coeducacion filo

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Frase final Coeducar es educar a unas y otros considerándolos con igualdad de derechos y oportunidades sin diferenciar los mensajes en función del sexoCONCLUSION Hoy en día la participación de las mujeres en los diferentes escenarios de la sociedad es evidente, aunque se ve obstaculizado en algunas ocasiones por los modelos culturales del género dominante. Las mujeres como ciudadanas, deben ser tan libres como los hombres, a la hora de decidir y ejercer papeles en la sociedad, esto requiere la eliminación de las barreras de la discriminación y del perjuicio. Desde la educación se pretende romper con los límites impuestos por las categorías de género, que rompa con las jerarquías entre los dos sexos. Llevar a cabo la Educación para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, requiere nuevas prácticas educativas. Para ello es necesario, no sólo un proceso formativo que desarrolle capacidades, sino también la modificación de actitudes objetivos Educar para que los niños y las niñas se sientan bien siendo lo que quieren ser. Utilizar un lenguaje que represente ambos sexos. Es ampliar las oportunidades educativas y formativas de todas las personas. Es compartir lo que hombres y mujeres desde lo que somos, desde nuestra historia, desde lo que hemos aportado al conjunto de la humanidad. Es dar el mismo valor al hecho de ser hombre o al hecho de

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Frase final

Coeducar es educar a unas y otros considerándolos con igualdad de

derechos  y oportunidades sin diferenciar los mensajes en función del sexo”

CONCLUSION

Hoy en día la participación de las mujeres en los diferentes escenarios de lasociedad es evidente, aunque se ve obstaculizado en algunas ocasiones por losmodelos culturales del género dominante.Las mujeres como ciudadanas, deben ser tan libres como los hombres, a la hora dedecidir y ejercer papeles en la sociedad, esto requiere la eliminación de las barreras dela discriminación y del perjuicio.Desde la educación se pretende romper con los límites impuestos por las categoríasde género, que rompa con las jerarquías entre los dos sexos.

Llevar a cabo la Educación para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, requiere nuevas prácticas educativas. Para ello es necesario, no sólo un proceso formativo que desarrolle capacidades, sino también la modificación de actitudes

objetivos

Educar para que los niños y las niñas se sientan bien siendo lo que quieren ser.

• Utilizar un lenguaje que represente ambos sexos.

• Es ampliar las oportunidades educativas y formativas de

todas las personas.

• Es compartir lo que hombres y mujeres desde lo que somos,

desde nuestra historia, desde lo que hemos aportado al

conjunto de la humanidad.

• Es dar el mismo valor al hecho de ser hombre o al hecho de

ser mujer.

• Es educar a hombres y mujeres completos proporcionándoles

saberes que les ayuden a entender este mundo, dándoles la

oportunidad de conocer y trabajar sobre sus emociones y

sentimientos, estimulándoles a tener en cuenta que necesitan y son necesarios para las personas con las que conviven.

Objetivo 1:¿Qué se entiende por Coeducación?

Objetivo 2:Reconocer las situaciones sexistas a nuestro alrededor

Objetivo 3:El trabajo doméstico y el cuidado de la familia es responsabilidad de todos y todas

Objetivo 5:Analizar y reflexionar sobre violencia DE GENERO

CONTENIDOS

1. Coeducación e igualdad de oportunidades entre los sexos.2. La coeducación en la familia.3. La coeducación en la escuela.4. La lucha por los derechos legales.5. El sexismo en el lenguaje.6. El sexismo en la publicidad.7. Los trastornos alimentarios.8. La prevención de la violencia contra la mujer.9. La educación sexual en Infantil y Primaria.

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introduccion

Los debates sobre género, en tanto que expresión social de los roles asignados a las personas de acuerdo con su sexo de pertenencia, se han convertido en uno de los más serios y recurrentes terrenos en los que se pone en cuestión el futuro de la organización social, tal y como es sostenida actualmente. La toma de consciencia individual y colectiva de las mujeres, así como las manifestaciones sociales y lucha de las mismas, han supuesto que, a pesar de todas las resistencias, los cimientos de una sociedad organizada sobre la base de la desigualdad sexual, se resquebrajen (Escarvajal, 2001).

    Por ello, se hace necesaria cada día la lucha por la consecución de la igualdad de sexos y la separación de los límites marcados por el sistema de género. Y, naturalmente, uno de los espacios privilegiados para conseguir los objetivos de igualdad es el educativo, hacer que la educación revise profundamente sus qué, cómo y para qué en el aula y fuera de ella (Escarvajal, 2001).

    Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos y avances en este aspecto, persisten actitudes sexistas que originan discriminación y que pasan desapercibidas para la mayoría de los individuos (Hernández y Sánchez, 2001).

