control electronico frente a la teoria del etiquetamiento

8/14/2019 Control Electronico frente a la Teoria del Etiquetamiento

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EL CONTROL ELECTRNICOFRENTE A LA TEORA DEL

ETIQUETAMIENTO

MSTER EN CRIMINOLOGA

YEJECUCIN PENAL

Universidad Pompeu Fabra,

Universidad de Girona yUniversidad Autnoma de Barcelona

Autor: Kerley Marcelo Quimbiulco Yanchatipn

Tutor: Daniel Varona

Barcelona, 24 de junio de 2013

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El control electrnico frente a la teora del etiquetamiento ii

NDICE

Resumen.................................................................................................................................................. iii

Introduccin............................................................................................................................................ iv

1.0 EL ETIQUETAMIENTO .................................................................................................................. 1

1.1 Nociones generales ............................................................................................................................. 1

1.2 mbitos de estudio ............................................................................................................................ 1

1.2.1 Definicin de la conducta desviada y el delito:.......................................................................... 2

1.2.2 Definicin del desviado y el delincuente:.................................................................................. 2

1.2.3 Efectos ......................................................................................................................................... 3

1.2.3.1 Externo o estigma social....................................................................................................... 3

1.2.3.2 Interno o admisin de la categora de desviado.................................................................... 5

1.3 Poltica criminal............................................................................................................................... 5

2.0 EL CONTROL ELECTRNICO................................................................................................... 7

2.1 Concepto y mbito de aplicacin....................................................................................................... 7

2.2 Clases de dispositivos ......................................................................................................................... 7

2.3 Consecuencias................................................................................................................................... 9

2.3.1 Afectacin individual...............................................................................................................11

2.3.2 Afectacin en la vida social ....................................................................................................122.3.3 Afectacin en el ambiente laboral.........................................................................................13

2.3.4 Afectacin en las relaciones con la familia y/o con la pareja ..............................................14

2.4 Valoracin crtica............................................................................................................................15

3.0 CONCLUSIONES...........................................................................................................................21

BIBLIOGRAFA ....................................................................................................................................24


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El control electrnico frente a la teora del etiquetamiento iii

RESUMEN

El control electrnico es una medida de reaccin social formal del sistema penal, que bajo lalupa de la teora del etiquetamiento se evidencia como una posible arma de doble filo, pues altiempo que la reaccin social formal busca con su uso minimizar el empleo de la crcel y

evitar sus correspondientes aflicciones, pues por otro lado tambin puede flagelar el bienestarde quienes ingresan a vigilancia electrnica, toda vez que la visibilidad estigmatizante de laaplicacin del control electrnico, sin perjuicio de otros factores como el exceso de horariosde restriccin de movimiento, pueden coadyuvar a que los vigilados electrnicamente seanvctimas de la exclusin social. (Palabras clave: control electrnico, etiquetamiento, estigma,exclusin social, vctima)


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El control electrnico frente a la teora del etiquetamiento iv

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1 Sin nimo de problematizar en el concepto, pues sobredimensionara la intencin de esta investigacin,acogiendo una de las opciones aludidas por Subirats (2004: 17-20) y Marco (2000: 17-19), en el presentetrabajo la expresin exclusin social, se entender en el sentido general de detrimento de integracin o

participacin de una persona en sociedad.

INTRODUCCIN

El control electrnico pese a que se suele concebir como una medida que procura evitar los

efectos negativos del internamiento en prisin, no ha tenido mayor tratamiento por la doctrina

criminolgica espaola. Si bien su empleo es un tema relativamente nuevo, puesto que su usocomienza recin a partir de la dcada de los ochentas; sin embargo, desde un punto de vista

criminolgico, nos sienta la duda de si su uso puede o no tener efectos contraproducentes, lo

cual, en consecuencia, permite plantearnos la interrogante: Es posible que la aplicacin del

control electrnico cause exclusin social1a quien est sujeto a tal medida?

Frente a tal interrogante, el objetivo general del presente trabajo ser analizar si la aplicacin

del control electrnico propicia o no tal posibilidad: exclusin social, y de evidenciarse

aquello, como objetivos especficos procuraremos individualizar en qu mbitos se aprecia suimpacto y qu respuestas pueden ayudar a minimizarla. A fin de poder llevar a cabo dichos

objetivos y, a la vez, poder responder a la pregunta planteada en el prrafo anterior, para

poder acercarnos a la realidad del problema nos apoyaremos en los planteamientos que

desarrolla la teora del etiquetamiento, mismos que enfocados a la aplicacin del control

electrnico nos permitirn detectar si es o no posible la exclusin social de quienes estn bajo

tal medida. A la par, para profundizar en la exclusin social y valorar adecuadamente sus

consecuencias, guiados por el mtodo analtico, la descompondremos en otros conceptos:

afectacin individual, social, laboral y familiar.

Pese a la novedad del problema no se ha hecho mayor eco de la posible exclusin social

que puede generar al vigilado el uso de mecanismos electrnicos. En consecuencia, el

desarrollo del presente trabajo resulta necesario, a fin revelar bibliografa, incentivar el

debate y colaborar con una nueva fuente de consulta que sirva de apoyo para futuras

investigaciones.

Por otra parte, el presente estudio se limitar al campo de la revisin bibliogrfica de

autores que en forma trascendente han tratado el tema de la teora del etiquetamiento, as

como tambin de autores que han procurado vincular el control electrnico con las

consecuencias del etiquetaje. En cuanto al acopio de informacin, como fuentes de

consulta se tomarn en cuenta tanto la bibliografa fsica como electrnica a las que

tengamos acceso a travs de la biblioteca y los recursos electrnicos de la UPF, as como

tambin artculos electrnicos de relevancia que en forma independiente se encuentren

publicados en Internet.


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El control electrnico frente a la teora del etiquetamiento v

Este trabajo se desarrollar en tres captulos: el primero tratar sobre la teora del

etiquetamiento, a fin de poder identificar y profundizar en sus planteamientos; el segundo

captulo comprender propiamente el anlisis del control electrnico, y con el apoyo del

primer captulo, se procurar verificar si tal medida de reaccin social formal puede acarrear

exclusin social de quienes estn bajo dicho control; y, finalmente, en el tercer captulo,

indicaremos las conclusiones a las que nos ha llevado la presente investigacin.


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El control electrnico frente a la teora del etiquetamiento 2

1.2.1 Definicin de la conducta desviada y el delito:

Becker (1966: 9) sostiene que: [] los grupos sociales crean la desviacin al establecer las

normas cuya infraccin constituye una desviacin, y al aplicar esas normas a personas en

particular y etiquetarlas como marginales. En consecuencia, agrega (1966: 9), [] la

desviacin no es cualidad del acto que la persona comete, sino [] una consecuencia de la

respuesta de los otros a las acciones de una persona.

Como se observa, el etiquetamiento no es una teora que se limita a la definicin y

entendimiento de las conductas tipificadas como prohibiciones penales, sino que abarca un

universo ms amplio (Pavarini, 2002: 63), es decir la generalidad de las conductas que las

personas consideran o no rechazables.

Si los grupos sociales son quienes crean la desviacin o qu conductas son consideradas o no

como delitos, vale preguntarnos: quin o quienes concretamente establecen las normas

penales y por qu causas o incentivos? (Baratta, 2004: 87). Al efecto, la presente teora nos

ayuda a cuestionar que la materializacin de normas penales se deba nicamente al inters de

sancionar las conductas ms lesivas o la necesaria tutela de intereses generales (Cid y

Larrauri, 2001: 202; Garca-Pablos, 2003: 900-901).

