cultura conservadora y mundo cambiante las polémicas al seno de una hegemonía desafiada...

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104 CULTURA CONSERVADORA Y MUNDO CAMBIANTE LAS POLÉMICAS AL SENO DE UNA HEGEMONÍA DESAFIADA (GUATEMALA: 1839-1872) Brian F. Connaughton Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa L a gubernatura de Mariano Gálvez en Guatemala entre 1832 y 1838 había causado un malestar generalizado en aquel país. Después de que a lo largo de 1837 sobrevino un esfuerzo infructuoso de reforma, Gálvez se vio en la necesidad de renunciar el 2 de febrero de 1838. Diversos números del periódico El Editor: Periódico de los Tribunales dan una idea tétrica del estado del país entre marzo y diciembre de 1837. Entre la mortandad del cólera, se daban diversos levantamientos en el distrito de Quetzaltenango y en el oriente, y había tensiones en Suchitepéquez. En este último distrito se pretendían recabar fondos para el socorro del pueblo mediante “la recau- dación de la contribución directa, comunidad, y demás fondos públicos que se adeu- den”. (No. 14, 1 de julio de 1837, p. 57) El uso de la fuerza misma se hacía mediante la gravación de los pueblos donde el orden público lo permitía, aunque el jefe del Estado Mayor reconocía las delicadas circunstancias e invocaba la conciliación de “las exigencias del orden, con el menor daño posible a la multitud ignorante que no tiene el discernimiento necesario para preservarse de la seducción.” (No. 15, 13 de julio, p. 61). En Momostenango y Cahabón había problemas similares. (No. 16, 23 de julio, p. 63-66) En el distrito de Sololá se esperaba una rebelión indígena y hasta un ataque a los ladinos. La tropa tomaba dinero de las cajas de comunidad para mantenerse. El Magistrado Ejecutor opinaba que “En este distrito solo con las armas se hará cum- plir la ley de hacienda.” (No. 17, 3 de agosto, p. 67-70). También en Retalhuleu se esperaba un ataque contra “el vecindario de ladinos” (No. 18, 24 agosto, 71-74) I.1 (junio 1999), 103-126 Signos Históricos

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  • Signos Histricos104

    104

    CULTURA CONSERVADORA Y MUNDO CAMBIANTELAS POLMICAS AL SENO DE UNA HEGEMONA

    DESAFIADA (GUATEMALA: 1839-1872)

    Brian F. ConnaughtonUniversidad Autnoma Metropolitana-Iztapalapa

    L a gubernatura de Mariano Glvez en Guatemala entre 1832 y 1838 habacausado un malestar generalizado en aquel pas. Despus de que a lo largode 1837 sobrevino un esfuerzo infructuoso de reforma, Glvez se vio en lanecesidad de renunciar el 2 de febrero de 1838. Diversos nmeros del peridico ElEditor: Peridico de los Tribunales dan una idea ttrica del estado del pas entremarzo y diciembre de 1837.

    Entre la mortandad del clera, se daban diversos levantamientos en el distrito deQuetzaltenango y en el oriente, y haba tensiones en Suchitepquez. En este ltimodistrito se pretendan recabar fondos para el socorro del pueblo mediante la recau-dacin de la contribucin directa, comunidad, y dems fondos pblicos que se adeu-den. (No. 14, 1 de julio de 1837, p. 57) El uso de la fuerza misma se haca mediantela gravacin de los pueblos donde el orden pblico lo permita, aunque el jefe delEstado Mayor reconoca las delicadas circunstancias e invocaba la conciliacin delas exigencias del orden, con el menor dao posible a la multitud ignorante que notiene el discernimiento necesario para preservarse de la seduccin. (No. 15, 13 dejulio, p. 61).

    En Momostenango y Cahabn haba problemas similares. (No. 16, 23 de julio, p.63-66) En el distrito de Solol se esperaba una rebelin indgena y hasta un ataque alos ladinos. La tropa tomaba dinero de las cajas de comunidad para mantenerse. ElMagistrado Ejecutor opinaba que En este distrito solo con las armas se har cum-plir la ley de hacienda. (No. 17, 3 de agosto, p. 67-70). Tambin en Retalhuleu seesperaba un ataque contra el vecindario de ladinos (No. 18, 24 agosto, 71-74)

    I.1 (junio 1999), 103-126Signos Histricos

  • 105Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    Aunque las reacciones populares eran vistas al principio como producto de labarbarie, la ignorancia y los agitadores, para fines de agosto se confesaba, en bocadel presidente de la Asamblea, que la bondad de las leyes es relativa y ... las mejo-res no son las de ms sublimes invenciones, sino las que se acomodan ms al carc-ter y circunstancias de aquellos para quienes se dan, y que no se pueden darabstractamente ni como lecciones cientficas, sino como preceptos que deben verifi-carse contando con los pueblos como son y segn sus elementos. Si bien se insistatodava en los logros del sistema liberal se admita que haba que ilustrar mejor alpueblo en este sentido. Se aceptaba que el intento de gravar a la poblacin, de acuer-do con censos de sus recursos, haba fracasado. En cambio, se propona regresar alviejo sistema de contribucin per cpita, aunque no fuese permanentemente. (nm. 19,31 de agosto, 75-77)

    Al responder a este discurso Mariano Glvez, el jefe de estado, prometi no ha-blar con nimo apocado no obstante las evidentes diferencias entre l y la asam-blea sobre cmo responder a la creciente disidencia popular. Dijo hallar grato loque puede el carcter de representante en los amigos mismos de la administracin.Profesaba felicitaciones porque los Representantes del pueblo haban reconcilia-do la libertad pblica y el orden, a la vez que aprobaban, al menos, algunos actosde su administracin.

    Pero la tensin social segua y un informe militar sobre la Villa de Huehuetenangoreportaba que ladinos e indios haban violentado la paz social por motivo del cobrofiscal. (nm. 19, 31 de agosto, 77-78) Poco despus, una editorial manifestaba suescepticismo por las leyes que se llaman de Asambleas plenas y numerosas. LaConstitucin, expresaba, no reflejaban la opinin pblica adecuadamente, y hastaque esto fuera el caso, las leyes sern obra de la demagogia, y los Cuerpos Legisla-tivos representarn menos que una Municipalidad. (No 21, 21 de setiembre, 83-84)Ms adelante, un nmero del peridico se permiti criticar duramente el funciona-miento real del sistema de jurados. (nm. 22, 30 de setiembre, 87-90)

    La situacin poltica estaba an confusa, y otro nmero del peridico festej laindependencia, publicando sendos discursos de Juan Jos de Aycinena y de PedroMolina. Primero se arremolinaron los funcionarios del Estado y otras personas en laCatedral, en donde se les invoc a tributar a Dios gracias por su libertad, en el enten-dido que la unin de una moral pura y cristiana con la libertad racional prometa elmejor futuro. Luego marcharon todos al Palacio de Gobierno donde, tras la lecturadel acta de independencia, escucharon una defensa enardecida de un liberalismoaltivo. Siguieron los brindis. (nm. 23, 14 de octubre, 91-102)

  • Signos Histricos106

    En su nmero 25 (28 diciembre, 107-110), el peridico se ocupaba de cuestionesprcticas del ensanche de la economa, a la vez que publicaba una pieza literariaobviamente orientada a burlarse de los liberales dogmticos, incapaces de transigircon la realidad sin caer en un cinismo absoluto. Poco despus, en medio de la yairrefrenable zozobra de la administracin, la Asamblea admiti a discusin la propo-sicin El clamor de reformas es general..., y decidi someter la Constitucin a unaAsamblea Constituyente. Se pretenda buscar un apoyo popular ms amplio, deter-minando que los representantes fuesen elegidos directamente por los ciudadanosque hablen el idioma castellano, y sepan leer y escribir; o si no saben, que seandueos por lo menos de alguna corta y determinada propiedad, que fijar la mismalegislatura. Paralelamente el gobernador, Mariano Glvez, se vea obligado a re-nunciar a favor de su Vice Jefe Pedro Valenzuela.1 En cuanto a la Federacin Cen-tro-americana, poda decirse que estaba pronto para fenecer. Los diputados de LosAltos, paralelamente, se haban retirado en plan separatista, y el partido del goberna-dor buscaba desesperadamente encontrar modo de sobrevivir, an trabando alianzascon los separatistas. El liberalismo galvista estaba muerto.2