1. Coeducación e igualdad de oportunidades entre los sexos.

El concepto de coeducación es de mayor amplitud y riqueza que el de enseñanza mixta. Estesegundo hace referencia a la práctica consistente en que alumnos y alumnas estén en las mismasaulas, reciban el mismo tipo de enseñanza, se sometan a las mismas exigencias y realicen idénticas evaluaciones.La coeducación supone y exige una intervención explícita e intencionada que ha departir de la revisión de las pautas sexistas de la sociedad y de las instituciones en los que sedesarrolla la vida de los individuos, especialmente de las instituciones vinculadas a la tarea de laeducación, ya que desde ellas se construye y transmiten los estereotipos de lo masculino y lofemenino.La coeducación supone y exige situaciones de igualdad real de oportunidades académicasprofesionales y en general, sociales, de tal modo que nadie - por razones de sexo - parta de unasituación de desventaja o tenga que superar especiales dificultades para llegar a los mismos objetivos.

2. La coeducación en la familia.

La vida cotidiana y familiar ha variado sustancialmente con respecto a formas del pasado

tenemos máquinas que ayudan en los quehaceres domésticos, existe ropa confeccionada y comida preparada o precocinada, la jornada laboral del ama de casa, que antes se prolongaba a lo largo de todo el día, ahora ha disminuido.

Las encuestas demuestran que todavía es la mujer la que lleva adelante la mayor parte del trabajo del hogar, y esto independientemente de que trabaje fuera de casa o no, pertenezca a una región u otra, incluso a un país u otro. Este hecho sólo se soslaya de algún modo en función de la pertenencia a una clase social muy privilegiada.

Muchas familias todavía tienen la opinión de que ciertas tareas de la casa son exclusivamente para las chicas, mientras que otras, corresponden a los chicos.

Como las tareas de las chicas son la mayoría, la consecuencia es que las mujeres hacen casi la totalidad del trabajo doméstico, aun cuando trabajen también fuera del hogar y lleguen a casa tarde y cansadas, o que las hijas estudien lo mismo que los hijos y tengan que dedicar el mismo tiempo a sus deberes escolares.

Analizado el entorno familiar de los alumnos, tras pasar un cuestionario, se hadetectado lo siguiente:En un porcentaje del 85%, los padres reconocen que las tareas de la casa escosa de dos, pero también reconocen que no suelen cumplirlo, pues llegan

demasiado cansados del trabajo, muchos achacan a que el desempeño detrabajos físicos les deja agotados como para tener que llegar a casa y hacerlas tareas del hogar.Que hay hombres que no se atreven a decir que en casa cocinan, planchan yfriegan por temor a sufrir las burlas de amigos en el pueblo ¿Tan arraigadosestán ciertos estereotipos?Que en un porcentaje de un 30% de mujeres, creen que las laboresdomésticas son cosas de ellas, pues su marido es un puro desastre y creenque ellas desempeñan mejor estas labores.Que un porcentaje importante creen que su trabajo requiere menos esfuerzofísico que el del hombre y que disponen de menos horas de contrato laboral yse dedican a las labores de casa.Se observa que en el reparto de tareas del hogar hay una tendencia sexista,por ejemplo: el marido cuida el jardín, lava el coche, lo lleva al taller, etc. Lamujer por su parte lleva al niño/a al colegio, se encarga de la limpieza, hace lacompra, etc.También se aprecia como las expectativas de las mujeres son mucho menoresque las de los hombres. Ellos aspiran a buscar un trabajo mejor, cambiar decoche, etc, sin embargo las mujeres, buscan el cuidado de los hijos y serfelices con lo que tienen (conformidad).

