de la salle, san juan - 04 coleccion de varios trataditos

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    OBRAS ASCTICAS Y ESPIRITUALES

    COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS

    4

    COLECCINDE VARIOS TRATADITOS

    CT

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    Primera pgina de la Colecin, en la edicin de 1711.Reproduccin a tamao original

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    Presentacin

    COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS

    Presentacin de la obra

    El ttulo francs de este librito es Recueil de diffrents petits traits lusage des Frresdes coles chrtiennes, que en espaol se ha venido traduciendo como Coleccin de variostrataditos para uso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas . Probablemente es la obrams antigua de san Juan Bautista de La Salle.

    Como el ttulo indica, consta de una serie de trataditos, en concreto 18, muy variados en eltema y en la extensin, claramente destinados a orientar la vida espiritual, comunitaria yministerial de los Hermanos. Algunos de ellos llevan subdivisiones internas.

    La edicin ms antigua que conocemos lleva la fecha de 1711. Pero los ejemplares que seconservan con esa fecha no son exactamente iguales, lo cual indica que provienen deimpresiones diferentes. Uno de los ejemplares, que slo tiene 69 pginas de texto, pudieraser uno de los llamados Coleccin Pequea; todos los dems ejemplares constan de casi

    250 pginas, y son, probablemente, de los llamados Coleccin Grande. De esta distincinentre Coleccin pequea y grande se encuentran referencias en algunos documentosdel Instituto, como la Regla de 1726, un escrito del Hermano Michel, secretario del santoFundador, y la Regla del Hermano Director del Noviciado, de 1777. La ColeccinPequea reuna solamente algunos de los trataditos. Varios de los ejemplares de laColeccin Grande que conservamos, son, a pesar de la fecha de la portada, posteriores a1725, pues en uno de los tratados se alude a la Bula de Aprobacin del Instituto.

    Uno de los ejemplares, sin embargo, se considera como fiel representante de la edicin de1711, y se ha reproducido en el Cahier Lasallien n.o 15, recogido posteriormente en laedicin francesa de las Obras Completas.

    Para reunir los diversos tratados de la Coleccin, Juan Bautista de La Salle se sirvi dediversas fuentes. Algunos trataditos siguen muy de cerca textos de otros autores, como eldirectorio para dar cuenta de conciencia, los asuntos de conversacin para los recreos y el

    artculo sobre la modestia, que proceden de documentos de la Compaa de Jess; lasconsideraciones para el tiempo de retiro, igual que el documento personal de La SalleReglas que me he impuesto, proceden del libro Consideraciones..., del jesuita P. J.Haineufve; y algunos artculos sobre las virtudes, tienen su origen en los Avisos para

    personas Regulares..., de Nicols Roland, todava manuscritos.

    Detrs de la Fe de erratasse encuadernaron dos directorios: Para dar cuenta de conductaal Hermano Superior del Instituto, y Para los viajes. En las ediciones posteriores a 1726se incorporaron al libro como apndices.

    En francs, hasta la edicin del Cahier Lasallien n.o 15, hubo 18 ediciones. En lasposteriores a 1726 se cambi el tratado sobre los votos, para acomodarlo a la Bula deAprobacin; y a partir del Decreto Quemadmodum, de 1890, se cambi el tratado referentea la cuenta de conciencia.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 129

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 3 Presentacin - 1

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    Se ha traducido en tres ocasiones al espaol. La primera se imprimi en 1889, en Madrid.La segunda fue obra del santo Hermano Miguel Febres Cordero, y se edit en Quito, en1895. La tercera, en fin, tuvo cuatro ediciones: en 1903 (Barcelona), 1914 (Tours), 1939(Tours-Pars; en portada mantiene la fecha de 1914); y al comienzo de los aos 50(Madrid). Estas cuatro ediciones aaden al final un apndice relativo al decretoQuemadmodum.

    El Hermano Saturnino Gallego, en el volumen II de su obra Vida y Pensamiento de SanJuan Bautista de La Salle(1986), pginas 682 a 710, recoge slo algunos fragmentos.

    En la presente edicin de Obras Completasse sigue el ejemplar francs llamado de 1711(Cahier Lasallien n.o 15), con la traduccin espaola de 1914 debidamente revisada.Lgicamente se han traducido de nuevo las partes del original francs que no figuraban enla edicin espaola de 1914, a saber: A qu obligan los votos, algunos de los pasajes dela Sagrada Escritura que en las ediciones espaolas se haban suprimido o cambiado desitio, y algunas frases que en el texto espaol haban sido acomodadas por diversosmotivos, o que no mostraban suficiente fidelidad al texto original francs.

    Las referencias bblicas del tratadito Pasajes sacados de la Sagrada Escritura... que noaparecen en la edicin prncipe se indican en cursiva y entre corchetes.

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    Presentacin - 2 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 4

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    Texto

    COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS

    Los nuevefrutos delavidareligiosa

    CT Coleccin de varios trataditos para uso de los Hermanos de las EscuelasCristianas.

    CT 1 Los nueve frutos de la vida religiosa, segn san Bernardo.

    El hombre, en la santa religin:1.o Vive con mayor pureza.2.o Cae ms rara vez.3.o Se levanta con ms prontitud.4.o Anda con ms cautela.5.o Recibe con ms frecuencia el roco celestial.6.o Descansa con mayor seguridad.7.o Muere con mayor confianza.8.o Tiene ms breve purgatorio.9.o Recibe ms copioso galardn.A quobliganlos votos

    CT 2 A qu obligan los votos de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

    Los votos obligan a cuatro cosas:

    CT 2,1 1. A tener las escuelas por asociacin, con los que se han asociado en laSociedad y los que se asociarn en el futuro, en cualquier lugar a donde uno

    pueda ser enviado; o para hacer cualquier otra cosa en la que pudiera serempleado por los Superiores.

    CT 2,2 2. A permanecer estable en dicha Sociedad, durante todo el tiempo a que unose haya comprometido, sin poder abandonarla por propia decisin, sea cual seael pretexto.

    CT 2,3 3. Si ocurriese que se llegara a carecer de todo en la Sociedad, a noabandonarla nunca por este motivo, sino ms bien, a estar resuelto a pedir

    limosna y a vivir de slo pan, antes que abandonar dicha Sociedad ni lasescuelas.

    CT 2,4 4. A obedecer: primero, al Superior de la Sociedad, anteriormente elegido, y aaquel o aquellos que lo sean en lo sucesivo; segundo, a los Directores

    particulares, que son o sern nombrados en lo sucesivo por el Superior de laSociedad; tercero, al Cuerpo de esta Sociedad, cuando dicho Cuerpo estrepresentado por varios, sean Superiores u otros, reunidos en nombre de lamisma. Hay obligacin de obedecer a todos los arriba citados bajo pena de

    pecado mortal, cuantas veces manden en virtud de los votos.

    CT 2,5 Por dichos votos uno se compromete a todo lo mencionado, bajo pena depecado mortal; de donde se sigue que, despus de haberlos hecho no se puede,durante el tiempo por el cual se ha hecho voto, ni salir, ni querer en absolutosalir por propia decisin de la Sociedad, ni pretender obligar a ser despedido,

    sea cual fuere el pretexto, sin violar el voto y cometer pecado mortal y

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    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 5 CT 2,5

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    sacrilegio.Diez mandamientos

    CT 3 Diez mandamientos que deben tener siempre los Hermanos de las EscuelasCristianas en la mente para meditarlos, y en el corazn para practicarlos.

    CT 3,1 1. A Dios en vuestro Jefe honraris, obedecindole prontamente.2. A todos vuestros Hermanos amaris, cordial y constantemente.3. A los nios ensearis, con esmero y gratuitamente.4. Por espritu de fe todo lo haris, y por Dios nicamente.5. El debido tiempo dedicaris, en la oracin, fervorosamente.6. En Dios presente pensaris, a menudo, interiormente.7. Vuestro espritu mortificaris y los sentidos, frecuentemente.8. El silencio guardaris

    a su tiempo, muy exactamente.9. Castos os conservaris, con muy gran recogimiento.10. La pobreza siempre amaris, no poseyendo nada voluntariamente.Los cuatrosostenes interiores

    CT 4,1 Los cuatro sostenes interiores de la Sociedad de los Hermanos de lasEscuelas Cristianas.

    La oracin mental, el espritu de fe, la presencia de Dios y el recogimientointerior.Los cuatrosostenes exteriores

    CT 4,2 Los cuatro sostenes exteriores de la Sociedad de los Hermanos de lasEscuelas Cristianas

    La acusacin, la advertencia de defectos, la cuenta de conciencia y el modo depasar bien la recreacin.Las docevirtudes del buenmaestro

    CT 5 Las doce virtudes del buen maestro.

    Gravedad, silencio, humildad, prudencia, sabidura, paciencia, mesura,mansedumbre, celo, vigilancia, piedad y generosidad.Diez condiciones quedebenacompaar alacorreccin

    CT 6 Diez condiciones que deben acompaar a la correccin para que seaprovechosa.

    CT 6,1 Toda correccin, para que sea til, ha de ser, por parte del que la aplica: pura,caritativa, justa, conveniente, moderada, sosegada y prudente.

    CT 6,2 Y por parte del que la recibe: voluntaria, respetuosa y silenciosa.

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    Mtodo de oracin mentalMtodo de oracin mental

    CT 7 Mtodo de oracin mental

    PrefacioPrefacio

    CT 7,0,1

    La oracin mental es una ocupacin interior y una aplicacin del alma a Dios.CT 7,0,2 La oracin mental consta de tres partes: la primera es la disposicin del almapara la oracin, y se llama propiamente recogimiento; la segunda es laaplicacin al tema de la oracin; la tercera es la accin de gracias al final de laoracin.

    CT 7,0,3 La primera parte se llama disposicin o recogimiento, porque cuanto en ella sepractica no tiene otro objeto que recoger el alma y disponerla para la oracin.

    CT 7,0,4 Lo primero que ha de hacerse en la oracin es penetrarse interiormente de lapresencia de Dios, por sentimiento de fe; y a este fin, pudese considerar a Diospresente de tres distintos modos: primero, en el lugar en que nos hallamos;segundo, en uno mismo; tercero, en la iglesia, trasladndonos a ella en espritu,caso de no estar all realmente.

    CT 7,0,5 Puede considerarse a Dios presente en el lugar en que nos encontramos:

    primero, porque Dios est en todas partes, como l mismo dijo por el profetaJeremas: Yo lleno el cielo y la tierra;en segundo lugar, porque dice NuestroSeor en San Mateo, cap. 18, que donde dos o tres se hallan congregados en sunombre, all est l en medio de ellos.

    CT 7,0,6 Puede considerarse a Dios presente en nosotros mismos, de dos maneras: enprimer lugar, Dios est presente en nosotros para hacernos subsistir, como dicesan Pablo, en los Hechos de los Apstoles, cap. 17: Dios no est lejos de cadauno de nosotros, porque en l mismo vivimos, nos movemos y somos; ensegundo lugar, Dios est en nosotros por su gracia y por su Espritu; lo cual nosensea Nuestro Seor con estas palabras: El reino de Dios est dentro devosotros;y nos declara san Pablo con estas otras: El templo de Dios, que soisvosotros, santo es. Por ventura no sabis que vuestros cuerpos son templosdel Espritu Santo, que habita en vosotros?

