que incluyen 44 partituras, la mayoría de la obra de Arcas que conocemos hoy. Varias veces reeditadas durante la primera mitad del siglo XX, en �993 la editorial Soneto publica, a cargo de Melchor Rodríguez, sus obras completas, 52 pie-zas para guitarra. Su memoria en Almería fue recuperada por los miembros del “Trío Richoly”, que interpretaba en concierto parte de sus obras; por el guitarrero José Luis Ro-manillos, biógrafo de Antonio de Torres, y, recientemente, por el Certamen Internacional de Guitarra Clásica “Julián Arcas”.

Representa Arcas el guitarrista más importante de la llamada “generación perdida”, silenciada cuando no despreciada por opiniones tan influyentes como las de Andrés Segovia o Emilio Pujol, eslabón imprescindible entre la guitarra española de la primera mitad del siglo XIX, marcada profundamente por la escuela madrileña de Dionisio Aguado y la catalana de Fernando Sor, y el

Page 9: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

187

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

inicio moderno finisecular del instrumento, con la figura emblemática de Francisco Tárrega. Su obra refleja los gustos musicales en España durante los años 60 y 70 del XIX, ubicados entre la pasión por la ópera italiana y el deseo de construcción de un anhelado nacionalismo español. Desde el punto de vista guitarrístico, presenta la particularidad de haber sido pionera en la trascripción de obras para piano, y en el arreglo académico de “aires” populares, entre los cuales destacan los de procedencia andaluza. Es por ello que la relación estrecha entre el repertorio de Arcas y el de Tárrega es cada vez más evi-dente, a la vez que sus piezas con referentes folclóricos sirvieron de fuente en la configuración de la guitarra flamenca, un instrumento que buscaba su propia voz en el nacionalismo finisecular. [N.T.C.]

ARCAS, J. (�993); RIOJA VÁZQUEZ, Eusebio (�990 Y 2003);

SUÁREZ-PAJARES, J. y RIOJA VÁZQUEZ, Eusebio. (2003).

ARENAL Y FERNÁNDEZ, Juan Miguel del (Vélez Rubio, �8�0-

�875). Político y rico pro-pietario velezano. Nacido en el Cabezo de la Jara durante la invasión francesa, vástago de una familia distinguida: Juan Antonio del Arenal y Picón, originario de San-tander, y la velezana Ysabel María Fernández Martí-nez. Estudió en el Cole-gio de Orihuela (3 años de latinidad y filosofía hasta �833) y en la Universidad de Granada (filosofía y ju-

risprudencia, hasta �837), apreciándole como “uno de los alumnos más aventajados de aquel alto centro docente”. Notable jurisconsulto, “fue su bufete uno de los más con-curridos y acreditados del país”.

Conocido por sus opiniones liberales, primero, se alistó en la Compañía de Urbanos de su pueblo y fue teniente; luego, en �836, se movilizó voluntariamente en las tropas isabelinas que lucharon contra la facción del cabecilla car-lista Basilio Gómez al invadir Andalucía. Al verificarse el pronunciamiento de �840, del que resultó luego la regencia de Espartero (�84�-43), fue miembro de la Junta de Gobier-no Provincial, diputado provincial (�840-43) y se puso al frente de la Milicia Nacional de los partidos judiciales de Levante, intentando auxiliar el movimiento en Murcia. Fiel seguidor de Espartero, a su caída (�843), conspiró contra el nuevo gobierno y, como consecuencia de su fracaso, tuvo que emigrar a las costas argelinas, desde las playas de Villaricos a Orán. Volvió a su país a últimos de �844, retirándose a su casa de campo del Cabezo de la Jara, donde vivió por espacio de dos años abstraído por completo de la política. En �846 abandona el retiro voluntario y derrotó al candidato del Gobierno, obteniendo el más señalado triunfo a favor del progresista Ramón de Orozco y Jerez. Cuando llegaron los sucesos de �854, Arenal secunda los sucesos que llevarían de nuevo al poder a Espartero (�854-56), iniciando el movimiento de la provincia de Almería y creando una Junta de Gobierno de la que fue elegido presidente, desde cuyo puesto contribuyó al alzamiento de toda la provincia. Afiliado a la Unión Liberal durante el período dinástico a que puso fin la revolución del 68, im-puso y triunfó con su propia candidatura, unas veces con

el apoyo oficial y otras sin él, en cinco distintas ocasiones: en las Constituyentes de X-�854; por el distrito de Tíjola, en las Generales del 5-XI-�858; y por el de Vélez Rubio, en las de �863, siendo reelegido sin oposición en elección parcial efectuada el 3-IV-�864, por haber sido anulada el acta anterior; disuelto el partido de la Unión, se separaron del Sr. Arenal los elementos radicales del distrito, que antes le apoyaron y, aunque luchó en sucesivas elecciones, ya no volvió al Congreso hasta las segundas Cortes del reinado de D. Amadeo, últimas en que representó a su provincia: las Generales de IV-�872.

Falto de dotes oratorias, no logró brillar por su palabra en los debates del Congreso, pero sí poseía un conocimiento íntimo y práctico de los hombres y de las cosas, de modo que su consejo o su dictamen pesó con decisivo influjo en la solución de más de un arduo pro-blema de alto carácter gubernativo, siendo miembro de la célebre Guardia Negra del líder de la Unión Liberal, Leopoldo O’Donnell, con quien trabó cierta amistad y reconocimiento mutuo, fruto de lo cual el Jefe de Estado regaló a Arenal una de las espadas de honor ofrendadas años antes por el ejército español al héroe invicto de Tetuán y de Wad-Rás (�860), figurando en su despacho hasta que, en �874, fue asaltado y saqueado por los car-listas del cabecilla Lozano.

Como escritor y hombre de erudición y estudio, colaboró en el gran Diccionario Geográfico-Histórico y Estadístico de su íntimo amigo y compañero D. Pascual Madoz, cuya parte relativa a nuestra provincia se le debe casi por entero; publicó artículos y folletos de índole eco-nómica, social o jurídica (Memoria sobre el déficit de los presupuestos del Estado de 1856-57) y unos ilocalizados “Apuntes sobre la Historia Antigua de la comarca [de Vélez Rubio]. [J.D.L.P.]

“BIOGRAFÍA del señor don Juan Miguel del Arenal... (�856); PA-

LANQUES AYÉN, Fernando (�9�2); Crónica Meridional, La (�875).

BARRIONUEVO, familia (Vélez Blanco)Una información de limpieza de “filiación y nobleza”

indica que la familia Barrionuevo o Barnuevo era uno de los doce linajes de Soria con propiedades en la aldea de Portillo, jurisdicción de Soria. Los linajes sorianos realizaban reuniones en las iglesias de la ciudad: los Ba-rrionuevo, en la de Nuestra Señora de Barnuevo. Gonzalo de Barrionuevo, casado con Catalina de Monrreal, había salido de Soria “a servir a su magestad con la nobleza de estos reinos a las guerras por el reino de Granada, y, acabada la dicha guerra, vino por caballerizo del mar-qués de los Belez, don Pedro Fajardo, primero de este nombre, y ser de vecindad en esta villa por los años de mil y quinientos y doce”. Gonzalo fue alcalde en �54� y de su matrimonio con Catalina de Monrreal nacieron Juana, Gonzalo e Isidro de Barrionuevo. Francisco de Barrionuevo fue alcalde en �576 y �599, estaba casado con Catalina Ruiz y se vio perseguido por la Inquisición en �56�.

Isidro, el otro hijo de Gonzalo y Catalina, casó con Lucía de Villaescusa, hija de Juan de Villaescusa y Catalina Merino. Era mayordomo de Juan Fajardo y apoderado de su mujer, Catalina de Ávalos. Alcalde en �64�, vivía en la casa que le había dejado su suegra en la calle San Agustín, que formaba parte de un mayorazgo, pero tenía una casa que era de sus padres y hermanos, junto al “escriptorio” de la calle Corredera, sobre la cual también establece un vínculo y mayorazgo. Su hija Catalina se casó con Julián

Page 10: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

188

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

de Alamiquez, hijo del capitán Antonio Gómez de Esquivel y de María de Alamiquez.

Isidro de Barrionuevo y Merino se casaría con Catalina Ruiz de Molina. Ella era hermana de Miguel de Molina, escribano público y del ayuntamiento de Totana. El herma-no de Isidro, el Ldo. Gonzalo de Barrionuevo, llegó a ser alcalde mayor de Cartagena. El hijo, Isidro de Barrionuevo Ruiz de Molina, llegó a ser caballerizo de los condes de Ayala, descendientes del marqués de San Leonardo, Gonzalo Fajardo, con residencia en Madrid. Murió sin descendencia, fundando varias obras pías y una capellanía. Un cortijo lleva todavía el nombre de esta importante estirpe. [D.R.]

BASTIDA, familia (Vélez Blanco) Ginés de la Bastida era hijo del Rodrigo, veedor del

marqués de los Vélez, y Leonor de Valencia; poseían exten-sas propiedades en el término de Vélez Blanco (un paraje del término se llama aún “Bastida”) y también en Cuevas. Un tal Antonio de la Bastida fue beneficiado de la iglesia de Vélez Blanco y acusado por la Inquisición en �56� de haber dicho no creer en Dios. El citado Ginés de la Bastida fue teniente de alcalde mayor y mandó construir una capi-lla en la parroquia de Santiago; estuvo casado con Marina Álvarez de Heredia, siendo sus hijos: Damián, Lorenzo, Ana de Tuesta, María y Mayor de Salcedo.

Ana de Tuesta se casó con Francisco López de Soria, también perteneciente a una familia importante de Vélez Blanco y teniente de alcalde mayor. Damián de la Bastida casó con María Ponce, siendo nombrado fiel de los diezmos pertenecientes a la iglesia de María, Vélez Blanco y Vélez Rubio para los años �590 y �59�. El hijo de la pareja, Da-mián, se casó con Catalina de Santiesteban, hija de Luis de Santiesteban y de Catalina de Morata, vecinos de Baza. En mayo de �608, Rodrigo de la Bastida, sobrino de Damián, residía ya en Baza. En �6�4, Ginés de la Bastida, vecino de Baza, le vendió por �30 ducados a Diego Fernández una labor con casa, era y pozo en el pago de Topares y, en el mismo año, a Bartolomé Lozano, una ventaja de población, “que las huertas de riego están en la Tosca y dos en el pago de Caguid [...] y los secanos en Tello y otra en el Bixmay”. [D.R.]

BELMONTE DÍAZ, Ginés María (Vélez Blanco, �787-�857). Propietario y político. Hijo

de padres cultos y pudientes, realizó estudios de latinidad y retórica en el convento franciscano de Vélez Rubio; y de fi-losofía y teología en el Seminario de la Purísima Concepción y San Miguel de Orihuela, logrando el grado de Maestro en Artes y el de Doctor en Sagrada Teología. En �806, en Granada, inicia el estudio de Leyes, interrumpidos por la guerra hasta el 23-XII-�8�2, en que obtiene el grado de ba-chiller en Derecho. Finalmente, se recibe como abogado de la nueva Audiencia Territorial de Granada en 30-VI-�8�3.

Durante la Guerra de la Independencia es excluido para el alistamiento debido a algún impedimento físico, pero, a las órdenes del coronel Villalobos Cabrera y Frei-re, que actúan en el Sureste, y con riesgo de su propia vida, auxiliará en numerosas ocasiones a los nacionales guiándoles en sus extravíos por el desconocido territorio, proporcionando valiosas informaciones (capturando corres-pondencia de generales franceses), alojando en su casa a los perseguidos, pagando emisarios, aportando dineros entre los pobres necesitados y entregando medios económicos para la reorganización y avituallamiento de los ejércitos que luchan contra el invasor, llegando a estar encarcelado

(�8�2). Tras la Guerra, “fue perseguido por sus enemigos, preso y procesado como reo de Estado”, aunque sobreseída en agosto de �8�4. Ese mismo año se le nombra auditor de guerra y, por R.D. 28-III-�8�5, caballero de la Orden de Carlos III; y, a pesar de las inquinas personales y persecucio-nes, es armado el 4-IX-�8�6. Con el Trienio Liberal cesan las percusiones, llegan los reconocimientos, se constituye en el alma del partido liberal, capitaneando la Compañía de la Milicia Nacional Local y hace inventario de papeles, enseres y cuadros del Convento de Vélez Blanco para evitar extracciones u ocultaciones. “Vuelto en 1823 el Gobierno absoluto, fue despojado de sus honores, perseguido nueva-mente, procesado y condenado como liberal, teniendo que andar errante hasta 1833 que le salvó la amnistía, sin haber alterado su constante decisión por la libertad y bien de la patria los peligros que le rodearon”. A partir de �833 se le encargan diversos cometidos por distintas autoridades: la organización de la Milicia Ciudadana, el arreglo de los jueces de distrito; e invierte parte de su fortuna en el auxi-lio y socorro de los afectados por la mortífera epidemia de cólera de �834.

Imbuido de los principios del Siglo de las Luces (re-formismo, utilitarismo, beneficencia, educación cívica) y guiado de la caridad cristiana, con dispendio de su vida y fortuna, “propagó la ilustración, estableció casas de be-neficencia y de educación primaria, aseó cárceles, reparó caminos, creó hospitales y otros establecimientos de utilidad y bien público”.

Con la consolidación del estado liberal, le lloverían los reconocimientos: magistrado de la Audiencia Territorial de Granada (�838), Cruz de Comendador de Isabel la Católica (�843), caballero del Hábito de Calatrava (�845) y de la Orden de Montesa (�844-45), gentil-hombre de entrada de S.M. (�846-47), vocal socio de la Junta de Agricultura de la Provincia de Almería, en representación del partido judicial de Vélez Rubio (�848). En �844 triunfa de manera arrolladora consiguiendo 5.782 votos para un escaño del Palacio de Diputados, cargo que abandona 4 años después para instalarse definitivamente en su pueblo natal, en la magnífica mansión barroca de la Corredera, donde se dis-pone a vivir de los restos de una no demasiado próspera hacienda que heredó de sus padres. [J.D.L.P.]

GUILLÉN GÓMEZ, Antonio (2000).

BEYCA, los (Vélez Rubio)Los Beyca o Beícar fueron una de las familias con

mayor categoría social en el s. XVI en Vélez Rubio, dueños de casas, tierras y esclavos. Domingo de Beyca, uno de los primeros pobladores asentados en la villa tras la conquista castellana, a sus bienes iniciales asignados por los RRCC, se añadieron 25.000 maravedíes de plata procedentes de la dote que el Marqués asignó a su parienta política Luisa Fernández de Córdoba para su casamiento. Establecieron su morada en el pago de Alcázar, en la conocida como mansión de los Beicar (luego casa de los Serna, hoy de los Martínez Carlón), donde aún se guarda un grupo escul-tórico de gran mérito artístico, ante el que se celebraron las primeras oficios religiosos en la localidad. En �574, la viuda, Luisa, poseía uno de los principales patrimonios de la zona, al igual que otros miembros de su familia. Pedro de Beyca capturó esclavos en Terque y Ohanes, participando activamente en la guerra contra los moriscos, bajo el mando de Luis Fajardo, falleciendo en la Calahorra (�569). Mar-tín de Beyca, tío del anterior, presbítero de Vélez Blanco, quien, tras el levantamiento morisco, a finales de �57�,

Page 11: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

189

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

aprovechando la búsqueda de alimentos, cautivó en Biótar (actualmente, Viótar) a varias mujeres y hombres y los hizo esclavos suyos. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

BOTÍA, Los (María)Juan y Vicente, padre e hijo, representan un fiel refe-

rente de la incipiente burguesía local que se encuentra a ca-ballo entre los arcaicos vasallos del sr. Marqués de los Vélez, del que obtuvo durante años sus favores y buena parte del éxito familiar, y la nueva clase social que imprime un nuevo empuje empresarial a la población, aprovechando para ello todos los resortes que se le presentan a mano.

Juan Botía Girón pertenecía a una de las grandes familias del s. XVII que durante esa centuria había ido acumulando riquezas y propiedades agrícolas e industriales. Durante la segunda mitad del s. XVII había conseguido adquirir nuevas propiedades cedidas por el concejo y la casa marquesal en los muchos terrenos baldíos que aún no habían sido roturados en el término municipal; más tarde, con la adquisición de los hornos de vidrio, diversificaron su fuente de ingresos. Su padre había ostentado el cargo de recaudador de impuestos desde el año �692, que simul-taneaba con el de encargado oficial para las cuadrillas de obreros que se ocupaban de la reparación y mantenimiento de los caminos y veredas del municipio. Reconocida su valía y ganado el reconocimiento de la casa marquesal, Juan Botía Girón fue nombrado depositario del concejo de María durante los años �698, �702, �708 y �7�0, cargos que alternó con el de regidor en �699.

Vicente Botía Zerdán (María, ¿-�772) continuó os-tentando cargos municipales durante su vida. Figuró como regidor (�74�), alcalde ordinario (�746, �752, �757 y �767), depositario (�753) y procurador síndico (�764 y �770). Su poder económico y status social le van a venir por dos vías principalmente, al margen de los bienes ya heredados de sus antecesores. La primera, con la concesión por parte de la casa marquesal del cargo de alcabalero para la localidad de María en �746, y el segundo, por la vía de las alianzas matrimoniales. Como alcabalero (receptor del impuesto de la alcabala) mantuvo un sonado pleito con el alcabalero de Vélez Blanco a mediados del s. XVIII. En lo referente a las alianzas matrimoniales, consiguió entroncar con la familia más pudiente del momento, los Gamboa. Su boda concertada con Catalina Alcaina (hermana de María Magdalena Alcaina, esposa de Juan de Dios Gamboa) le permite alternar con lo más granado del momento.

Como partícipe de los 3 peritos y concejales que con-feccionaron las respuestas al cuestionario del marqués de la Ensenada en �753, conocemos buena parte de su patrimo-nio. Sus propiedades, ubicadas en buena parte en la zona de regadío de la vega de María, quedaban complementadas con grandes fincas de secano en la umbría de la Sierra de María, una de ellas con una extensión de �00 fanegas de tierra y un cortijo nuevo, otras 8 fanegas en tierra de Peren-tín, otras 2 fanegas y media en las eras de María Gallardo y un pedazo de tierra de secano en la Solana. A todo ello hay que unir los hornos de vidrio de su propiedad que le rentaban anualmente �.000 reales y que daban trabajo a cuatro maestros y dos oficiales.

Hombre piadoso y benefactor, dejó para la posteridad buena parte de su patrimonio. Dotó una capellanía a favor de su sobrino Pedro Luis Botía Bautista (cura ecónomo de María) y para ello cedió la mitad de todos sus ingresos. El resto de su patrimonio lo empleó en la construcción del

Hospital de María. El edificio se construyó gracias al impul-so económico del propio Vicente Botía, su cuñada, María Magdalena de Alcaina, y Pedro Martínez Gómez, sobre unos terrenos cedidos por los frailes de San Francisco, que tenían un amplio huerto con una pequeña casa de reposo en la localidad. En su testamento dejó, como era costumbre, mas de 4.000 misas rezadas por su alma (repartidas entre las parroquias de María y los conventos de San Luis de V. Blanco y el de V. Rubio), �.000 reales de vellón para los pobres y buena parte de su hacienda para la fábrica del Hospital que se construía. [P.A.F.]

CARRASCO GUIRAO, Fernando (Vélez Rubio, ¿ - �956)

Abogado y político. Figura política y social clave en la historia de Vélez Rubio, en especial, durante las cuatro primeras décadas del siglo actual. Diputado provincial a partir de �9�6, concejal en varias ocasiones; alcalde de tendencia liberal-ballesteris-ta entre �9�0-�9�6 y, final-mente, en abril del �93�, hasta el nombramiento de una Comisión Gestora y la repetición de las elecciones en que resultó triunfador Salvador Martínez Laroca. Vivió en su casa de la Carre-

ra del Carmen hasta su fallecimiento. Casado con Trinidad Fernández Góngora, uno de sus hijos, Andrés, fue alcalde de Vélez Rubio entre �976-�983.

Director, promotor y colaborador de varios periódicos en la localidad, entre los que citamos: El Mauser (�893-�896), periódico republicano quincenal fundado junto con José Guirao Banderas y Andrés Chico de Guzmán; y, especialmente, El Defensor de los Vélez (�904-�904; 52 nú-meros, donde tuvo una destacada participación su cuñado, el publicista Andrés Chico de Guzmán, y el erudito local Fernando Palanques Ayén. [J.D.L.P.]

GUIRAO GEA, Miguel (2003), LENTISCO PUCHE, José Domingo

(200�).

CARRASCO MOLINA, Joaquín (Vélez Rubio, �832-�90�). Letrado y político. Hijo

de Antonio Carrasco Serna y María Concepción Molina Pérez, estudió humanidades y filosofía en el Colegio de Santiago de Granada y se licenció en Derecho por aquella Universidad en �854.

Gran propietario, letrado distinguido, impulsor de la política y la prensa local, caudillo de las masas velezanas entre �868 y la proclamación de Alfonso XIII. En octubre de �862, siendo regidor municipal, con motivo de la visita que verificó Isabel II a la provincia, fue comisionado por el Ayuntamiento para pasar a Almería y saludar a la Reina. En las elecciones de II-�87�, tras empeñada lucha, logró derro-tar al invencible paisano Juan M. del Arenal, logrando acta de diputado por el distrito velezano durante el efímero rei-nado de Amadeo I (�87�-72). Más tarde, fue nombrado Jefe Político Superior de Almería (VI-X-�872) y Granada (X-�872 a II-�873), donde hizo frente a una ruidosa protesta callejera por la subida del pan. Proclamada la Iª República, presentó su dimisión, retirándose a su país natal; volviendo

Page 12: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

190

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

a salir elegido en las reñidas y conflictivas elecciones para Cortes republicanas de 25-V-�873, triunfando por la exigua mayoría de �49 votos frente al candidato gubernamental Ricardo López Vázquez. Tras la Restauración borbónica, permaneció fiel a la política republicano-zorrillista, firmó el célebre Manifiesto de protesta que suscribieron los pri-mates del partido radical (Martos, Sagasta, etc) a raíz de la proclamación de Alfonso XII, se mantuvo en el partido republicano progresista y tomó parte activa en varias de las contiendas electorales, aunque sin éxito.

Su biógrafo y amigo, el cronista local F. Palanques, lo calificó como “ídolo de las masas”, “el hombre de moda”, “abogado de los pobres y el protector del desvalido contra las opresiones del poderoso”, “a quien las clases populares de esta villa profesaron un verdadero culto” durante el Sexe-nio Revolucionario (�868-�873) y “un modelo nada común de lealtad y consecuencia”, manteniéndose constantemente identificado con la política de su amigo personal y jefe D. Manuel Ruiz Zorrilla, prefiriendo “hundirse en la patriarcal obscuridad de su honrado país nativo a hacer una evolución de tentadoras perspectivas para su porvenir político, pero que él juzgaba atentatoria a conciencia, a sus compromisos y a sus amados ideales”. Desdeñó sugestivos llamamientos que le hizo algún prócer alfonsino y rehusó condecoraciones y honores con quisieron agraciarle o recompensarle anti-guos compañeros, ahora declarados monárquicos, debido a su condición personal y a su significación republicana; recompensas que “él juzgaba atentatoria a conciencia, a sus compromisos y a sus amados ideales”.

En Vélez Rubio fundó y dirigió varios periódicos (El Guadalentín, �883; El Liberal, �885-�886 y La República, �893), desde donde alentó y sostuvo a la naciente juventud republicana. Este sabio y viejo republicano, “de carácter afable y bondadoso”, presidió el Ateneo de localidad en �898, viviendo gran parte de su existencia en la magnífica mansión ubicada entre las calles Carril-Vicarías (hoy, José Ramos). En reconocimiento a su labor, Vélez Rubio le de-dicó la antigua calle Urrutia, hoy de “Joaquín Carrasco”. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�905 y �909)

CARRASCO SERNA, Antonio (Vélez Rubio, �804 - ¿). Político y propietario. Hijo de

Joaquín Carrasco Pérez y Juana Lucía Serna Fuente, cursó sus primeros estudios en el Convento de Padres Francisca-nos de Vélez Rubio, siguiendo después su formación en el prestigioso Colegio de San Mateo, en Madrid, al que acudía lo mejor de la juventud del tiempo y donde conoció e intimó con el poeta José Espronceda.

Diputado al Congreso en las legislaturas �838-39 y �84�-42, concluyendo por renunciar esta segunda acta para facilitar más la elección de su amigo Espronceda. En efecto, con sus gestiones y apoyo, logró sacar adelante la candidatura del insigne poeta como diputado por la pro-vincia de Almería, aunque por poco tiempo (III-V-�842) por sorprenderle una prematura muerte. A su fallecimiento, nuestro paisano costeó un fastuoso funeral en Vélez Rubio que concitó ilustres asistencias, entre otras, las de sus com-pañeros almerienses de legislatura, dando el Ayuntamiento su nombre a una de las mejores calles.

En �848 fue encargado del desarme del Batallón de Milicianos y su sección de caballería del partido de Vélez Rubio, siendo, precisamente, sus comandantes su padre y hermano José María. Jefe más adelante del Partido Progre-sista de su provincia, cultivó asiduamente la amistad política

y particular del insigne Espartero y, especialmente, la del ilustre repúblico Joaquín María López, su compañero de colegio. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�908).

CARRASCO Y PÉREZ, Joaquín (Alhama de Murcia, �769 - Madrid, �836). Militar y

político. Hijo de Salvador Carrasco Pérez y Alfonsa Pérez Vélez, estudió en el Colegio Militar de Granada, en �785. Hallándose en situación de reemplazo, en ocasión de la Guerra de la Independencia, acudió a defender a su patria a la plaza de Campo Mayor y Corte de Lisboa. Fue hecho prisionero por los franceses hasta que, traspasado por los ingleses a Tarragona, prestó un singular servicio de armas con citaciones y reconocimientos constantes en brillantes y sangrientos hechos de armas. Capitán de la División de Granaderos de Castilla la Nueva, estuvo al mando de una Compañía del Regimiento de Infantería Segundo de Valencia. En �8�0 se le concedió la licencia absoluta como Coronel.

Político prestigioso, de holgada posición social, alta graduación militar y caballero de Santiago, sufrió la confis-cación de bienes, la odisea de la emigración y el destierro en tiempos de Fernando VII (�823-33) por figurar a la cabeza de los elementos liberales. Amnistiado por Martínez de la Rosa, antiguo amigo suyo y también desterrado, premió luego sus servicios sacando triunfante su candidatura para el estamento de procuradores de las primeras Cortes del Real Estatuto. En estos momentos se le describe como “anciano, canoso y pequeño, de piel arrugada, es de los que callan y votan, pero siempre en la izquierda y hombre de bien a toda prueba”.

En su pueblo presidió la Junta Popular en �834, ac-tuó de comandante del Batallón de Milicias y fue alcalde de Vélez Rubio (�834-36). Hombre recto y de decisiones irrevocables, juró no volver a pisar su pueblo por ingratitu-des de correligionarios, no pasando de un cercano molino harinero de su propiedad. [J.D.L.P.]

GUIRAO PÉREZ, Miguel (2003); PALANQUES AYÉN, Fernando

(�909).

CARRASCO-MUÑOZ, los (Vélez Rubio) El linaje velezano de los Carrasco va unido al de los

Muñoces, teniendo su solar conocido en la villa de Valde-meca (diócesis de Cuenca), donde nació Pedro Carrasco-Muñoz Rodríguez (�575), primero de condición noble, que fundó casa en Vélez Rubio, siendo familiar del Santo Oficio (�624) y uno de los creadores de la célebre Hermandad del Carmen (�629). Este linaje ha dado hijos muy esclarecidos a su patria, distinguiéndose en la milicia, en la magistratura, en la política o en la carrera eclesiástica, mereciendo especial mención: Andrés Carrasco Muñoz González (�674-�724), alcalde y corregidor de Murcia y gobernador en Mula de los estados generales de la casa marquesal de los Vélez; su hijo, Pedro Carrasco Muñoz y Duarte (�697), alcalde mayor de Mula, Cuevas y los Vélez; sus hermanos, Benito (�684) y Salvador (�693) intervinieron en la Guerra de Sucesión española, ocuparon puestos de importancia y fallecieron sin descendencia o tomando los hábitos, respectivamente; su nieto, Pedro Carrasco-Muñoz Montesinos (�73�-�803), fiscal de la Audiencia y Chancillería de Granada, minis-tro togado y presidente de sala del Consejo de Castilla y del Supremo (�794-�803), “ganado de entrada 50.000 reales anuales”; su hermana Graciana (�726) ingresó en el monasterio con una importante dote, llegando a ser vi-

Page 13: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

191

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

caria y abadesa del convento de las Descalzas en Mula; su hermanastro, Antonio Manuel Carrasco-Muñoz Martínez (�748-�826), “genio audaz y nacido para la guerra, prefirió la agitada vida del campamento a la solemne y sedentaria de la toga y la magistratura”; gran parte de su carrera la desarrolló luchando contra los sublevados en Argentina, donde fue nombrado intendente del ejército en Buenos Ai-res. Cuatro de los cinco individuos que gozaban de fuero de nobleza en Vélez Rubio a fines de s. XVIII, pertenecían a esta familia. [J.D.L.P.]

GUIRAO PÉREZ, Miguel (2003); PALANQUES AYÉN, Fernando

(�909).

CHICO DE GUZMÁN Y LÓPEZ, Andrés (Vélez Rubio o Mula,

¿ - ¿). Escritor y político. Velezano ilustre y de larga vida, fue un consumado publicista, escritor infati-gable y activo militante de la política local. Vivió gran parte de su vida en la casa modernista, hoy desapare-cida, ubicada en la esquina entre las calles Alhóndiga-Carrera del Carmen. Estu-vo casado con Concepción Carrasco Guirao, su única hija murió a los �7 años

(VIII-�908), a consecuencia de una epidemia de tifus, lo que supuso un duro golpe que arrastró toda su vida.

Vinculado a grupos y movimientos del republicanismo moderado, como el Partido Federal y el Reformista (�9�7), mantuvo una estrecha amistad con Fernández Rodríguez de Soria, Mergelina, un republicano de Lorca. Pronunció varios discursos, organizó homenajes, escribió infinidad de panfletos y ocupó varias veces cargos municipales (�902-�903; �9�7-�8), pero su mayor actividad la desarrolló con el advenimiento de la IIª República Española, a partir de las municipales de 3�-V-�93�: regidor síndico (�8-VI-3� a 7-IX-34), en que fue destituida y nombrada una corporación derechista; repuesto el Ayuntamiento, entre 22-II y 25-IX-36; como republicano independiente, sería designado para el Consejo Municipal de III-37, pero no llegó a posesionarse del mismo. Desempeñó su cargo con intensidad, apoyó abiertamente y sin reservas al alcalde Salvador Martínez Laroca; presentó numerosas mociones; organizó varias actividades públicas con motivo de con-memoraciones republicanas; y, en todo momento, trató los temas municipales con sensatez, cordura y moderación, intentando evitar la confrontación e imponer la legalidad y el sentido común.

