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DIARIO DE VALLADOLID. DOMINGO 11 DE OCTUBRE DE 2015 21 CULTURA El cantaor José Salinas en su taller construyendo una de sus guitarras. MIGUEL ÁNGEL SANTOS /PHOTOGENIC MÚSICA COMPLETA SU VIDA DE CANTAOR CON LA FABRICACIÓN DE GUITARRAS FLAMENCAS JOSÉ SALINAS CONSTRUYE AL OLOR Y EL TACTO DE LO ‘JONDO’ Una de sus guitarras será utilizada por el flamenco Mariano Mangas en su próximo espectáculo BENITO CARRACEDO VALLADOLID «El flamenco es mi vida y la madera va en mi ADN», declara el cantaor José Salinas en el pequeño taller que ha construido en su casa, don- de vuelve a oler la madera, «que he olido desde pequeño». Y a trabajar con ella como hiciera durante ocho años aprendiendo el oficio junto a su padre ebanista. Luego llegaron los estudios y el viaje a Madrid don- de el flamenco se convertiría en su profesión, y la madera un hobby. «Hace año y medio estaba de gira por los Estados Unidos con Amir y Arcadio Marín, constructor de guita- rras, y hablando de cómo hacerlas me animó a intentar algo que me parecía imposible de hacer, pero me dejó el gusanillo metido en el cuer- po», cuenta Salinas. «Yo la destreza en las manos la tengo», y con ellas fabricó un ukele- le, «y gente que lo toca, me dio su aprobación». Se despertaba el gen de la madera, se creaba el nexo de unión con su trayectoria de cantaor: la guitarra flamenca. Con «mucho miedo y muchos fa- llos» construyó la primera, y profe- sionales de la misma le dijeron que, «era una guitarra para subirla al es- cenario, que sonaba perfecta, afina- da… sino hubiera sonado habría se- guido igual porque me ha engan- chado, como lo ha hecho el flamenco». Ese enganche se nota en el relato emocionado de José Salinas sobre su faceta de constructor de guita- rras. Un relato de historias sobre el proceso, los elementos que intervie- nen - tapas, mástil, «la solera, lo más importante»…-, incluso cuando habla de las herramientas, desde los sencillos formón, cuchilla de talla, gubia… hasta los complejos dobla- dor de aros, cepilladora-regruesado- ra, calibradora… Palpar la madera, sentirla, cómo blandea, cómo «abrea» la veta, có- mo despide sonido una madera que puede ser de arce europeo, cedro, ciprés -«tiene un chascao muy fla- menco, pero poco volumen»-, palo santo o el pino abeto alemán que, «se cría en un bosque donde el sol le da de una manera determinada, sin altibajos de temperatura porque eso se marca en la veta, vetas que tienen que estar juntas». Un oficio minucioso, delicado, de tiempo y pa- ciencia. «Lo bonito de esta profe- sión está en acabar una guitarra y que suene bien, pero puede sonar mil veces mejor. Es una búsqueda cada día. He hablado con construc- tores con más de 30 años de oficio y cada vez que empiezan es como si no hubiesen hecho ninguna». Y así se siente el cantaor alme- PUBLICACIÓN SE DISTRIBUIRÁ GRATUITAMENTE LA REVISTA ‘ATTICUS’ DEDICA UN MONOGRÁFICO A LOS 60 AÑOS DE SEMINCI ANA DE LA FUENTE VALLADOLID La Semana Internacional de Cine de Valladolid celebra 60 años de andadura. Por este motivo, la Re- vista Atticus dedicará un número especial a este certamen. Un mo- nográfico con cerca de ochenta pá- ginas y una tirada de 6.000 ejem- plares que se distribuirá gratuita- mente coincidiendo con la inauguración del festival en las sa- las de proyección, establecimientos colaboradores y sedes de Seminci. El responsable y editor de Atti- cus, Luis José Cuadrado, remarca «la ilusión y el entusiasmo» de to- dos los que han hecho posible esta publicación ya que Seminci «es pa- trimonio de todos los ciudadanos y uno de los mejores iconos turísti- cos que posee Valladolid». Un ins- trumento, añade, que sirve «para medir la evolución socio-política y cultural de Valladolid». Historiadores y especialistas en cine como Ángel Comas, Cristy G. Lozano, Ricardo Pérez, Katy Villa- grá Saura, Carlos Ibáñez Álvaro Martín o María José Martínez, des- granan en este monográfico la evo- lución de la ciudad a lo largo de to- dos estos años a través de un ex- haustivo análisis de la historia y la ‘trastienda’ de este festival por el que han pasado durante sus sesen- ta años de andadura los rostros más conocidos del cine nacional e internacional. También Cuadrado ha querido rendir un pequeño homenaje a uno de los fotógrafos vallisoletanos que mejor supo plasmar la Semin- ci con sus imágenes: Luis Laforga. Una panorámica visual con retra- tos de directores, actores, actrices y todos los profesionales del cine que han desfilado por este certa- men. La revista ahonda también en los acontecimientos que se produje- ron en España en 1956, año en que el certamen vio la luz como un fes- tival de cine religioso; los largome- trajes con los que el maestro Berg- man logró sus tres Espigas de Oro o las películas que ‘construyeron’ la Seminci. Así, la profesora de la Universidad de Valladolid, María José Martínez Ruiz, analiza en este número la repercusión que tuvo la proyección, por primera vez en Es- paña, de Ciudadano Kane. Una puesta de largo para una cinta que fue aclamada por la crítica desde su estreno como una de las mejo- res obras de la historia del cine. riense que, desde hace siete-ocho años, ha hecho de Valladolid su ca- sa y la de su familia. «La madera es el material más noble y además es- tá vivo», dice Salinas. Viva, mientras toma forma -«llego al taller y es co- mo ver plantas»-, viva una vez ter- minada y cumpliendo su función: «Todo la afecta, el aire, la tempera- tura, la humedad, puedes afinarla en el camerino y en el escenario tienes que volver a afinarla, la madera ha cambiado». Ha construido cuatro guitarras y está muy ilusionado con la última «porque va a estar en los escena- rios», tocada por un profesional, el guitarrista flamenco burgalés, Ma- riano Mangas. Y en el taller aguar- dan las partes de la próxima, del próximo encuentro con el misterio. Luis José Cuadrado con un ejemplar de la revista. PABLO REQUEJO Si el taller donde José Salina trabaja la madera está en el patio, el estudio de ensayo y grabación está dentro de la casa, en un sótano. Es el momento de escuchar partes de algunos de los temas de su nuevo proyecto discográfico – «ya está en fábrica»-, el relevo de su primer disco, Tierra de Luz. Sólo su voz flamenca y el acompañamiento al piano del polaco Krzystof Stypulkowki en una serie de coplas «cantadas por hombres, Farina, Manolo Caracol, Miguel de Molina…, se va a presentar en Valladolid, Madrid, Almería, Barcelona». Además de seguir con sus galas -sobre todo en Madrid- prepara el estreno para el próximo mes diciembre, en Salamanca, de Rasa y Duende, un espectáculo de música y danza inspirado en los poemas del ‘Cante de Jondo’, de Lorca, «para profundizar en la relación flamenco y música india», explorando las distintas formas de trabajar sobre las emociones de ambas músicas, realizado junto a la bailarina Mónica de la Fuente, el guitarrista Carlos Blanco, «y un músico indio que se nos ha incorporado». COPLAS Y DUENDE