    CT 7,0,7 Puede considerarse a Dios presente en la iglesia, por dos razones: primero,porque es la casa de Dios, como dice Nuestro Seor, en San Mateo, cap. 21:Micasa ser llamada casa de oracin ; y segundo, porque Nuestro Seor est all,en el Santsimo Sacramento del Altar.

    CT 7,1 Parte primera.Parteprimera

    CT 7,1,1 La primera parte de la oracin consta de nueve actos. Los tres primeros serefieren a Dios; los tres siguientes, a nosotros mismos, y los tres ltimos, a

    Nuestro Seor.

    CT 7,1,2 Los tres actos que se refieren a Dios son: primero, acto de fe; segundo, acto deadoracin; tercero, acto de agradecimiento.Se hace el acto de fe, creyendo firmemente que se est en presencia de Dios; y

    para imprimir ms profundamente esta verdad en el espritu y mantenerse en

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    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 7 CT 7,1,2

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    este sentimiento de fe, puede uno servirse de algunos de los pasajes arribaindicados, que hagan relacin al modo con que se haya puesto en presencia deDios.Se hace el acto de adoracin, reconociendo a Dios por nuestro Creador ysoberano Seor, y mantenindose en profundo respeto, con esta consideracin ya vista de nuestra bajeza y de la dependencia en que estamos respecto de Dios.

    Se hace un acto de agradecimiento, dando gracias a Dios por las que de lhemos recibido, y en especial por la que nos concede de mantenernos en susanta presencia, y de conversar con l en la oracin.

    CT 7,1,3 Los tres actos que se refieren a nosotros mismos son: primero, acto dehumildad; segundo, acto de confusin; tercero, acto de contricin.Se hace el acto de humildad, reconocindose uno indigno de presentarse anteDios, a causa de la propia nada. Para mantenerse en este sentimiento, puedeuno servirse de estas palabras de Abraham: Cmo hablar a mi Seor, nosiendo yo ms que polvo y ceniza?Se hace el acto de confusin, reconocindose uno indigno de presentarse anteDios, por haberle ofendido tanto.Se hace el acto de contricin, pidiendo a Dios perdn de todos los pecados, yformando firme propsito de no volver a cometerlos.

    CT 7,1,4 Los tres actos que se refieren a Nuestro Seor son: primero, acto de aplicacinde los mritos de Nuestro Seor; segundo, acto de unin con Nuestro Seor;tercero, acto de invocacin del Espritu de Nuestro Seor.Se hace el acto de aplicacin de los mritos de Nuestro Seor, suplicndole quenos aplique los mritos de su Pasin, a fin de hacernos ms agradables a suPadre; y disponernos mejor para recibir sus gracias y luces en la oracin.Se hace el acto de unin con Nuestro Seor, unindose a las disposicionesinteriores de Nuestro Seor cuando oraba: suplicndole que l mismo hagaoracin en nosotros, ofrezca nuestra oracin a su Padre, y le haga presentesnuestras necesidades; de modo que nos considere como algo que le pertenece, ycomo sus propios miembros, que no tienen ni pueden tener vida interior,movimiento ni accin, sino en l.Se hace el acto de invocacin del Espritu de Nuestro Seor, suplicndole quenos comunique su Espritu, para no hacer oracin sino dirigidos por l,renunciando, con este fin, a nuestro propio espritu y a nuestros propios

    pensamientos, para no admitir, durante este tiempo, sino los que se digneinspirarnos su Espritu; de modo que pongamos en prctica lo que dice sanPablo: El mismo Espritu de Dios, ora en nosotros, ya que, por nosotrosmismos, somos incapaces de concebir algn buen pensamiento, como algopropio.

    CT 7,2 Parte segunda.Partesegunda

    CT 7,2,1 En la segunda parte de la oracin, uno toma como tema algn misterio, virtud omxima del santo Evangelio.Si el tema de la oracin es un misterio, comienza uno por penetrarse bien delespritu del misterio, fijando la atencin en lo que de l dice el Evangelio, o en

    lo que la Iglesia nos propone acerca del mismo, ora por simple mira de fe, ora

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    CT 7,1,3 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 8

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    por medio de algunas reflexiones sobre el misterio o sobre el tema. Luegopermanece uno en sentimiento de respeto interior, en la consideracin de dichomisterio.

    CT 7,2,2 Si el asunto es una virtud o una mxima, se penetra uno interiormente de sunecesidad o utilidad, bien sea por sentimiento de fe, trayendo a la mente un

    pasaje de la Sagrada Escritura, en que se trate de dicha virtud o mxima; o bien

    mediante algunas reflexiones sobre la virtud o mxima, que den conviccinpara practicarla, y estn sacadas particularmente de lo que se dice en la SagradaEscritura y sobre todo en el Nuevo Testamento; y as, apoyado principalmenteen la fe, se hacen luego nueve actos: los tres primeros se refieren a Dios; lostres siguientes, a nosotros mismos; y de los tres ltimos, el primero a NuestroSeor, el segundo, a Dios, y el tercero, a los Santos.

    CT 7,2,3 Los tres actos que se refieren a Dios son: acto de fe, acto de adoracin y acto deagradecimiento.Se hace el acto de fe sobre el misterio, la virtud o la mxima, creyendofirmemente que Nuestro Seor obr ese misterio, o que l practic o nosense esa virtud o esa mxima; y para persuadirse fuertemente de esta verdad,se traer a la mente un pasaje del Nuevo Testamento.

    CT 7,2,4 Se hace el acto de adoracin, tributando los debidos homenajes a Nuestro Seor

    obrando ese misterio, o practicando o enseando esa virtud o esa mxima; ycon esta atencin, se mantiene uno en profundo respeto ante Nuestro Seor.Se hace el acto de agradecimiento, dando gracias a Nuestro Seor por la

    bondad que tuvo al realizar ese misterio y al practicar o al ensearnos dichavirtud o mxima, para nuestra instruccin y santificacin.

    CT 7,2,5 Los tres actos que se refieren a nosotros mismos son: acto de confusin, acto decontricin y acto de aplicacin.Se hace el acto de confusin, reconociendo delante de Dios cun avergonzadodebe uno estar por no haber procurado hasta el presente, o en la medida en quedebiera haberlo hecho, adquirir el espritu de ese misterio o de esa mxima, o

    practicar esa virtud; recordando incluso las principales ocasiones que tuvo derealizar estas prcticas y no lo hizo, para sentir as mayor confusin.

    CT 7,2,6 Se hace el acto de contricin, pidiendo perdn a Dios por las faltas cometidascontra el espritu del misterio o de la mxima, o contra la prctica de la virtud,tomando la resolucin de ser ms fiel en adelante en adquirir el espritu delmisterio o de la mxima, o en practicar la virtud.Se hace el acto de aplicacin, aplicndose a s mismo el misterio, la virtud o lamxima: considerando ante Dios la mucha necesidad que uno tiene deconformarse con el espritu de ese misterio o de esa mxima, o de practicar esavirtud; previendo las ocasiones en que puede y debe hacerlo, y tomando losmedios propios y particulares a tal efecto, para cuando se presente ocasin.

    CT 7,2,7 Al hacer este acto de aplicacin es cuando se toman las resoluciones, y esto eslo que se entiende por adoptar los medios propios y particulares para practicarla virtud sobre la cual se hace oracin.Dichas resoluciones deben ser presentes, particulares y eficaces. Primero,deben ser presentes, de modo que puedan practicarse el da mismo en que se

    toman; segundo, deben ser particulares, es decir, que debe uno tomarlas acerca

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    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 9 CT 7,2,7

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    de una virtud en particular, y prever las ocasiones en que se proponepracticarla; tercero, deben ser eficaces, porque se ha de tener cuidado decumplirlas cuando se presente la ocasin, y sin perder ninguna de ellas.

    CT 7,2,8 Los tres ltimos actos de la segunda parte son: primero, acto de unin conNuestro Seor; segundo, acto de peticin; tercero, acto de invocacin a losSantos a quienes se profesa especial devocin.

    Se hace el acto de unin, unindose uno interiormente al espritu de NuestroSeor en ese misterio, y a las disposiciones interiores que lo animaban, o conlas que ense o practic esa virtud o mxima, y pidindole participacin deese espritu y de esas disposiciones; suplicndole con instancia nos conceda lagracia de conformarnos con el espritu del misterio, o movernos a la prctica dedicha virtud o mxima, no slo en cuanto a lo exterior, y como la practican losfilsofos o la gente del mundo, en calidad de virtud moral, o por motivosmeramente humanos; sino con miras de fe, y en unin con el espritu ydisposiciones de Nuestro Seor, y a impulsos de la gracia.

    CT 7,2,9 Se hace el acto de peticin, pidiendo humildemente a Dios el espritu delmisterio, o la prctica de la virtud o de la mxima, y suplicando a Dios que noslos conceda, en unin con Nuestro Seor y por Nuestro Seor, en quiennicamente y por cuyo espritu nos atrevemos a pedirlo y esperamos alcanzarlo.

    Se hace el acto de invocacin a los Santos, suplicando a aqullos a quienes seprofesa especial devocin, y principalmente a los que estuvieron presentes en elmisterio o contribuyeron a l, o practicaron con empeo y perfeccin la virtud ola mxima, que se interesen ante Dios, y le pidan para nosotros el espritu delmisterio, o la prctica de la virtud o de la mxima, manifestndoles la grandeconfianza que tenemos en su intercesin.

    CT 7,3 Parte tercera.Partetercera

    CT 7,3,1 La tercera parte de la oracin consta de tres actos: el primero es una revisin delo que en ella se ha hecho; el segundo, un acto de agradecimiento; el tercero, unacto de ofrecimiento.

    CT 7,3,2 Se hace la revisin, repasando en la mente las principales cosas que se hanhecho en la oracin, los sentimientos que Dios nos ha comunicado en ella y nos

    parecen ms prcticos y de ms frecuente aplicacin, y pensando en el frutoque podemos sacar de ello.

    CT 7,3,3 Se hace el acto de agradecimiento, dando gracias a Dios por los favores quehemos recibido de l en la oracin, por los buenos sentimientos que nos hacomunicado en ella, y por los afectos que ha excitado en nosotros para bien denuestra alma y para nuestro adelantamiento en la virtud.

    CT 7,3,4 Se hace el acto de ofrecimiento, presentando a Dios nuestra oracin, lasresoluciones que en ella hemos tomado, y la disposicin en que nos hallamosde cumplirlas, ofrecindonos tambin nosotros mismos a Dios con todasnuestras obras y toda nuestra conducta del da.

    CT 7,3,5 Se concluye la oracin poniendo bajo la proteccin de la Santsima Virgencuanto se ha hecho, concebido y resuelto, para que lo ofrezca a su amadsimo

    Hijo, y por este medio obtengamos de l las gracias que necesitamos para

    136 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 7,2,8 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 10

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    ejecutar todas nuestras obras, y practicar la virtud o la mxima sobre la cualhemos orado, para su mayor gloria, y con toda la perfeccin que nos sea

    posible.

    Directorio para dar cuenta de concienciaDirectorio para dar cuenta de concienciaCT 8,1 Directorio para dar cuenta de conciencia.

