cuatro emperadores (ii)

16
revistadehistoria.es Cuatro Emperadores (II) Un Artículo de revistadehistoria.es. ¿Quieres recibir GRATIS nuestros Artículos Históricos? Haz Click Aquí made with

Upload: manu-perez

Post on 16-Apr-2017

64 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

Page 2: Cuatro Emperadores (II)

Cuatro Emperadores (II)

revistadehistoria.es

ÍndiceUn Artículo de revistadehistoria.es.

¿Quieres recibir GRATIS nuestros Artículos Históricos? Haz

Click Aquí

1.

2.

Page 3: Cuatro Emperadores (II)

Seguimos en el convulso año 69 en el que cuatro emperadores sesuceden en apenas doce meses en su pugna para controlar el ImperioRomano, tal y como contábamos en la primera parte de éste artículo.

Cuatro Emperadores: Verano del 69Cuatro Emperadores: Verano del 69

«Durante todo el camino atravesó las ciudades montado encarro triunfal y los ríos en las más esplendidas barcas,cuidadosamente adornadas con flores y coronas y cargadascon el aparato de espléndidos festines».Cayo Suetonio, Los doce césares.

Cuatro Emperadores (II)

Page 4: Cuatro Emperadores (II)

El calor sofocante trae la deserción de algunos de los bárbaros aliadoscon Vitelio. También llegan noticias de que la facción vespasiana seenfrenta a problemas similares.

Vitelio no se pone nervioso; fue previsor y las tres legiones de Britaniaquedaron en retaguardia para solventar posibles problemas. El generalsabe muy bien de la facilidad con la que cambian los apoyos con estetipo de gente. Dos de las legiones, la II Augusta y la IX Hispana viajarona la Germania Inferior y aguardan en Novaessium movimientos de losbárbaros cuyo ejército principal está un poco más al norte, enNoviomagus. El objetivo de estas tropas es mantener el asentamientoromano más importante: Colonia Agrippina (el nombre de esta ciudadse debe a la mujer del emperador Claudio quien le cambió el nombre enel año 50). Mientras, en Britania permanece la XX Valeria Victrixestacionada al norte de Londinium a la espera de que los brigantesrealicen algún movimiento.

En todo el verano los bárbaros no hacen movimiento alguno; en ambaszonas se plantea una calma tensa que puede explotar en cualquiermomento.

La revuelta de los bátavos pilla por sorpresa a las tropas de Vitelio. Por

Page 5: Cuatro Emperadores (II)

suerte, las legiones en la retaguardia deberían poder hacerles frente.Aunque mucho más numerosos, los bárbaros germanos no tienen lapreparación militar de las legiones romanas, así que esto no debepreocupar en exceso a Vitelio y sus partidarios.

Vitelio tiene un motivo de preocupación más importante que losbárbaros en la retaguardia. Sabe que debe llegar a Roma antes de quese le eche encima el invierno o tendrá que esperar a la siguienteprimavera, dando una ventaja a los partidarios de Vespasiano quepodría costarle muy cara. No dejan de llegar rumores avisando de lostriunfos del general que se halla en Oriente sofocando la revuelta judía.

Un lío de faldas, una mujer cansada de su marido termina en unaimportante revuelta en el norte de Britania. Las huestes brigantes sonmagníficas en número pero lo que nadie sabe es su comportamiento enel campo de batalla ni lo activas que estarán. Los romanos miranexpectantes hacia el norte.

Page 6: Cuatro Emperadores (II)

Al iniciarse el mes de julio se halla al norte del lago Lemán y en solocinco días alcanza Ginebra. Sus tropas están exhaustas y tiene quedescansar allí todo lo que queda de mes y, también, el siguiente. Noserá hasta inicios de septiembre cuando se pone en marcha haciaGénova. Un par de tormentas al cruzar los Alpes le ponen nervioso yordena marcha forzada para llegar cuanto antes al Mediterráneo. Eltemor por la llegada del frío se acentúa y sabe que, una vez cruzada laimponente cordillera alpina todo será más fácil.

Sin embargo, al llegar a Génova sus hombres están nuevamente tancansados que iniciar un asalto parece cosa de locos. Se construye lamaquinaria de asedio y Vitelio da órdenes de descansar. El buen tiempoha regresado y con él, el optimismo general.

Un movimiento tan largo, con tantos días de marcha, deja exhaustas aunas tropas que apenas acababan de reponerse de las también duras

Page 7: Cuatro Emperadores (II)

caminatas primaverales. Vitelio no se ve con fuerzas para asaltar nisiquiera las leves murallas de Génova y lo pospone para el messiguiente.

Caecina, por su parte, unifica de nuevo a todas las legiones bajo sumando. Eso ocurre a principios de julio. Tras ello, marcha hastaPlacentia, donde el objetivo es derrocar a la guarnición de inmediato.

Pero ocurre un imprevisto: el general viteliano enferma, tiene fiebres yun malestar que le impide salir de su cama. Las tropas bajo su mandodudan si solicitarle llevar adelante el asalto con él indispuesto o esperara que se reponga. Gaio Dilo Vocul, el hombre que comanda la XXIIPrimigenia, la mejor legión en la zona, toma la decisión de esperar.

