construcciÓn de gÉnero a partir de lo popular...

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1 CONSTRUCCIÓN DE GÉNERO A PARTIR DE LO POPULAR COMO PROPUESTA POLÍTICA, INCLUYENTE Y EMANCIPADORA, EN ORGANIZACIONES SOCIALES DE KENNEDY Y BOSA. DIANA ROCIO GARZÓN TOVAR UNIVERSIDAD DISTRITAL “FRANCISCO JOSE DE CALDAS” MAESTRIA EN COMUNICACIÓN/EDUCACIÓN FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN BOGOTA 2017

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CONSTRUCCIÓN DE GÉNERO A PARTIR DE LO POPULAR COMO PROPUESTA POLÍTICA, INCLUYENTE Y EMANCIPADORA, EN ORGANIZACIONES SOCIALES DE

KENNEDY Y BOSA.

DIANA ROCIO GARZÓN TOVAR

UNIVERSIDAD DISTRITAL “FRANCISCO JOSE DE CALDAS” MAESTRIA EN COMUNICACIÓN/EDUCACIÓN FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

BOGOTA 2017

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CONSTRUCCIÓN DE GÉNERO A PARTIR DE LO POPULAR COMO PROPUESTA POLÍTICA, INCLUYENTE Y EMANCIPADORA, EN ORGANIZACIONES SOCIALES DE

KENNEDY Y BOSA.

DIANA ROCIO GARZÓN TOVAR

Trabajo de grado para obtener el título de Magister en Comunicación-Educación

Asesor: HERNAN JAVIER RIVEROS SOLÓRZANO

UNIVERSIDAD DISTRITAL “FRANCISCO JOSE DE CALDAS”

MAESTRIA EN COMUNICACIÓN/EDUCACIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN BOGOTA 2017

3

A las mujeres que se han convertido

en la fuente cotidiana de mi

inspiración, gracias a la

inconformidad que me convirtió en

la mujer inconveniente cuyo

ombligo es la otredad.

A la familia de la vida, los de

sangre, los del camino, los de

admiración, todas y todos aquellos

que han pasado por mi vida y que

han hecho mella en cada fibra de mi

esencia y mi realidad, no tengo

palabras para agradecerle a los

días la fortuna de ser mujer,

feminista y popular. .

4

AGRADECIMIENTOS

En primera instancia agradezco a las mujeres, hombres y personas diversas (Mujeres del proceso

de alfabetización de Bosa La Sureña y Colectiva Café y Géneros) que me han mostrado otra

manera de caminar y tejer el colectivo; por dejarme consignar sus palabras y acciones dentro de

este documento para pensarnos otra posibilidad de mundo desde la descolonización de la

academia. Especialmente a Carolina González, Martín Tole, Alexandra Vega Rivera, Erika Kuhn,

Martha Rentería, Marcela Cascavita, entre muchas y muchos que se han convertido en la epifanía

de esta piedra angular: La igualdad. Así mismo a las tres mujeres que me han acompañado desde

la inmensa diferencia, que se une en el amor fraternal, de hermanas más allá de los huesos y del

ritmo de la vida; Sandra, Liliana y Paola Garzón Tovar.

A los profesores Fernando Aranguren Díaz, coordinador de la maestría en Comunicación –

Educación y Hernán Javier Riveros Solórzano (tutor del proyecto de grado), quienes han

participado de mi proceso desde el primer día, por incentivar la curiosidad y la necesidad de sacar

las estructuras a la calle para proveer nuevos y necesarios escenarios no sólo para la construcción

del conocimiento sino para su deconstrucción.

A mi compañero Luis Andrés Gil García, por su apoyo, por la claridad de sus pasos y por

mostrarme otra manera de amar desde la libertad y la justicia.

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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

TEMA

JUSTIFICACIÓN

OBJETIVO GENERAL

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA Y SU PLANTEAMIENTO

1. CAPITULO I.

SURGIMIENTO DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y LO POPULAR COMO

MANIFESTACIONES DE CONTRAPODER EN LATINOAMÉRICA.

(RETROSPECTIVA Y

CONCEPTUALIZACIÓN)………………………………………………………………….22

1.1. La retrospectiva, las mujeres inconvenientes ……………………………………..........22

1.1.1. El camino de las vindicaciones feministas

1.1.2. Las Sufragistas, el camino se devela: Nuestra ciudadanía

1.1.3. El feminismo de la igualdad: el camino latinoamericano en lo popular

1.1.4. Colombia y las transformaciones. Mujeres: derecho al derecho

1.2. La perspectiva de género como mirada holística de contrapoder ………………………32

1.2.1. Construcción de la categoría de género y la cultura

1.2.2. Los retos de la diferencia

1.2.3. La genealogía sexual prescrita

1.3. La homosexualidad, como resistencia y manera de entender el mundo ………………….41

1.3.1. La represión histórica de la sexualidad

1.3.2. La emancipación: el camino de la diversidad, mujeres y comunidad LGBTI

(Lesbianas, gays, Bisexuales, Transgénero e intersexuales al filo de la

invisibilización visibilizada)

1.4. El cuerpo: de lo privado a lo público, más allá del género ……………………………..46

6

1.4.1. Sexo-género la camisa de fuerza, impuesta por el patriarcado –la dominación

simbólica-.

1.4.2. Lo personal es político; una aproximación a la deconstrucción de lo público y lo

privado.

1.4.3. El cuerpo como primer territorio.

2. CAPÍTULO 2.

ENCUENTROS Y RUPTURAS DEL FEMINISMO Y LAS IDENTIDADES DE

GÉNERO CON LAS ASEVERACIONES DE LA ACADEMIA Y LO POPULAR………52

2.1. Identidad y Memoria como Acciones Reivindicativas en Escenarios de Participación

Política. ………………………………………………………………………………52

2.1.1. El Feminismo; del Movimiento Social a la Identidad

en Latinoamérica

2.1.2. De lo Global a lo Local, la Glocalización de una

Colombia Feminista.

2.1.3. El miedo a la búsqueda del sentido

2.2. La Articulación como derrotero de la Perspectiva de Género…………………………62

2.2.1. De los Movimientos y Organizaciones Sociales

2.2.2. El Feminismo se Convierte en Pensamiento Propio.

2.2.3. De los Feminismos en América Latina. Rodando el

Sentido de la Memoria.

2.3. La Diversidad Sexual como Modelo de Pensamiento: de la

Subjetivación a la Participación Política LGBTI ……………………………………..68

2.3.1. Visiones de los Actores Locales de la Participación LGBTI

en Bogotá Las Influencias y las Motivaciones.

2.3.2. Las Prácticas y los Sentidos

3. CAPÍTULO 3.

LA METODOLOGÍA: HACÍA LA RUTA DE LA INVESTIGACIÓN

DESCOLONIZADA ………………………………………………………………………72

3.1. Caracterización y Contexto de la Organización Social: Los Lugares en

Movimiento. …………………………………………………………………………..72

7

3.1.1. La Sureña

3.1.1.1. El Movimiento Popular de Mujeres la Sureña.

3.1.2. Colectiva Café y Géneros, por la Diversidad en los Barrios

3.1.3. Grupo seleccionado

3.1.3.1. Grupo focal N.1: La Sureña.

3.1.3.2. Grupo focal N.2: Café y Géneros

3.2. La Estrategia …………………………………………………………………………..80

3.3. Tipo de Investigación: La Investigación Exploratoria y Explicativa. …………………81

3.4. Método Cualitativo. ……………………………………………………………………82

3.5. Recolección de Información y/o Datos. ………………………………………………..83

3.5.1. Técnicas de interacción

3.5.1.1. Investigación acción participativa

3.5.1.2. Investigación etnográfica

3.6. Técnicas de Recolección de Datos …………………………………………………..87

3.6.1. La Observación (Nivel Exploratorio)

3.6.2. Grupos Focales

3.7. Los Instrumentos …………………………………………………………………….89

3.7.1. El Dialogo Reflexivo

3.7.2. La Entrevista a Profundidad

3.7.3. Los Cuestionarios

3.8. El Proceso, las Fases y el Desarrollo. ………………………………………………..93

3.8.1. Las Fases de la Investigación

3.8.2. Análisis de Datos

3.8.2.1. Matriz de hallazgos: Diálogos Reflexivos.

3.8.2.2. Matriz de hallazgos: Entrevistas.

3.8.2.3. Matriz de Hallazgos: Cuestionario.

4. CAPÍTULO 4.

LOS HALLAZGOS: CUANDO LOS SENTIDOS SE MULTIPLICAN ………………100

1. La Pedagogización del Feminismo desde la Elaboración de un

8

Currículo Alterno: La Educación Popular Feminista. ……………………….101

2. Articulación: Necesidad y Coherencia para la Interacción

Socio-Política. ………………………………………………………………..103

3. Deconstrucción del Lenguaje

…………………………………………………..109

4. De la Cotidianidad a la Participación Política y la

Ciudadanía Feminista. ………………………………………………………123

5. Necesidad de Comunicación Alternativa ……………………………………..134

6. Materialización de Saberes …………………………………………………127

7. El Feminismo y la Perspectiva de Género ¿A quién le toca? ……………….134

8. La memoria del sur, subjetividad de las mujeres y trans populares ……………139

5. CAPÍTULO 5.

CONCLUSIONES Y PROPUESTA ……………………………………………………141

5.1. Conclusiones

5.2. Propuestas

5.2.1. El enfoque de género en el Campo Comunicación-Educación

5.2.2. Centro de Estudios de Género en la Universidad Distrital,

desde la Maestría en Comunicación- Educación.

5.2.3. Produciendo Medios con Enfoque de Género en la

Universidad Distrital (Radio y Prensa).

5.2.4. Comunicando-Educando en Latinoamérica; tejiendo

las redes necesarias.

BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………………153

ANEXOS

Anexo 1. ……………………………………………………………………………………..158

Anexo 2. ……………………………………………………………………………………..159

Anexo 3. ……………………………………………………………………………………..161

Anexo 4. ……………………………………………………………………………………..162

9

Anexo 5. ……………………………………………………………………………………..163

10

INTRODUCCIÓN

Pensar en el género es pensar en la raíz de la desigualdad, saber que lo opuesto a lo

masculino ha sido genealógicamente excluido y anulado, y en esa medida reconocer la necesidad

de atravesar el sistema capitalista para generar pensamiento crítico no sólo en la reflexión

académica o intelectual, sino localizarla, verla ahí, no desde la ventana, sino desde el pavimento;

en la calle, en los barrios, en las esquinas, donde cada espacio está embargado de realidad. Aquella

que sabe a pobreza, a desplazamiento, a analfabetismo, a maltrato, a abuso, a miedo.

La igualdad de género se ha convertido en la bandera de varias propuestas de contrapoder,

en la puesta en marcha de nuevas epistemologías que no surgen de una sola mirada, sino del

recogimiento de una mixtura infalible de las y los habitantes de Bogotá. Esta propuesta no está

pensada sólo para las mujeres o personas en condición transgénero. Es una mirada holística que

participa de la diversidad para ser y darse en una sociedad marcada por los estereotipos y el

neoliberalismo, disfrazado de doble moral y progreso. Esa es la razón de existencia del

contrapoder; la inconformidad constante y casi que obligatoria por los obstáculos adyacentes a la

construcción de una ciudadanía y justa.

La construcción de concepto desde las ciencias sociales surge del feminismo como

movimiento, con el fin de crear un significante que globalizará de manera semántica de género, lo

cual ha generado otras articulaciones y puntos de vista. Por tanto el feminismo es parte

fundamental dentro de la identidad de este proyecto para general una propuesta desde y con las

mujeres para la sociedad. El estudio de los estereotipos de género sigue la línea mayéutica

feminista, es decir que los cuestionamientos que surgen vienen del interés por investigar las

experiencias de las mujeres para descubrir las vidas de aquellos que se hallan fuera de las

estructuras oficiales de poder.

Tales investigaciones han mostrado las versiones de la historia sobre la vida de las mujeres

y personas diversas, parece que en primera medida sólo hubieran existido para reproducirse y

11

mantener al obrero y su prole, y en segunda la burla, la enfermedad, el miedo enfermo a la

diferencia y a las manifestaciones autónomas del cuerpo. La trascendencia de tales investigaciones

ha ido más allá de la historia social para revalorar los supuestos teóricos que han moldeado las

experiencias de las mujeres en relación a los hombres, y por tanto entender cómo han funcionado

las estructuras jerárquicas sexuales y las distribuciones desiguales de poder.

Las aserciones abusivas que se han generado desde las instituciones sociales han

repercutido en cada territorio, desde las escuelas, la familia, la iglesia y el estado la vida se ha

enfocado en el camino del mito pseudodarwinista de supervivencia al más apto -a la necesidad de

ser el más fuerte- esto se representa en la competitividad desaforada por el poder. Estas situaciones

soslayan lo público y llegan a los hogares, a la vida del común, a la binariedad obligada, y por

ende se convierte en la representación magnánima de la opresión en la vida de las mujeres y

cualquier otra identidad en contravía a lo masculino.

La subjetividad surge de la reivindicación de la memoria y los derechos de las mujeres y

personas diversas, no de la división de sexos; no tendría sentido establecer más jerarquías en pro

de fortalecer el motor patriarcal de las estructuras de poder.

La deconstrucción se hace fundamental para reconocer la diferencia, las categorías

requieren de una lectura crítica para establecer nuevas propuestas y analizar cómo ha funcionado

a través de la historia.

Más allá de indagar conocimientos y establecer cuestionamientos teóricos, la esencia de

este proyecto se traslada a la realidad, a reconocer la existencia de las “minorías” que resulta ser

la inmensa mayoría de sociedad inconforme. Aquella que debe pensar en su sustento diario, por

tanto, el reconocimiento como ciudadanos sujetos de derechos es nulo, porque no tienen recursos,

educación, tiempo y participación en espacios de reflexión.

Ahora bien en aras de seguir presentando este trabajo que surge de la solidaridad y la

resignificación de la vida de las mujeres y personas diversas se presenta la primera organización

que hizo parte de la investigación; Movimiento Popular de Mujeres La Sureña, mujeres en un

12

proceso de construcción cultural específica del contexto comunicativo y educativo de las

localidades de Kennedy y Bosa. Colectiva Café y Géneros personas trans que luchan por vindicar

sus identidades como posiciones firmes, más allá de género.

Este ejercicio de investigación que se ha esforzado por ser coherente con la teoría y práctica

en la medida de recuperar la categoría de género y analizar las relaciones de poder que subyacen

a las de mujeres y hombres, para construir un mundo donde la coexistencia de hombres, mujeres

y otras identidades sea posible.

La diversidad se encamina como planteamiento de filiaciones ideológicas y políticas que

desde posturas NO dogmáticas, se ubican en la pluralidad de las acciones e intenciones del

Pensamiento Crítico y de izquierda.

Lo popular como macroestructura subjetiva en la medida en que se reivindica el concepto

de clase, no sólo como la posición que se ocupa dentro de la estructura socio –económica, sino que

además se retoman los elementos simbólicos y culturales de discriminación y exclusión social.

Frecuentemente se hace referencia a lo popular como sinónimo de pueblo, de folclor, e incluso de

lo marginal o de condiciones de pobreza. Sin embargo, en un sentido más amplio la concepción

de lo popular tiene que ver con una apuesta política e ideológica que nace del reconocimiento de

unas condiciones de desigualdad en la distribución de la riqueza, la distribución del poder político

y la restringida participación en la garantía de los derechos sociales, que excluyen a un sector

importante de la población. Por esta razón, la lucha enmarcada en esta investigación reivindica

acciones que cuestionan y transforman las propuestas que desde el sistema capitalista y modelo

neoliberal, hegemonizan el individualismo.

Este trabajo, entonces pretendió establecer cómo se construye el género en lo popular desde

las organizaciones sociales que performan acciones emancipadoras que incluyen a las mujeres y

personas diversas del barrio; las acciones que se toman desde la educación y comunicación que

transversalizan la vida y el conocimiento que ha sido arrebatado por el patriarcado; aquellas

personas inexistentes a los objetivos de las políticas públicas y a los sectores dominantes. Se tuvo

en cuenta la siguiente pregunta de investigación para proceder a desarrollarla ¿Cómo lo popular

13

influye en los estudios de género (feminismos y diversidades) para proveer estructuras coherentes

y viables que fortalezcan la participación política de organizaciones sociales?

Analizar el género como elemento substancial de las relaciones sociales se vuelve casi que

obligatorio para comprender el origen de la desigualdad y las maneras arbitrarias que han

condicionado la existencia de los no privilegiados. Ahora bien, volviendo a la concepción de lo

popular, el interés es proveer argumentos de carácter metodológico que corroboren la necesidad

de la teoría y práctica juntas, es decir las claridades frente a la lucha y diferencias de clases. El

clímax de esta investigación viene a ser, cómo coexisten el género y lo popular, y si es posible que

se llegue a establecer una relación dialéctica para reconocer el vínculo inherente entre ambos

referentes dentro de una comunidad específica (objeto-sujeto).

Por otro lado la investigación contiene cinco capítulos, los dos primeros desarrollan el

marco teórico, el tercero presenta la metodología aplicada en el proceso de investigación, el cuarto

establece los hallazgos que se surgen de la rigurosidad del análisis de resultados y el quinto traza

las conclusiones y la propuesta del presente trabajo para la comunidad académica, la maestría en

Comunicación-Educación (línea de investigación: Cultura política), organizaciones sociales y a

todos aquellos que se sientan identificados con el problema de investigación y el pragmatismo de

los hallazgos.

Los ejes capitulares abordan teóricamente la relevancia infalible del diálogo de la perspectiva

de género y lo popular como manera inherente de contrapoder. Citando autoras y autores que

recojan puntos de vista europeos, norteaméricanos y latinoamericanos que manifiesten los lugares

y momentos de rebeldías de las mujeres. Korol, Maffia, Longo, Amoros y Sánchez abren la

discusión sobre la necesidad de ser mujeres inconvenientes, apelan una historia real de la vida de

las mujeres y las personas diversas, a partir de las maneras de investigar el parentesco, la familia,

la economía y la política. Aquellas “investigaciones” han creado la binariedad, la diferencia, la

brecha. Bordieu y Foucault desde la dominación patriarcal muestran como el género se ha

convertido en otra manera de opresión, lo masculino como privilegio y única manera de ver el

mundo, así se muestra el matrimonio entre el capitalismo y el patriarcado. Lamas, Rubin y Buttler

desde el análisis del género como construcción de ser desde su nacimiento, como camisa de fuerza,

como marca de “los cuerpos que importan”. Korol deconstruye el feminismo latinoamericano

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desde el movimiento social, y la educación popular feminista, García Cancliní y Stuart Hall sitúan

lo popular desde las rebeldías que requieren de la construcción de lo colectivo, centrando su mirada

en la necesidad de reconocer el oprimido como sujeto de derechos. Fausto-Sterling desde la ciencia

argumenta la imposición del género para generar paradigmas reales que desde la prueba y la

historia muestre no sólo los maltratos y crímenes en contra de la diferencia, sino la emergencia de

reconocer que siempre hemos sido distintos. Ma. Eugenia Correa enmarca la situación en derechos

de Colombia, los primeros encuentros, los sitios donde se gestan las dudas y las nuevas maneras

de pensar la vida de las mujeres. Este primer capítulo pretende una deconstrucción histórica de lo

global a lo local sobre lo que ha implicado ser mujer o una persona en condición de diversidad, así

como la necesidad de contar los hechos reales que todas las instituciones desconocen y comprender

la perspectiva de género de manera holística, además que acciones se han convertido en verdaderas

causas para la vindicación del rol de las mujeres en la sociedad, así como las inhumanas maneras

de acallar voces y la relación constante con lo popular como el lugar, el contexto donde se gesta

la organización social, teniendo en cuenta los obstáculos existentes en el conocimiento de su propia

realidad.

Para la investigación se entenderá el sentido del enfoque de género desde una concepción

amplia que requiere per se toda una transformación desde una perspectiva popular que abarca una

identidad colectiva, alientan el movimiento social y construyen nuevas posibilidades de sociedades

más justas y equitativas. Desde los oprimidos, los sin voz y los invisibles, se deconstruye la

realidad que enfrentan al no educarse, no participar, no leer, no entender lo que significa política,

ni mucho menos derechos, en ese sentido la agenda se hace popular no por pobreza, ni mucho

menos populismo, sino por la necesidad de ser y entender las dinámicas desiguales del mundo.

Se encuentra la genealogía de los hechos contundentes que han cambiado la vida de las

mujeres y personas diversas, entre tanto este delimita la lucha por la participación, lo que cuesta

modificar la cultura en una sociedad arraigada a la conveniencia de las tradiciones y la religión;

aquellas que performan los patrones culturales que condicionan cualquier sociedad.

Adicionalmente el valor pragmático de la dicotomía Significante-Significado de las orientaciones

sexuales e identidad de género como territorios más allá de las letras, adoptando por antonomasia

la diversidad como un modo de pensamiento, que articule pensamiento, palabra y acción para

procurar la igualdad.

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El tercer capítulo presenta la metodología aplicada, la cual parte de la visibilización de las

mujeres y personas diversas como sujetos de investigación para que este ejercicio sea coherente a

partir de la estrategia, la técnica, los instrumentos y resultados. Se establece el tipo de investigación

exploratorio-explicativo, los primeros reconocen una necesidad autentica de situaciones

emergentes que contribuyan al empoderamiento social, político y económico de las mujeres y

personas diversas como fuerza sustancial de las relaciones de poder, lo cual implica acciones reales

desde un campo de conocimiento en ciencias sociales que así como el acceso al trabajo, las

víctimas y demás irregularidades del sistema neoliberal imperante; requieren por antonomasia una

resignificación física y técnica de la discriminación de sus derechos. Además de abordar la

temática desde un enfoque de investigación exploratorio, se incluirá el explicativo como proceso

juicioso de búsqueda que apuntará a los resultados de la exploración que traerá a colación las

características que priman en la necesidad de comprender nuevas maneras de ver y ser con la

historia.

El documento continua el diseño metodológico con el método cualitativo, el cual hace

mella en la realidad que se construye socialmente, la cual se concibe como histórica y cambiante,

se reconoce ontológicamente desde las polifonías en construcción, basadas en la realidad. La

atención en los cambios surge a que lo social esta y debe estar en continuo proceso de

transformación, por tanto se da prelación a lo específico, lo diferente, lo único y no a lo

generalizable. Entre tanto es viable establecer que el enfoque de género recoge las miradas que

conciben como verdades en la vida de las mujeres y las personas diversas.

Las técnicas de interacción en este caso aterrizan su propuesta en investigación acción

participativa e investigación etnográfica teniendo en cuenta que la autora de esta tesis es militante

feminista y construye sus conocimientos desde lo popular para pensarse lo académico como

espacio de transformación social. Atendiendo a una “concientización dialógica”, en palabras de

Paulo Freire, se reconoce que la teoría y la práctica no tienen por qué estar separadas; poniendo el

conocimiento teórico al servicio del mejoramiento de la práctica. Por tanto los encuentros con los

grupos focales ya forman parte de unas rutinas establecidas en procesos legitimados por la

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comunidad y procesos de base (Movimiento Popular de Mujeres La Sureña y Colectiva Café y

Géneros.

Las técnicas de recolección de datos pertinentes fueron la observación y los grupos focales

como maneras de reflexionar crítica y rigurosamente sobre el análisis y resolución del problema

de investigación con coherencia académica y práctica, de esta manera se orientó un objetivo de

investigación, se planifica sistemáticamente en fases, aspectos y personas (grupos focales), se

controla y relaciona con proposiciones generales en vez de ser presentada como una serie de

curiosidades interesantes y puede someterse a comprobaciones de fiabilidad y validez.

Los diálogos reflexivos y entrevistas individuales a profundidad representan las maneras

de aterrizar los parámetros previamente establecidos, se seleccionaron de acuerdo a la pertinencia

de la población; en el caso de los diálogos (comunidad), se establecieron un tipo de talleres que se

sintetizaron de manera auténtica a través de tal diseño. Por otro lado las entrevistas permitieron

reconocer las voces de las lideresas de los procesos.

Para análisis de información se utilizó la triangulación metodológica atravesada con las

categorías señaladas (identidad, memoria, cuerpo) con la intención de recoger distintos puntos de

vista y realizar comparaciones múltiples de un fenómeno único.

El capítulo cuarto presenta los hallazgos que desde la fiabilidad y la validación muestran

y demuestran las maneras en que se construye el género a partir de lo popular como propuesta

política, incluyente y emancipadora, en organizaciones sociales de Kennedy y Bosa). Obviamente

estos datos van de la mano con las categorías ya nombradas que han atravesado toda la

investigación en sus distintas etapas.

El capítulo quinto refleja las múltiples miradas, “verdades” y propuestas de las mujeres y

personas diversas, en una ciudad patriarcal que anima la desigualdad y va en contravía a la

coyuntura de la ejecución de los acuerdos de paz. La coherencia del papel no trasciende el nivel

morfosintáctico y lo semántico sigue en la clandestinidad de las inmensas minorías, en ese sentido

las proposiciones en este momento del trabajo de grado demandan la atención que se requiere a

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las organizaciones sociales que están haciendo el trabajo de las instituciones, reclaman la veracidad

de las complejas situaciones de abandono, violencia, desinformación y analfabetismo de la capital

colombiana, lo cual a su vez confirma la desigualdad que obliga a la comunidad a organizarse y a

deconstruir en pro de ser y hacer en su territorio.

Entender el lenguaje como manera esencial de reconocer la otredad desde sentires propios

implica la asociación sintáctica y semántica de palabras que deben por justicia y dignidad existir

dentro de la comunicación cotidiana de cualquier territorio. La necesidad del lenguaje más allá

“del las y los”, visibiliza a muchas mujeres y personas diversas que han sido borradas de la historia

por la camisa de fuerza del género.

Se presenta con ahínco la necesidad de deconstruir para construir, lo cual implica un

esfuerzo inconmensurable, pero fundamental para que la lógica de la perspectiva de género se haga

real, y no represente un discurso más. Las premisas fundamentadas desde los ejercicios de

conclusión transgreden la comunicación y la educación hegemónica y patriarcal, evoca la

reescritura de la historia de la humanidad, requiere con emergencia una mirada adyacente a las

realidades de una Latinoamérica agonizante y manipulada por las pantallas y las derechas

populistas; la construcción de una cultura política real y coherente a las condiciones de la

comunidad debe desatarse, la subversión empieza con la construcción colectiva y la consciencia

de clases.

Lugares importantes como la escuela deben replantearse para evitar el desespero por la

cobertura y más tacto en la comprensión de los problemas estructurales que jamás van a permitir

avances significativos para la sociedad. Esto implica proveer desde la institucionalidad y las

administraciones un verdadero acompañamiento, deben hacer el trabajo para el que fueron

designados como figuras representativas del poder ciudadano, no es caridad, ni asistencialismo.

La crisis expuesta por la corrupción y la desidia del gobierno ha obligado a la comunidad a

organizarse en pro de respeto, garantía de sus derechos y su participación política, entre tanto la

reeducación de las mujeres, en especial la de las mujeres populares es la formación de familias

enteras, de nuevas consciencias y de la reexistencia de la lucha para el soporte de las nuevas

generaciones.

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Es claro que lo de menos son los contenidos lo de mas es la coherencia y las maneras de

ver al mundo, ahora bien ¿Cuáles son los vehículos? No dejarle los planes de estudio, las

metodologías, las estrategias y la investigación a los ministerios, a los que han escrito la historia

con la sangre de los oprimidos, no sólo desde violencias físicas, sino silenciosas como las legales,

las alzas, la victimización, la impunidad etc. La participación política como subjetividad en la vida

de las mujeres se hace obligatoria en la agenda de la insurgencia feminista.

La articulación de la academia con las investigaciones de la comunidad es fundamental

para el desarrollo coherente de proyectos estructurales a corto, mediano y largo plazo.

Infortunadamente élites simbólicas como la intelectual han recogido información desde enfoques

superficiales que poco o nada tienen que ver con las necesidades reales y de poco interés para los

demandantes requerimientos globalizadores de la acreditación y otros tecnicismos usuarios de las

hegemonías eternas hermanas del capitalismo.

Gracias a esta propuesta de investigación la teorización de lo popular y la rigurosidad de la

Investigación Acción Participativa determinan el género como categoría histórica, las nuevas

perspectivas deben salir de la clandestinidad para obtener herramientas metodológicas que

permitan reflexiones más profundas que provean avances en los saberes, y así mismo material

epistémico para las construcciones viables de investigaciones en ciencias sociales y humanas.

Definitivamente la articulación es una estrategia fundamental para crear alianzas más

fuertes, y mejores condiciones para la convergencia ciudadana. El Movimiento Popular de Mujeres

La Sureña ha construido puentes y conexiones que han provisto el espacio con más ideas y miradas

desde la organización y las bases de otros colectivos y geografías latinoamericanas.

Por último, las proyecciones de este ejercicio de investigación es la construcción más

rigurosa de lo popular en tanto en el proceso de Alfabetización de Mujeres Adultas como en la

producción de medios populares y alternativos, La Sureña (Prensa y Radio). Ser parte de la

investigación de varias propuestas de investigación desde pregrado y posgrado, así como mantener

el proceso como espacio de práctica de la Universidad Pedagógica Nacional. Gestión para que el

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ejercicio llegue a otras localidades, garantizar la periodicidad de los medios, valorar

económicamente las investigaciones y reportajes, y proveer evidencias para generar cambios

estructurales que permitan otros tipos de autonomía.

Este ejercicio provee un espacio de estudios de género desde la Maestría en Comunicación-

Educación, línea de investigación Cultura Política, la propuesta inicial es constituir un grupo de

investigación, con la expectativa de cátedra para el proyecto curricular, y también para otros

departamentos, teniendo en cuenta que se trata de una categoría necesaria para fortalecer los

espacios académicos.

TEMA

Construcción de género a partir de lo popular como propuesta política, incluyente y

emancipadora, en organizaciones sociales de Kennedy y Bosa.

OBJETIVO GENERAL

Analizar y exponer las acciones que caracterizan la relación simbiótica de la perspectiva de

género con lo popular en las organizaciones sociales: Movimiento Popular de Mujeres La Sureña

y Colectiva Café y Géneros.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Constituir una articulación entre lo académico y lo popular para entender las dinámicas

reales de los procesos sociales y políticos comunitarios.

Fundamentar los planteamientos de base que han configurado las estructuras de los distintos

movimientos y colectivos que le aportan al feminismo como construcción social.

Interpelar las concepciones de género que se reconocen dentro de las políticas públicas y los

medios masivos en el marco de debatir la desinformación existente en los habitantes las localidades

de Bosa y Kennedy.

Develar las acciones y categorías en clave de las reflexiones de los miembros de las

colectividades.

20

JUSTIFICACIÓN

Entender el feminismo como transformación en las relaciones sociales que conducen a la

liberación de la mujer y también de los hombres para eliminar jerarquías y desigualdades, implica

visibilizar las acciones y los discursos establecidos para identificarlo como un movimiento social

y una categoría histórica, además de concebirse como objeto estudio que ha validado varias

investigaciones de base que han formado parte de esa gran revolución inacabada en palabras de

Silvia Federici1.

Este proyecto como cuestionamiento de la construcción social del feminismo, apunta a la

articulación de acciones pensadas, investigadas y hechas por mujeres y hombres que se piensan la

igualdad de derechos como el mismo sentido de la vida humana. La emergencia de articular la

academia con colectividades de carácter popular y viceversa, surge de las divisiones que

obstaculizan acciones mucho más concretas y profundas que deben transgredir al derecho y a las

relaciones humanas en su conjunto, es decir desde las instituciones sociales (el estado, la escuela

y la familia). Sí la autonomía y las decisiones formaran parte del quehacer de la escuela dentro de

los “contenidos” de los currículos, o simplemente fueran marcos de crianza mucho más fuertes

que la dependencia , la sumisión y la delicadeza; la vida de las mujeres y los hombres sería más

digna y coherente con la constitución del bien común.

En aras de proveer pensamiento crítico desde la perspectiva de género como eje transversal

de la educación, la visibilización de las mujeres no debe ser victimizante y mucho menos

asistencialista, es claro que hemos sido botín de guerra, pero eso no implica más debilidad y

necesidad de que otros hablen por nosotras. En este sentido la búsqueda de la igualdad se configura

como una contestación que debe reconocerse para y por el propio sentido de la humanidad y su

verdadera historia.

Reconocer las subjetividades que enmarcan la lucha popular en toda su potencia semántica

implica transformar concepciones que por ser académicas no dejan de ser hegemónicas. En el caso

1 Italiana de nacimiento (1942), vive en Estados Unidos desde 1967. Aquí desarrolló su vida académica y su militancia

feminista, al igual que su colaboración con los movimientos por los derechos civiles y por el poder negro (Black

Power). Fue fundadora del Colectivo Feminista Internacional que lanzó la campaña “Salario para el Trabajo

Doméstico”. Vivió y enseñó en Nigeria (África) durante la década de 1980, donde acompañó la lucha de distintas

organizaciones de mujeres contra las medidas de ajuste estructural: hasta el día de hoy sigue en contacto con algunos

movimientos del continente. (Escuela Calpulli, 2013)

21

del feminismo las aserciones han surgido de luchas que han excluido a las mujeres, de hecho las

han disminuido a la reproducción, el trabajo doméstico y placer sexual. Sin embargo los tiempos

han cambiado y las maneras de vindicar y reivindicar han mostrado otros caminos en construcción

más coherentes a las claras formas de desigualdad para las mujeres a pesar del tiempo y la historia.

Develar geopolíticamente las problemáticas en la vida de las mujeres, obliga a pensar su

historia y analizar las razones por las cuales hubo presencia o ausencia de la perspectiva de género

en la investigación antropológica que ha generado las inconmensurables brechas que dividen la

sociedad jerárquicamente a favor del patriarcado y el neoliberalismo. La necesidad de evocar la

genealogía de la desigualdad prima para entender las múltiples realidades de maltrato e inequidad

que se disfrazan de sacrificio, culpa, protección de acuerdo a la conveniencia de cada contexto

socio-cultural. En ese sentido los campos de investigación de la antropología (el parentesco, la

política, la economía y la religión) han supeditado el papel de las mujeres. Las consecuencias de

tales análisis y resultados son las causas de la lucha por la igualdad y respeto por la vida de las

mujeres.

Hallar los mecanismos y metodologías de difusión e información que se atribuyen a

constitución de la desigualdad, es un fin obvio de las instituciones que se han encargado

juiciosamente de interiorizar muchos patrones de estereotipos, personalidad y roles en la vida de

las mujeres, la cuestión radica en la capacidad de reconocer esas realidades como maneras de

sometimiento, cosificación e injusticia, entre tanto develar la artillería de las élites simbólicas es

todo un desafío en un territorio con una de las condiciones de inequidad más complejas del planeta.

Este proyecto de investigación es la materialización de una serie de esfuerzos que merecen

ser estructurados y difundidos para demostrar la fuerza de las premisas que nacen de lo popular,

las cuales con el soporte de las investigaciones académicas proveerán mejores efectos y mayor

operatividad en la percepción de la realidad.

DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

La educación ha sido el fin de varias reflexiones y discusiones que me han llevado a

concebir cualquier espacio como lugar de aprendizaje, así como los lugares no lugares donde nace

la necesidad de encontrarse y pensarse políticamente la educación. La investigación del lenguaje

y las maneras en que las personas aprenden y enseñan sin importar su edad o contexto son algunas

22

de mis prioridades. Jamás me he casado con mi pregrado, al ser egresada de un programa de

Lenguas Modernas, se espera que sea otra profe más, sin embargo por muchas razones no he

permanecido o me he “estabilizado”, esta fobia a la costumbre ha encumbrado mis afinidades y

horizontes, y aunque para muchos debería sentarme en un precedente. La vida me ha llevado a

conocer y construir distintas experiencias en distintas periferias.

Cuento con 12 años de experiencia en aula como docente en distintos niveles, he estado en

preescolar, primaria, secundaria y superior. Como profesora es imposible evitar la existencia

monstruosa de la desigualdad, desinformación, mal enfoque, modelos primitivos y tiranía

desaforada de rectores y rectoras, cuyas labores radican en asustar, no sólo a los niños (as) y

jóvenes, sino a los docentes. Eso se ha convertido es un dolor común, la perdida de la dignidad de

los que se suponen educan el mundo. Quienes en varios casos se arrepienten de sus carreras y sólo

cumplen, sin investigar, actualizarse, transformar o hacer algún tipo de construcción académica,

triste por supuesto, pero normal y justificable.

Hago referencia a lo anterior, porque no soy antropóloga, historiadora o socióloga, no estudié

en la mejor universidad, y el haber tomado la decisión (sin saberlo) de aceptarme como mujer

popular y pensarme que no he sido la única, que lejos de los discursos he construido desde la

otredad, que con compañeras y compañeros repletos de ojeras por el trabajo de día y el estudio de

noche; he llegado a cuestionamientos que han cambiado mi vida para siempre. Cuando entiendo

las lecturas, las reflexiono y me obligo a hacerlas pragmáticas como mujer y profesional, me doy

cuenta de la implacable necesidad de articular, de conocer, de leer a profundidad, de salir a la calle,

de investigar para ser mejor mujer, ciudadana y profesional. El conocimiento nos hace mejores,

pero el conocimiento real nos hacer humanos y humanas sensibles al momento histórico que nos

tocó.

Cada día me refrendo como mujer popular, me convenzo de que la igualdad proveerá

escenarios de justicia para una mejor sociedad. Las mujeres merecemos y exigimos la mitad de

todo y muchas que no lo saben, ni lo perciben, siguen afrontando las consecuencias de un mundo

patriarcal. Esas mujeres que no son preocupación de la academia, o grupos de investigación

demasiado intelectuales para historias de barrio. Sin embargo sus problemas son nombres de

muchos proyectos, dónde quedan ellas, qué piensan, por qué las asesinan, quiénes lo hacen etc. Lo

23

que sí es posible, es ver cifras, grupos snob y hallazgos demasiado básicos para el nivel de

profundidad que se requiere en un sistema tan dañado para la vida digna de las mujeres.

La urgencia y responsabilidad social aborda la necesidad de construir escenarios de

investigación más reales y con la rigurosidad que compete a cualquier indagación académica.

Justamente este proyecto con la agenda y planes de acción de las organizaciones de base provee

hallazgos y premisas que en el camino han mostrado otras miradas, y a su vez comprueba la

importancia de la formación de las mujeres populares, muestra la fuerza de la participación

política, refleja la importancia de los saberes, devela las múltiples problemáticas invisibilizadas

por los gobiernos de turno, una de las acciones más importante contemplarse y generar reflexiones

propias de autonomía y libre pensamiento.

El Movimiento Popular de Mujeres La Sureña y la Colectiva Café y Géneros fueron las

organizaciones de base que participaron amablemente en la construcción de este proyecto que

comprobó que la articulación entre la academia y los movimientos es fundamental, y una acción

coherente para ambos escenarios, por un lado la academia es responsable de difundir, interpelar y

estudiar la realidad para producir proposiciones que involucren a la comunidad; por el otro las

organizaciones requieren formación e investigación para construir procesos viables y con

reflexiones de nivel que no se queden en eventos y coyunturas, sino sean puntos de partida y

fortalecimientos de distintas índoles.

Ahora bien, este documento aborda las manifestaciones del género en lo popular como

muestra de fuerza, de crítica y nuevas convergencias ciudadanas a través del siguiente problema

de investigación: ¿Cómo lo popular influye en los estudios de género (feminismos y diversidades)

para proveer estructuras coherentes y viables que fortalezcan la participación política de

organizaciones sociales?

24

CAPITULO 1

SURGIMIENTO DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y LO POPULAR COMO

MANIFESTACIONES DE CONTRAPODER EN LATINOAMÉRICA. (RETROSPECTIVA Y

CONCEPTUALIZACIÓN)

1.1 La Retrospectiva, las Mujeres Inconvenientes

La perspectiva o enfoque de género ha sido una de las formas más evidentes de vindicación

por parte de las mujeres y personas en condición transgénero. Estos referentes vienen de la mano

de un proceso profundo de deconstrucción que va a interpelar los modelos que han hegemonizado

la diferencia y la han marginado como objeto de lo masculino, es decir sin voz propia, sin

identidad. En ese sentido las maneras de contar la historia deben ser juzgadas y analizadas para

comprender que ha implicado ser mujer u homosexual en los tiempos de premodernidad,

modernidad y una supuesta posmodernidad. Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere

decir que hay otras historias, más bien existe un abanico de historias contrahegemónicas

constitutivas de nuestra memoria social.

…Hay deudas, hay vacíos, hay espacios para la investigación, lugares para tomar conciencia de lo que nos niega una historia de sucesivos genocidios. (Korol, 2007, p. 18).

Cuando se concibe el feminismo es innegable remontarse a la necesidad de pensar en

derechos, la cuestión radica en que la reflexión apunta a un tiempo abstracto de decisiones que se

supone recogen a la sociedad, sin embargo (muy sin embargo) las realidades son otras, las miradas

están cada vez más perdidas, se sabe que la ley existe, pero es un tecnicismo burocrático; jamás

han existido sujetos idénticos en materia de derechos. Antes de estos mecanismos las diferencias

naturales definían a los grupos humanos, las cuales enmarcaban a las comunidades de acuerdo a

las normas establecidas por sus condiciones fisiológicas. Posteriormente en el develamiento de los

roles, se establecen otros patrones de diferencias, que ubican obligatoriamente a la comunidad en

distintas posiciones, sin embargo la exclusión permanece, ahora la excusa no es natural, sino

política.

