correspondencia inÉdita de b. j. gallardo
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Correspondencia inédita de B. J. GallardoTRANSCRIPT
1
R DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE BADAJOZ INSTITUCIÓN DE SERVICIOS CULTURALES
PUBLICACIONES
____________________________________________________________________
REVISTA
DE
ESTUDIOS EXTREMEÑOS
TOMO XVI, NÚM. I
BADAJOZ
1960
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CORRESPONDENCIA INÉDITA DE D. BARTOLOMÉ
JOSÉ GALLARDO
(1824 -1851)
La correspondencia familiar y literaria del insigne bibliógrafo don
Bartolomé José Gallardo ha seguido la malaventura común de sus papeles,
de tal modo, que lo que hoy nos queda es apenas reliquia mínima de lo que
existió. El abandono en los desvanes de su finca La Alberquilla, la
dispersión en múltiples manos y finalmente el incendio del resto de su
archivo al perecer los tesoros bibliográficos de los Lezama-Leguizamón en
Bilbao, hacen que las cartas de Gallardo existentes estén reducidas al
mínimo.
Quien haya leído lo de ellas publicado hasta la fecha, ha de sentir
vivamente la desesperación, pues, además de los datos y noticias
biográficas, hay un caudal grande de aportaciones valiosas para la historia
de nuestra lengua y de nuestra literatura; no tratemos ya de las
bibliográficas, de las cuales pudo decir agudamente Miguel Artigas que
todavía, a pesar del tiempo transcurrido, ofrecen valiosas pistas para correr
muy buenas liebres en el campo de los libros y papeles viejos.
El propio Gallardo tuvo en vida la idea de recogerlas en volumen:
escribiendo a su gran amigo el gaditano D. Joaquín Rubio en noviembre de
1845, le dice (1) que “repasando mis cartas para imprimir-las veo qe las de
V. son muy pocas, i esas pocas no de las mas gallardas qe yo a V. tengo
escritas. Si V. qisiera dar un meneón a sus papeles i ver si me encuentra
alguna mas!”
Tomás García Luna también quiso recoger la correspondencia de su
maestro y llegó a reunir bastante. Cuando Rubio envió a la Real Academia
de la Historia las cartas que le quedaban de Gallardo, las acompañó de un
oficio (2) en el cual decìa que tuvo “ocasión de poseer una parte de su co-
____________
(1) Pedro Sáinz Rodríguez: Estudio sobre la historia de la crítica literaria en España. Don Bartolomé
José Gallardo y la crítica literaria de su tiempo. New York-París, 1921, pág. 339.
(2) Sáinz Rodríguez: Op. cit., pág. 312.
6
rrespondencia original, y sólo una parte, porque otra, la principal, hube de
entregarla a D. Tomás García Luna, discípulo de Gallardo, cuando aquel se
propuso publicar esta correspondencia literaria”.
Con tal objeto, seguramente, el autor de la Apología de los palos iba
recogiendo de sus amigos lo que ellos conservaban. En las cartas que
imprimimos (3) dirigidas a Aureliano Fernández Guerra le solicita con
insistencia las escritas a su padre D. José; en la carpetilla de cartas de
Gallardo a Casas-Deza existente en la Biblioteca Nacional de Madrid (4),
hay una nota de puño del bibliógrafo, especie de recibo, que dice: “Ochenta
y nueve cartas de D. B.e José Gallardo a Dn. Luis M.ª Ramirez y Las Casas
Deza. Dia 28 de mayo de 1843. Rezibì, Gallardo”, probablemente las de
mayor interés literario y filológico; por indicaciones sueltas sabemos que
recogió su correspondencia con Fr. José de Jesús Muñoz y Capilla y algún
otro.
Ni D. Bartolomé ni su discípulo Tomás García Luna llegaron a
realizar el proyecto. En 1859 D. José Sancho Rayón y D. Manuel Remón
Zarco del Valle tuvieron la idea de continuar la revista erudita El Criticón y
al frente del número primero de los dados por ellos a luz estamparon una
nota (5) de promesas, en la cual afirman que se editará por separado “una
colección de sus cartas literarias, políticas y familiares, que tiene tan
adelantada ya su sobrino don Juan Antonio Gallardo, que bien suministrará
material para algunos volúmenes”.
También D. José Fernández Guerra reunió las epístolas que pudo,
conservando celosamente las a él dirigidas y sacando o pidiendo copias de
las que tenían la Condesa de Luque, D. José de la Peña Aguayo, D.
Domingo de Valenzuela, etc.), no con propósitos editoriales, pero sí, de
seguro, con el de coleccionar tales testimonios de erudición y buen decir.
Poco es lo que ha quedado de tanta mies cogida. Haciendo un
recuento de lo hasta ahora impreso, encontramos que la primera aportación
de cierto interés al epistolario de Gallardo se halla en su opúsculo Zapatazo
a Zapatilla (6), en cuyos apéndices incluyó el autor un ramillete de cartas
relativas al tema debatido sobre la autenticidad de El Buscapié (1851).
Veinticuatro años después, en la revista sevillana El Ateneo (7) se
publicaron ocho epístolas: cuatro dirigidas al médico de Chiclana D.
Fernando Casas y otras tantas al famoso erudito D. Juan José Bueno. Al
_____________
(3) Cfr. los números XXVIII, XXIX, XXXI y XXXII.
(4) Sección de Manuscritos, signatura 12973.
(5) El Criticón, papel volante de literatura y bellas artes, continuado con los materiales que para el
mismo tenía preparados D. Bartolomé José Gallardo. Madrid, Imp. de J. Martín Alegría, 1859, pág. 3.
(6) Zapatazo a Zapatilla, i ŋ su falso Buscapié un puntillazo: por D. B. J. Gallardo. Madrid, Imp. de la
Vda. de Burgos, 1851, págs. 50-84.
(7) Figuran en los números 6 (lunes 15 de febrero de 1875, pág. 76), 11 (sábado 1 de mayo de 1875,
págs. 155-156), 19 (miércoles 1 de setiembre de 1875, pág. 254) y 23 (día 1 de noviembre de 1875, pág.
303).
7
poco tiempo D. Miguel Luis Amenátegui incluía en su Vida de D. Andrés
Bello tres textos, asegurando que eran los únicos que se conservaban de la
correspondencia que ambos filólogos habían sostenido (8).
Alguna aportación aislada hay, que no vale la pena señalar aquí
porque ya ha sido recogida en otro libro nuestro (9), hasta llegar a las
publicaciones de D. Pedro Sáinz Rodríguez. En la primera de ellas (1921-
22) imprime las cartas dirigidas a D. Agustín Durán (10); el amanuense no
fué muy escrupuloso y así hay que tener cierto cuidado con las erratas, que
abundan, siendo importante las de la fecha.
En el excelente libro de Sáinz Rodríguez titulado Don Bartolomé
José Gallardo y la crítica literaria de su tiempo (11), hay un valioso
apéndice con las cartas que se conservan en la Real Academia de la
Historia dirigidas a Rubio, Pérez Torroba, etc., amén de algunas de otras
procedencias. Es la primera aportación verdaderamente de importancia al
epistolario gallardino.
Más de treinta años hace ya que en la Revista del Centro de Estudios
Extremeños (12) dimos a conocer tres cartas curiosas de Gallardo, escritas
a su paisano y compañero de la infancia, y aun de ideas políticas, el
sacerdote D. Diego de Rivero. Poco antes D. Félix de Llanos y Torriglia
dió a la estampa (13), por copias que poseía, una coleccioncita inédita de
epístolas cruzadas con D. José Fernández Guerra y con la Condesa de
Luque, si bien sin lograr la identificación del primero de los destinatarios.
Verdaderamente excepcional en cuanto a número e interés es la que
con el título de Una colección de cartas de Gallardo (14) publicó Miguel
Artigas en 1932. Abarca nada menos que 171 cartas, procedentes de la
Biblioteca Nacional, de la de Lezama-Leguizamón y de la de Menéndez y
Pelayo. Es verdaderamente una pena que teniendo Artigas a su disposición
los papeles importantísimos de Lezama, se limitase a espigar lo que a él le
pareció más curioso. Le edición es harto incorrecta, llena de erratas y
desordenada, pero así y todo del mayor interés.
Finalmente hay que citar dos publicaciones nuestras, que compren-
_____________
( 8) Impresa en Santiago de Chile, 1882. Cfr. págs. 150-160.
( 9) A. Rodríguez-Moñino: Don Bartolomé José Gallardo (1776-1852). Estudio bibliográfico. Madrid,
1955. 4.º 362[2] págs.
(10) Pedro Sáinz Rodríguez: Documentos para la historia de la crítica literaria en España. Un
epistolario erudito del siglo XIX. Artículos publicados en el Boletín de la Biblioteca de Menéndez y
Pelayo, años 1921-1922. Las cartas proceden del Ms. 7820 de la Biblioteca Nacional de Madrid.
(11) Op. cit., en la nota 1, págs. 311-375.
(12) A. Rodríguez-Moñino: Autógrafos inéditos de Bartolomé J. Gallardo (1849-1852). Badajoz, Tip.
Arqueros, 1929. 8.º 20 págs.; publicado antes en la Revista del Centro de Estudios Extremeños, III
(1929), 83-91.
(13) Félix de Llano y Torriglia: Unos autógrafos de D. Bartolomé José Gallardo. Madrid, Tip. Rev.
Archivos, 1924. 4.º 35-[1] págs.; antes en BRAHist.
(14) Miguel Artigas: Una colección de cartas de Gallardo. Madrid, Tip. de Archivos, 1932. 4.º 245-[1]
págs.; antes en el BRAEsp.
(15) Op.cit., en nota 9.
8
den un total de 83 textos entre ambas. En 1955 en la Bibliografía de
Gallardo (15) dimos a conocer la correspondencia, importantísima para
esclarecer la biografía en los años más obscuros, con D. José de la Peña
Aguayo, y la sostenida con D. Domingo Valenzuela, marqués de
Monsalud, D. Juan Luis Chaves y D. Antonio Osuna. El mismo año y en el
Boletín de la Real Academia de la Historia, estampamos 33 cartas a D.
Manuel Torriglia (16).
Hay, pues, hasta el momento, unas 300 epístolas de Gallardo puestas
a disposición de los lectores. Aún contamos con casi 200 más inéditas y,
mientras llega la hora de reunirlas todas en el corpus que merecen, vamos a
exhumar otros 40 textos desconocidos, con lo cual se eleva el número de
las publicadas por nosotros a 128, cifra no despreciable y pocas veces
alcanzada por escritores españoles. Sabidos es que en nuestro país se da
poquísima importancia al papel viejo y se destruyen correspondencias y
archivos tan luego como sus propietarios fallecen. Ello es la causa de que
se asegure casi siempre que el español es muy poco dado al género
epistolar, error que circula con harta despreocupación de quienes lo hacen
correr.
Vamos ahora a anotar algunas ligerísimas referencias a las personas
con las cuales se relacionó epistolarmente D. Bartolomé José Gallardo,
reservando más extensas indicaciones para cuando llegue la hora – si
alguna vez llega – de imprimir completo el Epistolario de tan insigne
maestro. Allí daremos también amplios detalles sobre otros textos
relacionados con los mismos y sobre su situación política y literaria.
La primera de las cartas se conserva original en la Biblioteca de
Menéndez y Pelayo, en Santander. Va firmada, en el pueblo natal de
Gallardo, por M. M. de O., tras cuya iniciales no nos es posible colocar
nombre alguno. Toda ella está diciendo que se escribió en los duros
momentos del Terror fernandino, respondiendo a otra totalmente
inesperada, pues el destinatario hacía a su corresponsal bien lejos de la
península. Carta colectiva, lleva apostillas de Raudona, Ana y J. Antonio.
Raudona era el apodo familiar del sacerdote D. Diego Rivero (17), a
la sazón separado de su ministerio como claramente se desprende de la
esquela: “Sigo bueno aunque sin oficio, pues el que tenìa por las mañanas
paró, porque así me lo mandaron, por lo cual no puede mementearte tu
Raudona”, es decir que no puede decir misa ni encomendarlo a Dios en el
memento. Ana es la sobrina de D. Bartolomé y J. Antonio es el hermano del
bibliógrafo, los cuales, para despistar, le tratan de usted. ¡Cuántas cartas
como estas se habrán escrito en España después y durante nuestras acos-
_____________
(16) A. Rodríguez-Moñino: Cartas inéditas de D. Bartolomé José Gallardo a don Manuel Torriglia
(1824-1833). Madrid, Imp. Maestre, 1955. 4.º 61-[1] págs. Antes en BRAHist. CXXXVII (1955), 61-117.
(17) Cfr. el trabajo citado en la nota 12, en el cual se publican tres cartas dirigidas a él por Gallardo.
9
tumbradas luchas fratricidas!
Tres textos nuevos completan la correspondencia, publicada por
Sáinz, con D. Agustín Gato Durán. (18) De origen extremeño (su padre era
de Puebla del Maestre) nació D. Agustín en Madrid el año de 1792, en la
posición acomodada que le daba ser su progenitor médico de la Real
Familia. Formado espiritualmente en Sevilla, bajo la dirección de D.
Alberto Lista, cursó Filosofía y Jurisprudencia, matriculándose de abogado
en la Chancillería de Valladolid, aunque apenas se dedicó al ejercicio de la
profesión.
La amistad de Gallardo con el padre fué, casi con seguridad, el
origen de que tratase al hijo ya desde 1809 al menos y le inclinase más y
más al cultivo de las buenas letras y de la erudición. Durán desde su
mocedad se preocupó de formar una biblioteca de obras dramáticas y
poéticas bastante importante; en una nota autógrafa D. Bartolomé se apunta
las compras que hizo, sólo en los días 8 y 10 de mayo de 1821, en la
Librería de Sancha: 25 tomos de Comedias de Lope de Vega, 44 de
comedias varias de las Partes, 46 de comedias sueltas encuadernadas y 202
comedias en rústica (19). ¡Tiempos felices para los bibliófilos!
Separados ambos amigos en 1823, Durán hizo por saber del
perseguido político enviándole carta a Sevilla, pero los destierros,
encarcelamientos y trastornos consiguientes estorbaron la respuesta hasta
que el 16 de octubre de 1828 en la que publicamos; siguen a ella nueve de
las impresas por Sáinz y después hay que colocar la fechada en 17 de
marzo de 1831.
Don Bartolomé, perseguido y amenazado, no perdía su pasión por la
literatura y – a trancas y barrancas – procuraba seguir desde Castro del Río
el movimiento intelectual, así es que surgen en las cartas los títulos de
obras recién publicadas: el Arte de hablar de Hermosilla, la Historia de la
Literatura de Bouterweeck, traducida por el Marqués de Morante y
Hugalde Mollinedo, la Colección de comedias antiguas españolas de
García Suelto, los Orígenes del Teatro Español de Moratín y el Romancero
del propio Durán, entre otros varios.
Las cartas abarcan el período 1828-1832 y a través de ellas se aprecia
la buena amistad que ligaba a ambos corresponsales, a la cual no se oponía
el hecho de que ambos trabajaran sobre el mismo tema, v. gr., Romancero o
Teatro español. Gallardo se encarga de expresar la no incompatibilidad,
basándose en cada uno vería el campo de modo diferente.
Años más tarde esta amistad quebró. Durán se hizo cada vez más
partidario de todo lo que aborrecía Gallardo; obtuvo puestos, honores, Aca-
_____________
(18) Cfr. el trabajo citado en la nota 10.
(19) Nota autógrafa e inédita de Gallardo que se conserva en la Biblioteca de Menéndez y Pelayo,
Santander.
10
demias, etc., mientras el solitario de La Alberquilla, inflexible en sus
principios filosóficos y políticos, quedaba totalmente al margen. Nombrado
Director de la Biblioteca Nacional, su labor allí fué tan catastrófica como lo
ha sido la de la mayor parte de los que han ocupado el puesto después.
En 1836 ya hay en El Criticón (20) señales de que el afecto mutuo
había desaparecido. Se refiere Gallardo a lo mal que andaba la Biblioteca y,
repasando el personal, menciona a “Durán, Bibliotecario primero, el cual
para hacer un Catálogo de los Ms. que hace dos años ha, se ha puesto a
aprender a leer letra antigua!” Y en otro pasaje le ataca con dureza terrible
llamándole “hominicaco chisgaravís, o séase escarabajo literario de los que
la corrupción de las cortes cría entre la inmundicia de la lisonja y la
servidumbre”, y acusándole –con verdad– de haber saqueado la Floresta de
Böhl para su Cancionero (21).
En setiembre de 1840, a raíz de la separación de Durán de su cargo,
como consecuencia de orden de la Junta Gubernativa de Madrid basada en
graves acusaciones, Gallardo, en un escrito que publicó Sáinz Rodríguez,
escribe: “Gato Durán era un tesorero encargado de un rico tesoro. Dar a un
tesorero por todo castigo la pérdida de su empleo sin obligar-le a dar
cuenta, será bien castigar-le sus culpas, pero ¿y la reparación?”.
