CONSEJOS PARA PIANISTAS Luís Becerra

1. LA POSTURA :

Cuida muy bien la postura del cuerpo cuando estés frente al piano. Una mala postura acarrea graves problemas a nivel técnico y psicológico. Siéntate al borde de la banqueta, mantén la espalda erguida y al mismo tiempo relaja los hombros y el cuello; baja la barbilla ligeramente y siente como tu cuerpo descansa sobre la banqueta.

Con esta posición mejorará nuestra capacidad técnica. Al estar libre de tensiones innecesarias también mejorará la concentración y nuestra actitud mental será más fuerte y segura.

Una buena postura es más estética y transmite seguridad y control.

2. DIVIDE LAS DIFICULTADES:

Es la manera más rápida, inteligente y eficaz de enfrentarse a los problemas técnicos y musicales de una partitura.

Divide en fragmentos la pieza que estés trabajando. Clasifica cada fragmento con un número para poder después trabajar con ellos. Algunos de estos fragmentos deberás trabajarlos diariamente, otros sólo de vez en cuando; depende de la dificultad de cada uno de ellos, de esta forma concentraremos nuestra energía en resolver problemas concretos de fragmentos y no perderás tiempo tocando de arriba abajo sin prestar apenas atención en lo que haces.

Un fragmento lo podemos dividir también en tantas partes como sea necesario para así resolver los pequeños problemas técnicos que nos surjan.

El dividir las dificultades y practicarlas por separado, es la manera más rápida de evolucionar en el perfeccionamiento de una pieza musical.

3. LA DIGITACIÓN:

Elige muy bien la digitación. La digitación es el primer paso, consiste en decidir con qué dedo vamos a pulsar cada tecla. Es muy importante elegirla correctamente, para ello existen varias normas fundamentales:

1. debemos elegir digitaciones que nos resulten cómodas a nuestra propia mano. Cada mano tiene su propia estructura y tamaño, por lo que deberéis revisar muy bien las digitaciones dadas por los profesores o incluidas en las partituras. En caso de que no os resulte cómoda una digitación, cambiadla sin pensarlo y buscar una mejor.

2. Con ella debemos poder realizar correctamente lo que la partitura nos indica. Debemos ser fieles al texto con la digitación escogida.

3. La digitación debe ser coherente consigo misma, es decir, en el caso que un pasaje se repita varias veces utilizaremos la misma digitación en cada uno de ellos. No cometáis el error de digitar cada una de las notas de la partitura sólo escribid los números que sean importantes, así será más útil y fácil de recordar. Una vez que encontréis la digitación que os viene bien no la cambies y tocad ese fragmento siempre con los mismos dedos

Sólo con una digitación pensada y decidida correctamente podemos aspirar después a una interpretación segura y seria de la partitura.

Si os saltais este paso y empezais a estudiar una pieza sin elegir la digitación, os surgirán problemas de todo tipo. Digitad bién, es de suma importancia.

4. LENTÍSIMO Y A TEMPO REAL:

Las dos velocidades que dan mejores resultados en el estudio son el Lentíssimo y A tempo real. Las razones son muy claras: cuando practicamos a cámara lenta obtenemos un conocimiento mucho más profundo de cada uno de los movimientos que realizamos. Al ir tan despacio, el gesto automático de la mano desaparece y, por tanto, cada movimiento que realizamos sobre el teclado pasa a través de la consciencia ; por otro lado, fortalece mucho la memoria puesto que para tocar a cámara lenta se requiere una alta concentración . Parece sencillo, pero requiere mucha paciencia y energía.

La otra velocidad interesante es la velocidad real a la que va el fragmento. Es sencillo pero nunca debemos olvidar practicar lo que realmente tenemos que hacer al final, por ejemplo:

Si el pasaje es un presto no podemos estar siempre estudiándolo lento, sinó que debemos estudiarlo muchas veces a tempo real. De esta forma nuestra musculatura se irá acostumbrando al pasaje y el día del concierto estarás preparado para enfrentarlo con comodidad.

La combinación de estas dos maneras de estudiar, es decir, lentíssimo y a tempo, nos preparan muy bien para una buena interpretación. Esto no quiere decir que las velocidades intermedias no sirvan, porque toda práctica es buena, pero se pueden caer en errores como por ejemplo: si dedicamos mucho tiempo de estudio en una velocidad intermedia en un pasaje rápido, nunca estaremos preparados para tocarlo realmente rápido.

5.AMPLITUD DINÁMICA:

Debeis conseguir un amplio rango dinámico, es decir, en nuestras interpretaciones debemos utilizar la capacidad del piano para obtener sonidos desde el más sublime pianísimo hasta es más grande y potente fortíssimo . Un pianista principiante suele moverse en una dinámica mezzoforte prácticamente todo el tiempo. Por ello, sus interpretaciones son muy monótonas y carentes de contrastes . Sin embargo, un pianista profesional es perfectamente capaz de hacer sonidos a todos los volúmenes. Fijaos que el piano es un instrumento capaz de sonar, incluso, por encima de una orquesta sinfónica. Es capaz de llenar con su sonido un teatro de más de 1500 butacas,por ello, es muy importante que explotéis al máximo dicha capacidad del instrumento y que diferenciéis muy bien las dinámicas que os encontréis en las partituras. Tened también en cuenta que la gente que os escucha tocar no conoce bien el texto por tanto, debeis dejarles muy claro cada contraste de volumen para que ellos noten realmente la diferencia. ( se recomienda la música de Mozart, por la cantidad de contrastes que se encuentran en sus obras).