En la modernidad, se expresaba el derecho sobre todo en la capacidad de participar en la política, en la capacidad del voto. Entonces, aparece el feminismo inicialmente como sufragismo, como el derecho a votar. Pero el derecho a votar, era el derecho a ser considerada alguien portadora de ciudadanía. Por lo tanto, era ser igual a aquellas personas que votaban, no era una cosa superflua. En todo caso, este derecho a votar era la condición de ser portadora de derechos. Entonces, las sufragistas hacían esta exigencia. Por

25

más que hubiera un discurso universal que sostenía que todos éramos libres e iguales y que teníamos los mismos derechos, resultaba que la mitad de la humanidad no era libre, ni era igual, ni tenía los mismos

derechos. (Maffia, 2007; 43)

A pesar de las acciones en pro de los derechos, existía una contradicción indefinida; durante

la reivindicación de los manifiestos del sufragio feminista, los argumentos para desmontar la lucha

y su coherencia, justamente subyacían a la ofensa, a la disminución de las mujeres, incluso al punto

de afirmar que las mujeres carecían de cualquier tipo de razonamiento lógico, entre tanto no eran

capaces de demostrar su mayoría de edad, por el hecho de ser mujeres. Sólo pensarlo es abrumador,

sin embargo eran “proposiciones” aferradas a matices documentados y apoyados por la ciencia y

la filosofía. Lo cual posicionaba a los varones, mientras las mujeres hacían parte de su dominio

privado.

Luego, el feminismo estuvo acallado durante mucho tiempo, hasta fínales de los años sesenta,

comienzo de los años setenta. En ese momento empieza lo que se denomina la segunda ola del

feminismo. Tenía que ver nuevamente con una desnaturalización de los lugares sociales.Todos

estos movimientos de “minorías” ponen en evidencia que la supuesta universalidad de la

democracia, no era ni universal ni democrática. (Maffia, 2007; 45)

La necesidad de entender el feminismo como proyecto de igualdad, ha abierto debates más

allá de las visiones sesgadas que permanecen en discursos estancados que cierran desde el

patriarcado cualquier tiempo de alteridad. Ahora bien, muchas de las nuevas concepciones e

imágenes cada vez más progresistas han procurado (a pesar de las luchas y los despertares en

cuestión de derechos) abrir la historia, tomarla y desdibujarla para entender como el feminismo ha

sido protagonista de varias batallas que han soportado la lucha y la emancipación, a través de

cambios estructurales que eliminan exclusiones y ciertamente empoderan a las y los invisibles. La

lucha por la liberación femenina y diversa es una tarea inacabada, las diferencias polarizadas,

binarias y heteronormativas siguen haciendo mella en las maneras de pensar, construir y accionar

en la sociedad.

La revolución se plantea desde las mujeres, no para ovacionar, sino para dar vuelta a la

memoria y a la justicia, y así mismo con los compañeros hombres y homosexuales pensarse una

libertad pensada sólo para lo masculino en declaraciones de derechos como los señalados en

momentos tan importantes como la Revolución Francesa. Los tiempos siguen estando disfrazados

26

de estados de derecho, se muestra una evolución en lo político, pero sin mujeres; lo cual en sí

mismo encierra toda una contradicción que ha construido y estructurado pensamientos, ideologías

y generaciones de humanos que siguen repitiendo patrones de subordinación e injustica. El cambio

sustancial inicia con la conciencia sobre los problemas subyacentes y sus maneras de afectar la

vida de las mujeres, así mismo la estrategia va de la mano con una pragmática feminista. En

palabras de Aida Facio y Lorena Fries (2005):

El feminismo es un rico instrumento para llenar de contenidos más democráticos los valores que

podríamos querer preservar. Es decir, conociendo el pensamiento feminista, podríamos mantener –

dándoles otro contenido– los principios e instituciones que el mismo Derecho nos ha enseñado a

valorar para así poder lograr más justicia y armonía en nuestras sociedades. (Facio & Fries, 2005,

p.260)

1.1.1 El Camino de las Vindicaciones Feministas: Las Ilustradas

Un interesante punto de partida frente a la Ilustración como ruptura epistemológica, es la

demanda de la universalización de los derechos, los cuales dentro de sus premisas enmarcan

privilegios y ventajas frente a la lucha de los hombres contra el sistema que los oprime, la reflexión

apunta a eso a “los hombres”, pero no hay razón, igualdad o progreso en el resto de la humanidad

frente a esa marginación.

Un ejemplo claro de lucha es la primera ola feminista que enmarca toda esta contradicción

en contra de la igualdad, cuyos orígenes ilustrados evocaban la igualdad y libertad. La idea de

derechos humanos emerge de la universalización de construcciones, de debates políticos y

jurídicos que dieran nivel a la complejidad de las nuevas discusiones (en las cuales por supuesto

no participaban personas distintas a los hombres). Las luchas por el sufragio feminista abanderan

acciones que reconozcan la subjetividad feminista, la autonomía y la racionalidad feminista.

Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft defensoras de los derechos humanos para las

mujeres, denuncian su exclusión como humanas y ciudadanas. Wollstonecraft escribe su libro

Vindicación de los Derechos de la Mujer (1790). De Gouges a través de La Declaración de los

Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, revela la necesidad imperante de reconocer a la mujeres

como sujetos de derechos, autónomos y libres, desde el argumento de la libertad de la Ilustración

se cuestionan las maneras en que las mujeres desaparecen de los espacios, de las relaciones de

27

poder y sobre todo de las decisiones importantes (que siempre han tomado otros) en textos como

Los Derechos del Hombre y el Ciudadano. Ambas refrendan su inconformidad a partir de la

negación de los privilegios y las expectativas de la Ilustración con las mujeres, Wollstonecraft

hace hincapié en lo político desde lo personal y De Gouges defiende empoderamiento de las

mujeres como sujetos de participación y ciudadanas. Desde las acciones concretas es posible

nominar: el derecho a la educación, al trabajo, a los derechos matrimoniales, custodia de los hijos

y por supuesto el derecho al voto.

1.1.2 Las Sufragistas, el Camino se Devela: Nuestra Ciudadanía

La Vindicación de los Derechos de la Mujer, concluye en parte y continua fortaleciendo el

sufragio feminista y la subjetividad de las mujeres como ciudadanas. La Segunda Ola Feminista

completa el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. La propuesta de la mujer como

ciudadana, inicia con todo un llamando al reconocimiento de los derechos dentro de un discurso

holístico más allá de las conveniencias, para comprender las proposiciones del momento histórico

que marca diferencias sustanciales en Norteamérica y Europa. Las mujeres norteamericanas se

articularon con otros niveles de organización que llegaron a movimiento social, mientras tanto las

europeas mostraron una faceta más subjetivista poco cohesionada. El eco de las contestaciones

dio otro significado en red, lo cual mostró que el movimiento es justamente lograr desde claridades

y acciones que en abrieron espacios en la educación o el trabajo. De esta manera el principio del

Sufragismo la apelación a un universalismo ético que proclamaba la universalidad de los

atributos morales de todas las personas (Sánchez, 2008, p.29). La coherencia enmarcando la vida

desde la justicia, no sólo la vida de los varones; la igualdad reclama su lugar como derecho moral

y lo universaliza como lógica de la evolución de las relaciones y reflexiones humanas.

En la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls (1848) luego de la primera Convención

sobre los Derechos de la Mujer en New York se estructuran las líneas del Feminismo

estadounidense. Se proclama la independencia de las mujeres de la autoridad abusiva de los

hombres y de un sistema invisibilizador, la declaración apuntó a la aprobación de derechos civiles,

sociales y religiosos. Se argumentó la felicidad como principio, lo cual inicia desde lo privado para

llegar en palabras de Kate Millet a lo personal es político. Esta reunión y convergencia supone la

28

una de las primeras acciones colectivas organizadas como derrotera de la lucha por los derechos

de las mujeres.

En cuanto al movimiento sufragista europeo, cabe señalar que el inglés fue el más potente

y radical. De Miguel (2015) Destaca la labor política y teórica de John Stuart Mill, así como la de

las sufragistas británicas de principios del siglo XX, y en concreto, de Emmeline Pankhurst y sus

hijas Sylvia y Christabel, que en 1903, crearon, junto a otras mujeres afiliadas al Partido Laborista

Independiente, la Unión Social y Política de las Mujeres y el periódico Votes for Women, que más

tarde se denominaría The Suffragette. El principal objetivo de dicha asociación era la aprobación

parlamentaria del voto femenino y, con ese fin, llevaron a cabo diversas acciones para llamar la

atención sobre sus propósitos dirigidas a la opinión pública y al Gobierno.

Un aspecto relevante y digno de análisis en consonancia con la macroestructura de este

trabajo de grado, es que muchas de las necesidades expuestas por las mujeres dentro de sus

manifiestos se centró en las mujeres de clase media, esta cuestión mostró las discrepancia entre las

sufragistas y mujeres negras u obreras que no tenían espacio dentro de los escenarios abiertos a

“todas” las mujeres. El movimiento en Europa provee conexiones intrínsecas con la comunidad

trabajadora desde el marxismo en el siglo XIX. Los socialistas abordan en un inicio la

emancipación de las mujeres, una nueva explicación del origen de la opresión de las mujeres y

una nueva estrategia para su emancipación (Sánchez, 2008, p. 38).

Gracias a las luchas del Feminismo ilustrado y decimonónico, tras la Primera Guerra

Mundial la mayoría de los países occidentales reconocieron el derecho al voto de las mujeres.

Como consecuencia de este logro y de ciertas circunstancias políticas y económicas, en el período

de entreguerras el Feminismo decae hasta que en 1949 se publica El Segundo Sexo, de Simone de

Beauvoir, obra que representará un papel fundamental en el desarrollo del feminismo de las

décadas siguientes.

La pregunta ¿Qué significa ser mujer? Vuelve a ser parte de la agenda de la lucha feminista

para 1949, Simone de Beauvoir, indaga y busca respuestas frente a la necesidad de unas epistemes

que expliquen la subordinación de las mujeres desde una investigación interdisciplinar; se

29

argumenta per se que no se nace mujer, sino que se deviene mujer; es decir, que la mujer es

construida socialmente más que biológicamente, y que la construcción de la sociedad y de los

seres humanos es masculina y excluye a la mujer (Aguilera, 2009, p. 56). Este nivel de análisis

abre otras reflexiones y versiones de las mujeres frente a la construcción obligatoria de la parte

débil, emocional y vacía del hombre.

1.1.3 El feminismo de la igualdad: el camino latinoamericano en lo popular

Las miradas del feminismo en primera instancia han propuesto la transformación de la

sociedad, no desde la marginación de los hombres, sino por lo contrario las dinámicas apuntan a

argumentos mucho más convincentes y comprensivos que articulen y visibilicen las acciones en

colectivo que van a representar epistémica, deontológica y metodológicamente proposiciones que

involucren las acciones de la sociedad, para reconocerlos, no para seguir siendo medios de

producción.

Las mujeres dentro de los espacios de lucha y emancipación hacen un llamado a la lógica

de los territorios latinoamericanos, los cuales reproducen las representaciones dicotómicas y la

opresión de acuerdo a unas particularidades contextuales

Buscamos una emancipación que cuestione y vaya quebrando las miradas, prácticas y representaciones sociales dicotómicas, opresivas, haciendo caminos hacia la creación de un feminismo socialista, latinoamericano; revolucionario y revolucionado en sus propuestas y conceptos; claro y consistente en sus definiciones y búsquedas; transparente en sus opciones éticas; reconstructor de los procesos históricos; transformador de lo personal/político; comprometido con

todos los sectores explotados, subordinados, silenciados, oprimidos, deslegitimados. (Korol, 2007, p03)

De acuerdo a Korol, Maffia, Longo y otras autoras del movimiento feminista popular

latinoamericano se evocan nuevos caminos de igualdad que desde la misma vida y las condiciones

que afectan a la canalla latinoamericana, deconstruya la lucha, no sólo desde lo económico, sino

desde la equidad de las relaciones interpersonales que presuman la relevancia de los tratos, de los

vínculos que estructuran espacios de segregación verticales y piramidales.

Reafirmamos la búsqueda incesante de enlazar lo universal en lo particular, lo personal en lo íntimo, vinculando, analizando y problematizando la trayectoria histórica del patriarcado y del capitalismo, y el juego de retroalimentación de ambos sistemas de dominación: la conjugación del

30

patriarcado con el capitalismo, el eurocentrismo, y el racismo en nuestros pueblos latinoamericanos.

(Korol, 2007, p04)

Se desarrollan estrategias y prácticas colectivas que buscan la transformación y la liberación

de diversas opresiones, que reivindican la importancia de la alteridad para la construcción de un

proyecto emancipador. Una de las luchas más semánticas es decidir sobre nuestros cuerpos es

decidir nuestros sueños. Es luchar por la libertad, por la diversidad, por la autonomía. Es cuestionar

el poder instituido y salir del ámbito privado al que quieren confinarnos, es hablar de deseo y

ejercerlo. En definitiva, se trata de ser cuerpos y subjetividades en rebeldía.

Un marco feminista que se vuelve inconveniente, que provoca al feminismo, lo cuestiona en sus

teorías y sus prácticas, no porque crea tener más claridad que lo que se ha acumulado en la

experiencia histórica de este movimiento, sino simplemente porque hace de la crítica y de la

autocrítica un método fundamental; porque sabe que las preguntas abren más caminos que las

respuestas y porque no teme al vacío que pueda crear una pregunta sin respuesta porque, tal vez, en

ese espacio puedan multiplicarse nuevos ensayos sociales y culturales que no reproduzcan o,

incluso, que desafíen las reglas del poder. (Longo, 2007)

Interesa a esta investigación entender la memoria como categoría, teniendo en cuenta la

relevancia sujeta a los grupos nativos e indígenas; lo propio vuelve, las raíces se extienden y la

reivindicación del genocidio de la conquista, ahora es una contestación más. Entre muchos de los

cuestionamientos que subyacen nos inquieta saber quién o quiénes van a transmitir estas historias,

están narrativas que se han disipado con las estructuras de poder, que acallaron la historia de

Latinoamerica, no sólo desde los indígenas, sino desde la historia afrodescendiente. La historia

necesita ser reescrita para que no la olvidemos; muchas mujeres y personas diversas han sido

silenciadas, han sido botines de guerra. Las marcas, los aprendizajes, las voces y muchas luchas

deben ser difundidos, reconocidos para entender por qué y cómo funcionan las estructuras que han

constituido centenares de injusticias, de abandonos, de exclusiones; más allá de la victimización,

se devela la vindicación como manera de vivir la igualdad.

1.1.4 Colombia y las Transformaciones. Mujeres: Derecho al Derecho

En Colombia, las transformaciones sociales, académicas, jurídicas que buscan la

materialización de la igualdad social, política, académica de hombres y mujeres, se inician en el

siglo XX. María Eugenia Correa realiza un recorrido histórico que embarca la vida de las mujeres

31

en Colombia, desde los “avances” en lo jurídico y el acceso a la participación. En 1922, las mujeres

comienzan a adquirir derechos civiles cuando se le otorgó a la mujer casada la posibilidad de

administrar sus bienes. En 1928 (ley 128), se les autorizó la disposición de derecho en cajas de

ahorro. En 1931, se permitió a la mujer trabajadora recibir directamente su salario. En 1932

(Decreto de la ley 28), se eliminó la potestad marital en cuanto a la administración de los bienes

de la mujer y les facultó para representarse a sí mismas. En 1933 tuvieron acceso a la educación

secundaria y a la Universidad, sólo en aquellas áreas compatibles con su “naturaleza” y disposición

femenina. En 1936, se otorgó el derecho a ocupar cargo públicos, en 1945, se hace explícito el

reconocimiento de las mujeres, sin incluir el derecho al voto y a ser elegidas, asunto paradójico

que se resuelve en 1954, en el contexto de Gustavo Rojas Pinilla y de un conflicto fratricida que

no conoce fin. En 1957 se hace un llamado a las mujeres para que hagan ejercicio de derecho al

voto, pretendiendo que con ello contribuían a la tranquilidad de los comicios.

En 1968 se abolieron las diferencias en la educación de hombres y mujeres; en 1970

(decreto 1260) se suprimió la obligación de usar el apellido del marido precedido “de” y en 1974

(decreto 2820), surge el llamado estatuto de la igualdad jurídica entre los sexos por medio del

cual se eliminó la diferencia para conceder la separación de cuerpos y se determinó que tanto el

hombre como la mujer tenían injerencia en la dirección del hogar y que debían ayudarse

mutuamente (Correa, 2003; 373-374). Posteriormente la constitución de 1991 finalmente consigna

como uno de sus principios la igualdad entre hombres y mujeres.

¿Por qué a pesar de las múltiples e innegables transformaciones en diversos niveles que

impactan el vínculo social y las dinámicas sociales, persisten en algunas mujeres obstáculos para

una autorización íntima que permita la apropiación de los beneficios derivados de dichas

transformaciones?

María Eugenia Correa Olarte (2005) formula como objetivo de su investigación

feminización de la educación superior, una cuestión que va en el mismo sentido. Ella se propone

“Identificar los factores que han perpetuado la inequidad en cuanto al acceso al mercado laboral y

a la participación política de las mujeres”.

32

La investigadora parte de un supuesto en su trabajo: La enunciación de un derecho no

supone su puesta en marcha y el reposicionamiento de las mujeres ha ido de la mano de los

derechos, la cotidianidad aún está cargada de inequidad. De esta manera se enmarca la cotidianidad

como espacio donde se revelan las verdaderas desigualdades, por ello es comprensible que el

discurso de los derechos o logre impactar la inequidad social, política y económica de las mujeres.

En este sentido parece operar un principio: mientras la inequidad caracterice los vínculos

cotidianos, esto hará presencia en las esferas públicas. Este principio devela la íntima conexión

entre lo privado y lo público, entramado denunciado por el feminismo cuando propone que lo

privado es político. En suma Correa (2005) explica los problemas referidos existentes respectivos

a la participación política de las mujeres y a las dificultades para su ingreso al mercado laboral.

Anota al respecto:

No demeritamos la lucha y el camino recorrido, pero desde ya es claro que uno de los factores que

perpetúan la disimetría de posibilidades para las mujeres de posibilidades para las mujeres en la

educación, la participación política y el mercado laboral es precisamente la no elaboración y puesta

en marcha de un sistema de símbolos desde las mujeres que resinifique las actuaciones humanas.

(Correa, 2005, p.32)

De acuerdo con esta idea, el fundamento de la disimetría existente entre hombres y mujeres

en la participación política, la educación y el ingreso al mercado laboral, es un sistema de símbolos

que otorga ciertas significaciones a unos y otras.

Si establecemos un enlace entre esta idea y aquella según la cual en el espacio privado es

donde se revela con más agudeza la inequidad, podemos aseverar que el espacio privado y sus

dinámicas relacionales están sostenido por una disimetría apoyada, a su vez en significaciones que

otorgan valores dispares al ser hombre y al ser mujer. Si bien los enunciados políticos y los

espacios de participación resultantes de cientos de procesos sociales y que fueron legitimados por

la constitución del 1991 han procurado el reposicionamiento de las mujeres colombianas, las

distinciones y la discriminación son, aún, el común denominador de nuestra cotidianidad. (Correa,

2005, p. 380-380).

33

1.2 La Perspectiva de Género como Mirada Holística de Contrapoder

1.2.1 Construcción de la Categoría de Género y la Cultura: Cuando las Estructuras están

Fuera de Control

Judith Buttler en el Género en Disputa investiga como en los 70 se impulsa el género como

categoría con el fin de entender las estructuras y construcciones que subyacen a la fisiología y no

a las realidades socio-culturales que enmarcan una subjetividad humana desde las mujeres y los

trans. Desde el Sufragio se inicia la reflexión más allá de la determinación biológica de los

cuerpos, las mujeres se conciben subjetivamente como construcciones sociales autónomas de lo

masculino, y así mismo se reconocen como ciudadanas sujetos de derechos.

Martha Lamas (1995) reflexiona sobre el género como categoría:

El término anglosajón gender no se corresponde enteramente con el español género: en inglés tiene una acepción que apunta directamente a los sexos. En los últimos años cierto número de libros y artículos cuya materia es la historia de las mujeres, sustituyeron en sus títulos “mujeres” por “género”. En algunos casos esta acepción, aunque se refiera vagamente a ciertos tipos de conceptos analíticos, se relaciona realmente con la acogida política del tema. En esas ocasiones, el empleo de género trata de subrayar la seriedad académica de una obra, porque “género” suena más neutral y objetivo que mujeres. “Genero” parece ajustarse a la terminología científica de las ciencias sociales y se desmarca así de la política del feminismo. No necesariamente género no obedece una declaración necesaria de desigualdad o de poder, ni nombra bando (hasta entonces invisible) oprimido. Género incluye a las mujeres sin nombrarlas. De acuerdo a Scott este uso descriptivo del género reduce el género a estudios per se de mujeres. Pero la cuestión no queda ahí.

También señala las relaciones sociales entre los sexos. (Lamas, 1995, p. 10)

La dimensión del género ha compartido espacios pragmáticos con el feminismo, es decir

que al unísono comprueban la urgencia de cambios estructurales en las maneras de entender el

mundo, aquellas que a partir de análisis ramplones han constituido obstáculos inconmensurables

para la igualdad y equidad. En suma esta categoría otorga significaciones que proveen la

comprensión de variables de las relaciones interpersonales que forman la cotidianidad patriarcal y

naturaleza de la binariedad.

Lamas (1995) en sus valiosos enunciados destaca la importancia de plantear una ventaja de

usar género para designar las relaciones sociales entre los sexos: mostrar que no hay un mundo

para las mujeres aparte del mundo de los hombres, que la información sobre las mujeres es

necesariamente información sobre los hombres. Usar esta concepción de género lleva a rechazar

la idea de las esferas separadas. Se ha señalado que “los estudios de la mujer” perpetúan la ficción

de que la experiencia de un sexo tiene poco o nada que ver con la experiencia del otro sexo. El uso

34

del género como categoría muestra como la simbolización de los sexos ha provisto la cultura de

los matices y maneras de ser hombres y mujeres desde la naturalización de la diferencia sexual.

Las unidades del discurso cultural son creadas por el principio de oposición binaria, e

isogénerica que subyace a los mitos existentes. Las culturas son básicamente sistemas de

clasificación, y las producciones institucionales e intelectuales se construyen sobre estos sistemas

clasificatorios. (Lamas, 1995, p. 19). Interesante analizar cómo estos grupos se adhieren a los

fenómenos sociales que condicionan las acciones humanas y las instituciones sociales para

convencerse de que el privilegio es la única manera de obtener reconocimientos, derechos reales,

identidad e integridad.

La existencia humana sólo es soportable a través de esa pantalla deformadora de la

realidad que es la cultura (Laplantine, 1979). Esa pantalla que hace que la realidad no sea

aceptada, cómo intervenir la cultura para que acepte la equidad como manera directa de

subjetivación o individuación. Ahora bien, como se nombra previamente y se contempla como

puente de contacto abstracto; el lenguaje nos vuelve sociales y en ese sentido en palabras de Lacan

es el inconsciente es el discurso del otro. Estas unidades de sentido, los signos, dividen y clasifican

el mundo y lo hacen comprensible.

1.2.2 Los Retos de la Diferencia

En primera instancia es primordial analizar e interpelar los discursos normativos y

prescriptivos. Es necesario crear nuestras propias visiones del mundo y no tienen por qué ser

dicotómicas. Es decir, que lo femenino y lo masculino como alternativa de hierro también se

rompe. Las identidades estallan, va a surgir la pluralidad de consideraciones con respecto a sus

subjetividades. Toda esta emergencia de los múltiples géneros, que en la actualidad todavía

estamos procesando, tiene que ver con la ruptura de la binariedad. Por ejemplo con respecto a las

categorías femenino-masculino, hoy estas categorías quedan chicas, ya que no hay ninguna línea

que permita dividir en dos a la sociedad.

En palabras de Anne Fausto-Sterling cinco identidades de género no son suficientes para

alcanzar los niveles de subjetivación y tránsitos a los que las construcciones y deconstrucciones

35

pueden generar. Entretanto el reconocimiento de la palabra identidad fuera de los roles de género

impuestos va a representar un cuerpo con un abanico de percepciones y descripciones, que

comunican que muestran, que simbolizan, que hablan.

Maffia posibilita escenarios frente a la discusión de la heteronormatividad:

También van a estallar esas pluralidades. Así como ya no tengo una norma que me dice qué

es ser varón y qué es ser mujer; empiezo a no tener una norma que me diga qué es ser gay o qué es

ser lesbiana. Porque cada una de estas normas también va a ser violentada por un subgrupo. Aún

las conductas aparentemente disidentes con las normativas, también van a ser dificultosas. Todas

estas identidades van estallando. Incluso las pluralidades actualmente reconocidas son escasas,

porque es imposible que una norma contenga de manera hegemónica a una identidad, sea cual fuere

(Maffia, 2007, p.45).

También estarán los sujetos singulares, pero es problemático, porque una cosa es la

identidad de género que siento que tengo, otra es la que me atribuyen por mi aspecto, y otra son

los roles que la sociedad me reserva. Este feminismo crítico, el feminismo radical -entendiendo

por radical que discute las raíces- es un feminismo que va a poner todo en cuestión. Ahora tenemos

que hacer una diferenciación: una cosa es el feminismo crítico y otra cosa es el aspecto propositivo

del feminismo, el aspecto creativo, utópico, o el aspecto de aquello que queremos construir.

Las críticas que produce el feminismo es lo mejor que ha dado el siglo XX. Es la postura política

que va más al fondo, porque va a discutir justamente que cualquier jerarquía puede encontrar un

lugar natural en los cuerpos y debe ser desarticulada desde allí. Al discutir la raíz de la

subordinación, que por portar diferencias soy inferior (en nuestros casos diferencias sexuales, pero

junto con ello empiezan a surgir muchas otras) va justamente a la raíz de la arbitrariedad del

sometimiento. En el aspecto crítico, el feminismo es una posición subversiva en el sentido más

literal. Lo que justamente va a hacer, es deshacer el pretendido orden natural, y por eso a la jerarquía

de la iglesia le parece tan hostil. (Maffia, 2007, p.47).

Pensar el enfoque de género dentro de la sociedad es abrir la brecha marxista del obrero

desprotegido liberado por la igualdad, no sólo para ÉL sino para ellas todas y todos, libres de su

36

esclavitud, del trabajo pesimamente liberado, de la carga de las instituciones sociales, de la

obligación de la maternidad, de la subyugación de la familia y la violencia económica de lo público

y lo privado, de acuerdo a las imposiciones del patriarcado.

Lo que se ha registrado sobre las mujeres emerge de la opresión y la subordinación social.

Todas las respuestas a cuestionamiento dirigidos a los roles de las mujeres han sido resueltas por

el matrimonio del patriarcado y el capitalismo. Entre tanto se ha reconocido que para la igualdad

sexual es fundamental pensar en el origen de las bases epistemológicas para lograr entender la

interiorización social que se ha asumido y generalizado. ¿A qué y a quiénes les conviene que las

mujeres se mantengan en la oscuridad de la historia y la justicia?

Gayle Rubin en Desviaciones (2011) posibilita escenarios en los cuales representa la

imperante capacidad de la sociedad para perfomar sus habitantes, por ejemplo de acuerdo a Marx

plantea el siguiente pseudo silogismo: Un negro es un esclavo, un negro es un negro, la sociedad

lo hace esclavo. Rubin muestra de una manera clara la dominación desde el lenguaje. Lo patriarcal

es inherente a los dispositivos de control que vienen a ser los creadores de las instituciones sociales

que son las perpetradoras directas de los aparatos que estigmatizan cada manifestación de

diferencia. En el ejemplo previamente expuesto, el negro es esclavo por la sociedad que lo

discrimina, una mujer es sumisa por la misma razón, entonces porqué la sociedad sigue el camino

de la binariedad de pensamiento que sigue polarizando la vida de los humanos, bien señala Simone

de Beauvoir en la edad de la indiscreción “la historia de la humanidad es maravillosa, pero la de

los hombres es denigrante” Porque es terrible la manera en que se desdibuja la igualdad, o peor

aún como sigue siendo un metarelato que sigue acogiendo las elites que son capaces de entenderla

y vivirla.

Bajo estas circunstancias se conceptualiza esa parte de la vida social como sistema sexo-

género (Rubin, 2011, p.34) que corresponde a un conjunto de arreglos o acuerdos a través de los

cuales la sociedad transforma lo fisiológico en producto de la actividad humana.

Las construcciones que nacen de averiguar de manera rigurosa las bases de la genealogía

de la camisa de fuerza del género; indagan las fuerzas epistemológicas que han movido

37

antropológicamente el pensamiento masculino e individualista. Las investigaciones más recientes

en el tema señalan que para entender la realidad biológica de la sexualidad es necesario introducir

la noción de intersexos.

1.2.3 La Genealogía Sexual Prescrita

En consonancia con Rubin (2011) quien aterriza de manera cotidiana y radical los roles y

cargas impuestos a las mujeres y a las personas diversas; se atiende a la construcción de sujeto y

sujetas desde las teorías de Leví-Strauss, Freud y Marx, con el fin de reconocer las múltiples

manifestaciones teóricas y reflexivas frente al dilema de la construcción subjetiva de la humanidad.

En cuanto a la opresión sexual se configuran una serie de concepciones que apuntan al

establecimiento político de lo laboral, pero no desde las subjetividades. Sin embargo Freud y Levi

Strauss reseñan la sexualidad dentro de sus posiciones teóricas para identificar las relaciones y

diferencias existentes en las mujeres y los hombres.

Marx como unos de los pensadores más destacados del siglo XIX radica sus proposiciones

en la igualdad y en la relevancia de tener un estilo de vida que coincidiera con las máximas ético

políticas que desencadenarán una lógica propia de equidad. En ese sentido obvia el trabajo

doméstico de las mujeres y la opresión que históricamente han vivido por el simple hecho de ser

mujeres.

Ubicar a la mujer como el corazón del capitalismo dinámico crea relaciones entre el trabajo

doméstico y la reproducción. Así mismo se configura el origen y acumulación de capital por la

plusvalía (Rubin, 2011, p.359). El trabajo digno desde socialismo marxista debe reivindicarse solo

para los hombres. Las mujeres son el eslabón más fuerte del éxito del capitalismo, porque jamás

reciben ningún tipo de pago o valoración por su trabajo doméstico, además de ser la fuerza de la

familia y la administradora del consumo del hogar y la proveedora de más obreros para el sistema.

La declaración anterior es algo sórdida desde las miradas conservadoras que soportan la familia

tradicional que abandona cualquier atisbo de autonomía o posición a las mujeres como sujeto de

derechos.

El capitalismo es un conjunto de relaciones sociales caracterizadas por las maneras de propiedad. La producción convierte el dinero, las cosas y por supuesto a las personas en capital. Como cantidad

38

de bienes y dinero, los cuales al ser intercambiados por labor, reproducen y aumentan por si mismos la extracción sin paga o el valor de la plusvalía, de la labor a sí mismo. Las consecuencias del sistema enajenador y congelante de contrato social dominante, desdibuja a las mujeres y las relegan a la reproducción, además de ser la plusvalía más cómoda y productiva. El capital dado en intercambio por el poder del trabajo se convierte en las necesidades por el consumo cuyos los músculos, nervios y cerebros pertenecen a los obreros existentes, vuelven a ser engendrados en nuevos obreros (Rubin, 2011, p. 36).

Bajo las anteriores consideraciones, la necesidad y emergencia de reconocer una propuesta

que rompa la camisa de fuerza del género y active una posición fortalecida y auténtica de

identificar y fraternizar con la diferencia devolviendo la relevancia que la historia patriarcal ha

robado de las manos de las mujeres. Esto ha tenido las consecuencias más graves del mundo,

porque lo humano-masculino ha cobrado el poder que ha sido arrebatado a las mujeres y a las otras

especies, haciendo que la dominación absolutamente especista rompa y traspase los límites que

han transgredido la vida de la naturaleza y la de las mujeres, quienes han estado a disposición de

los relatos antropológicos basados en la visión de hombres que criados, fundamentados y formados

por el patriarcado “positivista” que vive y permanece en todos los pensamientos y corrientes

académicas.

En ese sentido pensarse la educación como liberación solo aplica para los hombres, porque

la historia solo les habla a ellos de ellos. Esa es la razón de base que constituye los estratos y las

violencias que segregan y proveen los márgenes de binariedad que rigen y siguen siendo los

factores de opresión en la sociedad. Una parte apreciable de los trabajos que se desarrollaron en

estos ámbitos obviaron la realidad social de las mujeres, cuando no plantearon que la

subordinación femenina era universal (Aixelá, 2005, p. 13). La profunda necesidad de recuperar

aquellas aportaciones antropológicas que hicieron referencia a las mujeres con la intención de

hacer visibles las estrategias de poder que, a menudo, quedaron eclipsadas bajo el androcentrismo,

dado que a diferencia de otras Ciencias Sociales, obvió profundizar en la realidad social de las

mujeres. Los diversos antropólogos realizaron desde sus investigaciones sobre la construcción

social de los sexos. Es necesario analizar las razones por la cuáles hubo presencia o ausencia de la

perspectiva de género en sus trabajos, y recuperar los conocimientos que implícita o explícitamente

emergieron en la disciplina sobre la construcción sociocultural de los sexos.

Para pensarse una construcción consistente de una perspectiva de género es relevante una

revisión de la antropología social en clave de género. La hipótesis central de esta mirada constata

39

la invisibilidad femenina en las Ciencias Sociales en general y en la Antropología en particular,

desde su gestación y consolidación como disciplina científica hasta los años setenta, en sus cuatro

principales campos de investigación: el parentesco, la política, la economía y la religión.

Por otro lado, se ha supeditado la selección de antropólogos a su importancia dentro de la

disciplina. En algunos casos, han sido recuperados simultáneamente desde campos distintos,

debido a la excepcionalidad de su producción antropológica. Probablemente, otros que han sido

estudiados desde uno sólo de los campos hubiesen merecido ser igualmente estudiados desde otras

ópticas. En cualquier caso, se trata de una sistematización que también ha sido influida por sus

propias reflexiones sobre la construcción social de los sexos. Obviando que las mujeres han

ostentado poder y han establecido diferentes estrategias para utilizarlo en diversos contextos

sociales.

El feminismo como ideología relevante en las investigaciones antropológicas y

sociológicas, quiere decir que los estudios etnográficos deben acotar las versiones de las mujeres

sobre la construcción de su mundo, teniendo en cuenta que un ejercicio de memoria sin mujeres,

no es memoria.

En la antropología, el feminismo ha provocado un interés en las notas de campo como textos con la recuperación de las notas de campo del pasado y su atención renovada en lo metodológico. (Aixelá, 2005, p.20)

Es posible aseverar que las construcciones patriarcales que han estructurado lo masculino,

surgen de las múltiples investigaciones sociales que han escrito los principios universales que rigen

la sociedad de la información y el conocimiento.

Un concepto de igualdad dentro de las dinámicas sociales de un territorio debe ser inherente

a cada decisión que se tome con la comunidad, eso no reduce a los habitantes a un mero plano

asistencialista, sino que a partir de herramientas emancipadoras puede proveer ámbitos liberadores

para reconocer a las mujeres en las configuraciones políticas que fundamentan las políticas de

desarrollo. La historia de la vida humana se ha constituido desde puntos de vista y paradigmas

universales, esto conlleva a una constante inconformidad por parte de los grupos que no se sienten

recogidos dentro de las decisiones que se toman desde las esferas “políticas” legisladoras,

40

judiciales y ejecutivas. Una de estas mayorías son las mujeres, quienes a pesar de las supuestas

inclusiones modernas; no han recibido el reconocimiento pertinente. Las pruebas de la gran brecha

que aún existe, está en el conocimiento registrado en libros de la sociedad del conocimiento. El

hombre como medida de todas las cosas. (Aixela, 2005, p. 24)

La polarización como quintaesencia del patriarcado ha determinado diferentes roles

humanos, es decir lo que se reconoce como opuestos; se endiosa un referente, pero se sataniza el

otro. De esta manera se constituyen las grandes demagogias que se aprovecha de las esperanzas

de los pueblos para concebir un mundo mejor del que tienen. En este caso separar el hombre como

cultura y a la mujer como naturaleza muestra claramente la influencia de la hegemonía patriarcal.

Se reconoce el estigma de las mujeres referente a la reproducción y la esencialización de la

maternidad, esto difiere de todo aspecto autónomo que configure la realidad emancipadora de

muchas mujeres que no han tomado como opción la constitución de la sagrada familia que grita la

iglesia y la élite. La categorización es una construcción de la cultura más que un hecho de la

naturaleza.

La Antropología social2 comprende a las personas como seres humanos en su totalidad, esto

implica que se abran posibilidades, no inexistentes, sino invisibilizadas como la perspectiva de

género que adquiere protagonismo a partir de los años setenta. Durante los tiempos anteriores el

silencio es inexorable y oculta con ahínco muchas de las realidades que no han ocupado un espacio

relevante dentro de la investigación en ciencias sociales. Esta perspectiva conlleva a que las

2 La Antropología Social es una disciplina científica que se ha desarrollado y definido de forma paulatina desde finales

del siglo XIX. En sus inicios, su objeto de estudio lo constituían los llamados pueblos primitivos o preindustriales,

pero conforme se ha desarrollado, ha ampliado su campo de investigación. Actualmente, un antropólogo social estudia

la cultura y las instituciones sociales en diversos grupos humanos, ya sean cazadores, recolectores, horticultores,

campesinos, obreros, agentes de bolsa, industriales, etcétera. Los temas de investigación más comunes tienen que ver

con las adaptaciones ecológicas, los cambios socioculturales, las normas y los valores, las creencias religiosas, la

cosmovisión, la mitología, la magia, el arte, el género, etcétera. Pero toda esta información no tendría sentido si no

estuviera relacionada con una finalidad: estudiar la diversidad humana, explicar las semejanzas y las diferencias, el

cambio y la continuidad en los distintos sistemas socioculturales. La Antropología Social no sólo presenta un aspecto

teórico analítico, para explicar la diversidad cultural se requiere un conocimiento profundo de la realidad socia l que

se está estudiando, y para lograrlo se necesita el trabajo etnográfico. Un factor que ha contribuido a la definición de

esta disciplina es que el trabajo y la observación participante se han convertido en el mejor medio de recolección de

datos para el análisis en antropología social. Convivir con el grupo de estudio, aprender su idioma y sus costumbres y

participar en los diferentes momentos de su vida cotidiana ha permitido a los antropólogos formarse una comprensión

amplia y profunda de la vida sociocultural en grupos diferentes. Tomado de http://www.enah.edu.mx/index.php/pres -

as-lic

41

estrategias y mecanismos de recolección de información contradigan por antonomasia a la

antropología tradicional; la observación ya no es observación, el privilegio ya no es el privilegio,

lo andrógeno ya no es la fuente del saber de las comunidades. Estas condiciones investigativas

abren una gama de experiencias que de manera reveladora deconstruyen informaciones anteriores,

la diferencia, la participación y la colectividad hacen parte del marco del ejercicio. Lo anterior

devela que muchas de las bases de la investigación en ciencias sociales marcan la binariedad y lo

heteronormativo, obviando otros roles de los grupos focales o los casos específicos de estudio.

En cuanto a lo anterior es posible interpelar la manera de realizar las etnografías,

invisibilizando la dimensión de género de dichas investigaciones; describiendo así una sociedad

en la que sólo se manifestaba lo masculino y, en esos casos, cuál era el lugar reservado a las

mujeres, adicionalmente muchas de las investigaciones que se realizaron hasta los años sesenta

fueron desarrolladas por antropólogos hombres, muchos de los cuales filtraban una perspectiva

androcéntrica que pudo haber determinado la presencia/ausencia en su discurso de la clave de

género.

La cuestión sobre el concepto “género” que incorpora el debate que se abrió en el marco

antropológico a partir del impacto del feminismo en los años setenta; trata una aproximación que

recupera los posicionamientos teórico-metodológicos que defendieron diversos autores para

encarar una nueva forma de hacer Antropología que englobe claramente el análisis de la “otra”.

La construcción de género condiciona a las personas en su vida cotidiana, ya que puede incorporar

una jerarquización sexual en la que se manifieste una cierta subordinación de las mujeres a los

hombres, en suma, un androcentrismo. Así pues, se trata de analizar la influencia del sexo en la

dinámica de las relaciones sociales, aunque matizando que, en aquellas sociedades en que las

mujeres hubiesen estado aparentemente supeditadas a lo masculino, en las prácticas pudieron haber

establecido sus propias estrategias de poder.

42

1.3 La Homosexualidad, como Resistencia y Manera de Entender el Mundo

1.3.1 La Represión Histórica de la Sexualidad

Desde una mirada histórica podemos visualizar que la sexualidad fue ocultada, silenciada y

reprimida dentro de la sociedad en todos contextos. En este sentido Foucault sostendrá que si la

sexualidad está reprimida, es decir, destinada a la prohibición, a la inexistencia y al mutismo, el

sólo hecho de hablar de ella y de su represión, posee como un aire de transgresión deliberada

(Foucault, 2002). Se reproducía en los códigos morales aceptados, la normatividad heterosexual.

Las expresiones que se apartaban de la misma quedaban debidamente “controladas” y silenciadas,

vueltas prácticas clandestinas o directamente negadas al interior de las organizaciones. Vale

recordar que en ese momento experiencias cuestionadoras de estos mandatos culturales como el

FLH (Frente de Liberación Homosexual), o las propuestas de pequeños grupos de feministas,

resultaban poco toleradas y en muchos casos banalizadas por las organizaciones de izquierda,

revolucionarias, que cultivaban entre sus valores centrales “la virilidad”.

