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Pérdidas por desastres de impacto extremo, grande y menor en Ecuador, 1970 – 2007 Corporación OSSO Resumen Se analizan los datos de pérdidas por desastre contenidos en el Inventario nacional de desastres de Ecuador 1970-2007, realizado con la metología DesInventar con la cual se entienden los desastres como resultado de las interacciones entre el uso de las tierras, la distribución de la población, de la infraestructura y los medios de vida con la dinámica natural de la tierra. Se analizaron 4025 registros de pérdidas de desastres, referidos a los Cantones en los cuales se subdividen las 22 Provincias del país. Los datos se clasificaron de acuerdo con el tamaño del impacto en extremos, grandes y pequeños. Las pérdidas acumuladas por miles de desastres representan la mayoría de impactos en términos de muertos (57 %) y viviendas destruidas (43 %). Las víctimas asociadas a registros de pequeño impacto suman cerca del doble que los muertos de gran impacto. El análisis por regiones muestra que las mayores concentraciones de pérdidas ocurren en la región costera seguida de la región Sierra, donde se concentra la población. Las series de tiempo de pérdidas para cada región (Costa, Sierra y Amazónica) se analizaron a la luz de los episiodios cálidos y fríos de ENSO (El Niño Oscilación del Sur). En la Costa y la Sierra hay una estrecha correlación, ya que hay incrementos nítidos de las pérdidas durante las fases cálidas (El Niño) y decrecimiento durante las fases frías (La Niña) de ENSO. Para la región Amazónica la correlación no es nítida. Se analizaron pérdidas por tipos de eventos Hidrometeorológicos (Hm), Geológicos (G), Antrópicos (A) y por Epidemias y plagas (EP). Se encontró que las pérdidas por G se caracterizan por ser de impacto extremo y grande, mientras que las pérdidas Hm se caracterizan por ser especialmente de impactos pequeños, si se excluyen los periodos El Niño. Las pérdidas acumuladas por eventos tipo A son mayores en comparación con las geológicas de impacto pequeño. Palabras claves: Ecuador, desastres, tendencias espaciales y temporales 1. Introducción La República del Ecuador, país con 13,7 millones de habitantes en 300 000 km 2 , se divide en 22 provincias con xxx cantones; es bañado por el Océano Pacífico, surcado por los Andes con su cadena volcánica y se extiende sobre las llanuras selváticas del Amazonas y es conocido por sus paisajes, diversidad cultural y atractivos turísticos. Hace parte de la Tierra dinámica conformada desde épocas anteriores a la presencia de la Humanidad por inmemoriales procesos geológicos asociados con el levantamiento de la cordillera, sismos y erupciones volcánicas que han nutrido sus fértiles tierras. El 93 % de los habitantes se asienta en la Costa y en la Sierra. El 30 % se concentra en las ciudades principales, Quito y Guayaquil, y el 60 % restante en ciudades y poblaciones de menor tamaño en 221 cantones. Con este artículo se busca complementar el conocimiento sobre el país en términos de la distribución de las pérdidas asociadas con fenómenos geológicos relativamente esporádicos como sismos y actividad volcánica, y con fenómenos y efectos más frecuentes relacionados con interacciones entre el uso de las tierras, la distribución de la población y de los bienes de infraestructura con el clima, especialmente en su expresión como las lluvias, que se incrementan notablemente durante episodios del fenómeno El Niño. Se mostrará un panorama de las pérdidas y efectos de lo que comunmente llamamos desastres incluyendo aquellos de gran impacto de ocurrencia esporádica y de aquellos desastres de menor impacto que ocurren frecuentemente y a veces son “invisibles”, señalando que están estrechamente relacionados con las formas de vida modernas, el crecimiento y concentración de la población y con prácticas sociales e institucionales que podemos comprender y transformar para adaptarnos de la mejor manera a procesos de la Naturaleza con los cuales es casi siempre posible convivir y, sobre todo, evitar que las acciones humanas se tornen en contra de nosotros mismos. También se evalúan pérdidas por emergencias y desastres más relacionados con las formas de vida actual, generados por nuestras propias actividades, razón por la cual también son, teóricamente, más fáciles de evitar. Se trata de pérdidas relacionadas con fenómenos denominados antrópicos. El panorama objeto de evaluación se desarrolla a partir de la disponibilidad para Ecuador de una base de datos de resgistros de pérdidas y efectos derivados de las interacciones con tres grupos de fenómenos comunes en el país: geológicos (G), como sismos y actividad volcánica; hidrometeorológicos (Hm), como 1

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Pérdidas por desastres de impacto extremo, grande y menor en Ecuador, 1970 – 2007Corporación OSSO

ResumenSe analizan los datos de pérdidas por desastre contenidos en el Inventario nacional de desastres de Ecuador 1970-2007, realizado con la metología DesInventar con la cual se entienden los desastres como resultado de las interacciones entre el uso de las tierras, la distribución de la población, de la infraestructura y los medios de vida con la dinámica natural de la tierra. Se analizaron 4025 registros de pérdidas de desastres, referidos a los Cantones en los cuales se subdividen las 22 Provincias del país. Los datos se clasificaron de acuerdo con el tamaño del impacto en extremos, grandes y pequeños. Las pérdidas acumuladas por miles de desastres representan la mayoría de impactos en términos de muertos (57 %) y viviendas destruidas (43 %). Las víctimas asociadas a registros de pequeño impacto suman cerca del doble que los muertos de gran impacto. El análisis por regiones muestra que las mayores concentraciones de pérdidas ocurren en la región costera seguida de la región Sierra, donde se concentra la población. Las series de tiempo de pérdidas para cada región (Costa, Sierra y Amazónica) se analizaron a la luz de los episiodios cálidos y fríos de ENSO (El Niño Oscilación del Sur). En la Costa y la Sierra hay una estrecha correlación, ya que hay incrementos nítidos de las pérdidas durante las fases cálidas (El Niño) y decrecimiento durante las fases frías (La Niña) de ENSO. Para la región Amazónica la correlación no es nítida. Se analizaron pérdidas por tipos de eventos Hidrometeorológicos (Hm), Geológicos (G), Antrópicos (A) y por Epidemias y plagas (EP). Se encontró que las pérdidas por G se caracterizan por ser de impacto extremo y grande, mientras que las pérdidas Hm se caracterizan por ser especialmente de impactos pequeños, si se excluyen los periodos El Niño. Las pérdidas acumuladas por eventos tipo A son mayores en comparación con las geológicas de impacto pequeño.