La verdadera asignación de género se adquiere en el proceso de socialización elcuál se inicia desde el nacimiento. Cuando nace un bebé, una de las primeraspreguntas que se hacen es si es niño o niña, poniéndose desde ese momento enfuncionamiento una serie de estereotipos sociales ligados al sexo y que van a influirdirectamente en su interacción con él.A los bebés se les percibe de diferente manera según su sexo, las niñas son vistascomo delicadas y débiles, los varones como robustos, fuertes, grandes...De estamanera es como padres y madres comienzan a relacionarse de forma diferenciadacon su hija o hijo, se les valora cosas diferentes, el juego, el lenguaje que se emplea ylas expectativas hacia unos y otras son diferentes, dando lugar a una precozadquisición de los papeles estereotipados de género que van a condicionar lapersonalidad infantil, desarrollando capacidades, destrezas, habilidades..., distintaspara posibilitar la adecuación del hijo o hija a lo que la sociedad espera según su sexo.Unido a la diferente reacción de las personas adultas según el sexo del bebétenemos que añadir la tolerancia hacia el llanto del niño o la niña. El llanto es asociadoal mundo emocional y la sensibilidad lo cuál es adecuado para la niña, pero prontodejará de ser deseado para el varón uniéndose a la rápida respuesta cuando él llora,frases como.. . “los niños no lloran”, mientras que a la niña, aunque se acuda a ella, sele acunará pero la dejaremos llorar.Así los niños pronto aprenden que el llanto no es un comportamiento adecuado paraellos, como tampoco la expresión de sus sentimientos y emociones, mientras que lasniñas aprenden lo contrario.El instrumento por excelencia de comunicación es el lenguaje y lo utilizamos paradelimitar y transmitir las diferencias existentes en nuestra sociedad por razón de sexo.Tanto el lenguaje oral como gestual se utiliza e interpreta de forma diferente según elsexo del bebé.En general, a las niñas se les habla más, se les hacen más caricias y se les ofrecemenos estímulos, mientras que a los niños se les habla menos y se juega más conellos, pudiendo estar esta diferenciación justificada en base a los comportamientosque se consideran adecuados para la niña y el niño: la niña es más comunicativa, másapta para el lenguaje y está menos capacitada para el deporte, mientras que el niño esmás activo, más apto para el deporte y menos comunicativo.

También ante juegos y comportamientos se actúa de forma diferente con los niñosque con las niñas. De los niños se espera que sean atrevidos, traviesos, valientes yagresivos.Con respecto a los juegos, también hay juegos adecuados para niños y juegosadecuados para niñas. En este aspecto se es más rígido y esta peor visto que el niñojuegue con niñas a juegos considerados de niña “casitas, muñecas”, mientras que conlas niñas no se es tan estricto, tal vez se deba a que en el niño se considera comopoco varonil o en lenguaje vulgar “de mariquitas”.En las niñas sin embargo, si se permite que intervengan en juegos de niños o almenos existe una mayor tolerancia. Por tanto, a los niños no se le esta permitido jugara juegos de niñas, mientras que con las niñas si estas juegan a juegos varoniles no seinterviene.Los padres y madres tratan de modo distinto a los hijos e hijas desde el mismonacimiento. Los padres, estimulan más a los varones y las madres más a las niñas,3como consecuencia, el padre ejerce un importante efecto sobre el desarrollo del papelsexual del hijo y la madre en la hija.

3. el sexismo en el lenguaje

El término 'sexismo', tal y como recoge el Diccionario de la Real Academia (DRAE), designa la 'discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior al otro'. El femenino es el que de manera sistemática ha sufrido este trato en todos los ámbitos de la vida, y el lingüístico no es una excepción. Su adaptación a la realidad social, más igualitaria entre los hombres y las mujeres, no se circunscribe a la lengua española. La gran mayoría de los idiomas han tenido que crear o adaptar nuevos términos y definiciones para poder corregir acepciones superadas, como por ejemplo, la de alcaldesa como mujer del alcalde, y dotar al discurso de herramientas con las que construir mensajes no sesgados, como es el caso del término alumnado para englobar a alumnas y alumnos. Sin embargo, a pesar del carácter social e internacional de este esfuerzo de adaptación, a nadie se le escapa que este ejercicio ha sido, y es, objeto de críticas e incluso de burlas, y quienes lo defienden deben cargarse de argumentos para demostrar su necesidad. Bastaría una ojeada a los diccionarios de uso para comprobar cómo detrás de algunas acepciones admitidas como válidas se esconde una concepción del mundo muy desequilibrada. Por ejemplo, según el DRAE, se es más huérfano al perder al padre: "Huérfano, na. A quien se le ha muerto el padre y la madre, o uno de los dos, especialmente el padre".

Cuestión de forma

El sexismo lingüístico se materializa cuando el lenguaje resulta discriminatorio debido a su forma. Por ello, conviene prestar especial atención a la utilización de maneras, estructuras y expresiones que, pese a una carga sexista latente, o incluso patente, pasan desapercibidas o no generan reflexión alguna por la cotidianeidad y naturalidad de su uso.

La sustitución del sujeto masculino por el femenino y la comprobación de cómo suena la frase tras el cambio es una buena forma de detectar una forma discriminatoria. Pongamos un ejemplo: Se invita a la asistencia de un acto a "los directivos, que pueden acudir acompañados por sus mujeres". Como es obvio, si hay mujeres en puestos de

dirección se entiende que podrán ir acompañadas "por sus hombres". ¿Chirría? Desde luego. Nada cuesta, por tanto, aclarar que quienes son invitados se pueden hacer acompañar por "sus cónyuges". La forma aquí habrá sido cuidada sin mayor esfuerzo.