Si pensamos que este precepto fue promulgado sistemáticamente a lo largo de la historia a

toda la población, es fácil imaginar cómo fue direccionado y cómo seguramente incidió sobre el

“infante”, es decir, en aquellas personas que supuestamente carecen de voz, pensamiento lógico y

sexualidad. Este tipo de prácticas y representaciones sociales en torno a los niños y niñas,

educandos y educandas, y a la sexualidad en la institución escuela, permite que visualicemos a la

misma como un dispositivo de saber-poder. En la actualidad este panorama poco se ha modificado.

Nos cuesta hablar de estos temas, es necesario que repensemos nosotros mismos, cómo nos

atraviesa, eso no está contemplado, no es lo mismo que enseñar una tabla de multiplicar. (Longo,

2017, p. 62)

Las siguientes reflexiones pueden ser útiles dentro de la cotidianidad para combatir el

patriarcado: si queremos el cambio social, es necesario un cambio en nuestra vida, en nuestras

relaciones personales; necesidad de decidir libremente nuestra sexualidad. Necesidad de decidir

libremente sobre nuestros cuerpos. Necesidad de decidir desde nuestros deseos. Necesidad de

cuestionar las distintas instituciones. Necesidad de luchar contra todas las violencias existentes.

Tomar seriamente estos temas en nuestras organizaciones y movimientos sociales. Decidir

libremente, desde nuestros deseos; desde nuestras rebeldías cuestionadoras que impliquen cambios

en nuestras relaciones sociales y nuestros vínculos, repensando y practicando en nuestra vida

43

cotidiana nuevas relaciones en las que no existan ningún tipo de opresión (étnica, de clase, de

géneros, diversidades sexuales, etaria, etc.)

Todas y todos tenemos derecho al placer. Durante mucho tiempo fuimos educadas como

si no tuviéramos derecho a sentirlo. Como si hacer el amor sólo estuviera destinado a tener

hijos/as y complacer al sexo opuesto (Maffia, 2007, p. 41). La sexualidad es opción, no imposición.

La solidaridad con la pareja, el amor y el derecho al goce deben formar parte del desarrollo libre

del sujeto; entender estas caracterizaciones como un problema, indica que aún queda bastante para

entender las múltiples dimensiones que envuelven la vida de la comunidad. La intimidad plena

sigue siendo un tabú y los estereotipos redundan en las instituciones sociales y académicas.

Los pocos y disminuidos derechos existentes para las mujeres apuntan a la mujer

preferiblemente conservadora a quien la legislación amablemente le da el “derecho” de amamantar

a sus hijos, y luego de tres meses puede volver a su trabajo. Ese es el derecho de las madres, pero

los otros derechos previamente expuestos, y la autonomía y la libertad y las prebendas etc. Esas

contestaciones no son relevantes para la sociedad históricamente patriarcal que decide y ha

decidido que queremos las mujeres. En ese sentido y bajo el panorama inexorablemente

desalentador es importante aterrizar la situación de mujeres transgénero, travestis y transexuales,

quienes al decidir el rumbo de su sexualidad son injustamente señaladas y señalados por el simple

hecho de seguir su rumbo y manifestar su diferencia.

1.3.2 La Emancipación: el Camino de la Diversidad, Mujeres y Comunidad LGBTI (Lesbianas,

gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales al Filo de la Invisibilización Visibilizada).

No sólo se quieren sumar siglas desde lo simbólico, lo importante es que no es solo un

movimiento creado con base en las identidades de género, sino es un debate más amplio que

cuestiona las relaciones de poder que han reprimido la necesidad de participar en sociedad

conservadora y represora latinoamericana. En los 70’s se amplía la discusión por los derechos

sexuales de las comunidades trans, más que un movimiento, es una convergencia de realidades,

que son un conglomerado de movimientos sociales, que proveen propuestas académicas, estéticas,

formas de vida, relación con las instituciones, culturales.

44

El colectivo se ha articulado con el fin de luchar por el derecho a la salud, contra la

homofobia, la educación para la igualdad. Demandar los derechos ha promovido Las libertades

que hoy existen. Todos los discursos sobre pluriculturalidad se han visibilizado a pesar de la

derecha predominante en Colombia. Los actores de la lucha convergen en un mismo campo que

se divide en distintas miras, desde lo global o desde lo local se fortalece y se pedagogiza la

igualdad, y el derecho a ser sin sentirse un monstruo por ser y sentirse diferente.

La sociedad en general ha estado inmersa en una cultura en la cual el poder patriarcal fue

heredado y desarrollado aún más por el capitalismo. De ahí su fundamental importancia para un

replanteamiento profundo del conjunto de relaciones sociales de nuestras sociedades y del poder,

en el sentido de posibilidad de construcción de un nuevo proyecto social alternativo.

La conjugación de esfuerzos y formación de redes reconocen y luchan por relaciones

horizontales que provean lazos reales, que desprendan la cultura patriarcal de la vida de las mujeres

y personas diversas, para ser. Interesa dentro de la coherencia dentro de las colectividades

Se reconoce la existencia de una sociedad patriarcal, capitalista, eurocéntrica, homofóbica, lesbofóbica, racista y xenófoba, que nos trata como objetos y no como sujetas. Por ello afirmamos nuestro compromiso con los principios feministas que guían nuestro análisis y práctica. Luchamos contra todas las formas de opresiones, desigualdades y discriminaciones vividas por las mujeres y comunidad LGBTI. Nuestros valores y acciones apuntan hacia un cambio social, cultural, económico y político. Reconocemos y denunciamos las múltiples violencias a las que estamos expuestas las mujeres, que se practican y se expresan a través de diversas formas de violencia (física, psicológica, sexual, y emocional; real y simbólica). Asimismo, la opresión de las representaciones femeninas incluye formas estructurales como la feminización de la pobreza, la discriminación salarial, la segregación sexual del mercado de trabajo, el tráfico de mujeres, además de la violencia sexual -la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada y los embarazos forzados-, la criminalización de las mujeres y la violencia contra las mujeres por motivos étnicos, culturales, raciales, elecciones sexuales, crímenes como los exterminios masivos de mujeres,

abusos y acosos sexuales, etc. (Korol, 2007, p. 38)

Es bastante interesante indagar como “Lo Gay” no pasa de ser comidilla y noticia amarillista

de última hora en los medios de comunicación (el matrimonio gay, la agenda gay, la moda). La

sociedad juzga y cree conocer las realidades de su contexto pero, dentro de su gran pensamiento

conservador de fondo, y peligrosamente moderno de acción; se gesta la construcción del

desconocimiento de las y los homosexuales mujeres y hombres, así como las premisas qué tienen

45

que ver con el sexo y el género. ¿Quién sabe más del deseo humano: la biología o la poesía?

(Sterling, 2012, p. 40).

La mayoría de historiadores marcan los siglos XVII y XVIII como periodos de grandes

cambios en los conceptos de sexo y sexualidad. Durante este tiempo una noción de igualdad legal

fue reemplazada por los ejercicios feudales del poder arbitrario dado por derecho divino. Tal como

Michel Foucault lo señala, la sociedad todavía requiere unas maneras de disciplina ante los ojos

del capitalismo, que necesita nuevos métodos para controlar la inserción de los cuerpos en la

maquinaría de producción y el ajuste de los fenómenos de la población a los procesos económicos.

(Foucault, 1978: 141 en Fausto-Sterling, 2000, p. 66)

Foucault interpela una biopolítica de la población que emerge desde principios del siglo

XIX como pionero científico social empezó a desarrollar métodos como la entrevista y las

estadísticas que requerían de la supervisión de los nacimientos, la mortalidad, la expectativa de

vida y la longevidad. Adicionalmente plantea “la disciplina” con un doble sentido. Por un lado

implica una forma de control o castigo, por el otro se refiere a un cuerpo académico –la biología

como disciplina-. Entre tanto se analiza como la disciplina 1 y la disciplina 2 ciernen la mirada

patriarcal de crear y fundamentar el género con mirada binaria y demandante en ambos conceptos

desde lo científico, es decir es obligatorio y casi que axiológico. Ya categorizado y medido era

implacable contradecir la ciencia.

Los historiadores consideran que los conceptos modernos de sexo y deseo aparecen en el

siglo XIX, en 1869, cuando un reformador legal alemán busca cambiar las leyes anti sodomitas.

Se utiliza por primera vez la palabra homosexualidad, un nuevo termino que no necesariamente

creo las categorías de las categorías sexuales del siglo XXI, pero en el momento marca el principio

de una nueva implacable mirada. En 1869 también los médicos empiezan a publicar casos de

homosexualidad. El primero en una publicación especializada en enfermedades psicológicas y

enfermedades nerviosas. Cuando las investigaciones científicas cobran fuerza, los especialistas

empiezan a recoger y sistematizar las narrativas.

46

Las definiciones de homosexualidad y heterosexualidad fueron construidas sobre el modelo

de la binariedad sexual de masculinidad y feminidad. Los victorianos por ejemplo, contrastaron

sexualmente al hombre agresivo con la mujer sexualmente indiferente. Pero esto creó un misterio.

Si solo los hombres sintieran deseo, ¿cómo dos mujeres desarrollan un interés sexual mutuo? La

respuesta: una de las mujeres tuvo que manifestar atributos fuertemente masculinos. Esta misma

lógica aplicó a los homosexuales masculinos, quienes fueron eran más afeminados que los

heterosexuales.

Estas nuevas identidades contribuyeron con su construcción subjetiva. Los hombres y luego

las mujeres que se reconocieron como homosexuales buscaron ayuda y comprensión. Con el

tiempo y la proliferación de distintos informes e investigaciones, los homosexuales configuraron

sus propias descripciones. Además de proveer una lista amplia de las identidades y nombres de las

personas, la medicina no sólo crea una nueva enfermedad, sino una especie de homosexual

moderno (Hansen, 1992, p. 125 en Sterling, 2000, p. 74). En 1982, “la heterosexualidad cruzó el

océano a América”, donde un consenso desarrollado entre los hombres de ciencia que establecían

que lo homosexual estaba directamente relacionado con el “otro sexo de Eros”. Los doctores

proclamaron un nuevo separatismo heterosexual, un tipo de apartheid erótico que a la fuerza

dividió a los individuos sexualmente normales y los pervertidos. Durante los 30 el concepto de

heterosexualidad luchó con la conciencia pública, y para la segunda guerra mundial, la

heterosexualidad parecía ser un rasgo permanente de un paisaje sexual.

Los historiadores nombrados previamente hacen énfasis en la discontinuidad entre periodos

históricos; pensaban que Las leyes generales sobre sexualidad y su evolución histórica serán

vencidas por la variedad de pensamientos y comportamientos generados por el individuo (Nye,

1998, en: Sterling, 2000, p. 121). Pero algunos discrepan en la medida de considerar la existencia

de algunas categorías más específicas malle (hombre femenino) o tribade (mujer masculina), los

cuales muestran que los cuerpos homosexuales o esencias siempre han existido. Haciendo ahínco

en la representación de la sexualidad en distintas eras, dando relevancia a la articulación de las

construcciones y formas del contexto de la sexualidad, evocando finalmente la diversidad como

medida de conocimiento de las identidades y de la misma plenitud de la vida humana. Ahora bien,

se da inicio a la vital diferencia de identidad de género y orientación sexual como subcategorías

47

de análisis. Una cosa es la identidad de género (no identidad sexual) y otra la orientación sexual.

La primera se refiere a la afirmación en un género (mujer, hombre, transgénero Ninguno de ellos,

etc). La orientación sexual se refiere a la atracción erótica y afectiva que se siente por otra persona

(heterosexual, homosexual, bisexual, pansexual, sexual, etc.) Una cosa no corresponde a la otra.

Una persona trans, por ejemplo, no transita por que le guste una cosa o la otra. Así como el hecho

de nombrarse como mujer, no tiene nada que ver con la atracción hacia hombres o mujeres.

1.4 El Cuerpo; de lo Privado a lo Público, más allá del Género

1.4.1 Sexo-Género la Camisa de Fuerza, Impuesta por el Patriarcado –la Dominación Simbólica-

Las manifestaciones de la diversidad surgen de su necesidad intrínseca de “ser”. Estas tres

letras han costado la marginación, el abandono, la desaparición, la impunidad, la soledad de

muchas personas que han reivindicado su sexualidad, a pesar del tiempo la tendencia a la

binariedad Mujer-Hombre sigue primando desde la someridad de los genitales.

La deconstrucción de la categoría género implica reflexionar sobre las implicaciones de

subordinación que han dividido los géneros en dos, comparándolos con los sexos y la genitalidad

únicamente. El juzgamiento del cuerpo está en cada narrativa social, esto conlleva al análisis de la

aserción de Bourdieu (2000), La lógica del género es una lógica de poder, de dominación. Lo cual

demuestra un surgimiento de la inconformidad de varios grupos por la represión subyacente. Según

Butler es fundamental que los cuerpos importen, y en consonancia con Bourdieu el género se

construye a través de las relaciones de poder, y específicamente, las restricciones normativas que

no sólo producen sino que además regulan los diversos seres corporales, ¿Cómo podría hacerse

derivar la instancia de esta noción de género, entendida como el efecto de la restricción

productiva? (Butler, 2002, p. 13). Se afirma una materialidad del sexo, y como se ritualiza en cada

sujeto, los procesos de subjetivización vienen a ser distintos siempre, por ende van en total

contravía a las instituciones sociales.

Buttler (2002) en el prefacio de su obra (Los Cuerpos que Importan) lanza varios

cuestionamientos, los cuales caben dentro de esta reflexión teórica desde lo pragmático. El primero

pertinente a esta discusión es: ¿Cuáles son las fuerzas que hacen que los cuerpos se materialicen

48

como “sexuados”, y cómo debemos entender la “materia” del sexo, y de manera más general, la

de los cuerpos, como la circunscripción repetida y violenta de la inteligibilidad cultural? ¿Qué

cuerpos llegan a importar? Estas declaraciones en clave de la problemática de la construcción del

género, se aproximan a la brecha de lo privado y lo público, en la medida de reconocer las maneras

en qué opera la hegemonía heterosexual para modelar las cuestiones sexuales y políticas.

El “sexo” no sólo funciona como una norma, sino que además es parte de una

práctica reguladora que produce los cuerpos que gobierna. Es un ideal regulatorio cuya

materialización se impone y se logra mediante ciertas prácticas. En realidad el sexo no es

una condición estática del cuerpo, sino un proceso mediante el cual las normas materializan

el sexo, logrando de esa manera la constitución del carácter fijo del cuerpo, sus contornos,

sus movimientos, será plenamente material, la cual debe reconcebirse como efecto del

poder, de la dominación. (Buttler, 2002, p. 18)

Hannah Arendt (2007), plantea que en la edad moderna surge la esfera social y que lo

privado como protector de lo íntimo surgió en oposición a lo social y no a lo público. Dice que la

esfera social rigurosamente hablando no es pública ni privada. Define la sociedad como el conjunto

de familias económicamente organizadas en el facsímil de una familia superhumana, cuya forma

política de organización sería la nación. Por lo tanto propone que en el Mundo Moderno, las esferas

social y política están mucho menos diferenciadas, que la política no es más que una función de la

sociedad; esta funcionalización hace imposible captar cualquier seria diferencia entre las dos

esferas, debido a que todos los aspectos que anteriormente pertenecían a la esfera familiar se han

convertido en interés colectivo.

Debido al lugar que durante un largo periodo de tiempo se le ha dado al papel de la mujer

y al del hombre, en la familia y la sociedad se han promovido diferencias de género y desarrollo

de habilidades diferentes en cuanto al tema de la maternidad y la paternidad, ya que las familias

como instituciones responsables de los procesos de cuidado y tenencia de niños y niñas en los

procesos de socialización primaria, contribuyen en la regulación de conductas, para cumplir con

el orden social establecido, que corresponde tradicionalmente a la conformación de la familia

nuclear, por ello se educa a partir del imaginario que los adultos (hombres y mujeres) serán padres

cada uno con funciones específicas.

49

El desarrollo de estas funciones sociales en la vida cotidiana, y en el hogar contribuyen en

el comportamiento e identidad de los individuos. Es así como la relación materno filial se convierte

en un aspecto trascendental en el desarrollo de las mujeres y de sus crías, favorecedor de un sistema

social y económico centrado en la producción de capital masculino, es así como esta división

sexual ha marcado históricamente la división del trabajo y las tareas que se dan en la dicotomía de

lo público y privado.

De hecho culturalmente a la mujer se le ha dado un papel diferente al del hombre en las

sociedades occidentales, se le ha educado para desarrollar eficazmente su intuición para cumplir

con su rol femenino dentro del contexto familiar, y el hombre en su papel de reproductor,

proveedor y protector, ha asumido también funciones específicas que en su rol de masculinidad lo

han llevado a relacionarse de manera diferente negando su sensibilidad emocional, prácticas que

se pueden comprender con la teoría de Marx y Engels (1884) sobre el Origen de la Familia, la

Sociedad privada y el Estado, cuando tratan el tema de la división sexual del trabajo que se da

como resultado de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres tales como la masa muscular,

la fuerza, virilidad, habilidades físicas y aspectos relacionados con la procreación, cuidado,

atención y afectividad.

El tipo de vida, en la instalación de la familia nuclear en el modelo capitalista y

judeocristiano que culturalmente han asumido hombres y mujeres ha originado diferencias, en

cuanto al desarrollo de habilidades y oficios, permitiendo comprender el mundo desde dos

escenarios: el público y el privado; el primero dado históricamente a los “hombres padres” en su

función de proveedores y protectores, como se mencionó anteriormente, y el segundo a la “mujer

madre” en su función de cuidadoras del hogar. La funcionalidad de estos dos géneros y los roles

asumidos por cada uno dentro de los escenarios de lo público y lo privado, han sido temas que

desde las diferentes disciplinas: antropología, sociología, biología y psicoanálisis, se han estudiado

con el fin de entender las formas de relacionamiento y el modelo de organización social en el cual

estamos inmersos; lo que ha permitido ampliar la comprensión del mundo de lo social; teóricos

como Schutz (1972) Héller (1986) Touraine (1983) Goffman (1981) entre otros más, desde

diferentes perspectivas, advierten que la realidad se construye, se reproduce y se transforma

constantemente, por tal motivo, no es univoca, y en esa medida se pueden afirmar otras formas de

50

masculinidad y feminidad que no son reconocidas desde las esferas del poder y la dominación lo

que lleva a pensar que coexisten también masculinidades subalternas, emancipadas o

sencillamente diferentes a la hegemónica, donde hombres y mujeres se encuentran y comparten

atributos de cada género según la necesidad de sus prácticas sociales: Existen diversas

construcciones del género, dependiendo de las diversas culturas y momentos históricos, por lo cual

existen múltiples manifestaciones de la masculinidad, inclusive en cada cultura.

Se comprende entonces que la masculinidad y la feminidad son construcciones sociales

dinámicas como ya se mencionó, que las prácticas se modifican en la medida que las costumbres

varían, que la historia no es lineal, aunque muchas de las construcciones que surgen con la división

sexual del trabajo aún se mantengan y se reproduzcan. Por ello se hace necesario visibilizar

cambios o fisuras que transgreden la figura que emergió en Roma del patriarca y de la cual todavía

tenemos herencia, entrever el trabajo de las mujeres en las sociedades contemporáneas, reconocer

las luchas de personas con orientación sexual diversa y las prácticas de hombres y mujeres que

quebrantan esta ideología para hacerse a otras formas de relacionamiento. Esto supone que las

categorías de masculinidad y feminidad son relacionales y se hacen socialmente y en momentos

históricos propios, por ello es necesario particularizarla. Esto quiere decir que estas categorías no

son estáticas, que se salen de los parámetros de leyes biológicas, universales y que las

construcciones identitarias de lo masculino, lo femenino, lo paterno y lo materno emergen de la

cultura en una constante dinámica a partir de la cual se reconfigura lo social pero también lo

individual.

1.4.2 Lo Personal es Político; una Aproximación a la Deconstrucción de lo Público y lo Privado.

Una de las reflexiones más profundas de los análisis feministas es lo personal es político3

porque evoca la memoria de las luchas que demuestran como los sistemas de dominación han

3 Lo personal es político fue uno de los eslóganes más característicos del movimiento feminista en los años sesenta y setenta; también va a servimos para abordar una perspectiva teórica que está innovando profundamente la filosofía política y las ciencias sociales. En primer lugar, lo personal es político refiere a una concepción nueva de la política, más allá —y más acá— de la concepción convencional de lo político como el ámbito en que dirimen sus diferencias los partidos y se gestionan las instituciones. Kate Millet en su obra Política sexual (1969) define la política como el conjunto de estrategias destinadas a mantener un sistema de dominación; con esta redefinición consolida una línea de análisis —ya iniciada por el feminismo sufragista y socialista en el siglo XIX— que identifica como centros de dominación patriarcal esferas de la

51

establecido unas “subjetividades” obligatorias en la vida de las mujeres. En otras palabras el

condicionamiento desde el privilegio masculino se ha adherido y se ha convertido en un tipo de

situación que viene desde el nacimiento, la vida escrita desde los ajenos y bizarros desdeños del

patriarcado. De hecho las instituciones son veedoras y supervisoras del cáncer de la exclusión, las

mismas mujeres son canales del machismo, la cultura y las supuestas tradiciones han enmascarado

injusticias y vejámenes que aún hoy se naturalizan. Los espacios de transito hacen mella en la

calidad de vida de las personas, la opresión depende de las características de la construcción de lo

privado y lo público. Desde estas esferas se develan un sinfín de situaciones que sólo representan

las obligatoriedades que constituyen nacer como mujer, la sexualidad prescrita en el destino es una

realidad bastante triste. Para muchas y muchos una maldición. La vida política es condicionada

por las relaciones de poder de lo privado, lo personal sin empoderamiento va a evitar que las

decisiones sean coherentes y autónomas, el sometimiento y el miedo coactan la participación, lo

cual comprueba que ambas esferas no pueden separarse para entender la inequidad, y así mismo

evocar la memoria de lo que nadie ha contado.

1.4.3 El Cuerpo como Primer Territorio.

El cuerpo es uno de los territorios de las luchas sociales que enmarcan las maneras de

comprender no sólo la carne, sino los espacios de reivindicación que se encuentran de lo individual

a lo colectivo.

El cuerpo es un sistema orgánico en sí mismo pero que no es autosuficiente, sino

que obligadamente tiene que establecer relaciones de intercambio con el medio, con la naturaleza

y con la sociedad. Necesita de otros cuerpos y de su percepción natural para reproducirse individual

y socialmente. En las modernas sociedades capitalistas el cuerpo adquiere un atributo adicional:

aparece como el sustrato de una fuerza, una energía que puede ser transformada en fuerza de trabajo

tan pronto estén dadas ciertas relaciones sociales de producción. Resulta casi trivial señalar que la

fuerza de trabajo en tanto mercancía no puede ser comercializada sino es portada por un cuerpo

sano y normal, o mejor dicho, normalizado. Sin embargo, no está de más recordarlo: el cuerpo es

la materialidad de la fuerza de trabajo que aparece en el mercado como mercancía, con un valor en

su dualidad capitalista: valor de cambio y valor de uso. Reproducir el cuerpo es reproducir la

posibilidad futura de que su energía aparezca bajo la forma específica de fuerza de trabajo y

sencillamente se reduzca a eso. Reproducir un cuerpo socialmente es reproducirlo de modo tal que

sus relaciones estén atravesadas por los modos sociales culturalmente dominantes. La energía del

vida, como la familia y la sexualidad, que hasta entonces se consideraban personales y «privadas». Tomado de: Miguel Álvarez, Ana de Miguel (1997). Lo personal es político, en: Universidad de la Coruña. P.178.

52

cuerpo de los individuos es apropiada en el seno y por intermedio de formas sociales concretas.

(Forte & Peréz, 2010, p.26)

En ese sentido pensar el cuerpo como territorio, es ubicarse desde la carne y los huesos en

la vida misma, esa vida injusta, insulsa y oprimida que olvida la necesidad intrínseca de la

humanidad por expresarse de acuerdo a sus sentires. El cuerpo debe ser esa materialización de lo

política de esa lucha multitudinaria por ser. La dominación hegemónica a desterrado la diversidad

y en ese sentido se ha aliado con las instituciones sociales, la cultura y la comunicación para

satanizar y criminalizar los cuerpos de mujeres, hombre y personas diversas.

Por tanto el cuerpo como espacio de lucha, y por ende un medio de comunicación, transmite

la cultura en la que nace, por tanto está sujeto a las determinaciones de su contexto. Lo cual

evidencia las reducidas opciones que tienen las identidades distintas a las masculinas. Esta

justamente es la materialidad de Buttler (2002), esa que tiene una historia, y que está fuertemente

determinada por la diferencia sexual. También establece, el cuerpo postulado como anterior al

signo es siempre postulado significado como previo.

Sin alejarse del tema de este proyecto de investigación, se relativiza el lenguaje como

influencia dentro de las relaciones de poder, lo cual se instaura con forma de transmitir las

necesidades, emociones y sentimientos de sus usuarios, entre tanto el uso del lenguaje ha sido más

que un conjunto de significantes. Hablar sobre las posibilidades de diversidad, los derechos, las

maneras de subjetivización y participación conlleva a la liberación desde los labios y el

pensamiento. Ahora bien, el cuerpo como espacio de lucha va a venir a demostrar la identidad de

género y las posibilidades de transitar.

El análisis presentado hasta aquí no ha considerado la materialidad del sexo sino el sexo de

la materialidad. En otras palabras, ha perfilado la materialidad como el sitio en el que se desarrolla

cierto drama de la diferencia sexual. El propósito de una exposición de este tipo es, además de

advertir contra un fácil retorno a la materialidad del cuerpo, a la materialidad del sexo, mostrar que

invocar la materia implica invocar una historia sedimentada de jerarquía sexual y de supresiones

sexuales que sin duda debe constituir un objeto de la indagación feminista, pero que resultaría

completamente problemática si se la tomara como base de una teoría feminista. Retornar a la

materia requiere que lo hagamos considerándola como un signo que, con sus resonancias y

contradicciones, representa un drama incompleto de la diferencia sexual. (Buttler, 2002, p. 87)

53

¿El cuerpo ya no es cuerpo porque no coincide la mente con el sexo? Podría interpretarse

esto como prohibición en la medida que asegura la impenetrabilidadde lo masculino como una

especie de pánico, el pánico a llegar a "parecerse" a ella, a afeminarse o el pánico a lo que podría

ocurrir si se autorizara una penetración masculina de lo masculino, o una penetración femenina de

lo femenino o una penetración femenina de lo masculino o la reversibilidad de estas posiciones,

para no mencionar la posibilidad de una confusión completa de lo que puede considerarse

"penetración". De acuerdo a los cuerpos que importan ¿Conservarían los términos "masculino" y

"femenino" una significación estable? ¿O la relajación de los tabúes contra la penetración

extraviada desestabilizaría gravemente estas posiciones generizadas? Si fuera posible tener una

relación de penetración entre dos posiciones generizadas ostensiblemente como femeninas, ¿sería

éste el tipo de semejanza que debe prohibirse para que la metafísica occidental pueda ponerse en

marcha? ¿Y podría considerarse esa semejanza como una cooptación y un desplazamiento de la

autonomía fálica que socavaría la afirmación fálica de sus propios derechos exclusivos? (Buttler,

2002, p. 89). Estos cuestionamientos son una flecha directa ante los enormes muros construidos

desde la binariedad como única manera de ser humano.

CAPITULO 2

ENCUENTROS Y RUPTURAS DEL FEMINISMO Y LAS IDENTIDADES DE GÉNERO

CON LAS ASEVERACIONES DE LA ACADEMIA Y LO POPULAR

2.1 Identidad y Memoria como Acciones Reivindicativas en Escenarios de Participación Política.

2.1.1 El Feminismo; del Movimiento Social a la Identidad en Latinoamérica

La conciencia de opresión de las mujeres está surgiendo después del movimiento social

real. Han pasado ya varios años desde la irrupción del movimiento feminista en el acontecer

sociocultural de numerosos países del mundo. Sin embargo, a tres décadas de discusión, de

publicaciones de diversa índole e investigaciones al más alto nivel en universidades de Europa y

Estados Unidos, todavía no se ha logrado aclarar, fuera de grupos especializados, qué es el

feminismo, qué es movimiento feminista.

En primera estancia, es válido el atrevimiento de afirmar que la mujer en Latinoamérica

está sometidas a una situación de injusticia específica, mucho más aguda que en otros países de

54

Europa o Norteamérica. En estos últimos el movimiento ha nacido por causas distintas a las de

Latinoamérica. Se generó en los años posteriores a mayo del 68, cuando las mujeres europeas

conjuntamente con las norteamericanas, comenzaron a cuestionar la situación intolerable que

vivían, como seres humanos sometidos a la cosificación de una situación de consumo, que las

rebajaba a la calidad de objetos sexual y reproductivo. Esta propuesta permeó, en pocos años, los

medios de comunicación, partidos políticos y otras instituciones, y prácticamente casi todos los

centros de educación superior, que vieron revitalizadas nuevas áreas de estudio e investigación. El

movimiento feminista en estos países ha sido tomado en cuenta con toda la seriedad que merece

unos de los movimientos sociales más influyentes del siglo XX.

Ahora bien, en los países latinoamericanos el movimiento feminista ha tenido prácticamente

otras experiencias. Emerge, en primera instancia, entre mujeres de la pequeña burguesía,

generalmente profesionales que han tenido una u otra forma de contacto con el exterior y que su

medio de influencia se centra fundamentalmente en los círculos intelectuales. Estos pequeños

grupos de mujeres se encuentran frente a una sociedad donde todavía la gran mayoría de las

mujeres son amas de casa, antes que trabajadoras. Además, por la misma estructura de la sociedad

familiar, a la vez que trabaja cría sus hijos o alguna otra mujer de su familia lo hace, sigue la ruta

del consumo de medios, sujeta a las decisiones de algún poder masculino.

El feminismo cambia, se mueve, se transforma, se organiza, demuestra la heterogeneidad

que exige la pragmática de la igualdad, por supuesto en construcción. La naturalización somera de

los maltratos silenciosos y micromachismos ridiculiza las acciones de las mujeres y las

comunidades gay para restarles significado, reducir el espacio que por autonomasia se han ganado

es la función de los legados patriarcales que no se desmontarán del privilegio, por eso la revolución

es ya, es negra, indígena, gitana, latina, popular, diversa y por supuesto latinoamericana, porque

geopolíticamente la reivindicación y la lucha por la igualdad se ha gestado desde las mujeres, a

pesar del pensamiento marxista y de izquierda de los hombres (y de los cuales se ha aprendido

bastante) las condiciones de invisibilización y sometimiento se mantienen, así como la necesidad

de la Declaración y Vindicación de los Derechos de las Mujeres en 1890 por Olimpia de Gouges,

paradójicamente luego de una declaración de derechos humanos para los hombres.

55

La construcción del género ha cernido distintas concepciones, el feminismo ha forjado

distintas formas de organización, esto implica un vuelco complejo a las estructuras; difícil en

primera medida por la transformación que se requiere, desaprender es una de las estrategias para

deslegitimizar la opresión a través de la cultura, familia, tradiciones etc.

2.1.2 De lo Global a lo Local, Una Colombia Feminista.

De 1971 a 1991, fue una época de movilización para las mujeres, de creación de su identidad

colectiva como sujetos del cambio social, en un tiempo signado por la confrontación, búsqueda y

construcción de su identidad colectiva como sujetos del cambio social, en un tiempo signado por

la confrontación, búsqueda y construcción de formas democráticas para el Estado y la sociedad.

La etapa de resurgimiento del discurso feminista que supera cualquier otro discurso de igualdad.

La irrupción del feminismo propuso nuevas formas de relación entre hombres y mujeres, y provocó

la destrucción de viejos códigos inscritos en el género. El feminismo llegó como una bocanada de

aire fresco en una sociedad agotada por el miedo y cercada por distintas violencias. Se expresó

primero entre las mujeres de sectores medios, intelectuales y universitarios, como múltiples y

simultáneas ejercicios de reflexión.

Se destacaron dos momentos de 1975 a 1982 y de 1983 a 19914. La primera parte se destaca

por la gestación de movimientos sociales, colectivos feministas durante una reflexión civil sobre

las crisis económicas, así mismo se radicalizan grupos guerrilleros, mientras el estado muestra su

poder desde la represión de cualquier manera de movilización. El segundo momento fue un intento

fallido por negociar el conflicto, sin embargo las situaciones de violencia se incrementaron, y esto

evoco distintas acciones políticas en pro de participar desde las colectividades. El narcotráfico

marcó esta época con sangre y mostró la debilidad inherente a los gobiernos colombianos,

concentrando así la riqueza y permanencia de las familias aristócratas que años después se

mantienen en las elecciones.

Las reformas políticas tendientes a producir una apertura democrática: la descentralización

administrativa, la elección popular de alcaldes y las iniciativas para institucionalizar la participación

4 Fechas tomadas del documento reseñado en la bibliografía. El Camino de la Utopía Feminista.

56

ciudadana, eran insuficiente la participación ciudadana, eran insuficientes para restaurar el tejido

social y modificar el rumbo político. Los movimientos sociales, llevaron su crítica más allá y

cuestionaron las vías jurídicas que sustentaban al país. Esta convergencia promovió espacios para

ganar la legitimización de las propuestas ciudadanas. El feminismo adquirió visibilidad y juntos

con otros movimientos sociales se promovieron cambios instituciones. (Luna, L. Villarreal, N.

1994, p. 172)

En 1977 se instaura un Frente Amplio de Mujeres, con la ruptura de partidos tienen mayor

incidencia y los debates sobre la autonomía empiezan a generarse. La participación se hace más

accesible. Para otras mujeres las luchas de liberación del pueblo colombiano, estaban por encima

del problema de la mujer, la lucha por transformar la situación de la mujer era dividir las luchas

de los sectores dominados. (Luna & Villarreal, 1994, p 180)

Dentro de todas las variables que se aproximan a la documentación de soporte de los

movimientos sociales feministas en Colombia, el punto común se designa desde la élite como

manera de expresar las necesidades y vindicaciones de las mujeres, lo cual situado a partir del

nivel socio-económico va a venir a marcar unos aspectos más que otros debido a la generalización

y a la historia mal contada. No se trata de divisiones, sino de realidades y orígenes, teniendo en

cuenta que las luchas han sido distintas, entre tanto dependen de las características esenciales del

contexto de injusticia. Latinoamérica ha retomado modelos admirables de reivindicación, pero

deben ser situados para comprender las verdaderas situaciones de violación de derechos de las que

las mujeres son sujetas.

2.1.2.1 De las Luchas de las Mujeres en Colombia

Villarreal (1994) afirma como las mujeres en distintos momentos se han articulado;

luchando por el sufragio, la desnaturalización y la libertad. La historia de Colombia ha mostrado

distintos momentos de resistencia, desde la colonización la lucha de los pueblos originarios y los

esclavizados han permanecido a pesar de su limitado poder. Las mujeres han formado parte de

estas manifestaciones de contrapoder, justamente esta es una de las vindicaciones la memoria de

las mujeres en el campo luchando por la tierra, la vida digna y el apoyo de sus compañeros y

familias.

57

Simón Bolívar entendió que la mujer era un elemento importante y eran ellas quienes colaboraban

acuñando la pólvora en las escopetas para que los soldados no perdieran tiempo, además de las tareas de

espiar e informar sobre la situación de la época, como es el caso de la muy recordada Policarpa Salavarrieta.

La rebelión de los Comuneros es una de las muestras del tesón con que hombres y mujeres han luchado por

la igualdad en nuestro país, aquí podemos recordar a Manuela Beltrán. (Luna & Villarreal, 1994, p 180)

En este recorrido de la memoria se destaca Felicita Campos (1890), quien fue lideresa en

Sucre resistiéndose con los terratenientes. Dos años después Juana Julia Guzmán oriunda de

Córdoba funda la Sociedad de Obreras Redención de la mujer, de la cual hacían parte lavanderas,

fritangueras, vendedoras, cocineras y bailadoras.

En 1927, 14 mil mujeres del movimiento indígena firmaron el Manifiesto sobre los

Derechos de la Mujer Indígena, como resultado de las movilizaciones por la impunidad de nueve

mujeres asesinadas en la Guajira:

Ha llegado la hora de que las hijas del país (…) alcen la voz para exigir justicia social (…) después

de 435 años hoy tenemos el coraje nosotras, las indias colombianas de ocho departamentos que

firmamos este documento y unidas como una bandada de águilas furiosas, lucharemos nosotras

mismas por la recuperación de nuestros derechos. Así debería ser para todas las mujeres

campesinas, casadas o no, todas perseguidas por el hombre de la civilización. Pero sus leyes no

serán cumplidas, porque si los hombres indios, que mucho antes de la conquista eran dueños de la

tierra, no se levantan contra el orden ilegal y corrupto, entonces nosotras las mujeres nos

prepararemos y unidas gritaremos no, no, no (…). (Lame, Quintin, 1927, en Luna & Villarreal,

1994, p 180)

Betsabé Espinoza, con otras 300 mujeres exigieron aumento salarial, así mismo que

despidieron al director y capataces que habían agredido sexualmente a cinco compañeras, lograron

sus reivindicaciones y el apoyo de cerca de tres mil personas. María Cano entre 1923 y 1929

organizó y convenció trabajadoras y trabajadores en la creación de la primera Central Obrera

Colombiana (Hoy la Central Unitaria de Trabajadores CUT). Otra representante valiosa es Petrona

Yance, quien con otras 800 mujeres acompañaron la resistencia de los trabajadores agrícolas de

las bananeras.

58

Ellas en sus canastos cubrían con almojábanas las herramientas utilizadas para descarrillar

los trenes que trasportaban las tropas. En una devastadora acción del estado colombiano para

proteger las empresas multinacionales, los militares masacraron a más de 1.500 trabajadores el 6

de diciembre de 1928 en Ciénaga. (Luna & Villarreal, 1994, p 183)

La visibilización de las mujeres rurales, indígenas y de sectores populares de Colombia,

representa las historias y acciones mal contadas e ignoradas por los medios y la cultura

hegemónica. Lo cual implica que la justicias de los derechos y la lucha de la igualdad esté

fragmentada, es decir que de acuerdo al contexto, a la condición y a las percepciones. Las variables

son vitales para llegar al fondo de las búsquedas y reconocer las verdaderas situaciones y múltiples

ventajas y desventajas en la vida de las mujeres. De esa manera los datos obtenidos van a surgir

de investigaciones y seguimiento no válidos ante realidad subyacente, y que no salen en las cifras

de las instituciones.

Las acciones generadas por grupos de mujeres populares, indígenas y rurales no han sido

tan notables como las de las de élite, por ende ya hablar de feminismo bajo circunstancias de

exclusión significa la contradicción para la quinta esencia de la premisa política, constituida por

la igualdad como razón principal de la lucha por los derechos de los mujeres. En ese sentido la

reconstrucción de las luchas se parcializan y se jerarquizan, abriendo una brecha innecesaria que

se supone corre tras la misma causa política.

Algunos grupos feministas han declarado que sus búsquedas son distintas y desde esa

perspectiva se han encontrado hallazgos que han performado una serie de apuestas políticas que

dan origen a nuevos conceptos. Eso evidentemente no es un problema, lo que lo es la apropiación

de los contextos populares y alejados de las grandes ciudades.

El interés de esta investigación es conocer esa construcción del género desde lo popular,

desde las y los invisibilizados, en pro de ser parte de las revoluciones. Esto no quiere decir que no

se tomen las voces que han mostrado un camino digno para las mujeres, desde occidente

simplemente se pretende y lucha por que los discursos lleguen a todos y todas, y las recoja desde

sus procesos de subjetividad y subjetivización. Notando de esta manera como la identidad en las

59

mujeres se convierte en su lucha. Y como la relevancia de sus búsquedas, pensamientos y acciones

son tan importantes como la de cualquier colectivo.

Casi de manera inmediata a la construcción de nuevos grupos feministas, las feministas

herederas del sufragismo, en el marco de una campaña internacional por el derecho al aborto y

contra de las esterilizaciones forzadas, se reunieron cerca de 300 mujeres de Medellín

pertenecientes a la unión de Mujeres Demócratas, el frente Amplio de Mujeres, Cuéntame tu vida,

el Frente Femenino, de Fedeta y ocho grupos independientes, dos en Cali, dos de Medellín, así

como otros en Medellín y Barranquilla.

En el encuentro las dos tendencias se expresaron, las autónomas que consideraban la

opresión sexual de las mujeres como determinante y las feministas de partido que postulaban el

papel de la explotación económica del capitalismo, como el marco privilegiado de opresión. Estas

diferencias de enfoque, ya venían siendo expuestas, el capitalismo aparece como un beneficiario

de la postergación social de la mujer por su interés en la mano de obra barata que genera la unidad

doméstica.

En 1981, se realizó en Bogotá el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe.

El taller inicial de la lucha política, partió de reconocer que el feminismo concierne a las mujeres,

pero tiene que ver con toda la sociedad, es decir que lo privado si es político. Se hizo el

cuestionamiento de las relaciones de poder y dominación, así mismo el señalamiento de una

opresión específica en la mujer, más aguda en los sectores populares. Surgió la coincidencia en la

necesidad de un movimiento de mujeres, como fuerza política clave para el cambio. La autonomía

del feminismo se plantea como algo estratégico, pues los espacios organizativos de los partidos y

sindicatos, no podía solucionar la contradicción del sexo. En el primer encuentro se

institucionalizara el 25 de noviembre como jornada de lucha contra la violencia sexual a las

mujeres.

