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A yala A yala Cuadernos de REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 59 Julio-Septiembre 2014

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A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 59 Julio-Septiembre 2014

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Cuadernos de Ayala 59 - JUL/2014 [2]

La Federación Española de Ge-nealogía, Heráldia y Ciencias Históricas,ha acordado, por unanimidad, la conce-sión del Premio a toda una vida dedicadaa los estudios nobiliarios, genealógicos yheráldicos, al doctor don José María deMontells y Galán -quien ya había mereci-do los Premio Nacional de Estudios He-ráldicos y de Estudios Nobiliarios-.

José María de Montells y Galán,nacido en Madrid en 1949, es uno de los grandes di-vulgadores de la Heráldica y la Caballería en nuestropaís -y en muchos otros- y justo era reconocerlo coneste Premio a toda una vida consagrada a nuestrasciencias.

Poeta, ensayista, editor,ha cultivado con singular aciertola novela y el relato breve. Suscolaboraciones en varios blogsde la red son siempre esclarece-doras y necesarias. Dotado deuna pluma elegante, amena y enocasiones divertida, ha hecholas delicias de todos los que so-mos sus lectores.

Polemista destacado endefensa de la Orden de San Lá-zaro de Jerusalén, ha dado a co-nocer la historia de esa miliciaecuestre en varios libros (Histo-ria apasionada de la Religión deSan Lázaro, La Cruz de Sinople)y en muchos artículos, que hancontribuido a un cambio en lapercepción del mundo científicode una Orden muy discutida en el pasado.

Sus aportaciones al mundo caballeresco ennuestra Patria son de gran calado, habiendo publicadodiversos trabajos en colaboración con otros autores,que constituyen hoy referencia obligada para todo es-tudioso de las instituciones caballerescas en España -tanto, que ha merecido ser plagiados por prestigiososacadémicos matritenses-. También sus trabajos doctri-nales sobre la Caballería son dignos de tener en

cuenta. Su obra Diccionario Heráldico deFiguras Quiméricas representa un acer-camiento al mundo fantástico de la herál-dica desde una perspectiva original y no-vedosa. Tampoco se han de olvidar susobras dedicadas a la experimentación po-ética, plenas de ironía e innovación, ni susingular El Diccionario del Diablo, que fuepublicado bajo los auspicios de la Acadé-mie Belgo-Espagnole d’Histoire, en la

senda de los grandes tratadistas que han estudiado alMaligno.

Antiguo Asesor Heráldico de la ComunidadAutónoma de Madrid y vocal de su Consejo Regionalde Cultura, ha sido Director General del Gabinete de

la Presidencia de la Asambleade Madrid. Académico, miembrosobresaliente de algunas entida-des científicas de gran prestigio,animador incansable de loablesiniciativas, director de publicacio-nes y revistas, fundador del Co-legio Heráldico de España y delas Indias y de la Sociedad He-ráldica Española, Montells fungecomo juez de armas de la Ordende San Lázaro de Jerusalén -ahíestá su Libro de Armería, escritoen colaboración con otros laza-ristas- y heraldo maestre de ar-mas de la Casa Real de Geor-gia, siendo además Presidentede su Real Colegio Heráldico.Colaborador habitual de Cuader-nos de Ayala, de él se ha dicho

que su obra es reflexión, indagación, generosa apre-ciación literaria, culto a la amistad, fabulación ágil, ofi-cio de escritor en plena madurez. En suma: una deli-cia.

Por todas estas cosas y muchas más que nocaben en esta nota, la Federación Española de Gene-alogía y Heráldica se honra en otorgarle otro más quemerecido premio. Laus Deo.

El Dr. Vizconde de Ayala

EDITORIAL

NUESTRA PORTADA

Retrato del Dr. D. José María de Montells y Galán, por su hija doña Berta de Montells y Pajares

EL DR. JOSé MARÍA DE MONTELLS

PREMIO NACIONAL DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE

GENEALOGÍA, HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS

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PREMIOS NACIONALES 2012 y2013 DE LA FEDERACIÓN ESPAÑO-LA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA

En las convocatorias anuales de2012 y 2013, la Federación ha discer-nido sus Premios Nacionales a las si-guientes personas e instituciones: el

Premio Nacional de Estudios Genealógicos, a D. JoâoBernardo Galvâo-Telles y D. Lourenço Correia de Matos,por su estudio Que os do nome de Tavora que de nosdescenderem nam haja de ser esquecido: a succesâodos Condes de Sâo Vicente no Morgado dos Távoras(2012); y a D. Iñaki Garrido Yerobi (2013), por sus diver-sos estudios genealógicos de familias vascas. El PremioNacional de Estudios Heráldicos a D. Manuel Ruiz deBucesta Álvarez y Dª María Cristina Fernandes Chaves(2012), por su obra Ruta heráldica de la Mancomunidadde la Sidra; y al comandante Sergio Avelar Duarte(2013), por su gran elenco Pedras d’armas e armas tu-mulares do Imperio Portugués, I, Açóres. El Premio Na-cional de Estudios Nobiliarios al Dr. D. Juan CartayaBaños (2012), por su obra Para ejercitar la maestría delos caballos. La nobleza sevillana y la fundación de laReal Maestranza de Caballería en 1670; y a Dª VicentaMaría Márquez de la Plata, Marquesa de Casa Real(2013), por su extensa obra biográfica de las figuras se-ñeras de la Nobleza hispana. El Premio Nacional de Ar-te y Diseño Heráldico a D. Ignacio Fernández García(2012), de Gritos de Madrid, por su extensa obra pictóri-ca; y al señor Marco Foppoli (2013), por su novedosaobra de diseño heráldico. El Premio Nacional de Estu-dios sobre Fuentes y Referencias Documentales a laAsociación HISPAGEN (2012), por su altruista y magnalabor de publicación de fuentes útiles para la investiga-ción genealógica en España y en otros países de raigam-bre hispana; y al profesor Dr. D. José Eloy Hortal Muñoz(2013), por su obra Las Guardas Reales de los AustriasHispanos. El Premio Nacional de Divulgación y Ense-ñanza de Estudios Históricos al Blog de los Doce Lina-jes de Soria, que con acierto y constancia dirige D. Feli-ciano Riestra (2012); y a D. Álvaro Zuleta de Reales yAnsaldo, Duque de Linares (2013), por sus iniciativas enel seno de la Excma. Diputación y Consejo de la Grande-za de España. El Premio Nacional del Mecenazgo delos Estudios Históricos a D. Bernardo Pérez Ramírez,presidente de la Count of Monte Alea Foundation Inc.(2012); y a D. Arturo Cardelús y Muñoz-Seca, del GrupoFerrero (2013). El Premio Nacional de Estudios Hispá-nicos al Dr. Fabio Cassani Pironti, Conde de Giraldeli,por sus iniciativas y actuaciones en pro del Hispanismoen toda Italia (2012); y a D. Lourenço Correia de Matospor sus iniciativas, estudios y proyectos culturales hispá-nicos en Portugal (2013). El Premio Nacional a una vi-da dedicada a los estudios nobiliarios, genealógicosy heráldicos, al académico D. Conrado García de la Pe-drosa y Campoy, decano de la Real Academia Matritensede Heráldica y Genealogía (2012); y al Dr. D. José Maríade Montells y Galán, por los motivos expuestos en nues-

tro editorial (2013). El Premio Nacional a la mejor publi-cación sobre Genealogía, Heráldica o Nobiliaria, a laobra colectiva Los Principados y títulos del heredero de laCorona: en el V centenario de la reunificación política delos reinos de España (1512-2012), (2012); y a la obra Al-manch de Gotha, que dirige John James. Y el PremioNacional a la defensa del Patrimonio Histórico y Cul-tural a D. Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, Con-de de Ripalda, por su decidida defensa de las ruinas so-rianas de Numancia (2012); y a la Asociación del Solardel Páramo y La Focella, y a los presidentes de las parro-quias del Páramo y de La Focella, en el Concejo de Te-verga, del Principado de Asturias. Vaya nuestra enhora-buena a todos los premiados (MRM).

XXXI CONGRESO INTERNACIONALDE LAS CIENCIAS GENEALÓGICASY HERÁLDICAS

Como ya habíamos anunciadoen anteriores números de Cuadernosde Ayala, ha tenido lugar este encuen-tro en la ciudad de Oslo, capital del rei-

no de Noruega, entre los días 13 y 17 de agosto, organi-zado por la Confédération Internationale de Généalogieet d’Héraldique, que hasta esas fechas ha presidido elfrancés Michel Teillard d’Eyry. Dejando aparte, por faltade espacio, las manifestaciones y actos anejos al en-cuentro, haremos memoria aquí de las contribucionescientíficas que allí se han presentado. Las comunicacio-nes relativas a la GENEALOGÍA han sido, entre otras,las de Johanna Aminoff-Winberg (Finlandia), Refugeesduring the Great Nordic War: a genealogical problem; Jo-hanna E.M.H. van Bronswijk (Holanda), Families of Ze-elst-Meerveldhoven: Genealogy, genetics and history;Pierre Le Clercq (Francia), Un village français dans latourmente de la Grande Guerre; Bruce Durie (Reino Uni-do), Did Edvard Munch Have Children? A Genealogicaland Genetic Investigation; Matthew Hovious (España),The Spanish Civil War’s Legacy for Genealogical Rese-arch; Tomáš Krejcík (República Checa), Zwischen Gene-alogie und Prosopographie. Zum Stand der genealogis-chen Forschung in österreichischen Schlesien; OlgaKulakovskaya (Rusia), Genealogy in post-Soviet Russia;Falk Liebezeit (Alemania), Bürgermeister Georg FriedrichStorkmann aus Diepholz reist nach Norwegen um dieNordmann-Erbschaft für seine Bürger zu retten. Seit derHansezeit herrschte reger Verkehr nicht nur der Han-sestädte mit Norwegen, auch das Hinterland von Bremen(heutiger Landkreis Diepholz) stellte viele junge Männer;Elin Galtung Lihaug (Noruega), From Brandenburg th-rough the Scandinavian and Baltic countries to Russiaand Great Britain: a line of descendancy covering morethan 400 years; Rodrigo López-Portillo y Lancaster-Jones(México), From Mexico to the world: The legacy and tradi-tion of the Gallardo family in tequila and charrería; LarsLøberg (Noruega), Marriage as a political tool for reconci-liation. Continuity and change in the Norwegian aristo-cracy after the death of King Magnus Erlingsson (1184);Livio Missir de Lusignan (Bélgica), Les généalogies de fa-

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NOvEDADES, CURSOS y ENCUENTROS CIENTÍFICOS y CULTURALES

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milles catholiques romaines vivant ou ayant vecu en Mé-diterranée orientale; Jan Myhrvold (Noruega), Studies onthe Forest Finn ethnicity in the Swedish-Norwegian bor-der area. Perspectives on family names and migrationbefore 1821; Hugh Peskett (Reino Unido), Evaluation oftraditional Celtic genealogies; Denis Racine (Canadá):L’immigration scandinave au Québec jusqu’en 1901 (an-née du recensement); Agne Railaite-Barde (Lituania),The Rise of Genealogical Manifestation after the Electionof Poland and Lithuania Ruler in 1669; David E. Rencher(USA), Documenting a Nation’s History Using the Re-sources of FamilySearch; Igor V. Sakharov (Rusia), Thepolitical and social upheavals in pre-Soviet and SovietRussia during the twentieth century, and their impact ongenealogy as an academic discipline, and on personalattitudes towards family history; Johan Marius Setsaas(Noruega), From 17 May 1814 back to 17 May 1537: Theend of Norwegian independence. Who were the men fighting together with the last archbishop of Norway?; Kaa-re Seeberg Sidselrud (Noruega), The end of the Norwe-gian Nobility. Nobility in Norway and the effects of theConstitution of 1814; Paul Trio (Bélgica), The usefulnessof genealogical research for the study of political and so-cial developments in the County of Flanders in the 14thcentury: The case-study of the noble family Van Gavere-Van Liedekerke. Las comunicaciones atinentes a la HE-RÁLDICA han sido las de Ronny Andersen (Dinamarca),Following the heraldic trace of Danish foreign policy; Da-vid B. Appleton (USA): The United States of America:The search for a national coat of arms; Richard C.F. Ba-ker (Reino Unido), The Foundation of the College ofArms; Nils G. Bartholdy (Dinamarca), The Alteration ofthe Danish Royal Arms in 1819 in Consequence of theCession of Norway in 1814; D’Arcy Jonathan Dacre Boul-ton (USA), Further Disastrous Effects of the Revolution of1776-1783: False Arms, Crests, Supporters, and Achie-vements used to Represent the Federal Government ofthe United States of America, 1782-1861; Wilhelm Brum-mer (Finlandia), Heraldry practices in Finland at themercy of the grand powers; Hans Cappelen (Noruega),Private heraldry and the Constitution Document of 17May 1814; Carl-Thomas von Christierson (Dinamarca),The Forbes Birth Brief at the University Library in Lund;John Peter Collett (Noruega), The Great Seal of the Uni-versity of Oslo in Historical Context; Stanislav V. Dumin(Rusia), L’histoire de la Russie dans ses armoiries d’État;Paul A. Fox (Reino Unido), The English Revolution of1399 and its influence on heraldic practice; Duane L.C.M.Galles (USA), The American Century and the Renaissan-ce of Heraldry in the USA; Knut Johannessen (Noruega),The Norwegian coat of arms in the “miraculous year” of1814; Henrik Klackenberg (Suecia), The development ofthe Swedish Greater Coat of Arms from c.1450 until to-day; Peter Kurrild-Klitgaard (Dinamarca), King Christop-her III, ”the Wends” and a dynastic challenge; Alex Max-well Findlater (Reino Unido), The Gatehouse atLinlithgow, and the Armorial of Sir David Lyndsay of theMount: The Convergence of Scotland with other Europe-an Knightly Traditions; Michael Y. Medvedev (Rusia), He-raldry Facing Globalisation. In Search of a Common Co-

de; Torgeir Melsæter (Noruega), Päpstliche Wappen alsbildliche Waffen. Visuelle Verteidigungsstrategien desfrühneuzeitlichen Kirchenstaates; H. Peter Rätzel (Ale-mania), Das Reich, der Adler und die Zeit / The Realm,the Eagle and the Time / Le Règne, l’Aigle et le Temps;Marianne Reusch (Noruega), Skis as charges in Scandi-navian coats of arms; Elizabeth Roads (Reino Unido),The Establishment of the Public Register of All Arms andBearings in Scotland; Michael Ross (USA), Heraldry andPhaleristics of the Three Polynesian Monarchies; GeorgScheibelreiter (Austria), Der österreichische Bindens-child; Herbert Stoyan (Alemania), Assigning coats ofarms to owners by combining heraldry and genealogy;John Strömberg (Finlandia), Sealing the Independence.The creation of new seals for the Finnish government1918-1920; Martin Sunnqvist (Suecia), The Iconographyof a Judicial Revolution. The Heraldic and Other Symbolsin the Seals of the Swedish 17th Century Courts of Appe-al in a European Context; Rolf Sutter (Alemania), NewOriginated States in the Last 50 Years and Their Heraldryand Emblematic; Steven Thiry y Luc Duerloo (Bélgica),The eagle resurrected: the abdication of Emperor Char-les V, the Spanish monarchy and the reinvention of theimperial eagle; Robert Watt y Bruce Patterson (Canadá):How the Confederation of Canada and the terrible sacrifi-ces. Canada and Canadians made in the First WorldWar, had a direct impact on the development of the he-raldry of certain foundation provinces in the period from1867 to 1914 and then the development of the nationalarms in 1916-1921; Henric Åsklund (Suecia), The JanRaneke Archive of Coats of Arms in Medieval Europe. Unencuentro, pues, pleno de logros (MF).

PIER FELICE DEGLI UBERTI, NUE-VO PRESIDENTE DE LA FEDERA-TION INTERNATIONALE D’HéRAL-DIQUE ET GéNéALOGIE

En el marco del XXXI CongresoInternacional de las Ciencias Genealó-gica y Heráldica, que como hemos di-cho antes ha tenido lugar en Oslo (No-ruega), a mediados del mes de agosto,

se han celebrado elecciones para renovar la junta de go-bierno federativa, habiendo resultado elegido para de-sempeñar la presidencia durante el próximo mandatoquinquenal el italiano Dr. Pier Felice degli Uberti, hastaahora secretario general. El nuevo presidente es sin du-da una de las figuras más relevantes de toda Europa enel ámbito de estos estudios, y sin duda la primera en Ita-lia. A su buen hacer se deben importantes iniciativas cul-turales y sociales, de entre las que cabe destacar la fun-dación en 1993 de la revista Nobiltà, que con tantoacierto viene dirigiendo desde entonces. Destacado ami-go de España y gran hispanista -ha estado muy vincula-do al Colegio de San Clemente de los Españoles, en Bo-lonia, y ha merecido la cruz distinguida de la Orden deSan Raimundo de Peñafort, y el Premio Nacional de Es-tudios Hispánicos 2004-, nos congratulamos por estaacertada elección, de la que esperamos grandes frutosculturales y científicos: amén (MF).

NOvEDADES, CURSOS y ENCUENTROS CIENTÍFICOS y CULTURALES

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Hace ya muchos años que tengo conocimiento,merced a la memoria de una exposición celebrada enSegovia en 1964(1), de la existencia de un curioso álbumde acuarelas, obra de don Julián Martínez del Peral, queentonces pertenecía a su hijo el Marqués de Valdegue-rrero, quien lo conservaba en San Clemente (Cuenca).Incluso algunos de estos dibujos me son conocidos por-que mi tío el eximio catedrático y académico don Juan deContreras y López de Ayala, Marqués de Lozoya, los pu-do hacer fotografíar en Valencia, antes de la última gue-rra civil, por el artista José Sigüenza (en blanco y negro,reproducidas en tamaño de 17x12 cm).

La curiosidad de estos dibujos me ha movido asolicitar a mi buen amigo don Rafael Martínez del Peral yFortón, Marqués de Valdeguerrero, nieto del artista, elacceso y reproducción de estas obras; y don Rafael, consu proverbial amabilidad, ha accedido a ello y ha puestoen mis manos el álbum original, gesto que mucho leagradezco por cuanto significa para la historia segovia-na. Y, ya con el cuerpo del delito en mis manos, no hepodido dejar de tomar la pluma para estudiar por menora los personajes retratados, porque creo que esta clasede representaciones tienen un marcado interés iconográ-fico, y un no menor interés genealógico y hasta nobilia-rio.

Así, pues, comenzando por el soporte materialdel documento, diré que se trata de un álbum apaisado,de unos 18x30 cm, de buen papel, apto para el delicadoarte de la acuarela, encuadernado en piel roja con ador-nos dorados y gofrados en la cubierta. Es, probablemen-te, un producto de fabricación industrial. Este álbum llegóa contar con hasta 48 páginas, en cada una de las cua-les el artista plasmó una caricatura; pero en algunas pá-ginas hay más de un dibujo -por lo que podríamos esti-mar el número de caricaturas entre cincuenta y sesenta-.

