cuentos terror i

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Cuentos para halloween Volumen I (Grupo D)

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Page 1: Cuentos terror I

Cuentospara

halloweenVolumen I (Grupo D)

Colección de cuentos escritos por alumnos/as de educación primaria.

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Índice de cuentos

Autor/a: Título: Página

Ángela San José….…... La Niña Encantada…............…. 3Carlos Sanabria…….... El motorista fantasma….........… 4Ángel Martínez….…… Asesinato en Manhattan….…… 5Víctor Muñoz….….…. La máquina de la tortura…....… 6Víctor Gómez………… El grito del nicho 22217..……. 11Alejandro de la Torre... Preparando la fiesta de

halloween………….………….. 13Héctor González.…….. Una noche infernal en el

cementerio…………..….….…. 14Miguel Gutiérrez…….. La casa encantada……...…….. 15Soraya de Vega………. La mujer del pasillo……….….. 18Francisco Elvira…..…. Una noche en Horrorlandia…... 19Alberto Redondo…….. A la caza del vampiro……....... 21Irene Pérez…………… Atrapados en el colegio…........ 24Cristina Rico…………. El pueblo encantado…………. 25Fabio Boscarino……… Menos mal que era un sueño… 26Laura Valcarce……….. Aventura mortal……………… 28Irene Bugarín………… Clara…………………………. 31Alejandra García……... Misterio por la noche………… 33Mario Tapias…………. El asesino inaudito…………… 34Adrián Olmedo………. La profesora tenebrosa……….. 36Lucía González…..…... Noche de halloween para no

olvidar………………………… 37Jaime Rodríguez…….. El mundo de ? ........................... 38

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La Niña EncantadaHabía una vez una niña que estaba jugando con su osito de peluche, pero llego la hora de irse a dormir y como siempre, la niña se acostó con su osito. Pero por la noche ocurrió algo terrorífico, el alma maligna del osito se introdujo dentro de la niña.A la mañana siguiente ya era halloween y todos los niños estaban preparados para aquella noche.Pero algo iba a pasar esa misma noche y la niña encantada iba a tener que ver algo con ello.Pasaron las horas y los niños estaban ansiosos por llamar a las casas, ya se estaban preparando, todos menos Elena, que así es como se llamaba la niña.Llego la noche y los niños empezaron a llamar a los timbres pero Elena prefirió quedarse en casa. Pasaba el rato y cuando

fue medianoche Elena fue a la cocina, cogió un cuchillo y… ¡mató a sus padres!El alma maligna solo quería que sus padres muriesen. Entonces salió del cuerpo de Elena y se metió en el

osito de peluche.Elena, que se dio cuenta de lo ocurrido, aunque el alma del osito la controlase, cogió al osito y lo tiró a la basura para no volver a verlo más.

Ángela San José

El motorista fantasma

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Noviembre 1920, Ray Spilett se encontraba con su Harley en el cruce en la quinta avenida con Manhattan.Era la 1:00 de la madrugada, se encontraba con sus amigos John y Herbert, cuando presenciaron un atraco en una joyería. Ray les intentó detener con su moto pero le disparó un atracador y cayó al suelo muerto. Se convirtió en un espíritu llamado “el motorista fantasma” entonces cogió su moto encantada y más rápido que el viento atrapó a los ladrones, les quitó las almas a los ladrones y se convirtieron en zombis.Entonces los zombis empezaron a atacar la ciudad y convirtieron a mucha gente en zombis. Sus amigos John y

Herbert intentaron detener a Ray, pero él no les reconoció y les intentó convertir en zombis. John se liberó y salvó a su amigo Herbert, pero Ray les vio huir y avisó a

todos los zombis. Les rodearon y tuvieron que luchar contra todos. Consiguieron ganarles llevándolos a un estadio de fútbol y allí provocaron una gran explosión que acabó con todos.Quedaba Ray, que les atacó con su moto; pero ellos le esquivaron y chocó contra un camión de gasoil. Eso provocó otra gran explosión, que hizo que saliera el espíritu malo y que Ray volviera a la normalidad.

Carlos Sanabria.

Asesinato en Manhattan.

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Era una noche tranquila en Manhattan, es más, era hallowen en Manhattan.Un espectáculo de luces y sonido en toda regla, debe de ser fascinante ver a tantísima gente disfrazada de terror, pero la mala noticia era que había salido de la cárcel el malvado asesino llamado el descuartizador, que ya había cumplido condena.A la gente no parecía importar demasiado. Hasta que de pronto se hoyó un grito aterrador, y es que no era para menos, porque el malvado descuartizador ya había vuelto a hacer de las suyas, había decapitado a un pobre niño que estaba pidiendo caramelos, pero además le había colgado de una cornisa para que todos lo vieran.Mas tarde el asesino se fue a su casa y dijo en voz alta:- Voy a matar a alguien más-Entonces afiló su navaja y cogió su vieja y oxidada camioneta y se echó a las calles en busca de alguien que fuera solo, hasta que una adolescente que volvía a su casa tuvo que atajar y cometió el error de meterse por un callejón oscuro. Entonces el asesino salió de su camioneta, sacó su navaja y decapito a la pobre adolescente de unos catorce años.Al día siguiente, el asesino, mientras desayunaba y escuchaba la radio, oyó que por la radio decían que habían encontrado el cadáver de la pobre adolescente decapitada.Pero la sed de sangre del asesino no había terminado y es que él había jurado que no se moriría sin matar al que le había metido en la cárcel y se puso a ello. En poco tiempo ya había adivinado dónde vivía. Entonces cogió su camioneta y en un cuarto de hora ya había llegado. Entonces, aprovechando que él estaba solo, rompió la ventana del garaje entró y en un santiamén le mató a sangre fría; pero mientras le decapitaba entró la policía y volvieron a detener al descuartizador, Dos

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días más tarde le juzgaron y se pasó el resto de sus días en una celda de la prisión de Manhattan; pero… lo que nunca se podrá borrar es el dolor que sienten los familiares de las víctimas del descuartizador.

Ángel Martínez.

