dadun.unav.edu · dréis ver los robos, las violen cias, las feas y horribles cruel-^ dades de unos...
TRANSCRIPT
flK'Ti.« ooS.2Z'\
y*r '
Î ' r ¿X li. ‘ i 1 :
-§. -1
l l i Ä - - '■ i ì j u l -Í V
r i : ' ' t II -R,ü-:Ìì [K>r5-
-3 . í ■ ■ - i ^ o r <1: ií^ ^ .
-A#' • /,, g.?,Vr -T?>
'-sáíZ'.í ’‘ Vï.îv'Vïi''^ • 4 '^ t r ñ
V : ÏV ■ ■‘■— ■
i%-' .-- ^ a e t.' • ì t à Vi ' -v^i
■ì;!' Fn-. '■
«. - r • ' . ■ r j ' ■- . V-»
ì l i ù . . ' . titri :
“*•> ' - - A iìH i-:“ ' • ir- \
• t;;C
■ ■.i ■4 V » . »T • *
> • '
i.
ir
..1
l i
i'
Î
M I P R E S A G I O .
EJspañoles : vosotros á quíeaes el zelo de la R elis ion Cacólí- ca , el amor de vuestro desgraciado R ey F e r n a n d o , y la salud de vuestra Patria os inflama y devora desde que se rasgó el velo que encubría la atroz perfidia del Emperador de los Franceses : vosotros que os ha-^ liais libres del contagio que in ficiona á muchos de vuestros compatriotas , que torpen^ente
tranquilos esperan todavía los resultados halagüeños y felices de la influencia del ilustre Protector de la Europa, como ellos mismos dicen : vosotros que os tapais los oídos por no escuchar los elogios que la mas baxa y servil adulación prodiga al mas infame de los hom bres, y que apartais la vista por no leer los odiosos planes de felicidad que nos describen quatro plumas sin f e , sin probidad y sin virtud, dirigidas únicamente por la sordida ambición , ó por otros intereses todavía mas sórdidos : vosotros , Españoles, los que sois.
dignos de este nombre , abrid ahora vuestros oidos para escuchar los modestos clamores que la tímida piedad os en v ía , y despejad vuestros ojos para ver el monstruoso desorden cjue nuestros íntimos a liados introducen donde quiera que fixen su insolente pie.
Mas ay ! y cómo podréis verlo sin gemidos ? Sin que vuestras mexillas se bañen en lágrimas de sangre , ¿ cómo podréis ver los robos, las violenc ia s , las feas y horribles cruel-^ dades de unos enemigos fieros entregados á la avaric ia , á la
4 ^embriaguez y á la lascivia ? Aquí un anciano padre llora la suerte de sus h ijo s , que , arrancados de su lado , los ve atar con violencia para condenarlos al continuo servicio de las a rm as ; allí se lamenta en vano un esposo viendo ultrajada en su presencia á su infeliz esposa , que , todavía m asen vano, procura oponer su débil resistencia á la fuerza con que se la oprime : acá una ma-< dre desconsolada levanta sus amargos gritos hasta el cielo viendo repetir en su inocente hija los excesos que acaba de executar en ella la furiosa luxuria de aque-
Ilos bárbaros: allá escucho los clamores de los Relimosos san-otos que imploran el socorro del cielo al ver convertidos en quar- teles sus conventos, y trocadas sus Icrlesias en establos: mas alláopercibo los tristes y míseros lamentos de las vírgenes sagradas, que oprimidas de dolor , pálidas y penetradas de horror y espanto , esperan por instantes el oprobio y la muerte que les amenaza : en fin , por do quiera que aquellos sacrilegos soldados sientan su infame p lan ta, no se ve sino sangre y horror , estragos y muertes.
óEstas son , valerosos Espa
ñoles , estas son las felicidades que el pérfido Napoléon procura á nuestra patria : ¿ y habrá todavía alguno entre vosotros ^ue no se embravezca contra un tirano tan feroz, y contra quan- tos tienen la osadía de m ilitar baxo de sus ignominiosas banderas ? N o , no es creible : ántes por el contrario veo renacer en vosotros aquel genio marcial que Jera en otro tiempo eí genio de ^ s Españoles : y me prometo ver en breve al fiero Napoléon mordiendo la cadena espaíípla: y ved aquí mi PRESAGIO.
Yo veo à F e r n a n d o S é p
t i m o sentado ya en el trono de nuestra España, y que baxo su feliz imperio sé renuevan los de Fernando el C ató lico , de Carlos Q uin to , y de Felipe Segundo , cjuando el dialecto castellano era la lengua de todas las C ortes, y quando la España tenia eclipsada la gloria de las demás naciones : yo veo renovarse baxo de su cetro el ministerio del Cardenal C isneros, de aquel hombre extraordinario que supo ser generoso sin profusion , y grande sin fausto ; de aquel político incom parable, cuya pe-
necrante perspicacia descubrió los fuiidamencos sobre que. se engrandecen los im perios, y las catisas de su decadencia: de aquel hombre en fin , por cuya elevación de espíritu y vuelos fSoIlci- cos se atraxo la España la admiración de la Europa atónita. Yo veo á nuestro amado R ey F e r n a n d o proteger altamente la Religión católica , y extenderla á la sombra de su imperioso cetro : veo renacer los Gonzalos de Córdova , los Raymundos de C ardona, los Pedros Navarro, los Marqueses de Pescara que militaron con esfuerzo .en favor
de los Romanos Pontífices: veo renacer los Corteses y los Pizar- ros que conquistaron un nuevo mundo á la Religión , por mas que procure desmentirlo el nuevo Diarista (^ ) y bastardo Español , que en la misma Corte, y á la faz de codo el mundo, mancha atrevidamente el honor de sus M onarcas, y ensalza las felicidades que nos promete del gobierno francés: veo renacer los Antonios de Leva y los M ar
(*) V éase el Diario de 2>. de Mayo de 1808. artículo de la Política. E l espíritu que anima á nuestro buen Diarista , se verá si se leen todas las iicdezas que nos dice en sus escritos.
