control biologico de las malas hierbas · 2009-07-24 · control biologico de las malas hierbas m...

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CONTROL BIOLOGICO DE LAS MALAS HIERBAS M IENTRAS el número de herbicidas se mul- tiplica rápidamente a impulsos de la inves- tigación de las industrias químicas, la lucha biológica, ya iniciada con éxito para contro- lar plagas de plantas cultivadas y animales domésticos, comienza a adquirir impor- tancia. Una cápsula de amapola puede contener fácilmente 1.000 semillas; una sola planta de amapola bien desarrollada, hasta 60.000. Mu- chas de estas semillas de amapola no darán nunca lugar a nuevas plantas: unas serán de- voradas por organismos, otras se pudrirán en la tierra y muchas más germinarán sin que las plántulas nacidas emerjan o pasen de un estado inicial. Pero aún así, hay sufi- cientes semillas para reproducir las amapo- las ario tras año. Ciertamente podemos com- batir bien las amapolas con los herbicidas más corrientes, pero no podremos, por aho- ra, eliminarlas. Si suponemos que una planta tardía de amapola (P. dubium) sólo llega a desarro- llar tres cápsulas con 1.000 semillas = 3.000 semillas, basta que la supervivencia de estas semillas sea de 1/3.000 = 3 por 10.000 para que se mantenga una población constante de amapolas. Como puede comprobarse y se ha comprobado fácilmente, basta con que un año el tratamiento herbicida no se dé para volver a la situación primitiva. El problema es, pues, permanente, pero do- minable todos los arios. Sin embargo, no nos damos cuenta, generalmente, de que alguien que hoy nos ayuda a dominarlo quizá algún día pueda ayudarnos a resolverlo. Si exami- namos bastantes cápsulas de amapolas ma- duras encontraremos que muchas de ellas no contienen las diminutas semillas de esta planta, sino polvo y otros restos. Muchas de estas cápsulas, si las examinamos antes de abrirlas, muestran orificios de salidas de in- sectos. Gran proporción de cápsulas son así parasitadas y destruidas sus semillas. Cuan- do, como en el caso de las amapolas, se tra- ta de una planta anual que sólo se reprodu- ce por semilla, la destrucción de éstas por Cápsula de Silene cucubalus, parasitada. 1

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CONTROL BIOLOGICO

DE LAS

MALAS HIERBAS

M IENTRAS el número de herbicidas se mul-tiplica rápidamente a impulsos de la inves-tigación de las industrias químicas, la luchabiológica, ya iniciada con éxito para contro-lar plagas de plantas cultivadas y animalesdomésticos, comienza a adquirir impor-tancia.

Una cápsula de amapola puede contenerfácilmente 1.000 semillas; una sola planta deamapola bien desarrollada, hasta 60.000. Mu-chas de estas semillas de amapola no daránnunca lugar a nuevas plantas: unas serán de-voradas por organismos, otras se pudriránen la tierra y muchas más germinarán sinque las plántulas nacidas emerjan o pasende un estado inicial. Pero aún así, hay sufi-cientes semillas para reproducir las amapo-las ario tras año. Ciertamente podemos com-batir bien las amapolas con los herbicidasmás corrientes, pero no podremos, por aho-ra, eliminarlas.

Si suponemos que una planta tardía deamapola (P. dubium) sólo llega a desarro-llar tres cápsulas con 1.000 semillas = 3.000semillas, basta que la supervivencia de estassemillas sea de 1/3.000 = 3 por 10.000 paraque se mantenga una población constantede amapolas. Como puede comprobarse y seha comprobado fácilmente, basta con queun año el tratamiento herbicida no se dépara volver a la situación primitiva.