La máquina de la torturaHola, me llamo Víctor y estoy con unos colegas llamados Mario, Carlos, Francisco y Miguel en un campamento de todo el verano, más o menos cien días. Ya estamos en el autobús saludando a los padres. El campamento, es en Madrid, en un pueblo llamado San Mamés y el campamento se llama justo así. En el campamento nos encontraremos a una amiga que se llama Alicia. Por fin partimos, ya era hora. Espero que nos pongan una película, será divertido.-Ya hemos llegado -dijo el conductor.- ¿Qué? Pero si acabamos de partir. ¿Qué ha podido pasar? Bonito sueño, ¿eh? -dijo Miguel. -¡Anda! Ya lo entiendo un poco más, me he dormido.Al mirar hacia el lugar donde estaba el campamento me dejó sin palabras. Era todo perfecto: estatuas de oro, dos

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construcciones de hasta cinco pisos (normal, éramos quinientos niños)…¡Sí, hasta tenía un edificio-comedor de tres pisos!Al acercarme allí y oler, olía a carne podrida. Pero no sabía que algo se escondía en la cocina.Al principio, nada más llegar, era tiempo libre y Mario y yo fuimos a ver qué había en el comedor, pero antes de que pudiéramos entrar, la cocinera nos vio y nos cantó los cuarenta:-¡Cómo volváis a entrar en esta sala os juro que sufriréis las consecuencias bien caras, ¿de acuerdo?-Sí -respondimos.¡Qué mala leche tiene esa!Al salir, Carlos y Miguel nos preguntaron qué había pasado; pero preferimos pasar del tema. La verdad es que me dio mucha intriga lo que había en la cocina y esta noche, gracias a mi siesta en el viaje fui a explorar yo solo.Me encontré a Alicia y quiso venir conmigo, y no la diré que no a ella. La conté lo que nos dijo la cocinera a Mario y a mí, y por la intriga, salió corriendo hacia el comedor sin dejarme acabar.La seguí, pero cuando la quise alcanzar, ya estaba parada delante de la cocina para abrir la puerta.Entramos y no os vais a creer lo que vimos: Vimos una especie de máquina de tortura que utilizaban en la Edad Media.Alicia se quedó paralizada. Yo, con lo cagueta que soy, salí a todo correr. Al volver se lo conté a todos.- ¿Quééééééééééééééééééééée? -me respondieron.- ¿Que has visco una especie de máquina de tortura y has dejado a Alicia allí sola?- Esto huele a misterio -dijo Miguel.

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- ¿Ah sí? Más bien huele a que si eso es una máquina de tortura y había alguien más allí he puesto en peligro a Alicia.- ¡Qué mal razonas! -respondió Mario.- ¡Pues haber estado en el pellejo de Alicia!- ¡¡Qué no cunda el pánicooooooooo!! -dijo Francisco a grito pelao.- ¡Quién fue a hablar! -respondí.Todos estábamos hiperventilando como si hubiera un ventilador a máxima potencia. Todos menos Miguel, que ya había preparado su lupa y blog de notas. Bueno, los míos.- Hay que investigar este caso.- Miguel, deja mi lupa y mi blog de espías.- No eres el único que desea serlo.- Pensé que tu sueño era ser jugador de futbol.- Tengo muchos.- ¿Te puedo ayudar o no?- Si es uno de tus sueños…La noche siguiente ya estábamos preparados, teníamos todo el equipaje. Alicia también venía.- ¿Alicia?- Sorpresa -dijo Alicia.- ¡No sabes tú cuanta! -respondí.Nosotros nos quedamos en el comedor, después de la cena y fuimos a la cocina. La descripción de la máquina es más o menos:Era cómo un embudo con un ventilador en el centro. En el ventilador vimos sangre y en una bolsa, con la cara de Billy el Niño (literalmente, porque se llama Billy es un niño).Ahora que lo veo, la comida de hoy sabía a Billy el niño, Porque un día le chupé el brazo porque tenía azúcar y…Diario de Pitágoras, seguimos en la cocina sin encontrar más pistas.

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De repente se abrió la puerta y…- ¿Qué es esoooooooooooooooo?Sin pensárnoslo dos veces echamos a correr los seis como si tuviéramos un cañón en la parte trasera. Pero nos dimos cuenta de que era la monitora maquillada de zombi.La estreché la mano para felicitarla y se le cayó el brazo izquierdo (bueno, uno de ellos).Ahora sí que corrimos para escaparnos de la zombi-monitora.Yo me subí a un ventilador gigante y apreté el botón para alejar al bicho ese, pero… ¡¡No era un simple ventilador!!La zombi y yo estábamos en una batalla y, antes de caer los dos, salté en la zombi que fue desintegrada y Carlos apagó la máquina justo antes de que me cortara vivo.Le di un millón de veces las gracias antes de que la cocinera-zombi entrara por la puerta y cogiera a Carlos arrastrándole con ella a la olla.Los dos dentro de la cocinera maestra (la olla) se abrasaron tanto que al intentar sacar a Carlos, Mario se quedo sin manos.Todos lloramos a duras penas, sin ganas; pero de repente Carlos salió de su tormento maquillado también como un zombi.¿Cómo un zombi?Empezó a perseguir a Mario mientras desangraba en las muñecas.Mario se cayó y Carlos se le tiró encima, y justo antes de ser comido, todos despertamos gritando.- Era solo un sueño.- dijo Mario.Pero se miró las manos y se desmayó.¡Adivina! Carlos entró por la puerta como en el sueño, como un zombi.Todos menos Mario (obvio) echamos a correr.

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Yo cogí a Mario en brazos, pero en la salida nos encontramos a todos contagiados.Empezamos a correr y cuando Mario despertó, le tiré para no cargar con él. Corríamos más que Messi.En cambio los zombis no corrían ni como un caracol.¡Ups! Hablé demasiado rápido. Empezaron a correr como en el mundo al revés (como Usaint Bolt).Mi cansancio era demasiado y tuve que pararme, pero tuve un impulso (el grito de Alicia).Me di media vuelta y me abrí paso entre los zombis para rescatar a Alicia, y, cuando quise llegar, me di cuenta de que sólo era una grabadora.Volví a la marcha de antes, pero esta vez me cogieron, pero cuando me quise dar cuenta, ya estábamos todos en un trampolín para saltar a la máquina de tortura. El primero en saltar fue Miguel. Cuando saltó me tiré detrás de él agarrándolo y tirándolo fuera de la máquina; pero el fallo mío es que no era la máquina de tortura, sino un acantilado, y Miguel no se salvó.Mientras saltábamos todos, me desaté, y al posar mis piernas en el suelo me di un impulso y cogí en mis brazos de uno a uno a todos mis compañeros.Cuando les dejé en el suelo me desmayé por haberme roto todos los huesos.Cuando me desperté, estábamos en el hospital, y todos estaban allí. - ¿Qué ha pasado?- ¿No te acuerdas, Víctor? -dijo mi madre-. Saltaste desde el primer piso y te rompiste todos los huesos.- ¿Por qué salté?- Porque estabas jugando con Mario. ¿Es que no te acuerdas?Miré a todos que me estaban sonriendo con esa sonrisa tan

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pegadiza y dije:- Pero, ¿y el campamento? ¿Y los zombis?Me tomaron por loco y me pusieron anestesia.Creo que solo era un sueño.