6. LA MEMORIA:

Trabaja la memoria de muchas maneras distintas, así te sentirás seguro en tus actuaciones. E s bien conocido que a los pianistas nos exigen tocar de memoria cuando actuamos como solistas. No es una obligación a ultranza pero en el mundo profesional se exige. La memoria es una de las dificultades del piano que más obsesionan a los que lo practicamos. Mucha gente deja de salir a escena por miedo a tener errores de memoria, esto nunca debemos hacerlo porque somos humanos y todos nos equivocamos. Los únicos pianistas que no cometen errores son los que no tocan, además, no se trata de ser perfectos sino de hacer buena música y transmitir emociones .

Lo primero que fortalece mucho la memoria es: trabajar los pasajes muy despacio ; lo segundo es estudiar las manos por separado (esto aumenta en gran medida la seguridad en la memoria), lo tercero es tener muy clara la imagen mental de la partitura, para ello debemos pasar mucho tiempo leyéndola y conociéndola a fondo. Lo cuarto es, saber empezar en muchos sitios distintos. Esto da mucha seguridad puesto que para la mente es como si solo tocaras fragmentos pequeños en lugar de una gran obra en la que si te paras en algún pasaje no sabrías por donde continuar. Un quinto ejercicio es el de escribir varias veces en un folio en blanco el esquema general de la obra. Esto lo hace muy poca gente y es una pena porque da

unos resultados fantásticos. Un sexto ejercicio es el de tocar mentalmente la partitura y en estado de relajación. Una séptima y última sugerencia es que mientras estéis interpretando debeis concentraros únicamente en cantar y sentir internamente lo que estais tocando, nada más. Sólo disfrutar y dejarse llevar. No os preocupéis por la memoria, sólo trabajadla con estos ejercicios.

7. POSICIÓN DE LA MANO:

Cuida muy bien la posición de tus manos al tocar. Una mala posición nos puede limitar mucho técnicamente. La más correcta es aquella en la que los dedos se encuentran curvados y la mano parezca que esté agarrando una pelota. Es muy importante para la buena postura de la mano que los extremos de la misma, es decir, el pulgar y el meñique estén en estado de reposo. Fijaos en el pulgar, es el dedo más potente y musculoso de todos. Si este se encuentra tenso bloquea la mano en más de un 30%. Por otro lado, el meñique tenso o elevado, además de no ser estético hace perder el equilibrio a la mano y también acarrea muchos problemas. Un buen ejemplo de buena postura de la mano lo da el pianista Christian Zimmerman. Ejemplo de posición mala, con la mano muy abierta es el de Vladimir Jorovich (aunque este, al ser un genio, se lo podía permitir).

La mano en el piano debe estar siempre cómoda, de este modo alcanzará el mayor rendimiento técnico posible.

8. LA RESPIRACIÓN:

Nunca bloquees tu respiración y respira acorde con la música. La respiración es uno de los elementos más importantes dentro de la técnica pianística, puesto que regula nuestro sistema nervioso y nuestro estado mental. Los instrumentistas de viento o los cantantes están obligatoriamente vinculados a la respiración en cambio los pianistas debemos aprender a respirar con naturalidad y acompañando a los diferentes momentos de la música. Lo primero que debeis aprender es a entrar en contacto con ella : antes de empezar con tu práctica, dedica simplemente unos minutos a sentir tu propia respiración. Este ejercicio tan sumamente simple es muy beneficioso puesto que nos aporta consciencia y control sobre ella.

Durante la interpretación, una respiración regular y fluida, mantiene los músculos oxigenados y hace descender en gran medida la sensación de riesgo y estrés. En cualquier momento en que sufras de un instante de nervios expira por la boca e imagina que estás expulsando esa tensión; funciona como una especie de válvula que regula el control de tu sistema nervioso .

La respiración más calmante y relajante es la respiración abdominal, utilízala en numerosas ocasiones durante el día y sobretodo antes de salir al escenario.

Un ejercicio muy beneficioso es marcar con una “R” los sitios de la partitura en que queremos hacer una buena respiración. Se suelen poner en los lugares donde puedes descansar más o antes de los pasajes difíciles, para coger más energía.

Lo que nunca debeis olvidar es no bloquear la respiración jamás, esto trae consecuencias muy negativas a todos los niveles.

