conflictos socioambientales (1)
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REV
ISTA
PERUANA
DEANLISIS,P
REVENCINY
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2ABRIL2009
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3/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O2
Hecho el depsito legal en laBiblioteca Nacional del Per N 200708620
PUNTO MEDIOREVISTA PERUANA DE ANLISIS,
PREVENCIN Y GESTIN DE CONFLICTOS
Ao II N 2 abril 2009
Director
Csar Guzmn-Barrn SobrevillaComit Editorial
Marlene Anchante Rull / Yemiko Kanashiro KubotaRedaccin y administracin
Cetr de Alisis y Resluci de CictsPcia Uiversidad Catlica del Per
Av. Paz Soldn 225, 2do. piso. San IsidroTelfonos: 626 7421 - 626 7400
Fax: 626 7412
Correccin de eslo
Isabel Manrique / Jim ZambranoProduccin grca
duArtes 247 2788
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EXCLUSIN Y CONFLICTO SOCIAL EN EL PER:Una aproximacin desde la Psicologa Social
Agus Espisa Pezzia / Gia Pacrb Valdivia
NDICE
Editorial 3
EVALUACIN DE CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALESEl put de parda...
Marlene Anchante Rull
DERRAME DE MERCURIO EN CHOROPAMPA Y SUS CONSECUENCIASEN EL DESARROLLO DE LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN EL PER
Yas C. Ramrez Cardeas / July Zegarra Choque
HACIA UNA GESTIN GLOBAL Y PARTICIPATIVADEL AGUA EN LATINOAMRICA
Mirian Morales Crdova
EL ARBITRAJE PRIVADO COMO MECANISMODE SOLUCIN DE CONTROVERSIAS
Jorge Avendao Valdez
EL ARBITRAJE EN LA NUEVA
LEY DE CONTRATACIONES DEL ESTADORicardo Gandolfo Corts
LA SAGA CONTINA
Ignacio Torterola
ARBITRAJE AMBIENTAL:Avaces y desas
Javier Junceda Moreno
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EDITORIAL
Esmados lectores:
Es grato ofrecerles nuestra segunda edicin de la Revista peruana de anlisis, prevencin y ges-
n de conictos, esta vez con un nuevo nombre que consideramos reeja uno de los principales
objevos instucionales: Ser reconocidos por nuestra neutralidad, independencia, seriedad y
comportamiento co, en nuestra calidad de ser mediadores o facilitadores del dilogo, y admi-
nistradores independientes de procesos de arbitraje y por tanto promotores de una cultura de
paz en el pas; de all el nombre, Punto Medio.
En esta publicacin hemos querido, por un lado, comparr nuestras experiencias a parr dearculos escritos por nuestros principales colaboradores y por otro lado, darle atencin especial
al arbitraje.
As, en el campo de los conictos socio ambientales nuestra Directora Adjunta Marlene Anchan-
te Rull, aborda el tema de la evaluacin de conictos socioambientales derivados de acvida -
des mineras, energcas y de hidrocarburos, lo cual nos aproxima a una novedosa denicin
acerca de lo que comprende una evaluacin de conictos y qu asuntos claves debe considerar-
se incluyendo temas como las relaciones de poder y dependencia y las diferencias culturales y
de gnero. Este trabajo recoge nuestras experiencias y aquello que debiera ampliarse y profun-
dizarse en el esfuerzo de prevenir conictos, tarea esencial en nuestro pas.
Por otro lado, fruto de una experiencia personal y que se est iniciando en nuestro Centro, Mi-
rian Morales desarrolla el tema agua y conictos sociales. Sin duda sus propuestas nos permiten
adverr la existencia de nuevas herramientas para atender adecuadamente este po de conic-
tos en el pas, que no slo se requieren para generar un clima de paz, sino tambin para hacer
del uso responsable del agua, un camino a un desarrollo sustentable.
Desde un enfoque de la Psicologa Social, Gina Pancorbo y Agusn Espinosa nos presentan un
interesante arculo sobre la exclusin y el conicto social en el Per, en el que realizan una
reexin sobre las relaciones intergrupales, la inuencia de los estereopos y los prejuicios,el racismo y la discriminacin, como elementos relacionados a la generacin de conictos al
interior de los grupos.
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Adicionalmente es una grata sasfaccin comparr con ustedes el arculo resultante del tra-
bajo realizado por Yasn Ramrez y July Zegarra, alumnas de nuestro Diplomado en gesn y
solucin de conictos, sobre el derrame de mercurio de Choropampa. Este trabajo fue calicado
con la ms alta disncin en el Diplomado y asumimos el compromiso de publicarlo en nuestra
revista. Consideramos que es un reejo del esfuerzo conjunto de alumnos y profesores en este
Diplomado, que para nosotros consiste en la experiencia de llevar el campo a la academia enreas que tanto requieren de profesionales preparados en nuestro pas.
En cuanto al arbitraje, el Presidente de la Corte de Arbitraje del Centro, Dr. Jorge Avendao, nos
entrega un arculo donde realiza precisiones sobre la naturaleza del arbitraje y en parcular
las diferencias entre el arbitraje instucional y el ad-hoc. Asimismo, ante la reciente entrada
en vigencia de la Ley de Contrataciones del Estado, el Dr. Ricardo Gandolfo analiza las normas
sobre resolucin de conictos de la nueva ley, concluyendo que hay avances y retrocesos que
bien vale la pena comparr.
Teniendo en cuenta la creciente presencia peruana en el mundo del comercio internacional,reforzada por los Tratados de Libre Comercio de reciente suscripcin, resulta actual e importan-
te el aporte del Profesor Ignacio Torterola, abogado del Estado Argenno ante el CIADI, quien
analiza recientes decisiones del Tribunal en relacin a la calidad de nacional segn el Convenio
CIADI y a la aplicacin de la clusula de la nacin ms favorecida en materia de solucin de
controversias.
Finalmente, el profesor espaol Javier Junceda aborda el tema del arbitraje ambiental, anali-
zando las herramientas legales disponibles en Espaa y en parcular el uso del arbitraje. Es un
tema trascendente para nuestra realidad dada la reciente ley por la que se crea el Ministerio
del Ambiente, donde se ha complementado la Ley General del Ambiente, encargndose a dichoMinisterio la implementacin del arbitraje para solucin de conictos en matera ambiental.
Reiteramos nuestra gratud a quienes han parcipado en el esfuerzo de esta edicin y en par-
cular a quienes compareron sus conocimientos y experiencias; de su lectura podrn adverr
como lo decamos en nuestra primera edicin, nuestro enfoque del conicto como una ocasin
de aprendizaje, desarrollo y crecimiento, en la medida que todos seamos capaces de transfor-
marlo en oportunidades de benecio para todos.
Csar Guzmn-Barrn Sobrevilla DIRECTORCetr de Alisis y Resluci de Cicts
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EVALUACIN DE CONFLICTOSSOCIOAMBIENTALESEl punto de partida...
M a r l e n e A n c h a n t e R u l l
1. INTRODUCCIN
Ls cicts sciambietales cbra cada
vez mayor inters, no slo por tratar de ser su-
perados sino tambin por tratar de entender-
ls. Si duda, la visibilidad de ests cicts
se ha icremetad e ls lms emps a,
lo que ha contribuido entre otros, los reportesmesuales de cicts sciales emids pr
la Defensora del Pueblo. Una revisin rpida
de ls reprtes crrespdietes a ls l-
mos doce meses (abril 2007 a febrero 2008),
permite bservar que ls cicts, pica-
dos como socioambientales, estn presentes
todos los meses y varan entre el 47% y 51%
del ttal de cicts registrads cada mes.
Per qu sigica estas ciras?. Para quie-es trabajams e el camp de ls cicts,
estas ciras sigica que alguas cmui-
dades campesias y avas ubicadas e las
reas de iuecia de acvidades extracvas,
se muestran preocupadas por los impactos
egavs ( psibles impacts) ambietales
y sociales derivados de las operaciones de los
pryects extracvs. E el cetr de estas
preocupaciones se encuentran los temores
a ver aectadas sus acvidades prducvas y
sus modos de vida en general. A ello se suma
u ciert grad de expectavas isasechas
de las cmuidades pr ls beecis (psi-
bilidades de desarrollo) que los proyectos ex-
tracvs pudiera debiera haber trad
a sus zonas. Ambos asuntos, la percepcin deimpacts egavs y las expectavas de be-
ecis isasechs (estas lmas muy re-
lacionadas con la falta de capacidad de gasto
de los recursos del canon) son fuentes impor-
tates de cicts.
Se vienen realizando diversos esfuerzos e in-
tervecies desadas a evitar que ls c-
icts sciales escale a iveles de vilecia1,
a tratar de maejarls e situacies c-texts de crisis. Csiderams que dichs es-
fuerzos, que por lo general son de muy corto
plazo, podran ser notablemente potenciados
si se lleva adelate cm put de parda
evaluacies de cict. La gra cmpleji-
dad de ls cicts sciambietales exige
que la evaluacin sea el primer paso antes de
iniciar cualquier intervencin que busque una
1 Ejempls ccids de cicts que ha escalad a iveles de vilecia s el cas de Quillish e Cajamarca RBlanco en Piura.
Psicloga. DirectoraAdjunta del Centro deAnlisis y Resolucin deCicts PUCP. Estudisde Maestra en Psicologay actualmente sigue elDoctorado en Antropologa
e la Pcia UiversidadCatlica del Per. Tienea su cargo el rea deanlisis, prevencin yges de cictssocioambientales.Responsable del diseoy coordinacin generalde las evaluaciones decict e iterveciesdel Centro dirigidas ala ges de cictssocio-ambientales.Vicepresidenta del Consejo
Direcv de la Deesrade Camisea. Docenteen diplomas y cursos deespecializacin de la PUCP.