Como periodista en Vélez Rubio dirigió La Mentira, junto con J. Ambrosio Pérez (�889); El Máuser (�893-96), con J. Guirao Banderas y F. Carrasco; El Ateneo (�898); El Ideal Velezano (�9�0-�9��), junto a Juan Diego Pérez Se-rrabona y Julián Llamas. Realizó numerosísimas colabora-ciones en periódicos locales (El Defensor de los Vélez, �904-05, El Pueblo, �9�7), provinciales (La Crónica Meridional, de Almería) y regionales (La Tarde de Lorca, años 20 y 30). Corresponsal durante más de veinte años en el periódico El Motín, de Madrid, que esparció las sabias ideas del insigne luchador por la libertad y la república, José Nakens. De entre su extensa obra escrita destacamos: Turbulencias de una época (Lorca, �9��), sobre el período el Sexenio Revo-

lucionario (�868-�873); y un libro en preparación (en �9�7) titulado “Crónicas y semblanzas”. [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (200� y 2003).

DENOYEN, Guillermo (Activo �770-�785). También figura como Denoyer

en la documentación consultada. Miembro de una gran dinastía de organeros galos, él mismo señalaría ser orga-nero francés hacia �776 cuando presentó su proyecto para la Catedral de Málaga. En �770 y �77� se encontraba en Vélez Rubio construyendo el órgano existente en su tem-plo parroquial por un monto de 38.000 reales de vellón. Probablemente se hallara en el círculo de Fernández Dávila, pues éste le recomendó para que afinara y solucionara los problemas surgidos en el órgano de la Catedral de Almería que recientemente había construido, aunque finalmente se encargaría dicho trabajo al organero Joaquín Jiménez, afincado en Fondón. También está documentado el encargo a Guillermo Denoyen en �785 de dos órganos, uno real y otro fingido, para la iglesia parroquial de Santa Fe de Granada. [A.G.A.]

FERRO RÍOS, Inmaculada (2002); FERRO RÍOS, Inmaculada y

LINARES LÓPEZ, Antonio (2000); GIL ALBARRACÍN, Antonio (�992

y 2003).

EGEA TORTOSA, Marcos (Villanueva de Castellón, �820 - Vélez Rubio, �890).

Hijo de Marcos Egea Caparrós (Vélez Rubio) y de Mariana Tortosa Nicolás (San Felipe de Játiva, Valencia). Doctor en Medicina y Cirugía, correspondiente de las reales academias de Higiene y Medicina de Madrid, poseía recompensas honoríficas por sus brillantes campañas sanitarias en di-versas épocas de epidemia, como la Cruz de Epidemias. Se estableció en Vélez en los inicios de su carrera, casó con una dama velezana (Juana López de la Hoz y Falces); aquí nacieron sus hijos y fundó y dirigió dos semanarios: El Guadalentín y La Voz de Vélez Rubio, y colaboró con El Fomento y La Idea.

En su afán por saber, abarcó la historia, la filosofía y las ciencias naturales: profesor de Fisiología e Historia Natural del Colegio de la Purísima (�880-86), fundado por su yerno, Florián Ruiz Torrecilla; citado con encomio por geólogos y naturalistas tan eminentes como Juan de Vilanova y Odón de Buen; autor de numerosos artículos en los que se nos muestra como un entusiasta de las inno-vaciones tecnológicas y de maquinaria para la agricultura. De su preocupación por el progreso económico-social de Vélez Rubio y el mejoramiento material de las condiciones de vida de los velezanos, destacamos los “Apuntes sobre topografía y agricultura”.

Conocidísimo personaje velezano de la segunda mitad del siglo XIX, donde gozó de una gran reputación por su profesionalidad y vasta cultura, estaba conceptuado en su tiempo como de espíritu caballeroso, carácter enérgico, jovial y bondadoso, amante de la rectitud y del orden, de cristiano criterio y su profunda ilustración; habiéndose ga-nado la estimación, simpatías, el cariño, la admiración y el respeto de todos, “después de haber consagrado su talento, su influencia y su pluma al mejoramiento moral y material de nuestro pueblo”.

Perteneció a una larga saga de médicos locales: Mar-cos Egea y Caparrós, su padre; él mismo; Emilio Egea López, su hijo; Rafael Egea Sánchez, su nieto. Destaca-mos a dos de sus hijos: Ricardo Egea López (Vélez Rubio - ¿), ingeniero jefe de caminos de la provincia de Murcia

Page 14: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

192

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

y subdelegado regio del Sindicato de Riegos de Lorca; redactor de los proyectos de varias carreteras: variante de Vélez Rubio (�867-�883), comarcal de Vélez Rubio a María (�890), varios tramos de la carretera hacia Puerto Lumbreras y Huércal Overa. Emilio Egea López (Vélez Rubio, �852 – ca. �92�), médico, profesor del Colegio de la Purísima de Vélez Rubio, poseía la medalla de plata de la Asociación Internacional de la Cruz Roja, presidente del casino “Círculo de Amigos”, participó en las veladas del Ateneo (�896). [J.D.L.P.]

Defensor de los Vélez, El (�906); Fomento, El (�890); LENTISCO

PUCHE, José Domingo (200�); PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

FAJARDO, los. Marqueses de los VélezI. FAJARDO CHACÓN, Pedro

(�478-�546). Iº mar-qués de los Vélez. Hijo de Juan Chacón y Luisa Fa-jardo Manrique. Paje de la Reina Católica, consejero real, caballero de la orden de Santiago desde �499. Sucesor de sus padres en todos sus señoríos y pri-mer marqués de los Vélez. Guerrero, cortesano, pro-totipo del indómito noble español del Renacimiento, a la vez que Adelantado, negociante en el merca-do de alumbres europeo. Educado en la Corte junto

a otros jóvenes de familias nobles, como el marqués de Mondéjar, con el que le uniría una larga amistad. Pedro Mártir de Anglería, maestro de ambos caballeros, muestra a Pedro Fajardo en su correspondencia como un joven reflexivo, a veces melancólico, bien dotado por la natura-leza, de espíritu inquieto, perfecto conocedor de la lengua latina, en la que frecuentemente escribía. Compuso coplas, canciones y ensayos poéticos, como otros jóvenes nobles de la época. Modelo de caballero renacentista culto, le-trado, integrante de un mundo diferente al medieval. Una formación que fue diluyéndose poco a poco a partir de los primeros años del siglo XVI, cuando las gestas militares y las preocupaciones mercantiles fueron ocupando el sitio de los afanes intelectuales.

Casó tres veces. La primera (�499) cuando contaba 2� años, con Magdalena Manrique, miembro de una de las familias con las que se habían enlazado los Chacón desde generaciones atrás. El matrimonio se deshizo al ser repudiada Magdalena por estéril en �507. Al año siguiente contrajo matrimonio con Mencía de la Cueva, de la que tuvo únicamente a su primer hijo, Luis Fajardo, heredero del título de Vélez. El matrimonio únicamente duró una década, pues muere su esposa en �5�7. Poco después fir-maba las capitulaciones de un tercer y prolífico enlace con Catalina de Silva, con la que tuvo doce hijos.

Sabemos que llevaba los asuntos de su casa y sus esta-dos al día, directamente, y que manejaba todos los hilos del conjunto de empleados que tenía, ya fuese en Mazarrón, en Medina del Campo, en Madrid o en los Países Bajos. Pero también vibró con preocupaciones intelectuales y se interesó por las bellas artes. Parte de sus rentas fueron invertidas en construcciones suntuarias. La majestuosa capilla de los Vélez en la Catedral de Murcia y el alcázar velezano reflejan

que estaba al corriente de las concepciones y los estilos de la época. Este sentido de hombre renacentista puede explicar también que un grupo de canteros y carpinteros vizcaínos que colaboraban en la construcción del castillo de Cuevas se encargasen de la fábrica de un ingenio de azúcar, cuando en esa comarca no se cultivaba, ni ofrecía condiciones para el cultivo de la caña. Puede que se tratase de un capricho pasajero, puesto que el encargado de fabricar el azúcar estuvo tan sólo tres meses en Cuevas. O de la búsqueda de nuevas opciones de negocio, como diríamos hoy.

Hasta �503 controlaba en sus estados un amplio territorio del centro y del este murciano, con Mula como cabeza y Cartagena como puntal principal. Además, poseía el cargo de Adelantado Mayor de Castilla por herencia familiar. En ese año, Isabel de Castilla le permutó la ju-risdicción de la ciudad marítima por la posesión de Vélez Blanco, Vélez Rubio, Cuevas de Vera y Portilla, con sus términos y jurisdicción civil y criminal, alcabalas, tercias y 300.000 maravedíes anuales de juro en cada año de las rentas reales de Lorca y Murcia. Además, la reina Juana le otorgó el título de marqués de los Vélez (�2-VII-�507), confirmado con Grandeza de España por el emperador en �520. Definitivamente, los estados velezanos del Reino de Granada estaban integrados por Vélez Blanco (cabeza del señorío, con María, su anejo), Vélez Rubio (con Chirivel), Oria, Albox, Partaloa, Zurgena, Arboleas, Cantoria, Alban-chez, Benitagla, Cuevas del Marqués (junto con Portilla). En Murcia tenía las villas y lugares de Molina, Mula, Albudete, Campos del Río, Librilla y Alhama.

Desde comienzos del quinientos las gestas bélicas van desplazando a los placeres de la cultura. Una de sus prime-ras actuaciones como caballero belicoso de corte medieval tuvo lugar en la sublevación de los moriscos granadinos en �500, cuando, al mando de un reducido ejército, recuperó para los cristianos los lugares de la taha de Marchena. Seguidamente, a lo largo de �503, tomó parte en unas banderías que enfrentaron a los obispos de Cartagena y de Orihuela. En las revueltas contra el prelado cartagenero se llegó hasta el secuestro del deán de este cabildo. La grave-dad de los hechos hizo que los Reyes Católicos enviaran un juez especial que instruyese el caso y que castigó a Fajardo, entre otros, al destierro de Murcia a perpetuidad, aunque poco después la pena se circunscribió a Murcia e incluso se rehizo su vinculación a la Corona, puesto que en �507 se le concedió el marquesado velezano. El espíritu feudal afloró de nuevo cuando, en �520, tomó partido en las Comunida-des alentando a los sublevados y escribiendo que no serviría al rey “mientras el ladrón de monsiú de Chevres haya parte o entienda en la gobernación”. Al tiempo, revelaba su es-píritu feudal al afirmar que “sus antepasados no le dejaron otra mejor herencia que conservar las comunidades”. Pero su apoyo no pasó de ahí, puesto que, iniciadas las revueltas, se marchó, primero, a su casa de Molina y, después, a su fortaleza de Vélez Blanco, so pretexto de que la marquesa estaba delicada de salud. El incremento de la virulencia del movimiento comunero obligó al marqués a cambiar de postura y apoyar decididamente a Carlos V, ayudando a sofocar la revuelta en Murcia y formando un ejército para luchar contra las Germanías en el sur de Valencia. Pacificada la región, no dudó en escribir al Emperador justificando su deslealtad primera en la frialdad de la Cor-te, lejos del calor y la cercanía presente en la otrora reina Católica. En plena ortodoxia imperial, el marqués actuó en el ejército que acudió a Navarra y a La Rioja para rechazar la invasión de los franceses que intentaban ayudar a los

Page 15: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

193

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

comuneros. La influencia medieval está presente también en la preocupación por la defensa que le mueve, en las dos primeras décadas del XVI, a crear una red de fortalezas en sus estados del sureste integrada por los castillos de Vélez Blanco, Mula y Cuevas. Una preocupación que tropezaba con la prohibición real de erigir nuevos recintos castrales que aparecía de forma explícita en el privilegio real de con-cesión de las tierras almerienses a cambio de Cartagena. De seguro que su influencia en la Corte y su red de amistades le garantizaron no sólo el favor de la Corona, sino también su licencia.

Su carácter belicoso se manifestó de forma concreta a lo largo de su vida en los numerosos contenciosos que mantuvo con sus vecinos y con las autoridades eclesiásticas de la diócesis de Almería. En el primer caso podemos citar el pleito que por la comunidad de términos le enfrentó con el ducado de Alba, señores de Huéscar. Un conflicto entre los señores jurisdiccionales que se solventaba casi siempre como oposición de las oligarquías de los respectivos conce-jos. En el segundo caso, después de los primeros años de su marquesado velezano, en julio de �5�2, el deán almeriense le comunicaba la exigencia, establecida por la Corona, de que construyese a sus expensas las iglesias de Vélez Blan-co, Cuevas, la Portilla y que terminase la de Vélez Rubio, puesto que, después de dos décadas de la conquista, la diócesis seguía sin tener una red de parroquias. El marqués contestaba que no tenía obligación de ello puesto que su señorío era consecuencia de una permuta y no de una mer-ced real. Ante la insistencia de la Corona, las construyó, pero exigiéndole el abono de su importe íntegro. También en ese mismo año comienza el enfrentamiento por el cobro de los diezmos y el excusado. Como en casi todo el Reino granadino, está cobrando estos impuestos eclesiásticos al no estar construidas y dotadas las iglesias. La denuncia de su actuación originará otro contencioso que durará hasta sus herederos.

En cuanto a los prelados almerienses, si las relaciones de Pedro Fajardo con los primeros fueron pacíficas, sobre todo debido a que andaban casi siempre ausentes de la diócesis, el nombramiento de Diego Hernández de Villalán (�523) deterioró claramente sus relaciones. El nuevo obispo se convirtió en un ogro para el marqués, quien le apodó “galalán”, pues sospechaba su connivencia con el deán de Cartagena. Un enfrentamiento que se extiende a diversas au-toridades eclesiásticas, puesto que Fajardo mantenía aliados en las curias, informadores en los cabildos e incluso llegó a escribir en �525 a su secretario que “ya se me començaba a ynchar las nariçes del enojo de estas cosas del señor arço-bispo (de Granada) y de esotros señores que conmigo tienen debdo y amistad”. Villalán no pudo doblegar al indómito marqués con ninguna de sus tácticas. Pedro procuró impedir cualquier intromisión en sus asuntos, e incluso en los que eran exclusivamente eclesiásticos. Así, ya boicoteaba a un clérigo nombrado para una de sus parroquias velezanas por-que no era de su gusto, ya recurría a sus amigos en Roma para lograr su propósito y aislar al prelado de Almería en los círculos vaticanos, ya mandaba que sus hombres entra-sen por la fuerza en la iglesia de Vélez Blanco o quemasen la de Cuevas para capturar a vecinos rebeldes, ya impedía con todo tipo de trabas las visitas pastorales del obispo.

La construcción de las iglesias, el cobro de habices y excusado y la reforma del reparto de los diezmos realizada por Villalán, serán los tres motivos de continuas querellas entre obispo y marqués. Así, éste lo denuncia en �525 acu-sándolo de malversación de fondos y nepotismo y diciendo

que a su juicio “el templo de Dios ha de ser para rezar y no cueva de ladrones o fortaleza para pelear contra moros”. Al año siguiente Villalán conseguía de Carlos V, aprove-chando su estancia en Granada, que despachase una real provisión amenazando a los nobles con el secuestro de sus rentas si no construían las iglesias en tres meses, a lo que Fajardo contestaba, cínicamente, que no podía construirlas por desconocer la traza de las mismas. De nuevo en �543 un auto de la Chancillería le obligaba a ponerse a la obra, puesto que aún en cinco lugares de su señorío almeriense no habían comenzado las obras. La respuesta del Marqués al auto es taxativa: no piensa construir las iglesias porque era notoria la mala voluntad del prelado al incitar a los vecinos de María y Vélez, sus vasallos, en su contra. Morirá Pedro Fajardo y continuarán los pleitos. En cuanto al cobro de habices y excusado, en �526 el obispo Villalán llevaba el pleito a la Chancillería. Ambas partes llegaron a una con-cordia en septiembre de ese mismo año. Pero, poco después, Fajardo trató de quedarse también con los siete novenos del diezmo que pagaban los cristianos viejos. Los sucesivos enredos hicieron que el pleito sobreviviese a ambos.

La participación de Pedro en el negocio de los alum-bres de Mazarrón fue muy importante y significativa del interés que tenía una parte de la nobleza renacentista cas-tellana por vincularse a los grandes intereses mercantiles del Mediterráneo. En �460 se descubrió un yacimiento de alumbres en Mazarrón, casi al tiempo que en Tolfa, en los Estados Pontificios. La explotación de la mina murciana fue concedida por Enrique IV al marqués de Villena, Juan Pacheco, y al adelantado de Murcia, Juan Chacón, padre de Pedro, a partes iguales. Iniciada la comercialización, en los primeros lustros del XVI los beneficios que producían las minas y la fábrica de Mazarrón eran cuantiosos. De su importancia son pruebas las fundaciones conventuales y las obras arquitectónicas que erige el flamante marqués de los Vélez, especialmente su programa de construcción de castillos citados antes. Su señoría es el cerebro de una vasta empresa que circunscribía su casa, sus estados y sus negocios. Al tiempo, Fajardo era quien daba instrucciones a su contador general, Francisco de Orozco; quien dirigía a su administrador de Mazarrón, Juan de Alcázar; quien daba la pauta a su mandatario en Madrid, Juan de Verástegui; quien orientaba al solicitador cerca del emperador, Juan Manuel. Firmaba libranzas, obligaciones, giros e, incluso, lo vemos en �5�5 estableciendo, junto con Chigi, arrendador de las minas de alumbres de Tolfa, y el marqués de Villena, uno de los primeros conatos de integración horizontal de un producto que se conocen, es decir, un cártel, mediante el que controlarían toda la producción mundial, la distribución, se repartirían los mercados e impondrían sus precios a los alumbres. Un acuerdo que finalmente no cuajó. El negocio llega a ser tan fabuloso que, cuando en �537 Carlos V solicitó una venta razonable de las minas de Mazarrón a la Corona, las cifras que demandaron Villena y Vélez fueron enormes. Aunque el Consejo de Hacienda les ofreció nueve millones de maravedíes anuales para cada uno, el convenio nunca se firmó. [J.P.D.L.]

MARAÑÓN POSADILLO, Gregorio (�962).

II. FAJARDO DE LA CUEVA, Luis (Murcia, ¿�509? – Vélez Blanco, �574). IIº marqués

de los Vélez. Primogénito de la Casa Fajardo, recibió una esmerada y cuidada educación renacentista. En estas en-señanzas jugó un papel importante su progenitor, quien le inculcó el sentido de la política, participando con éste en

Page 16: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

194

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

distintas acciones de dudoso proceder, como la guerra de las Comunidades. Por esta actitud sería desterrado con su padre del Sureste, si bien pocos años después Carlos V le permitiría de nuevo volver a la Corte, al igual que asistir a las campañas militares. Así, en �525 acompañó al Rey en la toma de Túnez, cuyas acciones bélicas le permitirían demostrar sus dotes castrenses. Recuperado y aumentado su honor, realizaría un buen matrimonio en �526 con la hermana del Gran Capitán, Leonor de Córdoba y Zúñiga, hija de los III condes de Cabra. El enlace con uno de los linajes más importantes de la España imperial le abrió de lleno las puertas al mundo de las relaciones (cortesanas, clientelares,...). A partir de esta fecha su prestigio iría en alza, ya que en �532 se encontraba en el reducido contin-gente español que dirigió personalmente el Emperador en la campaña de Hungría para liberar Viena del asedio que la sometían los turcos. En esta acción demostró nuevamente sus dotes de mando.

Con el favor regio totalmente recuperado, su padre consiguió comprarle el �8 de marzo de �535 un título nobiliario con el nombre de una de sus villas señoriales. A partir de aquí, este personaje ostentaría (hasta la fecha de heredar el mayorazgo familiar) el título de I marqués de Molina. Aunque estaba totalmente integrado en la vida cortesana, sus verdaderos gustos eran los de la guerra, campo en el que se desenvolvía con agudeza. Así, en �54� asistiría, nuevamente con el Emperador, a la conquista de Argel, acción bélica que, si bien no fue exitosa en su conjunto, en el caso personal se la reconocería el propio enemigo. Fueron precisamente turcos y berberiscos quienes se percataron de su agilidad militar, tanto como para tenerlo retratado en los palacios de la ciudad argelina y de la propia Constantinopla.

El fracaso de la toma de Argel y el peligro de ataques berberiscos a las costas peninsulares fue lo que determinó su regreso a su estado del Sureste, tierra a la que volvió el 22-III-�542 con su padre. Residiendo en Vélez Blanco, en �544 acompañó a su progenitor a Cartagena para hacer frente a un asalto turco, quedando a cargo de fortificar este puerto. Poco tiempo después, en �548, fallecía su padre, convirtiéndose en el II marqués de los Vélez y en dueño de un enorme estado a caballo entre los reinos de Granada y Murcia. Como señor continuó la política paterna de au-mentar la presión contributiva hacia sus vasallos moriscos, mientras que también defendía sus derechos frente a las intervenciones de la justicia realenga. De igual modo, em-prendió (�55�-�568) una enorme ampliación del labrantío a costa de roturar el amplio monte, expresado en multitud de concesiones y repartimientos de secanos. Su voracidad fue tal que provocó no pocos roces con sus vasallos, quienes interpusieron una denuncia en la Real Chancillería que en �559 frenó en parte sus abusos.

Además del marquesado, heredó de su padre los títulos de Adelantado Mayor y Capitán General de Murcia, así como otros cargos menores. En uso de su oficio, en �550 hizo rostro al intento de asalto de la armada francesa a las costas entre Mojácar y Carboneras. Percatado de la pre-cariedad del sistema defensivo en este sector granadino, al año siguiente discutió frontalmente con el Capitán General de Granada por esta razón, asumiendo y aumentando las viejas diferencias que desde principios de siglo enfrentaban a su linaje con la casa Mondéjar. Aquel año de �55� también sufrió la conjura del corregidor de Cartagena por el mismo motivo defensivo, adoptando una oposición al intervencio-nismo de la autoridad real en lo que consideraba sus áreas

de influencia y competencia en ambos reinos. Su actitud la plasmaría en las demoras que imprimió en �553 a la ayuda solicitada por el Rey para la defensa de Melilla, fecha que marca su declive en la Corte a favor del alza de la familia Mendoza. En �555, con motivo del apresamiento que hizo el marqués de una galeota turca en Terreros Blancos, se iniciaría un nuevo pleito con el Capitán General de Granada que terminaría por abrir una enorme herida personal entre ambos militares.

En la década de �560, conforme se deterioraba la convivencia con los moriscos, el Marqués buscó todos los medios para favorecer a la minoría en su estado. No exento de un interés económico, logró beneficiar a los cristianos nuevos de los repartimientos de tierras de secano a costa de perjudicar a los cristianos viejos, que llegaron a alzarse contra él en Vélez Blanco (�567). El 8-VI-�568, frente a los insistentes rumores de sublevación, firmó con sus moriscos una concordia que le aseguró mantener su estado libre de alteraciones. La confianza en este pacto le garantizó en la Navidad de aquel año (fecha de levantamiento de Las Al-pujarras) poder levantar un ejército para entrar en acción, aún cuando se desguarnecía su estado. El 4-I-�569 inició su campaña, provocando la oposición total del marqués de Mondéjar, que se quejó de ingerencia en su jurisdicción mi-litar. Alegando las atribuciones propias de los adelantados murcianos, Fajardo hizo caso omiso a Mendoza, lanzándo-se, con un cuerpo de casi 5.000 murcianos, a una guerra en la que buscó ganarse el favor del rey Felipe II.

Realizó tres campañas desiguales contra los moriscos. En la primera (enero-marzo, �569) pacificó el sector oriental del Reino, obteniendo importantes victorias en las batallas de Huécija (�3-I), Felix (�9-I) y Ohanes (3�-I). La dureza de sus intervenciones llegaron a valerle entre los enemigos el sobrenombre de “diablo cabeza de hierro”, marcialidad que también exigió a sus propios hombres. Así, en el cam-po de Ohanes sufrió un atentado de su tropa, debido a la disciplina que impuso a los soldados y su oposición a los saqueos y robos, con el ánimo de mantener su ejército es-table y permanente. Pese a su rigor, en los meses siguientes su hueste se disolvió en Terque, aunque con el tiempo logró recomponerla. En la segunda campaña alteró el éxito final del nuevo alzamiento alpujarreño, al desplazar su campo hasta Berja, logrando una estruendosa victoria sobre el impresionante ejército dirigido por el propio Abén Humeya (2-VI). Esta estrategia, basada en la línea dura de interven-cionismo militar, no la compartía D. Juan de Austria, nuevo Capitán General de Granada.

Tras la derrota del rey morisco, Fajardo tuvo que retroceder y acampar en Adra, puerto donde se hizo cargo de los tercios italianos y aguardaría. Durante su espera los alzados recuperaron el territorio, tiempo de inoperatividad que aprovechó la tropa para volver a desobedecerle. Esta situación provocó en el marqués una irascibilidad poco común, sólo resuelta con constantes exigencias al estado mayor de disparatadas solicitudes de aprovisionamiento. Enfrentado de lleno al estado mayor granadino, su oposi-ción al generalato regio llegó a tal extremo que perdió su credibilidad y fama de buen general. Su tercera campaña es buena muestra de ello, pues se inició el 26-VII, y las batallas de Lucainena (30-VII) y otra victoria sobre Abén Humeya en Válor (3-VIII), decidió salirse de La Alpujarra. Acampado en La Calahorra (�3-VIII), volvió a enfrentarse con D. Juan de Austria, enemistad que aumentó tras sus nuevas extravagancias de avituallamiento. La inactividad de la tropa volvería a suscitar la vuelta de conatos de rebeldía,

Page 17: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

195

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

sufriendo el marqués un nuevo atentado. Todos estos facto-res llevaron a que perdiera el favor del Rey y se optase por sustituirle en el mando, no sin hacerlo con cautela. Así, el �-XII se le ordenó que se desplazara a Galera y la sometiera a un cerco, misión en la que fue relevado por D. Juan de Austria el �8-I-�570.

Retirado de la guerra en Vélez Blanco, el Rey quiso congraciarse con él nombrándole presidente del Consejo de Indias, en sustitución de su amigo Luis Quijada, fa-llecido en el sitio de Serón. Ello no impidió el que reali-zase algunas operaciones militares menores en las villas cercanas a su señorío, aumentando la distancia con el monarca. Su decepción sería aún mayor con los proble-mas que tuvo en noviembre de �570 con la expulsión de sus moriscos. Aún cuando logró esconder a muchos de sus vasallos en sus señoríos murcianos, sufriría también nuevas intervenciones regias en la repoblación del estado velezano que se iniciaron en noviembre de �57�. Enfren-tado a los distintos oficiales reales del apeo y repartimien-to, obstaculizó todo lo que pudo su labor, manteniendo una actitud pasiva en la defensa de los repobladores ante los ataques de los monfíes. El cénit se alcanzaría cuando no hizo nada por impedir el asalto del pirata El Dogalí a su villa de Cuevas (28-XI-�573). Anciano y achacoso, fallecería poco tiempo después.

Dejó cuatro vástagos, dos varones y dos mujeres, y, aunque estaba viudo desde �533, no volvió a casar más, lo que no impidió que tuviera varios bastardos más. En sus últimos días atisbó la continuidad de su linaje cuando logró casar a sus dos hijos legítimos varones. Al primogénito, viudo desde �566 y sin descendencia, le concertó su matrimonio en �570, en plena guerra de los moriscos, cuando coincidió en el cerco de Galera con D. Luis de Requesens. En este encuentro ambos aristócratas acordaron la boda para �57�, de cuyo enlace nacería su nieto Luis Fajardo, años después, IV marqués de los Vélez. Su segundo hijo, Diego Fajardo, casaría con Juana Guevara de Otazo, señora de Ceutí y Monteagudo, cuya descendencia enlazaría con la línea ilegítima, constitu-yendo un linaje que ostentó el título de marqueses de Espinardo. [V.S.R.]

ALCAINA PELAYO, Pelayo (2002); ANDÚJAR CASTILLO, Fran-

cisco y BARRIOS AGUILERA, Manuel (�996); MARAÑÓN POSADILLO,

Gregorio. (�962); SÁNCHEZ RAMOS, Valeriano (2002 y 2005).

III. FAJARDO Y CÓRDOBA, Pedro (Vélez Blanco, ca .

�530 – Murcia, �579). Hijo de Luis Fajardo de la Cueva y Leonor Fernández de Cór-doba Zúñiga, sucesor en todos los títulos y señoríos de su padre. Desde �560, caballero de la orden de Santiago y su comendador de Monte Alegre y, luego, mayor de León; consejero de Estado del rey Felipe II, embajador en Polonia y Alemania, mayordomo mayor de la reina Ana de Austria y partidario del pa-

cifista príncipe de Éboli. Casó, en primeras nupcias, con Leonor Girón de la Cueva (+ �566) y, en segundas, con Mencía de Requesens y Zúñiga, hija de Luis Requesens y

Zúñiga, comendador de Castilla, capitán general de Galeras y gobernador en Flandes. Caído en desgracia en la Corte madrileña por su relación con Antonio Pérez, secretario de Felipe II, e implicado en la trama del asesinato de Escobedo, secretario de Juan de Austria, hermanastro del rey, fallece, ya muy enfermo, antes de llegar a sus estados velezanos.

IV. FAJARDO REQUESENS Y ZÚÑIGA, Luis(Vélez Blanco, �57� -

Mula, �642). Hijo de Pedro Fajardo y Córdoba y Mencía Requesens Zúñiga. Protector de la orden franciscana, en �602, el nuevo templo del Convento de Vélez Blanco se dedicó a San Luis, campeando aún en su fachada el escudo de su linaje con las armas de Fajardo y Pimentel. Desde �6�0, caballero de la orden de Santiago. Participó en la batalla de Fuenterrabía contra el ejército francés (7-IX-�638). Casó en primeras nupcias con

María Pimentel y Quiñones, hija de Juan Alfonso Pimentel, VIII duque de Benavente y de Catalina Vigil de Quiñones, VI condesa de Luna, tuvo varios hijos, entre ellos, al suce-sor, Pedro.