La estratificacin social y sus respectivos conflictos de intereses no son ajenos a los procesos

de criminalizacin, sea primaria (elaboracin de la ley) o secundaria (aplicacin de la ley),

pues predominan intereses de los grupos que ostentan el poder (Baratta, 1980: 22), mismos

que se mueven tanto en el mbito poltico como en el econmico (Becker, 1966: 17).

1.2.2 Definicin del desviado y el delincuente:

En la interaccin social suelen existir personas que llegan a ser definidas como desviadas

aunque no hayan quebrantado alguna norma, en tanto que suelen existir otras personas que

pese a haber quebrantado alguna norma, no llegan a ser etiquetadas como desviadas (Cid y

Larrauri, 2001: 204; Williams, 2008: 424).

De lo indicado, se podra sealar que el sistema social en general, y el penal en particular, noguardan equilibrio respecto a la identificacin de quienes llegan a ser etiquetados.

Centrndonos en el sistema penal, a quienes quebrantan las normas podramos diferenciarlos

entre infractores y delincuentes. A la sazn, los infractores vendran a ser aquel grupo que

pese a haber violado alguna norma, no son detectados e identificados por el sistema penal;

mientras que, los delincuentes vendran a ser quienes han sido detectados por el sistema penal,

identificados y etiquetados como tales (Cid y Larrauri, 2001: 204-205; Baratta, 2004: 84).

Si bien el etiquetamiento como delincuente, como consecuencia de la reaccin social formal,estara ligado a la presencia de una condena (Cid y Larrauri, 2001: 205), en la prctica la


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definicin de los desviados tambin se plasma en el mbito de la reaccin social informal, del

sentido comn, generndose un tratamiento determinado para quien es vinculado a tal o cual

comportamiento (Baratta, 2004: 94; Bernburg, 2009: 188-189).

Si partimos de que la realidad social se va construyendo en base al significado que emanan

de algunas concepciones o definiciones sociales (Garca-Pablos de Molina, 2003: 883), el

riesgo de la asimilacin de un atributo negativo por adelantado es que puede concebirse como

real y, en consecuencia, producir efectos atados a la existencia del mismo, cumplindose as el

teorema de William Thomas de que "[] si algunas situaciones son definidas como reales,

ellas son reales en sus propias consecuencias." (Thomas citado por Baratta, 2004: 92). En

otras palabras, la reaccin social no slo define qu conductas son desviadas, sino que

adems la reaccin social, sea formal o informal, puede contribuir a la creacin del estatus

de delincuente (Cid y Larrauri, 2001: 205) y fomentar un tratamiento especfico contra quien

ha sido catalogado en tal forma.

En este juego de la relatividad de la definicin del desviado en general, y del delincuente en

particular, cabe resaltar que los grupos sociales al aplicar la etiqueta, arbitrariamente, pueden

tender a definir a algunas personas como ms desviadas que otras, en cuya discriminacin

suelen intervenir factores como: las caractersticas de la persona, el grado de

reprobacin social sobre el hecho penal que se ha cometido, o el haber estado en prisin

(Garca-Pablos de Molina, 2003: 894-895; Cid y Larrauri, 2001: 204; Wagman, 2006: 1-4), a

lo que se sumara tambin, verbigracia, el empleo de otras medidas como el uso del control

electrnico o, incluso, la mera publicidad de la existencia de un proceso penal en contra de

determinada persona.

1.2.3 Efectos

1.2.3.1 Externo o estigma social

Focalizndonos en el resultado que emana de la fuerza con que la reaccin social se presenta,

podemos apreciar una particularidad, o ms bien un peligro, que deviene de su posibleinfluencia por la llamada ceremonia de degradacin de estatus, ceremonia a travs de la cual,

segn Garfinkel (1956: 420): [] la identidad pblica de uno de los intervinientes es

transformada en algo que se mira como lo ms bajo dentro del esquema local de tipos

sociales.

La presencia de la etiqueta de desviado, o en su caso de delincuente, puede generar estigmas

(Garca-Pablos de Molina, 2003: 889). Al efecto, al decir de Goffman (2006: 13-14), al

estigma lo podemos entender como una cualidad que resulta fuertemente desacreditadora,mismo que depende de la asignacin de un atributo y su vinculacin a determinado


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3La construccin del estigma de Link y Phelan no me parece acertada, en virtud de que confunden el estigma en

s mismo con sus posibles consecuencias. Al respecto, del anlisis de contenido general de los textos ledos parala presente investigacin, se aprecia una omisin consistente en que nadie se preocupa por hacer una distincinexpresa de lo que puede entenderse por etiqueta, estigma y exclusin. En correspondencia, cuando se habla deetiqueta la podemos asimilar como un membrete, una marca o una seal que facilita el reconocimiento entre las

personas; cuando se habla de estigma se puede entenderlo en esencia como una etiqueta o caracterstica a la que

se ata una valoracin negativa tendiente a infamarla (a efectos de esta investigacin, ya puede depender delcontexto); y, cuando se habla de exclusin social, se hace referencia a la consecuencia o resultado efectivo quedeviene de la asimilacin de un estigma, pero no de una etiqueta, pues el resultado o efecto de la presencia deuna etiqueta, en nuestro caso, sera el estigma. En consecuencia, la construccin del estigma de Link y Phelanestimo vlida hasta el tercer literal, pues hasta concebirse la idea de un grupo formado por ellos en el que no

cabe el grupo del nosotros ya se est terminando por relacionar a la persona como algo no normal. Mas, laexistencia de un resultado efectivo que modifique el mundo exterior no significa que se deba a que finalmente seha construido un estigma, ya que como bien indica Goffman, y as lo detallaremos ms adelante en el texto(incluida la referencia), existen estigmas que no generan resultados, o como expreso, no modifican efectivamenteel mundo exterior, mas aquello no significa que el estigma no se haya construido, pues la valoracin ocalificacin negativa puede estar presente, sino que las personas estigmatizadas simplemente se han resistido aque el estigma cambie, repito, efectivamente su mundo exterior. Por ello, considero que la visin de Link yPhelan es errada, ya que sin necesidad de llegar a un resultado se puede construir un estigma. Los literalescuarto y quinto son simplemente una consecuencia hasta cierto punto lgica frente al estigma que ya ha

terminado por construirse, toda vez que de no estar construido, pues no habra tal reaccin social negativatendiente a modificar el mundo exterior de quien porta una etiqueta estigmatizante.

estereotipo. Link y Phelan (2001; Link, 2011: 4) complementan las ideas de Goffman y

sostienen que en la construccin del estigma convergen los siguientes elementos3:

a) Las personas deben distinguir y etiquetar diferencias entre seres humanos.b) A raz de esa distincin, las personas etiquetadas son vinculadas a ideas, imgenes oestereotipos negativos.

c) Las personas etiquetadas son vistas como un grupo separado, un grupo formado porellos en el que no cabe el grupo del nosotros.

d) Las personas etiquetadas comienzan a experimentar una prdida de estatus en razn dela discriminacin, lo cual les lleva a estar en condiciones de desigualdad.

e) La estigmatizacin de las personas etiquetadas, finalmente, depender de su nivel depoder econmico, social y poltico, pues es la falta o el acceso a dicho poder el que facilita la

identificacin de diferencias, la asignacin de atributos y, en consecuencia, la separacin,

segregacin o exclusin de ciertas personas etiquetadas.