9. PLANOS SONOROS:

Diferencia muy bien los distintos planos sonoros. Los pianistas principiantes tocan con la mano izquierda al mismo nivel sonoro que la derecha, esto hace que el oyente no pueda distinguir con claridad lo que es acompañamiento y lo que es melodía, sin embargo, si escuchais con atención cualquier grabación de un pianista profesional os dareis cuenta que distingue muy bien lo que es melodía, haciéndola sonar generosamente y lo que es acompañamiento manteniéndolo en un segundo plano. Un buen ejercicio para alcanzar este objetivo es exagerar muchísimo la dinámica entre ambas manos cuando estemos practicando para después de manera natural conseguir esa diferencia de planos. El acompañamiento debe ser como un colchón en el que se apoya la melodía, para que ésta pueda sobresalir y cantar libremente. Es

aconsejable escuchar grabaciones como por ejemplo los nocturnos de Chopin en los cuales podemos escuchar acompañamientos en pianísimo y al mismo tiempo una melodía bien cantada. Recordad que si quereis que vuestras piezas suenen a un nivel más profesional no olvidéis diferenciar bien los planos que aparezcan.

10. EL MOMENTO PRESENTE:

Cuando estéis interpretando mantened la concentración en el momento presente. Para poder tocar con seguridad y control es muy importante que la atención esté sujeta en todo momento al presente continuo, es decir, no debemos mirar ni hacia adelante por miedo a pasajes que están por venir ni hacia atrás por errores que hayamos cometido. La razón es muy sencilla: no sirve absolutamente de nada, sinó todo lo contrario, resta atención sobre el pasaje que realmente tenemos entre manos y hace aumentar en gran medida nuestro nivel de estrés.

Esta capacidad, como tantas otras, se va adquiriendo a base de disciplina. Es muy importante que cuando estéis rodando un programa, días antes del concierto, intentéis hacerlo con la mayor concentración posible y manteniendo vuestra atención en el presente. En caso de que la atención se os vaya, volved rápidamente a colocarla y así, poco a poco, tendréis más destreza en esto.

Hay un sencillo pero magnífico truco para mantenerse siempre en el momento presente. Éste es el de no dejar de cantar nunca internamente. Si estás concentrado en lo que estás cantando internamente tendrás la atención donde debe estar y tu concentración y grado de control aumentarán.

11. MUÑECAS SUELTAS:

Mantened las muñecas sueltas y relajadas. Para alcanzar un nivel técnico realmente bueno, es imprescindible poder tocar manteniendo las muñecas en un estado de flexibilidad. Al tensar las muñecas limitamos los movimientos de los dedos. Daros cuenta que todos los tendones pasan por la muñeca para ir al antebrazo. Por otro lado, si las tensamos, la mano pierde también libertad de movimientos y adaptabilidad sobre el teclado. Todo esto se resume al final en una limitación de la capacidad técnica y en un sobreesfuerzo innecesario. El soltar las muñecas es una idea fácil de decir pero es difícil de conseguir puesto que debemos insistir con mucha perseverancia hasta que obtengamos la soltura de las muñecas como parte de nuestra forma de tocar. Recordad siempre que uno de los principios fundamentales de la técnica es buscar la máxima comodidad y eficacia al mismo tiempo, por ello, relajad las muñecas al tocar, aumentará mucho vuestro nivel técnico.

12. LA PREPARACIÓN:

Preparad los ataques para reducir la posibilidad de cometer errores. Dicho de una manera más sencilla, la preparación consiste en poner la mano antes sobre las teclas que vayas a pulsar a continuación, para de este modo asegurarte y no cometer errores. Todos los pianistas profesionales utilizan este método para aumentar la precisión. El secreto es anticiparse y llegar a la tecla un instante antes de pulsarla. De esta manera es casi imposible fallarla. Es recomendable observar los movimientos del pianista Christian Zimmermann, en ellos aparece la preparación en multitud de ocasiones.

Es necesario explicar que no siempre es posible la preparación, a veces el salto es tan rápido que no se puede preparar. En este caso debemos practicar exactamente eso, es decir, saltar directamente sin preparación. Es un verdadero placer el sentir que algo está perfectamente preparado y tener la seguridad de que no va a fallar, por ello, reducir riesgos y practicar la preparación.

13. TIMBRAR ACORDES:

Timbra muy bien todos los acordes. Timbrar un acorde consiste en hacer sonar una de las notas del acorde más fuerte que las demás, generalmente suele ser la superior pero en ocasiones se puede timbrar una nota intermedia o la del bajo. Es importante que todas las notas sigan sonando simultáneamente. Un acorde debe escucharse compacto, completo y al mismo tiempo una de sus notas sonando por encima del resto. Si no destacamos la superior y tocamos todas las notas al mismo volumen el acorde pierde nitidez y finura.

Para timbrar una de las notas de un acorde, poner más firme el dedo que queráis timbrar y mandad un poco más de peso hacia esa nota. Debeis practicar escuchando y corrigiendo hasta que encontréis el sonido que buscais. Esto es algo que lleva tiempo, no desistáis. Es lógico que al principio no os salga pero si quereis que vuestras interpretaciones suenen más creibles y profesionales, es imprescindible que timbreis cada uno de los acordes que os encontréis.

