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Paso a paso se van cubriendolas etapas previsias para lacons/rucclón de la nueva líneade alla ve%cidad Madrid-Krazalorlas-Alcolea-Sevilla, dela que /os lectores de VIAG/BRF, han tenido ya ampliainformación en númerosanteriorns. Pero elacontecimiento es lanIrascendental para el futuro delferrocarril español, que merecela pena seguir minuciosamentelodas las elapas de esta obraexcepciona/ que permiliráreducir noloriamente lostiem/x^s de viaje entre Madrid yAnda/ucía. El pasado /9 dejulia, el (.'onsejo de Ministrosaprobó la adjudicación de lasohras del nuevo acceso en eltramo correspondiente aRrazalortas-Alcolea por unimporte de 36.270 millones depeselas. Esta adjudicación es unpaso más para el desarrollo delPlan de Transporte Ferroviario(PTF), aprohado e/ 30 de abrilr/e /987, cuya inversióntolal ascenderá a7.5.000 millones de pesetas.Dentro de pocos días, losconlratislas iniciarán unaintensa actividad en unastierras que hasta ahora sólollenahan el hqlido de las ovejas,las partidas de caza y algúnhuscador de minerales en lasviejas escombreras de las minasya agoladas. Anles de que estapaz bucólica sea perturbadapor lo.s homhres y las máquinasque se emplearán en laconstrucción del ferrocarril,Mano% Maristany ha hecho unrecorrido por eslos caminos quepronto seRuirá el tren.

DE ALCOLEAA BRAZATORTAS

Texto y fotos:MANOLO MARISTANY

D ESDE Alcolea de Córdo-ba, a orillas del Guadal-quivir, las primeras estri-

baciones de Sierra Morena nopresentan un aspecto demasia-do formidable, sino todo lo conirario. No son la sierra de Gua-darrama y, ni mucho menos, losPirineos. No obstante, desdetiempos inmemoriales los viaje-ros e invasores que se han di-rigido hacia el inlerior de la Pe-nínsula desde el Sur han prefe-rido seguir el curso del Guadal-

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EI histórico puente deAlcolea sobre el

Guad.^lquivir, escenario de labatalla del mismo nombre.

quivir, que les ofrecía un cami-no Ilano y despejado, e inclusonavegable para barcos de pe-queño calado. Hacia el final delmismo giraban a mano izquier-da y ahí se encontraban, comodispuesto por la Providencia, eltajo de Despeñaperros abiertoen la serranía, verdadera puer-ta natural de Castilla. Es unaruta lógica, una rampa conti-nuada que no obliga a subir nibajar ningún puerto de monta-ña. Las Navas de Tolosa y Bai-lén, dos batallas decisivas en lahistoria de España, se han libra-do precisamente al pie de esteportillo para asegurar su pose-sión y garantizar las comunica-ciones. Por este motivo, desde-ñando otras rutas alternativasmás directas, la carretera deAndalucía y el ferFOCarril eligie-ron Despeñaperros para tendersus trazados. En 1886, la Com-pañía del MZA inauguró la líneaMadrid-Sevilla haciendo pasarsus trenes por este tajo legen-dario.

En la actualidad, y tal comoha sido sobradamente comen-tado en las páginas de esta re-vista, Despeñaperros está satu-rado ferroviariamente hablando.Se ha convertido en un auténti-co cuello de botella que estran-gula el tráfico Norte-Sur y vice-

versa. La solución de duplicar lavía resulta prácticamente invia-ble por falta material de cspa-cio y por su altísimo costo ._a ca-rretera se ha adelantadc al fe-rrocarril, construyendo un ramalascendente prácticamente porencima del cauce del río Des-peñaperros. AI tren sólo le handejado la opción de construir unpaso elevado y continuo por en-cima de sus propias vías, locual, además de ser muy cos-toso y complicado, no favorece-ría en nada la estética del ferro-carril.