Digamos ya ahora que algunas de esos dibujos, no me-nos de ocho, faltan hoy en el álbum, y que estas pérdi-das han de ser posteriores al momento en que el Mar-qués de Lozoya fotografió en blanco y negro el álbum-ya que las ocho caricaturas perdidas fueron reproduci-das por José Sigüenza-. A cambio, aparecen en el álbumalgunas otras caricaturas hasta ahora desconocidas,aunque de difícil identificación, como veremos más ade-lante.

Notemos que entre este medio centenar de dibu-jos no todo son caricaturas de personas: también las hayde situaciones o sucesos, cuales las tres dedicadas a lafracasada gran farola de la plaza mayor. Y notemos tam-bién que Martínez del Peral no se guió a la hora de ha-cer sus acuarelas por un criterio estamental o jerárquico,sino que las hizo según sus apetencias inmediatas: poreso entre sus caricaturas hay personas pertenecientes atodos los estamentos sociales de la ciudad, desde mar-queses a altos funcionarios, desde militares a profesio-nales, y desde empleados municipales a mozos de fon-da. Lo que aumenta mucho el interés de estosdocumentos iconográficos.

Del artista cabe recordar que fue don JuliánMartínez del Peral y Martínez del Castillo, nacido enIniesta (Cuenca) el 24 de noviembre de 1855 y fallecidoen San Clemente (Cuenca) el 15 de noviembre de 1910.Era vástago de una ilustre y noble familia, cuyos miem-

bros ya fue-ron regidoresperpetuos dela villa du-rante los si-glos XVII yXVIII; suspadres fue-ron don An-drés Martí-nez del Peraly Serrano ydoña Esco-lástica Martí-nez del Cas-tillo. Entre1880 y 1882estuvo desti-nado en Se-govia comoingeniero decaminos alservicio de la

DE RE ICONOGRÁFICA

L A S C A R I C AT U R A S S E G O V I A N A SD E J U L I Á N M A R T Í N E Z D E L P E R A L

( 1 8 7 9 - 1 8 8 1 )por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala

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señor TorreAgero, nacidoen la villa mar-quesal de Cué-llar en 1826 ymuerto en Se-govia en 1896,era farmacéuti-co y regentódurante mu-chos años labotica de susuegro donMariano Barto-lomé, en la an-tigua casonade los del Río,Calle Real(Juan Bravo45, esquina ala calle del Saúco, hoy Obispo Gandásegui), estableci-miento que todavía permanece abierto. Fue alcalde dela capital segoviana desde el 1º de julio de 1883 al 29 denoviembre de 1886, así como diputado provincial por eldistrito de Cuéllar entre 1888 y 1898. Casado con doñaAmalia Bartolomé, segoviana, tuvieron cinco hijos; nietossuyos han sido don el pintor don Eugenio de la Torre y elprofesor y gran genealogista don Juan de Vera y de laTorre, ambos reputados miembros de la Real Academiade San Quirce, y el no menos reputado escritor IgnacioCarral. En Tipos y tipejos, dijo de él Maeso(3): Trabajócon eficacia / en los tiempos ya pasados / hoy compartensus cuidados / la provincia y su farmacia.

Don Juan Álvaro Leonor, comerciante segovia-no y sucesor del acreditado Cibatti(4), era dueño de unbazar en la Plaza Mayor 41-42 (hoy número 14), dondedespués estuvo el café La Suiza y hoy una tienda de re-cuerdos turísticos, había nacido en lugar de Caballar(Segovia) porel 1850, pero alos siete añosde edad setrasladó a lacapital.El poetaJosé Rodao,en Tipos y tipe-jos, le dedicó lasiguiente re-dondilla: jamáscomete desli-ces / y es edil,que era suafán, / a alturale ganarán /pero lo que esa narices...!.Concejal delAyuntamientode Segovia, fueuno de los se-

Administración Pública, y fue allí donde, sin duda paraentretener sus ocios y aficiones artísticas, el ingenierorealizó las caricaturas y dibujos que nos ocupan. Don Ju-lián alcanzó después los más elevados empleos de sucarrera, pues en 27 de mayo de 1910 fue nombrado in-geniero jefe de 1ª clase del Cuerpo de Ingenieros de Ca-minos, Canales y Puertos. En cuanto a su entorno fami-liar, resulta que el 3 de diciembre de 1881 contrajomatrimonio en San Clemente (Cuenca) con doña Maríadel Pilar de Sandoval y Melgarejo, undécima Marquesade Valdeguerrero y Condesa de Buenavista Cerro, títulosque heredó a su muerte en 1922 el hijo de ambos, donDiego Martínez del Peral y Sandoval.

Examinaré y glosaré seguidamente, y por el mis-mo orden en que aparecen en el álbum, todas y cadauna de las caricaturas del ingeniero Martínez del Peral.

La primera caricatura, una de los hoy faltan en elálbum pero que afortunadamente conocemos gracias alas reproducciones fotográficas del Marqués de Lozoya,debió de ser la autocaricatura del propio ingeniero Martí-nez del Peral. Representa a un hombre joven, vestidocon chaqueta de diario y pantalón veraniego, casi defrente, con la cabeza mucho mayor que el cuerpo, con-forme a la costumbre de entonces; bajo el brazo derecholleva una carpeta de dibujo y en la mano izquierda unapluma o pincel.

Le sigue el retrato de don Mariano Aguas Mon-real, que viste chistera y levita, teniendo como fondo, elviejo Instituto de Enseñanza Media de la plazuela de DiaSanz. El señor Aguas, natural de Molina de Aragón (Gua-dalajara), licenciado en Ciencias Naturales en 1872, y en

Farmacia, ganópor o- posiciónla cátedra deHistoria Naturaldel Instituto deSegovia el 12de julio de1876, permane-ciendo en estecentro hasta1881, en quefue trasladadoa Soria. DonMariano tuvo asu cargo el dis-curso inauguraldel curso aca-démico 1879-1880. En 1881pasó destinadoal Instituto deSoria, en 1884

al de Badajoz, y en 1899 al de Guadalajara(2). Murió sien-do ya muy anciano, en Badajoz, año de 1925. Pareceque era persona muy ocurrente, y todavía se recuerdansus ingeniosidades.

Viene después la caricatura de don Mariano dela Torre Agero, que aparece de paseo por el campo,embozado en su capa, con sombrero de media copa. El

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de San Fernan-do. En 1860 fuedestinado a laAcademia deArtillería, as-cendió a capi-tán en 1862, acomandante en1873 y a te-niente coronelen 1876. Hizola última guerracontra los car-listas, y en1880 se le des-tinó al 4º Regi-miento Monta-do, de guar-nición en Sego-via, y en 1881al nuevo 7º Re-gimiento Mon-tado, tambiénestablecido en Segovia. En el año 1883 obtuvo el retiropara Segovia, con el grado de coronel de Infantería(6). Elentonces cadete y más tarde general don Luis de Santia-go y Aguirrebengoa, en sus recuerdos inéditos(7), dice deél que era de familia pudiente segoviana, bondadoso ypaternal en el fondo, algo brusco en la forma y sobre to-do de una exuberante verborrea, y en alto grado gritadory chillón. Tenía una muy elevada estatura, andaba algoencorvado, su semblante era cetrino con barbas entreca-nas lacias y mal cuidadas, y tenía la costumbre cuandose encontraba en la calle con uno de nosotros de ade-lantarse a saludar, lo que a veces producía algún azora-miento en el inferior. Tras obtener su retiro, se dedicó elresto de su vida a administrar el patrimonio de su mujer,la segoviana doña Filomena Bayón del Río (Segovia,1838); de esta unión nacieron cuatro hijos, los dos varo-nes abogados. Pero también fungió en la política local,siendo diputado provincial en 1888. Fue además comen-dador de las Órdenes de Carlos III e Isabel la Católica,autor de varias obras técnicas y docentes, y correspon-diente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicasy Naturales. Falleció en Segovia el 31 de octubre de1903, en su casa de la calle de la Canongía Nueva 1,que conservaron sus descendientes.

La siguiente caricatura es la de don GregorioBayón Rodríguez, que aparece con capa y chistera, configura de algo anciano. Era natural de Rueda (Valladolid),donde nació en 1807, y vástago de una noble y rica fami-lia, como hijo de don José Bayón y Gómez de Bonilla, yde su primera mujer doña María Lucía Rodríguez Jimé-nez. Su hermana doña Jacoba se casó con el quintoMarqués de Lozoya, pero no tuvieron hijos. Se estable-ció en Segovia al casarse hacia el 1835 con doña Maríade los Ángeles del Río y Fernández Manrique (1817-1881), mayorazga de antiguo abolengo segoviano. Vivíaen la casa plateresca de la calle de Valdeláguila 1, queconstruyó Gonzalo Pérez, secretario del Emperador, y

govianos que con mayor entusiasmo y patriotismo contri-buyó a la manifestación organizada en 1885 por Ia So-ciedad Económica Segoviana de Amigos del País, comoprotesta contra la agresión de Alemania a las islas Caro-linas. El señor Álvaro, a quienes mucho conocían por Ci-batti, por el nombre de su antecesor, era muy simpático ypopular en la ciudad. Aquejado de una enfermedad men-tal, falleció en el manicomio de Ciempozuelos (Madrid)en 1894.

Don Pedro Mayor Jiménez, teniente coronelgraduado y comandante de la Guardia Civil, segundo je-fe de la Comandancia de Segovia, está representado deuniforme invernal, con capote. Nacido en Almarza (So-ria) el 31 de mayo de 1829, hijo de un oficial de Infante-ría, ingresó como cadete en el Colegio General Mili- tar

en 1847, sien-do promovido asubteniente deInfantería en1850, con des-tino al Batallónde Cazadoresde Chiclana. En1853 pasó a laGuardia Civilcomo alférez,ascendiendo ateniente en1857, a capitánen 1865, y acomandante en1875: en aque-llos años sirvióen Segovia yen Cuéllar, don-de se casó condoña CristinaNiño de Rojas.Volvió a Sego-

via como segundo jefe desde agosto de 1877 a abril de1881. Tras su ascenso a teniente coronel en 1881, man-dó las Comandancias de Jaén, Cádiz y Cáceres. Coronelen 1886, en 1890 ascendió a general de brigada, recibióla gran cruz de la Real y Militar Orden de San Hermene-gildo, y pasó a la reserva. Murió en Valladolid el 10 de ju-nio de 1897(5).

Don Francisco de la Piñera y Díaz aparece re-tratado de perfil, como casi todas las caricaturas de Mar-tínez del Peral, barbado, vistiendo uniforme de diario deteniente coronel de Artillería, con el ros bajo el brazo iz-quierdo. Nacido en Úbeda (Jaén) el 28 de enero de1834, fue hijo de don Bartolomé de la Piñera, oficial deArtillería. Ingresó como cadete en el Colegio de Artilleríasegoviano en 1850, siendo promovido a teniente en1854, y destinado al 5º Regimiento a Pie, en la mismaSegovia. En 1857 pasó a la Brigada de Montaña, e inme-diatamente al Regimiento a Caballo. En 1859 se incorpo-ró al ejército de África y con la División de Caballería to-mó parte en todas las acciones dadas en Marruecos, encuya campaña ganó la cruz de primera clase de la Orden

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más tarde fueAudiencia Pro-vincial. Era donGregorio, por síy por su esposa,rico hacendado,labrador y gana-dero, y fue alcal-de de Segoviatres veces (en1839, en 1844-1845 y en 1856-1858), cargo queejerció paternal-mente, con elpropósito de co-rregir, más conbuenos consejosque con castigosoficiales, a susconvecinos des-cuidados. Tam-bién fue sempi-

terno diputado provincial entre 1847 y 1873, a más devisitador principal de Ganadería y Cañadas en la provin-cia de Segovia. Murió en Segovia el 11 de diciembre de1882, y su tumba se conserva en el primer patio del Ce-menterio del Santo Ángel, en un nicho de la pared de lamano derecha.

La atribución de la siguiente caricatura a la per-sona de don Francisco de Cáceres y Tomé no parecemuy segura, ya que el traje corto que viste el retratadoes poco adecuado a la posición y a las costumbres delabogado -aunque sí pudiera ser algún pariente suyo-. Enla mencionada hoja Tipos y tipejos, dijo de él BernardoMaeso: Secretario inteligente / de nuestra Diputación, /alcanza reputación / como abogado elocuente. DonFrancisco de Cáceres Tomé, de antigua familia segovia-na como hijo primogénito de don Tomás de Cáceres Bar-

bero, deposita-rio general delAyuntamientode Segovia, yde doña Agusti-na Pía Tomé yEntero -hija demaestrante deRonda y primade los Marque-ses de Lozoya-, nació en Se-govia el 5 deoctubre de1853, se licen-ció en Dere-cho, fue aboga-do y secretariode la Diputa-ción Provincial.Persona muyilustrada, co-

rrespondiente en Segovia de la Real Academia de Histo-ria desde 1906 y presidente de la Sociedad EconómicaSegoviana de Amigos del País en 1901. Casado en Se-govia el 28 de abril de 1879 con doña María de las Mer-cedes Muñoz de Velasco (Segovia, 1859-1917), ha deja-do ilustre descendencia, que llega hasta el día. Residía,cundo se hizo esta caricatura, en la calle de Escuderos11; pero falleció tísico en Segovia, en la casa de su pro-piedad de la plaza de San Esteban, el 18 de diciembrede 1909, y fue enterrado en el cementerio del Ángel.

En este punto del álbum encontramos la primerapágina vacía, pero con las huellas de haber tenido adhe-rido un dibujo. De entre los ocho que sabemos que nosfaltan, diremos aquí de doña Clementina LancharesLópez, representada de perfil, con sombrero, guantes yun abanico en las manos. Segoviana del 23 de octubrede 1859, hija del fabricante y administrador de Loteríasdon MarianoLanchares, re-sidía con suspadres y her-manos en sucasa en la Ca-lle Real (Ju- anBravo 70), fren-te a la Casa delos Picos(8). Lossemanarios dea- quella épocanos cuentan delas reunionesque el señorLanchares ofre-cía a sus amis-tades, en lasque su hija Cle-mentina se dis-tinguió comonotable pianis-ta. Un hermano suyo, oficial de Artillería, una hermanamonja, y más tarde sus dos hijos, murieron tuberculosos-uno, Antonio, fue también teniente de Artillería, y el otro,Ángel, escritor y periodista, fundador de la revista literariaAlma Castellana, nombre de la recordada imprenta queestableció-. Ante las repetidas desgracias familiares, do-ña Clementina quiso contribuir a la extinción de la terribleenfermedad y dedicó buena parte de su fortuna a edificarel Sanatorio Lago, en la sierra segoviana (término muni-cipal de Guadarrama, que fue expropiado en 1921 por elEjército para atender a los heridos de la campaña deÁfrica, y al fin quedó destruido durante la última guerracivil. Fue el primer sanatorio antituberculoso de España,y es el mismo Sanatorio del alto Guadarrama de los ver-sos de Antonio Machado. Por su caritativa obra fue agra-ciada en 1924 con la gran cruz de la Orden de Benefi-cencia. Dona Clementina Lanchares, viuda de Lago,falleció octogenaria en Segovia el 15 de octubre de1938, poco antes de terminar la guerra civil. Y fue así laúltima superviviente de todas las personas caricaturiza-das por Martínez del Peral.

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D o nLuis María deIbarrola, enton-ces oficial de lasección de Fo-mento del Go-bierno Civil deSegovia, apare-ce en su carica-tura paseandopor el campo;viste levita yusa sombrerohongo. El señorIbarrola y Velfue natural deMadrid, y se li-cenció en Dere-cho y Adminis-tración en la

Universidad Central.

Le sigue el Marqués de Vessolla, retratado deperfil, con sombrero hongo y abrigo, fumando un puro; asu lado, un velador con dos botellas y una copita. DonFausto de Elío y Mencos, séptimo Marqués de Vessolla,octavo Conde de Ayanz, decimosexto Vizconde de Val-derro y jefe de la Casa de Elío, nacido en Pamplona el28 de junio de 1827, pertenecía a una noble y antigua fa-milia navarra, como hijo de don Francisco Javier de Elío

y Jiménez Na-varro, Marquésde Vessolla, yde doña MaríaMicaela deMencos y Man-so de Zúñiga,hija de los Con-des de Guen-duláin, Grandesde España. Vi-vió en Segoviaalgunos años,mientras sus hi-jos Javier y Án-gel estudiabanen la Academiade Artillería -re-sidieron losmarqueses enla casona de lacalle de la calle

del Barrihuelo 1, hoy de Martínez Campos, que despuésha pertenecido a los Marqueses de Miranda de Ebro-.Por su madre, de apellido Mencos, era primo del Mar-qués de Lozoya. De su matrimonio con doña María Jose-fa de Magallón y Campuzano, celebrado en 1848, tuvonueve hijos, y de ambos cónyuges es tataranieta doñaFabiola de Mora y Aragón, viuda del Rey de los belgas.El Marqués de Vessolla falleció el 29 de diciembre de1901.

El retrato de laMarquesa de Vessollaes uno de los que hoyfaltan en el álbum, perolo conocemos por foto-grafía de Lozoya: doñaMaría Josefa de Maga-llón y Campuzano, naci-da en Monteagudo (Na-varra) en 1830, hija delos Marqueses de SanAdrián, fue dama degran belleza, y todavíacon un aspecto jovenaparece en la caricatu-ra, ataviada con un ves-tido de amplio polisón,conforme a la moda dela época. Murió en elaño 1899.

Don Rafael Ochoa Álvarez, hombre corpulento,aparece envuelto en amplio levitón. Al fondo, se ven pa-seando un joven con chistera, chaqué y bastón, y un al-deano que está de espaldas. Era asturiano de Villavicio-sa, hijo de donJosé María deOchoa y de doñaTimotea Álvarez, yfue durante mu-chos años médicode la marina mer-cante, ejerciendodespués la profe-sión de galeno enSegovia. Delicadopoeta, colaboróen las principalesilustraciones ma-drileñas y sus ver-sos fueron reuni-dos después desu muerte por suprimo Silverio deOchoa. Hermanode don Antonio deOchoa, fundadordel diario liberal ElAdelantado en1889, le sucedió en su dirección, que ejerció hasta su fa-llecimiento en 1901.