Durán se afilió al grupo de los mayores enemigos de Gallardo y sólo
tiene elogios para ellos: no es de extrañar, pues, que el perseguido autor del
Ensayo volviera contra él sus armas con la dureza y violencia que hemos
visto. Téngase presente asimismo que a los cargos concretos formulados
por él nadie respondió y que la desaparición de rarísimos impresos y
manuscritos de la Biblioteca Nacional es un hecho innegable (22).
La solitaria carta que publicamos, junto con la breve nota que la
precedió, testimonia las relaciones amistosas entre D. Bartolomé y el
insigne actor Carlos Latorre. Supo aquél que un clérigo sevillano había
vendido a un coleccionista granadino un ejemplar de la rarísima Comedia
Serafina y quiso enterarse de quién era el curioso colector de tal género de
piezas, a cuyo efecto pasó nota a Carlos Latorre, que, sin duda, iba a la
ciudad de Boabdil.
Surgió entretanto un nuevo destierro y en 20 de setiembre de 1830,
desde Castro del Río, se puso en comunicación con Latorre y éste, a su vez,
trabó el nudo de la amistad entre Gallardo y el “curioso colector”, D. José
Fernández Guerra (23) sólo interrumpida por la muerte de este último. La
nota dio origen a una correspondencia epistolar extensísima y de suma im-
_____________
(20) El Criticón…, número 5, pág. 63.
(21) El Criticón…, número 4, pág. 3.
(22) Sáinz Rodríguez: Don Bartolomé José Gallardo…, págs. 73-74.
(23) Don José Fernández Guerra, padre de los eruditos Luis y Aureliano, fué uno de los más íntimos
amigos de Gallardo. Nació en Granada (1791?) y falleció en su casa de Madrid el 9 de mayo de 1846. La
correspondencia inédita – que imprimiremos – pasa de las cien cartas.
11
portancia que publicaremos en su día.
La carta dirigida a D. Agustín López Corona es una excitación a
interponer su influencia para deshacer un entuerto: el confinamiento en
Talavera. Como el alma de Garibay llevaban al pobre Gallardo de un lugar
a otro y siempre donde menos convenía a su vida y ocupaciones.
Hemos aludido antes a la importantísima correspondencia, que
publicó Miguel Artigas, entre D. Bartolomé y su discípulo García Luna: en
ella faltaba esta carta que por el contexto fechamos en 1831 y que trata de
los pronombres personales, punto gramatical que apura con ingenio y copia
de ejemplos. ¡Lástima grande que no estuviera impresa cuando González
Muela publicó su excelente ensayo sobre Gallardo gramático!
Un nuevo testimonio viene ahora a reunirse a los que la erudición ha
exhumado ya relativos a la amistad entre nuestro erudito y D. Serafín
Estébanez Calderón (24). La carta, excelente modelo del suelto y galán
plumear del Solitario, se ciñe a aconsejarle que inste al Rey, a Grijalba,
etc., para que le permitan trasladarse a pueblo más acondicionado. De paso
hay –no podían faltar– referencias eruditas.
Sabido es que Gallardo orientó a Estébanez hacia el arabismo y no
tuvo pequeña parte en espolear las aficiones del escritor malagueño en
dirección a las viejas letras castellanas (25). En otros trabajos nuestros (26)
va dicho algo de la mala correspondencia de don Serafín y hemos de
ocuparnos más adelante del famoso pleito del Buscapié que cortó
definitivamente la relación entre ambos.
Tuvo siempre Gallardo interés por seguir las actuaciones políticas y
literarias de Quintana (27), a quien no profesaba ninguna simpatía, y a
averiguar ciertos datos de su vida se endereza la carta que escribe a D.
Antonio Calama y que debió de quedar sin contestación o al menos
aplazada ésta hasta una entrevista en casa del Marqués de Palacio en 25 de
enero de 1835. Por fortuna Gallardo anotó cuanto le dijo D. Antonio y así
sabemos hoy algunas curiosas especies biográficas y algo también de su
intervención en la póstuma edición de las Poesías de Iglesias.
El comienzo de la carta de D. Luis Mayans, que publicamos después,
está fechándola en 1834, época de Las letras, letras de cambio, escondido
Gallardo de resultas de la persecución entablada contra él por Javier de
Burgos (28), y que al cabo vino a concluir en la caída del Ministerio, cuya
inmoralidad había hecho patente don Bartolomé con una sátira tan aguda
_____________
(24) Véase principalmente el libro de A. Cánovas del Castillo: El Solitario y su tiempo. Madrid, 1883, 2
vols., sobre todo el tomo II, págs. 187-220.
(25) Declaración del propio Gallardo en el proceso con motivo del Buscapié y el Zapatazo, publicada por
Sáinz Rodríguez: Don Bartolomé José Gallardo…, pág. 257.
(26) A. Rodríguez-Moñino: La de San Antonio de 1823. Madrid, 1957, págs. 60-62.
(27) Cfr. Poetas líricos del siglo XVIII. Colección formada e ilustrada por don Leopoldo Augusto de
Cueto, tomo III, (Madrid 1875), págs. 187-188.
(28) Rodríguez-Moñino: Don Bartolomé José Gallardo…, cfr. págs. 140-146, 147-161 y 185-197.
12
como pocas veces se ha leído en castellano. Vale la pena también que
alguien historíe esta tremenda polémica y no faltan testimonios escritos
para ello.
Don Luis Mayans, requenés (1805-1880), que tuvo larga vida
política, fué varias veces Ministro de Gracia y Justicia y Presidente del
Congreso de los Diputados (29); tenía mucho en común con Gallardo, si
hemos de creer en el juicio de Natalio Rivas “sus aficiones polìticas, que
nunca fueron intensas, surgieron acaso contra su voluntad. Su carácter
austero y su rectitud de conciencia se avenían mal con las habilidades,
convencionalismos y acomodamiento que exige la vida política aun
considerada en su más noble ejercicio”. Mayans figuró siempre en partidos
de derecha.
La carta que viene a continuación, de un –para nosotros
desconocido– D. Ruperto de Andrés, testimonio de las incesantes
gestiones de Gallardo por adquirir papeles, nos deja a buenas noches sobre
quien fuese este tío de quién, al parecer, era el legajo que iba a recibir el
bibliófilo.
Tras la simple firma Juan de la epístola que sigue, se nos clarea la
simpática figura de uno de los más inteligentes, honestos y bien
intencionados políticos españoles del siglo pasado, cuya obra,
deliberadamente desconocida, tergiversada y aprovechada por sus
enemigos, está esperando aún el libro en que desapasionadamente se
estudie: D. Juan Alvarez de Mendizábal. Este mismo texto nos está
hablando de su justicia y de su imparcialidad, que no se torcía ni para
favorecer a un íntimo amigo: probablemente Gallardo no tenía razón en lo
que pedía.
Tres documentos vienen luego relativos a un curioso personaje, D.
Miguel Cabrera de Nevares (30). Hombre de regular posición económica
_____________
(29) Natalio Rivas: Don Luis Mayans, en su libro El siglo XIX, episodios históricos; Madrid, 1945, págs.
89-94. Rivas poseía todo el archivo de Mayans, véase pág. 92. ¿dónde habrá ido a parar? (30) Sobre la curiosa figura de D. Miguel Cabrera de Nevares hay pocas noticias: parece que el Prof. José
de Onís prepara un extenso trabajo. Para que los lectores se den cuenta de lo interesante de su vida,
reproducimos las líneas que le consagra Guillermo Smith Somariba en su libro Calles y Plazas de Cádiz,
apuntes acerca del origen de sus nombres y de sus variaciones. (Cádiz, 1913):
“La accidentada vida y servicios a la causa liberal, de tan insigne patricio, merecerìan mayor
extensión de la que puede dársele en estos apuntes. Don Miguel Cabrera de Nevares cursó extensos
estudios, abarcando lo de Ciencias, literarios e idiomas. Encontrándose en Cádiz en 1808, fué de los
primeros en alistarse como voluntario, distinguiéndose en el servicio de Puntales, sin dejar por eso de
ejercer el profesorado en la Academia militar en la que había ingresado en 1802.
Escritor correcto, lo hizo en el Duende de los Cafés y, al concluir el sitio de Cádiz, pasó a
Sanlúcar, de Vista en aquella Aduana. En 1814, y amenazada su vida por sus ideas liberales, tuvo que
emigrar, y en 1822 fué nombrado Gobernador de Calatayud. Prisionero del absolutista Trujillo, al ir a ser
fusilado ocurrieron los sucesos del 17 de julio en Madrid. Puesto en libertad, sólo con su palabra hizo
volver a la obediencia a Calatayud.
De Jefe político de Soria, la fortificó y defendió de los carlistas.
El valor y energía eran sus características. En 24 horas que estuvo en Cádiz, una de las veces que
vino (aquí residían sus padres y hermano) realizó siete desafíos, de trece que tenía comprometidos.
13
y apasionado de la libertad, no era compatible con la política que iniciaba
Fernando VII y emigró a Londres el año 14, permaneciendo allí en contacto
con los patriotas e interviniendo en el episodio que hoy nos revelan estas
cartas: la misión enviada por ellos a Roma para tratar de que Carlos IV
recuperase la corona hispana gobernando con la Constitución de 1812.
Cabrera anduvo en 1819-1820 por Buenos Aires e intervino en famosísimo
y escandaloso pleito sobre el cual publicó varios folletos.
Vuelto a España durante el trienio liberal, imprimió en Madrid una
importante Memoria sobre el estado actual de la América en 1821 (31) y
ocupó diversos cargos en la Administración, siendo Jefe político de algunas
provincias. Emigrado de nuevo durante la reacción absolutista, dió con sus
huesos en los Estados Unidos y fué Profesor de español en la Universidad
de New York, según nombramiento del martes 4 de setiembre de 1832
(32), confirmado el 2 de octubre del mismo año: cobraba las matrículas de
los estudiantes, que en febrero de 1834 llegaron al número de 86.
Pero la muerte de Fernando VII le abrió de nuevo las puertas de su
patria y en el volumen II de las Council Minutes de la Universidad se lee el
asiento honroso que sigue (33), con fecha 17 de abril del año 1834:
“RESOLVED that while this Council greatly regret the loss of Professor
Cabrera’s valuable services in the University, they camnot but approve of
the high motives of patriotism which induce him to return to his native
land.” “On motion, duly seconded, RESOLVED that Professor Cabrera be
requested to maintain a correspondence with the Chancellor or Professors
of the Institution as frequently as circumstances may permit, in such
matters as he may deem of importance to the cause of science and letters.”
Durante su estancia allí imprimió una Introducción al estudio de la
lengua castellana (34), libro destinado al uso de sus discípulos y que tuvo
verdadero éxito siendo, a lo que creemos, reimpreso.
¡Lástima es que no conservemos el borrador que trazó Cabrera para
que sirviese de cañamazo a la certificación que había de expedir Gallardo,
porque nos daría más noticias sobre las estancias en Gibraltar y Buenos
Aires! La integridad moral de Gallardo –como la que hemos apuntado de __________________
También estuvo prisionero de los franceses en Angulema. Ejerció importantes cargos, como el
de Jefe político de Madrid, distinguiéndose como literato. Fué diputado a Cortes por Cádiz en 1835. Tan
valeroso polìtico nació en Valladolid y murió en Madrid en 1842.”
(31) Miguel Cabrera de Nevares: Memoria sobre el estado actual de las Américas y medio de
pacificarlas. Madrid, Imp. de José del Collado, 1821. 4.º [6]-71-[1] págs.
(32) Council Minutes, vol. I, pág. 155. “The Chancellor nominated M. Cabrera to the Professorship of
Spanish Language and Literature and also Mr. Gilla to the Professorship of French.”
(33) Council Minutes, vol. II, pág. 37. Debo estas indicaciones a la bondadosa solicitud de mi querido
amigo el Prof. Angel del Río, de New York, quien las interesó del Prof. Richard D. Mallery: a ambos
vaya mi gratitud.
(34) Miguel Cabrera de Nevares: Introducción de estudio de la Lengua Castellana para uso de los
discípulos de D. --------, Profesor de Lengua Española y Literatura en la Universidad de Nueva York.
Nueva York, imprenta española del Redactor, Broad-street, n.º 46. 1833. 8.º mlla. 56-[2] págs. (No lo cita
Viñaza.)
14
Mendizábal– se refleja en las lìneas finales de la carta: “lo que yo no puedo
afirmar no lo debo firmar; y certificar yo eso fuera faltar a la verdad”.
Apoyo eficacísimo para cuantos hemos procurado combatir la
estúpida leyenda de un Gallardo bibliopirata ofrecen las dos cartas que van
a continuación, enlazadas por el tema. De la primera no ha quedado más
que un fragmento, pero así y todo vale la pena sacarla de la oscuridad.
Comunica en ella Gallardo al P. Bibliotecario de El Escorial el hallazgo y
adquisición por él de un libro con todas las señas de haber pertenecido a la
biblioteca del Monasterio: las Euripides Tragœdiae traducidas por Erasmo
e impresas en Basilea en 1824.
“Siempre viva en mi alma (dice) la memoria de la vida i dulzura con
qe esa Santa casa ha regalado mi alma con una i otra Biblioteca alta i baja,
no pierdo chiripa de mostrar-me agradezido a la entrañable i franca
hospitalidad qe he debido a Vds. en todos tiempos.” Refiere luego que en
varias ocasiones ha podido recobrar y devolver algunos libros sustraídos.
Al encontrarse entre los libros del Dr. Siles un magnífico Fuero Real que
pertenecìa a la Casa: “desde luego me apersoné ofiziosa-mente reclamando
la propiedad de esa Biblioteca i brindando-me a entregar por él, amen del
rezibo por via de interin y en calidad de depósito, el dinero en que le
estimaran, i acto continuo avisé de tan buen hallazgo al Dr. Baranda…”.
Y el Dr. Baranda pudo recogerlo, de igual modo que hizo, también
avisado por Gallardo, con otro preciosísimo códice del siglo XIV
conteniendo el Fuero de Burgos, de la misma procedencia. El Bibliotecario
de la Academia de la Historia (a cuyo cargo corría la del Escorial) puso,
con tal motivo, un oficio a D. Bartolomé, que es una verdadera ejecutoria
de su limpieza moral y que no vacilamos en copiar aquí, su fecha 26 enero
de 1842:
“Con haberme noticiado V. S. amistosamente el paradero del Códice
que contiene el Fuero Juzgo, perteneciente a la Biblioteca del Escorial, el
cual pudo haber comprado para sí, y que a consecuencia de su aviso se
recogió y está ocupando ya su respectivo sitio en aquel interesantísimo
depósito; ha dado V. S. una prueba la más positiva, así de religiosidad con
que mira la propiedad ajena, como del respeto que le merecen los derechos
del más célebre monumento de nuestras glorias literarias.
Este respeto y religiosidad lo acaba V. S. de acreditar nuevamente al
hacerme en oficio de 21 de este mes el anuncio de la existencia de otro
Códice, perteneciente también a la misma biblioteca, el cual a virtud de
este otro aviso de V. S., y aprovechando los momentos se ha recogido ya y
entregado para su conducción al Escorial.
Me creo por lo tanto en la obligación de dar a V. S. a nombre de esta
Academia de la Historia las más expresivas gracias por sus prontos y
oportunos avisos, pues que sin ellos indudablemente hubieran desaparecido
15
tan apreciables documentos; en cuya busca se habían practicado
diligencias, que hasta ahora habían sido infructuosas (35).
Creemos que las frases relativas al respeto con que mira la
propiedad ajena, no tienen vuelta de hoja. ¡Qué distinto proceder al de
otros miembros de la docta Corporación, como D. Pascual de Gayangos!
Éste, académico de número durante medio siglo, saqueó la biblioteca
llevándose manuscritos por centenares, como han demostrado con su
magnífico Índice de la Colección de Salazar, don Baltasar Cuartero y el
Marqués de Siete Iglesias.
Así procedía Gallardo y así sus detractores!
Por las dos cartas siguientes sabemos que el erudito badajoceño D.
Luis Villanueva Cañedo (36) acudió a D. Bartolomé cuando comenzaba a
preparar su edición de las Obras de Forner. Gallardo, que acababa de reunir
en La Alberquilla sus dispersos libros, le hace ver la imposibilidad de
buscar a tientas un manuscrito que posee de las Exequias, perdido entre
más de cincuenta cajones de libros aún sin abrir. Muchos años hace que
nuestro amigo D. Juan Muñoz Casillas nos dijo que entre los papeles de
Villanueva que poseía por herencia recordaba haber visto cartas de
Gallardo, sin que lográsemos averiguar más precisiones.