El problema es, pues, permanente, pero do-minable todos los arios. Sin embargo, no nosdamos cuenta, generalmente, de que alguienque hoy nos ayuda a dominarlo quizá algúndía pueda ayudarnos a resolverlo. Si exami-

namos bastantes cápsulas de amapolas ma-duras encontraremos que muchas de ellasno contienen las diminutas semillas de estaplanta, sino polvo y otros restos. Muchas deestas cápsulas, si las examinamos antes deabrirlas, muestran orificios de salidas de in-sectos. Gran proporción de cápsulas son asíparasitadas y destruidas sus semillas. Cuan-do, como en el caso de las amapolas, se tra-ta de una planta anual que sólo se reprodu-ce por semilla, la destrucción de éstas por

Cápsula de Silene cucubalus, parasitada.

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Cápsula de Papaver rhoeas (amapola), no parasitada.

las plagas representa evidentemente un me-dio natural de contener la expansión de lamala hierba y un posible medio de control.

Este ataque de insectos a los frutos de lasmalas hierbas puede observarse también fá-cilmente en las cápsulas de las Cariofilaceas(Suene sp.), así como en los capítulos denumerosas plantas de la familia Compues-tas. Si armados de unas tijeras para elimi-nar previamente las punzantes espinas, exa-minamos los capítulos de los distintos car-dos que podemos encontrar en un paseo, ob-servaremos que en muchos de los capítulosno encontramos semillas o muy pocas, y enalgunos podemos ver, por el contrario, lar-vas o insectos adultos... Por nuestra partehemos observado este parasitismo en Cir-sium arvense (cardo cundidor), Cirsium lan-ceolatum, Galactites tomentosa, Centaureacalcitrapa (Abrojos) y Centaurea aspera(Bormaga), examinadas en una sola mañanaen una pequeña zona del Valle del Duero.

A poco que nos fijemos en las malas hier-bas y plantas espontáneas podemos ver mu-chos otros ejemplos de las plagas y enferme-dades que las afligen; citamos entre las que

con más abundancia hemos observado lasroyas de las malváceas y el carbón de lagrama.

Por supuesto, la acción de los insectos noqueda limitada a los que atacan las semillasen formación, sino que se encuentran barre-nadores del tallo, minadores de las hojas,masticadores de hojas y tallos, etc. Los ne-matodos atacan sus raíces y los virus infec-tan la totalidad de las plantas.

Existe, pues, un amplio campo de posibili-dades en el terreno de la lucha biológicacontra las malas hierbas, terreno que ahoracomienza a explotarse.

Dos son los motivos principales de estosintentos. Uno, la posibilidad de encontrarun método eficaz y relativamente barato decontrolar algunas malas hierbas particular-mente difíciles. Otro, la posibilidad de con-trolar plantas venenosas presentes en escasonúmero, muy dispersas o refugiadas en te-rreno poco accesible y cuyo control quími-co exigiría inversiones cuantiosísimas y to-talmente desproporcionadas a los resultados.

Cápsula de Papaver rhueas, parasitada.

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UN EJEMPLO DE POSIBILIDADES

Ya hemos citado la destrucción de aque-nios observados en los capítulos de diferen-tes plantas de la familia Compuestas. Pode-mos citar algo más que estas ligeras obser-vaciones directas. Centrándonos en un sologrupo de insectos, el de los Tripétidos de lafamilia Dípteros, cuyas larvas viven exclusi-vamente a expensas de las plantas superio-res, hemos confeccionado el cuadro núme-ro 1, donde se indican diversas malas hier-bas de la familia Compuestas cuyas inflores-cencias son atacadas por larvas de tripéti-dos, que frecuentemente provocan en ellasagallas. Hemos podido observar estas aga-Has en la achicoria silvestre, tan abundante•en el Valle del Duero.

En el cuadro sólo se indica un resumende los datos conocidos, limitados a las es-pecies de la familia Compuestas, que se pre-sentan con más frecuencia como malas hier-bas de cultivos y prados y a los tripétidoscuya presencia en España está comprobaday atacan a mayor número de especies. Entotal, se conocen unas 95 especies de Com-puestas, de las cuales 48 son malas hierbasde cultivos y prados que son atacadas en lasinflorescencias, hojas y tallos por unas 40especies de tripétidos. Naturalmente, estosdatos no son exhaustivos. Conviene aclararque a este grupo pertenecen las bien cono-cidas Ceratitis capitata (mosca de las fru-tas) y Ragoletis cerasi (mosca de las cere-zas), únicos tripétidos que constituyen, enEspaña. plagas importantes de las plantascultivadas.