Don Alejandro Cuevas y Ron, maestro y apare-jador de obras, aparece trabajando en su oficio, pero conel sombrero de copa puesto y con la levita colgada en elbanco. Nacido en Segovia hacia 1829, era carpintero yartesano distinguido, que tomaba parte en todos losacontecimientos de la población. Gracias a su serenidady energía, según nos cuenta Lecea, en el incendio del Al-cázar en marzo de 1862, pudieron salvarse varios hom-bres que, sin otra salida que el empizarrado de la galeríade Moros, pudieron romper las techumbres, entrar por

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una buhardilla ypasar al puentelevadizo; estehecho le valió almaestro de o-bras Cuevas laplaca de la Or-den civil de Be-n e f i c e n c i a ( 9 ) .Casado con do-ña Paula Sán-chez Arévalo,natural de Turé-gano, con cua-tro hijos (unofuncionario, otromédico, otrocarpintero), re-sidía en casapropia en la ca-

lle de la Canongía Vieja 8, y aún era vivo en 1891.

Don Luis de Contreras y Tomé, Marqués deLozoya, aparece caricaturizado de perfil, con escopeta ymorral de cazador y cubierto con una dalmática con elescudo de armas familiar, y con bastón de mando. Naci-do en Segovia el 13 de agosto de 1840 de 1839, fue ca-dete de Artillería, carrera que no concluyó -fue uno deaquellos célebres cadetes trueno-, y más tarde alcaldede Segovia desde el 2 de julio de 1879 hasta el 23 demarzo de 1881, y estas fechas nos sirven para datar estedibujo y los demás del ingeniero Martínez del Peral. Fueel séptimo Marqués de Lozoya, título que heredó en1868 de su tío don Domingo de Contreras Girón y Men-cos, fallecido sin descendencia. Además de alcalde, fuediputado provincial en 1888, y delegado regio de Agricul-tura, a más de otros cargos políticos. Era ganadero ymuy aficionado a la caza y persona de gran popularidad,por su sencillez y simpatía. Murió repentinamente en Se-govia el 1º de mayo de 1905. Casado en Madrid eneenero de 1881 con doña Ramona López de Ayala y delHierro, hija de los Condes de Cedillo y dama noble de laOrden de María Luisa, fue padre de seis hijos; entre ellosel célebre don Juan de Contreras y López de Ayala, no-veno Marqués de Lozoya y Grande de España, directorde la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ynumerario de la Real Academia de la Historia, presidentedel Instituto de España y cronista de Segovia. Precisa-mente su hijo le recordaba así en la primera versión desus memorias, aún inédita:

Mi padre era, sobre todo, hombre de campo, ganadero ycazador, sin afición alguna a los libros... Mi padre habíanacido en 1840 en la casa de la plaza de San Pablo,donde yo vivo. Era hijo del matrimonio de mi santo abue-lo don Luis de Contreras y Mencos (hombre muy culto yde una rectitud y de una caballerosidad que dejaron lar-go recuerdo en Segovia, donde desempeñó la Alcaldía yel Decanato del Colegio de Abogados), y de doña Maríade la Trinidad Thomé de San Román, señora a la anti-gua, poco leída, rezadora, muy sabia en recetas culina-rias y muy generosa. Era el único varón con dos herma-

nas: la tía Car-men, que casópronto con unrico hacendadode Ciudad Re-al, don ManuelMaldonado, ca-ballero de San-tiago, y de lacual sé muy po-co; y la tía Lui-sa, que casócon don Joa-quín de Caste-llarnau, de Ta-rragona, peroque vivió siem-pre en Segovia.Como únicodescendientede la familia Lo-zoya debió deser mimadísimo por su madre, por su abuelo don JuliánThomé, que vivía en la misma casa, y por el mayorazgo,el tío Domingo, viudo y sin hijos, que miraba en él al he-redero. Sólo su padre intentaba que cursase una carrera.Ingresó, muy joven, como entonces se hacía, en el Cole-gio de Artillería, y en el Alcázar, donde estaba instalado,dejó fama de sus travesuras, pues era de la misma pieldel diablo. A consecuencia de no sé qué diablura estuvoescondido no sé cuántos días en el cajón del pan, en lacocina, y los profesores tuvieron que publicar una amnis-tía para que se rindiera. Cuando le faltaba ya poco paraterminar la carrera, dejó los estudios. Quizá en esta de-terminación influyó la idea de que estaba destinado a he-redar a su tío el Marqués. Durante una buena temporadami padre frecuentó el Madrid de los últimos años de Isa-bel II e hizo mucha vida de sociedad, en la cual se impo-nían su enorme simpatía y su generosidad. Tengo deaquel tiempo curiosas cuentas de indumentaria, una deellas se refiere a una levita de color de pasa con puntasblancas. El Duque de Tamames, “arbiter elegantiarum”en aquel periodo, me hablaba de él con gran cariño. Otrogran amigo suyo era el Duque de la Roca. Conservósiempre gran amistad con los que fueron sus compañe-ros en el Alcázar de Segovia, entre los que recuerdo algeneral Parra y al coronel don Pedro de Montemayor.Pronto mi padre se fue recluyendo en Segovia, auncuando le gustaba hacer en Madrid breves estancias. Leatraía a Segovia el cariño enorme hacia su madre, y supasión por el campo, la ganadería y la caza. Fue noviode una de las muchachas más elegantes de Madrid, laseñorita de Rábago, hermana del Conde de San Rafael.La boda se deshizo porque mi padre exigía vivir en Se-govia y ella le dijo: “contigo, pan y cebolla, sí; pero pan ySegovia, no”. Murió viejísima, solterona, y yo fui a su en-tierro. A la caída de la Reina Isabel, mi padre siguió elúnico camino que en aquella crisis podía seguir una per-sona decente: se hizo carlista y fue presidente de la Jun-ta de Segovia. Perseguido por el Gobierno, alguna vez

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Don Joaquín de Posada y Aldaz, gobernadorcivil de Segovia -la atribución no es completamente se-gura-, está retratado de perfil, sobre una barquilla con elnombre Segovia, azotada por el temporal. El señor Po-sada era asturiano, nacido en Llanes el 30 de enero de1833; licencia-do en Derechopor la Universi-dad de Sala-manca, fue ofi-cial de los Go-biernos Civilesde Salamanca,Santander ySoria, funcio-nario de la Di-rección Gene-ral de la Deuda(1871-1881), ydespués suce-sivamente go-bernador civilde León (1881)de Tarragona(1882), de Se-govia (30 deenero de 1883)de Palencia, deGerona (junio de 1886), y por segunda vez de Segovia,ciudad en la que falleció el 22 de diciembre de 1886,siendo sepultado en el cementerio del Ángel. De su ma-trimonio con doña Carmen de Hano y Bustillo, tambiénasturiana de Llanes y también finada en Segovia el 1ºde noviembre de 1927, nacieron cuatro hijos. La viuda ylas dos hijas del señor Posada vivieron durante muchosaños en la ciudad, en una casa de la calle de Ochoa On-dátegui, frente al ábside de San Antolín -casa donde mu-rió años después, terminada la guerra civil, otro de los hi-jos del señor Posada, jefe retirado de Artillería-.

Sigue enel álbum un per-sonaje sin identi-ficar: un caballe-ro joven, consombrero hongoy abrigo muyholgado, que tie-ne una campani-lla bajo el brazoizquierdo, pare-ce cortejar a unaseñorita asoma-da a un balcón(tal vez doñaPaz Bayón, hijade don Gregorio,al que antes noshemos referido).

tuvo que vivir escondido en la Sierra. Después de la Res-tauración estuvo en buenas relaciones con la Familia Re-al, quizá por intervención de la Infanta Isabel, que le que-ría mucho, y se afilió al Partido Conservador. Fue alcaldede Segovia y presidente interino de la Diputación. Mi pa-dre era de costumbres intachables y muy sencillo en susgustos, pero muy generoso. Una vez salió fiador de unpueblo entero, y también salvó de la ruina a dos perso-nas prestándoles su firma. El gran gasto de su vida eranlas magníficas cacerías en Otones, a las cuales solíaasistir la Infanta Isabel y sus sobrinos Don Fernando yDon Carlos de Caserta. Mi padre, cuando yo le recuerdo,tendría unos cuarenta y cinco años, pues como he dicho,se había casado muy tarde y yo hacía el séptimo de loshijos. Aparentaba más edad. Era no muy alto, grueso (yocreo que me parezco a él en las proporciones), con lacabeza bastante grande; gran nariz aguileña, un pocotorcida por un golpe de su escopeta; ojillos pardos, pe-queños y muy vivos bajo grandes cejas, y bigote cardo yrecio. Tenía amplia frente y mucho pelo, negro y rizoso.Estaba tostadísimo por la vida al aire libre que había lle-vado desde niño. Creo que había cazado todas las espe-cies venatorias de España. Era generosísimo y de cora-zón muy tierno, sencillo como un niño, y yo creo que semurió sin haberlo dejado de ser. Estaba siempre de buenhumor, pero sus prontos eran muy violentos. Tenía unaclase especial para tratar a la gente humilde. Zahería atodo el mundo con sus dichos y con sus bromas, perocon tal gracia que nadie se enfadaba. Como sucedía consu antecesor el Marqués don Domingo, se contaban deél infinidad de cuentos, alguno con cierta gracia volteria-na. Creo que no hubo persona en Segovia a quien nopusiese un mote mi padre (que ya le quedaba para siem-pre) o a quien no dijese algún dicharacho. Era, natural-mente, popularísimo. Matizaba su charla con palabrasgruesas, como era moda en la corte de Alfonso XII. Pero,aun cuando estuviese, cuando se dedicaba a sus traba-jos favoritos, vestido como un obrero y aun cuando trata-se a los obreros de igual a igual, era siempre un perfectogran señor.

Don MarianoTorres Pastor, en-tonces estudiante,figura como hom-bre joven, y vestidocon elegancia. Fa-lleció poco despuésde hacerse esta ca-ricatura, y era hijode don Remigio To-rres Magdaleno,catedrático de Ma-temáticas del Insti-tuto de Segovia, yhermano de donFaustino Torres yPastor, abogadomuy inteligente y al-go bohemio, mu-erto hacia 1910.

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bró en mi ánimo / este amor que mi alma te profesa. Enun pliego titulado Tipos y tipejos, dijo Rodao de don Ma-riano: Fue Llovet un buen alcalde; / también es buen bo-ticario / y hasta por no tener pelo / (porque este señor escalvo) / no tiene pelo de tonto / don Mariano. El señorLlovet Castelo murió en su casa de la calle de Escuderosel 15 de enero de 1901; veinte días después le siguió alsepulcro su esposa la pamplonesa doña Filomena Ver-gara y Serra -ambos yacen en el primer patio del campo-santo del Ángel-.

La siguiente página del álbum tiene la acuarelaarrancada, es una de las que faltan. Podría ser la que alparecer representaba a don Dámaso Bueno Gutiérrezsiguiendo a las señoritas de Sociats. El señor Bueno, deelevada estatura, viste de paisano pero era comandantede Artillería: nacido en Segovia el 11 de diciembre de1838 (o el 11 de enero de 1839, según su hoja de servi-cios), hijo de don Francisco Bueno y de doña Lucía Gu-tiérrez, ingresó como cadete en el Colegio de Artilleríaen 1855, fue promovido a teniente en 1859, y desde en-tonces prestó servicio casi constantemente en Segovia,bien en la Academia de Artillería como profesor de Dibu-jo, bien en los cuerpos de la guarnición, como el 7º Regi-miento Montado(11). En los años en que se data el álbum,era comandante del Cuerpo, y teniente coronel efectivo ycoronel graduado del Ejército, y comendador de las Ór-denes de Carlos III e Isabel la Católica, a más de autordel libro Análisis trascendente, publicado en 1876. El ca-dete Santiago, su alumno en 1870, en sus recuerdos iné-ditos que antes he mencionado, nos dice que el capitándon Dámaso Bueno poseía todas las características delhombre corto de genio: se cortaba con gran facilidad ytrataba de hacer alarde de todo lo contrario, queriendoaparecer suelto y dueño de sí. Algunas veces, merced asu fuerza de voluntad, lo conseguía; en la mayor partede las ocasiones, no. Trataba de ser de educación esme-rada y muy comedido sus relaciones con los alumnos;vestía con la mayor corrección y pulcritud, pero no le ha-bía llamado Dios por el camino de la elegancia, y resulta-ba falto de espontaneidad y con demasiado atildamiento:cursi. Su mayor sufrimiento era apercibirse o notar quelos demás se percibían de un defecto de su personali-dad: poseía enormes juanetes en los pies, y aun que,

Don Mariano Llovet Castelo está figurado co-mo una persona todavía joven, con calva y patillas, tienelentes con cintas para sujetarlos, y aparece machacandoen un mortero grande, junto a varios tarros de farmacia,y una chistera y un bastón de autoridad, en el suelo. Don

Mariano era se-goviano, nacidoel 22 de octubrede 1841, y li-cenciado en laFacultad deFarmacia ma-drileña en 1862.Era próximo pa-riente del famo-so dermatólogodoctor don Eu-sebio CasteloSerra (†1892),y pertenecía auna familia deboticarios, yaque lo era supadre don Mi-guel Llovet Pra-dillo (†1880), el

cual sucedió en el establecimiento al abuelo materno desu esposa doña Juana Castelo Ramírez (†1851), que lofue don Gregorio Ramírez (†1851). Esa antigua farmaciaestaba establecida en una modesta casa de la calle deEscuderos 4, derribada a comienzos del siglo XX, dondedespués estuvo el obrador del café La Suiza, y hoy fun-ciona la taberna Rubi. Enfrente, en la casa que fue delos Marqueses de San Felices, estuvo la farmacia de Llo-vet hasta 1939, en que murió don Miguel Llovet Vergara,hijo de este don Mariano; el edificio pertenece ahora alAyuntamiento, que lo adquirió para ampliar sus depen-dencias. Don Mariano Llovet Castelo fue un farmacéuticomuy distinguido, del que da noticias muy curiosas RafaelRoldán en su trabajo Contribución de los Farmacéuticossegovianos al desarrollo científico y literario español(10):sobre botánica escribió un Nuevo y sencillo método deconservar las plantas en los Herbarios, aparecido en LaArmonía Médico-Farmacéutica de Segovia, donde tam-bién dio a conocer su estudio acerca de la Preparaciónde las píldoras de Blancard. Fue colaborador distinguidode revistas profesionales de Madrid, y en 1886 editó elfolleto Retrete higiénico, fundado en el empleo de anti-sépticos. Don Mariano actuó en política como monárqui-co conservador y fue tres veces alcalde de la ciudad(1873-1874, 1875-1879 y 1891-1892), presidente de laDiputación Provincial en 1885, y varias veces diputadoprovincial por el distrito de Riaza (1883 a 1901). Comoacadémico correspondiente de la Real de Bellas Artes deSan Fernando, formó parte de la Comisión de Monumen-tos. Era también notable poeta, autor de una conocidaplegaria a la Virgen de la Fuencisla, a la que se refirió sunieto Juan José en unos bellos versos: El padre de mipadre, que era poeta, / que sobre los afanes de la vida /ponía su afición a la belleza, / cantó una vez tu paz, viejosantuario, / y su canción serena / fue la semilla que sem-

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merced a trabajos concienzudos con su zapatero, éste leproporcionaba calzado que disimulaba aquella democrá-tica imperfección, algo se le notaba, y era de ver la ma-ligna satisfacción de sus discípulos cuando veían que sele subía el pavo por creer, como así sucedía, que algunose fijaba con insistencia sus pies. Tenía ciertas preten-siones de sabio y nos largaba cada explicación por fueradel libro, especialmente en Cálculo, que nos volvía lo-cos. Fue uno de los socios mas activos de la SociedadEconómica Segoviana de Amigos del País y personamuy estimada en la capital. Tuvo muy mala salud en susúltimos años, y murió el 24 de febrero de 1882, muy po-co después de hacerse este retrato, con cuarenta añosde edad; su entierro en primer patio del camposanto delÁngel fue concurridísimo, pues era persona muy caritati-va y de valía intelectual. Vivía en la plaza de San Este-ban, en la casa que más tarde adquirió el antes mencio-nado abogado don Francisco de Cáceres y Tomé.

Las señoritas de Sociats visten ambas consombreros y trajes de la época. Hijas del valenciano donJosé Rafael Sociats y Coll, marino y escritor, empresarioferroviario y agrario, y de doña Guadalupe Suárez de Fi-gueroa y Martínez-Garde (hija de un ilustre artillero); unade ellas, doña Rita, matrimonió con don José Marchesi yButler, y dejó larga prole(12). Vivían entonces en Segovia,donde un hermano suyo, don Luis Sociats y Suárez deFigueroa, seguía desde 1875 los estudios militares en laAcademia de Artillería(13).

También artillero era el siguiente retratado: donAlfonso Fernández de Córdoba y Álvarez de las Astu-rias Bohorques, Marqués de Mancera y Grande deEspaña, nacido en Córdoba el 8 de julio de 1823, hijodel mariscal de campo don Joaquín Fernández de Cór-doba Pacheco y Téllez Girón, Duque de Arión y Grandede España, y de doña María de la Encarnación Álvarezde Bohorques y Chacón.Ingresó en el Colegio del Cuer-

po en 1838 -si-to entonces enMadrid, el edifi-cio que se eri-gió en 1725 pa-ra Seminariode Nobles-,siendo promo-vido a subte-niente en 1843,con destino al5º Regimiento.En 1844 fueascendido a te-niente, destina-do primera-mente en laPlana Mayordel Depósito deMadrid y luegoen la BrigadaMontada del 4º

Departamento de Artillería; por entonces ganó la cruz de1ª clase de la Real y Militar Orden de San Fernando por

su valor durante los sucesos revolucionarios ocurridos enMadrid el 26 de marzo y el 7 de julio de 1848. En 1854solicitó el retiro por estar disconforme con la revoluciónprogresista. Vuelto al servicio en 1856, aquel año ascen-dió a capitán, pasando destinado por el 2º Regimiento aPie y después al 5º Regimiento a Pie. Y en 1864, a laBrigada a Caballo, más tarde convertida en Regimiento,con el que tomó parte en la guerra de África, participan-do en los principales combates. Después residió en Se-govia, y en 1864 fue ascendido a comandante y pasódestinado al 2º Regimiento a Pie, del que regresó prontoal Regimiento a Caballo, hasta su disolución en 1866,pasando entonces destinado al recién creado 6º Regi-miento a Pie. Tras su ascenso a teniente coronel, en1868, pasó nuevamente al 2º Regimiento a Pie, y en1869 al 3er Regimiento a Pie. Ese mismo año quedó ensituación de supernumerario y encausado en un consejode guerra por no jurar fidelidad a Don Amadeo de Sabo-ya, y en abril de 1871 obtuvo sentencia condenatoria conseparación del servicio con el grado de coronel. Procla-mado Alfonso XII, se le concedió el 2 de enero de 1875la vuelta al servicio con el empleo de coronel y la direc-ción del Parque de Artillería de Santander, desde dondepasó a mandar el 1er Regimiento Montado; en 1880 tomóen Segovia el mando del 7º Regmiento Montado -épocaen que dibujó su caricatura Martínez del Peral-. En 1884fue promovido a brigadier de Ejército, pasando a conti-nuación de cuartel a Madrid. Poseyó la gran cruz de SanHermenegildo y la encomienda de Carlos III, y fue gentil-hombre de cámara de S.M. Falleció en su casa de Ma-drid (calle Mayor, 97) el 21 de marzo de 1903, a las ochode la noche, siendo enterrado en el cementerio de SanIsidro. Toda su vida permaneció soltero(14).