Víctor Muñoz.

El grito del nicho 22217Era un día tranquilo en San Martín de Montalbán, un pueblo de Toledo.Allí vivía Hugo, un chico de unos 11 años más o menos. Era el único chico que vivía en el pueblo, aunque otros chicos que eran de allí iban bastantes días.La que más iba era Cristina, que vivía en Ciudad Real.Pero aquel día estaba Hugo y Alberto, un chico de Murcia.Pasaron la tarde juntos jugando a la Wii y a la X-Box en casa de Alberto.Por la noche salían a la plaza con los niños que había. Aquella noche jugaron sólo cinco personas Hugo, Alberto, Beatriz e Inés.Se la quedaba Bea, así que Hugo y Alberto se fueron a esconder. Se escondieron en casa de Javier, un señor muy majo.

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Salieron para salvarse, pero oyeron un grito. Fueron hacia los caminos y lo volvieron a escuchar. ¿Qué sería? Entraron en el cementerio y se volvió a oír. Caminaron entre las tumbas y escucharon otra vez el grito. Se vio claramente: venía del nicho 22217.Hugo leyó en voz alta:- “Santiago López de la Cruz, D.E.P”Lo volvieron a oír. Intentaron salir corriendo, pero Alberto se quedó frente a él.- Hummm… Este nombre… ¡No puede ser! ¡Es mi tío! -dijo Alberto.- ¡Ahh… el que murió hace dos o tres meses! -dijo Hugo.- Sí, pero lo raro es que mi tío no está enterrado aquí ¡Está en Murcia! ¡Mi tío no es de este pueblo! -le contestó Alberto.Y es que su tío era un piloto de motos. Había muerto en un accidente.Huyeron de allí.Al día siguiente volvieron al cementerio, leyeron en voz alta:- María Francisca Barrientos Caído.No volvieron al cementerio.

Víctor Gómez.

Preparando la fiesta de halloween

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Preparar la fiesta de halloween es lo que más nos gusta a todos los de la pandilla.Somos cinco amigos: Roberto, Jairo, Miguel, Víctor y yo.Cada año preparamos la fiesta en una casa, y éste toca en la mía. Nos reunimos varias tardes para hacer los disfraces, máscaras, adornos…Ya el día anterior fui de compras con mi madre, para elegir la cena y otros detalles.Eran mucho los nervios que sentía porque me preocupaba que todo saliera bien.Por fin llegó el día. A la salida del colegio quedamos los cinco para encontrarnos después de comer en mi casa.Mi madre tenía preparado el garaje para poder decorarlo.Poco a poco comenzaron a llegar mis amigos. Nos pusimos manos a la obra: inflamos globos, que mi madre colocó en el techo; colgamos telas de araña, murciélagos y fantasmas, que habíamos dibujado y recortado. Después vaciamos unas

calabazas para poder meter dentro velas y diera así un poco de ambiente.Lo siguiente fue el momento de los disfraces. Nos pusimos la ropa y las máscaras: ¡Estábamos terroríficos!Era el momento de salir a dar sustos y pedir caramelos.Llamábamos a las puertas de los vecinos y decíamos: ”truco o trato”.

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La gente nos regalaba caretas, globos, caramelos y, algunos, hasta dinero.Pero nos ocurrió que, al llegar al número 40, salió un personaje vestido de zombi.¡El susto que nos llevamos fue tremendo! Sin embargo los regalos fueron muy especiales: ¡eran peluches!El tiempo se nos pasó volando. Mi madre nos fue a buscar porque ya tenía preparada la cena.La cena transcurrió entre risas y bromas.¡FUE UN DÍA FANTÁSTICO!

Alejandro de la Torre.

Una noche infernal en el cementerioÉrase una vez unos chicos llamados Alex, Miriam y Guille.Ellos quedaron el Día de los Difuntos, día en el que se recuerda a las personas que han muerto.Un 31 de octubre quedaron en la Plaza de España para celebrar la fiesta de Halloween allí; pero se les acoplaron unos chicos llamados Alberto y Sergio, que

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molestaban mucho y no les dejaban de molestar y de dejarles en ridículo. Por lo tanto no querían celebrar la fiesta de Halloween con ellos; pero al final fueron todos juntos al cementerio por la noche; ya que como Alex tenía pensado ir al cementerio, como Miriam también y Guille también, fueron allí.Como Albero y Sergio eran tan alborotadores y tan irresponsables se burlaron de los espíritus. Por lo tanto los espíritus se molestaron y se despertaron.Los espíritus durmieron a todos menos a Alex y le dijeron:- Aleja a tus amigos de este cementerio.Alex quería hacerles caso; pero como al día siguiente era la fiesta, los chicos se quedaron.No hicieron caso a Alex. Bueno, pues a los dos días murieron todos menos Alex, que nunca más volvió a celebrar Halloween.

Héctor González.