    CT 8,1,1 En la Comunidad, cada uno tendr asignado un da de la semana para darcuenta de su conciencia, y se dispondr a hacerlo de la manera siguiente:

    CT 8,1,2 El da que uno tenga asignado para dar cuenta de su conciencia, dedicar untiempo a examinarse y prever lo que tenga que decir acerca de cada uno de los

    puntos o artculos indicados, y los consejos que haya de pedir para su conducta.

    CT 8,1,3 Se dispondr uno a esta rendicin de cuenta por espritu de fe, persuadindosede que es a Dios a quien se debe hablar en la persona de su Director; y que estambin Dios quien nos habla por su boca, nos consuela y nos da los medios

    para corregirnos de nuestras faltas, segn lo considere conveniente para nuestroprogreso en la virtud.

    CT 8,1,4 Para grabar ms profundamente esta verdad en el espritu y disponerse aaprovechar los consejos que se den, ser muy til y adecuado hacer un acto desumisin de espritu, ms o menos de este modo:

    CT 8,1,5 Dios mo, creo firmemente y tengo por cierto que sois Vos quien me ha dehablar hoy; que vais a mostrarme lo que debo hacer, consolarme en mis penas,advertirme y corregirme de mis defectos, por boca de mi Director, a quienhabis encargado de mi direccin.

    CT 8,1,6 Os agradezco, Dios mo, la bondad que habis tenido al ofrecerme un medio tanprovechoso y tan fcil para hacerme adelantar en la virtud.

    CT 8,1,7 Os ruego me procuris las luces que necesito para conocer y descubrir el fondode mi corazn, tal como Vos mismo lo conocis. Esta es, oh Dios mo, la graciaque humildemente os pido, junto con la de aprovechar los buenos consejos que

    se me den.CT 8,1,8 Firmemente persuadido de que es a Dios a quien se debe hablar, alejar uno de

    s, como tentaciones muy peligrosas, la doblez, la vergenza y el respetohumano, que podran hacerle ocultar algunos pensamientos, sentimientos,intenciones, penas o tentaciones.

    CT 8,1,9 Se dispondr a hablar con sinceridad, y sencillez cristiana y religiosa, de lascosas indicadas en los artculos siguientes.Artculos paradar cuentadeconciencia

    CT 8,2 Artculos sobre los que hay que examinarse para dar cuenta de conciencia.

    CT 8,2,1 I. Cmo se encuentra; si se tiene o se ha tenido alguna indisposicin y cul es.Si se han padecido algunas aflicciones de espritu, o algunas tentaciones; culeshan sido y cul fue la causa; cmo se ha procedido y qu bien o mal han

    producido.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 137

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 11 CT 8,2,1

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    CT 8,2,2 II. En qu defectos se ha incurrido desde la tima rendicin de cuenta; si fuecon intencin o incluso con propsito deliberado; cules fueron los mshabituales; si se ha trabajado para corregirse de algunos; cules son y de qumedios se ha servido.

    CT 8,2,3 III. Si se progresa en la prctica de la virtud y en el camino de la perfeccin; osi uno se descuida en ello; si se han tenido inspiraciones y si se ha sido fiel; y

    qu virtudes se ha intentado practicar.CT 8,2,4 IV. A qu se siente inclinado; si no se obra alguna vez por inclinacin, por

    humor, por repugnancia o incluso por pasin.

    CT 8,2,5 V. Si se aprecian las mortificaciones, sobre todo las del espritu y de lossentidos; si se ha practicado alguna mortificacin extraordinaria y cul ha sido.Cmo se reciben las penitencias que se imponen; si se realizan exactamente,

    por qu motivo; y con qu fervor o descuido se cumplen.

    CT 8,2,6 VI. Si se aprecian las humillaciones, los desprecios y los rechazos; en qu seha notado eso, y con qu disposicin interior y exterior se reciben.

    CT 8,2,7 VII. Si se siente uno a gusto al ser advertido y reprendido por sus faltas; si seacusa uno de ellas todos los das, y de todas, y con qu disposiciones; si sesiente repugnancia por ello; si sta es o no voluntaria.

    CT 8,2,8 VIII. Qu aprecio se tiene de la obediencia; si se es indiferente a todo y se estdispuesto a obedecer a cualquier Director, sin distincin, cualquiera que sea larepugnancia y dificultad que se experimente en ello.

    CT 8,2,9 IX. Si se tiene estima de sus Reglas; si se las observa exactamente; si se hafaltado a algunas, y cules son; de qu modo se observan; si es con fervor o conflojedad; si se encuentra en ellas alguna dificultad, y en qu; y de qu proviene.

    CT 8,2,10 X. Si se observa exactamente el silencio y el recogimiento dentro y fuera decasa; si se presta atencin a la santa presencia de Dios; si sta es frecuente oincluso continua; si se vigila sobre s mismo; si se recoge a menudo dentro des, y si se procura no hacer ninguna accin sin atencin, a s mismo y a Dios, ysin la mira puesta en Dios.

    CT 8,2,11 XI. Si se esmera en todos sus ejercicios, por el tiempo y segn el orden queest prescrito; si se realizan todos, incluso los externos, con disposiciones

    interiores y con la nica mira de agradar a Dios y cumplir su santa voluntad.CT 8,2,12 XII. Cmo se hace la lectura espiritual; qu aplicacin se pone en ella; si se

    saca de ella algn fruto y cul es.

    CT 8,2,13 XIII. A qu defecto se presta atencin durante el examen particular; si seesfuerza por corregirse de l, y en qu lo nota.

    CT 8,2,14 XIV. En qu se ocupa durante la oracin mental; si se hacen los actos de lapreparacin; si se encuentra facilidad o dificultad para ocuparse en el tema; sise tienen distracciones; si se tiene sequedad o algn gusto, y qu fruto obtienede ello.

    CT 8,2,15 XV. Qu disposiciones se llevan al recibir los sacramentos de la penitencia yde la eucarista; si se acerca a ellos con fervor, con tibieza o con descuido; si losaprecia, si los frecuenta con gusto y si saca provecho de ellos.

    138 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 8,2,2 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 12

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    CT 8,2,16 XVI. Cmo se oye la santa misa; qu atencin se tiene en ella y en qu seocupa.

    CT 8,2,17 XVII. Si se tiene caridad hacia sus Hermanos; si es igual con todos; si se tieneo se ha tenido algn disgusto con alguno y cul ha sido la causa; si ha ocurrido,acaso, respecto del Director.

    CT 8,2,18 XVIII. Si hay algn Hermano hacia quien se sienta afecto particular; si se ha

    hablado en particular a alguno.CT 8,2,19 XIX. Si se tiene amor y celo por la salvacin del prjimo, y por todos los

    ejercicios exteriores de su profesin.

    CT 8,2,20 XX. Cmo se da la clase; si se observan las Reglas de la misma; si no se pierdetiempo en ella; si se sigue siempre en las lecciones; si se es exacto a corregirtodas las faltas; si no sale de su sitio; si no habla, ni siquiera a algn alumno,sin necesidad; si no ha cambiado y si no introduce en ella nada nuevo.

    CT 8,2,21 XXI. Si en clase se preocupa de que los alumnos adelanten en la lectura y en laescritura; y si se tiene el mismo cuidado, por lo menos, en procurarles la

    piedad. Cmo se porta con ellos; si no es demasiado rudo, demasiado suave, odemasiado familiar; si nunca se deja llevar de la impaciencia; y con qu esprituy con qu sentimiento se les corrige.

    CT 8,2,22 XXII. Despus de haber dado cuenta de conciencia:Primero se prestar atencin a los consejos que se hayan dado.Segundo, se agradecer a Dios el haberlos dado.Tercero, se tomar la resolucin de seguirlos en todo, y se adoptarn los medios

    para ponerlos en prctica.

    Las nueve condiciones de la obediencia

    Las nueve condiciones de la obediencia

    CT 9,1 Las nueve condiciones de la obediencia.

    CT 9,1,1 Siendo la obediencia la virtud principal y ms necesaria a los religiosos, y atodas las personas que viven en comunidad, importa sobremanera que los quegozan de esta ventaja y quieren practicar esta virtud con toda perfeccin, sepanen qu consiste, y cules son las condiciones que deben acompaarla, para que

    pueda atribursele con verdad el nombre y calidad de obediencia.

    CT 9,1,2 La obediencia es una virtud por la cual se somete la propia voluntad y el propiojuicio a un hombre, en cuanto lugarteniente de Dios.Nueve condiciones deben acompaar necesariamente a la obediencia: laprimera, que sea cristiana y religiosa; la segunda, universal; la tercera,indiferente; la cuarta, exacta y entera; la quinta, pronta; la sexta, ciega; lasptima, sencilla; la octava, humilde y respetuosa; la novena, cordial yafectuosa.

    CT 9,1,3 La primera de estas condiciones indica el motivo que ha de mover a obedecer;

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 139

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 13 CT 9,1,2

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    las tres siguientes se refieren principalmente a la persona a quien se obedece y alas cosas en que se obedece; la quinta seala el tiempo preciso en que se ha deobedecer; y las cuatro ltimas expresan el modo como debe obedecerse.

    De las condiciones de la obediencia

    CT 9,2 De las condiciones de la obediencia en particular.

    1. Hadeser cristianayreligiosaCT 9,2,1 I. La obediencia ha de ser cristiana y religiosa.

    La primera condicin de la obediencia es que sea cristiana y religiosa; es decir,que debe obedecerse por virtud y espritu de religin, como al mismo Dios, aquien se respeta y honra en la persona del Director, revestido de su autoridad, yas, slo por el motivo de obedecer a Dios y cumplir su santa voluntad.Los defectos contrarios a esta clase de obediencia son: Primero, no tener esamira y sentimiento de fe, de que a Dios es a quien se obedece en la persona delDirector. Segundo, no obedecer a causa de los defectos del Director, porcualesquiera razones, aun buenas en apariencia, u obedecer ms bien a otro,

    porque se siente ms simpata hacia l, o porque tiene mayor talento, ciencia odotes de gobierno. Tercero, obedecer slo porque no se puede dejar de hacerlo,o por temor de alguna reprensin o penitencia. Cuarto, preferir, en cosas

    mandadas, aconsejadas o de Regla, movimientos interiores o pretendidasinspiraciones, o aun las inclinaciones personales. En una palabra, preferir el

    propio parecer a la obediencia; o las recomendaciones y el criterio de losdems, al criterio y recomendaciones del Director, por considerar aqullosmejores que stos.I I . Debeser universal

    CT 9,2,2 II. La obediencia debe ser universal.

    La segunda condicin de la obediencia es que sea universal: obedeciendo atodos, Directores, iguales e inferiores, sin distincin; en todo lo ordenado, y entodo tiempo y lugar.Los defectos contrarios son: obedecer a un Director y no a otro; o al Director, yno a los que mandan de su parte; en una cosa, y no en otra; en un lugar o en unacasa, y no en otra.I I I . Hadeser indiferente

    CT 9,2,3 III. La obediencia ha de ser indiferente.

    La tercera condicin de la obediencia es que sea indiferente a todo lo quemande el Director.Los defectos contrarios son: Primero, obedecer mejor en una cosa que en otra.Segundo, dar odos a las propias inclinaciones o repugnancias respecto a lomandado. Tercero, insinuar al Director aquello a que se siente inclinacin, parahacerle condescender en ello, o proponrselo abiertamente como cosa til oconveniente, dndole incluso razones al efecto, lo cual sin embargo no tieneotro fin que hacer lo que a uno le agrada, o evitar lo que le repugna; o acudir a

    pretextos para sonsacarle permisos que podran perjudicar al propioadelantamiento espiritual, o al buen orden de la Comunidad, de lo cual se hacemenos caso que de lograr lo que se desea.

