colegio tarbut - inicio · dad de una manera mucho más feliz. en mi rol como líder de...

La familia Rusak agradece 21 años deeducación en el Colegio Tarbut

"Consolidación de un proyecto coherente: La utilización del marketing estratégico en el Colegio Tarbut"

El galardón fue entregado por el trabajo en los últimos diez años sobre la aplicación de herramientas de planeamiento estratégico, evaluación institucional y marketing en el proyecto de Tarbut.

El Premio Mercurio es el resultado de un trabajo en equipo sostenido en el tiempo y es parte de un plan de mejora continua que el colegio está aplicando para brindarle lo mejor a cada uno de sus alumnos.

¡Gracias a todos por su apoyo!

Premio Mercurio a la Educación 2014

El mundo hiperconectado: los niños y la escuela en el siglo XXI

Native Teachers: otra forma de abordar el inglés

Cuando la pasión supera al tiempo

Educación Física: Estrate-gias a corto y largo plazo

Buscar la expresión desde diferentes lenguajes artísticos

Sumario Consejo asesor:Norma GoldmanTzipora ZafránAlex Kurland

Tarbut: los objetivos fundacionales, los objetivos de hoy

Imágenes de ayer y hoy

“Ejercer la docencia es lo que más me gusta”

Curiosos por vocación, científicos por elección

07 1628

31

34

36

38

42

17

20

22

24

26

08

10

12

CONFIESO QUE HE APRENDIDO

Roberto Dvoskin

EDITORIAL

EX ALUMNOS

Anfitriones de experiencias

Apostar por un proyecto educativo

Ciencias naturales: una nueva orientación en el secundario a partir de 2015

Jánuca: la posibilidad de inaugurar una manera más sabia de vivir

Una huella de afecto

Fin de ciclos

SECCIÓN DESTACADAHACIA DÓNDE VAMOS

Roxana Blager

Dirección y producción general: Daiana Bursztyn - [email protected]ón, coordinación y fotografía: Julieta Chichotky - [email protected]ón y redacción: Pablo Yafe - [email protected]

Corrección: María Gabriela IniDiseño Gráfico: Hernán Troksberg - www.htdg.com.arImpresión: Gráfica Taddeo www.graficataddeo.com.ar

Número 32 - Año X - Kislev 5775 - Diciembre 2014 // Por publicidades, anuncios y adhesiones dirigirse a: [email protected] - (+5411) 4794-3444 int. 187

Damián Galante - Andrea Goijman Melina Klurfan - Nora Lancman Matzner

Marcela Czarny

Carlos Payeras

Alejandra Gore

ARTE EN TARBUT

Vickie Krauss - Luciana PechacekLilian Krieger

INTERCAMBIO ENTRE TARBUTY EL CEI DE PARAGUAY

ESTUDIOS JUDAICOS

NUEVO SECUNDARIO TARBUT

Familia Mayer - Familia Retik - Familia Muzykanski - Familia Vesochansky - Familia Procianoy

Despedidas de sala de 5, escuelaintermedia y 12° año

Norma Goldman

Fabiana Kramarz

DOS ALUMNOS DE 12° AÑO CUENTANSOBRE EL DESARROLLO DE UNVIDEOJUEGO PROPIO

ENTREVISTA A IRENE ARCAUTE

EX ALUMNOS

Buscanos en Facebook: Ex Alumnos Colegio Tarbut

Cuando se piensa una organización, se tienen que definir sus objetivos. Para plantearlos en términos estratégicos, la insti-tución debe tener líderes que conozcan la sociedad donde opera y a la organización en profundidad. Los objetivos originales que consolidaron a Tarbut fueron plan-teados por los fundadores del Colegio. Debido a la experien-cia y a la habilidad que tuvieron para manejarse en diferen-tes situaciones, pudieron definirlos de forma clara y sustentable. Tal es así que hoy seguimos creyendo que Tarbut debe ser un colegio judío y una escuela integral en todos sus niveles; debe ser una institución que brinde a los alumnos to-das las competencias necesarias para su desarrollo intelec-tual; y, al pertenecer a una comunidad, debe ser una escuela contenedora para todas las familias que elijan educar aquí a sus hijos.No es posible definir hacia dónde vamos sin saber de dónde venimos ni quiénes somos. En más de 50 años de vida, nues-tro Colegio entendió los cambios que la sociedad requería y se adecuó a ellos, siempre respetando su esencia. Así, las in-tenciones iniciales que tuvieron los fundadores se mantienen vivas en cada decisión.Una de ellas, y tal vez la más trascendental de la última déca-da, fue hacer crecer nuestro secundario hacia Núñez. Este he-cho fue pensado durante años debido a los cambios que im-plica en el accionar cotidiano. Sin embargo, sobre todas las cosas, prima lo que ha sido sustancial en todos estos años desde la fundación: la tradición y el cambio (masoret y shinui), dos conceptos que en Tarbut logramos que fueran comple-mentarios.La mudanza del secundario implica un paso enorme porque el nuevo edificio podrá abarcar a todos aquellos que quieran

continuar con una formación humanista y judía, avalada por exámenes internacionales, independientemente de la escue-la en la que hayan realizado el primario. Teniendo en cuenta que uno de los pilares del Colegio es tener la mirada persona-lizada sobre cada alumno, el desafío es aún mayor.El traslado implica un cambio radical, siempre siendo fieles a nuestra ideología. Se trata de seguir pensándonos como un colegio judío pluralista, donde tienen lugar todos aquellos que provengan de los distintos espacios que se han desarrollado dentro del judaísmo. Quien lo desee, encontrará en Tarbut un lugar para convivir y enriquecerse con las ideas y las miradas del otro. Tenemos la intención de seguir construyendo un colegio que siga involucrándose en la comunidad judía argentina, que se integre cada vez más en una red para la mejora de la educa-ción en nuestro país y que forme líderes para el futuro. Pen-samos seguir realizando proyectos compartidos con otros co-legios latinoamericanos y continuar trabajando para que todos nuestros alumnos realicen Marcha por la Vida, un viaje don-de se experimenta la historia y la tradición al mismo tiempo que se vive la actualidad de nuestro pueblo. Seguiremos cons-truyendo este Tarbut que inaugurará su nueva sede en Núñez en el 2015 y que ya cuenta con más de 1500 alumnos. Todo esto lo podemos llevar a cabo gracias a la ayuda inesti-mable de docentes, familias y, fundamentalmente, por los chi-cos, razón y justificación de nuestro trabajo diario. Nos reen-contramos el próximo año con nuevos proyectos y energías renovadas para comprometernos y seguir creciendo.

Tarbut: los objetivos fundacionales, los objetivos de hoy

07Editorial

Roberto DvoskinDirector Ejecutivo

Imágenes de ayer y hoy

CONFIESO QUEHE APRENDIDO10

“Ejercer la docencia es lo que más me gusta”

Hace un par de semanas, Norma Goldman, directora del secundario, me dijo: “Roxi, fuiste ele-gida para escribir en la sección “Confieso que he aprendido” de la revista del Colegio. Vos, se-guramente tenés mucho para contar”. En ese momento, pensé que tendría que que sentarme con paciencia; tengo muchos recuerdos pero un poco desordenados, ¡y cómo no tenerlos lue-go de más de veinte años de trabajar en Tarbut!

Mi carrera laboral comenzó unos años an-tes de ingresar al Colegio, casi en simul-táneo con mi último año de profesorado. En ese momento, realizaba las prácticas en diferentes escuelas: recuerdo que pre-paraba mis clases, presentaba una pla-nificación kilométrica con actividades, da-ba mis prácticas en el Normal 1 y volvía a casa, feliz por la buena respuesta de los alumnos. Mis expectativas estaban pues-tas en cómo sería mi desempeño dentro del aula una vez que comenzara a traba-jar; en ese sentido, creaba en mi cabeza mundos ideales: los alumnos responde-rían a mis propuestas positivamente, me ganaría su cariño y confianza y las activi-dades les resultarían sumamente atracti-vas. Finalmente, la experiencia me demos-tró que no todo sería así.Comenzar a trabajar en Tarbut fue un gran desafío para mí. Venía de escuelas ingle-

sas que solían ser bastante estructura-das y tuve que adaptarme a una institu-ción más abierta. A medida que pasaba el tiempo dentro del Colegio, fui suman-do otras competencias profesionales a las que había adquirido en el profesora-do: flexibilidad y, fundamentalmente, aten-ción a la diversidad. Durante mi primer año en Tarbut, recuer-do que me tocó un grupo de alumnos muy heterogéneo académicamente. Como do-cente, me frustraba mucho no poder lo-grar que los más flojos mejoraran su ni-vel. Además, me costaba encontrar actividades que les resultaran interesan-tes. A mitad de año, tuvieron que hacer una presentación grupal de un tema rela-cionado con el libro que estábamos leyen-do en ese momento: “The Catcher in The Rye”. Era el trabajo más importante del trimestre y elegí que lo hicieran a partir

de esa novela porque les había gustado mucho. Cuando dieron la presentación oral, el grupo sobre el cual yo tenía menos expectativas fue el que mejor se desem-peñó por la profundidad del análisis de su presentación. El discurso de los chicos fue mucho más fluido que de costumbre y mostraron una precisión gramatical que no había escuchado de parte de ellos en otras oportunidades. Gracias a ese grupo, aprendí que la moti-vación es clave en el aprendizaje y que to-dos los alumnos pueden hacer aportes significativos. Como docentes, el mayor desafío consiste en poder descubrir eso tan interesante que llena de satisfacción a cada alumno cuando alcanza un logro propuesto.Con los años, fui desarrollando otras ac-tividades como tutora y líder de viajes de intercambio. Estos roles se complemen-

Roxana Blager - Docente de inglés, Tutora y Líder de viajes de intercambio - Nivel secundario

tan perfectamente con el de profesora, ya que me permiten involucrarme un poqui-to más con cada chico. En ese sentido, y a modo de ejemplo, un día charlando con un alumno muy tímido, introvertido y con dificultades para relacionarse con sus compañeros me enteré, casi sin darme cuenta, de que tenía un talento que nadie

conocía en su clase. Desde la tutoría, le dimos la posibilidad de desplegar esa ha-bilidad y, como consecuencia, se acercó muchísimo a sus compañeros. Así, apren-dí que los chicos se vinculan entre ellos de diferentes maneras y que no podemos saber cuál será la llave que destrabe la di-ficultad para relacionarse con sus pares. Nuestra misión está en utilizar todas las herramientas posibles para que cada cual encuentre su lugar en el grupo. Este alum-no en particular pudo canalizar la experien-cia en la que demostró su talento para in-volucrarse socialmente con su curso, logró sentirse cómodo y transcurrir su escolari-dad de una manera mucho más feliz.En mi rol como líder de intercambios que llevo a cabo hace ya casi una década, tam-bién aprendí mucho. Sobre todo ofician-do de “madre sustituta” durante los días de viaje: estar tan cerca de los chicos me

da la posibilidad de conocerlos mucho más y desde un lugar diferente. Es difícil dimensionar la riqueza de esta experien-cia; todo cuanto acontece suma y es anéc-dota, algunas más divertidas y graciosas, otras no tanto, pero sin duda, nos deja un aprendizaje a todos los que formamos parte de la delegación.Una de mis tareas previas es la asigna-ción de casas. Cuando organizamos los matchings intentamos buscar opciones de familias con perfiles similares al de ca-da uno de nuestros alumnos, difícil tarea que a veces no resulta posible. Recuerdo un año en el que un alumno fue hospeda-do en una casa en donde las costumbres eran muy diferentes a las suyas: le tocó pasar los diez días en la casa de una fa-milia melómana, que no miraba la televi-sión a la hora de cenar y que solían asis-tir a, por lo menos, un concierto de música clásica por fin de semana. Al prin-cipio, el joven se quejaba, después de un par de días decía que era “raro” y al final dijo que no estuvo tan mal. De vuelta en Buenos Aires, su familia, gratamente sor-prendida, nos contó que las cenas en su casa habían cambiado, que habían deja-do de mirar televisión durante ese mo-mento y que aprovechaban para charlar de lo que cada uno había hecho durante el día. Contrariamente a lo que uno pre-supone -que una estadía será más agra-dable en casa de una familia similar-, la mayoría de las veces es mucho más im-portante la riqueza que les deja a los alum-nos compartir esta experiencia con un otro completamente distinto. Otra cosa que me sorprende al viajar a los intercambios es que, muchas veces, chi-

cos que en el aula se muestran tímidos, callados, incluso temerosos, cuando es-tán afuera de sus ambientes cotidianos, se manejan con una soltura e indepen-dencia que jamás hubiera imaginado en otro contexto; y también puede suceder lo contrario: que a alumnos que se com-portan de manera abierta y extrovertida en el aula, les cueste un poco adaptarse al estar lejos de casa. Aprendí que los chi-cos pueden ser imprevisibles en su con-ducta y que nos pueden sorprender, por lo que no debemos estereotiparlos.

Ejercer la docencia y estar permanente-mente en contacto con los jóvenes es lo que más me gusta. He enseñado y apren-dido mucho y guardo lindísimos recuerdos de un montón de alumnos -algunos de ellos ya padres del Colegio- quienes me han en-riquecido profundamente a lo largo de mi carrera como docente. Les agradezco a to-dos los que me acompañaron en este pro-ceso de enseñanza y aprendizaje que se produce tanto desde los docentes hacia los alumnos como desde los alumnos ha-cia los docentes.

...el mayor desafío consiste en poder descubrir eso tan inte-resante que llena de satisfac-ción a cada alumno cuando al-canza un logro propuesto. Nuestra misión está en des-

plegar todas las herramien-tas posibles para que cada cual encuentre su lugar en el grupo.

Curiosos por vocación, científicos por elección

EX ALUMNOS12

A partir de la curiosidad y las ganas de aprender, cada alumno de Tarbut va haciendo su camino a tra-vés de diferentes preguntas y de la búsqueda de respuestas. Por ello, entre los egresados del Colegio se encuentran las combinaciones más diversas. Desde las humanidades y las artes hasta el mundo de los negocios, el valor de la pregunta se hace presente como combustible insaciable de la orientación voca-cional. En esta oportunidad, la indagación, el espíritu crítico y la curiosidad que el Colegio supo y sabe transmitir nos llevó a encontrar a cuatro ex alumnos que decidieron buscar sus respuestas en el mundo de las ciencias.