Una vez producido el estigma, el grave problema es que puede aislar a la persona de quienes

se mantienen dentro de la categora de los llamados normales, es decir de quienes no son

identificados negativamente dentro las expectativas sociales (Goffman, 2006: 15),

propiciando as la conversin de la persona estigmatizada en una proscrita de la sociedad, sin

perjuicio de la consecuente repercusin desfavorable en su mbito social, familiar o laboral

(Garca-Pablos de Molina, 2003: 889-890; Taylor, Walton y Young, 2003: 171).


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1.2.3.2 Interno o admisin de la categora de desviado

Lemert introdujo dos conceptos importantes en el campo de la desviacin: desviacin

primaria y desviacin secundaria (Garrido, 2006: 373).

Dentro de la desviacin primaria se enmarcan los comportamientos desviados que se realizan

en forma ocasional o infrecuente, mismos que gran parte de las personas los puede

experimentar (sobrepasar el lmite de velocidad), pero que sin embargo no generan en quien

los realiza su asimilacin como persona desviada y la sociedad tampoco llega a catalogarla

como tal (Franzese, 2009: 71).

Cuando el comportamiento desviado empieza a ser repetitivo y muy visible en el entorno

social, frente a lo cual la sociedad comienza a identificarlo y a responder en una forma severa,

quien lo ejecuta puede sufrir una reordenacin de su subjetividad, que lo puede llevar a

considerarse como desviado (Lemert, 1951: 76). A la par: Cuando unapersona comienza a

emplear su comportamiento desviado como un mecanismo de defensa, ataque o adaptacin

frente a los problemas creados por la consecuente reaccin social hacia l, su desviacin es

secundaria. (Lemert, 1951: 76).

A la teora del etiquetamiento no le interesa la desviacin primaria ni las causas que la

provocan, sino que se preocupa por la desviacin secundaria (Garca-Pablos de Molina, 2003:

879-880,889). En este escenario, el proceso penal viene a tomar un rol trascendente, pues su

intervencin podra propiciar que la persona tienda a reordenar negativamente su personalidad

(Bernburg 2009: 189; Cid y Larrauri, 2001: 207), en razn de que las instancias de control

social formal tampoco se mantienen alejadas de los clichs sociales, pudindose cerrar de esta

forma la idea de la profeca del autocumplimiento (Garca-Pablos de Molina, 2003: 891).

Como habamos indicado, el sistema penal acta sobre personas identificadas, pudiendo

convertirse as la etiqueta de delincuente en un patrn que gue las relaciones que esta persona

mantenga en el futuro, sin perjuicio de que a raz de esa etiqueta se lleguen tambin a

reinterpretar sus actos pasados (Goffman, 2006: 12; Cid y Larrauri, 2001: 206; Garrido, 2006:370; Garca-Pablos de Molina, 2003: 890).

1.3 Poltica criminal

Como resultado de los planteamientos del etiquetamiento, se observa que pueden

obtenerse bsicamente tres tendencias caracterizadas, segn Cohen, por un des (Cohen,

1985 citado por Cid y Larrauri, 2001: 212):

a) Descriminalizacin: guarda apego con el llamado Derecho penal mnimo y supropuesta tiene como base las crticas en contra de la existencia de determinados tipos


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penales, por ejemplo, de los llamados delitos sin vctima, como puede ser el consumo de

drogas (Cid y Larrauri, 2001: 212).

b) Desinstitucionalizacin: mantiene empata con los denominados diversion programs,es decir con los programas que se enfocan en la tratamiento de quien infringe una norma

penal, pero sin necesidad de pasar por el sistema penal tradicional (Garca-Pablos de Molina,

2003: 902).

c) Descarcelacin: la crtica a la prisin, aunque no es algo novedoso, recibe un mayorestmulo con la teora del etiquetamiento, dando as origen al movimiento de las alternativas a

la prisin y al de los castigos comunitarios en medio abierto (Cid y Larrauri, 2001: 213).


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CAPTULO II

2.0 EL CONTROL ELECTRNICO

2.1 Concepto y mbito de aplicacin

De acuerdo a Mike Nellis y Dominik Lehner (2012: 2) al control electrnico lo podemos

entender como una forma de vigilancia, a travs de la cual se puede monitorear la

localizacin, el movimiento y el comportamiento de determinadas personas que estn siendo

procesadas penalmente por el sistema de justicia.

En cuanto a su mbito de aplicacin, el control electrnico puede ser empleado en los

siguientes entornos (Gudn, 2007: 119-136; Nellis y Lehner, 2012: 2; Renzema y Mayo-

Wilson, 2005:218-219; DeMichele y Payne, 2009: 20-25):

a) En forma previa al juicio, esto es como medida cautelar dentro del proceso penal.b) Como una condicin para ordenar la suspensin o ejecucin de alguna condena aprisin.

c) Como condena penal independiente.d) Como medida que apoye una orden de libertad condicional.e) Como medida que apoye las labores de las agencias deprobation.f) Como medida de supervisin de cierto tipo de condenados que una vez cumplida sucondena salen en libertad.

g) Como medida de control de los movimientos internos de personas sometidas prisin.h) Como medida de control de los mrgenes o permetros dentro de los cuales se debecumplir alguna prisin abierta.

2.2 Clases de dispositivos

En forma general, a los dispositivos que permiten llevar a cabo un control electrnico,

segn el tipo de tecnologa que integren, se los puede identificar como sistemas activos o

pasivos. Dentro de los sistemas activos se ubican aquellos dispositivos que envan

continuamente seales de la persona que est siendo controlada, tal es el caso del GPS;y, dentro de los sistemas pasivos se puede enmarcar a los dispositivos que no realizan

un control en tiempo real, sino en base a un contacto programado y aleatorio con la

interaccin de quien est sometido a la medida, para lo cual se pueden usar llamadas

telefnicas (Escobar, 1997: 202).

En forma particular, entre los dispositivos tecnolgicos que permiten efectivizar el control

electrnico podemos indicar bsicamente los siguientes:

a) Radio frecuencia: este tipo de dispositivo implica el uso de un brazalete enlazado altobillo o a la mueca de quien es sometido a este tipo de control, cuyo dispositivo queda


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integrado o conectado a un transmisor que suele ser instalado en la casa de dicha persona

(Gonzlez, 2008: 11; Nellis y Lehner, 2012: 4; The Florida Senate, 2011: 2; National Audit

Office, 2006: 40). Dentro del control electrnico, este tipo de tecnologa se la utiliza en

combinacin con el arresto domiciliario y es considerada como una tecnologa de primera

generacin; no obstante, su uso todava sigue siendo ampliamente utilizado (Nellis y Lehner,

2012: 4). Estos sistemas pueden ser programados para que quien es vigilado tenga la

posibilidad de, por ejemplo, acudir a su trabajo; mas, tienen la desventaja que una vez que la

persona sale del rango de deteccin (normalmente el permetro de su domicilio), no se pueda

conocer exactamente la ubicacin de quien lo est utilizando, razn por la cual se apoya

tambin en llamadas telefnicas (The Florida Senate, 2011: 2).

b) Rastreo satelital (Maes et al., 2012: 7; Nellis y Lehner, 2012: 4; The Florida Senate,2011: 2-3; Holloway, 2007; National Audit Office, 2006: 40; Gonzlez, 2008: 13-17): este

tipo de dispositivo se encarga de vigilar los movimientos de quien es sometido a un proceso

penal tanto dentro como fuera de su lugar de domicilio. Para su aplicacin, es necesario que el

procesado o el condenado utilice un brazalete y, dependiendo de la tecnologa, tambin se

puede combinar con la utilizacin de una especie de cinturn especial o con una mini caja

adherida al cinturn convencional, con el fin de poder emitir las respectivas seales a un

satlite que rodee la superficie terrestre e incluso a torres de telefona celular. Dentro del

control electrnico, el rastreo satelital es considerado como de segunda generacin y su gran

ventaja es que permite la ubicacin de una persona en tiempo real, pues su tecnologa puede

permitir la visin instantnea de mapas para el correspondiente propsito.