    140 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 9,1,3 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 14

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    CT 9,2,4 IV. La obediencia ha de ser exacta y entera.IV Hadeser exactayentera

    La cuarta condicin de la obediencia es que sea exacta y entera, sin omitir nadade lo que se crea ser voluntad del Director; no haciendo nada ms, ycumpliendo todo cuanto hubiere mandado.Los defectos contrarios son: Primero, ejecutar, ya por flojedad, ya por propiaeleccin, slo parte de la que se cree ser voluntad del Director o de lo que

    hubiere mandado, siendo de notar que lo que de ordinario se elige en tales casoses lo que ms agrada, y lo ms conforme con la propia inclinacin, o lo quecuesta menos trabajo. Segundo, hacer ms de lo que manda el Director, aun

    bajo pretexto de bien: el Hermano Director habr mandado, por ejemplo, barrerun cuarto, y se barren dos; habr ordenado o permitido que se haga media horade oracin, y se hace una hora; y as en lo dems. Tercero, no ejecutar las cosascomo se han mandado, sino como a uno se le antoja: el Hermano Director habrmandado, por ejemplo, cortar algo con tijeras, y se corta con cuchillo; oservirse de un instrumento malo para hacer algo, y se emplea uno bueno, que seha buscado o encontrado, con el pretexto de que as se har mejor o se har ms

    pronto lo mandado, que nunca faltan razones a la naturaleza en tales casos.Cuarto, hacer algo fuera del tiempo sealado por el Director: habr destinado,

    por ejemplo, tal da o tal hora para hacer alguna cosa, y se hace en otro tiempo,so pretexto de que ste parece ms cmodo y oportuno que el determinado porel Director.

    CT 9,2,5 V. La obediencia ha de ser pronta.V. Hadeser pronta

    La quinta condicin de la obediencia es que sea pronta: obedeciendo al punto yen el mismo instante en que se manda, a la primera sea, al primer sonido de lacampana; dejando una letra a medio escribir, y una slaba empezada a leer;dejando una cosa empezada o a medio hacer para principiar otra; una palabraque se est pronunciando en la recreacin cuando tocan para terminarla; a una

    persona con quien se habla, cuando la campana llama a algn ejercicio; y auntodas las cosas no concluidas, por necesarias que parezcan, a no ser que setenga permiso para continuarlas.

    CT 9,2,6 VI. La obediencia ha de ser ciega.VI . Hadeser ciegaLa sexta condicin de la obediencia es que sea ciega, esto es, sin ponerse aexaminar si lo mandado es bueno o malo, a menos que sea evidentementecontrario a los mandamientos de Dios; y cuando parezca mandadoinoportunamente, o se presenten a la mente pensamientos que pudieran sugerirtal parecer, no darles odos ni asentir a ellos; antes, por el contrario, persuadirsede que el Hermano Director tiene razn, y de que no puede obrarse mejor ni tan

    bien como haciendo lo que l manda, por perfecto que sea lo que se pretendahacer; porque no se puede obrar mejor, ni hacer nada ms perfecto que lavoluntad de Dios, que no consiste sino en una cosa, que se nos manifiestainfaliblemente en la orden de nuestros Directores, segn estas palabras delEvangelio: Quien a vosotros oye, a m me oye .Los defectos contrarios son todos esos exmenes e indagaciones de si lo

    mandado es bueno o malo, si se ha ordenado con oportunidad o sin ella, y todas

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 141

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 15 CT 9,2,6

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    las reflexiones fundadas en razonamientos que induzcan a creer lo uno o lootro.

    CT 9,2,7 VII. La obediencia ha de ser sencilla.VI I . Hadeser sencilla

    La sptima condicin de la obediencia es que sea sencilla; cumpliendo consencillez lo que se manda, y porque se ha mandado, sin cuidarse del motivo delmandato, ni de cmo podr ejecutarse; desechando aun todos los pensamientosque pudieran acudir a nuestro espritu sobre el particular.Los defectos contrarios son toda clase de preguntas, de por qu y cmo, que laobediencia no puede admitir ni tolerar. Por qu, por ejemplo, manda elHermano Director esto, y no aquello? Por qu a nosotros y no a otro? Por qutolera esto en aqul, y no en nosotros? Por qu manda tantas cosas a un mismotiempo? Por qu manda cosas opuestas unas a otras? Por qu manda cosasintiles, ridculas, o hasta perjudiciales? Por qu manda con tanta altivez yaspereza? Cmo quiere que se haga tal cosa que parece imposible? Cmoquiere que una persona haga tantas cosas?, etc. O hacindose a s mismo otras

    preguntas semejantes, o hacindoselas al Hermano Director o a cualquier otro.VI I I . Hadeser sencillayrespetuosa

    CT 9,2,8 VIII. La obediencia ha de ser sencilla y respetuosa.

    La octava condicin de la obediencia es que sea sencilla y respetuosa, y portanto sin rplicas, cuyo fin es siempre excusarse y dispensarse de la obediencia.Los defectos contrarios son toda clase de rplicas, como decir o pensar: no

    puedo hacer eso, o lo har en otro tiempo, o har tal cosa cuando haga aquellaotra; estoy indispuesto; no puedo hacer tantas cosas; eso es demasiado difcil

    para m; fulano ha dicho que deba hacerse tal cosa; o cualesquiera otrasrplicas.IX. Hadeser cordial y afectuosa

    CT 9,2,9 IX. La obediencia ha de ser cordial y afectuosa.

    La novena condicin de la obediencia es que sea cordial y afectuosa, es decir,que se ha de aceptar con gusto todo mandato, y ejecutarlo con alegra y libertadde espritu, sin disgustarse por nada, por difcil y desagradable que parezca.

    Los defectos contrarios son: 1.

    o

    recibir las rdenes del Hermano Director confrialdad, indiferencia, o rostro melanclico; 2. o disgustarse por lo mandado;ejecutarlo sin inters, con flojedad, murmurando o manifestando repugnancia;3.oindisponerse contra el que manda, o contra los que comunican de su parte lomandado, o lo hacen ejecutar; 4.omanifestar disgusto o resentimiento hacia elHermano Director, o hacia algn otro, por causa de una orden recibida. En una

    palabra, todo lo que d a conocer que no est uno contento de lo mandado, oque no le gusta ejecutarlo.

    142 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 9,2,7 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 16

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    Catlogo de asuntos de conversacin para los Hermanosen las recreaciones

    Catlogo de asuntos de conversacinCT 10,1 Catlogo de asuntos de conversacin para los Hermanos en las recrea-

    ciones.

    CT 10,1,1 Nada contribuye tanto a desarreglar las comunidades ms santas como el tratocon los seglares, el curiosear y hablar de lo que pasa en el mundo; nada por lotanto, debe alejarse de ellas con mayor cuidado. No se busca ordinariamente, enlas comunidades, el trato con los seglares, sino porque no se contenta uno conla relacin que tiene con sus Hermanos a diario; y no se tiene curiosidad porsaber lo que sucede en el mundo, sino porque no se tiene el coraznsuficientemente ocupado con las cosas de Dios ni se tiene costumbre de hablarde ellas. Y, sin embargo, es lo que atae a Dios y a su servicio lo que debe sermateria ordinaria de conversacin entre los que a l se han consagrado, alretirarse del mundo. Por lo cual, uno de los principales cuidados que se han detener en las comunidades, debe ser aprender y acostumbrarse a hablar de Dios,y a hablar bien de l.

    CT 10,1,2 Con el fin de facilitar esta ventaja a los Hermanos de la Sociedad, se ha juzgadoconveniente, en nuestro Instituto, elaborar un catlogo de numerosas materiasde piedad, que puedan servir tilmente de tema de conversacin en lasrecreaciones que los Hermanos deben tener juntos cada da despus de lascomidas.As, pues, para procurar conservar el espritu de su Instituto, y conformarse a lodispuesto en la regla de la recreacin, cuidarn los Hermanos de tratar siemprede algunas de las cosas que a continuacin se expresan, para mantener en s elhorror al mundo, procurando que sus conversaciones sean totalmente distintasde las de los seglares, y para disponerse a no tener con ellos trato alguno; ytambin para no apagar en s el fuego sagrado encendido en sus corazones porel Espritu Santo en la oracin y dems obras santas que han practicado duranteel da, con discursos que, resintindose de la corrupcin del siglo, no serviranms que para disipar su espritu, desocuparlos de Dios y mancillar la pureza desus corazones.

    CT 10,2 Para lo cual, los asuntos de que hablarn los Hermanos en las recreacionessern:

    CT 10,2,1 I. De lo que se hubiere ledo en el refectorio; y esto es lo primero de que debenhablar en las recreaciones.

    CT 10,2,2 II. De lo que hubieren ledo en sus libros espirituales.

    CT 10,2,3 III. De la Muerte, del Juicio, del Infierno y de la Gloria.

    CT 10,2,4 IV. De los juicios de Dios, secretos o manifiestos.

    CT 10,2,5 V. De la vida de Jesucristo, y de la devocin especialsima que se le debetener, considerado en todos sus misterios, principalmente en su divina infancia,en sus padecimientos y muerte, y en su presencia en el Santsimo Sacramentodel Altar; de los medios de adquirir y conservar esta devocin, y de inspirarla alos nios.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 143

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 17 CT 10,2,5

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    CT 10,2,6 VI. De la vida de la Virgen Santsima, y de cunto importa profesarle singulardevocin; de cun sensibles debemos ser a cuanto a ella se refiere; de qu modoy con qu devocin se ha de rezar su Oficio y el Rosario en la Sociedad; y de loque debe practicarse para tenerle mucha devocin, e inspirarla a los nios.

    CT 10,2,7 VII. De la vida de los santos, y en especial de los patronos de la Sociedad,como san Jos, san Casiano; o de aquellos en quienes se ha manifestado ms el

    espritu de nuestro Instituto; y tambin de los que cultivaron de manera especialel espritu de mortificacin y de celo de la salvacin del prjimo, como sanJuan Bautista, san Pedro y san Pablo, san Juan Evangelista, san Ignacio mrtir,san Francisco de Ass, santo Domingo, san Vicente Ferrer, san Carlos, sanFrancisco de Sales, san Ignacio de Loyola, san Francisco Javier, san Felipe

    Neri, santa Teresa; y de la devocin que se les debe profesar.

    CT 10,2,8 VIII. De diversas mximas y prcticas espirituales de que se valieron lossantos, particularmente los que abandonaron el siglo, que pueden inspirarhorror al mundo y amor al retiro, a la oracin y renuncia a todas las cosas; ysobre todo de aquellas mximas y prcticas que tienen mayor relacin con elespritu de nuestro Instituto.

    CT 10,2,9 IX. De las miserias espirituales que se encuentran en el mundo, y de lospeligros que corren, respecto a la salvacin, los que viven en el siglo.

    CT 10,2,10 X. De las ventajas y de la seguridad probable que de su salvacin tienen losque viven en la Sociedad, y gozan la dicha de pertenecer a ella y de observarsus Reglas.

    CT 10,2,11 XI. Del espritu del Instituto y de la Sociedad, que es el espritu de fe; y de sufin, que es la instruccin y educacin de los nios.