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transformacin. Y mucho mejor sera si dicha
evaluacin se realiza desde un enfoque pre-
vev, vale decir evaluacies tempraas
de cicts, que busque idecar ls c-
icts pteciales (que pdra currir a la
presencia de fuentes o condiciones potencialesde cicts) e ls mmets iiciales de u
prces extracv; es decir, las primeras etapas
previas a la explotacin de los recursos.
E el presete arcul desarrllarems tres
puntos bsicos relacionados con las evalua-
cies de cict: eques, deici y
asuntos claves que mnimamente se deben
csiderar e ua evaluaci de cict.
2. EnfoQUESEN LA EVALUACINDE CONFLICTOS
Al igual que en la forma de entender los con-
icts, tambi existe dists eques
para su evaluaci; as cm dieretes pu-
tos de vista sobre quin debe encargarse de
esta tarea y/o cmo realizar el proceso de
evaluaci de u cict (Susskid, Lawre-ce y Thomas-Larmer, Jennifer, 1999)2.
Cualquiera sea el enfoque que se tenga para
realizar ua evaluaci de cict hay u
asunto de fondo que est relacionado con la
ci de cstrucci del tr. Para re-
exiar acerca de esta ci tmarems
como referencia a William Stein, quien en su
etgraa sbre el Pryect Vics3, sostuvo
que exisa ua ccepci de imvilidady ua ccepci esecial e la cstruc-
cin del otro (los vicosinos) que tenan los
ivesgadres del Pryect. Est sigica
que equivocadamente creyeron que Vicos co-
mezaba c la llegada de ls ivesgadres,
una suerte de negacin de la historia previa.
Y, adems, una tendencia a pensar que ciertos
fenmenos mentales o formas de pensamien-
to son atributos esenciales de una sociedad.
Frente a esto, Stein propuso que en vez dedarle nfasis a la uniformidad, la estructura y
al estancamiento cultural, se mire hacia la di-
versidad, la movilidad y el cambio en las socie-
dades. Por lo tanto, la construccin del otro,
para Stein, depende del lugar en el que uno se
clque para verl; dad que, sl cambia
el bjet etgrc si que u l cambia
en la medida en que es uno quien lo escribe.
E el cas parcular de ls estudis de eva-luaci de cicts sciambietales, la
perspecva que se tega para la cstrucci
del otro es fundamental. En el caso de los con-
icts sciambietales el tr sera ls
actres del cict, ya sea las cmuida-
des, las empresas las prpias istucies
del Estad; y tal cm l deja ver Stei existe
riesgs e la cstrucci de ests trs.
Un primer riesgo tendra que ver, con que los
evaluadres de cict lvide que la ir-maci recgida depede del lugar e que
u se clque para verla. U segud ries-
go estara vinculado con el hecho de perder la
perspecva de mvilidad, diamism y par-
cularidad de u cict, dad lugar a ua
geeralizaci de las percepcies picas y,
como resultado de ello, la formacin de es-
tereps. Y u tercer riesg se ectrara
asociado a los cambios en el propio objeto de
estudi, vale decir ls cicts sciambie-tales que pudiera producir la intervencin del
prpi ivesgadr.
Con relacin a quin debe hacer la evaluacin
de cicts, cicidims c Susskid (1999:
2 Susskid, Lawrece y Thmas-Larmer, Jeier (1999). Cducg a Cict Assessmet. E: Lawrece y cl. (Eds).The Csesus Buildig Hadbk: A cmprehesive guide t reachig agreemet. The Csesus Buildig Istu-
te. Caliria: SAGE Publicas.3 El Proyecto Vicos se realiz entre 1952 - 1966 en una hacienda localizada en la cuenca del ro Marcar (Callejn de
Huaylas). Es considerado un proyecto fundacional en la antropologa peruana y fue dirigido por antroplogos nor-teamericanos y peruanos que trabajaban bajo el enfoque de la Antropologa Aplicada de la Universidad de Cornell.
En el caso de los conictossocioambientales
el otro seranlos actores del conicto,
ya sean las comunidades,las empresas o las propiasinstuciones del Estado; ytal como lo deja ver Stein
existen riesgos
en la construccinde estos otros.
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3) en que dicha evaluacin debe estar a cargo
de un neutral. Entenderemos como neutral
a aquel evaluador (consultor individual o de
equip) que ee cict de itereses
c las partes ivlucradas e el cict. De
tal forma que la neutralidad del evaluador per-mita lgrar que las partes de u cict sie-
ta la caza suciete para dar a ccer
sus itereses (precupacies, mvacies,
expectavas, rustracies, etre tras) y a la
vez garace el salvaguardar la cdeciali-
dad de las partes iteresadas e el cict.
Como seala Susskind existen dos principios
claves que deben llevar adelante quienes jue-
gan el papel de terceros: La neutralidad y laresponsabilidad. Para este autor slo quie-
nes sean percibidos como neutrales podrn
gaarse la caza de tdas las partes e
cict. La eutralidad e el cas de ls
prcess de evaluaci de cict, resulta
esencial para el intercambio de informacin
que se produce. Mientras que, la responsabi-
lidad implica per e prcca determiads
estndares profesionales que son aceptados
por las partes en el entendido que ayudarn alograr compromisos.
Ahra bie, e el cas de ls cicts s-
ciambietales, vale la pea reexiar y
preguntarnos si es posible hablar de neutra-
lidad. Pourier Elliot (1999: 218) considera que
e geeral, es dicil e la prcca alcazar la
neutralidad pura y ms an seala que es im-
psible vericarl. Y e el cas parcular de
ls cicts sciales pblics, Gachi Tapiaconcluye, despus de diez aos de experiencia
profesional, que los procesos de resolucin de
cicts e ctexts sciales s prce-
ss eutrales. Ell prque dichs cicts
operan frente a un sistema complejo, ante el
cual los terceros neutrales de una u otra for-
ma buscar e sus itervecies alg p
de direccin, ya sea mantener el statu quo o
geerar alg p de cambi scial.
E el cas de ls cicts sciambietales,
creemos que ste es un tema sumamente de-
licado sensible pues se ponen en juego tanto
itereses persales cm clecvs. E el
primer cas, hems pdid adverr el jueg
de pderes e el mbit plc, que geerals cicts y e algus cass iclus bs-
taculiza su ges. Y e el cas de ls ite-
reses clecvs es evidete que existe pre-
cupacies cmpardas, cm pr ejempl,
aqullas vinculadas a la conservacin del am-
biente en que vivimos o a la superacin de la
pobreza.
frete a este p de temas precupacies,
el evaluadr de cict e su calidad de serhuma ee ua psici persal que va
ms all del cict especc y de las par-
tes involucradas en el mismo. En este punto
vale la pena citar a Cordero Sanz y Bataller
Osorio (2006) quienes hablan de los derechos
de tercera geeraci derechs de la s-
lidaridad, que aputa a icevar el pr-
greso social as como elevar el nivel de vida
de tds ls puebls; y etre ls cuales se
encuentran el derecho a un medio ambientesano, el derecho a un desarrollo que permita
una vida digna o el derecho a la paz. Sin duda
alguna asuntos que escapan a la dimensin
personal y claramente se instalan en el mbi-
t de l clecv.
De otro lado, consideramos tambin conve-
iete reexiar acerca del trmi que se
uliza para reerirse a u prces de evalua-
ci de cicts. Pr u lad, existe c-ses e ulizar el trmi evaluacin del
conicto para describir el prces; pr tr
lad, trs preere ulizar trmis cm:
evaluacin de temas, evaluacin de la situa-
cin, evaluacin del convocador, anlisis del
conictoo anlisis de las partes(McKearnan,
1997)4. Incluso existen variantes en la forma
de denominar al informe que se elabora como
prduct de ua evaluaci de cicts pr
4 McKearnan, S. (1997). Preliminary step that enhances chance of success. Consesnsus, 34, 3,9,12.
Ahora bien,en el caso de los conictossocioambientales,vale la pena reexionary preguntarnossi es posible hablarde neutralidad.
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ejemplo, informe de evaluacin del conicto,
Informe del convocador, entre otros.
Si bien las diferencias en los trminos para re-
erirse al prces de evaluaci de cicts
pueden parecer irrelevantes, la experiencianos ha mostrado que podran en algunos ca-
ss iuir e asuts de d. Pr ejempl,
aceptar ulizar el trmi cict
para referirse a la evaluacin podra eviden-
ciar aceptar la existecia de u cict
entre las partes. Este hecho se vuelve espe-
cialmente importante para los casos en los
cuales s existen (se perciben) relaciones con-
icvas y algua de las partes l iega a
de proteger su imagen, o como resultado deua rma evasiva de eretar u cict.
Al respecto vale la pena recordar que segn
Robbins (2004: 401) en el proceso de un con-
ict, existe ua etapa demiada ite-
ciones, referida a las decisiones de actuar de
determiada maera rete al cict. Las
persas iere las itecies de las tras
persas y ell iuye e cm actuar
rete a ua situaci de cict. Ua de
las itecies e el maej de cicts esla evasin, que consiste en que aun cuando
se sabe que hay u cict se preere ig-
rarlo y evitar a las personas con las que no se
est de acuerdo.
Tambin es posible que no percibindose la
existecia de cicts etre las partes, resul-
te verdaderamete iaprpiad ulizar el tr-
mino evaluacin de conictos. A ello se suma
que ulizar trmis cm evaluacin de con-ictos puede tambin agravar las relaciones
etre las partes, pr u eect cmuicav y
de expectavas (Harter, 1982)5. Por tanto, en
los casos en que las partes no se sienten an
e cict ( l percibe e estrict) s
muy sesibles al trmi cict, ser ece-
sari evaluar la psibilidad de sustuirl pr
trs trmis ms eutrs.
5 Harter,P. J. (1982). negag regulas: A cure r malaise. Gergetw Law Jural, 71(1), 1-113
Igualmente, el trmino evaluacin de los te-
maspuede teer u sigicad dist que
se reera al esuerz que realiza ua parte
neutral para reunir la mejor informacin dis-
ponible sobre un tema dado, sin aludir a los
intereses o preocupaciones de las partes, queson puntos centrales de un proceso de eva-
luaci de cicts.