    Cuando en 1839 cay definitivamente el gobierno liberal, no se impuso de mane-ra inmediata una administracin conservadora. Antes bien, sigui un periodo en quese plante cambiar fundamentalmente las actitudes de la lite guatemalteca hacia elgobierno y las posibilidades reales de reforma y progreso para su pas. An estecambio era fuertemente debatido. Cuando Jos Milla, en la celebracin de la inde-pendencia de 1846, decidi apartarse de una felicidad imaginaria (4) y entablar losgraves problemas nacionales, fue objeto de una severa crtica liberal que lo sacudi;3herido, contest:

    Si censurar las innovaciones prematuras, si proclamar los principios que dan solidez yestabilidad a los Gobiernos, si asegurar que la prudencia aconseja se proceda con circuns-peccin en la obra lenta y difcil de la regeneracin de un pas, si invocar el auxilio delGobierno en favor de los nicos establecimientos de educacin que tenemos, si levantar

    1 Redactor Lejislativa, Guatemala, Imprenta del Gobierno, No. 8, 9 de julio de 1838, 28-32.2 Redactor Lejislativa, No 9, 19 de julio de 1838, 33-36.3 Jos Milla, Explicacin de algunos de los conceptos contenidos en el discurso pronunciado en elsaln del Supremo Gobierno del Estado de Guatemala, el da 15 de septiembre de 1846, AniversarioXXV de la Independencia Nacional, Guatemala: Imprenta de la Paz, 1846. Est fechado el 30 deoctubre de ese ao.

  • 107Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    la voz contra los abusos, si decir que no hay ms Gobierno legtimo que el que obraconforme a las leyes, si condenar el retroceso y el sistema estacionario, si aconsejar a lajuventud el decoro y la moderacin, si anatematizar los partidos, si preconizar las doctri-nas del siglo y anunciar la democracia como un hecho providencial e irresistible, si pro-clamar en fin las doctrinas de los escritores, verdadera y conocidamente liberales, desdeCicern hasta Olzaga; si todo esto, digo, se llama ser retrgrado y servil, confieso quesoy una y otra cosa. (5)

    Milla, segn su propio entendimiento, haba pretendido introducir cautela y pru-dencia, no renegarse de un liberalismo moderado. Todava en 1848, Juan Jos deAycinena poda preconizar las ventajas que es capaz de proporcionar una repblica,fundada en el principio de fraternidad, y gobernada por reglas de estricta justicia,conforme al espritu del Cristianismo.4 (2-3) Aycinena an abogaba por aunar lasalud eterna y la mejora temporal. (3) Figuraba la repblica todava en trminos deuna familia, una Repblica de hermanos, regida por un gobierno, que sometido lmismo a la ley de Dios, ejerce la autoridad con el fin que todos aquellos la cumplanfielmente. Sera una labor paternal. Auguraba Aycinena, que la desaparicin delvnculo de fraternidad abrira el camino al despotismo. (7) El amor fraternal,principio religioso, an se preconizaba como el antdoto de la guerras intestinas,y la nueva repblica se reconciliaba con el evangelio, porque Cristo era Libertadorde las naciones, Legislador Supremo de los pueblos que llevan su nombre. (10-12)

    Slo en 1849, en medio de movimientos populares y regionales difciles de con-trolar desde la capital y por las vas institucionales a la mano, se dieron las condicio-nes para un verdadero giro hacia el conservadurismo. Un nuevo ascenso delliberalismo el ao anterior haba significado el exilio del caudillo Rafael Carrera,pero su regreso al pas ahora cambiaba el panorama. Rezaba un panfleto: la apari-cin del General Carrera, es hoy la novedad prominente, y un hecho que va a alteraren mucho la situacin actual de la Repblica.5 An as, no era claro que se diera unaentrega absoluta al conservadurismo:

    4 Juan Jos de Aycinena, Discurso pronunciado el 15 de setiembre de 1848, XXVII Aniversario de laIndependencia de Guatemala, por el P. Dr. Rector, y Catedrtico de Cnones y Derecho Pblico, de laP. Universidad de S. Carlos, Guatemala, Imprenta de la Paz, c. 1848.13pp.5 Sucesos del da, Guatemala, Imprenta de la Paz, 1849, sin paginacin.

  • Signos Histricos108

    Sbese bien que (el General Carrera) aunque sostenedor del principio conservativo, hasabido guardar una posicin independiente en medio de los partidos y no se sujeta conceguedad a influencias malignas y funestas.

    Se apelaba al respecto al sentimiento ntimo de las personas imparciales, y ande las parciales. El folleto atribua a Carrera la pacificacin de los departamentos dela costa y de Los Altos, y la sumisin de ms de doscientos mil indgenas. Ante lainestabilidad que hasta entonces haba mermado la fortaleza del pas se preguntaba:

    Preferiremos vivir eternamente en pequeas discordias que aniquilando cada da ms yms nuestros recursos, concluyan por hacer que al fin desaparezcan para siempre la pro-piedad y la civilizacin?

    Reclamando un Gobierno de hecho que satisfaga sus necesidades efectivas (delpas), el folleto asentaba que

    Queremos para nuestro pas el progreso y las mejoras; pero estamos persuadidos de queestos bienes no pueden existir sino a la sombra de un Gobierno enrgico y equitativo, quereprima los avances de los que intentan levantar sobre las ruinas del orden pblico eledificio de su engrandecimiento personal.

    Para evitar tal situacin catica, ahora s se abogaba por la influencia de unapersona que pueda subordinar las pasiones de todos.

    Se esperaba que los propietarios productores y comerciantes, as como la demsgente pacfica y de bien cerraran filas ante la desecha tormenta que nos amenaza.Estaban en perfecto desarreglo la hacienda pblica, el ejrcito, y la administracinde justicia, y no haba seguridad en los caminos. Las necesidades de orden, prospe-ridad y obras pblicas exigan unir a la parte culta de la sociedad y abandonartodo sistema exclusivo y abstracto en materia de Gobierno, en aras de evitar enGuatemala las conmociones que se daban en Europa y en el vecino Yucatn. Dehecho se apelaba a los ochos aos que corrieron bajo su influencia, anteriores alexilio de Carrera, para subrayar el beneficio que podra traer su encumbramientoms definitivo en el poder.

    Las condiciones internas en Centroamrica y las condiciones internacionales,tanto polticas como econmicas, seguan desestabilizando al pas. Prominentes fi-guras de la Iglesia catlica de Guatemala intentaron proveer el discurso ideolgico

  • 109Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    que fundamentara un gobierno de presidente vitalicio, bajo una especie de jerarcapaternal.6 Aunque hablaron claramente de un virtual Moiss del pueblo guatemalte-co, guiado por la providencia divina, e insistan en la necesidad de mantener unpacto con la divinidad al estilo de aquella venerable figura bblica, no cabe duda quela voz celestial llegaba por medio de los protagonistas de la Iglesia catlica.

    Mas, no haba una sola voz del clero guatemalteco, y las transformaciones de laopinin pblica y de la sociedad, nacional e internacionalmente, se hacan presentesde manera constante en los discursos del clero y sus aliados, si bien con finalidadesms o menos reconocidamente conservadoras. Puede decirse, incluso, que la pol-mica se hace presente al interior del discurso conservador que prevalece a partir de1851. Esto representa un esfuerzo de reprocesamiento de las ideas propugnadas porel liberalismo, lo que haca que el paso a la dictadura no fuera fcil, y que se dispu-tara con intensidad la fijacin del carcter del regimen por crear.