En el cuadro, las diversas plantas estánagrupadas según tribus, lo que muestra laespecificidad de muchos de los tripétidos;otros, como Trupaena amoena, atacan a plan-tas muy diversas. Puede observarse que losnombres específicos de muchos de estos in-sectos se refieren a las plantas en que se en-contraron, lo que indica su especialización.Heliantii, jaceae, sonchi, corresponden, res-pectivamente, a Helianthus, Centaurea jaceay Sonchus.

No tenemos datos sobre la posible utili-dad práctica de los tripétidos en la luchabiológica. Conviene señalar que, en general,las especies que atacan las inflorescenciastienen algún interés en el caso de plantas

Arriba: Aquenios de Cirsium arvense, intactos a la derechay atacados por insectos a la izquierda. Centro: Aquenios

de Centaurea aspera, intactos a la izquierda y atacados porinsectos a la derecha. Abajo: Interior de una cápsula de

Silene cucubalus, parasitada.

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anuales que se reproduzcan exclusivamentepor semillas, a causa del escaso uso econó-mico de los granos de plantas de la familiaCompuestas. Sin embargo, hay que tener encuenta posibles ataques al alazor y al gira-sol (posiblemente ambos pueden ser ataca-dos por Acantiophilus heliantii), a los cul-tivos de producción de semillas de hortali-zas tales como la lechuga (atacada por Tru-panea stellata) y, finalmente, a las plantassilvestres que se aprovechan por sus sumida-des floridas, tales como las manzanillas (Ma-tricaria chamonilla, manzanilla común, esatacada por Trupanea stellata). Como puedeverse, el problema es complejo, pues no so-lamente se requiere eficacia en el control demalas hierbas, sino seguridad en la ausen-cia de daños a plantas útiles; quizá lo másfácil de evitar serían los daños a los culti-vos de producción de semillas, donde po-drían emplearse insecticidas sistémicos noapropiados para usar sobre la misma plantaen cultivo hortícola.

UN EJEMPLO DE REALIZACIONES

La lucha contra las malas hierbas por me-dio de insectos se remonta, por lo menos,a 1912, fecha en que comenzaron las inves-tigaciones australianas para controlar laschumberas (Opuntia inermis y Opuntiastricta). Parece que las investigaciones ha-waianas sobre Lantana camara comenzaroncon anterioridad, pero la historia de las in-vestigaciones australianas es más espectacu-lar, ya que condujeron a la eliminación del95 por 100 de las plantas en Queensland ydel 75 por 100 en Nueva Gales del Sur. Sise tiene en cuenta que en 1925 las especiesmencionadas habían invadido unos 30 mi-

Larva de Chrysolina quadrigemina sobre Hypericum perfo-ratum (de Skinner, en Klingman).

llones de hectáreas de pastizales, dejándo-los inutilizados para pastoreo, puede apre-ciarse fácilmente la importancia del proble-ma. Este éxito fue debido a la utilizaciónde Cactoblastis cactorum, introducido des-de la Argentina y Uruguay.

En Estados Unidos se han obtenido tam-bién muy buenos resultados en la luchacontra Hypericum perforatum (corazonci-llo, hipericon), planta venenosa para el ga-nado, mediante Chrvsolina gemellata, in-troducida de Francia.

ACTUALES PROYECTOS

El cuadro número 2 es un resumen de losproyectos de control biológico de malashierbas que se están desarrollando en dis-tintos países y referentes a plantas que soncorrientes en España. Puede observarse queno todas son malas hierbas en el sentidoque las da el agricultor, sino que abundanlas plantas venenosas para el ganado (Hy-pericum, Senecio, Tribullis y Xanthium) ymatorrales (Rosa, Sarotlzamnus). Ademásde las indicadas, en Estados Unidos se tra-baja sobre Ulex europaeus (tojo), Salvia ae-thiopis (oropesa), Cardaría draba (capella-nes) y Orobanche (jopo).