La Casa EncantadaQuedaban tres días para Halloween y los amigos del colegio estaban preparando la calabaza y los disfraces para poder ir bien a la noche de Halloween. Ellos se iban a quedar a cenar

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en casa de Saúl para poder acabar los disfraces en esa misma noche. Todo estaba quedando muy bien.Cada uno tenía un disfraz distinto: Calabazas, Duendes, Brujas, etc.Quedaba solo una hora para el acontecimiento y los chicos quedaron en casa de Miguel para poder disfrazarse y coger las bolsas y las calabazas. Ellos estaban muy contentos y alegres

porque iban a conseguir bastantes chuches y regalices.En la calle había mucha gente disfrazada como ellos.Saúl y Alejandro estaban como dos toros sin poder resistirse a salir a por chuches en el pueblo llamado Antigüedad, en la calle del Sol.Empezaron a pedir chuches y a la primera casa que fueron fue a la de Margarita, que era una señora de unos 50 años, muy fea, porque tenía una

verruga en la nariz; pero sin embargo les dio muchos caramelos, de pronto el perro ladró y todos se asustaron, y salieron corriendo por el miedo que tenían al perro de la señora Margarita.A La segunda casa que fueron, fue a la de Adrián, un joven de 25 años que era deportista y bastante guapo. A Adrián se le olvidó comprar chuches y Víctor le tiró un huevo a la puerta por lo rancio que era ese joven. Todos salieron corriendo porque Adrián les podía dar de tortas.

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A la tercera que visitaron fue a la casa de Antonio Recio, un mayorista que no limpiaba pescado y era calvito.Antonio les dio pocas chuches.

Por detrás otros niños, silenciosamente, les dieron un susto. Los chicos gritaron ¡aaaahh! del miedo que tuvieron.A la última casa que fueron fue a la casa abandonada, a ver si

respondía alguien.Dorian llamó y de pronto salió un fantasma ¡¡aaaaahhh que miedo!!Los chicos salieron corriendo y se fueron a casa muy asustados; se lo dijeron al padre de Mario y éste les acompañó hacia esa casa. Juan, el padre, entró y no vio nada. Estuvo mirando y en un momento se giró y… salió tan corriendo que se cagó del miedo que pasó, y huyó para casa.Al final los chicos entraron en la casa encantada, que era una manta llena de polvo blanco.Al final todos los Haloweens fueron a esa casa para ver lo que había.

Miguel Gutiérrez.

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La mujer del pasilloUna noche de Halloween, por querer hacer algo de miedo, jugamos a la Ouija, cosa de la que siempre me arrepentiré.La noche era fría. En el ambiente se notaba un aroma extraño, no sé definirlo con palabras.Unos amigos y yo buscamos a una vieja Ouija que mi familia siempre había tenido guardada. Era de mi bisabuela, que había muerto cuando yo aún no había nacido, y siempre la había querido conocer.Mis amigos hacían eso por diversión; yo por un fin, puesto que quería hablar con mi bisabuela.De repente el vaso se empezó a mover muy rápido. Al final se paró y formó unas palabras: “estoy yendo a por vosotros”.De pronto empezaron a dar golpes en la puerta de mi habitación. Era una mujer que gritaba mi nombre sin parar. Me di cuenta de que era mi bisabuela. Me lancé a abrir la puerta, pero mis amigos no me dejaron. Yo sólo quería ver a mi bisabuela. Mi amiga tuvo un ataque de nervios, me acerqué a ella y empezó a gritar y a decirnos: “vais a morir”.Intenté abrir la puerta, pero no pude. Cuando mi amiga dejó de gritar pude salir de la habitación, pero se cerró de golpe y mis amigos quedaron dentro. Oía los gritos de mis amigos pidiendo socorro.Cuando logré abrir la puerta mis amigos habían muerto.

Soraya de Vega.

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Una noche en HorrorlandiaUn día en Madrid, una niña llamada Carol y su familia estaban comiendo en casa cuando el hermano de Carol, Juan, tiró el agua al suelo sin querer. Cuando le iban a reñir, alguien llamó al timbre.- ¡Carol!- dijo Ana, su madre- abre la puerta.Al abrir la puerta, detrás había un paquete con cuatro entradas para el concurso de Horrorlandia.- Pero ¿qué es Horrorlandia? -dijo Marcos, el padre.- ¡Qué más da! ¡Es un parque de atracciones! -remató Juan.En la carta ponía que era mañana, y la familia no se lo pensó ni un segundo.Al día siguiente subieron al autobús y, cuando llegaron, fueron directos a las atracciones; pero la presentadora que tenía la cara verde y deformada no les dejó. La miraron y ella les dijo:- Todavía no, esperad un segundo.- Lo que harán primero será correr para cuando empiece el concurso de supervivencia.Carol y Juan dijeron:- ¡No nos hemos apuntado a ningún concurso de supervivencia!Pero ya era tarde. Las puertas se cerraron y no podían salir.El presentador se había esfumado.Juan pensó: “¡Que buenos efectos especiales!” Y los demás pensaron lo mismo.Mientras andaban, veían carteles donde ponía: “Prohibido pisar los pies a los monstruos”.La familia se rió y justo después se oyó una voz:- Da comienzo la ronda de supervivencia.

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De repente ya no estaban en el mismo sitio, y su padre y su madre no estaban con ellos.¡Estaban en un pueblo fantasma del oeste!De detrás de un arbusto salió un vaquero zombie con la marca de la bala en la frente y les disparó. Acto seguido ellos salieron corriendo.Después de esto les persiguieron un montón de monstruos, desde fantasmas hasta Yetis, hasta que llegaron a una cámara

llena de espejos donde los monstruos no querían pasar.Al entrar todo parecía normal; hasta que detrás de ellos se encontraron a un temible y horrendo ‘‘payaso de peluche”; que, sin dar pista alguna, abrió la boca tanto

que podría haber engullido de un solo bocado una furgoneta, y cuando el payaso se los iba a comer, porque estaban paralizados por el miedo, sonó: ¡Piiiiiiiiiiiiiiii!- Se ha acabado la ronda. Resultados: tres de cuatro personas han sobrevivido.- ¡Ay!-se lamentaba Carol- ¿Quién habrá muerto?Se oyó la voz de nuevo:- Ha habido un error. Hay cuatro de cuatro supervivientes. Es un record en la historia del concurso.Entonces cayeron por una trampilla que conducía a una sala llena de monstruos. Entonces el presentador les dice:- Es hora de decir adiós. En este concurso es muy fácil decir adiós. Mirad.Tiró una piedra enorme a un lago verde y mohoso que se la tragó en el acto y dijo la presentadora:- ¡Adiós!