c) Verificacin de voz: opera a travs de muestras de voz, para lo cual el centro demonitoreo procede a realizar indistintamente llamadas telefnicas al vigilado a fin de

determinar su ubicacin (National Audit Office, 2006: 40; Nellis y Lehner, 2012: 4). Esta

tecnologa se puede aplicar sin la necesidad de la existencia de un brazalete fijado al cuerpo

de quien es sujeto al control electrnico, pues su aplicacin, como vemos, dependebsicamente del uso de un telfono (Gonzlez, 2008: 10; Holloway, 2007).

d) Monitoreo de alcohol (DeMichele y Payne, 2009: 41-43; Nellis y Lehner, 2012: 4-5):para este tipo de monitoreo se puede utilizar un alcoholmetro integrado a un transmisor

instalado en la casa de quien ha sido condenado, cuyos resultados se transmitirn va

telefnica convencional, o bien se puede emplear la telefona celular a travs del uso de un

brazalete en el ofensor, cuyo dispositivo medir los niveles de alcohol en dicha persona a

travs de la transpiracin de su piel.


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e) Mquina para autoreportes (Nellis y Lehner, 2012: 5): se suele instalar en las oficinasde ciertas agencias de probation, y su utilidad radica en que el condenado puede reportarse

por s mismo e incluso recibir instrucciones sobre su caso mediante las mismas, sin necesidad

de establecer reuniones presenciales.

Salvo el caso de aquellos dispositivos que no requieren el uso fsico de un brazalete

electrnico (por ejemplo: un simple y nico sistema de verificacin de voz), resulta indudable

que con el control electrnico se est marcando a las personas que quedan sujetas a tal

clase de vigilancia, pues quedan obligadas a utilizar un dispositivo que puede ser visible

(Nellis, 2009: 49), lo cual puede facilitar en sociedad su identificacin como personas

en contra de las cuales existe un investigacin penal o, en su caso, ya una sentencia

condenatoria.

2.3 Consecuencias

Goffman (2006: 64) sostena que la visibilidad era un factor trascendente para la generacin

de estigmas. Tomando en cuenta la visibilidad como un medidor de los dispositivos

electrnicos, podemos indicar que no todos ellos pueden devenir en marcas estigmatizantes

para quienes estn sometidos a vigilancia electrnica (Nellis y Lehner, 2012: 4; Gonzlez,

2008: 10), sino que aquella cualidad de membrete, marca o seal estigmatizante sera propia

de aquellos dispositivos que para operar requieren de su adherencia al cuerpo humano,

verbigracia, GPS y radio frecuencia.

Con tal aclaracin, considerando que la teora del etiquetamiento tiende a fijar su atencin en

las consecuencias sociales e incluso psicolgicas que puede sufrir una persona como fruto

de determinada reaccin social (Grattet, 2011: 186), y siendo, sin duda, la aplicacin

del control electrnico una reaccin social formal del sistema penal frente a una

conducta tipificada como delito, vamos a exponer los resultados de algunas investigaciones

que se han efectuado sobre el uso del control electrnico, cuyo desarrollo puede resumirse en

la siguiente tabla:


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Tabla 1: Investigaciones empricas sobre el control electrnico

Ao

Autor(es)

Lugar(es)deinve

stigacin

Mtodoydispositivo

empleado

s

Personascontacta

dasbajo

controlelectrnic

ovisible

(vigilados

)

Oficialesdesupervisin

contactados

Cohabitantescon

tactados

(familiares,pa

rejas)

Abogadosdefensores

contactados

1997 Mair yNee

Nottingam,North

Tyneside yTower Bridgeen Inglaterra

Cualitativo:

entrevistasemi -estructurada

20 0

Indica

contacto,pero nototal

Indica

contacto,pero nototal

2001Dodgson

et al.

Inglaterra yGales (no se

detallalocalidad olocalidades)

Cualitativo:entrevista

cara a cara y

telefnica

256 50 46 0

2006 NationalAuditOffice

Inglaterra (nose detalla

localidad olocalidades)

Cualitativo:entrevista

(no se detallaespecie)

18 0 18 0

2010Bales et

al.

Tallahassee -Florida en

USA

Cualitativo:entrevistacara a cara

105 36 0 0

Elaboracin propia, a partir de la metodologa sealada por los autores en sus correspondientes textos (Mair y

Nee, 1997: 52-54; Dodgson et al., 2001: 3,15,25-34,40; National Audit Office, 2006: 39; Bales et al., 2010:

65-73).


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De la tabla precedente, se desprende que el trabajo de campo es dominado por la metodologa

cualitativa, centrada en entrevistas, y no cuantitativa, lo cual impide hablar de datos

probabilsticos, estadsticamente representativos, en donde se puedan analizar niveles de error

y niveles de confianza del trabajo emprico tomado a consideracin para la presente

investigacin. Sin embargo, su vala y trascendencia est en su misma existencia, ya que, por

una parte, han permitido dar voz a quienes estn bajo control electrnico, ilustrando la

existencia de consecuencias negativas concretas, y, por otra parte, son un oasis en la

bibliografa sobre el presente tema de trabajo, pues se ha constatado la poca investigacin

emprica sobre las implicaciones negativas que el uso del control electrnico puede ocasionar

a los vigilados.

Dentro de las investigaciones referidas, a modo general, se constat que era posible la

exclusin social de quienes estaban bajo control electrnico visible. A fin de poder

profundizar el estudio y brindar un mejor panorama del impacto de la exclusin social como

fruto del control electrnico, he estimado necesario particularizarla en cuatro grupos:

afectacin individual; afectacin en la vida social; afectacin en el ambiente laboral; y,

afectacin en las relaciones con la familia y/o con la pareja.

2.3.1 Afectacin individual

Los dispositivos electrnicos visibles pueden crear la imagen en las personas de que

otra es ms peligrosa o desviada de lo que el control formal la ha catalogado,

verbigracia, un entrevistado en la investigacin de Bales et al.(2010: 100), sobre el uso de la

vigilancia electrnica, indic que por causa de tal dispositivo se le haba calificado

informalmente como asesino, aunque esa no era la razn por la cual estaba bajo vigilancia.

Por otra parte, el papel de los medios de comunicacin juega un rol importante. Del

mismo trabajo realizado por Bales et al.(2010: 101),se obtuvo que el 74% de los vigilados

consideraron que la intervencin de los medios de comunicacin propiciaba un estigma o una

impresin negativa de quienes usaban brazaletes electrnicos, al punto de que incluso sesentan generalizados y encasillados, independientemente del delito cometido, dentro un

nico grupo: delincuentes sexuales.

De la evidencia sealada se aprecia que, la reaccin social formal plasmada en la

marcacin de una persona a travs del uso de un dispositivo electrnico puede propiciar una

reaccin social informal negativa sobre quienes lo portan, lo cual se expresa en una

amplificacin de la degradacin de estatus o de la reputacin.