DaMián GaLanTEPromoción 2005

¿Cómo nace tu vínculo con la ciencia?Soy muy curioso y eso me lleva a hacerme pre-guntas. A medida que estas se vuelven más fundamentales, uno empieza a buscar res-puestas exhaustivas. En ese sentido, natural-mente, orienté mi perfil hacia la ciencia. ¿Cómo creés que el Colegio influyó en la elección de tu carrera? ¿Cuál fue tu trayec-toria universitaria?El Colegio me dio la mezcla necesaria de forma-ción matemática e inquietud filosófica, lo que hizo que me inclinara por la ciencia.Terminada la secundaria, realicé la licenciatu-ra en Ciencias Físicas en la Facultad de Cien-cias Exactas y Naturales de la UBA. Me gradué en 2012 y empecé mis estudios de doctorado en el Perimeter Institute for Theoretical Physics (PI) en Canadá, estudios que aún estoy reali-zando.

¿A qué te dedicás? ¿Cómo describirías la experiencia de tu trabajo?Trabajo en física teórica, tratando de reconci-liar los dos grandes pilares de la física moder-na: la Relatividad General y la Mecánica Cuán-tica, que son contradictorios entre sí. Eso me lleva a estudiar cosas como la teoría de cuer-das, el entrelazamiento cuántico, agujeros ne-

gros, dimensiones extras y espacios curvos. Trabajar en esto es muy lindo porque es muy libre, uno puede pensar cuáles son las pregun-tas interesantes y luego desarrollar la creati-vidad y el conocimiento necesarios para po-der contestarlas.

¿Qué te dejó Tarbut a modo de enseñanza para tu vida profesional?En la investigación es clave no dejar nunca de aprender ni de preguntarse cosas nuevas. En ese sentido, los científicos nunca dejamos de ser estudiantes. Tarbut fue, ni más ni menos, el lugar donde aprendí a aprender.

¿Algún recuerdo o aprendizaje de aquellos años en el Colegio?Muchos recuerdos, amigos, pero siempre que surge una pregunta así, me gusta recordar y sobre todo agradecer a mis maestros y profe-sores ¡Qué placer y honor haber aprendido tan-to de ellos!

anDREa GoijManPromoción 1996

¿Cómo nace tu vínculo con la ciencia?Desde que tengo memoria, siempre sentí un gran amor por los animales y por la naturale-za en general. Pensaba ser veterinaria para estar en contacto con animales, pero quería hacer algo más por ellos y por el planeta, pero no sabía bien qué. ¿Cómo creés que el Colegio influyó en la elección de tu carrera? ¿Cuál fue tu trayec-toria universitaria?Gracias a la orientación vocacional que me brindaron en Tarbut, supe lo que implicaba ser biólogo/ecólogo. Entendí que, entre muchas otras cosas, los que se dedican a esta profe-sión se ocupan de investigar cómo conservar la biodiversidad de los animales, de las plan-tas y de sus respectivos habitats naturales ¡y eso era lo que yo quería hacer! Después, me consiguieron una pasantía en la reserva natu-ral Ribera Norte donde descubrí un mundo nuevo. Me recibí de Licenciada en Ciencias Bio-lógicas en la UBA y me especialicé en Ecología. Unos años después, me fui a estudiar por casi cinco años a la Universidad de Georgia, Esta-dos Unidos, para recibirme de Doctora en Eco-logía y Manejo de Vida Silvestre. ¿A qué te dedicás? ¿Cómo describirías la experiencia de tu trabajo?Desde 2007, soy investigadora en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Trabajo en el grupo de “Ecología, Biodiversi-dad y Gestión Ambiental en Agroecosistemas” que pertenece al Instituto de Recursos Bioló-gicos ¡Me fascina mi trabajo! Hago investiga-ción en conservación de fauna silvestre -prin-cipalmente aves- y de recursos naturales relacionados con la agricultura. En pocas pa-labras, colaboro para que la conservación de la naturaleza y su biodiversidad sean compa-tibles con el desarrollo de la agricultura. ¿Qué te dejó Tarbut a modo de enseñanza para tu vida profesional?Es difícil pensar en una única enseñanza. Yo creo que me formé como persona ya que fui a Tarbut desde los 4 años. Algunas cosas impor-tantes que podría mencionar son el respeto y el diálogo, que primaron entre las enseñanzas recibidas. ¿Algún recuerdo o aprendizaje de aquellos años en el Colegio?Muchos recuerdos, pero uno que me encanta es cuando Dani, mi profesor de Matemática, me puso un 7 en una prueba en 4° o 5° año. Yo me quejé, sorprendida porque generalmen-te me iba bien, y él -sabiendo que iba a estu-diar Biología- me dijo que cuando entrara al CBC de Exactas le iba a agradecer su exigen-cia. Tuvo razón: en matemática del CBC me sa-qué un 10.

MELina KLuRfanPromoción primaria 1992

¿Cómo nace tu vínculo con la ciencia?Algunos miembros de mi familia materna pa-decen una enfermedad genética que se llama Deficiencia de G6PD, también conocida como Favismo, que se da generalmente en hombres. Por esta razón, cada vez que nace un niño va-rón en la familia visitamos a un genetista. Así, desde muy joven, me fascinó saber que es po-sible analizar los genes y estimar la probabili-dad de que cierta enfermedad se manifieste. ¿Cómo creés que el Colegio influyó en la elección de tu carrera? ¿Cuál fue tu trayec-toria universitaria?El laboratorio de ciencias siempre fue una atracción para mí. Estudié Biología en la Uni-versidad de Bar Ilan, Ramat Gan, Israel y lue-go hice un Master en Genética Humana espe-cializado en consultoría genética en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Actualmen-te estoy cursando una maestría en Educación en la Universidad de San Andrés y estoy ha-ciendo algunos cursos en neurociencia. ¿A qué te dedicás? ¿Cómo describirías la experiencia de tu trabajo?Dirijo la Fundación Ierushá (en ivrit: herencia) que se dedica a la difusión y prevención de en-fermedades genéticas frecuentes en judíos.

Trabajar en una organización sin fines de lu-cro implica un compromiso y un gran esfuer-zo. Nuestra misión es que, mediante la educa-ción genética comprensiva y el asesoramiento genético, cada persona pueda tomar decisio-nes reproductivas contando con la informa-ción necesaria y desarrollar estrategias orien-tadas a minimizar el impacto de estos desórdenes genéticos y sus consecuencias. ¿Qué te dejó Tarbut a modo de enseñanza para tu vida profesional?Tarbut dejó una huella importante para mi vi-da profesional: buscar siempre la excelencia educativa y combinarla con valores judaicos. Cada uno puede ser transmisor de la heren-cia judaica a su manera. ¿Algún recuerdo o aprendizaje de aquellos años en el Colegio?Todavía recuerdo el día en que vi mis propias células de la piel a través del microscopio en el laboratorio. Creo que ese fue mi desperta-dor.

14 / EX ALUMNOS

EX ALUMNOS / 15

noRa LanCMan MaTznERPromoción 1973

¿Cómo nace tu vínculo con la ciencia?Mi vínculo con la ciencia nació conmigo ya que mi madre, mi padre y toda mi familia han es-tudiado y trabajado en las ciencias. Para mí, dedicarme a esta profesión fue algo natural. ¿Cómo creés que el Colegio influyó en la elección de tu carrera? ¿Cuál fue tu trayec-toria universitaria?El Colegio influyó en la elección de mi carrera en el aspecto relacionado con mi interés por la investigación. Tarbut siempre me incentivó a que indagara, a que preguntara y a que leye-ra. Yo soy veterinaria y fui profesora de Terio-genología en la Facultad de Ciencias Veterina-rias de la Universidad de Buenos Aires por muchos años. Luego, cuando nos vinimos a vi-vir a Canadá, hice estudios postdoctorales en biología molecular. ¿A qué te dedicás? ¿Cómo describirías la experiencia de tu trabajo?Dirijo la parte de investigación y desarrollo de una compañía de productos veterinarios para Canadá. Es lo que me gusta hacer y lo disfru-to mucho.

¿Qué te dejó Tarbut a modo de enseñanza para tu vida profesional?Tarbut me dejó la curiosidad. Siempre investi-gar y nunca dejar de preguntar. ¿Algún recuerdo o aprendizaje de aquellos años en el Colegio?Muchos y hermosos recuerdos como madre, ya que mi hijo mayor fue alumno del Colegio hasta que emigramos a Canadá. Como ex alum-na del primario y secundario, lo que siempre recuerdo son las palabras de quien era rector de Tarbut en aquellos años, el Ingeniero Zabe-linsky, y su confianza en mi persona y mi capa-cidad.

16

HACIA DÓNDE vAmoS

El mundo hiperconectado: los niños y la escuela en el siglo XXIEn el marco de una investigación1, se entrevistó a padres de distintos sectores socioeconómicos y, a partir de sus respuestas, surgieron comentarios como los que podrán leer a continuación. A través del estudio realizado, se buscó comprender cómo los chicos interactúan con las tecnologías y qué piensan al respecto los padres y los profesores a cargo de su educación. Esta investigación verá la luz en unos meses, pero en este artículo conocerán algunos avances y hallazgos preliminares.

Es posible que ustedes, como lectores, se ha-yan identificado con algunos de los comenta-rios anteriores. Les propongo desandar y des-entrañar estos enunciados para poder entender el estado de situación en el que nos encontramos como sociedad y ver, con más claridad, qué estrategias pueden resultar las más adecuadas para trabajar estos temas en el marco de la familia y de la educación. Lo más importante para empezar esta construc-ción es entender que las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) -es decir, los celulares, los smartphones, las computado-ras, las tablets, los reproductores de música, las netbooks, las pantallas táctiles y los nue-vos dispositivos- seguirán formando parte de nuestras vidas por mucho tiempo.La antropóloga Paula Sibila, especialista en estas cuestiones, explicó que las TIC no son las que cambian el modo de ser y de pensar de las personas, sino que es al revés: si estos

dispositivos pudieron “prender” masivamen-te en la sociedad, es porque estaban dadas las condiciones necesarias para ello. Las TIC no son la causa, sino la consecuencia de esta coyuntura social. Se insertaron en un mundo que estaba preparado para recibirlas.¿Y para qué nos sirve esta mirada diferente? Pa-ra mover el eje de la discusión y cambiar al pro-tagonista de la escena: Si entendemos que no-sotros como sociedad y como individuos somos quienes incluimos a las TIC en nuestras vidas y no al revés, podremos comenzar a pensarnos como los responsables de cada una de las ac-ciones que realizamos o que dejamos de reali-zar con ellas, por ellas y en relación a ellas.

La revolución tecnológica que vivimos nos lle-va a los adultos a reflexionar y estar más aten-tos a la metamorfosis constante que viven

nuestros hijos.En esta lista con los primeros resultados de la investigación, podrán ver algunos de los ha-llazgos sobre el comportamiento de los niños. En ese sentido, entendimos que:

...si estos dispositivos pudieron “prender” masivamente en la so-ciedad, es porque estaban da-das las condiciones necesarias para ello. Las TIC no son la cau-sa, sino la consecuencia de esta coyuntura social. Se insertaron en un mundo que estaba prepa-rado para recibirlas.

HACIA DóNDE vAMOS17

Marcela Czarny

“Los chicos de hoy creen que se pueden llevar el mundo por delante y eso es por

culpa de la computadora”

“Por culpa de los celulares y las computadoras los chicos son más dispersos y se comunican menos”

“Prefiero que mis hijos hagan actividad física y vuelvan con

raspones en las rodillas”

“Los niños de hoy nacieron con un chip bajo el brazo”

“Sin computadoras, nuestra infancia fue mejor”

“Quieren todo servido”

“Los chicos ya no saben jugar con la imaginación”

PEnSaR a LoS CHiCoS

» Aunque les cueste hacer un análisis crítico, los más jóvenes procesan la información de manera muy rápida: la selección, tanto de la información como del canal por el cual la reciben responde a un impulso veloz que no siempre implica una posterior reflexión. Tien-den a pensar que es más importante “hacer”, que “hacerlo bien” por lo que les cuesta mu-cho reflexionar sobre sus propias actitudes y conductas.» Necesitan recibir una recompensa sin pos-tergación y comprender de manera inme-diata la finalidad de sus actos: no pueden diferir el premio ni se interesan por las grati-ficaciones a mediano o largo plazo. » Tienen la atención más diversificada y son multitasking: son capaces de estar aquí y allá al mismo tiempo procesando mucha informa-ción procedente de canales diversos. Pueden llevar a cabo muchas acciones de forma si-multánea.» Disponen de una inteligencia visual muy desarrollada: para ellos el texto sirve para ilustrar la imagen y esta última es la que pre-valece. Solo si no comprenden lo visual acudi-rán al texto explicativo de forma espontánea.» Necesitan estar permanentemente conec-tados y esperan la disponibilidad inmedia-

ta de la información y las soluciones: por un lado, crecen en un mundo conectado tan-to sincrónica como asincrónicamente; por el otro, la lógica establece que cualquier perso-na del mundo puede resolverles las pregun-tas o problemas por el solo hecho de estar co-nectados a Internet.

En consecuencia, los chicos no suelen pen-sar ni evaluar la validez o bondad de la res-puesta obtenida.» Su identidad digital tiene tanto o más va-lor que la real: por ello le conceden gran im-portancia y le dedican tiempo y atención a lo que se dice de ellos en las redes y a las fotos o videos en los que aparecen. Además, expe-rimentan nuevas formas de relacionarse y, mu-chas veces, expresan emociones y proporcio-

nan información propia o de otras personas en diversos formatos (texto, audio o video) y con menos pudor que en la realidad offline.» La información ya no es propiedad trans-ferible del adulto: en tanto estos ya no son los que exclusivamente detentan el conoci-miento y la información, se pone en cuestión el paradigma tradicional de transferencia de conocimiento en el que el mayor es el dador principal del mismo. En este despla-zamiento entran padres, adultos en general, la institución escolar y hasta los libros. Los ni-ños también tienen acceso a la información y, a diferencia de lo que ocurre con los adul-tos, para los chicos las TIC no representan una fuente de tensión.