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Entonces Juan recordó los carteles, y, en un acto desesperado, le pisó los pies al presentador que se desinfló como un globo, y entonces todos los demás monstruos salieron corriendo.Cuando volvieron a casa en el autobús robado, de repente salió de detrás un monstruo, y, cuando creían que les iba a devorar, el monstruo dijo:- Aquí están las entradas para el próximo año.

Francisco Elvira.

A la caza del vampiroNo quiero ni acordarme de ese mal día de Halloween . Pero os lo contare.El día 31 de octubre era una noche fría y como todos los años invite a mis tres mejores amigos a casa: Adrian, Mario y Fabio. Además de mis primos Andrea, Mario y mi hermana.Cuando entraron en casa vinieron a mi habitación. De repente sonó un grito en la parcela. “¡AAAAAAHH”, ME QUIERE CHUPAR LA SANGRE! Y todos nos quedamos aterrados y pensamos que había sido una broma de mal gusto. Pero a los quince minutos otra voz distinta grito: “¡AAAAHH, UN VAMPIRO!” Ahí es cuando volvimos a asustarnos y dijimos vamos a bajar a ver quién es el gracioso.

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Entonces mire por la ventana y vi unos niños un tanto asustados y una sombra.Bajamos y los niños que estaban antes enfrente de la pista de tenis, en la parcela, estaban muertos y además secos y arrugados. Entonces nosotros nos asustamos y Mario vio un papel en el suelo que ponía: “Ayuda nos quiere chupar la sangre un vampiro”.Después vimos una sombra que se metía por un portal y subía a un piso. Decidimos ir a la caza del vampiro.Fuimos al portal nueve y subimos por el ascensor al quinto piso que era donde había ido el vampiro, y… De repente se paró el ascensor en el tercer piso, y a la media hora salimos y cuando llegamos al quinto, una de las puertas estaba medio abierta y con arañazos.Entramos y había cinco personas en diferentes sitios de la casa muertos y secos.Salimos de la casa y vimos al vampiro escalar hasta el segundo B, en el portal 13, y yo me asusté mucho porque ahí vivía una compañera mía de clase.Entramos en el portal y Fabio decidió quedarse en la calle para que el vampiro no pudiese escapar. Cuando entramos en el segundo B, todos estaban muertos; pero había una nota escrita con sangre, que decía así: “Mientras vosotros estáis ahí yo estoy chupándole la sangre a vuestro amigo, la familia del segundo está muerta desde hace varios días”.Entonces todos corrieron abajo y vimos a Fabio muerto y seco.De repente Adrian dijo:- Mira va hacia el colegio.

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A continuación todos nos pusimos a correr hacia el colegio, y según íbamos nos encontramos dos palos bien grandes y afilados que parecían estacas y decidimos usarlas para matar al vampiro con esos dos grandes palos.Cuando llegamos al colegio nos dividimos en dos grupos. En uno, mis primos, mi hermana y yo; y el segundo grupo eran dos profesoras de sexto (Henar y Marisa), Adrian y Mario, cada grupo tenía una estaca. El vampiro había matado a todos los profesores del colegio excepto a los de sexto, y habíamos encontrado a las profesoras. Sólo nos faltaban los profesores Luis y Filemón, y fuimos a tres clases de sexto y no estaban ni el vampiro ni los profesores. Solo nos faltaba por mirar una clase y el patio.El grupo de Alberto fue a la clase de sexto D y el grupo de Adrian fue al patio.Se fue cada grupo donde tenía que ir y el grupo de Alberto encontró al vampiro intentando morder a Luis; pero Alberto hizo que el vampiro se diese la vuelta y le clavó la estaca en el corazón.¡Al final pudimos con el vampiro!

Alberto Redondo.

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Atrapados en el colegioUn día Marcos y su hermana Claudia fueron al colegio como todos los días. Al pasar un rato, los alumnos se dieron cuenta de que no estaban ni los profesores, ni el directo; es decir, que solo había niños.La mayoría se quedaron en el gimnasio o en los ordenadores, pero Marcos y Claudia decidieron marcharse a casa. Cuando se dieron cuenta de que la puerta se había atascado, fueron a otra de las salidas y a la puerta principal; pero tampoco se podían abrir.Después de contárselo a todos se les ocurrió la idea de intentar salir por la ventana del primer piso. Marcos y Claudia iban a salir los últimos; pero, cuando Marcos iba a subir el primer pie, la ventana se cerró de golpe. Intentaron salir por todos los medios, pero no había manera.¡Estaban atrapados en el colegio!De repente oyeron una voz que decía: “¡No podréis salir nunca, estaréis atrapados para siempre!”Los niños vieron una sombra y, asustados, corrieron a refugiarse a su clase; aunque la verdad es que no fue una buena idea porque cuando entraron empezaron a oír que alguien aporreaba la puerta, se apagaban luces y las persianas se movían solas.En ese mismo momento se oyó un rayo y Claudia desapareció. Como por arte de magia todo volvió a ser como si no hubiera pasado nada, excepto que Claudia ya no estaba y el único alumno que se acordaba de lo ocurrido era Marcos, que intento recordárselo a los demás, pero no le hicieron caso.

Claudia, después de que la ventana se

cerrase.

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Pocos días después vino al colegio una niña nueva llamada Claudia que era exactamente como la hermana desaparecida de Marcos. Ese día Claudia le dijo a Marcos que ella era su hermana; pero en el momento que Marcos iba a contestar cayó un rayo y los dos lo olvidaron todo. ¡Nada volvió a ser como antes!

Irene Pérez.

El pueblo encantadoÉrase una vez dos amigas que se llamaban Cris y Eli. Ellas se fueron de vacaciones en la semana de Halloween al pueblo Fonsuna; donde se alojaron en un hotel llamado Fortuna. Su habitación era la número 13 y la decoración era un poco fúnebre.Habían llevado sus disfraces para la fiesta de Halloween. Cris tenía un vestido de vampiresa y Eli, de diablesa.Ellas se vistieron y se maquillaron para la noche de terror, que se hacía en una explanada al lado del cementerio.

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En el pueblo había una leyenda que decía que cuando se disfrazaban, y pasaban las doce de la noche, la gente se convertía en lo que se habían disfrazado.Ellas no se lo creían. Todo el mundo a media noche se fue a sus casas y se quitaron los disfraces; mientras que ellas siguieron divirtiéndose por el pueblo.