Palabras claves: Ecuador, desastres, tendencias espaciales y temporales

1. IntroducciónLa República del Ecuador, país con 13,7 millones de habitantes en 300 000 km2, se divide en 22 provincias con xxx cantones; es bañado por el Océano Pacífico, surcado por los Andes con su cadena volcánica y se extiende sobre las llanuras selváticas del Amazonas y es conocido por sus paisajes, diversidad cultural y atractivos turísticos. Hace parte de la Tierra dinámica conformada desde épocas anteriores a la presencia de la Humanidad por inmemoriales procesos geológicos asociados con el levantamiento de la cordillera, sismos y erupciones volcánicas que han nutrido sus fértiles tierras. El 93 % de los habitantes se asienta en la Costa y en la Sierra. El 30 % se concentra en las ciudades principales, Quito y Guayaquil, y el 60 % restante en ciudades y poblaciones de menor tamaño en 221 cantones.

Con este artículo se busca complementar el conocimiento sobre el país en términos de la distribución de las pérdidas asociadas con fenómenos geológicos relativamente esporádicos como sismos y actividad volcánica, y con fenómenos y efectos más frecuentes relacionados con interacciones entre el uso de las tierras, la distribución de la población y de los bienes de infraestructura con el clima, especialmente en su expresión como las lluvias, que se incrementan notablemente durante episodios del fenómeno El Niño. Se mostrará un panorama de las pérdidas y efectos de lo que comunmente llamamos desastres incluyendo aquellos de gran impacto de ocurrencia esporádica y de aquellos desastres de menor impacto que ocurren frecuentemente y a veces son “invisibles”, señalando que están estrechamente relacionados con las formas de vida modernas, el crecimiento y concentración de la población y con prácticas sociales e institucionales que podemos comprender y transformar para adaptarnos de la mejor manera a procesos de la Naturaleza con los cuales es casi siempre posible convivir y, sobre todo, evitar que las acciones humanas se tornen en contra de nosotros mismos. También se evalúan pérdidas por emergencias y desastres más relacionados con las formas de vida actual, generados por nuestras propias actividades, razón por la cual también son, teóricamente, más fáciles de evitar. Se trata de pérdidas relacionadas con fenómenos denominados antrópicos.

El panorama objeto de evaluación se desarrolla a partir de la disponibilidad para Ecuador de una base de datos de resgistros de pérdidas y efectos derivados de las interacciones con tres grupos de fenómenos comunes en el país: geológicos (G), como sismos y actividad volcánica; hidrometeorológicos (Hm), como

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lluvias intensas, inundaciones, avenidas torrenciales, vendavales, tormentas eléctricas, deslizamientos, granizadas, sequías, entre otros, y antrópicos (A): incendios, colpaso de edificaciones, explosiones, etc. Finalmente, a estos tres grupos se agrega epidemias y plagas (EP).

Aún cuando existen excelentes aportes para comprender las dinámicas naturales y sociales que ocasional o de manera frecuente se traducen en desastres en Ecuador, por ejemplo CAF (2000) y Demoraes y D´Ercole (2001), el artículo se centra en una visión – panorama, de esos desastres a escala de los cantones del país y de la evolución de los mismos desde el año 1970 hasta el 2007, mostrando la diversidad de efectos en el tiempo, algunas de sus evoluciones espaciales y las tipologías de efectos más frecuentemente documentadas.

Los análisis de tipologías de daños y tipos de eventos (fenómenos), se hace a partir de la base de datos denominada “Ecuador – Inventario histórico de desastres”, la cual está disponible para consulta libre en el sitio http://online.desinventar.org. Allí reposan 4513 registros de pérdidas y efectos sobre la vida humana, la vivienda, los servicios y la infraestructura de Ecuador, recopilados a través de diversas iniciativas nacionales e internacionales que culminaron con aportes de la CAPRADE – PREDECAN, a través de la Comunidad Andina de Naciones y la Consultoría “Creación y/o actualización de inventarios históricos de desastres a nivel nacional en los cinco países de la Subregión Andina para el periodo de 1970-2006”. El presente trabajo se realizó en cumplimiento de los objetivos de dicha consultoría y hace parte de una serie de artículos para cada país de la Subregión Andina.

La base de datos histórica está acompañada de una base de datos de registro cotidiano de desastres y emergencias, desde enero de 2007, liderada por la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos del país con información aportada por las Unidades Provinciales de Gestión de Riesgos. Esta base de datos está disponible en el mismo sitio indicado en la Red Mundial.

Se espera que los lectores experimentados en las temáticas objeto de estudio encuentren aspectos complementarios a sus trabajos institucionales, académicos, de planificación, de socorro y de políticas públicas en gestión de riesgos y que los lectores menos asiduos al tema obtengan un panorama de cómo las interacciones entre la Sociedad y la Narualeza operan en Ecuador y, finalmente, que ambos saquen provecho para sentirse partícipes de los retos sociales, económicos y políticos que implica la gestión y factibilidad de reducir los riesgos desde los niveles comunales y cantonales hasta el nacional e internacional.

2. DatosLos datos utilizados para el análisis corresponden al Inventario histórico nacional de desastres de Ecuador sistematizados en una base de datos con la metodología DesInventar1. Mediante esta base se hace seguimiento a varios tipos de impactos que incliuyen: (a) efectos sobre las personas (muertos, desaparecidos, heridos, afectados, reubicados); (b) sobre las viviendas: destruidas y afectadas y, (c) sobre los sectores: transporte, comunicaciones, agropecuario, educación, industrias, salud, energía, acueducto, alcantarillado. Los efectos son relacionados con alguno de los tipos de eventos que maneja la metodología (35 en total), que incluye, entre otros, avenidas torrenciales, inundaciones, deslizamientos, colapso estructural, epidemias, sismos, sequias (Corporación OSSO, 2008).