Ahora bien, ¿qué pasa con la escuela? ¿Có-mo debe proceder con la nueva población de niños? ¿La institución académica estaba “pre-parada para la invasión de dispositivos tecno-lógicos” como sí lo estaba la sociedad en ge-neral? En este último punto se encuentra un acuerdo bastante generalizado entre los in-vestigadores acerca de que no es así: la es-cuela que fue pensada y sirvió a las socieda-

...los muros de la escuela están en jaque. Ya no está claro dón-de empieza y dónde termina una clase, un saber o un proceso.

18 / HACIA DÓNDE VAMOS

¿Y La ESCuELa?

des de los siglos XIX y XX, no logra adaptarse, por lo menos por ahora, a estos cambios. ¿Podrá esta institución centenaria incorporar las redes, las comunicaciones virtuales, la re-volución en nuestro tiempo y espacio? Esa respuesta no la tenemos, pero podemos de-cir que los muros de la escuela están en ja-que. Ya no está claro dónde empieza y dónde termina una clase, un saber o un proceso.Antes, las instituciones educativas eran es-pacios cerrados donde los chicos se “adies-traban” en varias disciplinas, cumplían un ho-rario, eran necesarios el pizarrón, los bancos ordenados y el currículo escolar. Hoy, la poro-sidad que genera cada dispositivo que conec-ta el adentro de los muros escolares con el afuera, el mundo offline con el mundo online y, básicamente, el cambio en el modo en que todos -pero especialmente lo niños y niñas- se comunican y acceden a la información, cuestionan los cimientos de la institución es-colar tradicional. Para constituir una nueva escuela se requiere audacia, definición y lo-grar perderle el miedo a aceptar que lo nuevo no es sinónimo de una peor calidad de vida.El Colegio Tarbut es una escuela modelo en la inclusión inteligente de las posibilidades que nos brindan los dispositivos tecnológicos.

Como consecuencia de ello, la comunidad es-tá atravesada por la reflexión constante acer-ca de los desafíos que representa educar a los niños bajo este nuevo paradigma y en esta es-cuela. Todavía, por supuesto, faltan respues-tas, definiciones, nuevos contratos y negocia-ciones entre los alumnos, los padres y la institución, pero el proceso ya está en marcha y es irreversible. Nosotros, los seres humanos (y no la computadora, el smartphone o el re-productor de música), somos los responsables de lo que suceda y de lo que les podamos ha-bilitar a las próximas generaciones.

Marcela Czarny es Licenciada en Cien-cias Pedagógicas y Magíster en Tecno-logía Educativa de la Universidad de Sa-lamanca. Es presidente de la Asociación Civil Chi-cos.net, organización dedicada a pro-mover la protección de los derechos del niño, y fundadora de la NATIC, una Red integrada por organizaciones de Amé-rica Latina comprometidas con el uso seguro y responsable de las TIC.Cuenta con una vasta experiencia en el diseño e implementación de proyectos vinculados a la educación, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Es autora de publicaciones para niños y educadores y cuenta con numerosas par-ticipaciones eventos internacionales.

información sobre la autora

HACIA DÓNDE VAMOS / 19

1Dossier: “El impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la construcción de la subjetividad de niñas y niños de América Latina”. Documento en revisión. Chicos.net.

Para constituir una nueva escue-la se requiere audacia, definición y lograr perderle el miedo a acep-tar que lo nuevo no es sinónimo de una peor calidad de vida.


Native Teachers: otra forma de abordar el inglés

Desde hace tres años en Tarbut contamos con el programa “N.E.T.” - “Native English Teachers”-. A tra-vés de este, un equipo de docentes extranjeros de países angloparlantes lleva a cabo un proyecto trans-versal y complementario a la tarea diaria de los maestros y profesores de Inglés del Colegio. En el si-guiente artículo les contaremos más sobre este programa que fortalece a nuestros alumnos en el aprendizaje de la segunda lengua.

Vickie Krauss – Coordinadora de Nivel inicial y I ciclo de nivel primario - Departamento de Inglés

Luciana Pechacek – Coordinadora de II ciclo de nivel primario y escuela intermediaDepartamento de Inglés

Lilian Krieger Directora - Departamento de Inglés

El objetivo del Departamento de Inglés al crear y desarrollar el programa N.E.T. es sumergir a los alumnos en la segunda lengua durante to-da su escolaridad, poniéndolos en contacto con la fluidez de los sonidos, su musicalidad, sus diferentes acentos y sus expresiones co-tidianas.El contacto frecuente con docentes nativos en-trena a nuestros chicos en la escucha y com-prensión de variedad de acentos de lugares tan diversos como Nueva Zelanda, Estados Unidos y el Reino Unido. Además, les genera la necesidad de usar espontáneamente el in-glés para comunicarse con el native staff, ya que es el único modo de vincularse con ellos.Cada uno de los docentes nativos trae consi-go el uso actual y auténtico de la lengua de su lugar de origen, incluyendo el slang -jergas co-loquiales ligadas a diferentes regiones- y dife-rentes modismos que los chicos imitan y de los cuales se apropian. Nuestros alumnos en Tarbut son muy curiosos y siempre están abiertos a nuevas experien-cias. El equipo de native teachers les propor-ciona la oportunidad de vivir un intercambio cultural diario. Contar con maestros y profeso-res angloparlantes les da la posibilidad no so-lo de comunicarse en inglés, sino también de obtener respuestas a sus inquietudes e inte-reses desde una perspectiva diferente. A la

vez, comienzan a valorar el aprendizaje de otra lengua como herramienta esencial para co-municarse con personas que no hablan su mis-mo idioma.En el nivel inicial, los native teachers se dedi-can a enseñarles a los alumnos de Kinder 5 (sala de 5) juegos tradicionales de sus países de origen. Al recorrer el patio, es común ver a los chicos jugar a distintas variedades de “Tag” -”La Mancha”-: Corren por todos lados y al to-car a su compañero, en vez de decir “¡Man-cha!”, gritan “Tag! You’re it!”, tal como lo apren-dieron de sus docentes.En el primer ciclo de primaria, los chicos dis-frutan de cuentos leídos o narrados por sus maestros nativos. Por su parte, los alumnos de segundo ciclo asisten al “TarBEAT”, un campamento de in-mersión en el idioma que tiene como consig-na que los chicos hablen únicamente en inglés durante tres días. A lo largo del mismo, apren-den sobre las tradiciones y costumbres de otros países, sus counsellors les enseñan jue-gos típicos y deportes; bailan y cantan cancio-nes populares; cocinan comidas de otros paí-ses y se comunican todo el tiempo en inglés. En la escuela intermedia los native teachers trabajan las habilidades en la expresión oral -oral skills- ayudando a los alumnos a preparar-se para el examen P.E.T. (Preliminary English

Test) de la Universidad de Cambridge.Ya en el secundario, los estudiantes de 8º asisten a lo largo del año a un taller de Public Speaking li-derado por el native staff para ejercitar la ora-toria en la segunda lengua. En 9º año, un do-cente nativo acompaña al profesor de la materia Human Rights en el dictado de las cla-ses; esta dinámica de trabajo permite un in-tercambio que les aporta datos e información relevante desde otra perspectiva.En 10º año los teachers acompañan a los pro-fesores de inglés cubriendo parte del progra-ma de Literature. Los estudiantes, junto con ellos, leen y analizan algunos de los textos que necesitan para rendir los IGCSE de la Univer-sidad de Cambridge.En los dos últimos años de la escuela secun-daria, los native teachers aportan sus conoci-mientos a las clases de Language y comple-mentan el trabajo de los profesores en distintas áreas, especialmente en los traba-jos orales.El programa N.E.T. enriquece el aprendizaje de la segunda lengua en Tarbut y permite a nuestros alumnos percibir el mundo de una forma más amplia a través del contacto y el aporte lingüístico y cultural de los native tea-chers. Como dice la frase de Jorge Luis Bor-ges: “Cada idioma es una forma de percibir el universo”.


Diane Ghogomuian Harris

Vivian fritzler


CUANDO LA PASIÓN SUPERA AL TIEMPO

Ignacio Kaliman y Jonathan Katan son alumnos de 12º año y desde el comienzo del 2014 han decidido darle cauce a un sueño nacido de una misma pasión: los videojuegos. Juntos pudieron trascender el aspecto meramente lúdico de la actividad y encarar el desafío de desarrollar, por su propia cuenta, un videojuego para celulares que ya comenzó a tener éxito. A continuación, la entrevista a dos jóvenes creativos que lograron hacerse el tiempo para dedicarse a lo que más les gusta.

¿Cómo surge la idea de hacer un videojuego?Jonathan Katan: Hacía mucho tiempo que que-ríamos desarrollar uno. En general, pasábamos bastante tiempo jugando con diferentes conso-las y un día empezamos a fantasear con la idea de desarrollar uno propio. Ignacio Kaliman: El tema quedó en palabras hasta que, durante el último verano, empeza-mos a delinear el proyecto y definimos objeti-vos e ideas para un potencial juego. JK: Lo primero que hicimos fue ponerle un nom-bre al estudio bajo el cual comenzaríamos a pu-blicar nuestras creaciones: hoy somos Digital Bridge Studios. El segundo paso consistió en investigar y capacitarme en todo lo que tenía que ver con programación, mientras que Nacho se dedicó más a la parte de diseño para video-juegos. Así empezamos a probar, aprender y mejorar.

¿Cómo definieron el tipo de juego a crear?IK: Cuando empezamos, hicimos un brainstorming partiendo del nivel de conocimiento que tenía-mos respecto de la programación y el diseño. JK: Sí, eso fue muy importante porque nuestra idea original era totalmente diferente a lo que ter-minamos haciendo: pensábamos en un juego de plataforma, con magia, mapas y enemigos. IK: Y ahí nos dimos cuenta de que no contá-

bamos con los conocimientos necesarios pa-ra poder desarrollar un proyecto de esa enver-gadura.JK: Por otro lado, también hubiéramos tarda-do muchísimo tiempo en armar un juego así, y sabíamos que si queríamos que esto prospe-rara teníamos que poder armar un juego sen-cillo en un lapso de tiempo relativamente cor-to como para publicarlo y ver qué pasaba.

¿Qué tipo de juego terminó siendo?JK: El juego se llama Cannon Blast y consiste en veinte niveles en los que el jugador tiene que lograr que la bala de un cañón ingrese en una plataforma específica, sorteando obstá-culos ascendentemente desafiantes a medi-da que se avanza en el juego. IK: Se puede controlar la puntería del cañón y la potencia a partir de una barra de fuerza que aumenta siempre que el usuario esté presio-nando el botón de disparo.

¿Fue difícil publicarlo? IK: No, pero como con todo, tuvimos que averi-guar muchas cosas sobre cómo se hacían es-te tipo de movimientos. En primer lugar, hubo que resolver si se codificaba para que pueda ser bajado de Play Store para celulares Android o de la tienda de Apple.

¿Cómo decidieron?JK: Fue sencillo: Apple cobra cien dólares por año la licencia para publicar aplicaciones en su portal y Android cobra una única cuota de vein-ticinco dólares, así que no lo tuvimos que pen-sar mucho...

Hablando de lo económico ¿tienen como ob-jetivo generar ingresos con este juego?IK: En principio, no está dentro de nuestras ex-pectativas. Sí programamos el juego con la ca-pacidad de poder tener publicidades, pero, más que nada, lo hicimos para aprender. El objetivo era entender cómo funcionaba el rubro, ya que en algún momento buscaremos vivir de esto. JK: De hecho, ya sabemos que cuando podamos juntar algo de dinero, vamos a pagar la licencia de Apple para poder publicar el juego en su tienda. ¿Cuáles fueron los desafíos o las dificulta-

...durante el último verano, em-pezamos a delinear el proyecto y definimos objetivos e ideas pa-ra un potencial juego.

» DOS ALUMNOS DE 12° AÑO CUENTAN SOBRE EL DESARROLLO DE UN VIDEOJUEGO PROPIO

des que tuvieron que enfrentar a la hora de crear el juego?IK: Como el proyecto se basó en la capacidad de aprender por nuestra cuenta, los obstácu-los aparecían cuando queríamos generar una característica para el juego cuya codificación o solución no lográbamos encontrar en Internet. JK: En esos momentos, la investigación se ha-cía mucho más ardua porque teníamos que re-pasar experiencias que publicaban otros usua-rios hasta dar en el clavo sobre cómo resolver la implementación de tal o cual herramienta. Un buen ejemplo de esto fue lograr que el jue-go se viera de la misma manera en todos los ce-lulares a pesar de que estos contaran con re-soluciones diferentes.

¿Qué respuesta vienen obteniendo desde que lo publicaron?JK: Creemos que es bastante positiva, tenemos aproximadamente 1500 descargas y muchas buenas valoraciones. IK: De hecho, llegamos a estar dentro de los 150 mejores dentro de la categoría de juegos de estrategia gratuitos.

Ya tienen su primer videojuego, ¿cómo sigue esto?JK: Por ahora, queremos seguir aprendiendo y

creciendo en este rubro. La industria argentina de videojuegos para celulares creció muchísi-mo en los últimos años. Personalmente, me veo trabajando en una empresa desarrolladora de videojuegos o, tal vez, liderando una con Na-cho.IK: Lo bueno es que, en principio, los dos pen-samos estudiar carreras universitarias que nos acerquen a nuestro proyecto. En mi caso, estoy entre Diseño Gráfico e Ingeniería en Sistemas y Jony también se inclina hacia la Ingeniería en Sistemas. JK: De todos modos, tampoco nos asusta la idea de que la vida nos lleve por otros caminos, si así sucede, los tomaremos. Por ahora estamos con-tentos con lo que venimos construyendo.