    En 1851, a treinta aos de la independencia, el cura Basilio Zecea levantaraprecisamente una voz de precaucin.7 Zecea planteaba que la estabilidad slo podalograrse mediante un fro anlisis del mundo y sus procesos de cambio. Dos clasesde revoluciones han combatido siempre a la sociedad humana, proclamaba. Launa, es del tiempo, la otra es de los hombres. No tena caso pelear contra la primera,porque era el orden de la Providencia en el regimen del Universo. (2) Por contras-te, la revolucin de los hombres se asociaba con las pasiones y proceda evidente-mente del pecado original.(3) La situacin era delicada:

    La revolucin de los hombre, obra comnmente a la sombra de la del tiempo, y cuando laatencin de los gobiernos es combatida y llamada a diversos objetos. La Providenciaordena los sucesos: las pasiones de los hombres los llevan en apoyo de sus depravadosobjetos, con tal malicia, que se empean en persuadir que sus errores son emanados de lamisma divinidad.

    6 Se haba erigido a Guatemala en Repblica independiente, totalmente separada de la Confederacinde Centroamrica, el 21 de marzo de 1847.7 Basilio Zecea, Oracin pronunciada en la Santa Iglesia Catedral en el XXX Aniversario de laIndependencia; por el Sr. Presb. D. ..., Doctor en Sagrada Teologa. Cura de San Juan Sacatepequez,(Guatemala) Imprenta de la Paz, 1851. 17 pp.

  • Signos Histricos110

    En seguida, y a tropel, venan la ilusin, el partidismo y la guerra civil. Pareceque cielo y tierra se conspiran contra ellas [las sociedades].(3) El remedio era deli-cado, porque no tena sentido obrar contra la naturaleza misma de las cosas:

    Necesitan en estas ocasiones los gobiernos, de emplear todos los recursos de la prudenciahumana, y conocimiento del corazn del hombre, para combatir sus pasiones no de frentepara contrariarlas, no con espada en mano, sino dndoles direccin antes de llegar a estefunesto extremo. El medio ms sabio y seguro, dice un sensato escritor de la Francia, deprecaver la revolucin de los hombres, es apreciar bien la del tiempo y acordar lo queella exige, y acordarlo no como soberano que cede, sino como soberano que prescri-be.(5)

    La gua para esta obra que propona Zecea era la religin, no el maquiavelismo:

    La religin no admite la discordia. La religin sofoca las pasiones. La religin ordenaimperiosamente la unin, fraternidad, y concordia. Slo cuando se falta a su observancia,se levanta la compuerta del mar tempestuoso del corazn degradado y miserable de loshombres.(10)

    Los tiempos eran favorables, ya que haba pasado la borrasca:

    ya no hay en lo poltico Datanes (sic) insolentes que subleven a Israel contra su caudillo.Tampoco hay en lo religioso lascivas bailarinas que pidan la cabeza de Juan Bautista. Larevolucin de los hombres sali de madre, lleg a su colmo: las pasiones estn en calma.La revolucin del tiempo ha de seguir su marcha, y sindolo de la Providencia, debellevarnos a la felicidad.(11-12)

    Zecea recomendaba la promocin de la educacin popular, sobre el ejemplo delas naciones ms avanzadas, procurando una educacin profundamente moral yreligiosa. (14) Sobre ella, se construiran las virtudes domsticas y civiles, y sefomentaran las ciencias, las artes, la industria, el comercio, la beneficencia y lacorreccin de las faltas sociales, as como los nexos con el extranjero. (15) Si bien elautor daba una visin de estabilidad que slo haba que aprovechar adecuadamente yadelantar, era obvio que an se diriga a los desencantados dentro de la eliteguatemalteca, algunos de cuyos miembros ms destacados estaban en tratos con losestados colindantes para derrocar el regimen.

  • 111Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    Si Zecea haca sus planteamientos en la Catedral, en el Palacio Nacional haraotros Ygnacio Gmez, tras unos cinco aos de estar fuera del pas. Posedo de abun-dante optimismo an, Gmez expresaba desenfadadamente su admiracin por losadelantos y el bienestar de otros pueblos que deseaba para su patria.8 (1) Gmezlamentaba la inestabilidad que se haba dado a partir de la Independencia, que habarepresentado oscilaciones dolorosas entre la anarqua y la servidumbre a travsdel Nuevo Mundo. (6-7) Expresaba preocupacin por consolidar la administracin,pero coincida con Zecea en que era necesario reconocer esa ley providencial, queimpele constantemente la humanidad hacia adelante. Asentaba contundentementeque el orden pblico solamente se conserva cuando los gobiernos tienen suficienteflexibilidad para amoldarse a las legtimas exigencias de la opinin. Por si queda-ban dudas sobre su planteamiento, preguntaba:

    Por qu prospera constantemente la Inglaterra cuando otras naciones decaen, y, a pesarde encerrar elementos de revolucin, son tan raras all las conmociones polticas? Porquela opinin pblica halla a su gobierno siempre dispuesto a realizar todas las mejoras y aevitar aquella poltica que expone la sociedad a peligrosos sacudimientos, que casi siem-pre traspasan los lmites de lo til y razonable. (8)

    Gmez procuraba convertir en aforismo para Guatemala y para el gobierno deCarrera las conclusiones que podan deducir de todos estos comentarios. As queagregaba con sentimiento:

    busquemos, entre los fueros de la tradicin y las exigencias de la novedad, el equilibrio enque afirmar la base de nuestro programa administrativo. (9)

    Con una referencia en que nos lo podemos imaginar echando una miradaaleccionadora al presidente Carrera, sugera que el gobierno que abrigue la legtima

    8 Ygnacio Gmez, Oracin pronunciada en el Palacio Nacional de Guatemala, en le Trigsimo Ani-versario de la Independencia, por el Sr. Lic. D. ...: Del Colegio de Abogados de Madrid-De losArcades de Roma-Del Instituto Americano de New-York-Caballero de la Orden de San GregorioMagno, Guatemala: Imprenta de la Paz, c. 1851.

  • Signos Histricos112

    ambicin de conservarse, el hombre pblico que aspire a hacerse popular, es precisoque se haga el fiel intrprete de las creencias, las necesidades y los progresos desus semejantes. Napolen fue el hombre necesario de la Francia y de la Europamientras fue el representante de la poca exigente y borrascosa en que le tocnacer. (9)

    Ahora, ante la esterilidad de las revoluciones polticas todo estribaba en losintereses positivos. As, en vez de buscar el bienestar de las naciones exclusiva-mente en las formas de gobierno, hoy se busca en el resultado de los progresosmateriales, lo cual causaba la benfica degeneracin de la polmica de partido encuestiones prcticas y adelantos positivos. (9-10) Este cambio sera responsable deun nuevo principio estable de fusin nacional, en que la razn social imperara,no la espada. La apuesta era grande:

    Recprocos intereses materiales podrn superar as un da los bastardos intereses que sehan creado para hacernos extranjeros en la patria comn... (10)

    Gmez llamaba a una alianza con los pases afines en Amrica y Europa, inclusola Espaa regenerada en su concepto. Exiga partir del cimiento de la independenciapara construir una poltica de educacin popular cvica e industrial, as como depromocin de la inmigracin. Precisaba:

    Demos vida a la riqueza. Rebajas en los impuestos, baratura en los consumos, desestancode los ramos de la produccin, franquicias al comercio y a la industria, puentes y cami-nos, economas radicales en los gastos, claridad en las cuentas, fomento, en fin, de losintereses positivos.