Por esta y otras razones, elPlan de Transporte Ferroviario,o PTF, ha optado por la soluciónde cortar por lo sano y construirun nuevo ferrocarril de alta ve-lociciad que cruce limpiamenteSierra Morena, entre Alcolea yBrazatortas, evitando Despeña-

perros y ahorrándose una vuel-ta de 90 kilómetros entre Sevillay Madrid. La técnica modernano conoce las limitaciones queantiguamente imponía el terre-no. Es como la espada que cor-ta el nudo gordiano, en estecaso Sierra Morena, aunque elproyecto de cruzarla por unferrocarril ya había sido es-

tud^ado en el siglo pasado.A nuevos tiempos, nuevas

soluciones radicales. RENFE hacogido el toro por los cuernos,como vulgarmente se dice, y haapostado por el tren «bala» paraganar la batalla a la carretera.La idea de que el tren podía me-dirse con la autopista ha tarda-do algunos años en abrirsepaso en la mentalidad de losferroviarios, pero al final se haim^puesto con rotundidad. Nosólo con la autopista, sino tam-bién con el avión. Después dela segunda guerra mundial, el es-pectacular desarrollo del cochey la aviación parecían augurarla desaparición del ferroca-rril como medio de transpor-te terrestre. Como en los tiem-pos bíblicos, la luz vino de Orien-te, nada menos que del lejanoImperio del Sol Naciente, en for-

ma de sus revolucionarios tre-nes-bala de la línea del Tokai-do, que corrían a más de 200 ki-lómetros por hora por un nuevotendido construido «ex profeso»para desarrollar estas velocida-des, hasta haría muy poco tiem-po inimaginables para el tren.La idea tardo algunos años enIlegar a la vieja Europa, pero hoy

se puede decir que ha arraigadocon firmeza, y el tren, renacidode sus cenizas, está plantandocara al coche y al avión y ba-tiéndolos en distancias mediasde 500 kilómetros o más. EIcontagio ha Ilegado también aRENFE, que a la hora de cons-truir un nuevo ferrocarril ha op-tado por la solución del ferro-carril de alta velocidad. Es la so-lución competitiva y la única queestá a la altura de los tiempos.La idea de que el tren tiene quecorrer a igual o mayor velocidadque los coches de la autopistaflota en el aire. Los niños con-temporáneos nacen proqrama-dos a velocidades de 200 o máskilómetros por hora. Para lasnuevas generaciones, correr a100 kilómetros por hora se lesantoja de una lentitud exaspe-rante, y difícilmente se les con-

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DE ALCOLEA A BRAZATORTAS

vencerá para que suban al trensi éste no puede recorrer 300kilómetros en menos de tres ho-ras, que es el tiempo que em-plean ellos en ir de Zaragoza aBarcelona por la autopista, porponer un ejemplo.

Para hacer frente a estas exi-gencias, el ferrocarril Alcolea-Brazatortas ha sido proyectadocon mentalidad de autopistaferroviaria: nuevo tendido y cur-vas de 2.300 metros de radiocomo mínimo. Para la técnicacontemporánea, esto no repre-senta ningún problema, y cons-truir un tendido ferroviario de104 kilómetros para salvar undesnivel de 600 metros en nú-meros redondos, con una cotamáxima de 800 metros, es prác-ticamente coser y cantar, altiempo que brinda una excelen-te ocasión de lucimiento a susingenieros proyectistas.

Alcolea, en la Historia

La nueva línea de alta veloci-dad arrancará de Alcolea deCórdoba, en la línea general Se-villa-Madrid. De ahí seguirá aAdamuz, Villanueva de Córdo-ba, Conquista, cruzará la sierrade La Garganta y en Brazator-tas empalmará con la línea Ma-drid-Badajoz. Alcolea es cono-cida de todos los escolares es-pañoles por haber sido el esce-nario de la batalla del Puente deAlcolea, librada entre las tropasisabelinas del general Pavía yLacy, marqués de Novaliches,que bajaban de Madrid para en-frentarse a las tropas subleva-das del general Serrano, duquede la Torre, que a la postre aca-bó derrotando a los realistas ypropició la Ilamada Revoluciónde Octubre de 1868 y la preci-pitada marcha de Isabelll aldestierro. De haber desarrolla-do mayor velocidad a la marchade su columna el general Serra-no, es muy posible que el en-cuentro y la batalla hubieran te-nido lugar, una vez más, al piede Despeñaperros. Pero los ha-dos dispusieron lo contrario, y larefriega se dirimió a orillas delGuadalquivir, disputándose laposesión de su puente romano,con lo cual Alcolea se ganó unpuesto en la Historia.