¿Cómo se organizaron con el tiempo para po-der desarrollar la apilcación siendo alumnos de Tarbut?JK: Haber empezado durante el verano nos dio la disponibilidad que necesitábamos para po-der avanzar lo suficiente y no dar marcha atrás. Después, ya comenzado el ciclo escolar, se nos hizo bastante difícil. Pero, con paciencia logra-mos ordenarnos, organizarnos y así pudimos sacar el proyecto adelante. IK: Durante la primera mitad del año, nos jun-tamos algunos fines de semana para continuar

el proyecto y, durante la semana, vía Skype; siempre encontrábamos algún hueco para po-der avanzar. De todas formas, tenemos que aceptar que no fue sino hasta las vacaciones de invierno que pudimos hacer los retoques fi-nales para el lanzamiento.JK: Además, cuando informamos en el Colegio que estábamos desarrollando el juego, Lili Cá-nepa se acercó para proponernos que utilizá-ramos horas del proyecto CAS (Creatividad, Ac-ción y Servicio) para poder avanzar, así que valoramos el apoyo que Tarbut nos dio en ese sentido, por más que se trate de un proyecto in-dependiente.

¿Qué mensaje pueden dar a los alumnos que temen que las tareas escolares los vayan a dejar sin tiempo para poder hacer otras ac-tividades? JK: Lo más importante es la organización, que no se ahoguen en cada cosa que tienen que ha-cer para el Colegio y que puedan mirar más allá para encontrar el hueco para hacer lo que les gusta. Siempre se pueden hacer cosas por fue-ra de Tarbut, el tema es poder organizarse y es-to no siempre es fácil.

Carlos Payeras - Director Departamento de Educación Física

Educación Física: Estrategias a corto y largo plazo

Los intereses de nuestros estudiantes distan de ser homogéneos. Están los apasionados por las letras o aquellos que tienen predilección por las matemáticas; los que prefieren el cálculo a los problemas, los que argumentan por escrito o los que se inclinan hacia un debate oral. Esa diversidad, que enriquece el acto educativo, aparece también en las clases de Educación Física y, como en todas las materias, hay estudian-tes más o menos interesados. Desde siempre, nuestro departamento se ha dirigido a todos los alumnos, buscando que cada uno encuentre el gusto por participar de la vida deportiva de la institución.

En los espacios de Educación Física, llevamos a cabo diferentes estrategias motivadoras in-dependientes del rendimiento de cada alum-no, por ejemplo, realizamos encuentros depor-tivos sin puntaje o acercamientos personales. En todos los casos, buscamos encontrar el in-terés particular de cada uno hacia la materia. No obstante, en el convulso mundo actual, el sedentarismo gana cada día más adeptos y, por consiguiente, crece el desinterés por el movimiento y el contacto con la naturaleza. La didáctica de la Educación Física se ha preocu-pado por estos problemas de diferentes ma-neras: en algunos países se han realizado es-tudios de campo para comprender por qué las chicas -sobre todo las adolescentes- se en-cuentran más desmotivadas que los varones; en otros, se plantean reformas curriculares orientadas a nuevos modos de enseñanza del deporte o a incorporar un enfoque de salud en este tipo de educación. Desde nuestro depar-tamento, atentos a esos desarrollos, nos pro-ponemos realizar próximamente una investi-gación descriptivo-explicativa entre los alumnos

de la Ciudad de Buenos Aires y conurbano pa-ra proponer líneas de acción que apunten a dar una respuesta local a un problema global.

Como no podría ser de otra manera, entre tan-ta variedad de alumnos existen diferentes in-tereses: deportes individuales o deportes de conjunto; fútbol o handball; actividades al ai-

re libre, campamentos o trabajos en ambien-tes cerrados son algunas de las posibles alter-nativas. Desde Educación Física ofrecemos un paquete de opciones más que interesante tanto a nivel curricular como a nivel extracurri-cular. Dentro del programa de estudios, un alumno del Colegio Tarbut puede elegir expe-rimentar andinismo y canotaje en el marco de los campamentos escolares y hasta practicar gimnasia deportiva o distintos juegos con pe-lota dentro del currículo semanal. Todas estas propuestas le permiten al alumno pasar con fluidez de una actividad a otra a lo largo de su escolaridad.Con orgullo, podemos decir que somos pione-ros en la transformación curricular de la Edu-cación Física en Argentina debido al paso de una orientación centrada en actividades de-portivas rígidas y estrictas a un enfoque espe-cífico en la formación integral del estudiante como parte de un grupo, capaz de convenir o de tomar decisiones y, sobre todo, consciente y responsable del lugar que debe tomar el ser humano en el entorno natural.

MÚLTiPLES aLTERnaTiVaS PaRa inTERESES DiVERSoS

...en el convulso mundo actual, el sedentarismo gana cada día más adeptos y, por consiguien-te, crece el desinterés por el mo-vimiento y el contacto con la na-turaleza.


Nuestra intención es profundizar esas líneas a partir de acciones concretas. Tenemos una oportunidad única: el crecimiento cuantitati-vo de los estudiantes en la escuela permitirá

incrementar las divisiones en diferentes gru-pos según los intereses. Además, estamos prontos a inaugurar una nueva sede del Cole-gio que cuenta con una infraestructura más

acorde a las necesidades de los adolescentes de hoy y, por añadidura, con un centro depor-tivo a calle de por medio, que da otra oportu-nidad para ofrecer alternativas deportivas. A todo esto se le suma un enorme ahorro de tiem-po y energía que hoy se invierte en traslados. Además, la pileta de natación en el edificio, viejo sueño de los profesores de Educación Fí-sica de Tarbut, nos permitirá dar clases de 8º a 12º año, con todas las variantes que el agua ofrece como medio deportivo y coreográfico.Decir que las cosas están cambiando es más que un lugar común. La cuestión no pasa por oponer un mundo en movimiento al supues-tamente estático en el que vivieron nuestros padres y abuelos. La novedad de esta época no solo está en la aceleración sin preceden-tes del ritmo de creación y acumulación sino, también, en la depreciación del conocimien-to, de los intereses y de los propios objetos. Esto ha puesto en el centro de la escena una consideración de las tendencias del cambio: Atentos a tomar ese pulso, nuestras estrategias –tal como lo hemos descripto anteriormente-

apuntan a ofrecer nuevas alternativas que profundicen las líneas vigentes y a iniciar una investigación seria y profunda para aportar a la escena nacional una caracterización y una propuesta capaz de repensar el lugar de la Educación Física en los próximos años.

...somos pioneros en la transfor-mación curricular de la Educa-ción Física en Argentina debido al paso de una orientación cen-trada en actividades deportivas rígidas y estrictas a un enfoque específico en la formación inte-gral del estudiante.

Tenemos una oportunidad úni-ca: el crecimiento cuantitativo de los estudiantes en la escue-la permitirá incrementar las di-visiones en diferentes grupos según los intereses.


La enseñanza del arte tiene una larga tradición en las escuelas argentinas. Las disciplinas artísticas y la forma en que son enseñadas han cambiado a lo largo del tiempo. Poco a poco, y como resultado de los cambios culturales y de las diversas transformaciones educativas, las artes llamadas “tradiciona-les” -como la música, la plástica y la danza- se fueron modificando y adaptando dentro de la propuesta escolar. El Departamento de Arte de Tarbut, junto a los distintos niveles y a otros departamentos que se desarrollan en el Colegio, también se han transformado. Tanto dentro como fuera del horario esco-lar, y desde el jardín hasta la secundaria, en Tarbut se desarrollan talleres y clases sobre diversas prácticas artísticas. En esta nota, podrán ver cómo el Colegio incentiva y promueve la expresión de sus alumnos a través del arte.

Como todo lenguaje, el arte muta con el tiem-po y con la práctica, lo mismo pasa con su en-señanza. A medida que avanzaba el siglo XX, la escuela incorporó formas nuevas -menos convencionales- de producción artística. Se comenzaron a enseñar estilos recientes de ori-gen experimental, callejero y hasta marginal. Expresiones que en otro momento significa-ron un quiebre o ruptura de los cánones, lle-garon a las aulas para despertar la curiosidad de los alumnos y atraer nuevos aires; incluso el arte urbano en sus distintos lenguajes se sumó al programa escolar para enriquecer las propuestas existentes.En este sentido, el Departamento de Arte en Tarbut ocupa un lugar de fuerte impronta en el programa del Colegio: no solo porque se les otorga a las materias la misma importancia que al resto de las asignaturas, sino porque sus profesores son profesionales que ponen en práctica su arte más allá de las horas de clase. A partir de la formación teórica y prácti-ca en los diferentes lenguajes artísticos, los

alumnos incorporan herramientas que les per-miten aprender distintas maneras de expre-sarse utilizando las diversas posibilidades que ofrecen las diferentes técnicas y corrientes ar-tísticas. La educación en arte permite abordar distin-tos lenguajes simbólicos y favorece el desarro-llo integral de las dimensiones sensitivas, afec-tivas, intelectuales, sociales y valorativas que se encuentran comprometidas en los proce-sos de la producción artística. Cada disciplina tiene sus propias normas y saberes, por lo que es necesario conocer sus códigos a fin de apro-piárselos y comprenderlos para luego decons-truirlos. Es por eso que, a lo largo de su esco-laridad, los alumnos transitan por las artes musicales, las visuales y las escénicas, reci-biendo las especificidades teóricas y prácticas de cada una, a la vez que realizan un trabajo articulado entre estas tres áreas.En los proyectos de artes visuales de Tarbut, desde los primeros años del jardín hasta los últimos del secundario, los profesores ofrecen

a los alumnos diferentes herramientas para fomentar su crecimiento y formación. Median-te una visión integral del proceso creativo se brindan distintos contenidos para que cada chico pueda idear sus propias imágenes y de-sarrollar su potencial expresivo.Por ejemplo, las materias de arte musical tie-nen como objetivo que el alumno aprenda el lenguaje y se exprese a través de este. Los chi-cos aprenden a leer y escribir música, así como a tocar instrumentos o a cantar. Una vez adqui-ridos los conocimientos básicos, los proyectos de ensambles y bandas les permiten agrupar-se, compartir y crear en forma colaborativa.Por su parte, la enseñanza de las artes escé-nicas comprende los lenguajes del teatro, el circo y la danza. Los alumnos se acercan a es-tas disciplinas por su forma de expresión y tra-bajan la plasticidad, la coordinación, el ritmo y la relación con el espacio. Las puestas son grupales, lo cual fomenta la interacción y es-cucha del otro.De esta manera, los proyectos que se adaptan

BUSCAR LA EXPRESIÓN DESDE DIFERENTES LENGUAJES ARTÍSTICOS

» ARTE EN TARBUT

Alejandra Gore Departamento de Arte

a cada nivel fomentan el crecimiento y la ex-presión de los chicos. En el nivel inicial es don-de comienza el gran proyecto de educación ar-tística en el Colegio. Allí, conviven los tres lenguajes artísticos a través de las distintas

clases y de las diversas muestras que se rea-lizan en el año. Su máximo exponente es el pro-yecto “ExpresArte” con el que el Departamen-to de Arte colabora a través del trabajo de su equipo docente.

En el nivel primario, los alumnos de 1° a 4° año aprenden a leer y escribir música y lo po-nen en práctica por medio de la flauta dulce. Así, incorporan las notas musicales, la noción de pentagrama y la capacidad de hacer músi-ca a través de un instrumento. Luego, ya en 5° año, aprenden a conformar ensambles instru-mentales y corales. Con el correr del tiempo, algunos alumnos se organizan en bandas que representan al Colegio en distintos festivales nacionales e internacionales.Ya en el nivel secundario, los alumnos de 8° y 9° año se inician en la temática del arte urba-no y producen su propio mural en la pared del bar. Además de dejar una huella visible que comunica los gustos y deseos de los chicos, el taller propone motivar el trabajo en equipo y promover la cooperación al perseguir un obje-tivo común.Los alumnos de Artes Visuales de 9° año, aprenden sobre el arte contemporáneo y su gran dilema: qué puede o debe ser considera-do arte. Como resultado de sus investigacio-

nes, y tomando a un artista como referencia, realizan distintas instalaciones en el Colegio que tradicionalmente se exhiben durante los meses de octubre y noviembre.Por último, el grupo de 11° año que este año viajó a Marcha por la Vida, se encuentra ensa-yando una obra sobre la Shoá donde plasma su experiencia de viaje. Los ensayos se realizan fuera del horario escolar y son dirigidos por un profesor de teatro y una docente de danza del Colegio. La obra se estrenará en el 2015 y es-tará destinada a adolescentes de escuelas se-cundarias no familiarizados con la temática.El arte, producto de las emociones universa-les y atemporales de los seres humanos, con-tribuye a desarrollar las capacidades de per-cepción, expresión, comprensión y creación, y a fortalecer la identidad personal y social de niños y adolescentes. Sin dudas, la formación en arte jerarquiza y completa la educación in-tegral de nuestros alumnos.

Mediante una visión integral del proceso creativo se brindan dis-tintos contenidos para que ca-da chico pueda idear sus propias imágenes y desarrollar su poten-cial expresivo.

Anfitriones de experienciasEn Tarbut nos ocupamos de desarrollar intercambios tanto entre los alumnos como entre los docentes y profesionales del Colegio. En este sentido, nos encontramos siempre dispuestos a compartir experiencias con otras instituciones. Uno de los vínculos que más valoramos es el que logramos con el Colegio Estado de Israel (CEI) de Paraguay. Las asesorías y los intercambios entre profesionales resultan altamente significa-tivos para conformar un proyecto fructífero que con el paso del tiempo deja marcas positivas en ambas ins-tituciones. Hace algunos años, comenzamos a promover programas en los cuales los alumnos, junto a sus familias, se convierten en los protagonistas de este vínculo. Así, meses atrás, los chicos de 4º grado del CEI viajaron a Buenos Aires para forjar una relación de intercambio y aprendizaje. Durante su estadía en el país, se hospedaron en las casas de chicos de Tarbut, asistieron a la jornada escolar y participaron de en-cuentros intercolegiales tanto deportivos como académicos. A continuación, les compartimos algunos conmovedores testimonios de quienes formaron parte de esta experiencia.