Ahora, resta preguntarse si esa fuerza desacreditadora puede llegar a generarexclusin en quien es vigilado electrnicamente. Al efecto, dirigiendo nuestra mirada a la


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4La psique es un concepto que puede usarse tanto en el sentido metafrico de alma, comotambin para hacerreferencia a los complejos procesos psicolgicos de la mente humana, tal es el caso de la conducta, de la accin.(Rosa, 2009: 1-14; Salmoni, 1996: 71-74). En la presente investigacin, optamos por entender y restringirnuestra referencia a ese segundo entendimiento.

psique4 del controlado, y apoyndonos en la investigacin emprica del autor aludido (Bales

et al., 2010: 90) se puede constatar que la exclusin social no slo puede provocarse por

quienes rodean al vigilado, esto es externa, sino que puede generarse desde el mismo

vigilado, es decir interna, transformndose en una autoexclusin, verbigracia, un 16% de los

vigilados indic que por el uso del dispositivo electrnico haban decidido autoexcluirse.

Tomando en cuenta el rol de los medios de comunicacin, si con cierto tipo de noticias se

llega a maximizar la valoracin negativa de quien o quienes usan algn dispositivo de

control electrnico, tambin se puede llegar a afectar la psique de quien lleva tal

mecanismo y propiciar la referida autoexclusin, pues con su discurso podran acentuar el

miedo o intimidacin a salir como, por ejemplo, si irresponsablemente los medios de

comunicacin se limitan a indicar que una persona con dispositivo electrnico ha sido

denunciada por cometer una violacin sexual y todava no ha sido localizada (Nellis,

2009: 50).

2.3.2 Afectacin en la vida social

En el estudio de Mair y Nee (1997: 58) sobre el uso del control electrnico, ms de la

mitad de los vigilados se sintieron avergonzados, con miedo a la estigmatizacin y

consecuente exclusin por el uso de un mecanismo visible de control en sus cuerpos, de ah

que cuando salan a la calle tendan a cubrir el dispositivo electrnico con alguna media o

venda. Si bien la generalidad de los vigilados aceptaba que su situacin sea conocida por

sus familias y amigos cercanos, se sentan incmodos ante la apreciacin por parte de

extraos, indicndose que el ambiente ms propicio para la visibilidad del dispositivo era

cuando se trasladaban en bus.

De los resultados obtenidos por Bales et al. (2010: 90-91), el 29% de los vigilados

seal que el dispositivo electrnico les dificultaba conocer nuevas amistadas, y un 5%

coment que tal dispositivo incluso haca que sus amigos les excluyeran, pues se sentan

avergonzados de estar junto a una persona que llevaba un dispositivo de vigilancia en sucuerpo.

En la investigacin de la National Audit Office(NAO) (2006: 45) sobre el uso del control

electrnico se resalta el caso de los vigilados que vivan en reas rurales, ya que la

generalidad consideraron que el control electrnico les causaba exclusin, pues por las horas

de restriccin y la duracin de los viajes hacan que la vigilancia electrnica tenga un efecto

negativo para su vida social.


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Por otro lado, cabe indicar que en la investigacin de Dodgson et al, (2001: 30), los

cohabitantes de quienes estaban bajo control electrnico indicaron, en un 50%, que vean

como algo positivo el hecho de que el vigilado no se siga manteniendo junto a otros

prisioneros. En el estudio de la NAO (2006: 44), aunque no indica una cantidad, se destaca

que algunos vigilados sealaron la idea de que la estada en prisin puede constituir una

instancia que favorece la instruccin en la actividad criminal, mientras que con el uso del

control electrnico se minimizaba tal posibilidad. A la par, en la investigacin de Mair y

Nee (1997: 56) tres vigilados manifestaron que el control electrnico les haba ayudado a

evitar seguir metindose en problemas, agregando uno de ellos que al estar en prisin se

facilita el contacto con criminales, se aprende nuevas cosas y se sale en una situacin

peor de la que ya se haba ingresado.

De acuerdo con Giddens los mecanismos para conocer o profundizar en ser desviado o

delincuente pueden ser propiciados por las propias instituciones que estn a cargo de su

control, entre las que se destaca la crcel (Giddens, 1993 citado por Garrido, 2006: 375). De

los comentarios indicados en el prrafo precedente se aprecia que la afirmacin doctrinaria

no est lejos de la realidad, pues de continuar la persona obligada a vivir en una

subcultura carcelaria y a relacionarse con ciertos desviados identificados por el sistema penal,

se puede presentar el peligro de favorecer su desviacin secundaria (Garrido, 2006: 374). He

ah un punto clave para insistir en medidas alternativas a la crcel como el control electrnico,

pues al no imponer a la persona una vivienda obligada con otras personas identificadas por el

sistema penal, no slo se puede evitar que conozca ms formas de delinquir, sino que adems

se puede ayudar a prevenir el comportamiento delictivo, lo cual ayudara a que con este

tipo de reaccin social de control formal no se contribuya a la creacin o

fortalecimiento de la desviacin secundaria.

2.3.3 Afectacin en el ambiente laboral

En el estudio de Dodgson et al. (2001: 32),sobre el uso del control electrnico, as como enel de Mair y Nee (1997: 58) se destac que las personas bajo control electrnico que ya

tenan trabajo, vean como positiva la oportunidad de continuar en los mismos; no

obstante, en el trabajo de Mair y Nee (1997: 58) tambin se detect que, entre quienes no

tenan trabajo, segn el horario de restriccin de cada persona vigilada, se poda afectar

negativamente a las oportunidades para conseguirlo, a lo que se sumaba el miedo a la

exclusin social, lo cual mermaba la motivacin para buscar trabajo.

En la investigacin de la NAO (2006: 45), en forma similar al estudio anterior, algunosvigilados se sentan frustrados de no poder conseguir un trabajo debido a la supuesta falta de


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flexibilidad de las horas de restriccin, pero se evidenci que aquello ms se deba a un

desconocimiento de poder pedir cambios de horarios que propiamente a una imposicin de los

horarios.

En el estudio de Bales et al. (2010: 93-95), a ms de evidenciarse la minimizacin de las

oportunidades laborales para quienes no tenan trabajo, en virtud de la presencia del

dispositivo electrnico; adems, se detect que entre quienes s trabajaban, segn la

infraestructura de las instalaciones laborales, la prdida de la seal del equipo con el centro de

monitoreo les poda obligar a dejar su trabajo por 15 minutos o ms, hasta poder ponerse en

contacto con el centro de monitoreo y solucionar el problema, cuya frecuencia sentan les

poda ocasionar un ambiente laboral adverso.

De las investigaciones indicadas, vale preguntarnos si el control electrnico puede o no

propiciar la exclusin social laboral. De las muestras, se aprecia que cuando es excesivo s

puede generar tal consecuencia, lo cual hara necesaria su flexibilizacin segn el caso de

cada vigilado, pues la intencin tampoco es favorecer la exclusin y la desviacin secundaria

bajo la complicidad de la reaccin social formal a travs del propio sistema de control

electrnico.

2.3.4 Afectacin en las relaciones con la familia y/o con la pareja

En el estudio de Mair y Nee (1997: 56-57), la mayora de los vigilados

consideraron que la principal ventaja del control electrnico era que se les permita

continuar cerca de sus familias o de sus parejas. De esta forma, podan colaborar con

el cuidado de sus hijos, con las tareas domsticas e incluso tratar de resolver

problemas financieros. En apoyo a lo indicado, el estudio de la NAO (2006: 45)

tambin resalt tal ventaja.

Recordando la crcel, se suele indicar que esta puede tender a debilitar los lazos familiares e

incluso los vnculos con la respectiva comunidad (Sykes, 2007:65). Si los vigilados pueden

permanecer junto a sus familias o parejas, debido al control electrnico, se entendera enprincipio que se pueden evitar tales consecuencias, mas suponer aquello puede resultar

ingenuo, en razn de que del estudio de Mair y Nee (1997: 57) tambin se desprendi que

aproximadamente la mitad de los cohabitantes vinculados a quienes estaban bajo control

comenzaron a sentir la medida estresante y a experimentar continuos desacuerdos o fricciones

con el controlado.