Don Ceferino Maeso Rodríguez, jefe de la sec-ción de cuentasdel GobiernoCivil de Sego-via, lleva corba-ta de lazo, levi-ta y pantalónclaro, y se apo-ya en un bas-tón. Según elpadrón munici-pal de 1882,había nacidoen Segovia en1843, residíaen la calle deCaballares, aSan Millán, yestaba casadocon doña Simo-na BautistaMartín, tambiénsegoviana del1842; tenían una hija.

Don Eduardo Mateo de Iraola, catedrático deMatemáticas y secretario del Instituto de Segovia en elúltimo cuarto del siglo XIX, aparece de pie ante un sillón,

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explicando lalección a losalumnos. El se-ñor Mateo, li-cenciado enCiencias Exac-tas, fue trasla-dado al Institutode Sevilla en ju-nio de 1902, yen dicha ciudadmurió en los pri-meros mesesdel año de1911. Fue aca-démico corres-pondiente de lade Bellas Artesde San Fernan-do y, como tal,vocal de la Co-

misión Provincial de Monumentos; publicó además algu-nos libros didácticos sobre matemáticas. Estuvo casadocon una segoviana, de la noble familia Hernández, dePedraza, y uno de sus hijos, don Luis, estudió la carrerade Artillería y estuvo destinado algunos años en nuestracapital. Algunas personas consultadas creen que estacaricatura corresponde más bien a don Epifanio Raleroy Prieto, catedrático y director del Instituto de Segoviapor los mismos años que en él estuvo el señor Mateo deIraola; el señor Ralero, salmantino de 1832, residía en laCalle Real (Juan Bravo 24), y durante su estancia sego-viana publicó la obra Trozos de los clásicos latinos (Se-govia, 1879).

Figuran a continuación en nuestro álbum tres vi-ñetas dedicadas, bajo el expresivo título de Cuadros di-solventes, a un asunto que tuvo fama en Segovia: unamejora municipal realizada por entonces, cual fue la co-locación de una gran farola en el centro de la Plaza Ma-yor, que supuestamente debía iluminar tan relevante ytransitado espacio ciudadano, pero que no cumplió en

absoluto con las expectativas de los munícipes. El pri-mer cuadro disolvente muestra la Plaza Mayor con la fa-rola monumental preparada para la inauguración; el se-

gundo, la PlazaMayor con lamultitud queasiste al acto dedescorrer la cor-tina, para inau-gurar la farola; yel tercero la fa-rola aparece ilu-minada, perocon tan poca luzque los transe-úntes tienenque llevar faroli-llos para alum-brarse y algunotropieza y secae, a causa dela oscuridad.

El si-guiente perso-naje retratadoes un militar queen 1964 se identificó, bien como el brigadier Ezpeleta,bien como el intendente don Pedro de Bringas(15). Visteuniforme de tal con entorchados de brigadier (de plata),fajín rojo y bastón de mando. En realidad se trata de lacaricatura del entonces gobernador militar de la plaza deSegovia: don Francisco Espinosa de los Monteros yZulueta, nacido en Lebrija (Sevilla) el 3 de agosto de1818 y fallecido allí el 25 de diciembre de 1906. Ingresóen el Real Cuerpo de Artillería en 1833. Ascendido a sub-teniente en 1836 con destino en el 3er Regimiento, e in-mediatamente a la Brigada Montada del 3er Departamen-to de Artillería, en esos momentos de operaciones sobreCataluña en persecución de Cabrera, que sitiaba el fuer-te de Mora y donde resultó gravemente herido al estallaruna pieza. Durante su convalecencia trabó amistad conJaime Balmes, el filósofo. Una vez repuesto, asistió a lasacciones de Prot, Peracamps, Mare de Font, toma deSolsona (allí ganó su primera cruz de San Fernando) yBiosca. Ascendió a teniente en 1838, sirvió en el 5º Regi-miento, de operaciones en el Norte con el que estuvo or-ganizando la Brigada de Montaña de aquel Departamen-to de Artillería. Pasó como ayudante del 1er Regimiento,con cuyo tren de batir asistió en 1840 a las tomas de Se-

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te en 1879, sirvien-do como tal en elRegimiento a Piehasta noviembrede 1882, en elnuevo 7º Regi-miento Montadohasta octubre de1883, y en la Aca-demia de Artilleríahasta 1885, enque ascendió a ca-pitán. Comandanteen 1897, tenientecoronel en 1905,coronel en 1912 ypor fin general debrigada de Artille-ría en 1920, distin-guido en las cam-pañas de Cuba yde África, gran profesor y gran especialista en fábricas ymaestranzas, fue uno de los artilleros mas prestigiososde su tiempo. Falleció en Madrid el 23 de julio de 1923, yhabiéndose casado en Segovia en 1888 con doña Maríade los Ángeles Romillo Guzmán, dejó prole(17).

Otro de los retratos que faltan en el álbum es elque se atribuye a don Eduardo Iglesias, capitán de Es-tado Mayor. Aparecía llevando una pluma bajo el brazo, yal fondo dos caballos y un asistente con un banderín.Como en Segovia no ha habido nunca destinos del Cuer-po de Estado Mayor, acaso el señor Iglesias fuera ayu-dante del general gobernador militar. En todo caso, nohe hallado a ningún oficial del Cuerpo con tal nombre yapellido.

Don Rafael Barrios Bravo, jefe de Consumos,aparece en su despacho, con gorra y escopeta, muchosexpedientes sobre la mesa y un hombre arrodillado a lapuerta, en solicitud de perdón. Rodao, en el pliego deversos citado varias veces, escribió: Visitador de consu-mos / y que tiene tal olfato, / que cuando está en laFuencisla / y enChamberí hay con-trabando / (no exa-gero al decir esto)/ ¡lo huele ensegui-da Barrios!. Nacidoen Bernuy de Co-ca (Segovia el 24de octubre de 835,fue marido de do-ña María Huertasdel Valle (Segovia,1837), y murió ha-cia 1910 en su ca-sa de la plazueladel Potro 3 (o qui-zá en otra casa dela calle del Toril,hoy de San Fru-tos).

gura y de More-lla -por lo queobtuvo el gradode capitán deI n f a n t e r í a - .N u e v a m e n t eherido de gra-vedad en Bar-celona, quedóprisionero delos sublevados,por lo que fuepremiado con elempleo de capi-tán de Infante-ría. Durante elalzamiento delos moderados,en 1843, ganóel grado de pri-mer comandan-te de Infantería.A su término,

fue nombrado profesor en el Colegio del Arma y en elColegio General Militar, agregado a la Dirección Generalde Artillería. En 1845 fue ascendido a capitán, y en 1848estuvo presente en los sucesos revolucionarios de Ma-drid, donde mereció su segunda cruz de San Fernando.En 1857 ascendió a comandante, pasando entonces aservir de teniente coronel en La Habana, donde ejerció elmando de la artillería de los castillos de la Cabaña y delMorro, a la vez que desempeñaba la dirección de la Es-cuela Militar de Tiro. En 1860 alcanzó el empleo de te-niente coronel y destino en la Plana Mayor del 3er Depar-tamento de Artillería, encomendándosele más tarde lasEscuelas Prácticas del Distrito de Andalucía. Ascendidoa coronel en 1864, se le encomendó la ComandanciaGeneral del Campo de Gibraltar y al año siguiente, unavocalía de la Junta Superior facultativa de Artillería, y ladirección de la Maestranza de Sevilla. En 1874 obtuvo elempleo de brigadier, y destino como jefe de la Subins-pección de Artillería de Navarra, de operaciones sobre elNorte, ocupando Laguardia y asistiendo al levantamientodel sitio de Irún. Al término de las operaciones fue desti-nado como segundo jefe del Distrito de Andalucía, pa-sando posteriormente a la Academia como director, don-de demostró plenamente sus dotes militares, suentusiasmo fecundo y su competencia profesional, abor-dando la reforma de los estudios, que dio lugar a una en-señanza mejorada y ampliamente efectiva. Ascendido amariscal de campo en 1882, se hizo cargo de la Coman-dancia y Subinspección de Artillería del Distrito de Anda-lucía; en 1886 pasó a la reserva. Fue gran cruz de lasÓrdenes de San Hermenegildo y del Mérito Militar, co-mendador de la de Carlos III y maestrante de Sevilla(16).

Don Luis Hernando y Espinosa, nuestro si-guiente personaje, parece retratado de uniforme de arti-llero. Nacido en Lebrija (Sevilla) el 15 de septiembre de1860, hijo de don Francisco Hernando Huertas y de doñaRosalía Espinosa de los Monteros y Zuleta, ingresó en laAcademia de Artillería en 1876. Fue promovido a tenien-

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III, y la cruz de 2ª clase de la Orden Civil de Beneficen-cia-. Tenía su casa propia en una rinconada de la plazade la Merced (plazuela de Alfonso XII, 7), frente a la igle-sia de San Andrés, casa que más tarde perteneció suce-sivamente al conde de Torrepando y a don Andrés Re-guera. Murió en Madrid el 14 de diciembre de 1889, peroestá enterrado en patio primero del camposanto del Án-gel, junto a su esposa doña Dolores Pérez de Lara (quele había premuerto el 6 de marzo de 1860). Un hijo suyo,del mismo nombre, fue coronel de Artillería, y establecióhacia 1925 una fundación benéfica para dotar a mucha-chas pobres: el Patronato Jorge Calvo de Protección yCultura Femenina.

La caricatura del sacerdote don Hipólito OrtegaPoza: llevaba en ella un enorme sombrero de teja conbarboquejo, y se envolvía en un amplio manteo, dejandoasomar unos pies muy pequeños, calzados con zapatoseclesiásticos. Eran hermanos suyos don Norberto Orte-ga, profesor de Dibujo en la Escuela de Bellas Artes, ydon Hermenegildo Ortega Poza (Segovia, 1855), escri-biente y funcionario del Registro de la Propiedad.

Y, por último la caricatura del mozo de la fondaLa Burgalesa, que representaba a un muchacho muy jo-ven, con un tazón de café; un letrero en la pared dice: LaBurgalesa. Por este detalle cabe suponer que el ingenie-ro Martínez del Peral se alojaría en esta fonda, que eraentonces una de las mejores de Segovia(19). Estaba en laplaza Mayor 35, en el piso segundo de la casa que eshoy del Banco de Santander (hasta hace poco, BancoEspañol de Crédito), y cerró sus puertas hacia 1910. Porel padrón de vecinos de 1881 nos atrevemos a aventurarque aquel mozo se llamaba Nicolás Herrero Rodríguez,nacido en Burgos, y contaba entonces 16 años de edad.

A cambio de esas pérdidas, el álbum contieneotras catorce acuarelas y dibujos de Martínez del Peral.Todas caricaturescas, pero solo una de ellas identificadacon seguridad, que dejaremos para el final. Las demásson dos sombras chinescas (una de un personaje solita-rio, con bombín, gabán y bastón; la otra de una pareja decaballeros con bombín y chistera); diez retratos de caza-

dores segovianos, muy interesantes en cuanto a su ves-timenta (alguno de ellos con facciones muy marcadas); yademás la caricatura de un enigmático personaje, queparece estar recluido en un hospital: alto, barbado, connariz aguileña, está en camiseta y con calcetines rojos,

La identificaciónde la siguientecaricatura no essegura: muestraa un señor conlentes y bigotelargo, con cuer-po de muñeco,movido por unacuerda, de laque tira unhombrecillo congorra y bigote.El pelele tieneen la mano de-recha una espa-da con la ins-cripción Juntaconsultiva. Pa-rece una alu-sión a funciona-

rios de Obras Públicas -ramo al que pertenecía nuestroingeniero caricaturista-, quizá un jefe manejado por al-gún subalterno. El ingeniero jefe de Obras Públicas enSegovia y su provincia, en 1882 -cuando se iniciaron lasobras de restauración del incendiado y derruido Alcázar-, era don José Miguel de Urquiza y de la Garma, inge-niero de caminos, canales y puertos desde 1863, presi-dente del Partido Demócrata en Segovia durante elSexenio Revolucionario, que alcanzó a ser ingeniero jefede primera clase en 1898, jubilándose en 1906. Fue na-cido en Madrid el 15 de marzo de 1842; y murió en Ol-medo (Valladolid) el 20 de enero de 1908. Contrajo matri-monio en Segovia el 8 de mayo de 1871, con doña LucíaCubero y Sanz (natural de Segovia y allí muerta el 14 dejunio de 1926, hija del licenciado don Lorenzo Cubero dela Torre, abogado del Ilustre Colegio de Segovia, y dedoña Antonia Sanz Ortiz); fueron padres de dos hijos, ysu prole llega hasta hoy(18).

Faltan en este punto otras tres de las caricaturasdel álbum -pero fueron censadas y fotografiadas por Lo-zoya-, cuyas noticias pondré a continuación.

El retrato de don Jorge Calvo González le re-presentaba de perfil, como casi todas estas caricaturas,figurando un señor con lentes y patillas, vestido con cha-qué de color claro, bastón de mando bajo el brazo iz-quierdo y una gran llave (que parece indicar su condiciónde banquero) bajo el derecho. El señor Calvo era naturalde Rebollo, pueblo de la provincia de Segovia, nacidopor el 1824, y ejerció en la capital la Medicina durantemuchos años, como uno de los profesionales mas presti-giosos y onerosos (pues no admitía igualas, y cobraba,por esas calendas de los años setenta y ochenta, cincopesetas por la visita). En política actuó en el partido con-servador y fue diputado provincial por Cuéllar (1867 a1878) y presidente de la Excma. Diputación Provincial, amás de gobernador civil interino, presidente del BancoAgrícola, y consejero de la Caja de Ahorros y Monte dePiedad -servicios que le valieron la gran cruz de la Ordende Isabel la Católica, la cruz de caballero de la de Carlos

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saltando o danzando so-bre un jergón puesto so-bre el piso ¿quién sería elextravagante?. Por ciertoque se parece mucho auno de los cazadores an-tes mencionados.

El último retrato, alápiz y en modo algunocaricaturesco, correspon-de al Conde de Cedillo, ycercano pariente del inge-niero artista(20). Se trata dedon Luis Antonio López deAyala Álvarez de Toledo y Dusmet, XV Conde de Cedillo,notario mayor del Reino de Granada, caballero del hábitode Santiago, maestrante de Granada, nacido en Madrid(San Ginés) el 9 de marzo de 1833, y fallecido allí el 12de enero de 1896. Hijo mayor y sucesor de don Francis-co de Paula López de Ayala Álvarez de Toledo y Cañas,XIV Conde de Cedillo, Señor de Peromoro y San Andrés,Tocenaque y Moratalaz, del lugar y fortaleza de Manza-neque, patrono de la Universidad y Colegio de Santa Ca-talina de Toledo, notario mayor de Granada, caballero dela Orden de Santiago, maestrante de Granada, gran cruzde la Real y Americana Orden de Isabel la Católica, gen-tilhombre de cámara de S.M., capitán de la Guardia Realy teniente coronel de Infantería, casado en Madrid el 31de diciembre de 1831 con doña María de la ConcepciónDusmet y Du Blaysell. Nuestro Conde se había casadopor primera vez en Toledo, el 24 de septiembre de 1855con doña Ventura del Hierro y Barrera (Madrid, 1836-

1871), hija única de donJerónimo del Hierro y Ro-jas, Vizconde de Palazue-los, coronel de Infantería ycaballero de Santiago, yde doña Ramona Barreray Aguirre. Y en segundasnupcias en Madrid, en1877, con la segovianadoña Concepción de Bou-ligny y Pérez de Estala(Segovia, 1845-1913), hijade artillero y nieta del céle-bre fabricante de paños

retratado por Goya(21).

El nieto de nuestro caricaturizado Conde de Ce-dillo, el gran Marqués de Lozoya, en sus aludidas me-morias inéditas, le recuerda así: pasaba los veranos enSegovia, en la casa de su segunda mujer doña Concep-ción de Bouligny, que era segoviana (la casa es la queestá adosada a San Clemente, que hoy es de las Repa-radoras), y en las fincas que ésta tenía en las Navas deRiofrío. Dicen que físicamente me parezco muchísimo aél, aun cuando él era mucho más alto. Por lo que de élse, debía de parecer más bien un gran señor francés le-gitimista que un caballero español. Por su madre, unaDusmet du Blaisell, tenía sangre francesa y belga. Mien-tras vivió su primera mujer vivió largas temporadas enFrancia, en su finca de Calaoutça, cerca de Biarritz. Eracarlista o mejor dicho, legitimista a la francesa. Hombremuy culto (él formó la magnífica colección de medallasque yo tengo) y tranquilo, un poco desengañado de la

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14) AGM Segovia, legº F-238. Adolfo CA-RRASCO SÁYZ, “Excelentísimo Señor D.Alfonso Fernández de Córdoba y Álvarezde las Asturias Bohorques, Marqués deMancera, Grande de España, General deBrigada”, en Memorial de Artillería, 1904/1,págs. 58-61. Retratos en La Ilustración Mi-litar 1884; y Academia de Artillería, col.Ugarte, nº 483.

15) Pero en 1880-1884 no existía ningún“brigadier Ezpeleta”, aunque cuatro miem-bros de esta familia ya eran tenientes ge-nerales; don Luis de Ezpeleta y Contreras,hijo de uno de ellos, no alcanzó el empleode brigadier de Caballería hasta 1893.Otras personas consultadas hace cuatrodécadas sobre estas caricaturas, indicaronque el retratado era don Ramón de Bringasy Azpilcueta, jefe de Administración Militar.Pero he consultado su expediente militar

(AGM Segovia, 1ª sección, expte. B-3761) y henotado que nació en Corcubión (La Coruña) en1853, por lo que su edad no se corresponde conla del retratado en 1882. Por otra parte, si bienBringas estuvo destinado en el Parque de Artille-ría Segovia entre 1880 y 1884, entonces era unsimple oficial segundo del Cuerpo de Adminis-tración Militar y no podría lucir ni el fajín ni elbastón de mando; solo posteriormente alcanzó,ya en 1920, el empleo de intendente de división.