Hemos aludido antes al epistolario gallardino que se conserva en la
Academia de la Historia, por donativo de D. Joaquín Rubio (37), que
comprende una parte de las cartas que este erudito gaditano recibió;
complétanse ahora con dos nuevas, escritas por él en 1851. A 24 de
noviembre de este año hallábase D. Bartolomé en el Puerto de Santa María
y desde allí escribe a Rubio (38) anunciándole que por fallecimiento de D.
Francisco Peralta estaba en venta su reducida y exquisita librería: los
herederos le avisaron que le enviarían el catálogo para que gozase primacía
en la venta y él traspasaba gustoso este privilegio a D. Joaquín.
“Admito (le responde éste) el generoso ofrecimiento de V. en quanto
al Catálogo del difunto Sr. Peralta para escoger los artículos sueltos que
puedan agradarme, después de haber V. escogido los suyos, en virtud de su
acción a elegir, de que no debe desprenderse sin abdicar un derecho que en
V. por su autoridad debe ser inalienable.”
Ya desde Jerez insiste D. Bartolomé (39) en que vaya Rubio a ver y
____________
(35) Rodríguez-Moñino: La de San Antonio de 1823…, pág. 27.
(36) D. Luis Villanueva Cañedo nació en Higuera de Vargas (Badajoz) en 1824 y falleció en Badajoz en
1902. Preparó desde muy joven una edición de las Obras de Forner, de las cuales sacó a luz el tomo
primero solamente (Madrid, 1844).
(37) En el Boletín de la Real Academia de la Historia, LXXVII (1920), 312, se publican dos informes
sobre estas cartas. Uno es de D. Juan Pérez de Guzmán y otro de D. Carlos Ramón Fort fechado en 26 de
junio de 1875, con dos notas de Menéndez y Pelayo y Rodríguez Villa. En el tomo LXII (1913), 183, hay
una nota de autorización a D. Milton A. Buchanan para copiarlas.
(38) Sáinz Rodríguez: Don Bartolomé José Gallardo…, págs. 333-334.
(39) Sáinz Rodríguez: Don Bartolomé José Gallardo…, págs. 334-335.
16
elegir de entre aquellos tesoros. Pero no hubo forma de hacerle disponer de
una mañana para divertirla en goces bibliográficos, limitándose a enviar
una lista con objeto de que su amigo escogiera por él, y cerrase trato en su
nombre, de lo que hubiera en la colección de Peralta. ¡Qué libros pedía,
Santo Dios! Por cierto que, redactada de memoria la listilla, hay curiosas
confusiones en los autores y títulos.
Prescindimos de publicar, por ahora, la copiosa correspondencia
entre Gallardo y D. José Fernández Guerra, interesantísima por más de un
concepto y que da por sí sola materia para un volumen, pero no queremos
dejar para aquella ocasión el dar a conocer las pocas que nos han quedado
de su hijo D. Aureliano, acompañándolas de alguna noticia sobre las
relaciones amistosas entre ambos eruditos.
Señalamos antes que por mediación del actor D. Carlos Latorre
trabaron amistad en 1830 D. Bartolomé José Gallardo y D. José Fernández
Guerra, amistad desinteresada y entrañable por parte de ambos, la cual se
reflejó en el cariño que Gallardo profesaba a toda la familia de D. José,
sobre todo a sus hijos Aureliano y Luis. (40)
Había nacido Aureliano en Granada el 16 de junio de 1816 y
educado primero por su padre y más tarde en Sevilla y en el Sacro Monte
de Granada, tuvo una formación clásica realmente extraordinaria.
Precocísimo escritor, desde niño llenaba cuartillas con prosa y verso,
intentando asimismo adquirir notoriedad por sus producciones escénicas.
Muy joven aún, su amistad con el Subsecretario de Gracia y Justicia le
llevó a ocupar –por nombramiento directo– una plaza de Oficial en dicho
departamento.
Hombre de muchísima trastienda y gran mano izquierda, procuró el
arrimo a los que suponían algo en la política y, sin intervenir aparentemente
en ésta, gozó toda la vida de puestos y beneficios suculentos. Erudito muy
docto en historia y en literatura, se le deben multitud de trabajos y, sobre
todo, su edición de las Obras de Quevedo, modelo en su tiempo. Cuatro
obras de teatro y docena y media de poesías atestiguan de su buen estilo y
facilidad en el dominio del castellano. (41)
Gallardo le quiso y le respetó mucho; ahí están las cartas que hoy
publicamos para demostrarlo. Modelo de concisión y sentimiento es la del
pésame, y todas ellas rebosan afecto. Una vez tuvo que ser amigable
componedor entre los intereses de la Biblioteca Colombina y los de
Gallardo y quitó la razón a este último, “sin que (dice D. Manuel Cañete)
obstara la severa imparcialidad del árbitro a que siguiese entre ellos la bue-
_____________
(40) Cfr. la nota 23, más arriba.
(41) Manuel cueto y Ribero: Don Aureliano Fernández-Guerra y Orbe. Madrid, mp. Lezcano y C.ª,
1881. Fol. XI-[1] págs., con retrato.
17
na amistad que se profesaron toda la vida”. (42)
Si D. Aureliano cerró filas en el bando de los enemigos de Gallardo,
nada hay que haga presumir enemistad o mal trato con él. Por eso
queremos recoger aquí una anécdota, a nuestro modo de ver totalmente
infundada, que aireó el donosísimo D. Juan Valera en las páginas de la
Revista Peninsular de Lisboa (43). Refiere, pues, D. Juan, que Fernández
Guerra hijo escribió unos versos, los cuales, sometidos a la censura del
bibliógrafo, “éste, que no se cuenta que haya jamás elogiado a nadie sino
de mala gana, notó en los pobres versos más faltas que palabras, y los
anatematizó, principalmente por poco castizos y llenos de locuciones y
frases francesas”.
¿Qué hizo entonces D. Aureliano? Según Valera, escribió una
leyenda en lenguaje antiguo castellano “y habiéndola hecho copiar en papel
antiguo, y de tan perfecta y singular manera, que no parecía sino que estaba
escrita a principios del siglo XVI, o a fines del XV, se la presentó a
Gallardo, como quien enseña una antigualla a un entendido arqueólogo, y
por antigualla la tuvo éste, y nunca Fernández Guerra quiso sacarle del
error en que estaba, ni descubrir a nadie su inocente fingimiento”.
La anécdota no resiste la más leve crítica. Pensar que Gallardo,
habilísimo paleógrafo encanecido entre papel viejo, pudiese tomar como
letra y materia del siglo XV una falsificación hacha en el XIX, es el delirio.
Esto sin contar con que su preciso conocimiento de los entresijos del
lenguaje le hubiera llevado en pocos minutos a descubrir la supuesta
broma.
No hubo nunca resquemor ni ofensa entre Gallardo y D. Aureliano:
el fallo arbitral, que hubiera podido considerar D. Bartolomé como injusto,
fué de la segunda mitad de 1845 y en 1847 Fernández Guerra escribía la
muy cariñosa carta que comienza Mi venerable amigo y figura entre las que
publicamos, respuesta a otra cordialísima del erudito extremeño. ¡Ya tuvo
en vida bastantes enemistades por su carácter entero e inflexible, para que
los modernos comentaristas vayan aumentando el catálogo!
Precisamente en la carta que sigue, dirigida al poeta granadino don
Miguel González Aurioles, hay un par de líneas que denotan el espíritu de
Gallardo con respecto a los Fernández Guerra: “vuelvo a mis Guerras,
Pepe, Luis, Aureliano, de tódos desëo saber: asì me lo pide el alma.”
Carta cuyo destinatario no identificamos es la dirigida a don F.
Otero, que por las señas debía de ser farmacéutico o químico, pues para una
cuestión de este tipo le presenta al extremeño don Juan Luis de Chaves,
____________
(42) Rodríguez-Moñino: La de San Antonio de 1823…, págs. 68-73.
(43) Revista Peninsular. Lisboa, I, mayo de 1856, págs. 395-399. Recoge leyenda y anécdota nuestro
recordado amigo Agustín González de Amezúa en La batalla de Lucena y el verdadero retrato de
Boabdil. Madrid, 1915, págs. 191-203.
18
amigo de Gallardo, cuya correspondencia hemos publicado en otra ocasión.
La siguiente es una muestra de las relaciones del bibliófilo con sus
buenos amigos los libreros (44): con el general San Miguel envía a Manuel
Pereda un tomo de la Historia crítica de Masdeu para entregarlo a D. Julián
Sáenz y al mismo tiempo le encarga que consiga de otro colega – el Judío
de la Trinidad – un ejemplar de los Comentarios de César, de Goya, “por
los cuales le daba yo ya 70 jentiles reales”.
Cuestiones bien diferentes se tratan en los documentos que van a
continuación, puramente relativos a temas de administración. Desde mayo
de 1846 era D. Bartolomé subdirector de la Cría Caballar en la provincia de
Toledo, cargo puramente honorífico y que se limitaba al cuidado de
algunos caballos padres fijos en su finca La Alberquilla. Semejante cargo le
originó los piques que se reflejan en las tres comunicaciones que
publicamos (45) y que nos muestran una vez más el carácter entero de
Gallardo, incapaz de doblegarse ante desatenciones “a las qe no estoi
acostumbrado, y a qe siento qe la dura edad de más de 70 años qe debo al
Cielo no me ha de dar flecsibilidad bastante para acostumbrarme”.
¡Lástima grande es que la correspondencia cruzada entre el erudito
extremeño y el docto cubano D. Domingo Delmonte sólo conozcamos
(aparte las tres cartas que se publicaron en el Zapatazo a Zapatilla i a su
falso Buscapié un puntillazo) el fragmento que hoy recogemos! Delmonte,
que apenas sobrevivió a su amigo (falleció en 1853), era hombre de tan
buena posición social como inteligencia y cultura; reunió una excelente
biblioteca, que, a su muerte, fué dispersada y uno de los volúmenes
conteniendo el curiosísimo librito de D. Alvaro Agustín de Liaño Kritiscker
Bemerkungen über Kastilische Literatur und Spanische Scriftsteller (46)
fué a parar a la Biblioteca del congreso de Wáshington; Delmonte
transcribió en las guardas el fragmento de una carta de Gallardo relativa a
Liaño con algunos datos biográficos (47).
Interesantísimo personaje fué el D. Alvaro: las brevísimas notas
publicadas en los diccionarios enciclopédicos le dan por muerto hacia
1830, cuando aún le quedaban por lo menos quince años de vida (48); sien-
_____________
(44) Esta carta nos ha sido generosamente cedida por nuestro amigo D. Enrique Montero, de la librería
madrileña El Callejón.
(45) Los documentos que poseemos sobre el bibliófilo en su calidad de Subdirector de Caballos padres de
la provincia de Toledo, fueron obsequio de nuestro amigo el librero D. Manuel Ontañón.
(46) Aachem und Leipzig, Verlag von J. A. Mayer, 1829-30. 2 vols. En Madrid hay un ejemplar en la
biblioteca Nacional: U-8521.
(47) La copia nos ha sido facilitada por nuestro muy querido amigo D. Vicente Lloréns, autor de uno de
los libros más importantes de la historiografía española de nuestra época: Liberales y Románticos. Una
emigración española en Inglaterra (1823-1834). México, 1954.
(48) Cito las más corrientes: Pierre Larousse… Gran Dictionnaire Universel. París, 1873, X, 461, y
Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. Barcelona, 1892, XI, 859. El primero dice: “historien et
critique espagnol, mort vers 1830”; el segundo: “Historiador y crìtico español. M. por los años de 1830”.
19
do un heterodoxo importante, con obras impresas y actividad europea,
escapó a la diligencia de Menéndez y Pelayo cuando historió las
desviaciones españolas del pensamiento religioso; bibliógrafo y crítico, no
se le menciona en los estudios sobre la cultura de su tiempo.
Algún día habrá que ocuparse de este escritor, pero en tanto llega la
ocasión, precisemos que los informes de Gallardo no son exactos y
conviene rectificarlos para que no corran. Hijo de don Ignacio de Liaño,
caballero del hábito de Santiago, ignoramos la fecha y lugar de su
nacimiento, aunque es presumible que tuviera lugar en Barcarrota hacia
1780. Estudió Filosofía en la Universidad de Osuna (49) y muy joven –
contra la voluntad paterna– tomó el hábito de carmelita descalzo (50).
Incapaz de convivencia con los superiores de la Orden, por graves
diferencias originadas, probablemente, por su carácter dado a la fantasía y a
las ideas grandiosas en pro de la Iglesia y el Estado, en 1806 fué a Roma
para que las Supremas autoridades eclesiásticas le oyesen y para
justificarse de las imputaciones hechas por sus adversarios. Quiso allí pasar
a los Agustinos, pero éstos no le admitieron y no le quedó otro recurso que
aceptar el permiso que se le daba para formalizar su solicitud de
secularización; estaba para volver a España cuando se enteró de que le
habían precedido ya varios informes diciendo que era enemigo del Papa.
Intentó entonces irse a América, deteniéndole la imposibilidad de sufragar
los gastos del viaje y, finalmente, determinó pasar a la Iglesia Galicana.
A principio de octubre estaba en Florencia, en donde se entrevistó
con D. Gonzalo O´Farril, grande amigo de su padre, a quien instruyó
largamente de sus dificultades y propósitos, sin que éste pudiera hacer otra
cosa que aconsejarle la sumisión y la obediencia a sus superiores (51). Pero
la resolución estaba tomada y ayudado económicamente por el Príncipe de
Anglona (52) emprendió su viaje. En 1808 se hallaba en Viena (53) y a
fines de 1809 le encontramos en Berlín (54).
_____________
(49) “Yo estudié Filosofìa en la escuela de un doctísimo médico, D. Antonio García, en la Universidad
de Osuna, fundada por la casa de Osuna”. Kritische Bemerkungen…, I, pág. 76, nota.
(50) “La librerìa está aquì y no puede ni debe andar ambulante porque no ay quien pueda pagar tan
enormes gastos. Yo creo que toda ella es mía porque toda la he pagado yo y no es justo que los frailes la
posean por tu muerte. Hartos pesares me han causado desde que te ganaron a ti y no te han sabido
conserbar ni tratar; bueno el todo de estos cuerpos, pero en su porte particular me incomodan, para castigo
mìo y por tu causa ha dispuesto la suerte que tú me ligues con ellos en cierto modo.” Carta, inédita, de D.
Ignacio a su hijo, Vélez 26 de marzo de 1805.
(51) Carta, inédita, de D. Gonzalo O´Farril a D. Ignacio de Liaño y Córdoba, escrita desde Florencia a 30
de diciembre de 1806.
(52) “Un hijo del Sr. Duque de Osuna… me socorrió en Italia sin conocerme en un momento en que,
lejos de mi familia, me hallé en el estado de embarazo y de aflicción en que quería ponerme el Poder de
sacerdotes grandes del Mundo. No olvidaré nunca la noble alma que hallé en este alto caballero”.
Kritische Bemerkungen, I, 76.
(53) “En una protestación publicada por Pìo V en 1808 y admirada en Viena en donde observaba yo
entonces y preveìa ya la reacción…” Quinto cuaderno de Postdam, Mn. Inédito.
(54) Nota de D. Rafael de Urquijo de 9 de marzo de 1811. Archivo Histórico Nacional.
20
Erró, pues, Gallardo, al creer que se había expatriado durante la
Revolución Francesa. El 10 de enero de 1810, en Berlín, según nota de
nuestro representante allì D. Rafael de Urquijo, abjuró “la religión católica
para hacerse miembro de la Iglesia Protestante y pronunció un discurso en
presencia del consistorio o Cabildo”. “Los profesores Ancillon y Ermanir
(sigue diciendo), miembros del Cabildo Protestante, han sido los
principales protectores de Liaño, a cuyos buenos oficios ha debido éste la
particular distinción de habérsele dispensado de los dos años que por
estatuto hubiera debido permanecer en la clase de aspirante, así como
también la gracia de haber sido eximido de varios requisitos y preparativos
necesarios a todos los extrangeros que intentan hacerse protestantes” (55).
Protegido por la Reina y por el Príncipe Enrique, en los comienzos
de 1811 se le nombra Bibliotecario de la Universidad, entablando así
relación con los principales literatos: sabemos que el insigne Jacobo
Grimm en 1812 sometió a Liaño la lima del prefacio que puso a su Silva de
romances viejos (56). Durante la primera emigración liberal (1814-1820)
mantuvo correspondencia con Gallardo sobre temas literarios (57), publicó
su importante Repertoire portatif (1820) (58) y parece que intervino en la
edición berlinesa de La tía fingida (59). Sabemos también de sus relaciones
durante esta época con el yankee Adams (60), con el erudito Schmid (61) y
con Julius (62).
_____________
(55) Los comunicados de Urquijo, en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid.