14. EL FORTÍSSIMO:

No olvidéis el incluir el fortíssimo como una de las prácticas en el estudio. Estudiar en fortíssimo trae mucho beneficios: en primer lugar, desarrolla la capacidad muscular en unos niveles más altos. Todo nuestro aparato técnico se fortalecerá y tonificará antes y en mayor medida; en segundo lugar, es muy interesante practicar fuerte y lento al mismo tiempo. De este modo conseguiremos afianzar muy bien la memoria y nuestra seguridad aumentará .

Tened precaución, no se trata en absoluto de haceros daño. Debeis parar y descansar cuando sintáis el más mínimo agotamiento. Después retomarlo de nuevo y así, poco a poco, irá aumentando vuestra resistencia. Heinrich Neuhaus es uno de los más célebres pianistas y pedagogos de la escuela rusa. Él hace mucho incapié en el estudi del fortísimo en su libro “El arte del piano”, es muy recomendable la lectura de este libro, es muy enriquecedora.

No os escedais en la práctica del fortíssimo. Un pasaje debe ser estudiado de muchas maneras distintas, el fortíssimo es sólo una de ellas. Combinadlo con todas las demás formas y obtendréis mejores resultados.

15. PULGARES RELAJADOS:

Mantened los pulgares relajados. Una de las causas de los problemas técnicos en los pianistas está en un mal uso de los pulgares. Como prueba de ello tensad el pulgar de la mano derecha y moved el resto de los dedos, luego relajad el pulgar y volver a mover los dedos. Vereis que con el pulgar relajados los dedos se mueven con mucha más libertad, es decir, una tensión innecesaria en el pulgar bloquea en gran medida la mano, impidiendo el libre funcionamiento de los dedos.

Por otro lado, el pulgar debe articularse como un dedo más, es decir, no es necesario dejar caer el brazo para pulsar una tecla con él; es un error muy común entre pianistas principiantes.

Es muy fácil de detectar, por ejemplo: cuando hacen escalas se les escuchan acentos en las notas articuladas por el pulgar. Esto es debido al peso del brazo que cae en cada una de las notas. También es muy conveniente mantenerlos relajados para poder hacer con naturalidad y facilidad los pasos del pulgar.

Haced ejercicios técnicos específicos para mejorar su agilidad y destreza.

16. MANOS CERCA DEL TECLADO:

Haced los ataques muy cerca del teclado. Manteniendo los dedos lo más cerca posible de las teclas, reduciremos riesgos y aumentará nuestro control. Los pianistas principiantes realizan movimientos innecesarios y exagerados que les llevan a perder el contacto muy a menudo con las teclas. Esto trae como consecuencia el aumento de la dificultad y, por consiguiente, comenten muchos más errores. Fijaos en los pianistas profesionales, éstos reducen el

movimiento y el esfuerzo al mínimo necesario y realizan sus ataques desde el teclado. Como resultado tienen una gran precisión y mayor facilidad de ejecución.

Debeis insistir mucho hasta que esta forma de moverse forme parte de vuestra técnica. Probadlo, desde el principio veréis lo fácil que resulta tocar desde muy cerca.

17. DAR UNIDAD:

Conecta muy bien cada pasaje con el siguiente para dar unidad a las obras. Es muy característico de los pianistas principiantes que sus obras aparecen presentadas como a trozos. Esto es debido a una la falta de sentido y comprensión en la unión de diferentes pasajes.

Para dar unidad a una obra es muy importante ser coherente con lo que uno hace en los distintos momentos que ésta tiene. Por otro lado debemos trabajar muy bien los puntos de unión entre pasajes, es decir, no sólo es recomendable trabajar los fragmentos de forma aislada también debemos acordarnos de unirlos de la manera más natural posible.

Es de mucha ayuda imaginar que estás caminando dentro de esa línea larga que abarca desde el comienzo hasta el final de la obra. Intenta nunca salirte de ella.

Si teneis un conocimiento profundo del estido del compositor que interpretais, sereis verdaderamente conscientes de qué cosas le dan sentido y unidad a la obra.

18. TRABAJA CON PREGUNTAS:

Trabaja con preguntas simples y concretas. Una de las maneras más efectivas de poner nuestro intelecto en funcionamiento es a través de preguntas, éstas hacen que pensemos, reflexionemos y busquemos soluciones. Por ejemplo, algunas de estas preguntas pueden ser:

-¿estoy dando todas las notas? ; ¿estoy atendiendo a todas las indicaciones que aparecen en la partitura?; ¿conozco de memoria el fragmento?; ¿he conseguido dominarlo técnicamente o hay algo que me lo impide?; ¿Cuál es el mejor tempo para tocar este fragmento?; ¿Cuál es la causa del error que acabo de cometer?; ¿estoy tensándome innecesariamente?.

Elaborad vuestra propia lista de preguntas habituales para trabajar con ellas. En vuestras horas de estudio es necesario ser lo más sincero posible con uno mismo, de este modo avanzaremos enfrentando los diversos problemas que nos surjan. Poniendo nuestra mente a trabajar obtendremos resultados mucho antes y de mayor calidad.