Otro punto importante de mencionar en un
prces de evaluaci de u cict, ee
que ver c su duraci. Hay quiees pree-
re u eque rpid y breve, que csiste
e hablar c alguas de las partes a de
tener un panorama muy general del asunto
del cict. Mietras que, para trs, espreferible entrevistar a todas las partes con
toda la minuciosidad que sea necesaria y/o
posible.
Estas diferencias de enfoque tambin se ex-
presan en las formas en que se presentan los
resultados de la evaluacin. Algunos evalua-
dres preere presetar al alizar el prce-
so de evaluacin un breve informe oral al so-
licitate de la evaluaci; mietras que trsoptan por elaborar un documento detallado y
preliminar que se distribuye al convocador y
las partes para su revisin previa antes de un
irme al (McKeara, 1997).
En resumen, lo que podemos mencionar has-
ta aqu es que la cveiecia de ulizar u
u otro enfoque con relacin a quin hace la
evaluacin y cmo la hace, depender de las
caracterscas parculares de la situaci ela que debe llevarse a cabo la evaluacin de
cicts. A maera de criteri geeral, p-
demos sealar que aquello que decidamos
deber ctribuir psivamete al etedi-
miento, mejora y construccin de relaciones
psivas etre las partes del cict, bas-
donos en los principios de transparencia, con-
aza y credibilidad.
Hay quienes preerenun enfoque rpido y
breve, que consiste enhablar con algunas de las
partes a n de tener unpanorama muy general
del asunto o del conicto.Mientras que, para otros,es preferible entrevistar a
todas las partes con todala minuciosidad que sea
necesaria y/o posible.
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3. DEFINICINDE EVALUACINDE CONFLICTO
Para abordar este punto tomaremos como
primera reerecia la deici prpuestapor Susskind (1999:10-11), uno de los ms
reconocidos especialistas a nivel mundial en
el camp de ls cicts ambietales y e
los procesos de creacin de consenso. Para l
la evaluaci de cict, se dee cm u
documento que describe los temas centrales
de u cict, ls itereses de ls grups de
inters (stakeholders), los mbitos en los cua-
les estn en desacuerdo y aquellos otros en
los que estn de acuerdo, as como los inte-reses o aspectos comunes a todos los grupos
de inters. De acuerdo con Susskind, dicho
documento es por lo general preparado por
u tercer eutral, a parr de etrevistas
cdeciales c ls grups de iters cla-
ves. El mism autr ssee que las rec-
mendaciones, producto de la evaluacin de
cict sigica la lma palabra, dad
que solamente a los grupos de inters involu-
crads e u cict les tca decidir cmdesean proceder y cmo organizar mejor sus
esfuerzos.
Pr su parte el Csesus Buildig Istu-
te (2002) dee la evaluaci de cicts
como un reporte verbal o escrito, basado en
etrevistas cdeciales, que busca ayudar
a las partes a entender sus intereses, aclarar
sus opciones, incrementar su comprensin
de los principales asuntos e intereses de losotros, as como determinar si un proceso de
consenso es apropiado.
Teied cm reerecia las deicies
previas prpems deir ua evaluaci
de cict cm el prces mediate el cual
se ideca a las partes iteresadas (tambi
llamads actres del cict), ls aspects
asuts claves del cict, la viabilidad para
un proceso de consenso y el diseo de unpla de acci para la trasrmaci psiva
del cict.
La experiencia nos ha mostrado que en oca-
siones algunas partes o convocadores con-
sideran que llevar adelante una evaluacin
de cicts es realmete ecesari. El
argumet ms recuete que se ee para
sustetar esta psici es la presi deemp pr reslver el cict, la idea de
hay emp que perder e asuts pre-
liminares.
Un elemento adicional que hemos encon-
trad e la prcca para csiderar im-
portante la realizacin de una evaluacin de
cicts es la idea equivcada c relaci
a que los temas claves son evidentes u obvios
para tdas las partes. Est lm es muyacertado si recordamos la importancia que la
percepci puede teer e ls cicts. Al
respecto recordemos que es posible que va-
rias partes de u cict mirad l mism
puedan percibir cosas diferentes y en ocasio-
nes discrepantes entre s.
En consecuencia, se refuerza el enfoque que
es conveniente que un tercero neutral, sea el
encargado de conducir y realizar un procesode evaluaci de cict. Ell permir, pr
un lado, que las partes puedan tener desde
el enfoque de un tercero independiente, una
evaluaci y alisis de ls cicts; pr
otro lado, podrn recibir recomendaciones
dirigidas a la prevencin y manejo adecuado
de ls cicts.
El tercero neutral, debido a su condicin de
independiente, est en capacidad de indagaracerca de las opiniones de todas las partes.
Como resultado de ello estar tambin en ca-
pacidad de idecar ls bstculs y rta-
lezas e las relacies que ee las partes
etre s, y del mism md idecar qu
partes est dispuestas a parcipar de
un eventual proceso de consenso.
Ms all de lo sealado, un punto central es
que ua evaluaci de cict debe estar acargo de alguien a quien todas y cada una de
las partes perciban como imparcial (Susskind
...es posibleque varias partesde un conicto mirandolo mismo puedan percibircosas diferentesy en ocasionesdiscrepantes entre s.
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y Larmer 1999: 106). Esto quiere decir que
el evaluador no debe tener algn inters en
jueg detr del cict. Si u evaluadr
ee alg iters parcular se desempear
de manera parcializada y ello perjudicar, sin
duda, al proceso y a las partes.
Un elemento adicional segn Carpenter y
Kennedy (1998) es que quienes evalan un
cict debe teer ciert ccimiet del
tema en discusin. Si bien es cierto que no se
requiere un conocimiento profundo y espe-
cializado, s es fundamental conocer los as-
pects claves viculads a la prblemca e
cues. Adems de ctar c ccimie-
ts, el evaluadr de cicts debe teerhabilidades y experiencias que le permitan
cectarse adecuadamete c las partes
del cict si perder su eutralidad. Ests
puntos sern desarrollados con mayor deta-
lle ms adelate cuad tratems el perl del
evaluadr de cicts.
Habiendo aclarado hasta aqu la importancia
de u prces de evaluaci de cicts,
vale la pena preguntarnos cul es el riesgo quepuede ocurrir de no realizar dicho proceso. El
principal riesgo de no realizar una evaluacin
de cict es mir a ua varias partes cla-
ves tat para aalizar el cict cm para
platear estrategias de preveci ges
segn sea el caso. La experiencia de trabajo
s ha esead que mir ivlutariame-
te a una parte, puede tener consecuencias so-
bre la legimidad del prces de evaluaci
de cicts y sbre sus resultads.
Ua csecuecia egava adicial prduct
de la omisin anterior, sera que el evaluador
disee recomendaciones que no sean apro-
piadas en la media que no abarcan los temas
peretes, vale decir las pricipales precu-
paciones de todas y cada una de las partes
ivlucradas e u cict. El recger ls
verdaderos intereses y preocupaciones de to-
das las partes impactar egavamete e lacredibilidad del proceso y de las acciones que
se deriven de l.
Un ltimo riesgo, de no llevar adelante una
evaluacin de conflictos, tiene que ver con
la posibilidad de no conocer oportunamen-
te la probabilidad de xito que puede tener
un esfuerzo de creacin de consenso. Una
evaluacin de conflicto oportuna y adecua-damente realizada podra indicarnos que
no vale la pena invertir en siquiera iniciar
un proceso de dilogo. Existen casos en los
que se puede advertir que una de las par-
tes tiene un motivo, desde su perspectiva
lo suficientemente importante, como para
invalidar o no aceptar cualquier acuerdo
que se logre. Hechos como estos nos han
mostrado que no vale la pena efectuar
acuerdos que desde un inicio estn conde-nados al fracaso.
4. ASUNTOS CLAVESA CONSIDERAREN UNA EVALUACINDE CONFLICTOS
El prces de evaluaci de cicts, cm
mencionamos al inicio, debe recoger infor-
maci clave que permita idecar, c-cer y eteder la dimica de ls cic-
tos evaluados potenciales (latentes) como
reales (maiests). Td ell c el de
analizar la viabilidad de llevar adelante al-
gn proceso de consenso y disear estrate-
gias que apunten a la transformacin de un
cict disucial e ua prtuidad
de desarrollo, y en consecuencia la mayor
sasacci de tdas las partes ivlucradas
e el cict.
Para idecar ls cicts, el eque de
prces de cict es de suma ulidad. La
ci de icmpabilidades pteciales pre-
sentes en la primera etapa del proceso de un
cict, cstuye el isum pricipal para
idecar ls cicts pteciales. Mietras
que la percepci del cict, sus eects
sobre las emociones y los comportamientos
observables sern los elementos esencialespara idecar cicts demiads cm
reales maiests.
El principal riesgode no realizar una
evaluacin de conictoes omir a una o varias
partes claves tantopara analizar el conicto
como para plantearestrategias de prevencin
o gesn segnsea el caso.
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A cuaci meciams ls asuts cla-
ves6 que recomendamos sean considerados
e ua evaluaci de cicts:
4.1 Antecedentes
del cict
Se reere a la histria del cict, vale de-
cir, recoger informacin acerca de las ideas o
cies que las partes ee c respect al
rige y evluci del cict. Eteder ls
antecedentes es fundamental en el proceso
de evaluacin, porque nos brindar informa-
ci que ctribuir a eteder la parculari-
dad del caso que estemos evaluando. Asimis-
mo, es necesario conocer los antecedentes deu cict, prque s ayudar a evaluar
la viabilidad de un proceso de consenso entre
ls actres ivlucrads e el cict y e la
eleccin de las estrategias, y acciones de pre-
veci y ges de u cict, seg sea
el caso.