Decidieron entrar en el cementerio para ver las tumbas de los muertos y…De repente, las campanas de la iglesia empezaron a sonar e inmediatamente se convirtieron en vampiresa y diablesa.

Cristina Rico.

Menos mal que era un sueñoÉrase una vez un grupo de niños que estaban muy ilusionados porque llegaba halloween; pero había otro grupo de niños que odiaba halloween.Entonces los niños que odiaban halloween decidieron ir por todo el mundo a robar todos los caramelos, calabazas y

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golosinas para enterrarlas y que no se pudiese hacer halloween.Los niños decidieron raptar a uno de los niños que no le gustaba halloween y obligarle a decir donde estaban las calabazas, caramelos y golosinas. Pero no dijo nada sobre dónde estaban; así que le borraron la memoria y le dejaron donde estaba.Llego el día de halloween y no sabían dónde estaban las calabazas, caramelos y golosinas. Pasaban las horas y las calabazas empezaron a mutar hasta convertirse en un monstruo de calabaza y empezó a destruir todo lo que encontraba a su paso.Yo estaba en mi casa tan tranquilo cuando, de repente, la calabaza gigante me cogió y me comió.De pronto me desperté y justo entró mi madre diciéndome:- Buenos días. ¿Qué tal has dormido?- He dormido bien; pero con un sueño muy extraño.- ¿Qué has soñado?- He soñado que una calabaza gigante me comía. ¿Por qué habré soñado eso?- Tal vez será porque mañana es halloween.- Sí, será por eso.

Fabio Boscarino.

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Aventura mortalTodavía recuerdo aquel día de Halloween en mi pueblo; el peor que pasé. ¿Queréis que os lo cuente?Me disponía yo a salir a buscar a mis amigas Olaya, Gema, Noelia y mi prima Sara, para ir a una fiesta que había realizado en casa de mi abuela. Cuando ya nos íbamos a ir a casa para divertirnos, Olaya tuvo una fantástica idea:- ¿Por qué no vamos al cementerio toda la noche para pasar Halloween?Pero como ya estábamos en casa me oyó mi abuela que dijo:- ¡NI SE OS OCURRA IR AL CEMENTERIO, QUE ME DA ALGO!Pero fuimos.Como estaba en la carretera, a las afueras; nos llevó el hermano de Noelia. Ya en el cementerio nos encontrábamos en la puerta cuando oímos un ruido que nos aterrorizó muchísimo; pero pensamos que era algún conejo.Vimos que no daba casi nada de miedo, así que entramos.Ya dentro encendimos una vela, pero se apagó rápidamente. Luego observamos que había muchas tumbas; pero nos dimos cuenta que los nombres de las tumbas eran conocidos, y Gema dijo:- ¡Aaaah! ¡Ahí pone el nombre de mi hermano con sangre!Todas nos asustamos mucho menos Noelia, que había desaparecido.Nos pusimos a buscarla pensando que era una bromita. Pero Sara se asustó y, gritando, dijo:- ¡Hay un cadáver en el suelo!

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Todas miramos hacia donde estaba Sara y, cierto, era un cadáver que conocimos enseguida. Entonces Olaya gritó:- ¡Nooooooo, Noelia, noooooo!Justo en ese momento, todos a la vez, nos dimos cuenta de que en las tumbas había nombres de familiares nuestros y recién escritas.Cuando volvimos otra vez al camino, éste había desaparecido.Nos paramos un momento para cambiar de sentido; pero, de

repente, yo me di cuenta de que tenía un móvil que había encontrado en el suelo y llamé a mi abuela; pero ella no contestó; así que me entristecí mucho.

Más tarde Gema dijo:- ¡Busquemos la salida!Y cuando emprendimos la búsqueda vimos sombras corriendo por todas partes y nos asustamos muchísimo; pero yo dije:- Tranquilicémonos y lo conseguiremos Cuando ya llevábamos mucho tiempo buscando la salida tuvimos que parar un momento porque Sara tenía mucha sed; así que buscando una fuente se nos hizo medianoche.Pasado un tiempo, en lugar de encontrar una fuente, lo que encontramos fue la salida; aunque la puerta estaba cerrada.Mientras estaba buscando algo para abrir la puerta alguien me asustó por detrás, me di la vuelta y vi una sombra que se iba corriendo al tiempo que oí un ruido que me ponía la piel de gallina; pero lo aguanté. Cuando iba a pedir ayuda a Gema para buscar algo, Sara, mi prima, me dijo:- Se la ha llevado un señor extraño con una capa.Yo pensé y dije:- Será el señor que me asustó antes.

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Cuando íbamos a ir a buscarla vimos algo entre los árboles que volaba y dije:- ¡Mira, ahí hay algo!Pero nadie me hizo caso porque habían encontrado restos de sangre en el suelo, aunque no me lo habían dicho para no asustarme. Fue entonces cuando Sara dijo:- ¡ESTAMOS MUERTAS!Yo me di la vuelta y vi a Olaya tirada en el suelo, medio muerta, y a Sara llorando. Me acerque corriendo y dije:- ¿Qué pasa?Y ella me respondió diciéndome que había venido un espíritu y se había metido en su cuerpo. Yo grité:- ¡NOOOOOOOOO!Pero paré porque vi un papel que ponía: “TRANQUILOS y os salvaré”.En ese momento observé que me sonaba esa letra y dije:- ¡Es de Gema!Me sorprendí pensando que era cierto que nos iba a salvar.Más tarde vimos a Gema manejada por los espíritus y nos asustamos mucho; pero, sí, nos salvaron.Cuando íbamos las tres que quedábamos al pueblo, Gema nos dijo:- Venga, ¡adiós!, que me tengo que ir.Yo le respondí:- ¿¡Como que te tienes que ir!?Y ella me contestó:- Sí, yo estoy muerta. Me mataron los espíritus cuando me cogieron.Cuando ya llegamos al pueblo vimos que nos buscaban. Al comprobar nuestra llegada todos se pusieron muy contentos menos los familiares de Olaya, Gema y Noelia; que lloraron muchísimo; no obstante lo celebraron.

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Laura Valcarce.