En el estudio de Bales et al. (2010: 90), de todos los vigilados que tenan parejas, el

43% indic que el control electrnico les causaba un impacto negativo con aquellas, a lo quese suma el problema con los hijos, ya que el estudi seal que el 32% de quienes los


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tenan indicaban que el control electrnico les ocasionaba situaciones de distanciamiento e

impacto negativo con sus hijos, pues los horarios de restriccin de movimiento impedan un

buen cuidado de los mismos, al punto que sentan perder su autoridad, ratificndose as un

problema que tambin haba sido detectado por el estudio de la NAO (2006: 45).

Mirando superficialmente parece que las continuas fricciones familiares o con la pareja son

tan slo producto de la convivencia, pero transparentando esa cortina se puede apreciar que es

el control electrnico el real causante de tales fricciones, pues es aquel el que no permite al

vigilado desempear un papel adecuado frente a su familia o pareja, en razn de que debe

estar sujeto a un confinamiento y a un exceso de convivencia. A esto, vale inquirirnos si las

fricciones indicadas, fruto de la presencia del control electrnico, pueden ocasionar la

exclusin del vigilado, siendo la respuesta positiva, pues as lo confirm la investigacin de

Mair y Nee (1997: 57), quienes detectaron que tres cohabitantes retiraron su consentimiento

para que los vigilados continen viviendo con ellos, debiendo regresar a prisin, regreso que

por problemas semejantes tambin ha sido constatado en la investigacin realizada por

Dodgson et al.(2001: 35).

2.4 Valoracin crtica

A ms de las valoraciones crticas personales que ya he ido exponiendo a lo largo de este

trabajo, y siendo innecesario repetirlas, en los prrafos siguientes plasmar algunas

consideraciones adicionales.

Mike Nellis (2009: 50), tomando en cuenta la visibilidad del control electrnico, sostiene que

ninguna otra medida formal tiene la facilidad y el potencial de presentar una persona ante

otras como delincuente. A cuya postura me adhiero, en razn de que la visibilidad del control

electrnico puede devenir en un estigma, toda vez que constituye una etiqueta que puede tener

la fuerza de vincular valoraciones negativas tendientes a denigrar a quien la porta.

Particularizando el tema de la facilidad, vale decir que cuando una persona sale de prisin, no

es obligada a llevar un membrete visible en su cuerpo que diga estuve en prisin, es ms,

todos los das interaccionamos con diferentes personas de quienes no conocemos al 100% su

pasado, y mientras no exista la oportunidad de acceder a un registro formal que la desacredite,

pues pasar desapercibida entre nosotros; mas, cuando se usan dispositivos electrnicos

visibles, evidentemente el riesgo de identificacin y estigmatizacin se incrementa, porque es

la nica medida de reaccin social formal que puede obligar a una persona a llevar, el 100%

de su tiempo, una etiqueta adherida a su cuerpo, independientemente del lugar a dnde se

dirija.


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Como ya se ha visto, Link y Phelan sostienen que la exclusin social depender del acceso al

poder econmico, social y poltico. Si comparamos aquello con las investigaciones empricas

referidas en este trabajo, resulta evidente que no todos los vigilados sufrieron exclusin

social, apenas fue una minora, tanto es as que la mayora de los entrevistados prefera

continuar con el monitoreo electrnico en vez de regresar a prisin (Mair y Nee, 1997:

56; NAO, 2006: 44; Bales et al., 2010: 121; Dodgson et al., 2001: 27). Ahora, ser que su no

exclusin social se deba a su acceso al poder econmico, social y poltico? Evidentemente no,

las entrevistas se realizaron en delincuentes comunes, que no gozaban del acceso tales

poderes, entonces, qu podra explicar su no exclusin social pese a que portaban un

estigma?

Goffman (2006: 17) expresaba que hay que personas que pese a portar un estigma, no llegan a

sentirse atribuladas. Llevando esa idea frente a la interrogante precedente, puedo indicar que

la exclusin social, como consecuencia de la apreciacin negativa o el estigma que emane de

la visibilidad del control electrnico, no depende necesariamente del acceso al poder social,

econmico y poltico, sino que tambin depende de la psique de cada vigilado, a lo que se

puede sumar tambin el apoyo de sus allegados. En consecuencia, la proposicin de Link y

Phelan se evidencia incompleta.

Por otra parte, recordando la intensificacin de los problemas familiares, vale considerar si el

control electrnico puede acarrear el desarrollo de cierto tipo de delitos, como bien podran

ser los de violencia domstica o familiar, entre los que valdra estimar, por ejemplo, el

maltrato fsico o psicolgico entre la familia y/o parejas y respecto a los hijos, lo cual nos

lleva a las preguntas: El control electrnico puede crear delincuencia? El control

electrnico puede romper lazos familiares? Lamentablemente los estudios indicados carecen

de encuestas de victimizacin y seguimiento que permitan profundizar en los temas, mas

tampoco se puede negar que tales delitos no se lleguen a presentar, pues no olvidemos que

en una de las muestras se especifica que ciertos cohabitantes retiraron su autorizacin deconvivencia con los vigilados debido a problemas familiares: se sobreentiende graves.

Ahora, dirigiendo nuestra mirada hacia el nivel de conocimiento sobre el control electrnico

que, en forma previa, tuvieron las personas que iban a ser sometidas a tal medida, admira

saber que, independientemente de la idea de salir de la crcel, en su mayora tenan poca

informacin sobre las implicaciones de tal medida (Mair y Nee, 1997: 54; Dodgson et al.,

2001: 37-38; NAO, 2006: 45). A la par, Mair y Nee (1997: 54) fueron ms all y tomaron en

cuenta el nivel de conocimiento de la defensa, mostrndose que, independientemente de su


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idea de conocimiento de las leyes, tambin mostraban tener poca informacin sobre las

implicaciones del control electrnico.

A lo indicado, en el estudio de Bales et al. (2010: 134-135), se pidi a los oficiales

encargados de supervisar a quienes estaban bajo control electrnico que evaluaran el nivel de

conocimiento de los jueces y fiscales sobre tal medida. Como resultado se obtuvo que, en

cuanto a los jueces, un 31.4% de los oficiales consideraron que no tenan un conocimiento

suficiente de las implicaciones del control electrnico; y, en cuanto a los fiscales, estimaron

que un 60% tambin se enmarcaban en tal problema.

Qu hacer frente al desconocimiento? En esto me adhiero a las posturas de Bales et al.

(2010: 152), as como tambin a la de Dodgson et al. (2001: 38), esto es brindar mayor

informacin (sobre todo al vigilado), de las implicaciones que acarrea el control electrnico,

misma que bien puede ser a travs de la transmisin de videos en donde, con el apoyo de

experiencias de otros vigilados, se comunique, por ejemplo, los pros y los contras que puede

enfrentar quien estar sujeto a control electrnico y la mejor forma de superar las

adversidades.

En este proceso de comunicacin informativa estimo que se debe tomar en cuenta adems a la

familia del vigilado, ya que si bien en principio se ve como positivo que el vigilado retorne a

su hogar y no vuelva a prisin, pues su entendimiento y tolerancia a la medida es clave para

que el control electrnico no termine por ser contraproducente y ms bien debilite lazos

familiares. A la par, el conocimiento del pblico sobre el uso del control electrnico tampoco

es algo que debe quedar descuidado, ya que, como acertadamente expresa Bales et al. (2010:

148), su debido conocimiento ayudar a mermar las consecuencias negativas del control

electrnico.