Nadie llamaría hoy "alcaldesa" a la mujer del alcalde, pero el D.R.A.E. sugiere que es más huérfano quien lo es de padre que de madre

Este caso evidencia una discusión centrada en el género gramatical, puesto que en castellano el género masculino posee un doble valor, como específico (referido a varones) y como genérico (referido a ambos sexos), mientras que el femenino no posee este carácter y sólo puede emplearse de modo restrictivo. No obstante, y esto es lo que trata de subsanar el lenguaje no sexista, el uso del masculino genérico en determinados mensajes produce ambigüedades y confusiones que pueden dar lugar a la discriminación y a la ocultación de la mujer. Observemos un ejemplo: "Los hombres de esta empresa son buenos profesionales". Si hay mujeres en la plantilla, no se encuentran reflejadas, o cuando menos, quedan ocultas. Nada cuesta decir que "esta empresa cuenta con grandes profesionales". Se demuestra aquí que la causa del sexismo lingüístico no se halla en la propia lengua, sino en el uso que se hace ella. Por tanto, su fin es sencillamente una cuestión de voluntad para interiorizar la evidencia de que si las mujeres ocupan espacios que antes no ocupaban, y si realizan funciones que antes no realizaban tendrán que nombrarse, y eso supone cambios en el lenguaje que ni los prejuicios, la inercia, o el peso de las reglas gramaticales interiorizadas deben obstaculizar o impedir.

Más allá del "niños y niñas"

Un asunto recurrente a la hora poner en práctica el lenguaje no sexista es la discutida acepción de hombre, más aún en su plural, hombres, para definir al ser humano. Hombre suma al macho y a la hembra como sinónimo de especie humana, pero no es menos sinónimo varón de hombre, y con el sencillo gesto de optar siempre por el primero se le conferiría una singularidad más acusada al término hombre como indicador de la especie.

Esta aspiración puede parecer quimérica, pero no lo es evitar el abuso del masculino genérico, algo relativamente sencillo gracias a los múltiples recursos de la lengua española: colectivos (profesorado, en vez de profesores), perífrasis (la persona interesada, en vez del interesado), construcciones metonímicas (la infancia, en sustitución de los niños), desdoblamientos (los niños y las niñas), barras (Sr/a), omisión de determinantes o empleo de determinantes sin marca de género (cada contribuyente en lugar de los contribuyentes), utilización de formas personales genéricas o formas no personales de los verbos ("es necesario prestar más atención" por "es necesario que el usuario preste más atención"). Todas estas soluciones no son posibles en todos los contextos. Se trata de optar por la más adecuada, es decir, aquella que, sin atentar contra la gramática, no margine a la mujer en el discurso.

Un sencillo

Quien desee no caer en el uso por inercia de un lenguaje sexista y depurar su expresión puede seguir unas sencillas normas, fáciles de interiorizar e incluir con total naturalidad en su habla y en su escritura.

Optar por términos genéricos: Infancia, por niños y niñas. Alumnado, por alumnos y alumnas.

Elegir nombres abstractos: Alcaldía, por alcalde o alcaldesa. Presidencia, por presidente o presidenta.

Usar dobles formas. Cuando se trata de nombrar a un grupo mixto, que precise evidenciar el femenino: Premio a la mejor empresaria o empresario del año.

No utilizar el término "mujer" como sinónimo de esposa, como no lo es el de hombre a esposo. Eliminar el tratamiento de señorita, igual que está caduco el señorito.

No usar la @. No es un signo lingüístico. Si se quiere economizar espacio puede recurrirse a dobletes con barra (/).

Respetar la orden ministerial (22-05-95) por la que quedan regulados la denominación de títulos académicos: Diplomada, arquitecta, médica, enfermera, obrera, etc.

Flexibilizar el orden de las palabras, no hay razón para anteponer por sistema el término masculino al femenino: Madres y padres, trabajadoras y trabajadores.

Dotar al discurso de homogeneidad. Cuando adoptemos una solución no sexista, mantenerla a lo largo de todo el texto, porque si no lo hacemos favorecemos la ambigüedad.

4. La prevención de la violencia contra la mujer.

"La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz."

La violencia contra las mujeres es una expresión de la relación de desigualdad entre hombresy mujeres. Es una violencia basada en la afirmación de la superioridad de un sexo sobre el otro, delos hombres sobre las mujeres. Afecta a toda la organización de la sociedad y, por tanto, estos actosviolentos deben ser analizados dentro del contexto social.

5. educación sexual

a ES será el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima.

Se debe tener unos conocimientos básicos sobre la sexualidad en general, los cambio en la pubertad, las relaciones sexuales y los métodos anticonceptivos, lar enfermedades de transmisión sexual y la identidad sexual.

Los jóvenes deben de concienciarse de todos estos aspectos y conocerse según su sexualidad.