Eso hace que hasta principios de septiembre no se produzca un asaltoque resulta un paseo para los vitelianos. Caecina, repuesto, agradece laespera para así recuperar fuerzas no solo él sino también las tropas.

Page 8: Cuatro Emperadores (II)

Escasos los quilómetros recorridos por Caecina, siempre a lavanguardia aunque ya por poco. Al norte, se observa un ejércitootoniano en Bérgamo que observa la situación sin actuar. Vitelio ytodos los hombres con dos dedos de frente piensan que Otón haatrincherado a sus principales tropas en la mismísima Roma, a laespera de la batalla que defina el mando del imperio.

Otoño del 69Otoño del 69

«Entró al fin en Roma, (...). Mostró constantemente profundodesprecio por las leyes divinas y humanas; tomó posesión delpontificado máximo el día del aniversario de la batalla de Alía:dio las magistraturas por diez años y se estableció cónsulperpetuo».Cayo Suetonio, Los doce césares.

La carrera hacia Roma se ha disparado. ¿Llegará antes el propio Vitelioo su lugarteniente Aulo Caecina Alieno? Lo importante es llegar, y loantes posible; tomar la ciudad es requisito indispensable para obteneralguna posibilidad de sostener el imperio bajo el poder de la facción.

Octubre comienza con Caecina más avanzado, en Placentia. Laintención del general era llegar hasta Pisa antes que Vitelio, asaltar laciudad y así permitir el paso seguro del que deberá ser el próximoemperador hasta Roma. Pero se interpuso en el camino la ciudad deFaesulae que no permitió el paso franco a las tropas de Caecina, lo queles obligó a un corto e indeseado asalto, que duró ciertamente pocodada la impresionante superioridad numérica de los vitelianos.

Por su parte, Vitelio avanza por la costa hasta Pisa. Al llegar a laspuertas de la ciudad, contra toda lógica, decide que sus tropas estándemasiado cansadas y lo mejor es tomarse un descanso. En realidadsus hombres están bastante fresco y es el propio Vitelio quien, harto detanto viaje y tanto asedio, se siente agotado y prefiere descansar.

En el norte, en Britania, los rebeldes toman la decisión de bajar hacia elsur y toman la ciudad de Lindum frente a la escasa guarnición que laprotege. El ejército de Caledonia al mando de Coelio decidepermanecer en Londinium y esperar a los numerosos rebeldes

Page 9: Cuatro Emperadores (II)

atrincherándose para poder hacer frente a su superioridad numérica.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Las tropas bárbaras no tienen un gran entrenamiento y sus tácticas deataque parecen básicas; tampoco gozan de un líder que las comandecon inteligencia hasta convertir a los hombres en más diestros de loque son. Frente a ellos, los romanos están bien atrincherados y en elinterior de la fortaleza. Solo la abrumadora superioridad numérica deocho a uno inclina la balanza hacia los asaltantes. Coelio, al sur, miracon inquietud moderada: él comanda a los hombres de la XX ValeriaVictrix, una legión de Roma, y eso son palabras mayores.

Debido al contratiempo de Pisa, Caecina vuelve a tomar la iniciativa.Mientras Vitelio asalta dicha ciudad, Caecina llega a Pisa y sigue sucamino, ahora por la costa, hasta las inmediaciones de Roma. El puertode Ostia es su siguiente objetivo; desde allí podrá ver las afueras de la

Page 10: Cuatro Emperadores (II)

capital romana y prepararse para el asalto definitivo.

Vitelio... Vitelio duda. Vitelio prefiere que sea su subalterno quien asaltela ciudad. Si fracasa, lo intentará después él y, piensa, con las tropas deOtón ya algo mermadas, un segundo ataque tendría más posibilidadesde salir victorioso. Una especulación como otra cualquiera. Puede quetenga razón o que la gloria de la conquista de Roma recaiga sobreCaecina. El tiempo dirá.

En el norte, tanto los bátavos como los britanos parecen tranquilos. Lasnieves y los fríos invernales también les afectan a ellos y eso da unatregua a los romanos en el limes.

La victoria de Vitelio no ofrece dudas. La miserable resistencia de Pisaes barrida por sus legiones. Justo al lograr la victoria, aparecieron lastropas de Caecina en su andadura hacia el sur. Conquistada Pisa,queda expedito el camino hacia la capital romana. Vitelio y los suyosexpresaron a Caecina sus mejores deseos.

Page 11: Cuatro Emperadores (II)

Solo quedaba conquistar Ostia y la eterna Roma quedaría a los pies deVitelio. Caecina, tras tomar el famoso puerto sin tener que recurrir a lasarmas, se adentró en los arrabales de la capital el 2 de diciembre.Frente a él Marco Iuno Silvano disponía de más hombres que el propioCaecina, pero la mayoría eran tropas de guarnición, no legionescurtidas y perfectamente pertrechadas. En la primera jornada, casiveinticinco mil soldados perecieron, la mayoría, casi veinte mil, delbando otoniano. La primera resistencia estaba vencida, solo faltabaacabar de aniquilar a las huestes que aún defendían la candidatura deOtón.