Letrero y estación de Alcoleade Córdoba.

La playa de vias de la estaciónde Alcolea.

Villafranca de Córdoba, en el valledel Guadalquivir, quedará a laderecha del nuevo ferrocarril.

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En la actualidad, la estaciónde Alcolea está cerrada al pú-blico, y su amplia playa de víasse utiliza para cruzarse los ex-presos y los trenes de mercan-cías. También paran un par otres de unidades de cercanías,que los viajeros cogen comoquien sube al autobús. Esta si-tuación de atonía cambiará ra-dicalmente el día que sea el ori-gen de la línea de alta veloci-dad o incluso antes, cuando seinicien las obras. Desde Alco-lea, el nuevo tendido iniciará lasubida a Adamuz, dejando amano derecha la línea actual y

Adamuz, importante hito del nuevo /errocarril de alta velocidad, está en lo alto de un cerro.

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los cuidados campos de giraso-les del valle del Guadalquivir. Amano derecha quedará tambiénVillafranca de Córdoba. EI obs-táculo más importante será zan-jado por un túnel de casi dos ki-lómetros y un viaducto de 420metros. Adamuz está en lo altode un cerro y goza de una her-mosa vista. Dentro de muy po-cos años, sus habitantes po-drán ir a la estación a ver pasarlos trenes. La longitud de esteprimer tramo Alcolea-Adamuzserá de 16 kilómetros en rampacontinua de 12 milésimas

EI siguiente tramo, Adamuz-Villanueva de Córdoba, cruza lacomarca conocida por Los Pe-droches. Desde Villanueva pa-rece terreno Ilano y despejado,pero esta impresión se desva-nece prestamente a bordo deun coche describiendo mil vuel-tas y subiendo y bajando incon-tables cuestas. Estos inconve-nientes impuestos por el terre-no, el nuevo ferrocarril los igno-rará olímpicamente. Si surgeuna colina más alta de lo con-veniente, la atraviesa por un tú-nel. Si se abre una depresióncon la que no se contaba, puesse tiende el oportuno viaducto yasunto concluido. Todo antesque desviarse de la línea recta.Ya no es como en los viejostiempos, en que los ingenierostenían que romperse la cabezapara ganar altura ciñéndose al

LosPedrochessugierenuna lalsasensación dellaneza.

EI cursodel rio

Matapuercases la ruta

natural depenetraciónhacia Sierra

Morena.

terreno o dando enormes ro-deos. La técnica moderna per-mite maravillas. Tampoco hayque preocuparse por las ram-pas y la potencia de las loco-motoras. La electricidad propor-ciona energía prácticamente ili-mitada y las locomotoras con-temporáneas ignoran las penasy fatigas de sus humeantes an-tecesoras. Para facilitarles unamarcha de 200 a 250 kilómetrospor hora en este tramo se cons-truirán ocho túneles, con unalongitud total de 6.495 metros ysiete viaductos, con una longi-tud de 2.355 metros. A bor-

do de un coche, y mareado contanta curva, él viajero tiene cier-ta dificultad en imaginarse el fu-turo tendido. Una ligera pista sela da el arroyo de Matapuercas.^Seguirá su curso? No me atre-vo a aventurarlo. Para los inge-nieros decimonónicos, los cur-sos de agua tenían una impor-tancia decisiva, eran el caminonatural. Pero un ferrocarril mo-derno se construye con un cri-terio completamente distinto. Seabre paso, sin contemplacio-nes, a través de los obstáculos,como Stanley a través de la jun-gla africana: a tiro limpio.