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DIARIO DE VALLADOLID. DOMINGO 11 DE OCTUBRE DE 2015 21

CULTURA

El cantaor José Salinas en su taller construyendo una de sus guitarras. MIGUEL ÁNGEL SANTOS /PHOTOGENIC

MÚSICA COMPLETA SU VIDA DE CANTAOR CON LA FABRICACIÓN DE GUITARRAS FLAMENCAS

JOSÉ SALINAS CONSTRUYE AL OLOR Y EL TACTO DE LO ‘JONDO’

Una de sus guitarras será utilizada por el flamenco Mariano Mangas en su próximo espectáculo

BENITO CARRACEDO VALLADOLID «El flamenco es mi vida y la madera va en mi ADN», declara el cantaor José Salinas en el pequeño taller que ha construido en su casa, don-de vuelve a oler la madera, «que he olido desde pequeño». Y a trabajar con ella como hiciera durante ocho años aprendiendo el oficio junto a su padre ebanista. Luego llegaron los estudios y el viaje a Madrid don-de el flamenco se convertiría en su profesión, y la madera un hobby. «Hace año y medio estaba de gira por los Estados Unidos con Amir y Arcadio Marín, constructor de guita-rras, y hablando de cómo hacerlas me animó a intentar algo que me parecía imposible de hacer, pero me dejó el gusanillo metido en el cuer-po», cuenta Salinas.

«Yo la destreza en las manos la tengo», y con ellas fabricó un ukele-le, «y gente que lo toca, me dio su aprobación». Se despertaba el gen de la madera, se creaba el nexo de unión con su trayectoria de cantaor: la guitarra flamenca.

Con «mucho miedo y muchos fa-llos» construyó la primera, y profe-sionales de la misma le dijeron que, «era una guitarra para subirla al es-cenario, que sonaba perfecta, afina-da… sino hubiera sonado habría se-guido igual porque me ha engan-chado, como lo ha hecho el flamenco».

Ese enganche se nota en el relato emocionado de José Salinas sobre su faceta de constructor de guita-rras. Un relato de historias sobre el proceso, los elementos que intervie-nen - tapas, mástil, «la solera, lo más importante»…-, incluso cuando habla de las herramientas, desde los sencillos formón, cuchilla de talla, gubia… hasta los complejos dobla-dor de aros, cepilladora-regruesado-ra, calibradora…

Palpar la madera, sentirla, cómo blandea, cómo «abrea» la veta, có-mo despide sonido una madera que puede ser de arce europeo, cedro, ciprés -«tiene un chascao muy fla-menco, pero poco volumen»-, palo santo o el pino abeto alemán que, «se cría en un bosque donde el sol le da de una manera determinada, sin altibajos de temperatura porque eso se marca en la veta, vetas que tienen que estar juntas». Un oficio minucioso, delicado, de tiempo y pa-ciencia. «Lo bonito de esta profe-sión está en acabar una guitarra y que suene bien, pero puede sonar mil veces mejor. Es una búsqueda cada día. He hablado con construc-tores con más de 30 años de oficio y cada vez que empiezan es como si no hubiesen hecho ninguna».