16) AGM Segovia, 1ª Sección (Personal), legº E-1402. G.M.O., “El General D. Francisco Espino-sa y Zuleta” en Memorial de Artillería, 1907/2,págs. 432-440. Cortines y Morube, artículo ne-crológico en La Ilustración Militar, 54. Su retratoal óleo en la Academia de Artillería confirma quees correcta la identificación que hago.

17) AGM Segovia, 1ª Sección (Personal), legº E-864.

18) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, Marqués de la FLO-RESTA, “Noticias de los Urquiza: un linaje de broncistas, plateros ygrabadores burgaleses al servicio de la Real Casa”, en Boletín dela Institución Fernán González (Burgos), LXXXIX, 240 (2010/1),págs. 33-46.

19) Fue abierta en 1863 por don Bonifacio Rodríguez Álvarez y suesposa, ambos naturales de Burgos.

20) Ese parentesco es debido a que una hija del XII Conde de Ce-dillo (los bisabuelos de nuestro XV Conde), doña María Josefa Ló-pez de Ayala y Cabrera, se casó en 1800 con don José Joaquín deSandoval Espinosa, VII Marqués de Valdeguerrero y mayorazgo deSan Clemente (Cuenca), y fueron padres de doña María Teresa deSandoval y López de Ayala, VIII Marquesa de Valdeguerrero (1803-1863), casada en 1815 con su primo don José Ángel de Sandovaly Arcaina, diputado a Cortes. De quienes nació don Manuel deSandoval y Sandoval, IX Marqués de Valdeguerrero, embajador enRoma (1819-1863), casado en 1850 con doña Antonia Melgarejo yMena. Padres a su vez de doña María del Pilar de Sandoval y Mel-garejo, XI Marquesa de Valdeguerrero (1853-1922), casada en1881 con nuestro ingeniero-caricaturista don Julián Martínez el Pe-ral. Este era, pues, sobrino tercero político de aquel XV Conde deCedillo.

21) Sobre esta antigua e ilustre familia condal, véanse los escritosde Juan de CONTRERAS Y LÓPEZ DE AYALA, Marqués de LO-ZOYA, Memorias 1892-1923 (Segovia, 1992); Ramona LÓPEZ DEAYALA Y DEL HIERRO, Marquesa Viuda de LOZOYA, Memoriasde una casi setentona (Toledo, 2003); y Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, Vizconde de AYALA, “Los Condes de Cedillo dela primera raza en los siglos XV al XVII (una historia genealógicatoledana”, en Cuadernos de Ayala, 53 (enero-marzo 2013), págs.3-20.

política y de la vida. Su casa en Ma-drid, en la calle de Atocha, era unpoco aburguesada, con algunas co-sas magníficas... los Cedillo no eranricos, aunque sí lo suficiente parahacer buen papel como señores pro-vincianos. Mi abuelo tenía fincasmagníficas, como Moratalaz, Palo-marejo y Tocenaque, pero entoncesrentaban poco y estaban cargadascon pensiones, censos, etcétera.

Con este último personajeretratados por el ingeniero don JuliánMartínez del Peral, concluye nuestrotrabajo de identificación y documen-tación de aquellos señeros segovia-nos del primer reinado alfonsino, enlos primeros años de la Restauración. Nosin decir que de varios de los personajestenemos retratos fotográficos, y que suscaricaturas se les asemejan bastante.

N O T A S1) Mariano QUINTANILLA, “Caricaturas segovia-nas. XVII Exposición de Arte Antiguo”, en Estu-dios Segovianos, XIX (1967), págs. 27-83. Esnotable el hecho de que por entonces, estandoaún con vida personas que llegaron a conocer alos personajes segovianos retratados, pudieronser identificados muchos de ellos, tarea que hoyen día ya sería imposible.

2) Noticias tomadas de la Gaceta de Madrid.

3) José RODAO y Bernardo MAESO, Tipos y ti-pejos (Segovia, 10 de febrero de 1889), pliego suelto.

4) Diego Cibatti (†1865), hijo del también comerciante José Cibatti(natural de Castelnate, Como, en el Milanesado, hijo de Carlo Ci-batti y de Maddalena Luraschi), y de su esposa la segoviana doñaFelipa Martín Sancho y Aguado, casados en 1803. Diego fue casa-do con doña Micaela Álvaro Tapias, y de este matrimonio descien-de la familia de Quintanilla; mientras que de su hermana doña Do-lores son prole los Larios.

5) AGM Segovia, 1ª Sección (Personal), legº M-277.

6) AGM Segovia, 1ª Sección (Personal), legº P-2165.

7) El manuscrito original de estos recuerdos, que recibí en dona-ción de mi tío don Luis Martínez Drake, bisnieto del general, lo ten-go transcrito y pendiente de publicación desde hace treinta años.Confío en poder darlo a la luz algún día.

8) Allí, en el mismo edificio levantado por doña Clementina en1902, sigue abierta al público la Administración de Loterías nº 1 deSegovia, la más antigua de Castilla y León, ya que se documentadesde 1773, y una de las más antiguas de toda España. Hoy lo re-genta una biznieta de doña Clementina Lanchares: doña MilagrosLago Rodríguez.

9) Carlos de LECEA GARCÍA, El Alcázar de Segovia. Su pasado,su presente, su destino mejor (Segovia, 1891), página 13.

10) Rafael ROLDÁN GUERRERO, “Contribución de los Farmacéu-ticos segovianos al desarrollo científico y literario español”, en Es-tudios Segovianos, I (1949), págs. 320-334.

11) AGM Segovia, 1ª Sección (Personal), legajo B-...

12) Alfonso de FIGUEROA MELGAR, Duque de TOVAR, Estudiohistórico sobre algunas familias españolas, I (Madrid, 1975), pág.149.

13) Según la Gaceta de Madrid, en 1920 era general de brigada deArtillería honorario, y estaba condecorado con la gran cruz de laOrden del Mérito Militar.

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lo señalado y de los individuos que loostentaron, el autor, expresa ciertas du-das sobre la relación de don Iñigo deVelandia Arce y Arellano con el solar deTejada y asevera: Señalemos por ahoraque su acceso a Tejada se verifica sinderecho por linaje, puesto que estos Ve-landia no se encuentran inscritos en losregistros solariegos. Prosigue el señorReinares acercándose a la historia delseñorío de San Llorente, ubicándolo yseñalando a sus propietarios y arrenda-tarios más antiguos hasta llegar a me-diados del siglo XIV, en el que manifies-ta: A partir de este año de 1348 sepierde todo rastro de la propiedad laica

o canonical en San Llorente… Para el caso que estudia-mos también menciona en la obra a D. Sancho de Li-brán, al que tilda el señor Reinares de esbirro y siniestropersonaje. Desconociendo que don Sancho de Libránfue protagonista absoluto, así como personaje imprescin-dible en todos los órdenes -incluso en el biológico- parala creación del título que fundamenta su estudio sobre elmarquesado camerano.

Porque a finales del siglo XV, don Sancho de Li-brán, del que se desconocía hasta la fecha su verdaderafiliación (este es mi descubrimiento, que cambia ademásen muchos aspectos la historia del solar de Tejada), es elnexo de unión entre los señores de San Llorente, al me-nos de los señores que lo ostentaron desde mediados ofinales del siglo XV, y los Velandia Arellano. Don Sanchode Librán fue, por derecho y no por usurpación -comosiempre creímos, yo el primero-, señor de Tejada. Altiempo que fue quien transmitió a los Velandia el señoríode San Llorente y el derecho a intitularse señores de Te-jada, como así se intituló don Iñigo de Velandia Arellanoy Frías, señor de las billas de Tejada y San Llorente en laSierra de los Cameros. Porque don Sancho de Librán nofue un esbirro del conde de Aguilar, sino criado en su ca-sa. Un noble y señor de vasallos rico y poderoso, cuyaverdadera filiación lo hace hijo(1) de don Martín Sanz oSánchez Peón (con ambas grafías aparece don Martínen documentación coetánea), señor de Bobadilla y SanLlorente, señor de la casa y torre de Santa María, conseñorío en Tejada y Valdeosera -e hidalgo, curiosamen-te, sólo por descender de Tejada-.

Doña María, hija de don Sancho de Librán, nietade don Martín Sánchez Peón, se casó con un hijo ilegíti-mo del conde de Aguilar, señor de los Cameros, donJuan de Arellano y Arellano al que tilda de incestuoso mi

Me produce una gran satisfac-ción ofrecer a los interesados en la histo-ria del señorío del Solar de Tejada, unapropuesta, un pequeño avance de losnuevos documentos que he encontradoy que aunque puedan parecer tangencia-les, resultan imprescindibles para enten-der la historia de este singular señoríomedieval que adorna la historia de Espa-ña, la Rioja y los Cameros. Tejada es,como siempre he señalado, un misterio:entre otras cosas, porque la verdaderahistoria del señorío de los Cameros estatodavía hoy por escribir.

Tejada fue y es un señorío que,aunque de origen medieval, ha podidoevolucionar, gracias a la singular redacción del privilegiode don Enrique IV, hasta formas perfectamente concor-dantes con la doctrina que garantiza la plena igualdadentre sexos consagrada por la Constitución vigente. Par-ticular, que lo promueve como la más antigua instituciónde tradición nobiliaria que ha pervivido hasta nuestros dí-as, sin incurrir en caducidad alguna, pudiendo acomo-darse e imbricarse cómodamente en el ordenamientoconstitucional. Lo que la diferencia del resto de órdenesy corporaciones nobiliarias que, aunque activas, o estu-vieron suprimidas y han sido restauradas como asocia-ciones, o, por estatuto, se encuentran periclitadas, o son,simplemente, de nueva creación.

Para el caso que nos ocupa, es necesario volcaren este artículo algunas de las afirmaciones vertidas porel investigador riojano D. Ernesto Reinares Martínez enel estudio que sobre el Marquesado de Tejada de SanLlorente publicó en la revista Berceo, en el año 2001, yposteriormente en el año 2013, en el tomo III de la obracolectiva El Camero Viejo (Asociación Amigos de SanRomán de Cameros), con el título: El Marquesado Ca-merano de Tejada-San Llorente y los Velandia.

Sucede que algunas de las tesis sugeridas poreste autor en aquel artículo han resultado ser poco acer-tadas, como se demuestra tras el descubrimiento y estu-dio de cierta documentación que encontré recientementeen los archivos de Simancas y Valladolid. Tales tesis hansido posteriormente profusamente seguidas y utilizadaspor algún aficionado al devenir de los señoríos de Tejaday Valdeosera, distorsionando la historia y arrastrando alos interesados a la aceptación de propuestas históricasequivocadas.

En la obra de referencia, por cierto muy intere-sante para el conocimiento de las circunstancias del títu-

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SEÑORÍO DEL SOLAR DE TEJADA

(NUEVOS DESCUBRIMIENTOS DOCUMENTALES

PARA ALUMBRAR SU HISTORIA)por D. Antonio de Castro y García de Tejada, Señor del Solar de Tejada

DE RE GENEALOGICA

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A finales del siglo XV, como en el XVI, tanto en Tejadacomo en Valdeosera(7) hubo varios intentos por parte delos diviseros más poderosos de acumular, por compra a

parientes, derechos sobre las divisas,para intentar apropiarse legalmente de labehetría y convertirlas en señorío singu-lares (algunos señores feudales lo consi-guieron forzando el entramiento). Libránlo intentó legalmente en Tejada, y donPedro de Tejada en Valdeosera. Comoya tengo escrito, la excesiva fragmenta-ción de los mismos se lo impidió a am-bos. Al principio del siglo XVI, a la muer-te de don Sancho de Librán, su hija doñaMaría, entre otros bienes, heredó las di-visas propiedad de su padre. A su mari-do, don Juan de Arellano, le interesóapropiárselas. Es decir, privatizarlas,amojonándolas del resto del común.Hasta ahora, investigadores y aficiona-dos a la historia de los solares habían

creído que con el amojonamiento, el término del señoríose había dividido, pero esto no fue así, al menos hasta elsiglo XIX. Tanto el catastro de Ensenada(8), como la his-toria del marquesado de Tejada de San Llorente, así lodemuestran.

El resto de los señores de Tejada se opusieron ala particularización(9) -así define Carlos Estepa Díaz lasprivatizaciones de cuota divisera en algunas behetrías(10)-y pleitearon ante la justicia, que finalmente autorizó adon Juan de Arellano y a doña María de Librán a separarcuatro de las siete divisas que componían el señorío deTejada, y amojonarlas y disponer de ellas de manera sin-gular y no colectiva, pues habían sido heredadas legíti-mamente. Pero, eso sí, y esto es muy importante volvera señalarlo, tales divisas -aun privatizadas legalmente-siguieron indivisas con el término de Tejada. Razón porla cual en realidad siguieron siendo señorío de Tejada,aunque siglos después, nominalmente, se convirtieronen Belandia por cuestiones de mayorazgo. Por esta ra-zón y al contrario de lo que afirmó el señor Reinares ensu obra citada, los Velandia, sí tenían derecho a conside-rarse señores de Tejada, aunque no estuvieran recibidosen los libros becerros del Solar, pues ellos eran propieta-rios por herencia de cuatro de las siete divisas de las quese componía el señorío(11), por lo que estos Velandiaeran tan señores de Tejada como sus parientes lejanosque gozaban colectivamente de las tres divisas que lesquedaron tras la particularización. Por ello, cuando en1682 don Iñigo de Velandia Arellano y Arce presenta unmemorial al Rey solicitando, como premio a sus dilata-dos servicios a la Corona, un título de Castilla, propone,como denominación los lugares de San Llorente o de Te-jada como solariegos a su Casa. En 1763 don Fernandode Velandia y Araciel sigue intitulándose señor de Teja-da, y no de Belandia. Lo que demuestra que la denomi-nación de Belandia que se utiliza en determinada épocaes sólo nominal y que los señores y herederos legítimosdel nominado señorío de Belandia se tenían como lo queeran: legítimos señores de Tejada, por ser propietariosde cuatro séptimas partes del mismo.

tío solariego don Romualdo Sáenz Matienzo(2). Tuvierontres hijos: don Carlos, doña Juana y doña Isabel de Are-llano y Librán(3). Don Carlos murió sin descendencia. Do-ña Juana, que heredó el señorío de SanLlorente, contrajo matrimonio con don An-tonio de Villodas. Y la hija pequeña, doñaIsabel, se casó con don Juan Antonio deVelandia (varonía López de Zaballa). Adon Antonio de Velandia y Arellano le su-cedió su hijo, don Íñigo de Velandia Are-llano y Frías, que se intituló señor de lasvillas de Tejada y San Llorente. Convieneseñalar que doña Juana de Arellano fueseñora de San Llorente en 1536, no por lacasa de Arellano, como muchos creían, si-no por ser nieta de don Sancho de Librán,cuyo padre había sido -como quedará pro-bado en el apéndice documental- señor deSan Llorente, entre otros señoríos came-ranos. Lo que demuestra, entre otras co-sas, la enorme fragmentación que caracte-rizó al señorío de los Cameros a finales del siglo XV.Doña Juana estuvo casada con don Antonio de Villodas,alcalde de Nájera(4). Quien quiera profundizar en la rela-ción familiar entre los Villodas Arellano y los VelandiaArellano, ambos nietos de don Sancho de Librán, y lasingular y -pudiéramos decir extravagante- forma de su-ceder en el mayorazgo creado por doña María de Li-brán(5), puede hacerlo -no lo hago ahora para no alargarmás este avance-, en el expediente custodiado en el Ar-chivo de la Real Chancillería de Valladolid(6), que trata decierta restitución de bienes entre primos, hijos por unaparte de Antonio de Velandia Arellano, y de otra de Anto-nio de Villodas, viudo de doña Juana de Arellano, señorade San Llorente.

Esta es la propuesta de la nueva genealogía,hasta ahora desconocida, que cambia aspectos relevan-tes del entramado señorial de la Casa de Tejada y las di-visas de Valdeosera: don Sancho de Librán casó a su hi-ja doña María con don Juan de Arellano, hijo ilegítimopero criado por el conde de Aguilar. Don Sancho de Li-brán era realmente hijo de don Martín Sanz o (Sánchez)Peón y de doña María Sanz de Torre. Ignoro por qué ra-zón, tanto él como su hermano don Juan utilizaron elapellido de Librán, aunque barajo alguna hipótesis. Lahermana de éstos Teresa López –como se puede apre-ciar, todavía en el siglo XV, la indefinición de linajes yapellidos era muy grande-, casada con don Alonso deVegara, pleiteó con sus hermanos por apropiación inde-bida de la herencia de su padre(4). Don Sancho de Libránheredó de su progenitor -sorprendentemente en relacióna la norma hasta la fecha conocida en Tejada y Valdeo-sera- una parte importante de derechos sobre estos se-ñoríos, como bienes vinculados en mayorazgo. Quizáejerciera algunos años el señorío intermedio sobre talestérminos (circunstancia típica en las behetrías), pues to-do apunta a que estos solares, o estuvieron constituidoscomo behetrías, o al menos influidos por sus formas ar-caicas. La evolución paradigmática de las behetrías fue,a lo largo del tiempo, convertirse en señoríos singulares.

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Valdeosera estaban en pleno proceso de descomposi-ción durante los siglos XV y XVI, lo que generaba una

gran indefinición en muchos aspectos que están porinvestigar. Lo que queda meridianamente claro

es que Tejada y Valdeosera, siempre mencio-nadas en este orden, fueron dos señoríosestrechamente relacionados, seguramenteporque pertenecieron a un mismo grupo fa-miliar amplio, compuesto por hidalgos de lacomarca que, en algún momento del siglo

XVI, se descomponen y se separan, segura-mente por intereses de los mismos señores

que se dividen los términos en función de la pro-ximidad que, como vecinos, mantenían con los pro-

pios solares.

Epílogo

Los señoríos de Tejada y Valdeosera son dosverdaderas joyas que adornan la Rioja y los Cameros.Bienes de interés cultural, histórico, antropológico y nobi-liario. Dos restos arcaicos del feudalismo, dignos de ma-yor atención y necesitadas de que se siga profundizandoen su conocimiento, casi siempre encorsetado por el es-tudio de las cuestiones nobiliarias y heráldicas, tan se-cundarias. Tejada y Valdeosera, esas dos ancianas se-ñoras que presumen de viejas, son historia (desconocidaen muchos aspectos) pero también misterio. La docu-mentación que he encontrado, junto a la que me aportódon Romualdo Sáez Matienzo, ha demostrado algo quepuede dejar muy tranquilos a los preocupados por la ne-bulosa que envuelve a los privilegios reales de su proce-dencia. Con privilegios reales o sin ellos, Tejada y Valde-osera (algunas veces mencionados como solaresindependientes, otras como si fueran el mismo señorío ycasi siempre -en esta época- mencionados al unísono) ,eran ya en el siglo XV solares de hidalgos. Solares de hi-dalgos notorios, reconocidos como tales por nobles y pe-cheros, monasterios, lugares, villas, ciudades y chancille-rías. Y en el caso de Tejada respetado -además- por lostodopoderosos señores de los Cameros que nunca in-tentaron contravenir, ni conculcar sus seculares privile-gios, ni la integridad de su territorio.