    Confiaba en que el resultado poltico sera finalmente halageo, porque all,donde se labre el bienestar pblico por tales medios, no puede haber ni esclavos nitiranos. En esta visin, de este modo la nueva era que se abra y la fe sinhiprocresa de los forjadores de la Independencia se reconciliaban. (13)

    A la luz de estos dos discursos, resulta claro que el gobierno conservador que seinstalaba iba a representar una compleja alianza. Se sostendra con la opinin y elinflujo de conversos del liberalismo, y no slo con antiguos abanderados del conser-vadurismo. Tan tardamente como 1855, tras la creacin de la presidencia vitalicia

  • 113Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    para Rafael Carrera, Juan Jos de Aycinena se quejara de los semiconversos a laverdad.9

    Pero haba quienes aspiraban a un poder ms omnmodo y fundado en premisasmucho ms conservadoras. Dos escritos de 1853 y 1854 son ilustrativos de estacorriente. La Gaceta de Guatemala, publicacin oficial, en sus nmeros 65 a 71,entre agosto y octubre de 1853, public una serie de artculos bajo el ttulo de Pro-tectorado de Espaa. Basndose parcialmente en ideas provenientes de Mxico, laGaceta argumentaba que a la luz de la peligrosa situacin internacional y la trayecto-ria interna de inestabilidad, era bastante prudente la reflexin de regresar a un pro-tectorado de la madre patria como parte de una especie de confederacinamericana.10 No se abogaba por el sistema monrquico en Guatemala mismo, aun-que se escogiera en otra parte, pura y simplemente porque no lo creemos posible ennuestra pequeez y falta de elementos. (18-19) No que estas jvenes nacionalida-des (americanas) tengan que renunciar su independencia; no que se establezca elregimen antiguo ni en lo econmico, ni en lo administrativo, ni en lo mercantil; sinoque conservndose la separacin poltica, hecho consumado y necesario, y mante-nindose el sistema comercial existente, cese la separacin entre los espaoles ame-ricanos y europeos, que los ha hecho verse mutuamente como extranjeros, y que hade dar al fin por resultado el aniquilamiento de la raza. (35)

    La celebracin de la Independencia en 1854 sirvi de pretexto para la formula-cin de algunas de la ideas de Prudencio Puertas, presbtero espaol y cura de laparroquia de Candelaria. Abog en la celebracin anual a favor de la divinizacindel poder acorde, segn l, con los deseos de la religin:

    ...ahora que la justicia y la paz se nos sonren tan dulcemente; ahora que la Iglesia y elEstado caminan del brazo, con marcha majestuosa; ahora que el comercio y las artes, la

    9 Juan Jos de Aycinena, Discurso religioso pronunciado en la S.M.I de Santiago de Guatemala, el 15de setiembre de 1855 Aniversario XXXIV de la Independencia, por el Exmo. Sr. Dr. D. Juan Jos deAycinena, Arcediano de la misma Iglesia, Caballero Gran Cruz de la Distinguida Orden Mejicana deGuadalupe, Examinador Sinodal del Arzobispado, Antiguo Rector, y Catedrtico Jubilado de Cno-nes de la Nacional y Pontificia Universidad de S. Carlos Borromeo, Guatemala: Imprenta de la Paz, c.1855.10 Citaremos del folleto que reprodujo los artculos, El protectorado de Espaa, s/editora, fechado el20 de diciembre de 1853.

  • Signos Histricos114

    propiedad y las personas, se ven protegidas y respetadas, parece que la libertad no es unescndalo, como antes. Demasiado se ha hecho, es verdad, pero no basta lo que se hahecho. Conviene perfeccionar con el corazn esa idea regeneradora, que ha brotado, tiempoha, del seno mismo de la civilizacin respetar la autoridad, y dignificar la obediencia...11(4-5)

    Para Puertas, era evidente que la atrevida raza de Japhet no ha cesado de gravi-tar hacia lo que impropiamente se llama libertad; esto es, hacia aquel estado en queel que gobierna, es lo menos gobernador posible, y el pueblo lo menos gobernadoque pueda ser. En pugna con semejante situacin, propona restablecer la jerar-qua social. (6) Puertas estaba procurando restablecer rancias tradiciones:

    La autoridad viene de ms alto que del hombre; la autoridad tiene un carcter inaccesible;hay un abismo entre el sbdito y el legislador, que no puede traspasarlo aquel, ni an conla vista.

    El prncipe no era solamente el mandatario del pueblo, es el mandatario deJesucristo. (7) Puertas conceba, por otra parte, a la relacin entre el soberano y elsbdito, como un matrimonio bajo auspicios divinos. Si la autoridad faltaba a sudeber, Dios permita la revolucin; cuando los sbditos faltan al suyo, Dios permitala tirana. Se trataba, pues, de una sumisin simultnea. (8) El presbtero confesa-ba que tena por anrquica esa pretendida soberana popular. Enseguida le sugeraa Carrera que asumiera su papel de Moiss y padre de su pueblo, en colaboracincon la Iglesia y como Dios lo deseaba. (10)12

    Ya establecida la presidencia vitalicia, con aprobacin del alto clero capitalino,Juan Jos de Aycinena, en discurso ya citado de 1855, afirmara que la alternativa

    11 Prudencio Puertas, Discurso poltico-religioso pronunciado en la Sta. Iglesia Catedral el 15 desetiembre de 1854, XXXIII Aniversario de la Independencia de Guatemala, por el Presbtero Sr. Dr.Prudencio Puertas, Colegial mayor del Insigne de San Gregorio de Valladolid, Catedrtico de Filo-sofa, Ex-Secretario del Exmo. e Illmo. Seor Dr. Don Fr. Francisco de la Puente Obispo de Puerto-Rico, Cannigo Honorario de esta Santa Iglesia Metropolitana, Cura de la Parroquia de Candelariade esta Corte, Guatemala: Imprenta de la Paz, 1854.12 Este folleto no qued sin contestacin. Vase Unos Salvadoreos, Observaciones al discurso pro-nunciado por el Presbtero Don Prudencio Puertas en la Catedral de Guatemala el 15 de setiembrede 1854, San Vicente: Imprenta Dee(sic) Da, 1855.

  • 115Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    de bienes y de males, por la que hemos ido pasando, ha correspondido al influjodirecto, que han ejercido sobre nuestra condicin social, unas veces los principiosreligiosos, y otras las doctrinas impas, inmorales y desorganizadoras. (4) El avan-ce de estas ltimas significara, entre otras cosas, una guerra a lo antiguo por princi-pio de cosas, un trastocamiento hasta de la significacin de las palabras, y unacontienda declarada entre la multitud, y los que aspiran a modelarla a su capricho,todo en pos del sueo de establecer un nuevo mundo moral, acomodado en todo alos delirios de su loca fantasa. (6-7) A diferencia de esto, Aycinena ofreca la leydivina y la educacin religiosa como antdoto a la naturaleza corrompida del hombrey la nica base del orden y regularidad en todas las sociedades. (8-9)

    Al ao siguiente, el Arzobispo Francisco de Paula Garca Pelez celebraba laindependencia con la afirmacin lisa y llana de que S Seores: el Acta de indepen-dencia es una alianza religiosa contrada con Dios nuestro Seor. (2)13 Garca Pelezes grfico:

    al fin las masas prorrumpieron en darse ellas por s su Constitucin, que fue la SalveRegina, y es la que rige; la cual fue entonada armoniosamente al asomar la aurora, ypublicada solemnemente en los contornos de la plaza mayor el 19 de marzo del ao de 40,derribando por consiguiente las otras Constituciones, lanzando al caudillo de ellas, yrenovando la que estableca el rezo de las oraciones, aclamado en el grito de la indepen-dencia, que tena por mote: Religin con religiosidad.Fiel Guatemala a esta alianza, conoce sus ventajas, aprecia su duracin, y ha dedicadoanualmente una funcin religiosa, para dar gracias por ella, y solicitar de la divina mise-ricordia su conservacin... aparece hoy en el templo representada en cierto modo la Re-pblica, acudiendo de gala su presidencia suprema, sus altas autoridades, las corporaciones,funcionarios, notabilidades y numeroso vecindario, ostentando gozo en presentar sus vo-tos al Seor, para impetrar de su Magestad los bienes espirituales y temporales de quenecesita la Repblica ...lo que ahora se practica en la Capital, actualmente se repite hoymismo en todos los departamentos, en sus cabeceras y dependencias, emplendose a por-fa igual fausto y las propias deprecaciones, para implorar la divina misericordia y darle

    13 Francisco de Paula Garca Pelez, Discurso pronunciado el 15 de setiembre de 1856 XXXV Aniver-sario de la Independencia de Guatemala, por el Ilmo. Arzobispo de esta Santa Iglesia Dr. D. ...,Impreso por disposicin del Supremo Gobierno, Guatemala, Tipografa de la Paz, 1856.