Las mujeres empiezan a reunirse en Bogotá, con el fin de construir una apuesta política

contundente que incluyera a las mujeres en la participación, la reflexión y a la extensión del

discurso feminista. De esto resulto que tal grupo de mujeres fueran convocadas al proceso de paz

60

de convocó el gobierno de Belisario Betancur. El 25 de noviembre salen las mujeres a reclamar

paz por la no violencia contra las mujeres en contexto de la toma del palacio de justicia en 1985.

En 1990, las feministas colombianas decidieron participar en el debate electoral sobre el

aborto, apoyando un Proyecto que había sido presentado sin éxito en el congreso. La propuesta

sobre el aborto produjo la reacción de los grupos más conservadores y de la iglesia, que

desarrollaron una fuerte campaña en contra de las activistas con volantes y proclamas y a través

de los medios de comunicación. El día de las votaciones las casetas fueron destruidas.

Realmente la información sobre el activismo feminista en Colombia requiere mayor

investigación para fortalecer la memoria de los procesos que no se evidencian en la institución, ni

en los registros de los medios. Anteriormente se daban avances gigantes y pruebas de encuentros

y reuniones de mujeres rurales, populares e indígenas que no existen dentro de las evidencias que

están en los libros “oficiales” que muestran acciones válidas, pero falta profundizar muchas de las

realidades que no reconocen, la historia es intrínsecamente patriarcal y se cuenta desde arriba, con

los de arriba y para los de arriba. Entre tanto reconocer las miradas desde lo popular y comunitario

se convierte en todo un reto para la vida digna de las mujeres y comunidades diversas.

2.1.3 El miedo a la búsqueda del sentido

Es posible afirmar que el aporte del feminismo al movimiento social, determina una nueva

práctica que permite el reconocimiento de la subordinación del género, compromiso de

transformación social y reivindicación del derecho a la vida. Con ese enfoque el movimiento de

mujeres se ha ido ampliando y extendiendo a zonas rurales y urbanas, en distintos espacios y

contextos. Así mismo las y los compañeros trans han ampliado sus miras; desde el reconocimiento

la construcción de la identidad hasta la visibilización y legitimización de sus derechos; han

promovido espacios y propuestas contundentes que llamen a la equidad y justicia de género.

Pensar la vida como sujetos de reivindicaciones trae a colación una serie de acciones

performativas que se han convertido en los asuntos esenciales en los movimientos sociales que

representan la mira del contrapoder en una sociedad determinada, en este sentido la formación de

un sujeto exige una identificación con el fantasma normativo del "sexo" y esta identificación se da

61

a través de un repudio que produce un campo de abyección, un repudio sin el cual el sujeto no

puede emerger. Éste es un repudio que crea la valencia de la "abyección" y su condición de

espectro amenazador para el sujeto. Por otra parte, la materialización de un sexo dado será

esencial para la regulación de las prácticas identificatorias que procurarán persistente mente que

el sujeto rechace la identificación con la abyección del sexo. Y sin embargo, esa abyección

rechazada amenazará con exponer las presunciones propias del sujeto sexuado, basadas como el

sujeto mismo en un repudio cuyas consecuencias él no puede controlar plenamente (Butler, 2002,

p. 80).

Los múltiples prejuicios en contra de la libre opción e identidad de género ha obligado a las

personas a estar y sentirse reprimidos, sus accesos usualmente están limitados por la dominación

patriarcal, tanto así que deben actuar de acuerdo al escenario, sin ser ellos y ellas mismas, para

evitar ser excluidos. Bien sea en el acceso al trabajo, a la educación, y ni hablar de los marcos

legales. A pesar de las leyes instauradas en pro del respeto y la igualdad de condiciones, las

situaciones de violencia siguen e irrumpen en la cotidianidad de las mujeres y personas diversas.

Por tanto se requiere la esencia de este subtitulo, el miedo a la búsqueda del sentido, ese significado

más allá de los significantes, exhorta a luchar desde la comunidad para poder hilar y comprenderse

desde la igualdad y la diferencia.

A nivel global, lograr la equidad de género es el objetivo 5 de la Agenda de Desarrollo

Sostenible 2030. El logro de este objetivo exige que todos los agentes sociales deben

comprometerse con acciones concretas que contribuyan a cerrar las brechas de inequidad que

existen en todos los indicadores de bienestar que evalúan anualmente los organismos nacionales e

internacionales que se encargan de hacer seguimiento al cumplimiento de estos objetivos.

La comunidad científica ha logrado establecer que para promover el bienestar físico,

psicológico y social es necesario examinar las condiciones del contexto que obstaculizan el

ejercicio real y efectivo del derecho a la igualdad y a la no discriminación. En ese orden de ideas,

la reflexión que se propone a la comunidad también debe ser realizada en las familias, las

instituciones y organizaciones sociales, los entes gubernamentales, los espacios legislativos. Esta

62

reflexión debe permitir las siguientes preguntas ¿En mi familia, mi trabajo, mi organización, mi

vecindario, mi país, existen condiciones que generan un trato desigual que ubica a unas personas

en desventaja con respecto a las otras? ¿Qué características tienen las personas que están en

desventaja? ¿Todas las personas, sin ningún tipo de distinción, reciben el trato digno que se

merecen? ¿Cómo puedo contribuir para garantizar que todas las personas tengan las mismas

oportunidades, privilegios y condiciones?

Reconocerse como sujetos de derechos implica toda una búsqueda de explicaciones ante

las maneras de sentir y actuar, la cotidianidad de estas palabras se convierten en todo un desafío e

incluso paradójicamente las voces en pro de la inclusión, la integración y el respeto, son excluidas

por evidenciar las realidades de las que los humanos han sido parte desde el origen de su historia.

Como acertadamente apunta la antropóloga Marta Lamas (1986, p. 174), que la diferencia

biológica, cualquiera que esta sea (anatómica, bioquímica, etc.) se interprete culturalmente como

una diferencia sustantiva que marcará el destino de las personas, con una moral diferenciada

para unos y para otras, es el problema político que subyace a toda la discusión académica sobre

las diferencias entre hombres y mujeres. La moral que acaba todo tipo de libre pensamiento sigue

torturando la vida de las mujeres y personas con identidad de género diversa. Se comprendería

como algo sencillo, pero el respeto por el otro y la necesidad criticarlo hasta (en ocasiones la

criminalización y el abuso) se mantiene, de hecho aumenta con el paso del tiempo, lo cual es

contraproducente con lo que se pensaría es la construcción y deconstrucción de pensamientos

hegemónicos.

El sentido no implica ponerle nombres a todo, la identidad no es cosa de palabras,

simplemente es necesario incluirlos en el lenguaje para que no pasen desapercibidos, y por el hecho

de incluirse en las categorías del lenguaje existen, y pasando por la semántica y la pragmática son

toda una cadena comunicativa y lingüística repleta de sentidos que van a representar los discursos

que han ido elaborándose.

Otro aspecto vital dentro de esta investigación, y además aclarando y confirmando lo

anterior no es rotular, es dar sentido y construir una identidad que reconozca el tránsito de los

cuerpos. Sin embargo aparece una mirada que no requiere de nombres, o de decisiones sobre lo

63

que son o no son, bien sea de manera biológica o social. Algunas personas no sienten la necesidad

de hallarse en una categoría son y ya, entre tanto se devela la teoría Queer en clave a la

deconstrucción del género como la potencia de un agujero negro: absorbe rutinas, estructuras, y

escupe nuevas formas de relacionarse, de vivir, y por qué no, de organización social y políticas.

Es otra posición interesante dentro de este ejercicio de complejidades que se reducen a la

vindicación de los derechos de mujeres y personas diversas.

2.2 La Articulación como derrotero de la Perspectiva de Género

2.2.1 De los Movimientos y Organizaciones Sociales

La articulación para las organizaciones sociales debe ser una de las prioridades de la

reivindicación de las causas, que por lejanas que sean, deben por principios evocar la igualdad.

Los movimientos sociales se incluyen en la categoría de actores políticos colectivos, ya que a pesar

de las grandes diferencias que éstos mantienen con los partidos políticos y los grupos de presión o

interés comparten una relativa estabilidad organizativa, una comunidad de objetivos, ideas e

intereses entre sus miembros, una línea de acción y la voluntad de intervenir en la política

incidiendo así en la gestión de un conflicto social. Se podría afirmar según Marti (2003) que un

movimiento social es un agente de influencia y persuasión que desafía las interpretaciones

dominantes sobre diversos aspectos de la realidad, incidiendo así en todos los ámbitos de la

política, lo cuales de clasifican desde lo simbólico, interactivo, institucional y sustantivo. Los

movimientos sociales deben superar seis pasos o mejor aún tareas para que su causa tenga un

verdadero impacto; (1) las personas que van a participar; (2) Moral y compromiso; (3) Medios de

comunicación; (4) Soporte externo; (5) limitar control de la oposición; (6) influir sobre lo político

para llegar a la administración. (Touraine, 2006, p.256-257)

Surgen como respuesta a las oportunidades para la acción que el medio ofrece, además su

desarrollo se ve determinado por acciones propias, las cuales de acuerdo a la fuerza de sus premisas

y resultados van a inscribirse y transmitirse culturalmente. Anteriormente las maneras de acción

colectiva están vinculadas a ciertos conflictos, que no interactúan entre sí para reconocerse, sin

embargo con la emergencia de la creciente difusión de la información se producen

transformaciones drásticas, las acciones difundidas se aplican a otras situaciones y esto provoca la

adhesión de nuevas luchas o caracterizaciones, o la división por subjetividades.

64

Esta investigación apunta al reconocimiento de las organizaciones y movimientos en construcción

que llevan a cabo acciones colectivas con enfoque de género en lo popular como medida de

interacción y subjetividad. Esto representa las voces que no han podido ser visibilizadas por las

élites políticas. Ahora ya no viene a ser sólo el trabajo la razón para reorganizar las clases sociales,

sino por la lucha del territorio y sus condiciones. La idea ha sido acompañar procesos políticos

ignorados institucionalmente y en consecuencia la emergencia de una nueva ética, que incluya a

la clase obrera y popular que no existe en las políticas públicas neoliberales. Ahora bien, es

fundamental expresar lo que se ha querido con estas agrupaciones y articulaciones; comunicar y

transmitir, acompañar desde la solidaridad, educar, articular procesos, crear y dar rutas de

denuncia.

La división de luchas es demasiado común en los movimientos sociales y en las

manifestaciones de contrapoder, lo que en un inicio se convierte en una ganancia por unir fuerzas

e identificarse como sujetos políticos de derechos, en un momento se dividen y la fractura (que

debe ser necesaria) viene inexorable con nuevas propuestas y miradas que a la vez que confirman

la diferencia, abandonan procesos que requieren de mayor elaboración y pragmatismo. Ahora bien,

se trata de reconocer las necesidades primarias, y desde lo individual pasar a lo colectivo.

2.2.2 El Feminismo se Convierte en Pensamiento Propio.

Latinoamérica converge en la enorme brecha, en el tiempo y en la búsqueda inexorable de

pensamiento propio desde el feminismo. La historia de la lucha feminista y en pro de la diversidad

ha sido distinta en cada territorio. La infortunada y repetida genealogía de la polarización y la

binariedad se ha ocupado de criticar de maneras superficiales la relevancia de cambios

estructurales para generar reflexión y pragmática de carácter equitativo e identitario con la

memoria de los espacios, de los cuerpos y las acciones.

El propósito esencial es construir desde la coherencia, buscando desde construcciones

interseccionales las condiciones reales que a pesar del tiempo y la mal llamada modernidad

pernoctan en la cultura, y así mismo en la justificación de ser por costumbre y no tener acceso a

aserciones basadas en la conciencia de clases y la participación.

65

Lo que sigue es una reflexión sobre estos nuevos conocimientos latinoamericanos que se

anuncian a sí mismos como una respuesta alternativa largamente esperada a través de los cinco

siglos de colonización al conocimiento eurocentrísta, incluso masculino. Estos conocimientos se

autodefinen como trans-modernos, trans-capitalistas, trans-occidentales, trans-postcoloniales y

ocasionalmente como feministas. Como tal no solo prometen una nueva práctica política que

redefine la democracia liberal-occidental realmente existentes, y una ruptura epistemológica que

abre espacios a conocimientos subalternizados por el eurocentrismo que van más allá incluso del

postcolonialismo de otros paises, y parecieran a veces incluir algunos elementos feministas, sino

que también posibilitan la construcción de nuevas subjetividades que hablan desde la “herida

colonial” y auguran no sólo la ansiada liberación del trauma de la conquista sino el fin de la

teleología del eurocentrismo y la egología de Occidente y el comienzo del postoccidentalismo.

Estos nuevos conocimientos inspirados geopolíticamente en América Latina se dirigen por

tres preguntas: ¿Cuán lejos llega el nuevo “conocimiento otro” latinoamericano en su inclusión del

pensamiento feminista y la cuestión del género? ¿Cómo se puede articular el feminismo y el género

en esta nueva epistemología del sur (como le llama dos Santos Souza a las nuevas teorías), de

manera que el sufrimiento y los sueños de las mujeres se tomen en cuenta y sus conocimientos no

queden soterrados como de costumbre? ¿Qué lugar ocupan las feministas latinoamericanas en el

surgimiento y constitución de la epistemología del sur y cuál puede ser su aporte?

El eurocentrismo como construcción del conocimiento del mundo con base en la invención

de Europa y de los europeos como la versión más completa de la evolución humana en la historia

del planeta; ha guiado equívocamente el rumbo de la construcción de la memoria y de manera

infalible la genealogía prescrita, escrita y condicionada, no sólo por la conformación de estatus,

sino por la malobrada construcción basada en otros espacios, personas y secuencias de acciones.

En ese sentido el correlato del eurocentrismo sería la comprensión de las gentes de las colonias

como pueblos sin historia y la negación de sus epistemologías e incluso de su estatus como seres

humanos. En este razonamiento, el eurocentrismo no sólo conduce a la construcción de

subjetividades e intersubjetividades entre europeos y no europeos que se basan en oposiciones

binarias tales como civilización y barbarie, esclavos y asalariados, pre-modernos y modernos,

66

desarrollados y subdesarrollados etc., sino que se toma por sentado la universalización de la

posición epistémica de los europeos.

Más allá de cualquier imposición, la necesidad inmediata de reconocer las razones reales

de la desigualdad generada por la heteronormatividad, impera en el replantemiento de historia de

las mujeres y personas diversas, mostrar como el abyecto matrimonio entre el capitalismo y el

patriarcado, esto a su vez ha cobrado millares de vidas, dignidades y civilizaciones alrededor del

mundo, de estas mutilaciones a la memoria han emergido distintas reacciones, fuerzas, epistemes,

estructuras, coacciones, etc., las cuales han tomado formas, se han articulado e imbricado de

acuerdo al territorio y a sus habitantes, el lenguaje cobrado para narrar pragmáticamente va a ser

distinto, y así mismo las luchas y las relaciones de poder van a modelarse con distintos rasgos de

significación.

Entender que las grandes diferencias y que las miradas deben ser propias para entenderlas,

es todo un desafío, porque la mirada a occidente ha imperado más que las propias manifestaciones

de construcción de sociedad. Ahora bien, entender que la sociedad ha estado siempre mal

investigada, mal informada y maleducada, implica una transformación estructural con pocos

dolientes, sin embargo hace parte de la utopía, pero no sólo para los obreros, sino para las que no

han ni siquiera tenido la oportunidad de serlo.

2.2.3 De los Feminismos en América Latina. Rodando el Sentido de la Memoria

El siguiente pliegue epistemológico recoge en general algunas de las subjetividades

feministas en Latinoamérica:

A) Por una parte lo relativo a las desigualdades entre las mujeres entendiendo que pasan la clase y

la raza por ahí.

B) Lo referente al modo como esas desigualdades impactan en los cuerpos individuales y

colectivos, en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, nudo estratégico en el cual se

enlazan desigualdades sociales y consecuencias políticas de las diferencias corporales entre los

sexos.

C) La relación con el quehacer, la creación, el trabajo, el tiempo para sí (ese tiempo ganado,

convertido en don aquí, ahora, entre nosotras). ¿No pasa la clase por la energía extraída de los

67

cuerpos de mujeres y hombres y su acumulación expropiada miserablemente? ¿No se oye el

tintinear, el feroz golpeteo del tiempo usurpado minuto a minuto?

Las generalidades previamente expuestas muestran unas estructuras epistemológicas

hechas a retazos, no se plantea por la necesidad de más fuerza conceptual y pragmática, sino por

las ideas ajenas que se han tomado para escribir un feminismo que se modela respecto a cada

territorio y habitantes, estas narrativas han propiciado construcciones que merecen ser

reflexionadas para proveer nuevas maneras de ser mujer y homosexual en América Latina.

Las propuestas críticas del feminismo latinoamericano y caribeño si bien se nutren del

pensamiento de estos campos disciplinarios críticos de las ciencias sociales, lo particular y

específico es que parten de las experiencias y la producción de conocimiento desde posiciones de

oposición al feminismo ilustrado, blanco, heterosexual, institucional y estatal. Este feminismo del

que se habla, se piensa y repiensa a sí mismo en la necesidad de construir una práctica política que

considere la imbricación de los sistemas de dominación sexista, racial, heterosexista y capitalista,

porque considerar esta matriz de dominación, es lo que otorga al feminismo una visión radical.

Las categorías como raza, clase, sexo, sexualidad, entre muchas otras son concebidas como

“variables dependientes” porque cada una está inscrita en las otras y es constitutiva de y por las

otras.

¿Podría decirse entonces que es ésta una nueva tendencia del movimiento feminista

latinoamericano y caribeño? No es nueva en tanto retoma parte de los postulados de los años

setenta y ochenta de las afrofeministas, de las chicanas y de las lesbianas radicales. Su novedad

radica en la capacidad de reconocer que es allí donde se ubica una propuesta descolonizadora, vista

en el contexto latinoamericano y caribeño de hoy. Con ello crea una genealogía feminista, porque

este feminismo sabe, piensa y propone la continuidad de una historia construida por muchas en

diferentes momentos históricos.

68

Paralelamente, en los años noventa, parte las feministas críticas y radicales se asumían

como autónomas frente al fenómeno de la institucionalización expresada en la onegización, en la

preparación y seguimientos a las conferencias mundiales organizadas por la ONU que definía las

prioridades del movimiento. frente a la cooptación de muchas feministas por parte de los Estados,

gobiernos y partidos, frente a la dependencia ideológica y económica de la cooperación

internacional, todo lo que ha tenido altos costos para el feminismo al perderse buena parte de sus

postulados políticos más éticos y revolucionarios.

Experiencias como la de Las Cómplices, Las Próximas, Las Chinchetas, Mujeres Creando,

Mujeres Rebeldes, Lesbianas feministas en Colectiva, el Movimiento del Afuera con sus obvias

diferencias, desde República Dominicana hasta Argentina, han propuesto un feminismo excéntrico,

del afuera, desde la frontera, comunitario, desde los márgenes como espacios posibles de

construcción política desde la acción colectiva autogestionada y autónoma, que produce teoría

propia y un pensamiento descolonizador frente al eurocentrismo y a la teoría y perspectiva de

género más conservadora, y que cuestiona de fondo la relación saber poder y la dependencia a las

instituciones. (Curiel, 2009, p. 05)

Las mujeres han entendido la lucha feminista sin saber que están siendo sujetos de

transformación, en este sentido es posible afirmar que la división de feminismos se han posado en

estas miradas emancipadoras. Un ejemplo claro son movimientos como Vaso de Leche en Perú,

las Madres de Mayo en Argentina, La Ruta Pacífica de las Mujeres en Colombia, entre otros, cuyas

contestaciones radican en contestaciones más allá de la lucha feminista; como madres

comunitarias, mirada antiguerras, reivindicaciones históricas, territorios libres, acciones hechas

por mujeres que han cambiado el rumbo de la historia y de la investigación en ciencias sociales.

Pasos amplios, pero desiguales teniendo en cuenta el origen de las problemáticas, las cuales y en

consonancia con Foucault (2010) y Bordieu (2000) soslayan al individuo para analizar la

estructura, y con la estructura los efectos del poder en los sujetos implicados.

Las luchas en los territorios son las que representan la historia, pero no una lineal y con

egos refundidos, sino aquella no contada. ¿Qué atraviesa la vida de las mujeres? ¿Cómo son

vulnerados sus derechos? ¿Cuál es la educación diseñada para las mujeres? ¿Por qué la familia es

el primero vehículo de subyugación? Con el rezago de protagonismo se han movido otras maneras

de contar y vindicar la vida de las mujeres y personas diversas. Aquellas mujeres anormales que

69

han optado por el camino más difícil, el de la autonomía y por ende la exclusión obligada del

sistema déspota en contra de lo que no sea masculino.

2.3 La Diversidad Sexual como Modelo de Pensamiento: de la Subjetivación a la Participación

Política LGBT.

Según Saravía (2012) El movimiento LGBT surge entre organizaciones no

gubernamentales (ONG), sectores de partidos políticos y alianzas de las ONG y la academia, y por

supuesto las acciones de los territorios. Se han sumado espacios en Bogotá, pero tales escenarios

siguen siendo marcados por la segregación y los estereotipos ciertamente equivocados hacia los

sus integrantes e ideas.

Lo interesante es que comienza a aparecer en el universo de agentes participativos un conjunto de

líderes nuevos (mujeres, algunos jóvenes, minorías étnicas, adultos mayores que nunca se habían

proyectado en el escenario público) que pretenden renovar las estructuras tradicionales de liderazgo

(…). (Velázquez & González, 2003, p. 24, en Saravía 2012)

Una revisión de políticas públicas (PPLGBT). se hace necesaria para comprender los

importantes logros en cuanto a participación, así mismo entender la rigurosidad y la fuerza política

de sus premisas.

En este sentido la ciudad de Bogotá se muestra como pionera a nivel país, a la hora de

buscar a través de normas, la equidad de derechos reconociendo a este sector de la población como

vulnerable, y por tal, pasible de políticas específicas que garanticen sus derechos.

Puede decirse que el inicio de las acciones que buscan garantizar, proteger y restituir los

derechos del sector LGBT en Bogotá, comienzan durante la administración del ex Alcalde Luis

Eduardo Garzón (2004-2008), con el objetivo de definir los lineamientos para la Política Pública.

Para ello se conformaron distintas instancias como el “Comité Interinstitucional para la

Construcción de Lineamientos de Política Pública de Derechos para las Personas LGBT”

(Secretaría Distrital de Planeación, Alcaldía Mayor de Bogotá, 2008).

Este proceso culminó con la definición de los lineamientos generales recogidos en el

“Decreto 608 de 2007”. El mencionado Decreto crea el “Consejo Consultivo”, de ese modo se

70

territorializa la acción de la organización social; la política pública institucionaliza y fortalece

muchos de los espacios espontáneos y referentes LGBT que ya venían trabajando en la ciudad, y

crea otros nuevos.

El jueves 12 de marzo de 2009 en sesión plenaria del Consejo de Bogotá, fue aprobado el

Acuerdo N° 126 de 2009, ratificado el 1° de abril por el Acuerdo 371 de 2009, "por medio del

cual se establecen lineamientos de política pública para la garantía plena de los derechos de las

personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros - LGBT - y sobre identidades de género y

orientaciones sexuales en el Distrito Capital"; elevando así el estatus del Decreto 608 de 2007 que

aún no había tenido aplicación en la ciudad (Secretaría Distrital de Planeación, Alcaldía Mayor de

Bogotá, 2008).

Las Políticas Públicas LGBTI representan todo un logro para el reconocimiento de la

ciudadanía y el derecho a vivir en una democracia participativa que diera herramientas viables al

reconocimiento de la diferencia, no como minoría o agrupación no-normal en palabras de Foucault.

La igualdad inicia, la pragmática desde el acceso a los derechos y a los mecanismos de

participación da un nuevo sentido a la comunidad LGBTI.

2.3.1 Visiones de los Actores Locales de la Participación LGBTI en Bogotá Las Influencias y las

Motivaciones.

En primera estancia la construcción de la subjetividad como persona o colectivo diverso buscando

la participación, implica una codificación epistémica y pragmática que subyace a lo político para

generar debates más propios y discusiones de nivel, distintas a lo que el patriarcado concibe como

diversidad, identidad de género, orientación sexual. Volviendo un poco a Millet, ahora lo personal,

lo privado de los transgénero no representa la moda, la promiscuidad, la burla a la virilidad, la

invasión a la familia patriarcal, entre otros. Transgrede todas estas representaciones ramplonas que

infortunadamente son la base de los discursos de derecha y conservadores; esta transformación

implica lucha, participación y acciones concretas desde las organizaciones sociales, culturales,

barriales, grupos de investigación en las universidades, inter y transdisciplinares.

Entre las competencias más importantes, se pueden mencionar dos grandes grupos, las

relacionadas con la gestión y las comunicativas. En el primer grupo se destacan las asociadas a la generación

de proyectos e ideas, así como las que se entroncan con las habilidades de negociación. La necesidad de

crear nuevas ideas, proyectos de trabajo e innovaciones que empoderen al sector es fundamental, porque

71

permite una renovación constante del movimiento y pone en el tapete no solo el planteamiento del

problema, sino alternativas de solución en temas tan importantes como la reivindicación de derechos y la

visibilización. (Saravía, 2012, p.23)

Los procesos de formación se convierten en prácticas necesarias para la reinvención de

nuevas realidades, ciertamente desde enfoques interseccionales que comprendan los distintos

comportamientos y situaciones que denotan a la sociedad. Aportar desde aproximaciones que

hagan mella en la diversidad y el enfoque de género va a garantizar discusiones y acciones

concretas que paulatinamente mejorarían los procesos de aprendizaje y desaprendizaje para

activistas, grupos de base y la comunidad.

Muchas de las propuestas en investigación en ciencias humanas y sociales ahora conciben

maneras más equitativas, coherentes y reales de construir los problemas de investigación para

proyectos de grado, ponencias, seminarios, coloquios entre otros. Los cuales han visibilizado

procesos de recolección y análisis de datos más loables, válidos y honestos con los participantes

de la investigación. Esto a su vez implica que haya mayor retroalimentación de lo local y así mismo

preparación y nivel de argumentación para la comprensión de estas dinámicas.

2.3.2 Las Prácticas y los Sentidos.

Ahora bien, el conocimiento de las prácticas requiere la socialización de las relaciones, de

los espacios y las instancias de participación ciudadana para tener una visión holística que soslaye

la someridad que envuelve a la crítica de la diversidad como medida de comprensión de la realidad.

En el caso de los usos y las relaciones, surge como importante la movilización de intereses desde la

administración pública. Muchos actores sociales LGBT relacionados con el activismo, han pasado en el

último tiempo a trabajar en el ámbito gubernamental ocupando distintos puestos, como ejecutores y garantes

de la PPLGBT (Participación en Políticas Públicas LGBT). Esta situación ha provocado algunas

controversias. Sin embargo, muchos de los funcionarios que se encuentran en estos puestos ven a esto como

la posibilidad de incidir directamente en la reivindicación de derechos, y de establecer un puente interesante

entre la sociedad civil y el Estado, a fin que se cumpla a cabalidad la PPLGBT. (Saravía, 2012, p.27)

Así mismo, dentro de los usos y relaciones, surge como importante la movilización de

agendas y la inclusión de temas en las mismas para que la institucionalidad estatal responda. Se

ven como fundamentales las transgresiones hacia el Estado por parte del movimiento, es decir que

72

constantemente se estén renovando las demandas y fortaleciendo las reivindicaciones logradas,

para alcanzar objetivos.

La comunidad LGBT ha sido fuertemente estigmatizada y disminuida por no pertenecer al

canon del capitalismo y representar su supuesta “elocuencia”. Es claro que quieren ser parte de

esta lucha por la igualdad y demostrar que poseen herramientas valiosas y procesos en

construcción que reflejan la fuerza de sus convicciones, y la necesidad de su fuerza y

empoderamiento para replantear lo que los ha segregado y obligado a normalizarse en palabras de

Foucault. Los cuerpos transitan y al no formar parte de la binariedad, se convierten en cosas, ya

no son humanos ante los ojos del trinomio Capitalismo, Patriarcado, neoliberalismo.

73

CAPÍTULO 3

LA METODOLOGÍA: HACÍA LA RUTA DE LA INVESTIGACIÓN DESCOLONIZADA

3.1 Caracterización y Contexto de la Organización Social: Los Lugares en Movimiento.

3.1.1 La Sureña

La localidad de Bosa esta localizada al suroccidente de la ciudad de Bogotá y limita por el

norte con el municipio de Mosquera; por el sur con la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio

de Soacha; por el oriente con las localidades de Kennedy y Ciudad Bolívar y por el occidente con

la localidad de Kennedy. Tiene una extensión total de 2.391,6 hectáreas. (Hospital Pablo VI bosa

I nivel, 2014) (Mapa 1).5

Mapa 1. Ubicación geográfica de la Localidad de Bosa en el Distrito Bogotá.

Fuente: (Cartografía Hospital Pablo VI Bosa, 2010)

Bosa está dividida en cinco Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ), Central (85),

Occidental (84), Apogeo (49), Porvenir (86) y Tintal Sur (87), cuyo uso del suelo está caracterizado

a partir de las actividades representativas como la productividad, el trabajo informal y

territorialidad. (Hospital Pablo VI Bosa I nivel, 2014) (Mapa 2).

5 Tomado del Hospital Pablo VI, I Nivel, 2014. Plan de Ordenamiento Territorial.

74

Mapa 2: División por Unidades de Planeamiento Zonal

Fuente: (helencuevas.blogspot, 2014)

Para el año 2014 según el POT (plan de Ordenamiento Territorial) y el diagnóstico realizado

por el programa Territorios Saludables del Hospital Pablo VI en el mismo año, la localidad de

Bosa se organizó por 15 territorios divididos en 180 microterritorios, de acuerdo al número de

familias caracterizadas (800 familias). (Hospital Pablo VI Bosa I nivel, 2014).6 Factor que

evidencia una alta densidad poblacional.7

La población de la Localidad de Bosa tiene en proyección para el 2016 un número de

709.039 mil habitantes; donde hay 345.676 hombres y 363.363 mujeres, (Bogotá ciudad de

estadísticas, 2014). La mayoría de la población de la localidad son familias tipificadas en el estrato

2 con un porcentaje de 87,75%, en el estrato 1 se encuentran 6,48%, en el estrato 3 se encuentran

2,47% y en el estrato 0 se encuentran 3,29%. (Hospital Pablo VI Bosa, 2014) . Según la Encuesta

Multipropósito para el 2014 en Bosa, el 17,8% de las personas estaban en condición de pobreza e

indigencia monetaria por ingresos, con un índice que asciende al 23.5%, donde el 36.6% de las

mujeres en estas condiciones son madres cabeza de familia (DANE, 2014).

La tasa de analfabetismo de la Localidad de Bosa es de 2.0% representada por una

población equivalente a 9.000 personas en donde se estimó que 5000 mujeres mayores de 15 años

no saben leer ni escribir, que equivale al 55.3% de la cantidad de analfabetos registrados en la

localidad. (DANE, 2014). Esta problemática se manifiesta en la garantía de acceso a la educación,

planteles adecuados, fortalecimiento de los programas de educación de personas jóvenes y adultas

6 Ibíd. 7 DANE 2014.

75

que se adelantan a nivel nacional y distrital, sumado a los costos de la educación privada e institutos

para validación de primaria y secundaria, para personas que se encuentran en extra-edad. Sin

embargo, acceder a este tipo de institutos es difícil por los costos de matrícula, los horarios, la

calidad de la educación en el abordaje de los temas de manera acelerada y sin tener en cuenta las

necesidades y los niveles de aprendizaje que va de acuerdo al tiempo de inasistencia en el sistema

educativo, la edad, los problemas de aprendizaje y lo que necesitan aprender a determinado ciclo

de la vida. Estos factores impiden en gran medida ingresar, permanecer y culminar con éxito la

totalidad de los niveles educativos.

3.1.1.1 El Movimiento Popular de Mujeres la Sureña.

Es importante destacar que la siguiente reseña del colectivo ha sido realizada

conjuntamente con las mujeres lideresas del proceso.

El Movimiento Popular de Mujeres La Sureña, nace de la confluencia de diferentes

iniciativas colectivas e individuales que vienen realizando trabajos académicos, políticos,

artísticos y productivos con, por y para mujeres de sectores populares. Emerge en 2010 cuando

un grupo de mujeres de Bosa, se reunían y se pensaban en la realización de actividades y

propuestas que promovieran el encuentro, el dialogo y la reflexión frente al quehacer organizativo

desde las diversas formas de accionar en el territorio. Entre las actividades se realizaron dos

convites y un foro.

En el primer convite se convocaron a organizaciones de mujeres y lideresas y se trabajó

sobre la mujer en el arte, la comunicación y el consumo consciente; en el segundo encuentro se

convocó a mujeres étnicas de la localidad donde estuvieron afros, Ingas, Muiscas, dos gitanas y

mujeres del Cabildo Pijao, en este espacio ellas compartieron sus experiencias desde sus

respectivas comunidades, las resistencias, creencias, etc. Por otro lado el foro se denominó

“Memorias, resistencias y proceso histórico de las mujeres en el bicentenario”, en coyuntura con

el análisis de la colonización y la historia invisible de las mujeres de la época, haciendo un marco

comparativo de éstas respecto a las actuales.

Desde estas acciones se inició un proceso de reflexión en vía a consolidar el Movimiento

que se denominó La Sureña, al situarse como mujeres en el sur y no sólo de Bogotá, sino de la

mujer latinoamericana; de allí se empezaron hacer vínculos con otras mujeres de otras localidades

en especial de la localidad de Kennedy, Tunjuelito y Ciudad Bolívar.

La propuesta de alfabetización y educación de mujeres adultas con enfoque de género se

gesta por el desarrollo de un diagnóstico que realizó en el año 2012 por el Movimiento popular de

mujeres La Sureña, en el cual se evidencia el bajo nivel de escolaridad y las pocas oportunidades

76

de trabajo digno que tienen las mujeres en la Localidad de Bosa. A partir de esta premisa surgen

reflexiones, preocupaciones y análisis frente a la desigualdad existente, histórica, cultural,

económica y política que han tenido las mujeres de barrios periféricos y de qué manera desde las

apuestas y prácticas organizativas se generan espacios para contrarrestar esta problemática

latente. De allí nace la propuesta educativa en la cual se sitúa el analfabetismo y el bajo índice de

educación como situación y relevancia social para las mujeres adultas y populares.

Se inicia un espacio de encuentro, enseñanza y aprendizaje que aportara a las mujeres

prácticas educativas alternas, en donde se vincularan los saberes propios, sus vidas cotidianas,

experiencias, emociones, entre otros, generando lazos de confianza y sororidad. A partir de la

necesidad que ellas expresan en el tema de la certificación para que tengan la posibilidad de ser

bachilleres, se buscaron varias alternativas posibles, pero difíciles de encontrar en diferentes

instancias, no era posible por los altos costos, la falta de voluntad o por condicionamientos de

corte electoral en el momento, algo a lo que no se pretendía acceder. Por esta razón, se planteó

como una propuesta inicial preparar a las mujeres de manera autónoma para presentar el ICFES,

en donde cualquier persona mayor de 18 años puede presentar una prueba ante esta entidad con

el fin de obtener el título de bachiller académico. Esta alternativa de certificación hace que el

proceso pueda articular la formación política que se quiere generar con las participantes y la

institucionalidad.8 (Garzón & González, 2015)

A finales de 2012 y en consonancia con las articulaciones el eje de comunicación se

fortalece y diversifica con el trabajo popular de las mujeres de Techotiba (Kennedy), de allí se

construyen perspectivas más críticas y profundas que hacen un ejercicio de investigación que invita

distintas organizaciones a difundir sus prácticas e invitar a la comunidad a que conocer la riqueza

y memoria de los territorios. Varias mujeres y hombres convergen en el ejercicio de comunicación.

La reunión de ideas y expectativas de lo que implicaría que La Sureña se convirtiera en un

medio, evoca a las mujeres de otros espacios a compartir saberes y construir en colectivo. La

apuesta política trasciende territorios y miradas; las críticas vienen con los tiempos, así como la

profesionalización para fortalecer las propuestas y bases del proceso.

A partir de esta lectura el Movimiento Popular La Sureña, realizó una propuesta basada en

la necesidad de las mujeres habitantes de la localidad que demandaban proyectos educativos,

desde el sentido de dinamizar procesos de confluencia de para potenciar escenarios de formación

política en diferentes ámbitos: Derechos humanos, derechos sexuales y derechos reproductivos,

8 Reseña diseñada en colectivo con las mujeres de base del colectivo desde comunicación y educación .

77

formación política, participación e incidencia, feminismo y todos aquellos temas que surjan de la

escuela.

3.1.2 Colectiva Café y Géneros

La localidad de Kennedy reivindicada por las organizaciones con su nombre ancestral

Techotiba está ubicada al sur occidente de la ciudad; limita al sur con las localidades de Ciudad

Bolívar y Tunjuelito, al occidente con la localidad de Bosa, al oriente con la localidad de Puente

Aranda y al norte con la localidad de Fontibón y el municipio de Mosquera.

A partir del Decreto 619 de 2000 del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), se crearon

las Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) estableciendo en cada localidad zonas con

características homogéneas. En la localidad de Kennedy se establecieron 12 UPZ dividas en 426

barrios, con una extensión de suelo urbano que abarca las 3.859 ha, de las cuales 388 son

protegidas.

Mapa 3. Localidad de Kennedy.

.

Fuente: (21 Monografías de las Localidades de Bogotá. Kennedy #8. Secretaria Distrital de Planeación).

La población de Bogotá para 2011 es de 7.467.804 personas y la de Kennedy es de

1.019.949, que representan el 13,7% de los habitantes del Distrito Capital, según las proyecciones

de población del Censo General 2005.9

9 DANE-SDP Censo General (2005-2015)

8

78

Cuadro 1. Proyecciones de población por sexo y tasa de crecimiento 2005-2015, localidad 8ª Kennedy.

Fuente: (DANE-SDP censo general 2005-2015)

Se estima que en Kennedy habitan, el año 2011, un total de 1.019.949 personas distribuidas en

496.508 hombres y 523.441 mujeres. En el año 2.015 la población será de 1.069.469 personas.10

En 2011 la localidad de Kennedy presenta una densidad urbana de 264 habitantes por

hectárea, mayor a la que presenta Bogotá con 180 habitantes/ha. En lo referente a las UPZ de la

localidad, Patio Bonito registra la más alta densidad con 568 personas/ha., le sigue Corabastos que

presenta 395 personas/ha. La menor densidad (75) la registra la UPZ Bavaria.11

Dentro del proceso de investigación las acciones con dificultad se precisan para la

comunidad LGBTI por localidades, entre tanto fue necesario incluir un cuadro de Bogotá, el cual

refleja la cantidad promedio de personas homosexuales.

11 Ibíd.

79

Grafica 1. Distribución de la muestra por localidad, porcentaje de población homosexual.

Fuente: (Econometría consultores).

3.1.2.1 Colectiva Café y Géneros, por la Diversidad en los Barrios.

Organización social desde 2013 se caracteriza por generar diálogos de saberes sobre la

construcción del género, la diversidad sexual, los derechos y la equidad en Bogotá. Este con el

propósito de promover y construir conciencia crítica sobre las formas de discriminación,

desigualdad y violencias, evidenciando las múltiples posibilidades de acción y proyección social

de la mano de las comunidades que se deben a diversos contextos de actuación y manifestaciones

culturales complejas y heterogéneas.

A propósito del trabajo realizado por esta organización la ciudadanía diversa de convierte

en un objetivo inextricable; para promover relaciones de igualdad y equidad, pues sin lugar a duda,

este ha sido una de las grandes luchas por transformar mentalidades, imaginarios y prácticas

80

sociales. Es así como, comprometidas y comprometidos se posiciona un mensaje de no-

discriminación y respeto por aquellas personas que construyen identidad desde sus cuerpos, sus

afectos, su sexualidad. Hablar de diversidad sexual, género y mujer en Bogotá; implica una manera

diferente de vivir y recorrer la ciudad, e idear y liderar procesos políticos y sociales diferentes.

Estos mensajes llegaron a los territorios, a los barrios, a los espacios más próximos de la

ciudadanía. Se visibilizaron organizaciones, surgieron otras, se consolidaron procesos, y muchas

personas reflexionaron sobre su participación y su subjetividad en derechos, las posibilidades de

educarse mejor y por supuesto la apertura de escenarios reales de convergencia ciudadana diversa.

Hablar sobre los tránsitos, diversidad sexual, la construcción de familias diversas, la

homofobia, la misandria, la misoginia, el cuerpo, el deseo, las interseccionalidades, el feminismo,

las nuevas masculinidades, a custodia compartida, entre otros temas tabú que definitivamente

pueden llegar a tener cualquier tipo de validez, a pesar de negligencia de los grupos conservadores.

Café y Géneros ha provisto espacios de discusión para procurar el encuentro de

percepciones desde las polifonías que caracterizan la seriedad y coherencia de las representaciones

sociales serias y trascendentes. Uno de los puntos relevantes corresponde a la investigación

participativa del ciudadano de píe. En Bogotá desde las competencias territoriales y propias de la

ciudad, la discriminación y la segregación ha disminuido, aunque el camino es largo, las acciones

ya empiezan a hacer mella en la comunidad. En el año 2010 el 20% de la ciudadanía en general

pensaba que los sectores LGBTI eran un riesgo para la comunidad; tres años después esa cifra se

ha reducido en 6 puntos porcentuales.