En Villanueva de Córdobahabrá una estación

Villanueva de Córdoba es lacapital de esta comarca y en laque se ha previsto construir unaestación. Precisamente el díaque Ilegué yo tuve la oportuni-dad de escuchar un programade radio donde se debatía laconveniencia de construir unpolideportivo, cuyo precio as-cenderá a 100 millones de pe-setas, si mal no recuerdo. A mu-chos vecinos les parece undespilfarro y un disparate. Susdefensores alegan que un poli-deportivo fijará a la juventud enel pueblo y así no tendrá queemigrar a áreas más animadas.Escuchando los dimes y diretesde los entrevistados no puedopor menos de sonreírme: espe-

rad un poco y tendréis trabajo,entretenimiento y diversión pararato. Hacia finales de los años60 y primeros de los 70 tuve laoportunidad de fotografiar laconstrucción de las autopistasde Cataluña y puedo asegurarque los pueblos por donde dis-currían adquirían un ritmo trepi-dante. No existen motivos parasuponer que el nuevo ferrocarrilAlcolea-Brazatortas sea unaexcepción a esta regla generaly estamos seguros que derra-mará prosperidad sobre estasimpática villa cordobesa, cuyaiglesia parroquial es un paradig-

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DE ALCOLEA A BRAZATORTAS

ma de buen gusto y excelentelabor de reconstrucción, al mis-mo tiempo que brinda al viajerosofocado por los rigores climá-ticos de estas latitudes un fres-co respiro en su tarea infor-mativa.

De Villanueva de Córdoba aConquista se extienden los 22kilómetros del tercer tramo delnuevo ferrocarril. Si el tendidosigue una alineación más o me-nos paralela a la de la carreteracomarcal, no creo que los inge-nieros tengan demasiados pro-blemas técnicos, pues la Lomade Enmedio, haciendo honor asu nombre, no es más que esto:una loma tendida y redondeadaentre ambos pueblos. Desde loalto -si es que se puede ha-blar de «alto»- se tiene la pri-mera revelación de la sierra deLa Garganta, una muralla degranito que se extiende sin so-lución de continuidad de Este aOeste, cerrando el horizonte sinatisbo de paso por parte algu-na. Se comprende de inmediatoque su simple visión haría ^de^sistir a los ingenieros del siglopasado de hacer pasar un trena través de ella y prefirieran darla vuelta por Despeñaperros. Esla culminación de Sierra More-na y el límite de Andalucía. AIotro lado empieza Castilla. En-tre manchas de encinares seentrevén los pardos tejados y lablanca espadaña de la iglesiade Conquista. EI paisaje se hatornado mucho más agreste ynada recuerda aquí la cuidadacampiña del valle del Guadal-quivir. Un solo túnel de 750 me-tros y tres pequeños viaductos,totalizando 292 metros, eviden-cian la escasa dificultad de estetramo.

Ni el mapa de carreteras Fi-restone ni el Michelín, que utili-zo normalmente, indicaban nin-gún camino que se adentraraen las fragosidades de la sierrade La Garganta, por lo que de-sistí de explorarlas a fondo y darun rodeo por Fuencaliente. Porotra parte, mi modesto utilitariono es el vehículo más indicadopara transitar por trochas mon-taraces. Pero una vez finalizadoel viaje, compré las cuadrículascorrespondientes a estas zonasdel mapa militar de España a

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Pueblo de Conquista, al pie de la sierra de La Garganta, el mayorobstáculo del nuevo /errocarril Alcolea-Brazatortas.

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Vista del pueblo de Conquista.

escala 1:400.000 y, con la sor-presa y frustración que uno sepuede imaginar, descubrí uncamino que se adentraba en lasierra hasta los caseríos de LaGarganta y EI Horcajo. Ignorocuál será el estado de su piso,pero ahora pienso que con unpoco de suerte, y a velocidadreducida, habría podido Ilegar aestos remotos enclaves serra-nos por cuyas cercanías pasa-rá el nuevo ferrocarril de altavelocidad.

Pero las sorpresas no acaba-ban aquí. La cuadrícula 3-5 deJaén revelaba también la exis-tencia del antiguo ferrocarril devía estrecha de Puertollano aPeñarroya y Fuente del Arco,que cruzaba el valle de Alcudiay subía hasta el mismo puertode Niefla. EI tendido ahoraabandonado es, de alguna ma-nera, el antecedente más remo-to del actual Alcolea-Brazator-tas.