  • Signos Histricos116

    gracias: con lo cual, la alianza sagrada con Dios parece entraada y general en la Repbli-ca. (4-5)

    La repblica de Guatemala haba usado la prohibicin de ciertos libros prohibi-dos, la enseanza religiosa en todas las clases, la defensa de las costumbres, elataque a los delitos, el mantenimiento y promocin de establecimientos religiosos yde beneficencia, as como la proteccin de los bienes de la Iglesia, en el convenci-miento de que lo que se quita a la piedad, lo lleva la devastacin. (6-7)

    Aycinena y Garca Pelez coincidan en su apoyo a la unin entre el gobierno y laIglesia. Los temores de sta eran grandes y Aycinena alertaba contra una situacinen que se adoptasen principios regenerativos en la sociedad que entraran en con-flicto con las leyes establecidas en consonancia con el culto catlico. En una situa-cin tal:

    Dominar una especie de locura, que todo lo pondr en confusin y desorden, hasta lasignificacin de las palabras, dndoles un sentido diverso, del que les es propio por eluso. Se declarar guerra abierta a todo lo antiguo, sin respetar su origen, ni su utilidad. Seintentar mudar repentinamente las habitudes inveteradas, e inclinaciones de los hom-bres, y naturalmente comenzar una contienda declarada entre la multitud, y los que aspi-ran a modelarla a su capricho. (6)

    Aunque la pretensin de divinizacin del poder desde 1853 y 1854 vena afec-tando claramente el discurso apologtico del regimen y su clara formulacin religio-sa, haba fenmenos que no se amoldaban fcilmente a esta dinmica. En corto tiempo,una nueva generacin guatemalteca inquieta como en otras partes de AmricaLatina llegara a la madurez, y la jerarqua eclesistica y conservadora en generaltendra que hacer ajustes en su discurso para tratar de seguir ejerciendo su hegemo-na. El republicanismo norteamericano ejerca, paralelamente, una atraccin impor-tante en la sociedad educada de Guatemala. Adems, liberales guatemaltecos solansostenerse y hacer propaganda dentro de la repblica, o bien desde El Salvador.Prominentes guatemaltecos viajaban al extranjero y, observando all sociedades msinfluidas por el liberalismo y los cambios sociales y tecnolgicos, regresaban a Gua-temala para avivar el debate sobre el ritmo del cambio que se vive.

    La economa de Guatemala, en la dcada de 1855 a 1865, experimentaba unatransformacin profunda. De la cochinilla se pasaba al caf; las exportaciones por elLago Izabal y el Caribe se reorientaron al Pacfico. La nueva agricultura tena su eje

  • 117Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    geogrfico ms potente en la regin separatista y contestadora de Los Altos, queabarcaba Quetzaltenango, Huehuetenango, Totonicapn, Solol y Suchitepquez.14La apertura de nuevas tierras agrcolas causaba innegables tensiones sociales y eco-nmicas que desconcertaba a la elite conservadora. La poltica de fomento econmi-ca tena que intensificarse notablemente, porque el caf era un producto de exportacinms voluminoso y requera de mejores facilidades de transporte para ser rentable.Para mediados de los sesentas, voces reformistas como la del francs Julio Rossignonpredominaban en la Gaceta de Guatemala. Los anuncios de la Gaceta pasaban pordiversas fases de modernizacin, y era evidente que la ilusin del progreso y lasmaravillas de la ciencia y la tecnologa estaban incidiendo en la reformulacin devalores.

    El discurso eclesistico sigui en su intento por perpetuar una visin cristiana,sacralizada incluso, de las metas de la sociedad guatemalteca. Al irrumpir los nue-vos conceptos liberales con cada vez mayor fuerza en sectores importantes de lasociedad, los impresos eclesisticos se esforzaban por tomarlos y darles una inter-pretacin cristiana y netamente providencialista. Pero la prensa nacional se volvacada vez ms autnoma y secular y la muerte del obispo Juan Jos de Aycinena en1864 y del nuevo Moiss, presidente Rafael Carrera en 1865, slo aceleraron unproceso ya entablado de erosin de la hegemona conservadora.

    Es interesante notar que cuando menos desde 1859 hay elementos nuevos deinters en el discurso eclesistico, que indican que lo religioso se mostraba capaz degiros sorprendentes. En ese ao Juan Jos de Aycinena se encarg del discurso en lacatedral, que ya sin contrapunto en el Palacio Nacional, se vena realizando, no des-de 1840 como sugiere Garca Pelez, sino desde 1852.15 Celebraba Aycinena tantonuestra existencia poltica, como las ventajas positivas de que disfrutamos bajo un

    14 Ralph Lee Woodward, Jr., Rafael Carrera and the Emergence of the Republic of Guatemala, 1821-1871, Athens & London: The University of Georgia Press, 1993, 114. Esta es la obra general msimportante sobre la poca, indudablemente. Representa la culminacin de largos aos de investiga-cin, de un estudioso no slo tenaz, sino verdaderamente sabio e inspirado.15 Juan Jos de Aycinena, Aniversario XXXVIII de la Independencia de Guatemala. Discurso Religio-so pronunciado en la Santa Iglesia Catedral por el Illmo. Sr. Arcediano Dr. Don ..., Obispo deTrajanpolis, Vicepresidente de la Cmara de Representantes, Consejero de Estado, Catedrticojubilado de Cnones, y ex-Rector de la Pontificia y Nacional Universidad de San Carlos, el 18 desetiembre de 1853, Impreso de rden del S.G. de la Repblica, Guatemala: Imprenta de la Paz, en elPalacio del Gobierno, 1859. (15p.)

  • Signos Histricos118

    gobierno patrio y moderado. Insista en que la independencia que Dios nos dispen-s tena condiciones que tena que cumplir el pueblo de Guatemala. Pero procurbalancear cuidadosamente dos puntos:

    1 Que el culto catlico que profesamos nos llama a ser libres... y 2 Que la conservacinde nuestra libertad depender de la religiosidad con que guardaremos la ley evanglica...(3-4)

    Aycinena contrapunte la grandeza de una libertad que no se supo aprovechar yque desde Adn se fue reduciendo a una servidumbre ignominiosa, con el panora-ma que se abra desde que descendi de los cielos el Libertador prometido, parasalvar a las naciones. (5-8) Recordaba Aycinena a su pblico la ley escrita en doslpidas que Dios dio a Moiss en beneficio de Israel, para que ste, guardndolaconservara su libertad y fuese feliz en todos conceptos. (10) Terminaba Aycinenacon una exhortacin a los guatemaltecos a respetar la nueva ley evanglica, rehusarlas inclinaciones perversas de la carne, rehuir el ejemplo de la Francia que adorcomo diosa a la razn en detrimento suyo, y apegarse al amor cristiano que unira atodos los guatemaltecos y su gobierno en un claro pacto de tica cristiana. (12-15)

    Las prevenciones de Aycinena asociadas con el uso de la libertad, en 1859, tienenun complemento interesante en 1861. El 15 de septiembre de ese ao haca notar queera una generacin nueva casi en su totalidad la que le escuchaba.16 Quiz por elloel obispo se permiti agregar lneas ms adelante:

    El instinto de nuestra conservacin por una parte, y el deseo de ser felices por otra, llevansiempre nuestras aspiraciones al porvenir. No nos inquieta lo que hemos sido, ni tampocolo que somos; pero lo que hemos de ser, como no lo sabemos, porque est oculto a nuestrapenetracin, produce en nosotros una ansiedad que no la calman ni an las esperanzas

    16 Juan Jos de Aycinena y Piol, Aniversario XL de la Independencia de Guatemala, Discurso reli-gioso pronunciado en la Santa Iglesia Catedral por el Ilmo. y Rmo. Seor Arcediano Dr. D. ...,Marques de Aycinena, Obispo de Trajanpolis, Vice-Presidente de la Cmara de Representantes,Consejero de Estado, Catedrtico jubilado de Cnones, Rector de la Pontificia y Nacional Universi-dad de San Carlos, y Dcano del Ilustre Colegio de Abogados, etc., etc., etc., el 15 de setiembre de1861, Guatemala, Imprenta de la Paz, 1862, p. 3. (15p.)