queses del V asto , cuyo valor fue un dique que detuvo las armas de Solimán que se derramaban por el Austria como un torrente impetuoso : veo reproducirse aquellos esquadrones guerreros que hicieron temblar al Calvinismo en los campos de Dreux, y á los Comendadores de R e- quesens y Duques de A lv a , que fueron el terror de los protestantes en Holanda : en una palab ra , baxo el imperio de F e r
n a n d o veo sentada pacíficamente en su trono la Religión augusta dictando sus leyes de paz y de concoídia.
I lTodavía me parece ver u l
teriores felicidades. A l abrigo de F íírnando , sin espantarse del estrépito de las arm as, veo a l bello Apolo templar su lira encantadora, y á sus hechiceras Ninfas entonar sus cantos arm oniosos á la grata sombra del pacífico la u re l : veo á F jgrnanjdo dexar el campo de M arte para o it las Musas españolas, como lo dexaba A ugusto para escuchar los cantos de V ir g i l io : le veo esgrim ir la espada con una mano , y coronar con la otra á sus P oetas, como el invicto Carlos ceñía la corona al A tie s to sin
soltar la espada: veo renacer otros ilustres genios que igualen al de Garcilaso de la V ega , el qual sin olvidar su dulce l i r a , m ilita como valentísimo soldado en la defensa de Viena y sÍrÍo de Túnez ; al de Alonso de Ercilla, que tomando hora la p lum a , hora la espada , pelea como guerrero en C h ile , se halla en la jornada de San Quincin , escribe como historiador, y canta como poeta ; al de el gran Cervantes j que peleando con denuedo en la famosa batalla de Lepanto , se adquiere despues gloria inmortal con su fértil.
graciosa y eloqíiente pluma : veo renacer aquellos hombres grandes que sabían hacer cosas dignas de escribirse , y escribían cosas dignas de leerse: en f in , baxo el imperio de nuestro suspirado Rey F e r n a n d o , veo renacer las bellas letras y las profundas ciencias , las arces y las a rm as, la agricultura y el comercio , la abundancia y la felicidad.
Esto e s , ó Españoles , lo que yo veo , y esto es lo que os presagio : mas para que este se verifique, el primer paso es la entera destrucción de esos ene-
1 4 . _
migos que huellan Indignamente nuestro suelo , y la del feroz devastador de la Europa que los manda : sin este paso indispensable , seguramente saldrán vanos mis Sueños , y mis P resa g io s . Ánim o pues; armaos de valor y de intrepidez ; pero á la intrepidez y al valor unid la honestidad , la modestia y la probidad de costumbres, que es lo que forma el carácter de un buen guerrero : de esta suerte el Diosode las batallas peleará por vuestra causa, y alcanzareis la suspirada victoria.
\ S' « \ • ■■. - ’< / .
•'I' • ., .'.>•• ' •' ••:‘.V. ‘i- ■ ■ .•/■•'
' , . t ' -,.•.
’■> '■■» 1’r r i i ' ■ '
' . • .- >■
r .
ir . •‘
•■ V;.-’ Yj
Í " > • •’-5- »• ' . • "»rv i
' ‘
/ . .
" \
V t ■
? r ‘ .
V
:'■ ¿1: N ' V W.
. « • r - A t r v a r ' - I T-•’ ' • ‘ T - r I , - . » . . - J
Ï - . '* i> ’íK ',. .-.T.: .j. ijt
' +*-■ ■ / ; ■ ,- : :^ ; • * •' ' •-.•s'- ■;} s" •
■s >
s •
¿ - »■.. '. . ',.
V c '*1** ' ' X :.
51' t ®sÉ4'>i j ^ /* \1 V- '►
!î'*
-• ■ '•••■.
, , r .
h' ù: . - - ’v- ' ' P',. .• - • • _ . J « , - . - 4 T , . .- . i— .•: y c i - ••-X -.
^ ■ ; v-r •; ■ ;.
Fr ■•-<■•■ ‘ V " •
Ê - ' ■ ' ’ -ÍV ' . ■ '
fcÄ’jlr. - -irtS
■?ii" »l-:'V--
ti!
■ 'S •
‘Ti*: •
- w.
' Ì
; ; «
•fïrt" . :• • I *».• , 1 . Î
‘ v :
■? • •»
a
. t =••: .* v-