Para recibir a los chicos y que todo estuviera en orden, elaboramos una logística que inclu-yó importantes preparativos previos, detalles, horarios y actividades. Intentar estimar cuán importante será para los chicos del CEI el via-je a Argentina, conocer otro país y visitar una escuela tan grande como la nuestra, no es sen-cillo, pero nos entusiasmaba el desafío y cuá-les serían los resultados.El intercambio entre los chicos del Colegio Es-tado de Israel de Paraguay y Tarbut comienza por mail: se van conociendo por este medio hasta que llega el día tan esperado del encuen-tro. Son solo seis niños los que vienen, sin em-bargo, rápidamente, revolucionan el primer pi-so de la escuela primaria. Nuestros alumnos están tan contentos y tan entusiasmados que los adultos nos dejamos llevar por esta ener-gía, nos relajamos y disfrutamos con ellos.¡Cuánta alegría, cuánto interés, cuánto cuida-do y compromiso! Todos se amontonan curio-

sos y preguntan, escuchan, cuentan y compar-ten. El intercambio es una forma de conocer otras costumbres, compartir lo nuevo y acom-pañar al recién llegado. Es una experiencia su-mamente valiosa para todos.

Cuando las directoras me dieron la hermosa noticia de que me habían elegido para acom-pañar a los niños de 4º durante el viaje a Bue-nos Aires, me quedé sin palabras. Me invadie-ron un montón de sentimientos y hasta casi lloro de la felicidad. Era la primera vez que via-jaría a la Argentina y dejaría a mis hijos por un tiempo, sin embargo, no hubo mucho que pen-sar. Al igual que los chicos, yo estaba muy emo-cionada y contaba los días que faltaban para el viaje.Cuando llegó el gran día, comencé el viaje de camino a Tarbut muy ansiosa: finalmente iba conocer un colegio del que solo había visto fo-

tos y había escuchado a partir de lo que nos contaban Lili Cánepa, Vickie Krauss y Lili Sha-piro. Al llegar al Colegio, nos recibieron con mucha cordialidad, tanto que nos hicieron sentir co-mo en casa. Allí conocí personas maravillosas que estuvieron pendientes de nosotros en to-do momento.Antes de entrar a conocer las clases de 1º año, me preguntaba cómo trabajaban y qué proyec-tos estarían desarrollando; una vez adentro de las aulas, me sentí muy bien porque reco-nocí las actividades y las pude comparar con mis prácticas en clase.Para mí, el viaje a Buenos Aires fue un gusto y conocer el Colegio Tarbut superó todas mis ex-pectativas.

Vivir esta experiencia con los chicos de 4º es pensar en su crecimiento, en las herramien-tas que tratamos de desarrollar en el colegio

julia Molinas - Docente de 1° grado CEI - Acompañante de los alumnos de 4º grado (2013)

ana Basso - Directora pedagógica - CEI Acom-pañante de los alumnos de 4º grado (2014)

Carina Lerech - Coordinadora II ciclo - Nivel primario

HACIA DóNDE vAMOS28» INTERCAMBIO ENTRE EL COLEGIO TARBUT Y EL COLEGIO ESTADO DE ISRAEL (CEI) DE PARAGUAY

para socializar, intercambiar, aprender y acep-tar desde la diversidad, las diferencias y las semejanzas. Países y culturas disímiles uni-dos por el conocimiento, las lenguas, las tra-diciones y el deporte.Nos fuimos preparando de a poco para esta experiencia, reuniéndonos para pensar en có-mo nos imaginábamos el viaje, el recibimien-to, las clases, nos hacíamos miles de pregun-tas imaginando cómo sería Tarbut: ¿Las clases, serían como en el CEI? ¿Los chicos de Tarbut jugarían en el recreo igual que nosotros? ¿La comida sería casher? ¿Qué proyectos estarían llevando a cabo? Mientras, los papás se orga-nizaban y juntaban fondos para el viaje, dise-ñaban remeras y se acompañaban entre to-dos para dar alas a sus hijos. Los chicos vivieron con alegría y emociones di-versas todo el viaje, algunos con temores, pe-ro rápidamente sintieron la calidez de todos. Participaron de las clases en Tarbut, se inte-graron a los equipos en la Liga Leb, compar-tieron el día a día como un hijo más en las ca-sas de las familias que los hospedaron y se llevaron el mejor de los recuerdos de su esta-día en Buenos Aires.Como directora pedagógica del CEI, agradez-co la posibilidad de interactuar con gente tan profesional y dedicada que me enriquece en cada encuentro. Las directoras, los coordina-

dores de área y de ciclo y los docentes resul-taron personas sumamente comprometidas, abiertas y generosas al transmitirnos sus ideas y maneras de pensar.Regresamos felices al CEI, valorando todo lo que aprendimos y, como dicen los alumnos, ¡fue una experiencia que no vamos a olvidar!

Tuvimos la suerte de recibir en casa a Tamara y a Maia, quienes vinieron desde Paraguay. Llegaron bastante abrumadas por todo lo que significaba venir de una escuela con solo 90 alumnos a una tan grande como Tarbut. El im-pacto fue muy fuerte, más que nada para una de ellas, que es hija única y nunca había via-jado en avión. Enseguida se fueron adaptan-do, nosotros les dimos todo nuestro apoyo pa-ra que se sintieran como en casa: cocinamos comida paraguaya, nos contaron todos los de-talles de sus vidas y compartimos anécdotas de viajes. Todas las noches nos conectábamos por Skype para que hablaran con sus familias. El último día, organizamos una merienda de despedida con amigas, ¡no se querían ir! Nos resultó un hermoso aprendizaje para to-da la familia y nos ocupamos de ellas como si fueran nuestras hijas.

Cuando mi mamá me preguntó si yo quería ser una de las alumnas que recibiera a los chicos del CEI, le dije que sí. Un tiempo después, me contó que hospedaríamos a dos chicas y yo me puse muy contenta. Se llamaban Maia y Tamara y fueron muy buenas conmigo. Juga-mos un montón y aprendí nuevos juegos que a ellas les gustaban. También era lindo ir al Co-legio juntas y compartir las clases. No sé si nos vamos a volver a ver, pero espero que sí.

La experiencia del intercambio con los chicos de la escuela de Paraguay fue maravillosa y, so-bre todo, súper enriquecedora. Fue un inmen-so placer compartir esos días con Guille y Es-ther.Cada una de estas vivencias, sin duda, acortan la distancia entre los judíos de todo el mundo y, a pesar de que hoy nuestros hijos no lo pue-dan percibir porque son pequeños, lo compren-derán y lo valorarán en un futuro.Elevamos nuevamente nuestro agradecimien-to al Colegio Tarbut y a las familias de Paraguay

familia Rubinstein

Sol Rubinstein - 4ºD - Colegio Tarbut Intercambio 2014

familia Czerwonko

por haber confiado en nosotros y por habernos permitido vivir esta experiencia.

Para mí fue una sorpresa enterarme que mi fa-milia iba a recibir a los chicos del CEI. Me llamó mi mamá un día y me lo contó, a mí me encan-tó la idea. Se quedaron en casa Guille y Esther, dos muy buenas personas. Nos reímos mucho, jugamos bastante y aprendimos que por más que somos de países diferentes, en realidad so-mos bastante parecidos. En las clases, partici-paban un montón y lo que no entendían, nos lo preguntaban. Me encantó la experiencia y es-toy segura de que los voy a volver a ver.

Fue un enorme placer hospedar a Brenda y a Lujan en nuestra casa. En el transcurso de los días que estuvieron, organizamos todo para que ellas se sintieran como en su casa. Chloé fue una anfitriona de lujo y supo compartir ca-da una de sus pertenencias con sus nuevas amigas. Durante su estadía, nos contaron so-bre sus vidas, sus historias y sus costumbres; nosotros les contamos sobre nuestra vida acá. Notamos que las nenas son muy educadas y respetuosas; por ejemplo, agradecen y desean buen provecho antes de comer y, más que na-da, nos gustó saber que las chicas crecen sa-namente y con muchas ganas de aprender igual que nuestros hijos aquí. ¡Gracias, Tarbut, por la hermosa experiencia que nos ha tocado vivir! Siempre estará pre-sente en nuestros corazones.

Un día me llamó mi mamá y me dijo que te-nía una sorpresa muy linda para mí: me con-tó que íbamos a recibir en casa a dos chicas

de Paraguay que se iban a quedar un tiem-po con nosotros. Me dijo que era una opor-tunidad para conocer gente de otro país y que iban a ser como mis hermanas por unos días. Al principio me dio un poco de miedo porque no sabía cómo nos íbamos a organi-zar para vivir en casa, pero al final, salió to-do perfecto: nos turnábamos para dormir dos en mi pieza y una en otro cuarto. Cuan-do llegaron Brenda y Luján nos hicimos ami-gas muy rápido. Lo primero que noté era que tenían un acento muy raro, pero después me acostumbré. En el Colegio la pasamos muy bien, pero lo que más me gustó fue estar en mi casa con ellas, siempre estábamos las tres de acuerdo en lo que queríamos hacer, nunca discutimos.

El año pasado viajé a Buenos Aires. Cuando subí al avión estaba muy emocionado. Des-pués llegamos a Ezeiza y de ahí nos fuimos al Colegio Tarbut. Luego de haber desayunado con nuestros hospedantes, nos fuimos a cla-ses. Al final del día nos fuimos Tadeo y yo a la casa de Rodrigo Perelmuter y ahí jugamos. Al día siguiente estuvimos en Hacoaj. El tercer día tuvimos la premiación de las Olimpíadas de Ingenio y el General Knowledge. Además recorrimos la ciudad. En conclusión, el viaje a Tarbut fue muy bue-no, ¡es una gran escuela!

Mi experiencia fue inolvidable. Diego Kalika y sus padres -quienes me hospedaron- fueron muy hospitalarios. En su casa jugamos mucho y nos dieron todo lo que queríamos. En cuanto al Colegio, era muy, muy grande y los recreos eran largos, ¡estaba bueno! Los alumnos fue-ron muy amables ¡Fue una de las mejores ex-periencias que tuve!

Cuando hicimos el viaje de intercambio, yo me sentí un poco asustada porque era la primera vez que viajaba en avión y que me separaba tanto tiempo de mis padres. Cuando llegamos a Tarbut, en el recreo, todos los niños venían conmigo y me decían que les dijera cosas en guaraní. Luego, al ir a la casa de nuestra nue-va amiga, la mamá nos atendió muy bien. Me-rendamos y nos bañamos, después de un ra-to cenamos y dormimos. Fue una experiencia maravillosa.

Del 1 al 4 de septiembre estuve de intercam-bio con el Colegio Tarbut. Yo soy del Colegio Estado De Israel (C.E.I) y estoy muy contenta de haber formado parte de esa espectacular y genial experiencia que nunca olvidaré. Me puso feliz y querría repetirla todos los años. Cuando llegamos, todos se fueron a la venta-na del comedor mientras almorzábamos y luego nos recibieron en las clases. Me hos-pedé en la casa de Chloé Fleichman, me aten-dieron muy bien y en el paseo también me di-vertí. Cuando nos íbamos a Ezeiza todos se despidieron y yo les agradecí mucho por lo que hicieron por mí. Besos y saludos a todos los chicos de 4°, en especial a los de 4°A.

Mijal Czerwonko - 4ºC - Colegio Tarbut Intercambio 2014

oliver Kochmann - 5° grado - CEI Intercambio 2013

Chloé fleichman - 4ºA - Colegio Tarbut Intercambio 2014

familia fleichman

Brenda Saragusti - 4° grado - CEI Intercambio 2014

Valentina Decoud - 5° grado - CEI Intercambio 2013

Gary Karlik - 5° grado - CEI Intercambio 2014



Apostar por un proyecto educativo

Elegir la escuela apropiada para nuestros hijos suele ser una decisión muy difícil. Cada familia re-flexiona y se moviliza alrededor de esta cuestión y analiza todas las variables posibles para encon-trar aquella institución que le transmita la confianza y la tranquilidad necesarias para educar a las personas más importantes que tienen. La idea que subyace a esta búsqueda tan detallada es que el colegio se convierta en el socio más adecuado para la formación de sus niños. Afortunadamente, luego de dichas consideraciones, muchos llegan a las puertas de Tarbut. Dado el inmenso valor de esta apuesta, ofrecemos los testimonios de algunas familias que explican cómo el Colegio se convir-tió en el lugar donde eligen ver a sus hijos crecer.

¿Por qué eligen Tarbut como el colegio para su hijo? ¿Tenían algún nexo con la institu-ción antes de ser padres?Elegimos Tarbut porque es la institución que re-úne todos los requisitos que nosotros buscába-mos a la hora de decidirnos por un colegio. Que-ríamos encontrar una institución judía no ortodoxa, pero con tradición. Un colegio bilin-güe que tuviera cierto nivel académico. Buscá-bamos un espacio educativo que tuviera capa-cidad de contención y cercanía tanto para los chicos como para los padres.Al imaginar a nuestro hijo en un futuro, pasan-do tantas horas del día en el colegio, tuvimos muy en cuenta los beneficios de contar con es-pacios verdes como los que tiene Tarbut.Nuestro nexo con el Colegio comenzó antes de que David fuera alumno. Nadine fue a Tarbut desde sala de 2 hasta 5° año de la secundaria. Su propia y satisfactoria experiencia ayudó en la toma de la decisión.

¿Qué fue lo que más les gustó cuando se acercaron las primeras veces?Lo que más nos gustó fue la calidez y el trato

que recibimos. Uno de los primeros días de cla-se, cuando caminábamos hacia la sala y David todavía era nuevo en la institución, nos sorpren-dimos al ver cómo todos lo saludaban por su nombre. Sentimos mucha cercanía, es un am-biente muy familiar. Otro aspecto importante para nosotros fue en-contrarnos con instalaciones seguras y adecua-das para la edad y el desenvolvimiento de nues-tro hijo.

¿Tenían alguna idea previa de cómo era el proyecto educativo de Tarbut? ¿Cómo lo ven reflejado en el crecimiento de su hijo?Como Nadine es ex alumna del Colegio, ya te-níamos una idea del proyecto educativo de Tar-but o, más bien, del rumbo que siempre tomó la institución y de los valores que persigue ca-da día. Sin embargo, con el correr de los años, nos dimos cuenta que hubo cosas que cambia-ron e incluso mejoraron.Desde que nuestro hijo entró al Colegio, a pe-sar de ser tan chiquito, pudimos notar un creci-miento en todos sus aspectos. Atestiguamos una gran incorporación y aprendizaje de la re-ligión y la tradición. Observamos una asimila-ción de los valores, de las reglas instituciona-les y un gran trabajo en las relaciones interpersonales.