19. DOMINAR LOS NERVIOS:

Trabajad con diferentes técnicas para dominar los nervios. El control de los nervios es una de las primeras dificultades con las que se encuentra cualquier instrumentistas. Es un asunto importante al que hay que prestar la justa atención, puesto que es un factor que influye en el resultado de nuestras actuaciones. En primer lugar haceros amigos de vuestros propios nervios, son totalmente normales. Son síntoma de que nos importa lo que hacemos, tienen cosas positivas y es algo de lo que por mucho que lo intentemos nunca conseguiremos eliminarlos. Por ello, cuando estéis nerviosos, pensad que todo va bien, que es lo normal y que simplemente os estais preparando para el momento de salir a escena.

En un grado normal, los nervios aumentan la capacidad de atención y concentración, es decir, no estamos más seguros de obtener un óptimo resultado estando en una situación de completo desahogo y relajación. El problema surge cuando el nivel de estrés que alcanzamos hace que perdamos control y estropea nuestro trabajo. Para que esto no ocurra recomiendo las siguientes técnicas:

1. Practica la relajación: dedica unos 10 minutos diarios simplemente a soltar conscientemente todos y cada uno de los músculos de tu cuerpo, entrando en un estado de paz y de calma. Esto trae beneficios incalculables.

2. Visualiza positivamente la situación a la que te vas a enfrentar; ponte en la situación del día del concierto y rueda el programa imaginando y pensando que estás enfrente de ese público y en esa sala a la que irás a tocar. De este modo practicarás esa situación y no te estresará tanto enfrentarte a ella.

3. Ten cuidado y no tengas expectativas altas; es mejor ser humilde y pensar que cada uno hará simplemente lo que pueda. Cuando llegue el momento de la actuación, las expectativas se pueden volver contra uno mismo y convertirse en una gran presión que uno se hace a si mismo.

4. Rueda las piezas delante de mucha gente antes de salir al escenario; esto te preparará y acostumbrará a la situación a la que te enfrentas.

5. No pretendas ser perfecto; hasta los más grandes genios del teclado cometen errores, como no los ibas a cometer tú.

6. Piensa que un concierto es un acto cultural en que se muestra música. Nunca lo veas como una exhibición tuya.

7. Sal a escena con frecuencia; eso te dará, poco a poco, la seguridad de la experiencia.

8. Practica deporte de manera regular e intentar llevar una vida lo más feliz posible; esto mejorará vuestra salud mental y os dará la calma que necesitais para vuestras actuaciones.

20. ESCUCHA ATENTAMENTE

Escucha muy atentamente el sonido. Prestad toda la atención posible al sonido que producís con vuestro instrumento. Recordad que lo primero para mejorar es ser conscientes de los errores que cometemos, y esto sólo es posible cuando durante el estudio practicamos una escucha muy atenta.

El que escucha puede corregir y mejorar, el que no escucha se queda estancado en un mismo nivel sin saber por dónde continuar. El oído debe ser la brújula que una y otra vez conduzca el trabajo que debemos realizar en el estudio. Sólo de esta forma podemos dar la calidad necesaria a las obras para alcanzar un nivel profesional.

Hay una gran diferencia entre oír simplemente y escuchar con atención, por ello recomiendo esta sencilla ecuación de trabajo : ESCUCHAD, PENSAD, CORREGIR y vuelta a empezar.

De esta manera iréis siempre hacia adelante y obtendréis más y mejores resultados.

21. EL PESO:

Mide bien la cantidad de peso que utilizas en cada pasaje. El peso, según se use, puede convertirse en un aliado o en un gran enemigo. En líneas generales, los pianistas principiantes ponen demasiado peso sobre el teclado. Esto se hace más evidente en los pasajes rápidos en los que, como es lógico, el peso debe ser mínimo para que los dedos puedan moverse con rapidez y agilidad. El primer problema a resolver es la falta de consciencia sobre el peso que estamos ejerciendo sobre el teclado, una vez que somos conscientes de él podremos regularlo a nuestras necesidades.

En pasajes más o menos lentos, el peso es de mucha ayuda para sentir el fondo del teclado y proyectar bien el sonido; sin embargo en los momentos de velocidad debe ser poco utilizándose sólo la fuerza de los dedos para articular cada nota. El ejemplo es muy sencillo: si intentamos realizar un trino dejando todo el peso del brazo sobre los dedos, veremos como no es posible alcanzar mucha velocidad. Cuando lo volvemos a intentar reduciendo el peso al mínimo vemos la libertad y agilidad con la que se puede trinar. Regulad bien la cantidad de peso, ajustándolo a las exigencias técnicas de cada pasaje.

22. FACICILDAD O DIFICULTAD:

La facilidad o dificultad para ejecutar un pasaje son subjetivas. Ningún pasaje es realmente fácil o difícil, depende de la manera en que nosotros lo veamos y abordemos, es decir, existe una forma de hacer las cosas para que resulten fáciles. Este es el trabajo del pianista, o sea, buscar una y otra vez el camino más fácil para obtener el mejor resultado.