(56) J.-J. A. Bertrand: Cervantes et le Romantisme allemand. Parìs, 1914, pág. 373; “Un des
bibliothécaires de la bibliothéque royale est un Espagnol, nommé Liaño, qui suit assez attentivement le
mouvement hispanisant. Grimm le consulte à propos de la Silva y Romances viejos [sic]. F. W. V.
Schmidt, qui a recours à lui pour faire venir des livres d’Espagne, l’appelle: “den wunderlichen Liaño”
(2).Tieck lui fait demander de corriger quelques lignes d’espagnol. Ses fonctions le mettaient en rapport
avec nombre d’érudits et lui fournissaient l’occasion de rendre service. Il fut particulièrement lié avec
Brentano et, par lui, côtoya le mouvement romantique (3).”
Y en otro lugar, págs. 423-424, dice así:
“Silva de Romances viejos publicados por Jacobo Grimm [.] Wien [,] 1815. L’ouvrage annoncé
dans le 1.er
fasc. des Heidelberger Jahrbücher (1811) était à l’impression dès le début de 1812. La préface
est datée de Cassel 1812. Cette préface a son historie. Grimm soumet son premier projet au bibliothécaire
Liaño. “Jespere, écrivait-il a Arnim (R. Steig, A-von Arnim an J. und W. Grimm, p. 195 sq. 6 mai 1812)
qu’il aura l’esprit aussi large pour comprendre que quelqu’un qui n’a appris l’espagnol que dans les livres
et point par la pratique vivante ou un enseignement proprement dit ne puisse guère éviter des tournures.”
Grimm demande le secret, non par vanité, mais afin de vendre sou ouvrage a l’etranger. Liaño corrige,
mais envoie lui-même un avant-propos de sa façon. Grimm ne veut das de ce “spanisches Brei” et ajoute:
“Quelques unes des tournures critiquées, je peux les de’fendre précisément d’après des ouvrages
espagnols, et même d’après Cervantes.” Voir encoré sur cette publication E. Tonnelat, Les frères Grimm,
etcétera, p. 186. La Silva ètait dédiée à Jocobo Goerres.”
(57) “Con [Liaño…] yo desde Londres hube de tener correspondencia literaria, residiendo él en Berlìn.”
El Criticón, n.º 1, pág. 13.
(58) Repertoire portatif de l’Histoire et de la Litterature des nations espagnole et portugaise. Berlín,
¿1820?
__________________
(2) Holtei, II, 367 (17 nov. 1818)
(3) A publié: le Répertoire de l’histoire et de la litteráture espagnole et portugaise. Berlíin, S. A. 8.º
21
Por julio de 1822 decae su estrella en la corte y se retira a Postdam,
en donde, muy enfermo, escribe cinco cuadernos íntimos que reflejan su
pensamiento, sobre todo en cuestiones políticas y religiosas, adverso
siempre a la autoridad del Papado.
Con una pensión oficial del rey de Prusia se retira definitivamente de
la Corte y se establece en Suiza, publicando en Lausanne un rarísimo
opúsculo titulado Projet d’une association religieuse contre le deisme et le
papisme du XIX siècle (63), en Leipzig el tomo I de sus Kritiches
Bemerkungen… y en Lieja otro folleto, asimismo de gran rareza: De M. le
Vicomte de Châteubriand (64). Ya había hecho nuevo cambio de religión, a
tono con la geografía, pasándose al calvinismo más intransigente. En 1830
sale el volumen II de su obra y dos años después volvió al seno de la
Iglesia Católica, acogido por el obispo de Tréveris D. José de Avmmer.
Muchas notas curiosas constan en una larga carta que escribió desde
Neu Wied el 24 de marzo de 1844 a su sobrino el Duque de la Roca, de la
cual poseemos fiel copia, entre ellas la de la existencia de un hijo suyo.
“Este hijo, dice, lo es de mi apostasía que lloro, pero el Señor, que
misericordiosamente ha querido enmendar bien mi yerro, ha dado a este
joven con grandes talentos y con mucha ciencia, un profundo temor suyo y
la convicción profunda que lo hace un esacto católico muy firme y celoso.
Es además buen teólogo y save para ello las lenguas hebrea y griega.”
Añade que querría que viera España. Este hijo se llamaba Enrique de San
Agustín Liaño y fué escritor en lengua alemana, viviendo todavía hacia
1890.
Nada hemos podido averiguar de Fr. Alvaro posterior a 1844: por
cartas de Gallardo a D. Juan Luis Chaves de 1849 y 1850, parece que aún
vivía en aquellas fechas (65). Poco debió de tardar en fallecer este espíritu
_____________
(59) Gallardo: El Criticón…, I, 12-13: “D. Luis de Landáburu, Agregado de Embajada que fué en la corte
de Prusia… me insinuó tenìa especie de que habìa intervenido en su publicación el Caballero Lïaño,
Bibliotecario de S. M. Prusiana, Español de estraordinarios conocimientos…”
(60) Creemos que alude a él en las págs. 60-61 del folleto sobre Chauteabriand, citado en la nota 64.
(61) Bertrand, op. cit., pág. 373.
(62) C. Pitollet: La Querelle caldéronienne de Joan Nikolas Böhl van Faber et José Joaquín de Mora.
París, 1909, pág. 37.
(63) Alvar-Agustin de Liágno: Projet d’une Association religieuse contre le Dèïsme et le Papisme du
XIX Siecle présenté à M. M. les Pasteurs et les Savants des Églises chrétiennes séparées de Rome et dont
la langue ecclésiastique est encore la langue francaise. Laussanne en Suisse, 1825. 8.º [4]-51-[1] págs.
Rarísimo folleto del cual poseemos íntegra fotografía, gracias al R. P. Ottgier Sttegginck, de la Orden del
Carmen Calzado.
(64) A. A. de Liagno: De M. le vicomte de Chateaubriand, Pair de France, libéral et ami des grecs et
des jansénistes: essai de morale et de logique. Bruxelles [Liege]. J. de Sartorius-Delaveux, 1829. 8.º IX-
[1]-79-[1] págs. El texto va fechado: Morges en Suisse, octobre 1825. Opúsculo tan raro como el anterior.
Poseemos fotografía íntegra del ejemplar existente en Ginebra, gracias a la solicitud de nuestro muy
querido amigo el ilustre bibliófilo, recientemente fallecido D. Luis Araquistain.
(65) Rodríguez-Moñino: Don Bartolomé José Gallardo, estudio biográfico… páginas 342, 343, 345.
22
inquieto y torturado, buena muestra de los conflictos espirituales que
atormentaron el alma de bastantes hombres de la mitad del siglo XIX.
Aunque hemos procurado resumir, la nota que le consagramos tal vez
resulte algo larga como ilustración a un fragmento epistolar de Gallardo,
pero tal vez también tenga la fortuna de provocar algún estudio más
detenido sobre su figura.
Concluye nuestra aportación de hoy con una esquela a don
Bartolomé escrita por D. José María de Orense, marqués de Albaida y Jefe
del Partido Republicano español durante mucho tiempo: apenas tienen más
interés que el de establecer la relación de amistad que les unió.
A. RODRÍGUEZ-MOÑINO
Madrid, 17-20 febrero 1960.
23
E P I S T O L A R I O I N É D I T O
V A R I O S D E C A M P A N A R I O
I
Campanario 6 de Febrero. 1824
Mi apreciable Dn. Jose, no puedo significarle el gozo que tube el 2
del presente con su carta fecha el 29 del pasado, tan reciente que me
desvaneció unas ideas tan tristes… pero quien había de pensar que V.
esistía al cabo de tanto tiempo o que permanecía en la Península? Yo
puedo asegurarle que he desviejado, efecto de tanto gusto. El P. Faustino de
Arevalo no ha dejado aquí ninguna obra; pero su Sobrina, a quien me ha
sido preciso remitirme, despues de tantas preguntas de que me he
cantelado, me dice que no halla otro recurso, que acudir al P. Pedro
Cordon, Provincial de la Compañía, donde esisten todas sus obras; y tal vez
podran encontrarse todas, o algunas aun, en la Libreria de Frances, en
Madrid, que si estubieran en su poder, como V. ha pensado, le daría las que
eligiese, sin más interés que el ser afecto a las obras de su Tio. Es lo que
puedo decir en el particular. Todas las patronas de arriba y de abajo han
tenido un singular gusto, y se le ofrecen con un corazon verdaderamente
afectuoso. De mi parte no se que decirle, sino que le quiero y le amo, y por
lo mismo puede V. contarme entre sus mas Amigos.
M. M. de O.
El tarrito de miel que estaba para V. al cabo de tanto tiempo está
petrificado y como un azucar.
[De otra letra:] Sigo bueno aunque sin oficio –Pues el que tenía, y
ejercía por las mañanas, paró, porque asi me lo mandaron, por cuya causa
no puede mementearte tu
Raudona.
¿Como pudieran venir buenos y ricos zigarros? Tu lo sabrás.
[Otra letra:] Pepe bueno, bueno, M. desea sigas bien i lo mismo mi
amiguita; (si es qe esta en esa) dela V. mis afectos reserbandose V. para si
24
un abrazo estrechísimo de su Ana. [De otra letra:] Celebro siga V. tan
bueno y sano como desea su J. Ant.º
DON AGUSTIN GATO DURAN
II
Octubre 16. [1828]
Mi estimado Amigo: Jentil resuello dirá V. qe tengo para buzo, al ver
qe he estado tanto tiempo hundido sin chistar ni mistar. Mas ha de saber V.
qe cuando en Sevilla rezibí su favorezida por el amigo Caro, me hallaba
con el pie en el estribo para aqel mi decantado vïaje literario, de qe me
prometia oros j moros. Pero se volvieron tesoro de duendes. Toda mi
peregrinazion se estendió hasta las faldas de Zerdeña la Baja.
“Patria donde yo nazì.”
De allí no me dejó pasar la mala trampa. Tuve pues a buen portante
qe volver grupa para Sevilla, i de allí dar conmigo en Chiclana, donde me
han tenido un año desterrado.
Nunca peor.- Pero la segunda parte es la mas lastimosa. De Chiclana
fuí redesterrado a Córdoba. Considere V. Amigo mio, a dônde i qiên, amén
de las jenerales consideraziones del como y el cuando: y a todo esto
agregue V. otro íten-mas: qe llevaba una sombra a mis costillas con sus
correspondientes dietas en vïaje redondo.
“Tú qe no puedes,
Lleva-me a cuestas!”
Pues no pâra aqí mi historia: ni allí me dejaron mis favorezedores
parar arriba de unas 30 y tantas horas, al cabo de las cuales fuí tatara-
desterrado ut-supra a esta insigne Villa del Castro-del-Rio, donde ha mas
de un año qe me tienen vejetando como un hongo. Qe es cuanto a V. puedo
contar de mi vida, habiendo estado aqí un tris de qe otros cuenten mi
muerte.
En todo este tiempo, como mis correspondenzias han andado a la
diabla, i yo no he tenido cosa qe contar sea, si no desdichas, qe no son plato
el mas regalado de partizipantes; no he qerido cansar a mis amigos con
cartas de jemidias i lloramicos.
En estos años, Amigo, ¡qé cosechas tan locas ha dado la Pepinière!
Ya se ve: el campo es de ellos. Hermosilla ha dado a luz su Arte de escribir
25
en prosa i verso (-parturient montes!): el Abate Miñano el gran Diczionario
Jeográfico de España… ( -oros son triunfos!)
Por otra parte, no sé qienes (pero ahí está V. qe me lo dirá) publican
una zierta Coleczion de Comedias antiguas Españolas: (-êste ya es otro
cantar): i sí sé qienes (un D. Nicolas Hugalde i D. José Gomez de la
Cortina, aunqe no los conozco sino para servir-los) están para publicar
traduzida, correjida y aumentada la Historia de la Literatura Española del
aleman Butergüerc, de qe tengo a la vista un par de pliegos de capilla.
Y emfín, para zerrar la plana con llave de oro, un D. A. D. qe apunto
i gano a qe es un amigo nuestro, cuya vida guarde Dios muchos años, ha
dado novísimamente a la estampa un Discurso en defensa de nuestro
antiguo Teätro, cuya sola idëa honra a cualqiera, y al qe yo discurro Autor
espero le honre no ménos el buen desempeño. V. ahí qe sabrá de mejor
tinta qien es, podrá dezir-me si azierto u yerro en colgar este milagro a qien
V. sabe, i yo me callo.
Al mismo mismîsimo hube de colgar tambien una zierta Carta qe
salió en tiempos desagraviando a nuestro gran Lope de las chafarrinadas de
Hermosilla: el insigne Hermosilla, qe con todo su griego me atrevo a jurar
qe ni entiende siqiera a Lope. Razon sufiziente: porqe está en castellano y
habla el corazón. (Hermosilla creo qe le tiene de palo bobo).
De vuelta de mi madre-tierra, en 4 cajones de libros qe allí se me
habian quedado trasconejados, he encontrado algunos qe creia perdidos en
la lamentable de Trïana: entre ellos varias piezas dramáticas antiguas,
impresas i MS., tal cuál orijinal, la edizion prínzipe del Amfitrion y el
Agamenon del Dr. Villalobos y el Maestro Perez de Oliva: i sobre todo 2
tomos inéditos de Autos de Calderon qe a prinzipios del siglo pasado
recojió e ilustró con algunas memorias eruditas el famoso dn. J. I. Fajardo.
Todo ello sabe V., qerido Amigo, qe está a la disposizion de V.,
como qeda su afmo. imvariable
B. José.
P. D.
Supongo entregaria V. al Amigo D. J. Gomez la Floresta de Divina
Poesïa qe al efecto hize entregar en Sevilla a nuestro D. Ramon Cabrera.
La direczion de las cartas “Al Sr. Pedro Ruiz. Plaza Real n.º 2.-
Castro del Rio.”
I las muy abultadas: “Correos.- A D. José García, Administrador de
Andújar,
Castro del Rio.”
i dentro en fajas “Plaza Real n.º 2.”
26
NB. Ahora no vaya V. a tardar en contestar tanto como yo; qe no hai
vida para tanto.- Adios. Larga vida.
III
Marzo 17. [1831]
Microcópico [sic] Sor. i mui Dueño mio:
Su mensajera del Jesus colorado llegó felizmente. ¡Lo qe es el
prinzipiar con buen nombre! (A Jove principium Musae, qe dijo el
Profano). Así llegue el cajon de las chucherïas! Pero me ocurre ahora qe se
nos ha olvidado una cosa: la Vida de Zervántes por Navarrete: mas esto no
urje: lo qe a mí mas me pica la curiosidad son las cosicosas de nuestro
Tinico i las de Amírola.
Pregunta-me V. qé es lo que hago: -pregunte-me V. mas bien qé es lo
qe padezco. En el eslabonado de desdichas qe arrastro tantos años ha, a una
se sigue otra, como cuenta tras cuenta en camándula de pindonga. Pero al
fin se vive.
Otro-sí: pregunta V. qé es de mis libros, i qé de mis mamotretos.- Yo
estoy aqí (por via de ínterin) mis libros repartidos como los hombres de
bien por el mundo; i mis papeles están en Jauja.
De emvidiar es la vida qe V. me dize que haze, leyendo, escribiendo,
encuadernando. ¡Que hermosa encuadernación la del Moratin! No he visto
ninguna de mas gusto ni primor, hecha de mano española.- Del libro (qe
acabo de devolver) i demas puntos atrasados otro dia. Entre tanto mucha
salud:
Dr. Bartolo.
P. D.
Sirva-se V. dar curso a la adjunta para el amigo Fuente.
A Dn. Agustin Duran
C.e Capellanes, casa nueva n.º 1.º
Madrid.
IV
Amigo y Sr. la vuestra recibí por medio de la Marquesa, pero no la
de 4 de Marzo que me anuncia. Inmediatamente remiti todos sus libros para
27
empaquetarlos y cuando estén serán puestos en manos de Huelves [¿] para
que los remita.
Va entre ellos la Parte I.ª de R. Caballerescos y a su frente un
discursito mio que en mejor epoca hubiera consultado con V. Allí hay
alguna novedad de ideas en punto a Libros caballerescos, y se presenta la
cuestion de un modo poco acostumbrado entre nosotros.
Tambien vera V. un varapalo dulcemente dado a nuestros buenos
amigos y doctores ex catedra: ciertamente hubiera sido extraño que la
ferida no sangrare cuando se trataba de una cosa eminentemente y
ranciamente Española.
Cuando esté el Diccionario lo pondré en manos del mismo sugeto.
Durancito.
3 ab. 1832.
A D. Bartolomé José Gallardo. Ocaña.
V
Febrero 27
Mi estimado Amigo: Por si no hubiese V. a esta fecha emviado ya a
la posada de Medina y entregado a Francisco Pacheco el cajon de los
libros, i perzibir de él su importe; dirijo a V. la adjunta (Dios mediante) con
José Merino para el mismo efecto.
Entre tanto salud.
B. José
A D. Agustin Duran
Calle de Capellanes n. 1.º
qto. 2.º casa nueva a la derecha.