    CT 10,2,12 XII. De la gracia de la vocacin; de las Reglas y mandamientos de la Sociedad,para animarse a observarlos perfectamente.

    CT 10,2,13 XIII. De los medios de que puede uno valerse en la Sociedad para adelantar enel camino de la perfeccin.

    CT 10,2,14 XIV. De la obediencia, que es el primer medio de perfeccin en unacomunidad; de las ventajas que proporciona y de sus condiciones; del granmrito de la obediencia, y de la paz de espritu y tranquilidad de conciencia de

    que gozan los que obedecen en todo con verdadera sencillez; y de la obligacinque hay de obrar as en la Sociedad.

    CT 10,2,15 XV. Del retiro, del silencio, de la mortificacin de los sentidos, y del esprituinterior que necesitan los Hermanos para adquirir la perfeccin de su estado.

    CT 10,2,16 XVI. De la oracin mental, del espritu de fe, de la presencia de Dios y delrecogimiento interior, por ser los principales sostenes interiores de la Sociedad;y de los medios de adquirirlos y conservarlos.

    CT 10,2,17 XVII. Del modo de hacer bien la oracin mental, del mtodo y de los actos quepara hacerla se usan en la Sociedad, y del fruto que se puede sacar de ella.

    CT 10,2,18 XVIII. Del mucho fruto que se logra con el ejercicio de la presencia de Dios, yde los medios para hacrsela fcil y frecuente.

    CT 10,2,19 XIX. De la obligacin que tienen los Hermanos de la Sociedad de hacer todas

    sus obras por espritu de fe, y de los medios que han de tomar para animarlas

    144 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 10,2,6 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 18

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    siempre de este espritu.

    CT 10,2,20 XX. De las obras cotidianas, del fervor con que deben hacerse; y de lafacilidad que hay de salvarse en la Sociedad, hacindolas con espritu de fe y dereligin, sin hacer nada ms.

    CT 10,2,21 XXI. De la singular dicha que tienen los Hermanos de la Sociedad de acusarsetodos los das de sus faltas, de ser advertidos a menudo de sus defectos, de darcuenta de su conciencia cada semana, y de no hablar ms que de cosas buenasen las recreaciones; del mucho provecho y grandes ventajas que pueden sacarde estos ejercicios, que son los cuatro sostenes exteriores de la Sociedad, y dela facilidad de conservar, por medio de ellos, gran pureza de corazn.

    CT 10,2,22 XXII. De cuanto piadoso y edificante han manifestado en la Sociedad losHermanos ya fallecidos; y de la regularidad y dems virtudes que en ellos seadvirtieron.

    CT 10,2,23 XXIII. De las virtudes, y particularmente de las que son propias de losreligiosos.

    CT 10,2,24 XXIV. De los defectos contrarios a estas virtudes, excepto, sin embargo, de laimpureza.

    CT 10,2,25 XXV. De las virtudes propias y particulares de los Hermanos de la Sociedad,

    de las cuales las principales son las enumeradas en los artculos XIV, XV yXVI susodichos; de la unin entre los Hermanos, de la mesura, mansedumbre y

    paciencia que han menester, y de la edificacin que deben dar al prjimo.

    CT 10,2,26 XXVI. De los defectos contra los que principalmente deben precaverse, talescomo: la falta de unin y de obediencia; la disipacin, ligereza,quebrantamiento del silencio con seas o con palabras; el obrar por impulsonatural; la flojedad en los ejercicios de la casa o de la escuela.

    CT 10,2,27 XXVII. Del bien que se hace y puede hacerse en la Sociedad en orden a lasalvacin del prjimo, y de los medios de que pueden valerse los Hermanos

    para procurarla.

    CT 10,2,28 XXVIII. De la obligacin que tienen los Hermanos de la Sociedad de cumplirbien su deber en la escuela: instruir bien a los nios, explicarles con esmero elCatecismo, y moverlos a la piedad; y del modo de hacerlo bien.

    CT 10,2,29 XXIX. De las diversas mximas y prcticas que se ha de inspirar a los niospara que adquieran el espritu del cristianismo.

    CT 10,2,30 XXX. De las virtudes que pueden practicarse en la escuela, tales como: lacaridad para con los nios, la moderacin, el silencio, etc.; y de los defectosque deben evitarse, como son: la impaciencia, la dureza, la familiaridad, laflojedad, etc.Los Hermanos procurarn tratar siempre, en las recreaciones, de alguna de lasmaterias antedichas, cuidando de que las cosas de que traten durante ese tiempono sean puramente especulativas.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 145

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 19 CT 10,2,30

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    Del espritu del Instituto de los Hermanosde las Escuelas Cristianas, que es el espritu de fe

    Del espritu del InstitutoCT 11,1 Del espritu del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que

    es el espritu de fe.

    CT 11,1,1 La fe debe servir de luz y gua a todos los cristianos, para conducirlos ydirigirlos por el camino de la salvacin; por lo cual dice san Pablo: El justo,esto es, el verdadero cristiano, vive de fe; porque se gua y obra en todo pormiras y motivos de fe.Por lo cual importa sobremanera que los Hermanos de las Escuelas Cristianas,que tienen como fin de su Instituto educar a los nios encomendados a susolicitud en el espritu del cristianismo, y procurar inculcrselo, estn tan

    penetrados y tan llenos del espritu de fe, que consideren los sentimientos ymximas de fe como regla de sus obras y de toda su conducta, y el espritu defe como el espritu de su Instituto.

    CT 11,1,2 El espritu de nuestro Instituto es, pues, en primer lugar, el espritu de fe, quedebe mover a los que lo componen a no mirar nada sino con los ojos de la fe, ano hacer nada sino con la mira en Dios, y a atribuirlo todo a Dios; penetrndosesiempre de estos sentimientos de Job: El Seor me lo dio todo; el Seor me loha quitado; como agrad al Seor, as se ha hecho; y de otros semejantes contanta frecuencia expresados en la Sagrada Escritura, y por boca de los antiguosPatriarcas.

    CT 11,1,3 Para adquirir este espritu: Primero, los Hermanos de esta Sociedad tendrnprofundsimo respeto a la Sagrada Escritura; y para manifestarlo, llevarnsiempre consigo el Nuevo Testamento, y no pasarn ningn da sin leer algo enl, por sentimiento de fe, de respeto y de veneracin a las divinas palabras quecontiene.

    CT 11,1,4 Segundo, los Hermanos de la Sociedad animarn todas sus acciones consentimientos de fe, y atendern siempre a las rdenes y voluntad de Dios, lasque adorarn en todas las cosas, y por las cuales procurarn conducirse yregularse.Con este objeto, se aplicarn a observar gran recato de los sentidos, y a nousarlos ms que por necesidad, no queriendo servirse de los mismos sinoconforme a las rdenes y voluntad de Dios.

    CT 11,1,5 Procurarn vigilar de continuo sobre s mismos para no ejecutar, en cuanto lessea posible, ninguna accin por impulso natural, por costumbre, o por algnmotivo humano; antes cuidarn de hacerlas todas guiados por Dios, movidos desu Espritu y con intencin de agradarle.Estarn lo ms atentos que puedan a la santa presencia de Dios, y cuidarn derenovarla de cuando en cuando, bien persuadidos de que no han de pensar sinoen l, y en lo que les ordena; es decir, en lo concerniente a su deber y empleo.Alejarn de su mente todas las ideas y pensamientos vanos que pudierandistraerlos de las sobredichas aplicaciones, muy importantes para ellos, y sin lascuales no pueden adquirir ni conservar el espritu de su Instituto.

    CT 11,1,6 En segundo lugar, el espritu de este Instituto consiste en un celo ardiente de

    146 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 11,1 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 20

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    instruir a los nios, y educarlos en el temor de Dios; moverlos a conservar suinocencia, si no la hubieren perdido, e inspirarles gran alejamiento y sumohorror al pecado y a todo cuanto pudiera hacerles perder la pureza.Para conformarse con este espritu, los Hermanos de la Sociedad se esforzarn,

    por medio de la oracin, instrucciones, vigilancia y buena conducta en laescuela, en procurar la salvacin de los nios que les estn confiados,

    educndolos en la piedad y en el verdadero espritu cristiano, esto es, segn lasreglas y mximas del Evangelio.Explicacindel captulodel espritudenuestroInstituto

    CT 11,2 Explicacin del captulo del espritu de nuestro Instituto.

    CT 11,2,1 Cul es el espritu de nuestro Instituto?El espritu de fe.

    CT 11,2,2 Qu es el espritu de fe?Un espritu que se regula y conduce en todo por mximas y sentimientos de fe,sacados principalmente de la Sagrada Escritura.

    CT 11,2,3 Qu efectos debe producir el espritu de fe en los que lo poseen?Tres, a saber: el primero, no mirar nada sino con los ojos de la fe; el segundo,

    no hacer nada sino con la mira en Dios; el tercero, atribuirlo todo a Dios.CT 11,2,4 Qu se entiende por no mirar nada sino con los ojos de la fe?

    No considerar las criaturas sino como Dios las conoce, y como quiere la fe quese las considere. Por ejemplo, para mirar con los ojos de la fe un hermosoedificio que se presenta a la vista, podr considerarse que toda su hermosura esmeramente exterior, que se reduce slo a satisfacer los sentidos, y que esahermosura es puramente transitoria, y ser tan instable y de tan poca duracin,que no quedar de l piedra sobre piedra y ni aun siquiera el menor recuerdo.

    CT 11,2,5 De cuntas maneras podemos mirar las criaturas?Podemos mirarlas de cuatro maneras: primero, con los ojos de la carne;segundo, con los ojos de la naturaleza; tercero, con la razn; cuarto, con la luzde la fe.

    CT 11,2,6 Qu es mirar una cosa con los ojos de la carne?

    Mirarla slo como parece exteriormente, y segn el placer que experimenta lacarne al gozar de ella. Por ejemplo, con los ojos de la carne se mira el comercomo cosa muy buena, porque, siendo agradable al gusto, se deleita la carne enesta accin; mientras que si se considera lo que es en s misma, se la miraracomo accin humillante, puesto que hace a los hombres semejantes a las

    bestias.

    CT 11,2,7 Qu es mirar una cosa con los ojos de la naturaleza?Mirarla segn la inclinacin natural o la repugnancia que hacia ella se siente.Se mueve uno, por ejemplo, a comer de una cosa, no por el gusto sensual queexperimenta en ello, sino porque siente inclinacin a tomarla; o bien se abstienede comer de otra, por la repugnancia que le causa.

    CT 11,2,8 Qu es mirar una cosa con los ojos de la razn?Mirarla conforme al concepto que de ella nos da la razn. As, por ejemplo, se

    considera el comer como cosa til para conservar la vida de los hombres; del

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 147

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 21 CT 11,2,8

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    propio modo se mira una mesa como til, porque sirve para escribir, comer oponer encima algn objeto.

    CT 11,2,9 Qu es mirar una cosa con los ojos de la fe?Mirarla slo conforme a lo que de ella nos ensea la fe. De este modo nos hacemirar san Pablo, en Fil. 3, 19, a los que se dan a comer con exceso, comoespecie de idlatras, cuyo dios es el vientre, y que ponen su gloria en aquello

    que debera confundirlos. Igualmente se mira la pobreza como una ventaja,porque Nuestro Seor dice en el Evangelio: Bienaventurados los pobres.