En el límite de Andalucíay Castilla

EI cuarto y último tramo, Con-quista-Brazatortas, se extende-rá a lo largo de 37 kilómetros yserá, sin lugar a dudas, el másespectacular y pintoresco detrecorrido y en el que los inge-nieros habrán tenido que dar eldo de pecho. Un audaz conjun-to de cuatro túneles y tres via-ductos, totalizando 5.830 y1.410 metros, respectivamente,le permitirá cruzar limpiamentela divisoria de Sierra Morena yentrar en la provincia de CiudadReal. EI túnel XV, uno de losmás largos de la línea, atrave-sará por su base la sierra de LaGarganta. EI XVII alcanzará los800 metros de altura máxima dela línea y el XVIII franqueará laentrada a Brazatortas. EI tren dis-currirá por una zona agreste yselvática, de riscos de granito yolororosos pinares que han su-plantado a los tradicionales en-cinares y olivares andaluces. Esun cambio de decoración queconfirma al viajero que ha deja-do atrás la Tierra de María San-tísima y ha puesto el pie enCastilla. Amplios cortafuegosdividen las masas forestales.

Vertiente Nortede la sierra de La Garganta,vista desde el puerto de Niefla

Los ecologistas se lamentan delretroceso de la encina a costadel avance del pino. Pero los le-ñadores de la comarca aleganque éste les proporciona un be-neficio inmediato. En cualquiercaso, pinos y encinares, en dis-tinta proporción, coadyuvan areforzar la sensación de estaren pleno corazón de Sierra Mo-rena, a centenares de kilóme-tros del mundanal ruido. Meimagino que con un poco desuerte podría tener la oportuni-dad de admirar la rápida carre-ra de los venados cruzando algalope la pista forestal. O escu-char el lejano latido de las re-halas resonando en el monte.Pero ni una ni otra oportunidadse presentan y me tengo quecontentar con paladear el den-so sílencio de estas soledades.Hablando de la fauna de estazona selvática, debo prevenir alfuturo viajero del tren de alta ve-locidad que no confunda loscerdos de pata negra con au-ténticos jabalíes, como meocurrió a mí al despertarme deuna siesta al pie de una encina

;^E:'-::^^iCartel indicador del puerto de Valderrepisa,en plena serrania.

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Cartel indicador del puertode Niella.

Cortatuegos abiertoen los pinares de lasierra de La Garganta.

y encontrarme rodeado por unamanada de inquietantes suidosde negros pelajes, que resulta-ron ser domésticos cerdos. Detodas formas, rodando a 200 ki-lómetros por hora, los futurosviajeros no tendrán ocasión deadvertir estas diferencias.

A la salida del túnel XVII seasomarán a la dilatada planiciedel valle de Alcudia, regada porel río Tablillas, donde pacen to-ros, pacíficas vacas y corderostrashumantes a punto de iniciarla emigración a las altas tierrascastellanas. A los adictos a latelevisión es posible que le re-cuerde las praderas de la serie«Bonanza». Para que la ilusiónfuera completa sólo faltarían lassiluetas de un par de caballis-tas galopando entre la alta hier-ba. Los tres primeros túneles deeste tramo caerán más o me-nos bajo los puertos de Niefla(902 metros de altura) y Val-derrepisa (860), y uno de losviaductos cruzará las clarasaguas del río o arroyo Montoro.Por el puerto de Niefla pasa lacarretera comarcal de Brazator-

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DE ALCOLEA A BRAZATORTAS

EI valle de Alcudia, desde el puerto de Niefla, apreciándose el trazado abandonado del antiguo ferrocarrilde vía estrecha. Al fondo, la sierra de La Solana.

tas a Fuencaliente. Desde loalto del mismo se domina unahermosa vista sobre el valle deAlcudia antes citado y la lejanaelevación de la sierra de La So-lana, que limita este valle por elNorte. También se aprecian losrestos de la explanación del an-tiguo ferrocarril de vía estrecha.

EI nuevo ferrocarril de atta ve-locidad cruzará el valle de AI-cudia como una exhalación sinapenas dar tiempo a sus viaje-ros para admirar sus ricos pas-tos y el pausado vuelo de las ci-gŭeñas que esperamos gocendel máximo respeto por parte delos constructores del tendido,pues sería una pena que esteimpagable elemento decorativodesapareciera del paisajeserrano en aras del desarrollo.Las obras, evidentemente, cau-sarán una verdadera revolu-ción, pero bien Ilevadas puedenguardar intacto el patrimonioecológíco de Sierra Morena. EIdesarrollo no tiene por qué es-tar reñido con la Naturaleza. Nohace muchos días, la prensadaba la noticia de que la salida

del Gran Premio de Fórmula 1de Austria, en Salzburgring, ha-bía tenido que ser suspendidodurante una hora ipor la intem-pestiva presencia de un ciervoen la pista!