3.1.3 Grupo Seleccionado

3.1.3.1 Grupo focal N.1: La Sureña

Se eligen 10 mujeres de distintas edades que hacen parte del proceso de Alfabetización para

Mujeres Adultas, quienes van a hacer parte de la primera etapa de investigación. Estas mujeres

tienen distintas condiciones de raza, origen, condición de desplazamiento o discapacidad, edad,

creencias, entre otras. La investigación se llevará a cabo en etapas, para esto será necesario abrir

dos grupos; el primero como se mencionó previamente es con mujeres involucradas directamente

81

con el proceso como sujetos en formación y el otro grupo de mujeres formadoras populares que

hacen parte de la ideología y formación epistémica del proceso. Para mayor claridad el primer

grupo será de 5 mujeres (en formación) y el segundo de 5 (formadoras).

3.1.3.2 Grupo focal N.2: Café y Géneros

De la colectiva Café y Géneros se eligen seis personas; tres de ellas corresponden a jóvenes

diversos que forman parte del espacio, las otras tres son líderes comunitarias con enfoque de

género. El proceso es dialógico, entre tanto los conversatorios planeados por la investigadora hacen

parte de las matrices expuestas a continuación, diseñadas por momentos y las categorías de

análisis.

3.2 La Estrategia

La construcción de género en las organizaciones sociales de Bogotá, es un tema de

investigación que reflexiona sobre las maneras de pensar, concebir y vivir la perspectiva de género

en contextos reales que confirman en la acción algunas premisas evocadas de ejercicios

académicos radicales que han conceptualizado el feminismo como movimiento social, sin embargo

las contradicciones se suman al identificar que los estudios y sus discursos han tomado

problemáticas comunes que han permanecido en élites, lo cual significa que muchos

planteamientos no han soslayado las paredes de la academia, por tanto no forman parte de la

militancia de muchas acciones populares que no han sido tomadas en cuenta por los grupos que de

alguna manera centralizan los resultados de valiosas investigaciones y generalizan posiciones que

no emergen de las colectividades que fuera de protagonismos, generan cambios sustanciales en

diferentes territorios.

Esta propuesta se configurara a partir de la fuerza de las múltiples formas en que los seres

humanos han logrado sobrevivir, vivir y dar sentido a su vida. Es decir la perspectiva de la

investigadora en este caso será un ejercicio absoluto de construcción colectiva, con las personas

implicadas y lo que piensa la comunidad de los procesos sujetos a exploración y explicación.

Obviamente, la posición de interpelar sobre la difusión de los estudios de género desde la academia

y otros sectores institucionales, no significa la determinación de juzgamientos, sino por lo contrario

una retroalimentación y una necesidad inexorable de articular perspectivas y lineamientos para

consolidar lazos y fortalecer procesos y experiencias.

82

3.3 Tipo de Investigación: la investigación Exploratoria y Explicativa.

El tipo de investigación que provee mayores herramientas frente al cuestionamiento base

de las mujeres y personas diversas como sujeto y no objeto de investigación en algunos estudios

de género requiere de procesos exploratorios y explicativos, los primeros reconocen una necesidad

auténtica de situaciones emergentes que contribuyan al empoderamiento social, político y

económico de las mujeres como fuerza sustancial de las relaciones de poder, lo cual implica

acciones reales desde un campo de conocimiento en ciencias sociales que así como el acceso al

trabajo, las víctimas y demás irregularidades del sistema neoliberal imperante; requieren por

antonomasia una resignificación física y técnica de la discriminación de sus derechos. Por tanto la

necesidad de explorar desde los orígenes y proveer mecanismos de identidad que performen las

investigaciones feministas como campos epistemológicos; enriquecerán de manera sugerente y

pragmática las maneras de explicar la sociedad construida por las instituciones patriarcales y

hegemónicas que han borrado la diferencia del mapa de la historia.

Ahora bien, la exploración implica conocer no demostrar, y por tanto aportar una idea más

real y concreta de la difusión de estudios de género desde lo popular. Aumentar las posibilidades

de visibilizar acciones colectivas diversas, implica una aproximación real de la igualdad entre

reivindicaciones.

Además de abordar la temática desde un enfoque de investigación exploratorio, se incluirá

el explicativo como proceso juicioso de búsqueda que apuntará a los resultados de la exploración

que traerá a colación las características que priman en la necesidad de comprender nuevas maneras

de ver y ser con la historia.

Tal como el concepto lo enuncia, la explicación es fundamental para entender las razones,

causas, problemáticas etc., que provean niveles de soporte y argumentación que tejan la

profundidad de la temática en cuestión. Este enfoque hace énfasis en reconocer y aclarar desde

estrategias cuantitativas, es decir aplicando análisis a criterios, observaciones y variables que

confirmen la relevancia del acceso de los estudios de género a sectores populares y de igual manera

su difusión como ejercicio político tan válido como las consagraciones académicas.

83

3.4 Método Cualitativo

El método que más se adecua al análisis que requiere esta investigación, corresponde al

cualitativo, el cual constituye una serie de reflexiones sobre experiencias en perspectiva de lo

narrativo y fenomenológico.

Desde el diálogo entre el sujeto y el objeto en la investigación, se identifica la realidad que

se construye socialmente, la cual se concibe como histórica y cambiante, se reconoce

ontológicamente desde las polifonías en construcción, basadas en la realidad. La atención en los

cambios surge a que lo social esta y debe estar en continuo proceso de transformación, por tanto

se da prelación a lo específico, lo diferente, lo único y no a lo generalizable.

Interesa a esta investigación identificar la heterogeneidad derivada de diferentes intereses

sociales. La perspectiva cualitativa pondera hallazgos confrontando las diferencias. Al respecto

Bonilla-Castro & Rodríguez Sehk (2013) señalan:

La imagen de la realidad social es el resultado de un proceso interactivo en el que participan los

miembros de un grupo para negociar y renegociar la construcción de esa realidad. La complejidad

de los proceso de comunicación e interacción inherentes a las relaciones sociales y sus

repercusiones en el en el comportamiento de los individuos, son preocupaciones centrales de

escuelas del conocimiento que usan métodos cualitativos.

Bonilla Castro y Rodríguez Sehk (2013) en el Dilema de los Métodos inscriben la realidad

social como categoría no sólo necesaria sino fundamental para el desarrollo coherente de cualquier

tipo de recolección de datos. En ese sentido las características que rodean esta realidad radica en

los sujetos, en los cuerpos, en los nombres; los que se reúnen, y desde lo individual se hacen

colectividades, las cuales con el tiempo van creando otras realidades, de esas realidades sociales

se discute y se investiga en este proyecto.

Para esto lo subjetivo debe soportarse, fortalecerse, hacerse epistemología para obtener

suficiente carga semántica y pragmática, y determinarse como una realidad objetiva. La

estandarización de la conducta social debe ser coherente con la construcción robusta de una

84

perspectiva de género interseccional, acorde a las especificidades de las premisas científico-

sociales que fortalecen y proveen nuevas estructuras plausibles al momento y al sitio histórico.

3.5 Recolección de información y/o datos

3.5.1 Técnicas de interacción

3.5.1.1 Investigación acción participativa

A partir de la investigación-acción como paradigma liberador y político para consultar y

realizar ejercicios conscientes de construcción de conocimientos se centran en la reflexión sobre

la práctica para su transformación en pro de la equidad y la justicia social.

Para iniciar y aterrizar el concepto, es preciso recordar que entre 1960 y 1970 se fue

gestando en América Latina una corriente amplia de pensamiento en la que confluyeron la

Educación Popular, la Teología de la Liberación, la Comunicación Alternativa, la Investigación

Acción Participativa y la Filosofía de la Liberación Desde estos campos, en convergencia

disciplinaria, se intentaba producir conocimientos que permitieran a sectores subalternos de la

sociedad latinoamericana comprender su compleja realidad a fin de poderla transformar.

Esta corriente de pensamiento estaba orientada por lo que hoy se conoce como el

“Paradigma Emancipatorio”, ya que sus prácticas tenían una clara intencionalidad política al

fortalecer en estos grupos sociales las capacidades que generarían cambios sociales. Si bien este

movimiento surgió simultáneamente en diferentes países del continente desde realidades y

contextos institucionales variados, actores, discursos y prácticas coincidieron en su po sición

crítica hacia el sistema social de la época en su opción por la transformación y por los grupos que

sufrían las consecuencias de un orden social desigual e injusto; pero insertándose en sus

realidades para establecer un diálogo entre el saber académico y la sabiduría popular. (Ortiz

Marielsa & Borjas Beatriz, 2003, p. 617)

Se hace imprescindible acercarse a ese “conocimiento empírico, práctico, de sentido común,

que ha sido posesión cultural e ideológico ancestral de las gentes de las bases sociales, aquel que

les ha permitido crear, trabajar, e interpretar predominantemente con los recursos directos que la

naturaleza ofrece a la gente”; pero siempre con una intencionalidad política. Por consiguiente, “una

tarea principal para la IAP (Investigación, acción participativa), ahora y en el futuro, es aumentar

no sólo el poder de la gente común y corriente y de las clases subordinadas debidamente ilustradas,

85

sino también, su control sobre el proceso de producción de conocimientos así como el

almacenamiento y el uso de ellos”. (Borda, 1997)

Sin embargo, Fals Borda no niega la posibilidad de que las universidades puedan participar

de forma directa en la resolución de problemas concretos de la sociedad, pero eso supone, según

este investigador colombiano, pasar del concepto de “extensión universitaria” al de “universidad

participante”: “la educación debe hacerse no pensando en la academia sino en el mundo, en la vida,

en el contexto. Es educar en los problemas reales, lo cual obliga a transformar las facultades y

departamentos y a hacer estructuras con base en problemas sociales y contextos culturales y no

con base en problemas formales de la institución (Cendales, Torres y Torres, 2004:19). Esto

implica para el investigador en el campo educativo dirigir su mirada a las aulas de clase y a los

centros para convertirse en un acompañante del docente que promueve la observación y reflexión

de la práctica para generar su transformación y el avance teórico en esta área.

Reconocer la emergencia de una imbricación cohesiva entre lo popular y académico,

implica reconocer procesos en cada campo para reconocer sus acciones y construir nuevas

realidades. En cuanto a los estudios de género como transformación indispensable en el

mejoramiento de procesos de comunicación-educación y de hecho en cualquier planteamiento base

que soslaye las relaciones humanas, teniendo en cuenta que si no existe la participación activa de

las comunidades, no deberían existir teorías e investigaciones que hablen de ellas, ya que las

reducen a objetos y no sujetos de sus propias acciones.

La idea de ser investigadores sociales y populares, surge como manera de romper con el

patriarcado desde las mismas maneras de consultar y construir conocimiento, por tanto en

perspectiva de género es fundamental rescatar la originalidad y la diversidad dentro de las riquezas

consagradas en muchos procesos.

3.5.1.2 Investigación Etnográfica

Es fundamental para el avance de este proyecto articular la investigación acción

participativa y la investigación etnográfica para reconocer la relevancia absoluta que recae sobre

la necesidad de identificar procesos y conocimiento desde lo popular como fuente propia de

86

perspectivas tradicionales que son tan validas como las eurocentrístas, en ese afán de descubrir

nuestra historia y sabiduría popular, se piensa en las características que hacen que conceptos como

lo popular, lo colectivo, lo diverso etc., sean parte de paradigmas reivindicatorios.

En esa vía se perfila un dialogo entre la academia y saberes tradicionales como base del

conocimiento. Esta situación es fundamental en la perspectiva de género como corriente, como

realidad, como transformación social que desdibuja el patriarcado aberrante que acaba con la

naturaleza de los seres humanos.

Las inexorables causas de segregación social para desventaja de muchos no han sido campos

de investigación para académicos; lo son varias situaciones, pero muchas de ellas son

explicaciones sin interacción con la comunidad impactada, con aquellos que proveen un sentido a

cada proposición que como investigadores se construyen y aseveran con el tiempo. Un tema de

investigación en ciencias sociales debe por coherencia mostrar avances significativos en la fuerza

de las palabras y el vínculo con la comunidad, esas conexiones implican determinar un

conocimiento suficiente sobre las variables y rasgos particulares de la comunidad.

El diseño etnográfico requiere estrategias de investigación que conduzcan a la

reconstrucción cultural. Primero, las estrategias utilizadas proporcionan datos fenomenológicos;

éstos representan la concepción del mundo de los participantes que están siendo investigados (…)

Segundo, las estrategias etnográficas de investigación empíricas y naturalistas. Se recurre a la

observación participante y no participante para obtener datos empíricos de primera mano (…)

Tercero, la investigación etnográfica tiene un carácter holista. Pretende construir descripciones de

fenómenos globales en sus diversos contextos y determinar, a partir de ellas, las complejas

conexiones de causas y consecuencias que afectan al comportamiento y las creencias en relación

con dichos fenómenos. (Goetz & Le Compte, 1988, p. 28-29).

Interpretar desde un enfoque etnográfico en las metodologías cualitativas implica dar relevancia a

las voces destituidas, al olvido de lo que no se ubica en el privilegio. Evidentemente no desde el

asistencialismo mediático de una supuesta mirada holística en ciencias sociales que da como

resultados artífices tecnocráticos y demagógicos propios de las élites simbólicas que performan el

destino de las y los habitantes de un territorio.

87

El investigador etnográfico, al desear acercarse a la verdadera naturaleza de las realidades

humanas, se centra en la descripción y la comprensión. Por eso, procede como lo hace un

antropólogo que quiere conocer una cultura extraña: profundiza en su investigación con una mente

lo más abierta posible y permite que vayan emergiendo las impresiones y sus relaciones. A medida

que las impresiones se van formando, las analiza y compara con diferentes medios (contrasta las

fuentes de datos mediante una cierta triangulación de perspectivas teóricas diferentes, etc.) hasta

que su interpretación le parezca válida y quede satisfecho intelectualmente con ella. (Martínez,

2005, p. 02)

Dar razones y con argumentos contundentes en un informe etnográfico sobre las realidades

de los grupos focales, implica un esfuerzo sugerente de las y los investigadores por conocer las

condiciones que enmarcan las condiciones de división del trabajo, el género como categoría, el

cuerpo como propiedad privada y pública, lo personal como político, tomando las anteriores

caracterizaciones es posible afirmar que de ahí debe seguirse una secuencia conceptual desde cada

aparición de un hallazgo contundente, refiriéndose de esta manera al desencadenamiento y

deconstrucción de un significante, dándole el carácter polisémico no desde algún tipo de

traducción de situación, sino parafraseando desde reducciones, construcciones y generalizaciones

que provean herramientas y análisis del grupo estudiado.

El objetivo inmediato de un estudio etnográfico es crear una imagen realista y fiel del

grupo estudiado, pero su intención y mira más lejana es contribuir en la comprensión de sectores o

grupos poblacionales más amplios que tienen características similares. Esto se logra al comparar o

relacionar las investigaciones particulares de diferentes autores. La intención básica de toda

investigación etnográfica es naturalista, es decir, trata de comprender las realidades actuales,

entidades sociales y percepciones humanas, así como existen y se presentan en sí mismas, sin

intrusión alguna o contaminación de medidas formales o problemas preconcebidos. Es un proceso

dirigido hacia el descubrimiento de muchas historias y relatos idiosincrásicos, pero importantes,

contados por personas reales, sobre eventos reales, en forma real y natural. Este enfoque trata de

presentar episodios que son porciones de vida documentados con un lenguaje natural y que

representan lo más fielmente posible cómo siente la gente, qué sabe, cómo lo conoce y cuáles son

sus creencias, percepciones y modos de ver y entender. (Martínez, 2005, p. 02)

Se utilizarán mecanismos de recolección como: historias de vida, diálogos reflexivos

(mujeres en formación) entrevistas a profundidad y cuestionarios (Mujeres formadoras) que

reflejen las acciones y las subjetividades que emergen en los sectores populares, y así mismo en

los tejidos académicos que han formado distintas propuestas de género.

88

3.6 Técnicas de Recolección de Datos

3.6.1 La Observación (Nivel Exploratorio)

La observación indaga desde la comprensión de un recorrido de acciones concretas a

explorar que luego de ser un supuesto, se convierte en una variable o suceso determinante para el

rumbo del diseño de investigación.

Se registran datos por categoría para aterrizar conceptos, alcances, limitaciones,

posteriormente se comparten para el análisis colectivo y realizar unas confrontaciones reales con

el marco referencial y prever posibles transformaciones.

Saber observar es saber seleccionar. Todos observamos a los demás, sus conductas,

conversaciones su silencio y nivel de comunicación y también nos observamos a nosotros mismos.

La observación puede transformarse en una poderosa técnica de investigación social en la medida

en que se: 1. Orienta a un objetivo de investigación formulado previamente. 2. Planifica

sistemáticamente en fases, aspectos, lugares y personas. 3. Controla y relaciona con proposiciones

generales en vez de ser presentada como una serie de curiosidades interesantes. 4. Somete a

comprobaciones de fiabilidad y validez. La observación entendida en sentido amplio, según varios

autores engloba los procedimientos utilizados en las ciencias sociales no solo para examinar las

fuentes donde se encuentran los hechos y datos objeto de estudio, sino también para obtenerlos y

registrarlos con el fin de que nos faciliten el conocimiento de la realidad. La observación

proporciona al investigador la materia del trabajo que será objeto después de tratamiento definitivo

mediante la clasificación, tabulación, análisis y explicación. (Alvarez-Gayou et al, 2016, p. 105)

La idea es desarrollar de manera casuística datos para organizarlos de manera jerárquica

de acuerdo a la indagación del problema de investigación y a las expectativas propuestas.

3.6.2 Grupos Focales

Son grupos establecidos de una población de muestra determinada elegidos para la

interacción, una participación dirigida y el pacto de acuerdos que establecerán a su vez, una

perspectiva ciertamente más nutrida y holística. La realidad social es el motor de la investigación

cualitativa y entre todas las múltiples percepciones dentro de ellas, el enfoque de género requiere

justamente eso, realidad y lugar de discusión desde los espacios invisibilizados.

89

Debe elaborarse un guion, una matriz, unas preguntas según las experiencias y situaciones

particulares. Exhortar a la participación y al reconocimiento de la reflexión que puede generarse

en la comunidad

Una buena sesión de trabajo debe generar una relación activa entre el equipo investigador

representado por él que hace el papel de moderador y los participantes. Sabido es, que en el curso

de la misma se pueden presentar diversos tipos de comportamientos, por ejemplo salir a luz

actitudes y sentimientos (afectos, desafectos, prejuicios, hostilidad, simpatías, etc.) entre los

interlocutores, fenómenos de transferencia o de contra - transferencia entre los mismos. Unos y

otros pueden influir considerablemente en los acuerdos que se buscan. Esta situación es

prácticamente inevitable, pero bien manejada puede contribuir a conformar un clima favorable para

lograr una mayor profundidad en la información. El moderador debe confrontar uno o varios de los

participantes sobre un asunto previamente conocido, para explorar sobre cierto tipo de información

o discutir en el grupo las posiciones de personas ajenas pero que tienen cierta representatividad o

cuyas opiniones son dignas de tomar en cuenta. (Aigneren, 2003, p. 05)

Los grupos focales ofrecen la oportunidad al investigador de comparar percepciones con

realidades y enfocarlas hacia un problema de investigación, afirmar desde las experiencias de las

personas del grupo va a fortalecer las proposiciones que van a ser trianguladas y estructuradas

como hallazgos y propuestas.

Aigneren (2003) denota que los grupos focales pueden ser usados en las etapas preliminares

o exploratorias de un estudio, también son de gran utilidad para evaluar, desarrollar o

complementar un aspecto específico de dicho estudio o también cuando se ha finalizado para

evaluar su impacto o para producir nuevas líneas de investigación. Ellos pueden ser usados como

una técnica específica de recolección de información o como complemento de otras especialmente

en las técnicas de triangulación y validación.

Importante en el l guión de organización del Taller:

La guía de temáticas - preguntas

Listado de Participantes

Equipos de sonido, grabación y video

Tarjetas de identificación o escarapelas

Libreta de notas, lápices, marcadores

90

Papelografos, papel y fichas

Importante organizar los tiempos durante los talleres en un marco de tiempo no mayor a

dos horas. Una hora se recomendaría para tener tiempo para una apertura, la interacción y

un cierre, se sugieren las preguntas, compartir la temática del taller y se concluye de manera

colectiva.

3.7. Los Instrumentos

3.7.1 El Diálogo Reflexivo

La construcción colectiva que quiere generarse con este documento, también delimita los

sitios y algunas de las personas que han creado dinámicas de transformación y oposición a los

gobiernos. Por tanto se elige los diálogos reflexivos como instrumento para reconocer a las

personas como sujetos y no como objetos de su realidad.

El contenido de un dialogo reflexivo debe reflejar la siguiente información:

• Objetivo: Conocer la opinión de los representantes y personas de la comunidad en relación con

las contestaciones populares de la comunidad.

• Participantes: representantes miembros de los grupos organizados del barrio (madres

cooperadoras, representantes, vecinos de la comunidad en lo posible.)

• Guion del dialogo: En la toma de decisiones que atañen al colectivo predomina el diálogo y el

consenso.

Las expectativas:

•Se fomenta la participación de todos los miembros de la comunidad en la contextualización de

talleres y planes de acción.

• Se ofrecen espacios de organización y participación.

• Se establecen alianzas con las organizaciones de la comunidad.

• Los representantes se sienten identificados con el proyecto y se sienten acompañados.

• Se favorece la toma de conciencia de la situación social en la que vivimos

De esta manera se constituyen narrativas y propuestas conjuntas que reconozcan otras

miradas y perspectivas sobre las dinámicas propias en la construcción de conocimientos. A partir

de diálogos reflexivos, propuestas y experiencias.

91

Cuadro 2. Ejemplo Diseño Diálogo Reflexivo por categorías de análisis.

Fuente: (Elaboración propia, 2015)

3.7.2 La Entrevista a Profundidad

Para crear una dinámica dialogante entre lo popular y lo académico, es fundamental no

recaer en posiciones subjetivistas, sino por lo contrario reconocer a las mujeres lideresas de

procesos populares y académicos, con el fin de interpelar sobre las realidades que han constituido

los diferentes enfoques del feminismo. Se realizarán 6 entrevistas a las organizaciones sociales

para identificar las posiciones políticas de las organizaciones y las diferencias ideológicas que

puedan emerger de aquella indagación. Se realizarán 3 momentos de entrevista. (Diagnóstico,

proceso de recolección y cierre).

Estos componentes plantean las miras de los procesos y cuáles son las brechas que separan

cada premisa, además de entender la decodificación simbólica de derechos, cuerpo, sexualidad,

memoria etc.,

92

Para Soriano (2000), la entrevista se emplea en diversas disciplinas tanto sociales como de

otras áreas como la enfermería y epidemiología para realizar estudios de carácter exploratorios, ya

que permite captar información abundante y básica sobre el problema. También se utiliza para

fundamentar hipótesis y orientar las estrategias para aplicar otras técnicas de recolección de datos.

Esta técnica se aplica a informantes claves, llamados así porque posee experiencia y conocimientos

relevantes sobre el tema que se estudia, o se encuentran en una posición dentro de su comunidad

o grupo social que les permite proporcionar información que otras personas desconocen o darían

incompleta.

Quienes más conocen una situación particular son aquellas personas que

cotidianamente la viven. Esto implica el sentido mismo de este proyecto de investigación, saber

que hay más allá, cómo deconstruir desde la vida misma; esto justamente se convierte en la

columna vertebral de la recolección de la información cualitativa dado que no hay otra forma de

acceder a los patrones de conocimiento cultural, sino escuchando, observando lo que las personas

dicen y hacen, a partir del propio marco de referencia que emplean los individuos que están siendo

entrevistados. La entrevista cualitativa individual se centra en el conocimiento o la opinión

personal sólo en la medida en que dicha opinión personal pueda ser representativa en un

conocimiento más amplio. En este sentido las entrevistas individuales a profundidad son el

instrumento más adecuado cuando se han identificado informantes o personas claves dentro de la

comunidad. Dada la posición de que ocupan, la edad o la experiencia que tienen, estos informantes

son importantes como miembros de la representación que se indaga.

El papel del investigador forma parte del proceso en sí mismo, su interés no debe estar a

merced de la observación de comportamientos, sino por lo contrario inmiscuirse en las realidades

de los grupos de interacción. Ahí la diferencia y lo difícil de pensar en coherencia y pragmatismo

dentro de la militancia feminista, que los enfoques, métodos y técnicas siempre han estado de lado

del protagonismo y la omnipotencia masculina. Eso precisamente, por más cualitativo que sea se

aleja de cualquier atisbo de igualdad. Por tanto pensar y estructurar los mecanismos de

investigación para proveer un rigor científico que muestre representaciones socio-culturales

validas podría generar grandes cuestionamientos a las maneras de generar investigación en

93

ciencias sociales, teniendo en cuenta las estructuras hegemónicas que han constituido sus premisas.

Bonilla & Rodriguez (2005) develan el rol del investigador como:

En la investigación cualitativa el investigador, en calidad de entrevistador, es ante todo un

facilitador del proceso de comunicación entre dos personas; su papel es inducir profundidad y

detalle en las opiniones del entrevistado, inspirar confianza, escuchar activamente y atender tanto

el comportamiento verbal de la persona que habla. (Bonilla & Rodríguez, 2005, p. 36)

El investigador no puede ser neutro. La neutralidad no implica visión parcial y menos

cuando se aplican métodos cualitativos. El investigador conoce los derechos y sabe cuándo estos

son violados. Actuar como si no lo supieran es sesgado. Sin embargo la objetividad de los hallazgos

deben estar al margen de análisis profundos y fieles a los instrumentos de recolección.

3.7.3 Los Cuestionarios

Es un instrumento de recolección de información para encontrar información específica

sobre las categorías que abordan el problema de investigan. El orden de las preguntas, otro tema

en mente cuando construimos un cuestionario.

A continuación se comparten algunas sugerencias de acuerdo a Aravena et al (2006)

• Tratar de comparar con información similar del pasado, de manera de cimentar la interpretación

en los cambios en el tiempo.

• Preguntar sobre temas similares al de interés, con el objeto de comparar entre diferentes temas.

• Utilizar el mismo cuestionario varias veces, de manera que el uso reiterado les termine

confiriendo sentido a las respuestas.

• Investigar posteriormente la relación de las respuestas de un cuestionario con las conductas

reales de los sujetos o con el significado que quisieron darle las personas a sus respuestas.

Este proyecto se ha encaminado en pro de la comprensión desde la Etnografía, la

transformación, el cambio y la mejora desde Investigación, Acción, Participativa para proveer y

confirmar situaciones invisibles para muchos habitantes del territorio. Los cuestionarios mostraron

ese más allá de la opinión y el protagonismo, ese popular lejano y no digno del progreso. Lo

94

específico proporciona información que no se esperaba, empero procuran la realidad de los

procesos sociales subyacentes que mejoran la comunidad, hacen lo que el estado y las

administraciones deberían financiar y apoyar.

Cuadro 3. Ejemplo Cuestionario a uno de los grupos focales (Colectiva Café y Géneros.

Fuente: (Elaboración propia, 2015).

3.8 El Proceso, las Fases y el Desarrollo.

Este proyecto de investigación interesado en aplicar técnicas de carácter interseccional ha

buscado una serie de criterios que establezcan coherencia entre el problema y las maneras de

abstraer la información de cada momento de investigación. La investigación etnográfica y la

investigación acción participativa son las alternativas pertinentes en este caso para llevar el

ejercicio a la realidad social que se espera, darle rigor científico y establecer las premisas dignas

de una práctica que enarbole los sentidos de lo popular. Para iniciar el proceso de recolección de

95

datos, la claridad de las premisas en lo teórico debe ser un elemento fundamental para identificar

el contexto general, validar proposiciones y contrastar, en clave de entender la situación actual del

conocimiento sobre el tema de objeto de estudio para ser capaz de generar algún tipo de

transformación o mejoría en el marco de la visibilización de las luchas de género en las localidades

de Bosa y Kennedy.

Haber comprendido que el problema de investigación subyacente (¿Cómo lo popular influye

en los estudios de género (feminismos y diversidades) para proveer estructuras coherentes y

viables que fortalezcan la participación política de organizaciones sociales?) puede llegar a ser una

teoría fundamentada implica haber mostrado a través de cada etapa la credibilidad, originalidad,

resonancia y utilidad en términos de Charmaz (2005). Se le apunta a la consciencia y rigor

científico de los procesos sociales que se proyectan como constructores y deconstructores de

nuevas realidades sociales. Las concepciones epistemológicas deben apuntarle a la diversidad, no

para generar más burocracia, sino para mostrar que la historia y muchos de sus estudios son

blancos, eurocéntricos y patriarcales.

Cuadro 3. Criterio de evaluación para estudios que utilizan teoría fundamentada.

Fuente: (Charmaz 2005)

3.8.1 Las Fases de la Investigación

Se da inicio a la recolección con una fase de planificación en la cual se diseñan las preguntas,

los formatos, matrices y material en general para las dos organizaciones sociales, así mismo las

fechas a convenir que corresponden a los sábados de julio, agosto y septiembre de 2015, dos horas

96

por encuentro, los primeros cuatro sábados competen a los encuentros con las mujeres en

formación seleccionadas para los talleres. En cuanto a la colectiva Café y Géneros se plantean los

mismos encuentros los días viernes.

En la fase exploratoria, la observación participante motiva a las mujeres y personas diversas

a pensar por sí mismas valorando sus sentires, necesidades, saberes, problemáticas y expectativas.

El primer taller es una introducción sobre mi rol como investigadora-participante con un taller de

inicio que se basa en preguntas generadoras y su posterior retroalimentación.

En la fase de acción-interacción (tres talleres) Los diálogos se han direccionado desde las

categorías de análisis (Identidad, Memoria y Cuerpo), las cuales dirigen el rumbo de la

investigación en sus distintos momentos. Cada una representa un taller dinamizado desde una

jornada que inicia con una motivación, un hilo conductor, interacción planteada individual y/o

grupal, registro de diálogos reflexivos y cierre.

Para el segundo mes se continúa con las actividades de la fase acción-interacción aplicando

las entrevistas semi-estructuradas a profundidad (2) y cuestionarios (1) con las educadoras

feministas populares. Cada entrevista y cuestionario es una fecha de encuentro, representa las

características esenciales de las organizaciones, sus premisas, ideas y apuestas políticas que van a

manifestar la plausibilidad que se requiere para responder el problema de investigación. Los

instrumentos han sido los vehículos de sistematización y recordación, la interacción ha sido el fin

de cada jornada. Para la última fecha del mes se realiza la planeación de un material de difusión

(una revista) con base en la experiencia.

Para las fechas de septiembre (2016) se reúne el material para redacción, edición y

producción del material, en la última se genera el material para compartirlo con ambos colectivos

y generar un conversatorio de cierre y lanzamiento de la revista La Sureña 9.

97

A continuación se adjuntará la portada de la revista acordada en colectivo:

Fig 2. Portada o tapa de la revista La Sureña 9.

Fuente: (Diseño: Andrés Gíl, Diana Garzón. Ilustración: Erika Kuhn 2016).

3.8.2 Análisis de datos

Para analizar los datos recolectados en los encuentros registrados en los diálogos reflexivos,

entrevistas y cuestionarios de acuerdo a las fechas establecidas y las categorías seleccionadas. Se

diseñaron matrices para rastrear la información por categorías, palabras claves y reflexión, con el

fin de reducir para generalizar y construir, de acuerdo a las distintas perspectivas para articular las

premisas de los hallazgos y proveer la validez suficiente.

La determinación de la validez exige, según Bonilla y Rodríguez (2005):

Estimación de la medida en que las conclusiones representan efectivamente la

realidad empírica.

Estimación de si los constructos diseñados por los investigadores representan o

miden categorías reales de las experiencias humanas.

La triangulación implica reunir una variedad de datos y métodos para referirlos al mismo

tema o problema, además que los datos se recojan desde puntos de vista distintos y realizar

98

comparaciones múltiples ante un fenómeno único. A través de un examen cruzado de la

información se pueden obtener datos de gran interés que permitan no sólo el contraste de los

mismos, sino que también puede ser un medio de obtener otros datos: personas, instrumentos,

documentos o la combinación de estos.

La triangulación en la investigación social presenta muchas ventajas porque al utilizar

diferentes métodos en la investigación, éstos actúan como filtros o través de los cuales se capta la

realidad de modo selectivo.

3.8.2.1 Matriz de hallazgos: Diálogos Reflexivos.

La Matriz de hallazgos de los diálogos reflexivos se realiza en octubre-noviembre de 2015, se

aplicaron 3 de ellos, diseñados con base en las categorías de análisis (Cuerpo, Identidad, Memoria),

cada uno con premisas (Subcategorías emergentes) que en la triangulación teórica van a dar origen

a la consolidación de representaciones más fuertes que proveen hallazgos, conclusiones y

propuestas a partir de las miradas de las mujeres en proceso de alfabetización con enfoque de

género.

Cuadro 5. Matriz de análisis de hallazgos. Diálogos Reflexivos.

Fuente: (Elaboración propia).

3.8.2.2 Matriz de hallazgos: Entrevistas.

La matriz de hallazgos de las entrevistas se realizó en octubre-noviembre de 2015, se

aplicaron dos, una preliminar y una de soporte a cinco formadoras feministas populares en el

proceso de alfabetización para mujeres adultas en Bosa “La Sureña” y a tres representantes de la

99

Colectiva Café y Géneros. Se diseña el instrumento de análisis a partir de las premisas de las

preguntas, en este caso cinco columnas conectadas a cada intervención, con el fin de dilucidar los

puntos de articulación y las categorías. La última fila corresponde a la triangulación. Participante-

proceso.

Cuadro 6. Matriz de hallazgos entrevista preliminar.

Fuente: (Elaboración propia).

Cuadro 7. Matriz de hallazgos entrevista de soporte .

Al final de los nombres de las participantes, viene la fila de triangulación –

proposiciones base-, para articular y combinar concepciones por cada intervención y

rastrear la deconstrucción de categorías (Identidad, Memoria y Cuerpo).

Al final de los nombres de las participantes, viene la fila de triangulación –

proposiciones base-, para articular y combinar concepciones por cada intervención y

rastrear la deconstrucción de categorías (Identidad, Memoria y Cuerpo).

100

Fuente: (Elaboración propia).

3.8.2.3 Matriz de Hallazgos: Cuestionario.

La matriz de hallazgos de los cuestionarios, se realizó en Diciembre 2015-Enero 2016 para

aclarar subjetividades de los procesos, y vislumbrar las categorías dentro de las acciones y

estructuras de las organizaciones sociales. Entre tanto las percepciones demuestran con mayor

precisión las proposiciones base, deconstruidas desde la triangulación. El cuestionario se aplica a

las cinco formadoras populares,-equipo de base- y a los 3 representantes de la Colectiva Café y

Géneros. La matriz de análisis del cuestionario está dividida en 6 columnas, la primera son los

nombres de las mujeres y/o personas diversas más las cinco preguntas planteadas. Dentro de las

columnas de las preguntas hay otras dos columnas con “SI y NO” de acuerdo a los planteamientos.

Las personas a quienes se les aplicaron los cuestionarios optaron por esta pregunta cerrada, y

tuvieron que justificarlas. Las 6 líneas compuestas por los nombres de los estudiantes y las

proposiciones base al final de la matriz mostrarán unas primeras versiones de hallazgos viables y

fieles a todo el diseño de investigación con el fin de generar la validez requerida para la exactitud

de los datos.

Cuadro 8. Matriz de hallazgos Cuestionario.

Fuente: (Elaboración propia).

101

Fig 3. Cuestionario aplicado a la Colectiva Café y Géneros –preguntas previamente establecidas-.

Fuente: (Elaboración propia)

Los mecanismos de análisis previamente expuestos son los generadores de los hallazgos

que en el próximo capítulo no sólo mostrarán distintos descubrimientos, sino manifestarán la

exactitud que en clave de la rigurosidad mostrarán representaciones propias de las realidades

sociales que delimitan la deconstrucción del pensamiento popular feminista.

CAPÍTULO 4.

LOS HALLAZGOS: CUANDO LOS SENTIDOS SE MULTIPLICAN

Los hallazgos de esta investigación surgen de la comunicación y educación popular y

comunitaria como propuesta colectiva alterna a los paradigmas hegemónicos. Más que tener una

respuesta rebelde, se performa la vida desde la identidad, la memoria y el cuerpo como hilos

conductores de la construcción del género en lo popular, entre tanto se abren perspectivas más allá

de las líneas de investigación “tradicionales”, lo cual implica una contestación coherente y de

carácter incluyente de las supuestas minorías. La imposición de la sexualidad prescrita, conduce a

un debate amplio sobre las garantías obligadas de la categoría dicotómica: sexo-género, la cual se

expande a la subjetividad política y en consecuencia a la búsqueda inextricable de la igualdad.

Para entender estas discusiones y llevarlas al nivel epistemológico que requiere lo popular,

los hallazgos se basaron en el análisis exhaustivo de los resultados de las indagaciones realizadas

que dieron el sentido correcto y real a este problema de investigación.

102

1. La Pedagogización del Feminismo desde la Elaboración de un Currículo Alterno: La

Educación Popular Feminista.

La educación popular feminista permite crear estrategias desde la organización misma de

las mujeres, creando y consolidando procesos que tengan como objetivo mejorar las condiciones

y desigualdades, no solo en el ámbito educativo sino en otras esferas de la cotidianidad; y cómo

todas estas apuestas inciden en el proceso de construcción desde el reconocimiento del ser mujer

en diferentes contextos. En ese sentido se convierte en un resultado-proceso de la construcción del

género en lo popular, en la medida de manifestar la emergencia y por supuesto relevancia de la

perspectiva de género en lo popular a través de la educación, en este caso, un proyecto dirigido a

adultas mayores que desde reflexiones académicas y experiencias de organización han cambiado

la manera de pensar la educación, para dejar de ser objeto y concebirse como sujeto.

Desde el Movimiento12 Popular de Mujeres La Sureña el trabajo desde la Educación popular

Feminista, permite y exige pensarse de forma colectiva la labor desde las prácticas mismas en lo

educativo esto nos permite crear estrategias desde lo organizativo, lo ético-político y lo

comunitario, en la construcción de un nuevo feminismo con, desde, para y entre mujeres, en donde

la apuesta es la transformación en la vida de las mujeres con las que se trabaja, mediado por la

voluntad, pasión por la labor y lo político que atraviesa la cotidianidad, las relaciones, los abrazos,

las palabras, las sonrisas de las mujeres y de las y los compañeros que aportan a éste tipo de

apuestas. Como lo plantea Claudia Korol (2007):

Entendemos que sería sumamente productiva la creación de espacios comunes en los que

podamos problematizar las experiencias en las que participamos, de manera de aprender

colectivamente de las mismas, y fortalecerlas, identificando sus debilidades, y sumando

fuerzas para superarlas. (P.22)

Desde el proceso de “Alfabetización y educación para mujeres adultas con enfoque de

género” en la Localidad de Bosa se buscan reflexiones propias de la vida tanto emocional como

cotidiana de las mujeres que hacen parte del proceso, donde se logre re-pensar, re-sentirse y

descubrirse como mujeres con necesidades, proyectos, sueños y subjetividades desde una

12 El movimiento social es la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la

dirección social de la historicidad en una colectividad concreta. (Touraine, 2006) En este caso la colectividad evoca

la lucha de las mujeres desde lo popular como esencia de una nueva mirada emancipatoria.

103

construcción tanto individual como colectiva con otras mujeres, a partir de la oralidad, la lecto-

escritura, el pensamiento lógico busca la activación a la vida escolar como una necesidad de

contribuir a un desarrollo de habilidades cognitivas, comunicativas y del lenguaje a partir de las

diferentes áreas que las conecten con sus experiencias vitales, permitiéndoles acceder al

conocimiento, la cultura y el ejercicio reconocerse como protagonistas de su historia. Trabajar la

educación popular feminista en el contexto de la localidad de Bosa trae consigo un esfuerzo por

cambiar las condiciones desiguales, partiendo siempre de lo cotidiano, unido al trabajo desde

niveles personales, de las relaciones con otras mujeres, como respecto de su metodología, trabajo

curativo, corporal y espiritual, con base en los desafíos directos relacionados a la opresión y

dominación internalizadas.

Convocar a las mujeres a comprometerse en una acción política que rompa con la tentación de la

revuelta introvertida de los pequeños grupos de solidaridad y de apoyo mutuo, por necesarios que

sean en las vicisitudes de las luchas cotidianas, en la casa, en la fábrica o en la oficina, hacer eso

no es, como podría creerse, y temer, invitarlas a encontrarse anexionadas o sumergidas en

movimientos ajenos a sus preocupaciones y sus propios intereses. (Bordieu, 2000, p.8).

Se realiza la relación del movimiento de mujeres desde el eje de Educación Popular

Feminista con la necesidad de empoderar a las mujeres desde sus zonas de acción cotidiana, sólo

de esa manera es posible que consideren la relevancia de su rol en la sociedad. A partir de las

discusiones generadas en los encuentros con las mujeres en formación y las/los compañeros de

base, se han establecido planteamientos de carácter epistemológico para el direccionamientos de

los procesos: ¿Desde qué lugares, escenarios y discursos se ubican para el desarrollo de sus

prácticas educativas ético políticas? A partir de la experiencia, ¿Cuáles serían los aportes a la

educación popular feminista que permiten fortalecer las prácticas de los escenarios formativos?