    CT 11,2,10 Cul es el segundo efecto que debe producir el espritu de fe en los que loposeen?No hacer nada sino con la mira en Dios.

    CT 11,2,11 Qu es no hacer nada sino con la mira en Dios?Poner la atencin en Dios al hacer alguna cosa, y tener a Dios por principio yfin de todo cuanto se hace.

    CT 11,2,12 Qu es poner la atencin en Dios al hacer alguna cosa?Pensar actualmente en la presencia de Dios.

    CT 11,2,13 Qu es tener a Dios por principio de todo cuanto se hace?Considerar a Dios como primer autor y motor de lo que se hace, y no ejecutarlo

    sino como dejndose guiar por su divino Espritu.CT 11,2,14 Qu es tener a Dios por fin de todo cuanto se hace?

    Hacerlo todo por la gloria de Dios, y nicamente con el fin de agradarle.

    CT 11,2,15 Cul es el tercer efecto que debe producir el espritu de fe en los que loposeen?Atribuirlo todo a Dios.

    CT 11,2,16 Qu es atribuirlo todo a Dios?Recibir los bienes y los males como venidos de su mano; diciendo, porejemplo, como Job: El Seor me lo dio todo, el Seor me lo ha quitado;

    bendito sea su santo Nombre.

    CT 11,2,17 Qu medios se nos dan, y son ms eficaces para ayudarnos a tener el espritude fe, y a conducirnos por l?Siete principales: elprimeroes tener profundo respeto a la Sagrada Escritura; elsegundo, animar todas las obras con sentimientos de fe; el tercero, no atenderen todo ms que a las rdenes y a la voluntad de Dios; el cuarto, observar granrecato de los sentidos; el quinto, vigilar mucho sobre s mismo para no obrar,en cuanto sea posible, por impulso natural, por costumbre o por algn motivohumano; el sexto, atender, cuanto se pueda, a la santa presencia de Dios, yrenovarla de cuando en cuando; el sptimo, alejar de la mente todos los

    pensamientos vanos que pudieran distraerla de sus aplicaciones.

    CT 11,2,18 Cul es el primer medio que se nos da para ayudarnos a adquirir el espritude fe, y a conducirnos por l?Tener profundo respeto a la Sagrada Escritura.

    CT 11,2,19 En qu seales puede conocer uno que tiene profundo respeto a la SagradaEscritura?En las siguientes: l.o, cuando la lleva siempre consigo; 2.o, cuando lee todos los

    148 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 11,2,9 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 22

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    das algo en ella por sentimiento de fe, y cumple estos dos deberes nicamentepor respeto a las divinas palabras que contiene, y por espritu de regularidad.

    CT 11,2,20 Cul es el segundo medio que se nos da para ayudarnos a adquirir el espritude fe y a conducirnos por l?Animar toda nuestras obras con sentimientos de fe.

    CT 11,2,21 Cmo podemos animar todas nuestras obras con sentimientos de fe?Ejecutndolas todas por algn motivo de fe; trayendo, por ejemplo, al

    pensamiento algn pasaje de la Sagrada Escritura que nos ayude y excite ahacer bien la obra que ejecutamos; as, al comer, se puede recordar este texto desan Pablo, 1 Cor 10, 31: Ora comis, ora bebis, hacedlo todo a la gloria deDios, o este otro: No consiste el reino de Dios en el comer ni en el beber,sino en revestirse de Nuestro Seor Jesucristo.

    CT 11,2,22 Cul es el tercer medio que se nos da para ayudarnos a tener el espritu de fe,y a conducirnos por l?No atender, en todo, ms que a las rdenes y a la voluntad de Dios.

    CT 11,2,23 Qu debe hacerse para no atender en todo ms que a las rdenes y a lavoluntad de Dios?Hay que hacer tres cosas: 1. areconocer y adorar en todo las rdenes y voluntadde Dios; 2.aconducirse y regularse en todo conforme a las rdenes y voluntadde Dios; 3.a no ejecutar las obras sino con el fin de cumplir las rdenes yvoluntad de Dios.

    CT 11,2,24 Qu es reconocer en todo las rdenes y voluntad de Dios?Estar bien persuadido y penetrado de que no hay nada en que la voluntad deDios no se cumpla.

    CT 11,2,25 Qu es adorar a Dios, o sus rdenes y voluntad, en todas las cosas?Adorarlo en todo lo que existe, y en todos los acontecimientos de esta vida,

    particularmente en los que nos suceden a nosotros mismos, por quererlo opermitirlo Dios por el amor que nos tiene y para nuestro mayor bien. Unhombre, por ejemplo, me da una bofetada: adoro en esto a Dios, sus rdenes ysu voluntad, por haber permitido Dios, y aun querido, respecto de m, que esehombre me tratase de esa manera.

    CT 11,2,26 Qu es conducirse y regularse en todo por las rdenes y voluntad de Dios?Tomar las rdenes y la voluntad de Dios como regla de toda nuestra conducta.

    CT 11,2,27 Qu seal puede dar uno de que se toma la voluntad de Dios como regla detoda la conducta, cuando se vive sometido a una Regla y bajo la dependenciade un Superior?Obrando slo por sumisin a la Regla y por obediencia al Superior, con laintencin de obedecer a Dios y cumplir su santa voluntad.

    CT 11,2,28 Cuando uno obra slo por sumisin a la Regla, puede estar seguro de queobra y se regula en todo conforme a las rdenes y a la voluntad de Dios?S; porque no puede haber mayor seguridad de hacer la voluntad de Dios quecumpliendo los deberes del propio estado; y esto se hace seguramenteobservando la Regla.

    CT 11,2,29 Puede tambin estar uno seguro de que al obedecer al Superior cumple la

    voluntad de Dios?

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 149

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 23 CT 11,2,28

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    S; porque dice Jesucristo en el Evangelio, hablando de los Superiores: Quiena vosotros oye a m me oye. Y san Pablo, en la Epstola a los Hebreos, cap.13, v. 17: Obedeced a vuestros Superiores, porque ellos velan, como que hande dar cuenta de vuestras almas.

    CT 11,2,30 Qu es ejecutar todas las obras con la intencin de cumplir las rdenes yvoluntad de Dios?

    No hacer nada sino porque est uno persuadido de que Dios quiere que lohagamos. No comer, por ejemplo, no dormir, no recrearse, sino por sumisin ala voluntad de Dios, y porque se cree que l lo quiere; de este modo sesantifican aun las acciones ms bajas y naturales, ejecutndolas slo poragradar a Dios, y porque su santa voluntad es que se hagan. Se debe procurartener esta mira general en todas las acciones, a fin de que se rijan por norma tan

    justa y recta, que no pueda en manera alguna mudarse ni alterarse.

    CT 11,2,31 Cul es el cuarto medio que se nos da para ayudarnos a tener el espritu defe, y a conducirnos por l?Observar gran recato de los sentidos, no usando de ellos sino por necesidad, niqueriendo servirse de los mismos sino conforme a las rdenes y voluntad deDios.

    CT 11,2,32 Qu debe hacerse para no usar de los sentidos sino por necesidad?

    No usar de ellos sino en cuanto sea necesario para cumplir aquello a que se estobligado.

    CT 11,2,33 Qu debe hacerse para servirse de los sentidos slo conforme a las rdenes yvoluntad de Dios?

    No servirse de ellos sino porque se cree que tal es la voluntad de Dios; de modoque si no se creyera, por ejemplo, ser voluntad de Dios que se mirase una cosa,no se la mirara; por eso, no se ha de querer mirar nada sino por necesidad,

    puesto que Dios no nos ha dado los sentidos sino para servirnos de ellos cuandoes necesario, y no para deleitarnos con el uso que de ellos hacemos: de modoque cuando empleamos los sentidos buscando algn placer, nos apartamos de lavoluntad de Dios.

    CT 11,2,34 Cul es el quinto medio de que debemos servirnos para tener el espritu de fey conducirnos slo por l?Aplicarnos a vigilar constantemente sobre nosotros mismos para no ejecutar, sifuere posible, un solo acto por impulso natural, por costumbre o por algnmotivo humano.

    CT 11,2,35 Qu es ejecutar un acto por impulso natural?Ejecutarlo como los irracionales, siguiendo la inclinacin natural. Por ejemplo,si, sintindome inclinado a comer o a dormir, lo hago movido slo de minatural inclinacin.

    CT 11,2,36 Qu es obrar por costumbre?Obrar sin ningn motivo justificado, slo por tener costumbre de hacerlo. Porejemplo, me levanto a tal hora, rezo, oigo la santa Misa, tomo agua bendita, orealizo cualquier otra buena accin, sin pensar en ello, y slo porqueacostumbro hacerlo.

    CT 11,2,37 Qu es obrar por algn motivo humano?

    150 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 11,2,29 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 24

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    Ejecutar una accin por algn motivo de esperanza o temor humano. Porejemplo, practico una buena obra porque alguien me observa, o porque temodesagradar a alguno, o espero de l alguna recompensa.

    CT 11,2,38 Qu medio podr servirnos para no obrar por impulso natural, por costumbreni por ningn motivo humano?Entrar de vez en cuando en nosotros mismos para examinar el motivo de

    nuestras obras y para determinarnos por alguno que sea apropiado.CT 11,2,39 Cul es el sexto medio que puede servirnos para tener el espritu de fe, y para

    conducirnos por l?Atender lo ms posible a la santa presencia de Dios y renovarla de cuando encuando.

    CT 11,2,40 Cmo puede ayudarnos la atencin a la presencia de Dios a conducirnos porespritu de fe?Hacindonos obrar, primero, por reverencia a Dios; segundo, con modestia yrecogimiento, a causa de la presencia de Dios; tercero, alejndonos del pecado,sea cual fuere, como de cosa que desagrada a Dios y ofende a los ojos de sudivina Majestad.

    CT 11,2,41 Cul es el sptimo medio de que debemos servirnos para tener el espritu defe?Alejar de la mente todas las ideas y pensamientos vanos que pudieran distraerlade las sobredichas aplicaciones, las cuales son tan importantes, que sin ellas nose puede tener ni conservar el espritu de nuestro Instituto, que es el espritu defe; y, como este espritu es el espritu cristiano y el de nuestro estado, nadadebemos omitir para apartar todos los obstculos que pudieran impedirnos

    poseer este espritu con la perfeccin que Dios exige de nosotros.Pasajes sacados de la Sagrada Escritura

    Pasajes sacados de la Sagrada Escritura que pueden ayudara los Hermanos a realizar sus acciones por espritu de fe

    CT 12 Pasajes sacados de la Sagrada Escritura que pueden ayudar a los

    Hermanos a realizar sus acciones por espritu de fe.CT 12,1 Para levantarse por espritu de fe, se debe pensar en estas palabras de san Pablo:

    CT 12,1,1 Despierta, t que duermes, y te alumbrar Cristo [Ef 5, 14].

    CT 12,1,2 O en stas de los Hechos: Levntate presto (Hch 12, 7).

    CT 12,2 Al ponerse la sotana:Revestos de Nuestro Seor Jesucristo [Ro 13, 14].Revestos de Nuestro Seor Jesucristo; revestos como santos y amados deDios [Col 3, 12].

    CT 12,3 Al asearse:Dad de mano a toda inmundicia y a los pecados (Sant 1, [21]).Crea en m, oh Dios, un corazn puro, y no retires de m tu Santo Espritu(Sal 50, [12-13]).