Madrid.
CARLOS LATORRE
VI
Nota.
Abiendo un clérigo de Sevilla trapicheante en libros viejos insinuado
a un grande afizionado a libros antiguos castellanos qe dias pasados habia
28
despachado para Granada una Comedia antigua de la Serafina para un
curioso de aqella ziudad, colector de este jénero de piezas: como un sujeto
de estas zircunstancias no puede ménos de ser allí mui conozido, y es mas
qe factible qe no sea êsa la única antigualla de esa espezie qe posea
Se desea, 1.º conozer al sujeto: i 2.º saber qé otras piezas antiguas en
letra gótica posee, con ecspresion del lugar año &de su impresion.
B. José.
Sôbre.
A d. Rafäel Aragon
del Comercio
Calle de la Laguna
Sevilla.
NB. En el sôbre de la cubierta interior
Para B. J. G.
VII
Septiembre 20. [1830]
Estimado Amigo:
La fecha de esta carta dirá a V. harto cuál es mi negra ventura. Pëor
fuera, si no lo pudiera contar. Es menester dar al diablo grazias por el mal
que no haze.
Aqí, alménos, si no tan bien como en Sevilla (y en la posada de la
Reina), estoi mas zerca de Granada, i mas a tiro de consiguiente de apurar
aqellas notizias dramáticas qe encomendé a la amistad y eficazia de V.
Es mui factible qe permanezca aqí mas tienpo del qe qisiera; pero
como es probable qe no me vaya mui bien, no espero qe se den mucha prisa
a sacar-me de este destierro. A mí no me sacan sino de donde estoi bien.
Aqí pues espero el favor de V.- Entre tanto, con ecspresiones al
amigo Máiqez, salud y afecto.
B. José
A d. Cárlos La-torre
P. D. El sôbre como va aqí figurado.
[En un recuadro, a lápiz y de mano:]
A Dn. Bartolomé José
Plaza Real, n.º 2.
Castro el Rio.
29
AGUSTIN LOPEZ CORONA
VIII
Castro del Rio 30 Septiembre 1830
Sor. d. Agustín Lopez Corona:
Mui Sr. mio i de mi espezial atenzion: Con la comfianza qe me da la
amistad de nuestro comun amigo D. José Fernández Guerra, i los
antezedentes de qe está V. instruido, me entro sin mas prefazio en
correspondencia con V. para ganar tienpo. La dificultad aprieta.
Mañana, segun aviso del Lizenciado Fuente-H.º, debe llegar aqí la
órden para qe se me dé pasaporte para Talavera. Mi buen amigo qe atiende
solo a las ventajas de esa localidad, i preszinde de otras zircunstancias cree
qe este es caso de enhorabuena: pero yo, qe estoi mas obligado qe nadie, a
saber lo qe a mí me tiene cuenta, no le creo sino de muy en hora mala,
segun qe son muchos y graves los duelos i quebrantos qe ofreze mi
traslazion a tal punto. En primer lugar tengo qe emprender un viaje de
sobre 50 leguas por caminos agrios i pueblos bravos, con suma ecsposizion
de mi persona en zircunstancias tan agravantes como las de dia: i tôdo para
llegar a un pueblo, donde no conozco a alma viva, ni tengo en qé aburrir mi
tiempo cosa qe pueda ser-me de honra ni provecho. Dejo aparte los gastos
de tal caminata, (si es qe tal artículo es para omitido en tiempos tan
estrechos como los qe corren).
El chasco, Sr. mio, ha sido solemne. Mi amigo D. José Fernández a
qien le sobra honradez i buena fé para hazer una buena media dozena de
hombres de bien, aprovechando la chiripa de conozer al Sr.
Superintendente, en su vista i consecuencia me escribió qe le dirijiese una
ecsposizion pidiendo se me ecspidiese pasaporte para otro cualquier
pueblo, sin ecscluir esa coronada villa. (Entre paréntesis entónzes me
insinuó él con elojio a Talavera). Yo pedí restituir-me a mis hogares: soi
vezino de Cádiz.
Contestazion del Sr. Súper: qe a Cádiz no puede ser: qe designe
algunos pueblos de las zercanïas y entre ellas Sevilla; i para Sevilla se me
dará pasaporte.
Hago-lo así; i para servir a V. en lugar de Sevilla me encuentro ahora
con qe no se da el pasaporte sino para Talavera. Es dezir, qe en lugar de
alzar-se-me, como era justo, el destierro qe aqí padezco de 40 leguas de mis
hogares; se me agrava la pena haziendo-me retir 50 leguas mas. Esto es
cosa para impazientar al mismo Job.
Vamos pues el caso.- V. en 20 de agosto pp.º escribia a mi Señora la
Condesa de Luque qe esperaba a ver qe adelantaba mi amigo F. H. en sus
30
jestiones, para si resultado [sic.] no era satisfactorio entrar de refresco. Esta
es la ocasion.
Yo insisto siempre en qe se me deje volver libre i tranqilamente a
mis hogares a proseguir mis tareas literarias.- Yo no renunzio nunca mi
honor ni mi derecho.- Pero si por las zircunstancias del tiempo i lugar, no
se me permite restituir-me a Cádiz; deje-se-me luego pasar i morar libre i
tranqilamente en Sevilla:- luego-luego, porqe mi posizion en este pueblo es
mui desventajosa.
Esta es mi pretension, qe juro a V. por mi honor i mi conzienzia qe
hazen mui justificada mi arreglada comportazion en todas lineas i los
documentos qe puedo presentar i tengo presentados en su abono. Ya V.
sabe lo qe pretendo; para su consecución espero cuanto es de esperar de su
buena correspondencia con nuestro comun amigo Guerra, i de la
recomendación de mi Señora la Condesa.
Espero qe V. se servirá acusarle a vuelta de correo el rezibo de esta i
dispense esta molestia a su mas atento S. S. Q. S. M. B.
Bartolomé José Gallardo.
TOMAS GARCÍA DE LUNA
IX
Querido Amigo: Su carta de este corrëo me haze suspirar mas i más
por nuestra reunion. Entre-tanto es preziso buscar en los plazeres del alma
alivio a nuestros males; ya qe no nos qeda este recurso, qe no es peqeño, ni
menos afectivo qe las penas i dolores.- Voi pues a contestar a la Cuestion
Académica pendiente, nó con objeto de combatir ni apoyar apinion ninguna
de Condes ni Academicistas (*), sino con la mira solo de manifestar a V.
llanamente la mia. En su vista V. luego puede entrar en parangones, i
desasido de toda azepzion de personas, elejir la teorïa qe le parezca mas
conforme a razon. Sea êsta la divisa se V., como es la mia: Rationes
momenta quarenda sunt.
Imventadas vozes para la ecspresion de nuestros afectos e ideäs,
resultaba todavïa la locuzion diminuta i floja. Era nezesario pues animar la
eszena haziendo la lengua mas comversable i dramática. A este efecto se
inventaron palabras qe significasen el ofizio propio de los sujetos qe entran
en juego, segun el papel qe a cada cuál cabe en la representazion figurada
del pensamiento. El hombre siente, el hombre habla; pero si siente en sí,
_____________
(*) Trasí, i Cabrera.
31
ni siente nï habla para si solo, sino para los demas hombres. El hombre
nezesita del hombre: (i cuando digo qe nezesita del hombre, callo por
demasiado sabido qe nezesita todavïa mas de la mujer). Ya tenemos aqí en
actitud dos personajes, ûno qe habla, i ôtro a qien se häbla: êstos en esenzia
i presenzia. Ausente o presente puede estar un terzer sujeto u objeto, de
qien o de qe de häbla. I he aqí repartidos los tres papeles de toda la farsa o
coloqio qe va a servir de espectáculo a nuestra atenzion.
Para cada uno de estos papeles se ha hecho máscara propia: qiero
dezir, qe para significar al sujeto qe häbla, hemos adoptado, los Españoles
v. gr., la palabra Yo: para el sujeto a qien se habla, tu.
No pasemos adelante sin ecsaminar el ofizio propio de estas
palabras, en el cuâl está zifrada su naturaleza. Ahora bien ¿Yo significa mas
sino la persona qe habla? ¿Tú significa sino la persona a qien se habla? –
Zierto que no.- Luego Yo i Tú son palabras qe significan objetos reales:
luêgo son nombres: luêgo son sustantivos.
Esta es mi opinion: qe Yo i Tú son nombres comunes, qe tôdos y
cadä uno de los individuos de la espezie humana se apropian en cuanto qe
hablan o son hablados: de suerte qe Gallardo en cuanto actual i
apersonadamente lleva la palabra, calla su nombre propio, para no llamar-
se sino Yo: i respective Garzïa, en cuanto oyente, toma el nombre de Tú: ni
mas ni menos qé en una representazion los Comediantes Máiqez i Qerol no
se llaman Tál i Tál, sino êste (en La Estrella de Sevilla) Clarindo, i aqel
Sancho Ortiz de las Roelas.
Este ofizio esqisito qe hazen estas dos palabras, no hay en la orazion
ôtra ninguna qe le pueda hazer; i esta prezisa zircunstanzia es la qe las
caracteriza de partes de la orazion, i como tâles han rezibido su nombre
particular: llaman-se jeneral-mente Pronombres, i por la representazion qe
ejerzen, Personales.
Yo supongo qe tiene V. presente lo qe tratando de este punto insinué
a V. azerca de la palabra persona : pero nunca estará demás el repetir-lo,
porqe siempre será menor incomveniente qe V. oiga dos vezes una cosa, qe
nó qe la olvide una.- En los teätros de Roma no representaban los Farsantes
a cara rasa, sino cubiertos de una carátula qe hacïa resonar mucho la voz:
de aqí persona, personaje, personando, con el per ponderativo, de qe hablé
a V. dias pasados a proposito de las formas superlativas qe tenemos en
Castellano, ya por oposizion, ya por teminazion o desinenzia.- Volvamos a
nuestros Personales.
He dicho a V. qe êstos son sustantivos por naturaleza i ofizio; i sonlo
tanto, qe así como la mascara haze otra cara distinta encubriendo la natural,
el Pronombre oculta entera-mente el nombre propio. Esto prueba la poca
ecstitud de los Prezeptistas qe sientan qe el Pronombre se denomina así por
estar haziendo veces de nombre. Ya hemos visto arriba qe el ofizio
respectivo del Yo i del Tú no admiten substitucion: solo ellos pueden
32
significar la personalidad qe corresponde al acto de la palabra: este primor
ningun nombre le puede ecspresar.
Vemos pues, conforme a esta doctrina, qe así como para conozer a
un enmascarado, es preziso qe se qite la careta, i entónzes se descubrirá qe
el qe hazïa de Moro u Paladin, es F. u Z.: así, cuando qeremos conozer al
sujeto qe, o a qien se häbla, tenemos qe despojarle del Yo i del Tú, i
hazemos el nombre prôpio atributivo del Pronombre, o sea-se, su persona
gramatical: “Yo soi Gallardo: Tú eres Garzïa.” Asì lo oirá V. constante-
mente en todos los casos, donde concurran juntos el Pronombre i el
Nombre, ya con verbo ya sin él. Vg.
“YO Juan Martínez, ofizial de Olmedo,
Por la grazia de Dios Poëta sastre, NATURAL DE LA SAGRA DE TOLEDO… &r.ª (SAT. Ms.)
“YO soi Merlin aqel qe las Historias
Dizen qe tuvo por su padre al Diablo.-
(ZERVÁNTES.)
Los gramáticos qe han caracterizado al Pronombre de mero
substituto del Nombre, al estampar esta doctrina deben de haber tenido
presente solo el Pronombre de la 3.ª persona El, en el cual, a diferenzia de
Yo i Tû, se verifica en efecto qe el Pronombre se pone en lugar del nombre
sin otra ventaja apénas qe ahorrar su repetizion. Pero advierta V. qe aun en
este caso siempre conserva el Pronombre, su naturaleza y ofizio peculiar de
sustantivo, i de consiguiente cada cual, Pronombre y Nombre, ocupa su
asiento, llevando el 1.º el Pronombre, i haziendo de adjunto suyo el
nombre, en la forma qe dejamos arriba establezido respecto a Yo i Tú.
Ejemplo: Él o aquêl es D. Ramon Cabrera.”
De propósito he puesto aqí la palabra aqêl al lado de êl, por tomar
pie de ella para ecsplicar a V. su naturaleza y ofizio primitivo i secundario.
Este es punto en qe hallo poco advertidos a los Ideólogos qe le han tocado,
sin ecscepctuar ni aun a los qe pasan plaza de mas ecsactos.- Atenzion!
Al repetir los papeles de las personas de la orazion se marca tazita-
mente la localidad de êstas respecto a la qe lleva la palabra: es dezir al Yo
(en Gramatica, como en Moral e Ideologïa el Yo es siempre el punto
zéntrico a qe se refiere todo). Tû pues significa el qe está junto al qe häbla:
Él o êlla el o la qe está despues.
Este modo implízito de significar los objetos con nombres qe los
ecspresan ecsplízita-mente bajo el respecto solo de su localidad ha dado
márjen a qe los adjetivos demostrativos pasen a hazer vezes de Pronombres
de terzera persona. Ejemplo: “Zizeron i Virjilio fueron insignes, aqêl en la
Oratoria, êste en la Poesïa.”- S. Puy [¿].
33
Para mi no tiene duda qe aqí tánto Éste como Aqêl están haziendo de
verdaderos Pronombres : pero no por esto se crea qe êse es su propio i
primitivo ofizio: ellos son de su naturaleza adjetivos, i ahí substantivando-
se se pronombran o hazen ofizio de Pronombres. Este ofizio, qe tienen
como de prestado, le han creido algunos Gramáticos tan propio y esenzial
de ellos; qe en la conjugazion de los verbos, al repartir los papeles a las
personas, le roban el 3.º ä Él para dar-se-le a Aqel. En este error clásico ha
incurrido la Real Academia en su Gramática, sin atender al mecanismo
primoroso de la declinazion por casos del lejítimo Pronombre Él, análoga a
la de los otros dos Pronombres, de la cuâl careze, como igual-mente de
otros reqisitos gramaticales, el intruso Aqel.
Pero si el adjetivo demostrativo Aqêl se convierte así en substantivo
personal: Él al contrario, de substantivo personal (como era en latin su
padre ILLE), menguada su declinazion, pasa en romanze a adjetivo
demostrativo, cual es el qe insignificante-mente llamamos Articulo.
Mas hoi dejemos esto aqí. Otro dia hablaré a V. de otros Pronombres
no menos curiosos qe los Personales, los Relativos. Pero esto no será hasta
qe V. me haya manifestado su opinion azerca de la presente teorïa, qe es la
qe basa de lo qe pienso zanjar respecto a los demas Pronombres.
Entretanto i siempre de V. Afmo.
B. José.
SERAFÍN ESTÉBANEZ CALDERON
X
Madrid 23
[¿1823?]
Amigo mio: He recivido su última y con ella las malas nuevas qe. me
da en cuanto al revolvimto. de caldos que trata de poner en trasiego ese
non-santo Señor. Las circunstancias son tales y la tal persona tan uraña y
selvatica que se le puede considerar como castillo roquero sin rendajo ni
poterna accesible: Todo encarecimto. es poco y si alguien puede tener hoy
en aquel pueblo algun biombo qe. sirva de reparo saludable es nuestro
amigo el abogado egabrense por la cualidad de ad-latere que tiene con
cierto medio personaje de la corte que ahora se encuentra en Granada p.ª
asuntos de maridar en que Peña ha sido el casamentero. Doyle a V. estas
puntadas p.ª qe. sepa los flancos de la armadura y pueda entenderse con
Peña frente a frente si las incomodidades prosiguen.
34
A Cortina no le he visto ps. sigue en la Granja pero sin verle le puedo
decir a Vd. que la venida aqui es ahora mas difícil que nunca pr. las razones
obias qe. conocera V. mismo. Yo no encuentro otro camino pa. este buen
logro qe. yo tanto deseo sino qe. me parece mas escabroso pr. lo poco
pedigüeño qe. es la condicion de V. que pr. las asperezas reales de la
consecucion. El punto se reduciría [a] dirijir una dedicatoria al mismo Rey,
o a Grijalva de una cosa asi como la Hist.ª Literaria &.ª pa. lo cual es
indispensable la cercanía de Bibliotecas como la Rl. Escurialense, archivo
de Simancas &.ª= Cortina creo que podría hacer en esto un juego de
jaquemate qe. no lo podria hacer de bobilis-bobilis. Esto es un pensamto.
qe. se lo diré al mismo Cortina a nuestra vista y yo volveré a escribir a V. a
la primera oportunidad. Entretanto piense V. pues cuando llegue el caso le
deberá V. escribir a nuestro amigo el dicho Cortina.