Las pérdidas se registran a nivel de Cantón, lo cual facilita conocer los procesos y características de la afectación en cada uno, en términos de la recurrencia y magnitud de los impactos. Las principales fuentes de información son los diarios de cobertura nacional El Comercio de Quito y El Universo de Guayaquil. Para ciertos periodos específicos se utilizaron otras fuentes: Juntas Provinciales de Defensa Civil para los impactos del Fenómeno El Niño en 1997-1998, el Instituto Geofísico para algunos sismos y Petro Ecuador para derrames petroleros y otras fuentes como Zevallos (2005). La base de datos dispone de información desde 1970 pero es preciso aclarar que a partir de 1980 se dispone de registros mucho más sistemáticos.

1 Incluye una Guía Metodológica con las definiciones específicas de los cuatro pilares en que se fundamenta la misma: tiempo, geografìa (resolución geográfica del inventario), tipos de efectos y tipos de eventos, asi como los procedimientos y sugerencias para el tratamiento de las fuentes de información. Ver en http://online.desinventar.org

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Del total de 4513 registros para el análisis se incluyeron aquellos de tipos de eventos comunes a los países de la subregión andina, por lo cual se excluyeron 469 registros por accidentes de tránsito y 19 fichas del evento “otros”. El universo de análisis suma 4025 registros que se presentan en la Tabla 1 según los tipos de evento.

Tabla 1. Cantidad de registros según los tipos de eventos

Los episodios cálidos y fríos de ENSO se obtuvieron de bases de datos públicas de la NOAA (NOAA, 2008) y del National Center for Atmospheric Research (NCAR, 2008).

3. MetodologíaSe parte de una base de datos con las siguientes características principales: (a) hace seguimiento a cuatro tipos de variables fecha, referencia geográfica (Cantón), tipo de evento y efectos; (b) los desastres son registrados a través de las pérdidas y efectos desagregados al nivel de cantón y, (c) incluye registro de pérdidas esporádicas de gran impacto así como pérdidas mayores y pequeñas que ocurren con mayor frecuencia. El concepto de desastre que se maneja en el inventario se define tanto como un proceso social como un resultado; es decir el desastre es la manifesetación del riesgo existente en una sociedad el cual se construye socialmente mediante la acumulación de vulnerabilidades y las amenazas del entorno (Lavell, 1996). La metodología del análisis espacio temporal y por tipologías de las pérdidas (Figura 1) incluyó la clasificación de los registros de acuerdo con los siguientes tres criterios:

(a) Tamaño del impacto: para su clasificación se seleccionaron las variables más robustas del inventario (muertos y viviendas destruidas), definidas así porque la mayoría de los registros aportan el dato cuantitativo y otras que, aunque no son tan robustas (Corporación OSSO, 2008), son indicativas del conjunto de efectos de los desastres en el país (viviendas y hectáreas afectadas). Para cada una de las variables se calcularon los percentiles y se encontró que el percentil 97 es un punto de estabilización de las curvas. En Ecuador el percentil 97 corresponde a 20 muertos, 60 viviendas destruidas, 301 viviendas afectadas y 60 000 hectáreas de cultivos o bosques afectadas, que suman 67 registros con valores por encima o igual a uno o varios de estas cifras. Se identificó que entre los registros de gran impacto hay unos cuyas pérdidas son valores extremos comparados con el conjunto de las de gran impacto (Tabla 2).

(b) Categorías de eventos: los 31 tipos de eventos (Tabla 1) fueron clasificados en cuatro categorías así: (Hm) hidrometeorológicos, relacionados con eventos climáticos, meteorológicos e hidrológicos: alud, aluvión, avenida torrencial, deslizamiento, granizada, helada, inundación, lluvias, marejada, neblina, nevada, ola de calor, sedimientación, tempestad, vendaval, sequías, y los accidentes causado por condiciones meteorológicas adversas; (G) geológicos: sismos, actividad volcánica, tsunami, licuación; (A) antrópicos que incluyen: incendios, escapes, explosiones, contaminación, colapso estructural y los incendios forestales que en los países de la subregión son causados principalmente por acción humana; (EP) en una última categoría se agrupan las epidemias y plagas.

(c) El análisis espacial se realizó de acuerdo con las regiones naturales: Sierra, Costa y Amazonía. Los impactos sobre la región insular Islas Galápagos, con efectos comparativamente menores en 23 registros asociados, puede ser consultada fácilmente en el sitio web ya señalado.

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74 Accidente 661 Deslizamiento 1 Licuación 55 Sismo71 Actividad Volcánica 179 Epidemia 200 Lluvias 46 Tempestad

5 Alud 38 Escape 90 Marejada 13 Tormenta eléctrica48 Aluvión 103 Explosión 2 Nevada 36 Vendaval63 Avenida torrencial 22 Granizada 15 Ola de calor11 Biológico 11 Helada 3 Pánico

1 Cambio línea de costa 793 Incendio 27 Plaga41 Colapso estructural 101 Incendio forestal 1 Sedimentación91 Contaminación 1122 Inundación 101 Sequía

Figura 1. Resumen metodología de análisis

Tabla 2. Registros y pérdidas por impacto, extremo, mayor y pequeño

4. Pérdidas de impacto grande y extremoLos 67 registros por encima del percentil 97 representan cerca del 1,7 % del total de la base. El 66 % de los muertos, 67 % de las viviendas destruidas y 88 % de las viviendas afectadas están asociados con eventos de tipo Hm (Tabla 3), cuya distribución se concentra en las provincias de la Sierra y la Costa (Figura 2a). El 64 % de las muertes están asociadas con deslizamientos y el 25 % con inundaciones. Las viviendas destruidas están asociadas en un 60 % con inundaciones, un 16 % con deslizamientos y un 12 % con avenidas torrenciales mientras que el 94 % de las viviendas afectadas se relacionan con inundaciones.

El análisis temporal de los registros y pérdidas evidencia que mientras los Hm están fuertemente influenciados por episodios cálidos del fenómeno ENSO, que en Ecuador se traduce en aumento de las lluvias promedio anuales, los G por su propia naturaleza -que en términos del fenómeno pueden considerarse estacionarios en plazos muy largos de tiempo-, presentan pérdidas esporádicas y representan sólo siete registros.