V. FAJARDO PIMENTEL, Pedro(Mula, �602 - Paler-

mo, �647). IV marqués de Molina y II de Martore-ll, sucedió a su hermano D. Luis en �63�. Gentil-hombre del Rey, capitán general y adelantado del Reino de Murcia y Valen-cia. En tiempos de Felipe IV fue nombrado virrey de Aragón y Cataluña (�64�) y puesto al mando de un ejército que debía aplastar

la rebelión catalana. En su marcha por la costa medite-rránea conquistó Tortosa y Tarragona, pero fracasó en el ataque a Barcelona, al ser derrotadas sus tropas en Montjuich (IX-�64�). Este descalabro le obligó a resignar el mando. Después de un breve periodo como embajador de Roma, pasó a Sicilia como virrey (�644), teniendo que hacer frente a los graves disturbios motivados por la subida del precio del trigo y la voracidad fiscal española. Ante la actitud del populacho, capitaneado por José de Alessio (eco de Masaniello, en Nápoles, contra el duque de Arcos), Pedro Fajardo tuvo que abandonar la ciudad de Palermo. Al poco de calmarse la revuelta, regresó a la ciudad y falleció. Casado en primeras nupcias con Ana Girón Enríquez, IV duquesa de Alcalá de los Gazules; y, en �633, con María Engracia Toledo y Portugal, camarera mayor de la Reina, de la que tuvo al heredero: Fernando Joaquín. Al fallecimiento de su esposo en Nápoles, re-gresó a Vélez Blanco y estuvo relacionada con la terrible plaga de peste bubónica en la zona (�649) y regaló una reliquia de Santa Rosalía.

Page 18: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

196

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

VI. FAJARDO Y ZÚÑIGA DE REQUESENS, Fer-nando Joaquín

(Zaragoza, �635 - Ma-drid, �693). Por renuncia de su hermano monje, V marqués de Molina y III de Martorell; comendador de Segura en la Orden de San-tiago (�673). En tiempos de Carlos II fue gobernador de Orán (�673), de donde ex-pulsó en masa a los judíos; capitán general de Galicia, virrey de Cerdeña (�675) y de Nápoles (�675-83), caballero mayor de la reina

María Luisa de Orleans (�633-85) y presidente del Consejo de Indias (�685-87). En el tiempo de la privanza de Oro-pesa fue nombrado superintendente general de Hacienda (�687), redactando una memoria para el mejoramiento de la misma. Con su ayuda y licencia se iniciaron en �689 las obras del monasterio de Menores Observantes Recoletos de la Orden Franciscana de Vélez Rubio; en la fachada de la iglesia se conservan dos blasones con sus armas: Fajardo, Ayala, Zúñiga, Requesens y Quiñones. Casó, en �654, con María Juana de Aragón Folch de Cardona; y, en �687, con Isabel Rosa de Ayala Fajardo (su prima). Murió sin descendencia.

VII. FAJARDO, María Teresa(¿ - Madrid, �7�5). Hermana de anterior, VI marque-

sa de Molina y IV de Martorell, marquesa de Villafranca, casada con Fernando de Moncada Aragón, VII duque de Montalto y VI de Bivona. Sucediéndole su hija Catalina. [J.D.L.P.]

ALCAINA FERNÁNDEZ, Pelayo (�993, �994, 2002 y 2004), RUZ

MÁRQUEZ, José Luis (�995), SÁNCHEZ RAMOS, Valeriano (2005 y

2006).

FALCES ATEGUI, Martín Desconocemos el lugar y fechas de nacimiento y muerte

de este presbítero de Vélez Blanco y propietario de esclavos, que se distinguió en la guerra contra los moriscos (�568-70) al valerse de una estratagema para socorrer a los sitiados en Oria por el Maleh: conocedor del terreno por sus aficiones cinegéticas, descubrió a los moriscos apostados en la Boca de Oria para realizar una emboscada a los cristianos que iban a socorrerlos; y pudo avisar a los sitiados para que aguardasen los refuerzos procedentes de la zona velezana al mando de D. Juan de Haro, evitando con ello una segura matanza. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

FALCES LADRÓN DE GUEVARA, hermanosHijos de Antonio Falces y López de la Hoz y de Rosa

Ladrón de Guevara, ambos de rancio abolengo y honda raigambre velezana, los tres hermanos, Pío, Antonio y Juan, constituyen un ejemplo representativo de la ruptura dramática que se produjo en nuestro país con motivo de la Guerra de la Independencia (�808-�8�4).

Antonio Falces y Ladrón de Guevara (Vélez Rubio, ca. �790 – Francia, ¿). Debió estudiar Derecho en Granada, ciu-dad donde se establece a partir de �804 para ejercer como abogado. Miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País y, muy probablemente, amigo y compañero de

otros destacados políticos y hombres de letras. Representó a su municipio natal en el pleito contra Vélez Blanco por la concesión de feria anual (�806) y dirigió las obras del nuevo matadero (�807). De ideología ilustrada y confiado en los avances del país vecino, con la llegada de las tropas francesa a Granada es nombrado comisario general de po-licía (I-�8�0 a IX-�8�2), uno de los puestos más relevantes de la nueva administración española. Sería condecorado con la Gran Orden Real de España por José Bonaparte. Como afrancesado y colaborador con los invasores, en �8�2 se ve obligado a exiliarse a Francia, donde morirá.

Pío Falces y Ladrón de Guevara (Vélez Rubio, �78� - ¿). Militar de carrera, en �808 se pone al servicio de la causa nacionalista, protagonizando varias actuaciones rese-ñables: la defensa del castillo de Hostalrich con las tropas granadinas del marqués de Campoverde (I-III-�8�0); al mando de Regimiento de la Corona 5ª de Línea, defiende Tarragona del asedio francés (�8��). Herido y condecora-do con la cruz de �ª clase de San Fernando, es ascendido hasta el grado de coronel cuando contaba con 29 años. Fue también sargento mayor del Regimiento de Infantería de América, gobernador del castillo de Lorca y encargado de despejar el camino de Valencia a Madrid con motivo del viaje de vuelta de Fernando VII en mayo de �8�4. Sin em-bargo, a pesar de su postura política absolutista, en �82�, al comienzo del Trienio Liberal, le vemos como comandante accidental de la Milicia Nacional Voluntaria de Jaén.

Juan Falces y Ladrón de Guevara (¿) Avecindado hasta �8�� en Vélez Blanco, con la invasión francesa se convierte en un confidente más de José Villalobos Cabrera, comandante general de las guerrillas en la raya de Murcia. En febrero de �8�� es comisionado por el pueblo para desplazarse a Baza y hacer entrega al ejército francés de la cantidad recogida como imposición de los invasores. De inmediato es conducido a Granada y, hasta �8��, no volverá su pueblo, ahora en calidad de comisario de policía del gobierno intruso. Desalojados los franceses de Vélez Rubio en noviembre de �8��, se ve obligado a tras-ladarse de nuevo a Granada, desde donde sigue enviando información reservada a los ejércitos nacionales. En �8�2 se exilia, obligatoriamente, a Francia y, dos años después, logra evadirse e instalarse definitivamente en Vélez Blanco. En �8�8 fue sometido a un proceso de investigación so-bre su ambigua conducta y actuación durante la invasión francesa. [J.D.L.P.]

GUILLÉN GÓMEZ, Antonio (�997).

FALCES YESARES, Antonio (Granada, �802 – Cue-

vas del Almanzora, �88�). Ingeniero. De tradicional e hidalga familia velezana, su padre, convencido afran-cesado, ostentará durante la invasión napoleónica el cargo de comisario general de policía en Granada. Tras la guerra de la Indepen-dencia, la familia sufrirá el exilio en Francia, donde probablemente concluirá sus estudios de ingeniero de Canales y Caminos. Una

vez en España, como miembro del cuerpo de Caballería de la Milicia Nacional, participará entre �835 y �839 en la

Page 19: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

197

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

primera guerra carlista, por lo que se le otorga el título de caballero de la Orden Americana de Isabel la Católica.

En �842 es contratado por las sociedades mineras de Almagrera para dirigir la construcción de varios tramos de carretera entre la zona de explotación y el camino hacia Almería. Ganado el prestigio y la confianza de aquellos accionistas, desempeña a partir de �844 funciones de di-rector facultativo en las minas beneficiadas por la sociedad Carmen y Consortes, a las que se irán uniendo otras hasta un total de quince explotaciones. Involucrado también en la dirección de varios socavones de desagüe al mar, como el Riqueza Positiva, una de sus actividades más dilatadas en el tiempo fue la de ingeniero consultor del Desagüe General de Almagrera, empleo que desde �852 prolongará casi hasta su muerte. Esta dedicación le lleva en �870 a so-licitar del Ministerio de Fomento el reconocimiento oficial como ingeniero de minas para poder ejercer dentro de las fronteras nacionales.

Larga fue su relación profesional con la Junta de Aguas de Cuevas que construía la galería de captación en el Almanzora, a la que estuvo vinculado como director facultativo entre �853 y �877. Pero su competencia y su relación con el Ayuntamiento cuevano, como miembro de la Comisión de Ornato Público, le hicieron ser recla-mado para otras intervenciones de carácter urbanístico y arquitectónico: conducciones de aguas potables, reforma y adecuación del centro urbano de la localidad o construcción de palacetes para particulares. Pero si hubiese que destacar una obra emblemática, esta sería la de la Capilla de la Vir-gen del Carmen, obra originalísima que le fue encargada en �850 por la sociedad Carmen y Consortes e inaugurada en �854.

De ideología progresista, Falces destacó por su des-bordante ilustración y sus inquietudes intelectuales, con-virtiéndolo en un referente social y cultural de la Cuevas decimonónica. Perteneció a la Academia de Nobles Artes de Madrid, al Círculo Geológico Cuevense, y obtuvo la Cruz de Caballero de la Orden Militar de San Juan de Jerusa-lén. Entre sus estudios sobresale, por el valor histórico y documental que atesora, la Memoria historial y descriptiva de Sierra Almagrera (�883), publicada por entregas en El Minero de Almagrera. [E.F.B.]

FERNÁNDEZ BOLEA, Enrique (2004).

FAURA, familia (Vélez Blanco)Oriunda del reino de Valencia, donde se llamaban Fa-

bra. Bernardo Faura era uno de los caballeros pobladores de Abanilla y Alguazas. Los hermanos Gaspar y Juan Faura, en el marco del conflicto con el marqués de Villena, lucharon contra el marqués, recibieron varias mercedes de los Reyes Católicos y se vincularon con el primer marqués de los Vélez, quien, en �5��, entregó la fortaleza de Vélez Blanco a Diego Faura, vecino de Murcia. Alonso, hijo de Diego Faura y doña Catalina Sandoval, sucedió en el cargo de alcaide. El hermano de Alonso, Gaspar, casó con la lorquina Inés Ponce. La familia Faura reunió extensas propiedades, entre ellas, más de 500 fanegas de tierra en Topares y una finca cercana a Vélez Blanco que todavía lleva su nombre. Alonso Faura construyó una capilla bautismal en la torre de la iglesia de la Magdalena que todavía ostenta los escudos familiares. [D.R.]

FERNÁNDEZ LÓPEZ, Francisco (Vélez Rubio, �869-�922). Hijo de Juan Fernández

Serrabona (+�900), estudió en el famoso Colegio de la

Purísima con su hermano y colaborador político, Andrés (�866-�9�9), que ocupó car-gos de responsabilidad y fue alcalde entre �900-0�. Ca-sado con Francisca Guirao Banderas, de la que no tuvo descendientes, a él se debe la construcción de la seña-lada mansión de influencia modernista situada en la C/ Barón de Sacrolirio, 7.

Abogado, rico propie-tario y político velezano, fue una pieza clave en el

intrincado, viciado y convulso panorama socio-político de la zona. A finales del s. XIX militó en el partido triunfante liberal en la época del Barón de Sacrolirio (en Madrid) y Agustín de la Serna (en el pueblo), luchó con energía contra la candidatura del conservador Marqués de Zafra y se sintió atraído por la política de su amigo Romero Robledo; siendo concejal en varias ocasiones (�89�, �896, �897-98, etc). Sin embargo, fallecido Agustín de la Serna, antiguo alcalde, jefe de los liberales y pariente del diputado, se iniciaron una serie de disputas en la familia liberal que le llevaron, primero, a enfrentarse abiertamente contra la nueva direc-ción; seguidamente, a apoyar a los candidatos opositores al lasernismo y el ballesterismo (los dos diputados liberales que se sucedieron en ese tiempo); más tarde, a militar abier-tamente en el “maurismo” (conservador). De este modo, logra ocupar la alcaldía en varios momentos históricos en �908-09, cuando se llevó a cabo la rehabilitación integral del viejo caserón barroco del Ayuntamiento a nuevas ofici-nas decoradas al gusto modernista. Finalmente, de forma inexplicable para nosotros, abandona el conservadurismo y abraza desaforadamente de nuevo la causa liberal, llegando a establecer acuerdos con Luis López Ballesteros (�9�8-�9) y, cómo no, a ocupar por tercera vez la alcaldía hasta su fallecimiento en �922.

Su irrefrenable pasión política y de polemista con-sumado e incorregible le llevó a fundar y dirigir varios periódicos de gran trascendencia para Vélez Rubio, de fuerte contenido político (conservadores y/o mauristas) y de más larga duración en la historia del periodismo local: El Liberal Conservador, �893-94 (24 números), La Defensa, �902-�905 (cerca de 200 números) y El Distrito, �9�5-�922 (alrededor de �50 números). Ambos le sirvieron como plataforma para luchar, con todas las armas a su alcance, contra el poder establecido y ocupar él mismo la poltrona municipal. [J.D.L.P.]

JIMÉNEZ MARTÍNEZ, María Dolores (2005); LENTISCO PUCHE,

José Domingo (200�).

FERNÁNDEZ VALERA, familia (Vélez Blanco)Martín Fernández Valera tuvo por hijo a Ginés Fer-

nández Valera, y, éste, a su vez, a Alonso, Pedro, Juan, Julián, Diego y Sebastián Fernández Valera. Pedro fue patrono de la iglesia de Topares con cargo de decir ocho misas anuales. Diego, procurador síndico general de Vélez Blanco en �636, estaba casado con Juana Martínez Guillén; compró de Ana de Soria un molino “bajo de los caños de Caravaca”, tuvo como hijos a Ginés Fernández Valera, alcalde mayor del partido de Alcántara, auditor de guerra y, finalmente, beneficiado de la parroquia de Santiago de Vélez Blanco; y, por otra parte, a Julián Fernández Valera,

Page 20: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

198

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

que pasó al servicio real, llegó a ser regidor perpetuo de Lorca y alcalde de Vélez Blanco, casándose con Quiteria Martínez, hija de Sebastián Martínez y Teresa Franco, que-dándose el matrimonio sin descendencia. Por su parte, el primero, Alonso, procurador en Vélez Blanco, casado con Catalina Martínez, la hija de ambos, Florentina Fernández, se casó en �64� con Pedro Sánchez Rubio, vecino de Vélez Rubio, siendo su hijo, Cristóbal Sánchez Rubio, teniendo por descendencia a Pedro Sánchez Rubio Fernández Valera, escribano del Ayuntamiento de Huércal y Overa (como su padre), quien, con fecha 26-VIII-�7��, presentó solicitud de información de filiación ante el alcalde mayor. Gracias a la misma conocemos los antecedentes familiares. Pedro, el solicitante, declaró que “todos los referidos y cada uno en su tiempo, han sido en esta villa habidos, tenidos y común-mente reputados por hijosdalgo notorios y como tales se les ha guardado en conformidad a las leyes de estos reinos el privilegio de tales”; y pedía la correspondiente información del alcalde mayor sobre estas prerrogativas y la sucesión en el vínculo que a modo de mayorazgo habían fundado Diego Fernández Valera y su mujer Juana Guillén.

La mayor parte de las propiedades de la familia Fer-nández se centraban en las casas principales de Topares y sus alrededores, dotando Ginés Hernández en �583 la ermita “para el dicho patronazgo la hoya que llaman dentro los dos caminos que llega al collado y por la parte de abajo el camino del Almadique, que coge doce fanegas de sembradura, y más otras dos fanegas desde la iglesia hasta donde alcanzaren las suertes del rincón, que linda con tierra de Julián Fernández Valera, y más queda para la iglesia un arca con los ornamentos y unos manteles y una alfombra”. [D.R.]

GAMBOA ROS, Juan de Dios (Vélez Blanco, ¿ - María, �763). Rico hacendado que,

tras una infancia y juventud marcada por los rancios pre-juicios de la limpieza de sangre de la sociedad del s. XVIII, intentó asentarse en María con la pretensión de alejarse de su pasado.

Considerado uno de los mayores terratenientes de la primera mitad del s. XVIII, supo sacar el máximo rendi-miento a sus vastas propiedades agrícolas, alternando el cultivo del cereal y el comercio de la lana. Aprovechando la cercanía del floreciente foco comercial de Huéscar, invirtió buena parte de su hacienda en una importante cabaña la-nar que le reportaba grandes beneficios. En el Catastro del marqués de la Ensenada de �753, del que fue uno de los tres peritos encargados de su confección, figura con una cabaña de más de 800 cabezas de ganado declarado.

Casó con María Magdalena Alcaina, vecina de María y de ellos nació Nicolás Gamboa Alcaina, sucesor del apellido Gamboa, que con los años crearía uno de los linajes más importantes del siglo XIX.

La vida de Juan de Dios Gamboa Ros queda marcada por su pasado y su lucha constante por limpiar y borrar de sus antecesores la lacra de su baja extracción social. Los pleitos que entabla en �73� y �732 contra clérigos y vecinos de Vélez Blanco por las continuas injurias a las que se ve sometido, le harán cambiar de aires para alejarse de una presión social que cada día se hace más insoportable. Su pretensión de formar parte del Tribunal del Santo Oficio, como familiar del mismo, no hizo más que ahondar en su pasado y aumentar su desdicha. El informe presentado en Granada el �3-II-�744 fue desestimado porque, de la investigación interna llevada a cabo, se desprendía que su

procedencia era más que dudosa como descendiente de esclavos moriscos de Mazarrón y Vélez Blanco.

Durante sus últimos años de vida abandonó tan altas pretensiones y se dedicó al incremento de su hacienda y a construir a sus expensas la capilla de San Antonio de Padua, adosada al cuerpo principal del templo de la Encarnación de María. La idea principal fue la de fundar una capilla familiar, y como tal fue dotada, pero una vez mas surgió el conflicto con el vecindario cuando Juan de Dios pretendió cerrar la capilla y vetar el acceso a la misma. La muerte de Juan de Dios Gamboa en �763 no apaciguó los ánimos y han de transcurrir dos años más para que, tras largas negociaciones con el obispado, el hijo Nicolás Gamboa consiguiese la autorización del obispo de Almería, Claudio Sanz y Torres, para que la capilla fuese cerrada, quedando a buen recaudo las ricas lámparas de plata y el retablo de madera, así como siendo restituidos los letreros en cetros y retablo que identificaban la persona que los había comprado y construido. Asimismo, se permitía que los restos mortales quedasen sepultados en dicha capilla como patrono de la misma. [P.A.F.]

ALCAINA FERNÁNDEZ, Pelayo (�99� y �992).

GARCÍA DE ORTEGA, Martín (Caravaca, ¿ — Vélez Rubio, �600). Fue uno de los

�25 pobladores a quienes se repartió casa y hacienda en �574 en Vélez Rubio. Palanques lo califica como “sujeto influyente e intrigante y cuyas especiales dotes de habilidad y audacia lleváronle a ejercer desde el primer momento los negocios de la administración local”: logró que los bienes de moriscos que habían quedado sin repartir pasaran a los propios del concejo; la exclusión de los oficios del Concejo para los naturales o pobladores viejos; el nombramiento de procurador síndico, acallando todas las quejas contra su persona; impuso su veto cuando surgieron incidentes por el proceso repoblador. Llegó a acaparar 6 moradas y otras tantas haciendas de población, de las más fértiles y productivas. De otra parte, siendo hermano mayor de la Hermandad del Carmen, dirigió y administró las obras de la nueva ermita entre �6�7 al 27.

Como capitán de la compañía de milicias de socorro, prestó relevantes servicios en las guerras de Flandes y auxilios en la costa de Vera, Cuevas y otros pueblos del litoral, amenazados por turcos y berberiscos. Le sucedió, a título de mayorazgo, un hijo y un nieto de igual nombre, que también fueron capitanes de las compañías de milicias de socorro y asistieron a la guerras de Flandes y Portugal. Martín García Ortega (hijo), casado con Catalina Perona y Juana de Robles, falleció en �64�, ordenando en su tes-tamento enterrarse en la capilla de San José del templo de San Pedro, de Vélez Rubio, con el hábito de San Francisco y asistencia de la comunidad de religiosos de San Luis, que se diese de comer a los pobres, concedía la libertad a dos esclavas y fundaba dos cuantiosos vínculos para sus dos hi-jos. Martín García de Ortega (nieto) se trasladó a Moratalla y, en �666, confirió poderes para enajenar la capilla de San José y otros bienes de su pertenencia. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909 y �9�0).

GÓMEZ DE ESQUIVEL, Antonio Antonio de Esquivel era administrador y mayordomo

de Juana de Guevara, Leonor Fajardo y Córdoba y de su marido, Juan Fajardo y Guevara, general de la armada del Estrecho y del Mar Océano. Aparte de la compraventa de ganado, Esquivel administraba las labores que su señor

Page 21: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

199

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

tenía en el Cantal, Campillo de Oliar (“de Alcázar”), los Cerricos, Campillo del Saliente, Fuente Espina, Guadalupe y Piar. Más tarde era también administrador de Gonzalo Fajardo, marqués de San Leonardo y conde de Castro.

Antonio Gómez de Esquivel estuvo casado con María de Otazo y Alamíquez, reuniendo un importante patrimonio de fincas y ganado. En �635 era teniente de alcalde mayor y, en �636, aparece también como alcaide de la fortaleza de Vélez Blanco. Rodrigo Morales de Jibaja era sobrino de Antonio de Esquivel y tal vez pertenecía a una familia de origen vasco o navarro que vino con el condestable de Navarra (véase el padrón de alcabalas de Huéscar de �547). Con merced del obispo de Almería, en �608 fundó la capi-lla de San Jacinto en la parroquia de Santiago, “que es la primera del lado del evangelio”.

Sus hijos fueron: el Ldo. Dionisio de Esquivel y Otazo, maestre escuela de la iglesia de Cartagena, rector del Co-legio de la Anunciata y capellán de la capellanía que había instituido Juana de Guevara y Otazo, Julián de Alamíquez y Otazo y Catalina de Esquivel y Otazo. Los hijos de Julián de Alamíquez y Otazo eran Antonio de Esquivel y Otazo y María de Esquivel y Otazo,

Los hijos de Catalina de Esquivel y Otazo y Alonso Maza de los Hinojosos, vecinos de Huéscar, eran Alonso Maza de los Hinojosos, Lucrecia de Moya y Caja y María de Maza de los Hinojosos. A su vez, Alonso Maza Lizana de los Hinojosos era hijo de Juan Maza y Lucrecia de Maza y Caja, también vecinos de Huéscar.

Una vez fallecido el capitán Esquivel, en �642, María de Alamíquez y Otazo se trasladó a Murcia, junto a su hijo, el Ldo. Dionisio de Esquivel y Otazo, ya electo deán de la iglesia de Cartagena. Entre �642 y �644 se enajenaron casi todas las propiedades que le quedaban en Vélez Blanco.

Tal vez el nombre de su otro hijo, Julián de Alamí-quez, tuviera que ver con el arquitecto del mismo nom-bre que había trabajado en Jumilla a mediados del siglo XVI. Julián se casó, en primeras nupcias, con Catalina de Barrionuevo, y, en segundas nupcias, con Ginesa de Santiago. En �637 era vecino de Almería y administrador de las minas de plata, oro y otros metales y de tesoros del reino de Murcia.

Un pago colindante con el núcleo urbano, en la ca-becera de la vega de Vélez Blanco, y un extenso campo de secano en el noreste del término municipal llevan todavía el nombre de Esquivel por haber sido propiedades del ca-pitán. [D.R.]

GUIRAO ALCÁZAR, Fernando (Vélez Rubio, �878 -

Almería, �932). En �902 obtiene en Madrid el grado de doctor en Derecho Civil y Canónigo y, dos años más tarde, se casaba con Isabel de la Cuesta Serna, sobrina del Barón de Sacrolirio. En �9�5 forma parte de la Jun-ta Local de Defensa de los Intereses Morales y Materia-les de Vélez Rubio; en �9�7 es nombrado presidente del consejo local de Explorado-

res de España de Vélez Rubio. En su condición de letrado, a él se debe el Reglamento de la Comunidad de Aguas del Maimón (�930).

Inicialmente, su actividad pública está íntimamente relacionada con Paco Fernández y “don Pepe Sola”; sin em-bargo, en �923 lidera un grupo de oposición frontal a ambos. Su largo mandato como alcalde de Vélez Rubio durante la Dictadura de Primo de Rivera (24-IV-�924 a 3�-IV-�93�) está directamente relacionada con la declarada amistad y/o relación con el secretario del Directorio, el general Godo-fredo Nouvillas, en menor medida, con el propio Primo de Rivera, y con el capitán Gabino Otero, como delegado en el partido de Vélez Rubio. Por el contrario, mantuvo ruidosos enfrentamientos con otros bandos caciquiles: los Maurandi (Francisco, médico; Antonio, alcalde; y José, conocido como “don Pepe Sola”), Paco Fernández, antiguo alcalde; Fernando Sánchez Maestre, farmacéutico; Prudencio Olivares, abogado y juez municipal; etc.

Entre sus gestiones, destacamos: las frustradas campañas para la supresión de las Diputaciones y la construcción de carreteras y línea del ferrocarril; la creación de las ferias de primavera, con los consiguientes enfrentamientos con Vélez Blanco; el diseño de un ambicioso plan de obras a finales de �927 que abarca la construcción de alcantarillado, matadero, tomas de agua potable y conducción al depósito; la mejora de la limpieza urbana, y el impulso a la educación primaria.

Personaje conocido en los círculos jurídicos de la capital, muere en la puerta del Hotel Simón del Paseo de Almería por los disparos de un agente del orden público. Tras la Guerra Civil, fue objeto de un homenaje y se le dedicó la popular plaza de las Puertas de Granada. [J.D.L.P.]

MARTÍNEZ GÓMEZ, Pedro (�998).

GUIRAO GEA, Miguel (Vélez Rubio, �886

- Granada, �977). Médico. Hijo de Miguel Guirao Ru-bio, modesto médico local (�872-�9�9) y de María Gea Carrasco; cursó pri-maria y secundaria en el Colegio “Nuestra Señora del Carmen”; estudió el bachillerato en el Instituto de Almería hasta �904, recibiendo un premio de Ciencias Naturales. Alum-no interno de la Facultad

de Medicina entre �908 y �9��, obtuvo numerosos re-conocimientos a su trabajo de estudiante: premio Ovelar del Arco de la Facultad de Medicina (�908); premio extraordinario en la Licenciatura de Medicina (�9��) y doctor con sobresaliente en la Universidad Central de Madrid. En �9�� ingresó en la Academia Médico Militar, logrando el nombramiento a Médico 2ª (�9�2) y, más tarde (�9�4), a Médico �º, destinado en Almansa, Reus, Valencia, Figueras y, finalmente, en Ceuta y Melilla, donde tomó parte en las operaciones militares en la zona Ceuta-Tetuán entre �9�5 y �9�6. Reconocido con varias medallas: la de Ciudad Rodrigo (�9�5) y tres cruces rojas del Mérito Militar (�9�3-�9�5).

Catedrático de Técnica Anatómica en la Facultad de Sevilla (�9�8) y de Anatomía Descriptiva y Embriología en la de Granada (�9�8-�958); ocupó los cargos de vicerector (�929-�930) y decano de Medicina (�940-�95�); fundó la Sociedad Anatómica Española, de la que fue secretario, presidente y presidente de honor; y, en �955, la fundación del Instituto Universitario de Investigación “Federico Olóriz

Page 22: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

200

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Aguilera”, en recuerdo del que fuera catedrático de la Uni-versidad Central y antropólogo de fama internacional.

La mayor parte de su vida transcurrió en Granada, donde conoció (�905) y contrajo matrimonio (XI-�9�7) con la que sería su compañera durante más de 60 años: Isabel Pérez Serrabona, hija del famoso abogado D. Fernando Pé-rez Suárez. Hijos, hasta �932: Encarnación, Miguel, María Luisa e Isabel Guirao Pérez Serrabona.

“Participó en campañas y movimientos socioculturales de la época, y acudía de vez en cuando a la tertulia del café Alameda, donde se reunían personalidades de la élite cultu-ral de la época. Hay un documento en el que su firma figura, junto a la de Manuel de Falla y Federico García Lorca, so-licitando una biblioteca para Granada”. Sus conocimientos académicos y médicos, su valía personal y su posición social le hicieron acreedor de numerosos cargos y servicios de tipo profesional, político-social y cultural, “producto del largo caminar de un ser inteligente -sabio y honrado- enormemen-te trabajador”. De carácter profesional: Colegio de Médicos de Granada, presidente de la Comisión Científica (�9�8); académico numerario de la R.A. de Medicina de Granada (�922), presidente (�953) y presidente de honor (�978); consejero de la Junta de Perfeccionamiento Médico (�944); presidente del comité directivo de Reuniones Cardiológicas Andaluzas (�957); secretario perpetuo de la Sociedad Ana-tómica Española (�976). De carácter cultural: miembro del Centro Cultural Germano-Español (�956); consejero del co-mité “Dante Alighieri” (�96�). De carácter político y social: subdelegado de Sanidad de Granada (�920); director del Dispensario Antituberculoso de Granada (�927); teniente de alcalde de Beneficencia y Sanidad del Ayto de Granada (�929-30, �936-37, �949-52); delegado militar del Hospital Universitario de Santiago (�936); director del Hospital Mu-sulmán Divisionario (�937); médico de la defensa armada de Granada (�937); vicepresidente del Tribunal Tutelar de Menores de Granada (�938); asesor médico de la Obra Sindical �8 de Julio (�943); fiscal delegado de la Vivienda de la Provincia de Granada (�944); presidente de la Acción Católica Universitaria (�945); presidente delegado de “Pax Romana” (�946); jefe del servicio español del profesorado de Enseñanza Superior (SEPES) (�950); consejero provincial del Movimiento (�955); vocal universitario de Protección Escolar de Granada (�956); Inspector permanente de las Escuelas de ATS en Málaga y Jaén (�956); director del Instituto de Investigación “Federico Olóriz” del Ministerio de Educación Nacional (�956); consejero general de la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada (�964), miembro de la Comisión de Cultura en �964 y presidente del Consejo de Honor en �969; presidente de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana de Granada.