  • 119Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    ms halageas. Considerando pues lo mucho que nos interesa nuestra suerte venidera,nada ser ms razonable que ocuparnos seriamente de los medios que hemos de poner, afin de que se verifique en nosotros la promesa de Dios...

    Y cuales eran stas? Simplemente que:

    Si anduviereis segn mis preceptos, y guardareis y practicareis mis mandamientos, osdar las lluvias a su tiempo... Establecer la paz en la extensin de vuestro pas, dormireissin que nadie os inquiete y la espada no transitar por vuestras tierras. (3-4)

    En seguida Aycinena regres a Moiss, libertador de su pueblo, gua hacia latierra de promisin, y responsable de constituirlos como nacin ` religiosa, libre eindependiente.

    El cdigo hebraico que result, perdur hasta la poca cristiana. AgregabaAycinena:

    Aqu creo que debo haceros observar: que aunque entre los israelitas se vieron algunastransiciones polticas en la forma administrativa, no por eso incurrieron jams en la de-mencia de alterar su cdigo, porque en su parte moral no era ms que un comentarioperfectamente coordinado de los principios inmutables de justicia natural consignados enel Declogo. (5)

    Aycinena condenaba, en seguida la epidemia mental entre las naciones moder-nas que representaba el prurito desenfrenado de expedir leyes tumultuosa einconsideradamente sobre todas las materias, sin exceptuar las que conciernen a laReligin... Sealaba con desdn ese numeroso catlago de constituciones polti-cas del siglo no slo como hojarasca intil, sino como doctrinas perniciosas. (6)Reconoca el prelado que hasta en la pacfica Guatemala se escuchaba:

    el eco pavoroso del movimiento revolucionario, que agita a no pocas naciones en el mun-do; y aunque nos abstentamos de calificar las causas que ocasionan estos trastornos, losefectos de ellos son tan ruinosos, que no se puede menos de deplorarlos, as por lo queafligen de presente, como por su trascendencia para lo futuro. (7)

    Asumiendo el papel de Moiss, aunque careca de las cualidades eminentes delinsigne Caudillo de Israel, Aycinena recordaba a los guatemaltecos el pacto entre

  • Signos Histricos120

    Dios y su pueblo predilecto. (8-10) Si se perdiera esta tradicin, el prelado preveagraves problemas:

    pregunto qu ideas quedaran de los derechos naturales del hombre, de la seguridadindividual, de las libertades pblicas, de la justicia distributiva, y de lo que llamamosorden social?

    El ejemplo pattico de las naciones apstatas estaba a la mano para quien dudarade la respuesta. (11)

    La inquietud creciente en el discurso de Aycinena apareca bien remarcada enotro documento del ao 1861, al hablar de la tenebrosa noche en que est envueltoel mundo profano.17 Pona el obispo el acento en el entorno internacional, de asedioa la Santa Sede y de guerras intestinas en los pases de Amrica, no sin recordar alpblico guatemalteco que la irreverencia en el lugar santo es un atentado de rebe-lin contra Dios... la irreverencia es un gnero de apostasa. (6-9) Al conmemorarla consagracin de la nueva catedral de Guatemala, Aycinena peda fundamental-mente al pueblo guatemalteco que renovara su compromiso adquirido en contra dela poltica corrompida del siglo, aprovechando al templo para rezar a Dios por lasolucin de estos problemas, persuadidos de que nuestras splicas sern escucha-dos. (ibid.) Asimismo, deban los guatemaltecos pedir a Dios la prolongacin de suafortunada situacin caracterizada por la paz exterior y la tranquilidad interior deque est gozando nuestra Repblica. (10)

    Qu tan profundos eran los problemas que dentro de Guatemala hacan eco su-gestivamente en el discurso eclesitico del pacto mosaico? Una parcial contestacinla tenemos en el mensaje del presidente al congreso a fines de este mismo ao.18 A

    17 Juan Jos de Aycinena y Piol, Sermn predicado en la Festividad del Primer Aniversario de laDedicacin Solemne del Templo Catedral de la Archidicesis (sic) de Santiago de Guatemala, por elIllmo. Sr. Arcediano Doctor D. ..., Obispo de Trajanpolis, Vice-presidente de la Cmara de Repre-sentantes, Consejero de Estado, Catedrtico jubilado de Cnones y Rector de la Pontificia y N. Uni-versidad de San Carlos, Impreso por disposicin del G.S. de la Repblica, Guatemala: Imprenta de laPaz, en el Palacio del Gobierno, 1861. (12p)18 Rafael Carrera, Mensaje dirigido por el Exmo. Seor Presidente de la Repblica de Guatemala,Capitn General Don ..., a la Cmara de Representantes en la Apertura de sus sestas sesiones delsegundo perodo constitucional, el da 25 de noviembre de 1861, Guatemala: Imprenta de la Paz, en elPalacio de Gobierno, (25 noviembre) 1861. (7p.)

  • 121Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    diez aos de la sancin del Acta Constitutiva en 1851, Carrera observaba orgullosa-mente que el gobierno ha marchado desde entonces sin obstculos y con regulari-dad. (4) Haciendo alusin a la autoridad concedida al ejecutivo, que pareciexcesiva, el Presidente recalc el logro de una libertad prctica y positiva, resul-tante de la labor concertada del ejecutivo, el congreso y los dems funcionarios. (4-5) No negaba, deca, las imperfecciones de la administracin pblica, y admitaque si el progreso no es tan rpido como todos queremos, es porque no depende dela voluntad el imprimirle la celeridad con que desearamos que caminase. Recono-ca Carrera que, como lo plante el ao anterior, se precisaban mejoras en la admi-nistracin de justicia y la municipal, el arreglo de la hacienda y del ejrcito. Confesabael avance ms bien lento en la correccin de muchos abusos. (5) Luego vena loms grave:

    El comercio y la agricultura han sufrido este ao considerablemente, a causa de la malacosecha de la cochinilla y de la depresin que este fruto experimenta en los mercadosextranjeros. Esta desgracia est advirtindonos de la necesidad en que estamos de procu-rar otros artculos de exportacin. El Gobierno, adems de cuidar de que se cumplan ladisposiciones dictadas por la Cmara con el objeto de alentar el cultivo del caf y de lacaa de azcar, tiene fija la atencin en los caminos y los puertos, considerando que elprincipal impulso que puede darse a aquella y a otras fuentes de riqueza pblica, es remo-ver los obstculos que se oponen a su desarrollo y su progreso. (5-6)

    Carrera anunciaba en seguida que el gobierno trabajaba en lograr la fcil comu-nicacin con los importantes departamentos de los Altos, mediante la apertura deuna nueva carretera a Totonicapn. Se precisaba del caf de los Altos para la nuevaeconoma de exportacin. Informaba Carrera, asimismo, de las obras portuarias enlos nuevos puertos del Pacfico, prximos a los Altos, de San Jos y San Luis. Con-fesaba Carrera que las necesidades mismas de la administracin en esta dinmicarequeran de hombres mejor educados para asumir los retos. Lamentaba que

    los hbitos y costumbres bajo los cuales el pas se ha formado y vive, no dejan de oponerobstculos en el particular. No se tienen todava nociones exactas de lo que constituyeuna educacin inteligente y sistemada que modifica la naturaleza, forma o perfecciona lascostumbres y el genio del pas en las naciones adelantadas, constituyendo as la naciona-lidad y la civilizacin de los pueblos. (6)

  • Signos Histricos122

    Carrera terminaba Carrera prometiendo importantes iniciativas educativas, y ase-gurando al congreso que la hacienda pblica estaba sana y que las rentas aumen-tan. Contaba con la patritica e ilustrada cooperacin de los representantes pararesolver los retos del futuro. (6-7)

    No es difcil ver que los problemas de la economa, no menos que la guerra en elvecino Mxico, y los embates del Vaticano, conformaban un panorama poco hala-geo para el rgimen conservador que se haba implantado en Guatemala duranteuna dcada. Como este rgimen representaba una alianza entre fuerzas y pareceresdistintos, una mudanza relevante en las condiciones internas y externas significabaun reto importante. Poda erosionarse un apoyo poltico que siempre haba sido con-dicionado, en algunos sectores de opinin, a sus rendimientos positivos, y no a susfinos deslindes poltico-religiosos.