Tabla 3. Registros de gran impacto según categorías

En términos de vidas humanas los mayores impactos asociados con eventos hidrometeorológicos están estrechamente relacionadas con los episodios El Niño, durante los años 1983, 1987 y 1992-1993. Nótese que para el evento cálido 1997, que fué catalogado como un Niño extremo en términos climáticos, el número de muertos es comparativamente pequeño (Figura 3), aunque durante el episodio cálido de año 2002 se observa un leve incremento. Es posible que la sociedad y las instituciones ecuatorianas hayan aprendido de los

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Clasificación de registros según el tamaño del impacto Registros

percentil >= 97

Registros percentil <= 97

Análisis impacto extremo

Análisis impacto intermedio

Geológicos (G), Antrópicos (A)Plagas y biológico (Pb)

Hidrometeorológicos, Hm

Espacialización en regiones

Análisis espacio temporal y tipología

de las pérdidas

Categoría Fichas Muertos Viv. Dest. Viv. Afect.Hidrometeorológicos 51 76 1096 66 4419 67 25645 88Geológicos 7 10 337 20 1954 30 3556 12Antrópicos 2 3 20 1 200 3 - 0Epidemias y plagas 7 10 197 12 - 0 - 0Sumas 67 100 1650 100 6573 100 29201 100

Impacto Registros % Muertos % % %

Extremo 11 0,27 903 23 2279 20 22063 54Mayor 56 1,39 747 19 4294 37 7138 17Pequeño 3958 98,34 2269 58 4966 43 11844 29Sumas 4025 100 3919 100 11539 100 41045 100

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

eventos anteriores y que las medidas de prevención públicas e institucionales se tradujeran una reducción significativa sobre impactos negativos en la vida humana. Durante la fase cálida de El Niño 1997 - 1998 se registraron pérdidas en viviendas, cultivos, infraestructura vital, comercio y turismo. Según la CEPAL (1999), las pérdidas se estimaron en 2 869,3 millones de dólares corrientes, equivalentes al 15 % del PIB del país en 1997. De éstos, 783 millones (27 %) correspondieron a daños directos y 2 086,1 millones (73 %) a daños indirectos en sectores productivos e infraestructura.

Figura 2. Registros de gran impacto por eventos tipo Hm y tipo G

Figura 3. Registros y número de muertos por fenómenos Hm de gran impacto

Durante los años 1983, 1987, 1992-1993, 1997-1998 y 2002 hubo episodios El Niño (NOAA, 2008).

Las pérdidas asociadas con eventos de tipo geológico representan el 20 % de los muertos, el 30 % de las viviendas destruidas y el 12 % de las viviendas afectadas (Tabla 3) y están concentradas en los cantones con manifestaciones volcánicas al centro del país en la región andina y, al norte de la región amazónica, por el sismo de 1987 (Figura 2a).

Dos registros asociados con eventos de tipo Antrópico corresponden a un incendio en el cantón de Machala (provincia El Oro) el 25 de abril de 1988, por el cual se perdieron 200 negocios comerciales y el colapso estructural de un puente en Vinces (Los Ríos) con un saldo de 20 muertos.

Por encima del percentil 97 las mayores pérdidas se pueden agrupar en cinco registros con 100 a 300 muertos, uno con 1590 viviendas destruidas y cinco con más de 2000 viviendas afectadas y uno con 800 000 hectáreas afectadas por actividad volcánica (Tabla 4).

Adicionalmente hay 43 registros por epidemias con más de 100 enfermos, que suman más de 82 mil casos.

Cinco registros representan valores extremos en términos de mortalidad los cuales están por encima de 100 y suman 800 muertos; el 35 % están asociados con el sismo de 1987 y el 65 % restante con eventos de tipo hidrometeorológico en coincidencia con la ocurrencia de la fase cálida del fenómeno ENSO. Para viviendas

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19701972

19741976

19781980

19821984

19861988

19901992

19941997

19992001

20032005

0

50

100

150

200

250

300

350

0123456789

RegistrosMuertos

(a) Tipo Hm (a) Tipo G

destruidas son seis registros con valores extremos que suman 3651 de los cuales el 43 % (1590) están asociadas con el sismo de 1987 y las restantes 2061 con eventos Hm en 1993, 1996, 1997 y 1999 (Tabla 4). Un registro por actividad volcánica tiene un valor extremos por afectación de hectáreas. Los registro de impacto extremo incluyen cantones con diferentes niveles de población desde Paute (Azuay) con 23 000 habitantes(censo de 2001) hasta Guayaquil con 3,8 millones. En Quito ocurrieron cuatro registros de gran impacto pero ninguno con valores extremos.

Tabla 4. Registros de impacto extremo

Comparando las pérdidas por registros de valores extremos y de mayor impacto se tiene que el 55 % de los muertos y 76 % de las viviendas afectadas están asocidados con los 11 registros de impacto extremo, y el 65 % de las viviendas destruidas con los 56 registros de mayor impacto (Tabla 5).

Tabla 5. Registros y pérdidas de impacto extremo y grande

5. Pérdidas de menor impactoEntre 1970 y 2007 se registran en la base 3958 fichas de menor impacto – aquellas por debajo del percentil 97-, de las cuales el 62 % están asociados con eventos tipo Hm. En términos de muertos y viviendas destruidas éstos también tiene el predomininio con el 64 % y 70 %, respectivamente (Tabla 6). En segundo lugar, y por encima de la categoría G, aparecen las pérdidas por eventos de tipo Antrópico con el 21 % de los muertos, el 29 % de las viviendas destruidas y el 8 % de las afectadas.

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Fecha Geografía Muertos Evento

1983-04-28 Chimborazo/Chunchi 150 * 0 0 - Deslizamiento **1987-03-05 NAPO/EL CHACO/ 300 * - Sismo

1987-04-04 GUAYAS/GUAYAQUIL/ 100 * 0 0 - Inundación **1993-03-04 LOS RIOS/BABAHOYO/ 0 0 9000 * - Inundación

1993-03-29 AZUAY/PAUTE/ 100 * 563 178 24731993-05-10 Zamora Chinchipe/Zamora 200 * 100 0 - Deslizamiento

1996-03-28 COTOPAXI/PUJILI/ 27 1590 * - Sismo

2001-08-12 0 0 2172 * -2002-04-09 MANABI/PORTOVIEJO/ 3 26 3220 * - Inundación **2002-04-10 MANABI/ 23 0 7493 * - Inundación **2002-11-02 NAPO/ 0 800000 *

* Valor variable considerada como extrema** Registros Hm en coincidencia con fase cálida ENSO

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

Cultivos y bosques (Ha)

Avenida torrencial

Tungurahua/San Pedro de Pelileo Actividad

Volcánica

Actividad Volcánica

Impacto Registros % Muertos % % %

Extremo 11 16 903 55 2279 35 22063 76Mayor 56 84 747 45 4294 65 7138 24Totales 67 100 1650 100 6573 100 29201 100

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

Tabla 6. Pérdidas de menor impacto según categorías

La distribución temporal del conjunto de registros por eventos de tipo Hm, G, y A (Figura 4) indica un predominio de los Hm con registros en todos los años y picos asociados a los episodios El Niño. Los registros de tipo geológico muestran un comportamiento esporádico con pocos datos en la década de 1970 y mayor ocurrencia comparativa en la década de 1990. Los eventos directamente causados por la acción humana o antrópicos ocurren a lo largo de todos los años, con una tendencia general creciente desde 1970 a 2007.