Obviamente, una personalidad tan destacada social, cultural y profesionalmente, tan singular en el panorama granadino en los años centrales de siglo; con el largo historial de cargos y responsabilidades que desempeñó durante su vida activa; pero, sobre todo, una voluntad tan comprometida con el trabajo constante y con la ayuda a los demás, en especial a los más débiles, daría como fruto, entre otros, una extensa lista de reconocimientos, honores y condecoraciones: Saada de la Orden de la Mebdavia (�938); socio de honor del Instituto Italiano de Cultura (�940); Uffi-ciale del’ordine della Corona d’Italia (�94�); presidente de honor de la VII Reunión Andaluza de Cardiología (�946); encomienda de la Orden de Cisneros (�952); gran cruz de la Orden Civil de Sanidad (�956); encomienda con placa de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio (�956); homenaje de

Actualidad Médica (�958); medalla de oro de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Facultad de Medicina (�96�); premio “Couder y Moratilla” de la Academia Nacional de Medicina de Madrid (�967); beca de colegial de honor del Real Colegio de San Bartolomé y Santiago (�967); medalla de plata al Mérito del Trabajo (�97�); oliva de plata en la Jornada Médica de Jaén (�972); medalla constancia en la Cruz Roja Española (�975); presidente de honor del Colegio de Médicos de Madrid.

A lo largo de su vida, pero especialmente a partir de la Guerra, aprovechando su especial posición académica y social, utilizó toda su influencia para apoyar a los más necesitados, sirviendo constantemente a sus paisanos en sus acuciantes demandas y aliviándoles en sus desventuras. Primero, tras la Guerra, avalando a sus paisanos del bando contrario; luego, ayudándoles en sus necesidades de salud u otros múltiples servicios. Una vez jubilado prosiguió su actividad incansable y constante.

A lo largo de su vida publicó numerosísimos trabajos de carácter científico sobre Medicina. Uno de los frutos más señalados de ese afán constante de superación sería La Medicina en Granada desde la Reconquista hasta nuestros días (�977); pero casi todos sus producciones de madurez y/o vejez fueron velezanas: Comisario de Excavaciones Ar-queológicas de Vélez Rubio, en los años 50, cuando a casi nadie interesaban “esas manías”, cuyos resultados pueden reconocerse, en una gran parte, en los materiales deposita-dos en el Museo Comarcal Velezano que lleva su nombre; y en multitud de artículos publicados en la revista de Actua-lidad Médica, que luego reuniría en un volumen titulado: Prehistoria y protohistoria de Vélez Rubio y Vélez Blanco (Granada, �955). Se le conocen algunas colaboraciones de temática velezana (en prensa almeriense); sin embargo, casi toda su producción literaria se hallaba inédita hasta que, en �988, vio la luz una edición casi completa de sus “escritos velezanos”: Apuntes históricos de Vélez Rubio y la comarca de los Vélez (�989).

“Hombre de plenitudes, de generosidades, de prestigios ganados, de sabidurías increíbles y sensibilidades exqui-sitas”, representa una vida de trabajo, sacrificio, servicio a los ciudadanos y auténtica pasión por su pueblo, Vélez Rubio. Decenas de personas, velezanos o foráneos, todavía agradecidas por sus desvelos, recuerdan su talla humana e intelectual, para muchos, el personaje más importante y señalado del s. XX en los Vélez. Objeto de numerosos homenajes, fue nombrado hijo adoptivo y/o predilecto y dispone de calles con nombre en Almería, Vélez Blanco y Vélez Rubio. [J.D.L.P.]

GUIRAO GEA, Miguel (�998).

HEREDIA, Jerónimo de (¿ - Vélez Rubio, �537). Primer párroco y beneficiado

de la parroquia de Vélez Rubio, predicó entre los moriscos en el Lugar Viejo (Castellón) y en la nueva población; con-virtió la mezquita del Castellón en capilla católica. En �526 construyó una capilla en la antigua iglesia de San Pedro (derribada en �75�), donde fue enterrado. Por testamento de �534 fundó el asilo u Hospital de Peregrinos en una casa de su propiedad (C/ Fábrica-José Marín, reedificada en �893), dotada de recursos suficientes para el sostenimiento de alojamiento y manutención, que perduró hasta entrado el siglo XX.

La casa solariega de los Heredias prestó relevantes servicios durante la Edad Media a la Corona de Aragón, uno de cuyos miembros, Fernando de Heredia, fue virrey

Page 23: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

201

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

de Valencia. Originario de la villa de Valdeolivas, valle del Infantado, provincia de Guadalajara, un hermano del capitán, Francisco de Heredia, que acompañó a los RRCC en sus campañas victoriosas el Reino de Granada. La rama velezana aportó numerosos eclesiásticos: Juan y Jerónimo de Heredia, beneficiados de Vélez Rubio; Jerónimo, Francisco y María de Heredia, que fundaron varias memorias; dos Francisco de Heredia ingresaron en la orden franciscana; la venerable Sor María de Jesús Heredia, monja en la Conso-lación de Lorca, cuya vida de sacrificio y celo apostólico fue alabada por el historiador Fr. Pedro Morote al tratar a los varones ilustres de su ciudad; finalmente, las hermanas Ana y María de Heredia también profesaron en el mencionado convento de la Merced de Lorca. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909); Vélez, Los (�892).

LIZARÁN, familia (Vélez Blanco)Juan Bautista de Lizarán estuvo casado con la hija de

Alonso de Vitoria, Isabel Rodríguez, mientras que María de Lizarán era la esposa de Pedro de Aguino. Su hijo, Juan de Lizarán y Gamboa, era tío de Isidro de Barrionuevo y patrono de la capellanía en la parroquia de San Miguel en Murcia, que había fundado Lucía Fernández. Como he-redero universal instituyó a Pedro de Aguino, excluyendo expresamente al hijo adoptivo: Diego de Lizarán. El otro hijo de Juan Bautista, el licenciado Antonio de Lizarán, fue beneficiado de la parroquia de Santiago y tenía parte de su hacienda en la ciudad de Vera, que había heredado de su madre: María de Soto y Ávila. [D.R.]

LÓPEZ BALLESTEROS, Luis (Mayagüez, Puerto Rico,

�869 - ¿). Periodista y di-putado. Cursó bachillerato en el Colegio de Valldemia, de Mataró (Barcelona) y, en �885, se trasladó a Madrid, donde se licenció en Filosofía y Letras. A partir de los �7 se dedica al periodismo: La Regencia (periódico gama-cista), La Correspondencia de España, Heraldo de Ma-drid, Diario Universal, El Imparcial, donde llegó a ser director (�905-�9�6). Por su

profesión participó en numerosas campañas y permaneció una temporada en el Riff enviando diversas crónicas de guerra entre España y Marruecos.

Además de los numerosos trabajos periodísticos y polí-ticos, es autor de diversas obras: novelas, ensayos, zarzuela y dramas, sobresaliendo el relato La cueva de los buhos. Estaba en posesión de varios méritos y honores: Gran Cruz de Isabel la Católica, Cruz Roja al Mérito Militar, comen-dador de la Legión de Honor y miembro de la Orden de Alfonso XII.

Afiliado al partido liberal, su amistad con Moret le posibilitó ser gobernador de Málaga (�902), Cádiz (�905), Sevilla (�906) y Madrid (�9�7); y diputado por Chantada (Lugo) y por Vélez Rubio. Apoyado en fieles grupos locales, este candidato cunero ejerció un control total (cacicato estable) sobre el extenso distrito veleza-no (incluyendo a Huércal Overa) entre �909 y �923. [J.D.L.P.]

JIMÉNEZ MARTÍNEZ, María Dolores (2005).

MANCHÓN CARRASCO, Manuel (Lubrín, ¿ - Vélez Ru-

bio, ca. �9�6). Maestro y poeta. En �89�, muy joven aún, y con el título de ba-chiller y maestro, abrió un colegio particular de prime-ra enseñanza y dio clases de repaso a jóvenes de la localidad. En �904, maestro en Chirivel, aprobó unas oposiciones en Granada con el número �. Al final de sus días, hacia �9�6, tenía pla-za de maestro en Águilas, donde residía, pero antes también había ejercido en

su pueblo natal. Tuvo alguna tímida participación pública en el convulso panorama político de comienzos de siglo en Vélez Rubio. Elegido concejal (2�-IX-�902) bajo la alcaldía de Alberto Sánchez Mata, ocupó el cargo de 4º teniente de alcalde y, un año más tarde, el de contador del Ayuntamien-to, hasta que es destituido por el nuevo alcalde, Juan Abadía (6-V-�904). Precisamente, por su condición de liberal-la-sernista y colaborador del diario almeriense El Regional (�902), hubo de mantener alguna disputa con La Defensa, el semanario conservador de Vélez Rubio (�90�-�905).

Por lo que respecta a su obra, en �903 se estrenó la co-media titulada Los dos girones, escrita con José Oliver Pérez; Apodos del pueblo de Vélez Rubio, copiada y completada más tarde (�93�-33) por otro repentista local: Inocencio Caballero Navarro; dejando inédita la obra “Odiseas de los maestros de pueblo” (�9��). Pero su interés a nivel literario reside, sobre todo, en sus composiciones poéticas de carácter festivo y humorístico. Miguel Guirao Gea decía de él: “No acontecía algo que levantara la crítica, el comentario o el regocijo del distrito sin que Manuel Manchón no escribiera un verso escogiendo su perfil divertido (...); un poeta muy ágil, pronto y expedito para captar un suceso risible y ofre-cerlo en una composición sencilla y chispeante...”. Hemos podido catalogar decenas de composiciones publicadas en la prensa local: La Defensa (�902-�905), El Defensor de los Vélez (�904-06); El Ideal Velezano (�9��-�2); El Distrito (�9�5-2�) y La Evolución (�9�7). [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (�999).

MARÍN, Diego (¿ - Vélez Blanco, �586). Clérigo y agente diplomático

de Felipe II en Marruecos. Fue sacerdote beneficiado de Bédar y Serena (Almería). Durante la guerra de los mo-riscos actuó como mediador entre los dueños de moriscos reducidos a esclavos como botín de guerra y sus familias que intentaban rescatarlos. Nicolás Cabrillana, gran estu-dioso de la esclavitud morisca, destaca el fin humanitario de la actitud de mediador del beneficiado Diego Marín en los rescates. Fue acusado de mantener relaciones carnales con su sobrina Mari Pérez, de la que ésta dio a luz, aunque algunos testigos desmintieron el asunto.

Fue cautivado en el asalto que el corsario berberisco Said Ed Doghali hizo a la villa de Las Cuevas (28-XI-�573) y llevado a la ciudad de Tetuán, junto con otras 250 perso-nas. Allí estuvo prisionero hasta que el sultán de Marruecos Abd al-Malik lo liberó por sus servicios prestados (�577).

La intensa labor de Diego Marín estuvo marcada por dos hechos relevantes: su papel como mediador en el rescate

Page 24: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

202

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

de cautivos españoles en Marruecos y su acción diplomá-tica como agente de Felipe II. El beneficiado Marín reunía buenas cualidades para ambas tareas: el conocimiento del mundo del cautiverio a ambos lados del Mediterráneo, del que él mismo había sido víctima, el perfecto dominio que tenía de la lengua arábiga y de las costumbres de musulma-nes y moriscos, la preparación cultural como sacerdote y su habilidad personal para las negociaciones. De tal manera que se convirtió en hombre de confianza tanto de Felipe II como de los sultanes de Marruecos, de Abd-al-Malik prime-ro y, a su muerte, de su hermano Ahmad al-Mansur.

Desde su regreso a España (�577) estuvo residiendo en Vélez Blanco, su patria chica, hasta �579, donde ejerció una importante labor de mediador en el rescate de cautivos de una amplia zona (Lorca, Las Cuevas, Granada), recibien-do dinero para ayudar a los rescates cuando regresase a Marruecos o en calidad de débito de rescates que ya había efectuado.

Su primera gran empresa diplomática fue la inter-vención como auxiliar e intérprete de Pedro Venegas de Córdoba, nombrado embajador de Felipe II ante el nuevo sultán de Marruecos Ahmad al-Mansur (�578-�603), cuyo objetivo era afianzar la paz entre los reinos de España y Marruecos, aspecto importante ante la progresiva amenaza turca, y conseguir, sobre todo, la plaza de Larache a cambio de Mostagan. Larache fue una de las grandes obsesiones de Felipe II, pues este puerto podía constituir el centro de operaciones contra los corsarios y piratas que asaltaban las flotas de Indias. El 5-VI-�579 partió la embajada hacia Cádiz, donde embarcó con destino al puerto de Safi, en Marruecos. Los resultados de la embajada ratificaron la paz, aunque no se consiguió concretar la cesión de Lara-che. Diego Marín quedó en la corte del sultán y aprovechó la ocasión para negociar el rescate de los cautivos de Las Cuevas, ayudando en esta operación a los frailes merceda-rios fray Rodrigo de Arce y fray Luis de Matienzo, quienes habían sido comisionados por Felipe II para esta redención. En Marrakech rescató 7 mujeres y � niño, a los que trasladó hasta Gibraltar. Del interés que el beneficiado Marín tenía por rescatar a los cautivos de Las Cuevas, cuyo largo sufri-miento conocía, da testimonio la carta que escribió a Felipe II explicándole que en su estancia en Marruecos se había comprometido personalmente con el sultán Abd al-Malik a negociar el rescate de las mujeres y niños, por lo que le solicitaba que el presidente de la Chancillería de Granada le entregase los 4.000 ducados de limosna que el monarca había concedido para dicho rescate, más otros dineros que había para ello.

En �580 Diego Marín regresó a España y se trasla-dó hasta Portugal, reclamado por el duque de Alba, que estaba ocupando militarmente el Reino anexionado, para que localizase e hiciese de intérprete de los xarifes Mulay Nasar y Mulay Xeque, que se habían refugiado en Portugal huyendo del nuevo sultán Ahmad al-Mansur. La actuación de Diego Marín tuvo éxito y ambos nobles se sometieron al monarca español.

De nuevo en �580 Diego Marín y Pedro Venegas fue-ron enviados a Marruecos para proseguir las negociaciones sobre Larache. El mismo Felipe II estimaba a Diego Marín como el hombre ideal para tratar con el sultán, expresando por carta que el sacerdote le “es tan grato que ningún otro medio hay mejor para negociar con él”. Desde �580 hasta �586 Diego Marín se dedicó intensamente a su tarea nego-ciadora en Marruecos. El propio xarife o sultán lo tenía en tal aprecio que le confió dinero en depósito para que pagase

a un comerciante granadino, Francisco Barredo, una serie de piedras preciosas, seda y perfumes que le había comprado. Previamente, en �580, Diego Marín había conseguido licen-cia del sultán para que el comerciante granadino pudiese trasladarse a Marruecos y ejercer libremente el comercio. Marín recibía, incluso, varias cartas personales del propio sultán y del caid Abul-l-Qasim, una de las máximas autori-dades del sultanato. Pero las negociaciones fueron muy len-tas y no llegaron a prosperar en el tema de Larache, plaza que sólo fue cedida en �6�0, ya en época de Felipe III.

Diego Marín siguió ejerciendo su labor de agente no sólo diplomático, sino de espía y de rescate de cautivos, in-formando y aconsejando a Felipe II sobre aspectos del norte de África, especialmente los movimientos de la armada turca. En una de sus cartas enviadas al monarca (3-I-�583) le relataba las confidencias que le hacía el xarife acerca de las intenciones de la armada turca de entrar en la laguna de Melilla y, desde allí, hostigar España, a lo que el bene-ficiado aconsejaba que no hiciese caso, pues la topografía no permitía tal hecho.

En �586 Íñigo de Soria, un antiguo cautivo, solicitaba a Felipe II ayuda para terminar de pagar su rescate, que había sido posible gracias a la intervención del beneficiado Diego Marín, quien, por ausencia de Pedro Venegas, estaba negociando en la corte del rey de Marruecos, y al que había servido en “escribir la cifra” (codificar los mensajes) e ir a Alcazalquivir con despachos del beneficiado Marín.

A partir de �584, el sacerdote Marín introdujo en la embajada española a su sobrino Diego Marín, muy bien recibido por el sultán y que sustituirá a su tío en su misión diplomática a partir de su fallecimiento por enfermedad en �585.

Como señala el padre Darío Cabanelas, Diego Marín no fue embajador oficial de Felipe II en Marruecos, cargos que desempeñaron Pedro Venegas y el portugués Francisco da Costa, pero el beneficiado llevó el mayor peso en las negociaciones, debido al dominio del árabe, y supo atraerse la admiración y el aprecio del sultán, quien sí lo titulaba como embajador, y ayudó a mantener buenas relaciones entre España y Marruecos. La Crónica de Al-Mansur, Sultao de Marrocos, (1578-1603), dice textualmente: “Llegó el padre Marín a Fez llevando consigo un sobrino suyo, hijo de su hermano, que el Xarife recibió con grandes honores y le concedió muchas audiencias secretas (porque el padre Marín sabía muy bien el árabe)”. [A.M.B.]

ANDÚJAR CASTILLO, Francisco (en prensa); CABANELAS RO-

DRÍGUEZ, Darío (�972).

MARÍN, Diego (Vélez Blanco, ¿ - Almería, �643). Diplomático y mili-

tar. Hijo del capitán Hernando Marín, natural de Moratalla, y de María Sánchez, natural de Almería, vecinos de Vélez Blanco. Debía ser muy joven cuando su tío, el beneficiado Diego Marín, lo llevó a Marruecos en la misión diplomática que ejercía aquí. Muerto éste en �586, lo sustituyó como agente de Felipe II en Marruecos, donde, al igual que su tío, era muy estimado por Ahmad al-Mansur. Sin embargo, pronto cayó en desgracia: a finales de �588 llegó a Marrake-ch la noticia de la destrucción de la Armada Invencible y un grupo de mercaderes ingleses, franceses y holandeses, junto con algunos marroquíes, se manifestaron por la ciudad festejando el desastre de la armada española, deteniéndose especialmente frente a la casa del representante español Diego Marín; éste, irritado, salió con un criado dispersan-do y matando a 3 e hiriendo a 7, especialmente ingleses.

Page 25: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

203

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Como resultado de este grave incidente, fue encarcelado, consiguiendo la libertad en �606, cuando Marruecos fue conquistado por Muley Abd Allah ibn-Sayj.

Durante su estancia en libertad en Marruecos, siguió la tradición de su tío rescatando cautivos cristianos: en �586 dos regidores de Lorca intercedieron a Juan Sánchez, vecino de Almería y tío de Diego Marín, para que negociara el rescate de Pedro Navarro, que fue cautivado en la villa de Las Cuevas y servía de cocinero en la casa del rey de Marruecos.

En su testamento (9-III-�643) señalaba que había ser-vido al rey desde hacía 63 años (es decir, desde �580) en la correspondencia que tenía con los reyes de Marruecos en tiempos de la vida del padre Diego Marín, su tío, y después de su vida con orden de Felipe II y de sus ministros, y en la jornada de Portugal y en la de Larache con el marqués de Santa Cruz (�6�0), y en los gobiernos de las villas de Níjar, Adra y ciudad de Almería. Efectivamente, en premio a sus servicios, fue nombrado capitán gobernador militar de las compañías de caballo e infantería de la ciudad de Almería, que eran de Iñigo de Guevara, con la distinción de “criado del rey y su entretenido”, y un sueldo de 50 escudos al mes. Entre sus actuaciones militares puso en defensa la ciudad en �620, después de que los turcos asaltaran la villa de Adra.

Contrajo matrimonio en Almería con Andrea de Soto, hija del doctor Juan de Soto y de Leonor Solís de la Torre, su prima hermana por parte de madre. Fue regidor perpetuo de la ciudad de Almería, cargo que heredó de su suegro. Del matrimonio sólo tuvo una hija, Catalina Marín, que profesó en el convento de la Concepción de Almería y a quien había dado 2.500 ducados, entre ellos, �.000 ducados que le hacía de censo Rodrigo de Gibaja, los cuales donaba al convento una vez falleciese su hija. Además de las donaciones a su hija, acumuló un importante patrimonio, valorado en 4.000 ducados, que aplicó a la fundación de dos capellanías en la Catedral de Almería: una primera, instituida el 23-III-�643, dotada con 2.000 ducados; y la segunda, fundada al morir su hija Catalina Marín (�-VII-�645) con 990,27 ducados.

Como anécdota que lo define como hombre de armas, legó en su testamento una espada ancha de caballo y un lanzón, de gran estima por haber servido al rey con ellos, a su sobrino Martín de Iguña, regidor y depositario general de la ciudad de Almería. Hombre influyente en la Almería de la época, consiguió que el obispo José de Argaiz y el cabildo le cediesen un sitio en el coro de la Catedral para asistir a los oficios religiosos. El dinero que se le debía de su salario lo donó a su hija y a cuatro sobrinas, una de ellas también monja de la Concepción. Instituyó diversas memorias y obras pías para casar huérfanas y redención de cautivos. [A.M.B.]

MARÍN GARCÍA, José (Vélez Rubio, �794 - Málaga, �868). Comerciante y

filántropo. Descendiente de “oscuro linaje”, siendo niño mendigó para procurarse el sustento diario. Apenas si cono-cemos la parte de su vida donde logró hacer fortuna y estar a la altura de los grandes potentados de su tiempo. Estuvo casado con la granadina Luisa Varela, pero sin descenden-cia. Establecido en Málaga después de �847, en compañía de su madre, su hermano Juan y su cuñada, Ana Reche Sánchez, que fue el alma de la casa familiar como bien se demostró en el testamento. Uno de sus biógrafos nos dice que su mansión particular y casa comercial, establecida en el Conventico (antiguo convento de religiosos mercedarios), fletaba vapores de su cuenta con enormes cargamentos de

provisiones para el abaste-cimiento de las guarniciones de Ceuta, Melilla y Gibral-tar, especialmente durante la guerra en África.

Hombre íntegro, tra-bajador y recia voluntad, creyente a pies juntillas en el progreso indefinido y en el poder de la instrucción para mejorar la condición humana, cimentado todo ello con su fe cristiana y en

la práctica de los postulados morales del cristianismo. Era conocido por sus rasgos de filantropismo y amparo a los necesitados, también como bienhechor en su ciudad: cola-boró generosamente en la adquisición de un reloj para la Catedral, la construcción del puente sobre el Guadalmedina, el recibimiento de Isabel II en �862, o las obras de caridad y beneficencia en épocas de escasez y calamidades públicas.

En su testamento dejó un cuantioso capital (3 millones de reales) con el que, entre otras cuestiones, instituyó dos fundaciones benéficas, una en Málaga y, otra, en Vélez Rubio. Para la capital malacitana legó �.600.000 reales invertidos en deuda al 3ª consolidado para emplearlo en obras y utilidad en Málaga, invirtiendo en jornales para los trabajadores proletarios de la ciudad, nombrando como albaceas, patronos y administradores a Martín Larios y Herrero, marqués de Casa Larios, su íntimo amigo; Carlos Larios, Pedro Quartín y José Supervielle Prieto. Las obras se hicieron a lo largo del tiempo, hasta los años 40-50 del siglo XX. Recordando su precaria y miserable niñez, en Vélez Rubio creo escuela de primera enseñanza, dotándola de edificio propio capaz para 80 o �00 niños pobres, 5 de ellos internos, con vivienda para maestro y un salón para una academia de Agricultura y Ciencias. Además de la com-pra del solar y de una zona para campo de prácticas de la escuela agrícola, dejó � millón de reales al tres por ciento; con una renta de unos 30.000 reales/año. Nombró patro-nos y junta de gobierno y donó un cuadro suyo pintado por Vicente López. La fábrica se construyó y la institución comenzó a funcionar (�880), pero pronto comenzaron los problemas y disputas entre supuestos pretendientes a ocupar los cargos de patronos, hasta el punto de que el asunto llegó al Congreso de los Diputados (�895). En la actualidad perdura el edificio, la fundación y el cuadro de V. López, pero las distintas rehabilitaciones y gestión del centro las hace el Ayuntamiento de Vélez Rubio, destinado, por lo general, a usos educativos, recreativos y públicos en general. [J.D.L.P.]

BEJARANO, Francisco (2000); PALANQUES AYÉN, Fernando

(�904 y �909).

MARTÍNEZ LAROCA, Salvador (Vélez Rubio, �902 - Puebla de la Calzada, Badajoz,

�984). Médico y político. Nacido en el seno de una familia de clase trabajadora medianamente acomodada, estudió bachillerato en su pueblo (hasta �9�9), y la carrera de Medicina en Granada (�9�9-22) y Madrid, donde asistió al Ateneo, se abrió a las ideas del momento y se conoció a importantes personalidades. Miembro activo de Acción Re-publicana, el partido de Azaña, obtuvo acta de concejal (�2-IV-�93�) y, proclamada la República, designado presidente de la Comisión Gestora para preparar las nuevas municipales (30-V-�93�). Concejal del Ayuntamiento de Vélez Rubio du-

Page 26: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

204

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

rante todo el periodo de la República (excepto el tiem-po de suspensión forzada de 7-IX-34 a 22-II-36), y los primeros meses de la Gue-rra hasta noviembre del 36; ostentó el cargo de alcalde en tres ocasiones (V-3� a 3�-II-�933; IX-�933 a III-�934; II-VIII-�936). Entre febre-ro y septiembre del 33 fue designado Presidente de la inestable Comisión Gestora de Diputación Provincial, logrando, bajo su mandato,

constituir el Patronato del incipiente Museo de Almería, así como la adopción de una serie de mejoras y polémicas refor-mas en los establecimientos benéficos: manicomio, casa-cuna y hospital.

Enardecido y consecuente republicano, amigo personal del experimentado Augusto Barcia, y fundador y líder de IR en el partido judicial, su política y actividad municipales estuvieron orientadas a lograr el orden público y la paz social, mejorar las condiciones de vida de los trabajado-res y fomentar la enseñanza publica y laica, de la que era furibundo defensor. Acusado por la derecha de instigador de una huelga de olivareros, excitar a la clase trabajadora y perturbar el orden público, fue destituido como alcalde (IX-34) y, poco después, también suspendido como con-cejal. Tras las elecciones de febrero del 36, donde resultó triunfante el Frente Popular de Izquierdas, se restituye la corporación de Laroca.

Conocido popularmente como “Don Salvador” o, simplemente, “Laroca”, ha sido, sin duda, una de las per-sonas más célebres durante el siglo XX de la Comarca y, en particular, de Vélez Rubio, tanto por su propio presti-gio personal y profesional en la política y en la medicina, como por su trabajo en favor de los más desfavorecidos. En mayo del �930 se dio de alta en el Colegio de Médicos de Almería, y abril de �939, por decisión de la Junta de Gobierno, se suspendió en sus derechos “por su actuación contraria al Glorioso Movimiento Nacional”. En gran parte, esa merecida fama de hombre bueno y solidario con los más débiles y necesitados se debió a su profesión de médico, en una sociedad sin seguro de enfermedad y con graves carencias de alimentación e higiene, fue llamado por el pueblo “el padre de los pobres”, frente a sus adversarios y enemigos políticos que lo consideraban despectivamente “el cacique rojo”.

No era creyente católico y, manteniendo una postura de anticlerical intelectual, se declaraba al margen de religiones y ateo; paradójicamente, a él se debe la conservación de gran parte de patrimonio religioso velezano amenazado por la furia desatada del verano del 36. Fiel a sus convicciones, tanto su casamiento (Jueves Santo de �933) como el entierro de su esposa, Carolina Gómez Martínez de Galinsoga (II-�936), lo hizo por lo civil, convirtiéndose, para sus seguidores, en una auténtica manifestación de duelo y apoyo a Laroca; en tanto que para sus enemigos, un desprecio a la religión católica.

Cuando se produjo la sublevación militar del �8 de julio, desde su liderazgo social y político, tomó medidas para defender la legalidad republicana y garantizar la se-guridad, presidiendo durante unas semanas el Comité del Frente Popular para, según propias palabras, “frenar la actuación revolucionaria del mismo y, al no conseguirlo, se retiró de él” a comienzos de septiembre. Durante la Guerra,

arriesgando su propia vida, de forma personal y valiéndose de su influencia, ocultó y alimentó a elementos perseguidos de derechas en su propio domicilio; hizo frente a milicianos, comités y autoridades revolucionarias que ordenaban deten-ciones sin cuento; logró trasladar un gran número de presos de la cárcel de Huéscar a Vélez porque sus vidas corrían peligro; acompañó a vecinos a Valencia, a Almería y otros lugares para garantizarles su seguridad; informó de posibles detenciones para que pudieran huir o esconderse, incautó los edificios religiosos para salvarlos de la cólera anticlerical; facilitó el auxilio espiritual religioso a personas en trágicas circunstancias; trasladó, ocultó y salvó las imágenes de mayor valor artístico y más devoción entre los velezanos; protegió a los sacerdotes de la localidad facilitándoles refugio seguro sin denunciarlos, etc. La fama de protector de perseguidos era conocida en la propia localidad y en los pueblos próximos que acudían a él en busca de protección y sustento.

Ante la inoperancia del Ayuntamiento y el cariz de los acontecimientos locales, dominados en gran parte por las fuerzas obreristas de izquierda, dimite como alcalde (��-IX-�936) y comienzan las diferencias con sus antiguos compañeros de viaje: socialistas y comunistas. Por orden del gobernador socialista G. Morón (III-�937), Laroca fue deteni-do y conducido a Almería y expulsado de su pueblo; pasando a dirigir el Hospital de Sangre de Valencia hasta el final de la Guerra. En la ciudad levantina siguió adelante con su labor humanitaria en la medida de sus posibilidades, alejado de la política, dedicado a su labor profesional y a la protección de perseguidos o con necesidad de amparo.

Al finalizar la Guerra, convencido de su inocencia, pre-firió no huir al exilio; sin embargo, fue detenido en Valencia (4-IV-39) y trasladado a la prisión de Vélez Rubio, donde permanecerá en calidad de preventivo durante todas las diligencias previas y sometido a humillaciones y, en algún caso, tratos vejatorios, hasta su traslado a Granada para la audiencia y condena subsiguiente (2�-III-�940). Fue acusa-do de inductor, jefe, inspirador, organizador y director de todas las desgracias, actuaciones e infortunios: “responsable moral de todos los hechos vandálicos ocurridos en esta villa antes y después del Glorioso Movimiento Nacional”. El tribunal militar de Granada (6-VI-�940) mantiene la acu-sación de hechos probados (jefe de IR, alcalde y presidente del Comité Revolucionario en el verano del 36, medidas para impedir el triunfo del alzamiento militar, destrucción de algunas imágenes religiosas, etc), y, aunque admite que no participó en delitos de sangre y reconoce su labor en pro de numerosas personas de varios pueblos, evitando el encarce-lamiento y asesinato, así como sus servicios en el Hospital de Valencia favoreciendo a muchas personas, consideró que los hechos probados eran constitutivos del delito de adhesión a la rebelión militar, imponiéndole la pena de reclusión perpetua a 30 años y un día.