In memoriam de don José Manuel Espinosa y Urzáiz,Señor de Tejada, quien organizó el escudo de armas delAutor, previo a la concesión de la Gran Cruz de la Orden

del Mérito Civil y de la Cruz de Oficial de la Orden deIsabel la Católica

Apéndice documental

Ejecutoria del pleito litigado por Martín Librán, vecino deNalda (La Rioja) con el fiscal del Rey y el concejo y pe-cheros de dicha villa, sobre su hidalguía (1599). Archivode la Real Chancillería de Valladolid, Registro de Ejecu-torias, caja 962, 26.

Folio 5. Declaraciones. Testigo, Juan del Valle, vecinoSan Román de los Cameros, en el lugar de Vadillos, pe-chero, de 80 años, no era pariente ni deudo de Martín Li-brán. Dijo este testigo, preguntado por el pleiteante, que

Los pequeños misterios de la historia escondie-ron el verdadero origen de este marquesado, que no tie-ne origen en los Velandia, ni en los Arellano, como cre-ímos, sino en un personaje vilipendiado por lahistoria local como cruel y despiadado, que nofue otro que aquel don Sancho de Librán. No-ble y señor de vasallos de costumbres feu-dales que ha guardado durante seiscientosaños su verdadera identidad como hijo dedon Martín Sánchez o (Sanz) Peón, señorde Bobadilla y San Llorente y de la casa torrede Santa María. Con señorío en Tejada y Val-deosera, verdadero genearca de los marquesesde Tejada de San Llorente.

El descubrimiento de la verdadera filiación dedon Sancho de Librán modifica muchos de los conceptosequivocados que sobre el solar de Tejada han elaboradoalgunos. Pero esta reflexión será materia para otro artí-culo.

Para terminar, quiero reseñar tres aspectos im-portantes que se derivan de este descubrimiento, comoson en primer lugar que las divisas de Tejada fuerontransmitidas por línea de mujer al hidalgo Juan AntonioVelandia y Arellano.

Segundo: que Belandia y Tejada, no sólo tuvie-ron el mismo origen sino que, siglos después de seramojonadas por don Juan de Arellano, siguieron comoparte- particularizada- de un mismo señorío indiviso. Por-que Tejada a lo largo de la historia fue respetada siempre-al contrario de Valdeosera- por los señores de los Ca-meros, que nunca intentaron entramiento alguno por lafuerza en el señorío. Aunque también tengo que señalaral respecto que, en multitud de ocasiones, los ricoshom-bres entraban en las behetrías para poder orden en lasdisputas que se generaban entre los propios diviseros. Almargen de esto, Tejada (la verdadera Casa de la quedescendían los señores de Tejada y Valdeosera) no su-frió -aunque lo pudiera parecer- división alguna de su tér-mino hasta bien entrado el siglo XIX, cuando Belandiase vendió a ciertos vecinos de la sierra, en una época enla que se encontraban ya derogadas las leyes que man-tuvieron durante generaciones la indivisibilidad del térmi-no.

El tercer aspecto digno de reseñar, que siemprehe defendido, es que Tejada evolucionó y ha evoluciona-do con el tiempo de forma que, aunque todos los investi-gadores que se han acercado a su historia han conside-rado que el término lo gozaban los señores de formaindivisa, no fue exactamente así. Porque si bien el térmi-no se mantuvo indiviso, con seguridad hasta el XIX, lasrentas que generaba sí se encontraban, al menos hastael siglo XVI, divididas y privatizadas legalmente, y cadaseñor tenía una porción diferente en función de los dere-chos acumulados. Razón por la cual don Juan de Arella-no pudo particularizar -conforme a la ley- los derechosde su mujer sobre el señorío. La particularización en Te-jada, puede entenderse también en Valdeosera, de divi-sas vinculadas en mayorazgo es un descubrimiento deuna gran relevancia que modifica el paradigma conocidohasta la fecha, y que demuestra que tanto Tejada como

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lo conocía desde hacía quince o veinte años y lo veía devez en cuando en Logroño, donde tenía su casa y vivíacon su esposa, hacía mucho tiempo; que también habíaconocido a Juan Librán, padre del contendiente, por ha-berse casado en San Román y vivir en esta villa durantequince años, que haría unos veinte años que había falle-cido y su viuda continuó residiendo en San Román unosseis años más, hasta que se mudó a la casa del condeAguilar, donde vivió muchos añosmás. Y que había conocido, tam-bién, a “Martín Sanz Peón, abuelode Martín Libran, e padre del di-cho su padre, el cual había cono-cido libre, viudo en la dicha villa deSan Román por tiempo de veinti-cinco años, antes que falleciera, eque podía haber que era muertocuarenta e cinco años (otro testi-go, más adelante dice que unos50 años), poco más o menos, eque este testigo había vivido conun hijo suyo que se llamaba San-cho Librán que había sido consue-gro del conde de Aguilar e que ala mujer del dicho Martín Librán nola había conocido...”

El testigo tenía a Martín Librán y a sus ances-tros citados, que como queda dicho había conocido, porhijosdalgo, de igual forma eran considerados en el pue-blo de San Román y por todos los principales de aquellatierra y “... se acordaba que el dicho Martín (Sanz) Peón,aguelo del que contendía, hera señor de los lugares deSan Llorente e Bobadilla e tenýa vna hazienda con vnatorre en Santa María, e la avía dexado al padre del quecontendía, e que tanbién tenya señorío en Tejada e Val-dosera, que hera çerca de la dicha villa de San Román, eque los susodichos avían sido avidos e tenydos por des-cendientes del Solar de Tejada e Valdosera, el qual enaquella tierra hera tenydo por solar de hijosdalgo conoçi-dos, e así lo avía oýdo deçir a muchas personas...”

Folio 10. Testigo Pedro del Sáez el viejo, vecino de Aja-mil, hijodalgo, de 63 años. Así mismo, de ellos había oí-do que Martín Sanz Peón “... syempre avía estado (e)tenydo por hijodalgo e que avía sydo señor de la dichaCasa de Tejada e desçendiente de Valdeosera y tenýa élparte en ello, e les oyó deçir que aquellos sienpre avíansido avidos e tenydos por solares de hijosdalgo notorios,e que los que de ellos venýan e deçendían syenpre aví-an sydo hijosdalgo, e que no pechaban en pechos de pe-cheros, e que en aquella tierra avía avido muchos deçen-dientes de los dichos solares, que todos heran tenydospor hijosdalgo. E que este testigo avía vistos que el dichoaguelo del que letigaba avía sydo señor de la torre deTejada e avía tenydo la renta de ella, e que tenýa devi-sas en Valdosera e que por ser aquello mayoradgo loavía dejado y heredado Sancho Librán, hermano mayordel padre del que letigaba, que tanbién avía sido vecinode la dicha villa de San Román...”

Pág. 13. El mismo testigo. Además, declaró que conocióa Martín Sanz Peón siendo ya viejo y viudo, vecino deSan Román y señor de San Llorente, que haría cincuen-ta años que falleció, “que Martín Sanz tenía el sobrenom-bre de Peón, por una gentileza que había hecho en unaguerra en Navarra, e que él oyó decir que el dicho MartínSanz e su padre eran descendientes de la casas e sola-res de Tejada e Valdeosera que eran en aquella tierra e

tenían parte en las devisas de Val-deosera e tenido parte de Tejada,e dijo que él había visto que Mar-tín Sanz Peón tenía ganados ma-yores y menores, que los traía apacer en el término de Tejada y sedecía que la mayor parte de la to-rre del dicho lugar de Tejada erasuya…”

N O T A S

1) AGS, RGS, 150002, 283.

2) Romualdo SANZ MATIENZO,Antropología histórica de los seño-res de Tejada y Valdeosera (Bue-nos Aires, 2010), pp. 142 y ss.

3) Ibidem, p. 150.

4) AGS, CRC,162, 7.

5) Romualdo SANZ MATIENZO, op. cit., p. 151. Doña Ma-ría de Librán estableció en el estatuto de su mayorazgouna condición y un orden sucesorio singular: la condiciónera que quien heredara su mayorazgo, conformado real-mente por bienes heredados de su padre (Librán), no desu marido (Arellano), debían mantener el apellido de Are-llano. En cuanto al orden sicesorio, primero llamaba a su-ceder a su hijo mayor Carlos, y a sus sucesores. Si estemoría sin descendencia, como sucedió, debía heredarlo suhija segunda, doña Juana; y tras ésta, no sus sucesores,sino su hermana pequeña, doña Isabel. Y tras ella, estavez sí, sus descendientes por vía de primogenitura: los Ve-landia (Arellano) y los Librán.

6) ARChVa, registro de ejecutorias, caja 1142, 23.

7) Pedro Luis BELTRÁN ONOFRE, “Devisas e diviserosdel Solar de Valdeosera”, en Hidalguía (enero 2012).

8) Catastro de Ensenada, Respuestas Generales. Viderespuesta, en Tejada; y respuesta 9, Belandia. Donde tra-tando las medidas de las tierras utilizadas en los mencio-nados términos, responden cada uno por separado, porencontrarse ambos términos yndiviso.

9) ARChVa, registro de ejecutorias, caja 283, 47 (12-3-1513).

10) Carlos ESTEPA DÍEZ, Las Behetrías Castellanas, I(Valladolid, Junta de Castilla y León, 2003), pp. 167-171.

11) Sobre la división del señorío, tras la particularizaciónrealizada por el matrimonio Arellano-Librán, véase el ex-pediente de pruebas de ingreso en la Orden de Santiagode don Martín Fernández de Tejada y Lerdo de Tejada(año 1623), en AHN, O.M., Santiago, expte. 3028, al folio63 (esta noticia me la proporcionó don José María SanMartín Pérez, Señor de la villa de Tejada e investigador rio-jano).

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ÁRBOL GENEALÓGICO RESUMIDO

DE LA PROGENIE Y LA PROLE

DE DON SANCHO DE LIBRÁN

SEÑOR DIVISERO DE TEJADA

Y DE VALDEOSERA

Carlos de Arellano (y Librán)Murió sin descendencia

Martín Sanz o Sánchez de Tejada, aliasPeón, Señor de San Llorente y

Bobadilla, Señor divisero de Tejada yValdeosera, vecino de San Román

+c.1540, cc Dª María Sanz de la Torre

Juana de Arellano (y Librán)Señora de San Llorente en 1536

cc Antonio de Villodas,alcalde de Nájera

Don Iñigo de Velandia Arellano yFrías, Señor de Tejada y San

Llorente, alcalde de Miranda deEbro en 1592

Don Antonio de Velandia Arellanoy Arce, maestre de campo,

caballero de Alcántara+Rocroy 1643

Isabel de Arellano (y Librán)Señora de Tejada y San Llorente

cc Juan Antonio de Velandia

Antonio de Velandia ArellanoSeñor de Tejada y San Llorente

1553 cc Dª Casilda de Frías Salazar

Don Gaspar de Velandia Arellano yFrías, Señor de Tejada y SanLlorente, Doctor por Bolonia

cc Dª Leonor de Arce y Ceballos

Don Íñigo de Velandia Arellano Arce, IMarqués de Tejada de San Llorente

(1682), gran prior de San Juan,maestre de campo, virrey de Navarra

Don Francisco de Velandia Agurto yArellano, III Marqués de Tejada de

San Llorente, +1761cc Dª Petronila de Araciel Dávalos

Don Fernando de Velandia yAraciel, III Marqués de Tejada de

San Llorente, +1788

María de Librán, Señora de Tejada yde San Llorente, fundó mayorazgocc Juan de Arellano, hijo natural del

Conde de Aguilar

Don Sancho de LibránSeñor de San Llorente y divisero deTejada y Valdeosera, vecino de San

Román de Cameroscc Dª María González

Teresa López(litigó contra sus hermanos)

cc Alonso de Vegara

Martín de Libránvecino de Nalda y de Logroño

litigó su hidalguía en 1599

Juana de LibránSeñor de la Torre de Sª María,vecino de San Román, +c.1580

Don Antonio de Velandia Agurto yArellano, II Marqués de Tejada deSan Llorente (1695), caballero de

Alcántara

Don Lope de Velandia Arellanoy Arce, capitán de caballos corazas,

caballero de Calatrava1654 cc Dª Josefa Antª de Agurto

Sancho de Libránpasó a Indias en 1511y no debió dejar prole

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Aunque los sellos de placa aparecenya durante el siglo XII, y su uso se extiendemás durante el siglo XIV -al hilo de la difusióny generalización del papel como principal so-porte documental, en detrimento del pergami-no-, en España no será hasta los inicios delsiglo XVI cuando su utilización por parte de lanobleza se se haga más habitual. Y ese usode los sellos de placa por parte de nobles, ca-balleros e hijosdalgo de la alta nobleza y de lanobleza media se mantendrá durante las doscenturias siguientes, prácticamente hasta me-diados del siglo XVIII, cuando se ponga demoda usar sellos de lacre. Por lo tanto este sello de placa, da-tado en 1540, me parece interesante porque pertenece a losalbores de esa moda nobiliario-sigilar que describo.

Trataré aquí por menor del interesante sello de placaque autentificó, hace ya casi quinientos años, uno de los docu-mentos de mi archivo familiar: el expediente de las dispensasmatrimoniales tramitado por los señores Alonso de Guadalaja-ra y doña Ana de Barros, que eran primos en tercero con cuar-to grado de consanguinidad(1). Se trata de un documento nota-rial autorizado el sábado 25 de septiembre de 1540 por elnotario eclesiástico Lope de Fuentelaencina, extendido enocho folios de buen papel, escritos por ambas caras con unapulcra y clara escritura de letra cortesana, que contiene lascartas de subdelegación apostólica para conceder dispensa-ciones matrimoniales; los interrogatorios de los tres testigosllamados (Diego del Valle, García de Valladolid y el regidor Pe-dro de la Hoz); y el decreto de concesión de la dispensa parapoder contraer matrimonio concertado.

La autoridad ante la cual se tramitó esa dispensa pa-ra contraer matrimonio fue el aludido Hernando de Cabrera,canónigo de la catedral de Segovia, juez y comisario apostóli-co subdelegado en dicha ciudad por nombramiento hecho enToledo en 1538 por el cardenal don García de Loaysa.

Y así, al pie del documento y tras el signo notarial, alfolio séptimo, aparece el sello de placa del canónigo Cabrera.Se trata de una sello circular de pequeño tamaño, 2 cm de diá-metro, que dentro de un círculo muestra un escudo de estilogótico pero muy cuadrilongo, en el que campean sobre unaesquemática cartela de rollos las primitivas armas de los Ca-brera: de oro con una cabra de sable, pasante; la bordura cre-nelada de sable.

Y es que nuestro canónigo Cabrera era hijo de otroHernando de Cabrera, teniente de alcaide de los AlcázaresReales de Segovia por su hermano mayor el todopoderosodon Andrés de Cabrera, primer Marqués de Moya, casado conla no menos todopoderosa doña Betariz de Bobadilla, la íntimaamiga de la Reina Católica -después de la Reina de Castilla, laBobadilla-. Aquel Hernando de Cabrera, nacido en Cuenca ha-cia 1440 y muerto en Segovia hacia 1500, tuvo mucho mandoen Segovia, y hacia 1490 adquirió el hoy llamado Torreón deLozoya, que incluyó en el mayorazgo que fundó. De su matri-monio con doña Mencía Núñez de Toledo -hija del doctor deCiudad Rodrigo, que fue penitenciada por el Santo Oficio porjudaizar-, vinieron al mundo al menos el mayorazgo don An-

drés de Cabrera, también teniente de alcaidedel Alcázar en sucesión paterna (1500-1506); nuestro canónigo; y doña María, mu-jer de Alonso Osorio de Cáceres(2).

El canónigo Cabrera, nacido en Segovia,seguramente en el Alcázar o en el propioTorreón de Lozoya, hacia el año de 1498,murió en la misma ciudad en el de 1576, enunas casas del Cabildo, a la Canongía, de-jando fundada una rica capilla en el claustrocatedralicio, de la que no queda hoy rastro.Desempeñó muchos cargos capitulares, y

probablemente le debemos la salvación del primer libro im-preso en la Península Ibérica: el Sinodal de Aguilafuente, quesalió de las prensas de Johan Parix de Heidelberg en el vera-no de 1472; pues que en la portada del único ejemplar que seconserva -en la catedral de Segovia- de este preciadísimo pri-mer incunable español, se lee: Este libro es del muy magnífi-co señor don Hernando de Cabrera canónigo de esta Sta.Iglesia catedral. Si a otras manos fuere, vuélvasele quia nondimittitur peccatum nisi restituatur ablatum. Parece, por esto -por otras noticias que no es del caso decir ahora por menor-,que fue un hombre culto.

La Segovia del siglo XVI fue una ciudad fabril por ex-celencia: la fabricación allí de los mejores y más preciadospaños del mundo entero hizo de ella la capital industrial de losreinos de Castilla y León. Circunstancia que podría sorpren-der a cualquiera que la conozca hoy, dedicada al turismo y ala gastronomía, sin una sombra de aquella poderosa industriatextil que le dio tanta fama y atrajo tantos maravedíes. Esaabundancia económica hizo también rica y grande a su noble-za urbana, mayoritariamente involucrada en los negocios delganado mesteño, de la lana y de los telares. Y hay que decirque aquella fue una nobleza muy moderna para la época,muy activa y muy paseada por todo el territorio castellanodesde el Cantábrico a las Indias, pero también por otros rei-nos europeos de aquel tiempo, en especial, por los grandesmercados lanares del momento -Flandes, Florencia, Francia-.Es, pues, conforme con aquella sociedad el hecho que estesello acredita, es decir que ya en 1540 la moda del uso de lossellos de placa estuviese muy aceptada y fuese muy aplicadapor las clases altas y medias castellanas -la nobleza urbana-,ciertamente cultas.

N O T A S

1) Sobre esta familia segoviana, véase Alfonso de CEBALLOS-ESCA-LERA GILA, Marqués de la FLORESTA, “El bachiller Alonso Cascalesde Guadalajara, Procurador de la Comunidad de Segovia (1480-1546)”, en Estudios Segovianos, XXXV (1994), págs. 299-336.