Finalmente, el nuevo ferro-carril alcanzará la muy modes-ta elevación de la sierra de LaSolana, que atravesará sin ma-yores problemas por un largotúnel, concretamente el XVIII, elúltimo del recorrido, situadoaproximadamente en la verticaldel puerto Pulido, de 850 metrosde altura, por donde discurre lacarretera de Brazatortas aFuencaliente. AI otro lado seabre la depresión del río Ojai-len, que riega las huertas deBrazatortas y cuyo curso sigueparcialmente el ferrocarril deMadrid a Badajoz. Final de tra-yecto.

Brazatortas

Brazatortas es una caracte-rística población cuasi-man-chega que no habrá cambiado

gran cosa desde los tiemposquijotescos y conserva intactasu paz secular. Casas y corra-les se agrupan respetuosamen-te en torno a la torre de su igle-sia, coronada por el simpático einevitable nido de cig ŭeñas. Lavida discurre pausadamente alo largo de la calle mayor. A la

vista de tanta paz no puedo me-nos de preguntarme si sus ha-bitantes pueden barruntar el hu-racán que se les va a venir en-cima dentro de muy pocos días.

La estación del ferrocarrilestá a unos dos kilómetros delpueblo, hacia la parte de abajo.Flores y enredadera que tre-

EI amplio valle de Alcudía es la antesala de Brazatortas.

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Brazatortas todavía conserva su paz cervantina. De momento.

pan por sus paredes, al mismotiempo que ponen de relieve lasensibilidad y el buen gusto deljefe de estación. Cavilo que de-ben de ser reminiscencias de laantigua cortesía cervantina que

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ha perdurado a lo largo de lossiglos para solaz de los viajeroscontemporáneos. En el momen-to que voy a franquear la puer-ta, ésta se abre y sale un indi-viduo ataviado deportivamente.

Son las 11,55 en la estación deBrazatortas, a 716 metros de alturasobre el nivel medio del mar, enAlicante, un dia de primeros dejunio de 1987.

-Usted, primero -ruego,haciéndome a un lado.

-De ninguna de las maneras-me responde al instante-.Primero, usted.

-^Es usted el jefe de esta-ción? -pregunto no muy se-guro.

-EI mismo. ^Puedo pregun-tarle qué se le ofrece?

Me presento y le explico quesoy un enviado de VIA LIBREpara investigar sobre el terrenola problemática del nuevo ferro-carril de alta velocidad y depaso hacer unas fotografías.

-Pues espere un momentoque me voy a cambiar. Habíaacabado mi turno y ahora me harelevado un compañero... Enseguida estoy con usted.

Total, que acabo fotografian-do al equipo de la estación alcompleto junto a una "3300"que hace maniobras. Tambiéntengo ocasión de fotografiar laIlegada del TER de Madrid. EIjefe de estación me invita des-pués a tomar una copa de zumohelado en el bar de la esquina,invitación que acepto al instan-

Equipo de la estación de Brazatortasal completo.

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te, pues no todos los días sepresenta la oportunidad de brin-dar por un nuevo ferrocarril. EIjefe de estación me preguntacuándo van a empezar lasobras.

-Nos dijeron que cualquierdia de éstos, y ya ve, ni rastro.

-La verdad es que sé tantocomo usted.

-Aquí, en el pueblo, la genteestá muy impaciente.

Motivos no les faltan. De en-trada, gracias al nuevo ferro-carril, media España se ha en-terado de la existencia de unpueblecito Ilamado Brazatortasy del que no tenía Ia menor idea.La nueva línea le traerá de-.sarrollo, prosperidad y una nue-va vía de comunicación -de60 kilos por metro lineal paraser exactos- que nos permiti-mos sugerir se Ilame Ferrocarrilde Sierra Morena, nombre eufó-nico y apropiado que dentro decuatro años resonará en losámbitos ferroviarios de todo elmundo como et primer ferro-carril español de alta velocidad.

M. M.

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