El primer paso es pensar que las cosas no son difíciles. Cuando pensamos que algo es difícil, al enfrentarnos a ello, lo hacemos con más tensión y menos seguridad. Sin embargo si pensamos que es fácil, nos soltamos y comenzamos a disfrutar.

Fijaos que la facilidad es directamente proporcional a la práctica. Cuanto más practicamos un pasaje más facilidad desarrollamos al tocarlo, por eso, nunca debemos detenernos ante la primera impresión de dificultad que nos dé una obra, puesto que haciendo un buen trabajo podemos conseguir tocarla con toda facilidad y control. Eso sí, si de verdad creeis que no podeis hacer algo y dejais de intentarlo os aseguro que tendréis razón, nunca lo lograreis superar. En cambio, si al encontrar un problema perseverais hasta encontrar la solución al final lo lograreis, os lleve el tiempo que os lleve.

23. MÍNIMO ESFUERZO PARA EL MÁXIMO RESULTADO:

Utiliza el mínimo esfuerzo necesario para buscar el máximo resultado. Esta es una de las leyes fundamentales de la técnica pianística. Es muy común caer en el error de hacer más esfuerzo del que necesitamos al tocar un pasaje. Este sobreesfuerzo, más allá de ayudarnos, nos limita en gran medida haciendo más difícil nuestra ejecución y restándonos control .

Si os fijais, los pianistas profesionales tocan prácticamente sin esfuerzo. Esto es porque utilizan sólo la energía que necesitan, no más. Hay una ecuación muy sencilla que resume muy bien este pensamiento : Para que algo esté técnicamente perfecto la energía que aplicamos , menos la energía que nos requiere el pasaje debe ser igual a cero (EA-ER=0).

El sobreesfuerzo genera cantidad de problemas técnicos y se traduce generalmente en un exceso de tensión en todo nuestro sistema. Para poder conseguir esto, hay que buscarlo con mucha perseverancia y paciencia y asi, poco a poco, iremos reduciendo el sobreesfuerzo hasta aplicar únicamente la energía necesaria.

24. EL PEDAL IZQUIERDO:

Utiliza el pedal izquierdo de manera más rica y variada. Los pianistas suelen utilizar el pedal izquierdo para una sección entera, pulsándolo hasta el fondo desde el principio hasta el final de ésta. No es que esté mal hacer esto, evidentemente, es algo que muchas veces debemos hacer pero yo os invito a que useis el pedal izquierdo por ejemplo en: los finales de alguna frase; o también para buscar otro tipo de sonido en una dinámica que no sea piano. Podemos usar el pedal izquierdo, por ejemplo, en un fragmento que se a mezzoforte o forte, sólo con el fin de buscar un sonido más oscuro.

Por otro lado, y continuando con la búsqueda de nuevos sonidos, podemos utilizar el pedal izquierdo pulsando sólo un cuarto de éste o quizás medio pedal. Lo importante es buscar en la variedad de sonidos que nos ofrece este pedal.

No abuseis demasiado del pedal izquierdo, su función es dar pinceladas de contraste al sonido y nada más.

25. LECTURA A PRIMERA VISTA:

Practica mucho la lectura a primera vista. Dedicar un rato de vuestro estudio a leer a primera vista trae unos beneficios enormes a los pianistas. En primer lugar, si eres perseverante en tu práctica, cada día leerás más rápido y mejor. Por otro lado, conocerás mucho más repertorio, puesto que al cabo de meses de lectura habrás conocido infinidad de páginas; otra ventaja es que al saber leer rápido, te costará mucho menos trabajo montar repertorio nuevo, puesto

que el momento duro de leer la pieza lo acabarás con mucha más facilidad; también podréis acompañar a más gente de otros instrumentos, puesto que podréis leer rápidamente las partituras que os den; también si el dia de mañana llegais a ser profesores podréis sentaros a leer las piezas que vuestros alumnos estén trabajando, sin problemas. Todo gracias a haber sido perseverantes en la práctica de la lectura a primera vista.

26. PRACTICA TÉCNICA:

Practica con regularidad ejercicios técnicos para ir aumentando progresivamente tu nivel. Es muy importante que desarrolléis vuestra técnica a través de múltiples ejercicios.

Hay profesores que creen que sólo con montar repertorio ya desarrollas la técnica que necesitas. Esto no es aconsejable, por varias razones:

-Practicar técnica te aporta un mayor conocimiento del teclado, al trabajar ejercicios en todas las tonalidades aprendemos a movernos sobre el teclado mucho más a fondo.

-Hay dificultades técnicas que rara vez aparecen en las obras, y que si no las hemos trabajado antes nos resultan realmente difíciles de superar; en cambio, si las practicamos a menudo las superamos enseguida.

-Si practicamos técnica diariamente mantenemos alto nuestro nivel de técnica, independientemente de las obras que estemos tocando. A veces estamos centrados en obras de tempo lento y de trabajo de sonido durante un largo periodo y nuestro nivel técnico desciende, puesto que apenas movemos los dedos. Ocurre exactamente igual que en el desarrollo técnico de los deportes, aparte de aprender toda la estrategia y técnica para jugar los partidos, hay que ir al gimnasio.