Para obtener informacin acerca de los ante-
cedetes de u cict debems teer e
cuenta las siguientes preguntas: cmo se ini-ci el cict?, cm se desarrll?, cul
es la situaci actual? y qu cree que pasar
e adelate?
Las etapas e el prces de u cict s
ayudarn a recoger y analizar la informacin
que obtengamos como parte de los antece-
detes de u cict. Dada la cmplejidad
de ls cicts sciambietales, e ues-
tra experiencia hemos encontrado que esmuy importante reconstruir la historia del
cict teied e cueta las diere-
tes perspecvas de ls actres. Del mism
md, resulta ecesari idecar ua se-
cuecia de hechs crcs y las percepcies
asociadas a stos desde el punto de vista de
cada actor.
4.2 Actres del cict
S tambi ccids cm partes del
cict, grups de iters e el cict,
etre trs. Se eede pr actres del c-
ict a aquella parte del mism cuya acci umisi puede aectar la preveci ges
de u cict determiad. Asimism, res-
pect a esta deici, debems sealar que
el actr ee u iters e el cict, de ah
que su presencia o ausencia pueda afectar en
la iterveci para el maej del cict.
En forma concreta los actores pueden ser
persas aturales, rgaizacies, istu-
cies, empresas, istucies del gbier,
etc. quienes, adems, pueden agruparse encategras seg las caracterscas e itere-
ses que compartan entre s.
Es psible disguir etre actres pricipales,
tambin denominados primarios o directos, y
actores secundarios o indirectos. Son actores
pricipales aqulls que ee ua directa
implicacia e el cict; pr ejempl, e el
cas de u cict relav a la viabilidad s-
cial de un proyecto minero son actores prima-ris la(s) cmuidad(es) del rea de iue-
cia, la empresa minera y el gobierno (local,
regional y central). Mientras que, los actores
secundarios son aqullos cuyo inters est o
podra estar presente de manera indirecta en
el cict, debid a su capacidad para via-
bilizar blquear alteravas para la ges
del cict; siguied c uestr ejempl
podramos tener como actores secundarios a
una ONG, una universidad, un gremio, mediosmasivos de comunicacin, etc.
La experiencia evidencia que no debemos
suponer la existencia de una homogeneidad
al interior, tanto de los actores principales
como de los secundarios. En el caso de las
cmuidades, se sabe que siempre ee
6 Deir ls asuts claves a tratar e ua evaluaci de cicts depeder del cas parcular que debams abr-dar, pr l que debe etederse cm u cjut j e ivariable de aspects.
Para obtenerinformacin acercade los antecedentesde un conicto debemostener en cuenta las
siguientes preguntas:cmo se inici elconicto?, cmo se
desarroll?, cul es lasituacin actual?y qu cree que pasaren adelante?
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intereses homogneos, sino que en ocasio-
nes existen en su interior enfrentamientos
que obedecen a preocupaciones e intereses
dists y e algus cass ctrapuests.
Similar situacin ocurre con otros actores
principales. Por ejemplo, en algunas empre-sas se bserva que sus uciaris ee
percepciones discrepantes acerca de cmo
manejar las relaciones comunitarias, el grado
de parcipaci que se puede permir a las
comunidades impactadas por su operacin,
la plca de respsabilidad scial, u tras.
El siguiente fragmento de una entrevista que
realizamos como parte de una evaluacin de
cicts, ejemplica l sealad:
A ver, me dejo explicar, queramos te-
ner un mensaje o un plan concertado
entre el rea que se encarga del tema
de asuntos externos y comunicacio-
nes, y el rea que lleva las relaciones
gubernamentales, o sea debera de
ser bastante concertado, arculado.
Pero, lo que ahora vemos es que hay
poca comunicacin entre nosotros,
estamos haciendo esfuerzos, pero lascomunidades no lo perciben an.
Como sabemos, la diversidad en un equipo
de trabajo es muy valiosa e importante para
ivar, crear y mejrar ls prcess; si em-
bargo, se advierte del fragmento de entre-
vista citad, que puede dejar de ser psiva
cuando, como resultado de ella, se efectan
acciones incoherentes e inconsistentes frente
a las tras partes del cict, l cual reuerzala descaza las altas expectavas que se
suelen tener frente a un proyecto u operacin
extracva.
Pr lm, situaci parecida a ls actres,
comunidad y empresa hemos encontrado en
el actr gbier. Al evaluar u cict tam-
bin debemos tener cuidado de no generalizar
o presumir una homogeneidad, ya que como
sabems puede exisr percepcies discre-pates etre ls dists iveles de gbier
(central, regional y local) como al interior de
alguno de ellos.
4.3 Percepciones
La percepcin7es uno de los elementos cen-
trales e la deici de cict. E este
put es imprtate idecar ls dists
actres que iuye e las percepcies dels actres del cict, tat para mdelar
como para distorsionar la misma. Los factores
que iuye e la percepci requiere ser
etedids, tat para cmpreder el cic-
t, cm para preveirl y gesarl.
Segn Robbins (2004), los factores que
iuye e la percepci de las persas est
relacionados con la persona misma, el objeto
percibido y el contexto de la percepcin.Con relacin a lo primero, son cinco los
aspectos claves que debemos conocer de
ls actres del cict: Actudes, mvs,
itereses, experiecia aterir y expectavas.
Con relacin al segundo factor son claves
los antecedentes y la similaridad del objeto
percibid. Ls atecedetes se reere
a que, como resultado de la proximidad
sica tempral, las persas mdela su
percepcin agrupando objetos o hechos quepueden o no tener relacin entre s8. Mientras
que la similaridad, alude a que cuanto mayor
sea el parecido entre objetos o hechos, mayor
7 La percepcin es un proceso por el cual los individuos organizan e interpretan sus impresiones sensoriales con el de darle sigicad a su ambiete. C recuecia puede haber cicts prduct de las dierecias e laspercepcies, dad que au cuad las persas ve l mism puede percibir csas dieretes.
8 U ejempl de cm iuye ls atecedetes e trmis temprales pdems reccerl e el siguiete c-metari de u presidete de rdas: A ls primers das estaba isised e que urams a ccer [el Pr-
yect], ue u de strs. Pr supuest al da siguiete estaba la t e primera pgia. Ha isisd para quevayan otros de nosotros pero no lo hemos hecho, no, simplemente porque creemos que nos van a manipular o usar.(). n haba pasad i ua semaa de la visita y ya s estaba recied dier. Ahra s quiere aciar lacetral de trasmisies y se ha valid de terceras persas.
Al evaluar un conictotambin debemos
tener cuidado de nogeneralizar o presumir una
homogeneidad, ya quecomo sabemos pueden
exisr percepcionesdiscrepantes entre los
disntos niveles degobierno (central, regional
y local) como al interior dealguno de ellos.
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ser la probabilidad de ser percibidos como
un grupo comn.
fialmete, la evaluaci de cicts tam-
bin deber obtener informacin que nos
permita entender el contexto o los elemen-ts del etr que iuye e la percepci
de ls actres del cict.
4.4 Posiciones e intereses
Las posiciones e intereses no slo tendrn
repercusies e la evaluaci del cict,
sino tambin en los eventuales procesos de
negociacin y dilogos futuros si fuera el caso
recomendarlos como resultado de la evalua-ci de cicts.
Entendemos por posicin a la exigencia ini-
cial que realiza una parte frente a la otra, y
que suele ser el put de parda de tda
negociacin. Como Guzmn-Barrn (2003)
idica la psici ee ds caracterscas
udametales: s iexibles y s exclu-
yentes.
Ua psici es iexible e la medida e
que, como toda exigencia, se presenta como
un hecho cerrado a casi cualquier posibilidad
de mdicaci. E csecuecia, la psici
se exige, se reclama, se deede; cambiarla
es percibido como que estamos cediendo o
perdied. Mietras que la caractersca ex-
cluyete de la psici, se reere a que se
permite otra opcin que no sea la contenida
en la posicin, pues se presume que slo exis-te ua ica rma de sasacerla.
De tr lad, ls itereses se reere a las
preocupaciones, necesidades o temores que
subyacen a una posicin, es decir, nuestra exi-
gecia iicial y supercial e ua egciaci.
Ls itereses s tra csa que las mva-
ciones de nuestra posicin, el por qu solicito
tal cual pretesi. E trmis de cict
es aquell que preted lgrar y cuya sas-acci pdra per a u cict de i-
tereses.
U irme de evaluaci del cict debe
contener un anlisis detallado de las posicio-
es e itereses de cada actr del cict (
parte interesada), lo cual proporciona a los
actores involucrados un recuento imparcial de
ls cicts (pteciales y reales) que ece-sitaran tratarse. El tener sus propios intereses
impress e papel ls hace serse escucha-
dos y comprendidos. El poder leer acerca de
los intereses de las otras partes permite que
todos puedan tener acceso a los puntos de
vista opuestos, lo cual ayuda a las posibilida-
des de lograr un acuerdo entre las partes.
Finalmente, el informe de evaluacin de con-
icts tambi puede ulizarse para explicar-le a las partes, en especial a las comunidades,
qu est pasando y qu pasos seguir para ini-
ciar un proceso de creacin de consenso que
tega legimidad.
4.5 Opciones y MAAN(Mejr Alteravaal Acuerdo Negociado)
Conocer las opciones y cul es el valor mni-m aceptable para cada parte del cict
con miras a negociar un acuerdo es muy im-
portante, porque nos dar indicios para esta-
blecer las reas de posibles acuerdos y des-
acuerds etre ls actres de u cict.
E uestra experiecia, al evaluar cicts
socioambientales hemos encontrado que a
veces los actores no han realizado el ejercicio
de reexiar acerca de su mejr alteravaa un acuerdo negociado. En algunos casos
reci se iicia el prces de reexi cm
resultado de las preguntas que se hacen en el
marc de la evaluaci de cicts.