Figura 4. Registros de menor impacto según categorías de eventos

Escala vertical logarítimica

5.1. HidrometeorológicosLos registros asociados con eventos tipo Hm se concentran en las regiones de la Costa y la Sierra ecuatorianas (Tabla 7) , siendo las provincias de Guayas y Pichincha las más afectadas. Aunque existen énfasis de las fuentes de información hacia estas regiones la configuración espacial de los efectos corresponde con la distribución de la población, ya que en ellas se concentra el 94 % del total del país. Aunque en el Oriente se localizan importantes yacimientos de petróleo que constituyen la base de la economía ecuatoriana desde la década de 1970, su población es poca mientras que en la Costa y la Sierra se localizan las principales zonas de producción agrícola y las actividades comerciales, que agrupan a la mayor parte de la población económicamente activa (Valenzuela y Bastidas, 2006).

Las pérdidas asociadas con eventos de origen Hm han afectado de manera más frecuente a Ecuador (Tabla 6), sin embargo, existen ciertas diferencias entre una y otra región en relación con las características geográficas (clima, relieve, etc.) y sus condiciones de vulnerabilidad. Así, cada región cuenta con cantones que han sido afectados de manera más frecuente y/o severa por uno u otra tipo de evento.

El conjunto de pérdidas asociadas con fenómenos de la categoría Hm ocurre en relación con los periodos lluviosos (ocasionalmente de sequías) característicos de cada región, incrementados durante los años El Niño. El análisis de estas pérdidas se realiza a escala de su magnitud y de la distribución espacial, en este caso para todas las que significaron daños por debajo de los umbrales de eventos de gran impacto. La mayor cantidad de muertos se concentra en la Sierra (52 %) mientras que las viviendas destruidas (63 %) y

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19701971

19721973

19741975

19761977

19781979

19801981

19821983

19841985

19861987

19881989

19901991

19921993

19941995

19961997

19981999

20002001

20022003

20042005

20062007

1

10

100

1000GeológicosHidrosAntrópicos

Categorías Registros % Muertos % % %

Hm 2471 62 1445 64 3492 70 10641 90G 120 3 37 2 47 1 131 1A 1165 29 487 21 1427 29 999 8Pb 202 5 300 13 0 0 73 1Totales 3958 100 2269 100 4966 100 11844 100

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

afectadas (69 %) se concentran en la Costa (Tabla 7).

Tabla 7. Registros, pérdidas por desastres tipo Hm según regiones

5.1.1 Región costa

Está conformada por llanuras fértiles, colinas, cuencas sedimentarias y elevaciones de poca altitud, contiene la red fluvial más extensa del país, la Cuenca del río Guayas, con importantes afluentes junto a las poblaciones de Daule, Babahoyo, Macul, Puca, Paján y Colimes. Concentra el 49 % de la población del país en las provincias El Oro, Esmeraldas, Guayas y Manabí. Así como cuenta con cerca de la mitad de la población total del país, concentra en la misma proporción los reportes de desastres del inventario histórico (Tabla 7). Si bien, la base de datos se construyó principalmente con dos periódicos editados en Guayaquil y Quito, ambos registran una distribución similar de los datos y permiten identificar que Quito, Guayaquil y Cuenca como los cantones con mayor cantidad de reportes (Corporación OSSO, 2008).

Por inundaciones (e incendios como se verá más adelante) la mayor cantidad de reportes está registrada en Guayaquil. Aunque es posible que exista un sesgo en las fuentes de información, también es probable que sea éste uno de los cantones con más altos niveles de vulnerabilidad ante el mayor número de población y la infraestructura que dispone. Guayaquil es la ciudad donde se localiza la mayor cantidad de población urbana de la zona costera, agrupando junto con Quito, el 45,5 % de la población urbana (INEC, sf). Pero además, a pesar de ser el principal puerto del país, históricamente esta ciudad ha presentado una estructura social con el sector informal más numeroso, sectores medios más débiles, mayor inequidad social, una menor presencia del sector público y niveles bajos de escolaridad (Larrea, 2006). De acuerdo con este autor, Guayaquil fue el principal centro de destino de las migraciones rurales provocadas por las inundaciones de 1997-1998, lo cual, junto con el escenario descrito hizo que la ciudad se recuperara de manera mucho más lenta de la crisis económica de finales de la década de 1990, en comparación con ciudades como Quito y Cuenca.

El número de registros y, sobre todo, las pérdidas de vidas humanas y de viviendas ocurren a los largo de los cantones costeños en relación directa con el exceso de agua en forma de inundaciones y en segundo lugar por deslizamientos inducidos por saturación de los suelos (Figura 5).

8

Registros % Muertos % % %

Costa 1161 47 578 40 2205 63 7309 69Sierrra 1069 43 747 52 854 24 2254 21Amazonía 241 10 120 8 433 12 1078 10Suma 2471 100 1445 100 3492 100 10641 100

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

Figura 5. Registros y pérdidas según tipos de evento

(a) Registros (b) Pérdidas por tipos de evento.

La distribución anual de las pérdidas (Figura 6a) está relacionada con dos aspectos complementarios propios de la región: uno, los periodos de lluvias que regularmente inician al final de cada año y se prolongan hasta abril o mayo, que se traducen en pérdidas con mayor concentración entre enero y mayo (Figura 6b) y, dos, el incremento a veces excesivo de agua lluvia durante periodos El Niño. Las mayores pérdidas en términos de muertos, viviendas destruidas y afectadas se concentran en 1997, en asocio con altas condiciones de vulnerabilidad que quedan al descubierto por las repetidas y copiosas lluvias incrementadas por el episodio cálido de ENSO (Figura 6a).