OTROS MEDIOS DE LUCHABIOLOGICA

Puede observarse que la lucha biológicacontra las malas hierbas se centra en el usode insectos; naturalmente, hay más posibi-lidades. Algunas ya se han estudiado, comoel control de malas hierbas acuáticas porpeces herbívoros (Tilapia), caracoles (Mari-sa) e incluso mamíferos (manatíes, en Flo-rida). Otras, como con el uso de nematodos,criptógamas, virus, etc., parecen más leja-nas y difíciles, ya que, evidentemente, lasplantas desarrollan más fácilmente estirpesresistentes a las enfermedades que a los in-sectos, aunque esto último no puede, deninguna manera, descartarse, ya que, porejemplo, en la masiva lucha contra laschumberas en Australia, se han observadopor lo menos dos formas resistentes al Cac-toblastis.

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Astrágalus hamosus, legumbre parasiiada.

CUADRO N. 1.—Tripétidos existentes en España queatacan las cabezuelas de plantas de la familia com-puestas.

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INSECTOS

PLANTAS

CONCLUSIONES

Si comparamos las posibilidades que pa-rece abrir el cuadro número 1 con los pro-yectos del cuadro número 2, vemos que lalucha biológica no es asunto fácil. No esraro ensayar 150 especies durante veintearios antes de lograr éxito, si es que éstellega. Sin embargo, si recordamos el ejem-plo australiano es fácil llegar a la conclu-sión de que el esfuerzo de los investigado-res es realmente rentable.

Pero vemos algo más. Vemos los peligrosque un uso abusivo de insecticidas puedencausar al equilibrio biológico, que hace que

CUADRO N." 2.

Centaurea asperaCentaurea cyanus X X XX

x —

Centaurea jaceaCentaurea nigra X X X Centaurea scabiosa —XXX

X

Cirsium arvense XCirsium eriophorum — — x — X — — — — — —Serratula tinctoria X

X —

Crepis capillarisHypochaeris radicata X X X— X —Lactuca scariolaLeodonton autumnalis X — — X — —

Picris hieracioides X X

Sonchus arvensis X — — X — —Sonchus oleraceus X — X X —Taraxacum officinalis XTragopogon pratensis X X — —

Bellis perennis X —

Senecio vulgaris X — X

Anthemis arvensis X —

PLANTA

Carduus nutans .Cirsium arvense . .Cirsium lanceolatumCuscuta spp.Cyperus rotundusHypericum perforatumHypericum perforatumHypericum perforatumLinaria vulgaris

Rosa rubiginosa

Sarothamnus scoparius • • •Sarothamnus scoparius • - •Senecio jacobaea • • •Tribulus terrestris • • •Tribulus terrestris • • •Xanthium strumarium . • • •

INSECTO PARASITO

Terellia vires ... . .Altica carduorum •••Altica carduorum •••Melanagromyza cuscutae •••

Agrilus hiperici •••Chrysolina spp. ••.Chrysolina hyperici •••Calophasia lunula, Brachypterolus publicarius y

Gvmnaetrom antirrihiniDiplolepis rosae, Tischeria agusticolella y Wacht-

liella rosarum ..•Apion fuscirostreLeucoptera spartifolicellaTyria jacobaeaMicrolarinus lareynii y Microlarinus lypriformis.Aristotelia spp.Oeobia verbascalis

PAIS

Pakistán.Canadá.Canadá.Pakistán.Pakistán.Canadá.Africa del Sur.Chile.

Canadá.

Suiza.USA.USA.Australia y Canadá.USA.Nueva Zelanda.Pakistán.

muchos insectos, desconocidos auxiliares de las mencionadas, la población de multitud

la agricultura, mantengan a un bajo nivel, de malas hierbas y malezas.sin realizaciones tan espectaculares como

FERNANDO BESNIER

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