Pensando en los próximos años de la educa-ción de su hijo, ¿qué esperan que se lleve de Tarbut?Esperamos que David pueda llevarse todo lo que sea capaz de incorporar, pudiendo aprove-char cada aspecto, ámbito y propuesta que se le ofrezca desde Tarbut. Esperamos que pue-da aprender y llevarse todos los conocimientos posibles dentro de un nivel académico que le permita manejarse en los ámbitos y situacio-nes que se le presenten en su vida. Esperamos que pueda experimentar lo que es aprender y estudiar en una institución con un fuerte mar-co familiar.Queremos que David logre llevarse esa linda y satisfactoria sensación de sentir que Tarbut también es su casa.

¿Por qué eligen Tarbut como el colegio para sus hijos? ¿Tenían algún nexo con la institu-ción antes de ser padres?Tanto mi marido como yo somos ex alumnos del Colegio: David hizo primaria y el primer año del secundario en Tarbut y yo estudié en el se-

nadine Dabul y Marcelo RetikPapás de David

Vanina zeitoune y David Muzykanski Papás de Ciro y Alma

cundario. Elegimos Tarbut como colegio para nuestros hijos porque buscábamos una insti-tución que tuviera educación judía y un buen nivel de inglés.

¿Qué fue lo que más les gustó cuando se acercaron las primeras veces?Nuestra primera experiencia en el Colegio fue en la sede de Tigre, nos encantaba la calidez con las que nos recibían las morot y el lugar en donde dejábamos a nuestros hijos. Se trata-ba de un espacio muy reducido pero especial. Ahora nos toca estar en Olivos, un lugar increí-ble: las instalaciones, la alegría del jardín y có-mo todas las mañanas reciben a los chicos con una sonrisa y con canciones alegres.

¿Tenían alguna idea previa de cómo era el proyecto educativo de Tarbut? ¿Cómo lo ven reflejado en el crecimiento de sus hijos?La verdad es que no conocíamos los detalles del proyecto educativo, pero sí conocíamos Tarbut como institución porque fuimos parte. Hoy vemos que nuestros hijos tienen mucha facilidad en el manejo de herramientas que les van a servir para el futuro, como es el ca-so de la tecnología. También notamos un gran aprendizaje en las clases abiertas y en los pro-yectos especiales como Expresarte; en esos encuentros se pueden ver muchas de las co-sas que nuestros hijos van adquiriendo duran-te el año.

Pensando en los próximos años de la edu-cación de sus hijos, ¿qué esperan que se lleven de Tarbut?Esperamos que el Colegio les transmita valo-res, ideales, buenas amistades, buena educa-ción y que les enseñen a ser quienes ellos quie-ran ser, libres y felices.

¿Por qué eligen Tarbut como el colegio pa-ra sus hijos? ¿Tenían algún nexo con la ins-titución antes de ser padres?Elegimos Tarbut porque nos gusta el proyec-to educativo que proponen, confiamos en su capital humano y creemos que es importan-te que nuestros hijos sepan la historia de su pueblo.Yo, Karina, soy ex alumna del Colegio, al igual que todos mis hermanos y primos. Mi padre también fue alumno del Colegio; por eso, en-contramos en Tarbut un lugar familiar y con-fiable.

¿Qué fue lo que más les gustó cuando se acercaron las primeras veces?Lo que más nos gustó fue la calidez de la di-rectora y de las maestras del jardín, lo perso-nalizado que es el trato con cada chico y ca-

da padre del Colegio. Nos gustó sentir y saber que las maestras le prestan atención a cada uno de nuestros hijos.

¿Tenían alguna idea previa de cómo era el proyecto educativo de Tarbut? ¿Cómo lo ven reflejado en el crecimiento de sus hijos?Sí. El proyecto educativo lo conocíamos pero, sin dudas, verlo reflejado en nuestros hijos es una satisfacción doble.

Pensando en los próximos años de la edu-cación de sus hijos, ¿qué esperan que se lleven de Tarbut?Esperamos que nuestros hijos se lleven de Tarbut muchos amigos, valores y un sentido de pertenencia a la comunidad judía. Quere-mos que alcancen la capacidad de pensar en forma independiente y que obtengan herra-mientas para poder seguir creciendo y desa-rrollándose como personas en todo aquello que quieran emprender.

Karina Grynszpancholc y jorge Ma-yer - Papás de Santiago, Francisco y Juan


familia Mayer

familia Retik

familia Muzykanski

¿Por qué eligen Tarbut como el colegio pa-ra sus hijos? ¿Tenían algún nexo con la ins-titución antes de ser padres?Queríamos brindarles a nuestros hijos una edu-cación judía con buen nivel académico, en un colegio que les ofrezca un espacio con una in-fraestructura que propicie la diversión, el juego y el deporte. Tanto Nico como Vale, la tía de los chicos, son ex alumnos y guardan los mejores recuerdos de su paso por el Colegio.

¿Qué fue lo que más les gustó cuando se acercaron las primeras veces?La calidez y el entusiasmo de los docentes, las propuestas didácticas y la calidad humana de las familias con las que empezamos a com-partir cada día.

¿Tenían alguna idea previa de cómo era el proyecto educativo de Tarbut? ¿Cómo lo ven reflejado en el crecimiento de sus hijos?Las expectativas que teníamos se fueron cum-pliendo al ver cómo Leo y Eze disfrutan y apren-den todos los días. Verlos leer, escribir, com-prender hebreo e inglés, ¡nos sorprenden a cada momento!

Pensando en los próximos años de la edu-cación de sus hijos, ¿qué esperan que se lleven de Tarbut?Esperamos que continúen aprovechando las oportunidades que les brinda Tarbut, que si-gan generando nuevas amistades y que siem-pre mantengan la curiosidad y las ganas de aprender.

¿Por qué eligen Tarbut como el colegio pa-ra sus hijos? ¿Tenían algún nexo con la ins-titución antes de ser padres?Antes de que naciera nuestra hija mayor, Sol, conversábamos acerca de a qué colegio man-daríamos a nuestros chicos. Los dos tuvimos una educación judía basada en la tradición las costumbres y los valores; por lo tanto, estába-mos seguros de que íbamos a elegir un cole-gio de la red judía.Hubo varias razones que hicieron que Tarbut fuera la institución que finalmente elegimos para la educación de nuestros hijos. Pensan-do en el mejor futuro para ellos, consideramos que dentro de los colegios de la comunidad, Tarbut se destaca por la excelencia educativa en general, el altísimo nivel de inglés, los re-cursos tecnológicos de los que dispone al ser-vicio de la educación de sus alumnos y la im-portancia que le da al compromiso social. Además, tuvimos en cuenta el espacio físico de Olivos. Nos encanta que nuestros hijos pue-dan disfrutar de espacios abiertos y el hinca-pié que también hace el Colegio en el área de-portiva.Además, el hecho de que María fuera ex alum-na del Colegio tuvo que ver en la elección, in-cluso considerando que Tarbut siempre fue nuestra primera opción.

¿Qué fue lo que más les gustó cuando se acercaron las primeras veces?Lo que más nos gustó de la primeras reunio-nes antes de que Sol empezara el jardín, fue el entusiasmo con el que, tanto directores, co-

mo coordinadores y morot, nos transmitieron el proyecto educativo, lo cual se ve reflejado en el día a día.

¿Tenían alguna idea previa de cómo era el proyecto educativo de Tarbut? ¿Cómo lo ven reflejado en el crecimiento de sus hijos?La idea que teníamos estaba basada en que uno de nosotros era ex alumno, sumado a lo que nos habían transmitido en las reuniones informativas previas.Aún desde el jardín, vemos cómo todos los días los chicos vuelven a casa con nuevos apren-dizajes y, año a año, vamos notando la marca que va dejando Tarbut en todos los aspectos: desde escuchar a Mati en sala de 2 cantar can-ciones tradicionales de Shabat, Rosh Hasha-ná o reconocer los símbolos de nuestra tradi-ción, hasta que Sol nos tome lecciones de inglés con tan solo 4 años. Además, se refleja en la calidez y dedicación que Tarbut le brinda a cada uno de los chicos y esto hace que pue-dan disfrutar, aprender y sentirse parte de él.

Pensando en los próximos años de la edu-cación de sus hijos, ¿qué esperan que se lleven de Tarbut?Nos gustaría que puedan llevarse del Colegio las herramientas para poder desarrollarse y que logren desenvolverse personal y profe-sionalmente en un futuro. Que puedan apro-vechar las oportunidades que el Colegio les brinda en diferentes ámbitos y que desarro-llen un sentimiento de pertenencia hacia la institución.

Teresa Blanck y nicolás Vesochansky Papás de Ezequiel y Leandro

María Claudia Klimovsky y Eli Pro-cianoy - Papás de Sol y Matías


familia Vesochansky

familia Procianoy

CIENCIAS NATURALES: UNA NUEVA ORIENTACIÓN EN EL SECUNDARIO A PARTIR DE 2015

NUEVOSECUNDARIOTARBUT34

Desde hace algunos años, la modalidad del colegio secundario en la Provincia de Buenos Aires determina dos ciclos para su trayecto escolar: la ESB, Escuela Secun-daria Básica (7º, 8º y 9º); y la ESO, Escue-la Secundaria Orientada (10º, 11º y 12º).El primer tramo garantiza una estructura unificada, con materias comunes y sabe-res básicos requeridos para el abordaje posterior de los últimos tres años. Mate-rias como Prácticas del Lenguaje, Mate-mática, Ciencias Naturales, Ciencias So-ciales, Educación Física, Educación Artística, Construcción de Ciudadanía e Inglés organizan los diseños curriculares de esta etapa.En Tarbut, el plan de estudios propio su-ma a estas materias las del Departamen-to de Estudios Judaicos y las de nuestra propuesta bilingüe. Las materias judaicas son: Ivrit, Mekorot o Fuentes del Pensa-miento Judío e Historia Judía y las mate-

rias bilingües son: Combined Sciences, Environmental Management, Human Rights, Debating, English Literature, en-tre otras.Para el ciclo superior del nivel secunda-rio, la ESO, el Colegio Tarbut ofrece a sus alumnos la posibilidad de elegir una orien-tación entre tres:» Humanidades y Ciencias Sociales» Economía y Gestión de las Organizaciones» Comunicación, Arte y DiseñoTodas las orientaciones tienden a permi-tir que cada estudiante ejerza una elec-ción autónoma en función de sus intere-ses y gustos. Además, ayudan a que los jóvenes comiencen a proyectarse hacia una opción universitaria.Para el ciclo 2015, tenemos el orgullo de comunicarle a toda la comunidad educa-tiva que sumaremos a las orientaciones actuales una nueva en Ciencias Natura-les. Esta se propone como un espacio de

profundización y ampliación de conoci-mientos en áreas relacionadas con dicha disciplina, su divulgación y su impacto so-bre la sociedad. Mediante su implemen-tación buscaremos, por un lado, ahondar en las problemáticas inherentes a cada uno de los campos que integran las Cien-cias Naturales y, por el otro, potenciar los

Norma GoldmanDirectora - Nivel secundario

Todas las orientaciones tien-den a permitir que cada estu-diante ejerza una elección au-tónoma en función de sus intereses y gustos. Además, ayudan a que los jóvenes co-miencen a proyectarse hacia una opción universitaria.

aportes de estas ciencias en espacios multidisciplinarios, como los vinculados al medio ambiente o a la salud.La propuesta otorgará un enriquecimien-to suplementario y una mayor complejidad al enfoque de alfabetización científica que traen los estudiantes del primer ciclo. A partir del dictado de materias como Quími-ca Orgánica, Filosofía e Historia de la Cien-cia y Tecnología, Introducción a la Astrono-mía y a las Ciencias de la Tierra, Physics y Biology, se brindarán nuevas herramien-tas teóricas y prácticas que potencien el aprendizaje de nuestros alumnos. Los alumnos formados en esta orienta-ción tendrán una visión integradora y ac-tualizada tanto de las diferentes discipli-nas científicas, como del papel de la ciencia en la sociedad; podrán reconocer la producción histórica y socialmente si-tuada de la ciencia, relevante a su entor-no cultural; serán capaces de elaborar jui-

cios propios y autónomos a partir de la interpretación, organización y procesa-miento de datos; y valorarán el papel de la producción científica y tecnológica co-mo posibilidad de mejorar la calidad de vida del conjunto de la sociedad.

Los alumnos que elijan esta orientación también tendrán sus propios recorridos a la hora de aplicar para las acreditacio-

nes internacionales del IGCSE y del IB con los exámenes de las materias de Physics, Biology y Environmental Management.Esta posibilidad de sumar una orienta-ción más para los alumnos que el año en-trante cursen su 10º año en el Colegio Tar-but, es una de las acciones que resultan del proceso de crecimiento del secunda-rio. Junto al proyecto de construcción del nuevo edificio y al aumento en la matrícu-la inicial, nuevas propuestas pedagógicas surgen acompañando este movimiento. La apertura de esta orientación, soñada desde hace tiempo, cobra estado de rea-lidad a partir de esta nueva masa crítica de alumnos con la que contamos y que nos permite potenciar mejor los aprendizajes propiciando espacios que contemplen las individualidades, los gustos y los intereses de todos nuestros alumnos.

Esta posibilidad de sumar una orientación más para los alum-nos que el año entrante cur-sen su 10º año en el Colegio Tarbut, es una de las acciones que resultan del proceso de crecimiento del secundario.