Condenado oficialmente, ingresó en la cárcel de Gra-nada (2�-IV-40), luego en la de Guadix y, finalmente (�7-XII-43) en el destacamento de penados de Miraflores de la Sierra (Madrid) hasta la condicional el �9 de marzo del 44, residiendo obligatoriamente en Madrid y sometido a los controles periódicos. En virtud del decreto de �9-X-�945, por el que se concede el indulto total a los condenados por adhesión a la rebelión militar, salió definitivamente de la cárcel a comienzos del 46, residiendo, primero, en Madrid y, luego, en Puebla de la Calzada, donde se estableció con unos familiares. No pudo ejercer la medicina porque estuvo inhabilitado, aunque su casa estaba llena de gentes que acudían sin cobrar absolutamente nada. A pesar de

Page 27: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

205

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

las graves adversidades, mantuvo íntegro su espíritu de supervivencia, su posición humanitaria y solidaria al lado del necesitado y su fe de republicano consecuente. Alcanzó a ver la democracia hasta su muerte en �984, pero siempre se negó a encabezar candidaturas políticas o a volver a pisar Vélez Rubio, seguramente por el dolor que injustamente le produjo su proceso judicial, las acusaciones de determina-das personas y el periodo de cárcel. Su figura y actuación despertó pasiones encontradas entre bandos rivales, pero aún hoy permanece en la memoria colectiva de muchos velezanos que le conocieron o que, posteriormente a �939, han oído hablar de él. [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (2003).

MARTÍNEZ Y LASO DE LA VEGA, Francisco (�680 - �735?). Aventurero, hacendado y religioso.

Hijo de Francisco Martínez de María Laso de la Vega y Lucía Sánchez Muñoz, era descendiente directo de un her-mano de aquel insigne Garcilaso, capitán de la Reconquista y alcaide del castillo de Vera: Francisco Lázaro de la Vega. Conoció una azarosa vida que llevó a América: en �696 sale de su pueblo en busca de fortuna, sentando plaza de soldado en la Compañía de Mar y Guerra en la Real de España, donde sirvió de soldado y cabo de escuadra de Guzmanes (�696-�699). Tomó parte en diversas contien-das bélicas (�700) en los partidos de Andariel y Calidonia (Perú), donde se mantuvo en el Real Servicio. En �703 fue capitán de guarda costas en la fragata llamada el Florizán; tras naufragar (�7��), pudo internarse tierra adentro, logró arribar al puerto de Tumbes, de donde pasó a la ciudad y corte de Lima. Posteriormente, a la capital de Chile con una orden escrita del Virrey del Perú, quedando incorporado al ejército de tierra, al mando de un escuadrón de caballos corazas o Lanzas Españolas, que entonces militaban en el real de Tumbel (Chile), realizando verdaderas proezas que le valieron nuevos ascensos y honores, y ocasión para reconstruir la perdida fortuna.

Finalizado su aventura y servicio americano, en �7�7 regresó a su tierra natal para sufragar algunas necesidades de sus padres, comprando y adquiriendo bienes raíces, muebles y semovientes que poseía en �735: tierra de riego en la vega de esta villa, varias casas y medios de población, haciendas en el Senillo, Paletón de Guirao, Peña Negra y Collado de Bravo, más de �.000 fanegas de sembradura, siete cortijos o casas de labor y una ermita aneja, erigida a sus expensas y consagrada al apóstol San Judas Tadeo, santo patrono de su especial devoción. Rico hacendado, protector de los menesterosos, sacerdote ejemplarísimo (en cumplimiento de un voto que hizo en América por salvar la vida en el naufragio de �7��), familiar y notario del Santo Oficio de la Inquisición en el Reino de Granada (�7�8), y opulento propietario, constructor y dueño de la mansión más extraordinaria del Antiguo Régimen en la actual provincia de Almería (Vélez Rubio, Carrera del Mercado, �6). Con éstas y otras fincas instituyó diversos legados, dotaciones y pías memorias; mandas para redención de cautivos, santos lugares de Jerusalén y dotación de doncellas huérfanas; costeó imágenes de gran valor escultórico; erigió capillas como la de San Antonio de Padua en el Convento, bajo cuyo pavimento yacen las cenizas del fundador; y, por último, fundó dos capellanías colativas y un cuantioso vín-culo inalienable, a título de mayorazgo. [J.D.L.P.]

Defensor de los Vélez, El (�905); PALANQUES AYÉN, Fernando

(�909 y 2004).

MÉNDEZ ASENSIO, José (Vélez Rubio, Almería,

�92� – Granada, 2006). Arzobispo de Granada. Nacido en la localidad almeriense de Vélez Rubio y ordenado sacerdote en abril de �946. Canónigo en la Catedral almeriense, director espiritual y rector de su Seminario Mayor. El “Padre Méndez”, como le gustaba que le llamasen, fue nombrado obispo de Tarazona el 22-VII-�968

y consagrado el 3-IX del mismo año. Más tarde, el 3-XII-�97�, fue designado arzobispo de Pamplona-Tudela y, en I-�978, arzobispo de Granada. En esta archidiócesis hacía el número 43 de sus prelados.

Durante un período de su ministerio episcopal en Granada, entre �988 y �993, tuvo como arzobispo auxiliar a Fernando Sebastián Aguilar. Entre �988 y �989 ejerció como administrador apostólico de la diócesis de Almería por enfermedad de su titular, Manuel Casares Hervás. El �0-XII-�996 el Papa Juan Pablo II le aceptó la renuncia a su cargo en la sede granadina, por razones de edad, pasando a ser arzobispo emérito.

Durante su ejercicio pastoral en este arzobispado tuvo el honor de recibir al Santo Padre Juan Pablo II (5-XI-�982). De aquella visita pontificia a la ciudad de la Alham-bra destacó su disertación en una explanada del barrio de Almanjáyar, con un profundo contenido social y en defensa de los más pobres y marginados. Precisamente una de sus preocupaciones básicas durante su mandato fue la atención a los más necesitados, los pobres, los marginados. Así, construyó varias parroquias en la zona norte de la capital y se empeñó en que realizasen una meritoria obra social además de evangélica.

Por su iniciativa se llevó a cabo en Granada el III Sínodo Diocesano, clausurado en �990 y en el que se trazaron las líneas de renovación de la diócesis para los nuevos tiempos. Según los que lo trataron de cerca, “ante todo, era un pastor bueno, un administrador fiel, amigo de los sacerdotes, acompañante en la vida espiritual de un gran número de religiosas y consagrado en general, y promotor decidido del apostolado de los laicos”. [Re-dacción]

MORALES SÁNCHEZ, José (Vélez Rubio, �805-�865). Militar. De humilde

origen, su padre, Antonio Morales Pintor, el Tío Ratón, célebre por su longevidad (vivió �06 años), era jornalero. Ingresó en el ejército como recluta, llegando a brigadier y gobernador militar de la plaza de Melilla. Incorporado a la Guardia Civil, alcanzó el grado de coronel y, entre sus servicios más sobresalientes, destaca la campaña empren-dida para la extinción del bandolerismo en Andalucía, llegando a conocerle como el Terror de los Bandidos. Casó con Martina López de Haro, en San Clemente (Cuenca). Retirado a su pueblo natal, desdeñó lujos y consideraciones especiales, contentándose con alojarse en la modesta morada de su padre hasta el final de sus días. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

Page 28: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

206

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

MORALES SICLUNA, PascualEstudió Medicina en Madrid con notables profesores:

Santiago Ramón y Cajal y Federico Olóriz. Recién termi-nada la carrera (�903), en febrero de �905 era médico segundo, después de obtener la plaza de médico titular de Zújar, ingresa en el cuerpo de Sanidad Militar y, en febrero de �93�, asciende a teniente coronel.

Casó con la velezana Concha Carrasco Fernández, hija de Modesto Carrasco y Purificación Fernández de los Ríos (Pura “Gádor”). Destinado a Marruecos, prestó en la zona, y especialmente en Ceuta, casi todos sus servicios, excepto algunos en Casablanca, en ocasión de unos acuerdos con Francia con fines de pacificación; habiendo participado, con honrosas citaciones en los partes correspondientes, en numerosos hechos de armas en la campaña africana, estando en posesión de abundantes cruces, distinciones y felicitaciones.

Con motivo de la Guerra Civil española fue depuesto de sus cargos y funciones y detenido por considerarlo libe-ral, una actitud que no podía tolerar el régimen, aunque constaran, por otra parte, notas de su arrojo, ciencia, huma-nidad y rectitud, siendo su familia ejemplarmente católica practicante, y su esposa, un modelo de mujer religiosa y caritativa. Terminada la contienda, causó baja voluntaria y, exonerado de toda culpa, se trasladó a Vélez Rubio, su pueblo natal, donde pasó el resto de su vida, buena parte de él en su cercana finca de “Villa Candelita”, pago de la Saladilla, con la familia que aún tenía en casa. [J.D.L.P.]

GUIRAO PÉREZ. Miguel (200�).

MORENO JORGE, JoséAlicantino afincado en

Vélez, fue Ayudante de Inge-nieros, participó en la reali-zación técnica de la carretera de Vélez a Puerto Lumbreras y dibujó el magnífico plano urbano del proyecto de abas-tecimiento de aguas a Vélez Rubio en �887. Se casó con Expectación López, de Vélez Rubio, de la que tuvo 5 hijas (Dolores, Fe, Esperanza, Ca-ridad y Virtudes), a las que proporcionó una educación refinada. En su tiempo fue

conocido por sus dotes artísticas, sus habilidades literarias (publicó un folleto de poesías titulado “A mi patria”, que fue leído en la Sociedad Artístico-Literaria de Vera, en �890) y sus aficiones musicales, prueba de ello fue la enseñanza musical de Esperanza y Fe, la organización de veladas musicales en su domicilio particular de la antigua calle Sacristía-Urrutia (hoy Carrasco), y su relación con intérpretes del bel canto. [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (200�).

MOTOS FERNÁNDEZ, Federico (Vélez Blanco, �865-�933). Farmacéutico y anticuario.

Estudió bachillerato en el Instituto de Almería e hizo la ca-rrera de Farmacia en la Universidad de Granada, obteniendo el título en �885. Se instaló en su pueblo, donde simultaneó la botica con una apasionante y exhaustiva dedicación a la arqueología desde �890; actividad que, entonces se aseme-jaba a “una locura o quimera”. Sus conocimientos técnicos los adquirió de forma autodidacta leyendo “los barruntos

de prehistoria de fines de siglo” y, especialmente, por su relación con los grandes especialistas de su tiem-po y la experiencia de sus propios descubrimientos. Mantuvo contacto personal y científico con los anticua-rios y arqueológicos más eminentes de su tiempo (Si-ret, Obermaier, Breuil, Ca-bré, marqués de Cerralbo, Hernández Pacheco, etc), llegando a ofrecer su pro-pia vivienda como aloja-miento en las exploraciones

comarcales y servir de guía en las giras campestres en busca de yacimientos, especialmente entre �9��-�4.

Su obra publicista no fue muy extensa: “Rocas y cuevas pintadas de Vélez Blanco” (�924); junto a Breuil, “Les roches a figures naturalistes de la région de Vélez Blanco (Almería)” (�924); La necrópolis de Tútugi, en Galera (Madrid, �920), descubierta por él, pero trabajada conjuntamente con Cabré, entre �9�4-�6, dada la escasas preocupaciones metodológicas de Motos; lugar donde tanto se afanó nuestro biografiado a pesar de los continuos des-trozos y rapiñas de los buscadores de tesoros; y La edad neolítica de Vélez Blanco (Madrid, �9�8), fruto de su des-cubrimiento en el cerro de las Canteras (�9�3) y posterior excavación entre �9�4-�7.

Aunque preocupado principalmente por las antigüe-dades arqueológicas de su tierra, también estuvo sensibili-zado con el deterioro del Castillo, siendo el primero que, utilizando un periódico de Madrid, en junio de �902, un año antes de consumarse la venta (primero de los frisos, en �903; y luego de los mármoles, en �904) y ante el estado de ruina y pérdida progresiva de las piezas artísticas, nos aporta una descripción bastante completa de sus riquezas artísticas, terminando con un llamamiento angustioso y urgente al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, a los representantes políticos (Agustín La Serna, Barón de Sa-crolirio, diputado en Cortes; y Dionisio Motos, su pariente, senador vitalicio) y a los dueños del Castillo para que tomen medidas y evitasen su ruina definitiva.

Correspondiente de la Academia de la Historia (�92�-�93�), su gran colección de piezas arqueológicas fue ad-quirida por la Diputación Provincial de Valencia en �930, pocos meses antes de su fallecimiento, “intentando buscar, quizás, el aprecio y la conservación que no podía asegurarle su estancia en la provincia, donde al poco se creaba el muy precario Museo Provincial”. En la actualidad se hallan expuestas o depositadas en el Museo de Prehistoria de la capital levantina; disponiendo de un catalogo impreso en �972 y realizado por José Alcacer Grau. [J.D.L.P.]

ALCACER GRAU, José (�972); CARA BARRIONUEVO, Lorenzo

(2003); LENTISCO PUCHE, José Domingo (�990).

MOTOS GUIRAO, Miguel (Vélez Rubio, �9�8 – Granada, �987). Jurista. Nace en

el seno de una importante familia de la comarca de los Vé-lez, allí trascurre su infancia, cursando los estudios de bachi-llerato en la ciudad de Murcia. Ingresa como alumno en la Facultad de Derecho de Granada a principios de �936, tras superar con matrícula de honor el examen de ingreso, poco antes de estallar la Guerra Civil, que obliga a suspender

Page 29: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

207

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

durante tres años las clases en la Universidad, teniendo que volver a Almería con su familia. En �939 retoma los estudios universitarios ma-triculándose en un progra-ma especial que se creó tras la contienda para cursar los dos primeros cursos de la carrera de forma intensiva y poder terminarla en menos tiempo.

Al finalizar la licencia-tura (curso �943-�944) con el Premio Extraordinario,

es nombrado ayudante de clases prácticas y, posteriormente, profesor auxiliar de la asignatura de Derecho Mercantil. En este período coincide con el que sería su maestro, el profesor Antonio Polo Díez, que, tras la Guerra Civil, fue, primero, separado del escalafón de catedrático, y, después, destinado de manera forzosa a la Universidad de Granada, mientras que el titular de dicha cátedra, el también alme-riense Emilio Langle y Rubio, fue destinado a la Universidad de Oviedo. Después, ya con Langle de vuelta a Granada, obtuvo la plaza de profesor adjunto de Derecho Mercantil. En �95� obtiene el grado de doctor en Derecho con una tesis sobre La fusión de sociedades mercantiles, galardonada con el Premio Extraordinario. Dicha tesis, publicada años más tarde tras someterla a una intensa labor de revisión, sigue siendo una obra de referencia en la doctrina española sobre la materia. Miembro del Colegio de Abogados de Granada desde el mismo año que concluye la carrera de Derecho, siempre defendió el complemento de la docencia e investigación con el ejercicio profesional del Derecho. Con la jubilación del profesor Langle se le abren las puertas de la cátedra de Derecho Mercantil de la Facultad granadina, que obtiene brillantemente por oposición en �957. Muestra de la capacidad científica de Motos es el reconocimiento público que le hace Emilio Langle en la Revista de Derecho Mercantil a principios de �958, analizando sus obras y des-cribiendo su personalidad en un trabajo titulado “Nuevos de Catedráticos de Derecho Mercantil”.

Aparte de diversas publicaciones en revistas especiali-zadas y su participación en el homenaje a Joaquín Garrigues con ocasión de su jubilación (�97�), destaca su dirección de los Estudios de Derecho Mercantil en homenaje al pro-fesor Antonio Polo, en los que escribe un prólogo lleno de admiración y cariño para el que fuera su maestro. En �982 es nombrado vocal permanente de la Comisión General de Codificación, y al año siguiente ingresa en la Real Acade-mia de Legislación y Jurisprudencia de Granada, en la que alcanzaría el grado de académico de número. En esa época empieza una labor de dirección, junto a su compañero de pro-moción y catedrático de Derecho Civil, Manuel Albadalejo, de los ocho primeros tomos aparecidos de los Comentarios al Código de comercio y Legislación Mercantil Especial, una de las más importantes y extensas obras de Derecho mer-cantil en España de los últimos tiempos. Fue elegido por sus compañeros y alumnos decano de la Facultad de Derecho en noviembre de �985, cargo que desempeña hasta la fecha de su jubilación. En �986 organiza en Granada y Almería unas Jornadas sobre Derecho Cambiario en conmemoración del centenario del nacimiento de su amigo, paisano y predecesor en la cátedra de Derecho Mercantil, Emilio Langle, publi-cando un sentido In memoriam, que se une al que escribió

años antes con motivo de su jubilación, y que una vez más muestra la talla humana del profesor Motos.

En septiembre de �986 se jubila, siendo nombrado decano honorario de la Facultad de Derecho de Granada y recibiendo la medalla de la Facultad de Derecho. Muere en Granada (29-IX-�987) rodeado de su familia y de sus que-ridos discípulos, casi coincidiendo con el primer aniversario de su jubilación y dos días antes del acto en el que se le iba a hacer entrega de la medalla de oro de la Universidad de Granada y su nombramiento como primer profesor emérito de dicha Universidad. Por acuerdo unánime de los miem-bros del departamento de Derecho Mercantil y Derecho Romano de la Universidad de Granada (XII-�987) recibe la denominación de Seminario de Derecho Mercantil “Mi-guel Motos”. En la biblioteca de dicho Seminario hay una colección de objetos personales de Motos en homenaje y recuerdo de sus colaboradores a la figura del desaparecido maestro. Al poco de su fallecimiento aparece publicado el Homenaje al Profesor Miguel Motos Guirao (�987), que en tres volúmenes recoge casi medio centenar de artículos doctrinales dedicados a este ilustre mercantilista; y, al año siguiente, sus más cercanos colaboradores publican, bajo el título La Facultad de Derecho de Granada: de ayer a hoy (�988), una preciosa conferencia suya en la que describe la Universidad que el conoció como estudiante, junto a sus diarios de cátedra y determinados documentos académicos del profesor Motos. Años más tarde, Granada le rinde un último homenaje poniéndole su nombre a una de las calles céntricas de la ciudad. [C.V.V.]

VARGAS VASSEROT, Carlos (�998 y �997).

MOTOS Y SERRANO, Dionisio de (María, �85� – Vé-

lez Blanco, �929). Políti-co. Hijo de Francisco de Motos García y Josefa Serrano Motos, fue alum-no de los institutos de Almería (�86�/62) y de Lorca. Licenciado (�873) y doctor (�874) en Medi-cina por la Universidad de Madrid. Durante 36 años jefe del partido li-beral en el distrito elec-toral de Vélez Rubio y estrecho colaborador de los diputados a Cortes:

Agustín de la Serna y López de la Hoz, barón del Sacro Lirio, y de Luis López Ballesteros, director del periódico El Imparcial. Concejal del Ayuntamiento de Vélez Blanco (�88�/82), después de perder las elecciones de �877 y �882, en �883 es elegido diputado y miembro de la Comisión Provincial. En �884 formó parte de la comisión especial para examinar los proyectos de ordenanzas municipales de Cantoria, Nacimiento, Santa Cruz y Olula del Río. En �886 fue elegido vicepresidente de la Diputación Provincial y miembro de la comisión de Hacienda y Presupuestos y de la comisión permanente. Este año propuso la creación de una cátedra de Contabilidad e Inglés en el Instituto Provincial de Almería. Fue presidente de la Diputación Provincial (5-XI-�894 a 27-II-�896), senador (��-VI-�90� a 24-III-�902) y miembro de las comisiones de los ferrocarriles de Berja a Ugíjar y de Moreda a Collanzo. Se retiró de la política activa por el cambio de rumbo experimentado en el Partido

Page 30: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

208

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Liberal en �9�7. Condecorado con la Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica (�886). [D.R.]

MULA SAAVEDRA, familia (Vélez Blanco)Miguel de Mula descendía de una estirpe oriunda del

reino de Aragón, era hijo de Ginés de Mula y nieto de San-cho García de Mula; se casó con Juana Ruiz de Saavedra, la cual falleció en �606, estipulando Miguel que “acabada la iglesia del señor San Luis, piensa y entiende tener en ella capilla y trasladar allí el cuerpo de la dicha su mujer”. En �6�2 era fiador y administrador de las rentas del marqués en María, falleciendo en �6�9.

Isabel de Mula, hija de Miguel, se casó con Francisco Montalbán, vecino de Lorca. El hijo de ambos, Juan de Mula Alcaraz (o Saavedra), vivió entre �584-�639, se casó con Marina de la Bastida, hija del veedor del marqués. Tuvieron tres hijos: el franciscano fray Antonio de Saave-dra, María y Luisa de Saavedra. Juan de Mula Saavedra se trasladó a Murcia y llegó a ser juez administrador de la aduana de puertos secos de aquel reino. En �6�9 era ya oficial mayor en la secretaría de cámara del Palacio Real de Madrid. En �634, Juan de Mula Saavedra contrajo su segundo matrimonio con Feliciana Enríquez de Villacorta, hija del ya difunto doctor Alonso Enríquez de Villacorta y de Micaela de Mormaza. El capital que aportó Juan de Mula al matrimonio, incluidos 93 cuadros, sumaba 27.205 reales, mientras la dote de la novia alcanzó 44.600 reales. De este matrimonio hubo como descendencia Juana de Saavedra.

Es de suponer que el topónimo “Casa Mula” derive de esta importante familia. [D. R.]

NAVARRO LÓPEZ, Antonio José (Lubrín, �739 — Baza,

�797). Eclesiástico ilustra-do. Nacido en el seno de una familia acomodada, hijo de Antonio Navarro (Zurgena) y Josefa López (Lubrín). Dedicado desde pequeño al conocimiento y

a la investigación de su entorno geográfico, realizó sus estu-dios secundarios en una institución religiosa de la ciudad de Murcia, obteniendo el título de bachiller en Artes y Sagradas Escrituras. La carrera la realizaría entre Alcalá de Henares, donde comienza a abrir los ojos a la razón y el intelecto, y Orihuela, en cuya Universidad Pontificia se licenció y doctoró (XI-�76�) con el título de maestro en Sagrada Teología.

Su vida será un vertiginoso ir y venir por las tierras del Sureste. El mismo año de su titulación consiguió el empleo de catedrático de Teología Moral de Vera y su vicaría, apro-vechando para viajar a Lubrín y descubrir importantes yaci-mientos de amianto. Dos años más tarde recibiría las órdenes sacerdotales, ganando por oposición su primer beneficio en la parroquial de Olula del Río (�763-66). Por concurso-oposi-ción accede al beneficio de la parroquial de La Encarnación de la populosa localidad de Vélez Rubio, curato de último ascenso de los más rentables del obispado, que llevaba anexo la tenencia de la vicaría de los Vélez. Gracias a sus cono-cimientos teológicos, fue nombrado, además, examinador sinodal del obispado almeriense. Hacia �773 ocupaba similar cargo en el vecino obispado Guadix-Baza. Por entonces, su fama como orador aventajado le granjeó cierto predicamento en círculos provincianos (Granada, Murcia, Cartagena, Ori-huela...) y en la misma Corte.

La década de residencia en Vélez Rubio (�766-�777) fue clave para su formación, coincidió con la construcción del templo de la Encarnación y su fastuosa inauguración, de la que Navarro redactó una completa y brillante memoria (reeditada por Revista Velezana en �982), copió documentos en mal estado del archivo parroquial, recorrió sus campos en busca de minerales, formó una importante colección de antigüedades, plantas y piedras; escribió memorias; digiere las doctrinas de un escogido elenco de escritores europeos y traduce la obra del naturalista francés Conde de Buffon, su primer maestro; redacta las ordenanzas de la Junta de la Caridad e impulsa el nuevo Hospital Real velezano; experi-menta e investiga escrupulosamente las tierras comarcanas y las del Almanzora; siente una especial atracción hacia las ruinas romanas de El Villar (Chirivel); a menudo, es consul-tado por científicos y colegas de muchas partes del país... y, especialmente, aún saca tiempo para crear la primera Socie-dad Económica de Amigos del País del Reino de Granada, en Vera (�775). El rey Carlos III y los sucesivos secretarios de Estado le agradecerán estos incansables servicios en pro de la causa pública.

En �777, en dura oposición con clérigos de gran talla, opta a la canonjía lectoral de la Iglesia Colegial de Baza, una abadía dentro del pequeño y pobre obispado de Guadix. Aquí residirá el resto de su vida y se desarrollará su imparable ca-rrera eclesiástica, al calor de la monarquía que, por el derecho de presentación del Real Patronato, pudo colocar a placer a fieles peones del pensamiento ilustrado en los cabildos ecle-siásticos. Antes de �785 ejercía, además, de comisario y califi-cador del Santo Oficio en el partido de Baza, siendo, además, prior y arcipreste de esta Iglesia. Tras nueve años como simple canónigo, por fin accedería, ahora por designación real, a una importante prebenda: la de tesorero, cargo que disfrutaba cuando redactó sus Viajes. Finalmente ocuparía la dignidad de Abad, también por deseo regio, entre �790-97.

En �777 consigue la Canongía Lectoral de la Colegiata de Baza y, desde aquí, prosigue sus ajetreadas investigacio-nes de campo y sus relaciones con importantes figuras de la Ilustración, como D. Pedro Franco Dávila, director del Real Gabinete de Historia Natural, a donde remitirá varios cargamentos de producciones naturalistas y arqueológicas del Sureste, entre los que destacan los mármoles de los Vélez y los amiantos de Lubrín.

También en Baza erige de la nada otra Sociedad Económica de Amigos del País, con el fin de revitalizar la declinante actividad económica de la ciudad y de su extenso Partido. Al poco, Navarro es elegido por Floridablanca para desempeñar la Dirección de los Caminos de Levante (�78�-�792), logrando modernizar la llamada red de carreteras de Levante, la que, naciendo al poniente de Baza, encuentra su lógico final en las inmediaciones de Lorca. Tenemos cons-tancia, igualmente, de la dirección del canal de la Comisión, en Vélez Rubio, que permitió poner en riego una extensa zona de vega. Además, el conde de Floridablanca (primer ministro de Carlos III y cuñado del magistrado Antonio Robles Vives, entrañable amigo de Navarro), recurrirá en varias ocasiones a la personalidad y sabiduría del canónigo bastetano para poner en práctica sus planes reformistas; así, le encarga la redacción de una Historia Natural de los Reinos de Granada y Murcia en varios volúmenes que entregará en �792.

Imbuido de conceptos como “felicidad pública”, “uti-lidad social”, “buen gusto”, “reformismo”, dedicará su vida a ponerlos en ejecución sobre la piel de una tierra que agoniza entre ignorancias y rutinas multiseculares. Navarro

Page 31: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

209

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

trabaja y se dedica a una franja de terreno muy concreta, la que él llamaba “mi país”: “desde la costa de Vera hasta el puerto de Águilas, seguirá por Lorca, Vélez, Huéscar, Baza, Almería y, siguiendo la costa por el Cabo de Gata, vendrá a concluir en Mojácar”. Fiel a esta premisa, todos sus escritos sobre Historia Natural, Economía Política, Arqueología, Viajes Científicos, etc, irán destinados a este lejano y, para él, entrañable rincón peninsular.

En �790 es ascendido por Carlos IV a la dignidad de abad mitrado de la abadía de Baza. Poco después también será galardonado con los títulos de socio del Instituto de París y correspondiente de la Real Academia de la Historia, incluso se barajaba su nombre en la corte para ocupar la vacante surgida en los obispados de Almería y Barcelona, pero la muerte se le presenta de pronto y arrasa sus 57 años de vida.

Gran parte de su voluminosa obra inédita saldría en almoneda pública; otra importante porción fue robada; sólo una pequeña muestra pudo ser rescatada por su sobrina, la docta velezana Dª Juana Martínez Serna, y por el canónigo y amigo bastetano D. Francisco Zenteno. El resto de las valiosísimas colecciones de Historia Natural, Antigüedades y Numismática, la estupenda biblioteca y sus numerosos manuscritos y abundantes dibujos se perdieron para la investigación y el estudio. Peor aún, parte de la obra origi-nal fue después acaparada, ocultada y dada a conocer como propia (plagiada) por algunos “eruditos a la violeta”.

Aunque, lamentablemente, sus escritos y colecciones de naturaleza se disgregaron o fueron utilizados fraudu-lentamente por otros, su memoria perduró varios años, baste un ejemplo: cuando en �806 el célebre Simón de Rojas Clemente viaja hasta el Reino de Granada y visita los Vélez, pregunta por él, utiliza sus informaciones y ensalza su figura intelectual. Después... el olvido más absoluto. Durante muchos años, el nombre de Antonio José Navarro fue borrado de la faz de los archivos. La memoria de un hombre que trabajó hasta la extenuación por elevar la cultura de toda una región y por alcanzar la felicidad pública para el Sureste comenzó a ser rescatada a finales del s. XX: en �982, con la divulgación de su conocida “Memoria de las célebres fiestas realizadas con motivo de la inauguración del templo de Vélez Rubio” (�769); en �997, con la edición de una magnífica biogra-fía a cargo de Antonio Guillén Gómez; y, finalmente, en 2005, con la colocación de una placa en su memoria en la antesacristía del templo velezano. [J.D.L.P.]

CASTILLO FERNÁNDEZ, Javier (2000); GUILLÉN GÓMEZ, An-

tonio (�997); LENTISCO PUCHE, José Domingo (�982).

PACO, José Gabino (Huéscar, �775 – María, �820). Rico hacendado.

Continuador de la saga familiar que consiguió aunar lo más granado de la burguesía local de Huéscar (“los Paco”) con la de María (“los Gamboa”).

Nacido en Huéscar, cursa sus estudios en esa ciudad, pero muy pronto lo vemos en María donde dedica buena parte de su vida a regentar los múltiples negocios familiares que su padre, Ramón Paco, natural de la villa de Torres de Albanchez (Segura de la Sierra-Jaén), había ido acumulando en María. Alterna su vida entre los consolidados negocios que la familia ya posee en los campos de Huéscar, con las nuevas posibilidades que le brinda la herencia de su familia materna “los Gamboa”.

Durante el período de la ocupación francesa, man-tuvo su residencia en Huéscar, por lo que en su ausencia

quedaron abandonadas sus propiedades, siendo objeto de abusos y excesos. Desde �8�0 al �8�3 le fueron requisados 24.000 reales en concepto de contribución para la paga de la soldadesca, motivo por el que estuvo pleiteando hasta el año �8�7 para que los tribunales de la provincia dictasen sentencia a su favor y le fuera restituido lo que injustamente se le había requisado. Tras la retirada de las tropas france-sas, inicia asimismo múltiples peticiones al ayuntamiento de la localidad para recuperar buena parte de lo ya perdido en años anteriores. Sus demandas van encaminadas a la obten-ción nuevas superficies de cultivo en aquellos terrenos incul-tos y baldíos del concejo, que gracias al oportuno decreto del 6-VIII-�8��, por el que las Cortes de Cádiz abolían los derechos señoriales, ahora quedaban libres.