Prometedor primer asalto contra Roma. Pese a la superioridad numéricaotoniana, a su atrincheramiento, la calidad de las tropas vitelianas y elmejor mando en batalla de Caecina resultan determinantes. Se vence elprimer asalto, pero todavía puede pasar de todo.

En los días siguientes, Otón no consigue recabar refuerzos; susunidades se hallan demasiado lejos de Roma y todo parece perdido.Pese a lo claro de la situación, los hombres que defienden la capital sonpertinaces y no venden fácilmente su piel. Tendrán que pasar seis días y

Page 12: Cuatro Emperadores (II)

tres asaltos más hasta que el último de los defensores ha sidoasesinado, tomado como prisionero o logra huir de la ciudad.

El primer asalto fue duro y los demás, en apariencia, bastante mássencillos. Sin embargo no hay que dejarse engañar, fue complicado yaque las legiones de Caecina terminaron exhaustas, al límite de susfuerzas y, por poco, no lanzaron el último y definitivo asalto. De nohaber tenido fuerzas para hacerlo, tal vez para el siguiente meshubiesen llegado refuerzos y...

Con la captura de Roma y la ejecución de Otón, ya solo queda hacerfrente a la amenaza de Vespasiano quien, aparentemente, sigue enOriente Medio, terminando de acabar con la revuelta judía. Las tropasde Moesia ya han brindado su adhesión al general que tomó Jerusalénunos meses atrás, por lo que su poder militar es superior al de Vitelio.¿Qué pasará? Es una especulación que queda fuera de lo que ha sidoeste año de los cuatro emperadores que ha sido solo de tres.

Page 13: Cuatro Emperadores (II)

Recordemos, Galba, Otón y, en el último momento, casi terminado elaño, Vitelio (con la salvedad de que en el juego Galba es asesinado endiciembre del 68).

Recorrido de las tropas de Caecina en los tres últimos meses del año. Siel general fallaba, al mes siguiente hubiese intentado el asalto Vitelio,con casi cuarenta mil hombres y muy frescos porque reposaron durantetodo el mes de diciembre en Ostia.

EpílogoEpílogo

Se ha contado aquí la historia del año en que hubo cuatroemperadores. Bien es cierto que solo ha habido tres y, por tanto, faltauno, el cuarto y último, el que en la realidad venció a todos los demás yostentó el poder imperial durante más tiempo: Vespasiano. En realidadla partida no termina con el final del año 69 d.C. sino que sigue durante

Page 14: Cuatro Emperadores (II)

el siguiente.

No, no se va a narrar aquí ni siquiera resumido qué es lo que ocurre. Elpropósito de este texto termina con el año. Solo voy a dar cuenta de loque puede llegar a suceder.

Vespasiano ha doblegado a los rebeldes judíos y las tropas romanas enMoesía, le han jurado lealtad. Ahora a ellos les queda desalojar a Viteliode Roma y para lograrlo tendrán dos bazas muy fuertes con las quejugar. De un lado la aproximación por tierra, desde el este, llegando a lapenínsula itálica por el noreste, por las importantes ciudades de Aquileay Bolonia. Cuando eso ocurra, Vitelio tendrá que decidir cuántas tropasllevar para frenar esa amenaza, porque no puede desguarnecer Roma,por principio estratégico (jamás dejar sin defensa tu capital) como porla segunda amenaza de Vespasiano. Esta segunda amenaza no es otraque el propio Vespasiano y sus veteranas legiones, sedientas de sangrey buscando la recompensa por la dura, durísima campaña en orientepara desarbolar a los judíos. El aspirante a emperador tendrá queembarcar a sus hombres (dispone de flota para hacerlo) y decidir dóndetomar tierra en Italia. Una opción, mucho más lenta y conservadora paralos vespasianos resultaría unir a sus dos fuerzas, pero entonces tal vezno les diese tiempo a unirse y marchar hacia la capital romana.

El juego no está ganado. Las espadas siguen en alto.

Cuatro emperadores es un AAR (After Action Report) del juego de lacompañía Slitherine/Matrix Games Alea Jacta Est https://goo.gl/pcRb7C

¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? HazClick Aquí

¿Quieres recibir GRATIS nuestros Artículos Históricos? Haz Click Aquí

Page 15: Cuatro Emperadores (II)

revistadehistoria.esYa nos siguen más de 62.000 fans en Facebook,9.200 seguidores en Twitter, 5.500 +1 en Google+

y 18.000 cultas y selectas personas recibengratis nuestros artículos históricos por email.

Apúntate a nuestro selecto boletín, y teavisaremos cuando publiquemos un nuevo

artículo histórico, para que lo leas cuando teplazca.

Regístrate, amante de laHistoria

made with

Page 16: Cuatro Emperadores (II)