Jánuca: la posibilidad de inaugurar una manera más sabia de vivir

EStUDIOS jUDáICOS36

Ya desde el inicio, el origen de Jánuca es dife-rente: los relatos ligados a esta festividad apa-recen en los libros de Macabeos I y Macabeos II y no en la Biblia (Tanaj) por decisión de los rabinos. Estos relatos cuentan los sucesos que se produjeron en Israel entre los años 165 y 163 antes de la Era Común (AEC).Durante el siglo II AEC, tiempo después de muerto Alejandro Magno, se impuso en Israel el imperio Seléucida con sede principal en Ba-bilonia. La reacción de los judíos frente a esta nueva potencia siria helenizante y continua-dora de lo griego fue bastante heterogénea:Cierto grupo optó por el sectarismo fundamen-talista y dejó Jerusalén, pues la consideraba un espacio corrompido y ajeno. Se proponían recuperar el entusiasmo mosaico original pa-ra imponerlo luego en las ciudades. Entre ellos, los llamados Esenios, pensaron hacerlo impo-niendo la palabra y predicaron en las aldeas cercanas al desierto. Mientras, los miembros de la comunidad de los Qumrán se prepara-ban para una posible guerra.En el extremo opuesto, un grupo importante de judíos deseaba el acercamiento a lo grie-

go, helenizaron sus nombres y aprendieron la lengua dominante para atender sus negocios en el gimnasio. Muchos de los hebreos más educados consideraban muy atractivos los nuevos paradigmas que planteaba el pensa-miento griego. En esa línea de adhesión a la cultura del dominador estaban los judíos más ricos y también los sacerdotes.Aún así, entre los aislacionistas por una parte y los helenizantes por otra, había un amplio grupo de judíos más observantes de la religión que no se oponía al dominio griego y a su car-ga impositiva y cultural siempre que se les per-mitiera practicar sus rituales en paz. Incluso, muchos de ellos estuvieron dispuestos a in-corporar ideas y prácticas helénicas a su coti-dianeidad.Sin embargo, ante el ascenso al poder de miem-bros de un movimiento reformista judío que se propuso acelerar drásticamente el ritmo de la helenización, la posibilidad de que griegos y judíos pudieran convivir en razonable armo-nía se disolvió. (Nota: lo cierto es que sabemos poco de este movimiento, ya que las crónicas fueron escritas por sus oponentes, los Maca-beos.)En el año 175 AEC los miembros de este mo-vimiento reformista hallaron un aliado peligro-so: Antíoco Epifanes, el nuevo rey seléucida,

quien necesitaba acelerar la helenización de sus dominios para aumentar la percepción de impuestos. Antíoco declaró ilegal la observan-cia del judaísmo: prohibió la práctica de la cir-cuncisión, el Shabat y el estudio de la Torá e impuso la pena de muerte como castigo al transgresor. Su mano derecha en Israel fue el Sumo Sacerdote (Cohen ha Gadol): Jason, quien fue sucedido por Menelao, también cer-cano al rey, apoyó una serie de decisiones con-trarias al despliegue de la vida judía y la prác-tica religiosaComo si todo ello no fuera suficiente, la cróni-ca del libro Macabeos I cuenta que una nueva provocación apareció en la escena en toda su grotesca gratuidad: un grupo de influyentes griegos desafiaron a los judíos y les ordenaron sacrificar un cerdo a un dios griego en el Gran Templo.El límite sutil de la tolerancia extrema se que-bró. Un grupo de judíos devotos, liderados por Matityahu de la familia de los Hashmonaim y luego por su hijo, Yehuda el Macabeo (HaMa-cabí I), tomaron espontáneamente las colinas de Judea. Iniciaron una guerra de guerrillas contra el ejército sirio-griego valiéndose de su conocimiento de la geografía local y de un cre-ciente apoyo popular. El conflicto armado se sostuvo por casi tres durísimos años, al final

un BREVE PaSo PoR La HiSToRia

Jánuca es una festividad apasionante. Por eso, es importante conocer su historia. Si vamos más allá de la mera anécdota, vamos a poder proveernos de recursos interesantes que nos permitan actuar sabiamente en la vida cotidiana. En esta nota, los invitamos a ver la fiesta de Jánuca a través de una mirada diferente a la que estamos acostumbrados.

Fabiana Kramarz - DirectoraDepartamento de Estudios Judaicos

de los cuales, los Macabeos obtuvieron una inesperada victoria. Los guerreros judíos en-traron a Jerusalén donde encontraron el Gran Templo (Beit ha Mikdash) en ruinas y profana-do con ídolos. Se tomaron un tiempo para po-nerlo en condiciones y lo reinauguraron el 25 de Kislev. A propósito de esto, el término “já-nuca” significa “inauguración” y refiere a la re-apertura de ese lugar sagrado de oración.Según la tradición talmúdica, una vez que to-do estuvo listo, Yehuda HaMacabi ordenó ocho días de celebraciones a fin de purificar el Tem-plo. El problema fue que solo había reservas de aceite para alimentar el candelabro sagra-do por un solo día. Aún así, este fue encendi-do y ocurrió lo impensado, lo milagroso: la di-minuta vasija de aceite ardió durante ocho días.A partir de entonces, los judíos observan, des-de el 25 del mes de Kislev y durante ocho días, la festividad de Jánuca en honor a esta histó-rica victoria macabea y al concebido “milagro del aceite” (Talmud de Babilonia, Shabat 21b), un modo de convocar cada año la posibilidad de la maravilla, tanto para ellos como para no-sotros.

Entre los rituales de Jánuca, el principal es en-cender velas en un candelabro de ocho bra-zos llamado janukiá. Cada día se enciende una nueva luminaria hasta completar el candela-

bro. Además de las ocho velas principales, la janukiá tiene una vela auxiliar llamada sha-mash, que tiene la función de encender a to-das las demás. Para que todos se enteren del milagro ocurrido en Jánuca, lo ideal es encen-der la janukiá junto a una ventana cuando co-mienza el anochecer.Las bendiciones de Jánuca al encender las velas:Bendición #1

Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del univer-so, que nos has santificado con Tus precep-tos y nos has ordenado encender la vela de Jánuca.

Bendición #2

Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del univer-so, que realizaste milagros para nuestros an-tepasados, en aquellos días, en esta época.

Bendición #3Esta bendición se dice solo la primera no-che.

Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del univer-so, que nos has mantenido con vida, nos sos-tuviste y nos has permitido llegar a este mo-mento.

RiTuaLES DE jánuCa

OTRAS COSTUMBRES DE JÁNUCA:

Este año, Jánuca comienza el 17 de diciembre y se extiende por ocho días hasta el 24 de di-ciembre. Dejamos algunas prácticas que se acostumbran:» Comer comida “aceitosa” como latkes y sufga-niot (pequeñas tortillas y rosquitas de merme-lada) para recordar el milagro del aceite.» Dar Dmei Jánuca (un poco de dinero) a los chicos.» Hacer girar el Sevivón, un trompo o perinola de cuatro lados con una letra en cada uno de ellos.

¿Cuál es el origen del Sevivón?En tiempos en los que el estudio de la Torá es-taba prohibido, los chicos judíos continuaban estudiando, pero si alguien sospechoso se acercaba, sacaban rápidamente un Sevivón -una perinola- y simulaban estar jugando.

Una lectura posible de la gesta macabea que nos puede servir para nuestro día a día:» Los judíos estaban en una situación difícil.» Allí donde “el otro” poderoso los sometía a per-der lo propio, ellos buscaron en su interior la ver-dadera fortaleza.» Creyeron en sus posibilidades, apostaron por ellos mismos y les fue muy bien.

Una huella deafecto

-38-NUESTRA

GENTE

ENTREVISTA A IRENE ARCAUTE

Una huella deafecto

Es muy común, y a la vez aterrador, cuestionarnos acerca de cuál es la marca que dejamos en la

mente y en el corazón de la gente que nos conoce. Una de las ventajas más grandes de trabajar

en educación es que las huellas que dejamos en los alumnos son fáciles de reconocer porque ellos

son el testimonio vivo de lo que supimos transmitirles.

Después de más de veinte años de una labor plagada de reconocimientos, los trazos que dejó Ire-

ne Arcaute -maestra del nivel primario- se encuentran por todo Tarbut; y aún después de tanto

estudiar, enseñar y aprender, el afecto sigue siendo su huella preferida.

Por Pablo Yafe

¿Cómo empezamos?Bueno, mi nombre es Irene Beatriz Arcaute, nací en Buenos Aires en el año 1952, soy la menor de dos hermanas y, desde siempre, vi-vo en el barrio de Belgrano.

¿Cómo describirías tu infancia? ¡Hermosa! Fue una infancia diferente de lo que se podría concebir hoy como tal; no mejor, pe-ro sí diferente. Yo la llamaría “una infancia a puertas abiertas”, donde ibas directo a la ca-sa de tu amigo para preguntarle a la madre si podía salir a jugar. Ahí, en el medio de la calle, se sellaban pactos muy fuertes y yo los disfru-té enormemente.

¿Cómo eras como alumna? Siempre fui muy buena alumna y siempre me gustó mucho aprender, estudiar y saber. Mi primera experiencia como estudiante fue en una escuela pública del barrio. Guardo recuer-dos muy gratos de aquella época, especial-mente el haber aprendido el respeto hacia los mayores, el valor del conocimiento y el del es-fuerzo. Era una época diferente, había menos materias, menos diversificación, pero mucho que aprender.

¿Y el secundario?Durante el secundario fui a una escuela de

monjas. No es que mis padres fueran dema-siado observantes, pero sí soy de fe católica, quedaba cerca de casa y era un muy buen co-legio. Estaba presidida por monjas con una mi-rada muy progresista respecto de la pedago-gía y la didáctica. Me alineé muy bien con la propuesta del colegio y fui muy feliz.

¿Cómo fue la experiencia universitaria?Complicada. Pensá que yo estudié entre 1970 y 1976, la transición entre dos dictaduras, una más cruenta que la otra. Terminé de recibirme de psicóloga con las armas apuntándonos por detrás. La facultad estaba muy politizada y hu-bo que graduarse a los ponchazos. Por eso, después de egresar, tuve que intentar perfec-cionarme porque no había sido una carrera en la que se profundizara demasiado sobre nin-gún tema, tuvo muchos agujeros.

¿Ejerciste la profesión? No. En algún momento -en el que ya me encon-traba trabajando en la docencia- tuve que de-cidir qué camino seguir. Una cosa llevó a la otra y, con mucha naturalidad, terminé eligiendo la docencia.

¿Cuál fue tu primer trabajo?Mi primer trabajo fue en un supermercado. Re-sulta que cuando terminamos el secundario,

sabíamos que necesitaríamos dinero para po-der irnos de viaje de egresados a Bariloche. Así que, junto a algunas amigas del colegio, nos acercamos al hipermercado Casa Tía -don-de nos tomaron inmediatamente por tener el secundario completo- y durante veinte días nos divertimos trabajando en un sin fin de pues-tos: desde repositoras, pasando por cajeras y hasta cortadoras de quesos.

¿Y en docencia?La primera escuela en la que trabajé fue el Ins-tituto La Lucila. Por algún motivo, siempre ejer-cí en escuelas privadas de la Provincia de Bue-nos Aires. Como ahí fue donde conseguí mi primer trabajo, comencé a generar contactos en la zona y nunca me moví. Luego, trabajé en el San Ladislao y después de muchos años co-mencé a enseñar en el Michael Ham durante las mañanas y, hace ya veinte años, en el Co-legio Tarbut durante las tardes.

¿Cómo llegaste a Tarbut?Estaban necesitando docentes y yo quería ocu-par mi franja de la tarde con otra institución, así que me presenté a una entrevista. Fue una situación muy particular que nunca voy a olvi-dar, quien me entrevistó para entrar al Cole-gio, se sentó frente a mí y luego de un largo si-lencio me dijo: “¿Querés saber cómo es Tarbut?

Mirá por la ventana: ¿ves que están todos co-rriendo? Bueno, acá, en Tarbut, se corre y no se frena nunca”.

¿Pudiste apropiarte de esa impresión? Absolutamente. Era todo muy dinámico y se notaba que había que tener mucha flexibilidad para adaptarse al ritmo. En un principio fue un tanto chocante adaptarme al nivel de libertad e informalidad con el que los alumnos se des-envolvían dentro de la escuela. Luego, en una síntesis entre mi adaptación por un lado y el reconocimiento de las ventajas de dicha liber-tad por el otro, me incorporé fuertemente con el estilo del Colegio.

¿Cómo fueron tus primeros años?Empecé como maestra volante, que es quien reemplaza a los docentes que tienen que au-sentarse por algún motivo. Luego, como titu-lar tomé los cursos de 6° año del primario. Siempre enseñé Matemática y Ciencias Natu-rales.

Pero esa no es tu formación profesional, ¿cómo hiciste?Hacía falta una profesora de Matemática por-que la titular se había tomado una licencia, así que la reemplacé de la mejor manera que pu-de. Cuando terminó el año, Lili Cánepa me ofre-ció el cargo titular. Fue una apuesta que siem-pre valoré mucho y de la cual estoy muy

agradecida. Así que, durante muchos años fui maestra de 6º hasta que me pidieron que to-mara los cursos de 5º año del primario, en los cuales hoy continúo trabajando. Ciertamente ese fue un desafío, porque yo nunca había tra-bajado con niños tan pequeños y el crecimiento

de los chicos a esa edad es impresionante: Los despedís antes de las vacaciones de invierno y cuando regresan dos semanas después, son personas completamente diferentes.

¿Notás alguna diferencia entre los alumnos que tenías cuando comenzaste y los alum-nos que tenés ahora? Creo que hoy la cuestión disciplinaria y la nor-mativa son mucho mejor acatadas que duran-

te los años ‘90. Pero, por otro lado, quizás la valoración del saber era mayor en ese enton-ces. No sé, siempre es difícil hacer un juicio por fuera de lo descriptivo respecto de cómo han sido las diferentes generaciones. Yo pre-fiero decir que las experiencias educativas y vinculares son diferentes entre sí, ni mejores ni peores.