José Gabino Paco formaba parte de esa capa social media que comenzaba a controlar en la práctica la renta agraria, y que en este período de cambio radical utilizó su poder y sus contactos para resarcirse con creces de los ex-cesos cometidos en años anteriores. Fue artífice, asimismo, de la construcción de varios molinos harineros en las már-genes del río de María, con el fin de aprovechar al máximo todo el potencial de la zona. Como gran terrateniente que comenzaba a ser, si ya controlaba la producción de cereal, su nueva meta ahora quedaba enfocada en el control de la transformación. El permiso solicitado al ayuntamiento para la construcción de los molinos le fue concedido en �8�6.

Casado con Francisca Canovas de Ávila, tan sólo tuvo un hijo que continuase con su tarea, José María Paco y Canovas. A él cedería todo su legado y patrimonio. El mayor y principal serían sus propiedades, pero no menos importante fue su formación y situación social que le permi-tirá alcanzar el cargo de Caballero de la Real y distinguida Orden Española de Carlos Tercero y Maestrante de la Real de Ronda. [P.A.F.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (Vélez Rubio, �863-

�929). Erudito e histo-riador. Hijo del impresor Juan Palanques García (Lucena del Cid, Caste-llón) y de Rosa Ayén An-dreo, realizó sus estudios de bachillerato en el co-legio local de la Purísima Concepción, dirigido por Florián Ruiz Torrecilla, que tan profunda huella le dejaría. Marchó a Ma-drid para estudiar Filoso-fía y Letras (�885-89?) y fue profesor del Colegio Martínez de la Rosa; sin

embargo, renunciando al previsible brillante porvenir que parecía tener en la capital de España, vuelve a su pueblo y, en una clara situación de precariedad laboral, se dedica a tareas muy diversas: impresor, profesor de academia, ar-chivero, corresponsal de prensa (La Crónica Meridional). La decisión de tomar partido por el bando liberal en los asuntos locales y electorales le acarreará numerosos dis-gustos y sinsabores.

Fue uno de los principales animadores de la prensa cultural y política velezana entre �889 y �9�7, dirigiendo varios semanarios (El Guadalentín, 1883-89; La Idea, 1889-90; El Fomento, 1890-91; La Linterna, 1891-92; La

Page 32: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

210

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Opinión, 1895-97; El Loro, 1913; Revista de los Vélez, 1915; El Heraldo de los Vélez, 1917-18) y formando parte como colaborador de otros muchos. Escribió infinidad de artículos sobre los más variados temas y dio a la luz algunos folletos y libros, entre los que destacamos: Un filántropo y una obra pía (�903), El guardián de San Francisco (�904), Apuntes genealógicos y heráldicos de la villa de Vélez Rubio (�9�0), Los últimos días de un escéptico (�9�2).

Fue el historiador más célebre de los Vélez y uno de los más relevantes del sureste español, desarrollando una extraordinaria labor divulgativa en beneficio de su país. Aunque poseedor de una extensa y desigual obra literaria y periodística, su nombre aparece indisolublemente asociado a la monumental Historia de la villa de Vélez Rubio, (�909), fuente abundante de rica y variada información sobre el pasado de su pueblo, doblemente valiosa e imprescindible de información por cuanto conoció y utilizó ampliamente el magnífico archivo municipal de Vélez Rubio, vendido como papel viejo tras la Guerra Civil (�936-39).

Atento siempre a la cultura, la investigación y el patri-monio local, fue el que primero dio la voz de alarma sobre la venta del castillo de Vélez Blanco en la primavera de �904 y quien más contribuyó a difundir a nivel nacional la desdichada noticia; constituyendo un ejemplo de vida de generoso esfuerzo y sacrificio constante dedicada a estudiar, difundir y glosar su tierra natal.

Este anciano erudito local fue un “romántico cautivo de su pueblo al que amó apasionadamente” y mantuvo siempre firmes convicciones religiosas, así como un pen-samiento conservador en lo político y social. Fruto de su denodada actividad investigadora y literaria recibió algunos reconocimientos, títulos, premios y honores de institucio-nes y academias: L’Academia du Progres de París, Unione Operaja de Umbrero I de Italia (�892), Cruz Roja Espa-ñola (�894), Academia Dante Alihgieri de Catania (�902), Societé des Hospitaliers Sauveteurex de Francia (�905), Academia de Buenas Letras de Barcelona (�907), Real So-ciedad Cordobesa de Amigos del País (�905), Sociedad de Estudios Almerienses, Correspondiente de la Real Academia de la Historia, Juegos Florales de Almería (�9��), de Murcia (�9��), de Lorca (�9�6) y del Centro Español de Villarica (Paraguay, �926).

Instalado el régimen militar del general Miguel Primo de Rivera (�923-29), el alcalde la localidad, Fernando Guirao Alcázar, y su Corporación lo nombraron cronista oficial de la villa y archivero (�925), lo que, en parte, le reparó y reconfortó de la triste experiencia política de los últimos años de la Restauración; aunque su definitivo y fir-me reconocimiento por la importante, extensa y vasta labor de cronista de Vélez Rubio y los Vélez le llegaría una vez fallecido, durante el franquismo y el periodo democrático: una calle y la biblioteca pública municipal de Vélez Rubio llevan su nombre y, en los últimos años, Revista Velezana reeditó su fabulosa Historia de la villa de Vélez Rubio (�987), un estudio biográfico y numerosos trabajos en sus números anuales. [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (200�).

PÉREZ BOTÍA, Juan Pedro (¿, �843 – María, �9�5). Rico hacendado. Ilustrado y

fiel defensor de las ideas liberales, protagonizó durante sus años de juventud sonados enfrentamientos personales con los ediles y vecinos de marcada tendencia conservadora de María, algunos de ellos afines a las posturas trasnochadas del movimiento carlista.

Al igual que la familia Gamboa del x. XVIII y la fa-milia de los Paco de la primera mitad del s. XIX, todo su poder y fortuna provienen de la adquisición de las grandes superficies cerealísticas que permutaban entre los ricos hacendados ya mencionados y que se incrementaron en esta segunda mitad de siglo gracias a la liberación de las propiedades de la iglesia y las comunales que los gobiernos liberales de Mendizábal (�836) y Madoz (�855). Juan Pedro Pérez Botía fue acaparando durante años terrenos que hasta entonces habían estado en manos muertas. Con la puesta en venta de los bienes comunales de los municipios, en mayo de �855, supo aprovechar el momento político y se hizo con un gran patrimonio.

La principal fuente de ingresos proceden de sus múl-tiples fincas, aplicando los beneficios obtenidos en la cons-trucción de grandes edificios en el municipio, siendo más conocido por esta última faceta. La construcción de una gran manzana de casas con huertos en “el barrio de la pla-ceta”, donde ubica su residencia, o las viviendas adosadas al ayuntamiento, caracterizan su labor promotora. Pero, sin lugar a dudas, quedó para la historia por ser el constructor del Convento. A caballo entre la construcción religiosa (había sido erigido con el fin de que una comunidad lo habitase y pudiese subsistir con los beneficios obtenidos con la enseñanza y los productos que le proporcionaban su extenso huerto) y la construcción civil (era residencia de la única hija que había quedado soltera), quedó finalizada su construcción en �905.

Casado con Josefa Mª Motos Serrano (+�90�), tuvo 6 hijos: Tomás, que falleció con 7 años; Presentación, Eloisa, Francisca, Juan Pedro y María. Sería ésta última, María Pérez Motos, la moradora del convento junto a las monjas Mercedarias. Con ellas permaneció hasta que las religiosas abandonaron el recinto por la falta de recursos. Dña. Ma-ría cedió el edificio en escritura pública al principio de los años 50 al obispado de Almería que, por desidia o dejadez, acabó en estado de ruina hasta que, a finales de los años 70, se gestionó su venta al ayuntamiento y éste procedió a su rehabilitación. [P.A.F.]

LLEBRES MOTOS, José Antonio (�998).

PÉREZ SÁNCHEZ, Ambrosio (Vélez Rubio, ¿ - Barcelona, �9�7). Poeta. Profunda-

mente vinculado al panorama cultural y periodístico de su pueblo en las últimas décadas del s. XIX, sus primeros escritos los realizó en El Faro de Vélez Rubio (�876-78); después participó como redactor en varios periódicos: El Guadalentín, El Liberal, bajo la dirección del inolvidable D. Joaquín Carrasco, honrado demócrata y diputado a Cortes; y, ya, a comienzos del XX, fueron numerosas sus colaboraciones en La Defensa. Al tiempo, fundó y dirigió varios periódicos locales, aunque todos de corta vida: La Chicharra, junto con J. Pérez Cortina (�878); El Obrero (�887); El Cascabel (�887); La Mentira, junto con A. Chico de Guzmán (�889); El Independiente (�902).

Su firma figura en publicaciones periódicas de Madrid, Granada, Málaga, Almería, Orán y Barcelona, donde vivió a partir de �905, fue director de un diario político y cola-borador asiduo de otros periódicos y revistas y, finalmente, le sorprendió la muerte. Apenas si publicó parte de su desperdigada y desordenada obra. Fue laureado en dos cer-támenes poéticos públicos en Zaragoza y Jaén. En opinión de Palanques, fue una mentalidad fecunda, privilegiada y poseedora de una cultura no especializada, vasta, comple-ja y nada común. De temperamento un tanto inestable y

Page 33: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

211

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

versátil, efecto quizás de sus exaltadas dotes imaginativas, faltándole orientación y derrotero fijo en sus empresas. Por eso no llegó a la meta a que le empujaban sus excepcionales aptitudes. “Y fue no más, durante una larga etapa de su vida, que un hijo errante de las musas...”. [J.D.L.P.]

Heraldo de los Vélez, El (�9�7); LENTISCO PUCHE, José Domingo (200�); Pueblo, El (�9�7).

PÉREZ SUÁREZ, hermanos Antonio R. Pérez Suárez (Vélez Rubio, ¿ - ¿, �898). Mé-

dico y político. Jefe superior honorario de la Administración, reputado jurisconsulto, diputado electo a Cortes y presidente de la Diputación Provincial de Almería. Director del periódico conservador El Eco de los Vélez (�885-�886) e impulsor de La Verdad (�896), montados para la defensa y apoyo de su candidatura electoral. Canovista furibundo, fue jefe de los conservadores a finales del s. XIX y candidato al Congreso en varias ocasiones. En �893 presidio el directorio designado por Canovas del Castillo para reconstituir al disgregado partido liberal-conservador de Almería.

Fernando Pérez Suárez (Vélez Rubio, �856 — Granada, �927). Abogado, profesor de matemáticas en el Colegio la Purísima de Vélez Rubio. Al-calde entre �884-85, cuando las clases pudientes, salvo algunas honrosas excep-ciones, huyeron a la des-bandada al presentarse en esta localidad la epidemia colérica, permaneció en la villa socorriendo a los me-nesterosos, visitando casas afectadas, remediando sus necesidades, congregando en la plazuela del Hospital, contigua su casa, a todos

los pobres de la población y su circuito, socorriéndolos abundantemente, contribuyendo con la suma de 250 pe-setas para costear una de las solemnes funciones en acción de gracias por la desaparición del terrible azote. Marcha definitivamente a Granada para hacerse cargo de una casa fabril y bancaria de Cataluña, espléndidamente remunerado. [J.D.L.P.]

Eco de los Vélez, El (�885); LENTISCO PUCHE, José Domingo

(200�); PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

RODRÍGUEZ NAVARRO, familia (Vélez Blanco)Desde �542 está documentado Macián Rodríguez,

marido de María de Acosta, cuando cargó un censo sobre una labor “donde dicen Topares, que habrá en ella ciento y cincuenta fanegadas de tierra”. La labor lindaba con el beneficiado Andrés López, Baltasar Jufre, Marco Pérez y “el camino que va a la fuente de Topares”.

Su hijo, Alonso Rodríguez Moreno (+�588 o �599), era arrendador de las alcabalas de María, Vélez Blanco y Vélez Rubio en �542, siendo en �567 el vecino más acau-dalado de Vélez Blanco y Mula, donde había arrendado las alcabalas. En �580 arrendó hasta un total de 276 fanegas de tierra en Topares. Se apoderó de tierras del concejo, sobre lo cual hubo un pleito ante la Real Chancillería. Aparte de su casa en la calle Corredera, en noviembre de �588, fundó un mayorazgo sobre sus propiedades sitas alrededor de la cortijada de Macián. Con su mujer, Teresa Rodríguez de Salazar, tuvo a Miguel y al licenciado Juan Antonio Rodrí-

guez. La hermana de Alonso Rodríguez se llamó Jerónima, mujer de Ruy Díaz de Cárdenas, con quien tuvo como hijos a Macián, Rodrigo y Leonor de Quirós. Leonor se casó con Pedro Jiménez (+�6�3), cuya hija era Petronila de Quirós, primera esposa del famoso licenciado Francisco Cascales, vecino de Murcia.

Heredero del vínculo de Alonso Rodríguez fue su nieto el capitán Alonso Rodríguez Navarro, hijo de Miguel Rodríguez y de Elvira Navarro de Álava, regidor de Vélez Blanco y, más tarde, regidor perpetuo de Lorca, donde tenía una casa en la plaza mayor. Se casó con Ana Fernández Va-lera. En �6�9 encargó 90 ducados al albañil Francisco por “obrar una capilla que el dicho Alonso Rodríguez Navarro tiene en la iglesia del Señor Santiago de la dicha villa, como se entra de la mano derecha de la dicha iglesia, obrándola y poniéndola en perfección hasta que estuviera acabada de todo punto con su altar, arco y bóveda segun y de la forma que esta acabada la capilla del capitán Villarroel“. La capilla se fundó bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Concepción.

Los hermanos del capitán Alonso Rodríguez eran: �º) el Ldo. Pedro Rodríguez, beneficiado de Vélez Blanco. 2º) el Ldo. Leonardo Rodríguez (�593-�676), abogado de la Cámara Apostólica, beneficiado de Vélez Blanco, canónigo de Escalona y capellán de la capellanía de Jerónimo Fran-cés; reunió una fortuna de más de �00.000 ducados, con casas en Madrid y Escalona e inversiones en la explotación de caña de azúcar en Frigiliana; agregó al vínculo familiar más de �00 fanegas de tierra, cortijos y varios censos, fundó una capellanía en Úbeda y otra en Vélez Blanco, e instituyó una obra pía para casar huérfanas. 3º) La beata Ana Rodríguez, cuya última voluntad fue que se pagara una memoria de una misa cantada con vísperas el día del papa San Gregorio en la capilla del capitán Alonso Rodríguez Navarro, de su mayorazgo, “que es donde se sitúa y señala esta dicha memoria y se han situado las demás memorias que en la dicha iglesia tienen fundadas los hermanos, padres y abuelos del dicho canónigo”. 4º) El sargento mayor de Manila, Andrés Navarro de Alba. 5º) Antonio Rodríguez Navarro, regidor de la ciudad de Almería. 6º) El licenciado Juan Antonio Rodríguez, abogado en Vélez Blanco y casado con Juana Felices; cuyo hijo, Alonso Rodríguez Felices, se casó con Catalina Ruiz.

El heredero del vinculó que había fundado el capitán Alonso Rodríguez Navarro fue Manuel Felipe de Legazpi. En �690 se le concedió a Manuel Tomás de Legazpi, oficial de estado de la navegación del norte, el hábito de la orden de Calatrava. Sus padres eran Tomás Felipe de Echeverría Legazpi, natural de Madrid y contador de los libros del sueldo de su magestad y de la razón general de armadas y presidios de España, y Ana Petronila Rodríguez Florián, hija de Miguel Rodríguez Navarro y María Florián. Con este enlace el mayorazgo de los Rodríguez se quedó vinculado a los futuros condes de Legazpi.

Alonso Rodríguez Felices (+�620) se casó con Catalina Ruiz, hija de García Ruiz y Luisa de Saavedra, constando entre sus bienes la parte del molino de la villa en Mula. [D.R.]

RODRÍGUEZ SOPEÑA, Dolores (Vélez Rubio, �838 — Madrid, �9�8). Beata. Hija

del madrileño Tomás Rodríguez, administrador de los marqueses de los Vélez, y de Nicolasa Ortega Salomón, de Piña de Campos (Palencia). Cuarta de siete hermanos, en �849 recibe la confirmación y, pronto, junto a su fami-

Page 34: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

212

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

lia, viajó a varios lugares (Albuñol, Guadix, Sorbas, Ugíjar,...) debido a que su padre, que durante la mor-tífera epidemia de cólera de �854 permaneció en Vélez Rubio, siendo fiscal, estuvo destinado en varias Audiencias de la Península y América. En �857 sufre, en Ugíjar, una de las más dolorosas curaciones de la enfermedad que padecía en la vista y que le acompa-ñaría hasta el final de sus días. Entre �865-68 vive en Almería, donde atiende

a los pobres, particularmente a dos enfermas de tifus y a un leproso.

Tras el destronamiento de Isabel II, el padre de Dolo-res es destituido del cargo y destinado como magistrado a Puerto Rico; sin embargo, la mayor parte de la familia (ya habían fallecido dos hermanos: Enrique, �867; Antonio, �868) se establece en Madrid (�868-70), donde visita cár-celes, hospitales y escuelas dominicales. Entre �870–73 la familia se sitúa en San Juan de Puerto Rico, donde nuestra biografiada aprovecha para fundar la Asociación de la Hijas de María, con las que organiza escuelas dominicales para personas de raza negra. De nuevo su padre es trasladado como fiscal de la Audiencia de Santiago de Cuba, aquí permanecerá la familia hasta el fallecimiento de la madre (�876), tiempo en el que Dolores intima con las Hermanas de la Caridad, funda un instituto para catequizar negros y pobres y continúa sus visitas a los hospitales.

De vuelta a Madrid (�876) prosigue su labor humani-taria hasta que, a la muerte de su padre (�883), ingresa en el convento de las Salesas, que, sin embargo, abandona sólo diez días después y comienza sus propios trabajos evange-lizadores y fundación de centros, denominados “Obra de las Doctrinas”, en diversas zonas de Madrid (�885-96): Vallecas, Casa Blanca, Casa del Cabrero, Cabroneras, Cuatro Caminos, Guindalera y Puerta de Toledo. En �892 el obispo de Madrid aprueba el movimiento de Dolores con el nombre de “Apostolado del Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola” (hoy, “Movimiento Sopeña”). En su labor de apostolado, entre �896-�900, realiza �99 viajes y funda 2� centros. Tras dimitir como presidenta de la Obra en Madrid (�897), viaja a Roma con motivo del Año Santo, donde conoce a varias dignidades eclesiásticas de España y, en audiencia pública, a León XIII, quien había publicado la célebre encíclica Rerum Novarum sobre la situación de los obreros y el relanzamiento social de la Iglesia. En septiembre de �90�, tras unos ejercicios espirituales en Loyola, decide fundar una institución que perpetúe su obra: las Misioneras de Cristo Redentor, lo que en el futuro se llamaría “Instituto de las Damas Catequistas” o “Instituto Catequista Dolores Sopeña” (a partir de �978). Su primera casa sería la ermita de la Virgen de Gracia, en Toledo; después vendrían las de Carmona (�902), Santoña (�903), Sants (�905), Casita de Loyola (�905-�909), Almería (�906), Barcelona (�907), residencia de Sevilla (�908), centros obreros en San Roque y Triana (�908); Manresa, Tarragona y Tortosa (�908), Madrid y Sanlúcar de Barrameda (�909), barrios de la Prosperidad el Obelisco (Madrid, �909), el Grao (Valencia, �9��), Asturias (�9�2), Casa General de Madrid (�9�4),

Canarias (�9�6), escuelas para hijos de obreros y talleres en Madrid (�9�6), etc. Del mismo modo, también establecerían centros en el extranjero: Pau (�9�2), París, Orán y Roma (�9�4) y exploraciones en países de Sudamérica.

Esta labor pastoral y social, de la que fue alma y su-periora general (�9�0-�8), gozó casi siempre del apoyo de su familia y amistades, del aprecio y comprensión de sus compañeras, del agradecimiento de sus obreros y del favor de la Iglesia, así, en �907, Pío X la recibe en audiencia a sus principales impulsoras: Dolores, María Manjón y Pilar Delgado, se entrevistan con los cardenales Merry del Val y Vives, y se aprueban oficialmente las constituciones del Instituto Catequista. Por su parte, a esta adelantada de los movimientos sociales, se le otorgó la Cruz de Alfonso XII en �9�5; Alfonso XIII presidió la fiesta de fin de curso de los centros en �9�5 y la propia reina María Cristina visitó a Dolores días antes de fallecer, a la edad de 69 años, con fama de santidad, trasladando sus restos a Loyola.

Con su desaparición, la Obra ha ido expandiéndose, consolidándose y adaptándose a los nuevos tiempos por todo el mundo. En �928, el obispo de Madrid da comien-zo a la causa de canonización y, en �980, se promulga el decreto por el que Juan Pablo II introduce su causa de beatificación, hasta que, una vez concluido, fue beatificada en Roma por el mismo Papa en 23-III-2003. En su pueblo, donde se halla la casa madre y se conservan objetos de su nacimiento, ha sido objeto de homenajes, reconocimientos, rotulando una calle con su nombre y colocando una estatua, obra de Juan de Ávalos, en plaza pública. [J.D.L.P.]

CASTAÑEDA Y MUÑOZ, Florentino (�98�); CRISOL SÁNCHEZ,

Antonio y CANO MOLINA, Rosario (2004); FERNÁNDEZ POMBO,

Alejandro y F. DEL VADO, Santiago (�995); MUTUBERRÍA, María

Teresa (�985).

RUBIO DE LA SERNA, Pedro (Vélez Rubio, �790

- ¿) Militar. Hijo de Fran-cisco Rubio y Rubio e Isa-bel Serna Serna, ingresó como cadete en la escuela de preferentes de Grana-da (�808); al poco, como subteniente del regimiento de infantería de Baza, pasó a Cataluña, incorporado a la división del general Reding. En �809 se batió con los franceses en Molins del Rey, logrando derrotar al enemigo y tomándole un

cañón. El mismo año logró penetrar en la asediada plaza de Gerona protegiendo un comboy, rompiendo las filas del ejército francés sitiador. Detenido y llevado a Francia, se fugó de Montpellier y se unió a la división del barón Eroles. En �8�� estuvo en el sitio de Tarragona, meses después, también en el de Gerona, hasta que se recuperó la plaza para las armas españolas. En �8�5, incorporado al ejército del centro, permaneció en los Pirineos de Aragón. Sirvió en el regimiento de Baza, en el de Voluntarios de Madrid y en el de América hasta octubre de �823. Al iniciarse la guerra carlista era comandante con el grado de teniente coronel en el regimiento de Voluntarios de Navarra, concediéndosele el grado de coronel por la acción de Nazar y Asarta (�833). Fue caballero de la Orden de San Hermenegildo, poseía la medalla de sufrimientos de la patria y prisioneros de

Page 35: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

213

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Francia, cruces de distinción por las acciones de Castelló de Ampurias, sitio de Gerona y otros méritos. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

RUBIO DE LA SERNA DE FALCES PELEGERO, Juan

(Vélez Rubio, �834 - Barcelona, �9�7). Aboga-do, escritor y arqueólogo. Cursó estudios de segunda enseñanza en Almería y de Derecho en las universida-des de Valencia, Madrid, Granada y Barcelona. En �855 abandona su patria chica por haber levantado de ella su casa con motivo del nombramiento de su padre para diferentes juz-gados de �ª instancia. Tras una estancia en Totana, en

�862 se traslada a Barcelona, donde desarrolló su carrera profesional, especialmente como juez, volviendo esporádi-camente a su pueblo natal. A raíz del descubrimiento casual en su finca de Cabrera de Mataró (�877), se dedicó con afán a estudiar este tipo de antigüedades del que fue un consu-mado especialista, formó un curioso museo local y recibió numerosos reconocimientos por su trabajo de conservación y divulgación de materiales arqueológicos.

Su obra más importante: Noticia de una necrópolis an-terromana descubierta en Cabrera de Mataró; pero también colaboró en La España Regional, el Boletín de la Asocia-ción Catalana de Excursionismo, el de la Real Academia de la Historia,... Publicó numerosos trabajos relacionados con el Derecho y, especialmente, con la Arqueología: “Los primeros habitantes de España según la historia y según la arqueología”, memoria de ingreso a la R.A. de Buenas Letras de Barcelona, y Ensayo crítico-histórico-arqueológico sobre los fenicios, su poder marítimo, colonias e influen-cias colonizadora, especialmente en relación con España, editado en Barcelona en �9�2. Su obra más conocida entre nosotros fue la célebre Monografía de Vélez Rubio y su comarca (Barcelona, �900), considerada como la primera historia sistemática de la localidad: “El trabajo (...) está entroncado en la historia patriótica en su vertiente local, en la cual, la primera guía a la segunda, que ilustra, como puede, a aquélla a veces con ejemplos anecdóticos, a veces con hitos relevantes, conformando un legado común a to-dos sus habitantes en los que va surgiendo, poco a poco, el casticismo, el amor a lo propio y a la minucia”.

Miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona y correspondiente de la Real Academia de His-toria, mantuvo correspondencia con Fita, a quien felicitó por su nombramiento como director de la RAH, enviándole nuevos datos sobre los hallazgos de Cabrera de Mar en �9�2. Guardaba su colección en San Andrés de Llavaneras, piezas cuyo paradero se pierde con su muerte.

Fue una de las voces más críticas e implacables contra el abandono y venta del patio del castillo de Vélez Blanco, de modo que, aún residiendo en Barcelona, cogió presto la pluma para delatar el pillaje cometido contra el patrimonio español, lamentándose de la indiferencia e ignorancia de los pueblos por su pasado y reclamando la urgente necesidad de que el estado español contara con una ley que impidiera la exportación de obras de arte: “El castillo del marqués

de los Vélez, en Vélez Blanco, y los Fajardo” (Barcelona, �903-05). [J.D.L.P.]

CARA BARRIONUEVO, Lorenzo (2003); LENTISCO PUCHE, José

Domingo (200�).

SAN AGUSTÍN, fray Pedro de Activo durante el segundo cuarto del siglo XVIII.

Arquitecto. Arquitecto. Se carece de información relativa a su origen familiar y de la fecha y lugar de nacimiento. Las primeras noticias hablan de su condición eclesiástica como lego perteneciente al monasterio de la orden de San Jerónimo en La Ñora (Murcia), siendo probable que su vinculación con esta casa jerónima tuviera que ver en su formación como arquitecto, que pudo producirse junto al también artífice fray Jerónimo de San José.

De su actividad profesional nada se sabe con anteriori-dad al mes de mayo de �752, fecha en la que acude a Vélez Rubio (Almería) con objeto de informar acerca del estado en que se encontraba la iglesia parroquial de esta localidad que había sido afectada por un fuerte seísmo el 4-III-�75�, aunque ya debía haber desarrollado cierta trayectoria en el ámbito de la práctica arquitectónica para serle confiada esta delicada labor de peritaje. La iglesia de la Encarna-ción de Vélez Rubio es su obra almeriense mejor conocida gracias a las cartas e informes, conservados en el Archivo Ducal de Medina Sidonia, que asiduamente remitía el lego al comitente, Antonio María Álvarez de Toledo y Guzmán (�7�7-�773), marqués de Villafranca y de los Vélez, dada su condición de patrono de este templo y de los demás de su señorío. Las obras comenzaron el 8-IX-�753 con la apertura de los cimientos, ausentándose de las mismas el arquitecto (20-XII) al ser reclamado por el prior de su convento, dejando la empresa en manos de Alonso García, oficial de albañilería, circunstancia ésta que se repitió con frecuencia, debido a las obligaciones que comportaba la simultánea dirección de varias construcciones. Las obras de la parroquial velezana estuvieron terminadas en diciembre de �768, siendo bendecida solemnemente el 25-X-�769.

El arquitecto gozó, al parecer, de la amistad del X marqués de los Vélez, como se desprende del tono de la correspondencia cruzada entre ambos, lo que explicaría no sólo el encargo que se le hace de levantar de nueva planta el citado templo, la más importante construcción barroca del ámbito almeriense, sino también de otros pertenecientes a los dominios del marquesado. Gil Alba-rracín le atribuye el proyecto de la iglesia parroquial de la Encarnación de Cuevas del Almanzora (Almería), al haber podido documentar una visita del arquitecto a la villa en noviembre de �76�. De ser suyo el diseño de este templo, se trataría de la primera intervención del arquitecto en el ámbito almeriense, tras el desplome del inmueble prece-dente en febrero de �749. Igualmente, como escribe este autor, está acreditado su peritaje en las obras que habían de llevarse a cabo en la mina de Toribio en dicha localidad almeriense, para las cuales estableció las actuaciones que debían llevarse a efecto para la salvaguarda de la obra y su posible continuidad.

En �76� fue llamado a Lorca (Murcia) por el cabildo de aquella ciudad para que reconociese los cimientos y la torre de la Colegiata de San Patricio, a fin de que infor-mara sobre la resistencia de la misma ante su proyectada ampliación. En aquel momento el lego se encontraba resi-diendo en el monasterio que la orden jerónima poseía en Baza (Granada), respondiendo desde allí afirmativamente al encargo efectuado por el cabildo lorquino. El 29-IX-�76� se le pagaba a fray Pedro la cantidad de �.500 reales de

Page 36: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

214

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

vellón, estipulada por los gastos de desplazamiento y los dibujos del proyecto de la nueva torre de la Colegiata, cuyas obras comenzaron el 7-X-�765, bajo la dirección de Pedro García Campoy.

El relato del viaje del X marqués (�769) con motivo de su venida desde Madrid a la inauguración de la parroquial de Vélez Rubio, permite establecer como propios varios proyectos de mesones, almazaras, tercias y, especialmente, el del templo parroquial de Nuestra Señora de la Merced de Oria y la dirección de su construcción que por entonces se efectuaba. Las obras de este hermoso templo se iniciaron en �767, por orden de Antonio María Álvarez de Toledo y Guzmán, marqués de Villafranca y (X) de los Vélez, tenien-do lugar la consagración del mismo en �779, en vida de su hijo, el duque de Alba y marqués de Villafranca y (XI) de los Vélez, José María Álvarez de Toledo y Gonzaga, según consta en la lápida conmemorativa situada en los pies del edificio.

A fray Pedro de San Agustín se debe también el diseño del santuario del Saliente, situado en la Sierra de las Estan-cias, en el término municipal de Albox (Almería), conjunto mandado construir por el obispo Claudio Sanz y Torres (�76�-�779), en el año �769, y de cuyos trabajos se hizo cargo el maestro Vicente Sánchez. Entre las últimas noticias de que, al presente, se dispone acerca del personaje está su participación en la torre de la Colegiata de Baza en cuyas obras intervino entre �770 y �776. [R.T.F.]