Figura 6. Pérdidas en la Costa y mensual multianual de registros y pérdidas

(a) Histograma anual de pérdidas (b) Mensual multianual de pérdidas

5.1.2. Región Sierra

Conformada por las dos cordilleras, hoyas y valles interandinos, cuenta con importantes elevaciones como el Chimborazo, los Illiniza, el Cotopaxi, el Cayambe y el Antisana, parte de la cadena volcánica ecuatoriana. Las grandes elevaciones se localizan del centro al norte del país; de Riobamba hacia el sur decae su altitud y aumenta el ancho, formando una especie de altiplano. Desde la Sierra se alimentan con lluvias y nevados los ríos de las vertientes amazónica y del Pacífico. La Sierra está conformada por las provincias Azuay, Bolivar, Carchi. Chimborazo, Cotopaxi, Imbabura, Loja, Los Ríos, Tunguruhua y Pichincha donde se localiza Quito.

9

ene feb mar abr may jun jul ago sep oct nov dic0

200

400

600

800

RegistrosMuertosViviendas destruidas

19701972

19741976

19791981

19831985

19871989

19911993

19951997

19992001

20032005

2007

0

500

1000

1500

2000

020406080100120140

MuertosViviendas destruidasViviendas afectadas

Tipo de evento Registros Muertos

1161 578 2205 7309Inundación 629 243 987 5496Deslizamiento 178 143 619 1290Accidente 28 63 0 0

26 29 5 0Lluvias 96 20 135 45Aluvión 13 10 43 7Tempestad 16 4 6 25Ola de calor 9 3 0 0Helada 3 1 0 0

1 0 0 0

3 0 0 0Vendaval 12 0 2 49Sequía 60 0 0 0

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

Avenida torrencial

Cambio línea de costaTormenta eléctrica

Después de la Costa, la Sierra registra la mayor cantidad de reportes de efectos. Los registros se encuentra más concentrados en algunos cantones, mientras que en la Costa hay una mayor distribución de la afectación. Los más afectados son Quito y Santo Domingo en la provincia de Pichincha, Quevedo y Babahoyo en la provincia Los Rios, Cuenca en Azuay y Ambato en Tungurahua (Figura 7). Las inundaciones y deslizamientos son los eventos con más reportes de efectos, siendo Quito donde se reporta la mayor cantidad. De acuerdo con Demoraes, F. y D'Ercole, R. (2001), en Quito las inundaciones están asociadas principalmente a la insuficiente capacidad del sistema de colectores urbano y ocurren aún con lluvias muy locales. Los efectos por deslizamiento se reportan principalmente en Quito y Cuenca (Azuay); aunque en el primer cantón hay mayor ocurrencia de afectación por este evento, en Cuenca se reportan mayores impactos. Los efectos por inundaciones también se reportan principalmente en estos cantones, junto con otros como Santo Domingo en Pichincha y Vinces y Babahoyo en la provincia Los Ríos.

Figura 7. Registros por cantones y pérdidas por tipos de eventos en la Sierra

Desde mediados de la década de 1990 hay una mayor ocurrencia de pérdidas así como de registros, lo que probablemente está asociado con disponibilidad de información más detallada en las fuentes hemerográficas. Lo distribución anual de muertos muestra mayor concentración de pérdidas a partir de 1994. Al igual que en la Costa, las pérdidas se agrupan estadísticamente en los meses lluviosos entre finales de año y mediados del siguiente (Figura 8).

Figura 8. Pérdidas y comportamiento mensual multianual de registros y pérdidas en la Sierra

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Tipo de evento Registros Muertos

Deslizamiento 357 389 332 541Inundación 263 40 249 1027Aluvión 32 43 51 21Tempestad 16 8 27 59Vendaval 15 2 20 109Lluvias 72 13 13 87

13 7 11 0Alud 5 21 4 0

5 1 1 4Sedimentación 1 0 0 0Nevada 2 0 0 0Ola de calor 4 0 0 0Sequía 36 0 0 0Granizada 22 1 0 5Accidente 37 133 0 0Helada 7 0 0 0

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

Avenida torrencial

Tormenta eléctrica

19701973

19751978

19801982

19841986

19881990

19921994

19961998

20002002

20042006

0

30

60

90

120

150

0

60

120

180

240

300RegistrosMuertosViviendas destruidasViviendas afectadas

(a) Distribución de registros (b) Pérdidas por tipos de eventos

ene feb mar abr may jun jul ago sep oct nov dic0

50

100

150

200

250RegistrosMuertosViviendas destruidas

5.1.2. Región Amazónica

Está conformada por colinas que se originan en la parte oriental de los Andes y descienden hasta las llanuras del Amazonas, a cuya cuenca pertenecen importantes ríos como el Putumayo, el Napo y el Pastaza. Hay dos regiones geográficas: Alta Amazonía y llanura Amazónica. En la primera se encuentran las cordilleras de Napo Galeras, Cutucú y Cóndor. Los relieves más sobresalientes de la región se encuentran en la parte norte, cerca del volcán Sumaco y los más bajos hacia el Este. En la Amazonía se encuentran seis de las provincias del país: Morona Santiago, Napo, Orellana, Pastaza, Sucumbíos y Zamora Chinchipe. El inventario presenta menor cantidad de reportes para esta región lo cual puede corresponder con el número de habitantes de esta zona (Tabla 7). La reducida cantidad de reportes permite identificar, sin embargo, algunas tendencias o patrones en el comportamiento de los efectos, los cuales están asociados fundamentalmente con inundaciones y deslizamientos.

Los deslizamientos han afectado en particular las provincias de Napo, Pastaza, Morona Santiago y Zamora Pichiche. Zamora es uno de los cantones que reportan mayor cantidad de efectos, siendo esta una zona en la que a lo largo de los años se han presentado deslizamientos de grandes proporciones. Las inundaciones ocurren en todas las provincias. Por otra parte, al localizarse en esta región los yacimientos de petróleo se reporta la mayor cantidad de escapes de crudo, en particular en los cantones de Orellana y Lago Agrio (así como en Esmeraldas en la Costa) por roturas del oleoducto que une a Lago Agrio con Balao en la provincia de Esmeraldas.