    CT 12,4 Al hacer la oracin vocal:

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 151

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 25 CT 12,3

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    Este pueblo me honra con los labios, pero su corazn lejos est de m [Mt 15,8].Bendecir al Seor en todo tiempo: su alabanza estar siempre en mi boca(Sal 33, [2]).

    CT 12,5 Al hacer oracin mental:Dios es espritu, y quiere que los que lo adoran lo adoren en espritu y verdad

    (San Juan, 4, 24).Cuando hubieres de orar, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora ensecreto a tu Padre [Mt 6, 6].

    CT 12,6 Al entrar en la iglesia o en el oratorio:Mi casa es casa de oracin (Lc 19, 46).Cun terrible es este lugar! Verdaderamente esta es la casa de Dios y la

    puerta del cielo (Gn [28, 17]).

    CT 12,7 Durante el desayuno o las comidas:El reino de Dios no consiste en el comer, ni en el beber; sino en la justicia y enel gozo del Espritu Santo [Rom 14, 17].Ora bebis, ora comis, hacedlo todo a gloria de Dios (I Co 10, 31).

    CT 12,8 Para el examen particular:Repasar, oh Dios mo, delante de ti, con amargura de mi alma, todos los aosde mi vida.Qu ser de m cuando Dios venga a juzgar mi vida?, dice Job [31, 14].

    CT 12,9 Para la acusacin de las faltas:Quien encubre sus pecados nada consigue; mas el que los confesare alcanzarmisericordia [Prov 28, 13].Nada hay oculto que no venga a ser descubierto [Lc 8, 17].

    CT 12,10 Despus de la acusacin:Felices aquellos a quienes se han perdonado sus iniquidades, dice David (Sal31, 1).Bien ves cmo has quedado curado; vete y no peques ms [Jn 5, 14].

    CT 12,11 Cuando se come:No de slo pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de

    Dios [Mt 4, 4].CT 12,12 Cuando se est a la mesa:

    Ante todo, no te dejes llevar de la intemperancia en la comida. Por laglotonera han muerto muchos [Eclo 37, 32, 34].

    CT 12,13 Para la recreacin:De cualquiera palabra ociosa que hablaren los hombres han de dar cuenta en elda del juicio [Mt 12, 36].Si hablis, sea vuestra palabra conveniente para la edificacin [Ef 4, 29].

    Cuando se siente uno inclinado a rerse:El necio, cuando re, lo hace a carcajadas, mas el hombre sensato apenas sesonre [Eclo 21, 20].Ay de vosotros, los que ahora res!, porque os lamentaris y lloraris [Lc 6,25].

    152 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 12,4 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 26

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    CT 12,14 Cuando se anda por la casa:No andes derramando tu vista por las calles de la ciudad [Eclo 9, 7].La muerte ha entrado por nuestras ventanas [Jer 9, 20].Por mis ojos se ha perdido mi alma.

    CT 12,15 Cuando nos injurian:Todos los que quieran vivir virtuosamente segn Jesucristo, han de padecer

    persecucin [2Tim 3, 12].Dejadlos: ellos son unos ciegos [Mt 15, 14].En el mundo tendris tribulacin; pero tened confianza: yo he vencido almundo [Jn 16, 33].

    CT 12,16 Cuando se padece:Las aflicciones tan breves y tan ligeras que sufrimos nos consiguen el pesoeterno de una incomparable gloria.Bienaventurado el que sufre: porque, despus que fuere as probado, recibirla corona de vida, que Dios ha preparado para los que lo aman.

    CT 12,17 Al dar clase:Vela sobre ti mismo, y atiende a la enseanza; persevera en estas cosas,

    porque haciendo esto, te salvars a ti y tambin a los dems [1Tim 4, 16].Instruid a todas las naciones, ensendolas a observar todas las cosas que yo

    os he mandado, Jesucristo [Mt 28, 19-20].CT 12,18 Al corregir a alguno:

    El que ama a su hijo con muchas veras lo corrige [Prov 13, 24].Lo azotars y librars su alma del infierno.Con la misma medida con que midiereis, seris medidos vosotros [Mt 7, 2].

    CT 12,19 Cuando se escribe o se ensea a escribir:T, Seor, escribes contra m amargas penas (Job 13, [26]).Escribe: Bienaventurados los muertos que mueren en el Seor [Ap 14, 13].

    CT 12,20 Al explicar el Catecismo:Feliz el hombre que se ejercita en la sabidura [Eclo 14, 22].Ama la instruccin, y adquirirs una sabidura que durar hasta el fin de tuvida.

    Admirables son tus dictmenes, Seor: por eso los ha observado exactamentemi alma [Sal 118, 129].Los necios morirn en su falta de juicio [Prov 10, 21].Vale ms la sabidura que todas las joyas preciosas, y nada de cuanto puedeapetecerse es comparable con ella [Prov 8, 11].

    CT 12,21 Para la lectura espiritual:Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la guardan [Lc 11,28].El que me ama, guardar mi palabra, y mi Padre lo amar, y vendremos a l, yharemos morada en l [Jn 14, 23].Entiendes lo que vas leyendo? [Hch 8, 30].

    CT 12,22 Para la advertencia de defectos:El varn cuerdo y bien enseado no murmurar de que sea advertido y

    castigado.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 153

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 27 CT 12,22

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    Al hombre de dura cerviz, que desprecia al que lo corrige, lo sorprender derepente su total ruina; y no tendr remedio [Prov 29, 1].

    CT 12,23 Cuando uno fuere reprendido:Quien ama la reprensin crecer en sabidura [Prov 12, 1].Acepta gustoso todo cuanto Dios te enviare, y s paciente en los tiempos dehumillacin (El Sabio) [Eclo 2, 4].

    CT 12,24 Cuando uno se siente inclinado a replicar:Enmudec, y no abr mi boca para decir la mnima palabra, porque todo lohacas t [Sal 39, 10].Fue llevado como cordero que permanece mudo delante del que lo trasquila(Is 53, 7).

    CT 12,25 Cuando se habla al Superior:Obedeced a vuestros pastores, y estadles sumisos, ya que ellos velan, comoque han de dar cuenta a Dios de vuestras almas; para que lo hagan con alegra,y no lamentndose, cosa que no os sera provechosa [Hb 13, 17].En medio de los hermanos el que los gobierna est en honor (Eclo 10, 24).Hijo mo, no hagas cosa alguna sin consejo, y no tendrs que arrepentirtedespus de hecha, dice el Sabio [Eclo 32, 24].

    CT 12,26 Cuando el Superior nos habla:Escuchar lo que dice mi Dios, por boca de mi Superior [Sal 84, 9].Habla, oh Seor, que tu siervo os escucha (1Sam 3, 9).

    CT 12,27 Para las acciones menos habituales.Para la confesin:No tengas vergenza de confesar tus pecados [Eclo 4, 31].Confesad, pues, vuestros pecados uno a otro, para que seis salvos, Santiago[5, 16].

    CT 12,28 Al recibir la absolucin:Bien ves cmo has quedado curado: no peques, pues, en adelante, para que note suceda alguna cosa peor [Jn 5, 14].Dichoso el hombre a quien el Seor no imputa pecado, David [Sal 31, 2].

    CT 12,29 Cuando se nos impone una penitencia:

    Pequ y verdaderamente ofend a Dios, y no fui castigado segn mereca, Job[33, 27].Os lo aseguro: si no hiciereis penitencia, todos pereceris [Lc 13, 5].

    CT 12,30 Para la sagrada Comunin:Como anhela la cierva la fuente de las aguas, as te anhela mi alma [Sal 41,2].El que me come, vivir por m [Jn 6, 58].Gustad y ved cun suave es el Seor [Sal 33, 9].

    CT 12,31 Para la accin de gracias:Cmo podr pagar al Seor por todo el bien que me ha hecho? [Sal 115,12].Engrandece mi alma al Seor, y mi espritu se alegra en Dios, mi salvador[Lc 1, 46-47].

    Ahora, Seor, puedes dejar a tu siervo morir en paz [Lc 2, 29].

    154 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 12,23 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 28

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    En todo dad gracias a Dios, quedaos con lo bueno [I Tes 5, 18, 21].

    CT 12,32 Cuando uno se siente tentado de impaciencia:Mediante la paciencia salvaris vuestras almas [Lc 21, 19].Os es necesaria la paciencia, para que haciendo la voluntad de Dios, podisgozar de sus promesas [Hb 10, 36].

    Medios para llegar a ser hombres interiores

    Medios de que pueden valerse los Hermanospara llegar a ser hombres interiores

    CT 13 Medios de que pueden valerse los Hermanos para llegar a ser hombresinteriores.

    CT 13,1 Primer medio:Privaciones.Primer medio: Privaciones

    CT 13,1,1 Primera privacin:1.oDe los ms leves pecados; 2.oDe las menores cosas que desagradan a Dios.

    CT 13,1,2 Segunda privacin:

    1.o

    De los placeres de los sentidos; 2.o

    De lo que apetece la naturaleza.CT 13,1,3 Tercera privacin:

    1.oDe las conversaciones humanas; 2.oDe las palabras intiles.

    CT 13,1,4 Cuarta privacin:1.o De las satisfacciones del espritu; 2.o De los consuelos sensibles en losejercicios espirituales.

    CT 13,1,5 Quinta privacin:Renuncias:1.o A la propia voluntad; 2.oAl juicio propio.

    CT 13,2 Segundo medio:Fidelidad.Segundomedio: Fidelidad1.o A las Reglas; 2.o A las menores prcticas de comunidad; 3.o A laobediencia; 4.oA las inspiraciones y movimientos interiores; 5.oA la aperturade conciencia al propio Superior o Director.

    CT 13,3 Tercer medio:Aplicacin.Tercer medio: Aplicacin1.oA la presencia de Dios; 2.oA obrar en todo con miras de fe; 3.oA la oracinmental, durante los tiempos prescritos a lo largo del da; 4.oA hacer frecuentesoraciones jaculatorias; 5.o A entrar a menudo en s mismo, para recogerse einspirarse en algunas miras de fe.

    CT 13,4 Medios que facilitan esta aplicacin:Medios que facilitan esta aplicacin:

    Primero, la modestia; segundo, la mesura; tercero, la moderacin exterior;cuarto, el recogimiento interior; quinto, el retiro exterior; sexto, el retirointerior.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 155

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 29 CT 13,4

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    CT 13,5 Reflexiones que pueden hacer los Hermanos sobre los medios de llegar aser hombres interiores:Reflexiones sobrelos medios deser hombres interiores

    CT 13,5,1 1. Debemos evitar los pecados veniales, por ms leves que parezcan, porquepueden privar de muchas gracias.

    CT 13,5,2 2. Porque quitan al alma una parte de las luces interiores que le dan a conocerlo que ha de practicar para adelantar en la perfeccin.

    CT 13,5,3 3. Porque abaten el vigor del alma, y le quitan la fuerza interior que le hacapracticar con facilidad el bien, especialmente el bien contrario al pecadocometido.

    CT 13,6 No debemos hacer la menor cosa que desagrade a Di os, por poco voluntar iaque sea:Nohacer lamenor cosaquedesagradeaDios

    CT 13,6,1 1. Aun cuando, por una imperfeccin, no se privara uno ms que de una graciade Dios, no sera esto gran prdida?