GIL ALBARRACÍN, Antonio (�993); ESPÍN RAEL, Joaquín (�986);

NICOLÁS MARTÍNEZ, Mª del Mar y TORRES FERNÁNDEZ, Mª del

Rosario (�996).

SÁNCHEZ HORTAL, hermanosCristóbal (Vélez Rubio, �826-�892). Militar. Cadete de

gracia a los �3 años, se distinguió por su valor y pericia en las campañas de África, primera de Cuba y segunda carlista, obteniendo en todas ascensos y condecoraciones por méritos de guerra. Era dos veces benemérito de la patria y caballero de la Real Orden de San Hermenegildo; poseía la cruz de San Fernando �ª clase, la del mérito militar con distintivo blanco, la medalla de África, la de Alfonso XII con pasador rosa y la placa de San Hermenegildo.

Eduardo (¿ - �904). Militar. Alcanzó el grado de coro-nel del arma de infantería, llegando a mandar interinamente una brigada en la guerra de Cuba. Por su participación en campañas militares obtuvo varios ascensos y poseía, como el anterior, la cruz de San Fernando de �ª clase, la cruz y placa de San Hermenegildo y una encomienda de número de Isabel la Católica. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

SANTONGE-FALCES-ATEGUI (Vélez Blanco)En �563 el beneficiado Ldo. Martín de Falces inició

un proceso en la Chancillería de Navarra para demostrar la hidalguía de su familia. Martín era hermano de Antón de Sola, vecino de Baquedano (Navarra), “y por hijodalgo de su origen y dependencia de padre y abuelo, y dependiente por línea recta de barón del palacio de Ategui, que es en tierra de Mauleón de Sola [...] y aprovecharse de las armas del dicho palacio, que son un escudo en campo azul con una roca de oro y, en ella, siete piedras de sinople con un gato salvaje de argent armado de gules con siete abejas”. El citado Antón de Sola era hijo de Gajernaut o García de Sola y María de Baquedano, vecinos de Baquedano y, anterior-mente, de Falces (Navarra), a su vez, hijos de Ezquer de Ate-gui y Margarita de Yerezqui. Por consiguiente, el origen de

los Ategui era una casa señorial, hoy día llamado Chateau de Caro, que se encuentra en Alcay-Alzabeheti-Sunharette, un pueblo de 275 habitantes a 24 kilómetros de Mauleón (Francia), antiguamente en el vizcondado de Soule (Sola) y hoy día departamento de los Pirineos Atlánticos. Un tal Juan de Athaguy (Ategui), hijo mayor de Pierre Arnaute de Ategui y tío de Antón de Sola, asistió a la promulgación de las leyes consuetudinarias “Coutumes de Soule” en �520.

El beneficiado Ldo. Martín de Falces Ategui era hermano de García de Falces, lideró el rescate de Oria durante la Guerra de las Alpujarras (�569) e intervino en la compraventa de tierras y numerosos esclavos. Fundó un vínculo en Turruquena y Almadique a favor de su sobrino, Jaime de Santonge Ategui, con las mismas condiciones del vínculo que sus padres habían estipulado para el vínculo en el Almadique, hoy día: pago de Santonge. Según los docu-mentos aportados por Antonio de Falces Santonge al pleito de hidalguía de �788, Jaime de Santonge era hijo de Damián de Santonge, a su vez natural de Alzai, reino de Navarra, y, más tarde, vecino de Vélez Blanco, casado con Leonor Micaela Bosque, natural de Concentaina, reino de Valencia. Los hermanos de Jaime de Santonge eran Francisca y Diego. Damián había heredado de su padre, Juan de Ategui, y de su abuelo, Pedro Arnaut, propiedades en Alzay y el valle de Sola. En su testamento de �567, Damián dejaba a su hija Francisca “la casa del legado que me lego Pedro Arnaut Ategui, mi abuelo, y está junto a la iglesia de Alzay”.

La estrategia endogámica de esta familia se manifestó también en el matrimonio de �568 entre Jaime de Santonge, familiar del Santo Oficio y criado del segundo marqués, con Ana de Ategui. En �604 fundaron un vínculo a favor de su hijo Diego sobre un cortijo con tierras de secano en el pago de Almadique y la fuente de la Puerca con unas 700 fanegas de sembradura, incluyendo esta finca muchas casas. En �606 Jaime de Santonge y su mujer establecieron un segundo vínculo a favor de su hijo Miguel sobre 300 fanegas de tierras con su casa en el pago de la Alfahuara y 30 fanegas en el pago de la Hoya del Marqués.

Miguel de Santonge Falces (+�580) se casó en �609 con Beatriz Leonés, hija de Juan Mateos, de Mula, y Lucía López Leonés. Del matrimonio nació Martín de Falces Santonge (+�62�), regidor de Vélez Blanco (�665), quien se desposó en �639 con Leocadia de Hita, natural de Alicante, teniendo descendencia en Martín de Falces Santonge (�642-�675), quien casó en �660 con Juana Serrano y Miñano, hija de Matías Serrano, sus hijos: Martín Bernardo (+�662), Antonio Matías y Juana de Falces Santonge.

Martín Bernardo de Falces Santonge se casó en prime-ras nupcias con Inés de Buitrago y Angosto, hija de Francis-co Buitrago y Inés Angosto Ruiz; y, en segundas (�696), con María Gallardo y Molina, hija de Josef Gallardo y Molina y María Gallardo Turrillos, de María. De este matrimonio resultó como hijo primogénito Josef Martín de Falces San-tonge (�699), en María, quien en �730 y �749 fue regidor originario de Vélez Blanco y, en �757, fue nombrado por el marqués de los Vélez alcaide del castillo, “empleo regen-tado en todos tiempos por personas de singular conducta y distinción, y para colocarse en él exige la solemnidad del juramento, pleito homenaje y demás que piden los fueros de estos reinos”. En �760 y �766 fue alcalde ordinario de Vélez Blanco y depositario del pósito (�762). Ya viudo de Juana López, se casó (�740) en Vélez Rubio con Ana María López Fernández, hija de Francisco López de la Hoz y de Juana Fernández. De este matrimonio nació Antonio Rufino Ramón de Falces Santonge (�747), quien fue regidor de Vé-

Page 37: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

215

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

lez Blanco (�769 y �774), alcalde (�780 y �786) y diputado clavero del pósito (�785). Este Antonio de Falces Santonge iniciaría (4-VI-�788) un pleito ante la Real Chancillería de Granada para que se reconociera la calidad de hidalgos a su familia, expidiéndose en �804 la correspondiente carta ejecutoria.

Otro beneficiado, el Ldo. Martín de Falces, hijo de Jai-me de Santonge (+�6�0) y de Ana de Ategui, era hermano de Diego y Miguel de Santonge Falces, ampliando el vín-culo familiar en Almadique y añadiendo viñas en Canales. Diego de Santonge Falces (+�576), también familiar del Santo Oficio, casó en primeras nupcias con Juana Martí-nez Machado, hermana de Bartolomé Martínez, regidor de Segura de la Sierra. En segundas nupcias, con Francisca de Sandoval, vecina de Orcera, estipulando en su testamento que se construyera una ermita a la devoción de San José. Diego de Santonge llegó a ser mayordomo de la marquesa de Espinardo.

Andrés Navarro de Ategui se casó con Graciana del Arce (o de Alarce) Noguerón, natural de Caravaca, la cual fundó en �607 un mayorazgo con �94 fanegas de tierra en el pago de Taibena. Hijo primogénito de este matrimonio fue Andrés Navarro de Ategui Falces, alcalde de Vélez Blan-co (�642), quien se casó con Mariana Tortosa Bocanegra, vecina de Baza e hija de Juan de Tortosa Bocanegra, paje del marqués de los Vélez. De este matrimonio nacieron: Mariana de Ategui y Bocanegra, casada con Francisco Sanz; y Luisa de Ategui y Bocanegra, casada Juan Lucas Cortés, más tarde, consejero del Consejo de Castilla.

Del matrimonio de Andrés Navarro de Ategui y Gra-ciana de Arce nacieron también: Beatriz de Ategui, casada con Jerónimo Martínez de Robles Noguerón (Caravaca); Bárbara de Ategui, casada con Lucas de Orcaez, natural de Huéscar; y María de Ategui, casada con Martín de Orzáez, de cuyo matrimonio resultaron Pedro y Andrés de Orcáez.

El hijo de Antonio Palomares y Ana de Ategui, Anto-nio Navarro de Ategui, regidor de Vélez Blanco en �654, se casaría con María Sánchez Ruiz, hija de Pedro Sánchez Ruiz y Inés de Arroyo. Su hijo, el capitán Pedro Navarro de Ategui, casó con Juana Navarro Ropero. En �7�4, An-tonio Joseph Navarro de Ategui, hijo de Pedro Navarro de Ategui y de Juana Navarro Ropero, se casó con Rosa María Norato Parole, hija del escribano Juan Norato Parole y de Ana Pérez. En �707, Francisco Isidoro de Villarraya y Llo-rete, hijo de Francisco de Villarraya y de Josepha Llorete, de Aragón, se casó con Leocadia Antonia Falces y Serrano, vecina de Vélez Rubio. [D.R.]

SERNA, linaje de la (Vélez Rubio)Los La Serna (o Laserna) han sido una de las familias

velezanas más poderosas tanto por la riqueza acumulada como por la posición social, el rango nobiliario de muchos de ellos y la influencia política e ideológica que algunos de sus más esclarecidos miembros ejercieron en Vélez Rubio.

Pedro de la Serna (Spínola), hijo de Luis de la Serna, corregidor de la villa de Chiclana, recibió repartimiento en Dílar (Granada) y fue alcalde en Caravaca (en cuya po-blación había casado en �568 con Ginesa Gallego), vino a Vélez Rubio como repoblador, hijodalgo y natural de Beteta (Cuenca), cuando el reparto de las haciendas confiscadas a los moriscos tras la frustrada rebelión de �568-70, dando origen a una numerosa y distinguida progenie. Fue uno de los pocos pobladores originales que siguió conservado su suerte (hacienda y casa) y como tal aparece en las visitas de

�578 y �593; en �595 poseía, además, otro lote de tierra a medias con Hernán Ruiz. Diego de Serna, hijo de Pedro, fue uno de los fundadores de la Hermandad del Carmen; hizo información de nobleza de que dieron traslado en �675 sus nietos Juan y Julián de Serna, a petición de Diego y Marcos de la Cuesta y Serna, descendientes del mismo por línea materna. Sebastián de la Serna Gallego, bautizado en Vélez Rubio en �58�, casó con su paisana Isabel Valero, de la que enviudó en �63�. Juan de la Serna Valero, bautizado en la misma villa (�62�), casó allí (�64�) con María de Andreo. Juan de la Serna Andreo, también acristianado en la misma pila que su padre (�650), se unió en matrimonio (�668) a María de Molina Sánchez. Juan de la Serna Moli-na, nieto del anterior, bautizado en �702, casó en �725 con Catalina Molina Pascual, de cuyo enlace nació Agustín de la Serna Molina, bautizado en �729 y casando en la iglesia de la Encarnación (�75�) con Micaela de la Serna Olivares -hermana de Miguel, abogado distinguido de Vélez Rubio por aquella fecha-, de cuyo matrimonio nacería Ginés de la Serna y de la Serna, bautizado en �764, abogado, el cual pleiteó su nobleza en �808, consiguiendo carta ejecutoria en �8�5. De su enlace con María de Lafuente Martínez de la Serna, hija de Pedro Antonio, caballero de Santiago y coronel de las Milicias de Baza, fue hijo Agustín José de la Serna y la Fuente, Iº Vizconde de Gracia Real (véase apar-te), que, al ser el único vástago del anterior matrimonio, sucedió en la casa y linaje; casó, en primeras nupcias (�8�2) con Rita Pelegero y Deza, Mezquita Gutiérrez de la Peña y San Martín, hija de D. Gaspar Pelegero, barón del Sacro Lirio, y de Francisca Deza. A partir de este matrimonio, se inició una extensa y particular saga, “figurando entre sus descendientes directos, senadores y diputados distinguidos, militares prestigiosos y de alta graduación, miembros de la judicatura y de la magistratura españolas, y escritores y académicos ilustres”:

Ginés María (o Remigio) de la Serna y Pelegero (Vélez Rubio, �8�2—�885), primogénito e inmediato sucesor en la Casa (IIº Vizconde de Gracia Real), teniente coronel de caballería y comandante militar del cantón de Vélez Rubio, teniente coronel de Estado Mayor, gobernador de la plaza de Alhucemas y del castillo de San Antón en la Coruña; fallecido a consecuencia del cólera, dejó de su esposa, Lucía de Entrecanales Díaguez, natural de Antoñanzas (Álava), tres hijos: Agustín, su primogénito y sucesor en la merced nobiliaria, fallecido sin sucesión; Catalina y Carolina, casada con Francisco Martínez de Galinsoga y Serna (IV Vizconde de Gracia Real). En 24-VII-�872 obtuvo real despacho para casar en segundas nupcias con Andrea Suárez Martínez.

Gaspar de la Serna y Pelegero (Vélez Rubio, �8�8—�895). Juez de primera instancia en categoría de término de la villa y partido de Hellín, magistrado de las audiencias de Palma de Mallorca y Barcelona, presidente de la Sala de la Audiencia de Madrid y decano del Tribunal y Consejo metropolitano de Órdenes Militares; secretario honorario de S.M., caballero del hábito de Santiago y Maestrante de Ronda; continuador de su tío Vicente en la baronía de Sa-crolirio (III). Militó el partido de Práxedes Mateo Sagasta, siendo elegido senador por Almería en las Cortes liberales de la última regencia; y alcalde de Vélez Rubio (�875). Padre de Agustín Fernando de la Serna y López de la Hoz (véase aparte).

Agustín de la Serna y Pelegero (¿-�889). Licenciado en jurisprudencia, fue corregidor de Chiclana, reemplazando en ese cargo a su octavo abuelo Luis de la Serna a los 272

Page 38: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

216

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

años; miembro de la judicatura y del cuerpo de Registrado-res de la Propiedad; comendador de Carlos III, maestrante de Ronda y juez e primera instancia del partido de Cieza, tam-bién sucesor, después de su hermano, en la baronía (IV).

Pedro de la Serna y Pelegero, cadete que fue del Real cuerpo de Artillería y empleado actualmente (�85�) en el ramo de la Hacienda. [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (2004); PALANQUES AYÉN,

Fernando (�909 y �9�0); RUZ MÁRQUEZ, José Luis (�986 y �995);

Trono y la Nobleza (�85�).

SERNA Y LA FUENTE, Agustín José de la (Vélez Rubio, �793 -

Granada, �865). I Vizconde de Gracia Real. Hijo de Gi-nés Pedro de la Serna y Ser-na y de María de Lafuente y Martínez, ambos natura-les de Vélez Rubio. Durante la ocupación francesa de Vélez Rubio (VI-�8�� a IX-�8�2) sirvió con las armas en la mano en la Guerra de la Independencia, siendo capitán de voluntarios Ur-banos de Murcia y cadete de Dragones de Granada.

Acorde con su mentalidad y experiencia vital, se mantuvo siempre leal a los principios absolutistas y legitimistas que encarnaba Fernando VII; se opuso al gobierno de los cons-titucionalistas, “despreció todas las seducciones y amenazas de los revolucionarios” y colaboró con el invasor ejército francés de la Santa Alianza, denominado los “Cien mil hijos de San Luis”, que en �823 reinstauró por la fuerza la monarquía absoluta de Fernando VII. Su compromiso ideológico le hace ocupar la alcaldía de su pueblo natal en los años �824 y �825, en plena reacción del absolutismo de Fernando VII contra los liberales.

Católico a ultranza, de profundas convicciones reli-giosas y sentimiento arraigado en el culto a Dios Padre, conservador y monárquico convencido, abogaba por la existencia de la monarquía absoluta, la defensa de la re-ligión, la necesidad de una formación cristiana para tras-mitir conocimientos, valores y pautas de comportamiento; prefiriendo el seguro refugio ideológico y conformista de la religión, más confortable, menos expuesto, lejos de utopías “estériles y desesperantes en su último avance”. Fiel a su ideología, para un hombre cultivado como él, era evidente que la educación religiosa era el pilar básico en la trans-misión de conocimientos y creencias y en la formación del espíritu, de ahí sus desvelos y aportaciones para apoyar a los frailes velezanos y sostener el Convento de franciscanos, puesto en la picota por los liberales.

El �7-I-�826 solicita un título de nobleza en base al prestigio de su estirpe, la lealtad y defensa del Trono y su cuantiosa hacienda personal, siéndole concedido el de Vizconde de Gracia Real. Como Caballero Maestrante de Ronda formó parte de los 2� que, en �833, “prestaron servicio de guardia y zaguanete a las inmediaciones de SS.MM. en los festejos de la jura de Isabel II como princesa de Asturias”.

Colaborador de las revistas de Madrid, El Trono y la Nobleza y Escenas Contemporáneas; y en los diarios políticos, El Popular y El Parlamento; publicó una Me-moria sobre la Exposición Agrícola de Almería (�857),

varios opúsculos literarios y dejó inéditos otros trabajos breves sobre asuntos históricos y de ciencia social. Su obra ensayística más conocida fue Comentarios al Concordato celebrado entre el Sumo Pontífice Pío IX y S. M. Católica Dª Isabel II de Borbón en 1º de abril de 1851, (Madrid, �852). Escritas o atribuidas con toda probabilidad al Viz-conde, conocemos la existencia de tres obras publicadas o inéditas: Breve Memoria histórico-estadística de la villa de Vélez Rubio formada según su estado hasta el año 1830, escrita “para satisfacer el informe que se pide al Encarga-do de Policía de Vélez Rubio por el señor Subdelegado de este Partido de Vera”; Apuntes histórico-geográficos sobre Vélez Rubio (Murcia, �845), información utilizada luego por J.M. Arenal para el famoso Diccionario dirigido por Pascual Madoz a mediados del s. XIX; existiendo una 2ª ed. de �862 para una “historia de la provincia de Almería que se trataba de dar a la luz”; y, finalmente, Respuestas a un interrogatorio sobre la historia, topografía (...) del partido de Vélez Rubio (�849).

Al interés que siempre mostró por las antigüedades, investigando en el Villar de Chirivel, se sumó la fortuna de hallar restos de importancia en alguna de sus muchas propiedades rústicas: Cabezo de la Jara (�8�9) y al norte de la Sierra de las Estancias, enviando informes (�845) y restos (�846) al gobernador político de Almería (Joaquín Vílchez), como presidente de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la Provincia.

Casó, en primeras nupcias (9-III-�8�2) con Rita Pelege-ro y Deza Mezquita Gutiérrez de la Peña y San Martín, hija de Gaspar Pelegero, Barón del Sacro Lirio, y de Francisca Deza. Hijos: Ginés María (o Remigio) de la Serna y Pelege-ro (�8�2), Gaspar, Agustín, Pedro, María Jesús y Dolores (véase Serna, linaje de los). [J.D.L.P.]

LENTISCO PUCHE, José Domingo (2004); PALANQUES AYÉN,

Fernando (�909).

SERNA Y LÓPEZ DE LA HOZ, Agustín Fernando Político. Originario de noble cuna gracias al título

adquirido por su abuelo José Agustín en �826 (Vizcon-de de Gracia Real), Agustín Fernando fue el prohombre de la política velezana durante varias décadas. Diputado por Vélez Rubio durante más de 20 años (legislaturas de �88�-82, �882-83, �886-�902, �902-�906), fue uno de los poquísimos nobles que intervino activamente en las legislaturas, formando “parte de una docena de comisiones parlamentarias, muchas de las cuales se refieren a asuntos de interés para su provincia o distrito”. Alrededor de su po-der e influencia se alineaban el resto de los conciudadanos, siendo algunos de ellos nombrados para puestos claves y bien dotados de la administración pública. Disponía de un grupo de correligionarios en cada pueblo que le preparan las elecciones y de donde se nutre para los cargos de alcaldes y concejales. Cuando gobierna su líder nacional, nombra, destituye o incapacita gobernadores y, éstos, a los ayunta-mientos tibios o adversarios.

En general, los representantes a Cortes por el distrito de Vélez Rubio apenas si visitaban “su territorio”; sin embargo, el caso de Laserna es distinto. Al ser velezano y mantener familia y propiedades en su localidad natal, sus reconocimientos y sus giras a la población, al distrito o al extranjero eran todo un acontecimiento, anunciadas y comentadas por los semanarios de la época: �º) El viaje a San Petesburgo en �883, acompañando al Sr. duque de Montpensier, para representar al gobierno español en la coronación del Zar, quien le concedió la encomienda de

Page 39: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

217

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

San Estanislao. En su recorrido por Europa tuvo ocasión de entrevistarse con León XIII y conocer la región italiana de Casamicciola, devastada por un terremoto. 2º) La sa-lida de Madrid en dirección a Granada para asistir a una cacería invitado por la duquesa Ángela Medinaceli. 3º) Su casamiento con la señorita Retortillo y los obsequios de que fue objeto el nuevo matrimonio por parte de amigos y correligionarios velezanos (�884). 4º) Su nombramiento como gobernador civil de Burgos (�885), presidente honora-rio del Comité fusionista de Lorca (�889) o su ingreso como caballero de la real y militar orden de Calatrava (�889). 5º) El fallecimiento de uno de sus hijos menores en camino hacia Madrid (�898). [J.D.L.P.]

JIMÉNEZ MARTÍNEZ, María Dolores (2005); LENTISCO PUCHE,

José Domingo (200�).

SERRABONA FERNÁNDEZ, Miguel (¿ — Vélez Rubio, �908). Eclesiástico. Licenciado en

Sagrada Teología, caballero profeso de Santiago y chantre de la iglesia prioral de Ciudad Real, visitador general eclesiástico del mencionado priorato; se trata de una figura destacada en el panorama cultural de Vélez Rubio en el último tercio del s. XX.

Que sepamos, fue el primero en acudir al archivo municipal del Ayuntamiento de Vélez Rubio con ánimo investigador y, aunque no conocemos publicaciones pro-pias, sí transcribió una serie de documentos entre �879 y �882, que, posteriormente, propiciarían el interés de historiadores locales (Juan Rubio de la Serna y Fernando Palanques Ayén): el “Libro de la Población de la villa de Vélez el Rubio y demás instrumentos de dicha población”; las respuestas del interrogatorio del Catastro del Marqués del Ensenada, el libro de eclesiásticos y los documentos relacionados con el vecindario secular (nombres, calles, pagos). Juntamente con el eclesiástico Ginés Caro García (director de las obras del templo de San José en �89�), fundó la Academia Literaria de Jóvenes Católicos de Vélez Rubio, que celebró sesión solemne inaugural el 6-I-�882 en los salones del Ayuntamiento. Fue enterrado con hábito de Santiago en el panteón de Vélez Rubio. [J.D.L.P.]

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909).

TAPIA GARRIDO, José Ángel (Abla, �9�4 – Alme-

ría, �992). Sacerdote e his-toriador. A los seis años pasó con su familia a vivir en Almería. Sus primeros estudios los realiza en las Escuelas del Ave María del Quemadero y, gracias a la influencia de su primer y entrañable maestro, Miguel Romero Abadie, se apasio-

na desde muy joven por la investigación histórica. A los trece años ingresó en el Seminario de Almería. Poco después consigue una beca y es propuesto para ir al Colegio Español de Roma, Universidad Gregoriana, pero nadie puede cos-tearle los estudios, así que permanecerá siempre en Almería. La Guerra interrumpe los estudios y los tres años de con-tienda los vive en Valencia y Ciudad Real. Después vuelve a Almería, donde trabajó algunos meses como oficinista en la compañía de electricidad Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín, hasta su vuelta al Seminario, en el que terminaría el bachillerato y la carrera de Magisterio. En el año �943

fue ordenado sacerdote en Granada. En este mismo año defendió sus tesis doctoral sobre “El sentido eucarístico del capítulo sexto del Evangelio de San Juan en los teólogos pos-tridentinos (�562-�862)”, en la Facultad de Teología de Cartuja, lo que le familiariza con la metodología de la investigación histórica.

Su primer destino fue el Seminario de Almería, donde desempeñó diversas funciones (prefecto de disciplina, secre-tario de estudios, administrador, profesor de Latín y cape-llán del Hospicio). Posteriormente, y por espacio de veinte años, fue cura párroco de Vélez Blanco (�948-�959) y Berja (�959-�968), etapa en la cual escribió la historia de ambas comarcas que publicó en sus dos primeras monografías.

En �967 la Real Academia de la Historia le nombró académico correspondiente en la provincia y se traslada a la capital, donde fue capellán del Colegio La Salle. Desde �970 disfrutó de una beca de la Caja de Ahorros de Almería que le permitió dedicarse por entero a la investigación de los hechos acaecidos en la provincia, gracias, también, al apoyo obtenido del cardenal Ángel Suquía, que fuera breve obispo de la diócesis (�966-69), al dispensarle de sus obligaciones pastorales impresionado por la publicación de Los obispos de Almería, 66-1966 (Almería, �968).

En �97�, esto es, un año después de la publicación de su libro Almería, piedra a piedra, el Ayuntamiento de la capital le nombró cronista oficial, pasando a residir ya de forma permanente en esta ciudad. En �982 el Instituto de Estudios Almerienses lo designó socio de honor. En �986 la Diputación Provincial de Almería le concedió la Medalla de Plata de la Provincia de Almería, en el transcurso del home-naje colectivo que se le rindió con motivo de la celebración del “I Encuentro de Cultura Mediterránea”. Asimismo, en agosto de �988, el Ayuntamiento de Vélez Blanco, que ya le había nombrado hijo adoptivo con anterioridad, le de-dicó una plaza en el centro del pueblo. De igual modo, le fue dedicado el VIII Festival de Música Tradicional de La Alpujarra, celebrado en Berja en agosto de �989. El último reconocimiento público se lo dispensó el Ayuntamiento de Almería al dedicarle una calle frente a la casa donde residió sus últimos años.

El Padre Tapia fue un escritor prolífico, dejando más de 50.000 fichas. De este trabajo acumulativo da cuenta el hecho de que pudiera dar a la imprenta casi treinta volú-menes de libros en los últimos veinticinco años de su vida. Inició su andadura historiográfica con los artículos perio-dísticos, una labor extensa y dilata, aunque no demasiado conocida, que nunca abandonó del todo, iniciada en �930 en el periódico católico La Independencia, regularizada tras su vuelta de Granada. En Yugo escribió las series “Glosario Litúrgico, los domingos, la misa del día” (de �947 a �960), “Noticia del Marquesado de los Vélez” (�955), “Prehistoria almeriense” (�956), “Las comarcas almerienses en �492” y “Las sedes episcopales del Sudeste de España” (�957), “De la Berja antigua” (�958), “Hasta el Mulhacén” (�959), “Don Juan de Austria y Almería” (�960), “La reconquista” (�96�, �963 y �964), “Guerra de fronteras” (�964), “La Historia y los pueblos de Almería” (�970). Para La Voz de Almería realizó la lógica continuación de series anteriores: “La Semana Naval del Mar de Alborán” (�97�), “Almería musulmana y morisca”, “Almería cristiana” (�987), “El centenario de Vera” (�988) y, sobre todo, “Panorama alme-riense”, la más extensa (�985-�987).

Las monografías locales que inmediatamente siguieron a esta etapa formativa fueron: Vélez Blanco, la villa seño-rial de los Fajardo (Madrid, �959), y seis años más tarde

Page 40: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

218

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

Historia de la Baja Alpujarra (�964; 2º ed., por el Ayunta-miento de Adra, �989; y 3ª ed., por el Instituto de Estudios Almerienses, 2000), con el que obtuvo el premio Excma. Diputación de Almería otorgado por la Casa de Almería en Barcelona. De esta primera etapa destaca la colaboración con el lingüista suizo Arnald Steiger (�896-�963), familia-rizado con la toponimia árabe, al que conoció en Murcia y que prologaría su primer libro, y, en menor medida, el catedrático de Murcia Juan Torres Fontes.

En estos primeros libros introdujo nuevos planteamien-tos al tratar la historia local. En primer término, al valorar el periodo andalusí como una etapa más de la historia y preocuparse por utilizar traducciones lo más fidedignas posibles de los autores árabes, empleados como fuentes textuales originales. En segundo lugar, al añadir un apéndice final de documentos, respaldaba la importancia informativa de las fuentes originales y contribuía a su valoración como un patrimonio digno de conservarse.

Ya en la capital, y comenzada la década de los años setenta, publicó tres de sus grandes obras: Almería piedra a piedra, que conocerá diversas ediciones aumentadas y corre-gidas hasta convertirse en la “biografía de una ciudad” (�ª ed. Almería, �970; 2ª ed. �974; 3ª ed., Málaga, �992), con �.400 páginas de intensa historia de una ciudad. Le sigue Breve Historia de Almería (�972), el primer intento, todavía esquemático, por abordar la historia de la provincia en su totalidad; acabando en Almería hombre a hombre (Almería, �979), basado en los trabajos de Jover, Castro Guisasola y, sobre todo, Martínez de Castro.

Es entonces cuando consolida su vocación histórica al obtener de Caja de Ahorros una beca vitalicia para dedi-carse de lleno a su oficio de historiador, lo que le permite abordar su proyecto más amplio: su inacabada Historia General de Almería y su Provincia. Éste fue, sin duda, su más ambicioso y casi descomunal proyecto, del que llegó a ver publicados más de dos tercios de los volúmenes: t. I, La prehistoria; t. II, Las colonizaciones; t. III y IV, dedicados a la Almería Musulmana, en dos volúmenes, I (7��-��72) y II (��72-�492) con una �ª ed., publicada en �978 y con una 2ª ed. aumentada y corregida en �986; t. V y VI, Almería musulmana I. Vida y cultura, en dos volúmenes, �989; t. VII, Almería mudéjar; t. VIII, Los almerienses del siglo XVI, aparecidos también en �989; y, finalmente, los t. IX a XIV (Almería morisca, Rebelión y guerra de los moriscos, Des-trucción de un pueblo, Los almerienses del siglo XVII: las tres comunidades; Repoblación de la Alpujarra Almeriense, 1572-1752, y Repoblación de las tierras de Almería y de Vera, en el mismo periodo, que vieron la luz en �990.