4.6 Obstculos y fortalezasen las relaciones entrels actres del cict
En trminos generales, debemos sealar queaquellas percepciones que estn referidas a
las fortalezas de las relaciones son sumamente
Los intereses no son otracosa que las movacionesde nuestra posicin,el por qu solicitotal o cual pretensin.En trminos de conictoes aquello que pretendolograr y cuya sasfaccinpodra poner n a unconicto de intereses.
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importantes para elegir estrategias de
iterveci que trasrme psivamete
ls cicts. Mietras que las percepcies
relavas a ls psibles bstculs, deber
ser bjet de accies especcas que las
cvierta e cdicies cstrucvas parala trasrmaci de ls cicts.
4.6.1 Obstculos en las relaciones
entre los actores de un conicto
socioambiental
E este put se trata de idecar ls bs-
tculos que los actores perciben para relacio-
arls etre s de ua rma psiva. E ls
siguientes fragmentos de entrevistas realiza-das e el marc de ua evaluaci de cic-
to socioambiental, podemos ver a manera de
ejempl, qu p de bstculs percibe ls
entrevistados.
Ha habido un descuido nuestro
como empresa para tambin ir infor-
mando adecuadamente, es decir, creo
que hasta ahora no somos exitosos en
comunicarnos con la poblacin; tantopor los medios que deberamos infor-
mar.
... yo he observado que tampoco hay
mucho conocimiento ni en las autori-
dades, ni en los propios tcnicos de
estas ONG. Los he escuchado hablar
algunas cosas incongruentes, el otro
da me he asombrado con el alcalde
que se llenaba antes la boca hablan-
do contrariamente de la empresa en
su campaa, visitaba por primera vez
los cursos de agua, y deca: Estoy im-
presionado!, o sea, hay un desconoci-
miento de la gente de cmo es el pro-
ceso, entonces ellos como no saben
empiezan a imaginarse.
En ambos fragmentos los entrevistados re-
ere aspects relavs a la irmaci ycomunicacin como obstculo percibido para
relaciarse psivamete. Y e eect e
nuestra experiencia hemos encontrado que
los obstculos percibidos con mayor frecuen-
cia pr ls actres de u cict sciam-
biental estn relacionados con dos grandes
aspects: Pr u lad, las dicultades de c-
municacin e informacin y por otro lado, ladescaza.
Las barreras clsicas de la comunicacin pue-
de ser muy les para eteder las diculta-
des de comunicacin entre los actores de un
cict sciambietal. E este sed, la
primera barrera, ccida cm ltrad, pue-
de ayudarnos a entender por qu algunas ve-
ces las partes e cict reclama estar
parcipad de u dilg bjev y traspa-rete. El ltrad se reere a la maipulaci
de la informacin que una de las partes puede
realizar, de manera que la informacin mani-
pulada sea vista de forma ms favorable para
la otra parte (Robbins, 2004: 297). Por ejem-
plo, esto puede ocurrir tanto al interior de
algunas comunidades como de algunas em-
presas, es decir la irmaci se va ltrad
hasta llegar a nivel de los representantes para
el dilogo. En consecuencia, mientras ms ni-veles vercales exista e la jerarqua de las
comunidades y empresas, habr ms oportu-
idades para el ltrad.
La seguda barrera ee que ver c la per-
cepci selecva, que e trmis simples
pdrams deir cm ver y escuchar ua
parte de la realidad. E la prcca tat las
comunidades como las empresas en relacio-
es cicvas percibe selecvamete lainformacin mutua que se transmiten al rela-
ciarse. Etre ls actres que iuye para
la percepci selecva est las ecesidades,
mvacies y experiecias previas (Rbbis,
2004: 297). Por ejemplo, en el contexto de los
cicts sciambietales pdems adver-
r cm ls pasivs ambietales y la ctami-
aci ambietal, se cstuye e experie-
cias de apredizaje previas que iuye e las
percepcies egavas que rma alguascomunidades. Otro ejemplo, podra ser el que
alguas empresas percibe selecvamete
Las barreras clsicasde la comunicacin
pueden ser muy lespara entender las
dicultades decomunicacin entre losactores de un conicto
socioambiental.
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la nocin de desarrollo que pudieran tener
las cmuidades sus grups de iters; l
que podra llevarlas a realizar acciones en el
marco de la responsabilidad social que no
responden a los verdaderos intereses de las
comunidades.
Hasta aqu vale pena mencionar que la res-
psabilidad scial empresarial, parcular-
mete e el ctext de situacies cic-
vas requiere entender la comunicacin como
un agente que contribuya al cambio social.
Para ello, se requiere disear e implementar
planes de comunicaciones que tengan como
ejes principales el involucramiento ciudada-
a travs de la parcipaci cmuitaria ycm hrizte, el desarrll lcal parcipa-
vo. El reto est dado por la necesidad de pro-
poner una estrategia sustentable e integral de
cmuicaci prducva para el desarrll
(Anchante 2006).
La tercera barrera para ua cmuicaci e-
caz est relacionada con las emociones (Ro-
bbins 2004: 297). En general se sabe que el
estad de im iuye e la rma e querecibims ciertas cias. La misma cia
recibida cuando uno est molesto probable-
mente sea interpretada de manera diferente
a cmo lo hara si tuviera un estado anmico
eutral. E el cas de ls cicts sciam-
bientales es muy importante considerar el as-
pecto emocional en la calidad de la comunica-
ci, a de preveir que juicis emciales
iterere e ls prcess cmuicavs, es-
pecialmente en aquellas situaciones que re-quiere irmaci cieca tcica que
ctribuya a ir claricad u cict.
Pr lm, el leguaje ulizad e ls prce-
ss cmuicavs puede acercar termiar
pr alejar a ls actres de u cict sci-
ambiental. La edad, la educacin y los antece-
dentes culturales son tres de las variables ms
bvias que iuye e el leguaje (Rbbis
2004: 297) y que uliza ls represetatesde las partes de u cict, tal es el cas de
las comunidades y empresas en sus procesos
de cmuicaci. olvidar que cada u ee
antecedentes diversos, y por tanto, diferentes
patrones de lenguaje, puede ocasionar proble-
mas graves en su comunicacin que terminen
pr aectar egavamete la cstrucci de
caza y credibilidad mutua. Pr ejempl,el uso excesivo de trminos tcnicos que a ve-
ces las empresas uliza para dirigirse a las
cmuidades es c recuecia u mv de
queja de parte de estas lmas.
E uestra experiecia de trabaj c cic-
tos socioambientales, con frecuencia hemos
idecad percepcies relavas a que
se da irmaci suciete e cas de dar-
se dicha informacin se transmite de maneraiadecuada. E relaci c este lm pu-
t u aspect parcular ee que ver c la
percepcin de una falta de habilidad comuni-
cacial para saber trasmir l que se desea
irmar a las partes del cict. Ls siguie-
tes fragmentos de entrevistas que realizamos
para ua evaluaci de cict sciam-
bietal ejemplica las percepcies relavas
a estas dicultades de cmuicaci:
Yo pienso que nos falta, nos falta una
informacin, nos falta un mensaje
para ver la realidad de lo que es verda-
deramente la mina y parcularmente
este Proyecto, es entrar con nuestra
humildad y sencillez y bajarnos a su
nivel para poder sacar los verdaderos
intereses de los comuneros (un en-
trevistado de la empresa).
De manera que el asunto ms im-
portante es la comunicacin, tambin
la desinformacin o mal informacin
que surge de los que se oponen al pro-
yecto y que hacen campaa en contra
de la mina (un alcalde).
Lo fundamental es que brinden in-
formacin [la empresa], lo ms trans-
parentemente posible. Que hablen
con claridad de los aspectos posivos
y tambin negavos que puede traer
La misma nocia recibidacuando uno est molestoprobablemente seainterpretada de maneradiferente a cmo lo harasi tuviera un estadoanmico neutral.
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19/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O18
este po de acvidad (una autoridad
comunal).
De tr lad, la descaza es u segud
gran obstculo percibido frecuentemente en-
tre ls actres de u cict sciambietal.En nuestra experiencia realizando evaluacio-
es de cict hems ectrad que el ri-
ge y mateimiet de la descaza ee
que ver c distas percepcies, grad de
importancia de stas, segn sea el actor del
cict e cues. Pr ejempl, ua cmu-
nidad en cuya zona nunca antes se desarroll
u pryect mier, reere que alimeta su
descaza al escuchar hablar de ls pasivs
ambientales en otras zonas, al percibir que elEstad deede sus derechs, al percibirse
disminuida frente a la empresa o al percibir
que se incumplen compromisos asumidos
ate la cmuidad, serse maltratada,
entre otras. Por su parte, una empresa con-
traparte de esta cmuidad ccia ssee
que su descaza se icremeta prque la
Juta Direcva de ua cmuidad descce
los acuerdos ya pactados con dicha empresa,
o porque perciben que el gobierno no impo-e la uerza del rde prque eede
los patrones culturales de la comunidad o los
perciben como incoherentes, entre otras.
Sied la descaza u bstcul, perci-
bido con frecuencia por parte de los actores
de u cict sciambietal, es pere-
te deteers a reexiar e el ccept
de caza pr u mmet. De acuerd
c Rbbis (2004: 336) la caza pdraser deida cm la esperaza psiva; es
decir una relacin en la cual otra persona no
se conduzca de forma oportunista, ya sea en
el plano del discurso, las acciones o decisio-
es. E esta deici seg este autr, exis-
ten dos elementos claves, la familiaridad y el
riesgo. Como todos hemos seguramente ex-
perimetad, la caza es u prces que
tma su emp, vale decir tarda e rmarse
y se fortalece progresivamente. En trminosprccs est sigica que las persas
cams a primera istacia e alguie que
an no conocemos. Y que ms bien lo usual es
que conforme vamos conociendo a alguien,
vamos experimentando mayor seguridad. Por
tanto, como bien seala Robbins (2004: 336)
la caza implica pr s misma crrer
riesgos, sino una disposicin a correrlos, valedecir esperamos en la relacin con los otros,
que se aprveche de uestra caza.
