conoce el amor de dios para ti...para ti anterior aún en vida, realmente hay espe - ranza para tu...

2
CONOCE EL AMOR DE DIOS Acude a Cristo para salvarte. “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual reci- bisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18-19). Sigue a Cristo día tras día. Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23). Obedece a Cristo. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14). “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8). “Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Practica la santidad, Cristo viene. “Vosotros, pues, también, estad prepa- rados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá” (Lucas 12:40). “El fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7). “Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:3). PARA TI ha sido ideado a fin de traerte una palabra oportuna para diversas experiencias y necesidades. Redactor: Keith Crider. Publicado por Christian Light Publications. Dirección: P. O. Box 1212, Harrisonburg, VA 22803-1212. EE.UU. E-mail: [email protected] El amor es una decisión, no sólo una emoción. Para ayuda espiritual comunícate con: ¿Está en peligro tu matrimonio? ¿En qué estado se encuentra tu matri- monio? ¿Estás cavilando este tipo de pensamientos? ¿Cómo pudiéramos haber sido tan ingenuos? ¿Qué pasó con la persona maravillosa con quien me casé? ¿Quién se hubiera imaginado que llega- ríamos a este punto? Casi alcanzamos el punto de que no hay solución. Es hora de renunciar. No te atrevas a creerlo: son ideas equi- vocadas. Si tu matrimonio es legítimo, es decir, si ni tú ni tu pareja tienen un cónyuge Núm. 169 Para Ti

Upload: others

Post on 17-Jul-2020

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: CONOCE EL AMOR DE DIOS Para Ti...Para Ti anterior aún en vida, realmente hay espe - ranza para tu matrimonio. Por supuesto que no ocurrirá automá-ticamente. Requerirá un gran esfuerzo

CONOCE EL AMOR DE DIOSAcude a Cristo para salvarte.

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual reci-bisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18-19).

Sigue a Cristo día tras día.Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en

pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23).

Obedece a Cristo.“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo

que yo os mando” (Juan 15:14).“En esto es glorificado mi Padre, en

que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8).

“Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

Practica la santidad, Cristo viene.“Vosotros, pues, también, estad prepa-

rados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá” (Lucas 12:40).

“El fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).

“Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:3). PA

RA T

I ha

sido

idea

do a

fin

de t

raer

te u

na p

alab

ra o

port

una

para

div

ersa

s ex

peri

enci

as

y ne

cesi

dade

s. R

edac

tor:

Kei

th C

ride

r. Pu

blic

ado

por

Chr

isti

an L

ight

Pub

licat

ions

. D

irec

ción

: P. O

. Box

121

2, H

arri

sonb

urg,

VA

228

03-1

212.

EE.

UU

. E-

mai

l: pa

rati

@cl

p.or

g

El a

mor

es

una

deci

sión

, no

sólo

una

em

oció

n.

Para

ayu

da e

spir

itua

l com

uníc

ate

con:

¿Está en peligro tu matrimonio?

¿En qué estado se encuentra tu matri-monio? ¿Estás cavilando este tipo de pensamientos? ¿Cómo pudiéramos haber sido tan ingenuos? ¿Qué pasó con la persona maravillosa con quien me casé? ¿Quién se hubiera imaginado que llega-ríamos a este punto? Casi alcanzamos el punto de que no hay solución. Es hora de renunciar.

No te atrevas a creerlo: son ideas equi-vocadas. Si tu matrimonio es legítimo, es decir, si ni tú ni tu pareja tienen un cónyuge

Núm. 169

Para Ti

Page 2: CONOCE EL AMOR DE DIOS Para Ti...Para Ti anterior aún en vida, realmente hay espe - ranza para tu matrimonio. Por supuesto que no ocurrirá automá-ticamente. Requerirá un gran esfuerzo

anterior aún en vida, realmente hay espe-ranza para tu matrimonio.