2) Sobre esta ilustre familia radicada en Segovia, véanse Francisco PI-NEL Y MONROY, Retrato del Buen Vasallo (Madrid, 1677); FranciscoFERNÁNDEZ DE BETHENCOURT, Historia Genealógica de la Monar-quía Española (Madrid, 1897-1920), II, págs. 231 y ss. Condesa de YE-BES, La Marquesa de Moya (Madrid, 1966); María ASENJO GONZÁ-LEZ, Segovia: la Ciudad y su Tierra a fines del Medievo (Segovia,1986), págs. 350 y ss; Garci RUIZ DE CASTRO, Comentario a la se-gunda población de Segovia (Segovia, 1988), pág.46; y Alfonso de CE-BALLOS-ESCALERA GILA, Marqués de la FLORESTA, El Torreón deLozoya y sus dueños (Segovia, 1991), págs. 8-9, y Alcaides, tesorerosy oficiales de los Reales Alcázares de Segovia (Valladolid, 1995), pág.98.

Cuadernos de Ayala 59 - JUL/2014 [24]

EL SELLO DE PLACA USADO EN 1540 POR EL MUY MAGNÍFICO

SEÑOR HERNANDO DE CABRERA, CANÓNIGO DE SEGOVIApor el Dr. Vizconde de Ayala

DE RE HERÁLDICA

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Cuadernos de Ayala 59 - JUL/2014 [25]

VV.AA.: ALL’OMBRA DELLA CORTE:DONNE E POTERE DALL’ETÀ ARA-GONESE AL VICEREGNO AUSTRIA-CO (1442-1734). Nápoles, FridericianaEditrice Universitaria, 2012. ISBN 978-88-83380969. 352 páginas con ilustra-ciones. Editado por Mirella Mafrici, esteinteresante volumen está dedicado alas mujeres en las cortes regias y vi-rreinales de Nápoles, y sigue una delas corrientes más a la moda: la de lahistoria social de las mujeres. Los tex-tos que lo integran son los de MicheleCassese, Le regine aragonesi di Napo-li (1442-1503) tra vita privata e gestio-ne del potere; Diana Carrió-Invernizzi,Le viceregine di Napoli nel secolo XVII;Pia Wallnig y Thomas Wallnig, Le vice-regine "austriache"; María del CarmenGarcía Herrero, Donna Maria di Casti-glia, regina di Aragona, e l'avventuranapoletana; Almudena Pérez de Tude-la, Margherita d'Austria (1522-1586) ele sue relazioni artistiche e culturali conil Regno di Napoli; Manuela Sáez Gon-zález, Catalina de la Cerda y Sando-val, VII contessa di Lemos. Società,politica e religione; Mercedes Simal Ló-pez e Manuel Fernández del Hoyo,Donna Mencía de Requesens: damacatalana, contessa castigliana e vicere-gina napoletana (fra l'altro); RafaellaPilo, Da Palermo a Napoli e nelle Fian-dre: Anna Maria Moncada-Aragón y laCerda, marchesa di Castel Rodrigo;Antonio Ernesto Denunzio, Anna Cara-fa; María de los Ángeles Pérez Sam-per, Maria Luisa Gabriella di Savoia;Mirella Mafrici y María de los ÁngelesPérez Samper, Donne e potere tra laCatalogna e Napoli: simbolo, rituale ecerimonia; Diana Carrió-Invernizzi, Ilmecenatismo artistico e la vita culturaledelle viceregine di Napoli nel Seicento(MF).

ALMANACH DE GOTHA, 2014. Lon-dres, 2014. ISBN 978-0-9575198-3-1.Como es bien conocido de cualquierespecialista, el Almanach de Gotha esel gran elenco o directorio de la rea-

leza y de la alta nobleza europea. Pub-licado por vez primera en 1763 porC.W. Ettinger en la ciudad germana deGotha, entonces corte de Federico III,Duque de Sajonia-Gotha-Altenburg, elAlmanach de Gotha se convirtió prontoen la autoridad absoluta en materia re-gia y nobiliaria, estando reservada lainclusión a las dinastías reales, rei-nantes y no reinantes, y a las familiasprincipescas y ducales, cuyas ge-nealogías y biografías de sus titularesse consideran incontestables por elcuidado puesto en su redacción. Edita-do por John E.J. James, Conde deTara, esta 192ª edición se divide endos volúmenes, según la tradición delcentenario almanaque: en el volumen I(partes I y II) se estudian las CasasReales soberanas y ex-soberanas, ylas Casas mediatizadas de toda Eu-ropa; y en el volumen II (parte III) lasCasas principescas y ducales euro-peas no soberanas. En esta parte IIIhallamos cumplida referencia de nu-merosas Casas ducales españolas:suman 62 y son, por su orden alfabéti-co, los Duques o Duquesas deAbrantes, Ahumada, Alburquerque, Al-geciras, Almodóvar del Río, Almodóvardel Valle, Almenara Alta, Ansola, Aréva-lo del Rey, Baena, Calvo Sotelo, Car-rero Blanco, Dúrcal, Estremera, Fran-co, Gor, Granada de Ega, Infantado,Mandas y Villanueva, Medinaceli, Med-ina Sidonia, Medina de las Torres, Mi-randa, Mola, Montemar, Nájera, Os-una, Parcent, Pastrana, Pinohermoso,Primo de Rivera, Riansares, SanLorenzo, Santa Cristina, Sedaví,Suárez, Talavera de la Reina, Tama-mes, Tarancón, Veragua, Villahermosa,Vista Alegre, Vista Hermosa y Zara-goza. También nos llaman la atenciónlos capítulos dedicados a algunasCasas ducales de honda raigambrehispánica (sean flamencas, italianas,portuguesas o británicas), como las delos Príncipes de Ligne, los de Ávalos olos Duques de Wellington y Ciudad Ro-drigo, junto a otras actualmente poseí-das por españoles, como los Duquesde Andria, de Berwick (la españolaDuquesa de Alba de Tormes, de laCasa de Estuardo), de Bivona, de Os-tuni, de San Fernando Luis, de Santán-gelo, de Santo Mauro o de Sessa. Enesta edición se nota, y mucho, la incor-poración del profesor Marqués de laFloresta al equipo de redacción, comorespoonable de la parte hispana, puesse han corregido muchos errores nota-dos en ediciones anteriores, al tiempo

que se han ampliado las noticias ati-nentes a todas las Casas españolas.En fin: en el Almanach de Gotha se hahallado siempre el verdadero elencode la alta Nobleza histórica europea,en fuerte contraste con el Reino de Es-paña, donde fungen tantas y tantasasociaciones y cofradías pseudonobil-iarias en las que pululan los inevitablesadvenedizos, cuando no los tampocoevitables falsos nobles de turno.Ninguno de ellos figuran, ni figuraránjamás, en el Almanach de Gotha: a ca-da uno lo suyo. Más información en lapágina www.Gotha1763.com, y tam-bién en el correo electrónico del editor:[email protected] (FTG).

Santiago Martínez Hernández: ES-CRIBIR LA CORTE DE FELIPE IV. ELDIARIO DEL MARQUéS DE OSERA,1657-1659. Madrid, Ediciones DoceCalles, 2012. ISBN 978-84-15245-34-6. 1286 páginas con ilustraciones a to-do color. El profesor Martínez Hernán-dez, de la Universidad Complutense,ha llevado a cabo una obra importante,cual es la de la transcripción, ano-tación y estudio de los diarios escritosen el bienio de 1657-1659 por unSeñor de Título aragonés, estante enla Corte del Rey Planeta. No abundanlos dietarios en la historiografía es-pañola: la grafomanía de los españoleses proverbial, y a ella contribuyó mu-cho el sentido del decoro y la gravedadde los nobles hispanos. El autor, donFrancisco Jacinto Funes de VillalpandoAriño Enríquez de Lacarra y Climente,II Marqués de Osera, comendador dela Orden de Santiago y gentilhombrede cámara del Rey (Gelsa, Zaragoza1619-1662), llegó a la Corte paraobtener la liberación de su hermanodon José, maestre de campo del TercioViejo de Lisboa, que estaba preso enBarcelona por el delito de estupro.Hombre culto, militar y poeta, el segun-do Osera distrajo sus ocios madrileñosredactando este extenso y porme-norizado diario, por el que desfilan los

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gobernantes, los cortesanos y elpueblo, en un retablo soberbio de laEspaña de los Austrias menores. Eleditor ha realizado en excelente traba-jo, no solo en cuanto a los criterios queha seguido, sino también en cuanto alestudio introductorio, que examina pormenor esta clase de documentos,ofrece una cumplida semblanza bi-ográfica del autor, y atiende a los asun-tos políticos y procesales que interesa-ban a Osera. La transcripción del diarioes excelente, y las notas son muy ati-nadas y documentadas. Esta magnaobra, lujosamente editada por la Fun-dación Cultural de la Nobleza Españo-la y el Centro de Estudios Europa His-pánica, y bien impresa por EdicionesDoce Calles, se complementa con nu-merosas y escogidas ilustraciones atodo color, una relación de las fuentesy la bibliografía utilizadas, y sobre todopor un completo y muy útil índiceonomástico (MF).

Gabriel Elorriaga Fernández: CANA-LEJAS O EL LIBERALISMO SOCIAL.Madrid, Congreso de los Diputados,2013. ISBN 978-84-7943-464-9. 752páginas, con numerosas ilustracionesa todo color y en blanco y negro. Den-tro de la colección Biografías de Parla-mentarios, y con prólogo de don Jesúsde Posada, presidente de la Cámara,publica esta obra Elorriaga, abogado yperiodista ferrolano, correspondientede la Real Academia de la Historia ynumerario de la Académie Belgo-Es-pagnole d’Histoire, a más de antiguodiputado a Cortes y senador del Reino.Se trata de una completa biografía delilustre político don José CanalejasMéndez (Ferrol, La Coruña, 1854-1912), que fue ministro de Fomento,de Gracia y Justicia, de Hacienda, y deAgricultura, Industria, Comercio yObras Públicas durante la Regencia deDoña María Cristina de Austria, y presi-dente del Consejo de Ministros y otravez ministro de Fomento y de Gracia yJusticia durante el reinado de Don Al-

fonso XIII, a más de presidente delCongreso de los Diputados. Precisa-mente cuando presidía el Consejo deMinistros fue asesinado en Madrid porun anarquista. Canalejas, al que Elor-riaga llama apóstol del liberalismo so-cial, combatió en la guerra de Cuba en1897 como simple soldado voluntario -ya mayor, y después de haber sidoministro de la Corona-, y preconizó unapolítica social orientada a la protecciónde los desfavorecidos, y una políticade reformas que hubieran transforma-do la Monarquía de 1876 en una ver-dadera democracia, acabando con elcaciquismo y el fraude electoral. Elor-riaga dedica centenar y medio de pági-nas al estudio biográfico de su paisanoy colega, y el resto de la obra a repro-ducir en facsímil numerosos textos ydocumentos atinentes al prócer, enparticular sus intervenciones parlamen-tarias, su testamento, y las Reflexionessobre la vida de mi padre, publicadasen 1928 por el hijo y sucesor del políti-co. GAbriel Elorriaga ha dado a luz unexcelente estudio histórico, bien con-cebido, bien documentado y bienilustrado (MF).

Juan Cartaya Baños: LA PASIÓN DEDON FERNANDO DE AÑASCO. LIM-PIEZA DE SANGRE Y CONFLICTOSOCIAL EN LA SEVILLA DE LOS SI-GLOS DE ORO. Sevilla, Universidadde Sevilla, 2014. ISBN 978-84-472-1559-1. 216 páginas. El 6 de agosto de1594, el Rey Felipe II hizo merced dehábito de la Orden de Santiago al ma-estre de campo don Fernando deAñasco y de Ribera -un heroico militardistinguido en las campañas de Flan-des, África e Italia- como premio a susservicios. Añasco era por entonces te-niente de alguacil mayor por el mar-qués de Tarifa en el cabildo municipalsevillano, habiéndose creado podero-sos enemigos que procuraron, por to-dos los medios, estorbar la concesiónde su hábito. Este trabajo explica loque ocurrió durante la instrucción delas probanzas de la merced concedidaa Añasco, profundizando en su biogra-fía y en su entorno familiar, en las per-niciosas tácticas de los primeros linaju-dos sevillanos y en los conflictos queprovocó en la ciudad el enfrentamientoentre las dos importantes facciones ogrupos de poder que controlaban suAyuntamiento en los últimos años delsiglo XVI. Esta pugna tendría su reflejoen la Corte, entre el valido Lerma (fir-me apoyo de Añasco) y el Consejo de

Órdenes. Finalmente, esta obra nos re-mite a los serios conflictos socialesque provocó, en la sociedad sevillanaa caballo entre los siglos XV y XVI, laimplantación del Tribunal del Santo Ofi-cio en septiembre de 1480, y la irre-nunciable exigencia social de una pre-ceptiva -aunque en frecuentesocasiones inalcanzable- limpieza desangre. La génesis de esta investiga-ción se vincula con el breve pero en-jundioso memorial comisionado por elmaestre de campo Añasco hoy conser-vado en el fondo Salazar y Castro dela Real Academia de la Historia, en elque trataba de justificar su discutidagenealogía frente a sus enemigos, loslinajudos sevillanos. El doctor Cartaya,especializado profesionalmente comohistoriador en el estudio de las élitessevillanas entre los siglos XVI-XVII (re-cibió el Premio Archivo Hispalense dela Diputación de Sevilla por su estudiosobre la fundación de la Maestranzasevillana, un trabajo que ya reseñamosen nuestros Cuadernos de Ayala), indi-ca en el preámbulo de su obra cómo labase documental de su trabajo la com-pone, fundamentalmente, el grueso ex-pediente formado por el Consejo deÓrdenes, hoy en el Archivo HistóricoNacional, usando también de otrasfuentes del Archivo de la Nobleza, Ar-chivo Municipal de Trujillo, Real Acade-mia de la Historia, Archivo HistóricoProvincial de Cádiz, Archivo Municipalde Sevilla, Archivo de la Real Chanci-llería de Granada, Archivo General deSimancas, etcétera. El autor -a lo queentendemos, de forma pionera- realizauna profunda disección del proceso deunas pruebas singulares de hábito,analizando exhaustivamente testimo-nios y documentos, que son un perfec-to paradigma de una problemática, dehondo calado social en la Sevilla coe-tánea. Una muy recomendable lecturapara todos aquellos interesados en lahistoria social y nobiliaria de nuestraépoca dorada (MF).

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NOBILTÀ, 119 (marzo-abril 2014). Es-te es un número marcado por el acuer-do dinástico celebrado en el seno de laCasa Real de Borbón de las Dos Sici-lias, asunto al que está dedicado eleditorial, que es importante. Ademáscontiene, entre otros, los artículos deAlberto LEMBO, La “CommissioneAraldica per la Corte Pontificia”; y PierFelice degli UBERTI, Note sulla conci-liazione nella Real Casa di Borbonedelle Due Sicilie dopo la disputa dal1960 al 2014 (MF).

EDAD MEDIA - REVISTA DE HISTO-RIA, 15 (2014). De este número nosllaman la atención los artículos de Ma-ría de los Ángeles MARTÍN ROMERA,“Como sy fuesen vuestros vasallos”:las relaciones informales de las oligar-quías urbanas y sometimiento del terri-torio en la Castilla bajomedieval; y deMáximo DIAGO HERNANDO, Inter-vencionismo de la alta nobleza en la vi-da política de las ciudades castellanasa fines de la Edad Media: los marisca-les de Castilla en Soria (MF).

HISPANIA, 247 (2014). Notemos lostextos de Diana PELAZ FLORES, “A lamás virtuossa de las mujeres”. La reinaMaría de Aragón (1420-1445) comoimpulsora de las letras en la Corona deCastilla; y Juan HERNÁNDEZ FRAN-CO y Raimundo A. RODRÍGUEZ PÉ-REZ, El linaje se transforma en Casas:de los Fajardo a los marqueses de losVélez y de Espinardo (MF).

IL MONDO DEL CAVALIERE, 54(abril-junio 2014). En este número, trasel editorial titulado Ordini Cavallereschie sistemi premiali onorifici, aparecenlos artículos de Pier Felice degliUBERTI, Decreto del 19 marzo 2014per l’Ordine al Merito sotto il titolo diSan Giuseppe; y Alberto LEMBO, Ladocumentazione archivistica delle com-missioni in materia di onorificenze delCeremoniale Ministerio Affari Estero edella Presidenza del Consiglio (2001-2010) (MF);

GRACCURRIS, 24 (2013). La revistade estudios históricos y artísticos de laciudad riojana de Alfaro incluye en estenúmero, entre otros, el interesante artí-culo de Charo CORDÓN CASTILLO,La heráldica en el cementerio de Alfaro(MF).

REVISTA DE HUMANIDADES, 22(2014). La revista del Centro Asociadode la UNED de Sevilla dedica este nú-mero monográfico al interesante asun-to Rey, sello y representación: el poderde la escritura y el documento en elgobierno de las Indias, e integra, entreotros, los artículos de Margarita GÓ-MEZ GÓMEZ, La Cancillería Real enla Audiencia de Santo Domingo. Uso yposesión del sello y el registro en el si-glo XVI; Mª Ángeles SANZ GARCÍA-MUÑOZ, El sello y registro real en Pa-namá: la Real Audiencia y Cancilleríaen el siglo XVI; Jorge PÉREZ CAÑE-TE, El sello real como conflicto: apro-piación y mal uso de la imagen del mo-narca en la Audiencia y Chancillería deSanta Fe (siglo XVI); Francisco FER-NÁNDEZ LÓPEZ, La memoria y el re-gistro de la Real Hacienda de Indias enla Casa de la Contratación; Antonio Jo-sé GARCÍA SÁNCHEZ, Reinar sobreel papel: sellos de placa de Juana I deCastilla durante la primera regencia deFernando el Católico; Francisco JoséPÉREZ RAMOS, Un valido de FelipeIV canciller de Indias: el conde-duquede Olivares; J. Jaime GARCÍA BER-NAL, El recibimiento del Sello Real deCarlos IV en la Audiencia de Guatema-la (1792): epítome y epígono de unatradición secular; José de la PUENTEBRUNKE, La Real Audiencia de Lima,el sello real y la garantía de la justicia;Víctor GAYOL, El chanciller indiano:notas para su historia durante la mo-narquía borbónica, 1706-1819; RafaelDIEGO-FERNÁNDEZ SOTELO, Falsi-ficación del sello y reales cédulas deFelipe V en tiempos del marqués deCasa Fuerte (Nueva España, 1720-1731); y Manuel ROMERO TALLAFI-GO, El uso cotidiano del Real sello enla Audiencia de Quito a través de unascuentas de cancillerato (1779-1793)(MF).

O TIMBRE, 1 (2013). La nueva revistade la Academia Lusitana de Heráldicainserta en este su primer número, ade-más de varios interesantes textos dedi-cados a la heráldica de Letonia, los ar-tículos de Miguel METELO DESEIXAS, Heráldica Carmelita, Paulo

MORAIS-ALEXANDRE, O Gabinete deHeráldica do Exército e a heráldica as-sociativa; y José Vicente de BRA-GANÇA, Heráldica, Ex-libris e Falerísti-ca (MF).