Practicad técnica diariamente. Al principio es un poco duro, pero después es muy divertido y gratificante. Podeis utilizar cualquier libro de técnica pero os aconsejo también que creeis vuestros propios ejercicios y que los vayais desarrollando.

27. LA GRABACIÓN:

Utiliza la grabación para perfeccionar tus obras. Cuando llegamos a ese punto en estudio en que hemos trabajado cada fragmento de múltiples maneras y sentimos que no sabemos qué más hacer, es el momento perfecto para grabarse.

Al grabarte, preferiblemente en vídeo, podrás observar tu trabajo desde un punto de vista más objetivo. Te darás cuenta, por ejemplo, de que hay lugares en los que puedes respirar más o tal vez, que puedes hacer un fraseo de otra manera.

Sólo con grabaros y escucharos, volveréis a tener cosas que corregir y mejorar. Por supuesto tendréis una visión más sincera de lo que realmente haceis en cada pasaje.

Es muy bueno rodar la pieza varias veces delante de la cámara, veréis que no es tan fácil como parece. Sólo el hecho de tener la cámara grabándote es una buena preparación para el momento del concierto.

28. ELEGIR REPERTORIO:

Elige el repertorio de acuerdo con tus capacidades técnicas y musicales. Las obras que elegimos son después nuestra carta de presentación en los conciertos, por ello, debemos tener cuidado y elegir bien las obras teniendo en cuenta diferentes criterios.

No debemos escoger obras que estén por encima de nuestras capacidades técnicas. Debemos elegir obras que podamos dominar técnicamente y sin problema alguno. Por otro lado, es recomendable escoger obras de autores que vayan acorde con nuestro propio estilo.

Todos sentimos que estamos más cerca de una corriente musical que de otra, por ejemplo: si el periodo que más te gusta es el barroco no dudes en introducir una pieza de dicho estilo en

cada uno de tus conciertos. Otra cosa a tener en cuenta es que debemos escoger obras que resulten interesantes al público.

Dependiendo del lugar donde tendrá lugar la actuación es aconsejable que adaptemos, en medida de lo posible, nuestro repertorio para así llegar más a la gente. Si no tocais ninguna obra conocida, seguramente aburrireis a la audiencia pero por otro lado ser cautos y pensad que si tocais sólo las obras más conocidas del repertorio estaréis arriesgando demasiado. Lo ideal es presentar un programa variado, para así demostrar tu capacidad para cambiar de un estilo a otro y también ofrecer música muy distinta con el fin conectar con todos los oyentes.

29. PROGRAMA EL TIEMPO DE ESTUDIO:

Programa y organiza tu tiempo de estudio. Para aprovechar bien el tiempo y conseguir buenos resultados es imprescindible que programéis de manera inteligente vuestras horas de estudio. Si no disponeis de un buen plan es muy probable que perdáis mucho el tiempo dedicándoos por ejemplo a tocar de arriba abajo sin deteneros en nada.

Par empezar, es importante que dediquemos el primer tiempo de nuestro estudio a aquello que más nos cuesta. Es el momento en que más energía y ganas tenemos, por ello, debemos aprovecharlo para lo que nos resulta más difícil de practicar. Del mismo modo, es bueno dejar para el final aquello que no nos cuesta nada o que incluso nos gusta hacer.

Es muy útil escribir en un papel tu programa de estudio. Aquí teneis un ejemplo:

-Comienzo a estudiar a las 17:00 h.

-de 17:00 a 17:30 voy a dedicar el tiempo a calentar haciendo escalas, arpegios, octavas y otros ejercicios de técnica.

-de 17:30 a 18:00 me pondré con los pasajes que me resultan más difíciles de la sonata de Mozart que estoy tocando.

-de 18:00 a 18:30 seguiré digitando el estudio de Chopin.

-de 18:30 a 19:00 repasaré la memoria del preludio y fuga que ya tengo montado.

-de 19:00 a 19:15 descansaré 15 minutos.

-de 19:15 a 19:45 perfeccionaré los pasajes que ya me salen de la sonata de Mozart.

-de 19:45 a 20:00 los últimos 15 minutos los dedicaré a mejorar mi lectura a primera vista.

Este es un ejemplo de un plan de estudio para unas tres horas, al acabar habré dedicado mi energía a resolver problemas concretos por orden de prioridad y mi sensación será de satisfacción por haber aprovechado bien el tiempo.

30. TRANSMITIR EMOCIÓN:

No olvides nunca que el final último de la música es transmitir emoción y sentimiento. La música es el lenguaje de los sentimientos. A través de ella podemos expresar multitud de emociones y estados anímicos.

Fijaos el tremendo poder de la música que es capaz de cambiar nuestro estado interno en cuestión de segundos. Es obvio que el aspecto técnico es muy importante para el instrumentista de piano, de hecho, es imprescindible para lograr que la música adquiera su altura y excelencia. Sin embargo, no podemos limitar nuestras actuaciones a un buen ejercicio de exactitud y buena técnicas ya que sinó resultará aburrido a más no poder.