Ahra es iteresate pregutars Qu di-
mensiones claves construyen el concepto de
caza?. Seg Rbbis (2004: 336) las
ivesgacies recietes idica que existe
cinco dimensiones: Integridad, competencia,
congruencia, lealtad y franqueza. La integri-
dad parece ser la dimensin ms importantecuad ua persa evala que ta cable
es tra. Y se reere a la hesdad y veraci-
dad con que se percibe la relacin. La com-
petecia se reere a las habilidades y ls c-
cimiets tcics que ee las persas.
La cgruecia ee que ver c el grad de
previsibilidad que una persona puede tener al
manejar una determinada situacin, as mien-
tras ms coherencia exista entre lo que dice y
hace, tendr mayor probabilidad de generarcaza. La dimesi de lealtad se reere a
que alguien no acte de manera oportunista.
Y pr lm, la raqueza vale decir el grad
en el cual se nos dir la verdad acerca de un
tema.
Teniendo en cuenta que todas estas dimen-
sies iuye e la cstrucci de ca-
za etre las persas, vale la pea reexiar
acerca de cada una de ellas en el contextode ls cicts sciambietales. E ues-
tra experiecia e eect la descaza que
ls actres del cict percibe cm u
de los principales obstculos para relacionar-
se, se alimenta de percepciones relacionadas
c alta de hesdad (la empresa s est
egaad, las cmuidades s quiere
sacar ms dier), alta de cmpetecia
(querems hablar c el due del circ,
el asesr tcic de la cmuidad sabel que dice), la alta de cgruecia ( a ivel
de discurs se dice querems dialgar pac-
...el origen ymantenimiento de la
desconanza ene que vercon disntas percepciones,
o grado de importanciade stas, segn sea
el actor del conictoen cuesn.
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camete y e las accies se tma medidas
de fuerza o se convoca policas en el espacio
de dialg), la alta de lealtad (si me da u
cup de trabaj ya isisr c ls pedi-
ds de la cmuidad), y pr lm la alta
de raqueza (el pryect traer trabaj paratds e la cmuidad).
Estas dimensiones deben ser consideradas en
ls prcess de cstrucci de caza, e
el marco de las relaciones entre los actores de
u cict, tat para eteder pr qu se
prduce la descaza, cm para llevar a
delate accies que revierta la desca-
za entre los actores.
Finalmente, como es obvio los obstculos en
las relacies etre ls actres de u cic-
t sciambietal se agta e las dicul-
tades de cmuicaci i e la descaza
con frecuencia encontradas. Una adecuada
evaluaci de cicts deber idecar
e cada cas parcular, qu trs bstculs
estn percibiendo cada uno de los actores de
u cict, a de sugerir accies que per-
mita reverrls e cdicies cstruc-vas para la ges de cicts. Pr ejempl,
como resultado de nuestra experiencia de tra-
bajo, hemos encontrado que desde el punto
de vista del actor empresa se perciben como
obstculos adicionales: Los excesivos pedidos
de las cmuidades, ls itereses plcs de
algunas autoridades locales, la falta de com-
prensin de aspectos culturales, entre otros.
Los siguientes fragmentos de entrevistas que
realizams para ua evaluaci de cictssciambietales ejemplica las percepci-
es relavas a dichs bstculs:
Aprovecharse por decir sacar venta-
jas. La comunidad nos dice me enes
que construir una escuela, mi posta,
mis canales, esto y el otro; cosas don-
de la responsabilidad del gobierno no
las hace. Entonces sacan ventaja de
esas cosas y el proyecto se va hacien-
do ms caro (percepcin de excesi-
vos pedidos).
Nuestro proyecto minero por algunas
pocas se pone de moda, cada cierto
empo se convierte en un caballo de
batalla de los polcos. Cuando hubie-
ron las elecciones, para los candidatos
el proyecto era su caballito de batalla(percepcin de intereses polcos).
Somos conscientes de que debemos
prepararnos para entender la forma
de ser de las comunidades, venimos
de disntas culturas y eso hace di-
cil que nos entendamos, aunque no
lo crea, aun en pequeas cosas como
la forma de saludarlos (percepcin
relava a falta de comprensin de as-pectos culturales).
4.6.2 Fortalezas en las relaciones
entre los actores de un conicto
socioambiental
Las fortalezas que los actores perciben para
relaciarse de ua rma psiva, puede
ser muy diversas y, al igual que los obstcu-
ls, depede de cada actr e cues. Prejemplo, una empresa podra percibir que su
fortaleza est en su capacidad de inversin
social o en poner a sus equipos tcnicos a
trabajar conjuntamente con la comunidad
y gobierno, en algn proyecto de desarrollo
sostenible. Mientras que, desde el actor co-
munidad se podra percibir como fortaleza
su capacidad de organizacin o disposicin
al dilogo. Cualesquiera que sean las fortale-
zas que perciben los actores, es necesario enua evaluaci de cicts que se aalice
en forma cruzada las percepciones de los ac-
tores, pues poco podramos conseguir si un
actor percibe que su fortaleza radica en su
capacidad de organizacin comunal y por el
contrario el otro actor percibe que mas bien
existe una debilidad muy grande en la organi-
zacin comunal.
Al igual que en el caso de los obstculos, unaadecuada evaluaci de cicts deber ide-
car e cada cas parcular qu rtalezas
Finalmente, comoes obvio los obstculosen las relaciones entrelos actores de un conictosocioambiental no seagotan en las dicultadesde comunicacin nien la desconanza confrecuencia encontradas.
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est percibiendo cada uno de los actores, a
de elegir estrategias de iterveci que
trasrme psivamete ls cicts.
4.7 Disposicin al dilogoy representantes
La evaluaci de cicts s debe permi-
r explrar ls alicietes y deses que ee
las partes para dialogar de buena fe. Recoger
esta informacin es crucial para decidir si un
esfuerzo de creacin de consenso debe pro-
ceder o no, y si as lo fuera, contribuir a dise-
ar cmo debiera estar estructurado, es decir,
qu temas deben estar en la agenda, cuntas
reuniones deben convocarse en un determi-nado plazo, qu asesora tcnica ser necesa-
ria, qu caracterscas debe teer el reprte
de evaluacin, entre otros aspectos.
Como resultado de nuestra experiencia esta-
mos convencidos que lograr desarrollar una
cultura del dilogo, es sin duda, uno de los
desas ms imprtates que actualmete
ee ls actres de u cict sciam-
biental. Entenderemos por cultura del dilogoel que diferentes actores sociales tengan un
ccimiet cmpard acerca de l que es
u dilg aprpiad y c sigicad. E el
cas de ls cicts sciambietales, las
comunidades y las empresas precisan desa-
rrollar competencias para dialogar apropiada-
mente. Y como en todos los casos, en estas
competencias interesar desarrollar los cono-
cimiets, las habilidades y las actudes per-
mied estas lmas que se valre la impr-tacia de dialgar c ca y c ua mirada
conjunta al desarrollo del pas.
No cabe duda que el dilogo es un mecanis-
mo fundamental para el manejo de relaciones
cicvas e el cas de ls cicts sci-
ambientales. Y que a su vez presenta algunas
vetajas, que tras rmulas csigue.
Por ejemplo, son obvias las ventajas de dia-
logar frente a optar por acciones de violen-
cia dde tds puede salir perdied; si
embargo, si bien no existen dudas sobre las
ventajas de dialogar, cabe preguntarnos: Por
qu en algunos casos los intentos de dilogoracasa?
Lo primero que debemos sealar, para dar
respuesta a nuestra pegunta, es que quizs
tds estams cmpared la misma
nocin de dilogo. En nuestra experiencia,
relaciada c el maej de cicts s-
ciambietales, hems adverd que ls
actres del cict eede el dilg de
diferentes maneras. Por ejemplo, algunos en-ede el dilg cm la impsici de u
punto de vista determinado, por lo que mues-
tra temr a ser cvecids ctra su v-
lutad. E trs cass, dialgar se eede
cm siim de armar ua psici: Vy
a dialogar para decir NO y no hay ms que
hablar; tambi trs eede el dilg
como sinnimo de medir fuerzas, en ese caso
ls actres del cict trata de imperse
mutuamente condiciones para dialogar. Estasdiferentes formas de entender el dilogo, en
deiva truca ls camis para maejar
ls cicts adecuadamete c resultads
que sea de beeci para tds ls ivlu-
crados. En este contexto, vale la pena pregun-
tars: Cm eteder el dilg?
E primer lugar, habra que parr pr aceptar
que se trata de un proceso y no llevar adelan-
te eventos nicos o aislados temporalmente.El verdadero dilogo como seala Myriam
Cabrera (2004)9involucra tanto conocimiento
como entendimiento. El conocimiento signi-
ca pder determiar c qu p de ir-
macin se cuenta y cul se requiere para exa-
minar una situacin y dialogar sobre ella. Y el
etedimiet s permir aalizar a d
una situacin, comprendiendo y respetando los
9 Cabrera, Myriam (2004). La Cmuicaci y la Admiistraci de Cicts. Implicacies para el Sectr Mier.Lima: Asociacin Civil Labor y Cooperacin.
En nuestra experiencia,relacionada con el
manejo de conictossocioambientales, hemosadverdo que los actores
del conicto enendenel dilogo de diferentes
maneras.
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diferentes puntos de vista, para en el proceso
de dilg ir geerad alteravas de acci.
Por consiguiente, el dilogo es un proceso de
educacin donde debemos aprender a tomar
decisiones concertadas y no unilaterales.