¿Cómo describirías los momentos más gra-tificantes de tu vida en Tarbut?Una docente tiene miles de anécdotas y qui-zás sean todas similares, pero lo que se res-cata es una sensación de satisfacción gene-ral. La realidad es que los años en 6º fueron muy gratificantes porque teníamos la respon-sabilidad de preparar a los chicos para el se-cundario. No todos se quedaban en Tarbut y había una apuesta muy fuerte de los alumnos por ingresar al Nacional Buenos Aires o al Car-los Pellegrini. Yo trabajaba como maestra pa-ralela con Silvia Laino y formábamos un exce-lente equipo, nos sentíamos responsables de las ambiciones académicas de nuestros alum-nos. La matemática, especialmente, tenía un lugar muy fuerte y recibíamos mucho recono-cimiento por parte de las familias. No quiere decir que eso ya no exista, pero, afortunada-mente, hoy se valoran otros talentos y capaci-dades además de la matemática. En un plano completamente diferente, los Iom Sport siempre me entusiasmaron muchísimo;

...“quien me entrevistó para en-trar al Colegio, se sentó frente a mí y luego de un largo silencio me dijo: “¿Querés saber cómo es Tarbut? Mirá por la ventana: ¿ves que están todos corriendo? Bue-no, acá, en Tarbut, se corre y no se frena nunca”.

-40-NUESTRA

GENTE

también recuerdo especialmente la inaugura-ción del edificio del secundario y los festejos del 40º y del 50º aniversario. Poder participar de la celebración del Colegio desde un lugar completamente distinto al habitual me pare-ce algo muy lindo. Una se encuentra con los chicos, los mira diferente y ellos te miran de otra manera. En términos generales, el víncu-lo con los alumnos en Tarbut es muy particu-lar: no en todos los colegios ocurre que cuan-do pasan al secundario siguen manteniendo el mismo cariño y afecto que cuando eran tus alumnos. Aquí, el cariño es permanente. Siem-pre es gratificante el comienzo de cada año lectivo. Las expectativas que se generan, tan-to por el nuevo grupo de alumnos como por la conformación del cuerpo docente, represen-tan momentos de profunda alegría que se re-piten cada año.

¿Y los momentos no tan agradables?Yo entré a Tarbut en 1994, un año dificilísimo para la comunidad judía en general, y para el Colegio en particular, por el atentado a la se-de de la AMIA y DAIA. Se respiraba un ambien-te muy pesado y se sentía mucho temor dan-do vueltas y, por mi inexperiencia, era muy chocante el hecho de que te revisaran tanto en la puerta. En general, todos en el Colegio estaban muy dolidos y había que trabajar cons-tantemente con la representación que los chi-cos se hacían de todo lo que había ocurrido. No fue fácil. Por otro lado, el incendio también fue muy do-loroso para todos. Pero, como se suele decir, el modo en el que nos amuchamos y colaboramosentre todos para poder sacar las cosas adelantefortaleció mucho a la institución como equipo de trabajo. Aun así, la imagen del edificio des-truido fue desgarradora para todos.

¿Cuál es la huella que creés que Tarbut de-ja en vos?Justamente de lo que estábamos hablando: la

importancia casi excluyente del trabajo en con-junto. La organización del Colegio y los equiposson diferentes, por lo que se generan dinámi-cas distintas. Aquí es donde verdaderamente aprendí no solo a operar en conjunto y pensar de a muchos, sino que lo incorporé a mi vida como valor. También siento la huella del reconocimiento. Siempre me sentí reconocida por el cuerpo di-rectivo, como profesional y como compañera. Y aprendí, gracias a esa devolución, que es fundamental saber reconocer el trabajo de los demás cuando lo amerita.

¿Y cuál es la huella que vos creés haber de-jado en Tarbut? Uno siempre deja huellas. Si no, es casi como no haber vivido. Lamentablemente, hay per-sonas que dejan huellas negativas, pero es ca-si imposible pasar sin dejar algún tipo de im-pacto en los demás. Vivir es dejar huellas. No sabría decir exactamente cuál fue la mía aquí, pero la siento cuando me encuentro con una madre que se acerca y me abraza de alegría al saber que su segundo, tercero o cuarto hijo va a ser mi alumno y me dice: “¡Qué bueno Ire-ne! ¡Otra vez con vos!”. Sí, ahí está mi huella, y es una huella de afecto.

¿Hacia dónde creés que se dirige el Colegio?Sin dudas, hacia las nuevas tecnologías. Su di-namismo lo orienta a estar aggiornado con lo

último, pedagógica y didácticamente hablan-do. Creo también que hay nuevas miradas so-bre lo escolar que están desembarcando en Tarbut. Quizás, a quienes ya tenemos demasia-dos años nos cueste darnos cuenta exactamen-te en qué consisten, pero, por los tiempos que corren, hay una nueva educación que va hacia lugares diferentes y más interesantes. Será cuestión de ir caminando de a poquito mien-tras vaya ocurriendo, para no tropezarnos.

¿Dónde te ves vos en ese futuro?Yo voy a estar visitando Tarbut durante todo ese recorrido. No será algo de lo cual yo sea protagonista, sino que veré cómo mis nietos disfrutan -en el colegio en el que se encuen-tren- de las nuevas propuestas que el mundo depare para ellos. Me quedan pocos años de trabajo antes de jubilarme así que, si bien es-toy segura de que lo voy a ver, también estoy segura de que va a ser desde afuera.

¿Algún deseo para Tarbut?Deseo que los docentes más jóvenes de es-ta institución trabajen con la misma vocación, fuerza y convicción que siento yo en este mo-mento. Que el Colegio siga creciendo con el mismo empuje y que, por último, en algunos años, cuando me toque volver para visitar, me reencuentre con rostros conocidos y que el cariño y los abrazos sean los de siempre.

...”no en todos los colegios ocu-rre que cuando los alumnos pa-san al secundario siguen mante-niendo el mismo cariño y afecto que cuando eran tus alumnos. Aquí, el cariño es permanente”.

...”Uno siempre deja huellas. Si no, es casi como no haber vivido”.

FIN DE CICLOS42» NIVEL INICIAL

Aprender a extrañar

Falta poco para que pasen a primer grado, ¿qué van a extrañar del jardín?

-“Yo voy a extrañar a las morot, los juegos del patio y la cancha de fútbol”.

-“Acá en el jardín jugamos todo el tiempo, hay muchos juguetes en la sala ¿Cómo vamos a hacer el año que viene?”

-“Voy a extrañar la asamblea, cuando nos con-tamos novedades. Una vez me tocó dirigirla a mí ”.

-“Era lindo cuando cada nene traía la bolsa de “Mi día” y nos enseñaba algo. A mí me gustó cuando Luciano enseñó a hacer avioncitos de papel, cuando con Julieta aprendimos a hacer trufas y cuando Tomy nos explicó como atar-nos los cordones”.

-“Voy a extrañar cuando mis amigos tocaron el shofar en la asamblea ¡Yo los escuchaba muy

bien! También voy a extrañar a Saprili -el per-sonaje que hacía la morá Betty para contar cuentos- que nos contaba historias lindas co-mo la de Toto y la pelota”.

-“A mí me gustó cuando nos disfrazamos de la época colonial en la sala y nos pasábamos el mate; o cuando Ruty, en el descanso, nos pa-saba cuentos en la grabadora como Don Fres-quete de María Elena Walsh”.

-“¡El descanso! eso es lo que voy a extrañar, porque en la primaria no hay”.

-“Voy a extrañar todo del jardín, especialmen-te, cuando hicimos un restaurante en la sala que se llamaba Sonrisas”.

-“O cuando hicimos la fiesta de Simjat Torá y bailamos con la Torá”.

-“Yo voy a extrañar mucho a Jorge en Educa-ción Física y cuando trabajamos en el libro de

Los 5”.

-“Voy a extrañar las clases de música de Deby”.

¿Y cómo se imaginan que es la primaria?

-”Va a haber sillas y mesas para que cada uno estudie”.

-“Para mí que no hay juguetes. Vamos a tener que estudiar mucho y leer muchos libros”.

-“¡Y vamos a tener recreos! Eso es cuando sue-na “la sirena” y salimos al patio a jugar”.

-“¡Y va haber una cancha de fútbol más grande!”.

-“Vamos a tener que inventarnos más juegos, no hay trepadoras, ni calesita, ni casita”.

Federico Bekerman5° C - Pintores del mundo

Mora Levy5° A - Escritores de fantasías

Nicolás Waisman5° A - Escritores de fantasías

Jazmín Herscovich5° B - Constructores maravillosos

Lucila Tyszler5° D - Salpicones de sueños

Tobias Miranda5° E - Creadores de alegría

» ESCUELA INTERMEDIA

Un cierre lleno de sensaciones

FIN DE CICLOS / 43

Ciclos que se cierran. Ciclos que se abren. Tristezas y expectativas. Las ganas de que el momento lle-gue y de ser más grandes se contraponen a los deseos de que esto no suceda, de seguir siendo chicos por un rato más. Como sea que se lo viva, la finalización de la escuela intermedia es un momento bi-sagra en el que los chicos hacen un balance personal de lo que les sucedió y se aprontan a dar el paso hacia la secundaria.

“Todo empezó en el jardín, donde nuestra ma-yor preocupación era pintar sin pasarnos de las rayas”, sintetiza Tomás Waisburg de 7ºA y agrega: “Luego nos graduamos, pasamos a primer año y nos empezamos a llevar tarea a casa y entonces nuestra responsabilidad cre-ció. El tiempo pasó y ya estábamos en segun-do, tercero y cuarto. Entramos a quinto donde algo nos decía que la intermedia iba a ser difí-cil; y, finalmente, llegó. Nuestra autonomía cre-cía: nos dejaron de servir la comida y empeza-mos a comprarla por nuestra cuenta”.

Agustina Bierfass de 7ºC da cuenta de la am-bigüedad del momento cuando escribe: “Es-toy feliz de comenzar esta nueva etapa, con nuevos aprendizajes y experiencias y, por el otro lado, un poco triste por todo lo que estoy dejando atrás. A pesar de que muchos siga-mos en Tarbut, todo será distinto: un nuevo edificio, algunos amigos de siempre que co-

menzarán otro camino y otros nuevos por co-nocer. Aunque nos sigamos viendo, no va a ser lo mismo”.

Hernán Schvarzman de 7ºB, en cambio, vive la situación de otra forma ya que sostiene que “es el fin de un ciclo porque se termina la pri-maria, cambia el curso con el que venís com-partiendo muchos momentos muy divertidos desde cuarto y empieza uno nuevo porque en el secundario todo es distinto. Habrá materias que nos gusten y otras que, quizás, no nos gus-ten tanto, pero todas nos servirán para apren-der mucho”.

Finalmente, Mora Elsztain de 7°D evalúa el proceso vivido y se proyecta alegre hacia su porvenir: “Creo que todos hemos llegado al cierre de este ciclo lleno de aprendizajes: apren-dimos a respetarnos, a estar, jugar y trabajar juntos. Crecimos como grupo y también, cada

uno individualmente junto a los maestros, pro-fesores y tutores. En estos años, aprendimos a ayudarnos para lo que sea. Los cambios de grupo nos dieron la posibilidad de hacer nue-vos amigos, de conocernos de maneras dife-rentes y de crecer en todo sentido. Los profe-sores nos han ayudado a conocer cosas nuevas; a solucionar algunos de nuestros problemas -por más grandes o chicos que fueran-; a que, poco a poco, podamos ser más independien-tes y autónomos; a que estemos listos para co-menzar este nuevo ciclo. Agradecemos poder estar en un colegio que nos permite crecer con libertad, aprendiendo a razonar y a potenciar nuestras capacidades en un entorno de con-fianza y calidez. Estamos seguros de que ven-drán muchos momentos más para seguir for-mando lo que empezamos en Tarbut”.

44 / FIN DE CICLOS

» NIVEL SECUNDARIO

“Ya estamos grandes”

Nos encontramos en un momento particular. No sabemos exactamente cuándo fue que su-cedió todo, cuándo fue que dejamos de medir la mitad de lo que medimos ahora o en qué mo-mento dejamos de tener voces chillonas. Es di-fícil recordar cuándo nuestros objetivos e idea-les sobre la vida abandonaron su ingenuidad. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, estába-mos en un edificio nuevo, con aulas diferentes, con algunas caras conocidas y otras por cono-cer. En un parpadeo nos atraviesan de manera fu-gaz los grandes momentos que vivimos en Tar-but: la entrega de las netbooks, los campamen-tos a Bariloche, Córdoba o Mendoza; el intercambio a Philadephia; Marcha por la Vida. Lo que en algún momento fue objeto de nues-tra ansiedad, hoy ya forma parte de nuestros recuerdos más vivos. No fue hasta hace muy poco tiempo que, en la intimidad del grupo, comenzamos a caer en la cuenta de que este ciclo estaba finalizando y que estaba llegando el momento de tomar de-

cisiones importantes, como por ejemplo, qué carrera universitaria elegir. “Ya estamos grandes” nos decimos, sin saber a ciencia cierta, qué es lo que ello significa. En principio, podemos decir que la rutina de pasar ocho horas por día, cinco días a la semana, nue-ve meses al año en Tarbut, tiene fecha de ven-cimiento. Nos toca dejar atrás el lugar donde crecimos; donde aprendimos a leer y a escribir, a sumar y a restar. Nos toca ir hacia un lugar nuevo y desconocido. Tarbut es donde nos en-señaron a entender, a compartir, a crecer como personas de bien y a forjar valores junto a do-centes y compañeros que atesoraremos por siempre. A medida que fueron pasando estos años, fui-mos tomando forma como grupo. Creamos nues-tros propios códigos y logramos llevarnos mu-cho más de una clase y de un profesor que meros contenidos. No tenemos dudas de que dejaremos una marca en el Colegio ni tampo-co vacilamos al decir que este grupo deja una huella en cada uno de nosotros. Es entonces

cuando pensamos en nuestro presente y en nuestro futuro y nos es imposible hacerlo por fuera de la marca que Tarbut nos dejó. Por los campamentos, los exámenes, las tareas, los recreos, los libros, los momentos de felici-dad, los de frustración, los de angustia y los de excitación; por los mimos, el apoyo, los incenti-vos y los consejos, queremos agradecer profun-damente a todos aquellos que formaron parte de nuestra formación, tanto en lo académico como en lo humano.

Yael Ponieman 12º Nivel secundario

colegio tarbut - inicio · dad de una manera mucho más feliz. en mi rol como líder de...

Documents