ClaraClara era una niña corriente, o al menos eso aparentaba. Tenía el pelo castaño y los ojos verdes, y muchas pequitas alrededor de la nariz. Pero Clara era capaz de ver el futuro en sueños, aunque para ella era algo normal.Una vez tuvo una pesadilla y, desde aquella noche, no volvió a ser la misma; ya que algo le decía que su sueño iba a ser real.Cuando se levantó, tenía una expresión ausente: la piel muy pálida, los ojos casi sin color y una mirada turbia que parecía haber visto algo tremendamente malo. Se le había apagado el brillante color de su pelo… ¡Era otra!Sus padres, al verla, le preguntaron qué le pasaba, pero ella no contestó; por más que lo intentaba no podía hablar… Nada, no podía articular las palabras, ni un gemido de dolor salió de su triste boca: se había quedado muda.Sus amigas, extrañadas de que no las hablara, se enfadaron tanto que la dejaron sola, y Clara pensaba: “si me hacen esto, algo malo me va a pasar. Lo presiento, y mis sueños tampoco engañan”.Por la noche no dejaba de dar vueltas en la cama pensando en el sueño que tuvo. De repente se sobresaltó y vio a su muñeca Marilín, viva, con un cuchillo en la mano. Tanto se asustó Clara que al fin consiguió hablar:- Marilín, ¿qué te pasa? ¿Cómo es que estás viva? ¿Qué haces con ese cuchillo en la mano? ¿Qué quieres?

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-Yo no quiero hacerte daño -dijo la muñeca, mientras alzaba el cuchillo con una sonrisa diabólica- solo quiero... ¡que me des tu corazón!-¡¡¡Aaaaaaahhhh!!!Clara cerró rápidamente la puerta aprovechando que la muñeca estaba fuera. Pero unos segundos después, bajo una tormenta, la muñeca se asomó a la ventana:- ¡Sólo quiero que me des tu corazón!Y Clara cerró la ventana. Asegurándose que no hubiese ningún sitio por el que la muñeca pudiera entrar, se durmió.Pasaron minutos, horas. Ya eran las doce de la noche cuando Clara se despertó. Esta vez con la muñeca encima de ella.- ¡Sólo quiero que me des tu corazón!La muñeca alzó el cuchillo y… ¡mató a Clara!Sus padres, al oír tanto griterío, subieron a ver qué pasaba, y Marilín, que no quería que la descubriesen, se fue.Los padres vieron a Clara inmóvil; no respiraba y ni siquiera parpadeaba. Mercedes, su madre, agarró la débil cabeza de la niña.- Clara, Clara, ¡Clara, respóndeme!Al ver que su hija estaba muerta, puso la cabeza sobre la tripa de Clara y se puso a llorar. Tanto que su marido, Jesús, sólo pudo decir.- ¡Pagará el que haya hecho esto, pagará!Y esta es la historia de una niña asesinada por su propia muñeca.

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Irene Bugarín.

Misterio por la nocheLa noche de halloween, cuando eran las doce, en la plaza de un pueblo los niños estaban jugando al escondite. Varios de ellos, que estaban escondidos en una alameda a las afueras del pueblo, vieron algo extraño que se estaba formando en el cielo.Primero se hacían formas en el cielo, que resaltaban en la oscura noche. Los niños se asustaron mucho, pararon de jugar y fueron a avisar a sus padres. También la gente mayor que estaba en el bar salió a verlo porque no creían a sus hijos; pero al verlo se sorprendieron.Al cabo de unos minutos se formó una Z, primero de color naranja y luego roja. Las personas más mayores empezaron a hacer comentarios de que también se había formado antes de la Guerra Civil; pero otras personas pensaron que era un ovni que venía a avisar de que la noche de halloween era sólo suya.Todas las mujeres salieron a la puerta de sus casas. Las mujeres empezaron a hablar de que un día cuando se escapó un criminal de la cárcel también se formó.Cuando toda la gente se fue a dormir se empezaron a oír pasos, ladridos y golpes en las puertas.A la mañana siguiente toda la gente salió a las puertas de sus casas. Los vecinos empezaron a preguntar que si sabían lo que eran esos ruidos, y ya no estaba la Z.

Alejandra García.

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El asesino inauditoFrancisco y Carlos corrían por la oscura y fría noche de camino a sus casas cuando de repente sonó un terrorífico aullido de lobo.- ¡Auuuuuu!Ellos corrieron asustados; pero no sirvió, porque se metieron en un callejón sin salida, y por la entrada asomó un lobo que volvió a aullar.- ¡Auuuuuu!Mi mejor amigo, Víctor, y yo estábamos investigando en el museo un caso muy importante a cerca de unos ladrones que habían robado unas valiosas joyas; que, junto a otra, pueden conducirte al gran tesoro del diablo negro.Pero ahora que me doy cuenta, no os he dicho que somos detectives.Bueno, seguimos con el caso.Víctor había encontrado una pista, había encontrado un pelo que parecía de felino. Nos fuimos a mi casa para analizarla, y cuando llegamos nos encontramos que un bote del analizador no estaba.Nos llamaron por teléfono y Víctor lo cogió. Era Irene, una compañera de mi clase. Nos comunicaba que le habían robado su mochila.A continuación sonó el timbre, era Alberto; que decía que le habían robado su medalla de tenis.

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Víctor, al fin, cayó en el asunto. Me dijo que el mismo que había robado las joyas era el causante de esto.Salimos para comprar el bote que faltaba; pero cuando llegamos vimos que habían atracado la tienda; así que tuvimos que ir a la tienda de la calle del callejón oscuro.Cuando llegamos todo estaba a oscuras y había papeleras y basura por todas partes. Estaba tan oscuro que hasta me pareció que Víctor sentía algo.Cuando llegamos, entramos y compramos el bote.Salir de allí fue una locura, porque el camión de la basura echaba un cuarto de la basura en un contenedor de allí. No os cuento como salimos, porque si no os partís de risa.Llegamos a casa de noche. Analizamos el pelo y resultó que no era de ningún animal, era de un ser mitológico; pero no sabíamos cuál. Podía ser un grifo o un hombre lobo; pero a lo mejor era un sueño, así que me pellizqué y no era un sueño.De pronto me di cuenta de que Víctor no estaba. Fui a recorrer toda la casa en su busca. De pronto caí en el asunto. Víctor es el ladrón; porque, si no, no habría escapado.Entonces cuando creí que Víctor sentía algo, lo sentía. ¡Víctor es el ladrón!De repente un sonido atronador de lobo resonó en mis oídos: ¡Víctor es un hombre lobo!Por sorpresa, Víctor apareció ante mis ojos e intentó matarme; pero por suerte yo llevaba la espada del caso de “la pirámide maldita”, la desenvainé y luché con todas mis fuerzas; pero él era demasiado ágil y casi me mata en dos ocasiones. Me salvé al fin cuando esquivé una de sus zarpas y le pude rajar el pelaje con la espada.Cuando llegó la guardia civil le atraparon y se lo llevaron.Desde entonces, cuando paso por allí, recuerdo todo lo sucedido y por las noches tengo pesadillas.