Debemos introducirnos en el mundo interior del compositor al que estemos interpretando e intentar transmitir a los oyentes dicho mensaje de expresión . Es fundamental conectar con lo que uno siente respecto a la música que está tocando y expresar dicho sentimientos sin ningún tipo de timidez.

Cuando realmente hay un artista sobre el escenario se crean un silencio y una expectación especiales. Es señal de que se están diciendo muchas verdades a través de la música. Al acabar este concierto la gente se va a casa feliz y satisfecha por haber vivido la experiencia de la música gracias a este buen intérprete. No olvidéis que transmitir, es al fin y al cabo, lo más importante.

31. SIMULTANEIDAD EN ACORDES:

Busca la simultaneidad en los acordes. Como hemos visto anteriormente, los acordes deben estar timbrados para que adquieran un sonido profesional pero, otra de las normas fundamentales, es que todos sus sonidos se produzcan al mismo tiempo. De esta forma el acorde suena compacto, redondo y relleno. Haz la práctica en un solo acorde y verás como mejora su calidad cuando consigas que todas sus notas suenen en el mismo preciso momento. La manera de trabajar esto es muy sencilla: simplemente escuchando y corrigiendo hasta que el acorde queda totalmente compacto.

La simultaneidad no sólo aparece en los acordes, también en las terceras, sextas, octavas o cualquier tipo de intervalo. Igualmente es importante que logréis una buena simultaneidad entre ambas manos, es decir, conseguir que vayan realmente juntas.

32. ESCUCHAR MUCHA MÚSICA:

Disfruta escuchando mucha música. Las personas aficionadas a la música que pasan largas hora escuchando distintas grabaciones y versiones al final adquieren un gran conocimiento del repertorio, como de la manera de interpretar. Einstein decía que “el ejemplo es la mejor manera de enseñar”. Toda la gran discografía de los grandes intérpretes, es el mejor ejemplo de cómo debemos tocar el piano que podamos encontrar. De cada pianista podemos aprender distintas cosas, quedándonos con lo mejor de cada uno para, de este modo, elaborar nuestro propio estilo interpretativo.

A parte del conocimiento que se adquiere es verdaderamente un viaje apasionante a través de la historia de la música. Gracias a esto iremos diferenciando las características principales de los diferentes estilos. Esto nos servirá de gran ayuda para que nuestras interpretaciones estén en el estilo correcto. Por otro lado, el conocer la biografía de los grandes pianistas nos da un buen ejemplo de cómo ellos fueron superando sus dificultades y de cómo emprendieron su carrera. Recomiendo la lectura de la biografía del pianista chino Lang Lang, titulada “Un viage de miles de quilómentros.

33. COMIENZA A PRACTICAR POR UN FRAGMENTO DISTINTO CADA VEZ:

Cuando estés trabajando una obra empieza siempre a practicar por un sitio distinto. Si acudimos a una audición de piano en un conservatorio o escuela de música de grado elementa, podremos apreciar que los alumnos comienzan sus actuaciones muy bien pero paulatinamente van disminuyendo su control y seguridad acabando sus piezas con muchos problemas y errores. Esto tiene una sencilla explicación: todos ellos empiezan a practicar siempre por el principio de las obras, como consecuencia, el tiempo de estudio que dedican a la primera parte de la pieza es mucho mayor que el que dedican al final de la misma, por tanto, en sus interpretaciones comienzan con seguridad y acierto y van progresivamente a peor. Esto lo denominamos coloquialmente para los alumnos como el “Síndrome de Me Voy Quedando Sin Gasolina”.

Esta pequeña broma les hace recordar bien este problema y les ayuda a estudiar mejor, empezando cada vez por un fragmento distinto. De este modo, consiguen repartir mejor su tiempo y energía por todos los fragmentos de la pieza y obtienen un resultado mejor.

34. DISTANCIAS PERFECTAS:

Trabaja hasta tener las distancias perfectas. Para conseguir un grado de control máximo es imprescindible que nuestros movimientos sobre el teclado sean exactos y estén perfectamente medidos, para ello, es muy recomendable la realización del siguiente ejercicio:

-Elegimos un pasaje de máxima dificultad y lo trabajamos con los ojos cerrados hasta poder tocarlo sin cometer errores. De este modo, vuestras manos tendrán que calcular exactamente las distancias de sus movimientos para acertar las teclas adecuadas y no podrán utilizar los ojos para medirlas. Es difícil de conseguir, pero si lograis tocar el pasaje con los ojos cerrados obtendréis una seguridad muy alta cuando después lo toquéis con los ojos abiertos. Se trata de superar la dificultad que te exigen y conseguir que tus manos sepan perfectamente donde deben ir sin necesidad de los ojos.

El ejemplo que suelo poner es el de una persona invidente que sabe perfectamente donde está cada cosa en su casa, puesto que conoce exactamente la posición de cada elemento y para ello utiliza una visión puramente mental.