Mientras tanto abordaba otros temas complementa-rios. Entre ellos cabe la curiosidad por lo popular, que le llevó a recopilar canciones y versificaciones presentando el libro Canciones y juegos de los niños de Almería, de Florentino Castro Guisasola (Almería, �973, 2ª ed. �985, 3ª ed. 2004) o las tradiciones más o menos piadosas de la religiosidad popular, en especial mariana, tratadas en varias publicaciones: La Virgen del Mar vino a su ciudad (Madrid, �987); La Virgen María en nuestra tierra (Madrid, �988) o Cincuentenario del templo de San Roque. Almería, 1946-1996 (Almería, �996). Los trabajos de encargo resueltos con solvencia: Al servicio de Almería y su provincia. His-toria del Monte de Piedad y Caja de Ahorros (1900-1975) (Almería, �975) o los que son resultado de una confluencia de circunstancias e intereses: Los baños de Sierra Alhamilla (Almería, �980).

Trató los temas más dispares quizá como ensayo de síntesis e integración en lo que fue el gran proyecto de su vida. De este modo, se preocupó de investigar aspectos re-lacionados de una manera amplia con la historia económica (por ejemplo, “La agricultura en el Almanzora durante la Baja Edad Media”, en Roel, 3, �982); la Almería musul-mana (con el mismo título publicado en Documentos para el entendimiento islámico-cristiano, 5�, �976; “El último Abduladín”, en Revista Velezana, 5, �986; o “Crónica breve de la Almería nazarita”, en el Coloquio Almería entre culturas, �990); el culto mariano y la historia de la iglesia (“Primera iglesia y primeros cristianos de Vélez Rubio”, en Revista Velezana, 2, �983; o “La devoción de la Virgen de la Cabeza en tierras almerienses”, en Encuentros de Cultura del Mediterráneo, �986); o la conflictiva situación de la provincia en el siglo XVI (“El señorío de los Fajardo en el Almanzora”, “El cura de Albox cautivo en Argel” y “Don Juan de Austria en el Almanzora”, todas en Roel, �, 2 y 7-8, �980, �98� y �986-87; “Expulsión de los moris-cos de los Vélez”, en Revista Velezana, 8, �989, etc.), uno de sus temas más queridos que ya había tratado en otras ocasiones con maestría de buen narrador en un artículo pionero: “La costa de los piratas”, en Revista de Historia Militar, XVI, �972.

Con los datos obtenidos tras confeccionar miles de fichas y artículos periodísticos, Tapia volverá en su última época a abordar la monografía local en libros dedicados a Vera o a Tahal (Historia de la Vera antigua, Almería, �987; o El estado de Tahal en la Sierra de Filabres, Al-mería, �988). Pero la ausencia de un cuerpo documental amplio y accesible, el agotador esfuerzo de poder sintetizar tal cúmulo de datos, la dificultad de resolver la infinitas dudas y contradicciones que asaltan al historiador cuando se comparan los documentos y, sobre todo, el inexcusable conocimiento de la realidad geográfica local, quizá lo disua-dió de enfrentarse a otros proyectos de esta índole.

La muerte le dejó sin ultimar la publicación del tomo XV de su monumental Historia General de Almería y su provincia. Tampoco vieron la luz una historia de su villa natal, Abla; un libro de cultura tradicional (“Cantes y co-plas en los pueblos almerienses”) y otro que iba a titular “Almería, pueblo a pueblo”, basado en las notas dispersas que había ido recopilando en el transcurso de los años y había venido publicando en la prensa.

Tapia pretendió aportar materiales para la compresión del pasado más como ejercicio de reconocimiento y que de reflexión sobre los problemas. No interpretó los hechos, los recogió lo más fidedignamente posible, yuxtaponiendo a veces explicaciones dispares, cauteloso siempre frente a la “historia sectaria”. De hecho, reivindicó la “soledad del historiador” frente a los hechos. Por ello, no existe un hilo conductor, una hipótesis general o una teoría a defender en sus investigaciones. Se trata simplemente de completar el rompecabezas con los datos.

La unidad de estilo la obtuvo a través de la peculiar personalidad y el mundo referencial del autor (los temas más queridos -la historia de la Iglesia, los moriscos, etc.-, el estilo -irónico, socarrón a veces...-, el método -recopila-torio, narrativo incluso, escéptico y acumulativo otras-), consecuencia de un objetivo difuso e inviable que entonces preparaba: la historia total, por completa, de Almería.

Tapia no fue sólo el referente historiográfico provincial tanto al interior como al exterior por muchos años (prác-ticamente en la segunda mitad del siglo XX), sino también

Page 41: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

219

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

el interlocutor ante los primeros investigadores extranjeros. [L.C.B.]

CARA BARRIONUEVO, Lorenzo (�992); FERNÁNDEZ GIL, An-

tonio (�986); RUIZ FERNÁNDEZ, José (�992).

TESTA, Francisco Antonio de Escultor y arquitecto. Activo durante el último tercio

del siglo XVIII. Los datos de que actualmente se dispone no permiten establecer sus circunstancias familiares ni el lugar y fecha de su nacimiento, si bien, por sus propias palabras, sabemos que era “originario y natural de distante pueblo”. En cuanto a su formación y títulos, en varios documentos aparece como “Profesor de Arquitectura y Adornos” y “Maestro de Arquitectura”, desempeñando el cargo de Maestro Mayor de Escultor del obispado de Almería desde mediados de la década de los años sesenta y durante la de los setenta del siglo XVIII. Desarrolló una importante actividad artística durante el episcopado de Claudio Sanz y Torres (�76�-�779), siendo seguramente uno de los artistas que acudieron al reclamo del extenso programa de obras diseñado por el prelado para el engrandecimiento de su sede y obispado.

Entre junio y octubre de �769 debió firmarse el con-trato para la realización del retablo mayor de la Encarna-ción de Vélez Rubio, la más importante obra suya llegada a nosotros, por la cantidad de 46.000 reales de vellón, corriendo por cuenta del artífice la compra de la madera y el pago de los oficiales que habían de ayudarle, traídos ex profeso por el maestro con tal fin. Los trabajos se iniciaron en �770, sin embargo, las obras quedaron suspendidas por una R. O. de 26-V-�772, que decretaba la paralización de toda obra en el obispado de Almería hasta nueva orden de la Real Cámara de Castilla. Esta medida causó no pocos problemas económicos al artista que, finalmente, pudo acabar de montar las piezas labradas del retablo en �773, tras diversas gestiones llevadas a cabo por las autoridades locales ante aquella instancia, aunque la obra quedaría sin dorar ni policromar.

Otra intervención de Testa fue la ejecución del retablo de la capilla de San Antonio en la iglesia parroquial de Albox, de la cual se tiene noticia por el testamento del pres-bítero Domingo Oller del Águila, otorgado el 2-IV-�770. Dicha pieza había sido ajustada en 2.200 reales de vellón y Testa la llevó a cabo junto con Francisco Moreno.

En julio de �77�, durante la estancia del maestro en la citada localidad almeriense, trabajando probablemente en las obras promovidas por el obispo, interviene en el recono-cimiento y aprobación del proyecto de retablo mayor para la iglesia parroquial de Sorbas, realizado por el escultor Francisco Gonzálvez. Antonio Gil Albarracín, basándose en razones formales, le atribuye también los retablos ma-yores de las iglesias parroquiales de Albox y de Vera. El último conjunto retablístico ejecutado por el artista, de que tengamos noticia, fue el de la capilla de San Indalecio de la Catedral de Almería, llevado a cabo entre �78� y �782. Estaba formado por tres piezas, la central adaptada para albergar la imagen de San Indalecio, tallada por el escultor murciano Francisco Salzillo. [R.T.F.]

GIL ALBARRACÍN, Antonio (�993); TORRES FERNÁNDEZ, Mª

del Rosario y NICOLÁS MARTÍNEZ, Mª del Mar (�990 y �996).

TORRENTE DE VILLENA, los Familia de propietarios, abogados, religiosos y militares

de Vélez Blanco. Alejo Aguilar, vecino de Valverde y casado con Francisca Valdivia Torrente de Villena, consiguió la real

ejecutoria de hidalguía el 24-VII-�52�. Juan de Villena casó con Ana Marín Botía, teniendo como descendencia, entre otros, al procurador Diego Felipe de Villena. Luis Torrente de Villena casó con Ana Moreno; su hijo, Alonso de Villena (+�65�), fue beneficiado, vicario y administrador de Gon-zalo Fajardo, marqués de San Leonardo y conde de Castro. Su hermano, Andrés Torrente de Villena, casado con Ana María Serrano (�642), luchó como alférez en Fuenterrabía y fue ascendido a capitán; su hija Isabel (�607) casó con Pedro Navarro de Casanova, alcalde en �648. La hermana de Alonso y Andrés, María de Villena, casó con Pedro Jiménez Felices, vecino de Caravaca y Vélez Blanco. Luis, hijo del capitán Torrente de Villena, nacido en �646, ejerció como notario (�689-�707). Su hermano, Antonio Alonso Torrente de Villena (+�708), casado con María de Hita, fue enterrado en la sepultura familiar de la capilla del Santísimo Cristo de la Yedra de la Parroquia de Santiago.

Los hijos de Luis eran Andrés, quien casó con Victoria Martínez, y Antonio Torrente de Villena (�732-�802), ca-sado con Ginesa de Merlos Salazar y Ruiz, fue nombrado alférez de las milicias de Vélez Blanco (�76�). Su segundo hijo, fray Antonio Torrente de Villena (OFM), fue lector de Filosofía y guardián del convento franciscano de Hellín. El primer hijo, Francisco Justo Torrente de Villena y Merlos (�758-�827), licenciado en Derecho y abogado de los Reales Consejos, casó con Juana María López de la Hoz y Martí-nez, fue tesorero del Real Hospital de Vélez Blanco (�797), explorando yacimientos de azogue en María. El �2-V-�803 se expidió en Madrid la real ejecutoria de hidalguía para los Torrente de Villena. Fue uno de los concejales que tuvieron que reunir en 24 horas más de 70.000 reales exigidos por dos regimientos de caballería franceses que entraron en Vélez Blanco (7-II-�8��). Su hijo, Andrés Ventura Enrique Francisco Torrente de Villena (�79�-�858) estudió Filo-sofía, Artes y Derecho en Orihuela, Granada y Valencia (�803-��), ciudad donde se alistó al Batallón Literario de Artillería (�808); y, desde Vélez Blanco, intervino con un destacamiento a su mando en salidas contra los invasores franceses en Chirivel y Bailén. Apoyó decididamente la vuel-ta de Fernando VII; se le admitió como abogado en la Real Audiencia de Valencia (�8�3) y abrió despacho en Vélez Blanco (�8�4). Fue nombrado alcalde mayor de Ceclavín (�8�5-�820), Alcalá de Hinojosa del Duque (�824), Car-tagena (�825) y Almería (�828/29 y �834). Se le nombró auditor de guerra de la Comandancia General de Armas del Reino de Murcia, asesor de la Subdelegación de Rentas y subdelegado especial de Policía de Cartagena (�825). También fue corregidor interino de Baza (�828). Su enlace con María Dolores Romero Díaz, hija del doctor Ginés Ro-mero López y Lucía Díaz Belmonte, estableció una alianza matrimonial con una de las familias más acaudaladas de Vélez Blanco, siendo Ginés Romero académico jubilado de la Real Academia de Derecho Español de Santa Bárbara, establecida en San Isidro la Real, admitido el 28-VI-�797. En el contexto de la desamortización, Andrés Torrente de Villena adquirió, entre numerosos inmuebles, el teatro, y arrendó todos los censos eclesiásticos de María, Vélez Blanco y Vélez Rubio. Fue también accionista de varias compañías mineras, impulsando la enseñanza de la música en Vélez Blanco (�839). Obtuvo, mediante breve papal, la licencia para un oratorio en la casa de los Arcos.

El hijo de Andrés Torrente era Francisco Demetrio Ginés Torrente Romero (�823-�883), también jurista. Empadronado en Almería capital, contrajo matrimonio (�843) con su prima Lucía García Torrente (�8�8–�893),

Page 42: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

220

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

hija de José Joaquín García Belmonte e Isabel Pía Torrente, quedando sin hijos. El matrimonio poseía �2� inmuebles en el término municipal, 23� fincas con 56 fanegas de riego, 473 regables y 2.�67 de secano. En la tradición oral se re-memora todavía el reparto de 4.000 reales en la puerta de la casa de los Arcos al morir Lucía. Francisco era caballero de la ínclita y soberana Orden de San Juan de Jerusalén. Como herederos universales nombró a sus los ocho sobrinos, hijos de sus hermanos Juana y Luis García Torrente.

De las alianzas matrimoniales destaca con la familia Motos, de María, siendo descendientes: Tomás padre (�768) e hijo (mayor contribuyente de María en �856) y Francisco de Motos Torrente de Villena (�775-�839), alcalde pedáneo de Topares, con extensas propiedades. Su cadáver se con-serva incorrupto en un panteón del cementerio de Topares. Andrés de Motos Torrente de Villena (�780-�849) vivía en Vélez Blanco y sus propiedades se situaban próximas a esta localidad. [D.R. y J.B.L.]

ROTH, Dietmar (�996).

VILLARROEL Y PÉREZ DE VILLARROEL, familia (Vélez Blanco)

El nestor de la familia de los Villarroel fue Diego de Villarroel, durante algunos años, alcaide del castillo y ad-ministrador de las rentas del marqués, con una finca de 500 fanegas en el Campillo de Oliar, término de Vélez Rubio; casado con Luisa Rodríguez de Jufré, siendo sus hijos: Alon-so, Silvestre, Jerónimo y Luisa. El segundo, Silvestre, casado con María de Urrutia, fue alguacil mayor de Cuevas y de Vélez Blanco. Alonso, casado con Ana Moreno, era regidor de Vélez Blanco en �62�. Jerónimo (+�6�9), casado con Francisca del Moral y Salmerón, hija de Ginés Salmerón y Bárbara del Moral, vecinos de Caravaca, fue alguacil mayor de Mula, capitán de armas en varias partes de Italia (Sicilia) y acumuló hasta seis haciendas de población en Vélez Blan-co. En �606 encargó la obra de una capilla de la advocación

de San Juan en la parroquia de Santiago a Juan Fernández Piñero, maestro de arquitectura y vecino de Caravaca, y al albañil Francisco de Cabrera,

La hija del capitán Villarroel, Jerónima, se casó con Pedro de Estremera Fuertes, vecino de Cazorla, mientras que el hijo, Bernabé, lo hizo con Dionisia de Estremera, hija Juan de Estremera Fuertes y de María de Torres, vecinos de Cazorla.

Alonso de Villarroel se casó con Clara de Montoya y Cardona; sus hijos: Juan, Alonso, Pedro y Luisa, casada en �623 con Baltasar de Bermúdez, vecino de Huéscar.

Francisco Pérez de Villarroel, hijo de Úrsula de Vi-llarroel y Juan Pérez, se casó en �636 con Catalina de Estremera, estipulando en su testamento ser enterrado en la capilla que su hermano Juan tenía en el convento de San Luis. Además, instituyó un mayorazgo y vínculo sobre una labor de secano con casa, era y pozo en el pago de Campillo, término de Vélez Rubio, nombrando por su sucesor en el mayorazgo a su hermano Juan, quien se casó con Francisca de Guevara, hija de Alonso de Guevara y Catalina Montesinos; instituyendo otro vín-culo y mayorazgo. Hermano de Francisco y Juan fue el beneficiado Ldo. Agustín Pérez de Villarroel, sucesor en el vínculo tío de Diego Pérez de Villarroel y administrador de las rentas del marqués de Espinardo. Fue, además, alcalde en �69� y tuvo casa en la calle de San Agustín, lindando con la ermita. Tenía dos fincas con un total de 400 fanegas con casas, pozos, eras y ejidos en Topares. Una vez viudo de su prima, Quiteria Fernández Valera, se hizo clérigo de menores órdenes e iba vendiendo buena parte del patrimonio familiar, entre otras cosas, una de las labores de Topares lindando con las tierras de Pedro de Aguino y Macián. Fue enterrado (�7��) en la capilla familiar de San Juan Bautista en el convento de San Luis de Vélez Blanco. [D.R.]

BIBLIOGRAFÍA

ALCAINA FERNÁNDEZ, Pelayo (�99�).”Ascenso social y limpieza de sangre en el siglo XVIII: la estirpe de los Gamboa en María; en Revista Velezana, �0 (�99�), pp. 7-�0.

ALCAINA PELAYO, Pelayo (2002). “La defensa del litoral frente a los ataques berberiscos por los dos primeros marqueses de los Vélez: D. Pedro y D. Luis”; en Revista Velezana, 2� (2002); pp. 33-56.

ALCAINA FERNÁNDEZ, Pelayo. Historia de la villa de María. Almería y Vélez Rubio, IEA y Revista Velezana, �992.ALCACER GRAU, José (�972). Catálogo de la colección de Federico Motos en el Museo de Prehistoria de Valencia. Valencia,

Diputación Provincial, �972.ANDÚJAR CASTILLO, Francisco y BARRIOS AGUILERA, Manuel (�996). “El arte de usurpar. Señores, moriscos y cristianos

viejos en el marquesado de Los Vélez (�55�-�568)”; en Sharq al-Andalus, �3 (�996), pp. �00-�30.ANDÚJAR CASTILLO, Francisco (en prensa). “Los rescates de cautivos en las dos orillas del Mediterráneo y en el mar

(alafias) en el siglo XVI”; en Mélanges de l’École Française de Rome.ARCAS, J. (�993). Obras completas para guitarra. Nueva edición facsímil de sus ediciones originales. 52 piezas para guitarra

(inédita)/ edición a cargo de Melchor Rodríguez. Madrid, Soneto, �993. BALLESTEROS MARTÍNEZ, Miguel (2002). “Breves apuntes sobre la figura de D. Juan Aliaga Serrano y el homenaje de

abril de �924”; en Revista Velezana, 2� (2002), pp. ��7-�20.BEJARANO, Francisco (2000). Las calles de Málaga. De su historia y ambiente. Málaga, Sarrió, 2000.BERNABÉ LENTISCO, Antonio María (�93�). “Relación de méritos, títulos... del doctor Antonio Alcayna...”; en El Censor

(�0 y 20-III-�93�).“BIOGRAFÍA del señor Don Juan Miguel del Arenal, diputado a Cortes, publicada en la Historia de las Cortes Constitu-

yentes” (Madrid, �856).Letras testimoniales... ca. �899. CABANELAS RODRÍGUEZ, Darío (�972). “Diego Marín, agente de Felipe II en Marruecos”; en Miscelánea de Estudios

Árabes y Hebraicos, XXI-� (�972); pp. 7-35.

Page 43: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

221

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

CARA BARRIONUEVO, Lorenzo (�992). “José Ángel Tapia, historiador. Un recuerdo”; en Sierra de Gádor, 3 (IX-X-�992); p. ��.

CARA BARRIONUEVO, Lorenzo (2003). “Antigüedades velezanas en la Real Academia de la Historia y la construcción de la Historia en la comarca”; en Revista Velezana, 22 (2003), pp. �5-28.

CASTAÑEDA MUÑOZ, Florentino (�982). “Laura Nieto Oliver. La tiplecita de la voz de cristal”; en La Voz de Almería (2�-II y 3-XI-�982); reproducido por Revista Velezana, �7 (�998); pp. ��5-�28.

CASTAÑEDA Y MUÑOZ, Florentino (�982). “Dolores Rodríguez Sopeña, una santa velezana cuya obra recorrió el mundo”; en La Voz de Almería (�0-I-�98� y �0-I-�982), publicado después en Revista Velezana, �4 (�995); pp. 73-78.

CASTILLO FERNÁNDEZ, Javier (2000). Antonio José Navarro. Viajes de un naturalista ilustrado por los renos de Granada y Murcia. Murcia, Universidad, 2000.

CRISOL SÁNCHEZ, Antonio y CANO MOLINA, Rosario (2004). “Beatificación de Dolores Rodríguez Sopeña”; en Revista Velezana, 23 (2004); pp. 306-3�2.

DÍAZ LÓPEZ, Julián Pablo y LENTISCO PUCHE, José Domingo (2006). Diario de viaje de D. Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de los Vélez, a sus posesiones de los reinos de Murcia y Granada en 1770-1771. Vélez Rubio, Centro de Estudios Velezanos, 2006.

ENCICLOPEDIA Universal Ilustrada Espasa-Calpe S.A. FERNÁNDEZ BOLEA, Enrique (2004). El ingeniero Antonio de Falces Yesares y la capilla de la Virgen del Carmen de Cuevas

del Almanzora. Mojácar, Arráez, 2004.FERRO RÍOS, Inmaculada (2002). Órganos en la provincia de Almería. Inventario y catálogo. Granada, Consejería de Cul-

tura, Centro de Documentación Musical de Andalucía, 2002. GARCÍA DE ALARCÓN CÓRDOBA, Juan (�987). “Laura Nieto Oliver, �907-�989”, en Ideal (22-VIII-�987); reproducido

por Revista Velezana, �7 (�998), p. ��5-�28.GARCÍA RAMOS, José Antonio (�998). Médicos almerienses (siglos XVI al XVIII). Huércal Overa, �998. GIL ALBARRACÍN, Antonio (�993). “Algunas noticias sobre la construcción de la iglesia parroquial de Vélez Rubio”; en

Revista Velezana, �2 (�993), pp. 2�-30. GIL ALBARRACÍN, Antonio (2003). “Acerca de los órganos de los Vélez”; en Revista Velezana, 22 (2003), pp. 5�-66.GUILLÉN GÓMEZ, Antonio (�997). “Nacionalistas, afrancesados, héroes, antihéroes. La Guerra de la Independencia como

crisis de conciencia ideológica: el caso de los velezanos Falces y Ladrón de Guevara”; en Revista Velezana, �6 (�997), pp. 33-54.

GUILLÉN GÓMEZ, Antonio (�997). Ilustración y reformismo en la obra de Antonio José Navarro, cura de Vélez Rubio y Abad de Baza (1739-1797). Almería y Vélez Rubio, IEA y Revista Velezana, �997.

GUILLÉN GÓMEZ, Antonio (2000). “Patriotismo y moderación liberal en el tránsito del Antiguo al Nuevo Régimen: el velezano Ginés María Belmonte y Díaz (�787-�857)”; en Revista Velezana, �9 (2000), pp. �29-�48.

GUILLÉN GÓMEZ, Antonio (2000). Una aproximación al Trienio Liberal en Almería: La Milicia Nacional Voluntaria. 1820-1823. Almería, IEA, 2000.

GUIRAO GEA, Miguel (�989). Apuntes históricos de Vélez Rubio y la Comarca de los Vélez. Vélez Rubio, �989.GUIRAO GEA, Miguel (�998). Retratos humanos de mi pueblo: Vélez Rubio a comienzos del s. XX. Revista Velezana,

�998.GUIRAO PÉREZ, Miguel (200�). “Historia y anecdotario del apellido Morales de Vélez Rubio”; en Revista Velezana, 20

(200�), pp. �06-�20.GUIRAO PÉREZ, Miguel (2003). “Datos para el conocimiento del apellido Carrasco en Vélez Rubio”; en Revista Velezana,

22 (2003), pp. �4�-�48.JIMÉNEZ MARTÍNEZ, María Dolores (2005). “Un barón y un periodista: artífices de la política velezana entre �900 y

�923”; en Revista Velezana, 24 (2005), pp. 83-94.LENTISCO PUCHE, José Domingo (�982). “Introducción a...”; en Revista Velezana, � (�982, 2º ed en �997).LENTISCO PUCHE, José Domingo (�990). “Federico de Motos Fernández. Imágenes y testimonios de un célebre arqueólogo

velezano”; en Revista Velezana, 9 (�990), pp. 35-44.LENTISCO PUCHE, José Domingo (�999). “Galería de escritores velezanos: Vicente Sarthou Carreres, Andrés Chico de

Guzmán y López y Manuel Manchón Carrasco”; en Revista Velezana, �8 (�999), pp. 26�-273.LENTISCO PUCHE, José Domingo (200�). Fernando Palanques Ayén y la sociedad velezana de su tiempo, 1863-1929. Vélez

Rubio, Revista Velezana, 200�. LENTISCO PUCHE, José Domingo (2003). La pasión política. Salvador Martínez Laroca y Vélez Rubio, 1931-1941. Vélez

Rubio, 2003. LENTISCO PUCHE, José Domingo (2004). “Agustín José La Serna y Lafuente, Iº vizconde de Gracia Real (Vélez Rubio,

�793-Granada, �865)”; en Revista Velezana, 23 (2004), pp. ��6-�32.MARAÑÓN Y POSADILLO, Gregorio (�962). Los Tres Vélez. Una historia de todos los tiempos. Madrid, �962. Reedición

de Revista Velezana, 2005.MARTÍNEZ GÓMEZ, Pedro (�998). “Don Fernando Guirao Alcázar, El Doctor. Vélez Rubio durante la Dictadura de Primo

de Rivera (�923-�93�)”; en Revista Velezana, �7 (�998), pp. 33-52.MOTOS GUIRAO, Miguel (�968). “In memoriam: Don Emilio Langle y Rubio”; en Revista de Derecho Mercantil, �08

(�968), pp. 209-2�3.MUÑOZ BUENDÍA, Antonio (�99�). “Supervivencia de la población morisca en Almería después de la expulsión de �570:

ejemplo de algunas familias”; en Actas del IX Congreso de Profesores Investigadores, Asociación Hespérides, Baena, �99�, pp. 503-525.

MUTUBERRÍA, María Teresa (�985). Dolores Rodríguez Sopeña. Barcelona, �985.

Page 44: DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ Dietmar … · iografía B 179 En diciembre de 2006 se presentaba en el salón de actos de Diputación Provincial de Almería el Diccionario

iografía

B

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

222

DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE LOS VÉLEZ

NICOLÁS MARTÍNEZ, Mª del Mar y TORRES FERNÁNDEZ, Mª del Rosario (�996). La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de Vélez Rubio (Almería). Vélez Rubio, Almería, Revista Velezana, �996.

PALANQUES AYÉN, Fernando (�904). Un filántropo y una obra pía. Vélez Rubio, �904.PALANQUES AYÉN, Fernando (�905). “Don Francisco Martínez y Laso de la Vega, el Indiano”; en Revista Velezana, 23

(2004), p. ��0-��5. PALANQUES AYÉN, Fernando (�905). “Joaquín Carrasco Molina, (�832-�90�), un gobernador modelo”; en El Defensor

de los Vélez (25-II y �0-III-�905); Revista Velezana, 22 (�983), pp. �06-��2.PALANQUES AYÉN, Fernando (�908). “El poeta José Espronceda, diputado por Almería (�842) con el apoyo de su amigo

el velezano Antonio Carrasco Serna”; en Revista Velezana, 2� (2002), p. ���-��6; La Crónica Meridional, de Almería (22-IV-�908).

PALANQUES AYÉN, Fernando (�909). Historia de la villa de Vélez Rubio. Vélez Rubio, �909; reeditada en �987 por Re-vista Velezana.

PALANQUES AYÉN, Fernando (�9�0). Apuntes genealógicos y heráldicos de la villa de Vélez Rubio. Vélez Rubio, �9�0.PALANQUES AYÉN, Fernando (�9�2). “Políticos de antaño: Un amigo de O’Donnell”; en La Crónica Meridional (V-�9�2);

Revista de los Vélez, �-6 (I-VI-�9�5); Revista Velezana, 20 (200�). PALANQUES AYÉN, Fernando (�9�7). “Dos abogados ilustres y un municipio relámpago”; en El Heraldo de los Vélez (20

y 2�, 2� y 28-X-�9�7).PALANQUES AYÉN, Fernando (�9�7). “Glorias del Distrito. El diputado Alcayna”; en El Heraldo de los Vélez (9, �6 y

23-XII-�9�7). QUIRÓS, Paulino (�9��). “Biografía del doctor don Antonio Alcayna y Guirao. Diputado a Cortes en �8�0-�3”; en Revista

de la Sociedad de Estudios Almerienses, cuad. II (�9��), pp. 23-25; reproducida en Revista Velezana, 24 (2005), pp. �27-�38.

ROTH, Dietmar (�996). “La Casa de los Arcos de Vélez Blanco”; en Revista Velezana, �5 (�996), pp. 96-�00.RUZ MÁRQUEZ, José Luis (�995). “Los escudos de los Vélez”; en Revista Velezana, �4 (�995), pp. 45-72.SÁNCHEZ RAMOS, Valeriano (2002). El II marqués de los Vélez y la guerra contra los moriscos (1568-1571). Almería,

2002.SÁNCHEZ RAMOS, Valeriano (2003). “Sangre, honor y mentalidad nobiliaria: la Casa Fajardo entre dos siglos”; en Revista

Velezana, 24 (2005), pp. 3�-50. SUÁREZ-PAJARES, J. y RIOJA VÁZQUEZ, Eusebio (2003). El guitarrista Julián Arcas (1832-1882). Una biografía docu-

mental. Almería, Cajamar e IEA, 2003.TAPIA GARRIDO, José Ángel (�979). Almería hombre a hombre. Almería, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Almería,

�979.TAPIA GARRIDO, José Ángel (�986). “El último Abduladín”; en Revista Velezana, 5 (�986), pp. 4�–45.TORRES FERNÁNDEZ, Mª del Rosario y NICOLÁS MARTÍNEZ, Mª del Mar (�990). “El retablo mayor de la iglesia

parroquial de la Encarnación de Vélez Rubio”; en Revista Velezana, nº 9 (�990), pp. 2�-34. VARGAS VASSEROT, Carlos (�998). “Obra científica del mercantilista Miguel Motos Guirao”; en Revista de Humanidades

y Ciencias Sociales del IEA, �6 (�998), pp. 43-54.

PUBLICACIONES PERIÓDICASDefensor de los Vélez, El. Vélez Rubio (�905), (25-II-�906).Eco de los Vélez, El. Vélez Rubio (�8-X-�885).Fomento, El. Vélez Rubio (�9-X-�890).Heraldo de los Vélez. Vélez Rubio (30-IX-�7).Pueblo, El. Vélez Rubio (6-X-�9�7).

Revista de la Sociedad de Estudios Almerienses. Almería (�9�9).

Trono y la Nobleza, El. Madrid (�4-IV y �8-V-�85�).Vélez, Los. Vélez Rubio (IX-X-�892).

Además de la bibliografía anterior, el lector interesado en cono-cer más a fondo a algunos de los personajes incluidos en este primera aproximación a un “Diccionario biográfico de los Vélez”, puede con-sultar los distintos números de Revista Velezana, donde, especialmente en las secciones de “Biografías” y “Álbum de familias”, hemos dado a la luz o reproducido numerosos estudios y descripciones de personas, linajes y estirpes familiares. También recomendamos el libro de F. Pa-lanques Ayén, Apuntes genealógicos y heráldicos de la villa de Vélez Rubio (�9�0), donde se aportan informaciones de numerosos apellidos locales. Dada la antigüedad de la obra citada, aconsejamos dirigirse a las bibliotecas, en especial, a la pública municipal de Vélez Rubio, donde se dispone de todo tipo de materiales (libros, revistas, etc) referidos a la Comarca de los Vélez.