A ms de las campaas informativas, tambin es indispensable que se brinde apoyo

psicolgico y el debido seguimiento a los vigilados que requieran de tal patrocinio (Mair y

Nee, 1997: 57; Dodgson et al., 2001: 37), pues no olvidemos que a ms de la posibleexclusin social que puede sufrir un vigilado, tambin puede presentarse el problema de que

aquella termine por aceptarse desde la propia psique del controlado, mermando su motivacin

y terminando en una autoexclusin. A esto, tampoco vale restarle importancia a la familia de

quien est sujeto a la visibilidad de un control electrnico, misma que tambin debe tener la

posibilidad de acceder a tal patrocinio (Mair y Nee, 1997: 57; Dodgson et al., 2001: 37), pues

no omitamos la importancia de su presencia, no slo por la idea conservar la armona familiar,

sino porque aquella es un eje fundamental para que el controlado enfrente con actitud positivalas adversidades que se le pueden presentar.


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Por otro lado, podramos inquirirnos si frente a la posible exclusin social que puede generar

la visibilidad del control electrnico, no sera mejor omitirlo y optar por otras medidas

alternativas que en igual forma busquen el descarcelamiento. Por ejemplo, en principio, una

multa puede verse como menos punible que la marcacin e ingreso de una persona a

vigilancia electrnica las veinticuatro horas del da; en igual forma, la utilizacin del simple

arresto domiciliario tambin podra entenderse que se muestra menos punible que el hecho de

que una persona tenga arresto domiciliario y, a la par, deba utilizar una marca o seal

adherida a su cuerpo que termine por amplificar su condicin; o, el simple trabajo en

beneficio de la comunidad tambin podra considerarse menos aflictivo que utilizar, a la vez,

un dispositivo de control electrnico.

De lo indicado puedo manifestar que rechazar el uso del control electrnico, so pretexto de

que pueden existir otras medidas alternativas que buscando el descarcelamiento, se muestren

menos punibles y no propicien la exclusin social de quienes estn sometidos a la vigilancia

electrnica, si bien en principio tales medidas aparentan esas posibilidades, pues por el fondo,

su mera existencia, no me parecen una proposicin acertada. Esto, en razn de que al evaluar

si una persona debe o no estar en prisin, el juzgador tender a analizar su riesgo,

lastimosamente no su riesgo en la sociedad, sino su riesgo para la sociedad, lo cual le

inclinar, si es partidario del descarcelamiento, a observar todas las medidas alternativas o

sustitutivas a la prisin que le sean posibles a fin de que determinada persona no est bajo la

medida de ltima ratio: la prisin.

De estimar el juzgador que la multa no es adecuada para determinada persona, o que el simple

trabajo en la comunidad tampoco es el acertado, o que no hay suficiente personal de

vigilancia para ordenar un mero arresto domiciliario, pues la bsqueda de la

descarcelamiento y la menor punicin quedaran en el simple discurso, ya que se evidenciara

que el juzgador, para determinados casos requiere de una medida que le brinde mayor

seguridad de custodia y seguimiento del identificado penalmente, medida que de no existir,pues no le quedara ms opcin que terminar ordenando el ingreso de esa persona a prisin. A

lo cual, se sumaran las profundas consecuencias negativas que ello implica para el preso y su

familia, todo lo cual bajo la complicidad de los propios defensores del descarcelamiento y la

menor punicin.

Es aqu en donde la existencia del control electrnico cobra importancia, en virtud de que

permite, independientemente de su nivel de punicin, por una parte, que el discurso del

descarcelamiento sea una idea ms plausible, ya que tiende a brindar la seguridad de custodiay seguimiento que el juez puede necesitar como reemplazo de la prisin; y, por otra parte, se


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convierte en un instrumento de gran vala para los abogados de la defensa, en razn de que su

abanico de estrategias no slo cuenta con medidas necesarias sino suficientes: no digo

perfectas. Al efecto, vale destacar que una de cada tres personas vigiladas hubiese pasado en

prisin de no existir el control electrnico como alternativa (Bales et al., 2010: 150-151), pues

su operacin permite incluso que un mnimo grupo de supervisores vigile a una gran

extensin de vigilados (Nellis, 2009: 58), a ms de que es una medida, de entre todas las

alternativas, que en mayor proporcin asegura la custodia y el seguimiento de una persona, en

forma no igual, pero similar a la crcel material, tanto es as que Faustino Gudn (2007) la

titula crcel electrnica, todo lo cual evidencia la importancia de su existencia.

Ahora, retomando el tema de la punicin, resulta indudable que la aplicacin del control

electrnico puede causar molestia, afliccin o temor en quien lo porta, pues el dispositivo es

una marca o seal que por su visibilidad lo puede estigmatizar y llevar a la exclusin social;

no obstante, el desarrollo tecnolgico ha permitido ir reduciendo el tamao de los

dispositivos, facilitando su cobertura. Con todo, la punicin no se limita al campo de la

visibilidad, pues tambin puede palparse por la magnitud de los horarios de exclusin que se

fijan para cada vigilado en concreto; es as que, sobre todo, excesivos horarios de restriccin

pueden hacer sentir la aplicacin del control electrnico como una medida ms punible que la

misma crcel, situacin que fue sostenida por dos entrevistados en la investigacin de Mair y

Nee (1997: 56), a lo que se agrega, en la misma investigacin, que el confinamiento

electrnico entre diecinueve y veintids horas ocasionaba frustracin y tentativa de

quebrantamiento de la medida (Mair y Nee, 1997: 56). Estas vulnerabilidades pueden ser

superables, en el caso de la visibilidad, con la continuidad en la investigacin para el

desarrollo de dispositivos cada vez ms pequeos; y, en el caso de los horarios de restriccin

con la flexibilizacin de los mismos, sin olvidar la oportuna comunicacin al vigilado de tales

posibilidades, verbigracia, poder cumplir con tiempo extra en el trabajo, acudir a reuniones en

los centros educativos de sus hijos, etc.Despus de todo lo expuesto, considero que para la aplicacin del control electrnico se debe

tomar en cuenta la anuencia del potencial candidato, mismo que, en forma previa a la

expresin de su decisin, debe ser informado suficientemente no slo del funcionamiento del

control electrnico, de los horarios de exclusin a los que quedar sometido, sino tambin de

las implicaciones negativas que posiblemente enfrentar y las formas de contrarrestarlas.

Pese a los inconvenientes, el balance general del control electrnico puede ser aceptable

(Mair y Nee, 1997: 62; Dogdson et al., 2001: 39; NAO, 2006: 46; Bales, 2010: 148,153-155), a cuya aplicacin me adhiero, en virtud de que la posibilidad de exclusin social se ha


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evidencia mnima y no general, a ms de que dentro de las medidas alternativas o sustitutivas

a la crcel se muestra como la ltima trinchera antes del holocausto: la prisin.


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CAPTULO III

3.0 CONCLUSIONES

Al finalizar el presente trabajo se ha podido llegar a las siguientes conclusiones:

- El uso de dispositivos electrnicos no es una medida que emane de la reaccin social

informal frente al comportamiento delictivo, sino que su aplicacin es una poltica que tiene

como fuente la reaccin social formal ante a dicho comportamiento. De ah que, para la

aplicacin del control electrnico sea necesaria su regulacin en la respectiva legislacin del

pas que considere implementarlo.

- El empleo de un dispositivo electrnico en el cuerpo humano constituye una marcacin o

etiquetaje a quien lo usa, ya que facilita su distincin entre quienes lo portan y quienes

no.