La causa de Cervantes es otra que la de Ezpeleta estractada por
Pellicer y Navarrete. Esta qe. yo menciono es una fulminada en los años
verdes de aquel festivo Rey del pensamto. por haber muerto a un hombre
(se dice) qe. alevosamte. por lo cual huyó fuera de España habiendo sido
sentenciado el proceso en reveldía con la cualidad de la mano cortada. Es
raro que este incidente no se le hubiesen hechado en cara, sus émulos
cuando aun vivía este hombre eminente. Esto prueba al menos qe. la
cualidad de alevosía fue un parche postizado por los curiales qe. en rebeldia
aprietan siempre mucho las clavijas. Yo soy indulgente con un hombre de
alma tan bien templada como el famoso manco y el qe. pensaba tan
altamente no podia ejecutar accion alguna infame y fea.
Ahy va la lista de Cuesta donde hay algunas cosas curiosas pero me
pienso que todo lo tendrá muy hollado y manoseado. Duran ha hecho la
adquisicion de la comedia del Zeloso qe. creo es muy rara, una edicion del
Urrea con la segunda parte del Orlando y varios libros de Caball.ª como
Dn. Galaor, Platir, &c. pero con la desgracia de ser en lengua Toscana.
Tambien ha completado las obras del autor de la Carcel de Amor. He leydo
casi todas las comedias imitadas de la Celestina entre ellas muchas
portuguesas y entre todas la Ulisipo es la que me parece mas interesante asi
por la copia de buen ingenio qe. en ella se encuentra como pr. la cualidad
de tener muchos retazos en castellano. Parece imposible qe. dos naciones
que forman un solo pueblo, cuyo idioma (hablo del bueno bueno) es uno
mismo y una misma su legitima indole, de iguales costumbres y no
divididas ni por mares ni por cordilleras inaccesibles sino antes bien
viviendo en el mismo ojo de tierra y bebiendo los mismos ayres, y las
mismas aguas, no solo hayan podido vivir separadas con mucho y
gravísimo perjuicio, sino con las añadiduras del aborrecimiento. mas íntimo
y cordial. Esto prueba cuan fácil es el hacer enemigos unos hombres con
otros. ¡Corvas almas!!!
35
El cuento me ha gustado tanto como a todos a quienes se lo he
mostrado. Aquel “¡Hola! quien tose” es de un efecto altamte. comico y los
primores del habla y el corte adecuado de las estancias y todo todo enfin le
dan un gusto ático de aquel que inmortalizó al gracioso La Fontaine. Si se
puede acordar del supraescrito Cavalcanti dirijalo pronto ps. es sujeto a
quien deseo conocer.
Digame como van las notas al Moratin y donde saldran a plaza. Las
Cartas van a menos y me temo un eclipse total a pesar de que Carnerero
logró pr. Hacienda 4 mil. rs. pa. sostenerlas todos los meses. Pero el lo
quiere todo, y esa es mala cuenta pa. quien no tiene una pluma privilegiada
por Apolo con licencia de Momo y beneplácito de la Sra. Palas. Si yo
tuviese por aqui un buen maestro y amigable compañero como B. cuantas
cosas de gloria y provecho no emprenderíamos!!!
Adios amigo del alma: esta va sobre larga mal hilada y escrita con
fusas y corcheas que no con letras de buen linaje, pero V. sabrá disculpar
los borrones como las sandeces de su afmo.
Serafin.
ANTONIO CALAMA
XI
M.d diz. 1834
S.r
D. Antonio Calama.
Mi venerado Dueño: ¡Dulzes memorias! Muchacho novato yo en esa
Vniv.d
cuando salieron a luz las Poesias de Iglesias, me acuerdo de haber
oído entonzes dezir a mis paisanos i camaradas Solis (D. Sebastian de) i
Manrique (D. J. Ant) qe los qe mas trabajaron en coordinarlas, fueron tres
Colegiales de la Magdalena, V. Qintana i Fonseca; pero qe con motivo de
los disgustos qe Q. tuvo con el Rector (no me acuerdo si Tejerizo) V.
Nuñez i Munárriz corrieron con la edizion.
Estas especies qe yo habia soltado me las han cojido al vuelo; i en el
caso de haber-las de rectificar, o ratificar, he de merezer de V. la fineza (i
perdone la confianza) qe me diga cuanto buenamente retenga en la
memoria sobre este particular.
Qeda de V. devotísimo semi-alumno Q. S. M. B.
B. J. Gallardo.
P. D.
36
Qé año fué la ecsp.n
de Q. del Colejio?
Quando volvió a él; i cuando dejó a Salam.ª?
[A la vuelta del borrador autógrafo de esta carta anotó Gallardo lo
siguiente:]
Qintana.
Espezies qe acabo de oir de labios de su am.º D. Antonio Calama, en
Madrid, en casa del Marqes de Palacios (Ce
de S. Bern.). Enero 25 de
1835.
Qe entró Colejial en Salam.ª el año de 1790 en el Cº de la Magd.
Fué ecspulsado a los 3 a.s
a resultas de sus desaven.ª con el Rector
Tejerizo i el Dean Montero Gorjon, grande am.º de Melendez.
Vuelve al año.
Iglesias murió cura de Carbajosa de la Sagrada en 1791 por Agosto.
Heredó sus papeles Rita su h.ª; esposa de Tojar. (Alegría dará razon de
ellos).
Calama, Nuñez i Munarriz deszifraron los borradores.
Q. a su vuelta a Salamanca escribió los prólogos.
Ded.ª a Antolina, hija de Ignacio el Musico, i novia burlada de
Nuñez, qe la plantó por Cándida, sobrina de D.ª Andrea Coca, mujer de
Melendez.
La Carta prologal, firmada A. (=Anfriso) es de Q.
LUIS MAYANS
XII
Apreciabilísimo amigo mio y Sor. D. Bartolomé.
Puesto que vuestro Excmo. Protector nos priva por ahora de hablar
con V., no quiero yo privarme por mas tiempo del gusto de escribirle pa.
tener el de recibir noticias directas de la salud de V., de si está bien o mal
&. &. y tambien pa. decirle que un Primo mio me escribio hace dias desde
Alicante lo siguiente= “Entre los papeles de Pepe Rojas hay algunos de
Palomares poco interesantes, segun Sarrió: dí lo que quiere tu amigo y se
buscará.” Como despues acá no he visto a V., no he podido contestar, y
siento que perdamos la ocasión de estar ahora mi Primo en Alicante.
Tambien recibí antes de la persecucion de V. la adjunta carta que no se
como se me olvidó el darsela a V., y posteriormente he recibido otra del
mismo amigo en la cual me dice entre otras cosas esto: “Espero el folleto
37
de Gallardo que apreciaré mucho. Otras dos cosas suyas quisiera si le fuera
posible: la primera edicion del Diccionario con censuras y apologías que
una mano fanática me quitó; y su traduccion del C. que ya dije a V.
reiterando mi ofrecimiento de una cosa castellana muy buena que nadie
tiene.” Yo no se lo que podrá ser esta cosa castellana, que sobre el mérito
de no tenerla nadie, ya verá V. en la adjunta que es de gran precio segun el
parecer de mi amigo; p.º por si a V. puede convenirle se lo digo conforme
él melo encarga.- Sufra V. con resignacion su mala suerte en cambio de la
satisfacción que debe tener por haber prestado un gran servicio a la Patria y
a las Letras y mas aun por la parte que en su causa han tomado todos los
buenos y por el grandísimo aprecio con que el Publico ha recibido el
Folleto y por la estimacion que ha manifestado tener a su autor. V. sabe
bien que soy su admirador y que me honraré mucho con poderme llamar su
cordial amigo ahora y siempre; y con esto está dicho que puede V. contar
conmigo en todo y para todo.
Luis Mayans.
Hoy 8.
En un Romance de Moratin, que se publicó por primera vez en el
Correo literario, pide el autor a Floridablanca la Capita de Abate, segun
dicho Periódico, y la Capeta, segun un manuscrito que tiene un amigo mio
escrito de buena mano. En los Diccionarios de la Academia, de Terreros y
de Cobarrubias, que ha registrado, no está Capeta; pero juzgando que puede
ser palabra truanesca o del estilo familiar de entonces, desea que algun
Purista le saque de la duda. Y ¿quien mejor que V. podrá resolverla?
RUPERTO DE ANDRÉS
XIII
R. 1.º junio *
Sor. Dn. B. J. Gallardo.
Logroño 2 de Mayo 1836.
Muy Sor mio y apreciable amigo: Si bien su favorecida del 26 de
Marzo me renueba la memoria de un Tio que lloraré eternamente, me
proporciona no obstante, la satisfaccion de haver encontrado quien aspira á
consagrar á sus cenizas, recuerdos que le haran honor: esta circunstancia
me obliga a solicitar con el mayor interés, me haga V. heredero de la
amistad que en vida profesó a aquel sabio, prometiendole yo por mi parte
no desmerecer su confianza.
_____________
(*) Esta indicación, de letra de Gallardo.
38
La muerte prematura de mi unica Hermana, que ha privado el gusto
de contestar a V., y como ha pasado algún tiempo, quiero, antes de remitir
el consavido legajo, saber si deberé hacerlo por el mismo conducto de D.
Jacinto Berlinguez, &c. quedando en verificarlo a correo tirado de haver
recivido la contestacion de V.
Con este motivo se ofrece á las ordenes de V. con una sincera
amistad su atento amigo y affmo. S. Q. B. S. M.
Ruperto de Andres.
Sobrescrito: Para entregar a Dn. B. J. Gallardo. B. L. M. R. de A.
JUAN ALVAREZ MENDIZABAL
XIV
Mi querido Bartolomé. De una plumada haría yo el milagro que tu
quieres, si estuviéramos en Constantinopla. Pero como estámos en Madrid,
donde hay Córtes y libertad de imprenta, no hé podido dejar de poner á tu
solicitud el decreto de “Informe el Director general del Tesoro, oyendo al
Contador general de Distribucion”. Veremos lo que dicen, aunque desde
ahora recela no sea favorable tu af mo.
Juan.
Nov.re
10. 1836.
MIGUEL CABRERA DE NEVARES
XV
Sr. Dn. Bartolome Jose Gallardo.
Muy Sr. mio y amigo: adjunto verá V. el borrador de la certificacion
que ayer pedí á V.: si no halla cosa digna de reparo, le estimaré la haga
poner en limpio; yo no lo hago por no saber si tendran que sufrir alguna
alteracion su lenguaje ó estilo.
No tome V. á mal que yo le envie el papel en que debe estenderse el
documento; no será estraño que V. no tenga de esa marca á la mano y
quiero evitarle la molestia de tener que enviar a buscarlo.
39
Si está V. clasificado, y le estan esos años de la primera emigracion
abonados en su hoja de servicios, hágame V. el favor de decirme la fecha
de su clasificación, el carácter con que se le calificó, es decir el empleo, y
asimismo el Ministerio de quien el tal empleo dependía. Mi objeto es citar
ese ejemplar como un precedente favorable a mi pretension. El Ex-Ministro
D. José Manuel de Vadillo me dijo que en su hoja de servicios se le habian
abonado dichos 6 años del 14 al 20, y me ha permitido que cite ese caso:
¿puede V. hacerme el mismo obsequio?
Mañana por la mañana volveré a recoger la respuesta de manos del
vecino Pianista.
Si V. necesita de mi algun certificado que yo pueda darle, sírvase
poner el borrador, enviármelo y darlo por hecho.
Siempre de V. su amigo, y admirador q. b. s. m.
Miguel Cabrera
de Nevares.
Hoy Lunes 10 Mayo 1841:
de esta su casa
Bajada de la Cuesta de Sto. Domingo
n.º 13.- cuarto principal.
XVI
Sr. D. Miguel Cabrera de Nevares
Mi cuóndan Amigo i Dueño: Adjunto es (valga ella por lo qe valiere)
la zertificazion qe V. se â servido pedir-me. Va tan ecsplízita, para qe la
malizia por ningun rejistro la pueda dar torniqete.
Me limito a un punto solo, el de la romerïa política, qe es el capital.
Los demas de la minuta relativos a los vïajes de V. a Jibraltar i a Buenos-
aires, los omito porqe lo qe yo no puedo afirmar, no lo debo firmar: i
zertificar yo de eso, fuera faltar a la verdad. Lo qe zertifico es lo zierto.
A lo de la clasificazion contesto a V. qe todavïa no está clasificado S.
S. Q. S. M. B.
B. J. G.
Madrid 11 de mayo
de 1841.
40
XVII
D. B. J. G., Bibliotecario perpetuo de la Nazional de Cortes desde su
establezimiento hasta su total supresion &c.
Zertifico qe el Sr. D. Miguel Cabrera de Nevares, Jefe-político que â
sido en varias provinzias del reino en la presente i en la 2.ª época
constituzional del año de 1820; en la 1.ª del 14 emigró de España (aunqe
simple particular) por sus compromisos políticos a favor de la libertad de la
Nazion, i qe abiendo llegado a Lóndres, donde le conozí i traté, al punto
crítico de tratar-se por varios Patriotas i Diputados de las primitivas Cortes
Constituyentes, refujiado en Inglaterra, de elejir una persona de toda
confianza, que pasase a Roma, encargada de una comision importante zerca
de SS. Mjs. los Reyes D. Carlos IV i D.ª Marïa Luisa de Borbon, el Sr.
Cabrera se brindó a hazer a la patria este relevante servizio; i autorizado
con poderes de los sobredichos, i de mi entre ellos el infrascrito, autor del
pensamiento, como dependiente virtual de las Cortes, emprendió aqel
peligroso viaje, acompañado de D. Candido de Almeida, Caballero
portugués qe en los últimos años del reinado de los Reyes padres estuvo a
su servizio, empleado en Palazio: ecspedizion tanto mas meritoria para D.
Miguel, cuanto qe la izo de propia costa, abandonando por el publico sus
intereses en la carrera del Comerzio qe seguía.
I final-mente, qe la mision era de la mas alta traszendenzia para la
causa de la Libertad Española; como qe se dirijïa no menos qe al
restablezimiento de la Constituzion Política de la Monarqía promulgada en
Cadiz el año de 1812; i a arrancar el tiranico zetro de las manos del ingrato
Fernando.
I para qe el Sr. D. M. C. de N. pueda azer-lo constar donde le
comvenga, firmo la presente a su petizion en Madrid a onze de mayo de mil
ocho-zientos cuarenta y uno.
B. J. G.
BIBLIOTECARIO DE EL ESCORIAL
XVIII
Paisano i Dueño:
Siempre viva en mi alma la memoria de la vida i dulzura con qe esa
Santa casa ha regalado mi alma con una i otra Biblioteca alta i baja, no
41
pierdo chiripa de mostrar-me agradezido a la entrañable i franca
hospitalidad qe he debido a Vds. en todos tiempos.
Ya en varias ocasiones he tenido el gusto de recobrar algunos
artículos substrahidos de una i otra Biblioteca. No es de los menos curiosos
el qe encontré, pocos dias antes de mi salida de la Corte rejistrando la
librerïa del difunto Dr. Siles, Académico de la Historia : el prezioso códize
de El Fuero Real… &c. Desde luego me apersoné ofiziosa-mente
reclamando la propiedad de esa Biblioteca, i brindando-me a entregar por
él amen del rezibo por via de interin y en calidad de depósito el dinero en
qe le estimaran; i acto continuo avisé de tan buen hallazgo al Dr. Baranda,
Bibliotecario de la Academia, para qe le reclamaran mas solemne-mente.
Qiero creer qe así lo harïa, i qe habrá vuelto ya a manos de V. ese pan
perdido, rico pasto del alma.
Otro-si. Hazia el mismo tiempo entre otros libros qe compre al
librero D. Manuel Perëa, se me vino a las manos uno, qe debe de andar
disperso de esa Biblioteca Baja, segun todas las señas : señas qe no marran:
pasta de color de avellana, cortes dorados i sobrescrito el nombre del autor
de letra moldeada por el corte i aire de las rotuladas de ahí: la badana
mazerada [¿] en medio de las tapas para borrar las parrillas en cuyo lugar se
ve un plaston [¿] a cada lado.
En la indicazion [¿] aunqe han procurado borrar-la puedo leer Jv. E.
6.
El titulo Euripides tragoediae… Hecuba et Iphigenia in Aulide, latine
facte Desiderio Erasmo interprete. Basil. 1524.
Otra señal mortal: la firma de Arias Montano.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
PEDRO SAINZ DE BARANDA
XIX
A punto crudo de partir el año pasado para Toledo a dilijenzias
propias, deparando-se-me el rejistrar la librerïa del Dr. Síles, Bibliotecario
antezesor de V. S. con ocasion de ver los libros del desgraziado ijo suyo
(matador de su ermana!) encontré entre ellos el Fuero Real, codize
prezioso del Escorial, qe por razon de ofizio ubo de estar de mano del
difunto; i qe V. S. con mi aviso recojió dilijente i zeloso, i devolvió a la
Bibl. de S. Lorenzo, de la cuál en virtud de Real orden le tenïa usual la
Acedemia.