Por supuesto que no ocurrirá automá-ticamente. Requerirá un gran esfuerzo de tu parte. Tú tendrás que cambiar tu forma de pensar y dejar de creer las mentiras que has estado repitiéndote. Aquí te mos-tramos algunas:

“Es su culpa”. No—es tu culpa también. Ningún problema es completamente unilateral, y tu matrimonio no es la excep-ción. Debes aceptarlo: “Yo debería haber hecho algunas cosas de otra manera. Soy parte del problema.”

Esto no significa que la culpa es toda tuya. Claro que no. Pero tú eres responsa-ble por lo que tú has hecho. Sólo tú puedes rectificar lo que hiciste. Sólo tú puedes ir a tu pareja y decirle: “Perdóname. Me equivoqué. ¿Me puedes perdonar y darme otra oportunidad?”

Si ahora estás pensando, “Realmente no soy capaz de hacerlo”, tienes razón. Para hacerlo necesitas ayuda, la ayuda de Dios. Y si realmente estás comprometido a salvar tu matrimonio, debes buscar la ayuda de Dios.

Y Dios te ayudará. Él te dice: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me bus-caréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13).

“Ya no lo/la amo más.” Quizás no, pero esto no es el fin del cuento. Tú aprendiste a

amar a esta persona una vez en el pasado; puedes hacerlo otra vez. (Ah, pues, fue algo divertido la primera vez). El amor es una decisión, no sólo una emoción.

Tú puedes decidir amar a tu pareja, no importa lo odioso/a que pueda actuar para contigo. Tú puedes decir: “Te amo y te lo voy comprobar con mis acciones.” Y después hazlo. Te sorprenderás de lo pronto que seguirán los sentimientos.

Como dijimos, no podrás hacerlo por tu propia cuenta. Requiere la clase de amor que sólo viene de Dios, y él te ayudará a cumplir con tu compromiso de amor. Él te dice: “Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré” (Jeremías 29:12).

Si tan sólo él/ella cambiara su forma de ser. Tú sabes que eso no funciona. Tú has intentado cambiar a tu pareja por meses, y las cosas sólo han empeorado.

Es hora de probar otro método. Tú no puedes cambiar a tu pareja, pero, a pesar de la conducta de tu pareja, sí puedes proponerte a hacer tu parte. Tú puedes decidir ser el mejor esposo o la mejor esposa que puedes ser. Cambia lo que tú realmente eres capaz de cambiar: a ti mismo.

Pues, ya puedo escucharte decir: “¿Y mi pareja? El/Ella también tiene que cambiar.” Eso es cierto. Pero, ¿qué posibi-lidades hay que tu pareja cambie si tú no lo haces? Por otro lado, ¿y si él/ella llega a notar lo dedicado que estás en restau-rar el amor?

La Biblia dice: “El amor nunca deja de ser” (1 Corintios 13:8). No hay nada más fuerte que el verdadero amor. Ninguna

otra cosa será más efectiva en restaurar tu matrimonio que tu intencionado com-promiso a amar a tu pareja.

Dios diseñó el matrimonio. Él tiene un interés particular en los matrimonios. Tiene un interés particular por tu matri-monio. Él quiere que sea exitoso y le traiga honra. Y si tú sigues su plan para el amor y el matrimonio, estarás haciendo tu parte.

La mejor forma de honrar a Dios es comprometerte a él en una relación de amor. ¿Por qué? “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). Fuera de Cristo, todos somos peca-dores, y estamos condenados al infierno por nuestro pecado. Pero Dios nos ama. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Él envió a su único Hijo para morir como un sacri-ficio por nuestros pecados, para que podamos conocerle y amarle.

Dios nos mostró claramente en Jesús lo que realmente es amar. Si tu matrimonio va en rumbo al precipicio, prueba el ver-dadero amor. Dedícate a conocer a Dios y prueba su clase de amor.

Aprende a amar a Aquél que te amó primero, y Él transformará no sólo tu matrimonio, ¡sino también tu vida entera!

S575 03-2020

Realmente hay esperanza para tu matrimonio.

Dios quiere transformar tu matrimonio, y a ti también.