Y así se siente el cantaor alme-

PUBLICACIÓN SE DISTRIBUIRÁ GRATUITAMENTE

LA REVISTA ‘ATTICUS’ DEDICA UN MONOGRÁFICO A LOS 60 AÑOS DE SEMINCI

ANA DE LA FUENTE VALLADOLID La Semana Internacional de Cine de Valladolid celebra 60 años de andadura. Por este motivo, la Re-vista Atticus dedicará un número especial a este certamen. Un mo-nográfico con cerca de ochenta pá-ginas y una tirada de 6.000 ejem-plares que se distribuirá gratuita-mente coincidiendo con la inauguración del festival en las sa-las de proyección, establecimientos colaboradores y sedes de Seminci.

El responsable y editor de Atti-cus, Luis José Cuadrado, remarca «la ilusión y el entusiasmo» de to-dos los que han hecho posible esta publicación ya que Seminci «es pa-trimonio de todos los ciudadanos y uno de los mejores iconos turísti-cos que posee Valladolid». Un ins-trumento, añade, que sirve «para medir la evolución socio-política y cultural de Valladolid».

Historiadores y especialistas en cine como Ángel Comas, Cristy G.

Lozano, Ricardo Pérez, Katy Villa-grá Saura, Carlos Ibáñez Álvaro Martín o María José Martínez, des-granan en este monográfico la evo-lución de la ciudad a lo largo de to-dos estos años a través de un ex-haustivo análisis de la historia y la

‘trastienda’ de este festival por el que han pasado durante sus sesen-ta años de andadura los rostros más conocidos del cine nacional e internacional.

También Cuadrado ha querido rendir un pequeño homenaje a uno

de los fotógrafos vallisoletanos que mejor supo plasmar la Semin-ci con sus imágenes: Luis Laforga. Una panorámica visual con retra-tos de directores, actores, actrices y todos los profesionales del cine que han desfilado por este certa-men.

La revista ahonda también en los acontecimientos que se produje-ron en España en 1956, año en que el certamen vio la luz como un fes-tival de cine religioso; los largome-trajes con los que el maestro Berg-man logró sus tres Espigas de Oro o las películas que ‘construyeron’ la Seminci. Así, la profesora de la Universidad de Valladolid, María José Martínez Ruiz, analiza en este número la repercusión que tuvo la proyección, por primera vez en Es-paña, de Ciudadano Kane. Una puesta de largo para una cinta que fue aclamada por la crítica desde su estreno como una de las mejo-res obras de la historia del cine.

riense que, desde hace siete-ocho años, ha hecho de Valladolid su ca-sa y la de su familia. «La madera es el material más noble y además es-tá vivo», dice Salinas. Viva, mientras toma forma -«llego al taller y es co-mo ver plantas»-, viva una vez ter-

minada y cumpliendo su función: «Todo la afecta, el aire, la tempera-tura, la humedad, puedes afinarla en el camerino y en el escenario tienes que volver a afinarla, la madera ha cambiado».

Ha construido cuatro guitarras y

está muy ilusionado con la última «porque va a estar en los escena-rios», tocada por un profesional, el guitarrista flamenco burgalés, Ma-riano Mangas. Y en el taller aguar-dan las partes de la próxima, del próximo encuentro con el misterio.

Luis José Cuadrado con un ejemplar de la revista. PABLO REQUEJO

Si el taller donde José Salina trabaja la madera está en el patio, el estudio de ensayo y grabación está dentro de la casa, en un sótano. Es el momento de escuchar partes de algunos de los temas de su nuevo proyecto discográfico – «ya está en fábrica»-, el relevo de su primer disco, Tierra de Luz.

Sólo su voz flamenca y el acompañamiento al piano del polaco Krzystof Stypulkowki en una serie de coplas «cantadas por hombres, Farina, Manolo Caracol, Miguel de Molina…, se va a presentar en Valladolid, Madrid, Almería, Barcelona».

Además de seguir con sus galas -sobre todo en Madrid-prepara el estreno para el próximo mes diciembre, en Salamanca, de Rasa y Duende, un espectáculo de música y danza inspirado en los poemas del ‘Cante de Jondo’, de Lorca, «para profundizar en la relación flamenco y música india», explorando las distintas formas de trabajar sobre las emociones de ambas músicas, realizado junto a la bailarina Mónica de la Fuente, el guitarrista Carlos Blanco, «y un músico indio que se nos ha incorporado».

COPLAS Y DUENDE