NOBILTÀ, 120-121 (mayo-agosto2014). Este número dedica su editoriala la abdicación del Rey de España, eincluye entre otros los textos de AlbertoLEMBO, Documenti per la storia dellaGuardia Nobile Pontificia; y AlessioBruno BEDINI, Introduzione alla gene-alogia genetica (MF).

HIDALGOS, 538 (primavera 2014).Dedicado en parte este número a lasucesión de la Corona española, inclu-ye los artículos de Luis VALERO DEBERNABÉ, Marqués de CASA REAL,Títulos de la Corona de España, y tam-bién Heráldica y Nobiliaria de los Paí-ses Bajos; Joaquín POLO LAGOS, Lahidalguía en los Montes de Pas; JoséMaría de FRANCISCO OLMOS, Bimi-lenario de la muerte de Augusto, el pri-mer monarca de España; y José Ma-nuel HUIDOBRO MOYA, Cocentaina:Señorío y Condado. Y además insertauna interesante nota documentada so-bre la cancelación de Títulos Nobilia-rios por parte del Ministerio de Justicia,y su necesaria publicidad (MF).

IL MONDO DEL CAVALIERE, 55 (ju-lio-septiembre 2014). Se abre este nú-mero con un sensato editorial tituladoSistemi premiali validi o senza base efondamento. Al que siguen, entre otros,los artículos de Fulvio POLI, Eccitazio-ne falesristiche; Alberto LEMBO, Ladocumentazione archivistica delle com-missioni in materia di onorificenze delCeremoniale Ministerio Affari Estero edella Presidenza del Consiglio (2001-2010), segunda parte; Francesco ATA-NASIO, Crociati e cavalieri nella Basili-ca di Assisi; y también Antonino di SanGiuliano, ministro degli esteri e collaredella SS. Anunziata. Acaba el númerocon la sólita crónica de eventos caba-llerescos (MF).

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EL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIASRECIBE LA MEDALLA DEL EJéRCITO ASTURIANO

El Presidente del Principado de Asturias, D. Ja-vier Fernández y Fernández, ha recibido el 11 de julio laMedalla Conmemorativa del Bicentenario de la Cruz deDistinción del Ejército de Asturias, otorgada por el Cuer-po de la Nobleza del Principado de Asturias. La ceremo-nia tuvo lugar en el despacho oficial del Presidente dePrincipado en Oviedo, haciendo la entrega, en nombredel Excmo. Señor Don Francisco de Borbón, Duque deSevilla, Grande de España, Consejero Magistral delCuerpo de la Nobleza Asturiana, su Canciller D. ManuelRuiz de Bucesta y Álvarez, quien destacó que la Corpo-ración nobiliaria astur ha querido hacer esta medalla con-memorativa para celebrar los doscientos años de la quecreara en 1814 el Rey Don Fernando VII, para premiar atodos los asturianos que lucharon contra los francesesen la guerra de Independencia; con ello, siguió diciendoRuiz de Bucesta, se ha querido mantener viva la memo-ria y recuerdo de aquellos hombres, mujeres y niños quecombatieron al invasor francés, y por este motivo se haquerido hacer entrega de la condecoración al Presidentedel Principado de Asturias, como representante civil detodos los asturianos. D. Javier Fernández y Fernández,por su parte agradeció la medalla, y mantuvo una reu-nión de alrededor de hora y cuarto con los asistentes alacto, en la que se interesó por las numerosas actividades

que el Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturiasrealiza al servicio de la sociedad, y en especial de la as-turiana. Asimismo, el Presidente mostró su interés y ma-nifestó su apoyo y disposición a colaborar en los nuevosproyectos que la Corporación de la Nobleza astur quieredesarrollar. Estuvieron presentes, además del Presidentedel Principado de Asturias y del Canciller del Cuerpo dela Nobleza, una delegación de la Corporación, integradapor su vicetesorero D. Alfredo Leonard y Lamuño deCuetos, y los caballeros D. Manuel Álvarez de Ron yGonzález-Sela y D. Rogelio Díaz-Agero. Participarontambién en esta solemnidad el Delegado de Defensa enel Principado de Asturias, coronel D. Vicente Bravo y Cor-chete, y el Jefe de la XIV Zona de la Guardia Civil, coro-nel D. Juan Bautista Martínez-Raposo y Piedrafita, asícomo el Consejero de Presidencia, D. Guillermo Martí-nez y Suárez.

SAN FRANCISCODE BORJA, ELSANTO DUQUE DEGADÍA, PATRONODE LA CETRERÍAESPAÑOLA

Su Santidadel Papa Francisco seha dignado declarar aSan Francisco deBorja (1510-1572), IVDuque de Gandía,Grande de España,virrey de Cataluña yIII general de la Com-pañía de Jesús, pa-trono del Real Gremio de Halconeros y de la Cetrería es-pañola. El caballero sepulcrista don Antonio de Castro yGarcía de Tejada, Halconero Mayor del Reino y del Sub-priorato Español de la Orden de Malta, elevó la solicituda la Santa Sede tras considerar que una actividad tan an-tigua como la Cetrería carecía de santo patrón. La desig-nación reviste el carácter de histórica, por cuanto la ma-yoría de los santos patrones reconocidos por la Iglesiahan sido impuestos por tradición; mientras que el Patronode la Cetrería ha sido señalado oficialmente por la SantaSede. Don Antonio de Castro eligió a San Francisco deBorja para ser propuesto a Su Santidad el Papa, en aten-ción al hecho, que se conoce por fray Diego de Niseno,en su Vida de San Francisco de Borja, de que el Duquede Gandía, tras haber abandonado la corte, espiritual-mente abatido por la muerte de la Emperatriz Isabel, aquien servía como caballerizo mayor, y habiendo profe-sado ya en religión, sólo dos entretenimientos se permitíacomo alivio de sus muchas responsabilidades: la Músicasacra de canto de órgano y la Cetrería. Cuando cortesa-no, acompañó infinidad de veces a cazar con halcones asu primo el Rey Don Carlos I de España, Emperador deAlemania, que también fue un grandísimo aficionado a lacetrería que disfrutaba como actividad cinegética y sanoesparcimiento, que se tenía en la época como prepara-ción para la guerra, por lo sutil de las estrategias que se

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debían desarrollar para culminar con éxito el lance y, altiempo, por la formación del carácter de los jóvenes ce-treros, pues esta actividad los hacía sanos y esforzados,alejándolos de la vida licenciosa de la corte. Este hitohistórico vuelve a acreditar la importante labor culturalque viene realizando don Antonio de Castro al frente delReal Gremio de Halconeros, promoviendo los altos valo-res culturales, sociales y diplomáticos de la Cetrería, sindescuidar los aspectos deportivos, pues pertenecen alReal Gremio los halconeros españoles más distinguidosen la práctica de esta actividad, tanto en los aspectos ci-negéticos como de competición. Destacando también enestos aspectos el Halconero Mayor del Reino, última-mente proclamado Campeón de la Rioja, Andalucía y Es-paña de Cetrería (modalidad, altanería en estilo), así co-mo subcampeón de Castilla La Mancha y de Madrid,además de subcampeón de España de Cetrería (altane-ría con perro de muestra). En estas árduas tareas, y muyespecialmente en la empresa de divulgar como es debi-do la decisión de la Santa Sede de conceder tan alto pa-tronazgo espiritual, ha tenido un relevante papel la ac-tuación del también halconero don Emilio Mora Lorenzo.La Conferencia Episcopal Española ha aprobado, paraincorporarla a la liturgia del Santo Duque de Gandía -queigualmente es el Patrono de la Grandeza de España y dela Nobleza española-, la oración compuesta por don An-tonio de Castro, que recomienda sea elevada al Santoantes de iniciar el lance:

Santo Duque de Gandía,

Tú, que todo lo abandonaste

Para servir al Creador,

Intercede ante quien Todo lo Puede

para que libre a nuestros halcones

de la fiereza de la garra del águila

y del plomo vil del escopetero.

Santo Francisco de Borja:

Ruega por los halconeros españoles.

Amén

REUNIÓN CAPITULAR DE LA SACRAORDEN CONSTANTINIANA DE SANJORGE EN ROMA

Como es conocido del público,poco antes del pasado verano, S.A.R.

el Príncipe Don Carlo María de Borbónde las Dos Sicilias, Duque de Castro y

Jefe de la Real Casa de Borbón de las Dos Si-cilias, como Gran Maestre de la Sacra y Militar OrdenConstantiniana de San Jorge (Sacro Militare Ordine Cos-tantiniano di San Giorgio), ha renovado completamenteel gobierno de la Orden, designando Gran Prefecto alS.E. el Embajador Don Augusto Ruffo di Calabria, de losPríncipes de Scilla, bailío gran cruz de justicia; Gran In-quisidor a S.E. Don Fabrizio Colonna, de los Príncipesde Paliano, gran cruz de justicia; Gran Canciller a S.A.R.la Princesa doña Beatrice di Borbone delle Due Sicilie,dama gran cruz de justicia; y Gran tesorero a S.E. Clau-

dio Montini, notario, gran cruz de mérito. Y confirmandocomo Gran Prior a Su Eminencia Reverendísima el Car-denal Renato Raffaele Martino, bailío gran cruz de justi-cia condecorado con el collar. Con motivo de esta impor-tante renovación, el Gran Maestre ha convocado enRoma, en los días 12 al 14 de septiembre, un encuentointercolegial, al que han concurrido noventa personas,entre las que se cuentan los oficiales de la Real Casa ymiembros de la Real Deputazione y de otros órganoscorporativos y de las demás Órdenes Reales de la Casa,a más de los delegados y vicedelegados territorialesconstantinianos. Por parte española acudieron el delega-do, Excmo. Señor D. Bruno Gómez-Acebo y de Borbón,primo hermano de S.M. el Rey Don Felipe VI, y el anti-guo delegado Excmo. Señor Vizconde de Ayala y Mar-qués de la Floresta, Duque de Ostuni en Nápoles -am-bos son caballeros gran cruz de justicia de laOrden-.S.A.R. abrió la sesión con un medido discurso enel que expresó de entrada que el acuerdo firmado consus primos españoles es privado y familiar, y no afectaen modo alguno a la Jefatura de la Real Casa de las DosSicilias, ni al Gran Magisterio Constantiniano, dignidadesambas que actualmente corresponden a Su Persona.Seguidamente, presentó a cada uno de los cuatro nue-vos grandes oficiales de la Orden, y puso de manifiestolos cambios que se propone acometer para el mejor fun-cionamiento de la Orden: su preferente dedicación asis-tencial, mediante la campaña El hambre de nuestro veci-no (La fame del nostro vicino); y la mejora ycentralización de las comunicaciones de la Orden (me-diante su página web, la publicación anual de las Crona-che Costantiniane, y la difusión periódica del Newsletter).Seguidamente fueron tomando sucesivamente la palabralos dichos cuatro grandes oficiales. El príncipe Ruffo diCalabria, gran prefecto, explicó las nuevas orientacionesasistenciales de la Orden Constantiniana, y sus propósi-tos para organizar capítulos en Nápoles y en Asís, a másde un encuentro intercolegial como este, cada año.S.A.R. la Princesa Beatrice, gran canciller, se refirió alservicio que han de prestar los delegados, al perfil de loscandidatos al ingreso en la Orden, y a la campaña asis-tencial antes aludida. El príncipe Colonna, gran inquisi-dor, habló de los principios y valores que caracterizan ala Orden Constantiniana (cristiandad, militancia católica,defensa de la Fe, deberes asistenciales) y de la necesa-

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ria ejemplaridad de todos loscaballeros. Por último, el no-tario Montini, gran tesorero,explicó que la sede romanade la Cancillería se traslada-rá a unos locales mayores ymás adecuados; que las de-legaciones habrán de consti-tuirse en asociaciones lega-les, y dotarse de una cuentabancaria; que las cuentas ypresupuestos de ingresos ygastos serán anuales, y tan-to preventivos como finales;y que en adelante la obliga-toridad del abono regular de

las cuotas anuales será estricta, por entenderse que sino se abonan no se participa realmente en las tareas dela Orden, y por ende puede reconsiderarse la permanen-cia del caballero o dama. En sucesivas intervencionescruzadas, los grandes oficiales explicaron por menor lasnuevas pautas de funcionamiento corporativo. Seguida-mente, fueron tomando la palabra los delegados territo-riales de la Orden Constantiniana, explicando sus activi-dades y sus impresiones respecto de las propuestas quese habían planteado, y proponiendo en su caso nuevasiniciativas. El debate fue largo, intenso y enriquecedor,siendo moderado con acierto y precisión tanto por S.A.R.como por el Gran Prefecto. Recordemos, entre las inter-venciones más brillantes y oportunas, la del príncipeRúspoli y la de Anthony Bailey, delegado del Reino Unidoe Irlanda. Concluidos los trabajos a media tarde, S.A.R.el Duque de Castro procedió a cerrar la sesión, rezandode nuevo los presentes una oración dirigida por Su Emi-nencia el Gran Prior, Cardenal Martino. Seguidamente,SS.AA.RR. y demás asistentes se trasladaron al PalacioColonna, donde visitaron la espléndida pinacoteca y losno menos espléndidos salones -dignos de un palacio re-al-, participando allí mismo en una memorable cena. Enla mañana del domingo 14 de septiembre, en la Basílicadei Santi Apostoli, se celebró un solemne capítulo: misasolemne, en latín y cantada, presidida por Su Eminenciael Gran Prior, Cardenal Martino. A ella asistieronSS.AA.RR. Carlo Maria y Camilla, Duques de Castro,con sus hijas las bellísimas y simpáticas Princesitas Ma-ría Carolina y María Chiara, y dos centenares de caballe-

ros y damas, todos revestidos de los mantellos ceremo-niales e insignias. Tras la misa mayor, y ya disuelto elcapítulo, SS.AA.RR. saludaron y departieron con losasistentes en uno de los claustros de la basílica, fotogra-fiándose con ellos.

PREMIO ALMIRANTE CEBALLOS

En la casona de Cotubín (Es-les de Cayón, Cantabria) ha tenido lu-gar el 25 de julio, fiesta de SantiagoApóstol, Patrón de las Españas, lasolemnidad de la entrega del XI Pre-mio Almirante Diego Gutiérrez de Ce-ballos correspondiente al año de2014, que ha sido discernido al emi-nente etnógrafo montañés profesorD. Fernando Gomarín. En presenciade D. Ignacio Diego, presidente delGobierno de Cantabria, realizó la en-trega el profesor Dr. Vizconde de Ayala, asistiendo losprofesores y académicos D. Joaquín Díaz, D. Jon Juaris-ti, D. Juan Gil, Dª Philippine González-Camino, D. Anto-nio Carreira, Dª Amelia de Paz y D. Sergio Rodríguez Lo-renzo (que recibió este mismo premio en el año anterior),entre un numeroso público. Este premio fue instituido enSantander en 2003, para hacer buena memoria del Almi-rante Diego Gutiérrez de Ceballos, Señor de Escalante yla Valdálga, en el VII centenario de su exaltación al cargoy oficio de Almirante Mayor de la Mar por el Rey de Cas-tilla y León. Tiene por objeto principal la de distinguir ygalardonar la excelencia en los estudios científicos deHistoria naval y marítima, en la persona de sus autores,como un reconocimiento a las más relevantes aportacio-nes al campo historiográfico naval y marítimo, y tieneuna neta vocación ejemplarizante, como también esejemplar la personalidad y la obra del premiado.

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Cuadernos de Ayala 59 - JUL/2014 [31]

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VERSOS DE HISTORIA Y TIEMPO

RELOJ DE MELANCÓLICOS

Como una mala comedia de enredo,

así tus años mozos, por fortuna ya idos.

Querrías, sin embargo, que la frágil ternura

que todavía asocias a ciertas remembranzas

no fuera solo i lusorio desvío

de la memoria al borde de la disolución.

Pues aunque te sobraran de una mano diez dedos

para sacar la cuenta de los instantes gratos

aunque copia abundosa de amargura te empuje

hacia adelante siempre, desde el mojón anclado

en medio del camino, etcétera, te guarde

esta rara certeza de que atisbaste un día

algo parecido a la fel icidad

contra las asechanzas de la vieja enemiga

cuando se borre el mundo tras la l luvia de otoño

Jon Juaristi

(Arte de marear , 1988)

Agradecemos al poeta, nuestro amigo,

su especial l icencia para publicar sus versos

en los Cuadernos de Ayala

Cuadernos de AyalaGaceta trimestral de información varia y miscelánea

sobre Historia institucional, Órdenes y condecoraciones,genealogía y heráldica, Historia nobiliaria, iconografía,

ceremonial y protocolodirigida por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila

CONSEJO DE REDACCIÓNDr. D. Félix Martínez Llorente (Universidad de Valladolid), Dra. DªAna Belén Sánchez Prieto (Universidad Complutense), Dr. D. JuanVan Halen (Universidad de Alcalá), D. Manuel Rodríguez deMaribona (Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía), Dr. D.Luis de Cevallos-Escalera (Academia Melitense), D. José A. Dávila(Real Academia de Toledo), D. Conrado García de la Pedrosa (RealAcademia Matritense de Heráldica y Genealogía), Dr. D. Fernandode Artacho (Academia Andaluza de la Historia), Dr. D. Luis Valero deBernabé, Marqués de Casa Real (Colegio Heráldico de España y delas Indias), Dr. D. José Mª de Montells (Academia de Alfonso XIII),Dr. D. Antonio de Sousa Lara (Universidad de Lisboa).

Edita Palafox & Pezuela S.L.Chopo, 1 - 28023 Madrid - España

Correo electrónico:[email protected]

e [email protected]

www.cuadernosdeayala.es

En este número:

[2-3] Editorial: El Dr. D. José María de Montells,

premiado por la Federación Española de Ge-

nealogía, Heráldica y Ciencias Sociales

[4-6] Novedades, cursos y encuentros

[5-18] Las caricaturas segovianas de Julián Mar-

tínez del Peral (1879-1882), por el Dr. D. Al-

fonso de Ceballos-Escalera, Vizconde de

Ayala

[19-23] El Señorío del Solar de Tejada (nuevas

aportaciones documentales para su historia),

por D. Antonio de Castro y García de Tejada,

Halconero Mayor del Reino

[24] El sello de placa usado en 1540 por el muy

magnífico señor Hernando de Cabrera, canó-

nigo de Segovia, por el Dr. D. Alfonso de Ce-

ballos-Escalera, Vizconde de Ayala

[25-26] Revista de libros

[27] Revista de revistas

[28-30] De gentes honradas

[32] Versos de historia y tiempo: Reloj de melancó-

licos, por Jon Juaristi. Humor.Estoy preocupado por mi legado: ¡mata a los historiadores!

Cuadernos de Ayala 59 - JUL/2014 [32]