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Mario Tapias.

La profesora tenebrosaUn día el profesor de la clase de 6º enfermó. Entonces llamaron a una profesora para sustituirle.Lejos de allí, en un pequeño pueblecito había una profesora extraterrestre que buscaba trabajo. Se dio cuenta que buscaban a una persona para sustituir, envió su currículo y se lo aceptaron.Con lo que no contaban los del colegio era que aquella profesora había sido contratada por un súper villano que quería acabar con todos los niños del colegio uno a uno. El primero que murió fue Juanito, el más listo de la clase; el segundo fue Alicia, y así fueron cayendo uno a uno.Un niño de la clase se alarmó al ver que sus compañeros no asistían a las clases. La profesora le citó antes del recreo para hablar con él. Entonces apareció el súper villano que descuartizó al niño y se hizo un collar con sus vísceras.El profesor se recuperó y volvió a las clases y entonces volvió a enfermar al ver que todos sus alumnos habían muerto. Pero se dio cuenta que les podía recuperar matando al súper villano, y así recuperaría sus almas.El profesor se levantó de la cama y se dio cuenta de que todo había sido una pesadilla. Se acostó de nuevo e intentó retomar su sueño.

Adrián Olmedo

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Noche de halloween para no olvidarLos hermanos Gallego eran tres: Jorge, Sergio y Rubén. Decidieron pasar la noche de halloween juntos en vez de ir cada uno con sus amigos.Ellos vivían en un chalet cerca del centro y, como estaban haciendo un desfile de halloween, había mucho jaleo provocado por fuegos artificiales, gritos, etc.Estaban hartos del ruido, porque todos los años se repetía lo mismo y además no dejaban dormir a su padre, y por la mañana se levantaba de mal humor.Como ya no podían aguantar más el ruido, se disfrazaron y salieron a llamar a las casas para que les dieran golosinas; pero cuando se disponían a salir se fijaron que alguien estaba entrando en el jardín de su casa. Ellos creían que eran niños disfrazados para la fiesta.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca de ellos, los hermanos Gallego les preguntaron que si venían por lo de truco o trato, pero ellos no respondieron. Los hermanos Gallego volvieron a preguntar, pero seguían sin responder. Fue entonces cuando se

dieron cuenta de que no eran niños normales, eran zombis.Los hermanos salieron corriendo y se detuvieron en una casa. Era una casa abandonada. Creían que éste iba a ser su último día; pero de repente en la luna llena apareció la sombra de

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una bruja volando sobre una escoba, que vino volando muy rápido porque acababan de aparecer los zombis y ella les iba a salvar.Cuando los zombis ya estaban muy cerca de ellos, apareció la bruja, les dio un escobazo en la cabeza y se quedaron inconscientes para toda la vida y todos salieron corriendo y se fueron a sus casas muy contentos por haberse salvado.Compartieron con la bruja todas las golosinas que habían recogido en las casas y todos se fueron a dormir; pero antes de nada Jorge, Sergio y Rubén escribieron en un diario el mejor día de halloween en sus vidas, y también escribieron que había sido un día genial, pero difícil de olvidar.

Lucía González.

El mundo de ?Había una vez dos alienígenas que iban de planeta en planeta en busca de carne por otras galaxias, y decidieron entrar en nuestra galaxia.Empezaron a buscar en un planeta tras otro: pero no encontraron nada de carne. Así que buscaron en su monitor de búsqueda de carne. Lo primero que apareció fue el planeta

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Tierra. Los alienígenas se pusieron en marcha, viajando a 20.000 velocidades alien, equivalente a 10.000 km por hora.Su nave aterrizó en España; en un bosque de Galicia, donde había una llanura sin árboles, en la mitad del bosque. De pronto, se abrió una puerta en un lateral de la nave y salió uno alienígena. Tenía el cuerpo gris y era de una forma rara y tenía dos antenas en la cabeza de donde salía un resplandor verde.El alienígena paseó hasta encontrar una tienda de campaña, se metió en la tienda y cogió a dos niños pequeños y se los llevó a su nave donde los metió en una celda eléctrica. Los niños se llamaban Pedro y Alicia. Mientras Pedro pensaba una forma de salir, Alicia cogió un guante de plástico que llevaba en uno de sus bolsillos y con ayuda de un palo, que se le había quedado enganchado por el camino, alargó el brazo y pulsó un botón rojo, y de repente la verja se abrió.La electricidad de la verja se apagó, pero la puerta exterior de la nave estaba cerrada y entre medias había una barrera eléctrica.Alicia tiró el palo a la barrera y la nave sufrió una sobrecarga eléctrica. La barrera se apagó y la puerta se abrió. Ellos escaparon y huyeron a la tienda de campaña, a avisar a sus padres que ya habían escapado.Los niños iban por la carretera corriendo, encontraron a sus padres y juntos volvieron a la ciudad.Los alienígenas, que ya habían vuelto a su nave, trajeron un montón de artilugios y con ellos montaron una máquina que usaron para traer a los de su especie. Cuando llegaron eran más de 900.000. Los alienígenas empezaron conquistando Galicia y se extendieron por Portugal, Asturias, Cantabria, Navarra, País Vasco, Cataluña y un poco de Valencia; pero no conquistaron las zonas del sur de España. Después

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decidieron extenderse por otros países y conquistaron Francia, Alemania, Suiza, Italia, Dinamarca y Países Bajos.Una unión de personas de todo el mundo, utilizando armas de fuego, reconquistaron todos los países del norte y al final España; con lo que todo volvió a la normalidad.Alicia y Pedro volvieron a su vida cotidiana.

Jaime Rodíguez.