En vispera aöra de igual vïaje, i reconoziendo algunos rezagos de
dicha librerïa al azer-se las partijas entre sus erederos, a vueltas de la del
42
Grabador Sepúlveda, yerno de Siles, Artista ilustre qe acaban de perder
nuestras Bellas-artes, encuentro otra preziosidad literaria de la misma
prozedenzia: a saber, un codize en vitela, tamaño como de folio menor,
pasta de vezerro avellana, con las armas de S. Lorenzo en las tapas, y en las
guardas los reclamos de la biblioteca siguientes
III – F – 15 [tachado con una línea roja] (sic)
III – Z – 13
Est.- 15 – 13.
La letra es coetánea a su contecto, i su título de letra del siglo XVI.
¶ “Fuero de Burgos, dado por el Rei D. Alonso el Sabio, i Leyes
nuevas del mismo Rey.”
Consta de 103 fojas : a la 86 acaba el Fuero : “Dada en Toledo a 8
dias de abril, era de M ԏ CCC ԏ XV años.- Yo Aparicio pez la fiz escrivir.-
Roy Mz̅, - Alvar pez.”
Las que se dizen Leyes nuevas en la rotulada del libro empiezan al f.º
86 con este encabezamiento:
¶ “Estas son las leyes de Maestre Jacobo.”
A buena dicha qizá este casual hallazgo mio habrá evitado el qe estos
dos inapreziables codizes descaminados no fuesen como otros tesoros
literarios nuestros a onrar las bibliotecas estranjeras; pues reconozida por
mi su propiedad sagrada, i advirtiendo de ella a sus ocasionales tenedores,
espero se restituya el 2.º como lo fué el 1.º a la Biblioteca del Escorial, de
donde tantos años â faltaban ambos, dilijenzia qe no pudiendo detener-me
yo a azer, encomiendo al zelo de V. como Bibliotecario de esa Academia, a
cuyo uso los abïa temporal-mente la Autoridad-pública permitido para
benefizio comun.
Dios &c Febrero 21 de 1842.
B. J. G.
Sr. D. Pedro Baranda, Bibl. de la A. de la Ist.ª
43
LUIS VILLANUEVA CAÑEDO
XX
Toledo 14 de mayo de 1843.
Sor. Dn. Luis de Villa-nueva.
Muy Sr. mio: Ayer me han entregado su favorecida; no ántes, sin
duda por ignorar mi venida, pues llegué tan fatal, que hasta estos últimos
dias no he podido pasar a la ciudad.
Sin embargo, así que llegué, busqué el Ms. que V. desea, y sé que
tengo (=Exequias de la Lengua Castellana por Forner); pero no le tengo a
mano, ni es fácil adivinar donde parará, entre mas de cincuenta cajones de
libros que tengo aqui apilados. Esta incognita no podré dársela a V.
despejada hasta mi vuelta de Andalucía.
En el interin, vaya una especie curiosa. En el Boletin bibliográfico
que publica ahí D. Dionisio Idalgo (Libreria Estereotipia, c.e de la Montera)
he visto anunciado un Ms. Los Gramáticos: le he pedido al instante y me
escriben que he llegado tarde.
De V. siempre S. S. y conterraneo Q. S. M. B.
Bartolomé José Gallardo.
Dirijida a Madrid.
XXI
Otra al mismo [D. Luis Villanueva]
Cordoba 2 de junio de 1843.
Paisano y Dueño: Pérez Gonzalez se ha engañado, y con su engaño
ha engañado á V. cuando hubo de decir a V. que estaba yo en Toledo,
estaba ya medio mes antes 56 leguas de allí.
Aquí, donde he hecho alto, no he alcanzado a ver el Prospecto que
V. me anuncia, ni se, ni oigo, ni entiendo sino mil chinchorrerías que si se
pronuncian, que van a pronunciarse, que se han pronunciado allí, aquí, y
acullá.
Siento no haber hallado a la mano las Exequias de la Lengua
Castellana de nuestro paisano Forner, que estoy cierto tengo, pero hasta mi
vuelta no podré encontrar; porque no sabiendo en que cajon (de mas de 50
44
que tengo por abrir) estará, es obra perdurable el echarse a buscarle a
ciegas hasta encontrarle, trastornandomelo todo quien pudiera en mi
ausencia buscarle.
Deseo á V. buen logro de su empresa, que sentiría fuese
desfavorecida por las circunstancias. De V. afmo. s. s. y Amigo Q. S. M. B.
B.e
José Gallardo.
P. D. Cualquiera cosa con que V. guste favorecerme, a mi sobrino
Juan Antonio, à Toledo.
JOAQUIN RUBIO
XXII
Cádiz 27 Noviembre 1843.
Mi estimado amigo:
Los pocos ocios que tengo no me permiten atender como quisiera al
cultivo de mis libros, los quales conservo mas que para mi uso para regalo
de mi hijo, que por la pinta creo que me ha de salir aficionado.
Estas con otras circunstancias no me permiten tampoco abarcar de un
golpe muchos libros, pero si algunos de los selectos, especialmente
aquellos que pueden lucir entre mi colección de Poetas antiguos. Por todo
ello admito el generoso ofrecimiento de V. en quanto al catalogo del
difunto Sr. Peralta par escoger los artículos sueltos que pueden agradarme,
después de haber V. escogido los suyos, en virtud de su acción á elegir, de
que no debe desprenderse sin abdicar un derecho que en V. por su
autoridad debe ser inalienable.
Entre tanto quede de V. como siempre su afmo. amigo
Joaquin Rubio
Sobrescrito: Sr. D. Bart.mé
José Gallardo. Calle de Francos n.º 79.
XXIII
Cadiz 5 de Diciembre 1843.
45
Mi estimado amigo, Soi tan poco andariego, que no me atrevo á
emprender, por ligero que sea, el paseo, que V. me propone en su estimada
de ayer, maxime quando V. me le puede escusar con el esquisito tino de su
buena mano. La adjunta nota pondrá a la vista de V. aquellos artículos, con
que mas especialmente deseo enriquecer mi Gavinete; y si de ellos por
ventura hubiese algunos en la escogida Coleccion que V. maneja, queda V.
desde luego autorizado para cerrar con ellos por mi cuenta.
Ayer mismo tuve el disgusto de experimentar los inconvenientes de
la mala disposicion en que me encuentro para cuidar de mis libros. En la
limpieza que se está haciendo de la Librería, han salido picados de polilla
mas de una docena, y entre ellos, mire V. que lástima
Melo (El Parnaso)
Geronimo de Huerta (Plinio)
Siguenza (V. de Sn. Geronimo)
Arias Montano (Salmos).
Tomese V. esta molestia en alivio de este su amigo
J. Rubio.
[Nota a que se refiere la carta:]
¶ Cancioneros y Romanceros generales.
Farsas antiguas.
Libros de caballeria.
Naharro Propaladia.
Sousa, Fuente de Aganipe (tengo 1.ª y 2.ª pte.)
Almirante de Castilla.- 800 preguntas.
Ludaina Doctrinal de gentileza.
Cuvillo. Enano de las Musas.
Padilla. Tesoro de varias poesias.
Juan de Guzman Georgicas traducidas.
Galves de Montalvo y J. Sedeño. Lágrimas de Sn. Pedro.
Velez Coleccion de entremeses.
Ximenez el Carro de las Donas.
Espinel Rimas.
Medrano id.
Palencia Diccionario.
Londiño el Dante traducido.
Juan de Luque Divina poesia.
Virues obras trágicas y liricas.
Lomas Cantoral obras poeticas.
Cetina.
Fernando de Guzman flores de Poetas ilustres.
Murillo Divina y dulce poesia.
46
Juan Romero de Cepeda poesias.
Castellanos Elejias de varones ilustres.
Celestina (edicion antigua).
Mingo Revulgo coplas.
Cartagena Doctrinal de Caballeros &.ª
AURELIANO FERNANDEZ GUERRA
XXIV
Córdoba 19 de Julio 1843
Sr. D. Aureliano, mi Dueño:
Una carta qe V. no esperaba: yo por carta en cuerpo i alma, sí qe
pensaba descolgar-me por äí, cuando V. menos se lo soñara: pero se me â
atravesado un nuvarron fosco, qe no me deja ver el camino de aqí a Cádiz,
a donde pensaba ir antes.
DON AURELIANO FERNÁNDEZ GUERRA
Entre-tanto me tiene V. aqí empantanado en Córdoba, sin saber-me
qé rumbo tome. Pero a mal dar, libros viejos; cuâles aqí, por zancas o por
barrancas, ¡grazias a Macarandona! nunca faltan. Del mal el menos.
47
Lo malo sobre-todo es qe aze-dias no sé de su Sr. padre: en su última
se me dezïa no bien guisado de salud; i esto aumenta mi cuidado.
¿Será V. ombre de sacar-me de él? Si tal iziese, se lo agradezerá en
el alma su deseoso Servidor i amigo Q. S. M. B.
B. José.
Convento de Jesus i Marïa.
Lizdo. D. Aureliano de Guerra y Orbe.
Granada.
[En el encabezamiento y a la izda.:] C.ª en 25.
XXV
Málaga 26 agosto 1843.
Amigo qerido:
Anoche llegué feliz-mente a esta mi suspirada Málaga: mi vïaje â
sido cuan bueno lo permite el camino malo, i el andar-le de noche i a
obscuras. Juro a mis Dioses de no azer otro así: los qe viajan por
curiosidad, no deben caminar sino de dia, para andar i ver.
Lo qe llevo asta aora visto de Málaga, me gusta sobremanera: este
aire de riqeza i desaögo no es comun en España, nazion qe por todas partes
presenta la viva estampa de un ospital robado.
E pasado ya la mañana en la Biblioteca, donde tengo ya vistos
algunos artículos rarísimos.
Entre algunas cartas rezagadas qe me mandan de Córdoba rezibo una
atrasadísima (1.º agosto) de nuestro peregrino bañitomante: dize qe me
tiene escritas algunas mensajeras, qe deben de aber caido en el Pozo Airon.
Mucho me acuerdo de los sabrosos ratos qe emos pasado äí en amor i
compaña. Memorias del alma a toda la casa, desde Rosica (es mucha
Rosica) hasta la Galga de Luis, qe oscureze ya a la Galga de Lucas.
A los amigos todos mil i mil cosas, i a nuestro laureado Aurioles las
grazias ademas por aber-me deparado tan buen avïo de vïaje: Lanzas es un
ombre derecho en todo i por todo.
No mas por oi.
Salud.
Sr. D. Aureliano Guerra i orbe
(por M. Q. B. del Sr. Aurioles hijo)
Granada.
48
XXVI
Cádiz 7 de setiembre 1843.
Mi querido Aureliano:
Mi navegata de Málaga acá â sido tan feliz, qe ni aun siqiera me ê
mareado: toda la travesïa la ê echo tendido verdaderamente a la Bartola,
durmiendo como niño en cuna.
Aqí apenas ê saltado en tierra me como a besos a mis pobres libritos
(ijos de mi alma!) al cabo de 16 años qe no los veïan mis ojos.
Al P. (nó el de las Comedias) la adjunta; i si alguna se descolgase por
äí para mí, qe venga luego por acá.
A los amigos mil cosas, empezando por los del Repaso, saliendo a la
vezindad en busca del Vitruvio Enriqez, i subiendo a Port-Royal a dar-se-
las a nuestro Anacoreta Cueto i compañeros Mártires.
Al Dr. Zamora qe a cuantos estamos de mi pleito.
Salud.- Afmo de V.
B. José
= A su S.ª Mamá, qe supongo äí ya, mis respetos.
P. D.
Los Mss. de Llaguno sobre Artistas, ecsisten.
XXVII
Toledo 16 Junio 1846.
Una notizia acaban de dar-me qe me llena de luto el alma. Ya me lo
dezïa a mí el corazon qe un silenzio tan largo, tras tantas i tan entrañables
cartas mias, no podïa ser por bien. He perdido el mejor de mis amigos, i V.
el mejor de los padres. Compartamos el dolor, Amigo mio.
Salud i fortaleza.
B. J. Gallardo.
Sr. D. Aureliano Guerra y Orbe.
Madrid.
49
XXVIII
Deësa
de la
Alberquilla. Septiembre 22, 1846
Sr. D. Aureliano Fernandez de Orbe.
Amigo i Dueño:
¿Qé ai de mis cartas a su Sr. padre?
Sobre la mesa, pues debe de azer a V. alaja usando-la, me ocurre una
cosa: qe se qede con ella dando-me el recambio en libros.- V. dirá.
En el interin siempre suyo invariable
B. José.
P. D.
Del cuento de los turbios, qe ocasionó el mio de El Dóminustecum,
puesto qe no se â perdido como las demas obras de su mal-logrado Autor
¿podrïa yo merecer a V. una copia?
Sr. D. Aureliano Fernandez Guerra,
Empleado en Grazia i Justicia
C.e
de la Almudena n.º 16,
Madrid.
(De diferente mano y a la derecha de la fecha:)
C.ª 26.
XXIX
Madrid x x 1846.
Sr. D. Bartolomé José Gallardo:
Amigo y dueño:
La pregunta a V. acerca de las dichosas cartas es la misma que hago
frecuentemente a todos los amigos íntimos de mi buen Padre á quienes
puedo confiar tan apreciables escritos.
Nada aun hemos decidido respecto de libros, tanto por la dificultad
del transporte como por el amor que profesamos a todo lo que con tantos
50
afanes adquirió nuestro padre queridísimo. No es justo pues que hasta
nuestra resolución se prive V. de un mueble que le pertenece y puede serle
útil. La mesa está a la disposición de V. para el (sic) entregarla
inmediatamente a la persona que me designe, sin que por el contrario nos
moleste de ningun modo tenerla en casa todo el tiempo que V. estime
conveniente.
Queda de V. affmo. invariable.
A. Fernandez-Guerra y Orbe.
P. D.
Adjunto es la copia que desea.
XXX
Toledo 10 de noviembre 1846.
Sr. D. Aureliano Fernandez Guerra
Estimado Amigo: El dador de esta José Vázqez, ordinario de esta
ziudad a esa corte, lleva encargo de recojer mi mesa: sirva-se V. entregar-
se-la con las llaves de los cajones.
De V. siempre el mismo S. S. y A.
Q. S. M. B.
B. J. Gallardo.
(En lardón adjunto y sin n.º de folio:)
Los pies son de tornillo.
Sr. D. Aureliano Fernandez Guerra y Orbe,
Empleado en el Ministerio de Gracia y Justicia,
C.e
de la Almudena, n.º 16, ct.º 3.º derecha.
Madrid.
XXXI
(Membrete) Deësa de la Alberqilla.
Noviembre 28, 1847.
Sor. D. Aureliano Fernandez Guerra i Orbe:
51
Mi estimado (Amigo por erenzia i cöerenzia de su malogrado padre,
predilecto amigo mio entre mis mejores amigos): Con su Sr. tio el Patrïarca
qe fué de las Indias qe fueron nuestro País de Cucaña, i qe es aöra por la
grazia de Dios, i la bendizion del Papa, Rev. Arzobispo de esta
Trampolitana Iglesia, me dizen qe viene un sobrino suyo; i este tal sobrino
me qiero dar yo a entender qe será V. como mas papelista.
Si a la buena dicha mia fuera V. el venturo, lo zelebraré; mácsime si
es portador de aqellas mis negras cartas de márras, tras las cuâles me trae
V. muerto i penado, pico al viento, tantos siglos â. Paraninfo de los Zielos
será V. para mí entónzes.
En el interin, sea-se lo qe se sea, i qe venga, qe no venga, vengan mis
cartas: o diga-me V. (la verdad) qé aï de ellas: la verdad, aunqe sea mucho
pedir verdad a un Poeta, i mâs granadino como V.
Salud. Siempre suyo su invariable afmo.
Q. S. M. B.
Bartolomé José Gallardo.
P. D.
Su amigo de V. i Mezénas mio, el Sr. del Molinillo, Injenio de los
injenios de Motril, pareze segun las Gazetas qe â dado al Diablo su alma de
cántaro. ¿Qé se ará de su librerïa? sabe?
dicha, i nó ventura. Ya V. me entiende : la disputa de antañazo.
Sor. D. Aureliano Fernandez Guerra y Orbe, Empleado en el Ministerio de
Gracia y Justicia.
C.e
de la Almudena, n.º 16,
Madrid.