- El nivel de visibilidad de la marcacin o etiquetaje puede potenciar la reaccin social

informal negativa hacia quien lleva el dispositivo electrnico, pues la visibilidad del

mecanismo, segn la tecnologa utilizada, tiende a favorecer la identificacin y presentacin

de una persona ante otras como desviada o delincuente. En otras palabras, el uso de un

dispositivo electrnico en el cuerpo humano puede constituir un estigma.

- Frente al estigma, existe el riesgo de que se provoque exclusin social al vigilado. Al

efecto, la teora del etiquetamiento nos resulta idnea para poder hacer una evaluacin de las

consecuencias sociales e incluso psicolgicas que la reaccin social puede ocasionar en quien

est marcado por el uso de tal mecanismo electrnico.

- Goffman (2006: 56-57) sola diferenciar entre la persona desacreditada y la persona

desacreditable. Dentro del sistema penal, una persona desacreditada podra ser aquella contra

la cual existe algn proceso penal o incluso ya una condena, pues, por ejemplo, al tiempo de

requerir la sustitucin de una pena de prisin, tales estigmas pueden propiciar una resolucin

diferente en comparacin con quien no los tiene, en razn de que son circunstancias conocidas

dentro de la reaccin social formal, conocimiento que incluso pudo haber sido recibidotambin por ciertas personas dentro de la reaccin social informal. De no intervenir un medio

de comunicacin que publicite los referidos estigmas o que las personas alrededor del

estigmatizado no le conozcan, pues podr pasar desapercibido; no obstante, cuando la

reaccin social formal interviene a travs de dispositivos electrnicos que marcan fsicamente

a una persona, su facilidad de deteccin y estigmatizacin se incrementa, pudindose

favorecer la revelacin de circunstancias que se desean mantener ocultas, quedando as quien

porta el dispositivo a un mayor riesgo de ser desacreditable y ser vctima de la exclusinsocial.


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- De acuerdo con Goffman (2006: 79-91), las personas al interactuar en sociedad quedan

expuestas a que otras se conviertan en sus bigrafas y comiencen a elaborar historias. Al estar

fuera de una prisin, las personas que suelen usar dispositivos electrnicos tienen la

oportunidad de interactuar con el resto de la sociedad; mas aquello, por la marcacin y la

visibilidad del dispositivo, les expone a que otras puedan convertirse en sus bigrafas y

comiencen a construir historias, que pueden tender a calificarlas como ms desviadas o

delictivas que otras y, a la par, propender a la degradacin de estatus, que nos hablaba

Garfinkel, de quien ya de por s est afectado por la existencia de un proceso penal.

Verbigracia, en una de las investigaciones expuestas se indica que a uno de los entrevistados,

por el uso del dispositivo electrnico, se lo haba estimado como asesino, cuando ese no era la

historia por la cual estaba sujeto a esa medida.

- El uso de un dispositivo electrnico en el cuerpo humano puede producir un impacto

psicolgico adverso en quien lo usa, desencadenado por el avergonzamiento; sin embargo, ese

no es propiamente el problema, sino las consecuencias que tal avergonzamiento puede generar

en algunas personas que portan el dispositivo: miedo y autoexclusin. Segn Goffman (2006:

24) la persona que se asla puede volverse hostil, aturdida, desconfiada, ansiosa, depresiva,

de ah la importancia para que a ms del control electrnico, la reaccin social formal

tambin disponga el acompaamiento a la medida de personal especializado: psiclogos,

pues aquello puede favorecer adems a que quien usa el dispositivo electrnico no termine

quebrantando el programa de control y la misma reaccin social formal no se convierta en

cmplice de su regreso a prisin.

- La marcacin de una persona a travs del uso de un dispositivo de control electrnico puede

producir una reaccin social informal negativa sobre quien lo porta, mediante la expresin de

un estado emocional adverso y excluyente por personas ajenas a su familia y pareja, tal es el

caso de amigos conocidos o incluso de personas por conocer, verbigracia, como ya he

indicado en el tema de afectacin en la vida social, se ha podido constatar que algunos delos entrevistados tenan problemas para conocer nuevas amistadas, en tanto otros indicaron

que algunas de sus amistades conocidas se avergonzaban de que pblicamente les vean juntos.

- El horario de restriccin a la vida pblica y la consecuente demasa de permanencia de la

persona bajo control electrnico en su domicilio, puede ocasionar una reaccin social

informal adversa por algunos cohabitantes, lo cual puede desencadenar una exclusin social

del vigilado incluso por su propios allegados, tal como se ha podido evidenciar en el tema de

afectacin en las relaciones con la familia y/o con la pareja.


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5Neuman (2004: 5-7) nos recuerda que el sistema penal es selectivo, mismo que suele dirigirse contra sectoresmarginales de la sociedad o lo que l denomina los delincuentes fracasados. Siendo este el escenario, noser de sorprenderse que gran parte de quienes estn marcados por el uso de un dispositivo electrnico,

pertenezcan a tales sectores marginales.

- Habra que preguntarse si las continuas fricciones familiares y/o con las parejas por la

presencia de un dispositivo electrnico pueden favorecer la creacin de algn tipo de

delincuencia, como bien podra ser la violencia domstica, familiar o intrafamiliar.

Lamentablemente, la posibilidad de existencia del correspondiente delito no es un tema

tomado en cuenta por las investigaciones encontradas, mereciendo atencin y seguimiento.

- Como se registr en el tema de la afectacin laboral, la visibilidad de un dispositivo

electrnico puede minimizar las oportunidades laborales de quienes estn sujetos a tal

medida, no slo por la presencia del dispositivo, sino adems porque los horarios de

restriccin no permitan a los vigilados que trabajaban desempear un trabajo adecuado.

- La marcacin y posible estigmatizacin de una persona a travs de la visibilidad de una

dispositivo electrnico no ocasionaper seun comportamiento delictivo o la persistencia en la

criminalidad; no obstante, se constata que la interaccin de la reaccin social formal con la

reaccin social informal pueden acarrear consecuencias adversas, como la exclusin social, e

influir y condicionar el comportamiento de quien lo porta, lo cual unido al problema de la

selectividad del sistema penal5, son sntomas que pueden favorecer la perseverancia en la

conducta delictiva. Lamentablemente, las investigaciones encontradas no realizan un

seguimiento de sus entrevistados para poder visibilizar y profundizar en el tema de la

persistencia en la desviacin secundaria.

- Los estudios empricos registrados en el presente trabajo estn dominados por resultados

cualitativos, lo cual nos impide hablar de datos estadsticamente representativos. Mas, son una

fuente ilustrativa trascendente que, desde un punto de vista cualitativo, evidencian la

existencia de problemas concretos que merecen atencin. Datos que, con el resto de sustento

bibliogrfico registrado en esta investigacin, me permiten responder a la pregunta planteada

al inicio de este trabajo e indicar que la respuesta es positiva y, a manera de hiptesis,

sostener que: la aplicacin del control electrnico puede ocasionar la exclusin social del

vigilado. Por qu uso puede y no directamente ocasiona?, en razn de que los resultados,

como dije, no son estadsticamente representativos, y adems se presentan como

condicionantes: el tipo de tecnologa usada en cada caso; el tiempo de restriccin de

movimiento; el acceso a niveles de poder econmico, social o poltico del vigilado; la actitud

personal o resistencia del vigilado; el apoyo familiar; el apoyo institucional; y, el nivel de

compresin o aceptacin que muestre la sociedad frente a la presencia de una persona con

vigilancia electrnica visible.


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