¿Cuáles serían los retos, apuestas y objetivos para consolidar la práctica educativa – formativa?

Los anteriores cuestionamientos evocan la reflexión continua y pragmática de las acciones que

proveen y permiten estos espacios autogestionados que nacen de la comunidad organizada y no de

la burocratización de los proyectos institucionales.

Los aprendizajes que están adquiriendo las mujeres, se construye a través de guías no

sexistas, comprensión de textos relacionados con su entorno, acercamiento a la literatura a través

de lecturas en voz alta, uso de técnicas de cartografía social, divulgación sobre sus derechos

104

sexuales y reproductivos. También han recibido énfasis en áreas de lenguaje y pensamiento

matemático, un taller sobre la reivindicación de la mujer afro, una sesión acerca de técnicas de

aprendizaje y fueron vinculadas al proceso de afiliación de la Red de Bibliotecas Públicas de

Bogotá.

Las mujeres al participar en este tipo de espacios mejoran su autoestima, pueden tener

acceso a mejores empleos, conocen sus derechos, participan para lograr una mejor calidad de vida

para sí mismas, sus familias y la de su comunidad. Además de mejorar sus relaciones sociales,

hacer amigas, expresar sus perspectivas frente a la vida y sus experiencias propias de mujeres que

han vivido y sentido el machismo, la exclusión, la falta o abandono de oportunidades por diversos

factores o por el simple hecho de ser mujer o madre.

La mayoría de las participantes abandonaron la escuela años atrás, por tanto decidieron

iniciar con este largo pero satisfactorio camino, no sólo para las mujeres vinculadas hasta el

momento en el proceso, sino para las personas que estamos con ellas hombro a hombro luchando

por un sueño individual y colectivo. Actualmente, contamos con casi cien mujeres que participan

del proceso de educación popular.

La ilusión siempre seguirá siendo la misma, a estas mujeres grandes de corazón y

experiencia con ganas de aprender cada día más, no les desanima las dificultades alcanzadas en el

proceso, les empujan las ganas de superarse, desarrollarse y conseguir una independencia tanto

emocional como económica. En ese sentido se conciben como sujetas activas de participación;

importantes dentro de la sociedad de la que hacen parte, esto es inherente a los cambios

sustanciales que surgen de sus reflexiones individuales y colectivas, las cuales van a influir de una

manera decisiva en la vida de las mujeres y hombres de las nuevas generaciones.

2. Articulación: Necesidad y Coherencia Para la Interacción Socio-Política.

La articulación se convierte en una máxima del posicionamiento epistemológico de la

organización social, la imperante necesidad de formar alianzas y redes en pro de fortalecer

procesos y comprender que lo construido es relevante y tiene un impacto social que ha permitido

105

un pensamiento alternativo a lo hegemónico, uno en el que si las minorías no se reúnen no habrá

si quiera la oportunidad de discutir todo de improperios en contra de lo que sea contrario, diverso.

Los objetivos a priori de las organizaciones de base deben apuntarle a la articulación con la

comunidad (conociendo y respetando sus maneras, mostrando otras maneras de ser mujeres y

personas diversas). Construir redes y proponer premisas más allá de la ideologización de acciones

coyunturales, exige un compromiso legítimo y unas claridades epistémicas que construyan y

deconstruyan al mismo, que demuestren la fuerza de lo popular y la resemantización de la

educación, comunicación y nuevos aprendizajes. Esas subjetividades que se refrendan desde lo

horizontal, la autonomía y las lógicas de participación política.

Otro momento de la articulación sucede con los momentos históricos que han desaforado

la consciencia y la movilización, por ejemplo en el caso de la imposición de la ley 30 (2011) para

las universidades públicas con acuerdos neoliberales, asistencialistas y con fines alejados de

cualquier tipo de gnoseología que fortalezca, que proponga mayores niveles de construcción del

conocimiento. En Puerto Gaitán (Meta 2011-2012) junto con otras organizaciones se emprende el

acompañamiento y el reporte de situaciones de explotación petrolera sin precedentes,

adicionalmente del apoderamiento de la tierra y la creación de una ciudad aparte, un barrio gigante

sin accesos, incluso las mismas carreteras son uso exclusivo de la multinacional. Este

establecimiento ha provocado el resurgimiento de grupos paramilitares para la “protección” de

tierras y la prostitución detrás de la “bonanza”. Camiones estacionados, jeques petroleros criollos,

entre otros acceden a niñas y jóvenes del territorio.

Las acciones de cada organización desatan distintas subjetividades, la relación con la Ruta

Pacifica de las mujeres se convierte en toda una epifanía y ejemplo vital de lucha y resistencia,

desde por y para el cuerpo de las mujeres. Las mujeres siempre guardadas salen por el Pacífico

revelando los atroces crímenes y vejámenes de los paramilitares, con la premisa de no ser y

renunciar a ser botines de guerra y/o no parir hijos para la guerra. Ana Fabricia Córdoba una de

sus participantes voz de desplazadas (os), valiosa muestra de resignificación, víctima directa de la

guerra de las autodefensas en contra de la vida de los civiles y las resistencias; es asesinada luego

de múltiples amenazas y denuncias que jamás fueron sometidas a seguimiento, el negligente estado

106

olvida a esta mujer como a muchos otros líderes y líderesas sociales. La muerte representa una

alianza intrañable, comprueba lo que vale la lucha, la mella de las organizaciones, lo que cuesta

ser mujer, negra, desplazada en un país como Colombia.

Una importante reflexión hacía lo indigenista más allá del genocidio colonial, trasciende

la concepción del feminismo comunitario, el cual devela que las reflexiones de género en

Latinoamérica son distintas y que las maneras de construir identidad es a través de lo propio, Julieta

Paredes y Francesca Gargallo hacen reflexiones teórico-prácticas interesantes y necesarias para

desconolonizar las luchas. No se desconoce lo Europeo, su importancia y reflexiones, sin embargo

han existido luchas propias que no se han visibilizado y son necesarias para este tipo de análisis.

Así mismo los vínculos con mujeres campesinas, floriculturas, han visibilizado con mayor

hincapié la consciencia de clases como una de las primeras reflexiones y puntos de articulación

que demuestra con vehemencia la desigualdad en el campo, mujeres que no tienen ningún tipo de

derecho a la tierra, sino es esposa de, o hija de, adicionalmente el trabajo no remunerado y acceso

restringido al control recurso económico.

Estás redes en las ciudades, en el campo, en territorios consolidan, fortalecen y encaminan

las maneras de ser mujeres y personas diversas en una sociedad que desfigura y caricaturiza las

luchas populares, estos puntos de articulación han transgredido patronajes, desde el control

patriarcal y capitalista que por siglos han manipulado las realidades, la historia y han borrado

muchas acciones y situaciones relevantes para nuestra identidad y la memoria. Ejemplos claves

son las movilizaciones de las y los defensores del aborto, así mismo el respeto por los tránsitos, la

adopción y matrimonio gay, por la autonomía de los cuerpos y una ciudadanía real. Esta

solidaridad pragmática sugerente defiende la premisa de lo privado es público.

Estas otredades reunidas en la lucha por la igualdad, consciencia de clases y

descolonización desatan la acciones populares cargadas de sentidos políticos, encuentros en

conmemoraciones por la mujer trabajadora, marcha por la diversidad, y participación conjunta en

proyectos culturales reales por parte de las organizaciones13 que conocen la comunidad y los

13 Organizaciones, colectivos y procesos de carácter ambiental, soberanía alimentaria, artístico, comunicativo ,

indigenista. La gente del Tunjuelo, la Minga Urbana Techotiba, Colectiva transpopulares, Rec íclate Especies-os,

107

territorios. Así mismo el intercambio de saberes en encuentros como el ELCALP (Encuentro

Latinoamericano y del Caribe de Acción y Prácticas feministas) (2011), en el cual confluyen

organizaciones feministas de Latinoamérica, sentir el apoyo y la solidaridad sustantiva crea

vínculos inextricables que generan la seguridad que el patriarcado y el machismo arrebata día a

día.

La participación de las mujeres en diferentes expresiones organizativas ha venido

cobrando importancia especialmente en los sectores populares, acotando que los puntos de

articulación surgen con las acciones concretas; contribuyendo al fortalecimiento de los

movimientos sociales que apuestan por una transformación de las condiciones de desigualdad

generadas por los modelos económico-políticos imperantes.

Sin embargo, las diferentes labores y acciones organizativas desempeñadas por las mujeres

en sectores populares tienden a ser invisibilizadas, por diversas razones se considera que no

trascienden de la escala barrial y local, en algunos casos, y en otros porque se naturalizan las

acciones de acuerdo a los roles tradicionales de género, es decir, las iniciativas de formar,

transformar, impulsar procesos organizativos en diferentes áreas son consideradas propias de su

accionar femenino.

Se hace necesario generar escenarios de confluencia de iniciativas organizativas

individuales y colectivas desde las mujeres, que permitan fortalecer las acciones propias y las

comunes de las diferentes expresiones de organización de las mujeres de sectores populares. La

metodología planteada en nuestras búsquedas reúne en su metodología el diálogo, el estudio, las

prácticas, la reflexión sobe las mismas. El análisis particular y el universal pueden encontrarse en

un mismo proceso con la exploración de los sentidos y los sentires. El saber académico dialoga

con el saber popular. El intelectual del movimiento interactúa con el intelectual de la academia.

El Movimiento Popular de Mujeres La Sureña, nace de la confluencia de diferentes

iniciativas colectivas e individuales que vienen realizando trabajos académicos, políticos, artísticos

y productivos con mujeres y desde las mujeres de sectores populares. Así mismo la Colectiva Café

mercado solidario, mesa local de comunicaciones (Kennedy y Techotiba), REPEM, Red de Antropología

Latinoamerica, Red periodistas con enfoque de género, Las Mujeres de la Sabana, entre otros y otras.

108

y Géneros surge de la búsqueda de espacios de discusión sobre el género por las personas de los

barrios, la necesidad de poner en la mesa las situaciones actuales y las maneras de entender la

identidad de género y la orientación sexual proveen escenarios dignos de discusión para pasar a la

fuerza de premisas y no sólo lo que muestran los miedos de la comunidad LGBTI.

La lucha antipatriarcal es la utopía por el cambio social, por tanto acuña toda la

transformación y necesidad de construcción equitativa por parte de hombres y mujeres. Entre tanto

se ha construido en colectivo un plan de estudios que atienda las necesidades reales de las mujeres,

desde la anatomía del cuerpo humano, hasta las reglas ortográficas van a tener una perspectiva de

género en su socialización y práctica, es decir que las y los educadores populares han estado

recogiendo, organizando, planeando, acordando y aplicando temáticas para participar de

encuentros y charlas para llevar a cabo las sesiones de acuerdo a dinámicas de circulo de palabra,

juegos de rol, evocación de la memoria y narrativas, atravesados por pensamiento feminista

popular que incluya y provea escenarios de participación a las mujeres y educadores populares

como productores de conocimiento. A la par se visibiliza un proceso de desaprendizaje patriarcal

que reúne las caracterizaciones pertinentes a la concepción de Canclini (1989):

Sobre lo popular como herramienta que permite abarcar sintéticamente todas estas situaciones de

subordinación y dar una identidad compartida a los grupos que coinciden en este proyecto solidario.

Por eso, el término popular se ha extendido en partidos políticos, revoluciones y movimientos

sociales (Canclini, 1989, p.32)

¿Cómo construimos nuevos tejidos sociales con este modelo de patriarcado y

neoliberalismo? La educación popular feminista cuestiona el sistema cultural y religioso, y por

supuesto construye otras lógicas, teniendo en cuenta que el que las mujeres no tengan acceso pleno

a la educación obstaculiza los procesos de transformación, se piensa la necesidad y responsabilidad

social de reeducarnos y desaprender para que, entre mujeres se revise la manera de actuar, de

evaluar la reproducción de modelos. Korol (2007) reseña;

Sin educación las mujeres seguiremos siendo conservadoras, por lo que nos corresponde hacer

llegar el conocimiento y el espíritu crítico de la teoría de género a todas las mujeres y que este no

se circunscriba a las académicas, la pedagogía que prefiere el testimonio al silencio de los textos.

(Korol, 2007, p. 16)

109

La universidad Pedagógica Nacional desde su práctica académica en el programa de

Licenciatura en Educación Comunitaria y Popular con énfasis en derechos humanos; ha hecho

parte del desarrollo coherente del ejercicio, teniendo en cuenta que las y los estudiantes se están

formando como educadores populares, la universidad además de seguir y construir desde las

discusiones académicas críticas, muestra a los estudiantes la necesidad de organizarse social y

políticamente, así mismo construir desde el barrio con la gente, no mirándola para pensar cualquier

cosa y asumirla bajo concepciones propias que van a respaldar miles y miles de construcciones

ético-políticas en las que se cree, por el hecho de observar y dar por entendidas sin hacer parte a

la comunidad de la que se quiere aprender. Es necesario repensar otras maneras de investigar las

ciencias sociales en el sentido de captar las verdaderas necesidades y las situaciones de injustica

que oprimen la vida de las mujeres. Por ello como mujeres sureñas se atiende a la necesidad de

fundamentar una pedagogía responsable con las mujeres y los formadores populares.

Convocar a las alianzas implica visibilizarse De la radio ha participado en la feria del libro,

expo-jóvenes, ferias de comunicación en el La Fundación Gilberto Alzate Avendaño, radioefecto

sonoro, entre otros. Se han compartido experiencias desde la producción de radio popular en

encuentros; Jóvenes con derecho a la ciudad, coloquios sobre radio universitaria y encuentro de

radios asociadas de RadioFrancia Internacional, organizadas por la universidad de la Sorbona y la

alcaldía de París.

La radio ha participado en la feria del libro, expo-jóvenes, ferias de comunicación en el

La Fundación Gilberto Alzate Avendaño, Radioefecto Sonoro, entre otros. Se han compartido

experiencias desde la producción de radio popular en encuentros; Jóvenes con derecho a la ciudad,

coloquios sobre radio universitaria y encuentro de radios asociadas de RadioFrancia Internacional,

organizadas por la universidad de la Sorbona y la alcaldía de París.

Es posible afirmar que la articulación se convierte en una obligación, en una subjetividad

inherente a las organizaciones para considerarse estudiosas de los fenómenos científicos sociales,

además de crear un impacto cada vez más fuerte que haga mella en la genealogía de la lucha y

construcción política del conocimiento. La diferencia es necesaria, pero no debe der motivo de

110

fractura, ni mucho menos encerrarse en sí mismas, los sentidos se confunden y la deconstrucción

necesaria no avanza.

En suma reorganizar las categorías con las que distintas ciencias han condicionado la vida

humana, implica desmontar tanto como se pueda, a pesar de lo complejo que pueda llegar a ser.

La articulación como paso obligatorio debe generar las discusiones que delimitan la lucha por la

justicia y la igualdad, aquella que proveerá los matices y variables propias de cada movimiento y

que en red formularán propuestas coherentes, acordes a la comunidad y a sus necesidades. Café y

Géneros y la Sureña son un ejemplo claro de lo que significa la articulación, los cuales se han

nutrido de los saberes y aprendizajes para acompañar luchas.

3. Deconstrucción del Lenguaje

El lenguaje se convierte en un valioso elemento de análisis dentro de este proyecto, para

empezar se disiente desde ambos procesos con el término de “lenguaje de inclusión”, ya que en

aras de proveer rigurosidad, coherencia, igualdad y equidad, esta expresión enmarca la

victimización, el asistencialismo político y algún tipo de favor, en vez de la constestación seria

que implica que se exista; y lo que existe, es lo que vemos, lo que sentimos, lo que hacemos, lo

que aprendemos, es decir lo que somos, y justamente esa es la apelación, por el reconocimiento.

La inclusión sería otro cliché patriarcal, al que luego habrá que darle las gracias. Entretanto el

lenguaje ha soslayado cada estrofa de la esencia humana, entonces por qué las mujeres y trans

hemos sido segregadas y segregados por las estructuras de poder que utilizan las palabras para

justificar las máximas del olvido.

El lenguaje debe dar un paso enorme, los mecanismos de expresión deben ir de la mano de

la lógica y de sus usuarios (todos), este paso con perspectiva más de equidad que de igualdad, han

construido desde el lenguaje significaciones a la par de las discusiones y nuevos códigos. Interesa

ir más allá de los y las, y estrechar vínculos más profundos con lo semántico. Por y para esto,

apostarle al lenguaje es fortalecer la memoria y saber que la historia debe ser criticada juzgada.

Las mujeres han establecido distintas posiciones, la necesidad de cambios radicales en las maneras

de redactar y emitir discursos, se ha convertido en la premisa (en muchos casos), sin embargo los

111

niveles del lenguaje no sólo son morfosintácticos, llegar a lo semántico para crear polisemias que

vayan de la mano con matices que incluyan a todos y a todas. Esta elaboración no es sencilla y se

erige en el valor de las palabras que construyen realidades, esas realidades forman lo pragmático,

lo que hace real estas manifestaciones que al soslayar lo lingüístico, se convierte en una situación

cotidiana que es lo que se requiere como primera instancia en una de las luchas por la igualdad.

Leer en la mayoría de investigaciones en ciencias sociales, aserciones como el hombre es

el único animal racional, los hombres han luchado, nosotros los hombres hemos construido en

sociedad, afirma que el camino de lo pragmático es largo y profundamente diacrónico. La RAE

(Real Academia de la Lengua Española) hace acotaciones a los anteriores ejemplos argumentando

economía del lenguaje, entre tanto las correcciones son políticas, pero no lingüísticas, ya que la

condición cambiante, social y dinámica caracteriza sin resultados reales. Al respecto tendríamos

que empezar a preguntarnos: ¿quién estableció esta ley?, ¿esta ley ha pervivido por siglos de

manera idéntica?, ¿es acaso una ley divina o suprema imperfectible?, ¿es imposible considerar que

la gramática sea perfectible o susceptible de cambios?, ¿qué, acaso niegan el hecho de que es un

producto social?, ¿no es una lengua viva?, ¿afirman con ello que la lengua es inmodificable? La

historia nos da otras respuestas. Y en aras de la economía lingüística, ¿no sería válido un femenino

genérico que nombre aquellos colectivos integrados mayoritariamente por mujeres?

Las respuestas a los anteriores cuestionamientos deben ser analizadas y desmontadas para

generar discusiones coherentes a lo lingüístico y a lo social. Los varones y las mujeres hemos

creído que lo realizado por las mujeres no tenía valor ni tenía por qué ser objeto de mención, que

la presencia importante era la masculina y que lo digno de reconocimiento era todo aquello

realizado por un hombre. Baste sólo recordar, por ejemplo, que las familias en las que no existe un

padre de familia se han calificado como “disfuncionales”, o que sólo a la voz masculina se le

otorgue credibilidad y la capacidad para decidir sobre la comunidad; o que el modelo de cuerpo

humano que aparece en los textos de biología siempre es el masculino y no ambos, o que siempre

se nos oculte tras palabras en masculino como “nosotros”, “los colombianos” o “los ciudadanos”

siendo que las mujeres integramos también cada uno de esos grupos. Desde estas creencias y desde

la diversidad de sus expresiones, hemos contribuido a que la voz con autoridad fuera siempre la

112

masculina, que sólo ésta se escuchara, y que la voz femenina se incluyera en ella. E incluso

llegamos a pensar que las decisiones de ellos eran también las nuestras.

De esta manera, lo masculino desde el privilegio ha tomado arbitrariamente decisiones

estructurales como único modelo en la construcción de la realidad desde las múltiples

manifestaciones del conocimiento y producción de saberes científicos, sujetos de derechos,

participación política y legitimización del poder, así mismo es el visible en el reconocimiento de

obras de distinto índole y equívocamente la unidireccionalidad a sí mismo. Al ser destacado en

todo por todos, en toda la historia (me excuso por la redundancia, pero a veces es necesaria) es lo

nombrado, es el protagonista repetido y legitimado una y otra vez por el lenguaje práctica que aún

se percibe como “lo correcto” o “lo normal”. En suma, cada una de estas prácticas, en lo privado

y en lo público, ha contribuido a que la población masculina se adjudique la condición de ser el

representante de la humanidad. Concepción que se refuerza a través de los roles y estereotipos de

género, es decir, de todas aquellas asignaciones de lo que se ha creído erróneamente deben ser y

hacer las mujeres y los hombres. Desafortunadamente, a través de los roles y estereotipos

contribuimos a seguir manteniendo un orden androcéntrico en el que las mujeres quedan invisibles

y al margen de todos los beneficios y reconocimientos a los que como personas tienen derecho. El

androcentrismo ha sido una de las estrategias, a veces consciente y en otras inconscientes, para

ocultar y negar a las mujeres sus derechos. Nuria Varela soporta:

El mundo se define en masculino y el hombre se atribuye la representación de la humanidad entera.

Eso es el androcentrismo: considerar al hombre como medida de todas las cosas. El androcentrismo

ha distorsionado la realidad, ha deformado la ciencia y tiene graves consecuencias en la vida

cotidiana. Enfocar un estudio, un análisis o una investigación desde la perspectiva masculina

únicamente y luego utilizar los resultados como válidos para todo el mundo, hombres y mujeres,

ha supuesto que ni la Historia, ni la Etnología, la Antropología, la Medicina o la Psicología, entre

otras, sean ciencias fiables o, como mínimo, que tengan enormes lagunas y confusiones. (Varela,

2005:175)

El valor sin precedentes de la identidad de género ha evocado el valor de las mujeres y la

diversidad dentro de las construcciones sociales que las han desdibujado.

113

En el análisis de resultados se rastrearon las siguientes caracterizaciones del lenguaje: la

invisibilización y la exclusión, La primera puede definirse como aquella manifestación en donde

las mujeres y sus obras no son visibles, pasan inadvertidas, desaparecen por completo o

simplemente no se contemplan. Ni siquiera se plantea su existencia, presencia o participación, a

pesar de sus contribuciones.

En el lenguaje, cuando nos encontramos con expresiones en las que se usa el

masculino genérico para nombrar a mujeres y hombres, por ejemplo, “los alumnos”, aunque el

grupo está integrado por alumnas y alumnos, e incluso si está compuesto en su mayoría por

mujeres. Cuando se da por sentado que quienes serán receptores de un mensaje o de una acción

siempre son del sexo masculino. Como en los libros de texto, en donde se alude siempre a

referentes masculinos: Pídele a tu maestro, Trabaja con tus compañeros. En los diccionarios,

donde la mayoría de las palabras que refieren a las personas están denominadas en masculino.

Asimismo, las definiciones de los diccionarios están construidas desde la perspectiva masculina.

(Guichard, 2015, p.56)

La segunda característica: la exclusión, mediante el cual se le quita a las mujeres el lugar

que les corresponde. Se les rechaza o niega su calidad de personas autónomas e independientes.

Ejemplos: En la vida cotidiana, cuando se le otorga valor al trabajo realizado por los varones en el

ámbito público, y se le niega al que es efectuado en casa tradicionalmente por las mujeres; de

forma automática se les excluye de cualquier reconocimiento por su contribución al bienestar

familiar, y, por ende, de cualquier retribución.

En síntesis, exclusión e invisibilización contribuyen a ocultar y negar la participación

femenina tanto en el entorno público como en el privado. En cuanto a las manifestaciones

androcéntricas en el lenguaje, un recurso muy utilizado es el empleo del masculino como genérico,

que consiste en el uso del masculino como la forma para referir a un grupo de mujeres y hombres,

o para aludir a una persona desconocida, con lo que se anula en automático la posibilidad de que

sean mujeres.

114

Alda Facio (2005) es puntual en lo que respecta a las distintas formas de discriminación

hacia las mujeres desde el lenguaje:

Un rol importante lo juega el fenómeno de los términos “marcados” en la consolidación de lo

femenino y las mujeres como “lo otro”, lo no universal, lo particular y específico. Así la mujer es

sentida como perteneciente al campo de lo específico y el hombre al campo de lo universal.

Cuando esta “especificidad” o “particularidad” de lo femenino es llevada al campo de los derechos

humanos, nos encontramos con el hecho de que el principio de igualdad es entendido como el deber

de otorgarle a las mujeres los mismos derechos que tienen los hombres y no otros derechos que

necesitamos las mujeres precisamente por ser personas subvaloradas. Los derechos que

necesitamos las mujeres en tanto que personas subvaloradas, son entendidos como demasiado

“específicos” para formar parte de los derechos humanos universales. Esto es grave.” (Facio, 2005,

p. 17-18)

El proceso de alfabetización y comunicación alternativa (La Sureña) y los conversatorios

(Café y Géneros) han discutido a profundidad este tema de manera pragmática, teniendo en cuenta

que ambos han incorporado a sus agendas el lenguaje equitativo que se requiere para iniciar la

transformación necesaria desde la cotidianidad de las lideresas y participantes en los grupos de

discusión. Las primeras elaboran guías y talleres de lectoescritura con lecturas de mujeres

relevantes, escribiendo sobre problemáticas contemporáneas de género, así mismo y como se

nombró en el primer hallazgo la elaboración y seguimiento continuo del currículo alterno y

feminista. Por ello, la apropiación de la lectura y la escritura desde la narrativa femenina

fomentarán la construcción de saber que da cuenta de categorías invisibilizadas en la academia y

en los espacios públicos en general, pues la experiencia escritural dominante ha puesto en un lugar

de privilegio la historia masculina, blanca, católica, heterosexual y colonial.

De ahí que, Paulo Freire y Macedo enfaticen en la importancia del lenguaje como

construcción de conocimiento para una educación y alfabetización liberadora, pues dicen ellos

que, “la alfabetización se basa en una reflexión crítica acerca del patrimonio cultural de los

oprimidos. Se convierte en un medio por el cual los oprimidos reciben los instrumentos necesarios

para reapropiarse de su historia, su cultura y su lenguaje. Es por tanto, una forma de capacitar a

los oprimidos para reclamar “aquellas experiencias históricas y existenciales que en la vida

115

cotidiana quedan desvalorizadas por la cultura dominante, y poder así valorarlas y comprenderlas

críticamente” (Freire y Macedo, 1989, p. 158)

Entonces, situar el problema del analfabetismo como situación social y de relevancia

política, para el género femenino adulto popular, es constituir una propuesta colectiva donde

convergen intereses diversos que serán negociados en el ejercicio dialógico que permite la

educación popular y poner en el plano del saber la experiencia, a partir de la narrativa. Todo ello,

en contra posición de una “alfabetización de enfoque utilitario de la lectura”, pues es en el diálogo

que se genera la posibilidad de poner en cuestión los textos y los contextos, aquella lectura de la

realidad será el insumo esencial para la transformación de la realidad concreta.

Pues como lo ha mostrado Pierre Bourdieu en La dominación masculina La escuela,

finalmente, incluso cuando está liberada por el poder de la iglesia, sigue trasmitiendo los

presupuestos de la representación patriarcal (basada en la homología entre la relación hombre/

mujer y la relación adulto/ niño), y sobre todo, quizás, los inscritos en sus propias estructuras

jerárquicas, todas ellas con sus connotaciones sexuales, entre las diferentes escuelas o las distintas

facultades, entre las disciplinas (“blandas” o “duras” o, más cerca de la intuición mítica originaria,

“desencantadas” ), entre los especialistas, o sea, entre unas maneras de ser y unas maneras de ver,

de verse, de representarse sus aptitudes y sus inclinaciones, en suma, todo lo que contribuye a

hacer no únicamente los destinos sociales sino también la intimidad de las imágenes de uno

mismo”. (Bourdieu, 1998, P.108.)

Por ello, la apropiación de la lectura y la escritura desde la narrativa femenina fomentarán

la construcción de saber que da cuenta de categorías invisibilizadas en la academia y en los

espacios públicos en general, pues la experiencia escritural dominante ha puesto en un lugar de

privilegio la historia masculina, blanca, católica, heterosexual y colonial.

De ahí que, Paulo Freire y Macedo enfaticen en la importancia del lenguaje como

construcción de conocimiento para una educación y alfabetización liberadora, pues dicen ellos

que, “la alfabetización se basa en una reflexión crítica acerca del patrimonio cultural de los

oprimidos. Se convierte en un medio por el cual los oprimidos reciben los instrumentos necesarios

116

para reapropiarse de su historia, su cultura y su lenguaje. Es por tanto, una forma de capacitar a

los oprimidos para reclamar “aquellas experiencias históricas y existenciales que en la vida

cotidiana quedan desvalorizadas por la cultura dominante, y poder así valorarlas y comprenderlas

críticamente” (Freire y Macedo, 1989, P. 158.)

Entonces, situar el problema del analfabetismo como situación social y de relevancia

política, para el género femenino adulto popular, es constituir una propuesta colectiva donde

convergen intereses diversos que serán negociados en el ejercicio dialógico que permite la

educación popular y poner en el plano del saber la experiencia, a partir de la narrativa. Todo ello,

en contra posición de una “alfabetización de enfoque utilitario de la lectura”, pues es en el diálogo

que se genera la posibilidad de poner en cuestión los textos y los contextos, aquella lectura de la

realidad será el insumo esencial para la transformación de la realidad concreta.

Pues como lo ha mostrado Pierre Bourdieu en La dominación masculina La escuela, finalmente,

incluso cuando está liberada por el poder de la iglesia, sigue trasmitiendo los presupuestos de la

representación patriarcal (basada en la homología entre la relación hombre/ mujer y la relación

adulto/ niño), y sobre todo, quizás, los inscritos en sus propias estructuras jerárquicas, todas ellas

con sus connotaciones sexuales, entre las diferentes escuelas o las distintas facultades, entre las

disciplinas (“blandas” o “duras” o, más cerca de la intuición mítica originaria, “desencantadas” ) ,

entre los especialistas, o sea, entre unas maneras de ser y unas maneras de ver, de verse, de

representarse sus aptitudes y sus inclinaciones, en suma, todo lo que contribuye a hacer no

únicamente los destinos sociales sino también la intimidad de las imágenes de uno mismo”.

(Bourdieu, 2000, p.108.)

Es imposible no pensar en la relación dialéctica que surge de la Educación Popular

Feminista y el enfoque de género para pensar en la construcción de la igualdad. El feminismo

como ideología política y movimiento de contrapoder que une a las y los oprimidos no muestra

alternativas y propuestas emancipadoras sólo a las mujeres, sino que también libera las maneras

patriarcales de lo masculino y que dominan las maneras de crianza. En el caso de los hombres se

margina su sensibilidad desde muy corta edad, su capacidad de “razonar” está sujeta a la

binariedad. Según Susana Gamba el género, como categoría social, es una de las contribuciones

teóricas más significativas del feminismo contemporáneo. Esta categoría analítica surgió para

explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la noción de

multiplicidad de identidades. Lo femenino y lo masculino se conforman a partir de una relación

117

mutua, cultural e histórica. El género es una categoría transdisciplinaria, que desarrolla un enfoque

globalizador y remite a los rasgos y funciones psicológicas y socioculturales que se le atribuye a

cada uno de los sexos en cada momento histórico y en cada sociedad. Las elaboraciones históricas

de los géneros son sistemas de poder, con un discurso hegemónico y pueden dar cuenta de la

existencia de los conflictos sociales.

En este sentido desaprender el modelo implícito desde antes de nacer es todo un desafío,

porque se trata de montar otras instituciones sociales, o mejor aún abolirlas de las acciones

cotidianas, para ello es fundamental que las organizaciones, reconozcan e identifiquen la represión

existente desde la libertad de ser y perfomarse como iguales. Pensarse la otredad con mujeres,

hombres, homosexuales, transexuales, lesbianas, gays, travestis, pansexuales etc. Implica la

deconstrucción del referente género para callar nombres y per se perder los rótulos que violan

cualquier tipo de autonomía.

La sensibilización sobre la diversidad, acerca a las mujeres a la realidad y las aleja de

sus “zonas de confort”, es decir se exhortan a salir a la calle y deshegemonizar la familia como

primeridad. Las rutinas de las mujeres desde las líneas del conocimiento que se orientan, están

atravesadas por el pensamiento crítico y enfoque de género desde los lenguajes, la semiótica se

torna diversa y las lecturas tienen distintos puntos de vista para que entendamos que las situaciones

problemicas o complejas pueden tener varias soluciones. Además de visibilizar distintas autoras y

autores que han sido escondidos tras la aristocracia y burocracia, se proveen alternativas que

abrirán escenarios más divergentes y menos conservadores. Uno de los propósitos es generar y

conservar espacios de participación a distintas identidades y orientaciones sexuales.

Es imposible no pensar en la relación dialéctica que surge de la Educación Popular

Feminista y el enfoque de género para pensar en la construcción de la igualdad. El feminismo

como ideología política y movimiento de contrapoder que une a las y los oprimidos no muestra

alternativas y propuestas emancipadoras sólo a las mujeres, sino que también libera las maneras

patriarcales de lo masculino y que dominan las maneras de crianza. En el caso de los hombres se

margina su sensibilidad desde muy corta edad, su capacidad de “razonar” está sujeta a la

binariedad. Según Joan Scott (1999), el género, como categoría social, es una de las contribuciones

118

teóricas más significativas del feminismo contemporáneo. Esta categoría analítica surgió para

explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la noción de

multiplicidad de identidades. Lo femenino y lo masculino se conforman a partir de una relación

mutua, cultural e histórica. El género es una categoría transdisciplinaria, que desarrolla un enfoque

globalizador y remite a los rasgos y funciones psicológicas y socioculturales que se le atribuye a

cada uno de los sexos en cada momento histórico y en cada sociedad. Las elaboraciones históricas

de los géneros son sistemas de poder, con un discurso hegemónico y pueden dar cuenta de la

existencia de los conflictos sociales.

La sensibilización sobre la diversidad, acerca a las mujeres a la realidad y las aleja de sus

“zonas de confort”, es decir se exhortan a salir a la calle y deshegemonizar la familia como

primeridad. Las rutinas de las mujeres desde las líneas del conocimiento que se orientan, están

atravesadas por el pensamiento crítico y enfoque de género desde los lenguajes, la semiótica se

torna diversa y las lecturas tienen distintos puntos de vista para que entendamos que las situaciones

problemicas o complejas pueden tener varias soluciones. Además de visibilizar distintas autoras y

autores que han sido escondidos tras la aristocracia y burocracia, se proveen alternativas que

abrirán escenarios más divergentes y menos conservadores. Uno de los propósitos es generar y

conservar espacios de participación a distintas identidades y orientaciones sexuales.

La Colectiva Café y Géneros en sus grupos de estudio y jornadas de discusión han puesto

en debate lenguajes transformadores, partiendo desde el reconocimiento de los discursos y

acciones trans, así mismo nuevas miradas y significaciones desde la partición de la identidad de

género y la orientación sexual, las cuales son fundamentales para entender las luchas.

Justamente una de las contestaciones más fuertes y derroteras de la lucha trans es su

reconocimiento desde la deconstrucción obligatoria del género, hacer conciencia de manera

suficiente sobre la dinamización del lenguaje en estos términos se hace fundamental para

comprender la dimensión de sus luchas. Manifestar que su determinación y su identidad de género

transgrede lo genital y por lo contrario lo limita, y no lo jerarquiza como se piensa comúnmente,

dando equívocamente el estereotipo de promiscuidad, desviación y enfermedad.

119

Organizaciones en pro de la igualdad han construido términos para aclarar las características

de las identidades de género, cuando se habla de diversidad sexual se hace referencia a las

diferentes formas de expresar el afecto, erotismo, deseo, las prácticas amorosas y sexuales entre

las personas; éstas no se limitan a las relaciones de pareja entre un hombre y una mujer, por lo que

incluye la heterosexualidad, homosexualidad y bisexualidad. El término diversidad sexual

cuestiona la idea de que hay una única forma de ejercer la sexualidad y los afectos, haciendo visible

la existencia de otras formas de expresarlos. Incluye también la idea de que la identidad de género

(Lesbianas, Gays, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersexual) de una persona puede ser

independiente del sexo con el que nació, así como su orientación sexual.

A descolonizar el lenguaje, el camino avanza al andarlo y nos encontramos con el género

como imposición, las mujeres del proceso y los jóvenes de la colectiva inician el proceso de

descolonizar el lenguaje y su versión patriarcal de la moral. Se evidencia el cuerpo como primer

territorio, se reivindica el derecho de decidir y transitar para comprenderse. Los roles se cuestionan

y las familias cambian de cara, se presenta la solidaridad de género desde una perspectiva no

especista.

4. De la Cotidianidad a la Participación Política y la Ciudadanía Feminista

Una de las grandes discusiones que abre este proyecto es hacer mella en la invisibilización

como medida primaria en contra de las mujeres como una de las mayores violencias estructurales.

Colombia recién en 1957 obtiene el derecho al voto para las mujeres y apenas en 2015 se aprueba

que las personas diversas hagan trámites de sus documentos legales con su nombre identitario y

no el biológico. Esto sujeto a las maneras y lugares de pedagogización y difusión, la mayoría de

las mujeres no saben la relevancia de un voto, o entienden la dimensión de la participación política.

Abrir la brecha entre la naturalización del olvido y las exigencias por la memoria, se ha

convertido una de las apuestas políticas de las organizaciones feministas; el reconocimiento debe

transgredir el matrimonio funesto del capitalismo y el patriarcado, ese reconocimiento obligatorio

y deuda histórica es la ciudadanía como derecho intrínseco. Para algunos obvio, para la mayoría

lejos de la vida. La relevancia de la deconstrucción de la ciudadanía blanca, masculina y académica

120

se hace fundamental para que llegue a la comunidad, para organizarse y hacer mella en las acciones

que articulan lo popular.

El género como posible categoría histórica devela una serie de acontecimientos de manera

suficiente, que llevarán por antonomasia la ausencia de la ciudadanía como subjetividad y relación

de las mujeres y personas diversas con los espacios y los tiempos. Lo público y lo privado es ahora

motivo de reflexión continua, porque las mujeres de la comunidad ahora pueden expresarse desde

el proceso de Educación Popular Feminista o desde La Sureña Comunicación Alternativa (Prensa

y Radio), las personas diversas se expresan en los diálogos y se analiza la oración cliché “salir del

closet”, el miedo a ser empieza a cuestionarse por la comunidad, y la libertad empieza a ser una

realidad.

De los ejercicios surgen diálogos sobre temas frente a la necesidad de generar un horizonte

ético-político desde el feminismo, que va dentro de la práctica, en la acción, la corporalidad, las

ciudadanías corporales desde la emancipación, el desarrollo de capacidades y de múltiples esferas,

cuyo sujeto per se son las mujeres y los transgénero populares. Las apuestas políticas son los

DDHH de las mujeres, sus saberes y la trasmisión de los mismos, el autocuidado, aportes en las

pedagogías feministas y en las practicas pedagógicas populares de mujeres diversas y sus prácticas,

en miras a la transformación social de mujeres urbanas y rurales a partir de sus cotidianidades y

pensamientos conectados con el feminismo, la participación e incidencia permanente, la

comunicación entre mujeres, la articulación de procesos y las acciones contundentes.

Para establecer espacios de interacción horizontales el círculo de la palabra es base de las

metodologías EPF, se utiliza con el propósito de conversar sobre varios elementos que constituyen

la posible construcción de los postulados que sirven como horizonte político y ético en el marco

del proceso de educación de adultas con enfoque de género que se adelanta en la localidad de Bosa

por parte del movimiento. Se invita constantemente a feministas y otras/os intelectuales populares

a dialogar sobre la Educación Popular y la Educación Comunitaria, se abre el espacio para la

conversación, de ello se extraen experiencias como: “Nos dimos cuenta que lo que hacíamos era

Educación Popular, porque la experiencia en la construcción de los planes de vida desde las

comunidades en sectores como los afro, nos indica que entendemos el saber de las mujeres y de

los hombres como un aporte desde la acción para la construcción colectiva”. Porque no sólo

pensamos en lo educativo, sino en lo político, es decir nuestra práctica pedagógica desde el

121

movimiento es política. Por lo tanto, es necesario pensarnos en unión y colectividad para

deconstruir la ciudadanía.

Es fundamental reconocer lo escasa que ha sido la reflexión sobre la dimensión política de la vida cotidiana. Las organizaciones populares, especialmente las que se han considerado revolucionarias, se volvían conservadoras a la hora de establecer sus códigos morales, de mediar en las relaciones interpersonales, de construir jerarquías, de ordenar conductas. Escalando como grupos burocráticos que no distaban considerablemente de directrices de origen capitalista y androcéntrico. El proceso de educación popular feministas con las mujeres de Bosa ha provisto algún tipo de revolución no sólo desde la superestructura política, sino la estructura económico-social, que ha implantado en las mujeres un deseo invaluable de valerse por sí mismas y pensar en una calidad de vida coherente a sus necesidad y expectativas. En este ejercicio nos hemos tratado de revolucionar también a “nosotros mismos” para volvernos sujetos de la historia, superando la

alienación política, económica, social, cultural que nos deshumanizaba. (Korol, 2007, p. 10)

Pensarse la educación, popular y feminista implica un triple reto en una sociedad

inevitablemente heteronormativa que tiene los roles marcados desde antes de nacer, apoyar la

autonomía en las mujeres y en las personas transgénero, es la piedra en el zapato para el modelo

neoliberal imperante que necesita mujeres sumisas y escondidas en lo privado para seguir con el

analfabetismo no sólo intelectual, sino funcional, atendiendo en ese sentido a la eternización de

las voces del patriarcado en las decisiones de las mujeres. Analizar el trasfondo de apagar los

televisores y salir a aprender genera todo un nuevo paradigma para lo popular desde la comunidad

y lo colectivo, entendiendo así que no sólo la clase aristocrática o burocrática puede tener acceso

a la formación e información, la cual no sólo incluye la construcción de un currículo, sino su

relación que debería ser dialéctica de los conocimientos con la cotidianidad.