En segundo lugar, es necesario que las partes,
en este caso empresas y comunidades, cons-
tate e la experiecia prcca que vale la
pea dialgar. E u iici la mvaci para
dialogar puede provenir de fuentes externas
y en el proceso de dilogo desarrollarse una
mvaci itrseca que lleve a las partes
a un verdadero compromiso por ejemplo, si
revela ua mvaci emergete, prduct
del descubrimiento de que s es posible lograracuerds justs y equitavs que aeda
las preocupaciones y los verdaderos intereses
tanto de las comunidades como de las empre-
sas. Ests resultads experiecias psivas
rerzar a las partes para parcipar acva-
mete de u prces de dilg; mietras,
que, el parcipar e evets de dilgs ais-
lados, y en ocasiones manipulados por alguna
de las partes, slo ocasionar que se refuerce
la pasividad de las comunidades y empresas,que se puede reejar e per demasiads
pretexts para iiciar u dilg iterrum-
pirl si u mv de pes aparete.
La imprtacia de lgrar experiecias psi-
vas de dilogo entre las comunidades y em-
presas es vital para desarrllar la cultura de
dilg, la cual ser csecuecia del apre-
dizaje de los usos del dilogo y de creer en su
imprtacia. Cuad las partes e u cic-to conocen cmo dialogar adecuadamente y
lo valoran, es mucho ms probable que lo ha-
gan cada vez que sea necesario en diferentes
y nuevas situaciones.
4.8 Relaciones de podery dependencia
Icluir e las evaluacies de cict ir-
macin acerca de las relaciones de poder yde dependencia es un asunto clave, no slo
etre ls actres del cict si (y much
ms importante) al interior de cada actor.
Tal como mencionamos anteriormente no
son homogneos los intereses al interior de
cada actr de u cict, pr l que ete-
der quin ejerce poder sobre quin o cul es
el grado de dependencia es sumamente im-portante para entender el proceso mismo del
cict. Cuad u actr psee ctrla
algo que otros necesitan (por ejemplo, recur-
ss ecmics, irmaci, legimidad s-
cial, etc.), los hace dependientes y consolida
su poder sobre ellos. La dependencia aumen-
ta cuando el recurso es importante, escaso e
isustuible. Pr tat, e las evaluacies
de cict es muy ecesari bteer i-
formacin acerca de la naturaleza y fuentesde pder, las caracterscas del recurs que
est generando el poder en algunos actores
del cict, el grad de depedecia que se
est produciendo como resultado de las rela-
ciones de poder y las percepciones relaciona-
das con la posibilidad de un empoderamiento
de los actores.
4.9 Diferencias culturales
y de gnero
Ccer las dierecias culturales que ee
ls actres del cict sl es ecesari
para eteder la dimica misma del cic-
t si tambi ser de gra ulidad para ls
futuros esfuerzos de negociacin que de ser el
caso pudieran llevarse a cabo. Como se sabe,
ls egciadres que cce y eede las
diferencias culturales y los fundamentos de la
negociacin, tendrn una decidida ventaja enla formulacin de su estrategia negociadora,
as como en la implementacin y evaluacin
de la misma.
E este put de la evaluaci de cicts
ser muy importante tratar de conocer y en-
tender las maneras en que los actores proce-
sa las relacies c tr dierete. Tam-
bin implica tratar de comprender las visiones
diferentes del mundo y de la vida humana quepudieran tener las comunidades, las empresas
y dems actores involucrados. Estos aspectos
Cuando las partesen un conictoconocen cmo dialogaradecuadamente y lovaloran, es mucho msprobable que lo hagancada vez que sea necesarioen diferentes y nuevassituaciones.
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no pueden desligarse de la sensibilidad frente
a las diferencias interculturales que cada uno
de ls actres del cict pueda teer. Pr
tat la evaluaci de cicts deber ide-
car de qu rma ls actres se acerca a
las diferencias interculturales: Ignoran las di-ferencias, las reconocen, pero las evalan ne-
gavamete, las recce miimizad su
importancia, las reconocen y aceptan las dife-
rencias, se adaptan a las mismas, las integran
las reuerza psivamete.
El gnero es otro punto muy importante re-
lacionado con las diferencias. La nocin de
ger es ua herramieta l y ecesaria-
mente debe estar presente en el anlisis de
ls cicts. E tds ls actres del cic-
to socioambiental (comunidades, empresas y
Estado) la presencia de hombres es casi ab-
soluta10. Es evidente que existe una represen-
tacin generalizada de las mujeres por parte
de los hombres en la esfera pblica, en par-cular e el ctext de ls cicts sci-
ambientales. Por tanto, la evaluacin de con-
icts debe buscar icluir la perspecva de
las mujeres, lo cual no slo ser importante
para eteder el cict si tambi para
idecar las mejres rmas de gesar-
l, sl a parr de ectrar alteravas
ms justas y equitavas si tambi para
lograr que sean ms sostenibles y viables en
el emp.
10 Esta primaca de hmbres e ls actres de cict es permaetemete bservada e uestr trabaj de camp.
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1. INTRODUCCIN
El presete arcul preseta u estudi sbre el mape del cict sciambietal casia-
d pr el derrame de mercuri e Chrpampa. Se realizar u alisis desde ua perspecva
itegral del evet, currid el 02 de jui de 2000 y de las csecuecias egavas que pr -
dujeron el mal manejo de una situacin que debi preverse y ser contemplada en un plande
cgecia que llevara a las empresas ivlucradas a accies imediatas; a de evitar
aciparse al cict surgid pr este evet.
Se requiere ver al cict cm mtr del cambi scial, ecmic y cultural. Sms lsllamads a llevar a la prcca, la respsabilidad scial y el desarrll ssteible e tds ls
iveles de uestra sciedad. Si uestra iterveci acva y cmprmeda, serems ua vez
ms, tesgs de uestr prpi irtui al pder cslidar itereses, desarrll ec -
mico y social y proteccin de nuestro medio ambiente y biodiversidad, priorizando al factor
social y cultural.
Hagams de ua egava experiecia, cm el derrame de mercuri e Chrpampa, mtr
acv de leccies apredidas para que se vuelva a reper, y sealems puts de parda,
de exigecias a ls uevs pryects de carcter prducv. Asimism, es precis que tat las
autridades cm la sciedad civil se matega alertas para exigir estdares que sasagala seguridad de todos y en especial la de nuestro medio ambiente como compromiso perma-
nente con las generaciones futuras.
YASTIN CENIA
RAMREZ CARDENASAbogada egresada
de la UniversidadNacional Mayor de San
Marcos. Actualmente sedesempea como abogada
asociada del EstudioPuete-Ara Tirava.
JULY ZEGARRA CHoQUEIngeniera Ambiental,
egresada de la UniversidadNacional Agraria La
Molina. Actualmentese desempea como
asistente de proyectos enAalyca Mieral
Services S.A.C.Publicacin: Propuesta
de Programa para laPrevencin de Accidentes
en los Laboratorios deQumica de la facultad deCiencias de la Universidad
Nacional Agraria LaMolina, basado en Anlisis
de Riesgos. (Grey Garca,
Vaesa; Espiza Bleuse,Mauel Guy; Ruedanavarr, Eveli; Zegarra
Choque, July -2007).
DERRAME DE MERCURIOEN CHOROPAMPAY SUS CONSECUENCIAS EN EL DESARROLLODE LOS CONFLICTOSSOCIOAMBIENTALES EN EL PER
Y a s t i n C . R a m r e z C a r d e n a s
J u l y Z e g a r r a C h o q u e
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2. MAPA DEL CONFLICTO
2.1 Actres del cict
l Actores directos: La empresa minera
Yanacocha S.R.L. Yanacocha, aproxima-damente setecientos cincuenta y cinco
pobladores del centro poblado menor de
Sa Sebas de Chrpampa ubicad
en el distrito de Magdalena y del distrito
de San Juan, la empresa de transportes
RANSA Comercial S.A., el Estado y sus
edades (Miisteri de Eerga y Mi-
nas, Ministerio de Salud, Poder Judicial,
Ministerio Pblico y Ministerio del Inte-
rior).l Actores indirectos: El abogado de la Co-
munidad (Julin Palacn) y la Direccin
General de Salud Ambiental (DIGESA)
l Actores bisagras1: Defensora del Pueblo,
CARE PER eIglesia.
2.2 Percepciones
La comunidad percibi las propuestas de la
empresa miera cm prpuestas vercales,al no lograr una comunicacin directa entre la
minera y la comunidad, sino a travs de inter-
locutores desconociendo la heterogeneidad
scial y cultural. Se cre gra descaza y
agusa rete a la ctamiaci ambietal
a raz de este problema. La poblacin en la ac-
tualidad ee agusa rete al aumet de
cncer y otras enfermedades anteriormente
no detectadas, que ellos creen puedan surgir
por la inhalacin y el contacto con el mercurio.Perciben a la mina, como la nica responsable
de la contaminacin al no tener informacin
real de los alcances de la contaminacin.
Yanacocha es percibida por la comunidad y
varias de las ONG como una empresa con una
baja capacidad para recibir crcas y abrirse al
dilg e mmets crcs de su ges, y
que recurre a estrategias plcas para pder
lgrar su cmed de teer ua image iter-
acialmete psiva y estar cmprmeda
en llevar a cabo un adecuado manejo ambien-
tal acatad el cumplimiet de la rmavanacional e internacional, a travs del trabajo
en el tema de relaciones comunitarias e in-
formando todos los avances que realizaba y
realiza sobre el cuidado ambiental.
Los ministerios son percibidos por las comu-
nidades afectadas como organismos parciales
y desarculads e su ges, edades que
no velan por los intereses de la poblacin que
ee mes recurss, sino por el inters dela empresa de quien pueden recibir favores
plcs.
La comunidad es percibida por la empresa
como oportunista al considerar que el acci-
dente no hubiera tomado tal grado de grave-
dad si la poblacin no hubiese reaccionado
c la expectava de bteer beeci ec-
nmico, al creer que lo que estaban recogien-
d era r; e csecuecia, la mia percibea los pobladores como los nicos responsa-
bles de la ctamiaci. E tal sed la
empresa, a pesar que saba de lo grave de la
situacin, quiso evitarse mayores problemas
y pretedi e u pricipi tmar pard de
la ignorancia de los pobladores, sin embargo
era de tal envergadura el hecho, que tuvo que
asumir tcitamente los requerimientos.