    CT 13,6,2 2. El alma del todo entregada a Dios debe vivir y estar animada del Espritu deDios; pues bien, tanto impide una imperfeccin la infusin del Espritu de Dios,como una piedrecita el paso del agua de un cao a un canal.

    CT 13,6,3 3. Poco se necesita para contristar a Dios que habita en el alma que es o quiere

    ser suya. Heriste mi corazn, dice el Esposo en el Cantar, con uno de tuscabellos; como si dijera que un cabello desaliado basta para ofender los ojosdel Esposo y disminuir su amor.

    CT 13,6,4 4. El fin de Nuestro Seor en sus padecimientos y en su muerte fue nosolamente sacar del pecado, sino alejar de toda imperfeccin a las almas quequiere enteramente por suyas: Sed perfectos, dice, as como vuestro Padrecelestial es perfecto.

    CT 13,6,5 5. Jesucristo, dice san Pablo, se preocup de adornar y dar gloria a su Iglesia,lo cual puede entenderse igualmente del alma fiel, purificndola de mancha yarruga; por las arrugas puede entenderse las imperfecciones.Privarnos delos placeres delos sentidos

    CT 13,7 Debemos pr ivar nos de los placeres de los sentidos:

    CT 13,7,1 1. Porque no tenemos los sentidos sino para servirnos de ellos por necesidad, yno para deleitarnos.

    CT 13,7,2 2. Porque el amor a los placeres de los sentidos nos asemeja a las bestias.

    CT 13,7,3 3. Porque el hombre animal, esto es, el que busca los placeres de lossentidos, no puede comprender ni gustar las cosas de Dios.Privarnos deloqueapetecelanaturaleza

    CT 13,8 Debemos pr ivar nos de lo que apetece la naturaleza:

    CT 13,8,1 l. Porque la naturaleza destruye la gracia; y as, por poco que se busque lo queapetece la naturaleza, se debilita la gracia.

    CT 13,8,2 2. Porque, segn san Pablo, no se puede vivir conforme al Espritu, sino encuanto se mortifiquen las inclinaciones de la naturaleza.

    CT 13,8,3 3. Porque, siendo discpulos de Jesucristo, debemos seguir sus pisadas. Pues

    bien, l se priv de todas las apetencias de la naturaleza y de las comodidades

    156 JUAN BAUTISTA DE LA SALLE OBRAS COMPLETAS - I

    CT 13,5 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 30

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    de la vida, para darnos ejemplo.Privarnos delas conversaciones humanas

    CT 13,9 Debemos pr ivar nos de las conversaciones humanas:

    CT 13,9,1 1. Porque, segn el autor de la Imitacin, se sale y se vuelve de ellas menoshombre.

    CT 13,9,2 2. Porque esa clase de conversaciones vacan el alma del Espritu de Dios y detodo buen sentimiento.

    CT 13,9,3 3. Porque la conversacin de los cristianos, y con mayor razn la de losreligiosos, debe ser como de ciudadanos del cielo, segn expresin de sanPablo; y si alguien habla, dice san Pedro, sean sus palabras conversacinsobre Dios.Evitar las palabras intiles

    CT 13,10 Debemos evitar las palabras inti les:

    CT 13,10,1 l. Porque, como dice Jesucristo en el Evangelio, daremos cuenta en el da deljuicio de todas nuestras palabras intiles.

    CT 13,10,2 2. Porque el tiempo que se gasta en palabras intiles es por lo menos tiempoperdido; sin embargo, debemos tenerlo en gran aprecio, pues slo se nos dapara ganar el cielo.

    CT 13,10,3 3. Porque el cristiano, y mucho ms el religioso, profana su corazn y suslabios cuando profiere palabras ociosas; y si hemos de creer a san Bernardo, en

    boca de un religioso son blasfemias.Privarnos delas satisfacciones del espritu

    CT 13,11 Debemos privarnos de las satisfacciones del espritu :

    CT 13,11,1 l. Porque las satisfacciones del espritu alimentan el espritu propio, de modoque no puede entrar en el alma el Espritu de Dios; y, sin embargo, segn sanPablo, el que no vive del Espritu de Jesucristo, este tal no es de l.

    CT 13,11,2 2. Las satisfacciones del espritu impiden la uncin y mocin del Espritu deDios en el alma; y es preciso, no obstante, segn san Pablo, que habiendo devivir del Espritu de Dios, andemos y nos dejemos guiar tambin por el mismoEspritu.

    CT 13,11,3 3. Las satisfacciones del espritu secan el espritu, y quitan al alma la uncin yel Espritu de Dios que habita en ella.Amar laprivacindelos consuelos sensibles

    CT 13,12 Debemos amar la privacin de los consuelos sensibles en los ejerciciosespirituales:

    CT 13,12,1 1. Porque esos consuelos los da Dios slo como ayuda en nuestra debilidad, ypuede privarnos de ellos cuando le plazca, que bien sabr l sostenernos porotros medios.

    CT 13,12,2 2. Porque tales consuelos no nos llevan a Dios con seguridad; slo la fe nosconduce a l, sin temor de engaarnos.

    CT 13,12,3 3. Porque, cuando nos aficionamos a los consuelos sensibles, no es a Dios aquien buscamos, sino nuestra propia satisfaccin.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 157

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 31 CT 13,12,3

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    CT 13,13 Debemos renunciar a la propia voluntad:Renunciar alapropiavoluntad

    CT 13,13,1 1. Porque Jesucristo, desde el instante de su concepcin, renunci a la suya,aunque santsima e incapaz de desorden; por lo cual dijo: No he venido parahacer mi voluntad.

    CT 13,13,2 2. Porque nuestra voluntad es origen de todos nuestros pecados, y, porconsiguiente, aparta nuestro corazn de su natural movimiento, que es tender a

    Dios.CT 13,13,3 3. Porque slo ella atrae sobre nosotros la clera y venganza de Dios, y por eso

    dice san Bernardo: Quitad la propia voluntad, y ya no habr infierno. Ella es,pues, la que pone obstculo a las operaciones de Dios en nosotros.Renunciar al juiciopropio

    CT 13,14 Debemos renunciar al ju icio propio:

    CT 13,14,1 1. Porque nuestro juicio se ha pervertido de tal modo por el pecado original,que ya no juzga sanamente de la mayor parte de las cosas; y por eso debemosllenarlo de miras de fe respecto a las cosas que nos conducen a Dios.

    CT 13,14,2 2. Porque no pudiendo ya juzgar de las cosas sino de manera humana, nuestrojuicio no puede inspirarnos ms que sentimientos humanos; por eso es menesterque Dios sea quien nos inspire los sentimientos que hemos de tener tocante a l

    y a lo que a l se refiere.CT 13,14,3 3. Porque la sabidura de Dios, que es el espritu interior, est encubierta a

    los hombres, segn san Pablo, y, por tanto, siendo desconocida de su juicio,no pueden servirse de l para conseguirla.Fidelidadalas Reglas

    CT 13,15 F idelidad a las Reglas:

    CT 13,15,1 1. Porque son el primer medio de santificacin en una Comunidad.

    CT 13,15,2 2. Porque no se reciben las gracias de Dios en una Comunidad sino enproporcin de la fidelidad con que se observan sus Reglas.

    CT 13,15,3 3. Porque se adelanta ms en la perfeccin por la fidelidad a la observancia delas Reglas que por cualquier otro medio.Fidelidadalas prcticas deComunidad

    CT 13,16 F idel idad a las prcti cas de Comunidad:CT 13,16,1 l. Porque la causa de no observarlas es el poco aprecio en que se tienen; y, no

    obstante, son de mucha consideracin a los ojos de Dios.

    CT 13,16,2 2. Porque, segn la Escritura, el que menosprecia las cosas pequeas, caerpoco a poco. El mismo Evangelio nos ensea que la recompensa del cielo serdada por la fidelidad en practicar cosas que en s parecan pequeas, como elhaber dado de comer a los pobres: Porque fuiste fiel en lo poco, te pondrsobre lo mucho, dice Jesucristo, bajo el nombre del Padre de familia.Fidelidadalaobediencia

    CT 13,17 F idelidad a la obediencia:

    CT 13,17,1 l. Porque es la virtud de estado en una Comunidad.

    CT 13,17,2 2. Porque atraemos ms gracias sobre nosotros con la obediencia que con

    cualquiera otra virtud.

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    CT 13,13 4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 32

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    CT 13,17,3 3. Porque el adelantamiento en la perfeccin est en proporcin al empeo quese pone en destruir el amor propio, y para llegar a esta total destruccin esmedio seguro la perfecta obediencia.Fidelidadalas inspiraciones

    CT 13,18 F idelidad a las inspiraciones y a los movimientos interi ores:

    CT 13,18,1 1. Porque ordinariamente son luces que Dios difunde en el alma, para

    iluminarla tocante a lo que ha de hacer en orden a su bien particular.CT 13,18,2 2. Porque, cuando somos infieles a las inspiraciones, Dios cesa de drnoslas,

    vindolas intiles.

    CT 13,18,3 3. Porque el no ser fiel a las inspiraciones es lo que llama san Pablo apagar ens el Espritu Santo; y hasta puede decirse que es resistir al Espritu Santo,lo que es inferirle gran injuria.AplicacinalasantapresenciadeDios

    CT 13,19 Apl icacin a la santa presencia de Dios:

    CT 13,19,1 1. Porque es medio para alejar del espritu todos los pensamientos malos ointiles, o impedir que dejen en l alguna impresin.

    CT 13,19,2 2. Porque es alma y sostn de la vida interior.

    CT 13,19,3 3. Porque los ejercicios espirituales tienen muy poco vigor, si no los anima lapresencia de Dios.Aplicacinaobrar conmiras defe

    CT 13,20 Apl icacin a obrar con mir as de fe:

    CT 13,20,1 1. Porque as se convierten en cristianas, obras que de suyo tendran pocovalor.

    CT 13,20,2 2. Porque este es el principal medio de santificarlas.

    CT 13,20,3 3. Porque as se participa de las santas disposiciones que Nuestro Seor tuvo alejecutar las suyas.Aplicacinalaoracinmental

    CT 13,21 Apli cacin a la oracin mental:

    CT 13,21,1 1. Porque, siendo ella el primer ejercicio de la vida interior, es el primer medio

    para hacerse hombre interior.CT 13,21,2 2. Porque, segn san Crisstomo, es el ejercicio de los ngeles, y los que a ella

    se aplican tienen vida semejante a la suya.

    CT 13,21,3 3. Porque, siendo la oracin una conversacin con Dios, produce en el almaeste efecto: que ella consigue no ocuparse sino en lo que se refiere al serviciode Dios.Aplicacinahacer oraciones jaculatorias

    CT 13,22 Apl icacin a hacer oraciones jacul atori as, y a entr ar a menudo en smismo:

    CT 13,22,1 1. Porque las jaculatorias apartan el espritu que an no se ha dado totalmente aDios, de la aplicacin a las cosas sensibles y exteriores, para ocuparlo en lasespirituales e interiores.

    CT 13,22,2 2. Porque sirven para disipar y disipan los pensamientos intiles, que trae alespritu la comunicacin con el mundo exterior, por rara que sea.

    OBRAS COMPLETAS - I JUAN BAUTISTA DE LA SALLE 159

    4 - COLECCIN DE VARIOS TRATADITOS - 33 CT 13,22,2