Gargallo (2014) enmarca en el prólogo de Feminismos Desde El Abya Yala como La

transformación hace parte de esta realidad que a partir de nuevas mujeres; construye el reto de

repensarse los métodos del feminismo para ser con todas ¿Cómo entender, sin polisemias

riesgosas, filosofía, pertinencia, rigor, sistematicidad, trabajo de campo, feminismo, pruebas? El

feminismo latinoamericano va ganando lugares fuertes, va escalando niveles epistémicos y

gnoseológicos para dar validez y convencer sobre la igualdad como manera de construir una mejor

sociedad, más justa y digna. Para enterarse en vivo y en directo de qué piensan, porqué lo piensan,

cómo lo piensan, cómo lo defienden y sobretodo cómo llevan adelante su vida contra viento y

marea, el Movimiento Popular de Mujeres La Sureña y la Colectiva Café y Géneros se han pensado

una manera de ser ciudadanas y ciudadanos populares con libertad y ser capaces de tener una vida

122

independiente a los roles de esposas, madres, amigas, hijas, así como las marcadas expresiones

peyorativas que de antemano excluyen cualquier construcción subjetiva (maricas, promiscuos (as),

locas, entre otras). De hecho, la apuesta política corresponde al convencimiento de la liberación

de las mujeres por sí mismas para ser con las otras, desde esa otredad se construye en colectivo la

necesidad de visibilizar las características del enfoque de género en lo popular. La idea es

evidenciar las condiciones de desigualdad, injusticia, indiferencia y olvido que viven las mujeres

que no esperan otra oportunidad, quienes simplemente “se sienten felices con la tranquilidad y

bienestar de sus seres queridos”, además de evidenciar dichas realidades, lo más importante es

convencerlas de su rol, y construir sus pensamientos y acciones como sujetos políticos y no objetos

de temas que no retratan la vida real, solo la describen a manera de los investigadores e

instituciones interesadas en universalizar sus vidas.

Ahora bien, ¿las analfabetas piensan? ¿Son primitivas? ¿Sus experiencias las inhiben para

pensar con precisión? ¿Los transexuales nacen, se hacen? ¿Las elaboraciones cisgénero están

sesgadas? Aquí aflora otro tipo de filosofía que se ha gestado y opera en la base de nuestras

sociedades, y que se constituyen a través de nociones como la liberación desde la cotidianidad, las

modernidades como discurso del que se cree puede universalizar, la concepción de cuerpo-espacio-

lugar-territorio para entender las maneras de las mujeres desde sí mismas y sus lugares de tránsito,

la comunidad como término iconizado en las investigaciones sociales. Para el análisis juicioso de

estas nociones es necesario identificar las maneras de dominación que han influido directamente

en los paradigmas patriarcales que oprimen la voz de las mujeres, y para esto es fundamental

acercarse desde su contexto, persuadirlas de su papel y acción directa en las sociedades, por tanto

el proceso y construcción del proceso de Educación Popular Feminista de mujeres adultas en Bosa

evoca la vida y justicia con el ser y sentir de las mujeres, paso a paso, con confianza, con amor,

con paciencia y continuidad, para que no se sientan abandonadas y desengañadas como se han

sentido la mayoría de las veces, por lo contrario hacerlas parte de la base para que sepan lo

importantes que son dentro las fuerzas que confluyen por la construcción colectiva del proceso.

De esa maneja se difunde una identidad de mujeres plenas, pensantes, sujetas que no quieren estar

“sujetas” o sujetadas.

Las mujeres y los transexuales al participar en este tipo de espacios mejoran su autoestima,

pueden tener acceso a mejores empleos, conocen sus derechos, participan para lograr una mejor

123

calidad de vida para sí mismas, sus familias y la de su comunidad. Además de mejorar sus

relaciones sociales, hacer amigas, expresar sus perspectivas frente a la vida y sus experiencias

propias de mujeres que han vivido y sentido el machismo, la exclusión, la falta o abandono de

oportunidades por diversos factores o por el simple hecho de ser mujer o madre, o persona diversa.

En el proceso de Educación Popular Feminista la ilusión siempre seguirá siendo la misma,

a estas mujeres grandes de corazón y experiencia con ganas de aprender cada día más, no les

desanima las dificultades alcanzadas en el proceso, les empujan las ganas de superarse,

desarrollarse y conseguir una independencia tanto emocional como económica. En ese sentido se

conciben como sujetas activas de participación; importantes dentro de la sociedad de la que hacen

parte, esto es inherente a los cambios sustanciales que surgen de sus reflexiones individuales y

colectivas, las cuales van a influir de una manera decisiva en la vida de las mujeres y hombres de

las nuevas generaciones.

Surge un concepto o una categoría más de deconstrucción del que hacer popular del

feminismo, la ciudadanía de mujeres como forma de resistencia y categoría política que emerge

como práctica concreta que lleva “lo privado” a lo colectivo potenciando la lucha antipatriarcal

junto con la riqueza de la multi-sectorialidad de los frentes de. Se revisan los roles, estereotipos y

mandatos de los varones, para combatir el patriarcado. Cómo no apostarle a la ciudadanía de las

mujeres como movimiento feminista, si desde los escritorios no se hace nada, cada vez es más

latente salir a la calle.

El posicionamiento y la visibilidad de las mujeres en los ámbitos públicos (políticos,

económicos y de comunicación) han sido prácticamente nulos. La falta de acceso al poder y la

existencia del machismo las limita. Un desafío que se plantea es no creer que la libertad y la

emancipación son sinónimos, atendiendo a que las políticas públicas siguen siendo opresoras. El

tránsito de las mujeres en lo político debe ser real, o simplemente jamás se harán concretas las

contestaciones que se reflexionan, la incidencia en este aspecto es fundamental dentro de las

organizaciones populares que mueven día a día el pensamiento de las mujeres de la comunidad,

con el fin de apoyar y fortalecer los liderazgos feministas para que los grupos excluidos ejerzan

sus derechos. Korol (2016) afirma:

Estamos empezando una vez más, pero no de cero. Sabemos que en nuestro andar habrá siempre

mucha prueba y error, fabulosos obstáculos, avances vertiginosos, retrocesos y saltos mortales.

124

Apurar el paso en los momentos en que es posible avanzar, es tan importante como encontrar en

momentos más difíciles, el ritmo justo de la marcha, de modo que podamos compartirla con todxs

lxs que decidimos caminar juntxs, y volver sobre los pasos cuando nos metemos en callejones sin

salida.(p,11).

Entre tanto y de acuerdo a la percepción crítica de Canclini (1988) lo popular permite

abarcar sintéticamente todas estas situaciones de subordinación y dar una identidad compartida

a los grupos que coinciden en ese proyecto solidario. Por eso, el término popular se ha extendido

como nombre de partidos políticos, revoluciones y movimientos sociales. Se propone una acción

emancipadora desde la cotidianidad de las mujeres populares, que surge, se comparte y se fortalece

desde procesos de lecto-escritura crítica atravesados por las múltiples violaciones en contra del

libre pensamiento y expresión de las mujeres, en esa medida reconocer derechos, valores y deseos

se convierte en una nueva cotidianidad, en la cual todas y todos somos importantes y responsables

por todas y por todos, hacía una ciudadanía por y para la igualdad.

5. Necesidad de Comunicación Alternativa

Los medios de comunicación han sido inherentes a la hegemonía, el patriarcado y el

colonialismo, ciertamente han influido de manera directa en las sociedades “organizadas”, de las

maneras más invasivas, maltratadoras y por supuesto desiguales. Es sencillo saberlo por lo que la

historia ha contado, bastante ha sido invisibilizado, perdido, refundido y eso es lo que lo que

interesa a lo alternativo y a lo popular. El movimiento popular de mujeres la Sureña se ha pensado

dos ejes de trabajo popular y comunitario, el primero obedece a la Pedagogía feminista (primer

hallazgo) y el segundo a la comunicación popular, comunitaria y alternativa. Este tema ha sido

fuertemente discutido por los fundamentalismos y por su potencial positivo para el feminismo y el

enfoque de género, teniendo en cuenta su injerencia en la vida cotidiana, en ese sentido debe

entenderse en primera instancia la violencia psicológica en los medios, los cuales silencian a las

mujeres reales, invisibilizan la diversidad sexual, la diversidad étnica, las personas en condición

de discapacidad. Allí se materializa la dominación global en los usos y posibilidades sociales y

culturales. Por ejemplo, son frecuentes las burlas a la homosexualidad, se incita a pertenecer a un

estatus social y económico a partir de estándares neoliberales, se reivindica la diferenciación de

clase, se transmiten mensajes sobre el estereotipo femenino perfecto (cirugías estéticas, moda,

125

delgadez., etc.), se banaliza la violencia, haciéndola cotidiana y accidental, se promueve el éxito y

la familia patriarcal.

La mínima participación de las mujeres en los medios, manifiesta los sistemas de control y

per se las relaciones de poder que predominan dentro de los mecanismos que difunden la

información de lo local a lo global. El reconocimiento de la influencia de los medios es vital para

el análisis de la desigualdad de género y la invisibilización de las acciones de las mujeres como

sujetos independientes y sentipensantes, por supuesto, dentro del consumo son las principales

protagonistas para fortalecer y expandir el capitalismo desde lo privado, por ello se percibe que

los medios hegemónicos se dirigen a las necesidades de las mujeres, pero va en contravía a

cualquier tipo de liberación y condición ético-política. La publicidad y las grandes compañías son

las dueñas de los mensajes que se emiten como estrategias de mercadeo para la acumulación de

capital, en el imparable neoliberalismo que oprime desde el machismo invisible la vida de las

mujeres. Los medios hegemónicos invaden sigilosa e inconscientemente las acciones de las

mujeres para ser instrumentos vacíos del patriarcado, en ese sentido sus vidas son “importantes”,

porque son madres, esposas, hijas; juiciosas, tranquilas, sumisas, pero sobretodo “liberadas” y con

“oportunidades”. Eso justamente es lo que se visibiliza de las mujeres, la propaganda de la

limpieza, la belleza, el coqueteo, ahorro, pañales, leche en polvo, minutos para controlar la familia.

El abanico que se abre al intentar un análisis de la comunicación desde una perspectiva de

género, es probablemente tan amplio como el que pueda ofrecer el estudio de las relaciones de

poder social, político y económico desde una mirada de este tipo. Esto se vincula, en gran medida,

con que las comunicaciones, tanto en el sentido amplio de los procesos comunicacionales como

también en lo que hace a la acción de los medios de comunicación, describen y relatan a las

sociedades mismas. Ahora bien, ¿a quién pertenece el relato que asumen los medios? o, desde otro

ángulo, ¿en qué medida nos identificamos con la descripción que realizan? ¿Qué posibilidades

tenemos de incidir en la selección y estructuración de elementos que supuestamente nos describen,

es decir, qué posibilidades de intervención concreta tenemos en la agenda de los medios? La

Comunicación popular, comunitaria y alternativa con enfoque de género se ha encargado de sentir,

compartir y oír con las y los sin voz: Las mujeres y personas diversas y los medios constituyen

todo un panorama que per se explica las relaciones de poder que se ejercen en la sociedad y que

son más que obvias, pero paradójicamente son indiferentes a la cotidianidad que oprime, segrega

126

y separa cada vez con más fuerza. Pensarse la igualdad de género desde los medios se convierte

en todo un desafío que evoca toda una retrospectiva o en otras palabras una “genealogía de la

opresión” lo cual implica pensarse como individuos absolutamente distinto a la dictadura

capitalista de los medios.

La comunicación popular, alternativa y comunitaria con enfoque de género, desde el

Movimiento Popular de Mujeres La Sureña, surge de una necesidad de “comunicación”

propiamente, nosotras como activistas hemos formado parte de organizaciones y colectivos con

compañeros que aún desde la izquierda han invisibilizado acciones y voces. En círculos de la

palabra se omiten aportes y contribuciones, se banalizan sentires, y quienes no sean hombres son

“el resto” en las acciones políticas contundentes. Es interesante analizar como el patriarcado no

pertenece únicamente a la derecha o al estado hegemónico, por lo contrario hace parte de cualquier

construcción simbólica de lo colectivo. Por ello las relaciones interpersonales no avanzan. aún

nuestros compañeros hombres no perciben algo de las múltiples violencias que hemos

experimentado por ser el solo hecho de ser mujeres. Son más que claras las razones que estructuran

y delimitan la desigualdad de género, e infortunadamente coincide directamente con la profunda

indiferencia por la vida de las mujeres, ante esto la necesidad social y política de desaprender para

ver y sentir desde la otredad, se convierte en una de nuestras reivindicaciones como mujeres, por

eso estamos construyendo espacios y escenarios de participación en los que podamos ser nosotras

mismas, y construir nuestras propias subjetividades y romper con el control masculino.

Ciertamente, nuestras apuestas políticas hacen mella en una propuesta de desaprendizaje y

construcción de una humanidad coherente y en igualdad de condiciones sin dogmas. Las relaciones

de poder deben ser transformadas estructuralmente desde todos los escenarios, no solamente los

académicos o institucionales, sino desde la calle, nuestros barrios, nuestras mujeres, por eso el

feminismo popular es aquel que recoge las maneras de emancipación que interesan, para liberar

mujeres y con ellas familias y colectivos enteros.

La Sureña como medio de comunicación se ha comprometido a visibilizar a las mujeres

reales que mueven la sociedad. Somos populares porque a partir de las expresiones y

manifestaciones propias de las comunidades convergen distintas posiciones que muestran

lenguajes diversos, y análisis estructurales; comunitarias, porque perseguimos los pasos del

territorio y la vida del barrio; alternativas, porque tenemos otras miradas frente a la difusión de la

127

información, que en últimas resulta siendo la historia de nuestra propia vida contada desde el

capitalismo. La premisa de lo popular que es la esencia de nuestras construcciones no es moda, ni

grupo focal de ONG, es el destino de nuestro discurso de igualdad, memoria, identidad y

reivindicación. Infortunadamente este concepto al cual Canclini llama un “éxito triste” ha sido

trillado por las instituciones y los proyectitos, sin tener idea de lo que significa e implica como

campo “triste”. Por ejemplo el de palabras como popular, que casi no se usaba, luego fue

adquiriendo la mayúscula y acaba escribiéndose entre comillas:

Cuando sólo era utilizada por los folcloristas parecía fácil entender a qué se referían: las

costumbres eran populares por su tradicionalidad, la literatura porque era oral, las artesanías

porque se hacían manualmente. Tradicional, oral y manual: lo popular era el otro nombre de lo primitivo, el que se empleaba en las sociedades modernas. (Canclini; 1998, p.1).

La esencia del proceso de comunicación de la revista “La Sureña” dista de los medios

hegemónicos, en la medida de mitigar los imaginarios de mujeres vacías, sumisas, relegadas,

frustradas, bellas y exitosas, cuyo nivel de relevancia se limita a la duración del maquillaje, la dieta

de turno, o que jabón es mejor para los cuellos y puños, incluso la misma “educación de garaje”

que las quiere más productivas, para generar mayor consumo en los grupos familiares y por tanto

mayor plus valía. El capitalismo ha cambiado la cara con el tiempo para ser más amable y

proveedor de calidad de vida, en estos días y estas tierras donde la palabra paz es la solución a

todos los conflictos.

Y las mujeres populares qué deben hacer, quiénes son dentro de la resolución, que pasa

con la memoria no solo de la desmovilización de un grupo insurgente, sino de la vida en el país

más neoliberal y regalado de Latinoamérica, donde todas las mujeres hemos sido víctimas no sólo

por desplazamiento y violencia en el Campo, sino por las múltiples agresiones realizadas por la

legislación del estado colombiano. Ciertamente, es fundamental reconocer la sangre, pero es lo

único para las mujeres (que para el gobierno son “las víctimas”) y las mujeres de los barrios que

no caben, y que cada día son explotadas laboralmente, segregadas y lastimadas inexorablemente

por la desigualdad. Las condiciones son tan terribles que a pesar de tanto “reconocimiento” siguen

cometiendo abusos terribles y la impunidad aumenta desaforadamente, mientras se realizan

progresivamente campañas contra la violencia, y la consciencia de género no se cuestiona. Lo que

queda para lo local es el asistencialismo que se ofrece para llenar barrigas y vaciar conciencias, y

por supuesto la revictimización. Lo cual debilita aún más el rol de las mujeres, porque simplemente

128

se muestra la vulnerabilidad, pero no la fuerza que las ha acompañado para sostener sus familias

y salir adelante. Entre tanto es valioso comprender las variables del círculo de la desigualdad de

género que nacen de una sociedad y un estado que jamás sabido comunicarse con las mujeres, lo

cual aclara la definición institucional de las mujeres desde la lastima, su incapacidad de decidir su

sexualidad y maternidad y finalmente los maltratos psicológicos del estado, estás básicamente son

las problemáticas, sin discusiones, ni apariciones de lo laboral o lo familiar como manera de

opresión. Los proyectos que se evidencian no van más allá de coyunturas y metas.

6. Materialización de Saberes

La materialización de saberes se hace absolutamente necesaria para evidenciar y

desencadenar una serie de acciones que merecen formar parte de los procesos que se encaminan

en el conocimiento de la realidad de las mujeres. Este ejercicio se convierte en toda una

representación subjetiva de los ejercicios cotidianos y de la vida per se. Entender que los días no

están llenos de aplausos innecesarios y que es posible darle un nivel discursivo coherente con

supuestos de la academia, pero con la necesidad de develar una epistemología liberadora que recoja

a las personas cuyo acceso a la educación ha sido restringido o limitado; esto a su vez implica

reconocer e identificar autores que se hayan replanteado la investigación en ciencias sociales con

la gente.

Por ello la revista “La Sureña” se convierte en toda una alternativa que desde la lucha

popular y producción colectiva de calidad, explora las maneras de ser mujer en el Sur; qué significa

ser “sureña”. Para comprender esto hemos pensado la vida todos días, desde la memoria, la

educación, la identidad, el territorio, las acciones, las revelaciones, las biografías, el consumo

consciente y textos recomendados que fortalezcan y cuestionen su pensamiento, en vez de

disminuirlas desde sus condiciones de analfabetismo. Los textos que se incluyen deben tener un

lenguaje incluyente de carácter político, el hecho de que sea popular no quiere decir que los textos

allí publicados sean someros y simples, de hecho una de las grandes claridades de las que se parte

es justamente eso, entender que lo popular cobra bastantes sentidos, y que se aprende desde la

cotidianidad, el encuentro, la autogestión, de los múltiples ejercicios de solidaridad y participación

129

política, que se supone el gobierno debería encabezar. Ciertamente, la participación política es el

último interés de un país heteronormativo, corrupto, conservador y solapado.

Someter a discusión las premisas, modelarlas, articularlas y hacerlas nuestras hace parte de

un proceso dinámico de aprendizajes y desaprendizajes que con el tiempo ha registrado algunas

de las experiencias desde textos narrativos, crónicas, artículos, literarios, entrevistas, fotografías;

que han sido difundido en distintas periferias y otros medios alternativos y populares. Los recursos

para la impresión de la revista han surgido de proyectos locales con la mesa de comunicaciones

territorial y distrital, y proyectos de autogestión formulados por las mujeres que han hecho parte

de los consejos editoriales, del proceso de educación y las que han transitado por este espacio de

lucha. Es complejo hacerlo bajo el asistencialismo que se propone en la institución, pues las

políticas públicas no son serias ni profundas. La apuesta política de la Sureña como medio de

comunicación ha consolidado relaciones pragmáticas con gente y organizaciones de

Latinoamérica, hemos recorrido otras tierras con el fin de afirmar la fraternidad y sororidad a través

de acciones, y deslegitimizar las relaciones de rivalidad (difundidas por los medios hegemónicos)

entre las mujeres. El movimiento se ha abstenido de participar de pautas incoherentes para el

mantenimiento del ejercicio, se han realizado asambleas para determinar el origen del presupuesto,

si les interesa la perspectiva de género y si el horizonte tiene que ver con la comunidad.

La revista tiene nueve ediciones, las cuales han estado enfocadas en una temática dispuesta

a ser discutida y deconstruida en las páginas del medio. Se han planteado dos volúmenes anuales.

La primera edición (2011) celebra el inicio de la reflexión entre mujeres que surgen de las

organizaciones y medios alternativos de las localidades de Kennedy y Bosa. Aquí convergen

las que no están dispuestas a seguir relegadas discursiva y pragmáticamente de las agrupaciones

patriarcales de izquierda que conciben la desigualdad desde su ojo materialista del obrero, en el

cual la mujer no tiene ningún tipo de reivinidicación. Simplemente son objetos de afairs y damas

de compañía, pero no constituyen ningún tipo de soporte ideológico. Adicionalmente la reunión

entre mujeres es fundamental para la desnaturalización de los miedos y agresiones, lo cual se da

en todas. Además de la relevancia de sacarlas de la casa y proveer escenarios de participación

distintos a la maternidad o las relaciones románticas. Cuando llegan este tipo de reflexiones la

necesidad de resignificar la cotidianidad de las mujeres da como resultado la construcción de

130

proyectos de vida, escenarios políticos y desestructuración de los patrones que nacen en presencia

masculina.

Nos reconocemos como mujeres fuentes de beligerancia, fuerza y sabiduría; permeadas por el

sonido del rio y el agua de panela caliente, la chicha, el maíz y la quinua forjadas con las lenguas

de la selva y manigua, tejiendo un feminismo raizal, que nos permite renacer y plasmar nuestro

pensamiento en mochilas de lana virgen y cabellos como fique. Cuestionamos el feminismo

occidental y oportunista como metarelato de moda, queremos construir nuestro ser mujer

latinoamericana como nosotras decimos, porque el sur nos hace vivas y descoloniza nuestro andar

en medio de la cultura popular, entrelazada con diferentes colores, tejidos con diferentes colores,

tejidos con delicada filigrana que nos hace ser diversas, entendiendo que nuestro norte es el sur… (Extracto editorial revista la Sureña N.1).

La segunda revista (2º semestre de 2011) Tiene un contenido nuestroamericano desde la

diagramación de la portada; en el sentido del ser mujer, el conocimiento de sí mismas desde el

útero hasta los pensamientos. Además del acercamiento con la naturaleza y la ancestralidad

femenina. Se evoca la lucha colectiva en otros territorios de resistencia en Puerto Gaitán y con la

ruta pacifica de las mujeres, evocando la memoria de Ana Fabricia Córdoba y su incansable lucha

contra el paramilitarismo en Antioquía, lo cual finalmente la llevaría a la tumba en junio del mismo

año. Se contextualiza la crisis de educación popular que se vive desde la ley 30, defensa de la tierra

y por supuesto el rincón literario “rebeladas” donde se evoca a la cantautora chilena Violeta Parra

y voces de mujeres. Se refrenda la posición política desde los imaginarios propios del sur y el

acercamiento con los latidos de otras geografías, se establecen encuentros con otras mujeres

diversas que están interesadas en la emancipación desde la unión de fuerzas en el contexto del

primer Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Acción y Prácticas feministas (ELCAP) alterno

al de elite.

Somos el espiral de la vida que crece desde nuestras profundidades hasta las externalidades del

mundo. Desde el vientre estamos llamadas a tejer vida, a ofrecer un lugar de nuestros cuerpos para

sembrar la semilla que conserva el pensamiento de un pueblo, somos libres de engendrarla, de

decidir y seleccionar aquella que brotará desde nuestro propio territorio. Nos encontramos en la

fuerza de ser mujeres que tejen la re-existencia colectiva y retornan a las raíces de la consciencia y

la lucha histórica. Mujeres sureñas desde el Abya Yala, los convocamos desde la montaña hasta la

ciudad, desde las niñas hasta las abuelas, desde las prácticas ancestrales hasta las feministas, para

re-evolucionar en acciones coherentes y cotidianas que posibiliten la transformación de nuestros mundos… (Extracto editorial revista la Sureña N.2).

La tercera edición (2012) de la revista está dedicada a la maternidad consciente, a la

energía entre las mujeres, su participación política y se visibilizan los esfuerzos de Marta Rentería

nuestra cimarrona, la tercerización laboral en el tétrico escenario de la producción de flores, se

131

reivindica la posición de las mujeres en la guerra “no parimos hijos e hijas para la guerra”, se

reconoce la potenciación de la semilla y algunas sugerencias en la gestación de origen ancestral

Inga y Kametsá, la conmemoración de los 30 años de la Casa de la Mujer, El operativo

multicultural de occidente y letras en contexto de la extracción desaforada.

Cada una con sus caminares converge en este gran telar, trae consigo los hilos que son aprendizajes

y prácticas desde lo popular, lo feminista, lo indígena, campesino, obrero e informal. Desde cada

sur se extiende la urdimbre, la base de este tejido son hilos fuertes que darán lugar al

entrecruzamiento de la trama de nuestra construcción. Somos sureñas, porque nos identifica un

sentido de lugar y de territorio, pensamos geopolíticamente este espacio que ha sido de resistencia

de colonización para el consumo y el despojo, y es allí donde emergemos desde ese sur que es el

sur de Bogotá, del país, de Latinoamérica, así mismo el pensamiento que se conecta con la vida y la tierra… (Extracto editorial revista la Sureña N.3)

La resistencia el eje que atraviesa la edición número 4 (2013) de la revista, buscando el

sur y articulando lo esencialista de la feminidad con la fuerza y beligerancia del feminismo popular,

volvemos al barrio para que las mujeres reconozcan que se escribe en la sureña, aprendan desde

procesos de lecto-escritura las experiencias de los distintos aprendizajes. La resistencia se fortalece

con las mujeres que le apuestan a la construcción colectiva con mujeres populares. Abrimos los

ojos ansiosas de sentir soles infinitos, de nadar en manantiales de agua pura, de sembrarnos en esta

tierra, de ser padres y madres de nuestras ideas, de recorrer absortamente los laberintos de nuestros

sueños, de abrazar a los nuestros, de alzar nuestra voz, de interpretar la música de nuestra alma, de

ser una y a la vez todas. Todo pasa: las manipuladas noticias, el sinsentido de la homogenización,

la ropa nueva, los arrepentimientos, las monedas y los humanos de a peso. Somos hijos e hijas de

la misma madre, cada día es una oportunidad nueva de sentir que estamos vivas, que es urgente

despertar y vociferar al unísono esta lucha que nos es de unos u otros; es de todos y todas quienes

tomamos nuestros sueños como realidad, y que necesitamos inexorablemente unirnos y pensarnos

una idea de vida que teja nuestros pasos… (Extracto editorial revista la Sureña N.4).

En 2013 se publica la quinta edición, cambia el formato de revista (sólo por esa ocasión)

teniendo en cuenta que era un proyecto en red con la mesa de comunicaciones de Bosa. Un

ejercicio puramente territorial en cada una de sus páginas que muestra la necesidad de conocer los

territorios y conmemorar el génesis de las andadas. Las problemáticas locales que se evidencian

muestran a las mujeres en escenarios políticos, en los cuales manifiestan sus posiciones frente a la

desigualdad de las políticas locales y la fuerte diversidad que performa el territorio, se socializa

132

con la comunidad la cumbre de comunicaciones y se dan alternativas para no ser presas del

consumo.

Hace ya tres años que la diversidad de nuestra existencia decidió juntarse para empezar a andar

colectivamente. Los “convites” como se llamaron, fue la primera excusa de encuentro de varias

Sureñas que vieron en este espacio una posibilidad para seguir alzando su voz y enlazando la mano

a otras manos. Desde ese momento, cada experiencia de encuentro o desencuentro nos ha nutrido

en la posibilidad de seguir construyendo “feminismos en acción”. Por fortuna, la diversidad nos

obliga a hablar hoy en plural para nombrar los feminismos y afianzarnos en una apuesta

emancipatoria en varios sentidos. Uno de esos sentidos, es la necesidad de aterrizar los feminismos

a la vida cotidiana de las mujeres de espacios y tiempos concretos. Por esta razón, las Sureñas nos

atrevemos a disentir de la noción unívoca del feminismo ilustrado, nos declaramos insumisas del

feministrómetro; y nos decidimos a abandonar el libro sagrado del dogma. (Extracto editorial revista la Sureña N.5).

Desde la mirada de articulación (la Sureña 6, 2014) que ha movido y fortalecido el

proceso de comunicación, la diversidad ha hecho parte de un análisis del género como

categoría, una deconstrucción de lo que se ha entendido, interiorizado por la sociedad

capitalista. El camino avanza al andarlo y nos encontramos con el género como imposición,

las mujeres del proceso inician el proceso de descolonizar el lenguaje y su versión patriarcal

de la moral. Se evidencia el cuerpo como primer territorio, se reivindica el derecho de

decidir y transitar para comprenderse. Los roles se cuestionan y las familias cambian de

cara, se presenta la solidaridad de género desde una perspectiva no especista. Las y los

jóvenes se unen desde el barrio Villa de la Torre con la inauguración de “conspiracción”

una nueva propuesta de comunicación en la localidad, de igual manera la urdimbre se crece

con la articulación con las mujeres populares de la sabana. Marta Renteria habla de los

Kilombos locales, que hacen referencia a la medicina tradicional afro en la ciudad. Cada

día las voces se multiplican y se conjugan en nuestras palabras y acciones. Respetando al

otro y la otra, entendiéndolo y acompañándolo desde la fraternidad de nuestro espíritu.

El tiempo nos evoca a la transformación y depuración del pasado; recordando con afecto, pero

superándolo con la perspectiva que nos exhorta a ver los colores y sabores de la diferencia en el

barrio, en la calle, con los nuestrxs: sin tanto pesos en los bolsillos, pero con el inmensurable deseo

de vivir en un territorio justo para todas y todos, en el cual no necesitemos burbujas de aire para

apartar los pasos de las próximas generaciones, por lo contrario las necesitamos para soñar,

construir y dejar un legado que no marque nombres, paredes o avisos, sino paradigmas y nuevos

caminos que solo emergen de las sonrisas y las buenas conversaciones: no de la manipulación y la

133

inmundicia que languidece en cada llamada elección de representantes, mentirosos y baratos, que

jamás va a compararse con la esencia revolucionaria de nuestro ser y hacer popular. (Extracto

editorial revista la Sureña N.6).

La libertad como premisa de la reivindicación de los derechos de las mujeres, es la excusa

que permitió el encuentro con la séptima edición (2014). Aquí convergen distintos puntos de vista

que apuntan a la libertad a través de la educación, de la desnaturalización de la violencia de la vida

de las mujeres, cuerpos libres desde el 13 encuentro feminista en Perú, el arte como expresión de

las y los oprimidos y el cuestionamiento de los roles impuestos. Mientras las bocinas ruidosas

suenan por triunfos desdibujados, muchas caminan sus derechos, se empoderan de sus acciones y

la vida se convierte en cotidianidad.

Mientras tanto el tiempo vehemente aguarda, sigiloso: vigila los sueños que no tienen límites,

espera a que lo volteen a ver, pero en la tierra de la dignidad simplemente no existe, simplemente

es un desconocido que sólo atiende desesperado al primer intento, ya no tiene nada que hacer en

los dolores bellos y en los aromas con cuerpo que se desembarazan de la podredumbre de los

intereses ajenos. Las cosas son cosas, y las mujeres somos mujeres; la vida con cada susurro, con

cada palabra, con cada orgasmo que resuena en los tímpanos del cuerpo; y se convierte en un motivo

más de libertad. Ya no necesitamos permisos, guiños de ojos, cejas de aprobación, el pan en la mesa

o familiares de paso, los primeros brazos son los nuestros… (Extracto editorial revista la Sureña

N.7).

La portada de la octava edición (2014) viene del territorio africano, desde Mozambique

Alexandra Vega Rivera (sureña colombiana radicada en Buenos Aires) nos facilita esta hermosa

fotografía que definitivamente mueve, es casi que obligatorio sonreír y enamorarse de los colores.

Por ello, este volumen muestra el camino o los caminos del sur, de la emancipación. Se evidencian

los dolores de la hermana tierra Palestina, se evidencia la violación de derechos humanos por

Israel, en esta oportunidad el senador Jorge Enrique Robledo participa realizando una excelente

contextualización al respecto. Devolviéndose a las tierras colombianas viene el norte cuestionando

y denunciando el abandono en la Guajira, donde la ironía latente en la extracción multinacional

alterna con la terrible miseria y desarraigo de los indígenas. Discusión sobre la autonomía de las

mujeres y las comunidades Nasa del territorio, y un abanico de poetisas populares, incluyendo la

reconocida feminista mexicana Gabriela Miranda.

134

Cada segundo es una oportunidad más de ver que tan distintas y distintos somos, de tomar ventaja

para entender esas miradas y tomarlas como propias para ser y construir con la comunidad, esa es

la manera real de entregarnos a la vida y caminar el tiempo con sus vicisitudes: caminar desde las

acciones y no desde eufemismos carentes de realidad. Somos esas, las mismas mujeres milenarias

que no solo nos hemos encargado de poblar la tierra, sino a cuidarla y hacerla un mejor lugar para

todas. Esas maneras de descubrir el mundo nos hace intensamente diferentes, toparnos con las

tragedias y las atribuciones de este sistema utilitarista que nos muestra débiles, individualistas y

superficiales; se convierte en la tarea más ardua de las mujeres de píe que no aparecen en las revistas

masivas, en la televisión, ni hacen parte de la nueva era costosa de la tranquilidad. (Extracto editorial revista la Sureña N.8).

Para terminar el 2015 y saludar el 2016, la edición 9 invita al movimiento, a la necesidad

de organizarse y resignificar la vida de las mujeres, reconociendo los niveles de violencia y la

infortunada legitimización de la palabra feminicidio. La resistencia contra el olvido es la premisa

de la campaña de solidaridad Lebrija, las memorias del primer encuentro de Educación Popular

Feminista (realizado por el Movimiento Popular de Mujeres la Sureña), la reseña de Nancy víctima

de la lesbofobía, muestra del libro “crónicas más allá del género”, la resistencia real y la

maravillosa obra de Erika Kuhn, sobresaliente artista plástica mexicana, que comparte su obra

femenina para la diagramación y portada de la revista. Esta publicación es la compilación de las

experiencias de este proyecto de investigación.

Seguimos caminando el sur desde diferentes latitudes, los corazones se multiplican como

nunca, porque nadie es indispensable más bien todas y todos somos importantes. No necesitamos

patrones de ninguna clase, dejemos que salgan en las fotos y dediquémonos a ser lo que queremos

ser, para eso solo necesitamos la calle y nuestros sueños. Las acciones se desbordan porque nos

llegó el momento de levantarnos por nosotras mismas y caminar como nos dé la gana, necesitamos

abrazos sinceros que acompañen a la gente, esa que se levanta a contar pesos, a pensar que vivir

no puede ser un privilegio, y con su sonrisa gritan libertad. (Extracto editorial revista la Sureña

N.9).

Los anteriores párrafos reseñaron la macroestructura de las 9 ediciones de la revista la

Sureña, los cuales muestran claramente el discurso y las acciones emancipatorias que pueden darse

a través de la organización social con propuestas, perspectivas y expectativas frente al cambio, a

la transformación a un nuevo modelo social que haga iguales hombres, mujeres, personas diversas,

a todos aquellos que infortunadamente han hecho parte del grupo inmenso de oprimidos y

oprimidas, que han sido segregados por el indolente sistema capitalista que domina la sociedad.

135

Cada edición ha hecho parte de productivos ejercicios de reflexión y desaprendizajes fuertes de lo

que se conoce. Cada una ha contado con escritoras, diseñadores, artistas, diagramadores, editoras

y colaboradoras que le han apostado al cambio, al sueño, la utopía.

7. El Feminismo y la Perspectiva de Género ¿A Quién le toca?

El marco de la perspectiva de género ha conformado una serie de propuestas que a la luz

de las múltiples injusticias y situaciones de exclusión, ha provisto de herramientas el discurso que

toma nivel desde lo feminista en pro de fortalecer las necesarias premisas sobre la igualdad,

equidad, lucha por la memoria y como se ha nombrado en distintas ocasiones una categoría de

investigación infalible en la historia. Martha Lamas (2000) provee aserciones bastante lógicas

frente a la necesidad de parafrasear al feminismo para incluir otras subjetividades que se

cuestionaban la camisa de fuerza del sexo (Rubin, 2011); el ejercicio ha sido deslegitimar los roles

binarios y la obligación social de ser mujer u hombres y así mismo determinarse únicamente por

la genitalidad.

Estas acciones ciertamente se evidencian en el feminismo como propuesta política, sin

embargo para hacer el proceso ya nombrado en el hallazgo lenguaje (en el cual se pasa de los

morfosintáctico a lo semántico, cuyo fin es la un tipo de pragmática social, popular, propia.) fue

necesario hacer un ejercicio que no pusiera a las mujeres como centro, porque la apuesta no es

disputarse los vejámenes del patriarcado, sino transformar y tomarse la mitad de todo. Para esto

fue fundamental “jugar” con el feminismo como significado-significante y pasarlo a la palabra

género para entender que la lucha y la insurgencia es diversa y cambiante. La construcción cultural

de la diferencia sexual es lo que ha determinado la brecha inmensa entre lo masculino y el resto.

Importa el peso simbólico de no pertenecer a lo masivo, a lo normal, a lo tradicional, entendiendo

esto como lo que llena, la canalla, lo que no se mueve, simplemente sigue la hoja de ruta de los

medios y las instituciones sociales. La pregunta real es ¿qué es ser normal? ¿Está bien serlo?

Foucault hace un análisis excelente sobre esta palabra, sobre la búsqueda incansable de un tipo de

perfección patriarcal en la cual sobre pervivan sus arquetipos, inmovibles, predecibles y alienados,

nada mejor que una dosis de dominio para controlar los cuerpos. La historia se ha encargado de

dar estereotipo a cada diferencia, de legitimizar lo diverso como negativo, enfermo, desviado,

antihumano, es así que la experimentación y las torturas impuestas a feministas y a los

homosexuales por no ser hombres y manifestar abiertamente estas diferencias como su misma

136

subjetivación, se convierten en una manera común de acabar con la diversidad a la que estamos

obligados por el hecho de ser seres vivos y humanos. Las luchas han costado muchas vidas,

reputaciones, y el simple derecho de elegir un camino se convierte en una atribución para el

sistema. Simplemente esta categoría sería amenazante a las premisas de los ciudadanos normales,

establecer así un orden moral prescrito fuera de los dogmas de las instituciones sociales (Iglesia,

Estado, Familia, Escuela) implica bajo cualquier medio callar o manipular bajo la famosa inclusión

y los minusválidos argumentos de lo natural y lo divino. Los últimos a pesar de lo débiles que

puedan llegar a ser son los que más convencen a las mujeres de a pie y consuela a los

incomprendidos, a los pobres, a los pequeños de acuerdo a la biblia, es decir a los que jamás van

a ser como los grandes; lo masculino, único etc.

La perspectiva y/o enfoque de género invita a la comunidad, a la academia, y a la sociedad

en general al respeto por la identidad y el libre desarrollo de la subjetividad. Al reconocimiento de

las identidades de género y roles de las mujeres a través del tiempo, se convierten en lo

fundamental para la interacción y el intercambio de diálogos que exhorten la comprensión de

polifonías que no acepten o incluyan, sino que reconozcan a los demás como sus iguales desde

cualquier tipo de otredad (infortunadamente maneras de segregación en la mayoría de los casos).

Las organizaciones, colectivos, procesos, grupos de estudio han dedicado sus vidas a la

igualdad y equidad, la resignificación de lo que es por el bienestar de todas y todos, pero a pocos

les importa; es un poco frustrante, pero la movilización es un medio, y el límite es la resiliencia y

la trascendencia pragmática. De esta manera el Movimiento Popular de Mujeres La Sureña formula

dentro de sus dinámicas un proyecto popular y liberador de educación, así como una comprensión

y producción de medios antipatriarcales, antihegemónicos que apunten a los sujetos de a píe que

están siendo presas del capitalismo salvaje. Cada manera de aterrizar conceptos dentro del proceso

revela una línea política en clave del enfoque de género, de la visibilización de los invisibles. Así

mismo la colectiva Café y Género provee apoyo de grupo, psicológico y legal autogestionado a

los trans de barrio, a los que no les alcanza el dinero ni la angustia para encajar en los modelos

capitalistas y nivel cliché de los medios y la cultura del espectáculo. Así mismo desde el grupo de

estudio se leen y discuten libros y artículos de autores y autoras derroteros de estas

transformaciones, iconos de investigación y literatura feminista para proveer escenarios coherentes

a los temas de participación.

137

La escuela occidental está cruzada por órdenes unívocos donde la mujer tiene una

posición marginal y pasiva, por esto, es de principal importancia crear espacios de orden simbólico

femenino, representativos e identitarios, para fomentar un desarrollo de cultura política propia y

construida por sí mismas.

La consciencia de las mujeres populares sobre las situaciones de violencia ha evocado una

serie de narrativas y afloraciones que nacen de sus experiencias, aquellas que jamás habrían

pensado que iban en contra de su bienestar sino fuera por sus nuevos escenarios. La mayoría de

las veces conciben la violencia como cotidianidad, por el hecho de ser mujeres, y verlas con

lágrimas fortaleciendo su autoestima y contando cómo su vida ha cambiado, cómo moverse se ha

convertido en su nueva mirada, cómo sus hijas e hijos pueden ser mejores seres humanos, significa

un avance sin precedentes en una sociedad como la nuestra.