Los pobladores afectados directamente sesea y se saba e verdadera desvetaja
con la mina (no estaban empoderados), no
tea suciete irmaci sbre sus dere-
chos. Ante la ausencia del Estado y la percep-
cin de este actor como solidario con los inte-
reses de la empresa, vean los ofrecimientos
de sta como la nica solucin y oportunidad
1 Ests actres s ls que ede puetes etre ls actres directs y actres idirects. Tuvier, si lugar a dudau papel primrdial y ecesari e el desarrll del cict que geer el derrame del mercuri. Algus ges-ar de maera psiva buscad el equilibri y el empderamiet de las partes ivlucradas para pder llegara mejres acuerds. otrs si embarg, srpredier c su psici durate el cict.
La poblacin en laactualidad eneangusa frente alaumento de cncer yotras enfermedadesanteriormente no
detectadas, que elloscreen puedan surgir porla inhalacin y el contactocon el mercurio.
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de resolver su situacin. Es en esta circuns-
tacia que acepta rmar ls acuerds extra-
judiciales.
3. PROCESO
3.1 Dimica del cict
El 2 de junio de 2000 se produjo un derrame
de cerca de 150 Kg de mercurio elemental2de
la mina Yanacocha en el centro poblado de San
Sebas de Chrpampa, distrit de Magda-
lena, provincia de Cajamarca. Este mineral con-
taminante era transportado como residuo de la
mina por la empresa de transportes RANSA, la
cual estaba encargada de llevar los balones conmercurio residual hasta la ciudad de Lima. Esta
empresa no oper con los estndares de seguri-
dad bsicos para mover tan peligroso mineral.
Segn versiones, el hecho se habra produ-
cido tras un choque entre un camin de pla-
taforma de la empresa RANSA y otro camin
parcular, a la altura del kilmetr 156 de la
carretera a la costa. El camin de RANSA era
conducido por Jos Checa Farfn (54), nodndose mayores referencias del otro camin
con el que supuestamente habra colisionado.
Mientras se realizaban las acciones policia-
les, el camin de RANSA qued estacionado
frente a la polica, donde los nios recogan
parculas de mercuri a vista de tds ls
involucrados, sin que se tomase las acciones
correspondientes y evitar esta reaccin.
Sin embargo, el txico mineral se habra rega-do a lo largo de dos kilmetros de pista. Si en
ese momento el chofer o representantes de
la mina o las autoridades hubieran alertado a
la poblacin sobre el peligro de exponerse a
esta sustancia venenosa, quizs los daos hu-
biesen sido considerablemente menores.
Segn los datos sociolgicos y antropolgicos
realizados en este empobrecido pueblo, veci-
no de uno de los ms ricos yacimientos aurfe-
ros del mundo,cm es Yaaccha, exisa la
vieja creencia de que algn da los minerales
preciss brtara aturalmete de la erra.Por lo tanto, los choropampinos se lanzaron
masivamente a las calles a recolectar el eva-
sivo mineral con las propias manos, con todo
p de evases y hasta c cucharitas de t.
Una vez en casa, algunos pobladores lo hicie-
ron hervir pensando que luego, al decantar
el lquido, quedara en el fondo de la olla el
codiciado sedimento de oro. Si a temperatura
ambiete este mieral se vlaliza, el prcesde hervido en lugares pequeos y cerrados se
ecarg de mulplicar csiderablemete ls
nocivos efectos en el organismo3.
Este suceso ocasion que inicialmente cua-
renta y siete (47) pobladores de la localidad
de Sa Sebas de Chrpampa resultara
intoxicados, y en los das sucesivos el nme-
ro de pobladores atendidos en los diversos
centros de salud por intoxicacin del mercu-rio se elevara a setecientos cincuenta y cin-
co (755), requirindose la hospitalizacin de
muchos de ellos, debido, principalmente a
la manipulacin o recoleccin del mercurio
sin las condiciones de seguridad adecuadas.
Como consecuencia de ello, no slo la salud
de la poblacin se vio afectada sino tambin
el medio ambiente local de las localidades
mencionadas4.
La alerta sanitaria fue dada al da siguiente
por las autoridades de la regin y el pueblo
se empapel c aches de Deesa Civil que
llamaban a la devolucin del mineral. A pesar
de ello, los pobladores siguieron acopiando
e incluso enterrando el mineral para que no
2 : Minera Yanacocha desde el inicio de sus operaciones produce mercurio inorgnico puro como un subproducto en
la planta de procesos. El mercurio es un condensado de los gases generados en las retortas, donde el precipitado essmed a 700 oC.
3 : Choropampa: Mercurio en las Venas.4 : Informe Defensorial N 62
...los choropampinosse lanzaron masivamente
a las calles a recolectarel evasivo mineral
con las propias manos,con todo po
de envases y hasta concucharitas de t.
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les fuera arrebatado. Y es que, segn cuentan
los pobladores, en un intento por detener el
dao causado, personal de la compaa de
transportes empez a ofrecer 100 soles por
cada kilo devuelto.
A los pocos das, los que haban manipulado,
probado o haban inhalado el vapor y las par-
culas e suspesi del metal empezar a
ser ls stmas: Sabr metlic, sed, d-
lores de garganta y abdominales, nuseas,
vmits, ebre, dlr geeralizad y rchas
en la piel.
El Hospital Regional de Cajamarca tuvo que
implementar un pabelln especial para aten-der 250 casos de intoxicacin severa, es decir,
el 14% de la poblacin de Choropampa. Y un
mes despus del derrame, los envenenados
seguan llegando.
Las autoridades sanitarias no descartaron,
sino tardamente, la presencia de arsnico en
la sangre de los pacientes. Segn especialistas,
si el mercurio estaba mezclado con arsnico,
la minera habra incumplido con el estudio deimpacto ambiental presentado como condi-
cin para poder extraer oro, procedimiento
que debe hacerse sobre la base de cianuro, lo
que es ambientalmente aceptado.
Los pacientes fueron derivados a Lima, al Hos-
pital Regional de Cajamarca y a otros se les
istal e u lcal dde recibier ateci;
no podan regresar a Choropampa, ya que se
podan contaminar nuevamente. El puebloestaba contaminado, las casas eran marca-
das c ua cruz rja para idecarlas cm
centro de contaminacin.
El encargado y representante nombrado por
el pueblo como defensor de los requerimien-
tos de los perjudicados y de las indemnizacio-
nes correspondientes fue el abogado Julin
Palacn, miembro fundador de la ONG CO-
nACAMI, quie plate cm sus bjevs
y misi istucial e 1991, prteger y re-
presentar a las comunidades afectadas por las
acvidades mieras e expasi y slicit ala minera Yanacocha 100 mil dlares por cada
persona afectada. La empresa -segn acus el
propio Palacn-mvi sus iuecias tratad
de impedir que deediera a ls damicads,
per ste a la vez prme que se ecargara
de llevar los casos hasta las cortes americanas
al ser socio mayoritario de Yanacocha la Com-
paa newmt Miig Crpra5.
La empresa, sancionada con una multa delMinisterio de Energa y Minas por 1740.000
nuevos soles, corri por cuenta propia con los
gastos mdicos de los cientos de hospitaliza-
dos. Adems, en coordinacin con el Ministe-
rio de Salud y la Direccin General de Salud
Ambiental, levant dos kilmetros de asfalto
y los pisos de muchas casas para llevrselos
en bolsas selladas a un depsito ms seguro.
Los especialistas manifestaron en esa oportu-nidad que la recoleccin no haba tomado en
cuenta el mineral que, luego de ser recogido
por los pobladores, fue esparcido en el en-
tr y que este hech cstua u peligr
latente.
Por su parte, el alcalde de Choropampa en
ese entonces, Felipe Pretell, manifest que el
trato directo con la minera era lo ms conve-
niente para los 1.800 habitantes de su comu-nidad. Segn dicho alcalde, el municipio no
demandara judicialmente a Yanacocha si sta
cumpla en los prximos cinco aos con nue-
ve puntos: Construccin de pistas y veredas,
suministro de agua y desage, construccin
de una posta mdica dotada de profesiona-
les de la salud y ambulancia, construccin de
5 : Para muchs, tda idemizaci resultara isuciete rete a la gravedad del desastre eclgic ya que, cmexplica el igeier Gmer, el mercuri es u mieral de alta persistecia y biacumulaci e el mediambie-te.
Las autoridades sanitariasno descartaron, sinotardamente, la presenciade arsnico en la sangrede los pacientes.
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8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)
29/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O28
tres cetrs educavs, u estadi deprv,
indemnizacin a los afectados directos e indi-
rectos, seguro de salud y de vida para todos
ls habitates y almete, trabaj para algu-
nos jvenes en la compaa minera.
Trascendi que se haban aceptado todos
ls puts egdse sl el lm requeri-
miento.
La evaluacin correspondiente del hecho
muestra que el pla de cgecia para
limpiar la zona hizo que ms gente fuese
expuesta al txico, pues se contrat a los
pobladores de esas comunidades para que
recogieran aproximadamente150 k de mer-curio derramados en el camino. No se les dio
ningn equipo de proteccin, ni se les advir-
sbre la txicidad de l que maipulaba.
Se logr recuperar cerca de 141 k, perdin-
dose 9 k.. Yanacocha no contaba con un plan
de cgecia ate ese p de accidetes,
y si lo tena no lo saba ejecutar, que es lo
mism. n tuv csideracies e ulizar
a jvenes de la zona para limpiar el derrame
y as no dejar evidencias del desastre ecol-gico, tratando de mostrar que el impacto no
fue grave.
Cul ue la