En la región la mortalidad está asociada con los deslizamientos (Figura 9), inundaciones y avenidas torrenciales; las viviendas destruidas con los dos primeros y las viviendas afectadas principalmente con las inundaciones. Las pérdidas por vivendas destruidas se concentran en algunos cantones, especialmente al sur en la provincia de Zamora Chinchipe.

Figura 9. Registros y pérdidas por tipos de eventos

Las pérdidas se concentran a partir de 1987, con la mayor cantidad de viviendas destruidas en coincidencia con años 1991, 1998 y 2006, años neutro y en 1990, 1993 y 1988 en que los dos primeros primeros trimestres estuvieron caracterizados por El Niño y los otros con La Niña. Los picos asociados con viviendas afectadas coinciden con episodios El Niño 1998, La Niña 2000, y neutro 2004 (Figura 10). En esta región, la estación lluviosa se presenta entre enero y septiembre y la estación seca entre octubre y diciembre. La distribución de los reportes y pérdidas tienden a agruparse entre marzo y julio.

Figura 10. Comportamiento mensual multianual de registros y pérdidas en Amazonas

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Tipo de evento Registros Muertos

Deslizamiento 92 60 122 29Inundación 77 20 197 855

20 19 24 35Accidente 3 10 0 0Lluvias 20 6 32 37Aluvión 3 0 0 0Ola de calor 1 0 0 0

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

Avenida torrencial

19701972

19741976

19781980

19821984

19861988

19901992

19941996

19982000

20022004

2006

0

20

40

60

80

100

0

100

200

300

400

500RegistrosMuertosViviendas destruidasViviendas afectadas

ene feb mar abr may jun jul ago sep oct nov dic0

20406080

100120140

0

2

4

6

8

10

12RegistrosMuertosViviendas destruidas

5.2. GeológicosJunto con los desastres o efectos asociados con eventos hidrometeorológicos y antrópico, aquellos disparados por sismos y actividad volcánica son de gran relevancia para el país, tanto por los efectos ocurridos en el pasado como por el potencial impacto que tienen los fenómenos de origen geológico en éste, un país frente a una zona de choque de placas (Nazca y Suramérica) con gran número de volcánes activos.

Los efectos de la actividad volcánica se registran en 69 fichas cuyo análisis permite afirmar que son significativos a la vez que tienen dos particularidades: (a) son más esporádicos en comparación con desastres asociados a fenómenos de tipo Hm, que tienden a relacionarse de manera mas o menos estrecha con los regímenes de las lluvias y, (b) están mas concentrados espacialmente, al centro de la región Andina en las provincias de Cotopaxi, Chimboraza, Tungurahua y Pichincha (Figura 11a).

Figura 11. Afectados por actividad volcánica y registros por actividad sísmica

(a) Afectados por actividad volcánia (b) Registros por actividad sísmica

Acorde con la distribución de fuentes sísmicas los daños y pérdidas han afectado las tres regiones continentales de Ecuador (Figura 11b) y generado daños y pérdidas de gran impacto como las ocurridas en los sismos de marzo de 1987 y 1996 documentadas al principio de este artículo y catalogados como de gran impacto. Adicionalmente han generado pérdidas menores representadas en 50 fichas que incluyen el sismo de octubre del 2005 que afectó la zona nororiental y el sismo de diciembre del 2007 que afectó la región costera; destaca, por la mortalidad, un sismo el 18 de agosto de 1980 con 17 muertos y varias casa derrumbadas. Vale anotar que durante el periodo cubierto en el análisis, y con excepción del terremoto de 1987, no hubo en ecuador grandes desastres por este tipo de fenómeno, aún cuando claramente se trata no solo de un país volcánico sino también sísmico.

5.3. AntrópicosEntre los eventos antrópicos los incendios han dejado la mayor cantidad de muertos, damnificados y viviendas destruidas, mientras que las explosiones representan el mayor número de viviendas afectadas y evacuados. Por su parte las contaminaciones y el colapso de estructuras aporta la mayor cantidad de afectados (Tabla 8).

12

Tabla 8. Registros y pérdidas por eventos antrópicos

La distribución temporal de las pérdidas muestra picos de viviendas destruidas hasta mediados de la década de 1980, una disminución comparativa durante fines de la década de 1980 y la década de 1990 y nuevamente picos en 2004 y 2007. En términos de muertos la tendencia es constante a lo largo de los 38 años del inventario (Figura 12).

Figura 12. Registros y pérdidas por año asociadas con eventos de tipo A

Una relación entre la ocurrencia de incendios y los procesos de urbanización debería dar cuenta de su reducción a medida que los asentamientos humanos se consolidan, proceso que implica implica cambios en el tipo de materiales de las viviendas, generalmente de materiales combustibles (cartón, madera, juncos, a ladrillo cocido. No obstante, la manera como se han urbanizado las grandes y medianas ciudades, rodeadas de amplios cinturones de áreas marginales, implican una permanencia de los patrones de vulnerabilidad en términos de la tipología de vivienda, ausencia de servicios básicos y conexiones fraudulentas a las redes de agua y energía, además de alta densidad poblacional y de vivienda. Este es el caso de la Provincia de Guayas donde se concentra el 70,4 % de los incendios (558) y específicamente de Guayaquil con 497 reportes que según el primer jefe de Bomberos ocurren en barrios marginales del norte de la ciudad, por cortocircuitos asociados con conexiones deficientes (Desastres.org, 2007). Las viviendas destruidas por incendios se concentran, después de Guayaquil, en Quito y Esmeraldas (Figura 13a). Los damnificados por todos los tipos de eventos antrópicos se concentran en algunos cantones en la tres regiones naturales (Figura 13b).