XXXII
S. D. B. J. G.= Mi venerado amigo: sus preciosas y afectuosísimas
lineas fechadas cerca de las calendas de diciembre, me hallaron en cama,
con un violento ataque a la orina, del cual como por milagro me ha librado
despues de un largo mes de cama mi salvador D. M. S. de F., dejandome
sin una gota de sangre en el cuerpo. La firma de un amigo que fuera de toda
razon y derecho llegué ya a creermelo perdido; y las protestas de reconocer
en mí la erencia de quien tan entrañablemente amó a V. siempre, ayudaron
grandemente a restablecer mi espíritu caido y desesperanzado. La debilidad
de mi cabeza que no se repone, y temer corresponder a una carta tan bien
trazada como la de V. con disparates ha embargado mi pluma a riesgo de
padecer mayores males en la opinion de V.- Efectivamente habia pensado
acompañar a mi tio anheloso de ver las riquezas artísticas y literarias de esa
poblacion, y procuraré que se verifique hacia la semana santa. Mucho me
52
alegraré de poder llevarle a V. las cartas: por lo pronto es buen agüero
haber tropezado con la refundacion inédita de Papá, del Rico Hombre de
Alcalá, con parte de sus apuntes para una historia analítica del Teatro
español, y 60 comedias de Lope, todo lo cual habia Papá franqueado al
Liceo cuando proyectó publicar el teatro de Lope.
DON AGUSTÍN GATO DURÁN
Yo que he heredado la buena prenda de P. de no ser avaro de mis
tesoros, y que he perdido por una combinacion endiablada cuanto habia
escogido, mis cariños, mis aficiones, mis caprichos no puedo vacilar en
tributar a la memoria de mi Padre un homenage para dar las cartas. En
cuanto a lo de poeta, dios lo dé; y por lo qe hace a lo de Granadino, creo
que poco me queda de un pais donde ya no tengo nada.
No sé qué que se hará de la libreria de su mecenas de V. Es muy
probable se reparta entre sus hijos los cuales al decir de las gentes, no
tienen el temperamento sanguíneo-literario de su padre.
53
DON MIGUEL GONZÁLEZ AURIÓLES
XXXIII
Sevilla 31 ag.
1844.
Sr. D. Miguel Gonzalez Aurióles.
Mui Sr. mio i A.
Por mano de V., â un año, fleché con lanzas una carta al amigo
Aureliano, el cuál con su padre i todo no pareze sino qe se me an undido en
el Pozo-Airon. ¿Podré yo saber por favor de V. qé es de ellos.
Yo ê tomado tal soberete a estas Andaluzïas de mis pecados; qe
desde qe V. me vio despedir de esa encantada Alambra, me ando por aqí a
la flor del berro.
Aze unos 8 dias llegué a Sevilla, donde ê tenido el gusto de leer la
Oda de V. a algunos amigos, i el de qe me la ayan zelebrado.
Vuelvo a mis Guerras, Pp, Luis, Aureliano, de todos desëo saber: asi
me lo pide el alma.
A los amigos mil afectos.- De V. lö es su S. S. Q. S. M. B.
B. J. Gallardo.
Calle de S. Isidoro n.º 26.
[Sobrescrito.] Sr. D. Miguel Gonz.z
de Aurioles.- Granada.
F. OTERO
XXXIV
Amigo i Dueño:
El dador, mi buen compatrizio, el S.or
Juan Luis Cháves tiene un
antojo qimiquo, para cuya satisfaczion le enderezo al Májico de Astracan.
Salud i afecto.
Gallardo.
23 ag.º 1845
[Direccion:] Sr. D. F. Otero.
54
MANUEL PEREDA
XXXV
[Membrete de La Alberquilla]
Toledo 20 de Abril.
1847.
Qerido Manolito:
Por mano del Jeneral San-Miguel, qe salió de aqí el 5, escribi al Sr.
D. Julian Saens (el yerno de Sancha) le mandaba el t.º 1.º en pasta de la
Historia crítica de Masdeu qe le tenïa prometido, i encargué a dicho
Jeneral hiziese entregar a V. en su puesto. Estraño no haber tenido
contestazion de dicho Señor. Corra pues el aviso, por si mi carta no hubiere
llegado a sus manos.
Vea V. como al Judïo de la Trinidad (M.º) me le saca a un prezio
razional los Comentarios de Zésar de Goya, por los cuales daba yo ya 70
jentiles reales.
Si pareze algo, avisar: i qe parezca, qe nó, mande aqí cuanto guste a
su mas afecto
B. José.
P. D.
Si el Jeneral no hubiera entregado el libro, se puede acudir a recoger-
le.
[Sobrescrito:] Sor. D. Manuel Pereda, en su Librería, C.e
de
Preziados. Madrid.
SIXTO RAMÓN PARRO
XXXVI
31 Diziembre 1847.
Al Jefe-Político, D. Sisto R. Parro.
Pasando casualmente por el almazen de D. Felipe Vrriza, del
Comerzio de esta ciudad, me han entregado el favorecido oficio de V. S.
55
fecho en 28 del corriente, qe (no sé porqé) se habia dirigido allí para mi de
ese Gobierno-Político. Si a mí se me hubiere dirijido en derechura, sin
darle ese torzido i sesgo rumbo, antes yo le hubiera rezibido, y antes por
consiguiente tenido el gusto de cumplimentarle.
En él se sirve V. S. trasladarme para mi inteligencia y satisfaccion
una Real orden (sin fecha) de S. M. la Reina, Q. D. G. por la cual se sirve
establecer en esta capital para consejo de V. S. en el ramo de Cria-caballar
una Comision Consultiva, de qe el Delegado se le declara por razon de su
oficio individuo nato, con ecspresion nominátim de los demas sujetos qe la
componen : qe son los mismos qe ya en 22 del corriente, con V. S.
dignamente a su frente, se apersonaron a honrar con su visita este
Establecimiento.
Si lo qe, tan despues, ahora se ha servido V. S. comunicarme con
fecha del ventiocho, hubiera tenido a bien avisármelo mas antes de la
visita; lo qe en su recibimiento fue obra en mi de pura y oficiosa cortesia
para con tan honrados caballeros, hubiera sido oficial obediencia y debido
acatamiento a una Real Orden.
Comoquiera, en la visita tengo la ingrata satisfaccion de qe se
encontró este dicho Establecimiento menos bien pagado por el Gobierno,
qe mal servido por mi en mas de 19 meses qe le estoi sirviendo gratis.
En efecto, el mes de Octubre está todavïa por pagar; y nó, en verdad,
por falta de jestiones mias, bîensí con la desgracia, desde esa fecha, de qe
aunqe tengo enviadas las cuentas a su debido tiempo, y dirigidas directe et
indirecte a la Superioridad reiteradas instancias,- a ninguna he merecido
respuesta: doble linaje de desatencion a qe no estoi acostumbrado, y a qe
siento qe la dura edad de mas de 70 años qe debo al Cielo no me ha de dar
flecsibilidad bastante para acostumbrarme.
Dios &.
El Delegado
C. J. G.
XXXVII
[Membrete:] Subdireccion e la Cria Caballar, Provincia de Toledo.
Al Sr. Director Jeneral de Agricultura, bajo cuya incumbencia corre
el ramo de la Cria Caballar del Reino, digo con fecha de ayer lo siguiente:
“Mañana, último dia del mes, pondré la cuenta de Enero qe será la
final de mis cuentas. Desde 1.º de febrero correrá por cuenta ajena la
manutencion y asistencia de los caballos: y mientras V. S. se sirve designar
persona, los entrego como acreditada de intelijente y zelosa, al Mariscal
Veterinario del Establecimiento D. Laureano Moreno, dando de ello
56
conocimiento al Jefe Político y a la Comision Consultiva.- Repito por 3.ª y
última vez qe no puedo, ni debo, ni quiero continuar en esta incumbencia.”
En vista de lo cual he de merecer a V. qe se encargue de los dos
caballos de este Depósito, y esté al frente del Establecimiento haciendo mis
veces miéntras el Señor Director designe persona qe me suceda en este
cargo.
Dios gue. a V. muchos años.
Toledo, en La Alberquilla 31 de Enero de 1848.
El Delegado
B.mé
José Gallardo.
Sr. D. Laureano Moreno, Mariscal veterinario de este
Establecimiento Nacional.
XXXVIII
14 Febrero 1848.
Tres ofizios en el dia he rezibido de V. S. anteayer 12 del corriente.
El 1.º fecho en 22 de enero es el estraviado de qe V. S. me hablaba en el qe
me mandó a la mano por D. Antonio Corral : es el mismo ofizio qe yo en el
mio a V. S. de 3 del corriente le suplicaba me hiziese recojer de donde
estuviese detenido : qe ha sido misma-mente donde estuvo detenido el otro
oficio de V. S. de 28 de diciembre, de cuya detenzion me qejé a V. S. en mi
ofizio de 31 de diciembre.
Este tal oficio estraviado y detenido me ha sido trahido por mi criado
en el dicho dia 12 de la ciudad, donde se le entregaron para mí en el
Almacen de D. Felipe Vrriza. V. S. sabrá porqué, a pesar de tales
antezedentes, y circunstancias tan agravantes, el portavoz en vez de
trahermele a mi casa, le había dejado, como el otro, en el almazen de Vrriza
: y Vrriza sabrá por qué ha rezibido un oficio que no era para él; y siendo
para mí, porqué se le ha tenido 22 días embolsado, desde 22 de enero hasta
12 de Febrero:- yo lo qe sé, es qe de nada de esto tengo yo la culpa; de la
ajena lavo mis manos.
Los otros 2 oficios, bajo una cubierta, me han sido entregados en M.
P. por un Ordenanza del Gobierno Civil.- En el uno me trascribe V. S. la
Real órden de de [sic] la aceptazion de mi renuncia de la Delegazion, qe ya
me tenía comunicada por el oficio de 22 de enero. Pero me añade una
especie mui singular: “en 3 del actual” (me dize V. S.) “repetì a V. la
comunicazion qe antezede; y como no hubiese podido verificarse la
entrega, porque V. no se hubiese presentado al Sr. Alcalde de esta ciudad,
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qe era su portador, la repito en este día, para qe no alegue ignoranzia a lo
qe S. M. tiene dispuesto”.
Vn Sr. Alcalde, en efecto, tengo entendido qe en la tarde del dicho
dia 3, con grande acompañamiento, estuvo en mi casa preguntando por mí,
a sazon de hallarme yo fuera; pero tambien llegué a entender por el
susodicho Corral (qe pareze era del número de los acompañantes, y aun
figurante prinzipal en la comparsa) qe era ôtro ese mensaje del Señor
Alcalde. (Remítome sobre este punto al oficio mio a la Comision
Consultiva, qe su Vize-presidente el Sr. Vizconde de Palazuelos me dize
con fecha del 8 qe ha puesto en manos de V. S.) ¿Ni cômo yo había de
imajinar qe para una dilijenzia tan mecánica, qe cualquiera Civil bastaba,
hubiese V. S. de ocupar a todo un Sr. Alcalde? Ni ¿a qué yo alegar
ignoranzia ni tener incuria en lo qe tanto deseaba saber, qe para cuanto
ántes saberlo, en la misma mañana del 3, al abrirse la oficina, entregué yo
mismo por mi P. M. un oficio en la Jefatura, pidiendo a V. S. virtualmente
me lo hiziese saber, en el hecho mismo de suplicarle me hiziese recojer su
oficio detenido del 22 de enero, en qe me copiaba la Real Orden?
Por qe de ese mi oficio del 3, de mi anterior fecho el 2, y sobre todo
de 31 de enero, en qe daba a V. S. conocimiento de la entrega qe dejaba ya
hecha del Depósito de los Caballos-padres, segun avisaba a la
Superioridad, a mi Segundo en el Establecimiento el Mariscal-veterinario
D. Laureano Moreno, no he podido conseguir de V. S. qe me acuse el
rezibo. Mas porqe V. S. deje de decirme qe ha rezibido êste señaladamente,
y mis demas oficios, no dejará de ser cierto qe yo los he entregado
derechamente cuándo, dónde y a quien debo; al rebes tôdo de los dichos
dos oficios de V. S.
En el otro oficio del 12 me dize V. S. lo mismo qe me tiene dicho el
Sr. Director-Jeneral relative a la paga de las cantidades qe yo tenía
adelantadas a dicho establezimiento, y qe ya he cobrado:- grazias.
Dios &.ª Toledo 14 de febrero de 1848.
El Ecs-delegado de la Cria-Caballar.
B.mé
José Gallardo.
Sr. D. Sisto R. Parro, Jefe-político interino de Toledo.
DOMINGO DELMONTE
XXXIX
20 febrero 1848.
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….[Don Alvaro Agustin de Liaño fué] oriundo de los Liaños de
Barcarrota, en Extrmadura, tomó en la Isla de Leon el hábito de Carmelita
descalzo; y habiendo ahorcado los hábitos, dió consigo en Francia en
tiempo de la Revolución; de alli rodando mundo, fué a parar a Prusia,
donde se calzó la plaza de bibliotecario; y de Prusia, malandante, caído del
favor y gracia del Rey de acullá, llegó a Suiza, donde lo pasa harto
angustiada y estrechamente, segun vi por una carta suya al Duque de la
Roca, su pariente, que me enseñó en Sevilla el año de 45 mi paisano D.
Juan Luis Chavez, hermano del Conde de Casa-Chaves, parientes, creo,
tambien de Liaño. Liaño ha publicado, allende, varios escritos, siempre
mirando por la honra de nuestro pavellon. Ultimamente parece que se le
han tocado los cascos de la mistiquerìa, y está medio turulato…..
Bartolomé José Gallardo.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
JOSÉ MARÍA DE ORENSE
y XL
Bayona 10 En.º 1851.
Mi am.º Gallardo: aqui me tiene V. desde el seis, y continuaré hta.
que eso no mude mucho.
Nuestros amigos aquí creen que es seguro el triunfo en 1852 en las
elecciones y que ellas daran el tono en Europa.
Siga V. tan bueno como desea su afmo. am.º
s. s. q. s. m. b.
Jose M.ª de Orense.
[Sobrescrito:] Sr. Dn. Bartolomé Gallardo. E. S. M.
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ÍNDICE DE CORREPONSALES
Alvarez Mendizábal, Juan. XIV.
Andrés, Ruperto. XIII.
Bibliotecario de El Escorial. Cfr. XVIII.
Cabrera de Nevares, Miguel. XV.
Calama, Antonio. Cfr. XI.
Delmonte, Domingo. Cfr. XXXIX.
Durán, Agustín. IV.
Estébanez Calderón, Serafín. X.
Fernández Guerra, Aureliano. XXIX, XXXII.
Gallardo, Bartolomé José. II, III, V a IX, XI, XVI a XXI, XXIV a
XXVIII, XXX, XXXI, XXXIII a XXXIX.
García Luna, Tomás. Cfr. IX.
González Aurioles, Miguel. Cfr. XXXIII.
Latorre, Carlos. Cfr. VI, VII.
López Corona, Agustín. Cfr. VIII.
M. M. de O. I.
Mayans, Luis. XII.
Orense, José María de. XL.
Otero, F. Cfr. XXXIV.
Parro, Sixto Ramón. Cfr. XXXVI a XXXVIII.
Pereda, Manuel. Cfr. XXXV.
Rubio, Joaquín. XXII, XXIII.
Sáinz de Baranda, Pedro. Cfr. XIX.
Villanueva Cañedo, Luis. Cfr. XX, XXI.
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PROCEDENCIA DE LOS TEXTOS PUBLICADOS
I Original Santander. Bib. Menéndez y Pelayo.
II “ Madrid. Col. Durán.
III “ “ “
IV “ Santander. Bib. Menéndez y Pelayo.
V “ Madrid. Col. Durán.
VI “ “ Col. Fernández Guerra.
VII “ “ “
VIII “ “ “
IX “ “ Col. Rodrìguez-Moñino.
X “ “ “
XI Borrador autógr. “
XII Original. “ “
XIII “ Santander. Bib. Menéndez y Pelayo.
XIV “ Madrid. Col. Rodríguez-Moñino.
XV “ Santander. Bib. Menéndez y Pelayo.
XVI Borrador autógr. “ “
XVII “ “ “
XVIII “ “ “
XIX “ “ “
XX Copia. Madrid. Col. Rodríguez-Moñino.
XXI “ “ “
XXII Original Santander. Bib. Menéndez y Pelayo.
XXIII “ “ “
XXIV “ Madrid. Col. Fernández Guerra.
XXV “ “ “
XXVI “ “ “
XXVII “ “ “
XXVIII “ “ “
XXIX Borrador autógr. “ “
XXX Original “ “
XXXI “ “ “
XXXII Borrador autógr. “ “
XXXIII Original “ Col. Rodríguez-Moñino.
XXXIV “ “ “
XXXV “ “ “
XXXVI Borrador autógr. “ “
XXXVII “ “ “
XXXVIII “ “ “
XXXIX Copia. Wáshington. Library of Congress.
XL Original. Madrid. Col. Rodríguez-Moñino.
Colección de Fernández Guerra…. 15
Colección Rodríguez-Moñino…… 14
Biblioteca Menéndez y Pelayo….. 10
Biblioteca de Wáshington ………. 1
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