Es la liberación de los sexos, de los géneros, de la vida. El descubrimiento del primer amor,

el propio genera preguntas frente a las concepciones de relacionarse desde lo interpersonal, se

cuestiona lo romántico, el sacrificio y la culpa y se establece una relación con el placer y el deseo

como búsqueda de su tranquilidad y bienestar. A continuación se relacionan algunos de los

registros tomados para afirmar la relevancia de la educación popular y construcción de medios con

enfoque de género:

(…) el proceso me transformó como mamá, como mujer y quiero devolver lo que recibí (Marleny,

37), Aprendemos bien, es agradable y me siento más liberada (Gloria, 44), Nos dimos cuenta que

lo que hacíamos era Educación Popular, porque la experiencia en la construcción de los planes de

vida desde la comunidades Afro, nos indica que entendemos el saber de las mujeres y de los

hombres como un aporte desde la acción para la construcción colectiva (Marta, 45 lideresa

comunitaria afro), Soy bonita a pesar de las piernas de la tele, el que me ama, me ama, y no es mi

opción de vida, si lo hace o no (Lucia, 32). Ni el marido, ni los hijos y nietos me habían enseñado

que podía quererme y cuidarme (Alcira, 54).

Es valioso para la construcción de género desde lo popular la diversidad que se evidencia en

localidades como Bosa y Kennedy, de las primeras en Bogotá en recibir personas desplazadas por

la violencia y conflicto, de distintos tipos de origen desde indígenas, afro y campesinos que están

obligados a reiniciar su vida en un lugar desconocido, en donde se sienten extraños, venir a una de

las primeras ciudades del mundo en recibir personas en esta condición es enfrentarse con la

138

miseria, la competencia, la desajenación de su tierra, de su cultura y aumentar el asistencialismo

frenético del estado neoliberal colombiano.

Esta diversidad está atravesada por el dolor, el conformismo y la ansiedad del día a día, y

de la mano vienen peores condiciones para ser sujetas y sujetos de participación. Aún más para las

mujeres que tienen dobles y triples feminizaciones que las convierten en víctimas inherentes al

conflicto urbano de absoluta desigualdad que existe en Bogotá, teniendo en cuenta su condición

de pobreza, su color de piel y su ser como mujeres. Atendiendo a esta realidad las mujeres han ido

abriendo su vida con sus compañeras de grupo, con quienes las han hecho parte de su vida y ahora

comparten una identidad, este fenómeno de desarraigo ha conformado una diversidad invaluable

en la manera de compartir, difundir y fortalecer saberes con, desde y para las mujeres y la

diversidad, es valioso incluir que el enfoque intersectorial hace parte de la coherencia de la

deconstrucción del género directamente, porque habla de la diferencia de las necesidades y

maneras de subjetivación.

Las educadoras y comunicadoras populares lideresas del proceso se piensan el feminismo

como estilo de vida y el enfoque de género como igualdad. Consideran que es necesario reivindicar

la historia y la memoria sobre las mujeres, ya que lo que se ha contado ha obviado mucho de sus

vidas. La apuesta política se basa en la reivindicación de los derechos de las mujeres, como sujetos

olvidados y marginados de la historia.

Somos mujeres, y como tal exigimos a las instituciones sociales absoluto respeto y resignificación

de derechos, teniendo en cuenta el absurdo control de nuestro cuerpo, desde la maternidad y la

sexualidad obligatoria. Por eso y por muchas cosas nuestro interés es la mujer como parte ineficaz

de la binariedad (Lina, 28).

El hecho de que las mujeres populares comprendan que las niñas y niños deben crecer con

la percepción de igualdad y diversidad sexual, es una transformación sin precedentes para la

humanidad y su cultura política, tener memoria sobre las múltiples injusticias cometidas a personas

diferentes a los hombres ha ocasionado el quebrantamiento y la fractura de los sentires. La soledad

y la clandestinidad se han convertido en la cotidianidad de muchas y muchos que según el

patriarcado no encajan para la sociedad capitalista que necesita seguir manteniéndose con el

consumo y producción de la familia como institución.

139

El género en su dimensión discursiva hace parte constitutiva del entramado simbólico en el que

habitan los seres humanos en tanto seres hablantes y de palabra. Y serán aquellos que se hacen

cargo del cuidado y crianza, los delegados para transmitir, en el contexto de las relaciones más

primarias, lo que se espera social y culturalmente del niño y la niña. (Jaramillo, 2009, p.7).

El género se introduce como un elemento constitutivo de la organización y soporte de la

dinámica organizativa, de sus posiciones y acciones por la vía de la conjunción de las

individualidades que la conforman. Estas individualidades se hacen “colectivo” cuando se

constituyen en soporte de las dinámicas organizativas. Desde este punto de vista cada organización

se caracteriza por un estilo en sus dinámicas y acciones, a su vez derivado de los aportes de las

mujeres, los cuales deben superestructurarse en la diversidad y el respeto por la otredad,

características que van a calar con ahínco en la vida de las próximas generaciones.

Lucha Burgos14 activista mexicana afirma la necesidad de la perspectiva de género para

proponer una nueva forma de humanizar la sexualidad en la comunidad y el espacio público

demanda un trabajo diario en toda la sociedad reproductora de homofobia y lesbofobia. El

problema entre nosotras no es la diferencia, sino la estructura fascista, lesbofóbica y homofóbica

que atraviesa la sociedad. La apuesta transformadora desde la educación popular radica en las

maneras de enfrentar las fuerzas que marginan las diferencias y a aquellos que oprimen, desde la

autocrítica y coherencia. Así como el trabajo no digno e injusto enmarca condiciones de

marginación para las mujeres heterosexuales, ciertamente es peor para personas que vivan alguna

condición de homosexualidad o transexualidad, sobre todo para la condición femenina, por

ejemplo si un hombre hace su tránsito a mujer, para la sociedad conservadora es un monstruo, es

decir un hombre que se rebajó convirtiéndose en mujer. Esto permite llegar a una reflexión

sustancial en el sentido del direccionamiento de saberes y conductas en la sociedad; de madres a

hijas e hijos, de abuelas a nietas y nietos, hermanas a hermanas, amigas a amigas. Estas relaciones

interpersonales, sean o no parentales siempre van a influir en las percepciones de mundo y por

ende en las decisiones de mujeres y hombres, las cuales van a hacer mella en las nuevas

generaciones.

14 Participante en Principales debates XI Encuentro Feminista Latinoamerica y El Caribe México, 2009. Tomado de

las memorias del evento.

140

8. La Memoria del Sur, Subjetividad de las Mujeres y Trans populares

Una de las grandes polarizaciones inculcadas por el patriarcado ha sido el Sur y el Norte,

de allí justamente se parte, para analizar geopolíticamente a la comunidad invisibilizada por estas

binariedades absurdas abordadas desde el privilegio o la marginalidad. No hablar de los espacios

es volver a descripciones parciales de lo social, es obviar la diversidad y la validez autentica de los

sitios de impacto.

La cartografía transciende y resignifica los espacios abstractos y físicos, las localidades

implicadas (Kennedy –Bosa) forman parte entre otras tantas de la organización social y acciones

solidarias por la participación y el bienestar común, como espacios muestran la vida de sus

habitantes, teniendo en cuenta los múltiples niveles de desigualdad que hacen ahínco en las

sustanciales diferencias en la cotidianidad de la comunidad.

Bosa es la primera localidad en recibir población desplazada, el 60% viven en condiciones

de pobreza y casi el mismo porcentaje de mujeres analfabetas. El interés no es registrar más cifras,

es mostrar que hay detrás los números y los porcentajes, es saber y ver más allá de la incompetencia

del estado reconociendo el valor de sus habitantes y la trastornada definición de lo popular. La

gente desde sus barrios ha establecido distintos frentes de insurgencia popular y comunitaria

debido a os diálogos de saberes y la interacción necesaria para sobrevivir y sobrellevar el abandono

y opresión de las instituciones.

La esquina, la avenida, la droguería, el parque, el salón comunal, la panadería, “la plaza”

esos que caracterizan la vida real, esa vida que ha convergido en saberes de abuelas, abuelos, afros

e indígenas que han diversificado la memoria de los territorios y así mismo ha obligado a pensar

en los pasos de otras personas que han constituido pilares enormes de inconformidad y lucha. Eso

son los espacios, luchas populares, esas acciones que no contempla la historia y que con dificultad

es relevante en el conocimiento académico. Una de las preocupaciones de este proyecto de

investigación ha sido darle el nivel a cada discusión, por tanto cada fibra tocada a lo largo de este

ejercicio ha sido demostrar no sólo desde la pasión que evoca la militancia, sino desde lo real,

desde lógicas de dominación Bordieu apunta a la necesidad de levantarse y voltear a mirar las

diferencias del sistema económico, entre el privilegio y el control.

141

Claudia Korol enmarca la importancia de una Comunicación y Educación Popular desde

los territorios, la necesidad de una Latinoamerica antipatriacal descolonizada es el camino y la

utopía, Mendoza aproxima los días de genocidio masivo al machismo en estos días:

En las colonias lo vimos con las violaciones masivas de mujeres indígenas como instrumento de

guerra de conquista y asentamiento colonial, la pérdida de sus estatus social y político,

esclavización entre otras cosas. Esta “domesticación” la vemos continuar hoy con los feminicidios,

el tráfico de mujeres pobres, el turismo sexual, la maquilización y feminización de la industria y la

pobreza bajo el capitalismo neoliberal. (Espinosa, 2010, p25)

Todas estas situaciones con tiempo indefinido, transitan en las calles, en los sures de

Latinoamérica, donde habitan los que no pertenecen al privilegio. Donde las instituciones y los

medios hegemónicos no llegan, entre tanto el poder popular se instaura como manera de

supervivencia y transformación.

Lo que vende el neoliberalismo en los territorios es un acceso al sistema de consumo de los

hogares, empobreciéndolos aún más. Uno de los grandes logros de los procesos sociales es que

esto no importe, que las mujeres no estén interesadas en pertenecer a la globalidad de la mujer

exitosa, individualista, así como el trasngénero jocoso, burlón y burlado, fashion, egocéntrico y

superficial. Transgredir es lo más difícil, pero representa la voz sureña de mujeres y trans cuya

apuesta política subyace todas vicisitudes.

Premisas como “tomarse la calle” o “en la calle nos vemos” manifiesta la importancia de

salir de las casas, de lo privado, de soslayar la dominación patriarcal, de movilizarse y empezar a

fundar procesos individuales y colectivos de autonomía. Apagar el televisor y mirar que el barrio

y sus habitantes valen la pena, los desaprendizajes inician conociendo los espacios donde se habita

y como pueden transformarse. Pintar murales, limpiar parques, alimentar animales callejeros,

mantener humedales, difundir medios, cocinar forma parte de algunos de los itinerarios, los cuales

con el tiempo se convierten en procesos consagrados que invitan a la gente a seguir aprendiendo

de sus territorios para tomárselos como propios y exigir mejoras a las administraciones a través de

educación popular, jornadas artísticas, recorridos, círculos de la palabra, producción de medios y

grupos de estudio.

Una de las grandes discusiones de este proyecto ha sido la negación a la inclusión como

hecho coyuntural del neoliberalismo para crear canales patriarcales a través de las mismas mujeres,

142

esto quiere decir que “incluir” a las mujeres y personas trans en curules y liderazgos mediáticos

no significa nada mientras el trabajo con la comunidad no exista.

La cartografía social se ha encargado de reflexionar desde una perspectiva metodológica

cada una de las situaciones que se presentan en un territorio, la idea es desde la participación dar

herramientas al investigador y aprendizajes validos al ciudadano para conocer y proteger los

espacios, esta técnica soslaya la impresión única del investigador y muestra las problemáticas

sociales, culturales, ecológicas, económicas de un territorio.

Este ejercicio fue importante para entender muchas de las dinámicas de las mujeres no sólo

frente a la construcción de la ciudadanía, sino en su construcción y deconstrucción como mujeres,

ver su cuerpo como mapas, entender sus diferencias, saber que les gusta y que no de cada una es

fundamental en la construcción de su amor propio y la deconstrucción de la mujer Sureña. Así

mismo, pero bajo distintas manifestaciones las personas trans, confirman ese tránsito, esa

diferencia, esa subjetividad obligatoria en la búsqueda necesaria de la identidad; “mi cuerpo, mi

territorio”. Ambas perspectivas derroteras de la lucha feminista popular antipatriarcal develan las

múltiples agresiones y vulneraciones a derechos que ni conocían (sexuales y reproductivos), así

como la dominación implacable de la institución que todo lo naturaliza, o peor aún le da el carácter

divino que la gente no se atrevía a juzgar.

CAPÍTULO 5

CONCLUSIONES Y PROPUESTA

5.1. Conclusiones

El género como categoría histórica es una premisa sugerente en distintos aspectos que están

en total coherencia a la variedad de momentos que han borrado las acciones de las mujeres y

personas diversas. Por supuesto que puede explicar muchas de las situaciones que aún hacen mella

en la vida de la comunidad. Entender la necesidad de reconocer lo femenino y diverso como

situación absolutamente simétrica, obliga a evocar la memoria y traer acciones que provean

elementos para reconocer históricamente que lo opuesto a lo masculino ha sido relegado de ser un

sujeto digno de derechos. Muchas de estas apreciaciones se han difundido por tradiciones socio-

culturales; las de la institución y la academia reflejan investigaciones lejanas de las realidades

antropológicas y sociológicas, teniendo en cuenta que si se investiga de manera jerarquizada los

mecanismos de fiabilidad y validez no serán coherentes. Entre tanto al no conocer sus realidades

143

repiten sistemáticamente las condiciones de opresión. Los estudios de género y el feminismo han

facilitado el marco en el que se construyen y recrean las relaciones entre mujeres- hombres- trans.

La continuidad de los procesos alude a la necesidad de darle nivel a las discusiones

establecidas y realizar interacciones frecuentes que provean escenarios diversos. Usualmente las

organizaciones y colectivos tienen proyectos a corto plazo, no siempre es voluntariamente,

simplemente la dinámica de los proyectos de la institución es coyuntural y en muchas ocasiones

las acciones quedan a medias, además los criterios de selección para ser seleccionados son

absolutamente burocráticos y los favores políticos afloran. El seguimiento y acompañamientos a

los procesos dependen de las organizaciones, ya que instituciones como la Secretaria Distrital de

la Mujer, Secretaria de Integración Social y desde lo local la Casa de la Igualdad y las

Oportunidades, dependen de la administración de turno, y cuando se trabaja a la par con lideresas

de procesos la percepción es distinta, más clara, más fiel a los panoramas locales y distritales. Sin

embargo se requiere compromiso, voluntad política e infortundamente recurso para proveer

mejores herramientas y retribuir a las y los voluntarios que de alguna manera “trabajan” como

educadores y comunicadores populares. Se ha pensado en proyectos productivos para mantener el

proceso y así mismo constituir ejercicios de economía solidaria, desde lo que ellas saben hacer.

De hecho la continuidad también depende de eso, de la formación popular desde la escuela, muchas

de ellas a pesar de haberse graduado siguen en el proceso colaborando y participando dentro de

las decisiones. Desde La Sureña Comunicación-Educación la Radio y la Revista demuestra la

voluntad de las lideresas para seguir construyendo, así como sistematiza en prensa y radio

experiencias, procesos y acciones del feminismo en Colombia. Qué la comunidad vuelva a creer

y comprenda lo político es un reto para las organizaciones, ya que la institución con el cambio de

administraciones y la falta de planeación han abandonado o cortado de raíz proyectos que debían

tener un seguimiento exhaustivo. Muchas mujeres han sido asesinadas, no ha podido denunciar,

siguen siendo violentadas, otras no pudieron seguir asesorías legales y psicológicas, entre otras

terribles consecuencias de la incompetencia de la administración local y distrital. La situación con

la comunidad LGBTI tiene las mismas características de las mujeres, todo depende de voluntades

políticas, convergencias ciudadanas y prácticas emancipadoras.

La inexistente cultura política ha promovido escenarios comunicativos inicuos totalmente

alejados de la realidad, la sociedad nunca ha sabido comunicarse con las mujeres, las

144

construcciones de las mujeres sobre los medios, sólo han hecho mella en la binariedad, la

desigualdad y los marcados estereotipos que aún ignoran y evaden el rol de las mujeres. ¿Qué y

cómo leen las mujeres populares? (la cuestión además de críticar profundamente a los medios es

saber y comprender cómo las y los usuarios Los canales masivos de televisión, portadas de revistas

de farándula, memes y mensajes de redes sociales sin profundidad (dietas, rezos, relaciones). Nada

recoge a las mujeres de carne y hueso, lo que sí existe es una marcada caricaturización de las

indígenas, afro, militantes o transgénero la reducción de las mujeres las convierte en burla, en

personas poco inteligentes en lo que se supone la mujer actual no quiere ser. Entre tanto se imprime

una normalidad obligatoria para hacer parte del sistema. Por otro lado la participación de las

mujeres dentro de sus espacios, como el trabajo, la escuela, la familia, demuestra que todos y todas

somos medios portadores de conocimiento e información.

El Feminismo Popular como derrrotero de la revolución por y para la igualdad de las

mujeres y el enfoque de género como tal, demuestra a lo largo de las indagaciones de este proyecto,

que la academia debe hacerse cargo de las transformaciones que se dan en lo local, con el fin de

proveer elementos teórico prácticos para investigaciones coherentes a los objetos y sujetos de

investigación, y de esta manera los hallazgos hagan mella en próximas búsquedas y procesos. Las

reflexiones esenciales a las que este proyecto ha llegado desde el feminismo han perfilado maneras

más rigurosas de sistematizar y posicionar otras maneras de transformar, incluso más allá de

corrientes marxistas, en las cuales la liberación del obrero del trabajador cobra una fuerza, pero ¿y

las mujeres? Había y hay una colonización cultural que refuerza el eurocentrismo y una historia

de “grandes machos”, poseedores de aquello que las mujeres o mucho menos la comunidad LGBTI

llegaran a tener; por eso se habla de un feminismo latinoamericano, en dialogo con el feminismo

europeo, pero respetando las tan marcadas diferencias. Esa construcción determina que

herramientas como el campo Comunicación-Educación debe determinar estas situaciones y

condiciones que cambian el aula de edificio por cualquier calle, es decir en palabras de Huergo

como la sociedad se transforma en una sociedad educadora gracias a las múltiples polifonías que

convergerán en nuevas alfabetizaciones y maneras de comunicarse para la transformación y la

revolución del conocimiento.

Los niveles de subjetivación van a influir en la necesidad de un proyecto emancipador

global, en el cual la deconstrucción del sujeto forma parte fundamental de los planteamientos

145

dentro de la perspectiva de género que lo individual y lo colectivo, el cambio. De la educación y

la pedagogía a la participación e incidencia política. Aprender y enseñar para la construcción de

lo popular es un interjuego que demuestra la necesidad de organizarse, reflexionar desde lo

individual para performar desde lo colectivo, parafraseando a François Houtart15 desde cada uno

viene la subjetividad para construir en colectivo la objetividad necesaria para la revolución.

Interesan las voluntades políticas que rompan la marca obligatoria que el sistema ha impreso en

cada sujeto, la reflexión imperante en cada acción va a venir a conformar nuevas maneras de

pensarse la vida en los barrios, la necesidad de reunirnos a pensar el mundo y no sólo a sufrirlo o

vivir en él es una quintaesencia del movimiento, del proceso, de las y los que estamos vivos.

La escuela tradicional “formal” requiere con urgencia una reflexión profunda frente a sus

quehaceres epistémicos de acuerdo a los órdenes simbólicos que se establecen frente a los planes

de estudio, bases de investigación y procesos críticos coherentes al momento político y la

reivindicación de la memoria. La situación es tan compleja que las instituciones educativas en su

pseudodarwinismo de supervivencia al más apto, versión sociedad, de manera arbitraria y

patriarcal han dirigido los contenidos de los curriculums al consumo y soluciones coyunturales

para la cultura del éxito, no se “educa” para saber del otro, sino por y para la competencia, no hacía

la construcción del conocimiento, sino pasar por encima de los demás, “ser más capaz que”,

“aplastar”, la cooperación y la igualdad son sólo clichés que reposan en carteleras y posters. En

suma el material que se utiliza (la mayoría copiado y pegado de internet o tomado de libros de

texto) absolutamente andrógino, sólo escritores hombres; las mujeres relegadas, los trans ni

imaginados como autores de algún tipo de conocimiento. Sin contar con las dimensiones

esclavistas y reduccionistas de los mandos medios (coordinadores y demás) que no leen, se dedican

a desacreditar el trabajo de los demás sin tener idea de las múltiples situaciones que se presentan

con las y los estudiantes. Los roles en la escuela se mantienen a años luz de las realidades y esa es

una de las más razones más coherentes, por las que los niños (as) y jóvenes, y profesores (as) no

15 François Houtart (1925-2017) es un referente de las luchas altermundialistas desde mucho tiempo antes de que a las

resistencias populares se las bautizase con este nombre. Este sacerdote belga lleva ya unas cuantas décadas preocupado

por el rumbo que está tomando el planeta Tierra, apoyando las iniciativas de aquellos que desde Nicaragua hasta Sri

Lanka se resisten a ser engullidos por el sistema capitalista. Con el convencimiento reposado de quien ha visto

transcurrir casi un siglo lleno de claroscuros nos empuja a seguirle: “No podemos ser otra cosa que revolucionarios”.

En: http://www.cetri.be/Francois-Houtart-sociologo-y?lang=fr.

146

disfrutan su proceso de enseñanza-aprendizaje, además de no ser útiles en la sociedad a la que

pertenecen.

La naturalización de las violencias se han convertido en la técnica más utilizada por los

gobiernos de turno para enmascarar las incontables situaciones de agresión, vulneración, abuso y

asesinato, y las mujeres se han estado acostumbrando estas situaciones a través del tiempo. Los

mecanismos infortunadamente se han legitimado al nivel de callar y tener vidas indignas y

absolutamente dependientes. Así como no interesa abanderarse de palabras como inclusión,

tampoco de víctima, ambas pertenecen a los discursos pendencieros del estado incompetente; la

victimización ha sido el recurso más sencillo para mostrar supuestos procesos de acompañamiento,

pero como en muchos casos, es sólo una primera atención mediocre y sectorizada, la cual no va a

ningún lado. Las mujeres y trangéneros hablan de la violencia no sólo del estado, sino de sus

propios familiares y contextos. Esto implica que callen, que naturalicen la culpa y el sacrificio

como posición femenina por antonomasia, la mayoría de las violencias se dan en lo privado, por

tanto entre el amor romántico y los estereotipos se han confinado millones de vidas. La reflexión

se perfila dentro de la deconstrucción necesaria para entender, denunciar y renunciar a las

manifestaciones de violencia que se ignoran y que ahora son causas políticas de distintas voces

populares. Dentro de los grupos focales se identifican tipos de violencia que siempre han existido,

ahora queda el reto de revelar situaciones estructurales, económicas, psicológicas, intrafamiliares,

de acoso, simbólicas, obstétricas, institucionales, de tráfico y los feminicidios, que evidencian las

máximas de desigualdad (violencia de género) que permanecen a pesar del tiempo y el “progreso”.

Otro aspecto relevante en la descripción de las maneras de violencia, es la mujer como botín de

guerra y la premisa cargada de sentido “no parimos hijos para la guerra”, aunado a esto la vida

escondida de los homosexuales, el miedo a ser, es la más grande muestra de violencia: todo esto

implica análisis reales coherentes e intereseccionales, para que la comunidad conozca sus

derechos. Estas caracterizaciones estructurales hacen un llamado a la educación, a las voces sujetas

de una supuesta formación que privilegia y al mismo tiempo margina, analizar las maneras de

opresión desde maneras silenciosas y ruidosas es un punto más en la agenda de la transformación,

de las verdades no absolutas, sino de acuerdos que surgen de pensamientos del común que vienen

a aterrizarse con la rigurosidad de cualquier otro tipo de hipótesis. Las mujeres comprenden la

importancia de denunciar y renunciar a cualquier tipo de agresión, han aprendido las rutas legales,

las cuales no son muy efectivas, pero hacen parte de nuevas dinámicas legales que acompañan los

147

procesos de formación de las mujeres, los cuales hacen mella en el reconocimiento de las

situaciones que ponen en riesgo su bienestar, reputación, integridad y en muchos casos su vida.

Leyes como la 1257 de 2008, la 1639 de 2013 o la 1761 de 2015 que revelan que los feminicidios

y la violencia de género existen y apagan vidas por minuto en este país, han disparado las cifras

de denuncias, así mismo han reflejado las nefastas sumas y escabrosas situaciones (Caso Rosa

Elvira Cely, Gina Potes, Natalia Ponce, Yuliana Samboni entre miles) con las cuales las mujeres

y la comunidad LGBTI han sido sometidas por el patriarcado. Infortunadamente (como siempre)

muchas personas han perdido mucho en la reivindicación de derechos, esto ha provocado una

consciencia y articulación de organizaciones para generar mayor impacto, no sólo por la crueldad

de los homicidios o agresiones, sino por la solidaridad pragmática que se requiere con urgencia

para el derecho a la vida digna de mujeres y personas diversas.

La condición inherente desde los procesos culturales y sociales de la articulación de la

Comunicación y Educación, siempre esta encausada a las subjetividades que han construido cada

una de las propuestas, aunque no se aborden directamente son las que evocan las miradas de las

líneas de acción y las maneras de organizarse. Como el campo ha reflexionado desde sus expertos

y se confirma en el proceso de este proyecto de investigación, la necesidad de construir en lo

académico desde ambas perspectivas y no las dos como ejes independientes provee variables más

coherentes que continúan la rigurosidad de la investigación. Interpelando procesos y no objetos

por separado. Reconocer esta dicotomía insoslayable en el enfoque de género e interseccional

suscribe a la diversidad en nuevas perspectivas de investigación que abordan la importancia y el

derecho a ser.

El cuerpo como primer espacio, como evocación del amor propio y por supuesto

manifestación de la identidad, constituye toda una discusión dentro del feminismo popular y el

enfoque de género, lo cual en últimas viene a ser lo mismo en la configuración de la igualdad. Sin

embargo es necesario clarificar que cada cual tiene unas particularidades, en el caso de las mujeres

conocer sus derechos sexuales y reproductivos ha sido toda una epifanía, atribuido a que uno de

los infinitos triunfos del patriarcado ha sido justamente mostrar a la mujer delgada, con fajas,

pinturas, operaciones, todo para encajar para satisfacer la supuesta autoestima capitalista, las

mujeres se avergüenzan de sus cuerpos, lo cuales en la mayoría de los casos han estado atravesados

por repetidas gestaciones, trabajo pesado, mala alimentación y sedentarismo, han tenido que

148

formularse su propia tranquilidad recetada desde la vida de sus seres queridos. Encontrarse como

mujeres-sujetos ha iniciado la construcción de nuevas personas, que se valoran, invierten en ellas,

se cuidan, se perdonan y en clave de estos cambios, los procesos de participación generados por

estos espacios de interacción, expresión y apoyo desembocan en comunicación-educación

popular, la seguridad de los grupos de mujeres y darse cuenta de lo propositivas que pueden llegar

a ser, se nota, se ve, se refleja en su apariencia, en la irradiación de las nuevas mujeres populares.

En sintonía con las “cuerpas” como llaman los trans militantes, su primera preocupación de

acuerdo a la identidad de género es cómo quieren verse, cómo quieren construirse, quiénes

seguirán siendo, cómo van a ser los procesos de transición. Luego de indagar cómo se viven estas

situaciones de cerca, las intervenciones que hacen a su cuerpo son símbolo de rebeldía con el

sistema. No todos quieren modificar su apariencia, se puede tratar de orientación y mantienen su

identidad de género. Es valioso tener en cuenta que la incorrecta percepción de protagonismos y

marginalidad que encabezan los medios y las instituciones en contra de la comunidad LGBTI y/o

LGBTIQ, así como canales que usan para atraer la atención y coptar desde lo superficial son solo

artificios para una supuesta “inclusión”; obvian la mayoría de las percepciones y reales maneras

de subjetivación, no se trata de aplausos o palmaditas en la espalda, se trata de acciones

contundentes desde lo legal, lo académico y social, más allá del reconocimiento es el derecho a ser

ciudadanas y ciudadanos que transitan a través de sus cuerpos (como lo hacemos todos). Las

acciones no se hacen esperar, el hecho de ser incluidos en poder ejecutar proyectos institucionales,

acceder a algunas plazas públicas, tener un documento y por supuesto negarse a los tintes

conservadores de la derecha; como acceder al matrimonio y la adopción equitativa, son luchas

que dejaron de ser utopía para ser una realidad, una con muchas trabas pero que seguirá siendo

parte de las apuestas políticas de procesos que van y ven más allá de lo que comunidad necesita.

Para pasar a valorar el sujeto, su identidad, sus derechos y lo que realmente quiere.

Las palabras exclusión e inclusión representan la gallardía de las instituciones en su

milimétrica comprensión del feminismo y la diversidad, quienes en su arbitraria posición de jueces

han desinformado a la comunidad desde políticas irrisorias, críticas sin argumentos y profundos

vacíos a sus gigantes errores, mejor llamados crímenes en muchos casos. La burla ante las apuestas

políticas de las organizaciones, colectivos y procesos, ha obstaculizado la búsqueda por la equidad,

no se trata de privilegios, de trata de igualdad y equidad, sin embargo bajarse o compartir las

bondades que ha vivido lo masculino por décadas es toda una guerra para las instituciones, que

149

botan minucias para defender un supuesto estatus moral. La exclusión es una de sus maneras;

primero para disminuir, dividir, maltratar y generar miedo, controlando lo económico para dominar

la supervivencia, evitando la diferencia para no confrontar los incontables errores de los que nadie

se hace responsable, por el contrario se vanaglorian diciendo: ya aceptamos que, son normales; se

marginan desde los roles obligatorios. Además de ser un constante estorbo en las luchas que se

han ganado (identidad de género legal, adopción y matrimonio igualitario) con sus supuestos sobre

la defensa de la familia binaria, cristiana y patriarcal. La exclusión puede tomarse desde la

perspectiva de muchos que se creen o llaman a sí mismos pensadores o expertos y opacan la lucha

con sus discursos acartonados de economía del lenguaje, o que tanta categoría fragmenta, que

todos somos iguales y ya; qué fácil para una sociedad con uno de los niveles de desigualdad más

pronunciados del mundo, donde las políticas para mujeres y comunidad LGBTI (entre otras) son

simples, sin horizontes y las que tienen sentido han sido construidas por el contrapoder, por la

fuerza ciudadana, segunda región en Latinoamérica con más alto nivel de feminicidios y mujeres

en refugios, homosexuales con expectativa de vida de 35 años y no por enfermedades venéreas

como todos lo piensan (abandono, pobreza, suicidio,marginación). Ni hablar de la cotidianidad

donde las bromas y los juzgamientos someros siguen enterrando desde el maltrato silencio y

micromachismos de todo tipo. Otro factor relevante es la diferencia entre mujeres y hombres

transgénero, la gran diferencia que es que los primeros son más segregados y discriminados,

teniendo en cuenta que según el sistema se disminuyeron, botaron el privilegio y quieres ser

mujeres, entre tanto los hombres transgénero más allá de ser “aceptados” pasan desapercibidos

porque “parecen hombres”. La inclusión no es igualdad, es un mecanismo para agradecer las

migajas del estado.

La deconstrucción obligatoria de lo popular encabeza la apuesta política de este proyecto

de investigación, aunando las múltiples y diversas manifestaciones de la configuración de la

memoria(s) y del territorio(s) posible en la subjetividad de los individuos y colectividades. De esta

manera lo popular se transversaliza y al mismo tiempo se desvincula de la marginación y de lo

folclórico, buscando referentes de contrapoder, procesos sociales y participación política

convincentes al nivel semántico y pragmático del término. La reivindicación es en clave de las

trasformaciones lógicas y coherentes a las prácticas de los movimientos, cuyo empoderamiento de

discursos va a venir a producir un cambio radical en la construcción de conocimientos desde la

Comunicación y la Educación, no por vías distintas, sino por la misma necesidad de convertirlas

150

en un lenguaje dialéctico. Ya no se trata de las mujeres pobres, analfabetas, gordas, esclavas; es

sobre esas mismas mujeres estableciendo otros roles como nuevas mujeres y ciudadanos, cuyos

discursos representan cambios en ascenso por y para su bienestar.

La construcción colectiva se convierte en la única opción para organizarse, esos niveles de

sincronía y legitimización hacen referencia a los esfuerzos que se articulan para proveer espacios

igualitarios y equitativos. Una de las manifestaciones que permiten estos cambios sustanciales es

la materialización, la unión productiva y sustanciosa de aprendizajes que ameriten la reunión de

saberes desde acciones concretas (uno de los desafíos), las cuales este caso convergen en la Sureña:

Prensa y Radio, para mostrar los hallazgos y conclusiones de este proyecto de investigación, junto

con las y seleccionados de ambos grupos focales se realiza se conforma el comité de redacción

con el fin de motivar y mostrar los conocimientos y maneras de entender la línea política de los

medios de comunicación popular y alternativa, en este caso con enfoque de género interseccional,

a partir de los distintos aprendizajes y saberes se generan relaciones horizontales en clave de la

lógica y coherencia del Movimiento de Mujeres la Sureña. La revista N.9 es el resultado de los

hallazgos, resultados y conclusiones desde los ojos de las mujeres y personas diversas con el apoyo

de las formadoras populares que acompañaron este proceso de investigación.

¿Es lo popular, alternativo? ¿Es lo alternativo, popular? la simbiosis necesaria de estas dos

representaciones sociales, no siempre coincide en la articulación de representaciones socio-

culturales. La producción comunicativa y las discusiones pedagógicas han pasado por alguno de

los conceptos, pero no implica que tenga ambas miradas, la cohesión puede ser transicional o puede

mantenerse para visibilizar y dar mayor nivel epistémico a lo popular. Lo alternativo se ha

configurado a través de distintas percepciones que se atribuyen al diseño, al uso de TIC,

subjetividad artística y manifestaciones que difieren del sistema dominante, sin embargo en el afán

de mostrar novedad y estilo, obvian la necesidad de recoger (objeto más que sujeto). En esa medida

hablar de lo hegemónico sin la visión de los propios individuos, sería una visión sesgada y como

pasa en lo académico, sectorizado. El gran acierto consiste en que los medios alternativos sean

populares, y los populares sean alternativos en la medida de fortalecer la participación y visibilizar

la realidad social.

El acceso a las tecnologías de la información y comunicación representa toda una ruptura

epistemológica para la comprensión y deconstrucción del mundo contemporáneo. Las maneras de

151

transmitir la información han cambiado, las variedades a las que han sido expuestas han formado

parte de nuevas perspectivas, mayor facilidad para informarse, otras subjetividades en militancias

y lógicas de presencia distintas. Una de las cuestiones relevantes para analizar es la calidad y el

fortalecimiento a profundidad de las estructuras de pensamiento que van a determinar el

surgimiento de maneras de construcción del conocimiento, ciertamente esto garantiza acceso pero

no siempre la reflexión de los individuos implicados. Uno de los aportes más valiosos corresponde

a que la comunidad tome posiciones, opine e interactúe, por otro lado los temas superficiales son

una de las tendencias más marcadas en las consultas. Es decir que este cambio radical requiere una

informática consciente desde el pensamiento crítico para leer la realidad y/o realidades que han

estado enmarcadas históricamente desde el machismo y el privilegio, de hecho varias

organizaciones, movimientos y proceso sociales han implementado estos aprendizaje dentro de

sus dinámicas para generar articulaciones glocales que han cambiado y fortalecido muchas

prácticas y subjetividades. El proceso de Alfabetización para Mujeres Adultas La Sureña ha

buscado distintas estrategias, metodologías y convenios que han fortalecido el currículo alterno en

construcción. Más allá de un simple “like”, las mujeres deconstruyen la comprensión y producción

de textos desde la redacción en word, manejo de fotografías, programas para sustentar temas

(Power Point), creación de su e-mail, entre otros elementos que han provisto nuevos escenarios en

los que convergen las habilidades que han adquirido y las reflexiones a las que han llegado gracias

a sus múltiples esfuerzos. Así mismo la conectividad que evoca el intercambio de saberes y

herramientas técnicas (radio, diseño) a partir de talleres y encuentros inter y transdisciplinarios

con otras organizaciones.

5.2 PROPUESTAS

5.2.1 El enfoque de género en el Campo Comunicación-Educación

Según cada una de las afirmaciones, variables y rasgos de significación aunados en este

documento, uno de los aportes más valiosos en la configuración del campo Comunicación-

Educación corresponde al enfoque de género dentro de la determinación de acciones concretas en

la producción de sentidos de las organizaciones y procesos sociales, cuyas voces enmarcan una

cultura política que apunta a la igualdad y equidad desde la consciencia de clases y descolonización

con el fin de constituir escenarios epistémicos coherentes a las premisas planteadas desde los ejes

de acción. Desde lo particular interesante analizar qué sub-líneas de investigación desde el enfoque

152

de género serían pertinentes para abrir discusiones interesantes en consonancia con la academia y

la cultura política de las organizaciones. Es decir el necesario diálogo de la academia y lo popular,

el campo Comunicación-Educación se convierte en ese punto de articulación.

5.2.2 Centro de Estudios de Género en la Universidad Distrital, desde la Maestría en

Comunicación- Educación.

Un centro de estudios de género para la Universidad Distrital Francisco José de Caldas

desde la Maestría en Comunicación-Educación, línea de investigación en cultura política, es

necesario para proveer mayor coherencia a los procesos académicos y de investigación que

delimitan cada una de las problemáticas que enmarcan las ciencias sociales. El enfoque de género

es una categoría inter y trasndisciplinar que va a nutrir y evidenciar múltiples prácticas que

requieren visibilización para proveer mayor nivel de análisis reflexión e inclusión en distintas

agendas académicas e institucionales, así mismo recoger las subjetividades avocadas a la igualdad

desde diálogos polifónicos con bases argumentadas que contribuyan no sólo a la deconstrucción

del género en lo popular, sino a través de lo popular en la misma academia. La necesidad de tener

estas conversaciones y materializarlas desde el lenguaje, los nombres y las resemantizaciones en

la universidad procuraría diálogos con otras regiones del país y de Latinoamérica, lo cual a su vez

incluiría a Colombia en estudios, encuentros, coloquios feministas y de comunicación alternativa

con el fin de reconocer el potencial en investigación social que puede surgir de estos aprendizajes

que han hecho mella en múltiples miradas latinoamericanas, estadounidenses y europeas.

5.2.3 Produciendo Medios con Enfoque de Género en la Universidad Distrital (Radio y Prensa).

La producción de medios desde el diálogo de la academia y las organizaciones en el campo

Comunicación-Educación representaría un logro enorme en la construcción del conocimiento

desde la justicia, la igualdad y equidad, desde procesos de investigación que generen impacto con

el apoyo de quienes han difundido las epistemes en las escuelas y universidades en este territorio.

La universidad pública debe estar en disposición de facilitar encuentros y diálogos, así mismo

materializarlos desde publicaciones que visibilicen los esfuerzos, encuentros y disidencias que

promuevan metodologías igualitarias, basadas en estudios serios, confiables y válidos para los y

153

las participantes, así mismo con el soporte y asesoría de los profesores y profesionales de la

maestría, requerida en el planteamiento y desarrollo de estas prácticas. La publicación garantizada

periódicamente sería el resultado de un comité editorial que generaría las secciones, línea política,

tipos de textos, reportajes y alianzas. Otro espacio potencial de producción es la radio de la

Universidad Distrital LAUD de igual manera se plantearía un espacio de reflexión política con

enfoque de género que tuviera otra manera de difusión, a través de programas de radio temáticos,

secciones, música, visibilización de las mujeres investigadoras (estudiantes-docentes) desde la

interdisciplinariedad.

5.2.4 Comunicando-Educando en Latinoamérica; tejiendo las redes necesarias.

Desde los diálogos e intercambios de aprendizajes, experiencias e investigaciones iniciar

un proceso serio y riguroso de relaciones interinstitucionales con otros países que estudien el

campo Comunicación-Educación o que contemplen sus proposiciones dentro de sus dinámicas,

por ejemplo la Universidad Nacional Autónoma de México, Colmex, Universidad de Buenos

Aires, Universidad de la Plata, Universidad de Sao Paulo entre otras, cuyas premisas asuman la

comprensión de realidades que se requieren para investigar en ciencias sociales. El ejercicio puede

darse desde líneas y variables en la perspectiva de género, organizadas debidamente por grupos de

estudio que fomenten la investigación crítica.

154

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159

ANEXOS

Anexo 1. Fragmento de Matriz de Hallazgos Entrevista Preliminar

160

Anexo 2. Matriz de Hallazgos Cuestionario

Proposiciones de base por pregunta del cuestionario para establecer las categorías.

161

Anexo 3. Matriz de Hallazgos, Entrevista de Soporte

162

Anexo 4. Fotografías de Registro

163

164

Anexo 5. Revista La Sureña N.9 Trabajo colectivo de registro de encuentros, talleres, interacción

y prácticas de Comunicación-Educación Feminista.

Véase en: http://www.youblisher.com/p/1283100-La-Surena-9/

http://co.ivoox.com/es/mitos-del-amor-romantico-audios-mp3_rf_10958448_1.html?autoplay=true

165