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Fichas Muertos Damnificados Afectados

Incendio 792 342 1242 377 5102 601Explosión 103 89 143 424 2520 218Contaminación 91 30 - - - 27442Colapso estructural 40 26 41 198 159 4088Escape 38 - - - 150 -Incendio forestal 101 - 1 - - 6

1165 487 1427 999 7931 32355

Viviendas destruidas

Viviendas afectadas

19701972

19741976

19781980

19821984

19861988

19901992

19941996

19982000

20022004

2006

020406080

100120 Registros

MuertosViviendas destruidas

Figura 13. Registros y pérdidas por año asociadas con eventos de tipo A

(a) Viviendas destruidas por incendios (b) Damnificados por eventos antrópicos

5.4 Epidemias y plagasLas epidemias hacen parte de los cinco tipos eventos con mayor cantidad de reportes asociados, no obstante, es importante mencionar que quizá la fuente hemerográfica no sea la más apropiada para documentarlas por el subregistro que presenta de la información tanto de las epidemias que ocurren como de los efectos y causas asociadas con ellas. Los reportes del inventario tienen un énfasis a partir de la década de 1990, con picos en los años 1991-1992, 2000 y 2002-2003. Las provincias con más reportes son de la Costa, en particular Guayas y Manabí. Las epidemias se han generado principalmente como consecuencia de aguas estancadas en las planicies de las cuencas de la Costa, las cuales al mezclarse con aguas de desechos industriales o aguas negras de las ciudades, generan la proliferación de mosquitos de transmisión de varias enfermedades, así como la expansión de enfermedades intestinales.

6. Síntesis y conclusionesLa metodología implementada para clasificar el tamaño de las pérdidas registradas a nivel de catón (y en ocasiones provincia), adaptada de la utilizada por la ISRD (2008), permite obtener una clasificación según los datos que se han registrado en el inventario histórico y no según umbrales de pérdidas definidos a priori. Por otra parte, también permite evidenciar, de manera más clara, que los desastres de mayor magnitud no generan un conjunto homogéneo de grandes pérdidas en todas las unidades geográficas afectadas sino que, por el contrario, éstas conforman un conjunto heterogéneo con pérdidas de variado impacto.

Por lo tanto se pudo cuantificar las pérdidas según el tamaño del impacto sobre la unidad de mínima resolución de la base de datos (cantones), lo que permitió diferenciarlas en tres grandes grupos

● Las pérdidas de impacto extremo representan menos del 0,5 % de los registros y acumulan el 58 % de los muertos y el 43 % de las viviendas destruidas.

● Las viviendas afectadas están concentradas en los registros de gran impacto con cerca del 50 % y el 29 % corresponden a la categoría de menor impacto.

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El conjunto de datos de pérdidas por desastres en Ecuador desde 1970 a diciembre de 2007 se pueden sintetizar en varios aspectos:

(a) Los eventos de tipo Hm se caracterizan por pérdidas de variado impacto desde extremos y mayores hasta pequeños.

(b) Los impactos acumulados de los eventos de pequeño impacto por fenómenos Hm distribuidos en casi 2500 registros son comparables en número de muertos con los de extremo y gran impacto y, guardadas proporciones, con el número de viviendas destruidas. Sin embargo, los reportes de viviendas afectadas son muy superiores para las pérdidas de gran impacto.

(c) Las pérdidas asociadas con fenómenos de tipo Hm son disparadas principalmente por inundaciones y deslizamientos en las tres regiones naturales

(d) Las pérdidas por fenómenos de tipo Hm son muy sensibles a la ocurrencia de las fases cálidas de ENSO, especialmente en la Costa. En la Amazonía no se establecen correlaciones claras.

(e) Las pérdidas asociadas con fenómenos de tipo Hm, especialmente inundaciones y deslizamientos en la Costa y, a la inversa, deslizamientos e inundaciones en la Sierra, que son de ocurrencia frecuente y asociada con el régimen climático del país, se ven notablemente incrementadas durante los episodios del fenómeno El Niño. La pérdida de vidas, sin embargo, se vió favorablemente reducida durante el último episodio fuerte en los años 1997 – 1998, muy probablemente asociada con mejores condiciones de información, prevención, atención y medidas de mitigación

(f) Los eventos antrópicos implican víctimas y viviendas destruidas que sumados a pérdidas de menor impacto de tipo Hm son más comparables con los desastres de mayor impacto. Ello implica la necesidad de fortalecer las actividades, proyectos y políticas de gestión cotidiana de los riesgos, como componente esencial para mitigar los impactos mayores y extremos.

(g) Las pérdidas por eventos de tipo G en Ecuador se caracerizan por ser de impacto mayor o extremo, ya que los aportes de pérdidas por la categoría de pequeño impacto de los mismos eventos de tipo G son comparativamente menores. En el periodo analizado y con excepción del sismo de 1987 y actividad volcánica con gran número de afectados, no han ocurrido eventos de gran magnitud;

(h) Las pérdidas de menor impacto por eventos de tipo A ocurren de manera frecuente, y presentan una tendencia creciente en términos de viviendas destruidas y constante en términos de muertos.

(i) Quito, Guayaquil y Cuenca, con los mayores centros urbanos del país, son los cantones que más desastres reportan, lo cual está ligado al énfasis de las fuentes de información utilizadas en el inventario, pero también a las condiciones de vulnerabilidad en cada uno de ellos. Sin embargo, otros cantones como Vinces, Quevedo, Machala, Manta, Chone o Zamora, aunque en menor proporción, presentan significativos y recurrentes efectos. Los datos disponibles, aunque no tratados en extenso en este artículo, indican concentración de daños asociados con las mayores densidades de población por regiones y concentraciones urbanas, por un lado, y por el otro la expansión o incremento en recurrencia y patrones de daños en áreas de colonización, especialmente en la región amazónica.

La clara relación entre el gran porcentaje de desastres asociados con fenómenos hidrometeorológicos (lluvias, inundaciones, avenidas torrenciales, deslizamientos), podría ser utilizada como instrumento de conocimiento para fortalecer medidas de planificación de usos del suelo y obras de infraestructura como dotación de redes de alcantarillado. Es por ello que el inventario histórico analizado puede y debe mantenerse actualizado y ser mejorado en términos de mejores registros de variables poco cuantificadas para impactos de incendios forestales, epidemias, efectos económicos sobre infraestructura y bienes y servicios. El mantenimiento continuo de registros de pérdidas en bases de datos como DesInventar será de vital importancia para el monitoreo de cambios o tendencias de vulnerabilidades y riesgos en el país, con aplicación a la generación de políticas de planificación mitigadora y apoyo a organismos humanitarios.

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En Ecuador destaca que la Secretaría Técnica de la Gestión de Riesgos coordina el uso nacional de DesInventar como parte del Sistema de Información de Desastres y Emergencias, alimentado cotidianamente por las Unidades Provinciales de Gestión de Riesgos con el apoyo de la Cruz Roja, cuerpos de Bomberos y la Policía Nacional. Este sistema está operando desde enero de 2007.

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