    El omnipresente Juan Jos de Aycinena tendra que ayudar al presidente a mol-dear un nuevo discurso ideolgico a la vez que se montaban las bases para una pol-tica econmica ms agresiva. Septiembre de 1862 era el momento perfecto.19 Elorador asentaba categricamente que Ningn acontecimiento puede estar fuera delorden providencial de Dios... (4) Esto era cierto tanto de la poca colonial como dela independencia, segn el prelado, pero en los inescrutables designios de Dios, pa-san todas las cosas en este mundo, aunque no querramos (sic) los hombres. (5)Ahora independientes, era obvio que los guatemaltecos tenan diversas opciones deaccin, pero stas eran vlidas slo segn los preceptos de su santsima ley. En estesentido no formamos un pueblo soberano: somos siervos de Dios. (5) Los perni-ciosos errores que pugnaban con esta visin, se difundan por medio de ciertaspalabras sonoras, repetidas hasta el fastidio. Asentaba el pensador:

    Libertad, Constitucin, Reforma, Progreso: he aqu las cuatro palabras que con eco msagudo se hacen escuchar distintamente entre la vocera confusa, que en diversos pasessuscita el espritu revolucionario que los conmueve y desorganiza. (6)

    19 Juan Jos de Aycinena y Piol, Aniversario XL(sic) de la Independencia de Guatemala, Discursoreligioso pronunciado en la Santa Iglesia Catedral por el Ilmo. y Rmo. Seor Arcediano Dr. D. ...,Marques de Aycinena, Obispo de Trajanpolis, Vice-Presidente de la Cmara de Representantes,Consejero de Estado, Catedrtico jubilado de Cnones, Rector de la Pontificia y Nacional Universi-dad de San Carlos, y Decano del Ilustre Colegio de Abogados, etc., etc., etc., el 15 de setiembre de1862, Guatemala, Imprenta de la Paz, 1862. (19p.)

  • 123Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    En seguida explicaba su propsito al respecto:

    Voy a procurar definir estas palabras en su sentido propio, conforme a las mximas delcristianismo, y segn los principios de la recta razn. (6-7)

    Rpidamente el diestro orador mostraba que la libertad era un don divino quedeba usarse a espaldas de las pasiones para evitar un infierno terrestre, y que en llos hombres se asemejen a los demonios ardiendo en el fuego de la discordia; que elconstitucionalismo tena su fundamento ms seguro en el Evangelio, la Constitu-cin divina dada por el Hijo de Dios para hacer feliz al linaje humano. En cuanto alas peligrosas y seductoras palabras de reforma y progreso, la palabra reforma, enboca de los polticos impos, es anuncio fatal de revolucin, trastorno, supresin deinstitutos religiosos, pillaje de bienes eclesisticos, proscripciones inicuas as comode la tirana demaggica ms terrible; y el progreso era el curso desastroso deldesorden, y ...(el) ejercicio de un poder sin lmites, que no respeta derecho alguno, yque se complace en destruir lo que hicieron los antiguos. (6-16)

    Tras redefinir el progreso en trminos de perfeccin moral, acorde con el Evan-gelio, asentaba Aycinena que Todo catlico posedo del espritu de su religin, denecesidad tiene que ser progresista prctico y no verbal, y rechazaba como calum-nias las aserciones contrarias. La revolucin no era aceptable, pero:

    Hay otro gnero de progreso til y laudable, tal es el que se hace en las ciencias naturales,en las letras, en las artes, en la agricultura, en la industria, en el comercio, en el ornato delas poblaciones, y en cuanto concierne al buen orden social. El catolicismo patrocina esteprogreso de varios modos, y muy eficazmente... (16-17)

    Pero es evidente que las redefiniciones que procuraba el venerable obispo noavanzaban con la velocidad y no corran con el apoyo popular que l deseaba. En unsermn poco antes de su muerte, expresaba su coraje.20 Al hablar de nuestra Rep-blica libre e independiente se detuvo y dijo:

    20 Juan Jos de Aycinena y Piol, Sermn predicado en la S.I. Metropolitana de Guatemala, el da 1de enero de 1864, en la funcin de accin de gracias, que se celebra con asistencia de las autorida-des, Guatemala, Imprenta de la Paz, 1864.(8p.)

  • Signos Histricos124

    Habris notado que omit decir Repblica Soberana ... Es tan torpe el abuso que el esp-ritu revolucionario ha hecho, y est haciendo de la palabra soberana, que de ella se sirveadulterando su sentido, para sorprender halageamente la credulidad de los pueblos,e imbuirlos en el error, de que tanto ellos, como los que se denominan representantessuyos en asambleas o congresos son omnipotentes, que no estn sometidos a ley algu-na, y que son dueos de hacer su voluntad y sus caprichos sin restricciones de ningunaespecie. (3)

    Al amparo de la palabra soberana se defendan las rebeliones. La ms reciente, yla ms terrible para Guatemala, haba sido la de El Salvador que haba pretendido elao anterior barrer con el regimen guatemalteco:

    El Seor nos ha protegido, no solamente ordenando a la victoria, que se colocara a nues-tro lado, sino que se ha valido de ella, para hacernos comprender la enormidad de lospeligros a que estuvimos expuestos... (5-6)Otro de los grandes beneficios que el Seor nos ha dispensado, consiste, en que conacciones honrosas han sido desmentidas las calumnias y los improperios, con que, abu-sando de la prensa, se intent hacer creer al mundo que eramos una horda de salvajes,incapaces de conocer nuestros derechos, y de respetar los ajenos. (6)

    Aycinena estaba agradecido a Dios por la paz que se viva de nuevo:

    Comenzamos pues el ao 1864 disfrutando del bien ms importante, que puede haber enel orden social; pero para que se conserve, es preciso que nosotros llenemos las condicio-nes sin las cuales el Seor no continuar dispensndonos su proteccin. (6-7)

    Regresaba el anciano prelado a su consabido tema del pacto con Dios, pero conuna nueva urgencia y una solicitud ms directa, ms prctica, menos adornada yacon alusiones bblicas, formulada muy directamente al pueblo guatemalteco. Apela-ba a la sobriedad en el comportamiento cotidiano, la justicia en el trato a nuestrosprjimos, ya los consideremos individualmente, o bien unidos en el cuerpo social,y la piedad, sobre todo para los que desempeaban los destinos pblicos. Parecahaber una nota de censura en la voz clerical al cerrar sus palabras con una referenciaa la necesidad de cumplir esforzadamente con estas tres cualidades que caracteri-zan al verdadero cristiano, para complacer a Dios y ser dignos de su poderosaproteccin. (7-8)

  • 125Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    Dos publicaciones de 1865 indican que la Iglesia ya estaba preocupada por susituacin en Guatemala.21 Sin pretender agotar su riqueza, slo se har mencin delhecho de que uno de ellos evidencia una lucha nada agradable entre el Ayuntamientode Guatemala y la Iglesia Metropolitana en torno a la plazuela Del Sagrario, dis-puta que las autoridades eclesisticas haban considerado largamente resuelta a sufavor. No dejaron de mostrar sorpresa e irritacin frente a las pretensiones de lamunicipalidad de Guatemala. La otra publicacin era nada menos que lo referente alas exequias por la muerte del capitn general y presidente Rafael Carrera. Partes deeste documento no dejan de ser inquietantes. Comienza con el mote Yo glorificaral que me glorificare. Pero pronto denuncia las falsas protecciones, y ... las tira-nas descubiertas. (21) El orador defenda al adalid fallecido, que no llam laReligin en apoyo suyo por hipocresa, que no la defendi por poltica, sino que latena grabada en el corazn. (27) Preguntaba intencionadamente al pblico:

    Os acordis del jbilo celestial que como una chispa elctrica, de uno a otro extremorecorri la ciudad, con la nueva tan deseada y tan pedida a Dios, de su reconciliacin consu Magestad Divina? (28-29)

    Que alivio provocaba esta buena nueva de nuestro hroe convertido, aquel aquien tantos creyeron incrdulo por su fragilidad! (30-31)

    Quiz produca vergenza a los fieles la vida poco piadosa del presidente falleci-do, pero se le reconoca su servicio a la buena causa no obstante sus fallas personalesy los modestos elementos conque originalmente haba contado. A pesar de todo, noreclam para s desmedidas alabanzas, y en el da era innegable que se van multipli-cando todos los elementos del engrandecimiento social, y Guatemala gozaba ya de

    21 Juan Jos de Aycinena, Demostracin del derecho de propiedad que en la plazuela llamada DelSagrario tiene la Santa Iglesia Metropolitana de Guatemala, escrita por el Ilmo. Sr. Dr. D. ...,Arcediano de la misma S.I. y despus Obispo de Trajanpolis; anotada por disposicin del Excmo. Sr.Arzobispo Metropolitano y adicionada con la comunicacin que ltimamente diriji S.E. Illma., deacuerdo con su cabildo, Al Supremo Gobierno, sobre el mismo asunto., Guatemala, Imprenta de laPaz, 1865.27pp. (impresin pstuma); Relacin de las Exequias del Excmo. Sr. Presidente, CapitnGral. D. Rafael Carrera, celebradas en la S.I. Catedral de Guatemala, el da 17 de abril de 1865,Guatemala, Imprenta de la Paz, 1865.(42 p.). De la pgina 9 a la 42 se reproduce la Oracin fnebredel Excelentsimo Sr. Capitn General Don Rafael Carrera, Pronunciada en presencia de su cadverpor el R.P. Jos Telforo Pal, de la Compaa de Jess.

  • Signos Histricos126

    un puesto de honor en el congreso de las naciones. (34-39) No pudo menos queconcluir el orador que cuando la Iglesia se apodera de un hombre, no hay poderhumano que lo arranque jams. La secuela al rgimen que terminaba se resuma as:

    La obra regeneradora ... la hemos de continuar con nuestros esfuerzos... (42)22

    El arrojo periodstico de los siguientes aos da cuenta de un pas profundamentepreocupado por responder a los desafos econmicos y sociales del momento.23 Parala celebracin anual de la independencia en 1868, incluso se quebr el monopolioeclesistico del discurso oficial.24 Dos impresos eclesisticos, uno de 1868 y otro de1871, permiten dar una idea de las transformaciones sufridas por la Iglesia. En el de1868 se asentaban las bases de una visin francamente evolucionista del papel de laIglesia en la sociedad. Esto permita reconstruir la historia de Centroamrica de talforma para llegar a la conclusin de que:

    No fue ... en nosotros un acto de rebelin la proclamacin de nuestra independencia ylibertad. El no fue otra cosa que la transicin natural y constante que ejecutan el individuoy las naciones al recorrer los diversos perodos de la vida.25

    Tras diversas consideraciones, el autor eclesistico llegaba a la conclusin que

    el hombre y las sociedades no son otra cosa que el resultado de un doble compuesto,materia y espritu; el arte de gobernarlas consiste nicamente en el de satisfacer a ambas

    22 Aqu el orador aluda a veintisis aos de labor de Carrera, tomando como base el ao de 1839. Esde notar que fueron los abanderados de Carrera los primeros en prolongar la cronologa de su rgimen,para sus propios fines.23 Vanse, por ejemplo, la Gaceta de Guatemala, Tomo XIV, Nmeros 1 a 100, diciembre de 1865 adiciembre de 1865, y La Sociedad Econmica. Peridico de la agricultura, industria, etc., Tomos 1 y2, julio, 1869 a diciembre de 1870.24 Vase Miguel Brioso, Discurso del 15 de setiembre de 1868 pronunciada por el jurisconsulto Don... a invitacin del Jefe de Distrito Licenciado Don Miguel Castro, San Miguel, Imprenta de Minerva,c. 1868. 12 p.25 Jos Antonio Urrutia, Aniversario XLVII de la Independencia de Guatemala, Discurso religiosopronunciado en la Santa Iglesia Catedral por el Sr. Cannigo Honorario Don ..., el 15 de setiembrede 1868, Impreso de orden del S.G. de la Repblica, Guatemala, Imprenta de la Paz, c. 1868. 16pp.

  • 127Cultura conservadora y... Brian F. Connaughton

    exigencias, proveer al espritu con la verdad en la doctrina moral y religiosa y acudir a lamateria con el progreso en las artes, en el comercio y en la agricultura. (14)

    El orador aplauda los logros obtenidos hasta ese momento, que se forjaban pasoa paso en medio de los adelantos de la ciencia y la tecnologa. (14-15) Pero saba quelas exigencias a futuro iban en incremento:

    esa bandera nacional que colocis hoy en el recinto del templo no viene a pedir a lareligin de nuestros padres la ltima bendicin para su tumba; viene s a pedir por mediode vosotros socorros y auxilios para su porvenir... (16)

    No fallaba el orador de 1868; el cambio se generalizaba y de hecho para el 15 desetiembre de 1871 los liberales moderados bajo la direccin de Miguel GarcaGranados tena los destinos de Guatemala en sus manos. La elite eclesistica, nomenos que la secular, estaba preparada.26 El discurso de ngel Ma. Arroyo, de unariqueza extraordinaria, terminaba as:

    He concluido, seores; slo me resta exhortaros a que seis fieles a la Religin amando ala verdadera Libertad; y a que os hagis dignos de la Libertad, por medio de la prcticasincera de la verdadera Religin; de esa Religin de Caridad, de paz y de consuelo, biendepurada de las preocupaciones, extravagantes y an sanguinarias deducciones con queel fanatismo y la hipocresa de algunos que se llaman devotos y son falsos cristianos,tomando la corteza y dejando el jugo, la presentan envilecida. Sea la Libertad el auxiliarde la Religin, y la Religin tutora de la Libertad. Seamos Ciudadanos Cristianos, y Cris-tianos Ciudadanos. Unamos al amor del pueblo, el de la Iglesia; y el amor de la Libertad,al de la Religin. As poseeremos la gloria de merecer bien de la Religin y de la Patria,y recogeremos preciosos, abundantes y sazonados frutos de la Independencia Nacional.Loor a la Libertad! Loor a la Religin!

    HE DICHO.

    26 Vanse Angel M. Arroyo, Discurso poltico-religioso pronunciado en la Sta. Iglesia CatedralMetropolitana el da 15 de setiembre de 1871, en celebracin del Aniversario L de la IndependenciaNacional, por ... Presbtero, Se imprime por disposicin del Gobierno, Guatemala, Imprenta deLuna(Sucesores), c. 1871; y Algunas reflexiones sobre la ltima sedicin. (Artculos publicados enlos nmeros 37, 38 y 39 de La Semana), Guatemala: Imprenta de la Paz, C. Guadalupe, 1870. (23p.)